Revista Argentina Latente Nº 5

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  • 8/12/2019 Revista Argentina Latente N 5

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    Argentina latentePORLAEMANCIPACINDENUESTROPAS| N 5 | BUENOSAIRES, OCTUBRE2010| www.argentinalatente.org | [email protected]

    BICENTENARIO

    1810-2010

    La seguridad es lo primero

    (contina en pgina 2)

    La trata de personas es uno de los crmenes organizados ms importantes que existen en nuestro pas. Diaria desaparicinde mujeres en las Provincias y el Gran Buenos Aires. Crear seguridad entre el garantismo y la mano dura.

    Con asistencia de ms de mil personas

    se desarroll a mediados de septiem-

    bre, en la Facultad de Ciencias Econ-

    micas de la Universidad de Buenos Ai-

    res, el 2 Foro por un Proyecto Eman-

    cipador.

    Fue organizado por el Movimiento Pro-

    yecto Sur y se centr en algunas de las

    cuestiones ms acuciantes de la realidad

    argentina: inseguridad, violencia y delito

    organizado. En siete mesas o comisio-

    nes de debate y discusin, en las queparticiparon especialistas en polticas de

    seguridad y referentes de Proyecto Sur,

    se puso de manifiesto la necesidad de

    impulsar estrategias a corto, medio y

    largo plazo sobre esta problemtica, ab-

    solutamente denostada por el Gobierno

    nacional, que incluso osa pronunciarse a

    travs de su jefe de Gabinete negando

    en el Congreso de la Nacin la trata de

    personas en nuestro pas.

    En la apertura del foro se hicieron pre-

    sentes los compaeros y referentes del

    Movimiento Proyecto Sur Fernando Pino

    Solanas, Alcira Argumedo, Julio Raffo,Luis Brunati, Mario Mazzitelli, Humberto

    Tumini, Cecilia Merchn, Victoria Donda,

    Claudio Lozano, Jorge Cardelli y Fabio

    Basteiro. Tambin participaron Marcelo

    San, ex jefe de Polica Aeroportuaria;

    los periodistas Martn Caparrs y Vctor

    Hugo Morales; el abogado constitucio-

    nalista Roberto Gargarella; el fiscal ge-

    neral de Tucumn Antonio Gmez; Mar-

    garita Meira, de Madres de Constitucin;

    el diputado nacional por el GEN Horacio

    Alcuaz; y Oscar Castellucci (padre de

    Martn Castellucci), entre otros.

    La mesa Delito Organizado: Corrupcin

    y Poder Poltico estuvo coordinada por

    el diputado nacional y lder de Proyec-

    to Sur Fernando Pino Solanas, y tuvocomo panelistas a Mario Mazzitelli, Ho-

    racio Alcuaz, y el fiscal Gmez. En las

    ms de dos horas que dur el debate

    se dej en claro que el debilitamiento

    y la corrupcin sistemtica del aparato

    del Estado ha sido, en las ltimas dca-

    das, un fenmeno paralelo y funcional

    al desarrollo del delito organizado en

    todas sus variantes. La comisin abor-

    d las distintas facetas que propician

    la inseguridad desde las instituciones,

    relacionando el delito organizado con

    la corrupcin estructural del sistema

    poltico vigente.

    En su intervencin el diputado Fernan-

    do Pino Solanas advirti que vivimos

    en un pas donde la Constitucin fun-

    ciona a medias. Todos los negocios

    han ido a parar a los amigos del kir-

    chnerismo. La Argentina se convirti en

    un pas de corruptelas ligadas al poder

    poltico. Sealando la cadena de com-plicidades entre los distintos sectores

    del poder, Solanas remarc que el uso

    de lo pblico para hacer negocios pri-

    vados es uno de los delitos ms infa-

    mantes que pueda cometer un funcio-

    nario. El fiscal Gmez, a su turno, hizo

    una certera exposicin sobre el dficit

    tico del poder judicial y la necesidad

    de institucionalizar el control ciudada-

    no sobre su desempeo. Mazzitelli se-

    al que una de las posibles salidas en

    el corto y medio plazo, junto con una

    fuerte reparacin de la degradacin po-

    ltica, social y cultural de nuestro pas,

    ha de pasar de manera fundamental

    por la participacin ciudadana en la

    poltica de seguridad.

    La mesa Desigualdad, Violencia Coti-

    diana y Medios de Comunicacin estu-

    vo coordinada por la diputada nacional

    Alcira Argumedo. En ella participaron

    Martn Caparrs, Vctor Hugo Morales yel abogado y socilogo Roberto Garga-

    rella, quien sostuvo la importancia de

    que el progresismo se tome en serio

    el tema de la seguridad. Gargarella

    destac, en efecto, la necesidad de

    cambiar de paradigma en lo que hace

    a la poltica de seguridad.

    Coordinada por la diputada de Libres

    del Sur Victoria Donda, la comisin Ju-

    ventud, Delito y Gatillo Fcil abord la

    criminalizacin de la juventud y la ne-

    cesidad de redireccionar polticas que

    saquen a los jvenes de la precariedad

    que sufren actualmente, sobre todoen la zona del conurbano bonaerense,

    donde cientos de miles de jvenes ni

    estudian ni trabajan. Por su parte, el le-

    gislador Julio Raffo (en la mesa Fuerzas

    XITO DEL 2 FORO DE PROYECTO SUR

    El desmantelamiento del Estado y la degradacin

    social provocados desde los noventa hasta

    hoy --aos en los que se han disparado el

    crimen organizado, el narcotrfico y la trata de

    personas--, son los detonantes de la descomunal

    crisis de seguridad que sufre nuestro pas.

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    (Viene de la pgina 1)

    Cristina contra los jubilados

    La ley que estableca el 82 por ciento

    del salario mnimo, vital y mvil para

    la jubilacin mnima y que actuali-

    zaba el resto de las categoras, tuvo

    un final anunciado: tal como lo haba

    adelantado, Cristina Fernndez de

    Kirchner vet la norma con el pre-

    texto de que era inviable porque im-plicaba la quiebra del Estado y entrar

    en default. Nosotros sabemos que

    este sistema as como est es invia-

    ble, pero es inviable sin el aumento

    del 82 por ciento, asegura Claudio

    Lozano, diputado de Proyecto Sur.

    De hecho, en la Argentina actual, se-

    gn el estudio Reforma previsional

    o jubilaciones para pobres --coor-

    dinado por Lozano y Toms Raffo--,

    dado que casi el 60 por ciento de los

    trabajadores est en negro, esa fuerza

    laboral tendra dificultades para ac-

    ceder a su jubilacin. Ah hay unadefinicin de inviabilidad, hay una

    bomba previsional que se acumula y

    que este Gobierno no est asumien-

    do, subraya el economista.

    Adems, ocho de cada diez mayores

    cobra el haber mnimo, independien-

    temente de haber tributado toda su

    vida. Lozano advierte: Si lo mante-

    nemos as, esto termina liquidando

    la perspectiva del sistema pblicopor la sencilla razn de que nadie va

    a querer aportar a un sistema donde

    lo que se le paga es el haber mnimo.

    Con lo cual, en la prctica, si uno

    deja las cosas en estos trminos, este

    sistema vuelve al rgimen privado.

    Los nmeroscierran

    Los 30 mil millones de pesos necesa-

    rios para llevar adelante la iniciativa

    de actualizacin de los haberes se hu-bieran podido financiar con los exce-

    dentes de la Administracin Nacio-

    nal de la Seguridad Social (Anses),

    la restitucin de las contribuciones

    patronales, y la recomposicin de las

    jubilaciones atrasadas.

    A pesar de registrar supervit finan-

    ciero desde 2003, la Anses no aplic

    se dinero para mejorar las jubilacio-

    nes y pensiones, las asignaciones fa-

    miliares, ni el seguro de desempleo.

    La jubilacin mnima podra haber

    sido de casi 1.000 pesos, en lugar de

    los $ 82,2, y el haber medio se podra

    haber ubicado en $ 1.286,4, en lu-gar de los $ 1.064,4 en que cerr el

    2009, de acuerdo al anlisis de Lo-

    zano y Raffo. Para este ao se prev

    que el excedente sea de 14 mil millo-

    nes de pesos.

    En 1993 el ex ministro de Econo-

    ma, Domingo Cavallo, redujo las

    contribuciones patronales a la mi-

    tad con la excusa de que esa me-

    dida bajara la tasa de desempleo y

    se blanquearan las relaciones labo-

    rales. Cavallo tambin argumen-

    taba que, dado que estbamos en

    el uno a uno, esto obligaba a redu-cir costos a las empresas. El uno a

    uno se alter de manera sustantiva

    con un impacto muy grande sobre

    el conjunto de los trabajadores, va

    devaluacin, a partir del 2002 y sin

    embargo, las contribuciones nunca

    volvieron a los niveles que tenan,

    seala Lozano.

