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    RECUERDOS SOBRELA REBELIN DE CARACAS

    Jos Domingo Daz

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    Claves Polticas de Amrica es una coleccin

    creada por la Biblioteca Ayacucho con elpropsito de mostrar lo ms significativo de lahistoria de los movimientos y procesos polticosocurridos en nuestro continente. Aborda sumateria a partir del pensamiento de losliderazgos histricos, de los nombres ymovimientos colectivos en torno a los cuales seforjaron procesos importantes en sus pases de

    origen, pero que deben ser entendidos comoconjunto dentro de la historia poltica y sociallatinoamericana y caribea. La coleccin giraentonces alrededor de procesos conparticipacin popular, la figura de estadistas,polticos y jefes de Estado, su pensamiento,documentos y todo material que garantice laconformacin de una imagen lo ms plena yobjetiva posible. Recorre el siglo XIX, a partir

    del momento en que se consolidan lasnacionalidades, y luego el siglo XX. En laseleccin de los materiales se tendr, comosiempre, el criterio ms amplio y cientfico, todavez que no se busca privilegiar un solo tipo depensamiento sino mostrar la diversidad detendencias.

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    RECUERDOS SOBRELA REBELIN DE CARACAS

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    RECUERDOS SOBRE

    LA REBELIN DE CARACAS

    MARIANELA TOVAR NEZPrlogo

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    Jos Domingo Daz

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    Fundacin Biblioteca Ayacucho, 2012Derechos exclusivos de esta edicinColeccin Claves Polticas de Amrica, N 9Hecho Depsito de LeyDepsito legalISBN 978-980-276-509-6Apartado Postal 14413Caracas 1010 - Venezuelawww.bibliotecayacucho.gob.ve

    Correccin: Silvia Dioverti y Nora Lpez

    Concepto grfico de coleccin: DIGITALSPOT C.A.

    Impreso en Venezuela/Printed in Venezuela

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    BIBLIOTECA AYACUCHO IX

    PRLOGO

    EN BUSCA DEL PARASO PERDIDO:LA VIVENCIA DE JOS DOMINGO DAZDE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA EN VENEZUELA

    Yo no he seguido el partido espaol por rutina,inters o por esperanzas, sino por convencimiento.

    Jos Domingo Daz

    I

    UNA SILUETA

    Jos Domingo Daz es uno de esos personajes cuya vida no puede ser reducida

    a su labor en un determinado mbito: fue un gran mdico, un acucioso inves-

    tigador, copioso periodista, eficiente funcionario, vigoroso propagandista de

    la causa realista y uno de los primeros historiadores del proceso de indepen-

    dencia. Sin embargo, y a pesar de haberse destacado en todas estas actividades,fue hombre de una sola pieza. Se mantuvo fiel a sus convicciones monrquicas

    aun despus de terminada la guerra de independencia en Venezuela.

    Naci en Caracas los primeros das del mes de agosto del ao 1772 y fue

    registrado como expsito en el libro de bautismos de blancos de la iglesia La

    Candelaria1. Fue adoptado por los hermanos sacerdotes Domingo y Antonio

    Daz Argote, de quienes toma el apellido. Segn un rumor difundido por sus

    contemporneos a travs de la Gaceta de Caracas, era hijo de un curandero

    pardo de nombre Juan Jos Castro, alias Juancho Castro:

    1.En la ciudad de Caracas en doce de Agosto de mil setecientos setenta y dos aos yo el infraescritocura teniente de esta S.Y.P de N. S. De Candelaria Bautise solemnemente, puse oleo y crhisma y dibendicin Jphe Domingo Parbulo exposito, el dia tres del corriente lo hallaron, fue su padrinoLorenzo Gonsalez de esta feligrecia a quien advierte el parentesco espiritual y obligaciones y paraque conste lo firmo. Christobal Peraza, Archivo Arquidiocesano de Caracas,Libros Parroquialesiglesia La Candelaria, tomo 2dode bautismos, blancos, del 4-7-1767 hasta el 20-10-1790, f. 57-57

    vto. Informacin encontrada inicialmente en Fuentes bibliogrficas para una biografa del doctorJos Domingo Daz, Ins Malav de Querales, Caracas, Universidad Central de Venezuela, Facultadde Ciencias Econmicas y Sociales, 1966, p. 34, trabajo de ascenso.

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    X RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    haba en esta ciudad un curandero pardo de orgen, llamado Juancho Castro,que tubo un ayuntamiento criminal ilextimo con una mujer blanca, y estafu la causa de que viese la luz nuestro escritor. Por los manejos de su padre,le recibieron para tener cuidado de su crianza y educacin, en la familia de los

    cannigos Daz Argote, de la que ha tomado el apellido, y asi es que se llamaindebidamente Daz Argote, debindosele apellidar Castro2.

    En el ao 1814, otro texto en la Gaceta de Caracaspublicado mientras

    Daz estaba en Curazao lo representa, sin decir su nombre, como macilento,

    cara aplomada, ojos azules, el todo de su fisonoma anuncia un alma perversa

    y un carcter doble y reservado3. Descripcin que, al igual que muchos re-

    tratos cuyo propsito es descalificar al enemigo, deduce de la configuracin

    fsica tipologas sobre la personalidad.

    Por ltimo, tenemos el retrato sorprendentemente ecunime elaborado

    por Juan Vicente Gonzlez medio siglo despus: Era alto y flaco, de rostro

    largo y enjuto, huesudo, de ojos verdosos, inquieto, de una actividad tur-

    bulenta y febril. Posea tambin cualidades incontestables: la sobriedad, un

    amor al trabajo infatigable, excesivo4.

    Jos Domingo Daz logra entrar a la Real y Pontificia Universidad de Ca-

    racas, posiblemente debido a la influencia de los Daz Argote5. Estudia latn,en 1785 inicia estudios en filosofa aristotlica y luego en 1788 los estudios en

    medicina6. En 1794 se licencia como mdico, luego de obtener una dispensa

    2.Artculo comunicado, Gaceta de Caracas(Caracas), N 18(25 de noviembre de 1813). Vase:Gaceta de Caracas, Caracas, Academia Nacional de la Historia (Col. Bicentenario de Simn Bolvar),1983-1986, 10 v. Juan Vicente Gonzlez seala que cuando Jos Domingo Daz era intendente dePuerto Rico apareci la siguiente estrofa: Viva el luminoso astro, / de Puerto Rico el valiente; / que

    viva nuestro intendente, / el hijo de Juancho Castro. Vase: Juan Vicente Gonzlez, Biografa deJos Flix Ribas. Primer teniente de Bolvar en 1813 y 1814 (poca de la Guerra a Muerte), Madrid, Edi-torial Amrica (Biblioteca Ayacucho, 24), 1918, p. 234. Esta biografa fue publicada semanalmenteen la Revista Literariadurante 1865 y se edit como libro por primera vez en 1891 (Caracas, Tip.de la Empresa Guttenberg). Por supuesto, hay que tener en cuenta que la intencin detrs de estaversin sobre el verdadero padre de Jos Domingo Daz es atacarlo con las armas ms dolorosasde la poca: el origen y la calidad.3. Chaleen, Carta dirigida desde Curazao, por un amigo a otro de esta ciudad, Gaceta de Caracas(Caracas), N 66 (12 de mayo de 1814). Vase: Gaceta de Caracas[en 10 v.].4.J.V. Gonzlez, op. cit., p. 234-235.

    5. I. Malav de Querales, op. cit., p. 48.6.Fueron pocos los estudiantes en el ao 1789 matriculados para estudiar medicina: Jos DomingoRus, Jos Antonio Montenegro, Miguel de Sosa, Jos Luis Cabrera, Francisco Morales, Francisco

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    BIBLIOTECA AYACUCHO XI

    especial de la Corona y presentar el examen del Tribunal del Protomedicato

    para poder ejercer la profesin. Un ao despus se grada como doctor en

    Medicina en la Universidad de Caracas. Sigue una ascendente carrera dentro

    de la academia que lo lleva a ser miembro de su claustro.

    Adems, este dedicado estudiante haba aprendido ingls y francs, co-noca sobre msica y estaba familiarizado con los clsicos7. Su inters por la

    literatura lo llev no solo a participar en las tertulias literarias de los herma-

    nos Ustriz, sino tambin a escribir varios poemas y dos dramas, Ins y el

    Monlogo en la muerte de Luis XVI8. Vicente Salias no perdi la oportunidad

    para ironizar sobre las diversas destrezas de Daz y la calidad de su obra lite-

    raria en el poema Medicomaquia:

    No son particularesmis talentos en literatura?No he compuesto tragedias,epigramas, sonetos y comedias?Mi tragedia de Ins no es de hermosurasin igual en la lengua castellana?Y mi Luis XVI?9.

    Comentario que demuestra que la incipiente obra literaria de este prol-

    fico doctor era ya conocida a principios del siglo XIX. Sin embargo, su habili-

    dad en el manejo de la pluma y sus cualidades como escritor se harn patentes

    muchos aos despus en su trabajo periodstico, pero, sobre todo, en el libro

    Recuerdos sobre la rebelin de Caracas10.

    Javier Blanco y el propio Jos Domingo Daz. Vase: Ildefonso Leal, Historia de la Universidad de

    Caracas (1721-1827), Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1963, pp. 217-218.7.Toms Straka, La voz de los vencidos. Ideas del partido realista de Caracas, 1810-1821, 2 ed., Cara-cas, Bid & Co. Editor / Universidad Catlica Andrs Bello, 2007, p. 34.8.No se sabe las fechas de realizacin de estas dos obras. Segn el investigador Carlos Salas, Ins fueestrenada en 1819. Vase: Carlos Salas, Historia del teatro en Caracas, Caracas, Concejo Municipaldel Distrito Federal, 1967, p. 368.9.Citado porJ.V. Gonzlez, op. cit., p. 237.10.Jos Mara Daz, quien fue probablemente su hijo, tambin tena una gran vocacin literaria. Fueun polmico poeta y dramaturgo espaol de mediados del siglo XIX. Vase: Jos Luis Gonzlez Su-bas, Acerca de la paternidad del doctor Jos Domingo Daz sobre el dramaturgo romntico espaol

    Jos Mara Daz,Actas del XV Congreso de la Asociacin Internacional de Hispanistas,Beatriz Maris-cal y Blanca Lpez de Mariscal; edits., Mxico, Fondo de Cultura Econmica / Asociacin Interna-cional de Hispanistas / Tecnolgico de Monterrey / Colegio de Mxico, 2007,v. 3, pp. 203-211.

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    XII RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    PRIMER MDICO DE CARACAS

    Jos Domingo Daz es conocido por haber sido un prominente intelectual al

    servicio de la causa realista. Esta faceta de su vida ha tendido a oscurecer su

    sobresaliente desempeo como mdico; de hecho, su labor en esta rea fuede tal importancia que ha pasado a formar parte de la historia de la medicina

    en nuestro pas.

