Cuadernos marxistas Nº 05

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El ejemplo de Venezuela y la construcción de alternativaPatricio Echegaray.............................................................................3

Autodestrucción sistémica global, insurgencias y utopíasJorge Beinstein...................................................................................9

El nuevo campo de batallaOlivier Reboursin............................................................................26

La relación entre peronistas y comunistasAlexia Massholder...........................................................................35

Descolonizar y democratizar la historiaHoracio López................................................................................41

Sobre lo “alternarivo” y “la autonomía”Rodolfo Gómez..............................................................................48

Propaganda e ideologíaJorge Ubertalli.................................................................................57

Cyber espionaje imperial o Lo que vendráKernel..............................................................................................64

Orgullo de ser cubanoFernández Retamar.........................................................................71

Entrevista con Arturo RoigErnesto Espeche.............................................................................79

DOSSIER

Fidel Castro Guerrillero del Tiempo

Presentación Edición Argentina por.Patricio Echegaray..............87

Presentación en Cuba por Abel Prieto...........................................89

DOCUMENTOS

Declaración en rechazo a la Ley de ART por elPartido Comunista de la Argentina................................................96

REVISTA COMUNISTADE ANÁLISIS, DEBATES

Y DOCUMENTOS

Director:Patricio Echegaray

Secretario de redacción:

Marcelo F. Rodríguez

Colaboranen este número:

Jorge BeinsteinErnesto EspecheRodolfo Gómez

KernelHoracio López

Alexia MassholderOlivier Reboursin

Fernández RetamarJorge Ubertalli

Diagramación:

Patricia Chapitel

La revista CuadernosMarxistas

es una publicación trimestralde análisis, debates y

documentos de la editorialCuadernos Marxistas,

con domicilio en laAv. Entre Ríos 1039

de la Ciudad Autónomade Buenos Aires,

República Argentina.4304-0066/68

[email protected]

sumario nº 5

NOVIEMBRE DE 2012

ISSN 1853-368X

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www.elcefma.blogspot.comwww.elcefma.com.ar

CEFMA: Callao 274, CABASede Prov. Santa Fe: Centro Cultural La Toma,

Tucumán 1349, Rosario

Sede Prov. La Pampa: J. V. González 680, Santa Rosa

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por Patricio Echegaray*

* Secretario General del Partido Comunista de la Argentina y Director de Cuadernos Marxistas.

No caben dudas de que elhecho político más impor-tante y de mayor repercu-

sión en América Latina y el Caribehan sido las elecciones presidencia-les en Venezuela en la que el presi-dente Hugo Chávez Frías refrendósu liderazgo.

Nuestro país fue uno de los lu-gares donde con mayor interés sesiguió este proceso, por lo cual con-sideramos absolutamente necesarioreflexionar sobre el mismo y sobrelas importantes consecuencias y en-señanzas que ha dejado tanto parala izquierda como para la derechapolítica de la región.

Esta convicción se refuerza a laluz de las concurridas movilizacio-nes que la derecha argentina con-vocó el 13 de septiembre y el 8 denoviembre pasados, las que debenser analizadas con toda la seriedadque requiere este importante inten-to de rearticulación de la oposición.

La victoria lograda por el pre-sidente Chávez, no sólo es funda-mental para el pueblo venezolanoy para la continuidad y profundi-zación de la revolución bolivaria-na, sino que también resulta clavepara los diversos procesos políti-cos que, con sus matices particula-

res, están impulsando cambios enel continente.

En este sentido, la continuidadde Chávez es de suma importan-cia para la revolución cubana, quetiene en el líder venezolano un alia-do esencial para seguir desarrollan-

do los cambios necesarios en elperfeccionamiento del socialismoen la Isla, como lo es para los go-biernos de Evo Morales, RafaelCorrea y Daniel Ortega, entre otros.

Para nuestro país en particular,la continuidad de los acuerdos al-canzados con el gobierno venezo-lano resultan de una importanciavital, sobre todo los que involu-cran la provisión de combustiblesdada la profunda crisis energéticaargentina que nos ha transforma-do de país exportador en impor-tador de combustible.

Esto es así más allá de la impor-tante medida tomada en la recupe-ración del control estatal de YPFque, por lo tardía, llega cuando yala capacidad de producción estabadevastada, lo que impondrá un lar-go proceso de trabajo, investiga-ción, exploración e inversiones pararecomponer nuestro autoabasteci-miento. En estas condiciones, con-tar con Venezuela y el enormeaporte que significa el poder acce-der a combustibles sin la necesi-dad de contar con divisas paraabonar el mismo, representa unaayuda vital que justifica el beneplá-cito con el que se recibió el triunfode Chávez.

Sin embargo, desde el punto devista político, no sería bueno per-der de vista que, aún en la derrota,la derecha venezolana encabezadapor Henrique Capriles Radonski ha

...contar con Venezuela yel enorme aporte que

significa el poder accedera combustibles sin la

necesidad de contar condivisas para abonar elmismo, representa una

ayuda vital que justifica elbeneplácito con el que se

recibió el triunfo deChávez.

NOTA EDITORIAL

El ejemplo de Venezuela yla construcción de alternativa

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1 “Elementos para el análisis de la coyuntura económica Argentina en el marco de la crisis internacional” CIFRA. Agosto de 2012.www.centrocifra.org.ar

2 Ver articulo de Jorge Benstein en esta edición.

puesto en práctica una estrategia quele ha permitido superar sus perfor-mances anteriores.

La derecha argentina, que apoyóen todas sus variantes la candidatu-ra de Capriles, sin duda sacará con-clusiones de esto, sobre todo en elterreno de la articulación de fuer-zas y construcción de propuestasunitarias para enfrentar al gobiernode nuestro país.

También los sectores popularesdebemos sacar conclusiones de estaexperiencia, ya que Hugo Chávezlogró el triunfo encabezando unespacio donde varios partidos lle-varon su candidatura enarbolandoun discurso de radicalización, en-cabezado por la propuesta de So-cialismo siglo XXI. Entre ellos, elPartido Comunista de Venezuelarealizó una gran elección y se cons-tituyó, tras el PSUV, en la segundafuerza bolivariana.

Este gran triunfo no sólo le daun nuevo aire a la revolución boli-variana, sino que es un triunfo queimpulsa a todos los procesos anti-neoliberales de la región, permitién-doles a cada uno de ellos perfec-cionar los enfoques con los cualesalumbrar el periodo que se aproxi-ma y los desafíos que presentan.

Sabemos que el año 2013 se de-sarrollara en el marco de un agra-vamiento de la crisis internacionalque sin duda repercutirá en nuestropaís y la región.

Según analiza el Centro de Inves-tigación y Formación de la Repu-blica Argentina (CIFRA) vinculadoa la CTA de los trabajadores: “Tan-to los países que conforman laUnión Europea como los EstadosUnidos mostraron en el primer tri-mestre de 2012 tasas de crecimien-to interanuales inferiores al 2%, conun promedio para los países deEuropa que osciló en torno del0,5%. Por su parte, otro elementode significativa importancia es ladesaceleración del ritmo de creci-miento de la economía china, quepasó de tasas superiores al 10% in-teranual antes de 2011 a mostrar in-crementos cercanos al 8%. Induda-blemente, a pesar del impacto quepuede tener en el mercado mundial,por la menor tracción del consumochino, las tasas de crecimiento siguensiendo notablemente altas.

El menor crecimiento de las eco-nomías del mundo impactó nega-tivamente en los principales paísesde la región. Así, se nota una fuertedesaceleración del crecimiento deBrasil que, de tasas interanuales querondaban el 6,9% en 2010, pasó acrecer al 2,5% en 2011, mientras queen el primer trimestre de 2012, com-parado con igual período del añoanterior, el Producto Interno Bruto(PIB) se incrementó en apenas un0,6%. Por su parte, y asociado, entreotros factores, a la dependencia dela economía argentina del mercado

brasilero -principalmente en mate-ria de exportaciones de manufactu-ras- localmente también se apreciaun menor ritmo de crecimiento delPIB. En efecto, mientras que en 2010el nivel de actividad se incrementóun 9,2%, al año siguiente éste fue del8,9%, cifras significativamente máselevadas respecto de las del primertrimestre de 2012 que creció un5,2% comparando con igual perío-do de 2011”.1

A partir de esta realidad, el deba-te sobre la crisis y sus consecuen-cias ha cambiado en los últimosmeses, el mismo ya no gira sobrela posibilidad de que la mismaamaine como preveían los gurúesdel capitalismo sino que, ante elimparable agravamiento de la cri-sis en EEUU, Europa y Japón, sindejar de lado el “granito de arena”que aporta la ralentización de la eco-nomía China, se ha trasladado al te-rreno de cuánto va a durar la misma.2

Sobre este tema diversos analis-tas, ya sean del Banco de Europa,del FMI o de alguna otra institu-ción por el estilo, pronostican, losmás benévolos, un tiempo no me-nor a los 10 años, mientras que al-gunos no tan optimistas se animana afirmar que la crisis dominará lospróximos 20 años de la economíamundial.

En este contexto todo indica queel imperio norteamericano, fuerte-mente golpeado por esta crisis (cuya

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característica central, conviene re-cordarlo, consiste en que se desa-rrolla fundamentalmente en los paí-ses centrales), mantendrá y poten-ciara su presión, pretendiendo com-pensar su pérdida de poder eco-nómico con un coctel que optimi-za el uso de la fuerza mezclando lacapacidad de violencia militar conla política y la diplomacia, en unanueva receta llamada “smart politics”,en virtud de la cual prepara nuevasguerras y agresiones como la queestá en curso en Siria, las amenazassobre Irán y el intento de tejer uncinturón de control sobre China.Una pluralidad de objetivos quepara nada le harán abandonar supolítica ofensiva sobre AméricaLatina, la cual sigue en pleno desa-rrollo. Sólo un ejemplo de esto re-sulta el golpe de Estado contra elpresidente Lugo en Paraguay, quebusca transformar a ese país en uncentro de operación de provoca-dores y desestabilizadores de la re-gión, capitaneados por la CIA, a loque debemos sumarle el aumentode Bases en la región, sobre todoen Centroamérica, la militarizaciónde la «lucha contra el narco» enMéxico y las operaciones de des-gaste sobre los gobierno llevadas acabo por las grandes empresas decomunicación, entre otras operacio-nes impulsadas por el activo accio-nar de la embajada de los EEUUen la región, política que seguirá

adelante y no sufrirá ningún cam-bio más allá de la reelección deBarack Obama.

En este complejo marco se ini-ciaron los diálogos por la paz entrelas FARC y el gobierno colombia-no. Los comunistas bregamos porel éxito de este diálogo y por unapaz surgida de acuerdos políticosque beneficiara principalmente alpueblo colombiano, pero somosconsientes que para garantizar estapaz en la región se necesitará de unapolítica preventiva por parte de laUNASUR ya que, de tener éxito lasnegociaciones, el Estado colombia-no deberá desmovilizar tanto a fuer-zas militares como paramilitares, loque podría provocar que miles deefectivos, legales e ilegales, salgan aofrecer sus servicios a los sectoresmás reaccionarios de la región.

Estas situaciones, sumadas al im-pacto que la crisis internacional estáhaciendo sentir sobre el continente,son las que están signando el finaldel año 2012.

En nuestra editorial anterior ana-lizábamos que el triunfo de Cristi-na Fernández creaba condicionespara una verdadera ofensiva en posde la profundización de los cambiosestructurales necesarios en el país ala vez que llamábamos la atenciónsobre las luces de alerta que se en-cendían al no avanzar el gobiernodecididamente en estos cambios.3

Esta fortaleza brindada por el

respaldo electoral, sumada a la des-articulación en que había quedadola oposición, alentaba un clima fa-vorable para emprender cambiosprofundos, por ejemplo, en la re-gresiva estructura impositiva delpaís, en la política minera, que nosólo debe ser tenida en cuenta porel daño ecológico que provoca sinocentralmente por el saqueo que re-presenta que nuestro país reciba u$s50 por onza de oro extraída y quela misma se cotice a u$s 1700 en elmercado internacional, para impul-sar definitivamente un plan de re-cuperación de de la red ferroviariapor parte del Estado, etc…

De todas estas posibilidades, seha avanzado en la recuperación delcontrol estatal sobre YPF, medidaimportante pero que enfrenta laslimitaciones que mencionamos an-teriormente.

Hemos apoyado enérgicamenteel plan PROCREAR que, siendomuy trascendente, debe ser com-plementado por una política agre-siva de construcción de viviendasdignas para los sectores popularesque, vale recordar, fue una de laspolíticas que afirmaron el triunfode Chávez en Venezuela.

Estamos seguros de no equivo-carnos cuando marcamos que elgobierno no ha aprovechado to-talmente las oportunidades abier-tas luego del 54% para avanzar conmayor velocidad y profundidad en

3 ¿Profundización o sintonía fina? Luces de alerta sobre el rumbo del “modelo”. Patricio Echegaray. Cuadernos Marxistas, abril de2012, pág. 3 a 8.

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las políticas necesarias para afian-zar las transformaciones y, comodice la presidenta, «ir por más».

La importancia de avanzar en es-tas transformaciones resulta funda-mental para no retroceder sobre lologrado, y se hace indispensablepasar de limar las aristas más durasdel neoliberalismo a atacar decidi-damente las matrices estructuralesdel mismo, aún presentes en nues-tra economía.

Volvemos al informe de CIFRApara graficar esto:

“ Como se mencionó previamen-te, aún en el marco de la desacele-ración mencionada de la actividadeconómica, los beneficios de lasempresas transnacionales siguieroncreciendo de forma ininterrumpi-da desde 2003, alcanzando en 2011el valor de U$S 7.331 millones. Porsu parte, la participación de divi-dendos remitidos al exterior au-menta desde 2009, lo que significóque en 2011 se giraran al exterior el70% de las utilidades. Ello es su-mamente relevante, puesto que estaremisión consumió el 45,4% delsuperávit comercial de 2011, repre-sentando una importante presiónsobre el flujo de divisas.

En este marco de presión en elfrente externo, con la consecuentefuga de divisas al exterior, en 2011se incrementó la formación de ac-tivos en el exterior por parte del sec-tor privado no financiero. Hastaoctubre de ese año, las divisas fuga-das habían alcanzado los U$S 21.221millones, un 112,2% más que enigual período del año anterior. Estooriginó la implementación de fuer-tes controles a la compra de divi-

sas, que permitieron revertir la cre-ciente tendencia a la fuga de capita-les desarrollada durante 2011. Así,en los primeros tres meses de 2012la fuga de capitales fue, en prome-dio, de U$S 535 millones mensua-les, un 56,3% inferior a lo aconteci-do durante el mismo período delaño anterior (U$S 1.225 millones).

En cuanto al mercado de traba-jo, en el primer trimestre de 2012la cantidad de ocupados creció sóloun 0,9% en relación con el año an-terior. Dado que este crecimientoresultó menor que el de la pobla-ción total, esto implicó una muyleve reducción de la tasa de empleo,la cual se mantiene en el 42,3% dela población durante los primerosmeses del año. A su vez, esta evo-lución de la creación de empleoimplicó una leve alza de la tasa dedesempleo en el primer trimestredel año con respecto al anterior,aunque aún se mantiene por deba-jo de la registrada en el primer tri-mestre de 2011, en un 7,1%.

Los salarios reales, por su parte,se siguieron incrementando hastaprincipios de 2012 (último datodisponible) y los incrementos ne-gociados en las paritarias para esteaño resultaron, en promedio, algosuperiores al incremento del nivelde precios esperado. Esto se da enun contexto en el que la inflaciónno muestra signos de desacelera-ción y se mantiene durante los pri-meros meses del año en torno del22%-23% interanual.

Los incrementos salariales otor-gados desde la salida de la conver-tibilidad se dieron en el marco deun aumento superior de la produc-

tividad del trabajo, de manera queel costo laboral unitario que se re-dujo fuertemente luego de la deva-luación, no superó los niveles de2001, sino todo lo contrario. Si biencomenzó a incrementarse lentamen-te a partir de 2003, los valores de2011 fueron un 21,2% por debajodel nivel de 2001. Por su parte, en-tre 2009 y 2011 la tasa de creci-miento de la productividad se ace-leró respecto de años anteriores al-canzando en este último año unvalor que resultó superior al del fi-nal de la convertibilidad en un 31,6%.En definitiva, lo que se observa esque la productividad del trabajo seincrementó a una tasa mayor que elcosto laboral, de manera que la ren-tabilidad empresaria aumentó fuer-temente durante esta etapa”.

En estas condiciones se han pro-ducido, como era de esperar, in-tentos de la derecha que, sin consti-tuir aún una alternativa política cla-ra, están dirigidos a horadar y des-gastar al gobierno mientras recom-pone sus fuerzas, y es en esta direc-ción que se mueve la desgraciadaalianza propiciada por el FAP conel radicalismo y en la que se enmar-can los movimientos de Moyano,Macri, Micheli, Venegas, Barrionue-vo y distintos sectores del trotskis-mo, como se manifestó en el paroconvocado el 20 de noviembre másallá de lo valedero de sus reclamos.

No olvidemos que varios de es-tos personajes no sólo se mostra-ron junto a los integrantes de la Mesade Enlace en la convocatoria reali-zada por Eduardo Bussi con moti-vo del aniversario del Grito de Al-corta, sino que al regreso del último

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4 Ver Documento del Partido Comunista en esta edición.

Encuentro de la Internacional So-cialdemócrata, Hermes Binnerdeclaró que en materia de alianzasno le sacaba «bolilla negra» ni siquie-ra a Macri, mientras que Moyano,Venegas y Macri se cruzan mensajesy se sacan fotos en esta suerte deminué que baila la derecha en buscade generar una alianza electoral.

No resultan ajenos a esto los re-novados esfuerzos de la Juan Do-mingo en la Provincia de BuenosAires, para articular a Scioli, Maza yDe Narváez, ni el apoyo y acompa-ñamiento de estos sectores a la can-didatura de Capriles en Venezuela.

De esta forma la derecha oposi-tora busca superar completamentelos efectos de la derrota sufrida haceun año y se encuentra en pleno pro-ceso de recomposición fogoneadodesde la embajada norteamericanay desde programas como el deMariano Grondona, y reflejando laexperiencia de la derecha venezo-lana que los insta a articularse. Es-tos intentos, si bien alarmantes, tie-nen aún pronóstico reservado porlo débil de las estructuras partida-rias en que se apoyan y por el egohíperdesarrollado de sus dirigentes,pero más allá de esto, no deben sersubestimados.

En diferentes posicionamientosdel Partido Comunista hemos de-jado en claro nuestro firme respal-do al gobierno de Cristina Fernán-dez y nuestra convicción de quemantener abierto este proceso re-

sulta fundamental para el país ytambién para América Latina. Perono está de más insistir en la formaen que entendemos esta defensadebe ser llevada a cabo, con inde-pendencia y autonomía política parano transigir con algunas medidasinadecuadas que significan un retro-ceso en el proceso de transforma-ción, como la Ley Antiterrorista ola nueva Ley de ART4.

Continuamos sosteniendo queresulta inadecuado caer en una de-fensa a libro cerrado de todo loactuado por el gobierno, creyendoque admitir y formular críticas sig-nifican un gesto de debilidad fren-te a la oposición. Estamos conven-cidos de que todo el proceso lati-noamericano, y el argentino tam-bién, están sujetos a la necesidad delavance constante, ya que estancarsesólo nos llevará a retroceder. Poreso, seguimos impulsando las pro-puestas que realizamos en los dosEncuentros realizados en el HotelCastelar, para profundizar la trans-formación.

Como decíamos al inicio de esteEditorial, en los últimos sesenta díasel gobierno ha enfrentado una fuer-te protesta por parte de la Prefec-tura y la Gendarmería, el Paro rea-lizado el 20 de noviembre y dosmovilizaciones importantes quedeben ser analizadas con deteni-miento, superando el facilismo dela descalificación por ironía o portratamiento peyorativo.

No es posible tranquilizarse di-ciendo que estas protestas, que bus-can recrear un clima similar al delconflicto del 2008 por la resolución125, están dirigidas tanto al gobier-no como a la oposición, y la afir-mación cierta de que carecen de unarepresentación política no les quitapeligrosidad. Como sucedió tras elconflicto por la 125, el gobiernodebe tomar medidas políticas fuer-tes para salir de esta situación, comoen su momento fueron, por ejem-plo, la Asignación Universal porHijo y el impulso de la Ley de Me-dios Audiovisuales, a través de lascuales pudo recuperar apoyo po-pular y superar el desgaste recibidoen el conflicto con el «campo».

Esto debe hacerse con celeridad,ya que más allá de lo profuso delas consignas esgrimidas en estasprotestas, no es difícil comprenderque constituyen un sujeto de dere-cha y centroderecha con un grupoduro de carácter fascista asentadoen sectores eclesiásticos y militares,con fuerte connotación racista, an-ticomunista y xenófoba, lo que noimpide que sumen en su accionar asectores de clase media baja e in-cluso de asalariados influenciadospor el peso que tiene la cultura dela derecha y el individualismo ex-tremo heredado del neoliberalis-mo, lo cual se manifestó con clari-dad en la marcha, sin dejar de con-siderar la utilización para la convo-catoria de problemas existentes

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como la inflación y la inseguridad,entre otros.

Todas estas son manifestacionesde una técnica destituyente queapuesta más al desgaste y a la co-rrosión del gobierno que a las his-tóricas jugadas de sustitución vio-lenta e inmediata. El aparato me-diático/monopólico encabezadopor el grupo Clarín no sólo se ocu-pó de fogonear las marchas reali-zadas y aportar la organización dela supuesta «espontaneidad» de lasmismas, sino que sigue trabajandocotidianamente para crear las con-diciones para su reiteración.

Pero pecaríamos de ingenuidadsi le atribuyéramos toda la respon-sabilidad de los males del país conexclusividad al grupo Clarín. Sonvarios los grupos del poder realnacional y del exterior que operanjunto a los sectores mediáticos, asívemos cada vez con más claridadque la política imperial de mano delreelegido Barack Obama, cuya re-elección fue festejada con un bene-plácito ingenuo y preocupante porsectores del progresismo tanto po-lítico como mediático, no cejará supresión sobre América Latina y elCaribe. No podemos olvidar, queya en su primera administraciónObama volcó toda clase de cala-midades sobre la región, derrocan-do a gobiernos que formaban partede los procesos de transformaciónen marcha, como Honduras y Pa-raguay, intentando desestabilizar alos gobiernos de Venezuela, Ecua-dor y Bolivia y multiplicando elnúmero de bases que monitoreany vuelcan su sombra amenazantesobre la región.

Los planes del imperialismo sonclaros, no resignarán su influenciasobre América Latina y no resigna-rán su poder de intervención so-bre la política argentina.

Las concepciones circulantes queadhieren a la idea de que haciendoalgo de buena letra con el imperia-lismo, aprobando algunas leyes porellos impulsadas y manteniendo losejercicios militares conjuntos se ali-viara la presión sobre nuestro país,han demostrado una y otra vez serabsolutamente erradas. Insistimosen que el primer elemento de cual-quier gobierno popular debe seruna política antimperialista firme ydecidida, que cuente con el respal-do del pueblo y de un frente políti-co que la sustente.

En el camino de construcciónde este Frente, la novedad sobre-saliente en el espacio de los secto-res populares que respaldan al go-bierno, como en nuestro caso porconsiderarlo el espacio más aptoexistente para construir alternativapolítica, o los sectores que son par-te de él, es el surgimiento de Uni-dos y Organizados.

Desde su presentación pública enel acto que tuvo lugar en el estadiode Vélez Sarsfield el 28 de abrilpasado, Unidos y Organizados haavanzado notablemente hasta con-vertirse en un espacio que articuladiversos sectores políticos prove-nientes del peronismo y de otrasculturas políticas.

Desde esta articulación se vienendesarrollando actos muy importan-tes para su presentación, como losque se hicieron en Jujuy, Córdobay San Juan, entre otros, donde los

principales dirigentes del La Cám-pora, el Movimiento Evita, el MI-LES, la Tupac Amaru, y el FrenteNuevo Encuentro. Incluso impor-tantes funcionarios del gobierno seexplayaron en definiciones sobre lanecesidad de conformar un Frenteque articule la pluralidad, respetan-do las identidades en que esa plura-lidad se expresa, para constituir unafuerza que ha sido definida comonacional, popular, democrática, an-timperialista y revolucionaria.

Debemos destacar en este senti-do el acto que desde Unidos y Or-ganizados realizamos en la Facul-tad de Ciencias Sociales en la UBAen apoyo a Hugo Chávez y a losDiálogos de Paz iniciados en Co-lombia en donde nuestro Partidotuvo un protagonismo especial.

Este espacio se está articulandoen el sentido que venimos propo-niendo para converger en un Frentede Liberación Nacional y Social, quelos comunistas entendemos con pro-fundo contenido antimperialista y endirección al socialismo, lo cual nosofrece una importante oportunidadpara el desarrollo del mismo. Paraesto necesitamos indudablementefortalecer nuestro Partido y laFEDE, dando un importante im-pulso a las políticas de concentra-ción y crecimiento en todo el país.

Para el atribulado campo popu-lar argentino, que vivió antes de suderrota el fracaso de la división, laconstitución de este espacio deUnidos y Organizados representauna esperanza. Pareciera que elmensaje del Che Guevara llamán-donos a la unidad comienza a serescuchado en nuestro país.

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por Jorge Beinstein**

ACELERACIÓN DE LA CRISIS

Autodestrucción sistémica global,insurgencias y utopías*

*Ponencia presentada en el Ciclo de Conferencias “Los retos de la humanidad: la construcción social alternativa”. Centro de Investi-gaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la Universidad Nacional Autónoma de México, 23 al 25 de Octubrede 2012.

**Doctor de Estado en Ciencias Economicas.1 Blanchard, del FMI, dice que la crisis durará una década, www.que.es/ultimas-noticias/internacionales/201210031112-blanchard-

dice-crisis-durara-decada-reut.html2 Natixis- Banque de financement & d’investissement, “La crise de la zone euro peut durer 20 ans”, Flash Économie – Recherche

Économique, 8 Août 2012 – N°. 534.

El fatalismo global abando-na su máscara optimistaneoliberal de otros tiempos

(que sobrevivió durante el primertramo de la crisis desatada en 2008)y va asumiendo un pesimismo nomenos avasallador. En el pasado losmedios de comunicación nos ex-plicaban que nada era posible ha-cer ante un planeta capitalista cadadía más próspero (aunque plagadode crueldades), solo nos quedabala posibilidad de adaptarnos, unaruidosa masa de expertos avalabanlas grandes consignas con argumen-tos científicos irrefutables (los críti-cos no podían hacerse oír frente ala avalancha mediática). A eso se lellamó discurso único, aparecía comoun formidable instrumento ideoló-gico y prometía acompañarnosdurante varios siglos aunque durounas pocas décadas y se esfumó enmenos de un lustro.

Ahora la reproducción ideológi-ca del sistema mundial de poderempieza a acudir a un nuevo fata-lismo profundamente pesimistabasado en la afirmación de que ladegradación social (desplegadacomo resultado de “la crisis”) es in-evitable y se prolongará durantemucho tiempo.

Como en el caso anterior losmedios de comunicación y su cor-te de expertos nos explican quenada es posible hacer más queadaptarnos (nuevamente) ante fe-nómenos universales inevitables.Como cualquier otra civilización, laactual en última instancia controla asus súbditos persuadiéndolos acer-ca de la presencia de fuerzas inmen-samente superiores a sus pequeñasexistencias imponiendo el orden (yel caos) ante las cuales deben incli-narse respetuosamente. El “merca-do global”, “Dios” u otra poten-cia de dimensión oceánica cumplendicha función y sus sacerdotes, tec-nócratas, generales, empresarios odirigentes políticos no son otra cosaque ejecutores o intérpretes del des-tino lo que de paso legitima sus lu-jos y abusos.

Así es como en Septiembre de2012 Olivier Blanchard, economistajefe del Fondo Monetario Interna-cional anunciaba que “la economíamundial necesitará por lo menos diez añospara salir de la crisis financiera que co-menzó en 2008” 1. Según Blanchardel enfriamiento durable de los cua-tro motores de la economía global(Estados Unidos, Japón, China y laUnión Europea) nos obliga a des-

cartar cualquier esperanza en una re-cuperación general a corto plazo.Aún más duro en agosto del mis-mo año el Banco Natixis integran-te de un grupo que asegura el fi-nanciamiento de aproximada-mente el 20% de la economíafrancesa publicaba un informe ti-tulado “La crisis de la zona euro pue-de durar veinte años”2.

Nos encontramos ante un pro-blema que difícilmente puedan re-solver las élites dominantes: la cul-tura moderna es hija del mito delprogreso, una y otra vez pudo cau-tivar a los de abajo con la promesade un futuro mejor en este mundoy al alcance de la mano, eso la dife-rencia de experiencias históricas an-teriores. Las épocas de penuria sonsiempre descriptas como proviso-rias preparatorias de un gran saltohacia tiempos mejores. La recon-versión de la cultura dominante enun pesimismo de larga duraciónaceptado por las mayorías no pa-rece viable, por lo menos es de muydifícil realización exitosa no solo enlos países ricos sino también en laperiferia sobre todo en las llamadassociedades emergentes. Solo po-blaciones radicalmente degradadaspodrían aceptar pasivamente un

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futuro negro sin salida a la vista, lasélites imperialistas golpeadas, des-estabilizadas por la decadencia eco-nómica, sin proyectos de integra-ción social podrían encontrar en ladegradación integral de los de abajo(sus pobres internos y los pueblosperiféricos) una riesgosa alternativaposible de supervivencia sistémica.

Autodestrucción

El capitalismo como civilizaciónha ingresado en un período de de-clinación acelerada, una primeraaproximación al tema muestra quenos encontramos ante el fracaso delas tentativas de superación finan-ciera de la crisis que se desató en2008 aunque una evaluación másprofunda nos llevaría a la conclu-sión de que el objetivo anunciadopor los gobiernos de los países ri-cos (la recomposición de la pros-peridad económica) ocultaba el ver-dadero objetivo: impedir el de-rrumbe de la actividad financieraque había sido la droga milagrosade las economías centrales durantevarias décadas. Desde ese punto devista la estrategias aplicadas fueronexitosas, consiguieron aplazar du-rante cerca de un lustro un desenla-ce que se acercaba velozmentecuando se desinfló la burbuja in-mobiliaria norteamericana.

Una visión más amplia nos esta-ría indicando que lo ocurrido en2008 fue el resultado de un proce-so iniciado entre fines de los años1960 y comienzos de los años 1970cuando la mayor crisis económicade la historia del capitalismo no si-

guió el camino clásico (tal como lomostró el siglo XIX y de la prime-ra mitad del siglo XX) con gigan-tescos derrumbes empresarios y unarápida mega avalancha de desem-pleo en las potencias centrales, sinoque fue controlada gracias a la utili-zación de poderosos instrumentosde intervención estatal en combi-nación con reingenierías tecnológi-cas y financieras de los grandes gru-pos económicos.

Esa respuesta no permitió supe-rar las causas de la crisis, en reali-dad las potenció hasta niveles nun-ca antes alcanzados desatando unaola planetaria de parasitismo y desaqueo de recursos naturales que haengendrado un estancamiento pro-ductivo global en torno del áreaimperial del mundo imponiendo lacontracción económica del sistemano como fenómeno pasajero sinocomo tendencia de larga duración.

Se trata de un complejo procesode decadencia, basta con repasardatos tales como el del volumen dela masa financiera equivalente aveinte veces el Producto BrutoMundial y su pilar principal: el su-per endeudamiento público-priva-do en los países ricos que bloqueala expansión del consumo y la in-versión, el de la declinación de losrecursos energéticos tradicionales(sin reemplazo decisivo cercano) oel de la destrucción ambiental. Ytambién el de la transformación delas élites capitalistas en un entrama-do de redes mafiosas que marcacon su sello a las estructuras de agre-sión militar convirtiéndolas en unacombinación de instrumentos for-males (convencionales) e informales

donde estos últimos van predomi-nando a través de una inedita arti-culación de bandas de mercenariosy manipulaciones mediáticas de al-cance global, “bombardeos huma-nitarios” y otras acciones inscriptasen estrategias de desestabilizaciónintegral apuntando hacia la deses-tructuración de vastas zonas peri-féricas. Afganistán, Iraq, Libia, Siria,México ilustran acerca del futuroburgués de las naciones pobres.

El área imperial del sistema sedegrada y al mismo tiempo intentadegradar, caotizar al resto del mundocuando pretende controlarlo, supe-rexplotarlo. Es la lógica de la muerteconvertida en pulsión central delcapitalismo devenido senil y exten-diendo su manto tanático (su cultu-ra final) que es en última instanciaautodestrucción aunque pretendeser una constelación de estrategiasde supervivencia.

Cada paso de las potencias cen-trales hacia la superación de su cri-sis es en realidad un nuevo empu-jón hacia el abismo. Los subsidiosotorgados a los grupos financierosabultaron las deudas públicas sinlograr la recomposición durable dela economía y cuando luego tratande frenar dicho endeudamiento res-tringiendo gastos estatales al tiem-po que aplastan salarios con el finde mejorar las ganancias empresa-rias agravan el estancamiento con-virtiéndolo en recesión, deterioranlas fuentes de los recursos fiscales yeternizan el peso de las deudas.Frente al desastre impulsado por lasmafias financieras se alza un corovariopinto de neoliberales mode-rados, semikeynesianos, regulacio-

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nistas y otros grupos que exigensuavizar los ajustes y alentar la in-versión y el consumo... es decir se-guir inflando las deudas públicas yprivadas... hasta que se recompon-ga un supuesto circulo virtuoso delcrecimiento (y del endeudamiento)encargado de pagar las deudas yrestablecer la prosperidad... a lo quelos tecnócratas duros (sobre todoen Europa) responden que los es-tados, las empresas y los consumi-dores están saturados de deudas yque el viejo camino de la exube-rancia monetaria-consumista ha de-jado de ser transitable. Ambos ban-dos tienen razón porque ni los ajus-tes ni los repartos de fondos sonviables a mediano plazo, en reali-dad el sistema es inviable.

Las agresiones imperiales cuan-do consiguen derrotar a sus “enemi-gos” no logran instalar sistemas co-loniales o semi coloniales establescomo en el pasado sino que engen-dran espacios caóticos. Es así por-que la economía mundial en decli-ve no permite integrar a las nuevaszonas periféricas sometidas, los es-pacios conquistados no son absor-bidos por negocios productivos ocomerciales medianamente establesde la metrópolis sino saqueadospor grupos mafiosos y a veces sim-plemente empujados hacia la des-composición. Mientras tanto losgastos militares y paramilitares delos Estados Unidos, el centro he-

gemónico del capitalismo, incremen-tan su déficit fiscal y sus deudas.

Queda así al descubierto un as-pecto esencial del imperialismo delsiglo XXI mutando hacia una diná-mica de desintegración general dealcance planetario. Esto es adverti-do no solo por algunos partida-rios del anticapitalismo sino desdehace un cierto tiempo por un nú-mero creciente de “prestigiosos”(mediáticos) defensores del sistemacomo el gurú financiero NurielRoubini cuando proclamaba haciamediados de 2011 que el capitalis-mo había ingresado en un perío-do de autodestrucción3.

Es un lugar común la afirmaciónde que el capitalismo no se derrum-bará por si solo sino que es necesarioderribarlo, por consiguiente quienesseñalan la tendencia hacia la autodes-trucción del sistema son acusados deignorar sus fortalezas y sobre todode fomentar la pasividad o las ilu-siones acerca de posibles “victoriasfáciles” que desarman, distraen a losque luchan por un mundo mejor.

En realidad ignorar o subestimarel carácter autodestructivo del ca-pitalismo global del siglo XXI sig-nifica desconocer o subestimar fe-nómenos que sobredeterminan sufuncionamiento como la hegemo-nía del parasitismo financiero, lacatástrofe ecológica en curso, ladeclinación de los recursos natura-les especialmente los energéticos

catalizada por la dinámica tecno-lógica dominante, la incapacidadde la economía mundial para se-guir creciendo lo que la lleva a ace-lerar la concentración de riquezas yla marginación de miles de millo-nes de seres humanos que “están demás” desde el punto de vista de lareproducción del sistema. En sumael ingreso a una era marcada por lareproducción ampliada negativa delas fuerzas productivas de la civili-zación burguesa amenazando a lar-go plazo la supervivencia de lamayor parte de la especie humana.

Presenciamos entonces una sub-estimación de apariencia volunta-rista que oculta la devastadora ra-dicalidad de la decadencia y en con-secuencia la necesidad de la irrup-ción de un voluntarismo insurgen-te (anticapitalista) capaz de impe-dir que el derrumbe nos sepulte atodos. Dicho de otra manera nonos encontramos ante una “crisiscíclica” con alternativas de recom-posición de una nueva prosperidadburguesa aunque sea elitista sino anteun proceso de degeneración sisté-mica total.

La historia de las civilizacionesnos recuerda numerosos casos (em-pezando por el del Imperio Ro-mano) donde la hegemonía civili-zacional que conseguía reproducir-se en medio de la decadencia anu-laba las tentativas superadoras en-gendrando descomposiciones que

3 Ansuya Harjan, “Roubini: My ‘Perfect Storm’ Scenario Is Unfolding Now”, CNBC 9 Jul 2012, http://www.cnbc.com/id/48116835 y Nouriel Roubini, “A Global Perfect Storm”, Proyect Syndicate, 15 June 2012, http://www.project-syndicate.org/print/a-global-perfect-storm.

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incluían a víctimas y a verdugos.La contrarrevolución ideológica

que dominó la post guerra fría acu-nó a una suerte de marxismo conser-vador que caricaturizó la teoría de lacrisis de Marx reduciéndola a unasucesión infinita de “crisis cíclicas” delas que el capitalismo conseguíasiempre salir gracias a la explota-ción de los trabajadores y de la pe-riferia, el ogro era denunciado que-dando demostrado una vez másquien era el villano del film.

Pero la historia no se repite, nin-guna crisis cíclica mundial se pare-ce otra y todas ellas para ser real-mente entendidas deben ser inclui-das en el recorrido temporal delcapitalismo, en su gran y único sú-per ciclo, es lo que nos permite porejemplo distinguir a las crisis cícli-cas de crecimiento, juveniles del si-glo XIX de las crisis seniles de fina-les del siglo XX y del siglo XXI.

Por otra parte es necesario des-cartar la idea superficial de que laautodestrucción del sistema equivaleal suicidio histórico aislado de lasélites globales liberando automáti-camente de sus cadenas al resto delmundo que un buen día descubreque el amo ha muerto y entoncesda rienda suelta a su creatividad. Esel mundo burgués en su totalidadel que ha iniciado su autodestruc-ción y no solo sus élites, es toda unacivilización con sus jerarquías ymecanismos de reproducción sim-bólica, productiva, etc. que llega asu techo histórico y comienza acontraerse, a desordenarse preten-diendo arrastrar a todos sus inte-grantes, centro y periferia, privile-giados y marginales, opresores y

oprimidos... el naufragio incluye atodos los pasajeros del barco.

Decadencia global

La autodestrucción aparececomo la culminación de la deca-dencia y abarca al conjunto de lacivilización burguesa no como unfenómeno “estructural” sino comototalidad histórica con todas susherencias a cuestas: culturales, mili-tares, productivas, institucionales,religiosas, tecnológicas, morales,científicas, etc. Se trata de la etapadescendente de un prolongadoproceso civilizacional con un augede algo más de doscientos añosprecedido por una prolongada eta-pa preparatoria y que llegó a asu-mir una dimensión planetaria.

Decadencia general, mucho másque “crisis” (las crisis que se van su-cediendo aparecen como turbulen-cias, sacudones en el recorrido de laenfermedad), el fenómeno incluyea las dos configuraciones básicas delsistema: la central (imperialista, “de-sarrollada”, rica) y la periférica (“sub-desarrollada”, globalmente pobre,“emergente” o sumergida, con susáreas de prosperidad dependientey de miseria extrema).

Los primeros años posteriores ala ruptura de 2008 mostraron elcomienzo del fin de la prosperi-dad de las economías dominantesmientras un buen número de paí-ses periféricos seguían creciendosobre todo China en torno de lacual se tejieron ilusiones acerca deuna recomposición mundial delcapitalismo a partir del subdesarro-

llo convertido en avalancha indus-trial-exportadora. Pero la expansiónde la economía china dependía delpoder de compra de sus principa-les clientes: los Estados Unidos,Japón y la Unión Europea, comoya se pudo ver en 2012 el desinflede esos compradores desinfla alengendro industrial exportador dela periferia (el negocio de la supe-rexplotación de la mano de obrabarata china encuentra límites sig-nificativos). En síntesis: no hay nin-gún desacople capitalista posible dela declinación mundial del sistema.

La decadencia es ante todo deca-dencia occidental, degradación del cen-tro imperialista. Desde fines del si-glo XVIII, cuando se inició el as-censo industrial, hasta los primerosaños del siglo XXI, el capitalismoestuvo marcado por la dominacióninglesa-norteamericana. Inglaterra en elsiglo XIX y los Estados Unidos enla mayor parte del siglo XX hancumplido la función reguladora delconjunto del sistema, imponiendo lahegemonía occidental y al mismotiempo subordinando a los rivalesque aparecían al interior de Occiden-te, Francia fue desplazada a comien-zos del siglo XIX y Alemania en laprimera mitad del siglo XX.

El sello occidental del capitalis-mo viene dado no solo por facto-res económicos y militares sino porun conjunto más vasto de aspectosdecisivos del sistema (estilo de con-sumo, arte, ciencia, perfiles tecno-lógicos, diseños políticos, etc.). Loque ahora es visualizado como des-polarización o fin de la unipolari-dad, es decir como pérdida de pesodel imperialismo norteamericano

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(paralelo a la declinación europea)sin reemplazante a la vista expresala desarticulación del capitalismo entanto sistema global que debe serentendida no solo como desestruc-turaciòn polìtica y militar sino tam-bién cultural en el sentido ampliodel concepto, es la historia de unacivilización que entra en el ocaso.

Dicho de otra manera, la repro-ducción ampliada universal pero nooccidentalista del capitalismo es unailusión sin asidero histórico, sinembriones visibles reales en el pre-sente. Recordemos el fiasco del lla-mado milagro japonés de los años1960-1970-1980 y los pronósticosde esa época acerca de “Japón pri-mera potencia mundial del siglo XXI”seguidos hasta hace poco por es-peculaciones no menos fantasiosassobre el inminente ascenso chino alrango de primera potencia capita-lista del planeta.

