Los que cuentan Antología - bilbao.eus

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10 PERGOLA Los que cuentan E ^ N los últimos meses, ha coincidido la publicación de varias obras del género de gran relevancia. *■ La primera de ellas lleva por título Pequeñas resistencias. Antología del nuevo cuento español. Editada por Pá- ginas de Espuma, editorial que desde su creación, en 1999, está empeñada en reafirmar el valor de la narrativa breve, esta obra ofrece un muestrario de los principales cuentistas españoles naci- dos a partir de 1960. El volumen agrupa a treinta autores (incluidos cuatro nacidos en Hispanoa- mérica pero que residen en España), al- gunos muy conocidos, como, por ejemplo, Juan Manuel de Prada, Almu- ^ dena Grandes y Felipe Benítez Reyes, y otros prácticamente desconocidos, aunque todos ellos con, al menos, un li- bro de cuentos publicado. Además de certificar el buen nivel de la actual cuentística española, la obra incluye una poética personal del cuento de ca- da autor, lo que permite al lector cono- cer, a través de sus reflexiones sobre estética, gusto y método utilizado, có- mo concibe el género del cuento cada uno de ellos. De Hispanoamérica Por su parte, la Antología crítica del ^ cuento hispanoamericano del siglo XX (dos volúmenes) que ha publicado Alianza Editorial supone una herra- mienta excelente para entender la evo- lución de la narrativa breve hispanoa- mericana de las últimas décadas. Como dice en la introducción José Miguel Oviedo, encargado de seleccio- nar los treinta y nueve cuentos que componen la obra, “para dar un indicio de la importancia y la madurez que el cuento alcanzó en Hispanoamérica en el siglo XX, bastaría mencionar tres o cuatro nombres que cualquiera recono- cerá de inmediato: Borges, Cortázar, Rulfo, García Márquez”. Pero en esta « antología no están representados sólo los autores más ilustres del cuento his- panoamericano del siglo XX, como los mencionados u otros de gran impor- tancia (por ejemplo, Mario Benedetti y Augusto Monterroso), sino también otros menos conocidos (también gran- des cuentistas) aunque necesarios para cumplir el objetivo de esta obra: plas- mar la diversidad de dicha cuentística. La obra incluye cuentos que son au- ténticos clásicos, como El Aleph, de Jorge Luis Borges, y No oyes ladrar los perros, de Juan Rulfo, y otros que, sin serlo, pueden considerarse excep- cionales, como Pequeños propietarios, 'de Roberto Arlt. Aunque todavía bastante alejado de otros géneros, en especial de la novela, la narrativa breve tiene, últimamente, más presencia en los planes editoriales que la que tenía hasta hace poco tiempo Alberto Moravia narraciones breves del escritor argenti- no subsiste una especie de lucha feroz contra la angustia y la infelicidad. Co- mo escribe Gustavo Martín Garzo al inicio de esta obra, “la literatura de Arlt, como su obsesión por el mundo del delito, surgiría alH donde todos los sueños utópicos parecen haber llegado a su fin”. De Brasil y de Europa La editorial Alfaguara es la respon- sable de otros dos magníficos volúme- nes de cuentos: Antología del cuento portugués y Cuentos reunidos de Clari- ce Lispector. El primero de ellos es una antología de la cuentística portuguesa desde que ésta alcanzó su madurez de- Se acaban de publicar los cuentos completos de Roberto Arlt y los de Clarice Linspector, así como una selección de Alberto Moraría Precisamente de Roberto Arlt, la le- gendaria editorial argentina Losada (establecida recientemente en España) • -acaba de publicar sus Cuentos compie- tos. En ellos, poblados por toda una se- rie de personajes marginales pero tre- mendamente lúcidos, está muy presen- te la parte más patética, miserable y ca- ótica de la vida. Son temas recurrentes la hipocresía, la traición, la