Revista IES.

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sitamos la imaginación para seguir adelante, caminando hacia esa utopía de la que hablaba Eduardo Galeano, y que siempre está en el horizonte y siempre alejándose con él. Por eso, decía el escritor uru- guayo: ―camino dos pasos, y ella se aleja dos pasos ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso sirve, para caminar.‖ En vuestras manos queda Sherezade. Necesita de vuestras aportaciones y fantasía para seguir viviendo, narrando, contando. A nosotros, quienes lanzamos esta iniciativa, nos gus- taría que su historia, como en Las mil y una noches, fuera intermina- ble. Francisco de Paz Queridos lectores: Tenéis ante vosotros el primer número de Sherezade, la revista de nuestro instituto. Quere- mos que en ella tengan cabida las iniciativas, creaciones y reflexio- nes de todos los miembros de nuestra comunidad educativa. Llegará tan lejos como nosotros queramos. Porque ha nacido para crecer, con la imagina- ción, la inteligencia y la fantasía de todos los que aún estamos conven- cidos de que la educación, y la cultura, constituyen el mejor ins- trumento quizás el único- para seguir avanzando hacia un mundo mejor. Aquí caben razona- mientos y divertimentos. La me- moria del pasado y las adivinanzas que nos ayuden a descubrir el futuro. Las matemáticas y la litera- tura. La física y la química. Y por eso, claro, el amor; que ya lo dijo el inminente sabio Severo Ochoa, antes que Joaquín Sabina: ―el amor es la fusión de la física y la quími- ca.‖ Y también cualquier otro saber que nos ayude a conocer la diversidad del mundo y sus consecuencias, aunque no esté etiquetado en ninguna asignatura. Queremos que sea la revista de la realidad de la vida y de los cuentos. De muchos cuen- tos, de todos los tamaños y colores. Porque, como decía es escritor Luis Landero en su libro El cuento o la vida: “Hoy más que nunca la escuela está bajo el signo fatal de Sherezade‖ (aquella mujer inteli- gente que utilizaba la imaginación para seguir viva). Nosotros también nece- Impresiones y recuerdos. Juan José Fernández Delgado La verdad es que las emociones se apretaban entre sí y pugnaban por salir más allá de ―la flor de la piel‖. Fue necesario ―bajar la mano‖ en varias ocasiones para no quedarse ―al descubierto‖ entre compañeros y antiguos alumnos, ya médicos, ya abogados, ya directores de empresa o comerciales, ya maes- tras, ya madres… Los recuerdos saltaban alborotados y se desparra- maban en cientos de imágenes, próximas y precisas muchas, casi tangibles; más borrosas otras entre el fondo de las clases o de una excursión por la Ruta de Don Quijote… Todas irrepetibles. Menos mal que el alma se había puesto a buen recaudo desde que recibí la invitación para asistir a los actos programados por la actual dirección del Carlos III y había buscado toda clase de protec- ción para emociones y sobresaltos. No obstante, todo aquello que habían atado y bien atado la pru- dencia y la razón se vio desmoro- nado en un instante al divisar un grupo de gente que esperaba ante las puertas del lugar elegido, que es lo que yo había procurado: estar entre los primeros en llegar y en- contrarme, ya ajustado, ante cuan- tos fueran llegando. Las palpitacio- Presentación Impresiones y recuerdos Sherezade Sherezade. Página 1

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Fiti & son

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Page 1: Revista IES.

sitamos la imaginación para seguir

adelante, caminando hacia esa

utopía de la que hablaba Eduardo

Galeano, y que siempre está en el

horizonte y siempre alejándose con

él. Por eso, decía el escritor uru-

guayo: ―camino dos pasos, y ella

se aleja dos pasos ¿Entonces para

qué sirve la utopía? Para eso sirve,

para caminar.‖

En vuestras manos

queda Sherezade. Necesita de

vuestras aportaciones y fantasía

para seguir viviendo, narrando,

contando. A nosotros, quienes

lanzamos esta iniciativa, nos gus-

taría que su historia, como en Las

mil y una noches, fuera intermina-

ble.

