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Maracay, Sábado 3 de marzo de 2012 Crónicas del Olvido Retazos de otros días ALBERTO HERNÁNDEZ REGRESAR DEL SUSURRO B ajar las escaleras y sen- tir el silencio acuoso de la mañana. Poner el pie (derecho o izquierdo) y contar y recontar 1, 2, 3, 4, 5, 6…hasta que el infinito nos diga que las horas se han encargado de manchar la espera. Colocar las plantas de los pies muy juntas, a una distan- cia prudencial, para que cuan- do vengan Hércules Poirot y Edgar Allan Poe tomados de la mano se silben al oído el se- creto de algún homicidio no resuelto. Cuestión de estilos, de silencios y susurros que incursionan por la boca abier- ta del cadáver asistido por los detectives. "Déjenme pensar en el lóbulo animal, en la hue- lla dactilar de la mano dere- cha, en la pupila retraída". Quedarse con las manos en el vacío. Buscar con qué vencer es solead que cuela con des- gano por la escena del crimen. Está allí el lienzo invisible, tentando mi imaginación, ro- bándose la iniciativa. Con des- parpajo casi infantil encaro la altura de la iglesia desde la cual se advierte la pérdida del equilibrio del niño sacristán, la caída, el agujero del miedo en el estómago. Frente a mí el vómito. Mi cabeza reposa en la orilla de la acera. Me hundo en el mar. En el aire cubierto de nubes. El ahogo, el susurro en la puerta de la vieja casa. La es- calera podrida por el tiempo. EL ROSTRO La mano comenzó a buscar en las arrugas. Los dedos, hinchados de líneas, adivina- ron la forma de la cara. Y así enfrentaron la ira y el lamen- to. Hosco, el anciano inició una risa estridente, sin dien- tes, desde los labios apreta- dos. Después, otras vez, la mano en el mentón y luego en los pómulos. SE ACERCAN CON LA NOCHE Las miré venir en medio de la oscuridad hacia los ojos desmesuradamente abiertos de la niña. La madrugada, la pesadilla, el agua por deba- jo de la puerta. Cuestión de camas y colchones. Cues- tión de dormidos y desper- nados. Cuestión de espíritus burlones. La inundación. No me pre- gunte usted por la ventana. No hay manera de salir. Mis amigos lejanos no vendrán. Aquellos que han vueltos los ojos con indignación ante mi cuerpo ahogado. Las hormi- gas comienzan con mis po- bres testículos. El evento ya es noticia: la oferta del día: el color de mi carne en las pan- tallas públicas. Con la noche llegaron. Se llevaron todo, hasta los deseos de escapar de la subida del lago. Allá, donde quedaba una isla, están los duendes, los muertos que jamás podrán lle- gar a tierra firme. ESCAPES 1.- A nocturnas de una sed in- finita, paseo mis labios por una palabra jamás pronunciada. La saboreo sin miedo, sin nin- guna necesidad. En medio de la palabra aparece el silencio. El momento de callar, de ce- rrar los párpados y desapare- cer. Sigiloso el mundo cambia de sitio. La lluvia, su llegada inesperada, dice del escape. 2.- La maldición a la belleza surgió de la boca del mendi- go. Bajo el techo quebrantado el cuerpo ulcerado, agónico, a la llamada ecuánime. En medio de la peste. 3.- Los guerreros van dejando la sangre: se mueven en un gri- terío insoportable: se someten a una locuaz algarabía. 4.- Pasa el enemigo con su risa común. Me espera con el ace- cho en sus manos. Me deja pa- sar, me saluda. Siento el homi- cidio pegado a mi cuello. El cis- ne dobla la cabeza débil. Y tos- cas tempestades bajan a acari- ciar el puñetazo inesperado. 5.- Si alguien se me acerca, huyo. Mis manos han aban- donado la turbia daga. Me mueven antiguas maneras de desaparecer. Presiento que alguien llegará a mi puerta. Sólo oigo los secretos de quie- nes están a punto de entrar. 6.- A diario, casi a cada hora, nos persigue la mirada de al- gún fantasma escondido bajo el manto de la impunidad. El día es escurridizo. Una mujer, colmada de duendes y donce- llas, copula con la sombra, entre flores podridas.

