Ensayo de Deficit de Atencion
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INDICE
1. INTRODUCCIÓN.
2. DEFINICIÓN.
3. CARACTERÍTICAS
4. ETIOLOGÍA.
5. PREVALENCIA.
6. CONMORBILIDAD.
7. DIAGNÓSTICO:
� DETECCIÓN.
� ESCALAS:
o A) Recopilación. Análisis y clasificación.
o B) Elaboración de escala propia.
8. INTERVENCIÓN:
o MÉDICO.
o FAMILIAR.
o ESCOLAR:
� CENTRO.
� AULA.
9. BIBLIOGRAFÍA.
1.- INTRODUCCIÓN
Hemos elegido como eje de nuestro seminario el tema del Trastorno por
Déficit de atención con y sin hiperactividad (TDAH), por el alto porcentaje de
alumnos con este trastorno en nuestras aulas.
Existe un desconocimiento sobre dicho trastorno, lo que provoca que
dichos alumnos, no sean diagnosticado correctamente y por ello, no reciban
la atención necesaria.
Hasta hace aproximadamente una década, el TDAH era un gran
desconocido para la mayoría del profesorado. Actualmente, aunque las
cosas han cambiado en parte, e siguen con más frecuencia de la deseada,
confundiendo a los niños y niñas aquejados de este trastorno que presentan
problemas de conducta, con mala educación o que no tienen límites. A
veces se busca la responsabilidad en el entorno familiar, se busca la causa
donde no está y se les impide recibir el trato y el tratamiento que precisan.
Existe la falsa creencia de considerar a todos lo niños y niñas con el mismo
potencial para el desarrollo autocontrol y por tanto es misión no sólo de
padres y madres sino también del profesorado que consigan dicho
autocontrol.
Nos encontramos con unos niños, niñas y adolescentes con dificultades
de rendimiento y de comportamiento en los que las causa hay que buscarla
en procesos internos a ellos mismo. Si no tenemos esto claro podríamos
llegar a la conclusión equivocada de que cualquier dificultad emocional, de
conducta o de aprendizaje son consecuencia de una relación pobre o
patológica en el seno de la familia, de pautas de crianza desacertadas o de
un manejo inadecuado de las conductas a corregir.
Las personas adultas no somos causante de sus comportamientos y
dificultades pero sí que podeos facilitarles la ayuda necesaria para evitarles
problemas añadidos como el fracaso escolar, el déficit de autoestima o
frustraciones innecesarias.
2.- DEFINICIÓN
������ El trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad es un trastorno
de origen neurobiológico que se caracteriza por la presencia de tres síntomas:
� Déficit de atención
� Impulsividad
� Hiperactividad motora y/o vocal.
Se identificará como un trastorno cuando estos síntomas o los
comportamientos que se deriven se observen con mucha mayor frecuencia e
intensidad que en los niños/adolescentes de igual edad e interfieren en la vida
cotidiana en casa, la escuela y su entorno en general.
Se debe tener en cuenta que no todos los niños con este trastorno
manifiestan los mismos síntomas y con la misma intensidad. Se pueden
encontrar casos de niños con dificultades relacionadas con la atención, pero
que no presentan un mayor grado de movimiento o mayores respuestas
impulsivas que los niños de su misma edad.
En el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales
(DSM-IV), publicado por la American Psychiatric Association en su última
versión, se diferencian tres tipos de trastorno dentro del TDAH:
� Trastorno por déficit de atención con hiperactividad subtipo
predominante inatento
� Trastorno por déficit de atención con hiperactividad subtipo
predominante hiperactivo impulsivo
� Trastorno por déficit de atención con hiperactividad subtipo combinado
�
3.- CARACTERÍSTICAS:
Desatención
o A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores en descuido en
las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades.
o A menudo tiene dificultades para mantener en tareas o actividades lúdicas.
o A menudo parece no escuchar cuando se le hable directamente
o A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos u obligaciones
en el centro de trabajo (no se debe al comportamiento negativita o a la incapacidad para
comprender instrucciones).
o A menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades.
o A menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto al dedicarse a las tareas que
requieren de un esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos).
o A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (ejemplo: juguetes,
lápices, ejercicios, libros o herramientas).
o A menudo se distrae con estímulos irrelevantes
o A menudo es descuidado con las actividades diarias.
Hiperactividad
o A menudo mueve en exceso manos y pies, o se remueve en su asiento
o A menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que se espera que
permanezca sentado.
o A menudo corre o salta excesivamente en situaciones que es inapropiado hacerlo.
o A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio
o A menudo esta en marcha o suele actuar como si estuviera un motor
o A menudo habla en exceso.
Impulsividad
o A menudo precipita respuestas antes de haber sido contestadas las preguntas.
o A menudo tiene dificultades para guardar turno
o A menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (por ejemplo se
entromete en conversaciones o juegos).
Manual DSM- IV
4.- ETIOLOGÍA
Hoy por hoy hemos de considerar que la etiología del trastorno por déficit de
atención con hiperactividad (T DAH) o trastorno hipercinético es desconocida.
Las evidencias etiológicas hasta la fecha sugieren la improbabilidad de
encontrar una causa única al trastorno, considerándose más bien la vía final de
una serie de vulnerabilidades biológicas que interactúan entre sí y con otras
variables ambientales , tanto de orden biológico como psicosocial. Las ideas
iniciales del “daño cerebral mínimo “han llegado en los últimos años a
evolucionar hacia estudios de neurobiología y fisiopatología, neuroimagen y
genética. Del mismo modo, aunque los factores psicosociales no se consideran
actualmente como etiológicamente primarios, el estudio de las disfunciones
familiares presentasen niños con esta patología ha revelado su importante
papel en el desarrollo de los síntomas, en la aparición de comorbilidad
conductual (trastorno oposicionista desafiante y trastorno disocial) y, por lo
tanto, en el diseño de las intervenciones terapéuticas.
Factores Ambientales
�
Aunque muchos han sido los factores ambientales (tanto biológicos como
psicosociales) relacionados con el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad (TDAH), hasta la fecha ninguno (ni ninguna combinación de
ellos) se ha demostrado como causa necesaria y/o suficiente para la
manifestación del trastorno.
Dentro de los factores biológicos destacan los eventos durante la
gestación y pre-perinatales, tales como el consumo materno de tabaco, alcohol
o drogas durante el embarazo, toxemia, eclampsia, mala salud materna, menor
edad de la madre , parto prolongado, bajo peso al nacer. Los estudios a este
respecto , no obstante, distan mucho de ser concluyentes, salvo a a la hora de
presentar una serie de factores predisponentes a una mayor vulnerabilidad
general , no específica para el TDAH.
Los factores psicosociales, de igual modo, determinan más un riesgo
psicopatológico general que un riesgo concreto para patologías mentales
concretas. Dentro de estos factores de riesgo genérico , algunos investigadores
encuentran una asociación positiva entre el TDAH y el índice de factores de
Adversidad de Rutter (discordia maritales severas, clase social baja, familia
amplia).Estos factores tienden a aparecer como predoctores universales de
adaptabilidad y salud psíquica, y en cierto aspectos podrían ser mas una
expresión de la presencia en los padres del trastorno que su causa en el niño.
Así, los hallazgos sobre la contribución ambiental al TDAH, deben interpretase
con cautela, ya que muchos datos de función familiar y de adversidad tienen en
su origen una notable contribución de la herencia en términos biológicos,
pudiendo deberse mas a la presencia en los padres de síntomas y trastornos
similares a los hallados en sus hijos.
Estudios Genéticos.
Los estudios familiares realizados con muestras clínicas señalan hacia una
agregación familiar del trastorno, encontrando entre los padres de niños
afectados un riesgo relativo entre 2 y 8 veces superior al de la población normal
de padecer ellos mismos el trastorno. Recíprocamente, el riesgo calculado para
un niño de4 sufrir el trastorno si uno de los padres lo padece es del 57%.
En los estudios de adopción , los hermanos no biológicos de niños con
TDAH tienen menos riesgo de presentar el trastorno o trastornos asociados (
tales como el trastorno oposicionista y o el trastorno de conducta) que los
hermanos biológicos. Los estudios de gemelos señalan una concordancia del
trastorno del 50% al 80% en gemelos monocigóticos frente a un 29%- 33% en
dicigóticos.
Estudios de Neuroimagen y Neurotransmisores
El modelo de déficit cognitivos y alteraciones conductuales encontrado
en os niños con TDAH implica a las funciones ejecutivas y a la memoria de
trabajo de forma similar a como se aprecia en adultos con daños en el lóbulo
frontal , lo que sugiere una disfunción de la corteza frontal y /o de las regiones
relacionadas funcionalmente con ésta en las alteraciones neuropsicológicas
subyacentes al TDAH. L a evaluación de dicho modelo se ha tratado de llevar a
cabo mediante estudios de neuroimagen , tanto estructural como funcional.
Debe no obstante recalcarse que , debí a su precio y al hecho de que son
pruebas invasivas , las muestras utilizadas han sido habitualmente pequeñas, y
en ocasiones sesgadas ( ej. En pacientes ingresados), por lo que su
representatividad y poder estadístico son cuestionables.
La mayor parte de los estudios estructurales (bien con tomografía axial
computerizada, bien con resonancia magnética nuclear), encuentran alguna
evidencia de anomalías estructurales cerebrales en los pacientes estudiados ,
en la corteza frontal derecha y en los ganglios basales, lo que apoya la idea de
un síndrome fronto-subcortical. La mayoría de los estudios funcionales (PET,
SPECT y REM funcional) realizados encuentran igualmente disfunciones en el
metabolismo o en el flujo cerebral de dichas áreas en estos pacientes.
Finalmente los factores aquí mencionados pueden interactuar
conjuntamente a mayormente a considerar el desbalance bioquímico como
causa principal del trastorno, por lo pronto se continúa admitiendo la idea que
sugiere una etiología multifactorial , al no identificar un factor causal único.
5.- PREVALENCIA
���������Se estima que de un 3% a un 5% de los niños menores de 10 años
padecen TDAH, esto significa que puede ser más que probable que los
profesores tengan de uno a tres niños hiperactivos en una misma clase.
