Papeles Anticapitalistas Nº21

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El TTIP: un tratado al servicio de las multinacionales Boletín informativo Anticapitalistas Burgos Núm. 21 - Agosto 2015 - Pvp: 0,50€ Conocimos la reflexión de Silvia sobre el TTIP en uno de los talleres organizados por CGT el pasado 1º de mayo, en Fuentes Blancas. Nos convenció su discurso ponderado, certero y pedagógico. Decidimos recabar su colaboración para este número 21 de Papeles en que presentamos la primera mitad de su extenso artículo. El texto completo puedes encontrarlo ya en anticapitalistasburgos.blog.spot. En septiembre publicaremos la segunda mitad de su texto (para amantes del papel). Tirando a dar El topo irreverente (P. 3) Nuevos cuadernos Anticapitalistas Anticapitalistas (P. 4) Organizar anticapitalismo Óscar J. Domingo (P. 5) Injusticia y radicalización juvenil Víctor Atobas (P. 6) ¿Cuándo nos toca a nosotras? (P. 7) Nueva Ley de Mutuas y bajas Mariano G. Hernández (P. 8) 75 aniversario del asesinato de Trostki (P. 9) Entrevista a Sandra Ezquerra Brais Benítez (P. 10) ¿Existen los blockbust- er de izquierda? Berry Espinosa (P. 12) Continúa en página 2

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Bolentín informativo de Anticapitalistas Burgos

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Page 1: Papeles Anticapitalistas Nº21

El TTIP: un tratado al

servicio de las multinacionales

Boletín informativo Anticapitalistas Burgos Núm. 21 - Agosto 2015 - Pvp: 0,50€

Conocimos la reflexión de Silvia sobre el TTIP en uno de los talleres organizados por CGT el pasado 1º de mayo, en Fuentes Blancas. Nos convenció su discurso ponderado, certero y pedagógico. Decidimos recabar su colaboración para este número 21 de Papeles en que presentamos la primera mitad de su extenso artículo.

El texto completo puedes encontrarlo ya enanticapitalistasburgos.blog.spot.

En septiembre publicaremos la segunda mitad de su texto (para amantes del papel).

Tirando a darEl topo irreverente (P. 3)

Nuevos cuadernosAnticapitalistasAnticapitalistas (P. 4)

OrganizaranticapitalismoÓscar J. Domingo (P. 5)

Injusticia y radicalización juvenilVíctor Atobas (P. 6)

¿Cuándo nos tocaa nosotras?(P. 7)

Nueva Ley de Mutuas y bajasMariano G. Hernández (P. 8)

75 aniversario del asesinato de Trostki(P. 9)

Entrevista a Sandra EzquerraBrais Benítez (P. 10)

¿Existen los blockbust-er de izquierda?Berry Espinosa (P. 12)

Continúa en página 2

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El TTIP es el Tratado de Li-bre Comercio e Inversión entre EEUU y la UE que se está nego-ciando desde Junio de 2013, ro-deado de gran secretismo. En este sentido, los eurodiputados y eurodiputadas solo pueden acceder a una parte limitada de los documentos que forman parte de las negociaciones y, además, en condiciones muy re-strictivas: en una sala cerrada, con un tiempo limitado a dos horas, sin posibilidad de tomar notas o fotografiar los docu-mentos y sin poder contar lo que hayan leído, bajo amenaza de multa o pena de cárcel.

El texto final del TTIP pretende aprobarse a lo largo del 2016. Después tendrá que ser ratificado por el Con-sejo Europeo, el Parlamento Europeo y los Parlamentos Nacionales. Sin em-bargo, el anterior Comisario de Com-ercio, Karel De Gucht, hizo expresa su intención de acudir al Tribunal Europeo de Justicia para saltarse este último trámite; y la actual comisaria, Cecilia Malmström, cuando, recién nombrada, fue interrogada al respec-to, dio la callada por respuesta.

La principal excusa que emplean las altas instancias políticas cuando quieren implantar una medida im-popular es la creación de empleo. En este caso, como en otros muchos, no es más que un mito. Para ello basta echar un vistazo al principal estudio encargado por la propia Comisión Europea, que augura la creación de 1.300.000 empleos en la UE y 144.000 en España (frente a los 26 y 5,4 mil-lones de personas desempleadas que hay respectivamente en ambas áreas geográficas). Lo que no dice la Co-misión Europea es que dichos puestos de trabajo corresponden a un hori-zonte temporal de entre 10 y 20 años, con lo que la cifra se vuelve ridícula: entre 7.200 y 14.400 empleos al año

en España. Por supuesto, el escenario proyectado por la Comisión Europea es el mejor posible y contrasta con un estudio encargado por el propio Par-lamento Europeo. Este estudio estima que en Europa llegarán a perderse un millón de empleos directos, a lo que habría que añadir la destrucción en cadena que desencadenaría.

Veamos entonces qué esconde el TTIP, por qué la clase política no habla de este asunto, si en palabras de algún PP-ero es lo mejor que puede pasar-nos. Veamos de qué va la película que no nos quieren contar.

A pesar del secretismo se sabe bastante sobre el TTIP, gracias a otros tratados, filtraciones, declaraciones de personas de la Comisión Euro-pea o incluso leyendo entre líneas los documentos hechos públicos por la Comisión. Y lo que se sabe no es nada tranquilizador, más bien, todo lo con-trario.

El TTIP basa su trama en tres pi-lares. El primero es la “armonización legislativa”, que no es otra cosa que un eufemismo para evitar nombrar el recorte que van a experimentar nues-tras leyes hasta quedarse en los nive-les menos garantistas de EEUU. Dado que el arancel medio entre la UE y EEUU es algo inferior al 2% y en torno a la mitad del comercio entre ambas zonas está libre de aranceles, lo que están negociando es eliminar las nor-mativas laborales, medioambientales, sanitarias y sociales que supongan ob-stáculos al sacrosanto libre comercio y a la libertad de capitales.

