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Índice

GRUPO EDITOR

PresidenteMons. Diego Monroy Ponce

DirectorLic. Arturo Rocha Cortés

EditorialLic. Ángel Roa Hernández

Jefe de FormaciónRicardo Galindo Melchor

ColaboradoresP. Juan Ortiz Magos - P. Gabriel Rodríguez Martín del Campo - Diácono Mario Bustamante Rubio - Mons. Jorge Palencia Ramírez de Arellano - Mons. Salvador Diez de Sollano y Ortega - Lic. María de la Concepción M.C. de Jiménez - Lic. Marcela Vallecillo Gómez - Alma Olguín Castro - Ricardo Espinosa Tovar - Lic. Martha Reta - Lic. Samuel Jiménez Hernández - María Guadalupe Bustamante Rosas.

Boletín Guadalupano es una publicación mensual y gratuita de la Basílica de Guadalupe A.R. La distribución es realizada por la propia Basílica, con domicilio en Plaza de las Américas núm. 1, Col. Villa de Guadalupe, Deleg. Gustavo A. Madero, C.P. 07050, México, D.F. Tel.: 5577-6022 exts. 201 Redacción y 161; fax 5577-5038. Correo electrónico: boletinguadalupano@basilicadeguadalupe.org.mx. web: www.virgendeguadalupe.org.mx.

Registro de SEPOMEX (en trámite). Certificado de Licitud de Contenido núm. 10545, expedido por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la SEGOB, el 26 de noviembre de 2004. Certificado de Licitud de Título núm. 12972, expedido por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de SEGOB, expedido el 26 de noviembre de 2004. Certificado de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo núm. 04-2004-102812475400-106, expedido por la Dirección de Reservas de Derechos del Instituto Nacional del Derecho de Autor, el 28 de octubre de 2004.

DiseñoArturo Pardo, Arturo Rocha

Formación Editorial Arturo Rocha y Ricardo Galindo

ImpresiónLitográfica Fca S.A. de C.V.

Acalotenco 74, Col. Santo Tomás, C.P. 02040, Deleg. Azcapotzalco, México D.F., con un tiraje de 10,000

ejemplares.

PUBLICACIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA

Los artículos y demás contribuciones publicadas en el Boletín Guadalupano no reflejan necesariamente el

sentir de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe. Y son responsabilidad exclusiva de sus autores.

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Mons. Diego Monroy Ponce

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6 Editorial

Lic. Samuel H. Jiménez Hernández

Ricardo Espinosa Tovar

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En Portada

Guadalupe Bustamante Rosas

Participe en la misa diaria a las 9:00 hrs.www.virgendeguadalupe.org.mx

Mons. Jorge Palencia Ramírez de Arellano

Pastoral

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Efemérides de octubre

Peregrinaciones de noviembre de 2010

Comunidades Eclesiales de Base y los hermanos indígenas

Lic. María de la Concepción M.C. de Jiménez

Misiones

Cultura yArte

Mons. Diego Monroy Ponce saluda a todos los peregrinos y lectores

Homilía

Lic. Marcella Vallecillo Gómez

Mons. Salvador Diez de Sollano

Mensaje delRector

Diseño de Portada:Arturo Pardo Ayala

Diseño de interiores:Arturo Rocha, Ricardo Galindo, Lidia Binzhá.

Femenil de ZitácuaroInstitución TeresianaDiócesis de Salt Lake

Hacia el Congreso Guadalupano 2010

Pbro. Lic. Alberto Medel Ortega

Bendice el Cardenal Norberto Rivera la Nueva Etapa de la Plaza Mariana

35 Convocatoria Serenata Popular 2010

Guadalupe MexicanaBandera de la cristiandad

EspiritualidadGuadalupana

Aportes para una espiritualidad guadalupana en la política constructora de la sociedad(2a. parte)

¡Santa María de Guadalupe, Reina de México; Salva nuestra Patria y conserva nuestra fe!

Conociéndonos

Crónica Guadalupana

Peregrinaciones

Diócesis de CampecheDiócesis Toluca y Tenancingo

MENSAJE DEL RECTOR

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Efemérides de octubre

Peregrinaciones de noviembre de 2010

Comunidades Eclesiales de Base y los hermanos indígenas

Hermanos y hermanas: con afecto cordial los saludo desde la Casita Sagrada de nuestra Niña y Muchachita santa María de Guadalupe, Madre de México y América.

La historia de América –del Continente de la Esperanza– como bien lo llamara el Siervo de Dios, el Papa Juan Pablo II, ha quedado siempre bajo el amparo maternal de santa María de Guadalupe. Bajo su abrigo y mirada misericordiosa ha ido cruzando los fuertes vientos de la historia.

América, hermanos y hermanas, es un continente arraigadísimamente mariano. Su amor y devoción a la Virgen María, Madre de Dios, se evoca en las numerosísimas advocaciones marianas que a lo largo y ancho de todo el continente se veneran con profunda y gran devoción. Las primeras advocaciones marianas llegaron de España, pero pronto cedieron el campo a las de origen americano, a las nacidas, por así decirlo, en este suelo […] baste citar la de nuestra Señora de Guadalupe de México, las de Zapopán, Ocotlán, Izamal, Talpa, la de Coromoto en Venezuela, Copacabana y Cotoca en Bolivia, Andacollo en Chile, Luján e Itatí en Argentina, Caacupé en Paraguay y la Aparecida en el Brasil. No podemos olvidar la devoción a la Virgen de los Remedios, la Piedad y la Soledad.

Con esto quiero señalar, hermanos y hermanas, la fuerza y el influjo de la Virgen María en la vida de los americanos, desde los mismos comienzos de la evangelización que nos trajo la Conquista. María ha sido importante de manera natural para la inculturación y el mestizaje, tan es así, que no podemos hablar de mestizaje en este continente sin la devoción que se manifiesta en los santuarios marianos. Ella, la Virgen, siempre ha estado en el proceso evangelizador y de expansión de la fe cristiana. Es por eso que, al conmemorar el descubrimiento de nuestro continente, tenemos que mirarla a Ella como referente de nuestra conformación e identidad mestiza.

A Ella, hoy más que nunca, a la Dulce Señora del Cielo, tenemos que recurrir los hombres y mujeres nacidos en esta tierra, quienes tenemos delante de sí la enorme responsabilidad de sacar nuestro continente de la pobreza extrema, llevarlo a una democracia madura, al respeto de su pluralidad y a un mayor compromiso solidario. A quinientos dieciocho años de su descubrimiento –el que providencialmente apareció ante los ojos de los conquistadores peninsulares con la creencia de ser las Indias Orientales– lejos de posiciones proindigenistas o americanistas que nada aportan al crecimiento del continente sino más bien lo debilitan, debemos mantenernos unidos, reconciliados y en continuo progreso, sin soslayar temas como el de la educación, el empleo, la vivienda y la salud.

Es necesario llevar este continente a un encuentro vivo y personal con Cristo de donde brotará el compromiso solidario con los hermanos, alcanzando el deseo del Maestro, expresado en la voz de los obispos reunidos en Aparecida del Brasil, de hacer de todos los bautizados, discípulos y misioneros de Cristo, para que todos en Él tengan vida. Esto se logrará en la medida en que las expectativas más elementales de nuestros hermanos tengan respuesta.

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Mensaje del Rector Mensaje del Rector

Cristo, mis hermanos y hermanas, dicen nuestros pastores, es el tesoro incalculable, la piedra preciosa de este amado continente. Junto a Él, Verbo de Dios hecho carne, Camino, Verdad y Vida, los hombres y las mujeres de América encontrarán un rumbo cierto de plena justicia y felicidad.

Así, hagamos votos para que el destino del norte y del sur de este continente encuentren la única verdad que salva: Jesucristo, nuestra esperanza. Que santa María de Guadalupe, nuestra Niña y Muchachita, a quien hemos proclamado desde Canadá hasta la Tierra de Fuego como Reina y Madre de América, nos alcance de su divino Hijo, nuestro Señor Jesucristo, profundizar en la fe y buscar el progreso de nuestro continente por caminos de paz y de justicia. Que nuestra Señora de Guadalupe a quien coronamos como Patrona y Reina de México hace 115 años, nos conceda permanecer bajo su patrocinio; que en la conformación del México moderno siga siendo Ella nuestro eje de referencia, nuestro sustento y destino. Que México, la nación que Ella eligió como suya, siga siendo benefactora de su bondadosa y maternal protección. Que el recuerdo de su coronación pontificia, ocurrida el 12 de octubre de 1895, sea motivo de nuestra viva gratitud a Dios, al concedernos tener como Madre, Abogada y Defensora a tan augusta Señora.

Llenos de gratitud a Dios, hermanos y hermanas, celebremos el XXXIV aniversario de la dedicación de la actual basílica a nuestra Señora de Guadalupe y el solemne traslado de su bendita imagen a la misma. Desde hace más de tres décadas, este templo conserva en su interior el Sagrado Original de nuestra Señora de Guadalupe, cuya imagen milagrosamente se estampara en el burdo ayate del indio santo Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Desde entonces este lugar se convirtió en signo de la presencia del Dios Altísimo en medio de su pueblo, amén de ser el sitio por excelencia donde los mexicanos experimentamos el encuentro, consuelo, misericordia y el amor materno de Dios a través de la Virgen santísima de Guadalupe.

Este templo, hermanos y hermanas, la Virgen nos lo pidió: Mucho quiero, muchísimo deseo que aquí me levanten mi templo (NM 26). El templo, mis hermanos y hermanas, no es la construcción material, sino la edificación espiritual de una sociedad humana y cristiana acorde a los valores del Evangelio expresados en el diálogo entre María de Guadalupe y su vidente. Así, el nuevo templo, es la nueva nación que ha nacido al abrigo y amparo maternal de María, nación que llamamos México. Es necesario amarnos y aceptarnos todos como hijos de un mismo Padre y una misma Madre. Únicamente así estaremos haciendo realidad el deseo de la Virgen.

A la “Casita de la Virgen” todos son bienvenidos. Sus puertas están abiertas para todos, nadie es ajeno a ella. Entran ricos y pobres, intelectuales e ignorantes, desde el más encumbrado político hasta el más pequeño e insignificante de los hermanos. .

Mensaje del Rector

Están en la Casa de la Madre, la que ha venido para ser madre de todos los hombres que están en uno en esta tierra y de las demás variadas estirpes de hombres, sus amadores, los que a Ella clamen, los que la busquen, los que confíen en ella (cfr. NM 30-31).

Finalmente quiero invitarlos, amados hermanos y hermanas, a unirse a la Jornada Mundial del Rosario que año con año la Iglesia lleva acabo en el mes de octubre. Esta jornada nos brinda la oportunidad de acercarnos a la vida de Jesús a través de María su Madre.

En la contemplación de los misterios del Rosario, dice el Papa Juan Pablo II: se concentra la profundidad de todo el mensaje evangélico; a través de él, el pueblo cristiano aprende de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor (Rosario Virginis Mariae)

Es urgente rezar, hermanas y hermanos. Que el Santo Rosario sea nuestra poderosísima arma contra los males del mundo. Rescatemos su valor, enseñémoslo a las nuevas generaciones y nunca dejemos de recurrir a la protección de nuestra Madre santísima. No olvidemos que la familia que reza unida permanece unida. Unámonos en el rezo del Santo Rosario e invoquemos la maternal protección de la Virgen santísima. Que Ella nos alcance de su divino Hijo lo que con fe le suplicamos.

