Actualizacion en Endodoncia 2009

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  • ENDODONCIA Volumen 28 Nmero 3 Julio-Septiembre 2010Revisin Bibliogrfica

    Endodoncia 2010; 28 (N 3):167-185 167

    Actualizacin en Endodoncia 2009C. Canalda Sahli1, J. Pumarola Su2, E. Berstegui Jimeno2

    1Catedrtico. Investigador del Instituto IDIBELL. 2Profesor Titular. Investigador del Instituto IDIBELL.Patologa y Teraputica Dental, Facultad de Odontologa, Universidad de Barcelona

    Correspondencia: Carlos Canalda Sahli, Instituto de Investigacin IDIBELL, Mallorca 173 2 2, 08036 Barcelona. E-mail : [email protected]

    RESUMENLos autores revisan los artculos publicados en las revistas cientficas ms significativas en el mbito de la endodoncia durante el ao 2009,comparndolos entre ellos, con otros anteriores y con los conceptos clsicos de la endodoncia.

    PALABRAS CLAVEPatologa pulpo-periapical; Diagnstico bucal; Tratamiento de conductos radiculares; Medicamentos endodncicos; Materiales de obturacinde conductos radiculares; Obturacin de conductos radiculares; Traumatologa dental.

    ABSTRACTThe authors review the articles published in the most relevant journals concerning endodontics during the last year 2009, making a comparison between them,as well as with other older ones and with classic concepts in endodontics.

    KEY WORDSPulpal pathology; Periapical pathology; Oral diagnosis; Root canal therapy; Root canal medicaments; Root canal filling materials; Root canal obturation; Dentaltraumatology.

    El nmero de trabajos de investigacin que se publican cadaao sigue aumentado de modo significativo, a pesar de que lasrevistas indexadas rechazan la publicacin de numerosos art-culos. Como el mayor incremento se ha producido en las inves-tigaciones bsicas que, si bien son importantes, en general inte-resan menos al profesional hemos reducido las que creemosde menor inters.

    PATOLOGA PULPO-PERIAPICAL

    Anatoma de los conductos radiculares

    Greco Machado y cols.(1) estudiaron la anatoma internade 200 premolares mediante diafanizacin de sus races. En

    los primeros premolares superiores hallaron dos conductosen el 88,22% de los mismos, uno en el 5,88% y tres en el 5,88%.En los segundos premolares superiores encontraron un con-ducto en el 39,65% y dos en el 60,31%. En los primeros pre-molares inferiores observaron un conducto en el 68,18% delos mismos y dos en el 31,80%. En los segundos premolaresinferiores visualizaron un conducto en el 73,91% de los mis-mos y dos en el 26,08%.

    Schfer y cols.(2) examinaron 1.024 primeros molares infe-riores en una poblacin alemana. La prevalencia de molarescon tres races fue del 1,35%.

    Somma y cols.(3) estudiaron 30 primeros molares superio-res intactos mediante microtomografa. El conducto mesio-palatinolingual lo hallaron en el 80% de los especimenes yera independiente del mesiovestibular en el 42% de ellos, fusio-

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  • nndose en el 58% de los casos. Observaron comunicacionesentre ambos conductos, en todos los dientes, con istmos enel 71% de ellos. Hallaron un foramen apical nico en el 37%de los especimenes, dos en el 23% y tres o ms foraminas api-cales en el 40%. Gao y cols.(4) combinando las imgenes obte-nidas de dientes mediante tomografa microcomputarizadacon aplicaciones de software como MeVisLab (MeVis Rese-arch, Bremen, Alemania) pudieron conseguir la reconstruc-cin de la anatoma interna y externa de los conductos radi-culares, lo que es de inters en investigacin.

    Martos y cols.(5) determinaron la distancia desde el fora-men apical mayor y el pice anatmico en 1.331 races median-te un estereomicroscopio ptico con una precisin de 0,01mm a 40 aumentos. La distancia siempre fue menor a 1 mm.

    Los istmos sin limpiar pueden causar un fracaso del tra-tamiento de conductos radiculares. Gu y cols.(6) investigaronla presencia de istmos en la raz mesial de 36 primeros mola-res inferiores extrados, mediante tomografa microcompu-tarizada. Se dividieron en tres grupos en funcin de la edaddel paciente: A (entre 20-39 aos), B (entre 40-59 aos) y C(mayores de 60 aos). El porcentaje de istmos fue: A (en el50%), B (en el 41%) y C (en el 24%).

    Microbiologa de los conductos radiculares

    EtiopatogeniaPara Deng y cols(7) una de las caractersticas que hacen a

    la especie Enterococcus faecalis resistente al tratamiento es sucapacidad para formar biofilms. Comprobaron como ciertascepas de Streptococcus mutans estimulan este fenmeno.

    En los dientes endodonciados con infecciones persisten-tes se encuentra una alta prevalencia de E. faecalis. Sin embar-go, esta especie bacteriana no es frecuente ni en las caries nien la cavidad bucal. Zehnder y Guggenheim(8) piensan quees posible que esta bacteria pueda penetrar en los conductostras finalizar el tratamiento. Pero, a partir de dnde? En laboca es una especie transitoria procedente de la comida; qui-zs tenga predileccin por los tejidos necrticos de los con-ductos mal obturados.

    Ras y Siqueira(9) investigaron la prevalencia de tres nue-vas bacterias como patgenos orales: Prevotella baroniae, Pre-votella multisaccharivorax y Bacteroidetes oral a partir de exu-dados de los conductos con periodontitis apicales primarias.En las formas agudas las pudieron identificar en el 81%, 43%y 38% de los dientes. En las formas crnicas en el 60%, 40% y40% de los dientes.

    Subramanian y Mickel(10) investigaron la colonizacin bac-teriana en la zona apical del conducto y en las lesiones peria-picales en 34 dientes endodonciados que presentaban semio-loga y en los que efectuaron apicectomas. La frecuencia decolonizacin era mayor en el conducto cuanto ms cerca sehallaba del foramen apical. Las especies ms prevalentes enel conducto eran E. faecalis y Burkholderia cepacia. En la zonafinal del mismo las ms prevalentes eran Campylobacter gra-cilis y Streptococcus gordonii. En las lesiones periapicales pre-dominaban Atopobium rimae, Peptostreptococcus micros, Strep-tococcus genomospecies, Dialister sp. y Eubacterium. En conclu-sin, la microbiota era distinta en la zona final del conductoradicular y en las lesiones periapicales.

    Siqueira y cols.(11) investigaron la prevalencia de determi-nadas bacterias en el tercio apical de los conductos de dien-tes con periodontitis apical crnica primaria, mediante extrac-tos de ADN. Las tasas de bacterias fueron: Pseudoramibacteralactolyticus (32%), Bacteroidetes clone X083 (26%), Streptococ-cus especies (21%), Olsenella uli (10,5%), Synergistes clone BA121(10,5%), Fusobacterium nucleatum (10,5%), Porphyromonas endo-dontalis (10,5%), Dialister clone BS016 (5%), Filifactor alocis (5%),Parvimonas micra (5%) y Treponema denticola (5%). De estas,slo Bacteroidetes clone X083 y Synergistes clone BA121 se halla-ron a niveles por encima de 105.

    Ricucci y cols.(12) investigaron mediante microscopa la his-tologa de los pices y del peripice de 24 dientes con perio-dontitis que haban recibido un tratamiento de conductos radi-culares, 12 asintomticos y 12 sintomticos. Todos los espe-cimenes presentaban inflamacin periapical con bacteriasevidentes, excepto uno asintomtico que mostraba una reac-cin a cuerpo extrao. La colonizacin bacteriana era supe-rior en los sintomticos. Su organizacin en bioflims era lacausa principal del fracaso del tratamiento.

    Rosaline y cols.(13) no consiguieron detectar virus del her-pes en humanos (virus del herpes simple, citomegalovirus,virus de Epstein-Barr) en pulpas dentales infectadas. Con-cluyen que estos virus no pueden alcanzar los tejidos peri-rradiculares a travs de la pulpa dental infectada.

    Las clulas Treg son una subdivisin de los linfocitos T queinhiben la respuesta de stos aunque, por otro lado, previe-nen el desarrollo de modelos de autoinmunidad. Alshwaimiy cols.(14) observaron en lesiones periapicales de ratas comolas clulas Treg los infiltraban perpetuando la infeccin.

    Fukada y cols.(15) llegaron a la conclusin que en el balan-ce entre la respuesta inmune y la actividad osteoclstica pre-sente en los quistes y granulomas interviene de modo decisi-

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  • vo la accin reguladora de los linfocitos T favorecedores (hel-per) Th1 y Th2.

