Literatura Hispanoamericana del siglo XIX

Dr. Eduardo Parrilla

Daniela Ruth Bravo Ceballos – 810033

a viernes 1º de noviembre de 2013

Pensadores y ensayistas hispanoamericanos del siglo XIX

1. Juan Bautista Alberdi

Nacido el 29 de agosto de 2010 en Argentina, fue un pensador político cuyos escritos

influenciaron la asamblea que elaboró la constitución de 1853. Formó parte de la “Generación

del 37”, un movimiento universitario que debatía política, teorías sociales y filosofía; y se

opuso a la dictadura de Rosas, lo que lo llevó a exiliarse en Uruguay y Chile. En su más grande

obra Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina, escrita

en 1852, enfatizó la necesidad de un gobierno federal que apostara por atraer capital foráneo e

inmigrantes; su visión se resume en su sentencia “Gobernar es poblar”.

2. José Victoriano Lastarria

Nacido el 19 de marzo de 1817 –aunque algunos autores prefieran 1811, fue uno de los

pensadores liberales más importantes del siglo XIX. Sus precoces disposiciones para el estudio

le hicieron acreedor de una instrucción completa, desde el claustro hasta el Liceo y el Instituto

Nacional. Entre 1834 y 1836 tuvo como maestro Andrés Bello, hasta que obtuvo el grado de

bachiller en cánones y leyes. Después en 1839 recibió el título de abogado. En el Instituto

Nacional inició una obra de ilustración política y un plan de estudios para mejoramiento de la

enseñanza. Inició joven sus actividades periodísticas, siempre del lado de la política. Así, su

obra ensayista y literaria estaba muy unida con su actividad política. En su discurso que dio al

fundar la Sociedad Literaria formada por el Instituto Nacional, muestra su apego a la literatura

como formadora de una nacionalidad y portadora de la voz del pueblo: Es preciso que la

literatura no sea el exclusivo patrimonio de una clase privilegiada, que no se encierre en un

círculo estrecho, porque […] debe hacer hablar todos los sentimientos de la naturaleza humana

y reflejar todas las afecciones de la multitud, que en definitiva es el mejor juez […] de sus

efectos [del arte]. (Recuerdos literarios 113). Lastarria impulsó la literatura nacional, pues a

través de ella la nación adquiría conciencia de sí misma y se forjaba su identidad.

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3. Francisco Bilbao

Nacido en 1823 en Chile, fue ícono de la generación educada en los principios liberales

posterior a la Constitución de 1833, que combatió los gobiernos autoritarios ensalzando la

democracia plena, al mismo tiempo que instó a los pueblos latinoamericanos a no dejarse

oprimir por el imperialismo. En 1844 fue su inicio en la vida pública con su ensayo

Sociabilidad chilena, en el cual sostenía una transformación democrática y se ponía en contra

del Clero. En París fue influido por las ideas liberales de Lamennais, Quinet y Michelet,

además de la oleada revolucionaria en Europa en 1848. Después de atacar al gobierno de

Manuel Montt y a la jerarquía eclesiástica a través de la Sociedad de la Igualdad, formó parte

del movimiento de revolución en 1851 la cual fracasó. En el exilio de Perú publicó La

revolución en Chile y los mensajes del proscripto, reflexionando sobre su experiencia en 1851.

En 1854 formó parte del movimiento liberal de Ramón Castilla que triunfó en la guerra civil.

Al oponerse a las reformas en Perú se dirigió de nuevo a Europa donde desarrolló sus ideas

acerca de “la necesidad de unir a las naciones americanas para haver frente a la amenaza

imperialista y para concretar los ideales de libertad, igualdad y justicia entre los pueblos”

(Memoria chilena párr. 5). En su libro La América en peligro llamó la atención sobre el

despotismo y la política imperialista de Europa; y en El evangelio americano reflexionó sobre

la lucha por libertad, igualdad y justicia en Latinoamérica y lo que la obstaculizaba.

