EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

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EL ARTE

DE CONSERVAR LA SALUD

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Escuela de Salerno

ELARTE DE CONSERVAR

LA SALUD

CIÁSICOS ESO'IÉUCOS

IN@IGO

Page 4: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

© 2003, Ediciones y distribuciones Vedrá, S. L.

Primera edición: noviembre de 2003

Printed in Spain

ISBN: 84-89768-84-6

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INTRODUCCIÓN

Cuenta la leyenda que la Escuela de Medicina de Salerno fue fundada por la labor conujunta de cua­tro sabios: Salernus Latinus, Helinus Haebraeus, Pontus Graecum y Adela Arabicus.

Más allá de estas figuras legendarias, cuya existen­cia real no puede ser probada, lo cierto es que la Es­cuela de Salerno se fundó en el siglo X en la ciudad italiana de Salerno, y que hasta bien entrado el siglo XIII, fue el principal centro de enseñanza médica de todo el mundo conocido.

De entre los maestros de la Escuela de los que ha quedado constancia, podemos destacar los nombres de Pedro Clerico, Rugero de Frugardo, Benvenuto Grasso, Gilles de Corbeil, Constantino Africano (me­recedor del sobrenombre de Magíster Orientis et Occidentis), Arquimateo y, como no, uno de sus más brillantes componentes: el médico catalán Arnau de

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Vilanova, conjuntamente con una gran cantidad de eminentes mujeres que ejercieron con arte la ciencia médica, entre las que destacaron Trótula, Abella, Re­beca y Constanza.

Como es de suponer, las obras generadas en el seno de la Escuela Salernitana fueron harto abundantes y gozaron de gran profusión y respeto durante toda la Edad media. No obstante, de todas ellas, la que obtu­vo mayor difusión fue el Regi.men Sanitatis o Flos Medicinae, obra en la quedaron recopiladas las prin­cipales ensefianzas de la Escuela, y que los discípulos recitaban en alta voz como si de letra sacra se tratase.

Aunque la tradición atribuye la autoría del Regi.men a Roberto, duque de Normandía, lo cierto es que su compilador más propbable fue Arnau de Vilanova, cuyo Flos Medicinae, compuesto de 362 versos, en los que están contenidos los Aforismos para la conserva­ción de la memoria que a modo de apéndice hemos incluido en el presente libro, constiuye el R.egjmen más extenso que ha llegado hasta nosotros, a lo que hay que afiadir el hecho de que la mayor parte de los tra­tados compilatorios que pueblan los anaqueles de las principales bibliotecas europeas, abundan en referen­cias al sabio médico catalán.

ltérba volant, scripta manent.

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Regimen Sanitatis (Flos Medicina:)

id est

El Arte de conservar la salud

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DEDICATORIA Y RECOMENDACIONES GENERALES

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l.

Escribe al Rey de los Ingleses toda la Escuela de Salerno.

Si quieres ser fuerte, si quieres estar sano,

Ahorra el vino, sopa poca, no tengas por inútil

Levantarte tras las comidas, huye de la siesta,

No retengas la orina, no aprietes con fuerza el ano;

Aleja las preocupaciones graves, ten por siniestro el enojarte;

Si observas esto, vivirás mucho tiempo.

Para cuando faltan los médicos

11.

Si te faltan los médicos, sean médicos para ti

Estas tres cosas: ánimo alegre, descanso moderado, dieta.

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E/Aire

111.

Que el aire sea puro, diáfano y bien transparente,

Y no infecto en sí mismo, ni con hedor de cloaca,

O de cualquier otra cosa que infeccione demasiado el cuerpo.

Sobre beber agua

IY.

Beber agua ocasiona inconvenientes al comer,

De aquí viene el ardor de estómago; y de aquí las indigestiones.

Lavarse las manos

v. La loción tras la comida te reportsi un doble rega­lo,

Limpia las manos y vuelve aguda la vista.

Si quieres estar sano, lávate las manos a menudo.

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SOBRE LOS VINOS

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VI.

Los vinos se prueban por el olor, el gusto, la transpa­rencia, el color,

Si quieres buenos vinos, que puedas aplaudir cinco cosas en ellos:

Fuertes, hermosos, fragantes, fríos y jóvenes.

VII.

Los vinos dulces y blancos, te aumentarán más los elementos corporales.

VIII.

Si alguna ve:z alguien bebe demasiado vino negro,

el vientre se llena, la voz clara se enturbia.

IX.

El mejor vino produce también los mejores humo­res.

Si es negro, vuelve tu cuerpo perezoso;

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El vino que sea claro, viejo, condimentado

Y bien rabioso, saltarín, tomado con moderación.