    Las defensinas-beta humanas son unos pptidos antimi-crobianos que desempean un importante papel en la inmu-nidad innata, contribuyendo tambin a la respuesta inmuneadquirida, con actividad quimiotctica. Paris y cols(16) halla-ron su expresin aumentada en pulpas humanas inflamadasrespecto a las sanas.

    La interleucina-17 (IL-17) es miembro de una nueva fami-lia de citocinas proinflamatorias producidas por una subcla-se de clulas T activadas conocidas como Th17 . La IL-17 esun regulador de las clulas que intervienen en la inmunidadinnata sirviendo de puente entre ella y la adaptativa. Xiongy cols.(17) pudieron identificarlas en los tejidos periapicalesinflamados de ratas.

    Sattari y cols.(18) investigaron la patogenia de los plipospulpares. Creen que puede estar mediada por reacciones dehipersensibilidad tipo I debido al mayor nivel de inmuno-globulinas E, histamina y IL-4 presentes en las pulpas conpulpolitos que en las pulpas sanas.

    Las metaloproteinasas (MMP) son unos enzimas secreta-dos como proenzimas y activados en los tejidos por propp-tidos, contribuyendo a la destruccin de la matriz extracelu-lar. Santos y cols.(19) hallaron la MMP-2 y la MMP-9 en la den-tina humana lo que puede contribuir a la propagacin de lacaries. Garca de Paula y cols.(20) evidenciaron una mayor acti-vidad de las MMP en los tejidos granulomatosos periapica-les que en los qusticos.

    Carrillo y cols.(21) determinaron la incidencia de la expre-sin de inmunocitoqueratina en quistes y lesiones granulo-matosas epitelizadas. Su expresin era muy superior a la exis-tente en lesiones granulomatosas no epitelizadas.

    Tanomaru Filho y cols.(22) investigaron la dinmica del desa-rrollo de lesiones periapicales en dientes de perrro, histol-gica y radiogrficamente. Expusieron conductos radicularesde perros al medio oral sellando la cavidad de apertura a los7, 15, 30 y 60 das. A los 15 y 30 das las lesiones eran ya evi-dentes y de similar tamao, a los 60 das eran mayores; encambio, a los 7 das no las pudieron detectar. El estudio his-tolgico mostr reabsorcin sea a los 7 das hallndose losvalores ms altos a los 30 y 60 das.

    Caviedes y cols.(23) cuantificaron la expresin del factorde crecimiento-1 (IGF-1), semejante a la insulina, en pulpashumanas de terceros molares con y sin el pice formado. Laexpresin de IGF-1 era mayor en las pulpas de los dientessin formar lo que demuestra que este factor no solo es activo

    en el proceso de formacin embrionaria sino tambin duran-te el proceso de proliferacin y diferenciacin celular, espe-cialmente hasta conseguir la formacin radicular completa.

    PatologaSchulz y cols.(24) evaluaron al microscopio ptico y de trans-

    misin la histologa de 125 lesiones periapicales obtenidas alefectuar apicectomas en dientes endodonciados. Identifica-ron un 70% de granulomas, un 23% de quistes, un 5% de abs-cesos, un 1% de tejido cicatricial y un 1% de queratoquistes.No pudieron distinguir entre quistes verdaderos o en baha.En una investigacin similar, Love y Firth(25) examinaron 100lesiones periapicales. De ellas, 77 eran tejido granulomatoso,18 quistes, tres abscesos y dos cicatrices periapicales.

    La reabsorcin cervical externa consiste en una destruc-cin de los tejidos calcificados en la zona radicular coronalprovocada por clulas clsticas. Segn Patel y cols.(26) el tra-tamiento de la reabsorcin puede ser exitoso si se puede eli-minar el tejido inflamatorio mediante cido tricloroactico,que provoca una necrosis por coagulacin sin afectar al teji-do periodontal sano, seguida de la restauracin del tejidocalcificado con MTA o un ionmero de vidrio. Es clave la loca-lizacin exacta de la lesin a poder ser con una tomografacomputarizada de haz cnico.

    Willershausen y cols.(27) efectuaron un ensayo clnico paradeterminar una posible correlacin entre patologa periapi-cal crnica e infarto de miocardio en 135 pacientes que lo hab-an sufrido y 135 pacientes sanos. En el primer grupo halla-ron un porcentaje superior de infecciones periapicales crni-cas y un peor estado de salud bucal que en el segundo. Porello creen que se pueden correlacionar estos hallazgos conuna mayor prevalencia de infartos de miocardio.

    Diagnstico La Asociacin Americana de Endodoncistas (AAE) efec-

    tu en 2008 una reunin para alcanzar un consenso en la ter-minologa relativa al diagnstico. Los trminos aceptadospara la patologa pulpar y periapical se han publicado recien-temente(28). Para la pulpa: pulpa normal, pulpitis reversible,pulpitis irreversible sintomtica, pulpitis irreversible asinto-mtica, necrosis pulpar, pulpa previamente tratada y trata-miento previamente iniciado. Para el peripice: peripice nor-mal, periodontitis apical sintomtica, periodontitis apical asin-tomtica, absceso apical agudo, absceso apical crnico y oste-tis condensante. Para llegar a ello se han basado en los estu-dios de Glickman y cols.(29) acerca de la terminologa emple-

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  • ada, los de Levin y cols.(30) sobre la salud y los estados de enfer-medad de la pulpa, los de Gutmann y cols.(31) sobre el peri-pice y su patologa y los de Rosenberg y cols.(32).

    Diagnstico pulparLa oximetra de pulsacin evala la saturacin de oxge-

    no en un tejido. Una luz formada en un diodo fotoelctricopuede atravesar los tejidos calcificados dentales, alcanzar lapulpa y reflejarse en un detector. Esto permite el diagnsticoentre una pulpa sana y una necrtica; en el primer caso, lareflexin de la luz es mayor. Jafarzadeh y Rosenberg(33) efec-tuaron una revisin de la literatura sobre la oximetra de pul-sacin y concluyeron que era una prueba inocua y eficaz parael diagnstico del estado de salud de la pulpa dental.

    El dolor dental neuroptico tras un tratamiento de con-ductos radiculares es poco frecuente, pero ocurre en algunasocasiones, sin mejorar tras un retratamiento. Es ms frecuen-te en el maxilar superior y su diagnstico es difcil(34).

    RadiodiagnsticoLa tomografa computarizada de haz cnico da lugar a

    imgenes tridimensionales con una irradiacin significativa-mente inferior a la tomografa convencional. Permite obser-var imgenes periapicales y lesiones reabsortivas poco evi-dentes en las radiografas periapicales(35). Posee una mayorcapacidad de discernir pequeas alteraciones en la anatomaradiogrfica que pueden pasar inadvertidas en las radiogra-fas periapicales(36).

    Estrela y cols.(37) observaron como con la tomografa com-putarizada de haz cnico apreciaban ms detalles de la reab-sorcin radicular inflamatoria que con las radiografas peria-picales. Patel y cols.(38) llegaron a la misma conclusin estu-diando reabsorciones radiculares internas y reabsorcionescervicales externas, siendo ms til adems para planificarel tratamiento. Hassan y cols.(39) evidenciaron su superiori-dad para detectar fracturas verticales en dientes endodon-ciados y Kamburolu y cols.(40) llegaron a la misma conclu-sin en fracturas radiculares horizontales. Garca de Paula ycols.(41) investigaron la presencia de periodontitis en 88 dien-tes de perros sanos o que haban recibido un tratamiento deconductos radiculares. Identificaron un 71% de lesionesmediante radiografas periapicales, un 84% con la tomogra-fa computarizada de haz cnico y un 93% efectuando un estu-dio histolgico. Huybrechts y cols.(42) investigaron la presen-cia de vacos en las obturaciones de conductos. Si el dime-tro del espacio era superior a 300 m no existan diferencias

    entre las radiografas periapicales analgicas o digitales conrespecto a las imgenes obtenidas de la tomografa; sin embar-go, para espacios menores hallaron ms eficaces las radio-grafas periapicales digitales y la tomografa.

    Wu y cols.(43) cuestionan los ensayos efectuados para eva-luar el resultado del tratamiento endodncico basados en elndice periapical determinado mediante radiografas peria-picales. Recomiendan un criterio de evaluacin ms estrictoy el uso de la tomografa de haz cnico.

    A pesar del entusiasmo existente hacia la tomografa com-putarizada de haz cnico, Patel y Horner(44) pusieron de relie-ve algunos inconvenientes: una mayor irradiacin sobre elpaciente, la dificultad para localizar el campo a explorar enaras a minimizar la irradiacin, la dificultad para diagnosti-car las lesiones debido a la falta de familiarizacin con lasestructuras de la zona y, aunque no lo mencionen, el costeeconmico en una consulta privada. Reconocen las limita-ciones de esta herramienta para el diagnstico en la actuali-dad y recomiendan un cierto escepticismo hasta que ms inves-tigaciones demuestren su precisin diagnstica y el impactoclnico que pueda tener.