    Juan Vicente Gonzlez no se haba equivocado en su valoracin de la

    relacin de Daz con su trabajo: se entregaba apasionadamente. En 1795 llegaa ser mdico nico de la Casa de Misericordia; en 1797 es nombrado mdico

    interino del Real Hospital de San Pablo, del Militar y de San Lzaro; ese mis-

    mo ao es nombrado el primer mdico de los hospitales de campaa antela inminente invasin de los ingleses; en 1800 es fiscal del protomedicato;

    en 1802 figura como mdico del Hospital de Caridad y de la poblacin de El

    Valle; y, en 1803, es nombrado mdico del Hospital Militar. Este sinfn de

    responsabilidades no da debida cuenta de sus actividades vinculadas a la

    funcin social de su profesin, tales como su papel en la conformacin de un

    hospicio para mujeres desvalidas en la parroquia La Candelaria11. Desde que

    inicia su prctica mdica, se consagra al estudio de las enfermedades conta-

    giosas y ensaya un tratamiento contra la lepra en el Hospital de San Lzaro.Fue el galeno que inici el estudio cientfico de esta enfermedad en nuestro

    pas, asevera Julio Barroeta Lara12.

    Fue el primer mdico de ciudad que tuvo Venezuela. Nombrado en 1802,desempe el cargo hasta 1808, fecha en que fue destituido. Entre muchas de

    sus funciones se encontraban: visitar a los enfermos pobres de solemnidad,

    atender a los pacientes de la Casa de Misericordia, el acondicionamiento de

    los degredos, realizar las estadsticas de las dolencias ms comunes y proponerla forma de combatirlas, elaborar las estrategias para mejorar la s alubridad

    pblica y entregar cada tres meses un informe sobre el estado de la salud en

    Caracas13.

    11.Argenis Gmez Prez, Jos Domingo Daz: mdico de ciudad (1804-1806),Ensayos Histricos.Anuario del Instituto de Estudios Hispanoamericanos(Caracas), N 18 (2006), p. 146.12.Julio Barroeta Lara, Una tribuna para los godos. El periodismo contrarrevolucionario de Miguel

    Jos Sanz y Jos Domingo Daz, Caracas, Academia Nacional de la Historia (Col. Estudios, mono-grafas y ensayos, 90), 1987, 180 p.13.I. Malav de Querales, op. cit., pp. 104-105.

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    BIBLIOTECA AYACUCHO XIII

    Las habilidades del mdico de ciudad se pusieron a prueba cuando seprodujo uno de los tantos brotes de fiebre amarilla en Caracas14. El doctorDaz se dedic a estudiarla y luego de realizar una evaluacin general diseun plan de accin para combatirla. Como resultado de sus estudios no solo

    lleg a conocer la obra de Benjamn Rush sobre esta enfermedad, Relacin dela calentura biliosa remitente amarilla que se manifest en Filadelfia en 1793,sino que realiz su traduccin al espaol15.

    Jos Domingo Daz no se limit a estudiar la fiebre amarilla, estaba alda con la literatura cientfica y las investigaciones sobre las enfermedadescontagiosas, entre ellas la viruela que azotaba peridicamente a los habitan-tes de Caracas. Debido a la calidad y a su capacidad de trabajo, tambin fue

    elegido, el 23 de abril de 1804, secretario de la Junta Central de Vacuna (1804-1808)16. Fue una figura muy activa en la Junta, elabor una campaa a favorde la vacunacin, organiz los hospitales, tom las medidas de contencin,realiz estadsticas y escribi un conjunto de textos, memorias e informessobre la viruela y su vacuna17.

    14.Entre 1798 y 1802 se produjo una epidemia de fiebre amarilla que azot de manera recurrentea los habitantes de la costa central de la provincia de Caracas, especficamente la ciudad de Cara-

    cas, el puerto de La Guaira y Puerto Cabello. Vase: Mike Aguiar Fagndez, La fiebre amarilla enla provincia de Caracas, Ensayos Histricos. Anuario del Instituto de Estudios Hispanoamericanos(Caracas), N 12 (2000), pp. 81-92.15.Traduccin publicada por la Imprenta Real en 1804. Segn Susana Ramrez Martn, durantegran parte del siglo XIX esta traduccin fue injustamente atribuida a Ignacio Mara Ruiz de Luzuria-ga. Adems, Daz escribi varios informes y documentos, la mayora, parte de sus obligaciones comomdico de la ciudad: dos volmenes de Memorias sobre las enfermedades endmicas del pas(1803-1804, no han sido encontradas); Informe al gobernador y capitn general don Manuel de Guevara yVasconcelos referente al mtodo curativo de la fiebre amarilla (27 de abril de 1802); Opinin sobre elproyecto de extincin de la viruela presentado por el protomdico Tamariz al gobernador y capitn

    general Vasconcelos (19 de mayo de 1802); Informe al gobernador y capitn general don Manuelde Guevara y Vasconcelos sobre fiebre amarilla, particularmente sobre los medios de combatirlay prevenirla en Caracas (19 de enero de 1803); Informe sobre los cementerios; Informe sobre elaislamiento de leprosos y seca de cinagas; Tablas necrolgicas de Caracas y de diez y seis pueblosy ciudades de la Provincia (1803 y 1804). Vanse: Susana Mara Ramrez Martn, Jos DomingoDaz, un mdico venezolano al servicio de la causa realista,200 aos de Iberoamrica (1810-2010).Congreso Internacional. Actas del XIV Encuentro de Latinoamericanistas Espaoles. Santiago de Com-postela 15-18 de septiembre de 2010, Eduardo Rey Tristn y Patricia Calvo Gonzlez; edits., Santiagode Compostela, Universidad de Santiago de Compostela, 2010, 3156 p., 1 DC.16.Su nombramiento se produce aproximadamente un mes despus de la llegada a Puerto Cabello, el

    20 de marzo de 1804, de la Real Expedicin Filantrpica de la Vacuna dirigida por el doctor y botnicoFrancisco Xavier de Balmis. La Junta Central de Vacuna es uno de los productos de esta expedicin.17. Algunos de los textos son: Historia de las epidemias de los pueblos de Aragua (1804), junto a

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    XIV RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    En 1805, mientras era secretario de la Junta Central de Vacuna y mdico

    de la ciudad, el gobierno le encarg que elaborara las estadsticas de la pro-

    vincia de Caracas y a su disposicin estuvieron para ello todos los archivos

    de un siglo18. De esta manera se fue familiarizando con toda la informacin

    necesaria sobre la situacin geogrfica, demogrfica, econmica y sanitaria

    de esta provincia.

    En 1808 viaja a Madrid, all se casa con Mara Teresa de la Torre19. Un

    ao despus sale hacia Sevilla para escapar de la invasin de Bonaparte. A

    finales de 1809, la Junta Central y Gubernativa del Reino le otorga el ttulo

    de Ministro Honorario de la Real Hacienda y obtiene el cargo de Inspector

    Contralor General de Hospitales de Caracas. Sin embargo, esta ascendente

    carrera mdica y administrativa va a ser suspendida por el proceso de inde-pendencia que se inicia el 19 de abril de 1810.

    VUELTA A LA PATRIA

    El doctor Daz regresa a Caracas a bordo de la goleta La Favorita y llega a

    La Guaira el 26 de abril de 1810, siete das despus de los acontecimientos

    Ignacio de Campbell y Santiago Limardo; Sobre vacunas (12 de mayo de 1804); Informe sobre elestado y progresos de la vacunacin en el pas, la serie de sus operaciones y los tiles descubrimien-tos de don Carlos del Pozo (19 de octubre de 1805), con Vicente Salias; Memoria sobre los mediospreservativos de la infeccin variolosa en los sepulcros virulentos (febrero de 1805); Clculo delas personas que habran muerto de viruela si no hubiesen recibido el beneficio de la vacuna (5 dediciembre de 1805 y ledo ante a la Junta Central de Vacuna el 1 de febrero de 1806); e Informe sobrelas actividades de la Junta Central de Vacuna desde octubre de 1805 hasta marzo de 1808, sobre elestado, decadencia y progresos de la conservacin y propagacin del fluido vacuno en la capital y en

    la Provincia y sobre los fenmenos que en dicho espacio de tiempo se han observado nuevamenteo confirmado lo ya observado (21 de marzo de 1808). Vanse: Ricardo Archila, El mdico JosDomingo Daz contemplado por otro mdico en el ao sesenta del siglo XX, Boletn de la AcademiaNacional de la Historia(Caracas), N 210 (1970), p. 212, y su libro Historia de la medicina en Vene-zuela. poca colonial, Caracas, Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, 1961, p. 282.18.Jos Domingo Daz, Recuerdos sobre la rebelin de Caracas, p. 4 de la presente edicin (a partir deeste momento las pginas citadas se indicarn en el texto). Ese mismo ao de 1805, el doctor Dazdirigi al rey de Espaa la primera de varias representaciones para obtener algunos cargos en la corteo dentro del aparato administrativo, relacionados con sus conocimientos mdicos.19.Parece ser su segundo matrimonio, quiz se cas por primera vez entre 1805 y 1806. Segn

    Ricardo Archila, su esposa se llamaba doa Concepcin Roldn. Hay muy poca informacin sobreesta unin, adems de la encontrada por I. Malav de Querales,op. cit., p. 70 y por R. Archila,Historiade la medicina, p. 204.

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    BIBLIOTECA AYACUCHO XV

    que sern conocidos como la Revolucin de Caracas. Grande fue su disgus-

    to al ver el nuevo movimiento poltico que se estaba desarrollando en esta

    provincia: Yo no tengo un idioma con qu expresar debidamente el asombro

    que me excit la noticia. El estupor que causa un terremoto no me parece

    comparable20.

    Era mucho lo que le deba al rgimen monrquico y a una sociedad

    que le haba abierto las puertas. Poco pareca ser lo que poda esperar de

    los mantuanos comprometidos con los eventos del 19 de abril de 1810. As,

    aparentemente, lo confirmaban los hechos: el cargo de Inspector Contralor

    General de los Hospitales de Caracas no le fue reconocido como era de es-

    perarse por la Junta Suprema de Caracas.

    Sin embargo, segn relata Daz con posterioridad, no se queda impasibleante esta nueva realidad, no solo rechaza el ofrecimiento de la secretara del

    Congreso que le han hecho las nuevas autoridades21, sino que aparentemente

    se involucra en las actividades subversivas encabezadas por los hermanos

    Gonzlez de Linares dirigidas a remover a la Junta de Caracas. Los conspira-

    dores le encargan todo lo relacionado con la propaganda, iniciando, de esta

    manera, su fructfera y prolongada labor en este campo. A pesar de que la

    confabulacin fue delatada y muchos de sus integrantes fueron encarcelados,Daz logr salir inclume debido a la oportuna decisin de no entrar a una

    ltima reunin que estaba siendo vigilada. Luego de este fracasado intento de

    restaurar el orden, el conocido doctor se dedica, por un ao, a la inofensiva

    labor de llevar adelante un peridico semanal de nuevo tipo22.

    PERIODISTA CIENTFICO: SEMANARIO DE CARACAS

    El 4 de noviembre de 1810 aparece el Semanario de Caracas, primer peri-

    dico fruto de la iniciativa privada que surgi en Venezuela. El doctor Jos

    20.Vase en esta edicin la p. 19.21. Jess Ral Navarro Garca, Puerto Rico a la sombra de la independencia continental (Fronterasideolgicas y polticas en el Caribe, 1815-1840) [En lnea], San Juan, Centro de Estudios Avanzadosde Puerto Rico y el Caribe / CSIC, 1999, , [con-sultada: 30 de enero de 2012].

