Arquitectura de primera contra ciudadanía de segunda...

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Arquitectura de primera contra ciudadanía de segunda. Ciudad de México 1949-2000 XIII International Congress of the Latin American Studies Association Washington DC, September 6-8, 2001 LASA 2001 Graciela de Garay-Arellano Instituto Mora/Conacyt Abstract En este trabajo estudio como los habitantes del multifamiliar Miguel Alemán, primer conjunto habitacional de gran escala construido en México y América Latina (1947-1949), pugnan con su discurso por el reconocimiento de su vivienda como patrimonio arquitectónico. En otras palabras, se trata de ver cómo la gente construye versiones alternativas de su identidad para superar la exclusión. Cabe señalar que en una de sus acepciones modernas, el término patrimonio se entiende como recurso, susceptible de ser apropiado por diferentes grupos sociales, para fines instrumentales con el objeto de incrementar el poder de negociación, de imposición, de lucha y/o resistencia. En este sentido, el patrimonio tiene una carga política por sus connotaciones implícitas de poder. También la idea de recurso puede vincularse a lo económico si lo promueven empresarios culturales, e incluso puede representar un elemento social si implica la distinción. Al usar al patrimonio como un recurso, los interesados combaten los estigmas sociales que los hacen ciudadanos de segunda; su identidad recupera poder pues con ella adquieren una clasificación, un lugar social; logran de manera indirecta la reivindicación de derechos y servicios públicos que les niega la exclusión social;

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Arquitectura de primera contra ciudadanía de segunda. Ciudad de México 1949-2000

XIII International Congress of the Latin American Studies Association Washington DC, September 6-8, 2001

LASA 2001

Graciela de Garay-Arellano Instituto Mora/Conacyt

Abstract En este trabajo estudio como los habitantes del multifamiliar Miguel Alemán,

primer conjunto habitacional de gran escala construido en México y América Latina

(1947-1949), pugnan con su discurso por el reconocimiento de su vivienda como

patrimonio arquitectónico. En otras palabras, se trata de ver cómo la gente

construye versiones alternativas de su identidad para superar la exclusión.

Cabe señalar que en una de sus acepciones modernas, el término patrimonio se

entiende como recurso, susceptible de ser apropiado por diferentes grupos

sociales, para fines instrumentales con el objeto de incrementar el poder de

negociación, de imposición, de lucha y/o resistencia. En este sentido, el patrimonio

tiene una carga política por sus connotaciones implícitas de poder. También la

idea de recurso puede vincularse a lo económico si lo promueven empresarios

culturales, e incluso puede representar un elemento social si implica la distinción.

Al usar al patrimonio como un recurso, los interesados combaten los estigmas

sociales que los hacen ciudadanos de segunda; su identidad recupera poder pues

con ella adquieren una clasificación, un lugar social; logran de manera indirecta la

reivindicación de derechos y servicios públicos que les niega la exclusión social;

“estetizan” los conflictos sociales tras los valores artísticos del conjunto y al

distinguir al multifamiliar como un legado del movimiento moderno en arquitectura

hacen de lo local algo global, lo universalizan pues recobran la utopía del habitat

futuro desaparecida con el desencanto de la posmodernidad.

Para derivar estas conclusiones me basé en las identidades colectivas construidas

a partir de los discursos contenidos en los testimonios de un conjunto de 60

hombres y mujeres, de tres generaciones, entrevistados para el proyecto Historia

Oral del Centro Urbano Presidente Alemán (1949-2000). Trabajar las identidades

colectivas me permitió tomar en cuenta la variable generacional y los problemas

de consenso y disenso que acompañan al proceso de construcción de las

identidades colectivas. Lo interesante es ver cómo se arman y desarman estas

unidades discursivas para ejercer presión y lograr las reivindicaciones señaladas.

Por su parte, el Estado debilitado, al responder a las demandas de los residentes

del Multifamiliar, también obtiene ganancias pues recupera la posibilidad de

intervenir en la unidad habitacional; reconquista una cierta tasa de control sobre el

lugar al imponer reglas para su manipulación y, de alguna manera, neutraliza los

discursos apocalípticos en torno a la crisis de la ciudad México.

El punto más original es que los habitantes hacen del Multifamiliar un patrimonio

cultural con base en las promesas del futuro, ancladas en la modernidad

arquitectónica. Para ello, no buscan el peso de la tradición en las raíces profundas

del pasado, como sucedía en el siglo XIX, cuando los Estados inventaban

patrimonios artísticos o culturales para reforzar la identidad nacional; por el

contrario, acuden a una suerte de “destradicionalización de la arquitectura

moderna” para recodificar la tradición, apropiarse simbólicamente del pasado y

cambiar la imagen del Multifamiliar de espacio cerrado y decadente a vivienda

competitiva a nivel local y global.

I. Introducción

Tal parece que el Multifamiliar Miguel Alemán -conocido oficialmente como el

Centro Urbano Presidente Alemán (CUPA) y por sus habitantes como el “Multi”;

representa, por las historias que se cuentan sobre él, el paradigma del fracaso del

urbanismo moderno.

Efectivamente, los problemas sociales y económicos que precipitan el

cotidiano deterioro material del CUPA, así como el desprestigio social que los

vecinos del barrio atribuyen a su población de jubilados empobrecidos, padres de

familia desempleados y jóvenes delincuentes sin futuro reflejan las miradas

negativas que desde los años 70, pero principalmente en los 80 y los 90, se

anteponen a las megaciudades.

Los imaginarios que propagan los vecinos de la colonia Del Valle contra el

CUPA sirven de pretexto para atribuir a alguien la culpa por los males del mundo

actual, pero, a la vez, intimidan al transeúnte que con temor deambula por la zona.

Y dicho sea de paso que los prejuicios se apoderan de cualquiera pues ¿quien no

teme poner un pie, en un lugar, donde las malas lenguas dicen que el delito, el

crimen, la delincuencia, la drogadicción, el alcoholismo, la pobreza, la suciedad, la

negligencia, las multitudes, lo impersonal, la indiferencia, lo deshumanizado son

el sello de fábrica de lo que su arquitecto pensó algún día sería una “ciudad dentro

de la ciudad”? Desde esta perspectiva, se puede decir que una versión micro de la

gran crisis de la ciudad de México se desarrolla en el Multifamiliar Alemán.

