LCDE015 - Glenn Parrish - Cronoclismo

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Cronoclismo

CronoclismoGlenn Parrish

La Conquista del Espacio/015

CAPTULO PRIMERO

El hombre tena un nombre cualquiera y, bien mirada, careca de importancia social. Era, simplemente, una persona. Uno ms entre miles de millones de habitantes del planeta, un hombre joven, con un buen empleo, ilusiones, confianza en el porvenir y una chica bonita en sus perspectivas futuras. Se llamaba Smith y estaba en una esquina esperando a su novia, con una rosa en la mano. Smith se senta dichoso. La boda era ya cuestin de semanas. Al cabo de mucho tiempo y de innumerables trmites, Smith haba conseguido un pisito compuesto por cocina, comedor, bao y un dormitorio. Para empezar, bastaba. Smith era feliz. Era el prototipo del hombre contento con su suerte. Tena un buen sueldo, era joven, gozaba de una salud de hierro y se iba a casar. Qu ms poda pedir? El futuro se le presentaba color de rosa. Al menos, as lo crea, ignorante de que, en aquellos momentos, estaba siendo Observado a travs del visor de puntera de un fusil.

* * *

El fusil tena una forma ligeramente diferente de la convencional: un can algo ms grueso, rematado en una protuberancia cilndrica que casi pareca un bote de conservas, y montado sobre un trpode firmemente anclado en el suelo de cemento. Careca de culata y el visor, que pareca un antiguo largavista, estaba situado paralelamente al can. El trpode tena una pequea plataforma superior provista de dos ruedecillas, alcance y direccin, para efectuar una buena puntera. A un metro del trpode haba una especie de pupitre de control con numerosos indicadores. Varias lamparitas de distintos colores centelleaban con rpidas alternativas. Haba dos hombres en la estancia, sumida en la penumbra. Uno de ellos estaba en pie, detrs del fusil. El otro se hallaba sentado frente al pupitre, observando con detenimiento las indicaciones de los instrumentos de control y medida. Un grueso cable, de unos cinco centmetros de dimetro, conectaba el fusil al pupitre de mando. El objetivo est a la vista dijo el hombre que estaba tras el fusil. Sorprendentemente, el arma estaba encarada frente a una pared de cemento. El hombre sentado ante el pupitre, ms viejo que el otro, no formul ninguna objecin a este respecto. Lo tienes bien encuadrado, Hiisk? pregunt. Hiisk aplic el ojo al visor y movi ligeramente las dos ruedecillas, hasta conseguir que la cruz filar coincidiese exactamente con el pecho de la vctima. S, doctor contest. Pero... Dime, Hiisk. Me asalta una duda, doctor. De qu se trata? Esto... bueno, yo me pregunto si hacemos bien... Por qu bamos a obrar impropiamente? He hecho un detenido examen cronoscpico de Smith. Los resultados, t los conoces tan bien como yo, Hiisk. S, doctor, pero... El viejo se impacient. Por qu no hablas claro de una vez, Hiisk? Bueno, ver... Yo me pregunto si era necesario que Smith... A fin de cuentas, la perturbacin cronolgica se producir en nuestra poca. En lugar de Smith, podramos... No rechaz el viejo contundentemente. Los males se atacan siempre desde la raz, Hiisk. Si permitiramos un desarrollo normalmente cronolgico de la existencia de Smith y sus descendientes, la perturbacin acabara por producirse inexorablemente. Acaso no has visto la filmacin que hice en mi examen? Hiisk suspir. S, doctor. Pero sigo opinando... Basta cort el viejo con seco acento. Est probado concluyentemente que Smith debe desaparecer. De lo contrario, nuestra civilizacin se hundir en las tinieblas. Un poco fuerte me parece eso, doctor. Pero rotundamente cierto. Resulta deprimente tener que cortar el hilo de una existencia humana; sin embargo, es preferible al hecho de que se pierdan cientos o acaso millones de vidas por no haber actuado a tiempo. Lo comprendes ahora, Hiisk? S, doctor. Bien, en ese caso, dime en qu condiciones est el objetivo. Visualmente ptimas, doctor. Y tambin cronolgicamente afirm el viejo. Dio media vuelta a una llave y dijo: Listo, Hiisk. Hiisk aplic el ojo al visor. Rectific ligersimamente la puntera y apret el gatillo. Extraamente, no se oy la menor detonacin. Pero el disparo haba sido efectuado y la bala alcanz su blanco.