    Control del dolorPochapski y cols.(45) evaluaron el efecto que tena en la pre-

    vencin del dolor postendodncico la administracin de unadosis nica por va oral de dexametasona una hora antes deltratamiento de conductos radiculares. Este procedimientodisminuy significativamente el dolor postoperatorio a la 4y 12 horas, aunque sin diferencias a las 24 y 48 horas.

    Song y cols.(46) utilizaron articana al 4% con 1:100.000 deepinefrina para anestesiar el nervio dentario inferior en pri-meros molares inferiores con pulpitis irreversible aguda. Ungrupo se anestesi con inyeccin trocular (1,7 ml) ms infil-tracin vestibular (0,4 ml); el otro grupo se anestesi con inyec-cin troncular (1,7 ml) ms inyeccin intraligamentosa (0,4ml). Ambas combinaciones tuvieron una alta tasa de xito:81,48% y 83,3% respectivamente, sin diferencias entre ellas.

    Srinivasan y cols.(47) efectuaron un ensayo clnico pros-pectivo randomizado a doble ciego en el que la articana al4% fue significativamente ms eficaz en anestesiar infiltrati-vamente molares superiores con pulpitis irreversible que lalidocana al 2%.

    xito clnicoLas lesiones qusticas se originan en un medio inflamato-

    rio infeccioso. Si mediante un tratamiento de conductos radi-

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  • culares se elimina la causa que produce la inflamacin, paraLin y cols.(48) lesiones grandes semejantes a quistes y quistesverdaderos pueden regresar gracias a mecanismos de apop-tosis de idntica forma a como lo hacen los quistes en baha,aunque en ocasiones es necesario recurrir a la ciruga tantoen lesiones granulomatosas como qusticas.

    Conocida es la accin antirreabsortiva de los bisfosfonatos.Hsiao y cols.(49) investigaron la reparacin periapical tras untratamiento de conductos radiculares en 34 dientes con lesio-nes periapicales en pacientes que tomaban bisfosfonatos ora-les de larga duracin comparndolos con 38 dientes de pacien-tes que no los tomaban. No hallaron diferencias en la repara-cin periapical por lo que el tratamiento endodncico es unabuena alternativa a la extraccin en estos pacientes.

    Potter y cols.(50) enviaron una encuesta de modo aleatorioa 1.505 endodoncistas de Estados Unidos de Norteamricapara conocer si la colocacin de implantes era una compe-tencia suya. Un 5,7% ya los colocaban. La mayora eran par-tidarios de incluirlos en los estudios de postgrado y conside-raban que era una parte de la prctica del endodoncista.

    Morris y cols.(51) efectuaron un metaanlisis de las publi-caciones de los ltimos 10 aos acerca del xito clnico trasefectuar un tratamiento de conductos y restaurar el dientecon un recubrimiento cuspdeo o bien colocar una corona uni-taria implantosoportada. No hallaron un mayor xito con lasegunda solucin; respecto a la relacin coste-beneficio unarestauracin con implantes supone un coste superior para elpaciente entre un 70 y un 400%.

    Tavares y cols.(52) evaluaron la prevalencia de periodonti-tis periapical en 1.035 races tratadas endodoncicamente enuna poblacin parisina. Aplicaron para la evaluacin el ndi-ce periapical de rstavik. La prevalencia era del 37%. Cuan-do el tratamiento de conductos era correcto, si la restaura-cin tambin lo era, el porcentaje de xito era del 93,5% y siera incorrecta del 82%. Si el tratamiento de conductos no eraadecuado, cuando la restauracin era correcta el porcentajese situaba en el 64% y si era incorrecta del 56%.

    Ding y cols.(53) evaluaron el efecto de la revasculariza-cin en 12 dientes inmaduros con periodontitis apical. Pre-pararon los conductos dejando durante una semana unamedicacin con ciprofloxacino, metronidazol y minocicli-na. Luego crearon un cogulo sanguneo en el pice con unalima 40 y encima del mismo depositaron MTA. Seis casosfracasaron y se recurri a una apicoformacin clsica, tresno volvieron a los controles y tres presentaron un desarro-llo radicular normal.

    PREPARACIN DE LOS CONDUCTOS RADICULARES

    Determinacin de la longitud de trabajo

    Aunque en alguna investigacin no se hallaron diferen-cias en la determinacin de la longitud de trabajo con distin-tos localizadores apicales(54), siendo eficaces incluso en dien-tes temporales con rizolisis fisiolgica(55), Higa y cols.(56) halla-ron una falta de correlacin entre la distancia de la punta deuna lima al foramen apical y su representacin en la pantalladel localizador en diversos dispositivos.

    Siu y cols.(57) evaluaron en dientes que tenan que ser extra-dos la precisin para determinar la constriccin apical conlimas rotatorias de nquel-titanio o con limas de acero ino-xidable utilizadas manualmente. Los localizadores usadosfueron: Root ZX II (J. Morita USA, Tustin, CA, EUA), ApexNRG XFR (Medic NRG, Tel Aviv, Israel) y Mini Apex Loca-tor (Sybron Endo, Anaheim, GA, EUA). La precisin, conun margen de error de 0,5 mm, fue respectivamente del50, 46,43 y 39,29 %. Las limas manuales de acero inoxidablefueron ms fiables. Versiani y cols.(58) evaluaron en dientesextrados la precisin de Root ZX para localizar la constric-cin apical fijando la pantalla a 0,5 o 1 mm y usando unalima calibre 20. La precisin fue del 90,5% y 83,78% respec-tivamente. Concluyeron que la lectura a 1 mm reduca elriesgo de sobreestimar la longitud de trabajo. Pascon y cols.(59)

    compararon la precisin de tres localizadores apicales: Ele-ments Diagnostic Unit and Apex Locutor, Dentaport ZX (J.Morita) y Raypex 5 (VDW, Munich, Alemania). Ningunoalcanz una precisin del 100% aunque los ms fiables fue-ron Dentaport ZX y Raypex 5.

    Altenburg y cols.(60) compararon la capacidad para man-tener la longitud de trabajo combinando un motor para endo-doncia con el localizador Rayapex 5 conectado a un instru-mento rotatorio con la de TriAuto ZX (J. Morita) en el queel motor ya incorpora un localizador. Ambos fueron igualde precisos. Barthelemy y cols.(61) evaluaron las determina-ciones de la longitud de trabajo con un localizador manual(Apex Locator) y tres incorporados en motores (DentaportZX, Endomaster y XSmart Dual). Concluyeron que los loca-lizadores incorporados en los motores son seguros, perono dan las mismas lecturas que cuando se usan en modomanual. En este modo, XSmart dio longitudes ms cortasque Dentaport ZX o que Endomaster. En modo motor,XSmart dio lecturas ms largas que Dentaport ZX, pero noque Endomaster.

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  • Janolio de Camargo y cols.(62) comprobaron como la reali-zacin de una cavidad de acceso radicular o preflaring mejo-raba la precisin de distintos localizadores apicales.

    En los dientes con el pice sin formar los localizadores sonpoco fiables. Por ello El Ayouti y cols.(63) propusieron un mto-do para determinar la longitud de trabajo de modo tctil emple-ando una lima calibre 25 flexionada en la punta con un ngu-lo de 90. Efectuaron un estudio in vitro en 129 conductos enlos que formaron pices abiertos. Con esta tcnica el 97% delas determinaciones se mantuvieron entre 0-0,5 mm del fora-men apical.

    Propiedades fsicas y rotura de los instrumentos

    Hasta la fecha no hay ninguna especificacin o estndarinternacional para verificar la resistencia a la fatiga cclica delos instrumentos rotatorios de nquel-titanio. La metodolo-ga empleada para determinar la resistencia a su rotura enlas pruebas de flexin o de torsin es variada y, en general,no tienen en cuenta el ajuste del instrumento en el tubo dondese ejerce la flexin o la torsin. Por ello los resultados soncontradictorios o distintos(64).

    La implantacin de iones de titanio en la superficie de losinstrumentos forma una capa de nitruro de titanio que incre-menta la capacidad de corte y la resistencia al desgaste. Bril-hant y cols.(65) investigaron el efecto de implantar iones denitrgeno o de argn en la superficie de instrumentos Pro-Taper S1 (Dentsply Maillefer, Ballaigues, Suiza) sobre su resis-tencia a la rotura en una prueba de fatiga cclica. La implan-tacin de argn la aumentaba ligeramente mientras que lade nitrgeno la disminua. Boessler y cols.(66) comprobaroncomo el electropulido de la superficie de instrumentos Pro-Taper S incrementaba su resistencia a la rotura por torsin.

