Noviembre-Diciembre, 2016

“Prácticas Pedagógicas en Salas Cuna”Junta Nacional de Jardines Infantiles.

Las Neurociencias y su relación con la educación inicial.

Carolina Panesso GiraldoPsicóloga, Magíster en Neuropsicología infanto-juvenil

Magíster en Neurociencias Sociales

Estudios del desarrollo cerebral durante el ciclo vital pusieron de manifiesto la importancia de los primeros años de vida y los factores que ejercen influencia en este proceso.

¿Qué saben los docentes en educación inicial al

respecto?

Entre los 0 y 8 años, la posibilidad de modificar estructuralmente y funcionalmente el

cerebro es VITAL el tipo de educación que se lleve a cabo en esta etapa del

desarrollo es trascendental.

TODO ESTO PORQUE EXISTEN MOMENTOS VITALES PARA EL CEREBRO EN LA

PRIMERA INFANCIA

Lóbulo Frontal

El buen trato provoca una estimulación de los procesos de auto-organización cerebral, no hay órgano en el cuerpo humano que tenga mayor capacidad de poder auto-organizarse= Neuroplasticidad

Todo este proceso de maduración implica:

El tronco cerebral es lo único maduro que trae el recién nacido, este organiza la capacidad de llorar, respirar, regular temperatura.

Pero recordemos un poco…

La manera como se l levará a cabo e l desar ro l lo cerebra l en e l embr ión es tá insc r i to gené t i camente ,s in embargo es la f í gura de apego pr inc ipa l y su es t imu lac ión la que fac i l i t a la au to -o rgan izac ión ce rebra l

Circuitos cerebrales implicados

Algunas áreas cerebrales como la corteza del cíngulo prefrontal, el área medial pre óptica y la parte ventral del núcleo amigdalino están implicadas en la conducta de apego.

Circuitos cerebrales implicados

Los hallazgos neurobiológicos realizados en los últimos años, especialmente usando las poderosas técnicas de neuroimagen introducidas en el estudio del sistema nervioso central, apuntan a una clara implicación del sistema límbico en el proceso afectivo-emocional.

S.Zeki 2007 “The neurobiology of love”

El sistema límbico esta formado por diversas estructuras encefálicas que integran la respuesta del organismo ante estímulos emocionales de variado tipo, entre ellas: las cortezas cerebrales orbitofrontal y cingular, la formación del hipocampo, el complejo amigdalino, algunos núcleos talámicos y el hipotálamo.

Otra estructura nodal ligada a la coordinación afectivo-emocional es el complejo amigdalino, este es diseñado para integrar los impulsos que provienen de las estructuras viscerales por ende dan contenido emocional a información compleja desde el punto de vista perceptivo o visceral.

CAMBIOS NEUROENDOCRINOS EN EL NIÑO EN LA

FORMACIÓN DEL APEGO CON LA EDUCADORA

Tres áreas cerebrales en la primera infancia son fundamentales para el desarrollo del apego con la educadora parvularia de primer nivel: el bulbo olfatorio, el locus ceruleus y la amígdala.Durante los primeros díasposteriores al nacimiento, la percepción de olores origina cambios en el Bulbo Olfatorio que se mantienen hasta la vida adulta.

Esto genera el proceso inicial de identificación y aprendizaje.

Estas percepciones requieren de la liberación de sustancias como la norepinefrina en el locus ceruleus, que estimulará el aprendizaje del olor materno.“Se aprende que el olor materno esta asociado con proximidad y cuidado” Con la repetición de esta conducta las vías que comunican con la amígdala imprimirán este condicionamiento.

De acuerdo con las neurociencias del desarrollo, en el hemisferio derecho del cerebro recaería una serie de funciones vitales dentro de los primeros años de vida, a saber: comunicación no-verbal, regulación de estados afectivos y fisiológicos, control de funciones vitales que apoyan la supervivencia y la regulación del estrés.

Por su parte, en los primeros 3 años de vida ocurren hitos centrales de la maduración del cerebro derecho: maduración de la corteza orbito-frontal Mielinización del cuerpo calloso, establecimiento de los ritmos circadianos y ritmicidad del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HHA) entre otros.

De este modo el trato que se ha recibido, las vivencias emocionales, los «elementos concretos» de los estilos de relación, etc., van a quedar registrados en el hemisferio derecho, que constituye la sede de la memoria procedimental (sin palabras).

A partir de los 2 o 3 años y gracias al lenguaje, los niños empiezan a poder registrar los detalles de sus experiencias desde parámetros verbales, esto favorece la interpretación de sus estados y vivencias a través de la palabra, lo que dará lugar a la aparición de la memoria de tipo explícito (semántica o factual y episódica o autobiográfica) y que va a hacer más fácil su acceso a la conciencia.

Ante estímulos percibidos como no amenazantes, se presenta un proceso fisiológico que permite la inducción de un metabolismo anabólico, que genera un almacenamiento de energía y crecimiento; en tanto que frente a un estimulo amenazante, se difunde un metabolismo catabólico, con aumento de la actividad locomotora y otras demandas de energía, con el fin de realizar la respuesta de huida.

Consecuencias neurobiológicas de las conductas de apego

Consecuencias neurobiológicas de las conductas de apego

Estos procesos van acompañados de cambios fisiológicos como el aumento o disminución en la activación del sistema simpático y la actividad vagal, aumento y disminución de la tensión arterial y la frecuencia cardiaca y estimulación de la liberación de hormonas gastrointestinales como la insulina, la colecistocinina, la somatostatina y la gastrina.

Según Allan Shore, estos tres primeros años de vida serían un periodo crítico en que el cerebro derecho inmaduro va siendo moldeado por el cerebro derecho maduro de la educadora, a través de procesos de regulación afectiva interactiva. Así́ este modelamiento determina estrategias de autorregulación afectiva, dando forma así́ a las conductas de apego (seguro/inseguro) que podrán observarse en el infante.

Mary Ainswoth (1978) describió́ que al interior de las relaciones de apego la respuesta del cuidador cumple un rol central, al organizar el psiquismo del infante a partir de la respuesta sensible. Hay dos características centrales que de buena forma predecían el patrón de apego seguro: la disponibilidad de la figura de apego (en cuanto presencia o ausencia) y la sensibilidad (en cuanto al tipo de respuesta).

Así́, a partir de las experiencias de apego temprano y la modulación del cerebro derecho se van formando las representaciones de apego internas enunciados por Bowlby, los cuales a su vez son básicos en el establecimiento de las capacidades de autorregulación afectiva, proceso que a su vez es central en el desarrollo de lo que Peter Fonagy denominó Mentalización.

La deprivación del vínculo de apego se asocia a:

1. Anomalías del sistema neuroendocrino,2. Mayor incidencia de enfermedades

pediátricas,3. Retrasos en peso y talla en relación a la

edad,4. Retraso en desarrollo de la conducta5. Retrasos en el lenguaje y la motricidad.

Influencias de la deprivación de apego en el cerebro del niño

Influencias de la deprivación de apego en el cerebro del niño

Alteraciones en la formación del apego temprano dejarían huella a nivel anatómico y funcional en el área prefrontal, que pueden manifestarse años más tarde, como cambios en el desarrollo de la personalidad o la presentación de trastornos mentales.

“El desarrollo del cerebro depende de la calidad de la educación inicial” E. Torres de Bea 2010

Menor desarrollo de arborizaciones dendríticas y de sinapsis.Mayor poda de neuronas de lo deseable.Empobrecimiento de las capacidades psíquicas del niño.

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