    22.Daz afirma que fue acusado en el ao 1812 de estar involucrado en las deserciones del batallndel Tuy. Francisco de Miranda pidi que lo fusilaran, pero se salv por la mediacin de FranciscoEspejo.

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    XVI RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    Domingo Daz y el abogado Miguel Jos Sanz sern sus redactores hasta su

    desaparicin, el 21 de julio de 1811.

    El Semanarioera ms bien conservador y, muy alejado de defender

    cualquier posibilidad de revolucin social al estilo francs, no se caracteriz

    precisamente por haber tenido posiciones republicanas radicales en este agi-

    tado perodo23. Su postura moderada queda clara desde el nmero inaugural

    publicado el 4 de noviembre de 1810. El texto que sirve de presentacin dice:

    El Semanarioser libre; pero lo ser como debe ser, amando y respetando la

    ley, y obedeciendo a sus executores: l ser libre con dignidad24. En el artculo

    que inicia la seccin poltica de esta publicacin escrito quiz por Miguel

    Jos Sanz se afirma que la libertad del hombre est en su sujecin a las leyes,

    asimismo no puede existir patria sin leyes: Solo el pueblo que es libre comodebe serlo, puede tenerpatriotismo. No es el suelo en que por primera vez se

    vio la luz del da lo que constituye la patria; son las leyes sabias, el orden que

    nace de ellas, y el cmulo de circunstancias que se unen para elevar al hom-

    bre a la cumbre de la felicidad25. Sin embargo, para que reine la felicidad en

    la sociedad, las leyes deben ser reconocidas y amadas por todos; el papel de

    publicaciones como el Semanarioes fundamental para hacerlas conocer y

    despertar inters en ellas.Jos DomingoDaz se dedica, mayormente, a redactar los textos que

    forman parte de la seccin de estadsticas, comercio y agricultura. En ningu-

    no de estos escritos expone sus opiniones sobre lo sucedido en el mes de

    abril, en ellos se dedica, ms bien, a desarrollar sus ideas sobre la situacin

    econmica de estos territorios, la importancia que tiene el conocimiento y

    la inteligente explotacin de sus recursos, el valor de la agricultura, la com-

    prensin de las particularidades de su poblacin y la necesidad de llevar una

    buena administracin.

    En sus escritos muestra datos sobre la geografa de la provincia de Ca-

    racas, da estadsticas sobre su poblacin y ofrece informacin relacionada

    23.Era la tribuna de los godos, segn apreciacin de J. Barroeta Lara. Ver su libro,Una tribuna paralos godos24.[Presentacin],Semanario de Caracas(Caracas), N 1 (4 de noviembre de 1810), p. 1. Tambin

    en Semanario de Caracas, Pedro Jos Muoz; estud. prel., Caracas, Academia Nacional de la Histo-ria (Col. Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, 9), 1959.25. Poltica, ibid., p. 3 de la publicacin peridica.

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    BIBLIOTECA AYACUCHO XVII

    con la produccin y el mercado. Impresiona la calidad de sus ideas sobre

    las deficiencias en la explotacin de determinados productos, as como sus

    sealamientos sobre la necesidad de mejorar el comercio y la agricultura;

    probablemente sus aseveraciones estaban sustentadas en la informacin que

    obtuvo mientras fue encargado por el gobierno espaol de elaborar las esta-

    dsticas de la provincia de Caracas en el ao 180526.

    En algunos de los artculos del Semanariodeja colar su posicin po-

    ltica al sealar algunos asuntos que considera que merecen un examen. El

    primero que llama su atencin es el tema de la esclavitud; en la seccin Agri-

    cultura explica las causas del surgimiento del dominio y subordinacin en-

    tre los hombres, la aparicin de la esclavitud y la terrible forma y fuerza que

    adopta en Oriente; expone que, en cambio, en Europa, y especialmente enEspaa, se promulgaron leyes que protegan a los esclavos. Daz concluye que:

    El esclavo en Venezuela, protegido como est, por leyes llenas de beneficien-

    cia y justicia, y gobernados por amos que las obedecen, vive en un estado que

    puede llamarse feliz27.

    Hay otro problema que le preocupa y que desarrolla en la seccin Esta-

    dstica: la caresta y escasez del ganado vacuno. En varios artculos cuestiona

    la manera como el gobierno ha enfrentado este problema, la necesidad deponer lmites al uso que hacen los grandes propietarios de sus posesiones y

    castigar el contrabando con los extranjeros28. En el ltimo nmero de esta

    publicacin manifiesta su preocupacin por la calidad de la enseanza en la

    Real y Pontificia Universidad de Caracas, especialmente por la situacin de

    los estudios de medicina29.

    Sin embargo, en ninguno de sus textos hace referencia a los cambios

    que se estn produciendo en el ao 1811. Pareciera que mientras estuvo en el

    Semanario, Daz hubiera preferido mantenerse a distancia de los agitados

    26. Julio Barroeta Lara y Rafael MonroyZapata (Aproximacin primera a Jos Domingo Daz. Sulabor en el Semanario de Caracas, 1810-1811, Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1978, tra-bajo de ascenso) consideran que Jos Domingo Daz es el fundador del periodismo de divulgacincientfica en Venezuela.27.J.D. Daz, Agricultura. Sobre la esclavitud, Semanario de Caracas(Caracas), N 10 (6 de enerode 1810), p. 80.

    28.Vanse: idem, Estadstica, Semanario de Caracas(Caracas), Nos15, 16, 17 y 18 (1811).29.Vase: idem, Estadstica, Semanario de Caracas(Caracas), N 30 (21 de julio de 1811), pp.4-6.

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    XVIII RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    acontecimientos (por lo menos en apariencia), como si estuviera esperandoque las cosas volviesen a su lugar.

    La cada de la Primera Repblica, el 30 de julio de 1812, signific el retor-no al anhelado orden. Domingo Monteverde nombra a Daz inspector de los

    hospitales y director de la Gaceta de Caracas, as como tambin le encarga laSecretara de la Intendencia, cargos que ocupa fugazmente debido a que se veobligado a salir hacia Curazao el 3 de agosto de 1813, das antes de la entradade Simn Bolvar a Caracas.

    Todo el proceso iniciado el 19 de abril y que tiene una consumacintransitoria con el triunfo de la Campaa Admirable, induce al doctor Daz adedicarse a la lucha en el terreno de las ideas. De all en adelante su actividad

    intelectual comenzar a dar un gran viraje; la contienda por el poder polticoy militar entre las fuerzas insurgentes y las leales a la monarqua ir ocupandode manera creciente su atencin hasta llegar al punto en que gran parte de susenergas las consagrar a ser el ms consecuente y vehemente propagandistade la causa realista.

    PERIODISTA DE GUERRA: GACETA DE CARACAS

    La actividad de Jos Domingo Daz al frente de la Gaceta de Caracas se divideen dos etapas: la primera, que dura solo seis meses, va desde octubre de 1812hasta abril de 1813; la segunda etapa, la ms extensa, va desde septiembre de1814 hasta enero de 182130. Es durante la primera fase que Daz se inicia enuna modalidad diferente de periodismo, muy dismil a su labor en el Sema-nario de Caracas.Dejar atrs sus disertaciones sobre el ail, sus textos sobreel comercio de los productos venezolanos y sus informes estadsticos, para

    introducirse en el terreno de la opinin poltica.

    30.La Gaceta de Caracases un peridico que pas por varias etapas y cambi alternativamente demanos de realistas y republicanos durante la guerra. Manuel Prez Vila ha dividido las etapas de estapublicacin de la siguiente manera: desde el 24 de octubre de 1808 hasta el 15 de abril de 1810 (vo-cero de las autoridades realistas de la Capitana General de Venezuela); desde el 27 de abril de 1810hasta junio de 1812 (vocero de los patriotas venezolanos, Primera Repblica); desde el 4 de octubrede 1812 hasta mediados de 1813 (vocero de la causa realista); desde el 26 de agosto de 1813 hastafinales de junio de 1814 (vocero de los patriotas. Segunda Repblica); desde julio-agosto de 1814hasta el 9 de mayo de 1821 (vocero de los realistas); un breve intervalo entre el 17 y 24 de mayo de

    1821 (vocero republicano); desde el 30 de mayo a mediados de junio de 1821 (vocero realista) ydesde julio de 1821 hasta el 3 de enero de 1822 (vocero de los republicanos). Para mayores detallesvase: Manuel Prez Vila, Estudio preliminar, Gaceta de Caracas, v. 2, pp. XI-LVIII.

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    BIBLIOTECA AYACUCHO XIX

    No obstante, ser durante su estancia en Curazao que sus escritos se

    orientarn hacia la propaganda, as lo demuestra su incesante actividad pu-

    blicitaria durante los trece meses que dur su permanencia en la isla. All

    adiestrar su inflamada pluma y se iniciar como escritor de varias cartas que

    cumplirn la funcin de libelos dirigidos a los insurrectos.

    El 19 de septiembre de 1814, el doctor Daz regresa con su familia a Ca-

    racas luego de un accidentado viaje. Sus impresiones son las de una ciudad

    devastada, ms que por los efectos del terremoto por la accin de los patrio-

    tas: Un ao de los furores del Brbarohaba completado la destruccin31.

    Le son entregados valiosos archivos que estaban en manos de los patriotas y

    en los que supuestamente se encontraran sus verdaderos designios. Adems,

    retoma sin dilacin su labor como redactor de la Gaceta de Caracasconscien-te, como estaba, de la importancia de este frente de lucha.

    Este segundo perodo va a ser el ms fructfero y efectivo en su trabajo

    como propagandista. No obstante, sus actividades no se circunscribieron a

    la Gaceta, tambin estuvo ocupado en la elaboracin de textos oficiales,

    traducciones, y adems fue nombrado por el general Morillo secretario de

    la Junta Central de la Vacuna 1815, miembro de la Junta Superior de Sani-

    dad 1817, inspector de todos los hospitales militares 1818 y secretariocon voto de la Junta de Pacificacin 1820 en cuyo cargo perfeccion si

    cabe an ms su capacidad como periodista al redactar los manifiestos de

    los generales en jefe32. Su entrega y renovada capacidad de trabajo fue re-

    conocida por el gobierno espaol con diversas distinciones, vale mencionar

    la investidura de Caballero de la Real Orden Americana Isabel la Catlica

    en 1816.

    Ninguna de las responsabilidades que Daz asumi durante este largo

    perodo tuvo una repercusin poltica semejante a su labor como redactor

    de la Gaceta, pues tena claro el gran valor de esta publicacincomo me-

    dio de comunicacin realista: peridico que en los muchos aos que estuvo

    exclusivamente a mi cargo sin el menor inters, no fue una compilacin de

    noticias, sino un medio de presentar al mundo el error y los principios de la

    rebelin de aquellos pases33.

    31. Vase en esta edicin la p. 161.32.J.R. Navarro Garca, Puerto Rico a la sombra de la independencia continental, p. 107.33.Vase en esta edicin la p. 38.