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Maracay, Sábado 3de marzo de 2012

Crónicas del Olvido

Retazosde otros días

ALBERTO HERNÁNDEZ

REGRESAR DEL SUSURRO

Bajar las escaleras y sen-tir el silencio acuoso de la mañana. Poner el pie

(derecho o izquierdo) y contary recontar 1, 2, 3, 4, 5, 6…hastaque el infinito nos diga que lashoras se han encargado demanchar la espera.

Colocar las plantas de lospies muy juntas, a una distan-cia prudencial, para que cuan-do vengan Hércules Poirot yEdgar Allan Poe tomados dela mano se silben al oído el se-creto de algún homicidio noresuelto. Cuestión de estilos,de silencios y susurros queincursionan por la boca abier-ta del cadáver asistido por losdetectives. "Déjenme pensaren el lóbulo animal, en la hue-lla dactilar de la mano dere-cha, en la pupila retraída".Quedarse con las manos en elvacío. Buscar con qué venceres solead que cuela con des-gano por la escena del crimen.

Está allí el lienzo invisible,tentando mi imaginación, ro-bándose la iniciativa. Con des-parpajo casi infantil encaro laaltura de la iglesia desde lacual se advierte la pérdida delequilibrio del niño sacristán,la caída, el agujero del miedoen el estómago.

Frente a mí el vómito. Micabeza reposa en la orilla dela acera. Me hundo en el mar.En el aire cubierto de nubes.El ahogo, el susurro en lapuerta de la vieja casa. La es-calera podrida por el tiempo.

EL ROSTROLa mano comenzó a buscar

en las arrugas. Los dedos,hinchados de líneas, adivina-ron la forma de la cara. Y asíenfrentaron la ira y el lamen-to. Hosco, el anciano inicióuna risa estridente, sin dien-tes, desde los labios apreta-dos. Después, otras vez, lamano en el mentón y luego enlos pómulos.

SE ACERCAN CON LA NOCHELas miré venir en medio de

la oscuridad hacia los ojosdesmesuradamente abiertosde la niña. La madrugada, lapesadilla, el agua por deba-jo de la puerta. Cuestión decamas y colchones. Cues-tión de dormidos y desper-nados. Cuestión de espíritusburlones.

La inundación. No me pre-gunte usted por la ventana.No hay manera de salir. Mis

amigos lejanos no vendrán.Aquellos que han vueltos losojos con indignación ante micuerpo ahogado. Las hormi-gas comienzan con mis po-bres testículos. El evento yaes noticia: la oferta del día: elcolor de mi carne en las pan-tallas públicas.

Con la noche llegaron. Sellevaron todo, hasta los deseosde escapar de la subida dellago. Allá, donde quedaba unaisla, están los duendes, losmuertos que jamás podrán lle-gar a tierra firme.

ESCAPES

1.-A nocturnas de una sed in-

finita, paseo mis labios por unapalabra jamás pronunciada.La saboreo sin miedo, sin nin-guna necesidad. En medio de

la palabra aparece el silencio.El momento de callar, de ce-rrar los párpados y desapare-cer. Sigiloso el mundo cambiade sitio. La lluvia, su llegadainesperada, dice del escape.

2.-La maldición a la belleza

surgió de la boca del mendi-go. Bajo el techo quebrantadoel cuerpo ulcerado, agónico,a la llamada ecuánime. Enmedio de la peste.

3.-Los guerreros van dejando

la sangre: se mueven en un gri-terío insoportable: se sometena una locuaz algarabía.

4.-Pasa el enemigo con su risa

común. Me espera con el ace-cho en sus manos. Me deja pa-

sar, me saluda. Siento el homi-cidio pegado a mi cuello. El cis-ne dobla la cabeza débil. Y tos-cas tempestades bajan a acari-ciar el puñetazo inesperado.

