I. LA DESMOVILIZACIÓN DE ETA

Dos de los antecedentes concomitantes con el conflicto armado, que inciden en su solución, son la desmovilización de ETA y el conflicto entre Israel y Palestina, a los cuales el Manual hace relación a con-tinuación, para ocuparse luego, de mane-ra breve, de los antecedentes previos y concomitantes, colocando como ejemplo de ellos, la vigencia de una democracia para pocos, y la injusticia, la concentra-ción de la riqueza y la desigualdad.

Para empezar, fue diciente que el cese de la violencia de ETA haya ocurrido cuando la banda terrorista tenía a 700 de sus miembros en prisión, una de las cifras más altas de su historia y cuando atravesaba por una situación de debi-lidad extrema por las sucesivas deten-

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Por Ricaurte Losada Valderrama*

*Ex Senador de la República, Analista, Investigador.

Uno de los líderes desmovilizados que más éxitos políticos ha tenido es Antonio Navarro.

Después de haber militado en el M-19, Gustavo Petro, ha cosechado muchos éxitos políticos, al punto que actualmente es el Alcalde Mayor de Bogotá.

ciones de sus cabecillas, gracias a una estrecha cooperación policial franco-es-pañola. Este paralelo es alentador para Colombia que ha logrado golpear repeti-damente las estructuras de las FARC al capturar o abatir a varios de sus líderes.

En Colombia, donde en las últimas dé-cadas ha habido ascenso de nuevos par-tidos y movimientos políticos, la lucha política de la subversión se ha deslegiti-mado por el éxito de las campañas de ex guerrilleros del M-19 que tras abandonar las armas, han alcanzado posiciones tan importantes como la Alcaldía Mayor de Bogotá, con Gustavo Petro, o la Goberna-ción de Nariño, con Antonio Navarro, y su nombramiento como ministro, y escaños en el Congreso, e incluso han aspirado a la Presidencia de la República.

En este caso, el aspecto político reviste para el catedrático Eduardo Pizarro, gran importancia. Afirma que “Fue definitivo el que la izquierda vasca haya retirado

el apoyo a la lucha armada de ETA”. Agrega que “ Mientras en Colombia haya sectores que crean que es válida la lucha armada, las FARC van a seguir alimen-tando la idea de que tienen legitimidad política”.

Sin capacidad para cometer atenta-dos y sin el apoyo de su entorno político, ETA también perdió una de sus mayores fuentes de ingresos, tras dejar en abril de 2012 de extorsionar a empresarios del País Vasco con el “impuesto revolucio-nario”. Aquí hay una sustancial diferen-cia con el caso colombiano, pues, aunque debilitadas, las FARC mantienen el flujo de dinero proveniente del narcotráfico.

Finalmente, la decisión de ETA tiene un efecto directo sobre las FARC. Al res-pecto, Pizarro afirmó: “En el mundo oc-cidental, después de la paz del Viernes Santo en Irlanda del Norte, quedaban tres grupos armados: las FARC, el ELN y ETA. Ahora que las FARC y el ELN que-

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dan como los únicos del mundo occidental, el riesgo de aislamiento es enorme”.

También es necesario tener en cuenta que antes de las elecciones en que Maria-no Rajoy ganó la Presidencia de España, el grupo terrorista ETA dejó las armas, lo cual hizo que obtuvieran representación en el Congreso y factor que va en detrimento de las FARC, por cuanto han sido aliados suyos, amén de que constituye un incentivo más en el necesario entendimiento de que el camino violento no es el indicado para acceder al poder.

J. EL CONFLICTO PALESTINA-ISRAEL

Fuera de lo que ha ocurrido ETA, hay vientos de entendimiento entre israelitas y

palestinos, lo cual, de alguna manera tiene que estar incidiendo en el caso colombiano. Además, y la Asamblea General de la ONU aprobó reconocer a Palestina como Estado observador, con lo que dio una importante victoria diplomática al Presidente Mahmud Abbas, pese a la férrea oposición de Israel y Estados Unidos.

La Resolución cambió el estatus de obser-vador de la Autoridad Palestina de “enti-dad” a “Estado no miembro”, como el Vati-cano.

La votación se celebró en una fecha gra-bada en la memoria colectiva -cuando la Asamblea votó el 29 de noviembre de 1947 la Resolución 181, por la que se partió el te-rritorio palestino, bajo control británico, en

dos Estados, uno árabe y otro judío-. Los gobernantes árabes la rechazaron, y tras encarnizados combates, sólo Israel fue re-conocido como Estado seis meses más tar-de.

Entonces, el paso de la Organización de las Naciones Unidas es decisivo en el pro-ceso de que Palestina tenga calidad de Es-tado para corregir el error de haber recono-cido a Israel, lo que ha propiciado guerra, hecho que también debe estar pesando en la determinación de la guerrilla colombiana de pactar la paz.

2. ANTECEDENTES PREVIOS Y CON-COMITANTES

La guerra tiene también unos anteceden-tes, que son a su vez, anteriores y concomi-tantes al conflicto, como la vigencia de una democracia para pocos, es decir, que antes de él teníamos un sistema político, econó-mico y social excluyente, que se ha mante-nido durante la larga vigencia de la guerra, así como la injusticia, la concentración de la riqueza y la desigualdad que también exis-tían antes del conflicto y que se mantienen.

A. UNA DEMOCRACIA PARA POCOS

La existencia en Colombia de una demo-cracia para pocos es un antecedente deter-minante del conflicto que a su vez es una causa propiciadora del mismo y también una consecuencia de él, como se ampliará

La decisión de ETA de cese a la violencia tiene un efecto directo sobre la guerrilla colombiana.