Eliminar o retocar leyes para que no existan divergencias normativas entre ambas regiones y la circulación de mercancías resulte más fácil, tiene graves implicaciones. Veamos algu-nas.

En el ámbito de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, la Co-

Logotipo contra el TTIP

El TTIP: un tratado al servicio de las multinacionalesSilvia Ibeas, del Grupo de Trabajo contra el TTIP de CGT-Primera Parte-

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misión Europea ha sugerido la necesi-dad de revisar la legislación laboral, con el fin de no ahuyentar las inver-siones extranjeras de EEUU. ¿Hasta qué niveles se revisaría? Hasta los de EEUU, donde no hay negociación colectiva, ni un mínimo de vacaciones y el derecho a huelga es vulnerable al ser legal la contratación de esquiroles.

Desde la perspectiva de la alimen-tación, desde EEUU podrán llegar productos hasta ahora prohibidos en la UE como, por ejemplo, 30.000 sustancias químicas, carne de vacuno hormonada, carne tratada con medi-camentos promotores del crecimien-to, pollos lavados con cloro o trans-génicos sin etiquetar. Y todo ello a través de la eliminación del principio de precaución vigente en la UE o el mecanismo de reconocimiento mutuo de productos (lo que es bueno es seg-uro en EEUU también lo es en la UE). De igual modo se elevarán los niveles autorizados de restos de pesticidas en alimentos y desaparecerán las De-nominaciones de Origen, esto último “en defensa de la libre competencia”.

En este contexto, la agricultura eu-ropea no podrá competir con las ex-plotaciones de EEUU, 13 veces más grandes en promedio que las euro-peas y en las que todo vale, agravando la despoblación del ámbito rural. Se

impone una modelo agrario basado en gigantescas explotaciones propie-dad de grandes empresas dedicadas al monocultivo con uso intensivo de pes-ticidas. Y no olvidemos que los mon-ocultivos y el uso intensivo de pesti-cidas son técnicas que empobrecen nuestros suelos y ponen en peligro la biodiversidad, especialmente si hab-lamos de semillas transgénicas y sus potentes pesticidas.

Pero esta no es la única amenaza medioambiental. Está la práctica de la fractura hidráulica (fracking), ex-tendida en EEUU y ya penetrando en nuestro entorno. El TTIP, además de crear un marco normativo favorable, impedirá que los países puedan es-tablecer moratorias y, mucho menos, prohibir su práctica (esto último en base al mecanismo ISDS, tercer pilar de este tratado y que se explica más adelante).

En relación a los medicamentos, los lobbies, muy presentes en las nego-ciaciones, están tratando de retrasar la entrada de medicamentos gené-ricos, no solo ampliando los plazos de vigencia de las patentes, sino ret-rasando el inicio de los trámites para la autorización de genéricos, que en la actualidad todavía puede comenzarse antes de que expire la patente.

Tirando a darEN TIEMPOS de IGNOMINIA

Han finalizado las elecciones y han cambiado algunas caras; otras siguen sin inmutarse a pesar de oler a corrupt@s, de tener cuentas en Suiza, de cobrar comisiones... vamos, que seguimos sin pan y es muy difícil decir que están cambiando los tiempos… seguimos en tiempos de ignominia. La súper liberal dama de hierro madrileña cree que “un fantasma recorre Europa, dejando soviets en cada barrio”. Si se confirma tal rumor, yo me pido uno para mi portal, pero hasta que llegue, os voy a contar quienes después del 24M, NO ME REPRESENTAN. Recordar el marxismo me ha puesto un poco cachondo y diré que no me han representado ni me representan las religiones y sus instituciones; l@s capitalistas y sus bancos; la troika, el FMI, los cuerpos represivos, los estamentos judiciales… es mejor parar y concretar un poco. El PP no me representa en ninguna de sus versiones, que van desde la derecha más extrema a la extrema derecha. Tampoco me representa el PSOE a pesar de la cirugía estética integral, pagada con por el Santander. En cuanto a IU, poco que decir: su entusiasmo institucionalista y su olvido de lo que ocurría en las calles les ha llevado a “peleas intestinales” y a una presencia testimonial en las instituciones.Y ahora las nuevas marcas electorales: CIUDADANOS, como bien dijeron un@s colegas, son la cara B de la extrema derecha, disfrazad@s de corderit@s, y que además sirven como refugio a varias especies difíciles de catalogar. Me queda PODEMOS, que empezó como un instrumento alegre y estimulante, pero que está siendo invadido por oportunistas y trepas, como ejemplo pongo a l@s dos procuradores elegidos por Burgos. También es justo decir que hay mucha gente comprometida y luchadora.(De modo que ya iremos viendo).

El topo irreverenteViñeta contra el TTIP

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Portada del cuaderno “El ABC del comunismo”

El ABC del comunismoCuadernos Anticapitalistas reedita este clásico de Nikolai Bujarin publicado por vez primera en 1919.

El acelerado crecimiento del bol-chevismo, que hasta 1917 había sido un partido de cuadros, alentaba la elaboración de materiales formativos destinados a amplios sectores sociales que irrumpían en la vida política de la Republica Soviética aún inmersa en la guerra civil y el Comunismo de Guer-ra. Así, de las 250.000 personas afili-adas en 1919 se pasaría a 610.000 en 1920 y doce meses después a 730.000.

Sin poner en duda el interés del li-bro, que ha contribuido a la formación ideológica de sucesivas generaciones militantes, es recomendable no per-der de vista la coyuntura en que fue escrito, un momento bélico que llevo a Bujarin a escribir “la República es un campamento fortificado. Vivimos bajo el régimen de la dictadura militar

del proletariado”. El ABC es hoy pues un clásico que requiere lectura crítica, ajena a la rutina y el dogma.