Francisco de Paz

Queridos lectores:

Tenéis ante vosotros el

primer número de Sherezade, la

revista de nuestro instituto. Quere-

mos que en ella tengan cabida las

iniciativas, creaciones y reflexio-

nes de todos los miembros de

nuestra comunidad educativa.

Llegará tan lejos como

nosotros queramos. Porque ha

nacido para crecer, con la imagina-

ción, la inteligencia y la fantasía de

todos los que aún estamos conven-

cidos de que la educación, y la

cultura, constituyen el mejor ins-

trumento – quizás el único- para

seguir avanzando hacia un mundo

mejor.

Aquí caben razona-

mientos y divertimentos. La me-

moria del pasado y las adivinanzas

que nos ayuden a descubrir el

futuro. Las matemáticas y la litera-

tura. La física y la química. Y por

eso, claro, el amor; que ya lo dijo

el inminente sabio Severo Ochoa,

antes que Joaquín Sabina: ―el amor

es la fusión de la física y la quími-

ca.‖

Y también cualquier

otro saber que nos ayude a conocer

la diversidad del mundo y sus

consecuencias, aunque no esté

etiquetado en ninguna asignatura.

Queremos que sea la

revista de la realidad de la vida y

de los cuentos. De muchos cuen-

tos, de todos los tamaños y colores.

Porque, como decía es escritor

Luis Landero en su libro El cuento

o la vida: “Hoy más que nunca la

escuela está bajo el signo fatal de

Sherezade‖ (aquella mujer inteli-

gente que utilizaba la imaginación

para seguir viva).

Nosotros también nece-

Impresiones y recuerdos.

Juan José Fernández Delgado

La verdad es que las emociones se apretaban entre sí y pugnaban por

salir más allá de ―la flor de la piel‖.

Fue necesario ―bajar la mano‖ en varias ocasiones para no quedarse

―al descubierto‖ entre compañeros

y antiguos alumnos, ya médicos, ya abogados, ya directores de

empresa o comerciales, ya maes-

tras, ya madres… Los recuerdos

saltaban alborotados y se desparra-

maban en cientos de imágenes,

próximas y precisas muchas, casi

tangibles; más borrosas otras entre el fondo de las clases o de una

excursión por la Ruta de Don

Quijote… Todas irrepetibles. Menos mal que el alma

se había puesto a buen recaudo

desde que recibí la invitación para asistir a los actos programados por

la actual dirección del Carlos III y

había buscado toda clase de protec-

ción para emociones y sobresaltos.

No obstante, todo aquello que

habían atado y bien atado la pru-

dencia y la razón se vio desmoro-nado en un instante al divisar un

grupo de gente que esperaba ante

las puertas del lugar elegido, que es lo que yo había procurado: estar

entre los primeros en llegar y en-

contrarme, ya ajustado, ante cuan-tos fueran llegando. Las palpitacio-

P r e s e n t a c i ó n

I m p r e s i o n e s y r e c u e r d o s

Sherezade

Sherezade. Página 1

Page 2: Revista IES.

nes aumentaban y el caballo cordial

aceleraba su paso a medida que me

aproximaba al grupo, y los apuros de no reconocer con la precisión que yo

quisiera a quienes me saludaran los

azuzaba con ahínco. Y es cierto que en algunas ocasiones tardé varios

segundos, que se hicieron horas, en

identificar al antiguo alumno, a las alumnas sobre todo: se acicalan de

tales maneras y tan diversas entre sí

que me proclamo incapaz de distin-guirlas, de reconocerlas. Entonces,

se ponen todos mis sentidos en fun-

cionamiento y, al poco, ya por el oído que me trae ecos reconocibles,

ya por los gestos que atrapo con mis

ojos despatarrados, reconozco per-fectamente a mi interlocutor. Eso sí,

que no se me pida que diga su nom-

bre o el curso en que nos encontrá-

bamos a diario, pero en muchos

casos también consigo acordarme:

