El Hilo Del Pendulo - David Alvar

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esoterismo

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AdriánlaFuente,guardiacivilenactivodelaPenínsula,estápasandoporunbache tanto en su vida personal comoen la profesional. Lo que ignora esque todo es susceptible de empeorar. Se empieza a dar cuenta de ellocuandoestrasladadoalaciudaddeRíosVerdesyeltrenenelqueviajaesobjetodeunatentadoterrorista.ComienzaentoncesunapersecuciónquelellevaráarecorrertodalaPenínsulaenposdeatraparaunasombra:Trav.

AdriánconsideraqueTravesunasesinodespiadadoquenodudaniunsoloinstante en ejecutar sus planes más sanguinarios. El asesino posee unsecreto que le ayuda a mantenerse alejado en todo momento de lasintenciones de hacer justicia de Adrián, situación que le arrastra a éste alborde de la locura y al extremo de plantearse hacer cualquier cosa paraatraparasuhombre.

Elagentede laBeneméritacontempla lasituacióncomouna luchaentreelbien ymal percatándose, pronto, de que la barrera que separa estas dosopcionesnoestátanbiendefinidacomoélpensaba.

Protagonistayantagonistaseenredanenun juegomortalquecambiaraeldestinodeambosydepartedelahumanidad.

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DavidAlvar

ElhilodelpénduloePubr1.1

Titivillus10.07.15

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Títulooriginal:ElhilodelpénduloDavidAlvar,2013Diseñodecubierta:DavidAlvar

Editordigital:TitivillusePubbaser1.2

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Paravosotrasquehacéissalirelsolcadamañana:Beatriz,Daniela,CayetanayJulia.

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Notadelautor

«Elhilodelpéndulo»esunanovelade ficciónquesedesarrollaenel año2015.Loshechosquesenarranestánsacadosdelaimaginacióndelautor.Ciertas escenas narradas en la obra están relacionadas con hechoshistóricos con la única intención de facilitar la comprensión por parte dellectordeciertassituacionesemocionalesde lospersonajesprotagonistasyproporcionarleunapoyorealdondeubicarlaacción.Evidentementeningunode estos hechos puede ser considerado posible o susceptible de haberocurrido. Para mantener esta distancia entre la historia inventada y losescenarios históricos, decidí ubicar la acción en un país imaginario, consituaciones y localizaciones imaginarias.Cualquier similitud con la realidadescausadaporelsubconscienteynuncademaneraintencionada.

Espero,queridolector,quedisfrutesde«Elhilodelpéndulo»tantocomoyolohicealescribirlo.

Graciaspordedicarmeunratodetuvida.

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Prólogo

Alemania,principiosde1938

BernardHirztsdejóresbalarsusgafasredondashastalapuntadesunariz.Miróporencima de ellas al mural a modo de pizarra que se abría frente a él. Decenas defórmulaslocubríanporcompleto.

Permanecía sentado, balanceándose en sumecedora de pensar, enmedio de unrevoltijodepequeños ingeniosparademostracionesde teorías físicasqueélmismohabía fabricado y que estaban diseminados por toda la sala. Sabía que la soluciónfinalparatodosaquelloscálculosnosepresentaríaenunmomentodeinspiración;eraconsciente de que sólo el trabajo concienzudo y la concentración en lo que estabatratando de mostrar al mundo serían las armas que le harían ganar la batalla alencerado,empeñadoenesconderlelasolución.

Oyóelgolpeardenudillosenlapuertadesulaboratoriodetrabajo.—Adelante—concediópermisoHirztsconociendoconcertezalaidentidaddela

personaalotroladodelpórtico.Traslapuertaasomótímidamentelacabezadelquehabíasidosucriadodurante

losúltimoscincoaños:AleksanderGrynszpan.—Si da usted su permiso.—Aleksander, pese a la confianza adquirida en los

últimosañosconsuseñor,siempresemostrabacautoyextremadamenterespetuoso—.Noquierointerrumpirsutrabajo,profesor.

—Notepreocupes, tengoquereconocerqueestoyunpocoperdido.Quizási ledoyunpocodeespacioseacapazdeavanzaralgomásenmisinvestigaciones.

—Acabadellegaruntelegramaparausted.Esdesucolegapolaco…Hirztsnodejóasusirvientequeconcluyeralafraseyseabalanzóhaciaelsobre

queAlektraíaenlamano.Loabrióconansiedad,casidestrozandoporcompletoelcontenedordepapel,yextrajoelmensajequeguardabaensuinterior:

«Financiaciónaprobada.STOP.Los inversoreshandado luzverdealproyecto.STOP.AcabadenacerderThreaddesPendels.STOP.»

—¿Buenasnoticias,señor?—Grynszpanconocíalosuficientealhombreparaelquetrabajabacomoparainterpretarlaexpresiónqueadquirieronsusojosdurantelalectura.

—Excelentes,amigomío.Porfineldineroquelosjudíoshemosamasadoduranteañosvaatenerunbuendestino.—Elestudiosodabalaimpresióndehaberselibradodeungranpesoque lehubieraestadooprimiendoelánimoysonreíaampliamente,hechoquenoseproducíaconfrecuencia.

—Mealegroporusted,señor.—ElcriadomirabaalsuelotratandodenocruzarsumiradaconladeBernard—.Pero…

—¿Pero?…—Metemoquetengoquecomunicarlequedeborenunciaraseguirprestandomis

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serviciosensucasa,señor.—Alekparecíasufrirunintensopesar.—Supongo que tendrás un buen motivo… ¿He hecho o dicho algo

inconveniente? He estado un poco estresado con mis investigaciones, pero estetelegramanosdicequeapartirdeahora…

—No es eso, señor. —El sirviente buscaba la mejor forma de explicarse sinofender a su interlocutor—. Usted ha sido siempre justo conmigo. Me ha tratadomejorquenadiequeyohayaconocido.

—¿Entonces?—La situación estámuy difícil enAlemania.Yo soy judío polaco, comousted

sabe,yserumoreaquevanaretirarnoselpermisoderesidenciaynosvanaexpulsardelpaís.

—No hagas caso de habladurías de viejas, Aleksander. —Hirzts trató deconvencerleparareconsiderarasudecisión—.LosnazisestánunpoconerviososperoEuropayelmundonolesdejaránhacertalcosa.

—Losiento,señor.Yahehabladoconunprimomíoqueregentaunalavanderíaen Londres.Mi familia y yo nosmudamos allí. Partimos estamisma noche.—SenotabaqueGrynszpanestabapasandounmalrato—.Enlasislasbritánicasestaremosasalvoyseguros.

Poco imaginaba Aleksander que moriría dos años después, durante losbombardeosalemanesalacapitaldeInglaterra.

—Seaasíentonces.BernardHirztsnoeraconocidoporsuladomáshumano,peroAleksanderestaba

seguro de que ocupaba un gran espacio en su corazón. Se fundieron en un largoabrazo,yemocionadossedesearonéxitoensusvidas,anhelandoreencontrarseenelfuturo.El físicoalemánnuncasabríadeldestinodesuamigoysirviente.Dehaberrecibido la noticia de su trágica desaparición, su corazón se habría partido por lamitad.

*****

Unashorasdespués,mientraslosúltimosrayosdeldíadesaparecíanporelhorizonte,Bernardpaseaba ensimismadopor la calles deBerlín.Fumaba enpipamientras suánimo se debatía entre dos vertientes: la alegría del haber recibido financiación yapoyologísticoparasusexperimentosylapenadeperderasuhombredeconfianza.

Untumultollamósuatención.Seacercóypreguntóaunajovenbienvestidaquecubríasucabezaconunaespeciedepamela,lacualsujetóparaimpedirquecayeramientrasmirabahaciaarriba.

—Perdone,señorita.¿Ocurrealgo?—Unindividuoestáapuntodesaltardeloaltodeledificio.Bernardmiróenladirecciónqueleindicólajovenconsumanoylogróobservar

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unacabezaquesebalanceabadeunladoaotroenelbordedelacornisa.—Esundesgraciado—comentóunhombrequetirabadeunburroenganchadoa

uncarrocontinajasdevino—,sepasalastardesborracho.Uninmigrantecomootrocualquiera.Sisalta,nadieleecharádemenos.

El profesor en física se sintió aterrorizado por la frialdad de las palabras queacababadeescuchar.Noentendíacomounavidahumanapodíasignificar tanpocoparaalgunosdesuscongéneres.Decidióqueaquellonopodíasuceder,debíahaceralgo.

Bernardentróeneledificio,subiólatotalidaddelasescaleras,nosindificultadyaqueélnoeraunhombrequededicara tiempoacultivarelcuerpo,y tratandoderecuperarlarespiraciónsalióalaazoteaenbuscadelsuicida.

Escuchó sollozos a su espalda y se dirigió en esa dirección.Unhombre estabasentado en el borde de la terraza, hablando para sí mismo en un idioma que nolograbacomprender.

—Nosaltes.—AHirztsnoseleocurriónadamásconvincentequedecir—.Todotienesolución.Acércatehastaaquíyhablaremos.

El individuo que trataba de poner fin a su vida se volvió y dejo ver un rostromanchadoporladesesperaciónquetratabandelimpiarsuslágrimas.

—Nomequedaotra salida.—Elhombrehablaba condificultad el alemán.Unmarcado acento le delató comonativo del sur deEuropa—.Soy un cobarde…, unmiserable con el alma negra. Y ésta es la forma en que la basura como yo debeacabar.

—Simedascincominutos,tedemostraréquesealoquesealoquehayashecho,aquelloquecreesquenotienesoluciónpuedesersolucionadoocompensado.

BernardHirzts ofreció sumano al tipo que se balanceaba al bordedel abismo.Éstesegirósobresímismoylaaceptó.

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Capítulo1Eltren

LaPenínsula,primaverade2015

Su mirada viajaba, repetidamente, desde la ventanilla del tren hasta su reloj demuñeca.Siemprehabíatenidomuypresentequesermeticulosoypuntual,leayudabaa resolver su trabajo con éxito. Las primeras veces que tuvo que cumplir con sucometido, laansiedadlehabíadevoradopordentro.Habíansucedidomuchascosasenloqueélhabíapercibidocomounbrevelapsocronológico,aunqueparecierantanespaciadasenelcalendario.Eltiempoeratanrelativoaveces…

TravmirósuSolvil&Titusunavezmás,ylediocuerda.Adorabaesereloj.Lohabíaconseguidoensuprimeramisiónydesdeentonceserasunexoconlarealidad.Lossuizosteníanbienganadasufamacomofabricantesderelojes:niunfallo,niunretraso,niunsoloamagodeproblemaapesardelosavataresalosquehabíaestadosometidoensumuñeca.Lástimaquelosdesigniosdeldestino,alosqueeserelojeraajeno, y los movimientos empresariales, hubieran llevado a la factoría original aHong-Kong.Lefastidiabaqueseperdieranlastradiciones—supropiapersonalidadsiemprehabíaestadoatrapadaenellas—,yquelacaídainexorabledelashojasdelcalendariolocambiaratodo…,ocasitodo.

Eltrendemorabasullegadaalapenúltimaestación:tresminutossobreelhorarioestablecidoporlacompañíaferroviaria,talcomolohabíacalculadoqueocurriríaaltrazarelplan.

Cuandolosaltavocesdelvagónanunciaronlallegadaalasiguienteparada,Travse levantó de su asiento en clase preferente, tomó su chaqueta del portaequipajessuperioryabandonóelvagóndejándolocompletamentevacío.Atravesótrescocheshastaquellegóalaabarrotadazonadeturista.Lacrisishabíaconseguidollenarunosvagones de los trenes de larga distancia y vaciar otros en función del precio delasiento.

Notócomoeltrenibaperdiendovelocidad,debíaapresurarelpaso.Atravesólapuertaqueuníaelcuartovagónconeldecafeteríaysemetióenelserviciosituadoentrelosdoscoches,justoenfrentedelapuertaquedabaalaccesoexterior.Deslizóunpaneldeltecho,sacóunfardoyunachaquetaquesepusoinmediatamente.Cogióelobjetometálicoqueencontróenelinteriordelbultoyloescondióenlapartebajade la espalda, ayudadopor su cinturón.Porúltimo, ocultó la americana, quehabíallevadopuesta al subir al tren en el comienzodel trayecto, en el techoy colocó elpanelensusitio.

Notócomoeltrensedeteníacompletamentecuandoelfrenazofinalzarandeósucuerpo dentro del minúsculo servicio. Trav sacó unas gafas circulares del bolsillointeriordelachaqueta,selaspuso,yterminódeadecentarsuaspectofrentealespejo.

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Consultó su reloj y contó hacia atrás: tres, dos, uno… En ese momento, Travescuchó cómo se abría la puerta del tren que quedaba frente al servicio. Entoncesesperóveintesegundosyabandonóelexcusado.

Asuderechadivisóaunjovenrubio,altoycorpulento,quetratabadecolocarsuequipajeenlosmaleterosqueseencontrabanalaentradadelcoche.

—Si me permite el caballero, yo acomodaré su equipaje —le dijo Trav alpasajero.

Elchicolemiróconrecelo,peroenseguidasuavizósugestoalidentificarlecomoempleadodelacompañíaferroviaria.

—Gracias—susurróelviajero.—Suasientoesel7A,¿cierto?—preguntóTrav.Elpasajerodudóporunmomento.—Exacto,¿cómolosabe?Elfalsorevisorsonrióconlamayoramplitudquepudoalresponderle:—Eselúnicoquequedalibreenelvagón,señor.—Ah,claro…Obvioentonces.Trav acopló lamaleta en el estante después de haber reordenado varios bultos

para hacerle hueco. Todo esto se produjo bajo la atenta mirada del viajero reciénllegado.Alestirar losbrazosparaelalojodelequipaje,Travdejóaldescubiertosujoyamáspreciada.

—Bonitoreloj—lecomentóeljoven,fascinado—.¿Titus?Esorezaenlaesfera,aunquelaverdad,nomesuenaesamarca.

—Sí…Esun recuerdode familia, loheredédemipadre.Fueun regaloque lehizoaélmiabuelo.

—Todaunatradición,¿eh?—Esoespero,ojalánosepierda.—Incómodopor laconversación,Travintentó

cambiardetema—.¿Mepermitetambiénsubolsademano?Yoselallevaré.—Gracias,noesnecesario—contestóelviajero.—Insisto,señor.Megustaríahacerlesuviajelomáscómodoposible.El pasajero, finalmente, le cedió su bolsa y se dirigió al lugar indicado en el

resguardodesubillete.—Disculpe,señor.¿Mepermite,porfavor?—Eljovenhubodellamarlaatención

delhombremedioadormiladoqueocupabalaplazacontiguaalasuya,la7B,situadajuntoalpasillo.

—Sí…Sí…—balbuceóelqueibaasersucompañerodeviajemientrastratabade levantarse. El atolondramiento producido por el sueño le impidió moverse confacilidadenelinteriordesuhabitáculo.Además,suavanzadaedadylaobesidaddesucuerpotampocolefacilitabanlatareaalahoradeincorporarse.

Cuandoporfinconsiguiósuobjetivo,elhombresufrióunpequeñopercance:lasgafascon lasquehabíaestado leyendoelperiódico,queenesemomentohacía lasvecesdesábana,resbalaronporsunarizycayeronalsuelo.

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—Nosepreocupe—dijoeljovenrecogiendolosbinoculares—,hansobrevividoalacaída.

—Menosmal—suspiróaliviadoelviajerodel7B—,sinellasnosoycapazdevernada.

Cadaunotomósuasiento.Mientras,elfalsorevisorterminabadecolocarlabolsade viaje en elmaletero superior. Trav giró sobre símismo y se dirigió, de nuevo,hacialasalidadelvagónporlaquehabíaingresadominutosantes.

—¿Noquierevermibillete?—Escuchómientrassealejaba.—Enseguidapasarámicompañeroarevisarlo—contestógirandolacabezaysin

detenersucamino.Trav abandonó el vagón y se quitó la chaqueta.Mientras la enrollaba sobre sí

mismadistinguióalverdaderorevisor,instantesantesdeaccederalinteriordelcochecon varios listados en la mano. Decidió entonces coger su móvil y disimular,fingiendoquehablabaporteléfono.

—Sicariño,notepreocupes.Tellamoencuantollegue—exclamóenvozalta—.Noooo, que pesada eres —añadió entonces con fingido agobio. En ese momentosaludóaltrabajadordeltrenconunmovimientodecabeza.Ésteselodevolviónosinantespedirle,conunlevegestodelamanoquebajarael tonodevoz.Travasintió,haciendoverqueaccedíaasupetición.

El tren arrancó y enfiló los últimos ochenta kilómetros de recorrido. Travconsultósurelojsuizo,unavezmás.Estabaempezandoacansarsedevivirligadoaltiempo,peroquéremediolequedaba…

Asegurándose de que nadie le observaba, encaró la puerta de salida del tren.Extrajo algo que había ocultado en la chaqueta al envolverla, lo combinó con elobjeto metálico escondido en la parte trasera de su cinturón, y lo ensambló todoproduciendounlevechasquido.

Comprobósucronómetro,unaúltimavez.Entresminutoscomenzaríalafunción.Enesosmomentos,Travsólopensabaenlasalmasalasquelesibaacambiarel

destinoparasiempre.Lasvidasqueibaamodificarvoluntariamenteylosefectosqueellotendríaenelfuturo.Pensabaenlosqueibanamorirparaqueélpudierallevaracabosumisión.Sabíaquetodoaquelloeraporunbienmayor,peronopodíadejardepreguntarsesiestababienloquehacía.Todopodríaempeoraryesoeraloquemáslepreocupaba.Sepreguntaba,torturado,sitodaslasvidasnoeranigualesysipriorizarunassobreotraseralomásapropiado.

El momento había llegado. Trav puso su mano sobre el freno de emergenciasituadojuntoalapuertadesalidadelconvoy.Enladistanciadistinguióelcocheenelqueteníaplaneadohuir,aparcadojustodondelohabíadejadolanocheanterior.Tiródelfrenoysuacciónprovocóquelaserpientemetálicasedetuviera,retorciéndoseychillandodesdecadaunodesustornillos,remachesytuercas.

Los pasajeros que permanecían sentados chocaron entre ellos y contra losasientos.Algunosdelosqueibandepiecayeronalsuelo,empujadosporlainercia.

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Enesemomento,Travaccionólapalancadeaperturadepuertas,lasempujóparaliberarlasypermitirsusalidaalexterior.Antesdeabandonareltren,volviólamiradahaciaelinteriordeldepartamentodeturista,ysusojossecruzaronuninstanteconeljovenrubiodelasiento7A.Ésteleobservabadesdeelpasillo,entrelosasientos,altiempoquerebuscabaatropelladamenteenelinteriordesubolsadeviaje,rodeadodepasajerosqueseagolpabanunossobreotrosmientrastratabanderetirarlosequipajesquehabíancaídosobreellos.

Travsepreguntóeneseinstantecómosehabríaapañadoaqueljovenparaevitaralgruesopasajerodel7B.

—¿Buscasesto?—leadvirtiódesdeladistancia,avozengritoparahacerseoírpor encimadel tumulto,mientras lemostrabaunapistola cargadaypreparadaparadisparar—. Esta vez no será, Adrián—Entonces Trav tiró hacia atrás de la partesuperiordelarmaparamontarla.

Adrián no salía de su asombro. Ignoraba cómo aquel tipo, —el mismodesconocido que se había hecho pasar por revisor minutos atrás—, conocía sunombre.Ylopeordetodo:lehabíaarrebatadolapistolaqueportabaensumochilaparacargarladespués.Élsiemprellevabavarioscargadoresencima,lejosdelcuerpoprincipal,paraevitaresetipodeposiblesproblemas.Seagachóabuscarenlacorreasujeta a su tobillo, bajo el pantalón, y allí encontró los dos cargadores que habíapreparadoantesdesalirdecasa.

—Adiós,Adrián—leoyógritarentrelaconfusión—.Nosveremosdenuevo.—¿Quiéncoñoeres?—bramóAdriáncontodalafuerzadesuspulmones.—MisamigosmellamanTrav.Trav saltó entonces del tren. Varios pasajeros que se percataron de su

conversación con Adrián salieron tras él. Sin apartar la mirada del coche que leesperabaaescasoscienmetros,extendiósubrazoydisparódosvecesaladerechayotra por encima de su hombro izquierdo, consiguiendo abatir a tres hombres quetrataban de darle alcance alentados por el pasajero rubio, quemaldecía sin parar aTrav.Noeranlosúnicosquehabíansalidoensucapturaperoeltiroteohizoquelosdemáscejasenenelempeño.

—Hoy no toca queme atrapéis… no es el día oportuno para ello—murmuróentredientes.

Travmontóenelcoche,arrancóelmotorycolocóelretrovisorinteriortratandodeobservarasualrededor.Revolvióenlaguantera,entreunamontañaderecortesdeperiódico, hasta que encontró lo que buscaba: un despertador que en ese precisoinstantedesatabasualarmaconestruendo.Alzólavistahaciaelespejoyobservóunaexplosiónunosveinticincometrospordelantedeltren,justoenlasvías.Laboladefuegoqueseprodujo,acompañadadesuletalmetralla,alcanzódellenolacabinadelmaquinista, atravesando los cristales. El resto del tren se vio sacudido por ladeflagración,sinllegaraserafectadotandramáticamentecomolamáquinaprincipal.

Satisfecho,Travarrancóelcocheyemprendiólahuidadejandoatrásladantesca

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situaciónquehabíaprovocado.

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Capítulo2Lasconsecuencias

Travsemiróenelespejodelcuartodebaño.Habíantranscurridoyatreintaminutosdesde que diera por finalizada sumisión con la llamada telefónica pertinente y sedisponíaarealizar,denuevo,aquellaoperaciónquetantolefastidiaba.Sehurgóbajoelpelode la frentehastaencontrar laentradadelpostizo,ydeun tirón sequitó lapeluca que había utilizado para la ocasión. La dejó sobre el borde del lavabo ycomenzóarascarselacabezadesesperadamente,conlasdosmanos.

Nuncaseacostumbraríaalaspelucas.Habíaafeitadosucabezatiempoatrás,traslasprimerasmisiones,creyendoqueasíevitaríalospicores.Nadamásalejadodelarealidad,aunquesíleresultabamáscómodoponérselasysujetárselasconadhesivosasucabeza.Losiguientefuequitarseladentadurapostiza.Ésa,yunascuantasmás,selashabían fabricadoamedidayeraelelementomenosmolestode todosudisfraz:narizdelátex,lentillasdecoloryunabarbapostizaquetambiénleproducíaunpicorenlacara.

Trav era originario de laRegiónSur de laPenínsula, donde la celebración delcarnaval era algo más que una tradición desde hacía siglos. Él, reacio a talescelebraciones desde que tenía uso de razón, recordaba como de pequeño siemprehabíaodiado losdisfracesypintarseel rostro, leagobiabacubrírseloconcualquiertipodemáscaraocareta.Ahoraeralomásnaturalparaél,sehabíaconvertidoenunmaestrodeldisfraz.

Sedesvistióymetiósusropasenunabolsadebasuraquedejójuntoalapuertadelbaño.Seduchócontranquilidad.Elmomentoenelquedejabacaerelaguasobreéleralomásnaturalyplacenteroquepodíaexperimentarensurutinadiaria.Noteníaprisaporterminar,porloquesetomóveinteminutosbajoelchorrorevitalizador.

Al salir, Trav se secó someramente y anudó la toalla a su cintura. Se acercóentoncesalespejoempañadoporelvapordeagua,lodespejóconlatoallademanosy comenzó a rasurar su cara y cabeza. Le gustaba hacerlo así, recién salido de laducha,porquedeesemodoevitabatenerqueusarjabónquedejarárestosensupiel.

Nuncausabalociones,cremas,desodorantesocoloniasquedejaranaromasensupielypudieranpermitirquese le relacionaraconalgún tipodeolororastroen loslugaresdesusacciones.

Sevistiórápidamenteymetiólastoallasquehabíausadoenlamismabolsaquelaropa;laanudóyselallevóconsigohastaelsalón.

Tomó el mando a distancia, que estaba cubierto por una funda transparente, yencendió el televisor para ver las noticias. Recorrió varios canales y rápidamenteencontróloqueandababuscando.

Unamujer hablabamientras se veían imágenes envivo enun recuadro situadoligeramenteporencimadesuhombroizquierdo.Travsubióelvolumen.

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«…hacetreshorassehaproducidounatentadocontraeltrendelargadistanciaque une la Capital con la ciudad de Ríos Verdes. El atentado no ha sido aúnreivindicado por ningún colectivo terrorista, aunque todo apunta a organizacionesradicalesantisistema.

En el convoy viajaban doscientos treinta y dos pasajeros y treinta y cincotripulantes. Hay que lamentar el fallecimiento de dos personas: el maquinista deltren tras recibir el impacto directo de la explosión y lametralla, y de uno de lospasajerosquesegolpeómortalmenteenlacabezadespuésdelpánicodesatadotraslaexplosión.Otrastrespersonasseencuentranenestadogravedebidoaimpactosdebala;losdisparosloshaefectuadounodelospasajerosensuhuida.Esteindividuo,aúnnoidentificado,accionólaparadadeemergenciaescasossegundosantesdeladetonación, para después huir del lugar del suceso arma en mano. También hanresultadoheridosdediversaconsideraciónotroscuarentaycincoocupantesdeltren.Lamayoríade losafectadossevieronatropelladosal tratardehuirdel ferrocarrilmomentosdespuésdeladetonación.

Medicenpor línea internaque tenemosel testimoniodeun testigo relevante…Adelante,compañeros.»

Laimagenqueemitíaelnoticiariocambióderepenteparadarpasoaunaescenaen la que se observaba a un hombre joven alto y rubio, rodeado de cámaras ymicrófonos,yqueparecíanerviosotratandodehuirdelacosomediático.

—¿Es cierto que usted ha capturado al terrorista? —preguntó uno de losreporteros.

—¿Puedecontarnoscómoseprodujeronloshechos?—Seoíaaotropordetrás.—¿Cómoencontróalhombrequedetonólabomba?—cuestionabauntercero.—Discúlpenme, no tengo nada que declarar. No hay hecho alguno que pueda

contarles,porfavor,necesitamoscalma,déjennostranquilos.Hemospasadounatardeespantosaylasvictimasnecesitanrecuperarse.Conesteacosoustedesnonosaportanningunaayuda.

Sobrelasimágenes,enlaparteinferior,semostrabauncartelconlaidentidaddelpasajeroentrevistado.

«Adrián laFuente.Pasajerodel trende largadistanciaatacado.GuardiaCivilfueradeservicio»

Travnopudoevitarqueseledibujaraunasonrisaenlacara.—Séprudente,Adrián.Noteconvienelafama—ledijoalaimagendeltelevisor.Rápidamente varios agentes de la Guardia Civil rodearon a su compañero,

protegiéndoledelosperiodistasyguiándolehastalazonadeseguridadacordonada,dondeseencontrabaelhospitaldecampañaylosdispositivosdeemergencias.

Elnoticiariocomenzóamostrarentoncesdiversosgráficoscreadosdigitalmente,tratandodeexplicarcómosehabíaproducidoelsuceso.Enlasimágenesmostrarontambiénellugardondehabíaestadoaparcadoelcocheenelquehuyó,asícomolospuntosexactosdondeseprodujeronlosdisparosycayeronlastrespersonasabatidas.

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Travobservabalasimágenesytratabadeencontraralgúnfallo;habíarecorridoeltrayecto mil y una veces, mentalmente, cronometrando con precisión los pasos aseguir. Sabía que si hallaba un error en su plan de acción le obligaría a comenzardesde el principio. Finalmente se convenció de que carecía de sentido darle másvueltas;elobjetivoprincipalhabíasidologradoy,porlotanto,sepodíadecirquelaoperaciónhabíasidounéxitoabsoluto.

Laperiodistaquedirigíaelnoticiarioapareciódenuevoenpantalla:«AcabandeveraAdriánlaFuenteque,segúnlasúltimasinformacionesllegadas

anuestraredacción,haguiadoalasfuerzasdeseguridadhastaelpresuntoautordelaexplosión…»

Aquellamujerparecíaquenoibaaterminardehablarnunca,peroTravyahabíaoídosuficienteyapagóeltelevisorusandoelmandoadistancia.

Programóeldespertadordelamesillaparaquesonaraendoshorasysedurmióplácidamente.

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Capítulo3Adrián

No era la peor situación que había visto en su vida, pero las situaciones tandramáticas como aquélla y además, con tantos afectados por el suceso, le seguíanafectandoalánimo.Seformabaunaatmósferadetristezayangustiaquelodominabatodo, particularmente a los que se encontraban tocados, de alguna forma, por eldrama en cuestión. Gente corriendo de un lado a otro, decenas de rotatoriospertenecientes a los vehículos de emergencias golpeando sus retinas: heridos,muertos,escenasdepánicoehisteria.

AdriántratabadeaislarseenelasientotraserodeuncochedelaGuardiaCivil.Elvehículoteníalapuertaabiertayélseencontrabainclinado,consucuerpoapoyadosobrelasrodillas,mientrasmanteníalospiesfueradelhabitáculo.Lehabíanofrecidouncafébiencargado,queaceptógustosoparatratardedespejarsumente.Repasabaunayotravezlaescenavivida,tratandodehallarunapista,undetalledentrodesusrecuerdos;algoquelellevaseaencontraraaquelmisteriosopersonajequesehabíacruzadoensuvidayenladecientosdepersonasesatarde.

Constantementeseleibalamiradahacialateladoradaquecubríaelcuerpodelmaquinistadeltren.Allítiradoenelsuelo,esperandoaserrecogido,mientraselsolseocultabatraslasmontañasdeloeste.

La semana no había comenzado demasiado bien paraAdrián. La noticia de sutraslado le había llegado en el peormomento. Laura y él estaban atravesando unaprofundacrisisensurelaciónsentimentalyelhechodetenerquealejarsedeellanoibaayudarennadaasolucionarelconflicto.Siemprehabíapensado,convencido,queeltiempoyladistancianocurabannada;sóloprecipitabanelfinal.Habíatratadodeconvencerla para que le acompañara, peroLaura, apegada a su trabajo, rechazódeplanolaidea.Aúnnosehabíaacostumbradoapasarniundíalejosdeellayyateníaotroproblemamásenelquepensar.

Elcambiodedestinonofuetampocomotivodealegríaosatisfacción.Lasmalasrelaciones con su superior, al que creía un imbécil integral, y el supuesto fallocometido por su compañero y él en la última investigación le habían colocado alborde del abismo. Días atrás, Adrián recibió una comunicación interna que le«sugería» considerar la posibilidad de realizar un cambio; algo logístico para así«poderdesarrollar habilidadesquehabíanquedado estancadas» en el destinoqueocupabaenesemomento…

—Unamierda,estancadas—pensóAdriánalleeraquelfolio.Para colmo de males, el delincuente del tren le había robado su pistola,

disparando con ella a tres personas. Adrián vislumbraba fácilmente el final de sucarrera en el Cuerpo si no conseguía ofrecerles a sus superiores alguna pista queayudaraasolventaraquelpuzle.

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El agente rebuscaba sin cesar dentro de sumemoria: «El tren se detuvo en laestación,yoabrí lapuertay subíalvagón…Novial tipoaquélhastaque tratédecolocarmimaleta en el armario para equipajes. ¿De dónde salió? En el andén noestabayenlosdescansillosentrevagonestampoco.¿Vinodelacafetería?No,habríaoídodeslizarselapuerta.Entonces,¿dedóndenaricessalió?»

Adriándiounbrevesorboalcaféysepasólamanoporlafrente,frotándoseconfuerzaparatratardeestimularsumente.Cerróentonceslosojosconintensidadparaevitarquelasimágenesescapasendesumemoriayseperdiesensinremedio.

«Colocómimaleta.Mepidiólabolsa…Hijodeputa,sabíaqueallíguardabamipistola,¿cómolosupo?Micompañerodeasientoperdiósusgafasallevantarse.Ahífuecuandoeltipoaprovechóparasacarelarmadelamochila,seguro.Yoleofrecíelasientodelaventanaalotroviajeroparaquedurmieramáscómodamenteyentonces,mientrasnoscambiábamos,sucediótodo…Nada,nohaynadamás.¿Cómodijoquele llamaban? ¿Trav?… ¿Y cómo supo mi nombre? En las maletas no lo llevopuesto…»

Cada vez parecía comprenderlo todo un pocomenos. Si algo tenía claro era laasombrosaprecisiónconlaquetodohabíasidopreparado.Elatacanteteníauncocheparahuirjustoenellugardelaexplosión,ysedemoróapenasunossegundosdentrodelvehículoantesdeemprenderlafuga.Adriánsepreguntabatambiénsielterroristahabríadetonadolabombadesdeelautomóvil.

Comenzóanotarcomodentrodesupantalónalgovibrabaconritmoacompasado.Sepalpóydescubriósuteléfonomóvil.Habíaolvidadoquelollevabaahí,puestoensilencioantesdesubiraltrenparaevitarmolestaralrestodelospasajerosenelcasodequerecibieraalgunallamada.

Adrián miró el visor y estuvo tentado de no atender la llamada: «Identidadoculta».FinalmentedeslizóeldedoporlapantallatáctildesuSmartphoneycontestóconsequedad.

—¿Quién?—Hola,Adrián.Tenemosquehablar.Elguardiacivildespegóelterminaldesuorejaparamirardenuevolapantalla.

Noreconocíalavoz.—Perdona,¿quiéneres?—Trav…Adriánsintióalgoparecidoaunadescargaeléctricadentrodesucabezaquehizo

quesaltaradelcoche,poniéndoseenpie.—Voy a cogerte, maldito cabrón. No lo dudes ni por un momento. —La ira

hablabaporél—.¿Cómohasconseguidoestenúmeroyporquésabesminombre?—Aún no ha llegado el momento de contestar a esas preguntas —replicó su

interlocutor.Adrián buscaba con la mirada, frenéticamente, a alguien que le estuviera

prestandoatenciónparacontarlequeteníaalterroristaalteléfono.Tratódecalmarse;

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teníaquedejarlossentimientosaunladoysertanprofesionalcomopudiera.Alfinyalcaboeltrabajohabíavenidoasuencuentroyloibaacumplir,teníaganasdecerraralgunasbocas.

—Estábien—contestótrasrespirarprofundamente.Seintentórelajarybuscóuntonoconciliadorquealargaralaconversación—.¿Dequéquiereshablar?

—Esabomba teníaundoblesistemadedetonación.Unoporproximidadyotroporcontrolremoto—afirmóelcriminal.

—¿Meestáscontandocómomatasagenteinocente?—Másomenos…Pero sivasa estardiciendo tonteríasdurante todoel tiempo

quedureestaconversación,nitúobtendrásloquenecesitas,niyoacabarémimisión.¿Teimportaríaescucharmesininterrumpir?

Adrián semordió los labios para evitar cometer una torpeza que le alejara delasesino. No sabía cuánto tiempomás iba a aguantar la tensión antes de perder elcontrol.

—Continúa…—Claudicó.—Comoya tehedicho,existíandossistemasdedetonación.Elprincipal,elde

proximidad,estabaajustadoparadetonarsecuandoeltrenpasaraporellugarexactodondeestabasituadalabomba.Yelsegundoseimplementóparasuplirunfallodelprimero. Ya te habrás imaginado que el tren se detuvo un poco antes de llegar alpunto de detonación, por lo que la bomba fue activada mediante un mando adistancia.

—¿Porquédetuvisteeltrenentonces?O…¿Fallasteenelcálculodelafrenada?—Adriándudóun instante.Siesta segundaopciónera lacorrecta,estabahablandoconalguienqueno teníamiedoamorir.Alguiendispuestoadetonar labombaporproximidad,inclusoconriesgodeperdersupropiavidaalencontrarseélmismoeneltrensiniestrado.

—Tehedichoquenoesmomentodepreguntas.Escuchaycalla—contestóTravconunaserenidadaterradora—.EstásjuntoelcochedelaGuardiaCivil,¿verdad?

—Sí—contestóAdrián totalmente anonadado.Sepreguntó si el delincuente seencontrabaallíenesemomento,observándole.Ladudalepedíaquepreguntara,perolaprudencialesugiriócallaryobservar.

—Notenemosmuchotiempo.Acércatealvagónenqueviajabas—dijoTrav.—Imposible. Está todo lleno de agentes y equipos de emergencia —contestó

Adrián.—Paratinoseráproblema,tuscompañerosnoteharánpreguntas.—Noestoytansegurodeeso.—Yo, sí… Hazlo, se acaba el tiempo—ordenó Trav mientras comprobaba la

cronologíadelosacontecimientosayudadoporsurelojsuizo.Adriáncomenzóacaminarenladirecciónindicadaporsuinterlocutor,mientras

intentabaencontrar a algún sospechoso, similar alqueescapódel tren,quehablarapormóvilenlosalrededores.

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—¿Hemencionadoquetenemosprisa?Corre…El agente estaba cada vez más convencido de que Trav le estaba observando

desdealgúnlugarcercano.Talcomolehabíamencionadosuinterlocutor,Adriánpudoaccederalvagónsin

que nadie le hiciera una pregunta o se interpusiera en su camino. Sin esperarmásinstruccionesentróporlamismapuertaporlaqueaccedióaltrenhorasatrás.

—Bien, ahora debes estar dentro—oyó por el auricular—.Abre la puerta quetienesjustoenfrente,esunservicio.

—Así que aquí estabas oculto cuando me incorporé al viaje… —murmuróAdrián.

—Nada más entrar, mira en la esquina superior derecha, el panel está suelto.Quítaloytomalachaquetaqueencontrarasensuinterior—Alospocossegundoselguardia civil examinaba la prenda—. En el bolsillo interior hay un dispositivoelectrónico.Sácaloydeshaztedelachaqueta.

Adriánextrajoelingenioelectrónicodelbolsilloycuandoibaatirarlachaquetapensóquetalvezpodríaencontraralgoenellaquelellevaraalparaderodelasesino.Saliódelvagónconlaamericanaenunamanoyelobjetoextraídodeellaenlaotra.

—Tehedichoquedejeslachaqueta…Notemolestes,novasaencontrarnadaenellaqueteayudealocalizarme—confirmóTrav.

Adriánlasoltócomollevadoporlavoluntaddeotro.Laconfusióninundabasumente.

—Enciéndelo,esunrastreadordefrecuencias.Estáajustadoparallevartehastaeldetonadorqueactivólabomba.Nopierdaseltiempoporqueenbrevedesapareceráelportadordelaseñal—contestóantesdecortarlallamada.

—Oye,oye…Mierda.AdriánmetióelmóvilensubolsilloyencendióelrastreadorconelqueTravle

había obsequiado.En la pantalla, dos líneas de datos le indicaban la frecuencia derastreoylaintensidaddelaseñal.

Caminando,conunporteentresonámbuloyatolondrado,Adriántratabadehallarlaorientaciónyladireccióncorrectaquelosnúmerosleibanindicando.Tardópocoenencontrarelcaminohacialafuentedelafrecuenciacotejadayaceleróelpaso.Sedirigía,guiadoporeldispositivoquesosteníaenlamano,hacialazonadelhospitaldeemergencia.

Juntoaunagran tiendadecampañaqueparecía laenfermeríaprincipal,Adriánobservóaungrupodepersonassentadas,conaspectodehaberrecibidolosprimerosauxilios,yaquepresentabanvendajesendistintaspartesy,algunos,restosdesangreenlaropa.

Condiscreciónpaseóconeldetectorpordelantedeelloshastaque laseñal fueinequívoca.Un joven trajeado se tocaba intermitentemente, ayudado por una gasa,unabrechaenlacabezaqueparecíareciénsuturada.Cadavezquelohacíarevisabael aspecto de la misma para determinar si sus heridas seguían sangrando o no.

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EntoncesAdriánsesentójuntoaél.—Buenas,¿cómoestás?—saludóconcordialidad.—Nomuymal—respondióelheridoconciertoairederesignaciónporsuestado.—¿Quétehapasado?—Fuedespuésdelaexplosión.Lagentesevolvióloca,meatropellóymegolpeé

alcaer.—Yaveo.¿Tehandadopuntos?—Sí, cinco.Me han dicho que espere aquí un rato y sime encuentro bienme

puedomarchar.—¿Sabesquéesesto?—Adriánlemostróeldispositivoquellevabaenlamano.El muchacho dio un respingo al verlo. Retomó la compostura tratando de

disimular.—Laverdad…no,nunca…yo…—Lasegundapreguntaes:¿porquémehatraídohastati?Los dos semiraron a los ojos durante un instante fugaz, justo antes de que el

chicodeltrajeemprendieraunahuidadesesperadaalacarrera.La huida no fue más allá de una distancia de quince metros. Una masa

considerablemente más alta y fornida que la del fugitivo, se le echó encimaderribándolealsuelo.Sindejar,siquiera,quesevolviera,sucaptorleinmovilizóyleapretó la cara contra el suelo pedregoso. Por el rabillo del ojo pudo ver el rostro,rabioso,deAdrián.

—¿Quiéneseltipoquedetuvoeltren?—legritóaloído.—Nosédequémehablas…Aaaayyyy.—Nosabíasieldoloreramásintensoen

sucara,aplastadacontra laspiedras,oen laheridareciénrestañadaque teníaen lacabeza,yaqueeraelpuntodondeelagenteLaFuentehabíadecididoejercerpresión.

Notócomolasmanosdesucaptorhurgabanensuchaquetahastaqueencontraronloqueandabanbuscando.

ElagentedelaBeneméritaextrajodeunodelosbolsillosunpequeñomandoderadiocontrol;teníapintadepertenecerauncocheteledirigidooalgosimilar.

—¿Estoesloquehasusado?—preguntóAdrián.—Déjame,mehacesdaño—contestóeldetenido.—¿Sabesquehasmatadoagenteconlaayudadetuamigo?—Yonotengoningúnamigo,coño.Quítatedeencima.Nohubo tiempoparamás, variosmiembrosde losCuerposdeSeguridad se le

abalanzaron.—Soy compañero, soy compañero—afirmó Adrián, tratando de explicarse—.

Estetipoeselquedetonólabombayésteeselmandoqueusó.Pocodespués, el sospechoso se encontraba esposado en la parte de atrás deun

cochepatrullayAdriándabaexplicacionesdeloquehabíasucedido.Trasunabreveconversación quedó con los agentes que se personaría en la central de la GuardiaCivildeRíosVerdesparadarmásdetallesde loshechos.Sealejabade lamultitud

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cuando varios periodistas se le abalanzaron micrófono en mano, seguidos de lascorrespondientescámarasdetelevisión.

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Capítulo4Elrestaurantedecarretera

—Miguel,otracopitadeanís,venga…Aúnmedatiempo.—Vamos,Pedales,nomejodas;yallevastres…—Elcamarerodudabasihacer

casoalademandaono.—Túestásaquíparaservir,lacuentayalallevoyo.Miguel tomó con desgana la botella de Castellana de la repisa de las bebidas.

Conocíaa«ElPedales»desdehacíadosaños.Llevabaparandoacomerallídosvecesporsemanadesdequeélsehicieraconlasriendasdeaquelrestaurantedecarretera.Tras llegar a un acuerdo con la agencia de viajes para servir las comidas de losviajerosenesarutaseveíanconfrecuencia.

Pedaleseraunconductormásdelosquefrecuentabanellocal,perolepreocupabaespecialmente por la relación de amistad que había entablado con él y porquedetestabaverlebeber,eraalgoquenosoportaba:primero,porqueelchoferyahabíamostradoproblemasdealcoholismoenalgunaocasiónysólograciasasuayudayala de su familia había conseguido salir de ese infierno; y segundo, porquePedalesconducíaautobusesturísticos.

Siempreandabadearribaparaabajoconunmontóndeguirisdelaterceraedad.Les llevaba a recorrer la costa este de la Península, de playa en playa, haciendoparadaenalgúnqueotromonumentohistórico.Nuncahabía tenidounproblemaalvolante,peroMiguelnocreíaquefuerabuenotentara lasuertedeaquellamanera.Nolehubieseresultadoagradableveren lasnoticiasqueunmontóndeextranjeroshabíanmuertoaldespeñarseporunterrapléndeunacarreteracosteraconelautobúsqueconducíasuamigo.

—Tepongoéstayniunamás—ledijoMiguelentresusurrosparaquenadieleoyese—.¿Hastaquéhoraduralaparadadeavituallamiento?

—Sí, hombre, no te preocupes, aún queda una hora y media. Suficiente paraecharme un sueñecito en el autobús. Deja a los ancianos que llenen tu caja decaudales,je,je,je.

Pedalesseacabólacopa,recogiósuscosasdelabarraysedirigióhacialasalidadelrestaurante.Alsalir,sedetuvounmomentoenlapuertaparaestirarseunpoco.Sebajólasgafasdesolquellevabaenlacabeza,abriólapuertadelautobúsyseperdióen su interior. Miguel le observaba desde detrás del mostrador, a través de lascristaleras, para asegurarse que el conductor cumplía con lo acordado y no semarchabaaningúnlocaldelosalrededores.Elchofereraasiduodeunclubdealternecercano.Lamayoríadelasvecesdejabaelautobúsallíysemarchabaapiehastaellupanar.SiemprequePedaleslohacía,elhostelerosentíacomoseretorcíansustripasal pensar en la esposa del conductor. Seguro que ella ignoraba que su maridodisfrutabamásencompañíadeprostitutasqueenellechomatrimonialconlamujer

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quelehabíaentregadosuvidaduranteveintelargosaños.Losturistasfueronabandonandoelsalóndecomidasdelrestauranteamedidaque

acababan con sus viandas, pasando a invadir una pequeña tienda de souvenires yproductos típicos que Miguel había montado en un rincón de su local. Aquellascuatrochorradasledejabanunanadadespreciablesumadedinero.

Miguelseencontrabaen lapartedeatrásdesunegocio,colocandolascajasdebotellinesvacíasyretirandodelinteriordellocallossacosdebasura,cuandosintiócierto alboroto en el bar. Se asomó un instante y observó como los visitantesextranjeros parecían protestar entre aspavientos. Unos hablaban en voz muy alta,mientrasotros asentían con la cabezavalidandoel discursode losprimeros.Todosmirabanporlosventanales,alparecerbuscandoalgo.Elhostelerollamóentoncesalaguíaqueacompañabaalgrupoparainteresarseporlosmotivosdelasprotestas.

—Parece que el conductor no atiende las llamadas, no sabemos si está en elautobús.Hemosgolpeadolapuerta,heutilizadoelmóvily…nada.

Miguelmirósurelojydescubrióquehabíanpasadomásdedoshorasdesdequesuamigoabandonaraellocalparaprocurarseunsueñoreparador.

—Nosepreocupe—ledijoalajoven—,yomeencargodeavisarle.Miguelsequitóelmandil,muyenojado,ordenóaunodesusempleadosquese

hiciera cargo de todo hasta que él volviera y salió camino del club favorito de suamigo… Bueno, examigo, pensó en ese momento, porque iba a terminar concualquierintentodeexplicacióninfructuosaqueelconductortrataradedarle,yleibaasacarapatadasdeallí.

Alotroladodelaautopistadepeaje,entrelasmontañas,Travobservabalaescenaconunosprismáticos.ApreciócomoMiguel,conpasofirme,recorríalosdoscientosmetrosqueseparabansunegociodel«ClubParaíso».Viocomoentraba,sinsiquierasaludar almatón de la puerta, y se esperó a verle salir de regreso, con lasmanosvacías,casialacarrera.Sabíaquehabíallegadoelmomentodemarcharse.Enbrevedescubriríanelfindelamisiónqueacababadellevaracabo.

Habíantranscurridomásdecincomesesdesdequehicieraeltrabajodeltren.Lamisma tarde en la que apareció por última vez recibió una llamada con nuevasinstrucciones,nadamásdespertarsedesusiesta.Leindicaronquedebíaesconderseen el lugar habitual durante dos semanas antes de emprender de nuevo viaje parapreparar el siguiente encargo. Bajó con tranquilidad, semontó en el coche que lehabíanproporcionadoparalaocasiónysemarchódeallíconlafirmeseguridaddequetodoacabaríasucediendosegúnloprevisto.

LaguíaturísticasalióalencuentrodeMiguelparapreguntarlesihabíadadoconelconductor.Élnegóconlacabezaysindetenerse,sedirigióalaparcamientodóndeestaba estacionado el autobús. Comenzó por aporrear la puerta; al no obtenerrespuestatomóunadoquínsueltodelbordilloyloarrojócontodassusfuerzascontrael cristal de la puerta delantera del vehículo. El primer impacto sólo agrietólevementeelcentrode la luna,asíqueensusegundo intento tratódenoescatimar

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fuerzasensuempeñoporatravesarelcristal.Migueltomócarrerillaylolanzó.Estavezelproyectilatravesódeladoaladoelvehículoyacabóalojadoenelasientodelconductor,rodeadoporlostrozosdelmaterialqueacababadedescomponer.

Varios viajeros y distintos clientes del restaurante se aproximaron alertadosporlos golpes, pero Miguel no esperó a nadie y saltó, no sin dificultad, dentro delautobús.Alaterrizarfueaplantarsumanoderechasobreunmontóndecristalesqueseintrodujeronensupiel.Dolorido,sesacólostrozosdelasheridasyenvolviósumanoenunpañueloquellevabaenelbolsillo.Loprimeroquellamósuatenciónfueciertooloraquemado,similaraloriginadoporlapólvoraenlasfiestas.Elhostelerorecorrió el pasillo mirando a un lado y a otro, tratando de encontrar a su amigo.Finalmente,alalzarlacabeza,apreciócomoelbrazodeunapersonacolgabadelosasientos del fondo. Se aproximó, convencido de que el anís había dejado fuera decombatealPedales.

Miguelseempeñóenllamarleavozengritoparatratardesobresaltarle,amododevenganzaporelnumeritoquelehabíaobligadoarealizar.Sucorazónseempezóaaceleraralnoobtenerrespuestanidetectarmovimientoalgunoensucuerpo.Nubesdetormentaempezaronaceñirsesobresuánimo;suinstintoledecíaqueaquellonoera normal, algo tenía que haberle ocurrido.Miguel recordó entonces los excesoscometidos por el conductor y se preguntó si su castigado corazón habría dicho«basta»mientrasdormía.

Antes de descubrir su cabeza reventada ya había visto salpicaduras y restos desangreenlalunatraserayenlosasientosmáspróximos.Alguienlehabíavoladolossesosalpobredesgraciado…

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Capítulo5Lasospecha

Hacíaunparde semanasquehabíaconcluido la investigacióndelatentadoal tren.Basándose en las declaraciones del sujeto apresado la noche del suceso, lasautoridades habían logrado localizar a un grupo de activistas denominado «Por lademocraciareal», elmismo que había planeado el acto criminal comunicándose atravésdeforosyredessociales.Entotal,elnúmerodedetenidosdesdeelcomienzode las investigacionescincomesesatráshabíasidodedocepersonas,vinculadasalacto de distintas formas. Unos fueron los autores intelectuales del atentado, otrosconsiguieron y montaron el aparato logístico; aparte estaban las personas que leshabíanfacilitadolainformaciónnecesariaparaligartodoelentramadocriminalyporsupuesto,elejecutorfinaldelplan.

Enlosmediosdecomunicación loscargospolíticosde turnoaparecíandándosepalmadasenlaespaldaysecongratulabandeltrabajobienhechodesdesusoficinasydesde los mandos de los Cuerpos de Seguridad. Ningún comentario ni imagen sehabía filtrado, oficialmente, sobre el agente que había facilitado la detención delterroristaquedetonólabomba.

Desdesupuestoenelnuevodestinoalquehabíasidoasignado,Adriánobservóeldesenlacede losacontecimientos,y se repetíaa símismounayotravez,queeltrabajonoestabaterminado,queaúnquedabaunapersonadirectamenteimplicadaenelsucesopordetener.Losmediosdecomunicaciónhabíandifundidolateoríadequeelterroristadetenidohorasdespuésdelatentadohabíasidoelresponsabledefrenareltren y de detonar el artefacto explosivo, que sólo la fortuna había hecho que noacertaraellugarexactoporunosmetros.Peroélsabíaqueésanoeralaverdad.Travexistíayteníaalgoquevercontodoaquello.Aunquelehabíaayudadoacapturaralprincipalimplicado;accionólaparadadeemergenciadeltrenyrealizódisparossobretres personas, una de las cuales no volvería a andar nunca. Le hacía sentirsedespreciablesaberquegraciasa laayuda recibidadel terrorista,habíasuavizado lareprimendadesussuperiorespornolograrimpedirelrobodesuarma.

Todos los días buscaba en las páginas de los periódicos de laPenínsula algúndetalle, por pequeño que fuera, que le pudiera llevar a recuperar la pista de suenemigo.Seismesesde infructuosabúsquedaestabanhaciendomellaenél.Estabaporabandonarcuandorecibióunallamadadeteléfono,ciertodíaporlamañananadamásllegarasupuestodetrabajo.

—LaFuentealhabla,dígame—contestóelagenteantesdeescucharloqueteníaque decirle su interlocutor—. No, acabo de llegar. Aún no he encendido ni elordenador…¿Cómo?Gracias,echaréunvistazo.

AdriánseapresuróaarrancarelPCqueteníaensumesadetrabajoy,enseguida,buscar la página que le habían indicado en la llamada recibida. En la sección de

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sucesosdeundiariodeLevantesehablabadelasesinatodeunchoferdeautobús,enelaparcamientodeunrestaurantedelaautopistadepeajedelacosta.Porloquesepodíaleerenlanoticia,alguienhabíadisparadoalconductoraquemarropa,enplenocráneo,mientrasseechabalasiestaenelinteriordelvehículo.Nohabíasospechosos,nadiehabíavistonadaysedesconocíanlascausasdelasalto,yaquesedescartabaelrobooelajustedecuentasdealgúntipo.

Adriánignorabaporquésucompañerolehabíallamadoparadestacaresanoticia.Estabasegurodequelosagentesenlazonayaestabanmanosalaobrayeradifícilqueélpudieraaportarnadarelevantealcasodesdeladistancia.

Elteléfonodesumesavolvióasonaryentoncesempezóaintuirquesusdudasibanaaclararseenbreve.

UnahoraescasadespuésseencontrabaeneldespachodeltenientedelcuarteldeRíosVerdes.SusuperioralmandoestabaacompañadodeunsargentoyunhombretrajeadodelMinisteriodelInterior.

—Se preguntará por qué le hemos convocado aquí esta mañana —comenzódiciendoelaltocargo.

—Sí,señor.—¿Conocelanoticiadelasesinatodeunconductordeaut…?—Adriánnoledejó

terminar.—Laconozco,señor.Leagradeceríaquefueraalgrano.—Noseainsolente,LaFuente—lereprendiósuteniente.—Losiento,señor,perolainquietudmedevora—contestóAdrián.—Entonces iremos al grano —afirmó el representante del Ministerio—. El

hombrehasidoasesinadodeundisparoenlacabeza.Losforenseshanrecuperadolabaladenuevemilímetrosdelinteriordesucráneo.

Al oír lamedida de la bala, el corazón se le subió aAdrián hasta la garganta,impidiéndolearticularpalabra.Ahorasísabía,osospechabaalmenos,porquéestabaallí.

—Como su cerebroya estarábarruntando—el tipodelMinisterioprosiguió suexposición—,el proyectil fuedisparadoporunaSIGSP2009, que es el armaqueusanustedesparasutrabajosinomeequivoco.Enestecasononoscabedudaalgunadespuésdequebalísticalohayacotejadoconlosproyectilesrecogidosdelescenariodel atentado al tren: el asesino utilizó el arma reglamentaria que le fue sustraída austedhaceseismeses.

—Yacomuniqué,amimandoaquípresenteenvariasocasiones,quequedabaunapersonapordetener,alguienvinculadoalatentadoenelquemevienvuelto.Recalquéqueunhombresehabíadadoalafugaytodavíanohabíasidolocalizado.

—¡¡¡Agente!!!!—gritó el teniente con todas sus fuerzas—.Esa información esreservada. Sargento, —se dirigió entonces al otro hombre que aún no habíaintervenidoen laconversación—,¿puededejarnosunmomento?—Elguardiacivilabandonó la sala sin rechistar—. Cabo La Fuente, se le ha advertido en varias

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ocasiones de las consecuencias de utilizar esa información fuera de los forospertinentes.

—Disculpe,miteniente,penséqueésteeraunodeesosforos—replicóAdrián.—Nomequedamásremedioqueinvitarleaquesetomeunasvacaciones…—Peroseñor…yo…—Vacaciones de un par de días…, que estoy seguro podrá pasar en la costa

levantina—prosiguióeloficialalmando.—Porsupuesto,miteniente.Siempreasusórdenes.—No hace falta que le recuerde que ese tal Trav no existe a los ojos de las

personasquenoseencuentranenestasala.Adrián abandonó el despacho sin mediar una sola palabra más, habiendo

entendidoelmensajedesusuperior.Iríaaeserestauranteyasusinmediacionesenbuscadealgunapista.

Dos días después de que se encontrara el cuerpo sin vida del conductor delautobústurístico,Adriánllegóallugarencuestión.ElsolcaíaaplomoenesetramodelaautopistadepeajequetranscurríaparalelaalacostaorientaldelaPenínsula.

LaFuente,vestidodepaisano,aparcósucochejuntoalautobúsenelquesehabíaproducido el asesinato. El juez aún no había autorizado la retirada del mismo,atendiendo a las sugerencias que le habían llegado desde altas instancias delMinisteriodeJusticia.

Huyendodelsolabrasadorquecastigabaelaparcamientoenesemomentodeldía,Adrián decidió refugiarse en el interior del restaurante colindante. Al traspasar lapuertanotóqueellugardestilabatristeza.ComoyasintieraenelatentadoalconvoydeRíosVerdes,esetipodeacontecimientossiempredejabamarcadosloslugaresenlosquetranscurrían,ysiendotanrecienteelsuceso,mayoreralapenaquesepodíarespirarenelinteriordellocal.

—Buenas tardes—saludó,quitándose lasgafasde sol—.Megustaría tomarunpocodeaguabienfríayalgodecomer.

—Sideseamenú—lecontestóelhombrequeseencontrabatraslabarra—,puedepasaralcomedor.

—Estabapensandoenalgomásrápido,quepuedacomeraquíenlabarra.—Tenga.—El camarero le ofreció entonces una pequeña carta plastificada—.

Ahítienebocadillos,fríosycalientes,yalgúnplatocombinado.La Fuente se tomó unos segundos para estudiar el folleto que le acababan de

ofrecer.Sibieneraciertoqueteníahambreparacomerseunbueydespuésdellargoviajeencocherealizado,tampocopretendíademorarsedemasiado;loquerealmentelehabíamovidoaentrarallíeratratardeobtenerinformaciónsobreelsuceso.

Pidióuncombinadoconfiletedeternera,patatasyensalada,ademásdeaguasingas,muyfría.ElserviciofuerápidoyAdriáncomenzóadevorarlasviandasreciénservidas.

