TEMA 09. EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN (1875-1898). 5A ... · Ley de la oferta y la demanda). •...

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Historia de España. 2º Bachillerato IES “Inca Garcilaso” (Montilla) 1 TEMA 09. EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN (1875-1898). 5A PEvAU. EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN. CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CANOVISTA. El régimen de la Restauración, iniciado tras el pronunciamiento del general Arsenio Martínez Campos en diciembre de 1874, supuso el retorno de la dinastía de los Borbones y el mantenimiento de un orden constitucional y de unos comportamientos políticos estables durante casi cincuenta años. Representó, con dotas sus contradicciones y carencias, un modelo político liberal y no democrático similar al de otros países europeos. 1. TEORÍA Y REALIDAD DEL SISTEMA CANOVISTA. LA CONSTITUCIÓN DE 1876. El principal valedor de la dinastía borbónica durante el sexenio democrático fue Antonio Cánovas del Castillo que, sabiendo que el retorno de Isabel II provocaría resistencias, logró la abdicación de la reina en su hijo Alfonso, cadete en la Academia Militar de Sandhurst (Reuino Unido). El 1 de diciembre de 1874, Alfonso de Borbón firmó el Manifiesto de Sandhurst, inspirado por Cánovas y en el cual se anunciaba un nuevo programa político basado en el restablecimiento de una monarquía constitucional capaz de superar la inestabilidad política. Según el proyecto de Cánovas, debería producirse la designación de Alfonso XII como soberano por las Cortes de una forma pacífica, para dar buena imagen y credibilidad al sistema. Sin embargo, el 29 de diciembre, adelantándose a estos planes, el general Arsenio Martínez Campos efectuó un pronunciamiento en Sagunto que, aceptado por Serrano y el ejército, significó la proclamación de Alfonso XII. 1.1. El pensamiento político de Cánovas del Castillo. Las ideas políticas de Cánovas del Castillo constituyeron el eje ideológico de la Restauración. Sus líneas fundamentales fueron las siguientes: Existencia de lo que consideraba como “verdades básicas” que todos debían admitir como indiscutibles porque formaban parte de la historia española: la monarquía legítima (encarnada en la dinastía borbónica), la libertad, la propiedad privada o la unidad de España. Estas “verdades básicas” representaban la auténtica “Constitución interna”, según el modelo británico que tanto admiraba Cánovas. Consideraba cuestiones accesorias asuntos como el tipo de sufragio o la definición y el ejercicio de los derechos individuales. Sobre estas cuestiones, cabían distintas interpretaciones y era posible modificarlas. Cánovas del Castillo, defensor de la causa borbónica y arquitecto de la Restauración. Proclamación de Alfonso XII como rey por Arsenio Martínez Campos en Sagunto (Valencia) el 29 de diciembre de 1874.

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Historia de España. 2º Bachillerato IES “Inca Garcilaso” (Montilla)

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TEMA 09. EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN (1875-1898). 5A PEvAU. EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN. CARACTERÍSTICAS Y

FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CANOVISTA. El régimen de la Restauración, iniciado tras el pronunciamiento del general Arsenio Martínez Campos en diciembre de 1874, supuso el retorno de la dinastía de los Borbones y el mantenimiento de un orden constitucional y de unos comportamientos políticos estables durante casi cincuenta años. Representó, con dotas sus contradicciones y carencias, un modelo político liberal y no democrático similar al de otros países europeos. 1. TEORÍA Y REALIDAD DEL SISTEMA CANOVISTA. LA CONSTITUCIÓN DE 1876. El principal valedor de la dinastía borbónica durante el sexenio democrático fue Antonio Cánovas del Castillo que, sabiendo que el retorno de Isabel II provocaría resistencias, logró la abdicación de la reina en su hijo Alfonso, cadete en la Academia Militar de Sandhurst (Reuino Unido). El 1 de diciembre de 1874, Alfonso de Borbón firmó el Manifiesto de Sandhurst, inspirado por Cánovas y en el cual se anunciaba un nuevo programa político basado en el restablecimiento de una monarquía constitucional capaz de superar la inestabilidad política. Según el proyecto de Cánovas, debería producirse la designación de Alfonso XII como soberano por las Cortes de una forma pacífica, para dar buena imagen y credibilidad al sistema. Sin embargo, el 29 de diciembre, adelantándose a estos planes, el general Arsenio Martínez Campos efectuó un pronunciamiento en Sagunto que, aceptado por Serrano y el ejército, significó la proclamación de Alfonso XII. 1.1. El pensamiento político de Cánovas del Castillo. Las ideas políticas de Cánovas del Castillo constituyeron el eje ideológico de la Restauración. Sus líneas fundamentales fueron las siguientes:

