HTA EN GERIATRÍA

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[ 1 ] Hipertensión Arterial y su Manejo en el Adulto Mayor Geriatría Dr. Ángel Pineda Frances Waleska Sorto Espinal Stephany Carolina Castro Augustinus

Transcript of HTA EN GERIATRÍA

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[1]

Hipertensión Arterial y su Manejo en el Adulto Mayor Geriatría Dr. Ángel Pineda

Frances Waleska Sorto Espinal Stephany Carolina Castro Augustinus

[ 2 ]

[1]

Hipertensión Arterial y su

Manejo en el Adulto Mayor Hypertension and it’s Management in the Elderly

Resumen

La HTA es una de las patologías

más prevalentes en la actualidad. Se

estima que afecta a más del 50% de las

personas de 65 años o mayores.

La principal casusa de la HTA en el

adulto mayor, es la elevación progresiva

de la PAS, esto debido a los cambios

ligados al envejecimiento y a la falta de

control de la misma en comparación con

la PAD.

La Hta en el AM puede ser propensa a

complicaciones por lo que su manejo

clínico contiene características propias

para este grupo de pacientes, como ser

la farmacocinética alterada y

farmacoterapia múltiple, entre otras;

además de las características

fisiológicas propias del AM para su

tratamiento es indispensable tomar en

cuenta el tipo de hipertensión, factores

de riesgo, comorbilidades y agregar

todos los cuidados ligados a la edad.

Palabras Clave: Hipertension Arterial

(HTA), Presion arterial sistólica (PAS),

Presion arterial diastólica (PAD), Adulto

mayor (AM)

Abstract

Hypertension is one of the most

prevalent diseases today. It is estimated

to affect more than 50% of people aged

65 or older.

The main cause of hypertension in the

elderly, is the progressive elevation of

SBP, this due to changes related to aging

and lack of control of it compared to the

PAD.

HBP in the elderly can be prone to

complications, therefore the clinical

management for this group of patients

contains characteristics, such as altered

[ 3 ]

[1]

pharmacokinetics and multiple drug

therapy, among others; besides the own

physiological characteristics of the

elderly for treatment it is essential to take

into account the type of hypertension,

risk factors, comorbidities and add all

care related to age.

Key Words: Hypertension (HBP), Sistolic

blood pressure (SBP), Diastolic blood

pressure (DBP), Elderly

Introducción

La hipertensión arterial (HTA), se

define por la presencia de valores de

presión arterial superiores a la

normalidad: Presión arterial sistólica

(PAS) ≥ 140 mmHg y una presión arterial

diastólica (PAD) ≥ 90 mmHg. Sin

embargo, en el adulto mayor, se

sugieren cifras de PAS ≥ 160 mmHg y

PAD ≥ 90 mmHg para hipertensión sisto-

diastólica.

La hipertensión arterial (HTA) es

una de las patologías más prevalentes

en el mundo actual, afectando alrededor

del 25% de la población adulta en los

países desarrollados. Esta proporción se

incrementa en la población anciana,

debido a los cambios asociados al

envejecimiento, y se estima que la

prevalencia de HTA en la población de

edad > 65 años es superior al 50%.

Es conocido que dicha

enfermedad es un factor de riesgo

importante para el desarrollo de una

enfermedad cardiovascular y que ésta

sigue siendo la primera causa de muerte

en la población occidental.

El tratamiento de la hipertensión

en el anciano puede resultar una tarea

complicada por la necesidad de tener

presente en su manejo clínico una serie

de características propias de este grupo

de pacientes, como son una

farmacocinética alterada, la comorbilidad

o la farmacoterapia múltiple frecuente en

estos pacientes.

[ 4 ]

[1]

Fisiopatología de la HTA en el

Adulto Mayor

La PA está determinada por el

gasto cardiaco y la resistencia periférica

total. Existen considerables diferencias

respecto a las características

hemodinámicas, humorales y

morfológicas de la hipertensión esencial

o primaria del anciano en comparación

con los adultos de edad media:

1. Hemodinámicas: el anciano

hipertenso tiene mayores resistencias

periféricas, menor frecuencia cardiaca,

menor volumen latido y, por tanto, menor

gasto cardiaco.

