SISÓOS [ CÁMARA ANGELES 11 SON CAMPEONES DE LA...

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4 •* X 7 SEMANARIO LIBERAL. AÑO 1. LOS ANGELES, CAL., OCTUBRE 5 DE 1907. NÚM. 10. SISÓOS [ ANGELES 1 1 SON CAMPEONES DE LA LIBERTAD EN MÉXICO. Magon, Villarreal y Rivera están Combatiendo por los Derechos del Pueblo, EL PRESIDENTE DÍAZ ES ACVSAPQ DE ATROCES CRUELDADES Y DE SUBVENCIONAR A LA PRENSA DE LOS DOS PAÍSES. Por 1-rrHIiI. VOK.SER. Traducido de "THE CALL" de San Francisco. Los Angeles, Cal. Sept. 28-In- olinado por un natural deseo de oír de ambos lados de una histo- ' í i «"tfwnto bftWadn, «np liioart ) Frores Magón. Í£l es quien todo el mundo sabe, junto con süagconfederado, Antonio Vi- llareal y Librado Rivera, fueron «onfinados en la cárcel de Los Angele?, sobre cargos hechos por agentes del gobierno mexicano. Cuando su detención, 23 de Agosto, se decía ello serán gentes de mala vida, que eran los orga- nizadores del partido revolucio- nario mexicano que conspiraba para derribar la administración de JD &'¿. Caracteres peligrosos y Jssesperados, decían los perió- dicos por boca del cósul mexicano Antonio Lozano y Thomas Fur- long director de laagenciade po- licía do San Louis, quien loaba seguido durante tres años, por Job Harriman, tuvo que reuurrir al proaedimiento del derecho a la defensa (habeas oorpue,) lian- te i*« *n« ntiHJfn* »K«w> i íc,_ *. «f o, /so de entrada en a eárcel y consultar con sus cli tntes. EL VISITANTE FINALMENTE PUEDE VKE A MApÓN, Persistiendo después de tres negativas, finalmente he obteni- do un pase para ver á Magón, facilitado por el jeíe de policía, Paul Flamer. La pesada puerta de hierro se abrió, no ein antes dudar el car- celero de la autentidad de mi permiso, temiendo por un mo- mento que tuviera otra vez que volver sin haber realizado mi objeto. No fué permitido hablar á Magda á solas, siendo oida ca- da palabra que pasaba entre no- sotros por un oficial, que lo cus- Antonio E. Villarreal. Rkaráo Flore. Magon. todos los Estados Unidos y Cana- tediaba desde que salió de so ái>. En fin que los pintaban tan nebros como la noche y el públioo fuémlormado que dicha aprehensión fué muy beneficiosa para el orden. Los policías Ta- temantes y Rico, del departa- mento local, y loa tres delegados del gobierno federal fueron alta- mente cumplimentados por haber realizado un gran servicio pú- blico. En efeoto, se necesitaron sieís para verificar el arresto, y sin Otro mandato jurídico que lus bocas de revólver^, cosa que po- no on tela de juicio por la gloria que les pueda haber cabido. Ver á Magóp no os cosa fácil halla adose infiomuncaído, juntp <?on etts compañeros, déade el día d* la detención, Y tan extremada mente han sido guardados, que cabo»» j ia frente despejada in hasta su mismo defonaor, abogdo Wada. El jefe de los 80,000 revolucio- narios mexicanos por el cual el gobierno mexicano tanto ¿e odia, se presentó oon la simplicidad de un nifSo. En sus maneras ni se nota servidumbre ni orgullo. De una figura elevada y de gran des- arrollo muacnlar, uno puede fácilmente creer la historia con- tada por los policías, diciendo que lae esposas de hierro que les pusieron en los puños, las doble- garon como si fueran de hoja de lata, » ' , i Yo buscaba en vano en su sem- blante, algún signo de ferocidad yitau solo,vi una expresión de amigable interés en sus ojos, de- notando un carácter vivo é inte- teligente, « .i ana bien, formada dicando un brillante ¡intelecto, ho aquí lo que es Magón. 1 Pocos hombres llegan a impro- emar on la cároei, y sin embargo, h. \gón se distinguía por su Caer- te carácter, no pudiendo un cam- bio de traje ocultar su persona- je « , 1 1 A ÍOTAZAOÓ DE MUBRTa POR KL PBB- SIDENTE DÍAZ. Au inglés «ra tan limitado como el español á mí; pero adaptando con frecuencia el lengnage de sig- no», llegamos á llevar la conversa- ción satisfactoriamente. Elraodi- salí,"—dice Magón¿—"escribí en "En el Colmillo Público," "Exoel- cior" y "El Demócrata," todos pu- blieados en la Ciudad de México." También me explicó las aspira- ciones del Partido Liberal, el cual él organizó ett la ciudad do Méxi* PORFIRIO Y SU MENSAJE A LA CÁMARA El mensaje presidencial que ley6 el tirano ante la Cámara do diputados, grupo de marranos mansos, el día quince de este mee, hablar en palabrería hueca é insulsa, como oiernpre lo ha he- cho y sin decir nada do lo quo él llama progreso de Méxioo. Se refiere á que el estranjero considera á México como el primer pais de la tierra. Que México es pura dicha etc. etc sandeces, sandeces y sandeces, peto toda la palabrería se le vuel- ve viento á la vieja bestia cuando trata la cuestión obrera on Mé- xico, á la quo solo le dedioa inedia docena de palabras, y pasa por sobre ella como por sobre brasas. Actualmente la cuestión del trabajo llama la atención ea to- das las partes del m u n d o p^ero el tirano de México no puedo esten- derse mucho sobre roto, porque (nptrtrt/"»'? +nr '\ ***v «ri ? cu íiace qtiUR ? «nos, habiendo en* * » / ,. , ' , . contrado idéntica, declaraoione» , d e l o U<Íl0 ° <* Ue ha heoho e n e8 « de principios m el periódico mexi-1 res P eoto y 9 u e e 8 : awiinaí tra- cano REVOLUCIÓN fechado del' bajadores, hombres, mujeros y 3 de Agosto y publicapo por Ma- niños >- Tendría que dar ouenta gón en I,os Angeles antes de su d<? tenoitón. Y estrechándonoslas manos nao * í. 'Wrt*L*> > «AJAtib BÍnWhHM^ U»*-*.!*»^ Lie. L. Gutiérrez de Lara. jo que se educó en la escuela pre- paratoria de la ciudad de México, y daapuéa oursó tres años de juris- prudencia, empezando desde en- tonces á escribir on los periódicos «obre los derechos del pueblo, sien- do áetanido á consecuencia de ello, sirviendo un año de eárcel por su» »rtículos criticando la administra- ción, puclieados en "Regenera- ron." Ea la cárcel, continuaba mane- jando la pluma con eorage, á lo qua Dían se interpuso, díciendót qua él perdería su cabeza ó Ma- gon dejaría de escribir." "Cuando despedí de Magón, admirando sus sencillos modales y gran energía. Parecía tai* confiado y tan dueño d<¡í la sisuaoión, que toda alabanza en ( esas líueas, sería superñuo. Considerando las acusaciones <^ue se les imputa á esos hombree y por el cual fueron detenido®, nos parecen del todo insignificantes. "Expectorar en las aceraá de la Cindad de México, difamar á W, C, Greeae, el magnate de cobre, de C.Mianea, en un periódico que se di ie publicaron loe procesados en Sai Louis, y resistir á la policía." jj'asa á la segunda plan».] de los miles de operarios inocen- tes que ha mandado á Yucatán ó que gimen para ciempre en las cárceles, y todo esto se lo calla el viejo aseseno. Tendría que dar cuenta de la esclavitud á que está reducido el trabajador y del viebimarismo o- ficial en el proletariado. Ten- dría que dar cuenta de los mi- llares de seres que mueren de hambre. Tendría que dar cuenta de los crímenes que cometen loa patro- nea oon los trabajadores, con el latrooinio de las tiendas de ruya, con el robo de la rebaja de sala- rios, Sn fin que el viejo bribón tendría que dedicar á esta cues- tión un mensaje especial. De la miserable situación que el pueblo guarda en Méxldo, el más culpable de todos es el vie- jo negrero. Porfiirio es el máa grande enemigo que el operario tiene en México. Para este tira- no el trabajador ha nacido para esclavo y no tiene más quo hacer en la vida que trabajar y morir- se de hambre y cuando el opera- rio trata de mejorar eu misera- ble situación el viojo bribón es- tá Hato para asesinarlo. Es verdad que si á Porfirio so le ocurre dar cuenta de esto, la marrado seguirá roncando. Ya se sabe que los cerdoe no saben de estas cosas. Todos los mexicanos deban oo» tar listos para la lucha.