Este trastorno es más frecuente en los varones que en las niñas en una
proporción de 10 a 1.
Se estima que la prevalencia del trastorno por déficit de atención con
hiperactividad se sitúa en el 3 y el 5 % en los niños de edad escolar. Los datos
de su prevalencia en la adolescencia y l vida adulta son imprecisos.(DSM IV).
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad no se diagnostica si
los síntomas se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. ej.
trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo,
trastorno de la personalidad, cambio de personalidad debido a una enfermedad
médica o un trastorno relacionado con sustancias). En todos estos trastornos,
los síntomas de desatención tienen típicamente un inicio posterior a los 7 años
de edad, y en general la historia infantil de adaptación escolar no se caracteriza
por comportamiento perturbador o por quejas de los maestros concernientes a
un comportamiento desatento, hiperactivo o impulsivo.
Cuando coexiste un trastorno del estado de ánimo o un trastorno de
ansiedad con un trastorno por déficit de atención con hiperactividad, debe
diagnosticarse cada uno de ellos. El trastorno por déficit de atención con
hiperactividad no se diagnostica si los síntomas de desatención e
hiperactividad se producen exclusivamente durante el curso de un trastorno
generalizado del desarrollo o un trastorno psicótico. Los síntomas de
desatención, hiperactividad o impulsividad relacionados con el uso de
medicaciones (p. ej., broncodilatadores, isoniacida, acatisia por neurolépticos)
en niños menores de 7 años no se diagnostican como trastorno por déficit de
atención con hiperactividad, sino que se diagnostican como trastorno
relacionado con otras sustancias no especificado. (DSM-IV)
�
6.- CONMORBILIDAD
El término comorbilidad hace referencia a la presentación en un mismo
individuo de dos o más enfermedades o trastornos distintos.
En los trastornos comórbidos con el TDA-H tienen un papel fundamental, al
igual que las funciones ejecutivas y la implicación de los circuitos
frotoestriados.
Dada la alta tasa de comorbilidad del TDAH, es muy importante la
identificación de los problemas asociados, para racionalizar abordaje
psicológico y, en su caso, el tratamiento farmacológico.
Algunos de los trastornos con los que mas frecuencia se asocia son:
trastornos de conducta (conducta negativista desafiante y conducta disocial),
los trastornos emocionales (ansiedad, depresión), los trastornos del
aprendizaje, el trastorno del desarrollo de la coordinación, el síndrome de
Tourette, o l os trastornos generalizados del desarrollo.
� Trastorno Negativista Desafiante:
Este trastorno afecta aproximadamente a la mitad de los pacientes con
TDAH. Son niños que ya desde su etapa preescolar pueden presentar
comportamientos negativistas hostiles y desafiantes durante periodos
superiores a seis meses, que llega a producir un deterioro significativo en la
vida social, académica o laboral del paciente y los que se producen:
- Crisis de rabietas.
- Discusiones frecuentes con adultos.
- Desafíos y rechazo a la autoridad del adulto.
- Actos voluntarioso con el objetivo de molestar.
- Fáciles culpabilizaciones ajenas de sus errores o malos
comportamientos.
- Actitudes coléricas y con fácil resentimientos.
- Actitudes rencorosas e incluso vengativas.
� Trastorno de Conducta Disocial:
Este trastorno afecta aproximadamente a una cuarta parte de los
pacientes. Es el trastorno comórbido con peor pronóstico. Son aquellos
adolescentes que presentan conductas que violan los derechos básicos de las
personas o bien las normas sociales importantes. Así pueden agredir a
personas o animales, destruir la propiedad, robar o violar gravemente las
normas, con lo que son enfermos potenciales, delincuentes enfermos.
� Trastornos emocionales y/o afectivos:
El mayor grado de comorbilidad se manifiesta en la adolescencia, el
trastorno depresivo mayor es mas prevalente en niños con TDAH que en la
población general. Con frecuencia estos niños presentan un mayor déficit de
atención que los que no presentan comorbilidad con trastornos emocionales y/o
afectivos.
Los trastornos emocionales de ansiedad mas frecuentes son: fobias,
ansiedad generalizada, ansiedad de separación y ansiedad social.
La presencia de tristeza/irritabilidad, culpabilidad excesiva, falta de ilusión,
fatiga, trastornos del sueño y de alimentación nos deben hacer pensar en la
presencia de un trastorno afectivo. La comorbilidad afectiva que mas
controversias está generando es la ciclotimia y/o la hipomanía, no solo como
posible comorbilidad, sino también por la posibilidad de cometer errores de
diagnóstico diferencial con el TDAH.
� Trastornos del Lenguaje:
Pueden manifestar:
- Retraso en la adquisición del código fonológico y del nivel morfológico,
especialmente en la comprensión y expresión de los tiempos verbales.
- Bajos resultados o en las pruebas que requieren pensamiento analógico
lingüístico o resolución de problemas verbales.
- Problemas en el acceso rápido a información lingüística y en la
comunicación de información esencial.
- Menor competencia en tareas de procesamiento semántico.
- Los déficits pragmáticos más evidentes son: producción verbal
espontánea excesiva, problemas para reconocer y mantener los turnos
de palabra, dificultades para comprender la intencionalidad comunicativa
del interlocutor, no ajustan su lenguaje al contexto específico requerido y
a las características de los oyentes, escasas habilidades narrativas.
� Trastornos del Aprendizaje:
Los más frecuentes son los trastornos de la lectura, la escritura y el cálculo.
• DISLEXIA: destaca en estos niños la presencia de dificultades en la
segmentación fonética (capacidad para descomponer las palabras en
sonidos),en la lectura visual (reconocimiento de las letras y palabras por
su forma) y en la comprensión lectora.
- trastorno del canal auditivo-vocal
- trastorno en la estructuración del lenguaje
Se estima que la prevalencia se sitúa entre un 15 y un 30 %.
• DISGRAFIA VISOMOTORA:
- Por trastornos perceptivos visoespaciales.
- Por trastorno en la producción o reproducción de grafismos.
• DISCALCULIA:
- Dificultad para los cálculos, con dislexia y disgrafía para los números. La
prevalencia de este trastorno del cáculo en lapoblación general se
estima en un 4 y un 6% en tanto que en los niños con TDAH sería de un
10-60%.
� Trastorno del Desarrollo de la Coordinación:
El DSM-IV lo define como una marcada alteración en el desarrollo de la
coordinación motora que interfiere significativamente con el aprendizaje escolar
o las actividades de la vida diaria, y no es debia a una enfermedad médica
general.
- Praxias orofaciales (movimientos de cara y boca).
- Praxias manuales.
- Movimientos coreicos o temblores leves.
- Hipotonía muscular.
- Fallos en el equilibrio estático y dinámico.
- Impersistencia motora.
- Déficit en habilidad deportiva
- Dislalias (dificultades articulación) bradilalia (emisión lenta).
- Sincinesias (movimientos realizados de forma involuntaria, aumentados
para la edad).
� Síndrome de Tourette:
El 49-83% de los niños con Tourette presenta comórbidamente un TDAH
así como alrededor del 50% de los niños con TDAH van a presentar tics
transitorios o crónicos o presentan antecedentes familiares de tics.
Este síndrome es la emisión repetida de tics motores y verbales. De acuerdo
con la última definición del DSM-IV-TR, debe cumplir los criterios de:
a) Tics múltiples motores y uno o más tics vocales que han estado
presentes en algún momento, aunque no necesariamente de forma
coincidente.
b) Los tics ocurren muchas veces al día, casi todos los dias o
intermitentemente a lo largo de un periodo superior a un año, y durante
este periodo no ha existido un periodo libre superior a tres meses
consecutivos.
c) El inicio es antes de los 18 años
d) El trastorno no se debe a los efectos de una sustancia o a una condición
médica general.
Hasta el momento no se ha podido comprobar si ambos síndromes tienen
un componente genético compartido.
� Trastornos Generalizados del Desarrollo:
Existen varios síntomas del TDAH que se aproximan al autismo:
- Estereotipias motoras (aleteo de manos, picar con los dedos, balanceo
de la cabeza y repetición monótona de sonidos).
- Preocupación por ciertos temas , objetos o partes de objetos.
- Trastorno del lenguaje.
- Alteraciones en la pronunciación.
- Pobre comunicación no verbal.
- Problemas de interacción social.
- Ingenuidad.
Los problemas del lenguaje, muy frecuentes en el TDAH, y en ocasiones el
primer motivo de consulta por parte de los padres, generan que se puedan
adquirir algunas de las características propias del autismo: ecolalias, pobre
capacidad expresiva, deficiente comprensión verbal.
Un problema, en algunos niños con TDAH, es su falta de habilidad para la
interacción social. Ello puede estar motivado, tanto por una cierta ingenuidad,
como por una carencia de empatía.
No obstante, para realizar un diagnóstico comórbido de Autismo no hemos
de olvidar que debe darse un trastorno cualitativo de la relación y de la
intención comunicativa, así como un patrón de conducta, interés o actividad
restrictivos, repetitivos y estereotipados.
7.- DIAGNÓSTICO:
� Detección
¿Quién detecta el Problema?
Habitualmente son los padres los que manifiestan no poder o no saber
dirigir el comportamiento de su hijo. Por lo general se les describe como niños
entre inquietos, e insoportables, inmaduros, testarudos, temperamentales,
inconscientes, entrometidos y con evidentes deseos de ser constantemente el
centro de atención tanto de los adultos como de los compañeros de clase. Los
mismos maestros dan la señal de alerta cuando detectan que su alumno no
sigue el ritmo esperado o presenta graves problemas de comportamiento.
La época que resulta más fácil detectar el TDA-H es el período
preescolar; en estos años los niños hiperactivos empiezan a destacar por su
inquietud (mayor que los niños de su edad) su falta de autonomía (requieren
mayor vigilancia y ayuda en las actividades diarias), suelen ser catalogados
como desobedientes, suelen dormir poco y despertarse muy temprano, tienen
dificultades con las comidas y falta de conciencia de las normas. Su descontrol
e inmadurez les hace más propensos a sufrir accidentes y mostrarse irritables y
caprichosos.