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Los ojos de Smith se iluminaron. S, all vena ya su novia. Smith dio un paso, con la sonrisa en los labios. La muchacha le vio y agit alegremente una mano. De pronto, Smith sinti un dolor intenssimo en el pecho. Su boca se torci grotescamente. Las rodillas se le doblaron. Empez a caer. Su novia grit. La gente se detuvo primero y luego se arremolin. Dick, Dick! grit la muchacha. Llena de espanto, se arrodill junto al cado. Sus ojos contemplaron horrorizados la mancha de sangre que se extenda lentamente en el pecho. Le han matado gimi la chica, sin comprender por qu haba ocurrido una cosa semejante. Acudi la polica. Vino una ambulancia y se llev una gran sorpresa cuando recibi los primeros informes. Aqu est el proyectil homicida, jefe declar uno de los tcnicos del laboratorio policial. Lo han examinado ya? S, seor. Han obtenido alguna conclusin que nos permita llegar a una pista viable? Temo mucho causarle una gran decepcin, seor manifest el tcnico. El comisario arque las cejas. Qu sucede, muchacho? La bala, jefe. Todos cuantos la hemos examinado coincidimos en lo mismo. y lo mismo, qu es? Seor, la bala que mat a Dick Smith no se parece a ninguno de los modelos conocidos hasta ahora. No slo el diseo, sino tambin los metales que entran en su composicin. Diriase que ha sido fabricada en una poca mucho ms adelantada que la nuestra.

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Farrey Gighton, ms conocido por Pip entre sus amistades, se senta la mar de contento. En el ao de gracia de 2196, Pip tena un magnfico empleo: era ejecutivo de categora en una poderosa empresa y sus probabilidades de progresar ofrecan perspectivas an ms satisfactorias. Por otra parte, Pip se senta lleno de vitalidad. Desbordaba de vitalidad a sus treinta y seis aos, que parecan diez menos, merced a los adelantos mdicos. Tena un despacho lujoso, una encantadora secretaria, un precioso apartamento en la capital y una casa de campo en las montaas, adems de una saneada cuenta corriente en el Banco. Poda pedir ms? Una esposa joven y encantadora, pero, por supuesto, Pip poda esperar todava algunos aos ms. El promedio de vida humana bordeaba los doscientos aos. Para qu correr en este asunto del matrimonio?, se deca. Ahora, adems, iba a recibir la visita de un prominente personaje, de quien se deca estaba destinado a alcanzar elevados puestos en la poltica. Presidente o algo por el estilo, dentro de cinco aos, a ms tardar. Lo malo era que su visitante tena un genio bastante vivo en segn qu ocasiones. De todas formas, ahora iban a tratar de negocios y Pip confiaba en que el muy honorable Edward Jaskar se portase con moderacin y cordura. La secretaria entr con unos papeles para la firma. Pip la mir crticamente. Estas chicas de hoy da dejan muy poco a la imaginacin, pens, al observar el sucinto atavo de la secretaria. Ella se inclin ostentosamente al pasarle dos documentos. Pip apart la vista. No quera tentaciones en el trabajo; siempre se acababa con los gordos: Ni siquiera fuera del trabajo con alguien que trabajase en la misma empresa. Firm. Le recuerdo que el seor Jaskar llegar dentro de pocos minutos dijo la secretaria. Bien, Mary, pselo apenas llegue. S, seor. Mary se alej con generoso contoneo de caderas. Pierdes el tiempo, guapa murmur Pip. Minutos ms tarde, Mary abri la puerta. El muy honorable seor Edward Jaskar anunci. Jaskar entr en el despacho con la sonrisa en los labios. Pip se puso en pie. Querido seor Jaskar salud. Cmo est, amigo mo? dijo Jaskar melifluamente, a la vez que le tenda la mano. Es un placer conocerle en persona, seor dijo Pip, procurando no mostrar exteriormente la poca gracia que le haca estrechar una mano fra, blanda y viscosa como el cuerpo de un molusco. Sintese, por favor, honorable. Oh ri Jaskar suavemente, deje los tratamientos a un lado, amigo Gighton. Llmeme Ed, como lo hace todo el mundo. S, se... digo, Ed. A m los amigos me llaman Pip. Es un mote de los tiempos universitarios aclar el joven. Siempre he opinado que los tratamientos sencillos facilitan el acercamiento entre las gentes declar Jaskar pomposamente. Le llamar Pip, si no le importa. Ser un placer, Ed. Pip contempl a su visitante. El ostentoso atuendo que usaba desdeca por completo de sus afirmaciones de sencillez y llaneza. Tnica rojo dorada, sujeta con un enorme broche de oro y diamantes en el hombro izquierdo, anillos de precio por todos los dedos, un pendiente de cuarzo en la oreja izquierda era la ltima moda, y un diminuto rub en cada ua de los dedos de los pies tambin ltima moda. Y este tipo quiere ser nuestro presidente, pens Pip lgubremente. Pero haba que pensar en las circunstancias y posiciones sociales respectivas. No le quedaba otro remedio que poner buena cara a su pomposo visitante. Ed, en qu puede servirle un humilde empleado como yo? pregunt. Jaskar solt una risita. Nada de humilde, querido Pip. Me han hablado muy bien de usted y de sus aptitudes y he pensado que... Pip se qued sin saber qu pensaba Jaskar, porque, de repente, se encontr solo en el despacho.

