Revista Iglesia en Jaén nº 438 (31 de mayo de 2009)

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Revista Diocesana Iglesia en Jaén del 31 de mayo de 2009

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El náufragoEl único sobreviviente de un naufragio llegó a una pequeña isla. Él estabaorando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los díasmiraba el horizonte buscando ayuda, pero nunca llegaba. Cansado, empezó aconstruir una pequeña cabañita para protegerse.

Un día, después de andar buscando comida, regresó y encontró lapequeña choza en llamas, el humo subía hacia el cielo. Lo poco que teníadentro de la choza lo había perdido. El naufrago estaba confundido y enojadocon Dios y llorando le decía: «¿Cómo pudiste hacerme esto?» Y se quedódormido sobre la arena. Al día siguiente escuchó asombrado el sonido de unbarco que se acercaba a la isla. Venían, por fin, a rescatarlo. Y les preguntó:«¿Como sabían que yo estaba aquí?» Y sus rescatadores le contestaron: «Vimoslas señales de humo que nos hiciste...»

«Iglesia en Jaén» agradece a D. Manuel Jesús Casado Mena, capellán delhospital de Linares, la coordinación del presente número.

Para reflexionar...Para reflexionar...

Tema tabúTocamos en el presente número de nuestra revista diocesana «Iglesia enJaén» un tema que es tabú para nuestra sociedad: la enfermedad. Parececomo si quisiéramos eliminar de la vida ese momento en el que la salud seviene abajo y sorprende la irrupción del dolor. Hemos configurado un mundo,entre el silencio de muchos y la aportación terrible de otros, en el que sólo seprogresa a base de ser más que los demás. La felicidad se basaexclusivamente en el propio placer o beneficio. Y desde esta premisa tanantigua y tan nueva como es el hedonismo, nuestra sociedad premia a losmás codiciosos, a los que no les importa pisotear a los demás con tal de salirganando, a los que triunfan económicamente, a los que priman en exclusiva laimagen estética y hacen ostentación pública de su absoluta falta de la másmínima decencia.

Y con estos mimbres se elabora una canasta que está muy bienpresentada en los medios de comunicación. Vemos personas en las series detelevisión, que más que ciudadanos de a pie sacados de la vida real, sonmodelos sacados de la pasarela. Nuestra sociedad premia la apariencia, elbuen vivir, el triunfo económico, el disfrutar «a tope» de la vida… Y cuando llegala enfermedad… ¿Qué hacemos con este estilo de vida? Todo se viene abajo.Todo este entramado existencial se ve abocado al vacío porque la intrusión dela enfermedad es difícilmente digerible y explicable. Y así, la enfermedad, y nodigamos la muerte, se convierten en un tema tabú, aparentemente no existe ysi se saca la conversación, mejor es acabarla cuanto antes. Y por definición, laenfermedad está en la entraña de nuestra naturaleza. Con nuestra actividad,nuestros trabajos y nuestra forma de ser, a menudo nos creemossuperhombres imprescindibles y basta un buen resfriado para quedarnosfuera de juego. Y además nos damos cuenta que el sol sigue saliendo por lasmañanas y mundo sigue funcionando a pesar de estar en cama con cuarentade fiebre.

Y es que la enfermedad nos sitúa en el ámbito de la realidad y en el dela propia finitud, que es mayor que la que creemos. Y en el acompañamientode la enfermedad, cuando más se necesita una palabra de aliento, junto a lascamas de los hospitales, en las residencias de ancianos, en los hogares deniños discapacitados… en los lugares donde se vive el sufrimiento y eldolor…allí está la Iglesia. Sí, esa Iglesia que algunos no tragan. Esa Iglesiaque la presentan como residuo del pasado, como parasitaria de la sociedadmoderna o como institución cerrada en sus privilegios. Esa Iglesia que segúnalgunos está a contracorriente de la sociedad y mantiene una ideología nocivapara el progreso. Esa Iglesia que existe sólo en los prejuicios de algunascorrientes ideológicas no es la Iglesia real, por mucho que lo voceen en susterminales mediáticos.

Nuestra Iglesia, la Iglesia real, es la Iglesia de Jesucristo, la Iglesia quetiene como norte de su existencia el amor, la Iglesia samaritana siempredisponible a acompañar y ayudar a los que sufren.

Antonio Garrido de la [email protected]

Carta del Director

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EDITA:OBISPADO DE JAÉN

VICARÍA de COMUNICACIÓN

DIRECTOR:Antonio Garrido de la Torre

[email protected]

COLABORADORES:Manuel Carmona

Manuel LópezAlberto Molinero

Juan RayaIldefonso Rueda

José Antonio SánchezJulio Segurado

Seminario Diocesano de Jaén

CORREO ELECTRÓNICO:[email protected]

MAQUETACIÓN:José Carlos Ruiz Mariscal

SUSCRIPCIONES:Jesús Jiménez.

Plaza Santa María, 2.Apartado 039 - 23080 Jaén.

Teléfono 953.230.036Fax 953.230.039.

Depósito LegalJ-121-1990.

IMPRESIÓNGráficas La Paz

de Torredonjimeno, s.l.

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Muy queridos amigos y amigas:

1. ¿Qué supone confirmarse?En estas fechas se intensifica, en muchasparroquias, la preparación de jóvenes y adultospara recibir este Sacramento.

Todo lo que merece la pena en la vidaconlleva siempre esfuerzo. Gracias a Dios, sinembargo, son muchos los grupos, concretamentecerca de cien, los que se preparan en la geografíadiocesana para recibir los dones del Espíritu Santo.

Sabéis que el sacramento del Bautismoconfiere una vida nueva en nuestra existencia, lavida de Dios, y nos libera de todo pecado, deorigen y personal. El Sacramento de laConfirmación nos santifica y proporciona la fuerzay dones del Espíritu Santo para una vida cristiana,coherente con el Evangelio de Jesucristo, y paraser sus testigos en la Iglesia y en el mundo.

Es el Pentecostés personal que se reitera alo largo de los siglos, por elque se perfecciona nuestrobautismo, y hace madurarnuestra fe, esperanza ycaridad.

2. Es necesaria supreparaciónSin preparación seria yprogramada, se corre el peligrode reducir el Sacramento a unapura formalidad o a un ritoexterno, de mero compromiso,perdiéndose de vista larenovación interior delbautizado, que es su objetivo.

En realidad, el joven, o eladulto, debe tener unaconciencia clara de los donesque recibe de Dios y de loscompromisos que adquiere eneste Sacramento. Es lo que expresará durante larenovación de sus promesas bautismales, quehará suyas en presencia de la comunidad, el día enque reciba la Confirmación.

La preparación fundamental será, por tanto,abrirse interiormente a los dones de Dios, con lasúplica sencilla de que su gracia penetre ytransforme al bautizado. En esta preparación hacefalta mucha oración.

3. Ayuda de la familia y de la comunidadMe impresionó leer los recuerdos del Papa JuanPablo II cuando recibió la Confirmación. Ya no vivíasu madre, pero fue su padre quien asumió la tareade catequista, para preparar a su hijo. Con la

LA VOZ DEL OBISPO

Confirmación:Tiempo del Espíritu

fuerza del Espíritu sería un día el Papa que muchosconocimos.

Debió dejar en su interior una fuerte huella elejemplo de su padre y la gracia del Sacramento.¡Qué importantes aquellas catequesis para suvida!

Padres, sacerdotes, catequistas, profesoresque dedicáis tiempo y oráis por los muchachos ymuchachas que iniciaron el itinerario catequísticode la Confirmación, no les dejéis nunca solos,aunque a veces se cansen y les cueste hastaunirse a la celebración del día del Señor y orarjuntos. Queredles de verdad.

Dios os pague tanto amor que nuncaquedará en el anonimato en su presencia. Eltiempo dedicado a ese joven o a esa joven, puedeser definitivo para orientar su futuro por el caminodel Evangelio de Jesucristo.

4. Respuesta del que se preparaTenéis que saber que la Iglesiaempezó con la venida delEspíritu Santo sobre losApóstoles, reunidos en elCenáculo de Jerusalén, junto aMaría, la Madre del Señor; queesta venida del Espírituperdura en favor de losbautizados a través de lossiglos y las generaciones; queÉl nos guía hasta la verdadcompleta y es nuestroconsuelo cuando sufre elcorazón por mil dificultades;que sólo con su fuerza somoscapaces de imitar y revivir elamor de Cristo, amar a losdemás con verdadera caridad yentrega.

No os resignéis a una vidasin ideales, a modas

pasajeras y a proyectos insignificantes. Buscad aJesucristo, que es quien vivifica nuestro interior,con su Espíritu, y nos da la posibilidad de hacer dealgo grande en la vida.

Reconociéndoos hombres y mujeres con lavida nueva del Bautismo: conversad con Jesús;escuchad su Palabra; gustad la alegría de lareconciliación en el Sacramento de la Penitencia;recibid el cuerpo y sangre de Cristo en laEucaristía; servidle y encontradle en los hermanos.Sabed que el cristianismo es muy rico, pero,también, exigente.

Prepárate con ilusión y seriedad para recibirla Confirmación. Puede decidir muchas cosas de tufuturo. Ánimo.

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LA VOZ DEL OBISPO

La Pascuadel enfermo

Mira al que está enfermo.Reaviva en nosotros el amor a la Eucaristía

y el compromiso para el servicio a todoslos que se encuentran en mi camino

y padecen necesidad.Enséñanos a unir la Eucaristía y el Servicio

Manuel GalianoDelegado Episcopalpara la Pastoral de la SaludLa celebración de la Pascua deResurrección inunda de gozo elmundo entero e impregna a todoslos estamentos y situaciones enque se encuentra el cristia-no. LaPascua del Enfermo, es «revivir -actualizarla» en este amplio,fecundo y esperanzador momentode la vida en que somossorprendidos y visitados. LaPascua del Enfermo, solo seentiende y cobra fuerza en elcontexto y marco del TiempoPascual. De ahí que sea elmomento más indicado el VIDomingo de Pascua.