5.-Si alguien se me acerca,

huyo. Mis manos han aban-donado la turbia daga. Memueven antiguas maneras dedesaparecer. Presiento quealguien llegará a mi puerta.Sólo oigo los secretos de quie-nes están a punto de entrar.

6.-A diario, casi a cada hora,

nos persigue la mirada de al-gún fantasma escondido bajoel manto de la impunidad. Eldía es escurridizo. Una mujer,colmada de duendes y donce-llas, copula con la sombra,entre flores podridas.

Contenido Maracay, Sábado 3 de marzo de 201210

Centenario del automovilismo en Aragua

OLDMAN BOTELLO

Don Edgar J. Anzola en la plenitud desu vida

En1911 circuló el primervehículo en Maracay. Se lo trajeron al general

Gómez desde Caracas. Era unmodelo Ford T o Ford de Ta-blitas, como le decían. Teníacapacidad para seis pasajeros,cuatro atrás y dos adelantetraídos al país por la empresaEl Automóvil Americano, delos Phelps y cuyo primer cho-fer y mecánico fue el villacu-rano Edgar J. Anzola.

Fue Edgar Jair Anzola uninteresante personaje, pione-ro de todo lo útil en el país: dela mecánica de aviación, delautomovilismo, de la cinema-tografía documental y dramá-tica, de las radionovelasy pro-

gramas humorísticos por ra-dio y hasta de la televisión, yaen la tarde de su vida. Tam-bién fue caricaturista consu-mado y escritor de guionesdramáticos o de humor para

la radio y el teatro haciendopareja con el insigne humoris-ta Rafael Guinán. Había naci-do en Villa de Cura el 23 demarzo de 1893 y murió en Ca-racas el 14 de diciembre de1981, a los 88 años de edad.

El 12 de enero de 1912,hace cien años, el general Gó-mez se vino solo, con el cho-fer y un ayudante, desde Ca-racas a Maracay; recorrió 22leguas o cien kilómetros. Nollevaba escolta ni aparatomilitar. Arribó a Maracay yaquí fue recibido con mues-tras de cariño. Quien pocosaños más tarde sería presi-dente provisional de la Repú-blica durante siete años (sedijo desde entonces que laprovisionalidades en Vene-zuela eran las que más dura-ban), el guanareño VictorinoMárquez Bustillos, le escribiódesde Caracas, diciendo: "Ese

viaje de Ud., respetado Jefe yamigo, verificado en automó-vil y llevando por toda comi-tiva un compañero cuya fide-lidad y devoción hacia ustedes indiscutible, prueba evi-dentemente que la paz y elprogreso de Venezuela hanllegado a su mayor desarro-llo". Y el abogado Pedro Vi-cente López Fontainés tam-bién le manifiesta que "Con suida a Maracay en automóvil ysu regreso en el mismo vehícu-lo, le cabe a usted la satisfac-ción de haber inaugurado enVenezuela esta rápida formade locomoción entre pobla-ciones distantes".

En ese enero de 1912, hacecien años, se celebraban las sex-tas ferias de Maracay y vinomucha gente de Caracas y otrasciudades en el Gran Ferrocarrilde Venezuela, pero el generalGómez prefirió viajar solo, en su

automóvil recién adquirido. EnMaracay se inauguraron hacecien años y en tal oportunidad,el servicio de luz eléctrica conla planta de El Castaño (de allíquedó el nombre de Planta Vie-ja), se inauguró el Teatro CircoMaracay en el cruce de las ca-lles Santos Michelena y Soublet-te, primer centro de arte que seconoció en Maracay, el puentede El Zanjón (hoy cruce de ave-nida Bolívar y Sucre).

Ya son cien años del auto-movilismo en Maracay y Ara-gua y también el centenariode los viajes en automóvil deCaracas a Maracay y vicever-sa, cuando los vehículos eranpocos en Caracas y en la pro-vincia y los chauferes, comoles decían, no se atrevían aviajar por caminos, ni carre-teras, llenas de polvo, huecos,zanjas, salvando ríos, quebra-das y un largo etcétera.