CAPTULO II

Parpade. Se pellizc. Se mordi el labio con fuerza. Estaba despierto. No soaba. Pero, a dnde demonios se haba ido Jaskar? Pip se puso en pie y dio una vuelta completa por el despacho, contemplando con ojos absortos el silln en que su visitante haba estado sentado hasta unos momentos antes. Cmo diablos se ha marchado?, gru. Empez a sentirse mal. La entrevista con Jaskar era muy importante para l, no slo en el sentido comercial, sino tambin en el social. A ver si Mary ha visto algo... Mary! La secretaria se present instantneamente, materializndose en el centro del despacho. Pip dio un salto. Maldita sea! Mary, le tengo dicho mil veces que no use su traslator instantneo cuando la llame dijo de mal talante. Perdn, seor, pero como me pareci que tena prisa... Estoy un poco nervioso, eso es todo dijo Pp. Dnde est el seor Jaskar? La chica puso cara de tonta. Seor Jaskar? Quin es? pregunt. Pp se puso las manos en los costados. Mary, no me ir a decir ahora que no ha odo hablar en su vida del seor Jaskar gru. Lo siento, seor Gighton, pero... Mary, Mary, no juguemos en las horas de trabajo. Hace unos minutos, menos de cinco, yo tena aqu una visita. Su nombre es Edward Jaskar, importante hombre poltico. Lo ha visto usted salir? Mary hizo un signo negativo. Le ruego me perdone, pero hoy no ha venido nadie a visitarle con ese nombre contest. Est tomndome el pelo? dijo Pip de mal talante. Seor Gighton! Pip se pas una mano por la cara. Esa visita estar registrada en su agenda. Trigala, por favor pidi. Al momento, seor Gighton. Mary sali, para volver a los pocos instantes con una libreta en las manos. Insisto, seor; el nombre de Edward Jaskar no figura para nada en los horarios de las citas que tiene usted concertadas declar. Pip le arrebat la agenda. Segundos despus, su frente se cubra de sudor. Entonces, lo habr soado? murmur. Permaneci dudando unos momentos. Luego, de repente, record un detalle. Mary, Edward Jaskar es consejero de la Interfinancial dijo. Llame a las oficinas de esa empresa y pida una conferencia telefnica. S, seor; ahora mismo. Mary se acerc a la mesa y puls la tecla de contacto del fonovisor. Con la Interfinancial pidi a la centralita. Momentos despus, una voz femenina anunciaba, que hablaba desde las oficinas de la Interfinancial. Mary dijo: Deseo comunicacin con el seor Jaskar, por favor. Jaskar? repiti la otra. Lo siento, no hay aqu ninguna persona de ese nombre. Est bien, muchas gracias. Mary cort la comunicacin y se volvi hacia su jefe. Se asust. Pip tena la cara blanca como la nieve. Van a hacerme creer que Jaskar no ha existido jams? exclam.