La Pascua del Enfermo 2009,tiene unas connotacionesespeciales por los objetivosespecíficos del Plan Diocesano dePastoral «comunión ycorresponsabili -dad» que tantotiene que ver con la Campaña delEnfermo de este año: «CREER -CELEBRAR Y VIVIR LAEUCARISTÍA».

La EUCARISTÍA es el centrode nuestra vida, es el Sacramentode la nueva y definitiva Alianza deDios con su pueblo.

La Campaña de este año,nos ofrece la oportunidad deacercarnos a la Eucaristía en estemundo de la salud y laenfermedad, descubriendo cada día al Dios de la Alianza que se ha comprometido a darnos vida, amantenerla y nutrirla, a sana rla a llevarla a plenitud.

Invitamos al Señor:Mira al que está enfermo.Reaviva en nosotros el amor a la Eucaristía y el compromiso para el servicio a todos los que se

encuentran en mi camino y padecen necesidad.Enséñanos a unir la Eucaristía y el Servicio.La Pascua del Enfermo, tratamos de vivirla, poniendo a María «Salud de los enfermos» como

intercesora. ¡Goza y alégrate Reina del cielo! Porque verdaderamente el Señor ha resucitado.

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NUESTROS PUEBLOS Y PARROQUIASLA CRUZ DE LA ENFERMEDAD DESDE LA CRUZ DE CRISTO

Manuel Jesús Casado MenaCapellán del Hospital «San Agustín» deLinares y Párroco de ArquillosLa atención a los enfermos es uno de los ámbitosde la pastoral más antiguos de la Iglesia. Losmismos apóstoles sanaron a enfermos ennombre denuestro SeñorJesucristorespondiendo almandato que élmismo les hizo:«les dio podersobre losespíritusinmundos, paraexpulsarlos ypara curar todaenfermedad ydolencia» (Mt 10,1). Laexperiencia derecobrar la saludgracias anuestra fe enJesús resucitadofue una de lasclaves de laevangelizaciónen los primerosaños delcristianismo.

A lo largode la historia, laIglesia siempreha tenido muypresente estadimensión.Nunca hanfaltadovocacionesespecíficas,carismas,congregacionesy todo tipo demedios paraasistir y consolara los enfermos,que sin duda,son las personas más frágiles de cualquiersociedad o grupo humano.

La salud ha sido el bien más preciado por elhombre de todos los tiempos. En algún momentoporque era indispensable para poder subsistir,actualmente como correspondencia al ideal debienestar de las sociedades desarrolladas, pero,en definitiva, lo que está claro es que cuandofalta la salud, el hombre se ve inmerso en unadimensión radicalmente distinta a la que estabaacostumbrado. Esto afecta, no sólo al propiosujeto, sino que condiciona en gran parte alambiente cercano que le rodea.

«Dios perdona tus culpas y curatus enfermedades» (sal 103,3)

La enfermedad puede aparecer de distintosmodos en las personas. Hay personas que nacenenfermos, conforme se hacen mayores empiezana acusar las diferencias y las limitaciones queposeen respecto a los demás. En otros casos laenfermedad aparece por sorpresa, obligando al

sujeto y a suentorno familiara adoptar unascostumbresdistintas y queafectandirectamente alos ámbitos de lavida de cualquierser humano(hijos, situacióneconómica ylaboral, etc.).Por último, laenfermedadllega por la víanatural del pasode los años y lasconsiguientesafeccionespropias de unorganismo queempieza a fallarcon el paso deltiempo. En todasellas hay undenominadorcomún: lasensación defragilidad ypequeñez queexperimentatodo serhumano.

Cuandopercibimos tande cerca lalimitación conrespecto anuestro propiocuerpo, nuestrossentidos seenfocan

directamente hacia aquél «ser supremo» que lopuede todo y del que en este mismo momentonecesito ayuda. Dependiendo de la religión, laformación de la persona, de su fortaleza humanao de la abnegada aceptación de todo aquello queno se puede controlar, el enfermo va a vivir estadura experiencia de modos sustancialmentedistintos.

Es precisamente en este momento cuandola fe tiene algo que decir. Si bien la vida delcristiano es una continua experiencia de relacióncon lo divino y sobrenatural, en el momento demás debilidad, es cuando la persona se va a

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LA CRUZ DE LA ENFERMEDAD DESDE LA CRUZ DE CRISTO

sentir más necesitada de la protección de Dios.En Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios

enviado para la salvación del mundo, vamos aencontrar la respuesta y el consuelo antesemejante situación. Jesús fue un hombre quevivió la vida intensamente, que no se amedrentóal llevar a cabo aquello para lo que había sidoenviado. A pesar de esto, también padeció eldolor, la decepción y, sobre todo, la aceptaciónde una muerte lo suficientemente cruel comopara asemejarse a cualquier sufrimiento humano.

Durante su vida, Jesús muestra un especialinterés por los enfermos. Ellos eran los másdesfavorecidos de la sociedad. Vivían la soledad,les faltaba lo indispensable para vivir y, enmuchos casos, sufrían la exclusión social. Élbuscó el encuentro personal con ellos. Losescuchaba y los acogía llenándolos de fe y deesperanza. «Tu fe te ha curado»( Lc 18, 42).

Esta atenta contemplación de Jesús a losenfermos, así como su propia forma de afrontarsu sufrimiento y su muerte es el modo en que laIglesia se hace presente en el ámbito de lasalud. Respetando siempre la libertad de cadaindividuo y la de su familia, hemos de llevar laesperanza y la fortaleza que sólo Dios puede daren estos momentos a todos los enfermos quesalgan a nuestro paso.

Todo el pueblo de Dios ha decomprometerse en la defensa y dignidad de lavida. Un cristiano que no valore la vida y no secompadezca ante la enfermedad incurre en unagrave contradicción: «Estuve enfermo y mevisitasteis» (Mt 25, 40). Interesarse por losenfermos, ver en ellos el rostro de Jesús, salir alauxilio de sus necesidades y promover todo lonecesario para paliar su dolor y avivar suesperanza es constitutivo del seguidor de Cristo.

Los enfermos han de ser provistos de losinstrumentos de gracia necesarios para que, enmedio de su dolor, puedan alcanzar, con lacolaboración de los hermanos, una ayuda a losmuchos interrogantes que aparecen ante elsufrimiento continuado y la cercanía de la muerte.Cuando se está inmerso en una enfermedad

En Jesús de Nazaret,el Hijo de Dios enviado

para la salvación del mundo,vamos a encontrar

la respuesta y el consueloante semejante situación.Jesús fue un hombre que

vivió la vida intensamente,que no se amedrentó

al llevar a cabo aquellopara lo que había sido

enviado. A pesar de esto,también padeció el dolor,

la decepción y, sobre todo,la aceptación de una muerte

lo suficientemente cruelcomo para asemejarse

a cualquier sufrimiento.

grave, es un momento de gran sensibilidad porparte del que la padece. Son muchas laspersonas que avivan una fe que estabaadormecida por el paso del tiempo, y que seconvierte para ellos en paradigma y motor paraafrontar una situación que les supera.

A pesar de la creciente secularización de lasociedad occidental, se observacomo denominador común un granacercamiento a Cristo ante laaparición de la enfermedad. Estoconstituye un campo privilegiado deacción pastoral de la Iglesia que hade salir al frente del cuidado de losfieles en el momento que másnecesitan de ella. La experiencia deconfiguración con Jesucristo en lacruz es una de las más profundasque puede experimentar todobautizado.

La Iglesia, presentando aJesucristo sufriente y resucitado,está llamada a ofrecer unaaportación esencial al hombre quepadece la enfermedad. Animadapor la esperanza y el espíritu decolaboración y haciendo realidad elmensaje de Cristo en el Evangelio,la Iglesia continúa asistiendo físicay espiritualmente a los enfermospor todos los rincones de nuestromundo.

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LA CRUZ DE LA ENFERMEDAD DESDE LA CRUZ DE CRISTO

La labor del capellán:manifestar al Señor de la VidaMiguel Angel Solas León. Capellán de «El Neveral», Jaén«Padre, sé que voy a morir, por eso ahora sólo pienso envivir lo más cerca de Dios» Es la reflexión que me hacía unaenferma terminal en el Neveral, una muchacha joven , de45 años, que moría hace ya un año y medio, desdeentonces verdaderamente uno piensa en la suerte quetenemos de poder contar con la fe. Qué tremenda es laexperiencia del sufrimiento y de la muerte sin fe.

En nuestro trabajo en este Hospital, tenemos laoportunidad de hablar con muchos enfermos que estánviviendo el sufrimiento y que están en los umbrales de lamuerte, y en ese momento, hasta el más «laico» recurre aesa fe que le enseñaron desde pequeño, a esa estampa,en definitiva, a ese Dios que se encarna para darsetotalmente. El sufrimiento de Cristo, su Muerte y suResurrección son el gran acontecimiento que nos libera denuestros propios sufrimientos, que nos hace ver la vidatras la propia muerte.

Cristo se convierte así para el enfermo terminal enel que «sufrió tanto como yo», y nuestra labor comocapellanes, pasa por llevar a los enfermos y a susfamiliares, que también sufren, a que confíen plenamenteen que si unen su sufrimiento y su muerte a Cristo,también gozarán de su Resurrección con Él.

Todas las mañanas doy Gracias a Dios, porpermitirme trabajar tan cerca de estos enfermos y podercompartir la fe, mi pobre fe, con su inmensa fe, paraseguir siempre aprendiendo a Esperar en Jesucristo, elSeñor de la Vida.

Sentimiento cristianoante la enfermedadBartolomé Jurado LaraMédico de Cuidados IntensivosA pesar del tiempo que llevo tratando a pacientes ensituaciones muy graves, aún me sorprendo, con gratitud yadmiración, cuando observo la forma de afrontar situacionescomplejas de pérdida de salud por parte de pacientes concreencias cristianas.

El cristiano manifiesta una actitud positiva ante estassituaciones, y estoy convencido de que le sirve para superarsu proceso patológico. Creo que, como recurso desuperación del estado de gravedad, el sentimiento deesperanza en la vida eterna, reconforta tanto al pacientecomo a la familia. La vivencia de la enfermedad de uncristiano convencido se distingue notablemente de la actitudde miedo ante situaciones desconocidas.