—Muybuenalacarne—sepermitióobservarlealcamarero.

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—Gracias.Estaremesanoslahantraídohoy.Esustedelprimeroenprobarla,mealegrasaberqueelgéneroesdebuenacalidad.

—No lo dude—contestó el agente antes de hacer una pausa. Pensó que habíallegadoelmomentoderedirigirlaconversaciónaltemaquelehabíallevadoallí—.¿Esustedeldueño?

—Sí,señor.—Lefelicito,unlugarmuyagradable.—Gracias.—Aunqueloveounpocotranquilo.Penséqueaestahora,yenunacarreteratan

transitadacomoésta,laafluenciadepúblicoseríamayor.—Hemostenidounosdíasunpocodifíciles…—¿Difíciles?—Sí. Un dramático suceso ocurrido en nuestras instalaciones ha ahuyentado,

temporalmente,apartedenuestraclientela.—Mmmm…—murmuróLaFuente—.Yameparecíafamiliarelautobúsdeahí

fuera.¿Esaquídondesucedióloquecuentanlasnoticias?—Lamentablemente,asíes…—Losiento.Siempreesduroquealgoasípaseentucasa.—Máscuandosetratadeunamigo.—Ufff…Peor aúnentonces.Leacompañoenel sentimiento. ¿Qué se lepuede

pasarporlacabezaaunapersonaparahacerleesoaotra?—Niidea.Pedalesnoteníaenemigos,salvosupropiaconciencia…—¿Yalguiensubióalautobús,porquesí,yledisparódeesamanera?Elcamarerocalló,aparentementeincómodoporlapregunta.—Disculpe.—Adriánreculó—.Noqueríamolestarle,nidañarlamemoriadesu

amigo.—Nosepreocupe…Sólopensabasinoseríacosadeldestino.—¿Eldestino?—Si—Miguel dejó lo que estaba haciendo y se acercó a su interlocutor para

poderhablarlemirándolealosojos—.¿Sabeusteddeesetrenqueexplotóhaceunosmeses?

Adriánsequedófríoyrígidocomoelmármol;detodaslaspreguntasdelmundoesanoselahubieraesperadonunca.

—Eh…—Elagentenosabíacómocontestar—.Algocreorecordar.Supongoquemellegaronrumoresenlasnoticias,algúndíamientrascomía—improvisósobrelamarcha.

—Puesfuebastantesonado.—Laverdadesqueestoyenelmundoporque tienequehaberde todo.Seguro

quelohevistomilveces,perotengounamemoriaquenolecuento.—Ya veo. Pues la verdad es que, como le decía, parece cosa del destino. El

Pedalesviajabaenesetreneldíadelsuceso.

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Adriánnopodíacreerloqueestabaoyendo.Dealgunamanerateníaunnexodeuniónconesehombre,asesinadoenelaparcamientodeeserestauranteporundisparodesupropiapistola.Noentendíanadaperoestabaconvencido,ahorasí,dequelosdossucesosestabanrelacionadosdealgunamanera.

—Es más… —continuó Miguel. Al parecer, al camarero le quedaba algunasorpresapordesvelar—,élseencontrabaenelhospitaldecampañadondeatendieronalosheridos,sentadojustoalladodelsupuestoterrorista,sólounosinstantesantesdequedetuvieranalcriminal.

—Increíble.—La Fuente no sabía cómo reaccionar—. ¿Esto se lo ha contadoustedalasautoridades?

—Laverdadesqueno;nocreíquefueranecesarioy tampocomepreguntaron.¿Creeustedquedebería?

—No,no.Erasólocuriosidad.Elrestodelaconversaciónseredujoavarioscomentariossobreladesafortunada

trayectoriavitaldelPedalesyaalgúnbrevecomentario sobreel calor insoportableque estaba haciendo esos días. Adrián pagó entonces la cuenta y decidió salir ainspeccionarelautobús.Eramejor,porelmomento,tratardeencontrarotrosindiciosantesdeinformaraningunodesussuperiores.

Elagentellevabaunratopreguntándosecómohabríaconseguidoelasesinoentraren el autobús. Según el informe que obraba en su poder,Miguel había tenido queromper el cristaldeunade laspuertaspara entrar.Entre los efectospersonalesdelconductorencontraronlasllavesdelautobúsysinembargo,noaparecióningúnsignoaparentedequelaspuertashubieransidoforzadas.ALaFuentesólolequedabaunaexplicaciónplausible:elasesinoyaestabadentrocuandoFranciscoAyala,alias«ElPedales», acudió a dar una cabezadita. Lo que pretendía encontrar allí dentro eraalgunaevidenciaqueapoyarasuteoría.

Evidentemente,loprimeroquehubierahechoAdriánenelcasodeno«estardevacaciones», era interrogar a todo aquél que se encontrara en las proximidadesdellugar durante el incidente. Como eso no iba a ser posible si no quería levantarsospechas, empezaría por registrar cada palmo de aquel bus antes de que el juezordenarasuretiradaparaserinspeccionadoconmásdetenimientoenalgúndepósitopolicial.Siesosucedíaantesdedarconalgunapistafiableyapodíadespedirsedesusopcionesdeéxito.

Se trazóun recorridomental para nodejarse ningún recoveco sin rastrear, y losiguióestrictamente.Empezópor lasbutacas, siguiópor el suelo, el techo…Sabíaquenoibaasertareafácil.Adriánpensóqueeraincreíblelacantidaddesuciedadyporqueríaquedejabalagenteenlosautobuses.EncontraralgúnrastroperdidoentreaquellabasuraseríaunahazañamayorqueladeTeseoenellaberinto;almenosunMinotauronosepodríaesconderentrepapeles,gorras,chicles,restosdecomida…Elguardiaalbergabalaesperanza,almenos,deencontrarunatrampillaoalojamientoenel que alguien hubiera podido esconderse.Estaba seguro de que nadie podía haber

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permanecido en el autobús sin llamar la atención, los guías y conductores suelenrevisarlosasientosparaevitarrezagadosodespistados.

Estaba casi por abandonar la búsqueda cuando un papel doblado llamó suatención.Estabaplegadovarias vecesy lohabían incrustado entre el respaldoy elasientodelaplaza7A.Noeraunacasualidad;lohabíandejadoallíconlaintenciónde que él lo encontrara y lo relacionara, de inmediato, con el lugar que élmismoocupabaeneltrenquenoconsiguióllevarlehastaRíosVerdes.Lodesplegóyhallóunmensajebreve,sencillo,escuetoydirecto.

«25deOctubrede2015:154muertosy85heridosenunavión»

Unfríoaterradorrecorriósuespaldaantesdeestrellarsecontrasunuca.Faltabanmenos de dos meses para la fecha anunciada en el papel y Adrián dudó ante lavariedaddeopcionesquesumente ledibujaba:nosabíasicreerqueseencontrabaantelamentedeunloco,unabromamacabra,unaamenazaounaadvertencia.Enesemomentoseguardóelpapelusandounabolsaparapruebas.Tratódeencontraralgomásqueleayudaraaresolverelenigmaqueleplanteabaeseasesinatoylaconexiónconelsucesodeltren,perolatensiónyaleteníaatenazadoslossentidosynolograbaconcentrarseenloqueestabahaciendo.

Derepenteoyóunruidotrasél.SegiróparadescubriraunagentedelaGuardiaCivilquelemirabaconcaradepocosamigosdesdelaentradadelvehículo.

—Salgadeinmediato,caballero—leexhortómientrassacabasuarma—.Conlasmanosenaltoysinhacertonterías.

Adriánobedeció.Mostrólaspalmasdesusmanosysemoviólentamentehaciaellugar que le indicaban. Su única obsesión en ese momento, mientras bajaba laescaleraquellevabaalexteriordelautobús,eraevitarunregistro.Sileencontrabaneltrozodepapeltendríaquedarmuchasexplicacionesyperderíalaoportunidaddeencontrar al verdadero culpable; aunqueno tenía dudasdeque, ya fuese soloo encompañíadeotros,Travestabadetrásdetodo.

—¿Quéestabahaciendoahídentro?—preguntóelagentedelaBenemérita.—Elconductoreraamigomío,pasabaporaquíydecidíparar;nosécomoacabé

subiendoalautobús,deverdad—mintióAdriánsininmutarse.Almirarporencimadelhombrodelagentequeleencañonaba,LaFuentepudo

observarcomoeldueñodel restauranteseaproximabaapaso ligerohaciaellos.Lamotopatrulla,yélmismoconlosbrazosenalto,debíanhaberllamadosuatención,pensóentonceselguardiacivildeincógnito.

—Si quiere puedo mostrarle mi identificación, señor —aseguró Adrián paraintentarganarselacomplicidaddelmiembrodelaBenemérita.

—Enestemomento,másquesuidentidad,mepreocupaelhechodequeustedseencontraraenelescenarioprecintadodeuncrimen.

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Noquedabanmásdeveintemetrosparaqueelhostelero lesalcanzase.Cuandoeso sucediera,Adrián correría el riesgodeque sedestapara todo el pastel.Tendríaquerevelarquiénerayquéhacíaallí,detallesquelereportaríangravesproblemas.

—Sinome identificaynomedice si estoydetenido—aseguróLaFuenteconfingidoaplomo—,entoncesentiendoquesoylibredemarcharmeyasíloharé.Estáustedponiendoenpeligro,alapuntarmeconsuarma,miintegridadfísicayladelaspersonasqueseacercananosotrosenestemomento.

Elagentemiródesoslayoparadescubriralvisitantequeselesacercaba.—No se acerque más, por favor. Es una orden —anunció dirigiéndose al

hostelero.—Fuiyoquienlesavisó.Viaeseindividuohusmeandoenelautobúsdesdemi

restauranteyaviséalcuartel—aseguróMiguel.—Agradecemossucolaboración.Ahoradeténgaseyvuelvaal interiordel local,

porfavor—replicóelpatrullero.Miguel obedeció a regañadientes. Al principio se alejó lentamente, caminando

haciaatrássindejardemiraraAdrián,mientrasmascullabaalgoquenosonabamuyamable. Después terminó por girarse y volver al interior del local para seguirobservandoatravésdelosventanales.

El agente dirigió su plena atención de nuevo hacia el intruso que acababa dedetener.

—Voyabajarelarma;quieroquesevuelvaysepongaderodillasconlasmanosenlacabeza,muydespacio.Noquieroequivocarmeydespuésdedisparardescubrirqueestabadesarmado.

—Loestoy.Nollevoningúnarmaconmigo—confirmóAdrián.—Perfecto,entoncesnoleimportaráquelocompruebe.Había llegado el momento que más temía La Fuente. No podía dejar que le

descubrieranlapistaquehabíaencontrado.—Mi cartera está en el bolsillo trasero derecho demi pantalón, insisto en que

deberíacomprobarla—aseveróAdriánconvozfirme.Elagentelecacheóporencimatratandodehallaralgúnbultosospechoso.Alno

encontrarnadaleesposóylepusoenpie.Entoncesprocedióaidentificaraldetenido,comprobando la cartera que se alojaba en su bolsillo. Al abrirla encontró unaidentificaciónfamiliar.

—¿Erescompañero?—lepreguntósorprendido.—Sí,eso tratabadeexplicarte—mintiódenuevoAdrián.Hubierapreferidono

serdescubierto,perodadalasituaciónpresentadafuelaúnicaescapatoriaquese leocurrióeneseinstante.

—¿Quéhacíasenelautobús?—prosiguióelagentedepatrulla.—Ya te lo he dicho, el conductor era amigo mío —Adrián se acordó de la

informaciónque lehabíaproporcionadoelhostelero—.Leconocíenelhospitaldecampaña,eldíadelatentadoaltren.Yotambiénibacomopasajero.

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—¿De veras? —El agente se acercó a quitarle las esposas— ¿Dónde estásdestinado?

—EnRíosVerdes—contestóLaFuente.—Estoestáunpocolejosdetuzona.—Sí, bueno, estaba de vacaciones, y al enterarme decidí venir a ver qué había

pasado.Fueunaestupidezsubiralautobús.—Síquelofue.Estopodríacausarteproblemasmuygraves—aseguróelguardia

civildelazona.—Losé.Peroalgo tiródemí—Adrián sacóapasear esapartede teatreroque

todos llevamos dentro para dar lástima a su compañero—.Créemeque lo lamentoprofundamente.Nohetocadonada,sólomiraba.

—No te preocupes, yo no fastidio amis compañeros; pero te aconsejo que novuelvas a aparecer por aquí. El dueño del restaurante llamó hecho una furia, si tevuelveaver…

—Gracias…Porfavortepediríaquenoledijerasquiénsoy.Antesevitédecirlequeconocíaalfallecido—dijoAdrián.

—Le diremos que eres un periodista sensacionalista en busca de carnaza. Terecordaráconmáscariño.

—Aversivaaserpeorelremedioque…—Losdosrieronentonces.ElguardiacivilacompañóaAdriánhastasucocheydespuéssedespidiódeél,recordándolequenodebíavolverainvestigarporsucuenta.

Adriánnecesitabaaveriguaralgomásdeloquehabíaocurridoallí,porloquenopodía abandonar tan rápido. Tampoco era buena idea dejarse ver de nuevo por elrestauranteolasinmediacionesdelautobús,debíapensarenotracosa.

Condujo su coche, rodeando el restaurante, hasta incorporarse a la carretera.Entonces paró en el STOP que daba acceso a la vía de servicio anexa al parkingdónde se hallaba el autobús y miró a su alrededor. En ese momento divisó lagasolinera que quedaba justo al otro lado de la autopista, ubicada al pie de unasmontañas.Seacercaríaallítomandouncambiodesentidoyesperaríaaquelazonadelrestaurantequedaralibredepúblicoytrabajadores.

Adrián aparcó justo detrás de la estación de servicio y comprobó que aquellalocalización le ofrecía una vista panorámica muy oportuna. Era el lugar deobservaciónperfecto.Dehecho,pensóenesemomento,habríasidounlugaridóneoparahabervigiladoelautobúsendistintasocasionesyprepararelgolpesinnecesidaddeimprovisar.Elasesinopodríahaberestudiadorutinasycostumbresdelconductor.Segúnel informe,erahabitualquelavictimapararaeneselugarparalacomidadelospasajeros…

Adrián se sobresaltó. La evidencia acababa de llegar a su cabezamediante lasdivagacionesquesumenteusabacomopasatiempo.Bajódelcocheytratódeponerseen la piel del asesino. ¿Cuál sería un lugar inmejorable para la observación sinlevantarsospechas?¿Dóndenoseríavistodurantelashorasdevigilancia?Sevolvió

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ylohallóalinstante:lasmontañas.Un camino de tierra partía desde la gasolinera, muy cerca de donde él había

estacionado.Adriánsecolocóaliniciodelmismoydesdeallíobservólacolocacióndelascámarasdeseguridaddelrecinto.Buscabaunaquehubiesepodidoinmortalizarla imagen del delincuente en cuestión. No hubo suerte, pero pensó que lo másprobable era que alguna hubiera captado algo. Aunque el asesino hubiese llegadovolando hasta allí, una gasolinera abierta las veinticuatro horas siempre estabagrabando.

La Fuente se adentró en el sendero y no tardó en dar con unas huellas queparecíanrecientes.Lassiguióhastaunlugarrocosoenelqueparecíanconcluir,ésedebíaserellugardesdeelquehabíaestadoobservandoeldelincuente.Adriánestabaconvencido de que había dado con algo importante. Volvería a Ríos Verdes,proporcionaríalainformaciónoportunaasusuperioryélconseguiríalasgrabacionesde las cámaras de seguridad de la estación de servicio. Analizando esas imágenessabríasihabíaacertadoensussuposicionesono…

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Capítulo6Buscandopistas

Los compañeros deAdrián llevaban una semana tratando de encontrar algo en lasgrabacionesdelagasolinera.Habíanvisionadoelcontenidodelosdiscosduros,unayotravez,sinningúnresultado.Losanálisisdeltrozodepapelhalladoenelasientodel autobús tampoco habían aportado nada relevante para la investigación. Todosempezabanadesesperarse.Máscuandonosabíanqueandabanbuscando,yaqueLaFuente y el teniente eran los únicos que conocían la información completa y elsentidoquedebíantomarlaspesquisas.

Faltabansólocuatrosemanasparalafechaanunciadaenelpapelyaúnnoteníannada relevante. Los trámites burocráticos para conseguir las grabaciones habíanllevadodemasiadotiempo,untiempoqueahoraseleshacíaindispensable.Adriánseretorcía de desesperación. Continuaban sin hallar la más mínima pista sobre lacatástrofeanunciadaporTravensulegajo.LaFuentenopodíacreerqueelcriminaltuvieralasangreatanbajatemperatura.TampocoentendíacómoTravconocíatantosextraños detalles relacionados con los casos, era algo que escapaba a suentendimiento.

Su teléfono sonó. La persona al otro lado le indicó que le esperaban en eldespachodel tenienteSanchoArias, su superioralmando.Sinmuchasganas,perosinperdertiempo,Adriánsepusoencaminoyllegóallugarindicadopocosminutosdespués.Llamóalapuertaypidiópermisoparaentrar.

—Adelante,LaFuente.Pase—escuchódecir.—Buenosdías,miteniente.—Adriánhizoelsaludoformalynopudoevitarque

lavistaselefuerahaciaelhombresituadojuntoalaventana.Leresultabaconocido.Susuperiorsepercatódelamirada.—Creo que ya conoces al señorLopeCarneros, delMinisterio.Estuvo en esta

mismasalahaceunassemanasennuestraconversación.—Sí,señor.RecuerdoalseñorCarneros.—Ha venido en persona a informarme de cómo se encuentra la situación. He

pensadoquequerríasoírlodesuspropioslabios—informóArias.—Seloagradezco,miteniente.Elaltocargosegiróydejóverunacarpetaazulensumanoquedepositósobrela

mesa.Adriánsediocuentaentoncesdelaspectodemacradodelhombre.Entanbrevelapsodetiempolasojerashabíanhechoactodeapariciónenunrostroquemostrabasíntomasdecansancioextremo.

—Les contaré lo que hay hasta el momento—la voz del directivo sonaba tancansadacomosuaspectofísico—,quevieneaser…nada.

Losdosguardiascivilessemiraronentresí,tratandodedisimularunciertoairedeincredulidadyasombro.

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—Los técnicos forenses han examinado ese autobús y el cuerpo del conductorhastalaextenuación,sinencontrarningunapista.Nirestosdehuellas,fibras,cabellososimilares;nadaquesesalgadelohabitual.Teniendoencuentaqueelautobúsesunvehículopúblicoactualmenteenuso,comprenderánqueesimposiblediscriminarensuinteriorcualquierelementoquenosconduzcaalautordeloshechos.

—Elasesinonoloeligióalazar,simepermiteintervenir—dijoAdrián—.Sabíaqueeraellugaroportunoparadisimularcualquierrastroquepudieradejar.Noesunaficionado,yahahechoestoantes.

—Enesoestamosdeacuerdo—confirmóLope—.Encuantoalconductor,hemosinvestigadosupresenciaenel tren;seencontrabarecuperándosedeunaadicciónalalcohol y le habían aconsejado salir de la rutina habitual para evitar malascostumbres.IbaapasarunosdíasaRíosVerdesdespuésdeunacortaestanciaenlaCapital.Eralaúltimaparadadesugira…

El directivo evaluó la reacción de los guardias civiles ante la informacióncompartida.Seguramentepensaríancomoél,aquellonopodíasermeracasualidad.

—Tambiénhemospuesto en alertamáxima a todos los aeropuertos del país—prosiguió diciendo Carneros—. Hemos discriminado algunos, los que no tienencapacidad para albergar aviones con tantos pasajeros. Ignoramos dónde tendrá elsuceso,peroasídescartamosopciones.¿Nopuededarnosalgodeesehombre,algúndetallequenossirvaparalocalizarle?Ustedeselúnicoquelehavistocaraacaracondetenimiento—confirmódirigiéndoseaLaFuente.

—Bueno, discúlpeme, tampoco es que tuviera mucho tiempo para verle —aseguróAdrián—.Elcriminal teníaelpelocastaño,barbacuidada,narizganchuda,unosetentaycincodealto,unossetentakilos…Nosé,eraunomás.¿Quéhaydelallamadaquehizoamimóvil?

—Unatarjetaprepago,compradatresmesesantesenunatiendadelaCapitaldelSur.Unatiendapequeñadebarrio.Nicámaras,ninadiequerecuerdeaalguienquecuadreconsudescripción.Hemostratadoderastrearlascélulasporlasquepasólallamadaperoparecequesabeocultarsurastro.¿Algoquedestacarenlasimágenesdelagasolinera?

—Nada—atestiguóelteniente.—¿Lashamiradoelagente?—preguntóLopeCarneros.—Estamos discriminando el contenido para mostrarle un resumen de lo más

relevante,haymuchashorasdegrabación—aseveróArias.—¿Cuándolotendránlisto?—inquirióelhombredelMinisterio.—Esperamos que entre hoy y mañana —contestó el suboficial de la Guardia

Civil.—Hablaremosentoncesenunpardedías.—Comoquiera.Dieronporterminadalareuniónycadaunovolvióasusquehaceres.Adriándecidióquepasaríaelrestodelamañanatratandodeatenderotrosasuntos

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menos «transcendentales», temas que se le habían ido acumulando.No estabamalrelajarseconunpocoderutinadespuésdelcaosenelqueseestabaviendoenvueltoenlosúltimostiempos,ynosóloanivelprofesional.Llevabaunpardedíasdándolevueltas a la idea de llamar aLaura para ver cómo le iban las cosas. Sabía que nopodríacontarlenadadeloqueestabapasando,peroalmenosleayudaríaaafrontarloconmásentereza.Cogióelteléfonoymarcóelnúmerosinpensar.Cuandosequisodarcuentayallevabatrestonos,porloqueestaveznopodríaabandonarlallamada.

Justo antes de colgar el auricular, la línea emitió un chasquido. Alguien seencontrabaalotrolado.

—¿Laura? ¿Estás ahí?—preguntóAdrián ante el silencio de su interlocutor—.¿Laura?¿Meoyes?

—NosoyLaura.Adrián dio un salto en su silla y avisó por gestos a un compañero para que

llamaraalteniente.—¿Quélehashecho?¡Silehastocadounpelotemato!—gritóAdriánfuerade

sí.—Tranquilízate,Adrián.Estamosenelañodosmilquince,nohacefaltamatara

nadie para quitarle su línea de teléfono, basta con clonar su tarjeta—Trav parecíamofarsedelguardiacivil—.Lauranoesunobjetivoquemeayudeenmitrabajo.

—Pero¿esquetieneunmotivotu«trabajo»?—preguntóLaFuente.—Laúltimavezquehablamostedijequeconesaactitudnoconseguiríasnada.

Todotieneunsentidomásalládeturidículaironía.Yoséporquéestoyenesto…¿Ytú?¿Losabes?Claroqueno,peroprontolosabrás.

La línea empezó a pitar, intermitentemente, indicando que la llamada se habíaterminado.Elagentemaldijoensulenguayseapresuróamarcardenuevo.

—¿Máscalmado?—inquirióTrav.—Lointentoalmenos…—contestóAdriánmascullando.—Esoestábien,ahoraescucha.Antesdequetutenientellegue,leexpliquesque

estoyalteléfonoytratéisdelocalizarlaseñal,(algoquenovasaconseguir),tediréalgoimportante.EllugarqueestásbuscandoseencuentraenlaCapital—dijoTravconaparentetranquilidad.AAdriánlepareciódemasiadosereno.Nolaserenidaddelpsicópatadesvelandosuplan,másbienlaserenidaddelquetienealgoimportanteycrucialquecumplir—.Sólodependedetiquenoocurra.Volveremosahablareldíaantesdelsuceso,pocashorasantesy…Escúchamebien:sinomeobedeces,cientocincuentaycuatropersonasvanamorir.

Adriándejódescansarelteléfonocontodoelcuidadodelmundosobresubase.Lo trató como si de aquel instrumento para la voz dependiera la vida de esaspersonas. Alzó la cabeza y vio al teniente Ariasmirándole con los ojos llenos deimpaciencia.Sucaraexplicópartedeloqueacababadeocurrir.Elrestoselocontóeneldespachominutosdespués,trashabercalmadosuansiedadconunabotelladeaguabienfría.

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Esamismatarde, lostécnicosfinalizaronelmontajedelvideoconlasimágenesmásrelevantesdelaestacióndelservicioenlaque,suponían,habíaestadoTrav.Doshorasymediadevisionado,observandoeldevenirdelavidadepersonasanónimas,eraalgoqueAdriánpreferíaevitarse.Peroeldeberlereclamaba.

Comenzaron con resignacióny esperanza.Doshombres solos, café enmano, yalgunaqueotrabromaentreellosalverpasaraunachicaconminifalda.Laatenciónde Adrián se dividía entre los dígitos horarios y la imagen completa. Temía queacabaraeltiempoynoencontraranaaquelcanalla.

Pasaronlasdoshorasymediayladecepcióninundóelánimodelosdosguardiasciviles. Rabiosos, frustrados y enfadados abandonaron sus asientos en busca de lacafetera. Sin ni siquieramirarse, intercambiaron unas palabrasmientras se servíanunanuevainfusión.

—¿Lovemosdenuevo?—preguntóArias.—Nilodude,miteniente—replicóLaFuente.—Sonlasdocedelanoche,noquedanadieenelcuartel…LlámameSancho.Adriánsesorprendió.EralaprimeravezdesdequepertenecíaalCuerpoqueun

superiorleofrecíaesaconfianza.Despuésdesuexperienciaanteriorhabíatratadodementalizarseparaconsiderarlescaviarruso;pensabaquelosoficialesseencontrabanen otro estrato social, fuera de sus posibilidades y costumbres, y ahora Sancho lederrumbabaelmuroconunasimplepalmadaenlaespalda.

—Lo intentaré—alcanzóadecirAdrián—.Peroestavezvamosapasarde losdíasprevios.

—¿Cómo?—preguntóArias.—No podemos verlo todo de nuevo, mi tenien… —Adrián notó el suspiro

inquisidorde suacompañante—…Sancho.Debemosconfiarenel instinto,oen lasuerte,yfijarnosenmomentosconcretos.Tenemosvariassemanasparahacerlo,perovamosaempezarporelfinal.

—¿Poralgoenparticular?—Esetipolotienetodobajocontrol…Nomeleimaginolargándosedellugarsin

observarcuándoycómosedescubrióelcadáverdelconductor.—Entoncesvisionamoslasimágenesdelúltimodía…—Sí.—¿Quéteparece—propusoSancho—,sinoscentramosmásconcretamenteenel

cuadrantecuatro,elquecorrespondealasalidadeloscochesdelaestación?Lomásprobable es que semarchara de allí nadamás comprobar el alumbramiento de sucrimen.Centrémonostambiénenesashoras…Pordirigirnosamomentosconcretos,másquenada.

—Mepareceperfecto,Sancho.Porlapantallapasaroncientosdecoches.Apesardeserunaautopistadepeaje

eradelasmástransitadasdelaPenínsula;laalternativaaesavíaeraunacarreteradedoblesentido,llenadecurvas,camionesybaches.Todoellohacíaquelosclientesde

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la gasolinera alcanzaranvarios cientos cadadía, eso sin contar que aún estaban enperiodo de máxima afluencia turística, detalle que podía multiplicar las visitas depúblicopordosotres.

—Sitefijas—explicóelteniente—,loscochesqueprocedendelapartetraseradelrecintoaparecenporlapartederechadelapantalla.Extremadamenteoblicuosalamarcha de los que abandonan los surtidores, justo detrás de la esquina delsupermercado.Sielcriminalibaenunodeellosleveremoslacaraperfectamente.

Larealidaderaqueseobservabanmáscochessalirporesazonaqueporlanaturalde los servidores de combustible. Al parecer, a la gente le interesabamás parar aresolvernecesidadesdesuorganismoqueaalimentarasusmáquinas.

—Tienerazón.Sipasóporahíleveremoseneseencuadre.No habían terminado de charlar cuando Adrián se lanzó contra el televisor

gritando.—Ahí,ahí…—¿Quéhasvisto,muchacho?—Atrás,atrás.—Laexcitaciónno lepermitíaconstruir frasescoherentes—.No

tanto,delealplay…Coñooooo.—Tranquilo,leñe…Por finaparecióenpantalla la escenaquehabíahechoestallar aLaFuente.Le

arrancó elmando de lasmanos a su jefe sin preguntarle, dispuesto amanipular lasecuencia.

Dos coches se encontraron de repente en la pantalla: uno abandonaba lossurtidores cuando, en el mismo instante, otro apareció por detrás del edificio. Seprodujoentoncesunbrusco frenazoyel conductordelcochequeveníade laparteposteriordelrecintohizoungestodedisculpaconlamano,cediendoelpasoalqueacababaderepostar.

—Ahí…¿nolove?—Losiento,Adrián…Nodistingonada.Yosóloveounasituacióndeconflicto

circulatorionormal.Ilumíname.—¿Esta mierda tiene zoom? —Adrián parecía un demente hablando para sí

mismoyescudriñandolosbotonesdelmandoadistancia—.Aquí…Manipuló la grabación durante unos segundos, adelante y atrás, hasta que

consiguióubicarlaenellugaróptimo.Acercólaimagenalaventanilladelcochequehabíaaparecidoporsorpresatraslosmuros.Sepodíaobservaraunhombredeunossetenta años, canoso, con gafas de sol y un moreno de envidia, como si hubierarealizadountourporlasplayasdeLevante.Entoncessacólamanoporlaventana.

—Ahílotiene…—Bueno, es un hombre con pinta de guiri; cuadra perfectamente con el típico

pasajerodeaquelautobús,perodeesoshaymilesenestazona.Noesindicativodenada,nimuchomenosdefinitivo…Ynisiquieraseajustaa ladescripcióndel tipodeltren—replicóelteniente.

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AdriánlaFuentemiróasuinterlocutorconcaradedesesperación,preguntándosepor qué no lo veía tan claro como lo estaba viendo él, por qué los árboles no ledejabanver el inmensobosque…Cuandode repente sedio cuentade la situación,nuncalehabíahabladodeesedetalleasusuperior; loobvióporcompleto,yahorapodríaconvertirseenlapiezaclavedelrompecabezas.Acercólaimagenunpocomásalhombremayoryseñalósumuñecaconeldedoíndiceapoyadocontralapantalla.

—Ahí…Elreloj.

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Capítulo7Amigosdebares

Travapurabaenlabarradelpubelúltimotragoquerestabadeunrefrescodecola.Nohabíavueltoabeberalcoholdesdequecomenzaraconsusencargos.El trabajorequeríatodasuatención,ynosepodíapermitirellujodeunaresacaodeunestadode consciencia alterada que pudiera dar al traste conmeses de trabajo planificado.Comprobó su reloj suizo, esperó cinco segundos ymiró a la puerta de entrada allocal.Unhombredeunoscincuentaaños ingresabaenelpubenesemomento.Nomuy alto, algo obeso y con cara de bonachón.Trav se levantó de su taburete y sesentóunomásasuderecha.Pidióotrorefresco.Elreciénllegadoseacomodójustoenlasillaqueélacababadedejarlibre.

—Buenasnoches—saludóconcortesíaelnuevoclientedelpub.—Buenas y calurosas—contestóTrav, conociendo la efectividad de hablar del

tiempoatmosféricocuandoqueríasentablarconversaciónconalguien.—Tieneustedrazón,vayadíasdecalorestamospasando.—Nadaquenopuedasolucionarunbuenaireacondicionadoyunacerveza.—Aménporeso.Elhombresaludóefusivamentealcamarero.Travnotóque larelaciónentre los

dos venía de largo, ya que se refirieron los típicos insultos que los varones de laPenínsula usaban para enfatizar la confianza de unos con otros. Se disculpó y sedirigióalserviciodejandolabebidafrentealasientoqueestabaocupando.

—¿Cómohaidoeldíahoy,Julián?—preguntóelbarman.—Como siempre; ya sabes que en estas fechas, gracias aDios, la afluencia de

turistasme llena el parkingde coches.Aprovechamosparaprepararnos antesde lallegadadelasvacasflacasdelinvierno.

El localentero retemblóalcerrarse lapuertadeentradaconungolpey losdoscontertuliosdirigieronsuscabezashaciaelorigendelestruendo.Unhombreentróenel pub tambaleándose y se dirigió hacia dónde estaba sentado Julián. Apartó elrefrescoqueencontró frenteaélhaciéndolo rebosardebidoaun toscomovimientoguiado por el exceso de alcohol en su organismo. Pidió un güisqui solo, con doshielos.

—Perdona,estáocupado.—Juliánencontrólaexcusaperfectaparaimpedirqueaqueltipoebriosesentaraasuladoyleamargaralacerveza.

—Yonohevistoanadie.—Eramásqueevidentequeaquelsujetoseencontrabatotalmenteborracho.

—Haidoalbaño,perovolveráenseguida—replicóJulián.—Puescuandovuelvaquesebusqueotrositio,ahoraestoyyo.Juliándudoentrelevantarleagolpesomarcharsedesulado.Seguramentesería

mejoropciónlasegunda.Asílohizo,peroloúnicoqueconsiguióesqueelborracho

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seencararaconél.—¿Le molesto al señorito?—preguntó con retintín. Se incorporó entonces de

malamanera, tirando la sillay el refrescoquehabíadejadoel clienteque sehabíaausentadoenesosmomentosycasicayéndoseélmismo.

Juliánleignoró.—¿Nomehasoído?Tehabloati,chulitodemierda—leespetóarrimándoseleal

rostroyllenándoselodesalpicadurasdesaliva.Trav examinó su reloj dentro del cubículo en el que se había encerrado en los

baños.Eneseinstanteyahabríaempezadolapelea,eraelmomentojustoparavolveralaacción.

Cuandosalíaporlapuertadeloslavabospudovercomoelborrachozarandeabaaldueñodelparkingcontralamáquinatragaperras.SabíaqueintentaríagolpearleconelterciodecervezaqueJuliánestababebiendoyquereposabasobrelabarra.AsíqueTrav esperó elmomento justo y cuando el energúmeno iba a descargar el golpe lesujetó lamano.Conunrápidomovimiento,Travleretorcióelbrazoyel individuogritócomosilefuesenaarrancarlaextremidad.Travlesacóenvolandasdellocalylearrojóalaacera.

—Sitevuelvoaverporaquíestanoche,teretorceréalgomásqueelbrazo.Con un gruñido el hombre se levantó, agarrándose el hombro, y se alejó calle

abajoadentrándoseenlavidanocturnadelpueblo.Travvolvióalinteriordellocalyse dirigió hacia el hombre agredido, que se tocaba la parte trasera de la cabezainsistentemente.

—¿Seencuentraustedbien?Ese tipoesun imbécil.Alguiendeberíahaceralgoconél—preguntóTrav.

—Sí, gracias. Ha sido sólo un coscorrón contra la máquina. Pero llámame de«tú»,hombre,queacabasdesalvarmelavida—respondióJulián.

—Noseráparatanto.—AunquebiensabíaTravqueasíhabíasido—.MellamoLucas.

—YoJulián—contestóelhombre.Entoncessevolvióhaciaelcamarero—.¿Quéhacesahíparado?PonlealgodebeberamiamigoLucas,joder.

Duranteunratobebieronyhablarondesuscosas.Travfingióserunprofesordeartesmarcialesdepasoporelpueblo.

—No me extraña entonces el modo en que te has deshecho de él—comentóJuliánmientraslefelicitabaefusivamente.

Lascervezasempezaronahacermellaenlavejigadelhombre.—Necesitocambiarleelaguaalcanario—aseguró.—Ve, ve… Es lo que tiene la cerveza. Para dominar la naturaleza, debemos

aprenderaobedecerla.Ja,ja,ja.Julián desapareció por el umbral que llevaba a los excusados. Trav necesitaba

entoncesdesviarlaatencióndelcamareroparajugarsusiguientecarta.—¿Mepuedescambiarparatabaco?—ledijoextendiéndoleunbilletedeveinte

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euros.—Claro.Aprovechóqueelcamarerolehabíadadolaespaldaparaarrojarenlabebidade

Julián el contenido de una cápsula. Unos polvos blancos quedaron flotando unossegundossobrelasuperficiedelfermentadodecebadaydespuéssedisolvieronconrapidez,atiempoparaqueelindividuodestinadoaingerirlosnopudieraverlos.

Mediahoradespués,Trav introdujoasuacompañanteenun taxi,caminodesucasa. Esa dosis sería suficiente paramantenerlo un día en cama. Sacó un paqueteCamelsindesprecintardesubolsilloyloarrojóalcontenedordebasura.Sedecidióporabandonarelpuebloesamismanoche.Seríaarriesgadoparasusplanes futurospermanecerallípormástiempo…

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Capítulo8Enbuscaycaptura

Gracias a las imágenes de las cámaras de la gasolinera habían conseguidoinformación muy relevante para dar con el paradero del individuo, así como elmodelodecocheylamatriculadelmismo.Peroloqueignorabantodavíaeraquenoles resultaría tan fácildarconél.Laprimeradecepción llegóal comprobarque lasplacasdematrículaestabandobladasyenlosregistrosoficialesaparecía,vinculadoalos datos extraídos del video, otro modelo de vehículo. Un coche diferente cuyodueñoeraunjovendeveinteañosquevivíaenlaotrapuntadelpaís.

No se iban a dar por vencidos, por supuesto, y trazaron un nuevo patrón debúsqueda.Movilizaron a varias administraciones para hacerse con las imágenes delascámarasdetráficoylospuntosdepeaje.Unasemanadespuésyasabíanenquépuesto de peaje había abandonado la carretera el coche sospechoso supuestamenteconducidoporTravyadóndesehabíadirigido.Lascámarasdeseguridaddecajerosyavenidaslesllevaronhastaunpequeñomotel.

—Buenos días —Adrián, de nuevo de «vacaciones», acababa de llegar alhospedajehaciaelqueleshabíanorientadolaspesquisas.

—Buenosdías—contestólarecepcionista.Adriánsefijóenlamuchacha:unosveinteoveintidósaños,ojosverdesintensos,

unosesentayochoymelenarubia.Efectuabasulabortrasundestartaladomostradordemaderaque,definitivamente,habíaconocidoañosmejores.

—Estoy buscando a un tío de mi madre—Adrián sacó entonces una imagentomadadelhombredepeloblanco—,creoquellevaunasemanaporaquí.Medejóunmensajeperoheestadosinmóvilylohevistohoy.

La chica miró la fotografía; parecía incómoda y reacia a dar cierto tipo deinformación.

—Poraquípasamuchagente…Losiento,nolorecuerdo—contestó.—Tengo la seguridad de que ha estado aquí. ¿Puedes mirar de nuevo la

fotografía?—pidióAdrián.—Yalehedichoquepasamuchagente,norecuerdohaberlevisto.—¿Yalgúncompañero?—Dependedelturnodetrabajo.Esposiblequemihermanoleviera.Elmotel tenía pinta de ser un pequeño negocio familiar. Gestionado de forma

rudimentariaysinempleadosexternos.—¿Podríahablarconél?—inquirióAdrián.—Podría,siestuvieseaquí.Siquierelocalizarletendráqueesperaralatarde.Su

turnoempiezaalastres.Siesqueviene…—¿Siesqueviene?—Sí,yasabecómosonloschicosdehoy.Playa,fiestas,chicas…Avecescuesta

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hacerlecumplirsupartedeltrabajo.—Estoydeacuerdocontigo—contestóAdrián.Lachica lemiróa losojospor

primeravezdesdequehabíaentrado.Habíacaptadosuatención—.Teentiendo,mispadres tienen también un bar. Es complicado que los pequeños hagan su parte;siempre luchando para que nuestros mayores les disciplinen, como hicieron connosotros… Pero claro, los pequeños siempre bajo sus mimos… ¿A qué él es elhermanomenor?

—Si…—Lachicalemirabaahoracomosihubiesehalladoasualmagemela—,esjustoeso.

—Porcierto,mellamoAdrián.—YoCarla.—Encantado,Carla—contestóAdrián.Empezabaadivertirleelhechodeadoptar

otra identidad; parecía que había nacido para el engañoy no se había dado cuentahastaahora.

—Mira,yonohevistoaesehombre,perosimedassunombrepuedobuscarloenlosregistros.

Adriányaimaginabaqueexistía laposibilidaddequelepreguntaranelnombreasíque,sobrelamarcha,pensóenunplanalternativoparaesaposibilidad.

—¿Puedo sincerarme contigo, Carla? —le preguntó bajando el tono de voz,acercándoseaellaymirandoalosladoscomovigilandoquenadielesescuchara.

—Claro…—Esehombrelesrobómuchodineroamispadres.Seríalargodecontar,peroes

unestafadorquelessacólosahorrosquehabíanreunidoconelbarduranteaños…Seguroqueloentiendes.

—Unsinvergüenza,vamos.—EllaparecíasentirlaindignaciónqueAdriánsólofingía.

—No te puedo decir su nombre. Cuando le denunciamos nos enteramos queusaba nombres falsos y la policía tiene mejores cosas que hacer que buscar a unestafadordepocamonta.Leheseguidolapistahastaaquíyquieroencontrarleparallevarleanteunjuez;debepagarporloquelehahechoamifamiliayaotrasalasquehaengañadoconlosmismosmétodos.Familiasdetrabajadoresquehanperdidotodalalabordesuvidaenunabrirycerrardeojos.

—Sin nombre es complicado, pero si me dices una fecha podemos tratar debuscarenelregistroaversileencontramos.

Pasaron un buen rato buscando en los archivos del hotel. Afortunadamente lainsistencia de lamuchacha había hecho que sus padres informatizaran ese tipo dedatosunañoantes,loquelesfacilitaríaeltrabajo.

Trasdescartarclientesimposiblesdecuadrarconelrolquebuscaban,llegaronaunaconclusióndefinitiva:elhombrehabíapagadolacuentaenefectivo,sealojólanoche del asesinato y dejó la habitación al día siguiente por la mañana, muytemprano.Además, pidiópizzapara cenar a un serviciode entrega adomicilio.El

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cochelohabíadejadoenunparkingconcertadoconelmotelqueseencontrabaenlapartedeatrásdeledificio;dehechohabíanabiertounacomunicacióninternaentrelosdos negocios para la comodidad de los clientes. El sospechoso había utilizado elnombredeBernardHirzts,identificándoseconunpasaportealemán.Porlodemás,noexistíanmásdatosquepudieranayudaralocalizarle.Elsiguientepasoconsistiríaenacercarsealparkingahacerunaspreguntas.

—Graciasportodo,Carla—dijoAdrián.—Ha sido un placer, aquí estoy para lo que necesites. —La joven parecía

coquetearconelagente,quecaptólasseñalesdeinmediato.—Noconozcoanadieporaquí—replicóLaFuente—.¿Seríaposiblequepasara

abuscartedespués,cuandoacabe tu turno,ymemuestresalgún lugardónde tomaralgoycenar?

—Claro,porquéno.Sinotienesdondequedartetepuedoprepararunahabitaciónyluegoiríamosatomaralgoaunpubbastanteconcurridodeaquíallado.

—Buena idea. —Adrián sabía que no estaba allí para eso, pero pensandoprofesionalmente, era posible que aquella chica le pudiera ayudar un pocomás—.Nosvemosdespués,entonces.

—Hastaluego.El guardia civil decidió tomar el camino largo para ir al parking. En lugar de

utilizar la conexión internaque le ofrecía elmotel, decidió salir a la calle y dar lavueltacompletaalbloque.Acababadeponerelprimerpieenelexteriorcuandosumóvilcomenzóasonar.Sindetenersupasocontestó:

—¿Sí?—LaFuente.—El agentedesplazado a aquella zona reconocióde inmediato la

vozdeltenienteAriasatravésdelalínea—.¿Estáenelmotel?—Acabodesalirdeél.Elsospechosoestuvoaquíalojadounanoche,seidentificó

con el nombre de Bernard Hirzts y dejó el coche en el parking concertado delhospedaje.Lamuchachadelarecepciónnolepudover,asíquevoyalparkingaversimecuentanalgo—contestócuandoseencontrabayaapocosmetrosdelapuertadeentrada.

—Investigaremos el nombre por si lo ha usado en otras ocasiones o paracomprobarsinosllevaalgúnsitio.Porotrolado,Adrián,hemosestadorevisandolasimágenesdelascámaraspróximasallugardóndeteencuentrasynohemoslogradoverelvehículo—Adriánentrabapor lapuertadeaparcamiento—,asíquesólonosquedapensarque…

Elagentenoledejóterminarlafrase.—Elcochesigueaquí—afirmóAdriánal toparsedefrenteconelvehículoque

habíanestadopersiguiendodecámaraencámara—.Nomelopuedocreer.—Efectivamente…Tienesqueencontrarlo.—¿Encontrarlo?…Lotengodelante,señor.Adrián no podía dar crédito a lo que sus ojos lemostraban. A pesar de poder

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tocarlo,yhastaolerlo, lecostabaconvencersedequeTravhubieradejadoelcocheallí.Con lasmolestias que se tomaba enhacerlo todoperfecto, enplanear hasta elúltimo de los detalles, parecía haber cometido un error. El delincuente poseía lacapacidaddeanticiparsealospensamientosdelosdemásyaloshechosqueleibanaacontecer,porloquealgonolecuadrabaenesaecuación…

—Tienesqueregistrarlo—leapremiósusuperior.Adriántratódeaveriguar,atisbandosigilosamenteentreloscoches,dóndeestaba

el encargado.Leviohablandopor teléfonodentrode laoficinade control.Por losmovimientos iracundos de la mano que le quedaba libre y el gesto torcido quemostrabasurostro,parecíaestardiscutiendoconalguien.«Perfecto»,pensóAdrián.Contabaentoncesconlaoportunidaddeobservarelcochecondetenimientomientraselhombrefiniquitabasuconversación.

El vehículo era unOpelAstra del dosmil diez, color rojo y cinco puertas. LaFuente giró alrededor y observó las siglas CDTI en la parte posterior, por lo quededujoquesetratabadel1.7125Cvconmotordiésel.Elinformedelasplacas,queleshabíallegadodetráfico,hablabadeunPeugeot308,asíqueeraevidentequelasmatrículaseranfalsas.

El guardia civil trató de observar el interior del vehículo. No encontró nadadestacableenlapartededelante.Lapartedeatráseramásdifícildeanalizaryaquecontabacon lunas tintadas.Tratóentoncesdeabrir laspuertas,aunqueno lo logró.Eradesuponerque las llavesestuvieranen lacabinadelvigilante,noparecíamuyprobablequeelconductorselasllevaraconsigo.Elparkingeraestrecho,porloqueelempleadodelmismoseríaelencargadoderecolocar losvehículosenfuncióndelasnecesidadesdeespacioymovilidad.

Enunprincipio,AdriándudóentreacudiralencuentrodelencargadoovolverasalirytratardebuscarmásinformaciónconCarla.Yasehabíaganadoalachica,asíqueseríaunabuenaideaintentarloporahí.

Cuando entró de nuevo en la recepción, la muchacha estaba atendiendo a unaparejademedianaedadqueparecíaestardejandosuhabitación.Losviajerospagarony se llevaron el equipaje con ellos. Carla le vio entrar, mirando por encima delhombrodelcaballeroalqueatendía,ysonrióampliamente;nohabíadudadequesealegrabadevolveraverle.Lajovendespidióalosturistasylehablóaél.

—¿Hasolvidadoalgo?—preguntóCarla.—Másomenos…Quizápuedasayudarmeenotracosillamás.—Siestáenmimano…—¿Eshabitualquelosclientesdejenelcocheenelparkingdespuésderealizarel

registrodesalida?—inquirióelagentedelaBenemérita.—Como te imaginarás, eso depende del cliente. No es inhabitual. De todas

formas te recuerdoque esun aparcamientopúblico.Nohace falta estar alojado enunahabitaciónparadejarloahí.

—Claro…Nolovasacreer…Perocreoqueelcochedeeseladrónsigueahí,es

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unAstrarojo.Lachicadudouninstante.—Espera, voy a preguntar a mi padre —tomó el teléfono y marcó. Colgó

rápidamente—.Estácomunicando.Siquieresesperar,vuelvoaprobarenunrato.—¿Tupadreeselvigilante?—Enrealidad,elparkingperteneceaunamigosuyo.PeroJuliánseencontraba

indispuestoymipadrelehahechoelfavordeocuparhoysulugar.—Ah,bien,bien.Sinoteimportavoyadarunavuelta,acomeralgoydespués

vuelvoaver.—Comoquieras.Nosvemosdespuésentonces.—Esuncompromiso.—Adriánleguiñóelojoantesdesalir.Pasóelrestodeldíarecorriendolascallesdelpueblocostero.Veíaamultitudde

personasdedistintasetniasyprocedenciascaminandoporlacalle.LaFuentepensabaen lo maravilloso que sería un mundo global, donde no importara tu raza, sexo,nacionalidadocreencia religiosa.Allíse reflejaba todoeso;caminantescompartíansus recorridos sin importar las diferencias que le pudieran alejar del que paseabajuntoacadauno.

Ya se ponía el sol cuando decidió volver a cumplir con su cita. Le intrigabaprofundamente la informaciónque lepudieranproporcionar sobreel cochey sobreTrav. Pero tenía que reconocer que, después de un tiempo de no haberlo pasadodemasiadobien,leapetecíacompartirunacopayunaconversaciónconCarla.

Alllegarvioalachicaconcaradepocosamigos,aúndetrásdelmostrador.—¿Novino?—Acertaste…—¿Entonces?—Entoncesnosvamos.Que seocupenmispadres,yoyahehechodemasiadas

horasporhoy—Carlacomenzóarecogersuscosasymeterlasenelbolso—.Vamosapasarporelparkingparahablarconmipadresobreelcoche.

—Ok.Estavezsíusaron launióndelmotelconelaparcamiento.Aparecieron justoal

ladocontrariode lacasetadeseguridadenlaqueAdriánhabíavistoalpadrede larecepcionistadiscutirporteléfonoesamismamañana.

—Esperaaquí,voyapreguntarle.PocodespuésaparecióCarlaconcarademásdisgustoquelaqueteníahaceun

rato,siesoeraposible.—Selohanllevado,Adrián.—¿Cómo?—Adriánseasomóalacarrerapordetrásdelacasetayvioelhueco

vacíoenelquehabíaestadoaparcadoelOpel—¿Peroquién?¿Cuándo?—Mipadredicequenoharániveinteminutos,vinierondosmuchachosaporél.—¿Dosmuchachos?—Conacentorusoorumano…Laverdadesqueélnolosdiferenciamuybien,

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todos los habitantes de los países del Este le suenan igual. Tenían las llaves y elresguardo.

Carlanopudoterminarlafrasecuandounestruendoapocalípticohizoquevibrarael suelo. Seguido se produjo un silencio aterrador, justo antes de que ambosescucharanloschillidosdelagenteenlacalleylasprimerassirenasacercándoseallugar.

Conelalmaenvilo,yconelmiedoylasorpresaaúnenelcuerpo, los jóvenessalierondeallí,esquivandoloscochesapiñadosensucaminoeintentandoaveriguarqué había sido ese estruendo. Sólo pudieron distinguir una nube de humoascendiendoporencimadelaseriedeedificiosquequedabaasuizquierda.Elsucesoparecíahaberseproducidoenlaavenidaprincipal,alotroladodelaconstrucciónenlaqueestabanellos.Conlamismapremurasedirigieronhaciaelotrolado.

Alasomarpor lapuertadelmotelvieronqueunamarabuntadegentecorríaendireccióncontrariaalorigendelhumo,alolargoyanchodetodalacalle.Algunosdelos transeúntes iban cubiertos de polvo, incluso descalzos al perder sus sandalias.Otros se sujetaban distintas partes del cuerpo como si con ello fueran a conseguirretener la sangre quemanabade sus heridas.Adoscientosmetros, la pareja divisóescombrosy restos, inidentificablescomo losdeunedificio,esparcidospor toda lacalle.

Adrián no pudo evitar que una punzada de responsabilidad le dominara y sedirigióentonceshaciaelorigendelaconfusión.Carlatratódeseguirleperoélseloimpidió.

—Esperaaquí,porfavor.—Peroquieroayudar—replicólamuchacha.—Pues avisa a emergencias y dales una descripción de la situación. También

puedesatenderalagenteheridaqueestállegandohastaaquí—contestóAdriánconseguridad.Carlanosecuestionólasindicacionesrecibidasycomenzódeinmediatoconlalaborquelehabíasidoencomendada.

CuandoAdriánllegóallugardelsiniestroyahabíadoscochesdepolicíaurbanatratando de acordonar la zona, apartando a la gente mientras, a duras penas,conseguíandesviareltráfico.Elguardiacivilsedirigióentoncesaunodelosagentesconsuidentificaciónenlamano.

—Soyguardiacivilfueradeservicio.¿Puedoayudarosenalgo?—Sí,gracias.Entreloscuatronodamosabastomientrasllegalaayuda.Ponteun

chaleco reflectante, cógelo del coche patrulla, y trata de alejar a la gente lo másposible.

Sinmediarunasolapalabramás,LaFuentesepusomanosalaobra.

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Capítulo9Elcoche

IoanyVasile llevabanseisañosviviendoenlaPenínsula.Amigosdesdepequeños,decidieron emigrar juntos en busca de nuevas oportunidades y proyectos que nopodíandesarrollarensuRumaníanatal.Ningunodelosdoshabíadestacadoporsubrillantezcomoestudiante,asíqueprontodirigieronsuspasoshaciasugranpasión:loscoches.

Losprimerostiemposdeaprendizajenofueronfáciles.Apesardelashabilidadesinnatas que ambos poseían, sólo eran vistos como dos simples aprendices demecánica, y nadie les ofrecía la oportunidad que ellos realmente deseaban. Nopretendían simplementecambiar ruedasybujías,queríanabarcarlo todo:mecánica,electro-mecánica, carrocerías, pintura…Conversaban habitualmente sobre los tiposde retos en los que trabajarían el día que poseyeran su primer taller propio. Lesencantaba contarse el uno al otro cómo tomarían coches vulgares de la calle y lostransformarían en bólidos de carreras; coches de exhibición o simplemente paracoleccionistas.Ambosqueríanabarcarunmundoenterovariantesdentrodelterrenodelarestauraciónymodificacióndevehículos.

Tras un corto periplo por varios países de Europa, llegaron finalmente a laPenínsula.Contratadosporunoscompatriotasenuntallerde«tuning»,IoanyVasilecomenzaronamostrarelverdaderoniveldesushabilidades.LesllovíaeltrabajoeneltallerdelaCapitalenelqueprestabansusservicios.Notardaronmuchoenllamarlaatencióndeverdaderosexpertosenlamateria,queempezaronahacerfamosossusnombres entre el mundillo de la modificación de autos. Hasta que el día másimportante de sus vidas, como ellos siempre lo llamaban, apareció uno de esosfanáticosylespropusomontarsupropiotaller.Elmecenasactuaríaúnicamentecomoinversor capitalista y ellos manejarían todo el negocio a sus anchas, siempreasesorados por su benefactor en lo que se refiriese a contabilidad y controleconómico.

Notuvieronpocasdiscusionesentrelostrescuandosetratódedarlosprimerospasosytomarlasdecisionesiniciales.Lacrisisyahabíallegadoatodoslosrinconesdel planeta y el tercer socio pensaba que abrir otro taller en laCapital sería unaoperaciónarriesgadaycasisuicida.Porelcontrariolosjóvenesrumanos,consuvidabienasentadaenese lugar,noqueríannioírhablarde trasladarse;creíanqueyasehabíanmovidolosuficienteporelmundoyqueríandejarquelasraícespenetraran,bienprofundas,enlatierra.

Finalmenteelsociocapitalistaconsiguióhacerlesverquetrasladarseaunazonadel levanteseríamásrentableyprovechosoparaellos. Insistíaqueenesapartedelterritoriovivíanmúltiplesextranjeros: turistas retirados,adineradosyqueeranmuycaprichososconsuscoches.Además,durantelaépocaestivallaafluenciadeturismo

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aumentaba exponencialmente, algo que les proporcionaría cuantiosos ingresos parapoderdedicarseatrabajosmásespecialesopersonalesduranteelrestodelaño.Sol,playa, buena comida, temperatura agradable…Fueron los ingredientes finales paraquelosdosmecánicosdieranelsídefinitivoyvieranconbuenosojoslaopcióndemoversealpueblodeTerramar.

Laexplosióndelaburbujainmobiliariajugóasufavoralahoradeencontrarunlocal más o menos asequible, que se ajustara a las necesidades específicas de sufuturo negocio. Se hicieron con uno en la avenida principal del turístico lugar.Constabadedosplantas,unaarasdecalleyotrasubterránea.Lainferiorlausabancomotallery lasuperiorcomoaparcamientopara loscochesenlosquetrabajaban.Encimadellocalseencontrabanlashabitacionesdeunhoteldetresestrellasqueseencontraba cerrado. Desde que fuera terminado, el negocio no había abierto suspuertas al público. Se rumoreó que una cadena de hoteles de bajo coste estabainteresada en comprar el inmueble y ponerlo enmarcha, pero demomento eso nohabíasucedido.

Al principio, el negocio fue muy bien. Aunque no conseguían atrapar esostrabajos especiales que ellos tanto deseaban, al menos sí que les llegaba para irpagando las facturas con pequeños arreglos. Pasada la novedad inicial, el negociosufrióunpequeñobache,y losmecánicoscomenzaronacreerquenoconseguiríanllevarloadelante.

Lasalidaquese lesocurrió fueutilizarpartedesuaparcamientoprivadocomoservicioalpúblico.Esolescostólaenemistaddeldueñodelparkingqueyaexistíaaescasosdoscientosmetrosdeltaller,enunacalleparalelaalaavenida.Elindividuoleshabíadenunciadovariasvecesyleshabíaenviado,graciasasuamistadconalgúnconcejaldelayuntamiento,inspeccionesporpartedetodoslosorganismoshabidosyporhaber. IoanyVasile siguieron centrados en su trabajoyprocuraron ignorar lasagresionesdesucompetidor,paraseguirsiendofelicesensudíaadía.

Una mañana, por fin, les llegó el encargo especial que tanto anhelaban.Recibieron a un particular, un hombre de mediana edad, que quería reformar uncoche como regalo para su hijo que acababa de aprobar la carrera de ingeniero detelecomunicaciones. El señor iba muy bien vestido y se mostró muy afable ydicharacheroconellos.

—Entoncesquedamosasí,¿no,muchachos?—Exacto;cuandotengamoselcocheaquíharemosunestudioylepropondremos

unpardeideasparaqueustedelija—aseguróIoan,elsocioquesiemprellevabalavozcantanteenlasnegociacionesconlosclientes.

