Suplemento Cultural Contenido 14-07-12

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Maracay, Sábado 14 de julio de 2012 -ALBERTO HERNÁNDEZ- Crónicas del Olvido Doce voces en El Ojo Errante 1.- D oce son las voces que tran sitan por las páginas de El ojo errante, el nombre es- cogido desde la cercanía con Umberto Saba para inventar un libro donde cabe una docena de poetas, habitantes de un taller que Edda Armas ha sabido conce- bir con el vagabundeo de las pala- bras, los lugares y las imágenes del mundo. Doce, entonces, hacen de esta aventura el sitio que la editorial El pez soluble convirtió en libro para gusto de quienes son cómplices, inocentes o culpables, de la poesía. Podemos decirlo con Manuel Casado "…el pensamien- to -como también el mundo- es in- separable de la red de los lengua- jes y la poesía consiste en crítica que el lenguaje se hace a sí mis- mo, disidencia de lo codificado, puerta para la posibilidad de cam- bio". La puerta, como el pensa- miento, está abierta. 2.- LOS AUSENTES Rubén Ackerman es un poeta que ora. Ackerman es de esta tra- dición. Ser judío es ser una ora- ción interminable, errante. Lee- mos a un hombre que habla con los que no están, como él mismo ha declarado. Habla con Dios y los ausentes. Ora desde el silencio. La belleza de sus textos conmueve por la sinceridad familiar con que los escribe. Una voz que canta desde el dolor, desde la invisibilidad de quienes un día fueran parte de la casa. La sangre que ya no está. La poesía, códice de una cultura en la que Dios es una metáfora "Un tío muerto cava una enorme tumba en las nubes por/ si el des- tino es aciago y nos dice/ Vamos a dormir hasta que termine la guerra". Porque Dios se muestra de distintas maneras "el Dios que partió para siempre con tu muer- te". Un poeta encajado en la car- ne del silencio. La ausencia es una voz que no se borra. PEREGRINA La palabra ambula en el tiem- po. Es "el río en que me voy hacien- do y deshaciendo". Así lo dice Hil- degart Acosta, poeta que "está" en la poesía como ella misma confie- sa. Y como vive en poesía hace del tiempo tránsito hacia un horizon- te donde se siente la vida y la muer- te. Como la pérdida, el vacío mien- tras sucede la noche. Poeta noctur- nal tiene en la sombra, en la nie- bla, el "grano de sol" que se extin- gue. Con el paso del tiempo descu- bre un rostro en una pregunta "¿Dónde estará la noche, / el fuego de la hoguera…?". En la brevedad también se encuentra y se desva- nece "Ayer caminaba contra el tiem- po/Hoy camino con el tiempo". Fi- nalmente, el milagro, la poesía, el peregrinar. MATERIA VOLUBLE Para DMargot Baptista todo es escritura. Por eso le asiste la razón de la poesía, la que es forma desde la psiquis y la mano que traza las palabras. El cuerpo, la savia de su adentro, se asimila voz y ligamen- to: alma y carne, espíritu y mús- culo. Por eso, "en la superficie/ el verbo se aniquila/ queda sin tra- yecto". Es decir, la escritura vie- ne desde una distancia ausente, invisible "Palabra poblada de si- lencio". Materia voluble nos dice que quien habla es "cuerpo ma- leable dispuesto a/ Respirarte/ Envolverte/ Bailarte/ Humede- certe". Mujer/ deseo. CANASTA DE POMAS Poeta sembradora, deja correr estos versos "mis manos cavaron surcos/ guardé semillas/ un rocío de lágrimas las regó (…)". La espe- ranza, digamos, en un pedazo de tierra imaginada, en la fortaleza de la hija, el nuevo ser, quien tam- bién cuida la vida pese a la sed que sufre el mundo. La poeta mira desde la mirada que la contiene, sentada en la ingrimitud de una estación existencial. Desde allí ob- serva mientras "navega mi alma solitaria". O vuela hacia quien desata sus alas. Son poemas/ nu- dos que, finalmente, se hacen pensamientos libres, revelados en sus propios miedos. Después, la se- renidad, la "húmeda oscuridad". MÁS ALLÁ DE LA PALABRA LA POESÍA ES "Blanco sobre blanco/ mórbida textura que incita/ la palabra…", en efecto, la voz al ritmo del tiem- po, "la vida", así lo escribe Ligia Col- menares quien insiste en el blan- co, en la "menguante luna", donde el blanco es la luz donde se escribe el texto, el trazo acostado e invisi- ble, el verso, como el aire, el aliento que se somete al vuelo, al pájaro, que es gota de vino, lágrima y caí- da. Y digo, insisto porque Colme- nares no deja de nombrar y cons- truir el lugar donde esa palabra suena, existe, es: la casa, "primi- genio lugar de los ancestros (…) Casa del Oráculo (…) Casa de la memoria (…) Casa de la poeta". La poesía de Colmenares destaca la presencia de la "tribu", la familia en el padre, de Dios, de la sed, don- de abreva el "Ojo de camello" y su "oblicua mirada". La poesía -enton- ces- es un viaje por el desierto. ESTAMOS AQUÍ PARA SOSTENER EL ESPEJO Leonardo González Alcalá tie- ne en la poesía un cuenco de du- das. En ella vierte sus "verbos hostiles para nombrar lo pasa- do/ como si fueses una nove- dad…". Este espejo que es su es- critura lo refleja y lo calca en la ausencia vertida en los objetos y la puerta por donde