2. Humorales: el anciano

hipertenso tiene una menor actividad de

renina plasmática, menor producción de

prostaglandinas renales y mayores

niveles de catecolaminas circulantes.

3. Morfológicas: el anciano

hipertenso presenta un mayor tamaño de

la masa ventricular izquierda y una

menor distensibilidad de las grandes

arterias.

La hipertensión sistólica aislada

(HSA) es la forma más común de HTA en

el anciano, La elevación aislada de la PA

sistólica suele ser consecuencia del

aumento de la rigidez y de la pérdida de

elasticidad de la pared de las arterias,

consecuencia de la disfunción endotelial

sustrato de la arteriosclerosis, como

ocurre en el proceso del envejecimiento

y de la acción de otros factores de riesgo

cardiovascular modificables, como la

coexistencia de diabetes o

hipercolesterolemia.

Así, en el anciano suele haber una

elevación progresiva de la PA sistólica

(PAS) con una estabilización e incluso

disminución de la PA diastólica (PAD).

De este fenómeno surge el concepto de

Presión de Pulso (PP): resultado de la

[ 5 ]

[1]

diferencia entre ambos componentes de

la PA.

Afectación de órganos diana

La HTA mantenida tiene

repercusión sobre distintos órganos con

consecuencias clínicas diversas, que

van a determinar el pronóstico y la actitud

terapéutica de la HTA. Los órganos más

frecuentemente afectados son:

Corazón: desarrollo de la

disfunción diastólica y de la hipertrofia

ventricular izquierda (HVI).

Riñón: la HTA origina

nefroangiosclerosis, y ésta conduce a

microalbuminuria, proteinuria y,

finalmente, insuficiencia renal crónica

progresiva.

Cerebro: la enfermedad

cerebrovascular es el trastorno clínico

asociado a la HTA más frecuente en el

anciano hipertenso. Existe una alteración

en la capacidad de autorregulación.

Como resultado, se presenta un

descenso súbito de la PA que puede

provocar una disminución precoz del

flujo cerebral y desarrollar eventos

cerebrovasculares isquémicos por

hipoperfusión cerebral, particularmente

en ancianos con patología vascular

cerebral. Por otra parte, cuando la PA

sobrepasa el límite superior de

autorregulación se produce un aumento

del flujo cerebral, lo que, unido al

aumento de la permeabilidad y a la rotura

de la barrera hematoencefálica, así

como de las dilataciones de los vasos

intracraneales, facilita los eventos

hemorrágicos.

Arterias: se produce disfunción

endotelial y remodelado estructural

originando elevación de las resistencias

periféricas y aparición de arteriopatía

periférica.

[ 6 ]

[1]

Epidemiologia

La hipertensión arterial (HTA)

representa un creciente problema de

salud a nivel mundial. En los países en

desarrollo, el mejoramiento de las

condiciones socioeconómicas, el cambio

en los estilos de vida, la creciente

migración hacia las zonas urbanas y el

envejecimiento de la población, han

condicionado un incremento en la

prevalencia de las enfermedades no

transmisibles.

Las enfermedades

cardiovasculares son responsables de

aproximadamente 17 millones de

muertes por año, casi un tercio del total.

Entre ellas, las complicaciones de la

hipertensión causan anualmente 9,4

millones de muertes. La hipertensión es

la causa de por lo menos el 45% de las

muertes por cardiopatías

y el 51% de las muertes por accidente

cerebrovascular.

Su prevalencia, como se

mencionó antes, aumenta con el

envejecimiento objetivándose en más de

la mitad de los ancianos entre los 60 y 69

años de edad y aproximadamente en ¾

de los ancianos ≥70 años. En el estudio

de Framingham Heart Study, se

determinó que el 90% de las personas

con presión arterial normal a los 55 años

desarrollarán HTA. La lesión de órgano

diana, la enfermedad cardiovascular o la

diabetes mellitus están presentes en el

70% de aquellos con HTA. La PAS es la

responsable del aumento de la

incidencia y prevalencia de la HTA con la

edad.