delincuen- cia, la locura, la prostitución y la obse- sión por el dinero, cimientos de un uni- verso narrativo perturbador, erigido con una prosa áspera pero de gran fuer- ' ’’za y sinceridad. En este sentido, en las fmitiva, impulsada por los escritores románticos, hasta la actualidad: reúne a los cuentistas más destacados de la lite- ratura lusa, una de las de mayor vitali- dad y lirismo de Europa. La antología se inicia con el escritor romántico del siglo XIX Alexandre Herculano y fina- liza con José Luis Peixoto, uno de los autores más jóvenes de Portugal. Junto a estos dos nombres, están presentes otros cuarenta y ocho, para mostrar la evolución del cuento portugués a partir de! momento en que éste alcanzó su madurez: por ejemplo. Eia de Queirós (realista), Mário de Sá-Cameiro (mo- dernista) y Mário-Henrique Leiria (su- rrealista). Los Cuentos reunidos de Clarice Lispector agrupa en un solo volumen los seis libros de cuentos publicados de forma independiente de la escritora brasileña. No están incluidos algunos otros cuentos publicados en periódi- cos y revistas, pero la edición de esta obra no tiene precedente en lengua es- pañola. En estas narraciones breves, la autora, más que contar historias con un argumento (en sus cuentos, la acción es mínima), transmite sensaciones inten- sas, impresiones ardientes de un mo- mento de la realidad. Como en sus no- velas, sus cuentos son una forma de en- contrarse consigo misma, con su mun- do interior, y de buscar su propia iden- tidad, de mujer y de ser humano. Tam- bién está muy presente en ellos la difi- cultad de la comunicación humana. Y siempre un uso apasionado del lengua- je, mucha sensibilidad y gran compleji- dad psicológica. La misma falta de precedente de los Cuentos reunidos de Clarice Lispector tiene el volumen titulado El amante re- chazado, que agrupa una parte de los cuentos que Alberto Moravia escribió en los primeros años de su actividad li- teraria, entre 1928 y 1951. Muchas de las narraciones de esta obra, publicada por La Esfera de los Libros, tienen co- mo tema la guerra mundial y la pos- guerra, con un enfoque testimonial, unas veces, y autobiográfico, otras. Por otra parte, este libro es una excelente muestra para apreciar la profunda inda- gación narrativa del escritor italiano. Roberto Ruiz de Huydobro Antología cuento portugués Prólogo y sciccción <Íc Jo5o de Melo üio Cuentos dominicanos CUENTOS dominicanos (una antología) es el tí- tulo de la primera antología de narrativa breve contemporánea de autores de la República Domi- nicana que se publica, de la mano de ediciones Siruela, en España. La obra agrupa a ocho escri- tores (cada uno representado por tres cuentos), el mayor, Armando Almánzar Rodríguez, nacido en 1935, y el más joven, Manuel Llibre Otero, nacido en 1966. Los cuentos de este libro son de una intensidad y una vitalidad admirables, y están llenos de una sensibilidad unas veces lastimera pero otras muy entusiasta. Las historias contadas son muy diver- sas: por ejemplo, está presente la infancia (como en Los muchachos del Memphis, de Pedro Peix, y en Masticar una rosa, de Ángela Hernández Nú- ñez, en Sos que se idealiza la niñez), los abusos sexuales a la mujer (como en Ana, la Princesa, y en En tránsito, de Luis Martín Gómez), el amor (como en Amo tres hombres, de Ángela Hernán- dez Núñez), los abusos de la dictadura de Truji- 11o (como en Pormenores de una servidumbre, de Pedro Peix, donde se narra las afrentas infligidas por esa dictadura a un Secretario de Estado), y la capacidad visionaria (como en No se sueñe con- migo, mamá, de Luis Martín Gómez, donde los sueños fatalistas de una mujer se hacen realidad). A tenor de lo que esta obra incluye, los cuen- tistas contemporáneos dominicanos merecerían mayor atención que la que tienen. R. R. H.