    Proyecto Sur plantea circunscribir

    esta recomposicin a las grandes em-

    presas, que incluso se podra hacer

    de manera gradual. El economista de

    Buenos Aires Para Todos en Proyec-

    to Sur afirma: Esto da como resul-

    Policiales y Poltica) afirm que, en

    tanto superacin de las alternativas

    actualmente vigentes, hay que de-

    jar la poltica de seguridad pensada

    desde la izquierda por el garantis-

    mo y desde la derecha por la mano

    dura.En su intervencin en torno a la Trata

    de Personas y Violencia de Gnero,

    la diputada Cecilia Merchn seal,

    entre otras cuestiones, que la trata

    de personas es uno de los crmenes

    organizados ms importantes que

    existen. Si tenemos en cuenta la

    desaparicin diaria de mujeres en las

    provincias argentinas, y sobre todo en

    el Gran Buenos Aires, tendramos que

    preguntarnos quines son los respon-

    sable y a qu poder poltico responden

    para dar una respuesta contundente a

    tales crmenes. A su vez, en la mesa

    Situacin y Poltica Carcelaria, Rodrigo

    Pomares (del Comit Provincial por laMemoria y contra la Tortura), denunci

    que, no habiendo control de ningn

    tipo, en las crceles de la provincia de

    Buenos Aires persisten prcticas de tor-

    tura y espurios negociados en todos

    los rdenes.

    En el cierre, a cargo de los coordinado-

    res y del diputado Fernando Pino Sola-

    nas, qued claro que el poder poltico

    actual no slo niega la profundidad y

    las mltiples dimensiones de la insegu-

    ridad, sino que es cmplice conscien-

    te y creciente de su indito desarrollo.

    Qu pasa con una sociedad que no

    da respuestas, sabiendo que existen

    ms de cuatrocientos mil jvenes queni estudian ni trabajan, mientras se los

    demoniza y no se les da ninguna al-

    ternativa para romper la trama en la

    cual estn enmarcados?, se pregunt

    la diputada Alcira Argumedo.

    Solanas subray la importancia de

    profundizar las causas y las propues-

    tas que viene enarbolando Proyecto

    Sur en la idea de prepararnos para

    gobernar. El diputado seal la

    inoperancia del Gobierno nacional

    respecto de la seguridad de los ciu-

    dadanos, argumentando que no hay

    solucin para ninguno de estos pro-

    blemas si no promovemos, adems

    del cambio del modelo productivo,un cambio cultural, y si no asumi-

    mos que podemos ser gobierno as

    como la decisin de serlo. Nosotros

    tenemos que tener soluciones in-

    mediatas, tenemos que intervenir y

    garantizar otro derecho social impor-

    tantsimo, el derecho a trabajar y te-

    ner seguridad, el derecho a la vida.

    tado unos 21 mil millones de pesosadicionales, que se agregan a los 14

    mil millones de la Anses.

    La tercera fuente de financiamiento

    se basa en actualizar los haberes: los

    jubilados cobran $ 1.041 y necesi-

    tan 2.000 para poder vivir . Es ob-

    vio que los recursos que se pongan

    en esto iran a parar a mayor consu-

    mo. Eso va a impactar en trminos

    de mayor recaudacin y, por lo tan-

    to, tambin habr un recurso adicio-

    nal, explica Lozano.

    Queda demostrado que los recursos

    existen, lo que no hay es voluntadpoltica para saldar una deuda inter-

    na que no puede esperar ms. Los

    nmeros que nosotros tenemos nos

    dicen que, ms o menos, el 52 por

    ciento de los mayores quedara ga-

    nando 1.425 pesos, casi un 40 por

    ciento pasara a ganar alrededor de

    1.900 pesos, y un cinco por ciento

    recibira unos cinco mil pesos. Es

    decir, no estamos hablando de que

    nuestros mayores se llenaran de

    plata, estamos tratando de nivelar la

    situacin un poquito, finaliza el di-

    putado de Proyecto Sur.

    El veto de la Presidenta a la ley que otorgaba a los jubilados el 82% del salariomnimo demuestra que en el Gobierno no hay voluntad de distribuir la riqueza.

    Aqu Claudio Lozano explica que la plata est si se quisiera mejorar la situacinde millones de argentinos y argentinas.

    Tras el veto del 82por ciento mvil,el Gobierno sigueacumulando unabomba previsional.

    Si la Presidenta hubiera querido recuperar la dignidad de los

    jubilados, en vez de vetar la ley, debera haber decretado la

    restitucin de las contribuciones patronales al nivel de 1993.

    Los jubilados seguirn marchando porla recomposicin de sus haberes.

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    3Argentinalatente

    A partir del 10 de diciembre del 2011 entra-

    rn en funciones las autoridades elegidas

    democrticamente para gobernar las Comu-

    nas. LaJunta Comunal estar integrada porsiete miembros que son elegidos en forma

    directa por los ciudadanos domiciliados en

    la Comuna. Al carecer la Ciudad de Buenos

    Aires de una Ley Electoral propia -la que

    sera muy bienvenida- la eleccin se debe

    realizar de acuerdo con la Ley Electoral

    Nacional, pero con la salvedad de que los

    partidos polticos no podrn incluir en sus

    listas dos personas del mismo sexo en for-

    ma consecutiva.Para poder postularse como miembro de

    la Junta Comunal se requiere ser argentino

    nativo, por opcin o naturalizado, mayor de

    edad y tener residencia habitual y perma-

    nente en la Comuna, inmediata a la elec-

    cin, no inferior a dos aos; la duracin de

    los cargos es por cuatro aos. Para la prime-

    ra eleccin y por nica vez, el requisito de

    tener residencia habitual en la comuna se

    tendr por cumplido si se cuenta con resi-

    dencia habitual y permanente en cualquiera

    de las Comunas inmediatamente contiguas.

    La jefatura de la Comuna le corresponde al

    integrante de la lista que haya obtenido ma-yor nmero de votos en las elecciones.

    La Junta Comunal deber aprobar el pro-

    grama de accin y el anteproyecto de pre-

    supuesto anual, ejecutar el mismo y admi-

    nistrar el patrimonio de la comuna; aprobar

    los anteproyectos de ley y de decretos que

    remita para su tratamiento a la Legislatu-

    ra de la Ciudad y al Poder Ejecutivo, res-

    pectivamente; deber ejercer el poder de

    polica dentro de su mbito jurisdiccional;

    promover la participacin de los vecinos en

    la gestin del gobierno de la Comuna y en

    la elaboracin y planificacin de las polti-

    cas de salud, educacin, ambiente, hbitat,cultura , deporte, seguridad e igualdad pre-

    vistas en el Ttulo II de la Constitucin de

    la Ciudad; convocar a audiencias pblicas y

    consulta popular en el mbito de la Comu-

    na; crear y mantener actualizado el registro

    de las entidades vecinales no gubernamen-

    tales, partidos polticos, redes, otras formas

    de organizacin que desarrollen actividades

    comunitarias dentro de la jurisdiccin de la

    Comuna y vecinos, e inscribirlas a los fines

    de su integracin y participacin en el Con-

    sejo Consultivo Comunal.

    El Consejo ConsultivoLa Junta Comunal tambin deber garanti-

    zar el efectivo funcionamiento del Consejo

    Consultivo Comunal y planificar una poltica

    de comunicacin ciudadana que garantice el

    acceso a la informacin y publicidad de los

    actos de gobierno y los informes de la Uni-

    dad de Auditora Interna.

    La participacin de los vecinos prevista

    por la ley se da a travs del Consejo Con-

    sultivo Comunal que estar integrado por

    representantes de entidades vecinales no

    gubernamentales, partidos polticos, redes

    y otras formas de organizacin con intere-

    ses o actuacin en el mbito territorial de

    la Comuna. No perciben remuneracin ni

    compensacin econmica alguna por sus

    servicios. A la fecha casi todas las Comunas

    tienen organizado su Consejo Consultivo yse encuentran en pleno funcionamiento des-

    de hace varios aos

    El Consejo Consultivo Comunal tiene como

    funcin participar en el proceso de elabo-

    racin del programa de accin anual y del

    anteproyecto de presupuesto de la Comu-

    na, y definir prioridades presupuestarias, de

    obras y servicios pblicos; efectuar el se-

    guimiento de la gestin Comunal y super-

    visar el cumplimiento de la correcta pres-

    tacin de los servicios pblicos brindados

    por el Poder Ejecutivo en la Comuna; pre-

    sentar ante la Junta Comunal iniciativas y

    propuestas para la implementacin de pro-gramas y polticas de inters comunitario;

    atender las propuestas y reclamos de los

    vecinos como as tambin los pedidos de

    audiencias pblicas, polticas de participa-

    cin ciudadana y controlar la ejecucin del

    Presupuesto. El Consejo Consultivo Comunal

    funcionar descentralizadamente, debiendo

    rotar el lugar de reunin entre los distintos

    barrios que integren la respectiva Comuna.

    Las recomendaciones emanadas del Conse-

    jo Consultivo Comunal son de consideracin

    obligatoria por la Junta Comunal.

    La financiacin para el funcionamiento de las

    Comunas correspondientes a los dos prime-ros aos se ha fijado en una suma no muy

    generosa: el 5% del presupuesto general de

    gastos y clculos para cada ao. Concluidos

    los dos primeros aos se estar a lo que dis-

    pongan las leyes de presupuesto. Tambin

    tendrn su propio patrimonio que estar in-

    tegrado por bienes donados o legados, por

    los que la administracin central transfiera y

    los que se adquieran en el futuro.

