Guía de practicas clínicas Conducta Suicida Resum

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Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida Versión resumida GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS MINISTERIO DE SANIDAD, POLÍTICA SOCIAL E IGUALDAD MINISTERIO DE CIENCIA E INNOVACIÓN MINISTERIO DE SANIDAD, POLÍTICA SOCIAL E IGUALDAD

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la más reciente edición de las guias de practicas clínicas españolas para el manejo de la conducta suicida

Transcript of Guía de practicas clínicas Conducta Suicida Resum

Gua de Prctica Clnica de Prevencin y Tratamiento de la Conducta Suicida

Versin resumida

GUAS DE PRCTICA CLNICA EN EL SNS MINISTERIO DE SANIDAD, POLTICA SOCIAL E IGUALDAD

MINISTERIO DE CIENCIA E INNOVACIN

MINISTERIO DE SANIDAD, POLTICA SOCIAL E IGUALDAD

Gua de Prctica Clnica de Prevencin y Tratamiento de la Conducta Suicida

Versin resumida

GUAS DE PRCTICA CLNICA EN EL SNS MINISTERIO DE SANIDAD, POLTICA SOCIAL E IGUALDAD

MINISTERIO DE CIENCIA E INNOVACIN

MINISTERIO DE SANIDAD, POLTICA SOCIAL E IGUALDAD

Esta GPC es una ayuda a la toma de decisiones en la atencin sanitaria. No es de obligatorio cumplimiento ni sustituye el juicio clnico del personal sanitario.

Edicin: 2012 Edita: Agencia de Evaluacin de Tecnologas Sanitarias de Galicia, avalia-t. Consellera de Sanidad. NIPO MICINN: 477-11-053-8 NIPO MSPSI: 860-11-161-2 ISBN: 978-84-453-5052-2 Depsito Legal: C 1504-2012 Nombre de la imprenta: Trculo Artes Grficas, S.A.

Esta GPC ha sido financiada mediante el convenio suscrito por el Instituto de Salud Carlos III, organismo autnomo del Ministerio de Ciencia e Innovacin, y la Agencia de Evaluacin de Tecnologas Sanitarias de Galicia (avalia-t), en el marco de colaboracin previsto en el Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Poltica Social e Igualdad.

Esta gua debe citarse: Grupo de trabajo de la Gua de Prctica Clnica de Prevencin y Tratamiento de la Conducta Suicida. Gua de Prctica Clnica de Prevencin y Tratamiento de la Conducta Suicida. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Poltica Social e Igualdad. Agencia de Evaluacin de Tecnologas Sanitarias de Galicia (avalia-t); 2012. Guas de Prctica Clnica en el SNS: Avalia-t 2010/02.

MINISTERIO DE CIENCIA E INNOVACIN

MINISTERIO DE SANIDAD, POLTICA SOCIAL E IGUALDAD

ndicePresentacin Autora y colaboraciones Niveles de evidencia y grados de recomendacin del SIGN 1. Introduccin 1.1. La conducta suicida 1.2. Conceptualizacin 1.3. Epidemiologa del suicidio I. EVALUACIN Y TRATAMIENTO 2. Factores asociados con la conducta suicida y evaluacin del riesgo suicida 2.1. Factores de riesgo 2.2. Evaluacin del riesgo suicida 3. Evaluacin y manejo de la ideacin y conducta suicidas en atencin primaria 3.1. Abordaje de la ideacin suicida en atencin primaria 3.2. Evaluacin de la conducta suicida en atencin primaria 3.3. Criterios de derivacin de pacientes desde atencin primaria 4. Evaluacin y manejo del paciente con conducta suicida en el servicio de urgencias 4.1. La clasificacin de pacientes (triaje) en los servicios de urgencias 4.2. Evaluacin del paciente con conducta suicida en el servicio de urgencias 4.3. Formacin del mdico de los servicios de urgencias 4.4. Criterios de ingreso hospitalario del paciente con conducta suicida 5. Tratamiento de la conducta suicida en atencin especializada (Salud Mental) 5.1. Las intervenciones psicoteraputicas en el tratamiento de la conducta suicida 5.1.1. Terapias de corte cognitivo-conductual 5.1.2. Terapia interpersonal 5.1.3. Terapia familiar 5.1.4. Terapia psicodinmica 11 13 21 23 23 23 26 29 31 31 33 39 39 41 42 47 47 49 51 52 53 53 54 55 56 56

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5.2. Tratamiento farmacolgico de la conducta suicida 5.2.1. Antidepresivos 5.2.2. Litio 5.2.3. Anticonvulsivantes 5.2.4. Antipsicticos 5.3. Terapia electroconvulsiva II. ASPECTOS PREVENTIVOS 6. Medidas generales de prevencin de la conducta suicida 6.2. Potenciacin de factores protectores y resiliencia 6.3. Restriccin del acceso a medios letales 6.4. Medios de comunicacin y suicidio 6.4.1. Medios de comunicacin 6.4.2. Internet 6.5. Programas formativos de prevencin de la conducta suicida 6.5.1. Profesionales sanitarios 6.5.2. Profesionales no sanitarios 7. El cribado del riesgo de suicidio 7.1. Cribado de riesgo de suicidio en adultos 7.2. Cribado de riesgo de suicidio en la infancia y la adolescencia 7.3. Cribado de riesgo de suicidio en personas mayores 7.4. Cribado de riesgo de suicidio en centros penitenciarios 7.5. Posibles efectos adversos del cribado 8. La conducta suicida en grupos de riesgo 8.1. La conducta suicida en la infancia y la adolescencia 8.1.1. Factores de riesgo y protectores 8.1.2. Deteccin y valoracin del riesgo suicida 8.1.3. Instrumentos psicomtricos 8.1.4. Intervenciones preventivas 8.2. La conducta suicida en personas mayores 8.2.1. Factores de riesgo y protectores 8.2.2. Deteccin y valoracin del riesgo suicida 8.2.3. Instrumentos psicomtricos 8.2.4. Intervenciones preventivas 8.3. Prevencin de la conducta suicida en otros grupos de riesgo 8.3.2. Cuidadores no profesionales de enfermos

57 57 59 59 60 61 65 67 70 72 73 73 75 77 78 80 83 83 84 86 87 88 89 89 89 91 92 93 97 98 99 100 101 104 106

6.1. Programas de prevencin de la conducta suicida a nivel internacional 67

8.3.1. Pacientes con gran dependencia o enfermedad somtica grave 104

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8.3.3. En situaciones laborales consideradas de riesgo 8.3.4. Personas que sufren violencia domstica 8.3.5. Poblacin penitenciaria 9. Intervenciones en familiares, allegados y profesionales despus de un suicidio 9.1. Necesidades y expectativas de la familia y allegados tras un suicidio 9.2. Intervenciones preventivas en familiares y allegados 9.3. Intervenciones comunitarias 9.4. Intervenciones en profesionales de la salud tras el suicidio de un paciente 10. 11. 12. Programas clnicos de intervencin sobre la conducta suicida en Espaa Aspectos legales del suicidio en Espaa Estrategias diagnsticas y teraputicas Anexo 1. Aspectos a recoger en urgencias hospitalarias ante una conducta suicida Anexo 2. Objetivos de las intervenciones preventivas de suicidio Anexo 3. Informacin para pacientes y familiares sobre la ideacin y conducta suicidas Anexo 4. Informacin para familiares y allegados sobre el duelo tras un suicidio Anexo 5. Abreviaturas Anexo 6. Glosario Anexo 7. Declaracin de intereses Bibliografa

107 108 109 111 111 113 115 115 119 125 127 131 131 132 133 153 173 175 183 185

Anexos

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PresentacinDocumentar la variabilidad de la prctica clnica, analizar sus causas y adoptar estrategias orientadas a eliminarla han demostrado ser iniciativas que inducen mejoras sustanciales en la prctica profesional y que fomentan la calidad. Entre dichas estrategias destaca la elaboracin de guas de prctica clnica (GPC), conjunto de recomendaciones claves basadas en una profunda revisin sistemtica de estudios cientficos relevantes con el propsito de dar respuesta a las incertidumbres existentes en la prctica clnica diaria. El Plan de Calidad 2010 para el Sistema Nacional de Salud (SNS) pretende responder a los retos que tiene planteados el SNS, incrementando la cohesin del sistema, garantizando la equidad en la atencin sanitaria a los ciudadanos, con independencia del lugar en el que residan y asegurando que esta atencin sea de la mxima calidad. Entre sus objetivos figura el impulso a la elaboracin y uso de GPC vinculadas a las Estrategias de salud, consolidando y extendiendo el Proyecto Gua-Salud. El Consejo Interterritorial del SNS aprob en el ao 2003 el Proyecto Gua-Salud con el objeto final de mejorar la calidad en la toma de decisiones clnicas basadas en la evidencia, a travs de la articulacin de un sistema de actividades formativas y la configuracin de un registro de GPC en el SNS accesibles de forma gratuita va Internet. En este contexto se enmarca la presente GPC de Prevencin y Tratamiento de la Conducta Suicida. El suicidio representa un grave problema de Salud Pblica con alrededor de un milln de muertes anuales en todo el mundo, siendo la dcima causa de muerte en Europa. En Espaa se suicidan nueve personas al da, hecho de gran repercusin emocional, social y econmica en el entorno de las personas fallecidas. Es por ello de gran importancia la adopcin de medidas y el desarrollo de estrategias encaminadas a la disminucin de la conducta suicida como se recoge en la Estrategia de Salud Mental del SNS que contempla entre sus objetivos la prevencin del suicidio y la evaluacin de acciones especficas para disminuir las tasa de suicidio en grupos de riesgo. El propsito de esta GPC es contribuir a reducir la variabilidad de la prctica clnica en el manejo de la conducta suicida, ayudando a la toma de decisiones por parte de los profesionales sanitarios implicados y favoreciendo la mejora en la salud y la calidad de vida de la poblacin. Pretende adems mejorar la informacin de pacientes y familiares favoreciendo su participacin en la toma de decisiones y mejorar la informacin de toda la ciudadana de manera que se logre reducir el estigma asociado a este problema de salud.

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Esta gua es el resultado del gran esfuerzo realizado por profesionales expertos en metodologa y profesionales sanitarios de los distintos mbitos clnicos relacionados con el manejo de la conducta suicida, tanto en Atencin Primaria como en Atencin Especializada. Desde la Agencia de Calidad agradecemos a todos ellos el trabajo realizado y les felicitamos por esta GPC que esperamos permita mejorar el trato y la atencin sanitaria que reciben estos pacientes.

