Prevención de las complicaciones perioperatorias en el anciano

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8 Nursing. 2005, Volumen 23, Número 9 Sepa cómo el envejecimiento influye en el riesgo, de manera que pueda adoptar los cuidados necesarios para prevenir los problemas. DEBRA DUNN, RN, CNOR, MBA Prevención de las complicaciones Prevención de las complicaciones Objetivo general Proporcionar al profesional de enfermería una visión global acerca de cómo los cambios asociados con el envejecimiento y con las enfermedades crónicas influyen en la posible aparición de complicaciones durante el período perioperatorio en los ancianos. Objetivos de aprendizaje Tras la lectura de este artículo usted debe ser capaz de: 1. Definir los cambios que acompañan al envejecimiento y las enfermedades crónicas que incrementan el riesgo de complicaciones perioperatorias. 2. Identificar las posibles complicaciones perioperatorias. 3. Exponer las intervenciones apropiadas que deben realizarse durante el período perioperatorio para reducir el riesgo de complicaciones. EL ANCIANO QUE DEBE ser intervenido quirúrgicamente presenta necesidades especiales directamente relacionadas con los cambios y las enfermedades que acompañan al envejecimiento. Si es básicamente una persona sana, posiblemente va a tolerar sin complicaciones importantes incluso las intervenciones quirúrgicas mayores. No obstante, si –como ocurre en muchos ancianos– presenta una o más enfermedades crónicas preexistentes, usted, como profesional de enfermería, debe tenerlas en cuenta al planificar sus cuidados. Por ejemplo, si su función pulmonar no es normal, presenta un riesgo mayor de insuficiencia respiratoria a consecuencia de la anestesia y puede requerir ventilación mecánica durante el postoperatorio. Otro caso es el de los ancianos con diabetes mal controlada, en los que es necesario anticipar el hecho de que la herida quirúrgica va a cicatrizar mal. Puesto que el riesgo quirúrgico está directamente relacionado con el número, el tipo y la gravedad de las enfermedades coexistentes, al valorar su idoneidad para la cirugía es necesario prestar una mayor atención a esta circunstancia que a la propia edad del paciente. Además, también hay que considerar la duración de la intervención a la que se va a enfrentar el paciente, debido a que influye en la sobrecarga fisiológica que va a experimentar. Por ejemplo, las intervenciones quirúrgicas torácicas y abdominales, que pueden durar entre 1,5 y 3 h, incrementan de manera espectacular el riesgo de fallecimiento. Cuando valore las necesidades quirúrgicas de su paciente, usted debe considerar la manera en la que el envejecimiento influye en cada uno de los aspectos de los cuidados durante el período perioperatorio. Si tiene en cuenta estas consideraciones, puede adoptar las medidas necesarias para minimizar los problemas previstos y para acelerar la velocidad de recuperación del paciente. Obtención del consentimiento informado Cualquier adulto con el grado necesario de competencia psicológica y física tiene el derecho a aceptar o no un tratamiento, independientemente de su edad. Asumimos que el paciente es competente y que tiene capacidad para tomar decisiones de carácter terapéutico, a menos que su ineptitud para ello haya sido previamente establecida y documentada. Si no puede tomar una decisión informada de manera autónoma, hay que comprobar si ha expresado anteriormente sus deseos a través de alguna forma de comunicación oral o escrita (como un documento de voluntades anticipadas) o bien ha confiado en alguna persona para que tome por él las decisiones relativas a su salud. ¿Qué ocurre si un paciente en plenas facultades rechaza la cirugía que tanto su familia como el médico consideran que es lo mejor para él? Se debe iniciar el diálogo con el paciente, sus familiares y el médico con objeto de plantear los riesgos, los efectos beneficiosos esperados y las alternativas terapéuticas. Hay que abordar cualquier pregunta o preocupación que pueda tener el paciente. Usted puede comprobar que, en muchas ocasiones, el paciente otorga su consentimiento informado para la intervención quirúrgica desde el momento en el que recibe más información al respecto y un mayor apoyo emocional. No obstante, si se mantiene firme respecto al rechazo de la cirugía, no hay que juzgar su decisión sino aceptarla en función de sus valores y objetivos personales. Por ejemplo, si el paciente está más preocupado por el alivio de los síntomas y por el mantenimiento de la función y la independencia, puede no querer aceptar los riesgos de una cirugía mayor. En vez de ello, puede desear la aceptación de objetivos más limitados a cambio de un riesgo inmediato menor. Pérdidas de la audición y de la visión Muchos ancianos necesitan audífono y gafas para comunicarse y para realizar sus actividades. Por ejemplo, el 30% de las personas de edad avanzada padece