Efectivamente, los relatos más pesimistas sobre la gran capital la retratan,

por una parte, sobrepoblada por pobres de solemnidad y ricos tiranos indiferentes

y, por otra, la reflejan agobiada por el vicio, el crimen, el caos urbano y ecológico.

Y por si fuera poco también la pintan como desalentada por la destrucción de sus

patrimonios artístico y cultural y, desde luego, confundida por la pérdida de su

identidad que las políticas económicas neoliberales se han encargado de borrar.

Con problemas económicos y sociales tan serios y desprovista de recursos

simbólicos suficientes para restaurar la confianza y la solidaridad ciudadana, la

visión del futuro de la urbe se antoja apocalíptica. Y si este es el caso para la gran

ciudad ¿cuál será la situación del “Multi”?

Ante esta propaganda de difamación, los residentes del CUPA no se

intimidan. Para ellos el malestar en el “Multi” es tan solo una fracción de la gran

crisis urbana de la capital y para tal caso, ellos viven mejor que muchos otros. Su

vivienda es digna, se halla bien situada y dispone de muchos servicios. Después

de todo ellos son los herederos del primer gran proyecto de la modernidad urbana

que hizo en México, el arquitecto Mario Pani. Sobre este asunto las reflexiones de

una de los habitantes del “Multi” es muy clara.

Este fue el primer multifamiliar pensado arquitectónicamente –comenta Roberto

López Zaragoza- (...) le echaron ganas, parece ser que aquí no escatimaron en los

recursos digamos de tubería, de ladrillo de todo eso que son de primerísima

calidad; la prueba está que después de 50 años y, para como somos los de aquí,

todavía aguantan y soportan (...) Se buscó funcionalidad (...) no fue pensada e

para hacer cuartos y que se meta la gente y ya, sino que yo supongo que ya era la

idea de lo que ahora se busca en los suburbios ¿no? De que aquí se tuvieran

todas las comodidades, se pensó pues... por un lado, en vivir cómodamente, y, por

otro, que la construcción fuera agradable, bonita, con bonita vista.1

Para otra de las entrevistadas, crecer en el Multifamiliar fue algo

excepcional y disfruta recordarlo.

Mira –dice Beatriz Chelala- el Multifamiliar tenía realmente todo para que no

tuvieras que salir de ahí. Para mí fue un lugar verdaderamente bello, bellísimo (...)

Tenía todos los servicios de deporte mas todos los servicios que necesita una

colonia, lo que es una colonia (...)2

1 Testimonio de Roberto López Zaragoza en entrevista a la familia Salcedo realizada por Graciela de Garay y Lourdes Roca, ciudad de México, 20 de agosto de 1998, Instituto Mora PHO 13/32(1, 1ª parte). 2 Testimonio de Beatriz Chelala en Entrevista a Beatriz Chelala e Imelda Sánchez de Cabrera, realizada por Graciela de Garay, Lourdes Roca y Concepción

Para los entrevistados, su vivienda es valiosa por sus valores estéticos, sus

símbolos de modernidad y sus ideas urbanas. De esto se hallan plenamente

convencidos. Baste citar algunos testimonios para captar el espíritu que prevalece

entre los habitantes de primera y segunda generación.

Si yo tuviera oportunidad de hablar con el arquitecto -dice Blanca Aguirre- yo sería

una de las agradecidas. Pues nos dijeron que esto iba a ser una vecindad

grandota y no lo fue. Pues vivimos bien, gente decente y a la altura de las

posibilidades que entonces había.3

Y a propósito de todos los valores estéticos y grandes aciertos

arquitectónicas:

Bueno, lo mejor – dice Ana Laura Quirasco- (es que) me encanta tener luz y aire

(...) me encanta ver para acá, despertarme y ver árboles; es algo que agradezco,

así inmensamente (...) lo primero que veo al abrir los ojos son árboles, es algo que

me fascina (...) Sí, sí, es algo que me gusta mucho tener, tener luz, sentirme en un

espacio pues donde he pasado los momentos más bonitos, aunque también

momentos tristes, pero es mi casa, me encanta, me encanta.4

Martínez Omaña, Ciudad de México, 5 de noviembre de 1998, Instituto Mora, PHO 13/42(1, 1ª). 3 Entrevista a Blanca Aguirre realizada por Graciela de Garay y Lourdes Roca, ciudad de México, 27 de agosto de 1998, Instituto Mora PHO 13/31(2). 4 Entrevista a Ana Laura Quirasco realizada por Graciela de Garay, ciudad de México, 3 de noviembre de 1998, Instituto Mora, PHO 13/38(1).

Por su parte la señora Rosa Laura Aguirre viudad de Quirasco afirma: Aquí

tenemos luz todo el día, tenemos aire, la verdad está muy bien. porque un

condominio que no sea muy caro, imagínese usted, abre su ventana y aquí tiene

pegadito el otro edificio y si tiene la venta del otro lado, igual; la abre y aquí está

pegadito el otro edificio. Yo me doy cuenta porque tengo amigas que viven en (...)

unidad habitacional, y sí veo que les falta espacio.5

Con respecto a otros conjuntos habitaciones, Alejandro Dorantes dice: Me quedo

con el “Multi” en primer lugar por la concepción de la construcción. Creo que es

una construcción bonita (...) y principalmente porque te da una sensación de aire,

de espacio abierto, que no tienen los otros. En cuanto a la construcción en

general, creo que además del espacio y de la sensación de aire, este ladrillo rojo

que tiene es muy bonito, a mí me gusta (...)6

En cuanto a la importancia del conjunto dentro de la ciudad, tampoco

parece haber inconformidades:

Este (conjunto) es un ejemplo –dice Héctor Hugo Ramírez. Es una situación

histórica porque en un pequeño pedazo de terreno, porque no sé si sean 2

hectáreas, o a la mejor no alcanzan las dos hectáreas, viven 1139 familias (...) Yo 5 Entrevista a Rosa Laura Aguirre de Quirasco realizada por Graciela de Garay, ciudad de México, 3 de noviembre de 1998, Instituto Mora PHO 13/37(1). 6 Entrevista a Alejandra Dorantes realizada por Graciela de Garay y Concepción Martínez Omaña, ciudad de México, 26 de mayo de 1998, Instituto Mora, PHO 13/27(1).