El diagnóstico lo puede establecer un profesional conocedor del tema,
bien desde el campo de la Medicina (psiquiatra y neuropediatra) o de la
Psicología (psicólogo clínico o neuropsicólogo), en general en función de su
dedicación al tema. El pediatra como conocedor privilegiado del niño y su
entorno se constituye, cada vez con mayor implicación, en un pilar fundamental
en la detección y diagnóstico precoz del TDA-H.
Para establecer el diagnóstico, el profesional tendrá necesariamente que
recabar información de los padres sobre el comportamiento del niño, de los
maestros o profesores sobre el comportamiento y rendimiento del niño y
compararlo con el de otros niños de su misma edad, y del mismo niño para
averiguar.
Es habitual que el profesional haga responder uno o más cuestionarios
(con preguntas sobre el niño) a los padres, maestro/a (tutor/a) y al mismo niño.
También puede facilitársele tests (al niño), que le ofrecerán más
información, sobre todo para poder descartar que los problemas de rendimiento
escolar o de comportamiento no se deban a otras cuestiones.
El procedimiento idóneo para establecer el diagnóstico comprende:
� Valoración psicológica para establecer capacidades y limitaciones del
niño.
� Valoración médica para descartar o confirmar enfermedades médicas que
pudieran explicar los síntomas que presenta el niño.
� Valoración psicopedagógica para valorar la presencia o no de fracaso
escolar.
El Psicólogo y/o el médico especialista también tendrán que valorar la
presencia o no de otros trastornos asociados.
� Escalas:
A) Recopilación. Análisis y clasificación.
����������La mayor parte de los autores coinciden en que los trastornos de la
atención con o sin hiperactividad constituyen una patología muy heterogénea y
que engloba un abanico muy amplio de síntomas, conductas y formas de
reacción y eso hace difícil realizar un diagnóstico certero.
La propia patología es muy poco discriminada, porque la definición de
ambos cuadros sindrómicos (los trastornos de la atención y el síndrome de
distrés infantil) se basa en la descripción de una serie de síntomas que la
estadística ha permitido elevar a categoría de síntomas principales.
La elaboración de un instrumento de evaluación en la escuela de la
conducta hiperactiva y del déficit de atención ha sido el objetivo de muchos
trabjos. Caben destacar:
� Attention Déficit Disorder Comprehensive Teacher Ratin-scale
(ACTERS) de Ullman, Sleator y Sprague, (1984). Consta de 4
subescalas que abordan las áreas de TDAH (conducta oposicionista,
hiperactividad, atención y problemas sociales).
� Self control rating scale (SCRS) de Kendal y Wilcox, (1979).
Contiene 33 items sobre inhibición de conductas, seguimientos de
normas y control de la impulsividad.
� Child Attention/Activity Profile (CAP), de Edelbrock y Barkley
(1988). Consiste en una selección de cuestiones de la Child Checklist
de Achenbach, en su versión para maestros. Separaron los ítems más
altos en hiperactividad o en atención y que a su vez fueran los más
bajos en el área contraria. Resulta útil para valorar los efectos
terapéuticos a lo largo del tiempo.
� Preschool Competente Questionarie de Olson (1984). Consta de
50 cuestiones de 0 a 4 puntos sobre áreas específicas de rendimiento.
Utiliza también una escala de “cooperación social”. Su ámbito de
aplicación se extiende a niños y a adultos.
� School Situations Questionarie (SSQ) de Barkley (1981). Evalúa
situaciones en las que se puede dar problemas de conducta en la
escuela.
� Social Adjustement Scale Self- report (SASSR) de Orvaschel
(1980)
Queremos hacer mención especial a dos de los instrumentos de más
difusión para la valoración del TDAH: el cuestionario de Gillberg (1982) y las
escalas para padres y maestros de Conners (1969, 1978, 1980).
� El cuestionario de Gillberg:
Contiene 35 items distribuidos en cinco factores; las cuestiones se
refieren a funciones o habilidades que los maestros están acostumbrados a
observar.
Los 5 factores hacen referencia a determinadas áreas del TDAH:
déficit de atención, disfunción de la conceptualización, problemas de conducta,
disfunción en la motricidad gruesa y disfunción de la motricidad fina.
Los resultados del estudio parecen demostrar que el cuestionario
discrimina a los niños con TDAH y es capaz de distinguir dos grados de
severidad (media y grave).
� Las escalas de Conners:
Conners publicó en 1969 una escala para profesores (Conners
Teacher Rating Scale) destinada a medir la conducta hiperactiva. El objetivo
del estudio era obtener un instrumento para evaluar la eficacia terapéutica.
Determinó la existencia de cinco factores: problemas de conducta,
inatención/pasividad, ansiedad, hiperactividad y problemas de relación y
trastornos psicosomáticos.
En 1970, Conners realiza un estudio con una escala para padres de
73 items adaptada de otra escala anterior (Cytrn, Gilbert y Eisenberg, 1960).
En este estudio, compara los resultados en la escala entre tres grupos,
hipercinéticos, neuróticos y normales en cada item, en cada una de las 24
categorías o síntomas y finalmente, en una agrupación factorial de 6 factores:
trastornos de conducta antisociales, enuresis, problemas psicosomáticos e
inmadurez/ansiedad.
A partir de estos dos estudios se suceden las investigaciones del
propio Conners y de otros autores, acerca de las aplicaciones de las dos
escalas, haciendo nuevas propuestas de cambios o aportando nuevas
posibilidades de uso de la escala.
La existencia de numerosos estudios a partir de un instrumento
sugiere la gran difusión internacional de que goza el cuestionario. En España
fue adaptada y baremada la versión reducida de 28 y 48 (para maestros y
padres respectivamente).
� Escalas para la evaluación del déficit de atención con
hiperactividad (EDAH) de Farré y Narbona.
A partir de la experiencia con las escalas de Conners adaptadas
(Farré yNarbona, 1984) y los estudios realizados a partir de ellas, Farré y
Narbona consideran la conveniencia de elaborar una nueva escala que,
manteniendo las cualidades de las anteriores, pudiera adaptarse a los nuevos
conocimientos:
� En primer lugar, la escala debería medir exclusivamente los
síntomas principales del TDAH: hiperactividad, impulsividad y
déficit de atención. Los estudios factoriales realizados con las
escalas de Conners indican que el factor emocional carece de
peso estadístico en el conjunto de la escala. La valoración de
este aspecto se debería hacer mediante instrumentos elaborados
específicamente para ello.
� En segundo lugar es importante que una escala de evaluación
permita la distinción introducida en el DSM- IV entre TDAH
predominantemente hiperactivo impulsivo, TDAH
predominantemente atencional y TDAH de tipo combinado.
� En tercer lugar y debido a la fuerte correlación entre TDAH y los
trastornos de conducta, sería interesante que la escala permitiera
establecer los límites entre TDAH y trastorno de conducta, y
diferenciar si estos últimos son una entidad única y distinta o si
son trastornos secundarios del TDAH.
� Por último, consideran que en numerosos estudios la correlación
entre las escalas de padres y maestros son bajas, valoran la
necesidad de una única escala dirigida a maestros.
A partir de estas consideraciones se propone una escala de 20 items,
con dos subescalas de 10 items cada una:
� Área I: Hiperactividad/Impulsividad/Inatención
� Área II: Trastornos de conducta.
� Cuestionario multifactorial de diagnóstico de los Trastornos de la
Atención y/o Hiperactividad y los trastornos de Distrés Infantil (TAHDI)
de Jorge Ferré Veciana.
Este cuestionario está planteado como un instrumento abierto y poco
estructurado, no como unas tablas de valoración cerradas, de esta manera
ofrece una cantidad de datos mucho mayor, pero exige al profesional que los
utiliza mayor experiencia. Pensado para utilizar en una entrevista con padres y
para guiar la observación clínica del niño, como un instrumento de ayuda para
el terapeuta.
El objetivo es averiguar la causa que produce la alteración de la
atención o la respuesta hiperactiva para poder discriminar entre niños que
padecen un TDAH de causa desconocida, los que sufren un Síndrome de
Distrés Infantil incluyendo los cuadros de Estrés Postraumático de la Infancia.
El cuestionario multifactorial de diagnóstico está estructurado:
� Cuestionario A: es el cuestionario de riesgo del TDAH. Puede
utilizarse de forma orientativa y preventiva.
� El Cuestionario B es el cuestionario de valoración del
temperamento. También puede tener una aplicación preventiva
porque puede ayudar a los padres y educadores a interpretar
mejor la conducta del niño y adecuar su esquema terapéutico o
educativo.
� La Tablas de Diagnóstico diferencial de los síntomas de TDAH:
orientan la terapeuta sobre el camino a seguir para averiguar si
existe una causa concreta que produce las reacciones de
desatención o descarga en el paciente.
� El Cuestionario E o Cuestionario de Diagnóstico del Síndrome de
Distrés de la Infancia: aporta muchos datos que permiten
averiguar si el desencadenate del cuadro de distrés es anterior o
posterior a los tres años de vida y, por tanto, anterior o posterior a
la aparición de la conciencia diferenciada del Yo.
� Escalas Magallanes de Evaluación del Trastorno por Déficit de
Atención con Hiperactividad de E. Manuel García Pérez y Ángela Magaz
Lago.
Estas Escalas permiten evaluar la presencia de tres grupos de
observaciones conductuales correspondientes a los indicadores primarios del
TDAH: Deficiencias Atencionales e Hiperactividad/Hiperkinesia y de unos
indicadores secundarios más generalizados en este trastorno: Déficit de
Reflexividad o Impulsividad.
Está diseñada de forma tal que resulta muy difícil que pueda darse
una identificación errónea de sujetos con TDAH, dadas las restricciones
impuestas a las observaciones conductuales que componen cada una de las
escalas. Presentan dos formas:
� EMTDA-H (Af): Padres
� EMTDA-H (Ae): Profesores.
Las Escalas Magallanes de Evaluación del Trastorno por Déficit de
Atención con Hiperactividad (EMTDA-H) están constituidas por un total de 17
elementos agrupados en tres subescalas. Los primeros 6 elementos que
constituyen la escala de Hiperactividad/Hiperkinesia, corresponden a
observaciones conductuales que ponen de manifiesto una actividad motriz
excesiva.