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SEMANARIO LIBERAL.

AÑO 1. LOS ANGELES, CAL., OCTUBRE 5 DE 1907. NÚM. 10.

SISÓOS [ ANGELES 1 1 SON CAMPEONES

DE LA LIBERTAD EN MÉXICO. Magon, Villarreal y Rivera están

Combatiendo por los Derechos del Pueblo,

EL PRESIDENTE DÍAZ ES ACVSAPQ DE ATROCES CRUELDADES Y DE SUBVENCIONAR A LA PRENSA DE LOS DOS PAÍSES.

P o r 1-rrHIiI. VOK.SER.

Traducido de "THE CALL" de San Francisco.

Los Angeles, Cal. Sept. 28-In-olinado por un natural deseo de oír de ambos lados de una histo-' í i «"tfwnto b» bftWadn, «np

liioart ) Frores Magón. Í£l es quien todo el mundo sabe, junto con süagconfederado, Antonio Vi-llareal y Librado Rivera, fueron «onfinados en la cárcel de Los Angele?, sobre cargos hechos por agentes del gobierno mexicano.

Cuando su detención, 23 de Agosto, se decía ello serán gentes de mala vida, que eran los orga­nizadores del partido revolucio­nario mexicano que conspiraba para derribar la administración de JD &'¿. Caracteres peligrosos y Jssesperados, decían los perió­dicos por boca del cósul mexicano Antonio Lozano y Thomas Fur-long director de laagenciade po­licía do San Louis, quien loaba seguido durante tres años, por

Job Harriman, tuvo que reuurrir al proaedimiento del derecho a la defensa (habeas oorpue,) lian­t e i*« *n« ntiHJfn* »K«w>iíc,_ *. «f o, /so de entrada en a eárcel y consultar con sus cli tntes.

EL VISITANTE FINALMENTE PUEDE

VKE A MApÓN,

Persistiendo después de tres negativas, finalmente he obteni­do un pase para ver á Magón, facilitado por el jeíe de policía, Paul Flamer.

La pesada puerta de hierro se abrió, no ein antes dudar el car­celero de la autentidad de mi permiso, temiendo por un mo­mento que tuviera otra vez que volver sin haber realizado mi objeto. No fué permitido hablar á Magda á solas, siendo oida ca­da palabra que pasaba entre no­sotros por un oficial, que lo cus-

Antonio E. Villarreal. Rkaráo Flore. Magon.

todos los Estados Unidos y Cana- tediaba desde que salió de so ái>. En fin que los pintaban tan nebros como la noche y el públioo fuémlormado que dicha aprehensión fué muy beneficiosa para el orden. Los policías Ta­temantes y Rico, del departa­mento local, y loa tres delegados del gobierno federal fueron alta­mente cumplimentados por haber realizado un gran servicio pú­blico.

En efeoto, se necesitaron sieís para verificar el arresto, y sin Otro mandato jurídico que lus bocas de revólver^, cosa que po­no on tela de juicio por la gloria que les pueda haber cabido. Ver á Magóp no os cosa fácil halla adose infiomuncaído, juntp <?on etts compañeros, déade el día d* la detención, Y tan extremada mente han sido guardados, que cabo»» j ia frente despejada in hasta su mismo defonaor, abogdo

Wada.

El jefe de los 80,000 revolucio­narios mexicanos por el cual el gobierno mexicano tanto ¿e odia, se presentó oon la simplicidad de un nifSo. En sus maneras ni se nota servidumbre ni orgullo. De una figura elevada y de gran des­arrollo muacnlar, uno puede fácilmente creer la historia con­tada por los policías, diciendo que lae esposas de hierro que les pusieron en los puños, las doble­garon como si fueran de hoja de lata, » ' ,

i Yo buscaba en vano en su sem­blante, algún signo de ferocidad yitau solo,vi una expresión de amigable interés en sus ojos, de ­notando un carácter vivo é inte-teligente, « .i ana bien, formada

dicando un brillante ¡intelecto, ho

aquí lo que es Magón. 1 Pocos hombres llegan a impro-

emar on la cároei, y sin embargo, h. \gón se distinguía por su Caer­te carácter, no pudiendo un cam­bio de traje ocultar su persona­j e « , 1

1 A ÍOTAZAOÓ DE MUBRTa POR KL PBB-

SIDENTE DÍAZ.

Au inglés «ra tan limitado como el español á mí; pero adaptando con frecuencia el lengnage de sig­no», llegamos á llevar la conversa­ción satisfactoriamente. El rao di­

salí,"—dice Magón¿—"escribí en "En el Colmillo Público," "Exoel-cior" y "El Demócrata," todos pu-blieados en la Ciudad de México."

También me explicó las aspira­ciones del Partido Liberal, el cual él organizó ett la ciudad do Méxi*

PORFIRIO Y SU MENSAJE A LA CÁMARA

El mensaje presidencial que ley6 el tirano ante la Cámara do diputados, grupo de marranos mansos, el día quince de este mee, hablar en palabrería hueca é insulsa, como oiernpre lo ha he­cho y sin decir nada do lo quo él llama progreso de Méxioo.

Se refiere á que el estranjero considera á México como el primer pais de la tierra. Que México es pura dicha etc. etc sandeces, sandeces y sandeces, peto toda la palabrería se le vuel­ve viento á la vieja bestia cuando trata la cuestión obrera on Mé­xico, á la quo solo le dedioa inedia docena de palabras, y pasa por sobre ella como por sobre brasas.

Actualmente la cuestión del trabajo llama la atención ea to­das las partes del mundo p^ero el tirano de México no puedo esten­derse mucho sobre roto, porque (nptrtrt/"»'? +nr '\ * * * v «ri ?

cu íiace qtiUR ? «nos, habiendo en* * » / ,. , ' , . contrado idéntica, declaraoione» , d e l o U<Í l0° <*Ue h a h e o h o e n e8« de principios m el periódico mexi-1 r e s P e o t o y 9 u e e 8 : awiinaí tra-cano REVOLUCIÓN fechado del' bajadores, hombres, mujeros y 3 de Agosto y publicapo por Ma- niños>- Tendría que dar ouenta gón en I,os Angeles antes de su d<? tenoitón.

Y estrechándonoslas manos nao

* í.