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8 Nursing. 2005, Volumen 23, Número 9

Sepa cómo el envejecimiento influye en el riesgo, de manera que pueda adoptar los cuidados necesarios para prevenir los problemas.

DEBRA DUNN, RN, CNOR, MBA

Prevención de las complicaciones Prevención de las complicaciones

Objetivo generalProporcionar al profesional de enfermería una visión global acerca de cómo los cambiosasociados con el envejecimiento y con las enfermedades crónicas influyen en la posibleaparición de complicaciones durante el período perioperatorio en los ancianos.

Objetivos de aprendizajeTras la lectura de este artículo usted debe ser capaz de:1. Definir los cambios que acompañan al envejecimiento y las enfermedades

crónicas que incrementan el riesgo de complicaciones perioperatorias.2. Identificar las posibles complicaciones perioperatorias.3. Exponer las intervenciones apropiadas que deben realizarse durante el período

perioperatorio para reducir el riesgo de complicaciones.

EL ANCIANO QUE DEBE ser intervenidoquirúrgicamente presenta necesidadesespeciales directamente relacionadas conlos cambios y las enfermedades queacompañan al envejecimiento. Si esbásicamente una persona sana,posiblemente va a tolerar sincomplicaciones importantes incluso las intervenciones quirúrgicas mayores. No obstante, si –como ocurre en muchosancianos– presenta una o másenfermedades crónicas preexistentes, usted,como profesional de enfermería, debetenerlas en cuenta al planificar suscuidados. Por ejemplo, si su funciónpulmonar no es normal, presenta un riesgo mayor de insuficiencia respiratoria a consecuencia de la anestesia y puederequerir ventilación mecánica durante elpostoperatorio. Otro caso es el de losancianos con diabetes mal controlada, enlos que es necesario anticipar el hecho deque la herida quirúrgica va a cicatrizar mal.

Puesto que el riesgo quirúrgico estádirectamente relacionado con el número,el tipo y la gravedad de las enfermedadescoexistentes, al valorar su idoneidad parala cirugía es necesario prestar una mayoratención a esta circunstancia que a lapropia edad del paciente. Además,también hay que considerar la duración dela intervención a la que se va a enfrentar elpaciente, debido a que influye en lasobrecarga fisiológica que va aexperimentar. Por ejemplo, lasintervenciones quirúrgicas torácicas yabdominales, que pueden durar entre 1,5y 3 h, incrementan de manera espectacularel riesgo de fallecimiento.

Cuando valore las necesidadesquirúrgicas de su paciente, usted debeconsiderar la manera en la que elenvejecimiento influye en cada uno delos aspectos de los cuidados durante elperíodo perioperatorio. Si tiene encuenta estas consideraciones, puede

adoptar las medidas necesarias paraminimizar los problemas previstos y para acelerar la velocidad derecuperación del paciente.

Obtención del consentimientoinformadoCualquier adulto con el grado necesariode competencia psicológica y física tieneel derecho a aceptar o no un tratamiento,independientemente de su edad.Asumimos que el paciente es competentey que tiene capacidad para tomardecisiones de carácter terapéutico, amenos que su ineptitud para ello hayasido previamente establecida ydocumentada. Si no puede tomar unadecisión informada de manera autónoma,hay que comprobar si ha expresadoanteriormente sus deseos a través dealguna forma de comunicación oral o escrita (como un documento devoluntades anticipadas) o bien haconfiado en alguna persona para quetome por él las decisiones relativas a su salud.