Mons. Diego Monroy PonceVicario General y Episcopal de Guadalupe

Rector del Santuario

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En portada, amigos lectores, encontramos la insignia de la Orden Mexicana de Guadalupe, condecoración que data de la época del primer imperio allá por 1821. Con ella eran condecorados quienes se mantenían fieles a la monarquía. Vicente Guerrero, Alexander Von Humboldt y Leopoldo I de Bélgica fueron algunos de los condecorados con este galardón.

Lo importante de esta insignia es el texto que reconoce la Independencia de México, bajo la triada de religión, independencia y unión. Aparece en nuestra portada a propósito de los festejos bicentenarios. Esta pieza nos habla de la importancia de Guadalupe en la vida política de México. A esta orden se suman dos de carácter también imperial.

En esta misma línea –de los festejos bicentenarios- Ricardo Espinoza Tovar, investigador del Museo de la Basílica de Guadalupe, nos ofrece una reflexión basada en la elocuencia de los símbolos nacionales, expresión de la mexicanidad. Guadalupe y el escudo nacional son referencia inequívoca de México. La bandera cristera que en este artículo llega a nosotros es testimonio tangible de la fusión de dichos símbolos: Guadalupe y la bandera.

En este mismo espíritu –el del fervor patrio- Monseñor Palencia Ramírez de Arellano, justifica la importancia del Congreso Guadalupano 2010, el que busca presentar, como su título lo sugiere, a Guadalupe como conciencia de la nación mexicana. Este congreso quiere ofrecer al pueblo mexicano una visión de la Independencia de México desde la fe. Serán aportes apegados a la verdad histórica, guadalupana, eclesial y pastoral. Monseñor Palencia nos anticipa desde ahora los tres ejes sustanciales del referido congreso.

La homilía de la misa de Independencia que pronunciara el rector del santuario, monseñor Diego Monroy Ponce, la transcribimos literalmente, debido a su relevancia. En ella, monseñor resalta la importancia de Guadalupe en la conformación de la nación. Es Ella, desde sus apariciones en el Tepeyac, nuestro punto de referencia, conciencia y destino, es nuestro pulso y corazón. El protagonismo de unidad, paz y reconciliación de santa María de Guadalupe, monseñor Monroy lo desarrolla en su homilía de manera generosa y sin tapujos, afirmando que es Ella quien nos ha dado identidad y conformación como pueblo. Hace un llamado enérgico a reconstruir la patria, la que pareciera –afirma– se nos está desmoronando entre las manos. Nos exhorta a sentirnos orgullosos de ser mexicanos, siempre y cuando, trabajemos en unidad, reconciliación y solidaridad. Hay que erradicar de entre nosotros

corruptelas, componendas, crímenes y todo aquello que huela a cultura de muerte. Monseñor Diego Monroy Ponce, en su acostumbrado mensaje mensual, subraya en ocasión de la conmemoración del descubrimiento de América la impronta mariana que este evento trajo a este continente. América, dice monseñor, es un continente mariano por excelencia. Presenta a María como el referente del mestizaje, de la inculturación, del dinamismo de la evangelización y de la expansión cristiana.

Sugiere monseñor en su contribución, seguir trabajando por nuestro continente. Urge disminuir la pobreza, favorecer la democracia, fortalecer las instituciones, pero sobre todo, crear estructuras que atiendan, promuevan y defiendan los derechos de las personas. Señala que es necesario caminar unidos, reconciliados y en solidaridad. Sólo así se logrará que nuestros pueblos tengan vida en Cristo y vida en abundancia. En su mensaje, monseñor nos señala las efemérides que el mes de octubre se conmemoran en la basílica. El descubrimiento de América (1492), la coronación pontificia (1895), la dedicación litúrgica del nuevo templo y el traslado del Sagrado Original (1976).

Aprovecha también monseñor para invitarnos a unirnos a la Jornada Mundial del Rosario. A través del Rosario, nos dice monseñor, haciéndose eco de las palabras del Papa Juan Pablo II, encontramos toda la profundidad del mensaje evangélico. A través de él, el pueblo cristiano aprende de María, a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor.

La sección Conociéndonos suspende en esta ocasión sus ya acostumbradas entregas de familias religiosas, para dar paso a los datos biográficos del P. Alberto Medel Ortega, joven sacerdote de la arquidiócesis de México al servicio de la formación sacerdotal en el Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos y Capellán de Coro de esta Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe.

El P. Alberto Medel es sin duda alguna un sacerdote espiritual e intelectual. Su corta carrera eclesiástica ha estado marcada por acontecimientos –que en boca de nuestro biografiado– le han ganado grandes satisfacciones. Actualmente conjuga la agitada pastoral del santuario de Guadalupe con la docencia. Es catedrático de las asignaturas de sacramentaria y liturgia en el Seminario Conciliar de México, su alma mater.

Hasta el próximo número.

EDITORIAL

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ESPIRITUALIDAD GUADALUPANA

Mons. Salvador Diez de Sollano y Ortega

La Espiritualidad de la Virgen Santa María de Guadalupe, Mujer que en comunión con la Trinidad Santa ha sido creadora y recreadora de

comunión social, es la fundadora de nuestra nación y el alma de nuestra identidad de pueblo. Los actuales “signos de los tiempos” de México y del mundo nos llaman a repensar y evaluar la vocación espiritual y política que María nos ha pedido, es decir, la tarea constructora de nuestra Sociedad, su “Casa” y nuestra.

Han transcurrido casi cinco siglos del Acontecimiento Guadalupano, origen maternal del nacimiento de nuestra patria, y ante la compleja crisis actual nacional y global de valores en la sociedad entera, ante la alarmante descomposición social en todos los niveles, es responsabilidad nuestra volver a las fuentes espirituales para construir nuestra Nueva Sociedad, casa común de todos en Dios y en María, que tenemos como vocación guadalupana. La Virgen de Guadalupe, mujer mestiza y pluricultural, nos guía con una valiosa pedagogía de símbolos espirituales, para construir el Misterio de Comunión Sociopolítica. Meditemos de manera sencilla siguiendo el Nican Mopohua como hilo conductor.

Providencialmente, por medio de Santa María de Guadalupe, Dios parte de nuestra historia y hace de ella Historia de Salvación. “Diez años despues de conquistada la ciudad de mexico…” (NM,1).

El acontecimiento del Tepeyac se lleva a cabo en un marco histórico y social concreto, en el momento de la tragedia política, económica, social, cultural y religiosa de nuestros pueblos, en la situación de miseria y pobreza, de la violencia, de los atropellos a los derechos humanos, terminada la Conquista. María parte de la realidad sociopolítica donde no hay ni comunión ni comunidad; no se dan las condiciones de encuentro ni de amor; es una sociedad dividida y excluyente, no hay una ciudad o hábitat humano sociopolítico que sea signo de salvación. La misma religión es impuesta a sangre y destrucción, salvo en algunos casos de misioneros comprometidos en el amor de evangélico.

La realidad sociológica actual, aunque diferente, es más grave que la de la primera conquista. Los contextos sociales están mucho más deteriorados que los que generaron la Independencia y la Revolución Mexicana, aun con mayores dependencias e injusticias.

La construcción de una nueva sociedad política requiere en primer lugar una toma de conciencia de la realidad, una crítica y autocrítica radicales y veraces, sin prejuicios ideológicos; se hace necesario y exigente descubrir y analizar los “signos de los tiempos” del mundo de hoy: el modernismo racionalista y ateo, el neomodernismo positivista y tecnicista, los materialismos y las ideologías políticas,

(Segunda Parte)

Aportes para una Espiritualidad Guadalupana en la política constructora de la sociedad

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Espiritualidad Guadalupana

el capitalismo salvaje neoliberal, el postmodernismo relativista, el poder transnacional y global dominador, las complicidades religiosas antievangélicas, que han sido incomparablemente más destructores y mortales que todas las guerras y conquistas anteriores en la historia de la humanidad.

Después de un largo invierno se anuncia nuevamente la primavera, ya “brota, ya reverdece, ya abre su corola la fe, el conocimiento de Aquél por quien se vive: el verdadera Dios (Ipalnemohuani, nelli Teotl Dios)” (NM 2); ahora es posible vislumbrar y crear una nueva sociedad si la ciencia y la tarea políticas se construyen sobre el fundamento de la fe y el conocimiento del Verdadero Dios, dador de la Vida; ya no sobre los falsos dioses, los ídolos que nos han gobernado. Esto no debe entenderse de ninguna manera como una política confesional o fundamentalista, como tampoco es aceptable la imposición de una “idolatría hipócrita” del llamado “laicismo”, sino desde una valiosa y humanista “laicicidad”, plenamente respetuosa también de los Derechos Humanos. En el momento actual, en el que las tinieblas amenazan vencer al Sol de la Justicia, de la Verdad y la Paz, como de manera semejante simbólicamente aconteció en el solsticio de invierno del año 1531, (cfr. NM 5a), a los dos siglos del nacimiento o fundación de México-Tenochtitlan, de su independencia (1523+208 en la cronología náhuatl), “un indito, un pobre hombre del pueblo, cuyo nombre era Juan Diego”, miembro del “Pueblo del Sol”, como se autoconsideraban los Náhuatls, es llamado providencialmente a ser el instrumento de toda una transformación social. Es el proceder de la Sabiduría de Dios, que se vale de los “Anawin”, los pobres, como protagonistas para salvar a su Pueblo; pero no de cualquier pobre sino de aquellos que buscan sinceramente, como Juan Diego, la comunión con Dios y su voluntad divina (NM 5b-8). Es el criterio espiritual habitual de Dios en su actuar histórico.

Dios, por medio de Santa María de Guadalupe, nos invita a vivir siempre la Esperanza a pesar de la oscuridad del panorama humano que experimentemos. Necesitamos entonces preguntarnos cuáles son los signos que anuncian un nuevo amanecer (cfr. NM 9). La espiritualidad de la Esperanza es motor de la Historia de Salvación; a partir de ella los profetas llaman al cambio y la renovación de la sociedad entera. “Para los mexicas, la noche significaba ‘en el comienzo de las cosas’, aludía al ‘rescate de la cultura’, ‘principio de algo importante para todos’, ‘nuevo orden de las

cosas’ (José Luis Guerrero, “El Nican mopohua”, t. 1, p. 124, citando a Miguel León-Portilla, a Angel María Garibay, a Gutierre Tibón).

El símbolo místico del monte, del cerrito del Tepeyac (NM 9), tiene un dinamismo de elevación, ascensional; simboliza el destino del hombre, orienta a la trascendencia, y le señala su camino, que es ir de abajo arriba; y su meta, una cumbre que es el término de la evolución humana y de las mejores fuerzas de la vida que conducen al hombre a las cimas de su desarrollo; símbolo de seguridad, estabilidad, inmutabilidad, grandeza, que le invitan a la decisión, al riesgo, a la acción, a la ascensión y le ayuda a expresar su experiencia espiritual y mística de encuentro con Dios. La auténtica vocación política se nos muestra en Guadalupe como una llamada desde arriba, una atracción fascinante que requiere de la experiencia mística del ascenso a la “montaña”.