X.

El mosto provoca la orina, descompone rápidamen­te, e hincha.

XI.

El mosto retiene la orina, descompone rápidamente el vientre

Genera la obstrucción del hígado y la piedra del bazo.

XII.

El pan mojado en vino hace cuatro cosas: limpia los dientes,

Da una vista fina, llena lo que es deficiente, empe­queñece lo abundante,

Y aguza el ingenio: deja satisfecho, pero enriquece los huesos.

XIII.

Si te daña la bebida nocturna del vino,

Vuelve a beber por la mañana, y será una medici­na.

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La salvia y la ruda

XIY.

La salvia con la ruda te serán bebidas seguras;

Añadiendo la flor de la rosa, sosiegan poderosa­mente el amor.

La cerveza,

XV.

Que la cerveza no tenga sabor ácido y sea clara,

Bien cocida, de buenos granos, y muy envejecida,

Y que se beba sin sobrecargar el estómago.

XVI.

La cerveza nutre los humores espesos, da

Fuerzas, y aumenta la carne, y genera la sangre,

Provoca la orina, y ablanda e infla el vientre.

El vinagre

XVI. (Continuación)

El vinagre enfría un poco, pero seca más,

Enfría, enflaquece, da negrura, reduce el esperma.

Daña los nervios secos, y seca las grasas.

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ALIMENTOS QUE NUTREN, REFUERZAN

Y ENGORDAN

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XVII.

Los huevos frescos, los vinos rosados, los caldos grasos,

Con la harina pura, ayudarán mucho a Naturaleza.

XVIII.

Nutren y engordan el maíz, la leche, el queso fres­co,

Las turmas, la carne de cerdo, los cerebritos, la mé­dula de los huesos,

Los vinos dulces, la vianda más agradable al gusto, los huevos,

Bebidos, y el higo maduro, y la uva.

Alimentos no recomendables para los enfermos

XIX.

El melocotón, la manzana, la pera, la leche, el queso y la carne salada,

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Y la carne de caza mayor, y la de liebre, la de cabri­tos, la bovina,

Suelen dañar la bilis, y son nocivas para los enfer­mos.

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LA CARNE, LA COMIDA Y EL BEBER

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XX.

Nunca comas si no sabes que tienes el estómago muy bien

Limpio, y vacío de la comida que has tomado.

Por el hambre podrás saber esto con certeza,

Que éstos sean para ti los signos al hablar de la dieta minuciosa.

XXI.

No bebas si no tienes sed y no comas si estás harto,

La sed y el hambre moderadas son un buen medi­camento.

Si son excesivas, siempre reportan una molestia.

XXII.

Pon unos límites a la golosía, y tendrás una vida más larga.

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El médico dice: el hombre sobrio se exonera de la muerte.

Los huevos

XXIII.

Si comes un huevo, que sea blando y fresco,

Después de cada huevo, toma unas bebidas jóvenes.

Nueces y quesos

XXIY.

Después del pescado que venga la nuez, después de la carne que haya queso,

Una nuez es provechosa, dos dañan, tres son la muerte.

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LA. COMIDA DE CADA ÉPOCA DEL AÑO

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XXV.

En tiempos de primavera imponte el deber de co­mer poco.

El calor del verano daña las comidas que no son moderadas.

Evita que los frutos del otoño sean una carga.

Coge de la mesa todo lo que quieras en tiempo de mv1erno.

Del beber

XXVI.

Durante la comida, se debe beber a menudo y poco,

Para enfermar menos, no bebas entre vianda y vianda.

El pan

XXVII.

El pan, que no sea caliente, ni demasiado rancio,

Ni cocido dos veces, ni frito en la sartén,

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Sino fermentado, y que además tenga ojos y esté bien cocido,

Y no demasiado salado.

No comas la corteza, porque es productora de la bilis negra.

Que sea puro y sano, si no es así lo has de tener por inútil.

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EFECTOS DE LOS ALIMENTOS SEGÚN SU PREPARACIÓN

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XXVIII.

Los hervidos nutren, pero los fritos dañan, y los asa­dos estriñen,

El cerdo

XXIX.

La carne de cerdo sin vino es peor que la carne ovma;

Si le pones vino, entonces se convierte en nutrimiento y medicina,

Las carnes de cerdo con cebollas son medicinales.

La ternera

XXX.

Son muy nutritivas las carnes de ternera.

Las tripas

XXXI.

Las tripas de cerdo son buenas, en cambio son ma­las las de otros animales.

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Los menudillos

XXXII.

Los corazones de cerdo son aumento de tristezas.