Ante la desmovilización de ETA, el riesgo de aislamiento para las FARC y el ELN, es grande.

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luego al tratar sobre las causas y consecuencias de la guerra.

B. INJUSTICIA, CONCENTRACIÓN DE LA RIQUEZA Y DESIGUALDAD

Estos desgraciados hechos: la injusticia, la concentración de la riqueza y la desigualdad, también son anteriores y concomitantes al conflicto armado colom-biano y fueron tratados ya en este Manual. Todos constituyen una aberrante situación de injusticia material, propiciatoria de violencia y de guerra.

III. LAS CAUSAS DE LA GUERRA

1. LA EXTENSIÓN TERRITORIAL Y EL AISLAMIENTO2. LA DIVERSIDAD CULTURAL3. LA CULTURA VIOLENTA4. LA CONFRONTACIÓN LIBERAL-CONSERVADORA 5. EL PROBLEMA DE LA TIERRA6. LA CONCENTRACIÓN DEL PODER7. EL DIÁLOGO SIN OFERTA REAL8. LA INJUSTICIA9. EL DESEMPLEO, LA EXCLUSIÓN Y LA FALTA DE OPORTUNIDADES10. POCO ESTADO Y DEBILIDAD DEL ESTADO DE DERECHO11. UNA DEMOCRACIA PARA POCOS 12. LAS DROGAS, CAUSA PRINCIPAL A. UNA POLÍTICA EQUIVOCADA B. EL EJEMPLO DE MILLONARIOS13. LA DEUDA SOCIAL14. EL MANEJO EQUIVOCADO DE LAS DIFERENCIAS 15. FALTA DE EDUCACIÓN MÁS APROPIADA Y EFICIENTE16. EL CENTRALISMO 17. EL CLIENTELISMO, LA POLITIQUERÍA Y EL FRENTE NACIONAL 18. LA CORRUPCIÓN 19. LA FALTA DE COMPROMISO DE LA DIRIGENCIA 20. EL ASESINATO DE GAITÁN21. EL MODELO ECONÓMICO22. FALTA POLÍTICA DE ESTADO23. PASIÓN, DESMESURA Y CEGUERA HUMANAS

El problema de la tierra, su concentración en pocas manos, y en general del poder económico y político, son unas de las tantas causas del conflicto armado.

La diversidad cultural, la cultura violenta, la confrontación liberal-conservadora, el problema de la tierra, la concentración del poder económico y político y el diálogo sin oferta real y llamativa, son causas del conflicto.

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III. LAS CAUSAS DE LA GUERRA

Como se mencionó al comienzo del Manual, existen unas causas objetivas que propician el conflicto, como la ex-tensión territorial y el aislamiento, la di-versidad cultural, la cultura violenta, la confrontación liberal-conservadora, el

problema de la tierra, la concentración del poder económico y político, el diálo-go sin oferta real y llamativa, la injusti-cia, el desempleo, la exclusión y la falta de oportunidades, poco Estado y debili-dad del Estado de derecho, la existencia de una democracia para pocos, el nego-cio de las drogas, la cuantiosa deuda

La falta de una educación más apropiada y eficiente, es otra de las tantas causas del conflicto colombiano.

social a tantas generaciones, el manejo equivocado de las diferencias, la falta de educación más apropiada y eficiente, el centralismo que ahogó las regiones, el clientelismo, la politiquería, el Frente Na-cional y la supresión de la oposición civil, la corrupción, la falta de compromiso de la dirigencia, el asesinato de Gaitán, el modelo económico, la falta de una polí-tica de Estado en torno del conflicto y la pasión, desmesura y ceguera humanas, de las cuales los colombianos somos par-ticularmente practicantes.

Esta amplia relación de causas de la

guerra corrobora que en el país hay unos problemas ancestrales y complejos, que si no los resolvemos, no conseguimos solu-cionar el conflicto, por lo menos de fondo, y de manera un tanto definitiva, para que la paz que logremos sea estable y dura-dera, lo cual indica también que los pro-

blemas no se disminuirán y solucionarán sino mediante reformas, actuaciones y he-chos de fondo, en materias tales como la estructura de la propiedad, especialmente la agraria, y a través de la redistribución del ingreso, y en general de las oportuni-dades, y para lo cual es necesario ceder privilegios y cancelar deuda social.

Por supuesto que así como la paz implica un proceso, a corto, mediano y largo plazo, así también la solución de nuestros males no puede conseguirse sino, a corto, media-no y largo plazo, razón por la cual todos estos problemas no pueden solucionarse de inmediato. Por lo tanto, su resolución total, imposible de lograr, no debe ser obs-táculo para llegar a unos acuerdos, pero hay que solucionar unos y sentar bases para resolver otros, para lo cual se requie-re gran voluntad y decisión política.

Entonces, manos a la obra. Es entre to-dos, porque es un problema de todos, y para lo cual tenemos que combatir la gra-ve polarización que genera la guerra y es-tar dispuestos a perdonar, y efectivamente perdonar. Si no es así, difícilmente conse-guiremos la paz.

En consecuencia, trataremos a partir del Fascículo Quince, de la manera más sintética posible, las causas que hemos mencionado, no sin antes advertir que muchas ya fueron estudiadas, pues son, a su vez, antecedentes y causas de la guerra.

Muchas son las causas del conflicto armado colombiano, que parten desde la extensión del territorio y su aislamiento, hasta la injusticia, el desempleo y la exclusión.

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