'Wrt*L*> > «AJAtib J» B Í n W h H M ^ U»*-*.!*»^

Lie. L. Gutiérrez de Lara.

jo que se educó en la escuela pre­paratoria de la ciudad de México, y daapuéa oursó tres años de juris­prudencia, empezando desde en­tonces á escribir on los periódicos «obre los derechos del pueblo, sien­do áetanido á consecuencia de ello, sirviendo un año de eárcel por su» »rtículos criticando la administra­ción, puclieados en "Regenera­ron."

Ea la cárcel, continuaba mane­jando la pluma con eorage, á lo qua Dían se interpuso, díciendót "ó qua él perdería su cabeza ó Ma­gon dejaría de escribir." "Cuando

despedí de Magón, admirando sus sencillos modales y gran energía. Parecía tai* confiado y tan dueño d<¡í la sisuaoión, que toda alabanza en( esas líueas, sería superñuo.

Considerando l a s acusaciones <̂ ue se les imputa á esos hombree y por el cual fueron detenido®, nos parecen del todo insignificantes. "Expectorar en las aceraá de la Cindad de México, difamar á W, C, Greeae, el magnate de cobre, de C.Mianea, en un periódico que se di ie publicaron loe procesados en Sai Louis, y resistir á la policía."

jj'asa á la segunda plan».]

de los miles de operarios inocen­tes que ha mandado á Yucatán ó que gimen para ciempre en las cárceles, y todo esto se lo calla el viejo aseseno.

Tendría que dar cuenta de la esclavitud á que está reducido el trabajador y del viebimarismo o-ficial en el proletariado. Ten­dría que dar cuenta de los mi­llares de seres que mueren de h a m b r e .

Tendría que dar cuenta de los crímenes que cometen loa patro­nea oon los trabajadores, con el latrooinio de las tiendas de ruya, con el robo de la rebaja de sala­rios, Sn fin que el viejo bribón tendría que dedicar á esta cues­tión un mensaje especial.

De la miserable situación que el pueblo guarda en Méxldo, el más culpable de todos es el vie­jo negrero. Porfiirio es el máa grande enemigo que el operario tiene en México. Para este tira­no el trabajador ha nacido para esclavo y no tiene más quo hacer en la vida que trabajar y morir­se de hambre y cuando el opera­rio trata de mejorar eu misera­ble situación el viojo bribón es­tá Hato para asesinarlo.

Es verdad que si á Porfirio so le ocurre dar cuenta de esto, la marrado seguirá roncando. Ya se sabe que los cerdoe no saben de estas cosas.

Todos los mexicanos deban oo» tar listos para la lucha.

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Editor y Propietario: MODESTO DÍAZ.

NUEVOS CARGOS.

Los esbirros de Porfirio son infatigables y no descansan n i de día ni de noehe. Oreen que ahora es la ocasión propicia pa-ra congraciarse con ©1 amo y la parvada vá f viene, husmea, es­cudriña y no «e dá momento de roposo.

Ya los patio l^üd que ©1 viejo1

canalla ha co «prado aquí dando» 1 ' P*JS $ leño» grande» estén-.

TEMPESTáZJ DE S A M E -

Hl crimen tomando Jas formas del mercantilismo sé ha esten­dido sobre las naciones como u-na condenación que se eondensa en tormentos de hambt# y sed de justicia para lo» desposeídos. La desvergüenza y el cinismo imperan sobres los pueblo» cobi­jándose hipócritamente bajo la idea del orden. La canalla se embrutece embriagada por la im­punidad que juzga un privilegio divino y ee ensorberbec* alenta­da por el silencio de las masas, que se imajina ser una adquie* sencia. Roba y explota insaeía-blente llamando á esto progreao y calificándose de productores de la riqueza, se aniegan en el lujo y «n el vicio. Asesina seres hu­manos en las guerras que provo­ca despachando al matadero á millares d» víctimas que-dejan millares de viudas y huérfanos; y á los rios de sangré derramada, se mesclan mares de lágrimas. Sobre los pueblos se alzan «orno aaotes do la humanidad los capa­taces de hombres, que empujan brutalmente al explotado hasta sumergirlo en la ergájstula de la miseria, aherrojándolos en un pauperismo como con una cade­na de esclavitud. Los miserables se yerguen y en la insania de sus eriminales yerros se llaman así minroso Patria, Ley, Justicia y Honor.

¿Y abajo? l

UpMóto rumoréis *» qué vibran empiezan á hablar «obremos nue. 'gritos, cóleras,despechos,brarol-vos cargos que se les han de ha- idos de ira, como invocaciones de cer á los miembros de la Junta ¡venganza, estertores agónicos del

pe dan las mi 3ofl, so­bre los charcos igre que han derramado, otorgan premios unos á otros / sus heral­dos, sicarios de la desvergüenza, gritan á los .cuatro vientos yan­tando en estrofas de cretinismo insulso, antífonas y laudos que son pagados como se lea paga á las prostitutas á un tanto por ca­ricia.

Pegados á la tierra, á la que a-rrancan sus riquéssas, fertilizán­dola con sus alientos y haciendo la producir en una fecundidad de amor y de viril intento. In­vestigando en los espacios mis-, teriosos del universo y deseu-. briendo los mundos infinitos. Penetrando los oscuros arcanos de la vida y esplorando las regio­nes anatómicas del ©rgnismo hu­mano. Multiplicando con las máquinas el coeficiente de las existencia» materiales, ©1 hombre bueno lucha en un combate fruc­tífero que crea y construye, y de sus manos fecundas se arrebata por loe zangaños por los hisiro-nes, el producto de sus oraciones.

El Pueblo es el bueno. El tra­bajo es el productor. Y el ex-plotador, el negrero, es el rufián que tiraniza y que asesina, que esclaviza y que mata.

De todo ol mundo se destaca el rumor en que se expresa la í-ra y la vengan«a. ¡

El castigo está ptóxinae Los liberales no deben blvyl&r

per un rhotY*?r <© qu<? túm Ty, »-tigadoree de íu'ti«vnia y ]m dianes de la libfeftad.

el 16 del próximo Oc^ulu®, En esta batalla que se lw ••» «n

Loa Angeles, se ve palpableme» un juego de figurillas escondidas detras del manto de la ley. De un lado se TI» á Magon y sus asociados que cuentan con «na organización de 80.000 mexicanos y el partido liberal de \ Los Angeles. Contra ellos«e veía luna .formidable co-lumna de capitalistas quel actúan de acuerdo con «1 gobierno ¡moxi cabrio, y que todo» ellos itienen oa-

Liberal y hablan del pastel que ha confeccionado el perro Elias del Tuceon. i

Estos cargos de haber invadí-; do tí México y de haber aconse­jado el pillaje y la matanza. Exac­tamente los mismos cargos que so les hicieron á los prlme-meros libertadores de México por la canalla gachupina y frai­lesca. Mientras que esto» mise­rables celebran el 10 de Septiem­bre, no se dan cuenta que están representando de cuerpo entero á los que se figuraron ser los verdugos do la Independencia Mexicana, ¡Qué va A darse cuen­ta la canalla de estas cosas! Son per ios y mar ranos, y solo saben alhagar al amo que lea arroja un mendrugo. En ellos no hay al­ma. Para olios la vergüenza, la dignidad y el honor son «osas que no se comen, ni aguardien­te para enborracharse.