El bazo masticado es a menudo saludable, incluso para los enfermos del bazo.

Disuadiros de comer rifíones, a menos que sean sólo de cabrito.

Las aves

XXXIII.

Son buenas las gallinas, el capón, la tórtola, el estornino, la paloma,

La codorniz, con el mirlo, el faisán y la guía de las codornices,

El pinzón, la perdiz y la abutarda, y el tembloroso pato de agua.

El pato y las fiebres cuartanas

XXXIY.

¡Oh pato de río, qué gran dulzura destilas!

Si me hubiera precavido, si hubiese frenado el vientre,

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El pato no me habría renovado en modo alguno las fiebres cuartanas.

La oca

XXXV.

La oca ansía vino en la mesa y agua en los campos,

La oca muerta quiere vino, la viva agua.

Otros menudillos

XXXVI.

El corazón se digiere con retraso, también se digiere con dificultad.

Lo mismo acontece con el vientre. En cambio las cosas externas son provechosas,

La lengua se convierte en un buen nutrimiento medicinal.

El pulmón es fácil de digerir, pasa rápido.

Es mejor el cerebro de gallina que el de los demás animales.

El hígado

XXXVII.

No alabes el hígado, si no es de gallina o de pato.

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Sobre los peces

XXXVIII.

Si los peces son blandos, escogerás los de mayor cor­pulencia,

Si los peces son duros, serán más buenos los peque­ños.

XXXIX.

El lucio y la perca, el xinet y el albur, la tenca,

La plana y el gardi, con la carpa, el gobio, la trucha,

Estos peces serán, más que los otros, alimentos agra­dables.

Las Anguilas (y el queso)

XL.

Las anguilas, si se comen, son malas para la voz, •'

De esto dan testimonio los que no ignoran la Medi­cma.

El queso y las anguilas son malos, si se comen,

Si no bebes y no vuelves a beber muchas veces.

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Los SABORES

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XLI.

Estos tres tienen fama de calor: salado, amargo, ca­liente.

La vinagreta, acompañando al pescado de mar, re­fresca

Y el perfumado y el insípido confieren moderación a las cosas dulces.

Las salsas

XLII.

La salvia, la sal, el vino, la pimienta, los ajos, el perejil,

Con esto se hace buena salsa, si la mezcla no está mal hecha.

Lasa/

XLIII.

Los aderezos han de ponerse delante del que come.

La sal ahuyenta útilmente el mal sabor, y da sabor a aquello que es insípido;

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Porque tiene mal sabor el alimento que se da sin sal.

Las cosas saladas irritan la vista, y disminuyen el se­men,

Y generan la sarna, el picor intenso o la rigidez.

La cena

XLIY.

De una gran cena proviene una gran pena al estó­mago.

Para que la noche te sea ligera, que la cena sea bre­ve,

La cena breve o la cena ligera rara vez se hace mo­lesta;

La gran cena daña, lo enseña la medicina, y es cosa bien manifiesta.

XLV.

Para evitar la pena, comienza la cena con caldos.

La dieta durante una epidemia XLVI.

Ordeno a todos observar la dieta normal,

Así ha de ser, mientras no convenga cambiar.

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Hipócrates es testigo, porque se produce una epide­mia mala.

Este epígrafe de la medicina es más fuerte que una dieta determinada.

Prescripción médica del régi.men alimentario

XLVII.

Cuál, qué, cuándo, cuánto, cuántas veces, dónde,

Esto debe señalar en el alimento que se ha de to­mar, el Médico bien docto.

Para que no entres con mal pie en el camino ade­cuado.

Huevos óptimos

XLVIII.

No quiere mentir quien quiere tener por ley

Que son buenos los huevos blancos y muy frescos,

Estas tres cosas son los huevos producidos en casa, los de primavera son mejores.

Las leches

XLIX.

La leche para los débiles, de cabra sana; después de la de camello

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Y de burra, la mejor de todas es la de asna.

La más nutritiva la de vaca, y también la de oveja.

Si se tiene fiebre o dolor de cabeza, la leche no es demasiado buena.

La mantequilla

L.

La mantequilla aplaca y humedece, deja sin fiebre.

Y la nata de la leche incide, limpia, penetra y tam­bién purifica.

El queso

LI.

El queso ha de estar helado, condensado, ser grue­so y duro.

Queso y pan son la mejor vianda para los sanos. ,.

Si no están sanos, entonces no unas el queso al pan.

La Fruta

LII.

Añade bebida a la pera. La nuez es Medicina para la ponzo.ña.

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El peral produce nuestras peras, las peras sin vino son hiel.

Si las peras son hiel, sea maldito el peral.