CARMEN MOYA GARCADG. de la Agencia de Calidad del SNS

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GUAS DE PRCTICA CLNICA EN EL SNS

Autora y colaboracionesGrupo de trabajo de la Gua de Prctica Clnica de Prevencin y Tratamiento de la Conducta Suicida*Mara lvarez Ariza1,2 . Doctora en Medicina. Especialista en Psiquiatra. Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Pontevedra). Gerardo Atienza Merino1,2 . Doctor en Medicina. Tcnico de la Agencia de Evaluacin de Tecnologas Sanitarias de Galicia. Consellera de Sanidad. Mara Jos vila Gonzlez2 . Licenciada en Medicina. Especialista en Psiquiatra. Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (A Corua). Celia Canedo Magarios1 . Doctora en Medicina. Especialista en Psiquiatra. Hospital Lucus Augusti de Lugo. Manuel Castro Bouzas1 . Licenciado en Psicologa. Especialista en Psicologa Clnica. rea Sanitaria de Ferrol (A Corua). Jess Combarro Mato1 . Licenciado en Medicina. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud de Culleredo (A Corua). Elena de las Heras Liero1,2 . Doctora en Medicina. Especialista en Psiquiatra. Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Pontevedra). Rafael Fernndez Martnez2 . Doctor en Psicologa. Especialista en Psicologa Clnica. Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Pontevedra). Ernesto Ferrer Gmez del Valle1,2 . Doctor en Medicina. Especialista en Psiquiatra. Complejo Hospitalario de Ourense. Alejandro Garca Caballero1 . Doctor en Medicina. Especialista en Psiquiatra. Complejo Hospitalario de Ourense.

* Los autores han participado en la primera parte de la gua (evaluacin y tratamiento, captulos 2 a 5)1, en la segunda (aspectos preventivos, captulos 6 a 10)2, o en ambas1,2.

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Amparo Gonzlez Garca1,2 . Enfermera Especialista en Salud Mental. Complejo Hospitalario de Ourense. Delia Guitin Rodrguez1,2 . Licenciada en Psicologa. Especialista en Psicologa Clnica. Hospital Lucus Augusti de Lugo. Ekaterina Kokoulina Cherevach 2 . Licenciada en Psicologa. Psicloga interna residente. Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Pontevedra). Cristina Losada Prez2 . Licenciada en Medicina. Mdica interna residente (Psiquiatra). Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Pontevedra). Mara del Carmen Maceira Rozas1,2 . Licenciada en Farmacia. Tcnica de la Agencia de Evaluacin de Tecnologas Sanitarias de Galicia. Consellera de Sanidad. Beln Martnez Alonso1 . Licenciada en Medicina. Especialista en Psiquiatra. USM. Infanto-Juvenil. Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Pontevedra). Jos Mazaira Castro1 . Licenciado en Medicina. Especialista en Psiquiatra. USM Infanto-Juvenil. Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (A Corua). M Luisa Mosteiro lvarez1 . Licenciada en Medicina. Mdico de Urgencias. Complejo Hospitalario de Pontevedra. Laura Prez Mndez1 . Licenciada en Psicologa. Especialista en Psicologa Clnica. Complejo Hospitalario de Pontevedra. Teresa Reijas Ruiz1 . Doctora en Psicologa. Especialista en Psicologa Clnica. Complejo Hospitalario de Ourense. gueda Rojo Pantoja 2 . Doctora en Medicina. Especialista en Psiquiatra. Complejo Hospitalario de Pontevedra. Henar Sancho Daz2 . Licenciada en Medicina. Especialista en Psiquiatra. Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Pontevedra). Margarita Tovar Bobo2 . Licenciada en Medicina. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud de Culleredo (A Corua). Yolanda Trianes Pego1,2 . Licenciada en Psicologa. Tcnica de la Agencia de Evaluacin de Tecnologas Sanitarias de Galicia. Consellera de Sanidad.

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GUAS DE PRCTICA CLNICA EN EL SNS

CoordinacinErnesto Ferrer Gmez del Valle. Coordinador general. Doctor en Medicina. Especialista en Psiquiatra. Complejo Hospitalario de Ourense. Mara lvarez Ariza. Coordinadora clnica. Doctora en Medicina. Especialista en Psiquiatra. Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Pontevedra). Gerardo Atienza Merino. Coordinador metodolgico. Doctor en Medicina. Tcnico de la Agencia de Evaluacin de Tecnologas Sanitarias de Galicia. Consellera de Sanidad.

ColaboracinBeatriz Casal Accin. Documentalista. Agencia de Evaluacin de Tecnologas Sanitarias de Galicia. Consellera de Sanidad.

Colaboracin experta*

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Jose Teo Andrs Gonzlez2 . Licenciado en Derecho. Subdirector del Diario Atlntico. Vigo (Pontevedra). Enrique Baca-Garca1 . Psiquiatra. Profesor Asociado de Psiquiatra, Universidad Autnoma de Madrid. Jefe del Servicio de Psiquiatra, Fundacin Jimnez Daz, Madrid. Jose Antonio Couceiro Gianzo2 . Especialista en Pediatra. Jefe del Servicio de Pediatra del Complejo Hospitalario de Pontevedra. Manuel A. Franco Martn 2 . Psiquiatra. Jefe del Servicio de Psiquiatra del Complejo Asistencial de Zamora. Susana Garca-Baquero Borrell1 . Fiscal de la Fiscala de rea de Vigo (Pontevedra). Jos Ramn Garca Palacios1 . Fiscal delegado de proteccin de menores e incapaces de la Fiscala de rea de Vigo (Pontevedra). Ana Goicoechea Castao2 . Especialista en Pediatra. Centro de Salud de Tui (Pontevedra).

* Los colaboradores expertos han participado en la primera parte de la gua (captulos 2 a 5)1, en la segunda (captulos 6 a 10)2, o en ambas1,2.

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Beln Martnez Alonso2 . Licenciada en Medicina. Especialista en Psiquiatra. USM. Infanto-Juvenil. Complexo Hospitalario Universitario de Vigo (Pontevedra). Jos Mazaira Castro2 . Licenciado en Medicina. Especialista en Psiquiatra. USM Infanto-Juvenil. Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (A Corua). Marta Medrano Varela1 . Mdico Forense. Especialista en Medicina Legal y Forense. Jefa de Seccin Clnica. Instituto de Medicina Legal de Galicia. Mara Teresa Olcoz Chiva 2 . Licenciada en Medicina. Servicio de Geriatra. Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Pontevedra). Daniel Portela Orjales2 . Mdico. Subdireccin Mdica de Atencin Especializada. Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Pontevedra). Carmen Senra Rivera1,2 . Doctora en Psicologa. Profesora titular de Universidad. Departamento de Psicologa Clnica y Psicobiologa. Universidad de Santiago de Compostela.

Revisin externa*Enric Aragons Benaiges1,2,3 . Mdico de Familia. Centro de Atencin Primaria de Constant, Tarragona. Institut Catal de la Salut. En representacin de SEMFYC. Tiburcio Angosto Saura 2 . Psiquiatra. Jefe del Servicio de Psiquiatra del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Pontevedra). Manuel Arrojo Romero1,2,3 . Psiquiatra. Jefe del Servicio de Salud Mental y Asistencia a Drogodependencias. Servizo Galego de Sade. Consellera de Sanidade. Xunta de Galicia. Germn E. Berrios1,2,3 . Profesor de Epistemologa de la Psiquiatra (emrito). Life Fellow Robinson College. Departamento de Psiquiatra. Universidad de Cambridge, Reino Unido. Julio Bobes Garca1,3 . Psiquiatra. Catedrtico de Psiquiatra. Universidad de Oviedo.

* Los revisores externos han participado en la primera parte de la gua (captulos 2 a 5)1, en la segunda (captulos 6 a 10)2, en la parte de informacin a pacientes y familiares3, o en todas ellas1,2,3.

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Mercedes Borda Ms1,2,3 . Psicloga clnica. Profesora Titular del Departamento de Personalidad, Evaluacin y Tratamiento Psicolgico. Universidad de Sevilla. En representacin de AEPCP. Rosendo Bugarn Gonzlez1,2,3 . Mdico de Familia. Centro de Salud de Folgueiras-Calo (A Corua). En representacin de SEMES. Alfredo Calcedo Barba1,3 . Psiquiatra. Servicio de Psiquiatra. Hospital Gregorio Maran (Madrid). En representacin de SEPL. Mara Consuelo Carballal Balsa1,2,3 . Coordinadora de Enfermera. Servicio de Salud Mental y Asistencia a Drogodependencias. Servizo Galego de Sade. Consellera de Sanidade. Xunta de Galicia. En representacin de ANESM. Ana Daz Prez1,2,3 . Psiquiatra. Departamento de Psiquiatra. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona. Juan L. Fernndez Hierro1,3 . Psiquiatra. Unidad de Hospitalizacin Psiquitrica Nicols Pea. Complexo Hospitalario Universitario de Vigo (Pontevedra). M Dolores Franco Fernndez1,2,3 . Psiquiatra. Departamento de Psiquiatra. Facultad de Medicina. Sevilla. En representacin de SEP. Lucas Giner Jimnez1,2,3 . Psiquiatra. Departamento de Psiquiatra. Universidad de Sevilla. En representacin de SEP. Mariano Hernndez Monsalve1,2,3 . Psiquiatra. Jefe de los servicios de Salud Mental del distrito de Tetun (Madrid). En representacin de AEN. Javier Jimnez Pietropaolo1,2,3 . Psiclogo. Servicio Regional de Atencin Jurdica y Psicosocial de la Comunidad de Madrid. En representacin de AIPIS y FEMASAM. Raquel Len Lamela 3 . Licenciada en Psicologa Clnica. Servicio de Informacin y Atencin Socio-Familiar. FEAFES Galicia (A Corua). Germn Lpez Cortacns1,2,3 . Enfermero de Salud Mental. Centro de Salud de Salou, Tarragona. En representacin de FAECAP. Raimundo Mateos lvarez1,2,3 . Psiquiatra. Unidad de Psicogeriatra. Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), (A Corua). En representacin de SEPG.

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Berta Moreno Kstner1,3 . Psicloga clnica. Departamento de Personalidad, Evaluacin y Tratamiento Psicolgico. Universidad de Mlaga. En representacin de SEEP. Teresa Pacheco Tabuenca 2 . Licenciada en Psicologa. SAMUR-Proteccin Civil. Madrid. Mario Pramo Fernndez1,2,3 . Psiquiatra. Servicio Psiquiatra. Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), (A Corua). Pablo Pascual Pascual1,2,3 . Mdico de Familia. Centro de Salud Azpilagaa. Pamplona (Navarra). En representacin de SEMFYC. Vctor Prez Sol1,2,3 . Psiquiatra. Director de la Unidad de Psiquiatra. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Barcelona. Manuel Portela Romero1,3 . Mdico de Familia. Centro de Salud de Padrn (A Corua). En representacin de SEMERGEN. Francisco Rodrguez Pulido1,2,3 . Psiquiatra. Profesor Titular de Psiquiatra. Universidad de La Laguna (Tenerife). En representacin de AEN. Pilar Alejandra Saiz Martnez1,3 . Psiquiatra. Profesora Titular del rea de Psiquiatra. Universidad Oviedo. En representacin de SEPB. Carmen Senra Rivera1,2,3 . Psicloga. Profesora titular de Universidad. Departamento de Psicologa Clnica y Psicobiologa. Universidad de Santiago de Compostela. Gustavo Turecki1,3 . Psiquiatra. Departamento de Psiquiatra del Douglas Mental Health University Institute y profesor de la McGill University. Montreal (Canad).

