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PROGRAMA DE ACTOS DE LA BENDICIÓN E INAUGURACIÓN DE LA RESTAURACIÓN DE LAS FACHADAS DEL

TEMPLO DE SANTA MARÍA DE GRACIA

Jueves 16 de Enero. Fiesta de San Fulgencio.. 20,30 horas:CONCIERTO A CARGO DE LA BANDA DE MÚSICA SAUCES Tras el concierto, en el Atrio del Templo, degustación del tradicional boniato de San Fulgencio con vino dulce.

Viernes 17 Enero. 20 horas: BENDICIÓN Y TOQUE DE LA MATRACA en el Atrio del Templo. Explicación sobre la “Matraca” a cargo del Dr. D. Francesc Llops y Bayó, Antropólogo, director de restauración de las campanas. 20,30 horas: CONFERENCIA SOBRE EL PROCESO DE RESTAURACIÓN DE LAS FACHADAS Juan de Dios de la Hoz Martínez, Arquitecto.Luis de la Hoz Martínez, Arquitecto Técnico.Tras la Conferencia, inauguración de los paneles explicativos de la restauración del Templo. Sábado 18 Enero. 19 horas:BENDICIÓN E INAUGURACIÓN DE LAS FACHADAS En el Atrio del Templo.Bendición de Fachadas. Bendición de las imágenes de los Cuatro Santos. Inauguración de Iluminación Entrega de la Caja del Tiempo Volteo de las campanas.19,30 horas:SOLEMNE EUCARISTÍA Presidida por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. José Manuel Lorca Planes, Obispo de Cartagena. Concelebrada por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Sebastián Chico Martínez, Obispo Auxiliar, el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Francisco Gil Hellín, Arzobispo Emérito de Burgos, y sacerdotes. Intervención de la Masa Coral “Tomás Luis de Victoria” Entrega documentación del proyecto y fin de obra.

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo. Mt. 3, 13-17 En aquel tiempo, vino Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole: «Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?». Jesús le contestó: «Déjalo ahora. Conviene que así cumplamos toda justicia». Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrieron los cielos y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco».

Palabra del Señor.

MEDITACIÓN Con Ia fiesta del Bautismo del Señor se cierra el ciclo de la Navidad. El bautismo de Jesús nos remite a nuestro propio bautismo. Juan bautizaba con un sentido penitencial y Jesús, descendiendo a las aguas del Jordán, manifestaba su deseo de unirse a todo hombre. Quienes acudían a recibir el bautismo de conversión reconocían su necesidad de ser salvados: se sabían pecadores. No es el caso de Jesús, que no conoce pecado. Sin embargo, pidiendo ser bautizado por Juan, Jesús indica que viene a salvar a los pecadores y que ÉI sí que tiene poder para hacerlo. Lo simbólico pasará a ser real, porque el bautismo cristiano operará nuestra transformación en virtud de la sangre de Cristo. Con su gesto, el Salvador se acerca a los que deben ser salvados. No podemos dejar de admirarnos de la ausencia total de prevención por parte del Señor. Desciende hasta el cauce del rio como signo de que va a venir a lo más profundo de cada uno de nosotros para sanarnos. Cuando Jesús sale del agua se abre el cielo y desciende el Espíritu Santo en forma de paloma. Entonces su humanidad queda ungida por el Espíritu Santo, como recuerdan las lecturas. Después Jesús nos enviará también el Espíritu Santo para que nos guíe en el camino de Ia vida cristiana. EI bautismo nos da la vida de hijos de Dios y por ello podemos obrar bien continuamente no por nuestras solas fuerzas, sino conducidos por el Espíritu Santo. La vida que se inicia con el bautismo, con el que se nos da la gracia y recibimos las virtudes infusas, así como los dones del Espíritu Santo, está llamada a crecer. Es el camino de la santidad. Dios está con nosotros en lo más intimo.