una mu- jer habría de pasar. El espejo, el motivo de estos tex- tos, colgado en algún lugar de la palabra. Sostenido por un poema. De allí que avise "para saber que el poema que nace del vacío/ es el que va más lleno de nosotros". Y así, plural, el texto como perso- naje, como alguien que duda fren- te a su imagen. NOCTURNIDADES Harold Bloom escribió un día que "la lectura es una praxis per- sonal, más que una empresa edu- cativa". Aquí sentimos, desde esta lectura de los textos de Ruth Hernández Boscán, que "en todo encuentro se paga un sacrificio" y la praxis personal podría ser un sacrificio en la medida en que vayamos asumiéndola como un placer. Se disfruta trabajando. De modo que leemos en soledad para que luego la escuela sea más fructífera. Pero la lectura/escri- tura nos lleva al sueño, a la in- fancia, al vacío. Un fantasma invade el poema, ese que viene por quien inventa los sonidos, la "tormenta (que) va por dentro" y se hace "destino" personal. To- dos los sueños conducen al des- pertar. He allí la poesía, luego el poema nocturno, oscuro, vivo. CUERPOS PARALELOS Poemas carnales unidos al deseo. Esta aventura de Ayma- ra Lorenzo la hace ver en una penumbra en la que el cómplice es un olor corporal. Y así, la muerte en otras líneas que se hacen segundo día. Un calenda- rio de instantes, de ecos perdi- dos, el misterio de un cuerpo que es otro al día siguiente, como Otro se es en el poema. El día quinto es el abandono y el dolor. La aridez de una piel. La hora infértil. Finalmente, la soledad, la invocación. Un "cuerpo áspe- ro", relegado. Dos poemas se sal- tan el tema, como una estación para olvidar. Luego, la pérdida para decir "Te rozo en el aire// no te alcanzo/ mis ojos sienten tu frío/ en la hoja en blanco". Vendrá otro poema sobre esa hoja, como otro cuerpo. DEGUSTACIÓN Degustar es saborear, gustar un sabor. En el caso de Georgina Ramírez estamos frente a una voz que ilusiona, que degusta búsqueda y pérdida, porque se vale de una mirada absoluta que más tarde hace que descubra "que sólo la nada/ me pertene- ce". Luego de estar, "de tanto te- nerte", la lengua que aquí habla se aleja hasta la pérdida. El amor, ese absoluto riesgoso, pesa y pasa por estos versos donde dolor y miedo son sometidos al escrutinio de la sinceridad: "Quiero esconderme/ en los rin- cones/ de tu vientre", dice en un deslizamiento. Y aquí "Tu cuer- po/ esférico/ lunar/ se irriga en mis entrañas". El cuerpo asumi- do como salvación o como despo- jamiento. Ausencia sensible, vacío, olvido, desesperanza. Así respira esta voz. CON VIVALDI ¿Cuántas estaciones pasan por Marcia Reverón para titu- lar sus versos con Vivaldi? Que no son cuatro las estaciones, sí la fuerza con que amanece y se toma un café mientras el com- positor italiano se riega por la casa. Y así los poemas, húmedos de Vivaldi, recién despiertos con la música "me lanzo al sueño des- nuda/ como una bailarina sin velos/ en las profundidades del agua/ inicio la apertura/ mi vientre suena a fragua/ engen- dra adagios fugas/ guarda dul- ces concavidades…". Un viaje en sueños, la memoria y un cami- no, el valle donde nace el amor o la llegada de un ángel contem- plativo. Todo o nada la música activa estas imágenes. Vivaldi en un "círculo de fuego", en las manos de Marcia Reverón, mien- tras "una copa de Malbec/ fren- te a la luna/ despeja la noche/ y mis pies/ se convierten en luga- res". Allá, afuera de la cocina, danza el Monje Rojo, Vivaldi en el poema. ALAS Anabela San Vicente da "vueltas y vueltas" sobre las pa- labras, pero logra estacionarse y escribir el poema. Su poesía alude muchas cosas, no se detie- ne, es totalmente libre. No obs- tante, se exilia en dos islas y allí cavila, hasta decir frente a las mareas: "-Me parió la madre, me parió la mar-/ la misma tierra traga cenizas". Y sigue, sin pa- rar, a pleno vuelo, sobre las cres- tas oceánicas: "No sólo en el aire se vuela/ también un destino se persigue/ en el tiempo/ cuando anhelas un puerto/ se persona- liza la eternidad". El tiempo, un lugar para llegar o advertir el extravío: "Naufragar, cuidar esa nostálgica distancia/ Has- ta siempre…". Dos estados del alma vertidos en versos hasta arribar a La consagración de la primavera, de Stravinsky y cerrar el telón. FLOR Y PIEDRA SEDUCENTE Clausura el libro Héctor Vera, quien ha declarado un poco an- tes que se busca en el yo del otro, en el que no se reconoce. Y así, "La duda severa", vertebrada en estas líneas "la espada que decía engullir, / lo que creíamos/ sin un dejo de duda". Declara en un denso texto en prosa "La palabra, el umbral de la nada, por eso el escribiente". Vera es un poeta que se maneja bien en verso y en pro- sa. Se recoge en los juegos coti- dianos y logra tomarse un hela- do con mucha seriedad. "Porque nos sabemos inferiores, requeri- mos de los dioses, sus odios, sus helados". E insiste en el "círculo de las dudas" hasta incendiarse y mirar el entorno con su "ojo errante", el mismo que Saba en- tregó a doce dialogantes en estas bellas páginas.