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Aquella noche, Pip hizo lo que haca en muy contadas ocasiones: se emborrach. Al da siguiente, falt al trabajo. Dijo que estaba enfermo y se qued todo el da en casa. Yo vi a Jaskar, estuve hablando con l, estrech su mano blanda y viscosa, contempl su ostentosa vestimenta y sus joyas... Empez a pensar si estaba volvindose loco. Para salir de dudas, consult a un psiquiatra amigo suyo. El psiquiatra le encontr Sano como una pera. Quizs algo de exceso de trabajo apunt. Tengo trabajo en la oficina, pero no mata gru Pip. De todas formas, te conviene un poco de descanso. Aire libre, campo, dormir diez horas seguidas... Ordinariamente duermo como un tronco buf el joven. Comidas sanas y sin complicaciones... Digiero piedras. Descanso, descanso, Pip; las alucinaciones desaparecern bien pronto. No fue ninguna alucinacin! tron Pip, harto ya de lo que consideraba un examen rutinario. Y se fue, pegando un portazo. Haba visto a Jaskar. Haba hablado con Jaskar. Por qu, pues, todo el mundo se empeaba en decir que Jaskar no exista? Mary no lo haba visto; la cita no estaba anotada en la agenda. En la Interfinancial no haban odo hablar jams de Jaskar. Entonces, de dnde se haba sacado l a semejante personaje? No ser una creacin de mi mente?. Consult con otro psiquiatra. Las respuestas fueron las mismas: exceso de trabajo. Sin embargo, el tratamiento difera un poco. Yo le sugerira un viaje al pasado, seor Gighton dijo el psiquiatra. Al pasado? repiti Pipo S, la contemplacin en vivo de los hechos histricos tranquiliza el intelecto y, por ende, el tono corporal general... Pip sali de la consulta pensando en que todos los psiquiatras estaban an peor que sus clientes. De pronto se le ocurri formularse una pregunta: Y si de verdad hubiera sido una alucinacin suya? En tal caso, lo mejor era olvidar el asunto y seguir haciendo una vida normal. Olvidndose de Jaskar por completo, sus problemas quedaran resueltos en el acto. Porque, bien mirado, qu diablos se le importaba a l de Ed Jaskar y de toda su ralea? Pip tom la decisin aquel mismo da, en su casa, despus del almuerzo. Se sinti considerablemente mejor una vez hubo lanzado a Jaskar por la borda de su memoria. Pip resida en un altsimo rascacielos, donde, gracias a las influencias, y al dinero, por supuesto, haba conseguido un estupendo tico, terraza ajardinada. En la primavera y hasta que llegaban las vacaciones, la terraza era su refugio predilecto. Despus del almuerzo sali a tumbarse un rato en una hamaca. Entonces vio a su nueva vecina. El tico contiguo haba estado deshabitado hasta entonces. Pip se fij en la muchacha que estaba en la terraza de al lado. Pareca muy ocupada en algo que Pip no poda ver bien, debido a la valla de separacin, cubierta de plantas trepadoras y arbustos con flores. Estaba inclinada ligeramente hacia adelante, mirando un objeto que tena en las manos con singular atencin. Atrado por la curiosidad, Pip se acerc a la valla y pudo apreciar la elevada estatura y la esbelta silueta de la muchacha. Lo que ms le choc fue el colar tornasol de su larga cabellera, suelta sobre los hombros. Lo que ella tena en las manos pareca un detector algo por el estilo, provisto de una antena de unos sesenta centmetros de largo, que se bifurcaba en dos ramas en el extremo, cada una de las cuales, a su vez, se parta en otras dos. Ella vesta un mono corto de una sola pieza, de color rojo vivo, que dejaba brazos y piernas enteramente al descubierto. Hola salud sin poder contenerse. Soy su vecino. La chica le mir, sin sonrer. Pip vio que tena los ojos muy hermosos; las pupilas hacan juego con el tornasolado del pelo. Hola contest. Me llamo Farrey Gighton. Los amigos me llaman Pip. Ella hizo un ligero gesto de aquiescencia. Soy Bryna Goss se present. Encantado, Bryna. Qu est haciendo? Hay indicios de radiactividad en las inmediaciones? No. Puedo ayudarla? Soy ingeniero electrnico... Bryna hizo un gesto de impaciencia. Quiere dejarme en paz? pidi. Estoy muy ocupada. Se lo ruego, no me moleste. Lo siento, seorita; no quera molestarla. Pero me est molestando. Cllese. S, seorita. Qu mal genio tiene! Tan guapa como poco amable, pens Pip. Y se tendi en la hamaca. Pero no pudo dormir la siesta. A travs de los ramajes, continuaba viendo a Bryna, que se mova lentamente a derecha o izquierda, o hacindolo adelante y atrs, sin soltar un momento aquella extraa caja. La chica le intrigaba. Qu diablos estar haciendo? mascull. De pronto oy la voz de Bryna. Dijo: Estoy perdiendo el tiempo! Pip se levant de un salto. Me gustara ayudarla insisti. Bryna le dirigi una larga mirada. Antes dijo que es ingeniero electrnico manifest. S, aunque desde hace algn tiempo me dedico a la repugnante buena vida del directivo sonri Pip. Pero lo que bien se aprende no se olvida jams concluy. Desde luego. Bryna se mordi los labios. Tal vez mi detector tenga algn fallo. Qu es lo que est buscando, seorita Goss? Investigo las lneas de curso del tiempo respondi ella. Se ha producido una alteracin cronolgica y trato de localizarla, a fin de evitar sus efectos. Pip se qued como estaba antes. Alteracin cronolgica? Que me cuelguen si lo entiendo! exclam. Qu efectos producira esa alteracin si fuese cierta? Entre otros, mi no existencia contest Bryna, muy seria. Dispnseme, seor Gighton; voy a continuar mi trabajo adentro. Y antes de que el atnito Pip pudiera reaccionar, Bryna dio media vuelta y se meti en el piso.

