FASCÍCULO-05

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“ La fe exige la responsabilidad social de lo que se cree” Porta fidei 10 La Fe responsabiliza 5 Año de la Fe 2012 2013

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Fascículo coleccionable del Año de la Fe

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“ La fe exige la responsabilidad social de lo que se cree” Porta fidei 10

La Feresponsabiliza

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Año de la Fe 2012

2013

La fe nos llama a ser

responsables

Q ueremos celebrar este año de manera digna y fecunda. Habrá que intensificar la reflexión sobre la fe para ayudar a todos los creyentes en

Cristo a que su adhesión al Evangelio sea más consciente y vigorosa, sobre todo en un momento de profundo cambio como el que la humanidad está viviendo. Tendremos la oportunidad de confesar la fe en el Señor Resucitado en nuestras catedrales e iglesias de todo el mundo; en nuestras casas y con nuestras familias, para que cada uno sienta con fuerza la exigencia de conocer y transmitir mejor a las generaciones futuras la fe de siempre. (S. S. Benedicto XVI, Carta apostólica Porta fidei, 8).

El ambiente social en nuestra época, no es favorable a lo religioso como era en otros momentos. Pero esto no quiere decir que antes era mejor y ahora peor. Simplemente se constata que es necesario superar el cristianismo débil y de apoyos ideológicos. Ser cristiano siempre ha supuesto una entrega convencida y generosa. No basta con decir: “Soy cristiano pero los demás tienen la culpa de mi poca fe”. Eso es como decir: “trabajo menos porque los demás no hacen bien su trabajo”. Cada uno personalmente tiene responsabilidad en su vida de fe. Vivir como cristiano no es fácil. Cuando uno quiere conseguir algo grande, sabe que esto supone trabajo, esfuerzo y entrega.

El primer paso es poner cada uno lo que nos corresponde, trabajando siempre con ilusión en la labor que nos toca realizar y poner nuestros oídos para saber escuchar. Nada se consigue si no se ponen los medios. La fe no se puede vivir individualmente, ha de ser en comunidad

y en comunión con la Iglesia. En la Iglesia hay muchos espacios para poder revitalizar la fe: la Parroquia, los distintos ambientes cristianos de grupos o movimientos de apostolado, así como la vida sacramental. La fe es arriesgarse en la propia vida y es búsqueda. Ninguno de nosotros se puede detener si queremos conseguir el objetivo: revitalizar permanentemente la fe.

Si nuestra fe se ha enfriado un poco en nuestra vida, animémonos unos a otros y no escatimemos ningún esfuerzo a fin de lograr que vuelva a arder. Es el momento de recuperar la fe que subyace a los ritos, normas y compromisos, y de reactivar el sentido del misterio que late en lo más auténtico y profundo de nuestra vida creyente. Es el momento de reconsiderar nuestro lugar en el mundo de hoy como testigos y mensajeros de la fe, así como en el principio lo fueron los Apóstoles. Es el momento de comprometernos a vivir nuestra fe; de poner nuestra fe completamente en Dios, entonces podremos recibir la gracia necesaria para ser auténticos católicos responsables.

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Es el momento de reconsi-

derar nuestro lugar en el

mundo de hoy como testigos

y mensajeros de la fe.

¡Pon tu fe

en acción! Responsabilidad

social de la fe

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No con poca frecuencia encontramos personas que piensan que la fe es una realidad que ha de vivirse en la vida privada. Pero creer no es un hecho privado. Personal

sí, incluso personalísimo, pero no privado. Es un hecho personal porque el acto de fe compromete al hombre entero en su absoluta libertad. El hombre y la mujer, en el acto de fe, comprometen toda su inteligencia, voluntad y libertad. No hay un aspecto de la persona que no quede comprometido e involucrado en el acto de fe. La fe ilumina la inteligencia, educa la voluntad y perfecciona la libertad. Pero ese acto personalísimo tiene una dimensión social.

El Papa afirma que «la fe, precisamente porque es un acto de la libertad, exige también la responsabilidad social de lo que se cree». Esta responsabilidad social de la fe fundamenta la dimensión pública del acto creyente que, entre otras cosas, lanza al testimonio, al esfuerzo por compartir la experiencia de fe con otras personas para que puedan vivir también la experiencia del amor divino y de la salvación.

«La Iglesia en el día de Pentecostés muestra con toda evidencia esta dimensión pública del creer y del anunciar a todos sin temor la propia fe. Es el don del Espíritu Santo el que capacita para la misión y fortalece nuestro testimonio, haciéndolo franco y valeroso», escribe el papa Benedicto XVI.

