Crisis financiera global y cambio estructural

9
Crisis sistémica del capitalismo: ¿hacia dónde van las políticas anticrisis globales y cuáles son sus vinculaciones con el cambio estructural en Ecuador? Santiago García Álvarez 1 Introducción: sobre la naturaleza de la crisis El Capitalismo está atravesando una profunda crisis sistémica cuyo origen inmediato o detonante es la financiarización aupada por las políticas desregulacionistas de tipo neoliberal. Una forma de entender este proceso es partir del hecho de que el capitalismo se asienta sobre varias estructuras que moldean su funcionamiento, así, la dimensión ecológica de la existencia social, las tecnologías de la información y la comunicación – TIC-, la globalización y la financiarización. Estas fuerzas estructurantes suelen actuar de manera funcional a las necesidades de reproducción del sistema económico capitalista –SEC-. Con la actual crisis, esta situación se ha puesto casi al límite, exacerbando las contradicciones propias del SEC. Al respecto, “los problemas financieros aparecen como el desencadenante y la manifestación más evidente de una crisis estructural del sistema” 2 La financiarización ha sido posible por el predominio de las políticas neoliberales de los últimos 30 años y por la profundización de la mundialización. Se caracteriza por una serie de aspectos tales como: conversión de los mercados de valores en instituciones claves de la actividad económica, liberalización del movimiento de capital, privatización de la banca pública, creación de ventajas fiscales a favor del capital financiero, abandono de los controles y supervisión de las finanzas y reducción de las tasas reales de interés. La financiarización ha significado que el sector financiero abandone sus funciones básicas dentro del SEC, en la medida que deja de poner recursos líquidos al sistema para las inversiones, la producción y el empleo. En este estado de cosas, la financiarización ha puesto en “jaque” a las actividades de regulación que a su vez son imprescindibles para el funcionamiento del SEC, en la medida que se requiere un grado mínimo de coherencia entre las articulaciones básicas del sistema y sus articulaciones funcionales, aunque no es cierto que haya desaparecido todo tipo de regulación en el SEC, sino que las políticas neoliberales que impulsan a la financiarización han cambiado la forma y el fondo de tales regulaciones bajo una perspectiva de primacía de la lógica mercantil y el desprecio a los grandes objetivos de la cohesión social y la sostenibilidad ambiental. Entender la naturaleza de la crisis es un primer paso importante para desentrañar la etapa actual compleja y diversa del capitalismo moderno, sin embargo, se hace necesario un segundo paso que es el análisis de las políticas anti crisis en marcha, para de esta manera tener un panorama completo que permita vislumbrar alternativas de cambio estructural, sean en los ámbitos global, regional y nacional. Esta necesidad de 1 Economista, Master en Economía Internacional, Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCE, actualmente cursa el Programa de Doctorado Economía Internacional y Desarrollo de la Universidad Complutense de Madrid 2 Ángel Martínez González-Tablas y Santiago Álvarez Cantalapiedra (2009), “Una lectura de la crisis desde una perspectiva estructural”, en revista Papeles, Edición Especial No. 53, Madrid, pág. 57

Transcript of Crisis financiera global y cambio estructural

Page 1: Crisis financiera global y cambio estructural

Crisis sistémica del capitalismo: ¿hacia dónde van las políticas anticrisis globales y cuáles son sus vinculaciones con el cambio estructural en Ecuador?

Santiago García Álvarez1

Introducción: sobre la naturaleza de la crisis

El Capitalismo está atravesando una profunda crisis sistémica cuyo origen inmediato o detonante es la financiarización aupada por las políticas desregulacionistas de tipo neoliberal. Una forma de entender este proceso es partir del hecho de que el capitalismo se asienta sobre varias estructuras que moldean su funcionamiento, así, la dimensión ecológica de la existencia social, las tecnologías de la información y la comunicación –TIC-, la globalización y la financiarización. Estas fuerzas estructurantes suelen actuar de manera funcional a las necesidades de reproducción del sistema económico capitalista –SEC-. Con la actual crisis, esta situación se ha puesto casi al límite, exacerbando las contradicciones propias del SEC. Al respecto, “los problemas financieros aparecen como el desencadenante y la manifestación más evidente de una crisis estructural del sistema”2