No le resta interés el que sobre su autor Lenin escribiera: “Bujarin no es solo nuestro teórico más sólido y más preciado, sino que con toda razón se le considera el niño mimado de todo el Partido; desgraciadamente sus con-cepciones teóricas no pueden ser con-sideradas sin grandes reservas como auténticamente marxistas, ya que hay algo en él de escolástico (nunca ha aprendido y creo que jamás ha com-prendido verdaderamente la dialéc-tica)”.

Carta al CC del 24 de diciembre de 1922, conocida como Testamento de Lenin.

Portada del cuaderno sobre Palestina

¡PALESTINA LIBRE¡ Cuaderno Anticapitalista nº 6A diez años del lanzamiento internacional de la campaña BDS contra Israel.

El Cuaderno Palestina Libre reco-pila dos trabajos que abordan la ocupación sionista, la imposición unilateral del Estado de Israel y la permanente Resistencia Palestina. Su objeto es clarificar el andamiaje de lo que constituye un vergonzoso proceso colonial clásico que hoy pervive con el apoyo económico, diplomático y mili-tar imperialista.

El histórico interés geoestratégico de una región-enlace entre el conti-nente asiático y africano, ha conferi-do a Palestina un valor codiciado por muchos imperios desde la primera dominación egipcia 27 siglos antes de la era cristiana. Pero fue el período abierto con la IGM en el que se sitúan las raíces modernas de un conflicto acelerado a partir de la declaración por el Consejo Nacional Judío, del Es-tado de Israel (el 14 de mayo de 1948).

A partir de entonces la ideología sionista combina razones de origen bíblico y otras coincidentes con la “necesidad de espacio vital” que an-

imó el expansionismo nazi durante la IIGM. La expresión material de esa ideología ha sido la sistemática limp-ieza étnica desde 1948, la guerra per-manente y la negación de derechos y libertades a la población palestina.

La solidaridad internacional con la Palestina Ocupada adquiere múltiples formas pero está sometida a altibajos. A la indignada respuesta ante masa-cres israelíes de población civil pales-tina siguen largos periodos de latencia y casi desaparición de apoyos en los que la información y las redes soli-darias sufren la pérdida de efectivos humanos y respaldo social. En julio de 2005 la solidaridad experimentó un cambio cualitativo tras la constitución del Comité Nacional Palestino para la Campaña por el Boicot, Sanciones y Desinversiones contra Israel.

La campaña BDS, iniciada hace 10 años, relanzó a escala internacional los más de cien años de Resistencia Civil Palestina, dotándola de objetivos unificadores.

El cuaderno que editamos, elabora-do por Marta Pérez Haserra y Acacio Puig, busca ser una herramienta de solidaridad con Palestina y nos com-place editarlo en este el 10 aniversario de la campaña BDS.

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Organizar anticapitalismo: Nuestra tareaCada vez está más claro para amplias franjas de la población que el sistema social, políti-co y económico que padecemos es incapaz de satisfacer las necesidades de la mayoría trabajadora; más aún desde que comenzó lo que los poderosos llamaron crisis y nosotr@s llamamos estafa, esto es: la socialización de las perdidas capitalistas y la privatización de las ganancias (vaya, que cuando a ellos les va bien se lo quedan ellos y cuando van mal somos nosotr@s quienes pagamos sus “pufos”).

Así las cosas, los últimos años han visto tanto importantes luchas social-es que han incluido victorias (Huel-gas generales, Marchas de la Digni-dad, Marea Blanca, Coca Cola, PAHs, Gamonal, 15M...) como el surgimien-to de importantes espacios unitarios político-electorales (Podemos, coa-liciones como Imagina Burgos en di-versas ciudades...). En las pasadas elecciones municipales se ha dado la primera estocada mortal a los parti-dos que hasta ahora se creían amos y señores de nuestras ciudades, con vuelcos espectaculares como en Bar-celona, Madrid, Cádiz...

Anticapitalistas sigue la estela que dejó la izquierda revolucionaria en los años de la Transición; la de una izquierda heterodoxa, no anclada en “palabras ni libros divinos”, fiel a los principios revolucionarios de trans-formación social que animaron du-rante décadas a sus militantes y or-ganizaciones, una organización que cree que en la importancia de con-struir una izquierda de combate que se inserte tanto en las luchas sociales y laborales.

Anticapitalistas entendemos como ejes prioritarios el trabajo de feminis-tizar nuestra organización para que responda a las necesidades de la mitad de la población, la formación política de l@s militantes y simpatizantes en los aspectos centrales del marxismo

revolucionario (como una teoría que se enriquece con el devenir de las luchas y el debate de ideas y aporta-ciones corales), el pluralismo político en el interior y un celo en la vigilancia de las condiciones democráticas en nuestro seno, la importancia de adap-tar nuestra corriente a las condiciones del cambiante siglo XXI, sin fetiches ni dogma-tismos inútiles pero interiorizando las lec-ciones históricas que podemos extraer de las luchas del movimiento obrero y de todas las otras luchas de eman-cipación.

Cientos de miles de personas han entrado por primera vez en la escena política, han comenzado a cuestionar aspectos centrales del sistema, del bipartidis-mo y del Régimen del 78 y se han or-ganizado para construir alternativas que pongan las necesidades de la po-blación por delante de los beneficios de unos pocos. Son tiempos esperan-zadores pero repletos de tareas urgen-tes.

Cada uno y cada una tiene sus ideas propias acerca de cómo hacer avan-zar una lucha, una movilización, una coalición electoral... y además tod@s poseemos conocimientos, experi-

encias, habilidades, etc., que poner al servicio de espacios plurales. Cree-mos fundamental que las personas que entendemos como necesario otro tipo de sociedad construyamos her-ramientas políticas que permitan de-fender nuestra orientación en el seno

de espacios unitarios amplios como puede ser Podemos, Ima-gina... Las gentes de Anticapitalistas en-tendemos la suma de ideas y proyectos como algo que en-riquece, sin miedo al debate de ideas porque es la única forma de levantar proyectos bien afian-zados con una base

fuerte para saber leer y afrontar esce-narios políticos sin perder una orient-ación de ruptura y en definitiva (pues para eso estamos en política) ser útiles a la gente consiguiendo mejoras en sus condiciones de vida aseguran-do además un horizonte más amable para las generaciones venideras.