entonces me entra una gran alegría y repito David, Verónica o Natalia

varias veces; incluso, le pregunto

por el compañero o compañera con quien, compartiendo pasillo, escale-

ras o patio, se inició en las artes

amatorias. Otras veces, son ellos quienes despiertan recuerdos puntua-

les o describen estampas anecdóticas

y puntuales también. ―Me acuerdo cuando me dijo la primera vez en

clase que tuviera cuidado porque me

iba a caer. Chaval, oye chaval, que te vas a caer, fue como me dijo.

¿Que me voy a caer?, si estoy bien

sentado, le contesté. Pues aunque estés bien sentado, que a pesar de

mi miopía bien que lo veo, estabas

ya en el alféizar de la ventana. ¿En

el alféizar de la ventana? Cada vez

entiendo menos. Que sí, muchacho,

que estabas cazando mariposas fuera de la clase. Que estabas des-

pistado.

-Y a mí me dijo un día: Chaval, que se te ha caído el libro.

Y como miraba hacia los lados y

debajo de la mesa para ver si veía el libro que no había llevado a clase,

mis compañeros de reían y yo cada

vez me azoraba más. -Que no veo libro ningu-

no, profe.

-Chaval, quiero decirte que tienes que traer el libro a clase.

¿Cuántas veces más debo decírtelo

para que hagas caso…? En el acto propiamente

dicho, las fotografías se perseguían

unas a otras, como impidiendo que

segada por la guadaña del 2 y

encerrada en la oquedad del 0, es

mucha historia: desde su ubica-ción el la Avenida de su nombre,

que yo no conocí, hasta su llega-

da a los altos toledanos de la Avenida de Europa, que ponían

los mismos pies de los cigarrales

al alcance de la vista salvando el Tajo, hay mucho trecho, y mu-

chas selectividades, y muchos

intercambios culturales, y mu-chos enfados y disgustos escola-

res, y muchas alegrías, y muchas

gargantas rotas y calcinadas…

ninguna se aposentara como una

señorona y desplazara a las de-

más. Chispazos, fogonazos del pasado próximo, tan próximo que

aún se roza con el presente. De

los discursos diré… Dijeron casi todos los oradores que veinte

años es muy poco tiempo. ¡QUE

veinte años es poco tiempo…! No lo doy por cierto: veinte años

es una eternidad, pues ahora

mismo ninguno de los alumnos del Instituto cuenta con esa preci-

sa y preciosa edad. Y hablando

de la historia del Centro, toda ella

Toda la historia de la literatura,

desfiles de escritores, comenta-

rios de texto…, que muchas veces regresaban a la cartera…

Veinte años son muchos años y

marcarán una etapa irrepetible del Carlos III, etapa en la que se

consumieron los últimos rescol-

dos de lo que había sido un exce-lente bachillerato. Luego llegó la

malhada LOGSE con todos su

progres de pacotilla a cuestas, y con ella el derrumbamiento y la

hecatombe escolar. Lamentable-

mente, no me equivoco: ahí están

a vosotros, apreciados exalumnos, que las

varillas del abanico vital se os vayan perfi-

lando cada vez más claras. Si aún no es así, sabed que aún contáis con el beneplácito

de la juventud. Y a la dirección del Carlos

III, muchas gracias por esta iniciativa y ánimo para esperar y preparar el veinticin-

co aniversario que, ¡ay!, está ya a la vuelta

de la esquina.

las pruebas…

Y más fotografías, y más orado-

res y más recuerdos entrañables. De todas las fotografías retengo una en mi retina: aquella

en la que la voluntad caprichosa del proyec-

tor paralizó la imagen dejando al presi Barre-da como si estuviera entrerrejado, entreba-

rrotado. ¿La recordáis? ¿O fue una errónea

sensación mía? En la cena, la cordialidad se

deslizaba por los manteles de los comensa-

les, amigos y compañeros que se encargan de prolongar la ardua tarea de enseñar, de ense-

ñar también fuera de las clases, y los domin-

gos y demás fiestas de guardar... Apreciados compañeros del

claustro del Carlos III, gracias por la cordia-

lidad y el buen rato que me hicisteis pasar. Y

P á g i n a 2 S h e r e z a d e

Page 3: Revista IES.

tración, fallos de memoria, mareos, etc.