• Existencia de lo que consideraba como “verdades básicas” que todos debían admitir como indiscutibles porque formaban parte de la historia española: la monarquía legítima (encarnada en la dinastía borbónica), la libertad, la propiedad privada o la unidad de España. Estas “verdades básicas” representaban la auténtica “Constitución interna”, según el modelo británico que tanto admiraba Cánovas.

• Consideraba cuestiones accesorias asuntos como el tipo de sufragio o la definición y el ejercicio de los derechos individuales. Sobre estas cuestiones, cabían distintas interpretaciones y era posible modificarlas.

Cánovas del Castillo, defensor de la causa borbónica y arquitecto de la Restauración.

Proclamación de Alfonso XII como rey por Arsenio Martínez Campos en Sagunto (Valencia) el 29 de diciembre de 1874.

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• Establecimiento de una dinámica política cerrada a todo lo que no cupiera en las “verdades básicas”. Ello implicaba que el carlismo y los partidos republicanos y obreros quedaban excluidos.

• La aceptación de un compromiso constructivo en la acción política, entendida como “el arte de lo posible”. Lo conseguido por un partido no debía ser ignorado o suprimido por el otro. Este compromiso formulado por Cánovas implicaba un juego político de pactos.

1.2. La Constitución de 1876. Más avanzada que la de 1845 y más conservadora que la de 1869 e inspirada en los valores históricos tradicionales: monarquía, religión y propiedad. Cuestiones que podían ser objeto de debate, como el modelo de sufragio, fueron relegadas a un desarrollo legislativo posterior (por ser “cuestiones accesorias”). Clara muestra del liberalismo doctrinario. Se trata de un texto breve, de 89 artículos, siendo sus rasgos fundamentales:

• La soberanía residía en las Cortes con el Rey. • El monarca poseía amplios poderes, y unos derechos indiscutibles, al ser la monarquía

anterior a la Constitución: - nombra al presidente del gobierno y resto de ministros. - posee derecho de veto. - tiene potestad de convocar, suspender o disolver las Cortes sin contar con el gobierno. - es el Jefe Supremo del ejército.

• Cortes bicamerales. Ambas cámaras compartían con el rey la iniciativa legislativa: - el Congreso de los Diputados, elegido al principio por sufragio censitario y, después, por

sufragio univeral masculino (un diputado cada 50.000 habitantes). - el Senado. Compuesto por senadores de derecho propio, senadores vitalicios nombrados

por la Corona y senadores elegidos por corporaciones del Estado y los mayores contribuyentes.

• Los derechos fundamentales reproducían en gran parte los de la Constitución de 1869, pero la mayoría se regularon por leyes posteriores, como el derecho de asociación.

• La religión católica era definida como la oficial del Estado, aunque se toleraban otras confesiones pero sin cultos y manifestaciones públicas. Se creaba una partida presupuestaria para financiar a la iglesia católica.

• La administración de justicia y la articulación de la vida municipal y provincial se remitían a un desarrollo legislativo posterior.

1.3. Los partidos políticos y la dinámica del sistema. 1.3.1. Los partidos dinásticos. El sistema de la Restauración requería la existencia de dos partidos políticos que dieran contenido al juego político, y que fueron denominados “partidos dinásticos”. Ambas formaciones eran partidos de cuadros, es decir, compuestos por un reducido número de personas, “los notables”, cuya fuerza radicaba en su poder económico, su prestigio y su influencia. Apenas contaban con afiliados, por lo que no eran “partidos de masas”. El Partido Liberal Conservador, más conocido como “Partido Conservador”, estuvo presidido por Cánovas del Castillo, y configurado como el ala más inmovilista del régimen. Conectaba con el moderantismo y el centro político del período isabelino El propio Cánovas había militado en la Unión

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Liberal y elaborado su programa, recogido en el Manifiesto de Manzanares. Representó a la derecha monárquica, y la militancia la formaron la aristocracia y los grandes propietarios.