Si estás de acuerdo con lo que planteamos no dudes en contac-tar con nosotr@s. ¡Te espera-mos!

Oscar J. Domingo

Logo anticapitalistas

Entendemosla suma de ideas

y proyectoscomo algo que

enriquece.El debate de ideases la única forma

de levantarbuenos proyectos

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Las teorías de la disonancia cognitiva indican que el individuo siente malestar cuando su ideología es incoherente o carece de plasmación en la realidad. La autoridad se encuen-tra, añadimos, en la centralidad del malestar.

En la distorsión, es decir, en la frus-tración es cuando se abre la posibi-lidad de movilización social. El mal-estar se reduce a través de la acción política que, por tanto, ha de contar con un fin; identificado en la cultu-ra juvenil por el surgimiento de un mundo nuevo, un fin utópico que, sin embargo, supusiera una imagen co-herente, deseable, a la que se pudiera ir accediendo mediante la conquista de terrenos liberados y superados del mundo antiguo, como la represión sexual, la ausencia de la experimen-tación y los nuevos horizontes políti-cos.

La sensación de injusticia se analiza en la ciencia política, partiendo de la premisa de Sorokin de que tiene lugar por la privación y la miseria, la acumulación de frustraciones del individuo expresadas en la pobreza. Davies le contesta que no es la mis-eria económica la que conduce de por sí a la movilización y a la revolución. Elabora una teoría de la privación que explicaría la sensación de injusticia en que, durante la “época de bonanza” y de crecimiento económico, añadire-

mos que con una distribución social ya injusta, las aspiraciones de los indi-viduos crecen de forma exponencial, y al tiempo que crecen los salarios se produce un margen tolerable entre dichas aspiraciones y los logros efec-tivos y materiales del individuo.

Cuando llega la crisis, según la teo-ría de Davies, es cuando dicho margen es intolerable y los logros, es decir, la calidad de vida del individuo, cae de forme considerable y pareja a la pérdi-da de salarios y a la falta de la protec-ción del Estado en forma de servicios públicos, pensiones o prestaciones por desempleo. Como vemos, la ac-tual crisis del capitalismo en el Estado español, se ajusta como modelo per-fecto para este análisis. Los jóvenes ni siquiera pueden, en numerosas oca-siones, imaginarse un futuro.

Las condiciones materiales de vida han empeorado, pero Gurr pule esta teoría de Davies y explica distintos ti-pos de privación, perfeccionando las herramientas de análisis. La privación aspiracional supone un aumento pro-gresivo de las expectativas, quizás por la introducción de un nuevo sistema

de valores, como podría ser la intro-ducción del consumismo en la juven-tud china. La privación decreciente se produce cuando un joven mantiene las mismas aspiraciones, por ejem-plo es un desempleado, pero deja de percibir las prestaciones y entonces el margen entre aspiraciones y logros se vuelve intolerable.

Sin embargo, hay otras teorías en la ciencia política, si aplicamos la óptica funcionalista de Johnson al caso de la juventud, el sistema de valores adap-tado a la sociedad ha entrado en cri-sis. Puede tratarse de cambios de va-lores que provengan del exterior, las críticas al sistema político que pod-rían generar un imaginario colectivo para la juventud, generando de paso la movilización, politizándose en las calles. Pero si atendemos a las con-diciones materiales, encontramos el empeoramiento de las condiciones re-ales de existencia de los y las jóvenes, que conducen a la sensación de injus-ticia.

Víctor Atobas, redactor de la revis-ta cultural Zoozobra

Injusticia y radicalización juvenil

Manifestación plataforma Juventud sin miedo

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¿Cuándo nos toca a nosotras?Leíamos hace poco un artículo que hablaba de la herramienta política que significan las asambleas y su uso. Estas son un espacio en el que hombres y mujeres tienen sus reflexiones, comparten opiniones y toman decisiones, pero hay algo más. Son también un espacio en el que empezar a hacer política, un espacio de convivencia y un espacio de empoderamiento.

Pero, ¿empoderamiento para quién y a qué costa?

Cuando llegamos a una asamblea de cualquier movimiento social se pueden observar comportamientos repetidos, se debaten temas y en las in-tervenciones casi siempre suenan las mismas voces y habla el mismo sexo: el masculino. El uso de la palabra de-muestra “poder”, es decir, que hable siempre la misma persona repetida-mente le otorga una visibilidad que no tiene porqué ser ni de liderazgo, sino de cara visible. El hecho de que hablen siempre los mismos, a las más jóvenes nos echa para atrás a la hora de participar en esas asambleas, pues no encontramos el momento en el que podamos intervenir, sentimos miedo al qué dirán, etc.

Es importante recalcar la necesi-dad de que los hombres interioricen el discurso de género, pues como he-mos repetido reiteradamente, ser de izquierdas no significa ser feminista. Es perceptible en las asambleas ya que la mayoría de las demandas femi-nistas son normalmente propuestas por las mujeres, mientras estas se aceptan como si no hubiese otra op-ción. Aunque, como mujeres, enca-

becemos nuestra propia liberación, es necesario que las personas con las que compartimos espacios, sean del género que sean, acepten y compartan nuestra lucha, pues si no todo el es-fuerzo puesto en asambleas, debates y formaciones habrá sido en vano.