creo que el arquitecto Pani fue realmente un visionario (...) porque él, a pesar de

los grandes espacios que le daba este Valle de México, vio y visualizó que esta

ciudad iba a crecer a un ritmo tan acelerado que en pocos años, o sea, en la

segunda mitad del siglo XX ya iba a estar completamente habitada, o sea

completamente saturada (...) de urbanismo irregular, urbanismo que no es el más

cómodo, que no es el mejor (...) Si esta es un prototipo de construcción (...) Al ver

la obra en el tiempo, pues yo creo que la podemos considerar como una obra

clásica. Un modelo básico de convivencia que reúne todos los requisitos de

planeación y visualización hacia un futuro, eso es lo que yo considero que es esta

unidad.7

Como se puede ver el Multifamiliar Alemán, a los ojos de sus habitantes,

tiene muchas cosas rescatables no sólo para sus habitantes sino también para la

ciudad. Razón suficiente para detener el deterioro del conjunto y promover su

rescate a toda costa. Los comentrios de una joven que creció en el CUPA son muy

elocuentes al respecto

En todos los sentidos –dice Lorena Vázquez- para mí el ‘Multi’ es lo máximo. Mi

‘Multi’ es mi ‘Multi’ y sí, no me gusta que hablan mal de él en mi presencia, nadie

toca mi ‘Multi’ porque ¡Mi Multi es mi Multi! 8

7 Testimonio de Héctor Hugo Ramírez en la entrevista a la familia Ramírez Sánchez realizada por Graciela de Garay, ciudad de México, 23 de mayo de 1998, Instituto Mora, PHO 13/26(1). 8 Testimonio de Lorena Vázquez en entrevista Lorena Vázquez y Lizbeth Vázquez realizada por Graciela de Garay, ciudad de México, 21 de junio de 1999, Instituto Mora, PHO 13/47(1);

II. Una breve historia del Multifamiliar Alemán

i. La historia del lugar

Dentro de la Colonia del Valle - espacio político administrativo de la Delegación

Benito Juárez, hoy el centro moderno de la ciudad de México y hace 50 años su

perímetro - el arquitecto Mario Pani realizó, a partir de los postulados del

movimiento moderno, el primer multifamiliar de bajo costo en México y América

Latina, con capacidad para 1080 departamentos, en un principio de renta

moderada para los trabajadores del Estado, de ingreso medio y derechohabientes

del ISSSTE, y, a partir de 1988, propiedad privada en régimen de condominio. 9

El Centro Urbano Presidente Alemán (CUPA), nombre oficial del conjunto,

fue inaugurado el 2 de septiembre de 1949, por el entonces presidente Miguel

Alemán. Se encuentra ubicado entre las calles de Félix Cuevas, Avenida

Coyoacán, Parroquia y Adolfo Prieto (antes Mayorazgo) y cuenta con una

población aproximada de 5 000 habitantes.

El multifamiliar Alemán se diseñó a partir de las ideas que, a mediados de la

década de los treinta, el arquitecto francés Le Corbusier estableció para la Ville

Radieuse, una versión modificada del modelo centralizado que el mismo Le

9 Para información sobre la historia del proyecto del Multifamiliar Alemán ver Mario Pani, investigación y entrevistas de Graciela de Garay, prólogo de Enrique Creel, México, Instituto Mora CONACULTA, 2001, ilustraciones, 2000, 124 p (Historia Oral de la Ciudad de México. Testimonios de sus Arquitectos 1940-1990).

Corbusier proyectó, a principios de los años veinte y definió como la Ville

Contemporaine.

El teorema lecorbusiano se basa en el uso eficiente de los espacios y los

recursos, con el propósito de conseguir para todos por igual el goce de las

“alegrías esenciales”: la luz, el espacio y lo verde. En consecuencia, la ciudad

contemporánea de acuerdo con los planteamientos de Le Corbusier debería tener

tanto rascacielos como edificios de departamentos de altura regular erigidos sobre

áreas verdes dentro de la ciudad. De hecho, Le Corbusier descalificaba en sus

escritos los desarrollos arquitectónicos suburbanos y descentralizados propios de

la “ciudad jardín horizontal”, por representar soluciones antiurbanas que

promueven el desperdicio de terrenos y áreas construidas. Mario Pani, como el

propio Le Corbusier, comprendió que la ordenada concentración de la gente y los

servicios contribuiría, a largo plazo, al crecimiento regulado y racional de la ciudad.

Cabe señalar que la Ville Contemporaine de Le Corbusier era una ciudad

lineal, un modelo de descentralización racionalizada. Sus primeros antecedentes

se hallan en el plan que produjo Arturo Soria y Mata a finales del siglo XIX,

transformado en la segunda década del siglo XX por los planificadores soviéticos.

En el esquema de la Ville Radieuse, Le Corbusier mantenía las propuestas

esenciales de la Ville Contemporaine excepto por el plan centralizado que había

desaparecido por completo aun cuando la distribución del poder seguía siendo

centralista. Su plan reflejaba una especie de pirámide de jerarquías naturales

propuestas por el sindicalismo francés. Era una ciudad lineal extendible que se

basaba en la imagen abstracta de un hombre con cabeza, espina vertebral, brazos

y cuerpo.

En cuanto a los rascacielos de la Ville Contemporaine, éstos fueron

desprendidos del centro de la ciudad y ubicados en la cabeza; el cuerpo se hizo

con líneas de vivienda a redente, distribuidas siguiendo una planta escalonado, a

la manera de un zigzag, para generar entre cada escalón o zigzag, una especie de

bahía y ahí alojar ya fuera un jardín, una cancha de deportes o áreas para

circulación de peatones.