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Maracay, Sábado 14de julio de 2012

-ALBERTO HERNÁNDEZ-

Crónicas del OlvidoDoce voces en El Ojo Errante

1.-

Doce son las voces que tran sitan por las páginas de Elojo errante, el nombre es-

cogido desde la cercanía conUmberto Saba para inventar unlibro donde cabe una docena depoetas, habitantes de un tallerque Edda Armas ha sabido conce-bir con el vagabundeo de las pala-bras, los lugares y las imágenesdel mundo. Doce, entonces, hacende esta aventura el sitio que laeditorial El pez soluble convirtióen libro para gusto de quienes soncómplices, inocentes o culpables,de la poesía. Podemos decirlo conManuel Casado "…el pensamien-to -como también el mundo- es in-separable de la red de los lengua-jes y la poesía consiste en críticaque el lenguaje se hace a sí mis-mo, disidencia de lo codificado,puerta para la posibilidad de cam-bio". La puerta, como el pensa-miento, está abierta.

2.-LOS AUSENTESRubén Ackerman es un poeta

que ora. Ackerman es de esta tra-dición. Ser judío es ser una ora-ción interminable, errante. Lee-mos a un hombre que habla conlos que no están, como él mismoha declarado. Habla con Dios y losausentes. Ora desde el silencio. Labelleza de sus textos conmueve porla sinceridad familiar con que losescribe. Una voz que canta desdeel dolor, desde la invisibilidad dequienes un día fueran parte de lacasa. La sangre que ya no está. Lapoesía, códice de una cultura enla que Dios es una metáfora "Untío muerto cava una enormetumba en las nubes por/ si el des-tino es aciago y nos dice/ Vamosa dormir hasta que termine laguerra". Porque Dios se muestrade distintas maneras "el Dios quepartió para siempre con tu muer-te". Un poeta encajado en la car-ne del silencio. La ausencia esuna voz que no se borra.

PEREGRINALa palabra ambula en el tiem-

po. Es "el río en que me voy hacien-do y deshaciendo". Así lo dice Hil-degart Acosta, poeta que "está" enla poesía como ella misma confie-sa. Y como vive en poesía hace deltiempo tránsito hacia un horizon-te donde se siente la vida y la muer-

te. Como la pérdida, el vacío mien-tras sucede la noche. Poeta noctur-nal tiene en la sombra, en la nie-bla, el "grano de sol" que se extin-gue. Con el paso del tiempo descu-bre un rostro en una pregunta"¿Dónde estará la noche, / el fuegode la hoguera…?". En la brevedadtambién se encuentra y se desva-nece "Ayer caminaba contra el tiem-po/Hoy camino con el tiempo". Fi-nalmente, el milagro, la poesía, elperegrinar.

MATERIA VOLUBLEPara DMargot Baptista todo es

escritura. Por eso le asiste la razónde la poesía, la que es forma desdela psiquis y la mano que traza laspalabras. El cuerpo, la savia de suadentro, se asimila voz y ligamen-to: alma y carne, espíritu y mús-culo. Por eso, "en la superficie/ elverbo se aniquila/ queda sin tra-yecto". Es decir, la escritura vie-ne desde una distancia ausente,invisible "Palabra poblada de si-lencio". Materia voluble nos diceque quien habla es "cuerpo ma-leable dispuesto a/ Respirarte/Envolverte/ Bailarte/ Humede-certe". Mujer/ deseo.

CANASTA DE POMASPoeta sembradora, deja correr

estos versos "mis manos cavaronsurcos/ guardé semillas/ un rocíode lágrimas las regó (…)". La espe-ranza, digamos, en un pedazo detierra imaginada, en la fortalezade la hija, el nuevo ser, quien tam-bién cuida la vida pese a la sed quesufre el mundo. La poeta miradesde la mirada que la contiene,sentada en la ingrimitud de unaestación existencial. Desde allí ob-serva mientras "navega mi almasolitaria". O vuela hacia quiendesata sus alas. Son poemas/ nu-dos que, finalmente, se hacenpensamientos libres, revelados ensus propios miedos. Después, la se-renidad, la "húmeda oscuridad".