Como cristiano, una de las personas a las que más headmirado fue a Su Santidad el Papa Juan Pablo II. Su formade afrontar su estado de salud en los últimos años de suvida, en mi modesta opinión, ha ayudado a los cristianos consu ejemplo de fe y confianza a Jesucristo. Este sentir seaprecia en los enfermos cristianos y es compartido con amory respeto por sus familias.

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Reflexionesde una internista cristiana:

Dra. María MartínSi existiese un utensilio para medir el sufrimientohumano y lo colocásemos en una planta deMedicina Interna, estoy convencida quealcanzaría altas cuotas de intensidad, casiardería. Si algunos de los que lean esta nota hantenido contacto con una planta de MedicinaInterna sabrán a que me refiero. Suele haberenfermos ingresados jóvenes para estudio ytratamiento de enfermedades sistémicas y otraspatologías muy serias y pacientes senilespluripatológicos con un alto índice de mortalidad.Es aquí donde yo trabajo.En los boletines sobre la Liturgia que se elaboranperiódicamente en la capilla de mi hospital, hayescrita una frase de una gran profundidadintelectual y espiritual: «El amor a los que sufrenes signo y medida del grado de civilización de unpueblo» (Juan Pablo II). Creo que es unareflexión que debería guiar las actuaciones decualquier cristiano y en particular la de losmédicos cristianos. Jesús fue un incansablepromotor de la salud y del amor a los sufridores;y debemos ser imagen viva y creíble de Cristo eneste menester. La asistencia integral a unenfermo debe comprender el aspecto físico y elespiritual, ambos interrelacionados de tal maneraque si no actúas sobre uno de ellos, el otro nomejora.

Constituye un tópico decir que en occidentevivimos en sociedades aconfesionales. Talafirmación es cierta si se hace mirando solamentea la neutralidad confesional de los Estados; pero,

vistas las cosas desde la realidad socio-cultural,nuestras sociedades no son aconfesionales. Enlas sociedades plurales como la nuestra losprincipios de no interferencia en asuntos deconciencia y de respeto a las divergencias debenprimar en la asistencia sanitaria.

Todo enfermo y su familia viven unasituación espiritual distinta a la que viven encircunstancias de salud y lo hacen de un modopersonal, único e irrepetible. Tenemos laresponsabilidad de ayudarles en sus necesidadesespirituales. Si éstas son cristianas deben seratendidas por el asistente pastoral del hospital ypor el personal sanitario cristiano que losatiende, inspirándose en el mensaje delEvangelio; y en el paciente no cristiano, elmédico cristiano debe acercarse respetuoso yabierto con las convicciones no católicas o nocristianas. Ante todo debe primar lahumanización en los cuidados a los enfermos yatención a las familias. Cada intervenciónterapéutica debe tener en cuenta esta verdadfundamental.

Los sacerdotes y los médicos cristianosdeben procurar que no falte la consoladorapresencia del Señor en los hospitales. Intentarreconocer y acoger el rostro de Cristo crucificadoen los enfermos que más sufren. Los creyentesque trabajan en el campo de la salud han de sertestigos creíbles del amor de Cristo. Ser imagenviva de Cristo en el amor a los enfermos y a losque sufren. Jesús fue un incansable promotor dela salud.

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LA CRUZ DE LA ENFERMEDAD DESDE LA CRUZ DE CRISTO

Francisco Jesús Ballesteros [email protected]://fcojesusbp.blogspot.comEs muy difícil creer estas palabras que os voy a decir, mis queridos hermanos, pero eldolor y la enfermedad, no son más que una vocación dentro de nuestra Iglesia, igualque la del sacerdocio, vida consagrada o matrimonio.

Es una vocación a la que nadie nos gustaría estar llamados, pues no esagradable responder a ella, pero los que por voluntad de Dios la hemos recibido,no debemos sentirnos desgraciados ni desdichados, sino todo lo contrario felices

y contentos porque Nuestro Señor nos haelegido a nosotros, para que por medio denuestra enfermedad y dolor, prediquemos ydemos testimonio de su Evangelio, inclusoen una planta o habitación de hospital, ynos lo ha pedido a nosotros porque sabeque somos los únicos que vamos aresponder a esa llamada.

Finalmente deciros que cuando estemosgraves o en servicios hospitalarios en losque no podamos ser acompañados pornuestros familiares y/o personas queridas,(como pueden ser U.C.I., unidad deagudos de Salud Mental, etc), e inclusoque por nuestra seguridad nos quitennuestras cosas y símbolos externospersonales, lo que nunca nos podránquitar es la compañía física y real de Dios, ynuestra fe en Él. Por lo que no debemostemer nada, aunque como personassuframos, pero con Él nada nos ocurrirá.

Dolor y enfermedad:evangelizar y resucitar

«La comunión es lo más hermosoque nos puedes traer».Paqui Lozano CerónSoy ministra extraordinario de la comunión. Losministros de la comunión tratamos de trasmitir elgran amor que Dios nos tiene a nuestros enfermosy sus familiares. Llevamos al Señor y Él nos lleva aesos sagrarios vivos que son los enfermos.En mi localidad hay una residencia de mayores. Losdomingos les doy la comunión y es muy gratificantever las expresiones de que éste se ha convertidoen un momento de la semana importante paraellos: algunos me esperan a la entrada. Uno deellos me prepara la mesa con su mantel y la velaencendida.También visito semanalmente enfermos en suscasas. Después de darles la comunión leemos lareflexión y oración de la hoja dominical que elaboranuestro párroco y les dejo una copia. En alguno deellos me ha impresionado su fe y fortaleza en eldolor, así como la alegría con que reciben al Señor.Todas estas vivencias van configurando yenriqueciendo mi vida cristiana y me hacen seguirilusionada en las tareas con las que me hecomprometido..

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Creer, celebrar y vivir la EucaristíaManuel Morales GarcíaCapellán del HospitalMedico-Quirúrgico de JaénCon este itinerario, la Iglesia en Españanos exhorta para la Pascua del Enfermode dos mil nueve.

Creer: la presencia real y verdadera deJesucristo en el Sacramento de laEucaristía. Invitación para acompañar suPresencia Sacramental en tantossufrimientos del cuerpo y del alma.Fiados en su Palabra: «No os dejarésolos... estoy con vosotros». Es el Señor,que también se personifica en elsufriente: «...estuve enfermo y mevisitasteis».

Señor Jesús,ayúdame a creer.

Que en la oscuridadde mi enfermedad,

la SagradaComunión

sea mi alimentoy fortaleza.

Celebrar: La celebración Eucarística es memorialde la Pasión del Señor por la Redención de laHumanidad. En la Santa Misa el Señor nos ha dadoejemplo para que ofrezca mi situación dedebilidad, de oscuridad para hacer el bien. Escelebración de la entrega, sabiendo que los demásme necesitan. Mi sufrimiento, llevado con fe, meidentifica con Cristo que se entrega, «completa loque falta a la Pasión de Cristo».

Señor Jesús,que en mi enfermedad,

aprenda de Ti,a no quejarme

sino a hacerla Voluntad del Padre,

que para esome ha llamado.

Vivir: Puedo y debo, por bautizado, dar muchofruto de santidad y apostolado. La enfermedad esuna situación positiva, que hace Iglesia. El enfermono es un cristiano anulado sino que da vitalidad alCuerpo Místico.

Señor Jesús,Tu enseñaste

a los enfermos a seguirte.Te apoyaste en ellos

para dar comienzoa la Iglesia.

Te ofrezco mi vidapobre y débil

por las necesidadesde tu Iglesia y del mundo.

Que sepa vivirmi enfermedad

con la serenidad y la alegría,que Tú me das

en la Eucaristía.

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Desde hace 30 años, las Hermanas de laConsolación estamos presentes en Linaresintentando transmitir el Carisma que María RosaMolas nos dejó: llevar la misericordia y el consuelode Dios, sobre todo a los más necesitados, los máspobres.

Nuestra misión se extiende entre losenfermos del hospital San Agustín, dondeejercemos nuestra labor profesional sanitaria;también acompañamos y formamos a los miembrosdel «Voluntariado de la Consolación», que comofamilia nuestra que son, intentan transmitir elconsuelo que de Dios reciben, acompañando yescuchando a los enfermos y familias que más lonecesitan por su proceso de enfermedad o por sularga estancia en el hospital.

Pero nuestras ganas de transmitir elCarisma de la Consolación en Linares no acabanaquí, ya que nuestra casa la podríamos llamar de«puertas abiertas». Todos los miércoles tenemosoración con todas las personas que quierenunirse y compartir en comunión la fe y la vida.También se dan clases de apoyo a más desesenta chavales que tienen dificultad con losestudios; tenemos catequesis los viernes, gruposdel COM (Movimiento Consolación para el mundo)y un grupo de laicos comprometidos cristianos.Los sábados ensayamos con el coro de jóvenespara participar en la Eucaristía en la Parroquia deSan José, a la que pertenecemos. La casatambién abre sus puertas para conferencias,charlas, reuniones de formación y convivenciasde diferentes colegios.

Deciros que realmente todo es un regalogrande, porque el Señor nos va poniendo a laspersonas en el camino, nos va abriendo luces, paraque desde lo pequeño de cada día, podamosseguir extendiendo su Consolación según lasnecesidades de nuestro tiempo… Como el últimoproyecto comenzamos hace más de un año: laCasa de Acogida, cuyo fin es acoger y defender lavida en mujeres embarazadas o con bebés sin

recursos, poniendo mediosy buscando alternativaspara que puedan seguiradelante y crecer comopersonas en todos losniveles. Este proyecto estásiendo posible porqueestamos convencidas quees de Dios que sale anuestro paso a través detanta gente sencilla de laParroquia de San José, delos grupos de laConsolación que nos estánayudando y de personasvoluntarias que optan pordedicar parte de su tiempopara colaborar, acompañar,escuchar… y lo más

importante: ¡defenderla VIDA!

¡Que el Señor nossiga acompañando a todospara seguir dando gratistodo cuanto de Elrecibimos!

