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- PRESENTACIÓN
- LOS VEINTE AÑOS DEL CENTRO
RECUERDOS
IMPRESIONES
- CONSEJOS DE LA ENFERMERA
CARTA A LOS PADRES
LA ADOLESCENCIA: 10 CONSEJOS
- NOTICIAS CULTURALES
MIGUEL HERNÁNDEZ
TESTAMENTO DE GARCÍA MÁRQUEZ
- CUENTOS DE BUCAY
LAS RANITAS DE LA NATA
LA PRINCESA BUSCA MARIDO
- CREACIÓN LITERARIA
ALLIUM CEPA
SONETO
- CURIOSIDADES
EXAMEN
- GALERIA DE IMÁGENES
FOTOS DE TOLEDO EN EL SIGLO XIX
CONCURSO DE ATARDECERES
- BUZÓN
- PARTICIPACIÓN: [email protected]
Fachada IES Carlos III
Índice
Revista IES Carlos III
Enero 2011 IES Carlos III
SHEREZADE
¿Qué podrás en-
contrar en la revis-
ta?
Los 20 años del
centro
Consejos de la
enfermera
Curiosidades
Galería de imáge-
nes
Y muchas cosas
más...
Contenido:
Artículo interior 2
Artículo interior 2
Artículo interior 2
Artículo interior 3
Artículo interior 4
Artículo interior 5
Artículo interior 6
Queridos lectores:
Tenéis ante vosotros
el primer número de Shereza-
de, la revista de nuestro insti-
tuto. Queremos que en ella
tengan cabida las iniciativas,
creaciones y reflexiones de
todos los miembros de nuestra
comunidad educativa.
Llegará tan lejos
como nosotros queramos.
Porque ha nacido para crecer,
con la imaginación, la inteli-
gencia y la fantasía de todos
los que aún estamos convenci-
dos de que la educación, y la
cultura, constituyen el mejor
instrumento – quizás el único-
para seguir avanzando hacia
un mundo mejor.
Aquí caben razona-
mientos y divertimentos. La
memoria del pasado y las adi-
vinanzas que nos ayuden a
descubrir el futuro. Las ma-
temáticas y la literatura. La
física y la química. Y por
eso, claro, el amor; que ya
lo dijo el inminente sabio
Severo Ochoa, antes que
Joaquín Sabina: ―el amor es
la fusión de la física y la
química.‖
Y también cual-
quier otro saber que nos
ayude a conocer la diversi-
dad del mundo y sus conse-
cuencias, aunque no esté
etiquetado en ninguna asig-
natura.
Queremos que sea
la revista de la realidad de
la vida y de los cuentos. De
muchos cuentos, de todos
los tamaños y colores. Por-
que, como decía es escritor
Luis Landero en su libro El
cuento o la vida: “Hoy más
que nunca la escuela está
bajo el signo fatal de Shere-
zade‖ (aquella mujer inteli-
gente que utilizaba la ima-
ginación para seguir viva).
Nosotros también
necesitamos la imaginación
para seguir adelante, caminan-
do hacia esa utopía de la que
hablaba Eduardo Galeano, y
que siempre está en el horizon-
te y siempre alejándose con él.
Por eso, decía el escritor uru-
guayo: ―camino dos pasos, y
ella se aleja dos pasos
¿Entonces para qué sirve la
utopía? Para eso sirve, para
caminar.‖
En vuestras manos
queda Sherezade. Necesita de
vuestras aportaciones y fantas-
ía para seguir viviendo, narran-
do, contando. A nosotros, quie-
nes lanzamos esta iniciativa,
nos gustaría que su historia,
como en Las mil y una noches,
fuera interminable.
Francisco de Paz
Presentación
Página 2
IES Carlos III
Día de nieve en nuestro
instituto
“¿Entonces para qué
sirve la utopía? Para
eso sirve, para
caminar.”
IES Carlos III
rad, hecho de ladrillo y que albergaba
solamente 8 cursos: 1 segundo de BUP
con escasos alumnos y 7 primeros de
BUP (cuando regía la LOGSE, ahora
ando perdida intentando asemejar los
estudios actuales a aquéllos) repletos de
chavales recién salidos del "cole".