Una de las propuestas de mejora más importantes pasa por la mod-eración de los debates, ya que si esta es buena y eficaz se puede conseguir un equilibrio entre las intervenciones de hombres y mujeres y con ello apo-yar a las compañeras para que aporten sus opiniones y propuestas. Esta sería una manera de llevar a la práctica las políticas de igualdad que proponemos teóricamente, y de tratar de modificar nuestros comportamientos empezan-do por nuestro entorno más cercano. Por ejemplo, no deberían repetirse las actitudes paternalistas, como el mansplaining, de los compañeros, pues como mujeres tenemos la misma capacidad de razonamiento y análisis, y no necesitamos que nuestras ideas sean respaldadas por ellos ya que, las apoyen o no, son igualmente válidas. Abandonar estos comportamientos sería una gran ruptura con el actual modo de plantear las asambleas, agi-

lizaría los debates y constituiría una mejora en la actitud de las mujeres hacia sus propias intervenciones.

Además, consideramos que es labor personal de todxs controlar nuestros gestos e interrupciones, ya que se pu-ede expresar el desacuerdo en el si-guiente turno de palabra para evitar entorpecer el discurso de cualquier compañerx. Para evitar hostili-dades y mejorar el transcurso de las asambleas deberíamos apostar por intervenciones concisas sobre el tema tratado, utilizando un tono de voz y unas palabras que no cohíban la lib-ertad de expresión de otrxs o que ge-neren un ambiente de incomodidad.

Haciendo pequeños cambios en nuestras intervenciones podemos me-jorar las asambleas, reducir la dura-ción de estas y sobre todo apoyar a las compañeras para que tomen las rien-das en estos procesos y dejen atrás el miedo y la frustración que les provoca hablar en público.

Secretariado feminista de Anticapi-talistas Burgos

Mujeres en primera linea en una manifestación

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Las modificaciones en las bajas médicas y la Ley de Mutuas:Un ataque a la salud laboral de l@s trabajadores (1ª Parte)El gobierno PP, enemigo acérrimo de los derechos de l@s trabajador@s e insaciable en los recortes tanto sociales como laborales, ha impuesto un Real Decreto (625/2014 de 18 de julio), que regula las bajas laborales de menos de 365 días y la Ley 35/2014 de 26 de diciembre, sobre la gestión de las mutuas. La finalidad es convertir la salud laboral en un artículo de lujo, abriendo la puerta a la privatización de la salud laboral en detrimento de actuaciones que son propias de la Seguridad Social.

El cuanto al RD 625/2014 (publicado en el BOE el día 21 de julio de 2014), sobre la gestión y control de las bajas médicas, decir, que otorga más poder a las mutuas, dándoles un mayor control económico y médico en los pro-cesos de baja, in-cluyendo a partir de la entrada en vigor del RD, las bajas por enfermedad común, con la posibilidad de que la mutua pu-eda extiguir la pre-stación de incapaci-dad temporal, ya que el trabajador o trabajadora tiene la obligación de acudir a los controles que le quieran realizar mediante recono-cimientos médicos, para lo cual, la mu-tua tiene que notificárselo con una ante-lación de al menos, 4 días hábiles y en caso de incomparecencia se suspende cautelar-mente la prestación de incapacidad tem-poral, debiendo justificar la misma en el plazo de 10 días. En caso contrario, se ex-tinguirá la prestación.

Desde el 1 de septiembre de 2014, los partes de confirmación de baja se deben emitir según la duración de la baja esti-mada por el servicio médico con arreglo a los siguientes criterios y sirven tanto para las bajas de enfermedad común como de acidente de trabajo y enfermedad profe-sional.

Inferior a 5 días.- Noy hay parte de con-firmación. El parte de alta y baja se emite el mismo día. Llegado el día de alta, si no se esta recuperado se puede socilitar un reconocimiento y emitir un parte de con-firmación de baja si no hay recuperación.

De 5 a 30 días.- Primer parte de con-firmación a los 7 días siguientes al parte de baja. Los siguientes partes de confir-mación se emiten en un plazo máximo de 14 días desde el parte anterior.

De 31 a 60 días.- Primer parte de confirmación a los 7 días siguientes al parte de baja. Los siguientes partes de confirmación se emiten en un plazo máximo de 28 días desde el parte ante-rior.

Más de 60 días.- Primer parte de confirmación a los 14 días siguientes al parte de baja. Los siguientes partes de confirmación se emiten en un plazo

máximo de 35 días desde el parte anterior.Fin de expedición.- cuando se llega a los

365 días, antes de la fecha se ha de comu-nicar al trabajador o trabajadora en sit-

uación de baja que pasa a ser controlad@ por el INSS, el cual va a decidir sobre una de las tres opciones siguientes: dar el ALTA MEDICA, prórroga de baja por 180 días y un máximo de otros 180 días más, o pasar tribunal para un análisis de una incapacidad permanente.

El parte de baja, en los casos de en-fermedad común, lo seguirá tramitando el servicio médico de famila de la Se-guridad Social, teniendo las mutuas ca-pacidad para ejercer el control desde el primer día de dichas bajas, pudiendo formular propuesta de alta médica moti-vada, a la Inspección del Servicio Público de Salud, notificándoselo igualmente al trabajador/a afectad@. Si en el plazo de 5 días la propuesta de alta no ha sido resu-elta y notificada, la mutua puede acordar el alta, siempre que se solicite al INSS.

Mariano G. Hernández, asesor laboral

(1) En el próximo número de Papeles con-tinuaremos con el analisis de las bajas y la Ley de Mutuas

Viñeta sobre las modificaciones en las bajas médicas

El RD 625/2014 otorga

más poder a

las mutuas, dándoles

un mayor control

económico

y médico en los procesos

de bajas, incluidas las

bajas por enfermedad

común, ya que las mu-

tuas podrán exigir con-

troles y reconocimientos

médicos

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La democracia y la moral universal no son las únicas víctimas del imperi-alismo. La tercera es el sentido común, “innato en todos los hombres”. Esta forma inferior de inteligencia, nec-esaria en cualquier situación, es también suficiente en ciertas circun-stancias. El capital fundamental del sentido común se ha forjado con las conclusiones elementales extraídas de la experiencia humana: “no metáis el dedo en el fuego, seguid preferente-mente la línea recta, no molestéis a los perros fieros…”

En un medio social estable, el sen-tido común resulta suficiente para practicar el comercio, cuidar a los enfermos, escribir artículos, dirigir un sindicato, votar en el parlamento, fundar una familia y multiplicarse.