Si las cueces, las peras son un antídoto, pero cru­das son ponzo.ña.

Crudas cargan el estómago, pero cocidas quitan la pesadez.

Después de las peras da bebida, después la fruta carnosa evacúa el vientre.

LIII.

Las moras quitan la sed, son un requisito para la úvula y el gaznate.

LIY.

Si comes cerezas, te harán buen provecho,

Purgan el estómago, el hueso te quita la piedra,

De aquí proviene una sangre mejor en todo el cuerpo.

LV.

Las ciruelas son refrescantes, laxan, te aprovechan mucho.

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LVI.

A vosotros os está permitido comer melocotones en justa medida

Con mosto. Es costumbre acompañar con un redro­jo de uva las frutas de corteza dura.

La pasa es buena para la tos, y lo es también para el riñón, pero no para el bazo.

La utilidad de la uva, sin granas y sin piel

Da sosiego a la aridez del hígado y al ardor de la bilis.

LVII.

Los higos ablandan el pecho, y relajan el vientre,

Tanto si se comen tiernos como si están bien secos.

Nutren y engrasan, y curan diversos tumores;

La escrófula, el tumor, las minovas ceden con su cataplasma.

Si le añades la grana de higo, lleva hacia fuera los huesos rotos.

LVIII.

Pero los pedúnculos, que dan apetencia sexual, perjudican a cualquiera.

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LIX.

Las bellotas multiplican la acción de orinar, compri­men el vientre.

Los nísperos duros son agradables, pero son mejores los blandos.

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PRODUCTOS DE IA HUERTA

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LX.

¿Ahora tomamos el guisante para alabarlo o para reprobarlo?

Con las pieles es inflamador y nocivo.

Quitadas las pieles, los guisantes son muy buenos.

LXI.

Evita comer el Haba, genera la gota.

LXII.

Porque produce pasto, es llamada zanahoria.

No obstante, nutre poco, si no es mucha.

Da fuerza al coito, no es indiferente al menstruo .

LXIII.

El nabo ayuda al estómago, sabe producir la vento­sidad,

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Provoca la orina, y hace daño al vientre,

Si te lo comes mal cocido, te genera el dolor intesti­nal.

LXIY.

El caldo de legumbres y de garbanzos es bueno; la sustancia es mala.

Las especias

LXY.

El grano de mostaza es pequeño, caliente y seco.

Da lágrimas y purifica la cabeza, y quita la ponzoña.

LXVI.

Cuatro cosas da el hinojo: ahuyenta las fiebres y la ponzofia,

Purifica el estómago, pues vuelve aguda la vista. ,.

Hace orinar, y saca la ventosidad del vientre.

La semilla del hinojo quita las emanaciones del culo.

LXVII.

El anís enmienda la vista, conforta el estómago.

Que la provisión de anís sea de la mejor dulzura.

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LXVIII.

El comino impide las ventosidades, y disminuye los tumores,

Hace que los vientres estén menos llenos de males.

El coriandro conforta el estómago y remueve el vientre.

Las violetas y el estramonio

LXIX.

Con la borrachera se quita el dolor de cabeza y la pesadez,

Dicen que el vino purpúreo arreglado con zumo de violetas cura a los ancianos.

El saúco

LXX.

Las flores de saúco son mejores que el saúco.

Porque el saúco huele, pero la flor suele oler más.

Elaza.frdn

LXXI.

Se dice que el azafrán reconforta y da alegría.

Y que fortalece las partes blandas y repara el híga­do.

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La "leng;u,a de buey"

LXII.

La bebida de vino en la que hay mucha buglosa

Dicen que quita la pesadez del cerebro afligido.

Se dice que la cocción hace que los comensales se alegren.

La borraja

LXXIII.

La borraja cura los cardíacos, da alegrías.

Dice la borraja: siempre doy placeres.

La col

LXXIY.

El caldo de col desliga, su sustancia estrifie,

Cuando ambos se toman, se disp¿nen a laxar el vientre.

El ligústico

LXXY.

El ligústico nutre poco, comprime y oprime el vientre.

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Las espinacas

LXXVI.

La espinaca es buena para el ardor de la boca,

1 comer espinaca amarga va bien a los estómagos ardientes.

Las cebollas

LXXVII.

Sobre las cebollas los Médicos no parecen estar de acuerdo,

Galeno dice que no son buenas para los que sufren de la hiel,

En cambio cree que son muy saludables para los flemáticos.

Asclepio afirma que son bastante sanas,

Sobre todo para el estómago, y que provocan un color bonito.