—¿Decuántodineroestaríamoshablando?—preguntóelcliente.—De momento le cobraremos un adelanto de trescientos euros, siempre

trabajamosasí.Eselpagoporlaelaboracióndelosproyectos.—Nosehablemásentonces.—Elhombremetiósumanoderechaenelbolsillo

delanterodesupantalónylasacóacompañadadeungenerosofajodebilletessujetos

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conunagoma—.Uno,dos,tres…—contóhastaseisbilletesdecincuentaeurosyleentrególacantidadacordadaaIoan.

—Enseguidalehagounjustificanteporeladelanto—aseguróelmecánico.—No te preocupes, tengo buenas referencias vuestras.Me fío, yame haréis el

resumenenlafacturafinal.Elclientelesestrechólamanoysedespidió.Cuandoestabaapuntodesalirala

callesegiróhaciaellos.—Estabapensando…No sé simeva a ser posible traer el coche esta tarde.Y

mañanaestaréfuerapornegocios.Losautónomosnoparamos,¿quéosvoyacontaravosotros?

—No hay prisa. —Vasile, que había presenciado la conversación anterior ensilencio,ledirigióporfinunaspalabras.

—Quizásseaabusardevuestraconfianza,pero…¿seríaposiblequealguienfueraarecogerlo?

—Claro,sinoestámuylejos.—Estáenelaparcamientoquehayunpocomásabajo.¿Loconocéis?Los dos rumanos se miraron entre sí tratando de buscar una excusa para no

hacerlo.FinalmentehablóVasile.—Pornosotrosnohabríaproblema.Lacuestiónesqueeldueñodeesesitiono

nospuedeniver.—¿ConocéisaJulián?Esunpococapullo,¿verdad?—preguntóelcliente.—Procuramos no juzgarle como persona, pero no nos ha dado un abrazo de

bienvenida,precisamente—confirmóIoan.—Osea,uncapullo.—Elhombreemitióunasonoracarcajada—.Pasaosmañana

aporelcoche.Élnoestaráallí.—¿Estáseguro?—volvióapreguntarVasile.—Bastante—afirmó el cliente con rotundidad—. Aquí os dejo las llaves y el

ticket—Ioannoparecía segurodecoger losobjetos—.No tepreocupes, Juliánnoestará.Luegomecargáiselimportedelparkingenlafactura.

Finalmentesedejaronembaucarporelhombre,quesedespidiódeellosconunapalmadaenlaespaldadecadaunoyunasonrisadesatisfacción.

Cumpliendo lo acordado con su cliente, los mecánicos fueron a recoger elvehículo al día siguiente. Dejaron que transcurriera la jornada completa con laintención de realizar el encargo después del cierre de su propio negocio. Seguíanalbergando sus dudas en cuanto a la posibilidad de pasar un mal trago frente alpersonajeque tantoy tandespiadadamente leshabíaacosado,asíquedecidieron irjuntosalgaraje.

Respiraron aliviados al llegar. Tal como les había sido asegurado su cliente, eldueñodelestacionamientonoseencontrabaallí.Ensulugarestabaotrohombrequelesatendióconamabilidad.

—Buenastardes,¿enquépuedoayudarles?

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—Buenastardes.—Vasile,máscomedidoyprudentequesuamigo,seadelantó—.Venimosarecogerunvehículo.EselOpelrojoqueestájuntoalasalida.

—Claro.¿Mepermiteelresguardo?Ioan lo saco de una pequeña carpeta azul que llevaba bajo el brazo y se lo

entregó.Elhombrelotomóyentróenlacasetadecontrolparaescanearelcódigodebarras impreso en el trozo de papel y obtener al instante el total económico de laoperación.

—Sonnoventayseiscontreinta.Alparecerllevaaquíunatemporada,¿verdad?—Sí—contestóIoan,nomuysegurodesilainformacióneracorrecta.Sacólos

mismosbilletesquehabíanservidocomoadelantoparaestetrabajoyleentregodosdeellosalencargado,queledioelcambioal instante—.Necesitaremosunticketojustificante.

—Sinproblema.—Elhombre,dentronuevamentedelacaseta,pulsóvariasteclaseneltecladodeunordenadoreinmediatamenteobtuvoeldocumentosolicitado.

—Gracias.Decididosdequelomejoreraabandonarellugarloantesposible,losmecánicos

se despidieron con rapidez, y se apostaron uno a cada lado del vehículo paraabordarloyllevárselodeallí.Sintiempoparasiquieraabrirlaspuertasdelmismo,eltrabajadordelgarajelesllamódesdesupuestodevigilancia.

—Disculpen.—Los dosmuchachos se volvieron temerosos de que al final leshubieran reconocido y fueran a tener un conflicto antes de largarse—. Olvidan lallave.

—Ah, claro —Ioan reaccionó con habilidad—. Como llevamos la copia…Olvidamosquehabíaquedadounaaquí.Gracias.

—Nohaydequé.Vuelvanpronto.—Lodudo—pensóIoancuandovolvíahaciaelautomóvilconlallaveenmano.Élmismosepusoalvolante.Sacóelcocheconcuidadoygiróentornoaledificio

para tomar la avenida principal. Después de esperar en uno de los semáforos,momentoqueaprovechóVasileparaabandonarelvehículoyponerrumboasucasa,Ioanenfilólospocosmetrosqueleseparabandesunegocio.Giróparaatravesarlaacera,concuidadodenoatropellaralosnumerososviandantesquepaseabanporellugar,animadosasalirdesusrefugiosunavezqueelsolyanocalentabacontodasuintensidad.Sinesperaraquelapuertamecanizadaterminasedesubir,Ioanintrodujoel auto en sus instalaciones y cerró la puerta tras de sí por medio del mando adistanciadelquedisponía.

Vasile se había detenido un momento a charlar con unos chavales que eranhabituales del taller. Conversaron sobre las últimas novedades enmodificación devehículos y sobre la feria del automóvil que se celebraría próximamente en laCapital. De repente un tremendo estallido les sacudió, zarandeándolos hasta casiarrojarles al suelo.Vasile rápidamente sediocuenta:por laposicióndelhumoqueempezabaavercubrirelcielo,elsucesohabíatenidolugarenlasinmediacionesde

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sunegocio.Vasiledevoróconansiedadladistanciaqueleseparabadeallí,altiempoquese

cruzabaconunmontóndegentequesealejabadelorigendelconflicto.Elrumanosintióqueelmundosehundíabajosuspiescuandoviodesdeladistanciaelmontóndeescombrosenelquesehabíanconvertidosussueños.

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Capítulo10Remordimientos

Como cada vez que ejecutaba uno de sus golpes, Trav intentó localizar algunamenciónsobreelsucesoenlatelevisión.Segúnloprogramado,labombainstaladaenel coche de Terramar debía haber explotado hacía una hora. Encontró, casi deinmediato, a lamisma periodista a la que había visto narrar las consecuencias delsucesodeltrenmesesatrás.

«Seguimos en contacto con los compañeros desplazados a Terramar parainformarlesdel terriblesucesoquehaacontecidoen la localidadcosterahaceunahoraescasa.»

Enunrecuadrodelapantallalaimagentomadaporunacámaraofrecíaelplanodeunperiodistasituadoenlaavenidaprincipaldelpueblodondesehabíaproducidolaexplosión.Asuespaldasedivisabaunedificiohumeantequerecibíaelaguaconelque los bomberos terminaban de controlar el incendio producido a causa de ladeflagración. Decenas de vehículos de emergencias y de fuerzas de seguridadrodeaban la zona, con sus luces rotatorias en funcionamiento, trazando esa típicaescenadepánicoqueTravnoseacababadeacostumbraraprovocar.Elreporterodelaimagencomenzóahablar:

«Según nos informan, el número de fallecidos asciende a tres personas. Dosviandantes que recibieron el impacto de los escombros directamente tras laexplosión, yunode lospropietariosdel tallerdonde seoriginó ladeflagración,alencontrarseenelinteriordeledificioenelmomentodelaexplosión.Tambiénsehanproducidounaveintenadeheridosdediversaconsideración,sinquesetemaporlavidadeningunodeellos.Aúnsedesconocenlascausasdelsiniestro,lasFuerzasdeSeguridadnodescartanningunahipótesis».

Trav sentía una punzada de dolor cada vez que alguien ajeno a sus planesresultabaheridoofallecidoenunodesusactosprogramados.Sabíaquetodoaquellolellevabaaunfinmejor,peronopodíaevitarlacongojaantelosterriblesefectosdelosdañoscolaterales.Lopeorestabaaúnporllegar.Enpocosdíassabíaqueibanafallecer ciento cincuenta y cuatro personas en esemaldito avión y no había formahumana de impedirlo. Su única esperanza era Adrián, pero estaba escrito que lacatástrofeerainevitable.Ojaláseequivocarayelagentesiguierasusindicacionesalpiedelaletra,lograndoponerasalvoalospasajerosdelaeroplano.

TravapagólatelevisiónysearrojóalosbrazosdeMorfeo.Cadavezlecostabamás dormir y cuando lo lograba, las pesadillas por todo lo que había hecho en suexistencia le atormentaban sin piedad. Su subconsciente le bombardeaba conimágenes de nievemanchada de sangre y de cuerpos desnudosmasacrados que lemiraban con el terror reflejado en sus rostros. Ya estaba cerca el día en que todoacabaríaypodríavolveracasaparadescansaryllevarunavidanormal.Seríabonito,

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despuésdetantotiempo,queelporvenirfueraunanovelanoescritaalaquepoderseabandonar.

Dudabasieldestinoysuconcienciaseríancapacesdeperdonarleporlastropelíascometidas en su juventud y las que estaba añadiendo a su lista de deudas en losúltimostiempos.

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Capítulo11Infancia,adolescencia,madurez…

Rodeadode todoaquelcaos,Adrián se sentía frustrado.Su instinto ledecíaqueelorigen de todo el dolor que estaba presenciando era, una vez más, el psicópataasesinodeTrav.

El agotamiento psicológico que le invadía el ánimo le llevó a ni tan siquierarechistar cuando le agradecieron su colaboración y le invitaron a mantenerse almargen de las acciones de ayuda a las víctimas una vez las emergencias hubierontomadoposicionesfrentealedificiosiniestrado.

Cabizbajo, ensimismado y con un amargo sentimiento de derrota caminó hastaregresar al motel donde Carla le esperaba con preocupación. La chica tenía unabatería de preguntas preparadas para él, pero al ver la pena en los ojos deAdrián,decidióejercercomoamigay tratódepostularsecomopanaceapara losdoloresdecorazón,yolvidarelpapeldeperiodista.

—Toma algo de beber. —Carla le ofreció una botella de agua—. ¿Cómo teencuentras?

—Tehementido—ledijoAdriánsindejardemiraralsuelo.—¿Qué?—Qué… tehementido—reafirmómientrasmiraba a la jovende frente—.No

buscoaunestafador,nitrabajoenelbardemispadres.Soyunguardiacivil,enunamisiónnooficial,yhevenidoatratardeencontraralhombrequehahechoesto.

—¿Sabíasqueestoibaapasarynohasdichonada?—inquirióestupefactaCarla.—No,no.Noesasí.—Puesexplícameloparaqueyopuedaentenderlo—replicómuyenojada.Adriánlecontócasitodoloquehabíaacontecidoenlosúltimosseismeses,sin

dardetallesesenciales.LehizoverquenoteníalamenorideadequeesemaníacoibaaperpetrarotroatentadoenTerramar.

—¿Porquémelocuentasahora?—lepreguntóellamáscalmada.—Porque no sé si puedo seguir adelante con esto—Adrián parecía realmente

hundido.—¿Yquéesmejor?¿Dejarlo,yquesigamatandogenteinocente?—No,esonunca.Perotalvezseanotraspersonaslasquedebanhacereltrabajo.

Personas más cualificadas y que no hayan olvidado por qué se dedican a esto…Porqueyoyanolosé.

—Y,¿porquétedecidisteporestaprofesión?Talvezpreguntarteesoseaunbuencomienzoparalabúsquedadelarespuestaqueestásnecesitando—asegurólachica.

AAdriánnolepareciómalaideahacerunrecorridoporloscomienzosdesuvida,buscandoelmotivoquelellevóadedicarsealcometidodesusdesvelos.Pensóquelamejor formadehacerloeracontándoleasucompañeradecharla losavataresde la

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vidaquelehabíanllevadohastaallí:«Miprimerrecuerdolotengojuntoamipadre.Losdomingosporlamañananos

levantábamostempranoparaprepararchocolateconchurros.Elchocolatecalientelohacíamosentrelosdosenlacocinadecasa.Acababaquedandomáschocolateenlos fogones que en nuestras tripas, pero eso era lo divertido. Los churros loscompraba papá, se levantaba antes que los demás y se acercaba al quiosco acomprar losperiódicosdominicales,unodeportivoyotrogeneralista,ya lavueltapasabaporlachurreríadelbarrio.Despuésnosíbamoslostresjuntosapasearporlosjardinesbotánicosoarevolcarnosenelcéspeddecualquierparque.Enaquellaépoca, comopara cualquier niño de cuatro años,mis padres eran el centro demiuniverso.

Mipadre,Martínerasunombre,habíapertenecidoalCuerpo;fueguardiacivilduranteunaépocadesuvida,peroalentadoporun inquietoespírituemprendedordecidiómontarunaempresadeseguridad.Gestionabalavigilanciadevariastiendasdelaciudad,discotecasyeventosvariados.Enmuchasocasiones,inclusoélmismohacia turnos como vigilante de seguridad. No le gustaba pasarse la vida tras unescritoriopegadoaunteléfono,suorganismolepedíaaccióndevezencuando.Mimadrenocomulgabamuchoconestaideayleinsistíaenqueelgerentedesupropionegocio no tenía por qué ponerse en peligro de esa manera; él ya contaba conempleadosalosquepagabaunbuenjornalquesepodíandedicaraesastareas.

Mi madre se entregaba plenamente a mí y a la organización de la casa. Laempresa demi padre nos permitía vivir desahogadamente, sinmuchos lujos claroestá,ynohabíanecesidaddequemimadretrabajarafueradelhogar.Quizáfueranunpocotradicionales;enaquellosañosempezabaapromoversemásintensamenteelempleofemeninoylaliberacióneconómicadelasmujeres,peroaelloslesgustabapensarquepodíanpermitirsefuncionarasí.

Comolascosasnuncasonperfectas, tendemosaechardemenosoaañorarloque nunca hemos tenido. Yo, para mi desgracia, no había podido conocer a misabuelos. Envidiaba a mis compañeros de clase cuando les veía salir corriendo yabrazarse al hombre de edad avanzada que había ido a recogerles ese día a laescuela. Lo peor era cuando el abuelo de turno les entregaba la bolsa repleta dechuches.

Mi padre había perdido al suyo de muy pequeño, apenas llegó a conocerle.Siemprenoscontabacomosumadre,queveníaavisitarnosconfrecuenciayporlaqueyosentíaunapegoespecial,lehablabamaravillasdelabueloJorge.

Miabuelalehabíacontadoamipadrequecuandoellaleconoció,Jorgeeraunhombre con un halo demisterio que le hizo volverse loca por él de inmediato. Lapenafuequeporsuprofesiónanterior,delaquenuncaqueríahablar,miabueloseencontrabadelicadode salud y cualquier leve enfermedad se tornabagrave en suorganismo. Un constipado mal curado degeneró entonces en una neumonía quecausósufallecimientocuandomipadreeraapenasunbebedeveintiúnmeses.

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Encuantoamisabuelosmaternosnohaymuchoquecontar.Mimadrenuncasellevóbienconellos.Amboserandeprocedenciaalemana,deahímiaspectofísico,yaplicaron esa escuela de mano dura en su educación. La tuvieron a una edadavanzada en la que no es sencillo aguantar los llantos y caprichos de una niñapequeña. Cuando mi madre llegó a la adolescencia la convivencia se tornó casiinsoportable. Se sucedieron los años y el ambiente familiar no mejoraba, elmatrimonio parecía no coincidir en nada con su hija, así que lo sobrellevaron aduras penas y cuandomimadre contrajomatrimonio conmi padre volvieron a supatriaconvencidosdedejarasuhijaenbuenasmanos.Noleslleguéavernunca,laúnicavezquevinieronavisitarmefuecuandonací,yaquefallecieronpocodespués.Se dio ese curioso caso que se repite una y otra vez: cuando una pareja, que havividounidadurantedécadaspierdeaunodesusmiembros,seguidamenteelotroseapagaencuestióndesemanasyseentregaalamuertecomosoluciónasupena.Elcalvariosufrido,ycompartido,durantelaSegundaGuerra,unióamisabuelosparasiempreenlaviday,enconsecuencia,lesarrastrójuntosalamuerte.

Residíamos en un vecindario bastante tranquilo. Los habitantes del edificio decuatroplantasenelquevivíamoseranensumayoríaafables,ysepodíadecirqueprofesábamos amistad con gran parte de ellos. Por la cercanía, el trato erainmejorableconlosvecinosdelapuertadealladolanuestra.Teníanunahijademiedad, Laura, con la que compartí colegio, horas de estudio y juegos. Unos añosdespués comenzamosuna relación que ha acabadode forma tortuosa, pero ésa esotrahistoriaquesucediómásadelante.

Dada esta situación de cercanía resultaba sencillo que nuestros padres seorganizaran:sealternabanparallevarnosalcolegioyrecogernos,enlaayudaconlosdeberesyhastaenlasregañinasporlastravesurasquecometíamos.

UnamañanaalsalirdeclaseelpadredeLauranosesperabaconelsemblanteserio y los ojos enrojecidos.Nosotros, infantes, no nos paramos a analizar ciertosdetalles,ysóloloentendíañosdespués,conlallegadadelamadurez;aquelhombrehabía estado llorando durante un largo rato y en ese momento hacía de tripascorazón para mantenernos ajenos al dolor que acababa de hacer saltar nuestrasvidasenpedazos.

AlllegaracasavimosuncochedelaPolicíaNacionalaparcadoenlapuerta.Aldescenderdelutilitarioenelqueviajábamoscomencéasentirquealgonoibabien.Aquel hombre queme había recogido y llevado en su vehículo hasta la puerta denuestroedificiomediounabrazo,sinmediarpalabra,ymecogiódelamanoparaacompañarmehastacasa.Mientrassubíamoslaescalerahastaelsegundopisonotécomo su mano, que siempre había sido firme, se mostraba temblorosa, casiconscientedeldolorqueleproduciríalaescenaqueibaapresenciar.

Enelsalóndecasa,mimadrellorabaconlacaraentresusmanos.Doshombresdeuniformeleacompañabanytratabandeconsolarla.Entoncesfuecuandolosojosdemimadre,descarnadosporlapena,seposaronenmíconlamayorternuraque

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jamáshayavisto enellao encualquierotrapersonaenelmundo.Yonoentendíanada,omásbiennoqueríahacerlo.

Elorigendetodoradicóenlosucedidovariassemanasatrás.Enlaempresademipadrehabíanrecibidounencargoespecial.Teníanquevigilarelactoinauguraldeunaautopista,alqueibanaasistirvariosmiembrosdelgobiernodelaPenínsula.

Mimadre,prudenteunavezmás,tratódepersuadirleparaquenoentraraenelnegocio de las altas esferas; le repetía que meterse en el juego de poder de lospolíticosnoeraunabuenaidea,quenolesibamalestandodóndeestabanyquenonecesitaban arriesgar más. Por el contrario, mi progenitor estaba firmementeconvencido de que ese encargo sería el espaldarazo definitivo a su carrera yconseguiríaelsaltoalanacionalizacióndesuempresa.Peroesadecisiónhabríadecostarlelavida.

Unavezaceptadoelcompromiso,mipadrerecibiólainformacióndetalladadelservicioarealizar;debíaorganizarunplandeescoltaparaelMinistrodeFomentodelaPenínsula.Alparecer,gruposecologistasradicaleshabíanestadoprofiriendoamenazas durante los diezmeses que duró la construcción de la carretera.Dichainfraestructurasuponíalaunión,mejorada,delasdosciudadesmásimportantesdelaRepública:laCapitalyRíosVerdes.Perolosecologistas,alparecer,noopinabanlomismo.

La reformadel entorno, la tala de árboles y el desplazamiento de las especiesanimales autóctonas les hacían creer firmemente en una declaración de guerracontralamadrenaturaleza.Amparadosenesaidiosincrasia,sehabíanencontradoen la obligación de hacer pagar a los responsables de la construcción por loscrímenes, supuestamentecometidos, contrael ecosistema.Ahí esdondeentrabaenjuego laempresademipadre.ElGobierno, independientementede lasmedidasdeseguridad tomadaspor las fuerzasdelordenpúblicasy el serviciode inteligencia,creyóoportunoasignarungrupode escoltas privadosalMinistro señaladopor elfanatismodelosextremistas.

Delgrupodecuatrohombresquehabíansidoinstruidosparalamisión,unodeellos desapareció sin dejar rastro; en consecuencia mi padre, conocedor de losplanesydelosprotocolosdeactuación,decidiótomarsulugarenelacto.

El discurso de inauguración transcurrió sin sobresaltos, ningún problema sedetectó; nada que destacar salvo el sol agobiante que caía sobre ellos en eseprincipiodeabrildelañoochentaysiete,yquehabíahechodelactounpurgatorioinacabable.Después se dirigierona efectuar el tradicional corte de la cinta comosímbolodeaperturadelainfraestructura.

Todotranscurrióconnormalidadhastaqueenelmomentoderegresarhacialosvehículos oficiales, un hombre se cruzó en su camino. El desconocido, queaparentemente surgió del grupo de periodistas acreditados, apareció de la nada yesgrimióunapistola con la quedisparóalMinistro.Peromi padre reaccionó conceleridadyconsiguióreduciralindividuo.

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Pocosdíasdespuésdehabersidoportadadetodoslosperiódicosporsuheroicoactoydehaberrecibidolainsigniaalvalor,empezamosarecibiramenazasencasa.Elgrupoquehabíaatentadocontraelpolítico responsabilizabaamipadreya suempresade losactosobscenoscontraelentorno,así loscalificabanensuscartas,quehabíacometidoelpoderlegislativodelpaís.

Mis padres procuraron, y consiguieron, mantenerme al margen de todo eseproblema,peroelpeligroseguíalatente.

La mañana en que encontré a la policía dentro de nuestra casa, un hombreanónimosehabíapresentadoenlaoficinademipadreylehabíadescerrajadodosdisparos:unoenelcuelloyotroenlafrente…Murióenelacto.

Nohubomásmañanasdedomingoenelparque,yanomancharíamoslacocinade casa de salpicones de chocolate, y ya nunca mi padre volvería a abrazarmediciéndome“tequiero”…

Delfuneraldemipadrenorecuerdograncosa.Eldolorporsuausenciahizoquebloquearaesosnefastosmomentosdemimemoria,sólohaquedadoenmiretinaloshonoresquelerindieronsusexcompañerosde laGuardiaCivil.ApesardequemipadrehabíaabandonadoelCuerpoañosatrás,aquelloshombreslehonraronconsuuniforme de gala, le despidieron como a uno de los suyos y, tal vez, ése fue elcomienzodemiamorporelequipoalquehoypertenezco.

Nuncasesuperalapérdidadeunpadre,peroparamimadreperderasumaridofueacabarconpartedesuvida.

Los siguientes años serían difíciles.Mi madre pasaba los meses ensimismada,rodeada de un halo de tristeza inconsolable. Cuando se percataba de que yo laobservabatratabadedisimularydehacermesentirbien.Noqueríanioírhablardela empresa que había llevado a la fatalidad a su marido, aunque por otra parterepresentabaelesfuerzo,sacrificioydesvelosqueélhabíaentregadoacambiodesuvida.Albordedelaquiebra,lostrabajadoresleofrecieronunpactoamimadre;ellalesentregabaelcontrol totaldelnegocioyellos leasignaríanunacantidad fijaalmes de por vida.Mimadre nodudó en aceptar la soluciónque, a la postre, seríabeneficiosa para ambas partes; hoy en día es una empresa de prestigio nacionaltanto empresarial como socialmente, y con lo que nos pagaban nosotros nuncatuvimosproblemasparasaliradelante.

Salvo por la ausencia de una figura paterna, mi desarrollo como persona eindividuo integrado en la sociedad transcurrió normalmente. No tuve menosproblemas que los demás chicos con la llegada de la adolescencia. De hecho fuipropenso a meterme en peleas por defender causas que consideraba justas. Mellevaban los demonios cada vez que veía los abusos a los que algunos chicossometíanaotrosporconsiderarlesmásdébilesopordebajodesuestatussocial.

Mimadre,envezdeabroncarme,cuandomeveíallegarsangrandooconlaroparota,meabrazabaycuraba,aconsejándomecanalizaresesentidodelajusticiahaciaunaprofesiónquemeayudaseacreceryestabilizarmecomopersona.Unaexcursión

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querealizamosenlaescuelasecundaria,alaAcademiadeOficialesdelaGuardiaCivilqueestabaubicadaenunalocalidadcercanaa laCapital,coincidióconesteperiodo.Estavisitamesubyugóymehizocomprenderporquéundíamipadrehabíaabrazado esta fascinante profesión. Esos momentos fueron la continuación de mideseodeenrolarmeenelCuerpo.

Mividallegóaunadisyuntivaantelaquedebíaelegirelcaminoqueconstruiríamifuturo.Dosopcionesrondabanmimenteyseccionabanmicorazón.Porunladoestaba la opción de unirme a la Guardia Civil, institución por la que sentía unaespecialdevocióndesdemiinfancia.Aunquetambiénpodríadedicarmishabilidadesaotrotrabajomenosfísicoytambiénvinculadoalajusticia:abogado.

Acabédecidiéndomeporeltrayectoquealfinalnotomaría;recorreríapartedela senda para después borrar mis propios pasos y desviarme hacia otro destino.AprobadalaselectividadyconnotaparahacerDerecho,mematriculéenlafacultadyempecéconmisestudios.Peseadisfrutardelambientedelasclases,delavidadeestudianteydelosconocimientosqueibaadquiriendo,sentíaunvacíodentrodemíque no llenaba ninguna de las cosas que rodeaban a mi vida de universitario.Animadoporelcariñoy lacompresióndemimadre,conseguíacabarlacarreraacursoporaño.Ellaasegurabaqueentendíamis sentimientoscontradictorios,peroque debía acabar lo que había comenzado, ya tendría tiempo de vivir otrasexperiencias.Yasílohice.

ConmitítulodeDerechoenelbolsillo,decidítomarmeunañosabático.Unañoenelquemededicaríaaviajarporelmundo,aconocerotrasculturasyallenaresehueco que cada vez se iba haciendomás ymás grande.Mis pasosme llevaron arecorrerlaIndia,Tailandia,partedeChina…PeroellugarquemásmeimpresionófueIsrael.

Tuvelafortunadeconoceraunguíaturísticodeorigenargentinoquemeexplicólas maravillas de aquella tierra. También tuve la oportunidad de conocer el ladoamargodeunasociedadtanvinculadaalareligióncomoésa.Sibien,escierto,queelcuerpoyelalmaseestremecenalrecorrerelViaCrucisoalentrarenlaiglesiadel Santo Sepulcro, no es menos cierto que los sentidos se conmocionan cuandoobservas el conflicto religioso, étnico y social que sacude las calles.Me quedé depiedraalobservaraunaniña,denomásdedoceaños,portandounarmadefuegoalhombro,enlafilaparatomarelautobúsescolar.Eljudío-argentinomecontóqueera una época de gran actividad por parte de los terroristas que negaban lasconversacionesdepaz,yqueeralaúnicaformademantenerseguroslosautobusesescolares;nopodíanasignaraunpolicíaporautobúsenelpaís,asíquelosniñosteníanquehacersecargodesupropiaseguridad.Éste fueel tercermotivoquemellevóadecidirmeaentraren laBenemérita.Protegera los inocentesyaaquellosqueseencuentranindefensos.

A mí vuelta al país lo tenía decidido. Me presenté a las oposiciones para laescala deCabos yGuardias de laGuardiaCivil.Por titulación académica podría

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haber optado a un rango bastante más alto dentro del organigrama, pero lo querealmentemeapetecía,ymeibaahacerfeliz,eraempezardesdeelpuntomásbajo,unlugardondepudieraestarjuntoalagenteyayudarlesdeprimeramano.AsíqueloidealparamíseríaelCuerpodeSeguridadCiudadana,adiferenciademipadrequehabíapertenecidoaldeproteccióndealtaspersonalidades.

Prontomishabilidades fueronapreciadasdentrodelCuerpoymeofrecieron laposibilidaddetrabajarenlazonadelosValles.Allí fuedondeobtuvemismayoreslogrosymimayorfracaso.Cuandohablodefracasopodríareferirmeamiprofesiónyamirelaciónpersonal,porquesedestruyeronalmismotiempo,vinculadalaunaalaotrasinremedio.

Juntoamicompañerollevabatrabajandodosmesesenunaoperacióndetráficodedrogas, andábamosdetrásdeunabandade traficantesdepocamonta.Lomásinteresantedeestamisióneratratardedeteneralcabecillayasípoderascenderenla organización hasta dar con el origen de los estupefacientes. El trabajo meabsorbíamuchotiempoyeltratoconciertosgrupúsculosdelasociedadacabaporagriarteelcarácter.

Laura, que había venido a vivir conmigo tras hacerse con un puesto comocirujanadeoftalmologíaenelHospitalGeneraldeLosValles,empezabaahartarsedelasituación:lossilencioseternos,loscambiosdehumorolasnochesdeesperaensoledad,y todoesoempezóaresquebrajarnuestraunión.Elquellevásemosjuntosdesde que alcanzaba nuestra memoria tampoco ayudaba demasiado a sellar lasgrietasporlasquesefugabaelamorcomoporlavíadeaguaabiertaenelcascodeuntrasatlántico.

Laoperaciónseencontrabaensufasefinal.Estábamosapuntodedeteneraloscabecillasdelabandacuandotodosevinoabajo.Habíamosplaneadolaactuacióndeesanochehastalasaciedad,revisadoposibilidades,buscadofallosenelplanquepudierandaral trastecontodoelesfuerzorealizado.Sabíamosdóndeibanaestarellosencadamomentoydóndeteníamosqueestarnosotrosparaquetodosaliesealaperfección.Ycuandollegamosyanoestaban,sehabíanesfumado.Niunapista,niunindicio…nada.

Nuestro superior en el puesto nos acusó de no actuar con discreción yprofesionalidad, insinuandoquealguienhabía filtrado losdatosde laoperación yqueunodelosdoseraelsospechosonúmerouno.Yonopudesoportarlosreprochesy comentarios continuos, así que un día estallé. La consecuencia fue un mes desuspensiónyeltrasladoalacomandanciadeRíosVerdes.Paraentonces,Laurayahabía tomado la decisión de marcharse de casa. Le pedí que me acompañara alnuevodestinoperoellapensóqueseríamejor,típicafrase,“quenostomáramosuntiempo”paraordenarnuestrasvidas,sentimientosyprofesiones.

Luego llegó el terrible suceso del tren, y aquí estoy perdido y sin saber quéhacer.»

Carlaleabrazóemocionadaporlatremendahistoriaqueacababadeescuchar.No

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sabíaquédecirleniquéaconsejarle,asíquecreyóqueelcalordeotrapersonaseríalamejormedicinaenesemomentodedesesperación.Éllorecibióconagrado,yporunmomento le recordó a esas veces que llegaba a casa magullado y era la fórmulaperfectaqueusabasumadreparacalmareldolor.

Adriánseencontrabaperdidoeneseabrazoeternocuandolesonóelcelular.—¿Sí?—contestósinmuchagana.—Adrián,¿quéhapasado?¿Escosadenuestrohombre?—EltenienteAriasfue

directoalgrano.ALaFuentelemolestólevementequesujefenisiquierasehubierapreocupado en preguntarle cómo estaba él, después de las angustias que estabasufriendo.

—Eso me temo. Todo hace indicar que la explosión está relacionada con ladesaparicióndelcochedelagasolinera.

—¿Estásseguro?Esoseríafatalparanuestrosintereses—aseguróArias.—Noalcienporcien,peronoharíamosmalencambiardetáctica.—¿Aquéterefieres?—No puedo hacer nada en este lugar sin la acreditación oficial; aquí soy un

ciudadano más y tengo que sonsacar la información a base de mentiras ysubterfugios.HableconLopeCarneros,elhombredelMinisterio,yquemeconsigacartablancadeactuaciónycolaboraciónconlasautoridadeslocales.

Un largo silencio le sugirió que su superior estaba sopesando los pros y loscontrasdeesadecisión.

—Peronopuedeshacerpúblicatodalaverdad,LaFuente;siseconocequeunodelossospechososdelataquealtrenescapóyencimaestárelacionadoconestosdossucesos…

—Lo sé. Habríamuchas preguntas que contestar y la opinión pública cargaríacontranosotros.

—Veréloquepuedohacer.PerohastaentoncesnosalgasdeTerramar.Búscateunalojamientoymañanatendremosunarespuestasinfalta;haréunasllamadasparaver a quién conocemos por allí y si te permiten entrar, esta misma noche, comoobservador.

—Comoordene,miteniente.—Unacosamás,LaFuente.Hemosinvestigadoelnombrequemediste:Bernard

Hirzts.Nohaymuchodondeapoyarseparaunainvestigación.Eraunfísicodeorigenjudío-alemán…

—¿Era?—interrumpióextrañadoAdrián.—Sí,era—confirmóeltenienteArias—.Nacidoen1881enBerlín.Nosesabe

muchoacercadesusinvestigaciones.Desapareciósindejarrastroaprincipiodelosaños cuarentamientras realizaba investigaciones secretas para los nazis durante laSegunda Guerra Mundial. Según parece algo relacionado con un nuevo arma dedestrucciónmasiva,peronoquedaclaroen los informesquehemosencontradodeaquellaépoca.

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—¿Quétienequeverestetipoconnuestrohombre?—Niidea,Adrián.Poraquínovamosaencontrarningunapistamás.Sigueconel

planprevisto—ordenóelteniente.—Comoquiera,señor.

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Capítulo12Nochedetormenta

Adriántumbadosobrelacama,mirandoaltecho,nopodíaolvidarsedeldramaqueestaba ocurriendo a tan poca distancia de donde se encontraba. Carla le habíaproporcionadolahabitaciónen laquedescansabaenesemomento.Elguardiacivilmaldijounayotravezlatorpezaquehabíamostradoensuproceder;tuvoensumanola oportunidad de evitar un nuevo acto de terror de Trav y la dejó escapar. Laresponsabilidad,aderezadaporlosremordimientos,quesentíaleempujóaabandonaresas cuatro paredes, que cada vez le asfixiaban un poco más, y ponerse enfuncionamiento por las víctimas pasadas y futuras.No olvidaba la amenaza que lehabía lanzado suenemigodíasatrás.Laúnicamanerade frustrar losplanesqueelterroristahabíatrazadocontraelavióneraatraparleantesdequeelactodeterrorismoseperpetraray,porsuvida,queloconseguiría.

Lanochesehabíavueltohostilenelpueblo,nosóloporlosacontecimientosquehabían perturbado la paz habitual que se respiraba allí, si no porque se habíalevantado una ventisca que amenazaba con traer tormenta. Más allá del olor aquemado que inundaba la avenida, un aroma a tierra mojada anunciaba que lasprecipitaciones estaban en camino. Adrián distinguió entonces en el horizonte losdestellosdeunatormentadelasque,amenudo,sucedíanenlasnochesdeverano.

Lazonadeladeflagraciónseguíaatestadadeefectivosdeemergencias,alosquese habíanunido ademásdecenas de unidadesmóviles demedios de comunicación.Sin embargo, las carreras habían sido sustituidas por una calma tensa que hacíaerizarseelvelloconsólopasearporelárea.

El teléfono sonópara avisarledeunmensaje recibido.Eradel tenienteAriasydecía:«PreguntaporelinspectorÁlamo,esunviejoconocido».

Adriánseacercóhasta lacintaquedelimitaba lazonadeexclusiónydesdeallítratódelocalizaralapersonaindicada.Todoelmundoandabapreocupadoenlosuyoy tardóunbuen ratoenencontraraalguienque leprestaraatención.Lacasualidadfueallevarleahablarconelmismopolicíaquelehabíaagradecidosuofrecimientoen los primerosmomentos de confusión. La Fuente le explicó que tenía orden decontactarconelinspectorÁlamo,yenpocosminutosyaestabapasandopordebajodel cordón para dirigirse hacia el centro neurálgico de las actuaciones. Varioshombres hablaban y coordinaban los trabajos de desescombro y las diferentesmedidasdeseguridadyvigilanciaatomarenellugardelsiniestro.Sólounodeellosibauniformado,asíqueAdriánlocalizórápidamenteaquiénibabuscando.

—Perdone…—Elagentehubodeinsistir—,perdone…—¿Quéhaceustedaquí?¡Estoeszonarestringida!—Sí,losé.Verá,meenvíaeltenienteArias,deRíosVerdes.—Hombre,encantado.UsteddebeserAdriánlaFuente,¿correcto?

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—Asíes,señor.—Yosoyel inspectorÁlamo.Enestemomentoestamosunpoco liados.Puede

usted observar lo que quiera, pero sin estorbar a la gente de emergencias que estátrabajando.

—Nosepreocupe,ninotaránqueestoyaquí.—Esoespero,yrecuerdequeustedsóloestáautorizadoamirar…Noséquése

traenentremanosSanchoyusted,peroyamelocontarádespués.—Asíserá,gracias—replicó.Suslabiosdecíansí,cuandosucerebropensabaque

no.Tomóunanotamental:«Evitarconversaciónposterior».Nopudoevitarel impulsodeaproximarsea inspeccionarelhuecoquesehabía

formadoenlapareddondeanteshubounlocalcomercial.Leparecíaincreíblepensarquehacíasólounmomentoeselugarloocupabaunedificioderecienteconstrucción.Entre los escombros, aún humeantes, pudo observar los restos retorcidos de variosvehículos que estaban en el interior del inmueble en elmomento de la explosión.Todalapartebajadelafachadahabíaabandonadosulugarverticalenlaparedyseencontrabadiseminadaporlacalle.Contemplócomolostrozosdecementoyladrillohabían salido despedidos hasta a ciento cincuenta metros del lugar en el que seubicaban originalmente. Alzó la vista para recorrer las seis plantas del edificio yobservó las enormes grietas que habían aparecido por toda la finca. O mucho seequivocabaotendríanquedemolerloporcompletolomásprontoposible.Lediolaimpresióndequecomenzaríaadesmoronarsedeunmomentoaotro.

Apocadistanciadeél,unhombrejovenpermanecíaconlosojosfijosenaqueldesastre, sin pestañear, y con las manos entrelazadas en su nuca. Las lágrimasrecorríansurostrosinqueintentarasiquieraenjugárselas.Suexperiencialedecíaqueeseindividuoteníaalgoqueverconelnegocioquehabíasidodestrozado.

—¿Seencuentrabien?—Adrián tratódeentablar conversación—.¿Si lepuedoayudarenalgo?

Elhombreniseinmutó,sumiradaseguíafijaenelmismositio.—MellamoAdrián.Megustaríaayudarte.—Ese hombre nos engañó—susurró el joven.Tenía un leve acento rumano—.

Nosconvencióparaquemetiéramoselcocheennuestrotaller.—¿Ereseldueño?Sientolapérdidadetusocio—aseguróelguardiacivil.—Gracias.—ElmecánicoseretirólasmanosdelanucaymiróaAdrián; tenía

losojosenrojecidosporelllanto—.MellamoVasile.—Encantado de conocerte, Vasile. —Se estrecharon la mano—. Aunque las

circunstancias,entiendo,nosonlasmejores.—Ese hombre dijo que quería reformar su coche para su hijo…Nos engañó y

ahoraminegocioymiamigoyanoestán.Los relámpagos se iban acercando y el sonido de los truenos aumentaba su

intensidad por momentos. Empezaron a caer las primeras gotas, gruesas, sobreTerramar.

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—¿Qué teparece sinosponemosacubierto?—le sugirióAdrián,previendo laqueseavecinaba—.Vamosaquíalladoatomaruncaféoloquequieras.

Vasileasintiócon lacabezaysinmediarpalabrasedirigióalpubquequedabacasifrentealmoteldeCarla,suinterlocutorlesiguióensilencio.Sesentaronenlabarra;AdriánpidióunrefrescodecolayVasileunabebidaenergética.Elcamarerolessirvióylesdejóunplatodepatatasfritascomoacompañamiento.

—¿Mepuedescontarquepasó?—preguntóAdrián.—Esehombrenosconvencióparaquerecogiéramossucochedelaparcamiento

deahíenfrenteylolleváramosalnuestro—contestóelrumano.—¿Mepuedesdecircómoeraesehombre?—Medio tiempoaobservarlemientrashablabacon Ioan.Muchagentevienea

hacernosperdereltiempooapresumirdesuscoches,asíqueporsusmovimientosysu forma de actuar los vamos conociendo—comentó antes de dar un trago a subebida—. Se le veía bien vestido, tendría unos cincuenta y cinco o sesenta años.Prácticamente calvo, sólo tenía pelo en las sienes y la nuca, llevaba gafas y unadentaduraamarillenta.Mencionóqueeraautónomo.Aunqueseguroqueeramentira,comotodolodemás…

—¿Notellamónadamásdeéllaatención?—No especialmente, era uno más. Llevaba mucho dinero en el bolsillo…

Probablementeelpagoquerecibiódeesetipoparaacabarconnosotros.—¿Dequéhablas?—Deldueñodelparkingenelqueestabaelcoche;haintentadoquefracasaray

cerrasenuestronegocioprácticamentedesdequellegamos.Eso no le cuadraba a Adrián y por un momento dudó hasta que el camarero

intervino,sorpresivamente,enlaconversación.—ConozcoaJuliányseríaincapazdehaceralgoasí—dijoofendido.—Puesloteníantodomuybienplaneado—replicóVasileconrapidez.—¿Aquéterefieres?—Adriánlepidiócalmaalcamareroconlamanoalavez

quesedirigíaalempresariorumano.—Nosotrosnoqueríamosrecogerelcochedelparking,Juliánnoshubieseechado

apatadasnadamásvernos.Peroesehombrenosdijo,muyconvencido,quenoibaaestar al día siguiente… Claro que estaba convencido, como que estabancompinchados.

—Esonoesverdad.—Elcamarerovolvióaintervenir—.Juliánestuvodecopasaquí ayer por la noche y se pasó un poco con la bebida. Por eso no ha ido hoy atrabajar.

—Eso es cierto —confirmó Adrián—. Una testigo me informó que estabaindispuestoylehabíapedidoaldueñodelmotelqueocuparasupuestoporhoy.

—Laverdadesquenovivenirqueacabaríaasí—continuóelcamarero—.Juliántuvounproblemaconuntipoqueibaborrachoyesechaval…Lucas,leayudóysetomóun par de copas con él para celebrarlo. Pero nada del otromundo; Julián ha

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bebidomuchomásotrasvecesyconunresultadomenosgrave.Al guardia civil le parecía que aquello se iba poniendo más extraño a cada

momento.Unaidealerondabalacabeza;eneltren,enlagasolinera,eneltaller,tresdescripcionesdistintasquelellevabanalamismapersona.Sólohabíasidocapazdeidentificarleporunpequeñodetalle.

—Vasile, ¿te fijaste en los complementos que llevaba el supuesto cliente? Yasabes:pañuelos,pulsera,reloj…

—Ahora que lo dices, sí. Me llamó la atención que un tipo que llevaba esacantidaddedinerotuvieraunrelojtanantiguo.

—Bingo—pensóAdrián—,eraél.—Pues debe ser moda —añadió el camarero calentando un poco más la

conversación—,porqueLucastambiénllevabaunmodelobastantepasadodemoda;dehecho,penséqueseleibaarompercuandoredujoaaquelindividuo.

Adriánnosalíadesuasombro.Porprimeravezdesdelaexplosiónsentíaquesutrabajoestabaprogresando.Teníaunapreguntamás.

—¿Tienescámarasenelpub?—Sí…perosóloenlazonadelabarrayelalmacén,porlosrobosyasabe…LaFuenteconocíaelhechodequealgunosbaresenlaszonascosterasinstalaban

cámarasenlosservicios:unosporvoyeurismoyotrosparaevitarconsumodedrogasenellocal;encualquieradeloscasosalgonopermitidoporlalegislaciónvigente.Laafluencia de jóvenes, normalmente extranjeros desmadrados, a esas zonas costerascon ganas de fiesta y sexo les hacía perder el control y a veces se daban escenasinadecuadasenlosexcusados.Untipoprevisor,comoloparecíaéste,estaríacontentode no perder detalle de los acontecimientos que se pudieran producir en las zonasocultas a su observación en el interior del local. La indecisión en la respuesta delgerente le hizo sospechar a Adrián, así que le apretó un poco para sacarle lo quequería.

—Enséñame las grabaciones y haré un esfuerzo por ignorar las actuacionesindebidasquepudieradescubrir.

Enlamismabarra,elhosteleroteníaundispositivodegrabaciónqueregistraba,enundiscoduro,lasimágenesprocedentesdelasdistintascámarasdiseminadasporellocal.Elencargadodellugarsacóunatelevisióndelalmacén,situadoenlapartedeatrás,alaqueconectaroneldispositivodegrabación.Adriánlespidióqueledejaransólopararevisarlasimágenesdelanocheanterior.

Unmosaicodedocecuadradossedibujóenelmonitor;sietedeellosocupadosconimágenesylosotroscincoconfondonegro,queindicabanqueaúnhabíaespaciopara conectar más señales de video. Comprobó que cinco de ellas pertenecían adistintas zonas del pub y dos a los servicios, una para el excusado de cada sexo.Ajustó,buscóyencontróloquele interesaba.Aprecióenla imagenofrecidaporlagrabaciónal talLucasportandoen sumuñecaelSolvil&TitusquehabíavistoenotrasdosocasionesenpoderdeTrav.Comohabíasospechado,existíangrabaciones

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deloscuartosdebaño.Porunavez,algoilegalleibaservirdeayuda.Viocomoelindividuoesperabaenelcuartodebaño,controlandoentodomomentosurelojconlaintención de irrumpir en el escenario de la pelea en elmomento justo, ni antes nidespués. Trav, una vezmás, dio la impresión de saber lo que iba a pasar con unaprecisión asombrosa. Dejó correr un poco más la grabación para descubrir comoarrojaba una sustancia blanquecina en la bebida de Julián. Entendió que eso habíasidoloqueledejófueradecombate,ynoelalcohol.

Ya tenía suficiente, así que desconectó el aparato de vigilancia y se lo llevóconsigobajoelbrazo.SedespidiódeVasile,ofreciéndolesutarjetaporsinecesitabaalgo o recordaba alguna cosamás, pagó la cuenta y enfiló el camino de salida.Elcamarero trató de detenerle para reclamar el aparato que se llevaba con él, peroAdriánnoledejóniabrirlaboca.

—Estoqueda confiscado comoprueba; te será devuelto cuando lo considere eljuezalcargo,ysimañananohandesaparecidolascámarasdelbaño,meocuparédequetecierrenestebonitoytranquilolugar…Buenasnoches.

Enlacalle,latormentayaarreciabagolpeandocondurezaatodovalientequeseatrevieraapermaneceradescubierto.Adriánescondiósupreciadotesoroenformadevideodigitalbajosuropaparaprotegerlodelasinclemenciasdeltiempo.Aélnoleimportó mojarse un poco, la emoción que sentía por tener nuevos datos leimpermeabilizaba.Elagualeinundabaelpelo,rebosandoyescurriéndosehaciasusojos. Se encontraba muy cerca de la entrada del hotel, cuando divisó a Carlacorriendohaciaélconunparaguasparaprotegerledeldiluvio.

Segundos después estaban los dos empapados y compartiendo una taza dechocolatebiencaliente.LachicahabíatraídohastalahabitacióndeAdriánunpardetoallasconlasquesesecaronelpelomientrasreíanporelaspectodeambos.

—Deberíasquitarteesaropaoenfermarás—leadvirtióCarlamientrascolocabaenelcuartodebajonuevoslienzosparasecarse.

Adriándetuvoelmovimientodesumanocuandoacercabaasuslabioslatazaconelcacao.SumiradarecorriólaesbeltafiguradeCarla,alaqueveíadeperfilmientrasacababasutrabajoenelbaño.Debidoalaposiciónqueocupabasentadoenlacama,el ángulo de visión le permitía ver el rostro de la chica reflejado en el espejo. Sedescubrió a simismoobnubiladopor laperfecciónde los rasgos facialesdeCarla.Algo se movió dentro de él, algo que no había sentido jamás en su vida. Elestremecimientoenelquesezambullósucuerpoera loquesedebíasentircuandoCupidotealcanzabadellenoconunadesusflechassinprevioaviso.SuhistoriaconLaura, en el pasado, se desarrolló progresivamente, se podría decir que acabaronjuntosporinerciaynidelejossintiónuncaelardorquelequemabapordentroenesahabitación.

Carla abandonó el excusado, cerrando la puerta tras de ella, y tomó las toallasmojadasquehabíansobrelacamaparallevárselas.

—Tedejounpocodeintimidadparaquepuedascambiarte.

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Adriándejólatazasobrelamesillayseacercóaellasinmediarpalabra.Cuandoseencontrabaa tansólounoscentímetros,Carladescubrióel fuegoquerefulgíaenlosojosdesuacompañanteycomprendióloqueibaapasaracontinuación.

LajovendeslizósusdedospordebajodelacamisetadeAdriánsacándoselaenunrápidoyhábilmovimiento.Éllaabrazóyempezóabesarlaconpasiónjustoantesdelevantarla en volandas para después caer entrelazados en el lecho. Allí tumbadosdejaronquelascariciasylapasiónhablaranelidiomaqueunióahombresymujeresdesdeelprincipiodelostiempos.

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Capítulo13Elcomisario

AdriánsedirigióalacomisaríacomarcaldelaPolicíaNacionaldeLevante,regiónalaquepertenecíaTerramar.Habíaconseguidofinalmentepermisodelasaltasesferaspara participar, junto a la brigada de policía científica, en la investigación delatentadoconcochebombaperpetradotresdíasantes.

EltenienteAriaslehabíaaconsejadorelajarsehastaquerecibieranunarespuestadefinitivaporpartedelMinisterio.SusuperioreraconscientedelapresiónalaqueAdriánsehabíavistosometidoenlasúltimassemanas,ylequeríaalcienporciendesushabilidades,porloquepensóqueelbreveparéntesisdeasuetolevendríamásquebienfísicayanímicamente.

La Fuente disfrutó de ese tiempo tratando de descansar en la villa costera encompañíadeCarla.Sehabíanhechomásqueamigos.Dehecho,élempezabaanotarqueesarelaciónpodíallegarairunpocomásallá.Sinembargo,Adriánhabíaestadotratando de esquivar situaciones comprometidas; de momento no quería tener quepensarennadamásqueenloquelehabíallevadohastaallí.Nosearrepentíadelanochequehabíapasadoconella,peronuncahabíasidounapersonaquesucumbieraa sus impulsos y pretendía no volver a dejarse llevar por el corazón y las bajaspasiones.

Adriándejóestacionadoelcocheenelaparcamientosubterráneoreservadoparalos agentes en servicio. Subió entonces hasta la planta baja usando el ascensor ypreguntóporelcontactoquelehabíanproporcionado:elcomisarioVadillo.Llamóalapuertayesperóaescucharelpermisoparaentrar.

—Adelante—oyóqueleinvitabanaingresareneldespacho.—Buenos días —saludó verbalmente al policía que se encontraba tras el

escritorio. El saludo marcial sólo era costumbre realizarlo cuando el agente ibacubierto,yenestecasoélnoibadeuniformealserunaoperaciónextraoficial.

—Buenosdías.EsustedelcaboAdriánlaFuente¿Cierto?—Asíes,señor.—YosoyelcomisarioAndrésVadillo.Siénteseporfavor.Vadilloeraunhombreyametidoenañosparasuprofesión.Adriáncalculóqueno

lequedaríanmásdedosotresañosparalajubilación.Sefijóenqueelcomisarioeraunhombredepelocanosoysemblanteserio.LaFuentenotócomoleradiografiabaconsusojoscolormiel,ayudadoporunasgafasbifocales,desdesucómodaposicióndetrásdelescritorio.

—Gracias, señor.—Adrián se sentó en una de las dos sillas demadera que seencontrabanaesteladodelamesadedespacho.

Ladecoracióndelasalaeraclásica.Alguardiacivillellamólaatenciónquetodoel mobiliario fuera de madera, visiblemente antigua y con aspecto artesanal. Eso

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quería decir, o almenos así lo creía, que había sido conservado aquél que existíainclusoantesdelaunificacióndelosCuerposdePolicíaNacionalyGuardiaCivil;unhechoquese llevóacabo,definitivamente,ochoañosdespuésdesupromulgaciónregistradaenlaConstitucióndemilnovecientossetentayocho.

Lamesadedespachoerademaderaderoble,deestiloseñorial,condosfilasdetres cajones, una a cada lado de la posición del usuario, y rematada por unasobremesadepieldecolorverde.Lassillasajuego,peseasuantigüedad,dabanlasensación de confortabilidad y seguridad. No se cimbreó al soportar su peso, alcontrariodeloquehabíatemidoaliratomarasiento.Alaizquierda,muycercanoasu posición, pudo distinguir un secreter de la misma tonalidad que el resto deelementos de la sala, realizado conmadera de palosanto y limoncillo; el exquisitomuebleparecíarestauradoylecausóunaimpresióninmejorable.Adriánnotuvomásremedioquealabarelgustodelcomisario.

—Preciosomobiliario,señor—tratódenosonarzalamero—.Elsecreteresunamaravilla,simepermitedecirlo.

—Gracias,LaFuente.—Elhombreparecíacomplacido—.Notodoelmundoescapazdeapreciarelesfuerzoquehemoshechoporconservarestehistóricoentorno.Los de arriba insisten en gastar dinero enmodernizar todo lo que encuentran a supaso,sinrespetarlaverdaderacalidadylaclase,delacualhacenostentaciónsobradaestosmuebles. Éste es el último bastión de verdadera elegancia que queda en estasedepolicial,yestaráconmigohastaelúltimodíaqueocupeestasala.

Detrás del comisario un ventanal iluminaba una pequeña peana de roble, deprincipios del siglo XX, con tapiz verde, que sostenía una orgullosa fotografía delcomisarioconelhistóricoprimerpresidentedelaCuartaRepúblicadelaPenínsula.A la derecha de la ventana aparecían las tres banderas: la de la República de laPenínsula,ladelaRegióndeLevanteyladelcuerpoalqueVadillopertenecía.Asupropia espalda había observado al entrar, en un rincón, un perchero demadera dehaya, curvada, con acabado en roble y de fabricación artesanal, como el resto deelementos,delquecolgaba,únicamente,unparaguas.Laúltima joyaadescubrir,ynoporellomenos importante, colgabadel techo:una lámpara forjadadedospisoslucíamajestuosafavorecidaporlaexcepcionalalturadeltechodeldespacho.

ElcomisariosequitólasgafasymiróinquisitorialmenteaAdrián;éstelonotódeinmediato,intuyendoqueseavecinabaunasituacióndelomásincómoda.

—He recibidoordende compartir conusted toda la información recabada, y laque pueda ir surgiendo en los próximos días sobre el atentado deTerramar.—Enprincipioesonosonabamal,pensóelguardiacivil—.Aunquenoentiendoelporqué,¿melopuedeexplicarusted?

—Sintiéndolo mucho, señor, no está en mi mano decidir la utilización de lainformación que está en mi conocimiento—contestó el guardia civil, tratando deparecerlomásrespetuosoyformalposible.

—Ya.¿Ustedcreequeyomevoyamostrarcolaboradorconuncaboqueviene

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extraoficialmentedesdeRíosVerdes,sinunaexplicaciónlógica?¿Oquévoyacreerque se trata de una situación corriente dentro del marco policial en el que nosencontramos?

—Mire,yo…—Calleyescucheconatenciónporquesóloselovoyadecirunavez,muchacho.

—Laamabilidadmostradaporelpolicíahastahacíatansólounosminutossehabíatornadoenagresividadbajocontrol—.CuandoelpuñeteroMinistrodelInterior,otúmismo,andabaisporelmundoenbombachosydelamanodevuestrasmamaítas,yoyateníacallosenelalmadejugaraesto.Sinomedasnada,notedarénada…Haycosas más importantes en la vida que el dinero o el trabajo, como el honor y elrespetoaquienselohaganadodurantedécadas.Ningúntipodeamenazaocoacciónmeharácambiardeopinióny,lecomunicoque,mishombresmesonfieleshastaelúltimoextremoenesto.Ahorapuedellamarasusamigosdelministerioycontarlesquevuelveacasaporqueaquínotienenadamásquehacer.

Adrián estuvo tentado de levantarse de su asiento y marcharse, ipso facto, deaquellasala;peroelsentimientoderesponsabilidadylasganasqueteníadeatraparaTravseloimpidieron.

Ágil y preciso en la repuesta, utilizando artimañas propias de sus tiempos deabogado,Adriántratódecamelarsealveteranopolicía.

—Señor, debe entender que usted puede hacer gala, justamente, de suhonorabilidadyservicioalpaís;perotambiéndebeentendermipostura,porqueantessesentódondeyomesientoahora,callócuandohabíadecallaryhablócuandolascircunstanciasselopermitieron.

—Nojuegueconmigo,LaFuente.—Nopretendojugar;sólo ledigoquemiredentrodeusted,seposicioneaeste

lado de la mesa y me diga si no actuaría exactamente cómo yo lo hago en estemomento.

—Afortunadamente ese tiempoya pasó paramí.No tengopor quémirar haciaotro ladocuandounedificiohavoladopor los aires enmidemarcacióny laúnicapersonaquealparecersabealgodetodoesto,noquierecolaborarconmigo.

—Alcontrario.Estoyaquíparacolaboraryparaayudarleaatraparaquiénhayahechoesto.Peroparallevaracaboestamisiónhaycosasquenopuedocontarle.—AdriáncomprendíaaVadilloperfectamenteynoqueríaenfrentarseél—.Ledoymipalabra de que, si es relevante, en el momento que sea necesario aportaré lainformación que usted me demande o que crea nos puede ayudar a detener a losculpables.

El comisario quedó en silencio unos segundos sin apartar la mirada de suinterlocutor; Adrián casi podía escuchar la mente del policía procesando a lavelocidaddelrayocentenaresderespuestas,delascualessólounaseríafavorablealosinteresescomunes.Porotrolado,Vadillosabíaquenoteníanadayqueesechicoera un aliado importante para resolver el que probablemente sería su último gran

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caso.—Está bien —dijo Vadillo mostrando contrariedad en el tono de su voz—,

trabajaremos en esto juntos, pero si usted es un obstáculo más que una ayuda lepongodepatitasenlacallesinmiramientos.