En Honduras, los casos

registrados de hipertensión arterial en los

servicios de estadística de la Secretaria

de Salud han incrementado en la última

década. En un estudio descriptivo

transversal, con una muestra de 120

hogares y la participación de 257

[ 7 ]

[1]

personas del oriente de la cuidad de

Tegucigalpa, se concluyó que de 178

(69.3%) de los encuestados se

encontraron cifras elevadas de PA en

39(15.2%) sin distinguir sí tenían o no

diagnóstico previo de HTA.

Causas de HT en el Adulto Mayor

En un estudio realizado en

España se observó que sólo el 43,1% de

los hipertensos alcanzaba un control

estricto de PAS, mientras que el control

estricto de la PAD se observó en el

68,1% de los hipertensos en tratamiento

farmacológico. Este escaso control de la

HTA es por falta de control del

componente sistólico y, en particular, del

pobre control de la HTA sistólica aislada

en las personas mayores, que

constituyen la mayor carga de HTA en la

comunidad.

Los cambios asociados al

envejecimiento que favorecen la

elevación de las cifras de PAS son muy

numerosos y tienen que ver de manera

universal con las modificaciones

fisiológicas a las que se ve sometido el

organismo en el curso del proceso de

envejecimiento. También influyen

factores vinculados al tipo de vida

llevada a cabo por el individuo (factores

ambientales), como pueden ser: la dieta,

ingesta habitual de sal, presencia o no de

hábito alcohólico, grado de actividad

física o control de peso.

Los cambios más constantes

ligados al envejecimiento, y

responsables de la elevación progresiva

de la PAS durante el proceso de

envejecimiento, son los que se derivan

de las modificaciones que tienen lugar en

la pared arterial, así como en los

sistemas de regulación neurohormonal.

De esta manera, el mecanismo básico

que origina el progresivo aumento de la

PAS con la edad es la pérdida de la

[ 8 ]

[1]

elasticidad y distensibilidad de las

grandes y medianas arterias, con un

aumento de su rigidez y elevación de la

resistencia vascular periférica.

Por otra parte, el endotelio y la

pared vascular se mantienen

fisiológicamente activos con el paso de

los años y el balance entre factores

relajantes (óxido nítrico y prostaciclina) y

constrictores (endotelina y angiotensina

II) continúa interviniendo en la regulación

del tono vascular. Sin embargo, el

envejecimiento se acompaña de una

modificación de las respuestas

vasculares dependientes del endotelio.

Por ende, el endotelio dañado por la

hipertensión o la arteriosclerosis altera la

secreción de factores relajantes y

antiagregantes plaquetarios,

favoreciendo la vasoconstricción

permitiendo así el aumento de la

resistencia vascular periférica.

Factores de Riesgo Asociados a

Hipertensión Arterial

En un estudio realizado en

nuestro país se identificó que de acuerdo

al índice de masa corporal 89(34.6%), de

257 personas encuestadas, presentaron

sobrepeso, y 43(16.7%) presentaron

obesidad. 28(10.9%) de la población

total encuestada tiene el hábito del

tabaquismo y 31(12.1%) consumen

alcohol al menos 2 veces por semana.

115(44.8%) eran menores de 40 años y

97(37.6%) mayores de 55 años.

Los que refirieron no padecer de

hipertensión arterial, 15(7.8%)

presentaron cifras tensionales elevadas

después de tres visitas y fueron

diagnosticados como nuevos

hipertensos. El 53.3% de ellos se

encontraban entre los 41- 70 años de

edad (Ver Anexo 1) y el 86.6%

presentaba algún grado de sobrepeso u

[ 9 ]

[1]

obesidad. 7(46.6%) de ellos tienen

antecedente anterior o actual de

tabaquismo, solamente 2(14%)

refirieron que tenían consumo regular de

alcohol.

64 personas tenían diagnóstico

previo de hipertensión arterial.