Fregando repetidas veces las partes desprovistas de cabellos

Con cebollas picadas, podrás rehacer el decoro de la cabeza.

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El ajo porro

LXXVIII.

El ajo porro a menudo hace fecundas a las mucha­chas,

Y puede retener la sangre que emana de la nariz,

Si te untas las narices por dentro con tal medica­mento.

Los cominos rústicos

LXXIX.

No te será inútil tomar comino rústico

Hace la vista clara, aunque sea amarga de gusto.

Y mata los gusanos, y aporta una ayuda a la diges­ti6n.

El romero

LXXX.

Poner romero batido con miel, cura.

Bebido con vino, suele apaciguar muchas veces

El dolor del costado. Si además añades hierba mo­lida,

Suele aligerar muchas veces el v6mito y el vientre.

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La malva

LXXXI.

Los antiguos dijeron que la malva ablanda la tripa,

Sus raíces trituradas liberan los excrementos:

Mueven la vulva, y muchas veces dan diarrea.

La menta

LXXXII.

Miente la menta, si es lenta para expulsar

Los gusanos del vientre, y los vermes del est6mago.

La salvia y otras

LXXXIII.

¿Por qué muere el hombre donde nace la salvia?

Contra la fuerza de la muerte no hay medicamento en los huertos.

La salvia fortalece los nervios, y quita el temblor

De las manos, y con su ayuda huye la fiebre alta.

La salvia, el castiro, el espliego, la primavera,

La atanasia: ésta sana los miembros paralíticos.

Salvia salvadora, de la Naturaleza conciliadora.

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La ruda

LXXXIY.

Es noble la ruda porque vuelve claros los ojos.

Con la ayuda de la ruda, hombre legañoso, verás claramente.

Comida cruda y fresca purifica los ojos de la oscu­ridad.

La ruda disminuye la apetencia venérea en los hombres y la aumenta en las mujeres.

La ruda vuelve casto y da vista y astucia.

La ruda cocida protege los lugares contra las pul­gas.

LXXXY.

A los enfermos da sueño; también quita el vómito, y su semilla

Comida con miel cura a los biliosos;

Y cura la tos inveterada, si se bebe muchas veces

Quita el frío del pulmón, y el tumor del vientre,

Y ayuda a curar todas las enfermedades de las arti­culaciones.

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El hisopo

LXXXVI.

El hisopo es una hierba que expurga la flema del pecho,

Debida al trabajo del pulmón, junto con miel co­cida,

Se dice que da a los rostros un color excelente.

La énu'4

LXXXVII.

La énula vuelve las tripas sanas.

Si se toma con jugo de ruda

Dicen que es una bebida que va bien para los re­ventados de cansancio.

LXXXVIII.

Bebida con vino ahuyenta el cólera negro.

Dicen que si se pone rancia sosiega la gota de los pies.

El abrótano y /,a. escabiosa

LXXXIX.

Por el abrótano crudo se limpiará el humor del es­tómago,

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Page 31: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

El que vive en la ciudad desconoce en general el valor de la escabiosa.

Conforta el pecho deprimido por la senectud en­ferma.

Se bebe con vino, así se evacúa el veneno.

La hepdtica

XC.

De su jugo se dice que mantiene los cabellos

Abundantes de grasa; y que quita los dolores de dientes.

El jugo de la hepática untado con miel purifica.

La celidonia

XCI.

También escribió Plinio, con esta hierba, la golon­drina madre

Devuelve los ojos a sus hijitos ciegos, aunque se los hayan quitado.

XCII.

Su jugo infundido en las orejas mata los vermes.

La piel cocida con vinagre funde las verrugas.

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La flor tomada con agua hace que se enfríen

Todos los ásperos estimulantes instintos venéreos;

Y de tal manera deseca que no se da más procrea­ción.

XCIII.

El mareo del mar no podrá molestar a nadie

Que haya tomado antes esta hierba mezclada con vmo.

Conforta los nervios y todas las causas del pecho.

Con su olor ahuyenta las serpientes y la bebida ponzofiosa.

Con hiel de buey saca el ruido de la oreja.

La pimienta negra

XCIY.

Si la pimienta es negra, no es lenta en evacuar el vientre.

Limpiará las flemas y ayudará a la digestión.

La pimienta blanca es provechosa al estómago, y es útil para la tos

Y para el dolor, y previene la agitación y el rigor de la fiebre.

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Page 32: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

El jengibre

XCV.

El jengibre tomado antes aleja la enfermedad; y to­mado después

Disminuye la enfermedad inveterada; quita las mo­lestias del vientre.

La siesta y el dormir XCVI.

Que te sea breve o nula la dormición de la siesta.