Por aquel entonces no existían las cáma-
ras digitales ni tantos avances informáti-
cos, por lo que mis recuerdos están sola-
mente en mi memoria y en la de mis
compañeros y me gustaría, si es posible,
preparar algo especial sobre esa primera
promoción del Carlos para el próximo
aniversario.
Tengo algo de material digitalizado (el
video de la excursión de fin de curso y
unas cuantas fotos) que podría servir, y
a partir de las fichas o matrículas (si es
que aún existen) se podría intentar loca-
lizar a la gente.
Quiero dar la enhorabuena tanto a la
persona que tuvo la idea de realizar esta
celebración, como a las que hicieron
posible que se llevara a cabo y simple-
mente animar a que se repita muchas
veces (más y mejor, si cabe).
Y también quiero dar las gracias porque
con un gesto tan sencillo como enviar
una carta, creo que hicísteis felices a
mucha gente.
Un cordial abrazo,
Elena Salgado Pantoja.
Buenos días.
En el momento en que recibí la carta
anunciando la celebración del XX Ani-
versario del Carlos III pensé "¿20 años?
No es posible... espera, ¿cuántos tengo
yo?". Y mientras esas preguntas pasa-
ban por mi cabeza, en mi cara se formó
una sonrisa que reflejaba una mezcla de
añoranza y buenos recuerdos.
Yo estuve en el Carlos, sí, lo vi nacer y
crecí con él; tengo el privilegio y me
llena de orgullo afirmar que soy de la
primera promoción del I.E.S. Carlos III
de Toledo.
Para mí, la época del instituto fue una
de las mejores de mi vida y la recuerdo
con mucho cariño. Los compañeros, los
profesores, fueron mi segunda familia,
¿cuántas personas pueden decir lo mis-
mo?
El pasado 12 de noviembre fui ilusiona-
da al acto, esperando reencontrarme con
personas que habían formado parte de
mí un día y que, porque la vida es así,
pasan de largo pero dejan en nosotros su
huella. Por desgracia, de aquella horna-
da había poca gente, ya fueran compa-
ñeros o profesores. Para que haya posi-
bilidad de cambiar, confío en que se
haga un XV Aniversario, y un XXX
porque seguiré asistiendo con la misma
ilusión, deseosa de volver a recordar
anécdotas y vivencias.
Si se puede poner un pero a la tarde,
eché de menos una vista atrás, excepto
uno de los ponentes, nadie mencionó la
ubicación inicial del instituto, ese pe-
queñísimo centro dependiente del Sefa-
Los veinte años del centro (I)
Fernando Martín López, director
del instituto.
¡Estamos en la web!
http://edu.jccm.es/ies/
carlos3/
Joaquín, profesor de ciencias naturales
y ex-director del centro.
Página 3
IES Carlos III
do.
-Y a mí me dijo un día: Chaval, que se te ha caído el
libro. Y como miraba hacia los lados y debajo de la mesa para
ver si veía el libro que no había llevado a clase, mis compañe-
ros de reían y yo cada vez me azoraba más.
-Que no veo libro ninguno, profe.
-Chaval, quiero decirte que tienes que traer el libro a
clase. ¿Cuántas veces más debo decírtelo para que hagas ca-
so…?
En el acto propiamente dicho, las fotografías se per-
seguían unas a otras, como impidiendo que ninguna se aposen-
tara como una señorona y desplazara a las demás. Chispazos,
fogonazos del pasado próximo, tan próximo que aún se roza
con el presente. De los discursos diré… Dijeron casi todos los
oradores que veinte años es muy poco tiempo. ¡QUE veinte
años es poco tiempo…! No lo doy por cierto: veinte años es
una eternidad, pues ahora mismo ninguno de los alumnos del
Instituto cuenta con esa precisa y preciosa edad. Y hablando
de la historia del Centro, toda ella segada por la guadaña del 2
y encerrada en la oquedad del 0, es mucha historia: desde su
ubicación el la Avenida de su nombre, que yo no conocí, hasta
su llegada a los altos toledanos de la Avenida de Europa, que
ponían los mismos pies de los cigarrales al alcance de la vista
salvando el Tajo, hay mucho trecho, y muchas selectividades,
y muchos intercambios culturales, y muchos enfados y disgus-
tos escolares, y muchas alegrías, y muchas gargantas rotas y
calcinadas… Toda la historia de la literatura, desfiles de escri-
tores, comentarios de texto…, que muchas veces regresaban a
la cartera…Veinte años son muchos años y marcarán una eta-
pa irrepetible del Carlos III, etapa en la que se consumieron
los últimos rescoldos de lo que había sido un excelente bachi-
llerato. Luego llegó la malhada LOGSE con todos su progres
de pacotilla a cuestas, y con ella el derrumbamiento y la heca-
tombe escolar. Lamentablemente, no me equivoco: ahí están
las pruebas…
Y más fotografías, y más oradores y más recuerdos
entrañables. De todas las fotografías retengo una en mi retina:
aquella en la que la voluntad caprichosa del proyector paralizó
la imagen dejando al presi Barreda como si estuviera entrerre-
jado, entrebarrotado. ¿La recordáis? ¿O fue una errónea sensa-
ción mía?