4. José María Luis Mora

Nació en Chamacuero, hoy Comonfort, el 12 de octubre de 1794. Fue uno de los liberales

mexicanos del siglo XIX. Mora participó como ideólogo en la vida pública cuando Valentín

Gómez Farías y Santa Anna ejercían el poder. Influyó en las reformas para la modernización

del país, surgiendo las Reformas de 1833. Sin embargo, el clero y el ejército se opusieron a

estas reformas, provocando el abandono de la presidencia de Gómez Farías y el autoexilio de

Mora en Europa donde tuvo una época económica difícil. Aunque conforme pasó el tiempo

mejoró su situación y fue además nombrado embajador en Inglaterra, nunca tocó suelo

mexicano hasta 113 años después cuando sus restos lograron retornar. Su legado consiste en

México y sus Revoluciones, editado en 1836 y Obras sueltas: en la primera elabora un estudio

sobre la guerra de insurgentes y realistas apoyando en documentos y cartas; en la segunda hace

un recuento de las administraciones de México hasta 1837 planteando diversos temas

indispensables para la modernización efectiva como las reformas, deuda externa, solución a la

bancarrota, educación, etc.

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5. Juan Montalvo

Nació el 13 de abril de 1832 en Ambato, Ecuador. Aunque tuvo educación desde niño, en

realidad fue autodidacta, pues las lecturas y su experiencia europea constituyen su mayor

formación. Después de unas estadías en Roma y en París, en 1859 regresa a Ecuador y toma

una posición activa contra la dictadura de Gabriel García Moreno. En 1866 crea la revista El

Cosmopolita, en donde difunde sus escritos y críticas a la dictadura. Después de la muerte de

Moreno, siguió combatiendo en pro de la libertad, primero a través de El Regenerador (1876) y

después con sus Catilinarias publicadas en La Estrella de Panamá. Estas últimas después serán

recogidas en un libro (1880) constituyendo sus ensayos que se caracterizaban por la fuerza de

su espíritu polémico, su ironía y su lucha contra la tiranía. Así, su obra ensayística –considerada

como ensayo polémico– destaca su “espíritu combativo ante la opresión, tanto social como

política y religiosa” (Ensayistas.org párr. 2) Era purista en el uso del lenguaje y clasicista en el

estilo, pero romántico por la temática de sus ensayos. “Ojeada sobre América” (1866) es su

ensayo más extenso y es el ejemplo de su estilo y su preocupación por América.

6. Gabino Barreda

Durante la reelección de Benito Juárez en 1867, éste confió a Gabino Barreda el desarrollo de

un sistema nacional de educación. Barreda era un seguidor del filósofo y pensador positivista

Augusto Comte. ÉL y sus seguidores afirmaban que La Reforma, al desplazar la iglesia y el

militarismo, se había llevado la primera y segunda etapa de la sociedad (religiosa y metafísica)

y que México se encontraba en la etapa tercera, la positivista. Por esto, consideraba que el

positivismo era el único medio para llegar al conocimiento científico de la naturaleza. La

influencia de Barreda se manifestó en la reforma de la enseñanza, al ser el redactor de la Ley de

Instrucción Pública de 1867. Sin embargo, sus ideas generaron opiniones muy contradictorias,

pues aunque era juarista y le hacía acreedor a una posición alta, el considerar la filosofía como

una base fundamental en los estudios, y al no dar pie a la educación libre, lo hacían tener

contrincantes antibarredianos, entre ellos Justo Sierra y Juan Antonio Mateos. Algunas otras

discusiones era el papel del estado, si el de educar o sólo instruir; y lo erróneo de los

internados. Sin embargo, después de su muerte surgió un movimiento de reivindicación que

ensalzó su forma de instruir y de ser maestro, además de la capacidad que tuvo de incorporar al

sistema educativo a reconocidos personajes de oposición como Ignacio Altamirano.