Y el resultado de todo esto es que el pueblo americano ee está dando exacta cuenta de la som­bría influencia de la canalla. En Douglas, por poco cuelgan al bo­rracho Maza; en El Paso, le quebraron el hocico a Mallen y al cónsul de aquí, al roflorso Lo-fcano se le tiene guardada una buena. Cualquier día el cochi­nito de Tucson va á tener la •uya,

J81 pueblo americano se impu­to é hizo que se negara la extra­dición y no tardará en fastidiar­se y castigar como se merece al

hambre; el dolor maridándose al coraje y, entre aureolas de „mar-tirio, la ciencia enaeflando á los (sufrientes el camino de su reden­ción. La indignación popular se reviste de energías que em­piezan á despertar y que murmu ra que damemente sus protestas, que se han do convertir má» tar­de, muy pronto, en vénganme tremendas, en ejemplares casti­gos, en que la sangre venga á la». Var crímenes seculares y á solven-'. tar deudas de odios y siglos1

de tormentos. La canalla triunfa y se embria­

ga en sus victorias, y el orgullo la posee como á loa demoniacos med'io-evales. ¡Representa- come­dias en que juegan cfiao actores, poeimos histriones ¡que enseñan á cada paso invalidas facultades que provocan burlas y saroamo». Unos son productores de muer­te y los otros los soliviantan cuando la matanza ios ha fatiga­do. Unos heredan el poder y los otros lo asaltan, pero sa oo mun característica es el crimen. Cuando dos de los histriones ha­cen asesinarse á los humanos engañándolos con' laa huecas $>a, labras de Patria ó de Honor, in­tervienen los otros y entóneos

pítales en Méxícojhablerldose per-sonado en Los Angeles desde la aprehensión, el más poderoso de ellos, W. C. Greene, quien )f poseo 800.000 acrés$?Tifirra en México y explota á centenares de misera­ble» peones.

En la noclie músma de la de­tención, la mayoría de los hombre» que se han enriquecido gracias á las generosa»¡_jtonojerionwiJJjechafi

ir-M

Viene de 3a primera plana.

HOMBRES ARRETADOS EN LOS ANGELES.

déspota ó cuando menos á sus esbirros y á toda la canalla que lo sirve. Del castigo del déff q-ta se encarga «1 pueblo mexicano.

Estar listo para luohar equiva­le & triunfar.

Hi aquí Jos crímenes que cometie­ron,- según afirman sus acusadores. Para estas ofensas fuepon ©nplea-dos tantos policías y se les siguió, las huellas durante tres años, fiaa-liaando por arrestarlo» é incomu* mearlos en la cárcel de Los Ange­les.

LIBERADOS 1)J3¡ LA OA.K0BL, I'BRO

OTHA VJSZ DETENIDOS.

A consecuencia de haberse nega­do el (gobernador Gillette-á firmar la extradición de los detenidos, para fler ¡mandados al estado de MísBoiiri, Magón, Villarreal y Ri­vera se lea puso en libertad, el 6 de Septiembre, peto fueron recla­mados inmediatamente por las au-toridado» federales, haciéndose cairga de loa detenidos ol procura­dor de la Union, á petición para ser extraditados á, México hecha per el embajador Croel al departa­mento de estado, para responder & casgos de hurto y muerte en Jimé­nez», México. La' denuncia fué fir­mada por Antonio Loaaao, cónsul local mexicano..

Resulta que Un tal ''Juan Do©" fué muerto, según consta en la de­nuncia, pero con la particularidad que la personalidad de "Juan Doe" es desconocida por ei denunciante. Acerca de este grave «argo, los de­tenidos fueron interrogados por el comisario federal Van Dike, pa­sando <®tx la cárcel de la Unión, '«n donde continuarán hasta que ee celebre la «anea, que tendrá lugar

por el gabierno mexicano, ¡estaba» presentes en el banquete*máe ¿un­tuoso que jamás pe haya visto en Los Angeles, dado por SS. L. Doheny, figurando como comensal de honor ol embajado» Cree!.

LOg JKKES REVOLUCIONARIOS 1>0-

SJKBN VALOR B INTELIGENCIA. •

Ricardo Plores Magón es un hombre de brillante inteligencia y un escritor notable. Con eso añá­dasele sus modales caballerescos y unft fuerza hercúlea, energía in­cesante y una gran perseverancia. El profesor Librado Rivera, fué catedrático de e*.. ,\orní«> política en la Universidad <le San Luis Po­tosí. Antonio Villarreal, de aspec­to síBopjStico, ha sido oficial d© ca-vv w 4 ik '• "<*. ?W<**M* \ * r ,\

deriie, come los otros posee una cultura oa.'a común y lima elevada mentalidad

Antes de ver á Magón, hablé oon BU antiguo amigo, L. Gutiérrez do Lar», abogado y novelista, cono­ciéndolo desde cuando los doa asis­tían á la clase jurisprudencia, en la Ciudadi do México..

Lara, sirvió cuatro año» ©n el cuerpo diplomático bajo la direc­ción de Díaz, siendo Juez á la e-dad de 24 años. Exponiendo la causa por el *>ion público, incurrió en peligroso desagrado del Presi­dente, y lo pagó con la expatria­ción. En Caaanea fué detemido y sentenciado á muerte, por babor organizado un club Socialista. Tres días antes de su ejecución, fué puesto en libertad, debido á los esfuerzos hechos por su herma­no, que es módico, y persona gra* ta de Diaz.

(Continuará.)

LIBROS DE VENTA. Un simpatizador de nuestra cau­

sa, ha donado un gran surtido de libros de todas olaseB, que están de venta en nuestra oficina, y cuyos productos se destinarán al fomen­to de REVOLUCIÓN,

Novelas de Duina», lfoaon, Car­lota W, Braeme y libros «ocioWgi-cos de Tolstoi, Demófilo, B l a s c o Ibaftes y otros autores celebres, lo» ofrecemos á precios muy reducido».

Para más informaciones, diríjan­se á Modesto Díaz, 660 Son Fer­nando Sé.—-Loe Angele*, Oal. .

La "Deferaeo de ./ «an Sarbia." Lóala utf>d. Vai« JO oenla-

vos «n es tu redacción.

CONTINUAREMOS.

•J«, fontinu remos. Al caer tres de loa auembroe de la Junta Organizadora del Pastido Libe­ral, nosotros los hombrea que por propia voluntad militamos en lací filaa del Partido Revolu­cionado, que «mamo» oon ardor la I ábertad y que anhelamos derrumbarla tiranía que el ban-dolero Porfirio Día» ha manto ni. do en nueotra Pa't'ru» cerca de treinta y un añoa, hemos perma-en nuestros puestead» combate, hemos quedado fiemes en nuea-iro» Jugare»da rebelde» y esitamo» Hetos á lanearnos por la ruta que trazaron las plumas de Florea Magón, Rivora y Villareal, rmta que, erizada de peligros y obsfiá-culoa, nos debe conducir á la conquista de las libertados per­didas y á la promulgación do la Reforma Social y política de nuestro país.

La Dictadura de Porfirio Díaz, aouetumbrada á aaeíinnr cobar-mentó á cuanto hombre ha con­siderado peligroso para BU eoeta-nimiento, en la presante perue-cución á los "leaders" del Par­tido Revolucionario en el de­cantado país do la libertad, cree candidamente que oon el cohecho que haga de ooromplda» autoridades, hundirá al Presiden­te, Secretario y Primor Vocal de la Junta Organizadora en una de tantas penitenciaria» americana*; y «Ki „ <, aü(j » '.Aw.on» ho^a ú el espirito re olueion» ijo qu© quo reina entre los opiimidos, Pero la Dictadura se equivoca. Aún cuando ©l Gobierno de los Estados Unidos fuera complico de eee crimen, los ml la tos do rebeldes quo ©n toda lt.« el oxtoa-sión de la República BQ han esta­do alistando conformo á ins Ins­trucciones de los Organizadores, seguirá en sus hrmos propósito» de revindioaoión porque la lu­cha que va a" oinproiulor el pueblo mexicano contra sus tiranos, no es la lucha d» una facción quo trata de colocar en el Poder á ésta ó aquella personalidad, no es la lucha da aventureros, como las que con frecuencia »e regis­tran on la infortunada Repi'ibl ca Dominicana y quo son anatema­tizados por propios y extraaos; es el llamamiento i cuenta» «̂ hace todo uu pueblo encadenado á sus tiranos de tros décadas; eí la lucha del bien contra «1 mal; de la loy contra ol crimen, de la verdad contra el error. E* la lu­cha dol pueblo contra oí Déspota.