En la cena, la cordialidad se deslizaba por los mante-
les de los comensales, amigos y compañeros que se encargan
de prolongar la ardua tarea de enseñar, de enseñar también
fuera de las clases, y los domingos y demás fiestas de guar-
dar...
Apreciados compañeros del claustro del Carlos III,
gracias por la cordialidad y el buen rato que me hicisteis pasar.
Y a vosotros, apreciados exalumnos, que las varillas del abani-
co vital se os vayan perfilando cada vez más claras. Si aún no
es así, sabed que aún contáis con el beneplácito de la juventud.
Y a la dirección del Carlos III, muchas gracias por esta inicia-
tiva y ánimo para esperar y preparar el veinticinco aniversario
que, ¡ay!, está ya a la vuelta de la esquina.
Impresiones y recuerdos.
Juan José Fernández Delgado
La verdad es que las emociones se apretaban
entre sí y pugnaban por salir más allá de ―la flor de la
piel‖. Fue necesario ―bajar la mano‖ en varias ocasiones
para no quedarse ―al descubierto‖ entre compañeros y
antiguos alumnos, ya médicos, ya abogados, ya directores
de empresa o comerciales, ya maestras, ya madres… Los
recuerdos saltaban alborotados y se desparramaban en
cientos de imágenes, próximas y precisas muchas, casi
tangibles; más borrosas otras entre el fondo de las clases
o de una excursión por la Ruta de Don Quijote… Todas
irrepetibles.
Menos mal que el alma se había puesto a buen
recaudo desde que recibí la invitación para asistir a los
actos programados por la actual dirección del Carlos III y
había buscado toda clase de protección para emociones y
sobresaltos. No obstante, todo aquello que habían atado y
bien atado la prudencia y la razón se vio desmoronado en
un instante al divisar un grupo de gente que esperaba ante
las puertas del lugar elegido, que es lo que yo había pro-
curado: estar entre los primeros en llegar y encontrarme,
ya ajustado, ante cuantos fueran llegando. Las palpitacio-
nes aumentaban y el caballo cordial aceleraba su paso a
medida que me aproximaba al grupo, y los apuros de no
reconocer con la precisión que yo quisiera a quienes me
saludaran los azuzaba con ahínco. Y es cierto que en al-
gunas ocasiones tardé varios segundos, que se hicieron
horas, en identificar al antiguo alumno, a las alumnas
sobre todo: se acicalan de tales maneras y tan diversas
entre sí que me proclamo incapaz de distinguirlas, de
reconocerlas. Entonces, se ponen todos mis sentidos en
funcionamiento y, al poco, ya por el oído que me trae
ecos reconocibles, ya por los gestos que atrapo con mis
ojos despatarrados, reconozco perfectamente a mi interlo-
cutor. Eso sí, que no se me pida que diga su nombre o el
curso en que nos encontrábamos a diario, pero en muchos
casos también consigo acordarme: entonces me entra una
gran alegría y repito David, Verónica o Natalia varias
veces; incluso, le pregunto por el compañero o compañe-
ra con quien, compartiendo pasillo, escaleras o patio, se
inició en las artes amatorias. Otras veces, son ellos quie-
nes despiertan recuerdos puntuales o describen estampas
anecdóticas y puntuales también. ―Me acuerdo cuando
me dijo la primera vez en clase que tuviera cuidado por-
que me iba a caer. Chaval, oye chaval, que te vas a caer,
fue como me dijo. ¿Que me voy a caer?, si estoy bien
sentado, le contesté. Pues aunque estés bien sentado, que
a pesar de mi miopía bien que lo veo, estabas ya en el
alféizar de la ventana. ¿En el alféizar de la ventana? Cada
vez entiendo menos. Que sí, muchacho, que estabas ca-
zando mariposas fuera de la clase. Que estabas despista-
Los veinte años del centro (II)
IES Carlos III
Deberías intentar consumir 5 raciones de frutas y verduras al
día.