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    XX RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    En los textos que este incansable redactor publicar en la Gacetair

    desplegando el estilo, los recursos retricos y las tesis que lo van a identificar

    como uno de los ms importantes intelectuales realistas y que sern la base de

    su libro Recuerdos Su objetivo fundamental fue contrastar las bondades del

    sistema colonial y las virtudes de sus dirigentes, especialmente el rey Fernan-

    do VII, con los vicios del gobierno republicano y los defectos de sus lderes. La

    Gacetava a convertir a Bolvar en el principal enemigo del orden colonial,

    hacia l dirigir toda su artillera y su interminable carga de eptetos.

    A partir del 27 de junio de 1818, Daz enfrentar un nuevo reto con la

    aparicin de su contrario, el Correo del Orinoco,publicacin que es resultado

    de un proyecto largamente postergado y que cont con la pluma de persona-

    jes de la talla de Simn Bolvar, Juan Germn Roscio, Francisco Antonio Zea,Manuel Palacio Fajardo y Jos Rafael Revenga, entre otros. En este perodo,

    renovar sus ataques hacia el Libertador y en varios de sus nmeros va a se-

    guir haciendo uso poltico del gnero epistolar34.

    El ao 1919 es especialmente significativo en lo que se refiere a la pro-

    duccin de textos que tienen como objetivo contrarrestar la difusin del

    proyecto emancipador en Amrica y Europa. Jos Domingo Daz no solo

    tradujo del francs las Cartas al seor Abate de Pradt por un indgena de laAmrica del Sur35,escritas por Santiago Jonama y Bellsol un ao antes, sino

    que escribi elManifiesto de las provincias de Venezuela a todas las naciones

    civilizadas de Europa36,llamado manifiesto trilinge porque fue publica-

    do en espaol, francs e ingls.En este texto, fechado el 6 de abril de 1819,

    expone a todas las naciones civilizadas de la Europa (p. 1) la ilegitimidad

    del Congreso que por iniciativa de Bolvar se instal en Angostura; est sus-

    34.Mirla Alcibades, Historia y trayectoria de la Gaceta de Caracas, Cuadernos de Ilustracin yRomanticismo. Revista Digital del grupo de Estudios del siglo XVIII [En lnea] (Cdiz), N 16 (2010),p. 27, Nmero monogrfico: De peridicos y periodistas en Espaa e Hispanoamrica, de la Ilus-tracin al Trienio Liberal, , [consultada:30de enero de 2011].35.Lettres a M. labb de Pradt par un indigne de lAmerique du Sud, Paris, Chez Rodriguez, 1818,223 p.; Caracas, J. Gutirrez, 1819; Madrid, Imprenta de lvarez, 1820.36.Cartas al seor abate de Pradt por un indgena de la Amrica del Sur. Traducidas del francs al cas-tellano de orden del general en jefe del ejrcito expedicionario de la Costa Firme por don jos Domingo

    Daz, en Caracas, ao de 1819. Impreso el mismo ao en aquella ciudad, y seguido del Manifiesto quepresentaron al mundo los ayuntamientos, cabildos y diputaciones de las seis provincias de Venezuelapor la propia poca, Madrid, Imprenta de D. Len Amarita, 1929.

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    BIBLIOTECA AYACUCHO XXI

    crito por las representaciones, diputaciones y cabildos de cincuenta y siete

    ciudades, villas y pueblos ubicados a lo largo y ancho del territorio bajo el

    dominio realista.

    Jos Domingo Daz contina su trabajo como redactor de la Gaceta,

    pero a principios del mes de mayo 1820 llegan unas noticias que tendrn un

    gran impacto sobre su nimo y que se vern reflejadas inmediatamente en

    el contenido del peridico: la juramentacin de la Constitucin de Cdiz. El

    efecto que tuvo este acontecimiento en Daz lo dar a conocer aos despus

    en su libro RecuerdosAll expone que la verdadera razn de su renuncia

    al cargo de redactor de la Gaceta, el 31 de enero de 1821, es la indignacin

    que le produjo la juramentacin, un ao antes, de la nueva Constitucin y

    la reciente poltica adoptada por el gobierno espaol. Pensaba que no podaser ms inadecuado el lugar ni el momento para lo que l interpretaba como

    la desestabilizacin de un sistema formado durante trescientos aos: Una

    epidemia pestilencial no propaga tan rpidamente su mortal contagio, como

    aquella fatal Constitucin propag el que le era peculiar. Hizo desaparecer

    todos los principios del orden37. Sin embargo, esta decisin no significaba el

    fin de su labor propagandstica, era el inicio de una nueva etapa en su vida.

    LOS LTIMOS AOS EN VENEZUELA:ALEA IACTA EST

    La firma del armisticio entre Bolvar y Morillo a finales de 1820 y otra serie

    de indicios sealaban que los insurgentes republicanos saldran victorio-

    sos de la guerra. As parecan confirmarlo los ltimos movimientos de las

    tropas dirigidas por Jos Francisco Bermdez, que se estaban abriendo paso

    hasta Petare. Al escuchar esta noticia, el 13 de mayo de 1821, Jos Domingo

    Daz, quien haba criticado tanto a Bolvar por sus retiradas tcticas, huye y

    abandona a su familia, como l mismo dice: a la suerte, a su inocencia y a la

    37. Vase en esta edicin la p. 209. Tal como seala Ins Quintero; Daz, en su momento, se cuid deexpresar su verdadera opinin tanto de la juramentacin de la nueva constitucin espaola comoacerca de las instrucciones para entrar en comunicacin con Bolvar, debido, probablemente, a quecomo secretario de la Junta de Pacificacin tena que expresar la posicin oficial de la monarqua

    espaola. Vase: Monrquico por conviccin. Jos Domingo Daz y sus Recuerdos sobre la rebelinde Caracas. Estudio preliminar,Recuerdos sobre la rebelin de Caracas, Jos Domingo Daz, Caracas,Academia Nacional de la Historia (Col. Bicentenario de la Independencia), 2011, p. 46.

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    XXII RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    amistad de un anciano y respetable eclesistico que deba ocultarla38. En La

    Guaira organiza, junto al comandante ngel Laborde y al comandante Len

    Iturbe, todo lo relacionado con la emigracin de la poblacin de Caracas y

    La Guaira a Puerto Cabello39.

    Un mes despus, cuando la definitiva derrota militar del bando realista

    parece inminente, Daz decide volver a Caracas a buscar a su familia; para

    ese momento, ya Morillo haba firmado la orden de su traslado a Espaa.

    Despus de quemar en el patio de su casa importantes documentos, se dirige

    a La Guaira con las pocas pertenencias que haba logrado conservar. El 11 de

    julio parte rumbo a Puerto Rico, arriba a la isla el da 26 luego de una terrible

    travesa donde muere su hija de nueve aos. Permanece all poco tiempo,

    pues a los cuatro das vuelve a embarcarse hacia la ciudad de Cdiz.Llega a Madrid el 26 de septiembre, donde se entera de que ha sido nom-

    brado por Fernando VIIintendente de la Real Hacienda en Puerto Rico. Sin

    embargo, y a pesar de las circunstancias, Daz no abandonar sus planes para

    que la monarqua retome el poder en Venezuela. Aprovecha su estancia en la

    capital para reunirse con el secretario de Guerra, pero solo recibe una dbil

    respuesta. Incansable, y a pesar de las circunstancias, durante su estancia en

    esta ciudad publica suEptome de la vida poltica de don Andrs Level de Goda,Fiscal de la Hacienda Pblica en Venezuela40.

    El 26 de abril de 1822 se vuelve a embarcar en Cdiz y llega el 30 de mayo

    a Puerto Rico. El 5 de junio se encarga de la intendencia hasta que es relevado

    del cargo en el ao 1828. Consciente de la difcil situacin en la que se en-

    contraba esta isla se dedica a resolver los graves problemas administrativos,

    tarea que no le impide estar al tanto de los acontecimientos polticos que se

    estn desarrollando en su pas natal. Para el momento de su llegada, este te-

    rritorio se haba convertido en un sitio estratgico para la insurgencia realista,

    no solo por la afluencia de militares y burcratas desplazados de sus espacios

    de poder, sino por su ubicacin geogrfica: el proceso de independencia o de

    definicin de nuevas fronteras polticas en el entorno de Puerto Rico gener

    un desplazamiento de la administracin colonial del continente hacia la isla,

    38. Vase en esta edicin la p. 218.

    39.En 1828, ngel Laborde dirigir la escuadra espaola que intentar una invasin martimacontra Venezuela.40. Madrid, Eusebio lvarez, 1822.

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    BIBLIOTECA AYACUCHO XXIII

    con repercusiones claras y ntidas en la forma de entender la poltica bilate-

    ral con los territorios ya perdidos41.

    Entre 1826 y 1828 escribi y logr introducir en Venezuela, a travs del

    sistema de espionaje realista, un total de diez cartas y seis alocuciones que te-

    nan el objetivo de sealar los grandes problemas producidos por el dominio

    republicano, justificar la reintegracin del pas en ese momento parte de la

    Repblica de Colombia al orden monrquico espaol y desplegar el apoyo

    propagandstico a las partidas realistas, as como tambin a la fracasada ex-

    pedicin naval ao del 1828 a nuestras costas42.

    A finales de 1828 viaja a Espaa donde contina escribiendo y publica su

    obra ms importante: Recuerdos sobre la rebelin de Caracas (1829). Adems,

    reedita las Cartas al seor Abate de Pradt (1829), publica una carta dedicadaa Simn Bolvar con motivo de su muerte (1831) y dej el manuscrito Im-

    pugnacin al folleto tituladoLa Amrica y la Europa en 1846[sic] o El Congreso

    de Panam, escrito por Mr. G.L.43(1831). En 1829 le otorgan la Gran Cruz de

    Caballero de la Real Orden Americana de Isabel la Catlica por su actuacin

    a favor de la monarqua, pero sobre todo, segn Jess R. Navarro, gracias al

    contenido de los RecuerdosPosiblemente, este acto fue la confirmacin

    ms contundente de que el gobierno espaol reconoca su apasionada dedi-cacin y lealtad.

    En los ltimos aos de su vida, Daz permaneci vinculado a la burocra-

    cia espaola; de hecho, en 1840 fue nombrado miembro de la Junta Consultiva

    de Gobernacin de Ultramar. Dos o tres aos despus muere en Madrid, lejos

    de su querida Venezuela, uno de los intelectuales que, en una poca de cambios

    indetenibles, defendi con la mayor firmeza a la monarqua espaola44.