MÁS ALLÁ DE LA PALABRALA POESÍA ES

"Blanco sobre blanco/ mórbida

textura que incita/ la palabra…",en efecto, la voz al ritmo del tiem-po, "la vida", así lo escribe Ligia Col-menares quien insiste en el blan-co, en la "menguante luna", dondeel blanco es la luz donde se escribeel texto, el trazo acostado e invisi-ble, el verso, como el aire, el alientoque se somete al vuelo, al pájaro,que es gota de vino, lágrima y caí-da. Y digo, insisto porque Colme-nares no deja de nombrar y cons-truir el lugar donde esa palabrasuena, existe, es: la casa, "primi-genio lugar de los ancestros (…)Casa del Oráculo (…) Casa de lamemoria (…) Casa de la poeta". Lapoesía de Colmenares destaca lapresencia de la "tribu", la familiaen el padre, de Dios, de la sed, don-de abreva el "Ojo de camello" y su"oblicua mirada". La poesía -enton-ces- es un viaje por el desierto.

ESTAMOS AQUÍ PARA SOSTENEREL ESPEJO

Leonardo González Alcalá tie-ne en la poesía un cuenco de du-das. En ella vierte sus "verboshostiles para nombrar lo pasa-do/ como si fueses una nove-dad…". Este espejo que es su es-critura lo refleja y lo calca en laausencia vertida en los objetosy la puerta por donde una mu-jer habría de pasar.

El espejo, el motivo de estos tex-tos, colgado en algún lugar de lapalabra. Sostenido por un poema.De allí que avise "para saber queel poema que nace del vacío/ es elque va más lleno de nosotros". Yasí, plural, el texto como perso-naje, como alguien que duda fren-te a su imagen.

NOCTURNIDADESHarold Bloom escribió un día

que "la lectura es una praxis per-sonal, más que una empresa edu-cativa". Aquí sentimos, desdeesta lectura de los textos de RuthHernández Boscán, que "en todoencuentro se paga un sacrificio"y la praxis personal podría ser unsacrificio en la medida en quevayamos asumiéndola como unplacer. Se disfruta trabajando.De modo que leemos en soledadpara que luego la escuela sea másfructífera. Pero la lectura/escri-tura nos lleva al sueño, a la in-fancia, al vacío. Un fantasmainvade el poema, ese que vienepor quien inventa los sonidos, la"tormenta (que) va por dentro"y se hace "destino" personal. To-dos los sueños conducen al des-

pertar. He allí la poesía, luego elpoema nocturno, oscuro, vivo.

CUERPOS PARALELOSPoemas carnales unidos al

deseo. Esta aventura de Ayma-ra Lorenzo la hace ver en unapenumbra en la que el cómplicees un olor corporal. Y así, lamuerte en otras líneas que sehacen segundo día. Un calenda-rio de instantes, de ecos perdi-dos, el misterio de un cuerpo quees otro al día siguiente, comoOtro se es en el poema. El díaquinto es el abandono y el dolor.La aridez de una piel. La horainfértil. Finalmente, la soledad,la invocación. Un "cuerpo áspe-ro", relegado. Dos poemas se sal-tan el tema, como una estaciónpara olvidar. Luego, la pérdidapara decir "Te rozo en el aire//no te alcanzo/ mis ojos siententu frío/ en la hoja en blanco".Vendrá otro poema sobre esahoja, como otro cuerpo.

DEGUSTACIÓNDegustar es saborear, gustar

un sabor. En el caso de GeorginaRamírez estamos frente a unavoz que ilusiona, que degustabúsqueda y pérdida, porque sevale de una mirada absoluta quemás tarde hace que descubra"que sólo la nada/ me pertene-ce". Luego de estar, "de tanto te-nerte", la lengua que aquí hablase aleja hasta la pérdida. Elamor, ese absoluto riesgoso, pesay pasa por estos versos dondedolor y miedo son sometidos alescrutinio de la sinceridad:"Quiero esconderme/ en los rin-cones/ de tu vientre", dice en undeslizamiento. Y aquí "Tu cuer-po/ esférico/ lunar/ se irriga enmis entrañas". El cuerpo asumi-do como salvación o como despo-jamiento. Ausencia sensible,vacío, olvido, desesperanza. Asírespira esta voz.