“Oyó cantar sobre el cerrito, como el canto de muchos pájaros finos…” (NM 10). El “Canto”, como también la “Danza” y la “Flor” (“in xóchitl in cuicatl”) para la cultura indígena “son símbolos y metáforas como la única manera de decir palabras verdaderas, el camino a la verdad del misterio de la vida; resumen todo lo grande, lo bello y lo bueno que puede experimentar el ser humano, lo único verdadero en la tierra, entendiendo por verdad (neltiliztli) la posesión interior de una raíz que da fundamento a su existencia, a su rostro y corazón inquietos y que le ayudan a superar la angustia del cambio y la muerte. (Miguel León-PortiLLa, La Filosofía Náhuatl estudiada en sus fuentes (1956). Esta sabiduría mística náhuatl acerca de la verdad es un criterio de auténtica espiritualidad al servicio de la tarea política. ¡Qué diferente a “la política como arte de la mentira”! (Maquiavelo).

“¿Quizá nomás estoy soñando…? (NM 11-12; 16-21). A Juan Dieguito le parecía estar “en la tierra de nuestro sustento, del maíz, de nuestra carne” (Tonacatlalpan), “acaso en el tierra celestial” (Ilhuicaltlalpan), “en la tierra de las flores” (del sentido de la vida, de la Verdad), (Xochitltlapan)”. En este momento se manifiesta una extraordinaria y bellísima experiencia mística: una nueva manera de mirar la realidad desde la presencia transfiguradora de maria, una nueva conciencia espiritual del cosmos.

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Con esta mirada transfiguradora de la realidad iluminada por la presencia de Virgen de Guadalupe aparece una visión de la Madre Tierra llena de luz y vida, una manera de ver todo el ambiente natural donde el ser humano (simbolizado en Juan Diego) se encuentra en total armonía, paz, gozo, como experiencia espiritual de comunión plena donde están presentes la Verdad, la Justicia, la Paz. La construcción de un nuevo hábitat y de una nueva Sociedad, requerirá ser iluminada por la Luz que proviene de María de Guadalupe, como una propuesta viable espiritual, ética, política, cultural de amor a la Tierra y creación de un ambiente que sea presencia de Dios y bienestar humano. Ésta es también una visión mística de futuro, sueño verdaderamente liberador para todos los seres humanos y para la Tierra entera, que yace bajo la esclavitud por culpa del hombre (Rom 8,19-22), donde ambos, la humanidad y la tierra tenemos el mismo destino, “la Gloria de los hijos de Dios”; reto político de un modo de vida sostenible que le permita a nuestro planeta, con su belleza e integridad y con sus abundantes pero limitados recursos, satisfacer las necesidades actuales de toda la humanidad de tal forma que le sea posible a la Tierra reproducirse, regenerarse y continuar su evolución, como lo ha hecho por cuatro mil quinientos millones de años, satisfaciendo así las necesidades de futuras generaciones. Hoy día, el modo de vida creado por la política a nivel nacional y mundial es absolutamente destructor e insostenible.

En la aparición a Juan Dieguito, como experiencia o paradigma fundante, que se aprecia nítidamente en el Ayate, la Luz que irradia Santa María de Guadalupe sobre el entorno presenta místicamente al ambiente como una verdadera Comunidad de la Vida, en la que todos los seres somos interdependientes y estamos entrelazados en innumerables interacciones. En Juan Diego a partir de María, el ser humano no se experimenta de manera individualista sino en una comunión con su pueblo y con todo lo que lo rodea. Puede interpretarse, con toda propiedad, que brota de allí UNA NOVEDOSA Y PLENA COMPRENSIÓN DE “DEMOCRACIA”, integral y holística (de la totalidad en todas sus dimensiones), más ajustada a la verdadera condición humana, donde la persona, el pueblo, la naturaleza, el cosmos, formamos un todo en comunión. De esa plena comunión espiritual guadalupana podrá surgir una nueva política democrática que sea capaz de construir un verdadero hábitat social participativo con todos, desde y para todos los seres, sin excluir a ninguno. La debilidad principal del antropocentrismo

que ha gobernado todas las culturas del mundo, principalmente las occidentales, salvo las culturas indígenas que aún viven en una profunda comunión con la comunidad viviente, nos insta a creer que todos los seres cobran sentido en la medida en que le rindan pleitesía a los humanos, quienes pueden disponer de ellos a su antojo, destruirlos y agotarlos. En cambio, una espiritualidad “democrática” se desprende de Santa María de Guadalupe, espiritualidad que se vive como una “individualidad colectiva” del yo-nosotros, ”conciencia del espíritu-energía” que fluye en todo, que está en todo, del Espíritu Creador que alienta en todo, sin el cual nada puede subsistir ni se puede realizar, conciencia “transpersonal” (más allá del “ego” y que nos conduce espiritual y psicológicamente a la comunión), cósmica y ecológica unión y pertenencia. Dice Theilard de Chardin: “el Cristo Cósmico”, por Quien, en Quien y para Quien existe todo. Para que sea posible este sueño místico de San Juan Diego (de todo ser humano) a la luz de María de Guadalupe, debemos cuidar la Comunidad de la Vida, la Madre Tierra que formamos entre todos los seres, con entendimiento, compasión y amor. El entendimiento no es un proceso abstracto de obtener la verdad racional sobre las cosas, sino la sabiduría de comunión con ellas, o sea, una dimensión esencial del amor.

Es necesario, pues, cuidar de la Comunidad de la Vida con amor, esta Comunidad creada por “el arraigadísimo Dios por quien se vive” (Ipalnemohuani) El amor es la energía más poderosa que existe en el ser humano y en el universo, es la comunicada por el mismo Dios Creador, Madre-Padre, el Amor mismo. Si somos hermanos y hermanas con todos los seres de la Creación, entonces y conscientemente nos propondremos vivir esta realidad y sentirnos unidos con la estrella más distante, con el hermano pájaro y la hermana hormiga, con la hermana agua; es estar interesados en el destino de cada persona en este planeta, es formar la comunión de un solo coro de alabanza con San Francisco de Asís, con los Salmos bíblicos de la Creación, con los jóvenes del Cantico del libro de Daniel). Cuidar con amor y compasión es ser capaz de manifestar con emoción: “Tú eres infinitamente importante para mí; no sufrirás injustamente; no desaparecerás; debes vivir; yo sin ti no puedo verdaderamente vivir ni realizar mi vocación”. ¡Maravillosa espiritualidad de Comunión, de hábitat y propuesta de Sociedad que nos comunica nuestra hermosísima Madre Santa María de Guadalupe!

Espiritualidad Guadalupana

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CULTURA Y ARTE

Ricardo Espinosa TovarInvestigador del Museo de la Basílica de Guadalupe

Guadalupe mexicana Bandera de la Cristiandad

En la revaloración de la mexicanidad que nos han planteado las celebraciones de nuestros centenarios, no podemos olvidar la parte

espiritual de la nación –concepto intangible pero real– como parte fundamental en la construcción de nuestra identidad, misma que, a través de sus tradiciones –no sólo el guadalupanismo-, nos ha distinguido del resto de las naciones.

El escudo nacional mexicano tiene su origen en el mito fundacional de México-Tenochtitlán. Según éste, el pueblo azteca partió en peregrinación desde Aztlán y se asentó en una isleta en medio del lago de Texcoco, después de haber encontrado el símbolo profetizado por Huitzilopochtli: el águila sobre un nopal, devorando una serpiente. Este emblema se utilizó durante el periodo virreinal como el escudo de armas de la Nueva España, y finalmente llegó a formar parte de la bandera de nuestra nación.

Lo mismo ha pasado con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe la cual tras el acontecimiento en el Tepeyac, ha permanecido vigente en la conciencia nacional y es, sin duda, una referencia inequívoca cuando se piensa en México. A pesar de que nuestro país es un Estado laico, no se puede negar la trascendencia histórica y el papel conciliador de la Virgen morena en la sociedad mexicana, como se puede constatar en las páginas más sobresalientes de la historia nacional: fue utilizada como estandarte y sintetizó, en sí misma, las aspiraciones de la Patria Criolla.

En otros momentos de nuestra historia, Santa María de Guadalupe, cumplió nuevamente esta función. Tal es el caso de la Guerra Cristera. Se conoce con este nombre al conflicto que mantuvieron el gobierno de Plutarco Elías Calles y las milicias laicas católicas entre 1926-1929.

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Cultura y arte

En este periodo, muchos mexicanos vieron amenazadas sus tradiciones por el gobierno civil y sus políticas de corte socialista, provocando que defendieran, a través de las armas, su libertad de conciencia y creencia, manteniendo vigente su fe y las prácticas propias del rito católico.

Una bandera cristera, que forma parte de la colección del Museo de la Basílica de Guadalupe, es testimonio tangible del momento histórico referido, y en la cual se fusionan los símbolos de mexicanidad por excelencia: los colores patrios, el escudo nacional, y la imagen de la Virgen de Guadalupe, acompañados por una leyenda donde se implora el auxilio de la misma y se le reconoce como reina de la Nación.

La unión de los símbolos patrios con la imagen de la Virgen de Guadalupe, en esta pieza, sintetiza el espíritu de los católicos de nuestro país que se lanzaron a la defensa de su libertad de credo, pues en ella reconocen su fidelidad tanto a la Patria como a la Iglesia mexicana, que ha basado su tradición fundacional1 en Guadalupe. Para nuestro

pueblo, la Virgen fue un designio providencial que vino a hermanar las tradiciones de una sociedad devastada por la guerra, tras la conquista militar por parte de la Corona española en 1521. En Ella se unificaron, también, los elementos de la cosmogonía mesoamericana y la tradición católica, que ve en María de Guadalupe a la Madre de Dios en su advocación apocalíptica.

Más allá de los discursos oficiales y problemas existentes entre la Iglesia y el Estado Mexicano, la imagen de Nuestra Señora del Tepeyac ha sido fundamental en la conformación de la identidad de los mexicanos. Desde el periodo virreinal y hasta nuestros días, ha tenido diferentes usos, lecturas y significados que van desde la valoración religiosa, política y conciliadora, hasta ser utilizada como un símbolo de resistencia cultural ante los embates de la globalización.

Notas

1 Oscar MazíN, El cabildo catedral de Valladolid de Michoacán.

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PASTORAL

Mons. Jorge Palencia Ramírez de ArellanoVicerrector y Coordinador General de la Pastoral del Santuario

Durante este mes de octubre de 2010, los días 7 y 8, se realizará el Congreso Guadalupano 2010, bajo el título Guadalupe,

Conciencia de Nación. Teniendo como Sede la Antigua Basílica de Guadalupe, hoy, Templo Expiatorio a Cristo Rey, en el Atrio e América en la Villa de Guadalupe. Ya desde el año pasado 2009, iniciamos los festejos de un año dedicado a la Fe Guadalupana, con el Congreso “La virgen de guadalupe y la identidad nacional” en Octubre de 2009, que tuvo como objetivo:

1. Reafirmar la Fe Guadalupana, que ha sido fundamento de la identidad nacional, y difundir los valores cristianos que dieron origen a una cultura tan rica y diversa en expresiones de piedad popular, acontecimientos históricos, sociales, políticos y culturales.