Entretextos

2 libros de ensayosJohn Maxwell Coetzee

FRANCISCO ARÉVALO

J.M. Coetzee en 2003 sealzó con el Premio Nóbelde Literatura, menos de

él no se podía esperar porquees uno de los escritores con-temporáneos más prolíficos.Por cierto que leyendo sus en-sayos me pude percatar deque habla elogiosamente denuestro poeta Rafael Cadenas,a quien sin ningún tipo demezquindad ya se le puededecir que se merece con todoel respeto que implica tam-bién el Nóbel.

Coetzee es autor de nove-las construidas partiendo dela premisa de lo impecable.Desgracia es una de las máscelebradas, consideradacomo un requisitorio contrael poder y la opresión y dígan-me si no es para escribir so-bre las arbitrariedades hechasrutina en un país como Sudá-frica donde le tocó nacer hace72 años y que tan sólo pudover aires de democracia hacetan sólo dos décadas. Siguen

en la lista: Vida y Época deMichael K; Infancia; Juven-tud: El maestro de Petersbur-go; La Edad de Hierro; Espe-rando a los Bárbaros; Foe; Eli-zabeth Costello; Hombre Len-to y la más reciente: Diario deun Mal año. La lista sigue peroestas son de fácil consecuciónen nuestro país ya traducidas.

Pero lo que me motiva a es-cribir de Coetzee son sus en-

sayos, ya que son de una ve-hemencia conmovedora liga-da con la sutileza que viene enel paquete de la genialidad.

Contra la Censura. Edicio-nes debate. 350 paginas. Desabio es que bajo la censura noflorece la literatura o puedesobrevivir a hurtadillas. Lacensura la ejerce el poder quetiene diversas formas por nodecir rostros. Se censura por

moralismo, por intereses eco-nómicos que terminan en elcesto de lo político y otrasmezquindades que han sobre-vivido por siglos. La censuraopera de diversas maneras.Ante la maquinaria opresiva seaplica la autocensura que val-ga la pena decir es una de lasmás nocivas pues deja en elautor un amargo que no se su-pera con la facilidad que espe-ran los arregladores de entuer-tos mentales. Coetzee ha lidia-do con estos fenómenos demanera inteligente y se ha im-puesto. Este libro es un com-pendio que se pasea por todaesas máquinas amorfas que tie-nen como fin acabar sutilmen-te con la verdadera libertad deexpresarse. Los censores ex-pertos en matar ideas y quepor ningún lado les vemos yque son parte de un poder pa-recido a la Hidra de la Odisea.

Costas Extrañas. EdicionesDebate. 365 paginas. En estevolumen se recogen ensayos yconferencias magistrales. Lee-mos a Coetzee fluido movién-dose con gimnásticos giros porlos grandes enigmas que hanvenido asediando a escritores

y artistas. El capítulo dedicadoa Borges es exquisito, como eldedicado a Rilke o a Amos Oz.También conseguimos trabajosdedicados a los también nobe-les Doris Lessing y JosephBrodsky. Hay que detenerse ydisfrutar del concepto de lo clá-sico que hace el autor. Cito: "Enun primer sentido, el clásico esaquel que supera los limites deltiempo, que retiene un signifi-cado para las épocas venideras,que vive". Y pone el ejemplo deBach quien desapareció de laconciencia pública tras sumuerte para después resucitar80 años más tarde gracias alentusiasmo de Félix Mendel-son, vigoroso y celebrado aveces hasta el fastidio.

Hay que leer este libro ypasearse por lo que influyó enla formación de este escritorde conformación intelectualsuperior. En sus obsesiones yen sus maestros, para así com-prender una vida dedicada ala literatura confrontando losespacios rutinarios del malgusto, encarnado tanto en losembutidos ideológicos comoen los extremos del mercadoque estupidizan.