¿Qué ocurre si un paciente en plenasfacultades rechaza la cirugía que tanto sufamilia como el médico consideran quees lo mejor para él? Se debe iniciar eldiálogo con el paciente, sus familiares y

el médico con objeto de plantear losriesgos, los efectos beneficiosos esperadosy las alternativas terapéuticas. Hay queabordar cualquier pregunta opreocupación que pueda tener elpaciente. Usted puede comprobar que, en muchas ocasiones, el paciente otorgasu consentimiento informado para la intervención quirúrgica desde elmomento en el que recibe másinformación al respecto y un mayorapoyo emocional.

No obstante, si se mantiene firmerespecto al rechazo de la cirugía, no hayque juzgar su decisión sino aceptarla enfunción de sus valores y objetivospersonales. Por ejemplo, si el pacienteestá más preocupado por el alivio de lossíntomas y por el mantenimiento de lafunción y la independencia, puede noquerer aceptar los riesgos de una cirugíamayor. En vez de ello, puede desear laaceptación de objetivos más limitados acambio de un riesgo inmediato menor.

Pérdidas de la audición y de la visiónMuchos ancianos necesitan audífono ygafas para comunicarse y para realizarsus actividades. Por ejemplo, el 30% delas personas de edad avanzada padece

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perioperatorias en el anciano

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una disminución significativa de laaudición hacia los 65 años de edad, yhacia los 75 años esta cifra se eleva al50%. Las pérdidas de la audición y lavisión pueden inducir a confusión eincrementar la ansiedad del paciente,provocando posiblemente uncomportamiento de falta de colaboracióndebido a los malentendidos.

Si el paciente utiliza un audífono,usted debe comprobar que lo llevacolocado y encendido. Cuando charlacon su paciente, se debe sentar frente a élmirándole a los ojos, hablandolentamente, aumentando el volumen dela voz, articulando cuidadosamente laspalabras y utilizando gestos o frasesrepetidas para aclarar lo que le quieredecir; además, es importante quecontrole el ruido de fondo.

En lo que se refiere a los pacientes conalteración de la visión, proporciónelesinformación por escrito sobre un papelde color claro con acabado mate, conletras grandes y claras con tinta negra.Cuando el paciente se traslado alquirófano, debe llevar puestas sus gafas y mantener consigo la funda de lasmismas marcada con su nombre.

La anestesiaLos ancianos tienen una respuestafisiológica rápida a los anestésicos, enforma de incrementos y disminucionesde la presión arterial y la frecuencia delpulso, debido a las exigencias de estosfármacos; por ello, en los ancianos seprecisa una selección cuidadosa y unadosificación lenta de los anestésicos y de otros fármacos complementarios,como los analgésicos y los bloqueadoresneuromusculares. En los pacientes másjóvenes, los reflejos barorreceptoresrepresentan el mecanismo decompensación para estabilizar la presiónarterial. Sin embargo, en las personasmayores la disminución de la respuestabarorreceptora y la rigidez de las paredesvasculares dificultan este mecanismocompensador, lo que da lugar adisminuciones súbitas de la presiónarterial. Además, la transición entre laventilación espontánea y la ventilacióncontrolada puede inducir una reducciónsúbita del gasto cardíaco.

Durante la intervención, la dosis defármacos debe ser tal que permita elmantenimiento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca dentro de lanormalidad, con objeto de prevenir la isquemia de miocardio y otras

complicaciones. Las dosis demantenimiento necesarias respecto a lamayor parte de los anestésicos yanalgésicos son inferiores en los ancianosque en los adultos jóvenes debido a que,con el envejecimiento, se produce undeterioro de la función de los distintosórganos: la edad se acompaña de unadisminución del flujo sanguíneo en losriñones y el hígado, con alteración de lasfunciones renal y hepática,respectivamente.

La afectación renal es especialmentesignificativa debido a que prolonga laeliminación de numerosos fármacos,incluyendo los anestésicos, así como lade los metabolitos de los fármacos quedeben ser eliminados por vía renal.Asimismo, la reducción de la funciónhepática retrasa la eliminación de losfármacos procesados por el hígado.