Agotamiento financiero

Es posible señalar fenómenosque marcan a la declinación sisté-mica. Uno de ellos es el de la hi-pertrofia financiera que como sa-bemos se fue expandiendo mien-tras descendían las tasas de creci-miento del Producto Bruto Mun-dial desde los años 1970. Cuandoestalló la crisis de 2008 la masa fi-nanciera global equivalía aproxima-damente a unas veinte veces el

PBM. Su columna vertebral visible,los productos financieros derivados regis-trados por el Banco de Basilea re-presentaban en Junio de 2008 11,7veces el PBM (contra 2,5 veces enJunio de 1998, 3,9 veces en Juniode 2002, 5,5 veces en Junio de 2004,7,8 veces en Junio de 2006). Perodesde mediados de 2008 esa masadejó de crecer tanto en su relacióncon el PBM como en términosabsolutos, había llegado en esemomento a unos 683 billones (mi-llones de millones) de dólares no-minales, alcanzó los 703 billones enJunio de 2011 bajando a 647 billo-nes en diciembre de 20114.

Nos encontramos ahora ante unfenómeno de agotamiento financie-ro, en el pasado (posterior de los

años 1970) la expansión de las deu-das de los estados, las empresas ylos consumidores permitió crecera las economías de los países ricospero el endeudamiento fue llegan-do al límite mientras allí se satura-ban importantes mercados (comolos del automóvil y otros bienesdurables). Deudas, consumos tra-dicionales y parasitarios, redes co-merciales, etc. en torno de los cua-les se inflaban las actividades espe-culativas alcanzaron su frontera ha-cia 2007-2008, la droga había ter-minado por agotar la dinámica ca-pitalista y al decaer los clientes se es-tancaron los negocios de los dealerses decir del espacio hegemónicodel sistema.

El capitalismo financierizado, re-

4 “Banco de Basilea”, Bank for International Settlements, Monetary and Economic Department, OTC derivatives market activity.(www.bis.org).

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Productos financieros derivados divididos por elProducto Bruto Mundial de cada período

11,7 veces elProducto Bruto Mundial

Fuentes: Banco de Basilea (BIS), FMI y Banco Mundial

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sultado de una prolongada crisis desobreproducción potencial contro-lada pero no resuelta, parásito cadadía más voraz, finalmente agotó asu víctima y al hacerlo bloqueó supropia expansión.

Visto de otra manera, la repro-ducción ampliada del capitalismoatravesando exitosamente una largasucesión de crisis de sobreproduc-ción dio finalmente alas al hijo deuno de sus padres fundadores: lasfinanzas, lo hizo para sobrevivir,porque sin esa droga no habría po-dido salir del atolladero de los años1970-1980, iniciado el camino que-dó atrapado para siempre, más di-fícil era el crecimiento más droganecesitaba el adicto y después decada breve ola de prosperidad eco-nómica global (su euforia efímera)llegaba el estado depresivo que re-clamaba más droga, las tasas de cre-cimiento zigzageaban en torno deuna linea de tendencia descendentey la masa financiera mundial se ex-pandía en progresión geométrica.La fiesta terminó en 2008.

Bloqueo energético y crisistecnológica

Otro fenómeno importante es eldel bloqueo energético, el capita-lismo industrial pudo despegar ha-cia finales del siglo XVIII porquela Europa imperial agregó a la ex-plotación colonial y a la desestruc-turación de su universo rural (que

le proporcionó mano de obraabundante y barata) un proceso deemancipación productiva respectode las limitadas y caras fuentes ener-géticas convencionales como la co-rrientes de los ríos que permitían elfuncionamiento de los molinos, lamadera de los bosques y la energíaanimal. La solución fue el carbónmineral y en torno del mismo laampliación sin precedentes de laexplotación minera, su polo diná-mico fue el capitalismo inglés.

La depredación creciente de re-cursos naturales atravesó a todos losmodelos tecnológicos del capitalis-mo y si consideramos a la totali-dad del ciclo industrial (entre finesdel siglo XVIII y la actualidad) po-dríamos referirnos al sistema tecnoló-gico de la civilización burguesa basadoen la disociación cultural del hom-bre y la “naturaleza” asumiendo aesta última como universo hostil,objeto de conquista y pillaje.

Al auge del carbón mineral delsiglo XIX le sucedió el del petróleoen el siglo XX y hacia comienzosdel siglo XXI ha sido agotadaaproximadamente la mitad de lareserva original de ese recurso. Esosignifica que ya nos encontramos enla zona calificada como cima o ni-vel máximo posible de extracciónpetrolera a partir de la cual se ex-tiende un inevitable descenso ex-tractivo, desde mediados de la dé-cada pasada ha dejado de crecer laextracción de petróleo crudo.

Suponiendo la existencia de re-

emplazos energéticos viables a granescala y a largo plazo cuando acep-tamos las promesas tecnológicas delsistema (para un futuro incierto) ylos los introducimos en el mundoreal con sus ritmos de reproduc-ción económica concretos a media-no y corto plazo nos encontramosante un bloqueo energético insupe-rable. Si pensamos en lo que restade la década actual comprobare-mos que no aparecen reemplazosenergéticos capaces de compensarla declinación petrolera.

Dicho de otra manera, el preciodel petróleo tiende a subir y la es-peculación financiera en torno delproducto lo empuja aún más haciaarriba, además alguna aventura mi-litar occidental como por ejemploun ataque israelí-estadounidensecontra Irán y el consiguiente cierredel estrecho de Ormuz llevarían elprecio a las nubes. Todo ello signi-fica que los costos energéticos dela economía se han convertido enuna factor decisivo limitante de suexpansión y en algún escenario tur-bulento causarían una contraccióncatastrófica de las actividades eco-nómicas a nivel global .

No se trata solo del petróleo sinode un amplio abanico de recursosmineros que se encuentran en la cimade su explotación, cerca de la mismao ya en la etapa de extracción decli-nante5 afectando a la industria y a laagricultura, por ejemplo la declina-ción de la producción mundial defosfatos, componente esencial para

5 Ugo Bardi and Marco Pagani. “Peak Minerals”, The Oil Drum:Europe, October 15, 2007, http://europe.theoildrum.com/node/3086.

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la producción de alimentos, desdehace algo más de dos décadas6.

Pasamos entonces del tema delbloqueo energético a otro más vas-to, el del bloqueo de los recursosmineros en general y de allí al del

sistema tecnológico de la civiliza-ción burguesa que lo ha engendra-do. En dicho sistema tenemos queincluir a sus materias primas bási-cas, sus procedimientos producti-vos y su respaldo técnico-científi-

co, su dinámica y estilo de consu-mo civil y de guerra, etc., es decir alcapitalismo como civilización.

Asistimos ahora a la búsquedavertiginosa de “reemplazos” ener-géticos, de diversos minerales, etc.,

6 Patrick Déry and Bart Anderson, “Peak Phosphorus”, The Oil Drum:Europe , August 17, 2007, http://www.theoildrum.com/node/2882.

1900 1925 1950 1975 2000

190160140120100806040200

Fuente: Patrick Déry and Bart Anderson, “Peak Phosphorus”, The Oil DrumEurope, August 17, 2007, http://www.theoildrum.com/node/2882

Extracción mundial de rocas fosfáticasmiles de toneladas

2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010Fuente: Agencia Internacional de Energía

Producción global de petróleomiles de barriles diarios

88000860008400082000800007800076000740007200070000

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destinados a seguir alimentando unaestructura social decadente cuya di-námica de reproducción nos diceque más de la mitad de la humani-dad “está de más” y que en conse-cuencia la “civilización” ha marcadoun camino futuro habitado por unasucesión de mega genocidios.

Pero la decadencia nos lleva apensar que todos esos “recursos nece-sarios” para el sostenimiento de so-ciedades y élites parasitarias no sonnecesarios en otro tipo de civiliza-ción o por lo menos lo son en vo-lúmenes mucho más reducidos. Noestán de más los pobres y exclui-dos del planeta, está de más el ca-pitalismo con sus objetos de con-sumo lujoso, sus sistemas militares,su despilfarro obsceno.

De la sobreproduccióncontrolada a la crisis generalde subproducción

Es posible describir el trayectode algo más de cuatro décadasque ha conducido a la situaciónactual. En el comienzo entreaproximadamente 1968 y 1973nos encontramos ante un grancrisis de sobreproducción en lospaíses centrales que, como ya heseñalado no derivó en un derrum-be generalizado de empresas yuna avalancha de desocupación alel estilo “clásico” sino en unacomplejo proceso de control dela crisis que incluyó instrumentosde intervención pública destina-dos a sostener la demanda, la li-beralización de los mercado fi-nancieros, esfuerzos tecnológicos

y comerciales de las grandesempresas. Y también la ampliacióndel espacio del sistema, por ejem-plo integrando a la ex Unión So-viética como proveedora de gasy petróleo y a China como pro-veedora de mano de obra indus-trial barata.

Los cambios no se produjeronde manera instantánea sino gra-dualmente en respuesta a las su-cesivas coyunturas pero finalmen-te se conviertieron en un nuevomodelo de gestión del sistema lla-mado neoliberalismo girando en tor-no de tres orientaciones decisivasmarcadas por el parasitismo: la fi-nancierización de la economía, lamilitarización y el saqueo desen-frenado de recursos naturales.

El proceso de financierizaciónconcentró capitales parasitandosobre la producción y el consumo,la incorporación de centenares demillones de obreros chinos y deotras zonas periféricas y el saqueode recursos naturales permitió ba-jar costos, desacelerar la caída delos beneficios industriales.

El resultado visible al comen-zar el siglo XXI es el ahogo fi-nanciero del sistema, la degrada-ción ambiental y el comienzo dela declinación de la explotaciónde numerosos recursos naturalestanto los no renovables como losrenovables (al ser quebrados susciclos de reproducción).

Finalmente la crisis de sobrepro-ducción controlada engendra unacrisis prolongada de subproduc-ción que está dando ahora sus pri-meros pasos. El sistema encuen-tra “barreras físicas” para la repro-

ducción ampliada de sus fuerzasproductivas, los recursos natura-les declinan, no se trata de “fronte-ras exógenas”, de bloqueos causa-dos por fuerzas sobrehumanassino de autobloqueos, de los efec-tos de la actividad productiva delcapitalismo, prisionero de un sis-tema tecnológico muy dinámicobasado en la explotación salvajede la naturaleza y en la expansiónacelerada de las masas proletariasdel planeta (poblaciones misera-bles de la periferia, obreros po-bres, campesinos sumergidos,marginales de todo tipo, etc.).

Asistimos entonces a la paradojade industrias como la automotrizcon altos niveles de capacidadproductivas ociosa, si por algunamagia de los mercados esas em-presas llegan a encontrar deman-das adicionales significativas seproducirían saltos espectacularesen los precios de una amplia va-riedad de materias primas, porejemplo el petróleo, que anularíandichas demandas.

No estamos pasando del creci-miento al estancamiento, esté úl-timo no es más que el transitohacia la contracción, más o me-nos rápida, más o menos caóticadel sistema, hacia la reproducciónampliada negativa de las fuerzasproductivas al ritmo de la concen-tración de capitales, la marginaciónsocial y el agotamiento de los re-cursos naturales. No tiene porqueser un proceso de declinacióninexorable de la especie humana,se trata de la decadencia de unacivilización, de sus sistemas pro-ductivos y perfiles de consumo.

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Capitalismo mafioso

De este proceso forma parte lamutación del núcleo dirigente delcapitalismo mundial en un conglo-merado de redes parasitarias ma-fiosas una de cuyas característicaspsicológicas es la del acortamientotemporal de expectativas, cortopla-cismo que junto a otras perturba-ciones lo conduce hacia una crecien-te crisis de percepción de la reali-dad. El negocio financiero en tan-to cultura hegemónica del mundoempresario, el gigantismo tecnoló-gico (especialmente su capítulo mi-litar), la súper concentración eco-nómica y otros factores convergen-tes impulsan esta desconexión psi-cológica liberando una amplia va-riedad de proyectos irracionales quesirven como apoyatura de políti-cas económicas, sociales, comuni-cacionales, militares, etc (el cuerpoparasitario engorda y la mente ra-cional del obeso se contrae). La éli-te global dominante (imperialista)se va convirtiendo en un sujeto ex-tremadamente peligroso empecina-do en el empleo salvador de lo queconsidera su instrumento imbatible:el aparato militar (aunque experien-cias concretas como en el pasadosu derrota en Vietnam y actualmenteel empantanamiento en Afganistandemuestran lo contrario).

Tres enfoques convergentes

Es posible abordar la historia dela civilización burguesa, su gestación,ascenso y decadencia, desde tresvisiones de largo plazo.

La primera de ellas enfoca una

trayectoria de aproximadamentequinientos años. Arranca a entre fi-nes del siglo XV y comienzos delsiglo XVI europeo con la conquis-ta de América y el pillaje de sus ri-quezas generando un derrame deoro y plata sobre las sociedadesimperiales europeas impulsando suexpansión económica y transfor-mación burguesa.

Luego del primer atracón (sigloXVI) llegó el tiempo de la diges-tión y de la desestructuración de losbloqueos precapìtalistas y de laemergencia de embriones sólidosdel estado y de la ciencia moder-nos y de núcleos capitalistas emer-gentes, todo ello expresado como“larga crisis del siglo XVII”.

Al comenzar el siglo XVIII esas so-ciedades ya estaban culturalmente prepa-radas para la gran aventura capita-lista. Su despegue estuvo marcadopor una crisis de mediana duraciónentre fines del siglo XVIII y co-mienzos del siglo XIX marcadapor la revolución industrial inglesa,la revolución francesa y las guerrasnapoleónicas. Fue atravesandotodo el siglo XIX al ritmo de lasexpansiones coloniales y neocolo-niales y las tranformaciones indus-triales y políticas.

En torno del año 1900 el capita-lismo, con centro en Occidente ha-bía establecido su sistema imperiala nivel planetario. Hasta llegar a laprimera guerra mundial que señalael fin de la juventud del sistema y elinicio de una nueva crisis de me-diana duración entre 1914 y 1945,punto de inflexión entre la etapajuvenil ascendente y una era de tur-bulencias que empiezan a mostrar

los límites históricos de un sistemaque dispone de recursos (financie-ros, tecnológicos, naturales, demo-gráficos, militares) como para pro-longar su existencia en medio deamenazas como la aparición de laUnión Soviética, luego la revoluciónchina, etc.

Y despues de una recomposiciónque trae la prosperidad a un capita-lismo amputado, acosado (entre fi-nes de los años 1940 y fines de losaños 1960) el sistema ingresa en unacrisis larga (que consigue atrapar alos grandes ensayos protosocialis-tas: la URSS y China) que se pro-longa hasta el presente. Esta últimaetapa, que ya dura más de cuatrodécadas se caracteriza por el des-censo gradual zigzageante y persis-tente de las tasas globales de creci-miento económico sobredetermi-do por la desaceleración de las eco-nomías imperialistas (en primer lu-gar los Estados Unidos) y por elincremento de las más diversas for-mas de parasitismo (principalmen-te el financiero).

En esta etapa es posible distin-guir un primer período entre 1968-1973 y 2007-2008 de desaceleraciónrelativamente lenta, de pérdida gra-dual de dinamismo y un segundoperíodo (en el que nos encontra-mos) de agotamiento del crecimien-to apuntado hacia la contraccióngeneral del sistema.

En síntesis: a partir del primerimpulso colonial exitoso (en el si-glo XVI, el anterior: las Cruzadashabía fracasado) es posible hacergirar la historia de la civilizaciónburguesa en torno de cuatro gran-des crisis; la larga crisis del siglo

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XVII vista como etapa preparato-ria del gran salto, la crisis de me-diana duración de nacimiento delcapitalismo industrial (fines del si-glo XVIII - comienzos del sigloXIX), una segunda crisis de media-na duración (1914-1945) seguidapor una prosperidad de aproxima-damente un cuarto de siglo y final-mente una nueva crisis de largaduración (que se inicia hacia finesde los años 1960) de decadenciadel sistema, suave primero y acele-rada desde fines de la primera dé-cada del siglo XXI.

Un segundo enfoque restringidoa un poco más de doscientos añosarranca con la revolución indus-

trial inglesa, la Revolución France-sa, la independencia de los Esta-dos Unidos, las guerras napoleó-nicas y otros acontecimientos queseñalan el inicio del capitalismoindustrial consolidándose en unalarga etapa juvenil del sistema abar-cando la mayor parte del sigloXIX. Las turbulencias son cortas,las crisis de sobreproducción si-guiendo el modelo desarrolladopor Marx son “crisis de crecimien-to” del sistema que van acumu-lando heridas, deformaciones,problemas que terminan por pro-vocar el gran desastre de 1914.Karl Polanyi se refiere a rol de lacúpula financiera europea en el

mantenimiento de equilibrios eco-nómicos y políticos, en esa élite estála base de la futura hipertrofia fi-nanciera de finales del siglo XX7.

Luego de la etapa juvenil se de-sarrolla un período de madurez sig-nado por guerras, fuertes depresio-nes y una prosperidad de medianaduración (1945-1970).

Con la crisis de los años 1970, elfin del patrón dólar-oro, la derrotanorteamericana en Vietnam, la es-tanflación y los dos shocks petro-leros, etc., el capitalismo entra ensu vejez que deriva en senilidad. Elconcepto de “capitalismo senil”fue introducido por Roger Dan-geville hacia finales de los años

1500 1800 1914 1945 1970 2012

7 Karl Polanyi, “La gran transformación. Los orígenes económicos y políticos de nuestro tiempo”, Fondo de Cultura Económica,Mexico DF, 2011.

El gran ciclo de la civilización burguesa

RevolucionesRevolucionesRevolucionesRevolucionesRevolucionesindustr ialesindustr ialesindustr ialesindustr ialesindustr iales

Crisis deCrisis deCrisis deCrisis deCrisis demedianamedianamedianamedianamedianaduraciónduraciónduraciónduraciónduración

expansiónexpansiónexpansiónexpansiónexpansióncolonialcolonialcolonialcolonialcolonial

c r i s i sc r i s i sc r i s i sc r i s i sc r i s i sprolongadaprolongadaprolongadaprolongadaprolongada

larga crisislarga crisislarga crisislarga crisislarga crisisdel siglo XVIIdel siglo XVIIdel siglo XVIIdel siglo XVIIdel siglo XVII

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Revolución RusaRevolución RusaRevolución RusaRevolución RusaRevolución RusaDepresión de losDepresión de losDepresión de losDepresión de losDepresión de losaños 30años 30años 30años 30años 30

RRRRRevolución Fevolución Fevolución Fevolución Fevolución Francesarancesarancesarancesarancesa

DecadenciaDecadenciaDecadenciaDecadenciaDecadencia

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1970 señalando que desde ese mo-mento el sistema devenía senil8, sedesagregaba, perdía el rumbo. Enrealidad la senilidad del sistema sehace evidente tres décadas después,a partir del estampido financiero-energético-alimentario de 2008cuando se acelera el descenso delcrecimiento hasta acercarnos aho-ra a crecimientos iguales a cero onegativos en el conjunto de la zonacentral del capitalismo y cuando elmotor financiero se ha estancadoapuntando a la caída.

Un tercer enfoque de desagrega-

ción del superciclo en “ciclos parcia-les” permite detallar fenómenosdecisivos de la historia del sistema.Es necesario limitar los aspectosde autonomía de esos “ciclos” ha-ciéndolos interactuar entre si y re-firiéndolos siempre a la totalidadsistémica.

El crepúsculo del sistema arran-ca con las turbulencias de 2007-2008, la multiplicidad de “crisis” queestallaron en ese período (financie-ra, productiva, alimentaria, energéti-ca) convergieron con otras como laambiental o la del Complejo Indus-

trial-Militar del Imperio empantana-do en las guerras asiáticas.

El cáncer financiero irrumpiótriunfal entre fines del siglo XIX ycomienzos del siglo XX y obtuvoel control absoluto del sistema sie-te u ocho décadas después, perosu desarrollo había comenzadomucho tiempo (varios siglos) antesfinanciando estados imperiales don-de se expandían las burocracias ci-viles y militares al ritmo de las aven-turas coloniales-comerciales y lue-go también a negocios industrialescada vez más concentrados. La he-

8 Roger Dangeville, “Marx-Engels, La Crise”, Union Générale D‘Editions-10/18, Paris 1978.

1800 1900 1970 2000

capitalismocapitalismocapitalismocapitalismocapitalismomaduromaduromaduromaduromaduro

capitalismocapitalismocapitalismocapitalismocapitalismojovenjovenjovenjovenjoven

PPPPParasi t ismoarasi t ismoarasi t ismoarasi t ismoarasi t ismofinancierofinancierofinancierofinancierofinanciero

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Ciclo del capitalismo desde la Primera Revolución industrial hasta...

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gemonía de la ideología del pro-greso y del discurso productivistasirvió para ocultar el fenómeno,instaló la idea de que el capitalismoa la inversa de las civilizaciones ante-riores no acumulaba parasitismo sinofuerzas productivas que al expandir-se creaban problemas de adaptaciónsuperables al interior del sistema mun-dial, resueltos a través de procesos de“destrucción-creadora”.

Por su parte el militarismo mo-derno hunde sus raíces más fuertesen el siglo XIX occidental, desdelas guerras napoleónicas, llegandoa la guerra franco-prusiana hastairrumpir en la Primera GuerraMundial como “Complejo Militar-In-dustrial” (aunque es posible encontrarantecedentes importantes en Occidente enlas primeras industrias de armamentos detipo moderno aproximadamente a partirdel siglo XVI). Fue percibido en uncomienzo como un instrumentoprivilegiado de las estrategias im-perialistas y más adelante comoreactivador económico del capita-lismo. Solo se veían ciertos aspec-tos del problema pero se ignorabao subestimaba su profunda natu-raleza parasitaria, el hecho de quedetrás del monstruo militar al ser-vicio de la reproducción del siste-ma se ocultaba un monstruo mu-cho más poderoso: el del consu-mo improductivo, causante de dé-ficits públicos que no incentivan laexpansión sino el estancamiento ola contracción de la economía.

Actualmente el Complejo Militar-Industrial norteamericano (en tor-no del cual se reproducen los desus socios de la OTAN) gasta entérminos reales más de un billón (un

millón de millones) de dólares, con-tribuye de manera creciente al dé-ficit fiscal y por consiguiente al en-deudamiento del Imperio (y a laprosperidad de los negocios finan-cieros beneficiarios de dicho défi-cit). Su eficacia militar es declinantepero su burocracia es cada vezmayor, la corrupción ha penetra-do en todas sus actividades, ya noes el gran generador de empleoscomo en otras épocas, el desarro-llo de la tecnología industrial-militarha reducido significativamente esafunción. La época del keynesiamis-mo militar como eficaz estrategiaanti-crisis pertenece al pasado.

Presenciamos actualmente en losEstados Unidos la integración denegocios entre la esfera industrial-militar, las redes financieras, lasgrandes empresas energéticas, lascamarillas mafiosas, las “empresas”de seguridad y otros actividadesmuy dinámicas conformando el es-pacio dominante del sistema depoder imperial. La historia de lasdecadencias de civilizaciones, porejemplo la del Imperio Romanomuestran que ya comenzada la de-clinación general y durante un lar-go período posterior la estructuramilitar se sigue expandiendo soste-niendo tentativas desesperas e in-útiles de preservación del sistema.

En consecuencia la decadenciageneral y la exacerbación de la agre-sividad militarista del Imperio po-drían llegar a ser perfectamentecompatibles, de allí se deriva la con-clusión de que al escenario previsi-ble de desintegración mas o me-nos caótica de la superpotencia de-beríamos agregar otro escenario no

menos previsible de declinaciónsanguinaria, guerrerista.

Tampoco la crisis energética entorno de la llegada del “Peak Oil”debería ser restringida a la historiade las últimas décadas, es necesarioentenderla como fase declinante dellargo ciclo de la explotación moder-na de los recursos naturales no re-novables. Ese ciclo energético bise-cular condicionó todo el desarrollotecnológico del sistema y expresó,fue la vanguardia de la dinámicadepredadora del capitalismo exten-dida al conjunto de recursos natura-les y del ecosistema en general.

Lo que durante casi dos siglos fueconsiderado como una de las gran-des proezas de la civilización bur-guesa, su aventura industrial y tec-nológica, aparece ahora como lamadre de todos los desastres, comouna expansión depredadora quepone en peligro la supervivencia dela especie humana.

En síntesis, el desarrollo de la ci-vilización burguesa durante los dosúltimos siglos (con raíces en un pa-sado occidental mucho más pro-longado) ha terminado por engen-drar un proceso irreversible de de-cadencia, la depredación ambientaly la expansión parasitaria están enla base del fenómeno.

Existe una interrelación dialécticaperversa entre la expansión de lamasa global de ganancias, su velo-cidad creciente, la multiplicación delas estructuras burocráticas civiles ymilitares de control social, la con-centración mundial de ingresos, elascenso de la marea parasitaria y ladepredación del ecosistema.

Las revoluciones tecnológicas del

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capitalismo han sido en aparienciasus tablas de salvación, así fue du-rante mucho tiempo incrementan-do la productividad industrial yagraria, mejorando las comunica-ciones y los transportes, pero en ellargo plazo histórico, en el balancede varios siglos constituyen su tram-pa mortal, han terminado por de-gradar el desarrollo que han impul-sado al estar estructuralmente ba-sadas en la depredación ambiental,al generar un crecimiento exponen-cial de masas humanas súper explo-tadas y marginadas.

El progreso técnico integra así elproceso de autodestrucción gene-ral del capitalismo (es su columnavertebral) en la ruta hacia un horizontede barbarie. No se trata de la incapa-cidad del actual sistema tecnológicopara seguir desarrollando fuerzas pro-ductivas sino de su alta capacidad entanto instrumento de destrucción netade fuerzas productivas. Se confirmaasí el sombrío pronóstico formula-do por Marx y Engels en pleno augejuvenil del capitalismo: “Dado un ciertonivel de desarrollo de las fuerzas producti-vas, aparecen fuerzas de producción y demedios de comunicación tales que, en las con-diciones existentes solo provocan catástrofes,ya no son más fuerzas de producción sino dedestrucción”9.

En fin, el ciclo histórico iniciadohacia fines del siglo XVIII contócon dos grandes articuladores hoydeclinantes: la dominación imperia-lista anglo-norteamericano (etapainglesa en el siglo XIX y norteame-

ricana en el siglo XX) y el ciclo delestado burgués desde su etapa “li-beral industrial” en el siglo XIX,pasando por su etapa intervencio-nista productiva (keynesiana clási-ca) en buena parte del siglo XX parallegar a su degradación “neoliberal”a partir de los años 1970-1980.

Capitalismo mundial, imperialis-mo y predominio anglo-norteame-ricano constituyen un solo fenóme-no, una primera conclusión es quela articulación sistémica del capita-lismo aparece históricamente indi-sociable del articulador imperial(historia imperialista del capitalis-mo). Una segunda conclusión esque al ser cada vez más evidenteque en el futuro previsible no apa-rece ningún nuevo articulador im-perial ascendente a escala globalentonces desaparece del futuro unapieza decisiva de la reproduccióncapitalista global a menos que su-pongamos el surgimiento de unasuerte de mano invisible universal (yburguesa) capaz de imponer el or-den (monetario, comercial, políti-co-militar, etc.). En ese caso esta-ríamos extrapolando al nivel de lahumanidad futura la referencia a lamano invisible (realmente inexisten-te) del mercado capitalista pregona-da por la teoría económica liberal.

La declinación imperial de Occi-dente incluye la de su soporte esta-tal abarcando una primera etapa(neoliberalismo) marcada por elendeudamiento público, el someti-miento del estado a los grupos fi-

nancieros, la concentración de in-gresos, la elitización y pérdida derepresentatividad de los sistemaspolíticos y una segunda etapa desaturación del endeudamiento pú-blico, enfriamiento económico ycrisis de legitimidad del estado.

El colonialismo-imperialismo y elestado moderno han sido en tér-minos históricos pilares esencialesde la construcción de la civilizaciónburguesa. Sobre los antecedentescoloniales del capitalismo no haymucho más que agregar. Respectode la relación estado-burguesía esevidente sobre todo a partir del si-glo XVI en Europa la estrecha in-teracción entre ambos fenómenos,no es posible entender el ascensodel estado moderno sin el respal-do financiero y de toda la articula-ción social emergente de la nacien-te burguesía cuyo nacimiento yconsolidación hubieran sido impo-sibles sin el aparato de coerción y elespacio de negocios ofrecido por lasmonarquías militaristas. Y tambienes necesario tomar en cuenta el mu-tuo respaldo legitimador, cultural,social que permitió a ambos crecer,transformarse hasta llegar a la ins-tauración del capitalismo industrialy su contraparte estatal, la historia dela modernidad nos sugiere tratarloscomo partes de un único sistema(heterogéneo) de poder.

Hacia el final, en la fase descen-dente del capitalismo sesgada porla financierización integral de laeconomía, el Estado (en primer lu-

9 (Marx-Engels, “La ideología alemana”, 1845-46) en Marx & Engels, Obras Escogidas, Editorial Progreso, Moscú, 1974.

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gar los estados de las grandes po-tencias) también se financieriza, se vaconvirtiendo en una estructura parasi-taria (una componente de las redesparasitarias), entra en decadencia.

La convergencia de numerosas“crisis” mundiales puede indicar laexistencia de una perturbación gra-ve pero no necesariamente el des-pliegue de un proceso de decaden-cia general del sistema. La decaden-cia aparece como la última etapa

de un largo súper ciclo histórico, sufase declinante, su envejecimientoirreversible (su senilidad). Extre-mando los reduccionismos tanpracticados por las “ciencias socia-les” podríamos hablar de “ciclos”parciales: energético, alimentario,militar, financiero, productivo, es-tatal y otros, y así describir en cadacaso trayectorias que despegan enOccidente entre fines del sigloXVIII y comienzos del siglo XIX

con raíces anteriores e involucran-do espacios geográficos crecienteshasta asumir finalmente una dimen-sión planetaria para luego declinarcada uno de ellos. La coincidenciahistórica de todas esas declinacio-nes y la fácil detección de densasinterrelaciones entre todos esos “ci-clos” nos sugieren la existencia deun único súper ciclo que los incluyea todos. Dicho de otra manera setrata del ciclo de la civilización bur-

1- Cima del ciclo inglés-carbón. 2- Cima petróleo-USA. 3- Cima petróleo global. 4- Cima (gran crisis) alimentariaglobal. 5- Era Bush (h). 6- Estanflación años 1970. 7- Crisi financiera global

1780 1900 1970 2008

Convergencia de ciclos

súper ciclo de lasúper ciclo de lasúper ciclo de lasúper ciclo de lasúper ciclo de lac i v i l i z a c i ónc i v i l i z a c i ónc i v i l i z a c i ónc i v i l i z a c i ónc i v i l i z a c i ónburguesaburguesaburguesaburguesaburguesa ciclo delciclo delciclo delciclo delciclo del

Estado modernoEstado modernoEstado modernoEstado modernoEstado moderno

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ascenso deascenso deascenso deascenso deascenso denuevas potenciasnuevas potenciasnuevas potenciasnuevas potenciasnuevas potenciasindus t r i a l e sindus t r i a l e sindus t r i a l e sindus t r i a l e sindus t r i a l e s

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guesa que se expresa a través de unamultiplicidad de aspectos parciales.

El siglo XX

A partir de un enfoque plurise-cular del capitalismo es posibleavanzar una explicación del ascen-so y derrota de la ola anticapitalistaque sacudió al siglo XX. La Revo-lución Rusa inauguró en 1917 unalarga sucesión de rupturas que ame-nazaron erradicar al capitalismocomo sistema universal, el despe-gue revolucionario se apoyaba enuna crisis profunda y prolongadadel sistema que podríamos ubicaraproximadamente entre 1914 y1945 y cuyas secuelas se extendie-ron más allá de ese período.

Dicha crisis fue interpretada porlos revolucionarios rusos como elcomienzo del fin del sistema peroel sistema aún sufriendo sucesivasamputaciones “socialistas” (Euro-pa del Este, China, Cuba, Viet-nam...) y la proliferación de rebel-días y autonomizaciones naciona-listas en la periferia pudo finalmen-te recomponerse y sus enemigosfueron cayendo uno tras otro a tra-vés de restauraciones explícitascomo en el caso soviético o sinuo-sas como en el caso chino. Las éli-tes occidentales pudieron entoncesafirmar que la tan anunciada decli-nación del capitalismo y su rempla-zo socialista no fue más que unailusión alimentada por la crisis peroque al ser esta superada la ilusión sefue esfumando. Y algunos gurúscomo el ahora olvidado FrancisFukuyama hasta proclamaban el fin

de la historia y el pleno desarrollode un milenio capitalista liberal.

Existe una visión falsa (pero nototalmente falsa) de la decadenciaoccidental frente a la emergenciadel mundo nuevo a partir de la Re-volución Rusa incluso si es enten-dida como “decadencia hegemónica”,esa visión pareció quedar desmen-tida por la realidad con el someti-miento chino (1978) y el derrum-be soviético (1991), sin embargoera apuntalada desde 1968-73 cuan-do empezaron a declinar las tasasde crecimiento del Producto BrutoMundial y parcialmente confirma-da desde 2008 porque el sistema sedegrada velozmente (condición ne-cesaria para su superación) aunquesu sepulturero no aparece o apare-ce en una dispersión de pequeñasdosis históricamente insuficientes.

Insurgencias (hacia lanegación absoluta delsistema)

La contracara positiva de la de-cadencia podría ser sintetizadacomo la combinación de resisten-cias y ofensivas de todo tipo con-tra el sistema operando como unfenómeno de dimensión global yactuando en orden disperso, expre-sando una gran diversidad de cul-turas, diferentes niveles de concien-cia y de formas de lucha.

Desde los indignados europeoso norteamericanos que (por aho-ra) solo pretenden depurar al ca-pitalismo de sus tumores financie-ros y elitistas, hasta los combatien-tes afganos peleando contra el in-

vasor occidental o la insurgencia co-lombiana animada por la perspec-tiva anticapitalista pasando por unmuy complejo abanico de movi-mientos sociales, minorías y peque-ños grupos críticos y rebeldes.

Oposiciones a gobiernos abier-tamente reaccionarios y a ocupacio-nes coloniales pero también a lasfachadas democráticas más o me-nos deterioradas que intentan sumi-nistrar gobernabilidad al capitalis-mo. Lo que plantea la hipótesis dela convergencia y radicalización deesos procesos y entonces la posibi-lidad de profundizar el conceptode insurgencia global pensado comorealidad en formación alimentadapor la declinación de la civilizaciónburguesa. La alternativa insurgenteemergiendo como rechazo y apun-tando hacia la negación radical delsistema y al mismo tiempo abrien-do el espacio de las utopías postcapitalistas.

El sujeto central de la insurgenciaes la humanidad sumergida en ex-pansión a la que la dinámica de lamarginación y la superexplotación(la dinámica de la decadencia) em-puja hacia la rebelión como alter-nativa a la degradación extrema, setrata de miles de millones de habi-tantes de los espacios rurales y ur-banos. Este proletariado es muchomas extendido y variado que la masade obreros industriales (incluye a susfranjas periféricas y empobrecidas),no es el nuevo portador de la an-torcha del progreso construida porla modernidad sino su negador po-tencial absoluto el cual en la medidaen que vaya destruyendo las posi-ciones enemigas (sus estructuras de

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dominación) estará construyendouna nueva cultura libertaria.

Sin embargo la irrupción univer-sal de ese sujeto se demora, ungigantesco muro de ilusiones blo-quea su rebelión. Es que la auto-destrucción del sistema global re-cién está en sus inicios, su hegemo-nía civilizacional es todavía muyfuerte, es casi imposible pronosti-car, establecer teóricamente el re-corrido temporal, el calendario desu desarticulación. Si es posibleestablecer teóricamente la trayec-toria descendente aunque sin pe-garle fechas.

Utopías (el retorno delfantasma).

Aquí aparece el postcapitalismocomo necesidad y posibilidad his-tórica concreta, como utopía radi-cal que hunde sus raíces en el pasa-do revolucionario de los siglosXIX y XX y mucho más allá en lasculturas comunitarias precapitalis-tas de Asia, Africa, América Latinay de la Europa anterior a la mo-dernidad. No se trata de una etapainevitable (une suerte de “resulta-do inexorable” de la declinacióndel sistema decidido por alguna“ley de la historia”) sino del resul-tado posible, viable del desarrollode la voluntad de las mayoríasoprimidas.

Ya en la génesis del sistema exis-tía su enemigo absoluto, negando,rechazando su expansión opreso-ra. En Europa en torno del sigloXVI emergían los despliegues co-loniales, la industria de guerra bajo

moldes pos artesanales, las prime-ras formas estatales modernas, loscapitalistas comerciales y financie-ros asociados a las aventuras mili-tares de las monarquías. Y la supe-rexplotación de los campesinos, ladestrucción de sus culturas, de sussistemas comunitarios generandorebeliones como la que encabezóel comunista cristiano Tomas Mün-tzer en el corazón de Europa bajola consigna “Omnia sunt commu-nia” (todo es de todos, todas las cosas nosson comunes).

El amanecer de la modernidadburguesa fue también el de su nega-ción absoluta, ambos bandos apor-taban nuevas culturas pero al mis-mo tiempo heredaban viejas cultu-ras de opresión y emancipación.

La alianza de banqueros, terrate-nientes y príncipes que derrotarona los campesinos en la batalla deFrankenhausen (mayo de 1525) yasesinó a Müntzer unía sus nuevosapetitos burgueses con los viejosprivilegios feudales (convertidos enbase de acumulación de las nuevasformas de poder) mientras loscampesinos rebeldes reinterpreta-ban los evangelios de manera co-munista y asumían la herencia de li-bertad comunitaria del pasado, in-cluidas valiosas tradiciones precris-tianas. La construcción de alternati-vas innovadoras (de opresión y deemancipación) hundía sus raíces enel pasado.

Repasando luego el siglo XIXeuropeo y más adelante la crisisoccidental entre 1914 y 1945 y susconsecuencias vemos como una yotra vez el demonio burgués de-rrota a su enemigo mortal que re-

nace más adelante para presentarnuevamente batalla. Desde las in-surgencias obreras europeas hastallegar a la derrota de la Comuna deParís en la era del capitalismo in-dustrial juvenil que ya asumía unadimensión imperialista planetariahasta llegar a las revoluciones co-munistas rusa y china concluyendocon la degeneración burocrática yla implosión de la primera y lamutación capitalista-salvaje de lasegunda.

En su prolongada historia la civi-lización burguesa fue pasando des-de su infancia europea hasta sumadurez en el siglo XX y finalmentea su vejez y su degradación senildesde fines del siglo XX hasta nues-tros días.

En la era de la decadencia delcapitalismo va asomando nueva-mente la figura de su enemigo, setrata de un nuevo fantasma here-dero y al mismo tiempo superadorde los anteriores. Una mirada pesi-mista nos señalaría que será nueva-mente derrotado, si ello ocurre estacivilización planetaria se irá sumer-giendo en niveles de barbarie nun-ca antes vistos ya que su capacidad(auto)destructiva supera a cualquierotra decadencia civilizacional. Ahorano está en juego la supervivencia dealgunos millones de seres humanossino de más de siete mil millones.

Pero ese pesimismo se apoya enla historia de la modernidad pen-sada como una infinita repeticiónde escenarios donde cambian ladimensión, la complejidad tecno-lógica, los modelos de consumo,etc. pero queda intacta la dinámicaamo-esclavo, el primero controlan-

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do los instrumentos que le permi-ten renovar su dominación y el se-gundo embarcado en batallas per-didas de antemano. De esa mane-ra es ocultado el hecho de que lamodernidad burguesa ha entradoen decadencia lo que abre la posi-bilidad del quiebre, del colapso dedicha dinámica perversa abriendoel horizonte de la victoria de losoprimidos. Ello no fue posible enla etapas de adolescencia, juventudo madurez del sistema pero si esposible ahora.

Es la declinación de Occidente(entendido como civilización bur-guesa universal) lo que abre el es-pacio para el nuevo fantasma anti-capitalista que necesita para impo-nerse irrumpir bajo la forma deuna vasto, plural proceso de des-occidentalización, de critica radicala la modernidad imperialista, susmodelos de consumo y produc-ción, de organización institucional,etc. Se trata entonces de la abolicióndel sistema en el sentido hegelianodel concepto: negar, destruir, anu-lar las bases de la civilización decli-nante y al mismo tiempo recuperarpositivamente en otro contextocultural todo aquello que pueda serutilizable.

Volviendo a Hegel para superar-lo es necesario afirmar que la mar-cha de la libertad que él suponíaavanzando desde “Oriente” (enten-dido como la periferia del mundooccidental-moderno) para realizar-se plenamente en Occidente en rea-lidad avanza desde el subsuelo delmundo y puede llegar a dar un saltogigantesco aplastando, desbordandoa los baluartes de la opresión occi-dental, irrumpiendo como una olauniversal de pueblos insurgentes.

El primer fantasma fue europeode cuerpo y alma y dio su últimabatalla en 1871 en la Comuna deParís. El segundo fantasma asumióuna envergadura planetaria, levan-tó su bandera roja en Rusia y Chi-na alentando un amplio espectrode rebeliones periféricas, tenía uncuerpo universal pero su cabezaestaba impregnada de ilusionesprogresistas occidentales (el tecno-logismo, el aparatismo, el estatismo,el consumismo). Su fecha o perío-do de defunción podemos fijarlaentre 1978 cuando China ingresaen la via capitalista y 1991 (derrum-be de la URSS).

Lo que necesita el siglo XXI es eldesarrollo de un tercer fantasmarevolucionario, completamente des-

occidentalizado, es decir negadorabsoluto de la modernidad burgue-sa y por consiguiente universal decuerpo y alma, anticapitalista radi-cal, construyendo la nueva culturapostcapitalista a partir de la con-frontación intransigente con el sis-tema. Heredando los antiguos com-bates, levantando la bandera multi-color de la rebeldía de todos lospueblos esclavizados del planeta, desus identidades aplastadas, sumer-gidas convertidas gracias a sus com-bates en contraculturas opuestas alcapitalismo.

En suma la emergencia, la ava-lancha plural de pueblos sometidos,de la humanidad verdadera, libera-da (en proceso de emancipación)de la prehistoria, de la historia infe-rior del hombre enemigo de suentorno ambiental, del espacio quele permite vivir, y en consecuenciadel hombre enemigo de si mismo.

No se trata de una utopía univer-sal única apuntando a una humani-dad homogénea sino de una am-plia variedad de utopías comunita-rias ancladas en identidades popu-lares específicas interrelacionadasconformando un gran espacio plu-ral marcado por la abolición de lasclases sociales y del estado.

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* Miembro de la Comisión Jurídica de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre. Integrante de la Comisión Nacional de DerechosHumanos del Partido Comunista.