AgradecimientosA Jos Luis Iglesias Diz y Luis Iglesias Fernndez, por las ilustraciones realizadas para el apartado de informacin a pacientes, familiares y allegados. A Noem Raa Villar, de la Agencia de Evaluacin de Tecnologas Sanitarias de Galicia, por su labor administrativa y de gestin. A todos los pacientes y familiares que han participado en la revisin externa del apartado de informacin para pacientes y familiares.

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Sociedades colaboradorasMiembros de estas sociedades y asociaciones han participado en la revisin externa de la GPC: Asociacin de Investigacin, Prevencin e Intervencin del Suicidio (AIPIS). Asociacin Espaola de Neuropsiquiatra (AEN). Asociacin Espaola de Psicologa Clnica y Psicopatologa (AEPCP). Asociacin Madrilea de Amigos y Familiares de personas con Esquizofrenia (AMAFE). Asociacin Nacional de Enfermera de Salud Mental (ANESM). Federacin de Asociaciones de Enfermera Comunitaria y Atencin Primaria (FAECAP). Federacin de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Galicia (FEAFES Galicia). Federacin Madrilea de Asociaciones Pro Salud Mental (FEMASAM). Sociedad Espaola de Epidemiologa Psiquitrica (SEEP). Sociedad Espaola de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC). Sociedad Espaola de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES). Sociedad Espaola de Mdicos de Atencin Primaria (SEMERGEN). Sociedad Espaola de Psicogeriatra (SEPG). Sociedad Espaola de Psiquiatra (SEP). Sociedad Espaola de Psiquiatra Biolgica (SEPB). Sociedad Espaola de Psiquiatra Legal (SEPL).

Declaracin de inters. Todos los miembros del grupo de trabajo, as como las personas que han participado como colaboradores expertos o en la revisin externa, han realizado la declaracin de inters que se presenta en el anexo 7.

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Niveles de evidencia y grados de recomendacin del SIGNNiveles de evidencia1++ 1+ 1Metanlisis, revisiones sistemticas de ensayos clnicos o ensayos clnicos de alta calidad con muy poco riesgo de sesgo. Metanlisis, revisiones sistemticas de ensayos clnicos o ensayos clnicos bien realizados con poco riesgo de sesgo. Metanlisis, revisiones sistemticas de ensayos clnicos o ensayos clnicos con alto riesgo de sesgo. Revisiones sistemticas de estudios de cohortes o de casos y controles o estudios de pruebas diagnsticas de alta calidad, estudios de cohortes o de casos y controles de pruebas diagnsticas de alta calidad con riesgo muy bajo de sesgo y con alta probabilidad de establecer una relacin causal. Estudios de cohortes o de casos y controles o estudios de pruebas diagnsticas bien realizadas con bajo riesgo de sesgo y con una moderada probabilidad de establecer una relacin causal. Estudios de cohortes o de casos y controles con alto riesgo de sesgo. Estudios no analticos, como informes de casos y series de casos. Opinin de expertos.

2++

2+ 23 4

Fuerza de las recomendacionesA Al menos un metanlisis, revisin sistemtica de ECA, o ECA de nivel 1++, directamente aplicables a la poblacin diana, o evidencia suficiente derivada de estudios de nivel 1+, directamente aplicable a la poblacin diana y que demuestren consistencia global en los resultados. Evidencia suficiente derivada de estudios de nivel 2++, directamente aplicable a la poblacin diana y que demuestren consistencia global en los resultados. Evidencia extrapolada de estudios de nivel 1++ o 1+. Evidencia suficiente derivada de estudios de nivel 2+, directamente aplicable a la poblacin diana y que demuestren consistencia global en los resultados. Evidencia extrapolada de estudios de nivel 2++. Evidencia de nivel 3 o 4. Evidencia extrapolada de estudios de nivel 2+.

B

C D

Los estudios clasificados como 1- y 2- no deben usarse en el proceso de elaboracin de recomendaciones por su alta posibilidad de sesgo. Las recomendaciones adaptadas de una GPC se sealan con el superndice GPC Evidencia extrada de estudios cualitativos relevantes y de calidad. Esta categora no est contemplada por el SIGN.

Q

Buena prctica clnica

3

1

Prctica recomendada basada en la experiencia clnica y el consenso del equipo redactor.

Fuente: Scottish Intercollegiate Guidelines Network. SIGN 50: A guideline developers handbook (Section 6: Forming guideline recommendations), SIGN publication n 50, 2001. 1. En ocasiones el grupo elaborador se percata de que existe algn aspecto prctico importante sobre el que se quiere hacer nfasis y para el cual no existe, probablemente, ninguna evidencia cientfica que lo soporte. En general estos casos estn relacionados con algn aspecto del tratamiento considerado buena prctica clnica y que no se cuestionara habitualmente. Estos aspectos son valorados como puntos de buena prctica clnica. Estos mensajes no son una alternativa a las recomendaciones basadas en la evidencia cientfica sino que deben considerarse nicamente cuando no existe otra manera de destacar dicho aspecto.

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1. IntroduccinEste documento es la versin resumida de otro ms amplio, la versin completa, disponible en la pgina web de GuiaSalud (http://www.guiasalud.es) y de la Agencia de Evaluacin de Tecnologas Sanitarias de Galicia (avalia-t) (http://avalia-t.sergas.es). En la versin completa se aade informacin y apartados sobre metodologa, indicadores de calidad, difusin e implementacin y recomendaciones de investigacin futura.

1.1. La conducta suicidaEl suicidio representa un grave problema de salud pblica con alrededor de un milln de muertes anuales en todo el mundo (2) y se ha estimado que cada ao se suicidan 14,5 personas de cada 100000 (3). Las repercusiones en el entorno son muy importantes, ya que las vidas de los allegados se ven profundamente afectadas a nivel emocional, social y econmico. En este sentido, los costes econmicos asociados al suicidio se han estimado en EE.UU. en unos 25 000 millones de dlares anuales, entre gastos directos e indirectos (3, 4). Es por ello de gran importancia la adopcin de medidas y el desarrollo de estrategias encaminadas a la disminucin de la conducta suicida. Desde la Unin Europea se han promovido iniciativas, como la Mental Health Promotion and Mental Disorder Prevention (5), donde la prevencin del suicidio se considera una de las reas de intervencin. En Espaa, la Estrategia de Salud Mental elaborada para el periodo 2009-2013 (6) contempla entre sus objetivos la prevencin del suicidio y la evaluacin de acciones especficas para disminuir las tasas de suicidio en grupos de riesgo.

1.2. ConceptualizacinEn 1986, la Organizacin Mundial de la Salud (OMS) defini el suicidio como un acto con resultado letal, deliberadamente iniciado y realizado por el sujeto, sabiendo o esperando su resultado letal y a travs del cual pretende obtener los cambios deseados y el parasuicidio, como un acto sin resultado fatal mediante el cual, sin ayuda de otros, una persona se autolesiona o ingiere sustancias con la finalidad de conseguir cambios a travs de las consecuencias actuales o esperadas sobre su estado fsico (7). La conceptualizacin de la conducta suicida es compleja y algunos de los trminos utilizados resultan poco operativos, por lo que ha sido necesaria

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la elaboracin de definiciones ms precisas que intentan concretar diferentes aspectos (8, 9). Los criterios de clasificacin de la conducta suicida de Diekstra (10) diferencian entre suicidio, intento de suicidio y parasuicidio, en funcin de si el resultado de la conducta es mortal o no y de la gravedad de dicha conducta. Por su parte, OCarroll et al. (11) plantearon una nomenclatura de los pensamientos y conductas relacionadas con el suicidio, adoptada por el National Institute of Mental Health (NIMH) de EE.UU. y considerada como una de las ms operativas. En ella se diferencia entre ideacin suicida, conducta instrumental, intento de suicidio y suicidio consumado. En 2007, Silverman et al. (12, 13) realizaron una revisin de la nomenclatura de O`Carroll et al. en la que intentaron incluir aquellos aspectos clave de diferentes definiciones propuestas con anterioridad, como: el resultado de la conducta, la entidad del acto, el grado de intencionalidad y el conocimiento o conciencia de los resultados de dicha conducta (14). En esta nueva propuesta se aadi una categora denominada comunicacin suicida, que incluye la amenaza y el plan suicida, y adems, el trmino conducta instrumental se cambi por el de amenaza suicida. Adems aadieron los tipos I, II y III con el fin de intentar simplificar la terminologa e incluir todas las combinaciones posibles de las diferentes variables clnicas (tabla 1). Las definiciones de esta nomenclatura son las siguientes: Ideacin suicida: pensamientos sobre el suicidio (cogniciones) Comunicacin suicida: acto interpersonal en el que se transmiten pensamientos, deseos o intencionalidad de acabar con la propia vida, sin que exista evidencia implcita o explcita de que este acto de comunicacin suponga por s mismo una conducta suicida. La comunicacin suicida es un punto intermedio entre la ideacin suicida (cogniciones) y la conducta suicida. En esta categora se incluyen aquellas comunicaciones verbales o no verbales, que pueden tener intencionalidad, pero no producen lesiones. Existen dos tipos de comunicacin suicida: menazasuicida: acto interpersonal, verbal o no verbal, que podra A predecir una posible conducta suicida en el futuro cercano lansuicida: es la propuesta de un mtodo con el que llevar a cabo P una conducta suicida potencial.

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GUAS DE PRCTICA CLNICA EN EL SNS

Tabla 1. Nomenclatura y clasificacin de la conducta suicida. Ideacin suicida a. Sin intencionalidad suicida b. Con grado indeterminado de intencionalidad c. Con alguna intencionalidad suicida 1. Casual 2. Transitoria 3. Pasiva 4. Activa 5. Persistente

Comunicacin suicida*

a. Sin intencionalidad suicida: 1. Verbal o no verbal, pasiva o activa (amenaza suicida, tipo I) 2. Propuesta de un mtodo con el que llevar a cabo una autolesin (plan suicida, tipo I) b. Con grado indeterminado de intencionalidad 1. Verbal o no verbal, pasiva o activa (amenaza suicida, tipo II) 2. Propuesta de un mtodo con el que llevar a cabo una autolesin (plan suicida, tipo II) c. Con alguna intencionalidad suicida 1. Verbal o no verbal, pasiva o activa (amenaza suicida, tipo III) 2. Propuesta de un mtodo con el que llevar a cabo una autolesin (plan suicida, tipo III)

Conducta suicida*

a. Sin intencionalidad suicida 1. Sin lesiones (autolesin, tipo I) 2. Con lesiones (autolesin, tipo II) 3. Con resultado fatal (muerte autoinfligida no intencionada) b. Con grado indeterminado de intencionalidad 1. Sin lesiones (conducta suicida no determinada, tipo I) 2. Con lesiones (conducta suicida no determinada, tipo II) 3. Con resultado fatal (muerte autoinfligida con intencionalidad indeterminada) c. Con alguna intencionalidad suicida 1. Sin lesiones (intento de suicidio, tipo I) 2. Con lesiones (intento de suicidio, tipo II) 3. Con resultado fatal (suicidio consumado)

*Clasificacin adicional para comunicacin y conducta suicida: Foco intrapersonal: obtencin de cambios en el estado interno (evasin/liberacin) Foco interpersonal: obtencin de cambios en el estado externo (afecto/control) Foco mixto

Fuente: elaboracin propia a partir de Silverman et al. (12, 13).