Las sinuosas y largas bandas de viviendas trazadas de acuerdo con una

planta escalonada ofrecieron a la arquitectura moderna un respiro que no duró por

mucho tiempo ya que el mismo Le Corbusier la sustituyó por edificios aislados,

resueltos como bloques de apartamentos, plantados uno tras otro. Esta

distribución de los edificios aislados y organizados en filas como si fueran

regimientos de soldados todavía se puede apreciar en los monótonos y tristes

conjuntos habitacionales de la ciudad moderna. Un ejemplo de conjunto

habitacional de edificios aislados es la Unidad habitacional de Marsella, Francia

que proyectó Le Corbusier en 1952); el prototipo mexicano correspondiente es la

Unidad Nonoalco Tlatelolco (1964) que hizo el arquitecto Mario Pani en la ciudad

de México.

ii. Una solución arquitectónica y urbanística: memoria del proyecto del

Centro Urbano Presidente Alemán

Una ciudad dentro de la ciudad

Cuando en 1947, la Dirección de Pensiones Civiles y de Retiro, hoy ISSSTE,

solicitó a Mario Pani realizar para sus trabajadores un proyecto habitacional de

200 casas en un terreno de 40 000 metros cuadrados, el arquitecto, apoyado en la

moderna Ville Radieuse de Le Corbusier, criticó la petición de su cliente para

proponer en su lugar la construcción de una gran unidad, de intensidad mayor a la

que podrían representar 200 casas. Por tanto, sugirió ocupar el 20 o el 25 por

ciento del terreno, es decir 10 o 15 mil metros cuadrados con 9 edificios altos de

13 pisos cada uno y 6 edificios bajos de 3 pisos cada uno, para dejar el restante

75 por ciento, o sea 30 mil metros cuadrados, para jardines, cosa totalmente

desusada en esos años.

De acuerdo con el proyecto desarrollado, de los 9 edificios altos 7 se hallan

ligados en zigzag, siguiendo una de las diagonales del terreno. Los otros dos que

están aislados ocupan las esquinas del terreno que los anteriores dejan vacías.

Los seis edificios bajos se agrupan paralelamente a la avenida Coyoacán, tres

sobre la calle de Félix Cuevas y los otros tres miran a la calle de Parroquia. Todos

los edificios, tanto los altos como los bajos, siguen la línea Norte-sur, permitiendo

que la mayoría de las habitaciones vean al Oriente o al Poniente. En cuanto a la

planta baja de los edificios altos, el arquitecto propuso en algunos de ellos dejar

circulaciones cubiertas para el paso de peatones, así como la instalación de los

comercios que a diario requiere la gente.

Proyectó además oficinas para la administración, escuela con una

capacidad para 600 alumnos, guardería, lavandería con máquinas automáticas

individuales y cámaras de secado, dispensario médico, casino, salón de actos y

facilidades deportivas como canchas de football, basketball, volleyball y una

alberca semiolímpica, con purificador de agua, baños y vestidores. Separó el

paso de peatones de los estacionamientos o áreas de circulación vehicular; de tal

manera, que los automóviles se movieran en el perímetro del multifamiliar y la vida

comunitaria se desenvolviera con toda tranquilidad en el interior del conjunto.

Pani pensó en departamentos para albergar familias de tres a cinco

personas, se podría decir que imaginó una comunidad de 5 mil personas, y eso ya

es hablar de un pueblito de relativa importancia. Desde entonces Pani, advirtió

como elemento fundamental de su tesis sobre la ciudad, que cuando se hiciera

vivienda no se hicieran casas habitación nada más sino que éstas se hicieran con

todos los elementos que necesita una familia, una comunidad. Imaginó ciudades

autosuficientes que limitaran los desplazamientos innecesarios de la gente al

centro de la ciudad. Tal parece que Pani previó con gran anticipación el desarrollo

de las ciudades policéntricas que ahora conocemos y tal vez hasta vislumbró el

surgimiento de las ciudades cerradas, autosuficientes o ciudades candado, una

nueva tendencia que ahora conjuga lo tradicional con lo moderno y lo local con lo

internacional, la diferencia dentro de la igualdad.

De los 13 pisos que tienen los edificios altos, doce están ocupados por

departamentos; la planta baja corresponde a comercios y pórticos de circulación.

Los departamentos son de dos pisos; teniendo en el nivel del acceso el comedor y

la cocina, una solución muy mexicana, y en el otro nivel, subiendo o bajando, una

planta libre para subdividirse para las recámaras, la sala y un baño. La aplicación

de la planta libre permite una gran flexibilidad en cuanto a los usos de los espacios

(tipos A y D). En los edificios altos sólo hay una circulación horizontal cada tres

pisos, y en todo el recorrido vertical cinco paradas de elevadores.

Son cuatro los tipos de departamentos en los edificios altos: 672

departamentos del tipo pequeño, tienen una superficie de 48 metros cuadrados

cada uno y constan de comedor, cocina, estancia, dos alcobas, baño y closets

(tipo A); 192 departamentos situados en las cabeceras, con comedor, cocina,

estancia, dos alcobas, baño, closets y una recámara (tipos B y C) y 72 situados en

los elementos de liga viendo al Sur, con las mismas dependencias que los

anteriores, pero con una alcoba más (tipo D).

Los 6 edificios bajos suman un total de 144 departamentos (24 en cada

edificio). Son departamentos de un solo piso, de 57 metros cuadrados de

superficie, todos iguales y constan de estancia, cocina-comedor, recámara, baño y

closets (tipo E).

En las cabeceras de los edificios se distribuyen, de dos en dos, los veinte

elevadores, las escaleras exteriores y de emergencia y los ductos de basura. La

distancia máxima para recorrer del elevador correspondiente a la entrada del

departamento, es de 30 metros. Las cocinas o baños se concentraron alrededor

de los cubos de ventilación en los que se alojan todas las tuberías de las

instalaciones.

Todos los departamentos tienen luz eléctrica, radio, teléfono, agua fría y

caliente, gas para las cocinas. En un principio se utilizaron calderas para calentar

el agua, ahora se dispone de grandes tanques estacionarios ubicados en la

azotea. Para el abastecimiento de agua se cuenta con pozos y bombas.

Anteriormente, la basura se incineraba, ahora por razones ecológicas se saca de

los ductos todas las mañanas.

El multifamiliar Alemán tiene la ventaja, sobre la proposición que realizó Le

Corbusier en la Unidad de Marsella, que los pasillos o las circulaciones

horizontales son exteriores, están al aire libre, dan sobre la fachada, y por eso

siempre están iluminados y bien ventilados, son como los puentes de un barco, o

calles cubiertas. El de Le Corbusier tiene el inconveniente de que las circulaciones

son internas. Entonces en un edificio donde hay 300 departamentos, los olores de

los baños y las cocinas que generalmente son desagradables se concentran en

los corredores que además son muy oscuros. En cambio cuando los pasillos están

abiertos al jardín no se tiene ningún problema y se puede apreciar la vista.