49(76.5%) de ellos eran personas

mayores de 55 años. 24(37.5%) de las

personas no estaban controladas. 46

(71.9%) tenía algún grado de sobrepeso

u obesidad según su índice de masa

corporal, 60(93.8%) no practicaba

ningún deporte, y 5(7.8%) asisten al

gimnasio al menos 2 veces por semana.

23.3% de la población presentó

algún trastorno lipídico, entre los

hipertensos este porcentaje sube a

46.9%. Los trastornos de coagulación se

encontraron en 5.8%. De las personas

que habían tenido infartos de miocardio,

80% tenía antecedente previo de

Hipertensión Arterial.

Dando como resultado que hábitos poco

saludables asociados a las altas cifras de

prehipertensión pueden causar

un aumento en la prevalencia de

hipertensos en los próximos años. Este

estilo de vida sedentario, la dieta alta en

calorías y sodio. Al igual que el consumo

regular de alcohol, tabaco están

claramente identificados como factores

de riesgo cardiovascular.

Manifestaciones Clínicas

La mayoría de los hipertensos no

tienen síntomas. A veces la hipertensión

puede provocar síntomas como cefalea,

dificultad respiratoria, mareo, dolor

torácico, palpitaciones o hemorragia

nasal. Ignorar estos síntomas puede ser

peligroso, pero tampoco se los puede

interpretar siempre como indicativos de

hipertensión. La hipertensión es una

grave señal de advertencia de la

necesidad de modificar

[ 10 ]

[1]

significativamente el modo de vida. Esta

afección puede matar en silencio y es

importante que todo el mundo se

controle la tensión arterial.

Diagnostico

La detección de la HTA comienza

por realizar la medida de la misma en las

condiciones adecuadas y con los

aparatos indicados. Este procedimiento,

que se realiza de forma habitual y casi

mecánica en todas las consultas de

atención primaria y oficinas de farmacia,

ha de realizarse de forma reglada, sin

prisas y atendiendo al consenso para el

control de HTA.

Podemos decir que un paciente

sufre HTA cuando en tres tomas

realizadas en condiciones óptimas se

detectan cifras de presión arterial por

encima de 140 mmHg para la tensión

arterial sistólica (PAS) o de 90 mmHg

para la tensión arterial diastólica (PAD).

Diagnóstico Diferencial

El diagnóstico diferencial se orienta a

establecer si se trata de hipertensión

esencial o hipertensión secundaria. Las

causas de hipertensión secundaria son:

1. Hipertensión renal (5 %):

Enfermedad renal

parenquimatosa, hipertensión

renovascular.

2. Causas endócrinas:

a. Anticonceptivos orales.

b. Aldosteronismo primario.

c. Feocromocitoma.

d. Síndrome de Cushing.

3. Coartación aórtica.

4. Emocional.

Medidas Terapéuticas

Medidas no farmacológicas.

1. Información para la salud.

2. Dieta. Reducción de peso.

[ 11 ]

[1]

3. Reducción de la ingesta de

sodio (menos de 6 g. de sal

común al día).

4. Consumo de alimentos ricos

en potasio (vegetales y fruta

fresca).

5. Ingesta adecuada de

alimentos ricos en calcio.

6. Reducción en la ingesta d

grasas saturadas.

7. Supresión del consumo de

tabaco.

8. Limitación en la ingesta de

café a 2-3 tasas/dia.

9. Actividad física.

10. Control de factores de riesgo.

Las modificaciones del estilo

de vida constituyen la primera

recomendación para todos los

hipertensos. Disminución del

consumo de alcohol.

11. Normas higiénicas personal

Medidas Farmacológicas

La hipertensión arterial es uno de

los factores de riesgo prevenibles más

importantes en patología cardiovascular,

representando un problema en más de la

cuarta parte de la población occidental.

Es por ello que continuamente aparecen

ensayos clínicos con nuevas terapias

farmacológicas que ayudan a su control.

El panel de expertos del “Joint

National Committee” publico nuevas

conclusiones (por octava vez - JNC 8) en

2014, acerca de las recomendaciones

para el manejo de la hipertensión arterial.

La característica principal de estas

nuevas guías es su adherencia a la

evidencia científica disponible.