La fiebre, la pesadez, el dolor de cabeza, y el catarro,

Estas cosas te provienen de dormir a mediodía.

XCVII.

Dormir siete horas es suficiente, tanto para el joven como para el viejo.

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VENTOSIDADES DE LOS INTESTINOS

Page 33: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

XCVII (Continuación)

Cuatro cosas vienen de la ventosidad retenida en el vientre;

Espasmo, hidropesía, cólicos y vértigo; la experien­cia lo demuestra.

Antídotos

XCVIII.

Los ajos, la ruda, la pera, el rábano, el tanaceto, el tártago

Son un antídoto contra la ponzoña mortal.

La higiene matinal

XCIX.

El agua helada que limpie acariciando, por la maña­na, los ojos y las manos.

Por aquí y por allá, que dure poco; extender un poco

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Page 34: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

Los miembros, peinarse el cabello, limpiarse los dientes; estas cosas

Confortan el cerebro y también confortan a los de­más miembros.

Consejo saludable

c.

Báfíate con agua caliente, manténte en pie, o camina cuando hayas comido; enfríate poco a poco.

El dolor de cabeza

CI.

Si el dolor de cabeza proviene de la bebida, es preci­so beber agua,

Porque de la bebida excesiva se crea la fiebre aguda.

Si la coronilla de la cabeza o la frente son atormen­tados por el calor,

Es preciso fregar, repetidamente y con moderación, al mismo tiempo los pulsos y la frente,

Es preciso limpiarlos con hierba mora cocida y bien caliente

Porque se cree que esto es bueno para el dolor de cabeza.

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Molestias en la oreja

CH.

Tanto la costumbre de dormir después de comer como moverse demasiado,

Y la embriaguez, son cosas que suelen causar mo­lestias en la oreja.

CIII.

La agitación, la larga dieta, el vómito, los golpes, las caídas,

La embriaguez, el frío, provocan en la oreja un rui­do enojoso.

Para los ojos

CIY.

Los bafíos, los vinos, la apetencia venérea, el vien­to, la pimienta, los ajos, el humo,

El porro, las cebollas, el haba, la liebre, y el llanto, la mostaza,

El sol, y el coito, el fuego, el trabajo, la contusión, los dolores agudos, el pulso;

Estas cosas dafían los ojos, si bien hacen velar más.

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Page 35: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

cv. La fuente, el espejo, el césped, estas cosas dan alivio a los ojos.

Por lo tanto buscad por la mañana las montañas, por la tarde las fuentes.

CVI.

El hinojo, el romero, las rosas, la celidonia, la ruda,

De estas cosas se hace un agua que afina la vista.

Para los dientes

CVII.

Cuida así los dientes: recoge las granas de porros.

No te falte el incienso, quema estas cosas conjun­tamente con el beleño negro.

Y recibe así, por absorción, el humo apartado del que lo da.

Causas de ronquera

CVIII.

La fruta de piel dura, el aceite, el frío de la cabeza, la anguila, la bebida,

Y la fruta cruda hacen que el hombre esté ronco.

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Los resfriados

CIX.

Ayuna, vela, calienta la comida, y trabaja,

Inspira lo que está caliente, moderadamente, repri­me el hálito,

Observa bien estas cosas) si quieres quitarte el reu­ma.

Si pasa al pecho, se llama reuma catarro.

La ronquera está en la garganta, en las narices la coriza.

Para las fistulas

ex. Acuérdate de mezclar azufre con oropimente:

También es conveniente añadir calcio y adjuntarle jabón.

Mezcla estas cuatro cosas: mezcladas las cuatro

Se cura la fístula, si se llena de estas cosas cuatro veces.

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Page 36: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

DE LOS TEMPERAMENTOS

Page 37: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

CXI.

En el cuerpo humano hay cuatro humores,

La sangre con la cólera, l:;i flema, la melancolía.

CXII.

A los melancólicos se les da tierra, a la pituita agua;

A los sanguíneos aire, a la cólera la fuerza del fuego.

CXIU.

La flema dará escasas fuerzas, y hará

Anchos y pequefios, y grasos, y mediocres de sangre;

Ocios sin aplicación, si bien los cuerpos con sueño;

Sentidos enervados, movimientos pesados, per~, sueño;

El flemático es somnoliento, perezoso, abundoso de esputo.

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Page 38: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

Tiene el sentido enervado, el rostro grasiento, el co­lor blanco.

CXIY.

Éstos son grasos por naturaleza, y bromistas,

Y ansían oír nuevos rumores frecuentes,

A éstos deleitan Venus y Bacus, las viandas,

Y los hace alegres y habladores de palabras dulces.