    41. J.R. Navarro Garca, Puerto Rico a la sombra de la independencia continental, p. 89.42.Para profundizar en esta etapa es necesario revisar la serie de trabajos elaborados por Jess RalNavarro Garca y Beatriz Barrera Parrilla, especialmente, La estrategia desestabilizadora en Vene-zuela: propaganda y controversia en la accin contrainsurgente. Del constitucionalismo gaditanoa la consolidacin republicana, 1810-1828,Memorias. Revista digital de Historia y Arqueologadesde el Caribecolombiano [En lnea] (Barranquilla), N 13 (2010), pp. 110-172, , [consultada: 8 de mayode 2012].43.Madrid, Biblioteca del Palacio Real, Manuscritos, 2671. Referido por J.R. Navarro Garca,Puerto

    Rico a la sombra de la independencia continental, pp. 115-116.44.De acuerdo alas ltimas investigaciones realizadas por J.R. Navarro Garca y S.M. RamrezMartn. Por su parte, la profesora Ramrez Martn revis la Gua de forasteros de Madrid en la que

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    XXIV RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    II

    RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    odme con imparcialidadlos dolorosos recuerdosque es necesario presentaros

    Jos Domingo Daz

    En la primavera de 1829 se publica en Espaa Recuerdos sobre la rebelin de

    Caracas. Jos Domingo Daz narra, desde su posicin de testigo de primer

    orden, sus vivencias e impresiones sobre el proceso de independencia y suprincipal lder, Simn Bolvar.

    Cuando esta obra aparece, ya la mayora de las colonias espaolas en

    Amrica se haban convertido en repblicas independientes, con excepcin

    de Puerto Rico y Cuba. Era un hecho evidente que haban pasado los mejores

    aos del imperio espaol. Sin embargo, en la pennsula, los defensores del

    antiguo rgimen estaban experimentando un remozamiento con la perse-

    cucin y represin de los liberales por parte de un Fernando VIIdebilitado

    y apuntalado ironas de la poltica por las tropas francesas. Para los de-

    fensores del rgimen absolutista, la percepcin de la realidad debi ser muy

    diferente: Espaa estaba viviendo un perodo de vuelta al orden.

    El libro parece ser el ltimo gesto de fidelidad hacia un imperio desa-

    parecido y hacia un sistema que estaba siendo cuestionado por los propios

    ibricos. Una vindicacin de un pasado feliz, un pasado truncado por movi-

    mientos como el que se dio el 19 de abril de 1810. Sin embargo, este escrito es

    no solo la defensa de un imperio agnico, sino que puede leerse, asimismo,como una advertencia sobre las consecuencias que podra traer que una mi-

    nora de insensatos liberales lograra triunfar en Espaa.

    Esta obrase publica en el contexto del fracaso del ltimo intento del

    gobierno espaol por recuperar a Venezuela y Mxico, y en medio del desa-

    rrollo de los conflictos que llevaron a la desmembracin de la Repblica de

    aparece Jos Domingo Daz hasta el ao 1842. Vanse: J.R. Navarro Garca,Puerto Rico a la sombra dela independencia continental; y S.M. Ramrez Martn, Jos Domingo Daz, un mdico venezolanoal servicio de la causa realista,200 aos de Iberoamrica, p. 154.

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    BIBLIOTECA AYACUCHO XXV

    Colombia. Era evidente que Espaa no volvera a recuperar sus territorios

    perdidos, pero tambin se empezaban a vislumbrar los grandes problemas

    que enfrentaran las nacientes repblicas americanas.

    A pesar de las circunstancias, Jos Domingo Daz no intent ser objetivo

    ni moderado en su relato de los acontecimientos. No lo fue durante la guerra,

    no tena por qu serlo en la distancia, ya lograda la independencia en la mayor

    parte de nuestra Amrica. Nunca dud de que estaba del lado de la verdad. Esa

    certeza se trasluce en su escritura. El texto es su verdad y la de unos cuantos

    incluso la de algunos conversos que se volvieron patriotas de la noche a la

    maana que pensaban como l. Daz no solo pretendi preservar y transmi-

    tir un conocimiento sobre el proceso de independencia, buscaba constituir

    los fundamentos para su historia:

    Testigo ocular de la Revolucin de Venezuela en casi todos sus acontecimientos;condiscpulo, amigo o conocido de sus execrables autores y de sus principalesagentes, y l solo colocado en una posicin capaz de haber penetrado sus fines

    y su ms ocultos designios, debo a mi soberano, al honor de la nacin espa-ola, al bienestar del gnero humano, al inters de mi patria y al de m mismo,recordar, reunir y publicar sucesos que comprueban la injusticia, el escndalo,

    la bajeza y la insensatez de aquella funesta rebelin, y que debern servir algnda para su historia45.

    En el primer prrafo, el autor expone claramente sus intenciones: mos-

    trar, desde una posicin de observador inmediato, los aspectos nocivos del

    proceso de independencia y los verdaderos designios de sus protagonistas,

    lo que significa que hubo en ellos un propsito claro de engaar al pueblo

    para lograr sus propios y por lo tanto reprochables fines. En nombre de un

    principio superior el rey, la patria espaola, el gnero humano Daz hace

    este ltimo gesto de recordar y registrar los sucesos que llevaron a Venezuela

    a emanciparse de Espaa. No hay pretensin de imparcialidad, es un acto de

    regeneracin de la monarqua.

    45.Vase en esta edicin la p. 3.

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    XXVI RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    RECUERDOS LA GUERRA POR OTROS MEDIOS

    La idea de escribir la historia de los verdaderos acontecimientos sobre la

    independencia de Venezuela y la empresa de atacar la figura de Simn Bolvar

    no se inicia con los Recuerdos, ya haba sido anunciada en la Gaceta de

    Caracascuando Daz asume su redaccin despus de la cada de la Primera

    Repblica; fue retomada a travs de los mensajes que escribi desde Curazao

    a los pueblos de Venezuela entre los aos 1813 y 1814; normalizada cuando

    vuelve a encargarse de esa publicacin luego de cada la Segunda Repbli-

    ca; y perfeccionada en sus cartas y alocuciones escritas desde su estancia en

    Puerto Rico.

    Sin embargo, el germen inicial del libro se puede rastrear en una su-puesta carta que Jos Domingo Daz escribe el 4 de agosto de 1814 desde La

    Vela de Coro al temible Jos Toms Boves; all explica su intencin de escribir

    una historia militar en la que cada uno ocupe el lugar que su valor, talento

    y fortuna le hayan destinado. No quiero hablar sino de la verdad, la verdad

    como es en s, desnuda de parcialidades y lisonjas46. Para lograr ese objetivo,

    pide a Boves sus diarios o algn tipo de registro documental existente, dado

    que no pudo presenciar esos acontecimientos.Formula su deseo de escribir su historia sobre una guerra que en ese

    momento crea totalmente ganada y que coincida con la derrota de los fran-

    ceses en Espaa. El doctor Daz retorna a Venezuela para colaborar en la

    reconstruccin de una sociedad, que deba volver a la etapa de felicidad y

    tranquilidad anterior al 19 de abril de 1810, y para narrar la gesta heroica de

    los que se mantuvieron fieles al rey. No obstante, los acontecimientos van a

    tomar un rumbo muy diferente y su planeado texto va a tener que esperar

    muchos aos para su realizacin.

    Recuerdos sobre la rebelin de Caracases producto de un claro proyecto

    poltico, la intencin inicial de hacer el relato de una guerra victoriosa se

    46. Vase en esta edicin la p. 160. Cuando Jos Domingo Daz retoma la redaccin de la Gacetade Caracas, despus de la cada de la Primera Repblica, anuncia que en sus pginas se relatar lahistoria de la campaa de Monteverde. El investigador Argenis Gmez seala que aqu Daz se

    ofrece sin llegar a hacerlo como historiador militar. Vase: Argenis Gmez Prez, El doctor JosDomingo Daz y la difcil fidelidad bajo Monteverde, Ensayos Histricos. Anuario del Instituto deEstudios Hispanoamericanos(Caracas), N 15 (2003), pp. 215-233.

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    BIBLIOTECA AYACUCHO XXVII

    transforma, debido al desarrollo de los eventos, en una historia que justifica

    la derrota militar realista y aspira a sealar el dao que han causado los repu-

    blicanos a la antigua Capitana General. Propsito que expresa abiertamente

    en una de sus tantas cartas incluidas en el libro: Compatriotas: Me creera

    culpable de un crimen atroz si no rasgase el velo que han arrojado sobre

    vuestros ojos. Ha llegado el momento de publicar la verdad, y es de m de

    quien vais a orla47.

    Daz no solo cumple con el deber impostergable de escribir la autntica

    historia de lo sucedido: Los he referido como fueron en s, como pasaron y

    como fueron constantes a mis propios ojos48, sino que lo considera tambin

    un deber poltico, el deber de relatar su versin de los hechos con el objeto

    de influir en la opinin de sus lectores a quienes llama constantemente a laaccin. Y solo l es quien est en la posicin y tiene la autoridad para contar

    lo que en realidad ocurri.

    EL MANEJO DE LA PLUMA: LAS MANIOBRAS ARGUMENTATIVAS

    Desde que era redactor de la Gaceta de Caracas, Daz haba comenzado a

    emplear un conjunto de estrategias argumentativas que tenan la finalidadde dar solidez a su visin del proceso que se inicia el 19 de abril de 1810. En

    sus artculos y cartas va a desarrollar un conjunto de tesis cuyos objetivos

    varan segn las circunstancias de la guerra, pero cuyo hilo conductor va a

    ser la necesidad de restaurar el orden que vena rigiendo desde la llegada de

    los espaoles a estas tierras.

    Estas tesis enunciaciones basadas en una interpretacin de los hechos

    y sus actores van a ser compartidas por varios de los representantes realis-

    tas y pueden ser encontrados en diversos textos elaborados a lo largo de este

    convulsionado perodo49. Argumentos que van a formar parte integral de un

    47.Vase en esta edicin la p. 64.48. Vase en esta edicin la p. 354.49.Se pueden mencionar como ejemplos la Relacin documentada del origen y progresos del tras-torno de las provincias de Venezuela (Madrid, Imprenta Nueva, 1820, 172 p.)de Pedro Urquinaonay Pardo;Memorias sobre las revoluciones de Venezuela por D. Jos Francisco Heredia, regente que fue

    de la Real Audiencia de Caracas, seguidas de documentos histricos inditos y precedidas de un estudiobiogrfico por D. Enrique Pieyro(Pars, Garnier Hermanos, 1895) de Jos Francisco Heredia; y losMemoriales sobre la independencia de Venezuela de Narciso Coll y Prat, entre otras obras (Manuel

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    XXVIII RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    pensamiento que pretendi interpretar un proceso de cambios polticos y

    que se enfrent al ideario republicano.