Los siguientes 6 elementos, corresponden a manifestaciones
comportamentales de Escasa Atención sostenida; y los 5 elementos
siguientes, corresponden a manifestaciones comportamentales, por lo general
respuestas instrumentales emitidas ante estímulos percibidos sin la utilización
de mediadores verbales, constituyentes de una escala de Déficit de
Reflexividad o Impulsividad.
Esta escala tiene dos formas paralelas: una para ser cumplimentada
por los padres o tutores y otra para ser cumplimentada por su profesorado.
��
B) Elaboración de escala propia: ����
CUESTIONARIO PARA PROFESORES:
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DEL DSM-IV Y DE LA O.M.S. (C.I.E. 10)
EN ABSOLUTO =0 ; UN POCO = 1 ; MUCHO = 2; MUCHÍSIMO= 3
CONDUCTAS EN ABSOLUTO
UN POCO
MUCHO MUCHÍSIMO
FALTA DE ATENCIÓN No presta atención suficiente a los detalles, incurriendo en errores en las tareas escolares dirigidas.
Tiene mas dificultades que otros niños para mantener la atención durante la realización de las tareas.
Parece no escuchar, aún cuando se le habla directamente.
No sigue las instrucciones del
profesor/a por falta de atención. No finaliza las tareas escolares al nivel de otros compañeros.
Pierde el material escolar Evita, le disgusta o se hace el “remolón” ante las tareas escolares que requieren un esfuerzo mental sostenido.
Se distrae ante estímulos poco importantes.
Presenta una exagerada falta de persistencia en la realización de las tareas.
COMPORTAMIENTO IMPULSIVO /HIPERACTIVO Tiene más dificultades para organizar sus tareas y actividades que otros niños.
Cambia frecuentemente de juego Cambia frecuentemente de una actividad a otra
No cesa de mover los pies y las manos en el asiento.
Se levanta de su asiento, aún cuando se espera que permanezca sentado.
Salta o corre excesivamente en situaciones poco apropiadas.
Tiene dificultades para jugar “tranquilamente” con sus compañeros.
No cesa, no para, es como si tuviera un “motor”.
Se precipita en las respuestas antes de haber finalizado las preguntas
Tiene dificultades para guardar su turno CONDUCTAS PERTURBADORAS Se contorsiona y gesticula en exceso en situaciones que se espera que esté tranquilo
Es rechazado por sus compañeros. Por su forma de ser crea problemas con los compañeros
Interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros compañeros.
Tiene dificultades para hacer amigos. Es excesivamente ruidoso CONDUCTAS AGRESIVAS Presenta crisis de cólera y/o rabietas. Fanfarronea y /o amenaza Rompe deliberadamente pertenencias de sus compañeros.
Como consecuencia de su conducta se
aísla de sus compañeros. Parece que sufre como consecuencia del rechazo de sus compañeros.
Inicia peleas físicas. ¿DESEA REALIZAR ALGUNA OBSERVACIÓN ? ������
CUESTIONARIO PARA PADRES:
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DEL DSM-IV Y DE LA O.M.S. (C.I.E. 10)
EN ABSOLUTO =0 ; UN POCO = 1 ; MUCHO = 2; MUCHÍSIMO= 3
CONDUCTAS EN ABSOLUTO
UN POCO
MUCHO MUCHISIMO
FALTA DE ATENCIÓN Tiene dificultades dificultades para mantener la atención cuando realiza cualquier cosa en casa.
Parece no escuchar, aún cuando se le habla directamente.
Cuando se le manda algo no obedece por su despiste o falta de atención.
No finaliza los juegos que comienza. Pierde el material escolar y/o los juguetes.
Se distrae ante estímulos poco importantes.
Es descuidado en sus actividades cotidianas.
COMPORTAMIENTO IMPULSIVO / HIPERACTIVO Tiene dificultades para organizarse, incluso en el juego.
Presenta exagerada falta de persistencia en la realización de sus tareas o juegos.
Cambia frecuentemente de una actividad a otra.
Cambia frecuentemente de un juego a otro.
No cesa de mover los pies, las manos en el asiento.
Se levanta de su asiento, aún cuando se espera de el que permanezca sentado.
Salta o corre excesivamente en situaciones poco apropiadas.
Tiene dificultades para jugar tranquilamente con sus compañeros.
No cesa, no para, es como si tuviera un “motor”.
Habla en exceso. Se precipita en las respuestas antes de haber finalizado las preguntas.
Tiene dificultades para guardar su turno. Tengo dificultades para mantener un mínimo de orden en la casa como consecuencia de su actividad.
CONDUCTAS PERTURBADORAS Se contorsiona y gesticula en exceso en situaciones que se espera que esté tranquilo
Es rechazado por sus compañeros. Por su forma de ser crea problemas con los compañeros
Interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros compañeros.
Tiene dificultades para hacer amigos. Es excesivamente ruidoso CONDUCTAS AGRESIVAS Presenta crisis de cólera y/o rabietas. Fanfarronea y /o amenaza Rompe deliberadamente cosas en casa o de sus compañeros.
Como consecuencia de su conducta se aísla de sus compañeros.
Parece que sufre como consecuencia del rechazo de sus compañeros.
¿DESEA REALIZAR ALGUNA OBSERVACIÓN? ���������
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8.- INTERVENCIÓN
A) INTERVENCIÓN MÉDICA
Existen aun muchas dudas sobre la conveniencia de incluir la medicación como
parte del tratamiento de pacientes con TDA-H.
La decisión de incluir medicamentos, sus dosis y sus pautas de administración
corresponde a un médico especialista.
El tratamiento neurofarmacológico del TDA-H se basa en mejorar los impulsos
nerviosos. Los fármacos más utilizados son:
� El metilfenidato (Rubifen/Concerta). El metilfenidato es un
psicoestimulante. Sus efectos positivos en el TDA-H se atribuyen a una
mejora de la capacidad inhibitoria.
� La atomoxetina (Strattera).La atomoxetina es un agente neurotónico, Está
indicada para el tratamiento de los desórdenes conductuales
(hiperactividad nerviosa) o los síndromes disatencionales asociados al
trastorno por déficit de atención con hiperactividad, en niños, adolescentes
y adultos.
B) INTERVENCIÓN CON FAMILIAS DE NIÑOS CON TDAH
Comprendiendo a los padres
Debido al comportamiento desajustado de sus hijos, muchos padres de
niños y niñas con TDAH se han sentido solos, incomprendidos, muchas veces
juzgados como pésimos padres y sus hijos tachados de maleducados o de
niños mal o poco atendidos por sus familias. Es cierto que algunos
comportamiento de los niños con TDAH, especialmente aquellos más
hiperactivos e impulsivos, pueden recordar al de niños sin limites educativos
claros y consistentes. No obstante, existen importantes diferencias, como
hemos visto en puntos anteriores.
Es cierto que muchos niños con TDAH no son bien llevados por sus
padres pero, en la mayoría de los casos, eso solo contribuye a magnificar el
síntoma, pero nunca a generar el trastorno. El niño con TDAH es, por lo
general, un niño más difícil de educar que cuenta con unos padres corrientes
que no tienen formación especial en control de conducta. Su mal hacer
complica las cosas, pero eso no es la causa del trastorno.
¿Por qué los niños con TDAH son más difíciles de educar?
Los niños con TDAH, por su falta de atención, inmadurez e impulsividad,
requieren de medidas educativas muy claras, sistemáticas y estables, de modo
que les ayuda a entrarse y adaptarse a las normas establecidas. Sin embargo,
la mayoría de los padres, actuando de forma errática por no estar seguros de
cómo proceder con ellos.
Los niños con TDAH despistan a sus progenitores. Ello obliga a los
padres a adaptar la exigencia dependiendo de las situaciones y muchos no
saben cómo hacerlo. Se encuentran siempre ante la duda de si están
exigiéndoles mucho o consistiéndoles demasiado. Esta inseguridad suele
conducir, en muchos casos, a una educación por ensayo y error, poco
sistemática y poco coherente.
� Los niños con TDAH no aprenden de sus errores
� Son niños que no se entretienen solos con facilidad, que cambian de
actividad muy frecuentemente, se meten en líos, etc. Estar sobre ellos
todo el día resulta agotador.
� Su conducta inmadura obliga a los padres a estar encima de ellos
durante más años
� En muchas ocasiones los padres responsables difícilmente se atreven a
delegar el cuidado de este hijo a otras personas
� Los niños con TDAH por sus características, reciben mucha atención de
los adultos, especialmente antes sus conductas negativas
Las reacciones de los padres ante el problema
Como ante cualquier problema, los padres de niños con TDAH pueden
manifestar diferentes actitudes:
� Desconcierto: se da en aquellos padres niños muy pequeños o de
niños con una sintomatología controlable que el marco familiar, no
causan problemas significativos.
� Negación: esta actitud puede aparecer provocada por muchas razones.
� Alivio: algunos pares reaccionan ante el diagnóstico de su hijo con una
mezcla de preocupación y verdadero alivio. La identificación del
problema les hace conscientes de la posibilidad de recibir ayuda
profesional adecuada.
� Compensación: resulta en muchas ocasiones de la ansiedad de hacer
por el niño todo lo necesario, por falta de conocimiento del trastorno.
Son padres que tratan de compensar con su actuación la falta de
colaboración de sus hijos, tratando de estudiar por ellos, de
organizarlos, de contactar con sus amigos, de supervisar cada minuto de
su tiempo en una actitud exageradamente sobreprotectora que impide
que el niño madure.
� Aceptación pero con una respuesta poco eficaz: son aquellos padres
que no tienen problemas en reconocer la situación del niño; aceptan que
necesitan ayuda, pero parece costarle mucho ponerse en marcha y
tomar las decisiones adecuadas.
� Aceptación con respuesta eficaz adaptada al problema: por lo
general, estos padres han pasado y superador actitudes anteriores. En
el momento actual cuentan con suficiente información sobre el TDAH,
conocimiento sobre como proceder, una actitud abierta a aprender de
los profesionales y de otros padres y una actitud más confiada y positiva.