    Yahata y cols.(67) evaluaron el efecto de someter un alam-bre de nquel-titanio calibre 30 y conicidad del 6% a un calen-tamiento a 440-500 C durante 10 a 30 minutos. La flexibili-dad aumentaba siendo ms importante el factor calor que eltiempo de exposicin al mismo.

    Shen y cols.(68) analizaron 3.706 instrumentos ProFile(Dentsply Tulsa, Johnson City, TN, EUA) utilizados duranteun periodo de cuatro aos por estudiantes de pregrado. Obser-varon defectos en el 1,3% de ellos y roturas en el 1%. Los mayo-res defectos los hallaron en el calibre 20. Consideraron estosinstrumentos como seguros.

    Vieira y cols.(69) evaluaron la resistencia a la rotura por tor-sin de instrumentos ProTaper S1, S2, F1 y F2 tras preparar cinco

    molares comparndola con la de instrumentos nuevos. Se per-meabiliz previamente con una lima K calibre 15. Ningn ins-trumento se rompi aunque el uso produjo una disminucinsignificativa de la resistencia a la rotura por torsin.

    La aleacin de nquel-titanio M-Wire (Sportwire, Langley,OK, EUA) recibe un tratamiento trmico y tensional que incre-menta su flexibilidad. Con ella se elaboran las limas GT seriesX (Dentsply Tulsa, Tulsa, OK, EUA). Kell y cols.(70) evalua-ron limas GT series X y GT clsicas calibre 20/.06. Las pri-meras mostraban una mayor resistencia a la fractura por tor-sin. En cambio, Kamkowshy y Bahcall(71) no hallaron dife-rencias entre ellas excepto para la lima 20/.04.

    Las limas Twisted File o TF (Sybron Endo, Orange, CA,EUA) estn fabricadas por torsin gracias a un tratamientotrmico que permite a la aleacin alcanzar la fase cristalo-grfica R. Larsen y cols.(72) compararon la resistencia a la rotu-ra por torsin de estas limas calibre 25 y las de las GTX cali-bre 20 y conicidades del 4 y 6% con instrumentos de nquel-titanio sin tratamiento trmico: EndoSequence (Brasseler,Savannah, GA, EUA) y ProFile. Las ms resistentes fueronlas GTX, quizs tambin por su menor calibre. Las TF fueronms resistentes que las EndoSequence, pero similares a lasProFile. Gambarini y cols.(73) hallaron una mayor resistenciaa la rotura por torsin con las limas TF de calibre 25/.06 quecon los clsicos instrumentos fabricados mediante torneado.

    Inan y Gonulol(74) evaluaron la deformacin y roturas de593 instrumentos Mtwo (VDW, Munich, Alemania) descar-tados tras su uso clnico (mximo cuatro molares simples odos curvos) en el periodo de una ao. Un 25,80% presenta-ban deformaciones en su superficie, siendo ms frecuentesen el instrumento 15/.05. Un 16,02% presentaban roturas,siendo el ms frecuente el 10/.04 (30,39%).

    Shen y cols.(75) investigaron las deformaciones y roturastras un solo uso clnico con tres sistemas: ProFile series 29(Dentsply Tulsa), ProFile (Dentsply Tulsa) y ProTaper(Dentsply Maillefer). No hallaron deformaciones en los pri-meros. La incidencia de deformaciones fue del 2,9% en Pro-Taper, especialmente en SX, y del 0,75% en ProFile, sobre todoen el calibre 25. La incidencia de roturas fue del 0,26% en Pro-Taper y ninguna en ProFile.

    Kim y cols.(76) evaluaron la influencia del diseo en el estrsque sufre el instrumento en la preparacin de un conducto.Dos sistemas tenan una seccin ms triangular: ProFile yHeroShaper (Micro Mega, Besanon, Francia) y dos ms cua-drangular: Mtwo y NRT (Mani, Tochigi, Japn). Los dos lti-mos sistemas crean mayor estrs y sufren mayor deforma-

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  • cin plstica. Kim y cols.(77) estudiaron la distribucin del estrsque sufren los instrumentos ProFile, ProTaper y ProTaperUniversal bajo situaciones de flexin y torsin mediante unmodelo matemtico de elementos finitos. ProFile mostr lamayor flexibilidad seguido de Protaper Universal. El mayorestrs lo hallaron en la superficie del borde cortante en la fle-xin y en su base durante la torsin.

    Recientemente se han comercializado unos instrumentosrotatorios de nquel-titanio llamados PathFile (Dentsply Mai-llefer) para preparar la va de deslizamiento o glide path demodo mecnico tras el paso de una lima K calibre 10. Tienenuna conicidad del 2% y los siguientes calibres en la punta:13, 16 y 19. Berutti y cols.(78) efectuaron el glide path con estosinstrumentos en conductos simulados comparndolo con elefectuado de forma manual con limas K calibres 10, 15 y 20.El grupo instrumentado con PathFile mostr menos defor-maciones de la curvatura y menos defectos en la zona finaldel conducto.

    INSTRUMENTACIN

    An hay quien duda acerca de las ventajas de la prepara-cin de los conductos radiculares con tcnica rotatoria conti-nua con limas de nquel-titanio(79). Cheung y Lim(80) evaluaronel tratamiento endodncico efectuado por estudiantes de pre-grado y postgrado en 225 molares: 110 con tcnica rotatoria einstrumentos de nquel-titanio y 115 con tcnica manual y limasde acero inoxidable. En el segundo grupo apreciaron un mayorporcentaje de errores tcnicos y una menor tasa de xito.

    Uroz Torres y cols.(81) evaluaron la repercusin de efec-tuar un glide path con limas K calibre 10-15 previo a la prepa-racin de los conductos con el sistema Mtwo. Trataron 40 con-ductos mesiovestibulares de molares superiores con curva-turas entre 25 y 76, la mitad con glide path y los otros sin. Nohallaron diferencias en cuanto al ngulo de la curvatura, trans-porte apical y tiempo de trabajo.

    Bonaccorso y cols.(82) compararon la conformacin produ-cida en conductos simulados en forma de S (Endo Training-Bloc-S .02, Dentsply Maillefer) por cuatro sistemas rotatorioshasta el calibre 40: ProTaper hasta F4, Mtwo hasta 40/.04,RaCe (FKG, La Chaux-de-Fonds, Suiza) hasta 40/.04 y RaCehasta 25/.06 seguido de S-Apex (FKG) hasta 40/.02. ProTa-per fue el que produjo mayor deformacin en la zona apicaldel conducto ms all de la curvatura. La mejor conforma-cin se consigui con RaCe combinado con S-Apex.

    Moore y cols.(83) evaluaron la morfologa del tercio apicalde primeros molares superiores e inferiores instrumentadosde tres modos: limas K de acero inoxidable y tcnica de fuer-zas equilibradas hasta el calibre 30/.02, lo mismo pero pasan-do al final una lima FlexMaster (VDW) calibre 30/.04 y, porltimo, una tcnica hbrida con ProTaper S1, S2 y F1 amplian-do la zona apical con FlexMaster hasta el calibre 40/.04 o conProFile hasta los calibre 45 o 60/.04. La menor deformacinse consigui con las dos ltimas tcnicas que empleaban solomaterial rotatorio de nquel-titanio.

    Paqu y cols.(84) evaluaron mediante tomografa micro-computarizada la geometra de los cuatro milmetros apica-les de 180 molares superiores instrumentados hasta el cali-bre 40 los conductos vestibulares y 45 el palatino con lassiguientes tcnicas: tcnica de fuerzas equilibradas y limas Kde nquel-titanio (Nitiflex, Dentsply Maillefer), Lightspeed(Lightspeed Tech, San Antonio, TX, EUA), ProFile y Flex-Master, y hasta el calibre 20 con el sistema GT y 25 con Pro-Taper en los vestibulares y hasta el 30 en el palatino. Todoslos conductos eran de seccin circular en la zona estudiada.El menor aumento de volumen en el conducto lo produjo GTy el mayor las limas K y ProFile. Las paredes sin instrumen-tar eran frecuentes (entre el 4 y el 100%), especialmente en elconducto mesiovestibular y el palatino, y con el sistema GT,lo que dificulta la desinfeccin de las paredes.

    Menezes y cols.(85) evaluaron la capacidad de mantener elconducto centrado en la raz con las limas manuales Nitiflexy con el sistema ProTaper Universal. Las curvaturas oscila-ban entre 35 y 60. Ambos sistemas fueron eficaces con unabaja proporcin de transporte apical.

