OVIEDO&CENTRO

Sábado, 12 de octubre de 2019 | 2 | LA NUEVA ESPAÑA

OVIEDO&CENTROSábado, 12 de octubre de 2019 | 3 | LA NUEVA ESPAÑA

❛❛Amplicamos la informática a la biología para poder analizar el AND, creamos herramientas enfocadas siempre a la sanidad

GONZALO ORDÓÑEZ| Dream Genics FRANCISCO MORÍS | EntreChem

❛❛Frabricamos medicamentos para curar el cáncer y creamos moléculas que puedan interesar a las empresas farmacéuticas ❛❛

Almacenamos ADN que puede servir para un diagnóstico precoz y el tratamiento de enfermedades congénitas

TANIA FERNÁNDEZ NAVARRO | Criogene DAVID HERNÁNDEZ | Metrohm DropSens

❛❛Fabricamos sensores y marcadores que pueden detectar cuestiones como la resistencia a los antibióticos

Oviedo, David ORIHUELA

Es un pequeño edificio difícil de encontrar en la zona más nueva de La Corredoria pero en ese espacio confluye la que tal vez sea, por pro-porcionalidad, una de las mayores concentraciones de talento por me-tro cuadrado de Asturias, sin duda de Oviedo. Es el Vivarium de em-presas de ciencias de la salud, un equipamiento municipal que nació en plena crisis y en el que están ins-taladas cinco empresas que viven unas cuantas décadas por delante del común de los mortales.

Son “spin off” surgidas en su ma-yoría de grupos de investigación de la Universidad de Oviedo que con el

tiempo se han hecho un hueco en los mercados internacionales y que desde La Corredoria trabajan para y con empresas y centros de investi-gación de Estados Unidos, Suiza o cualquier punto del planeta que so-licite sus servicios. Ha costado tra-bajo y años pero La Corredoria, con el vivero de empresas y el HUCA, se ha convertido en un polo de inves-tigación de los más punteros de Es-paña en ciencias de la salud. Lo que allí se hace parece ciencia ficción pero solo tiene un objetivo, salvar vidas.

El vivero arrancó de la mano de la Cámara de Comercio y luego es-tuvo gestionado por el CEEI (Centro Europeo de Empresas e Innova-

ción) de Llanera. Poco a poco fue despuntando y en 2016 pasó a ser gestionado directamente por el Ayuntamiento a través de Oviedo Emprende. Ya no hay plazas libres, no hay más espacio. Hay un total de 15 “nidos”, pequeños espacios para las empresas, pero en la actualidad las cinco compañías que tienen allí lo ocupan todo, todas ellas dispo-nen de más de un “nido”. Pagan un alquiler a precio de mercado pero además del espacio para oficinas y laboratorios tienen salas de reu-nión, salón de actos, almacenes y garaje. Tal es el éxito que la respon-sable del vivero, Belén Martínez, ha solicitado que se estudie la posibili-dad de que alguno de los almacenes

se convierta en espacio de trabajo para nuevas empresas del sector.

El vivero es un espacio público con instalaciones que están a dis-posición de colectivos, asociacio-nes o entidades relacionadas con la salud. Los responsables organizan visitas de escolares y de estudiantes de FP y Bachillerato de las ramas sanitarias. Disponen de tecnología de última generación (realidad vir-tual y aumentada, impresoras 3D...) para que los niños y los jóvenes puedan ir familiarizándose con las herramientas que seguramente se encontrarán en sus futuros traba-jos, “si es que supiésemos cuáles van a ser los trabajos del futuro”, co-mo explica Beatriz Martínez.

Lo que ocurre allí dentro ya es futuro. Gonzalo Ordóñez tiene 41 años. Trabajó con Carlos López Otín en descifrar el genoma humano y en ese proceso se dieron cuenta de que no había herramientas infor-máticas para procesar esa ingente cantidad de información. “Empe-zamos a desarrollar esas herra-mientas que necesitábamos para analizar los primeros genomas a ni-vel mundial y desde otros centros de investigación nos llamaban para pedirnos colaboración”, explica Or-dóñez de sus inicios. Con esa expe-riencia y la certeza de que habían encontrado un nicho de negocio, decidió crear Dream Genics, una empresa de bioinformática radica-da en el vivero y en la que trabajan 13 personas. “Aplicamos la informá-tica a la biología para así poder ana-lizar el ADN, todo ello enfocado a la sanidad”, resume Ordóñez.