Pero cuando el sentido común tra-ta de escapar a sus límites naturales, para intervenir en el terreno de las generalizaciones más complejas, se evidencia que solo es el conglomerado de los prejuicios de una clase y una época determinadas.

Ya la simple crisis del capitalismo despista al sentido común. Lo que es más, ante catástrofes como la revolu-ción, la contrarrevolución y la guerra, el “sentido común”…es un imbécil a secas. Para analizar las conmociones catastróficas del curso “normal” de las cosas se precisan facultades más al-tas de la inteligencia, cuya expresión filosófica ha sido dada, hasta ahora, por el materialismo dialéctico.

(…) La doctrina marxista nos ha per-mitido prever lo inevitable -en ciertas

condiciones históricas- del termidor* soviético y su cortejo de crímenes y con mucha anticipación, prever tam-bién el inevitable hundimiento de la democracia burguesa y de su moral. Por el contrario, los doctrinarios del “sentido común” se han visto arrolla-dos y sin capacidad de previsión por el fascismo y el estalinismo (…) La actitud dialéctica frente a la moral, producto accesorio y transitorio de la lucha de clases, parece “inmoral” a los ojos del “sentido común”.

Sin embargo ¡¡¡Nada hay más duro, limitado y cínico, que la moral del sentido común!!!

Tostki, artículo “Sentido común”

*(Termidor: involución conservadora)

En el 75 aniversario del asesinato de Trotsky El día 24 de agosto de 1940, Pravda anunció la muerte del “espía internacional y asesino Trotsky”. Así quedaba eliminado el hombre cuyo pensamiento y acción constituían el único vínculo viviente con el bolchevismo y con la generación revolucionaria de 1917.

Pero no es nuestro objetivo rememorar las circunstancias de su asesinato, ni los ejes de su pensamiento, ni los hitos de su acción revolucionaria, ni su herencia política. Nos limitaremos a transcribir uno de sus últimos textos breves, muy oportuno en los tiempos que corren.

Se trata del artículo “El Sentido Común”, integrado en el libro “Su Moral y la Nuestra” (León Trotski-Ed. Clave- México-1939).

Trostki

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Sandra Ezquerra: “Defender el derecho a la vivienda es economía feminista pura”BARCELONA // Sandra Ezquerra (Barcelona, 1976) es activista social y profesora de Sociología en la Universidad de Vic, donde coordina el Grupo de Investigación en Sociedades, Políticas y Comu-nidades Inclusivas (SoPCI).

Entre el 2 y 4 de julio, la universidad ha acogido el V Congreso Estatal de Economía Feminista. Como integran-te del comité organizador, Ezquerra valora de forma muy positiva que el certamen esté creciendo edición tras edición, y que este año haya contado con la participación de cerca de 400 personas. “A partir del estallido de la crisis comienza a haber un creciente interés entre el feminismo por cues-tiones de economía”, subraya la so-cióloga, que destaca que “es uno de los pocos congresos que está consolidan-do un diálogo entre la Universidad y la sociedad civil”.

Para situarnos. ¿Qué es la economía feminista?

Es un área de conocimiento y de acción propios que en gran parte surge como crítica a los paradigmas económicos dominantes. Una crítica al hecho de que la economía con-vencional sólo considera economía aquello que implique un intercambio monetario, y se centra en el mercado laboral y en actividades mercantiliza-das. Esto desde una perspectiva más analítica. Y desde una perspectiva más propositiva, el análisis de que los preceptos económicos dominantes están priorizando los intereses y las lógicas de las élites económicas y fi-nancieras por encima de la generación y regeneración de la vida. Reivindica actividades que garantizan el bien-estar colectivo, humano, familiar, que históricamente es llevado a cabo por parte de las mujeres, y la creación de una economía que ponga esta gen-eración de bienestar en el centro, no sólo del conocimiento sino también de las políticas públicas.

En este sentido, promueve in-dicadores de bienestar distintos a los actuales, como puede ser el PIB.

El PIB no refleja el nivel de biene-star, ni de la situación laboral, ni in-

cluso de términos tan convencionales como es la productividad. Ya a partir de los años 80 se empieza a reclamar el valor de todas estas actividades no remuneradas, no mercantilizadas, pero que garantizan que la clase tra-bajadora vaya al trabajo cada día, que los niños vayan a la escuela, todo el cuidado emocional… Si fuesen parte de lo que llamamos la economía real, en el caso de Cataluña estaríamos hablando del 40% del PIB, así que no es una cosa menor.

O en el caso de la EPA, que nos habla de población económicamente activa e inactiva, y resulta que en la segunda no sólo hay mucha gente que está en el mercado laboral informal –muchas de las cuales son mujeres-, sino también las personas que están garantizando que la población ocupada, o la futura población ocupada, vayan avanzando.

Se hace una crítica a toda esta se-rie de indicadores, y surgen propu-estas como las encuestas de usos del tiempo, que proponen no sólo contar cuánta gente está en el mercado labo-ral, sino qué hace cada uno a lo largo de la semana y cómo se distribuyen otras categorías a lo largo del tiempo, incluyendo el trabajo remunerado y no remunerado de las personas.

¿El trabajo de cuidados debe-ría estar remunerado?