2. Contribuir a la apertura de espacios de información y reflexión académica, para que se conozcan el contexto, el desarrollo y la influencia de la Fe Guadalupana en los movimientos de Independencia y de Revolución, así como su importancia en la construcción de la patria.

3. Profundizar la pluralidad de las manifestaciones de la fe guadalupana, y su arraigo, cultural, social en la mexicanidad.

Este año de 2010, el objetivo principal del CONGRESO GUADALUPANO 2010, “GUADALUPE, CONIENCIA DE NACION”, será: Ofrecer al Pueblo mexicano una visión de fe1, para la celebración del Bicentenario de nuestra Independencia Nacional, apegada a la verdad histórica, guadalupana, eclesial y pastoral que nos ayude a reconocer a Santa María de Guadalupe en el corazón de nuestra identidad nacional y nos identificar los ideales y valores que inspiraron a nuestros antepasados, para emprender el camino del perdón y de la purificación de la memoria nacional.2

Hacia el Congreso Guadalupano 2010Guadalupe, conciencia de nación

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Pastoral

Queremos iniciar este congreso con la Conferencia Magistral inaugural titulada: “La Iglesia en Nueva España en vísperas de la Independencia”, dictada por el Dr. Ivan Escamilla Director del Instituroi de Investigaciones Históricas de la UNAM. El Congreso consta de tres bloques temáticos, titulados:

1. Intelectualidad católica y vida religiosa en los umbrales del siglo XIX

Teniendo como Eje temático: Estado del desarrollo intelectual del catolicismo novohispano, previo al movimiento de independencia: vida universitaria, casas de formación religiosa, seminarios y otros círculos de pensamiento y expresión católica.Y como Marco histórico: Durante el último tercio del siglo XVIII y los primeros años del siglo XIX se desarrolló una intensa vida intelectual católica en Nueva España dentro del marco del reformismo Borbón, del desarrollo científico y académico, también relacionado con la crisis del antiguo régimen. Ante el derrumbe de la sociedad tradicional, en Nueva España se manifestaron distintas expresiones culturales, algunas de las cuales pretendieron salvar a la nación de la vorágine revolucionaria mientras que otras se incorporaron al espíritu de la reforma iniciado décadas a tras dentro del seno de la sociedad cristiana.

2. Santa María de Guadalupe: Conciencia de Nación Teniendo como Eje temático: La presencia y el culto de Santa María de Guadalupe desde 1531, prepararon un encuentro entre fe y patria en los albores de la Independencia de México, que propiciaron el cuestionamiento de la identidad nacional naciente bajo el amparo y custodia de quien ha permanecido en el corazón del pueblo como centro de fe y fundamento para la búsqueda de una conciencia de nación. Y como Marco histórico: Desde 1531 y durante los siglos XVI, XVII y XVIII, el culto y la fe guadalupana presentan un horizonte muy vasto de producción eclesial y vernácula, en tanto a la creación literaria, artística, musical, social, ideológica, política y económica que brindaron las

bases para el establecimiento de los fundamentos éticos de la nación mexicana.

3. Vigencia de la identidad mexicana y el papel de Santa María de Guadalupe hoy.

Teniendo como Eje temático: A la luz de los puntos abordados por el Congreso Guadalupano 2010 es evidente que la Iglesia Católica ocupa un lugar destacado y no marginal. Negarlo o ignorarlo, como se ha pretendido en ocasiones, es sencillamente querer salir de la realidad. Durante casi 500 años de Iglesia Católica ha educado, sufrido y acompañado al pueblo mexicano, bajo el amparo de Santa María de Guadalupe, en las duras y cambiantes circunstancias de su devenir histórico. Un buen número de catedráticos, investigadores de las principales universidades de México participaran en este magno congreso que abordará el proceso de Independencia, la presencia de Santa María de Guadalupe en el tránsito de la Nueva España a México como Estado-nación independiente. Se analizará desde la fe como un periodo de crisis de parámetros, de conflicto de lealtades, inseguridades crecientes e incertidumbres de todo tipo, que fueron la Independencia de México y la Revolución Mexicana, siempre estuvo bajo el amparo de nuestra Madre Santísima de Guadalupe. Este Congreso analizará como en las agitadas aguas políticas de 1808/1810 a 1821, no era nada fácil ser un eclesiástico, ni buen católico, en la Nueva España: el piso se movía. Incluso el piso se movía más de lo que podemos imaginarnos, colocando en una compleja situación al clero. La vida pública comenzaba a experimentar una transformación profunda y el clero no podía simplemente hacerse a un lado. Es indispensable comprender que el periodo 1808-1821 fue un periodo de confusión y de confrontación al interior de la Iglesia Católica en México, a la vez que lo fue al interior de la población en general. No hubo una postura única del clero secular, ni hubo una postura del clero regular que englobara todos sus pareceres. Las guerras civiles confunden y confrontan, revuelven las cosas y ponen en peligro intereses, convicciones y lealtades a todos los niveles de la sociedad.

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Pastoral

Nos demuestran la fragilidad de la convivencia humana y sus muchas contradicciones. Expertos en el tema analizarán como el cura Miguel Hidalgo y Costilla, profesionalmente fue un teólogo ortodoxo, maestro, rector de seminario, renovador de la teología en cuanto introdujo mayor atención al estudio de la Sagrada Escritura y de la Tradición echando mano de disciplinas auxiliares como la historia y la crítica textual.

Por otra parte discutía de esos temas incitando a sus interlocutores con la duda metódica a propósito de cualquier artículo de la fe o pasaje bíblico, o bien, de historia de la Iglesia. Esto le ocasionó denuncias a la Inquisición, la cual sin embargo consideró no había elementos para el proceso. Ni siquiera en razón de la vida de Hidalgo en la Parroquia de San Felipe, que por un tiempo se volcó excesivamente en distracciones de suyo sanas, pues la misma Inquisición comprobó un cambio radical en su vida y consignó que su fama ya en el curato de Dolores era de “sabio, celoso párroco y lleno de caridad”. Tambien el congreso abordará la figura del Cura Don José María Morelos y Pavón. Se suma al movimiento iniciado por Miguel Hidalgo y Costilla se sumerge en un conjunto de campañas militares que lo absorben profundamente. La lucha fue cruenta. Los momentos de soledad y vacilación aparecieron en la conciencia de Morelos. Los triunfos eventualmente también arribaron. Pero de repente, luego de tres campañas militares, luego de la toma de Acapulco el 6 de abril de 1813, surge la necesidad de un momento distinto: publica el periódico El Correo Americano del Sur en el que después de muchos meses de lucha armada afronta el reto de la lucha de las ideas. Es en esos mismos días en los que emerge una reflexión, brevísima si se quiere, pero potente en su intención y en su perspectiva. Esa reflexión será expuesta el día 14 de septiembre de 1813 en el marco del Congreso de Chilpancingo al que Morelos había convocado en el mes de mayo. Esta reflexión se intitula Sentimientos de la Nación. Los Sentimientos de la Nación son una meditación sobre las posibles rutas del pensamiento social cristiano posterior desarrollado tanto en México como en toda América:

1. La verdad del hombre revelada en Cristo muestra que todo ser humano – varón y mujer- es persona, posee dignidad y merece respeto.

2.La soberanía cultural de la nación tiene prioridad sobre la soberanía política del Estado. La dignidad de la familia tiene prioridad sobre toda soberanía posible.

3.La primacía del trabajo sobre el capital reconstruye el significado humano de la actividad productiva.4.El destino universal de los bienes es una dimensión constitutiva de la propiedad privada. 5.La opción preferencial por los pobres es un gesto de solidaridad, es decir, de corresponsabilidad para con todos.

6.María de Guadalupe no es un hecho del pasado sino un acontecimiento presente que ofrece en su persona y en su maternidad el espacio adecuado para el rencuentro, la reconciliación y el diálogo no-violento. Ella funge como el elemento central que dio origen a la nación mexicana.

7.Todo ser humano tiene derecho a la libertad de conciencia y en particular a la libertad religiosa con el único límite del respeto al derecho de terceros.

Al reconsiderar todos estos elementos, el Congreso intenta interpretar el modo como un pueblo es nación y avanza hacia su destino. El único modo de ofrecer una mirada diversa es comprender que el pasado, el presente y el futuro, es adentrarnos en la presencia misteriosa del Arraigadísimo Dios, que nos sostiene y nos invita a continuar luchando por una nación más justa y más humana.

Notas

1 Carta Pastoral de los Obispos de México con motivo de las Celebraciones de Bicentenario del Inicio de nuestra Independencia ( Sep. 2010)2 Carta Pastoral de los Obispo de México. Nos. 69, 73 y 80 “Del encuentro con Jesucristo a la solidaridad con todos” ( CEM 25 mar 2000)

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HOMILÍA

Amados hermanos y hermanas: ante el Sagrado Original de nuestra Muchachita santa María de Guadalupe, la forjadora

de esta nación, la Madre de nuestra patria y de nuestra libertad, celebremos con gozo y gratitud al Señor de la Historia que nos permite conmemorar doscientos años de Independencia y cien de Revolución; a Él, todo honor, bendición y alabanza por los siglos de los siglos.

Es este preciso lugar, la montaña del Tepeyac, el sitio más significativo de las aspiraciones, anhelos y deseos nobles y profundos de los nacidos en esta tierra, es aquí donde desde casi cinco centurias, late el pulso y corazón de este pueblo, de nuestro México. Todos nos hacemos presentes en la Casa de la Madre, no importa la condición, ni la profesión, mucho menos las aspiraciones, todos venimos a Ella y le presentamos nuestras

inquietudes y necesidades. A lo largo de estos cuatrocientos setenta y ocho años hemos visto postrados ante su prodigiosa imagen un sinnúmero de hombres y mujeres que al abrigo y amparo de su maternal protección la invocan a Ella como esperanza cierta y camino seguro.

El alma que anima e impulsa a esta nación, mis amados hermanos y hermanas, es Guadalupe, la preciosa y celestial Señora del Tepeyac, a quien no nos cansamos de invocar pidiendo salve nuestra patria y conserve nuestra fe, pues Ella es nuestra tierna y compasiva madre. Ella, quien quiso quedarse en la burda y rala tilma del indio santo Juan Diego Cuauhtlatoatzin, es nuestra acta de nacimiento, verdadera alma mestiza de nuestra patria mexicana, bandera e identidad, símbolo de unidad y aire puro que respiramos.

¡Santa María de Guadalupe, Reina de México; Salva nuestra Patria y conserva nuestra fe!

Homilía pronunciada con ocasión del Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de su Revolución por Mons. Diego Monroy Ponce, Vicario General y Episcopal de Guadalupe y Rector del Santuario

16 de septiembre de 2010

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A Ella que ha calado tan profundamente en el tejido social de esta sociedad, no dejamos de mirarla en la diaria conformación de nuestra nación. Sin Ella nuestra historia no tiene sentido, hemos nacido bajo su abrigo maternal, su protección y consuelo. Ella está en la base de la historia cristiana de México; sin Ella no nos entendemos.

En el siglo XVI, XVII y XVIII el culto y la devoción a nuestra Señora de Guadalupe se encontraba ya extendido. No había arrabal ni contorno alguno que no conociera el nombre de Guadalupe, convirtiéndose así en el símbolo más representativo de las aspiraciones políticas, sociales y culturales del México de aquel entonces.