Maracay, Sábado 3 de marzo de 2012 Contenido 31

El árbol de la vida:la ley del padre terrible

MAIKEL RAMÍREZ

"La culpa es la espuelay el freno del deseo"

(Octavio Paz:El laberinto de la soledad)

En lo que atañe al psicoa-nálisis, la familia parece tener dos funciones fun-

damentales: a) formar la sub-jetividad del individuo; b) in-tegrar a éste en un orden sim-bólico de relaciones socialesque a la postre se proyectaránen la sociedad. Esto ocurre,nos dice Terry Eagleton enTeoría literaria: una introduc-ción, porque a diferencia delos otros animales la sobrevi-vencia del ser humano en susprimeros años de vida depen-de enteramente de los padres.Podemos establecer una aso-ciación entre estos aspectosteóricos y El árbol de la vida,reciente filme del cineasta Te-rrence Malick.

El filme nos habla de Jack(Sean Penn), hombre cuyavida actual está desequilibra-da por su tormentosa relacióncon el padre (Brad Pitt). Po-demos trazar la crisis de Jacka un sentimiento de culpa in-consciente. ¿De qué es culpa-ble Jack? La respuesta es dedesear durante su infancia lamuerte del padre. El pequeñoJack reza para que su padremuera e incluso, flirtea con elparricidio cuando se sientetentado a halar el gato hidráu-lico que sostiene el vehículoque su papá repara. Estricta-mente, el problema del prota-gonista es no superar la faseedípica con éxito, a saber, eldeseo por la madre (JessicaChastain).

Nos dicen que mientras elinfante se alimenta del cuer-po de la madre descubre pla-cer. Es decir, surgen las zonaserotógenas. Un beso no es otracosa que la activación poste-rior del goce que el niño dis-frutó cuando lo amamanta-ban. Durante la infancia, elniño concibe su cuerpo y el dela madre como uno solo, enotras palabras, ambos formanuna unidad: el sujeto no tiene

ni subjetividad ni género. Apropósito de la vida del hom-bre, Octavio Paz anota en Ellaberinto de la soledad: "niño,descubre la feminidad en lamadre o en las hermanas. Ydesde entonces el amor seidentifica con lo prohibido"

La fase edípica consiste enla identificación del niño conel padre, su rival. Éste simbo-liza la Ley que, a juicio de La-can en las formaciones del in-consciente, ordena la prohibi-ción al niño: "no te acostaráscon tu madre". Esta Ley prefi-gura las otras leyes que el fu-turo adulto encontrará en lacultura. Los psicoanalistassostienen que el niño se some-te al padre por el peligro decastración latente (la madreno tiene falo) y de ahí se sigueque el infante se identifiquecon el padre y acepte su rol dehijo como parte de una vastared de relaciones sociales.Pero superar la fase edípicaconlleva reprimir el deseo porla madre, lo que da surgimien-to al inconsciente.

De vuelta a El árbol de lavida, hemos de observar dossegmentos claves para enten-der lo que ha sido explicado.En uno, Jack espera a que elpadre abandone la iglesia parasaltar por encima de los ban-cos del recinto, luego ocupael asiento de piloto del carro yentonces se alternan planossubjetivos cuando observa alpadre y encuadres del niño enángulo contrapicado (cámaramirando hacia arriba) cuandomira a la madre a su lado, loque magnifica su imagen. Esclaro que el pequeño fantaseacon ocupar el lugar patriarcal,como cuando dicta la ley a sushermanos en ausencia del pa-dre. Su comportamiento en laiglesia es de irrespeto por laautoridad. En el otro segmen-to, ante la mirada perpleja delpadre, Jack vocifera "ella sólome ama a mí".