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Conducta suicida: conducta potencialmente lesiva y autoinflingida, en la que hay evidencia implcita o explcita de que: a. La persona desea utilizar la aparente intencin de morir con alguna finalidad. b. La persona presenta algn grado, determinado o no, de intencin de acabar con su vida. La conducta suicida puede no provocar lesiones, provocarlas de diferente gravedad e, incluso, producir la muerte. Se considera conducta suicida: Autolesin/gesto suicida: conducta potencialmente lesiva autoinfligida para la que existe evidencia, implcita o explcita, de que la persona no tiene la intencin de matarse. La persona desea utilizar la aparente intencionalidad de morir con alguna finalidad. Este tipo de conducta puede no provocar lesiones, provocar lesiones o provocar la muerte (muerte autoinfligida no intencionada) Conducta suicida no determinada: conducta con grado indeterminado de intencionalidad suicida que puede resultar sin lesiones, con lesiones o causar la muerte (muerte autoinfligida con grado indeterminado de intencionalidad) Intento de suicidio: conducta potencialmente lesiva autoinfligida y sin resultado fatal, para la que existe evidencia, implcita o explcita, de intencionalidad de provocarse la muerte. Dicha conducta puede provocar o no lesiones, independientemente de la letalidad del mtodo Suicidio: muerte autoinfligida con evidencia implcita o explcita de que la persona tena intencionalidad de autoprovocarse la muerte. En esta Gua de Prctica Clnica (GPC) se adoptar la nomenclatura propuesta por Silverman et al. (12, 13).

1.3. Epidemiologa del suicidioEn la actualidad, el suicidio se sita entre las quince primeras causas de muerte en el mundo. Su tendencia es ascendente, estimndose que en 2020 la cifra de suicidios consumados ser de 1,53 millones (15). En los estudios de autopsia psicolgica, la presencia de trastornos mentales se objetiva en alrededor del 90% de las personas que consuman el suicidio (2, 16-18), siendo los trastornos ms frecuentemente asociados, la depresin, el abuso de sustancias, los trastornos psicticos, los trastornos

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de la personalidad y los trastornos de ansiedad, entre otros (2, 19). En este sentido es importante destacar las previsiones del estudio ESEMeD (European Study of the Epidemiology of Mental Disorders) que nos muestra que un 14,7% de la poblacin europea presentar un trastorno afectivo a lo largo de su vida (casi un 20% en el caso de Espaa), el 14,5% un trastorno de ansiedad y un 5,2% un trastorno por abuso de alcohol (20, 21).

Factores sociodemogrficos Regin o pas: las tasas ms altas de suicidio a nivel mundial se encuentran en Lituania y Rusia (51,6 y 43,1 por 100 000 habitantes), y las ms bajas en Azerbaiyn, Kuwait y Filipinas (1,1, 2,0 y 2,1 por 100 000 habitantes). En Europa, el suicidio es la dcima causa de muerte, siendo los pases de Europa Oriental los que presentan mayores tasas (22). Tambin se observan altas tasas en los pases nrdicos (2). Gnero: la proporcin de suicidios hombre/mujer es de 4:1 en pases occidentales (3) y entre 3:1 y 7,5:1 en el resto del mundo (17). Dos excepciones seran India y China, en donde no hay claras diferencias respecto al gnero (1,3:1 en la India y 0,9:1 en China) (17). Edad: aunque proporcionalmente las tasas de suicidio son ms altas entre las personas de edad, dada la distribucin demogrfica, el nmero absoluto de casos registrados es mayor entre los menores de 45 aos, fenmeno que parece existir en todos los continentes y que no est relacionado con los niveles de industrializacin o riqueza (15). En Europa, el suicidio en jvenes ha ido aumentando entre los aos 1980 y 2000, multiplicndose por cuatro su tasa (22). Sin embargo, tanto el suicidio consumado como el intento de suicidio son raros antes de la pubertad (23). Raza: parecen existir patrones de suicidio segn la raza, con menores tasas entre los hispanos y afroamericanos que entre los europeos, especialmente los caucsicos que doblan las tasas observadas en otras razas. Sin embargo, en la actualidad se observa un aumento en las tasas de suicidio de los afroamericanos de EE.UU. (2, 3). Religin: podra actuar como factor protector, ya que las tasas ms elevadas de suicidio se encuentran entre los ateos (24). Si los suicidios consumados representan alrededor de un milln de casos al ao, se ha estimado que los intentos de suicidio podran ser 10 o 20 veces ms numerosos (3). Respecto a la edad y al sexo, existen importantes

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diferencias entre el suicidio consumado y los intentos de suicidio. As, mientras el primero suele producirse en hombres, los intentos son ms habituales entre las mujeres jvenes (15, 25).

El suicidio en EspaaSegn datos del Instituto Nacional de Estadstica (INE) (26) del 2010, en Espaa se suicidan nueve personas al da, siendo el suicidio en los varones (78,09%) ms del triple que en las mujeres (21,90%). Aunque las tasas de suicidio se sitan entre las ms bajas de Europa (3), hasta el ao 2003 pareca existir una evolucin ascendente; sin embargo, a partir de 2004 la tendencia es estable o descendente, al igual que en el resto de Europa (22, 27). En Europa mueren cada ao 58000 personas por suicidio, 7000 ms que por accidentes de trfico (28). Si en Espaa comparamos ambas causas de muerte a lo largo de los ltimos aos, podemos comprobar una disminucin importante de los fallecimientos por accidentes de trfico, mientras que las tasas de suicidio se mantuvieron similares, llegando a ser desde el 2008 la primera causa de muerte no natural (29). Los datos recogidos por el INE (30) muestran que la conducta suicida en Espaa sigue las pautas del resto del mundo (3), producindose la mayora de los suicidios en la poblacin de sexo masculino y aumentando su tasa conforme aumenta la edad. Analizando los datos por comunidades autnomas, las que presentan mayores tasas por 100 000 habitantes son Asturias y Galicia (13,74 y 9,83), mientras que Madrid y Melilla presentan las tasas ms bajas (1,89 y 1,32). Respecto a los intentos de suicidio, en Espaa se cifran entre 50-90 por 100000 habitantes/ao, aunque las cifras reales son difciles de estimar por la dificultad de la recogida de datos (28). El mtodo ms frecuente es la intoxicacin medicamentosa, con una incidencia anual de intoxicaciones agudas en medio extrahospitalario de 28/100000 habitantes (31) y de 170/100000 habitantes en medio hospitalario (32).

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I. EVALUACIN Y TRATAMIENTO

2. Factores asociados con la conducta suicida y evaluacin del riesgo suicida2.1. Factores de riesgoLa identificacin de los factores que aumentan o disminuyen el nivel de riesgo suicida es de gran importancia por la estrecha relacin que guardan con dicha conducta (33). El nivel de riesgo aumenta proporcionalmente con el nmero de factores presentes, si bien algunos de ellos tienen un peso especfico mayor que otros (2, 33). La estimacin del riesgo de suicidio se realiza mediante el juicio clnico del profesional, valorando los factores que concurren de modo particular en cada persona, en un momento determinado de su vida y ante eventos estresantes especficos (33, 34). Preguntas para responder: Cules son los factores de riesgo ms importantes asociados con la conducta suicida? Resumen de la evidencia Factores de riesgo individuales Intentos de suicidio previos: son el predictor ms importante de conducta suicida (35). Abuso de alcohol u otras sustancias txicas: ejerce un papel muy significativo, y no es slo un factor de riesgo, sino tambin un factor precipitante (35). Depresin mayor: es el trastorno mental que de forma ms comn se asocia con la conducta suicida, suponiendo un riesgo de suicidio 20 veces mayor respecto a la poblacin general (36). Otros trastornos mentales: trastorno bipolar y esquizofrenia (36). RS de distintos tipos de estudios 2++ Metanlisis 1+

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Factores psicolgicos: desesperanza y rigidez cognitiva (36). Edad: los momentos con ms riesgo de intentos y de suicidios consumados a lo largo de la vida son la adolescencia y la edad avanzada (36). Sexo: los hombres presentan mayores tasas de suicidios consumados y las mujeres mayor nmero de intentos de suicidio (36). Presencia de enfermedad crnica o discapacitante (2, 17). Factores de riesgo familiares y contextuales Historia familiar de suicidio: aumenta el riesgo de conducta suicida (2, 36, 37), especialmente en el gnero femenino (2, 17) y cuando se produce en un familiar de primer grado (37). Factores sociales y ambientales: falta de apoyo social (36, 38), nivel socioeconmico y situacin laboral (17, 36, 38). Historia de maltrato fsico o abuso sexual: en concreto, los producidos durante la infancia presentan una asociacin consistente con la conducta suicida (2, 23, 36, 37). Preguntas para responder: Qu factores pueden actuar como precipitantes de la conducta suicida y cules son factores protectores? Factores de riesgo que pueden actuar como precipitantes de una conducta suicida Eventos vitales estresantes: prdidas personales (divorcio, separacin, muertes), prdidas financieras (econmicas o laborales), problemas legales y acontecimientos negativos (conflictos y relaciones interpersonales), pueden ser desencadenantes de una conducta suicida en personas que presentan otros factores de riesgo (2, 17, 36). RS de distintos tipos de estudios 2++ RS de distintos tipos de estudios 2++

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Fcil acceso a armas de fuego, medicamentos o txicos: aumenta el riesgo del mismo, al facilitar el paso de la ideacin a la conducta suicida (2, 17). Acoso por parte de pares (iguales): en adolescentes, se ha asociado con altos niveles de estrs, as como con ideacin y conducta suicidas (23). Factores protectores Personales (36, 39, 40): Habilidad en la resolucin de conflictos o problemas Confianza en uno mismo Habilidad para las relaciones sociales e interpersonales. Sociales o medioambientales (17, 36, 37, 39) Apoyo familiar y social, no slo la existencia del apoyo sino su fuerza y calidad Integracin social Poseer creencias y prcticas religiosas, espiritualidad o valores positivos. RS de distintos tipos de estudios 2++ RS de distintos tipos de estudios 2++ Serie de casos 3

2.2. Evaluacin del riesgo suicidaResumen de la evidencia La evaluacin del riesgo suicida es una parte fundamental en el manejo y la prevencin de la conducta suicida, tanto en atencin primaria como en atencin especializada (41). El porcentaje de pacientes a los que se les realiza una adecuada evaluacin tras un intento de suicidio vara entre el 60% (42) y el 95% (43). Serie de casos 3

Serie de casos 3

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Entrevista clnicaPreguntas para responder: Cul es el papel de la entrevista clnica en la valoracin del riesgo suicida?