Por eso, lo» mexicanos anhe­lantes do la eonquieta de lo ate* jor, permanecen en sus puestos. Por eso, nosotros continuaremos.

Seguiremos propagando nues­tras ideas on 'el Sur de oste Paín; haremos llegar nuestros pensa­mientos á loa esclavizados com­patriotas de México y en la pren-europea y latino-americana do-nunoiaremo» más y más loa crí­menes del Tirano Mexicano.

Sí, continuaremos.

Procúrese el próximo número.

Page 3: SISÓOS [ CÁMARA ANGELES 11 SON CAMPEONES DE LA …archivomagon.net/wp-content/uploads/rev_n16.pdfAÑO 1. LOS ANGELES, CAL., OCTUBRE 5 DE 1907. NÚM. 10. SISÓOS [ ANGELES 11 SON

K g Q o U C U V i X)'- I <>( oc. t/W

LA INJUSTICIA DE LOS MEXICANOS CIVILIZADOS.

Por toda la e n t e r a n de nues­tra nominal República, 'éK$"«gou-cha un himno triste y conmove­dor, que entona la raza indíge­na desde los antros tenebrosos de sus selvas. Ese himno de con­centos plañideros, pide algo así: c o m o Redención Eterna; peyó desgraciadamente nadie, ni los que viven á expensas de sus con-4 ubuciones, la ayudan, haciendo que, la lúas de Instrucción, irra-di >\ por esos ámbitos donde im-pira la ignorancia.

La actitud que toman las cía-H,n civilizadas, en la época pre-8'i nto, batioina el no lejano ex* t( rmioio de la digna raza de Ouauhtemoo; de esa raza que ha sal ido luchar con la heroicidad su't lime del patriota, en las épo­cas aciagas de la Patria, para defe ider la libertad que, aún no 'fulgura eon todo su explendor en e) cielo mexicano,

Altamente me contrista ver que, pn loe centros de población que ue llaman capitales dé los Éat» dos aún no soberanos del tod , los habitantes se entregan con toda la amplitud que les ca-racleriíta, á la vida del placer, olvidando que, en la aldea y en mo itafia, el rústico enerva sus fac ütades físicas, en la lucha te-'n*>} 18 "1 ' » t , y

j, lucha y luí ta sin 'ver un máfc allá risuoño

Todos contempU mos, impávi­dos j serenos, al humilde labra­dor sometido á la intemperie, sin alimo ito suficiente, sin hogar y sin vestuario, doblegarse al peso formidable del trabajo, y jamás pensan os en disminuir la carga misera 1 le do su vida; con darle un poco de alimento intelectual, al ooul ario, le hacemos más du­ra su ( ústencia con el aumento de su contribuciones, contribu-

que tan sólo se destinan bellocimiento de parques sos y de fiestas indebi-

Vemos tairfbíén que se des-'n cantidados de dinero para niar al quo hace, más ó me-

i bonitos, unos versos ó re-en problemas que casi nun-onen importancia, porque

110 so llevan al c a m p o de la práctica. Esto, dado el estado lastimoso en que se encuentra la mayor parte de la población mexicana, me parece hasta anti­patriótico, porque en mí humil­de concepto, creo quo, esas can­tidades de dinero, mejor se po­drían destinar para ayuda direc­ta de los que, en el taller ó en el campo de la agricultura, luchan para proporcionar á todos, los elementos necesarios para el sos­ten de la vida.

En qué consiste el progreso mexicano,—me pregunto—cada vez que contemplo a c t o s que ningún bien real reportan á los campesinos n i loa artesanos; hombres, olvidados y degenera­dos poi la apatía general de los

quo dad dad.

que podemos hacer el bien. ¡Cómo queremos hacernos dig­

nos de nuestra Patria y nuestro Siglo, nosotros, que sólo vegeta­mos como parásitos del pueblo!

No, nuestra misión está aban­donada, los verdaderos patriotas deben luchar, como quiera y con cualquiera, para redimir al dó-bil, al ignorante, al pisoteado.

De qué nos sirve la paz, si constantemente erramos, con le­vantar edificios ostentosos, don­de el dinero queda Inerle, de­biéndose emplear para que las oementeras se cultiven, y den los mejores fruto que necesita­mos para la vida.

¡Oh! causa verdadero asombro 'ver, en los principales centros de población, edificios que desa­fían á las nubes; y en las oemen­teras, las plantas raquítioas y enclenques que anuncian la des­gracia de los habitantes del país.

Causa verdadera tristeza y compasión ver á nuestros herma­nos, los Indios; en la rústica al­dea con aspecto de salvaje, y má9 tristeza, y hasta dolor, con­templar que no haya una mano amiga, para ellos, que alivie sus penas.

De nada sirve que la Historia nos cuéntelas sublimes epope-

ha necesitado la tíumanr-para obtener algtma felici-

Dtí nada sirven los juicios severos que la Historia hace de todos los indiferentes del pasa­do, do todos los traidores y de todos los hombres indignos de llamarse racionales; p o r quó siempre seguimps nuestro extra­viado oamino, y nunca pensamos en el débil que es una víctima infelia del FUERTE, y sobre to­do, en nuestros paisanos que son esclavos del Vicio, de la Ig­norancia, del Clero y de todos los patrones.'

Por oso la Historia del maña­na, con su justicia excelsa, deja­rá caer sobre nuestros sepulcros, como lluvia de fuego, sus eter­nas maldiciones.

En la radiante historia nacio­nal nada más, vemos personajes quo son maestros de virtudes.

Si nos referimos .á Ouauhte­moo, el mártir de Isáucanac,'ve­remos que la Historia nos dice con orgullo y regocijo que, has­ta el último momento de su vida defendió á su pueblo, y que vi­vió para ól y por él murió.

Ahora qiae los Yanquis con­quistan en eon de paz nuestro País, que nos burlan y nos des­precian, y que empobrecen las entrañas de nuestro territorio, extrayéndoseles los metales pre­ciosos. ¿Quién protesta á nom­bre del pueblo contra semejan­tes actos? nadie; todos contem­plamos 8«mi espantados á los que no* arruinan; 3* cobardee, nada lea decimos.

Cuanta falta noa humn los

hombres de alma broncínea pa­ra que, levantando la viril pro­testa contra los que amenazan nuestro porvenir, pongan una cortapisa á los que enpobrecen nuestro pririlegiado suelo.