    Con relacin a los servicios tercerizados,

    continuarn vigentes correspondiendo a las

    Comunas nicamente el control de ejecu-

    cin, certificacin y priorizacin.

    Esperemos que la deuda que tiene la Ciu-dad de Buenos Aires con sus habitantes

    quede saldada el 10 de diciembre del 2011

    cuando asuman las primeras autoridades

    comunales.

    Anah Cordero

    Hacia la creacin de las ComunasSegunda Parte

    Petrleo y gas para la nacinUna empresa pblica, hecha por argentinos y para los ar-

    gentinos, puede defender nuestros hidrocarburos y explorar

    todo lo que hay en la plataforma continental. Sigamos el

    ejemplo del general Mosconi.

    Como resultado de las polticas de desregulacin y pr ivati-

    zacin aplicadas entre 1989 y 2001 en nuestro pas, el gas

    natural y el petrleo escasean. Dado su valor estratgico

    para el desarrollo nacional, en los prximos das el diputa-

    do nacional Fernando Pino Solanas presentar un paque-te de tres proyectos de ley que buscan asegurar el futuro

    energtico de la Argentina.

    El primero de ellos es la creacin de la empresa pblica Pe-

    trleos de Argentina Sociedad del Estado (PETROARG),

    que explorar y explotar los yacimientos de hidrocarbu-

    ros en toda la plataforma continental. Las ganancias se re-

    partirn entre las provincias petroleras y no petroleras, y

    sus municipios.

    Otra de las iniciativas es realizar una auditora integral de

    hidrocarburos financiada por las empresas que operen en

    las reas, bajo permiso o concesionadas, en un plazo de seis

    meses desde la promulgacin de la ley y que debe repetirse

    cada dos aos. El estudio ser realizado por especialistas de

    la Secretara de Energa y las universidades pblicas.El tercer proyecto busca regular el mercado de hidrocarbu-

    ros lquidos, slidos y gaseosos. Con ese objetivo, se dero-

    gan los decretos 1055/89, 1212/89 y 1589/89, sancionados

    durante el menemismo, y se establece la reglamentacin de

    los artculos 2, 6, 11 y 95 de la Ley Nacional de Hidro-

    carburos 17.319.

    El espritu de estas iniciativas es que el Es-

    tado recupere su rol protagnico en la ex-

    ploracin y explotacin de gas, petrleo y

    sus derivados, conozca qu reservas posee y

    las preserve para el bienestar de

    todos los argentinos, verdaderos

    dueos de estos recursos.

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    4 Argentinalatente

    La lucha popular venci al lobby mineroUna lucha incansable logr que en el Senado se sancionara la Ley de Presupuestos Mnimos

    para la Proteccin de Glaciares. Ahora hay que prohibir la minera a cielo abierto.

    En primer lugar, significa la culminacin

    de un grandsimo trabajo que vinieron im-

    pulsando las movilizaciones de los pueblos

    que han sido castigados por todo este desa-

    rrollo de la megaminera. Es tambin el gran

    triunfo de esta conciencia ambientalista que

    empez surgir en la Argentina en los lti-

    mos aos, dijo el diputado Fernando Pino

    Solanas, luego de la aprobacin de la Ley

    de Presupuestos Mnimos para la Proteccin

    de Glaciares y del Ambiente Periglacial en la

    Cmara de Senadores.

    Esta norma prohbe toda actividad que pueda

    afectar la condicin natural de los glaciares ydel ambiente periglacial - como la liberacin

    de sustancias contaminantes, la construccin

    de obras de arquitectura, la instalacin de

    industrias y la explotacin minera-, ya que

    se los considera reservas estratgicas de re-

    cursos hdricos para el consumo humano y

    bienes de carcter pblico.

    Una vez promulgada la ley por el Poder Eje-

    cutivo, el Instituto Argentino de Nivologa,

    Glaciologa y Ciencias Ambientales (IANIGLA)

    tendr 180 das para realizar un inventario

    nacional de glaciares que se deber actuali-

    zar cada cinco aos.

    Mineras en la miraEs justamente en las cercanas de las fuentes

    de agua fsil y en el origen de las cuencas

    hdricas, a lo largo de la cordillera de los An-

    des, donde se ubican las empresas mineras

    desde la segunda mitad de los 90. Para sepa-

    rar los metales diseminados en las rocas de

    las montaas, la minera a cielo abierto usa

    cianuro y otros productos txicos que luego

    son derramados en cauces de agua natura-

    les. Y adems, consume entre 80 y 100 millo-

    nes de litros de agua potable diarios para el

    procesamiento del mineral extrado.

    Al igual que La Rioja y Catamarca, San Juanes uno de los parasos mineros donde reina

    la contaminacin. Juan Jos Ramos, presi-

    dente de la Asociacin de Viateros Indepen-

    dientes, describe con claridad lo que ocurre

    en una de las localidades del norte de esa

    provincia: Uno va a San Jos de Jchal y da

    la sensacin de pueblo semi abandonado.

    En el ro San Juan hay diques sin agua, por lo

    tanto a los pequeos productores de uva, oli-

    vos, ajo, cebolla y esprragos se les complica

    sacar adelante la cosecha: de 11 mil hect-

    reas de tierra, ahora se trabajan dos mil.

    Adems, cuesta mucho conseguir agua pota-

    ble y los casos de cncer aumentaron un 150por ciento por la contaminacin provocada

    por el arsnico.

    El artculo 14 de la Constitucin Nacional dice

    que todos los habitantes gozan del derecho

    a un ambiente sano, pero con la voladura

    de montaas la minera a cielo abierto deja

    pozos donde antes haba un cerro, modifi-

    cando la flora y fauna del lugar; consume el

    equivalente de energa necesario para abas-

    tecer a una ciudad de casi 50 mil habitantes

    durante un ao; y pone en riesgo el patri-

    monio cultural de las zonas donde vivieron

    comunidades originarias.

    La nueva colonizacinInvocando al desarrollo y con gran capa-

    cidad de lobby, las compaas mineras lo-

    graron, desde el gobierno de Carlos Menem

    en adelante, la sancin de normativas deprivilegio como la Ley de Inversiones Mine-

    ras, reglamentada en 2003, que les asegura

    estabilidad fiscal por treinta aos y deduc-

    ciones en el impuesto a las ganancias.

    No llama la atencin, entonces, que la em-

    presa Bentonitas Santa Gema, propiedad

    del senador Csar Gioja (hermano del go-

    bernador sanjuanino), le provea insumos

    mineros a la Barrick Gold , tal como afirman

    el diputado Miguel Bonasso y el militante

    ambientalista Javier Rodrguez Pardo. De ah

    la defensa a rajatabla de los Gioja de este

    tipo de actividad con el objetivo de crear un

    San Juan minero.Para la diputada de Proyecto Sur Alcira Argu-

    medo estamos en una nueva etapa de colo-

    nizacin, con una concepcin muy parecida a

    la teora del Lebensraum: esta teora sostie-

    ne que las razas superiores, en este caso las

    grandes corporaciones, tienen el derecho de

    apropiarse de los territorios de los pueblos

    inferiores para desarrollar en ellos la civili-

    zacin. Ahora la civilizacin muestra lo que

    ha sido la cultura occidental dominante: su

    carcter depredatorio, absolutamente irres-

    petuoso de la dignidad humana.

    Ante tanto saqueo, destruccin territorial

    y contaminacin, Proyecto Sur present unproyecto de ley para prohibir la minera a

    cielo abierto en todas sus etapas, el uso

    de sustancias txicas y de cualquier de-

    psito natural de agua superficial o sub-

    terrneo.

    Ya hay precedentes en Repblica Checa, Ale-

    mania, Hungra, Costa Rica y Turqua, y en

    mayo de este ao el Parlamento Europeo

    recomend la prohibicin del uso de cianuro

    en la minera por sus consecuencias catas-

    trficas e irreversibles.

    En principio, con la sancin de esta Ley de

    Proteccin de Glaciares se abre un espacio

    para discutir la minera contaminante, perolo ms significativo es que esta vez los diez

    aos de lucha de campesinos, productores

    agropecuarios y vecinos autoconvocados,

    vctimas directas de esta actividad, fueron

    ms poderosos que el lobby minero.

    Los militantes ambientalistas caracterizaron aPeter Munk, dueo de la Barrick Gold Corporation.

    Las agrupaciones ambientalistas dieron su testimonio en la Plaza de los DosCongresos, mientras esperaban la sancin de la Ley de Proteccin de Glaciares.

  • 8/12/2019 Revista Argentina Latente N 5

    5/12

    5Argentinalatente

    La seguridad es un derecho humano

    Los expositores y el pblico intercambiaron sus inquietudes sobre

    la inseguridad cotidiana en la calle y los delitos mafiosos ligados al

    poder de turno, como el narcotrfico y la trata de personas.

