VIDA DIOCESANA 116

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del seminario diocesano 50 años AÑO 34 NÚMERO 116 DIÓCESIS DE SONSÓN RIONEGRO JULIO - AGOSTO DE 2008 Monseñor Aldo Cavalli, Nuncio Apostólico, visitó nuestra diócesis Durante los días 20 al 22 de agosto nuestra diócesis tuvo la honrosa visita del Excelentísimo Monseñor Aldo Cavalli, Nuncio Apostólico de Su Santidad Benedicto XVI en Colombia. La ocasión fue propicia no sólo para expresar la cercanía de nuestra Iglesia Diocesana al Representante Pontificio, sino para ofrecerle una visión de la realidad pastoral de esta porción de la Viña del Señor. En las páginas 8 y 9 ofrecemos un informe acerca de este importante acontecimiento. Parroquias Misioneras......................2 Editorial: Cuarenta años después .....3 Acontecer pastoral .....................4, 12 ¿Qué hay del Clericarismo? .............5 Jornada mundial de la juventud .......6 Seminario Menor Parroquial SAM ..7 Asociación sacerdotal Siervos del Espíritu Santo, 25 años ..................10 “Derramada por vosotros y por muchos” ................. 11 Con sed de Dios ............................14 Panorama Eclesial ..........................15 Pablo y la mujer .............................16 VITRINA El viernes 15 de agosto se realizó en el Seminario Nuestra Señora el acto conmemorativo de los 50 años de existencia del seminario diocesano. El evento inició con la Celebración Eucarística presidida por Mons. Ri- cardo Tobón R., y concelebrada por un grupo de 70 sacerdotes. Además de los diáconos y seminaristas dio- cesanos, asistieron ex alumnos y benefactores del Seminario, junto a algunos funcionarios públicos del municipio de Marinilla. Ver págs. 12 y 13

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AÑO 34 NÚMERO 116 DIÓCESIS DE SONSÓN RIONEGRO JULIO – AGOSTO DE 2008

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del seminario diocesano50 años

AÑO 34 NÚMERO 116 DIÓCESIS DE SONSÓN RIONEGRO JULIO - AGOSTO DE 2008

Monseñor Aldo Cavalli,Nuncio Apostólico, visitó nuestra diócesis

Durante los días 20 al 22 de agosto nuestra diócesis tuvo la honrosa visita del Excelentísimo Monseñor Aldo Cavalli, Nuncio Apostólico de Su Santidad Benedicto XVI en Colombia. La ocasión fue propicia no sólo para expresar la cercanía de nuestra Iglesia Diocesana al Representante Pontificio, sino para ofrecerle una visión de la realidad pastoral de esta porción de la Viña del Señor. En las páginas 8 y 9 ofrecemos un informe acerca de este importante acontecimiento.

Parroquias Misioneras ......................2Editorial: Cuarenta años después .....3Acontecer pastoral .....................4, 12¿Qué hay del Clericarismo? .............5Jornada mundial de la juventud .......6Seminario Menor Parroquial SAM ..7Asociación sacerdotal Siervos del Espíritu Santo, 25 años ..................10“Derramada por vosotros y por muchos” .................11Con sed de Dios ............................14Panorama Eclesial ..........................15Pablo y la mujer .............................16

VITRINA

El viernes 15 de agosto se realizó en el Seminario Nuestra Señora el acto conmemorativo de los 50 años de existencia del seminario diocesano.

El evento inició con la Celebración Eucarística presidida por Mons. Ri-cardo Tobón R., y concelebrada por un grupo de 70 sacerdotes. Además de los diáconos y seminaristas dio-cesanos, asistieron ex alumnos y benefactores del Seminario, junto a algunos funcionarios públicos del municipio de Marinilla.

Ver págs. 12 y 13

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�LA VOZ DEL PASTOR

Por: Monseñor Ricardo Tobón RestrepoObispo de Sonsón-Rionegro

PARROQUIAS MISIONERAS

De la comunidad apostólica a la comunidad parroquial

Las primeras comunidades cristianas, como bien sabemos, fueron fundadas o dirigidas por los apóstoles en Jerusa-lén, Antioquía, Roma, Corinto, Éfeso y muchos otros lugares. A medida que se extendió la predicación y el Señor fue agregando a los que se iban a salvar (cf. He 2,47), nacieron nuevas comunidades que fueron confiadas a nuevos ministros a quienes, después de la imposición de las manos, se les entregaban la misión y los poderes de Cristo. Así, el anuncio del Evangelio por el mundo entero, después de un largo camino, dio origen a la reali-dad jurídica y pastoral de las parroquias, que ya en el siglo VIII estaban configuradas prácticamente en todos sus aspectos.

Desde su etimología griega, se le ha dado al término “pa-rroquia” el significado de una comunidad del pueblo de Dios que peregrina en tierra extraña (cf. 1 Pe 2,11; Hb 11,13). En el siglo XV el Concilio de Trento estableció que los obispos fraccionaran sus diócesis en parroquias a fin de atender mejor a los fieles. La eclesio-logía del Concilio Vaticano II subraya la importancia y las características de la parroquia que, en síntesis, se ha definido como “una determinada co-munidad de fieles, constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del obispo diocesano, se encomienda a un párroco como su pastor propio” (CIC, 515; cf. SC, 42).

Por tanto, es preciso ver la parroquia, dentro del misterio y la misión de la Igle-sia, como asamblea de fe, convocada por la Palabra de Dios para una triple misión: evangelizar, anunciando la salvación de Dios mediante la palabra y el testimonio; celebrar sacramentalmente la salvación proclamada; y comprometerse a fondo en la conversión de las personas y de las estructuras sociales al amor del Evange-lio. Sin embargo, la parroquia como tal no agota el concepto total de “ekklesia” y la riqueza de ministerios y carismas que el Espíritu de Dios otorga a su pueblo; por eso, la parroquia debe estar abierta en su tarea pastoral a la comunión de fe, de culto y de vida con la Iglesia diocesana y con la Iglesia universal.

La Parroquia, Comunidad Eclesial Evangelizadora

Hoy se están haciendo grandes esfuerzos, en muchas partes, para responder a la indiscutible y urgente renovación que requiere la institu-ción parroquial y a los desafíos que

presenta el momento actual a la evangelización. En este sentido, se trabaja en superar una pastoral de “cristiandad”, que centra su principal actividad en el culto y prácticas de piedad popular, sin un plan orgánico de pastoral y sin determinar unas opciones claras de evangelización. Igualmente, se quiere ir más allá de una pastoral de simple “conserva-ción”, que reduce la evangelización a la catequesis de preparación a los sacramentos sin ningún proceso de continuidad y concentra sus mayo-res esfuerzos en la programación de algunas celebraciones y actividades parroquiales.

La Parroquia Evangelizadora y Misionera, que debe configurarse ahora, carga un peso muy grande pues, sin excluir todas las tareas que siguen siendo válidas de los modelos pastorales anteriores, debe privilegiar la catequesis de adultos como un proceso de maduración en la fe, sus celebraciones deben ser realmente comunitarias y partici-pativas, debe vivir la espiritualidad

de comunión expresada en una red de pequeñas comunidades, debe llegar a que los laicos sean en ver-dad corresponsables de la vida y de la misión parroquiales, debe contar con dinámicos equipos para poner en marcha un operante servicio de caridad y para llegar a los lugares y fieles más alejados.

Este estilo y esta dinámica de la nueva parroquia son los que presenta detalladamente la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano cuan-do señala, entre otras cosas, que el tiempo actual exige reformular sus estructuras que ya no favorecen la transmisión de la fe (172, 365), que todos los miembros de la parroquia son responsables de la evangeliza-ción (171), que se necesitan actitudes nuevas en los sacerdotes (201, 513), que todos los parroquianos se deben transformar en discípulos misioneros (173), que es muy importante la secto-rización de la parroquia en unidades más pequeñas (372,518), que se de-ben brindar espacios aptos para que los fieles puedan formarse en la fe

y crecer comunitaria-mente (304), que debe llegar a ser una red de comunidades y grupos (172,309).

No cabe duda de que estamos contribuyendo a forjar esta parroquia evangelizadora con la Escuela de Discipula-do Misionero y con el proyecto de pequeñas comunidades, que he-mos puesto en marcha en nuestra diócesis. Es bueno sentir que vamos por donde de-bemos ir; entonces, movidos por la fe, la esperanza y la caridad, sigamos adelante, en el nombre del Señor, con los “nuevos métodos” y con el “nuevo ardor”, que nos pide la “nueva evangelización”.

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Un periódico para la Nueva Evangelización

Asesor General:Mons. Ricardo Tobón RestrepoObispo de Sonsón - Rionegro

Director:Pbro. Julio César Bedoya Quintero

Consejo Editorial:Mons. Iván Cadavid O. - Mons. Darío Gómez Z. - Pbro. Oscar Orlando Jimenez G.

Pbro. Avilio Del Río R., Sr. Juan Diego Agudelo G.,Sr. Pedro Luis Jiménez M., Sra. Marilú Giraldo G.,

Sr. Diego Iván Aristizábal H., Sr. Juan Diego Agudelo G.Diagramación-Preprensa e Impresión

Casa Editorial El Mundo

DIÓCESIS DE SONSÓN-RIONEGROCalle 51 # 47-31 Tel. 531 52 52 Fax: Ext. 117

e-mail: [email protected] Rionegro (Antioquia, Colombia) - Página web: www.diosonrio.org.co

OPINIÓN

Cuatro décadas nos separan de la Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, cele-brada en Medellín desde el 26 de agosto al 7 de septiembre de 1968. Este trascendental encuentro episco-pal fie inaugurado por el Papa Pablo VI, en la Catedral Primada de Bogotá, el 23 de agosto, en la clausura del trigésimo noveno Congreso Eucarís-tico que, bajo el tema: “La Eucaristía, vínculo de amor”, se celebraba en la capital en aquella oportunidad.

Las reflexiones de la Segunda Conferencia estuvieron enmarcadas en el tema: “La Iglesia en la actual transformación de América Latina a la luz del Concilio”, y el mismo Pablo VI, después de haberles hablado a los sacerdotes, los campesinos, el gobierno, y al pueblo en general, concluyó su discurso inaugural, recordando que “el episcopado de América Latina en su Segunda Asam-blea General, desde el puesto que le compete, ante cualquier problema espiritual, pastoral y social, prestará su servicio de verdad y de amor en orden a la construcción de una nueva civilización moderna y cristiana”.

En esa ocasión la Iglesia del continente reafirmó, a la luz de las recientes definiciones conciliares, el compromiso con el hombre y el respeto a todo aquello que conforma la dignidad humana: la familia, el trabajo humano, la vida económica y

Editorial

CUARENTA AñOS DESPUéSla comunidad política, la geopolítica, el medio ambiente y la promoción de la paz y clamó por la reivindicación de los derechos de los más pobres y de cuantos viven en condiciones de inferioridad humana y social.

Medellín fue una Asamblea emi-nentemente social, donde pastores y teólogos, mostraron su preocupación por los graves problemas de la época, a los cuales era necesario hacer fren-te con un trabajo evangelizador, en un continente nuevo, pero con hom-bres nuevos; advirtió de modo frontal que “no podemos ser solidarios con sistemas y estructuras que encu-bren y favorecen graves y opresoras desigualdades entre las clases y los ciudadanos de un mismo país”.

