Lectio Divina

Comunidad Alrededor De La Palabra De Dios

Antes de aventurarnos hacia la presencia de Dios, somos siempre apóstoles cuando le decimos al Maestro: “Señor, enséñanos a orar”. La búsqueda nos lanza a conocerlo, amarlo para estar con Él, por eso, la lectio divina conduce a estar sumergidos en la realidad de la vocación a la que hemos sido llamados por gracia del Señor. La oración nace del corazón porque es el Espíritu quien suspira dentro de nosotros, pues somos su templo vivo.

En la vida de los Padres del Desierto se narra este episodio. Un día un joven monje preguntó a su viejo maestro: « ¿Por qué estás siempre orando? ¿Es verdaderamente tan importante para ti la oración?» entonces el buen maestro llevó al joven a la fuente, le cogió la cabeza y se la metió dentro del agua, sujetándolo mientras pateaba… finalmente lo saca fuera medio asfixiado y le pregunta: « ¿Qué es lo que deseabas más ardientemente mientras estabas bajo el agua?» respondió el joven: «quería respirar». «Así me sucede a mí – concluyó el viejo maestro – orar se ha convertido en la respiración de mi vida».

Ahora bien, te has preguntado: ¿Qué significa para ti la oración? No vayas a los libros sino a la experiencia personal con Dios.

En la lectio divina encontramos cuatro momentos: lectura, meditación, la oración y la contemplación; sin embargo, respetando estos momentos queremos introducir la atención, el desierto, la soledad-silencio y la acción. Por último, señalamos la frase de santa María Magdalena de Pazzi: “la oración es el camino corto para llegar a la comunión Trinitaria”.

Texto Bíblico: Carta de Santiago 1,19-25

19. Hermanos muy queridos, sean prontos para escuchar, pero lentos para hablar y enojarse, 20.pues la ira del hombre no realiza la justicia de Dios. 21. Por eso, rechacen la impureza y los excesos del mal y reciban con sencillez la palabra sembrada en ustedes, que tiene poder para salvarlos. 22. Pongan por obra lo que dice la Palabra y no se conformen con oírla, pues se engañarían a sí mismos. 23. El que escucha la palabra y no la práctica es como aquel hombre que se miraba en el espejo, 24. pero apenas se miraba, se iba y se olvidaba de cómo era. 25. Todo lo contrario el que fija su atención en la Ley perfecta de la libertad y persevera en ella, no como oyente olvidadizo, sino como activo cumplidor; éste será dichoso al practicarla.

1. Invocación al Espíritu Santo

Ven Espíritu SantoEnciende en nuestros corazones tu fuegoPara que nos purifique y nos santifique,

Nos conduzca por valles y praderasDonde está nuestro Pastor.

Manda tus lenguas de fuego:Don de Sabiduría e inteligencia para anunciar el Evangelio,

Don de fortaleza y consejo para perseverar en la pruebay saber guiar a mis hermanos,

Don de ciencia y piedad para discernir lo que es bueno Y expresar mi espiritualidad,

Don de Temor para servirte y ofrecerte toda mi existencia…

Ven Espíritu Santo…

2. Lectura del Texto:

a. Que uno de la comunidad lea el texto pausadamente, dejando espacios de silencio.

b. Después en clima de silencio, leer el texto personal. c. Volver la mirada al texto subrayando los verbos o frases que

más le ha llamado la atención.

3. Atención:

a. Descubrir los personajes.b. Dividir el texto cuando cambia de ideas.

4. Meditación:

a. espacio libre de silencio sin hacer todavía una pregunta, pues lo que nos lleva es a escuchar la Palabra de Dios.

b. Imaginarse el mensaje que vaya dirigido hacia la propia persona, sin abusar de la imaginación.

c. Reflexionar: tomate tu tiempo.

¿Por qué muchas veces no estoy escuchando la voz de Dios?

¿Cuáles son esas impurezas que no dejan crecer la palabra de Dios en mi vida?

¿Cómo le estoy hablando de Dios a mis hermanos y hermanas?

¿Cómo estoy llevando a la práctica el Evangelio?

5. Desierto:

a. Volver la mirada al texto, leerlo por versículos. Y preguntarse:

¿Qué estoy escuchando? ¿Qué estoy hablando? ¿Cómo estoy cumpliendo? la Palabra de Dios.

6. Soledad-escucha:

a. Compartir lo que suscitó en ti la Palabra con un compañero ya sean en grupo de 2 o 3 personas.

b. Cuando se comparte el Evangelio no hay que estar a la defensa de lo que voy a decir, sino en escuchar al otro.

c. Después del compartir hacer una oración en silencio por el otro, de una forma que todos estén abrazados.

7. Oración:

Con una vela encendida que ira pasando por cada uno se dirá una oración en voz alta. Después que todos hallan pasados, el que coordine invitaran a tomarse de las manos para orar el Padre Nuestro.

8. Acción:

El compromiso de obrar alguna obra de misericordia y cambiar una actitud que no está de acuerdo con ser hijos de Dios.

9. Contemplación:

Es vivir en cada momento de la vida cotidiana lo que ha escuchado y la proclamación del Evangelio.

Nota: la oración del E.S es propio. la decoración al diseñador….

Bibliografía:

Cuadernillo N° 11 de la comisión internacional Carisma y Espiritualidad por

Mariano Cera O. Carm, la oración en el Carmelo. Madrid 2004.