    Vaudt y cols.(86) evaluaron la morfologa creada en conduc-tos mesiales de molares inferiores preparados con dos siste-mas rotatorios: Alpha System (Brasseler, Lemgo, Alemania)hasta el calibre 30/.02 y ProTaper Universal hasta el calibre30/.09 (F3) comparndola con una tcnica manual y limas deacero inoxidable. Alpha System fue el que mostr mejor mor-fologa, respetando la curvatura original. Balandrano y cols.(87)

    prepararon conductos simulados de resina con una curvaturade 36,26 y un radio de 5 mm mediante ProTaper Universal,Lightspeed y Mtwo. Los mejores resultados teniendo en cuen-ta varios parmetros (bloqueos, transporte apical, escalones,rotura de instrumentos) los mostr Mtwo.

    Pasternak Jr y cols.(88) estudiaron mediante tomografacomputarizada el transporte apical y el centrado del con-ducto tras preparar conductos mesiovestibulares de mola-res superiores con el sistema RaCe. Se evalu cuando se alcan-

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  • z la longitud de trabajo con un instrumento 35/.02 y conuno 50/.02. La magnitud del transporte apical era de 0,030mm con el primero y de 0,050 con el segundo y la del centra-do del conducto de 0,42 y 0,54 respectivamente. Concluye-ron que RaCe era un sistema que permita alcanzar calibreselevados sin transporte apical ni descentrar el conducto radi-cular.

    Souza Bier y cols.(89) evaluaron al microscopio electrnicode barrido (MEB) la incidencia de fracturas y fisuras en lasparedes de conductos radiculares instrumentados con limasmanuales Flexofile (Dentsply Maillefer) y con los sistemasrotatorios ProTaper, ProFile, GT y S-Apex. Con este ltimo ycon las limas manuales no apreciaron defectos, pero s conlos dems sistemas rotatorios.

    Adorno y cols.(90) evaluaron in vitro la aparicin de grietasen el pice de dientes instrumentados en toda la longitud delconducto o hasta un milmetro menos mediante tcnica manualo con ProFile hasta el calibre 60. El porcentaje de grietas eramayor cuando se instrumentaba el conducto en toda su lon-gitud.

    Williamson y cols.(91) investigaron la capacidad de limpie-za en las paredes de los conductos de molares inferiores pre-parados mediante tres sistemas: EndoSequence, ProTaper Uni-versal y GT. En las observaciones efectuadas en el MEB no halla-ron diferencias entre ellos. De Deus y Garcia-Filho(92) tampocohallaron diferencias entre HERO 642 y ProTaper Universal.

    Elmsallati y cols.(93) determinaron cuantitativamente laextrusin de detritus ms all del foramen utilizando instru-mentos rotatorios de nquel-titanio con distinto paso de rosca.Cuanto menor era, menos extrusin se produca.

    Arias y cols.(94) investigaron el efecto de utilizar una limade permeabilizacin apical calibre 10 sobre la incidencia, gradoy extensin del dolor postoperatorio. La emplearon en 115dientes y no en 121. Cuando se trataba de dientes no vitalesobservaron menor aparicin de dolor. Si apareca, su dura-cin era mayor en dientes con dolor previo y en el maxilarinferior. Concluyeron que mantener la permeabilidad apicalno aumentaba la incidencia, intensidad y duracin del dolorposterior a un tratamiento de conductos.

    Iqbal y cols.(95) evaluaron las reagudizaciones tras 6.580tratamientos de conductos realizados en el postgrado de laUniversidad de Pensilvania desde el ao 2000 al 2005. El por-centaje fue muy bajo, del 0,39%. El factor que ms las favore-ca fue la existencia de una lesin periapical previa.

    Segura Egea y cols.(96) estudiaron el dolor experimentadopor el paciente durante el tratamiento de conductos radicu-

    lares. Fue ms elevado en los pacientes con pulpitis irrever-sible y periodontitis apical aguda. La mayor edad, tipo dediente (premolares y molares) y la duracin del tratamientolo favorecen por lo que podra estar indicada una mayor dosisde anestesia en estos casos.

    Torabinejad y cols.(97) efectuaron una revisin del resulta-do del retratamiento no quirrgico o del quirrgico en casosrefractarios al tratamiento endodncico. En el periodo de 2-4aos el primero fue menos exitoso (70,9%) que el segundo(77,8%); en cambio, en el periodo de 4-6 aos se invirti larelacin, siendo ms exitoso el no quirrgico (83,0%) que elquirrgico (71,8%).

    Horvath y cols.(98) comprobaron como el uso de solventes(cloroformo, eucaliptol) en la eliminacin de la gutapercha ylos selladores del interior de los conductos radiculares deja-ba ms residuos en las paredes de los mismos y en el interiorde los tbulos dentinarios que cuando no se empleaban.

    La mayora de investigaciones hallan similar eficacia enla eliminacin de la gutapercha y el sellador con limas manua-les o rotatorias: HERO 642(99), Mtwo(100), ProTaper UniversalD1, D2 y D3(101), ProFile o R-Endo(102) (Micro Mega). En gene-ral los sistemas rotatorios son ms rpidos aunque con todaslas tcnicas quedan residuos en las paredes de los conduc-tos. El uso de solventes no representa ninguna ventaja ni res-pecto al tiempo empleado ni a la limpieza obtenida.

    Alomairy(103) evalu la capacidad de una tcnica ultras-nica con las puntas ProUltra Endo (Dentsply Tulsa) y con elsistema IRS (Dentsply Tulsa) para remover instrumentos frac-turados de nquel-titanio. La muestra eran 30 molares huma-nos extrados en los que provoc en la curvatura la rotura deun ProFile 25/.06. Tuvo xito en el 70% de los casos, siendoms rpida la tcnica ultrasnica. Cuanto menor era la cur-vatura mayor era la facilidad para retirar el instrumento. Contodo, la destruccin de la dentina del conducto era elevada.

    Irrigacin

    Las soluciones de hipoclorito sdico cumplen dos objeti-vos de la irrigacin de los conductos radiculares: disolucinde los restos pulpares y desinfeccin de los conductos. Comoson irritantes para el tejido conectivo sano es importante mini-mizar su paso al espacio periodontal para evitar efectos inde-seables(104).

    Como complemento para desinfectar los conductos se hapropuesto el uso de soluciones de clorhexidina al 1-2%, efi-caces para reducir los lipopolisacridos de las bacterias Gram

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  • negativas anaerobias(105) y el cido lipoteicoico, componentede las paredes de las bacterias Gram positivas, causante dela mayora de manifestaciones inflamatorias(106). Sin embar-go, varias investigaciones han demostrado una mayor efica-cia de las soluciones de hipoclorito sdico, incluso a bajasconcentraciones (0,5-1%), que las de clorhexidina al 2-4% enla destruccin de biofilms bacterianos(107-109).

    Cruz Camr y cols.(110) contaminaron conductos de pre-molares inferiores con una mezcla de C. albicans, P. aerugino-sa, E. faecalis y S. aureus. Se establecieron tres grupos en fun-cin de la concentracin de la solucin de hipoclorito sdico:0,5%, 1% y 2,5%, instrumentando los conductos con ProTa-per desde S1 a F3. Tomando muestras de los conductos nopudieron cultivar ninguna especie bacteriana tras el paso deS1, excepto con la concentracin de 0,5%. Tras F3 tampoco sepudo obtener crecimiento bacteriano a esa concentracin. Mer-cad y cols.(111) determinaron la accin antimicrobiana de unasolucin de hipoclorito sdico al 4,2% ajustando el pH a 12,7,5 y 6,5 e irrigando conductos de diente monorradicularescontaminados con E. faecalis. Analizaron la turbidez del mediode cultivo. Ninguno de los grupos mostr un 100% de efica-cia, aunque el ms efectivo fue aquel en el que se ajust elpH a 6,5.

    Emboava Span y cols.(112) evaluaron la capacidad de dis-tintas soluciones quelantes para eliminar la capa residual ypara liberar iones de calcio. La solucin ms eficaz para esteltimo objetivo fue EDTA al 15% seguida por cido ctrico al10%. Ambas soluciones fueron igualmente eficaces para eli-minar la capa residual. Hakan y cols.(113) comprobaron que laeficacia para remover la capa residual del EDTA era similar alas concentraciones del 15%, 10% y 5%. Al 1% tambin fue efi-caz mostrando al MEB una accin erosiva menor. Lottanti ycols.(114) comprobaron como para eliminar la capa residual eratan eficaz una irrigacin final con una solucin de cido para-actico al 2,25% o cido etidrnico al 18% como una de EDTAal 17%. Manzini y cols.(115) no hallaron diferencias en cuanto ala capacidad para eliminar la capa residual entre las siguien-tes soluciones: BioPure MTAD (Dentsply Tulsa), EDTA al 17%y cido ctrico al 42%. Ballal y cols.(116) investigaron la capaci-dad de una solucin de cido maleico para eliminar la caparesidual comparada con una de EDTA al 17%. En los tercioscoronal y medio de los conductos no hallaron diferencias; enel tercio apical fue ms eficaz el cido maleico.