En estos días, cuando tenemos la ocasión de recordar esa trascendental reunión episcopal, en medio de unas circunstancias quizás más complejas que las de la década de los sesenta, valdría la pena renovar el compromiso con la causa social, la defensa de la dignidad humana ahora agobiada por nuevas formas de atropello, y convencernos de que “la violencia no es cristiana ni evangélica”, y que la renovación de nuestras comuni-dades sólo llegará por el camino de una renovación integral de la vida de las personas, pues, como enseñó Medellín, no se puede pedir a las es-tructuras lo que sólo puede darnos la propia conversión.

Es bueno, urgente y ne-cesario tener ideales para dar a la vida el sentido animante de buscar metas valiosas. Sin ilusiones la vida puede ser más cómo-da, pero menos atrayente. Si no hay ideales es señal de que no hay amor, y una vida sin amor es menos feliz. De modo que sólo quien ama tiene ideales.

¿Qué es un ideal? Un ideal es una meta, un fin. Un ideal es un bien tan deseado por una persona que hacia él orienta toda la vida o buena parte de ella. Por ejemplo, un refresco puede ser un bien a veces muy deseado, pero no tiene categoría suficiente para ser un ideal, y nadie dedica meses de su vida a conseguir-lo. En cambio, montar una empresa de refrescos ya puede incluirse entre los ideales de alguien.

Los ideales son bienes, y pueden ordenarse de varios modos: por ejem-plo, ideales maternales, espirituales, apostólicos; ideales efímeros y dura-deros; ideales profesionales, sociales, familiares, deportivos, culturales, afectivos, etc. Se pueden agrupar en tres tipos: ideales del amor pro-pio, ideales de servicio y amor a los demás, e ideales de servicio y amor a Dios. Preguntémonos entonces, qué clase de ideales tenemos, porque de esto va a depender en gran parte la orientación que le demos a nuestra vida.

Puede haber tantos ideales como bienes, pues cualquier bien puede ser muy deseado por el corazón humano. Sin embargo, no es bueno tomar por ideal aquellos bienes que obstaculizan el logro de bienes me-jores. Por ejemplo, llevar una vida cómoda es un bien que pone trabas a muchas metas de mayor categoría.

¿CUÁLES SON NUESTROS IDEALES?

Por: Pbro. Oscar Orlando Jiménez Gómez

Vicario Episcopal para la Pastoral

Poseen ideales mayores quienes aspiran a bienes más elevados. Si un ideal merece la pena por su gran-deza, los corazones nobles y generosos se lanzan a conseguirlo aunque cueste. Sólo los peces muertos se dejan llevar por la corriente de la comodidad.

Hacer realidad un ideal exige un esfuerzo constante más o menos largo. Si no

se alcanza, al menos se ha intenta-do y ese esfuerzo habrá ampliado la generosidad del corazón. Poseen los ideales más grandes, quienes dirigen sus pasos hacia bienes superiores. Los bienes mejores son los mayores ideales.

Los ideales egoístas que sólo satis-facen gustos o caprichos empequeñe-cen el corazón y no merecen llamarse ideales.

El mayor ideal es el mayor bien. Posee el mayor ideal quien desea el mayor bien posible. Por tanto, el mayor ideal es Dios, y quien busca a Dios po-see el mejor de los ideales. Con mayor precisión, la meta no es buscarlo, sino encontrarlo, agarrarlo, unirse a Él. La meta es Dios mismo.

Dios es el mayor de los bienes y por tanto el ideal más grande, el ideal que reclama ser deseado por encima de todas las cosas.

En la búsqueda del mayor bien para uno mismo, el ideal máximo es Dios. El mayor ideal de quien busca el bien para los demás es el apostolado, donde se intenta que los demás se acerquen a Dios. En resu-men, el mayor de los ideales es dar gloria a Dios creciendo en santidad y realizando una abundante labor apostólica.

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�ACONTECER PASTORAL

Encuentro anual de sacerdotes “ad extra”

El pasado 2 de agosto tuvo lugar en el colegio de La Pre-sentación de Rione-gro el encuentro con doscientas cincuen-ta personas de los grupos, precomuni-dades y comunida-des por el Reino de Dios, para celebrar la fiesta patronal de la Transfiguración del Señor, en compañía de Monseñor Ricardo Tobón quién dirigió la plenaria de los grupos y posteriormente examinó el docu-mento: “Identidad y misión de CER”, dando cinco consejos muy prácticos para la buena marcha y vida de las Comunidades y precomunidades; es-tas recomendaciones las sintetizamos así: Orar mucho unos por otros, seguir constantes y vivir la perseverancia, tener una excelente y sana forma-

Se realizó el encuentro con los sacerdotes diocesanos que llevan de 6 a 15 años de ordenación con la presencia de 50 presbíteros, quienes tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre su ministerio, compromisos y vida diocesana; Mons. Ricardo Tobón estuvo presente y con un saludo muy

Rafael de Jesús Zuluaga Aristizábal fue ordenado presbítero

Con una excelente participación, del 21 al 25 de julio pasado, se rea-lizó el encuentro anual de sacerdotes diocesanos en misión Ad Extra que se realizó en la casa “El Rodeo” de La Ceja.

Además de compartir ampliamente

las experiencias misioneras, fue la oportunidad de recibir una buena for-mación teológico-pastoral y especial-mente espiritual, que los ha animado en este ministerio tan especial que han asumido en nombre del Señor y de nuestra Iglesia particular.

VIDA DIOCESANA se congratula con el Padre Rafael de Jesús Zuluaga A., quien fuera ordenado sacerdote el pasado 25 de julio en la parroquia de su pueblo natal, El Santuario. El Padre Rafael venía desempeñándose como diácono en la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores del municipio de San Carlos y ahora pasó a ejercer su minis-terio en la parroquia de San Antonio de Pereira en San Antonio. Le deseamos un ministerio lleno de frutos para gloria de Dios y bien de su Iglesia.

Encuentro de sacerdotes de 6 a 15 años de ministeriocaluroso y afectuoso invitó a revivir el Amor primero, con la vivencia de los compromisos sacerdotales asumidos el día de la ordenación.

Este encuentro se llevó a cabo en la casa de encuentros de El Rodeo en el municipio de La Ceja; del 29 en la tarde hasta el 31 de julio.

Jornada de oración e integración con las personas en proceso de Comunidades Eclesiales por el Reino

ción, salir en busca de más hermanos que también necesitan la experiencia de Cristo resucitado y querernos cada vez más.

En las horas de la tarde, tuvo lu-gar la gran Eucaristía presidida por nuestro Obispo en la que se realizó la celebración de un lucernario, en el que se pedía a Jesucristo Transfigurado la vivencia de su luz y resplandor en nuestras vidas y comunidades.

Con la presencia del Señor Obispo, sacerdotes que trabajan en la Curia diocesana y responsables de las Zo-nas para la Escuela de Discipulado Misionero, se realizó el 12 de agosto el retiro Kerigmático en la Casa de Retiros de la Cabaña en La Ceja, como una manera de experimentar la presencia de Cristo para luego ir a donarlo a los hermanos. Monseñor Ricardo Tobón Restrepo, al iniciar este retiro dijo que es una forma de inaugurar una nueva forma de hacer pastoral, con los nue-vos métodos, expresiones y ardor como

ya lo había pedido el papa Pablo VI, o como dirá el Documento de Aparecida, una forma de conversión pastoral, es decir, transformar la pastoral desde adentro; por tanto, concluía Monseñor, “no habrá conversión pastoral si no hay una conversión personal”; de ahí la necesidad de un encuentro personal con Cristo.

Así mismo, se ha iniciado en toda la diócesis el Retiro Kerigmático de la Escuela de Discipulado Misione-ro, que tiene como fin el encuentro personal con Jesucristo mediante las

reflexiones, el silencio, el compartir fraterno. Este retiro es también un punto de arranque para vivir durante dos años el proceso de formación de tal manera que al final, el fiel laico esté capacitado por el convencimiento y la experiencia de fe, de poder asumir su rol de discípulo misionero dentro de la Iglesia ocu-pando el puesto que le corresponde.

Retiro kerigmático para sacerdotes responsables de las zonas de la escuela de discipulado misionero

Bienvenida al periodista Diego Aristizábal H.La Delegación de Comunicaciones

diocesana le da la más cordial bien-venida al señor Diego Iván Aristizábal Hoyos, Comunicador Social-Periodista, egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. Diego Iván, un laico com-prometido con la causa del Evangelio, fue alcalde en el municipio de Granada durante el período 2004-2007; ade-

más pertenece al Consejo de Pastoral Diocesano y es fundador y director del Periódico “Amanecer Granadino” que circuló durante 10 años en su localidad; así se está respondiendo a uno de los llamados que hace la Iglesia de insertar laicos en las tareas de la expansión del Evangelio con personas comprometidos.

Del 8 al 10 de agosto se realizó en la ciudadela de Jesús el encuentro de coordinadores y animadores de pastoral de juvenil, donde se con-tinúo con la planeación parroquial, de acuerdo al plan diocesano de pastoral juvenil; participaron 112

Pastoral Juvenil jóvenes de las parroquias.

El pasado 18 de agosto se realizó el encuentro de grupos juveniles de la Vicaria de Rionegro en el colegio de la presentación; participaron 400 jóvenes, con una jornada reflexión, oración y un compartir cultural.

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�ACTUALIDAD

Hace algunos días una señora me preguntó sobre lo que pensaba escribir en el próximo artículo del periódico diocesano. Le respondí que ni siquiera estaba seguro de que tendría un espa-cio y menos aún tenía idea de lo que iba a escribir. Ella, entonces, me dijo que podría sugerirme un tema, y me expresó en estos términos su preocu-pación: ¿por qué los laicos no creen en su capacidad para hacer las cosas y tienen que depender tanto de los sacerdotes?; y ¿por qué los sacerdo-tes creen que ellos son los únicos que pueden hacer las cosas y no confían en los laicos?. Yo le respondí que eso se llama “clericalismo” y que puede darse tanto en los sacerdotes como en los laicos. Me vino así una idea sobre un tema que nos preocupa a todos y que yo mismo he expresado en tantas ocasiones.

Desde las épocas ya lejanas del Va-ticano II se habló de que había llegado “la hora de los laicos”: por fin los laicos van a tener un papel protagónico en la

¿QUé HAy DEL CLERICALISMO?Por: Mons. Iván Cadavid Ospina

Rector Universidad Católica de OrienteIglesia; ello fundamentado en la nueva visión de Iglesia que salió del Concilio y, sobre todo, en la Lumen Gentium y en el decreto sobre el Apostolado de los Seglares, tema que años más tarde sería objeto de un Sínodo de Obispos y del que salió un documento titulado “Christifideles Laici”. Fue tanto el auge del tema y tantos los libros y artículos que se escribieron sobre el laicado, que tuvo mucho que ver con la crisis de identidad sacerdotal que se vivió en forma alarmante en el post-concilio: muchos presbíteros empeza-ron a dudar sobre si se necesitaba el sacerdocio en la Iglesia o si como laicos podrían realizar su vocación de servicio a Dios, y abandonaron el ministerio.