Programas de intervención con las familias
Un programa de intervención que trabaje con las familias de niños con
TDAH debe proporcionar:
1. Información actualizada, práctica y realista sobre el TDAH, transmitida
siempre de forma positiva
2. Los padres necesitan información que les ayuda a entender como es su
hijo: una descripción actual de su comportamiento, su nivel de
aprendizaje, su perfil de habilidades cognitivas y su situación social y
emocional.
3. Información sobre los distintos aspectos que debe abarcar un programa
de intervención, delimitando las necesidades concretas de su hijo y
ayudándoles a establecer las prioridades adecuadas en cada momento
4. Asesoramiento o entrenamiento en control de conducta. Es necesario
que los padres descubran y profundicen su conocimiento sobre las leyes
que regulan el aprendizaje sobre como pueden modificarse las
conductas negativas en un niño y potenciarse las positivas. Algunos de
los conocimientos más importantes incluyen:
� Enseñar a los padres a adaptar la exigencia a las posibilidades
del niño
� Revisar la organización familiar para optimizar la consecución de
los objetivos que se propongan
� Aprender a discriminar las conductas negativas que persiguen
captar la atención de los padres, de aquellos persigue otros
objetivos
� Aprender a retirar la atención de aquellas conductas que se
producen porque se ven premiadas con la atención del entorno
� Aprender a elegir que castigos y premiso pueden ser adecuados
en distintas situaciones y cómo plantearlas de forma educativa
� La importancia de no demorar los premios o lo castigos, de
hacerlos coherentes con la conducta y de cumplirlos hasta el final
� Enseñarles a analizar situaciones concretas para optimizar los
resultados y facilitar la aplicación de la teoría aprendida en
conductas futuras.
� Enseñar a los padres a conocer más, ayudarles a reflexionar
sobre su propia historia como hijo, como influye en su situación
emocional y en su labor como padres. Proporcionarles estrategias
para identificar sus puntos débiles como padres adelantándose a
los posibles errores educativos y a reconocer los síntomas del
estrés.
� Partiendo de situaciones concretas, los padres aprenderán a
analizar situaciones nuevas y a responder de forma más
adecuada y autónoma en el futuro.
� Apoyo en la búsqueda de información sobre colegios,
profesionales, actividades de ocio, becas y ayudas, etc. En este
aspecto, las asociaciones de padres tienen una gran labor por
delante.
� Ayuda y asesoramiento para la organización de la vida familiar. El
objetivo principal es ayudar a los padres a adaptarse a las
necesidades del niño, sin descuidar las del resto de los miembros
de la familia
� Entrenamiento para saber fomentar la tolerancia a la frustración,
la autonomía física y emocional en sus hijos
� Formación para favorecer las relaciones sociales de sus hijos con
otros niños dentro y fuera del colegio.
� Terapia, si es necesario, en los momentos más difíciles o para
evitar crisis de pareja
La comunicación de los padres y los profesores.
Es importante e imprescindible la coordinación entre los padres y los
padres y profesores. Para evitar malos entendidos y favorecer una actuación
conjunta, pueden ser útiles las siguientes recomendaciones:
a. Al comenzar un nuevo curso, el profesor debe recoger información del
niño, revisar su historial y hablar con los profesores del año anterior. Los
padres no deben dar por supuesto que la información que dejaron en el
centro, años atrás, será comunicada a los profesores. Aunque deba ser
así, conviene no esperar para descubrir que, a mitad de curso, que el
profesor no se ha enterado de lo que le sucede al niño
b. Aceptar las responsabilidades de la parte que a cada uno le toca. Los
profesores son responsables del funcionamiento del niño en el colegio y
los padres del funcionamiento en casa. Si cada uno se propone mejorar
la parte que el toca, no existirán acusaciones cruzadas de
incompetencias.
c. Adelantarse a los posibles conflictos para tener medidas pactadas de
antemano. Los padres pueden apoyar la labor del profesor y el profesor
la de los padres.
d. Las dificultades de organización son mas importantes que la falta de
conocimientos. Padres y profesores deben estar unidos para favorecer
que el niño alcance la autonomía necesaria para poder informase de
todo ello por si mismo en casa.
e. Los profesores deben mantener informados a los padres de la evolución
del niño, pero sin que ello suponga una agenda llena únicamente de
comentarios de desaprobación
f. En las reuniones entre padres y profesores deben predominar la
cordialidad, la comprensión y el apoyo mutuo.
Escuela de padres.
Es un plan de formación para padres y madres. Esta escuela intenta ser
un momento de encuentro, de intercambio de experiencias, dudas…
El objetivo es proporcionar a los padres de familia diversas estrategias
para entender, apoyar, comprender y dar respuesta a los cambios propios del
proceso de desarrollo por el cual están pasando sus hijos.
A pesar de que uno de los objetivos a tratar en nuestro Seminario fue la
formación a padres y madres sobre el TDA-H, a medida que fuimos avanzando
nos vimos en la necesidad de profundizar en esta idea de la forma más pronta
posible, dejando incluso a un lado el resto de los apartados de dicho trabajo
En el Centro Juan Carlos I, llevaba dos cursos funcionando la Escuela de
Padres y hasta la fecha el tema de la Hiperactividad no había sido tratado por
ningún ponente. Debido a que en el presente curso varias maestras del centro
estábamos participando en el citado Seminario de profundización sobre este
trastorno, se nos solicitó ayuda para organizar una sesión informativa sobre
este tema por el gran interés mostrado por padres y madres y la inquietud que
les suponía el desconocimiento del mismo.
Por este motivo principalmente decidimos plantear el hecho de adelantar
nuestra primera idea formativa y dedicarnos de pleno a la “Escuela de Padres”
de este Centro.
En una de nuestras sesiones de trabajo, propuse, como coordinadora y
como parte integrante del claustro de dicho centro citado, al resto de mis
compañeras participar en esta charla informativa. La idea fui bien acogida por
todos los componentes de nuestro Seminario y nos pusimos manos a la obra.
En primer lugar planteamos una serie de necesidades, principalmente las
siguientes:
� Posibilidad de contar con otros ponentes y especialistas que colaborasen con
nosotras en esta sesión.
� Posibles puntos a tratar por cada grupo de ponentes.
� Posibles fechas para llevarla a cabo.
� Material que considerábamos necesario y/o de interés para la misma.
Debido a que dos de nosotras habíamos participado con anterioridad en
un curso de formación organizado por el CPR de Ceuta sobre el TDA-H, éste,
nos sirvió para sacar ideas y conclusiones a tratar en nuestra Escuela de
Padres así como la posibilidad de traer a la misma a un padre/madre de algún
alumno que presentase dicho trastorno así como para informarnos de la
Asociación de Padres y madres de hijos con TDA-H que se está creando
actualmente en nuestra ciudad.
�
Tras una semana de reflexiones, reuniones y llamadas telefónicas se
consiguió la participación de varias personas ajenas al Centro y a nuestro
Seminario para colaborar en la misma. Más concretamente se trataba de el
papá de un alumno con 15 años que presentaba TDAH desde la niñez miembro
de la Asociación citada anteriormente y además contaríamos con la presencia
de María Teresa Vinuesa Psicóloga del INGESA por cuyas manos han de
pasar aquellos alumnos que presente o puedan presentar el TDA-H.
En una reunión mantenida en el Centro Juan Carlos I con la Jefa de
Estudios y los organizadores de la Escuela de Padres (Trabajador Social y
Técnico en Integración Social) se decidió qué ámbitos trabajaríamos y
expondríamos cada uno de los participantes en la Escuela de Padres:
1. La Psicóloga trataría a fondo qué es y qué no es TDA-H desde el punto
de vista médico, tratamiento y su sintomatología más frecuente.
2. El papá abordaría el TDA-H desde una perspectiva mucho más
cercana, desde su propia experiencia. Así como nos informaría del proceso
de creación de la Asociación y cómo ponernos en contacto con la misma.
3. Nosotras, como Maestras dedicadas a profundizar en dicho trastorno a
través de nuestro Seminario, abordaríamos el tema desde el punto de vista
educativo y pedagógico.
En nuestra siguiente reunión del Seminario hicimos una puesta en común
de los puntos a tratar por cada una de nosotras en la sesión informativa a
padres y madres y la conclusión fue la siguiente:
� Presentación de nuestro trabajo.
� Conductas más frecuentes emitidas por estos alumnos en dos
ámbitos principales: aula y hogar.
� Evolución de dichas conductas dependiendo del momento evolutivo
en el que se encuentre el alumno con TDA-H.
� Técnicas de modificación de conductas.
Establecido dicho índice pasamos al reparto de tareas para nuestra
próxima sesión y elaboración de los posibles materiales a utilizar. Estos serian
puestos en común la semana anterior a la sesión de la Escuela de Padres que
nos correspondía, establecida para el día 12 de marzo de 2.008 a las 9,15
horas.
A lo largo de los días siguientes se prepararon los carteles e invitaciones
para asistir a dicha sesión. ANEXOS.
Por fin llegó el día tan esperado y a la vez tan temido por los nervios que
nos causaba el hecho de ponernos ante padres y madres para hablar sobre el
trastorno. Todo transcurrió con total normalidad, hubo un alto porcentaje de
asistencia, hecho que coincidía con las expectativas de los organizadores ante
el interés mostrado anteriormente por padres y madres en sesiones anteriores.
En primer lugar María Teresa Vinuesa nos definió que es el TDA-
H según el DSM-IV y sus rasgos fundamentales. Así como la posibilidad y
necesidad en algunos casos de que estos sujetos con TDA-H reciban
tratamiento médico entre otros, es decir, precisan de un tratamiento multimodal
para su correcto desarrollo integral.
En segundo lugar intervino el papá invitado, éste, nos conto la
dura experiencia que vivió desde el momento en el que observaron que el
comportamiento de su hijo no era normal, prácticamente desde el segundo año
de vida y todo el camino que habían tenido que recorrer hasta que su hijo fue
diagnosticado y atendido correctamente por los diferentes especialistas.
Además nos informó a todos los presentes del proceso de creación de la
Asociación de Padres y Madres de hijos con TDA-H.