—Esjusto.Elcomisariohabíaestadoobservandoque,desdequeentraraensudespacho,el

guardiacivilportabaunafundaqueparecíaperteneceraundiscodeDVDosimilar.Sepreguntabaquecontenidotendríaysiseríaalgúntipodepistaparaatraparaloscriminales que habían atentado contra los habitantes deTerramar. Adrián le iba asacar de dudas en unmomento depositando el envoltorio que llevaba en la manosobrelamesadelcomisarioVadillo.

—Éste es un video de las cámaras de vigilancia de un bar la noche antes delatentado.Enellaspuedeverauntipoquecreemosfirmementeestárelacionadoconelatentado.

Vadillotomóeldiscoyavisóporlíneainternaparaqueletrajeranuncarroconlatelevisiónyelreproductorqueutilizabanparaestetipodevisionados.

—¿Enbaseaquétienenesassospechas?—preguntóelcomisario.—Ahí se ve como entabla amistad con el dueño del parking en el que estaba

aparcadoelcochebomba…—Unmomento—leinterrumpióVadillo—,¿elcochebomba?Mishombresaún

están tratando de determinar el origen de la deflagración. Hay que retirar muchoescombroytrabajardespacio,eledificioestáapuntodevenirseabajo…¿Yustedesyasabenquefueuncocheloqueexplotó?

—Como ya hemos acordado, le contaré hasta donde pueda; pero sí, estamossegurosalnoventaynuevecomanueveporcientodelorigendelaexplosión.Simepermitelecontaréporquémásadelante.AhoraledigoqueelcochedebeserunAstrarojoyqueelhombredelvideodejófueradecombatealdueñodelaparcamientoparafacilitarqueelvehículollegarahastaeldestinoestablecido.

—Daré orden de que busquen los restos de ese coche. Tendremos un informepericialtantodelvideocomodelautomóvillomásprontoposible.

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Capítulo14Informespericiales

Después de haber pedido permiso al comisario, Adrián acudió al lugar de laexplosiónparapresenciareldesescombroylaextraccióndelvehículoentrelosrestosdeltallermecánico.

Habían establecido un cordón de seguridad bastante amplio en torno a laedificación afectada hasta el punto de haber invadido completamente uno de lossentidosde laavenida;de loscuatrocarrilesde laarteriaprincipalde laciudad lasautoridadesdejaronsólodostransitables.

Algo había notado Adrián al acercarse al lugar del siniestro; el atasco casicolapsabacompletamenteelcentrode lapoblacióny lehabíacostadounbuenratollegarhasta las inmediacionesde lazonacero.Sepodíanobservarvigasypuntalesportodaspartesyunamallacubriendolatotalidaddelafachadaennegrecidaporelfuego.No hacía falta ser un experto para saber por qué estaban tardando tanto enextraer las pruebas de allí; todo el edificio estaba a punto de venirse abajo y lostécnicos tuvieronquemoverseconmuchaprecauciónpara irasegurandocadazonadelaconstrucciónantesdedarelsiguientepaso.

Adrián se identificó, presentándose ante el encargado de los trabajos. Para esetipodemenestereslaPolicíaJudicialsolíacontrataraunconstructordelazona,máscapacitadoquelosagentesparahacerlostrabajosinicialesdelimpiezayextraccióndeescombros.Porsupuesto,siemprehabíaunmiembrodelCuerpovigilandotodossusmovimientos para evitar que se pudiesen destruir pruebas importantes para losposterioresanálisispericiales.

Elencargadoeraunhombrerechonchodeunoscincuentaañosdeedad.El tipollevabacascoyun transmisorcolgadodelcinturón; teníapintadeestarpasandouncalor infernal, dado el aspecto sudado de su camisa. Dirigía con la ayuda de unmegáfonocadaunodelospasosquelosobrerosibandando.

—Perdone, buenos días —saludó Adrián antes de extender su mano paraestrechárselaalcapataz—.MinombreesAdriánlaFuente.Nosésilehanavisadodemillegada.

—Ah, sí. Usted es el guardia civil que envían como observador, ¿verdad?—afirmóelcapatazantesdecorresponderalsaludo—.SoyFedericoBou.Encantado.

—El placer es mío. Bueno, más que como un simple observador, me gustaríaaportarmiexperienciaparaecharunamanoenestefollón.

—Comotodos,amigo…Comotodoslosqueestamosaquí.—¿Quémepuedecontar?—La cosa estámuy jodida, perdone que le sea tan franco. Llevamos tres días

trabajandoatope;peromásquesacarmaterialdedesecholoqueestamoshaciendoesintentarevitarquelaestructuranosenoscaigaencima.

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—¿Cuándoempezaránasacarescombro?—preguntóAdrián.—Yaestamosenello.Comoverá—leseñalóhacialaesquinadeledificio—,los

primerosremolquesempiezanacargar.Adriándistinguióentoncesavarioshombresafanándoseconlatarea.Ataviados

concascosamarillos,máscarasparaelpolvoyguantes,sacabanamanotrozosdeloqueanteshabíasidounaimpecableconstrucciónconfinescomerciales.

—¿Amano?—preguntóLaFuenteextrañado.—Claro,hombre;entrelafragilidaddelbloque,lasdificultadesparaentrarylos

forensesquenosexigennotocarnadasinpreguntar…Estonosllevaráunbuenrato.—Esincreíbleelestadodeledificio—reflexionóAdriánenvozalta.—Mire.Deestosabráustedmásqueyo,perolaexplosiónsevioalimentadapor

losconductosdegasqueibanporlaacerayporlosmaterialesinflamablesquehabíaenelinteriordeltaller.Siaesoleañadimoslagrancantidaddetiempoqueseempleópara sofocar el incendio, lo extraño es que quede algo que apuntalar. Si no fueraporque ustedes necesitan encontrar algo ahí dentro, nosotros lo hubiéramos tiradoabajohacetresdías.

—Entiendo.¿Sabedóndeestáelpolicíadelacientíficaencargadodelaspruebaspericiales?

—Andabavigilandoelmaterialquehemossacado,búsquelojuntoalcamión.—Gracias.Unplacer,buenosdías.—Buendía.Adrián se permitió pasear con tranquilidad cerca de las obras que se estaban

realizando con el fin de echar un vistazo al interior. Desde su posición era difícilapreciarlacatástrofeentodasumagnitud:elcontrastedeiluminaciónentrelacalleyel interiordeledificiosiniestrado,mezcladoconelpolvoensuspensión, leimpedíadistinguirbienlosdetalles.

Decidióacercarseunpocomás,loquelehizoganarseunabuenareprimendaporpartedeFedericoBou,hombreconelqueacababadehablar.Elcapatazlerecriminó,megáfonoenristre,quesepasearaalegrementesincascoporunlugartanpeligroso.LehizovolverparaponerseunoyAdriántuvoquesoportardiezminutosdecharlasobre seguridady riesgos laborales.Deseando librarsedeaquella situación lepidiómilperdonesylediosupalabradequenoibaavolverahacerlo.

Reemprendió el camino interrumpido, para finalmente dar con el agente de laPolicíaCientífica.Eraun tipodelgado,másomenosde suedad,conporte serioygafasredondasqueledabanaspectodelserelempollóndelaclase.Despuésdelaspresentacionesyexplicacionesvariassemetieronenharina.

—ElAstraqueconsideranposibleorigendeladeflagraciónyahasidolocalizado.Noquedamuchodeélparaanalizar,peroasimplevistaybasándonosenlatorsióndel chasis, parece que la carga se encontraba dentro del maletero —aseguró eltécnico.

LasafirmacionesdeRicardoCuadrado,conesenombresehabíaidentificadoel

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técnico pericial de la Policía Científica, casaron con las deducciones que Adriánhabía realizadodesde el principio.Aunque los cristales tintadoshabíanocultado laparte trasera del interior del vehículo el día que lo descubrió en el garaje, si elexplosivohubieraestadodentrodelhabitáculohabríavistounacargatanvoluminosa.Debió ser enorme para haber provocado semejante deflagración. Por otro lado, losmecánicosquemovieronelvehículotambiénhabríandetectadoelelementoextraño.Aunpudiendodesconocerloqueera,losrumanos,habríansospechadoyVasileselohabríacomentadoenlaentrevistapersonalquemantuvieronlanochedelsuceso.

—¿Algúnindiciodelmaterialutilizado?—preguntóelcabodelaguardiacivil.—No, por el momento. Tiene mucho escombro encima y está totalmente

calcinado, pero confiamos en poder tomar muestras para esclarecer este punto.También esperamos a extraerlo para tomar el número de bastidor del chasis yaveriguardóndeycuándofuecompradoelcoche.

—¿Cuálpudoserelobjetivodelatentado?—Estáclaroqueesperaronaqueelvehículoestuvieradentrodeltaller,asíqueno

creoquefueranpersonas.Sihubiesenqueridomataragenteindiscriminadamentelohubiesen explosionadomientras circulaba por la avenida, no dentro de un edificiovacío.

—Así que es posible que la intención fuera derribar este edificio—insinuóLaFuente.

—Es pura especulación. Pero no sería mala idea investigar a los dueños, lossegurosqueteníancontratados,ladeuda…Inclusoaloschicosdeltallerysusocio,yonodescartaríanada—aseguróRicardo.

Adriánteníaclaroqueningunadeesasposibilidadeseralacorrecta,nonecesitabapruebas para saber quién había organizado y ejecutado la acción; de todosmodosdebíaaveriguarlosmotivosyencontrarunrastroquelellevarahastaeldelincuente.

Si consideraba cierta la hipótesis del ataque al edificio, —cuadraba con ladeclaracióndeVasileenlaqueinsistíaqueelsupuestoclienteleshabíapedidoquerecogieranelvehículoylollevaránasunegocio—,cadavezentendíamenosloquebuscaba Trav con todo aquello. Primero un tren en el quemurieron dos personas;después un simple conductor de autobús y ahora un edificio vacío. Contando,además,conlaamenazademataracientocincuentaycuatropersonasenunavión.Teníaquehaberunnexológicoentretodoslossucesos,peroAdriánnoeracapazdeencontrarlo.

El día fue largo y aburrido.Al final de la tarde, después de aguantar el sol deLevante toda la jornada sobre su cabeza, La Fuente comprobó los avances en lostrabajos de desescombro. Lamontonera había descendido lo suficiente para poderliberarelamasijodemetalenelquesehabíaconvertidoelOpelAstra,objetodelasinvestigacionesdelosespecialistasapartirdeesemomento.

Losagentesdelacientíficaempezaronainstalarfocosalrededorconlaintencióndetrabajartodalanoche.Allínosóloimportabaencontrarpistas,habíaquehacerlo

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rápido.Le sugirieron aAdriánque semarchara adescansar, asegurándoleque a lamañanasiguientetendríalasprimerasconclusioneseneldespachodelcomisario;alfinyalcaboélnoeraunexpertoenesamateriaylaayudaquepodríaaportarseríaínfima.Adriánobedeciótemiendoquesusobligacionessefueranalimitaranatraercafésybocadillosdelbarmáspróximo.Seacercóentoncesacenarunrestaurantedecomidarápidadelamismaavenida,paradespuésretornaralmotelydormirhastalamañanadeldíasiguiente.

*****

Alassieteymedia,Adriánrecibióunallamadapidiéndolequesepersonaraloantesposibleenlasinstalacionesdelapolicíacientífica.Notardómásdecuarentaycincominutosenllegar,atascodesalidaporlaavenidaincluido.Enlarecepcióndelasedeleindicaronqueacudieraaloslaboratoriosdondelosagentesrealizabanlaspruebas.Después de perderse por un sinfín de laberínticos pasillos, consiguió encontrar ellugar que estaba buscando. Llamó varias veces a la puerta y al no obtenercontestación,decidióentrarsinpermiso.

Elaspectodelasalanadateníaqueverconeldeldespachodelcomisario;silehubiesenaseguradoqueacababadetraspasarunportalaotromundolohabríacreídosin ningún tipo de dudas. En este espacio todo era modernidad y metales. Mesasmetálicas, sillas metálicas, lámparas metálicas… Todo ello en un ambiente deesterilizaciónabsoluta.Untipoconbata,gorro,ymascarillaqueestabasentadotrasuna vitrina, mirando a través de un microscopio, se percató enseguida de supresencia. Se levantó para salir de la zona acristalada, destinada a las pruebas enatmósferacontrolada,yporelcaminoseretiródosauricularesdesusorejas.

—Hola,soyAdrián;mehandichoquetenéisinformaciónparamí—seadelantóelguardiacivil.

—Hola—contestóelpolicía.Entoncessequitóelgorroylamascarilladejandoaldescubiertounrostroconocido—.Nosconocimosayeren…

—Sí,sí…Perdona,Ricardo.—Adriánseexcusóavergonzado—.Tancubiertonote había reconocido. Además te hacía durmiendo después del trabajo de toda lanoche.

—Enrealidadnomellevómásqueunpardehorastomarlasprimeraspruebas,elrestoloharánmiscompañeros.¿Uncafé?

—Sí,gracias.El científico se acercó a uno de losmostradores y tomóuna jarra de café para

servirleenunvasodeplásticoaAdrián.Luegosesirvióéltambién,peroenunatazadecerámicaconelemblemadelaPolicíaCientíficadibujadoenella.

—Siento lo del vaso, pero aquí cada uno se trae su taza de casa si no quiereprobarelplástico.

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—Meloapuntoparamañana—bromeóAdriánantesdedarleelprimersorboasubrebaje.

LaFuenteestabaimpacienteporsaberquehabíanconseguidoencontrarentrelosrestosde aquellahecatombe.Llevabayademasiado tiempoperdiendoel sueñoporculpadeTravydeseabaponerlelasmanosencimamásquenadaenelmundo.Habíapasado a ser una cuestión personal, y sabía que plantearlo así era un error. Unprofesionaldesuramonodebíamezclarlossentimientosconsutrabajo,porqueesopodríaacarrearlemásdeunproblema,perolasangrelehervíaensuinteriorcadavezqueveíaensusrecuerdosalcriminal.Enrealidad,enlaimagenmentalquedibujabadeTravsiempreportabachaquetaderevisor;realmenteignorabasuaspectoreal,yaqueeltipoparecíasertodounmagodeldisfraz.Sesentíaigualquesipersiguieraaunfantasma,alguienaquienpodríatenerdelanteynover.

—¿Pordóndequieresqueempecemos?—lepreguntóelpolicía.—¿Quétalconeltipodeexplosivo?—Afaltadelaconfirmacióndelaspruebasfinalesdellaboratorio,basándomeen

una pequeña muestra que he estado analizando por mi cuenta y por el tipo dedeflagración,yodiríaquesetratadeTATP.

—¿TATP?—AAdrián lesonabahaberlooídoalgunavezperoenesemomentonorecordabaexactamentelascaracterísticasdeesecompuesto.

—Lo puedes haber oído también como triperóxido de triacetona o máspopularmenteconocidocomo…

—LamadredeSatán…—confirmóelguardiacivil.Enesemomentosírecordóde qué sustancia se trataba. Era el explosivomás utilizado por los palestinos paraatentarenterritorioisraelí.Yunadelassustanciasmásfácilesdefabricardeunmodocasero.

—Exacto.Seguramenteloeligieronporqueessencilloconseguirloscomponentesnecesarios para su creación: agua oxigenada, ácido clorhídrico o sulfúrico paracatalizarlareacción,yacetonapura.

—Peroesuntipodeexplosivoespecialmentesensiblealcaloryalosimpactos.Conelcalorquehaceporestoslaresyenelmaleterodeuncoche…Seríaunpocoarriesgadomoverlo.

—A no ser que lomantuvieranmojado.Con la sustancia húmeda se reduce lavirulenciaylasensibilidadalareacción—aseguróelagenteCuadrado.

—Claro—Adriánempezabaacavilarcomolohabíahechoel terrorista—,si lohubiesemovidomojadohabríatenidoqueesperaruntiempodeterminadoparaquesesecase. Como, por ejemplo, dejando tranquilamente el vehículo en un parking ogaraje.

—Seríaunbuensitio,alasombra,sinmovimientoyperdiendohumedadconelpasodeltiempo.

—¿Quécantidadfueutilizada?—preguntóAdrián.—Yo diría que unos cuarenta kilos.Acompañado por las circunstancias que le

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rodeaban:gasolinas,aceites,gas…Suficienteparaprovocarunauténticoinfierno.—Entoncestenemosclaroqueelcriminalmantuvoelexplosivoabuenrecaudo

mientrassesecaba—pensóAdriánenvozalta—,ycalculóeltiempoquetardaríaenhacerloconunaprecisiónasombrosa.

El guardia civil se sorprendió de nuevo por las implicaciones del hallazgo.Aparentemente el criminal esperó a que el coche estuviera en el edificio paradetonarlo. Una vez más, Trav hacía gala de una exactitud extraordinaria en laplanificación.Teníaotrapreguntaenmenteparaelagentedepolicía:

—¿Quémétodoutilizóparaladetonación?Sucompañerodeinvestigaciónsacóunatabletadigitaldediezpulgadasdeuno

deloscajonesauxiliaresdesumesa,encendiéndolaparamostrarleunafotografía.Enellaseveíanlosrestosdeloqueparecíaunteléfonomóvilyunpardepilasdenuevevoltios.

—¿Utilizóunallamadadeteléfono?—inquirióAdriánconcuriosidad.—Másinquietanteaún,bajomipuntodevista.—¿Aquéterefieres?—Elmóvilnoteníatarjeta,oalmenosnohemosencontradoningúnrestodeella;

creo que utilizó la alarma del despertador. Es relativamente sencillo: conectas laspilasenserieparaconseguirmástensiónyunesunodelosextremosdelasbateríasaunadelastomasdelmotordevibración;losotrosextremosdelaspilasydelmotorse unen a dos cables preparados para producir una chispa que se puedemantenerencendidaconunapastilladepetróleoosimilar.Entonces,cuandosuenalaalarma,elmóvilvibraycierraelcircuitocausandoladeflagración.

—O sea, que la bomba iba a explotar ese día y a esa hora estuviese dondeestuvieseelcoche,mientrasqueelterroristapodíaencontrarseakilómetrosdeallísinpreocuparsepornada—argumentóAdrián.

Enesemomentoelguardiacivilreflexionósobrelasituación.Enesecasoparecíaqueelterroristaconocíaelfuturoparaderodelvehículo,igualquehabíasabidoloqueibaaocurrirenotrosmomentosysituaciones.AlgototalmentedesconcertanteparalamentedeAdrián.

—Ajá.—Así,tanfácil…lopuedehacercualquiera—confirmóLaFuente.—Esterriblepensarlo,peroesasí;laúnicadificultadradicaenmantenerestable

lamezclamientrasfabricaselexplosivo.Hayqueconservarlaabaja temperaturasinoquieresvolarporlosaires,yparatalcantidaddeexplosivohadebidoutilizarunrecipientegrandeymuchohielo,pornohablardelfiltrado.Hacenfaltamediosparaesto.Noeslomismofabricarunpetardoqueunabombadeestasdimensiones.

—Esprobablequelohayafabricadoporaquícerca.—Seguramente. Nome imagino a nadie moviendo este material a lo largo de

cientosdekilómetros—aseguróRicardo.—Entonceshemosdepreguntarenfábricasdehielo,porejemplo—elucubróel

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guardiacivil.—Seríaunbuencomienzo.—¿Algunacosamás?—Adriánestabadeseandoempezarlabúsqueda.—Solo comentarte que hemos conseguido el número de bastidor, por lo que

podremosrastrearelcoche;estamosenello.—Gracias. Adiós —se despidió Adrián de Ricardo mientras abandonaba a la

carreraellaboratorio.

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Capítulo15Lafábricadehielo

ElcomisarioleasignóaAdriánunpequeñocuartoconunteléfono,yunordenadorcon conexión a la red de redes. El cabo de la Benemérita comenzó sus primeraspesquisasdemanerainmediata.Loprimerofuebuscarfábricasdehieloenunradiodeveintekilómetrosentornoal lugardelsiniestro,dudabaquesehubiesehechoeltraslado desde más lejos. Le alegró descubrir que había una sola fábrica de hielodentro de ese radio de acción y estaba, precisamente, en el polígono industrial deTerramar.Vistalasituacióndecidióhacerunavisitaenesemismomomento.

Elconjuntodenaves industrialesparecíade recientecreación,elaspectode lasmismasindicabaquenotendríanmásdecincoaños.Erantodasexactamenteigualessalvo por los carteles que anunciaban la empresa ocupante de cada espacio.Preguntando,consiguióencontrarlafábricadehielo.Aparcójuntoalaverjaabiertadestinada a la entrada y salida de vehículos. Entró en la nave y preguntó a unoshombres que subían sacos de hielo picado a un furgón frigorífico. Por el olor quedesprendíanintuyóqueeranpescadoresotrabajabanenalgunanavedeconservacióndepescado.Muyamablementeleorientaronparallegaralaoficinadegestióndelaactividadcomercialyhaciaallísedirigió.

En el camino que le llevaba hasta la escalera metálica que daba acceso aadministración, se percató de una situación que a él le pareció sorprendente. Alcontrariodeloquehabríapodidopensar,enunafábricacomoenlaqueestaba,nosedisfruta de una temperatura ambiente precisamente baja,muy al contrario, el calorquedesprendenlosventiladoresycompresoresdelasmáquinasdefríoylasneverashacenqueelcalorseaagobiante.Obviamenteenelinteriordelaszonasdecreacióndel sólido y de su almacenamiento la temperatura era la adecuada para laconservación del material, pero esto hacía que el resto de las instalaciones seconvirtieseenunhorno.Elcorodezumbidos,quegenerabanlosmega-compresoresdecreacióndefrío,conseguíaqueunosalieradesorientadoycondolordecabezasipermanecíaunamañanaenteraallí.Apretóelpasoparahuirdelascondicionesqueleofrecíanlosdepartamentosqueestabarecorriendoenesemomento.

Alfinaldelaescalerahabíaunapuertadecristalconunapersianavenecianadecolorgris.Seadentróenelpasilloquehacíalasvecesdedistribuidoryseencontródebruces con tres puertas iguales, identificadas cada una con su placa de metal:Administración, dirección y compra-ventas. Decidió ir al peldaño más alto delescalafónyllamóalapuertadelosdirigentes.Unavozfemeninaleinvitóapasar.

Alentrarseencontróconunamujerdeunoscincuentaaños,pelorizadoenelquedestellabanunosmechonescanos,yunospequeñosojossombreadosdeverdeoscuro.Sobre el pecho de la mujer descansaban unas gafas sostenidas por una cadena deplásticoenganchadaa sucuello.Unacamisetadehombrosblancadejabaa lavista

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unos brazos que parecían fuertes, detalle que a Adrián le sugirió que trabajabahabitualmentecargandopeso,probablementebarrasdehielo,ynolimitándoseadarórdenesalosempleadosdentrodesupropiaempresa.

La señora le hizo un gesto a Adrián para que tomara asiento y esperara unmomento mientras terminaba la conversación telefónica que mantenía. Adrián noquisocotillear,perosentadoenesedespachopocomásteníaquehacerqueescucharlo que la mujer hablaba. Al parecer trataba de presionar a algún cliente para queabonaraalgunasfacturaspendientesyelcliente,asuvez,tratabadeconvencerladequepagaríadespuésdelpróximoenvío.Sinacuerdoemplazóalclienteallamarmástarde,aludiendoaquenopodíapermanecermástiempoalteléfonoporqueteníaqueatenderunavisita.

—Usteddirá…—leespetólamujerconunasonrisaperosinunsaludo.—Mi nombre es Adrián la Fuente—había perdido la cuenta de las veces que

habíadichoesafraseenlosúltimosdías—,soyagentedelaGuardiaCivilyestoyenTerramarcomoapoyoenunainvestigacióndelapolicíacientífica.

—Encantada señor La Fuente.Yo soyGloriaGómez.No veo en que le puedoayudar,perohable…Esosí,seabreve,porquecomopuedeverestoymuyocupadatratandodemanejarunnegocio.

—Soyconscienteylepidodisculpasdeantemano—aseguróAdrián.—¡Quémajo!—Gloria le tomaba el pelo—.Enmis tiempos los de suCuerpo

eranmenosamablesyconsiderados.—Afortunadamente para todos, los tiempos cambian y las malas costumbres

también.—Afortunadamente.—Voy al grano, sime lo permite.No sé si ha oído algo de la explosión en la

avenida.—Claro, ¿quién no? Pero no veo que tiene que ver eso conmigo—respondió

dubitativa.—Sinentrarendetalles,nomeestápermitidocomoustedcomprenderá,tenemos

lasospechadequelosresponsablesdelsucesopudieroncomprargrandescantidadesdehielo.Megustaríasabersihantenidounpedidograndeenlasúltimassemanas.

—¿Uno?Estamosenépocadecaloryservimosalamayoríadebaresybarcosdepescadelazona,guapo.Ydigocasiparanoparecerpresuntuosasidigoatodos.

—Bueno, tratemos de afinar un poco más. ¿Recuerda alguno que se hayarealizadodeformanoregular,esdecir,porunclientepuntual?—preguntóelagente.

—Quizásihabláramosconventaspodríamoshallaralgo,peromeparecedifícil;yaledigoqueelvolumendepedidoenestaépocadelañoesdesbordante.Paraquesehagaunaidea,cuadruplicamoslaplantillaenlazonadeproducciónyrepartoenestasfechas.Deestoscuatroocincomeses,prácticamente,comemoselrestodelaño.

—Notenemosnadaqueperder.—Salvotiempo…—atajóGloria.

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Adrián notó por el comentario que la mujer quería ayudarle pero no estabatotalmentedispuestaadestinarrecursosalalabor.Suspedidoseranloprimeroynoibaapermitirinterferenciasenello.

—LesugieroquevayaaventasyhableconCarolina;siellanorecuerdanada,nohabrámuchoquehacer…

Allevantarseparadespedirsedelamujer,Adriánpercibiócómoleescaneabadearriba abajo con una sonrisa picarona en los labios. Le hizo gracia la forma tandescarada en que lo hizo, detectando la broma que le estaba gastando. De nuevoreiterósuagradecimientoyabandonólaoficinaparasalirdenuevoalpasilloquelellevaríaalasalaocupadaporelpersonaldecompra-ventas.

En el cuarto sólo había una mujer que al parecer se encargaba de las dossecciones.Cuando leyó el cartel de la puerta pensóquehabríamás trabajadores alotro lado del umbral, y en esemomento comprendió por quéGloriaGómez habíasidotanreaciaacederleasutrabajadora.

Adrián sintió una punzada de remordimiento, pero para él era mucho másimportantelainformaciónobtenidaqueelcometidodiariodeaquellosempleados.Leexplicó a la trabajadora lo que estaba buscando.Carolina llamó a su superior paraasegurarsequepodíaabandonarsusquehacereshabitualesydarleesainformación.

Pasaron un buen rato aplicando filtros a una base de datos con el objetivo dediscriminar losregistrosquenoguardabanla informaciónquenecesitabaencontrar,peronoacababandehallaralgoquelesdieraelresultadodeseado.Habíandesechadoaquellospedidosqueincluyeranbarrasdehielo,yaqueerandifícilesdeacoplarconprecisiónaunobjetoparaenfriarlo.Sehabíancentradoenaquellosencargosquesehubieran conformado con las formas, en las que el producto se fabricaba, que lehubieran resultadomás útiles a Trav para la composición del explosivo: cubitos ypicado.Habíanllegadoalaconclusióndequelaformamásfácildeenfriaralgoseríaconelpicado,perotambiéncreyeronsederretiríamásrápido,porloqueloscubitosayudaríanamantenerloenestadosólidounpocomásdetiempo.

Se encontraban enfrascados en la búsqueda cuandounhombre entró comounaexhalaciónenlaestancia.

—Vamos,bonita.Necesitoque tramites lospedidosparaqueenadministraciónmesaquenlosalbaranes.

—Losiento,Marcelo,peroestoyaquíconelseñor.EsagentedelaGuardiaCivilynecesitaunainformaciónurgente.

—¿GuardiaCivil?¿Quéhabéishecho?—preguntóMarcelo.—Nada,esparaunainvestigación.Necesitaencontrarunpedidodehielodehace

unasemanaaproximadamente.—Sipuedoayudar…—Claro.¿Recuerdaustedhaberservidoalgúnpedidofuerade lohabitual?—le

invitóAdriánaparticipar.—¿Enquésentido?—inquirióMarcelo.

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—Grandeydeuncompradornohabitual—matizóelagente.—Puesclaro.—¿Sí?—Haráunasemanaoalgoasí.Vinoun tipoconmuchaprisa,casia lahorade

cerrar.Noleíbamosaservirhastaeldíasiguiente,peroelencargoeraimportanteyeltipo fuemuy insistente; necesitaba que se lo lleváramos esamisma tarde, así quecargamoselcamiónyseloentregamos.Enoficinasyanoquedabanadie,ahoraquelo pienso; así que es posible que se me olvidara entregar la información en lasiguientejornadaparaelaborarunalbaráninformatizado.

—Peroalmenosharíasunomanual,¿no?—preguntóCarolinaechandochispasporlosojos—.Asícómovamosaencontrarnada…

—Claroquelohice.Debeestarenelcamión—aseguróMarcelo.—¿Quéteníadeespecialesepedido?—insistióAdrián.—Apartede lapremuraenelpedido,elclientepagóalcontadoysinesperara

queselolleváramos;esonopasanuncaenestostiempos.SinohubiéramosaceptadoGloria, la jefa, me hubiese crucificado de enterarse. Pagos por adelantado y enefectivosonsusueñodorado,je,je,je.—Marcelosemostrabamásdicharacherodelo que la impaciencia le permitía admitir a Adrián—. El lugar de la entrega meresultócuriosotambién.

—¿Por?—Porquetrabajéallíduranteveinticincoaños—contestóMarcelo.—¿Laviejafábricadehielodelpuerto?—lepreguntósucompañera.—La misma. Parece que el actual dueño del edificio se lo alquiló a ese tipo.

Gloriaysussociosselavendieronhaceseisaños,despuésdetrasladarnosaaquí.Eledificioestabaviejoyloibanaderribarparaedificar,peroelayuntamientolodeclaróprotegido,secomentóporTerramarque loconsiderabanhistóricooalgoasí;esdeantes de la guerra civil de laPenínsula, y los compradores se vieron obligados arespetarlaconstrucción.Hahabidovariosproyectosparasurehabilitación,segúnserumorea,peronosehaconcretadoningunodeellos.Haymuchapolémica,¿sabe?—Marcelo parecía disfrutar contando las historias que sucedían enTerramar—.Hayvecinos que piensan que es una vergüenza que la nave siga allí, que debería serderribadaparadarpasoalamodernidad,yotrosquelomejorseríaconservarlocomomuseoorecintosocial…Cadaunotienesuopinión.

—¿Yquedaalgodematerialdelaviejafábrica?—inquirióAdrián.—Algohay:unasbañeras,algunacámara frigoríficaempotradaquenosepudo

sacar…—¿Mepodríandarladireccióndeeselugar?—Adriánteníaunbuenpálpito.—EstámuycercadelaAvenidadelasCortes,yasabe,laprincipal.—Enlaqueexplotólabomba…—Quisoasegurarseelagente.—Lamisma.Vayaalprincipiodelaavenidaycruzandounpardecallesllegará

alpuerto.Allípregunte,perolaencontraráenseguida.

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—Milgraciasporsucolaboración.Adriánabandonólafábricaexcitadoporlaposibilidaddeencontrarseenelbuen

camino,deestarsiguiendolapistaadecuada.Tal como le indicó Marcelo, a La Fuente no le fue muy difícil encontrar el

antiguoedificiodondesehabíarealizadoesaentregaespecialdehielo.LaconstrucciónseencontrabaaunospocosmetrosdelmuelletresdeTerramar.

Eradeplantatriangular,consólodosniveles:bajoyprimero,haciendoánguloentredoscalles.

Adrián se paró a contemplar la nave desde la unión de las dos fachadas queformabanelvérticedeltriángulo.Defrenteseencontróunenormebalcón,alaalturadelprimerpiso,quedebíaofrecerunasinmejorablesvistasdelpuertoydelosbarcosqueestabanatracados en los amarraderosmáspróximos, así comodelmarque lesamparaba. En la fachada derecha del edificio se encontraba un único acceso alinterior de la fábrica; una puerta de madera que parecía estar a punto de hacerseastillas debido a su penoso estado de conservación. Un pocomás allá existía otrapuerta,visiblementemásmoderna,demetalpintadodegrisquefacilitabalaentradaalaparte posterior, destinada a la cargaydescargademercancías.Losvándalosdelesprayhabíandadobuenacuentadelaspectoexterior,inundándoloconpintadastanantiestéticascomocarentesdesentidoygusto.Adriáncomprendíaperfectamenteeldebateque,Marcelo lehabíacontado,mantenían losvecinosacercadeldestinodelinmueble;elaspectoquedabaeradeabandonoysuciedad,peroa lavez traíaa lamenteelrecuerdodeépocaspasadas.Sindudaalgunalaubicacióndelcomplejosehabía elegido demanera estratégica, años ha, para la rápida distribución del hielohacíalospesquerosquevolvíandefaenarosehacíanalamar.

Antesdemarcharsedelafábricaqueacababadevisitar,previendoquenoleseríafácilentraren laantigua factoría,Adrián lehabíapreguntadoaGloriaGómez,quehabíasidoantiguadueñadeledificio,siconservabaalgúnjuegodellavesdelaépocaenlaquelovendió.Afortunadamente,larespuestafueafirmativa.LaFuenteutilizóensuprovechoesacuriosidadsimpáticaquehabíadespertadomomentosantesenlaempresaria para solicitarle el llavero que le proporcionase acceso al interior deledificiodelpuerto.Lamujerselascediógustosamente,aunquenoestabaseguradesihabrían cambiado los bombines de las cerraduras. Adrián deseaba que los nuevosdueños, sinnecesidaddeproteger su interior,hubieranoptadopordejar todocomoestaba.Hizounprimerintentoenlapuertademaderaylallavesedeslizódentrodela cerradura como un cuchillo caliente en la mantequilla, señal de que había sidoengrasadonomuchotiempoantes;giróyrápidamenteseencontróenelinteriordelinmueble.Cerrólapuertatrasdesí.

La luz, a esa hora del día, entraba por el destartalado techo y laminaba dedestelloselinteriordelanaveindustrial.Elpolvoensuspensiónaportabaademásunaspectoinquietantealosrayosdeluzqueseobservabanperfectamenteperfilados.

Desdedentro,Adriánpudocomprobarquelasdosplantasenlasquesedividíael

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bloque constituían en realidad un único espacio. Excepción hecha delmencionadovértice dónde confluían las fachadas laterales y en el que se encontraba el balcón:ésta parte parecía destinada a las oficinas y gozaba de una división para las dosplantas.

El agente comprobó que no quedaba un solo cristal sano en las ventanas; enconsecuencia,labrisayelsalitredelmarhabíanhechodelassuyasenelinteriordelcomplejo industrial.Lasavesqueseconcentrabanen las inmediacionesdelpuerto,esperandolosrestosdepescadoquedejabanlosbarcosparasudisfrutealimentario,habíanconvertidoeledificioensuhogar,invadiéndolohastaelpuntodequeAdriántuvo la sensación de ser Tippi Hedren en la famosa película de Hitchcock, «Lospájaros».Hubodetaparselanarizenvariasocasiones,tratandodeevitarelhedorquegenerabanlashecesacumuladasduranteañosdeocupaciónaviaria.

Recorrió a paso lento la que fuera antigua zona de fabricación, tratando deencontraralgún indiciodequeTravhubieraestadoallí.Adriánentróenunade lascámarasdefríoquehabíanquedadoabandonadastraslamudanzaysetopóconunaenormebañera,rodeadadeinfinidaddegarrafasvacías.

Se asomó a su interior y descubrió que allí quedaba todavía líquido: el aguarodeaba un recipiente demetal de unos cincuenta litros de capacidad. Junto a ellaencontrótambiénuncontenedoralqueselehabíaacopladounaespeciedefiltrodetelaenlapartesuperior.Examinódichofiltroyhallóunoscristalesdepolvoblanco.

Conprecaución,ayudándosedelapuntadeunallave,tomóunpocodeesepolvoy lodepositóenel suelo.Despuésbuscóunobjetocontundente,unade laspiedraslanzadas a través de las ventanas desde el exterior le serviría para su propósito, ygolpeó la sustancia con fuerza. Los restos que había depositado en el suelo sevolatilizaron al instante, emitiendoun chasquido similar al deunpequeñopetardo.Adrián miró a su alrededor y descubrió una pequeña grúa que en ese momentooscilabasobresucabeza,similaralasquesesolíanutilizarenlostalleresmecánicospara extraer los motores de los coches. Lo más probable era que aquel aparatohubiera servido para izar el recipiente con el combinado químico con el fin defacilitarsufiltrado,pensóentonceselagente.

Adriánhabíahallado el lugary elmétodoempleadopara fabricar el explosivo,sólolequedabaaveriguaralgunapistaquelecondujerahastalasiguienteparadadelterrorista.Salióa laparte traseradeledificioyencontróhuellas recientesdevariosvehículos, justo en la zona de carga y descarga, sobre el suelo de arena. Tomó sumóvily le envióunmensaje al comisarioVadillo explicándoledóndeestabayquéhabíaencontrado.Enbrevelacaballeríaestaríaallí.

Elagentenopudoresistirsealaideadesubiralbalcónparamirarelmar,estabaconvencido de que cualquiera que hubiera estado allí tenía que haber caído en latentación de hacerlo. Subió las escaleras de caracol que daban acceso a la plantasuperior,entróenundespachoenelqueaúnseconservabanunescritorioyunasillademadera,ydivisóasuizquierdaelaccesoalmirador.

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Sedirigióalbalcónyabrióunadelashojas,parasaliralexterior.Alhacerlo,unaráfagadevientohizovolarunpapelquehabíasobrelamesa.Adriánibaaignorarlo,peroviofugazmentesunombreescritoeneldocumento.Seabalanzósobreelobjetoparadescubrirquenoeraunsimplepapel,sinounsobreenelqueseleíaclaramente;«ParaAdriánlaFuente».Susentrañasseestremecieronporlarabiaalcomprenderque,unavezmás,Travibapordelantedeél.

Sin tiempo para abrir el sobre, Adrián escuchó acercarse a las sirenas de losvehículos de la policía. Ocultó el sobre, escondiéndolo bajo sus ropas en la partetraseradesucuerpo,yabandonólahabitación.

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Capítulo16Elsobre

Adriáncomprendióquenopodíahacermuchomásallí.Yaleshabíaexplicadoalosperitospolicialesloquehabíaencontrado.Semarchódelafábrica,dandosupartedeltrabajoporconcluida,despuésdeentregarleslasllavesdelrecintoparaqueentraranysalieranasusanchas.

Mientrasconducíasucochesumentenodescansaba;Travselahabíajugadounavezmásyaquelloledesesperaba.Parecíaquesemofabadeél,dejándolemiguitasdepanparallevarleaundestinodelquequizásnopodríaescapar.

Adriándeseabaverelcontenidodeesesobre,peroalavezseplanteóquemarloyacabarasíconlosjuegosdeprestidigitadordeTrav.Tratódeconvencerseparaseguiradelante,debíadescubrirlaverdad.

Estacionóelcocheenelgarajeconaccesoalmotel.LedejólallaveaJulián,ysedirigióhaciasuhabitaciónignorandoaCarladeliberadamente.Nosehabíaatrevidoahablarconellatodavíadelanochequepasaronjuntos,porloqueignorabasiCarlaqueríallegarmásalládespuésdeaquelescarceoamoroso.Legustabaesachica,peroseguía pensando que no era elmomentomás adecuado para empezar una relaciónsentimental.

Entró en el cuarto que se había convertido en su hogar en esos días y cerró lapuerta.Apoyó su espalda contra lamadera y golpeó con su coronilla varias vecestratando tal vez de castigarse por ser tan torpe. Semantuvo unos segundos en esaposiciónhastaqueunsuspirolesacódeltranceyporfinsedecidióaactuar.Extrajoelsobredeentresusropasyloarrojóalacama.

En pie, frente a ese trozo de papel plegado y cerrado, su cerebro calculabadiferentesopcionesatodavelocidad.MiróalmensajequelehabíadejadoTravcomosi fuese el propio asesino, tratando de decidir si debía darle una oportunidad paraexplicarseodispararleasangrefríasincontemplaciones.

Tomó el sobre y lo depositó sobre el pequeño escritorio del que disponía lahabitación.Sesentó frenteaély,emulando la imagenque reproduceunamoviola,acercó sus manos lentamente para abrirlo, empleándose con la delicadeza de uncirujano.Separóuninstante,elucubrandosobrelaposibilidaddequeTravlehubieradejadoalgún tipode sorpresaenel interiorde la carta.Adriánnopodíaobviar losmasivos envíos de cartas con ántrax que se habían dado años atrás, durante laparanoiaqueseprodujotraslosatentadosdeloncedeseptiembre.

Finalmentesedecidióaactuar.Unavezabiertoelsobre,LaFuentesóloencontródospapelesensuinterior:unoeraunrecortedeperiódicoyelotrounfolioescritoamano; se decidió por examinar primero el folio y descubrió una misiva de Travdirigidaaél:

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«Saludos,Adrián,Podríadecirtequesiestásleyendoestoesquehasllegadohastalaviejafábrica

dehielosiguiendomirastro,perolarealidadesqueteníalacertezadequeloibasahacer,asíquesimplementeiréalgrano.

Sabesqueenpocosdías, talcomoteavisé,unaviónsufriráunaccidenteenelaeropuertode laCapitaly laúnicamaneraque tienesdeevitarloesquesigasmisinstrucciones. Sé que el orgullo es muy fuerte en ti y que te será prácticamenteimposibleseguirlasindicacionesdealguiencomoyo,peronotenemosmásremedioquellegaraunentendimientoporelbiendecientocincuentaycuatropersonas.

Comoyatedije,nosencontraremoseldíaantesdelsuceso;notepreguntescómoloharemos,yaloverás.Apartirdeesemomentotodoloqueocurraconeseaviónseráresponsabilidadtuyaynomía.Yollegaréhastadondepueda,peroteadviertoquesinotomasladecisióncorrecta,queeshacerloqueteindico,yanopodréhacernada.

Las pruebas recogidas en el lugar de la explosión y en la fábrica de hielo osllevarán a un callejón sin salida. Una lista de distintos proveedores que norecordarán nada en especial, ni te conducirán a ninguna pista que te ayude aconseguir loquedeseas.Estaré físicamente ilocalizablehastaeldíaenquepor fincoincidamos,asíquetedoyunapistacomopruebademibuenavoluntadparaqueencuentresellugardondeteestaréesperando.

“Enelfondodeunqanatestarésentado,ellugardondeloencontrarásyateloheadjuntado.”

Ahoraeselmomentodequeleaselrecortedeperiódicoqueteheincluidoenelsobre…Tambiénsabíaqueleeríasprimerolacarta.

Nosvemos.»

Adriánintentócontrolarlairaqueleembargabatrasleerlanuevamanipulacióndelcriminalqueestabaamargándolelaexistencia.

Fastidiadoportenerquehacerloqueesemalnacidoleordenaba,tomóelrecortedeperiódicoycomenzóaleerlo.Enlanoticiaprincipalsehablabadeunaccidentedecirculaciónocurridoenelsurde laPenínsula,enelquehabíanfallecidoloscuatroocupantesdeunturismoyelconductordeuncamión,traselchoquefrontalentrelosdosvehículos.

Elconductordelcamiónhabíadejadoviudaycuatrohijos.Losocupantesdelotrovehículo,elcausantedelimpacto,erancuatrojóvenesconedadescomprendidasentrediecinueveyveinticincoañosquevolvíanasupuebloderesidencia,llamadoCasasdelRey, trasunanochedefiesta.Elartículoestaba ilustradoporunafotografíadelcoche accidentado. Junto al amasijo de hierros en que se había convertido la parte

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frontaldelmismo,Adriánpudocontemplarenlaimagenloscuatrocuerposcubiertosconmantastérmicasyadosguardiascivilesasulado,aparentementeorganizandoeltráficojuntoalsiniestro.Tambiénseobservabandiversosobjetos,yrestosdelosdosvehículosdiseminadosporelentorno.

LaFuente no lograbahallar la relaciónde aquel suceso con su caso, hasta quepusomásatenciónsobrelafotografía.ElautoparecíaserunOpelAstra,perono,nopodía ser…Lepareció inclusodistinguir que tenía las lunas traseras tintadas,muysimilaralmodeloutilizadoenelatentadodeTerramar.

En ese mismo momento el teléfono le sonó con estridencia, sacándole de suanálisisdelaimagendelaccidente.

—¿Si?—LaFuente,soyelcomisarioVadillo.—Dígame,comisario—contestóalinstanteelguardiacivil.—Primero de todo, quería darle la enhorabuena por sumagnífico trabajo en la

localizacióndelrefugiodelterrorista.—ElcomisarioparecíamuycomplacidoconlalabordeAdrián.

—Gracias,señor.—Ensegundolugarquieroinformarlequenuestraspesquisassobreelnúmerode

bastidordelcocheusadoenelatentadonoshan llevadoaunpequeñopueblode laRegiónsurdelaPenínsula.

—Porfinbuenasnoticias.—Pueslaverdad,nosésiloson.—Elcomisarionoparecíatanoptimista.—¿Porqué?—preguntóAdriánanteloconfusodelmensajedelcomisario.—Elcoche,alparecer,fuerobadohaceunpardesemanas.Estamosesperandoa

quenosllegueladenunciaporemail.—Gracias por la información, señor —contestó Adrián antes de que un

aguijonazoletrajeraunaideaalacabeza—,¿cuáleselnombredelpueblo?—Déjememirar,lotengoporaquí…CasasdelRey.¿Ledicealgo?—No, al menos eso creo—Adrián dudó si decir la verdad—, pero gracias de

nuevo.Adrián deslizó el dedo en la pantalla de su móvil para terminar la llamada.

Frenético, rebuscó información dentro del artículo hasta que su atención se posósobrelafechadelsucesorelatado:coincidíaconeldíadelaexplosióneneltallerdeIoanyVasile.

Elguardiacivildoblóapresuradamenteelrecortedeperiódicoyselointrodujoenelbolsillotraserodelpantalón.Cerródeunportazoeldormitoriodealquilerybajólaescalerasaltandolosescalonesdedosendos.LlegóalarecepciónyseencontróconunaCarlasonriente.

—¿TienesconexiónaInternet?—lepreguntósinsaludarsiquiera.—Si…Claro.—¿Puedo?

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Carlaseapartóinvitándoleaentrartraselmostrador,lecediósuespaciofrentealordenador y se quedó observando. Ofuscado por la investigación, Adrián no sepercatódelmovimientoasuespaldahastaquelajovenlerozósuavemente.

—Sinoteimporta,Carla…Esoficial—ledijoalachicasinapartarlamiradadelapantalla.

—Pueslaverdad…Síquemeimporta—replicóairadaCarla.Adriánsequedódepiedra.Segirólentamenteparaobservarelfuegoenlosojos

deCarla.—Llegas aquí y lo revolucionas todo; te acogemos con los brazos abiertos, te

apoyamos, te cuidamos y… ¿qué hay a cambio? Nada, o peor aún, desprecio. Almenoslanadaesunvacíoarellenar.

—Losiento,yonopretendía…nomereferíaa…—balbuceóAdrián.—¿De verdad? ¿No pretendías?—Carla se mostraba cada vez más furiosa—.

¿Nopretendíasocultartedemícadavezquellegas?¿Nopretendíashuirdemícadavez que trato de acercarme? ¿Nopretendíasmostrarte comoun puñetero arrogantequeestáporencimadetodos?

Carla se acercóa él tanto comopudo,buscandocon suspupilas lasdeAdrián.Desafiante,confirmeza,leretóaaguantarlamiradaantesdecontinuar:

—¿Tan irresistible te crees? No te preocupes, no espero que me pidasmatrimonio, si es loque tepreocupa.Hubierabastadoconunpocode amabilidad,unasonrisapor lasmañanasyun«buenasnoches»antesde irteadescansarpor lanoche…Vetealamierda,AdriánlaFuente.Encuentraatuhombreylárgateloantesposibledeaquí.

La chica le dio la espalda, salió del puesto de recepcionista y se marchó endireccióna lacalle.Adriáncreyóoírla llorarcuandosalíapor lapuerta.Sedebatióentreseguirlaparahablarconellaobuscarlainformaciónporlaquehabíabajado…Unavezmás laobligaciónpudocon ladevoción,yaempezabaaentenderporquéLauralehabíadejado…

Adriánsacódesubolsilloelrecortedeperiódicoyacudióalapáginawebde«ElPregonerodelSur»,eldiarioalquepertenecíalanoticia;buscóenlahemerotecalasnoticias de ese día en concreto, pero no encontró nada del accidente. Sin rendirse,tratóderealizarvariasbúsquedasdesdeunservidorgeneralistadenoticias.Elguardiacivilsedesesperóalnoencontrarningunacoincidencia:niacotandolabúsquedaporelaccidente,niponiendoelnombredelpueblo…nadadenada.

Decidió entonces mantener una conversación telefónica con el teniente Arias,paraponerlealtantodeloacontecidoenaquellasúltimasdeliranteshoras.EloficialsugirióqueyahabíallegadoelmomentodequeelagentevolvieraaRíosVerdestrassuperiploporLevante.Ambosestuvierondeacuerdoenestadecisión,peroaAdriánaúnlequedabaunacosaporhacerenTerramar…

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Capítulo17Carla

Abandonó el motel para dejar que el guardia civil hiciera lo que necesitara en elordenador.Enjugándoselaslágrimasdeiradelrostro,Carlasedirigióalcaféalquesolíaacudiradesayunarcadamañanaparatomarsealgoquelatranquilizara.

Una de las virtudes quemás apreciaba del lugar al que se dirigía era la calmapermanente que se respiraba en su interior, lejos del bullicio que inundaba a lamayoríade los localespúblicosubicadosenunazonameramente turística como lapoblaciónenlaqueellavivía.Sorprendentemente,latranquilidadnollevabaasociadala ausencia de clientela, muy al contrario, era un lugar masivamente frecuentado.SeguramentelaspersonasquevisitabanelCharlie’sbuscabanlomismoqueella.

Estabadecorado con estilo americano.Divisó una larga barra dondeunamujerconmandilservíacafédeunajarradecristalola típicaseriedeespaciosdivididosjuntoalasventanasdellocalconasientosenfrentadosyunamesacuadradaenmedio.Observó tambiénvariosdiscosdevinilocolgadosde lasparedesyunamáquinadediscosqueyasólo funcionabacomoelementodecorativo.A lo largode labarra sedisponían taburetes circulares, anclados al suelo, con la acostumbrada tapicería deescayroja.Sobreelmostradordescansaban lasvitrinas repletasdedulcesvariados:donuts,ensaimadas,magdalenas,pepitosdecrema…

Carlaentró,saludófugazmentea lacamarera,y lepidióunamanzanilla juntoauncruasánalaplancha.Afortunadamentesusitiopredilectoestabalibre:laúltimadelasmesas,situadajuntoalamáquinadediscos.Sesentóyenseguidallegósupedido.Se dispuso a consumirlo mientras dejaba que su mirada se perdiera a través delventanal,viendopasarasusvecinosdeunladoaotro.

Adiferenciadelamayoríadelagentealaquesaludabaadiario,Carlasentíaqueestaba fuerade lugar enTerramar.Desde pequeña había notado que ése no era susitioyluchabacadadíaporsalirdeallí.Noeradeextrañar,sedecíaasímisma,quesehubieracoladoporAdrián;unchicodemundoquehabíavividoenvariossitiosycuya vida era una emocionante búsqueda constante de enigmas por resolver. Sesonrióalpensaren ladescripción tan románticaquehabíahechodel trabajodeuncabodelaBenemérita,perotodoloquenofueseestarancladaalmalditomostradordelmotelleparecíaunaaventura.

CarlateníamuypresenteensucabezalanochedelatentadoenlaAvenidadelasCortes.Aúnpodíaolerle,sentircomoAdriántemblabaentresusbrazoscuandollegóexhausto y derrotado a la pensión después de ayudar con los heridos. Rememorócuandoeldeseodebesarlelainundóporcompleto,mientrassucuerporeclamabaquese dejase alimentar por la ternura y el amor de aquel hombre. Recordaba como aduraspenashabíalogradocontenerse,paraalfinaldeshacerseconelaguadelluvia,comoelazucarilloqueacababadearrojarenlamanzanillacaliente.Carlaalbergaba

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laterriblesensacióndehaberdejadoamediastodoloimportanteyemocionantequelehabíasucedidoensuhistoriapersonalportratardehacersiemprelocorrecto.

Había comenzado los estudios de Historia del Arte años atrás. Se imaginabaviajandoporelmundo,descubriendolasmaravillasqueledeparabantantosytantosartistas,conocidosyolvidados,quehabíandejadosugotademagiaenlaeternidad,haciéndoseconelloinmortales.EllaveíaagentecomoDaVinci,CervantesoMiguelÁngel como viajeros del tiempo, artistas que a través de sus obras emprendían elcaminohacialaeternidad.

Susueñosevioentoncesfrustradoporlallegadadelacrisiseconómicamundial,el empeño de sus padres no daba para pagar una carrera universitaria. Las altasexigencias impuestas por los gobiernos comarcales paramantener las becas habíanhechoqueellaperdieralasuya.Noeraunproblemadefaltadetrabajoporsuparteodecapacidadparacumplir losbaremosacadémicos,peroconlas largas jornadasdetrabajoenlahosteríanoteníatiempoparaestudiartodoloquenecesitaba.Asíque,enesasituación,decidióquelomejoreraaparcarsusestudiosuntiempohastaquelascosasmejorasenypudieraseguirconsucarrera.

Sin percatarse del todo, absorta en sus pensamientos, Carla había dado buenacuentadelainfusiónyelcruasánseguíaesperándolasobrelamesa.Ibaacomenzaradevorarelbollocuandooyóunavoztanfamiliarcomoindeseadaenesemomento.

—¿Te pido algo para acompañar ese cruasán? —Adrián trataba de parecerservicialyamable.

—Sinoteimporta,Adrián…Megustaríapoderestarsola.—Losiento.Notepongasasí,porfavor.—¿Quénomepongacómo?¿Cómotecomportastúhabitualmente…?Adrián se sintió avergonzado por la forma en la que había tratado a Carla,

manteniéndolasiempreadistancia,cuandoenrealidadsentíaqueleencantabaestarjunto a ella. Trató de autoconvencerse de que lo había hecho para centrarse en sutrabajo,peroenrealidadélsabíaquelohabíahechopormiedo.Habíapasadotodasuvidajuntoaunapersonaentregadaaélencuerpoyalma,ylahabíaidoapartandodesuladoconsusmaníasyexcusasbaratas,escudándosesiempreeneltrabajo,cuandoloobvioeraquenopodíaafrontarelsentimientodevulnerabilidadqueleprovocabasentirseenamoradodealguien.

—Lo siento, Carla, de verdad. Sé que soy un cobarde y que me paso todo eltiempohuyendodemipropiavida.Peroloúltimoquepretendíaeralastimarte,tedoymi palabra. Nada en este mundo es lo suficientemente importante como parainducirmeahacertesufrir.

—Yotambiéntengomipartedeculpa…—Adriánsesintiósorprendidoanteesaafirmación—.Tal vez te vi como la excusaparadar el cambioquenecesito enmivida.

—Puesamínomeimportaría,porqueseguroquetúereseldesordenquenecesitoyoenlamía.

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Carla lemirómuy seria con sus ojos empezando a brillar como dos pequeñasestrellasenlanoche.Unasonrisasedibujólentamenteensusfinoslabios.

—Peronecesitoterminarestoantesdepoderdedicarmeplenamenteati—Adriánsabíaelcompromisoqueibaaadquirirynoqueríaempezarponiendocimientosdebarro—.Tengo que coger a ese asesino,Carla, y después vendré aquí y podremosconocernosy,sitodovabien,querernos.

Carlaasintióconlacabezaunpocodecepcionada;ella lequeríaahorayalcienporcienensuvida,perotambiéneraconscientedequeélteníaundurocaminoquerecorrer. Un camino del que dependía la vida de muchas personas y nunca seperdonaríanohaberleanimadoarecorrerlo.

—Estábien—ledijo—,peroconunacondición.—¿Cuál?—Noserástúelquevenga,seréyolaquevaya.Túhasviajadodemasiadoyyo

muypoco.LaampliasonrisadeAdriánleindicóqueaceptabaeltrato.Élexplicóentonces

quehabíarecibidoordendevolveraRíosVerdesparacontinuarconlainvestigación.Leaseguróquelallamaríaconfrecuenciayque,cuandotodoterminara,planificaríanjuntoselfuturoqueseabríaanteellos.

Pasaronjuntoselrestodeldía,comieron,caminaronsinrumbodefinidoyrieronhasta el anochecer. La tarde terminó cuando Adrián montó en su coche paraabandonarTerramar.Elmomentodeladespedidafueelmástensoporqueningunodelosdossabíacómoactuar,hastaqueella,condecisión,seacercóaélparabesarlesuavemente en los labios. Carla notó como su boca temblaba experimentando unasensaciónamedio caminoentre almiedoy la emoción.Se tratódeunbeso corto,cargadodepasión.Tambiénpudosentircomosucuerposeestremecíaalnotarseencontactoconél.Leabrazócontodassusfuerzasparanodejarleir,aunquesabíadeloinútildelesfuerzo.

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Capítulo18Cavilaciones

AdriánestabapaseandoporlazonadecargadelaeropuertoeneldíaanunciadoporTravparaelhorrendoatentadocontraelaviónysuspasajeros.Lasfechaspreviasalafatídicajornadaseconsumieronsinapenasdarsecuenta,habíallegadoelmomentodeactuar.SeprometióasímismoimpedirqueTravconsiguierasupropósito,nopodíapermitirquedañaraamásinocentes.

Revisódenuevo, de formaobsesiva, todo su equipodevigilancia y seguridad:prismáticos con visión nocturna para cuando cayera la noche; su pistola de nuevemilímetrosapuntoparadisparar; las esposas se abríanycerrabancon facilidad; elcomunicador por radio funcionaba sin problemas e incluso portaba una pistola deelectroshockparaaturdimiento…

Eldía estaba inexplicablemente tranquilo;Adrián llevabagranpartedelmismoviendo a personas sin alma subir y bajar de los aviones como zombis en fila,siguiéndoseunosaotrosmientrasarrastrabanlospies,carentesdelavitalidadydelnervioqueselesuponealserhumano.Elguardiacivilpensóentoncesqueaquelloeraobsesiónsuya,probablementeelestréscausadoporlasituacióndistorsionabalarealidadasualrededor.

Varias veces salió a la carrera creyendohaber visto aTrav,mientras observabadesdeabajoalospasajerosdeunodelosavionesentrandoporlarampadeacceso.Obviamentesehabíaequivocado,peroenaquelmomentohubierajuradoverleconlamisma indumentaria que en el día del atentado en el tren. Algo extraño dadas lascircunstancias,sumenteparecíaquererseguirjugandoconél.