    Recuerdosest permeado por un discurso en donde se pretende crear

    una comunin alrededor de los valores establecidos y puestos en entredicho

    por los insurgentes republicanos. Es el ms apropiado para quienes, como

    Jos Domingo Daz, defienden los valores tradicionales50que intentan trocar

    en valores universales. En este sentido, el autor se convierte en el portavoz de

    los ideales de un sector de la sociedad identificado con las filas realistas. Pero

    para lograr cabalmente su objetivo, este deba gozar de algn tipo de prestigio

    y su palabra tena que tener autoridad, lo que se explica por las recurrentes

    menciones de Daz a su posicin, no solo como testigo de los hechos sino

    como ilustrado defensor de su causa.El propsito final de este tipo de discurso, adems de la adhesin de los

    lectores, es movilizar a la accin que en este caso estara orientada a restaurar

    el orden fracturado. Para alcanzar este fin sustenta los argumentos en una

    serie de consideraciones sobre la sociedad colonial y sobre el carcter de sus

    enemigos. En el libro se despliegan tres tesis principales:

    Primera tesis:se sustituye un rgimen colonial, de armona social, de

    abundancia econmica y donde reinaba la paz, por un sistema anrquico,desordenado y desptico51. Desde la llegada de los espaoles a Venezuela

    se haba vivido, con algunas aisladas y bien reprimidas excepciones en el

    siglo XVIII, una poca de tranquilidad. Justo a finales de ese siglo, se haba

    comenzado a experimentar un perodo de bonanza que se evidenciaba en

    el aumento de la produccin agrcola y el crecimiento demogrfico de una

    sociedad unida por instituciones y una tradicin comn:

    Prez Vila; estud. introd., Caracas,Academia Nacional de la Historia (Col. Sesquicentenario de laIndependencia, 23),1960.50.Elas Pino Iturrieta define el tradicionalismo como el conjunto de ideas que defienden la per-manencia del antiguo rgimen. Vase: La propaganda antirrevolucionaria en laGaceta de Caracas,Ideas y mentalidades de Venezuela, Caracas, Academia Nacional de la Historia (Col. Estudios, mo-nografa y ensayos, 179), 1998, pp. 111-130.51. Sobre esta visin de la sociedad colonial vase: Beatriz Barrera Parrilla y Jess Ral NavarroGarca, La Edad de Oro como proyecto de patria y el modelo caballeresco en los panfletos del

    polemista Jos Domingo Daz (1826-1828), Insurgencia y republicanismo, J.R. Navarro Garca; co-ord., Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Cientficas, Ministerio de Educacin y Ciencias,2006, pp. 133-152.

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    BIBLIOTECA AYACUCHO XXIX

    Aquella provincia, la ms feliz de todo el universo, haba caminado en pros-peridad desde su descubrimiento, cuando el comercio libre con los puertoshabilitados de estos reinos, concedido por S.M. en 1778, aceler su hermosacarrera. Cada ao se haca notable por sus asombrosos aumentos, los pueblos

    existentes vean crecer su poblacin; en los campos establecerse otras nuevas;cubrir la activa mano del labrador la superficie de aquellas montaas hastaentonces cubiertas con las plantas que en ellas haba puesto la Creacin; reinarla abundancia; no conocerse sino la paz, y formar todos los habitantes de aqueldichoso pas una familia unida entre s con lazos que parecan y deban sereternos: los de la religin, de la sangre, de las costumbres, del idioma y de lafelicidad que gozaban52.

    Por otro lado, Daz dibuja un retrato buclico de la esclavitud en Ve-nezuela en donde los amos eran sus protectores y, de alguna manera, actuaban

    como sus padres: El esclavo era en cierto modo considerado como un menor

    (). En fin, los esclavos en Venezuela no eran aquellos cuya pintura se hace

    en Europa, las leyes espaolas los protegan, y desde su alto trono soberanos

    conocidos en todo el mundo por su religin, piedad y beneficencia velaban

    en su felicidad53. Este trato, entonces, sirve para explicar la adhesin de los

    esclavos a la causa realista durante los aos ms duros de la guerra.

    Estas aseveraciones no deben descartarse como simples idealizaciones

    que utilizan recurrentemente los sectores conservadores que se resisten a los

    cambios y para quienes el pasado siempre fue mejor. Tal como ha seala-

    do el historiador Toms Straka, gran parte de los integrantes de la sociedad

    colonial de la Capitana General de Venezuela, y muchos de los que fueron

    testigos de los inicios del proceso de independencia, crean en la existencia

    de un ordenamiento jerarquizado del mundo y de la sociedad, sancionado

    por Dios, cuyo representante en la Tierra era el rey y con el que la mayora dela poblacin estaba conforme.

    La visin de ese pasado como un espacio de paz y unidad no era sim-

    plemente una respuesta a la definicin republicana del perodo de dominio

    espaol como uno marcado por tres siglos de opresin y esclavitud, ni era el

    52. Vanse en esta edicin las pp. 3-4. Es importante recordar que esta visin de la benevolencia de

    las leyes espaolas hacia los negros esclavizados ya haba sido expuesta en el comentado texto delSemanario de Caracas. Vanse notas 24 y 26.53. Vanse en esta edicin las pp. 201-202.

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    XXX RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    producto de la nostalgia propia de los derrotados, era expresin del anhelode que volviera el orden conocido, con su visin de mundo y sus distincionesbien establecidas frente a un presente que experimentaban como catico, porser manifestacin, precisamente, del trastrocamiento de las categoras natu-

    rales: cuando ramos absolutamente libres, sin que nadie nos inquietase;cuando la autoridad se respetaba, el orden era constante54. Un sistema quefue defendido en su momento no solo por los miembros privilegiados de lasociedad colonial venezolana como el arzobispo de Caracas Narciso Coll yPratt, sino tambin por blancos de diferente fortuna y situacin social comoDaz, negros como Pedro Camejo e indios como Juan de los Reyes Vargas,quienes pasaran a las filas republicanas.

    Dentro de esta visin de mundo, la subversin del rgimen imperantesolo poda traer terribles y muy graves secuelas, la anarqua del gnero hu-mano. Por eso, se hace necesario conocer a sus actores y advertir sobre losterribles efectos de la insubordinacin, de una rebelin que iba a sepultarnosen males incalculables55.

    Las consecuencias calamitosas de la rebelin se pueden constatar des-de que se empezaron a tomar las primeras medidas y fueron arrestadas lasmximas autoridades. La difcil situacin que durante varios aos vivi la

    sociedad venezolana despus del 19 de abril es una prueba de ello. Por eso eranecesaria la restauracin del orden colonial que permitira volver a la unidadque se haba fracturado entre los espaoles americanos y los peninsulares,y facilitara el retorno a los tiempos ya perdidos de abundancia y felicidad,cuando mandaba el rey.

    Daz vislumbra a lo largo de su obra varias oportunidades de retornar ala estructura tradicional, una de esas veces se produce en abril de 1814, en el

    momento que se estn dando los movimientos preliminares que resultarnen la llamada Primera Batalla de Carabobo. En ese contexto, la situacin deVenezuela es comparada con la de Espaa bajo el yugo francs; Bolvar serapara Venezuela lo que Napolen haba sido para Espaa, por eso es imperiosoderrotarlo, tal como hicieron en su momento los espaoles con los invasores.Aspiracin que se materializar transitoriamente en la cada de la SegundaRepblica.

    54.Vase en esta edicin la p. 62. Texto escrito en Curazao el 30 de septiembre de 1813 e inserto comoparte de Recuerdos Vase ms adelante la tcnica de intertextualidad manejada por Daz.55. Vase en esta edicin la p. 19.

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    BIBLIOTECA AYACUCHO XXXI

    A pesar de los contratiempos blicos y del inevitable triunfo militar de

    los patriotas, sobre todo a partir de 1821, Daz no desistir de divulgar las

    bondades del sistema colonial y no dejar de alentar a sus lectores para que

    defiendan al gobierno espaol en Amrica.

    Segunda tesis:los hombres que integran la dirigencia del movimiento

    de independencia no estn preparados, son incapaces, corruptos, llenos de

    vicios y debilidades. Cuando Daz regresa a Venezuela en 1810, tan pronto

    como pisa tierra nos brinda sus impresiones sobre el nuevo comandante del

    puerto de La Guaira, Juan de Escalona, un hombre apenas capaz de mandar

    una compaa56. Ese mismo da, despus de llegar a Caracas a las 10 de la

    noche, se dirige al ayuntamiento y empieza a hacer una descripcin salpicada

    de comentarios sarcsticos, de las limitaciones y defectos de cada uno de susmiembros. Termina su retrato de manera implacable: jams se borrar de

    mi memoria el espanto de aquella noche57.

    Desde un inicio, los lderes del proceso de independencia probaron ser

    unos irresponsables que no saban manejar los fondos pblicos. Desde el

    momento que tomaron el poder se dedicaron a despilfarrar el contenido de

    las cajas reales en gastos ftiles, dilapidando en poco tiempo lo que era nece-

    sario para el mantenimiento de la antigua capitana. Una minora inexpertasustituy el orden colonial por la anarqua y el desgobierno.

    El retrato que realiza de las nuevas autoridades que surgieron el 19 de

    abril condensa la percepcin que tiene sobre toda la dirigencia insurgente:

    La suerte de aquellos pases estaba en manos del alcalde primero don JosLlamosas, comerciante honrado, muy capaz de dirigir una pequea negocia-cin mercantil, y nada ms; del alcalde segundo don Martn Tovar y Ponte,

    joven ignorante hasta el extremo; del alfrez real don Feliciano Palacio, personahonrada, y de regulares conocimientos como vecino de la ciudad; del regidordon Jos Mara Blanco y Liendo, hombre que incapaz de gobernarse a s mis-mo, haba visto desaparecer la fortuna considerable heredada de sus padres ysu hermano, y se encontraba en la indigencia; del regidor don Dionisio Sojo,

    joven ignorante, lleno de vicios pblicos, y esposo de doa Juana Bolvar, cuyorico patrimonio haba escandalosamente disipado; del regidor Isidoro LpezMndez, comerciante y hacendado de las mismas circunstancias de Llamosas;

    56. Vase en esta edicin la p. 19.57. Vase en esta edicin la p. 20.

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    XXXII RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    del regidor don Nicols Anzola, abogado de aquel colegio, jugador de profesiny sin otros conocimientos que los muy medianos de la carrera que segua; delregidor don Silvestre Tovar, insignificante por su conducta y por sus ningunosconocimientos; del regidor don Hilario Mora, abogado de muy mala reputa-

    cin en el ejercicio de su profesin; del regidor don Pablo Gonzlez, nulo bajotodos respectos y consideraciones; del cannigo Madariaga, cuyo comporta-miento para con la corporacin a que perteneca haba sido el escndalo deaquellos pueblos; de don Juan Germn Roscio, abogado de gran crdito, cuyaconducta presentaba un contraste singular de vicios y de virtudes extremas:desinteresado, sobrio, modesto, iracundo, ambicioso, hipcrita, falso, artificio-so, ingrato; de don Jos Flix Ribas, joven ignorante, presuntuoso, laborioso,

    jugador, lleno de deudas contradas en sus vicios y en una necia ostentacin,y del doctor don Francisco Jos, su hermano, hombre de conocimientos esco-lsticos, y lleno de deudas por el error de sus clculos58.

    Adems de ser personas incompetentes, para Daz, los dirigentes de la

    rebelin iniciada en 1810 son unos impos que no tienen la intencin de res-

    petar la religin y las costumbres practicadas y obedecidas por todos mien-

    tras funcionaba el sistema colonial. As lo prueba la publicacin en la Gaceta

    de Caracas,en 1811,del textode William Burke, La libertad de cultos, sobre

    la tolerancia religiosa y la imposicin, en 1813, a las autoridades religiosasde realizar las exequias al corazn de Atanasio Girardot en la Catedral de

    Caracas; sucesos inimaginables antes de la ruptura del rgimen colonial. En

    resumen, el orden religioso ha sido trastrocado por un conjunto de jvenes

    profanos.