Desde el punto de vista arquitectónico, el multifamiliar Alemán, aunque

sigue los principios Lecorbusianos (gran densidad y gran altura de los edificios), es

original porque presenta una solución constructiva ingeniosa, modulada cada tres

pisos, fórmula que permite montar los departamentos uno sobre otro, como si

fuera una gran caja de botellas, obtener departamentos de dos pisos, reducir

tanto las circulaciones horizontales como las paradas de elevador y compartir

muros, techos y pisos con seis vecinos. Esto a la larga, resulta conflictivo, pero no

irremediable, por el problema del ruido, la filtración de humedades y el desgaste

de materiales. La solución constructiva favorece además cierta variedad en la

disposición de las ventanas, con lo que se evita la monotonía. De cualquier

manera, a pesar del reto que significa para los usuarios de cierta edad la subida y

bajada de las escaleras, con los dos niveles en los departamentos se logra cierta

privacía porque se separan los espacios públicos de los privados y se produce una

sensación de amplitud, aun cuando el departamento sea muy pequeño.

Otro acierto del diseño es el aire o la separación que existe entre cada

edificio, de tal suerte que a pesar de ser un multifamiliar de 1080 departamentos

jamás se siente un congestionamiento; todos los departamentos tienen vista y sus

fachadas no están una frente a la otra. El eje diagonal del zigzag además de ser

una solución estética interesante, sirve para comunicar al multifamiliar de extremo

a extremo, de la calle de Félix Cuevas a Parroquia, además de brindar un buen

asoleamiento a todos los departamentos.

Los colores y las texturas de los materiales empleados, ladrillo y concreto,

imprimen un carácter especial al multifamiliar que todavía, después de casi 50

años, nos permite identificarlo como el conjunto de edificios altos y de ladrillos

rojos de la avenida Coyoacán y Félix Cuevas, ahora casi borrados de nuestro

repertorio de imágenes urbanas por la estructura high-tec del hospital 20 de

noviembre que se le contrapone.

Por otra parte, vale la pena mencionar que el Multifamiliar Miguel Alemán

tiene un mural en cuya superficie el pintor José Clemente Orozco trazó el croquis

de su última obra inconclusa intitulada La Primavera. Esta representa la figura de

una mujer yacente. Dentro de la guardería, el pintor Carlos Mérida también dejó un

mural, por desgracia ya desaparecido. Ambos murales son muestra de la

integración plástica que Pani incorporó como referencias nacionales dentro de su

vocabulario arquitectónico internacional y que los moradores del Multifamiliar

Alemán reconocen y defienden como partes inseparables del CUPA.

Desde el punto de vista urbanístico, la solución del multifamiliar como un

conjunto con una densidad mayor a 1 000 habitantes por hectárea sugiere los

fundamentos y los mitos de la ciudad moderna. Con este sistema supuso Pani que

la ciudad de México podría ser más pequeña, se reduciría el área construida,

amén de ganar para la ciudad espacios verdes y estacionamientos. Se disminuiría

el costo de los servicios urbanos y se economizaría tiempo y dinero en el

desplazamiento de sus habitantes.

El multifamiliar Miguel Alemán, al principio una pequeña ciudad en los

márgenes de la ciudad, es ahora, por el propio desarrollo urbano, “una ciudad

dentro de la ciudad”, una estrategia que Mario Pani recomendó y defendió a lo

largo de su vida profesional con el propósito de conseguir el crecimiento ordenado

de la urbe, porque Mario Pani siempre creyó que la ciudad de México sí tenía

remedio.

III. Las identidades colectivas y el “Multi” como un recurso patrimonial

Antes de hablar de los esfuerzos de algunos habitantes del Multifamiliar por llamar

la atención sobre el valor arquitectónico del conjunto y la necesidad de

preservarlo, debo decir que el “patrimonio” se entiende como un recurso que las

identidades colectivas aprovechan para incrementar su poder de negociación, de

imposición, de lucha y/o resistencia.

Sin embargo, al decidir exaltar o imponer un recurso, las identidades

colectivas corren el peligro de suprimir sus diferencias internas para imponer la

unidad por consenso. Esta posición se traduce a la larga en una fuente de

conflicto pues no todos los miembros pueden o desean asumir de la misma

manera ese criterio.

El hecho es que las identidades colectivas no son internamente

homogéneas. De ahí que las identidades se conformen mediante negociaciones,

expectativas, planteamientos de interrogantes y evaluación de los recursos

propios y ajenos, así como de las posibilidades de un futuro compartido. De estos

disensos emergen identidades colectivas heterogéneas, abiertas, inestables y

dispuestas al cambio.10 Por el contrario, las identidades colectivas vistas como

unidades cerradas, sujetadas por el consenso, terminan por convertirse en sectas

fundamentalistas dispuestas a estigmatizar a sus críticos y a rechazar cualquier

oposición.

A propósito de las diferentes posiciones que existen al interior del

Multifamiliar con respecto a las maneras de verlo y apreciarlo en el contexto

urbano, se pueden distinguir diferencias entre los residentes orginales que sienten

amor al terruño y los que llegaron después o simplemente entre la generación de

los padres y los hijos más jóvenes que ahora tienen aproximadamente 20 años y

se avergüenzan de vivir en ese lugar. Los comentarios de Blanca Aguirre son una

muestra de las tensiones que pesan cuando se menciona la pertenencia al lugar.

Nunca he dicho ‘Vivo en Adolfo Prieto’ o ‘Vivo en Coyoacán’ –afirma Blanca

Aguirre- porque así hay gente, así hay personas que no dicen ‘Vivo en el Multi’;

dicen ‘Vivo en la avenida Coyoacán’ quién sabe qué número, ni me sé el número,

y yo no, siempre digo ‘Vivo en el Multi’, en el CUPA... Y hasta mi credencial y todo

dice CUPA, Centro Urbano Presidente Alemán. No, sí, yo sí estoy orgullosa de

estar aquí, porque en todos lados hay de todo. Entonces sí les digo que me gusta

mucho con todos sus pros y sus contras de ahorita.11

10 Rodrigo Díaz Cruz, “Experiencias de la identidad”. En: Revista Internacional de Filosofía Política, 2, Madrid, 1993. 11 Entrevista a Blanca Aguirre, realizada por Graciela de Garay y Concepción Martínez Omaña, ciudad de México, 12 de agosto de 1998, Instituto Mora, PHO 13/31/1

En cambio –dice Imelda Sánchez de Cabrera- Mis hijos dicen ‘ai mamá, yo no

quiero decir que vivo en el Multi porque todo el mundo dice: ‘Que gacho el ‘Multi’.

