Koldo Saratxaga «La empresa es una dictadura»

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MADRID: Miguel Yuste, 40. 28037 Madrid. 91 337 82 00. Fax: 91 304 87 66. BARCELONA: Consell de Cent, 341. 08007 Barcelona. 93 401 05 00. Fax: 93 401 06 31. BILBAO: Ibáñez de Bilbao, 28, 6º A. 48009 Bilbao. 94 413 23 00. Fax: 94 413 23 13. SANTIAGO: Rúa Nova, 39, 1º. 15705 Santiago de Compostela. 981 58 99 00. Fax: 981 58 59 21. Pub: 981 58 26 00. SEVILLA: Cardenal Bueno Monreal, s/n, Edificio Columbus. 41013 Sevilla. 95 424 61 00. 95 424 61 10 (pub.). Fax: 95 424 61 24, 95 424 61 16 (pub.). VALENCIA: Poeta Querol, 11, 1º. 46002 Valencia. 96 398 11 50. Fax: 96 351 17 31. ATENCIÓN AL SUSCRIPTOR Y PROMOCIONES: 902 11 91 11. Depósito legal: M-16295-2004. © Diario El país, S.L. Madrid, 2007. “Todos los derechos reservados. En virtud de lo dispuesto en los artículos 8 y 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual, quedan expresamente prohibidas la reproducción, la distribución y la comunicación pública, incluida su modalidad de puesta a disposición, de la totalidad o parte de los contenidos de esta publicación, con fines comerciales en cualquier soporte y por cualquier medio técnico, sin la autorización de Diario El País, S.L.” Empresa autorizada para resúmenes de prensa: Acceso Group S. L. PORTUGAL. Cont: 1,35 euros (domingo: 2,45 euros ) MARRUECOS. 23 MDH (domingo: 34 MDH) JUEVES 10 DE ENERO DE 2008 El genio empresarial que sacó de la crisis a los autobuses Irízar pa- ra pasearlos triunfantes por me- dio mundo, trayecto que hoy se estudia con reverencia en la Har- vard Business School, no está por disputar la carrera de la austeri- dad gastronómica a la que pare- cen fatalmente abonados muchos personajes de esta última página. El periodista acude a la cita con la sensación incómoda de que llega tarde por partida doble. Primero, porque Koldo Saratxaga ya está sentado a la mesa del restaurante del Museo de Bellas Artes de Bil- bao —lo mejor son las vistas al par- que que ofrecen las grandes cristaleras—, y segundo, porque la pregunta obligada: “Dime, Koldo, ¿cuál es el secreto?”, ya ha sido formulada con anterioridad por unos 50.000 directivos que han pe- regrinado desde cualquier parte del mundo para escuchar su fór- mula, desarrollada en un libro de reciente aparición. Este hombre de rostro afilado, que viste enteramente del mismo gris que su cabello y su barba, res- ponde con celeridad y un puntazo brillante en la mirada. “Se trata de creer en las personas y sacar lo mejor de ellas”. Como la verdad revelada en forma tan sintética no ha borrado todo resto del escepti- cismo que cree percibir en el sem- blante de su interlocutor, Saratxa- ga se lanza a explicarse y ya no se detendrá hasta que, a despecho de la tosta de pimiento con berenje- na, intacta sobre la mesa y lastimo- samente fría, la camarera amague con traernos el segundo plato. “La clave está en el modelo de relacio- nes laborales”, enfatiza. “Si en 14 años, pasamos de los 224 trabaja- dores que éramos en Ormaiztegi (Guipúzcoa) a los 3.000 actuales y abrimos fábricas para crear auto- buses en China, India, Marruecos y México es porque hicimos de la empresa una aventura colectiva”. “El elemento diferencial, el valor añadido”, subraya: “La empresa del futuro, que es la de la innova- ción, la creatividad y el conoci- miento, exige que los trabajado- res sean partícipes reales del pro- yecto y se sientan motivados”. Aunque sus palabras puedan sonar gastadas, entre tanto gurú de la retórica ambiental, lo que distingue radicalmente a Saratxa- ga es que su modelo ha funciona- do, y