Les recomiendo, que para el buen desarrollo

físico e intelectual de sus hijos, insistan en la

realización de un desayuno completo a base de:

Leche + Zumos o fruta + Tostadas/galletas o

cereales

Puedo entender que por la mañana todo son

prisas para llegar al colegio, trabajo, etc.; pero

tal vez con ayuda de dos pequeñas estrategias,

que ahora les comento, podamos conseguir que

sus hijos hagan en desayuno completo que reper-

cutirá beneficiosamente en su rendimiento esco-

lar, así como en su buen desarrollo físico.

Estrategias;

1.- Levantarse diez minutos antes

2.- Dejar el desayuno preparado la

noche anterior.

3.- El material escolar necesario

para el día siguiente (mochila), debe

dejarse preparado el día anterior.

Agradeciendo su colaboración y siempre pensan-

do en el bienestar de sus hijos.

Un saludo

Fdo. Blanca González Arévalo

desayuno alimentos ricos en car-

bohidratos, como pan, cereales y

fruta. Saltarse comidas, y en espe-

cial el desayuno, puede provocar un

hambre descontrolada, que muchas

veces lleva a comer en exceso. Si

no comes nada para desayunar,

estarás menos concentrado en el

colegio.

3. Come muchos alimentos varia-

dos

1. Disfruta de la comida

Intenta comer alimentos diferen-

tes cada día para gozar de una

alimentación variada y disfrutar de

ella. Come con tus familiares y

amigos.

2. El desayuno es una comida

muy importante

Tu cuerpo necesita energía des-

pués de dormir, por lo que el des-

ayuno es esencial. Elige para el

Consumir alimentos variados todos

los días es la mejor receta para

gozar de buena salud. Necesitas 40

vitaminas y minerales diferentes

para mantenerte sano, y no hay

ningún alimento que por sí sólo

pueda aportártelos todos. No hay

alimentos "buenos" o "malos", así

que no tienes porqué dejar de

comer las cosas que te gustan.

Simplemente asegúrate de que

cuado aporte de energía y

nutrientes para evitar si-

tuaciones carenciales que

puedan ocasionar altera-

ciones y trastornos de la

salud.

La adolescencia es una eta-

pa de la vida marcada por

importantes cambios emo-

cionales, sociales y fisioló-

gicos. Sobre estos últimos

la alimentación cobra una

especial importancia debi-

do a que los requerimien-

tos nutricionales, para

hacer frente a estos cam-

bios, son muy elevados y es

necesario asegurar un ade-

C O N S E J O S F U N D A M E N T A L E S

A d o l e s c e n c i a

S h e r e z a d e

CONSULTA DE ENFERMERÍA

Estimados padres:

Durante el pasado curso escolar, han

pasado por la consulta de Enfermería, alrededor

de 400 alumnos por motivos diversos. Existe un

factor común en un porcentaje amplio de los

escolares que acuden diariamente a la enfermer-

ía: la ausencia e escaso desayuno que hacen antes

de venir al instituto.

Cuando un niño en pleno crecimiento

está en ayunas desde la noche anterior, aparecen

efectos propios de este ayuno, como son: dolor de

cabeza, irritabilidad, disminución de la concen-

C o n s e j o s d e l a e n f e r m e r a

P á g i n a 3

Page 4: Revista IES.

fibra. Deberías intentar consumir 5 racio-

nes de frutas y verduras al día.