El Partido Liberal Fusionista, denominado “Partido Liberal”, tuvo a Práxedes Mateo Sagasta como principal dirigente y representó la oposición a Cánovas. El partido fue el resultado de la adhesión al sistema de políticos de distintas tendencias (progresistas radicales, constitucionalistas etc.) por lo que, más que un partido, era la suma de una serie de grupos unidos por la personalidad de Sagasta. Representaron la izquierda tolerada por el régimen, y bajo sus gobiernos se aprobaron leyes como el

reconocimiento del derecho de asociación (1887) o el sufragio universal (1890). La base social fue, en especial, la burguesía comercial, industrial y profesional.

Ampos partidos coincidían en lo fundamental:

- Defendían la monarquía, la Constitución de 1876, la propiedad privada y un Estado Liberal, unitario y centralista.

- Su extracción social era muy homogénea, con origen en las élites económicas acomodadas.

- Eran partidos de minorías, de notables. - Contaban con periódicos, centros y comités por toda España.

Las diferencias eran escasas:

• Los conservadores eran más proclives al inmovilismo político, proponían un sufragio censitario, defienden a la Iglesia y el orden social. En economía, eran partidarios del proteccionismo.

• Los liberales se inclinaban más a un reformismo social progresista y laico, y defendían el sufragio universal masculino. En economía, eran partidarios del librecambismo.

En la práctica, la actuación de ambos no difería en lo esencial, al existir un acuerdo tácito de no promulgar una ley que forzase al oro partido a derogarla cuando regresase al gobierno. 1.3.2. La dinámica del sistema y el turno de los Partidos Conservador y Liberal. Conservadores y liberales se sucedieron pacíficamente en el poder, monopolizando las mayorías parlamentarias y la presidencia del Gobierno. Para ello siguieron las reglas de lo que se llamó el “turno” o “turnismo”, que consistió en la alternancia pactada en el Gobierno. El turnismo fue posible mediante el falseamiento electoral. Las elecciones amañadas permitieron mantener una apariencia de funcionamiento democrático. De esta manera, el principal objetivo y actividad de los Partidos Liberal y Conservador consistía en preparar las elecciones y que dieran el resultado previamente acordado.

Antonio Cánovas del Castillo, líder del Partido Conservador

Práxeds Mateo Sagasta, líder del Partido Liberal.

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1.3.3. Las bases sociales de la Restauración. Los grandes propietarios agrícolas, constituían el grupo más influyente de la sociedad española. Integrado por la aristocracia y la alta burguesía, vieron reforzada su posición económica al ser los grandes beneficiados de los efectos de la desamortización. Se identificó desde un principio con la Restauración desde el conservadurismo y el proteccionismo económico. La oligarquía industrial y financiera, alineada junto al grupo anterior, pero desde posiciones más librecambistas. La clase media urbana, muy reducida y heterogénea, integrada por profesionales cualificados, por medios y pequeños empleados o funcionarios de mentalidad conservadora y, a veces, con condiciones de vida precarias. Se identificaban con el orden social que garantizaba la Restauración. Los pequeños propietarios agrícolas, especialmente de Castilla, dueños de patrimonios arduamente trabajados y conservados con mucho esfuerzo. Debido al temor a descender en la escala social por conmociones políticas y a su conservador estilo de vida, se encontraban entre los grupos cercanos al régimen. 2. LA OPOSICIÓN AL RÉGIMEN. Además de los Partidos Conservador y Liberal, existieron otras corrientes políticas al margen del sistema. 2.1. El carlismo. La Tercera Guerra Carlista duró hasta 1876. Carlos VII cruza la frontera de Francia hacia el exilo. La guerra se da por finalizada. Con la derrota carlista se produjo la abolición del régimen foral y navarfro, que quedarán sujetos al pago de impuesto y al servicvio militar, comunes a todo el Estado. A partir de entonces, entrará en declive.

• Durante el sexenio democrático recibió el apoyo del Vaticano y del

Caricaturas publicadas en la revista satírica El Loro (1881). Reflejan el acuerdo realizado entre Cánovas y Sagasta para turnarse pacíficamente en el poder.