Desde entonces se han hecho muchos esfuerzos por vincular más efectivamente al laicado a la vida de la Iglesia, a la pastoral, a la reflexión teológica, al servicio comunitario, a la liturgia. Los planes pastorales, en-tre ellos los nuestros, han insistido e incluso priorizado en la formación de laicos para que desempeñen su papel en la Iglesia. En algunos ambientes de

Europa, incluso, han ido más allá y han pretendido suplantar al sacerdote en lo que le es propio por su Ordenación. Por todas partes se multiplicaron los ministerios laicales con la precaución de que fueran llamados “ministerios no ordenados”. Y sin embargo, el tema que preocupa a la señora mencionada sigue vivo. Hay clericalismo en los sacerdotes, y muy marcado; no sé si se trata de “celos” frente a las muchas posibilidades de los laicos, a un pro-blema de formación, a desconfianza frente a las capacidades laicales o a miedo de perder ciertos privilegios; pero lo cierto es que aún al laico no se le ha reconocido su propio espacio dentro de la vida eclesial.

Y hay un clericalismo laical, acaso más fuerte y extendido que el de los propios clérigos; muchos laicos –en realidad la gran mayoría- no creen en las capacidades del laicado, des-confían de su formación doctrinal, no aceptan aún su servicio en la liturgia o en la dirección de comunidades. ¿Se debe a su escasa formación, a su temor de asumir roles que impliquen

responsabilidad frente a las comuni-dades o simplemente a una imagen muy ideal del sacerdocio? Puede ser una de esas causas o todas juntas. Pero lo cierto es que ya estamos muy demorados para poner en acción la nueva imagen de Iglesia que salió remozada, gracias a la acción reno-vadora del Espíritu Santo, del Concilio Vaticano II hace ya más de 40 años. La formación de comunidades eclesiales en los que el sacerdote es tan sólo un acompañante o un asesor espiritual, me parece como una salida segura a este tema. Laicos bien formados espi-ritual, doctrinal y pastoralmente, con sentido de lo que es vivir y trabajar en comunidad, organizados para ejercer labores pastorales en diversas áreas, conscientes de que hay cosas que por su Ordenación competen sólo a los presbíteros; y por otra parte sacerdo-tes que se comprendan a sí mismos no como acaparadores de los carismas y ministerios sino como dinamizado-res y coordinadores de los múltiples servicios ministeriales. Entonces sí estaríamos dando pasos serios para poner en acción el Vaticano II.

Un grupo de sacerdotes santuaria-nos, liderado por Monseñor Camilo Gómez Gómez, se ha dado a la tarea de mejorar las condiciones de la casa donde nació el Siervo de Dios Presbítero Jesús Antonio Gómez, cuya causa de canonización se viene adelantando en la Santa Sede. Es así como recientemente se construyó una hermosa portada y se plasmó en una de las paredes el lema que marcó la vida sacerdotal del P. Toñito y que se convirtió en un testimonio de su amor al Sagrado Corazón de Jesús.

Mientras tanto en Roma siguen su curso los trabajos de rigor tendientes a la beatificación de este sacerdote que sobresalió por su amor a la oración y su entrega a la dirección espiritual. Sabemos que se trata de un proceso lento, que demanda no sólo dedicación en su estudio sino además los recursos que permitan costear las investigacio-nes del caso.

Por eso, también este año, durante la primera semana de septiembre, se

LA CASA DEL PADRE TOñITO

efectuará en la Arquidiócesis de Me-dellín y en la Diócesis de Sonsón-Rio-negro, la semana de apoyo a la Causa de Canonización del P. Jesús Antonio, que tiene varias finalidades:

En primer lugar, glorificar a Dios,

fuente y autor de toda santidad, que permite que en el mundo florezca el resplandor de esa santidad que dimana de su Ser infinito. Santidad que noso-tros podemos palpar en aquellos que, viviendo solícitamente las exigencias

del Evangelio, alcanzan la cima de la perfección en Dios.

En segundo lugar, será una semana para intensificar la oración a favor de esta Causa, para que, si conviene para la gloria de Dios y el bien de la Iglesia, el proceso alcance prontamente su culminación, y así todos podamos tener en el P. Jesús Antonio otro intercesor ante el Trono del Señor.

Por último, motivar a las fieles para que con generosidad y según las po-sibilidades de cada uno, aporten su contribución económica para poder sufragar los gastos que demanda este proceso.

Tanto el señor Arzobispo de Mede-llín como el señor Obispo de Sonsón-Rionegro han exhortado, en sendas comunicaciones, a los párrocos y a las comunidades parroquiales para que pongan especial esmero en esta jornada, con la convicción de que la proclamación de la santidad de uno de los miembros de la Iglesia, es un reconocimiento a la santidad de la Iglesia misma.

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�ÁREA DE FAMILIA

JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD SIDNEy 2008Experiencia de una Iglesia joven

Muchas veces nuestros sueños son solo eso, sueños; pero cuando están acom-pañados de la gracia de Dios y de la presencia de su Espíritu, nos impulsan a ir más allá, a buscarlos y a conquistarlos con valentía.

Hace dos años, la Pastoral Juvenil de El Santuario, bajo el ánimo de nuestro asesor, el padre Nelson Patiño, asistimos con orgullo a representar a nuestra Diócesis en la Pri-mera peregrinación nacional de jóvenes en la ciudad de Buga, Valle. Fuimos 53 jóvenes, que con orgullo nos unimos a la fiesta de la Iglesia colombiana para gritar que Cristo era nuestra “Opción de vida”.

Allí mismo, se gestó la idea de asistir por pri-mera vez a la Jornada Mundial de la juventud que se celebraría en la Ciudad de Sidney en Australia. Al inicio fue eso, un gran sueño. De esta manera nuestra ilusión empezó a crista-lizarse y los trámites fueron apareciendo: el pasaporte, las visas, las declaraciones, los formularios, los viajes a Bogotá, sólo con el deseo de encontrarnos con el Papa y con los jóvenes de todo el mundo.

Pero el día 11 de julio, a las 6:00 a.m hora australiana, un avión aterrizó en la tierra austral del Espíritu Santo, y el deseo de 55 jóvenes se vio reflejado y cumplido en 7 aventureros de Dios, procedentes de la

Por: Claver David Quintero AlzateDel Equipo de Pastoral Juvenil de El Santuario

diócesis de Sonsón Rionegro que pisaban por primera vez el

continente de Oceanía.

Al bajar del avión un grito de alegría y un sinnúmero de aplausos empezaron a escucharse, ¡sí! padre, ya estamos en Australia”, le decíamos con un cierto aire de asombro a nuestro sacerdote Nelson, y él nos

respondía con un sonrisa a flor de piel. De repente las

banderas, idiomas y jóvenes de distintas partes del mundo empe-

zaron a salir de los diferentes luga-res de esta hermosa ciudad. ¿“where

are you from?”, (¿de dónde son ustedes?) se escuchaba por todos lados, “de Colombia” respondíamos mientras nuestra bandera era agitada por el viento de la bahía australiana.

Nuestra participación en la Jornada Mundial de la Juventud iniciaba, todo era alegría. Nos sorprendió de manera especial la vivencia de la eclesialidad que allí se respiraba, aunque todos los idiomas y dialectos del mundo se dieron su cita allí, el lenguaje del amor que tanto nos enseñó Jesús era lo que en realidad importa-ba. Las fotografías, los videos, los abrazos se confundían por millares dentro de esta fiesta de la fe y de la juventud católica.

Muchos momentos nos llenaron de emoción, pero tal vez el encuentro con el Santo Padre fue el más esperado. Aquel jueves 17 de julio, en la Bahia de Sídney apareció una embarcación y en ella el sucesor de Pedro como un joven más llegaba para unirse a nosotros en esta Jornada Mundial de la Juventud. Éstas fueron sus primeras palabras en la ciudad de Sídney.: “Queridos jóvenes: “Es una alegría poderos saludar aquí, en Barangaroo, a orillas de la magnífica bahía de Sídney, con el famoso puente y la Opera House. Muchos sois de este País, del interior

o de las dinámicas comunidades multicul-turales de las ciudades australianas. Otros venís de las islas esparcidas por Oceanía, y otros de Asia, del Oriente Medio, de África y de América. En realidad, bastantes de vosotros vienen de tan lejos como yo, de Europa. Cualquiera que sea el país del que venimos, por fin estamos aquí, en Sydney. Y estamos juntos en este mundo nuestro como familia de Dios, como discípulos de Cristo, alentados por su Espíritu para ser testigos de su amor y su verdad ante los demás”.

Las calles de esta ciudad se vistieron de fiesta para albergar a la multitud de jóvenes que entre cantos y consignas compartíamos nuestra fe en la unidad plena de la Iglesia junto al sucesor de Pedro y al colegio apostólico. Conciertos, cate-quesis, sacramentos, viajes, dinámicas, fueron algunas de las actividades que nos acompaña-ron durante estos 15 días en Australia.

En todo nuestro encuentro existió un momen-to que nos enseño el verdadero significado de este viaje a la Jornada. Un día antes de despedirnos de la familia Rousse que nos acogió durante la prejornada en la ciudad de NewCastle, uno de sus miembros, Mr. Tonny nos dijo con un corazón lleno de fe refiriéndose a lo que estábamos viviendo: “Un solo corazón, una sola Iglesia, un solo

Dios”. Y eso es, nuestro bautismo se confir-mó en el Espíritu de Jesús que nos llevó a tierras lejanas de las nuestras para hacernos sus testigos y vivir la completa unidad de la Iglesia.

Eider Abad, Bibiana, Liliana, César Augusto, Carlos, el Padre Nelson y en mi nombre, que-remos agradecer a nuestro Obispo Diocesano por su apoyo. De igual manera a nuestros párrocos de El Santuario, el Padre Luis Carlos Salazar y el Padre Javier Aristizábal de la Pa-rroquia San Judas Tadeo, por su cooperación para este viaje; a nuestra Pastoral Juvenil por su amistad y presencia en nuestras vidas, pero de manera especial a nuestras familias por brindarnos todo su cariño y amor.

Nuestro sueño se cumplió, fuimos misio-neros, fuimos testigos, pero sobre todo fuimos Iglesia. “El momento ha llegado para decir adiós, o mejor dicho ¡arrivederci! Les agradezco a todos por su participación en la Jornada Mundial de la Juventud aquí en Sidney y espero con ansias verlos de nuevo en tres años. La Jornada Mundial de la Ju-ventud 2011 será en Madrid, España. Hasta entonces y continuemos orando por cada uno de nosotros. Permitámonos alegremente dar testimonio de Cristo ante el mundo. Que Dios los bendiga a todos” (Benedicto XVI).

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�ÁREA DE VOCACIONES

“¿Cuándo tenemos encuentro del seminario? ¿El Viernes?” Es esta la pregunta que frecuentemente escucho de los jóvenes Seminaristas Menores, que hacen parte de este hermoso proceso vocacional que llevamos en nuestra Diócesis y que se ha denomi-nado Seminario Menor Parroquial San Alberto Magno.

En verdad, se puede decir que ha sido un gran acierto del Señor Obispo como de la Pastoral Vocacional, la creación de tan grandiosa obra, pues desde hacía tiempo, la Diócesis lo estaba necesi-tando, ya que son muchos los niños y jóvenes que uno va encontrando en las parroquias con esa inquietud, con ese deseo limpio, atrevido y gozoso de seguir al Señor, pero que no hallan un camino firme, sólido y bien estructurado que los afiance en su discernimiento vocacional.

Esto es lo que permite que la ex-periencia que hace poco más de un año iniciamos en algunas parroquias, caso como la nuestra de El Señor de las Misericordias de El Santuario, esté llevando en tan corto tiempo a tener algunas satisfacciones que demuestran que vale la pena el Seminario Menor San Alberto Magno. Basta si no mi-rar, la expectativa, el entusiasmo, la alegría y el ansia con la que los niños y jóvenes no solo escriben una carta solicitando su admisión sino que ade-más, viven y vibran con los encuentros y la formación humana y cristiana que van recibiendo.