espectacularmente. Habla de la democratización de la em- presa, establece un máximo de cuatro niveles salariales, el repar- to equitativo del 30% de los benefi- cios y un comportamiento ético que obliga a todos a la transparen- cia. Casi nada. Y es que el ex geren- te de Irízar, hoy dedicado al aseso- ramiento, sostiene que el modelo piramidal creado hace un siglo su- pone un desperdicio ingente de ca- pacidades y energías. “La empresa es uno de los ra- ros reductos de dictadura que que- dan en las sociedades democráti- cas y está pidiendo a gritos trans- formarse en espacio de libertad y de bienestar”, dice Saratxaga, naci- do en Sopuerta (Vizcaya) hace 60 años. El cambio que propone es tan radical que en su vocabulario no cuenta ya la palabra “empre- sa”, sustituida por “organización”, y han sido abolidos términos, que juzga vejatorios, como plantilla, re- cursos humanos o gestión de per- sonal. Allí donde interviene como asesor, elimina el hábito de fichar y establece la consigna de “estru- jar a las máquinas y mimar a las personas”. En su opinión, el gran problema es la falta de verdaderos líderes. “Los jefes están agobiados de trabajo porque no quieren ce- der el poder de decisión. Tienen miedo y por eso se dedican a con- trolar, en lugar de estimular, facili- tar y responsabilizar”. También la lubina se le ha quedado fría, pero no parece importarle demasiado. El gobernante del pequeño pero globalmen- te muy influyente Estado se desperezó en la cama y, al hacerlo, su mano tropezó con la piel tersa de su esposo. Como en las películas, en aquel momen- to sonó el móvil. —Sí, claro, te lo paso. Díselo tú mismo —dijo el esposo, alargándole el aparato a su marido, al tiempo que comentaba: —Es el de Valencia, que no puede venir porque tiene que acompañar a su hermana a la clínica abortista. Ha decidido interrum- pir el embarazo. —Vale, vale, me parece bien —cortó el gobernante al otro, perentorio—. Llámame luego para contarme cómo os ha ido. No pudo concentrarse en lo que le intere- saba, porque otro de sus colaboradores le requería, esta vez desde Madrid. Habló di- rectamente con él: —De acuerdo, no importa. Si tienes que llevar a la familia al parque temático, lo primero es lo primero. ¡Uf! Se relajó. Un rato más tarde el esposo pidió café. Su marido el gobernante se le- vantó, diligente, y al poco volvió con un par de expresos que olían a gloria. —¿Y si nosotros tampoco fuéramos? —propuso el otro. —Una cosa es que me hayan elegido de- mocráticamente y otra, que no nos presen- temos. —Podemos verlo por la tele. Empuñó el mando. La plaza de San Pe- dro ya se había llenado de fieles. El griterío que salía del aparato se confundía con el que entraba por la ventana. Un primer pla- no mostró el contenido de una pancarta: “Desde que podemos casarnos, estamos más calmados. Gracias, Papa”. Y otra: “Celi- bato, caca”. —Son los españoles —comentó él—. Quién lo hubiera dicho, ¿quién hubiera di- cho hace unos años que, para amarnos más los unos a los otros, bastaría con esto? Y le palmeó el culillo al cónyuge. ALMUERZO CON... KOLDO SARATXAGA “La empresa es una dictadura” MARUJA TORRES Dos entrantes: 23,44 Pichón deshuesado: 18,72 Lubina: 20,13 Postres: 10,82 Tres cafés: 4,50 Agua mineral: 2,10 Vino: 14,72 Pan: 1,80 Total con IVA: 102,97 euros Restaurante Arbola Gaña. Bilbao Su caso está en la escuela de Harvard y se basa en apostar por las personas Koldo Saratxaga, ex gerente de la empresa Irízar. / jesús uriarte ‘Delirium’ JOSÉ LUIS BARBERÍA 8 4 2 5 5 3 6 0 0 1 0 8 6 0 1 0 2 4 URL de este pdf: http://www.ifuturo.org/es/infosocios/SO/SO_88/SO_88_4.pdf