6. La grasa
Todos necesitamos incluir algo de grasa en nuestra dieta para
conservar una buena salud, pero consumir demasiadas grasas,
y en particular grasas saturadas, puede ser malo para nuestra
salud. Las grasas saturadas se encuentran en los productos
lácteos enteros, los pasteles, bollos, carnes grasas y salchichas.
Come de forma equilibrada - si a la hora de la comida consu-
mes alimentos ricos en grasas, intenta tomar alimentos con
menos grasas en la cena.
7. Los tentempiés
Picar entre comidas aporta energía y nutrientes. Escoge ten-
tempiés variados, como frutas, sándwiches, galletas, tartas,
patatas fritas, frutos secos y chocolate. Asegúrate de que tus
elecciones son variadas para mantener el equilibrio en tu dieta,
y no comas demasiado, sino no tendrás hambre a la hora de la
comida
8. Saciar la sed
Tienes que beber muchos líquidos porque un 50% de tu cuerpo
está formado por agua. Se necesitan por lo menos 6 vasos de
líquidos al día, e incluso más si hace mucho calor o haces ejer-
cicio. El agua y la leche son excelentes, pero también es diver-
tido variar.
9. Cuídate los dientes
Cuídate los dientes y lávatelos dos veces al día. Los alimentos
ricos en almidón o azúcares pueden influir en la aparición de
caries si se comen con demasiada frecuencia, así que no pico-
tees o bebas refrescos a todas horas.
10. Ponte en movimiento
Estar en forma es importante para tener un corazón sano y
unos huesos fuertes, así que haz ejercicio. Intenta hacer algo
de deporte cada día y asegúrate de que te gusta para que seas
constante y no dejes de hacerlo. Si tomas demasiadas calorías
y no haces suficiente ejercicio puedes engordar. El ejercicio
físico moderado te ayudará a quemar las calorías que te so-
bran. ¡No tienes que ser un atleta para ponerte en marcha!
LA ADOLESCENCIA La adolescencia es una etapa de la vida marcada
por importantes cambios emocionales, sociales y fisioló-
gicos. Sobre estos últimos la alimentación cobra una es-
pecial importancia debido a que los requerimientos nutri-
cionales, para hacer frente a estos cambios, son muy ele-
vados y es necesario asegurar un adecuado aporte de
energía y nutrientes para evitar situaciones carenciales
que puedan ocasionar alteraciones y trastornos de la sa-
lud.
CONSEJOS FUNDAMENTA-
LES PARA NIÑOS Y ADOLES-
CENTES 1. Disfruta de la comida
Intenta comer alimentos diferentes cada día para gozar de
una alimentación variada y disfrutar de ella. Come con
tus familiares y amigos.
2. El desayuno es una comida muy importante
Tu cuerpo necesita energía después de dormir, por lo que
el desayuno es esencial. Elige para el desayuno alimentos
ricos en carbohidratos, como pan, cereales y fruta. Saltar-
se comidas, y en especial el desayuno, puede provocar un
hambre descontrolada, que muchas veces lleva a comer
en exceso. Si no comes nada para desayunar, estarás me-
nos concentrado en el colegio.
3. Come muchos alimentos variados
Consumir alimentos variados todos los días es la mejor
receta para gozar de buena salud. Necesitas 40 vitaminas
y minerales diferentes para mantenerte sano, y no hay
ningún alimento que por sí sólo pueda aportártelos todos.
No hay alimentos "buenos" o "malos", así que no tienes
porqué dejar de comer las cosas que te gustan. Simple-
mente asegúrate de que consigues un equilibrio adecuado
y come una gran variedad de alimentos. ¡Toma decisio-
nes equilibradas en cada momento!