CAPTULO III

Al da siguiente, por la maana, Pip lleg a su trabajo con la puntualidad de costumbre. Ola agradablemente a locin varonil y llevaba una flor en el ojal. Sonrea y caminaba con paso seguro y dominador. Buenos das, Mary salud a su secretaria. Tan guapa como siempre, eh? Bueno, como siempre, no; ms que ayer, que no estaba yo, por cierto. Qu tiempo tan esplndido, verdad? La secretaria se esponj. Buenos das, seor Gighton. Celebro su restablecimiento. Ciertamente, hace un tiempo magnfico. Desde luego. Gracias por su inters, Mary. Algo de nuevo? Sobre la mesa tiene su correspondencia. En la grabadora hay registrados algunos mensajes. Tambin le he dejado una nota, con la lista de las visitas que debe recibir hoy. Gracias, Mary; es usted la perla de las secretarias. Y silbando alegremente, Pip se meti en el despacho. Revis la correspondencia y anot en cada carta lo que deseaba se diera como respuesta. Estudi brevemente la lista de visitas y, finalmente, puso en marcha la grabadora. La mquina repiti una corta conversacin habida la antevspera con un cliente de escasa importancia. Mientras lo escuchaba, sin or, Pip contemplaba la lista de visitas. Haba un nombre que le atrajo de inmediato: doctor Solqus, especialista en cronologa. Cronologa? repiti a media voz. De pronto, se oy a s mismo en la grabadora: Querido seor Jaskar. Pip se puso rgido. Qu era aquello? Cmo est, amigo mo? Es un placer conocerle en persona, seor. Sintese, por favor, honorable. Oh, deje los tratamientos a un lado, amigo Gighton. Llmeme Ed, como hace todo el mundo. S, se... digo, Ed. A m los amigos me llaman Pip. Es un mote de los tiempos universitarios. Siempre he opinado que los tratamientos sencillos facilitan... Pip contemplaba la grabadora, que estaba reproduciendo con toda fidelidad el dilogo sostenido con Jaskar. Al cabo de unos instantes, lleg a la ltima frase de su visitante: Nada de humilde, querido Pip. Me han hablado muy bien de usted y de sus aptitudes y he pensado que... Aqu se interrumpa la grabacin. Sin pensrselo dos veces, Pip lanz un berrido a travs del interfono: Mary!!! La secretaria, olvidando sus recomendaciones, us el traslator instantneo. Seor Gighton... dijo, asustada. Ceudo, Pip puso la grabadora nuevamente en marcha. Escuche esto dijo. S, seor. Pip Y Mary guardaron silencio durante unos minutos. Al terminar, Mary dijo: Es increble. Ahora no me negar que hace dos das estuvo a visitarme el seor Jaskar, verdad? Pues... Vamos, hable, Mary, no se calle usted. S, seor Gighton, estuvo el seor Jaskar. Gracias, Mary, eso es todo. Pip consult la hora. Creo que el doctor Solqus est a punto de llegar. Hgalo entrar apenas se presente. S, seor Gighton. Pip se qued solo. Mira que querer hacerme creer que el seor Jaskar no haba estado aqu jams, mascull. Y luego se pregunt por qu habra desaparecido tan rpidamente. Bah, usara su traslator intantneo! supuso. Era un artefacto muy til, pero que no acababa de convencerle del todo. Con el traslator, uno poda viajar instantneamente a cualquier parte del mundo. Pero se haban dado algunos casos desagradables: un fallo en el funcionamiento poda provocar la desmaterializacin definitiva del usuario, o bien, materializarse en el espacio ocupado por otra persona, con catastrficas consecuencias para ambos. Y para la vecindad, porque los tomos de los cuerpos respectivos entraban en colisin y se produca, una tremenda explosin. La ltima haba derribado una manzana entera de casas, con decenas de muertos y heridos. Pip prefera los medios clsicos: el aeromvil, las cintas transportadoras... y las piernas, que andando se haca ejercicio.