Llevar el consuelo de Dios:El Carisma de las Hermanas deNuestra Señora de Consolación, de Linares

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Un testimoniomisionero:es posible vivircon menos delo imprescindibley ser feliz a la vezManuela Fernández LópezEnfermeraCon mi experiencia, hace ya casi tres años en unviaje a la República Dominicana, pude comprobarcomo, a pesar de no tener casi nada, se puedevivir muy feliz. Lo hice como cooperante de la ONG«Funden Vacaciones sanitarias».

Como casi todo en esta vida, tiene una parteinjusta…la falta de recursos humanos y materialesen el hospital «Nuestra Señora de Regla», dondeestuve colaborando era extrema. No disponía deropa de cama, de modo que eran los enfermos los

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Miguel Jesús Medina MartínezMédicoHubo un prestigioso cirujano, deinmejorable formación intelectual ycultural, excelente profesional ymejor persona, de quién me honrécon su amistad y del que aprendímuchas cosas, si tenías la suertede escuchar su conversación llenade anécdotas y experiencias, delas que siempre se extraía unaenseñanza, si tal era tudisposición. Estas enseñanzasnacieron de esa fusión de ciencia ysacerdocio que supone la praxismédica, transmitidas de unageneración a las siguientes con laúnica finalidad de que toda estasabiduría fuese preservada paramejorar la relación entre elenfermo y el médico, entre el que sufre dolor yquién pretende mitigarlo.

El Dr. Aljama, a quién me he referido, queya dejó esta vida, me decía: «Querido Miguel, elmédico diagnostica a veces, cura cuando puede yconsuela siempre». Y es que siempre hay quesituarse en el lugar del enfermo y en el de sufamilia a la hora de la verdad.

El testimonio de un médico:consolar siempre

Cumplo ahora treinta añosen esta bendita profesión yahora me toca a mí transmitirésta y otras enseñanzas a losjóvenes médicos en esafantástica simbiosis deexperiencia a cambio de avidezde conocimiento. Tiempo másque suficiente para ver y oírdemasiadas miserias,demasiadas desgracias,demasiados dramas einfortunios. Innumerablesocasiones en las que has tenidoque dar noticias que jamáshubieses querido dar eincontables para el desalientopor esa enfermedad para la queno tienes solución.

Con todo lo que suponenestas vivencias, lo único que puedes hacer esintentar consolar y confortar, recibiendo en muchasocasiones el testimonio sobrecogedor de personasdesvalidas, desahuciadas y en estado terminal queconfían y esperan en la misericordia de Cristo.

Del encuentro con el que sufre, con lapretensión de confortar, hay ejemplos de los quesales confortado.

que tenían que llevar la suya propia desdesus casas. Y esto si la tenían, ya que lamayoría de las veces no disponían de ella.

Recuerdo un día cuando una madretuvo que arropar a su hijo recién nacido conel vestido que llevaba puesto y abandonóel paritorio (por llamarlo de alguna manera)desnuda sentada en una silla de ruedas.

Pude ver como una cama eracompartida por tres mujeres en el periodode dilatación, mezclándose así los líquidosamnióticos y demás fluidos propios delalumbramiento.

Asistí a una niña que con tan sólodoce años se enfrentaba a laresponsabilidad de ser madre, cuando lopropio a esa edad es jugar a ser madre,pero de las muñecas que te han regalado.Era difícil encontrar a chicas dando a luz contreinta años. Esa edad se considera muyavanzada en esa sociedad.

Los pacientes también tenían quecomprar los medicamentos y la sangre. Estose hacía muy difícil, por no decir casiimposible en la mayoría de los casos,debido a la extrema pobreza que acusabacasi la totalidad de la población.

Y con estas experiencias una puedecomprender cómo es posible vivir conmenos de lo imprescindible y ser feliz a lavez.

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Antonio M. Aceituno SánchezParroquia Santa María la Mayor - AndújarLa parroquia, comunidad y familia cristiana quetrabaja y peregrina sembrando el Reino de Diosen medio de la sociedad en la que vive y sedesarrolla, expande su atención y actividadpastoral a todos los fieles y grupos de personasque la componen: losniños, los jóvenes, losmatrimonios, losnecesitados, losequipos de animación,los mayores, lascofradías, el equipo deliturgia…Somos una comunidad,una familia y comocualquier familia todossus miembros requierenuna atención y unadedicación que lafamilia parroquial debeproporcionarles puestodos enriquecen lavida parroquial con susactividades y hacen quela comunidad caminehacia su meta en Cristosi todos se sientenintegrados, acogidos yresponsables de sucampo de acción.Un grupo siemprepresente en la vida dela parroquia son losenfermos e impedidos.Son miembros más dela comunidad que, comoen cualquier familia,requieren una atenciónespecial por suslimitaciones y sentirseintegrados y atendidos de una forma más directay significativa que el resto para poder irsuperando su situación personal y sentir que nose les olvida ni desplaza por sus limitacionessino, todo lo contrario, siempre están presentesen la oración y en la atención en medio de lacomunidad.A través de los propios familiares o vecinos, oincluso por su propia interpelación, se llega hastaellos en sus domicilios o en los centrossanitarios. El primer contacto con estas personasante el bache de la enfermedad es fundamentalpara que la labor pastoral tenga sus frutos. Laconversación tranquila con el sacerdote, eldesahogo, el ser conscientes de que cuentan conel apoyo de su parroquia, no solo espiritual sinoincluso material o asistencial, les ayuda a tener

buen ánimo, a sacar fuerzas para luchar y seguiradelante, convencerse de que el Señor está conellos cargando también su cruz, sentir lamaternal protección de la Virgen y necesitar de lapresencia de Dios a su lado para seguir adelante.Los ministros de la comunión desempeñan unpapel de gran responsabilidad en la parroquia

pues habitualmenteson ellos los que estáncerca de las personasque sufren laenfermedad y son elnexo que les une a lacomunidad y les hacesentirse miembrosplenamente integradosde la misma en la vidade la parroquia.Es muy gratificantecuando semanalmentese le visita y se leslleva al Señor para quereciban la comunión elescucharlos como seinteresan por la vidaparroquial, comopreguntan por lasactividades que seestén desarrollando ycomo necesitan ellostambién el serescuchados en suscuitas y necesidades osimplemente charlar unrato con un miembromás de su familia enCristo, porque esosomos y así nossienten, que culminarecibiendo el alimentoEucarístico. Tenemosque reconocer y

afirmar que el escuchar y compartir con losenfermos sus penurias pero también sufortaleza, la ilusión cuando se les lleva al Señory la emoción y el ánimo con el que lo reciben,son una auténtica catequesis viviente para losque nos acercamos a ellos y tenemos quedarles las gracias siempre por poder mirarnosen su espejo para fortalecer y revitalizarnuestra fe.Siempre debemos tener presentes a losenfermos e impedidos en nuestra vida parroquial,tanto sirviéndolos como recibiendo de ellos lariqueza enorme de su fe que están deseandocompartir con los demás como lo experimentamosen la Eucaristía de la Unción en la Pascua delEnfermo. Para ellos es una jornada de ilusión yalegría a pesar de la enfermedad, el que los

Los enfermos, su presenciaen la comunidad parroquial

Somos una comunidad,una familia y como cualquierfamilia todos sus miembros

requieren una atencióny una dedicación

que la familia parroquialdebe proporcionarles

pues todos enriquecenla vida parroquial

con sus actividadesy hacen que la comunidad

camine hacia su metaen Cristo si todos

se sienten integrados,acogidos y responsablesde su campo de acción.

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acerquen a suparroquia y comprobarque el estar impedidospara participar de formadirecta y habitual en laactividad parroquial, noles resta importancia,sino todo lo contrario,en medio de sucomunidad reciben elsacramento de laUnción de Enfermos ycomo dicen sus propiosfamiliares, a los que laparroquia siempre debeapoyar en su labordirecta de cuidadores,ese día parecen que seolvidan de lasdolencias.En este Año Jubilar quenuestra diócesiscelebra en honor denuestra Patrona laSantísima Virgen de la

Tenemos que reconocery afirmar que el escuchar

y compartir con los enfermossus penurias pero también

su fortaleza, la ilusión cuando seles lleva al Señor y la emoción

y el ánimo con elque lo reciben, son

una auténtica catequesisviviente para los que

nos acercamos a ellosy tenemos que darles las gracias

siempre por poder mirarnos en suespejo para fortalecery revitalizar nuestra fe.

Cabeza, tenemos quetransmitir a losenfermos de forma muyespecial la protecciónmaternal de María, a laque ellos siempre seacogen y participenactivamente del Jubileoa través de lapreparación adecuada yla participaciónsacramental con laoración del Año Jubilary aunque no puedanpor sus limitacionesacercarse a Ella en suSantuario de SierraMorena y contemplar lasoberana belleza de laMadre de Dios, sesientan abrazados porla Santísima Virgen lomismo que tiene aJesús estrechado en suregazo.

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LOS DESEOS DE UN ANCIANO- Deseo que me hagas sentir que soy amado, que soy útil todavía, que no estoy solo.

- Deseo permanecer en mi casa o en la tuya, aunque esto me ocasione algunaincomodidad. Recuerda que cuando tú eras pequeño yo las sufrí por ti.

- Deseo que cuando comamos en la misma mesa me des conversaciónaunque yo apenas hable.

- Deseo que me ames sin interés alguno por lo poco mucho o nada que puedadejarte al morir.

- Deseo que llenes de cariño y amor esta última etapa de mi vida;no creo que pida demasiado.

- Deseo que no bromees por mi paso vacilante o mi mano temblorosa.

- Deseo que comprendas mi incapacidad de oír como antes.Háblame despacio y claro, pero sin gritar, si no es necesario.

- Deseo que tengas en cuenta que mis ojos están nublados.Perdona mis posibles torpezas.

- Deseo que tengas tiempo para escuchar lo que te diga, aunque no te intereseo te lo haya dicho ya mil veces.

- Deseo poder seguir sintiendo tus caricias sobre mi mano cuando lleguemi momento final.

Gracias, mil gracias, por atender mis deseosUn día, puede ser que otros hagan posible para ti estos deseos.

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«La presencia y elcontacto con la persona

enferma, poder estrecharsu mano, preguntarle

cómo se encuentra,compartir junto a ella sus

preocupaciones ysentimientos, dejarle unapalabra de aliento, nunca

podrá valorarsesuficientemente (…).