Cuando despierten las razas indígenas de nuestro País ¡ayl ¡,pobreeitas de ellas! ya no en­contrarán el oro ni la plata que la naturaleza colocó en el seno de sus cordilleras. Verán ya sus campos todos talados y casi a-gotados, y tendrán que vagar como tristes limosneros por to­da la extensión de su propiedad, contemplando las ruinas de eu anbiguo territorio. Nuestras po­bres razas que duermen el sue­no de la ignorancia, seguirán entoneas, como hasta ahora, re­ducidas á la servidumbre degra­dante, hasta que, con su muerte, dejen todo el continente ameri­cano en poder de los Blancos que, en nombre de un dios des­conocido en el Planeta Tierra, les absorven por vías diferentes, la savia vital,

¿Hasta cuándo tendremos al­ma y decisión, para encararnos contra los enemigos formidables de las razas indígenas? ¿Hasta cuándo, el hombre, que á gran­des sorbos, toma el líquido ben­dito de la civilización, defenderá corrió un león, á la raza indíge­na del País? Quien sabe, por­que nadie se preocupa por el porvenir de la Patria. Todos

Incl -n p&t.i ¡í -v5"»* ' ' 1,0 'Hi se »-i <> 1 a indios, fieras en ( üma, que viven la vida del ilotw

Si ú. cualquiera hoar, se le pre-gunt,, á uno de esos, que se d i ­cen s©r ministros de un Dios, que nadie conoce, "qué tiene que hacer," responderá lívido, que va á sus prácticas religiosas, .pe­ro su conciencia emponsoñada, hablará con fas do Crimen, y di­rá, que no va á sus prácticas re­ligiosas, sino á recoger la l imos­na,— dinero que los POBRES ganan con tantas fatigas—para levantar edificios, y comer, y be­ber, y satisfacer todos sus vicios.

Si á un Jefe Político se le in ­terroga, también, sobre el mis­mo particular, d i r á q u e Va á despachar su corresponencia o -ficiül, pero jamás se le oirá decir que va á visitar tal ó cual pue­blo, con el objeto de los caminos, las escualas, etc. Y cuantas ve­ces sobre lo mismo, he tratado oon mis amigos, me dicen que tienen tal ó cual negocio que a-rreglár pero son siempre nego­cios particulares.

Jamás he oído que alguien vele los asuntos generales del país, ni que recuerde que esta­mos amenasados por el Vicio, por el Clero, y por los Patrones, y sobre todo, por la constante inmigración extranjera que a-hpra se efectúa lentamente, pero quo en la primera oportunidad, se desbordará sobre nosotros, como una jauría de hambrien­tos animales. Pero sin embar­go de todo eso, que nosotros, loa que llevamos en nuestros orga-

SOLARIDAD EXTR NJEPA

¡Obrero Mexicano! ha Legado para tí la era de reden ion; tus sufrimientos y miffi'uas deben desaparecer, para da» paso á la libertad del traba]*; y del pensa­miento, librándf <vj así de tiranos y verdugo», y apagando las voce-sitas de tus h" os que te piden pan á todas \\ >ras.

Piensa que ^os miles de infa­mias cometida.s por nuestro mal­vados governanias han de llegar á castigarse, vongando así á nuestros infeliees hermanos ase­sinados por tas hordas salvajes de de ese m o u n i t r o llamado Porfirio Díaz.

Si, exela vo mexicano, la lueha enteblada en nuestra tierra en­tre opresores y oprimidos, se va formalizando cada día más, y gracias á las estúpidas maquina-naciones nuestros enemigos, pa­ra perseguirnos, ello ha dado un resultado contra prodúceme pa­ra sus malvados planes, ya que han sido los causantes para que se divulgaran sus hazañas por todo el orbe entero, consiguien­do que caiga la maldieióo de los obreros de todos los paises sobre la cabeza de nuestros verdugos, a l a par quo fraternalmente se solidarizan eon nuestros dolores, ges tándonos t/jblemtttite apoyo moral ;y muie. mi, á fin de que nuestro de rocho do u'üboiudorea AóíUaóío.^totu nlrhente mancilla­do y pisoteado por nuestros tira­nos, llegue en no lejano tiempo á imponerse y hacerse respetar, como nuestros hermanos extran­jeros lo han hecho, luchando eoustantanmente por su eman»

nistnos todavía un corazón de hierro que langa una sangre h e ­roica, proveemos y damos á co­nocer, nadie osa levantar la frente para que mañana, el pen­dón de la libertad mexicana no sucumba en las couvulcioues de una reyerta con el Coloso dol Norte.

Porque nuestros intereses que­den del todo asegurados, y la Pa­tria althmento dignificada, debe­mos pues, preparar á esos millones de Habitantes mexicanos que mo­ran en la obscuridad, tinmiñón por­qué es sublimemente glorioso, ver surgir á las prominencias indias al horizonte do la civilización, onar-bolando la bandera de triunfo, co­mo Ignacio ramirez, venciendo á Caetelar, y oomo Juárez ostentan­do al mundo un cerro de las Cam­panas, con un podeetal do Justicia leventando con la caida portento­sa de tres cabezas.

No, mexicanos, no olvidéis que la República está en peligro y tam­bién, que los no analfabetas, no se­remos jamás suficientes para enca­rarnos con cualquiera que nos a-menase.

Y aunque sea por eso ya que na » or santo patriotismo, debéis pro­curar que la luz de la civilizaoión ee propague en esos antros tene­brosos donde moran los descen­diente del inmortal Cuauhtemoc. —"La Voz de la Justicia" (de Oa-xaoa.) j

cipación, teniendo en jaque á. sus explotadores y tiranos, mion-tras tanto se preparan para la-gran revolución final.

Por el hecho de haber sido de­tenidos en los Estados Unidos, nuestros compañeros Magón' Vi-llareal y Rivera, inculpados por falsas acusaciones tramadas co­bardemente por los porfiristas* que en todas las grades ciuda­des de la Unión se han celebrado reuniones públicas de obreros protestando enérgicamente del atropello cometido contra nues­tros amigos, y para consolidar dichos actos, se reunieron los comités de las uniones looales, pidiendo al comité de las federa­ciones nacionales que ee hagan suyas la infamia cometida con­tra los revolucionarios mexica­nos, como asi mismo se han en­viado mensajos pidiendo solara dad á los grandes centros obre­ros de París, Londres y Bruselas, al objeto de que todos los paises ee preste ayuda & lo» trabajado­res de nuestra desventurada tie­rra, que tienen el valor de pedir pan para sus hijos y libertad pa­ra sus actos y aocionos.

Entendedlobien, esbirros mexi canos, desde vuestra torpeza co­metida en Los Angeles, oon 1n "eé-lebre aprensión," que cada uno de vuestiOM enemigos se ha conver­tido en mil, y cp porque cuenta c< n la simpatía y leal ayuda do IÍM obrero,* extranjeros; y 011 lo * f n b t * " ' ' '«*><• 9( inscribirá en el libro de Itos, nns aborrosiblos de la tieria, do • esos nombres nefastos en la his­toria de los pueblos, que tan so­lo merecen desprecio y maldi­ción de todo ol mundo civilizado,

Ahi tenéis pues vuestra obra infames verdugos,' seguid con vuestra explotación y vuestras infamias, que 110 tardará ol día que podamos obtenor justa venganza.

Vosotros bevmanoH de iníortu. nioquo continuáis, sufriendo los horrorow de los malos govornmi-tes, conservad siempre el odio hacia á olios, y 110 desmayad, que nosotros desde el oxtraujoroola boraremos la formidable batalla qup ha do dar al trasto con todo lo ruin y malvado.

Y á nucstvoG cantaradas extran­jeros que tan hormosaa pruebas de solaridad nos han dado, opo-nióndoso á los cobardes planes do Porfirio Díaz y su banda do rufianes estetotns, on nombro del pueblo mexicano quo sufre y quiere libertase de las garras de la fiera burguesa y militeresca, os enviamos un fraternal saludo, dando un fuerte grito de ¡viva la solaridad do loe pueblos oprimidos!