4. Basa tu alimentación en los carbohidratos
Estos alimentos aportan la energía, las vitaminas y los
minerales que necesitas. Algunos alimentos ricos en car-
bohidratos son la pasta, el pan, los cereales, las frutas y
las verduras. Intenta incluir alguno de estos alimentos en
cada comida ya que más de la mitad de las calorías de tu
dieta deberían provenir de ellos.
5. Come frutas y verduras en cada comida
Puedes disfrutar de las frutas y las verduras en las comi-
das, o consumirlas como sabrosos tentempiés entre comi-
das. Estos alimentos aportan vitaminas, minerales y fibra.
Consejos de la enfermera (I)
IES Carlos III
CONSULTA DE ENFERMERÍA
Estimados padres:
Durante el pasado curso escolar, han pasado por la consulta de Enfermería, alrededor de 400 alumnos por motivos
diversos. Existe un factor común en un porcentaje amplio de los escolares que acuden diariamente a la enfermería: la ausencia
e escaso desayuno que hacen antes de venir al instituto.
Cuando un niño en pleno crecimiento está en ayunas desde la noche anterior, aparecen efectos propios de este ayuno,
como son: dolor de cabeza, irritabilidad, disminución de la concentración, fallos de memoria, mareos, etc.
Les recomiendo, que para el buen desarrollo físico e intelectual de sus hijos, insistan en la realización de un desayuno completo
a base de:
Leche + Zumos o fruta + Tostadas/galletas o cereales
Puedo entender que por la mañana todo son prisas para llegar al colegio, trabajo, etc.; pero tal vez con ayuda de dos pequeñas
estrategias, que ahora les comento, podamos conseguir que sus hijos hagan en desayuno completo que repercutirá beneficiosa-
mente en su rendimiento escolar, así como en su buen desarrollo físico.
Estrategias;
1.- Levantarse diez minutos antes
2.- Dejar el desayuno preparado la noche anterior.
3.- El material escolar necesario para el día siguiente (mochila), debe dejarse preparado el día anterior.
Agradeciendo su colaboración y siempre pensando en el bienestar de sus hijos.
Un saludo
Fdo. Blanca González Arévalo
Enfermera de IES Carlos III
Consejos de la enfermera (II)
Página 6
IES Carlos III
Miguel Hernandez
Miguel Hernández (1910-1942). Celebramos el centenario de su nacimiento.
Su poesía señala claramente la transición entre la generación del 27, (Dámaso Alonso lo llamó “genial epígono”) y la
generación del 36, su influencia en la poesía de la posguerra ha sido considerable.
Pero su obra está cubierta de una espesa capa de leyendas sobre su persona, que en ocasiones solapan sus logros poéticos;
pues, se ha exagerado su pobreza y su incultura, al ser un cabrero que se escolarizó tarde (tenía nueve años) y que por nece-
sidades familiares debió abandonar los estudios para seguir ayudando en el pastoreo, que compagina con su avidez de li-
bros, de lecturas de los clásicos, de aprender a escribir poesía culta. El resultado fue Perito en lunas (1933) inspirado en
Góngora, este libro no es más que un ejercicio de estilo, que carece de sello personal. El siguiente libro, El rayo que no cesa
(1936) es una explosión de pasiones e impulsos intensos, como dice él mismo en uno de los poemas “una revolución dentro
de un hueso, un rayo soy sujeto a una redoma‖. El tema principal es el amor, pero mezclado con el arrebato, el furor, el
sentimiento, la desesperación y las sombrías premoniciones de la muerte, como nos muestra en su poema ―Sino sangrien-
to‖, que ha servido, otra vez más, para acrecentar esa leyenda de Hernández, pues profetiza su trágico destino que se cum-
pliría años más tarde. Su ―Elegía‖ es uno de los poemas más famosos, con ese respeto impuesto como fruto de una sincera
efusión de dolor por la repentina muerte de su ―compañero del alma‖.
Durante la República se convirtió impulsivamente del catolicismo más ferviente al comunismo, fruto de ello es Vientos
del pueblo (1937) cuyo propósito eran recitarse como poesía de guerra entre los camaradas. El hecho de la guerra y sus
penalidades resultó beneficiosa para la poesía de Miguel, pues su obra se desnuda de artificios retóricos y de dramatismo
para alcanzar en El hombre acecha (1938) una serenidad reflexiva y personal ante el panorama de tristeza y sufrimientos
que ve reflejados en sus compañeros.