En medio de un mundo globali-zado que por todas partes ataca a la juventud con sueños efímeros, falsas quimeras que lo único que logran es desencantar el corazón juvenil de la alegría de vivir, encontrarnos con doce muchachos entre niños y jóvenes que trazan su vida en el camino vocacional con la ilusión de un día llegar a los altares a ofrecer el sacrificio agrada-

SEMINARIO MENOR PARROQUIAL SAN ALBERTO MAGNO… UN AñO DESPUéS

Por: Pbro. César Augusto Henao Atehortúa.Asesor Parroquial y miembro del Equipo Diocesano

ble a Dios Padre, hace que el proceso formativo del seminario menor parro-quial valga la pena y en vez, de ser un fogonazo pasajero, sea de verdad una manifestación de Dios quien por medio de su Espíritu ha iluminado a nuestra iglesia diocesana en este momento histórico para responder al reto de ser verdaderos discípulos misioneros de Jesucristo.

La Lectio Divina…Se siente un gozo especial, cuando

se llega a un encuentro con estos muchachos, para los cuales ya no es ajeno el término Lectio Divina, sino que este hace parte ya de su vida hasta el punto que asombran los aportes tan espléndidos que hacen al leer, meditar, orar y comprometerse con la Palabra de Dios. Es de anotar aquí cómo mediante este ejercicio de oración con la Palabra de Dios, ellos van incluso familiarizándose tanto que tranquilamente pueden citar otros tex-tos perfectamente relacionados y uno ve la riqueza que van adquiriendo en este campo.

Los encuentros Parroquiales…Los talleres que se realizan en los

encuentros mediante exposiciones, vi-deos, consultas, diálogos, juegos, dibujos, charlas, disco foros… todo partiendo de los temas propuestos en el material asignado por la Delegación, hacen ver el entusiasmo y la responsabilidad con que los chicos han asumido el Seminario Menor, pues la mayoría del trabajo lo realizan ellos, el sacerdote está allí como su nombre lo indica para asesorar, para guiar, nunca para imponer un estudio catedrático o una clase más como las del colegio.

Ver brillar los ojos cargados de felici-dad por un chiste, una broma sana mien-tras se comparte un café o un chocolate en el transcurso del encuentro, permite que este no sea seco, frío y nada afectivo, antes por el contrario crea verdaderos lazos de amistad, de camaradería, de amigos y compañeros que están luchan-do por un mismo ideal.

Vienen luego los compromisos, el reconocer que hay tareas por hacer no solo de tipo intelectual, sino también en el campo espiritual, académico, fa-

miliar y social, pues la formación que se da debe ser totalmente integral; por eso, es necesario que en algunos momentos se abra espacio a ciertas actividades de tipo lúdico, recreativo como una salida de campo o la visita a algún lugar en especial que permita ver la gran riqueza de la Iglesia en el campo espiritual, tal fue la visita, en nuestro caso, al monasterio de los monjes Benedictinos.

¿Qué resultados?...El progreso en los jóvenes se ha dado.

Cambios se notan, que aún falta mucho es verdad, pues son todavía una piedra preciosa en bruto que esconden una magnífica joya, la joya que transparente a Cristo vivo. Pero hay que notar que si un grupo de jóvenes como estos piden

que se organice con ellos la oración de la Iglesia siquiera una o dos veces sema-nalmente, demuestra esto el interés y la comprensión que van adquiriendo de lo que es el Seminario Menor Parroquial. Además de un testimonio que atrae y hace que otros estén ya solicitando su admisión para hacer parte de esta familia.

Queda mucho por hacer con estos jóvenes, pero con las oraciones de las familias, especialmente de sus madres comprometidas igualmente con la insti-tución, Dios realizará su obra. A nosotros, los asesores parroquiales, simplemente nos toca con responsabilidad y seriedad ser las manos de Dios para moldear el barro que Él ha puesto en las nuestras, en este taller llamado Seminario Menor Parroquial San Alberto Magno.

Parroquia Municipio Matriculados Sacerdote AsesorLa Catedral Sonsón 17 P. José Omar Zuluaga AriasSanta Ana Guarne 15 P. Aníbal de J. Salazar GiraldoEl Perpetuo Socorro Rionegro 14 P. Víctor Julio Quiceno M. El Señor de las Misericordias El Santuario 14 P. César Augusto Henao A.Ntra Sra de Chiquinquirá El Peñol 17 P. José Manuel Giraldo G.San Rafael Arcángel San Rafael 12 P. Hugo Humberto Hoyos San Francisco de Asís San Francisco 9 P. Sabino de J. Hincapié HincapiéSan Julián Argelia 16 P. Sergio Germán GómezSan Judas Tadeo El Santuario 12 P. John Jairo Montoya MarínLa Asunción Marinilla 18 P. Hugo Alberto Zuluaga SalazarCatedral San Nicolás Rionegro 7 P. Libardo Alfonso Quinchía MayoSan José El Carmen 14 P. Ubaldo de Jesús Arias S.María Auxiliadora La Piñuela 6 P. Pedro Nel Quinchía Q.Inmaculada Concepción Cocorná 5 P. Jaime Antonio Gómez Ntra Sra de las Mercedes La Unión 9 P. Francisco Alexander Giraldo D. Santa Bárbara Granada 13 Mons. José David Henao MarínNtra Sra de las Mercedes Nariño 9 P. Robinson Cardona CardonaNtra Sra de Chiquinquirá El Santuario 19 P. Luis Carlos Salazar JiménezSan Joaquin y Santa Ana Rionegro 8 P. Luis Fernando López LópezNtra Sra del Carmen Guatapé 5 P. Luis Arturo Pineda AlvarezNtra Sra del Carmen La Ceja 14 P. Vianey de Jesús OrozcoMaría Auxiliadora Marinilla 8 P. Luis Fernando RestrepoNtra Sra del Carmen Abejorral 14 P. Néstor Raúl Restrepo P.Jesús Nazareno Rionegro 4 P. Víctor Hernán Salazar J.San Vicente Ferrer San Vicente 15 P. Edwin Yair Hidalgo GiraldoLa Candelaria Guarne 18 P. Fabio de J. Giraldo RamírezProyecto de Parr. San Antonio Guarne 5 P. Rubén Alonso Castaño GallegoTotal 317

ALUMNOS MATRICULADOS y EN PROCESO

Page 8: VIDA DIOCESANA 116

¿QUIÉN ES EL NUNCIO?Monseñor Aldo Cavalli realizó los

estudios en el Seminario menor de Bér-gamo, y los de Teología en el Pontificio Seminario Romano Mayor.

Fue ordenado sacerdote en Bérgamo el 18 de marzo de 1971. Desde 1971 a 1975 desarrolló su actividad pastoral como Profesor de Letras en el Semina-rio menor de Bérgamo, frecuentando al mismo tiempo la facultad de ciencias políticas y sociales de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán.

EL NUNCIO APOSTÓLICO Con gran regocijo vivió la Diócesis de

Sonsón Rionegro la visita de Monseñor Aldo Cavalli, Nuncio Apostólico de Su Santidad Benedicto XVI en Colombia, quien entre el 20 y el 22 de agosto animó a sacerdotes,

seminaristas y laicos con el mensaje Papal que compartió en sus diferentes encuentros.

En 1975 fue enviado por el Obispo a la Academia Pontificia Eclesiástica, donde permaneció durante cuatro años hasta 1979. Es Licenciado en teología y De-recho canónico y graduado en ciencias políticas y sociales.

Su actividad diplomáticaEn 1979 fue enviado a la nunciatura

apostólica en Burundi, como Secretario de esa misma nunciatura. Permaneció en Burundi durante cuatro años y en 1983 fue llamado a colaborar en la Secretaría de Estado de la Santa Sede.

Desempeñó su labor en la Ciudad del Vaticano hasta 1996, cuando el papa Juan Pablo II lo nombró nuncio apostólico en Angola y Sao Tomé e Príncipe.

Recibió la ordenación episcopal en la catedral de Bérgamo el 26 de agosto de 1996 de manos del Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado.

Permaneció en el cargo de Represen-tante de Papa en Angola y Sao Tomé hasta el 26 de junio 2001, cuando el Papa Juan Pablo II lo nombró nuncio apostólico en Chile.

Desde el 29 de octubre 2007 es nun-cio apostólico en Colombia.

8-9

EN LA DIÓCESIS DE SONSÓN RIONEGRO

EL MENSAJE DEL NUNCIO En sus diferentes encuentros, Monse-

ñor Aldo Cavalli compartió con palabras sencillas cargadas de sabiduría el mensaje salvífico, motivando a asumir los retos y a estar atentos a los cambios constantes del mundo, confiando en la voluntad y fortaleza que nos regala Jesucristo. A continuación referenciamos algunas palabras del Nuncio compartidas a quienes estuvieron presen-tes en los encuentros sostenidos.

A los SeminaristasDios los llama a servir desinteresa-

damente, esta llamada es un misterio a la que se debe responder con sacrificio,

pero sobre todo con gran alegría, Dios no les paga con denarios, la entrega es gratuita, pero la recompensa será la felicidad eterna.

A los sacerdotes y empleados de la Curia

El mundo es cambiante y debemos es-tar preparados para asumir los cambios, los laicos deben ganar cada día más espacios y servir con sus talentos a la Iglesia, la Diócesis de Sonsón Rionegro es una Diócesis viva y activa con un gran carácter misionero, que se involucra en todos los procesos sociales de la región y del mundo y que entiende el contexto para poder trabajar más eficazmente.

A los UniversitariosLa Universidad Católica debe ser la

mejor de todas, debe luchar por la ex-celencia, y no sólo debe ser buena la institución sino también los estudiantes, profesores y directivos, ser excelentes católicos, cristianos y académicos.

A los Sacerdotes diocesanosEl sacerdocio es un Sacramento para

el servicio, pero el fundamento del sa-cerdocio no es un servicio sino un Don, el amor de Jesucristo es el Don que provie-ne de Dios que hace que el fundamento cambie a sacramento.

El sacerdote de hoy debe rezar, pen-sar y escribir; debe tener tiempo para rezar porque Jesús es el punto funda-mental, “Dichoso el pastor que reza por su pueblo”, dedicar un tiempo largo para rezar por su pueblo.

Tiene que explicar bien el evangelio, por ello debe tener tiempo para estu-dia, porque el mundo cambia y si no se estudia puede caer en el error de repetir o de ser demasiado moralista, para anunciar a Dios hay que estudiar, para que la homilía sea del día de hoy y no de ayer.

No se debe cambiar el sacerdocio ni el fundamento sino la manera de hacer las cosas, el método, porque el mundo cambia.

Por último Monseñor Cavalli exhortó a los sacerdotes a respetar el don del celibato y a cortar todo lo que impide tenerlo o realizarlo.

A los laicos y enfermos de nuestra diócesis

La vida tiene límites: el cansancio, la edad el dolor y la muerte; pero tenemos que entender la vida como un gran Don, la cual a pesar de estos límites es llenada por Dios de fortaleza y de su espíritu, por esta razón debemos estar convencidos que el cementerio no es nuestra certeza al morir, nuestra certeza debe ser El Paraíso, como Jesús resucitó, nosotros también resucitaremos.