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Minutos ms tarde, entraba el doctor Solqus en el despacho. Doctor salud Pip. Seor Gighton, es un placer dijo el cientfico. Era un hombre de sesenta y tantos aos, bajito, regordete, de crneo calvo y sonrosado y expresin bonachona. Al sentarse, puso sobre las rodillas una cartera de cuero negro que haba trado consigo. Usted dir, doctor habl Pip. Se trata de un aparato que deseo me construyan en su compaa, bajo las especificaciones y planos que he trazado yo. Soy muy poco maoso para los trabajos manuales sonri Solqus. Eso no es ninguna deshonra asegur Pip. De qu se trata, doctor? Soy investigador cronolgico, usted ya sabe, mquinas del tiempo y dems. Por supuesto. Doctor, permtame que le diga que esos cacharros me dan un miedo espantoso. Solqus volvi a sonrer. Muchos dijeron lo mismo cuando la primera locomotora rod sobre los carriles. Pero tanto el aprovechamiento del vapor de agua como el de los efectos de las lneas temporales, son obra humana y no hay en ambas empresas el menor signo de brujera. Por supuesto, doctor; era slo una frase. S, claro. Seor Gighton, le dejar unos planos y las notas precisas. Usted se encargar de examinarlo todo y formular el presupuesto correspondiente. As lo haremos, doctor. Perdone la pregunta, pero, espera obtener alguna utilidad de su aparato? La cronologa es una ciencia fascinante dijo Solqus. Sobre todo, en su rama de cronoscopia, que, como usted no ignora, es la que estudia los fenmenos pasados o futuros. S, doctor. Mi inters estriba en construir un aparato que permita evitar los cronoclismos. Pip abri la boca. Crono... clismos? repiti. Si, o cataclismos temporales, lo mismo da. Un cronoclismo es una catstrofe que se puede producir por una alteracin de las ondas del tiempo. Previndolo con anticipacin, ese cronoclismo se puede evitar, como se evitan ya los cataclismos de los tornados y tempestades, merced a la prediccin del tiempo, o los efectos de los sesmos, prediciendo el lugar y la fecha aproximada donde se va a producir este fenmeno geolgico. S, claro murmur Pip. Sesmo, cataclismo, cronoclismo... El origen filolgico es el mismo. Exactamente. Solqus dej la cartera sobre la mesa. Dentro est mi direccin. Enveme el presupuesto lo antes posible, seor Gighton. S, doctor. Pip se qued solo. Cronoclismo murmur. Qu cosas se inventa la gente! En aquel momento se oy el zumbador del interfono. Pip dio el contacto. Hable, Mary. Seor Gighton, el director general ha anunciado su visita... Ya entra en el antedespacho... Pip se puso en pie en el momento en que se abra la puerta. Cmo est, seor Bernton? salud amablemente. Es un placer para m... Hola, Pip dijo el director general con afable acento. He venido a verle solamente para decirle que accedo a su peticin de vacaciones. S, hablando claramente, necesita un buen descanso. Pip se qued estupefacto. Pero, seor Bernton, yo no... El director general le puso una mano sobre el hombro, con ademn confianzudo. Vamos, vamos, Pip, entre nosotros no debe haber motivos de engao. Est cansado, ha tenido exceso de trabajo y la mente se le resiente. Aqu no nos gusta exprimir a nuestros empleados; todo lo contrario, miramos por su salud, como un padre procura por la de sus hijos. Vyase tres o cuatro semanas por ah y vuelva cuando se sienta mejor. Sin prisas, eh? Pero... Ande, ande, Pip, no se sacrifique tanto por la empresa. El seor Bernton saba ser persuasivo cuando convena. Antes de que pudiera darse cuenta de lo que le pasaba, Pip ya estaba en la calle con un cheque en el bolsillo por el salario de las cuatro semanas de vacaciones que le haban sido concedidas tan graciosa como inesperadamente. Bernton se qued en el despacho de Pip cuando ste se hubo marchado. Escuch la grabacin y luego llam a Mary: Seorita, le doy las gracias por su aviso manifest. S, en efecto, el seor Gighton se obsesion inexplicablemente con Ed Jaskar, de tal modo, que para probar su existencia, l mismo grab una supuesta conversacin sostenida con ese fantasmagrico individuo. Esa es la nica explicacin de tan peregrino suceso, me comprende usted? S, seor contest Mary. Tendr en cuenta su celo, seorita. Desde luego, esto es algo que no debe repetir a nadie. Lo tendr en cuenta, seor Bernton. El director general mir a la chica de pies a cabeza y la encontr muy guapa. Mary sonri, enseando ligeramente los dientes, a la vez que sacaba un poco la cadera derecha. El seor Bernton se acerc a ella y le acarici la barbilla. Es usted una empleada fiel y laboriosa, y a m me gusta recompensar esas buenas cualidades. Le gustara pasar a mi secretara, seorita? El sueldo ser un poco mayor... Mary entorn los ojos. Ser un placer, seor Bernton contest.

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Todava no lo comprenda, pero estaba sin trabajo. No le haban despedido, ciertamente, aunque se le pareca bastante. Pip no acababa de entenderlo. Ser verdad que estoy mal de la cabeza?, se dijo, alarmado. Para pasar el mal rato, se prepar una copa. Con ella en la mano, sali a la terraza. Bryna continuaba trabajando con su aparato. Hola salud alegremente. Ella se volvi y le dirigi una leve sonrisa. Qu tal, seor Gighton? Funciona ese chisme? pregunt l. Bryna hizo un gesto de duda. No como quisiera respondi. Ha comprobado si tiene alguna avera? Tericamente, no debiera tenerla. Pero no marcha. As es. Por qu no lo lleva a la compaa constructora? Haga que se lo revisen y, si es preciso que lo cambien por uno nuevo. Lo veo difcil, seor Gighton. Por qu? No guarda el certificado de garanta? Es que yo soy la autora de este chisme confes Bryna. Pip resping. No soy un tipo anticuado, pero con esa cara y ese tipo... Le parece extrao que entienda de estas cosas, verdad? sonri la muchacha. Pues... Pip no pudo continuar. Bryna volvi la cabeza hacia el interior y exclam: Dispnseme, llaman a la puerta.