LECTOR. Si acaso llega uno de nuestro*

ejemplares á sus manos, es para in­vitarle á que se euscriba. Si Vd. sim­patiza oon nuestras ideas y perió­dico, se lo agradeceremos infinito «á nos toma una suscripción. Pero en caso de que no fuere de en agrado, tendrá la bondad de devolvórnaoBlo, y asá noe evitará g /anden perjotaioa.

Page 4: SISÓOS [ CÁMARA ANGELES 11 SON CAMPEONES DE LA …archivomagon.net/wp-content/uploads/rev_n16.pdfAÑO 1. LOS ANGELES, CAL., OCTUBRE 5 DE 1907. NÚM. 10. SISÓOS [ ANGELES 11 SON

SE DENUNCIAN LAS Pi* LLAMS DE-PORFIRIO

La prensa americana más ca-ffaotemada, sigue ocupándose de Porfirio y de sus bribonadas en loa más duros* términos. El a-B r e B t o de los revolucionarios, nuestros amigos, ha sido un gol­pe, el má« contraproducente de los que ha pretendido pegar Por-íbrio. En contra do él se resuel­ve lo que él contaba como un triunfo y cada día más que pa-sao en la cárcel los miembros de la Junta Liberal, BS un nue­vo desprestigio contra el déspo­ta y este crece y crece cada día

. y ee forma entre las nieblas san­grientas de su f a tu a criminal,' las tempestades que le tejerán ;iin sudario de uialdjoióa y de desprecio y de muerte civil.

Tirano miserable tus días de castigo están muy cercanos.. t.

"The Citirsen," una de las pu­blicaciones más serias de,fLos Ángeles, se ocupa, en BU núme­ro fecha 20 del actual, del tira­no de Chapultepec en estos tér­minos:

"¿Estamos en México? ¿Pue­de Díaz aprehender individuos «n la ciudad de Los Angeles y Tupidamente trasportarlos al o-tro lado de la frontera dentro de pxx propio país, repegarlos á una pared de adobo», f ordenar á . us Turales ¿j u e se- 1O« <|eppabijt u *»*>* i > .ir.'•i**» 'ft/'s ^ ¡ ¡ M » »

» Aítiooa? , * j V íSi el Pi'es'idft.'te rio M 0 x | < b j¡ f>u*jde hacer esto —y lo ha inte1:!*-

Q * a d o hacer en va tu oiud¡id—nin» rtlgupa.vida puedo estar s e g u r a Cv en los Estado* Cu/dos cuando

se está persrguido por un déspo* ¿a extranjero.

**f" Los ruso» serán encadenados ""y mandados á Sifceria; las pri­siones españolas se abrirán y llenarán con los hombres arrea-des de aquí por haber pensado

,<>o»tra la tiranía española; las Repúblicas (?) de Sud y Centro América mandarán BUS exhortes para todos los que hayan huido de la tiranía que reina en aque­llos países y la orden de depor­tación sera al mismo tiempo la

• de «a fusilamiento y todo el es­pionaje y esbirronaje de Europa y Asia harón de los Estados el campo más propicio de sus ha-

He aquí la b Moría de tres pa­t r i o t a a mexicanos encerrados hoy en una prisión americana,

Ricardo Flores Magón, perio­dista; Librado Rivera, profesor normalista y Antonio Villarreal,

•ex.Teniente del Ejército Mexica­no, se encuentran en la'cárcel

<iel Condado acusados p o r el <3<:>nsul de México» Antonio Lo-scano y Castro, de haber matado á un DESCONOCIDO oh Méxi-«o el 15 de Septiembre de 1906.

Se dá lo techa del día de la «upuoBta muerte, Septiembre 15 «te ^OGr-hace un año—?y toda-vía. hasta ahora el nombre del «tuerto está desconocido.

"Usté natterto desconocido" no t«1a primera acusación queso le» h a o ? senqtllatnen'to: es la cuan*, acusación en contra de estos ,vberales mexicanos y he­cha pot 1 Gobierno de México y «us agtr es en L"os Angeles. ' P r i m e o ; Jtivera, V,igÓn y

Villarreal fueron capturados per individuos veauslv-de paisanos, sin orden judiei.!, e n u n a casa de la calle Pico* porque ellos sospechando un p<agio (kidnap-ing) llamaron la »tención á vo­ces se les' acusé le resistir á la policía. ¡Esta aoi jacién fué des­echada.

Segundo; &? acusa á Villa­rreal de haber asesinado en de­safío á un ho ' fore en México. También esta a l eac ión fué des-hechada.

Tercero: La a,u»ación .de di­famación hecha por Greene, el famoso ele Cañan ¿,t fué traída al tapete pidiendo >» la extradi­ción á $au Louis, ' {jiseourl.

Esta ' extradieldr fué rehusada por el Gobernado. Gillette cuan­do estuvo conven «do de que los aousados ho estu ¡¡eron e» Mis­souri cuando e* cometió el di­cho libelo ó difar xaoión, ,

F u é bastan una conversa-cien de dieg minutos eon el Go­bernador GiHei - s pata que el defensor Harriman desbaratara esta tercera acusación, <

Pero ahora viene tina tercera a o u a a o í ó n í ía muerte de un

México, DÉSCOOHOOIPU en

b oq est&a ^triquiñuelas" son muy ¡¡ est&a ^triquiñuelas" son muy oomune» ¡Q Ó n el acostumbrad© final de muerte por la llamada LEY FUGA, que es medi^ doce». na de balas en el cuerpo, pero aquí en ios Estados Unidos, es-' peramos que se lew ái algo de protección legal é estos hombres cuyos solos crímenes son los de haber pedido algunas reformas políticas para las clases trabaja­doras mexioanas-*rsencillarnante las reformas que su camarada, el obrero americano, goza.

¿Es un crimen pedir que el Presidente de Méxivo do»a ser elegido cada cuatro eños y que sea electo por voto popular?

¿ Deben ser considerados co­mo criminales, hombres que lu­chan por una buena 'distribu-eién de justicia-para el pueblo mejicano?

¿Puede considerarse como ©ri­men el que se profese la idea de que el Gobierno de México debe¡ repartir las tierras al q u e la» cultiva? Í *,

¿Puede permitirse que se con­denen á muerte 4 á prisión de martirios á estos patriota! tooxi-i «anos que luchan duramont© por conseguir la libertad de orgaai-zación para las clases trabaja­doras? (

Si estos son crímenes «aten­eos Florea MagÓa, Villarreal y Rivera son erimi»ale« y ¡entóJU­COS también deben ,«er e^trerm--, dos á Día» para que le»' *r *io«f uo janto ¡a una pared de adobes -y, qae sus rurales los ímíh m. ooao es costumbre en aque.I iafortu-

nado paía. Pero Los Angolés no es Méxi­

co. Aquí son loa Estados Uni­dos,

¿Puede la JUSTICIA • mexi-eana apoderarse de los enemigos políticos d© Díaa en la ciudad de Los Angeles?

Indudablemente que sí, s i Díaa y en Green y el "jato" de sus esbirros tienen en su mano hacerlo.

Ho, si la Voz de los trabajado­res de América se hace escuchar con energía y en acentos da pro­testa.

Ya conocen nuestros lectores las dieposiciones del Consejo Central de Trabajo de Los An-gélee, disposiciones que fueron dirigidas al Gobernador Gillette y qu'e íüeron una de las bases en que se upoyd la'filenóg&ción de iá extradición á Missouri de los presos polícos, y en este sentido seguirá trabajando hasta arran­ca* á la püerea política del Dés-pofea de México á los hombres honrados á quienes quiere hacer víctimas,de sus crímenes. Es­tados Unidos es un país en que deben protegerse loe hombres honrados y libres por que así lo quiere el pueblo de América.