Nuestra vida no termina en el cemen-terio, termina en Cristo

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�0INFORME ESPECIAL

Dos grandes pilares se deben tener en cuenta a la hora de ha-blar de la génesis de los Siervos del Espíritu Santo; la Renovación Católica Carismática y la funda-ción del Seminario Misionero del Espíritu Santo. Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo, quien era un abanderado de la Renovación, deseaba una fundación que se dedicara a vivir esta expresión espiritual. La prensa regional dio a conocer la noticia, publicando que en La Ceja se abría un seminario “Para vocaciones de la Renovación Católica Carismática”. Esta noticia motivó a muchos jóvenes que par-ticipaban de los grupos de oración en diferentes ciudades del país, a ingresar al seminario que nacía con el nombre de “Misioneros del Espíritu Santo”.

El seminario recién fundado, aunque permitía algunas de las manifestaciones más significativas de la Renovación en el Espíritu, era para formar sacerdotes misioneros, independientes de la espiritualidad “Carismática”. Ante esta situación, el primer rector del seminario, el Pbro. León Arturo Villegas Raigo-sa, permitió que quienes habían llegado con esta experiencia es-piritual pudieran agruparse para vivenciarla y que participaran de la Eucaristía presidida por Monseñor Alfonso Uribe, en la ciudadela de Jesús el día sábado.

Prontamente se fue gestando en algunos jóvenes seminaristas

ASOCIACIÓN SACERDOTAL SIERVOS DEL ESPÍRITU SANTO

25 Años Evangelizando en el poder del EspírituUn regalo para la Iglesia Universal

Por: Pbro. Carlos Alberto Castaño ArangoRector Asociación Sacerdotal SES

la idea de asociarse, soñaban con la fundación de una casa de formación en el carisma particular de la reno-vación. Nacida la idea, se planteó la inquietud a Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo de fundar un seminario completamente bajo la experiencia de la vida en el Espíritu. Al mismo tiempo, el segundo rector del Se-minario MIES, el Pbro. Alonso Llano Ruiz, al observar aquella situación y escuchando el clamor de los forman-dos, también aconsejó a Monseñor Alfonso oficializar la creación de la asocia-ción para quienes que-rían continuar vivien-do y profundizando la experiencia de renova-ción, en el camino de formación con miras al sacerdocio.

En medio de gru-pos de oración, reti-ros, desiertos, vigilias, seminarios de v ida en el Espíritu, y una pastoral renovada, la Asociación Sacerdotal Siervos del Espíritu Santo se consolidó el 10 de agosto de 1983, y recibió el decreto de erección canónica 06-86 el 5 de mayo de 1986. Desde el mismo momento de su funda-ción es asignado como primer director de la casa el Presbítero José David Henao Marín quien hasta 1994 acompañó acerta-damente el proceso formativo de los seminaristas.

El 15 de julio de 1993 falleció el excelentísimo señor Alfonso Uribe Jaramillo, y el Papa Juan Pablo II asigna como obispo de la Diócesis de Sonsón - Rionegro al excelentísi-mo señor Flavio Calle Zapata, quien continuó orientando los destinos de la Asociación Sacerdotal, dándole consistencia a la proyección pastoral de los sacerdotes siervos en los dis-tintos lugares del país y del mundo abriéndonos hacia la misión sin fron-teras. En el año 2003 la Santa Sede

nombra como obispo diocesano a Monseñor Ricardo Antonio Tobón Restrepo quien se ha dedicado con alma, vida y corazón a la consolidación, reorga-nización y estructura-ción de la Asociación Sacerdotal.

Monseñor Ricardo ha colocado de manifiesto, a través de su carta di-rigida a los miembros de la asociación sacerdotal en el año 2004, tres tareas que serán el de-rrotero de la identidad y proyección del carisma fundacional. En primer lugar, cultivar la efectiva y afectiva integración de los Siervos del Espíritu Santo a la Diócesis de Sonsón-Rionegro como

asociación sacerdotal den-tro de un presbiterio particular; la se-gunda es vivir el ministerio apostólico, dentro de la verdadera naturaleza de la Renovación Espiritual, en la cual, a

los Siervos les corresponde, no sólo la animación de los grupos de Re-novación Católica Carismática, como hasta ahora se ha hecho con tan buenos frutos, sino muchísimo más, la animación y renovación espiritual de la Iglesia misma. Para esto se han conformado equipos sacerdotales en diferentes parroquias de Colombia y del mundo, desde las que se presta el servicio pastoral y se anima espi-ritualmente a cada diócesis particu-lar; finalmente, monseñor recuerda la grandeza del nombre de Siervos del Espíritu Santo, el cual conlleva una identidad y una misión propia, que exige responder con fidelidad y entrega a la excelsa misión que Dios ha confiado a la asociación.

La Asociación Sacerdotal está conformada por diáconos y pres-bíteros, que, incardinados a la Diócesis de Sonsón-Rionegro y bajo la autoridad de su Obispo, se asocian para dedicar su vida, por un especial llamamiento del Señor, a impulsar y orientar la Renovación Espiritual en las Iglesias particulares que lo soliciten. A ella se unen los seminaristas que, aspirando a la misma vida y ministerio, siguen el proceso formativo establecido en la diócesis para llegar a ser parte de esta Asociación.

Cada Sacerdote Siervo del Espíri-tu Santo, impulsado por la fuerza del Espíritu hace presente el Reino de los Cielos en la Iglesia predicando la Palabra de Dios acompañada de signos y señales bajo el ejercicio de los carismas para la gloria y honra del Señor.

Cada Sacerdote Siervo del

Espíritu Santo, impulsado por la fuerza del Espíritu hace

presente el Reino de los Cielos en la Iglesia

predicando la Palabra de Dios acompañada de signos y señales bajo el ejercicio de los carismas para la gloria y

honra del Señor.

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��ÁREA DE FORMACIÓN Y CELEBRACIÓN DE LA FE

Hace poco al finalizar una Eucaristía un señor se me acercó y me hizo la siguiente pregunta: Padre, he notado que han cambiado un poco las palabras que ustedes dicen cuando toman el cá-liz, he escuchado que ya no dicen «por todos los hombres» sino «por muchos», ¿por qué este cambio? En realidad, me dio mucha alegría que un laico me hiciera una pregunta que en diversos diálogos entre sacerdotes habíamos comentado; me di cuenta, que gracias a Dios, si bien muchas personas van a la Eucaristía sin una convicción profunda, hay fieles que están atentos y tratan de vivir el Misterio de la fe. Esto indica que es importante conocer más nuestra liturgia y que de una manera sencilla, pero con buenas razones, la explique-mos a tantos que tienen sed de conocer más nuestra fe. La reflexión teológica que el cambio insinúa es: ¿Jesús no murió por todos los hombres sino por muchos?, es decir, ¿la salvación de Cristo no es para todos?

Lo primero que quiero aclarar es que este cambio en las palabras de la consagración y en otras partes de la Misa, lo hemos empezado a escuchar desde inicios de este año, cuando se publicó la tercera edición típica del Mi-sal Romano traducida cuidadosamente al español por la Conferencia Episcopal Colombiana (la Congregación para el Culto Divino publicó la edición en latín en el año 2002). La Santa Sede aprobó esta traducción con las respectivas correcciones el pasado 21 de marzo de 2007.

El texto bíblicoLa razón principal para este cambio

fue tratar de ser fieles al texto bíblico; las palabras de la consagración no han sido inventadas por la Iglesia, sino que fue el mismo Señor Jesús quien las pronunció; los evangelistas transmiten de la siguiente manera la parte que estamos analizando: «Porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados» (Mt 26, 28), «Esta es mi

«DERRAMADA POR VOSOTROS y POR MUCHOS»Reflexión en torno a la modificación de la traducción de la fórmula de la consagración del Vino

Por: Pbro. John Jairo Rivera T.Delegado Episcopal para las CER

sangre de la Alianza, que es derramada por muchos» (Mc 14, 24), «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros» (Lc 22, 20).

Se puede notar que en ninguno de los tres evangelistas que nos transmiten la fórmula de consagración aparece: «por todos los hombres», pero en Mateo y Marcos sí encontramos las palabras «por muchos»; Lucas transmite el «por voso-tros», que tenemos hoy en la fórmula de consagración y que no aparece ni en Mateo ni en Marcos. La fórmula actual de consagración, que ha acompañado a la Iglesia durante muchos siglos, unifica los textos evangélicos.

San Justino, en el siglo II, afirma que los cristianos siguen la enseñanza de los apóstoles y estos a su vez la de Cristo: «Los apóstoles, en efecto, en sus trata-dos llamados Evangelios, nos cuentan que así les fue mandado, cuando Jesús, tomando pan y dando gracias dijo: “Ha-ced esto en conmemoración mía. Esto es mi cuerpo”. Y luego, tomando del mismo modo en sus manos el cáliz, dio gracias y dijo: “Esta es mi sangre”, dándoselo a ellos solos. Desde entonces seguimos recordándonos unos a otros estas cosas» [Carta a Antonino Pío, Emperador].

En sus relatos los evangelistas ven

la Eucaristía desde la perspectiva de la alianza («Sangre de la alianza nue-va y eterna») y la del sacrificio («que será derramada por muchos»). Es muy probable que los evangelistas trans-mitan el término «muchos» ya que en el cuarto cántico del Siervo de Yahveh (Is 52, 13 - 53, 12) aparece cuatro ve-ces y este texto para los cristianos es una profecía de Jesús que muere por el pueblo. La expresión «por muchos», por consiguiente, vista a la luz del Antiguo Testamento no es excluyente, como afirma Bonora: «Sin mérito algu-no y sin poder exigirla, Israel recibe la nueva alianza de manos de Dios, que ha hecho de la muerte de su Hijo Jesús la “disposición” de su amor fiel e irrevocable a Israel (“por muchos”). Sin embargo, la fórmula “por muchos” es una fórmula abierta: todos los hombres pueden hacerse partícipes de la salva-ción que se ha realizado en Jesús por el pueblo de Dios, que es Israel (también

en Hch. 13,12 se ve la muerte de Jesús como muerte por Israel)» [«Alianza», en Nuevo Diccionario de Teología Bíblica, Ed. San Pablo, 20012].

Tomad y bebed todos de él… derramada por muchos…

Esta interpretación de la expresión «por muchos» como incluyente y desde la iluminación del Antiguo Testamento no es nueva en la Iglesia; en efecto, San Juan Crisóstomo, en el siglo IV, nos explica muy bien su sentido, dice que la sangre será derramada por muchos, pero esto significa que es en remisión de los pecados de todo el mundo: «Cuando nombra la sangre, anuncia su pasión, diciendo: “Que será derramada por mu-chos”, y además expresa la causa de su muerte, cuando añade: “Para el perdón de los pecados”. Como diciendo: La san-gre del cordero fue derramada en Egipto por la salvación de los primogénitos del pueblo de Israel. Pero ésta se derrama para remisión de los pecados de todo el mundo» [Homilía sobre Mateo, 82,1]. La Sangre de Jesús es ofrecida por toda la humanidad; con su muerte Él expía todos los pecados de una vez para siempre. Jesús con su sangre derramada, es decir con el don de su vida, se convierte en el mediador de la Nueva Alianza, marcan-do un nuevo rumbo a la historia [Cf. H. SCHLIER, La passione secondo Marco, Ed. Jaca Book, p. 40].