El Año de la Fe ha de suscitar en los católicos la responsabilidad

Ceder el lugar a otra persona

Ceder un asiento, no es una cuestión de moda sino un gesto de cortesía y caridad hacia otra persona. Es un acto que lo hacemos movidos por la fe y el amor.

Pero, ¿qué ocurre realmente a diario? La vida ajetreada de las grandes ciudades, las prisas, las aglomeraciones, etc. han dado lugar al “olvido” de muchos buenos gestos de cortesía para con los demás. Entre ellos, está el de ceder un asiento.

Es muy triste ver a alguien joven sentado en el autobús u otros lugares, mientras una persona mayor, o una mujer embarazada, o bien alguien con dificultades para caminar permanecer de pié.

¿Han cambiado los tiempos? Sí, pero las personas siguen siendo las mismas, y no se deben perder las buenas costumbres. ¿Qué le parecería a uno de estos jóvenes que fuera su madre con un bebé en sus brazos, o su abuela o abuelo, los que permanecieran de pie en un transporte público mientras un jovencito está cómodamente sentado? ¡No hay pretextos! Ponerse los auriculares para ignorar lo que ocurre a su alrededor no es excusa. Vivimos en el mundo real y como tal hay que saber convivir con los demás. No se puede mirar a otro lado para ignorar estas situaciones. Una persona de fe no puede actuar de esta manera. Hoy por tu prójimo... y mañana por ti.

social de la fe. El cristiano que en verdad ama a Cristo debe experimentar la urgencia de la caridad de Cristo y no puede vivir tranquilo mientras sabe que hay hermanos que necesitan a Cristo para aprender el arte de vivir, para encontrar respuestas profundas a las interrogantes de la vida, para ponerse en vías de salvación.Que este año avive en nosotros la responsabilidad social de la fe.

Testigos de Cristo Joven: vive tu fe

Calendario de Febrero

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Publicación coleccionable elaborada por la Oficina de Pastoral

www.cancunchetumal.org www.annusfidei.va

Santa InésConsiderada en la Iglesia como patrona de la pureza, es una de las más populares santas cristianas, y su nombre está incluido en el canon de la misa. Debido a sus riquezas y hermosura, la santa –a la edad de trece años– fue pretendida por varios jóvenes de las principales familias romanas; sin embargo, la joven había consagrado su virginidad al Señor Jesús.

Ante esta negativa, sus pretendientes la denunciaron como cristiana al gobernador, quien utilizó halagos y amenazas para persuadirla, pero todo fue en vano, pues Inés se mantuvo firme en su decisión. Al ver esto, el gobernador la envió a una casa de prostitución, donde acudieron muchos jóvenes licenciosos pero que no se atrevieron a acercársele, pues se llenaron de terror y espanto al ser observados por la santa. El gobernador enfurecido la condenó a ser decapitada; y su cuerpo fue sepultado a corta distancia de Roma, junto a la Vía Nomentana. Hoy, la liturgia la presenta como modelo de los éxitos que logra alcanzar una persona cuando tiene una gran fe.

¿Deseas a Dios de la misma manera?Un día fue un discípulo en busca de su maestro y le dijo: “Maestro, yo quiero encontrar a Dios”. El maestro miró al muchacho, sonriéndole. El muchacho volvía cada día, repitiendo que quería dedicarse a la religión. Pero el maestro sabía muy bien que el corazón del muchacho aún no era sincero. Un día que hacía mucho calor, le dijo al muchacho que lo acompañara hasta el río para bañarse. El muchacho se zambulló en el agua. El maestro lo siguió y, agarrándolo por la cabeza, se la metió en el agua un buen rato, hasta que el muchacho comenzó a forcejear para sacarla a flote. El maestro lo soltó y le preguntó qué era lo que más deseaba cuando se encontraba sin respiración dentro del agua. “Aire”, respondió el discípulo. “¿Deseas a Dios de la misma manera?”, le preguntó el maestro; y aclaró: “Si lo deseas así, lo encontrarás inmediatamente. Pero si no tienes ese deseo, esa sed, por más que luches con tu inteligencia, con tus labios y tu fuerza, no podrás encontrarte con Él”.

Conferencia del P. Juan Rivas, LC: “Los fundamentos bíblicos de nuestra fe católica” (Iglesia de Cristo Rey, Cancún, 8:00 PM)

Jornada Mundial de la Vida ConsagradaSolemne Celebración (Catedral de Cancún)

Taller de Animadores Misioneros (Decanato 6 Sagrado Corazón de Jesús)

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Taller de Animadores Misioneros (Decanato 2 San Juan María Vianney)

Encuentro Provincial de Catequesis en la Fe (Polifórum Benito Juárez, Cancún)

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