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Enero, 2017. Edición digital - Nº 20 FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DE LA PAZ (cf. “Sevilla y la Orden de San Juan de Dios. Historia y Patrimonio Artístico del Hospital Ntra. Sra. de la Paz”. Fco, Manuel Delgado, 2010) El próximo día 24 de enero celebraremos, como todos los años, la festividad de Ntra. Sra. de la Paz, cuya imagen se venera en esta Casa. La Virgen de la Paz es la Patrona de la Provincia Bética, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, así como Titular de nuestra Residencia. Su origen. La primera noticia de la existencia de una imagen bajo la advocación de la Paz, relacionada con el hospital del mismo nombre, la tenemos en el testa- mento que el Hermano Diego de León otorgó, ante el escribano público Ma- teo de Almonacid, en el Hospital de las Tablas el 25 de marzo de 1571. Posteriormente, los fundadores del Hospital de Ntra. Sra. de la Paz, el Capi- tán Hernando de Vega y el Hermano Diego de León, “hicieron labrar de un cuerpo y tamaño natural una majestuosa y hermosísima imagen de la Santí- sima Virgen (bajo el título de la Paz), que en el altar mayor se viene vene- rando sin interrupción desde el año 1590”. Su evolución hasta la actualidad. A lo largo de estos más de cuatro siglos de historia, la imagen de Ntra. Sra. de la Paz ha sufrido numerosas transformaciones, lo que nos lleva a consi- derar que la actual talla no conserva nada o casi nada de la primitiva. La intervención más antigua de la que tenemos noticias se produjo hacia el año 1787. El Hermano Prior de aquella época señala en una junta de comuni- dad que “después de renovar la sagrada efigie de la Virgen, se le quitó el verdugado y el traje antiguo que tenía, sustituyéndolo por otro más acorde con esos tiempos” (Libro de Juntas, 1784-1819). También, señala el Supe- rior Provincial Fr. Juan Roso, que “concede autorización para fundir varias alhajas viejas para hacer el cetro y ráfaga de la Virgen de la Paz” (Actas comunitarias de la Provincia, año 1787). Tras esta modernización y reforma de la talla, no se tienen más noticias a propósito de alguna otra intervención en el año 1806. En las crónicas sevillanas, D. Félix González de León, ofrece una detallada información sobre la bendición de una nueva talla de la Virgen de la Paz, cuya ceremonia se celebró en la cercana Colegiata del Divino Salvador. En la noche del sábado 1 de marzo de 1806, “salió el Rosario del Salvador de gala para conducir una imagen de nuestra Señora de la Paz al hospital de San Juan de Dios, cuya imagen se había hecho nueva y se había llevado al Salvador para su bendición. Delante de la parihuela en que se llevó en el Rosario la nueva imagen, iban seis acólitos de sobrepelliz con hachas de cuatro pabilos del Cabildo del Salvador. El Rosario llevó muchos cirios, la iglesia de San Juan de Dios estuvo muy iluminada y hubo allí mucha música, y concluida se volvió el Rosario a su Iglesia” (Archivo Municipal de Sevilla. Félix González de León, 1800-1819). En el año 2002 la imagen fue de nuevo sometida a una profunda restauración, por el imaginero sevillano Darío Fernández Parra en su taller de la capital andaluza. Características de la talla. Iconográficamente, la efigie de Ntra. Sra. de la Paz sigue los cánones típicos de las imágenes gloriosas de la escuela sevillana. Realizada en madera de pino policromada, mide 1,61 m. de alto, mientras la talla del Niño tiene una altura de 43 cm. La cabeza de la Señora aparece ligeramente girada hacia la izquierda. Los ojos son de cristal, con pestañas superiores postizas y las infe- riores pegadas. La boca aparece entreabierta, lo que nos permite contemplarla con una ligera y tierna sonrisa. Patrona de la Provincia Bética. Por su antigüedad y la devoción que, desde los primeros tiempos de la Orden, los Hermanos profesaron a esta bendita imagen, Ntra. Sra. de la Paz ocupó un puesto fundamental en los corazones de los religiosos, siendo así que al dividirse las Provincias españolas en el año 1934, la demarcación correspondiente al sur de España escogió el nombre canónico de Provincia Ntra. Sra. de la Paz (conocida también como Provincia Bética). La Madre de Dios, en la mencionada advocación de la Paz, es el faro y guía de todos cuantos formamos parte de la Familia Hospitalaria de San Juan de Dios en esta Provincia que lleva su nombre.