CON VIVALDI¿Cuántas estaciones pasan

por Marcia Reverón para titu-lar sus versos con Vivaldi? Queno son cuatro las estaciones, síla fuerza con que amanece y setoma un café mientras el com-positor italiano se riega por lacasa. Y así los poemas, húmedosde Vivaldi, recién despiertos conla música "me lanzo al sueño des-nuda/ como una bailarina sinvelos/ en las profundidades delagua/ inicio la apertura/ mi

vientre suena a fragua/ engen-dra adagios fugas/ guarda dul-ces concavidades…". Un viaje ensueños, la memoria y un cami-no, el valle donde nace el amor ola llegada de un ángel contem-plativo. Todo o nada la músicaactiva estas imágenes. Vivaldien un "círculo de fuego", en lasmanos de Marcia Reverón, mien-tras "una copa de Malbec/ fren-te a la luna/ despeja la noche/ ymis pies/ se convierten en luga-res". Allá, afuera de la cocina,danza el Monje Rojo, Vivaldi enel poema.

ALASAnabela San Vicente da

"vueltas y vueltas" sobre las pa-labras, pero logra estacionarsey escribir el poema. Su poesíaalude muchas cosas, no se detie-ne, es totalmente libre. No obs-tante, se exilia en dos islas y allícavila, hasta decir frente a lasmareas: "-Me parió la madre, meparió la mar-/ la misma tierratraga cenizas". Y sigue, sin pa-rar, a pleno vuelo, sobre las cres-tas oceánicas: "No sólo en el airese vuela/ también un destino sepersigue/ en el tiempo/ cuandoanhelas un puerto/ se persona-liza la eternidad". El tiempo, unlugar para llegar o advertir elextravío: "Naufragar, cuidaresa nostálgica distancia/ Has-ta siempre…". Dos estados delalma vertidos en versos hastaarribar a La consagración de laprimavera, de Stravinsky ycerrar el telón.

FLOR Y PIEDRA SEDUCENTEClausura el libro Héctor Vera,

quien ha declarado un poco an-tes que se busca en el yo del otro,en el que no se reconoce. Y así,"La duda severa", vertebrada enestas líneas "la espada que decíaengullir, / lo que creíamos/ sinun dejo de duda". Declara en undenso texto en prosa "La palabra,el umbral de la nada, por eso elescribiente". Vera es un poeta quese maneja bien en verso y en pro-sa. Se recoge en los juegos coti-dianos y logra tomarse un hela-do con mucha seriedad. "Porquenos sabemos inferiores, requeri-mos de los dioses, sus odios, sushelados". E insiste en el "círculode las dudas" hasta incendiarsey mirar el entorno con su "ojoerrante", el mismo que Saba en-tregó a doce dialogantes en estasbellas páginas.

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Contenido Maracay, Sábado 14 de julio de 201210

Escuela de música “Juan Manuel Olivares”ANA MERCEDES ASUAJE DE

RUGELES

La Escuela Preparatoria de Música, hoy "Juan Manuel Olivares", fue

fundada por el Ministerio deEducación el 1 de octubre de1945, por idea del maestro JuanBautista Plaza, quien entoncesocupaba el cargo de Director deCultura y Bellas Artes.

Desde hacía tiempo al Maes-tro Plaza le preocupaba elatraso en que se encontrabala educación musical -a nivelinfantil- en nuestro país, y lanecesidad urgente de implan-tar modernos métodos de en-señanza que se aplicaran es-pecialmente a los niños. Paraaquella época sólo existía laEscuela Superior de Músicaque dirigía el maestro Vicen-te Emilio Sojo. Por eso, la ideadel maestro Plaza era crearuna escuela elemental dondese diera preferencia a la ins-cripción de niños, con el pro-pósito de ir sembrando enellos la semilla de conoci-miento y amor por la músicaa través de nuevos sistemasque ya habían dado excelen-tes resultados en distintospaíses de Europa y América.

Con el objeto de exponerlesestas ideas, el maestro Plaza in-vitó a su casa a los profesoresPrudencio Esaa, Ascanio Ne-gretti, Carlos Figueredo y a suhermano Eduardo Plaza, quie-nes compartieron con entu-siasmo la opinión de que un mo-vimiento renovador en esecampo debía iniciarse con lacreación de una escuela prepa-ratoria, cuya función podríaconcretarse en los siguientespuntos: 1) Suministrar los co-nocimientos básicos necesariospara tener derecho a ingresaren la Escuela Superior de Músi-ca, de acuerdo con el plan deestudios establecido al efecto,y 2) Preparar para el magiste-

rio de la Música en grado ele-mental a aquellos alumnos queoptaren por seguir dicha carre-ra, con el fin de capacitarlospara la enseñanza de la Músicaen las escuelas primarias.