La expresión «por muchos» indica que Cristo murió por todos, que es el único salvador, pero también nos dice que la salvación por Jesucristo no ocurre de manera automática o mágica, si bien somos salvados por su gracia, Dios deja a la libertad humana la responsabilidad de aceptar el llama-do que le hace y por tanto de acoger la salvación que le ofrece en su Hijo Jesucristo quien derramó su sangre en la Cruz «por muchos». Esta reflexión la justifica el hecho de que Jesús inicia con las palabras: «Tomad y bebed, todos de Él»; la invitación es para to-dos, la sangre que es derramada «por muchos» es la misma que Jesús invita a beber a todos, la salvación es para todos, pero sólo aquellos que quieran

pueden participar del misterio. En este mismo sentido el cardenal Francis Arinze, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, afirma: «El cre-yente es invitado a aceptar por la fe el don que le es ofrecido y a recibir la vida sobrenatural que es dada a los que participan del misterio, viviéndolo en sus vidas de modo tal que sean parte del número de los “muchos” a los que se refiere el texto» [Comunicado a los Presidentes de las Conferencias Epis-copales, 17 de octubre de 2006].

Una fórmula con sentido ecuménico

Uno de los objetivos principales de los últimos Pontífices es lograr la unidad de la Iglesia, la expresión «por muchos», al ser fiel al latín y al griego, es un acercamiento con algunas Igle-sias que no están en plena comunión con Roma y unifica la fórmula de con-sagración con otros ritos católicos; en efecto, las demás liturgias de Oriente y de Occidente usan las mismas pala-bras en su narración de la institución de la Eucaristía que se incorpora en las Plegarias eucarísticas en la nueva edición del Misal y de este modo toda la Iglesia tendrá unidad en la fórmula de la consagración.

Perspectiva PastoralEs importante catequizar a las di-

ferentes comunidades parroquiales acerca de las modificaciones que se han introducido en esta nueva edición del Misal para que puedan comprender mejor el sentido de la celebración litúr-gica. En cuanto al cambio en las pala-bras de consagración es una ocasión propicia para catequizar acerca de la oferta gratuita de la salvación, «Tomad y bebed todos de Él», pero también en la responsabilidad que cada uno de no-sotros tiene de aceptarla, «por muchos». El Señor me ha hecho el regalo de su salvación, ahora está en mí rechazarla o aceptarla, por eso debemos invitar a abrir nuestras puertas a Cristo que como afirma el papa Benedicto XVI: «No quita nada y lo da todo».

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��ACONTECER PASTORAL

50 años del seminario diocesano

Viene de pág. 1En su homilía, el Obispo dio gracias

a Dios por las innumerables vocaciones que ha dado a nuestra diócesis. Además reconoció que en estos 50 años el se-minario ha sido un signo de identidad y un centro indispensable en el cumpli-miento de la misión de la diócesis.

Mons. Ricardo resaltó “la obra

cumplida por el semi-nario en la formación de muchos sacerdotes, en la preparación de muchos laicos verda-deramente cristianos y líderes de la sociedad que están sirviendo en distintos frentes a la comunidad”, al mismo tiempo que invitó a los presentes a continuar la marcha con espe-ranza y, sobre todo, confiando siempre en

la providencia de Dios que es la que nos guía y nos muestra los senderos de nuestro destino.

Al final del acto conmemorativo, se entregó a Mons. Ricardo una placa en reconocimiento a su empeño y amor por la formación sacerdotal y el fortalecimiento del Seminario como institución diocesana.

Retiro latinoamericano de sacerdotes Con la presencia de 140 sacerdotes

de diversas jurisdicciones eclesiásticas de Colombia y de países hermanos, se realizó del 18 al 21 de agosto, el XXII Retiro Latinoamericano de Sacerdotes. Este encuentro espiritual fue orientado por Mons. Onésimo Cepeda Silva de la diócesis de Ecatepec, México, quien con agrado aceptó compartir con no-sotros su experiencia de fe largamente

conocida y evidenciada en su país.El objetivo de este encuentro sa-

cerdotal fue la de ayudar a los sacer-dotes asistentes a entrar en la riqueza de la efusión del Espíritu Santo, para renovar la Unción Sacerdotal y vivir en plenitud el llamado a la santidad, por ello se tuvo como lema “el Minis-terio Sacerdotal como ministerio del Espíritu en la experiencia paulina”.

Semana vocacional y del seminarioDel 17 al 24 de agosto se realizó

en nuestra diócesis la “SEMANA VO-CACIONAL Y DEL SEMINARIO”, con el lema “estás en mi plan, elegido indispensable y no paro de llamarte; respóndeme. Jesús”. Esta se realizó en el marco de la celebración del año paulino y de las bodas de oro de crea-ción del Seminario Diocesano Nuestra

señora en esta Iglesia particular. Con la celebración de esta semana se

quiso ante todo suscitar en los miem-bros de la Iglesia particular el deseo de encontrar su lugar en la historia de la salvación; pues “estamos convencidos de que nuestros jóvenes son llamados insistentemente por Cristo a cambiar el mundo, como hizo con Pablo”.

Eucaristía de la renovación carismática por los enfermos“Nuestra vida no termina

aquí en la tierra sino en Dios, y por ello, la enfermedad y la muerte se entiende como una etapa de preparación que culmina en Dios, el Señor de la Vida; es en Dios y por la fe como adquieren sentido los padecimientos soportados con paciencia”, fue el men-saje central de la homilía que su Excelencia Aldo Cavalli, Nuncio de su Santidad Be-nedicto XVI en Colombia, al presidir la Santa Eucaristía por los enfermos en el municipio de La Ceja en la que participaron al menos unos 250 sacerdotes provenientes de las distintas jurisdicciones eclesiásticas de Colombia y de los países hermanos de

América Latina. La Santa Misa culminó con la oración para pedir por los enfer-mos, dirigida por Mons. Enésimo Cepeda, dando testimonio de la acción del Señor a favor de su pueblo.

Con suma complacencia registra-mos el regreso a nuestra diócesis del Pbro. Elkin Uriel Zuluaga Zuluaga y el seminarista Amaury Antonio Mestra Duarte, quienes se encontraban ade-lantando estudios de especialización en Roma. El P. Elkin Uriel obtuvo su licenciatura en Teología Espiritual en la Pontificia Universidad Gregoriana, mientras que el seminarista Amaury

Regresaron de especializarse en Roma y de servir a otras diócesisla obtuvo en Teología Dogmática en el Ateneo “Regina Apostolorum”. Los felicitamos y acogemos con afecto fraterno.

De igual manera damos una especial bienvenida al Pbro. Andrés Alberto Cerezo Restrepo y Jesús Octavio Velás-quez Ríos, quienes regresaron después de prestar un servicio misionero duran-te 7 años en Gabón (África).

Delicado de saludOremos por la pronta recuperación

del P. Martín Correa Vélez que ha sufrido quebrantos de salud.

CondolenciasExpresamos nuestra más sinceras con-

dolencias al Pbro. Héctor Alonso Giraldo

SocialesG. por el fallecimiento de su mamá María Tulia ocurrida el sábado 16 de agosto.

Así mismo hacemos llegar nuestro solidario saludo a los familiares del Dr. Roberto Hoyos Castaño, fallecido el pa-sado 26 de julio; connotado líder polí-tico de Marinilla y cercano colaborador de las parroquias de esa ciudad.

Con grandes expectativas y deseos de profundizar en sus estudios, han viajado a Europa los sacerdotes Bernardo Arley Aristizábal González, quien adelantará sus estudios en “Teología Bíblica” en la Pontificia Universidad de Salamanca, España”; el Padre Fabio de Jesús López Mejía, quien se licenciará en Teología Moral en la Universidad Pontifica Gre-

Viajan a estudiar en el exterior goriana de Roma, Italia; igualmente via-jaron los seminaristas Belisario de Jesús Ciro Montoya y Leonel Acosta Zuluaga, quienes culminarán sus estudios teoló-gicos y luego realizarán una licenciatura. A ellos les deseamos lo mejor en sus estudios pidiéndole al Señor de la Mies, los acompañe y guíe por las sendas de la verdad y la sabiduría.

En ceremonia que presidirá el señor Obispo diocesano el próximo 2 de sep-tiembre del año en curso, recibirán la Sagrada Orden del Diaconado los se-minaristas Hernán David Suárez Arias, John Dayro Valencia Chica y Wilson Fernando Botero Serna, éste último ac-tualmente estudiante de Comunicación

Tres nuevos diáconos para nuestra diócesisSocial en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, en Roma.

La ceremonia tendrá lugar en la Ca-pilla de Filosofía del Seminario Nacional de Cristo Sacerdote en La Ceja, a las 4 p.m. VIDA DIOCESANA se congratula con los nuevos diáconos y hace votos por un fecundo ministerio eclesial.

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��HISTORIA

El clero añoraba su Seminario Dioce-sano clausurado al final de 1969; frente al deseo manifestado de manera reite-rada, monseñor Alfonso Uribe terminó por acceder y dio el decreto de erección el 15 de agosto de 1980; es la continua-ción de San Alberto Magno. Inició sus labores el 2 de febrero de 1981 con 24 estudiantes en los grados cuarto y quin-to de bachillerato y su inauguración ofi-cial tuvo lugar el día 10 del mismo mes, en celebración solemne presidida por el Obispo diocesano. Sus estudios eran auspiciados por la Universidad Pontificia Bolivariana que por aquella época tenía varias facultades en Marinilla, pero por el esfuerzo de sus formadores, pronta-mente y por resolución departamental No. 000495 del 21 de julio de 1981, obtuvo la licencia de funcionamiento; la aprobación del grado undécimo fue alcanzada por resolución emanada del Ministerio de Educación No. 16251 del 26 de agosto de 1982.

En 1982 inició con los tres últimos grados del bachillerato y, al final de este mismo año, el Seminario cosechó sus primeros bachilleres, un total de diez según nos refiere su historial. El ciclo filosófico comenzó en 1985 y en 1986 fueron ocho los primeros alumnos que lo terminaron. Con los tres grados del bachillerato permaneció hasta 1991; al final de este año se decidió la supresión de noveno, sobre todo, por dos razones: llegaban muy jóvenes y el índice de per-severancia era muy bajo; y en segundo lugar, con el fin de darle mayor solidez a los grados décimo y undécimo que prometían más con miras a una posible continuación en los estudios filosóficos; además, se comenzó a pensar seriamen-te en la estructuración de la filosofía con un tercer año, el cual se implementó en 1993, de manera que para 1995 se contó con el primer grupo de seminaristas en tercero de filosofía y al final de este año terminaron los primeros estudiantes que hicieron sus estudios filosóficos en tres años. En el 2001 solamente se matricu-

BODAS DE ORO DEL SEMINARIO DIOCESANOSEGUNDA ETAPA: SEMINARIO DIOCESANO “NUESTRA SEñORA” EN MARINILLA

Por: Pbro. Jorge Aldemar Aristizábal GómezFormador en el Seminario Cristo Sacerdote

laron diez para el grado undécimo; por tanto, al final de este año fue terminado el bachillerato.

El Seminario “Nuestra Señora” ha estado orientado por los siguientes rectores: Padre Javier López Ríos (1981-1982), padre Víctor Gómez Gómez (1983-1987), monseñor Adolfo Duque Arbeláez (enero-agosto de 1988 –inició la construcción de la capilla, continuada por sus sucesores-), padre Luis Carlos Sa-lazar (agosto 1988-1991), padre Gilberto Muñoz Villegas (1992-1994), padre Fabio Arcila (1995-1999-2007), padre Juan de Dios Martínez (2000-2001), padre Jorge Eliécer Montoya (2002-2006) y padre Juan Manuel Toro Vallejo (desde enero de 2008). Los frutos sacerdotales del Seminario “Nuestra Señora” suben a un total de 88 presbíteros, la mayor parte de ellos incardinados a Sonsón-Rionegro.