    La serie de errores y desaciertos cometidos por los dirigentes republi-

    canos demuestra que los venezolanos no estn suficientemente maduros ni

    preparados para gobernar ni para mantenerse como nacin independiente.Estos territorios todava se encuentran en un estadio similar a la minora de

    edad y necesitan la tutela de Espaa, Pensar lo contrario es el mayor delirio

    que ha conocido la historia 59.

    Aos despus de terminada la guerra, Daz insiste, en el contexto del

    regreso de Bolvar a Venezuela a finales de 1826, en que ninguno de los depar-

    tamentos que componen la Repblica de Colombia puede existir sino como

    58. Vase en esta edicin la p. 20.59. Vase en esta edicin la p. 75.

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    BIBLIOTECA AYACUCHO XXXIII

    provincias dependientes de un Estado poderoso como es el espaol. Aprove-

    cha un momento tan crtico para echar ms lea al fuego del separatismo.

    Tercera tesis:el triunfo de los republicanos sobre los realistas se debi,

    en ltima instancia, a motivos del azar y a la ingenuidad del gobierno colo-

    nial, que respondi con candor a las nuevas circunstancias y no sospech las

    verdaderas intenciones de los jvenes criollos.

    Durante los aos de 1808 a 1810, las autoridades ibricas respondieron

    de una manera timorata a los planes conspirativos de los jvenes insurrec-

    tos, indiferencia que le dio fuerza a los rebeldes: su audacia se aumentaba a

    proporcin de su confianza en la inconcebible apata de un gobierno que no

    lo ignoraba60.

    Daz divide el proceso de independencia en dos etapas: la primera de1810 a 1811, en la que an no haba violencia ni odio contra los espaoles

    y las actuaciones inexpertas de sus protagonistas no tenan consecuencias

    temibles, pues haba abundancia, era semejante a una reunin de nios que

    jugaban a gobierno61. Pero tan pronto como los fondos fueron mermando

    se mostr la cara violenta y sus verdaderas intenciones; comienza el encono

    y la persecucin contra los espaoles, cuya mxima expresin fue la llamada

    Guerra a Muerte en 1813.Muchas de las batallas, incluyendo las decisivas, no se ganaron por la

    habilidad ni por las decisiones estratgicas y ni la capacidad militar de Simn

    Bolvar y los dems dirigentes militares patriotas. Segn la lnea de argumen-

    tacin de Daz, las victorias fueron producto de la naturaleza, el clima, las

    circunstancias, la mala suerte, la casualidad o las malas decisiones tcticas

    que tomaron los jefes militares realistas en instantes decisivos. En los mo-

    mentos determinantes siempre sucede alguna contingencia que justifica una

    errada decisin o la ausencia de los lderes y sus tropas en el lugar y momento

    ms indicados. As sucede en algunas batallas y movimientos iniciales de la

    Campaa Admirable en 1813: Pero Bolvar penetr hasta Trujillo y Carache

    como en pas el ms amigo, y sin otro estorbo que el que le present en Los

    Callejones una pequea divisin que fue sacrificada por su mala situacin62.

    Igual acontece en la batalla de Araure que, segn la versin de Daz, se perdi

    60. Vase en esta edicin la p. 11.61. Vase en esta edicin la p. 25.62. Vase en esta edicin la p. 79.

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    XXXIV RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    debido a un acto inexplicable: La victoria pareca decidida, cuando repenti-

    namente se introdujo el desorden en nuestras filas63.

    El debilitamiento definitivo de las fuerzas realistas se produce en 1820,

    segn Daz, debido a inoportunas circunstancias externas: el surgimiento

    en Espaa del movimiento que forz a Fernando VIIa jurar la Constitucin

    de Cdiz y que desemboc en el llamado Trienio (1820-1823). Como conse-

    cuencia de este movimiento no llegaron a Amrica las tropas que eran nece-

    sarias para darle un giro favorable a la guerra, se debilit la frgil estructura

    jurdica, administrativa y militar necesaria para detener la avanzada y, lo ms

    grave de todo, se sembr la desmoralizacin general: Ella [la Constitucin],

    en fin, pareca meditada, hecha y mandada publicar y observar en mi patria

    para perderla. Ms bien pareca que nuestros enemigos la haban dictado,como el nico medio de llevar a cabo sus maquinaciones64.

    Daz se dedica a menoscabar la imagen del ejrcito patriota. Seala la

    inexperiencia tanto de sus oficiales como de la tropa, carentes de disciplina.

    Cuestiona la validez de las informaciones y se burla de los partes militares

    difundidos en los boletines y las proclamas firmados por Bolvar, al mismo

    tiempo que las compara con sus propios datos. Las victorias militares insur-

    gentes son empequeecidas y transformadas en el resultado de un mero en-gao. En cambio, las victorias realistas son producto de la direccin valiente

    e inteligente de sus dirigentes, quienes muchas veces se encuentran en una

    situacin de clara desventaja con respecto a sus adversarios.

    Al final de la guerra, cuando el autor de Recuerdosllega a la terrible

    conclusin de que, por diversas razones, la mitad de la poblacin luch con-

    tra la otra mitad y por causa de los enfrentamientos murieron cincuenta mil

    venezolanos, todava sostiene la idea de que la derrota fue producto de una

    fortuna injusta y ciega, fuerza incorprea que entreg su patria al mayor de

    todos los dspotas, Simn Bolvar.

    Sin embargo, es necesario acotar que Jos Domingo Daz no se limita

    a formular razonamientos para justificar la derrota militar, es uno de los

    intelectuales que comienzan a elaborar hiptesis sobre las causas del adveni-

    miento de la rebelin que origin la fractura del orden colonial65.

    63. Vase en esta edicin la p. 90.64. Vase en esta edicin la p. 210.65.Daz no fue el nico intelectual realista que, al terminar las guerras de independencia en la mayor

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    BIBLIOTECA AYACUCHO XXXV

    Uno de los primeros elementos que contribuyeron a subvertir el orden,encarado de manera timorata por las autoridades, fue la introduccin deextranjeros y de libros prohibidos, especialmente las obras de los filsofosfranceses, que trajeron las ideas de la Ilustracin, base de la Revolucin Fran-

    cesa (la conjuracin mayor), a los jvenes de las poderosas familias criollasde Caracas: El mundo entero estaba anegado con estos pestilentes escritos,y ellos tambin penetraron en Caracas, y en la casa de una de sus principalesfamilias. All fue donde se oyeron por primera vez los funestos derechos delhombre, y de donde cundieron sordamente por todos los jvenes de las nu-merosas ramas de aquella familia66.

    Esta ideas calaron en un momento en el que se haban relajado las nor-

    mas dentro de algunos sectores criollos. La juventud de las principales fami-lias estaba corrompida y acostumbrada a una vida disoluta, llena de placeresy rodeada de grandes fortunas. Estos jvenes alocados, que haban apoyadoa Miranda en 1806, estuvieron detrs del intento de crear la Junta Conserva-dora de los Derechos de Fernando VIIen 1808 y se convertirn en los prota-gonistas del 19 de abril de 1810.

    El proceso de independencia fue liderado, en un principio, por unami nora de jvenes mimados que desde Caracas se dedicaron a propagar la

    destruccin de un orden definido por la paz y la prosperidad. Un acto in-comprensible y hasta suicida para el autor, pues en vez de que se rebelaranlos grupos que por su situacin nada tenan que perder, se insubordinaron losmiembros de los sectores ms respetados y privilegiados de la sociedad: Allpor primera vez se vio una revolucin tramada y ejecutada por las personasque ms tenan que perder67.

    EL VUELO DE LA PLUMA: ESTILO Y RECURSOS RETRICOS

    Recuerdos sobre la rebelin de Caracas est escrito en un estilo narrativo quelo convierte en un texto cautivante. Debido a que es una obra de carcter tes-

    parte de las colonias americanas, sinti la necesidad de explicar las razones que causaron las revo-luciones y por qu se perdieron estos territorios. El mismo ao en que Daz publica su Recuerdos,sale a la luz el primer tomo del libro de Mariano Torrente, Historia de la Revolucin Hispanoamerica-na (Madrid, Imprenta de Len Amarita, 1829, v. 1, 456 p.); en un futuro estudio habra que indagar

    las razones de la publicacin, prcticamente de manera simultnea, de estas dos obras.66. Vase en esta edicin la p. 4.67. Vase en esta edicin la p. 17.

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    XXXVI RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    timonial, Daz muchas veces menciona su presencia en los acontecimientos,

    da sus opiniones en medio del relato de los hechos e introduce pasajes de su

    historia personal. De tal forma que los eventos contados y su vida quedan

    entretejidos en un solo relato.

    El discurso se caracteriza por el uso de varios recursos literarios que le

    dan ms fuerza a la argumentacin de sus tesis. Una de las tcnicas ms em-

    pleadas es la utilizacin de la primera persona con la finalidad de recordarle

    constantemente al lector que el autor no solo fue espectador de los aconteci-

    mientos, sino que conoci a muchos de sus protagonistas68.

    En los momentos determinantes o cuando es necesario persuadir a los

    lectores de la veracidad de un acontecimiento, aparece la primera persona

    que declara sobre los hechos: Yo los vi, o, vena de ser testigo, yo hetenido en mis manos, yo los conoca personalmente, yo presenci, fui el

    primero que llegu. El relato desde la posicin de testigo pretende, no solo

    recubrir de autenticidad todo su testimonio, sino que va ms all, es emplea-

    do para justificar la capacidad de penetrar en los pensamientos de los insur-

    gentes. Le sirve como base para colocarse en un plano superior donde puede,

    incluso, traducir sus intenciones ocultas. Debido a su relacin cercana con

    muchos de ellos, puede descubrir su fachada ante las autoridades espaolasy ante sus confundidos seguidores.

    Parte integral de esta estrategia de convencer permanentemente al lector

    es la habilidad de silenciar determinados hechos e informaciones que, eviden-

    temente, contradicen su relato de los acontecimientos, tales como los abusos

    cometidos por los realistas luego de la cada de la Primera Repblica.

    Otro de los recursos ms utilizados, ya presente en muchos de los tra-

    bajos que Jos Domingo Daz public en la Gaceta de Caracas, es el epteto.

    Empleado en esta obra con un sentido similar al que tena en la literatura

    pica homrica y espaola: identificar las virtudes, cualidades, caractersticas

    psicolgicas y ticas de determinados hroes y personajes. En el caso de los

    68.Es una caracterstica comn de las obras de gnero testimonional producidas a partir de lasdcadas iniciales del siglo XIX en el contexto de la guerra de independencia. Para ms detalle so-bre el gnero testimonial y autobiogrfico en el siglo XIX, vase a Ins Quintero, Autobiografa y

    testimonio poltico en el siglo XIX venezolano, Literatura y poltica en Amrica Latina. Actas delCongreso Internacional Salerno 6-8 de mayo de 1993, Rafael Di Prisco y Antonio Scocozza; coords.,Caracas, Casa de Bello, 1995, pp. 261-282.