CAPTULO IV

Pip tom un trago. A travs de la divisoria de la terraza oy la voz de Bryna: Cmo han dicho, caballeros? Tenemos un mandamiento de detencin contra usted, seorita contest una voz masculina. Est firmado por el juez Crookes. Pero, no entiendo... Yo no he cometido ningn delito protest ella. Ser una ladrona?, se pregunt Pip. Insisto dijo Bryna. Rechazo el contenido de ese mandamiento. Adems, cmo justifican ustedes su personalidad? Quiere ver la documentacin? pregunt el hombre. Desde luego. Hubo una corta pausa de silencio. Luego, Pip escuch de nuevo la voz de Bryna: Cronopolica! Esto es una falsedad! Ese cuerpo policial no existe! Pip se alarm. Quin demonios se haba inventado aquella palabra? Les digo que no ir! grit la muchacha. Pip ya no se lo pens dos veces. Dej la copa a un lado, tom carrerilla, puso las manos en el borde superior de la valla y salt limpiamente al otro lado. La terraza tena una puerta amplia que daba a la sala. Bryna forcejeaba desesperadamente con dos individuos. Caballeros dijo el joven. Los dos individuos se pararon en el acto. Pip examin sus extraas vestimentas: ropas grises, con hombreras de plata y casco semiesfrico, con una pequea cresta en la parte superior. En el lado izquierdo del pecho llevaban la reproduccin, en plata, de un antiguo reloj de arena. Quin es este tipo? pregunt uno de ellos. Mi nombre es Gighton, para lo que gusten mandar dijo Pip tranquilamente, y, aunque sin querer, he odo las protestas de la seorita. Est interfiriendo la accin legal de unos funcionarios manifest el mismo sujeto. Vyase y djenos en paz. Pip volvi los ojos hacia la muchacha. Qu dice usted, seorita Goss? Es falso. No existe la cronopolica. Es un cuerpo secreto... aleg uno de los guardias. No hay secretos que valgan. O se van o los echo. De veras? se burl el individuo. Tranquilo, con sonrisa fanfarrona, se acerc al joven. De pronto, levant la mano derecha. Pip dej que la mano llegase casi hasta su cara. Entonces, levant las dos suyas, agarr la mueca del guardia y la retorci rpida y secamente. El guardia rod por tierra, lanzando un aullido de dolor. Su compaero peg un respingo. Vyase orden Pip. El otro guardia llev la mano a su cinturn. Pip intuy que iba a sacar un arma y se arroj contra l, molindolo a golpes. La pelea termin quince segundos ms tarde. Pip se inclin sobre los cados, les desposey de sus pistolas y luego, a puntapis y empellones, los sac al pasillo. Y si vuelven por aqu, vendrn policas autnticos y les darn un disgusto gordo exclam, a guisa de despedida. Cerr la puerta, se volvi hacia Bryna y sonri: Asunto concluido dijo. Bryna suspir. No sabe qu peso me quita de encima manifest. Estaba muy apurada, crame. Bueno, esos falsarios... Seor Gighton, no eran falsarios, sino policas genuinos. La sorprendente declaracin de Bryna dej a Pip sin habla. Pero, cmo...? Hoy da, an no existe la cronopolica. Se crear dentro de unos cincuenta aos declar Bryna. Entonces, sus actuaciones, sobre todo si van respaldadas por un mandamiento judicial, s sern legales. Pip crea soar. Entonces... esos hombres vienen... del futuro dijo, articulando con dificultad las palabras. Exactamente confirm Bryna con grave expresin. S, vienen del futuro, seor Gighton.

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Los dedos de Pip tabaleaban sobre la mesa incesantemente. Eran las cuatro de la madrugada. Todava no se haba acostado. El hecho de haberse peleado con unos hombres que no haban nacido todava, le tena desconcertado, sumido en una espantosa confusin. Las preguntas se atropellaban en su mente. Cmo viajaban aquellos individuos? De qu poca venan? Pero sobre todo, cmo un juez que viva a cincuenta aos en el futuro poda obtener el arresto una persona que para l el juez, haba vivido medio siglo antes? De pronto se le ocurri una idea. Claro, debiera haberlo pensado antes, murmur. Haba quien poda sacarle de dudas. No haba estado hablando dos das antes con el doctor Solqus? Bueno, dos das no, rectific. Tres, puesto que ya haban dado las cuatro de la madrugada. El detalle, en s, no tena importancia. De repente Pip se sinti sumamente tranquilo. Dentro de pocas horas, Solqus resolvera sus dudas.

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Llam a la puerta. No tuvo que esperar mucho. Una mujer de mediana edad y presencia agradable apareci a los pocos instantes. Usted dir, caballero. Pip ensay la mejor de sus sonrisas. Perdone, seora. Podra anunciarme al docto Solqus? rog cortsmente, La mujer le contempl con extraeza. Solqus? Lo siento, seor; aqu no vive nadie de este nombre contest. Pip se qued atnito. Pero, seora... Dispense. Aqu vivimos nicamente mi esposo y yo y nuestro apellido es De Alvaro. Entonces, no conoce al doctor Solqus? Ya le he dicho que no; ni siquiera se le conoce en la vecindad, puedo asegurrselo. Gra... gracias, seora. La puerta se cerr. Pip meti la mano en el bolsillo y sac el papel en que haba anotado la direccin del doctor Solqus, de acuerdo con los datos que le haba facilitado Mary, su secretaria. No caba duda: todo corresponda. La calle, el nmero de la casa... Slo que Solqus no vive aqu, mascull enojadamente. La solucin para aquel enigma no era ms que una: Solqus haba dado una direccin falsa.