El maestro Plaza, como ti-tular de la Dirección de Cultu-ra y bellas artes -de donde de-pendería el nuevo plantel-, ycon la autorización y decidi-do apyo del Ministro de Edu-cación, Dr. Rafael Vegas, ini-ció entonces los trámites ne-cesarios, y con la colabora-ción de las personas arriba ci-tadas elaboró el proyecto de

reglamento, plan de estu-dios y todo lo requerido parala fundación de la nueva es-cuela. El Decreto PresidencialN° 312 de fecha 28 de setiem-bre de 1945, la creaó con elnombre de "Escuela Prepara-toria de Música". El maestroPlaza propuso al maestro Car-los Figueredo como director,y a los siguientes profesorespara constituir el personal do-cente: Carmen T. de Hurtado,Prudencio Esaa, Ascanio Ne-gretti, Eduardo Plaza, Merce-des de Gols, Antonio J. Ra-mos, Amelia Bártoli de Álva-rez, Inocente Carreño, Anto-nio J. Ochoa y Graciela de Ca-rrasquero. Tuve el honor de

que el maestro Plaza me lla-mara para ofrecerme la Secre-taría y una cátedra de compo-sición, el Maestro sauce -en sucátedra de Armonía- ha moti-vado siempre hacia la crea-ción musical a sus alumnosque han demostrado aptitu-des. Aunque tampoco figuraen el plan de estudios vigente,el profesor Alberto Grau havenido dictando un curso ex-perimental deanálisis y direc-ción coral en su cátedra deCanto Coral. También debodestacar las demostracionespedagógicas que han venidopresentando las profesorasMaría Luisa de Stopello y Ma-ría Josefina de Martínez consus alumnos de las cátedras deTeoría y Solfeo para niños.Otra hermosa prueba de dedi-cación y amor por la labordocente es la que dan muchosprofesores al complementarcon clases individuales y co-lectivas en sus casas -absolu-tamente gratis- el trabajo consus alumnos, incluso en épo-cas de vacaciones.

Con la anteriormente ano-tado y muchas otras realiza-ciones similares a través delas diversas cátedras que se-ría largo enumerar, he queri-do demostrar el espíritu de

renovación que, desde su fun-dación, ha animado a los pro-fesores de esta Escuela, quie-nes no se conforman concumplir lo estipulado en elprograma, sino que constan-temente investigan y depuransus respectivos sistemas, tra-tando de estimular la voca-ción y amor de sus alumnospor la Música, dando así lomejor de su haber profesio-nal a fin de conducirlos porseguros caminos para lograruna sólida formación.

Un curso muy importanteque se ha venido realizandoen la "Juan Manuel Olivares"desde el año 1970, auspicia-do por el Inciba (hoy por elConac), es el que dicta el Maes-tro Yannis Ioannidis sobre"Técnicas de al Música Con-temporánea". Un grupo de jó-venes estudiantes de compo-sición está trabajando congran entusiasmo en esas nue-vas disciplinas. La Escuela sesintió muy honrada al ofrecersus aulas cuando se abrió elcurso en referencia. De esamanera se demostró una vezmás el amplio criterio renova-dor, el espíritu de puertasabiertas que ha animado siem-pre la actividad docente denuestro Plantel.

JOSÉ ANTONIO CALCAÑO

Vicente Emilio Sojo

La historia de la música enVenezuela no puede escri birse hoy, con propiedad,

sino hasta el año de 1919, por-que entonces comenzó el mo-vimiento que está todavía de-sarrollándose e históricamen-te no puede narrarse ni valo-rarse con justicia, porque aúnno ha concluida y lo que hastaahora ha sucedido no puedecontemplarse con la perspec-tiva necesaria para abarcarlo,perspectiva que sólo nos la pro-porciona el correr del tiempo.

Los principales actores enesos comienzos de renovaciónfueron Vicente Emilio Sojo,Juan Bautista Plaza, MiguelÁngel Calcaño y José AntonioCalcaño, que es el mismo au-tor de estos párrafos. No erahomogéneo este pequeñogrupo, porque sus componen-tes habían hecho estudiosmusicales de diferente mane-ra y con diferentes maestrostambién diferían en la edad,

pues Sojo era 17 años mayorque Miguel Ángel Calcaño;además, Juan Bautista Plaza seincorporó al grupo algo mástarde, al regresar de sus estu-dios en Roma, en 1923.

Entre todos los restantes denuestros músicos, sólo quere-mos mencionar aparte a Vi-cente Emilio Sojo. Esta singu-larización la hacemos porque,aparte de todo lo que atañe elvalor artístico de las composi-ciones, la actuación personal eincansable de Sojo le ha dadoun puesto especial, como pro-pulsor, como motor constan-te del nuevo movimiento. Lasdos creaciones que resultaronser fundamentales del resurgi-miento musical: el Orfeón La-mas y la Orquesta SinfónicaVenezuela contaron ambas aSojo entre sus fundadores, peroal poco tiempo tanto el Orfeóncomo la Orquesta quedaroncasi por entero en manos de él,y fue su carácter tenaz lo únicoque dio solidez a ambas insti-tuciones. A esto hay que agre-gar el grupo de sus discípulos

de composición, cuya forma-ción y existencia esuna de lasobras más importantes por élrealizadas.

Nació Vicente Emilio Sojoen Guatire, estado Miranda, en1887. Poco más de un año te-nía cuando lo llevaron a Cha-cao, donde vivió algún tiem-po; en 1895 fue trasladado aPetare; de allí nuevamente aGuatire, donde permaneció10 años. Fue allí donde co-menzó más formalmente susestudios musicales con Régu-lo Rico. En 1906 volvió a Ca-racas por algún tiempo, y lue-go de permanecer un año otrovez en Guatire, se estableciódefinitivamente en la capitaldesde 1909. Aquí prosiguióestudios con Andrés DelgadoPardo y con Primo Moschini.