TURNO PACÍFICO: Alternancia en el gobierno de los dos partidos dinásticos (conservador y liberal). La formación de gobierno por parte de cada uno de ellos no dependía del triunfo en las elecciones, sino de la decisión del rey en función de una crisis política o del desgaste en el poder del partido gobernante. Una vez en el gobierno, se “fabricaban” las elecciones para tener mayoría en las Cortes.

Carlos VII, retrato de Carlos Vazquez

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catolicismo más integrista. • La llegada del papa León XIII, más aperturista, permitió un mayor acercamiento al nuevo

régimen de la Restauración. • Así, el carlismo perdió apoyo, aunque mantuvo popularidad en el País Vasco, Navarra y

sectores católicos muy conservadores. 2.2. El republicanismo. Los republicanos se fragmentaron en varios partidos

- Los posibilistas, de Emilio Castelar. - La Unión Republicana, de Nicolás Salmerón, centrista. - El Partido Republicano Radical, de Manuel Ruiz Zorrilla. No

descartaba la violencia contra la monarquía. - El Partido Republicano Federal, de Francesc Pi i Margall. Era el que

tenía más adeptos, fiel a su ideario inicial y con más apoyo de las clases populares.

2.3. El movimiento obrero. La falta de atención de los políticos hacia la cuestión social fue una constante. El régimen de la Restauración aplicaba los principios del liberalismo económico, que no atendía las principales demandas de las clases populares:

• La propiedad privada de los medios de producción (campos, minas, empresas…). • La libertad económica. Cualquier persona, con conocimientos y capital, puede iniciar

cualquier actividad económica sin ningún tipo de restricción. • La propiedad privada de los medios de producción (campos, minas, empresas…). • La búsqueda del interés de cada individuo (afán de lucro). La suma de todos, lleva al

aumento de la riqueza de toda la sociedad. • La economía funciona por sí sola, mediante leyes naturales (ej. Ley de la oferta y la

demanda). • Por tanto, rechaza cualquier intervencionismo del Estado en la economía. • Confiaba en que la propia dinámica del mercado solventase las dificultades entre obreros y

empresarios.

Con el sistema de turno pacífico en el poder y con el falseamiento electoral, se marginó de la política oficial al proletariado español.

- En un principio, se declaró ilegal el asociacionismo obrero - En 1881, el Gobierno de Sagasta aprobó el derecho de reunión. - En 1887, la Ley de Asociaciones permite la legalización de los partidos y sindicatos obreros - En 1890 se implanta el sufragio universal masculino.

2.3.1. La llegada del internacionalismo, la Primera Internacional (AIT): anarquistas y socialistas (1868-1874). En 1864 se fundó en Londres la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT)

- Fundada para coordinar la actividad de las asociaciones obreras - Dos corrientes dominan la asociación: socialistas (Karl Marx) y anarquistas (Bakunin).

Caricatura del republicano Emilio Castelar

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- El objetivo es expandir el movimiento obrero, creando secciones de la AIT en cada país.

- Su fin se produjo en 1876, debido a la represión generalizada en todos los países europeos y, por la propia división entre marxistas y anarquistas, que acabó con la expulsión de los anarquistas en el Congreso de La Haya (1872

Tras el triunfo de La Gloriosa, llegó a España un enviado de la AIT, el italiano Giuseppe Fanelli, para crear los primeros núcleos internacionalistas en Madrid y Barcelona:

- Pero difundió los ideales anarquistas como si fuesen los de la AIT

- En 1870, Barcelona, se funda la Federación Regional Española de la AIT (FRE-AIT), adoptándose acuerdos anarquistas.

- En 1871 llegó a Madrid Paul Lafargue (yerno de Marx), para impulsar las tesis marxistas en España frente a las anarquistas. Se crea un grupo marxista en Madrid, liderado por Pablo Iglesias Posse.

- Discrepancias entre marxistas y anarquistas culminaron en 1872, con la expulsión de los marxistas de la FRE. Los marxistas fundarán la Nueva Federación Madrileña

Con la llegada de la Restauración, estas organizaciones fueron ilegalizadas, obligándolas a la clandestinidad. 2.3.2. El Anarquismo. Alcanzó una mayor relevancia numérica y social que el socialismo. Localizado preferentemente en los núcleos catalán (industrial y urbano) y andaluz (más numeroso y rural). En 1881, la sección española de la FRE-AIT (de tendencia anarquista), celebró un nuevo congreso en Barcelona, cambiando el nombre por Federación de Trabajadores de la Región Española.