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Entrevista a Koldo Saratxaga en El Pais

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MADRID: Miguel Yuste, 40. 28037 Madrid.91 337 82 00. Fax: 91 304 87 66.BARCELONA: Consell de Cent, 341. 08007Barcelona. 93 401 05 00. Fax: 93 401 06 31.BILBAO: Ibáñez de Bilbao, 28, 6º A. 48009Bilbao. 94 413 23 00. Fax: 94 413 23 13.SANTIAGO: Rúa Nova, 39, 1º. 15705Santiago de Compostela. 981 58 99 00.Fax: 981 58 59 21. Pub: 981 58 26 00.

SEVILLA: Cardenal Bueno Monreal, s/n,Edificio Columbus. 41013 Sevilla.95 424 61 00. 95 424 61 10 (pub.).Fax: 95 424 61 24, 95 424 61 16 (pub.).VALENCIA: Poeta Querol, 11, 1º. 46002Valencia. 96 398 11 50. Fax: 96 351 17 31.ATENCIÓN AL SUSCRIPTORY PROMOCIONES:902 11 91 11.

Depósito legal: M-16295-2004.© Diario El país, S.L. Madrid, 2007.“Todos los derechos reservados.En virtud de lo dispuesto en los artículos8 y 32.1, párrafo segundo, de la Ley dePropiedad Intelectual, quedan expresamenteprohibidas la reproducción, la distribución yla comunicación pública, incluida sumodalidad de puesta a disposición,

de la totalidad o parte de los contenidosde esta publicación, con fines comercialesen cualquier soporte y por cualquier mediotécnico, sin la autorización de DiarioEl País, S.L.” Empresa autorizada pararesúmenes de prensa: Acceso Group S. L.PORTUGAL. Cont: 1,35 euros(domingo: 2,45 euros )MARRUECOS. 23 MDH (domingo: 34 MDH)

JUEVES 10 DE ENERO DE 2008

El genio empresarial que sacó dela crisis a los autobuses Irízar pa-ra pasearlos triunfantes por me-dio mundo, trayecto que hoy seestudia con reverencia en la Har-vard Business School, no está pordisputar la carrera de la austeri-dad gastronómica a la que pare-cen fatalmente abonados muchospersonajes de esta última página.El periodista acude a la cita con lasensación incómoda de que llegatarde por partida doble. Primero,porque Koldo Saratxaga ya estásentado a la mesa del restaurantedel Museo de Bellas Artes de Bil-bao —lo mejor son las vistas al par-que que ofrecen las grandescristaleras—, y segundo, porque lapregunta obligada: “Dime, Koldo,¿cuál es el secreto?”, ya ha sidoformulada con anterioridad porunos 50.000 directivos que han pe-regrinado desde cualquier partedel mundo para escuchar su fór-mula, desarrollada en un libro dereciente aparición.

Este hombre de rostro afilado,que viste enteramente del mismogris que su cabello y su barba, res-ponde con celeridad y un puntazobrillante en la mirada. “Se trata decreer en las personas y sacar lomejor de ellas”. Como la verdadrevelada en forma tan sintética noha borrado todo resto del escepti-cismo que cree percibir en el sem-blante de su interlocutor, Saratxa-ga se lanza a explicarse y ya no se

detendrá hasta que, a despecho dela tosta de pimiento con berenje-na, intacta sobre la mesa y lastimo-samente fría, la camarera amaguecon traernos el segundo plato. “Laclave está en el modelo de relacio-nes laborales”, enfatiza. “Si en 14años, pasamos de los 224 trabaja-dores que éramos en Ormaiztegi(Guipúzcoa) a los 3.000 actuales yabrimos fábricas para crear auto-buses en China, India, Marruecosy México es porque hicimos de laempresa una aventura colectiva”.“El elemento diferencial, el valorañadido”, subraya: “La empresadel futuro, que es la de la innova-ción, la creatividad y el conoci-miento, exige que los trabajado-res sean partícipes reales del pro-yecto y se sientan motivados”.