La financiarización ha sido posible por el predominio de las políticas neoliberales de los últimos 30 años y por la profundización de la mundialización. Se caracteriza por una serie de aspectos tales como: conversión de los mercados de valores en instituciones claves de la actividad económica, liberalización del movimiento de capital, privatización de la banca pública, creación de ventajas fiscales a favor del capital financiero, abandono de los controles y supervisión de las finanzas y reducción de las tasas reales de interés.

La financiarización ha significado que el sector financiero abandone sus funciones básicas dentro del SEC, en la medida que deja de poner recursos líquidos al sistema para las inversiones, la producción y el empleo.

En este estado de cosas, la financiarización ha puesto en “jaque” a las actividades de regulación que a su vez son imprescindibles para el funcionamiento del SEC, en la medida que se requiere un grado mínimo de coherencia entre las articulaciones básicas del sistema y sus articulaciones funcionales, aunque no es cierto que haya desaparecido todo tipo de regulación en el SEC, sino que las políticas neoliberales que impulsan a la financiarización han cambiado la forma y el fondo de tales regulaciones bajo una perspectiva de primacía de la lógica mercantil y el desprecio a los grandes objetivos de la cohesión social y la sostenibilidad ambiental.

Entender la naturaleza de la crisis es un primer paso importante para desentrañar la etapa actual compleja y diversa del capitalismo moderno, sin embargo, se hace necesario un segundo paso que es el análisis de las políticas anti crisis en marcha, para de esta manera tener un panorama completo que permita vislumbrar alternativas de cambio estructural, sean en los ámbitos global, regional y nacional. Esta necesidad de 1 Economista, Master en Economía Internacional, Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCE, actualmente cursa el Programa de Doctorado Economía Internacional y Desarrollo de la Universidad Complutense de Madrid2 Ángel Martínez González-Tablas y Santiago Álvarez Cantalapiedra (2009), “Una lectura de la crisis desde una perspectiva estructural”, en revista Papeles, Edición Especial No. 53, Madrid, pág. 57

Page 2: Crisis financiera global y cambio estructural

ver las cosas desde una doble perspectiva ha sido la principal motivación del presente artículo. Por resta razón el análisis ha sido estructurado, a más de esta breve introducción sobre los rasgos principales de la crisis sistémica, en tres partes adicionales: una crítica a las propuestas salidas de seno del G-20, un desglose de lo que podrían ser elementos de un cambio estructural global y una relación entre los cambios globales con la transformación estructural de la economía ecuatoriana.

La hipótesis de este artículo es que el enfoque predominante de salida a la crisis sistémica actual se fundamenta en el énfasis para la lucha contra la recesión económica, aspecto importante pero limitado en términos de un verdadero cambio estructural global, este último podría ser la única garantía para no reproducir las mismas fuerzas contradictorias propias y nuevas del sistema económico capitalista que nos ha llevado a esta situación crítica; tales reformas entrelazan con cambios profundos del sistema financiero internacional, de las condiciones de funcionamiento de los mercados de trabajo, de las condiciones de la sostenibilidad ambiental y del aprovechamiento de las TIC. Esta lógica de reforma sistémica también debería aplicarse en los ámbitos regionales y nacionales.

El enfoque limitado de las políticas globales anticrisis. Las propuestas del G-20

En términos generales, la reacción frente a la crisis fue dubitativa tanto de las entidades financieras internacionales como el FMI y Banco Mundial como también de los gobiernos de los principales países desarrollados, en buena parte porque se requería tiempo para cuantificar las pérdidas hipotecarias. En todo caso, la decisión de llevar las discusiones al seno del G-20 fue relativamente acertada, pues fue el “second best” ante la imposibilidad práctica de tratar la crisis global en la Organización de Naciones Unidas. Recién el 2 de abril del año en curso, se llevó a cabo la Cumbre del G-20 en Londres, en la cual se decidieron acciones colectivas para enfrentar esta crisis global.