6. La grasa

Todos necesitamos incluir algo de grasa en

nuestra dieta para conservar una buena

salud, pero consumir demasiadas grasas, y

en particular grasas saturadas, puede ser

malo para nuestra salud. Las grasas satura-

das se encuentran en los productos lácteos

enteros, los pasteles, bollos, carnes grasas

y salchichas. Come de forma equilibrada - si

a la hora de la comida consumes alimentos

ricos en grasas, intenta tomar alimentos

con menos grasas en la cena.

7. Los tentempiés

Picar entre comidas aporta energía y nu-

trientes. Escoge tentempiés variados, como

frutas, sándwiches, galletas, tartas, pata-

tas fritas, frutos secos y chocolate. Asegú-

consigues un equilibrio adecuado y come una

gran variedad de alimentos. ¡Toma decisio-

nes equilibradas en cada momento!

4. Basa tu alimentación en los carbohi-

dratos

Estos alimentos aportan la energía, las

vitaminas y los minerales que necesitas.

Algunos alimentos ricos en carbohidratos

son la pasta, el pan, los cereales, las frutas

y las verduras. Intenta incluir alguno de

estos alimentos en cada comida ya que más

de la mitad de las calorías de tu dieta de-

berían provenir de ellos.

5. Come frutas y verduras en cada comi-

da

Puedes disfrutar de las frutas y las verdu-

ras en las comidas, o consumirlas como

sabrosos tentempiés entre comidas. Estos

alimentos aportan vitaminas, minerales y

rate de que tus elecciones son variadas

para mantener el equilibrio en tu dieta, y no

comas demasiado, sino no tendrás hambre a

la hora de la comida.

8. Saciar la sed

Tienes que beber muchos líquidos porque un

50% de tu cuerpo está formado por agua.

Se necesitan por lo menos 6 vasos de líqui-

dos al día, e incluso más si hace mucho calor

o haces ejercicio. El agua y la leche son

excelentes, pero también es divertido va-

riar.

9. Cuídate los dientes

Cuídate los dientes y lávatelos dos veces al

día. Los alimentos ricos en almidón o azúca-

res pueden influir en la aparición de caries

si se comen con demasiada frecuencia, así

que no picotees o bebas refrescos a todas

horas.

[email protected]

10. Ponte en movimiento

Estar en forma es importante para tener un corazón

sano y unos huesos fuertes, así que haz ejercicio. In-

tenta hacer algo de deporte cada día y asegúrate de

que te gusta para que seas constante y no dejes de

hacerlo. Si tomas demasiadas calorías y no haces sufi-

ciente ejercicio puedes engordar. El ejercicio físico

moderado te ayudará a quemar las calorías que te so-

bran. ¡No tienes que ser un atleta para ponerte en

marcha

P á g i n a 4 S h e r e z a d e

Page 5: Revista IES.

y sentenciado a muerte. Murió

de tuberculosis en la celda, con

treinta y dos años. Los poemas

escritos en la cárcel y publicados

bajo el título Cancionero y ro-

mancero de ausencias constitu-

yen una queja conmovedora, nos

sensibilizan sus sentimientos,

sus circunstancias de un hombre

separado de su esposa y de su

hijo, a los que nunca volvería a

ver.

Lo nuevo es que en su poesía

van de la mano los sentimientos

y los recursos poéticos

Su palabra parece directamente

arrancada del corazón (―la len-

gua en corazón tengo bañada‖),

conjugada con el arte popular y

las técnicas más sabias. Todo

para buscar una mayor densidad

expresiva, que hace inconfundi-

ble su voz.

Piedad Martín virtió impulsivamente del catoli-

cismo más ferviente al comunis-

mo, fruto de ello es Vientos del

pueblo (1937) cuyo propósito

eran recitarse como poesía de

guerra entre los camaradas. El

hecho de la guerra y sus penali-

dades resultó beneficiosa para la

poesía de Miguel, pues su obra

se desnuda de artificios retóricos

y de dramatismo para alcanzar

en El hombre acecha (1938) una

serenidad reflexiva y personal

ante el panorama de tristeza y

sufrimientos que ve reflejados

en sus compañeros.