Al término de la guerra, Hernández fue hecho prisionero y sentenciado a muerte. Murió de tuberculosis en la celda, con
treinta y dos años. Los poemas escritos en la cárcel y publicados bajo el título Cancionero y romancero de ausencias cons-
tituyen una queja conmovedora, nos sensibilizan sus sentimientos, sus circunstancias de un hombre separado de su esposa y
de su hijo, a los que nunca volvería a ver.
Lo nuevo es que en su poesía van de la mano los sentimientos y los recursos poéticos
Su palabra parece directamente arrancada del corazón (―la lengua en corazón tengo bañada‖), conjugada con el arte popular
y las técnicas más sabias. Todo para buscar una mayor densidad expresiva, que hace inconfundible su voz.
Piedad Martín
Noticias culturales (I)
Página 7
IES Carlos III
Testamento de Gabriel García Márquez. .
Aunque algunos no creen que sea auténtico, y parece que el propio escritor no ha confirmado la autoría de este tes-
tamento, no obstante, circula por internet como un escrito del autor de Cien años de soledad. Por eso queremos
reproducirlo. Además, es un texto profundo, y hermoso.
Gabriel García Márquez se ha retirado de la vida pública por razones de salud: cáncer linfático. Ahora, parece,
que es cada vez más grave. Ha enviado una carta de despedida a sus amigos, y gracias a Internet está siendo di-
fundida.
“Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprove-
charía ese tiempo lo más que pudiera”.
Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de
luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no sola-
mente mi cuerpo, sino mi alma.
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin sa-
ber que envejecen cuando dejan de enamorarse!
A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.
A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la
montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo
tiene atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de
servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.
Noticias culturales (II)
IES Carlos III
Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas.
Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para
poder ser el guardián de tu alma.
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría “te quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo
sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y
hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas.
Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no to-
maste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último
deseo.
Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma
tiempo para decirles “lo siento”, “perdóname”, “por favor”, “gracias” … y todas las palabras de amor que
conoces.
Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. De-
muestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan”.
Fuente: Anónimo, recibido por Internet – Agosto 2005
Noticias culturales (II)
Página 9
IES Carlos III
Las ranitas de la nata
Había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de nata.
Inmediatamente se dieron cuenta de que se hundían: era imposi-
ble nadar o flotar demasiado tiempo en esa masa espera como
arenas movedizas. Al principio, las dos ranas patalearon en la
nata para llegar al borde del recipiente. Pero era inútil; sólo con-
seguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sentían que
cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar.
Una de ellas dijo en voz alta: «No puedo más. Es imposible salir
de aquí. En esta materia no se puede nadar. Ya que voy a morir,
no veo por qué prolongar este sufrimiento. No entiendo qué sen-
tido tiene morir agotada por un esfuerzo estéril».
Dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez, siendo lite-
ralmente tragada por el espeso líquido blanco.
La otra rana, más persistente o quizá más tozuda se dijo: «¡No
hay manera! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin
embargo, aunque se acerque la muerte, prefiero luchar hasta mi
último aliento. No quiero morir ni un segundo antes de que lle-
gue mi hora».
Siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin
avanzar ni un centímetro, durante horas y horas.
Y de pronto, de tanto patalear y batir las ancas, agitar y patalear,
la nata se convirtió en mantequilla.
Sorprendida, la rana dio un salto y, patinando, llegó hasta el bor-
de del recipiente. Desde allí, pudo regresar a casa croando ale-
gremente.
BUCAY
Cuentos de Bucay (I)
Página 10
IES Carlos III
La princesa busca marido
Había una vez una princesa, que quería encontrar un esposo digno de ella, que la amase verdaderamente. Para lo
cual puso una condición: elegiría marido entre todos los que fueran capaces de estar 365 días al lado del muro
del palacio donde ella vivía, sin separarse ni un solo día. Se presentaron centenares, miles de pretendientes a la
corona real. Pero claro al primer frío la mitad se fue, cuando empezaron los calores se fue la mitad de la otra
mitad, cuando empezaron a gastarse los cojines y se terminó la comida, la mitad de la mitad de la mitad, tam-
bién se fue.