HOJA PARROQUIAL Parroquia Santa María de Gracia

BAUTISMO DEL SEÑOR 12 de Enero de 2020

La palabra “parroquia” deriva de la palabra griega “par-oikia” que significa casa, la morada que Dios prepara a los hombres que peregrinamos en esta tierra extraña que es este mundo, hacia la patria definitiva, la Jerusalén celestial. Esta casa no es otra que la Iglesia, donde se hace presente y acontece Cristo, que nos acoge y nos da la vida en plenitud, la Vida Eterna. Cuando la Iglesia decidió crear parroquias, delimitando territorios y construyendo templos parroquiales, tenía presente esta visión teológica. Por ello intentó plasmar en los templos la belleza de la Jerusalén celeste, nuestra patria, distribuyendo los espacios para resaltar el Batisterio, por el que se entra en la casa, y la mesa del Altar, en torno a la que se reúne la comunidad de bautizados. Las cúpulas y las torres de los campanarios apuntan hacia el cielo de donde desciende Jesucristo, que introduce en la tierra la belleza del cielo. Con esta reflexión nos recuerda la Iglesia la importancia de nuestros templos en la vida de los cristianos, la importancia del Templo de Santa María de Gracia para nuestra comunidad parroquial y para Cartagena. De aquí viene nuestro compromiso de su cuidado y conservación. Desde esta responsabilidad, nuestra Parroquia comenzó hace unos años la restauración de su templo, muy deteriorado, siguiendo un Plan Director realizado para ello que comprende tres fases: la Primera (Cubierta), la Segunda (Fachadas) y la Tercera Interior). En la Primera Fase, ejecutada en el año 2008, se realizó la renovación total de las cubiertas y bajantes, que supuso una inversión de 944.429,39 €. También se restauraron o hicieron nuevas todas las vidrieras de las cúpulas de las capillas laterales, así como otras obras complementarias que supuso unos 100.000 € más. Ahora estamos terminando la Segunda Fase: la Restauración de las Fachadas Principal y Lateral así como de las campanas catalogadas BIC, con una fuerte inversión de 1.085.587,94 €. A esto hemos de añadir la realización de las imágenes de los Cuatro Santos Cartageneros, para las cuatro hornacinas descubiertas en la fachada principal, de la imagen de Santa María de Gracia, que irá en el frontal superior, así como la reparación del edificio anexo; todo con un coste de unos 50.000 €. Esta obra la hemos podido terminar gracias a un préstamo de 100.000 € que tenemos que amortizar en diez años. Santa María de Gracia es un legado valioso que nos han dejado nuestros antepasados que nos han precedido en el camino de la fe, y que nosotros tenemos que entregar en las mejores condiciones a las generaciones futuras de cristianos y de cartageneros en general, puesto que también es patrimonio de nuestra ciudad. Damos gracias a Dios porque se ha podido realizar este proyecto. Y agradecemos a las Instituciones Públicas y Obispado, a distintas entidades y a tantas personas que con su colaboración económica generosa están haciendo posible esta obra.

¡Que Dios os lo pague! Vuestros sacerdotes

RESTAURACIÓN DE LAS FACHADAS DEL TEMPLO PARROQUIAL DE

SANTA MARÍA DE GRACIA

Lectura del Santo Evangelio según San Juan. Jn 1, 29-34 En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel». Y Juan dio testimonio diciendo: «He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo”. Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios».

Palabra del Señor.

MEDITACIÓN "Este es el Cordero de Dios". Son palabras que han atravesado los siglos y han permanecido hasta hoy por la Eucaristía celebrada por centenares de generaciones de cristianos. En el centro del testimonio de Juan vemos a Cristo en la plenitud de su divinidad. El es descrito bajo la imagen del Cordero que nos sitúa en una doble perspectiva, del Siervo del Señor del que nos hablaba el profeta Isaías en la primera lectura, y del Cordero de la liberación pascual. El Bautista nos muestra la identidad de este Cordero, que libera al hombre de todo su mal, "que quita el pecado del mundo". Estas palabras significativas de Juan que señalan al Cordero de Dios piden al mismo tiempo que el mundo, nuestro mundo, reconozca honestamente que se encuentra en situación de pecado. Y Jesucristo ha venido para quitar este pecado. Si en la liturgia utilizamos el verbo "quitar”, el verbo original griego “airein” se acerca más a "cargar sobre si". En la subida al cerro del Calvario, el peso de la cruz equivaldrá al peso de los pecados de toda la humanidad. Y Jesús los cargará sobre sí por amor a todos los hombres, por Ilevarles "la gracia y la paz de parte de Dios". “Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo”. “Ten piedad de nosotros”, a él le pedimos que se apiade de nosotros, y de él debemos recibir su cuerpo como alimento para poder construir la paz que el mundo necesita. Abramos pues la mano, recibamos el "cuerpo entregado” y acojamos el Gólgota, la montaña del Calvario, en nuestro corazón. Así es como obtendremos la paz que nos viene de Dios, que ha enviado a su Hijo Único tal como profetizaba Isaías, para ser "luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra" (Is 49,6).

2º DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO 19 de Enero de 2020