Santa María de Guadalupe ha estado presente en cada uno de los sucesos luminosos y oscuros que nos han conformado como nación. En los albores de nuestro nacimiento como pueblo, cuando aún nos oprimía el yugo de la esclavitud, Ella surge como protagonista de unidad, paz y reconciliación entre nuestros abuelos indios y padres españoles. En el movimiento independentista, en el siglo XIX Ella surge como el único y más elocuente símbolo de aglutinamiento y distintivo criollo. De ahí que el cura de Dolores, don Miguel Hidalgo y Costilla la enarbolara en la arenga de aquel 16 de septiembre de 1810. Guadalupe era –y sigue siendo– signo de identidad, de encuentro, de pertenencia y de los más altos anhelos de libertad. Es el generalísimo José María Morelos y Pavón quien la proclama Patrona de nuestra libertad en los Sentimientos de la Nación.

Más tarde, durante la Revolución, a principios del siglo XX, santa María de Guadalupe vuelve a tomar un papel determinante en la cuestión agrarista, cuando Emiliano Zapata, al no ver garantizados los postulados del Plan de Ayala convenidos con Francisco I. Madero, toma como bandera a Guadalupe, expresión nata de lo que sí pertenece al pueblo y que siempre se ha tenido.

Si bien es cierto que el movimiento revolucionario no vio sus inicios en el seno de la Iglesia como ocurrió en el movimiento de Independencia, también lo es que a éste en sus reminiscencias

se sumaron después hombres de recio espíritu cristiano y otros más, quienes participaron destacadamente en la postrevolución, en la Persecución Religiosa y en el Movimiento Cristero, a través de su intensa vida pastoral y testimonio de fe en medio de la injusta persecución ocasionada por el referido movimiento.

Es por ello que al conmemorar los doscientos años de nuestra Independencia y el centenario de nuestra Revolución, volvemos nuestra mirada a la preciosa Niña y Celestial Señora, santa María de Guadalupe, quien nos ha acompañado como tierna y compasiva Madre a lo largo de nuestra historia nacional. Desde entonces ha sido el sustento, el emblema, el ícono, la bandera y el símbolo más representativo de nuestra mexicanidad, de nuestra alma mestiza. Es el tiempo de los privilegios y de las concesiones.

México, lo he afirmado muchas veces, lo he señalado al inicio de estas palabras, no se entiende sin Guadalupe. Su devenir histórico está enraizado en Ella, a quien desde siempre hemos invocado no sólo como Madre de la nación mexicana, sino también como defensora, libertadora, forjadora, insurgente, generala y patrona. En cada uno de los episodios de nuestras andanzas nacionales Ella ha estado presente, inspirando y acompañando con su maternal presencia nuestros más caros ideales de libertad. Tan es así, que Rodolfo Usigli en su obra Corona de Luz dice de Ella: “El mexicano no discute a la Virgen de Guadalupe, ni la analiza, porque la respira y la siente en él”.

Homilía

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En santa María de Guadalupe quedaron amalgamados los sentimientos e ideales de una incipiente nación que hoy llamamos México.

Así, en estos episodios y en muchos más encontramos el auxilio maternal de la Virgen de Guadalupe, nuestra Muchachita y Celestial Señora, quien camina a nuestro lado y sigue haciendo patria con nosotros y cuya mano no queremos soltar. Sin Ella, nuestra suerte sería catastrófica. Ya el propio pensador liberal Ignacio Manuel Altamirano decía: el día que no exista Guadalupe, México desaparece.

Hoy más que nunca, queridos hermanos y hermanas, es urgente mirar a nuestra forjadora, nuestra patrona, madre y señora de Guadalupe, pues no le hemos construido aún la casita que nos ha pedido. Y no me refiero a los templos que le hemos levantado a lo largo de casi quinientos años, sino más bien, al templo espiritual que espera de nosotros y que debe estar sostenido en la justicia y en la verdad, en el progreso y en desarrollo solidario, en la comunión y participación de bienes.

México, el suelo que Ella eligiera para hacer su morada, se nos está desbaratando, se nos está desmoronado entre las manos. Estamos lejos de los ideales libertarios y revolucionarios. ¿Cómo podemos, entonces, sentirnos orgullosos de ser mexicanos, si mucho nos falta, si casi nada tenemos? ¿Cómo enorgullecernos de los afanes de nuestros héroes nacionales, de nuestra tierra, de nuestros orígenes si nada o poco hacemos por sanear nuestras estructuras e instituciones? ¿Cómo sentirnos orgullosos ante la latente descomposición social, cuando la cultura de la muerte nos alcanza, cuando las condiciones de vida de nuestros hermanos son inhumanas, carentes de lo más indispensable para vivir?

Cómo poder sentirnos orgullosos si la lacerante pobreza está a la vuelta de la esquina, en los semáforos de nuestras avenidas, en los cruceros de nuestras calles, en nuestras casas, si el indígena y el campesino son marginados y no existen oportunidades para ellos de desarrollo

integral? ¿Cómo poder sentirnos orgullosos si la enfermedad y el dolor humano están a merced de las grandes transnacionales, si el tráfico de personas y órganos nos hacen perder de vista el valor sagrado de la vida y de la persona humana? Hermanos y hermanas, el tráfico de drogas, la corrupción, la exacerbada violencia, la falta de credibilidad en nuestras instituciones y otros tantos signos de muerte nos urgen a desafiar la muerte con la vida.

Es aquí, mis amados hermanos y hermanas, donde la primera lectura del profeta Isaías que hemos escuchado no ayuda a entender que para lograr mejores condiciones de vida es necesario trabajar por la justicia, pues sólo de ella viene la paz, esa virtud que se hace tan necesaria ante la creciente violencia que día a día vivimos.

Nos toca a nosotros cristianos ser portadores de paz, testigos de reconciliación. Que el Señor nos conceda la sabiduría que viene de lo alto para sembrar la paz y cosechar con justicia.

Ya nuestros obispos, en su más reciente aportación, con motivo de nuestras fiestas bicentenarias, nos indican cómo conmemorar nuestra historia desde la fe, para comprometernos hoy con nuestra patria. En ella nos interpelan sobre la actual situación de nuestro país, en la cual estamos llamados a ser constructores comunes, poniendo nuestra esperanza en Jesucristo, el arraigadísimo Dios por quien se vive, quien nos trajera hace 478 años a la Morenita del Tepeyac.

En la comprensión de la patria, dicen los obispos, debemos tener en cuenta el papel de la fe católica, que como todos sabemos, es la artífice en gran medida de la intensa vida en la conformación del México de la conquista hasta la fecha.

De los muchos aspectos que nuestros obispos en su carta nos ofrecen se destaca uno de mucha significación: Cristo, centro, clave y fin de la historia. En Él, la humanidad entera alcanzará el juicio universal, todo será juzgado por Él.

Homilía

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Mientras esto ocurre, la humanidad recorre el camino de su Señor, el camino de la cruz, hasta aparecer de manera plena. Es necesario pues, hermanos y hermanas, llenarnos de esta esperanza hasta que el Señor vuelva y nos muestre su gloria, la gloria del Padre, nuestra gloria.

Así pues, queridos hermanos y hermanas, que el orgullo que sentimos de ser mexicanos vaya más allá de ver ondear nuestra bandera nacional en lo alto de nuestras casas, en los edificios y plazas públicas, en las escuelas, en los talleres, en nuestros carros, en nuestros templos e instituciones públicas y privadas. Que todo esto, más bien nos recuerde, el compromiso que tenemos como nación, la responsabilidad y el honor de llevar muy en alto el nombre de México.

Sólo plantados, enraizados en Cristo nuestra paz, hemos de dar frutos abundantes. Sólo cimentados en Él, nuestros pueblos tendrán vida digna y la tendrán en abundancia. Entonces quedará atrás todo aquello que nos espanta, nos divide, causa odio, angustia y deseos de venganza. Sigamos

invocando, hermanos y hermanas, a la Dulce Señora del Cielo, santa María de Guadalupe. Que siga vigilando nuestros trabajos, el sueño de los que duermen.

Pidámosle que salga a las calles, los caminos, los pórticos..., que nos acompañe en el transporte, en el trabajo, que la sigamos viendo en lo talleres, hospitales, reclusorios, mercados... Que muchas más personas, pueblos y habitantes lleven su nombre, pues nos hace falta su presencia, su mensaje de reconciliación, unidad y solidaridad.

Pidámosle a la Señora del Cielo que por su intercesión, como lo hemos cantado con el salmista, el Señor le conceda la paz a su pueblo. Sirvamos a los hermanos, actuemos con ellos como los menores, para que juntos comamos y bebamos en la única mesa del Reino. Que santa María de Guadalupe, reina de México, salve nuestra patria y conserve nuestra fe.

Amén.

Homilía

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Nació el 8 de abril de 1978 en Puebla de los Ángeles. Es hijo de Salvador Medel Cruz y de Consuelo Ortega Aguilar. Fue bautizado

el 20 de mayo de 1978 en la iglesia parroquial de María Reina de la misma ciudad, recibiendo la Confirmación el día siguiente de su bautismo. Es el tercero de cinco hermanos.

Alberto creció en el seno de una familia fervientemente católica, de sus padres recibió el anuncio de Jesucristo. Fue su padre quien lo preparó junto con sus hermanos para recibir la primera comunión enseñándoles los fundamentos de la doctrina cristiana. Se acercó a la Mesa de la Eucaristía por primera vez el 15 de agosto de 1990. De su abuela paterna, Doña Aurea, recibió los primeros influjos de la vocación sacerdotal. Gracias a ella, confiesa, definió su vocación sacerdotal. Bajo su cuidado fue creciendo sólidamente en la fe y en la doctrina cristiana. Su madre por su parte, influyó mucho en el desarrollo humano y sacerdotal del joven Alberto, gracias a la entereza, constancia y dedicación con la que sacó adelante a la familia a la muerte de su esposo, ocurrida el 17 de enero de 1991.

Al terminar la primaria, Alberto ingresa a la familia salesiana para continuar con sus estudios de secundaria en el aspirantado menor Villa Estela. Posteriormente, se traslada a Puebla para continuar ahí la etapa del aspirantado mayor con los padres salesianos, realizando con ellos los estudios de Bachillerato Pedagógico y la Normal Primaria. En julio de 1997 inició su noviciado en Coacalco, Estado de México, en la casa de novicios del Sagrado Corazón de Jesús. Concluida esta etapa, que duró un año, el año de 1998, comenzó el curso introductorio en el Seminario Conciliar de México, institución donde realizó los estudios filosóficos y teológicos.

Obtuvo el grado de Bachiller Pontificio en Filosofía con la obra de investigación intitulada: La filosofía de la esperanza en santo Tomás de Aquino y Ernest Blonch. Inmediatamente después, al concluir los estudios de teología, obtuvo también el grado de Bachiller Pontificio en Teología con el trabajo denominado: “Influencia y desarrollo del n. 22 de la Gaudium et spes en el magisterio de Juan Pablo II”. Durante esta etapa de formación recibió los ministerios de lectorado y acolitado, años 2004 y 2005, respectivamente.