Posteriormente intervinimos las componentes del Seminario de
Profundización en el TDA-H para orientar a padres y madres sobre las
conductas más frecuentes emitidas por estos niños y posibles pautas para
atender, mejorar o modificar en algunos casos estas conductas inapropiadas.
Por último se abrió un turno de preguntas en el cuál interactuamos
con los padres y madres e intentamos dar respuesta a sus dudas así como
consejos para actuar con sus hijos, los cuales, a pesar de no presentar este
trastorno, emiten diariamente conductas que deben de ser eliminadas o
modificadas para su plena integración en nuestra sociedad.
Finalizada la ronda de preguntas se les ofreció a los asistentes un
desayuno para que padres, madres y ponentes intercambien experiencias.
La experiencia fue tan fructífera que los padres propusieron una segunda
sesión sobre el mismo tema, pasado un tiempo para seguir consultando dudas
y recibiendo formación sobre pautas de intervención con sus hijos. Hecho al
que nos comprometimos sin ninguna duda, en el caso de que esta segunda
sesión se llevase a cabo en algún momento del presente curso escolar.
C) ������������������������������������������������� ������ ������ ������ �
a. Centro:
1. Flexibilizar la organización del centro:
Se recomienda al centro escolar ser flexible ante los requerimientos de
estos alumnos. La alteración que presentan en las funciones ejecutivas implica
que tengan más dificultad en recuperar lo aprendido anteriormente para
aplicarlo en el momento actual, lo que conlleva que tengan mayor dificultad
para:
• Recordar con detalle lo que ha sucedido o han aprendido.
• Expresar lo que saben, de forma estructurada y ordenada.
• Detectar y reconducir los errores que cometen en el momento de
ejecución de una tarea.
• Aprender de los errores, de los castigos o de los premios, anticipar
sucesos y consecuencias.
Por ello cabe destacar el papel relevante del profesorado que incide
directamente en el proceso formativo del alumnado porque, no sólo desarrolla
una función de mediación en el proceso de aprendizaje, sino que, además,
contribuye a la normalización de su vida escolar, mediante el ajuste de la
respuesta educativa a sus necesidades.
Como agente educativo, no sólo ha de centrarse en el plano formativo,
también ha de favorecer el desarrollo integral del alumno y propiciar su
integración tanto en el centro y en el aula, como en su entorno social.
Es deseable que la dirección del centro apoye al profesor y le permita hacer
las adaptaciones metodológicas necesarias para:
• Evitar mayor grado de dificultad en la ejecución de las tareas, lo que
repercutiría negativamente en el rendimiento académico del alumno.
• Mejorar su comportamiento o bien mantener un comportamiento
adecuado al medio.
• No perjudicar su autoestima manteniendo un ajustado estado emocional,
necesario para favorecer su adecuado desarrollo.
2. Actuaciones para ayudar a mejorar el rendimiento académico del alumno
con TDAH.
• Evaluaciones
Proporcionar al profesor los medios precisos para realizar las adaptaciones
necesarias en el proceso evaluativo:
� Modificar del calendario y horario de exámenes.
� Adaptaciones en la estructura y formato de los exámenes.
� Facilitar una copia de los exámenes a los padres y/o profesores de
repaso para poder detectar sus errores y trabajar reforzando donde
más dificultad tienen.
• Agenda
Algunas de las dificultades más relevantes del alumno con TDAH son las de
organización y aplicación de sus deberes, tareas, estudio, etc., por lo tanto, se
recomienda:
o Transmitir la importancia de que el alumnado con TDAH haga un manejo
de la agenda correcto. Para ello, es necesario una supervisión que se
deberá mantener durante mucho más tiempo que el esperado para su
edad por la propias dificultades de organización y planificación de estos
alumnos.
o Sensibilizar sobre la importancia de que la comunicación entre el centro
y la familia, a través de la agenda, contenga información de aspectos
tanto positivos como negativos del alumno; así como cuidar la forma en
que se transmite. Cuando las comunicaciones negativas se den de
forma frecuente no se aconseja el uso regular de la agenda, pues irá en
detrimento de su autoestima; se pueden usar otras vías como un sobre
aparte, una llamada telefónica, registrada para reuniones posteriores,
etc.
b. Aula:
ESTRATEGIAS PARA LA MEJORA DE LA CONDUCTA Y EL
RENDIMIENTO ESCOLAR DEL NIÑO CON TDAH EN EL AULA
El entrenamiento del niño con TDAH en sesiones individualizadas puede
ser realizado en el marco escolar o de forma extraescolar. No se trata de una
clase de apoyo corriente en la que se explican y practican de forma
personalizada los mismos contenidos escolares que se dan en clases. Se trata
de sesiones de entrenamiento específico en las que, a través de la aplicación
de técnicas cognitivas y comportamentales, se ayuda al niño a desarrollar
mejores estrategias de análisis de la información y solución de problemas y un
estilo de pensamiento más reflexivo.
Una de las técnicas más utilizada en niños entre 8 y 12 años de edad es
el entrenamiento mediacional cognitivo o autoinstruccional desarrollado por
Meinchenbaum adaptado por Orjales (200). Este entrenamiento consiste en
enseñar al niño una serie de pasos que sirvan de guía de pensamiento para
resolver, de forma reflexiva, diferentes tareas cognitiva, académicas o de
solución de problemas asociales. Ello permite frenar la impulsividad cognitiva,
tomar conciencia de las estrategias que puede aplicar, descubrir cuáles de
ellas pueden ser más eficaces y generalizadas a diferentes tareas y
situaciones.
Además de fomentar el pensamiento reflexivo, el entrenamiento
autoinstruccional ayuda al niño a analizar el tipo de fallos que comete, le
permite prever su ejecución futura y, con el entrenamiento adecuado , analizar
de forma correcta la causa de sus errores (entrenamiento atribucional).
Las sesiones de entrenamiento cognitivo-comportamental, se centran en
el entrenamiento de los procesos de pensamiento, preocupándose el terapeuta
más por el modo en el que trabaja el niño que por el tipo y cantidad de tareas
que realiza. Es muy frecuente hoy en día que muchos profesores recomienden
cuadernillos de atención a los niños con TDAH para que los realicen durante
las vacaciones. Pues bien, debemos tener en cuenta que realizar cien fichas
de atención no siempre puede modificar de forma efectiva el modo en que
trabaja un niño con TDAH.
En las sesiones individuales cognitivo-comportamentales se aplican
además otras técnicas de intervención que permiten al niño tomar conciencia
de sus mejoras, compensar con estrategias nuevas los déficit y hablar y
comprender mejor lo que le sucede.
La modificación de la conducta y la mejora en el rendimiento del niño
con TDAH en el aula
Primero conviene tener presente los objetivos que el profesor-tutor debe
plantearse con su alumno o alumna con TDAH:
a. Hacerle sentirse aceptado, comprendido y querido. Recordemos que el
niño con TDAH muestra una mayor dependencia emocional de los
adultos.
b. Fomentar las conductas positivas prestando atención y reforzando
aquellas que le cuesten esfuerzo, independientemente de que, por su
edad, ya debiera haberlas adquirido.
c. Controlar las conductas negativas para evitar que éstas se potencien por
falta de refuerzo de sus conductas positivas, empeorando la
sintomatología principal y favoreciendo el desarrollo de otros trastornos
de comportamientos asociados.
d. Amortiguar el impacto que su conducta negativa pueda tener sobre los
compañeros.
e. Ayudar a los compañeros a ver las cualidades positivas del niño con
TDAH, evitando que éstas se pierdan a la sombra de sus conductas
negativas.
f. Apoyar el cumplimiento del tratamiento farmacológico en el colegio, con
discreción, evitando que sea un motivo de estigmatización del niño por
los compañeros, e informando a la familia de los efectos observados.
g. Evitar la perdida de información que podría provocar lagunas
académicas, desorientación, desmotivación y fracaso escolar en el niño.
h. Adaptar la metodología a las características del niño para que pueda
aprender, desarrollarse y sentirse válido y feliz cuando acude al colegio.
Las dificultades del niño en el marco escolar dependen, en gran medida,
de la edad y de la existencia del entorno escolar. La etapa de Educación
Infantil se caracteriza por una enseñanza más participativa, dinámica y
motivadora. Por este motivo, solo destacan como niños problemáticos aquellos
que muestran niveles muy destacados de hiperactividad motriz e impulsividad.
La falta de atención, aunque esté presente, puede pasar más desapercibida.
De Primero A Tercero De Educación Primaria, los problemas más
frecuentes del profesor con los niños con TDAH son, por una parte, la
hiperactividad motriz y los problemas de rendimiento asociados, especialmente
en aquellos niños con dificultades en el aprendizaje de la lectura o en aquellos
que tienen problemas perceptivos y de coordinación que dificultan la escritura.
De Cuarto A Sexto De Educación Primara se observa, especialmente
en los últimos cursos, una expresión más discreta de la hiperactividad motriz.
El niño ha aprendido a control el impulso de levantarse, aguanta más tiempo
sentando y sustituye la hiperactividad gruesa por movimientos continuos más
finos. Ahora no corre por los posillos del mismo modo, n se levanta, pero se
remueve en el asiento, se toca el pelo, dibuja en la mesa, juguetea con
cualquier cosa que tengan entre las manos, canturrea, hace ruiditos o se
vuelve constantemente o hablar con el de al lado. En los niños más sumisos y
temerosos de las reprimendas de los profesores, la falta de atención puede ser
el síntoma más claro en el aula, manifestándose una gran hiperactividad motriz
fuera del aula o en situaciones en las que se muestre más relajado. Los errores
por falta de atención y la impulsividad cognitiva contribuyen, además, a que el
rendimiento escolar no sea el adecuado. Los despistes al apuntar los deberes,
los olvidos de material, los errores de cálculo saltarse pregunta en los
exámenes o contestar sin tener en cuenta toda la información, son episodios
frecuentes en esta etapa. La exigencia a partir e ahora será mayor y al niño le
costara más compensar más tarde las lagunas de i información debidas a su
falta de atención, los profesores perdonaran menos los olvidos, los fallos en los
exámenes o las faltas de ortografía.