Resumen de la evidencia La entrevista clnica es el instrumento esencial en la valoracin del riesgo de suicidio. Supone el inicio de la interaccin entre el paciente y el profesional, por lo que puede jugar un papel relevante en la reduccin del riesgo suicida (44). Se han encontrado diferentes factores que influyen en la entrevista clnica, como son: el escenario, las circunstancias, el tiempo disponible, las condiciones y la disponibilidad de la persona entrevistada, adems del estilo, experiencia y preparacin del entrevistador (45). El programa SUPRE (Suicide Prevention) de la OMS public algunas recomendaciones para los profesionales sobre la forma de preguntar acerca de los diferentes aspectos de la ideacin y la conducta suicidas (15). Los pacientes expresan mayor satisfaccin cuando en la entrevista clnica, los profesionales los implican en las decisiones sobre el tratamiento y les explican los objetivos y la finalidad de la evaluacin (46). La informacin necesaria para la valoracin del riesgo de suicidio puede provenir del paciente directamente o de otras fuentes, como familiares, allegados y otros profesionales sanitarios o cuidadores (33, 47). Recomendaciones Tras una conducta suicida se recomienda realizar siempre una adecuada evaluacin psicopatolgica y social que incluya las caractersticas psicolgicas y contextuales del paciente, as como una evaluacin de los factores de riesgo y de proteccin de conducta suicida. Opinin de expertos 4

Opinin de expertos 4

Opinin de expertos 4

RS de distintos tipos de estudios 3, Q Opinin de expertos 4

DGPC

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3

Los profesionales sanitarios implicados en la asistencia de pacientes con conducta suicida debern tener una adecuada formacin que les permita evaluar la presencia de factores de riesgo de conducta suicida y registrar el perfil de riesgo del paciente. Toda la informacin recabada a lo largo del proceso de evaluacin deber ser registrada de forma adecuada en la historia clnica. Se recomienda que los profesionales expliquen al paciente y a sus allegados el objetivo de la evaluacin y su finalidad, y que traten de implicarlos como parte activa del proceso teraputico. Desde el inicio de la entrevista clnica se deber favorecer la comunicacin de la sintomatologa, sentimientos y pensamientos del paciente asociados a la conducta suicida y facilitar que el paciente y sus allegados se impliquen en la toma de decisiones.

DGPC

Q

3

Es recomendable contar con la informacin del paciente y de otras DGPC fuentes, como familiares, amigos, allegados y otros profesionales sanitarios o cuidadores. Se recomienda orientar la entrevista clnica a la recogida de los datos objetivos/descriptivos y subjetivos (narrativa del paciente, pensamientos e ideas) y adecuar la entrevista a los objetivos de la misma: escenario y circunstancias, tiempo disponible, condiciones de la persona entrevistada y preparacin del entrevistador.

D

La estimacin del riesgo suicida de un paciente deber hacerse DGPC mediante el juicio clnico del profesional, teniendo en cuenta la presencia de factores de riesgo y protectores. En la evaluacin del riesgo suicida se deber considerar, principalmente: A B Presencia de intentos de suicidio previos y el abuso de sustancias Presencia de trastornos mentales, sntomas especficos como desesperanza, ansiedad, agitacin e ideacin suicida grave (ideas de muerte recurrentes todos los das, la mayor parte del tiempo), as como eventos estresantes y disponibilidad de mtodos Factores de riesgo asociados a su repeticin, enfermedad fsica, cronicidad, dolor o discapacidad, historia familiar de suicidio, factores sociales y ambientales y antecedentes de suicidio en el entorno.

C

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Escalas de evaluacin auto y heteroaplicadasExiste una gran diversidad de instrumentos psicomtricos diseados para evaluar el riesgo de suicidio que suelen basarse, bien en la valoracin directa de ideas/conductas suicidas y factores de riesgo, bien en sntomas o sndromes asociados al suicidio, como la desesperanza, la depresin, etc. Preguntas para responder: Existe algn instrumento psicomtrico que permita predecir el riesgo de futuros episodios de conducta suicida?

Resumen de la evidencia Los instrumentos psicomtricos pueden ser una ayuda complementaria a la entrevista y al juicio clnico, pero nunca deben sustituirlos (9). De las escalas revisadas, aquellas que han demostrado adecuadas propiedades para la valoracin del riesgo suicida son (48): Escala de desesperanza de Beck (49) Escala de ideacin suicida de Beck (50) Escala de intencionalidad suicida de Beck (51) tem de conducta suicida de la Escala de depresin de Beck (52) tem sobre conducta suicida de la Escala de valoracin de la depresin de Hamilton (53). Aunque no validados en Espaa y sin estudios que demuestren sus propiedades psicomtricas, los acrnimos SAD PERSONS (54) e IS PATH WARM (55) pueden ser tiles por su facilidad de aplicacin en la evaluacin del paciente con conducta suicida. Recomendaciones D Se recomienda no sustituir la entrevista clnica por el uso de escalas auto y heteroaplicadas, aunque estas aportan una informacin complementaria en la evaluacin. Opinin de expertos 4 Opinin de expertos 4 RS estudios cohortes 2++

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C

Dentro de las diferentes escalas, se recomiendan las escalas de desesperanza, ideacin suicida e intencionalidad suicida de Beck. Tambin se recomiendan los tems de conducta suicida del Inventario de depresin de Beck y de la Escala de valoracin de la depresin de Hamilton. Aunque no validadas en Espaa, tambin se recomiendan las escalas SAD PERSONS o la IS PATH WARM por su facilidad de aplicacin. Al valorar a un paciente con varios intentos de suicidio, se recomienda evaluar las causas o precipitantes de cada uno de ellos de forma independiente. Se recomienda evitar todo tipo de actitudes negativas hacia las personas con conducta suicida reiterada, favoreciendo una atencin profesional basada en el respeto y la comprensin hacia este tipo de pacientes.

D

C

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3. Evaluacin y manejo de la ideacin y conducta suicidas en atencin primariaLos profesionales de atencin primaria tienen una extraordinaria importancia a la hora de la evaluacin y manejo de la conducta suicida, debido a la relacin de confianza que habitualmente tienen con sus pacientes y que en la mayora de las ocasiones han desarrollado a lo largo de los aos (56). Antes de un suicidio es frecuente el contacto previo con el mdico de atencin primaria. As, el 75% de las personas han contactado con su mdico en el ao anterior a dicho episodio y el 45% en el mes anterior, mientras que slo uno de cada tres lo han hecho con su servicio de salud mental en el ao anterior y uno de cada cinco en el mes anterior (57, 58). La tipologa de los pacientes que se evalan en este mbito puede ser de tres tipos: 1) aquellos que han sobrevivido a un intento de suicidio; 2) los que acuden a la consulta manifestando ideacin suicida y 3) los que tienen ideacin suicida pero an no la han manifestado verbalmente (59). Por otra parte, la atencin sanitaria proporcionada en atencin primaria depender de factores como el mbito asistencial (zona rural o urbana), la experiencia de los profesionales sanitarios implicados y el conocimiento previo del propio paciente (60).

3.1. Abordaje de la ideacin suicida en atencin primariaPreguntas para responder: Cmo abordar la ideacin suicida en atencin primaria?

Resumen de la evidencia Una forma efectiva de reducir las tasas de suicidio es mejorar la capacidad de los mdicos de atencin primaria en reconocer y tratar los trastornos mentales (61). Hablar de suicidio con los pacientes en los que se detecte o que comuniquen ideacin suicida puede Opinin de expertos 4 Opinin de expertos 4

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aliviar su ansiedad y contribuir a que se sientan mejor comprendidos, sin que ello aumente el riesgo de desencadenar una conducta suicida. Tambin hay que tener en cuenta que el que un paciente hable sobre el suicidio no elimina la posibilidad de que lo cometa (62). Distintos organismos han elaborado recomendaciones acerca de las principales acciones a realizar o evitar ante una situacin de ideacin suicida (15, 63), as como sobre la forma de evaluar el riesgo de suicidio de forma emptica (62, 64). Si el paciente presenta ideacin y/o planificacin suicida ser necesario graduar el nivel de riesgo (15). Los puntos ms importantes a evaluar en un paciente con ideacin suicida son (59, 64): Factores sociodemogrficos Trastornos mentales asociados Existencia de intentos previos Antecedentes familiares de conducta suicida y de trastorno mental. Recomendaciones Se recomienda la capacitacin de los mdicos de atencin primaria en la evaluacin y tratamiento de la ideacin y conducta suicidas, implementando, en caso necesario, programas especficos acerca de su abordaje diagnstico y psicoteraputico. Se recomienda explorar pensamientos suicidas en los pacientes en los que se sospeche ideacin suicida y presenten factores de riesgo de suicidio. Esto no aumenta el riesgo de suicidio. Se recomienda que las preguntas a los pacientes sobre sus ideas de suicidio se formulen de forma gradual: no debern ser exigentes ni coercitivas, sino plantearlas de manera clida y emptica. Si se confirma la presencia de ideacin suicida ser preciso realizar preguntas especficas dirigidas a valorar la posibilidad real de suicidio (frecuencia y gravedad de las ideas, grado de planificacin). Opinin de expertos 4

Opinin de expertos 4 Opinin de expertos 4

D

3

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En pacientes con ideacin suicida y riesgo de suicidio se recomienda: Prescribir frmacos potencialmente seguros en caso de sobredosis Prescribir envases con el menor nmero de comprimidos posible3

Explicar a los familiares la necesidad de control y administracin de la medicacin as como de su custodia Acompaamiento constante por parte de familiares as como restriccin de acceso a mtodos letales Aceptacin por parte del paciente y su familia del seguimiento y derivacin a servicio de salud mental.

3.2. Evaluacin de la conducta suicida en atencin primariaPreguntas para responder: Cmo realizar la evaluacin de la conducta suicida en atencin primaria?

Resumen de la evidencia Tras un intento de suicidio debern valorarse, en primer lugar, las condiciones fsicas del paciente y decidir sobre la necesidad de derivacin a un centro hospitalario para el tratamiento de sus lesiones (60). Los puntos ms importantes en la evaluacin de un episodio de conducta suicida en atencin primaria son (59, 64): Caractersticas del intento: peligrosidad objetiva y percibida por el paciente, objetivo de la conducta, planificacin, posibilidad de rescate, deseos de morir, apoyos externos y actitud Intentos autolticos previos Factores sociodemogrficos Opinin de expertos 4

Opinin de expertos 4

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Trastornos mentales asociados Antecedentes familiares (intentos de suicidio y/o suicidios consumados en la familia, trastornos mentales familiares). Recomendaciones Tras un intento de suicidio en el mbito de la atencin primaria deber valorarse, en primer lugar, las condiciones fsicas del paciente y decidir sobre la necesidad de derivacin a un centro hospitalario para el tratamiento de sus lesiones. Tras un intento de suicidio en el mbito de la atencin primaria se recomienda realizar, siempre que sea posible, una valoracin que incluya: Caractersticas del intento D Intentos autolticos previos Factores sociodemogrficos Trastornos mentales asociados Antecedentes familiares.