Haee como diez años que se reunió eá &an Luis Potosí un Congreso^Ljberal que fué presi­dido po* el Ing. Camilo Arria* ga, (ahora este individuo pi-rte* neo© á Porfirio habiendo ron©* gado de sos idéale* liberto i-toe).

República íif <, ^ifeanaf Pm '4 se comulgaban ideas de Ul> /tad y fraternidad. • Ho había di ^eren-1 cias entr,e el hombre inteloetual y el trabajador^ y se efectuaba un cambio de ideas y e&pefiem-cías sobre la Vida que habían de contribuir al progreso de aquel País. - A loa pocos días de trabajar

el Congreso, concurrieron á él esbirros capitaneados por un es" pía de Bernardo Reyes llamado H, Barrón, y éstos provoearon un escándalo á balazos. Todo fué una comedia en la que se obtuvo por resultado retrasar el progreso y la libertad en Méxi­co. Actos de esta naturaleza son los comunes procedimiento» de Díaz, y de, esta manera logré destruir lo qu«í no era de su.a-grado.

Uno de los principales orga-nifsadoreis de este Congreso fué Flores Magón, ya conocido des­de antes por su poderosa inicia­tiva «orno político, y ya conocí* do también como hombre de ideales honrados y capaz de sa­crificarse por eses ideales, como lo. ha probado eon las múltiples prisiones que ha sufrido.

Flores Magón ha sostenido por largos años eu periódico lla­mado "Regen ©racioV' que pu­blicaba desdo hace más de doce año», y que ha hecho temblar &1 Gobierno de Día» p»r la denun­cia de su» crímenes.

Después do )a arbitraria y ti-r¿BÍc* dispersión dé San Luis P o t o s í , se inició uaa terrible

persecución contra los liberales. Fueron juagados algunas veces por Cortes militares y oonfina* dos en las" cárceles y sujetos al famoso sistema dé prisiones me­xicanas que tan amargaraante conocen algunos, americanos y que en México son tan «omuneB como en las hacienda» y en las fábricas que no dejan de ser cen­tros de martirios.

En las fábricas del Distrito Federal, Tlaxeala, Puebla y Ve-racruK (Orkaba) los trabajado­res tienen que trabajar dieciaeis ó diecisiete horas diarias, tenien­do apenas media hora para co­mer i con un «alario que nunca es de máa de setenta y oinco c e n t a v o s (moneda mexicana) cpm©M m á x i m e , , ouyo salario es disminuido por el sistema de tiendas de raya y de multas que se les aplica con todo rigor y que es propicio para mantener la esclavitud. indefinidamente. En estas fáfricas las mujeres ga­vian treinticinco centavos y los nifioe trabajan desde la edad de cinco aSoa y ganan tres ó cuatro

"Yo he visto1-—nos decía un testigo presesencial— i ios niftos dormirse en el pavimento de la fábrica dominados por la fatiga y entóneos obligados y h a s t a castigados por las madres que trabajan, al mismo tiempo y vi­gilan á sus hijos oprimidas y su­jetas al capatáss que no lea quita la vista y qtte brutalmente las

<n á ser ella», las, verdugos

i! H & y '

\ ^ 4% tytqttiQtfas lo» <?4<íW|Ojf» entran i Ja íábneá cuidados par dos ñlftf ;de- rurales oon el ma­chete en la mano, dispuestos á castigar á sablaaos cualquier ru­mor ó cualquier palabra de a» quel enjambre de esclavos. En las minas pasa casi < lo mismo. Las earta» que v^n para los ope­rario» las entrega la oficina de Correos, por orden del Gobier­no de Díaz, a loa capataces quie­nes las , han de leer primero y entregarlas $ s u destinatario cuando se cree que no hay peli­gro. Los periódicos est£n bajo prohibición de lectura y el mis-mo D Í M en juipio de arbitro, con paotivo de una huelga, de­claré que los operarios molo ha­bían de leer los periódieos que Íes recomendaron los Jefas Polí­ticos ó los patrones. • Hace unos nueve meses que loe operarios de Santa Rusa, No­gales y Río Blanco ee declara­ron en huelga pidiendo algunos «sontavos mas de salario y que ee acortara < un popo el tiempo do la jornada. Porfirio Dí*»« resol­vió la oueatién fusilando mas do doscientos hombree, diez mujo-res y seis niños. Una mujer fué muerta con BU hijo que tenía en brazos y otro del que e8fi«aba em­barazada.

Los organizadores fueron ¡per­seguidos y fusilados y muchos de los huelguistas mandados á Yucatán lo que es peor que la muerte. En estos días el déspo­ta ha dado-oreara, quo todo huel­guista mn desterrad© á Tres Ma­rías.

Ka estas islas, situadas en la costa del Pacífico cerca de Tepic, se castiga á loa 'ponitenuai >« no dándoles agua de beben y su jetándolos 4 horribles martirio» y apaleándolos, lo que los causa heridae que no se les ouran oca­sionando q u e se ongusanen y mueran en medio de eufritmon-tos atroces.

De estas espantoso» condicio­nes que actualmente existen eu México, han querido libertar al pueblo, patriota» como Flore Magon, Villarreal y Rivera ex poniéndose oon todo gusto á p rocer en «u intento, si nocesar jt fuera

No e« de admirarse que se n perseguido» por Díaa por «1 m > heeho de. decir la verdad leapt -to á las condiciones en quo vi e el operario mexicano, pues * >> esto depende el que eso hombí . eaiga^del poder*.

Las vidas de estos patrio a mexioanoa no valdrán un eet a-vo'si lo» pasan a territorio < on» de estiende su pod«r el Qo' »er-no do Díaz, esto es muy íá< 1 de comprenderlo; pero cómo i ' Go­bierno mexicano puede tor ríos dfr los Estados Unido» y éter á la cárcel do Los Angeles Ma • gón, Villarreal y Rivera y uanr tenerlos sujetos á una acu« toién y luego á otra y á otra, ejst no lo pedemos comprender,

Si Los Angeles están ba > la jurisdicción de Morieo, eerft ne­jo** que loa operario» » « K oar

i ¿Üü» amo» m Me'jtdf f

Lista úo Donativo» para b de­fensa de los Sres. Ricardo loro* Magon, Antonia T. Villar ¡M\ y prof. Librado Rivera Por < mduo-todel Editor de REVíUUÍ ION.

Suma antoiior #103.86 Manuel Asceneio 10.00 Un amigo del mismo 1.00 Un liberal de Douglas 18.00

" " de C. Juárez 10.00 Kafaél Escaroega '2.00 José Robles 2.00

Colectado por M. Ijan '< v do Long Beaoh, Cal. Mari a Abalo» V. de Valí. Maña do ¡Silvestre Icúdra González . Amada Paz Jesús Rocha Dolores de Méndez Remigia L. da Méndez Estela de Borrego Apoloníad» López Concha Infante O.ñO María Ana de Larragoitiy 0.50 Las niñas Raquel López 0.0f> Sofía Lope* , 0.05 Viqente Larragoitiy O.tO Manuel *' 0.25 Domitila '* (),25 Manuel Segura ®.2fí Juan Méndez [Q.Mí Petronilo Mondez 1.00 José María Méndez 1 00 Rafael Lopess 1.00 Antonio V. Borrego 0.25 Manuel Larragoitiy 2-00 José A. Fernando» 1.00-Jesúa Silvestre 1.00 Cayetano Lechuga 1,00 Paocual Collas© 1.00 Cresoenciano Reyes , 1.00 Atanasio Ríos 1.00

Total $3$4.ó®