En la declaración de la Cumbre3 constan como principales metas los siguientes aspectos: restablecer la confianza, el crecimiento y el empleo; reparar el sistema financiero para restaurar el crédito; reforzar la regulación financiera para reconstruir la confianza; financiar y reformar las instituciones financieras internacionales para superar esta crisis y evitar crisis futuras; fomentar el comercio y la inversión globales y rechazar el proteccionismo, y construir una recuperación inclusiva, ecológica y sustentable. Todos ellos buenos deseos de salir lo más pronto de la crisis, aunque sus impactos reales solo podrán ser vistos en los próximos años.

Entre las medidas específicas se destacan las siguientes: aportar 1,1 billones para financiación del comercio, préstamos en condiciones favorables a los países más pobres, préstamos de los bancos multilaterales de desarrollo y triplicar los recursos del FMI; mantener una política monetaria expansiva y emprender una ampliación fiscal concertada; establecer un nuevo Consejo de Estabilidad Financiera, que colaborará con el FMI para advertir sobre riesgos y recomendar medidas; ampliar la regulación y vigilancia financiera incluso, por primera vez, a los fondos de cobertura; tomar medidas contra los paraísos fiscales y acabar con el secreto bancario; y ampliar la supervisión y el registro regulador a las agencias calificadoras de crédito e impedir conflictos de interés.

3 Disponible en versión en inglés en: www.londonsummit.gov.uk/resources/en/PDF/final-communique

Page 3: Crisis financiera global y cambio estructural

A lo anterior hay que señalar las acciones que han puesto en práctica los gobiernos de los países desarrollados en los últimos meses, así, estos han apostado por la inyección de liquidez a los bancos y entidades financieras en dificultades4, en materia de política fiscal, se han impulsado programas de subsidios (sector del automóvil), aumento del gasto público y reducción impositiva. Uno de los efectos de tales medidas ha sido la baja de las tasas de interés tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea.

De tal forma que con todos estos elementos se podría decir que la estrategia de salida a la crisis global es una apuesta parcial y de carácter reactiva, muy encaminada a frenar las tendencias recesivas de la economía mundial, sin tocar los problemas estructurales globales. Excepto las medidas para mejorar los sistemas de supervisión y regulación financiera, el resto de medidas contempladas por el G-20 son coyunturales, sin que ello quiera decir que no sean necesarias, pero posiblemente dejen intocados las grandes limitaciones que impone una globalización de corte neoliberal.

Otras alternativas de cambio estructural global

A continuación se esbozan algunas consideraciones sobre lo que se entiende como cambio estructural global, en el sentido de que las políticas de salida de la crisis, además de reanimar la actividad económica, deberían ser también políticas transformadoras de la estructura socioeconómica que hizo posible su desencadenamiento. Se debe reconocer que este enfoque es limitado desde una perspectiva que podría reivindicar cambios más profundos e incluso la posibilidad de sustitución revolucionaria del sistema económico, pero tal enfoque bien merecería una reflexión más profunda que está por fuera de los alcances limitados de este artículo.

Así y todo, la crisis global es una gran oportunidad para superar a la globalización neoliberal y establecer las bases de un nuevo modelo de derechos que busque a la par eficiencia económica y justicia social. El nuevo estado de cosas debe surgir a través de la superación de la supremacía de las actividades especulativas, de la vulneración de los derechos de los trabajadores, de la desatención de los derechos de los trabajadores autónomos e informales, de la discriminación de los trabajadores emigrantes, de los impuestos regresivos que elevan el injusto reparto del ingreso y de la riqueza, de la falta de liquidez global para la producción y el empleo; de la pobreza y la contaminación ambiental; de la difusión asimétrica de los beneficios de la ciencia y la tecnología, entre otros aspectos. En el anexo 1 se puede encontrar un detalle del conjunto de reformas necesarias para el cambio estructural global, regional y nacional.