D

3.3. Criterios de derivacin de pacientes desde atencin primariaPreguntas para responder: Cundo derivar a un paciente con ideacin o intento de suicidio desde atencin primaria a otro nivel asistencial? Resumen de la evidencia En general, la derivacin urgente desde atencin primaria al servicio de salud mental de un paciente con ideacin suicida se realizar en los casos de (60, 63): Presencia de enfermedad mental grave Conducta suicida grave reciente Opinin de expertos 4

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Plan de suicidio elaborado Expresin de intencionalidad suicida Situacin sociofamiliar de riesgo o falta de soporte En casos de duda sobre la gravedad de la ideacin o riesgo de intento inmediato. Ante un episodio de conducta suicida, la derivacin desde atencin primaria ser urgente, y al servicio de urgencias del hospital de referencia, en los siguientes casos (60, 63): Necesidad de tratamiento mdico de las lesiones producidas, no susceptibles de ser atendidas en atencin primaria Intoxicacin voluntaria con disminucin del nivel de conciencia (previa estabilizacin del paciente). La derivacin ser urgente, desde atencin primaria al servicio de salud mental2 , en los siguientes casos (60, 63): Alta letalidad del plan, independientemente de su resultado Presencia de enfermedad mental grave Conducta autoltica grave reciente Repetidas tentativas previas Situacin sociofamiliar de riesgo o de falta de soporte En casos de duda sobre la gravedad del episodio o riesgo de repeticin. Opinin de expertos 4 Opinin de expertos 4

2 Dependiendo de su organizacin funcional, la atencin urgente por parte del servicio de salud mental podr ser en el servicio de urgencias del hospital de referencia o en otra ubicacin.

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Recomendaciones En caso de ideacin suicida se recomienda la derivacin urgente al servicio de salud mental, si: Presencia de trastorno mental grave Conducta autoltica grave reciente D Plan de suicidio elaborado Expresin de intencionalidad suicida que se mantenga al final de la entrevista Situacin sociofamiliar de riesgo o falta de apoyo Duda sobre la gravedad de la ideacin o riesgo de intento inmediato. En caso de intento de suicidio se recomienda la derivacin urgente a un servicio de urgencias hospitalario, si: Necesidad de tratamiento mdico de las lesiones producidas, no susceptibles de ser atendidas en atencin primaria Intoxicacin voluntaria con disminucin del nivel de conciencia o agitacin (previa estabilizacin del paciente). En caso de intento de suicidio, y en ausencia de los puntos anteriores, se recomienda la derivacin urgente al servicio de salud mental, si: Alta letalidad del plan, independientemente de su resultado Presencia de enfermedad mental grave Conducta autoltica grave reciente Intentos de suicidio previos Situacin sociofamiliar de riesgo o de falta de apoyo Duda sobre la gravedad del intento o riesgo de repeticin.

D

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En caso de ideacin o conducta suicida se podra considerar la derivacin preferente al servicio de salud mental (en el plazo de una semana) cuando no estn presentes ninguno de los criterios anteriores de derivacin inmediata y se cumplan todas las circunstancias siguientes: 3 Alivio tras la entrevista Intencin de control de impulsos suicidas Aceptacin del tratamiento y medidas de contencin pactadas Apoyo sociofamiliar efectivo. 3 Toda la informacin del paciente ser recogida en la historia clnica, as como la justificacin razonada del tipo de derivacin. Se recomienda, una vez producido un episodio de conducta suicida, una adecuada comunicacin entre el servicio de salud mental y el mdico de atencin primaria.

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4. Evaluacin y manejo del paciente con conducta suicida en el servicio de urgenciasLos servicios de urgencias, tanto hospitalarios como extrahospitalarios, tienen una gran relevancia en relacin al suicidio debido a que en muchas ocasiones son los primeros lugares en los que el paciente con ideacin o conducta suicida toma contacto con el sistema sanitario (65, 66). En estos servicios pueden verse tres grupos diferentes de pacientes con riesgo significativo de conducta suicida: Aquellos que acuden con ideacin suicida manifiesta o despus de un intento de suicidio Aquellos que acuden con trastornos mentales, aunque sin intencionalidad suicida conocida Aquellos que acuden con una patologa fsica especfica pero que presentan un riesgo de suicidio oculto o silente. Un importante desafo para los servicios de urgencias, como proveedores de asistencia sanitaria, es el de participar activamente en la integracin de estos pacientes en un proceso teraputico, favoreciendo los procedimientos de vigilancia, cribado, tratamiento y derivacin de aquellos pacientes con alto riesgo de suicidio y tratar de involucrarlos en programas de prevencin y de manejo ambulatorio. Para ello sera necesaria una colaboracin ms estrecha entre los servicios de urgencias y los de salud mental (67).

4.1. La clasificacin de pacientes (triaje) en los servicios de urgenciasPregunta para responder: Cmo se estratifica el nivel de riesgo de los pacientes que acuden a un servicio de urgencias por una conducta suicida?

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Resumen de la evidencia El triaje se define como la revisin clnica y sistemtica de todos los pacientes llegados al servicio de urgencias, con el objetivo de asignar evaluaciones y prioridades de tratamiento mediante una serie de criterios predeterminados y con un mtodo de clasificacin para determinar el nivel de urgencia (68). El Cuestionario de riesgo de suicidio (Risk of Suicide Questionnaire, RSQ) (69) ha demostrado ser un instrumento con alta sensibilidad y especificidad en la deteccin de riesgo de conducta suicida en nios y adolescentes por parte de personal no especializado, aunque tambin ha sido utilizado en adultos (70). Su versin en castellano obtuvo una moderada consistencia interna y una correlacin moderada-alta con constructos como la desesperanza (71). La versin breve del RSQ (72) podra ayudar a conocer el grado de necesidad de una atencin inmediata en aquellas personas que acuden por conducta suicida a un servicio de urgencias y en las que no existe una afectacin grave de su condicin fsica. Las preguntas a formular seran las siguientes: Acude usted porque ha tratado de lesionarse a s mismo? En la semana pasada ha tenido ideas relacionadas con suicidarse? Ha tratado de lesionarse a s mismo en el pasado? Le ha sucedido algo muy estresante en las ltimas semanas? Recomendaciones Se recomienda que todos los pacientes que acudan a un servicio de urgencias por una conducta suicida sean catalogados en el triaje de tal forma que se asegure su atencin dentro de la primera hora desde su llegada. Se propone la versin breve del Cuestionario de riesgo de suicidio de Horowitz para ser empleado por el personal encargado del triaje en el servicio de urgencias con aquellas personas que acuden por conducta suicida y en las que no existe una afectacin grave de su condicin fsica. Opinin de expertos 4

Estudio de pruebas diagnsticas 2+

Estudio cualitativo Q

3

3

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4.2. Evaluacin del paciente con conducta suicida en el servicio de urgenciasPreguntas para responder: En un paciente que acude a un servicio de urgencias por una conducta suicida, qu otros aspectos deberan ser evaluados, adems de los fsicos, con el fin de tomar decisiones inmediatas?

Resumen de la evidencia A pesar de que cualquier persona que habla de suicidio debe ser siempre tomada en serio, se ha descrito la existencia de una posible actitud negativa o ambivalente de los profesionales de los servicios de urgencias y unidades de cuidados intensivos hacia los pacientes atendidos por intento de suicidio (46). El mdico de urgencias hospitalarias, adems de valorar las alteraciones de la condicin fsica, deber realizar siempre una evaluacin psicopatolgica y social bsicas, incluyendo una evaluacin de las necesidades y del riesgo de suicidio (73). La identificacin de factores de riesgo de suicidio es de gran importancia ya que el nivel de riesgo aumenta con el nmero de factores presentes, si bien existen algunos con mayor peso especfico que otros (2, 33). Una forma de mejorar la recogida de informacin y con ello la evaluacin del paciente con conducta suicida sera a travs de la cumplimentacin sistemtica de formularios estandarizados (ver anexo 1) (74). En la evaluacin del riesgo de suicidio en el servicio de urgencias la escala SAD PERSONS es utilizada ampliamente a pesar de no haber sido validada en Espaa ni existir estudios que evalen sus propiedades psicomtricas (54). El test de Manchester Cooper, aunque con alta sensibilidad en la identificacin de pacientes con riesgo de repeticin de la conducta suicida, podra, aunque no Estudio cualitativo Q

Opinin de expertos 4

Opinin de expertos 4

Serie de casos 3

Opinin de expertos 4

Estudio cualitativo Q

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en todos los casos, ser vlido para un primer intento de suicidio (tipos I-II) (75, 76). Se han identificado reas de mejora en la atencin de la conducta suicida: comunicacin entre pacientes y profesionales, formacin de los profesionales, empata hacia las personas afectadas, acceso a la asistencia sanitaria especializada e informacin sobre la conducta suicida a pacientes, cuidadores y pblico en general (46). Recomendaciones 3 La evaluacin del paciente con conducta suicida deber realizarse en un ambiente de privacidad, confidencialidad y respeto. Durante su estancia en el servicio de urgencias debern adoptarse todas aquellas medidas disponibles de seguridad que impidan la fuga y la auto o heteroagresividad. El mdico de urgencias hospitalarias, adems de valorar la alteracin de la condicin fsica del paciente con conducta suicida, deber realizar siempre una evaluacin psicopatolgica y social bsica. En la valoracin de un paciente con conducta suicida se recomienda la evaluacin sistemtica de la presencia de factores de riesgo y la recogida de las caractersticas ms relevantes del intento de suicidio, preferiblemente mediante formatos estandarizados y documentando correctamente toda la informacin en la historia clnica. Se recomienda que los pacientes con un intento de suicidio sean valorados por un psiquiatra, cuando as lo considere el mdico de urgencias hospitalarias. La derivacin al psiquiatra por parte del mdico de urgencias deber realizarse cuando el paciente est plenamente consciente y pueda llevarse a cabo una adecuada valoracin psicopatolgica. En ocasiones podr diferirse la evaluacin psiquitrica del paciente, derivndose con carcter preferente a una consulta de salud mental. Estudio cualitativo Q

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Se recomienda la mejora de las siguientes reas de atencin a las personas con conducta suicida: 3 Comunicacin entre pacientes y profesionales Actitud emptica de los profesionales Acceso a la asistencia sanitaria especializada Informacin sobre la conducta suicida a pacientes y familiares.