    Para incrementar la limpieza de los conductos radicula-res y de sus paredes se han propuesto distintas tcnicas y dis-positivos. Gu y cols.(117) efectuaron una revisin de ellos: 1.

    Manuales. Jeringas y agujas o cnulas diversas, cepillos comoEndobrush (C & S, Ontario, Canad), Navitip (Ultradent, SouthJordan, UT, EUA), aguja calibre 30 recubierta por cerdas comoun cepillo y, finalmente, agitar la solucin con una punta degutapercha. 2. Mecnicos. Cepillos rotatorios accionados demodo mecnico como Canal Brush (Coltene Whaledent, Lan-genau, Alemania), irrigacin continua con el sistema Quan-tec-E (Sybron Endo), energa snica a baja frecuencia (1-6 KHz)con dispositivos como MM1500 (Medidenta, Woodside, NY)y limas Rispisonic, el sistema EndoActivator (Dentsply Tulsa)con unas puntas de polmero de diversos calibres, energaultrasnica con irrigacin continua e instrumentacin simul-tnea o con activacin pasiva de una lima 15. 3. Dispositivoscon presin alternante como la tecnologa sin instrumenta-cin de Lussi, el sistema EndoVac (Discos Dental, Culver City,CA, EUA) de presin negativa y el sistema Rins Endo (Durr)con una cnula abierta a lo largo de su extremo y una fre-cuencia de oscilacin de 1,6 Hz. En los estudios experimen-tales todos ellos muestran un aumento de la limpieza. La dudaes si estos sistemas tienen o no una repercusin en el xitoclnico del tratamiento de conductos y cul es mejor

    Desai y Himel(118) analizaron distintos sistemas de los men-cionados. EndoVac fue el nico con el que no apreciaron extru-sin apical de la solucin de irrigacin. Al Jadaa y cols.(119) halla-ron una mayor limpieza mediante la energa ultrasnica quecon la snica; con la primera aumentaba la temperatura de lasolucin y su capacidad para disolver el tejido necrtico, incre-mentado este efecto tambin en los conductos laterales simu-lados, sin diferencias entre el hipoclorito sodico solo o combi-nado con EDTA(120). Segn Zeltner y cols.(121) con una lima ultra-snica calibre 15 el incremento de temperatura era de 7,7 C a9 mm del foramen, de 7,5 C a 6 mm y de 4,2 C a 13 mm. Britoy cols.(122) no obtuvieron diferencias respecto a la reduccinbacteriana en los conductos utilizando agujas Navitip, Endo-Activator o EndoVac. Townsed y Maki(123) hallaron una mayoreficacia antibacteriana con los ultrasonidos que con EndoVacy similar eficacia entre ultrasonidos, EndoActivator y snicos.Shweta y Tewari(124) observaron una mayor limpieza utilizan-do NaviTip FX y mediante la activacin pasiva de una limaultrasnica que con la irrigacin con una aguja convencional,especialmente a 3 mm de la constriccin.

    Boutsioukis y cols.(125) mediante un modelo dinmico defluidos computarizado concluyeron que las agujas de irriga-cin con orificio lateral en su punta tenan que situarse a unmilmetro de la constriccin para una correcta limpieza de lazona final del conducto.

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  • La activacin de una solucin de EDTA al 17% con unalima ultrasnica 15 increment la eliminacin de la capa resi-dual segn Kuah y cols.(126).

    Se han propuesto otros principios activos con la intencinde incrementar la desinfeccin de los conductos radiculares.El ozono en forma lquida o gaseosa se ha utilizado en endo-doncia. En forma gaseosa es menos citotxico que el hipo-clorito sdico al 2,5% y en forma lquida no presenta citoto-xicidad. Huth y cols.(127) comprobaron in vitro su eficacia fren-te a bacterias habituales en patologa pulpoperiapical en sus-pensin y organizadas en biofilms.

    De Groot y cols.(128) evaluaron la eficacia para remover losresiduos de la zona apical de los conductos mediante una solu-cin de hipoclorito sdico al 2% activada por una fibra pticade lser calibre 0,28 mm (KEY 2 laser, KaVo, Biberach, Alema-nia) durante 20 segundos, con un alambre calibre 20 activadopor ultrasonidos o mediante agujas Navitip. La activacin conlser fue significativamente ms eficaz. Probablemente la radia-cin lser ocasiona la formacin de burbujas que se colapsancreando una corriente que arrastra los residuos.

    Las nanopartculas presentan un dimetro inferior a los100 micrmetros, poseyendo algunas propiedades antibacte-rianas. Shrestha y cols.(129) comprobaron su penetracin enlos tbulos dentinarios cuando se activaba la solucin median-te ultrasonidos.

    MEDICACIN INTRACONDUCTO

    Disminuye el nmero de artculos publicados acerca dela medicacin intraconducto ya que cada vez se cree ms bsi-co centrar la desinfeccin de los conductos en la preparacinde los mismos y, especialmente, en la irrigacin.

    Hngaro Duarte y cols.(130) evaluaron la elevacin del pH yla liberacin de iones de calcio a partir de diversos preparadoscomerciales a base de hidrxido clcico en distintos periodosde tiempo. Todos se comportaron de modo similar. Komaba-yashi y cols.(131) evaluaron el dimetro y la forma de las partcu-las de hidrxido de calcio, concluyendo que podan penetrar enlos tbulos dentinarios abiertos. De la Casa y cols.(132) evaluaronla capacidad para disolver pulpas bovinas expuestas durante21 das a la accin de una pasta de hidrxido clcico, a una solu-cin de hipoclorito sdico al 1% y a una de clorhexidina al 1%.No observaron diferencias significativas entre ellas.

    Tugba y cols.(133) determinaron la accin antimicrobianadel hidrxido de calcio en combinacin con glicerina, gluco-

    nato de clorhexidina al 2% (Sigma Aldrich, St. Louis, MO,EUA), cetrimide al 2% (Arcos Organics, Geel, Blgica) o aguafrente a E. faecalis y C. albicans en test de difusin en agar. Lacombinacin con clorhexidina fue la ms eficaz.

    Rocha y cols.(134) investigaron si la irradiacin con lser desuspensiones de lipolisacridos (LPS) en cultivos celulareslos inactivaba como s lo hace el hidrxido de calcio. Deter-minaron la tasa de xido ntrico cuya produccin se estimu-la por los LPS. No disminua como en cambio lo haca cuan-do se compar con el hidrxido de calcio por lo que conclu-yeron que la irradiacin lser no acta sobre los LPS.

    Mohammadi y Abbott(135) revisaron las propiedades y apli-caciones de la clorhexidina en endodoncia. Presenta una estruc-tura catinica, interaccionando su carga positiva con la carganegativa de los grupos fosfatos de las paredes bacterianas.Es hidroflica y lipoflica interactuando con los fosfolpidos ylos LPS de la membrana celular de las bacterias y penetran-do en ellas. Es eficaz contra bacterias Gram positivas, negati-vas y hongos a concentraciones del 2%, presenta substantivi-dad (actividad antibacteriana residual), menor capacidad paradestruir los biofilms que el hipoclorito sdico, no disuelve lostejidos y es biocompatible.

    Mohammadi y Abbott(136) efectuaron una revisin del usode los antibiticos como medicacin intraconducto desde 1981hasta 2008. Las tetraciclinas son bacteriostticas y las msempleadas por su substantividad que se prolonga ms allde 12 semanas, generalmente combinadas con corticoeste-roides que presentan efecto antiinflamatorio y antireabsorti-vo. Tambin se han utilizado la clindamicina y una combi-nacin de metronidazol, ciprofloxacino y minociclina.

    Rodrguez Varo y cols.(137) evaluaron la accin de distin-tos preparados comerciales in vitro sobre E. faecalis y Acti-nomyces israelii. Se emplearon un preparado a base de poli-mixina, tirotricina y neomicina (Septomixine forte, Septo-dont, Saint Maur, Francia), otro a base de metronidazol (Gri-nazole, Septodont), un tercero a base de hidrxido clcico(Calcipulpe, Septodont) y, por ltimo, uno a base de para-clorofenol y yodo (Kri 1, Pharmachemic, Zurich, Suiza). Elms efectivo fue Septomixine seguido de Kri 1.