    Entre todos discutieron la demonizacin que sufren muchos jvenes

    reclutados por las organizaciones delictivas orquestadas y/o ampara-

    das por la polica, y que no tienen oportunidades para romper con

    esa trampa. Por eso hubo un pronunciamiento en contra de bajar

    la edad de imputabilidad de los menores y, en cambio, garantizarle

    a los adolescentes y a toda la sociedad seguridad social, sanitaria,

    educacional, y laboral.

    Se acord que la inseguridad no se soluciona incrementando la mano

    dura, sino ms bien con la reforma de la Justicia y la depuracin de

    las fuerzas policiales, entre otras medidas.

    El pblico particip activamente de las mesas.

    Cecilia Merchn(diputada nacionalpor ProyectoSur), MargaritaMeira (Madresde Constitucin),Elizabeth GmezAlcorta (MovimientoProfesionales por losPueblos), JorgelinaSosa (Asociacin deMujeres Meretricesde la Argentina) yFabiana Tez (co-fundadora de Lacasa del encuentro)conversando sobredelitos invisibilizados:trata de personas yviolencia de gnero.

    Proyecto Sur, una vez ms debatiendo sobre los problemas que le preocupanal pas.

    El diputado JulioRaffo plante que hayque democratizar elfuncionamiento detoda la polica y quela estructura jurdicadebe trabajar parala inclusin social.

    Rodrigo Pomares(miembro del ComitProvincial por laMemoria y Contra laTortura), Jorge Cardelli(diputado nacionalpor Proyecto Sur),Humberto Tumini(dirigente de Libresdel Sur) y MarceloLangieri (docente encrceles) discutieronsobre la tortura y el

    acceso a la educacinen los penales.

    Los periodistas Martn Caparrs y Vctor Hugo Morales hablaronsobre la representacin meditica de la violencia.

    Los panelistas quedebatieron sobreinseguridad, violencia ydelito organizado, en elpatio de la Facultad deCiencias Econmicas.

  • 8/12/2019 Revista Argentina Latente N 5

    6/12

    6 Argentinalatente

    ESCRIBEJULIORAFFO

    Mariano Ferreyra: Un Crimen del Modelo K

    El Modelo K tiene varias patas: la pata de

    los negocios, cuyas caras visibles son Crist-

    bal Lpez, De Vido, Peter Munk y los Gioja,

    Antonini Wilson, Jaime, Capaccioli y los involu-

    crados en el triple crimen que sintetiz -con la

    brutalidad de los hechos brutales- la mafia de

    los medicamentos con el narcotrfico, y algu-

    nos personajes que crecen y se cobijan en las

    entretelas del Poder de los K. Negocios cuyos

    resultados aparecen, con la evidencia de ser

    la punta visible del iceberg, en las declaracio-

    nes juradas de Nstor y de Cristina.

    Otra pata del Modelo K est en la talentosa

    muchachada de Carta Abierta y la inteligentziaque expresa. En este mbito se peca ms por

    lo que se calla que por lo que se dice (que, di-

    cho sea de paso, muchas veces no se entien-

    de) y lo integran algunas instituciones de his-

    toria noble que, lentamente, fueron llevadas a

    la degradacin prebendaria hasta el punto de

    que algunas de ellas llegaron a justificar las

    patotas de Moreno y guardaron indecoro-

    so silencio ante la comparacin de goles con

    personas desaparecidas. Ni la muchachada ni

    esas instituciones a la fecha parecen haber-

    se enterado de la corrupcin que anida en el

    modeloque apoyan con una pasin digna

    de mejor causa. Esta pata cumple la funcinde ser la cara buena y respetable del Modelo y

    aparece en los medios y en el escenario visi-

    ble de la poltica cumpliendo el mismo papel

    que desempea el respetable almacn de ra-

    mos generales, en cuya trastienda funcionan

    el garito y el prostbulo.

    Otra pata la encontramos en el Pejotismo

    que, fundamentalmente con sede en el co-

    nurbano bonaerense, aplica en defensa del

    Modelo su lgica de instrumentalizacin de

    la pobreza mediante la arbitraria distribucin

    de planes, a la vez que realiza su aporte

    imprescindible cuando se trata de llenar pla-

    zas o estadios, de garantizar que desaparez-can boletas el da del comicio, o se ahuyen-

    ten fiscales que incomodan.

    Otra pata est en la burocracia sindical, que

    produce dirigentes millonarios y, con estreme-

    cedora regularidad, muertes inexplicables,

    como fue la del hermano de Viviani y la de

    Abel Beiroz, tesorero de la Federacin de Ca-

    mioneros en Rosario, casualmente enfrentado

    con Moyano, respetable productor agrario en

    su campo de 2.000 hectreas en los Pagos de

    Areco y prepotente titular de la CGT.

    La pata sindical, que no hace mucho resucit

    a la Juventud Sindical otrora instrumento del

    lopezrreguismo para destruir a la Juventud deTrabajadores Peronistas (JTP). Cristina, con

    orgullo, se puso la camiseta de la Juventud

    Sindical en un acto cuyo contenido simblico

    fue un mensaje que evidenciaba su actual y

    verdadera identidad, a la vez que anunciaba

    qu ejemplos del pasado bendeca para que

    en el presente se actuase frente a quienes

    sacaran los pies del plato.

    Todo esto hegemoniza, sin resquicio y sin pie-

    dad, un aparato del Estado integrado por muy

    diferentes clases de personas. Los degrada-

    dos, como lo es la escoria del menemismo

    que, sin pudor ni vacilacin, se pas con ar-

    mas y bagajes a los nuevos dueos del poder,

    para continuar siendo fieles a su destino y

    su vocacin. Estn all tambin los honestos

    tiles, que bajan la voz cuando se permiten al-

    guna reflexin crtica o reconocen que, lamen-

    tablemente, integran un gobierno de ladrones,pero segn mal entienden- tienen que hacer-

    lo porque la dimensin progresista de los K

    justifica la colaboracin que les brindan sin

    comprender que, como lo sealara Discpolo,

    estn en el mismo lodo, todos manoseaos.

    En la dramtica y desgraciada coyuntura apa-

    rece en el escenario el rostro brutal de la

    poltica del Modelo K para las organizaciones

    sindicales y su subordinacin a la lgica de

    los negocios polticos y econmicos de los

    Moyano y los Pedraza.

    El Modelo K no le ha dado, ni le piensa dar,

    a la CTA el reconocimiento sindical que re-

    clama y que le corresponde de conformidadcon los tratados internacionales, con nuestra

    Constitucin y con la legitimidad substancial

    que tiene su composicin, su prdica y su

    historia, ms all de la complacencia y el

    sometimiento con el matrimonio presidencia

    que han tenido, hasta ahora, el Sr. Yasky y

    sus seguidores.

    La poltica sindical del Modelo sostiene y

    protege un sistema que impide, con artilu-

    gios o con tiros, la existencia de comisiones

    internas en los establecimientos; le niega a

    las organizaciones de trabajadores que no

    reciben la bendicin de Moyano el reconoci-

    miento que les corresponde, como se advier-te en el notorio caso de los trabadores del

    subterrneo; y deja hacer a los muchachos

    cuando trampean y agraden, colocando a la

    polica en el papel de cmplices pasivos o

    activos de esas agresiones.

    Es esa poltica sindical que amalgama ne-

    gocios de dinero con negocios polticos, al

    amparo de la arbitrariedad y la prepotencia,

    la que condujo al crimen de Mariano Ferreyra

    y la agresin de sus compaeros polticos y

    de lucha. El Ministerio de Trabajo, quiralo o

    no su titular, gener condiciones para este

    hecho. La Polica Federal, presumiblemente

    siguiendo instrucciones del Sr. Fernndez, seintegr con empleados de la empresapara

    enfrentar a los trabajadores que reclamaban

    sobre las vas. Esa misma polica dej hacer

    cuando el crimen se cometi. El Gobierno no

    actu contra los responsables de ese ope-

    rativo manifiestamente irregular ni ha ex-

    plicado las razones de ese proceder, y ello

    hace presumir su complicidad. Por todo ello,

    sostengo que este crimen es un crimen del

    Modelo K.

    Lo incomprensible, a la luz del Derecho, lle-

    g a su grado mximo cuando Cristina, se-

    gn lo consign el diario Pgina 12 en su

    tapa al da siguiente del crimen, exigi el

    esclarecimiento del hecho. A quin se lo

    puede exigir si ella es la jefa del Estado y,

    por ende, responsable de la polica y de su

    labor investigativa? Es la sociedad la que

    le exige al Gobierno esa investigacin, y elGobierno, que no es un tercero que reclama

    ni puede ser neutral, debe realizar esa inves-

    tigacin y obtener resultados, para que este

    caso no se convierta en otro caso Lpez.

    Slo parndose frente a un espejo Cristina

    puede exigir una investigacin, y al hacerlo,

    su rostro adquiere, como en Dorian Gray, las

    inequvocas seales de la hipocresa.

    La responsabilidad del Gobierno en el asesinato del joven militante de 23 aos. Otro caso Lpez?