4.3. Formacin del mdico de los servicios de urgenciasPreguntas para responder: Cul debe ser la formacin del mdico de urgencias en el reconocimiento, evaluacin y manejo de personas con conducta suicida?

Resumen de la evidencia La formacin de los profesionales, tanto en evaluacin como en el manejo de pacientes con conducta suicida, mejora sus actitudes e incrementa las habilidades y la seguridad en la atencin a estos pacientes, correlacionndose la calidad de la evaluacin con los cuidados proporcionados (77). Recomendaciones D Los profesionales no especializados en salud mental deberan recibir una adecuada formacin en la evaluacin de pacientes que acuden por una conducta suicida. Serie de casos 3

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La formacin del mdico de urgencias en la atencin a pacientes con conducta suicida debera incluir aquellos aspectos considerados de su competencia, entre otros: 3 Evaluacin del estado y capacidad mental del paciente y de su estado de nimo Habilidades en la deteccin de riesgo de suicidio inmediato Conocimiento bsico de las condiciones mdico-legales de las situaciones de urgencia.

4.4. Criterios de ingreso hospitalario del paciente con conducta suicidaPreguntas para responder: Cules son los criterios de ingreso hospitalario psiquitrico de un paciente con conducta suicida? Resumen de la evidencia En general, la decisin de ingresar o no al paciente depender de tres factores principales: la repercusin mdico-quirrgica de la conducta suicida, el riesgo suicida inmediato del paciente, la necesidad de tratamiento del trastorno mental de base y la falta de apoyo sociofamiliar efectivo (33, 78). Recomendaciones La decisin de hospitalizar o no a un paciente tras una conducta suicida es habitualmente un proceso complejo. Se recomienda tener en cuenta principalmente los siguientes factores: DGPC Repercusin mdico-quirrgica de la conducta suicida Riesgo suicida inmediato del paciente Necesidad de un tratamiento ms intensivo del trastorno mental de base Falta de apoyo social y familiar efectivo. Opinin de expertos 4

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5. Tratamiento de la conducta suicida en atencin especializada (Salud Mental)Una de las mayores dificultades en el estudio del tratamiento de la conducta suicida, es que el suicidio consumado es un hecho excepcional, por lo que se necesita una muestra muy amplia para mostrar diferencias estadsticamente significativas cuando se comparan distintos tratamientos. A esta dificultad hay que aadir que muchos estudios excluyen a los pacientes de alto riesgo suicida y que los periodos de seguimiento no suelen ser largos. Debido a esto, una estrategia alternativa para analizar el efecto de un tratamiento sobre el suicidio es seleccionar variables de resultado altamente asociadas a la conducta suicida (79). Recomendaciones Se recomienda abordar la conducta suicida desde una perspectiva amplia, en la que se valoren de forma integral las intervenciones farmacolgicas, psicoteraputicas y psicosociales de las que el paciente pueda beneficiarse y contar con la implicacin de los profesionales sanitarios de los distintos niveles asistenciales. Es recomendable promover la formacin de una alianza teraputica slida entre el paciente y el profesional y contar con el apoyo del entorno del paciente, como parte fundamental del proceso teraputico.

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5.1. Las intervenciones psicoteraputicas en el tratamiento de la conducta suicidaPreguntas para responder: En un paciente con conducta suicida existe alguna tcnica psicoteraputica indicada para su tratamiento?

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Resumen de la evidencia

5.1.1. Terapias de corte cognitivo-conductualLas terapias cognitivo-conductuales son efectivas en adultos con conducta suicida cuando se comparan con no tratamiento o tratamiento habitual Cuando se . comparan con otras formas de psicoterapia no existen diferencias significativas en la efectividad comparada (80). Las terapias cognitivo-conductuales son ms efectivas cuando se orientan a reducir algn aspecto concreto de la conducta suicida que cuando tratan de disminuir sta de forma indirecta centrndose en otros sntomas o signos asociados (80). En adultos, los tratamientos cognitivo-conductuales de carcter individual o combinados con sesiones grupales obtienen mejores resultados que en formato grupal. Sin embargo, en adolescentes, la terapia grupal parece ms eficaz que la terapia individual (80). En pacientes con trastorno lmite de la personalidad y conducta suicida, la terapia dialctico-conductual (TDC) muestra una efectividad comparable al resto de tratamientos cognitivo-conductuales (80). Sobre la terapia cognitivo-conductual (TCC) en formato grupal para adolescentes con conducta suicida previa, aunque en el metanlisis de Tarrier et al. (80) se concluy que era ms efectiva que el tratamiento habitual basndose en un estudio realizado por Wood et al. (81), dos ECA posteriores no encontraron diferencias estadsticamente significativas entre los dos grupos (82, 83). En personas mayores de 60 aos con depresin mayor e ideacin suicida, el tratamiento antidepresivo o terapia de resolucin de problemas (TRP) y seguimiento telefnico obtuvo una reduccin significativa de la ideacin suicida en comparacin con el tratamiento habitual (84). En adolescentes con depresin mayor, la terapia combinada de fluoxetina y TCC produjo una mejora Metanlisis de ECA 1+

Metanlisis de ECA 1+

Metanlisis de ECA 1+

Metanlisis de ECA 1+

ECA 1+

ECA 1+

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ms rpida en comparacin con fluoxetina y TCC de forma independiente, lo que representa un efecto protector de la conducta suicida (85). Sin embargo en adolescentes con depresin moderada-grave, la TCC en combinacin con fluoxetina y cuidados estndar amplios no fue ms efectiva que la fluoxetina combinada con dichos cuidados (86). La terapia cognitivo-conductual redujo de forma significativa la conducta suicida en pacientes con trastorno lmite de la personalidad (87), en pacientes con conducta suicida recurrente (88) y en pacientes con esquizofrenia crnica resistente a la medicacin (89). Tanto la TDC como la psicoterapia basada en la transferencia propiciaron una mejora estadsticamente significativa de la conducta suicida en pacientes con trastorno lmite de la personalidad (90). En adolescentes con depresin y riesgo suicida, la TRP redujo de forma significativa las puntuaciones de las escalas de depresin, disminuy el riesgo de suicidio y aument significativamente la autoestima y la asertividad (91). En adolescentes con trastorno lmite de la personalidad y trastorno bipolar, la terapia dialctico-conductual podra ser efectiva en la reduccin de la conducta e ideacin suicidas (92). ECA 1+

ECA 1+

ECA 1+

Serie de casos 3

5.1.2. Terapia interpersonalLa terapia interpersonal psicodinmica breve realizada en adultos tras un episodio de intoxicacin medicamentosa voluntaria obtuvo a los 6 meses mejores resultados (menor frecuencia de autolesiones autoinformadas, menores puntuaciones en el Inventario de depresin de Beck y mayor satisfaccin con el tratamiento) que el tratamiento habitual (93). En mayores de 60 aos con depresin e ideacin suicida, tras 24 meses de tratamiento con terapia interpersonal (TIP) y/o citalopram, se redujo de forma significativa la ideacin suicida en comparacin con el grupo que recibi tratamiento habitual (94). ECA 1+

ECA 1+

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Una intervencin intensiva de TIP en adolescentes con riesgo suicida fue ms efectiva que el tratamiento habitual en la disminucin de depresin, ideacin suicida, ansiedad y desesperanza (95).

ECA 1+

5.1.3. Terapia familiarNo existe evidencia suficiente para determinar si en menores de 16 aos con ideacin y conducta suicidas, la terapia familiar es un tratamiento eficaz (96). ECA 1+

5.1.4. Terapia psicodinmicaEn pacientes con trastorno lmite de la personalidad y abuso de alcohol, la terapia psicodinmica deconstructiva fue eficaz en la disminucin de la conducta suicida, el abuso de alcohol y la necesidad de cuidado institucional, en comparacin con el tratamiento habitual (97). En pacientes con trastornos de la personalidad, la combinacin de terapia psicodinmica y cognitivoconductual en hospital de da (formato grupal durante 18 semanas) no obtuvo mejores resultados que el tratamiento ambulatorio habitual (98). Recomendaciones Las tcnicas psicoteraputicas juegan un importante papel en el tratamiento de los pacientes con conducta suicida, por lo que se recomienda garantizar su disponibilidad para aquellas personas que las necesiten. De modo general, en los pacientes con conducta suicida se recomiendan los tratamientos psicoteraputicos de corte cognitivo-conductual con una frecuencia semanal, al menos al inicio del tratamiento. La psicoterapia empleada debera incidir siempre sobre algn aspecto concreto del espectro suicida (ideacin suicida, desesperanza, autolesiones u otras formas de conducta suicida). En adultos con ideacin o conducta suicida se recomiendan los tratamientos cognitivo-conductuales basados en sesiones individuales, aunque puede valorarse la inclusin de sesiones grupales como complemento del tratamiento individual. ECA 1+

ECA 1+

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B

En adultos con diagnstico de trastorno lmite de la personalidad se debe considerar de forma preferente la terapia dialctico-conductual, aunque tambin podran valorarse otras tcnicas psicoteraputicas. En adolescentes, se recomienda el tratamiento psicoteraputico especfico (terapia dialctico-conductual en trastorno lmite de la personalidad y terapia cognitivo conductual en depresin mayor). La terapia interpersonal se recomienda en adultos con conducta suicida, en mayores de 60 aos con depresin e ideacin suicida y en adolescentes con riesgo suicida.

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B

5.2. Tratamiento farmacolgico de la conducta suicidaComo ya se ha comentado anteriormente, la conducta suicida es un fenmeno complejo mediado por factores biolgicos, psicolgicos y sociales (99, 100). La correcta evaluacin, el diagnstico y el tratamiento de la patologa de base del paciente es el mecanismo ms efectivo a la hora de abordar la conducta suicida. Su tratamiento farmacolgico deber incluir tanto la patologa subyacente como aquellos sntomas que puedan actuar como factores de riesgo adicional (ansiedad, insomnio, impulsividad,...). Existen escasos estudios especficos del tratamiento de la conducta suicida, ya que la mayora analizan aquellos frmacos empleados en el abordaje de las patologas subyacentes a dicha conducta. Pregunta para responder: Existe algn frmaco eficaz en el tratamiento de la conducta suicida?