Son hábiles y muy aptos para todos los estudios:

La ira no les excita fácilmente por cualquier causa.

Generosos, amantes, alegres, risueños, y de color rubio,

Cantarines, obesos, muy audaces, y benignos.

cxv. Es el humor de la cólera el que peFtcnece a los im­petuosos,

Este género de hombres es el que ansía sobresalir de entre los otros.

Aprenden superficialmente, comen mucho, crecen rápidamente,

Y por eso son magnánimos, generosos, aspirantes a las cosas más altas,

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Duros, falaces, irascibles, voluptuosos, audaces,

Astutos, flacos, sobrios, y de color de azafrán.

CXVI.

Falta aún la triste naturaleza de la cólera negra,

Que vuelve malos, lúgubres, poco habladores.

Velan por los estudios, no aman el sueño.

Mantienen el propósito, creen que para ellos nada ha de ser seguro.

Envidiosos y tristes, ambiciosos y de una derecha tenaz,

No privados de malicia, tímidos y amarillentos.

CXVII.

Cuando la Sangre delinque, el rostro se pone rojo, aparecen OJeras.

Se inflan los párpados, y el cuerpo se agobia excesi­vamente.

Y hay un pulso rápido, pleno, débil, un gran dolor

Sobre todo en la frente. Se produce un estreñimien­to del vientre,

Y la lengua se seca por la sed; todo está lleno de ro­Jez,

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Page 39: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

Hay dulzura en la saliva, y todos los agrios son dul­ces.

CXVIII.

Acusan la cólera el dolor de la mano derecha, la len­gua áspera,

El zumbido, y el vómito frecuente, la vigilia prolon­gada,

Mucha sed y eyección abundosa, dolor de vientre,

Se tienen nauseas, amargura de corazón, disminuye el hambre,

Se tiene un pulso débil, duro y veloz, que se agita,

La boca se abrasa de sequedad y amarga, los sueños fingen incendios.

CXIX.

La flema excediendo las propias leyes en la sangre,

Hace la boca insípida, las nauseas frecuentes,

Dolores en los costados, de estómago, y también en la nuca.

Se presenta un pulso ralo, también lento, suave, vado;

Un sueño falaz precede fantasmas acuosos.

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cxx.

Mientras el pósito domina en el cuerpo lleno de humores,

El cutis es negro, el pulso duro, y la orina pobre,

Angustia, temor, tristeza, los sueños aterradores,

Se agrían los eruptos y el propio sabor de los esputos.

Y la oreja izquierda principalmente zumba o silba.

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Page 40: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

DE LA SANGIÚA.

Page 41: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

CXXI.

Diecisiete veces al afio es conveniente la sangría,

Ya que por la sangría el excesivo espíritu vital se va;

Después el espíritu vital se aumenta bebiendo vino,

Y el da.fío de los humores se repara lentamente con d alimento.

CXXII.

La sangría clarifica los ojos, purifica

La mente y el cerebro, hace que las médulas estén calientes.

Limpia las entra.fías, reprime el estómago y el vien­tre,

Da unos sentidos puros, da sueño, quita los tedios,

Produce y aumenta el oído, la voz, las fuerzas.

~·· 81~

Page 42: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

CXXIII.

La sangría alegra a los tristes, aplaca a los airados

Hace que los enamorados no sean alocados.

cxxrv. Cuando se ha extraído sangre, se ha de velar duran­te seis horas

Para que el humo del sueño no dañe la sensibilidad del cuerpo.

cxxv. Cuando hayas sido sangrado no tomes en seguida viandas.

Todo lo que es de leche debe evitarse, debidamen­te, minuciosamente;

Y el hombre sangrado evitará la bebida.

Evitarás las cosas frías que son perjadiciales para los debilitados.

Y el aire nublado será vetado a éstos.

Para todos es apto el descanso, y el movimiento muchas veces es nocivo.

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1 1

AFORISMOS PARA LA CONSERVACIÓN DE LA MEMORIA

por el maestro Arnau de Vtlanova

Page 43: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

[l] En primer lugar, todo exceso de frío exterior destruye la memoria, y principalmente el frío noc­turno por mala cobertura de la éabeza.

[2] Itero, calor intenso o muy grande destruye y mata la memoria.

[3] ltem, exceso o superfluidad de comida o bebi­da perjudica mucho a la memoria.

[4] ltem, uso o ingestión de cosas muy cálidas, como ajos, o cebollas, o porros, o queso, o legum­bres, mucho dafia a la virtud memorial.

[5] ltem, uso de frutos fríos y húmedos, como me­locotones, cerezas y otras cosas crudas, matan la memo na.