- El cambio de nombre es debido a la prohibición de las organizaciones de carácter internacional dirigidas desde el extranjero.

- Se rechazó la política parlamentaria y la existencia de partidos, incluidos los obreros. - La FTRE entró en crisis cuando se la relacionó con la Mano Negra. - Se disolvió después del congreso de Madrid de 1888.

Los métodos de acción del anarquismo fueron varios:

a) La acción violenta contra personas e intereses del orden burgués o pilares del capitalismo (burguesía, Iglesia, ejército y Estado). Ejemplo, la Mano Negra.

• Bombas patio butacas Liceo barcelonés (1893), símbolo de ocio de la burguesía catalana)

• Bombas durante la procesión del Corpus en Barcelona (1896), símbolo de la Iglesia

• Atentado contra el general Arsenio Martínez Campos (1893), representante del ejército.

Ilustración del atentado anarquista durante la procesión del Corpus (7 de junio 1896)

Grupo de fundadores de la Primera Internacional, en Madrid, en octubre de 1868. Giuseppe Fanelli aparece en el centro con una larga barba.

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• El asesinato de Cánovas del Castillo (1897), presidente del Gobierno y artífice Restauración

b) La ocupación de fincas y pueblos, como la toma de Jerez, en 1892. c) La huelga y el sabotaje d) Los proyectos pedagógicos, fundamentados en el racionalismo y el laicismo.

2.3.3. El socialismo. La Nueva Federación Madrileña de la AIT (marxista) tuvo una vida efímera. En 1876, tras la disolución de la AIT, sus miembros españoles decidieron constituir un partido político. En 1879 se fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE)

• Primer partido creado en España siguiendo las recomendaciones de AIT

• Con un programa marxista, intervino en la política oficial para representar los intereses de los trabajadores.

• Su fundador fue el tipógrafo Pablo Iglesias Posse y el ideólogo el médico Jaime Vera.

En 1888, se celebró el primer congreso del PSOE, en Barcelona.

a) Se estableció el modelo de partido.

- Partido de masas. - Descentralizado y con estructura democrática - Disciplina que obliga a cumplir las decisiones aprobadas desde la base

b) Se fundó la Unión General de Trabajadores (UGT).

- Sindicato socialista vinculado al PSOE, pero independiente del partido y dando libertad de militancia

- Para conseguir sus fines (más sociales que políticos) empleó la negociación y, en último término, la huelga.

En 1890, con la aprobación del sufragio univeral masculino, el PSOE inició su actividad electoral. Logró algunos éxitos en las elecciones municipales, pero hasta 1910 no lograron conseguir diputados (por el filtro del falseamiento electoral). 2.4. Los nacionalismos y regionalismos. 2.4.1. El nacionalismo catalán. Se remonta a las manifestaciones culturales ligadas al Romanticismo y a la Renaixença (primeras décadas del XIX), y promovió el uso de la lengua catalana y la recuperación de su cultura e historia. Durante el Sexenio democrático, aparece la vertiente política del

catalanismo (proyecto de Constitución y Estado federal). En 1880, se celebró el Congreso Catalanista (Primer Congres Catalá)

Pablo Iglesias (1850-1925), fundador del PSOE y UGT

El sello de la Reinaixença catalana, dedicado a Wifredo el Velloso

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En 1882, se creó el Centre Catalá. Presentó a Alfonso XII un Memorial de Greuges (Memorial de Agravios)

- Se lamentaba de la decadencia de Cataluña desde los RRCC y, sobre todo, tras la “catástrofe del tiempo de Felipe V”.

- Se rechazaba la política librecambista del Gobierno (perjudica industria catalana) - Las limitaciones que para el derecho civil tradicional de Cataluña representaba el proyecto de

Código Civil. - Se reivindicaba el uso del catalán. - Apoyado por la burguesía industrial y comercial.