Al término de la guerra,

Hernández fue hecho prisionero

redoma‖. El tema principal es el

amor, pero mezclado con el

arrebato, el furor, el sentimiento,

la desesperación y las sombrías

premoniciones de la muerte,

como nos muestra en su poema

―Sino sangriento‖, que ha servi-

do, otra vez más, para acrecentar

esa leyenda de Hernández, pues

profetiza su trágico destino que

se cumpliría años más tarde. Su

―Elegía‖ es uno de los poemas

más famosos, con ese respeto

impuesto como fruto de una

sincera efusión de dolor por la

repentina muerte de su

―compañero del alma‖.

Durante la República se con-

nueve años) y que por necesida-

des familiares debió abandonar

los estudios para seguir ayudan-

do en el pastoreo, que compagi-

na con su avidez de libros, de

lecturas de los clásicos, de

aprender a escribir poesía culta.

El resultado fue Perito en lunas

(1933) inspirado en Góngora,

este libro no es más que un ejer-

cicio de estilo, que carece de

sello personal. El siguiente libro,

El rayo que no cesa (1936) es

una explosión de pasiones e

impulsos intensos, como dice él

mismo en uno de los poemas

―una revolución dentro de un

hueso, un rayo soy sujeto a una

Miguel Hernández (1910-1942).

Celebramos el centenario de su

nacimiento.

Su poesía señala claramente

la transición entre la generación

del 27, (Dámaso Alonso lo

llamó ―genial epígono‖) y la

generación del 36, su influencia

en la poesía de la posguerra ha

sido considerable.

Pero su obra está cubierta de

una espesa capa de leyendas

sobre su persona, que en ocasio-

nes solapan sus logros poéticos;

pues, se ha exagerado su pobre-

za y su incultura, al ser un cabre-

ro que se escolarizó tarde (tenía

P á g i n a 5 S h e r e z a d e

Page 6: Revista IES.

S h e r e z a d e

Aunque algunos no creen que

sea auténtico, y parece que el propio escri-

tor no ha confirmado la autoría de este

testamento, no obstante, circula por internet

como un escrito del autor de Cien años de

soledad. Por eso queremos reproducirlo.

Además, es un texto profundo, y hermoso.

Gabriel García Márquez se

ha retirado de la vida pública por razo-

nes de salud: cáncer linfático. Ahora,

parece, que es cada vez más grave. Ha

enviado una carta de despedida a sus

amigos, y gracias a Internet está siendo

T E S T A M E N T O D E G A B R I E L G A R C Í A

M Á R Q U E Z

enamorarse!

A un niño le daría alas, pero le dejaría

que él solo aprendiese a volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte

no llega con la vejez, sino con el olvido.

Tantas cosas he aprendido de ustedes,

los hombres... He aprendido que todo

el mundo quiere vivir en la cima de la

montaña, sin saber que la verdadera

felicidad está en la forma de subir la

escarpada.

He aprendido que cuando un recién

nacido aprieta con su pequeño puño,

Si supiera que estos son los últimos

minutos que te veo diría “te quiero” y

no asumiría, tontamente, que ya lo

sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos

da otra oportunidad para hacer las

cosas bien, pero por si me equivoco y

hoy es todo lo que nos queda, me gus-

taría decirte cuanto te quiero, que nun-

ca te olvidaré.

difundida.

“Si por un instante Dios se olvidara de

que soy una marioneta de trapo y me

regalara un trozo de vida, aprovecharía

ese tiempo lo más que pudiera”.

Posiblemente no diría todo lo que pien-

so, pero en definitiva pensaría todo lo

que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que

valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo

que por cada minuto que cerramos los

ojos, perdemos sesenta segundos de

por primera vez, el dedo de su padre, lo

tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre sólo tiene

derecho a mirar a otro hacia abajo,

cuando ha de ayudarle a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido

aprender de ustedes, pero realmente

de mucho no habrán de servir, porque

cuando me guarden dentro de esa

maleta, infelizmente me estaré murien-

El mañana no le está asegurado a na-

die, joven o viejo. Hoy puede ser la

última vez que veas a los que amas.

Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya

que si el mañana nunca llega, segura-

mente lamentarás el día que no tomas-

te tiempo para una sonrisa, un abrazo,

un beso y que estuviste muy ocupado

para concederles un último deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles

al oído lo mucho que los necesitas,

quiérelos y trátalos bien, toma tiempo

para decirles “lo siento”, “perdóname”,

do.

Siempre di lo que sientes y haz lo que

piensas.

Si supiera que hoy fuera la última vez

que te voy a ver dormir, te abrazaría

fuertemente y rezaría al Señor para

poder ser el guardián de tu alma.

“por favor”, “gracias” … y todas las

palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamien-

tos secretos. Pide al Señor la fuerza y

sabiduría para expresarlos. Demuestra

a tus amigos y seres queridos cuanto

te importan”.

Fuente: Anónimo, recibido por

Internet – Agosto 2005

luz. Andaría cuando los demás se detie-

nen, despertaría cuando los demás

duermen. Si Dios me obsequiara un

trozo de vida, vestiría sencillo, me tirar-

ía de bruces al sol, dejando descubier-

to, no solamente mi cuerpo, sino mi

alma.

A los hombres les probaría cuán equivo-

cados están al pensar que dejan de

enamorarse cuando envejecen, sin

saber que envejecen cuando dejan de

P á g i n a 6

Page 7: Revista IES.

S h e r e z a d e

Había una vez dos ranas que caye-ron en un recipiente de nata. Inmediatamente se dieron cuenta de que se hundían: era imposible nadar o flotar demasiado tiempo en esa masa espera como arenas movedizas. Al principio, las dos ranas patalearon en la nata para llegar al borde del recipiente. Pero era inútil; sólo conseguían chapo-tear en el mismo lugar y hundirse. Sentían que cada vez era más difícil salir a la superficie y respi-rar. Una de ellas dijo en voz alta: «No puedo más. Es imposible salir de aquí. En esta materia no se puede nadar. Ya que voy a morir, no veo por qué prolongar este sufrimien-

LAS RANITAS DE LA NATA

to. No entiendo qué sentido tiene morir agotada por un esfuerzo estéril». Dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez, siendo literal-mente tragada por el espeso líqui-do blanco. La otra rana, más persistente o quizá más tozuda se dijo: «¡No hay manera! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo, aunque se acerque la muerte, prefiero luchar hasta mi último aliento. No quiero morir ni un segundo antes de que llegue mi hora». Siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar ni un centímetro, durante

horas y horas. Y de pronto, de tanto patalear y batir las ancas, agitar y patalear, la nata se convirtió en mantequi-lla. Sorprendida, la rana dio un salto y, patinando, llegó hasta el borde del recipiente. Desde allí, pudo regresar a casa croando alegre-mente. BUCAY

LA PRINCESA BUSCA MARIDO

ningún amor valía la pena. Solamente éste joven que había adorado a la prin-cesa desde siempre, estaba allí, anclado en esa pared y ese muro, esperando pacientemente que pasaran los 365 días. La princesa que había despreciado a todos, cuando vio que este muchacho se quedaba empezó a mirarlo, pensando, que quizás ese hombre la quisiera de verdad. Lo había espiado en Octubre, había pasado frente a él en Noviembre, y en Diciembre, disfrazada de campesi-na le había dejado un poco de agua y un poco de comida, le había visto los ojos y se había dado cuenta de su mirada sin-cera. Entonces le había dicho al rey: - Padre creo que finalmente vas a tener un casamiento, y que por fin vas a tener nietos, este es el hombre que de verdad