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10 PERGOLA

Los que cuentanE

^ N los últimos meses, ha coincidido la publicación de varias obras del género de gran relevancia.

*■ La primera de ellas lleva por título Pequeñas resistencias. Antología del nuevo cuento español. Editada por Pá­ginas de Espuma, editorial que desde su creación, en 1999, está empeñada en reafirmar el valor de la narrativa breve, esta obra ofrece un muestrario de los principales cuentistas españoles naci­dos a partir de 1960.

El volumen agrupa a treinta autores (incluidos cuatro nacidos en Hispanoa­mérica pero que residen en España), al­gunos muy conocidos, como, por ejemplo, Juan Manuel de Prada, Almu-

^ dena Grandes y Felipe Benítez Reyes, y otros prácticamente desconocidos, aunque todos ellos con, al menos, un li­bro de cuentos publicado. Además de certificar el buen nivel de la actual cuentística española, la obra incluye una poética personal del cuento de ca­da autor, lo que permite al lector cono­cer, a través de sus reflexiones sobre estética, gusto y método utilizado, có­mo concibe el género del cuento cada uno de ellos.

De Hispanoam éricaPor su parte, la Antología crítica del

cuento hispanoamericano del siglo X X (dos volúmenes) que ha publicado Alianza Editorial supone una herra­mienta excelente para entender la evo­lución de la narrativa breve hispanoa­mericana de las últimas décadas.

Como dice en la introducción José Miguel Oviedo, encargado de seleccio­nar los treinta y nueve cuentos que componen la obra, “para dar un indicio de la importancia y la madurez que el cuento alcanzó en Hispanoamérica en el siglo XX, bastaría mencionar tres o cuatro nombres que cualquiera recono­cerá de inmediato: Borges, Cortázar, Rulfo, García Márquez”. Pero en esta

« antología no están representados sólo los autores más ilustres del cuento his­panoamericano del siglo XX, como los mencionados u otros de gran impor­tancia (por ejemplo, Mario Benedetti y Augusto Monterroso), sino también otros menos conocidos (también gran­des cuentistas) aunque necesarios para cumplir el objetivo de esta obra: plas­mar la diversidad de dicha cuentística.

La obra incluye cuentos que son au­ténticos clásicos, como El Aleph, de Jorge Luis Borges, y No oyes ladrar los perros, de Juan Rulfo, y otros que, sin serlo, pueden considerarse excep­cionales, como Pequeños propietarios, 'de Roberto Arlt.

Aunque todavía bastante alejado de otros géneros, en especial de la novela, la narrativa breve tiene,

últimamente, más presencia en los planes editoriales que la que tenía hasta hace poco tiempo

Alberto Moravia

narraciones breves del escritor argenti­no subsiste una especie de lucha feroz contra la angustia y la infelicidad. Co­mo escribe Gustavo Martín Garzo al inicio de esta obra, “la literatura de Arlt, como su obsesión por el mundo del delito, surgiría alH donde todos los sueños utópicos parecen haber llegado a su fin” .

De B rasil y de E u ro p aLa editorial Alfaguara es la respon­

sable de otros dos magníficos volúme­nes de cuentos: Antología del cuento portugués y Cuentos reunidos de Clari­ce Lispector. El primero de ellos es una antología de la cuentística portuguesa desde que ésta alcanzó su madurez de-

Se acaban de publicar los cuentos completos de Roberto Arlt y los de Clarice Linspector, así como una selección de Alberto Moraría

Precisamente de Roberto Arlt, la le­gendaria editorial argentina Losada (establecida recientemente en España)

• -acaba de publicar sus Cuentos compie- tos. En ellos, poblados por toda una se­rie de personajes marginales pero tre­mendamente lúcidos, está muy presen­te la parte más patética, miserable y ca­ótica de la vida. Son temas recurrentes la hipocresía, la traición, la delincuen­cia, la locura, la prostitución y la obse­sión por el dinero, cimientos de un uni­verso narrativo perturbador, erigido con una prosa áspera pero de gran fuer-