Todocomenzócuandoelsoltocabayaelhorizonte.Adriándivisóalolejosunasiluetaconocidabajandodeunautobúsdepasajeros.

Parasusorpresa,comprobóqueCarlaseacababadedeteneralpiedelaescaleradeentradaaunaaeronave,ytratódecorrerhaciaella.Peropormásqueseesforzaba,ypor más rápido que trataba de mover sus piernas, no lograba avanzar losuficientemente rápido para llegar a tiempo de detener a Carla. La angustia seapoderódesucorazón…

AntesdevercómoCarlaseadentrabaenelavióntuvotiempoaúndedistinguirsusonrisafresca,sugestoconfiadoaldespedirsedeéljustoantesdedesaparecerenel interiorde laaeronave.Un interiorqueparecíaextrañamenteoscuroy tenebrosodesdesuposición.

Larealidadlegolpeóconcrudezaaldarsecuentadeloqueibaasuceder.Adriánchillabaapulmónllenoperonadieleoíamientraslaimpotenciaseapoderabadeél.Eloperariosesubióalacabinadecontroldelaescaleramotorizada,despuésdevercerrarselapuertadelavión,ymaniobróhábilmentepararetirarla.Deesemododejóel espacio libre para que el avión reculara con la ayuda del remolcador y poco

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despuéselgigantealadoseencaminóhacialapistadedespegue.Adrián ignoró el avión al comprobar que sus pies seguían clavados al suelo,

negándolelaposibilidaddeavanzar,ysefijóentonceseneltrabajadordelaeropuertoqueacababaderemolcarlaaeronave.LeviopasarselamanoporlacabezaparadejaralavistaunrelojSolviletTitus…

—¡Alto!¡Notemuevas!—legritó.Trav se volvió hacia él con la sombra de lamuerte en lamirada,mostrando la

dentadura, especialmenteblancaybrillante, trasunamedia sonrisadibujadaen suslabios.Elcriminalseñalósurelojcomodiciéndole:«Eslahora».

—¡Notemuevas!Silohacestedejoseco.—Adriánechomanoasufundaylaencontróvacía.Increíblemente,suarmahabíadesaparecido.

Elguardiacivilbuscóelactivadordelcomunicadorjuntoasucuello,necesitabacontactarurgentementeconsuscompañerosparadetenerelavión. Intentóavisarlesvariasvecessin recibirmás respuestaque laestáticade la radio.Hastaquepor finunavozsurgiódelauricularinsertadoensuoído.

—Noestásmirando,Adrián—recibióunsusurro—.Telovasaperdertodo,conloquehetrabajadoparaprepararteesto.

Elagentebuscóelavióndesesperadamenteconlamirada,hastaqueunaboladefuego apareció en el horizonte. Los servicios de emergencias recorrieron la pistahastael lugardel suceso,pero todohabía terminado.Adrián llorabasinconsueloygritaba el nombre de Carla mientras oía unas siniestras carcajadas por elintercomunicador…

LaFuentediounsaltoaldespertarsesobresaltadoyseincorporóenlacamadesuapartamentodeRíosVerdes,empapadodesudoryconelcorazóntratandodefugarsedesucuerpoatravésdelagarganta.Encendiólaluzdesumesillaparamirarlahoraen su reloj de pulsera: las cuatro ymedia de lamañana. Era la cuarta vez en esasemanaqueteníalamismapesadilla.Habíacomentadoestehechoconelpsicólogodelcuerpo.EltenienteAriasselohabíaaconsejadotrasunaconversaciónenlaqueAdriánlecontóelestrésqueleprovocabalaangustiosaesperadeldíaseñaladoporTrav. La respuesta que recibió tenía forma de pastillas para dormir. El cabo de laguardiacivilsenegóarecurriralaayudadelaquímicaparapasareltrance.

Selevantóyseasomóalaventana.Unalargaavenidabieniluminadaseextendíaen ambas direcciones, desierta a esa hora bajo su mirada. Se tomó un rato pararespirar la tranquilidad, necesitada como agua de mayo, que le proporcionaba laoscuridaddelanoche,ysedirigióalcuartodebaño.Sellenólasmanosdeaguaysumergiósurostroentreellaspararemoverlosrestosdesudorquelequedaranaúnsobresupiel.

Alvolverhaciaellechosefijóensuescritorio.Justodetrás,enganchadoalmarcodelespejocolgadoen lapared,distinguióel recortedeperiódicoqueTrav lehabíadejadoenaqueldespachodeTerramar.Despuésde regresarde suviaje,unpardesemanasatrás,locolgóallíynolohabíavueltoamirarcondetenimiento.

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Otromontón de papeles, revueltos sobre lamesa, le recordaron la infinidad deveces que los había repasado sin encontrar nada relevante. Habían centrado lasinvestigaciones en la localización del proveedor de las sustancias para fabricar elexplosivo, losmétodosutilizadosy la técnicaparamontar labomba.Unavezmás,utilizaronlascámarasdeseguridadodetráficoparaintentartrazarlarutaseguidaporel terroristadesdeque robóelcochehastaque llegóa lagasolinera frentea laqueasesinóalconductordelautobús.AAdriánleparecíaincreíblepensarquealguiensehubiese podido mover con tanta libertad, después de haber robado un coche, yescabullirsesindejarapenasrastro.

Yasehabíadesvelado.Cadavezquesedespertabasobresaltadoenmediodelanoche, laobsesiónporatraparasunémesis le robabael sueñodemodo inevitable,por lo que siempre acababa sentándose a repasar pruebas y buscar detalles quepudierahaberpasadoporalto.

Releyó,denuevo,losinformesquehabíarecibidoconelresultadodelosanálisispericialesrealizadosenlosescenariosdelosatentadosaltrendelargorecorridoyaledificio de Terramar. En el primer suceso el explosivo utilizado había sido ladinamitaobtenidaenelrobodeunalmacénsituadoenelnortedelaPenínsula,enlazonadelasminas.Introducidaenunacajademetalsoldadayacompañadadegrancantidaddemetrallametálica:tornillosybolasdeacerodetamañoconsiderable,quefueron las que causaron la mayor parte de los daños y la muerte del maquinista,formaron un engendro diseñado únicamente para matar. En el acto de terrorismohabíanparticipadovariaspersonasyexistíaunareivindicaciónideológicadefondo.

EnelatentadoenlaregióndelLevantelascircunstanciasfueronmuydistintas:elexplosivo fue de fabricación casera, parecía cosa de una sola persona, y el autorprocuróqueseencontraran,enelinteriordeledificio,elmenornúmerodepersonasposible.Sielobjetivohubierasidoprovocarunamasacreelautorhabríaprogramadolahoradelaexplosiónenunafranjatemporaldondeloscomerciosseencontraranenplenaactividad,hechoporelcualllegaronalahipótesisdequeeraunactocontraeledificioynocontravidashumanas…pero¿porqué?

Los «modus operandi», así como el objetivo de los dos actos de terror erantotalmentedistintos.Análisisapartemerecíaelasesinatodelchoferdelautocar,¿quérelaciónteníaentodoaquello?Nadateníasentido…

Entrelashojas,fotografíasydocumentosqueAdriánpasabadeunladoaotrodelamesaseencontróconlaimagenimpresadelprimerdetenido,deltipoalquehabíadescubierto con el detonador, guiado por Trav, junto al hospital de campaña elfatídicodíadesutrasladoaRíosVerdes.

Elcabodelaguardiacivilconcluyóquenecesitabarespuestasurgentesyquelasibaaobtenerdeunaformauotra.

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Capítulo19Elpreso

HugoLemaspaseabaporelpatiodelaprisión,talcomolohabíahechoadiarioenlosúltimosmeses.Aúnestabaalaesperadequesecerraseelsumariodelcasoenelqueestaba implicadoyseestablecieseuna fechaparael juicio.No teníaesperanzaalgunadequedarlibre;lehabíanpilladoinfragantiyademás,laopiniónpúblicaylosmediosdecomunicaciónyahabíancelebradolavistaparalela.Afortunadamente,traselrestablecimientodelaRepúblicadespuésdelaextincióndelgobiernomilitardeladictadura,seaboliólapenademuerteylacadenaperpetua,porloquesupeoropciónseríantreintaañosdereclusiónmayor.

Nosearrepentíanilomásmínimodesusacciones,susconviccionespolíticaslehabíanempujadoaello.A losquehabíaque llevaralbanquillo,pensaba,eraa lospolíticos corruptos, ladrones y sinvergüenzas que estaban llevando al pueblo a laruina,mientrasellosse llenabanlasbarrigasysedejabancomprarporbanquerosyempresarios.Volveríaahacerloencuantoledieranlaoportunidad.

Desde que llegó a la prisión, Lemas había procurado no llamar la atención denadie:comíacuando todoscomíanypaseabaporelpatiocomounomás.Sehabíabuscadoademásuntrabajoenlalavandería,yestabaapuntadoauntallerdemúsica,suauténticapasión.Dehecho,fueasícomolereclutaron.

Élpertenecíadesdemuyjovenaungrupodemúsicapunk.Conellosaprendióatocarlabateríamientraslesayudabaconlostextosqueconformaríansuscanciones.La temática era siempre la misma: la protesta política y social. Con el paso deltiemposefueronradicalizandoylasletrassevolvieronmuchomásagresivas.

Undía,despuésdeunconciertoclandestinoenelqueparticiparonjuntoagrupossimilares, unos tipos se les acercaron sin disimulo. Les hablaron de organizar unaverdaderarevoluciónsocialydeactuarenseriocontralaspolíticasqueexistíanenlaPenínsula.Entusiasmadosconlaidea,seintercambiaronlosteléfonosdecontactoyorganizaron las primeras actuaciones. Empezaron con lo típico: vandalismo enmanifestaciones,actuacionesviolentasendefensadedesalojosocupas,seinfiltrabanen las celebraciones de carácter deportivo para generar enfrentamientos con lapolicía…Hastaquealguienpropusodarelsaltoalsiguientenivel,quefueelquelesllevóhastacolocarlabombadeltren.

Hugorápidamenteseofrecióaparticiparenelplan.Secortóelpelo,seafeitó,secompróun trajeysedejó instruirparadarelgolpe.Sabíaque lomásprobableeraquemuriera en el intento, pero él se guiaba por el lema: «Más vale morir de pieluchandoquevivirderodillas».

Lo que ignoraba era que sus pensamientos se encaminaron en esa direccióngraciasaloscontinuosmensajesdemagógicosquelerodeabandesdetempranaedad,unodelosproblemasdereunirsecontiposdecorteradical.Personajesdeesosque

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alentabanalosdemásadejarselavidaporunacausa,mientrasellosveíanlostorosdesdelabarrera,enelmejordeloscasos,oportelevisión,lamayoríadelasveces.Asus veintidós años, Hugo hablaba con frases de hacía treinta o cuarenta años yconsiderabaqueestabaorientadoalarevoluciónyelmodernismoculturalysocial…

Enlosmesesquellevabaenprisiónhabíavueltoarecuperar,casicontotalidad,suviejoaspecto.Labarbaleotorgabamásañosdelosqueenrealidadteníayvolvíanacolgarunparderastasdesupelodesgreñadoysucio.

Los más veteranos ya le habían puesto mote, «El perro flauta» le llamaban.Estaba bienmirado, tenía gente a la que caía bien y cuidaba de él. Las peroratassectariasqueenocasionessoltabaduranteelrancholehacíanparecerunrománticodelaluchaantisistema,aunquealcolectivodereclusosmáscurtidossimplementeleparecíauncríojugandoasermayor.Teníamásproblemasconlosfuncionariosqueconsuscompañerosdeencierro.Hugolosveíacomoelpodercontraelqueluchabaen el exterior transportado a su microcosmos penitenciario, así que seguíaproclamandosusconsignascontralasnormasestablecidasentreesascuatroparedes.Suvidahabíacambiadopocoenloesencialparaél.

Detodosmodos,losinternosignorabanelverdaderomotivoporelqueestabaenel centro penitenciario de «Ríos uno». Todos pensaban que era por vandalismo,altercadospúblicosydestruccióndelapropiedadprivada;porterrorismocallejero,enresumen. Si se hubiese descubierto el motivo autentico hubiese tenido gravesproblemascongranpartedelapoblaciónreclusa.

Como cada tarde de martes, Hugo se acercó al aula donde enseñaba a otrospenadosatocarlabatería.Siemprellegabaantesdehoraparapracticarensolitario,leayudabaasoltarestrésyadescargarunpocoelánimoenlosdíaspsicológicamentemásdifíciles.

Alllegarlahoradeiniciodesuclase,Lemasobservóelmovimientohabitualdepersonasa travésde losventanucosde laspuertasdeaccesoalaula,unasituadaalfondoy la otra a suderecha.Loque empezó a incomodarle fuedescubrir a variospresosmirando por el cristal sin atreverse a entrar. Poco a poco el desconcierto lehizoperderelritmohastaparecerqueaporreabalosbombosenvezdesacarritmosdeellos.Finalmenteestalló:

—¡Eh!¡Eh!¿Entráisoqué?—bramó.Lemasnoobtuvorespuestaalgunamásalládelosmurmullosescuchadostraslas

puertas.Selevantómalhumoradoytratódeabrirlaqueseencontrabaasuderecha.Tras empujar y tirar de ella varias veces, acabó comprendiendo que la habíanatrancado.Aquellonolegustó,teníapintadeencontrarseenunaencerrona.

En alguna ocasión había escuchado historias similares sin hacerle demasiadocaso,peroenesemomentorecordóqueesassituacionesnosolíanterminarbienparaelsujetoquelassufría.

Regresójuntoalabateríaytomóunadelasbaquetasquehabíadejadosobreella.Sedirigióentoncesalacámaraquehabíaenunodelosrinconesdelaulayempezóa

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hacer aspavientos para llamar la atención de los funcionarios, pero no obtuvorespuestaporlosaltavocesdelasala.

Desesperado,Hugo corrió hacia la puerta del fondo con el deseo vano de quepudieraestarabierta.Elviajefuebaldío.Volvióunavezmásacolocarsefrentealacámaraparaseguirhaciendomovimientosdealerta,yentoncescayóenlacuenta:elpiloto rojo, el mismo que siempre parpadeaba tras el cristal de protección, seencontrabaapagado.

Tomólabaquetaconsusdosmanos,unaencadaextremo,ylagolpeócontraelrespaldodeunadelassillasdelcuarto.Repitió laoperaciónvariasveceshastaqueconsiguiópartirla,consiguiendounpunzónimprovisadoalastillarselamaderadelamisma.

—¡Vamos! ¡Vamos!—invitó a los presos que le observaban desde fuera a queentrasenyseenfrentaranaél—.¡Averquiéndevosotros,drogadictosdemierda,seatreveaentraraquí!

Noobtuvorespuestaasusprovocaciones,aunquesíescuchóalgunacarcajadaqueseburlabadeéldesdeelpasillocontiguo.Nohubodeesperarmásdediezminutosparaquelapuertadelfondoseabriera.Lemassalióalacarrera,blandiendoeltrozodemadera comoun puñal, pero se detuvo en seco cuando vio entrar aLeón en elaula.

León era el preso que controlaba todo: los pasillos, el patio, el comedor; endefinitiva,laprisiónentera.Nadaocurríasinqueesehombrelosupiera,sedecíaqueeralamanoderechadeldirectorydelosfuncionarios,allídentro.Hugonosabíaconexactitudcuánto llevabaencerradoLeónycuantodecondena lequedabaaún,perounacosasíqueteníaclara;sisecruzabaentucaminoytepedíaquesaltasesalapatacoja,másvalíaquelohiciesessinoqueríasperderlapiernaparasiempre.Elperroflautasiempretratódeevitarle;nolesaludaba,nolemirabaynisiquierapasabapordelantedelcapodelaprisión.

—Siéntate—le dijo con serenidad—. Y ten cuidado no te hagas daño con elpalito.

HugovacilóuninstanteentrecumplirlasórdenesrecibidasojugárselaaunacartacontraLeón.Alfinyalcaboeranunocontrauno,aunqueelunoochentaycincodeltipoqueteníadelanteysusnoventakilosdepuromúsculonoleotorgabanmuchasposibilidades de victoria. Su única opción era alcanzarle la yugular en el primerintento,encasodeerrarpodíadespedirsedesucortaexistencia.

Lemasmiró dentro de sus intensos ojos negros, intentando adivinar por qué elcapolahabíatomadoconél,unsupuestoantisistemaqueapenashabíasobrepasadolaveintena.Esamiradapodíaparalizaralmásvalientedeloshabitantesdelaprisión,yélnoloera,asíquesoltólabaquetaysesentóenlasillaquemáscercalequedaba.

Para su desesperación, dos hombresmás entraron en la habitación cerrando lapuertatrasellos.AunoloconocíadeverlehabitualmenteacompañandoaLeón,eraunodelosllamados«lugartenientes»delcapodelaprisión.Alotroteníalasensación

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dehaberlevistoenalgunaocasión,peronocaíaenesemomento;eratanaltocomoLeónyseasemejabaaunnaziconelpelotanrubioylosojostanazules.

—Éstossonamigosmíos—comenzóLeónantesdeagacharsearecogerdelsuelolasdosporcionesdelabaqueta—.Necesitamosciertainformación,yasabes.Comopremio, uno de nosotros recibirá permiso para pasar el fin de semana fuera, y nopodemosdesaprovecharlaocasión,¿verdad?

Leónleentregóentonceslasdosmaderasalrubio.—Sipuedoayu…ayudar…—contestóHugoconvoztemblorosa.—Veráscómosí.Aquímiamigo,«Eljaro»,tevaahacerunaspreguntasytúlas

vasacontestar…Terrorista.—¿Cómomehasllamado?—replicóHugoaterradoalsabersedescubierto.Nole

habríaimportadomorireneltren,rápidoyconhonor.Perohacerloenunacárceldemierda, después de ser apaleado y posiblemente sodomizado por tres tipos, no lehacíademasiadailusión.

—Tranquilo,todoasutiempo.Primerolaspreguntas—aseguróeltiporubio—.Entonces se acercó y se sentó frente a Hugo cara a cara. —¿Quién organizó elatentadodeltren?

—Yalesdiesainformaciónaljuezyalfiscaldurantelosinterrogatorios.Nohaynadamás.

—Algotedejaste.¿Quiéndetuvoeltren?—inquirióeldesconocido.—Nolosé,lohedichomilveces…Lemasnoviovenir elpuñodel«lugarteniente»,que impactócontra supómulo

izquierdoderribándoledelasilla.Elmismohombrelelevantódelsueloylevolvióasentar.

—Vamosaintentarlodenuevo.Hazunpocodememoria.LosojosdeHugobrillabanporelefectodelaslágrimasproducidasporeldolor,y

unabrechahabíaempezadoamanarsangreensurostro.—Sélomismoque todos.Un tipodetuvoel trenantesde llegaral lugardonde

habíamoscolocadolabombayluegohuyó,nadiesabequiénes.—¿Yporquéladetonaste?Ynomemientasomiamigonoserátansuaveesta

vez.—Alguienmeenvióunmensajealmóvil.Decíaqueelmecanismodeproximidad

podía fallaryque lomejor eradetonarladeteniendoel trenenel lugar exacto.Meexplicaronqueyonoteníaquehacernada:sóloesperaraqueeltrensedetuvieradeltodoyaquelagentesepusieraenpieparadespuésapretarelbotón.

—¿Quiénenvióelmensaje?—Nolosé…Estavezrecibióunrodillazoenlascostillasqueledejósinaire.Lemaspensópor

unmomentoquenovolveríaarespirar.Notócomounadesuscostillashabíacedidoalapresióndelimpactoytosiópararecuperarelaliento.

—¿Quién?—insistióaqueltipo.

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—Nolosé, lo juro.PenséquehabíasidoMarc,unode losque idearonelplaninicial,peromellegaroncomunicacionesatravésdenuestrosabogadosdequeélnohabíasido.Nofueningunodelosnuestros.

—Síquefueunodelosvuestros,fueTrav.—¿QuiéncoñoesTrav?—preguntóLemas.EstavezfueLeónelqueseleacercó,propinándolevariosgolpesenlacaraconla

mano abierta. Luego le levantó de la silla y le dio la vuelta. Hugo sintió al capocolocándoseasuespaldaantesdequelebajaralospantalonesylesusurraraaloídoconvozrasposa:

—Tevoyahacerunculonuevo,«perroflauta»…—¡¡¡Nolosé!!!!¡¡¡¡Nolosé!!!!—Hugoluchabadesesperadoporsoltarse.Leónlepusolarodillaenlaespadaylehizodescenderhastaelsuelo,bocaabajo.

Allílosostuvomientrasmirabaalrubioesperandounaorden.—¿Quésabesdeunavión?—Escuchódeciracontinuación.—¿Qué?¿Dequémehablas?—gimióLemasentredolores.Larodilladelpreso

se apretó contra sus riñones mientras una mano callosa tiraba de su pelo—.Aaaaahhhhhh.

—Elavión,joder,¿quésabesdelavión?Meestásempezandoacansar…—Yo no sé nada de…—No le dio tiempo a terminar la frase cuandoLeón le

cogió del cuello desde atrás, sin dejar de presionar con su rodilla en la espalda, ycomenzóaestrangularle.

—Te aconsejo que hables; León lleva tiempo sin un bis a bis y está deseandodesfogarse—leadvirtióelrubio.

Hugotratódenegarconlacabeza,yaquelapresiónsobresugargantaleimpedíaarticular palabra. Su rostro comenzó a adquirir un color rojo intenso, tirando avioláceo,indicativodequeempezabaaquedarsesinaire.

—Suéltalo…Hugoseretorcíaenelsuelo,echandoespumarajosporlaboca,mientrastrataba

dealcanzarelbordedesuspantalonesparaintentarsubírselos.El«lugarteniente»seagachóasuladoylehablóenvozbaja:

—Si esto sale de aquí nos aseguraremos de que todos sepan lo que eres y nosocuparemostambiéndehacerdetuvidauninfierno…¿Estamos?

Lemasasintióconlacabezaincapazdeemitirunasolapalabra.

*****

Los tres individuos que acababan de abandonar el aula de música de la prisión,dejando aHugoLemas recuperando el resuello, caminabanpor unode los pasillosalejándosedellugardelinterrogatorio.

—Notepreocupespor lasheridasdelniño—ledijoLeónal«jaro»—.Sevaa

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caerporlaescaleraencincominutosysevaahacertodasesasheridas.—Nomepreocupo.—Procuraquenadiesepaquehasestadoaquí,picoleto,podríastenerproblemas.—¿Meestasamenazando,pedazodeescoria?—AAdriánnolehabíagustadoel

tonodeesecomentario.—Tranquilo,eraunconsejodeamigo,«jaro».—Túyyonosomosamigos.Ysiquieresmanteneresabonitamelenaquehace

juegocontunombre,ademásdetuspiernasytusprivilegios,másvalequeolvidesloquehasoídoyvistoahídentro.

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Capítulo20Elplan

Alonsonoestabaconvencidodeaceptarfinalmenteelencargoquelehabíanhecho.Llevaba toda su vida trabajando honradamente y meterse en un follón de esascaracterísticasnolehacíalamenorgracia.Porotroladonecesitabaeldinero,ysinolo hacía él, estaba seguro de que sus benefactores acudirían a cualquier otrocompañero para alcanzar el objetivo marcado. Estaban hablando de introducirmaterialesprohibidos,aunquelehabíanaseguradoquenadiesaldríadañado.

Esaconversaciónibaaacabarconsusnervios,teníaquedecidirya,operderíalaocasión de enmendar sus males, dejando que otro se llevara para vicio lo que élnecesitabapara su familia.Recordó entonces la llamada recibida en sumóvil unosdíasantes,durantesutiempodedescanso,enlaqueundesconocidolepropusoaqueltrabajo:

—¿Diga?—¿AlonsoZambrano?—Elmencionadoescuchósunombreatravésdelalínea

telefónicaysesobresaltó.Unavozdehombreadultoreclamabasuatención.—Elmismo.¿Quiénes?—Buenas tardes, señor Zambrano. Un amigo común nos ha hecho llegar su

númerodemóvilyestaríamosinteresadosenofrecerleuntrabajo.—Se lo agradezco mucho, pero ya tengo un trabajo… ¿Dice que un amigo

común?—preguntósorprendidoAlonso.—Sí, un amigo que se preocupa por usted. Nos ha dicho que necesita algún

ingreso extra para salir de una difícil situación y nosotros estamos dispuestos aofrecérselo.Sólotendríaquerealizaruntrabajopuntualparanuestraorganizaciónylecompensaríamosgenerosamenteporello.

Enprincipiosumentesehabíamostradoreaciaaescucharnadadeloqueaquelhombretuvieraquecontarle.Perocuandoescuchólaspalabras«ingresosextra»,unclicdentrodesucerebroleobligóacambiardeopinión,mostrándosemásreceptivo.

LasituaciónqueestabaviviendoZambranoera realmentecomplicada.Sehabíaseparadodesumujerunañoymedioatrás;tuvoqueabandonarsucasayeljuezleconcedióasumujerlacustodiadelosdosniñosqueteníanencomún.

Leobligaronademásapasarunamanutencióndetrescientoseurosporcadaunodeloschavales.Todoello,unidoalosgastosadicionalesocasionadosporelalquilerdelpisoenelquevivíadespuésdelarupturamaritalyasuparte,deobligadoabonoporordenjudicial,delahipotecaquepesabasobreeldomicilioconyugal, lehacíantenerqueplantearsesueconomíacomounjuegodemalabarescontinuo.

Yahabíarenunciadoacasitodoaquelloquelehacíagozardelavidayaunasínoencontraba solución a su agujero financiero. Había tratado de renegociar lascondicionesconsuex,peroellasehabíanegadoenredondo.Unilateralmente,porla

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faltadeconsenso,habíadecididodejardepagarsupartedelahipotecayellalehabíadenunciado.Alonsoseencontrabaconlasogaalcuelloynecesitabaincrementarlosexiguos ingresos que le proporcionaba su trabajo en una empresa de preparadosalimenticios.

Enrealidad,loquemásledolíaeranopoderllevarasuschicosaunpartidodefútbol,oalcinelosfinesdesemanaquepasabanconél.Adorabaaesosniños,erantodasuvida.Lascosasconsuparejanohabíansalidocomohubiesendeseadocuandosefueronavivirjuntos,conmuchailusiónynadaenlamaleta.Seguramenteelfuertecarácterdeambosfueelmotivoprincipalparasuruptura.

Hacíatiempoquelasfuertesdiscusionespornimiedadessehabíancomidoaesospequeñosdetallesqueindicabanquehabíachispaentreellos.Desaparecierongestosimportantes:unbesoantesdesalirhaciaeltrabajo,unacariciaantesdeirseadormir,un azotito en el culo cuando coincidían por el pasillo de casa… Se esfumaronperdidosenelrencorquecreabalaincapacidadparaceder,perdonarocomprenderalapersonaconlaquecompartíastuvida.

PeroAlonsonoestabadispuestoaseguirpenandodeaquellaformaydecidióqueharíacualquiercosapormejorarsuvida.

Enunprincipiosehabíasentidomuyasustadoalrecibirenunasegundallamadalascondicioneseconómicasdelacuerdo.ÉlsabíaquenadiepagabanuevemileurosporbuzonearpublicidadenunbarriodelaCapital.Lepresentaronlacifraparaquesepensarasiqueríahacerloquelepidiesenenunsiguientecontacto.

Zambranohabíaestadoviviendoenmediodeundilemacondosvertientes,unamoralyotrapersonal.Se tratabadeunacantidaddedineroque le solucionaría susproblemas a medio plazo y le daba tiempo para pensar en cómo alcanzar unasostenibilidad financiera en su vida. Por otro lado, estaba seguro de que por eseprecioleibanapedirhaceralgomedianamentegraveoilegal.

Estuvoentensiónvariosdíasmientrashacíaplanesconlasmilesdeideasqueseleocurríanparadisfrutardeldinerojuntoasushijos.Elviernes,aunpardehorasdepasararecogerasusretoños,lellamaronparadarlelasinstruccionesdesumisión.Elestómagoseledescompusohastaelpuntodesentirsesinfuerzasparacumplirlacitaquetantoesperabacadaquincedías.

Alonsotuvoquellamarasuexmujerparadecirlequeseencontrabaindispuestoyquenopodríatenerconélalosniñosesefindesemana.Seencerróencasaynoparóde darle vueltas al temaminuto trasminuto. Lo que le pedían era gravísimo y nopodía permitirse aceptar el pacto: se jugaba su puesto de trabajo e incluso laposibilidaddeacabaryendoaprisión.

Elsábadoporlamañanarecibióunanuevallamadaparapresionarle,mientrasélseguíadebatiéndoseenunadicotomíamentalqueamenazabaconcolapsarle.

—…nocreoquepuedahacerlo,losiento—susurróAlonsoconvozqueda.—Notelohaspensadobien,Alonso,esmuchodinero—contestósuinterlocutor.—Eldineronosirvedenadaenlacárcel.

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—Yatehedichoquenadieaveriguarádedóndesalióelmaterial.—¿Ysilohacen?—Alonsonoqueríadejarseconvencer—.Además,nocreoque

elobjetivoseanadabueno.—¿Por qué dices eso? Ya te hemos explicado que es un tema de seguridad.

Queremos hacernos con el contrato, y la mejor forma es demostrar que la actualempresanoestáhaciendo lascosasbien.Perosinoquieresnopasanada, tenemosmáscandidatos;Carmelo,tucompañero,porejemplo.Legustamuchoelpókeryestápasandounamalaracha…

—¿Carmelo? Ése vendería a su madre por dinero para una mano —aseguróZambrano.

—Bueno,¿quédices?—Lepresionaronparaquesedecidieraloantesposible—.Yaquesiemprehassidonuestraprimeraopción,yantesdehablarcontucompañero,teofrecemosdocemileurosynodiscutimosmás.

—Estábien—laspalabrasseleescaparonentresuslabios—,perolosquieroporadelantado.

—Sinproblema,sabemoscómoencontrartesinocumples.Con el acuerdo alcanzado pareció quedar más tranquilo. Ahora sólo tenía que

esperaraldíaconcreto,elloteconcretoyeltransportistaconcretoparahacerloquelehabíanencomendado.

*****

ElruidodepuñetazosypatadasensupuertasacóaYagodelacamaaprontahoradelamañana.La cabeza le seguíadandovueltas;miró el reloj ypensó si en realidadllevabamás de una hora durmiendo, ya que no recordaba cómo había acabado lanoche. Tanta insistencia le hizo sospechar.Más que la frecuencia, le escamaba laviolenciadelosgolpesalotroladodelzaguán.Seacercóalarmariodelaentradaysacóelbatedebéisbolquelehabíanregaladosusamigoshacíamásdediezaños,porsu cumpleaños.Ni un solo partido contemplaba a aquel palo del juego americano,pero simás de una reyerta en la que se había visto envuelto ya fuera por drogas,alcohol,juegoomujeres.

Al pasar por delante del espejo de la entrada se vio reflejado. Dos sombrasoscuras enmarcaban sus hinchados ojos y restos de polvo blanco circundaban susfosasnasales.Justodebajodelespejodescubriósuútilde«tomas»,condosrayasaúnpreparadasparaelconsumo.

Unanuevaoleadadesacudidasimpactócontralapuertadeentradadesucasa.Seacercóconcautelaparaobservara travésde lamirillacuandounavoz femenina lesorprendiópordetrás.

—¿Qué ocurre? —escuchó decir a su espalda. Una chica de poco más dedieciochoañosseencontrabasemidesnudaenelotroextremodelpasillodeentrada.

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Solosecubríaconuntanganegrodeencajeyunacamisadesabotonadaque,porlograndequeleestaba,parecíasuya.

Enotromomentodelavida,sintitanestratandodederribarlapuerta,laimagenlehubieraprovocadouna erección inmediatayhabríadespojadoa lamuchachade lapocatelaquellevabaparadespuéstomarlasalvajementeenelmismopasillo,peronoeraelmomentomásoportunoparapensarenpracticarsexo.

—¿Quién coño eres tú? ¿Quiénhaydetrás de esa puerta?—lepreguntó con lavoztomadaporlasequedaddesugarganta.

Lachica,asustada,nocontestóycorrióhacialahabitacióndelaqueacababadesalir.Yagooyócerrarselapuertaycomopasóelpestillopordentro.

Volvióadirigir suatenciónhacia laentradade laviviendayacercó lamanoalpicaporte para abrir, pero no tuvo tiempo para ello. El cerco saltó enmil pedazoshaciendoquelatablapivotarasobrelasbisagrasalavelocidaddelrayo,queimpactócontrasunarizquesedeshizoenpedazos.Entendióquehabíaperdidolaconscienciaduranteunossegundos,yaquederepenteseencontrósentadoenelsueloconlanarizmanandosangre,cuandouninstanteantesestabadepietraslapuerta.Norecordabahabercaídodenalgasalsuelo.

Trató de incorporarse, pero la resaca y el mareo por el golpe le impidieronalcanzarlaverticalidadylomáximoqueconsiguiófueposicionarseacuatropatasenelsuelomientrasobservabacomolospiesdevariosindividuoslerodeabantrashaberentradoensudomicilio.Losojosestabaninundadosporlaslágrimastraselimpactoen el hueso nasal. La sangre acumulada en el suelo, deslizándose desde su nariz,comenzabaaformaruncharcoenlaporcióndesueloquequedabaentresusmanos.Cadavezqueintentabadesplazarse,elmismofluidovitallehacíaresbalaryperderelequilibrio de sus extremidades superiores. Entró en un bucle que le llevaba aincorporarseyavolveraresbalar,volviendoaimpactarcontraelsuelo.

Despuésdeunpardeminutossediocuentadequelosallanadoresdesuhogarhabían decidido ignorarle y les oyó pasear por la casa con el paso acelerado, esoindicabaquebuscabanalgo.Sintiócomotratarondeabrirlapuertadesudormitorio,lagolpearonvariasvecesalencontrarlacerrada.

—Estoyaquí,malnacidos.—LesincrepóYagotratandodeatraersuatención.—Quealguienlecalle—oyódeciralqueparecíaelcabecilla.Unode loshombresseacercóaély leasióporelcabello tirandodesucabeza

haciaatrás.—Si te estás calladito acabaremos rápido, si te empeñas en ponerte tonto

tendremosqueperdermástiempodelquenosapeteceencerrarteesabocaza.—Soloquierosaberquébuscáisenmicasa…El matón que le tenía agarrado por el pelo miró al líder esperando una

contestaciónalacuestiónquedemandabaelpropietariodelpiso.Eljefedelabanda,con lasmanos en los bolsillos, caminó lentamente, zigzagueando como para darletiempoaYagoaplantearselasituaciónenlaqueestabaenvuelto.Alllegarasualtura

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separójuntoasumanoderechaycomenzóapisarla.—Lachica,¿dóndeestá?—Nosédequéchicamehablas.El hombre que estaba en pie junto él aflojó la presión sobre su mano para,

seguidamente,desplazárseladeunapatadahaciéndolecaerdebruces,unavezmás,contraelsuelo.Estalavezlapresióndelpieseconcentróenlaparteizquierdadesucabeza,queeslaquequedóexpuestaasusagresores,siendoelladoderechoelquepermanecía apoyado contra el suelo. Su propia sangre se volvía a introducir en sucuerpoporlosorificiosnasalybucal.

—Dostetas,unculo…Veinteaños…¿Haymuchasigualesporaquí?—No sé, no recuerdo nada de anoche —mintió Yago. Al sentir como se

intensificólapresiónsobresucabezadecidiócambiareldiscurso—.Esposiblequeestéencerradaenlahabitación,seasustóaloírlosgolpesdelapuerta.

El tipohizoungestoconlacabezaa losdos tiposquepermanecíanajenosa latortura.Unodeellosembistiólapuertaconsupieizquierdoderribándolasinaparenteesfuerzo. La muchacha, que se encontraba acurrucada en un rincón del cuarto,comenzóachillar.Losdosmatonesentraronaporellaylasacaronarastrasmientraspataleabatratandodezafarsedesuscaptores.

—Hombre,miraaquiéntenemosaquí..—eljefedelabandaseolvidódeseguirdañandoalhombrequesedesangrabaenelsueloysedirigióhacialamuchacha—.ElseñorBlancoteenvíarecuerdos,golfa.

—Ya le dije que no quiero saber nadamás de él. Dile a estos paletos quemesueltendeunavez.

—Ummmm.Lagatitasacalasuñas.—Loscuatrocaptoresrieronalavez—.ElJefehacetiempoqueseolvidódeti;cuandoquiereunaputachasquealosdedos,nolaespera,nilapersigue,perodeloquenoseolvidaesdelasdeudas.

—Ya le dije que le pagaría en cuantome ingresen la nómina de estemes. Lacompañíaestápasandounbacheyestánpagandoconretrasos.

—Sí,yasabemosquelosretrasossonlotípicoeneldesastredecompañíaparalaque trabajas—dijo con ironía—, por suerte para ti tienes un benefactor que se haofrecido a saldar tu deuda, con intereses, pero para ello necesita que hagas unpequeñotrabajitoparaél.Vístete,tienestresminutos.Nosvamos.

*****

Marcosedirigíaalaempresadecateringalaqueacudíacadamañanapararecogerlospedidosdeldíayllevarlosalaeropuerto.

Élhabíasidotodasuvidaunholgazánalquelehabíacostadolevantarseantesdelasoncedelamañana;solíadisfrutardelanoche,siempredefiestaconsusamigotes,enespecialconLeandro,queeraalquemásunidosehabíasentidodesdelainfancia.

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La situación cambió cuando sus padres, hartos de su actitud y de tener quemantenerlocontreintaycincoaños,lehabíandadounultimátum:osebuscabaalgooseibalacalle.

El futuronose lehabíapresentadomuyhalagüeño:sinestudios, sindemasiadacultura, ni habilidades especiales, ni actitud de sacrificio… Lo de encontrar untrabajo iba a ser harto difícil.En lo únicoquehabía destacado siempre era enunacapacidad innata para conducir todo tipo de vehículos, así que sumejor amigo lehabíaofrecidountrabajoenlaempresadetransportedesupadre.

Marco le debía todo a su amigo, le quería más que a nadie en el mundo. EnagradecimientoaLeandrocambióelchipyse transformóenun tipomadrugadoryformal en el trabajo. Se había estado planteando, durante mucho tiempo, laposibilidaddecontarleloquerealmentesentíahaciaél,aunqueensufuerointernonosesintierarealmentehomosexual.Siemprehabíasidodelosqueseexhibíadelantedelaschicasenladiscotecayleechabaellazoalaprimeraqueposabasusojossobreéldurante más de treinta segundos. Así que, visto lo visto, podría decirse que erabisexual;claroqueunbisexualmuyespecial,porquenosentíalamismaatracciónporningúnotrohombrenidelejos.ElhechodehaberempezadoatrabajarparaLeandrolehabíacortadounpocoelánimodedeclararlesuamor,yahoravivíaenlaeternadudadesidarelpasooseguirguardandosusecretoenelarmario.

Lesonóelmóvildelaempresa,quellevabaconectadoaldispositivomanoslibresde la furgoneta de reparto. En la pantalla apareció el nombre de su benefactor yMarconodudóendescolgar.

—Buenosdías.¿Cómonoshemoslevantadohoy?—contestóalprimertimbrazo.La ilusiónporpoderhablar con suadoradoamigoaprimerahorade lamañana sereflejabaensuvoz.

Marcosolopudoescucharunaespeciedesollozoa travésdelequipodesonidodelvehículo,mientras conducíaenmediodel atascohabitualque se formabaen lacarreteradecircunvalacióndelaCapital.

—…Mar…co.—¿Hola?Leandro…¿Meoyes?Marcopensóqueeldeficientesonidoenlasllamadasentremóvilessedebíaala

faltadecoberturaenelinteriordelostúnelesdelaautovía.Apretóelbotóndefindellamada desde el mando del volante y aprovechó un parón en la circulación parabuscarelnúmerodeLeandroensuagendaelectrónica.

Casihabíallegadoallugarexactodesulistadecontactoscuandodivisódenuevoelnombredesuamigoenlapantalla,avisándoledeunallamadaentrante.

—¡¡¡Dime!!!!¡Quéascodecobertura,chico!Lossollozosylamentosdeunhombreseescucharonnítidamente.—¿Leandro?¿Pasaalgo?Un tensosilencioprecedióaunavozdesconocida,unavozque lehelóel alma

nadamásescucharsusentencia.

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—Leandroestábien…,porahora.Quesigaasídependedeti.—¿Demí?¿Quéhehechoyo?—Demomentonada.Peroesperamosquenosseasmuyútilenbreve—aseguró

aquellavoztosca.—¿Porquéyo?¿QuélehabéishechoaLeandro?—Elamor es elmáspoderosode los incentivosdelhombre,Marco.Siquieres

salvaratuamiguitoharásloqueteordenemosysino…Quedarásviudoantesdequetedétiempoacontárselo.

Marcoestabatanasustadocomoconfundido.JamáslehabíahabladoanadiedesussentimientoshaciaLeandro.¿Cómoeraposiblequeaquel individuolosupiera?Porotrolado,nosabíaquépodríaofreceracambiodelbienestardesuamado.

—Loquesea…haréloquesea,peronotengodinero…—Ja, ja, ja.—La risa del chantajista envolvió todo el habitáculo en el que se

encontrabaMarco—.¿Dinero?Noqueremostudinero.—Entonces,¿qué?—Simplementequeremosquehagasloquehacestodoslosdías.

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Capítulo21Elhilodelpéndulo

Adrián subió la escalera principal del hospital para llegar hasta la tercera planta.Muchos escalones de golpe, pero lo prefería a esperar una eternidad los malditosascensores, que eran lo que peor funcionaba en la sanidad pública con diferencia.Además, le había entrado una llamada de Carla, por lo que aprovechó el caminotradicionalparapoderhablarconmáscalmaeintimidad.

—Sí,mehanavisadoestamañana,porlovistosuestadoesbastantepreocupante—aseguró Adrián. Se notaba un halo de tristeza en su voz, a la vez que algo deagitacióndebidoaltrotedelasescaleras—.Mehevenidoaverlainmediatamente.

—Esperoqueserecupere,séquequieresmuchoatuabuela—dijoCarla.—Yotambiénloespero,perolosmédicosnosonoptimistas.Estámuymayory

débil.Además,lainfecciónquetieneenlospulmonesesmuyfuerte.—Veráscómosí.—Siempreeslomismo—dijoAdriánentonolastimoso.—¿Lomismo?—Los problemas, las vicisitudes de la vida. No has podido salir de un golpe

cuandotellegaotro,yconlarachaquellevoyo,estoeradeesperar.—Losbudistasdiríanqueeselkarma,peroentucasonocreoquesetratedeesto

—confirmóCarla.—¿Porqué?—preguntóelguardiacivil.—Elkarmabásicamenteesesajusticiadivinaporlaquetodoloquehagasteserá

devuelto y multiplicado por diez, pero tú no le has hecho nada malo a nadie, asíque…Nopuedeser.

Adriánsequedópensativo,dándolevueltasybuscandounsentidoalaspalabrasdeCarla.

—¿Ysienrealidadsíquefueseasí?—Noteentiendo.—Ysitodoestofueseuncastigopornohaberatrapadoaesemalnacidoelprimer

día, cuando lo tuve delante… Esas personas que han muerto y las que estánamenazadas… quizás se hubieran visto libres de esa condena. Por ello puedo serculpableymerecedordetodoloquemeestásucediendo.

—Esonoeselkarma—afirmóellamuysegura—,sinolaparanoiaquetúmismote estás creando. Le vas a coger, y todos estos amargosmomentos pasarán. Ya loverás.

—Ojaláestésenlocierto.Adriánsedespidiódeellayseguardóelterminalenelbolsillo.Parójustodelante

de la puerta de la habitación en la que se encontraba su abuela y se otorgó unossegundosdecalmaantesdeentrar.Enesemomento,quisotambiéncongratularsede

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la suerte que había tenido al encontrar a esa chica, eso también debía ser justiciadivina.Demanera que, si el destino la había puesto delante de su camino, tal vezCarlatuvierarazónysuserroresnotuvierannadaqueverconlascosasquelavidaleestabatrayendoenformadepenasycomplicaciones.

Abriólapuertadespacioyseasomóalcuarto,lentamente,paratratardedarleunasorpresa a su abuela. Sin embargo, se quedó momentáneamente bloqueado. Suprimeraimagenleimpactódemododramático.

Él siempre la había visto con una fuerza vital indomable, erguida, orgullosa,fuerte…Ahora estaba tendida en una cama de hospital, alarmantemente delgada ycon el pelo alborotado, con lo coqueta que había sido siempre; una máscara deplásticocubríasurostrojustoporencimadeunatezgris,queotrorafueradelcolordelapieldelmelocotón.Unamáquina,conectadaaella,anunciabaelritmocansinodellatido de su corazón. Varias bolsas con distintos líquidos colgaban alrededor delcabecerodesucama,proporcionándolenutrientesymedicamentosparamantenerlalejosdelaguadañafinal.

Adriánseacercósigilosamente,casiarrastrandolospies,hastaquellegójuntoala cama. Los ojos de la anciana se volvieron hacia él y se llenaron de luz alreconocerle,altiempoqueunasonrisasedibujabadetrásdelamáscaradeoxígeno.

—Hola, guapa—le dijo a la mujer en voz baja, inclinándose sobre ella parabesarlaenlafrente.Adriánletomólamanoysesentóenlabutacaquehabíajuntoalacama—.¿Cómoestás?

Laancianaseencogiódehombrosylehablóconunsusurro.—Bien.Losjóvenesdehoy,queseasustanpornada.—Siempretanorgullosa.—Ylacabezaalta,hijomío.Rieronlosdoshastaqueaellaleapartódelasintoníafelizunsúbitoataquede

tos.—Nodebeshablar,abuela.Dicenlosmédicosquetienesmuybajalasaturación

deoxígenoensangre,guárdaloparaponertebuenapronto.—Creo que esta vez no, mi niño.—Los ojos de la enferma se empaparon de

lágrimas—.Creoqueestavezlaabuelasetienequedespedirdeti.—Nodigaseso.Tevasaponerbieny tevoya llevaraconoceraunapersona

muyespecialquevivejuntoalmar,ya loveras—Adriánsintióquelaspalabrasseanudabanensugargantaimpregnadasenunprofundosentimientodetristeza.

—Tumadrehavenidoaverme.—Losé,abuela,losé.—Mehacontadoqueandaspreocupado,persiguiendoaunhombre.—Laanciana

se detuvo para inspirar profundamente, tratando de recuperar el aire que perdía encadapalabra.

—Mimadreaveceshablademasiado…Igualquetú.Procuranohablar.—No, esto te lo tengo que decir antes de que sea tarde. El abuelo Jorge sabía

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cosas…Adrián no estaba seguro de a qué se refería su abuela. No creía que estuviera

razonandoloquesuslabiosarticulaban,probablementelafiebreylosmedicamentoslahacíandesvariarpormomentos.

—Yaestábien,nana.Ahoranoesmomento,yamelocontarás.—Hedichoqueno.—Porunmomento,Adriánpudoverdenuevoenlosojosde

laancianaesefuegodeantaño—.Élsabíacosas…veíacosas,nosé,siemprecreíqueDios había compensado su grave enfermedad con algún tipo de don especial paraadivinar cosas. Me contó que este día llegaría y que tendríamos que tener estaconversacióntúyyo.

—¿Túyyo?—Adriánestabacadavezmásconvencidodequelamujerdeliraba—.Abuela,elabueloJorgeno llegóaconocerme;ni siquiera llegóaconoceramimadre,muriócuandomipadreeramuypequeño.

—¿Crees que no lo sé?—preguntó a su vez. La enferma se excitómás de loaconsejableparasuestadodesaludycomenzóatoser,intentandoatraparelairequesenegabaaentrarensusistemarespiratorio.

Adrián se levantó alarmado para buscar ayuda, pero la mujer le sujetó confirmezalamanoyleindicóquesevolvieraasentarconungestodesusojos.

—Mispulmonessonlosquenofuncionan,peromicabezaestáperfectamente…—acertó la señora a decir—. Tu abuelo me lo advirtió: me aseguró que tú y yotendríamos esta conversación justo antes de mi muerte y que debía decirte variascosas.Me hizo prometer que lo haría, que nunca lo olvidaría. Y he vivido con eltemor de fallarle y no poder cumplir mi compromiso durante los últimos sesentaaños. Por eso no puedo dejar pasar esta oportunidad; será la última, ya no tengodudas.

Adrián se quedó estupefacto, preso de las palabras de su abuela. Deseaba contodassusfuerzasconocerel legadoquesuabuelo lehabíadejadoantessiquieradenacerél.

—¿Quéfueloquetedijo?—preguntócontemor.—Primeromedijoquelaexplicaciónaloquebuscastieneunnombre:«Elhilo

delpéndulo»…—¿Quésignifica,nana?—Notengoniidea,dijoquetúsabríasdescifrarloenelfuturo.—¿Quémástecontó?—insistióAdrián.—MedijoqueélconocióaTrav.Alescucharlaúltimafrasedelabiosdesuabuela,Adriánsesintiódesfallecer.El

corazón estuvo a punto de parársele en seco, e incluso en ese momento dudó siarrebatarle el suministro de aire a la enferma ya que él lo necesitaba más. Larespiraciónselehabíacortadodegolpeylahabitaciónempezabaagirarentornoaél.

—Diosmío,élsabíadeTrav…,¿quiénesesetipo,abuela?

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—Esonomelodijo,Adrián.Peromeaseguróqueencontraríaslarespuestaenelorificiodelartículodeperiódico.

—¿Quéorificio?¿Quéartículo?Abuela,noentiendonada…—Losiento,Adrián, es todo loque sé; tal vez sí queolvidara algodespuésde

todo.Adrián tratabadeordenar suspensamientos, buscandounaexplicación lógica a

todoloescuchado,perolalógicaseperdíaalintentarrazonarloincomprensible.Eraincapaz de comprender cómo su abuelo había podido conocer a Trav sesenta añosatrás.Elcriminalnopodía tenerunaedad tanavanzada,aquello seescapabade suentendimiento…

—Unacosamás…—balbuceólamujer—.Enmibolso…enelarmario…Ve.Adriánselevantóyabrióelarmarioenelquelospacientesdejabansusefectos

personales.Ensu interiorencontróbiendoblada laropadesuabuela,unoszapatoscolocadosenelsuelo,yunbolsomarróndecuero,cuarteadoporlosañosyeluso,colgandodeunaperchasujetaalapuertaportrestornillos.

—Miradentro…—dijolamujersinapenasenergía.Adrián encontróun sobre en el interior, lo sacóy se lomostró a su abuela.La

ancianaasintiódesdelacama.Elagenteloabrióyencontróunallaveyunpapel,conunadirección e instrucciones, que le llevaba auna cajade seguridady aunbancodeterminado.

La Fuente trató de sonsacarle algo de información a su abuela sobre aquelhallazgo,perolaencontróconlosojoscerrados.Miróalmonitorasustado,antesdecomprobar que su corazón seguía latiendo, aunque la tensión arterial parecía estarmuybaja.Llamóaunaenfermeraparaquecomprobara lasconstantesvitalesde laancianayésta le indicóquedebíadejardescansara lapaciente.Adriánobedecióyabandonóelhospital,caminodeladirecciónencontradaenelsobre.

Enelparkingdelhospitalaccedióasucocheysesentóalvolantedelvehículo.Con la mirada perdida en el infinito, Adrián trataba de asimilar la impactanteinformación que acababa de recibir. Había sido como un tiro a bocajarro y por laespalda:niseloesperaba,nilohabíapodidoesquivar.

El guardia civil salió del ensimismamiento con una sacudida de su cabeza,enganchóelsmartphoneenelsoportequellevabaensuautomóvilparausarlocomoGPS,introdujolosdatosanotadosenelpapelquehabíaencontradojuntoalallave,ysepusoencaminosinperderunsegundomás.

DoshorasytreintaminutosdespuésllegabaalasedeprincipaldelBVP,BancoVerdePeninsular,situadoenlazonadenegociosmásimportantedeRíosVerdes.Enese momento le pareció extraño que su abuela hubiera elegido un banco en unaciudadenlaquenohabíavividonuncayenlaquesíacabaría,porcosasdeldestino,viviendoél.

¿Sería posible que el abuelo Jorge le hubiese dicho también dónde contratar lacaja de seguridad? Tras localizar la dirección indicada, dio un par de vueltas a la

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manzanahastaconseguiraparcarsuvehículo.Unratodespués,Adriáncontemplabaconestuporlainmensidaddelhallprincipal

delbanco,situadoeneledificiomásgrandeyemblemáticodelaciudadnorteña.Traspasarelcontroldeentrada,consuconsiguientearcodetectordemetalesy

equipo de rayos X, Adrián pudo apreciarlo en todo su esplendor. Aquel recibidortenía una altura de unos doce metros, con el techo y las paredes recubiertos demármol verde de la India. Una cascada de relucientes cristales sostenía unasemiesferaluminosa,delaquesalíaunnúmeroincontabledebrazos,paraformarunaespectaculararañaquedabaluzalaentradaprincipaldelbanco.

Un poco perdido e impresionado por la abrumadora bienvenida queproporcionaba la entrada, Adrián se mezcló con las decenas de personas quecirculabanporelhall,antesdedirigirsealmostradordeinformación.

Laseñoritade recepción le indicómuyamablemente laubicaciónexactade lascajasdeseguridad.Atravesóelhallprincipalybajólasescalerashastaelsótano.Unavezallí,Adriánaccedióaunapequeñasaladondeunhombrebientrajeado,conunosmodalesexquisitos,lepidióqueleentregaralallaveysuidentificación.

—Tenemos varios niveles de seguridad en nuestras cajas —le explicaba eltrabajadordelbanco—;algunossonincreíblementeavanzadoseincorporanlectoresderetinaparaelaccesoalasmismas.Ensucaso,setratadeunodeloscontratosmásantiguosquequedanenvigorenestasaladeseguridad.

—¿Cómodeantiguo?—inquirióLaFuente.—Unoscuarentaaños.Supongo,simepermitelaobservación,queporsuedady

porlaantigüedaddelacuenta,haheredadoustedestallavedealgúnfamiliar.—Asíes—confirmóAdrián.—Es algo sorprendente, la verdad. En este tipo de cajas sólo está permitido el

accesoalaspersonasregistradasenelsistemaporelarrendatarioprincipalalfirmarelcontratoinicial.

—¿Quéquieredecir?Nolecomprendo…—Le explico —continuó el empleado del banco mientras pulsaba con una

velocidadasombrosalasteclasdeunordenador—:sunombreapareceregistradoenelsistema,incluyendosunúmerodeNIF,desdeelmismomomentoenquesediodealta esta cuenta. Obviamente, debe tratarse de un error en las fechas, ya que esimposiblequeseconocieranestosdatosantesdequeustednaciese.

—Sorprendente, sí.—Adrián le dio la razón tratando de disimular el hecho dequeaesasalturasyanolesorprendíaalgoasí.

Después de unos segundos de espera, el sistema emitió un pitido y una cintatransportadoraqueseencontrabadetrásdeltrabajadordelbancosepusoenmarcha.

—Enunosinstantesestaráaquísucaja,señor.—Gracias.Talcomolehabía indicadoelencargadodelaccesoa lascajas,pocossegundos

despuésunhexaedrometálico apareció en la cinta transportadora.El empleadodel

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bancotomólacajayleindicóaAdriánquelesiguiera.—Sivieneporaquí,señor.Adriánleacompañóhastaunpequeñocuartoalqueseaccedíaatravesandouna

puertablindada.Enelinteriordeunasalaasépticaencontróunamesaycuatrosillas,aparentementemuyconfortables.

—Ahoraledejarésoloparaqueinspeccioneelinteriordesucaja.Cuandodeseeabandonar el lugar, me avisa pulsando este intercomunicador y yo acudiré paraabrirlesindemora—informóelempleadoseñalandoelbotóndelapared.

—Gracias.—Sinodeseanadamás…—Sólounapregunta—añadióAdrián.—Estaréencantadoderesponderla.—¿Puedollevarmeloquehayenelinterior?—Por supuesto. Puede llevárselo y puede seguir utilizando nuestros servicios

durantediezañosmás—aseguróaquelhombre.—¿Aquéserefiere?—preguntóelguardiacivil.—Elalquilerdelacajaestáabonadoparadiezañosmás,silodeseapuedevolver

otrodíayguardarloqueguste.—Ah,gracias.—Denada.Sielseñormedisculpa…—Claro, claro, vaya. —Adrián se había contagiado de la pomposidad de su

interlocutor.Elhombreabandonólahabitacióncerrandolapuertablindada.Adriánsesentóen

una de las sillas y se quedó observando la caja, temeroso de tomar una decisiónerróneaen sudilema:abrirlaono.Despuésdeunos segundosdedebate internosedecidióaintroducirlallaveenlacerradura.Éstasedeslizóconasombrosafacilidadyemitióuncliccuandoseencontróalojadacompletamenteensulugar.Adriánlagiróylatapaseliberódeinmediato.

Tomólaportezuelaconambasmanos,unaencadaextremolateraldelamisma,yla levantó lentamente, con algode suspense, hasta que la dejó caer hacia atrás.Lasorpresafuemayúscula…

Unavezdescubiertoelcontenido,suestómagoseretorciósobresímismo.Adriánhundió el rostro entre susmanos, apoyando los codos sobre lamesa, y comenzó allorar presa de la desesperación. Su grito rebotó entonces contra las paredesinsonorizadasdelcuartoyregresójuntoaél.

Nocomprendíaporquéleestabapasandoesto,peroenesemomentointuyóquenada de lo que le había ocurrido en los últimos meses había sido casual. Apartóiracundolaslágrimasquevelabansusojosparapoderobservarconmásdetenimientoelobjetodepositadoenlacaja.Peroseguíasinpodercreérseloypasóenuninstantedelllantoalarisanerviosa.

Tomóelobjetoylediovueltasparaconvencersedequeerareal.Teníaentresus

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manosalgoquellevabacuarentaañosguardadoenunacaja,cuandoélestabasegurodehaberlotenidoaescasosmetrosunpardemesesatrás.Sehabíasentidofascinadopor ese objeto la primeravezque lo vio en lamuñecadeTrav, sólounosminutosantesdequeun treny suvida saltaranpor losairesyahora lo tenía frenteaél: elprecioso reloj Solvil & Titus que le había ayudado a seguir la pista del asesinoterroristaaloanchoylargodelaPenínsula.

*****

Adriánabandonóelbancoconunvacíoamargoenlabocadelestómago.Decaminoalcocheempezóabuscarexplicacionesmásacordescon las leyesde lanaturalezaqueaquellospensamientosquelehabíanaturdidodentrodeesecuartodeseguridad.