    La mejor tcnica para eliminar las medicaciones de hidr-xido de calcio del interior del conducto consiste en la recapi-tulacin con la lima maestra apical con un lubricante, irri-gando con hipoclorito sdico y con EDTA al final(138).

    Rodrguez Nez y cols.(139) efectuaron una encuesta a 508miembros de AEDE acerca del tratamiento con antibiticosva sistmica en el tratamiento de la enfermedad pulpar y

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  • periapical. Contestaron 158 profesionales. El preferido fue laamoxicilina, sola (44,30%) o combinada con cido clavulni-co (41,80%). En caso de alergia a la penicilina la clindamicinaera el antibitico de eleccin (63,20%). El 40% de profesiona-les prescriba antibiticos en casos de pulpitis, lo que es inne-cesario y contribuye al aumento de resistencias bacterianas.

    Rose y cols.(140) evaluaron el resultado radiogrfico del tra-tamiento de 54 dientes con el pice inmaduro en el que usa-ron como medicacin intraconducto formocresol, pasta polian-tibitica o hidrxido de calcio. El mejor resultado, valorandoel desarrollo radicular y el engrosamiento de las paredes, lomostraron los tratamientos efectuados con los dos ltimosproductos.

    Kiatwateeratana y cols.(141) efectuaron protecciones pul-pares directas en primeros premolares superiores que iban aser extrados por motivos ortodncicos. Como materiales derecubrimiento utilizaron hidrxido de calcio o bien Emdo-gain (Biora, Malmo, Suecia), preparado a base de protenasde la matriz del esmalte en propilenglicol. A los seis mesesno haban diferencias clnicas ni radiogrficas; en en estudiohistolgico el grosor del puente dentinario era mayor cuan-do se us hidrxido de calcio.

    Metzger y cols.(142) propusieron un mtodo para removerlos tejidos periapicales inflamados a travs del foramen api-cal sin ciruga. Utilizan un dispositivo que consta de dos ele-mentos: Apexum Ablator (Apexum, Or-Yehuda, Israel), unvstago de nquel-titanio que se acciona de modo rotatorioms all del foramen apical con un alambre en su interiorque se extruye ms all del vstago para lacerar el tejido gra-nulomatoso. Un segundo dispositivo similar, Apexum PGAAblator, presenta un filamento biocompatible en vez del alam-bre para trocear el tejido granulomatoso para poder absor-berlo hacia el conducto. Trataron 39 dientes con lesiones peria-picales con esta tcnica y 39 con un tratamiento convencio-nal. La reparacin fue ms rpida usando Apexum. A los 3 y6 meses el 87% y 95% las lesiones estaban reparadas, mien-tras que con el tratamiento convencional los porcentajes erandel 22% y 39% respectivamente.

    OBTURACIN DE LOS CONDUCTOS RADICULARES

    Materiales

    Todos los cementos selladores presentan mayor o menorgrado de citotoxicidad que disminuye o desaparece a las pocas

    semanas . En la mayora de investigaciones la menor reac-cin inflamatoria la mostr AH Plus (Dentsply De Trey, Kons-tanz, Alemania)(144).

    Zhang y cols.(145) evaluaron la capacidad antibacterianade diversos selladores, recin preparados y en varios perio-dos de tiempo, ponindolos en contacto directo con suspen-siones de E. faecalis. Todos eran efectivos en mayor o menorgrado. A los 7 das an tenan efecto antibacteriano Sealapex(SybronEndo) y EndoREZ (Ultradent, South Jordan, UT, EUA).

    Duggan y cols.(146) evaluaron la filtracin coronoapical enperros cuyos conductos fueron obturados con dos transpor-tadores de ncleo: Thermafil (Dentsply Tulsa) y RealSeal-1(SybronEndo). Dejaron los conductos sin obturacin de lacmara durante un mes. Evidencia histolgica de inflama-cin periapical se observ en el 29% de conductos obturadoscon Thermafil y en el 9% con RealSeal-1. Este ltimo parecedificultar el paso de las bacterias a travs del conducto.

    Eldeniz y rstavik(147) investigaron la filtracin coronoa-pical con una tcnica de punta nica y distintos selladores.Losmejores resultados los mostraron Epiphany (Pentron, Walling-ford, CT, EUA), Apexit (Ivoclar, Schaan, Liechtenstein) y GuttaFlow (Coltne, Langenau, Alemania). Jacobovitz y cols.(148)

    investigaron la filtracin bacteriana de E. faecalis a travs deconductos obturados con dos selladores a base de MTA: WhiteMTA ( Angelus, Londrina, PR, Brasil) y un sellador experi-mental conteniendo aluminato clcico (EndoBinder, Univer-sidad de So Carlos, Brasil). Ambos fueron eficaces para pre-venir la filtracin en un periodo de 30 das.

    Gorduyus y Aveu(149) compararon la radiopacidad de ochoselladores con la gutapercha y la dentina. Todos fueron msradiopacos que la dentina y, entre ellos, AH Plus fue el msradiopaco.

    Ordinola y cols.(150) investigaron el porcentaje de penetra-cin del sellador en los tbulos dentinarios empleando la tc-nica de la compactacin lateral y los siguientes cementos: Sea-ler 26 (Dentsply, Petropolis, RJ, Brasil), GuttaFlow y Seala-pex. A 3 y 5 milmetros del pice la mayor profundidad depenetracin la mostr Sealapex, sin diferencias entre los otrosdos. Ordinola y cols.(151) obturaron conductos preparados enraces mesiales de molares inferiores con ProTaper y ProFilehasta el calibre 35/.04 con Thermafil y RealSeal-1, ambos convstago de plstico. El porcentaje y penetracin del selladoren los tbulos dentinarios fue similar.

    De Deus y cols.(152) investigaron la fuerza de adhesin a den-tina de Resilon/Epiphany (Pentron) y de Resilon/Epiphanyautogravable comparado con AH Plus/gutapercha. La mayor

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  • adhesin la consigui AH Plus/gutapercha. Rahimi y cols.(153)

    tambin hallaron una mayor fuerza de adhesin a la dentinacon AH Plus que con EndoREZ o RealSeal. Huffman y cols.(154)

    investigaron la adhesin a la dentina de un nuevo sellador abase de silicato clcico, ProRoot Endo Sealer (Dentsply Tulsa),comparndola con dos selladores bien conocidos, Pulp CanalSealer (SybronEndo) y AH Plus Jet. ProRoot Endo Sealer mos-tr la mayor resistencia a la traccin. El desprendimiento de ladentina era adhesiva o mixta con Pulp Canal Sealer y AH PlusJet y predominantemente cohesiva con ProRoot Endo Sealer.

    Souza y cols.(155) investigaron la adhesin a la dentina delos selladores Epiphany y AH Plus. Aunque el primero erams fluido, sufra una mayor contraccin de polimerizaciny presentaba menor adhesin a la dentina, lo que podra darlugar a un peor sellado del conducto. De Bruyne y De Moor(156)

    evaluaron el sellado en obturaciones retrgradas a corto ylargo plazo (48 horas, un mes y seis meses) efectuadas conResilon/Epiphany, gutapercha/AH 26 y MTA. Aunque enlos dos primeros periodos todos presentaban un buen sella-do a los seis meses el mejor sellado lo presentaban MTA ygutapercha/AH 26.

    Tras la aparicin de ProRoot Endo Sealer, basado en MTA,han aparecido selladores con nuevas formulaciones basadastambin en el MTA o en el cemento Portland. Gomes y cols.(157)

    evaluaron la respuesta en el tejido conectivo de ratas al implan-tar en l tubos de polietileno rellenos con un sellador a basede cemento Portland: Endo-CPM-Sealer (EGEO, Buenos Aires,Argentina) comparndolo con Sealapex y MTA Angelus enperiodos de uno a 90 das. Con todos apreciaron mineraliza-cin del tejido junto a la apertura de los tubos. Gomes y cols.(158)

    presentaron un nuevo sellador denominado CER compuestopor un gel de cemento Portland, agua, sulfato de bario y unemulsionador. Comprobaron en el tejido conectivo de ratassu biocompatibilidad y su estimulacin de la mineralizacintisular. Camilleri(159) prob un prototipo de sellador adicio-nando al MTA un polmero soluble en agua. Comprob queno se alteraba la hidratacin del MTA y que sus propiedadesfsicas eran similares. Chen y cols.(160) comprobaron la biocom-patibilidad y la capacidad para formar tejidos mineralizadosen cultivos celulares de unos cementos basados en silicato dicl-cico, de fcil uso y con un fraguado ms rpido que el MTA.