CONOCIÉNDONOS

Lic. Samuel Homero Jiménez Hernández

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Capellán de Coro de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe

Pbro. Lic. Alberto Medel Ortega

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Conociéndonos

Fue ordenado diácono el 10 de junio de 2006 por imposición de manos del Eminentísimo Señor Cardenal Norberto Rivera Carrera, siendo destinado al servicio pastoral del Santuario del Señor del Santo Sepulcro “La Cuevita” en Iztapalapa, D.F. En aquel entonces se desempeñó también como asistente de la Dirección General del Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos (ISEE). Obtuvo en este instituto el grado de Licenciado en Teología con la tesis: Influencia y desarrollo del n. 22 El misterio del hombre se esclarece en el misterio del Verbo Encarnado del magisterio de Juan Pablo II.

La ordenación sacerdotal de Alberto Medel Ortega –así lo refiere él– es el acontecimiento más importante de su vida después del bautismo. La recibió solemnemente el 5 de mayo de 2007 mediante la imposición de manos del arzobispo de México Don Norberto Rivera Carrera en la Basílica de Guadalupe.

El 11 de mayo del mismo año, cantó su primera misa en la catedral de Puebla de los Ángeles. Le acompañaron en aquella ocasión tan memorable, su familia, sus amigos y gran número de fieles.

Después de ordenado, el arzobispo de México decide enviarlo a la ciudad de Roma a realizar estudios de especialización. Cursa allá la

especialización en Teología Sacramentaria en el Pontificio Ateneo de san Anselmo, obteniendo la licenciatura con la tesis: Orden y Matrimonio, signos sacramentales de Cristo Siervo. Hacia una teología común de los sacramentos al servicio de la comunión.

El padre Alberto tuvo como experiencias significativas estando en Roma, primero, haber colaborado en el Pontificio Consejo para la Familia, durante seis meses, en vistas a la preparación del VI Encuentro Mundial de las Familias que se celebró en México y, la segunda, el privilegio de haber animado una misa del Papa Benedicto XVI con la presencia de fieles de lengua española mediante la ejecución del órgano y el canto.

A su regreso de Roma, en julio de 2009, el P. Alberto fue llamado a colaborar en el Seminario Conciliar de México como prefecto en el Seminario Menor y como profesor de Teología Sacramentaria y Liturgia en el Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos.

Actualmente ejerce su ministerio sacerdotal como Capellán de Coro de la Basílica de santa María de Guadalupe, desde el 4 de marzo de 2010, y sigue desempeñándose como profesor del ISSE con las mismas asignaturas de Sacramentaria y Liturgia.

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CRÓNICA GUADALUPANA

El Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México y 34 sucesor de Fray Juan de Zumárraga, bendijo la segunda

etapa de las obras de construcción y extensión del atrio de la Casita de Nuestra Señora Santa María de Guadalupe, que corresponden a la estructura del proyecto Plaza Mariana.

Luego de la firme y compleja cimentación concluida en 2008, y del cambio y ajuste del proyecto arquitectónico, la etapa actual comprende la construcción de la estructura que de acuerdo al nuevo diseño está integrada por cuatro edificios que albergarán el Centro de Evangelización, el Columbario, el Museo y Centro de Salud y el mercado que se le entregará a la Delegación y a los locatarios que antes ocupaban el espacio donde se está construyendo la Plaza.

Para bendecir los avances de esta segunda etapa el Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera, presidió una misa en el lugar el pasado 21 de septiembre, concelebrada por Mons. Diego Monroy Ponce, Vicario General y Episcopal de Guadalupe y Rector del Santuario, y el M.I. Sr. Cango. Fidel González Fernández, donde participaron los ingenieros, arquitectos y obreros dedicados a levantar la emblemática obra del Tepeyac.

En su mensaje, el Arzobispo de México, agradeció a los asistentes los esfuerzos que han realizado en

los últimos meses, a partir de abril de este año, y por supuesto, agradeció la generosidad de Don Carlos Slim, quien a través del Grupo Carso, está colaborando para la construcción de esta ampliación de la Casa Sagrada de México. Esta obra, dijo, no sería posible llevarla a cabo si no hubiera personas generosas; no sería posible si no hubiera expertos en estudiar la mecánica de suelos, no seria posible si no hubiera financieros, alguien que estudie el impacto ambiental, un supervisor general de la obra.

“Por eso bendecimos al Señor por la generosidad que ha puesto en sus corazones, por las capacidades intelectuales que les ha concedido, por el esfuerzo que día tras día cada uno de ustedes pone a favor de esta obra”.

Bendice el Cardenal Norberto Rivera la Nueva Etapa de la Plaza Mariana

Lic. Marcela Vallecillo GómezComunicación Social Basílica de Guadalupe

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ConociéndonosCrónica Guadalupana

“Todos necesitamos de todos”, agregó, y así es en la Iglesia. Por ese motivo, les convocó a seguir conservando la unidad en la edificación de esta magna obra eclesial. “Ustedes cuando realizan esta obra, saben que están realizando no solamente una obra para la Iglesia, sino una obra de Iglesia porque necesitan estar unidos, necesitan trabajar coordinadamente, necesita poner cada uno lo mejor de sus esfuerzos.

“Bendecimos al Señor porque nos congrega en torno a su altar; bendecimos al Señor porque El hace posible a través del trabajo de todos ustedes, que esta obra se vaya realizando, esta obra que será simbólica para todo México porque aquí esta el corazón de nuestra Patria, de nuestra Nación, en Santa María de Guadalupe.

“Esta obra servirá precisamente para dar a conocer mejor el Acontecimiento Guadalupano, el Evangelio de Jesucristo; para que la Iglesia tenga más conciencia de su tarea en el mundo. Que el señor bendiga a todos y a cada uno de los que hacen posible esta obra”, destacó.

Al finalizar su homilía el Emmo. Sr. Cardenal, roció con agua bendita a los trabajadores (en total son 500), y la obra que observa ya un avance considerable.

El proyecto de la Plaza Mariana ha atravesado por varias etapas hacia su construcción, debido a la naturaleza de su complejidad y extensión, y aunque ha llevado varios años, las autoridades eclesiásticas de la Basílica de Guadalupe y del Arzobispado, desde el año 2002 y a lo largo de los años siguientes, han realizado grandes esfuerzos por resolver las múltiples tareas que ha representado la construcción del conjunto arquitectónico.

Este proyecto de extensión del atrio de la Casita de Santa María de Guadalupe, tiene como propósito ampliar las zonas para los peregrinos y mejorar los servicios en el Tepeyac. La demanda de espacios para la evangelización a través de conferencias, charlas, congresos, etcétera, será satisfecha, así como la demanda de servicios y nichos.

El proyecto Plaza Mariana contribuirá no sólo a la evangelización y el buen servicio para los peregrinos sino también al mejoramiento urbano y al proyecto de las autoridades civiles para el corredor catedral-basílica pues contribuirá y a un mejor entorno y servicios en la capital.

Descripción del proyecto arquitectónico

El proyecto Plaza Mariana abarca un área de 29,534.27 m2, localizada en la Av. Fray Juan de Zumárraga colindando con las calles 5 de Febrero e Iturbide en la Delegación Gustavo A. Madero; tiene conexión directa con la parte posterior del atrio de la Basílica de Guadalupe.

El proyecto arquitectónico consta de una cruz de cristal que divide cuatro cuerpos principales siendo estos: Centro de Evangelización, Columbario, Mercado, Museo Interactivo y Centro de Salud, locales comerciales y cafetería. Contempla un área total de construcción de 67,737 m2 dividida en planta de estacionamiento con 29,262 m2, planta baja con 25,524 m2 y planta alta con 12,951 m2.

El conjunto cuenta además con una explanada ubicada sobre el columbario, que al igual que el andador principal (cruz de cristal) se conecta con el Atrio de las Américas formándose un conjunto y conexión directa entre los dos complejos.

El edificio consta de un nivel de estacionamiento cuya capacidad total es de 623 cajones; el estacionamiento general tiene capacidad para 535 cajones, 16 de ellos para minusválidos. El mercado cuenta con su propio estacionamiento con capacidad de 88 cajones, tres de ellos para minusválidos.

El acceso peatonal principal al complejo se ubica directamente por el Atrio de las Américas, mediante un andador al Centro de Evangelización, Columbario, Museo Interactivo y Centro de Salud, teniendo cada uno de estos accesos independientes desde el exterior por las calles colindantes, mientras que el Mercado y los locales comerciales (que serán administrados por la Delegación Gustavo A. Madero) sólo tienen acceso desde el exterior.

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Desde hace 48 años, fieles a su amor a la Virgen de Guadalupe, peregrinas a pie de Zitácuaro, Michoacán visitarán esta basílica, el

próximo 10 de octubre a las seis de la mañana, con la firme convicción de refrendar su afecto a la Morenita y agradecerle por las bendiciones, dichas y favores recibidos a lo largo de un año.

Un año que ha transcurrido con momentos de incertidumbre que se viven cotidianamente en esta sociedad. Las mujeres peregrinas quieren encomendar en las amorosísimas manos maternales de la Madre del Cielo a la región Zitácuaro, que este tiempo está viviendo un ambiente de temor e incertidumbre, situaciones difíciles debidas a la violencia e inseguridad provocadas por personas que en su corazón albergan sentimientos de rencor.

El martes 5 de octubre a las 20:00 horas se efectuará la Celebración Eucarística de despedida e inicio de su andar en la parroquia de Nuestra Señora de los Remedios, en Zitácuaro. Su caminar será de cinco días. Durante el recorrido tendrán momentos para rezar el Santo Rosario, cantar alabanzas al Padre del Cielo y también tendrán instantes de silencio para

reflexionar en lo que cada una de ellas traen en su corazón.

En los momentos de descanso compartirán los sagrados alimentos. Además recibirán pláticas que les impartirán sus guías espirituales con temas que fomenten y fortalezcan su fe católica, para que al regreso a sus comunidades de origen compartan sus vivencias con sus familiares y seres queridos, y así animen a otras mujeres a ser partícipes de esta peregrinación anual.

PEREGRINACIONES

49 Peregrinación femenil de Zitácuaro, Michoacán

María Guadalupe Bustamante RosasComunicación Social de la INBG

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Dentro del marco de los festejos de su centenario, la Institución Teresiana en México se prosternará como cada año, en la Basílica

de Santa María de Guadalupe, para confirmar su fe y ofrecer a los pies de la Morenita del Tepeyac, sus trabajos, proyectos, quehaceres culturales, búsquedas, luces, sombras y todo lo que constituye la vida de esta institución en México. La peregrinación tendrá verificativo el próximo 16 de octubre a las 15:00 hs., la Celebración Eucarística será presidida por Su Excelencia, Monseñor Christopher Pierre, Nuncio Apostólico en México.

En este caminar participaran familiares, alumnos, exalumnos, compañeros de trabajo y amigos. También se harán presentes personal del centro educativo “Pedro Povesa”, de León Guanajuato; la organización de apoyo comunitario “Josefa Segovia”, de Valle de Bravo; el Centro de Desarrollo Rural de la Sierra de Puebla y jóvenes del grupo “Huellas de Cristo”, de Santa María Ajoloapan.