1 El esquema chileno repitió en gran medida el de la postdictadura española. Con la consolidación del marco político de la constituciónde 1980 impuesta a sangre y fuego por Pinochet –en que el dictador se aseguró no solo la impunidad sino el carácter de Comandante delas FFAA y el cargo de senador vitalicio- y la estructura de alternancia “estable” de las fuerzas políticas mayoritarias, los sectoresdominantes garantizaron un “mecanismo equidistante” que impidió la profundización de las políticas de la memoria reconociendo como“pares” a quienes habían perpetrado el terrorismo de Estado y quienes lo habían sufrido.

2 El modelo de la “Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado” impuesto por el gobierno de Julio M. Sanguinetti en 1985y co-redactada por los representantes de los dos partidos tradicionales estableció la amnistía para autores de delitos cometidos hasta el1 de marzo de 1985 por funcionarios militares y policiales, equiparados y asimilados por móviles políticos o en ocasión del cumplimientode sus funciones y en ocasión de acciones ordenadas por los mandos que actuaron durante el período de facto, fue similar al intentado porla dictadura argentina en sus estertores con la “ley” 22.924 de “autoamnistía” que mereció el repudio unánime de organismos de DDHHy sectores populares en general. La “ley” argentina fue anulada en la primera sesión del Congreso tras la vuelta del orden constitucionalen diciembre de 1983.

por Olivier Rebousin*

AVANCES, RETROCESOS Y PROBLEMÁTICAS ACTUALES ENTORNO A LOS

JUICIOS POR CRÍMENES DEL TERRORISMO DE ESTADO

El nuevo campo de batalla

Una larga marcha hacia laconquista de los juicios

En América Latina se han inten-tado distintas salidas tras la caída delas dictaduras cívico-militares que,dirigidas por EEUU, asolaron laregión durante la segunda mitad delsiglo pasado. En Argentina se pasóde los juicios al “perdón oficial”,en Chile hubo impunidad y pactos1,en Uruguay, amnistías buscando la“clausura” del pasado2 (que reciénpudieron quebrarse veinticinco añosdespués de repuesto el régimenconstitucional)-. En todos los ca-sos, el movimiento popular insistióen el rechazo de la impunidad y susistematización. En definitiva, losresultados han sido producto de lainevitable confrontación y la corres-pondiente correlación de fuerzashacia el interior del debate.

En Argentina ha sido el Movi-miento de Derechos Humanos elfundamental protagonista de la lu-cha contra la impunidad. Fue esteespacio junto con la izquierda los

que enfrentaron la opción del go-bierno de Alfonsín de establecercon los decretos 157 y 158 la teoríade los “dos demonios”, que man-daba a enjuiciar primero a los máxi-mos jefes de las organizacionespolítico-militares revolucionarias yluego a los responsables de los crí-menes de lesa humanidad. Conse-cuentemente se opusieron a la dis-posición de dar validez a los “jue-ces militares” del CONSUFA (Con-sejo Superior de las Fuerzas Arma-das) y la posterior promoción delas “leyes de la impunidad” -PuntoFinal y Obediencia Debida- y losindultos de Menem.

Así se fue jalonando un caminode luchas que abarcó desde la mo-vilización popular, las acciones en elexterior –por ejemplo los procesospenales iniciados y llevados a caboante la Audiencia de España y enotros países como los planteos antela CIDH que lograron, en 1992, laconsagración del derecho a la ver-dad y la obligación estatal de pro-moverlo hasta la acción parlamen-

taria. En este sentido se debe desta-car la iniciativa del diputado comu-nista Floreal Gorini, quien con la ase-soría del liguista Carlos Zamoranopresentó en 1997 el primer proyec-to para la anulación de las “leyes delperdón”; así como la de la entoncesdiputada de Izquierda Unida Patri-cia Walsh, quien en 2001 y nueva-mente con el asesoramiento de Za-morano insistió en el proyecto.

Estas acciones sirvieron para re-afirmar la voluntad histórica deamplios sectores de nuestro puebloen exigir Juicio y Castigo a los res-ponsables del Terrorismo de Esta-do, siendo éstas derivación directade los miles de Hábeas Corpus pre-sentados por abogados de organi-zaciones populares y organismos deDDHH durante la dictadura.

Los juicios actuales son, pues, lacontinuidad histórica de las luchascontra el poder y la impunidad, y, asu vez, un desafío para la construc-ción de nuevas armas popularespara derrotar finalmente a los po-deres que se valieron del terrorismo

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de Estado para someter a la mayo-ría del pueblo en pos de la consecu-ción de sus intereses de clase.

A partir de la conquista popularque significó la anulación de las le-yes de impunidad en 2003, el terre-no de las acciones judiciales se haconvertido entonces en el “nuevocampo de batalla” donde enfren-tar al poder que gestó, desde lo dis-cursivo, lo ideológico y lo material,el genocidio. Se manifiestan pues,como ámbito de disputa para ladeterminación real, no tanto de laveracidad de los hechos probadosuna y otra vez en la historia sino delpor qué de sus causas, de las tra-mas y esquemas del poder dictato-rial y su matriz de cuño imperial.

Como señala Ataliva Dinani, abo-gado de la LADH e integrante delequipo que actuara en la causa porla denominada “Masacre de Mar-garita Belén” en la provincia delChaco: “En estos juicios lo que seestá juzgando además de la respon-sabilidad de los genocidas de la dic-tadura, es una forma de ejercer elpoder. Es decir, la manera en que laderecha argentina defiende sus inte-reses y el costo que ello conlleva”3.

Sirven como ejemplo de esto lassentencias dictadas por el TribunalOral Federal Nº1 de La Plata en lasque se condenó por crímenes delesa humanidad “en el marco delgenocidio acaecido en nuestro país”,al ex jefe de la Dirección de Inteli-

gencia de la Policía de Buenos Aires(DIPBA) Miguel Etchecolatz y alsacerdote y capellán militar CristianVon Wernich. El primero de losfallos citados, en uno de sus párra-fos señala: “Las alusiones que mu-chas veces se escuchan respecto decasos como los aquí juzgados encuanto a la necesidad de “reconci-liación”, de “mirar para adelante”y de “la inutilidad de revolver elpasado”, son el punto opuesto aaquel derecho como “productor deverdad” al que aludía Foucault, úni-co sobre el cual puede construirseválidamente la memoria, paso ini-cial indispensable para algún tipode reparación y por sobre todopara prevenir nuevos exterminios”.

3 Dinani, Ataliva “Margarita Belén: Más que una victoria judicial”. La Revista del CCC [en línea] Nº 12 Mayo/Agosto 2011.

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4 Sobre el punto bien señalan Lvovich y Bisquert: “En una lectura que renunció a explicar contextualmente el surgimiento de laviolencia política, considerada en cambio como expresión de una pura irracionalidad, el Informe de la Comisión Nacional sobre laDesaparición de Personas, presentado en el libro Nunca Más, dio cuenta de las víctimas de la dictadura omitiendo su politización. Algosimilar ocurrió con las formas que adquirieron, constreñidos por los requerimientos de la prueba judicial, los testimonios presentados porlas propias víctimas en ocasión del juicio a los ex comandantes de las juntas militares”. Lvovich, Daniel y Bisquert Jaquelina La cambiantememoria de la dictadura. Discursos públicos, movimientos sociales y legitimidad democrática. Biblioteca Nacional y Universidad Nac. de Gral.Sarmiento. Bs. As. Bs. As. 2008.

Es decir, que permiten recuperarno sólo, como se ha hecho históri-camente, la voz de quienes partici-paron activamente, sino de incor-porarlo al espacio judicial inclusobuscando que la receptividad deestos testimonios, de estos docu-mentos que fueron más de una vezguardados por los sobrevivientesde la persecución, la prisión y lostormentos, puedan generar -comoya ha pasado en otras causas, porcaso en el Juicio por el secuestrode Iris y Floreal Negrito Avellaneda yel asesinato de éste último- nuevosmodos de producción y análisis de laprueba que rompan, aunque sea par-cialmente, el esquema de clase delderecho vigente.

Los juicios han mostrado enesta etapa post anulación de lasleyes de impunidad, la existencia deuna resistencia plural con grados deorganización importantes inclusoen los marcos de mayor gravedaddel terrorismo de Estado. Las vo-ces de la militancia y la participa-ción orgánica de los represaliadospor el poder ha surgido una y otravez, rompiendo con las nefastasteorías de las “víctimas inocentes”y de “los dos demonios”4 construi-dos como relato hegemónico a lasalida de la dictadura.

En ese sentido, ha de valorarsedel mismo modo la conquista quesignifica la incorporación de orga-nizaciones populares como el Par-tido Comunista a las querellas yprocesos abiertos. Esta conquista noha sido fácil y es el resultado de unalucha constante por modificar lavisión estrecha y formalista de másde un juez o tribunal.

Así, en sucesivas oportunidades,los equipos jurídicos del PC y laLADH lograron el reconocimientode la primera de las institucionescomo querellante en diversos pro-cesos -caso “Avellaneda”; caso“Zeolitti” y caso “Iriart”- rescatan-do en audiencias públicas ante lasCámaras Federales Penales de SanMartín y la Capital Federal –a tra-vés de varios de sus abogados,Jorge Brioso, Pedro Dinani y Car-los Zamorano entre otros- el de-recho de los partidos en generaly del Partido Comunista en parti-cular de luchar por la plena vigenciade los DDHH también en los jui-cios y recuperar la lucha por la justi-cia por la que precisamente caye-ron sus militantes.

Como ejemplo de esta inmensaconquista citamos lo resuelto por laCámara de Casación porteña: “acep-tando la posibilidad de interpretar

‘extensivamente’ el concepto departicular ofendido y encontrándo-nos ante una causa más de aquellasdonde se somete a proceso penala numerosas personas que se en-cuentran sindicadas por su partici-pación en la comisión de gravesdelitos llevados a cabo en un mar-co de criminalidad estatal que llevaa calificar sus conductas como crí-menes de lesa humanidad, corres-ponde reconocerle legitimación ac-tiva al Partido Comunista para par-ticipar como querellante en esteproceso”. Y agrega el menciona-do voto: “No puede desconocer-se que entre el interés institucionalalegado por la representación po-lítica (art. 38 C.N.) y los elementosque caracterizan esta clase de deli-tos, existe un punto en común ines-cindible: ‘persecución de un grupoo colectividad con identidad pro-pia fundada en motivos políticos’(art. 7.1.h. del Estatuto de Roma)”.(Cám. Nac. de Casación Penal SalaIV en autos: “Iriart, Fabio Carlos s/Recurso de Casación“ 30/10/09).

A la misma solución final llegó laCámara Federal Penal de San Mar-tín, otorgando el carácter de quere-llante a la Federación Juvenil Comu-nista en el juicio por el secuestro deIris y Floreal Negrito Avellaneda y

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asesinato de este último, y el Juezde Instrucción Norberto Oyarbi-de en la causa iniciada por los crí-menes de la Triple A.

El reconocimiento del Partidocomo “otro impulsor del proce-so” significa la consecución de unanueva herramienta para pelear con-tra la impunidad y del mismo modoel reconocer –valga la redundancia-el valor de una organización políti-ca de histórico compromiso en lalucha por la vigencia de los dere-chos humanos y las libertades pú-blicas desde su fundación mismacontra la aplicación de la tristementecélebre Ley 4144 “Ley de Residen-cia de Extranjeros” de 1902, con-tra la ley 13.234 dictada en 1948 para

movilizar militarmente a los huelguis-tas con lo que se dio inicio institu-cional a la “Doctrina Conintes”; con-tra el Decreto Ley 17.401 dictadoen 1967 con el objeto único de re-primir y sancionar al “comunismo”,y contra la ley 20.840 de “SeguridadNacional” –conocida también como“Ley Antisubversiva”- por mencio-nar solo algunos casos.

Acerca de algunas de lasproblemáticas más comunesen los juicios

Hoy se trata de debatir sobre elestado actual de las causas (susavances y retrocesos) no solo a fin

de tener una cabal noción de lasproblemáticas existentes, sino tam-bién para reflexionar colectivamen-te sobre cómo ampliar y extenderlos horizontes y objetivos de estosjuicios y procesos.

Ateniéndonos a la informaciónproveniente de fuentes oficiales,podemos saber que en total hay entodo el país y al día de hoy 299 con-denados por causas de lesa huma-nidad, según datos de la UnidadFiscal de Coordinación y Segui-miento de las Causas por Violacio-nes a los Derechos Humanos co-metidas durante el Terrorismo deEstado5, dependiente de la Procu-ración General de la Nación quedirigen Jorge Auat y Pablo Parenti.

5 Informe sobre el estado de las causas por violaciones a los derechos humanos cometidas durante el terrorismo de Estado –actualizacióna julio de 2012-. Informe de la Unidad de Fiscal de Coordinación y Seguimiento por violaciones a los Derechos Humanos cometidas duranteel terrorismo de Estado dependiente de la Procuración General de la Nación.

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El mismo informe señala que ac-tualmente se registra un total de 923procesados, de los cuales 519 yacuentan con una o más causas ele-vadas a juicio y otras 132 tienen al-guna causa en que la fiscalía solicitóla elevación a juicio. La estadísticaevidencia un rango creciente de con-denas por este tipo de delitos quemuestra que a diciembre de 2007había 41 condenados; un año des-pués eran 70 condenados; en di-ciembre de 2009 fueron 100 en to-tal los condenados; creciendo el nú-mero progresivamente hasta los 299actuales conforme los datos quecompila el mencionado organismo.

Aparecen sin embargo algunosproblemas comunes en torno a losjuicios en marcha que a continua-ción se detallan y que requieren deun enfoque integral desde el cam-po popular y la izquierda para aca-bar con ellos y convertir a este te-rreno en disputa que son los juiciosen un camino hacia la justicia plenay verdadera y la reivindicación delos compañeros detenidos-desapa-recidos y demás víctimas del Te-rrorismo de Estado.

a) El problema del Poder Judicial:

Desde la constitución misma delEstado argentino ha primado laidea de Derecho al servicio de losintereses de las clases dominantes.Como especificidad de la acción delderecho burgués en ese sentido

puede señalarse como ejemplo his-tórico la convalidación de la “doc-trina de facto” guiada por la ideade la continuidad jurídica del Esta-do desarrollada por la Corte Su-prema tras el golpe del año 30 va-lidando la acción jurídica de los ac-tos ilegítimos e ilegales de Uriburuy abriendo paso a todas las dicta-duras posteriores. A eso hay que su-mar a lo largo de toda la historia eldictado y la sistemática aplicaciónde leyes represivas tales como la“ley” 17.401 de sanción y represióndel delito de comunismo o la crea-ción de fueros especiales –especial-mente prohibidos por la Constitu-ción Nacional- como la CámaraFederal para la represión de delitos“subversivos” conocida popular-mente como “El Camarón”.

Como ha puesto de manifiestoel Subsecretario de Protección deDDHH de la Nación, Luís Alén,durante el Seminario organizadopor la Liga para discutir cómo lle-var al banquillo de los acusados alos civiles y el poder económico quefueron sustento de la dictadura:“Durante la dictadura, el Poder Ju-dicial era parte del bloque civil quehacía al sector que se benefició es-pecíficamente con ésta última. Senutrió asimismo de una ‘familia ju-dicial’ vinculada a la más caracteri-zada derecha que sigue vigente porejemplo en los representantes del‘Colegio de Abogados de la CalleMontevideo’”6.

Es conocida ya a esta altura la téc-nica usada por la casi totalidad delos jueces penales de la dictadurapara rechazar “in limine” y sin ma-yores escrúpulos los miles de Ha-beas Corpus presentados en esostiempos. Salvo algunos casos espe-ciales entre los que podemos citarla doctrina dictada en el caso “Olle-ro” donde la Corte Suprema dis-puso “extremar la investigaciónadoptando las medidas necesarias”,doctrina que, por otra parte, nuncase hizo carne en la práctica de nin-guno de los estamentos del EstadoArgentino en aquellos tiempos.

Pero al histórico compromiso dejueces y funcionarios judiciales deesos años debe de agregarse la con-tinuidad ideológica en muchas delas personas que siguieron siendoparte de esos ámbitos; fueran éstaslos mismos magistrados nombradospor la dictadura como otros desig-nados ya en tiempos de recupera-ción del régimen constitucional.

Incluso cuando no puede hablar-se literalmente de complicidad, sidebe dejarse en claro cierta persis-tencia de los funcionarios judicialesen utilizar los métodos tradiciona-les e inadecuados del derecho pe-nal en casos de Terrorismo de Es-tado que requieren de visiones einterpretaciones distintas y especí-ficas. Problemas derivados las másde las veces de la propia forma-ción que brindan las Facultades deDerecho, la Academia Oficial y la

6 De su intervención en el 1er. Encuentro sobre Empresas y Terrorismo de Estado del Cono Sur. Bs. As. 11 y 12 de Noviembre de2011.

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visión del derecho y la abogacía enel modelo “liberal–capitalista”.

Aunque existen representantes delPoder Judicial que han podidoromper con los límites de la “nor-malidad procesal” en sus enfoques,como es el caso del titular del Tri-bunal Oral Federal Nº 1, CarlosRozanski, autor del primer fallo enque la condena incorporó la figuradel “marco del genocidio” acaeci-do en el país –amén de desarrollarun proyecto de unificación de lascausas-, quien ha señalado que “de-bemos entender todos los que con-formamos el Poder Judicial queestos juicios nos obligan a adap-tarnos a circunstancias no previstasen el Código Procesal, que porotra parte no se pensó para juzgarun genocidio y menos treinta añosdespués de ocurridos los delitos”7;la mayor parte del sistema “de jus-ticia” sigue atada a los patrones ymandatos del derecho formal y losintereses que éste sustenta.

b) La ausencia de políticas públi-cas coherentes en torno a los juicios,la unificación y ampliación de losmismos:

Las acciones judiciales y juiciospuntualmente han mostrado des-de su reapertura tras la caída de las

leyes de impunidad, dificultadesobjetivas graves que han señaladoque aún siendo como ya se ha di-cho una enorme conquista de lalucha popular por Memoria, Ver-dad y Justicia; se verifica al analizarsu desarrollo que el mismo se havisto sometido a las cuestiones yproblemáticas que siguieron almodo en que se produjo la vueltaal “régimen constitucional” ennuestro país.

Dicho de otra manera y para quese entienda: no se dio aquí una si-tuación que pueda asimilarse a la delos Juicios de Nüremberg, en quelos jerarcas nazis fueron llevados albanquillo tras que el Ejército Rojoliberara las zonas ocupadas y sediagramara un nuevo mapa geográ-fico y político distinto al anterior. Enla Argentina, se llega a estos juiciostras años de obstaculización moto-rizada por el propio Estado (quealguna vez ejerciera sistemáticamenteel terrorismo sea en tiempos de dic-tadura con la acción clandestina y laposterior destrucción de pruebas oen tiempos de “democracia” con laconsagración de la impunidad).

Pese a que desde distintas visio-nes de hacia dentro del Poder Ju-dicial se ha valorado entonces la ins-titucionalización de los juicios y susistematización asegurándose que

“se trata de una política de Estado,en la que intervinieron los tres po-deres del Estado” o “que el pro-ceso se ha institucionalizado”8, locierto es que se advierte aún al díade hoy la carencia de una estrategiaúnica para los juicios de parte delEstado argentino, que permita ga-rantizar un adecuado enjuiciamien-to al bloque de poder que se bene-fició con la dictadura sea en su fazoperativa o ideológica.

En un reciente documento hareiterado su posición histórica fren-te a los procesos reabiertos en el2003 la LADH señalando: “Los jui-cios tienen un problema de base: elproceso de instrucción no ha sidoobra planificada del poder judicialsino el fruto del trabajo de los or-ganismos de derechos humanosdurante la dictadura y los primerosaños del proceso post dictatorial,con el agravante de que los orga-nismos no organizaron su informa-ción para ser utilizada en juicios sinopara averiguar el paradero de loscompañeros desaparecidos”9.

Mecanismos habituales, como elenjuiciamiento a un único represor–o un par de ellos- por a veces nomás de cinco o seis casos de crí-menes de lesa humanidad, hace casiimposible entender el carácter po-lítico del plan de exterminio y la

7 “El funcionamiento de la Justicia: logros y desafíos” Entrevista al Juez Federal de La Plata Carlos Rozanski publicada en “El librode los Juicios” . Publicación del IEM. Bs. As. 2011.

8 Ver sendas entrevistas realizadas a Ricardo Lorenzetti, Presidente de la CSJN y a Carlos Rozanski, Presidente del TOF Nro. 1 de LaPlata publicadas en “El libro de los Juicios” . Publicación del IEM- Bs. As. 2011.

9 Carta de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre al Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dr. RicardoLorenzetti. Bs. As. Enero 2012.

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trama de relaciones que sosteníanla mano del homicida. Conceptos,como el ya mencionado de “la nor-malidad procesal”, impiden delmismo modo comprender cabal-mente la dimensión del genocidio.

c) La lucha por la incorporación alos juicios al Poder Económico quepromovió la dictadura y se beneficiócon el Terrorismo de Estado:

Luego del golpe de Estado del24 de marzo de 1976 distintos gru-pos económicos llevaron a cabo uncomplejo plan de crecimiento yconcentración, con absorción depequeñas empresas y la consecuen-te monopolización de ramas osectores. Este proceso, que se ma-nifestó a lo largo y ancho del país,implicó la destrucción de comisio-nes internas sindicales y cuerpos dedelegados y la desaparición física demilitantes populares que luchabandentro y fuera de las fábricas.

Se trata hoy entonces de lucharpara que también sean incorpora-dos a las causas y los juicios por elterrorismo de Estado no solo quie-nes aplicaron materialmente el plansistemático genocida, sino tambiéna quienes desde el poder económi-co, mediático y cultural gestaron ydesarrollaron la instalación del dis-curso “anticomunista” y “antisub-versivo” para beneficiarse principal-mente en términos económicos dela dictadura.

Por ello es que si bien ha de valo-rarse profundamente lo logradopor la Liga y otros organismospopulares (UOM y CTA de VillaConstitución) con la apertura del

proceso penal al directorio de laempresa Acindar, que en 1975 (me-diante el denominado “OperativoSerpiente Roja del Paraná”, que hizolas veces de experimento prepara-torio del terrorismo estatal y para-estatal) y luego durante toda la dic-tadura prestó todo tipo de servi-cios a la represión, con el objeto de“disciplinar” y aterrorizar a los tra-bajadores y a la población toda parallevar a cabo sus planes tendientes amaximizar las ganancias empresarias;este tipo de denuncias y acciones sonlas menos en el marco existente deprocesos abiertos y desarrolladoscomo consecuencia de la dictaduray el Terrorismo de Estado.

No pocas son las dificultades quese afrontan al tiempo de intentarinvolucrar a los responsables delPoder Económico en el marco delas causas por Terrorismo de Esta-do. La visión de clase del PoderJudicial, el “sentido común” insta-lado por el sistema en cuanto a la“legalidad” de las empresas y susnegocios, es lo que traba muchasveces la posibilidad de ampliar entorno a empresas, corporaciones ypoder económico la responsabili-dad por crímenes de lesa humani-dad y genocidio.

Hoy se trata entonces y ante lasproblemáticas mencionadas de lu-char por una verdadera democra-tización del Poder Judicial, garantejunto con los demás estamentos delEstado burgués del modelo impe-rante; organizarse para ampliar losjuicios exigiendo una y otra vez eldesarrollo de planes que hagan auna estrategia única para que éstostengan el mayor alcance posible, no

solo en cuanto a imputados y ca-sos a juzgar; sino a través de unaincorporación de los elementos quepermitan desentrañar las causas yconsecuencias de lo acaecido en nues-tro país y en toda la región conti-nental durante las dictaduras cívico-militares nacidas al calor de la “Doc-trina de Seguridad Nacional”.

Pelea que solo puede fructificarsi se la encara desde una perspecti-va revolucionaria, buscando unir yamalgamar fuerzas desde el cam-po popular y con una visión decambios estructurales que alterenincluso el concepto de justicia, quederrote finalmente la impunidad delpoder capitalista –en su faz políticay económica- donde las conquistasy victorias parciales, sean tomadascomo el espacio o derecho a darnuevas batallas contra el sistema.

Un camino a profundizar

La experiencia argentina comoprecedente político, cultural y dealto carácter simbólico se erige asícomo la muestra de una nueva po-sibilidad en la lucha contra los po-deres establecidos verificando laexistencia de los juicios y accionesjudiciales como un nuevo territo-rio de disputa para la construcciónde subjetividad y fuerza popularalternativa.

En consonancia con ese concep-to ha señalado institucionalmente laLiga en carta dirigida al Presidentede la Corte Suprema, Ricardo Lo-renzetti, y reafirmado en posteriorreunión celebrada con los integran-tes de la Comisión Interpoderes de

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seguimiento de los Juicios: “Valo-ramos los juicios contra el terroris-mo de Estado por muchas razo-nes: por ser la vez primera que ungenocidio se juzga en la Argentina,y no es el primero que sufrimos;por constituir el proceso judicial encurso ejemplo y estímulo para lalucha de los pueblos de NuestraAmérica contra la impunidad y elolvido; porque los juicios termina-dos, y algunas de las condenas, hanestimulado el proceso de Memo-ria y Verdad que hemos sostenidodesde nuestro nacimiento comofuerza y porque los juicios han gol-peado esa verdad de Perogrullo deque a los poderosos nunca se lospuede condenar porque la Ley estáde su lado”10.

Tal valoración no implica enmodo alguno condescendenciapara con la situación actual ni ad-misión a “libro cerrado” del modoy forma en que los juicios y las cau-sas se llevan adelante, sino el reco-nocimiento del espacio denuncian-do las dificultades estructurales quepresenta, los límites que encierra, yseñalando la necesidad de un nue-vo paradigma en cuanto a enfoque,para que la institucionalización delos mismos no sea “una salida ha-cia adelante” del sistema.

Situaciones como la decisión delCongreso uruguayo, tras más de

veinticinco años de impunidad con-sagrada por la “ley de caducidad”impuesta por la dictadura a su sali-da y ratificada no solo por los go-biernos civiles posteriores, sino in-cluso por capas de la sociedad civilmediante plebiscitos; muestran quela posibilidad del juicio y castigo sehace palpable en cada vez más par-tes de la región.

La realidad argentina –sin obviarlas dificultades jurídicas, políticasy culturales antes mencionadas-muestra que, aún con las mencio-nadas dificultades, los juicios, lasacciones judiciales y la búsqueda deMemoria, Verdad y Justicia pue-den abrirse paso en forma más fir-me; pero a la vez y como ejemplode que se tratan de un espacio endisputa y de confrontación con elpoder real aparecen problemáti-cas que pueden consagrar nueva-mente la impunidad en nuevas ycomplicadas formas de impuni-dad, que bien han sido resumidaspor la Liga en el ya citado encuen-tro con las autoridades de la “Co-misión Interpoderes”:

a) la impunidad biológica –algu-na vez definida por la LADHcomo la “estrategia Pinochet, tendien-te a la demora de los juicios median-te chicanas y artilugios que desembo-que en la muerte sin ser juzgados delos genocidas y represores.

10 De la Carta de la LADH al Presidente de la CSJN cit.11 Al mes de julio de 2012 hay 629 personas detenidas: 54,1% en unidades penitenciarias, 42,2% en detención domiciliaria, 3,1%

en dependencias de las fuerzas de seguridad nacionales o provinciales y 0,6% en hospitales. Cf. Informe sobre el estado de las causas porviolaciones a los derechos humanos cometidas durante el terrorismo de Estado cit.

b) la impunidad del “poder real”que ciñe el juzgamiento únicamen-te a militares y civiles ejecutores delplan de exterminio sin poner la lupani la acusación sobre los beneficia-rios económicos del Terrorismo deEstado.

c) la impunidad de los conde-nados a la que asistimos lamenta-blemente hoy cuando vemos quemediante la aplicación sistemática ymecánica de beneficios en principioextraordinarios –como es el delarresto domiciliario para los mayo-res de 70 años11-, los defensores delos genocidas y el Poder Judicial hangarantizado en muchos casos unavacuedad de las condenas que hapermitido a los sectores del movi-miento de derechos humanos ha-blar de “una burla” al sentido fun-damental de los juicios.

Estas nuevas y viejas formas deimpunidad requerirán entonces denuevas técnicas de pelea en el cam-po de batalla de los juicios, apelan-do sin lugar a dudas a la faz técni-ca, pero sobre todo a una acciónintegral desde la política que des-nude los límites de los juicios enmarcha, que exija su profundiza-ción y nuevos enfoques tendientesa dejar en claro la inviabilidad enmuchos casos de los mecanismos tra-dicionales del derecho penal, para darcuenta y sancionar en consonancia del

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plan y accionar genocida que carac-terizó a la última dictadura así comoal poder económico local y trasna-cional que la impulsó.

Buscar una extensión de las fron-teras de los juicios, de sus alcances;rompiendo incluso con los límitespropios de carácter estructural y de

clase que los sistemas de adminis-tración judicial burguesa imponen,se revela entonces como una tareade todo el movimiento popular.Tarea, para la que habrá que rom-per en el futuro más inmediatoposible con los corsets técnicos ylos sectarismos políticos, para cons-

tituir una fuerza “que se haga car-go” (con capacidad creativa parala movilización, la denuncia y la ar-ticulación) de éstos en todo senti-do, ampliando sus posibilidadescomo arma y herramienta contrala impunidad y por la construcciónde otra verdad histórica.

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por Alexia Massholder*

ALGUNAS NOTAS DESDE LA HISTORIA

La relación entre peronistas y comunistas

* Doctora en Ciencias Sociales, integrante del CEFMA, Centro de Estudios y Formación Marxista Héctor P. Agosti.

En los meses de junio y ju-lio se dictó en el CEFMAun taller introductorio al

pensamiento de Héctor P. Agosti.La prolífera obra del este intelec-tual comunista fue una puerta deentrada a diferentes temas de nues-tra historia política y cultural en lasdécadas de los ´40, ´50 y ´60. Losdebates con liberales y nacionalis-tas, por citar sólo dos ejemplos, nosmostraron la evidente vigencia demuchos de los planteos que Agostirealizara en aquellas décadas. Peroindudablemente uno de los mo-mentos más polémicos y ricos deltaller fue el espacio dedicado a la his-tórica relación entre comunistas y pe-ronistas. En este escrito intentaremosreproducir algunos de los ejes temá-ticos que entonces planteados, fue-ron enriquecidos por el intenso inter-cambio que se generó al respecto.

Poniendo las críticas encontexto

Entre las tantas argumentacionesrepetidas acríticamente sobre el PCse ubica la tesis del histórico antipe-ronismo radical que los comunistashabrían sostenido desde los iniciosmismos del peronismo. El hechoes presentado además como unaincomprensión absoluta de los pro-cesos que se vivían en el país a me-diados de los años ́ 40, y que habríallevado al PC a un antiperonismo

que condenó al fracaso toda la po-lítica del Partido frente a la claseobrera. Así, por ejemplo, JorgeAbelardo Ramos cuando habla re-duce la política del PC a un segui-miento ciego a las directivas Sovié-ticas, atribuyendo los errores de su

dirección a su procedencia extran-jera: “Sólo un partido `extranjero´,es decir, no integrado en la tramaviva del país, podía colocar a sucabeza un dirigente como Codo-villa, “extranjero” en el sentido másprofundo de la expresión […] Tan

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1 Ramos, Jorge Abelardo, El Partido Comunista en la política argentina, Buenos Aires: Coyoacán, 1962, pp. 51-53.2 Gurbanov, Andrés y Rodríguez Sebastián, “La compleja relación entre el Partido Comunista Argentino y el peronismo” (1943 –

1955). Los autores ubican entre los análisis que más trascendieron, los de Puiggrós, Abelardo Ramos y Hernández Arregui, y que fueronreforzados luego por análisis mas “imparciales” entre los que citan Sindicalismo y Peronismo de Hugo del Campo.

3 Así lo afirmaba Orientación, semanario del PC dirigido en ese momento por Ernesto Giúdici, en su editorial del 24 de Octubre de1945: “el peronismo logró engañar a algunos sectores de la clase obrera, pequeños por cierto, en especial a jóvenes y mujeres recientemen-te incorporados a la producción y del interior, a quienes no había llegado la prédica democrática por la represión del movimiento obreroy popular. Estos sectores engañados de la clase obrera fueron en realidad dirigidos por el malevaje peronista repitiendo oscuros designiosde la época de Rosas.”

4 Revista New York Time, 24 de junio de 1941. Disponible en www.time.com

solo diremos que aún ahora quie-nes han tenido el placer de escu-charlo `in voce´, coinciden en co-rroborar su escaso dominio denuestro idioma”.1

En rigor de verdad, el antipero-nismo, que efectivamente existió, nofue una posición unánime en el in-terior del PC, ni se mantuvo incon-movible en las décadas siguientes.Como bien señalan Andrés Gur-banov y Sebastián Rodríguez, ladebilidad de esta tesis reside tantoen la centralidad dada al estudio delos documentos partidarios de en-tre 1943 y 1946 dejando de lado elrelevo de los documentos del pe-ríodo posterior, como en la repe-tición de consignas elaboradas porcorrientes políticas opuestas al PC.2Durante estos tres años la posiciónoficial del PC caracteriza el golpede 1943 como “nazifascista” ypromovido por el GOU, represen-tante del hitlerismo y falangismoeuropeo. Y decimos posición ofi-cial porque estudiando la historiainterna del PC más allá de sus do-cumentos oficiales, podemos ob-servar que la existencia de fuertesdiscusiones al interior de la militan-

cia respecto no sólo a la caracteri-zación de Perón sino a la posiciónque debía tomarse frente a él. Eneste período, decíamos, se identifi-ca a Perón como un “aventurerosin principios” con poca incidenciaen la sociedad salvo algunos secto-res sindicales. En ese marco, el 17de octubre de 1945 fue leído comouna jornada que movilizó a secto-res engañados de la clase obrerabajo los efectos de la demagogia.3El PC sostenía la línea de “UnidadNacional” antifascista sin exclusiónde ninguna fuerza democrática, talcomo la Unión Soviética impulsa-ba en sus alianzas con naciones “de-mocráticas” en la lucha contra elnazifascismo. Esta visión no puedeanalizarse sin tener en cuenta la tra-dición de lucha antifascista que elPC, junto a otros sectores, impulsóen la Argentina durante la décadaanterior. El fascismo se convirtió enla década del ´30 en el principalenemigo de los partidos comunis-tas y de buena parte de la intelec-tualidad liberal y progresista. La es-trategia política comunista desple-gada entonces pasó a ser la cons-trucción de Frentes Populares con-

tra el fascismo estableciendo alian-zas con sectores que, en períodosanteriores, se habían presentadocomo adversarios.

La línea de lucha contra el fascis-mo se profundizó aún más con lossucesos de la Segunda Guerra Mun-dial. En la perspectiva del PC, eltriunfo de la URSS y sus aliadosfrente al avance nazi-fascista era fun-damental para el desarrollo de unprograma de liberación nacional ysocial, y así fue planteado en el XCongreso del Partido en noviem-bre de 1941. Por su parte, en juniode ese mismo año, el senador esta-dounidense Harry S. Truman habíadeclarado para la revista New YorkTime: “si vemos que Alemania vaganando, debemos ayudar a Rusia,y si es Rusia la que gana, debemosayudar a Alemania, y de ese mododejar que se maten tanto como seaposible; aunque en cualquier caso noquiero ver a Hitler victorioso bajoninguna circunstancia”.4

En la Argentina, esta clave de lec-tura, fascismo versus antifascismo,fue la que se impuso también en lacaracterizacaión que los comunis-tas hicieron del golpe de estado de

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5 Citado en Agosti, Héctor P., Perón y la 2° guerra mundial, Buenos Aires: Editorial Polémica, 1970, p.14.6 Agosti, Héctor P., op. cit., 1970, p. 14. Agosti cita allí un texto titulado “Nuevas bases para el GOU” en el que se escribe: “Las

derivaciones de la política moderna, con sus avances en el campo social e institucional, han traído como consecuencia la necesidad de quelos ejércitos lleguen a penetrar, más que en la política misma, los designios de los políticos, que ponen en peligro la existencia misma delEstado y del Ejército. Una cosa es hacer política, y otra cosa es conocerla para prevenir al Ejército contra los profundos males que éstapueda ocasionar […] Con ello se hubiera evitado el comunismo en Rusia y la Guerra Civil en España”.

7 Schulman, JoséErnesto, “Algunos de los debates comunistas ante el surgimiento del peronismo y las elecciones de 1946”, en revistaPeriferias, año 6 N°9, segundo semestre del 2001, p. 135.

8 Esbozo de historia del Partido Comunista de la Argentina, Buenos Aires: Anteo, 1948, p. 131.9 Para ver algunos puntos de crítica hacia el peronismo, puede consultarse el artículo “El partido Comunista responde al General

Perón” en el periódico La Hora del 31 de agosto de 1947.

1943 como freno al avance revo-lucionario de las masas. Así lo re-conocía el propio General JoséEpifanio Sosa Molina, durante losfestejos del 1° de mayo de 1943,“una enorme multitud, con ban-deras rojas al frente, con los pu-ños en alto y cantando La Interna-cional, presagiaba horas verdadera-mente trágicas para la república.Las Fuerzas Armadas no podíanpermanecer indiferentes […] La re-volución del 4 de junio tiende a an-ticiparse a los acontecimientos.5 Elvínculo de los generales golpistas delGOU con el falangismo y al hitle-rismo es aún debatido, pero talcomo anotara Agosti años después:“Es posible que no todos los diri-gentes del GOU fueran fascistas,pero es indudable que todos losfascistas rodearon y exaltaron alGOU”.6 Sin considerar estos ele-mentos no puede comprenderse laconfluencia del PC en la UniónDemocrática, que enfrentaría a Pe-rón en las elecciones presidencialesde 1946, integrada por socialistas,comunistas, radicales y demócratasprogresistas, apoyada además por la

Sociedad Rural y la Unión Industrial.Luego de que el peronismo se

impusiera gracias al voto popularcon el 54%, el planteo de una claseobrera engañada y arrastrada porla demagogia y la presión de las ca-marillas peronistas debió ser revisa-do. Pero el cambio de posición notuvo como base el reconocimientode una política errada ni una auto-crítica franca sino que se basó en laelaboración, en una reunión amplia-da del Comité Ejecutivo apenas dossemanas después de la derrota elec-toral, de lo que serían las tesis pre-paratorias para el XI Congreso delPartido. Los materiales fueron “ba-jados” para orientar las discusionesen las bases y buscaban “explicar elcambio (real) de los posicionamien-tos políticos como si éstos resulta-ran de los ocurridos en la situaciónnacional e internacional. De estemodo, la estrategia y la conducciónpartidaria quedaban a salvo de loscuestionamientos.»7 En el Esbozo deHistoria del Partido Comunista, historia“oficial” publicada por el PC en1948, puede leerse también el cam-bio de caracterización sobre el pe-

ronismo: “la heterogeneidad delperonismo –que incluye a fuerzasobreras y populares con fuerzasburguesas y latifundistas; a aliancis-tas pronazis y falangistas con elemen-tos democráticos– y la presión queunos y otros ejercían y ejercen sobreel gobierno de Perón para que im-prima uno y otro rumbo a su políti-ca interior y exterior, determinaba–y continúa determinando– lasconstantes contradicciones que seobservaba y se observa en su políti-ca”.8 El resultado de esta lectura delperonismo como un fenómeno queenglobaba todo fue la línea políticade “apoyar lo positivo y criticar lonegativo”.9 Si bien esta posición nofue muy definida en sus contenidosprácticos, es cierto que marcó unreconocimiento de la legitimidad delgobierno que no fue asumido porel resto de los que habían participa-do en la Unión Democrática.

La propuesta de reforma consti-tucional impulsada por el peronis-mo en 1949 profundizó los des-acuerdos con el PC, pero el intentode golpe de estado “reaccionariofascista” contra Perón el 28 de

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10 «Las elecciones generales y la lucha por el pan, la tierra, la democracia, la independencia nacional y la paz”, enNueva Era, Año 3, N°4, agosto – noviembre de 1951. El título del artículo se asemeja al del informe de Codovilla en la VI Conferencia

«Unidos para defender el pan, la libertad, la independencia nacional y la paz.”11 Declaración del Partido Comunista. A propósito del Discurso del Gral. Perón infitando a los trabajadores a formar un Frente Popular

Unido para desbaratar los planes de la conspiración oligárquico imperialista”, Edición de Nuestra Palabra, 25 de abril de 1952, p. 4.12 “La cultura militante”, Orientación 6 enero 1948, p. 19.

septiembre de 1951 lo acercó nue-vamente a defender al gobiernofrente a “la oligarquía terratenientey el imperialismo yanqui»10. Así, elPartido respondió al llamado delgobierno para la constitución de unfrente y se declaró “dispuesto a lu-char hombro con hombro con peronis-tas y no peronistas para llevar a lapráctica lo que el general Perón lla-ma `Frente Popular Unido´”.11

Las diferencias internas desatadaspor el posicionamiento respecto alperonismo se hicieron visibles conlas conocidas expulsiones de Rodol-fo Puiggrós a mediados de los ´40y de Juan José Real a principio delos ´50. En el caso de Puiggrós, sinembargo, nos parece necesario re-cordar que el proceso que culminacon su expulsión se inicia en reali-dad como un movimiento más debase que el dirigente comunista ter-mina acompañando. Referimos altema de las bases porque fue justa-mente ahí en donde la hipótesis de“antiperonismo» total puede ser fá-cilmente refutada. Fue precisamen-te en las bases donde los vínculosentre trabajadores comunistas y pe-ronistas adquirieron en muchos ca-sos una dinámica propia. Tal fue elcaso de la convergencia de comu-nistas y peronistas en la Intersindi-cal de 1957, en la histórica huelga

del Frigorífico Lisandro de la To-rre en 1959 y en acciones comunesen sindicatos como el de Luz yFuerza en la década siguiente.