Monseñor Ricardo Tobón, Obispo de Sonsón-Rionegro desde 2003, ha

velado de manea especial por el se-minario diocesano “Nuestra Señora” en respuesta al deseo del clero; como algunas de sus instalaciones ame-nazaban ruina, no tenían armonía ni funcionalidad y eran insuficientes para congregar a todos los seminaristas diocesanos para el año propedéutico, inició un estudio serio que condujo a la elaboración de un plan de recons-trucción que está en camino. Además, con el fin de mejorar la selección y for-mación de los seminaristas diocesanos ha implementado algunas iniciativas. Entre otras, está en primer lugar la ins-tauración del año propedéutico desde el 2006 y desde el 2007 su realización por parte de todos los seminaristas de Sonsón-Rionegro, asociados y no asociados, en el Seminario “Nuestra Señora” de Marinilla. En segundo lu-gar, la creación del Seminario Menor Parroquial “San Alberto Magno” por decreto 02 del 22 de febrero de 2007, después de madura reflexión y de ha-

ber avanzado algunas experiencias.

Entre tristezas y alegrías, con pausas y adelantos, en medio de aciertos y se-guramente que también desaciertos, el Seminario Diocesano, nacido del cora-zón entusiasta y generoso de monseñor Alberto Uribe Urdaneta, primer Obispo de Sonsón, este año ha llegado a sus Bodas de Oro; hemos caminado ya cincuenta años desde la inauguración de su primer tramo el 17 de agosto de 1958, con una interrupción de diez años (1970-1980) y con tres sedes (Sonsón, Rionegro y Marinilla). Todos nosotros, desde nuestras posibilidades y responsabilidades, estamos llama-dos a secundar el esfuerzo de nuestro Padre y Pastor para que nuestro Semi-nario Diocesano sea un taller donde se forjen sacerdotes que se conviertan en imagen viva del Señor, en ícono del Hijo de Dios entregado totalmente a la misión recibida del Padre para la salvación de la humanidad.

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��ACTUALIDAD

A lo largo de la historia muchos pensa-dores han calificado al ser humano como “un buscador”. Ciertamente, el hombre busca, busca verdades, respuestas, no-vedades, experiencias, busca a otros. Podríamos decir que esta experiencia de búsqueda tan propia del ser humano manifiesta un clamor interior por “algo más”. Para muchos, esta búsqueda con-lleva una especie de insatisfacción, nada le basta, siempre se tiene la experiencia de que “falta algo”. Nosotros los cristianos entendemos que la huella de Dios puesta por el Creador en nuestra interioridad, nos orienta hacia Él, a buscar esa comunión con lo infinito. Es una realidad de “tenden-cia hacia lo divino”, que se experimenta como una nostalgia de Dios o una sed por lo trascendente.

Saciar la sed de infinito con lo finito

Lamentablemente estos clamores interiores no se logran identificar o entender. En un mundo lleno de bulla o en la interioridad de una persona donde falta silencio, la sed por lo trascendente se traduce por cosas tangibles: si es dinero, se busca más dinero y se hace del dinero un dios; si es poder, se busca más poder y se hace del poder un dios y si es placer se busca el placer por el placer sin sentido. Así se intenta saciar la sed de infinito con lo que es finito. ¿Cuál es el resultado? Una percepción de vacío existencial, una frustración del ser, una muerte en vida. El hombre llamado a lo trascendente, a la comunión con lo divino, al despliegue de su ser teologal, se atasca en realidades terrenales y su-cumbe en vida, dopado por sucedáneos del mundo, o construyendo mentiras de su propia realidad y entorno. A veces por ignorancia, otras por ceguera ya sea inconsciente o deliberada, a mu-chos les resulta difícil reconocer su sed de Dios. Quizás no se han cuestionado profundamente respecto a sí mismos o no son muy conscientes de esas voces

CON SED DE

Por: Hermana Patricia Gómez ZuluagaSiervas del Plan de Dios

DIOSinteriores que cla-man en su interior. Lo cierto es que no se podrá acallar ese clamor. Ni el tiempo, ni la variedad o can-tidad de sucedáneos

podrán borrar la huella que Dios ya puso en nuestro interior, y nuestro ser criatura seguirá buscando anhelante el encuentro con el Creador. Es por eso, por lo que esta sed de Dios se traduce en una actitud de búsqueda permanente.

Otra es la experiencia de aquellos que en palabras del Santo Padre Benedicto XVI tienen una “sensibilidad interior que les permite oír y ver las señales sutiles que Dios envía al mundo”, son aquellos que “no se conforman con la realidad existente ni sofocan la inquietud del corazón” (Ratzinger, Joseph. Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, pag. 120), son personas que permiten que esa in-quietud las remita a algo más grande y las impulse a emprender un camino interior. Siguiendo el Evangelio, se trata de los que nombra la Bienaventuranza, aquellos con hambre y esa sed que son dichosos porque llevan a los hombres a Dios, a Cristo, y por eso abren el mundo al Reino de Dios” (Ibd, p. 120).

Sólo se puede comprender a partir de Dios y sólo viviendo en relación con Dios

La persona que está en contacto con la profundidad de sí misma identifica que en lo hondo de su ser, hay un impulso per-manente que la hace tender hacia Dios. Comprender esta verdad da sentido a su vida y a su caminar pues “el hombre solo se puede comprender a partir de Dios y sólo viviendo en relación con Dios” (Ib. p. 160). Esta sed de Dios, este anhelo lleva necesariamente a una búsqueda del rostro de Dios y esa sed de infinito queda saciada cuando el corazón anhelante se encuentra con una persona concreta: El Señor Jesús, el rostro humano de Dios. “De ti ha dicho mi corazón: “buscad su rostro”; yo busco tu rostro, Señor.” (Sal 27, 8).

Al encuentro con el Señor Jesús están invitadas todas las personas. Sin embar-go, cada una experimenta un llamado particular, un camino de vida concreto

de encuentro con el Señor. Este llamado particular es la vocación; es un don, un regalo inmerecido y que habla de un “sello divino”, de una elección por parte de Dios desde antes de nacer para llevar a cabo la propia realización personal. Es indispensable el encuentro personal con Cristo para poder descubrir este llamado y para que la realización de la persona sea plena pues “Cristo, pone de manifies-to plenamente al hombre ante el propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación” (GS 22). En Cristo y sólo con Cristo la persona humana es capaz de conocer la verdad sobre sí misma y vivir según esa verdad.

Dispuestos a responder al SeñorSon muchos los que perciben la sed de

infinito y quizás llevan en su corazón la inquietud de un llamado especial, de una vocación especifica, pero tiemblan de te-mor, se aturden, se distraen y se alejan; y al fin se quedan en el mundo, compensan-do su hambre de infinito con sucedáneos, alejándose de si mismos y de su felicidad. Pero me atrevo a decir que son muchos más los que han confiado, han creído y se han arriesgado a dejarlo todo por seguir al Señor, emprendiendo esos desafiantes caminos y han visto cumplidas las prome-sas, saciados sus anhelos más profundos. Quienes han tenido esta experiencia de encuentro tienen la responsabilidad de ayudar a encender en los demás el fuego del amor divino y ayudar a otros a encon-trar la razón de su búsqueda.

No en vano, nuestro querido Santo

Padre Juan Pablo II, a menudo exhortaba a los jóvenes, pues conocía su corazón generoso y deseoso de grandes y nobles ideales, capaz de los mayores sacrificios por encontrar la felicidad: “Queridos ami-gos: planteaos seriamente la pregunta so-bre vuestra vocación, y estad dispuestos a responder al Señor que os llama a ocupar el lugar que tiene preparado para vosotros desde siempre” (Juan Pablo II. Mensaje para la III JMJ n. 8). Como Él, ayudemos a otros a comprender que el llamado del Señor no se opone a nuestra felicidad, el encuentro con “Dios que llama” es una hora sublime donde Dios todopoderoso se acerca a la persona concreta porque quiere únicamente su felicidad.

Es un encuentro de amor en libertad. Pues Dios, en un derrame de profundo

respeto espera pacientemente a cada uno. Dispone del tiempo, mueve y atrae a la persona hasta el momento que ella es-pontáneamente quiera responder. Llegada esa hora de gracia, el momento previsto en su plan amoroso, agudiza su llamado y extiende su mano fuerte para quien se confíe en su palabra no quede defraudado. De la respuesta valiente y libre, depende la plena realización de la persona.

Muchos son los testimonios que tene-mos de hombres y mujeres que a través de la historia de la Iglesia, han sido valientes y se han decidido por escuchar y responder al clamor de sus anhelos más profundos y han sido fieles a sí mismos. Para estos como para nosotros, la Palabra de Dios ha constituido una fuente de fortaleza y aliento permanente. Son constantes las exhortaciones del apóstol de Gentes, como se ve en la carta dirigida a Timoteo, exhortándolo a permanecer firme gracias a la fuerza de Dios que “nos ha salvado y nos ha llamado con una vocación santa, no por nuestras obras, sino por su propia determinación y por su gracia que nos dio desde toda la eternidad en Cristo Jesús” (2Tm 1, 9). Como a este fiel discípulo, nos corresponde a quienes ya hemos encon-trado el camino, mantener el ardor pri-mero, ese fuego interior del que el Profeta decía: “Había en mi corazón algo así como un fuego ardiente, prendido en mis huesos, y aunque yo trabajaba por ahogarlo, no podía.”(Jer 20, 9).

Nuestra madre Santa María, paradigma

de humanidad plena, manifiesta su nos-talgia de infinito finamente orientada a la plena unidad con Dios. Con su respuesta de adhesión al Plan de Dios, pronunciado en el momento de la Encarnación y extendido y plenificado al pie de la cruz, nos muestra las consecuencias de una opción auténtica por responder a sus anhelos profundos que están en total sintonía con lo que Dios quiere de ella y por lo tanto que la hacen plenamente feliz.

La Iglesia de nuestro tiempo necesita santos de la vida cotidiana, aquellos que conscientes de su nostalgia de infinito, expresen con su vida una fuerte amistad y cercanía con la persona del Señor Jesús, discípulos y misioneros que con el celo por Evangelio anuncien a todos que el anhelo de Dios que anida en sus corazones se sacia plenamente en Él y todo lo demás es considerado “pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús” (Flp 3, 7a).

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��PANORAMA ECLESIAL

El Papa reza por víctimas de accidente aéreo en EspañaEl Papa Benedicto XVI envió un

telegrama al Cardenal Antonio María Rouco Varela, Arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episco-pal Española, en el que expresa sus condolencias y ofrece sus oraciones de sufragio por las víctimas y fami-liares del accidente aéreo ocurrido en el aeropuerto de Barajas que cobró la vida de 153 personas y dejó a otras 19 heridas, el pasado 20 de agosto.

En el telegrama, firmado por el Se-cretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, el Santo Padre “ofrece fervientes sufragios por el eterno des-canso de los difuntos”.

“Asimismo, ruego a vuestra Emi-nencia que tenga la bondad de hacer llegar el sentido pésame de Su Santidad Benedicto XVI a los fa-miliares de los fallecidos, junto con expresiones de cercanía espiritual, viva solicitud y deseo de un pronto y total restablecimiento de los heridos en el lamentable percance”, prosigue el texto.

Finalmente, Benedicto XVI, “en estos momentos de tristeza, imparte de corazón la confortadora Ben-dición Apostólica, como signo de consuelo y esperanza en el Señor resucitado”.