La enfermedad siempre esuna situación especial

que es preciso iluminar yver, por el cristiano, a laluz de la Cruz de Cristo.

Debemos procurarinfundir ánimo en el

enfermo para que asumalibremente y sin amargura

su existencia finita ylimitada, procurando

combatir y aliviar su dolor.

Desde que fueasumido por

Cristo, el dolortiene una eficacia

redentoraincalculable.

Cuando nosotrossufrimos, Cristo

sufre connosotros».

Ramón del Hoyo LópezObispo de Jaén

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Iglesia en Jaén: Rosa, ¿qué destacarías en tulabor como voluntaria en el hospital?Rosa: Ante todo, agradecer esta oportunidadque se me brinda en la revista «Iglesia en Jaén»,de dar a conocer el voluntariado de las Hermanasde la Consolación, al que tengo la suerte depertenecer.Mi labor como voluntaria y en general la decualquier voluntario que se precie, está basadaen el compromiso desinteresado de ayudar alotro. Por lo tanto, cualquier cosa que realizo enel hospital, va encaminada a poner a disposiciónde los demás, todo aquello que gratuitamentehemos recibido.Además del acompañamiento a los enfermos,suelo colaborar con los capellanes en lapreparación para la celebración mensual de unaEucaristía, por las personas que fallecen duranteel mes. Mi tarea consiste en llamar a todas ycada una de las familias de los difuntos, paracomunicarles el día y la hora en que se oficiará la

«Merece la pena regalar tu tiempoy colaborar desinteresadamenteen la felicidad de los demás»

Entrevista a Rosa Díaz, visitadora de enfermos

eucaristía.No puedes imaginar la labor de acompañamientoque se puede realizar ahí; ¡es increíble! hayveces que te abren su corazón, pues en ciertomodo estás recordándole toda la experiencia desufrimiento que aún está muy reciente. En esosmomentos tienes que realizar la misma relaciónde ayuda y acompañamiento, como si se tratarade un enfermo; tienes que participar en lossentimientos del que está al otro lado de la líneatelefónica, escuchar, y sobre todo una condiciónfundamental en el acompañamiento la empatía,esa capacidad de comprender los pensamientos yemociones del otro y darle a entender estacomprensión.

I. J.: ¿Es una labor dura?R.: ¡Uf!... vaya preguntita. Mira, allí donde loshombres y mujeres sufren la enfermedad, lafragilidad y la muerte, son lugares donde laspersonas vivimos nuestras experiencias más

Rosa Díaz Hernándezforma parte del grupo

de visitadores de enfermosdel voluntariado de

las Hermanas de la Consolaciónen el Hospital San Agustín

de Linares desde hace 5 años.Además colabora y pertenece

al consejo pastoral,al grupo de liturgia (lectores),

es coordinadora delas asambleas familiares

y componente del corode la Parroquia de San José,

a la que pertenece.

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radicales y determinantes de nuestras vidas.Esas experiencias nos ponen al descubierto, nosplantean interrogantes, nos dejan indefensos, ensituación de dependencia, de inseguridad eincertidumbre. Ahí es donde el ser humano seencuentra con su nimiedad, en supequeñez…pero he ahí la grandeza y dondesurge el milagro de la fe y como diría San Pablo:«todo lo puedo en aquel que me conforta».El voluntariado es una experiencia de consolacióny desconsolación. Hay algo muy claro en la laborde un voluntario, sobre todo, en elacompañamiento espiritual: si no hay encuentrocon Cristo, si tú no eres capaz de ver en cadarostro humano el rostro y el cuerpo herido deCristo, si los demás no ven en ti el consuelo deCristo, siempre al lado del que sufre, delenfermo, del anciano, del débil no puede haberun buen voluntariado cristiano.

I. J.: ¿Qué te llevó a colaborar en este ámbitode la pastoral de la salud?R.: Es curioso, pero lo que me llevó a esapastoral fue precisamente mi falta de salud, laenfermedad. En la enfermedad uno se sientedébil, frágil, amenazado….fue a través de esesufrimiento que encontré el consuelo en unacomunidad cristiana, mi comunidad de laparroquia de San José y la de las Hermanas de laConsolación. Ambas me acogieron y meofrecieron todo su cariño, apoyo y confianza,esto es algo que nunca podré agradecersuficientemente, en especial, a una Hermana de

la Consolación que en aquellos momentos dedolor apostó por mí y pensó que yo podíadesempeñar la labor de voluntaria del hospital.La Iglesia es comunidad y curar y atender a losenfermos y ancianos es misión de la comunidad,de la Iglesia. Por ello, no es el individuo aislado,sino el individuo acompañado e integrado en lacomunidad quien mejor puede acompañar alenfermo. Yo en aquellos momentos tuve la fuerzay el apoyo de mi comunidad de San José.

I. J.: ¿Que tipo de actividades realizáis a lolargo del año?R.: Comenzaré por lo que a mí más me gusta yme emociona: la fiesta de navidad. El día 24, porla tarde, el servicio religioso del hospitalcompuesto por capellanes, hermanas de laconsolación, grupo de voluntarios y jóvenes delC.O.M., pasamos por todas las plantas. Conguitarras y todo tipo de instrumentos, al efecto,vamos cantado villancicos intentando llevar unpoco de la alegría y el milagro de la navidad.También entregamos un detalle a todos y cadauno de los enfermos que ese día se encuentranhospitalizados. Es una experiencia increíble ymuy emotiva cuando entras a una habitación ytanto enfermos como acompañantes no puedenreprimir las lágrimas…y los demás tampoco.¡Siempre llegamos tarde a la cena familiar!El día de reyes se vuelve a repetir, eso sí, consus Majestades de Oriente y con la misma alegríae ilusión de los jóvenes… y los no tan jóvenes,repartiendo caramelos y otro «detallito».

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Se intenta celebrar y llevar a los enfermos todasla festividades de nuestra fe: Semana santa,Resurrección…. En el mes de mayo solemoscelebrar el día del enfermo con la celebración dela Eucaristía y unción de enfermos.Posteriormente se pasa por todas lashabitaciones y entregamos una rosa, las floresson un signo de vida y alegría.

I. J.: ¿Es cierto que en la labor deacompañamiento al enfermo se recibe más delo que se da?R.: Yo resumiría la pregunta en esta frase: al finalel amor que damos es el amor que recibimos,multiplicado y dimensionado. Es a través delservicio a los demás donde el cristiano se hacegrande y su la fe recobra el verdadero sentido.

I. J.: Suponemos que tendrás muchashistorias...R.: Ciertamente, son muchas las personas queconoces a lo largo de cinco años y cada una deellas tiene su propia historia, te aseguro quealgunas son increíbles……Me viene a la memoria un señor mayor, denacionalidad portuguesa, estaba en unaresidencia de ancianos. Era soltero y no tenía anadie aquí en nuestro país. Estaba solo en unahabitación y no recibía ninguna visita. El tiempoque estuvo allí procuré dedicarle todo mi tiempo yme presté a darle la merienda y la cena.También recuerdo a una señora, igualmenteestaba sola y también vivía en una residencia.Suelen llevarlas por caídas y casi siempre nosuelen salir con vida. En algunos casos, muerenporque no tienen motivos para luchar y seguirviviendo. Esta señora en concreto me dijo quequería morirse y se salió con la suya, se empeñó,

no quería comer. Para mí fue una experiencia muytriste y confieso que no supe aceptar su voluntadde dejarse ir…y se fue un jueves santo y tuve lasuerte de pasar con ella sus últimas horas. Al díasiguiente, viernes santo, fui, pues sabía que nole quedaba mucho tiempo, y me dijeron quefalleció el jueves, horas después de mi visita. Mesentí mal porque debí seguir los dictados de micorazón que intuía que era cuestión de horas, yno tenía que haberme marchado.Si te das cuenta existe un denominador comúnen estas historias: una enfermedad que es másmortal que ninguna otra «la soledad». Lo tristees que estas situaciones se repiten con bastantemás frecuencia de lo que imaginamos.

I. J.: Algún mensaje de ánimo para aquéllosque desconocen esta pastoral tan específica...R.: Me gustaría que mis palabras pudieran llegaral corazón de toda persona que sea capaz detener un gesto de cariño, una sonrisa, unapalabra de aliento, capacidad de escucha…Megustaría decirle a los jóvenes, a ellos que sonportadores de alegría, energía y salud, que lavida es un misterio y el sufrimiento, tanto elajeno como el propio, es una ocasión paramadurar. Que merece la pena regalar tu tiempo ycolaborar desinteresadamente en la felicidad y…¿por qué no? en la curación de aquel que sufre.

¡Los voluntarios podemos ser alguienpara el mundo y un mundo para alguien!

Quiero terminar con una frase de la Madre Teresade Calcula:

«Una de las grandes enfermedadeses no ser nadie para nadie».

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Madre Guillermina Villanueva de San JoséReligiosa de la Congregación de Madresde Desamparados y San José de la Montaña(23 años)El Carisma de la Congregación de Madres deDesamparados y San José de la Montaña es: lacaridad misericordiosa siendo Madres para losDesamparados y saliendo a sus necesidadesmateriales y espirituales para remediarlas.El objetivo general que nos proponemos desde elEquipo de Pastoral es el siguiente: «Crear yfomentar un ambiente propicio donde puedagerminar y crecer la Fe, ayudándoles a integrarcon paz y serenidad su ancianidad.»