La entrada en la Educación Secundaria supone, para muchos niños
con TDAH, un gran su primer gran fracaso escolar. Se unen algunos factores
decisivos. A pesar de que la sintomatología básica del trastorno (falta de
atención, hiperactividad e impulsividad) suele evolucionar de forma positiva
debido a la madurez neurológica y al apoyo farmacológico hasta el punto de,
en muchos casos, no justifica por sí sola la existencia de un gran fracaso
escolar, la realidad es que el nivel de desadaptación esta etapa es muy
elevado. Los temarios comienzan a ser muy densos y obliga a una
planificación del estudio a largo plazo, los profesores son más numerosos y los
deberes más copiosos., por lo que sin la organización suficiente los
cumplimientos de las tareas son constantes. Los profesores de esta etapa
comienzan a dudar de la existencia de un TDAH tras el comportamiento
adolescentes y apoyan menos a chicos y chicas que consideran vagos y pocos
responsables un subgrupo de niños con TDAH comienzan a mostrar mayor
irritabilidad, actitud desafiante, comportamiento inmaduro y problemas de
conducta.
Para evitar el deterioro personal de los niños con TDAH es muy importante,
ajustar la exigencia del entorno a las posibilidades reales de cada niño.
Resultarán para ello útiles las siguientes recomendaciones generales:
1. las medidas educativas que se deben tomar para cada conducta-
problema exigen identificar, primero, si el niño puede o no controlar la
emisión de dichas conductas
2. las conductas que no están bajo control del niño y que requieren
entrenamiento deben ser enseñadas pacientemente, ofreciendo tiempo
suficiente para la práctica y animando y reforzando su logro.
3. se premia el esfuerzo que cuesta al niño conseguir una conducta, no
tanto la conducta en sí misma.
4. el castigo debe ser aplicado en aquellas conductas que el niño pudo y
no quiso controlar, ser de cumplimiento lo más inmediata posible y
relacionados con la falta.
5. los castigos siempre deben ir emparejados con el refuerzo, alabanza o
premio de conductas positivas incompatibles con las anteriores.
Hemos realizado una recopilación de algunos de los problemas más
frecuentes que originan los niños con TDAH en el aula, así como algunas
estrategias para su afrontamiento. Hemos agrupado los problemas en relación
con las dificultades principales de estos niños:
1.- Dificultades relacionadas con la falta de autocontrol motor y la
impulsividad.
De todo el repertorio de conductas de los niños con TDAH es la
hipercinesia. No todos los niños con TDAH presentan hiperactividad motriz,
los niños del subtipo denominado “predominio inatento” pueden presentar un
nivel de actividad normal o incluso caracterizarse por su lentitud o
hipoactividad. Es la hiperactividad motriz el síntoma más destacado en los
niños de 3 a 10 años. En los pequeños se caracteriza por una actividad motriz
gruesa que implica levantarse en situaciones en las que se espera que
permanezca sentado y que niños de su edad superan sin dificultad, removerse
en su asiento, sentarse sobre enpie, balancearse en la silla, gritar, etc. A partir
de los 10 años, muchos niños con TDAH parecen encubrir la necesidad de
estar en movimiento permanente. Ahora no parecen tan hiperactivos, pero se
sienten más cómodos y se concentran con más facilidad si se les permite
moverse en el asiento mientras trabajan, tienen gran dificultad para soportar las
esperas, realizar más de una actividad al tiempo y se muestran excesivamente
reactivos a los estímulos. El tratamiento farmacológico regulado
convenientemente puede tener un efecto extraordinario sobre el control de
estos síntomas.
No permanece mucho tiempo sentando, se levanta.
Estrategias de intervención: el profesor debe cambiar el enfoque; en
lugar de estar diciendo constantemente al niño que se esté quieto, tiene que
buscar el modo de “legalizar” que se levante cuando y con la frecuencia que el
profesor desee. Se trata de darle actividades que suponga para él “un respiro
motor” en el momento adecuado, como ir a dar un recado, repartir material, etc.
Como este tipo de actividades gustan a todos los niños y no podemos
centralizarlas en el niño con TDAH, sugerimos aumentar la frecuencia con la
que le demandamos que acuda a la mesa del profesor. Dividir las fichas en
ejercicios y supervisarle más frecuentemente es una forma de ayudar al niño a
que se levante “legalmente”.
Molesta o interrumpe a los demás.
Estrategias de intervención: colocar varias mesas aisladas en la clase
que los niños consideren “mesas especiales para trabajar concentrado”. Los
niños pueden elegir libremente sentarse a trabajar allí o en su grupo. El niño
con TDAH puede estar “abandonado” a una de ellas debido a lo “bien que
trabaja en ese rincón”. Debemos favorecer conductas de apoyo a los demás,
enseñarle a disculparse y limitar su participación en grupos de trabajo para que
no resulte un fracaso este esfuerzo de cooperación.
Corre por los pasillos o escaleras:
Estrategias: si se trata de un niño con un gran repertorio de conductas
negativas que modificar, quizá no nos interese comenzar por tratar de cambiar
ésta. Podemos tratar de neutralizar esta conducta mientras abordamos otras
más urgentes encargando al niño el cierre de la clase o acompañándole el
profesor al recreo. Si por el contrario nos interesa tratar de eliminar esta
conducta, podemos utilizar castigos como pedirle que se siente en una silla
para “aprender a esperar o para relajarse porque parece nervioso”, o bien
realizando un “entrenamiento intensivo en andar despacio”, haciendo que
recorra el pasillo con un pie delante del otro.
2.- Dificultades relacionadas con la falta de atención y la memoria de
trabajo
La atención es un proceso, relacionado con actividades como
seleccionar información relevante sobre la irrelevante (por ejemplo, al
seleccionar el elemento objetivo e ignorando los demás), mantener la atención
de forma constante durante un tiempo prolongado o realizar una actividad
evitando distractores. Los niños con TDAH parecen tener más dificultades para
mantener la atención, especialmente en situaciones en las que la estimulación
es lenta y monótona. Mantener la atención en situaciones de este tipo les
produce una fatiga mayor que a los demás niños, reflejándose en:
� Un buen rendimiento inicial seguido del abandono de la tarea
� Un rendimiento inconstante (conecta y desconecta de la tarea pero
aguanta)
� Una dedicación prolongada pero con múltiples errores producto de la
fatiga o
� Un trabajo adecuado pero extremadamente lento.
El rendimiento de estos niños, es mejor ante estímulos rápidos y
variados, como sucede cuando el profesor utiliza, durante una explicación,
medios audiovisuales, cambia con frecuencia de tono e voz, se pasea por la
clase, hace interactuar a los alumnos y basa el aprendizaje en la
experimentación.
El apoyo farmacológico evita, en la mayoría de las ocasiones con gran
eficacia, la fatiga que produce la dedicación a una tarea que exige una gran
concentración, facilitando la adaptación del niño a las exigencias del entorno y
evitando muchas situaciones que de otro modo se convertirían en experiencias
frustrantes.
Durante las explicaciones parece no escuchar, pinta sus cuadernos o
juega con cualquier cosa: en primer lugar debemos recordar que la ausencia
de contacto ocular con el profesor y el ver al niño dedicado a otra actividad no
siempre quiere decir que el niño no este escuchando el discurso o no esté
comprendió lo que se dice. En ocasiones, esto niños parecen necesitar dar
salida a su actividad realizando alguna tarea manipulativas mientras se
mantienen escuchando.
Estrategias: si la conducta del niño no interfiere a los demás y no parece
créales problemas para seguir la clase, podemos tolerar este tipo de
conductas. Retiraremos aquellos objetos con los que el niño se distraiga
verdaderamente. En estos casos, no debemos sobreestimar a los niños
pequeños que aseguran que guardaran el muñeco de moda en el bolsillo o que
lo dejaran sobre la mesa y no lo tocara hasta que termine la clase. Para los
más pequeños se puede colocar una cesta en la entrada de la clase donde
dejar el bocadillo y los juguetes que han traído hasta la hora de salir al recreo.
Se distrae durante las explicaciones:
Estrategias: para trabajar con niños con TDAH es especialmente
importante utilizar todos los recursos metodológicos de que dispongamos.
Podemos apoyar las explicaciones con apoyos visuales, cambiar la entonación,
pregunta al niño (con la intención de mantenerlo activo), cambiar de actividad
con mayor crecencia o pedirle que participe activamente, por ejemplo, haciendo
de modelo, repartiendo material o explicando una experiencia persona. A
aquellos pequeños que parezcan incapaces de mantenerse atentos en
actividades de grupo se les puede “neutralizar” permitiendo que realicen una
tarea autorizada en paralelo y explicándoles el contenido de la lección más
tarde.
No terminan las tares a tiempo. Esta es quizá, una de las quejas más
frecuente de los profesores. Los niños pueden no terminar las tareas por
diferentes motivos:
� Por el mayor agotamiento que suponen las tareas que les exigen
atención si no resultan excesivamente motivante
� Por la baja resistencia a estímulos distractores (un niño que estornuda,
la puerta que se abre, etc.)
� Por su déficit en el control del tiempo
� Porque la hiperactividad motriz les impide está tiempo suficiente en un
mismo lugar
� Porque la tarea siendo de una duración adecuada para ellos, les resulte
especialmente difícil de realizar, como sucede en aquellos casos de
tareas que implican lectura en niños con una dislexia asociada al TDAH.
Estrategias: éstas dependerán de lo que motivo esta conducta. Por lo
general el niño con TDAH no necesita una adaptación curricular significativa
sino metodológica. Puede realizar la misma cantidad de trabajo que los demás,
siempre y cuando se le ayuda a organizar su actividad en el tiempo adecuado,
se fragmente para adaptarla a su capacidad de atención continua y se le
reconozca el esfuerzo de concentración que está realizando. Una estrategia
muy simple es: dividir la tarea a realizar en partes más pequeñas y pedir al niño
que acuda a la mesa del profesor una vez que haya realizado uno o dos
ejercicios. Ello permite que el niño pueda moverse “legalmente” cada vez que
acuda a la mesa del profesor mejorando la concentración después, recibir un
poco de atención que le sirve en cierto modo de reconocimiento al esfuerzo
realizado y permite que el profesor le pueda exigir un trabajo de mayor calidad.