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7. Manuel González Prada

Nació el 5 de enero de 1844 en Lima, Perú. A pesar de crecer en una familia conservadora y

católica, se muestra anticlerical y librepensador. Se forma en el positivismo y usa el método

científico para desarrollar su pensamiento de carácter utilitarista. A partir de 1884 aparecen sus

ensayos y en 1887 es elegido presidente del Círculo Literario. Su posición es combatiente, “de

crítica mordaz contra la visión conservadora y colonial que él veía como la causa de la

situación de postergación en que se encontraba Perú” (Ensayistas.org párr. 3). Sus críticas se

dirigían contra las fuerzas políticas y el clero. Sus temas van desde lo filosófico, hasta lo

religioso, político y estético; su prosa demostraba su influencia del modernismo en el español.

Después de su permanencia en París de 1891 a 1898, regresa a Perú tomando posición opuesta

a Nicolás de Piérola y el Iglesia. A través de los periódicos que funda mantiene su oposición

al gobierno, a la política tradicional y su favor hacia los obreros. El ensayo “Nuestros indios”,

publicado en 1904, forzó una sensibilización hacia el indio por medio de las letras y el debate

nacional. El libro en el que se incorporó el ensayo, Horas de lucha, influyo en la generación

joven de Perú, pues buscaba dejar ir el pasado y centrarse en el presente del país.

8. José Martí

Nació en La Habana, Cuba el 28 de enero de 1853. Fue el poeta que abrió el camino al

movimiento modernista -antes de Darío. Además fue un visionario de su tiempo e iluminador

del futuro. (Lescayllers párr. 3). Así como amó a Cuba, amó a España –o más– sin embargo, al

final su amor se extendió hacia la parte sur de América: “Nuestra América”. De sus recuerdos

del trabajo en las Canteras, nace el folleto El Presidio Político en Cuba, una denuncia de las

atrocidades que hacían las autoridades españolas en Cuba. Pasó su tiempo en muchas más

ciudades de América, siempre ensalzándola, aunque sin dejar de lado su impornta por la

península Española. Su ensayo político Nuestra América analizó la situación histórica del

continente por su reciente liberación de las metrópolis ibéricas, y propuso algunas formas de

cambio social. Sus crónicas, a su vez, buscaron plasmar sus ideas y sus influencias, además de

que dieron a conocer agentes de cambio en América.

9. Justo Sierra

Nacido en Campeche el 13 de septiembre de 1912, fue llamado el Maestro de América por su

defensa de la educación. De ideas liberales, ha sido identificado con el Positivismo, plasmado

en su teoría política de la “dictadura ilustrada”, pugnando por “Un Estado que habría de

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progresar por medio de una sistematización científica de la administración pública”

(CONACULTA párr. 2). Durante su adolescencia y juventud le tocó vivir la agitación política

del país e incluso formó parte de algunos levantamientos. Estuvo en favor de nuestra literatura,

considerando que sería fruto del tiempo y de una patria establecida. A través de la literatura el

pueblo adquiriría plena posesión de su conciencia, por lo que la lengua española debía

considerarse como el medio ideal para plasmar la literatura mexicana. Tras 30 años de lucha, en

1910 inauguró la Universidad Nacional de México con el propósito de ser centro de

investigación y de creación de profesionistas con sentido humano y responsabilidad colectiva.

10. Eugenio María de Ostos

Nació en Mayagüez, Puerto Rico el 11 de enero de 1903. Además de ser novelista, cuentista y

poeta se le conoce por su obra ensayística: obra de combate y de acción. Para Hostos, el

ensayista “es el guardián de la civilización” (Moral social, 1888). Persogue la expresión de la

belleza, la prosa ágil, la intimidad de la autobiografía, la renovación modernista, la claridad, el

desarrollo de sus ideas, la reflexión. Todo para liberar al ser humano y fomentar el progreso de

la humanidad. (Ensayistas.org). Estuvo influido por el krausismo y el positivismo. Se preocupó

por la política y lo social, siempre en pos de un humanismo integral.

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