Habían empezado el primero de enero, cuando entró diciembre, empezaron de nuevo los fríos, y solamente
quedó un joven. Todos los demás se habían ido, cansados, aburridos, pensando que ningún amor valía la pena.
Solamente éste joven que había adorado a la princesa desde siempre, estaba allí, anclado en esa pared y ese mu-
ro, esperando pacientemente que pasaran los 365 días.
La princesa que había despreciado a todos, cuando vio que este muchacho se quedaba empezó a mirarlo, pen-
sando, que quizás ese hombre la quisiera de verdad. Lo había espiado en Octubre, había pasado frente a él en
Noviembre, y en Diciembre, disfrazada de campesina le había dejado un poco de agua y un poco de comida, le
había visto los ojos y se había dado cuenta de su mirada sincera. Entonces le había dicho al rey:
- Padre creo que finalmente vas a tener un casamiento, y que por fin vas a tener nietos, este es el hombre que de
verdad me quiere.
El rey se había puesto contento y comenzó a prepararlo todo. La ceremonia, el banquete e incluso, le hizo saber
al joven, a través de la guardia, que el primero de Enero, cuando se cumplieran los 365 días, lo esperaba en el
palacio porque quería hablar con él.
Todo estaba preparado, el pueblo estaba contento, todo el mundo esperaba ansiosamente el primero de Enero. El
31 de Diciembre, el día después de haber pasado las 364 noches y los 365 días allí, el joven se levantó del muro
y se marchó. Fue hasta su casa y fue a ver a su madre, y ésta le dijo:
- Hijo querías tanto a la princesa, estuviste allí 364 noches, 365 días y el último día te fuiste. ¿Qué pasó?, ¿No
pudiste aguantar un día más?
Y el hijo contestó:
- ¿Sabes madre? Me enteré que me había visto, me enteré que me había elegido, me enteré que le había dicho a
su padre que se iba a casar conmigo y, a pesar de eso, no fue capaz de evitarme una sola noche de dolor, pudien-
do hacerlo, no me evitó una sola noche de sufrimiento. Alguien que no es capaz de evitarte una noche de sufri-
miento no merece de mi, Amor, ¿verdad madre?
Cuando estás en una relación, y te das cuenta de que pudiendo evitarte una mínima parte de sufrimiento, el otro
no lo hace es, porque todo se ha terminado.
BUCAY
Cuentos de Bucay (II)
Página 11
IES Carlos III
ALLIUM CEPA
—Soy una cebolla, una sucia y maloliente cebolla—se lamentaba—. Me pu-
dro en el tiempo, quiero pero no alcanzo. No soy más que una mísera cebolla.
—¿Me deshago de mis capas? ¿Qué sería de mí?—Se preguntaba—Entonces
apenas sería —se contestaba.
En aquel momento mil voces amigas lo calmaron: —Sólo me queda espe-
rar—dedujo.
Así fue que se quedó muy quieto bajo el sol, secándose y consumiéndose es-
perando la llegada de su hora.
Con la piel ya descascarillada por los rayos, perdió el conocimiento. Allí yac-
ía, muerto, inmóvil, el hombre cebolla.
Llegó el día de su entierro y, por primera vez en su vida, nadie lloró por él.
Diego Castaño Chillarón
Creación literaria (I)
La Montaña
Verdes hojas mecidas por el viento,
Claras aguas susurran al pasar,
Lo único que escucho, mi pensamiento,
Me invita a un mundo donde reposar.
Tú que fuiste forjada a fuego lento.
Tú que nos das el aire del que respirar.
Perderme entre tus bosques no lamento,
Ni tu hermosa belleza contemplar.
Es por ti, que los alados poetas,
Con sus alegres y hermosos cantares,
Proclaman tu gran historia atemporal.
Desde tus oscuras, profundas grietas,
Hasta las altas nieves invernales,
Se aprecia,... tu grandeza natural.
Daniel Nieto
Creación literaria (II)
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IES Carlos III
Curiosidades
Galería de imágenes (I) Toledo
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IES Carlos III
Galería de imágenes (II) Atardecer
Participación: [email protected]
Diseñado por: Elena Sentenac García y Cristina Molina Briones
Buzón
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