El plano cultural: un terrenopoco explorado

El gobierno de Perón no desa-rrolló una política de cooptación deintelectuales ni generó una intelectua-lidad orgánica para su movimiento.La mayor parte de la intelectualidadargentina se ubicaba en la oposiciónmás o menos explícita a su gobier-no y su política cultural. Agosti seubicó claramente en esta oposicióncuando escribía en las páginas deOrientación en 1948:

“dijo el presidente de la Repúbli-ca que ahora se trataba de `organi-zar la cultura para que no sigamosimplantando en nuestro país cosascontrarias a nuestra idiosincrasia, anuestra raza, a nuestra religión y anuestro idioma´. La delimitación dela teoría contrarrevolucionaria en elorden de la cultura no puede ser másexplícita [...] raza y religión aluden asía los dos ordenes negadores de latradición argentina en cuanto doc-trina revolucionaria de cultura [...]afirmar el credo revolucionario deEcheverría frente a la apostasia con-

trarrevolucionaria edulcorada porlos bien rentados monjes del presu-puesto, supone reivindicar la condi-ción militante de la más genuina in-teligencia argentina”.12

Dos años más tarde, en 1950, elgobierno emprendió una campañade enaltecimiento de la figura deGeneral San Martín, y todos losdocumentos emitidos debían llevarobligatoriamente la impresión “Añodel Libertador General San Martín».En el marco de esa campaña se creala Comisión Visca, encargada deperseguir toda actividad periodísti-ca independiente, clausurando dia-rios y periódicos que no llevaran laconsigna de recordatorio sanmarti-niano. José Emilio Visca era un di-putado peronista del centro de laprovincia de Buenos Aires, cuyasposiciones conservadoras y antico-munistas lo apresuraron a clausurarel órgano oficial del PC, el diarioLa Hora.

Para revertir la posición desfavo-rable que muchos medios periodís-ticos tenían frente a Perón, el go-bierno procedió, además de a laclausura y censura de algunas publi-caciones, a la compra de editorialescomo Haynes, una empresa de capi-tal angloamericano que editaba ElMundo y otras publicaciones popula-res. Al frente de la empresa se desig-

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13 Pulleiro, Adrián, “Apuntes sobre el campo intelectual en el primer peronismo”, Buenos Aires, 2009, inédito.14 Nos interesa destacar la importancia de la labor pionera de Agosti en la introducción sistemática de Gramsci al español, no sólo con

el uso de algunos conceptos gramscianos, sino por la iniciativa de traducción de las obras del pensador italiano a partir de 1950, másteniendo en cuenta que recién tres años antes habían comenzado a ser publicadas en Italia.

15 Es interesante leer la forma en la que se presenta a la Casa en el diario El pueblo. En dos entregas con fecha 20 y 21 de abril de 1959,titulados “Los instrumentos de la conspiración comunista”, el diario realizaba una pormenorizada descripción que incluía la sede, elteléfono, los departamentos y publicaciones, sus autoridades en los diferentes momentos y los participantes de las filiales. Todo, graciasa la documentación proporcionada por el Ministerio del Interior y la Policía Federal.

nó a Carlos Aloé, quien fuera Secreta-rio Administrativo de la Presidenciaentre 1946 y 1952, quien en 1951 pre-sidirá también ALEA S.A. ALEAabsorberá luego la editorial Haynesy la editorial Demogracia S.A., queeditaba Democracia, El laborista, Críticay Noticias Gráficas. Esta concentraciónprogresiva de los medios redujo no-tablemente las posibilidades de laoposición de manifestar sus des-acuerdos con el gobierno, y en el casode los comunistas se sumó a losarrestos y vejámenes que venían pa-deciendo desde el golpe de 1943.

En el terreno universitario el go-bierno desplegó también operativosde persecución. Al concluir 1946habían sido desplazados de sus car-gos en universidades nacionales 1250docentes, casi un tercio del total delcuerpo de profesores (423 fueronseparados de sus cargos y unos 800renunciaron); los grupos y centrosde investigación fueron práctica-mente desmantelados. Los estudian-tes también fueron objeto de me-canismos de disciplinamiento, queiban desde el requerimiento de cer-tificados policiales de buena conduc-ta hasta la presencia de policías decivil en las aulas.13

El el plano intelectual, algunoscomunistas, como fue el caso de

Agosti, realizaron trabajos comunescon sectores del liberalismo que bus-caban preservar las tradiciones de-mocráticas frente a la avanzada re-visionista y católica. Tal fue el casode la Campaña Echeverriana, impul-sada por Agosti y el escritor liberalCarlos Alberto Erro, y motivadapor el centenario de la muerte delpensador del ́ 37. La Campaña tuvoadherentes y actos en varios puntosdel país, y fue el marco de publica-ción de uno de los libros más im-portantes y polémicos de Agosti:Echeverría, libro que introduce porprimera vez categorías gramscianaspara el análisis de la historia y la rea-lidad argentina.14 Pero la comisiónecheverriana no escapará a las pro-fundas divisiones que el peronismosembró en la intelectualidad argen-tina. En 1952 la comisión se dividi-rá en dos: por un lado, los más acé-rrimos antiperonistas crearán juntocon Carlos Alberto Erro la Asocia-ción Cultural Argentina para la De-fensa y la Superación de Mayo (AS-CUA); por el otro, un grupo máspequeño integrado por Ricardo M.Ortiz, María Rosa Oliver y el pro-pio Agosti, entre otros, dio nacimien-to a la Casa de la Cultura Argentina.La Casa aspiraba a aglutinar intelec-tuales de diferentes disciplinas para

contribuir al “proceso de liberaciónnacional”, retomando, en cierta for-ma, el legado del Colegio Libre deEstudios Superiores fundado porPonce en 1930. Fue clausurada en1959 por el gobierno de ArturoFrondizi.15

El en año 1956 el PC realiza suPrimera Reunión Nacional de Inte-lectuales comunistas. Lejos de pen-sar que el derrocamiento de Perónel año anterior implicaba el “fin delproblema”, como sostuvieron lossectores liberales más profundamen-te antiperonistas, el informe centralde la Reunión, elaborado por Agosti,muestra la preocupación latente porla interpretación del fenómeno pe-ronista. Agosti afirmaba allí que eltema del peronismo no debía ser des-atendido, más allá de la posición quelos intelectuales pudieran tener. En estesentido, el trabajo con las masas pe-ronistas debía considerarse eje cen-tral en la política partidaria. ParaAgosti lo importante no era simple-mente caracterizar al fenómeno en sí,sino intentar explicarlo en relación aaquellos factores que permitieron queel peronismo arraigara tanto en laclase trabajadora. El simple recha-zo del peronismo, como el practi-cado por no pocos intelectuales dela revista Sur, dejaba intacto el

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problema de cómo recuperar elapoyo de los trabajadores una vezdepuesto Perón, tema que no eramenor para los comunistas. El in-forme rechazaba también el recur-so de la “demagogia”, como factorexplicativo de aquel arraigo, y apun-taba a reconocer las motivacionesque llevaron a gran parte de los tra-bajadores a apoyar al que resultabatodavía su líder indiscutido. Si bienAgosti reconocía el uso de la dema-gogia, su éxito sólo podía explicarsepor la existencia de profundas ne-cesidades del pueblo que fueron há-bilmente reconocidas por Perón.Éste había cimentado todo su dis-curso en las ideas de “antimperialis-mo” y “justicia social”, que retoma-ban las carencias existentes de hechoen la clase obrera. Pero ni el gobier-no de Perón ni el de la “RevoluciónLibertadora» que lo derrocó habíanavanzado en una reforma estructu-ral, esto es, modificado el régimende propiedad de la tierra y logradouna efectiva independencia deriva-da de la expulsión del imperialismo.Se trataba, entonces, de “arrebatara la reacción sus bases económicasde predominio político, porque delo contrario la reacción, a pesar desus discursos democráticos, habráde reinstalarse constantemente so-bre el cuerpo del país”. Aclaremosque Agosti dejaba de lado la expli-cación simplista que atribuye a lapresencia del imperialismo la res-ponsabilidad de absolutamente to-

dos los males, como si no existie-ran elementos e intereses locales quecontribuyeran al estancamiento na-cional. Pero advertía en los posi-cionamientos respecto al imperia-lismo una de las claves para com-prender las verdaderas intencionesde cualquier política que pretendie-ra llamarse «revolucionaria».

A pesar de todos los hechos quedescribimos anteriormente, queafectaron fuertemente la intensa ac-tividad cultural que el PC desarro-llaba, se mantuvieron vínculos conel peronismo que resultaron en al-gunas iniciativas comunes, entre lasque podemos citar el semanario So-luciones. Según afirma Miguel Maz-zeo, Agosti planteó la necesidad deeditar un periódico en común, con-vocando también a sectores disi-dentes de la UCRI que se habían ale-jado del frondizismo (específica-mente Ismael Viñas y Ramón Alcal-de, con quien Agosti había tenidoya contactos).16 La iniciativa contócon el visto bueno de Victorio Co-dovilla, y Ernesto Giudici fue de-signado como responsable del pro-yecto. El semanario tuvo como di-rector a Ismael Viñas y el Consejode Dirección quedó integrado porJorge Cooke, Isidoro Gilbert, S.Barberis y Lisandro Caballero. Solu-ciones mantuvo una fuerte oposiciónal presidente Arturo Frondizi, unalínea de claro antimperialismo y unexplícito apoyo a la Revolución Cu-bana, además de declaraciones de

repudio por parte de comunistas yperonistas por la persecución de susrespectivos partidos.

Estudiar rigurosamente y en pro-fundidad las relaciones entre comu-nistas y peronistas requiere, sin duda,detenerse en los diferentes períodoshistóricos por lo que atravesó estevínculo y un análisis detenido de lossectores en lo que esta relación sedesarrolló. Es indudable que la tra-dición antifascista de las décadas del´30 y el ́ 40 condicionó la lectura quelos comunistas (aunque no sólo ellos)hicieron del gobierno instalado en1943, desde el que Perón irá pro-gresivamente ganando protagonis-mo. La persecución, el encarcela-miento y la tortura de muchos co-munistas no puede ser pasada poralto a la hora de intentar una expli-cación de la posición que el PC tuvorespecto a Perón. Si tenemos encuenta además la gravitante presen-cia de comunistas en los ámbitos dela cultura, entendemos además quemuchos de los intelectuales comu-nistas sostuvieran, en el mejor de loscasos, una reticencia a establecer vín-culos con el peronismo. Sin embar-go, y a pesar de que, mediante polí-ticas impulsadas desde el Estado,Perón pudo arrebatar a los comu-nistas muchos de los sindicatos queestos controlaban, hubo a nivel de lasbases una continuidad en las relacio-nes que determinaron en muchos ca-sos la posibilidad de acciones comu-nes en las reivindicaciones obreras.

16 Véase Mazzeo, Miguel, Miguel, “Cartas, textos inéditos y trabajos poco conocidos de John William Cooke”, Periferias año 4número7, 2000, pp. 97-99.

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Los festejos bicentenarios quese están produciendo ennuestros países sudamerica-

nos, han instalado el fenómeno deuna mayor actitud y disposiciónhacia la interpretación histórica porparte de los pueblos. La atención alas reivindicaciones de los pueblosoriginarios, de las diversas regionesy culturas, de las reivindicaciones degénero, de minorías sexuales, étni-cas y sociales, por parte de la ma-yoría de los gobiernos integrantesde UNASUR, ha puesto en otroplano los valores identitarios decada etnia o sector, lo que conlleva–invariablemente– a un reforza-miento del vínculo individual y co-lectivo con lo ancestral, con lo quehay de común con el pasado.

Ahora: ¿Qué es lo que conme-moramos con este Bicentenario?

Al decir del chileno José Victo-rino Lastarria en 1844, “el aconte-cimiento más importante de todoslos siglos luego de la irrupción delcristianismo”.1 Se refería al procesode revolución continental en Nues-tra América. Préstese atención a lavaloración de dicha gesta en esta de-finición que puede parecer exagera-da, pero que persigue la intenciónde vacunarnos contra quienes mini-mizan, deforman o subsumen laguerra de independencia en fenóme-nos más amplios como la revolu-

por Horacio López*

IDENTIDAD NUESTRAMERICANA

Descolonizar y democratizar la historia

ción liberal burguesa en España o elllamado “ciclo de revoluciones at-lánticas” definido por historiadoreseuropeos y norteamericanos comoGuerra, Godechot y Palmer, sobrelos que volveremos más adelante.

Las conmemoraciones sobre losbicentenarios de los distintos hechosque se fueron dando en las diversasregiones del continente tuvieron bas-tante trascendencia a niveles estata-les, académicos y periodísticos. Peroprestemos atención al bicentenariode un hecho que inauguró el ciclode la revolución en América, dejan-do de lado los sucesos en Américadel Norte: El triunfo de la primerrevolución negra, antiesclavista, triun-fante en el mundo y la posterior in-dependencia de Haití, cumplido en2004: Este acontecimiento fue prác-ticamente ignorado por las Histo-rias Oficiales y el periodismo queresponde a los sectores dominan-tes. ¿Por qué?: Porque en la lógica dela dominación los negros no hacenrevoluciones; la revolución es una ca-tegoría de la epistemología del sis-tema dominante.

Las Historias de las AcademiasNacionales de casi todas nuestras Pa-trias Chicas tienen el mismo conceptoen cuanto a que las revoluciones fue-ron protagonizadas por blancos.

El interés de la Historia de la do-minación es invisibilizar, hacer des-

aparecer a los sujetos sociales ymanejarse con referentes históricosde las elites.

Las conmemoraciones sobre losbicentenarios de las independenciaso primeros gritos de libertad per-mitió, además de difundir más ymejor los relatos inherentes a ello yde confraternizar más aún con nues-tros hermanos del subcontinente –recuperando prácticas que se colec-tivizaran antes y durante la guerra deliberación-, visualizar más claramentecuáles eran los relatos que se corres-pondían con lo que podemos lla-mar una historia más real, más po-pular, una Nueva Historia, y cuáleslas anacrónicas, vetustas, útiles herra-mientas de las clases dominantes detodas las épocas, la vieja Historia cons-truida y difundida por esas elites.

Se plantea entonces la contradic-ción entre una Historia popular, queincluye ocuparse de las participacio-nes populares (los excluidos, losindios, negros, las mujeres) y susincidencias en los acontecimientos,y una Historia todavía Oficial (aun-que cada vez menos), académica,que cuenta sobre los elegidos per-sonajes que serían los que la cons-truyen con sus acciones (generali-zadamente blancos, entorchados,galerudos y sotanudos).

Esta contradicción se evidenció sinque así se lo propusieran de antemano

* Miembro del Comité Central del PC de A. Subdirector del Centro Cultural de la Cooperación «Floreal Gorini» de Buenos Aires.Investigador de temas históricos. Escritor con varias novelas históricas publicadas y ensayos sobre temáticas latinoamericanas editadosen Argentina, Cuba, Venezuela y Colombia.

1 José Victorino Lastarria. “La América” (1844) en De Moreno a Sarmiento. Ensayistas de Nuestra América. Buenos Aires, EditorialLosada, 1994, p. 254.

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2 Medófilo Medina, “Consideraciones en torno al paradigma de François-Xavier Guerra sobre las ‘Revoluciones Hispánicas’”,Artículo inédito.

3 François-Xavier Guerra, “El pueblo soberano: fundamento y lógica de una ficción (países hispánicos del siglo XIX)”, en MedófiloMedina, Ob. Cit.

los protagonistas, en los debatesproducidos cuando la creación delInstituto Nacional de RevisionismoHistórico Argentino e Iberoameri-cano “Manuel Dorrego”.

Valga una digresión: Este Institu-to, al que muchos hemos saludadoalegrándonos de que apareciera unanueva voz en los debates, a pesarde sus pomposas definiciones de“nacional” y de “revisionista histó-rico”, incluye en su nombre un con-tenido enteramente colonialista:«iberoamericano”. Es lo mismo quedecir en 1810 “hispanoamericano”.¡Si nos sacamos a España de enci-ma entonces, no la invoquemos einvitemos ahora, que es cuando tie-ne armas más poderosas que las deentonces, aunque por suerte muydevaluadas hoy por su propia crisisinterna! Fin de la digresión.

Los auténticos protagonistas

Volviendo a la lógica de esas His-torias de las Academias, en cuantoa que los negros, indios, mestizos,mulatos, mujeres, no hicieron nihacen las revoluciones, pensemos enprime lugar que el 85% como mí-nimo de la población de aquellaépoca (12 millones de habitantes enSudamérica, según relata Montea-gudo en sus escritos) eran mestizos,negros, mulatos, indígenas; no eran

blancos. Uslar Pietri habla de un95% en la zona de Venezuela.

Necesariamente esos sectores seinvolucraron, aunque los sigan ig-norando: Pueblos quechuas y ayma-ras derrotando al colonialismo es-pañol en territorios de Perú y Boli-via; las fuerzas participantes de la lla-mada “guerra de las republiquetas”.Poderosa insurrección que entre1814 y 1815 sacudió a esos territo-rios bajo la dirección del ancianocuraca Mateo García Pumacagua.

Las montoneras de Güemes ac-cionando en el norte para impedirque los realistas ingresasen al terri-torio de lo que hoy es la Argentina,y pudieran bajar primero a Córdo-ba y luego a Buenos Aires a sofo-car la revolución.

El apoyo de las comunidadesguaraníes al gobierno de GasparRodríguez de Francia en Paraguay,defendiendo la independencia tan-to contra España como contra losgrupos oligárquicos y pro británi-cos de Buenos Aires que se instala-ran con la contrarrevolución.

Las fuerzas que siguieron al Pro-tector de los Pueblos Libres, JoséGervasio Artigas. Los pueblos ori-ginarios que siguieron al CapitánGeneral del Ejército de Redenciónde las Américas, el sacerdote MiguelHidalgo en el virreinato de NuevaEspaña. Los negros, zambos, mu-latos, integrando las escuadras de

choque y de vanguardia de los ejér-citos de liberación, etc, etc.

Por eso decimos que las revolu-ciones las hicieron y las hacen lospueblos, los colectivos; no son ex-clusivas de los letrados. Son actoscolectivos que se construyen y re-construyen a sí mismos.

Una revolución concaracterísticas propias

En las visiones eurocéntricas dealgunos historiadores aparece elproceso de nuestra revolución con-tinental minimizado o subsumido.Los historiadores Jacques Gode-chot, francés, y el norteamericanoRobert Palmer hablaban, a media-dos del siglo XX, sobre el modelode revoluciones atlánticas2, hacien-do el centro en Europa y losEE.UU., e incorporando la inde-pendencia de las colonias españo-las como un componente orgáni-co de esa concepción. Por otrolado, en un planteo coincidente y ala vez diferenciado del anterior, elhistoriador español nacionalizadofrancés, François-Xavier Guerra,“asume los eventos ocurridos en-tre 1808 y 1824-25 como un pro-ceso único entendido como la crisisde la Monarquía hispánica que con-dujo a una transformación en susdos pilares: la Península y América.”3

ABREU LIMA CASTELLI MORELOS NARIÑOSSUCRE

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4 K. Marx y F. Engels. La Revolución en España. Barcelona, Ediciones Ariel, 1969, p. 82.5 Ibid., p. 84.6 Edgardo Lander, “Ciencias Sociales: saberes coloniales y eurocéntricos” en Eduardo Lander, compilador, La Colonialidad del saber,

ediciones CICCUS, CLACSO, Buenos Aires, 2011, p. 16.

Como se observa, ambas posi-ciones subestiman y minimizan losgrandes acontecimientos ocurridosde este lado del Atlántico sur y yerranen cuanto a las causas de los mismos.

Por otro lado, historiadores es-pañoles y también de NuestraAmérica, e instituciones del espacioÍbero-americano hablan de que larevolución en Hispanoamérica fue uncomplemento de la llamada revolu-ción liberal burguesa en España.

Con esta afirmación lo que selogra es quitarle identidad, origina-lidad a nuestro propio proceso.Además: ¿Es que aquí no existíanprocesos propios, incluso antes delo de España? ¿Qué fueron sinoprocesos de resistencias propios losde Guaicaipuro liderando una Con-federación indígena en el valle deCaracas, los de Túpac Amaru, Tú-pac Catari; la sublevación de Gualy España en La Guaira o el levan-tamiento en Chuquisaca.

Hubo una revolución liberalburguesa en España contra el inva-sor francés, pero también contra elabsolutismo regio. Fíjense en la con-tradicción señalada por Marx en suobra “La Revolución en España”,cuando apunta que la vanguardia deaquel proceso de lucha del puebloespañol contra el invasor –los estu-diantes, profesionales, intelectuales ysectores de la burguesía- combatíana los franceses con las banderas y

los ideales de la revolución francesa.Cierto es que hubo algunas cues-

tiones que podemos compararcomo diferencias y similitudes connuestra revolución continental;Marx señala algunas característicasen su obra citada, aunque él nocompara ambas revoluciones:

Sobre la constitución de las Jun-tas Marx escribe: “Las Juntas fue-ron elegidas por sufragio univer-sal... pero eligieron generalmente asus superiores naturales, elementosde la nobleza respaldados por elclero y pocas personalidades nota-bles de las clases medias”.4

Esto fue una diferencia con lasJuntas en Hispanoamérica, para lasque fueron elegidos no pocos crio-llos, muchos de ellos anticolonia-listas, con visiones de cambios, ytambién algunos españoles, pero norepresentantes del poder dominantehasta entonces, en general.

Sí hubo una similitud entre Es-paña y América en cuanto a lo si-guiente: Dice Marx en su obra: “Elfraccionamiento del poder entre lasjuntas provinciales... colocó al in-vasor ante el problema de la faltade un centro que poder herir deci-sivamente; el francés quedó com-pletamente desorientado al descu-brir que el centro de la resistenciaespañola no se encontraba en nin-guna parte y estaba en todas”.5

Igual situación militar se planteó

aquí con sublevaciones simultáneasen todas las regiones de Hispano-américa, sin un centro revolucio-nario, lo que creó dudas en Es-paña sobre a dónde enviar las tro-pas represoras.

Cuando se dice que mayo de 1810en Buenos Aires no hubiese sidoposible sin la invasión francesa aEspaña, se está subestimando, creo,la dinámica propia del cambio y lacontradicción aquí, y se está ponien-do el centro en un hecho eurocén-trico. Se niegan las culturas periféri-cas en su contradicción con la cul-tura central.

¡Si esto no es reproducción deldiscurso europeo, díganme qué es!

Nuestra original periodización

Entre las deconstrucciones que sehan venido produciendo en los úl-timos años en todas partes delmundo, figura como una de lascontribuciones fundamentales, elcuestionamiento de la historia eu-ropea como Historia Universal.6

Debemos descolonizar las cate-gorías de la Historia, o sea no des-plegar nuestra propia Historia conlas categorías europeas: ¿Por quédebemos atenernos a la convencio-nal periodización que inventaron loseuropeos, dividiendo la Historia enAntigua, Medioevo, Moderna, Con-

MORAZANAZURDUY GÜEMESMORENO BELGRANO

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temporánea, o en fijar categoríascomo El Renacimiento, etc.? Si nosvamos a guiar por los Modos deProducción y Formaciones Socia-les, América Latina y El Caribe noatravesaron por los mismos Mo-dos y Formaciones que Europa.

Otra definición impuesta fue ha-blar de Europa Occidental comouna nueva identidad geo-culturalemergente, como “la sede centraldel control del mercado mundial.En el mismo movimiento históri-co se producía también el despla-zamiento de hegemonía desde lascostas del Mediterráneo y desdelas costas ibéricas, hacia las del At-lántico Noroccidental.”7 Estas con-cepciones llevan automáticamen-te, de asumirse, a supeditar las pe-riodizaciones a los Modos de Pro-ducción del norte, a medirlas deacuerdo a sus cambios políticos ysociales.

Surge entonces la pregunta: ¿Porqué no inventar nuestra propia pe-riodización?

Uno de los que lo hizo fue el his-toriador argentino nacionalizadochileno, marxista y de profundaidentidad nuestramericana, LuisVitale. En su trabajo Introducción auna teoría de la Historia para Américalatina, partiendo de la base de lanecesidad de un enfoque totalizantepara esbozar una nueva periodiza-ción de la historia de Latinoaméri-ca, propuso los siguientes períodos:

1º) Pueblos cazadores, reproduc-

tores; más de 50.000 años AnE.2º) Modo de producción comu-

nal; 5000 años AnE.3º) Transición hacia las formacio-

nes de las sociedades Incas y Azte-cas; 1000 años AnE.

4º) Formaciones sociales Incas yAztecas y Modo Producción co-munal tributario.

5º) Formación social Colonial.6º) Revolución Anticolonialista,

hasta la formación de naciones for-malmente independientes; 1804-1860.

7º) Formación social capitalistaprimaria exportadora; 1860-1890.

8º) Formación social semicolo-nial I en los inicios de la fase impe-rialista; 1890-1930.

9º) Formación social semicolo-nial II; de 1930 en adelante.

10º) 1959 en adelante. Se inicia lanueva fase con periodo de transi-ción al socialismo (Cuba).8

Estaríamos en esta última fase,incluyendo todas las luchas y cam-bios ocurridos en la segunda mitaddel siglo XX y las experiencias ac-tuales en Venezuela, Ecuador, Bo-livia y Nicaragua.

Pero si pensamos la Historia des-de la lucha de los pueblos y los pro-cesos revolucionarios, si cualifica-mos desde el punto de vista de lasrupturas producidas por cambiosprofundos y revolucionarios, po-dríamos construir una subperiodi-zación desde el inicio del nivel 6º)de Vitale, no ateniéndonos a los

Modos de Producción sino a lasrupturas políticas y sociales:

1º Subperíodo: 1804-1826: De larevolución e independencia haitia-na hasta el Congreso Anfictiónicode Panamá.

2º: 1826-1895: Hasta el comien-zo de la guerra independentista enCuba, una de las últimas guerras ame-ricanas contra el reino de España.

3º: 1898-1910: Hasta el comien-zo de la revolución mexicana.

4º: 1910-1959: Hasta el triunfo dela revolución cubana.

5º: 1959-1999: Hasta el triunfoelectoral de Hugo Chávez Frías enVenezuela. (Desde lo deCuba, seincluyen Chile en los 70, Nicaragua79, Chiapas 94).

6º Periodo: Desde 1999 hastanuestros días. Aquí entran los pro-cesos de cambios profundos enVenezuela, Bolivia, Ecuador (lasrevoluciones bolivariana, ciudada-na, indígena), y los procesos de cam-bios en Argentina y Brasil.

Estaríamos en este período ac-tual en la etapa de concreción de lasegunda y definitiva independenciaque propiciaba José Martí, mediantela revolución continental (caracte-rística común entre el 1º y 6º sub-período) como objetivo estratégi-co, y vislumbrando los albores delsocialismo del siglo XXI que pro-picia Hugo Chávez.

Estas subperiodizaciones no sig-nifican santificar la concepción uni-lineal de la Historia que ya había

7 Anibal Quijano, “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina”, en Edgardo Lander, Ob. Cit., p. 225.8 Luis Vitale. Introducción a una teoría de la Historia para América Latina. Buenos Aires, 1992, Editorial Planeta, p. 66.

MONTEAGUDORODRIGUEZ O’HIGGINS ARTIGASHOSTOS

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popularizado el positivismo, sinoutilizando categorías como la dearticulado o multilineal, lograr unaconcepción reticular, de entrama-dos nodales dialécticamente influen-ciables unos por otros: La influen-cia de Venezuela en el continente,por ej., o la de Bolivia sobre otrospaíses hermanos con población in-dígena; la influencia de las demo-cracias como la argentina, ecuato-riana o brasileña sobre Honduras,por ejemplo.

Caracterización de las dosrevoluciones

La caracterización de la Revolu-ción del 1º período podemos de-finirla como revolución continen-tal de liberación, americanista, anti-colonialista, por la independencia,la libertad e igualdad, democrática,republicana, agraria, antiesclavista.

La caracterización de la Revolu-ción del 6º período: Es en poten-cia, en embrión, una revolución

continental en ciernes (Chavez nosdecía a una delegación argentina delCongreso Bolivariano en 2000: “Sila revolución bolivariana queda den-tro de las fronteras de Venezuela semuere”); de liberación, por la se-gunda y definitiva independencia,americanista, antimperialista, inte-gracionista (idea de la Patria Gran-de), por el socialismo del siglo XXI.

Vemos similitud de objetivos enambos periodos. En realidad sonlas mismas banderas del ideariolatinoamericanista de la unidad quepersisten desde el inicio de nuestrasluchas y continuaron, con diversasuerte, durante el siglo XIX y XX.

Esta revolución continental delsiglo XXI será una revolución anti-neo-colonial, con contenido socia-lista; que no transitará la fase de-mocrática burguesa. No existen ennuestros países neocolonizados,condiciones para una revoluciónencabezada por la burguesía o elproletariado industrial. Será simple-mente la revolución encabezada porel sujeto pueblo, con toda la rique-

za y originalidad que el realismomágico de esta Nuestra América lesabrá dar.

Conclusiones

1- Democratizar la Historia. Sa-car a la Historia de los cubículosacademicistas y de los manuales defechas y personajes de bronce.

Muchos historiadores se quedanen lo que podemos llamar “fecha-lización” o Historia Sinóptica (22de mayo, 25 de mayo de 1810, 9de julio de 1816, en el caso de Bue-nos Aires), en la “sacralización” delos personajes (Moreno, Saavedra,San Martín, etc.).

Esa es una Historia fáctica, esdecir el relato de batallas, aconteci-mientos patrióticos, héroes mitolo-gizados, presidentes y caudillos quese suceden linealmente como enuna autopista.

No nos sirve todo esto. No po-demos repetir el discurso de la do-minación ni utilizar las fuentes do-cumentales positivistas y neopositi-vistas; deberemos descubrir otrasfuentes que respondan mejor a lopopular. Debemos ver la Historiaen sus procesos, analizar las causasde los fenómenos, los protagonis-tas, las reivindicaciones que losmueven, desde el punto de vista delos intereses populares. En esta di-rección vale destacar el ejemplo delas investigaciones realizadas en Ve-nezuela por el Centro Nacional deHistoria y el Archivo General de laNación, que vienen editando las lla-madas “Memorias de la Insurgen-cia», especie de diccionario de las

ZAPATAMARTI

BOLÍVAR MIRANDA SAN MARTÍN

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historia de contenido eurocéntricoen función del mundo mediterrá-neo y de Europa Occidental y cons-truir la historia con nuestra mundi-visión americanista.

Plantearnos una ruptura epistémi-ca con esa mentalidad europea. Nosomos neutros en la Historia, nonos asumimos neutros. Creemos enuna Historia comprometida y esta-mos contra un imaginario historio-gráfico de la dominación que sub-yace en discursos, en celebracionespomposas, en los relatos de lasAcademias, en producciones deeditoriales multinacionales. Por eso

voces de un pueblo que había sidomantenido en el anonimato. Lospersonajes y sus acciones que allí sevisibilizan son, en suma, una prime-ra avanzada de insurgentes, cuyoscasos pertenecen a los expedientesque se conservan en la sección Cau-sas de Infidencia (juicios a hombresy mujeres que desobedecieron elpoder español por medio de pala-bras, actos, escritos y la instauraciónde gobiernos revolucionarios du-rante el proceso independentistavenezolano) del Archivo General dela Nación.

2- Reconstruir la Historia; escri-bir una nueva Historia y divulgarlamasivamente.

Utilizar para esto las corrientes delpensamiento surgidas en NuestraAmérica, como el “Bolivarismo”,que incluye a lo creado por todosnuestros pro hombres de la inde-pendencia y épocas posteriores; elnuestroamericanismo redentor deJosé Martí, Manuel Ugarte, de Hos-tos; el marxismo revolucionario deMella, Mariátegui, Fidel, el Che); lasideologías emanadas del nacionalis-mo popular, de la teología de la li-beración, así como los aportes de lallamada Historia Oral que remiten alas experiencias de luchas y construc-ciones de nuestros días.

En lo inherente a la divulgaciónvalga también el ejemplo venezo-lano: un pueblo debatiendo su his-toria por diversos medios de co-municación, y particularmente enpersona, concentrándose los díasdomingo en las plazas para armardebates abiertos. No ha habido en-cuentro de historiadores, congresosy foros en Venezuela, donde a los his-

toriadores invitados no nos hayanenviado a alguna plaza a argumentar,fundamentar y debatir con el públi-co congregado de a por cientos.

Este ciclo Bicentenario debe pro-ducir una profunda reflexión, unaprofunda reconceptualización des-de el punto de vista del conoci-miento y la epistemología de esaHistoria tan armada, tan cómoda,en la que no aparecemos en tantocampo popular.

3 -Desmontar el cientificismoeurocéntrico. Negarnos a construirel ciclo Bicentenario desde la ópti-ca de la dominación. Rechazar la

GUEVARA· FIDEL Y RAUL CASTRO · ALLENDE · ESPIN

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9 Enrique Dussel. “Transmodernidad e interculturalidad”, en Edgardo Lander compilador. La colonialidad del poder, EdicionesCICCUS, CLACSO, Buenos Aires, 2011, p. 65.

10 Simón Rodríguez. Obras completas, Caracas, Universidad Simón Rodríguez, 1975, t. I, p. 66.11 José Martí. Antología mínima, La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 1972, t. I, p. 244.

también debemos descolonizarnuestras mentes primero, para lue-go poder descolonizar las culturas.Escribe Enrique Dussel: “Todo co-mienza por una afirmación. La nega-ción de la negación es el segundo mo-mento. ¿Cómo podrá negarse eldesprecio de lo propio sino inician-do el camino con el autodescubri-miento del propio valor? Las cul-turas poscoloniales deben efectiva-mente descolonizarse, pero paraello deben autovalorarse.”9

4- Reivindicar la identidad nues-tramericana. Francisco Bilbao, chi-leno, y José María Torres Caicedo,colombiano, comienzan a usar eltérmino “América Latina” por1856 en sus conferencias en París;los franceses lo utilizan a partir dela invasión de Maximiliano a Méxi-co. Pero “América Latina” no nossirve; no nos contiene a todos.

Cuando se habla de Iberoaméri-ca o de Hispanoamérica, se lo hacedesde la lógica de la dominaciónhispana, del neocolonialismo. Ni“Latinoamérica”, ni “Hispanoamé-rica”, ni “Iberoamérica” son térmi-nos adecuados. Siguiendo a Martí,hay que hablar de Nuestra Améri-ca, esa América vestida de negro,de indio, de mestizo, mulato y blan-co. Decía Simón Rodríguez: “en lu-gar de pensar en medos, persas oegipcios, pensemos en los indios”10.Y José Martí nos aconsejaba: “Launiversidad europea ha de ceder a

la universidad americana. La historiade América de los incas acá, ha deenseñarse al dedillo, aunque no se en-señe la de los arcontes de Grecia”11.

5-Debemos plantearnos la re-flexión sobre el Bicentenario comouna dicotomía entre la semántica dela dominación versus la semántica dela liberación, y ver esa dicotomía enun marco de larga duración, másallá de 1810 e incluso de 2010, y ver-lo en el proceso histórico nuestrame-ricano por la 2º independencia.

Por todo lo expuesto, vale afir-mar –según yo creo- que debemosconmemorar con espíritu militantey polémico el bicentenario de esarevolución continental que se plan-teó la libertad y la igualdad (que lo-gró lo primero pero no lo segun-do), que se planteó la liberación yla unidad (logrando temporaria-mente lo primero y no lo segun-

do), que se construyó con un granprotagonismo popular y que creósus propios líderes. Conmemorary militar esa revolución en este bi-centenario, luchando contra las His-torias amañadas, tergiversadas ma-liciosamente y edulcorada paraconsumo de los dominados.

Esos sueños por una PatriaGrande, libre y soberana de todadominación extranjera, unida enFederación, igualitaria y justa, quefueron los sueños de nuestros Li-bertadores (Miranda, San Martín,Bolívar, Sucre, Artigas, Moreno, Hi-dalgo, Morellos, Morazán, Montea-gudo, Del Valle, Belgrano, O’Higgins,y otros) hoy se han reinstalado en lossueños y, más que sueños, en los ob-jetivos y logros de pueblos y líderesde Nuestra América en la marcha porla 2º y definitiva independencia quenos planteara José Martí.

ROUSSEFF · CHAVEZ · FIDEL CASTRO · DA SILVAFERNANDEZ DE KIRCHNER· KIRCNER · CORREA

MORALES · MUJICA · RAUL CASTRO

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* Docente e investigador carrera de Ciencias de la Comunicación y de Ciencia Política, UBA (Facultad de Ciencias Sociales).

El concepto de lo “alternati-vo» aparece, etimológicamente hablando, ligado a la

idea de un punto de inicio diferen-te de las cosas, de un “nacimientootro ” distinto del sucedido en tér-minos concretos. Desde la tradiciónde las llamadas teorías de la comu-nicación de masas (desarrolladasdentro de una previa sociedad demasas), lo “alternativo» aparece vin-culado de manera sustancial a lacrítica de los fenómenos de culturade masas comprendidos como ex-presiones de la “industria cultural”.

Esa crítica cultural tuvo –y tiene-diferentes vertientes, aunque lasmismas no siempre podrían consi-derarse enfocadas desde lo “alter-nativo”, ya que en muchos casosrepresentaban una crítica a la mis-ma noción de “masas” y a su co-rrelato cultural desde una posiciónelitista (podría pensarse en la críticaliberal que encarnó Ortega y Gas-set frente a la emergencia públicade las masas o en la crítica que Nie-tzsche desplegó ante el mismo fe-nómeno aunque desde una perspec-tiva no liberal). En relación con unavisión contrapuesta, que podríaconsiderarse “alternativa”, la críticacultural se expresó hasta el día dehoy desde un punto de vista quefocaliza en la crítica a la sociedad“realmente» existente”. Allí podríanubicarse autores como Lukács,Adorno, Benjamin, Marcuse, Eco,Bourdieu, Williams, Hoggart, Hall,

por Rodolfo Gómez*

COMUNICACIÓN Y CULTURA EN ARGENTINA

Sobre lo “alternarivo” y “la autonomía”

Habermas y en el caso de nuestropaís autores como Viñas, el Sebrelide los sesenta, Verón, Massota, etc.

Sin embargo, fue a fines de losaños sesenta del siglo pasado cuan-do lo “alternativo” supuso el pasode la crítica de lo “establecido” a laconfiguración y concretización denuevas formas de “hacer comuni-

cación” en el ámbito de la culturade masas.

Este proceso, tanto en los paísesllamados “centrales” como en losde la periferia capitalista, se presentórelacionado con una crítica política delas sociedades capitalistas –y no capi-talistas- “realmente existentes”, desdeuna perspectiva “autónoma». Esto esdesde la “distancia” con el capital, elEstado, con lo “establecido”.

En este trabajo pretenderemosrealizar una discusión –histórica,teórica- que retome los tópicos enlos que usualmente se debate lanoción de lo “alternativo” para ob-

servar tanto sus límites como lasposibilidades de trascendencia delos mismos.

La discusión entorno alestatuto epistemológico delas llamadas “ciencias de lacomunicación”

Un breve y rápido análisis sobreel proceso de configuración delcampo de la comunicación y de lacultura (no sólo en nuestros paíseslatinoamericanos sino en algunoscasos más allá de estos) da cuentade la emergencia de un “campo”de estudio donde se observan “cru-ces” entre diferentes disciplinas.

Si tomamos por ejemplo un pun-to de partida que plantee el origendel campo de la comunicación enlas investigaciones sobre comunica-ciones de masas, tal vez podríamosencontrarnos con una perspectivafuertemente sociológica, lo que esclaro en la “mass comunication resear-ch” norteamericana. Ahora bien, sienlazamos dicha tradición con susinfluencias teóricas, nos encontra-remos allí con fenómenos comu-nicacionales vinculados con proce-sos de comunicación “cara a cara”que fueron más bien analizados porfilósofos (Peirce), antropólogos(Mead) o polítólogos (Dewey).

Si nos vamos del otro lado delAtlántico hacia el “viejo” continen-te y miramos las “escuelas críticas”

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europeas veremos allí una tradiciónde “crítica cultural” donde se arti-cula la influencia filosófica (Kant,Hegel) con la investigación socio-lógica “interpretativa” europea (We-ber, Simmel, Tönnies) y el marxis-mo de Lúkacs. En la Escuela deFrankfurt a estos nombres mencio-nados cabe agregarle la influenciadel psicoanálisis (de Freud y deWillhelm Reich).

Un autor perteneciente a la segun-da generación de la Escuela deFrankfurt como Jürgen Habermasy su «rival» sociológico dentro deAlemania, Niklas Luhmann, han lle-vado la cuestión todavía muchomás allá. En la medida que en susdesarrollos teóricos establecieronun punto de partida comunicacio-nal como fundamento de la confi-guración de las sociedades contem-poráneas. Sin embargo, en el ejem-plo de estos dos autores, no po-dríamos decir que los mismos seubican como perteneciendo a un«campo» disciplinario como el dela comunicación.

Esto indica que lo comunicativono posee existencia en «sí mismo»,como “objeto autónomo” sino vin-culado a otra serie de “objetos”. Lacomunicación, y las ciencias que pue-den abordarla como “fenómeno”,

son intrínsecamente inter o transdis-ciplinarias y en ello radica su poten-cial en tanto “discurso” que expli-car la «materialidad» social.

Esto nos lleva a discutir la posi-bilidad de pensar la “comunica-ción” y sus teorías en un sentido“materialista”. Una perspectivamaterialista “vulgar” no puede pres-cindir de la observación; pero unaperspectiva materialista más “com-pleja” articula la observación conel involucramiento “práctico” conel “objeto de estudio”, dando porresultado cierta transformación delmismo2. Cierta “negación”, o “dia-léctica”, que permita explicar el“ser” en una sociedad contradic-toria como la capitalista. Así, la re-lación que el “sujeto” del conoci-miento entabla con su “objeto” esa la vez compleja en tanto atrave-sada por múltiples determinacio-nes. Lo que implica que sería mate-rialista un abordaje que privilegie untipo de mirada “totalizadora”, a lavez sociológica, filosófica, econó-mica, política, antropológica, etc.

De aquí las ventajas, de unas cien-cias de la comunicación que desdeel vamos deben contemplar esa“totalidad”, esas “múltiples deter-minaciones”, sea que focalicen enel campo de las comunicaciones de

masas o en la investigación sobrelos modos interpersonales de inte-racción comunicativa, o aún en am-bas modalidades.

Es en este punto en que lo co-municacional, que ahora puede ver-se comprendido en un sentido“amplio” se conecta con lo “alter-nativo” en tanto “crítica” de lo exis-tente, como modo de generaciónde una transformación de lo exis-tente, como “nacimiento otro”. Di-gamos que aquí también lo “inter-disciplinario” se transforma en unarebelión –una “crítica”- incluso con-tra la “disciplina”, una comunica-ción que es así una suerte de “anti-disciplina”.1

La comunicación alternativacomo una “política” delámbito de la cultura y como“critica” de la sociedad“realmente existente”

Dos cuestiones comenzábamosa plantear. Por un lado que no espensable una noción «materialista» decomunicación dejando de lado unanoción de “totalidad” para pensarla sociedad en la que se inserta dicha“comunicación”. Por el otro, quedado que dicho abordaje supone

1 No otra cosa es lo que plantea Marx en sus conocidas “Tesis sobre Feuerbach”. Cfr. MARX, K., Tesis sobre Feuerbach y otros escritosfilosóficos, México, Grijalbo, 1970, pp.9-12.