Como Madre de Desamparados y comoResponsable de la Pastoral de la Salud de laResidencia de San Juan de Dios de Andújar,muchas veces me he preguntado: ¿Cómo poneresto en práctica con las personas mayores queviven en nuestra residencia? Es muy fácil pero muydifícil a la vez.Mi respuesta es amando, es una palabra quecontiene mucho significado, la mires por donde lamires. En los momentos en los que acompañamosa las personas mayores y a sus familias, lo quemás necesitan es sentirse amadas, comprendidas,apoyadas…Amar es muy difícil si lo hacemos de persona apersona, pero si primeramente nosotras nos

sentimos amadas por Dios a la hora de entregarese amor a los residentes y sus familiares serámucho más fácil y la persona mayor se sentirárealmente amada, comprendida, apoyada…Las Madres de Desamparados amamos a losancianos con un desinterés absoluto. Así lo dicennuestras Constituciones: «Tengan presente que elanciano necesita ser amado por sí, con un desinterésabsoluto. Sean comprensivas, delicadas y pacientescon todos…» También si nos acogemos a la Palabrade Dios: «Tuve hambre y me disteis de comer, tuvesed y me disteis de beber, fui extranjero y merecogisteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermoy me visitasteis, estuve en la cárcel y vinisteis a

verme» «Cada vez que lo hicisteis con un hermanomío de esos más humildes, lo hicisteis conmigo» (Mt25, 35-36; 40) A partir de este texto, decir quenosotras intentamos ver el rostro de Cristo encada persona que se nos acerca. Y así ¿cómo noamar a cada uno tal como es? Es el mismo Jesús elque nos mira, el que nos llama, el que nos habla.Es el mismo Cristo el que necesita ayuda paravestirse, ayuda para comer, ayuda paracomunicarse...Hace unas semanas vino a nuestra residencia unanciano, Javier. Él tiene la enfermedad deParkinson. Tiene 77 años. La enfermedad ya está

avanzada, no puede caminar, tiene unasonda gástrica, se comunica mediantegestos con las manos y con la cara, puesno puede hablar…A veces me siento completamenteimpotente pues no entiendo lo que mequiere decir. La verdad es que tiene muchapaciencia al repetirlo todas las veces quehaga falta y al final tristemente no aciertoqué me quiere decir. Mi pregunta muchasveces es: ¿qué hacer? No he encontradomuchas respuestas, y con esto vuelvo alprincipio, lo único que puedo hacer es veren él el rostro de Aquel que me amaprimero y amarlo.

Así, viviendo desde este convencimiento meencuentro realmente llamada a hacer posible elarticulo de nuestras Constituciones: «Agradezcan alSeñor el haberles concedido la gracia de amar a losancianos por vocación. Si ven a Cristo en ellosfácilmente se mantendrán firmes en la entrega ydedicación, y lograrán un clima de amor, que es parael anciano condición indispensable en el desarrollo desu vida espiritual y psíquica.»

Realmente le tengo que dar gracias a Dios porpedirme que entregara mi vida a Él y de lagracia que me ha concedido de amar a los

ancianos por vocación.

Pastoral de la salud bajo el carismade las Madres de Desamparadosy San José de la Montaña

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Este pasado 1 de Mayo , tuvimos la gracia depoder celebrar en Linares el Primer Encuentro decristianos bajo el título: «Somos una granfamilia. Cristianos de Linares». Nuestro deseoera poder reunirnos, vernos las caras y compartirjuntos los cristianos que estamos en Linares ydarnos cuenta de que somos más de los quecreemos, más que los que, día a día nos vemos enlas parroquias.

El día comenzó con una presentación y unrato de oración todos juntos, pidiéndole a Dios quenos ayude a sentirnos, en la Iglesia, esa» granfamilia», donde nadie está solo, sino que formamosparte de algo más amplio.

Después, un grupo de personas invitadas de

Primer «Encuentro de Cristianos»en Linares

la Delegación de Apostolado Seglar, en continuidadcon la charla que nos dio el P. Luis María Salazar enel Encuentro de Catequistas de este año, nospresentaron un itinerario de catecumenado deadultos que la Conferencia Episcopal estáproponiendo a nivel de toda España y que ellosdesde hace un tiempo ya han comenzado en suparroquia. Ellos, desde distintos estados de vida,nos proponían este camino que tiene como fin unaimplicación más grande de la fe en la vida, querealmente nuestras parroquias sean esos núcleosde hermanos donde unos a otros nosacompañamos, nos ayudamos a vivir la fe desdedonde Dios nos llama a cada uno y donde todos sepueden incluir.

VIDA DIOCESANA

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Enviados dos misioneros seglares al CongoJuan Raya MarínAlfredo y María Luisa son matrimonio, 26 y 27 años,arquitecto y pedagoga, que están preparando lasmaletas para irse por tres años como misioneros alCongo. Sí, sí, a ese país de África que últimamentesale tanto en los periódicos y en los noticieros, queestá en guerra permanente por controlar susingentes recursos naturales. Ya les he dicho enalguna ocasión que todos llevamos un par degramos de esa guerra en el bolsillo, en el coltán denuestro móvil.

Alfredo y María Luisa llevan años preparándosepara este momento, incluso se fueron a trabajar aZaragoza para poder seguir el proceso de formacióncon los misioneros de la Consolata. Es una decisiónlargamente meditada y planificada, desde la opciónde fe y el proyecto de vida en común en el quesustentan su matrimonio.

Van a vivir en Ishiro, una especie de capitalprovincial, que hasta tiene aeropuerto con un vuelosemanal con Kampala.

Van a trabajar con los misioneros de laConsolata, pero se sienten Iglesia de Jaén yenviados por la Iglesia de Jaén.

Después de ese momento de exposicióntuvimos un rato de preguntas y de testimoniosdonde algunas personas fueran compartiendo losintentos que ya se viven en las parroquias.Además se presentaron dos testimonios: primeronos hablaron de la Casa de Acogida que tienen lashermanas de la Consolación destinada a mujeresembarazadas o madres solteras donde participancomo voluntarios muchos laicos; y por otra partenos hablaron de las hospitalidades de Lourdes,que ya funcionan en otras diócesis y que estácomenzando en la diócesis de Jaén.

Una de las conclusiones que se sacó de toda

esta mañana es lo importante que son estosmomentos de encuentro, de trabajar y caminarjuntos, no cada uno por su lado. La llamada, comoarciprestazgo, a crear «puentes» entre nosotros,para vivir en comunión como una auténtica familia.

La mañana concluyó con una misa dondeconcelebraron un grupo numeroso de sacerdotesde Linares. Después tuvimos la comida compartidaentre todos y concluimos este día de Encuentrocon un concierto a cargo del grupo de La EstaciónLinares-Baeza, donde se veía en el ambiente queestábamos en un día de fiesta, de la alegría quesignifica compartir juntos la fe y la vida.

VIDA DIOCESANA

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VIDA DIOCESANA

Miguel Lendínez TalaveraDelegado Episcopal de MisionesMás de medio centenar de niños de la Diócesis de Jaén han viajado hasta Madrid para participar los días2 y 3 de mayo en el III Encuentro Nacional de la Infancia Misionera, que tuvo lugar en el PabellónTelefónica Arena de la Casa de Campo, con representación de miles de niños de toda España.

El este III Encuentro Nacional de Niños de los Obra Pontificia de la Infancia Misionera se hapretendido que los niños descubran la dimensión universal de su formación cristiana y humana. En elencuentro tuvieron la oportunidad de participar en actividades festivas con otros niños, viviendo laexperiencia de la universalidad.

La Diócesis de Jaén estuvo representada por 24 niños de la Parroquia de la Santa Cruz dePegalajar, otros tantos alumnos del Colegio San José de la Montaña de Torredonjimeno y 17 niños delColegio Pedro Poveda de Jaén.

Niños de Jaén participanen el Encuentro de Infancia Misionera

celebrado en Madrid

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VIDA DIOCESANA

Casa de acogida«Santa Mª Rosa Molas» en LinaresHermanas de Nuestra Señora de la Consolaciónde Linares (Jaén)En respuesta al tema del aborto, en el últimotrimestre de 2007 la Comunidad en Linares de lasHermanas de la Consolación acondicionaron unaparte de su casa –con la ayuda de un amplio grupode personas de la Parroquia de San José-, paraacoger a mujeres gestantes y a madres con hijospequeños en situación de pobreza o exclusiónsocial.

Se trataba de darles un hogar durante eltiempo necesario, a fin de que, una vez superadossus problemas, pudieran integrarse en el mundolaboral y conseguir salir adelante por ellas mismas.Mientras tanto, tienen cubiertas sus necesidadesbásicas, se les facilita atención psicológica,formación personal y profesional, conocimientos delidioma, de puericultura, de labores de hogar…Tanto en la propia casa, por personal especializado(psicóloga, especialista infantil, monitora…) ypersonal voluntario (profesora, especialistas,cuidadoras…), como en otros Centros que hanofrecido colaboración (Linares Acoge, Cáritas…).

En principio solo contaban con los ingresosde las Hermanas por su trabajo en el Hospital SanAgustín de Linares, la ayuda de la Congregación ylos donativos particulares de los miembros de lacomunidad parroquial.

Ya en el año 2008, la Obra Social de La Caixales concedió una ayuda significativa, y han ido enaumento las colaboraciones de otras personas yentidades particulares de la ciudad. La financiaciónactual aún dista mucho de la presupuestada comonecesaria para el proyecto en su totalidad, peropoco a poco va llegando el fruto de la fraternidad yla solidaridad.

La dedicación de las Hermanas, el trabajo delas profesionales y el grupo de voluntarias, hanhecho posible que en poco tiempo se hayanconseguido logros importantes, que son el mejorestímulo y el mejor pago a la ilusión puesta eneste servicio.

Emma Cristina, la última niñanacida en nuestra Casa de Acogida

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VIDA DIOCESANA

Juan Leiva Varea. Vocal de Comunicaciones.Consejo Diocesano.Feliz reencuentro el que tuvimos un numerosogrupo de hermanos en Cristo en este acogedorpueblo giennense, con motivo de la celebración yexaltación de Jesús Sacramentado, al cumplirse loscincuenta años de la creación de su grupo deAdoradores Nocturnos, en el que los que loconocíamos, nos encontramos con ya viejosamigos, unidos en la fe desde la distancia.

Nos comprometimos con dichos hermanos,con el ferviente deseo de fomentar nuestra uniónmediante la Eucaristía, y para que les constara queno están solos en su lucha y apostoladoevangélico, por lo que con ellos allí estuvimoshermanos de Beas de Segura, Mancha Real,Marmolejo, Torreperogíl y Jaén precedidos pornuestros abanderados con el asta Eucarística quese ostentaron en el altar mayor de su iglesia deNuestra Señora de Los Ángeles.