La Unió Catalanista, fundada en 1891. Elaboró las Bases de Manresa (1892)

- Se propone la autonomía para Cataluña - El restablecimiento de instituciones tradicionales catalanas (Corts, Generalitat, etc). - Era un proyecto del ala conservadora y católica de la burguesía catalana (defendía el sufragio

censitario y no recogía derechos y libertades. 2.4.2. El nacionalismo vasco. Surgió como reacción contra la abolición de los fueros en 1876. Su gran propulsor será Sabino Arana.

- Gran apasionado de la cultura autóctona de Euskalerría. - Con el desarrollo industrial de Bilbao, veía un peligro para la

cultura vasca la llegada de inmigrantes de otras regiones. La llegada de maketos ponía en peligro el euskera, la etnia vasca y las estructuras rurales tradicionales. Los considera los responsables de la “degeneración” de Vizcaya y resto de Euskadi.

En 1895, Sabino Arana fundó el Euzko Alderdi Jeltzalea (Partido Nacionalista Vasco). Bajo el lema “Dios y ley vieja”. Su ideología se caracterizaba por:

- Gran sentimiento católico - Defensa de las tradiciones vascas y el impulso de la lengua vasca - La defensa de la pureza racial del pueblo vasco (tintes xenófobos) - Al principio, se declaró independentista, después viró hacia el autonomismo.

2.4.3. El nacionalismo gallego y de otras regiones.

El galleguismo tuvo carácter cultural hasta bien entrado el siglo XX.

- El gallego se usaba en el medio rural. - A mediados del XIX, intelectuales y literatos intentan convertirlo en lengua literaria. Surge el

Rexurdimento, con Rosalía de Castro de destacada figura - Una minoría culta responsabiliza del atraso económico de Galicia a la subordinación política,

que forzaba a muchos gallegos a la emigración. Nace el galleguismo político. El principal teórico, Alfredo Brañas.

Igualmente, hubo focos regionalistas en Aragón, Valencia, Asturias y Andalucía.

Sabino Arana Goiri (1865-1903), fundador del EAJ-PNV

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3. LOGROS Y MALAS PRÁCTICAS DE LA RESTAURACIÓN. 3.1. La dinámica política. Conservadores y liberales. Se distinguieron dos etapas en el ejercicio del turnismo, separadas por la muerte de Alfonso XII en el año 1885. La primera etapa (1875-1885), con predominio de gobiernos conservadores presididos por Cánovas, se caracterizó por:

• El agotamiento político de la sociedad tras la inestabilidad vivida desde 1868, que posibilitó la aceptación de un sistema que pretendía la normalización del país de forma autoritaria y centralista. Se estableció la censura y se restringió la libertad de cátedra, el asociacionismo obrero y el derecho al voto, que quedó reducido a uno de cada seis españoles.

• La favorable coyuntura económica, que permitió mejorar las condiciones de vida de parte de la población.

• Los éxitos pacificadores, que acabaron con la guerra carlista en el norte y con la insurrección cubana (Paz de Zanjón, 1878).

• La popularidad de Alfonso XII, acrecentada tras su boda con la reina Mercedes y su temprana viudedad

La segunda etapa (1885-1902), se inició con el fallecimiento del rey. María Cristina de Habsburgo-Lorena, segunda esposa del monarca, se convirtió en reina regente. En estas difíciles circunstancias Cánovas cedió a Sagasta la jefatura del Gobierno en el Pacto del Pardo, consagrándose el turnismo. Los gobiernos liberales aprobaron medidas que suavizaron el autoritarismo, como la Ley de Prensa (1883), la Ley de Asociaciones (1887), la Ley de Jurados (1889) y el establecimiento del sufragio universal masculino (1890). 3.2. Los problemas de la Restauración: falseamiento electoral y caciquismo. El sistema de “turno pacífico” se tradujo en la alternancia pactada entre los dos partidos. Para asegurar la eficacia del sistema de turno pactado, se crearon los distritos electorales, con el tamaño y población adecuados para su control y domino (cada 50.000 habitantes). Cada distrito electoral se creaba incluyendo a segmentos de población rural, para compensar el voto urbano, más libre y menos dependiente de los caciques. El turno o “la farsa canovista” se ejecutaba a través de las elecciones amañadas de la siguiente manera: cuando un partido se desgastaba como consecuencia de su gestión, o era necesario su relevo por razón de pacto previo, se sugería a la Corona la necesidad de un cambio de Gobierno (en el poder ejecutivo). Tras la destitución del Gobierno (ejecutivo) y una vez nombrado el siguiente (del otro partido), se procedía inmediatamente al encasillado (preasignación de los diputados antes de ser electos, generalmente 2/3 de los Diputados para el partido en el Gobierno y 1/3 para el partido en la oposición). Después, se convocaban las elecciones y se intentaría “hacer coincidir” los resultados con lo previamente acordado (compra de votos, influencia del cacique, pucherazo, etc.). El proceso se desarrollaba en las siguientes fases: a) Primera fase: cuando se producía la “crisis” de Gobierno, o expiraba el plazo de mandato de un partido (acordado por los dos partidos – Pacto del Pardo 1.885), el Rey nombraba a la mayor brevedad al Gobierno siguiente, e inmediatamente se convocaban las elecciones para procurarle una mayoría holgada que le permitiera gobernar cómodamente (2/3), aunque asegurando a la oposición