Antes nosotras decíamos ‘Vivo en el ‘Multi’. Tengo alberca, tengo esto.’

Presumíamos ¿verdad’ Para nuestros hijos es una afrenta decir ‘vivo en el Multi.’12

Si me gustaría que cambiara la impresión que se tiene del CUPA –comenta Aldo

Bautista- porque en la colonia Del Valle se le conoce como una parte fea. La

colonia Del Valle tiene nombre bonito y tiene un buen status, pero esta unidad ya

no; es como algo malo, pues porque aquí ha habido pues varios asaltos, o más

que nada, aquí han vivido y viven pues bastantes asaltantes (...) pues porque no

hay ninguna autoridad ahorita competente que pueda evitar eso. Yo empezaría

pues por eso, por tener una buen seguridad (...) Pero sí me gustaría empezar por

la limpieza de todas las áreas verdes y las áreas comunes, incluso hasta la de los

pasillos (...) Después, pues mejoraría un poco la fachada, tal vez con algo de

pintura. Las áreas verdes pues que estuvieran muy, muy, muy bien conservadas,

porque en cuanto a la geografía que conserva puedo imaginarme que en su

tiempo fue muy bonito, y puedo imaginarme prados bien cortados, árboles frutales

y los arbustos muy bien delineados. Eso daría muy buena impresión.13

12 Testimonio de Imelda Sánchez de Cabrera en entrevista a Beatriz Chelala e Imelda Sánchez de Cabrera realizada por Graciela de Garay, Lourdes Roca y Concepción Martínez Omaña, Ciudad de México, 5 de noviembre de 1998, Instituto Mora, PHO 13/32(1, 1ª parte). 13 Entrevista a Aldo Bautista realizada por Graciela de Garay, ciudad de México, Instituto Mora PHO 13/36(61).

Ahora volviendo al caso del Multifamiliar, el interés de algunos de su

habitantes por manejar la arquitectura como una vía indirecta de reivindicación de

nuevas formas de reconocimiento social, habla de ciudadanos que demandan

patrimonio pero ya no como consumidores, sino a favor de una definición de una

ciudadanía reclamada desde el reconocimiento de su propia identidad. En esta

negociación, el patrimonio puede convertirse además en un recurso estratégico

para el mejoramiento del lugar que habitan.

Y no dejas de admirar al señor que hizo el ‘Multi’ –afirma Beatriz Chelala- Que

mira, tenía para futuro. No era un departamento o una unidad para unos cuantos

años, como ves ahora que muchas cosas las hacen para un determinado tiempo,

sino que realmente lo pensó mucho a futuro porque ve cuántos años han pasado y

sigue funcionando perfectamente bien; lo que no tiene es mantenimiento.14

El “Multi” se está rescatando –explica Alejandra Herrera- pero todos estamos en

una crisis terrible. Yo soy jubilada y así como yo hay muchas personas que están

en una situación difícil, hay quienes menos, quizá más, pero no por eso te vas a

dejar que se te venga el mundo encima; mientras que todavía tengas vida (...)

Pero si entonces aquí es donde voy a vivir y si podemos conservar el edificio pues

14 Testimonio de Beatriz Chelala en Entrevista a Beatriz Chelala e Imelda Sánchez de Cabrera realizada por Graciela de Garay, Lourdes Roca y Concepción Martínez Omaña, ciudad de México, 5 de noviembre de 1998, Instituto Mora, PHO 13/42(1, 1ª parte).

mejor hay que lucharle ¿no? Pues una arquitectura de esta magnitud la verdad lo

merece (...)15

Ahora bien, no todos los habitantes del CUPA se preocupan o pueden

contribuir a dar mantenimiento y servicio a la unidad. Las tareas de autogestión de

servicios cada día se hacen más difíciles y los responsables de promoverlas son

vistos con desconfianza. Tal parece que el disenso prevalece y la fragmentación

de las identidades se multiplica todos los días.

Por ejemplo el asunto de las cuotas es un tema de quejas recurrentes.

¿Cómo saber cuál debe la cuota justa de mantenimiento? Pero mientras se

resuelve este punto, la gente se divide y el conjunto se deteriora.

Efectivamente –comenta Dolores Pérez Lira- los jardines estaban bonitos, estaban

muy bonitos, muy bien arregladitos; ahora pues nos cuestan y no nos alcanza para

pagar la jardinería. Pero realmente, todos los árboles eran de ese tiempo, estaban

muy bien los jardines (...) ahora se han deteriorado por todo el tiempo que no nos

organizábamos para llevar una administración y un mantenimiento adecuado (...)

pero ahora tratamos, más o menos, de que vuelva a estar bien.16

15 Entrevista a Alejandra Herrera, Beatriz Chelala, Imelda Sánchez de Cabrera y Alejandra Dorantes, realizada por Graciela de Garay y Lourdes Roca, ciudad de México, 12 de noviembre de 1998, Instituto Mora, PHO 13/41 1(1,2,3). 16 Entrevista a Dolores Pérez Lira realizada por Graciela de Garay y Lourdes Roca, ciudad de México, 3 de febrero de 1999, Instituto Mora, PHO 13/43(1).

Con el tiempo nos hemos enseñado a compartir lugares comunes –explica Héctor

Hugo Ramírez- porque al principio queríamos cerrar el edificio, queríamos

privatizar el basurero, queríamos privatizar el elevador, pues cómo era posible de

que otras personas se pudieran subir a nuestro elevador y fueran por otro pasillo a

otros edificios y no nos pagaban cuota, entonces con el tiempo se ha venido

haciendo conciencia en la gente y se ha podido solventar ese gasto del

mantenimiento, del gas, del mantenimiento de los elevadores principalmente (...)