Es un debate histórico dentro del feminismo. En el congreso tuvimos la suerte de contar con Silvia Feder-ici, que fue una de las protagonistas de la campaña que impulsó el femi-nismo en los años setenta pidiendo un salario para el trabajo doméstico. Para ellas era una manera de señalar

la importancia de darle valor. Pero no ha habido nunca consenso entre el movimiento feminista, porque si bien podía servir para darle valor y otorgar autonomía a las mujeres que están haciendo este tipo de trabajo, existen dos críticas principales: que el hecho de remunerarlo no rompe con la división sexual del trabajo, en cierta manera la perpetúa; y que, como he-mos visto con la ley de dependencia, estamos hablando de pagas de 400 euros, así que estás perpetuando la precarización de las mujeres.

¿Cómo ha afectado a las mu-jeres el aumento de la desigual-dad que hemos experimentado en los últimos años?

La posición más vulnerable de la mu-jer en términos económicos se agrava con la crisis. Se ha hablado mucho de que si con la crisis las mujeres vuelven a casa, pero el hecho es que estamos trabajando más que nunca en el mer-cado laboral, por toda la destrucción de ocupación masculina que se ha producido en los últimos siete años, y estamos trabajando más que nunca en el hogar por toda la destrucción de servicios públicos que ha habido en los últimos cinco años. Existe una doble precarización y un aumento de la carga de trabajo global.

Desde hace años existe una cre-ciente demanda de cuidados y una decreciente oferta de cuidadoras, lo cual pone en manifiesto que la organi-zación tradicional de los cuidados en el contexto capitalista no funciona, y eso con la crisis económica se incre-menta. Este ha sido un análisis muy periférico incluso dentro de la izqui-erda y de la economía crítica de la cri-sis, y no se pueden entender todos los efectos de la crisis si esta perspectiva no se tiene en cuenta.

¿Echa de menos un mayor peso de las cuestiones de género en las nuevas formaciones políticas

La posición másvulnerable de la mujer en términos económicos se

agrava con la crisis

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de izquierdas?En el caso de Podemos, y pienso en

las elecciones europeas, con la Ley Gallardón sobre la mesa y que era un momento de mucha emergencia, escogieron tres o cuatro ideas fuerza (crisis de partidos, corrupción, re-generación democrática…) que anal-izaron que generaban consenso de manera transversal. Y en este sentido no consideraron que el derecho al propio cuerpo fuera una de esas ideas transversales, de manera muy equivo-cada desde mi punto de vista. Tam-bién pasa por la presencia de mujeres en lugares de visibilidad, como sucede con el gobierno griego o en las mismas caras visibles de Podemos… Creo que tienen mucho trabajo a hacer y hace falta revisar cómo se está haciendo esta nueva política.

Por otro lado sí me gustaría desta-car trabajos como los que se están ha-ciendo por ejemplo en Barcelona En

Comú, que tienen un eje de género muy potente y que a nivel de gobierno municipal ha creado una concejalía con gente muy fuerte, con un equipo sobre todo de mujeres, pero no sólo, de lo mejor a nivel activista y técnico que existe en estos momentos en Es-paña. Así que también hay estas sor-presas positivas que espero que se vayan contagiando.

¿Qué importancia tiene la llegada a las instituciones de colectivos procedentes de los movimientos sociales que hace años que desarrollan nuevas prácticas que sitúan en una posición central a los cuidados y la vida?

Creo que es fundamental. Estamos hablando de la capacidad de generar hegemonía, de que estos discursos dejen de ser marginales y reciban una atención central. En el caso de Bar-celona, con mucha gente que viene de la PAH, defender el derecho a la vivienda es economía feminista pura, estamos hablando de la reproducción de la gente, y de garantizar las condi-ciones de vida básicas y los derechos humanos. El trabajo que ha hecho la PAH la hora de ubicar la vivienda en el centro del debate político y social en los últimos años me parece funda-mental. ¿Por qué no hacerlo con las guarderías? Que los padres y madres se movilicen para que sus hijos ten-gan acceso a una educación gratuita y de calidad universal. O con las be-cas comedor. Se debe crear hegem-onía en el sentido de no acercarte al centro sino desplazar el centro hacia estas ideas. Creo que estamos ante una oportunidad histórica de que esto suceda, y el movimiento feminista tiene mucho a contribuir.

En las jornadas ha habido una participación importante de mu-jeres de América Latina. ¿La sit-uación de las trabajadoras del textil es paradigmático de la pre-cariedad que impone en ciertos sectores, en el que las mujeres tienen un papel destacado?

Por supuesto. Esta edición ha sido el congreso en el que ha habido más mujeres latinoamericanas y también más mujeres migradas residentes en España. La presencia sobre todo de compañeras de Nicaragua fue im-presionante. Hablaron de las condi-ciones de vida de las trabajadoras en las maquilas, en Centroamérica, y fue muy interesante el hilo que se dibujó entre las condiciones de vida de las mujeres en América Latina y las con-diciones de vida de las mujeres en Eu-ropa, y cómo a pesar de las diferencias hay vínculos que se pueden movilizar para librar frentes comunes.

Uno de los plenarios se hizo sobre el TTIP, con mujeres que están lu-chando en Europa desde una mirada feminista, y con toda la resistencia latinoamericana contra los tratados

de libre comercio, que sobre esto nos pueden explicar muchísimo ellas a nosotras. Fue todo un lujo y muy emo-tivo.

El Congreso aprobó una de-claración contra el TTIP y tam-bién de apoyo al pueblo griego. ¿Qué lectura se puede hacer del resultado del referéndum en Grecia desde la perspectiva de la economía feminista?

Básicamente se trata de un rechazo a las políticas económicas que está impulsando la troika, de reducir más las pensiones, de hacer más recortes… Una defensa del ‘no’ no considero que sea una defensa entusiasta del go-bierno de Syriza, porque hay muchos matices, pero en todo caso es una ex-celencia noticia de que por primera vez un gobierno se levante ante los acreedores. Desde la economía femi-nista es un ejemplo de cómo priorizar el garantizar el bienestar sobre los beneficios económicos.