Congreso Americano Misionero

Desde el 12 hasta el 17 de agosto pasado se realizó en Quito, Ecuador, el 3er. Congreso Americano Misio-nero, CAM 3, evento que congregó a representantes de misiones de todos los países del Continente, además de participantes de otros continentes. Es

un evento de gran importancia ecle-sial en el marco del cual se realizó, el envío de la Misión Continental. Dicho envío se hizo en la eucaristía de clau-sura del Congre-so el día domingo 17 de agosto que fue presidida por el enviado papal, Cardenal Nicolás de Jesús López Ro-dríguez, arzobispo de Santo Domingo.

En su mensaje al encuentro, el Papa insistió también en la importancia del encuentro personal con Jesucristo como base del testimonio que el misionero debe ofrecer “para que el Señor sea cada día más conocido, amado, seguido y alabado en esas benditas tierras”.

Con el rezo del Rosario se puede alcanzar la santidad, señala Cardenal de Lima

El Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, señaló que quienes aprenden a “rezar el Santo Rosario meditando cada misterio” po-drán descubrir un significativo cambio en sus vidas y “alcanzaremos muchas de las cosas que nos permitirán ser santos y ayudar a los demás a ser santos”.

“Es importante que la familia rece unida” pues solo así permanecerá unida, recordó el Purpurado en una Eucaristía por la Solemnidad de la Asunción de Santa María. “En esta fiesta le regalamos a Nuestra Madre el propósito de llevar en la Gran Misión de Lima el rezo del Santo Rosario a todas las familias de la Arquidióce-sis”, indicó.

Asimismo, afirmó que el dogma de la Asunción “nos invita con humildad a contemplar que hay un cielo eterno donde todo será paz y donde todos estaremos delante de Jesús llenos de gozo” y alegría; no habrá egoísmos, “ni violencia, ni malos pensamientos, todo será bueno”.

Finalmente, el Cardenal Cipriani, destacó muchas personas suelen decir que el mundo está lleno de problemas, pero “a ellos los invito a pensar más en la felicidad eterna y así será Él mismo Dios quien nos diga: No exageres, procura vivir la vida terrena con un poco más de esfuerzo, de comprensión, alegría, reza por los demás, acompáñalos y ayúdalos.

La Conferencia del Episcopado Mexi-cano (CEM) señaló que el más grande desafío que enfrentan los mexicanos es la defensa de la vida humana en todas sus circunstancias, e indicó que “si no tomamos las medidas necesarias en el presente”, lo lamentaremos en el futuro.

“Vulnerar este derecho (a la vida), o lo que es lo mismo, crear excepciones para su vigencia universal y plena, nos coloca a todos en un escenario de riesgo del que nos lamentaremos si no tomamos las medidas necesarias en el presente”, expresó la CEM.

En un comunicado, recordó que la vida es “un don, un regalo y un derecho; por ello mismo, nadie tiene

Si no protegemos la vida hoy, lo lamentaremos en el futuro, advierte Episcopado mexicano

derecho a atacar, reprimir, vender, torturar, violentar, secuestrar y matar la valiosa experiencia personal de la vida de cada ser humano”.

En ese sentido, los obispos expresa-ron su confianza en el Estado y “en las instituciones responsables de garantizar el respeto, la protección de la vida y la seguridad de todos los ciudadanos”.

Indicaron que si la corte declara constitucional la despenalización del aborto en el DF, el Episcopado respe-tará el fallo; pero aclararon que ello no quiere decir “que nos quedemos ahí, por que hay causas por las que no se claudica y los ciudadanos tiene que luchar por el respeto a la vida”.

La Conferencia Episcopal Colombia-na presentó un video en el que el Papa Benedicto XVI alentó la actividad de la Iglesia en este país, invitando a los fieles a participar en la Expocatólica 2008 y en el IV Congreso de Reconci-liación Nacional.

“Queridos hermanos: con entrañable afecto les saludo fraternamente. Os acompaño con mi plegaria y cercanía espiritual en los esfuerzos que están realizando para que el evangelio re-suene en todos los lugares de esa tierra

Benedicto XVI alienta actividad eclesial en Colombiacolombiana a través de las iniciativas emprendidas”, dice el Santo Padre en el videomensaje.

Seguidamente invitó a participar en el IV Congreso de Reconciliación Nacional que se realizó del 25 al 27 de agosto; y en la Expocatólica, que se llevará a cabo en Bogotá del 28 al 31 del mismo mes.

“Con estos sentimientos y deseos, y como prenda de abundantes favores celestiales, imparto a todos una espe-cial Bendición Apostólica”, concluye el mensaje del Pontífice.

Luto en la Iglesia de Colombia por asesinato de un sacerdoteMucha tristeza, pero tam-

bién mucho enojo, produjo en la comunidad de los barrios Calasanz y Ferrini el asesinato del padre Jai-me Ossa Toro, de 70 años, en la madrugada del 13 de agosto.

El padre Jaime, nacido el 28 de noviembre de 1937, había llegado allí hacía tres años, que fueron suficientes para hacerse querer de la comunidad. Recibió su formación en la Comunidad de Misioneros de Yarumal y en ella desempeñó cargos directivos. Su vocación lo llevó a

ejercer en Buenaventura y en el país de Angola, entre 1982 y 1994.

Las exequias del P. Jaime se efectuaron en Medellín con asistencia de un nutri-do número de sacerdotes y fieles.

Las autor idades que tienen a su cargo la in-vestigación dijeron re-cientemente que hay tres

capturados a quienes sindican del doloroso crimen.

VIDA DIOCESANA hace llegar su voz de condolencia a los Misioneros Javerianos de Yarumal.

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��AÑO PAULINO

PABLO y LA MUJERLa misoginia o el desprecio por la mujer y todo lo

que a ella se refiera, es una de las acusaciones más frecuentes y airadas contra el Apóstol Pablo; máxime en esta época de reivindicaciones feministas que tiene necesidad de supuestos testimonios para declarar el cristianismo como irremediablemente antifeminista. Quienes así piensan, se basan en algunas afirmaciones entresacadas aisladamente de los escritos del Apóstol. Este artículo, basado en ensayos de algunos escrituris-tas, pretende mostrar el contexto histórico-cultural en el cual Pablo hizo tales afirmaciones 1.

1. La importancia de la mujer en su ministerio: En la Carta a los Romanos, cuando al final se despide (Rom. 16), Pablo saluda a treinta personas, de las cuales diez son mujeres; y a todas se dirige con palabras, no sólo de admiración, sino con calificativos propios de varones dedicados a la evangelización. A Febe la llama “diácono” –no diaconisa- como se llama a sí mismo (Col. 1,23) y a Timoteo (1Ts. 3,2); además les dice a los romanos que se pongan a disposición de ella; es decir, Pablo delega su autoridad apostólica sobre la comunidad, en una mujer. A Prisca, mencionada antes que su marido Áquila, la llama “colaboradora”, como a Timoteo, Silas y Silvano (Rom. 16,21). De María dice que “trabajó mucho”. El verbo utilizado, trabajar, en griego ( ), es el mismo que utiliza Pablo para hablar de la evangelización. Por lo tanto, se puede decir que el trabajo de María en la comunidad no era cualquier actividad “menor” en la comunidad. En este mismo sentido se refiere Pablo a otras mujeres como Junia, Trifena, Trifosa, Evodia y Síntique (Flp. 4,2-3), Apfia “la hermana” (Flm). La mujer es, pues, para Pablo: Diácono, trabajadora, colaboradora, hermana, apóstol, títulos propios del ministerio de la evangelización, comunes a hombres y mujeres.

2. ¿Hombre y mujer, iguales?: En Gal. 3,28 dice Pablo: “En Cristo ya no hay griego ni judío; esclavo ni hombre libre; varón ni mujer”. Estas palabras son realmente revolucionarias. Los judíos, al levantarse, rezan a Dios: “Señor, te doy gracias porque no me hiciste nacer esclavo, ni pagano, ni mujer”. Pablo considera que ser mujer no es, ni puede ser una categoría humana despreciable, pues ella tiene los mismos derechos y la misma dignidad que el varón. En Cristo, como cristianos y creyentes, tanto el varón como la mujer son destinatarios de la misma promesa y reciben los mismos bienes de la libertad salvadora.

3. Pablo y el matrimonio: En 1Cor. 7,25-28 Pablo habla de los problemas del matrimonio, de las afugias que implica casarse; por eso, dice: es preferible no casarse; o mejor, es mejor casarse que abrasarse; aunque no hay mandato de Jesús. ¿Da Pablo una re-

al 36 podemos comprender mejor el pensamiento de Pablo. Tanto podían hablar las mujeres, según Pablo, que en 1Cor. 11, 3-10 ordena a la mujer que si ora o profetiza, lo haga con un velo; esto es una novedad cristiana para la mentalidad judía que considera que en la sinagoga no cuenta la mujer más que para escuchar, en el fondo del salón, para no molestar a los hombres. Que una mujer pueda hablar en público, orar en la sinagoga o predicar en la comunidad, es una verdadera revolución

5. ¿Y el velo? En la mentalidad judía el cabello de la mujer es considerado “provocativo” y caracterizaba a las prostitutas (cf. Nm. 5,18; Lc. 7,38). Por tanto, lo que hace Pablo, al ordenar el velo a las mujeres a la hora de profetizar u orar, es no herir la cultura judía.

6. En conclusión: Un texto que refleja en mucho la mentalidad paulina sobre la igualdad del hombre y la mujer lo encontramos en 1Cor. 11,11-12: “ni la mujer sin el hombre, ni el hombre sin la mujer, en el Señor. Porque si la mujer procede del hombre, el hombre nace de la mujer; y todo procede de Dios”.

1 Entre las diversas referencias acerca de este tema, puede consultarse, especialmente: ÁLVAREZ Valdés, Ariel. ¿Qué sabemos de la Biblia? Centro Carismático Minuto de Dios. Colección Espíritu y Vida IV. Santafé de Bogotá (s/a). 141 pgs.

comendación para todos los varones que se pregun-tan sobre el matrimonio? No. Pablo da una respuesta a los ministros de la comunidad, a “diáconos, apósto-les y profetas”, a jóvenes de ambos sexos que están dedicados al trabajo de la evangelización, a quienes recomienda el celibato como una disponibilidad total al servicio del evangelio. Pero si se abrasan, es de-cir, se llenan como de brasas, de fuego, de ímpetu, de pasión, pues cásense, que esto no desagrada al Señor. Notemos que lo que Pablo dice es “abrasarse” (de brasa), no “abrazarse” (de brazo).

4. ¿La mujer, que se calle y se mantenga sumisa? (1Cor. 14,33-36): En este texto Pablo habla del don de profecía y aconseja que en las reuniones no ha-blen solamente algunos, sino que todos tengan la oportunidad de tomar la palabra (v. 33), pues algu-nos monopolizan la predicación y no dejan que otros hablen. Luego aparecen los versículos 34 y 35 que prohíben hablar a las mujeres. Luego aparece el v. 36 que dice: “¿Acaso ustedes son los únicos que han recibido la Palabra de Dios?”. Como se ve, los vers. 34 y 35 son un añadido posterior que no refleja la doctrina de Pablo. Según exégetas, estos versículos fueron adicionados en una época en la que algunas predicadoras, poco instruidas, desorientaban a la comunidad. Al leer el v. 33 y pasar directamente

Por: Mons. Darío Gómez ZuluagaVicario Episcopal de Administración