Los bloqueadores neuromuscularesson agentes inductores de parálisis queanulan la respiración espontánea. Si elpaciente debe recibir alguno de estosmedicamentos, es mejor utilizar unbloqueador neuromuscular de acciónbreve no despolarizante como elatracurio o el cisatracurio. (A excepciónde la succinilcolina, todos losbloqueadores neuromuscularescomercializados en Estados Unidos sonno despolarizantes.) Estos fármacosactúan principalmente mediante sufijación a los receptores colinérgicos,antagonizando el efecto de la acetilcolina.

Hay diversas técnicas anestésicas decarácter regional, como la anestesiaespinal o epidural y los bloqueos denervios periféricos, que pueden constituiruna alternativa en los pacientes conenfermedad cardiopulmonar debido aque se acompañan de grados menores dedepresión miocárdica y de desorientacióndurante el postoperatorio. No obstante,la punción lumbar puede ser difícil dellevar a cabo en los ancianos debido adeformidades de la columna secundariasa artrosis o a procesos discalesdegenerativos. Además, lascomplicaciones que acompañan a laanestesia espinal y epidural (como lahipotensión) pueden ser mal toleradaspor las personas mayores, y es posibleque el efecto de los fármacos no seareversible. De esta manera, el pacientequeda expuesto a un riesgo mayor deinfarto de miocardio postoperatorio, deempeoramiento de la insuficienciacardíaca y retención urinaria hasta quedesaparecen los efectos del bloqueo.

Otra opción anestésica es la sedaciónintravenosa (i.v.) durante elprocedimiento. En comparación con laanestesia general, esta opción reduce engran medida los riesgos cardiovasculares.También tiene varias posibles ventajas encomparación con las técnicas regionales.Por ejemplo, la mayor parte de losmedicamentos utilizados para la sedacióny la analgesia i.v. durante elprocedimiento presenta una semividabreve y sus efectos pueden ser revertidoscon fármacos como el flumazenilo o lanaloxona. Además, en comparación conlos bloqueadores regionales, el efecto deestos fármacos es de menor duración, yno inhiben la capacidad motora delpaciente durante el postoperatorio.

Consideración de los problemas crónicosAproximadamente el 86% de losancianos presenta al menos unaenfermedad crónica, y la mayor parte delas personas de edad avanzada padecemás de una de estas enfermedades. Noobstante, en comparación con lo queocurre con las personas más jóvenes,muchos ancianos presentan pocos oningún signo o síntoma de enfermedad.Por ejemplo, la única indicación de unasituación de empeoramiento de lainsuficiencia cardíaca o de un infarto demiocardio inminente puede ser sólo unasintomatología de carácter atípico o vago.

Veamos a continuación los problemasque pueden presentar muchos ancianosen sus distintos sistemas orgánicos, ycómo dichos problemas pueden influiren los cuidados de enfermería durante elperíodo perioperatorio.• Sistema cardiovascular. Losresultados de la cirugía pueden verseinfluidos por numerosos trastornoscardiovasculares que son más frecuentesdurante la vejez, como las arritmias, lasalteraciones de la conducción, lahipertensión, la cardiopatía isquémica, lainsuficiencia cardíaca, la aterosclerosis ylos accidentes cerebrovasculares.

La hipertensión es una enfermedadfrecuente que se debe tratar a lo largo deltiempo y no sólo unos pocos días antesde la intervención quirúrgica. El controlde la presión arterial reduce el riesgo deaccidente cerebrovascular, de infarto demiocardio y de insuficiencia cardíaca.

El bloqueo cardíaco puede dar lugar aun paro cardíaco durante la intervenciónquirúrgica. Los pacientes con bloqueocardíaco sintomático deben ser tratados

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con fármacos y mediante un marcapasostransvenoso (en el caso de bloqueoauriculoventricular de segundo o tercergrado tipo II). La cirugía programada se debe posponer hasta que se hayadeterminado la causa del bloqueo.

En los pacientes con antecedentesrecientes de infarto de miocardio se debeesperar, siempre que sea posible, almenos 6 meses antes de llevar a cabo laintervención quirúrgica. La incidencia de reinfarto es del 37% en los pacientesintervenidos quirúrgicamente antes detranscurridos 3 meses desde un infartode miocardio. Debido a que la isquemiay el infarto silentes son frecuentes en losancianos, el paciente debe ser evaluadomediante electrocardiograma ya desde su primera hospitalización.