2 Esta interpretación de la “negación” como “crítica” totalizadora, trasladada al ámbito de la “crítica” a las categorías disciplinariasescindidas (como cuando Marx plantea la crítica a las categorías de la economía política desde una perspectiva totalizadora) resulta deuna particular interpretación de la noción de “teoría crítica” presente en la primera generación frankfurtiana y sobre todo en Horkheimer.Cfr. al respecto BACKHAUS, H.G., “Entre la filosofía y la ciencia: la economía social marxiana como teoría critica” en AAVV, MarxismoAbierto (Volúmen 2), Buenos Aires, Ediciones Herramienta-Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2007.

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la imposibilidad de dejar de lado lautilización de diferentes disciplinas.

Esto implica que cualquier nociónemergente de “comunicación alter-nativa” tampoco puede ceñirse so-lamente al mero campo de una dis-cusión y una práctica sobre los“medios masivos de comunica-ción” (la mayoría de ellos atravesa-dos claramente y determinados cla-ramente por la lógica de la mer-cancía, esto es, por la lógica de la“industria cultural”), para vincular-se con otros tipos de comunicacióncuyo fundamento será –en últimainstancia- también político. Y aquíagregamos al planteo una cuestiónque consideramos importante, por-que si lo comunicativo puede serpensado como político –aunqueno solamente, porque si lo comu-nicacional es político, lo es en tanto“totalidad”-, también lo políticodebiera referir a un campo comu-nicacional donde se privilegia el in-tercambio y la interacción entrepares. Algo no siempre presente enlas nociones de “política” que pre-dominan en el “mainstream” acadé-mico, donde las “policies”, refierenal tipo de “políticas” desplegadasdesde el Estado; diferentes de otrasprácticas que definen “lo político»como “politics”, es decir como “co-municación” entre pares (aquelloque Aristóteles llamaba, dentro delámbito de la “polis”, la “vida bue-na”, y que hoy excede el solo mar-co de la “política institucional”).

Sin embargo, si pensamos en unsentido materialista, en las socieda-des capitalistas contemporáneas (queson a la vez sociedades “complejas”),donde lo que predomina es una

noción de “politica” concebida des-de lo «institucional”, por eso unaconcepción de «lo político» que seplantee más allá de esta otra no pue-de concebirse sino como “negativa”,esto es, como “oposición-alternati-va” a la primera. Se trataría de unanoción de “política” vinculada conlo “comunicacional” por oposición

y contradicción a otra concebida –en un sentido adorniano- desde lo“instrumental”.

De modo que lo “comunicacio-nal”, como “alternativo» y comoalternativa “política”, supone un pun-to de partida “negativo” –contradic-torio, contrapuesto- a las formas so-ciales existentes (de lo político, de locomunicacional, de lo cultural, de loeconómico, esto es, de aquellas for-mas que expresan una «totalidad»).

Si antes planteamos una concep-ción amplia de comunicación, si-guiendo el razonamiento lo que es-tamos haciendo acá es tambiénplanteando una concepción ampliade lo político y de lo alternativo.Pero si es con la consolidación deldesarrollo capitalista y con la con-figuración de una sociedad de ma-

sas que emerge la condición deposibilidad de una cultura de ma-sas y de una comunicación de ma-sas, es en este momento donde re-surge otra posibilidad de pensaruna «comunicación alternativa»:como «negación» y oposición a estetipo de formas establecidas (a par-tir de condiciones estructurales) decomunicación.

La particularidad que asume laforma de comunicación de masasprevaleciente en las llamadas so-ciedades de masas (que es a la vez la“forma” que toma la sociedad ca-pitalista) es precisamente que se diri-gen a una “masa” concebida demanera “amorfa” e “irracional”. Demodo tal que la comunicación “demasas” se presenta así en un ciertosentido “ilustrado”, esto es, “unidi-reccional” configurado por un emi-sor que detenta un saber (burgués) yun poder (instrumental) que no esotro que el poder del “capital”.

Si se piensa una “comunicaciónalternativa” en el sentido «negativo»antes mencionado, la misma debedesarrollarse como crítica a la “for-ma» unidireccional que toma la“comunicación de masas”, pero almismo tiempo como crítica totali-zadora a la “forma” social dentrode la que se expresa. Por eso, unanoción de “comunicación alterna-tiva» concebida desde el interior dela sociedad capitalista no puede sinoser al mismo tiempo una crítica a lamisma “totalidad” capitalista.

El primer momento donde estose expresa de modo más cabal esentonces la Revolución Rusa, dedonde emergen nuevas formas deexpresión comunicacional (no so-

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lamente en el sentido político deltérmino, también en un amplio sen-tido cultural: en el cine, en la pintu-ra, en la arquitectura y el diseño, etc.)que pretenden dar voz a aquellosexcluidos –proletarios, campesinos-de la comunicación política. Un im-pacto que se traslada por supuestoal resto de los continentes (y al restode Europa), impactando en el desa-rrollo de la experimentación y lasvanguardias artísticas (politizadas).

Hacia el fin de la Segunda Gue-rra Mundial, donde como decíaBenjamin lo que se observó –en losfascismos- fue el contrario efectode la “estetización” de “lo políti-co”; el retorno de la democracia yel proceso de “reconstrucción” eu-ropea dieron lugar a “nuevas” for-mas comunicativas, que se poten-ciaron con el desarrollo de la Re-volución China y su “revolución cul-tural”, con el suceso de la Revolu-ción húngara de 1956, con la Revo-lución cubana (que opera una for-midable presencia en términos de“crítica cultural» –y no solamente-sobre todo en los países de la peri-feria capitalista y particularmente entoda América Latina) de 1958, conlos procesos de descolonización de-sarrollados en varios países del lla-mado Tercer mundo, con la emer-gencia de toda una serie de movi-mientos (con presencia en Europa

pero también en los EEUU) “con-traculturales», con la “primavera” dePraga de 1968 y por último –porextender la cita- con un Mayo Fran-cés» que se extendía a otros países(Alemania, Italia o México).

Lo “alternativo” aquí expresa laemergencia y conformación de«nuevas formas” de comunicaciónpresentadas como “crítica” cultu-ral y vinculadas a la “vanguardia” yla experimentación.

”Pero la reflexión al respectotiende a focalizar en un análisis crí-tico del funcionamiento de los me-dios masivos de comunicación, ensus vertientes “pública” y/o priva-da; tal como se demostró en lapolémica entre Enzensberger yBaudrillard3, enmarcada en los su-cesos que siguieron a la experienciadel Mayo Francés de 1968 y a susvínculos con la vanguardia artísti-ca y política “situacionista”.

Porque la crítica de cultura pre-sente en el texto de Baudrillard –no casualmente incluida en el vo-lumen “Crítica de la economía po-lítica del signo”- pretendía “des-construir” el proceso comunica-cional focalizando en un sentidovanguardista en las posibilidadesde subvertir la “forma” de las co-municaciones de masas y el “có-digo”. Algo que puede relacionar-se con el intento que lleva adelante

Debord de enlazar la “forma”cultural del “espectáculo” en lassociedades contemporáneas con la“forma” fetichizada presente enlas mercancías que inundan la “to-talidad” social.4

Aunque para algunos críticos deesta perspectiva, sea justamente elhincapié puesto por Debord en la“forma-espectáculo” lo que aleja-ría su punto de vista crítico de unanoción de “totalidad” (y tambiénde la “dialéctica”, algo que es claroen Baudrillard y en el estructuralis-mo francés); en la medida que di-cha “forma” (por diferencia conla “forma” mercancía de la que ha-blaba Marx) no se configuraba demanera fetichista en el conjunto delproceso (producción-circulación-consumo) sino más bien en la últi-ma parte de dicho proceso (circu-lación-consumo). La crítica pierdeasí algo de su radicalidad.

Comparativamente hablando, lacontrapartida del Mayo Fancés de1968 fue el llamado “otoño calien-te” italiano de 1969; pero allí la pers-pectiva que expresó de modo cabalese proceso fueron los desarrollosde autores como Ranzieri, Tronti yNegri, por entonces ubicados en unacorriente alternativa, que en su inten-to de representar un punto de vistade clase, se denominó “operaís-mo” o también “autonomismo”.5

3 Cfr. al respecto ENZENSBERGER, H.M., Elementos para una teoría de los medios de comunicación, Barcelona, Anagrama, 1971;BAUDRILLARD, J., “Réquiem por los media” en Crítica de la economía política del signo, México, Siglo XXI, 1987.

4 Cfr. al respecto DEBORD, G., La sociedad del espectáculo, Buenos Aires, La marca, 1995.5 Cfr.al respecto CLEAVER, H., Una lectura política de El Capital, México, Fondo de Cultura Económica, 1985, Introducción y

TRONTI, M., Obreros y capital, Madrid, Akal, 2001.

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Una “alter-nativa” paraAmérica Latina

En América Latina, si bien ya ha-cia los sesenta puede observarsela conformación de una literaturaque comenzaba a gestar la críticahacia la “cultura de masas” (lo quese radicaliza por el impacto de laRevolución cubana), los primerosdesarrollos de una reflexión sobreuna “comunicación alternativa”van de la mano de los procesosde radicalización política más pro-pios de los setenta (sobre todo enel cono sur).

Desde un punto de vista ampliopodríamos decir que la primera“forma” que presenta la noción tie-ne que ver con las críticas que serealizaban a la cultura de masas y ala “industria cultural” desde los sec-tores más politizados y radicaliza-dos de la sociedad, que veían tantoa la cultura de masas como al pro-ceso de “industrialización” de estamisma como manifestaciones deuna injusta sociedad capitalista.

Así, el pensar en una “alternati-va” comunicacional a la forma dela comunicación “oficial” (los me-dios masivos de comunicación demasas comerciales) al interior de lassociedades capitalistas periféricas la-tinoamericanas era una manera másde pensar en una transformación delconjunto de dichas sociedades.

Sin embargo, con la emergenciade las dictaduras que azotaron granparte de la región entre mediadosde los setenta e inicios de los ochen-ta, dicho concepto hubo de “ag-giornarse”, adaptarse a las nuevascircunstancias históricas y sociales.

Si en los setenta podía llegar apensarse en las posibilidades de

implementar, desde el estado, unaspolíticas nacionales de comunica-ción que modificaran las relación“emisor-receptor” impidiendo losprocesos manipulatorios respectode las masas, las dictaduras impli-caron la lisa y llana clausura de cual-quier discusión respecto al cambio;porque sólo se sostuvo la centrali-zación de los medios en manos delestado represivo en tanto utilizaciónpara la confirmación de un férreocontrol ideológico dominante.Ahora bien, ya a mediados de los

ochenta, el retorno de la democra-cia como forma de gobierno en granparte de estos países latinoamerica-nos implicó sobre todo para el cam-po de las ciencias sociales la consta-tación de que estas nacientes formasde gobierno democráticas se inser-taban en sociedades capitalistas pro-fundamente transformadas, en elsentido de una definitiva incorpora-ción al “nuevo” patrón de acumu-lación capitalista presente en el mer-cado mundial.

Y en ese nuevo marco social,político, económico, cultural; tam-bién operó una modificación (undesplazamiento conceptual) la no-ción de “comunicación alternativa”.Algo que encontramos en las pro-pias ideologías de la izquierda: elpaso de una conceptualización quepretendía transformar la sociedadcomo “totalidad” a una donde sólose pretendía democratizar la esferade “lo político”, comprendidacomo “sistema político” (esto es,como política “institucionalizada”).

Aún así, parte de la reflexión lati-noamericana de los años ochenta so-bre “comunicación alternativa” toda-vía guardaba cierta perspectiva trans-formadora en el sentido de la bús-queda de un cambio radical del “sis-tema”6. Aunque haciendo hincapié,como puede verse en la compilaciónde Simpson y en el autor brasileroCarlos Eduardo Lins da Silva7, en

6 Cfr. al respecto CASSIGOLI, A., “Sobre la contrainformación y los así llamados medios alternativos” en SIMPSON GRINBERG,M.(Comp.), Comunicación alternativa y cambio social, Premiá, México, 1989; GRAZIANO, M., “Para una definición alternativa de lacomunicación” en Revista ININCO N°1, Caracas, 1980.

7 Cfr. LINS DA SILVA, C.E., “Las brechas de la industria cultural brasileña” en FESTA, R. y LINS DA SILVA, C.E., Comunicaciónpopular y alternativa, Ediciones Paulinas, Buenos Aires, 1986.

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una perspectiva “anti-autoritaria”antes que en una de transforma-ción social.

Algo que se acentúa con el paula-tino pero firme transitar de las de-mocracias latinoamericanas hacia laconfiguración de estados neolibe-rales, lo que a la vez supuso la mo-dificación del “sujeto” capaz deimplementar aquellas “políticas” decomunicación que se pensabancomo “alternativas” durante la dé-cada previa.

Dos cuestiones al respecto quecomenzaremos a abordar. En pri-mer lugar que en cualquiera de loscasos planteados la conceptualiza-ción sobre comunicación alternati-va tendió a focalizar en pensarsecomo una “alternativa” frente a losmedios masivos de comunicacióncomerciales dominantes. En segun-do lugar, que como lo “alternati-vo” tendió a pensarse de un modo”estadocéntrico”, al modificarse es-tructuralmente dicho estado, pormomentos lo alternativo parecióperder de vista a su “sujeto”.

La posterior focalización, lleva-da adelante desde fines de losochenta y hasta los noventa, en elámbito de la “sociedad civil” tam-poco tuvo mejor suerte. Podríamosdecir por una cuestión estructural,ya que la modificación llevada ade-lante por el capitalismo en el sentido“neoliberal” impactó sobre una “so-ciedad civil” que emergía atomiza-da luego de la dictadura y de la de-

bacle de las instituciones “de bienes-tar”, pero a la vez por la propia ope-ratoria “material” de la hegemonía8.Sólo con la ruptura del orden neoli-beral pareció abrirse nuevamente elespacio de la “comunicación alter-nativa”, y dónde nuevamente la mis-ma pudiera pensarse “atada” a unatransformación más profunda de lasociedad en su totalidad.

La novedad, en Argentina en par-ticular, desarrollada a posteriori dela crisis de 2001, fue la incorpora-ción de una noción, que si bien pue-de encontrarse en ciertas y com-prendidas en un sentido amplioformulaciones previas, no estabahasta entonces: la noción de “auto-nomía”. Pero, ¿de qué se trata estode la “autonomía”?

Lo alternativo comouna “autonomía”frente al capitalismo

Lo sucedido en la Argentina dediciembre de 2001 puede ser anali-zado desde distintos puntos de vis-ta. Para algunos partidos de izquier-da se trató de una insurrección decarácter revolucionario o pre-revo-lucionario, para otros se trató sólode una revuelta, para las visionesconservadoras supuso una cuestio-nable y violenta crítica a las institu-ciones “establecidas” del “sistemademocrático”. A nuestro parecerentendemos que fue más una “re-

vuelta» con ciertos rasgos insurrec-cionales por momentos, y que ge-neró un importante impacto desle-gitimador sobre el conjunto del“sistema político”, del “sistemaeconómico” (sobre todo al interiordel sistema financiero) y las rela-ciones que vinculaban a ambos“subsistemas” con el de mediosmasivos de comunicación comer-cial. De allí una serie de graffitis quepodían encontrarse en las paredesde la Capital Federal, el conurbanobonaerense y ciudades como LaPlata, Rosario, Córdoba, etc.; losmismos decían por ejemplo: “nosestán meando y los medios dicen quellueve”, “el poder organiza la men-tira, ‘Haddad’ la difunde”.

Con estas frases pintadas en lasparedes en el marco de toda unaserie de manifestaciones popularesque poseían un claro sentido políti-co, no podía dejar de trazarse algúntipo de relación con la proliferaciónde graffitis críticos que se desplega-ron durante el mayo francés del ’68.

Pero a la vez hay otra relación quepara este trabajo nos interesa, ya quesi como mencionamos, durante esebreve lapso de tiempo en el «viejocontinente» se desarrollaron todauna serie de reflexiones críticas res-pecto de los medios masivos co-merciales; lo mismo sucedió en elcampo de la comunicación alterna-tiva en Argentina, aunque no sola-mente en el ámbito de los textosque abordaban el “fenómeno” sino

8 Cfr. BONNET, A., La hegemonía menemista. El neoconservadurismo en Argentina, 1989-2001, Buenos Aires, Prometeo, 2008.

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en la proliferación de toda una se-rie de nuevas experiencias comuni-cacionales (desde producciones ci-nematográficas, pasando por losmencionados graffitis, por una im-portante proliferación de agencias denoticias alternativas y de contrainfor-mación, radios “alternativas”, etc.).

La aparición de todos estos pro-cesos y fenómenos de comunica-ción comenzaron a ser acompaña-dos de nuevas reflexiones sobre losfenómenos de comunicación y so-bre todo el proceso político abier-to en diciembre de 2001. Bienveni-das reflexiones que comenzaron adesarrollarse por fuera de la aca-demia, y esto para el campo de lasciencias de la comunicación peroademás para una teoría política ver-nácula acostumbrada a reducir su“objeto” al único ámbito de las ins-tituciones «sistémicas”.

Si los años “neoliberales”, impli-caron en el campo de las “policies”comunicacionales la ausencia de in-tervención estatal y la “entrega” dedicha regulación al solo funciona-miento del mercado, dando por re-sultado la configuración de grandesmonopolios comunicacionales pro-clives a fijar la “agenda” tanto polí-tica como social; la contraposición

crítica –que en su momento inclusopodía denominarse “alternativa”-realizaba justamente un llamamien-to tanto a la regulación como a laintervención del estado a través delegislación en el ámbito de las co-municaciones de masas comerciales.

Ahora bien, otra resultante con-trapuesta al proceso de «monopo-

lización» de la cultura de masas delos años noventa fue la “resisten-cia” –iniciada en algunos casos du-rante la dictadura, pero cuyo creci-miento en los primeros años de re-torno democrático fue enorme- detodo un entramado de radios con-sideradas en muchos casos “alter-nativas” y en otros casos solamen-te más “segmentadas” o “localiza-

das”; denominadas también –en unsentido claramente dominante- “ra-dios truchas”.

Ese despliegue comunicativo de-sarrollado en los primeros años dedemocracia, sufrió un estancamien-to durante los años noventa, en con-sonancia con una ideología domi-nante tendiente a exaltar el “realis-mo” de los beneficios del merca-do y la configuración cultural de lautopía del éxito.

Por eso es que con la reapariciónde una “conflictividad social” en au-mento, que fue de la mano de laemergencia de diferentes movimien-tos sociales, se rearticularon tambiéntoda una serie de prácticas comu-nicacionales “contrainformaciona-les” vinculadas al ámbito de lo ma-sivo, aunque pensadas desde unpunto de vista no comercial.

La aparición de estos movimien-tos sociales contestatarios, que fuetambién acompañada por un creci-miento de la conflictividad laboral (se-gún lo que se desprende de diver-sos relevamientos realizados9), im-plicó también la emergencia de nue-vas formas comunicacionales, demodo tal que muchos de estos “mo-vimientos” desarrollaron a la vez di-versas articulaciones con fenómenos

9 Cfr.al respecto AAVV (Grupo de Estudios sobre Protesta Social y Acción Colectiva-GEPSAC), Documento de Trabajo Nº48“Transformaciones de la Protesta Social en Argentina (1989-2003), Buenos Aires, Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultadde Ciencias Sociales (UBA), mayo de 2006; AAVV (Grupo de Estudios sobre Protesta Social y Acción Colectiva-GEPSAC), “Cambiosy continuidades de la protesta social en Argentina tras la crisis de 2001, Presentación realizada en el XXVII Congreso de ALAS, BuenosAires, 1º de septiembre de 2009; COTARELO, M.C., “Rebelión corporativa e institucionalizada y rebelión desinstitucionalizada:articulación, tensiones y metas (Argentina 1993-2009), Buenos Aires, 2010, capítulo 5, inédito. Elaboración propia realizada sobre datosconsignados en la base de PIMSA.

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preexistentes de “contrainforma-ción” y de comunicaciones de ma-sas no comerciales. Entrado el si-glo XXI, varias de las prácticas de-sarrolladas en el ámbito de los“movimientos” se vincularon inclu-so con diferentes grupos de expe-rimentación artística desplegada enel ámbito público.

Una característica común presenteen un importante número de estosdiferentes “movimientos”, desa-rrollados en un primer momentoen contraposición a las llamadaspolíticas neoliberales, fue la reivin-dicación de una “autonomía”.

Esta idea de “autonomía” fuedesarrollada en el marco del movi-miento “operaísta” italiano de fi-nes de los años sesenta del siglo pa-sado por autores como RainieroPanzieri, Mario Tronti, AntonioNegri o Paolo Virno. Suponía enprimer lugar un pensamiento que,abrevando en fuentes marxistas «noortodoxas» como ser el “consejis-mo”, sostenía la necesidad de unarelación casi directa entre “clase” y“organización” (criticando la no-ción de representación asumida porun partido de “vanguardia”), don-de la “clase” era precisamente “au-tónoma” frente al «partido», perotambién donde se planteaba como«autónoma” frente a la patronal, alos sindicatos burocratizados y porúltimo frente al estado, concebidocomo “estado capitalista”.

De alguna manera en la perspec-tiva fundacional de la CTA encon-tramos algo de esto, en su reivindi-cación de «autonomía» frente a lospartidos políticos, a la patronal y alos gobiernos de turno. Sin embar-

go, si seguimos parte de esta tra-yectoria (algo que no analizaremosen este trabajo) podremos encon-trar en algunos casos hechos con-cretos donde dicha “autonomía”no se manifiesta (por ejemplo enla relación de ciertos exponentesde la «central alternativa» con elgobierno de la “Alianza”, con losgobiernos “kirchneristas” , con ex-ponentes de agrupaciones políti-cas como el ARI, etc.).

En las prácticas de comunica-ción alternativa desarrolladas alcalor del proceso abierto en di-ciembre de 2001, pueden verseestas contradicciones mencionadas–respecto del grado de “autono-mía” de dichas prácticas frente alos partidos políticos, frente al “sis-tema” (económico, político, co-municativo) y frente al estado ca-pitalista- y una resolución inciertaque fue de la mano de las mismascontradicciones presentes en todaslas organizaciones que protagoni-zaron ese importante proceso dela historia argentina.

Conclusiones

En un sentido provisorio, inten-tamos abrir una serie de interrogan-tes teóricos respecto a la situaciónpresente y las posibilidades eman-cipatorias futuras de las prácticas de“comunicación alternativa” . Reali-zamos el intento partiendo de unanálisis histórico de aquello quepodía ser comprendido como “al-ternativo” y también de diferentesdimensiones de lo que suele ser de-finido como “comunicacional” .

La discusión planteada sobre el“estatuto epistemológico” de las lla-madas ciencias de la comunicaciónnos permitió plantear las diversasfacetas presentes al interior del cam-po comunicacional y la imposibili-dad de su abordaje desde una pers-pectiva disciplinaria para asumir unaperspectiva de “totalidad”. Peropara que dicho proceso se encuen-tre enmarcado en una perspectivamaterialista a desarrollarse dentrode una sociedad profundamentecontradictoria como la capitalista,pudimos ver que entonces ello de-bía sostenerse como potencial “ne-gativo”, crítico hacia esa sociedadexistente. Es aquí donde lo “comu-nicacional”, como crítica materia-lista, puede articularse con una no-ción de lo “alternativo” , compren-dido como una crítica que produzcaun “nacimiento otro” .

Pero entonces, desde esta pers-pectiva es que la “comunicación al-ternativa” encuentra sus virtudes ysus defectos. Como virtud en tan-to posibilidad de comprender locomunicacional y lo alternativo enun amplio sentido crítico; lo quebrinda conceptualmente además ala “comunicación alternativa” de unfuerte contenido político. Pero enel mismo sentido político, lo “al-ternativo” debía tener en cuenta unconcepto un tanto dejado de ladopor la reflexión, el de “autonomía”.

La crítica y la negación de lo es-tablecido podían darse en tanto quelas expresiones comunicacionalesalternativas pudieran considerarse“autónomas” .

Durante diversos momentos enAmérica Latina la reflexión sobre

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Bibliografia

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“policies” que pudieran desplegarsedesde el estado- y en sus prácticas–también ligadas a desarrollarseúnicamente por contraposición a lascomunicaciones de masas y en labúsqueda de implementación depolíticas públicas- presentaron al-gunas limitaciones.

Tal vez sea un buen momento dea lo hecho, que no es poco, agregarle

una perspectiva donde lo políticoconfluya con lo comunicacional arti-culándose en torno a una idea de “to-talidad”. A las posibilidades de “hin-chazón” de la emisión logradas porlos medios considerados alternati-vos, puede articulársele hoy el “vie-jo” programa de un todavía “jóven”Umberto Eco: el de la crítica “gue-rrilla semiológica de la recepción” .

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Según la teoría marxista -leni-nista la propaganda consisteen difundir muchas ideas para

pocos, contrariamente a la agitación,en donde se difunden pocas ideaspara muchos.2 En una y otra acep-ción, la difusión de ideas se consti-tuye en la base del accionar propa-gandístico. El marxismo, como guíapara la acción revolucionaria, con-tiene una serie de reflexiones, con-ceptos, preposiciones y definicio-nes que conforman su ideología. Lafilosofía, la historia, la litera-tura, la economía, elarte, la cultura en ge-neral, conformanun bagaje coheren-te de ideas que seplasman en el mar-xismo en el marcode una concep-ción del mundo.Los principiosde la dialécti-ca marxista -unidad y lu-cha de con-trarios, nega-ción de la ne-gación, pasode la cantidad a lacalidad y viceversa,desarrollo en espiral y

por Jorge Luis Ubertalli*

UNA CRÍTICA MARXISTA

Propaganda e ideología1

evolución por saltos- hasta su apli-cación concreta, en el campo delmaterialismo histórico, en cuanto ala comprensión de la mercancíacomo unidad que contiene a doselementos relacionados y contradic-torios a la vez, como son el valorde uso y el valor, la reproducciónampliada del capital, el autodina-mismo como impulsor de una so-ciedad dada cuya clase do-minante engendra

a su vez, en el caso del capitalismo,a la clase que dará al traste con ellay con toda explotación del hom-bre por el hombre, la revoluciónsocial, cuyo punto de “ebullición”se relaciona con el “calor” de lasmasas en un momento determina-do, la existencia de su vanguardiarevolucionaria y el salto de calidadhacia un nuevo estadío económi-co/político/social, hacen de la teo-

ría marxista una ciencia de larevolución o una filosofía

de la praxis (proyectoemancipatorio, teoría y

práctica social) segúnse opine. Esta se basaen la conciencia, la ra-

zón y la reflexión y noen mitos, especulacioneso fantasías extramunda-

nas o acientíficas.A este corpusideológico co-

herente, que sedesarrolla amedida queevolucionala humani-

dad toda apesar de la caída

del denominado“socialismo real”, el

capitalismo imperialista,

* Periodista y escritor1 Sobre este tema Jorge Ubertalli dictó un Taller en el Centro de Estudios y Formación Marxista Héctor P.

Agosti en el mes de junio de 2012.2 Plejánov, citado por Lenin en el ¿Qué Hacer?3 Kent, Sherman. Inteligencia Estratégica. Editorial Pleamar, Buenos Aires 1976 p. 53.

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en su fase de decrepitud, no halla,en el plano racional y reflexivo, conque enfrentarlo. Sólo la exaltaciónde la ignorancia, los prejuicios, lafragmentación social, el individua-lismo y la panacea por excelenciadel sistema, virtual o real: el consu-mismo, se erigen como barreraspara contener a la ideología mar-xista que, renaciendo de las cenizascomo el Ave Fénix, vuelve a crecerentre las masas explotadas.

Recurrencias

En su volumen “Inteligencia Es-tratégica”, publicado el 1º de octu-bre de 1948 en EEUU, uno de losfundadores de la Agencia Centralde Inteligencia (CIA) de ese país,Sherman Kent, escribía, en cuantoal conocimiento científico-técnicocon el cual debían contar los agen-tes: “…Debe(n) saber que ocurreen el mundo de las ciencias sociales¿Qué hacen o descubren los estu-diantes de sociología, economía,psicología, geografía, leyes, histo-ria?¿ Que nuevas ideas están desa-rrollando que, algún día puedan te-ner la influencia de los descubri-mientos de un Locke, un Rousseau,un Darwin, un Pavlov, un Freud oun Haushofer? ¿Qué está sucedien-do en las escuelas de medicina y enlas clínicas; cuales son los nuevosdiagnósticos, las nuevas medicinas

y los nuevos tratamientos?”3. Las ci-tas de Kent no son casuales. Losdescubrimientos de Freud, Pavlovy los ‘nuevos tratamientos’ medici-nales -entre ellos el del psiquiatraJosé Rodríguez Delgado, de laUniversidad de Yale, que proyectócrear un aparato electrónico minús-culo capaz de obligar a cualquierhombre a rugir al oír la palabracomunismo- se comenzaron a uti-lizar durante la Guerra Fría en lasoperaciones propagandísticas con-tra la URSS, el campo socialista, lasrevoluciones antimperialistas y so-cialistas del Tercer Mundo y lasmasas soliviantadas contra el colo-nialismo y el capitalismo de todo elorbe. Las experiencias de Pavlovsobre el reflejo condicionado y deFreud sobre el psicoanálisis se apli-caron políticamente desde 1950hasta la actualidad en relación conel lavado de cerebros y la manipu-lación de conductas. Ante la impo-sibilidad de presentar su ‘ideología’real -vinculada al egoísmo, la avi-dez de ganancias, la explotación deltrabajo ajeno y la guerra, entre otraslinduras- la burguesía imperialistaapeló a la llamada “psicología pro-funda“, que, a falta de ideas a di-fundir, se utilizó para privar a lasmasas del pensamiento y manipu-larlas en función de la pasividad y laaceptación del orden establecido,apelando a atavismos y prejuicios,al temor, al sexo, la envidia, etc.

La lucha por “las mentes de loshombres” -en la que están hastahoy embretados los imperialistas,que va- de “la esfera propiamenteideológica” (…) “a la esfera de la‘manipulación’ de las masas me-diante la especulación con emocio-nes e instintos, el aislamiento delhombre respecto del medio am-biente y las influencias directas, ex-tra-ideológicas, por decirlo así, so-bre la actividad nerviosa superior”,se constituyen en las armas funda-mentales de la propaganda impe-rialista en nuestros días. Típicos dela Guerra Psicológica, estos méto-dos descansan en “la falta de infor-mación y de la cultura insuficientede muchos hombres, de los prejui-cios y las debilidades humanas y de lasugestión que todo ello motiva y quetrata de utilizar el propagandista”4.

La ideología de ladesideologización

Así como en nuestro país la clasedominante no se nuclea en un par-tido político en particular, sino queactúa en casi todos, todas las insti-tuciones de la sociedad civil, cuen-tan con un Estado Mayor de la re-acción y la contrarrevolución quecomprende a la Asociación Empre-saria Argentina (AEA), ex CEA, laSociedad Rural y otros entes em-presariales, eclesiásticos y militares,

3 Kent, Sherman. Inteligencia Estratégica. Editorial Pleamar, Buenos Aires 1976 p. 53.4 Arbátov, Georgui. El Aparato de Propaganda Político e Ideológico del Imperialismo. Editorial Cartago. Buenos Aires,

1974 p. 198.

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la burguesía imperialista esconde suideología reaccionaria en el marcode la desideologización y el apoliti-cismo. La “democracia” formal,elemento sustancial de la ideologíaburguesa, tiende a fomentar el cre-tinismo de las grandes masas, des-preciadas por las elites dominantesy calificadas de incivilizadas, irres-ponsables y portadoras -según elsociólogo francés Gustav Le Bon-“de los lados primitivos de la natu-raleza humana”. Si bien la burgue-sía imperialista manifiesta poseeruna “ideología múltiple”, estimular«la variedad y el desacuerdo” y notener ningún dogma, puesto que,según algunos de sus voceros, el“dogma verdadero es no tener nin-gún dogma”, su verdadera ideolo-gía y dogma, la argamasa ideal desu accionar, es el egoísmo indivi-dualista, el consumismo, la repro-ducción ampliada del capital y laganancia. Para justificar su accionar,la burguesía cuenta con intelectua-les orgánicos que intelectualizan so-bre la perversidad y el canibalismodel sistema capitalista. Uno de ellos,Hugo Ezequiel Lezama, ex direc-tor del diario masserista Convicción yasesor del genocida almiranteEduardo Emilio Massera, ya falle-cido miembro de la Junta Militarque se hizo del poder en Argentinael 24 de marzo de 1976, escribía en1964: “… la fraterna comunica-

ción no existe, el hombre está en-cerrado en su esquema selvático, ypara coexistir en una apariencia co-munitaria ha tenido que recurrir ala creación de las relaciones huma-nas como ciencia, no para lograruna paz duradera, sino para orien-tar la guerra de acuerdo con sus de-seos”5. Persuadidos de que el hom-bre es un ser signado por la ley dela selva desde siempre, no condi-cionado por la apropiación priva-da del producto social, ni por unabase material que condiciona en úl-tima instancia su comportamientosocial, ni por una inserción en elaparato productivo que lo hacenparte de una clase que antagonizacon otra en relación con la dicoto-mía explotado/explotador, el inte-lectual orgánico del masserismo ysu coautor sostienen en esa opor-tunidad que “en definitiva, las rela-ciones humanas están regidas, notécnica sino naturalmente, por dosextremos: posesividad-dominio ysentido de la muerte”6. Y conclu-yen, de acuerdo a su teoría anteriorque “condicionar la opinión delotro para adquirir determinadoproducto es moralmente neutro siel producto no es intrínsecamentemalo. (…) El lavado de cerebroindividual se ha logrado con éxitomediante el empleo de drogas con-dicionadoras en un campo de ex-perimentación apto y aislado. El

lavado de cerebro de una comuni-dad sólo se produce si en las cons-tantes de esa comunidad hay ele-mentos afectivos e intelectuales contropismo natural hacia lo que sequiere imponer”7 (el destacado mío,JLU). O sea, no hay manipulación,para ellos, desde los medios de lospoderosos hacia las masas. Estas,según ellos, escuchan lo que quierenescuchar y aceptan lo que ya estáaceptado. Y punto. (Por si acaso, ladictadura a la que Ezequiel Lezamasirvió, apeló al genocidio y el terrorpara convencerlas).

Según el sociólogo crítico norte-americano Vance Packard la mani-pulación de conductas y el lavadode cerebros típicos de la propagan-da burguesa existentes hasta nues-tros días surgieron precisamente enel marco de la competencia comer-cial. Con el fin de vender más efi-cazmente mercancías, los “investi-gadores motivacionales”, psicólo-gos, antropólogos, sociólogos yotros, al servicio de las grandescompañías capitalistas -que comen-zaron a principios de los años 50 autilizar elementos del psicoanálisis,el conductismo y la reflexología afin de estimular a los norteameri-canos para que consuman determi-nados productos- se lanzaron ahoradar el preconsciente, área delcerebro en la que una persona pue-de intuir de manera incierta lo que

5 Fenwick, Aloisius /Lezama, Hugo Ezequiel. Teoría de la Persuasión. Ediciones Troquel, Buenos Aires 1964, p 33.6 Idem p 36.7 Idem p 41

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pasa en sus propios sentimientos,sensaciones o actitudes, como pre-juicios o temores, sin conocer elporqué, y el inconsciente, espacioen el que se gestan actitudes y senti-mientos de los cuales no se tieneconciencia, o sea, están fuera de larazón o la conciencia, que de acuer-do al materialismo marxista es ca-paz de reflejar el mundo objetivotal cual es. “Los persuasores -que amenudo se refieren a sí mismoscomo ‘manipuladores de símbo-los’- nos ven (…) típicamentecomo un manojo de sueños en vi-gilia, como ansias ocultas, comple-jos de culpa y bloqueos primitivosirracionales (…) los complacemoscon nuestra creciente docilidad alresponder a sus manipulaciones desímbolos” 8. El Pentágono y la CIAse encargaron poco tiempo mástarde de utilizar los métodos de lospioneros de la “investigación mo-tivacional”, como Ernest Dichter yLouis Cheskin, entre otros, paradiseñar sus operaciones de AcciónPsicológica y Guerra Psicológicacontra los pueblos del mundo.

Hoy como ayer, los medios deinformación y reproducción ideo-lógica del sistema capitalista, pro-piedad de sociedades transnaciona-les conformadas por la burguesíaimperialista y sus socios de cada paísdel globo, se encargan de modelarlas conductas masivas por mediode, entre otros, la creación de ar-quetipos sociales “exitosos” a emu-

lar e imitar, en tanto sean inocuosen relación con el cuestionamientodel orden establecido. Y también através de la selección tendenciosade noticias a difundir, y de la utili-zación arbitraria de la denominada‘pirámide invertida’, que encabezauna noticia. La información a di-fundir no se halla librada al azar,sino que es producto de la tenden-cia ideológica inherente al/los pro-pietarios del/los medio/s que laemiten. A través de la difusión dedeterminadas noticias se intentadesmovilizar, manipular, desorien-tar y pasivizar a las masas, creán-doles una realidad virtual, priván-dolas de su capacidad de razonar,reflexionar y reaccionar frente a lainjusticia. Por otra parte, la deno-minada pirámide invertida -quetransmite, a través de un encabeza-do conformado por los pronom-bres relativos y las preposicionesque, quien, cuando, como, donde yporque, va a informar lo de mayorimportancia, constituyéndose en labase de la noticia, que se va desga-jando hacia lo menos importante amedida que se desarrolla- contienetambién su sesgo ideológico, porcuanto los pronombres relativos ypreposiciones de su base puedendejar al descubierto una tendenciaa informar sobre hechos importan-tes de acuerdo a quien redacta lanota. A modo de ejemplo pode-mos citar los cables noticiosos delas agencias UPI y AP con respecto

a la fracasada incursión de 1983 delas fuerzas represivas salvadoreñas,entrenadas por EEUU, para com-batir al FMLN, en el departamen-to de Chalatenango, El Salvador.

En ellos, el contenido de las pre-posiciones y pronombres relativosque los encabezaban hacían referen-cia a situaciones secundarias, acce-sorias de la ofensiva, lo que permi-tió a quien esto escribe inferir quela operación represiva había sidoabortada por el pueblo en armas,cosa que realmente ocurrió y quese difundió a los pocos días pormedios de información vinculadosa los revolucionarios efemelenistas.Estas y otras tantas argucias técni-cas fueron y son utilizadas por lasusinas ideológicas del imperialismopara desinformar sobre aspectosesenciales de la lucha de clases enmomentos políticos de gran conmo-ción social y definiciones militares, afin de crear incertidumbre y/o indi-ferencia y desmovilizar a los grandes“consumidores” de información.

Guerra Psicológica aldesnudo

Según los manuales del Pentágo-no, la Guerra Psicológica es aquellaque se lleva a cabo para socavar la cre-dibilidad de un pueblo en sus líderes,minar su capacidad de resistencia anteel invasor o el explotador, sumaraliados, cohesionar la fuerza propia

58 Packard, Vance. Las formas ocultas de la propaganda, Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1964 p. 13

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y dividir a las fuerzas del enemigo,utilizando métodos no estrictamen-te militares. El teniente coronel es-pañol Fernando Frade Merino, di-plomado en Operaciones Psicoló-gicas por la Escuela de Guerra Es-pecial del Ejército de los EEUU,sostenía a fines de los años 60 que“ha sido en la Guerra Fría que sedeclaró entre los ex aliados vence-dores, inmediatamente de firmadoel armisticio, cuando estas operacio-nes (de Guerra Psicológica) adquirie-ron el relieve y la importancia que enla realidad tienen”9. Según el autor,los elementos constitutivos más im-portantes de las Operaciones Psico-lógicas que se desarrollan en el mar-co de la Guerra Psicológica (GP) son:

Grupo Blanco, o audiencia blan-co, que contiene a todos aquellos quedeben recibir la andanada propagan-dística; Vulnerabilidad Psicológica,circunstancia o condición que haceaccesible al grupo blanco a la influen-cia del operador psicológico; Obje-tivo Psicológico, efecto que deseaconseguir el operador psicológico enel grupo blanco; Misión Psicológi-ca, realización de un plan que per-mita la consecución del objetivo enel marco de la difusión de una ideaprincipal que influya en la conductapresente y futura del grupo blanco;Modo de Acción Psicológica, pro-cedimiento que permite explotaruna vulnerabilidad psicológica quehaga posible la operación; Tema Psi-

cológico, que contiene al conjuntode símbolos que sirven de núcleo aun mensaje, condensados en un sím-bolo clave, cuya comprensión porel grupo blanco permita al opera-dor psicológico desarrollar su tarea.Como es lógico, para el autor, for-mado en la “escuela” norteamerica-na, el conductismo, la reflexología,el binarismo estímulo externo- res-puesta y la manipulación de conduc-tas y formación de actitudes son ele-mentos esenciales del quehacer ope-racional en la GP. Es de destacar queen nuestro país, a partir de 1960, laSecretaría de Informaciones del Es-tado (SIDE), creada luego de la lla-mada Revolución Libertadora e in-fluenciada por la Agencia Central deInteligencia (CIA) de los EE UU,incluyó en su estructura un Depar-tamento de Operaciones Psicológi-cas, otro de Guerra Contrarrevolu-cionaria y un tercero de Operacio-nes Anticomunistas. La Guerra Psi-cológica, en su acepción más actual,se vale, combinadamente, de ope-raciones de guerra económica, gue-rra política y guerra propagandísti-ca u Operaciones Psicológicas, quejunto a las de Inteligencia, constitu-yen el sine qua non de las Guerras deBaja Intensidad (GBI) que el impe-rialismo y sus aliados utilizan contralos pueblos y gobiernos en rebeldía.

Cabe aquí volver a citar al masse-rista Hugo Ezequiel Lezama y a suacompañante anónimo Aloisyus

Fenwick (en realidad este es un seu-dónimo utilizado por este ex miem-bro del Departamento de AcciónPsicológica del Pentágono). Paraambos, “la persuasión colectiva tie-ne una sola arma: la Acción Psico-lógica. En la acción psicológica seponen en juego todas las especiali-dades y ciencias madres de la co-municación; también se pone en jue-go toda la inteligencia y capacidadimaginativa del planificador (…) Laacción psicológica es la más modernaforma de guerra y una fascinanteoperación en la paz. Naturalmenteque cambia sus métodos no básica-mente, pero sí funcionalmente, cuan-do la acción psicológica en tiemposde paz debe ser adaptada a la Gue-rra Psicológica. La acción psicoló-gica tiene tres objetivos fundamen-tales: 1) Crear imagen; 2) Sostenerimagen; 3) Cambiar imagen”10.