[6] Itero, médulas o cerebros de carnero comidos a menudo, por su propiedad dafian la memoria y la corrompen.

[7] Beber mucho vino o agua muy fríos, disminu­yen el calor natural del cuerpo y, en consecuencia, dafian y debilitan la memoria

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Page 44: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

[8] ltem, beber después de comer, mientras se hace la digestión, cesa la cocción o cocimiento, por lo que se perjudica la cabeza y la memoria.

[9] ltem, ociosidad o reposo adormecen el calor na­tural, reteniendo y ajustando las superfluidades, y por eso daifa la memoria.

[10] Item, demasiado dormir y demasiado velar dañan la cabeza y la memoria.

[11] ltem, dormir inmediatamente después de co­mer, antes de que la vianda haya alcanzado el fondo del vientre, corrompe y castiga mucho la memoria.

[12] ltem, dormir con los pies calzados, principal­mente con zapatos, envejece la memoria.

[13] ltem, comer frutos que por naturaleza o por arte son áridos o secos a la lengua ingeridos templa­damente, como peras cocidas o asadas, o avellanas tos­tadas, o nueces, o castañas, o membrillos asados, no deja que los vapores asciendan hasta.la cabeza, lo cual ayuda nucho a la memoria.

[14] Item, comer viandas templadas, o beber templadamente, gallinas, perdices y, sobre todo, los cerebros de estas últimas, con templada refacción, no sólo confortan la memoria, sino todo el cuerpo.

[15] ltem, comer templadamente y ejercitar con­venientemente, es provechoso no sólo para la me­moria, sino para todas las virtudes del cuerpo.

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[ 16] 1 tem, hacer deporte y fortalecerse es muy bue­no para el sentimiento y para el entendimiento.

[17] ltem, la expulsión de las superfluidades del cuerpo por abajo y por las orinas, por la nariz y por la boca y por el paladar, y por el peinado de la cabeza, antes de comer es muy provechoso para la virtud memorativa, y principalamente después de dormir.

[18] ltem, recordar a menudo las cosas vistas y oí­das, fortalecen la memoria y la conservan,

[19] ltem, goce templado y honesta delectación, acrecientan no sólo la memoria, sino también la vir­tud intelectiva y todas las demás virtudes del cuerpo.

[20] ltem, lavar a menudo en ayunas los pies con agua caliente en la que se ha hecho hervir taronjil, hojas de laurel, camomila, cabezas de clavo, espliego y cosas parecidas, es muy provechoso para la memo­ria, la cabeza y los ojos.

[21] ltem, lavar cada tres días la cabeza en ayunas con lejía en la que se ha mojado taronjil, salvia, rome­ro y mejorana, fortalecen y reconfortan la memoria.

[22] ltem, estar de pie después de comer, y andar un poco, sin prisas, es muy provechoso para la me­mona.

[23] ltem, comer saliandro después de comer, pre­parado y almibarado, elimina los vapores de la cabeza y ayuda mucho a la memoria.

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Page 45: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

[24] Itero, masticar almáciga con jengibre con fre­cuencia y en ayunas, purga el cerebro de la hume­dad flemática sin ninguna violencia, y purga la ca­beza, y ayuda mucho a la memoria.

[25] Itero, si queréis realizar algún acto de memo­rización, haced uso de una confección llamada pliris cum musto, y otra confección llamada anacardina, y mirabolanos confitados, y refregad la memoria de­trás de la cabeza con aguardiente: reconfortan mu­chQ la memoria y la restauran.

[l6] El aguardiente que sea hecha de vino rojo en el que s~ ha añadido además un manojo de taronjil, y de salvia, y de romero, y después aplíquese en la memoria con una venda de tela de lino: y es éste un gran seqeto ..

.. '

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ÍNDICE

Page 46: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD

Introducción ..................................................................... 7

El arte de conservar la salud

Dedicatoria y recomendaciones generales ..................... 11

Sobre los vinos ............................................................... 1 5

Alimentos que nutren, refuerzan y engordan ................ 2 1

La carne, la comida y el beber ....................................... 2 5

La comida de cada época del año .................................. 2 9

Efectos de los alimentos según su preparación .............. 3 3

Los sabores ..................................................................... 3 9

Productos de la huerta ................................................... 4 9

Ventosidades de los intestinos ....................................... 6 3

De los temperamentos ................................................... 71

De la sangría .................................................................. 7 9

Aforismos para la conservación de la memoria, por el maestro Arnau de Vilanova ................................. 8 3

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Page 47: EL ARTE DE CONSERVAR LA SALUD