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una representación importante (1/3). Los resultados y la distribución de los escaños (diputados) ya estaban acordados de antemano (encasillamiento). b) Segunda fase: desde el Ministerio de la Gobernación (lo que hoy en día es el Ministerio de Interior), figura clave a la hora de “fabricar” las elecciones, se daban todo tipo de instrucciones para que los votos “coincidieran” y legitimaran la distribución previa acordada (encasillamiento). La maquinaria de la farsa electoral empezaba en el Ministerio de Gobernación, se transmitía las órdenes a los Gobernadores Civiles y a los caciques comarcales de los medios rurales. El cacique usaba su “influencia” sobre la población, para condicionar el voto. Del cacique dependían, económicamente, amplios sectores de población en los medios rurales. La “influencia” del cacique iba desde el “consejo electoral” (la mayor parte de la población es analfabeta y el cacique, al ser el más culto, es el que en realidad entiende mejor de política y, por tanto, puede aconsejar como un buen padre a las personas que dependen de él, o mediante la extorsión (amenaza de perder el trabajo) o la simple “compra de votos”. Caso de que la influencia del cacique no se hiciera notar en el resultado electoral, se utilizaban otras “técnicas” electorales para conseguir que el candidato designado de antemano (encasillamiento) saliese: el pucherazo.

ENCASILLAMIENTO: Era el elemento más característico de la Restauración, más incluso que el propio caciquismo, que era en todo caso, su etapa final o su brazo ejecutor. El encasillado consistía en la “planificación” previa de los resultados electorales por parte de las altas cúpulas de los partidos turnantes, y en el control y manipulación del proceso electoral para dotar a cada partido de los escaños previamente acordados. CACIQUE: Originariamente se utilizaba para definir a un personaje de las Indias, un jefe de tribu o señor de indios, se trasplantó a España durante el siglo XVIII. En nuestro país se denominó de esta manera a las oligarquías locales, generalmente del medio rural, respecto de las cuales mantenía una fuerte relación de dependencia la mayoría de sus habitantes. El cacique solía ser el poseedor de amplios latifundios y la población del medio rural trabajaba a jornal para él. El cacique, merced a su poder económico, ejercía su influencia para obtener el político, lo que conseguía gracias al acatamiento de la población sometida y al apoyo de las autoridades y de la fuerza pública, generalmente de la Guardia Civil. PUCHERAZO: Era la técnica más directa y la fase final del proceso para imponer al candidato oficial designado por las autoridades provinciales obedeciendo las instrucciones ministeriales. Todo ello se conseguía añadiendo los votos que faltaban, previamente guardados (teóricamente en un puchero) por si eran necesarios. Esta era la práctica más conocida, aunque las más utilizadas iban desde el cierre de colegios electorales antes o después de la hora oficial, la inclusión de fallecidos en el censo, la coacción o intimidación de los votantes, la utilización de “embolados” (persona que suplanta a otra a la hora de votar), y hasta la destrucción de las actas que reflejaban resultados desfavorables y su sustitución por otra elaborada de antemano con los resultados apetecidos.

Adulteración de las elecciones. Influencia de los caciques y el voto de los fallecidos. Viñetas de la revista satírica “La esquella de la Torratxa”, 1905