Tanto en su documental Laguía de cine para el perversocomo en su libro El sublimeobjeto de la ideología, el filóso-fo y psicoanalista Slavoj Zizekafirma que el padre se convier-te en una ley traumática cuan-do debemos obedecerle no por-que sea sabio, bueno o justo,sino de manera dogmática porel solo hecho de ser nuestropadre. Así, el padre atenta con-

tra el principio de placer delniño. Hay momentos en el filmede Malick en los que el padredicta leyes irracionales: senta-dos a la mesa, ordena a uno delos niños que se vaya por haberreído, y al reírse Jack de esto lepregunta si lo está desafiando; aotro de los pequeños le empla-za a sentarse a dos pulgadas dela mesa. Pero lo que veda a sushijos él lo hace. Es el patriarcaque dice "sólo yo puedo gozar".Zizek ha realizado una de las in-terpretaciones más originalesdel psicoanálisis de los últimostiempos al relacionar esto conla política, orientación que tam-bién sigue Ana Teresa Torres enLa herencia de la tribu para ex-plicar la relación de los vene-zolanos con los héroes de la in-dependencia.

Se ha señalado que El árbolde la vida está inspirado en lavida real de una familia norte-americana de los años 50.Dentro de este ámbito, el lin-güista cognitivista GeorgeLakoff, en su libro No piensesen un elefante, elabora la ti-pología binaria del padre en lasociedad norteamericana: elpadre que nutre y el padre es-tricto. Este último es el tipo depadre que le advierte a su hijoque el mundo es un sitio per-verso, lleno de gente vil quese puede aprovechar de subuena fe. Por tanto, debeaprender a pelear, porque serbueno es ser débil. Este tipo

de padre premia a quien acep-te la autoridad y castiga conseveridad a los indisciplina-dos. Es decir, construye alconsabido 'ganador' de la so-ciedad norteamericana.

En este sentido, el papá deJack es un padre estricto. Deallí su constante ley severacontra su progenie. Con todo,notamos que el padre fracasacomo el modelo ideal para losniños, ya que por factores aje-nos a él se convierte en un per-dedor, categoría estigmatiza-da en la cultura norteameri-cana, cuyas complejas causasno podrían ser previstas porla reductiva teoría del super-hombre racional del cual ha-bla Ayn Rand en su obra, dig-na de un sujeto del siglo XVIII.

Podemos ubicar la inver-sión de la problemática de estefilm en la memorable novelade William Golding El señor delas moscas: ante un inminenteataque nuclear, un grupo deniños es evacuados en unavión, pero éste se estrella enuna isla. Los pocos niños so-brevivientes se reúnen y seorganizan en las diversas la-bores para poder sobrevivir,pero algunos infantes se dedi-can a cazar y pronto se aban-donan a las actividades de pla-cer. Estos niños ganarán laadhesión del resto del grupoy se tornarán salvajes a tal gra-do que asesinarán a quien nose someta a su ley. En las pági-

nas finales del libro, los niñospersiguen a Ralph para, segúnse sugiere, cortar su cabeza ycolocarla en una estaca, peroen el último instante llega ungrupo de militares a la isla ylos niños sueltan sus armas yrompen en llanto. Se eviden-cia que la llegada del adulto esla llegada de la ley. Los niñosse someten a la autoridad pa-terna y renuncian al principiode placer.

Es indudable que un científi-co como Isaac Asimov, crea-dor de los robots positrónicos,habría abominado los robotsboxeadores de Gigantes de ace-ro, de Shawn Levy. No obstan-te, el filme trata sobre la con-flictiva relación padre-hijo,como bien lo ha observado elpoeta Willy McKey. Sugiero in-terpretar este filme como la lu-cha del hijo por el padre y no alcontrario. Dicho con otras pa-labras, es Max quien le permitea su padre superar sus traumascuando le deja controlar el ro-bot. Antes de ese momento,Charlie era sólo una versióncastrada de sí mismo, un padredesprovisto de la ley simbóli-ca. El segmento señalado es elcuadro de una familia reuniday de los roles organizados pa-dre-madre-hijo.