Resumen de la evidencia

5.2.1. AntidepresivosEn pacientes con depresin mayor, el tratamiento con inhibidores selectivos de la recaptacin de serotonina (ISRS) reduce la ideacin suicida cuando se compara con placebo, si bien no est demostrado en estudios de RS de ECA 1+

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larga duracin. No se ha demostrado que el tratamiento con antidepresivos aumente el riesgo de suicidio (101). En adolescentes con depresin mayor e ideacin suicida, la terapia combinada (ISRS-fluoxetina+TCC) redujo la ideacin suicida de forma significativa (85). En pacientes mayores de 60 aos con depresin mayor e ideacin suicida, el seguimiento mantenido y el tratamiento con terapia combinada (citalopram u otro antidepresivo +TIP), redujo la ideacin suicida y aument las tasas de remisin de la depresin a largo plazo (94). En pacientes con trastorno bipolar se observ que los intentos de suicidio fueron ms frecuentes en aquellos que recibieron tratamiento con antidepresivos en monoterapia (102). En pacientes con trastorno bipolar tipoI se ha observado riesgo de desestabilizacin psicopatolgica si los antidepresivos no se acompaan de estabilizadores del nimo (103). Recomendaciones A En adultos con depresin mayor que presentan ideacin suicida se recomienda preferentemente el tratamiento con antidepresivos del grupo de inhibidores selectivos de la recaptacin de serotonina. En mayores de 60 aos con depresin mayor y conducta suicida se recomienda el seguimiento mantenido en el tiempo junto con el empleo de terapia combinada (Inhibidores selectivos de la recaptacin de serotonina+terapia interpersonal). En adolescentes con depresin mayor e ideacin suicida se recomienda el empleo de la terapia combinada (fluoxetina + terapia cognitivo-conductual). ECA 1++

ECA 1+

Estudio de cohortes 2+

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Se recomienda el empleo de ansiolticos al inicio del tratamiento DGPC con antidepresivos en pacientes con depresin mayor e ideacin suicida que adems experimenten ansiedad o agitacin. C En pacientes con trastorno bipolar e ideacin suicida no se recomienda el uso de antidepresivos en monoterapia, sino acompaados de un estabilizador del nimo.

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5.2.2. LitioEl tratamiento con litio a largo plazo reduce cinco veces el riesgo de conducta suicida (intentos y suicidios consumados) en pacientes con trastorno bipolar y otros trastornos afectivos. Este efecto se atribuye a la disminucin de la agresividad e impulsividad (104). Aunque en menor proporcin que el litio, el cido valproico y la carbamazepina se han mostrado tambin eficaces en la reduccin de la conducta suicida (intentos y/o suicidios consumados) en pacientes con trastorno bipolar (105). Un ensayo clnico observ una asociacin entre el tratamiento con litio y un menor riesgo de suicidios consumados en pacientes con trastorno del espectro depresivo e intento de suicidio reciente (106). En pacientes con trastorno bipolar, la retirada rpida del litio se asocia con un aumento de la conducta suicida (107). Recomendaciones Se recomienda el tratamiento con litio en pacientes adultos con trastorno bipolar que presentan conducta suicida, ya que adems de su efecto estabilizador de nimo aade una potencial accin antisuicida. En pacientes adultos con depresin mayor y conducta suicida reciente se recomienda valorar la asociacin de litio al tratamiento antidepresivo. Cuando se considere necesario finalizar el tratamiento con litio deber hacerse de forma gradual, al menos durante dos semanas. Metanlisis 1+

Metanlisis 1+

ECA 1+

Opinin de expertos 4

A

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D

5.2.3. AnticonvulsivantesEn pacientes con trastorno bipolar, el riesgo de conducta suicida (intentos y/o suicidios consumados) es menor cuando stos son tratados con litio que con carbamazepina o cido valproico (105, 108, 109). Metanlisis 1+ Estudio de cohortes 2+

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En pacientes con trastorno lmite de la personalidad existe un efecto favorable del tratamiento con carbamazepina sobre el control de la impulsividad y la conducta suicida (101). Los pacientes con trastorno bipolar a tratamiento continuado con anticonvulsivantes (cido valproico, lamotrigina y oxcarbazepina) presentan una reduccin de las tasas de conducta suicida, si bien los resultados sugieren una superioridad del tratamiento continuado con litio en la prevencin del suicidio (110). Existe controversia sobre si los frmacos anticonvulsivantes incrementan o no el riesgo de conducta suicida. Mientras que la Food and Drug Administration (FDA) avisa de un posible aumento, estudios posteriores no encuentran asociacin significativa entre el empleo de anticonvulsivantes y la conducta suicida (111-113). Recomendaciones

Estudio de cohortes 2+

Estudio de cohortes 2+ Estudio caso control 2+

C

En el tratamiento con anticonvulsivantes del trastorno lmite de la personalidad se recomienda utilizar como frmaco de primera eleccin la carbamazepina para controlar el riesgo de conducta suicida. En pacientes con trastorno bipolar y riesgo de suicidio que precisen tratamiento con anticonvulsivantes, se recomienda el tratamiento con cido valproico o carbamazepina de forma continuada. En pacientes con epilepsia y factores de riesgo de suicidio a tratamiento antiepilptico se mantendr especial atencin a la presencia de ideacin o conducta suicida.

C

3

5.2.4. AntipsicticosAntipsicticos convencionales o de primera generacin Una revisin sistemtica de antipsicticos de primera generacin resaltaba la alta variabilidad de los estudios publicados hasta ese momento respecto al tratamiento, dosis, duracin, medicacin concomitante y diagnsticos, lo que limitaba poder realizar conclusiones generalizadas sobre su eficacia en la conducta suicida (101). RS de distintos tipos de estudios 2+

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Para algunos autores, los antipsicticos de primera generacin tendran un efecto limitado sobre el riesgo de conducta suicida (33). Antipsicticos atpicos o de segunda generacin La clozapina ha mostrado una reduccin significativa de la conducta suicida en pacientes adultos diagnosticados de esquizofrenia (114). En pacientes adultos con esquizofrenia, la olanzapina ha mostrado una reduccin de la conducta y del pensamiento suicida, aunque en menor grado que la clozapina (114). La risperidona como coadyuvante en pacientes adultos con depresin mayor y conducta suicida podra ser beneficiosa y reducir el riesgo suicida (115). Recomendaciones

Opinin de expertos 4

ECA 1++

ECA 1++

ECA 1+

A

Se recomienda el uso de clozapina en el tratamiento de pacientes adultos con diagnstico de esquizofrenia o trastornos esquizoafectivos y con alto riesgo de conducta suicida, para reducir el riesgo de comportamientos suicidas.

5.3. Terapia electroconvulsivaLa terapia electroconvulsiva (TEC) consiste en provocar una crisis comicial generalizada mediante la estimulacin elctrica de reas cerebrales. Aunque su mecanismo de accin no est completamente dilucidado, ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de ciertos trastornos mentales, como la depresin mayor grave, la mana y la esquizofrenia (33, 116-119). Preguntas para responder: Cul es la eficacia y seguridad de la terapia electroconvulsiva en el tratamiento de la conducta suicida?

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Resumen de la evidencia Estudios observacionales realizados en pacientes con esquizofrenia, trastorno depresivo o esquizoafectivo muestran resultados positivos respecto a un posible efecto de la terapia electroconvulsiva sobre la conducta suicida (120). Un estudio caso-control realizado en 30 pacientes con trastorno mental grave asociado o no a abuso de sustancias, mostr una mejora en las puntuaciones relativas a las reas de depresin y de suicidio de la escala Brief Psychiatric Rating Scale. Los resultados se compararon con controles pareados que no recibieron TEC aunque s tratamiento farmacolgico, siendo ms favorables en el grupo que recibi TEC y que presentaba tambin abuso de sustancias (121). En un estudio caso-control realizado con pacientes con depresin mayor grave (ingresados entre 1956 y 1969 y seguidos hasta 1998), los intentos de suicidio fueron menos frecuentes en los tratados con terapia electroconvulsiva que en los que recibieron frmacos antidepresivos (122). En pacientes diagnosticados de depresin mayor unipolar, la terapia electroconvulsiva redujo la intencionalidad suicida, alcanzando cero puntos en la escala de Hamilton el 38% de los pacientes al cabo de una semana, el 61% tras dos semanas y el 76% a las tres semanas (123). Recomendaciones La decisin de utilizar terapia electrocovulsiva debera tomarse de forma compartida con el paciente, teniendo en cuenta factores como el diagnstico, tipo y gravedad de los sntomas, historia clnica, balance riesgo/beneficio, opciones alternativas y preferencias del paciente. En todos los casos se deber obtener el consentimiento informado por escrito. Se recomienda que la terapia electroconvulsiva sea administrada siempre por un profesional experimentado, tras una evaluacin fsica y psiquitrica y en un entorno hospitalario. Serie de casos 3

Estudio casocontrol 2+

Estudio casocontrol 2+

Serie de casos 3

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C

Se recomienda la terapia electroconvulsiva en aquellos pacientes con depresin mayor grave en los que exista la necesidad de una rpida respuesta debido a la presencia de alta intencionalidad suicida. La terapia electroconvulsiva estara indicada tambin en adolescentes con depresin mayor grave y persistente, con conductas que pongan en peligro su vida o que no respondan a otros tratamientos.

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II. ASPECTOS PREVENTIVOS

6. Medidas generales de prevencin de la conducta suicida6.1. Programas de prevencin de la conducta suicida a nivel internacionalDesde hace ms de 40 aos la OMS recomienda la elaboracin y aplicacin de estrategias de prevencin del suicidio, y as, en 1969 public un documento donde reconoca la importancia de encuadrar la prevencin del suicidio en el campo de la salud pblica y la necesidad de establecer centros de prevencin del suicidio a nivel nacional y local (124). En 1984, los pases de la oficina regional para Europa de la OMS incluyeron la reduccin del suicidio dentro de sus objetivos de poltica sanitaria (125). Preguntas para responder: Qu programas sobre prevencin de la conducta suicida podemos encontrar a nivel internacional?

Resumen de la evidencia El proyecto SUPRE es una iniciativa de la OMS (126) con el objetivo de reducir la progresiva mortalidad debida al suicidio. Para ello elabor una serie de documentos dirigidos a profesionales y grupos sociales relevantes en la prevencin del suicidio (profesionales de atencin primaria (15, 63), medios de comunicacin (127), docentes (128, 129), funcionarios de prisiones (130), trabajadores (131), supervivientes de un suicidio3 (132), bomberos, policas y socorristas (133); no se han encontrado datos de efectividad de esta iniciativa. Opinin de expertos 4

3

El trmino superviviente de un suicidio se emplea para referirse a los allegados de una persona que ha realizado un suicidio y, aunque tradicionalmente el concepto se ha reservado para la familia, en la actualidad se ha extendido tambin a los allegados (amigos, compaeros de trabajo o de clase y vecinos).

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La OMS realiz una serie de recomendaciones sobre las intervenciones preventivas del suicidio (134): Deben partir desde la salud pblica con participacin del gobierno Deben incluir programas especficos para grupos de riesgo Los profesionales sanitarios deben estar capacitados para identificar grupos de riesgo, por lo que la formacin debe centrarse en factores de riesgo y proteccin Es necesario implementar polticas de evaluacin de los programas Los medios de comunicacin deben estar implicados en la prevencin del suicidio. Mann et al.(135) propusieron un modelo de prevencin basado en las intervenciones que han demostrado efectividad en pacientes con trastornos mentales y otros factores de riesgo (formacin y concienciacin sobre el suicidio, deteccin de personas de alto riesgo, tratamiento farmacolgico y psicoteraputico, seguimiento preventivo de los intentos de suicidio, restriccin del acceso a medios letales e i