Al momento de establecer prioridades, cuatro serían las grandes reformas indispensables: primero, reforma del sistema financiero, segundo, reformas positivas del mercado laboral, tercero, reformas ambientales y cuarto, reformas para el aprovechamiento de las TIC. A continuación se pasa revista de manera muy sucinta a cada una de ellas La reforma del sistema financiero global es un tema crucial, pero no solo desde los límites estrechos del G-20, sino bajo el criterio de que los procesos de asignación de

4 Programa de Alivio para Activos en Problemas (TARP) en EUA. 192 mil millones de USD en 257 bancos (ene/2009). Planes de rescate de Inglaterra y UE. Nacionalizaciones: Islandia, Portugal. Baja de tasas de interés de los préstamos a corto plazo

Page 4: Crisis financiera global y cambio estructural

recursos en los mercados financieros se articulen con las exigencias sociales y ecológicas decididas democráticamente a escala local, regional y global. Nuevamente mayor liquidez para fines especulativos no tendría ningún sentido ni justificación alguna.

Existen propuestas interesantes y amplias en materia de reformas financieras bajo la lógica anterior, para lo cual se deberían implementar meditas tales como: constitución de un código financiero internacional, la creación de un banco central mundial, la puesta en marcha de un tribunal internacional de arbitraje de deuda soberana, pues:

El objetivo de estas tres propuestas, formuladas en forma sintética, es la construcción de un nuevo y sobre todo mejor sistema económico internacional. En concreto, sobre estos tres pilares se puede empezar a diseñar un nuevo sistema financiero y monetario mundial. Esto no se logrará con una simple reforma interna del FMI y del Banco Mundial. Se precisa un nuevo sistema que ayude a regular y normalizar otro proceso de globalización sobre bases de solidaridad, reciprocidad y sustentabilidad5.

El ajuste neoliberal recayó fundamentalmente en las condiciones de reproducción del mercado de trabajo, en casi todos los rincones del mundo han existido períodos de incremento del desempleo, deterioro de los derechos laborales, recreación de condiciones de empleo precario o pauperizado, incluso al interior de los países desarrollados, lo cuales en un principio se sintieron ajenos a estos cambios pero luego han ido cayendo en el ajuste del mercado laboral para contrarrestar la tendencia de caída de la tasa de ganancia y responder a las presiones de la financiarización.

La redefinición de nuevas modalidades de trabajo debe partir de un nuevo modelo de derechos que redunde en una mayor eficiencia económica y en una mayor justicia social, reconociendo objetivamente tanto las nuevas modalidades de trabajo como la diversidad de los sujetos productivos. En este sentido las políticas de resolución de la crisis actual deberían pensar en medidas para favorecer los derechos del trabajo autónomo, cerrar las puertas a las nuevas formas de precarización y exclusión, apoyar a las nuevas modalidades de trabajo relacionado con lo social (cuidado de personas de tercera edad, niños, etc.), erradicar todo tipo de la discriminación tales como de género y en contra de los trabajadores emigrantes.

El desarrollo sostenible es tal vez la versión más avanzada para tratar el tema ambiental. El impacto ambiental de la actividad humana es insostenible, tanto por la sobreexplotación de los recursos como pesqueros, forestales, etc., por la presión que ejerce el factor demográfico y el poco eficiente manejo de los residuos. Frente a esta situación, un nuevo paradigma debería utilizar los conceptos de sostenibilidad, globalidad, complejidad y coevolución (Jiménez, 2000).

La sostenibilidad implica un tipo de desarrollo que busca armonizar los recursos necesarios para satisfacer las necesidades de las generaciones actuales y futuras. Ello implica un enfoque integral- sistémico – estructural. La coevolución vendría a ser la relación positiva entre el sistema socioeconómico y el sistema natural, en el sentido de que ni uno ni otro deberían superponerse entre sí. Un punto importante que también se debe mencionar es que la sostenibilidad no es un modelo único, pues hay varias dimensiones y varios indicadores según el tipo de sociedad que se trate.5 Alberto Acosta (2009), Finanzas y moneda internacionales al servicio del ser humano (2009). Una propuesta desde la utopía. Quito, 31 de marzo de 2009

Page 5: Crisis financiera global y cambio estructural

La estrategia predominante, que es posible identificarla en los planteamientos del G-20 y de forma particular en las propuestas del nuevo gobierno estadounidense, se relaciona con la intención es impulsar el desarrollo sostenible bajo una estrategia de transición gradual, con el impulso de una diferente matriz energética que supere su dependencia de los combustibles fósiles altamente contaminantes, además el impulso tanto de una nueva revolución verde biotecnológica así como la producción industrial limpia y la ecoeficiencia.