A continuación, se hace mención

sobre aquellas recomendaciones que

van dirigidas a nuestra población en

estudio [el adulto mayor]:

Recomendación 1

[ 12 ]

[1]

En la población general mayor de

60 años o más, iniciar un tratamiento

farmacológico para reducir la PA en la

presión arterial sistólica (PAS) de 150

mm Hg o más o la presión arterial

diastólica (PAD) de 90 mm Hg o más y

tratar a una meta más baja que la PAS

150 mm Hg y PAD objetivo inferior a 90

mm Hg.

En la población general mayor de

60 años o más, si el tratamiento

farmacológico para los altos resultados

de PA en menor PAS alcanzado (por

ejemplo, <140 mm Hg) y el tratamiento

no se asocia con efectos adversos sobre

la salud o calidad de vida, el tratamiento

no es necesario que ser ajustado.

Recomendación 2

En la población no negra en

general, incluidas las personas con

diabetes, el tratamiento antihipertensivo

inicial debe incluir un diurético tiazídico,

bloqueante de los canales de calcio

(CCB), inhibidores de la enzima

convertidora de angiotensina (IECA) o

bloqueador del receptor de angiotensina

(ARB). (VER ANEXO 2)

Cada una de las clases de 4

medicamentos propuestos por el panel

en la recomendación 6 produjo efectos

comparables sobre la mortalidad global y

cardiovascular, cerebrovascular y los

resultados renales, con una excepción:

la insuficiencia cardíaca. El tratamiento

inicial con un diurético tipo tiazida fue

más eficaz que un BCC o IECA, y un

IECA fue más eficaz que un BCC para

mejorar los resultados del paro cardíaco.

Aunque el Grupo Especial reconoció que

la mejora de los resultados de la

insuficiencia cardiaca fue un hallazgo

importante que se debe considerar al

seleccionar un medicamento para el

tratamiento inicial de la hipertensión, el

panel no concluyó que era lo

suficientemente convincente en el

[ 13 ]

[1]

contexto del cuerpo general de las

pruebas para impedir el uso de las otras

clases de fármacos para la terapia inicial.

El panel también reconoció que las

pruebas apoyaban control de la PA, en

lugar de un agente específico utilizado

para lograr ese control, como la

consideración más relevante para esta

recomendación.

El panel no recomendó β-

bloqueantes para el tratamiento inicial de

la hipertensión ya que en uno de los usos

del estudio de β-bloqueantes como

resultado una tasa más alta del resultado

primario compuesto de muerte

cardiovascular, infarto de miocardio o un

accidente cerebrovascular en

comparación con el uso de un ARB, un

hallazgo que fue impulsado en gran

medida por un aumento en los

accidentes cerebrovasculares. En los

otros estudios que compararon un β-

bloqueante de los 4 tipos de fármacos

recomendados, el β-bloqueante cabo de

forma similar a las otras drogas o la

evidencia era insuficiente para tomar una

determinación.

Los α-bloqueantes no se

recomiendan como tratamiento de

primera línea debido a que en un estudio

del tratamiento inicial con un α-

bloqueante resultó en peor

cerebrovascular, insuficiencia cardíaca,

y los resultados cardiovasculares

combinados que el tratamiento inicial con

un diurético. No hubo ECA de buena o

regular calidad que comparen las

siguientes clases de fármacos a las 4

clases recomendadas: dual α 1 - + β-

bloqueantes agentes (por ejemplo,

carvedilol), vasodilatadores β-

bloqueantes (por ejemplo, nebivolol), α

Central 2 -adrenérgicos agonistas (por

ejemplo, clonidina), vasodilatadores

directos (por ejemplo, hidralazina),

antagonistas del receptor de aldosterona

[ 14 ]

[1]

(por ejemplo, espironolactona), agentes

de depleción neuronales adrenérgicos

(reserpina), y diuréticos de asa (por

ejemplo, furosemida). Por lo tanto, estos

tipos de fármacos no se recomiendan

como tratamiento de primera línea.