Si el paciente tiene antecedentes deinsuficiencia cardíaca, valore la posibilidadde disnea en reposo, disnea de esfuerzo,distensión venosa yugular, estertorespulmonares y edema.• Sistema respiratorio. Lascomplicaciones respiratorias representanel 40% de todas las complicacionesquirúrgicas, y se presentan en el 20% de los fallecimientos relacionados con lacirugía. Los ancianos son especialmentevulnerables a las complicacionesrespiratorias debido a la disminución dela función pulmonar que acompaña alenvejecimiento: la capacidad vital sereduce en 20 ml/año a partir de los 40 años de edad. La disminución de laelasticidad de la pared torácica induceuna disminución de tipo enfisema en ladistensibilidad pulmonar que incrementael trabajo respiratorio, reduciendo almismo tiempo la ventilación minutomáxima. Los efectos netos de estasmodificaciones son la disminución de la capacidad vital, del volumen corrientey de la reserva pulmonar; el incrementodel volumen residual; la hipoxemia; el aumento del riesgo de insuficienciarespiratoria tras la anestesia; laaspiración, y las infecciones pulmonares.

Los ancianos tienen más posibilidadesde requerir ventilación asistida durante elpostoperatorio, especialmente tras losprocedimientos quirúrgicos prolongadosefectuados en el abdomen o el tórax. Losantecedentes de enfisema, bronquitiscrónica y asma incrementan el riesgo deatelectasias, neumonía y alteración delintercambio oxígeno-dióxido de carbono.Además de las enfermedades pulmonarescrónicas, otros factores de riesgo para laaparición de complicaciones durante el

postoperatorio son el consumo decigarrillos, la obesidad, la duración de laanestesia superior a 3 h, las incisionesquirúrgicas abdominales altas o torácicasy la realización de más de unaintervención quirúrgica en el mismo año.

La infección postoperatoria más gravees la neumonía, que se acompaña de unatasa de mortalidad del 27%. Para facilitarla prevención de la neumonía el campoquirúrgico debe mantenerse estéril,practicar una higiene adecuada de lasmanos y estimular a su paciente para que realice ejercicios respiratorios yutilice regularmente el espirómetro deincentivo. Si su paciente está recibiendoventilación mecánica, es necesariomantener una higiene meticulosa de la cavidad oral debido a que se hademostrado que reduce la incidencia de neumonía asociada al ventilador.Además, si el paciente es fumador, hayque insistir en los efectos beneficiosos del abandono del tabaco antes de la intervención quirúrgica.• Sistema renal. La función renaldisminuye con el envejecimiento, demanera que el anciano muestra un riesgo

mayor de desequilibrio de líquidos yelectrólitos, así como de sobredosis o toxicidad por los fármacos que soneliminados por los riñones. Otrosproblemas renales frecuentes en lapoblación geriátrica son la incontinenciao la retención urinarias y las infeccionesdel tracto urinario.

En los ancianos, los riñones puedentener dificultades para mantener elintercambio normal de volumen líquidoextracelular y la homeostasis del sodio.Después de la intervención quirúrgica,estos pacientes presentan riesgo dedeshidratación y de acidosis metabólicadebido a que la excreción renal de ácidoes ineficaz. La disminución en lasensación de sed que acompaña a la edad puede complicar todavía más el problema.

Los riñones del paciente también sonvulnerables a los efectos perjudiciales de la disminución del gasto cardíacosecundaria a hipotensión, hipovolemia y hemorragia, posibilidades todas ellasciertas durante la intervenciónquirúrgica. Incluso cuando antes de laintervención quirúrgica la función renal

Aclaramiento de la confusiónLa confusión durante el postoperatorio aparece en el 10-30% de los pacientes deedad avanzada y puede persistir durante varios días. La confusión en este contextopuede tener muchas causas fisiológicas, como desequilibrios metabólicos yquímicos, problemas hematológicos, infecciones (tracto urinario, heridasquirúrgicas, tracto respiratorio), deshidratación, hipotermia o malnutrición(hipoalbuminemia). La confusión empeora con los déficit sensoriales (como los problemas con la visión y la audición), con los efectos de los medicamentos y con la sobrecarga que acompaña a la cirugía.