    Mariano Ferreyra,la Presidenta debeexplicar su asesinato

    El Gobierno no actu contra los

    responsables de ese operativo

    manifiestamente irregular ni ha

    explicado las razones de ese proceder,y ello hace presumir su complicidad.

    Por todo ello, sostengo que este

    crimen es un crimen del Modelo K.

  • 8/12/2019 Revista Argentina Latente N 5

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    7Argentinalatente

    (PRIMERA PARTE)

    Hacia una nueva Constitucin Nacional

    A qu atribuyen la necesidad de

    una nueva reforma constitucional

    que ha motivado la creacin de es-

    ta comisin?

    Pablo: Como nuestra sociedad se hacaracterizado por vivir permanente-

    mente en una situacin de anomia, o

    por violaciones a la norma, creemos

    que no habr un cambio real si no se

    refleja en un nuevo marco normativo,entendiendo que los marcos norma-

    tivos surgen de pactos sociales, para

    garantizar que se cumplan. En este

    sentido, la reforma que proponemos

    va ms all de la coyuntura, y de una

    mera alianza electoral, porque lo que

    se busca es la refundacin de la so-

    ciedad. Una revolucin ciudadana. Para

    ello, hace falta un marco institucionali-

    zador de la propuesta de gobierno que

    orienta Proyecto Sur.

    Hctor: Estamos convencidos de que

    hay que ir hacia una nueva ConstitucinNacional que recoja plenamente los de-

    rechos del pueblo y los trabajadores. La

    distribucin de la riqueza. La recupera-

    cin de las empresas que se han vendi-

    do, o se han regalado, para que vuelvan

    al patrimonio nacional. Ms democracia

    para la democracia. Es decir, ms par-

    ticipacin y protagonismo popular; y,

    finalmente, una gran revolucin cultu-

    ral que no slo implica lo que habitual-

    mente entendemos por cultura, sino los

    cambios que hacen falta, desde el jardn

    de infantes para arriba. Por eso decimos

    que este proyecto, este borrador, tieneque tener la mayor cantidad de aportes

    de los ms diversos sectores.

    Ya que se seal la necesidad de

    plasmar constitucionalmente la

    distribucin de la riqueza: cmo

    se resuelve eso para que no se que-

    de en la mera enunciacin, como

    sucede con el 14 bis?

    Pablo:El 14 bis, que lo redact Crislo-go Larralde, fue un intento de placebo

    por la anulacin de la reforma del 49.

    Una especie de caramelo, de premioconsuelo. Tiene que ver con la estra-

    tegia de esos doctrinarios que plan-

    teaban la diferencia entre las clusulas

    programticas y las operativas. Donde

    las primeras, son aspiraciones de lar-

    go plazo, que finalmente no se mate-

    rializan en la realidad. Justamente por

    eso es que prcticamente no propone-

    mos clusulas programticas; sino que

    nuestros principios, las cinco causas de

    Proyecto Sur, deben estar plasmados y,

    por lo tanto, garantizados en concretas

    clusulas operativas. Queremos termi-

    nar con ese mecanismo de obstruccinpor el que adems de la Constitucin

    necesito la ley, luego el decreto y des-

    pus la resolucin. Por otra parte, la

    efectividad de una constitucin est en

    las fuerzas polticas que la sostengan

    y lleven adelante, si no no pasa nada.

    Hctor: Hacia all tambin apunta lademocratizacin de la democracia,

    porque la introduccin y ampliacin

    de nuevas formas de participacin po-

    pular en los procesos decisorios, sirve

    para resguardar la concrecin de aque-

    llas metas que tienden a favorecer alos sectores populares.

    Argentina Latentese reuni con algunos integrantes de la Comisin de Reforma Constitucional del Instituto de

    Proyecto Sur. Primera parte de la entrevista donde Pablo Lerman, coordinador del grupo, Hctor Santarn y

    Leandro LLara, expusieron cules son las metas y la dinmica de trabajo que orientan la comisin.

    Y con respecto a ese punto, en

    qu medidas concretas est pen-

    sando la comisin?

    Leandro:Por ejemplo, la revocatoria demandatos...

    Pablo:En esa, como en otras cuestio-nes, estamos tomando como parmetro

    diversas experiencias internacionales.

    Venimos estudiando las constitucionesde Ecuador, Bolivia, Venezuela, Espa-

    a y, prximamente, la de Mxico. Por

    ejemplo, la venezolana plantea el 10 %

    del padrn como base para impulsar

    la revocatoria; pero sabemos que tal

    requisito sera muy difcil de lograr en

    la Argentina. O sea que buscaramos

    facilitar eso, pero respetando un deter-

    minado tiempo de mandato que podra

    ser la mitad del mismo.

    En el marco del estudio comparati-

    vo que estn realizando, qu cosas

    les han llamado la atencin de otrospases que se podran aplicar aqu.

    Pablo: En el caso de la boliviana, loms interesante son las nuevas formas

    de participacin, la democracia directa

    y el protagonismo popular.

    Hctor:El tema de la tierra y la minera

    Leandro:Y la defensa de los recursosnaturales, aunque ac tenemos que ver

    cmo hacemos para sortear el Art. 124

    de la Constitucin vigente.

    En ese sentido, y teniendo en

    cuenta que un eventual gobierno

    de Proyecto Sur no contara con

    mayoras parlamentarias propias,

    cmo se podra encausar la viabi-

    lidad de un proceso de reforma.

    Leandro:Est claro que en el plano dela representacin parlamentaria enfren-

    taramos serios obstculos y en espe-

    cial con la de las provincias petroleras,

    ya que vamos a tener que superar el

    principio del dominio originario; pero

    confiamos en que finalmente se va a

    compartir la necesidad de la reforma,

    una vez que se comprenda que va aser mucho ms beneficioso el aprove-

    chamiento de los recursos en el mar-

    co de una poltica de Estado integral

    como la que estamos proponiendo.

    Pablo: Es que ms all de la actualprovincializacin de los recursos y la

    necesidad de su modificacin, lo que

    est claro es que una constitucin im-

    plica un pacto y, por lo tanto, una re-

    forma constitucional implica un nuevo

    pacto. Lo que hay que hacer es gene-

    rar conciencia, y a partir de esa nueva

    conciencia darle sentido de largo plazoa las coincidencias sobre las que se

    asienten alianzas polticas y sociales

    duraderas. De lo que se trata, enton-

    ces, es de proponerle a la Sociedad

    Civil una serie de objetivos sobre los

    cuales se puede construir consenso, y

    para lo que no hace falta adherir for-

    malmente a Proyecto Sur.

    Hctor:Adems, si no hay concienciade que hace falta rehacer la Consti-

    tucin Nacional, no la vamos a poder

    reformar. Porque cuando hablamos de

    conciencia, lo hacemos en trminos deconciencia movilizadora, que conduce

    y empuja al conjunto de las fuerzas ne-

    cesarias hacia ese objetivo. Si no es

    as, todo lo que hagamos quedara so-

    lamente en el papel...

    Pablo Lerman, Leandro Llara y Hctor Santarn debatiendo la necesidad de una nueva Constitucin Nacional

  • 8/12/2019 Revista Argentina Latente N 5

    8/12

    8 Argentinalatente

    LACOLUMNADE

    El Pibedel Barrio

    Hemos recibido comentarios y censuras acerca de las versea-das de esta pgina culera. Se nos reprocha cierta crudeza del

    tono, aunque tambin nos dan la razn en los conceptos ver-

    tidos. Porque ladrones en el Gobierno, que los hay, los hay.

    La literatura gauchesca cumpli en tiempos pasados funcio-

    nes en la pelea poltica, y si bien cant las luchas de la Inde-

    pendencia, luego se meti en la confrontacin entre Unitarios

    y Federales, y grandes autores entraron en el ruedo.

    El peridico gauchesco El arr iero argentino, de Hilario Asca-

    subi, publicado en Montevideo, era unitario, mientras que

    El Gauchoy El torito de los muchachoseran federales, escritos

    por Luis Prez.

    Para que se note nuestro respeto por la libertad de imprenta

    porque aqu no hay censura-, transcribimos unos versos libe-

    rales y unitarios de uno de los grandes de la poesa gauchesca,nada menos que Hilario Ascasubi.

    Aqu escribe contra el poeta Barriales, partidario de Urqui-

    za, en tiempos en que la provincia de Buenos Aires se haba

    separado de la Confederacin, que tena base en Paran. As-

    casubi firmaba Aniceto el Gallo, y por eso Mujica Linez ti-

    tul Vida de Aniceto el Gallosu biografa de Hilario Ascasubi.

    Tambin titul as el diario El Nacional de Buenos Aires estas

    estrofas de 1859:

    Rincn de payadoresy tangueros

    La Columna de El Pibe del Barrio es, habi-tualmente, una columna con humor. En este

    da no hay lugar para el humor, slo es posi-

    ble evocar a Mariano Ferreyra y sus compa-

    eros. Con esa intencin escrib este texto.

    Dos gauchos conversando, leo de Prilidiano Pueyrradn (1861)

    Dice el refrn que no es mengua

    dar ciertas contestaciones

    fundndose en las razones,

    y a cada bruto en su lengua.

    Barajo, en la versera

    con que ha rebusnao Barriales!