Bien podrían los expertos de Dream Genics analizar el ADN que se almacena en otro de los “nidos” del vivero de La Corredoria, el que ocupa la empresa Criogene. Bajo la premisa de que “más de la mitad de la población es portadora de mutaciones genéticas”, Tania Fer-nández Navarro decidió hace un

La medicina del futuro nace en el vivero de empresas de la salud de La CorredoriaEl centro municipal acoge a cinco compañías que almacenan y analizan ADN, crean medicamentos contra el cáncer y sensores biológicos

año poner en marcha su empresa de preservación y custodia de ADN, un material que puede ayu-dar al diagnóstico precoz y a “erra-dicar enfermedades que llevan va-rias generaciones en una familia”. “No podemos estar sacando el ADN de los neandertales y no guar-dar el nuestro”, mantiene Fernán-dez Navarro. Su empresa nació con un fuerte componente emo-cional. Su abuela tenía Alzheimer y ella quería guardar su ADN antes de que falleciera. Llegó a tiempo. En el proceso para crear la empre-sa también tuvo algo que ver Otín. No directamente pero sí con con-sejos y opiniones que fueron muy útiles para empezar a trabajar y di-señar el proyecto definitivo.

Criogene, una empresa de cinco socios, ofrece a cualquiera la opor-tunidad de guardar su ADN conge-lado para posteriores estudios y análisis. Para los vivos vale con una muestra de saliva, para los falleci-dos se toma una muestra de sangre. El próximo reto que están poniendo marcha en la compañía es guardar el ADN de animales.

Dentro de unos semanas llegará otra empresa al vivero de La Corre-doria, se trata de Metrohm

DropSens, fundada hace 13 años por David Hernández y Pablo Fan-jul. Su desarrollo ha sido tan exito-so que en realidad ellos tan solo conservan un 10 por ciento de la compañía, la mitad cada uno, y el 90 por ciento pertenece a una mul-tinacional Suiza que se interesó por su trabajo y les compró la empresa, lo que supuso una importante in-yección de dinero.

Metrohm DropSens desembar-cará en La Corredoria con 20 traba-jadores y una capacidad tecnológi-ca muy elevada. Tal es el nivel que-de la empresa que ya han logrado atraer a investigadores asturianos que había “emigrado” a Madrid o Valencia. Su trabajo consiste en fa-bricar sensores químicos, dispositi-vos médicos “que sirven, por ejem-plo, para detectar la resistencia a los antibióticos”. Desde Oviedo traba-jan con universidades y centros de investigación de todo el mundo. En Asturias llevan años colaborando con la clínica oftalmológica de los doctores Vega. Y todo surgió en la Universidad de Oviedo, en la facul-tad de Química.

El objetivo de estas empresas no es otro que ayudar a mejorar la sa-lud mediante avanzadas investiga-

ciones. Es el caso de EntreChem. “Creamos fármacos para curar el cáncer”. Lo resume así de claro Francisco Morís, uno de los res-ponsables de una compañía que en pocas semanas pedirá el permi-so para experimentar con una mo-lécula creada por ellos en una fase preclínica. Su trabajo consiste en eso, en crear moléculas que pue-dan servir para crear medicamen-tos que curen el cáncer. En el mo-mento en que comienzan los ensa-yos clínicos con personas “la em-

presa pasa a otra dimensión” pero para eso “hace falta inversión”. La compañía lleva 13 años y cada dos o tres necesita financiación que hasta ahora han conseguido y que esperan lograr también para las próximas fases. EntreChem tiene colaboradores en Estados Unidos, en Suiza y en el resto de España. Son 12 empleados, 8 de ellos docto-res. Son un ejemplo más de que en el vivero de La Corredoria se traba-ja en lo que será la ciencia y la me-dicina del futuro.

Gonzalo Ordóñez. Irma Collín

Tania Fernández-Navarro. Irma Collín

Francisco Morís. Irma Collín

David Hernández. Irma Collín

Las empresas nacieron como “spin off” de grupos de investigación de la Universidad de Oviedo

Las instalaciones, cercanas al HUCA, han convertido la zona en un polo de atracción investigadora

Metrohm DropSens desembarcará en La Corredoria en unas semanas con más de veinte empleados