En este punto la inquietud es si existe el tiempo suficiente para la adaptación progresiva del capitalismo, no es una tarea fácil por lo que se va a requerir una alianza mundial para la solidaridad intrageneracional e intergeneracional, incluso con capacidad para alterar los patrones clásicos de consumo capitalista no sostenibles.

Por su parte, las TIC reúnen todas las condiciones necesarias para afirmar que son parte de un nuevo paradigma tecnoeconómico (Castells, 2001) en la medida que concierne a un conjunto de innovaciones de uso generalizado, cuya capacidad de oferta es prácticamente ilimitada, con una clara tendencia al abaratamiento de sus costes de producción, extensión de sus usos a procesos y productos, con efectos sobre los medios de producción, la estructura de costos, la organización de las empresas, además sus impactos se extienden a todo el sistema.

De tal forma que las TIC son una fuerza estructurante poderosa al interior del SEC, sin embargo, el problema fundamental se expresa en el hecho de que no es posible sacar conclusiones definitivas –ni positivas ni negativas- de los impactos de las TIC en temas relacionados con las organizaciones, las relaciones mercantiles, el comportamiento de la inversión, la productividad y la desigualdad social. La “nueva economía” propicia intrínsicamente, dada su propia naturaleza, el mejoramiento de los procesos productivos, si que ello signifique que los cambios en la productividad, en la organización y en la gestión sean automáticos y generalizados, más bien va a depender del tipo de sociedad de la que se trate, ya sea creadoras de TIC o usuarias, también de las fases del cambio tecnológico en las que se encuentren, ya sea de inicio, de desarrollo o de maduración.

En tal sentido, el crecimiento económico puede verse potenciado por el mejoramiento del funcionamiento de las organizaciones, de los mercados, el aumento de la inversión y el incremento de la productividad. La productividad y su sustento en el cambio técnico nunca son objetivos en sí mismo, sino responden a la lógica de funcionamiento del SEC. Así que a futuro, lo importante sería conducir a las TIC hacia el cambio estructural global señalado a lo largo de este artículo.

Crisis global y sus condicionamientos al cambio estructural en Ecuador

Si las políticas anti crisis global resultasen efectivas para una salida más o menos rápida de los peligros de la recesión económica, tal como es el objetivo central del G-20, se podría decir que se crearían condiciones de contexto favorable para buena parte de los países en desarrollo, inmersos o no en cambios estructurales, pues serían positivos los avances en una mayor liquidez internacional y tasas de interés bajas, además de los posibles efectos dinamizadores por la recuperación de la demanda internacional.

Page 6: Crisis financiera global y cambio estructural

En vista de que uno de los argumentos centrales que estamos defendiendo se relaciona con el hecho de que la reactivación económica es el inicio de la salida de crisis pero las políticas no pueden quedarse allí, sino que lo importante es apuntar al cambio estructural global, que recreen nuevas condiciones de reproducción socioeconómica del SEC, entonces, las prioridades de los cambios estructurales a nivel nacional serían las mismas que aquellas establecidas para el ámbito global: reforma del sistema financiero, reformas del mercado laboral, reformas ambientales y reformas para el aprovechamiento de las TIC. Ciertamente cabría la posibilidad de que las autoridades nacionales busquen la transformación productiva independientemente de lo que pase a escala global, sin embargo esta opción de ruptura no ha sido evaluada en este trabajo.