Los déficit cognitivos preexistentes incrementan el riesgo de delirio durante elpostoperatorio, un cuadro agudo pero reversible. El paciente con delirio puedeestar orientado respecto a las personas pero no respecto al tiempo o el espacio.Puede confundir los lugares y las personas con los que no esté familiarizado,presentar un razonamiento desorganizado y hablar de manera incoherente. Eldelirio durante el postoperatorio afecta al 10-15% de los pacientes geriátricos y, en ocasiones, se acompaña de otras complicaciones o prolonga la hospitalización.

A diferencia del delirio, la demencia es una enfermedad crónica y generalmenteirreversible. Mientras que el inicio del delirio es agudo, la demencia suelecomenzar lentamente, a lo largo de meses o años. El 10% de las personasmayores de 65 años de edad y el 40% de las mayores de 85 años padecendemencia de tipo Alzheimer. Son signos de demencia los cambios delcomportamiento, de la personalidad y de la capacidad de juicio, así como las dificultades progresivas para realizar las actividades de la vida diaria.

La depresión es frecuente en el anciano, aunque muchas veces no sediagnostica. Los signos y síntomas de depresión son la insensibilidad afectiva, los sentimientos de indefensión y apatía, los cambios en el patrón del sueño o en el patrón de consumo de alimentos, y la incapacidad para disfrutar deactividades con las que previamente el paciente conseguía satisfacción. La depresión es susceptible de tratamiento a cualquier edad, de manera que elanciano con signos de depresión debe ser evaluado y tratado por un psiquiatra.

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parece adecuada, los factores desobrecarga que impone la cirugía(incluyendo la anestesia, el dolor, laestimulación simpática y los fármacosque inducen vasoconstricción renal)pueden exacerbar los cuadros deinsuficiencia renal subclínica conaparición de complicaciones. Esnecesario controlar el estado hídrico,tratar activamente las infecciones, evitarlos fármacos nefrotóxicos y ajustar lasdosis de los medicamentos según loindicado por el aclaramiento decreatinina.• Sistema nervioso central. Elenvejecimiento puede inducir unapérdida de la memoria reciente queafecta a la capacidad del paciente paracomprender la información que se leofrece como enseñanza. También puedepresentar dificultades para la solución delos problemas y para el procesamiento dela información. Hay que dedicarabundante tiempo a la enseñanza delpaciente. Con el consentimiento delpaciente, en las sesiones de tipoformativo que usted imparta debenparticipar los familiares como medida derefuerzo.

Después de la intervención quirúrgica,el anciano puede presentar cuadros deconfusión y delirio. Si además muestradepresión o demencia relacionadas con la edad, la valoración de su estado y larespuesta adecuada frente a la mismapueden ser difíciles (véase el cuadroanexo Aclaramiento de la confusión). Es necesario tener en cuenta que laconfusión, el delirio y la depresión soncuadros reversibles; la demenciageneralmente no lo es, aunque hayalgunos tratamientos e intervencionesque pueden aliviar los síntomas.

Prevención de la trombosisvenosa profundaA partir de los 40 años de edad, existe elriesgo de trombosis venosa profunda(TVP). Otros factores que incrementan elriesgo de TVP son la anestesia general,las intervenciones quirúrgicas de unaduración superior a 2 h, la obesidad, lasvenas varicosas, el cáncer, lainmovilización o el reposo en camaprolongados, y el consumo de cigarrillos.Además de la edad, muchos adultosmayores presentan uno o más de estosfactores predisponentes.

Debido a que la TVP puededesembocar en una embolia pulmonarpotencialmente mortal, una de las

principales prioridades para prevenir laestasis venosa en el postoperatorio es larealización de ejercicios de movilizacióny la deambulación temprana. Antes de laintervención quirúrgica, es necesario queel paciente utilice medias antiembolia o bien un dispositivo de compresiónsecuencial que facilite el bombeo de la sangre venosa hacia el corazón.