CondujoporlascallesdeRíosVerdessinrumboconcretotratandodecomprenderel significado de la pista que le había dejado Jorge la Fuente, su abuelo. Laexplicaciónmás lógica fue creerqueel relojque recientementehabíametidoen elbolsillodesuchaquetanoeraelmismoqueTravlucíaensusapariciones,sinoqueeraunoidénticoaaquel.

Se decidió por volver a casa para descansar, pero estando detenido en unsemáforoobservóenelescaparatedeunpequeñocomercio,aunladodelacalle,uncartelqueleindicóqueallípodríaencontraralgunainformaciónútilpararesolversudilema.Aparcójustofrentealatiendayatravesólaentrada.

—Buenastardes,¿enquépuedoayudarle?—Unhombredeavanzadaedadlediolabienvenidadesdeelotroladodelmostrador.

Ellocaleraunauténticomuseodeantigüedades,lasvitrinasquecircundabantodalaestanciaaparecíanrepletasdeobjetoscondécadaseinclusosiglosdehistoria.BajoelcristaldelmostradorAdriándistinguióademásunacolecciónsin igualderelojesde todas las épocas, lo que le indicó que posiblemente hubiera acudido al lugaradecuado.

—Buenastardes.Queríaquemetasaseestereloj—dijoAdriánantesdesacarsuherenciadelbolsillo—,ysiesposible,quemecontaraalgodeél.

Lamiradadelanticuarioseiluminónadamásverlo,admitiendosuinterésenelobjetomostrado.

—¿Quétenemosaquí?…Vaya,vaya…,esunapiezamuyespecial,joven.—¿Enquésentido?—preguntóAdrián.—Entodoslosqueunverdaderoanticuariorelojeropudieravalorar.—Metieneustedenascuas…—Ja, ja, ja… Ya me lo imagino, muchacho —contestó el relojero mientras

calibraba la impaciencia de su cliente—. Es un Titus, como puede ver por lainscripciónenlaesferayenlatapaposterior;fabricadoenladécadadeloscuarenta,si nos fijamos en los acabados y el estilo. Deberíamos investigar un poco más

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ayudados por el número de serie grabado en la tapa. También la inscripción en lapartetraseranosindicaquellevamontadosrubíeseneleje:diecisieteenconcreto,elnúmerohabitualparaestosrelojesdecuerda.

—¿Rubíes?—inquirióAdriáncadavezmásasombrado.—Efectivamente.No levoyaexplicarenprofundidadel funcionamientodeun

reloj,peroresumiendo,lediréquelaspiedraspreciosassirvencomorodamientoparaproporcionarledurabilidad.

—Continúe,porfavor.—Parecequeestapreciosidad,aunquesoloesunaapreciaciónpersonalbasadaen

mi experiencia, pertenece a una serie militar, concretamente podría tratarse de unrelojdeaviador.Lacajaesdeplatino,yodiríaqueconunnoventaysieteporcientodepureza.Aguantaríaperfectamentelainmersión…¿Funciona?

—Nolosé.—Simepermite.—Elrelojerohizoademándeextraerlacoronaparaaccionarlos

mecanismosysedetuvobuscandoelpermisodesuclienteconlamirada.—Porfavor,proceda—concedióAdrián.Después de comprobar la perfecta sincronía demovimiento de lasmanillas, el

anticuariolediocuerdaparachequearqueelfuncionamientoautónomoeratambiéneldeseado.Elrelojsepusoenmarchasinningúnproblema.

—Habríaquecomprobarsiatrasaono,peroaprimeravista,ysinindagarmásenprofundidad, estamos ante una pequeña joya.Lamaquinaria es suiza y eso es casisiempresinónimodefiabilidadycalidad—asegurófinalmenteelexperto.

—¿Haymuchoscomoéste?—quisosaberLaFuente.—Hijo, yo es el primero que veo. Procede sin lugar a dudas de una seriemuy

limitada.Noesnormalqueunrelojmilitarestéfabricadoenplatino;probablementeperteneció a alguien muy importante o fue entregado como celebración de unacontecimientoextraordinario.¿Estásinteresadoenvenderlo?

—La verdad es que no me lo había planteado —Adrián trataba de darlenormalidada laconversación—; loacabode recibir comoherenciademiabueloysoloqueríasaberunpocomássobresuhistoria.

—Puessialgúndíatedecides,tráemeloyharemosunanálisismásexhaustivo.—Elvendedordeantigüedadesparecíarealmenteinteresadoenquedarseconelreloj—.Talvez,sitehagounaofertaporél,teloplantearías…

—¿Decuántoestaríamoshablando?—Elagenteseguíaensupapel.—Así de primeras, ya te he dicho que hay que indagar un poco más. Por las

característicasprincipalesyteniendoencuentaquenoestáenperfectoestado…—¿Disculpe?—Sí, si te fijas bien en esta parte—dijo señalando la esfera a la altura de la

manecilladelasdos—,estágolpeadoyelcristal tieneunapequeñamuesca.Esolerestaunpocodevalor.

—Yaveo,laverdadesquenomehabíafijado—sedisculpóAdrián.

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—Comotedecía,teniendoencuentaestosaspectos,estaríamoshablandoentornoaloscincuentamileuros.

Adriánsequedóparalizadoporlasorpresa.—¿Cincuentamil?—Aproximadamente.—Puesleaseguroquesidecidovenderloseráelprimeroensaberlo.—Puedesiraotrossitios—dijomolestoelrelojeroalintuirqueseleescapabael

negocio—,peronadietedarámásdeloqueyoteofrezco.—Nosepreocupe,creoensupalabra,essoloqueaúnnotengodecididoloque

haré.Leagradezcosuayuda.Buenosdías.—Buenosdías,joven.Adrián salió del comercio de antigüedades pensando, conmás convicción que

antesdevisitaralrelojero,enlaposibilidaddequenofueseelmismorelojquehabíavisto en la muñeca de Trav. Si pertenecía a la conmemoración de algúnacontecimientoespecialyteniendoencuentaquedesconocíasisuabuelohabíasidoaviador—yaquenuncahablabadesuvidapasada—,unidoaldesconcertantehechode que, según su abuela, Jorge había conocido a Trav… ¿Podrían haber sidocompañeros y haber recibido el mismo obsequio?… ¿pero cómo se explicaba elhechodequeTravsiguiesesiendojoven?

La cabeza noparaba de darle vueltas y le estresaba no llegar a una conclusiónacertada.Semontóensucocheypusorumboacasa.Allídescansaríay trataríadeponerenordentodalainformaciónrecibidaentanbreveespaciodetiempo.

Al entrar en su hogar, Adrián dejó las llaves sobre la mesita del recibidor yencaminó sus pasos hacía su lugar de cavilaciones. Colgó la chaqueta sobre elrespaldodelasillasituadafrenteasuescritorio.Sacóelrelojdelbolsilloconsumocuidado, dado el valor que le habían dicho que tenía, y lo puso sobre lamesa. Sedetuvounossegundosaexaminarlaimperfecciónquehabíadescubiertoelexpertoenla esfera. Se esforzó por traer a sumemoria la imagen del reloj de Trav, pero norecordabahabervistoningúntipodedañoensuestructura.Estabacasiconvencido,oalmenosesaesperanzaalbergaba,dequenosetratabadelmismoobjeto.

Dejó a un lado el Titus para volver a revisar la información repartida sobre sumesa;entoncesalzó lacabezay lovioenelespejo.Sepreguntócómopodíahabersidotanestúpidoparanodarsecuentaantes.LapistamencionadaporsuabueladebíaencontrarseenelrecortedeperiódicoencontradoenlafábricadehielodeTerramar.

Lo examinó de arriba abajo y no encontró nada que le ayudase a dar con elparaderodeTrav.Faltabandosdíasparalafechaseñaladayseguíasinpistasfiables.

Enesemomento,LaFuenteescuchóelsonidodeunasirenabajosuventanayelinstinto le hizo acercarse a comprobar lo que estaba ocurriendo en el exterior.Uncoche de la Policía Nacional se perdía al fondo de la avenida, con los rotativosencendidos,atodavelocidad,esquivandoalrestodelosusuariosdelavía.

La luz que entraba por la ventana se posó sobre el trozo de papel que todavía

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portabaensumano,elmismoenelqueserelatabaunaccidentedecocheocurridoenun pequeño pueblo del sur de laPenínsula. La sombra que proyectaba el recortesobreelsuelorevelóentoncesunapequeñaaberturaporlaquesecolabanlosrayosdesol, formandouncírculode luzenmediode lasilueta.ElcorazóndeAdriánseaceleródeinmediato.

Rápidamente se acercó a una fuente de luz artificial para poder observar elhallazgo con más nitidez. El diámetro del poro era similar al que podría haberrealizadolapuntadeunalfiler.Elmensajetransmitidoporsuabuelaempezaba,porfin,acobrarsentidoyforma;ahorasoloquedabarealizarelanálisispormenorizadodellegajoparaencontrarlapistadefinitiva.

Suprimeraideafuerevisarlaubicacióndelaperforaciónporelladodelanoticiadel siniestro automovilístico. Se encontraba perdida enmedio de la fotografía queilustrabalanoticia,muycercadelaimagendelcochedestrozadoycoincidiendoconun objeto en el suelo. Adrián no pudo identificar con exactitud de qué se trataba,necesitabaaumentarlaimagendealgunaforma.Buscóporcasaalgoquelepudieseservircomolupa,aunqueeraconscientedequenohallaríanadaasíyseconvenciódequelaúnicamaneradehacerloseríadigitalmente.

Bajóalossubterráneosdeledificioenelqueseencontrabasupisoparaaccederaun pasillo que daba acceso a los trasteros que correspondían a cada una de lasviviendasubicadasenlamismaconstrucción.Recordóhabersealegradodequeenelalquilerseincluyeraaquelcuartoparaalmacenartodoslosobjetosquenonecesitabaperodelosqueseresistíaadeshacerse,unasvecesporperezayotraspornostalgia.Entretodoaquelconglomeradoderesiduosemocionalesseencontrabanvariascajasque continuaban sin haber sido desembaladas desde que semudara aRíos Verdes.Dentrodealgunadeellas,estabaseguro,encontraríaunviejoescánerqueleregalóLaura por su cumpleaños años atrás. El periférico no podía ser considerado actualtecnológicamentehablandoperosuexnoviasegastóunabuenacantidaddeeurosenadquirirelmejordispositivoquepudoencontrar,porloqueestabaconvencidodequele ayudaría a realizar una ampliación de la imagen del objeto señalado más quedecente.

Media hora después había conectado el periférico a su portátil, se había autoinstaladoeldriverpertinenteyestabarealizandounescaneoalamáximaresoluciónque le proporcionaba el aparato. La imagen apareció en la pantalla unos minutosdespués. Se acercó todo lo que pudo a la zona en la que se encontraba su pistautilizando el zoomdigital del visor de imágenes, y descubrió que se trataba de unteléfonomóvil,oalmenosesoparecía.

No se le ocurría donde podía llevarle aquello. No tenía sentido ni significadoalgunoparaél.¿PorquéTravlemarcabaenlafotografíaunmóvildestrozado,tiradoenelsuelo?Nisiquieraguardabaningunarelaciónconelmensajequeacompañabaalrecortedeprensa,aquellafraseenigmáticaquehallódentrodelsobreencontradoenelpolvorientoescritoriode lafábricaabandonada:«Enel fondodeunqanatestaré

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sentado,ellugardondeloencontrarasyateloheadjuntado».Adriánpasóunbuen ratomirandoy remirando la imagenobtenidamediante la

tecnologíadigital;tomóyrevisómilveceselpapeloriginal,perosiguiósinencontrarnadadeprovecho.

La noche ya había caído sobre la ciudad cuando decidió, en un intentodesesperado, escanear de nuevo la fotografía. Adrián dejó al ingenio informáticotrabajandomientrassepreparabauncaféqueleayudaraadespejarse.Alretornarasuespaciodetrabajoexhalóunsuspirodedesesperación,provocadoporlaimagenqueledevolvíalapantalladesuordenador.

—Nopuedeser—sedijoenvozalta.EnlapantallaLEDseobservabanunmontóndeletrasquenocorrespondíanala

instantáneaquenecesitabaanalizar.Evidentemente,habíacolocadoalrevéselobjetoa digitalizar.Al borde del estallido se sentó frente al teclado, dejando la taza a unlado,conlaintencióndeborrarlaimagenobtenidaporerror,peroalgoledetuvoenseco…

Poresteladodelpliego,elorificiocoincidíaconunapalabraquepodríadarleunnuevo sentido a sus pesquisas. El artículo impreso hablaba de un acontecimientoculturalquesecelebrabaperiódicamenteenunapoblacióndelcentrodelaPenínsula.Losvecinosde esa localidad se reuníanpara representar unaobrade teatroque seescenificabaendistintoslugaresdelalocalidad.Setratabadeunactoquegozabadeciertafamanacionalyalqueacudíanmilesdepersonastodoslosañosdesdedistintoslugares del país. La palabramarcada se refería al nombre de la localidad a la quehacíareferencialanoticia:«Amnisora»

La Fuente se apresuró a ubicar en elmapa la ciudad señalada en el artículo ybuscóinformaciónsobreella.PorlovistoseencontrabamuycercadelaCapital,atan solo setenta kilómetros. Aparte de por la obra teatral descrita en la noticia lalocalidad era conocida también por sus procesiones de Semana Santa. Siguióinvestigandoyencontróotrosdatoscuriosos:porejemplo,AmnisoratambiénposeíavariasconstruccionesdelaEdadMediaentrelasquedestacabaunainmensafuentedeorigenarábigo,llamadapopularmente,«deLasLavanderas»yalbergabaademásdoscentrospenitenciariosdentrodelcascourbano.

AdriánpensóenlaposibilidaddequefueraallídondeTravlequeríallevar,esepodía serel lugarque«ya lehabía indicado» pero…Cayóen la cuentadequenoteníaniideadequeeraunqanatoaquésereferíaesetérminoenconcreto.

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Capítulo22Elqanat

Adriánobservócomounhombreconunpoloverdebastantedesgastado,unpantalónazul de trabajo con ribetes fosforescentes y unas botas de seguridad, bajó de unafurgonetaconellogotipodeunaempresadeaguasimpresoensupartelateral.

Eloperariolesaludóconlamismaamabilidadqueindiferenciaysacódelbolsillounabultadomanojodellaves.Sedirigióalapuertayleabrióelpasoquedabaaccesoalostúnelessubterráneosderecogidadeaguas.Adriánlediolasgraciasyseadentróenlapenumbraquehabitabatraslaspuertas.

Una angosta escalera de piedra le guiaba hasta los niveles inferiores de lasinstalaciones. Una vez recorridos la mitad de los escalones, La Fuente empezó aescuchar el fluirdel agua.Sacó suarmaal llegar a la entradadel túnelprincipalyapuntóenambasdireccionesantesdeaventurarsearecorrerlo.Lerecibióunagrutaque seextendíaa ambos lados,por loquedudóunmomento.Recordóentonces lainformaciónque lehabíaproporcionadoelsupervisordel trabajadorque leacababade abrir la puerta, con el cual sehabíapuesto en contacto al llegar aAmnisora: elcamino de la izquierda le llevaría hasta la Fuente de Las Lavanderas y el de laderecha a varias bifurcaciones, salas y pozos de agua de distintas características ytamaños.

Elrecorridoprincipalmediríaunoscientocincuentametrosdelargoyelcabodela Benemérita había aparecido a la mitad del mismo aproximadamente. El techo,arqueadoentodasuextensión,nosuperabalosdosmetrosdealturaenlapartemásalta, por lo que tendría que tener cuidado para no golpearse la cabeza caminandojuntoalosmuroslaterales.

El túnel completo era recorridopor dospequeños canales que llevaban el aguadesde los pozos naturales hasta los depósitos de la fuente. Cada diez metrosencontrabasobresucabezachimeneasque llegabanhasta lasuperficie,éstas teníanvariasmisiones:fueronusadasparalaextraccióndelmaterialarrancadodelatierradurante laconstruccióndelqanat, siglosatráspor losmusulmanesquehabitaron laPenínsula.Posteriormentesu funciónhabíasido lade realizar la recogidadeaguasfluvialesyladeoxigenacióndetodalainfraestructura.

Lanocheanteriornolehabíallevadomuchotiempodescubrirquéeraunqanat.Unasimpleconsultaenunbuscadordelaredderedeslearrojóunresultadomásquecompleto de lo que estaba buscando: fue un tipo de construcción bastante comúndurantecientosdeañosentrelospueblosárabes.Sufinalidaderalarecogidadelasaguas provenientes de la lluvia y, sobretodo, al aprovechamiento de las corrientessubterráneasdellíquidoelemento.Éstaserancanalizadasmedianteuntúnelprincipalhastaunlugardelasuperficieamásbajaaltura,dondeeranalmacenadasoutilizadas.Estos lugareserannormalmenteuna fuenteouncampodecultivo.Susorpresa fue

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mayúscula cuando averiguó que Amnisora albergaba uno de los qanat mejorconservadosymásantiguosdelmundo.Loqueeramáscuriosoeraqueaúnseguíasiendobásicoparaelsuministrodeaguaalapoblación.

Unavez quehubodescubierto toda esta esclarecedora informaciónno tardó enponerse enmarcha.Ayudado por distintosmedios de locomoción recorrió los casiseiscientoskilómetrosqueseparabansu residenciadel lugaralquesospechabaqueTravlehabíainvitadoaacudir.

El corazón le iba a mil revoluciones y lo notaba bombear en sus sienes. Seacercabaalaprimeradelasinterseccionesenlaquehabríaquedecidirelcaminoaseguir. No le hizo falta pensar mucho, ya que la opción de la izquierda era unahabitación sin salida.Enel centrode lamismadivisóuncuadradoenel sueloqueenmarcabaunpozodeaguascristalinasdeunostresmetrosdeprofundidad.

Elotrosenderolellevóaunaencrucijadasimilaralaanterior.Sinembargo,estavezencontróunavariación:alacercarsepudoescucharlarespiracióndeunapersonaenelinteriordeaquellaestancia,unahabitaciónquehacíalasvecesdedistribuidorhaciadosnuevassalidas.Alinstantesiguiente,Adriánencontróloquebuscaba.Juntoa uno de los muros de la habitación un desconocido leía tranquilamente, sentadosobreunbancodepiedranatural,casicomosileestuvieraesperando.

Adriánsefijóensuoponente:setratabadeunvaróndeunoscuarentaaños,conelpelodelacabezatotalmenteafeitado,ojosverdesymentónfirme.Aparentementesu forma físicaeraespectacular,ypercibiresedetalle lecausó inquietudalagente.No le apetecía tener que enfrentarse a él cuerpo a cuerpo, incluso sabiendo que lesuperabaenalturaycorpulencia.Eldesconocidososteníaunlibroensusmanos,perodejódeprestarleatenciónalnotarlapresenciadelguardiacivilapuntándoleconunarma.

—Nitemuevas—dijoAdriánconsatisfacción—.Estaríaencantadodellenardeagujerosaunasesinocomotú.

—¿Asesino?—Trav parecía incómodo por el comentario de Adrián. Cerró ellibroylodejójuntoaél,sobrelapiedra—.¿Porquéasesino?

—¿Cómotellamaríasatimismodespuésdelodeltren,elconductoryeltallerdecoches?Sinhablardeloquenopodráshacermañana.

—Esciertoquesemepuedeconsiderarunasesino,alguienquematagente;peronoporloquetúcrees,Adrián.

—¿Ah,no?—Porsupuestoqueno—contestóTrav.Suincomodidadparecíahabersetornado

entristeza.—Quieroquetearrodillesypongaslasmanosenlanuca,otejuroquetevuelola

tapadelossesos—ordenóLaFuente.—¿Sinlasrespuestasquehasvenidoabuscarhastaaquí?Lodudobastante.Adriánpensóque,unavezmás,esemalnacidoibapordelantedeél.Despuésde

todossusdesvelosporecharleelguante,noseiríadeallísinaclararlasdudasquele

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carcomían por dentro desde hacía meses. Y eso lo sabían ambos. Decidió que lomejoreraandarseconcuidadoynodejarseembaucarporelcriminal,unhombrequeya había dado muestras sobradas de su habilidad para el engaño. Por otro ladonecesitabasoltarlelalengua,asíqueprocuraríadejarlehablarloquegustase.

—Cuéntameentonces,porquéotrascosasdeboconsiderarteunasesino.A Trav se le iluminó la mirada, parecía haber estado esperando ese momento

durantemuchotiempo.Serecostóenlapared,cruzólaspiernasycolocósusmanossobreellas,comosiadoptaraunaposiciónqueincitabaalaatenciónylarelajación.

—¿Vas a estar apuntándome con el arma todo el tiempo? —le preguntójuguetonamente.

—Quenotequepaduda—replicóAdrián.—Enfin…Túmismo—ledijoantesdecomenzarsurelato.«Corríaelañomilnovecientostreintaysiete.Hacíatresañosqueelejércitose

había levantado fallidamente contra el gobierno de la tercera república, conocidapopularmente con el apodo de “la barata” por el descenso de impuestos que sedecretódurante losprimerosañoscomocelebraciónpor la instauracióndelnuevosistema de gobierno democrático. Este hecho fue el que desencadenó la queconocemoscomoGuerraCivildelaPenínsula.

Trasuntrieniodebatallasymuerte,elnúmerodeintegrantesdeambosbandoshabía quedado bajo mínimos. El mando militar decidió que la mejor forma dereconstruirunejércitoera incorporara todoaquelque fueracapazdesostenerunarma.Losjóveneseranreclutadosalafuerza.Despuéseransometidosaunlavadodecerebrointensoparaalinearlesconlasideasfascistasdelosmilitaresy,trasunapequeña instrucción de dos semanas, eran enviados al frente con destino a unamuertecasisegura.

Gran parte de las juventudes, hartas de engordar las listas de caídos, sesublevaron contra los militares que acudían casa por casa a realizar losreclutamientos.Enpocassemanas,másdemilsoldadosdelbandogolpistamurieronrealizando estas tareas; presos de la desesperación, los altos mandos militarescrearon un nuevo cuerpo de especialistas dedicados a buscar a los grupúsculosantimilitares y acabar con ellos. En contra de lo que pensaban, no se produjo unefectodisuasorioenlapoblación,sinoquecadavezmáspersonas,incluidasmujeresy ancianos, formaban “guerrillas villanas”, así las llamaron, contra aquellos quequeríanllevarsealafuerzaasusfamiliaresyvecinos.

Enpocotiempoelejércitoestabalibrandodosguerras,unaagranescalayotraencadapueblooaldeadelpaís.Entonces,losdirigentesacudieronenbuscadeunhombrecuyobatallónestabadandomuestrasdegranhabilidadtácticaenelcampodebatalla:JorgelaFuente».

Adriándiounrespingo.—Tencuidadoconloquevasadecirdemiabuelo…—amenazóAdrián.—Sólolaverdad…¿Acasotienesmiedodeoírla?—replicóTrav.

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—Laverdadno.Perodudobastantequealguiencomotúpuedaestarenposesióndeella.

—Podemos seguir jugando a ver quién mea más largo, o puedo continuarnarrandoloquevivíenprimerapersona.

—¿En primera persona? Éstas hablando de algo que ocurrió hace casi ochentaaños.

—Obvio…Siteparece,voyaproseguir:«Jorge era un militar excelente que se dejó embaucar por las teorías de los

golpistas y que siguió las directrices de los altosmandos sin plantearse si lo quehacíaerajustoono.Yo,comoyatehabrásimaginado,eramiembrodelbatallóndetuabuelo.

Unanochenosenviaronaunpequeñopueblodelasierra,cercadelaCapital.Habíamos recibido órdenes de buscar y desactivar a grupos contrarios a nuestrosinteresesdereclutamientoporcadarincóndelaPenínsula.

Era invierno y las calles aparecían cubiertas por un manto de nieve de unosveintecentímetros.Loscamionesenlosqueviajábamospatinabanenalgunostramosde la carretera, haciendo imposible continuar el camino en ellos, así que losabandonamosaunpardekilómetrosdelaentradaalpuebloycompletamoselrestodelrecorridoapie.

Dosmilmetrossehacenmuylargoscuandosetratadesuperarlosporlanoche,atanbajatemperatura,conlanieveintroduciéndoseporelcalzadoparaconvertirlasextremidadesinferioresencuchillasdecristal.

Cuandovimos lasprimeras lucesdelpueblo,algunoscompañerosempezaronacongratularse; hablaban de calentarse cerca de algún fuego, confiando en que noencontraríamosdemasiadosenemigosenunlugartanremotoypequeño.Nadamáslejosdelarealidad…

Sólonecesitamosponerpieenlaprimeracalleparaqueunalluviadedisparoscayera sobre nuestro pelotón, causando cuantiosas bajas y numerosos heridos.Ninguno de nosotros esperaba encontrar esa noche la muerte allí, y tuvimos queenfrentarnosaellacaraacara.Aquellosaldeanosnoibanarendirsusarmasbajoninguna excusa. Observábamos cómo la sangre de nuestros compañeros caídosescapabadesuscuerpossinremedio,mientrasescuchábamoslosalaridosdedolorde los heridos. En ese instante comprendimos la única realidad posible: aquellasituación se resumía en matar o morir. Jorge dio orden de ponernos a cubierto.Organizólamaniobra,consuhabilidadacostumbrada,yrápidamentelosagresores,sinlaformaciónparaelcombatequenosotrosposeíamos,fueronvencidos.

No sé si fue la visión del color rojo de la sangre, aún caliente, sugiriendo unmacabrocontrasteconelblancovirgenquecubríalacalle,osieldetonantefuelatensión acumulada durante meses de lucha sin sentido, pero nos volvimos locos.Fuimoscasaporcasaysacamosatodoelmundoalacalle,sinimportarsexo,edado condición física.Les ordenamosdesnudarse, hicimosunmontón con las ropas y

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enserespersonalesqueencontramosenlascasasyleprendimosfuego.Lasinrazónllegoalmáximodesuparoxismo:contemplábamosalosmásdébiles

sucumbiendo bajo el frío de la noche, mientras disfrutábamos al ver sus cuerposamoratándosehastaquenoquedabacalorvitalenellos…

A los que sobrevivieron a la terrible tortura a la que fueron sometidos y noperecieronporelefectodelasbajastemperaturas,lesacribillamosasangrefría.Elespectáculo fue dantesco: decenas de personas, unas sobre otras, yacían en cadacalle,encadacallejóndeaquellapoblación.Algunosagonizaban,otrosgritabandedolor antes de recibir el tiro de gracia y muchas mujeres fueron ultrajadas sinpiedad. Pero todos tenían algo en común: el terror dibujado en sus ojos inclusodespués de exhalar su último aliento.Ése fue el día en el que nos convertimos enasesinos.

Nuncaquisimosquesucediera,perolasbanderasyelfanatismoseconviertenenla venda que te impide abrir los ojos y ver al prójimo que sufre a tu lado, esaborracheradelquesabequetieneelpoderdedecidirsobrelavidadeotro…Esolopudretodoyennegreceelalmadelquenosabedecirbasta.

Al despuntar el alba, la luz del sol hizo que la sombra de sadismo que cubríanuestroraciociniodesaparecieracomoporensalmo.Deprontonosencontramosconlarealidadquenosacompañaríaatodoshastaelfindenuestrosdías.Nuestrosojos,todavíaabiertossinpestañearcomoindicativodelalocuraquehabíamosrealizado,parpadearon para dar paso a la lucidez que se tornó en desesperanza.Habíamosperdidonuestraprincipalbatalla:ladeseguirsiendohumanos.

Ésa fue la última vez que vi a Jorge; allí, de rodillas en la nieve, con el solasomandoasuespaldamientrasdescubríalamatanzaquehabíamoscometido.

Después de aquel terrible suceso desertamos todos. Prometimos no volver ahablar de ello con nadie en la vida, y ninguno debió hacerlo por qué jamás seinformó,niescuchónadarelativoaaquelsiniestroacontecimientoacaecidodurantela guerra. Con toda probabilidad, el que la contienda fuera ganada por el bandomilitartambiénayudóasilenciarelsuceso.Escurioso,osiniestrosilopiensasbien,recordarahoraqueaquellaaldeademontañasellamabaPuntadelaEsperanza».

AdriánnopodíacreerloqueTravleestabacontando.Debíapartirdelabasedequeelnarradorestabaallí,rondandoloscuarentaenvezdeloscienañosquedeberíatenersisurelatofueracierto.Tampocopodíacreerquesuabuelohubieraconsentidosemejante barbaridad y, menos aún, que participara en la ejecución masiva deinocentesindefensos.

—Todoesoesunaputasartadementiras—aseguróindignadoelguardiacivil.Travignoróelcomentarioparaalargarunossegundosmássuhistoria.—Huí de la Península y me fui a Alemania. Allí coincidí con una serie de

personas que tenían un proyecto entre manos. La idea que manejaban podríaayudarmealimpiarenpartemiconciencia,oporlomenosadevolveralgodeloquehabíaquitado.Aunque tengopresentequenunca será suficientepara compensar lo

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quehicimos.Ymenosahora…—¿Porquémenos?—Porque ésta es mi última misión. Me es imposible, físicamente, realizar

ningunamás.Pormásquelodesee.—Afortunadamente,porqueloquehaceseslomismoquehicieronesossoldados

unanochedeinvierno:asesinaragenteinocenteasangrefría.—Si…Peroporunbienmayor.—Aldecirestaúltimafrase,LaFuenteapreció

comoTravparecíacontenerunaarcada.Sucuerpoqueríaexpulsaralgodesuinteriorqueélnoqueríadejarsalir.

—Yahetenidosuficiente—dijoAdrián,hartodeoírloqueconsiderabahistoriasdeunperturbado—.Pontederodillasconlasmanosenlanuca,notelovoyarepetir.

—Está bien, continuemos con la función; al fin y al cabo es a lo que hemosvenido—contestóTravconaplomo.

Travcomenzabaadesprenderesaseguridadquerezumabacuandoestabaapuntodehacerunadelassuyas.Adriánnopasóporaltoesedetalle,quelehabíaperturbadodurantelasconversacionesquehabíamantenidoconélanteriormente.

—Nohagasninguna tontería.Quiero llevartevivo conmigo, peronodudaré endisparar—aseguróelagente.

—Esoesloquetúcrees.Travseincorporóyrecogióellibroquehabíaestadoleyendomientrasesperabaa

Adrián. Lo abrió y para sorpresa del guardia civil, sacó un arma que llevabaencastrada en su interior.La pistola, sin duda alguna, era la que le había sustraídomesesatrásenel trendelargadistancia,durantesuprimerencuentro.Entoncesviocómolalevantabayleapuntabaconella.

Adrián no lo dudó un segundo y disparó su arma varias veces. Se dispuso acontemplarcomoTravcaíaalsuelo,heridodemuertetraslasdetonaciones.Parasuasombro,sóloescuchóelsonidode tresgatillazos.Habíafracasadodenuevoensuintentopordeteneralcriminalyeneseinstanteasumióqueestabaapuntodemorir.

Contempló como el orificio mortal de su antigua pistola se le acercabaamenazante, apuntándole a la cabeza, dispuesta a ejecutar la voluntad de su nuevoportador.Acadapasoqueelverdugodaba,Adriánacercabaunpocomássusrodillasalsuelo.Cuandohizocontactoconlafríapiedra,cerrólosojosconfuerzayesperóelmomentofinal.

Sus pensamientos volaron hasta Terramar para despedirse de Carla. Vio a suabuelatumbadaenlacamadelhospital,luchandoporseguirviviendo.Seimaginóenbrazos de su madre, como cuando era niño, mientras ella curaba sus heridas y lebesabaen la frente;peroAdrián fueconscientedequeestavezno lepodría sanar.Rememoró los manchones de chocolate que dejaba en los fogones de la cocina,cuando jugaba a los cocineros con su padre enmedio de carcajadas. Incluso pudosonreíraLauraparadecirlequetodoestababien,quenohabíarencoryquesiemprela querría… Adrián suspiró por última vez, sabiendo que se iba en paz. En ese

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momento,escuchólavozdeTrav.—Dametupistola,Adrián.El agente de la Benemérita se la entregó sin poner una sola pega. El criminal

tomóelarmayapuntóhaciaeltúnelexterior.Apretóelgatilloyelarmaemitióunadetonaciónqueelecolesdevolvióvariasveces.

—Nopuedesmatarme,Adrián.Eljovennosalíadesuasombro;lapistolasehabíaencasquilladotresvecesensu

manounossegundosantesydespués funcionóa laperfeccióncuando fueutilizadapor su enemigo. Ya no trataba siquiera de encontrar explicación a lo que estabaviviendoallí abajo,peromenosaún ibaaentender loquesucederíaunossegundosdespués.

TravtomólasdosarmasporelcañónyselasofrecióaAdriánporlapartedelaculata.Despuéssevolvióparaarrodillarseypusolasmanossobresucabeza,enungestoinequívocoquesignificabaqueestabaentregándose.

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Capítulo23Nuncanadaesloqueparece

ATrav lemolestabanmás lasnáuseasque las esposasqueAdrián lehabíapuesto.Conlasmanosamarradasporlosgrilletesyéstosancladosalamesaporunacadena,se encontraba sentado mientras esperaba que comenzara el «tercer grado» al queseguramenteibaasersometido.

Lasalaestabailuminadaporuntubofluorescenteenrejado,ycarecíadetodolonecesarioparallamarlahabitación.Lasmugrosasparedesenvolvíancontristezaunamesametálica, colocada en el centro del cuartucho, a la que habían acercado dossillas: la que él usaba en ese momento y la que presuntamente utilizaría suinterrogadorenunosinstantes.Enelángulosuperiorderechodelaestancia,segúnsuposición,unacámarade seguridad registrabapormenorizadamentecadasucesoqueseprodujeraentreesascuatroparedes.

Travmiró suTitusy jugóaunode suspasatiempos favoritosparamantener lamentedespiertaylaconcentraciónintacta.Contómentalmentehaciaatrás:

—Tres,dos,uno…LapuertaseabrióparadejarpasoaAdrián.ElagentedelaBeneméritateníala

mirada inyectada en sangre y exhibía un gesto tenso y torcido, parecía demasiadocrispado.Talvezlaexperienciaenlostúneles,dondeeljovenpudohabercreídoqueseencontrabaalbordedelamuerte,habíaacentuadosuposturaintransigente.

Trav no esperaba que la conversación fuese a ser distendida, pero empezó apensarquehabíaapretadodemasiadoasucontrincante;lasituaciónselepodíairdelasmanos. El agente sacó entonces una grabadora y la colocó encima de lamesa.TrasAdrián asomóun compañeroque le invitó a salir unmomentode la estancia.TravsospechóentoncesqueelotroagentelehabríaindicadoaAdriánlaprohibicióndeentrarenunasaladeinterrogatoriosconelarmaencima,yaqueasuvueltanolallevabaconsigo.

—EstamosenlaprisiónAmnisoraUno,enunasaladecitasqueeldirectordelaprisiónhatenidoabienprestarnosparaesteinterrogatorio—comenzóaexplicarleelagente—. Este edificio es un anexo a la prisión, donde se encuentran presostemporalesalaesperadejuiciootraslado.

—¿Unasaladecitas?—preguntócuriosoTrav.—Sí.Sonespacioshabilitadosparaquelaspersonasenprisiónpreventivareciban

a sus abogados o familiares con el fin de preparar sus defensas antes de que secelebresujuicio.

—¿Ylagrabadora…?—Existe una cámara de seguridad, como seguro ya has notado, pero no está

permitidograbarenestoslugaresporquelasconversacionesentreabogadoyclientesonconfidenciales.Mehepermitido traerunaparadejar testimoniode loqueaquí

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hablemos.Adriánhizounapausamientrashojeabaunospapelesquellevabadentrodeuna

carpeta. Trav conocía muy bien su estrategia, no en vano había pertenecido a uncuerpoespecialentiemposdeguerra.Divertido,ledejóhaceresenúmeroconelquepretendía intimidarle o descolocar sus pensamientos, hecho que sería infructuosototalmente.

—Está en su derecho de solicitar la presencia de un abogado en esteinterrogatorio,obviamentetambiénpuederenunciartantoaestederechocomoaldedeclarar.Todoloqueaquídigapodráserusadoensucontraenunjuicio.¿Entiendeestosderechos?

Travsonrióyasintióconlacabeza.—Necesitoquecontesteenvozaltaparaquequedeconstanciaenlagrabación—

dijoAdriánconvoztemplada.Travseinclinóhaciaelaparatograbadordesonidosydijounsimple«sí».—¿Mepuededecirsunombre?—Adriáncomenzóenserioconelinterrogatorio.—Trav.—Sunombrecompleto…Yreal,aserposible.Elagentenorecibiórespuestaporsuparte.—Estáustedacusadodevariosdelitos,terrorismoyasesinatoentreellos.¿Tiene

algoquedecirensudefensa?El silencio fue la respuesta que recibió. En ese momento, Trav estaba más

preocupado por no arrojar el contenido de su estómago sobre la mesa que lesseparaba.

—Entremosenharina…¿Hayalgúnmotivoparaloquehashechooeressólounpsicópataasesino?—Adriánparecíafueradesí.

Siguió sin abrir la boca, sabiendo que eso enojaría a su captor. Trav intentómeterseenlamentedelagente,quizásaturdidoporsucomportamiento.SeguramenteAdrián no podría comprender por qué se había entregado para después negarse ahablar.

—¿MatóustedaFranciscoAyaladeundisparoenlacabeza?—inquirióAdriánconpremura.

—Sí.Lasequedadylacontundenciadelacontestacióndejaronunpocodesorientadoal

interrogador.—¿Porqué?Una vez más el silencio fue la información que registró la grabadora. Adrián

relajó la expresiónde su rosto lo queTrav identificó comoel inicio un cambiodeestrategia.

—AsegurasqueluchasteenlaGuerraCivildelaPenínsula.¿Puedesexplicarmecómoesposiblequenohayasenvejecidodesdeentonces?

Trav siguió sin articular palabra, pero esta vez hizo algo diferente. Miró a la

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cámaraquelesgrababaentodomomento.—Yo no tengo prisa—le trató de presionar Adrián—, ya he hecho lo que he

venido a hacer aquí; ahora le puedo dedicar todo el tiempo del mundo a estaconversación.

Trav sabía que él no podía permitirse ese lujo. Necesitaba que la situaciónevolucionararápidamente.Dosmotivosleapremiaban,yunodeelloseraqueestabaa punto de vomitar. Entonces le sobrevino un espasmo brutal y tuvo que hacer unesfuerzotitánicopornollenarlamesadebilis.

—¿Tesientesmal?—lepreguntóAdriándespuésdepausar lagrabación—.Mealegro, espero que las tripas se te salgan por la boca antes de que acabe el día.Sigamos con esto—reactivó la grabadora—. ¿Qué pretendías hacermañana en elavión?

Travrespiróhondoparaquesurespuestanofueraunmontóndefluidossaliendodesubocayvolvióamiraralacámaraalavezquenegabaconlacabeza.

Adriáncomprendióelmensajeyselevantóparasalirdelasala.—¿Tesientesprotegidootesientesobservado?—sepreguntóelguardiacivil.Antesdeabandonar la sala,Adrián sedetuvounmomentoparaadvertir aTrav

con la mirada; éste le respondió con un tirón de sus esposas para demostrar queestababienamarradoysinposibilidadalgunadeescape.

InmediatamentedespuésdequeelcabodelaBeneméritacerraralapuertatrasél,el guardia que cuidaba de la seguridad de la habitación en la que se celebrara elinterrogatoriosecolocóenelcentrodelumbraldeespaldasalacceso.

*****

Adriáncaminó,sesteando,porvariospasilloshastallegaraldespachodeldirectordelacárcel.Llamóyentrósinesperarpermiso.

—¿Hemosconseguidoalgo?—El regidordel recintopenitenciario,LuisLargo,noestabaparasaludosniformalidades,supresupuestoserecortabacadaañounpocomásysucolaboraciónenlaresolucióndeestecasopodíareportarleunoseurosextra—.¿Hahabladoyaelcabrón?

—Todavía no. Está preocupado por la cámara de la sala y no le quita ojo—contestóAdrián.

—Essolounacámaradeseguridad,nograbasonido.—Losé,peroparecequenolegustalavigilanciaoqueseamparaenellaparano

responder, aún no lo tengo claro. ¿Podríamos apagarla? Es posible que seabeneficiosoparatodos.

LuispensóquelasganasdetriunfarquedominabanaAdrián,leibanaempujaraintentar algo no completamente ortodoxo con el detenido. Seguramente sí sería unpocomásefectivo,asíqueasintióconlacabezaaunquealbergabaligerasdudas.

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—Puedohacerqueperdamoslavigilanciaduranteunosdiezminutos,nadamás;tendrásquesacarleloquepuedasenesetiempo.

—Procuraréqueseaelsuficiente—aseguróelagente.Una llamada de teléfono al funcionario correcto hizo que el sistema de

alimentaciónque suministraba corriente a las cámarasdevigilanciade las salasdevisitasedesactivaraduranteunlimitadoperiododetiempo…

*****

Trav seguía mirando la cámara, hasta que vio como la luz roja parpadeante seapagaba.Sinperderunsegundodejóque lasnáuseas le invadiesen.Se inclinóparaacercarlabocahastasusmanosypalpóentresusmuelashastaqueencontróloquebuscaba.Tocóelhilofinodepescarqueestabaamarradoaunadesuspiezasdentalesytiródeélparaextraerlocompletamentedelinteriordesuesófago.

Tirardelsedalleprovocóautomáticamenteelvómito.Sobrelamesaaparecieronlosrestosdelacenadelanocheanterioryunabolsita,anudadaalotroextremodelcordel, queguardabauna llaveyunaganzúa.Travdesprendió el hilo de lamuela,tomóelcontenidodelpaqueteexpulsadoyseliberódelasesposasenunossegundos.

Conel sigilodeunapanteraendíadecaza, seacercóentonceshasta lapuerta.Las ganzúas funcionaron a la perfección con la cerradura y abrió la puerta muylentamente.Primerosolamenteunarendijaparaverquehabíaalotrolado,topándoseal instante con un vigilante de espaldas. En unmovimientomil veces ensayado ledejósinsentidoylearrastróalinteriordelasala.

Traventornólapuertaparatrabajarcontranquilidad.Noqueríaqueaquelhombrepudiesedarlavozdealarmaaldespertarseoinclusosalirensubúsqueda,asíquelesujetó de espaldas a la mesa que estaba atornillada al suelo, usando sus propiasesposas. Le quitó además un zapato para poder tomar su calcetín y usarlo comomordaza.Conelguardiaatadoysilenciado,Travabandonólaestanciaparaproseguirconsuplan.

*****

Mientras tanto,Adriánesperabaconfirmaciónporpartedel regidorde laprisióndequelascámarashabíansidoapagadas.Unfuncionariojoven,conacentodelsur,entróeneldespachodeldirectordespuésdehaberpedidosupermiso.

—Aquí tiene.Sonlospapelesquedebefirmarparaautorizar lasalidadelpresotrasladado. Por cierto,me dicen que ya está hecho, que usted entendería a qué serefiere—afirmóelreciénllegado.

—Gracias, Gómez—contestó el director antes de dirigirse aAdrián—.Ahí lotiene,talcomoleprometí.Sololepidoquenonosmetaatodosenunlío,menosen

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undíacomohoy.—Nosepreocupe,seréprudente.¿Muchojaleo?—Una extradición. Lorenzo Gálvez, un capo de la droga colombiano. Se le

detuvohaceunañoenlacostasuryhaestadoaquíesperandolosúltimosmesessuvueltaaSudamérica.Unrevuelodiplomático,mediáticoyadministrativo—aseguróeldirector.

—¿Sale hoy del país? —Adrián no tenía tiempo ni ganas de seguir con esaconversación,perotampocoqueríaparecerinsensiblealosproblemasdeLuis,yaqueleestabaayudandoconsus«tácticas»paraelinterrogatorioaTrav.

—No.ElvuelosalemañanadesdeelaeropuertodelaCapital.Elpresoyaestáenunaceldaespecial,aisladoparaquenoleocurranada;yasabecómosonlasmafiasolossimplespresoscomunes.Noqueremosdisgustosdeúltimahora.

—Entiendo…—Adriánsepercatódequecreíahabercomprendidomásdeloquele hubiera gustado. Su subconsciente le trajo a la mente una idea, aunque casiridícula,preocupantemente—.Joder, joder, joder…Nopuedesercasualidad.Noseentregópornada…

Alamáximavelocidaddelaqueerancapacesdedesarrollarsuspiernas,elagentecorrió por los pasillos de la prisión hasta llegar a la sala en la que había dejadoencerradoaTravminutosantes.Lasalarmassaltarondentrodesucabezaalnoveralvigilantedelantede lapuerta.Tratódeentrar enel cuarto,peroelpomonogirabaparapermitirleelpaso.

—La llave, la puta llave…—bramó en busca de ayuda—. ¡Que alguien habráestapuerta!

Unempleadodelaprisiónqueempujabauncuboconunafregonaseapresuróaacercarse y sacó un manojo de llaves digno del mismo San Pedro. Tras variosintentos fallidos,paradesesperacióndeAdrián,consiguiódarcon la llavecorrecta.Adrián sequedódepiedra al ver aunhombre conuniforme inmovilizado, con lasmanosasuespaldayamordazado.Lellamólaatenciónquetuvieraunpiedesnudo.Porotrolado,elceladorquelehabíadestrabadolapuertaabandonóel lugaratodaprisaycomenzóadarlavozdealarma,provocandouncaosdesirenasycarrerasportodaesazonadelainstalaciónpenitenciaria.

LuisLargo,asustadoporlareaccióndeLaFuente,lehabíaseguidoalritmoquelepermitíansuscortasyrechonchaspiernas,porlospasillosdelmódulodevisitas.Eldirector llegóasualturacon losojos fueradesusorbitasporelesfuerzo realizadopara unhombre de su edady características físicas.Nopudo reprimir entonces ungrito ahogadode terror alobservar la escenade la salay comprender loquehabíapuestoenalertaalguardiacivil.

—Malditobastardo—gruñófinalmente—,noirámuylejos.—Créamequesíquelohará—lecontradijoAdrián—,ustednosabedeloquees

capazesehombre.—¿Perocómoesposiblequehayaescapadodeaquí?—preguntóelfuncionario

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alcargo.AdriánnoqueríacontarlealseñorLargoqueeldetenidosehabíadejadoatrapar

sinoponerresistencia.Esosupondríareconocerqueelsospechosoteníaplaneadalahuida desde el principio y que había sidomás astuto que él una vezmás. Prefiriópasaralaacciónparaevitartenerquehablar.

—¿Dóndeestáelcolombiano?—preguntóelguardiacivil.—¿Cómo?—Eltraficante.¿Dóndeestáencerrado?

*****

Trav consiguió salir de la zona de visitas sin mucha dificultad. Inmovilizó a unhombrequellevabaunpasealcuelloyselocolgóélmismo.Lequitólasropasyselas puso, con la idea demimetizarse con el personal que deambulaba por allí. Lamismatarjetadeidentificaciónlesirvióparaabrirunascuantaspuertas.

Travutilizólashabilidadesadquiridasabasedeentrenamiento,deshaciéndosedelosfuncionariosquelesalíanalpasodemuydiversasformas.Sabíaquelascámarasqueinundabanlospasillosdeesapartedelaprisiónnotardaríanmuchoenvolverasu actividad normal, con lo que descubrirían el rastro de personas noqueadas quehabía tenido que dejar a su paso. Oyó, en la distancia, cómo se disparaban lasalarmas. Sabía que eran por él pero ya estaba muy cerca de su destino, no debíapreocuparsemás.

Separóuninstantefrentealapuertametálicaqueleseparabadelindividuoalquehabíavenidoabuscarysepreguntósi tendríafuerzassuficientesparahacer loqueteníaquehacerusandosolosusmanos.Eramuydistintodejarsinsentidoaalguienquematarlo.Sabíaquemuchagenteencontraríaridículassusdudasdespuésdetodoloquehabíahecho,peroelsimbólicoactodequitarlelavidaaotrapersonaconsusmanosdesnudassignificabaunpasomásenladegradacióndesualma.Sentircomola vida desaparecía escurriéndose entre sus dedos no era lomismo que apretar ungatillo.Unavezmásseconvencióasímismodequelohacíaporunbienmayor.

Trav abrió la puerta y se encontró frente a un hombre que lemiraba con caradubitativa. Siempre había pensado que ese tipo de individuos despreciables debíantenerlosojosdeotrocolor,lapielconotratexturayelalmahelada.Peroélmismosehabíadescubiertomirándose en el espejo, despuésde lamatanzade la sierra, ynopresentabaningunavariacióndelasque,suponía,poseeríanotros.Lamentablemente,las personas más crueles y miserables del mundo eran igual de humanas, en suaparienciaexterior,quecualquierotra.

—¿Yanosvamos?—lepreguntóelreo—.Creíaqueelviajeseríamañana.Travnocontestó.Sinpestañearsiquieraseacercóaélconpasofirmeytranquilo.

Alentrarenmodoautomáticoyanosepreguntósiloqueibaahacereracorrectoo

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no.Pulsaríaelbotóndedestrucciónylodemásseríarutinamecanizada.—¿Quiéneres?¿Quécoñoquieres,malparido?—dijoelcolombiano.Sintiempoadecirunasolapalabramás,elnarcorecibióungolpeenlagarganta

queledejósinhablaysinrespiración.Travleimpactóenlazonadelanuez,conelbordeinteriordelamanoextendidayrígida.El traficantecayóalsueloderodillas,sujetándose lagarganta,y tratandodeaspirarunairequesenegabaaentrarensuspulmones.

Surostrodemudóauncolorrojointensoencuestióndesegundos.Derepente,elmafiosoempezóavomitary a toserdesdeel suelo.Tratóde recuperar el alientoeincorporarse, apoyándose sobre las palmas de sus manos y sus rodillas. Trav giróalrededordeélparacolocarsedetrásdelpreso.Seagachóyledeslizóelbrazobajoelcuellohastadejarelantebrazoalaalturadelagarganta.Entoncesenganchósupropiamanoconlaquelequedabalibreycomenzóaatenazarelcuellodesuoponentecontodassusfuerzas.

Sabíaqueseríacuestióndeunminutoqueaqueltipoperdieraelconocimientoyenunpardeellossequedaríasinvida.Travtendríaqueobservarlosdesagradablesefectosdelamuerteporasfixiaenelcuerpohumano,perotendríasurecompensaenformadebienmayor.

El estrangulado no tuvo la intención de ponérselo fácil y empezó a luchar porliberarse.Logróponerseenpieyambosrebotaroncontralasparedesdelahabitación,destrozandoelmobiliario,hastaquecayeronalsuelo.

Enel fragorde labatalla,Travsegolpeósupreciadorelojcontra laesquinadeuna estantería provocando una muesca en la corona, lo que le llenó de ira, y susbrazoscomenzaronaapretarmásaúndeloquelohabíahechohastaesemomento.Travquedósentadoconlaspiernasabiertas,deespaldasalaentradadelacelda,ysuvíctima entre ellas. Notó como los músculos del preso iban perdiendo tensiónmientrasseorinabaencima,apuntodemorir.

Soloquedabanunossegundosparaquetodohubieraacabadocuandounimpactocontra su cabezahizoque todo sevolvieraoscuridad.Travcayóde ladoen el fríosuelodelacelda,empapadoporlaorinadelcolombiano.Antesdeperderelsentidopudoescuchar,enlalejaníaqueleproducíalasemiinconsciencia,comounhombrepedíaayudamédica…

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Capítulo24Despertar

Un incesante zumbido iba in crescendo dentro de sus oídos, extendiéndose por lassienesylanucaenformadedolor.Unespasmorepentinolehizoentoncesabrirlosojos.

Travseencontrabaenunacamadehospital,rodeadodeenseressanitariosenuncuartosombríoysinventanas.Nopodíacomprendernirecordarloquehabíapasadoyelporquédesuposiciónhorizontal.Elúltimorecuerdoqueacudíaasumemoriafueelcaminoquelehabíallevado,esposado,desdeelqanatalaprisióndeAmnisoraUno.Unacámara,colocadasobrelapuertadeentradadesuhabitación,leindicóqueno se encontraba en una clínica al uso. No habrían pasadomás de cincominutosdesdequedespertaracuandolapuertaseabriódejandoentraraAdrián.

—Gracias,agente—leoyódecir.Travnotóqueteníadificultadparaconcentrarseenlaspalabras—;cuandohayaterminadoleavisaréparaquemeabra.

Trav sentía que algo no funcionaba en su interior. Aparte del intenso dolor decabeza,lecostabarazonaryleparecíaquetodoasualrededorestabaenvueltoenunhalo de vaporosidad, como si se encontrara inerte en medio del espacio y lasimágenesllegaransalidasdeunsueñoounaalucinación.

Ladeó ligeramente la cabeza para soportar mejor el lacerante dolor que letaladrabaelcerebroyobservóalguardiaciviltomandoasientojuntoaél.Ésteselequedómirandoduranteunossegundos,quizástratandodecompadecersedeél.Travnocreíaquesucontrincanteencontraraesesentimientoensuinterior,lacompasiónnoeraalgoqueélpudieraprovocar.

—¿Qué ha pasado?—preguntó Trav alterado. Escuchó salir las palabras de suboca,peronoreconociósupropiavoz—.¿Dóndeestoy?

—¿Nolorecuerdas?Serálaprimeravezenlosúltimosmesesquenosepasalgo.Imaginotudesolación—dijoAdriánconsorna.

Recibióunasonrisairónicacomorespuesta.—Sientonoestaralaaltura,peromeencuentrounpocoaturdido.Talvezsime

ayudarasaincorporarme…—replicóTrav.—¿Para ponerme a tu alcance? ¿También tratarás de estrangularme amí?Creo

queno;ahí,amarradoalacamilla,estásperfecto.Repentinamenteunflashtrajodevueltalosrecuerdosreprimidos,almacenadosen

algúnladooscurodesumente.Porfinestabadevuelta,aunquenoconseguíalibrarsede la sensacióndepasearporuna especiedeviajepsicodélico.Tratóde levantarsepor sí mismo pero la expresión «ahí amarrado» era textual. Sus manos y pies seencontrabanpresos,conesposas,alosbarroteslateralesdelacamilla.

—Estonoeranecesario—dijoTravdandounostironcitosconlamanoderechaparahacersonarlosbarrotesalosqueestabasujeto.

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—Permítemequelodude,Trav—contestóelguardiacivil.—Laúltimaveznotesirviódemucho.—Sí,mepreguntécómolohabríashecho,hastaquealvolverarevisarlasalame

fijéenelvómitosobrelamesa…Muylisto.—Gracias.¿Fuistetúelquemegolpeó?—Claro.—Reaccionasterápidoydedujistedóndeestaba…Muylisto.—Travledevolvió

elcumplidoreciénrecibidoaplicándoleunpocodeironía.—Gracias.Perosegúntúnopodíadañarte.—Dijequenopodíasmatarme…Yaquísigo.Eltranscurrirdelaconversaciónrepresentabaadosgorilasgolpeándoseelpecho

tratandodeimpresionaralotro.—¿Dóndeestáelnarco?—lesoltóTravabocajarro.—Enunlugarseguroyasalvo—contestóLaFuente.—¿Porquémecuestapensarconclaridad?—Setehainyectadountranquilizante.Hasestadounpocoagitado,parecíaque

tratabasdeescapardetuspropiossueños.Alfinalparecequelosasesinosdemasastambiéntienenconciencia.

—¿Sueños?¿Tranquilizante?¿Cuántollevoaquí?—inquirióTravasustado.—Hasdormidounasdieciochohoras.—SuéltameydimedóndeestáLorenzoGálvez,rápido.—Tranquiloooo. —Adrián alargó la «o» final para tratar de frenarle—. Aún

tenemosmucho de qué hablar, tú y yo.Además,Gálvez debe coger un avión.Noqueremosunconflictointernacional,aunquehasestadocerca…Muycerca.

La mirada de Trav se tornó grave. Reflejaba la decisión implacable que tantoimpresionabaaAdrián.El tipodeexpresiónqueadoptabacuandoibaacontaralgoquesabíanoleibaagustaralguardiacivil.

—Tienes que evitar que suba a ese avión. ¿Ya te has olvidado de las cientocincuentaycuatrovíctimas?Telodije,sólotúseríascapazdeevitarlo.

—Esoesprecisamenteloqueestoyhaciendo.¿Porquétratastedematarleyporquéelrestodeagresiones?Nocreoqueestoseasimplementeelplandeunloco;hayalgodetrásdetodoestoynadievaasalirdeaquíhastaquemelocuentes.

—Sinolovasahacertú,suéltameyyoacabaréconesto,peroelnarconodebecogereseavión.

—¡Yaestábien!—AdriánsorprendióaTravconunataquedeirarepentino.Lapuertade lahabitaciónseabrióyelagenteque lehabíapermitidoentrarun

momentoantesseasomóporsiacaso.—¿Todoenorden?—preguntó.—Sí,agente.Todobien—AdriáncontestósinapartarlamiradadeTrav.Lapuertasecerródejándolesasolasdenuevo.—Estoseacabaaquíyahora.—Adrián tenía losojosencendidospor lacólera.

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Evidenciaba que no pensaba perder un minuto más jugando al ratón y al gato—.Empiezaahablar.

Trav no creía conveniente ceder a la solicitud del agente. No encajaba con elordendeacontecimientosquehabíaplaneado;noeraelmomentoniasícomodebíasuceder.Porotroladosabíaqueerainevitable,acabaríateniendoquecontarletodo.¿Quédiferenciahabríaentrehacerloantesodespués?SearriesgabaaperderaAdriánparasusplanes,atiraralretreteunavidaenteradetrabajo.Lasvidasdedecenasdepersonascolgabandeesehilo…

—Estábien,hablaremos.Peronecesitodeunacondenadavezqueescuchesantesdehablar.

—Soytodooídos.¿Porqué?—Larespuestaquebuscasnoesaesapregunta.—¿No?¿Cuáleslapregunta,entonces?—Loquetantoanhelasynecesitassaberes…¿Quées«elhilodelpéndulo»?

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Capítulo25Lasegundafase

Marco se encontraba al borde del colapso nervioso, no podría aguantar la tensiónproducidaporlaesperaniunsolominutomás.Leandrocontinuabaenmanosdeesagente que amenazaba con hacerle daño si no seguía sus instrucciones al pie de laletra.Peronohabíavueltoatenercontactoconellos…

Losdíassehabíansucedidosinrecibirniunasolanoticiamás,parecíaquealosmalhechoresseloshabíatragadolatierra.Marcotomóentoncesunafirmedecisión:sinoteníanoticiasdesuamigoesamismamañanadenunciaríaantelasautoridadesladesaparicióndeLeandroylasamenazasrecibidas.Selamentópornohabertomadoesa decisión mucho antes porque, como si los delincuentes le hubieran leído elpensamiento,elteléfonovolvióasonarylamismavozsiniestraescuchadadíasatráslesaludódenuevo:

—Buenosdías,Marco.Hallegadoeldíaquetodoshemosestadoesperando.—¿CómoestáLeandro?—Puesahoramismo…sentado.—Nomerefieroaeso…—Séaquéterefieres,peronoeseltemadeconversaciónquenosocupaahora.Si

quieresvolveraverlemástevaleescucharydejartedenumeritos.—E…está…estábien—balbuceó.—Yatedijequesólotepediríamosquehiciesestutrabajohabitual,nadamás;la

únicatareaespecialquetevamosencomendaresladecolocarpartedelamercancíaenunlugarespecíficodelacarga.