En su debido momento mencionamos que a más de las necesarias reformas para el mejoramiento de la supervisión y regulación financiera internacional, lo importante era capitalizar al sistema financiero global para que canalice recursos según las necesidades de la producción y del empleo, este mismo criterio se aplicaría a nivel del país. Un cambio en la asignación de los recursos que implica una transformación productiva requiere necesariamente un sistema financiero nacional comprometido con el financiamiento de los sectores productivos prioritarios. La apuesta sería no solo en capitalizar al sistema financiero público a través de la banca de desarrollo, sino canalizar eficientemente los recursos de las instituciones financieras privadas.

Con respecto al mercado laboral, lo lógico sería optar por reprimir todo tipo de empleo precario, incluido el trabajo infantil, pero a la vez, el reto está en crear condiciones de movilidad laboral con derechos para la nueva estructura productiva que se persigue, programas de formación para desempleados y subempleados, potenciación del empleo informal de un nivel mínimo de productividad, etc.

El tema de la sostenibilidad ambiental es todavía un ámbito en construcción en Ecuador, se requiere grandes esfuerzos para atacar los principales problemas ambientales que imponen una matriz energética contaminante y no renovable basada en el petróleo y la destrucción acelerada de bosques, manglares y ecosistemas regionales. De tal forma que el primer paso sería atacar los factores que crean condiciones de insostenibildiad ambiental, luego habría que pasar hacia políticas activas de sostenibilidad relacionadas con producción más limpia, desmaterialización, desenergización, nuevos combustibles, entre otros aspectos.

Por lo expuesto, la sostenibilidad ambiental no puede ser vista como una responsabilidad exclusiva del Estado, sino como una necesidad social en la que intervienen también con derechos y obligaciones los sectores empresariales, la sociedad civil organizada y los ciudadanos en general.

La creación, acceso y difusión de las TIC responde a procesos complejos de inversiones, manejo institucional y disponibilidad de recursos humanos calificados. En tal sentido, la estrategia podría ser la inversión en educación y capacitación, la financiación de infraestructura básica como telecomunicaciones, la utilización creativa de las tecnologías ya existentes y el financiamiento de un sistema nacional de innovación.

Conclusiones

Page 7: Crisis financiera global y cambio estructural

Lo importante no solo es evitar la recesión económica global sino actuar sobre los factores que agravan las contradicciones propias del SEC, en primer orden poner en su lugar a la financiarización que desarticula al capital productivo y presiona negativamente sobre otros factores como el empleo, el ambiente, la desigualdad social, etc. Una salida en positivo de la crisis sistémica actual implicaría apuntar cambio estructural global en base a cuatro dimensiones: reforma a profundidad del sistema financiero para que dote de recursos según las necesidades de la producción y el empleo; reformas del mercado laboral para evitar las formas precarias y garantizar derechos de los trabajadores en general; reformas ambientales para garantizar sostenibilidad atacando los puntos críticos como el cambio climático; y, reformas para el aprovechamiento de las TIC, evitando que sus beneficios se concentren exclusivamente en los países desarrollados.

La salida en positivo de la crisis en el nivel nacional comparte similar lógica que la propuesta para el cambio estructural global, para de esta manera potenciar las oportunidades de transformación.

Un primer vistazo a la estrategia anti crisis del G-20 nos lleva a pensar que el énfasis está en la reactivación económica en contraposición a los peligros de la recesión, aunque este enfoque resulta parcial y reactivo frente a la complejidad de las contradicciones propias y nuevas de los componentes estructurales del SEC. La financiarización apuntalada por las políticas neoliberales han sido los factores detonantes de la crisis sistémica.

Bibliografía

Acosta, Alberto (2009), Finanzas y moneda internacionales al servicio del ser humano (2009). Una propuesta desde la utopía. Quito, 31 de marzo de 2009

Jiménez Herrero, Luis M. (2000). Desarrollo Sostenible. Transición hacia la Coevolución global. Editorial Pirámide. Madrid,

Martínez González-Tablas, Ángel. (2007). Economía Política Mundial. II. Pugna e incertidumbre en la economía mundial. Ariel Economía. Madrid.