    Agregado trixido mineral (MTA)

    Belo y cols.(161) evaluaron la composicin de ProRoot MTA(Dentsply Tulsa) mediante difraccin de rayos X. Hallaron

    silicato triclcico (51,9%), silicato diclcico (23,2%), xido debismuto (19,8%), dialuminato clcico (3,8%) y sulfato clcicodihidratado (1,3%). Es la misma composicin que la de uncemento Portland siendo la nica diferencia la presencia delos dos ltimos componentes y la del xido de bismuto paradarle radioopacidad. De Deus y cols.(162) investigaron median-te cromatografa la presencia de arsnico en varias presenta-ciones de MTA (ProRoot y MTA Angelus gris y blanco) y endos cementos Portland. No lo hallaron en un cemento ni enningn MTA blanco.

    Shie y cols.(163) investigaron el efecto sobre sus propieda-des fsicas de mezclar el polvo de MTA blanco (ProRoot) condos soluciones fisiolgicas de distinto pH (6,4 y 4,0) as comode aadir fosfato sdico al 15% para acelerar su fraguado. Elacelerador no influy, pero s la solucin con un pH de 4,0que mostr peores propiedades. Lofti y cols.(164) comproba-ron como el fosfato sdico atenuaba la reaccin inflamatoriadel MTA hasta los 15 das de su implantacin, sin diferen-cias a los 30 das. Antunes y cols.(165) comprobaron como laadicin de un 15% de cloruro sdico al MTA reduca el tiem-po de fraguado inicial en un 50%, el del fraguado final en un35,5%, reduca su solubilidad y aumentaba el pH a las 24 y72 horas. Una solucin acuosa de gluconato lactato clcico seha mostrado eficaz para acelerar el fraguado mejorando eluso clnico del MTA(166).

    Saliba y cols.(167) comprobaron como la adicin de diver-sas proporciones (del 10 al 30%) de xido de bismuto no afec-taba la resistencia a la compresin del cemento Portland ytodas ellas superaban el requerimiento ISO 6876 de que laradioopacidad fuera superior a la de una plancha de alumi-nio de 3 m de grosor.

    El MTA y los derivados de la matriz del esmalte inducenla diferenciacin de clulas similares a los odontoblastos. Miny cols.(168) comprobaron en cultivos de clulas pulpares comola combinacin de ambos preparados promueve una ms rpi-da diferenciacin de odontoblastos que el MTA solo. Acco-rinte y cols.(169) comprobaron en protecciones pulpares efec-tuadas en premolares humanos como la respuesta histolgi-ca era similar empleando ProRoot MTA o MTA Angelus. Sha-yegan y cols.(170) efectuaron protecciones pulpares directasen dientes temporales de cerdos mediante hidrxido clcico,ProRoot MTA blanco, cemento de Portland blanco y fosfatobeta-triclcico (Septodont). A las tres semanas sacrificaronlos animales y el estudio histolgico mostr una respuestatisular similar, formndose tejido calcificado bajo el produc-to utilizado.

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    C. Canalda Sahli, J. Pumarola Su, E. Berstegui Jimeno

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  • Carvalho y cols.(171) investigaron la capacidad de elevar elpH y la liberacin de iones de calcio a partir de seis materia-les de obturacin retrgrada: ProRoot MTA gris, MTA Ange-lus gris y blanco, CPM y dos cementos experimentales, MTA-exp basado en un cemento Portland con una modificacindel lquido de mezcla y MBPc con una base de resina epxi-ca e hidrxido de calcio. Todos mostraron un pH alcalino yuna liberacin parecida de iones de calcio.

    DiaRoot BioAggregate o BA (Innovative Bioceramic, Van-couver, BC, Canad) es un preparado a base de partculasnanocermicas con indicaciones similares a las del MTA. DeDeus y cols(172) evaluaron su biocompatibilidad en cultivosde clulas mesenquimales comparndola con la del MTA yno hallaron diferencias entre ambos productos. Zhang y cols.(173)

    comprobaron como la actividad antibacteriana de BA y deMTA frente a E. faecalis era similar. La adicin de polvo dedentina a ambos productos incrementaba su eficacia.

    Mente y cols.(174) trataron 78 dientes con reabsorcin api-cal o calibre superior a 40 con tapones apicales de MTA. Alao volvieron a los controles pacientes con 56 dientes (72%).El 84% haba curado clnica y radiolgicamente. Los que nopresentaban osteolisis periapical se repararon en un 100%mientras que s la tenan se repararon en un 78%.

    Cayahan y cols.(175) investigaron la resistencia a la com-presin y la dureza superficial del MTA blanco grabado concido ortofosfrico tras un tiempo de fraguado de 4, 24 y 96horas. Estos parmetros eran superiores a las 96 horas por loque recomiendan esperar este periodo de tiempo antes derestaurar el diente con un adhesivo encima del MTA.

    Tcnicas

    Romania y cols.(176) prepararon conductos radiculares conProTaper hasta el instrumento F3 (30/.09). Evaluaron el por-centaje de gutapercha y de sellador tras obturar los conductoscon puntas de distinta conicidad: 2%, 4% y no estandarizadasF-medium con la tcnica de compactacin lateral y otro grupocon puntas F3 y tcnica de cono nico; efectuando seccionestransversales radiculares no observaron diferencias entre losgrupos en cuanto al porcentaje de gutapercha respecto a la tota-lidad del rea de la seccin. Souza y cols.(177) evaluaron el por-centaje de gutapercha obturando conductos radiculares concompactacin lateral y tres variaciones: espaciador digital(30/.04), espaciador dgito-palmar (50/.035) y una secuenciade tres espaciadores digitales: 20/.025, 25/.03 y 35/.06. Conesta ltima se consigui un mayor porcentaje de gutapercha.

    Ordinola Zapata y cols.(178) investigaron el porcentaje degutapercha del total del rea de la seccin de conductos en Cobturados con la tcnica MicroSeal (SybronEndo). En el ter-cio medio el porcentaje era del 91-95% y en el tercio apicaloscilaba entre el 70 y el 77%.

    Mahera y cols.(179) evaluaron la microfiltracin en conductosde molares preparados con ProTaper y obturados con cuatrotcnicas: compactacin lateral con gutapercha estandarizadacon conicidad del 2%, compactacin lateral con gutapercha Pro-Taper, punta nica de gutapercha ProTaper y compactacinvertical de gutapercha caliente. Se evalu la filtracin a los sietedas, un mes y tres meses. No hallaron diferencias en funcinde las tcnicas de obturacin. En todos los grupos se incremen-t la filtracin a los tres meses. Williamson y cols.(180) tampocohallaron diferencias en la filtracin bacteriana obturando con-ductos con las tcnicas de compactacin lateral y de la onda con-tinua y los materiales Resilon/Epiphany y gutapercha/AH Plus.

    Galvo Barbosa y cols.(181) investigaron in vitro en dientesextrados la frecuencia, localizacin y direccin de los conduc-tos accesorios obturando los conductos radiculares de 64 pre-molares inferiores con dos tcnicas: condensacin vertical hidru-lica(182) y onda continua. No observaron diferencias entre ellasen cuanto al nmero de conductos accesorios obturados.

    Sant Anna y cols.(183) evaluaron el incremento de la tem-peratura en la superficie radicular a 4 milmetros del piceobturando los conductos con la tcnica hbrida de Tagger,puntas de gutapercha o de Resilon y un compactador 45/.02.El aumento fue de 7-8C.

    En dos investigaciones hallaron que los premolares supe-riores con pulpa viva eran ms resistentes a la fractura porcompresin que los dientes endodonciados; entre los obtu-rados con diferentes tcnicas y materiales el uso de gutaper-cha y AH Plus confiri una mayor resistencia(184,185).

    TRAUMATOLOGA DENTAL

    La luxacin intrusiva es consecuencia de un traumatismoen el que el diente se ve desplazado axialmente hacia el fondodel alveolo. Una de las complicaciones es la reabsorcin radi-cular externa de causa inflamatoria. Baak ktem y cols.(186)describen un caso de reabsorcin agresiva tratada con medi-cacin intraconducto con hidrxido de calcio. A los seis mesesse detuvo la reabsorcin.

    Alaam y cols.(187) describen dos casos, la avulsin de unincisivo y la fractura de otro, en los que la presencia de un

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  • mesiodens incluido complic el tratamiento. En el primercaso se reimplant el diente, se efectu el tratamiento deconductos y a los seis meses se extrajo el supernumerariode modo quirrgico. En el segundo caso, un traumatismosobre un mesiodens produjo una fractura coronal en un inci-sivo central no erupcionado por lo que se extrajo el super-numerario y tras la erupcin del incisivo se restaur la coro-na del mismo.

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