—Yonosuelocargarlafurgoneta,lohacenloschicosdelalmacéndecatering—informóMarco.

—Notepreocupes,todoestádispuesto,sólotienesqueasegurartedequesehacecómosedebe.

—Seguro…seguro,haréloquemediganquehaga—contestófinalmente.AMarconoleparecíaquefuerauntrabajoespecial,despuésdetodo…

*****

Alonso estaba acabando de preparar el pedido de esa mañana. Una llamada delmismotipoquelehabíaofrecidounextraparaganarseunoseuros,lesugiriócambiarelcontenidodeunode loscarrosdecomiday susbandejas.Lehabíanpedidoqueintrodujeraenlosplatospreparadosdecomidaparaceliacos,códigodeidentificaciónGFML,variosobjetospunzantesycortantes.LerogóaDiosparaquenosucedieranada grave en el avión, no podría soportar el haber puesto en peligro las vidas de

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decenas de personas a cambio de unos pocos billetes de curso legal. Le habíanaseguradoque se trataba simplementedeunapruebaparaprobar losprotocolosdeseguridad en los aeropuertos y demostrar que no eran los más adecuados, aunqueAlonsoseguíaintranquilo.

Elmuchacho de la agencia de catering llegó puntual, elmismo trabajador querecogíaloscarroscadamañana.Alonsopensóquesuimaginaciónlejugabaunamalapasada, o quizás los remordimientos por alterar su rutina habitual le estabanafectandomásde loque suponía.Peroel caso fueque tuvo la sensacióndequeeltransportistateníaunrictusmásseriodelohabitualesamañana.

Aunquesololeconocíadevista,nuncalehabíacaídodemasiadobien;leparecíaeltípicojovenalocadoquetrabajabaparacostearselasfiestasdelfindesemana,lasgafas de sol de moda y las zapatillas de colores. Alguien que no tenía másresponsabilidadesqueladerespiraryalimentarse,porloqueelsaludonormalmenteeracortésydistante.Alonsocomenzóasubirlacargaalfurgón,comocadamañana,cuandosorpresivamenteelconductorsedirigióaél:

—El carro con losmenús del códigoGFML los necesito al fondo, súbelos losprimeros,porfavor.Alladoderechodelcajón.

Encualquierotracircunstancialehabríamandadoalcarajoylehabríaexplicadoque «él sabía cómo hacer su trabajo sin que nadie le dijese de que manera debíaactuar». Pero eran exactamente lasmismas instrucciones que le habían dado hacíaescasosminutosatravésdelmóvil,asíquesetragóelorgulloyasintiósinrechistar.

IndependientementedesumaníapersonalhaciaeltalMarco,noseimaginabaquepudiera andarmetido en historias de ese tipo, en boicots entre empresas…Estabasegurodequeelsueldoderepartidornopodíasufragaresoscaprichosquesegastaba.FueentoncescuandoAlonsosesintióorgullosodeloqueestabahaciendo.Despuésde todo,él lohacíaparadarle lomejora sushijos,quémejor razónpodríaexistir.Una vez acabada su parte del trabajo, retiró el elevador de cargas eléctrico y seintrodujoenlanaveindustrialsinmiraratrás.

Porsuparte,Marconocomprendíalaactituddeesetío.Llevabanviéndosetodaslasmañanasdurantemesesycadavez le tratabaconmás frialdad.Pordescontado,estabasegurodequehabíasidoeldíaenelqueelalmacenerosehabíamostradomásdesagradabledetodosenlosquehabíancoincido.

—¿Estaráenelajoéstetambién?—sepreguntóenvozaltamientrasinsertabalallave en el contacto para arrancar—. Da igual, lo que importa ahora es acabar elencargoparaqueliberenaLeandro.

Condujo por lamisma ruta de todos los días, aunque en esa ocasión le resultómuchomáslargaquedecostumbre.Nomuchotiempodespuéstomólasalidadelaautopista circularque le llevaríahasta la terminalde serviciosdel aeropuertode laCapital.Llegóalpuntodedescargayaparecióelmuchachoqueleatendíacadadía.Sesaludarondelaformahabitualyalhacerlosefijóenqueeljovenllevabapartedelrostroamoratado.Habíatratadodeesconderlobajounacapademaquillaje,peroeso

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hizoquelellamaraaúnmáslaatención.Fueronbajandouno a uno los palés de carros, hasta que llegaron al que tantos

quebraderosdecabezaleestabadando.Losdossehablaronconlamirada:«¿Éste?»,pareciópreguntarelmozodealmacén,«Elmismo»,lecontestóMarco.

En realidad no sabía si la conversación se había producido de verdad o era supropiosubconscienteelquenoledejabadescansarlamenteunsegundo.Cuandoeltrabajoestuvoacabado,elempleadodelaeropuertolefirmólosalbaranesdeentrega.Mientras lo hacía, Marco no pudo apartar la mirada de los hematomas einflamacionesqueexhibíaeljoven,yalfinalnoresistiólatentacióndepreguntarle:

—¿Yago…,verdad?—Elotroasintió—¿Quétehapasado?—lesoltósinpensar,temiendo que aquel chaval estuviera también implicado en lo que fuera que allísucedía.

Yagosuspiróantesdecontestar,sopesandolosprosycontrasantesdedecidirse.—Un novio celoso, o eso creo. Tampoco me dieron muchas explicaciones

después de coger a la piba y dejarme medio grogui en el suelo de mi piso. Lasazafatastienenmuchotirón.

—¿Lohasdenunciado?—No,haymejoresformasdehacerjusticia.—Notemetasenlíos—ledijoMarcoantesdevolverasuvehículodetrabajo.—Unpocotardeparaeso…¿nocrees?Cadaunosedispusoacontinuarconsulaborconlaintenciónderecobrarsuvida

normal.

*****

Olga no tenía ninguna gana de ir a trabajar esamañana.Ya se había enfundado eluniformedeasistentedevueloyhabíaterminadodemaquillarse,perotodavíadudabasiseríaunabuenaideacumplirelencargorecibido.

Ledebíaunabuenacantidaddedineroalindividuoconelquehabíaestadoliadauntiempo,justohastaqueseenteródequeellasoloeraunsimplepasatiempoparaél.

—¿Qué esperabas? ¿Qué alguien como yo se encoñe y forme una familia conhijosyperro?Eresunpocoridícula,Olga—lehabíasoltadoalacaraelcabronazo.

Aúnleteníamiedo.SuexandabametidoenasuntosmuysuciosconlasbandasmafiosasqueoperabanenlaCapital,yeltráficodedrogaseraunadesusactividadeshabituales. Le había oído lamentarse por la captura de un capo de la drogacolombiano.Al parecer era el tipo que le proporcionaba elmaterial con el que suorganizacióndespuéstraficabaporlascallesylasdiscotecasdemoda.

Olgasabíaqueesemalnacidoseríacapazdecualquiercosa,lomejorseríahacerloquelehabíaordenadoydeesemodopodríaporfinlibrarsedeéldeunavezpor

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todas.Hastaparaexplicarle loquedebíahacer lahabía tratadocomoaun trozodeescoria.Nolesorprendiócomprobardenuevosudisplicenciayeldesprecioconelquelatratabadesdeelmismomomentoenelquerompieron.

—Notepreocupes,esuntrabajosencilloinclusoparaalguiendetuescasotalento—ledijolamañanaquelasacaronarastrasdelpisodeYago—.Teloexplicaréunasola vez. El veinticinco de octubre tendrás asignado un vuelo internacional condestino a unpaís deSudamérica.En el tercer carrode las comidas encontrarás lasbandejasmarcadas con el código que identifica aquellas que van libres de gluten.Nadamásdespegarelavión,ycuandohayaalcanzadolaalturadecrucero,entregarasdichasbandejasalospasajerosquenosotrosteindicaremosensumomento.Despuésdeesotesentarás,tecallarásyharásloquetemanden.Sitodovacomoesdebido,ynohacesningunatontería,seráslibreenpocashorasparavolveraturepugnantevida.

Estabaseguradequealgomuyserioibaapasar,perosinohacíaloquelehabíanordenado,noteníaningunadudadequelaborraríandelmapaybuscaríanaotraquehicierasupartedeltrabajo.Olgaterminódeperfumarse,cogiósumaletadecabinaysaliódesupisoconlasensacióndequenovolveríaaponerunpieallí.

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Capítulo26Revelación

Adriánnoqueríamostrarseansiosoporlaspalabrasqueacababadeoír.Simostrabaunpocodedebilidad,Travvolveríaatomarleladelanterayperderíalaoportunidaddesacarle,porfin,lossecretosquetancelosamenteguardaba.Díasatrásfuehonestoconsigo mismo al aceptar la idea de que el hombre al que perseguía no era unterroristaoasesinoaluso.DesconocíaaúnelapoyologísticoquerecibíaTravensusactuacionesyéldebíadesentrañartodavíamuchasincógnitasantesdeacabarconlacarreradeaqueldelincuentepeligroso.

Le había escuchado decir «El hilo del péndulo»: las mismas palabras que lerevelara su abuela en la cama de un hospital. Adrián no podía pasar por alto lasimilitud entre lasdos situaciones, ese tipode cosas siempreocurrían cuandoTravestabadepormedio.Empezabaanocreerenlascasualidades…

—¿Elhilodelpéndulo?—disimuló—.Nosédequémeestáshablando.Travsintióunapunzadadedoloren lacabeza, inducidapor lacarcajadaque le

habíaprovocadoelcomentario.—Yotambiénséjugaraeso,Adrián.Siquieressinceridaddeberíasempezarpor

ofrecerlatúmismo.Elagentenoestabaconvencidodequererentrarenesejuego.Suobligaciónera

sacarle a Trav todo lo que pudiera y no tenía motivo alguno para realizar unintercambiodepareceresconeldetenido.

—¿Me vas a hablar del «hilo del péndulo» o no? —preguntó Adrián algohastiado.

—Loharé,peromegustaríapoderacabarelrelatoantesdequedigasnada.—Haréloquepueda.—Supongoqueeslomáximoquepuedoesperarporelmomento.Sigamosconla

historia:«Cómo ya te había contado, abandoné la Península en el año treinta y siete,

huyendodemispropios fantasmas.Acabéen laAlemanianazi,donde lascosasnoestabanmuchomejorqueenlatierradejadaatrás,eranlosalboresdelaSegundaGuerra.Allí,despuésdepasarun tiempoacostumbrándomea lacultura localyalidioma,comencéapenardetrabajoentrabajo;normalmenteenlaborescomopeóndecargaydescarga,hastaquesemepresentólaoportunidaddetrabajarenlacasadeuncientífico,unfísicojudíoparamásseñas.Sunombre:BernardHirzts.

Poraquelentonces,eldolorqueturbabamimenteymialma,pormisaccionesen Punta de la Esperanza, me arrastraron al borde del alcoholismo. Entré en uncírculo vicioso, en el que cuantomásbebíamáshundidomeencontraba, y cuantomás cerca de estrellarme contra el mundo me sentía, más me enganchaba a lasborracherasdiarias.Unanoche,ciegodedesesperación,mesubíalaazoteadeun

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edificioymesentéenelbordedelacornisadecididoaterminarcontodomidolor.Estabaapuntodesaltarcuandoélmedetuvo.Elefectodelabebidanomepermiterecordar las palabras exactas queme dirigió pero sí recuerdo, con toda claridad,comoacabéabrazadoaél,llorandocomounniño.

ElseñorHirztsseapiadódemíy, lomás importante,nuncamejuzgó;siempremedecíaquetendríatiempoderesarcirmeodedevolverlealahumanidadloquelehabíaquitado.Meempleóparaquepudieraganarmelavida.Lehacíalosencargosdeldía:lacompra,limpiabalacasa,servíadecorreoentreélyalgunoscolegasdeinvestigaciones.Esetipodecosas…Lavidanoeramalaycomencéarelajarmeparatratardeolvidarlastropelíasquehabíacometidotiempoatrás.Perolosconflictos,tantointernoscomoexternos,nuncaleabandonanalquehavividorodeadodeellostodasuvidayasícaímos,elseñorparaelquetrabajabayyo,enmediodelaNochedelosCristales.Pudimoshuir,apresuradamente,horasantesdelcomienzograciasalavisodeuninvestigadordelejércitoamigodelacasa.

Yo no corría peligro, pero la gratitud que le debía a Bernard, que me habíaacogido de en su hogar en tiempos difíciles, me hizo seguirle en aquella aciaganocheparalahistoriade lahumanidad.Mehizoprometerqueencasodequenosapresasenprotegeríaconmividaunmaletínllenodepapeles,deloscualeshablabasin parar en términos científicos. Yoaúnnodominaba tanto el alemán comoparaentender lo que implicaban aquellos estudios plasmados amano en unmontón depliegos.

Eran el resumen del trabajo que había realizado durante años BernardHirztsjuntoaunamigodelainfancia,judíotambiénquehabíatrabajadoenunaoficinadepatentes antes de emigrar aEE.UU. Se aseguró de que entendiese que en últimotérminodebía destruirlos si existía la posibilidaddeque cayeran enmanosde lossoldados nazis. También me explicó que si a él le ocurría alguna desgracia elobjetivofinaldelviajeseríallegaraFranciaconlosdocumentosparaqueuncolegasuyoterminaraelproyecto,yaqueestabamuycercadeconcluirse.

Duranteuntiemponosrefugiamosenunagranjaenlasmontañas,propiedaddeunosfamiliareslejanosdelinvestigador.Miseñornosalíaparanadadelacasayerayoelquecumplíasusencargos,comoyahicieraennuestravidaenBerlín.

Allífuedondeoíporprimeravezeltérmino“derThreaddesPendels”,durantelavisita de un colega suyo polaco. Daba la impresión, por las cartas queme hacíaenviar con destinos varios y por las misivas recibidas, así como por las exóticasvisitasclandestinasquerecibíacadaciertotiempo,quesetratabadeunproyectoenel que estaban trabajando científicos de varios países; losmejores físicos de cadaunadelasnacionesvecinasdelaAlemaniadominadaporlaSS.

Poresaépocayahabíaestallado laguerraymiamigoypatronoandabamásnerviosodelonormal.

Unanochenos encontrábamos sentadosa lamesadurante la cena cuandomepidió un favor. Me dijo que estaba trabajando en un proyecto de magnitudes

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inimaginablesporelhombre,destinadoasalvarlavidadepersonasinocentes.Paraelloserequeríadegentehábilconsusconocimientoscientíficoscomoél,peroquetambién ibana ser importanteshombres formadosendistintasdisciplinas físicas ypsicológicas. Personas de una voluntad de hierro en cuyas manos habrían dedepositar la confianza de la empresa emprendida y la existencia de centenares demilesdesereshumanos.Comocoletilla finalañadióquenoconfiabaennadiemásqueenmí.

Sinsaberenloquememetíaysinpensarlodetenidamente,acepté.Unapalabrasuyamebastabaparairdondemepidiera.

Sinprevioaviso,unanochedemadrugadauncamiónllegóhastalacasadelasmontañas en la que pasábamos nuestros días. Me subí sin hacer preguntas. Trasvarios días de viaje haciendo únicamente paradas estratégicas para ocultarnos,llegué a una basemilitar del norte de Francia. Yo esperaba encontrar a un grannúmero de elegidos para la misma enigmática labor que Bernard me habíaencomendado.Cuálnofuemisorpresaaldescubrirmesóloenelbarracón.Mesentéa esperar que alguien me explicara algo. Estuve tres días y tres noches allíencerrado,sincomidaysóloconelaguadelluviaquecaíadelasgoterasdeltechopara beber. A los tres días un mando militar vino a sacarme y estallé contra él.Rápidamenteme redujeronvarios soldados y el líderdeaquelgrupomedijounaspalabras que nunca olvidaré: “Lección número uno: no confíes en nadie, no desnadaporsentadoynopierdasnunca lacalma.Treserroresson losqueacabasdecometer.Ennuestromundoyaestaríasmuerto”.Entendíelmensajealaperfecciónycomprendíqueestabaallíparaformarmeenuncuerpodeélite,loquenosabíaaúneraquetrabajoeraelquedebíarealizar…

Las semanas siguientes fueron un auténtico calvario. Tenía una docena deinstructores dedicados a mí. Combinábamos el trabajo físico con técnicas decamuflajeysupervivencia,tácticadecombate,entrenamientoendistintasdisciplinasde lucha cuerpo a cuerpo, defensa personal y, lo más duro de todo,acondicionamientopsicológico.Merompívarioshuesosduranteesetiempo:peroné,radioycúbito,clavícula,variascostillas…Peroningunodeellostandolorosocomoel enfrentamiento que me vi obligado a librar contra mi propia psique. Meenseñaron, o más bien me programaron, para ignorar cualquier sentimiento quepudierainterferirenmirazonamientológicoimpidiendoqueacabaramimisiónconéxito: la piedad, los remordimientos o el rencor… fueron borrados de mí. Acabésiendoelsoldadodefinitivo,capazdelibrarunaguerraensolitarioyganarla.»

—Tal vez ése fue el error que cometí con el colombiano —dijo Travlamentándosedesutorpeza—;dejéquelairamedominaraunossegundosyperdídevistamiretaguardia.Tambiénfueloqueteperdióati.

—¿Amí?—Sí.Dejastequeelgozoporatraparmenublara tu razón,ynocontemplaste la

posibilidaddequeeldejarmeatraparformarapartedeunplanelaborado.Notefíes

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de nadie, no des nada por sentado y no dejes que los sentimientos nublen tuperspectiva:primeralección.

—Hablascomosiestoformasepartedealgo.Despiertadeunavez.Nomeestásentrenando,nimevasadarleccionesdenada—replicóAdrián.

—¿Estásseguro?—Travsonriómalévolamentealhacer lapregunta—.¿Ysi tedijera que llevas haciendo toda tú vida lo que yo he querido? Que he guiado tucaminohastaestahabitación.Quetuentrenamientocomenzóeldíaquenaciste…

Adrián sequedó impactadoporunmomento,nopodíadar créditoa loque susoídospercibían.LasfalaciasdeTravyalehabíanliadolamenteenotrassituacionesyéstanoibaaserunaocasiónmásdeellas.

—Esoesimposible.—¿De verdad? ¿Qué pensarías si yo te dijese que coloqué a tu madre en el

caminodetupadre?Piénsalo,alemanes…Tusabuelosfueronlaspersonasquenosdieron cobijo en las montañas a Bernard Hirzts y a mí. Tu madre nacería añosdespuésyseríaguiadahastalosbrazosdetupadre…Tranquilo,ellatampocosabíanada.

Lasfechasparecíancuadrar,peroAdriánsenegabaacreerenalgoasí.—¡Mientes!—exclamóelguardiacivil.—¿Miento?¿Quéharíassitedijeraqueyofuiquienimpidióllegaraltrabajoal

empleadodetupadreeldíadelatentadocontraelministro?—Diríaqueentoncesfuistetúelquelepusoenladianadelosterroristas…—Culpable.Esosí,porunbienmayor.—Hablarápido,antesdequeesparzatusputossesosporlahabitación—contestó

airadoAdrián,desoyendolosanterioresconsejosdeTrav.—¿No lo ves? Fue el inicio de tu camino. La educación e idiosincrasia que

recibió tumadre,yqueluegoella te inculcóa ti, tecolocaronenlasendacorrecta.Otrodetalleimportantefuetuadmiraciónporesoshombresquehonrabanatupadreylallamaquedespertóesehechoentuinterior.Sólofaltabandosempujoncitosmásparaterminareltrabajo.

—¿Dequéestáshablando?—¿Recuerdasalguíaargentino?TeenseñóentuviajeaIsraellaluchaentreseres

humanosigualesalosquesóloseparabaunsentimientoreligiosoycomolosufríanlosmásdébiles,losmásinocentes,losniños…Comotellegótodoaquelloalcorazón¿verdad?—TravcomenzóahablarimitandoelacentodeloshabitantesdeesepaísdeSudamérica—.¡Québuenoquenoloolvidaste,pibe!

—Eresunmalditohijodeputa…—Sólomequedabaelgolpefinal.Teníasqueirenesetrenparaquetefijarasen

mí,parallamartuatención…Asíquetehicesubiralconvoy.—Nomedigas…¿cómo?—¿Porquéibasenesetren?—Metrasladaron…

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—¿Porqué?—El detonante fue…—AAdrián le escandalizaba la cantidad de detalles que

Trav conocía de su vida. Entonces llegó a una horrible conclusión— ¿Tú diste elchivatazoparaquehuyeranlostraficantes?

—Bingo.Adrián decidió acabar con esa pantomima. Estabamás que harto de que aquel

hombremanipularasumente.Sacósuarma,lamontóyselapusoalprisioneroenlacabeza. Trav no movió ni un solo músculo y aguardó la resolución delacontecimiento. Adrián no lo pensó un segundo más y apretó el gatillocompulsivamente: una, dos, tres… Hasta seis veces, sin conseguir ni una soladetonación.

—Ya te lohedicho—Travhablóconsuacostumbrada serenidad—,nopuedesmatarme.

—Pero… ¿Por qué? —El agente se derrumbó y comenzó a llorardesconsoladamente.Sentado en el suelo hablaba cuando el llanto se lo permitía—.Hasarruinadomiexistencia,ynisiquieraconozcolarazón.Todamividahehecholocorrecto,heayudadoaquiénlohanecesitadoyheprocuradonodañaranadie,salvoamímismo…

—Precisamente,muchacho;esoesloqueteconvierteenelelegido.—Elegidoparaqué…—Simesueltasdeestacamillayvamosalaeropuerto,telocuentoporelcamino.Adriánlemiróconlosojosllenosdelágrimas,hizoademándeincorporarsepero

secontuvo.—Novoyaengañarteestavez—ledijoTrav—;intentaréescaparmedenuevo,

noloniego,peronoahora.Nohastaquedetengamoseseavión.Teloprometo.—Noconfíesennadie…—susurróAdriántodavíaenelsuelo.—Aprendesrápido.Pocodespuésestabanlosdosenpie juntoa lapuerta.Elreo ibaconlasmanos

esposadasalaespalda.Antesdeavisarparaquelaabrieran,Adriántomóelmandode la situación; ya había recuperado la serenidad, y le habló al oído a su obligadocompañerodeviaje.

—Nohables,notemuevasysiesposible…nirespires.—Túmandas.Varios golpes a la puerta realizados con el puño hicieron que ésta se abriera

dejando a la vista al vigilante que le facilitó la entradaunmomento antes.Éste sesorprendióalveraldetenidofueradelacamayjuntoalapuerta.

—¿Quéestápasandoaquí?—preguntóalarmado.—Tengo órdenes de llevármelo —aseguró Adrián—. Ha decidido confesar el

lugardondeescondesuarsenalymevaaguiarhastaallí.—Tengoquepedirpermiso—contestóelvigilante.Elagenteseacercóaloslabioselmicrófonodelaradioquellevabaadheridaasu

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cinturónysegiróparahablar.Nohabíalogradoestablecercomunicacióncuandounfuerte golpe propinado por Trav con ambasmanos, justo detrás de los pabellonesauditivos,ledejófueradecombate.Elmismoagresorlesujetóalvigilanteparaquenoimpactaracontraelsueloylollevóarrastrasdentrodelaenfermería,lamismaenlaquehabíaestadoretenido.

—¿Qué haces?—inquirió Adrián enfurecido—. Te he dicho queme dejaras amí…¿Ycómocojonestehasquitadolasesposas?

—No tenemos tiempo para explicaciones—aseguró Trav—. No te preocupes,sóloestáaturdido,despertaráenunmomento.Ayúdameaquitarlelaropa.

—Estoesindigno.Esuncompañero…¿Lasesposas?…¿Cómo?Sunuevocompañerodeaventuraslemostrólamanoderechaconeldedopulgar

desencajado.Tiródeélparacolocárseloyseguirconsulabor.—¿Meayudasono?Enestemomentotengoun«ligero»dolorenmimano.—Me alegro. Ojalá se te seque y se te caiga —confirmó el guardia civil

estupefacto.Unavezhubierondesnudadoalvigilante,Travseenfundóeluniformeyambosse

dirigieron entonces hacia la salida del centro penitenciario. Nadamás atravesar lapuerta,comenzaronacorrer.

—Tengouncocheescondidojuntoalqanat,sivamoseneltuyonoslocalizaránrápidamente—dijoTravconaplomo.

Adrián asintió, convencido de que el fugado estaba en lo cierto. Sabía que encuantoelvigilantenoqueadorecobraraelconocimiento,saldríanensubúsquedayloprimeroqueharíanseríatratardelocalizarsuvehículo.

TravsepusoalvolanteyAdriánsesentóenelasientodelacompañante.Tomaronatodavelocidadlaautopistadelsur,endirecciónalaCapital.

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Capítulo27Unbienmayor

—Alavelocidadquevasllamaráslaatenciónrápidamente.Encuestióndeminutostendremosunapatrullasiguiéndonos—dijoAdriánamododeadvertencia.

—¿Tenemosotraalternativa?—Laautopistadepeaje—contestóAdriánaldivisareldesvíojustoasualtura,a

puntodepasárselodelargo—.Estánmenosvigiladas.Porahora…El conductor realizó un derrape para tomar la salida convenida y se dirigió al

puestodecobroatodavelocidad.—¿Quéhacemos?Yonollevodinero.—Pégatealcochequeestásaliendoenestemomentodelpago.AsílohizoTrav.Labarreraamagóconbajarperoaldetectarelobstáculoantesde

completarsurecorrido,volvióasubirdeinmediatorozandoeltechodelcoche.Travhuboderealizarotrotrompoparanoimpactarconelcochequemarchabadelantedeellos.Leadelantóporladerechaypisóafondopararecuperarlavelocidadquehabíaperdidoenlamaniobra.Adriánlemirabaentreasustadoysorprendido.

—También recibí clasesdeconducciónextrema, aunque loscochesdeaquellosaños no eran tan espectacularmente conducibles como éste —bromeó—. En laguantera…

—¿Qué…?—Tuexplicación…Estáenlaguantera.Sinperderunsegundo,Adriánabriólaguanteraparasacarunmontónderecortes

deperiódico.—¿Quéesesto?—Lee.El primero de los papeles sobre el que posó su vista era una copia del que

encontróenlafábricadehielosemanasatrás.Conociendosucontenido,aunquesincomprendersusignificadoaún,loapartóparamirarelsiguiente.Enésteobservóunedificioquemadoysemiderruido,bajountitularespeluznante:«Ochentamuertosenel incendiodelhotel deTerramar».El siguientemostrabaun trendescarrilado convariosvagonescompletamentedestrozados,alparecer,porunaexplosión.El titulardecía:«Cientonoventayseismuertosycincuentaheridosenatentadoconbombaenuntrendelargorecorrido».Rebuscóentrelospedazosdepapelyencontróotroquelellamólaatención:«Cuarentaydosturistasmuertosyveinteheridosenunautobúsquesesaliódelavía».Adriánnoacababadecomprender.

—Noentiendonada.¿Quésignifican?¿Porquémemuestrasesto?—Aldetenerel trenevitéque todasesaspersonasmurieran,ésaeramimisión.

Paradójicamente, el único enmorir por la explosión fue elmaquinista. No fue unaccidente,nimuchomenos,estabacalculado.Enelhechooriginalélsesalvaba,pero

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provocabaunaccidente,mesesdespués,alhacerdescarrilarelconvoyqueconducía.Puedesencontrareltitularporahí.

Adrián revolvió los recortes de periódico y lo encontró. No podía salir de suasombro.

—También se salvó el conductor del autobús, que inicialmente moría en laexplosióndeltren—Adriányasabíaeso,selohabíacontadoeldueñodelrestaurantede carretera cuando fue a investigar el asesinato y a inspeccionar el autobús—.Alsalvaragente,aveces, seprovocanotros incidentes.Enesecaso,elconductorerabebedorhabitualysesaliódelacarretera,cayendoporunterraplén,ymatandoaesosturistas.Habíaquevolveraponer lascosasensusitio.Ésa fuemisegundamisiónparati,quenoparamí.

Elguardiacivilsequedósinhablaantelasexplicaciones.—Yfinalmente,elsucesodelhotel—prosiguióTrav—.Eseedificioseconstruyó

enlosañosdelboominmobiliario,cuandolospromotoressólobuscabanelbeneficioeconómico,dejandodeladolacalidaddelosmaterialesylasconstrucciones.Comopuedesverahí, enel futurosinmodificar seabrióunhotel.Unmesdespuésdesuinauguración se incendió, convirtiéndose en una ratonera sin salidas. Las llamasprovocaronunaexplosióndelosconductosdegas,derrumbándolocasiporcompleto.Ése fue el motivo por el que decidimos provocar una demolición controlada.Lamentablementenotodosepuedemanejarconunaseguridaddelcienporcien;unodeloschicosdeltallerseencontrabapresenteenelmomentodelanuevaexplosión,unaperdidaporunbienmayor.Tambiénpenséquerobarelcochequeproduciríaotratragediaparallevaracaboesamisiónmeayudaríaamatardospájarosdeuntiro.

—¿Y cómo os adelantáis a los acontecimientos? ¿De dónde salen estosperiódicos?—Adriánnosalíadesuasombroynecesitabaconocermásdetalles.

—Paraquecomprendaseso,debocontartelasiguientepartedemihistoria:

«Lamentablemente, durante el tiempo que transcurrió desde el inicio de mientrenamiento hasta que estuve preparado, los soldados alemanes encontraron alqueotrorafueramipatrónylehicieronpresoenunafortalezamilitar.Losmismoshombresquemehabían entrenado, trazaronunplanparaqueme infiltrara en lasinstalaciones en las que se encontraba retenido el científico, con el objetivo deconseguirsuliberación.

Éste no era un hecho únicamente sentimental por parte de la organizaciónsecretaqueestabadandosusprimerospasos.LasaportacionesyestudioscientíficosdeBernarderanfundamentalesparallevarabuenpuertotodoelproyecto.Asíquellegadosaesasituaciónnonosquedabaotraalternativaqueolvidartodolodemásycentrarnosenlaoperaciónderescate.

Cuandooyeseltérmino“fortalezamilitar”,rápidamentevienenatucabezalasimágenesdegrandescastilloserigidosenmediodelanadaoenlapartemásaltade

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una montaña, rodeados de densa vegetación y accidentes geográficos. Lugaresprácticamenteinaccesibleseinexpugnables.

Cuálnofuemisorpresacuandomeexplicaronquedichafortalezanoconstabadeunsolonúcleoconstruidoenpiedra,comohabíasidomiprimeravisióndellugar.Enrealidadse tratabadeunaciudadentera,situadaalestedeAlemaniay,enesemomento,unadelasmásimportantesdelimperio:Breslau.

Elfrenesífascistadelosdirigentesdelpuebloteutónhabíallevadoahacerdelaciudad,símbolodesusdesavenenciasconPolonia,unbastióndelsinsentidoquelescondujo a la SegundaGuerra. La historia se encargaría, poco tiempodespués, derelatarunade laspartesmásdramáticasyhorrendasdel finalde laguerraenesazonadelpaís,dondelosmuertos,civilesymilitares,secontaríanporcentenaresdemiles…

Lasiguientepartedeloquemeaconteciónosllevaalaspuertasdelaciudad,apuntodeponerenprácticalosconocimientosyhabilidadesqueacababadeadquirirenmientrenamiento.Antesdepartir,ycomosímbolooficialdelaconclusióndemipreparación,meentregaronelrelojque,aúnhoy,luzcoenlamuñeca.

No me gustaría entrar en muchos detalles en este momento, ya que nodisponemosdetiempo.Talveztecuentelahistoriacompletaenotraocasión.Loquesitediréesquemeresultómuchomásfácildeloesperadoentrarenlaciudadysalirconelprofesor.Elplaneramuysimple:medisfrazaría,meinfiltraríaenlaciudad,hallaríaelparaderodelprofesorylosacaríaconmigo.

La destreza que poseo para el disfraz ya la conoces,me bastó con vigilar loscambios de guardias y los lugares con más vigilancia para deducir dónde seencontrabamiobjetivo.Enunpardedíasestabaideandounplanparaentrarenunedificiooficialdelcentrodelaciudad.Enelsótanodeesaconstrucciónsehallabalaprisiónquehabíaestadobuscando.

He de decir que no era tampoco una lóbrega y fría mazmorra, con goteras yratas.Se tratabade todaunaplantadestinadaalestudiocientífico.Losnaziseranfanáticos pero no tontos, cuando querían obtener los mejores resultados de lasmentes más brillantes de las que disponían no las mandaban a campos deconcentración,aunquefueranjudíos,ahacertrabajosforzadosymorirdeinanicióno enfermedades. Seleccionaban cuidadosamente a estas personas y lesproporcionabantodolonecesarioparasacardeelloshastalamáspequeñabriznadelconocimientoqueencerraransusmentes.Lospresos,enelafándesentirsevivosylibres,colaboraban;enmuchoscasos,conlafalsaimpresióndeserprivilegiadosdentrodelrégimenquelesoprimía.

El hombrepara el que yo trabajé, no eraasí, se dejaría sacar hasta la últimagota de sangre antes de desvelar ni una sola coma de sus enunciados, hipótesis,hallazgos o pruebas científicas. Sabía que si la tecnología en la que llevaba tantotiempo trabajando caía en las manos que le encadenaban en ese momento, lahumanidadenteracorreríaunriesgoincalculable.

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Coneldoloraúnen el corazón,aunquehubieranpasadovariosañosdesde lanochemásperturbadorademivida,medebíaenfrentaraunarealidad:debíavolveramatar.

Esperéaqueelsolseescondieratraslosedificiosdelaparteoestedelaciudadymedeslicéentre lassombrashasta las inmediacionesdel lugarenelque tendríaquerealizarelrescate.Esperéalcambiodeguardia.Alserunedificiooficial,porlanoche la actividad burocrática disminuía y gran parte del mismo se encontrabacerrada, así que la presencia de efectivos para la vigilancia lo hacía también. Elmayorproblemaseríadeshacermedelosdoshombresquecustodiabanlapuertadeentrada.

Elfríoapretaba,asíquemeacerquéaofrecerlesunpocodesopacaliente.Habíaestadoensayandomipronunciaciónparadisimularmiacentoyquelosguardiasnosospecharan, tenía claro que solamente un uniforme no era suficiente paraengañarles. No hubo mucha conversación que pudiera delatarme; les ofrecí lastazas,me loagradecieron, las recogí ymealejéa la esperaquehiciera su efecto.Como ya habrás imaginado, la sopa iba bien condimentada, dejándoles fuera decombateenpoco tiempo.Les introdujedentrodel edificio,paraquenadiepudieradescubrirlesdurmiendoenplenacalle.Elsiguientepasoerallegaralaentradadelasaladeinvestigaciones,tratandodenoserdescubierto.Lamayoríadelossoldadoseneseturnosepasabaneltiempoenlasaladeoficialesescuchandolosdiscursosdesu líder, repetidosuna yotra vez en la radio, o compitiendo entre ellos adiversosjuegoscomoalajedrezylascartas.

Me deshice con suma facilidad del hombre que custodiaba la entrada a laestancia en la que estaba el científico. En esemomentome di cuenta de cómo seactivaba,omásbiendesactivaba,mimentealenfrentarlaobligacióndedarmuerte;elentrenamientopsicológicohabíasidotodounéxitoenmí.Saquéamimentordeunjergónenelquesehallabadurmiendo.Alprincipiolecostóreconocermeyluchóporlibrarsedemí.Sintiempoparaexplicacionesledejésinsentidoycarguéconélhastaalcanzar la calle. Allí le desperté, usando el agua helada de un charco en uncallejón, yhuimos juntospor carretera.Hubimosde completar los casi seiscientoskilómetros que nos separaban de la ciudad ucraniana de Volytsia, donde untransporteaéreonosdevolvióaFrancia.Cadanoche,cadadía,queempleamosennuestro periplo hacia la libertad, atravesando la Polonia nazi, fueron de tensiónconstante. En más de una ocasión necesité sacrificar la vida de algún soldadocurioso que, por lástima para ellos, se cruzó en nuestro camino…Me encontrabasorprendidoycautivadopormisnuevashabilidades.Perosintiempodeasimilarlas,“Elhilodepéndulo”meteníapreparadasnuevassorpresas,muchomásimportanteseincreíbles.

Unos días después de haber retornado a la tierra de Napoleón, y de habercumplidoconeldescansonecesarioparalarecuperaciónfísicaymentaldeambos,comenzó mi segundo entrenamiento. En esta ocasión no se trataron de tablas de

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ejercicios físicos, ni de combates cuerpo a cuerpo de sol a sol, ni tan siquiera delargascharlasysituacionespsicológicasextremasparacurtirmipsique;estavezibaaaprenderlacienciademiseñor,omásbienloqueéstatratabadeconseguir.Unalarga charla me puso en la senda que la organización para la que estabacomenzando a trabajar pretendía recorrer. Aunque más justo sería decir que esasendalaibanacrear.

Uncuartosubterráneo,llenodedibujosyfórmulasmatemáticas,fueelaulaquealbergómiprimeraclaseteórica.Enesaocasiónmimentorsería,enexclusividad,lapersonaquemáshabíasignificadoparamídesdequeabandonaramipatria,elfísicojudío-alemán Bernard Hirzts. En ocasiones posteriores, algunos de aquelloscompañerosdepesquisasquelevisitaranenlacabañadelasmontañastiempoatrás,se unieron a él para extender y profundizar en los puntos más determinantes aguardarentremisconocimientos.

Adrián, trataré de darte una noción básica de lo que allí me fue expuesto. Teadvierto que, incluso para hombres de ciencia, requirió un poco de fe para podercreer en lo que estaban creando. A veces no podían demostrar sus tesis salvollevándolasacabo,yalgunasdeellasseremosincapacesdecomprobarlasnunca.

Nuncaolvidaréelmodoenque,despuésdedeambulardeunladoaotrodeaquelcochambrosocuartobuscandolaspalabrasconlasquecomenzar,Hirztsdeslizósusgafasredondashastalapuntadesunariz,memiróporencimadeellasymedijoconvozgrave:

—¿QuiéntemandaríasalirdelaPenínsula?Erasuformadequitartensiónalassituacionesmáscomplicadas.Siempredecía

queelsentidodelhumoreralaseñadeidentidaddeunhombreinteligente,queunabromaa tiempoconvertíaaun señorenuncaballero…Éleraasí…Creoqueesalecciónnolaaprendí…

—Loquetevoyacontaresunpococomplicadodeentenderparaunprofanoenla materia como tú —continuó una vez aplacadas las risas—. Pero lo quepretendemos es que tengas nociones básicas del proyecto, ya que serás tú quientengaquesolucionarproblemasyelquerealizarálasprimeraspruebasdelengendroquevamosaconstruir.¿Estáslisto?

Yoasentíconlacabezaporinstinto,yaquenisiquierameplanteéelobjetivodelaconversación.Sinesperarunminutomás,elcientíficoempezóconsudisertación.

—Como sabes, toda materia debe tener tres condiciones para existir, paraocuparunlugarenelespacio,¿sabríasdecirmecuálesson?

Dudeduranteunos segundos tratandodecomprender lapreguntaantesdedarunarespuesta.

—¿Alto,anchoylargo?—Correcto.Esloqueconocemoscomolastresdimensiones.Elprofesorsegiróbuscandoalgo,sedirigióaunaparadoryvolvióconunavela

enlamano.Lapusosobrelamesa,delantedemí,ylaencendióusandounfósforo.

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—Esa llama cumple las condiciones físicas que acabamos de comentar. Luegopodemos decir que existe. Si yo hago esto —sopló extinguiendo la llama—,¿podríamosdecirquesigueexistiendo?

—No…—¿Porqué?—Porqueyanotienelastresdimensionesespaciales.—Esoescasicierto,siemprequenotengamosencuentalacuartadimensión.—¿Cuartadimensión?—Exacto. La materia debe cumplir una condición más para existir en el

espacio…Perdurareneltiempo.Debeposeeraltura,anchura,longitud,volumenendefinitiva, y a su vez debe desplazarse en el tiempo. Esa llama que acabamos deapagarsigueteniendovolumen,peroyanoennuestrotiempo,sinoenunpuntodelalíneatemporalyapasado.¿Comprendes?

—Nomuybien.—Esnormal,peroesunconceptomuybásicoquehasdeasimilarahoramismo.

Simplemente piensa en que un cuerpo tiene cuatro dimensiones y la cuarta es eltiempo.Ahora—volvióaencenderlavela,ysoplarsobrelallama,peroesavezlohizo de forma que sólo moviera la llama, sin apagarla—, ¿dirías que sigueexistiendo?

—Si…—¿Pero?—Nocomprendolapregunta.—He modificado el volumen de la llama aplicando una fuerza sobre ella,

¿cierto?—Asíes.—Enesemomentoyonocomprendíaloquetratabadeexplicarme.—Hemodificado tresde las cuatrodimensionesde lamateria yaunasí, sigue

existiendo.¿Seríaposiblemodificarlacuartadimensión,dealgunamanera,yquelamateriasigasiéndolo?

—Nosésicomprendoloquetratadeexplicarme,profesor.—Tratodedecirtequeaplicandolaenergíajustaalamateria,talcomohicecon

mi aliento, podemosmodificar el aspecto de cualquiera de las cuatro dimensionesque lehacenocuparunespacio.Perocuidado,porque si soplasdemasiado fuerte,puedes extinguir la llama… Pues ése es el principio de trabajo de “El hilo delpéndulo”.Estamosendisposicióndeasegurar,fehacientemente,quesomoscapacesdemodificarlacuartadimensión.

—Unmomento,profesor…¿Meestádiciendoquevanaviajareneltiempo?—Másomenos.Paraempezar,no“vamosaviajar”eneltiempo,“vasaviajar”

enel tiempo.Ynoeseso,exactamente.Nose tratadeque lamateriadesaparezcahoy y aparezca dentro de dos días, eso es imposible. La desmaterialización ymaterializaciónnoestáanuestroalcance.Ysiloestuvieseseríaunserioproblemaviajareneltiempodeesamanera.

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—¿Porqué?—Hijo, das por hecho que si desapareces aquí y ahora y vuelves a aparecer

estarásenelmismocuarto,mismaciudadymismopaís.Peroestaríaspensandoenpequeño,yaquelatierragirasobresuejey,asuvez,setrasladaenelespacioensuviajealrededordelsol.Pornohablardelmovimientodelasgalaxiasydeluniversocompleto. ¿Qué te hace pensar que no aparecerías en medio del espacio o en elfondodeunocéano?

—Ysisetrasladaraenelespaciotambién…—Imposible. La desmaterialización haría que el cuerpo en cuestión dejara de

existir durante un lapso de tiempo y, siendo así, seríamos incapaces de ejercerfuerzassobreélparadesplazarloenelespacio.Asíqueelhipotéticocasodepodercrear la tecnología para realizar este prodigio, nos causaría más problemas queventajas.No…definitivamentelamejorformadehacerloesdilatandooencogiendoeltiempodelamateria.

—Noloveoclaro…Mepareceimposibleviajareneltiempo.—¿Porqué?—Erasupreguntafavorita,decíaconfrecuenciaqueelpreguntarse

“porqué” era lo queprovocaba la evolucióndel ser humano en todos sus planosexistenciales.

—Pues…—Déjamequecontesteporti:porquenolohasvistoantes,nitienesindiciosde

quehayasucedidonunca,nidequepuedasuceder.—Sí,puedesereso.—Pues teequivocas,muchacho;eluniversoestá repletodeevidenciasquenos

demuestranqueelviajeeneltiemponosóloesposible,sinoqueseproducedeformanaturalconstantemente…

En esemomentome quedé sin palabras;me preguntaba qué evidencias seríanésasysimelasibaaexplicar.Unadelasgrandesvirtudesdelprofesoreraquesabíacaptarlaatencióndelqueleescuchabayencendíalallamadelacuriosidadunavezconseguidaesaatención.

—Nosotros somos la primera evidencia. Si hemos dado por cierto quenecesitamosperdurareneltiempoparaexistir,esoquieredecirqueavanzamoseneltiempo,esosí,siemprehaciadelanteyavelocidadconstante.Sisomoscapacesdemovernosdentrodelasotrastresdimensiones,avelocidadesdistintas,¿porquénovamosasercapacesdemovernosdentrodelacuarta?Otraevidencialatenemosenlas partículas de luz que observamos en el universo. Muchas de ellas llegan anosotrosdespuésdemilesdemillonesdeañosdehaberemprendidosuviajeporelcosmos. Son de un valor energético ínfimo, con lo que se desintegran en tiemposinferioresalfemtosegundo,yaunasísoncapacesdeperdurareneltiempoparaseranalizadas por nosotros. ¿Explicación?Algo hace que el tiempo sea relativo paraellas.Algohacequesuexistenciaenelplano temporalseralenticeconrespectoanuestraposiciónenelmismo…

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—¿Elqué,profesor?—Queviajanalavelocidaddelaluzo,másbien,muycercanasaella.Unbuen

amigohademostradoquesilamateriaescapazdeviajaravelocidadespróximasalasdelaluz,eltiemposedilatayelespacioseencogeparaella,aunquesuentornosiga viajando a la misma velocidad temporal. En resumen, para esamateria, porejemplo,habríanpasadounospocossegundosyparaelrestodeluniversomilesdeaños.

—Yonosoyfísicocomousted,ynocomprendoalgunosconceptos.Peroséquesiaceleramos lamateria hasta esa velocidad se aplastará por el efecto de lamismaaceleración. He oído a pilotos comentarlo alguna vez cuando se habla de laposibilidaddeviajara lavelocidaddel sonido.Por lovistoenEE.UU., laNACAempiezaasopesarlaposibilidaddeconseguirlo,peroparauncuerpohumanoseríaunsufrimientocasiimposibledesoportar.

—La NACA, créeme, ya tiene prototipos que vuelan a esa velocidad y sonaviones pilotados, otra cosa es que no lo hayan hecho público por el momento.Luegono es imposible soportar ciertas aceleraciones.Pero sí tienes razón en unacosa,alcanzarlavelocidaddelsonidonoesniremotamenteparecidoallegaralavelocidaddelaluz.Nonospodemosapoyarenlasmismastesisyexperienciasparalosdoscasosdelosqueestamosdebatiendo…»

Adriánledabavueltasatodoloqueestabaescuchandoyafaltadeunapreguntamásoportunaparalaocasiónsedecidióporlamenosrelevante:

—¿HasdicholaNACA?¿NoserálaNASA?—LaNASA no fue fundada hasta el año 1958. LaNACA,National Advisory

Committee forAeronautics o Comité ConsejeroNacional para laAeronáutica, fueuna agencia anterior a laNASAque luego se integró en ésta.La finalidad de estaagencia formada en 1915 era la de emprender y, fomentar las investigacionesaeronáuticas—leexplicóTravpacientemente.

—Curioso,desconocíaestedato.Trav prosiguió entonces con el relato en el que estaba enfrascado antes de que

Adriánleinterrumpiera:«Lasexplicacionesqueestabarecibiendonomedejabannadaclarocómoibana

afrontarelproblemadedilatareltiempo.—¿Entonces…?—pregunté.—EntoncesentraenjuegoelingenioqueDiosleotorgóalhombre.Sí,dijeDios.

Paralograrciertosobjetivosenlaciencia,aveces,hacefaltaunpocodefeenotracosaquenoseacreer,únicamente,enloqueunopuedever.

Elcientíficosedetuvounratoysesirvióunpocodeaguaenunvasoqueapuródeuntrago.Sesentóenlamecedoraqueusabaparareflexiones,balanceándosededelante a atrás, frotándose la frente con la yemade los dedos, como si tratara debuscar laspalabrasquemeexpusiesen,con lamayornitidezposible, cómo ibanaconseguirsuobjetivodeviajaralavelocidaddelaluz.

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—Debíamos enfrentarnos a varias formas de realizar nuestro traslado en eltiempo.Múltiplesopcionessediscutieroneninacabablesreunionesenlacabañadelamontaña.Sólonosponíamosdeacuerdoenquedebíancumplirunascondicionesbásicas;quenopodemossuperarlavelocidaddelaluz,nisiquieraalcanzarla.Aesavelocidadlamateriasedesintegra,ytenersiempreenmentequefueraplausibleenlos márgenes que nuestra tecnología nos permitiera. La primera opción quedebatimos fue la de acelerar al viajero, conocido como “Time Traveller”, y a suvehículo temporal,hasta lavelocidadyamencionada.Elproblemasurgíadesdeelpuntodevistaespacialyfísico.Imagínateaeseviajerodentrodeunaviónotren;elmedio de transporte tendría que ser capaz de dar siete vueltas por segundo a latierraparaactivarelviajeeneltiempo.Laconstruccióndeunainfraestructuraasíesimpensable,sobretodoacortoplazo.

Otraopcióneraacercaralviajeroaunagujeronegroespacial,lonecesarioparapermanecerorbitandoasuficientedistanciaparanoserabsorbidoyluegovolveralatierra.Enteoría,lagravedaddelagujeroseríacapazdemodificarlascondicionesdeltiempo,curvándolohastaplegarloenunsentidouotroperolaideadelosviajesespacialesestáaúnaañosluz,nuncamejordicho,denuestrasposibilidadesyporlotanto,laoportunidaddealcanzarunagujeronegro.

Asíquelaúnicaformarealenlaquepodíamosllevarabuenpuertoelviajeeracreando loque conocemoscomo“agujerodegusano”.Si construimosun túnel deenergía,curvootoroidal,yhacemosrotarunodesusextremosalavelocidaddelaluzyelotrolodejamosestacionario,conseguiremosquemientrasqueelespacioenel extremo a velocidad estacionaria su desplazamiento esté sincronizado con latemporalidad normal, en el otro extremo el reloj se ralentizará y bastará conatravesareltúnelparalograreldeseadoefecto.Elviajedeberíafuncionarenambasdirecciones.

Elproblemaquenosplanteaestaúltimaopciónes lagrancantidaddeenergíaqueesnecesariaparaactivarelportalyacelerarlolosuficiente.Otroinconvenientees el tiempo en símismo.El viaje para el “Traveller” será casi instantáneo, peroparaelrestodeloshabitantesdelalíneatemporalnormaltendráañosdeduraciónyelportaldebepermanecerabiertodurantetodosesosañosparaquepuedasalcanzarlasalida.

—¿Quéquieredecirconeso,profesor?—Quécadavezquevayasyvuelvasdeberáshacerlohastaelpuntodepartida.

Con lo que podíamos estar hablando, en algunos casos, de cientos de años deconsumoenergéticocasiincalculable.

—¿Cómolohanresuelto?—Los nazis nos handado la respuesta sin quererlo.Durantemi cautiveriome

obligaron a seguir los estudios de un colega alemán ya fallecido.Dicho científicoestaba desarrollando un sistema para conseguir antimateria, la forma de energíadefinitiva que ellos pretendían usar como arma de destrucción masiva. No les he

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dejadoniunapistadeloavanzadoentodoestetiempo,peromicerebrolotienetodoalmacenado.

—Antimateria…—Sí,antimateria.Imaginaquejuntamosdosimanes,unoporsupolopositivoy

otroporelnegativo,¿quésucede?—Queseatraen.—Pues algo parecido sucede con lamateria y la antimateria, pero a nivel de

neutralización atómica. Se produce una explosión con niveles insospechados deenergía. Si somos capaces de controlar esa energía, podremos crear el portal…Segúnalgunoscálculos,conciengramosdeestecombustiblepodríamosmandarunanave de la Tierra a la luna, siempre que pudiésemos construir el vehículo quesoportaraeseviaje.Enestemomentoestamosmuycercadeconseguirdominaresareaccióny,enconsecuencia,dedesplazarnosenlacuartadimensión.

—Entonces podremos evitar acontecimientos pasados como el asesinato deLincolnoelhundimientodelTitanic.

—Rotundamenteno.—¿Porqué?¿Quéloimpide?—Lasleyesdelafísicaylanaturaleza.Tomemoscomoejemplounodelosque

has mencionado: el hundimiento del Titanic. Si viajásemos al pasado yconsiguiésemosevitareldesastre,¿quérazónnosllevaríaenelfuturo,creadosinelaccidente,avolveralpasadoaevitaralgoquenohasucedido?Entraríamosenunbucle paradójico, así que la naturaleza, para prevenir el problema creado en estetipode situaciones, lo solucionaríademodoqueno fuéramoscapacesdeevitarelnaufragio.Estonoesmásqueunateoría,yaqueestetipodeviajenosehallevadoacabohastaahora,aunqueporotroladotenemoslacertezadequenosepuedeviajaraningúnpuntode la línea temporalanteriora lacreaciónde lamáquinaquenospermite viajes en el tiempo. Así que no nos podemos ni plantear la opción decontemplarlaconstruccióndelaspirámidesolavidadeCristo…Talvezseamejorasí.

—Entonces…¿Dequésirvelamáquina?—Ése es el objetivo de nuestra empresa… Evitar acontecimientos futuros.

Tenemos claro que no podemos evitar lo que ya está escrito, pero sí que podemosmodificar, cada segundodenuestra existencia, loquenosdevengael futuro.Ya lodiceunpaisanotuyo…

—¿Qué?—“Caminante,nohaycamino,sehacecaminoalandar”—Sigo sin comprender como queréis que evitemos lo que está por venir, si no

conocemos los acontecimientos. Contando con la posibilidad del viaje a tiemposfuturos,¿enquénosbasaríamosparalamodificacióndeacontecimientos?

—Abriremos dos agujeros de gusano al mismo tiempo: uno que nos lleve aexplorarelfuturo,yabuscaresoshechosextraordinariamentedramáticosaevitar;y

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otro,conlaspruebasennuestropoder,quenosllevejustoantesdelacontecimientoencuestión.

—¿Por qué dos? ¿Por qué no abrir uno, conseguir la información, cerrar elprimeroyabrirotroparaevitarlo?

—Buena pregunta. Creemos, que si lo hacemos así, caeremos en una nuevaparadoja temporal. Si te enviamos por elmismo camino a tomar información y aresolver el caso que nos lleve en cada momento, cuando resuelvas el conflictoeliminaráselfuturoenelquelodetectasyentoncesnotendráslaopciónderecabarlosdatosparapoderevitarlo,conloquefinalmenteseproduciríaigualmente.Eslamismaparadojaporlaquenopodíamosmodificarelpasado.Asíquelasoluciónesmantenerabiertalalíneatemporal.Paratisiempreseráelfuturoencualquieradeloscasos,sicerramoselcaminoseconvertiráenpasadoynopodrásmodificarlodeningunamanera.¿Entiendes?

—Másomenos.Las conversaciones acerca de la antimateria, agujeros de gusano, protones

negativos, electrones positivos, neutrones que atraviesan la materia, paradojastemporalesydemássesucedierondurantelosmesessiguientesaesedía,justohastaqueelproyectoestuvoacabadoy“Elhilodelpéndulo”empezósuandaduraporelmundo…»

Adrián estaba estupefacto, no era capaz de cuadrar en sumente la abrumadoracantidaddedatosqueTravleacababadeofrecer,tantoanivelcientífico,comoporlainverosimilituddelahistoria.Explicabamuchascosascomo,porejemplo,porquéseadelantabasiemprealosacontecimientosyporquésabíasiempreloqueibaapasarcada vez que se encontraban. De todas formas no le quedaba tiempo de tratar depensarenello,yaqueuncartellesindicabaqueacababandellegaralaeropuertomásimportantedelaPenínsula,ydebíanactuarconlamayorceleridadposibleparaevitarunacatástrofedelaaviacióncivil.

—Entrelospapelesdelaguanteradebehaberdostarjetasdeidentificación—leindicóTravasucopiloto.

Lafuenteencontrólosdocumentosylosanalizóconcaradesorpresa.—Son identificaciones del servicio de inteligencia del Gobierno de la

Península…Yéste…Soyyo—dijomostrandounadelascartulinasplastificadas.Travlerespondióconunamiradadereojoacompañadaporunasonrisamalévola.

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Capítulo28El5913deAirPeninsular

El comandante Padrón le gritó, a través del micrófono del teléfono móvil, alconductordelautobúsdemovilidadde lacompañíaaéreapara laque trabajaba.Lerecriminabaquellegaraatardeasurecogidaparallevarlealaeropuerto.El5913deAirPeninsularibaasersuprimervuelotransoceánicocomocomandanteyempezabaconproblemas.Yaseencontrabasuficientementeexcitadoporelnuevotrabajoquelehabíanencomendadoparaesatarde,comoparaqueleañadieramáspresiónloqueéldefiníacomolaincapacidaddeunindividuo.

—Estoyenlaavenidaenlacualtieneustedsuresidencia,señorPadrón.Enpocosminutos estaré allí. Siento el retraso, pero el tráfico a esta hora es imposible depredecir—elchoferdeAirPeninsular se sentía todavíamásnerviosoqueelpilotoqueleaguardabaimpaciente.

—Siantesdecincominutosnoestoydecaminoalaeropuertopuedesdartepordespedido,yomeencargo—Padrónterminólallamadasinesperaralarespuestadelchofer.

*****

Padrónsemostrabademasiadoinquietoenlacolaparaelaccesoazonasrestringidasdel aeropuerto. No parecía entender por qué los pilotos habían de pasar por losmismoscontrolesqueelrestodetrabajadoresdelaeropuertodeturno.

—Joder,yaestábiendetantomanoseo.Densemásprisa.Estoesabsurdo—lesespetóalosguardiascivilesquegestionabanelfiltrodeaccesomientrascacheaban,despuésdedesatarlaalarmadeldetectordemetales,alqueibaasersucopiloto.

—Mantengalacalma,caballero,porfavor—lerespondióentonorelajadounodelosagentesencargadosdelosregistros.

—Nomedalagana.Somospilotosynostratáiscomoapuñeterosdelincuentes.Sinnosotrosestonofunciona.¿Losabías?

ElagentedelaBeneméritaledirigióunamiradaquehacíapresagiarqueestabaapuntodedesatarseunatormenta.Padrónnosedejóintimidar.

—Nomemiresasí,chaval.¿Vasdeperdonavidas?Aligeradeunavez.La situación estaba al borde del estallido cuando Trav y Adrián intervinieron.

Mostraronsus falsas identificacionesdesdeelotro ladodelarcodeacceso.Elmásbajodeldúosedirigióalosguardias.