Entonces así se ha venido conviviendo por medio de esta experiencia.17

De cualquier manera, existen algunos grupos que han negociado con más

éxito acuerdos para salvar la arquitectura de la decadencia e incluso sustentar su

valor arquitectónico para obtener ayuda de las autoridades delegacionales. Por

eso, el mantenimiento de algunos edificios marcha sin dificultad e incluso, a veces,

en algunas secciones del conjunto y se palpa cierta mejoría.

El caso es que algunos de estos grupos que promueven el valor de la

arquitectura como recursos instrumental para conseguir reivindicaciones

indirectas, han ayudado a preservar el lugar de la decadencia total. Entre los

actores involucrados en esta lucha se cuentan jubilados, amas de casa,

profesionistas que además de defender su vivienda reivindican el espacio que les

dio su identidad ya sea de empleados federales, de herederos de la modernidad o

de ciudadanos de la gran ciudad. 17 Testimonio de Héctor Hugo Ramírez en entrevista a la familia Ramírez Sánchez realizada por Graciela de Garay, ciudad de México, 23 de mayo de 1998, Instituto Mora, Pho 13/26(1).

Yo felicitaría al arquitecto Pani por el Multifamiliar porque realmente es una obra

muy–dice Dolores Pérez Lira- Fue una obra muy buena para todos aquellos

burócratas que no teníamos con que pagar un departamento bonito para no vivir

en una vecindad, aunque ahora esto parece vecindad ¿verdad? Pero antes las

vecindades eran horribles ¿no? Y sin embargo, aquí se tenía otro tipo de vivienda

¿verda? Con todas sus comodidades, incluso lujitos que no había en casas o

departamentos para la clase media de abajo que somos nosotros.18

“La oveja negra de la colonia Del Valle”, como le dicen al “Multir” los

vecinos del lugar, se resiste entonces a morir víctima de las fuerzas del mercado y

la exclusión. Por tal motivo se vale de todos los recursos que encuentra a su paso

para inscribirlos como patrimonio e instrumentar la promoción local en un contexto

de competencia comercial. Ya sea que se trate de la arquitectura, o del mural “La

Primavera” que pintó Orozco antes de morir; o bien de los jardines y las

instalaciones deportivas que en sus años dorados le dieron tan buena fama.

Sobre la defensa del mural de Orozco por los vecinos hay muchas historias

que muestran cómo los habitantes del Multifamiliar promovieron el recurso para

conseguir el reconocimiento, por parte de las autoridades, de su identidad.

18 Entrevista a Dolores Pérez Lira realizada por Graciela de Garay y Lourdes Roca, ciudad de México, 3 de febrero de 1999, Instituto Mora, PHO 13/43(1).

(...) Cuando el ISSSTE ya nos dejó –explica Dolores Pérz Lira- nos hicieron ver

que el ISSTE seguía siendo condómino mayoritario. Entonces el ISSSTE vino y

puso unas tablas ahí donde está el mural inconcluso de Orozco porque lo iban a

quitar ‘¿cómo que lo van a quitar? (...)Empezamos a decir ‘¿por qué?’ ‘¿quién

ordenó esto?’ ‘¿de dónde aca?’ y nos fuimos a parar varios ahí (...) imagínese se

iban a llevar todo el mural, lo iban a trasladar al (hospital) 20 de Noviembre y pues

no lo permitismo. Está mal cuidado, está descuidadísimo, pero es de nosotros; es

de nosotros, y no se los dejamos llevar. Salvado, salvado...19

Cuando el ISSSTE se quería llevar el mural –cuenta Concepción Millán- nosotros

nos peleamos y dijimos ‘No, nada, si nos lo construyeron para acá... y se corrió la

voz de ‘salgan porque se van a llevar el mural’ y ahí vamos todos a defender; no

que va, la señora Virginia, que era la presidenta de los jubilados, fue la que llamó

a todos y dijo: ‘que se lo van a llevar, pues no se lo van a llevar’ y otros decían que

se lo lleven a ver donde lo ponen... y al fin que no está terminado. ‘No le hace que

no esté terminado pero que se quede aquí porque fue hecho para aquí.’ Y no los

dejamos que se lo llevaran.20

Y ahí está el mural de Orozco –recuerda Asdrúbal Trujillo- que en el Multifamiliar

le llamaban ‘la piedra caliente’ porque los chamacos iban a ahí a flirtear con las

novias y todo, entonces le llamaban ‘la piedra caliente’... obviamente decimos que

19 Entrevista a Dolores Pérez Lira realizada por Graciela de Garay y Lourdes Roca, ciudad de México, 3 de febrero e 1999, Instituto Mora, PHO 13/43(1). 20 Entrevista a Concepción Millán realizada por Graciela de Garay y Concepción Martínez, ciudad de México, 12 de marzo de 1998, Instituto Mora, PHO 13/13(1).

el mural es de nosotros, pero estaban diciendo que era de la guardería; la cosa es

que no se sabe de quién es; pero no se le ha dado un mantenimiento adecuado a

esa ‘piedra caliente’. Se lo querían llevar ahora que volvieron a reconstruir el

(hospital) 20 de Noviembre. Entonces se lo iban a llevar para el 20 de Noviembre.

Obviamente, las gentes empezaron a decir que esto iba a dejar de tener el valor

que tiene pues es una obra de Orozco. Pero si aquí nosotros no hacemos nada

por qué no dejar que otra institución, una institución del gobierno le de el cuidado

que realmente merece eso. Ahora ¿lo vamos a hacer? ¿Cuánto nos va a costar?

Si aquí apenas podemos con el mantenimiento y el gas que es un problema; una

bronca porque son 144 departamentos.21

El caso es que al descubrir a la arquitectura como un arma eficiente para

responder a la exclusión, los habitantes del CUPA comenzaron a elaborar

discursos para dar cuenta de una imagen renovada del Multi. En este sentido se

podría pensar que sus actores asumieron una estrategia de destradicionalización,

como la entiende Carlos Fortuna, cuando habla de aprovechar los elementos

innovadores de la tradición para hacer las ciudades más acordes con la realidad

contemporánea a nivel global y local. Pues es un hecho que tanto las ciudades

como los lugares no se dan en el vacío sino que pertenecen a un contexto y como

la propia cultura se hallan en constante cambio.

21 Entrevista a Asdrúbal Trujillo realizada por Graciela de Garay y Gerardo Necoechea, ciudad de México, 19 de octubre de 1997, Instituto Mora, PHO 13/4(1).