Aunque sus palabras puedansonar gastadas, entre tanto gurúde la retórica ambiental, lo quedistingue radicalmente a Saratxa-ga es que su modelo ha funciona-

do, y espectacularmente. Hablade la democratización de la em-presa, establece un máximo decuatro niveles salariales, el repar-to equitativo del 30% de los benefi-cios y un comportamiento éticoque obliga a todos a la transparen-cia. Casi nada. Y es que el ex geren-te de Irízar, hoy dedicado al aseso-ramiento, sostiene que el modelopiramidal creado hace un siglo su-pone un desperdicio ingente de ca-pacidades y energías.

“La empresa es uno de los ra-ros reductos de dictadura que que-dan en las sociedades democráti-cas y está pidiendo a gritos trans-

formarse en espacio de libertad yde bienestar”, dice Saratxaga, naci-do en Sopuerta (Vizcaya) hace 60años. El cambio que propone estan radical que en su vocabulariono cuenta ya la palabra “empre-sa”, sustituida por “organización”,y han sido abolidos términos, quejuzga vejatorios, como plantilla, re-cursos humanos o gestión de per-sonal. Allí donde interviene comoasesor, elimina el hábito de fichary establece la consigna de “estru-jar a las máquinas y mimar a laspersonas”. En su opinión, el granproblema es la falta de verdaderoslíderes. “Los jefes están agobiadosde trabajo porque no quieren ce-der el poder de decisión. Tienenmiedo y por eso se dedican a con-trolar, en lugar de estimular, facili-tar y responsabilizar”. También lalubina se le ha quedado fría, perono parece importarle demasiado.

El gobernante del pequeño pero globalmen-te muy influyente Estado se desperezó en lacama y, al hacerlo, su mano tropezó con lapiel tersa de su esposo.

Como en las películas, en aquel momen-to sonó el móvil.

—Sí, claro, te lo paso. Díselo tú mismo—dijo el esposo, alargándole el aparato a sumarido, al tiempo que comentaba:

—Es el de Valencia, que no puede venirporque tiene que acompañar a su hermanaa la clínica abortista. Ha decidido interrum-pir el embarazo.

—Vale, vale, me parece bien —cortó elgobernante al otro, perentorio—. Llámameluego para contarme cómo os ha ido.

No pudo concentrarse en lo que le intere-saba, porque otro de sus colaboradores le

requería, esta vez desde Madrid. Habló di-rectamente con él:

—De acuerdo, no importa. Si tienes quellevar a la familia al parque temático, loprimero es lo primero. ¡Uf!

Se relajó. Un rato más tarde el esposopidió café. Su marido el gobernante se le-vantó, diligente, y al poco volvió con un parde expresos que olían a gloria.

—¿Y si nosotros tampoco fuéramos?—propuso el otro.

—Una cosa es que me hayan elegido de-mocráticamente y otra, que no nos presen-temos.

—Podemos verlo por la tele.Empuñó el mando. La plaza de San Pe-

dro ya se había llenado de fieles. El griteríoque salía del aparato se confundía con elque entraba por la ventana. Un primer pla-no mostró el contenido de una pancarta:“Desde que podemos casarnos, estamosmás calmados. Gracias, Papa”. Y otra: “Celi-bato, caca”.

—Son los españoles —comentó él—.Quién lo hubiera dicho, ¿quién hubiera di-cho hace unos años que, para amarnos máslos unos a los otros, bastaría con esto?

Y le palmeó el culillo al cónyuge.

ALMUERZO CON... KOLDO SARATXAGA

“La empresaes una dictadura”

MARUJATORRES

E Dos entrantes: 23,44E Pichón deshuesado: 18,72E Lubina: 20,13E Postres: 10,82E Tres cafés: 4,50E Agua mineral: 2,10E Vino: 14,72E Pan: 1,80

Total con IVA: 102,97 euros

Restaurante ArbolaGaña. Bilbao

Su caso está en laescuela de Harvardy se basa en apostarpor las personas

Koldo Saratxaga, ex gerente de la empresa Irízar. / jesús uriarte

‘Delirium’

JOSÉ LUIS BARBERÍA

8 425536 001086

01024

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