Además, es necesaria la medicaciónprofiláctica frente a la TVP, según loprescrito. De acuerdo a los protocolosactuales del American College of ChestPhysicians (ACCP), la medicaciónapropiada depende de los factores deriesgo del paciente y del tipo de cirugía.

La medicaciónEn promedio, un anciano recibe entre 12 y 17 prescripciones anuales y tomadiariamente entre 4 y 5 fármacos. Antesde la intervención quirúrgica, usted debeobtener una historia completa respecto alconsumo de medicamentos, suplementosalimenticios y fármacos que no requieranprescripción, debido a que muchos deestos productos pueden influir en larespuesta de su paciente frente a laintervención, así como en surecuperación durante el postoperatorio.

La disminución de la función de losórganos altera la absorción, ladistribución, el metabolismo y laeliminación de los fármacos por parte del organismo. Los fármacos puedenpermanecer en el organismo del ancianodurante más tiempo que en el adultojoven, incrementando así el riesgo dereacciones farmacológicas adversas,interacciones medicamentosas ytoxicidad por fármacos.

Las dosis de los medicamentos debenser las más bajas posibles al inicio y sedeben modificar según la respuesta delpaciente. Es necesario descartar losposibles signos indicativos de problemascon los fármacos, como confusión,letargo excesivo y cambios en lafrecuencia del pulso y en la presiónarterial.

Rasurado de la pielEl tejido cutáneo del anciano es frágil. La dermis es fina, la piel es menoselástica y el paciente muestra enconjunto menos colágeno, músculo y tejido adiposo, en comparación con las personas más jóvenes.

Todos estos cambios hacen que elpaciente sea susceptible a los hematomasy a las laceraciones cutáneas, así como a

las infecciones, las úlceras por decúbito,los cuadros de alteración de la regulacióntérmica y la lentitud en la curación de las heridas. Tenga cuidado de evitar la aplicación de fuerzas tangencialessiempre que coloque o traslade alpaciente. Utilice sistemas amplios dealmohadillado y soporte, evite el uso de cinta adhesiva sobre la piel y coloquelos miembros y las articulaciones de su paciente en posiciones neutras conobjeto de minimizar la sobrecarga y lapresión en las articulaciones y los tejidos.

Mantener el calorLas modificaciones que tienen lugar en eltejido cutáneo, el sistema cardiovascular,la termorregulación y los procesosmetabólicos en el anciano hacen queestas personas sean más vulnerables a la hipotermia en comparación con losadultos más jóvenes. La hipotermia alterala capacidad de concentración renal,reduce el aclaramiento de los fármacos,induce acidosis láctica, produce arritmiasy desencadena cuadros de delirio agudo.Además, prolonga el tiempo deprotrombina y los efectos de los fármacosanestésicos. En el postoperatorio, lahipotermia puede retrasar los procesosde curación e incrementar el riesgo de infección de las heridas. Además, si el paciente con hipotermia tieneescalofríos, sus requerimientos tisularesde oxígeno pueden aumentar en hasta un 200-500%, lo que incrementa suriesgo de infarto de miocardio.

Con objeto de minimizar estos riesgos,usted debe cubrir al paciente con mantascalientes, con perfusión de líquidos ysangre calientes, y proporcionando gasesrespiratorios calientes y humidificados.

En la unidad de reanimaciónposquirúrgicaAunque el paciente puede presentarhipertensión nada más despertar de laanestesia, el problema más importante es el de la hipotensión postoperatoria.Controle de cerca los signos vitales de su paciente. Además, debe documentarmeticulosamente sus consumos ypérdidas de líquido, descartando laaparición de signos y síntomas dedeshidratación o de sobrecarga hídrica.