¿Y qué es una imagen sino unasombra, transfiguración de una rea-lidad creada y proyectada arbitraria-mente por el planificador de la ope-ración, quien para satisfacer sus ob-jetivos recurre a cualquier abyección?Por ello la Acción Psicológica es unaforma de propaganda en la cual seencubre el verdadero objetivo de sudifusión, ya que de ponerse aldescubierto se echaría por tierra loque se quiere proyectar y hacer creer.En este sentido, cabe destacar, a pe-sar de su temporalidad (1948), losostenido por Sherman Kent en su

9 Frade Merino, Fernando. La Guerra Psicológica. Ediciones COMPI, Madrid, España, 1967.10 Fenwick, Aloisius /Lezama, Hugo Ezequiel. Teoría de la Persuasión. Ediciones Troquel, Buenos Aires 1964, p 44.

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volumen Inteligencia Estratégica, ya ci-tado más arriba, en relación con la“Guerra Política y Económica”,que condicionan al “blanco” a finde someterlo a través de la GuerraPsicológica. “La guerra no siem-pre es convencional” -escribe Kent,páginas 33 al 35- “En efecto, unagran parte de la guerra, de las re-motas y las más próximas, ha sidorealizada siempre con armas noconvencionales (…) En estas dosguerras no convencionales (políti-cas y económicas), se trata de ha-cer dos cosas: debilitar la voluntady la capacidad de resistencia delenemigo y fortalecer la propia vo-luntad y capacidad para vencer, asícomo la de los aliados. La guerrapolítica podría definirse como unintento de lograr esos fines concualquier medio disponible, excep-to: 1) los medios económicos (quereservo) y 2) las operaciones mili-tares ortodoxas. La guerra econó-mica podría describirse del mismomodo, invirtiendo los términosapropiados. En sus aspectos máscorteses, ambas guerras tienen susaplicaciones de paz; ambas se em-plean como instrumentos de la granestrategia de la paz y ambas tienensus propias exigencias de informa-ción tanto en la guerra como en lapaz”. Luego de definir a grandesrasgos los objetivos potenciales“blancos” de la guerra política yeconómica, los instrumentos parallevarla a cabo, incluida la mentiray la “verdad deformada”, la pro-paganda negra y el rumor “inven-tado y hecho correr por medio dela palabra oral”, Kent enumeraotros componentes de la Guerra

Psicológica, Política y Económicacomo: “el soborno, el perjurio, laintimidación, la subversión, el chan-taje, el sabotaje en todas sus for-mas, los secuestros, las trampas en-gañabobos, el asesinato, las embos-cadas, el francotirador y el ejércitoclandestino”. “Incluye -continúaKent- la entrega clandestina de to-das las herramientas necesarias: elpersonal encubierto, los aparatos deradio e imprenta, (ahora TV y com-putadoras insertadas en la red deInternet, N. de R.), el veneno, losexplosivos, las sustancias incendia-rias y las armas portátiles y los ins-trumentos para los asesinos, las gue-rrillas y las formaciones paramilita-res. Los instrumentos de la guerraeconómica son simples y casi pu-ros, en comparación. En una pala-bra consisten en la zanahoria y elgarrote (…) Traducidos en térmi-nos más o menos técnicos, inclu-yen: el bloqueo, la congelación defondos, el ‘boicot’, el embargo y lalista negra por un lado; los subsi-dios, los empréstitos, los tratadosbilaterales, el trueque y los conve-nios comerciales, por otro”. Entrelas Operaciones de Acción Psico-lógica, cabe acotar, se hallan: las Per-suasivas, donde el mensaje se difun-de entre la “audiencia blanco” másculta o situada en la cúspide del po-der (elites); las Sugestivas, emplea-das contra las grandes masas de po-blación, y que pivotean sobre las sen-saciones y sentimientos; y las Com-pulsivas, donde se echa mano del te-rror colectivo para modelar conduc-tas y formas de comportamientoque convengan a los intereses de loscapitalistas, los uniformados terro-

ristas de Estado y sus grupos para-militares y parapoliciales. En cuantoa la forma propagandística mediantela cual se emiten los mensajes, se en-cuadran en la Propaganda Blancaaquellos que se difunden desde unafuente conocida u oficial; en la Gris,los provenientes de fuente difusa; yen la Negra, los que se emiten desdeuna fuente desconocida o falsa. Es-tas dos últimas formas propagan-dísticas, sobre todo la Negra, sonutilizadas mayoritariamente por or-ganismos de inteligencia.

Cultura dominante,contracultura y un epílogo

Dentro del arsenal utilizado en laGuerra Psicológica se incluye la lla-mada Cultura de Masas, diseñada yengendrada por un grupo de técni-cos al servicio de la burguesía im-perialista para contrarrestar a la Cul-tura Popular, o Cultura de Resisten-cia anticolonial y anticapitalista. LaCultura de Masas incluye la deno-minada “cultura del estímulo”, me-diante la cual y a través de estímulosexternos se condiciona a los “blan-cos” a que se comporten de unamanera afín a los que los progra-madores y planificadoras de la mis-ma desean. Aunque en una sociedaddividida en clases la cultura domi-nante es la cultura de la clase domi-nante, existen pautas culturales deloprimido y el explotado colectivoque logran conformar un cuerpo cul-tural empírico, con rasgos de espon-taneidad, posible de ser sistematiza-do en el marco de una cultura deresistencia al opresor y explotador.

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Tradiciones populares, costumbres,mitos y otros conforman la culturapopular, forjada en el marco de lalucha de clases, la pertenencia a unanación o conglomerado geográfi-co/poblacional sometido, que afir-ma su “forma de existir en el mun-do” frente al avasallamiento econó-mico y cultural, ya sea local, regio-nal o mundial. Esta Cultura de Re-sistencia cuenta con elementosesenciales que constituyen su nú-cleo de rebeldía, los que son rese-mantizados, (trastocados en cuan-to a su significado liberador) porlos productores de la Cultura deMasas, a fin de convertirlos en ele-mentos de alienación. La Culturade Masas, concebida como vacu-na contra la Cultura Popular, tomaelementos contestatarios de éstapara resignificarlos, tal como delveneno de la serpiente se extrae elelemento activo que, mediante unprocedimiento, es convertido enantídoto contra el propio veneno.Un ejemplo, entre tantos, de esta"conversión» de lo contestatarioen alienante lo constituye la rese-mantización del chamamé. Propiadel noroeste argentino, esta dan-za, nacida en los obrajes, estanciasy otros espacios no sólo incita a laactividad a oprimidos y explota-dos, siempre peligrosa para el or-den, incentivándolos a la vez aafirmarse sobre sus espacios- a tra-vés del zapateado- sino que en susletras recrea mitos de rebeldía po-pular, personificadas en héroes ymártires sociales (tales como ElGato Moro y el Gaucho Cubillos,en Corrientes; Isidro Velásquez enel Chaco, el Gaucho Bazán Frías en

Tucumán, etc.), paisanos alzadoscontra la injusticia y la explotaciónde terratenientes y jerarcas de cul-tivos industriales y otros empren-dimientos capitalistas. En la ciu-dad de Buenos Aires y el conur-bano, innumerables bailantas con-centraban hasta no hace mucho apaisanos provincianos y de paíseslimítrofes de todas las latitudes através del ritmo arisco del chama-mé y sus letras que testimoniabanel quehacer del oprimido, inclui-das sus epopeyas levantiscas. Lostécnicos de la Cultura de Masascastraron entonces al chamaméconvirtiéndolo en “chamamé tro-pical”, que despojado de su signi-ficado rebelde se convirtió sólo enpasatiempo, derivando luego en lacultura enlatada del pobrerío quese exhibe hoy en bailes, programasradiales y televisivos. Otra opera-ción que ejecutan los técnicos dela Cultura de Masas es la de cam-biar el significado de términos. Asícomo la burguesía siempre intentóapoderarse de banderas de la izquier-da para neutralizar su accionar re-volucionario, también se apropia detérminos que hasta hace poco sig-nificaban una cosa, para resignificar-los. Uno de ellos es el “conservatis-mo” o “conservadurismo”, térmi-no que siempre fue identificado co-lectivamente con la reacción de laclase dominante a los cambios re-volucionarios. Al desmoronarse laUnión Soviética y el campo socialis-ta, la prensa burguesa y hasta ‘pro-gre de todo el mundo motejó de“conservadores” a los que se nega-ban a liquidar al primer Estado so-cialista del orbe, denominando “re-

formistas” o “progresistas” a losque apoyaban un regreso al capita-lismo más salvaje, mafioso y depre-dador. Lo mismo sucedió y sucedecon el término “revolución”, que deser homologado con la liquidaciónde todo orden injusto existente, fueconvertido por la prensa mundial ensinónimo de regreso al colonialismoy capitalismo saqueador en aquellospaíses, como Libia, que pasaron deser autodeterminados a neocoloniasgracias a los buenos oficios de laaviación de la OTAN y los “rebel-des” –otra resignificación- a su ser-vicio. Aunque pareciera que el im-perialismo ha ganado la Guerra Psi-cológica o Propagandística a travésde sus ingeniosos sistemas de falsea-mientos de la verdad y manipula-ción masiva, que condicionan a lasmasas no a pensar de tal o cual ma-nera sino a no pensar nada, y a com-portarse en forma reaccionaria oinocua para el sistema capitalista bajoel influjo de la virtualidad de los men-sajes mediáticos, con su carga de “en-tertainment” y homólogos, el mar-xismo revolucionario está más vivoque nunca. La educación, la culturay la recreación colectiva de los valo-res populares, ligadas a la difusiónde la historia de las clases explota-das y los pueblos en relación con suresistencia al opresor, invasor y ex-plotador, en el marco de las luchasactuales contra un sistema capitalistadecrépito y en crisis orgánica, y porel socialismo, han de echar por tie-rra los intentos de manipulaciónmasiva y sacralización de la mentiray la sumisión a los poderosos quelos “especialistas” de la propagandaburguesa llevan a cabo.

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En la década de 1950, se ha-bía comenzado con la manufactura de grandes com-

putadoras llamadas Mainframes, unode los principales fabricantes de es-tas era IBM. El desarrollo de unared, de tipo punto-a-punto, es de-cir de una computadora a otra deforma directa, permitió crear las pri-meras redes de computadoras, dan-do inicio al internet prehistórico,

por Kemel

Cyber espionaje imperial o Lo que vendrá

aun que más bien se trataba de unaproto-internet.

A comienzos de la década de1960, el DARPA (Agencia de Pro-yectos de Investigaciones Avanza-das para Defensa), había creadoARPANET, una red que interco-nectaba todas las computadoras delejército, con una nueva tecnología,que ya no era la punto-a-punto. Esteavance representó que toda la in-

formación podía ser accedida caside forma instantánea por todas lasbases militares dentro del territoriode EE.UU. Poco tiempo despuésse liberó para uso civil, y los prime-ros en tener acceso a la misma fue-ron las universidades de este país.

Ya existían hackers por aquel en-tonces, y vale aquí una aclaraciónhistórica dado que los medios decomunicación con el correr de los

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años, han logrado que la palabraHacker se convierta en sinónimo dedelincuencia, y debo especificaraquí, cuales son los delincuentes rea-les dentro de este espacio digital. Alos primeros hacker se les llamoPhreackers, que es un juego de pala-bras entre Phone y Freak (loquillo),estas personas conocían a tal puntola red de conmutación telefónica deAT&T que podían realizar llama-das sin pagar un centavo, y publi-caban además la capacidad de “es-cuchar” que ya tenía por aquel en-tonces la empresa, pero sin afectara los usuarios del servicios. Con eladvenimiento de las computadoras,los phreackers se convirtieron en losprimeros hackers, dado que las pri-meras redes públicas de computa-doras tenían como soporte la redde telefonía de par de cobre. Aquíla diferencia más importante a la quequería llegar, un hacker es un tecnó-filo, una persona dedicada a sabercuáles son los problemas relacio-nados con la electrónica en generaly con los sistemas computaciona-les en particular, también incluyen-do conocimientos para mantener laprivacidad de los mismos y sususuarios, con un alto grado de es-pecialización que les da la capaci-dad de solucionarlos o proponersoluciones a terceros interesados.Así también existe un grupo, conalto grado de especialización tam-bién, denominado creackers, cuyaúnica razón de existencia es la dedestruir sistemas con fines delicti-vos. Es necesario conocer esta di-ferencia, dado que los hackers cuen-tan con hasta un manifiesto, dondese definen ciertas reglas éticas (ver

Un Manifiesto Hacker, McKenzieWark), que entre otras cosas, no sepermite bajo ningún punto de vis-ta atacar a usuarios.

Con el tiempo, en la década de1980, la existencia de hackers co-menzó a ser un problema para elgobierno de EEUU dado que re-presentaban un problema de segu-ridad nacional, ya que por aquelentonces se había liberado el co-nocido “Libro Rojo”, cuyo conte-nido eran las políticas de seguridadde datos del Departamento de De-fensa, esto puso en jaque a variosde los sistemas públicos y privados,demostrando así el nivel de desco-nocimiento que tenía el Estado encuanto a la seguridad de la infor-mación, y también los niveles de vigi-lancia que se realizaban sobre los tráfi-co de aquella primitiva internet, queaún era sólo de uso académico en elcaso de su implementación civil.

Durante la década de 1990, co-menzó la operación “Hackers Crac-kdown”, con alcance internacional,que tenía como fin apresar a todohacker que haya incursionado en lossistemas del gobierno o que seasolamente un potencial peligro.Esto puso tras las rejas a varias per-sonas que ni siquiera tenían el co-nocimiento necesario para ser hac-kers, pero que mantenían algunavinculación con ellos. Esto desen-cadenó una alarma en toda comu-nidad, comenzando así la propa-ganda siniestra en contra de estosgrupos tecnófilos.

En la misma década, un grupode hackers publico la existencia deuna red de espionaje, de la que senegó existencia hasta el año 2000,

llamada ECHELON, que se trata-ba de una red de vigilancia de tráfi-co de datos por internet, conmiembros en EEUU y Europa. Lapublicación de información, pusomuy nervioso al imperialismo, dadoque aun bajo sus desmentidas, cier-tos sectores de la sociedad ya co-menzaban a sospechar del “GranHermano” imperialista. El accionarde ECHELON y otra redes máspequeñas de espionaje fueron pues-tas en descubierto por diferentesgrupos de hackers, entre ellos el máspoderoso y antiguo CCC (ChaosComputer Club), y en tanto que elec-trónica y soporte para transmisiónde datos, aun hoy en día sigue sien-do la revista mas atacada, pero másutilizada por el mundo Hacker quees “2600: The Hacker Quaterly”.

Más recientemente, la ola de per-secución más agresiva fue la que sele realiza al grupo Anonymous, grancolaborador de Julian Assange, elcual se ha convertido en una espe-cie de terrorista por mostrarle almundo las conexiones políticas confuncionarios fuera de Estados Uni-dos, mediando la embajada de esteen dichos países y los planes sinies-tros del imperio con el fin de man-tener su hegemonía mundial. Almomento de escribir el artículo, lasituación de Julian Assange es másque complicada, dado que se en-cuentra en la embajada de Ecua-dor ubicada en Londres, ReinoUnido, y aun cuando la Repúblicade Ecuador le hubo brindado el asilopolítico, el imperialismo inglés le nie-ga el salvoconducto para poder lle-gar al aeropuerto y así trasladarse aEcuador, violando varios tratados

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internacionales. Ya la UNASUR sepronunció en contra del accionar deReino Unido, y las conversacionesal respecto de este caso comienzana tomar un rumbo cada vez menosamigable, poniendo en evidencia,nuevamente, la intención del impe-rio de callar a todos los que se pro-nuncien a favor de la verdad.

Alienación y tecnología

Una buena parte de nuestras vi-das pasa hoy por algún medio elec-trónico, nuestra humanidad conver-tida en un número recorre centena-res de bases de datos en un día, escomo que una versión digital denosotros ande enloquecida porcuanta red sea posible, al serviciodel capitalismo. Ya sea por razoneslaborales, personales o políticas,muchos de nosotros utilizamos co-rreo electrónico, se supone que enpromedio cada habitante de la tie-rra posee al menos ocho cuentas decorreo electrónico. Sin embargo,tomando en cuenta la distribucióngeográfica de los servicios de in-ternet y su costo, se puede deducirfácilmente que en realidad, existenpor lo menos treinta cuentas de co-rreo electrónico por cada personaque tiene acceso a internet.

Veamos, a todo lo que circula porinternet se le puede denominar “trá-fico”, que es básicamente la infor-mación que pasa por todos los me-dios de soporte para la conexiónentre las computadoras del plane-ta. Está formado por los accesos asitios web principalmente, correoelectrónico en segundo lugar, y el

chat; en tercero. Hay también otrasformas de tráfico, por ejemplo, latelefonía que viaja por internet lla-mada VoIP (Voz Sobre IP), videoscomo por ejemplo YouTube, etc.Hay técnicas que permiten captu-rar el tráfico de internet y de hechoesto es posible de hacer desde unacomputadora en nuestros hogares.

En el caso de los teléfonos mó-viles, en Argentina hay una muymarcada tendencia, que va en acen-so, por la adquisición de teléfonosinteligentes, los cuales entre otras op-ciones están equipados con dispositi-vos GPS y acceso a redes de datos(internet) de diferentes tipos 3G o 4G.Estos teléfonos se acercan cada vezmás a ser una computadora.

Las implicaciones de lo que se estaconvirtiendo en una dependenciatecnológica afectan nuestra privaci-dad, quedando demostrado en lalluvia de anuncios que nos llegancomo SPAM (correo no deseado)a nuestras casillas de correo electró-nico. Con el uso de la red de celula-res se puede, sin uso de GPS, saberla posición relativa de un teléfonomediante una técnica de triangula-ción, en función de las antenas quele dan acceso a la red llamada GSM,con una exactitud que va de los 50a los 200 metros. Estó último re-presenta sin duda una violación a laprivacidad.

Tener acceso a internet desdenuestros teléfonos celulares es comoestar en casa, dado que al igual quedesde allí, se puede estimar el país yla cuidad en la que nos encontra-mos. Cuando nos conectamos ainternet, en realidad nuestro provee-dor del servicio, en caso de los te-

léfonos móviles puede ser cualquie-ra de las empresas de nuestro país,Personal, Movistar, Claro o Nex-tel, se le entrega al equipo un nom-bre, que es la “ Dirección Publi-ca” de dicho equipo, y de esta for-ma, nuestra presencia en internetes distinguible de forma univoca,y esta dirección puede ser consul-tada mediante un servicio que esde acceso público. Finalmente,otro dispositivo que deja en evi-dencia nuestra ubicación es el GPS,de origen militar y hoy con ver-siones de uso civil. El GPS es undispositivo con un funcionamien-to relativamente sencillo, lo com-plicado se encuentra en los satéli-tes; el dispositivo consulta su po-sición a un satélite con una señalque se envía a otros, que a su vezse comunican con el dispositivo.De esta forma, entre el retardo deenvío y recepción de la señal secalcula la posición en el globo delorigen de la señal. Pues bien, haypruebas, no de acceso público, quedemuestran que los llamados sa-télites GPS de uso civil están su-bordinados a los de uso militar, yen varios casos son los mismos sa-télites con acceso restringido a losservicios de localización. Uno delos satélites que tiene esta restric-ción, es un satélite militar con ser-vicios civiles, el GPS-IIR-M-1. De-bemos además saber que aunquelos gobiernos imperialistas lo nie-guen, toda la información, ya seaque provenga de dispositivos parala simple navegación como los queutilizamos en automóviles, y los dis-positivos incluidos en los teléfo-nos móviles, es almacenada. En el

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caso de los teléfonos móviles, es-tos poseen un número de identifi-cación llamado IMEI, que permi-te identificar dicho equipo, y dehecho, la multinacional Verizon,empresa estadounidense de tele-comunicaciones, en conjunto conel departamento de defensa reali-za el seguimiento de los equiposcon GPS y acceso a internet queestén en funcionamiento, es decir,con solo tenerlo prendido, el equi-po ya está dentro de la red GSM,lo cual pone disposición tres mé-todos de localización.

Las empresas que brindan ser-vicios gratuitos cumplen un papelmuy importante en cuanto a vigi-lancia se refiere, dado que la llega-da de sus servicios es mucho másprofunda que la de servicios pagos.

Software: Un arma dedoble filo

Una pequeña introducción decómo esta conformada la tecnolo-gía informática que manejamos adiario es necesaria para ponernosen contexto acerca de esta nuevanomenclatura que nos trae a nues-tro léxico, esta era de conectividad.

En el caso de las computadorashay tres elementos que nos hacenposible el uso que le damos diaria-mente. En primer lugar, los fabri-cantes de computadoras, incluyenun software de control dentro delas mismas llamado BIOS, que sig-nifica “ Sistema Básico de Entraday Salida”, este software permite quelos diferentes dispositivos dentro dela computadora, como discos, vi-

deo, teclado, mouse, etc. puedan serutilizados por los programas queejecutan la computadora. La si-guiente capa es el Sistema Operati-vo, como puede ser Windows deMicrosoft, MacOS X de Apple Inc.o GNU/Linux, que es software li-bre. El sistema operativo permitela administracion de los dispositi-vos de la computadora de formatransparente para el usuario, a tra-vés de una de interfaz de usuariocomo son las ventanas en Windo-ws y MacOS X. La tercer capa sonlos programas utilitarios, un ejem-plo de eso puede ser el productoOffice, de Microsoft, que incluyeprogramas que son muy utilizadoscomo Word y Excell.

En el caso de los teléfonos mó-viles, la estructura es más o menosparecida, tenemos al nivel del equi-po una serie de dispositivos, de losque mencionaré los principales: eldispositivo de acceso a la red GSM,básicamente es el que nos permitehacer llamadas y enviar mensajes detexto (SMS), el dispositivo GPS yel modem, que nos permite conec-tarnos a internet. Para facilitar la co-municación entre estos dispositivosexiste un programa parecido alBIOS; como análogo de SistemaOperativo, hay varias opciones, iOSde Apple Inc., Android de Google,Symbian de Nokia y WindowsMobile de Microsoft, y en menosproporción la empresa RIM, fabri-cantes de los teléfonos BlackBerryque poseen su propio sistema lla-mado BlackBerry OS. Así tambiénhay aplicaciones para estos celula-res, las más populares son GoogleMaps, programa que permite la

localización en mapas de calles, yutilizando GPS, la navegación yMessenger, que es un programapara chat, entre otros.

Alternativamente, existe GNU/Linux, este sistema tuvo sus oríge-nes en 1984, desarrollado por Ri-chard Stallman, creador del movi-miento de Software libre.

Stallman ha dado una serie de char-las en nuestro país para desmitificary recomendar el uso de software li-bre, sin embargo, cuando hizo unacrítica a los programas “ConectarIgualdad” y “S@rmiento BA”, quesi bien tienen GNU/Linux y Win-dows en las computadoras que re-ciben los estudiantes, los programaspara estudios solo se pueden usarsobre Windows, sometiendo a losalumnos a estudiar sólo el sistemaoperativo de la empresa con la quela nación tiene un contrato millo-nario, es decir Microsoft. Al respec-to señalaba Stallman, que aplicadoasí, el plan se convierte en “Conec-tar Ignorancia”.

Las opciones que nos brinda elsoftware libre son exactamente lasmismas. Como sistema operativo,tenemos a GNU/Linux, común-mente conocido solo como Linux,y como software de usuario, porejemplo, el navegador de internetmás conocido que es Firefox. Paraanálogo de Microsoft Office estáLibreOffice, y aquí quiero haceruna aclaración, dado que muchagente utiliza OpenOffice que noes software libre, ya que este pro-grama, aunque desarrollado comolibre, es controlado por la empre-sa Oracle desde la adquisición deSun Microsystem, empresa reco-

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nocida por no ser respetuosa delos derechos del usuario.

El software libre es más reco-mendable de usar por dos razones:primero, por que disponemos detodos los códigos de los progra-mas que utilizamos, incluyendo sis-tema operativo, lo cual nos da laposibilidad de poder cambiarlos oaplicarles las normas de seguridadque creamos necesarias, además loserrores y fallas de seguridad delsoftware libre son públicas y pue-den encontrarse en internet actuali-zaciones que corrigen los mismos,dado que estos sistemas son desa-rrollados por una comunidad mun-dial y ad honorem, con el mero afánde poder crear sistemas de calidad,seguros y confiables, al contrario delo que hacen los grandes gruposeconómicos que hasta prohíben lapublicación de sus fallas de seguri-dad y errores por que las mismasestán también protegidas por lasleyes de copyright.

Es necesario saber que el soft-ware libre se basa en lo que se lla-ma las “cuatro libertades del soft-ware libre”:

Libertad 0: Es la libertad de usarel programa con cualquier propósito.

Libertad 1: La libertad de estu-diar cómo funciona el programa ymodificarlo adaptándolo a tus ne-cesidades.

Libertad 2: Es la libertad de dis-tribuir copias del programa, concual puedes ayudar a tu prójimo.

Libertad 3: Es la libertad demejorar el programa y hacer públicasesas mejoras a los demás, de modoque toda la comunidad se beneficie.

Algunos puntos de estas liberta-

des son necesarios y otros indispen-sables para la libertad tecnológica.

Sobre denuncias y otrascuestiones

Voy a presentar a continuación laexistencia de una cantidad de siste-mas y la colaboración directa o in-directa de las empresas con el im-perialismo yanqui, algunas son delo más obvias, pero otras van asorprenderles en sobremanera.

Es evidente como la derecha vie-ne utilizando los medios masivosde comunicación para manipular laopinión pública y crear una reali-dad alienante, manteniéndonoscomo se podría decir “con un mo-vimiento browniano”, movimien-to aparentemente aleatorio que po-seen algunas partículas en un me-dio fluido, donde nosotros seria-mos dichas partículas.

Si el conocimiento es poder, en-tonces saber las actividades del pue-blo representa un buen aporte alimperialismo. Se trata en este artí-culo de denunciar algunos usos quese le da a nuestra información porparte de empresas y de los Esta-dos que pretenden conservar suhegemonía, y, que sin entrar en pá-nico, debemos conocer para tam-bién poder optar por las alternati-vas que nos dan la posibilidad deelegir entre permitir que ello suce-da y que no.

Los sistemas operativos más uti-lizados en el mercado de la tecno-logía de computación de estos díasson Microsoft Windows y Mac OSX de Apple. En el caso del prime-

ro, realizando una exhaustiva peri-cia, he descubierto varios puntosque le permitirían a la empresa quelo desarrolla conocer ciertas accio-nes que ejecutamos en nuestrascomputadoras, siendo grave, que essin la autorización del usuario.

Por ejemplo, cuando compramosuna Mac, si bien podemos optarpor no pagarla con tarjeta de cré-dito, las actualizaciones del sistemaMac OS X requieren registrar elequipo en Apple, con lo cual, la di-rección publica que nos da nuestroproveedor de internet junto con elMAC ADDRESS (identificador delas placas de red de nuestra maqui-na) viajan directo a Apple, asi cadavez que nos conectamos a internet,la empresa sabe que estamos co-nectados a la red. El caso de Win-dows es idéntico, y si bien esto norepresenta ningún peligro, no noses comunicado en ninguna secciónde los contratos de adquisición.

Los navegadores de internetcomo Safary de Apple o InternetExplorer de Microsoft, envían detanto en tanto la información denuestro historial de navegación adichas empresas. Asimismo, la tien-da de videos y música en línea deApple, iTunes, con un programacon el mismo nombre, envía unamuestra de los consumos y repro-ducciones que hacemos en el equi-po a Apple. También lo hacen Win-dows Media Player, el reproduc-tor de videos y audio de Micro-soft, y RealPlayer, y como satélitede iTunes, QuickTime, históricoreproductor de video de Apple.

Busquemos un archivo en nues-tra computadora… En Mac OS X

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existe una forma de mantener uníndice de archivos, que entre otrascosas nos permite recuperar viejasversiones de nuestros documentos,llamado Time Machine (máquinadel tiempo) y asi como en Mac,Windows tiene su Asistente de Bús-queda, simbolizado por aquel pe-rrito que nos brinda opciones debúsqueda en nuestro equipo; en-tre varias opciones que nos danestos dos motores de búsquedapodemos buscar por nombreexacto, palabras sueltas del mismo,tipo de archivo, y en el caso de do-cumentos de texto, hasta palabrasen su contenido; esta actividadhace que esos programas de bús-queda generen índices para facili-tar búsquedas futuras, pero con unpoco de pericia, se puede ver quelas búsquedas y sus resultados sonenviados a dichas empresas. Es evi-dente que este accionar no dejahuella en nuestras maquinas, sinotendríamos lleno el disco más pron-to de lo que lo podemos llenar conel contenido generado por noso-tros mismos.

¿Cuál es la razón por la que senecesita esta información? Bien,cuando el Dr. Richard Stallman,creador del movimiento de soft-ware libre, le hizo esa pregunta enuna conferencia al señor Pallmer, ac-tual CEO de Microsoft, éste le con-testo que “no tenia evidencia de queeso sucediera con ningún produc-to de su compañía”. Aun asi, y sinimportar con que fin estas “funcio-nalidades no declaradas” sean in-cluidas en el legitimo software queadquirimos, no tenemos razón apa-rente para permitir que esto prosi-

ga sin nuestro consentimiento. Enun contexto político tan convulsio-nado como el que estamos atrave-sando, con un capitalismo en sushoras postreras, es evidente queconocer el comportamiento delpueblo se ha vuelto, en esta socie-dad donde la información se haconvertido también en una mercan-cía, indispensable para las empre-sas y grupos económicos y muchomás para los Estados.

Haciendo una pequeña retrospec-tiva, es necesario subrayar el papelque juegan dos grandes leyes esta-dounidenses en este juego de pri-vacidad. Una es la Ley Patriota, queenuncia que los datos de un usua-rio, ya sea sobre su actividad comopersonales, este dentro o fuera delterritorio de EEUU y de las em-presas de servicios o software, pue-den ser tomados sin una sospechaformal de los servidores de las em-presas. Esto significa que cualquieragente de los servicios pude ir conun pendrive hasta, pongamos porcaso Microsoft, para obtener unacopia del usuario registrado de lacopia N-esima de Windows y lle-varse la información para su poste-rior análisis. Esta Ley tiene injeren-cia para empresas yanquis únicamen-te, pero como el imperio es impe-rio, la ha incluido en un contexto in-ternacional.

La ley Sebanes-Oxley, creada paraevitar la enorme estafa realizada porlos directivos de la empresa Enron,delimita una serie de pautas admi-nistrativo-contables y de seguridadde la información digital, que de-ben ser cumplidas para poder co-tizar en la bolsa de Nueva York o

en NASDAQ. Con la creación dela Ley Patriota, se anexó a la LeySerbanes-Oxley las mismas potes-tades de la primera, también am-pliando su campo de acción a uncontexto internacional.

En relación a lo anterior, el mo-mento para la implementación nopodía ser más propicio, dada lapresencia de las compañías de soft-ware en la telefonía móvil. Aquíentra en juego uno de los más gran-des proveedores de servicios y soft-ware para teléfonos inteligentesexisten hoy en día: Google.

Habiendo comenzado como unproyecto de investigación de alum-nos universitarios, hoy es el princi-pal “Gran Hermano” de la red. Enun sentido, esta funcionalidad noses muy útil, de otra forma muchossitios no los podríamos visitar cuan-do realizamos una búsqueda, perocomo en los casos anteriores, loque no se tiene en cuenta, es querepresenta una violación a nuestraprivacidad. El motor de búsquedade Google, a grandes rasgos, re-corre internet y almacena datos so-bre los sitios en una enorme basede datos, así pues, cuando ejecuta-mos una búsqueda, el contenido delos resultados coinciden con lo queha venido guardando el motor.Con el advenimiento del resto delos servicios, Google ha creado unimperio de anuncios que lo vienesosteniendo con la recolección dedatos en todos y cada uno de susservicios. Lo que aquí cabe desta-car es que las herramientas de Go-ogle, tienen una “funcionalidad nodeclarada”, que permite al gran bus-cador también dejar registro de la

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dirección publica que el proveedorde servicios de internet nos entre-ga, y también la MAC Address, conel fin de mejorar nuestras búsque-das y la velocidad con la que losservicios de la empresa funcionan.Ellos se permiten recorrer nuestrocorreo electrónico, nuestras listas dereproducción en Youtube, el histo-rial de búsqueda que hemos reali-zado en su motor, y aquí lo másllamativo de la historia, esto lo re-lacionan con los servicios para loscelulares inteligentes.

Google cuenta con un sistemaoperativo para equipos móviles degama media y alta, llamado An-droid, permitiendo tener en nues-tros bolsillos acceso al correo deGmail, mapas de Google Maps,publicar nuestra localización y has-ta función de trazado de rutas enmapas en conjunto con el dispo-sitivo GPS de los celulares. Ob-vio, Android siempre nos pre-

gunta si deseamos publicar nues-tra posición, aunque siempre su-giera que es mejor hacerlo paramejorar la calidad del servicio,permitiendo asi que podamosencontrar comida yanqui baja envitaminas como ser Mac-Pato;pero aun cuando optemos por nopublicar nuestra posición, una“funcionalidad no declarada” deAndroid, permite asociar el IMEI(identificador único del equipocelular) con la cuenta de Google, yde esta forma, en cuanto prende-mos el equipo, el gran hermanosabe que estamos en línea.

Reiteramos, no es necesario en-trar en pánico, dado que así comoellos pueden crear sus “funcionali-dades no declaradas”, Google ha co-metido un grave error que nos be-neficia; han utilizado software libreen el ceno de Android, y esto repre-senta una ventaja porque nos da jus-tamente lo que necesitamos, las he-

rramientas para cancelar dichas fun-cionalidades con la ayuda de algúnprofesional de los sistemas.

Evitar usar la tecnología hoy estotalmente descabellado, pero de-bemos conocer lo que nos ocultany saber cuáles son las alternativasque existen, en primer lugar paraevitar la dependencia tecnológica,dado que la autonomía en el terre-no de los sistemas de comunicacióny de cómputo son de vital impor-tancia en el contexto mundial ac-tual; y en segundo lugar, con eldesarrollo de las fuerzas tal y comose vienen planteando en AméricaLatina, no puede existir la posibili-dad de estar encadenados a tales re-laciones cuando hay alternativas quenos permiten hacernos de todas lasherramientas mínimas, pero necesa-rias, para evitar que el imperialismonos controle con su Gran Ojo, y másahora que día a día luchamos por estarmás fuertes y más unidos.

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Para iniciar esta conversación,yo pensaba tocar un poco loque ha sido la evolución de

mi trabajo intelectual, antes y des-pués del triunfo de la RevoluciónCubana el 1º de enero de 1959. Enese momento, al triunfo de la revo-lución, yo tenía veintiocho años,había publicado varios libros y trescuadernos de poesía, dos en LaHabana, y uno en México. El pri-mero se llamó Elegía como un himno,que es un poemario dedicado aRubén Martínez Villena, una figuralegendaria de la revolución cubana,un poeta que se entregó desde sujuventud a la lucha social y muriómuy joven, tuberculoso; el segun-do cuaderno un poquito mayor se

llama Patria por alusión a un versode José Martí que dice: “Dos patriastengo yo, Cuba y la noche”. Esos doscuadernos de versos tuve que pa-garlos porque en Cuba, antes detriunfo de la revolución, no habíaeditoriales. Los autores teníamosprimero que escribir los libros, des-pués pagar para que lo imprimie-ran, finalmente enviarlos por co-rreo a los amigos para que tuvie-ran la gentileza de leerlos y de, al-gunas veces, enviarnos alguna carta

* Poeta y ensayista cubano, director de Casa de las Américas.

Orgullo deOrgullo deser cubano

RobertoFernándezRetamar*

en respuesta. Un poco cansado deeso, el tercer cuaderno lo mandé aMéxico, se lo mandé a una gran fi-gura de la cultura mexicana que yoadmiraba y seguí admirando siem-pre, Alfonso Reyes que estaba en-tonces al frente del Colegio deMéxico, y Reyes hizo publicar el li-bro que se llama Alabanza. Conver-saciones, es el primer libro que pu-blique fuera de Cuba, y el primeropara el cual no tuve que dar dineropara que se publicara. Además de

Con motivo de celebrarse la38° Feria Internacional delLibro de Buenos Aires, elescritor y ensayista cubanoRoberto Fernández Retamar,visitó nuestro país para presen-tar una antología de su obra.Aprovechando su estadía enBuenos Aires, desde el Progra-ma Latinoamericano deEducación a Distancia(PLED) del Centro Culturalde la Cooperación FlorealGorini, se organizó una charladel escritor con investigadoresde la institución e invitados.El texto que presentamos acontinuación, es un extracto deesa charla que tuvo lugar el 30de abril de 2012.

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mi, digamos así, de mi labor depoeta, yo he sido un estudioso ini-cialmente sólo de literatura. Habíamatriculado en la universidad, muyjoven, para arquitectura, gran error,a las pocas semanas me di cuentaque no era para nada mi carrera, yal año siguiente, en 1948 matriculéen Filosofía y Letras, estuve cuatroaños estudiando Filosofía y Letrasy al terminar hice mi tesis de gradocon un trabajo llamado “La poesíacontemporánea en Cuba 1927/1953”.Esa tesis de grado tuvo la suerte deque José Lezama Lima el gran poetacubano, director de la revista Oríge-nes, donde yo había comenzado apublicar desde mis veinte años; mepidiera que apareciera con el sellode la revista. Ese fue mi primer li-bro, no de poesía, sino de estudios,y tuve suerte porque de resultas dela aparición de ese libro, un profe-sor cubano, que era profesor de laUniversidad de Yale en los Esta-dos Unidos, me invitó a ser profe-sor de esa Universidad durante unaño, del ’57 al ’58. Y ese profesor,que ya murió, era muy leal, un cu-bano muy firme, a pesar de quedesde muy joven había vivido enlos Estados Unidos y había estu-diado en la Universidad de Yale. Élse había graduado allí, pero con-servó muy firmes sus raíces cuba-nas hasta su muerte, y realmente fueun gran maestro, un gran profesor.Al escribir ese libro, La poesía con-temporánea en Cuba yo me di cuentade una serie de lagunas que habíaen los estudios literarios, por lomenos en los de mi país, en lo quetenía que ver con la literatura de mípaís, y me incliné hacia estudios de

lo que entonces estaba bastante enboga que era la estilística.

En el interregno hice unas oposi-ciones en la Universidad de la Ha-bana para la cátedra de FilologíaClásica y Lingüística, obtuve esepuesto y comencé a dar clases deLingüística en la Escuela de Filoso-fía y Letras de la Universidad deLa Habana. Esas clases tuvieronque ser interrumpidas, porque endiciembre del ‘56 las universidadestuvieron que cerrar debido a laposición tan hostil del régimen deBatista para todo lo que parecieracultura, espíritu, etc. entonces yo leshabía ofrecido a los alumnos de esecurso hacer un curso libre sobreestilística. La estilística está a caba-llo entre la lingüística pura y los es-tudios literarios. Y efectivamenteempecé a preparar este curso libre,pero desgraciadamente la universi-dad no pudo abrir sus puertas dadala situación tan terrible que tenía,entonces de lo que iban a ser lasnotas de ese curso de estilística, es-cribí un libro que se llamó Ideas dela estilística. Ese libro se publicó afinales del mes de diciembre de1958, es decir, prácticamente unashoras antes del triunfo de la revo-lución cubana. Yo tenía por lo tan-to estos dos libros de estudios lite-rarios publicados: La poesía contem-poránea en Cuba 1927/1953 e Ideasde la estilística.

Con ese bagaje me presenté a laspuertas de la revolución, el 1 deenero de 1959. Debo explicar tam-bién que aunque yo había regresa-do de la Universidad de Yale, ha-bía prometido que volvería a ense-ñar en una universidad de los Esta-

dos Unidos, la Universidad deColumbia en Nueva York, ciudadque amo mucho, donde estuvecuando tenía diecisiete años y cuyauniversidad es muy prestigiosa real-mente. Pero al triunfo de la revolu-ción decidí declinar esa honrosa in-vitación y permanecer en mi país.Entonces fueron ocurriendo fenó-menos muy importantes en la vidade todos nosotros, no hay cubanode mi generación, ni de la genera-ción inmediata que no haya sido dealguna manera influido por los su-cesos que estaban ocurriendo. Yocomencé a publicar, ya había escri-to durante el “Batistazo” en la pren-sa clandestina.

Con mi mujer Adelaida pertene-cíamos a lo que se llamaba el Mo-vimiento de Resistencia Cívica, unmovimiento celular, obviamente,sin nombre conocido, recogíamosdinero para enviar a las sierras, ofre-cíamos nuestras casas para los revo-lucionarios que estaban perseguidos.

Así fue que al principio, muy alprincipio de aquel enero del ‘59,empecé a escribir en la prensa abier-ta, en un periódico que se llamabaRevolución y que era el órgano delMovimiento 26 de Julio.

Mi primer artículo en ese perió-dico apareció el 8 de enero de 1959que es el mismo día en que Fidelentró en La Habana con los bar-budos procedentes de la SierraMaestra. Ya habían entrado en LaHabana el Che Guevara y CamiloCienfuegos que provenían de lasvillas, y que habían obtenido la vic-toria extraordinaria de Santa Clara,ciudad que tomaron y que fue elúltimo golpe que echó por tierra el

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régimen de Batista. Yo seguí publi-cando artículos sobre la actualidadpolítica. El primero se llamaba“Orgullo de ser cubano”, y expresabalo que el título está evocando muyclaramente, ¿no?, seguí escribiendosobre muchos otros aspectos y, porcierto, ya que estoy en la Argentina,recuerdo que uno de esos aspectosfue cuando visitó por primera vezCuba Don Ezequiel Martínez Es-trada, al que yo admiraba muchísi-mo, que fue un verdadero maestropara mí. Escribí un artículo que sellama: “Ezequiel Martínez Estrada enCuba”. Escribí sobre muchas otrascosas, por ejemplo, cuando AlejoCarpentier, el gran escritor cuba-no, que había permanecido cator-ce años en Venezuela decidió re-gresar a Cuba, también le dediquéun artículo: “Alegría. Sobre el regresode Alejo Carpentier”. En otros artí-culos, más abiertamente políticos,me oponía a las deformaciones conque la prensa imperialista pintabala realidad de Cuba.