A las ocho de la tarde se inició la procesiónde banderas que partió de la Casa de la Culturahacia el templo, manifestando nuestra fepúblicamente en el trayecto, con cantosEucarísticos, comenzando seguidamente la SantaMisa, concelebrada por nuestro ConsiliarioDiocesano el Canónigo don Antonio Aranda Calvo yel párroco joven del pueblo, don FranciscoCarrasco, asistidos por tres niños monaguillos y unjoven de poca edad portador del incensario.

Tanto al comienzo como en la homilía y alfinal de la Eucaristía, los sacerdotes dirigieron lapalabra a los fieles que llenaban la iglesia, y enparticular don Antonio nos recordó nuestraobligación como cristianos desde el bautismo, deser apóstoles de Cristo, y las palabras del ApóstolPablo: «Cristo vive, y es la Palabra de Vida Eterna.Nuestra fe es verdadera, pues Cristo Resucitó ycon Él resucitaremos nosotros. No es vana nuestrafe». En esta Pascua de Gloria del Señor, nos hablóde la infancia misionera, recordándonosprecisamente las jornadas que ese mismo día secelebraban en Madrid por niños y jovencitos detoda España: Esa es nuestra fe, esa es nuestramision .

La presentación inicial corrió a cargo delmiembro del consejo local Juan Joyanes Jiménez, ylas lecturas por el presidente del consejodiocesano José Luís Guerrero Rubio y el del local,Juan González Espinosa nuestros queridoshermanos, y finalizado el santo oficio, fue expuestoel Santísimo manteniéndonos unidos en Él y con Élen una breve vigilia, con el rezo del Santo Rosarioa cargo del Secretario de la Adoración enCarchelejo, el joven Juan Ramírez Ruiz, encargadocomo tal en la recepción de anotar a los asistentesy repartirnos una bella estampa-oración,conmemorativa del aniversario, estando siempreunidos a todos ellos, los también miembros delconsejo local, hermanos Antonio González Galián,de 90 años de edad y Claudio González Perabá,los dos hermanos adoradores que son los dos que

Adoración Nocturna:nuestro cincuentenario en Carchelejo

aún tenemos desde el primer momento de lafundación en Carchelejo, iniciándose finalmenteuna corta procesión con el Santísimo por las callesjunto al templo. Reservado el Santísimo, se cantóuna bella Salve a Nuestra Madre Reina y Señora,que aparecerá en un próximo Boletín, y acontinuación, el presidente de Marmolejo, hizoobsequio de un recuerdo, al de Carchelejo: Unbello estuche expositivo de una imagen de MaríaSantísima. Como colofón de todo, fuimosobsequiados con un ágape, que también es motivode hermandad.

Todo fue muy hermoso, emotivo yesplendoroso, hermanos de Carchelejo.

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VIDA DIOCESANA

María Antonia MuñozEn una mesa redonda quetuvo lugar en el últimoencuentro de antiguasalumnas del Colegio PedroPoveda, Nati Ruiz Saiz,Magdalena SánchezMartos, Luisa RuizHigueras e InmaculadaSillero Arenascompartieron con suscompañeras de estudiosvarias Experiencias dehumanización ytransformación Social endiversos ámbitos.

Nati es Enfermeradel Complejo Hospitalariode Jaén y colabora con laONG «Quesada Solidaria».Expuso la labor que realiza, en Guatemala con elequipo médico que, en etapas de vacaciones, sedesplaza con medicinas y material quirúrgico paraatender al mayor número posible de personasenfermas en lugares de extrema pobreza.

Magdalena que es Profesora de Biología delIES San Juan Bosco de Jaén, presentó los diversosaspectos de su tarea educativa y el modo dellevarla a cabo desde el carisma y la misión de laInstitución Teresiana que conoce como antiguaalumna y como miembro de ACIT AndalucíaOriental.

Luisa, Profesora de Matemáticas de laUniversidad de Jaén que también es miembro ACIT,expuso la tarea de voluntariado que realiza, en elCentro Penitenciario Jaén II, con los jóvenesinternos a los que atiende la Delegación Diocesanade Pastoral Penitenciaria.

Inmaculada es Médico especialista en SaludPública y trabaja en la Delegación de Salud de Jaéncomo Jefe de servicio. Presentó la tarea decoordinación del trabajo que llevan a cabo unostreinta profesionales de las diversas áreas delámbito de la salud pública. Una tarea de servicio ala sociedad para la que reconocía que le había sidomuy valiosa la formación recibida en la InstituciónTeresiana.

A través de esta mesa redonda se pretendíaprofundizar en la vigencia que tiene, en nuestrotiempo, el modo de ser y de estar en la sociedadque S. Pedro Poveda propone para los laicos.Poveda se sintió llamado por Dios a suscitar en laIglesia un laicado capaz de encarnar la fe cristianaen el mundo de hoy como lo hicieron los primeroscristianos - hombres y mujeres – en el seno deaquella sociedad pagana. Este aspecto del carismay de la misión de la Institución Teresiana se expusocomo introducción a la mesa redonda.

Precisamente se había invitado a exponersus experiencias a ex alumnas del Colegio PedroPoveda porque, a través de otros encuentros, sehabía podido constatar con satisfacción que ésteera un modo de presencia en la sociedad que

Ex alumnas del Colegio Pedro Poveda de Jaéncomparten experiencias de humanización

muchas de ellas intentaban hacer realidad entareas diversas. Una constatación que hicieronpalpable todas y cada una de las antiguas alumnasque intervinieron en esta mesa redonda.

Estos son algunos de los testimonios quedejaron por escrito muchas de las ex alumnas queparticiparon en este Encuentro: Milagros Padillaafirmaba en su escrito: «Me ha llamado la atenciónla preparación, las tareas tan interesantes querealizan y la forma tan amena y actualizada deexponerlas». Amparo Colomo, aludiendo no sólo alo que acababa de oír sino también a lo queconocía de otras antiguas alumnas, decía: «Mesorprende que esa siembra haya quedado grabadaen tantas personas y siga siendo, también hoy, unimpulso en nuestras vidas»... Todas las queparticipamos en el encuentro, decía LucreciaPareja, tuvimos ante nosotras «el testimonio deunas mujeres en las que era evidente sucompromiso cristiano como laicos plenamenteinsertos en la sociedad, su magnífica preparaciónprofesional, su compromiso social y su empeño porcolaborar en la construcción de un mundo másjusto, más solidario y más humano».

La Eucaristía del domingo se prestaba, comosugería la monición de entrada, a pedir al Señor«que El siga haciendo siempre nuevas todas lascosas en nosotros para construir, día a día, lanovedad del Reino».

Las que deseaban visitar el Colegio tuvieronocasión de hacerlo. Fue una visita guiada en la quepudieron apreciar con satisfacción algunos cambioscomo el de la capilla. También conocieron algo másde todo lo que aquel edificio evoca de la historia dela Institución y, sobre todo, de San Pedro Poveda yde Josefa Segovia. De su cariño y suagradecimiento hacia ellos dejaron las ex alumnasmuchos testimonios por escrito. María Rodríguez,además de su gratitud, mostraba el deseo de«seguir las huellas» que ellos marcaron. Es lo quepretenden estos Encuentros: favorecer laformación del laicado e impulsar su compromisocristiano en la sociedad actual.

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MANUEL LÓPEZ PÉREZ

Soliloquios en la lonja

¿6000 euros...?Pues ea, un año mas nos han dado la tabarracon el lamento del «extravío» que las primerascomuniones llevan a las familias.

Algunos reporteros, que están en todo,nos han vuelto a ilustrar con minucioso detallede los mil y un adminículos, complementos,accesorios y cuchipandas que al parecer sonimprescindibles para que los zagalillos recibanpor vez primera la Eucaristía. Y luego de hacerun detallado presupuesto, llegan a conclusionesno muy fiables, pero que a su entender soncerteras. «Hacer la primera comunión» obliga alas familias a gastar una media de entre seis mily tres mil euros. Y eso en tiempos como losactuales, supone -dicen- una terrible sangríapara las economías familiares. Con lo queaprovechando que el Pisuerga pasa porValladolid, sacuden unos cuantos coscorrones ala Iglesia, a las parroquias y a «los curas» engeneral y lanzan sibilinamente la especie de quecon las primeras comuniones la Iglesia tienemontado un saneado negociete. Y como vivimosen la sociedad de la desinformación y la supinaincultura, hay más de un padre/madre, abuelo/a,chache/a, que se lo cree a pies juntillas. Y nadiese pone a razonar algo muy elemental: que elacceso a la Eucaristía es gratis total. Y que paraque el niño/a se acerque por vez primera a tanprimordial sacramento, solo hace falta un mínimode coherencia y la suficiente base formativa paraque entienda qué significa, a qué obliga y desdesus infantiles entendederas asuma gozosamentesu condición de cristiano.

Lo demás - el traje de almirante o los tulesde princesa, el reportaje en vídeo y DVD, elbanquetazo de tropecientos invitados con barralibre, la consola, el móvil de última generación yel resto de las zarandajas-, no son sinoadherencias que más estorban que ayudan.

Uno, que por ser ya un carroza, recibió porvez primera la Eucaristía en aquellos tiempos enque las familias basaban su día a día en elsentido común, cuando mira para atráscomprueba que la decorosa fiesta que vivióaquel día no le dejó ningún trauma. Antes bien,todavía le enternece el recuerdo del celo con quemi maestro nos preparó, aquellas ropas en lasque mi madre volcó su amor en cada puntada, elregusto de los ochíos y magdalenas del jubiloso«refresco» con que en casa se celebró el eventoy la cara de satisfacción que manifiestan en lasfotografías el reducido, pero selecto grupo deinvitados que nos acompañaron. Algo que añosdespués se repitió con mis hijas, que «hicieron»la primera comunión vestidas de calle yrevestidas de alegría, en una ceremoniaprofundamente sentida por todos yjubilosamente celebrada entre una docena defamiliares y amigos íntimos.

Así que menos historias. A las primerascomuniones convendría que las fuésemosrevistiendo de más coherencia, mayorreligiosidad y menos despilfarro. Así no causarían«la ruina» de las familias. Y el que quierafanfarria, que la celebre «por lo civil».