¿Llegará algún día a desa-parecer la coletilla de “femini-sta” porque esta serie de valores se hayan integrado en la concep-ción económica imperante?

Esta es la intención. Una de las claves que contaba Silvia Federici es que la economía como ciencia social y ámbito de conocimiento ha sido se-guramente el área más impermeable a cualquier crítica, ya sea desde el femi-nismo, desde el anticolonialismo… Con todos los avances que ha habido en las ciencias, la economía ha sido la más inamovible, y la principal razón es porque es la ciencia social que más cerca está de poder, y eso ha hecho que se mantenga en su burbuja. Estoy muy de acuerdo con eso. La sociología, e incluso las ciencias políticas, se han dejado alimentar más por estos con-tra-relatos… Pero esto está abierto, y esperamos seguir empujando para que estos relatos y estas alternativas a la hora de analizar, de proponer y de construir vayan teniendo cada vez más relevancia.

Entrevista realizada por Brais Benítez y publicada en La Marea

Sandra Ezquerra

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¿Qué es Anticapitalistas?Anticapitalistas es una organización revolu-cionaria, ecologista, feminista e internacion-alista que se esfuerza por impulsar las luchas contra toda forma de explotación, opresión y dominación sobre las personas y la natu-

raleza. Nos organizamos políticamente para luchar por volver a poner de actualidad la necesidad de una ruptura revolucionaria que permita iniciar la construcción de una socie-dad socialista autogestionaria libre de ex-

plotación, alienación y opresión, donde todo el mundo pueda participar de una forma democrática y pluralista en la elección de un nuevo futuro colectivo.

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anticapitalistasBurgos

Desde sus inicios, el cine ha estado ligado al igual que toda la cultura en general a las rela-ciones sociales y el contexto del que surgió: el capitalismo y la ideología dominante burguesa. Ahora bien, desde sus inicios, el cine ha supuesto (como otras tantas corrientes artísticas) un abanico de contradicciones. Tanto como es usado como cor-rea de transmisión ideológica del sistema (y principalmente del imperialismo norteamerica-no, no hace falta más que ver la cartelera), también es utilizado en algunos casos como forma de transgresión y de propaganda crítica.

Desde que la industria el cine to-mara forma, las clases dominantes entendieron a la perfección que el cine es un medio de masas que puede con-figurar en el imaginario colectivo ilu-siones tales como la del mito del amor romántico (visto de manera muy ex-plícita con el ejemplo de las “princesas Disney”, pero recreado también en la gran mayoría de la industria de Holly-wood), o también reproducir a escala masiva el “sueño americano”. Ahora bien, desde los comienzos del séptimo arte como medio de comunicación de masas, ha habido corrientes y cineas-tas que han roto el modelo clásico de correa de transmisión de la ideología dominante.

Desde “El acorazado Potemkin” (Serguéi M. Eisenstein, 1925) o cintas similares a principios del siglo, pasan-do por “Reds” (Warren Beatty, 1981) hasta “El viento que agita la cebada” (Ken Loach, 2006) o películas de re-nombre como “Inside Job”(Charles

Ferguson, 2010) (documental crítico con el sistema financiero) hemos vis-to como han contenido un mensaje y un trasfondo de izquierdas (en mayor o menor medida). Así que aunque el cine haya sido un medio importante de propagación de propaganda bur-guesa, también puede ser utilizado para lo contrario. Pero la cuestión de fondo aquí es, si tan solo el cine inde-pendiente o las cintas de autor tienen un trasfondo político o filosófico de izquierdas. ¿Existen los “blockbuster” de izquierdas? En la últimas décadas hemos asistido a una izquierdización en el panorama blockbuster y Hol-lywodiense. Caben mencionar films como Elysium (Neill Blomkamp, 2013), una película de ciencia ficción que retrata una crítica a la desigual-dad social y a la privatización sani-taria en un mundo distópico. O Dis-trict 9 (Neill Blomkamp, 2009), una reflexión (desde la óptica de la ciencia ficción también) sobre el Apertheid sudafricano, en este caso utilizando a una raza alienigena como metáfora. En la última década podemos desta-car una gran cantidad de películas blockbuster o mega-producciones con un discurso y un trasfondo de izqui-erda (claro está que con ello no quiero decir que tengan un discurso revolu-cionario o radical).

Con todo esto, llegamos a “Mad Max: Furia en la carretera” (George Miller, 2015). Una película estrenada con una gran polémica debido a que grupos machistas ultra-conservadores esta-dounidenses criticaron que la película fuera “un caballo de troya del femi-nismo y la izquierda en Hollywood” y pidieron su boicot. Y si bien es cierto que lejos se queda de ser una reflex-

ión seria y profunda sobre la realidad social que nos rodea, si que contiene ciertos elementos sociales y políticos de trasfondo, en concreto sobre la ex-plotación y opresión de la mujer. La historia se centra en una mujer (Im-perator Furiosa) liderando el éxodo de lo que Immortan Joe (un tirano en un mundo post-apocalíptico) llama-ría sus reproductoras. El argumento cuenta la huida de estas mujeres, apoyadas por otros dos hombres, uno de ellos Max (un hombre solitario que intenta sobrevivir en un mundo de lo-cos) del caudillo Immortan Joe. Aún siendo bastante simple y con pocos diálogos, si que retrata una sociedad enfermiza, de desigualdad, donde el agua es un privilegio para los caudil-los y las mujeres simples herramien-tas de reproducción o producción de leche materna para la distribución (la leche materna se presenta como un bien muy preciado en la película).

Ante todo esto, es indiscutible que existe cierta tendencia de izquierdi-zación de algunos y algunas directoras en el panorama blockbuster y Holly-wodiense, aunque esto no quiera decir que la izquierda hayamos ganado el terreno en el sector del cine.

Berry Espinosa

¿Existen los blockbuster de izquierda?

Fotograma de “El acorazado Potemkin”