Pero no llegué a escribir una obraorgánica hasta algún tiempo des-pués. Entre el año ‘63 y el ‘64 unaeditorial italiana me pidió hacer unaantología del gran escritor, del granpensador cubano, que fue JoséMartí, para eso volví a leer, o leípor primera vez las obras comple-tas de Martí con vistas a esta anto-logía y escribí un largo prólogo quese llamó: “Martí en su tercer mundo”.Finalmente la antología no llegó asalir en Italia, salió en Cuba, y elprólogo, la mayor parte del prólo-go de esa antología se publicó enuna revista que entonces aparecía enmi país que se llamaba “Cuba Socia-

lista”, en enero de 1975. Este fue elensayo mío decisivo, que implica-ba un cambio, un giro en mis estu-dios, ya no eran estudios puramenteliterarios, ya no era un trabajo pu-ramente literario, Martí no es unafigura estrictamente literaria, es unafigura universal, es un pensador, esun político, es una figura capital queha dado nuestro país, y a mí mefue revelando mucho trabajar so-bre la obra de Martí, viéndola a laluz de la revolución. Era una dobleluz, la que Martí echaba sobre larevolución y la que la revolución echa-ba sobre Martí y así, este largo ensa-yo sobre Martí se convirtió en el en-sayo fundamental; en el cambio fun-damental de mis estudios que deja-ron de ser estrictamente literarios paraser otra cosa que, entonces, no teníaun nombre muy preciso.

En esa línea de ensayos, el que hasido más conocido y reconocidoes el que se llamó originalmente«Calibán» y después le llamo «Cali-ban», sin acento. Dice Abel Prieto,que es un escritor cubano que has-ta hace poco era ministro de cultu-ra, que es una locura mía pretendercambiarle la acentuación porquerealmente se ha acuñado así. Laexplicación del porqué he decidi-do cambiar el nombre es la siguien-te: Caliban, el personaje original,aparece en la obra de ShakespeareLa tempestad. Shakespeare escribíaen inglés y llamó a su personaje«Caliban», porque en inglés Caníbalse dice Caníbal, entonces, como esuna palabra diríamos nosotros enespañol esdrújula, el anagrama esesdrújulo también. En francés sedice canibal, por lo tanto su ana-

grama es calibán, con acento en laúltima, y en español, que es la ma-dre del cordero, porque es en es-pañol donde por primera vez seutilizó la palabra caníbal por partede Colón, el anagrama de Caníbaldebe ser Caliban, así que yo, sabien-do que es casi imposible modificararraigados hábitos lingüísticos qui-siera que se le llamara Caliban.

Por suerte cuando Atilio Borontuvo la extremada gentileza de pu-blicar nuevamente el libro en Ar-gentina, el titulo fue Todo Caliban. Esla mejor edición que se ha publica-do con el sello de CLACSO cuan-do Atilio era su director. Ahí apa-rece Caliban; pero tengo que reco-nocer que una gran cantidad de es-critores hispanoamericanos han es-crito Calibán. Lo escribieron JoséEnrique Rodó, Paul Groussac, JoséMartí, Alejo Carpentier, AlfonsoReyes, todos ellos han escrito Cali-bán. Es un galicismo, el problemaes que la cultura nuestra ha estadomuy marcada por la cultura fran-cesa, cuando entró el personaje esteCaliban, cuando entró en nuestracultura que fue a raíz, sobre todo,de la intervención de los EstadosUnidos en la Guerra de la Indepen-dencia de Cuba en mil ochocientosnoventa y ocho, entró con el nom-bre Calibán; así lo nombró Grous-sac y también Darío.

Ya Darío lo había hecho en untrabajo anterior a su libro Los rarosque es de 1896, en un trabajo sobreEdgar Alan Poe ya había habladode Calibán. Pero hay que tener encuenta que cuando Rodó y sobretodo Groussac y sobre todo RubénDarío hablaban de Calibán no lo

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utilizaron con la misma forma di-gamos metafórica o simbólica enque íbamos a utilizarlo despuésotros autores. Para Groussac comopara Darío Calibán era los EstadosUnidos, es decir era el materialis-mo crudo, vulgar, etc.; frente a locual se oponía la espiritualidad deAriel del gran ensayo de José Enri-que Rodó “Ariel” de mil novecien-tos, alude a esto. Rodó casi no men-cionó a Calibán en “Ariel” pero erala oposición, Ariel debíamos ser no-sotros, los espiritualizados, hispano-americanos, mientras que los vulga-res, los materialistas vulgares eran losEstados Unidos.

Esa no es la interpretación queha acabado por mantenerse en re-lación con este personaje, persona-je conceptual como lo han llama-do algunos autores. El primer au-tor que le dio a Caliban la significa-ción de encarnar, no a los EstadosUnidos, sino las fuerzas vulgares delo qué él entendía que era el popu-lacho fue Ernest Renan. Algunosaños después de la Comuna de Pa-rís, él escribe un drama filosóficoCalibán continuación de la tempestad, yahí, ese Calibán sí era el símbolodel pueblo, pero con una visión muynegativa porque Renan era un aris-tocratizante, de manera que la vi-sión era peyorativa. Después otrospocos autores fueron de algunamanera valiéndose de ese persona-je con ese sentido simbólico. Eneste sentido hay un gran pensadorargentino, Aníbal Ponce, que escri-bió un ensayo memorable: “Ariel ola agonía de una obstinada ilusión”, untrabajo magnífico. Un autor brasi-leño francés, Michael Lowy, ha con-

jeturado que Aníbal Ponce en su li-bro Humanismo Proletario, Humanis-mo burgués debe haber ejercido in-fluencia sobre el Che; bastante pro-bable por no decir seguro, que elChe había leído en Argentina a Aní-bal Ponce, gran figura de la culturaargentina, y había leído por lo me-nos este ensayo “Ariel o la agonía deun obstinada ilusión”; y en este ensayomagnífico de Ponce, Ariel es el sím-bolo del intelectual, y así lo llega-ron a reconocer otros autores tam-bién. Hay que decir que yo no soyel primer autor a quién se le ocu-rrió escribir sobre Caliban de estamanera, de hecho hay un autor deBarbados, George Lami, que enmil novecientos sesenta publicó unlibro muy interesante irónicamentellamado Los placeres del exilio, hablan-do de cómo los intelectuales delCaribe de lengua inglesa iban aLondres y de alguna manera se cu-brían el nombre que tenían de unacultura distinta de la cultura inglesa,y él escribió en ese libro, unas pági-nas sobre, él decía Cáliban, vamosa seguir diciendo Caliban para tra-tar de arreglar las cosas, y el identi-ficó a Caliban como el pueblo, so-bre todo, del Caribe. Una intuiciónde esta naturaleza no del todo de-sarrollada aparecía en un libro mag-nífico que en 1938 publicó un au-tor de Trinidad Tobago, Cyril Ja-mes, el libro se llama Los jacobinosnegros y es un gran libro sobre larevolución haitiana Allí el mencio-na la idea de Calíban como el pue-blo caribeño. Este gran libro tuvouna segunda edición, después vinootra en 1963, y entonces James leañadió un epílogo muy elocuente

que se llama: “De Toussaint L’ Over-ture a Fidel Castro”; él hace una vi-sión de la revolución del Caribe apartir de la revolución de los hai-tianos a finales del siglo XVIII, prin-cipios del XIX, hasta la revolucióncubana. Una editorial española tra-dujo esta segunda edición, pero lecortó el epílogo que, por cierto,había ya salido traducido al espa-ñol por Adelaida en un número quela revista “Casa de las Américas” en1975 dedicó a las Antillas de len-gua inglesa; Adelaida tradujo casitodo este epílogo. Yo me pongo apensar si a nosotros en Cuba se noshubiera ocurrido publicar cualquierlibro amputándole el epílogo, hu-biera sido el stalinismo, el mons-truosismo, sí, todas esas cosas. Losespañoles tranquilamente amputa-ron ese epílogo y de aquí paz y enel cielo gloria. Ahora hemos publi-cado en la Casa de las Américas, ellibro con su epílogo –como es na-tural–, el epílogo es extraordinarioporque realmente el titulo es bas-tante para darse cuenta de lo queestá diciendo esta figura extraordi-naria que fue James. Tiempo des-pués en 1970, dos autores del Ca-ribe, hombres políticos e intelec-tuales, publicaron sendos libros casicon el mismo título y en el mismoaño; uno es Juan Bosch, que escri-bió De Cristóbal Colón a Fidel Castrocon el subtítulo “El Caribe fronteraimperial”, y el otro es Eric Williamsde Trinidad Tobago, quien habíasido por cierto discípulo de James,que escribió From Columbus to Cas-tro. Sobre todo el libro de Bosches interesantísimo realmente por-que él va demostrando que hay una

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dialéctica rigurosa en la historia delCaribe, que no es caótica como pa-rece. Además en el Caribe es don-de se han dirimido las grandes que-rellas entre las potencias imperiales.Cuando yo era niño veía con muchointerés las películas de corsarios y depiratas; solo cuando llegué a ser adul-to me di cuenta que esas cosas ocu-rrieron en nuestras costas, que esospiratas atacaban a Cuba.

La Habana está muy fortificada,tiene grandes fortalezas de la épocaque era asediada por los piratas.Bueno, menciono este ensayo “Ca-liban” porque realmente es el desa-rrollo principal, yo diría de lo quequise investigar en Martí en el tercermundo. He escrito muchos otros tra-bajos después, muchos otros librostambién, los títulos de esos librosson bastante elocuentes, por ejem-plo, aquí mismo en Buenos Aires,en dos ocasiones y por dos edito-riales distintas, se publicó un librode ensayos mío, que se llama Algu-nos usos de Civilización y Barbarie. Bue-no, si hay un país en nuestra Améri-ca donde vale la pena hablar de ci-vilización y barbarie, ese país es laArgentina, porque no ha sido en nin-guna parte tan fuertemente defen-dida la tesis de la civilización contrala barbarie.

Hay que decir de inmediato queesta tesis de civilización y barbarieque es tan polémica, en cierto senti-do tan fértil y en otro sentido tandiscutible, fue asumida por JoséMartí. Martí fue durante más dediez años el corresponsal del diarioLa Nación en Nueva York, el cón-sul argentino en Nueva York le ha-bía propuesto que fuera el corres-

ponsal. La Nación sigue existiendohoy en día, no me correspondeemitir juicio sobre La Nación enestos días, pero al final del siglo XIXera un gran diario realmente; don-de después de Martí colaboróRubén Darío, quien por cierto es-cribió un obituario precioso a lamuerte de Martí , y muy significati-vamente la primera crónica queMartí envió a La Nación en 1882fue una crónica en la que hablaba,según sus palabras, de la lucha en-tre capitalistas y obreros. Esa pri-mera crónica fue censurada, y el di-rector Mitre y Heredia, hijo del Ge-neral Mitre, le escribió una carta ex-plicándole que por motivos… quecomo era una nueva mercancía,utilizaba estas palabras, ¿no?; quecomo era una nueva mercancía leera imposible al diario publicar lacrónica tal como estaba. Habidacuenta de que conocemos lo que síse publicó, que es realmente muyfuerte, porque allí decía Martí, “es-tamos en plena lucha de capitalis-tas y obreros, para el capital es laayuda, los bancos, etc., para el obre-ro, tiene que comer de noche lo quetrabaja de día”, etc., una crónicamuy violentamente anticapitalista; yfue cortada por La Nación. PeroMartí, quien ya había tenido una ex-periencia similar con un periódicovenezolano llamado La Opinión Na-cional, donde le pasaba lo mismo,peor todavía porque querían quehablara bien del Papa, etc., y Martíque no era antirreligioso, era muyanticlerical realmente y no queríahacer elogio del Papa, bueno, dejóde publicar en La Opinión Nacional.Hubiera podido dejar de publicar

en La Nación, pero entendió quepodía hacerlo todavía, que tenía unmargen de… de libertad.

Y así lo tuvo sobre todo porquecuando a finales de la década del‘80 y principios del ‘90 se celebra laPrimera Conferencia Panamerica-na, en Washington pasaba una cosamuy singular, los Estados Unidosya se proyectaban como una fuer-za imperialista, ese congreso es paranuestra América, para la Américaen general; lo que había sido elCongreso de Berlín a mediados delos años ‘80, donde las potenciaseuropeas un día decidieron repar-tirse África como si fuera un ani-mal despedazado. La ConferenciaPanamericana era el equivalente deesa Conferencia de Berlín, perosolamente para que los EstadosUnidos se tragaran a la AméricaLatina; cosa que había de algunamanera anunciado con la DoctrinaMonroe, de1823. Monroe era elpresidente de Estados Unidos y poreso la doctrina lleva su nombre,pero quien escribió realmente el tex-to de la doctrina se llama JohnQuincy Adams, quien llegó a serdespués presidente de los EstadosUnidos y era una figura muy bri-llante. John Adams era Secretariode Estado en ese momento, cuan-do Monroe era presidente, y él es-cribió al representante diplomáticode los Estados Unidos en España,que había que hacer todo lo posiblepor impedir que se produjera ningúncambio en la relación de España conCuba; porque así como una man-zana cae necesariamente a tierra, Cubaera una manzana destinada a caer en elseno de los Estados Unidos.

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Yo creo que si no se conocen es-tos criterios, la Doctrina Monroe,“América para los Americanos”,América quería decir todo el conti-nente de un polo a otro, para losamericanos, los yanquis como esnatural. Si no se conoce estas cosas,es difícil entender muchas cosas dela Revolución Cubana. La Revolu-ción Cubana obtuvo un triunfo enenero de 1959, pero sus raíces sonantiquísimas, ni siquiera se detienenen Martí, van antes de Martí. Ya en1823 la Doctrina Monroe y la Doc-trina John Quincy Adams de la frutamadura anunciaban la necesidadque tenían las fuerzas oligárquicasde los Estados Unidos de apode-rarse de Cuba.

Vuelvo a Martí y a La Nación, y ala oportunidad que tuvo Martí conla Conferencia Panamericana. Ar-gentina entonces no estaba girandoen la órbita de los Estados Unidossino en la órbita de Inglaterra; y elgobierno argentino veía con malosojos la decisión norteamericana deintervenir en los asuntos de Améri-ca Latina. Y Martí tuvo libertadpara expresar todo lo que pensabasobre y contra el imperialismo es-tadounidense, porque La Nación nolo vetó para nada, todo lo contra-rió. Hay que decir que en general,hay que decir la verdad, las relacio-nes de Martí con La Nación fueronarmoniosas aparte de este primermomento en que le censuraron lacrónica inicial, La Nación trató aMartí con mucha simpatía.

En un momento dado Sarmien-to escribe una carta abierta a PaulGroussac. Acababa de publicarseen La Nación “Fiesta de la estatua de

la libertad” una gran crónica de Mar-tí, y Sarmiento le escribe una cartaabierta a Paul Groussac para quetraduzca a Martí al francés, para queMartí sea descubierto, llega a decir:“Después de Víctor Hugo nadieconoce la frase de esa resonanciade metal”. Los elogios de Sarmien-to para Martí lo dejaron verdade-ramente conmovido, el más gran-de elogio literario que Martí reci-bió en vida se lo hizo Sarmiento, yMartí le escribió a un amigo ínti-mo que estaba conmovido y queno sabía que Sarmiento, el verda-dero fundador de la RepúblicaArgentina, tenía estas opinionespuesto que discrepamos en el en-juiciamiento a los Estados Unidos.Y ahí viene la polémica sobre Civi-lización y Barbarie.

En vida de Sarmiento todavía,en 1884, Sarmiento murió a finalesde la década del ´80, en el sigloXIX, Martí lo impugna con suspalabras, dice: “El derecho de lacivilización, es el nombre vulgar conque corre el estado actual del hom-bre que es de Europa o de la Amé-rica Europea, tiene el derecho na-tural de apoderarse de la Barbarie,que es el nombre que los que de-sean la tierra ajena dan a todo hom-bre que no es de Europa o de laAmérica Europea”. Sobre estabase en “Nuestra América”, que esel ensayo fundamental de Martí, élescribió “No hay batalla entre la ci-vilización y la barbarie sino entre lafalsa erudición y la naturaleza”. En-tonces mi libro Algunos usos de Civi-lización y Barbarie tiene varios ensa-yos, uno de ellos se llama así, le dael título al libro y va recorriendo

como se ha entendido el términoCivilización y como se ha entendi-do el término Barbarie. En térmi-nos generales Martí discrepaba fun-damentalmente, siendo tan admi-rador de Sarmiento por tantas ra-zones. En primer lugar Sarmientoera un escritor genial, sin embargodiscrepaba profundamente de estatesis de Civilización y Barbarie, pen-saba que no se trata de dos puntosdistintos, sino que se llama Civili-zación lo que ahora llamaríamos elNorte o los países del primer mun-do, mientras que la Barbarie es loque ahora llamaríamos el sur o lospaíses del tercer mundo. Por esopara mí es tan importante escribirMartí en el tercer mundo, porque espara mí mismo una revelación. Yorecuerdo que leí Facundo siendo unmuchacho, con enorme admira-ción. Y me acuerdo también… te-nía esa edición que hizo la editorialSopena Argentina, esos libros gran-des a dos columnas donde leíamostodo, y está mi letra de muchachoque dice cuando Sarmiento atacaviolentamente a Facundo, “Comose piensa en Perón”. Hay que decirque el peronismo es incomprensi-ble si no se es argentino. Yo no soyargentino, nada que ver, pero es unfenómeno curioso, tuvo muchosaspectos positivos y muchos aspec-tos negativos, no voy a entrar eneso porque soy un analfabeto, unignorante del tema; pero me llamala atención que yo hubiera anotadoen el libro escolar del Facundo estaobservación. Yo desde luego esta-ba muy de acuerdo con Facun-do… con Sarmiento cuando leíFacundo. Pero cuando estudié a Martí

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a fondo, me di cuenta que estabaequivocado, que Martí era el quetenía razón, el Martí del tercer mun-do. Entonces, la expresión tercermundo no era tan frecuente comoa posteriori lo fue. Esa expresiónla inventó un demógrafo francés,Alfred Sauvy, en mil novecientoscincuenta y dos, en un artículo quepublicó en una revista que se lla-maba entones “France Observateur”que después se transformaría paraser el “Nouvelle Observateur”. Ahí porprimera vez en el año `52, Sauvycrea la expresión “Tercer Mundo”.Yo tuve la ocasión de hablar con élen un paso por La Habana; enton-ces me explicó, para él el PrimerMundo es equivalente a la nobleza,eran los países capitalistas desarro-llados; el Segundo Mundo, estápensando en la Revolución Fran-cesa, finales del siglo XVIII, el Se-gundo Mundo era el clero, para éleran los países socialistas de Euro-pa, especialmente la Unión Sovié-tica. Hay que recordar que enton-ces todavía vivía Stalin, que murióen el `53; y el Tercer Mundo equi-valente a lo que en la Francia en elsiglo XVIII, era el Tercer Estado,eran los países pobres que tambiéniban a ser llamados subdesarrolla-dos. A estas alturas no sabemosmuy bien como nos llamamos,pero bueno, es más o menos algoa que se refiere cuando se habla depaíses subdesarrollados, o TercerMundo, el Sur.

Este libro es una consecuencia dehaber profundizado en la idea deMartí y existen otros trabajos tam-bién, por ejemplo en Buenos Airesse publicó un libro mío que se lla-

ma Cuba defendida, donde hay unaserie de trabajos específicos sobreel tema de Cuba, incluyendo un lar-go trabajo llamado así, “Cuba defen-dida”. Allí volví con mis obsesionesde civilización, barbarie, etc.; y ha-blaba también de la leyenda negra.Tengo un largo trabajo que se lla-ma “Contra la leyenda negra”, obje-tando la leyenda negra anti-españo-la, explicando que esa leyenda fueinventada por las burguesías de lospaíses que querían robarle a Espa-ña lo que España le había robado.Hay unos versos muy curiosos deQuevedo que dicen: “Es más fácil,oh España, que en muchos modoslos que a todos le robaste sola/ tepuedan a ti sola quitar todo”. Sonlos países de las burguesía emergen-tes de Europa las que inventan laleyenda negra haciendo ver que losespañoles eran los más malos delmundo. Efectivamente, los españo-les hicieron horrores en América,los mismos que hicieron los fran-ceses, los ingleses, los holandeses,los belgas, los rusos, todos los paí-ses colonialistas. Una vez que se hi-cieron colonialistas han hecho losmismos horrores. Inculpar a unasola nación es un error, se trata delo que en El Capital, Marx descri-bió memorablemente: El capitalresurge chorreando sangre y lodopor todas sus partes”. Y es no soloaplicable a que España se portaramal en América… se portó malísi-mamente mal; igual que los france-ses, los ingleses, los holandeses, losbelgas, todo el mundo. Bueno enese ensayo “Cuba Defendida”, yo ha-blo de otro ensayo que doy a en-tender que voy a escribir, pero en

realidad no lo iba a escribir; me baséen un criterio de un autor que polí-ticamente es muy distante de miscreencias, pero que estéticamente esuna maravilla y que se llamó JorgeLuis Borges. Borges, que es uno demis grandes amores, a pesar de susposiciones políticas, bien conocidas,él decía: “para qué escribir un librode muchas… de centenares de pá-ginas, cuando la idea se puede ofre-cer en una cuantas líneas”. Y esohice yo, dije “estoy proyectando unensayo…”, era mentira, que se va allamar: “Haipacu”; Haipacu es unpaís imaginario, cuyas tres sílabas serefieren a los tres países americanos(de nuestra América) que han sufri-do, grandes leyendas negras: Haití,Paraguay y Cuba.

La leyenda negra contra Haití hallevado a Haití a lo que es ahora, elpaís más pobre de América… unode los países más pobres del mun-do. La leyenda negra contra Para-guay es un hecho bastante compli-cado, puesto que Argentina tuvoque ver mucho con esto. La leyen-da negra contra Paraguay llevó a laGuerra de la Triple Alianza, en laque Argentina, Uruguay y Brasilmasacraron espantosamente a aquelpueblo. En el caso de Cuba, quedisfruta ahora, disfruta entre comi-llas, de la leyenda negra anticubana,no hace más que heredar esas le-yendas negras. Martí, a quien tantoquiero y tanto admiro, se equivocóal juzgar al Doctor Francia; lo equi-paraba a los dictadorzuelos latinoa-mericanos. El Doctor Francia fueun personaje muy complejo, perocuando él murió Paraguay no teníadeuda externa, no tenía analfabetismo,

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había logrado una serie de ventajasextraordinarias, lo cual hizo que lospaíses regidos por “los civilizado-res”, suscribieran la leyenda negracontra Paraguay. A mí siempre meha llamado la atención de que estafigura tan inmensa y tan contradic-toria que fue Sarmiento haya ido amorir a Asunción de Paraguay. Esun caso realmente… Una vez yo lepedí a David Viñas: “Chico, explí-came Sarmiento que realmente,cuando uno lo lee como escritorqueda hechizado, cuando uno lo leecomo yo se queda muy turbado”;respuesta de David Viñas: “Era unarueda loca”. Bueno si es esta la ex-plicación, la explicación por la cualincluso va a morir a Asunción deParaguay, incluso en esa terribleguerra murió su hijo, Dominguito.

Y voy a hacer un paréntesis antesde terminar de exponer estas co-sas, nosotros tuvimos la dicha decontar en Cuba, durante los prime-ros años de la revolución, con Eze-

quiel Martínez Estrada, esa grandí-sima figura de la cultura no soloargentina sino de la lengua españo-la. Y en una conferencia que dioMartínez Estrada en la BibliotecaNacional, sobre Sarmiento, dijo unacosa que dejó a todo el mundo es-tupefacto. Dominguito, el hijo deSarmiento era un hijo natural, o sea,Sarmiento estaba casado y fuera delmatrimonio tuvo a Dominguito, elcual no se podía llamar DomingoFaustino Sarmiento porque no erasu hijo legal, digamos; lo especta-cular es como se llamaba realmen-te, Dominguito; cuando MartínezEstrada lanzó esa bomba en la Bi-blioteca Nacional, la gente quedóhasta hoy turulatos, porque Domin-guito se llamaba Fidel Castro.

Fidel Castro. Castro era el apelli-do de la madre, Fidel era el nom-bre de él, pero le decían Domin-guito. De donde ha sacado estoMartínez, esto es una cosa incon-cebible, el viejo… Martínez Estra-

da era un viejo alucinante y alucina-do; espero que no lo haya inventa-do, pero recuerdo que dejó estu-pefacto a todo el mundo, que Do-minguito se llamara Fidel Castro. Ybueno, no voy a seguir hablandoporque… lo que quería era llamarla atención, por eso mencioné loslibros que escribí antes de la revo-lución, de que yo antes sobre todoescribía estudios literarios, escribíasobre cuestiones literarias, y a par-tir del ‘59 empecé a escribir sobretodo, sobre asuntos históricos, po-líticos, de otra naturaleza, que mealejaron bastante de esas… de esasobras iniciales. De todas maneras,como se están publicando ahora enCuba todas mis obras, se han re-publicado esas obras anteriores, queequivalen a lo que Mariátegui lla-maba “Su edad de piedra”. Miedad de piedra tiene esos libros deestudios literarios que he vuelto are-publicar, he vuelto a publicar, here-publicado porque no me sientomal por haberlos escrito.

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El reportaje (a modo de homenaje y conocimiento)

La vida de Don Arturo Roig es una vida intelectual y de libros, por esoes nuestro primer donante para la biblioteca que hoy lleva su nombre,entre otros libros el que escribió junto a Biagini sobre el pensamientoalternativo en el siglo XX en Latinoamérica y el que refiere a la culturahuarpe y la introducción a la lengua vilcayac.

ENTREVISTA CON ARTURO ROIG

por Ernesto Espeche*

La filosofía sino es críticano es filosofía

* Director de Radio Nacional Mendoza

Entrevista a Arturo Roig, realizada en Radio NacionalMendoza por su director el Dr. Ernesto Espeche, al in-augurarse en la sede de la radioemisora la BibliotecaPopular que lleva el nombre de Roig. Entre los progra-mas El candil y Libroteca, se llevó a cabo la que resultóser la última entrevista al maestro Arturo Andrés Roig-quien falleció muy poco después- y que fue cedida porEspeche para Cuadernos Marxistas.

Arturo Andrés Roig,historiador y filósofo, fueprofesor emérito de laFacultad de Filosofía yLetras. Vinculado con laUNCuyo desde su gradua-ción como profesor deFilosofía en 1949, fue susecretario general y secreta-rio académico.Su labor docente lo convir-tió en maestro y guía devarias generaciones deintelectuales de Mendoza,de la Argentina y deAmérica Latina. Obligadoa exiliarse durante laúltima dictadura militar,residió durante varios añosen Ecuador, donde fuedirector fundador delInstituto de EstudiosLatinoamericanos de la

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Empezando por este último libro le preguntamos sobre el valor queUsted le da al rescate de la lengua de los huarpes

Arturo Roig: El proyecto de ese libro fue el siguiente: conversandocon un grupo de amigos sobre la necesidad de impulsar el espíritu localde la población indígena achatada en el desierto, perseguida, minusvalo-rada permanentemente, se tomó la decisión de hacer algo para levantar elespíritu de esa gente, ayudarlos para que se reencuentren culturalmenteconsigo mismos.

Acudimos entonces a lagunas de Huanacache, conversamos con variosde ellos, los interesamos, los movilizamos, les explicamos lo que quería-mos hacer, y todos eran muy escépticos y con justa razón, porque elidioma vilcayac, que es el idioma de los huarpes de Mendoza (el de SanJuan se llama alantiac), los indígenas que hablaban vilcayac, que era unapoblación huarpe en toda esa extensa zona que abarcaba desde la lagunade Huanacache hasta el río Diamante, ellos tenían muchísimo interés ensaber qué pasó con su idioma. Después de muchas búsquedas logramosdetectar la existencia de un hablante huarpe ya fallecido, que fue el últimoque se supo que hablaba vilcayac. Eso fue en 1940. Estuvimos con lafamilia y nos confirmaron efectivamente que el abuelo hablaba este idio-ma perdido totalmente para la cultura, porque al morir la lengua, muerela cultura que acompaña la lengua.

-Ese fue un lenguaje oralAR: Esos fueron los preliminares del libro, luego se nos ocurrió un

libro que sea una introducción al estudio del vilcayac para los indígenasde la región de Huanacache y salió un libro enorme, en realidad unahistoria del pueblo huarpe, que la escribí yo, hay un catálogo muy grandede términos huarpes (alantiac y vilcayac), los dos idiomas, y se los pedi-mos prestados a la Universidad de La Plata, y no tuvieron ningún incon-veniente. Un investigador científico (que fue el que descubrió el catecis-mo del padre Valdivia y sobre la base del catecismo del padre Valdivia ydel catecismo alantiac, que sí existía ya de antes, confeccionó este doblecatálogo de conceptos) ayudó muchísimo a enriquecer lo que se sabe delidioma huarpe de Mendoza.

-Cuéntenos del padre ValdiviaAR: El padre Valdivia es un jesuita que en 1600 (siglo XVII), escribió

una gramática-vocabulario y una introducción a temas religiosos en idio-ma huarpe, y ese catecismo se perdió, nunca más se lo encontró y se lodaba por perdido. Y a este investigador de La Plata, viajando por elCuzco, se le ocurrió ir a la Universidad del Cuzco y como buen lector ybuscador de tesoros revisó la biblioteca que era nada menos que la bi-blioteca de los jesuitas antes de ser expulsados por los españoles. De esabiblioteca no pudieron llevar nada encima, ni un par de zapatos, hicieronviaje a pie de Mendoza y San Juan a Buenos Aires, los metieron en unacarabela y los mandaron presos a España.

Ahí el padre Valdivia dejó un ejemplar del catecismo dentro de unlibro y así se recuperó, lamentablemente una recuperación a medias por-que las últimas páginas están borrosas -era una imprenta del siglo XVI-.

El caso es que tomamos ese catecismo, intentamos recuperar un pocoen las partes no legibles como un elemento para publicar y agregamos lahistoria del pueblo huarpe, agregamos informaciones sobre la cultura

Universidad Católica einvestigador de la Facul-tad Latinoamericana deCiencias Sociales (FLA-CSO).De regreso en el país, fuedirector general del CentroRegional de InvestigacionesCientíficas y Técnicas(CRICYT) y directorfundador del Instituto deCiencias Humanas,Sociales y Ambientales.La trascendencia de Roigse debe a sus contribucio-nes originales tanto a laHistoria de las Ideas comoa la Filosofía de laLiberación.En esta última línea,sobresale una de susconcepciones medularessegún la cual, así como enel Siglo XIX el nudocentral del pensamientofue “la libertad ”, paralos latinoamericanos dela actualidad ese nudocentral es “la liberación”.De ahí su fuertecompromiso con losprocesos políticos y socialesde la región.Autor de una treintenade libros, su últimaproducción fueEl pensamientolatinoamericano y suaventura (2008) y teníaen proceso de elaboraciónCabalgando sobreRocinante.Falleció en Mendozaa los 89 años

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huarpe y como se desarrolló en la laguna de Huanacache, y salió un librobastante gordo.

-Siempre hemos recibido las ideas filosóficas desde Europa y lafilosofía latinoamericana no existía, fue tan importante que unhombre, un equipo, pensara nuestra filosofía, ¿cómo surge esto?

AR: Todo tiene su origen en la influencia cultural de Europa reconoci-da por lo general como Occidente, que incide en el resto del globo yexpande la cultura europea como la cultura a la cual deben sujetarse lospueblos menos desarrollados o con menos cultura se supone.

El tema es urticante y sigue siéndolo porque todavía loseuropeos en gran cantidad siguen pensando lo mismo, elombligo de la tierra. Que pasa, sucede que pronto se descu-brió que ese Occidente que era Europa por excelencia, eraun concepto falso, falsamente utilizado, por ejemplo, decirnosotros somos Occidente y acá termina la civilización yempieza la civilización mundial de la que somos responsa-bles nosotros los occidentales. Ese era el planteo inicial. Loprimero que pasó fue poner en duda el concepto de occi-dente, porque sucede que occidente es una categoría móvil,para nosotros el occidente queda hacia el oriente y si nosponemos en el oriente queda hacia occidente. Son categoríasque se van alternando a medida que se las camina, son cate-gorías móviles totalmente.

A propósito de eso, en Austria un egresado de la Univer-sidad de ese país había hecho su tesis sobre mis trabajos.Estábamos en Paris y me llamaron por teléfono para decir-me «mañana defiendo mi tesis ante el jurado del Instituto deFilosofía de la Universidad de Viena», tomamos un avión ynos recibieron muy bien. Fuimos al acto y comenzaron laspreguntas, el ponente defendía muy bien. Un viejo profesorpidió la palabra y el alumno me dijo: “es un viejo profesorde lógica, y nunca salió de las primeras páginas de Hegel”,preguntó al “Doctor Roig ¿qué pasa en América Latina conla filosofía de occidente?”

En la Argentina dije, todos estudiamos con mucho interéstoda manifestación de filosofía occidental y por eso nos in-teresa muchísimo la filosofía china, la filosofía japonesa, perono se asuste, también nos interesa la filosofía oriental, poreso estudiamos a Hegel.

-Cuando hablamos sobre el mundo globalizado, Usted nos dijoque no es lo mismo globalización que mundialización.

AR: Lógicamente que no, sobre todo porque la globalización vienejustificando una ideología. Mundial significa que abarca el mundo enteroy se acabó, mientras que globalizar y decir que todo está globalizado escomo reducir la idea, con su calidad y cantidad, a un núcleo cerrado depensamiento que es gobernado desde un poder que es el que globaliza oseñala por donde tiene que ir la globalización.

-Toda filosofía latinoamericana que surge ¿se puede definir comoprogresista, crítica o de izquierda?

AR: La filosofía si no es crítica no es filosofía. Esto es absoluto. Para

En la Argentina dije,todos estudiamos conmucho interés todamanifestación de filoso-fía occidental y por esonos interesa muchísimola filosofía china, lafilosofía japonesa, perono se asuste, tambiénnos interesa la filosofíaoriental, por eso estu-diamos a Hegel.

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alcanzar un nivel filosófico en materia de pensamiento esnecesario ejercer una crítica. Hay muchos tipos de crítica ymuchas variables dentro de lo que se entiende por crítica,lógicamente porque el mundo de la filosofía es vasto, escomplejo. De todas maneras se supone que quiere decir quetodo el que hace filosofía tiene que partir de ciertos presu-puestos fundamentales, uno de ellos es que tiene la obliga-ción de averiguar los motivos de ese filosofar, los objetivosde ese filosofar, la subjetividad que abarque e incluye esefilosofar. En pocas palabras, todo ese preguntar por las ba-ses históricas y sociales del filosofar es hacer crítica, colocaruna filosofía en su marco adecuado, que es este desde el cualesa filosofía puede enriquecerse a sí misma, si es capaz dellevar adelante esa crítica como corresponde.

La crítica, si la consideramos desde un punto de vista so-cial, tiene entre otras cosas como tarea buscar las raíces so-ciales del modo de pensar esto o aquello, responder a este oaquel otro problema, y esto es un condicionamiento socialque solamente la crítica lo devela. Cuando no se es críticoeso parece ser lo ordinario, lo común, y lo que yo pienso eslo que yo pienso y los demás tienen que pensar igual. No esasí. Yo pienso, pero pienso enraizado en una circunstancia.La actitud crítica supone un circunstancialismo, supone unenraizamiento en la realidad social, esa realidad social en lacual se va a incorporar un pensamiento y le da a ese pensa-miento una nota muy específica que lo hace mi pensamien-to, o el del otro o el de más allá.

-En 2002 le publicaron en Ecuador, Ética del poder y morali-dad de la protesta, ¿cómo juega este título en la latinoaméricade hoy, teniendo en cuenta el proceso en curso?

AR: El uso de esos términos tiene su raíz en textos de Hegel. Hegelafirmó que el Estado es quien determina la conducta buena o mala de loshabitantes del Estado. En pocas palabras, el Estado tiene una capacidad yuna fuerza tal para dar organización a un sector o grupo social y mante-nerlo dentro de esos límites, si es necesario mediante la fuerza, entoncesaparece un uso del Estado, el de Hegel, que es doble, por un lado elEstado juega como una fuerza que exige ser respetada como tal y portanto sus normas de pautas morales deben responder a las que ha plan-teado, y por otro lado, existe una posibilidad de quebrar con el Estado ylevantar un estandarte de libertad. Está bien, de acuerdo a lo que ordenanlas leyes yo tengo que hacer esto y esto, tengo que hablar de tal o cualmanera, tengo que hacer tal o cual cosa, pero a partir de hoy no voy ahacer eso, voy a hablar lo que a mí me parece que debo hablar, lo que amí me parece que debo decir.

En pocas palabras, el Estado puede ser sobrepasado por el pueblo,por un sector social gobernado desde el Estado, porque la protesta estípicamente de la conducta moral de los habitantes.

Por ejemplo, el hecho de que en Argentina se haya desplazado a losasesinos que nos han estado gobernando de manera tan cruel y tan mise-rable, evidentemente es fruto de un esfuerzo de muchísima gente, que esproducto de su moral, de una moral ciudadana libre, una moral ciudada-na que piensa en la libertad antes que en la sujeción y en la corrupción.

La crítica, si la conside-ramos desde un punto devista social, tiene entreotras cosas como tareabuscar las raíces socialesdel modo de pensar estoo aquello, responder aeste o aquel otro proble-ma, y esto es un condi-cionamiento social quesolamente la crítica lodevela.

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Mientras que los otros, por el contrario, piensan que el Estado tiene laobligación de reprimir a estos otros porque el Estado es de por sí unpoder central que debe ser respetado porque sí, aunque sea ilógico lo queexige el Estado.

-¿Cómo es esa visión protestataria a la que Usted hace referenciaen relación con los movimientos, progresistas, de izquierda, cen-troizquierda, libertarios de América Latina?

AR: Se supone que si nos ponemos de parte de esa mora-lidad combatiente, frente a una eticidad que sería la del poderdel Estado sobre el pueblo, si nos ponemos en esa actitud,indiscutiblemente vamos a estar apoyando a todos los secto-res sociales que tienen disidencias y quieren expresar sus disi-dencias, que debemos respetar sus disidencias y en última ins-tancia si no estamos de acuerdo tenemos que conversar y dia-logar para que las disidencias no queden simplemente en acti-tudes absurdas de cualquier tipo.

-¿Cómo esta comportándose la Academia en la Uni-versidad, en Argentina?

AR: La Universidad es una categoría bastante amplia ycompleja. Hay universidades y universidades, hay universida-des en donde ha reinado un espíritu de libertad, aun a pesarde la represión, aunque no hubiera libertad de ejercerla des-pués. Mientras que por el contrario, hay universidades endonde aun reinando la democracia siguen gobernando losantiguos representantes del régimen que se ha derrumbado,del régimen que ha asesinado al país, eso desgraciadamentees lo que pasa en Mendoza. Entonces, no hablemos de lasuniversidades, ésta, aquella, aquella otra, cada una tiene surespuesta, su afirmación de cómo deben actuar, que es lolícito, que es lo ilícito, en un complejo proceso de autocríticapermanente.

-¿Hay un autor, un pensador latinoamericano, queUsted diga que mejor ha pensado latinoamérica, el quemejor resume el pensamiento latinoamericano?

AR: Sí, claro que sí. Cómo creen ustedes que ese país con-tinental, porque somos un país continental, cómo creen queno va a tener sus respuestas específicas, que le son propias,un continente con tantos países y que es más grande queEuropa, siempre habrá alguien que exprese esa problemáti-ca. Y en el siglo XIX, existió ese alguien, que sigue siendo unintelectual del más profundo valor, me refiero a José Martí.

-En un momento de la historia, cuando gobernabanlos genocidas, Usted se tuvo que ir. Se ha dicho muchode los dolores del exilio, pero también ha enriquecido.

AR: Había dado cursos en Burdeos, Francia, y se entera-ron que nos habían echado de la universidad a mi esposa y amí, el agregado cultural de la Embajada de Francia vino aMendoza a ofrecerme una cátedra, le dije que estaba “agra-decido por ese gesto de amistad, dígale a los amigos france-

La Universidad es unacategoría bastante ampliay compleja. Hay univer-sidades y universidades,hay universidades endonde ha reinado un es-píritu de libertad, aun apesar de la represión,aunque no hubiera liber-tad de ejercerla después.Mientras que por el con-trario, hay universidadesen donde aun reinando lademocracia siguen go-bernando los antiguos re-presentantes del régimenque se ha derrumbado,del régimen que ha asesi-nado al país

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Cómo creen ustedes queese país continental, por-que somos un país conti-nental, cómo creen que nova a tener sus respuestasespecíficas, que le sonpropias, un continentecon tantos países y que esmás grande que Europa,siempre habrá alguien queexprese esa problemática.Y en el siglo XIX, existióese alguien, que sigue sien-do un intelectual del másprofundo valor, me refie-ro a José Martí.

ses, pero yo no voy a salir de mipatria, y mi patria es Argentina yLatinoamérica”.

-Usted se fue a Venezuelapero la mayor parte del tiem-po la pasó en Ecuador

AR: Yo había recorrido el con-tinente antes que me echaran dela Universidad de Cuyo y teníaamigos y colegas en todas las uni-versidades de América Latina, aldía siguiente de llegar a Venezue-

la tenía una cátedra,lo mismo nos pasóen México, Leopol-do Zea me ofrecióuna cátedra en laUNAM, no pasé una semana sin obligaciones y en Méxiconos quedamos dos años. Allí está el Colegio Libre de Estu-dios Superiores, instituto de un valor cultural muy grande yyo tenía necesidad de consultar libros y textos de esa bi-blioteca, de mañana daba clases y de tarde investigaba.

A los dos años hicimos las valijas y nos fuimos a Ecuador,donde ya había estado y en Quito tenía alumnos que habíanegresado en Cuyo, fuimos a Quito, compramos un pequeñodepartamento, nos instalamos y vivimos diez años de inten-so trabajo, sin dejar nunca los recuerdos.

-Trabajó en Ecuador tratando de convencer que ha-bía un pensamiento ecuatoriano

AR: Ecuador es un país jardín bellísimo, la gente es buena,dada al diálogo, a la amistad, pero no siempre valorándose,minus-valorizándose. Se pensaba que la única cultura impor-tante del país era la literaria, estaban equivocados, hay litera-tura y filosofía.

Fui a los archivos de la Facultad de Derecho de la Univer-sidad Central y fui pesquisando textos que tenían que vercon la filosofía, archivos llenos. El rector de la UniversidadCatólica propuso reeditarlos en libro acompañado de unaintroducción, y así fue que dejamos una colección de cuaren-ta volúmenes.

-Nos queda el tema de la cultura literaria y su labordocente en Mendoza y lo que significó su retorno aMendoza cuando estábamos a oscuras

AR: Al tiempo en que me jubilaba como profesor univer-sitario, en el Conicet se creó un Centro regional de investiga-ciones científicas. Hicimos allí una contra facultad de estu-dios filosóficos. Se juntaron espíritus críticos, no criticones, ydiscípulos y discípulas hicieron sus doctorados.