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Enero, 2017. Edición digital - Nº 20

FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DE LA PAZ (cf. “Sevilla y la Orden de San Juan de Dios. Historia y Patrimonio Artístico del Hospital Ntra.

Sra. de la Paz”. Fco, Manuel Delgado, 2010)

El próximo día 24 de enero celebraremos, como todos los años, la festividad de Ntra. Sra. de la Paz, cuya imagen se venera en esta Casa. La Virgen de la Paz es la Patrona de la Provincia Bética, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, así como Titular de nuestra Residencia.

Su origen.

La primera noticia de la existencia de una imagen bajo la advocación de la Paz, relacionada con el hospital del mismo nombre, la tenemos en el testa-mento que el Hermano Diego de León otorgó, ante el escribano público Ma-teo de Almonacid, en el Hospital de las Tablas el 25 de marzo de 1571.

Posteriormente, los fundadores del Hospital de Ntra. Sra. de la Paz, el Capi-tán Hernando de Vega y el Hermano Diego de León, “hicieron labrar de un cuerpo y tamaño natural una majestuosa y hermosísima imagen de la Santí-sima Virgen (bajo el título de la Paz), que en el altar mayor se viene vene-rando sin interrupción desde el año 1590”.

Su evolución hasta la actualidad.

A lo largo de estos más de cuatro siglos de historia, la imagen de Ntra. Sra. de la Paz ha sufrido numerosas transformaciones, lo que nos lleva a consi-derar que la actual talla no conserva nada o casi nada de la primitiva. La intervención más antigua de la que tenemos noticias se produjo hacia el año 1787. El Hermano Prior de aquella época señala en una junta de comuni-dad que “después de renovar la sagrada efigie de la Virgen, se le quitó el verdugado y el traje antiguo que tenía, sustituyéndolo por otro más acorde con esos tiempos” (Libro de Juntas, 1784-1819). También, señala el Supe-rior Provincial Fr. Juan Roso, que “concede autorización para fundir varias alhajas viejas para hacer el cetro y ráfaga de la Virgen de la Paz” (Actas comunitarias de la Provincia, año 1787).

Tras esta modernización y reforma de la talla, no se tienen más noticias a propósito de alguna otra intervención en el año 1806. En las crónicas sevillanas, D. Félix González de León, ofrece una detallada información sobre la bendición de una nueva talla de la Virgen de la Paz, cuya ceremonia se celebró en la cercana Colegiata del Divino Salvador. En la noche del sábado 1 de marzo de 1806, “salió el Rosario del Salvador de gala para conducir una imagen de nuestra Señora de la Paz al hospital de San Juan de Dios, cuya imagen se había hecho nueva y se había llevado al Salvador para su bendición. Delante de la parihuela en que se llevó en el Rosario la nueva imagen, iban seis acólitos de sobrepelliz con hachas de cuatro pabilos del Cabildo del Salvador. El Rosario llevó muchos cirios, la iglesia de San Juan de Dios estuvo muy iluminada y hubo allí mucha música, y concluida se volvió el Rosario a su Iglesia” (Archivo Municipal de Sevilla. Félix González de León, 1800-1819).

En el año 2002 la imagen fue de nuevo sometida a una profunda restauración, por el imaginero sevillano Darío Fernández Parra en su taller de la capital andaluza.

Características de la talla.

Iconográficamente, la efigie de Ntra. Sra. de la Paz sigue los cánones típicos de las imágenes gloriosas de la escuela sevillana. Realizada en madera de pino policromada, mide 1,61 m. de alto, mientras la talla del Niño tiene una altura de 43 cm. La cabeza de la Señora aparece ligeramente girada hacia la izquierda. Los ojos son de cristal, con pestañas superiores postizas y las infe-riores pegadas. La boca aparece entreabierta, lo que nos permite contemplarla con una ligera y tierna sonrisa.

Patrona de la Provincia Bética.

Por su antigüedad y la devoción que, desde los primeros tiempos de la Orden, los Hermanos profesaron a esta bendita imagen, Ntra. Sra. de la Paz ocupó un puesto fundamental en los corazones de los religiosos, siendo así que al dividirse las Provincias españolas en el año 1934, la demarcación correspondiente al sur de España escogió el nombre canónico de Provincia Ntra. Sra. de la Paz (conocida también como Provincia Bética). La Madre de Dios, en la mencionada advocación de la Paz, es el faro y guía de todos cuantos formamos parte de la Familia Hospitalaria de San Juan de Dios en esta Provincia que lleva su nombre.

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OTRAS INFORMACIONES

SABÍAS QUE...