    Ahijunap! En qu andurriales

    ese bruto nacera?

    Qu yegua lo parira?

    que al pujo no rebent

    cuando dis que lo larg

    conseis patas!y que al verlotan animal, sin lamberlo

    alz el rabo y apest.

    De ahi, cuentan que en un cardal

    con leche de choclo y miel

    lo cri un gaucho deMontiel

    hasta prenderle el morral:

    Entonces ya el animal

    dejurose hizo maizero

    y despus de eso afrechero

    insaciable hasta que al fin

    ya es bruto grande y Rosn

    Roncador yMasorquero.

    Finalmente, a lo bagual

    me ha salido relinchando

    y como contrapuntiando

    de versistafederal.

    Habrase visto animal

    ms jediondo y presumido?

    sin duda se ha persuadido

    que salindome a toriar

    yo le voy a contestar;

    y no sabe ese aturdido

    Que a todo bruto Rosn

    que me hace coplas iguales

    a las del gaucho Barriales,le contesto a lo mastn

    que cuando un Cusco ruin

    con ladridos lo torea

    el mastn lo despreca,

    y en vez de echrsele encima,

    ni le grue, se le arrima,

    alza la pata y lo mea.

    Aniceto el gallo

    Sub-director ngel Acua

    Preparararon este

    nmeroJavier Gentilini,

    Fernando Herrera y MaraJess Marinas

    Colaboracin especial

    Anah Cordero

    Agradecimiento a

    El Pibe del Barrio

    FotografaJavier Allaria,Dionisio P. Cardozo,Sebastin A. Vricella yPartido Obrero

    Diagramacin

    Ricardo Penney

    Administracin

    Santiago Cordero

    Hermano Mariano

    Tiraron contra ideales

    Y asesinaron tu persona;

    Tiraron contra tu militancia

    Y mataron tu cuerpo

    Son ellos, los de antao,

    Los de siempre, los de hoy.

    Cambian sus nombres,

    Cambian sus rostros,

    Cambian su lengua

    Cambian sus ropas

    Pero son los mismos

    Son los que asesinaron

    en Chicago,

    Los que mataron en la

    Semana Trgica,

    Los que bombardearon la PlazaLos que bombardearon Vietnam

    Los que asesinaron al Che

    Los genocidas

    Los que mataron a Maxi y a Daro

    Los que se llevaron a Lpez

    y mataron a Fuentealba

    Quisieron, como siempre,

    matar tu lucha,

    aquellas luchas,

    nuestras luchas,

    Y slo pueden asesinar los cuerpos.

    Tus compaeros de Partido,

    Tus compaeros de ideales,

    Tus compaeros en la

    Historia

    Siguiendo tu ejemplo

    Seguirn adelante.

    Los asesinos NO vencern.

    Julio Raffo

    Argentina LatentePor la emancipacin de nuestro pas

    Ao 1, N 5. Octubre 2010.Una publicacin de propiedad de Julio C.A. Raffo.Callao 157 8 B. Ciudad Autnoma de Buenos Aires.

    D.N.D.A. N 855261

    Correo electrnico: [email protected]

    DirectorJulio Raffo

  • 8/12/2019 Revista Argentina Latente N 5

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    Argentinalatente

    NMERO 1

    OCTUBRE2010

    El por qu de unCuaderno de Cultura

    Abrimos este espacio porque la cues-

    tin cultural es una de las priorida-

    des del Movimiento Proyecto Sur, ya

    que la misma contiene un potencial

    de emancipacin y de promocin de

    todos los sectores sociales.

    Con este convencimiento, conside-

    ramos a las polticas culturales comoun tema y un problema de importan-

    cia programtica.

    Estamos hablando de polticas a de-

    sarrollar desde el Estado en reas co-

    mo la cultura y la comunicacin, en

    tiempos que se aceleran al ritmo de

    los avances y cambios tecnolgicos.

    Y sin embargo, una cosa son los

    tiempos coyunturales y urgentes de

    la poltica, y otra cosa son los tiem-

    pos de la cultura, que nos ubican en

    tramas simblicas, afectndonos de

    mltiples formas, al ser dadores de

    significado y de sentido: cine, teatro,televisin obras de arte en general

    crean significaciones que pueden

    afirmarnos o traicionarnos.

    Mucho se ha dicho y se seguir di-

    ciendo, tanto desde la academia, con

    sus desarrollos tericos, como desde

    los gestores culturales, acerca de las

    nuevas realidades que afrontamos en

    este comienzo de siglo. Hoy nosotros

    queremos plantearnos sobre todo pre-

    guntas, e invitar a todos a pensar jun-

    tos y hacer sus aportes, ya sea desde lo

    terico como desde las prcticas que

    se estn desarrollando en el rea enmuchos lugares de nuestro pas.

    Las polticas culturales son objeto de

    dedicacin y empeo por parte de to-

    dos los gobiernos. Hay ah un campo

    de legitimacin. Algunos piden me-

    nos Estado, pero para un Movimien-

    to como el nuestro --que no acepta

    que el mercado sea quien posea la

    hegemona en la produccin y circu-lacin de los bienes simblicos--, el

    rol del Estado, la diferenciacin entre

    lo pblico y lo privado y, especfica-

    mente, la apropiacin de lo pblico

    por parte de la gente es una priori-

    dad y un valor irrenunciable.

    Esto sin confundir el campo de la

    poltica con el de las instituciones es-

    tatales; sabemos que la poltica no se

    reduce al Estado. Tomamos lo pbli-

    co como cosa pblica, una arenadon-

    de la gente se expresa y manifiesta y

    donde se da una lucha para que esa

    cosano se decida de acuerdo a inte-reses particulares (en la ciudad de

    Buenos Aires, por ejemplo, se usan

    los teatros oficiales para realizar fies-

    tas privadas).

    Pero estas polticas culturales que

    diseamos, en qu situacin nos

    encuentran?

    Informacin mundialrecibida en soledadEstamos frente a estmulos, como la

    televisin e internet, que nos condu-

    cen a una privatizacin de nuestrasvidas y al aislamiento en nuestros

    hogares. Curiosamente, cuando reci-

    bimos imgenes e informacin de los

    lugares ms lejanos del mundo, corre-

    mos el riesgo de estar solos ante una

    pantalla, comunicados e incomunica-

    dos al mismo tiempo. Aunque tam-

    bin sabemos de muchos esfuerzos

    comunitarios de grupos que han to-mado el tema en sus manos en todo el

    pas. Y de casos que comienzan por-

    que alguien tuvo la voluntad de hacer-

    lo, como el cine a la fresca, organi-

    zado por los vecinos de un pueblo de

    la provincia de Buenos Aires.

    De manera que somos conscientes

    de la gran variedad de situaciones

    que nos atraviesan. Pero las cuestio-

    nes de salud, educacin, vivienda o

    cultura son problemas colectivos que

    no pueden quedar a cargo exclusiva-

    mente de los particulares. Es en este

    sentido que queremos discutir laspolticas de las diferentes reas, sin

    verlas como compartimientos estan-

    cos, sino como lo que son: un entra-

    mado del que somos protagonistas.

    Queremos pensar juntos cmo dare-

    mos respuestas a las nuevas preferen-

    cias culturales que se han reestructu-

    rado en medio de las transformacio-

    nes tecnolgicas, cmo afrontaremos

    la segregacin geogrfica en ciudades

    como Buenos Aires, con una oferta

    tan concentrada en determinadas

    zonas, para hacer realidad la demo-

    cratizacin que pregonamos.Nos interesa que haya festivales en la

    ciudad de Buenos Aires, pero no para

    que reproduzcan las segmentaciones

    de la poblacin, profundizando la des-

    igualdad en los ingresos, la educacin

    y el desequilibrio generado por la ur-

    banizacin especulativa.

    Queremos debatir el valor social de lo

    que promovemos porque creemos quees la generacin social de smbolos la

    que va a contribuir a la superacin de

    la exclusin y la marginacin de am-

    plios sectores de nuestra sociedad.

    Son los valores de la cultura popular

    solidaridad, sentido comunitario,

    espritu de compartir ampliamente

    las obras de arte y los espectculos--,

    los que pueden ir afirmando la con-

    fianza y el espritu de compartir la

    totalidad de la Nacin: en su espacio

    geogrfico y en su riqueza.

    Queremos pensar juntos qu haremos

    con esta forma de estar en el mundoen la que la proteccin y la seguri-

    dad son los axiomas determinantes

    de nuestro modo de ser individual y

    colectivo y, en este intento de prote-

    gernos, negamos nuestra propia vida.

    Como seala un filsofo italiano, no

    vemos al otro como diferente, lo cual

    nos situaba en el problema de la alte-

    ridad, sino como desconocido y esto

    es vivido como amenaza.

    Queremos ser otra voz que tome la pa-

    labra sin renunciar a construir juntos

    un proyecto colectivo, aunque este sea

    un concepto en desuso. Queremos, enfin, la leche y los libros para todos.

    EN ESTECUADERNO:

    Sigue La novela del Coln La lucha por el cine El Plata de Mataderos Estudiantes en defensa de la escuela pblica

    Galilei Has comprendido al fin lo que te dije ayer?