Efectivamente, para Carlos Fortuna, la destradicionalización es movida por

la necesidad de cada ciudad de revalorizar sus recursos, reales o potenciales,

como forma de reposicionarse en el mercado de la concurrencia Inter.-ciudades,

cada vez más competitivo.22 Por tanto, el CUPA como pequeña ciudad dentro de

la gran ciudad de México debe destradicionalizarse para ser competitiva con los

otros centros o pequeñas ciudades que conforman la capital.

¿Cómo hacer entonces competitivo al ‘Multi’? Los usuarios comienzan por

atribuir la competitividad del conjunto a su ubicación privilegiada. Así, hablan de un

‘Multi’ bien integrado a la ciudad porque se localiza en el centro sur de la moderna

ciudad de México y además dispone de buenas y variados servicios de transportes

y comunicaciones. Estos recursos son fundamentales para los habitantes de una

ciudad que participa de la globalización y busca una centralidad apta para el

intercambio y encuentro, sobre todo cuando el Centro Histórico de la capital se

aleja cada día más de la periferia urbana.

El testimonio de Estelí Ramírez Sánchez da clara cuenta de este procedimiento.

Pues para mí –dice Estelí Ramírez Sánchez- el ‘Multi’ es como una pequeña

ciudad donde hay todo, donde ve uno de todo y, bueno, donde tiene uno que

aprender a convivir.23

22 Carlos Fortuna, “Un caso de destradicionalización de la imagen de la ciudad” en: Cidade, Cultura e Glboalizacao. Ensayos de Sociología. Celta Editora, Oeiras, 1997. 23 Testimonio de Estelí Ramírez Sánchez en la entrevista a la familia Ramírez Sánchez, realizada por Graciela de Garay, ciudad de México, 23 de mayo de 1998, PHO 13/26(1).

IV. Conclusiones

En este trabajo lo que se ha visto es como los habitantes hicieron del Multifamiliar

Alemán un recurso patrimonial al apoyar su tradición en su modernidad, en la

visión futurista del arquitecto Mario Pani. Mediante esta estrategia, los residentes

del “Multi” convencieron a extraños y autoridades que el “Multi” era un valor

arquitectónico a defender y que por lo mismo las erogaciones invertidas en el

mantenimiento del conjunto tenían un sentido pues además de promover la

conservación del pasado de la ciudad de México salvaban de la decadencia un

fragmento del centro moderno de la zona sur de la urbe.

Roberto López Zaragoza además de ofrecer a través de su testimonio una buena

defensa de la modernidad arquitectónica del Multifamiliar Alemán, logra

universalizar al conjunto cuando lo sitúa en un contexto global. Se puede decir que

compara la pequeña ciudad del ‘Multi’ con otras semejantes que existen en el

mundo.

(...) En los años cuarenta, -dice Roberto López Zaragoza- había una crisis de

vivienda en la ciudad de México muy fuerte, o sea no había rentas, porque antes

lo más factible eran las rentas, entonces dentro del famoso modernismo que

procuraron Ernesto Uruchurtu y Miguel Alemán hicieron esta unidad que fue

pionera de todos los multifamiliares que hay en México y fue pues ejemplo a

seguir en diferentes países, sobre todo de los países de la Cortina del Este, o sea

en Rusia hay edificios de multifamilaires, hay alguno casi idéntico a éste y casi se

lo copiaron al Multi con asesoría de la ICA y todo esto (...)24

El rescate no ha sido inmediato ni como debiera ser, pero ha mejorado

mucho. Los apoyos de la delegación Benito Juárez se han incrementado y la

organización de los residentes del Multi para promover la autogestión logra

superar las calificaciones de años anteriores, digamos las de los años 80, cuando

el ‘Multi’ parecía tierra de nadie.

Pero también se advirtió como los entusiastas del “Multi” intentan, de

diversas maneras, su destradicionalización para reposicionarlo en el mercado

urbano y hacerlo más competitivo, Para ello, argumentan la centralidad del

conjunto al interior de la ciudad de México; centralidad de la que todos participan,

sobre todo cuando el urbanismo moderno se ha encargado de destruir los centros

históricos de las ciudades y con ellos la cultura y la vida social de las urbes

contemporáneas.

Para celebrar la “centralidad” como uno de los grandes valores urbanos del

‘Multi’ de hoy en día Rosa Zaragoza lo llama ‘la manzana de oro’.

Si –dice Rosa Zaragoza- (el Multi) es la ‘manzana de oro’ porque tenemos bancos,

tenemos iglesias, tenemos Aurrerá, tenemos De Todo, tenemos Liverpool, 24 Testimonio de Roberto López Zaragoza en entrevista a familia Salcedo realizada por Graciela de Garay y Lourdes Roca, ciudad de México, 20 de agosto e 1998, Instituto Mora, PHO 13/32(1. 1ª ).

tenemos Plaza Universidad, es una cosa maravillosa; esta manzana es la

Manzana de Oro, pero dentro de esta manzana hay mucha podredumbre, hay

mucha gente que en realidad no coopera, simplemente no coopera.25

Mira esta unidad –explica Concepción Hernández- si realmente nos la quisieran

arreglar sería preciosa... tú imagínatela pintada, arreglada y todo; todo cuidado,

enrejado, todo completo y con mucho aseo ¿cómo se vería? (...) El rumbo es

bellísimo, el rumbo es preciosos, es el centro Sur, aquí tienes todo; ahora el rumbo

es muy bonito, yo creo que por eso vale tanto, por el rumbo que tiene. El lugar me

gusta muchísimo por eso te digo que ojalá y viniera alguien y lo arreglara esto

para jubilados... te digo esto porque aquí hay mucho jubilado y para mí debería ser

una unidad de puro jubilado, estaría perfecto(...)26

Se trata de relocalizar al ‘Multi’ en el centro del debate de la globalidad,

como cuando se estrenó el edificio, en el año 49, representaba el pico de la

modernidad en México y América Latina.

25 Entrevista Rosa Zaragoza realizada por Graciela de Garay, ciudad de México, 3 de abril de 1998, PHO 13/20(1). 26 Entrevista a Concepción Hernández realizada por Patricia Pensado y Concepción Martínez Omaña, ciudad de México, 17 de octubre de 1987, Instituto Mora, PHO 13/27(1).