Además, no se identificaron ECA

elegibles que compararon un diurético vs

un BRA o IECA vs un ARB. ONTARGET

no era elegible porque la hipertensión no

era necesario para su inclusión en el

estudio.

Similares a las de la población

general, esta recomendación se aplica a

las personas con diabetes porque los

ensayos que incluyeron participantes

con diabetes no mostraron diferencias en

los principales resultados

cardiovasculares o cerebrovasculares de

los de la población general.

Recomendación 3

El objetivo principal del

tratamiento de la hipertensión es

alcanzar y mantener el objetivo de

presión arterial. Si la meta de PA no se

alcanza dentro de un mes de

tratamiento, aumentar la dosis del

fármaco inicial o añadir un segundo

fármaco de una de las clases en la

recomendación 6 (diurético tipo tiazida,

CCB, IECA o ARA II). El clínico debe

continuar evaluando PA y ajustar el

régimen de tratamiento hasta que se

alcance objetivo de PA. (VER ANEXO 3

y 4)

Si la PA objetivo no se puede

alcanzar con 2 fármacos, añadir y se

valora un tercer fármaco de la lista

proporcionada. No utilice un IECA y un

ARA II en el mismo paciente. Si la PA

objetivo no se puede alcanzar mediante

las drogas en la recomendación 6 a

causa de una contraindicación o la

necesidad de usar más de 3

medicamentos para alcanzar metas de

presión arterial, los antihipertensivos de

[ 15 ]

[1]

otras clases pueden ser utilizados. La

remisión a un especialista en

hipertensión puede estar indicada para

pacientes en los que la PA objetivo no

puede alcanzarse mediante la estrategia

de arriba o para el manejo de los

pacientes complicados que requieran su

consulta clínica adicional.

Por último, los miembros del panel

señalan que, en situaciones específicas,

un fármaco antihipertensivo puede ser

reemplazado con otro si se percibe que

no es eficaz o si hay efectos adversos.

Conclusiones

1. Se define hipertensión arterial

(HTA), a la presencia de valores

de presión arterial superiores a la

normalidad: Presión arterial

sistólica (PAS) ≥ 140 mmHg y una

presión arterial diastólica (PAD) ≥

90 mmHg.

2. En el adulto mayor su principal

causa es el aumento de la PAS

secundario a su escaso control.

Haciendo de esta la principal

causa del aumento de la

incidencia y prevalencia de la HTA

con la edad. Aparte de los hábitos

poco saludables tales como una

vida sedentaria, la dieta alta en

calorías y sodio, el consumo

regular de alcohol y tabaco que

están claramente identificados

como factores de riesgo

cardiovascular.

3. Su diagnóstico es atribuido

cuando en tres tomas de la PA,

realizadas en condiciones

óptimas se detectan cifras de

presión arterial por encima de 140

mmHg para la tensión arterial

sistólica (PAS) o de 90 mmHg

para la tensión arterial diastólica

(PAD). Sin embargo, en el adulto

[ 16 ]

[1]

mayor, se sugieren cifras de PAS

≥ 160 mmHg y PAD ≥ 90 mmHg

para hipertensión sisto-diastólica.

4. Gran parte de los hipertensos son

asintomáticos. Pero en ocasiones

puede provocar síntomas como

cefalea, dificultad respiratoria,

mareo, dolor torácico,

palpitaciones o hemorragia nasal.

5. El objetivo principal del

tratamiento de la hipertensión es

alcanzar y mantener el objetivo de

presión arterial. Si la meta de PA

no se alcanza dentro de un mes

de tratamiento, se aumentara la

dosis del fármaco inicial o añadira

un segundo fármaco de una de las

clases.

[ 17 ]

[1]

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Retrieved from

http://jama.jamanetwork.com/article.

aspx?articleid=1791497

[ 18 ]

[1]

ANEXOS

ANEXO 1

(Karen Patricia Cerrato Hernández, 2009)

ANEXO 2

(Paul A. James, et al., 2014)

[ 19 ]

[1]

ANEXO 3

(Paul A. James, et al., 2014)

[ 20 ]

[1]

ANEXO 4

(Paul A. James, et al., 2014)