En el momento del ofertorio, presentarán un ramo de flores, lo entregará una familia, haciendo alusión a la diversidad de la Institución Teresiana: niños, jóvenes, familias y personas de la tercera edad, quienes reafirmarán su amor y esperanza hacia la Virgen de Guadalupe. También entregarán un artesanal rebozo, hecho con hilos de colores, como símbolo de la presencia de esta institución en los diversos países donde tiene presencia. También portarán algunos documentos de esta fundación, expresando su identidad y misión actual, continuando con su camino para la construcción de una sociedad más humana y

justa. Y ofrecerán el pan y el vino que da el ánimo para vivir con Jesús como centro de la existencia.

Su primer caminar a esta casita del Tepeyac fue el año de 1985. En aquella ocasión se reencontraron con la Virgen de Guadalupe, pidieron por y encomendaron en las manos Santas de Nuestra Madre, Madre del verdaderísimo Dios por quien se vive, a su fundador San Pedro Poveda, quien tuvo siempre presente en la Institución su advocación hacia la Virgen Morena.

La Institución Teresiana es una asociación privada de fieles, de Derecho Pontificio, con personalidad jurídica. Agrupa sólo a seglares, hombres y mujeres, que se comprometen a vivir su misión y espiritualidad desde el testimonio personal, el trabajo profesional y la vida familiar. Todos los miembros inscritos se rigen por un mismo estatuto. Existe, además, un amplio movimiento de colaboradores y de grupos juveniles que viven la misma misión y espiritualidad.

Iniciada en 1911 por San Pedro Poveda, fue en 1917 cuando la asociación quedó inscrita en el registro de asociaciones civiles de Jaén y quedó aprobada como asociación diocesana. En 1924, fue reconocida a perpetuidad por el Papa Pío XI. Catorce años después, la Institución Teresiana impulsó la presencia de sus asociados fuera de España: en América (1928) y en Italia (1934). En la actualidad desarrolla actividades en 30 países de América, África, Europa y Asia. Como fundación en México su presencia tiene como finalidad la promoción humana y la trasformación social mediante la educación y la cultura, desde entidades y organizaciones públicas y privadas.

Peregrinaciones

María Guadalupe Bustamante RosasComunicación Social de la INBG

Vigésima Quinta peregrinación de la Institución Teresiana en México

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El próximo lunes 11 de octubre a las 15:00 horas tendrá verificativo la primera peregrinación de la Diócesis de Salt Lake

City, Estado de Utah, pertenece a la Provincia Eclesiástica de la Arquidiócesis de San Francisco, Estados Unidos. Como momento especial se oficiará una celebración Eucarística en al Altar Mayor de la Basílica de Santa María de Guadalupe que presidirá Su Eminencia Monseñor John Charles Wester, noveno Obispo de esta Diócesis.

En esta celebración traerán a presentar a la Dulce Señora del Cielo su Proyecto Pastoral que tiene como objetivo fortalecer la fe católica en la comunidad hispana. Uno de los temas principales de este proyecto es el Mensaje Evangelizador de Santa María de Guadalupe. Le pedirán e Ella los colme de sabiduría para que este plan de trabajo tenga buenos cimientos y que con el tiempo dé frutos abundantes en sus parroquias, iglesias y principalmente con la feligresía.

En un momento de silencio, orarán sus hermanos en Cristo, los migrantes, para que obtengan

trabajos dignos, mejor calidad de vida y que cuenten con una reforma migratoria equitativa y favorable.

Este primer caminar que realizarán a este templo mariano, lo promovieron sacerdotes de las iglesias y parroquias que se localizan en las comunidades hispanas,quienes llevaron la propuesta al Señor Obispo, el cual acepto con beneplácito esta iniciativa. Posteriormente, llevaron la noticia a los habitantes hispanos, quienes la acogieron con gran entusiasmo.

Peregrinaciones

Primera peregrinación de la Diócesis de Salt, Lake City

María Guadalupe Bustamante RosasComunicación Social de la INBG

Eminencia Monseñor John Charles Wester

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TONANTZIN GUADALUPE

(Lema de las CEBS)

Desde su aparición en América Latina (60’) las CEBs han sido sensibles y abiertas a la realidad de sus hermanos indígenas. Más

aún, muchas surgieron en comunidades rurales y se han enriquecido con los grandes valores de su cultura, manteniendo permanentemente la solidaridad con sus luchas por la defensa de sus derechos y cultura como pueblos originarios. Don Bartolomé Carrasco Briceño de feliz memoria, que fuera pastor y profeta de la Arquidiócesis de Oaxaca expresó: “Algunas personas piensan que sigo la Teología de la Liberación. Debo decir que nunca he leído completo un solo libro de Teología de la Libración. La cátedra de la Teología de la Liberación que vive el pueblo me la

enseñaron los pobres, sobre todo los indígenas y las Comunidades Eclesiales de Base”. En todos los Encuentros Nacionales de CEBs siempre han estado presentes ellos. Por ejemplo, en el XVI Encuentro Nacional de CEBs, celebrado en la Cd. de México el año 2000; entre los compromisos asumidos en relación con los hermanos indígenas están los siguientes: a) Promover encuentros de pueblos en los que manifestemos y valoremos nuestra riqueza cultural, idiomas, ritos, mitos, arte, artesanías, trajes, danzas, filosofía y teología propias, sin caer en folclorismos –que sería responder a los caprichos del turismo– propiciando el intercambio de experiencias y el compartir nuestras formas de trabajar, b) Integrar la Pastoral Indígena en las CEBs.

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“Como Dios Trinidad, el pueblo en comunidad”

Las Comunidades Eclesiales de Base (CEBS) y los hermanos indígenasTestimonio de Fraternidad

Pbro. Jesús Ramos Muñoz. Miembro de la Comisión de Pastoral Indígena de la Arquidiócesis de México

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c) Reformar nuestros catecismos para que incluyan la historia de nuestros pueblos y el cuidado de la tierra, de los bosques, de los animales…, d) Orientar a nuestras iglesias locales a que se inculturen en los pueblos a los que sirven y que el anuncio del Evangelio se haga respetando la vida de fe de los pueblos con sus usos y costumbres…

Con motivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Aparecida, Brasil (2007), se dio un nuevo impulso a las CEBs reconociéndolas como “escuelas de discípulos misioneros que recogen la experiencia de las primeras comunidades” y como “célula inicial de estructuración eclesial y foco de fe y evangelización” (DA 178) que “despliegan su compromiso evangelizador y misionero entre los más sencillos y alejados, y son la expresión visible de la opción preferencial por los pobres”. (179). La Planeación Estratégica 2009-2016 de las CEBs de México potencia el protagonismo de los sujetos emergentes como son los jóvenes, las mujeres, los migrantes, los indígenas y se asume como uno de los objetivos estratégicos: “Impulsar y valorar el aporte de las culturas indígenas en la vida de las CEBs” y para llevarlo cabo se toman algunas líneas de acción: a) Integrar en la vida de las CEBs la riqueza cultural que nos aportan las culturas indígenas en múltiples dimensiones (lo celebrativo, lo simbólico, el trabajo y la organización comunitaria). b) Expresar el compromiso de las CEBs hacia las culturas indígenas y apoyar iniciativas incluyentes de la lengua, formas de organización y trabajo

comunitario de los pueblos indios. Relacionarse con procesos ya existentes: Congreso Nacional Indígena (CNI), Enlace de Agentes de Pastoral Indígena (EAPI) y con centros de apoyo y servicios a la pastoral indígena: CENAMI (Centro Nacional de Apoyo a las Misiones Indígenas) etc.

Las CEBs y las comunidades indígenas cristianas recuperan y muestran la nueva vivencia de la vida de la Iglesia primitiva. No son un movimiento de Iglesia, sino la Iglesia en movimiento, modelo de Iglesia de los pobres, y si las contemplamos como nivel de Iglesia, es la Iglesia de Jesús en la base.

Dando testimonio de su opción por los pobres, entre ellos –los indígenas–, y desde la práctica de una evangelización inculturada y liberadora, que los promueve como sujetos de la historia y de la fe cristiana, la Iglesia podrá reflejar para ellos la misma actitud de Tonantzin Guadalupe ante el Santo Juan Diego Cuauhtlatoatzin: “Oye, hijo mío, el más pequeño, ten entendido que son muchos mis servidores y mensajeros, a quienes puedo encargar que lleven mi mensaje y hagan mi voluntad, pero es del todo preciso que tú mismo solicites y ayudes, y que con tu mediación, se cumpla mi voluntad”. (NM 42).

Tonantzin Guadalupe

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MISIONES

Por invitación de S. E. Mons. Ramón Castro, Obispo de la Diócesis de Campeche, se realizó una misión guadalupana los días 26 y 27 de

agosto del presente año, con la finalidad de reavivar la comunidad parroquial de la Purísima Concepción ubicada en la Península de Atasta a través del mensaje evangelizador del hecho guadalupano. Entregando y entronizando la réplica de las imágenes de Santa María de Guadalupe y san Juan Diego Cuauhtlatoatzin en la capilla de Guadalupe cita en Nuevo Progreso.

El señor cura Leobardo Castillo párroco de la Purísima Concepción del municipio de Atasta ciudad del Carmen, en comunión con la comunidad parroquial y autoridades civiles, emprendieron una ardua labor de preparación para recibir a Mons. Diego Monroy Ponce rector del santuario y a su

equipo misionero. Actividad que se vio reflejada en los trabajos de pintura, limpieza y acondicionamiento de la comunidad, así como el colocar a las puertas de cada hogar ubicado al pie de la carretera y hasta llegar a Nuevo Progreso lugar del encuentro, una imagen de la Virgen de Guadalupe adornada con creatividad familiar.

Expresamos nuestro afecto al Vicario Episcopal Pbro. Próspero Huchi quien a nombre del Señor Obispo de Campeche dio la bienvenida al prelado de Guadalupe y a su equipo. El programa misionero incluyó tres temas del Acontecimiento Guadalupano, expuestos con la alegría y elocuencia que caracteriza a Monseñor Monroy, puntualizando en ellos tres reflexiones importantísimas en nuestros días y en el contexto de las conmemoraciones históricas.

¡Señora, Reina, Virgencita de Guadalupe quédate con nosotros!

Lic. María de la Concepción M.C. de Jiménez Misiones Guadalupanas INBG

Diócesis de Campeche

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Las cuales fueron: “Nuestra condición de bautizados”; “Santa María de Guadalupe en la historia de México” y san Juan Diego modelo de cristiano”. El primer día concluyó con la celebración de la eucaristía que presidió Mons. Diego Monroy quien en su homilía destacó la importancia de ser testigos del amor de Dios en todos nuestros ambientes a imagen de san Juan Diego, siendo hombres y mujeres de esperanza, perseverando en la unidad, la reconciliación y la verdad, no olvidando que nuestra Niña y Muchachita de Guadalupe nos guía, protege y alienta nuestra existencia.

La misión tuvo su término el día viernes en un emotivo encuentro con los enfermos. Primeramente Mons. Monroy, proclamó a los asistentes el gran amor maternal de Guadalupe para los enfermos manifestado desde aquellos primeros días del mes de diciembre de 1531 al sanar al tío de san Juan Diego llamado Juan Bernardino. Alentando y animando a los enfermitos a tener fe y confianza en

el verdaderísimo Dios por quien se vive. Acto seguido fue la celebración de la santa misa y la administración del sacramento de la unción de los enfermos. ¡Nuestra felicitación y gratitud a nuestros hermanos de la comunidad de Atasta, que el Dios del cerca y del junto (cf. Nican Mopohua 26) y la Niña del Cielo Guadalupe, les anime en su peregrinar a la casa del Padre!