Si un niño con TDAH realiza una ficha con 6 ejercicios durante una hora y
termina a tiempo, el profesor no puede cargar las tintas sobre la calidad del
trabajo puesto que para este niño mantenerse en la tarea y evitar los
distractores habituales de la clase supone ya un gran esfuerzo. Sin embargo, si
le exigimos que complete la misma tarea por parte y supervisamos cada una
de ellas, podemos exigir mayor calidad puesto que la fatiga no interfiere del
mismo modo. Romper una ficha completa una vez que la ha terminado es un
castigo desmedido para un niño con TDAH para quien quizá sea esta la
primera vez que consigue termina a tiempo. Pedirle que borre un ejercicio por
su mala letra o por las incorrecciones, es una frustración asumible para el
Comete errores en los ejercicios por falta de atención. El tratamiento
farmacológico evita en la mayoría de los casos muchos de estos errores por
falta de atención. El entrenamiento en estrategias de compensación aumenta
su eficacia.
Estrategias: enseñar al niño que la realización de las tareas que se
encomiendan se divide en dos pasos importantes la ejecución de la tarea y la
revisión de la misma. Se valorarán los errores corregidos casi con más
entusiasmo que la primerma realización.. Otra medida importante es dar tiempo
al niño para que termine con tranquilidad un examen u obligarle a que lo revise
antes de entregarlo, ayudarle a tomar conciencia de los errores cometidos
dándole pistas para que sea él mismos quien los descubra o utilizando
coterapeutas, niños bien organizados que comparten mesa con el niño con
TDAH y le ayudan en el día a día. Conseguir que el niño memorice algunas
sumas simples mediante juegos puede reducir los errores de cálculo en las
operaciones.
3.- Dificultades relacionadas con la baja tolerancia a la frustración y el
deseo de reconocimiento.
Entre las conductas relacionadas podemos observar:
Trata de llamar la atención de los demás, hace el payaso, contesta al
profesor para ser el centro de atención de sus compañeros.
Estrategias: la primera medida que debe tomar el profesor es tomar
conciencia de la dependencia emocional de los niños con TDAH. Aceptar la
necesidad que tienen de sentirse escuchados, atendidos y queridos aún a
edades en las que otros niños se muestran mucho más independientes.
Podemos canalizar esta necesidad de protagonismo hacia actividades
aceptadas en el entorno escolar como “el protagonista de la semana
haciéndole participar en obras de teatro, permitiéndole contar chistes en días
especiales o colaborar con algún profesor como apoyo de niños más
pequeños. Si el niño llama la atención de forma negativa podemos:
� Ignorar su conducta hasta que remita y prestadle atención a la primera
conducta adecuada que tenga (solo funcionara si nadie más le presta
atención)
� Mandarle salir de clase unos minutos o sentarse de espaldas de modo
que deje de recibir la atención que estaba manteniendo con ese mal
comportamiento. Una vez que la conducta haya remitido, se le pedirá
que vuelva a su sitio y se le prestará mucha atención a la primera
conducta positiva o adecuada que demuestre.
Teme fracasar, miente, esconde los trabajos o no dice que tiene deberes.
Esta conducta refleja un gran miedo al fracaso y muy baja autoestima. Si
descubrimos que el niño nos ha estado engañando, no sirve de mucho gritarle
o regañarle. Le enfrentamos a las consecuencias de su conducta (si copió los
ejercicios tendrá que hacerlos de nuevo, si escondió los trabajos se le
supervisar la agenda, etc.), pero también pondremos en marcha las medidas
oportunas para que pierda el miedo a equivocarse y para que gane confianza
en sí mismo: fragmentaremos la tareas, secuenciaremos la dificultad le
animaremos con mayor frecuencia, le pediremos que registre sus éxitos y
fomentaremos el reconocimiento social.
Le irrita cualquier corrección del profesor pone malas caras o contesta
mal.
Estrategias: si debemos corregir algún trabajo, nos aseguraremos de
hacer primero algún comentario positivo, nos concienciaremos de que es un
aprendiz y que necesita mas tiempo y más practica para alcanzar algunos
objetivos y tomaremos sus errores como algo lógico, producto de su
aprendizaje. Sugeriremos los cambios con suavidad e dignaremos los que no
sean muy relevantes si el niño se muestra especialmente inseguro.
Acompañaremos las notas negativas con comentarios positivos, no
utilizaremos siempre la agenda como una vía de comunicar errores, sino
también éxitos y le transmitiremos siempre que tenemos fe en que acabará
teniendo éxito en el futuro.
4.- Dificultades relacionadas con la capacidad de la organización y
planificación
Este tipo de dificultades se acentúa cuando el niño comienza la
Enseñanza Secundaria Obligatoria.
Olvida trae los deberes, los libros o el material:
Estrategias: podemos duplicar los libros principales o dotar al niño de
una cartera con ruedas y permitirle llevar y traer todos los libros cada día hasta
que le consideremos preparado para seleccionar algunos y dejarlos en el
colegio. Será útil también, entrenarle en utilizar una agenda, supervisándola el
profesor o un compañero de clase, permitiendo que utilice el móvil para anotar
y creando un registro para que anote los días que cumplió bien con esta
obligación
Tarda una eternidad en cambiarse para hacer gimnasia:
Estrategia: favorecer la organización. Ayudarle a analizar qué factores
influyen en su lentitud y tomar medidas como que elija una percha cerca de la
puerta para que el niño no pierda tiempo en buscar una cada vez y se centre
en lo que tiene que hacer, adaptar la ropa para facilitar el vestido y desvestido,
apoyarle con un coterapeutas y felicitarles a ambos cada vez que no sean los
últimos y/o entrenarle con cronómetro en casa
Su pupitre es un desastre:
Estrategia: determinar un momento de la semana en el que se pueda
dedicar a organizar su mesa (por ejemplo, la última hora de la case de dibujo
de los viernes)
No apunta los deberes:
Estrategia: podemos entrenarle en anotar los deberes no borrándole
junto con otro niño, miembro de la “comisión de deberes” y encargándoles a
ambos apuntar, en un lado de la pizarra o en una hora de la puerta, lo que se
haya mandado durante el día.
Escribe de forma desorganizada, no respeta los márgenes:
Estrategias: para aquellos niños sin graves dificultades perceptivas y que
muestran faltan de hábitos de organización podemos:
1) Analizar con el niño los errores de organización que comete
2) Seleccionar algunos objetivos específicos a modificar comenzando por
los más vistosos y sencillos
3) Revisar cada semana las fichas realizadas para anotar cada vez que ha
logrado cumplir con el compromiso acordado.
Analizaremos también el material que utilizamos, volveremos al lápiz si
es necesario, le enseñaremos a utilizar una pauta en folio en blanco,
marcaremos los márgenes y utilizaremos preferentemente papel con doble raya
en lugar de cuadritos. Las rayas constituyen un punto de referencia claro y
simple a primera vista, mientras que los cuadritos exigen que el niño al tiempo
que escribe, deba encajar cada letra en los cuatro puntos de referencia de cada
cuadro e imaginarse el renglón que debe seguir.
No termina los exámenes se salta preguntas.
Estrategia: hablar con el terapeuta que realiza el entrenamiento
individual para que le ayude a desarrollar nuevas estrategias como por ejemplo
empezar primero por las preguntas más cortas y más fáciles, entrenarle en la
utilización del tiempo, ensayar en casa realizándole exámenes simulados y
exigirle revisar las preguntas antes de entregar definitivamente el exámenes.
5.- Dificultes en la relación con los compañeros
Muestra un comportamiento más infantil. No encaja.
Estrategia. Podemos favorecer que el niño tenga más grupos de juego
en los que se incluyan niños de edades algo inferiores, reforzarle cuando utiliza
comportamientos que pueden favorecer la aceptación de los demás y ayudarle
organizando actividades cooperativas que le ayuden a integrarse.
Tolera poco la frustración. Se enfada si las cosas no son como él quiere:
Estrategia utilizar las sesiones de tutoría para enseñar a los niño a
ignorar conductas inadecuadas ya valorar el esfuerzo y premiar actitudes
adecuadas
Reacciona de forma desproporcionada ante sucesos sin importancia. Se
enrabieta contraataca. Este tipo de reacciones están relacionadas con el
apartado anterior. Los niños con TDAH pueden tener conductas puntualmente
agresivas de tipo reactivo. No agraden deliberadamente, pero pueden
reaccionar de forma defensiva y desproporcionada si siente atacados
originando un daño.
Estrategia potenciar la seguridad en si mismo y mejorar la autoestima, al
tiempo que se retira e ignorar la rabieta hasta que le pase
Se meten con él porque toma medicación.
Estrategia. Informar a los padres y plantear que es lo que sería mas
adecuado explicar a la clase. Tratar la medición como vitaminas especiales
para el niño en cuestión que le ayuda a no fatigarse mientras trabajar sin hacer
alusión a ningún trastorno.
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� http://www.f-adana.org
� http://www.still-tdah.com
Pinta enrojo todoslos ratonesquetienenelrabohacia laderecha; enverde losquelo tienenhacia la izquierda.
Arriba a la derechaAbajo a la derecha
Abajo a la izquierdaArriba a la derecha
Abajo a la derechaArriba a la izquierda
Arriba a la derechaAbajo a la derecha
Abajo a la izquierda
Arriba a la derecha
Abajo a la derecha
Arriba a la izquierda
Dibuja la figura donde corresponda.
Hacia arriba
Coloreaenro j o las hojas colocadas hacia arriba, de verde las que miran a la derecha, de azul las colocadas haciaabajoy de amarillo las que m iran a laizquierda.
Recuadra en rojo las dos cometas que están en la misma posición que las del recuadro número 1y de verde las que están en la misma que el número 2.
210
9
76
5
1
4
3
1211
8
¿Qué hora es?Es launa y media.1:30
Escribe debajo de cada reloj la hora que escon número y letra.
D T A S O Y F K Q ZW HS G B R E N J D IU J L S U G C M HI A FB O A N X M I PA D H T R E B A —T E M LQ R Y B C M K A G GR S V D V
E L E F A N T ELOB A L L E N AO E
OD E L F I N
T I G R E
SOPA DE LETRASEncuentra los animales en esta sopa de letras.
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Loto frutas: �
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