En 1936 fue nombrado di-rector de la Escuela Superiorde Música. Como se ve, Sojoera algo mayor que sus com-pañeros de 1919, pero esto nofue obstáculo para que él seagregara a las actividades quetodos juntos iniciaron.

Juan Bautista Plaza

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Maracay, Sábado 14 de julio de 2012 Contenido 31

LEONARDO MAICÁN

Celebración en el café de Olga(o teoría lingüístico-literaria de los “Tres Cerditos”)

"Voy a mí así pierda"Wilson Camero

Editada en 2007 por In tramuros, Celebración en el café de Olga es por

mucho la novela más experi-mental de Melesio BelmonteAqueo, toda vez que en sus 99páginas el autor hace trizas elconcepto tradicional de "con-tar una historia", que es el re-sultante de sumar tiempo, es-pacio, personajes y movi-miento; lo cual se traduce ensecuencia (y encabalgamien-to) de hechos. En Celebración,el escritor sobredimensionaestos elementos, llegando in-cluso a anularlos, sin trabar enabsoluto la "rueda narrataria".Pero esta aparente negación acontar la historia (que no tie-ne que ver con el "fin de la his-toria" que propone Fukuya-ma), este "desnovelamiento"de la ciencia de narrar es tansólo mera ilusión. Niebla dis-cursiva que el lector puede irdesvelando de acuerdo con sugrado de competencia lingüís-tica y su conocimiento demundo.

Y es que en cada expresiónverbal presente en Celebra-ción, subyace una realidadsemántica distinta a las reali-dades que, en tanto que lecto-res de universos alternos, co-nocemos. Esto ha llevado amuchos críticos a afirmar queCelebración es una novela po-lisémica, y aun la han califica-do de versátil y polifuncional.Pudiéramos hablar de la pre-sencia de un "quinto plano", deun lenguaje total creado porBelmonte Aqueo con el fin dehacer del lector de Celebra-ción un participante activo enla elaboración de constructos(tanto a nivel de historia comode discurso). Para conseguir-lo, el escritor ha triturado lapalabra, materia crítica delpensamiento, machacándolacon paciencia saussureanahasta convertirla en un exqui-sito "puré lingüístico" (comodiría el "gourmet" Edward Sa-pir, si viviera).

Este procesamiento de lamateria prima del pensamien-to, estaría incompleto si no

tomamos en cuenta la arqui-tectura de la novela, que en elcaso de Celebración adquiereun matiz particular. En talsentido, no tratamos en Cele-bración con una arquitectu-ra circular como en Cien añosde soledad; tampoco con unaarquitectura fragmentadacomo en La casa verde; mu-cho menos con una estructu-ra lineal como en Doña Bár-bara. En modo alguno. ConCelebración, BelmonteAqueo inaugura una intere-sante arquitectura novelescaque cierta crítica especializa-da ha venido en llamar "teo-ría de los tres cerditos".

Así, en una primera mira-da, el lector de Celebraciónasiste a un universo supraam-biguo y polisemántico. Pero ellector, ese lobo soñador, nodesfallece, y tras un momen-to de incertidumbre opta porsoplar la "casa de paja" dondehabita la primera historia. Elefecto es inmediato. El loboestepario se halla de prontofrente a una "casa de madera",mucho más resistente que lade paja; historia, la de madera,relativamente más creíble quela primitiva historia que acabade ser derribada de un soplo(la idea de crear vida -historia-a partir del soplo es vieja; re-

cordemos que en Génesis 2:7Dios sopló a las narices delhombre para insuflarlo devida. ¿Acaso no soplamos paracrear burbujas de jabón? Masel lobo, ese insatisfecho deco-dificador de signos, al pocotiempo cae en cuenta de quela "casa de madera", que hastaentonces ha cautivado susojos, es susceptible de ser ba-rrida del bosque. La derriba,empleando tan sólo la fuerzade sus pulmones (la imagina-ción). Sin embargo, el esfuer-zo por alcanzar (cognitiva-mente hablando) el estadiosuperior inmediato se tornacada vez cuesta arriba en lamedida que avanzamos en lalectura.

Lo valederamente básico enCelebración lo constituyen la"casa de paja", la "casa de ma-dera" y la de "ladrillo", aunquevale precisar que el proceso dedecodificación no tiene techo.En tal sentido, hay lobos super-dotados (cuyo soplo puedearrasar montañas como casti-llos de naipes) que a fuerza desoplar han llegado al nivel de"casa de hierro", que por sudureza debe de ser una histo-ria bastante difícil de digerir.Hay, por el contrario, lectoresde Celebración que no han al-canzado jamás superar el pri-mer nivel (el de la casa depaja), por mucho que soplen ymueran reventadas como lachicharra. Tal es el caso de Ed-gard Mata, artista visual vene-zolano de fama mundial, quienfrustrado tras leerse de segui-das cinco veces la novela de-claró que "la primera casa deCelebración es (para él) unahistoria muy dura de roer"(¡como si de un hueso cual-quiera se tratase!). Y agregó,con desparpajo, que "la ridícu-la novela de Belmonte "As-queo" es pura paja" (dixit).