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Con motivo de su preparación espiritual por su LXXIII Peregrinación Diocesana, la Pia Unión Diocesana de Peregrinos a pie de

Toluca, en unidad con los peregrinos de la Diócesis de Tenancingo en su camino al Tepeyac, han efectuado encuentros bimestrales durante este año, coordinados por su Director Espiritual el P. Manuel Villanueva.

En ellos se ha reflexionado sobre el hecho guadalupano en nuestra historia. Participando misioneros del santuario los cuales han sido portadores del mensaje del rector para animar a los delegados y peregrinos en general.

Como fue el retiro espiritual guadalupano en el municipio de Valle de Bravo el pasado 24 de julio, coordinado por los delegados de peregrinos encabezados por Santiago García y Justino Díaz, efectuado en el auditorio municipal iniciando con una gran procesión, hora santa, reflexión del mensaje guadalupano y santa misa presidida por el Señor Cura Miguel Jiménez.

Así como también el del 12 de septiembre de este año en la Casa del Apostolado Seglar en la ciudad de Toluca, coordinando la actividad pastoral el Pbro. Villanueva y la participación de misioneros del recito guadalupano con el tema “Guadalupe nuestra identidad y escudo”. Continuemos orando por nuestros hermanos peregrinos de estas amadas diócesis para que su llegada al santuario mariano sea de dicha y esperanza el próximo mes de febrero del año 2011.

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“Santa María de Guadalupe nuestra identidad y escudo”Diócesis de Toluca y Diócesis de Tenancingo

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EFEMÉRIDES

Mercedes Aguilar LaraArchivo Histórico de la INBG

Efemérides de octubre

1782

El 13 de octubre se coloca la primera piedra del Templo y convento de capuchinas de Guadalupe.1 Asiste el Arzobispo de México, Alonso Núñez de Haro y Peralta, para bendecirla en compañía del virrey Martín de Mayorga y los miembros de la Nobilísima Ciudad de México. El recibimiento estuvo a cargo del Cabildo de Guadalupe.2 El 16 de octubre de 1787 es solemnemente inaugurado.

1821

El 12 de octubre por la mañana, la Regencia del Imperio daba gracias a la Virgen de Guadalupe en su Colegiata con una solemne función por haberse consumado la independencia de México.3 La Regencia estaba integrada por Agustín de Iturbide, presidente; Manuel de la Bárcena, José Isidro Yáñez y Manuel Velázquez de León, 2°,3° y 4° regentes.4 Juan O´Donojú, primer regente, murió el 8 de octubre de dicho año. El sermón que pronuncio el prebendado de la Colegiata Dr. y Mtro. José Julio García de Torres, se centró en lo que representaba la Virgen de Guadalupe para México (Non fecit taliter omni nationi) y para América, y la importancia de la religión como una de las garantías de la nueva nación.5

1750

El 22 de octubre se erige la Colegiata de Guadalupe. Antes de esto la iglesia que resguardaba la imagen original de la Virgen de Guadalupe tenía el doble título de parroquia y santuario de Nuestra Señora de Guadalupe porque en ella se impartían los sacramentos a los pueblos del entorno y por el gran número de fieles que asistían a venerar la imagen de la Virgen. Contaba con un mayordomo, un párroco y varios presbíteros y ministros. Con la erección de la Colegiata de Guadalupe se establece un colegio integrado por 15 presbíteros, Abad, canónigos y racioneros, que en comunidad se encargaran de distribuir los sacramentos y procurar el mayor realce del culto a Nuestra Señora de Guadalupe. La Colegiata se hizo por donación testamentaria de don Andrés de Palencia, rico comerciante de la Nobilísima Ciudad de México, en 1707 y tardo 43 años en consolidarse.

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Efemérides

1856

El 4 de octubre, la Colegiata de Guadalupe pidió se exceptuara de la desamortización las casas de su propiedad, en donde vivían sus canónigos, prebendados y capitulares. El 21 de octubre, Miguel Lerdo de Tejada informa al Cabildo de Guadalupe que se exceptuaba sólo una casa unida al edificio destinado al objeto de la corporación y sugería que los canónigos se adjudicaran las casas en que vivían para que así siguieran perteneciendo a la Colegiata.7

1821

El 23 de octubre, el Cabildo de Guadalupe, canónigos y racioneros, después de leída la declaración de Independencia, el Plan de Iguala y los Tratados de Córdova, juraron la independencia del Imperio Mexicano bajo los términos estipulados por la Soberana Junta provisional gubernativa.6

1895

12 de octubre. Se realiza la solemne coronación de la Imagen de la Virgen de Guadalupe. La petición para coronarla se envió al Papa León XIII en septiembre de 1886, a lo que accedió por Breve de febrero de 1887.8 Los preparativos para realizar la coronación demoraron tal rito, pues se hicieron grandes obras en el templo y altar de la Virgen. En su acepción general, María es Reina de los creyentes por su realeza divina, opuesta a la realeza humana que consiste en dominar, ser el primero o ejercer el poder. La realeza divina de María de Guadalupe nos regala su consuelo, su amparo con humildad, queriendo estar siempre cerca de nosotros, quedarse con nosotros para entregarnos el mejor regalo que podemos recibir: su hijo Jesucristo, Príncipe de la Paz.

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Notas

1 Navarro de aNda, Efemérides Guadalupanas, en Álbum conmemorativo del 450 aniversario de las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe, México: Ed. Buena Nueva, 1981, p. 278.2 ahbg, caja 304, libro 1, f. 118r.3 Obras de don Lucas Alamán, Documentos Diversos, tomo III, comp. Rafael Aguado Spencer, México: Ed. Jus, 1946 [Col. Grandes Autores Mexicanos], p. 307.4 ahbg, caja 461, exp.15 Sermón de acción de gracias a María Santísima de Guadalupe por el venturoso suceso de la Independencia de la América Septentrional predicado en su Santuario Insigne Imperial Colegiata el 12 de octubre de 1821, por el Dr. y Mtro. José Julio García de Torres, prebendado de la misma, México: Imprenta de D. Alejandro Valdez, 1821.6 ahbg, Caja 455, exp.367 Jan bazáN, Los bienes de la Iglesia en México (1856-1975), México: Ed. El Colegio de México, 1971, pp.108-109.8 Álbum de la Coronación de la Santísima Virgen de Guadalupe, México> Ed.”El Tiempo”, 1895, p. 107.9 Octubre 12 de 1976. iNbg, Dedicación de la Nueva Basílica de Santa María de Guadalupe 11 de octubre de 1976, México: Talleres de Grabados Fernando Fernández, 1976, p. 31.10 Ibid., p. 1.

Efemérides

1976

El 11 de octubre se realiza la dedicación de la Nueva Basílica de Santa María de Guadalupe, presidida por el Arzobispo Primado de México, Cardenal Miguel Darío Miranda y Gómez. El ritual siguió los lineamientos del Orda Dedicationis Ecclesiae del Pontifical Romano (1973), con las adaptaciones necesarias, realizadas por el P. Alfredo Ramírez Jasso, de la Comisión Litúrgica de México, y por Fray Gabriel Chávez de la Mora, O.S.B. La música de la misa fue compuesta para esa ocasión por el maestro Jesús Villaseñor (Instituto de Liturgia, Música y Arte Cardenal Miranda). La Cantata a la Madre del Dios por quien se vive, fue compuesta para la ocasión por la R.M. Benigna Carrillo, F. Sp. S.9 El saludo inicial de los ritos de ese día hechos por el Arzobispo Miranda decía:

“…ESTE LUGAR DEBERÁ SER SIGNO DEL ENCUENTRO FRATERNAL CON JESUCRISTO; MANIFESTACIÓN DE LA IGLESIA; SIGNO DE LIBERCIÓN DE TODOS LOS QUE ESCUCHEN LA BUENA NOTICIA. COMO SUPO HACERLO LA MADRE DE DIOS POR QUIEN SE VIVE”10

1976

El 12 de octubre, el Arzobispo primado de México recibe las llaves del nuevo templo de la Basílica de Guadalupe de manos de don José Barroso Chávez, del ingeniero Bernardo Quintana y del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez. Luego, en solemne procesión, es trasladada la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, en medio de la multitud que colma, tanto la Antigua Basílica, como la Plaza de las Américas y al amplísimo recinto del nuevo Santuario. Asiste el Episcopado Nacional en pleno y sus miembros concelebran la misa.

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ACTIVIDADES PASTORALES

Oración Matutina de Laudes. Todos los días a las 8:30 hrs.Misa Solemne Capitular. Todos los días a las 9:00 hrs.Misa para “Etnias”. Todos los domingos a las 16:00 hrs. Misa Vocacional. Todos los domingos a las 15:00 hrs. Rito Penitencial Comunitario Todos los viernes de 11:00 -13:00 hrs, Exposición del Santísimo Jueves 10:00 -17:00, en su capilla:Santo Rosario: Lunes a jueves en el Altar Mayor 17:00 hrs. Viernes, sábado y domingo, 17:30 hrs., Antigua Basílica. Taller de Pastoral Indígena Sábados de 10:00 a 14:00 hrs.

PEREGRINACIONES DE NOVIEMBRE

MISA POR RADIO, TELEVISIÓN E INTERNET

Cadena RASA, 620 AMTodos los Domingos, 9:00 hrs.

Galavisión Canal 9 19 de octubre 2010

a las 9:00 hrs.

www.virgendeguadalupe.org.mxTodos los Domingos, 9:00 hrs.

Día Hora Peregrinación Día Hora Peregrinación

01 13:00 San Matías Iztacalco02 09:00 Fieles Difuntos, por los abades Canónigos y Capellanes de Coro 03 16:00 Radiadores Bajamex, S.A. de C.V.04 17:00 Diócesis de Matehuala, S.L.P.05 16:00 Instituto Nacional de Rehabilitación 06 15:00 Grupo Ciclistas de Villa del Carbón07 15:00 Parroquia del Señor de los Milagros, Cuautepec, D.F.08 17:00 Inauguración de la Conferencia del Espiscopado09 16:00 Unión de Obreros de Artes Graficas 10 07:00 Diócesis de Apatzingan 11 11:00 Diócesis de Tlaxcala12 14:00 Troquelma, S.A. de C.V.13 09:00 Onomástico de Monseñor Diego Monroy Ponce14 19:00 Pirotécnicos de la República

15 10:00 Diócesis de Texcoco16 09:00 Gamesa, S. de R.L. de C.V.17 09:00 Pueblo Huimanguillo Tabasco 18 19:00 Gasolineras Luxor Bellagio, Whistler19 20:00 BBVA Bancomer Empleados20 13:00 Colegio Biblico Apostólico21 10:00 Diócesis de Aguascalientes22 09:00 Club Deportivo Lomas Sporting23 07:00 Mercado Francisco I. Madero 24 19:00 Llegada del Pueblo de Iztapalapa25 10:00 Diócesis de Cuautitlan 26 09:00 Cumpleaños de Mons. Diego Monroy Ponce28 10:00 Confirmaciones Comunitarias29 12:00 Pueblo San Juan de Aragón30 14:00 Comerciantes de la Calle 16 de Septiembre

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