Martínez González-Tablas, Ángel y Álvarez Cantalapiedra, Santiago (2009), “Una lectura de la crisis desde una perspectiva estructural”, en revista Papeles, Edición Especial No. 53.

Organización Mundial del Comercio (2007). Informe sobre el Comercio Mundial, Suiza, 2007.

Razeto M, Luis, Un análisis alternativo de la actual crisis económica global y sus vías de superación, disponible en: www.revistapolis.cl

Page 8: Crisis financiera global y cambio estructural

Steinberg, Federico (2008). La crisis financiera mundial: causas y respuesta política (ARI) 126/2008 - 16/10/2008, Real Instituto Elcano.

Page 9: Crisis financiera global y cambio estructural

AnexoAMBITO GLOBAL AMBITO REGIONAL AMBITO NACIONAL

Débil supervisión desvinculados con las exigencias sociales y ecológicas

Nuevos mecanismos de regulación de mercados especulativos: garantías, transparencia, medición de riesgos, etc.

Armonización de políticas crediticias y financieras regionales Política fiscal activa nacional pero sostenible

Mercados financieros desvinculados con las exigencias sociales y ecológicas

Asignación de recursos finacieros según necesidades globales, regionales y nacionales Vigencia efectiva de sistemas de pagos y crédito

Sistema financiero nacional comprometido en financiamiento sectores productivos prioritarios

Pocas experiencias de cooperación internacional en supervisión y regulación financiera Creación o fortalecimiento de zonas monetarias

Desempleo, precariazación y exclusión de géneroNuevo modelo de derechos que busque a la par eficiencia económica y justicia social

Armonización legislativa para garantizar derechos: pensiones, movilidad, reconocimiento de títulos Capitalización fondo de pensiones

Protección de los fondos de pensiones por fuera de actividades especulativas Eliminación formas precarias de empleo

Protección derechos laborales de emigrantesAtención a sectores informales: capacitación, asistencia técnica

Modelo tributario actual incompatible con las grandes transformaciones que ha revolucionado a la economía mundial Política fiscal activa sostenible Armonización de políticas fiscales Gasto fiscal expansivo en ámbito cohesión social

Impuestos progresivos a los ingresos, impuestos a la riqueza

programas que garantice niveles de renta adecuados con independencia de niveles de empleo

Modelo democrático deficiente Cambios en el sistema de gobierno de la ONU

Cambios constitucionales encaminados a calidad de la democracia: participación efectiva grupos sociales, sistemas de rendición de cuentas, subsiedaridad, equidad social

Reformas constitucionales para asegurar calidad de la democracia en ámbito nacional

Límites del mundo unipolar basado en la hegemonia de USA Funcionamiento consertado del G-20

Diálogo político para unir posiciones frente a ONU y G-20

Reformas ambientalesCalentamiento global, degradación creciiente de los ecosistemas, huella ecológica desmesurada

Atacar problemas acuciantes del cambio global: pobreza y contaminación ambiental

Mayores compromisos de países desarrollados y compromisos proporcionales de los países en desarrollo

Compromisos en implementación de estrategia de sostenibilidad fuerte

Cambios en la matriz energética mundial, difusión de la ciencia y tecnología hacia los países en desarrollo

Cambios en matriz energética regional, integración energética

Cambios en la matriz energética basada en el petróleo

Cambio técnico y ecnologías de la información y comunicación

Mercantilización excesiva de las TIC y del cambio técnico, desatienden los problemas ambientales

Acuerdo internacional para la difusión de las TIC

Políticas activas de I+D+i, impulso de las TIC para del desarrollo sostenible

Políticas activas de I+D+i, desarrollo de una base científica adecuada a necesidade del desarrollo sostenible, utilización democrática de las TIC

Elaboración: Santiago García Álvarez

DIMENSION DE LA REFORMA PRINCIPAL PROBLEMA A SUPERAR

Espacios políticos y democracia

ELEMENTOS DE TRANSFORMACION

Reforma del sistema financiero

Reformas del mercado laboral

Reforma fiscal