    Andrea Qu? Lo del Quiprnico con sus vueltas?

    Galilei S.

    Andrea No. Por qu se empea en que yo lo com-

    prenda? Es muy difcil y yo en octubre apenas cumplir

    once aos.

    Galilei Por eso mismo quiero que lo comprendas.Para ello trabajo y compro los libros en vez de pagar al

    lechero.

    Galileo Galilei, de Bertolt Brecht

    (traduccin de Osvaldo Bayer)

    CUADERNOD

    E

  • 8/12/2019 Revista Argentina Latente N 5

    10/12

    2 Argentinalatente CUADERNO DE

    La Patria tambin es Mujer. La his-

    toria escrita por mujeres es un libro

    de historietas y biografas que cuen-

    ta las luchas de varias heronas que,

    desde la etapa precolombina hasta la

    actualidad, aportaron a la indepen-

    dencia de Amrica Latina. Las in-

    dgenas que resistieron el saqueo de

    las minas de Potos; Manuela Senz,

    compaera de Simn Bolvar y Eva

    Duarte, impulsora del voto femenino

    son algunas de las protagonistas.

    Colaboraron en la realizacin ms de

    treinta dibujantes como Miguel Re-

    piso, Adrin Abonizio, El Tomi, Ma-

    ra Alcobre, Chelo Candia, Alejandra

    Rotonda, Eduardo Baln, Flor Pales-

    tra, y Clara Lagos.

    Editado por Las Juanas, cada captu-

    lo cuenta con una introduccin en laque escriben Hugo Chumbita, Dora

    Barrancos, Graciela Cousinet, y Ce-

    leste Mujica, entre otros.

    Esta obra, declarada de inters so-

    cial y cultural por la Legislatura de

    El Foro de Pensamiento y Construc-

    cin Social surgi en pleno conflic-

    to Campo versus Gobierno, hace yados aos, con la idea de construir

    un imaginario comn en torno a un

    proyecto de nacin justa y soberana.

    Estos escritos son un compendio de

    expresiones colectivas; el resultado

    del trabajo del grupo de intelectuales,

    De la cada de Isabel a la huda de De

    La Ra, el profesor e historiador Enri-

    que Manson, discpulo de Jos Mara

    Rosa, aborda uno de los perodos ms

    traumticos y conflictivos de la historia

    argentina.

    El proceso a los argentinos(Ediciones

    Fabro, 2010) es el primer tomo de la

    triloga intitulada Entre dos helicp-

    teros, en la que el historiador Enri-

    que Manson contempla el cuarto de

    siglo ms dramtico de la historia

    reciente de nuestro pas. El ttulo de

    la coleccin apunta a dos momentos

    centrales de ese perodo: las salidas

    del gobierno, helicptero mediante,de Mara Estela Martnez de Pern

    en marzo de 1976 y de Fernando De

    La Ra en diciembre de 2001. Tiem-

    pos menesterosos, los transcurridos

    entre ambos sucesos, que instaura-

    ron en nuestro pas un retroceso fla-

    La toma generalizada que encaran

    los estudiantes secundarios y ter-

    ciarios es, sin dudas, una medida

    legtima para enfrentar las polticas

    educativas del Gobierno de Mau-

    ricio Macri. En esta ciudad se sub

    ejecuta el presupuesto educativo

    de forma sistemtica, se reduce el

    financiamiento a la educacin esta-

    tal en beneficio de los subsidios a la

    educacin privada y se mantiene a

    muchsimos trabajadores de la edu-cacin en la precariedad laboral. Se

    vulnera, de esta forma, tanto el dere-

    cho a la educacin de los estudian-

    tes, como el derecho de los docentes

    a trabajar en condiciones dignas, sin

    las cuales es imposible el desarrollo

    de cualquier proceso pedaggico.

    Aunque la reivindicacin funda-

    mental de los estudiantes tiene que

    ver con las precarias condiciones

    edilicias que tienen los colegios en

    la ciudad, no deja de expresar, a su

    vez, un repudio generalizado a la

    poltica que lleva adelante el actual

    Gobierno de la ciudad, tanto en la

    educacin como en lo que refiere a

    vivienda, cultura, salud y otros, y quetiene signos claros: la privatizacin y

    el autoritarismo.

    Pero las polticas de desfinancia-

    miento a la educacin no ataen so-

    lamente al Gobierno de la Ciudad.

    A 34 aos de los Lpices, una leccin de luchaLos problemas de las escuelas secundarias, de las universidades y de los maestros y profesores han aflorado en

    todo el pas. Defender la escuela pblica es una obligacin nacional para tener un futuro para los jvenes.

    la Ciudad de Buenos Aires, ayuda-

    r a comprender la importancia de

    las mujeres en la historia de nuestro

    continente.

    Para mayor informacin sobre La

    Patria tambin es Mujer. La historia

    escrita por mujeres, enviar un mail

    a: [email protected]

    Historias sobre las mujeres que hicieron historiaEl proceso a losargentinos revisa

    25 aos de historia

    nacional

    grante respecto de las condiciones

    de Estado de bienestar que, aun con

    oscilaciones, habamos logrado des-

    pus de 1946.

    He aqu un libro necesario para com-prender el terrorismo de Estado y el

    desmantelamiento de la Argentina,

    que lleg a ndices de participacin

    y de desarrollo social, econmico y

    cultural inditos entre las naciones

    dependientes del hemisferio sur.

    Resumen de dos aos de labor, del Foro de Pensamiento y Construccin Social

    militantes sociales, y religiosos que

    encabeza Adolfo Prez Esquivel.

    El cuadernillo, de 42 pginas, con-tiene un documento que reivindica

    la Revolucin de Mayo inconclusa;

    un llamado de atencin tras el alud

    que sufri en el verano de 2009 la

    localidad saltea de Tartagal debido

    al dao que provoca el actual mode-

    Por su parte el Gobierno Nacional

    sostiene una poltica de desfinan-

    ciamiento que impacta fuertemente

    en la situacin de las universidades

    nacionales. Muchos estudiantes uni-

    versitarios se han sumado a esta lu-

    cha, tanto en apoyo a los estudiantes

    secundarios de la capital, como para

    denunciar la situacin de precarie-

    dad de la universidad pblica en la

    Argentina. Los docentes universita-

    rios, por su parte, tambin son fuer-temente afectados por la precariza-

    cin laboral: la universidad pblica

    hoy se sostiene crecientemente con el

    trabajo gratuito de cientos de docen-

    tes, a la vez que es vaciada de fondos

    pblicos y arrojada a una poltica de

    recursos propios, es decir, privatizada

    y puesta al servicio de los intereses de

    las multinacionales.

    Las declaraciones de la Presidenta

    en apoyo a los estudiantes secunda-

    rios en la ciudad no es ms que una

    muestra de hipocresa, que silencia

    una vez ms que el Gobierno nacio-

    nal desatiende su responsabilidad di-

    recta en la situacin de la educacin

    pblica en todo el pas.Todos los que estamos en esta lucha

    nos sentimos orgullosos de la fuerza y

    el valor de los ms chicos, de los que

    vienen a demostrarnos una vez ms

    que saben tomar la voz.

    lo productivo en el medio ambiente;

    una carta a la Presidenta exigiendo

    polticas pblicas inclusivas; pro-puestas de trabajo para los legislado-

    res nacionales; y un repudio al veto

    presidencial de la ley de glaciares.

    Para conseguir el libro, escribir a:fo-

    rodepensamientoyconstruccion@

    gmail.com

    Por Jorge Cardelli, diputado nacional por Proyecto Sur.

  • 8/12/2019 Revista Argentina Latente N 5

    11/12

    3ArgentinalatenteCUADERNO DE

    Sus 30 mil metros cuadrados al-

    bergaron a grandes dramaturgos

    nacionales como Griselda Gamba-

    ro, dieron lugar a la renovacin de

    obras clsicas, fueron el espacio de

    consagracin de talentos artsticos y

    constituyeron un mbito de vanguar-

    dia. Este edificio de tres cuerpos, 13

    pisos y cuatro subsuelos, conserva

    el brillo de sus mejores pocas, perohoy se debate entre seguir siendo un

    bien pblico o ceder a la rentabili-

    dad del mercado.

    La idea de que Buenos Aires tuviera

    un teatro con fines culturales al que

    accediera toda la poblacin naci

    de los vecinos a comienzos del siglo

    XIX y recin se concret en 1936

    con el Teatro del Pueblo.

    Tras la Revolucin del 43 el Teatro

    del Pueblo pasara a ser el Teatro

    Municipal y en 1950, Juan Pern le

    rendira homenaje al libertador deAmrica, bautizando la sala de la ca-

    lle Corrientes con su nombre. Luego

    tomara la decisin poltica de empe-

    zar a construir el actual edificio del

    San Martn, en 1954.

    Sin terminar, el teatro se inaugur el

    25 de mayo de 1960, y durante su pri-

    mer ao no hubo actividad artstica.

    Se abri formalmente al ao siguiente

    con el estreno de Ms de un siglo de

    teatro argentino, un espectculo de

    danza, msica, ballet, y teatro.