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    BIBLIOTECA AYACUCHO XXXVII

    Recuerdos, Simn Bolvar es calificado repetidamente de sedicioso, tirano,

    dspota, brbaroy ambicioso, entre tantos otros. Pareciera, a primera vista,

    que se utiliza con el simple propsito de insultarlo, sin embargo, el recurso

    es ms elaborado, por lo tanto ms daino, la intencin es exponerlo, al usar

    el envs del epteto pico, como un falso hroe. En algunos momentos este

    epteto es usado en su forma tradicional, como cuando se refiere a Bolvar

    como Libertador,pero esta vez con una gran carga irnica.

    Asimismo, Recuerdostiene una estructura novedosa, pues no se limi-

    ta a ser la evocacin o el relato sin interrupciones de los acontecimientos

    que llevaron a la independencia de Venezuela. La obra est organizada de

    tal manera que la fuerza argumentativa no se mantiene nicamente sobre

    los recursos narrativos, el autor recurre a la intertextualidad para fortalecerel arte de la persuasin. En determinados momentos del relato se introdu-

    cen cartas del autor escritas durante el desarrollo de los sucesos referidos

    (autocita), cartas de Jos Toms Boves, pasajes escritos por Jos Flix Ribas

    y por el propio Libertador. Algunas veces, estos textos son utilizados como

    fuente primaria para reforzar su interpretacin de los hechos, otras veces

    para mostrar la crueldad, las contradicciones y supuestas invenciones de los

    patriotas69

    .La intertextualidad llega a un nivel de complejidad tal que en ciertas

    partes de su obra los textos citados aparecen como en una especie de cajas

    chinas. Daz cita escritos suyos que contienen otras citas. Este recurso asoma

    sobre todo cuando se introducen las cartas/libelos redactados en Curazao y

    Puerto Rico. La incorporacin de estos escritos le permite al autor desarrollar

    sus comentarios sobre los pasajes citados y le facilita al lector la tarea de exa-

    minar los textos contemporneos a los acontecimientos narrados (y verificar

    cmo pensaba Daz). En el caso de las citas de determinados comunicados

    de Simn Bolvar, su crtica es tan elaborada que, algunas veces, llega hasta

    el punto de analizar el contenido de cada prrafo e, incluso, cuestionar el

    69.Jos Francisco Heredia tambin incorpora dentro en susMemoriastextos propios y ajenos conel fin de apoyar su punto de vista, sin embargo, este tipo de intertextualidad no tiene la fuerza per-suasiva ni el grado de complejidad que alcanza Jos Domingo Daz. Los historiadores Jess Navarro

    Garca y Beatriz Barrera Parrilla tambin destacan el uso de este tipo de procedimiento en su ensayoCon la plvora en el tintero: propaganda y contrainsurgencia en la Venezuela republicana. El ejem-plo de Jos Domingo Daz, Insurgencia y republicanismo, J.R. Navarro Garca; coord., p. 123.

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    XXXVIII RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    uso de determinadas expresiones. Con este tipo de indagaciones se pretende

    cumplir un doble objetivo: por un lado poner en evidencia los artificios de

    los lderes independentistas y por el otro mostrar, en retrospectiva, la certeza

    de su anlisis.

    El empleo de todos estos recursos literarios hace queRecuerdossea

    una obra dinmica y con una gran fuerza persuasiva, libro cuyo principio

    rector es convencer a los lectores de que la independencia del imperio espaol

    solo trajo a estas tierras desorden y miseria.

    SIMN BOLVAR: EL INSOPORTABLE TIRANO

    Bolvar es una figura fundamental en la obra de Jos Domingo Daz, no soloest presente a lo largo del texto sino que su imagen es expuesta como la quin-

    taesencia del liderazgo republicano. Aunque se mencionan a otros lderes, l

    es el personaje fundamental que rene en s mismo las propiedades generales

    de un colectivo.

    En el primer retrato que hace del Libertador lo califica como un joven

    atolondrado, con una gran ambicin y un orgullo insoportable. Daz vuelve a

    detenerse en su figura en el momento que narra detalladamente el terremotode 1812. Terminado el sismo, el autor se dirige hacia el sitio ms elevado de los

    escombros de la Catedral de Caracas y, al hacer mencin de lo que observ,

    pinta una escena de gran poder evocativo:

    En lo ms elevado encontr a don Simn Bolvar que, en mangas de camisa,trepaba por ellas para hacer el mismo examen. En su semblante estaba pintadoel sumo terror, o la suma desesperacin. Me vio y me dirigi estas impas y

    extravagantes palabras: Si se opone la Naturaleza, lucharemos contra ella y laharemos que nos obedezca70.

    70.Vase en esta edicin la p. 31. Esta es la cita original de la misma escena narrada por MarianoTorrente y retomada como cierta por otros historiadores y bigrafos de Bolvar. Rogelio Altez, an-troplogo e historiador estudioso del terremoto de 1812, ha sealado que la versin de Torrentefue reescrita con ms agudeza aun; sin embargo, pensamos que la versin original de Daz es

    ms contundente. Para ahondar en este tema vase: Rogelio Altez, El desastre de 1812 en Venezuela:sismos, vulnerabilidades y una patria no tan boba, Caracas, Fundacin Empresas Polar / UniversidadCatlica Andrs Bello, 2006.

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    BIBLIOTECA AYACUCHO XXXIX

    Esta descripcin tiene una gran fuerza literaria porque enfrenta en la

    mente del lector a los dos antagonistas principales en uno de los momentos

    ms dramticos de esta historia. Bolvar es presentado sin ningn tipo de

    eptetos dirigindose a l, el otro sobreviviente, para lanzarle una mxima que

    expresa una voluntad contraria a la interpretacin del pensamiento tradicio-

    nal sobre lo ocurrido. No ser posible, entonces, ningn tipo de conciliacin

    entre las dos fuerzas en pugna.

    Para descalificar la calidad moral y el proceder de los lderes republi-

    canos, el doctor Daz pone en entredicho la conducta del Libertador en la

    guerra. En medio del relato de los acontecimientos, detalla episodios donde

    muestra comportamientos indecisos, descuidados y hasta temerosos. As

    narra que, ante el levantamiento de los presos en el castillo de San Felipe en1812, Bolvar decide abandonar el lugar, acto visto como signo de su manera

    de conducirse a lo largo de la guerra de independencia y que sera compro-

    bada despus, segn Daz, por el fracasado intento de toma de esta fortaleza a

    finales de agosto de 1813: Esta fue la primera prueba que don Simn Bolvar

    dio de su ciencia en el asalto de plazas71.

    La historia de las batallas y ofensivas militares del Libertador son con-

    vertidas en un conjunto de evidencias que pretenden mostrar su cobarda ysu incompetencia como estratega militar. Otro ejemplo ilustrativo utilizado

    para construir una imagen desfavorable es el relato de la retirada de Bolvar

    y sus tropas, despus del desembarco en Ocumare de la Costa en 1816, ante

    el avance de Francisco Toms Morales:

    Don Simn Bolvar haba permanecido en este pueblo desde el da de su de-sembarco hasta la tarde del 12, que se puso en camino para unirse a sus tropas.

    A una legua del pueblo encontr a los primeros fugitivos, retrocedi precipi-tadamente, avis a Mrida y dems pasajeros, se embarcaron en el momento ydieron la vela para la isla de Bonaire los tres buques de la expedicin, dejando entierra cuanto haban embarcado. Entonces fue cuando al fondear en Bonaire,Luis Brin, natural de Curazao, que se titulabaAlmirante de la Repblica, man-daba los buques y haba hecho gastos considerables para aquella expedicin, ledio dos bofetadas y aun quiso arrojarle al agua72.

    71. Vase en esta edicin la p. 48.72. Vase en esta edicin la p. 179.

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    XL RECUERDOS SOBRE LA REBELIN DE CARACAS

    Daz destaca un evento de la expedicin de Los Cayos y lo convierte

    en una prueba de la cobarda y pusilanimidad de Bolvar, quien al ver a los

    fugitivos retrocede, pero no de cualquier manera sino precipitadamente. Su

    reaccin es tan cuestionable que hasta Brin se atreve a darle dos bofetadas

    y desea deshacerse de l. La respuesta?, el autor deja entrever con su silencio

    que no se produce ninguna.

    Se pretende sembrar en el lector la ponzoa de la duda acerca de la en-

    tereza de Bolvar como dirigente poltico y militar y, en contraste, no se cansa

    de exaltar la valenta e integridad de lderes espaoles o realistas como Mon-

    teverde, Boves y Morillo. Por eso en su relato se propone seguir la actuacin

    del Libertador en esos aspectos: Solo debo seguir al Sediciosoen todas partes,

    y dar una lnea de los acontecimientos principales, y de las batallas generales.Sera extenssima la narracin de las acciones parciales de aquellas memora-

    bles campaas, solo quiero presentar recuerdos73.

    Para desacreditar los principios republicanos de Bolvar, Daz subraya

    que ejerce el poder de manera autoritaria y que, especialmente durante el

    ao 1813 y amparado en el Decreto de Guerra a Muerte, se dedic a reprimir,

    encarcelar y asesinar a una gran parte de espaoles y canarios inocentes.

    Otra manera de cuestionar la integridad del Libertador es mostrar lafacilidad con la que este cae en las tretas del redactor de la GacetaVeamos

    en un pasaje de su libro cmo es introducido el conflicto con Manuel Piar:

    Piar era uno de nuestros ms temibles enemigos. Valiente, audaz, con talentospoco comunes y con una grande influencia en todas las castas por pertenecera una de ellas, era uno de aquellos hombres de Venezuela que podan arrastraras la mayor parte de su poblacin y de su fuerza fsica. Era ms temible que el

    aturdido Bolvar; y si hubiese vivido, ya el tiempo lo habra confirmado74

    .

    Los halagos, no solo son realizados para comparar el poder de los dos

    lderes, sino que le sirven para exponer las verdaderas causas de la muerte de

    Piar. Jos Domingo Daz afirma que l fue quien construy un conjunto

    de intrigas que incidieron, de manera definitiva, en la decisin de Bolvar de

    fusilarlo. De tal manera que este dictamen fue en realidad producto de sus

    73. Vase en esta edicin la p. 47.74. Vase en esta edicin la p. 187.

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    artimaas; una prueba ms de que l conoce al Libertador mucho ms que

    sus propios compaeros de armas. Por supuesto, segn Daz, al final este llega

    a reconocer su autora y el engao es tomado como una afrenta personal. En

    este episodio, al igual que en la escena del terremoto de 1812, la confrontacin

    se reduce a ellos dos: l sabe este acontecimiento tan bien como yo; ignoro

    si lo supieron algunos de sus confidentes75.

    El autor de Recuerdossabe lo que piensa Bolvar en la intimidad y no

    se atreve a decir pblicamente. Por lo tanto, se encuentra en la posicin de

    desenmascararlo. Es lo que los historiadores Beatriz Barrera Parrilla y Jess

    Navarro Garca han llamado la obscenidad de Daz que consiste en abrir

    una ventana, un escaparate, sobre la tramoya, y exponer (como en una con-

    fesin robada) lo que no quiere decir el enemigo pero debe estar pensando76.Eso mismo hace cuando devela lo que Bolvar le dijo a don Francisco Iturbe,

    su mayor amigo conocido: N