En vista de que tanto la his-toria como la temática de Ce-lebración varían según la"casa" o estadio sociolingüísti-co del lector, nos limitaremosúnicamente en ubicar el desa-rrollo de la trama en el tercerestadio (casa o historia de la-drillo), que es el nivel prome-dio alcanzado por los lectoresde la novela belmontina. Deacuerdo con este estadio, Ce-lebración en el café de Olga na-

rra la historia de dos moder-nos caballeros, los hermanosTeóbulo y Timoteo Bayardo,quienes en pleno siglo XXI lu-chan a brazo partido por en-contrar la "piedra antifilosofal",piedra mítica que, al contrariode la filosofal, posee la virtudalquímica de transmutar el oroen mierda. Según estos caba-lleros, la piedra antifilosofal esel único instrumento de quedispone la humanidad paradetener el corrosivo avance dela codicia, que amenaza conacabar con cualquier vestigiode vida sobre el planeta. Paralograr sus objetivos, Teóbuloy Timoteo cuentan con la com-plicidad de Olga Peláez, espe-cie de taumaturga quien leproporciona a los hermanosvaliosos códices timotocuicasque tocan el tema, así comodinero suficiente para que am-bos caballeros acometan elviaje al mítico Dorado, lugardonde de acuerdo con los có-dices yace la piedra antifiloso-fal. Así, tras superar toda suer-te de obstáculos, Teóbulo yTimoteo reaparecen una no-che en el café de Olga, trayen-do consigo la famosa piedraantifilosofal, que no es másque una vulgar "pepa de za-muro" con 500 años de anti-güedad. Olga, y los bebedoreshabituales del concurridocafé, estallan de júbilo trasconocer la noticia, al tiempoque todo el oro del mundo esconvertido en mierda.

Celebración en el café deOlga es ante todo una novelaética, y filosófica, una lecciónde vida que restaura en elhombre la identidad perdida.Es la vuelta a la "edad virtuo-sa", el retorno a una sociedadidílica que se perdió cuando ungramo de oro comenzó a tenermayor valor que una libra depan y que la vida misma. Cele-bración es la fiesta de la me-moria. Su lenguaje, a la vezsencillo y complejo, puede sercomprendido (a su manera)por cualquier lector. En esesentido no es una antinovela,según la visión cortazarianadel término. El lector, en fin,una vez concluida la lectura,tiene la sensación (y la convic-ción), no de haber leído unaobra maestra, sino de haberescrito su propia novela.

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Contenido Maracay, Sábado 14 de julio de 201232

Versificaciones de Vicente Emilio Sojo

AmaneceIncierta luz anuncia la mañana;pulsa el bosque su lío de rocío;surge la voz viril de la campanay el aura fresca riza al pradoumbrío.

Huyendo va la noche, desalada,a envolver en su gasatenebrosa,al esplendor de nubeinmaculadaque el mago Sol transforma enluz de rosa.

Abre la flor su virginal corola;Trina el ave su mélica armonía;Suena el pastor su agrestecaracolaY un cielo azul exorna al nuevodía.

RondóMuchacha, de fresa risay de dorado mirar,que de gozo haces danzaren tu contorno a la brisa,por tu mirada se irisala aurora en su despertar,muchacha, de fresca risay de orado mirar.Preponderante premisaDe la lógica de amar,¡quién pudiera aprisionarTu gracia de fresca risaY de dorado mirar¡

Exótico amanecerLa salutación del díapreludia en el alminarde la Mezquita de Omaral Almuédano; rocía.Con inacorde armoníasuenan todas las campanasde las iglesias cristianas,y el cielo se va azulando,Yyen él se van apagandoconstelaciones lejanas.

NocturnalAyer en la madrugada,cuando Alí llenó su alcuza,en el aire una lechuzagraznó sobre la barriada;un gato negro maullabade un techo en el caballete,y en la calle un molinetehacia el Diablo en lo obscuro,invocando en su conjuroel difundo Matasiete.

TránsitoEn Hospicio de Piedad,reclinada en un triclinio,ha muerto Sor patrocinioen olor de santidad¡Toda la comunidadDe Profundis psalmodia,para que su melodíaayude a subir el almade la mártir, que una palmalleva (por gastronomía).

TrastruequeLas travesuras de Eolopusieron en grave aprieto,a una abuela, que a su nietole hacía solfear un solo:sus faldas, de polo a poloinvirtió una tremolina,y el nieto, sin disciplina,hizo las muecas más plácidas,al ver las columnas fechasde aquel edificio en ruinas.