—Serviciosecreto.Sinospermitennosharemoscargodelasituación.Losagentescomprobaron las identificaciones,hicieron lasgestionespertinentes

con los tipos que ellos creían del servicio secreto, y les cedieron el control de la

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situación,encantadosdelibrarsedelpilotoquelesestabadandoproblemas.AdriánleordenóaPadrónqueguardarasilencioyleconminóaquelessiguieraa

uncuartoadyacente.

*****

En la fila para acceder al vuelo número 5913 de Air Peninsular, todo el mundoobservaba con inquietud al hombre que permanecía sentado en la hilera de bancossituados junto a la puerta de embarque B54 de la terminal internacional delaeropuertode laCapital.Lasmarcasmoradasde su cuello indicabanquenohacíamuchoquehabía sufridoalgún tipodeagresiónquehabíapuesto suvidaengravepeligro.Estonoeramásquelapuntadelicebergdelaimagenqueinquietabaatodoslospasajerosquepasabanfrenteaél.Susmanosesposadasylosdostipostrajeadosqueloflanqueabanformabanuncuadrocuyosignificadodejabaalasclarasqueeraunpresopeligroso.

El narcotraficante LorenzoGálvezmantenía un rictus sereno.No prestabamásatenciónaunaspersonasqueaotras,simplementedejabaquesumiradaseperdieraunpocomás alláde losmurosde cristal de la terminalquepermitíanobservar laspistasyeldeambulardeaviones.

Seenfrentabaavariosjuiciosensupaísdeorigen:tráficodedrogas,asociaciónilícita, asesinato, inducción al asesinato, secuestro, chantaje, evasión fiscal ycolaboraciónconbandaarmada.Deresultarhalladoculpabledeloscargosquehabíacontraélpodríaacabarsusdíasenprisiónporelcúmulodecondenas.

DecenasdeasociacionesdeafectadosporlosdelitosquehabíacometidollevabanmesesmanifestándoseenlascallesdeColombiaparapedirsuextradición.

El dirigente de la mayor mafia actuante en Sudamérica había abandonado elcontinentecondestinoaEuropaenbuscadelanonimatonecesarioparapoderseguirdirigiendosunegociodesdeladistancia.

En la era de la información era cuestión de tiempo que fuera detenido por laINTERPOL o por las fuerzas de seguridad de alguno de los estados del viejocontinente.FinalmentefuehechopresoenlaPenínsula,mientrasdisfrutabadeunosdíasdeasuetoenuncruceroprivadoporaltamar.Enelmomentodesucapturaseencontraba rodeado de todos los lujos que la inmensa fortuna que había amasadoilícitamenteleproporcionaba:mujeresdesnudas,vino,sol,buenacomida…

LadetencióndeLorenzoGálvez,“Elpapacito”,produjounestallidodeeuforiaensupaísdeorigen.Lagentefestejabaelhechocondesfiles,amododefestivalesimprovisados, por calles de las ciudades más importantes de Colombia, mientrassolicitaban que se hiciera justicia. Las instantáneas de decenas de personassosteniendolaimagenimpresadealgúnfamiliardesaparecidoporobradelpapacitosesucedieronenlosnoticiariosdíatrasdía.

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La alegría generalizada se volvió indignación ante la posibilidad de que eldelincuente no llegara a ser juzgado en un plazo breve de tiempo en la tierra quehabíabañadodesangreydolorduranteaños.TambiénteníacuentaspendientesenlaPenínsulaypodíanpasarmásdediezañosantesdequevolvieraaColombiaparasuajusticiamiento.

CientosdenuevasmanifestacionesantelaembajadadelaPenínsulaenColombiasesucedierondiariamentedurantemeses,loqueprovocoqueelgobiernodelaCuartaRepúblicaaccedieraaextraditaraGálvezparaserjuzgadoensupatriaporlascausaspendientes. En el pacto alcanzado entre los dos gobiernos se reflejaba laobligatoriedad del retorno del reo a laPenínsula, una vez concluidos los trámitesjudicialesensupaísnatal,paracumplirelrestodesucondena.

Los pensamientos que recorrieron su mente deberían de haber sido de temor,desesperanzaoarrepentimientoante la imposibilidaddeesquivar lasconsecuenciasqueleacarrearíanlosmalescometidos.Sinembargosurostroreflejabaserenidad…,una serenidad apuntalada por unos ojos que desprendían un fuego de maldadasombrosa,dotadadeimperturbabilidad.

Unniñolemiróduranteunossegundosal tiempoqueandabadelamanodesumadre, lacualofrecía las tarjetasdeembarquey las identificacionesdeambosa laazafataencargadadelaccesoalaeroplano.Gálvezdirigiósuatenciónhaciaelinfante,recorriendo su pequeña fisonomía de arriba abajo, e hizo un repentino amago delevantarseconelfindeasustaralchaval.Unodeloshombresquelecustodiabanleasióporelbrazo.

—No te vuelvas a mover. Estoy deseando que me des una razón paradescerrajarte dos tiros en el pecho —le amenazó mientras se abría levemente lachaquetaparaqueGálvezpudieraverlaculatadesuarma.

—Tranquilito,güevón,erasolounabromitaalniño.El agente se mordió la lengua y se tragó las ganas de partirle la nariz de un

cabezazomientras semiraban frente a frente. Su compañero asomó por detrás delcolombianoehizoungestodenegaciónconlacabeza,indicándolequesecalmarayolvidaseelpercance.

Enpocomásdediezminutoslatotalidaddelospasajeroshabíasubidoalavión.LatrabajadoradeAirPeninsularseacercóaellosparaindicarlesqueeranlosúnicosquequedabanporembarcar.Trasella,elcopilotodelaviónlespidióalosagentesdepolicíaqueleentregaransusarmasparaguardarlasenlacabinaduranteelvuelo.Losagentes accedieron a regañadientes, ya que les desesperaba que cada piloto obrarasegúnsuparecer.Envuelodeservicioestabanautorizadosaportarsusarmasenlacabinadepasajeros,pero enmúltiplesocasiones se topabanconalgúncomandantequedecidíaimponersuspropiasnormas.UnavezdesarmadosfueronacompañadosasusasientosenbusinessClass.

Erahabitualqueen lazonadepreferenteel asientocentralde la filade tres seencontrara inutilizado por una bandeja que los pasajeros la utilizan para su

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comodidad.Enestecasololiberaronparapermitirquelosagentessesituaranunoacadaladodelapersonaalaquecustodiaban.

Laspuertasdelaviónsecerraronyrecibieronunavisopormegafonía,indicandoquedebíanapagarlosteléfonosmóvilesytodoslosdispositivoselectrónicos.

Denuevoelsistemadeaudiosepusoenfuncionamientoparadarlabienvenidaalos pasajeros e informarles del destino del vuelo, la duración del trayecto, latemperatura en origen y destino y la hora estimada de llegada. Seguidamente sesolicitóquelaatencióndelosviajerossedirigierahacialaspantallasdelavión,queenesemomentosedesplegabanparapoderobservarunvideoconlas instruccionesdeseguridadyelprotocolodeevacuacióndelaparatoencasodeemergencia.

—Valientemamarrachadadevideo—dijosorpresivamenteGálvez—;sielaviónseestrella—levantólavoz—,nosesalvaniuno,pendejos.

Elagenteconelquehabíatenidoelenfrentamientoenlasaladeesperalevolvióaapretarelbrazo,estavezcontodassusfuerzas.

—Cállatedeunaputavez—leordenó—.Sivuelvesaabrir esabocazade ratainmundaquetienes,telacierroalafuerza.

El capo soltó una carcajada y le miró acercándose todo lo que le era posible.Podíansentirelalientoelunodelotro.

—Ytúvasaserelprimero,güey…,porgallito.—Yaestábien.Calmaoslosdos—replicóelotroagente—.Nosesperaunvuelo

muylargosiosempeñáisenestarasíacadaminuto.Losdossesostuvieronlamiradaduranteunossegundosmásparadespuéscesar

suactitud,demalagana,yreacomodarseensusasientos.Unavezelvideoinformativohuboconcluido,lavozdelcapitánanuncióquese

dirigían hacia la pista de despegue, y les deseó un buen vuelo a todos. El aviónempezó a tomarvelocidady los pasajeros notaron como sus cuerpos se aplastabanligeramente contra el respaldo del asiento hasta que, de repente, una sensación deingravidezproducidaenelinteriordesusestómagoslesindicóqueyahabíanperdidocontacto con el suelo y que el vehículo en el que viajaban surcaba el cielo de laCapital.

Instantesdespués,unpardesacudidasbambolearonconsequedadelavióndeunlado a otro. Los menos acostumbrados a volar se miraron entre sí, levementealarmados,mientrasqueaquellosmásexperimentadosahacerloserelajabanensusbutacas sindar importancia a los efectosde losbachesde aire que, habitualmente,agitan los aviones durante los primeros instantes de vuelo.Un cuarto de horamástarde,alcanzadayalaalturaindicadaparaeltrayecto,unpitidoindicóalospasajerosque la luz de los cinturones se había extinguido y por tanto eran libres dedesabrochárseloyencendercualquiertipodedispositivoelectrónicoquelesayudaranasobrellevarlasnuevehorasdeviajequelesquedabanpordelante.

*****

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El avión ya estaba en el aire y Adrián se preguntaba qué podrían hacer en esemomento para evitar el reguero de muertos vaticinado por uno de los recortes deperiódico que había leído en el coche durante la huida en la que Trav le habíaenredado.

Deacuerdoconloquedescritoenlanoticia,elaviónsehabíadesintegradocontralasuperficiedelocéanoenunintentodeamerizajefallido.

Elperiodistaqueredactólanoticiainformabaqueenelmomentodeimprimirlapublicación no se habían recuperado las cajas negras del aparato. Estas seencontrabanaunaprofundidadextremaquehacíacasiimposiblesurecuperación.

Lasinvestigacionesdelsucesosehabíancentradoenlasúltimascomunicacionesentre el piloto que capitaneaba el vuelo, Ángel Padrón, y la torre de control delaeropuertodePuntaDelgadaenlasIslasAzores.

Según informó el piloto, varios ocupantes del aeroplano estaban armados conpistolas y objetos punzantes. No quedó claro si parte de la tripulación, o de lospasajeros, había comenzado una pelea contra los individuos armados ante lo queparecíaunintentodesecuestrodelaeroplano.Duranteel transcursodelamismaseprodujeronvariosdisparosqueafectarona la integridaddelaviónproduciendounaperdidadepresurización.Elpilotosevioobligadoadescenderyaintentarrealizarunamerizajedeemergenciaantelasituacióndecaosqueseprodujodentrodelmediodetransporte aéreo: fue ese el detonante de la catástrofe. No se encontró con vida aninguno de los ocupantes del aparato, ya fuese perteneciente a la tripulación o alpasaje.

Se sospechó que Gálvez y algunos de sus secuaces estaban tras el intento demanejoforzosodelavión,paraasíevitarsuentregaalgobiernocolombiano.

La Fuente miró con cara de pánico a Trav, que parecía tan sereno como decostumbre.Apesardelosavataresquelehabíahechopasaresetipo,leempezabaacaerbien.Adriánsesentíasegurosabiendoqueleteníadesuparte.Lemaravillabaelauracasimágicaqueleenvolvía.

—No te preocupes, Adrián.Mantén la calma. Hemos llegado a tiempo—dijoTrav.

—¿La calma? No puedo mantener la calma. Ese energúmeno está dentro delaviónconunmontóndepersonasinocentes,rumboasupaís,enunviajequesegúnparecenoprosperará.

—Algosenosocurrirá,yaverás.Nosotrossabemoscosasqueélnosabe.Adriántemiócontradecirasucompañero,perounnegropresagiosecruzóensu

pensamiento. Observó el cielo, y las nubes le parecieron más densas, blancas eimpresionantesquenunca.

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Lorenzo Gálvez observó como la azafata que había estado sentada durante eldespegue en el centro del avión, avanzó hasta la parte delantera para repartirperiódicosybebidasentrelospasajerosdelaclasepreferente.

Gálvezinterrumpióeliryvenirdelaasistenteparareclamarsuatención.—Disculpe,señorita…Olga—leyólachapaconsunombrequellevabaprendida

laazafataensucamisa—.¿Cuándosirvenlacomida?Estoyquemecomíaunbuey.—Aúnfaltanunpardehoras,señor;ahoralespasaremosunaperitivoyalgode

beber.De repente un hombre joven, que se encontraba sentado tras uno de los dos

agentesqueflanqueabanalcapo,enlafiladebutacasmáscercanasalasventanillas,intervinoenlaconversación.

—Sinoleimporta,yotambiéndesearíacomercuantoantes.Estoycansadoymegustaríadormirduranteelrestodelvuelo.

—Está bien. Preguntaré al comandante y si da su autorización les serviré susbandejas—aseguróOlga.

—Gracias—concluyóeljoven.Laasistentedevuelodesapareciótraslacortinaqueocultabaelaccesoalpasillo

queseparabalacabinadepasajerosdellugarqueestabadestinadoalalabordelospilotos.Gálvezparecíaahora incómodoensuasiento,noparabaderetorcerseydeinclinarse,aparentementenervioso.

*****

Momentosdespués,Olgaabandonólacabinayseaproximódenuevoalospasajerosquehabíanreclamadoelalmuerzo.

—Elcomandantehadadosuvistobueno.Enseguidalesservimossucomida.Olgaentróenelapartadoquehacía lasvecesdecocinadelaviónyexaminó la

listadepasajerosparaidentificaralostresviajerosquelehabíansolicitadotomarsusalimentos: el hombre esposado era Lorenzo Gálvez, los dos que ocupaban losasientosdetrásdelosescoltasdeGálvezeranLuisLaminero—deaspectopueril—yRodolfo Casas —un tipo fornido pero con un ligero aire que denotaba que lainteligencianoerasumayorvirtud—.El listadoqueobrabaensusmanos indicabaquealrealizarlareserva,LamineroyCasashabíansolicitadoelmenúespecialparaceliacos.Olgasabíaloqueesosignificaba;eralaseñalquelehabíaadvertidosuexque recibiría. La chica tomó las bandejas solicitadas y las sirvió de inmediato.Despuéssedirigiódenuevoalacocina,sindetenerseaatenderlassugerenciasdeunpasajero que la llamaba insistentemente, para tratar de contener sus nervios yesconderlaslágrimasquehabíancomenzadoaasomarensusojos.

Unavezserena,laazafatapreguntóalrestodepasajerosdeprimerasideseabansu comida en ese mismo momento, o si por el contrario tomarían la bebida de

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bienvenidaydejaríanelplatofuerteparadespués.

*****

Los pasajeros de clase business del avión aliviaban su sed con una bebida,acompañada de una bolsa de frutos secos, mientras miraban una película odisfrutaban de alguna de las opciones de ocio que les ofrecían las tabletas que leshabían sido entregadas como distracción durante el vuelo. Uno de los aparatoselectrónicos cayó al suelo y la azafata corrió a recogerlo para devolvérselo a suusuario. El hombre que había dejado caer su pasatiempo digital, era uno de lospolicíasqueflanqueabaaGálvez.Leparecióquesehabíadormidoasíquedecidiónomolestarleydepositarelobjetosobrelabandejadesplegadafrenteaél.

Observóqueloscaballerosdelmenúdeceliacoshabíanterminadoconsucomida,así que les retiró las bandejas y les preguntó si deseaban un café, una infusión oalgunabebidaespirituosa.Losdosnegaronamablemente.

*****

Elvueloseestabadesarrollandoconenormetranquilidadhastaelmomento,inclusolas turbulencias parecían querer respetar la calma que se disfrutaba dentro delaparato.Eldesfiledepasajerosqueibanyveníanalexcusado,habitualentodoslosvuelostransoceánicos,yahabíacomenzado.Olgaestabapreparandolosmenúsdelospasajeros quehabíandeclinado tomarlo en el primer turno cuandonotó comoalgopunzante,debastanteconsistencia,seclavabalevementeensucostadoderecho.

—No chilles—escuchó decir a su espalda y alcanzó a reconocer, mirando dereojo,aRodolfoCasas—.Demomentolohashechotodomuybien.Ahorallévamehastalacabinadecontrolyconsiguequepuedaentrar.

—Nomehagasdaño—sollozóOlga—,hehechotodoloquemehabéispedido…Tujefemeprometióquenomeharíaisnada.

—Llévamealacabinaydejadelloriquear,joder.Vamosadarlelavueltaaestetrasto.

Lamuchachallamóalapuertayconsiguióquelesdejasenpasar.Eltipoquelehabía arrastrado hasta allí cerró tras él la puerta de la cabina de pilotos una vezhubieronaccedidoalinterior.

*****

Casasentróenlacabinaparapetadotraslaazafataalaqueusabaderehén.Losdosindividuosqueseencargabandeloscontrolesdelaaeronavesevolvieroninquietos.

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—¿Qué está pasando aquí?—preguntó el que llevaba en la manga los cuatrogalonesqueindicabanqueeraelcomandantedelanave.

—Tenemosvariasarmasennuestropoder.Sinoquierenqueestoseconviertaenun baño de sangre siganmis instrucciones sin rechistar… o empiezo por ésta.—Casaszarandeóalaasistentedevuelo.

Los dos tripulantes se miraron entre si y asintieron dispuestos a escuchar lasdemandasdelmatón.

—NecesitamosunSOS,nosvamosaestrellar—fueronlasprimerasindicacionesdeCasas.

*****

Diezminutosdespuéslapuertadelacabinaseabrióparadejarsaliralaazafataquese encontraba visiblemente nerviosa. Al verla aparecer por el pasillo, Gálvez selevantódesuasientoyseacercóhaciaella.

—Cálmate,prontitoacabamoscontodo.Lospasajerosquesepercatarondelaescenasaltarondentrodesubutaca.Habían

observadoentraral tipoesposadoyescoltado, sabíanque la situacióneraanómala.Incluso uno de ellos lanzó un grito para tratar de alertar a los dos agentes queparecíanhabersedormido.Larealidaderaquelosdosestabanmuertos.

Laminero,eljovenquehabíapermanecidosentadotrasunodelospolicíasyjuntoaCasas—queenesemomentopermanecíaenelinteriordelacabina—,selevantóyregistróloscuerposdelosdosagentesasesinados.Unmurmulloempezóaextenderseentrelospasajerosquecomenzabanaverquelasituaciónseibatornandomásgravea cada instante que pasaba. Fue entonces cuando el cabecilla decidió que era elmomento de dirigirse a los presentes, debía calmar los ánimos antes de que loscomentarios traspasasen las cortinas, llegasen a los incontables pasajeros queabarrotaban la zona turista y cundiese el pánico. Un estallido de histeria no seríabuenoparanadie.

—Queridospasajeros,sitodosmantienenlacalmaynoseponennerviosos,estasituacióntendráunfinalchévereparatodos.Porelcontrario,siaalgúntaradoseleocurre darme problemas, mi amigo aquí presente—señaló a Laminero que habíaacabadoelregistroalosescoltas—,lellenarádepinchazoslapanza,¿todook?

Elsilencioqueseprodujofueespeluznante.Elrostrodelmafiosoexpresabaalasclarasquenoandababromeando,teníamuyclaroquesialguienseatrevíaadarleunsoloproblemaacabaríaconéldeinmediato,sinpensárselo.

Elaviónse inclinóydescribióunarcocerradohacia la izquierda.RápidamenteGálvez se acercó a una de las ventanillas del aparato para buscar un punto dereferenciaenelairequeleconfirmaraelvirajedelaeroplano.

—Bien, todomarchacomo lohabíamosprevisto—pensó sintiendoel calordel

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gozodentrodeél.Lehizoungestoconlacabezaasusecuaz.—Veavercómolevanlascosasal«tarugo»enlacabina.Ytraeunadelasarmas

de estos mamarrachos—señaló a los dos policías—. El copiloto fue quién se lasretiró.Pregúntale,sinolohahechotucompadreya.

Lamineroacercóalaazafatahastasulíderyseadentróenelpasillocaminodelacabinadepilotajedelaparato.Lachicaemitióunpequeñogemidoalsentirelfilodeunbisturíensugarganta.Elcriminallepropinóunmanotazoenlacabeza,haciendoque su pelo se alborotase y le cayese por delante del rostro, para indicarle queguardasesilencio.

Olganotócomounagotadesangreresbalabaporsugargantahastaperdersepordebajodelcuellodesucamisa.

*****

—ElaviónyaestáderegresoalaPenínsula—dijoTravalsentir lainclinacióndelaparato.

Observaron comoGálvez amenazaba con un bisturí a la azafata que les habíaservido labebidadebienvenida.Adriánse inquietóehizounamagode levantarse.Travseloimpidiósujetándoleporelantebrazo.

—Aúnno—susurróTrav.—Noquieromostrardesconfianza,pero todo indicaque losacontecimientos se

sucedenenelmismoordenqueenelfuturoqueexploraste—replicóAdrián.—Nodeltodo.—Bueno,estamosaquí.Pero…Elguardiacivil llevabaun ratodándolevueltasaalgunosasuntosypensóque,

mientrasllegabaelmomentodeactuar,seríaunabuenaideasaciarsucuriosidad.—¿Ereselúnico?—Elúnico,¿qué?—Elúnico«viajero».—Noconozcoaningúnotro,siésaestupregunta.—No.Mipreguntaesquesihaymásgentequehagaestetrabajo.Aunquenoles

conozcas…—Llevoelsuficientetiempotrabajandoparalaorganizacióncomoparasuponer

quesipuedensalvaramilenvezdeacien,loharán.Yatienenlatecnología.Lahanmejorado en los últimos años. ¿Por qué no construir otros equipos de alteracióntemporalyentrenaraotros«viajeros»?

Trav se recolocó la gorra que llevaba calada hasta casi los ojos y se rascó lacabezaenérgicamenteporencimadeella.

—Luegohaymás…—insinuóAdrián.

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—Nosabríadecirte,perohaysucesosqueasílocorroboran.—¿Quésucesos?Travapartóporunmomento lavistadelotroextremode la clase turistadonde

paramirarleconunamediasonrisa.—Veoquealfinalhecaptadotuatención—aseguróTrav.—Notecreas,essolounasimpleconversaciónmientrasllegalaacción.—Yaveo.Imagínatequeunaestrelladelamúsicavaarealizarunaseriedesúper

conciertosenunrecintocerrado.Megavatiosdeluzysonido,humo,láseres,fuegosartificiales,hastaimágenesen3D…Supongamosqueelfallodeunodelosequiposdesata un incendio de proporciones inimaginables en cuestión de segundos, en unrecinto conmás de veintemil personas. Las salidas de emergencia funcionan a laperfeccióny todas lasmedidasde seguridad son lascorrectas…¿Cuántaspersonascreesquemorirían?…

Adriánseencogiódehombrosparaindicarleasucompañerodeconversaciónqueleinteresabaunarespuestarápida…noseibaaponeraespecularenesosmomentos.

—Solamente aplastadas cuatrocientas doce—continuó Trav—. El pánico es elmás peligroso de los factores en las grandes aglomeraciones y el más difícil decontrolar o prever. Así que alguien, un «viajero», se acerca a la estrella del popmientrasquepermanecedormidoensucamabajolainfluenciadeciertosedantequelehanadministradoparacalmarlosdoloresquesufrey….

—¿Esolohizoelhilodelpéndulo?Nomelocreo.—No,no,yonodigoque lohayahecho.Solodigoquepodríahaberocurrido.

Quenoseríaextraño…¿Quieresverelrecortedeperiódico?—Nome fastidies—Adriánnopodía contener, pese a lo trágicode la idea, su

sonrisa—.Puesamímegustabaesetío.Eraúnico,rarito…peroelrey…Pobredelmédico,cargóélconlaculpa.

*****

GálvezestuvoapuntodeestallarcuandoLaminerollegócorriendoporelpasilloparainformarle de que Casas no contestaba al otro lado de la puerta de la cabina depilotos.

—Soisunosputosmaricas,joder.Todolotengoquehaceryo.

*****

TravlerozólamanoaAdriánparallamarsuatenciónantesdehablarleenvozbaja.—Lamuchachaeslaexdelcamelloqueseteescapócuandodielchivatazopara

provocar tu traslado.Procura que no le pase nada y te ayudará a acabar lo que nopudisteesanoche.

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—¿De qué me estás hablando ahora? —La Fuente estaba aturdido por elrepentinocambiodeconversación.

—Olga,laazafata…estupistaparaacabaraquelcaso.Esunadelastrampasdeltiempo… de jugar con el destino—le explicó Trav—, nunca acabas modificandotodas las cosasdefinitivamente.Lasvariables fluctúan, pero al final la ecuación sebalanceaparaarrojarelmismoresultadoounomuysimilar…

—¿Entonces?—Entoncescambiasunascosasperoproducesotrasqueacabaráncompensando

laprimera.Eltrabajonoacabanunca.DesdelaúltimafiladepreferentedelaviónobservaroncómoGálvez,cuyorostro

estaba morado de ira en ese momento, detectó la conversación que estabanmanteniendo,aunsinlograrescucharla,ysedirigióhaciaellosdespuésdearrojaraOlga contra el suelo y pasar por encima de ella. Había encontrado con quiendesahogarsuira.

—Llegó tu hora —susurró Trav sin poder contener sus ganas de entrar encombate.

*****

Gálveznopodíacreerlainformaciónqueacababaderecibir:Casasestabadentrodela cabina pero no atendía a las continuas llamadas de su compañero. Se estabajugandosufuturoylehabíanenviadoal«tarugo»ahaceruncomplicadotrabajodecampo.La ideaeraclaraysencilla:ayudadospor lasarmasquehabíanconseguidointroducirocultasenlosmenús,debíantomarrehenesyextorsionaralospilotosparafingirunaemergencia,volveralaeropuertodeorigen,realizarunaterrizajeforzosoyaprovecharlaconfusióncreadaparahuirdelavión.

Eltransporteaéreoyahabíadadolavuelta,loqueindicabaqueel«tarugo»habíacumplidoconlaprimerapartedelplan…Pero,¿porquénohabíacontestaciónalasllamadasquelerealizabandesdeelotroladodelapuertadelacabinadepilotos?

Encimaesosdostiposdelfinaldelafiladeladerechanodejabandecuchichear,nolegustabaenabsolutolasituaciónynolosoportabamás,alguienibaamorirdeunmomentoaotro.Leasestóunrodillazoalaazafataenlaespaldaysaltócomounresorteporencimadeella,mientraslaoíachillardedolor,pararecorrerelpasilloendoszancadasyaproximarsealosdosparlanchines.

Se detuvo un momento para observar con detenimiento a la extraña pareja:sentado en el asiento anexo al pasillo, se encontraba un jovenbastante corpulento.Rubio,ojosclarosybarbilampiño…Alotro tiponoalcanzabaaverlebien.Ocultotras los voluminosos asientos de primera clase trataba de pasar desapercibido,escondiendosusrasgosfacialestraslaviseradeunagorraquellevababienencajada,pero la forma de sus hombros proyectaba una evidente sensación de potencia

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muscular.—Levanta,rubito,¿tienesganasdeconversación?—Elcapoestabafueradesí—.

PuestevoyamandaraplaticarconDios.Agarróasuvíctimaporlapecheraylolevantóaltiempoquealzólamanopara

asestarunapuñalada,peroantesdepoderdibujarenelaire la trayectoriadelgolpeunavoztrasélleinterrumpió.

—Nolohagajefe,seloruego.Gálvezsevolvióparadescubrirasusdossecuacesarrodillados,unodelantedel

otroycon lasmanosen lanuca,mientrasunhombrecon ropadeaviadorcivil lesapuntabaconunarmaalacabeza.

—¿Quécarajoestápasandoaquí?—Elcolombianocadavezentendíamenoslaescena.

—Sueltaelbisturí,Lorenzo—oyóasuespalda.Elnarcoyanosabíaaquéescenarioprestarmásatención.Sucabezajugabaun

partidodetenisimaginario.—Notelovoyarepetir.—Eraeltipodelagorraelquelehablaba.Algirarseparaverquienleamenazabaobservó,facilitadoporelmovimientode

elevación que realizaba la cabeza del individuo, como la visera dejaba por fin aldescubiertoelrostrodeltipoqueacompañabaalrubioalqueacababadezarandear.

—¿Tú?…Pendejo—reconocióalhombrequehabíatratadodeestrangularleenlacárceldeAmnisoraveinticuatrohorasantesysepalpóelcuelloconlamanoquelequedabalibre.

*****

Travnoestabasegurodecómoibaaacabaraquello.Sehizounrepasomentaldelasituación:elcopilotodePadrónteníaunadelaspistolasquehabíanrequisadoenlaterminalalospolicíasquecustodiabanaGálvez.Conellahabíareducidoenlacabinaal tipo grandote y después al jovencito. Se encontraban los dos de rodillas yencañonados.Élportabaelotroarma.Adriánseencontrabajuntoalcapo,amenazadoporunbisturíapuntodeseccionarlelayugular.

—Sólotelovoyadecirunavez…Sueltaelarma—aseveróTravdirigiéndosealcolombiano.

*****

Adriáncontemplabalasituacióndesdesuposicióndevíctima.Loquelepreocupabanoeratenerelfilodeunacuchillaenelcuello.Lecausabauntemorextremopensarqueelaviónenelqueviajabahabíaviradoyseguramenterealizadounallamadadeemergenciaparaque lepermitiesen lamaniobra; sehabíaproducidounconflicto a

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bordoanteeltemordeunsecuestroyhabíadospistolaslistasparafuncionardentrodeltransporte…Seacordódelrecortedeperiódicoycomenzóatemblar.

—Nolohagas,Trav…Quememateamí,peronolohagas,nodispares—dijoapuntodecomenzarallorar—.Piensaenlospasajeros.

—Cállate—le ordenóTrav—.Acuérdate de la primera lección…No des nadaporsentado.

La amenaza en forma de filo que comprimía el cuello de Adrián se tensócausándoleunligeroescozor.

—¿Qué le pasó? ¿Seme ponen románticos?—Gálvez no cejaba en su actituddesafiante—.Éstequeleshablanopisaráunaprisión.Asíquedeaquísolosalimosdeunaforma.

—Sí,peronoeslaquetúcrees—intervinoAdrián.—Calla,putoperrosarnoso…,tevoyacortarlagarganta.EntonceselguardiacivilvioesamiradaquetantotemíaenlosojosdeTrav,esa

determinaciónqueledecíaqueeraelmomentoexactoenelquetodoibaapasar.—Nolohagas,Trav…Nolohagas…Escomomecontaste…—No…—Ladeterminacióndelviajerodeltiempoafloróporúltimavez—.Esta

vezesdistinto,túestásaquí.A las palabras de Trav les siguió una detonación. Un segundo despuésAdrián

notócomolasuavidaddelaceroinoxidableacariciabasucuello.

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Capítulo29Emergencia

LadetonacióndelapistoladelaqueprocedíaelproyectilqueatravesólacabezadeGálvezalarmóalatotalidaddelpasajedelvuelo5913deAirPeninsular,hastahacerque la inquietuddentrode lacabinaalcanzaraelniveldepánico.Losasistentesdevuelotratarondecalmarlosánimosemitiendomensajescontinuosporlamegafoníadel aparato. Todo intento resultó inútil. La noticia de que la bala había terminadoatravesando una de las ventanas pertenecientes a la clase business, después deabandonar lacabezadeldesafortunadocapo, recorrió todoelpasajeencuestióndesegundos,justoloquetardaronlasmáscarasdeoxigenoencaerdeltecho.

Losesbirrosdeldelincuentecolombianohabíansidoesposadosyamarradosalosasientosenlosquehabíanviajadodurantelaprimerahoradevuelo.Loscuerpossinvidade losdosescoltasydeGálvezhabíansidoocultadosen lasalaqueservíadecocinadentrodelavión.

Lospasajerosdeprimeraclasefueronreacomodadosenasientoslibresenlazonaturista.Lasecciónmáslujosadelmediodetransporteseencontrabaenmediodeunhuracán,provocadoporelairetratandodesaliratravésdelaventanadañadaporelproyectil.LosrestosdeLorenzoGálvezhabíandibujadounregueronegruzcoenlamoquetaalserarrastradoshastaellugardereposoquehabíanelegidoparaél.

Trav se interesaba porAdrián, que se presionaba el cuello tratando de parar lahemorragiaquemanababajosumentón.

—Notepreocupes,notehatocadolayugular—tranquilizóTravasucompañero—.Hafaltadounpelo.Nodejesdeapretar.

Elviajerodeltiemposevolvióhacialaazafata.—¿Tenéisabordoalgúntipodekitdecosturaoalgosimilar?—Puedomirar—contestóOlgaapartandodesurostrolamascarillaportátilque

leproporcionabaoxígeno.

*****

Dentrodelacabinadecontrol,Padrónterminabadeproporcionartodalainformaciónnecesaria a la torre de control del aeropuerto deCapital para llevar a término unaterrizajedeemergencia.

*****

No era esa la primera vez queAdrián recibía puntos de sutura en su vida, pero siestabanlocalizadosenlazonamássensibleenlaqueseloshabíanpuesto.

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Unaagujadecostureraa laqueTravhabíadado formadeanzuelo,despuésdeesterilizarlaconelalcoholdeunabotellitadelicor,entrabaysalíadelacarnedesucuello que rodeaba una brecha de unos siete centímetros de longitud. Con cadapuntadaquerecibíapararestañarlaheridadejabaescaparungemidodedolor.

—No te muevas —le advirtió Trav—. Necesito suturar la herida. Los cortesrealizados con un bisturí quirúrgico tardan en dejar de sangrar por sí solos.No esbuenoquepierdasmás sangre, aúnnohemos terminadoaquí, todavía tenemosquehuir.

—¿Huir?—¿Quieresenfrentartealoquesevendráencimasiseconocequehasparticipado

en esto?—le preguntó Trav abandonando su cometido durante unos segundos—.Prepárateasalircorriendoencuantosenospresentelaoportunidad.

*****

Padrón anunció a los ocupantes del aeroplano que debían adoptar la postura deseguridadpararealizarelaterrizajedeemergencia.Sesantiguóyapuntóconelmorroa la pista dos del aeropuerto. Desde la distancia podía ver los vehículos deemergenciaflanqueandoelfinaldelcaminoqueibanarecorrerensufrenada.Apartólamascarilladesucaraparadecirleunasolapalabraasucopiloto:

—Suerte…

*****

Elsilenciofuesepulcralportodoelaparato,laquietudsesintióúnicamentesacudidapor el sonido del aire saliendo por el agujero de bala que había provocado ladescompresión de la cabina. Esporádicamente se escuchaba el sollozo perdido dealgunadelaspasajerasquetratabadetragarseelmiedoqueleproducíalasensacióndeestartratandodeesquivarlaguadañadelamuerte.

Nadiemiróanadie,todossecentraronensuspropiospensamientos.Unaoraciónseescuchódefondoporunbreveespaciodetiempo.Elrezocesócuandobachesdeaireagitaronlevementeelavión.

—Preparadosparatomartierra.—Lavozdelcomandanteanunciandoquehabíallegadoelmomento sonópara lamayoríade lospresentes como las trompetasqueanunciaránelApocalipsis.

Elcontactoconelsuelofuesuave.Seguidamenteentraronenacciónlasfuerzasejercidaspor los frenosdel trende aterrizaje, los spoilersy la reversa.El avión sedetuvo por completo. De inmediato se oyó la orden para abandonar la nave. Laspuertas de salida de emergencia fueron abiertas y desplegadas las rampas dedescenso. Enmenos de unminuto el avión se encontró completamente vacío. Los

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últimosenabandonarlofueronelcomandanteysutripulación.Los pasajeros, confundidos en un primer instante, corrieron en distintas

direcciones por la pista de aterrizaje. Varios, los menos dotados para la carrera,cayeronalsueloparasergolpeadosporaquellosquelesseguíanenlahuidadelfocodepeligroquerepresentabaelavión.Laimagendedescoordinaciónfueterriblehastaque losequiposdeasistenciapudieronaproximarseconseguridadalaviónyponercorduraalasituación.

*****

Enunasalahabilitadaparalaocasión,psicólogosymédicosasistíanalosafectadosporlosincidentesdelvuelo5913.Alotroladodeunadelasparedesdelaestancia,lasautoridadesefectuabanunprimerinterrogatorioalpilotodelavión.

—Buenastardes,comandante.—Unhombretrajeado,acompañadoporotroconeluniformede laBenemérita, sedirigióaPadrónofreciéndolesumanoamododesaludo—.MinombreesLopeCarneros,soyagregadoalMinistrodelInterior;ésteeseltenienteSanchoArias,delcuarteldelaGuardiaCivildeRíosVerdes.

—Encantado.ÁngelPadrón.—Sabemosquiénesusted,señorPadrón.—Carnerosllevabalavozcantante—.

Eselhéroequeacabadesalvarlavidadecientocincuentapersonas.Padrónpensóenreplicaraltipodelministeriodiciendoque“solohabíacumplido

consuobligación”,perosuegosiemprehabíasidomásfuertequesusentidodeladiplomacia.

—¿Puedecontarnosquehaocurridoallíarriba?—tomólapalabraArias.—Hemos sufrido un intento de secuestro del vuelo.—Padrón no parecía tener

muchasganasdehablardelsuceso,estabamáscentradoenlahumeantetazadecaféquesosteníaensusmanos,queconsumíaasorboscortosyseguidos.

—Necesitaríamosquefueraunpocomásgenerosoenlosdetallesdelanarracióndeloshechos—reclamóelhombredelministerio—.Dosagenteshanperdidolaviday un delincuente internacional en proceso de extradición ha sido asesinado de undisparoenlacabeza…,necesitamosexplicacionesparaeso.

—Talvez laseñoritaOlga—elcomandanteseñalóaunamuchachaque llorabaenunrincóndelcuarto—lepuedaaclararalgunodeesospuntos.

CarnerosyAriassemiraronconincredulidad.—¿Quéquieredecir?—preguntóArias.—Unode sus chicos—PadrónhablódirigiéndoseaLopeCarneros—,antesde

aterrizar,mecomentóqueellateníainformaciónsobreelintentodesecuestro.Estavezlamiradaentrelosdosinterrogadoresfuedeasombro.—Mischicos…—balbuceóCarneros.—Claro.Losdel serviciosecreto.Ellos fueron losquenosayudaronaevitarel

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secuestro. Nos abordaron antes de subir al avión y nos avisaron de que teníansospechasdequeestopodíapasar.Por supuesto,nosotros les facilitamosel accesoparaparticiparenelviajeyseguimossusinstruccionesenloqueserefierealcontrolde lasarmasde losdosescoltasenelvuelo.Graciasaeso lossecuestradoresnosehicieronconlaspistolas.

—¿Leimportaríadarnosunadescripcióndetalladadeestaspersonas?—preguntóArias.

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Capítulo30Ladespedida

TravyAdriánnohabíanencontradomuchosproblemasparaescabullirseyescaparentretodoelcaosquesehabíaformadoenlapistadeaterrizaje.

Por fin alcanzaron el coche que habían dejado en las inmediaciones delaeródromo.Allíestabanlosdosfrenteafrente,porúltimavez.

—Lapróximavezquenosencontremostendréquedetenerte—leadvirtióAdriánaltiempoquetocabasucuelloenbuscadesangrefluyendo—.Noesnadapersonal,esmitrabajo.

—Yatedijequenohabrápróximavez—aseguróTrav.—¿Porqué?¿Yacreessaldadatudeuda?—Noeseso.Esqueestoy…enfermo.—¿Enfermo?Puesparecesenplenaforma—afirmóAdrián.—El primermodelo demáquina temporal irradiaba demasiada energía que era

absorbidaporelorganismodelviajero—leinformóelviajerodeltiempo—.Algoasícomoloquesucedeconloscamposdealtatensión,peroalobestia.

—Noestádemostradoqueloscablesdealtatensióninfluyaneneldesarrollodetumorescancerígenos,siesaloqueterefieres.

—Puesenestecasolasradiacionessíquehacenqueelsistemainmunológicodelviajero se destruya casi por completo. Así que cualquier enfermedad quecontraigamos se puede convertir en mortal para nosotros. Afortunadamente, losnuevosmodelos implementados por los científicos de tu tiempo tienen resuelto elproblema,peroyaesdemasiadotardeparamí.

—¿Cuántotiempollevabashaciendoesto?—preguntóelagente.—Nomucho.Unoscincoañosdemivida,desdequeempecéasaltardeañoen

año; un total de diez si contamos entrenamiento y pruebas iniciales durante lafabricacióndelosequipos.

—Asíqueahoratienesmiedadmásomenos.—Sí, pero el «traveller» también sufre una ligera aceleración en sus ritmos

vitales.Estonosayudaamantenernosenforma,psíquicayfísicamente,perotambiénnosenvejeceunosmesesmásporañoquealrestodelagente.

—Sitúabandonas…—Adriánsemostrabaapenado—,¿quiéncontinuarácontutrabajo?

—Esperoquetú.—¿Yo?—Éseeraelfindetodoesto,Adrián:tureclutamientopara«Elhilodelpéndulo».—Peroyonoserécapazdehacerloquetúhaces—aseguróelguardiacivil.—Entrenamiento,elentrenamientoeslabasedetodo.—Nomerefieroaeso.Merefieroamatarasangrefríaagentequenosabepor

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quévaamorir.—¿Aún no lo has entendido?—Trav soltó un suspiro que a Adrián le sonó a

desesperación—.Vanmorirporqueesnecesarioparaconseguirunbienmayor.—Pero…¿Porquéhadeserunavidamenosvaliosaquelasdemás?—Porqueunosiempreesmenosquedos.AdriánnopodíacreerqueTravutilizaraunrazonamientotansencillo.Unavida

era siempre una vida: detrás de ella había una infancia, una familia, amigos, unasilusiones,laspenasyalegríasvividas,loquequedabaporvenir…Nopodíaasumirunpensamientotansimplista.

—Esoesmuchoresumir…—Esquetienesqueresumirlosinotequieresvolverloco.¿Creesqueyonome

hedejadoagentequemeimportaporelcamino,quenohe tenidoqueprovocar lamuertedeunserquerido?Talvezalquemáshequeridoenmivida…Peroeraunoacambio de cientos y si, según tú, todas las vidas tienen su valor, una es sólo unacomparada conmás de una. ¿Qué hubieses hecho ahí arriba por salvar a toda esagente?¿HabríasapretadotúelgatilloenlacaradelLorenzoGálvezsilaocasiónlohubiese requerido? Y ¿qué me dices de Hugo, el «perro-flauta»? En la cárcel tesaltastelasnormascontaldeconseguirlainformaciónquenecesitabas.Yotedarélarespuesta:sí,sindudarlo.Eresigualqueyo,Adrián,poresoereselelegido.Deshaztedelahipocresíaenlaquetehaenvueltoelsistemayavanza.Hazloquetienesquehacer…

—Peroesoesserjuez,juradoyverdugo.—Simplementeescumplircontudeber.—¿Cómosabesloquepasóenlacárcel?—preguntóconfusoAdrián.—Unaempresacomolade«Elhilodelpéndulo»no se realiza sinel apoyode

ciertagentedelasaltasesferas.—¿ElGobiernoestáaltantode…?Adriánnopudoterminarlafrasealsonarleelteléfonomóviljustoeneseinstante.

ElagentedelaBeneméritarespondióalallamadaysusojos,perdidosenelvacío,setornaron vidriosos. Trav notó que algo trágico había sucedido y por un momentosintió la misma pena que inundaba el corazón de su nuevo amigo. El joven seintrodujoelcelularenelbolsilloysequedócabizbajo.Unalágrimasedesprendiódesurostromojandoelsueloasuspies.

—Mi abuela… ha fallecido. Mi abuelo Jorge me dejó un mensaje para llegarhastatiatravésdeella.Cuandofuiavisitarla,ellayasabíaquesufinalseacercaba.

Trav le puso la mano en el hombro tratando de demostrarle que compartía susentimientodepenaydesolación.

—Unagranmujer,tuabuela—afirmóTrav.—¿Laconociste?—Losuficienteparallorarsumuerte.—¿Porquénomelodijoellaentonces?

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—Porqueellanolosabía.IgnorabaqueyoeraTrav.Dichasestaspalabras,Travsemontóenelcoche,lopusoenmarchaysedispuso

a alejarse de allí para siempre. Tenía la intención de volver a la época a la quepertenecíaparacerrar el túnel temporalque leuníaadosmilquince.Tratarde serfelizduranteelpocotiempoquelerestabaerasuprincipalobjetivo,juntoconeldellevarunavidanormal,sumidaenlamonotonía,yconausenciaderiesgos,aventurasyquehaceresextraordinarios.

—Espera.—Adrián se arrojó delante del coche y puso sus manos en el capótratandodepararlo.Lasruedaschirriaroncontraelasfaltodebidoalfrenazo—.Sólounacosamás.

—¿Qué?—¿Porquénopu…?—Adriánnoacabó lapreguntaal fijarseenel reloj en la

muñecadeTrav.No se había percatado en todo ese tiempo, desdequehuyerandeAmnisora, en que esa esfera estaba dañada justo en el mismo sitio en que seestropeara la del reloj que le había dejado su abuelo en la caja del banco.Adrián,hipnotizado y aturdido, se apartó de la trayectoria del automóvil permitiéndolemarchar.

—Laparadojadelabuelo,Adrián.—¿Cómo?—Ibas a preguntarme que por qué no pudiste matarme y la respuesta es «la

paradojadelabuelo»—legritómientrassealejaba.ElteléfonodeAdriánvolvióavibrar.Mirólapantallaparaverreflejadoenellael

nombreyapellidodesusuperiorenRíosVerdes:SanchoArias.—Mierda…

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Capítulo31Laparadojadelabuelo

AdriánestabaesperandoaCarlaenelcafé,sentadoenellugarfavoritodeella,juntoalamáquinadediscos.Ansiabaverladenuevo.Habíanpasadounosmesesdesdesuúltimodíajuntosy,aunquehabíanhabladoporteléfonoenmúltiplesocasiones,nadase podría asemejar al hechodevolver a contemplar su esplendor. Podría de nuevodisfrutar del aroma de su piel, estrecharla entre sus brazos y besarla, besarla conpasión.

Diounsorboasucaféyallevantarlamiradaallíestabaella,enpiefrenteaél.Selevantóconmiedoaquefueraunfantasmadesu imaginaciónypudieraespantarlocon un movimiento brusco. Se acercó lentamente y sintió la energía que ellaemanaba;noeraningúnproductodesuimaginación,Carlaestabaallíylateníaentresus brazos. Por fin pudo besar sus labios con la pasión con la que Dios creó alhombre.

Pocodespués,yasentados,hablaronsinsoltarselasmanosniunsegundo.AdriánlehabíacontadotodalaaventuravividaenlapersecucióndeTrav.

—Entonces,¿cuálerasuverdaderonombre?—lepreguntóCarla.—Nuncame lo dijo, pero creo que puedo decir que lo conozco. Trav era una

abreviatura:«Traveller»o«TimeTraveller»,viajerodeltiempoennuestralengua.—¿Encontrastelasoluciónalaparadojadelabuelo?—Porsupuesto.Loscientíficosquehanestudiadolaposibilidaddelosviajesen

el tiempo han dado en llamar a un efecto cíclico o bucle temporal que se podríaproducir,«laparadojadelabuelo». Imaginaqueun individuoviaja al pasadoy seencuentraconelpadredesupadreomadre,oseasuabuelo,ylequitalavidaantesdeque suprogenitornazca.Almatarle impediríaque el padreomadredel viajeroviera la luz y por tanto su propia venida almundo. Si evita que élmismo exista,entoncesnopodríaviajaralpasadoamatarasuabuelo.Conloqueserestableceríanlas condiciones iniciales que permitirían al viajero volver al pasado y asíindefinidamente.Entonceshayunateoríaquedicequeeltiempomismo,parasortearestaparadoja,evitaríaqueelviajeropudieramatarasuabuelo.Enelmomentoqueestofueraasuceder,algúntipodehechoimpediríaqueelviajeroacabaraconlavidadesuantepasado.

—Esoquieredecir…—Que Trav era en realidad, Jorge la Fuente…Mi abuelo. Por eso mi abuelo

nunca hablaba del trabajo que tuvo antes de conocer a mi abuela, por eso estabaenfermoymuriójoven,deahílasmarcasgemelasenelrelojdeTravyenelquemedejómiabuelo—Adriánsacóelrelojdelinteriordesuchaquetayselopusoenlamuñeca—.Yloqueesmástriste…

—Tuvoquesacrificarasupropiohijoparallegarhastati.Paraquetúingresaras

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en«Elhilodelpéndulo»—confirmóCarla.—Efectivamente, ése es uno de los motivos por los que la pena ahogaba su

corazón.—Elpobretuvoquevermorirasuhijoydespuésenterarsedequehabíafallecido

sumujermientrassedespedíadeti…—Loencajó todo con entereza, la culpa que llevaba por lo ocurrido durante la

guerra le hacía ver cada uno de estos sucesos como su purgatorio personal —sentencióAdrián.

—Elkarma—apuntillóCarla.—Eldichosokarma.Quenoesunefectoenergéticoniespiritual,eselproducto

delosremordimientosquevivenennuestraconciencia.—Almenospudocumplircontudeseodelainfancia.—¿Mideseo?—AdriánnosabíaaquésereferíaCarla.—Pudisteconoceratuabuelo…Aunqueseleolvidólabolsadechuches.LamiradadeAdriánseiluminó.Eracierto,nolohabíavistoasí.Aunquedeuna

maneraunpocoextraña, al finalhabíapodidopasar tiempocon suabuelo, aquelloquetantoenvidiabadelosotrosniños.

—¿Vas a aceptar el trabajo? —preguntó ella con el disgusto que le producíapensarquedenuevotuvieraquesepararsedeél.

—Aúnnolosé…

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Epílogo

UntremendodolordecabezasacóaÁlvarodelsueñoforzadoenelquehabíapasadola última hora. Se sentía desorientado, aturdido, no podía recordar qué estabahaciendojustoantesdecaereneseletargotanincómodo.Lecostóenfocarlamiradaenelfondodecoloruniformequeencontróantesusojos.Finalmentesediocuentadequeestabaenelsueloyloquemirabaeralapared,situadaatansólodiezcentímetrosde su cara. Al tratar de incorporarse fue cuando se percató de que se encontrabainmovilizado.Sintiólasmanosamarradastrassuespaldaylospies,encintadosconalgúntipodeelementoadhesivoreforzado.Lecostabapermanecerconscienteysusojosinsistíanencerrarse.

Instantes después lo que le despertó fue el ruido de una puerta al cerrarse. Sumente parecía ligeramente más lúcida. Recordaba haber estado en la torre devigilanciahaciendounbarridovisualdelmonte,sutrabajoprincipalenlasépocasdemáscalorenelpinar.Sabíade lavital importanciadedetectarcualquier indiciodefuego en esos lares, no podía ignorar que se encontraba en la reserva naturalmásimportantedelacomarcadelosVallesy,porextensión,delaPenínsula.

Cuandoestabaenlapartemásaltadela torredevigilanciahabíaescuchadounruidoenel interiordelacabaña.Noeraextrañoquealgúnjabalíseadentraraenelespacio destinado a los humanos en busca de restos de comida. Álvaro no queríahacerledañoaningúnanimal,peroenfrentarseaunjabalíhambrientodedoscientoscincuentakilosnoeraunaexperienciaquequisieravivir,asíquecogiósucarabinadestroyerconmiratelescópica,hacíatiempoqueteníaganasdequelecambiaranesearma,ybajólaescaleraconprudenciayapuntandoconellahaciaelsuelo,paraevitarcorrerelriesgodedispararaalgooaalguienaporerror.Todoparecíaenorden,dioun par de vueltas por todo el recinto, inspeccionado la habitación de descanso, elservicio e incluso la cocina. No encontró nada. Ya empezaba a pensar que suimaginación le había gastado unamala pasada cuando sintió un ruido sordo y undolor inenarrable en la parte posterior de su cráneo que hizo que todo se volvieranegroalrededorsuyo.

Contodalaprudenciayelsigilodelosquefuecapaz,sevolvióparacambiarsuángulo de visión y tratar de averiguar qué estaba pasando. Se encontraba en laestanciaprincipaldelreténdeseguridaddelosguardiasforestalesdelValleBlanco.Élestabajustoalpiedelaescaleraverticalquedabaaccesoalatorredeobservación.El resto de la estancia la completaban la puerta que daba acceso al pinar, un sofá,estratégicamente colocado frente a una televisión que amenizaba las guardias deinvierno,unaccesoaunpasillodedistribuciónhaciaelrestodeestancias,unarmario—quehacíalasvecesdearmeroytambiénderoperoenelquecolgabanlosabrigosen las temporadasmás frías—yunescritorioconmúltiples trastos, entreellosunaradio que les servía de enlace allí arriba, ya que los móviles no solían teníancobertura,eraunazonareservadaynoestabapermitidalainstalacióndeantenasde

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telefonía.Nologróveranadiepróximoasuposición;quienquisieraquelehubiesedejado

en esa situación ya no estaba allí así que, sin prudencia alguna, empezó a lucharcontralasligadurasqueleinmovilizabanenposiciónfetal.Eldolordesusmuñecasse tornó insoportable, el constante roce de lo que parecía varias vueltas de cintaamericana, le estaba empezando a rasgar la piel. Haciendo un último esfuerzo, noexentodesacrificio,consiguiósacarunadelasmanosdejándosepartedeladermisde una de las muñecas contra el plástico opresor. Se tomó unos segundos parareprimireldolorantesdeincorporarseparadespegarlacintaamericanaquetambiénenvolvía sus tobillos. Se abalanzó sobre la emisora para descubrir que había sidoinutilizada.Quienquieraquelohubiesehechonosehabíaandadoconmiramientos:la tapa posterior estaba desprendida y un amasijo de cables y componenteselectrónicosyacíansobre lamesa.Seasomóalpiede laescaleravertical,novioanadie,empezóaascenderycuándoibaporeltercerpeldañoseacordódelgolpequehabía recibido en la cabeza recientemente.Si se encontraba con algúnproblema alfinal de la escalera no podría defenderse con garantías desde la escala de acceso.Descendiópara buscar su armademano en el armario, unaStar nuevemilímetrosparabellum. Ésta colgaba de su funda enganchada a una percha en la puerta delmueble.Extrajolapistolaycomprobóqueelcargadorestuvierarepletodemunición.Seguardóotrocargadorenelbolsillodeatrásycerróelarmario.Antesdegirarsenotóelfríocontactodeunobjetometálicoensunuca.

—Sitemueves,impregnoestearmarioconlostrozosdetucráneo.Álvaro se dio cuenta de su error, no había inspeccionado el resto de la

construcción de madera. Probablemente, el individuo que ahora le apuntabaamenazanteestabaenunadelasotrashabitacionescuando,estúpidamente,élhabíadadoporhechoqueseencontraríaalfinaldelaescalera.

—Cogeelarmaporelcañón,conlamanoizquierda,ydámelaporencimadetuhombro.

Álvaropensóenhaceruna locura. Ignoraba losplanesquealbergabaaquel tipoparaél,niloquepretendíaconseguirconsusacciones,peroalgomalodebíadeserparallegaraaquelloslímites.Porunmomentocreyóquelaúnicasalidaerajugarseeltodoporeltodo.

—Yode tino loharía—ledijoel individuo—.Nomerece lapenaarriesgar tuvida.Sinomedasmásproblemas,tedoymipalabradequenoteharédaño.

Álvaroleentregóelarmaenlaformaquelehabíasugerido,dándoseporvencido.—Sube.Alprincipiosemostróconfuso,noentendíaloqueelhombreleestabapidiendo.—Porlaescalera.Novoyavolveraperdertedevista.Elguardaforestalcomenzóasubirlaescalera.Sucaptorleseguíaaunadistancia

prudente,sindejardeapuntarleenningúnmomento.LosnuevemetrosdesubidaselehicierontanduroscomoaDantesudescensoalosinfiernos.Alfinaldelascenso

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encontró una sorpresa desagradable: en uno de los laterales del mirador había untrípodeconunrifledemiratelescópicaacopladoaél.

—No te pongas en pie al llegar arriba—oyó que le decía desde el hueco—,quédatederodillasconlasmanosenlanucaysinmoverte.

Unavezestuvieron losdosarriba,el raptorcacheóaÁlvaroparaasegurarsedequeno llevabanadaescondidoque lepudieracausarmásproblemas.Leesposó lasmuñecasalaespaldayéstaslassujetótambiénalapartealtadelaescalera.

*****

Adrián,unavezseaseguródequeelrehénnoledaríamásquebraderosdecabeza,sedirigióhastael fusilquehabíapreparadopara llevaracabosumisión.ConsultóelTitus heredado de Jorge y vio que aún tenía algo de tiempo antes de acabar.Tranquilamente,consultólosnivelesinstaladosenelfusil,comprobóconunabrújuladigitalquelaorientacióneralacorrectayajustóungradolaposiciónhorizontaldesuarma.Midió lavelocidadydireccióndelviento: ligero,dedieciséiskilómetrosporhora sur-suroeste, levemente superior al que soplaría cincominutos doce segundosdespués,enelmomentodeldisparo,ymanifiestamenteinferioralquehorasdespuéspodríahaberdesatadouninfiernoenelvalle.

Lopeordetodaaquellaaventurafueelcaminoderemordimientosylasnochesdeintensosentimientodefracasoquesufriómientrasperseguíaa“Trav”.Ahoratodohabíacambiado,poresonoqueríaqueaqueltiposequedaraconelmismoamargordentrodesíconelquehabíavividoél.Sacóunrecortedeperiódicoquellevabaenelbolsillo,—ese truco se lo enseñó Jorgepara noolvidar por qué estaba allí—,y loleyópara símismo:“Veinticincomuertosentrevoluntariosybomberos, y treintaynuevemilhectáreasdebosqueymontecalcinadasenelincendiodelValleBlanco.”

—Escuchaporquenovoyaexplicártelodenuevo,nitansiquieratevoyadarunaargumentaciónquepuedascomprender—Álvarolemirabaconasombroytemor—.En menos de tres minutos voy a disparar esa arma y una persona va a morir…Créeme, esmejor quepase.No temortifiques pensando en si podrías haber hechoalgo;nopodías.Notedesvelespensandoquemevanadetenercontuayuda;noloharán.Dedicaelrestodetuvidaaseguirhaciendotutrabajoyaserfeliz.

Adriánseacercóasupuestodevigíayvolvióacomprobar losparámetrosqueibanainfluirensudisparo.Miróporelvisor,yviopararuntodoterreno.Unhombrebajódelvehículo,dirigiéndoseasupartetrasera,lugardondeguardabadosgarrafasdegasolina.Volvióaconsultarsureloj.Llevólacuenta:

—Tres,dos,uno…Apretóelgatillo sindudarlounsegundo.Acercósuojoa lamira telescópicay

unamuecadesatisfacciónsedibujóensuslabios…

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Ocaña,Agostode2013—SanFrancisco(USA),Febrerode2014.

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