El árbol de la vida concluyecon lo que parece ser el in-consciente de Jack: se reen-cuentra con sus padres y sushermanos, pero se mantienedistante como un extraño. Enuna serie de imágenes inco-nexas le toca el cabello a lamadre, quien está de espaldasa él, como simbolizando la re-nuncia de Jack. Luego, devuelta a la realidad, vemos alprotagonista tratando de dar-le sentido a su entorno. ParaLacan, el individuo siempreperseguirá en vano la unidadque tenía en la etapa preedí-pica, antes de ser arrojado trasel deseo.

A dos cultores de las letrasPermítanme aprovechar esteespacio para felicitar a dospoetas de nuestra región: Ma-nuel Cabesa y Néstor Mendo-za. El primero, por una largatrayectoria que obtuvo unmerecido reconocimiento enoctubre del año pasado; el se-gundo, por erigirse ganador delIV Premio Nacional Universi-tario de Literatura menciónpoesía. Mis respetos para ellos.

Contenido Maracay, Sábado 3 de marzo de 201232

Premio de la XVIII Bienal Literaria“José Antonio Ramos Sucre” 2011

MARÍA DE LOS ÁNGELES RUÍZ

NOCHE DE GATASComienzo noche, termino madrugada.Comienzo madrugada y termino noche.Sol, lluvia, sol, lluvia…No sol, no lluvia.En esta casa no se duerme. Las gatas ojerosas quieren cazarlibélulas y palomasmientras todos descansan.Jugar con ratones rojos, con lápices de colores, con sacapun-tas, o con lo que haya sobre lamesa…Revolver las bolsas de la basura, las fotos, las letras, lasropas: los sedimentos llenos depolvo de las vidas anteriores, de las tierras anteriores…En esta casa no se duerme. Se dibuja, se canta, se gime, sellora, se piensa y se dice y sepiensa y se dice y se piensa y se dice…Y a veces, no se dice nada pero se intuye, telepáticamenteo se susurra con cada salto depulga de una gata a la otra.Sonámbulas de ausencias, sonámbulas de día y de noche,sonámbulas de desidia…En esta casa no se duerme. Las camas son demasiadograndes y están siempre llenas defantasmas, de susurros, de intrigas…

Lo mejor es dejar la ventana abierta y saltar, en un impulsofelino, abalanzarse sobre unpájaro-rata y alcanzar a chuparle la sangre antes de que loshuesos se rompan contra elmármol de la planta baja.

DESPECHODe bolero,de la voz de piel de gallina de La Lupe.De botella: gruesa, traslúcida, alta, delgada, con pliegues, sintapa, verde, marrón, conetiqueta, pesada…vacía.De olor etílico y de olor a náusea, náusea etílica, náusea debilis, náusea de construcción-en-el-estómago de pánico y pérdida.De fotos gastadas por los ojos, por los dedos, por las insistencias.De masturbación con invocaciones de lengua y ojos tuyos(tushos-gasho-shushos).De caminatas con sólo dos pies talla 36, demasiado peque-ños para tanto camino y tantaprisa.De nueve de la noche, once de la noche,una de la mañana, cinco, neve de la mañana.De mediodía y de merienda.De cerrar los ojos, abrirlos, entrecerrarlos, sacarlos, extirpar-los, invertirlos, masticarlos.De olor a naftalina.De sábanas aceitosas.De papel y de tinta.

LA CASA DE MIS SUEÑOS…Quiero tener una casa sin zancudos, ni fantasmas.Quiero un cuarto ciego para la luz de las 5:45 de la tarde.Una cama limpia de huellas y promesas.Un lavaplatos sin cadáveres de cucarachas que se terminancomiendo las hormigas.Una ouija para traer el arca de mis animales sepultados.Un comedor sin motos, sin cajas de arena, sin perros muertos yespecialmente, sinhumillaciones de cuchillos y tapas de ollas en los codos.Un sofá con Alzheimer, para los yesos de colores, los pelos ylas pulgas.Unas escaleras sordas, que no guarden el eco ponzoñoso de lasmuletas subiendo ybajando.

Para terminar, una almohada de agua dulce.

(Estos textos pertenecen al libro Putasmetamórficas, ganador del mencionadoconcurso "Ramos Sucre")