Santo Reino

CartelDesde sufundación, laAgrupación deCofradías deJaén recogióentre susobjetivos elfomento de ladevoción a lahistórica reliquiadel SantoRostro. Y poreso mismo, enreiteradasocasiones hautilizado tanvenerada efigiecomo elementoesencial delcartel deSemana Santa.

Este añose ha vuelto aproducir tal circunstancia. Y el cartel de la SantaSanta 2009 ha ofrecido como motivo el SantoRostro. Su autor, el pintor Francisco Galiano Gómezha conseguido plasmar con acrílicos y pan de oro,sobre tabla de 45 x 66 una personalísima visión delmensaje pasionista del Santo Rostro, consiguiendoun cartel bellísimo y de profundo sabor jaenés. Fuepresentado el 23 de enero en el Teatro Darymeliapor el Deán de la Catedral don Francisco JuanMartínez Rojas y de él se hizo una tirada de cincomil ejemplares en los talleres de Ímprenta Blanca,que han servido no solo para difundir la SemanaSanta de Jaén, sino para poner de manifiesto, unavez más, la vinculación del mundo cofrade con tanhistórica reliquia.

Semblanza y memoriamartirial

ANTONIO CASTILLO GARCÍACoadjutor de Santa María, en Linares. 43años. + 18 de agosto de 1936. Cementerio deLinares.

Nació en Linares el 5 de octubre de 1893.Huérfano de padre, ingresó en el Seminario,ordenándose presbítero en 1918. Primero fuecapellán en el asilo y en septiembre de 1919 sele designó coadjutor de Santa María.

El 27 de julio de 1936 un miliciano y unguardia de Asalto le detuvieron, acusado de«desafecto», en su domicilio de la calle del Pilar,llevándole al calabozo municipal. Allí sufrió unacrisis de ansiedad por lo que a los tres díastuvieron que pasarle al Hospital.

El 18 de agosto, pretextando su trasladoa Jaén, le llevaron en un coche a una canterade arena junto al cementerio donde fuefusilado.

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VIDA DIOCESANA

Peregrinación a Fátimadurante los días 1, 2 y 3 de Mayopresidida por el Sr. ObispoJuan Párraga BarrancoCon gran alegría un grupo devarias parroquias de la diócesisy de la capital emprendimos unviaje a Fátima con el principalobjetivo de conocer de cerca ellugar donde puso sus plantas laSantísima Virgen y donde seapareció a tres niños, Lucía,Francisco y Jacinta.

Recorrimos con granemoción los lugares donde seapareció la Virgen y por dondepasan millones de fieles pararezar e invocar a la Señora.Sentimos especial emoción alrecorrer el pueblecito deAjustrel, lugar donde pasaronsu infancia los niños, donderecibieron la visita del ángel ydonde ellos realizaban susjuegos infantiles.

Nos impresionó el grannúmero de cristianos queacudían a la Misa que presidió eldía 1 nuestro querido Sr. Obispo, y nos emocionábamos al cantar a la Virgen estas estrofas en castellanodel 13 de Mayo. El domingo participamos en la Misa Internacional que presidió el Obispo de Fátima y en laque concelebraron muchos sacerdotes, entre ellos los dos que nos acompañaban, D. Jesús SimónPeinado y D. Juan Párraga que dirigía esta peregrinación.

Nos volvimos el día 3 por la tarde después de saborear unos recuerdos inolvidables, porque Fátimatiene un encanto especial que todos recuerdan cuando vuelven. Invitamos a que este viaje lo puedancelebrar muchos más; por nuestra parte ya hemos pedido las fechas del 13 Mayo del próximo año 2010.

Nuestro agradecimiento especialmente al Sr. Obispo que hizo un largo camino y que se sintióagusto con sus diocesanos y recordando la visita que él había realizado hace ya bastantes años, ynuestro recuerdo también para todo el grupo que vivió con emoción esos tres días en Fátima.

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VIDA DIOCESANA

Acercándonos anuestra CatedralPepi y Alberto.La primera capilla que aparece en la nave dela izquierda según accedemos desde la plazade Santa María, es la dedicada al PatriarcaSan José.

Está compuesta por un retablopequeño muy atractivo, es de color blancocon dos pisos y ático sostenido por ochocolumnas de orden corintio.

En el centro del primer piso en tamañonatural, podemos disfrutar de una esculturaclásica que representa a San José con elniño en brazos y en su mano derecha portauna vara de nardo floreciendo.

Es una imagen estofada y policromadaque fue elegida en el año 1972 para unagranexposiciónnacional deartereligioso.En surecienterestauraciónbajo elmanto,apareceotro decolorblanco condibujosdoradosmuyagradablesy que hanmejoradonotablementela imagen.En elcentro delsegundopiso, podemos contemplar un Cristocrucificado y en el frontón a Dios Padre.

A la izquierda del retablo y de arribaabajo, vemos los cuadros de San Cristóbal,San Juan Bautista y San Francisco y a laderecha a San Nicolás, San Mateo y SantaCatalina.

En el banco aparecen los cuatroevangelistas y los cuatro padres de laiglesia, casualmente los mismos que losesculpidos en piedra en la fachada principalde nuestra catedral.

En el testero izquierdo sobre elconfesionario que ocupa D. Manuel Peña,observamos un cuadro de la Sagrada Familiacon la Virgen de Belén y San José en unsegundo plano y en el testero de enfrente,un lienzo del retablo de la Virgen de lacapilla, vestida y con el rostro moreno por elhumo de las velas, tal y como la conocíamosantes de su restauración.

Pablo,el Apóstol yTestigo

La conversión de San PabloJosé Antonio Sánchez OrtizSaulo de Tarso, después de presenciar la muertedel protomártir Esteban en Jerusalén, comenzó supersecución del cristianismo. Para ello solicitó unaautorización al sumo sacerdote que le permitieraperseguir a los cristianos fuera de la Capital, y seencaminó hacia Siria, y más concretamente a laciudad de Damasco, donde, según las fuenteshistóricas, huyeron muchos cristianos helénicosdesde Jerusalén. Pues bien, según los Hechos delos Apóstoles y las Cartas de San Pablo, ocurrióalgo tan extraordinario y decisivo por el caminoque marcó y transformó su vida.

Lucas en los Hechos de los Apóstolescuenta tres veces la conversión de Pablo (Hch 9,1-19; 22, 3-21; 26, 4-23). Y no lo hacegratuitamente, sino porque quiere convencer alos lectores de que el suceso del Camino es unacontecimiento decisivo y fundamental para elApóstol de los Gentiles. En dichas narracionesencontramos a un hombre tan derrotado,sorprendido y perplejo, que se limita sólo a haceruna pregunta: ¿Quién eres, Señor?, y la respuestaque recibe es directa, desconcertante y siempre lamisma: Yo soy Jesús de Nazaret, a quien túpersigues (cf. Hch 9, 5; 22, 8; 26, 15).

Este es el encuentro que derrota y rinde alde Tarso. Y es que la gracia de Jesús Resucitadole hace cambiar su vida 180º. De ahí que el judíoperseguidor del supuesto «blasfemo de Nazaret»y sus seguidores, se convierta también en unblasfemo y perseguido para los judíos, pues apartir de ese momento, reconoce y confiesa queJesús era el Mesías esperado, el Hijo de Dios quetenía que venir al mundo.

Por otra parte, en el testimonio de Pablo ensus cartas de lo que fue su conversión (1Cor 15,8-10; Gal 1, 13-17; Flp 3, 7-14; 1Tim 1, 12-17),quiere puntualizar y dejar claro que fue lainiciativa de Dios lo que le hizo encontrarse conCristo Resucitado. Pablo no quería ni buscabaencontrarse con Cristo, pero Éste salió a suencuentro y le hizo experimentar su gracia. Esagracia que transformó su vida y que es capaz detransformar la vida de todo hombre.

En definitiva, no sabemos si realmentePablo de Tarso cayó del caballo, o si a lo queocurrió en el camino de Damasco es mejorllamarlo conversión o vocación. Lo que sí tenemosclaro es que fue el encuentro con Cristoresucitado lo que cambió su vida y ensanchó sucorazón. Y que, por tanto, fue la gracia de Dios loque le abrió los ojos y lo transformó deperseguidor en apóstol, de pecador en creyente.Este es Pablo, el apóstol que experimenta, vive yanuncia el Evangelio de la gracia.

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...PARA CONTEMPLAR Y REZAR A PIE DE CALLE

Con tu luz siempre viva, siempre eterna,que brota a borbotones, en cascada,de tus manos, de tu Presencia llenade luces, de estrellas de fina plata,

fuiste llenando mi opaca lámpara,y con ella, llena de clara luz,emprendí mi camino de esperanza,fue tu viva luz, mi Señor, fuiste Tú,

por quien hallé, en las cosas creadas,tu inmensa hermosura, tu gran belleza,icono e impronta de tu grandeza,

con tu viva Presencia iluminadas,de tu sabiduría vivientes huellas,que dejaste reflejadas en ellas.

Tu Presencia, luminosa y tan clara,rompió con viva luz la noche oscura,y, embargado por tu viva hermosura,dejándome llevar por tu Palabra,

hice, en luz de día claro, mi andadura,Te busqué y por tu luz fuiste encontrado,en el hombre, en tu mente dibujado,por ti creado a tu imagen y figura,

y, por él presente en Ti, fuime hallado,pues él está siempre en tu sabia mentey nunca es de tu amor abandonado,

y participando constantementede Ti, fui llenándome, con presura,de tu Presencia luminosa y pura.

Martín Santiago Fernández HidalgoPárroco de la Santa Cruz de Jaén

A la luz de tu presencia

Misa mozárabeen honor de SanAmador, Patrónde MartosSalvador Aguilera LópezDesde hace tres años se vienecelebrando una Misa en ritohispano-mozárabe con motivode las fiestas de San Amador,ya que este santo mártirmarteño perteneció a estaépoca histórica. Por segundoaño, esta Eucaristía fuecelebrada por el Rvdo. D.Salvador Aguilera López, quevino desde la Archidiócesis deToledo. La Misa en ritohispano-mozárabe se celebróel pasado 1 de mayo en laParroquia de San Amador deMartos.

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