• La reunión del Comité de Dirección correspon-diente al mes de enero tendrá lugar el día 17.

• El día 23 de los corrientes se pondrá en mar-cha un simulacro general dentro de la forma-ción que anualmente se organiza en planes de autoprotección. Dicha actividad tendrá dos partes: un primer momento de formación teóri-ca y, posteriormente, la realización del citado simulacro. Estas acciones correrán a cargo de la mutua aseguradora FREMAP.

• El próximo 31 de enero habrá una reunión en la Curia, en la que los miembros del Comité de Dirección presentarán el cierre económico de 2016 y perspectivas para el año nuevo.

• El día 12 de febrero se celebrará el día del Beato José Olallo Valdés, Hermano de San Juan de Dios. Un ejemplo de entrega a Dios y dedicación a los más necesitados y enfermos de Camagüey (Cuba).

Acércate a nosotros… www.sjd.es/sevilla

MISIÓN COMPARTIDA: otra manera de relacionarse El día 18 de enero se reunirá nuevamente la Comisión Provincial de Misión Compartida. Dicho grupo de trabajo está formado por seis Colaboradores y un Hermano. En su cometido está impulsar el pro-yecto de hospitalidad juandediana entre Hermanos y Colaboradores. El tema central que ocupará el desarrollo de dicha reunión será la organización del II Encuentro Provincial de Misión Compartida, que se celebrará el día 24 de febrero en el Centro Asistencial San Juan de Dios, de Málaga.

Este movimiento trata de compartir entre Hermanos y Colaborado-res, no solamente el trabajo diario que se lleva a cabo en los cen-tros, sino que también ofrece la posibilidad de vivir en común aspec-tos transcendentales de la Orden Hospitalaria: los valores, sus princi-pios, su carisma, su espiritualidad… Y, todo ello, mediante encuentros de formación, experiencias y celebraciones.

Poco a poco se van constituyendo grupos locales comprometidos con este proyecto. En los centros de Las Palmas, Ciempozue-los, Jerez, Málaga, Sevilla…, existen ya un buen número de trabajadores que, junto a los Hermanos, exploran esta nueva rela-ción que ofrece la Misión Compartida. Mensualmente, se reúnen para reflexionar aspectos y vivencias que les ayude a crecer en el espíritu de San Juan de Dios, que les identifique con la verdadera Misión de nuestra Institución.

En nuestra residencia existe ya un grupo de cuatro personas empeñadas en poner en marcha la Misión Compartida. Llevan ya varios encuentros, los cuales lo realizan conjuntamente con los integrantes de este proyecto pertenecientes al Hospital San Juan de Dios. La experiencia es magnífica y muy enriquecedora, por lo que animamos a aquellos compañeros del centro que lo deseen para que se unan a esta nueva manera de entender y relacionarse con la Orden Hospitalaria.

20 de enero: CONVERSIÓN DE SAN JUAN DE DIOS

El próximo 20 de enero celebramos la Conversión de San Juan de Dios. Un acontecimiento fundamental en la vida del santo de Granada.

Corría el año de 1539 cuando Juan Ciudad Duarte se dirige hacia la ermita de los Mártires para partici-par en la predicación que corría a cargo del insigne y afamado Maes-tro Juan de Ávila, conocido también como el Apóstol de Andalucía.

Las palabras del orador debieron penetrar profundamente en el cora-zón de nuestro santo, de tal manera que la gracia de Dios se derramó a raudales provocando en él un nue-vo planteamiento de vida, converti-do en un proyecto personal, en una experiencia de misericordia que emana de la parábola del Buen Samaritano.

Aquella tarde murió Juan el pastor, el soldado, el librero, el de tantos oficios… Dios enterró para siempre el pasado de Juan en su corazón de Padre: lo “consagró” de nuevo para que realizará una gran misión en su nombre. En las entrañas de Juan se despertó la vida… Era un torrente de amor, que no des-cansaría hasta confundirse en el mar de la misericordia divina. De este modo nacía un hombre nuevo: de Juan Ciudad a Juan de Dios.

La conversión de San Juan de Dios es una llamada a cada uno de nosotros, Hermanos y Colaboradores, para permanecer abiertos siempre a aquello que Dios nos va pidiendo en cada momento. Un buen servicio a las personas que atendemos, una buena atención, una buena praxis en la asistencia, que naz-ca del encuentro personal con la misericordia de Dios Padre. De este modo nos convertiremos en auténticos seguidores del santo de Granada.

DESARROLLO SOLIDARIO