Durante la fase inicial del período derecuperación postoperatoria el ancianomuestra una gran susceptibilidad a lascomplicaciones respiratorias, comoneumonía por aspiración, encomparación con las personas más

consiste en que el paciente vuelva arealizar sus actividades cotidianas. Centresus cuidados de enfermería en lossiguientes aspectos:• Control del dolor.• Restablecimiento y mantenimiento dela temperatura corporal normal, de lapresión arterial y de otros signos vitales.• Provisión de una nutrición adecuadapara facilitar la curación de las heridas.• Aplicación de las medidas necesariaspara una pronta recuperación de lasfunciones intestinal y vesical normales.• Facilitar la realización temprana deejercicios de la gama de amplitud demovimientos y la deambulación paraprevenir complicaciones como lasatelectasias y la TVP.• Valorar y curar las heridas quirúrgicas.• Retirar las vías invasivas (como loscatéteres i.v. y las sondas vesicalespermanentes) lo antes posible con objetode minimizar los riesgos de infección.• Proporcionar educación sanitaria alpaciente y a las personas de su entornoque le atienden respecto al cuidado delas heridas y a otros aspectos delautocuidado que va a necesitar cuandovuelva a casa.

Conocimiento y preparaciónMediante el conocimiento de lasnecesidades especiales del anciano y laconsideración temprana de las mismas,usted puede ayudar a evitar lascomplicaciones y a que el pacientedisfrute de una recuperación más rápidatras la intervención quirúrgica.

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Debra Dunn es supervisora de quirófano en el St.Joseph’s Wayne Hospital de Wayne, Nueva Jersey.

La autora declara que no mantiene relacionessignificativas, económicas ni de ningún otro tipo, conninguna de las compañías comerciales relacionadas conesta actividad educativa.

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jóvenes. Una de las razones es el retrasoen la recuperación después de laanestesia a consecuencia de una menortasa metabólica y de la eliminación máslenta de los sedantes y los anestésicos. Enel anciano, la disminución de los reflejosrespiratorios y de la eliminación de lassecreciones, junto con el incremento enla incidencia de hernia de hiato y lasalteraciones pulmonares asociadas con laedad, causan un incremento en el riesgode regurgitación y de neumonía poraspiración.

Además de proteger la vía respiratoriay la respiración del paciente, una de susprioridades principales es el control deldolor. Los ancianos son especialmentesusceptibles a las consecuenciasfisiológicas del dolor intenso, que puedeinhibir la respiración, incrementar lapresión arterial, desencadenar arritmias,alterar la capacidad de ambulación yempeorar el cuadro de confusión.Aunque los ancianos no experimentanmenos dolor que los jóvenes, puedentener una capacidad menor paradiferenciar las distintas intensidades deldolor o para comunicar la percepción delmismo, lo que hace que sus reaccionesfrente al dolor parezcan inapropiadas oextrañas.

A menos que haya contraindicacionesespecíficas, en el tratamiento del dolorpostoperatorio se deben utilizaranalgésicos opiáceos, paracetamol yantiinflamatorios no esteroideos (AINE).Sin embargo, no se deben administrarAINE si el paciente presenta insuficienciacardíaca, insuficiencia renal oantecedentes de úlcera gástrica, debido aque estos fármacos pueden empeorardichos procesos. También es necesarioevitar la meperidina, ya que susmetabolitos pueden acumularse

rápidamente y causartoxicidad en el sistemanervioso central.

Los fármacos debenadministrarse inicialmentepor vía i.v., cambiando a lasfórmulas orales cuando elpaciente pueda deglutir conseguridad. No debenadministrarse fármacos porvía intramuscular: la atrofiamuscular que presentan losancianos hace que laabsorción de losmedicamentos por esta víasea impredecible y, además,las inyeccionesintramusculares sondolorosas.

La analgesia controlada porel paciente (ACP) puede sermás útil que la analgesiaprogramada siempre ycuando el paciente muestreun nivel adecuado de vigilia,haya recibido la formaciónadecuada respecto al uso dela ACP y tenga capacidadfísica para presionar losbotones. La analgesia

epidural continua es otra estrategia parael control del dolor que puede serapropiada en algunos pacientes.

En la unidad de reanimaciónposquirúrgica, usted debe valorar ydocumentar cada 15 min el nivel dedolor de su paciente utilizando unaescala convencional de valoración deldolor y anotando la respuesta delpaciente frente a la medicación. Para quela valoración sea constante y adecuada,todos los profesionales de enfermería delos distintos turnos deben utilizar lamisma escala.

Vuelta a caminarDurante los días que siguen a laintervención quirúrgica, el objetivo

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