    Este organismo cultural tuvo elencos

    estables de esas disciplinas y un gru-

    po de titiriteros que garantizaba la

    excelencia y la constante formacin

    de los intrpretes, adems de estabi-

    lidad laboral. Pero a partir de la se-gunda mitad de la dcada menemista

    comenzaran los contratos tempora-

    les y los artistas se volveran meros

    prestadores de un servicio. Hoy la

    situacin no cambi: este ao los

    actores empezaron a ensayar para la

    nueva temporada y recin firmaron

    el contrato de trabajo en julio.

    Ahora el macrismo va a reformar el

    edificio con el mismo equipo de tra-

    bajo que intervino el Teatro Coln y

    piensa financiar la obra con la venta

    de inmuebles que forman parte del

    patrimonio porteo.Tambin se prev sancionar una ley

    de autarqua y para ello se realizaron

    jornadas de reflexin con una parti-

    Teatro San Martn: un orgullo argentinoA medio siglo de su inauguracin, el complejo teatral ms importante

    de Amrica latina transita la delgada lnea entre lo pblico y lo privado.

    cularidad: se habl de tener un teatropblico, al servicio de los intereses

    del pueblo, pero se debati a puertas

    cerradas y sin la participacin de los

    trabajadores.

    Proyecto Sur piensa que un espacio

    de estas caractersticas debe apostar a

    la democratizacin de la cultura. De

    los egresados del taller de danzas, que

    tena como propsito original proveer

    de nuevos bailarines al cuerpo estable

    del teatro, pasan a trabajar en la com-

    paa dos o tres, con suerte.

    No obstante, el mayor escndalo de

    la era macrista es haber alquilado es-te bien pblico el pasado 2 de mayo

    para que el empresario Andrs Von

    Buch festejara su cumpleaos nme-

    ro 50 y sin dar explicaciones.

    Kive Staiff, el actual director, deja su

    cargo a fin de ao y lo reemplazar

    Carlos Ela, hoy director adjunto del

    San Martn. Todo indica que se trata

    de un simple cambio de nombres y

    que no alcanzar a revertir el legado

    de los ltimos tiempos: artistas tra-

    bajando sin contrato durante meses

    y un teatro, que es patrimonio pbli-

    co, prcticamente convertido en unsaln de fiestas, cuando es el Estado

    el que debe garantizar su funciona-

    miento con el presupuesto.

    La fiesta de reapertura sirvi de

    cortina de humo para ocultar las

    irregularidades de la refaccin,

    pero los trabajadores las sacan a

    la luz.

    Luego de la reapertura parcial del

    Coliseo de la ciudad de Buenos Aires

    el pasado 24 de mayo, los artistas del

    Coln siguen denunciando irregu-

    laridades en las reformas realizadas,

    el patrimonio permanece librado al

    azar, y las obras estn a medio hacer.

    Por todo esto, el diputado Julio Raffo

    de Proyecto Sur elabor un pedido de

    informes.

    Susana Bentez, miembro del coro es-

    table del Teatro Coln, asegura que la

    reforma de los espacios no responde

    a la funcionalidad, y que de ello hay

    sobradas muestras. En el lugar donde

    originalmente estaba el taller de esce-

    nografa, que contaba con luz natural y

    las dimensiones necesarias para trabajar,

    ahora ensayan las orquestas.

    El personal de ese sector est trabajan-

    do en La Nube una especie de galpn

    donde se mueren de fro en invierno y

    calor en verano y no hay espacio, seala

    esta soprano que trabaja desde hace 23

    aos en el Coln. Por consiguiente, las

    escenografas deben ser trasladadas por

    partes hasta el teatro; eso hace que se de-

    terioren y que haya que repararlas.

    Los trabajadores comentan que al esce-

    nario le pusieron una madera dura que es

    inadecuada para los bailarines, y por las

    puertas de la sala donde ensaya la orques-

    ta, no pasan los instrumentos grandes.

    Cuando se reabri el Coln estaba ter-

    minada la sala, pero la parte edilicia refe-

    rida a las reas de produccin, como los

    talleres, sigue sin resolverse. Ni siquiera

    est presupuestado y tampoco hay un

    plan de obras, asegura Susana Bentez.

    Por otro lado, la biblioteca, el archivo de

    video, audio y fotografa, tesoros invalua-

    bles del Coln, siguen almacenados en

    containers al aire libre desde diciembre

    de 2008 y ni siquiera los inventariaron.

    El vestuario para los ttulos de la tempo-

    rada lrica fue importado, cuando el tea-

    tro podra autoabastecerse. El problema

    es que no se sabe donde est.

    A raz de estas cuestiones, el diputa-

    do Julio Raffo present un pedido de

    informes para que el Poder Ejecutivo

    porteo especifique el monto del presu-

    puesto ejecutado y, entre otras cosas, si

    existe un plan de obras para seguir con

    la refaccin. El pedido de informes lle-

    gar al recinto antes de que terminen

    las sesiones legislativas.

    Teatro Coln

    Qu hay detrs del teln

  • 8/12/2019 Revista Argentina Latente N 5

    12/12

    4 Argentinalatente CUADERNO DE

    La historia del cine El Plata de Matade-

    ros de Av. Alberdi 5751--, marcha para-

    lela a la historia del pas. Fue inaugurado

    en 1945, poca de una Argentina en de-

    sarrollo, de ascenso de las capas medias y

    bajas de la sociedad. Su apertura, como el

    de tantos otros, pona al alcance de los tra-

    bajadores la posibilidad de esparcimiento

    en su propio barrio, sin tener la necesidad

    de movilizarse hasta el centro de la ciudad.

    Eran pocas de bailes en los clubes, de car-

    navales en las calles, de matear en la vere-

    da conversando con los vecinos. Tiempossolidarios, tiempos de participacin en la

    vida social, poltica y cultural del pas.

    Pasaron los aos, pasaron las dictaduras

    genocidas, pas Martnez de Hoz, lleg

    Alfonsn con su economa de guerra y su

    hiperinflacin. Ya no hubo tiempo, ga-

    nas, ni plata para la recreacin. Lo ni-

    co importante era tener para comer, las

    salidasquedaron para los ricos. En 1987,

    cierra El Plata, el centro vital de Matade-

    ros se converta en un oscuro depsito de

    electrodomsticos. La economa se hun-

    da y con ella las expectativas de una gran

    parte de la poblacin. Ya no matear en lavereda, no mas club, no mas vecinos, cada

    uno encerrado en su mundo buscando la

    forma de sobrevivir.

    Pas la dcada menemista, llego el 2000

    con sus estallidos sociales. La sociedad di-

    jo basta!, basta de hambre, basta de men-

    tira neoliberal, basta de individualismo.

    De a poco la poblacin retom viejas tra-

    diciones, tradiciones de lucha, de juntar-

    se por un objetivo en comn. Asambleas

    barriales, fbricas recuperadas, diversos

    reclamos que en el fondo apuntaban a lo

    mismo, la gente quera volver a decidir so-

    bre sus vidas.As fue como un grupo de vecinos tom

    la recuperacin del cine como estandar-

    te en su pelea por una vida un poco me-

    jor. Asambleas, festivales, volanteadas, las

    viejas herramientas de lucha eran visibles

    nuevamente. De esta forma se logr que el

    Gobierno de la Ciudad comprara la pro-

    piedad con la intencin de reabrir el viejo

    cine. Intenciones hubo, dinero no. Luego

    de 6 largos aos de lucha, el cine sigue

    cerrado. En el medio, apareci un fren-

    te de lucha que nadie esperaba, el nio

    bien(Macri) intent despojarnos de toda

    esperanza tratando de mudar la ComunaN 9 al viejo cine. Claro que no contaba

    Centro de reunin de grandes y chicos, el Cine fue un lugar de amistades, debates y cultura.

    BARRIOYCULTURA

    Cine El Platade MataderosQu pas con el legendario Cine del Barrio? La resistencia de los vecinos renueva la

    esperanza de reapertura. Nos escriben los integrantes de la Coordinadora Vecinal.

    con la resistencia de los vecinos, que no

    le permitieron realizar su artera jugada.

    Hoy, mientras el ministro Lombardi nos

    intenta vender espejitos de colores, esta-

    mos elaborando un Proyecto de Ley para

    que de una vez por todas, el cine El Plata

    reabra sus puertas para todos los vecinos

    del barrio de Mataderos nos dice Julin

    Iriarte, miembro de la Coordinadora de

    Cine El Plata y de Proyecto Sur.

    Cuaderno de Cultura

    es un suplemento de

    Argentina Latente.

    [email protected]

    EDITORRESPONSABLE

    Julio Raffo.

    DIRECTORngel Acua.

    Este nmero lo prepa-

    raron Elba Casseta, Fer-

    nando Herrera y Mara

    Jess Marinas. Agrade-

    cemos la colaboracin

    de Jorge Cardelli y a la

    coordinadora vecinal

    de Mataderos.

    FOTOSJavier Allaria y

    Julin Iriarte.

    DIAGRAMACINRicardo

    Penney.