Había una vez una princesa, que quería encontrar un esposo digno de ella, que la amase verdaderamente. Para lo cual puso una condición: elegiría marido entre todos los que fueran capaces de estar 365 días al lado del muro del pala-cio donde ella vivía, sin separarse ni un solo día. Se presentaron centenares, miles de pretendientes a la corona real. Pero claro al primer frío la mitad se fue, cuando empezaron los calores se fue la mitad de la otra mitad, cuando empeza-ron a gastarse los cojines y se terminó la comida, la mitad de la mitad de la mi-tad, también se fue. Habían empezado el primero de enero, cuando entró diciembre, empezaron de nuevo los fríos, y solamente quedó un joven. Todos los demás se habían ido, cansados, aburridos, pensando que

lo hace es, porque todo se ha termi-nado.

BUCAY

me quiere. El rey se había puesto contento y co-menzó a prepararlo todo. La ceremonia, el banquete e incluso, le hizo saber al joven, a través de la guardia, que el primero de Enero, cuando se cumplie-ran los 365 días, lo esperaba en el pala-cio porque quería hablar con él. Todo estaba preparado, el pueblo estaba contento, todo el mundo esperaba an-siosamente el primero de Enero. El 31 de Diciembre, el día después de haber pasado las 364 noches y los 365 días allí, el joven se levantó del muro y se marchó. Fue hasta su casa y fue a ver a su madre, y ésta le dijo: - Hijo querías tanto a la princesa, estu-viste allí 364 noches, 365 días y el últi-

mo día te fuiste. ¿Qué pasó?, ¿No pudis-te aguantar un día más? Y el hijo contestó: - ¿Sabes madre? Me enteré que me había visto, me enteré que me había elegido, me enteré que le había dicho a su padre que se iba a casar conmigo y, a pesar de eso, no fue capaz de evitarme una sola noche de dolor, pudiendo hacerlo, no me evitó una sola noche de sufrimiento. Alguien que no es capaz de evitarte una noche de sufrimiento no merece de mi, Amor, ¿verdad madre? Cuando estás en una relación, y te das cuenta de que pudiendo evitarte una mínima parte de sufrimiento, el otro no

P á g i n a 7

Page 8: Revista IES.

S h r e z a d e

—Soy una cebolla, una sucia y

maloliente cebolla—se lamenta-

ba—. Me pudro en el tiempo, quie-

ro pero no alcanzo. No soy más

que una mísera cebolla.

—¿Me deshago de mis capas?

¿Qué sería de mí?—Se pregunta-

ba—Entonces apenas sería —se

contestaba.

En aquel momento mil voces ami-

gas lo calmaron: —Sólo me queda

esperar—dedujo.

Así fue que se quedó muy quieto

bajo el sol, secándose y consu-

miéndose esperando la llegada de

su hora.

ALLIUM CEPA

Con la piel ya descascarillada por

los rayos, perdió el conocimiento.

Allí yacía, muerto, inmóvil, el

hombre cebolla.

Llegó el día de su entierro y, por

primera vez en su vida, nadie lloró

por él.

Diego Castaño Chillarón

Allium cepa

La Montaña

Verdes hojas mecidas por el viento,

Claras aguas susurran al pasar,

Lo único que escucho, mi pensamiento,

Me invita a un mundo donde reposar.

Tú que fuiste forjada a fuego lento.

Tú que nos das el aire del que respirar.

Perderme entre tus bosques no lamento,

Ni tu hermosa belleza contemplar.

Es por ti, que los alados poetas,

Con sus alegres y hermosos cantares,

Proclaman tu gran historia atemporal.

Desde tus oscuras, profundas grietas,

Hasta las altas nieves invernales,

Se aprecia,... tu grandeza natural.

Daniel Nieto.

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Page 9: Revista IES.

S h e r e z a d e

EXAMEN

FOTOS DE TOLEDO EN EL SIGLO XIX

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Page 10: Revista IES.

S h e r e z a d e

CONCURSO DE ATARDECERES

Fotos finalistas de un

concurso celebrado en

un foro de Internet.

Foto ganadora

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