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DOSSIER

Fidel CastroGuerrillerodel Tiempo

Con motivo de la publicaciónrealizada por Cartago Edicionesdel libro Fidel Castro Guerrillerodel Tiempo de Katiuska Blanco,publicamos la presentación queescribió para la edición argenti-na nuestro Secretario General,Patricio Echegaray y las palabrascon que presentó la obra enCuba el ex Ministro de Culturadel gobierno cubano Abel Prieto.

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La obra que el lector tiene en sus manos cons-tituye un hito fundamental en la historia delpensamiento revolucionario. Las conversa-

ciones que su autora, Katiuska Blanco, sostuvo conel Comandante Fidel Castro Ruz son el origen deFidel Castro Ruz, Guerrillero del Tiempo, biografía dellíder cubano que abarca desde la infancia de Fidelen la casa de Birán hasta diciembre de 1958, momen-

Presentación de la edición argentina

El pensamiento y el espíritudel guerrillero del tiempo

tos previos al triunfo de la revolución. Tenemos elhonor de presentar por medio de Cartago Edicionesla edición argentina de sus dos primeros tomos.

A lo largo de estas páginas, en un relato en el cualhace gala de una memoria envidiable, Fidel Castrovuelve la mirada sobre acontecimientos lejanos enel tiempo, que sirven para descubrir en su lecturalos cimientos sobre los cuales se irguió la figura de

Jorge Lamadrid, Embajador de Cuba, Andres "Cuervo" Larroque y Patricio Echegarayen la primera presentación de la edición argentina

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uno de los líderes revolucionarios más importantesde la historia.

En la detallada descripción de estos años, nos en-contramos ante la fuerza del pensamiento y del es-píritu del hombre que, asaltando el cuartel Monca-da, abrió los procesos de segunda independenciaamericana al punto de que supo transformarse deacusado en acusador y plasmó, en La historia meabsolverá, el programa actual para la liberación denuestros pueblos.

Consecuente con esta línea de acción, Fidel fueuno de los principales impulsores de los sucesos deMar del Plata, donde en el año 2005 se logró impe-dir la maniobra del imperio que buscaba imponer elALCA, abriendo un proceso de aceleración en la inte-gración de los pueblos de Latinoamérica y el Caribe.

A medida que avanzamos en la lectura verifica-mos que nada de esto fue obra de la casualidad,que estamos frente al estadista y revolucionario quelogró volver inseparables en su país los conceptosde patria y socialismo, frente a quien mejor ha com-prendido la esencia del monstruo imperialista y loenfrentó, saliendo airoso de los ataques de las últi-mas quince administraciones de los EEUU, a lasque confrontó al frente del heroico pueblo cubanoen todos los terrenos, derrotándolo en Playa Gi-rón, soportando el bloqueo y resistiendo hasta eldía de hoy.

Es quien con sus reflexiones continúa iluminandolos procesos de liberación y emancipación que hantomado un nuevo aire en la región, poniendo enpráctica su concepción de que la solidaridad inter-nacionalista es un principio inalienable y, desde esaconvicción, continúa expresando su afecto por laArgentina y manteniéndose firme en su solidaridadcon nuestros reclamos por Malvinas.

Fidel es el hombre que nos alertó y nos ayudó aluchar contra la deuda externa, entendiéndola comoun arma más del arsenal de los poderosos contranuestros pueblos. Quien supo ver en profundidad lacrisis que enfrentaba el capitalismo, y no dudó en ca-racterizarla como la crisis civilizatoria de una sociedadbasada en la explotación del hombre por el hombre.

Consciente de esto, es quien nos ha convocado a

librar la batalla de ideas y quien dando ejemplo deconsecuencia con los intereses de su propio pueblonos impulsa a ser fieles en la lucha por la liberaciónnacional y social.

Como precursor e impulsor de estos procesos,al mismo tiempo que celebra los avances de nues-tra región en sus intentos por romper con el Con-senso de Washington y dejar atrás el lastre neolibe-ral, nos dice que todo proceso de liberación nacio-nal enfrenta los límites del sistema capitalista y ne-cesita debatir sobre la necesidad de una perspecti-va poscapitalista, el comunismo.

Sin embargo, nos animamos a decir que nuncafue tan grande y digno de admiración como cuan-do ante la derrota del llamado socialismo real, se pusoal frente de quienes en cualquier lugar del mundoalzamos nuestra voz y enfrentamos la contrarrevo-lución conservadora y sus soberbias pretensiones dedeclarar el “fin de la historia” y celebrar los funera-les del marxismo y las revoluciones.

Fidel nos advirtió tempranamente de que tras laagresividad y la soberbia imperial asomaba la crisisdel sistema capitalista, y que éste no tiene respuestaestratégica para los problemas energéticos, económi-cos, ecológicos y financieros que amenazan la saluddel planeta y ponen en peligro a la propia humanidad.

Es el hombre que nos enseñó que la dignidad denuestros pueblos y el ejemplo de líderes como JoséMartí, Ernesto Che Guevara y los héroes de la Pri-mera Independencia son un arma esencial en losprocesos de liberación nacional y social.

Hoy aseguramos que su ejemplo y su dignidadrepresentan un luminoso faro con el cual nos guia-mos en el camino de la revolución y la liberaciónde nuestros pueblos.

Finalmente, queremos agradecer a todos quieneshan hecho posible la publicación de esta obra y dejarconstancia de que nos sentimos emocionados y con-movidos por la distinción que el Comandante Fi-del Castro Ruz ha tenido al confiarnos la publica-ción de su edición argentina.

Patricio EchegaraySecretario General del

Partido Comunista de la Argentina.

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Comandante, compañeros, a mí me toca presentareste volumen que recoge desde el primer recuerdo deFidel, en Birán, cuando tiene menos de tres años deedad, hasta las evocaciones asociadas a aquel jovenabogado que acaba de graduarse, pero que ha vividoya experiencias realmente tremendas, como la del en-frenamiento casi suicida -quijotesco, diría usted, Co-mandante- a los grupos gansteriles que tenían la uni-versidad controlada -cuando su vida estuvo en peli-gro tantas veces-, como la experiencia de Cayo Con-fites, que Fidel narra con todo detalle y también conhumor. Por cierto, este libro tiene pasajes de ese hu-mor de Fidel, tan refinado, incisivo, inteligente; de esaironía tan propia de Fidel que aparece cada cierto tiem-po, a ráfagas, y realmente hay pasajes hilarantes en esteprimer tomo -los disfruté mucho, pero no voy a ha-blar de eso ahora; ustedes cuando lo lean me darán larazón.

Aquel joven abogado también ha pasado por la ex-periencia tan intensa del Bogotazo, cuando se suma ala sublevación popular por solidaridad, por un inter-nacionalismo que quizás no tenía todavía las dimen-siones que alcanzaría después en su pensamiento, peroque ya estaba ahí, y estaba también en la experienciade Cayo Confites. Por internacionalismo se sumó Fi-del a la sublevación del Bogotazo, por sentido deldeber y por ese sentido ético que lo caracteriza, quees, en cierto modo, la columna vertebral de este libro.Hay que decir que ese joven abogado, además, no sededica a lucrar con su título. Ya tiene un título en lamano, se ha casado, tiene una familia, necesita dinero;pero no se dedica a ganar dinero con ese título, no sededica a lucrar, sino a defender los derechos de gentemuy humilde, de gente que iba a ser desalojada, esta-fada; se dedica a denunciar a militares represores, a

personajes siniestros que después del golpe del 10 demarzo obtendrían puestos clave en la maquinaria re-presiva del batistato. Fidel en esa época utiliza, ade-más, sus procesos judiciales para hacer política revo-lucionaria, para denunciar la corrupción del gobierno,para crear conciencia a nivel popular de la necesidadde cambiar las cosas.

Este es, digamos, el lapso de la vida de nuestro Co-mandante, que comprende unos 25 años, que recogeel primer volumen de Fidel Castro Ruz, Guerrillero delTiempo.

Hay que decir, realmente, que a través de estos diá-logos del Comandante con Katiuska se nos va dando,como en ningún otro texto que se haya publicadohasta hoy -al menos que yo sepa-, el proceso de laformación ética, intelectual y política de Fidel desdesu infancia hasta esa etapa, digamos, de la primeramadurez, hasta ese Fidel que poco tiempo más tardeempezaría a organizar el asalto al Moncada.

Katiuska, con sus preguntas, sus comentarios, mues-tra, Comandante -lo comentábamos Miguel y yo elotro día cuando hablábamos después de la primeralectura que hicimos de estos dos volúmenes-, la tre-menda investigación, la muy profunda investigaciónque ella ha hecho sobre usted, sobre su familia, aportaprecisiones importantes y le da a usted pie para susrespuestas. Me parece que hay que felicitar a Katiuska,sin duda, y creo que un acierto de Katiuska y de loseditores es haber respetado en el texto la espontanei-dad, la oralidad del Comandante, que es algo que leda al libro una gran frescura. Es un libro que se lee deun tirón; es un libro extraordinariamente ameno, quese lee muy rápido y se disfruta mucho.

Y algo importante. Aunque están presentes conti-nuamente las ideas revolucionarias y el pensamiento

Intervención de Abel Prieto Jiménez

Presentación en Cuba de“Fidel Castro

guerrillero del tiempo”

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La casa

revolucionario de Fidel en este tomo I de Guerrillerodel Tiempo, la dimensión personal, la dimensión másíntima, alcanza un espacio y una profundidad muynotables. Fidel logra colocarse en la perspectiva delniño que fue, del adolescente que fue; se acerca a lafamilia, a las personas de su entorno, a las personascon quienes, convivió en distintas etapas, y trata dereconstruir cómo pensaban, qué sentían, ante las dis-tintas circunstancias, y va descubriendo ángulos, perfi-les, matices en su comportamiento; va analizándolos,no con un espíritu de juez, sino para entender a esaspersonas, para explicárselas a sí mismo.

Aquí Fidel hace un ejercicio muy especial de intros-pección y de memoria que le permite trasladarnoscon gran vivacidad, por ejemplo, sus aventuras en Bi-rán, sus viajes a caballo, solo, a los Pinares de Mayarí,donde hace una descripción -Miguel y yo lo comentá-bamos, que es una descripción de novelista, de grannarrador-, donde comparte con los lectores sus sen-saciones, la brisa en lo alto de la montaña. Hay unmomento en que Fidel dice que con esa brisa se seca-ba el sudor del caballo -cuando estaba en la montaña-y sentía como una especie de libertad, una sensaciónde libertad, en ese lugar, en medio de ese paisaje.

Narra también sus impresiones -una felicidad enor-me se desprende de esa anécdota- cuando como alum-no interno en el Colegio La Salle participa en excur-siones y entra en contacto directo con la naturaleza.Aquí cito al Comandante, dice: “... atravesábamos labahía en una pequeña lancha (...). La lancha se llamabaEl Cateto y hacía: ¡Pum, pum, pum! Iba lenta portoda la bahía, la bahía tranquila; tardábamos 25 ó 30minutos. (...) íbamos a otro muellecito -todavía re-cuerdo el aire y hasta el olor a mar”. Son impresionesmuy vividas que Fidel ha conservado y que nos lastrasmite con mucha fuerza, y el lector comparte conaquel niño esa alegría expansiva que se nos describecon tanta exactitud y casi puede respirar ese aire de lamontaña, ese aire del mar, y escuchar también el mo-tor de la lanchita. Es un momento muy hermoso.

Fidel también se refiere a las relaciones que él y suhermano Ramón establecían con los trabajadores dela zona, y recuerda con afecto particular al tenedor delibros, un asturiano que fue quien le habló por prime-ra vez de personajes históricos y de literatura. Y depronto ahí, en ese momento, Fidel logra reconstruirde un modo que a uno lo sorprende, lo que sentíaaquel niño tan deseoso de conocimiento, de cultura,tan lleno de curiosidad.

Y dice Fidel: «Hay gente que por bondad naturalson amables con los niños y les hablan, les hacen cuen-tos (...). Tal tipo de persona es la bendición de losniños (...)”. Y dice con una frase tremenda: «Las per-

sonas adultas no se imaginan la importancia que tieneel trato que les dan a los niños y cómo les agrada queconversen con ellos, que los tomen en cuenta, que nolos ignoren». Ahí ustedes ven que Fidel ha logradocolocarse en el punto de vista de ese niño que tieneesas conversaciones con un adulto por primera vez,de historia, de temas literarios, de temas culturales.

La figura de ese asturiano, de ese tenedor de libros,nos recuerda otra confesión muy personal de Fidel,que es como su añoranza por un mentor, el mentorque él no tuvo, por una especie de guía intelectual, poralguien que lo ayudara a encauzar ese tremendo apeti-to de conocimiento, que lo apoyara, que le recomen-dara lecturas. Él dice que nunca tuvo ese mentor, quetuvo que formarse a partir de su voluntad y de susintuiciones, y reconoce solamente en algún momentoa una profesora que, según dice él, le puso metas, leexigió, y la recuerda con mucha gratitud.

Otra cosa, algo que llama mucho la atención en esteprimer volumen es la figura del padre del Coman-dante, de don Ángel Castro; es una figura que estátratada en este libro con mucho cariño, con muchosmatices, con mucha hondura. Aunque, como dice Fi-del, era un hombre de carácter, de mal genio, queinspiraba respeto, y que era como el símbolo de laautoridad, cuando él, Fidel tenía cuatro o cinco años(cito): “... nos pasaba la mano por la cabeza comouna forma de acariciar. (...) Era una de las cosas que élhacía: pasarnos la mano por la cabeza”.

Aparte de este tipo de detalles, que nos trasladanuna gran delicadeza, una gran ternura, Fidel hace unasemblanza de su padre verdaderamente impresionan-te. Si, por una parte, según nos dice, sus ideas se co-rresponden con las de un hombre conservador, des-de el punto de vista humano fue una persona muygenerosa, muy solidaria. Y explica cómo, en el tiempomuerto, allá en Birán, la gente no encontraba ningúnapoyo en las empresas yanquis que rodeaban las pro-piedades de don Ángel Castro. Allí quienes estaban,explica Fidel, eran los administradores, los dueños es-taban en Nueva York, en Estados Unidos, y los ad-ministradores no tenían ninguna autoridad para darlecrédito a nadie, para ayudar a nadie, para tener ningúngesto de ninguna índole con nadie; y en ese mundotan despiadado la gente acudía a don Ángel Castro,iban allí a Birán. Y gracias a la sensibilidad humana delpadre de Fidel, de Raúl, del fundador de esa familiaextraordinaria,’ cito: “... se fue asentando mucha gen-te» en Birán. A los que venían de aquellos latifundios abuscar algún trabajo, siempre les dio un lugar dondeasentarse. Una característica de él es que ayudaba a lagente, en todo momento les daba amparo. (...) siem-pre se compadecía de ellos de una u otra forma”. Y

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añade Fidel un comentario muy importante, que notiene nada que ver con el marxismo vulgar, con elmarxismo de manual, algo que tiene un finísimo sen-tido dialéctico: “Él -está hablando, por supuesto desu padre- no tenía la cultura que habría tenido el hijo oel nieto de un terrateniente, con una vida más sofisti-cada. Trabajaba allí desde muy temprano, convivía conla gente, era un campesino que había adquirido unaposición de mando. Y de este modo ... aquella fincase convirtió en una especie de institución pública, deasistencia social”. Y concluye: “Así tengo que separaren mi padre el hombre, la actitud como ser humano, laactitud con los demás, la actitud frente a los problemasde los demás y sus ideas políticas”, termina la cita.

Después nos deja un testimonio que a mí por lomenos me emocionó mucho, muchísimo, sobre esedeseo que siempre tuvo el Fidel niño de conocer másde su padre. Dice: “... él no era un hombre que conta-ba muchas cosas, rara vez hablaba (...). A veces con-versaba con un grupo de trabajadores en un campa-mento, y yo estaba a su lado. Cuando él salía de la casaestaba más alegre, más comunicativo, no era el carác-ter habitual que tenía en la casa, (...) hacía cuentos, ha-cía historias. Tal vez no se daba cuenta de que yo esta-ba al lado oyendo. A lo mejor se imaginaba que yo nole prestaba mucha atención, pero yo sí se la prestaba”.Una escena estremecedora, una escena muy hermosadescrita con tanta profundidad, con tanta agudeza,esa escena del padre que de pronto está mucho másabierto, está mucho más conversador que de costum-bre, contando historias a unos amigos, y el hijo a sulado, sorprendido por la locuacidad desacostumbra-da del padre, muy atento, que no quiere perderse niuna palabra, deseoso de oírlo, de conocerlo más; esun ejemplo del tipo de recuerdos tan personales quenos aporta este primer tomo de Guerrillero del Tiempo.Se trata, repito, de un Fidel más personal, más íntimoel que se nos entrega en este libro.

Estos diálogos -ustedes podrán comprobarlo cuan-do los lean- van mucho más allá de un testimonio fríosobre los hechos: son una reconstrucción, desde lasubjetividad del protagonista, de un proceso que nose simplifica nunca.

Por eso Fidel se refiere en un momento -yo meacordé de ti, Roberto, de tu gran poema; un poemaextraordinario de Roberto Fernández Retamar sobresu padre: “¿Y Fernández?”- a las conversaciones queno tuvo con su padre. Es una experiencia que todoshemos tenido cuando hemos perdido a alguien muycercano, que uno dice: “¿Por qué no hablé más conél?, ¿por qué no me senté más con él o ella?, ¿por quéno intimé más? ”, que la he tenido yo, creo que mu-chos de nosotros la hemos tenido; pero en este caso

Fidel dice: “... yo, desgraciadamente, no pude conver-sar con mi padre y pedirle que me contara todo: ¿quéhizo en la guerra?, ¿cómo vivía?, ¿qué recordaba?,¿cómo llegó a Cuba? (...), ¿cuándo empezó a trabajar?”. Es esa cosa tremenda que tiene que ver con ese diá-logo que se postergó y que nunca pudo producirse.

Después, refiriéndose a la etapa posterior al Mo-neada y a su exilio en México, dice Fidel: “Nunca tuvemucha información sobre lo que pensaba mi padreen tal período (...). Pero estoy seguro de que, en elfondo, mi padre estaba con nosotros, no tengo la másabsoluta duda (...). Creo que estaba preocupado, in-tranquilo; pensaría que las dificultades eran muy gran-des, que los obstáculos eran muy grandes, que posi-blemente moriríamos, pero estoy convencido de queestaba de acuerdo con nuestra lucha”. Ahí se cierra lasemblanza, realmente extraordinaria, emotiva, muyprofunda, que hace sobre don Ángel Castro.

Volviendo al tema ético, Fidel dice que las primerasnormas morales se aprenden en la casa, se aprendende los propios padres. Bueno, ya vimos cómo recibede la figura paterna ese espíritu de generosidad; tam-bién lo recibe de su madre, de Lina, que aparece des-crita aquí de un modo entrañable también. Sin duda,el clima que implantaron tanto Ángel como Lina enBirán, ajeno a las barreras clasistas que hubieran acom-pañado a lo que Fidel llama una verdadera cultura deterratenientes, donde los hijos de los dueños podíanrelacionarse libremente con todos los trabajadores, in-cluidos los braceros haitianos que vivían en la zona, ayu-dó, sin ninguna duda, a la formación ética de Fidel.

Muchas de las experiencias de su niñez, de su ado-lescencia, lo ayudaron -él lo dice, y cito- “ ... a crear unrechazo contra el abuso, el robo, la injusticia; toda laexperiencia vivida contribuyó a mi ética, a mi rechazoa toda forma de abuso (...); las circunstancias que me

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llevaron a rebelarme más de una vez ante hechos ydecisiones injustas, me ayudaron a desarrollar tam-bién una ética”.

Y como antecedente de sus primeras inquietudessociales, en el libro se señalan algunos descubrimien-tos que va haciendo el Fidel niño y después el Fideladolescente y el Fidel joven, relacionados con el papeldel dinero en la sociedad donde vivía, relacionadoscon injusticias, desigualdades. Son como descubrimien-tos que Fidel va marcando.

Evidentemente, en este libro hay un énfasis muy par-ticular, a partir del cuestionario preparado por Ka-tiuska y a partir de la propia intención de Fidel, de irseñalando como las fases, las etapas, los momentosque pudieran servir, digamos, como hitos para enten-der su formación; como, por ejemplo, cuando des-cubre que la familia que lo aloja a él en Santiago, juntoa dos de sus hermanos, se está aprovechando de lasituación. Fidel comenta amargamente: «Fuimos ob-jeto de un negocio -dice- y pasamos hambre, perohambre de verdad». Y luego, en el Colegio La Salle,cuando dice: “... me di cuenta, y no sin cierta malicia,de que en el colegio se interesaban mucho por noso-tros -está refiriéndose a él y a sus hermanos Raúl yRamón- y nos daban un tratamiento especial porqueéramos de una familia muy rica”.

En el incidente en que Fidel se enfrenta a un profe-sor del Colegio La Salle, que lo golpea de maneratotalmente indigna, arbitraria, a él le duelen más quelos golpes físicos, los golpes morales y dice, cito: “...me quedó aquello por dentro. (...) me quedé aturdi-do y con la idea de la injusticia”. Y luego, cuando acausa de ese mismo incidente va a perder la oportuni-dad de seguir estudiando, se rebela y hace una amena-za, más simbólica que real, según él mismo aclara; peroasegura que si no lo dejan seguir estudiando se hubie-ra convertido en alguien ingobernable, y lo podemosentender. Y el Comandante ahí, en este momento, dice:“ Tal sentimiento estaba arraigado en mí ante el mal-trato del profesor, el abuso, el golpe, todo permane-cía vivo y quemante en el fondo (...), sentía que era unamedida injusta, y a ello atribuyo una reacción tan aira-da”. Esa idea de tanta resonancia martiana acerca deque un acto de injusticia permanezca “vivo y queman-te” en el fondo del ser humano, está ya precozmenteen aquel niño, y se mantendrá, como sabernos, a lolargo de la vida de Fidel.

Este Fidel niño detesta instintivamente las arbitrarie-dades, el egoísmo, las trampas para aprovecharse delmás débil, la pasión por el dinero y por los bienesmateriales, y todo tipo de humillación. Incluso, hay unpasaje donde él habla de los huérfanos que son reco-gidos por la familia y hace un análisis de cómo la fa-

milia que recoge un huérfano cree que ha hecho, real-mente, un acto de gran generosidad; pero de una ma-nera, incluso, inconsciente, lo coloca como en un se-gundo peldaño. Eso revela -Fidel habla de eso- eseinstinto para detectar cualquier desigualdad, cualquiertipo de injusticia, aunque sea muy sutil, aunque no seavisible con facilidad.

Al propio tiempo, siendo un niño todavía, su inteli-gencia creativa -que todos conocemos y admiramosy seguimos, por supuesto-, se topa con los dogmas,con lo que todo el mundo acepta y asimila fatalmente.Cuando evalúa cómo le enseñaron la historia durantela primaria, dice: “... un recuento de hechos, ningunode los cuales se cuestionaba, pero no por cuestión defe; usted lo creía porque tenía el hábito de creerlotodo”. Luego, mu-cho más tarde, hará un razona-miento similar ante la asignatura de Economía Políticacapitalista que le imparten en la Universidad, que se laimparten corno un fatalismo, como algo que es así yno puede ser de otra manera, como la ley de la grave-dad, como las leyes naturales.

Frente a esos dogmas, su rebeldía y su sentido éticovan generando -de manera muy obvia- la semilla deun pensamiento transgresor, inconformista, que em-pezará a hacerse preguntas que no tienen respuesta enlos esquemas educativos institucionales de la época yempezará también a ver las cosas de otra manera,

Aquí en el tema de la historia voy a hacer un parén-tesis. Aunque la enseñanza de la historia que recibe Fi-del fue esquemática y fue cuestionable, en este libro semuestra la curiosidad, la pasión de Fidel por los pro-cesos históricos y cómo con sus lecturas suplió cual-quier carencia de la enseñanza formal, y esta relacióntan particular con la historia es un componente esen-cial en su formación. Ya desde muy niño empieza avivir la historia, es algo que uno, muchas veces, cuan-do Fidel está hablando de las guerras de independen-cia, cuando uno lo escucha hablar de nuestras guerrasde liberación frente al colonialismo español, a uno leparece que Fidel está viviendo esos hechos, que Fidel,incluso, hubiera querido influir, digamos, en el destinode una batalla determinada, él está viviendo la histo-ria. La relación de Fidel con la historia tiene muchoque ver con sentirse siempre protagonizando los he-chos históricos, sentirse participando, experimentan-do vivencias que tienen que ver con esos hechos, no esun lector de historia, digamos, desapasionado, frío.

Y ya desde muy niño -por un apunte que apareceen estos diálogos- empieza a vivir la historia con unagran intensidad, cito: “En la Biblia lo primero que meenseñaron fueron contiendas, guerras, epopeyas. EnHistoria Sagrada, se pasaron todo el tiempo hablán-dome de guerras, y yo también era un guerrero que

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participaba en todos esos combates”. Mucho mástarde, cuando ingresa en la Universidad, lo emociona-según sus palabras- la “gran tradición” de la Univer-sidad, «su larga y rica historia”. Y afirma, cito: “Laentrada en aquel santuario, con una historia sagrada deluchas, influyó en mí. Me impregné del prestigio his-tórico de esa institución. (...) Me sentí también comouna especie de candidato a formar parte de aquellastradiciones y glorias, y guardián también de los valo-res de la Universidad”. Durante la aventura de CayoConfites, cuando en medio del caos Fidel queda alfrente de una compañía, hace un razonamiento a par-tir de sus conocimientos históricos, cito: “Yo no habíahecho estudios militares, solamente conocía lo leídosobre la historia de Cuba, de las guerras, y lo aprendi-do en mi vida en el campo, en las montañas. Sí habíaleído sobre las luchas, los combates y batallas”, y pro-yecta, dice: “... llevar a cabo una guerra de guerrillas enSanto Domingo”. Él proyecta con su compañía se-guir adelante en aquel caos, en medio de aquella locu-ra, y llevar a cabo una guerra de guerrillas en SantoDomingo», inspirado en sus lecturas de historia, en suconocimiento de las montañas, en su familiaridad conlos paisajes agrestes. En el Bogotazo, cuando participaen la toma de una estación de policía, recuerda suslecturas históricas, dice: “Yo tenía idea de la Revolu-ción Francesa por los libros leídos y disfrutados. Ha-

bía soñado con los barrios de París, que al toque decorneta se insurreccionaban. Para mí la multitud quetomó la estación de policía era exactamente igual a laque organizaba las asonadas en París cuando la Revo-lución Francesa. Yo estaba viviendo la Revolución Fran-cesa», dice Fidel a propósito del Bogotazo.

Otro antecedente de sus inquietudes políticas y so-ciales tiene que ver con “impresiones” que recibió ensu adolescencia “de lo que era un régimen de fuerza -dice él-, un régimen de abusos”. Él dice que veía arro-gancia, prepotencia, machismo, abuso de autoridad,ejercicio del miedo, del terror, por parte de los solda-dos del ejército batistiano, y todo eso lo hizo sentir -dice Fidel-, y cito: “... un repudio a aquella forma depoder, (...) hacia dicha forma de autoridad armada,en virtud de la cual quien tiene el arma, tiene el podery lo ejercía (...). Vi intervenir al Ejército -añade- enprocesos electorales e impedir por la fuerza el ejerci-cio del voto a cientos de personas. Así fui haciéndo-me una serie de conceptos; pero ello no me condujoa una concepción revolucionaria -todavía, podríamosañadir- sino a una condena de aquella forma de auto-ridad, del abuso. (...) Es decir, cuando ingresé a laUniversidad ya había vivido numerosas experiencias ysentía repulsa por muchas cosas, ya tenía una serie devalores, sobre todo, un espíritu rebelde”.

Ya en la Universidad, hace campaña como dirigen-

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te estudiantil con vistas a las elecciones de la FEU;pero en esa campaña él rechaza una cierta tradiciónque había allí en la Universidad, una tradición inmoral,donde los candidatos prometían, digamos, beneficiosen las pruebas, en las notas. Dice: “Rechazo (...) a lainmoralidad de ganar influencia en los estudiantes ges-tionando favores académicos fraudulentos (...). Em-pecé por adoptar algunas decisiones como la de re-pudiar las técnicas politiqueras e inmorales, llegué a unsentido de lo recto, a un sentido de la moral, de lojusto; una ética me hizo rechazar aquellas prácticas yno aplicarlas nunca (...). Logré el apoyo de los estu-diantes, y, sin embargo, jamás gestioné un punto, unanota, o algo que no mereciera un estudiante, (...) niacepté jamás que me regalaran un solo punto (...) a lolargo de toda mi carrera universitaria”.

Ese instinto ético lo acompaña a todas partes, estásiempre alerta. Su memoria conserva -y se lo va con-tando a Katiuska en este primer tomo durante esos25 años que recoge el libro- cada incidente donde eseinstinto reaccionó: por ejemplo, en Cayo Confites,cuando participa en la captura de una goleta llamadaAngelita, de Trujillo, rechaza la forma en que Masfe-rrer y alguna gente de Masferrer trataron a los tripu-lantes, y cito: “De palabra y de hecho los ofendieron.No me gustó aquella forma de tratar a los marinerosdel Angelita. Yo no los golpeé ni los empujé ni actuéagresivamente con ellos, porque eran gente desarma-da, más bien me inspiraron pena” -dice Fidel. Y sienteuna reacción similar en Bogotá, en la estación tomadapor los policías sublevados, rechaza que maltraten aun supuesto espía. Aquí hay que recordar un episodiode La Paz en Colombia -¿te acuerdas, Katiuska?, quepresentamos ese libro juntos-, cuando se citan las ins-trucciones que hace llegar Fidel a un combatiente cu-bano en medio de la ofensiva final contra Somoza, yel énfasis que hace Fidel en ese instante, y en medio deesa ofensiva, en que se tratara a los prisioneros con elmayor respeto. Algo que habla del sentido humano ydel sentido ético que siempre ha mantenido Fidel.

Cuando rememora algunas de sus experiencias vi-vidas en aquellos años -las luchas de grupos gansteri-les aquellos de la universidad, lo de Cayo Confites, elBogotazo-, toca el tema de la revancha, de la vengan-za, como algo incompatible con un auténtico revolu-cionario, tanto desde el punto de vista ético comodesde el punto de vista político. Aquel revanchismono era propio de una verdadera revolución. Dice él,“no lo consideré siquiera cuando se trataba de ajusti-ciar un esbirro en la época de Machado o de Batista,cuando se tomaban venganzas de tal tipo, nunca mepasó por la mente, al punto que hubo gente que mequisieron matar, que después fueron ministros del

gobierno revolucionario. Creo que nunca en mi vidame dejé llevar por revanchas. (...) Cuando nosotroshemos capturado a alguien no lo hemos hecho porvenganza, ha sido como una defensa, un ejemplo paraque tales crímenes no se cometan”. Dice más adelan-te: “... para que no haya venganza hace falta que hayajusticia. (...) Educarnos al pueblo en la idea de quenadie saqueara ni tomara venganza por sus propiasmanos, porque habría justicia”.

Ya hacia el final del libro -ya estoy terminando-,Fidel cuenta una anécdota muy significativa que tieneque ver con ese sentido ético, con esa coherencia ética,que es que después de graduarse como abogado y enmedio de gravísimas estrecheces económicas, la viudade don Fidel Pino Santos -un hombre muy rico, ami-go del padre de Fidel, que iba a ser su padrino, donFidel Pino Santos-, la viuda, la que había sido su com-pañera durante los últimos 12 años de la vida de estapersona, le pide a Fidel que la represente como abo-gado en un proceso en torno a la herencia, y él co-menta: “La herencia no podía repartirse hasta que noterminara el litigio; lo más probable era que se llegaraa un arreglo, y en el más insignificante resultado, si a míme daban nada más que un exiguo 10% de lo que lecorrespondía a la viuda, habría recaudado unos 100000pesos, nada más que con buscar los datos imprescin-dibles. (...) Y yo, que tenía unas necesidades materialestremendas, me di el lujo de decirle a esa señora que nome hacía cargo del caso por una cuestión ética, por-que la otra familia, los hijos de don Fidel Pino Santos-del matrimonio anterior-, eran gente conocida pornosotros”. Y concluye: “Aunque necesitaba aquel di-nero, me interesaban mucho más la política, la revolu-ción y la ética”, dice el Comandante.

Fidel añade además cómo en aquellos años, 1950,1951, los primeros meses del año 1952, que se corres-ponden con el final del libro, él ejerció la profesión sinningún tipo de propósito económico -como ya dije-defendiendo la gente que no tenía recursos, y dice so-bre esa etapa: “Haciendo un análisis de aquella etapade mi vida, diría que fue meritoria porque pasé traba-jo. Era un individuo joven, activo, dinámico, que vi-viendo en una sociedad donde lo más importante erael dinero, no me dejé arrastrar por ningún interés ma-terial. Si me preguntan cuál fue mi mérito más grandeen dicho período, diría que fue aquel”.

Por supuesto, en este primer volumen de Guerrillerodel Tiempo se nos va dando, de modo excepcional, cornoel pensamiento social de Fidel, su pensamiento revo-lucionario, va profundizándose y radicalizándose gra-dualmente. Hasta entrar en la universidad -él dice- “...yo era solo un rebelde, con una ética. (...) Diría que fueen un tiempo relativamente breve. En seis años, a partir

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de cero, me forjé una conciencia política, una ideologíarevolucionaria y concebí una estrategia de lucha”.

“Yo me auto-eduqué políticamente”. Antes de lle-gar a la literatura marxista, él nos dice: “... la sociedadera un conjunto de cosas, un bosque en el que todoslos problemas se debían a que había unos hombresmalos, otros buenos; unas personas crueles, otras queno lo eran”. Cuando estudia Economía Política, em-pieza a cuestionarse el sistema capitalista “por puralógica” y señala todas las irracionalidades que le salta-ron a la vista, a partir simplemente de la lógica. “Meimpresionó el problema de las crisis de superproduc-ción, llegó un momento en que me parecían absurdas,locas, injustificables. Si la producción tenía por objetosatisfacer las necesidades de los hombres (...), cómouna superproducción iba a dar lugar a una crisis socialde hambre, desempleo, multiplicación de la pobreza”.

Finalmente, llega a las ideas de Marx, Engels y Le-nin, después de pasar por una etapa que él mismocalifica de “socialista utópico”. Según explica, el idea-rio marxista cayó en un terreno muy fértil, abonadopor su trayectoria de rebeldía, por sus ideas de justicia,por su repugnancia frente a la corrupción y el despo-tismo. Su mentalidad, nos dice Fidel, era “... una espe-cie de esponja condicionada a lo largo de toda miexperiencia”. Pero añade que: “Antes de ser marxistafui martiano (...); pasé por un proceso previo de edu-cación martiana, que me inculqué yo mismo leyendosus textos”. Como le escuché una vez decir a RobertoFernández Retamar, Comandante, para usted ser mar-tiano era algo totalmente natural. Roberto me decía:“Es como la respiración, Fidel no necesita citar a Martí,porque es martiano de modo orgánico, es algo total-mente natural”.

También en el proceso que se describe en este librode la formación de Fidel, teoría y práctica se combi-nan todo el tiempo. Él además va dejando constanciade cómo va aprendiendo acerca de los métodos delucha a través de la propia práctica revolucionaria. Delreclutamiento chapucero y casi público que se hizopara la expedición contra Trujillo, Fidel saca experien-cias que le serán muy útiles después para el Moncada.Además él dice que estaban reclutando gente, no porideas; era gente que quería resolver un problema porestar allí y que les prometieron dinero, un empleo; noera por ideas.

Durante el Bogotazo, Fidel aprecia las debilidadesque implica la falta de una conciencia, de jefatura, detáctica militar. Cuando nos cuenta cómo fue golpea-do y herido por la policía en una manifestación estu-diantil en el año 1948, nos dice: “Para entonces habíatenido un gran avance, ya comprendía todos los mé-todos de masas, de lucha, movilización y manifesta-

ción; esto lo hacía por instinto, un gran instinto políti-co de movilizar al pueblo y a las masas”.

Por último, quiero decir algo que, por lo menos loscompañeros que conocen la película de Fernando Pé-rez, una película extraordinaria, Comandante, que sellama Martí, el ojo del canario, una película sobre elMartí niño, el Martí adolescente y el Martí en su pri-mera juventud.

-FIDEL CASTRO Ruz: ¿Fue la que pusieron portelevisión?

-ABEL PRIETO: Sí, Comandante, y a muchos delos que vimos esa película nos dejó una fuerte impre-sión como de destino; de que ese niño, ese adolescen-te, estaba como predestinado para cumplir una granmisión.

Y este libro, este primer volumen de Guerrillero delTiempo, nos deja algo parecido a eso, nos deja una im-presión similar. Ahora, sentimos algo parecido a lapredestinación en ese niño de Birán que siente piedadpor los braceros haitianos y se rebela ante el abuso; enese adolescente que rechaza instintivamente toda in-justicia; en ese joven que llega a una universidad inva-dida por grupos gansteriles y los desafía sin temoralguno y se enrola después en la aventura de CayoConfites para derrocar la dictadura de Trujillo, y essorprendido por el Bogotazo y se suma a la lucha deun pueblo al que le han arrebatado su líder.

Este nuevo libro de Fidel, este libro tremendo, apa-rece en uno de los momentos más oscuros de estesiglo XXI en medio de una crisis irreversible, de ame-nazas inminentes de nuevas guerras imperiales, delascenso de las tendencias fascistas, y de una agresión in-controlada y suicida contra el medio ambiente. En tér-minos éticos la política en el mundo ha tocado fondo.

Guerrillero del Tiempo, tanto este primer volumencomo el segundo, es un nuevo mensaje para Cuba ypara la humanidad de uno de los pocos líderes mora-les y espirituales que quedan en el planeta. Nos habla,ya lo hemos visto, de su propia vida; pero nos hablatambién, todo el tiempo, de principios, de ideas jus-tas, de humanismo. Sé que entre nosotros va a serleído con pasión y sé también que mucha gente que entodas partes enfrenta hoy a la barbarie va a buscarlo ya leerlo de la misma manera.

Felicidades a Katiuska por haber sido una interro-gadora tan eficaz; a Rancaño, que está allí, mi herma-no, por sus criaturas maravillosas; a todos los compa-ñeros: los editores, los compañeros de la poligrafía,que trabajaron para lograr esta bellísima edición, y austed, Comandante, permítame, más que felicitarlo,agradecerle por seguir nutriéndonos con textos tanextraordinarios.

Muchas gracias.

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DECLARACIÓNEL PARTIDO COMUNISTA RECHAZA EL PROYECTO MODIFICATORIO DE LAS ART.

TAL COMO ESTA PROPUESTO Y SUGIERE LA REALIZACION PREVIA DE UN AMPLIODEBATE CON PARTICIPACION DE LOS TRABAJADORES Y SUS ORGANIZACIONES.

Al exponer en un plenario de las comisiones de Legislación del Trabajo, de Presupuesto y de LegislaciónGeneral de la Cámara de Diputados, donde se debate la modificación de la ley sobre el funcionamiento delas Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) que ya cuenta con sanción del Senado, el Ministro deTrabajo aseguró que la norma vigente –cuya modificación será tratada por la Cámara el próximo 24 deoctubre- «discriminaba al trabajador y no tenía el carácter de reparación integral».

Afirmó también que «el mayor nivel de conflictividad de la ley actual está centrado en el sistema indem-nizatorio de los trabajadores» y sostuvo que «la reparación integral de esta situación «no podía resolversepor decreto». Además afirmó que el gobierno nacional «desarrolla una legislación laboral protectora» y queel proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo «está en línea con un gobierno «que enfrentó claramente laspolíticas de los 90». Por lo tanto estimó que «es una respuesta dada a la perspectiva de mejorar derechos».

En primer lugar, el Partido Comunista destaca como un aspecto positivo que el proyecto prevea laactualización de los pagos mínimos, el ajuste semestral que en algo evita que se pierda el carácter resarcitoriodel beneficio, que se conmuten intereses desde el momento del accidente y el aumento del 20% de la suma.

Sin embargo el proyecto deroga la llamada «doble vía» que está vigente en las normas actuales, o sea, laposibilidad actual de cobrar la indemnización tarifada de la ART y, si el trabajador o los familiares laconsideran injusto, reclamar un resarcimiento mayor en la Justicia laboral. Si bien esta doble vía diolugar a una llamada «industria del juicio» que facilitaba la acción pretendidamente legal de algu-nos poderosos estudios de abogados, con este proyecto se obliga al trabajador accidentado apercibir lo que la ART considere que hay que pagarle y si lo hace debe renunciar a recurrir a lajusticia con el fin de recuperar la indemnización faltante si es que considera que el pago recibidono es compensatorio.

De esa manera, el trabajador sufre una especie de chantaje ya que, por la necesidad que tiene de contarcon el dinero a fin de enfrentar las consecuencias derivadas del accidente y sus propias necesidades cotidia-nas, se ve obligado a aceptar lo que le otorgue la ART, que casi siempre resultó menor de lo que realmentecorresponde, renunciando a un posterior justo reclamo resarcitorio por vía de la justicia laboral.

Por si fuera poco, otro cambio que incorpora la norma es que se transfiere el reclamo judicial de unconflicto del trabajo del fuero laboral –que lleva un trámite más rápido medido en tiempo real- al fuerocivil, que es lo mismo que llevarlo a un lapso de largos años.

Además, el proyecto posibilita, también, la formación de las llamadas ART-Mutuas sin fines de lucro,entre las entidades de empresarios y los sindicatos. Esa norma, si realmente existiera democracia sindicalque permitiera un efectivo control de los trabajadores sobre los circunstanciales dirigentes que ocupan hoyla cúpula de la mayoría de los sindicatos y la propia CGT, podría considerarse como un paso positivo.Pero los negociados comprobados que existen entre las Cámaras patronales y los dirigentes (véase porejemplo el caso Pedraza en la U.F. o Zanola en Bancarios o la situación de una gran cantidad de ObrasSociales Sindicales) ponen, a nuestro juicio, una gran duda acerca del futuro de esas ART-Mutuas, pretendi-damente funcionando «sin fines de lucro».

En consecuencia, proponemos que la norma a sancionarse, sea puesta a consideración de los asalariadospor medio de asambleas sindicales recabando opiniones e ideas sobre el proyecto y permitiendo, comoocurrió con la Ley de Medios, una amplia participación de los sujetos comprendidos en la ley a tono conun avance democrático tratando de poner el acento en como mejorar todas las medidas imprescindiblesde previsión antes que priorizar el monto de la indemnización producto de accidentes que ocurren particu-larmente porque las patronales no cumplen con las normas de seguridad en el trabajo.

COMISION POLITICABuenos Aires, octubre 2012

D · O · C · U · M · E · N · T · O · S