' ’’ za y sinceridad. En este sentido, en las

fmitiva, impulsada por los escritores románticos, hasta la actualidad: reúne a los cuentistas más destacados de la lite­ratura lusa, una de las de mayor vitali­dad y lirismo de Europa. La antología se inicia con el escritor romántico del siglo XIX Alexandre Herculano y fina­liza con José Luis Peixoto, uno de los autores más jóvenes de Portugal. Junto a estos dos nombres, están presentes otros cuarenta y ocho, para mostrar la evolución del cuento portugués a partir de! momento en que éste alcanzó su madurez: por ejemplo. E ia de Queirós (realista), Mário de Sá-Cameiro (mo­

dernista) y Mário-Henrique Leiria (su­rrealista).

Los Cuentos reunidos de Clarice Lispector agrupa en un solo volumen los seis libros de cuentos publicados de forma independiente de la escritora brasileña. No están incluidos algunos otros cuentos publicados en periódi­cos y revistas, pero la edición de esta obra no tiene precedente en lengua es­pañola. En estas narraciones breves, la autora, más que contar historias con un argumento (en sus cuentos, la acción es mínima), transmite sensaciones inten­sas, impresiones ardientes de un mo­mento de la realidad. Como en sus no­velas, sus cuentos son una forma de en­contrarse consigo misma, con su mun­do interior, y de buscar su propia iden­tidad, de mujer y de ser humano. Tam­bién está muy presente en ellos la difi­cultad de la comunicación humana. Y siempre un uso apasionado del lengua­je , mucha sensibilidad y gran compleji­dad psicológica.

La misma falta de precedente de los Cuentos reunidos de Clarice Lispector tiene el volumen titulado El amante re­chazado, que agrupa una parte de los cuentos que Alberto Moravia escribió en los primeros años de su actividad li­teraria, entre 1928 y 1951. Muchas de las narraciones de esta obra, publicada por La Esfera de los Libros, tienen co­mo tema la guerra mundial y la pos­guerra, con un enfoque testimonial, unas veces, y autobiográfico, otras. Por otra parte, este libro es una excelente muestra para apreciar la profunda inda­gación narrativa del escritor italiano.

R oberto Ruiz de H uydobro

Antología

cuentoportugués

Prólogo y sciccción <ÍcJo5o de Melo

üio

Cuentos dominicanosCUENTOS dominicanos (una antología) es el tí­tulo de la primera antología de narrativa breve contemporánea de autores de la República Domi­nicana que se publica, de la mano de ediciones Siruela, en España. La obra agrupa a ocho escri­tores (cada uno representado por tres cuentos), el mayor, Armando Almánzar Rodríguez, nacido en 1935, y el más joven, Manuel Llibre Otero, nacido en 1966.

Los cuentos de este libro son de una intensidad y una vitalidad admirables, y están llenos de una sensibilidad unas veces lastimera pero otras muy entusiasta. Las historias contadas son muy diver­sas: por ejemplo, está presente la infancia (como en Los muchachos del Memphis, de Pedro Peix, y en Masticar una rosa, de Ángela Hernández Nú- ñez, en Sos que se idealiza la niñez), los abusos sexuales a la mujer (como en Ana, la Princesa, y en En tránsito, de Luis Martín Gómez), el amor (como en Amo tres hombres, de Ángela Hernán­dez Núñez), los abusos de la dictadura de Truji- 11o (como en Pormenores de una servidumbre, de Pedro Peix, donde se narra las afrentas infligidas por esa dictadura a un Secretario de Estado), y la capacidad visionaria (como en No se sueñe con­migo, mamá, de Luis Martín Gómez, donde los sueños fatalistas de una mujer se hacen realidad).

A tenor de lo que esta obra incluye, los cuen­tistas contemporáneos dominicanos merecerían mayor atención que la que tienen.

R. R. H.