* * *

Estaba empezando a considerar la conveniencia de unos das en el campo. Tumbado en la hamaca, a seiscientos cincuenta metros sobre el nivel de la calle, Pip pereceaba procurando no pensar en los acontecimientos de que haba sido protagonista en los ltimos tiempos. De pronto, oy que llamaban al timbre de la puerta. Maldiciendo al importuno, se puso en pie. Entr en el piso, cruz la sala y el vestbulo, y abri la puerta. Parpade asombrado al ver a dos hombres en el umbral. El aspecto no le gust en absoluto. Eran dos sujetos altos, fornidos, muy robustos. Vestan ropas holgadas, lo que hizo sospechar a Pip que llevaban armas ocultas. Usted es Gighton dijo uno de ellos. Desde que nac contest Pip con una sonrisa. Djese de bromas rezong el sujeto. Queremos hablar con usted. Todava no se han presentado... Yo soy Alfie Broth. Este es Sam Lwow. Encantado, seor Broth. A usted le digo lo mismo, seor Lwow. Quieren pasar? invit, de no muy buena gana. Broth le apart con el brazo. A eso hemos venido rezong. Los dos hombres cruzaron el umbral. Lwow cerr la puerta. Broth se encar con Pip y le espet una pregunta: Dnde est Jaskar?

* * *

Pip guard silencio durante unos instantes. Respiraba hondo, mientras trataba de poner en orden sus pensamientos. No contesta? se impacient Lwow. Con que al fin hay quien conoce a Jaskar dijo Pip. Si, nosotros; y le estamos buscando exclam Broth. Slo queremos que nos diga dnde est agreg el otro. Cmo quieren que lo sepa yo? protest Pip de mal talante. El seor Jaskar estuvo a visitarle a usted en su oficina. Lo admito. Pero ya no sali de all. Us su traslator individual. Miente! Pip mir a Lwow, que era el autor del apstrofe. Desapareci dijo. Si no us su traslator instantneo, dgame entonces cmo lo hizo. A Jaskar no le gustaban esos artefactos, No los usaba jams afirm Broth. Son ustedes amigos suyos? S, muy amigos. Pip mene la cabeza. No se puede decir que las amistades de quien pretende ser presidente sean muy recomendables. Broth le agarr por el cuello de la camisa y lo sacudi con fuerza, a la vez que gritaba: Conteste o le vapuleamos! Pip se impresion un poco. Los dos sujetos eran muy fuertes y no esperaba tener xito si admita una lucha cuerpo a cuerpo. Bueno, por muchos golpes que me den, no me sacarn ms de lo que ya les he dicho. Est bien mascull Broth. Sam, preprate. Con mucho gusto, Alfie. Broth lanz al joven sobre un divn. Luego, metiendo la mano bajo su holgada blusa, sac un trozo de cable de acero, de unos treinta y cinco centmetros de longitud, forrado de lona. Empiezo? pregunt, sonriendo torvamente. Al mismo tiempo, se daba suaves golpecitos en la palma de la mano con la verga. Pip sinti que la frente se le llenaba de sudor. De pronto, se oy una voz femenina: Toque a ese hombre y le convertir en gas instantneamente.

CAPTULO V

Pip lanz un sonoro suspiro de alivio. Broth y Lwow se sobresaltaron. Baje ese cacharro, seora gru el primero. Bryna avanz un par de pasos, con la pistola en la mano. Vyanse y no me obliguen a disparar dijo en tono perentorio. Pip se puso en pie. Dio la vuelta y se situ detrs de Broth, desposeyndole de una pistola desintegrante. Con Lwow hizo lo mismo. Ahora, obedezcan. Salgan de mi casa. Los dos sujetos se encaminaron hacia la puerta. Volveremos a vemos asegur Broth ceudamente. Pip cerr de un portazo. Luego se volvi hacia la muchacha y sonri. Gracias, seorita Goss dijo. Ella sonri tambin. Me pas algo parecido a usted. Tambin o voces desde mi casa... Inconvenientes de los pisos modernos, aunque, en este caso, ha sido una ventaja. Me permite invitarla a una copa? Con mucho gusto. Pip prepar dos vasos y le entreg uno. Bryna haba dejado su pistola sobre una mesa. No sabe cunto celebro tener una vecina tan encantadora dijo l, despus del primer sorbo. Si quiere que le diga la verdad, yo tambin me siento muy contenta de su vecindad, seor Gighton. Hay algn motivo especial para ese jbilo? Sus conocimientos cientficos. Pip mir a la muchacha un instante. Es cierto contest. Ya me haba olvidado que tiene problemas con un detector que usted misma ha construido. Me gusta ser sincera. Iba a llamarle cuando escuch la discusin que tuvo con esos dos individuos. Ya estaba junto a la valla en ese momento. La verdad es que no puedo por menos de felicitarme dijo l. Y la ayudar con sumo placer. Gracias, seor Gighton; saba que no me defraudara. Adems, tengo que decirle una cosa. S? Hubo algo que me llam muy especialmente la atencin en la conversacin que usted sostena con esos tipos. Se trata de un nombre. Jaskar. El mismo. Lo conoce usted? No, pero es el protagonista de un cronoclismo que yo trato de evitar a toda costa respondi Bryna. A Pip ya no le extraaban algunas cosas. Ya encontraba todo completamente natural. Qu clase de cronoclismo? pregunt. La desaparicin de la humanidad contest Bryna con firme acento.

* * *

Bryna escuch en silencio todo cuanto Pip tena que decir acerca de Jaskar. Al terminar, hizo un signo afirmativo con la cabeza. No cabe la menor duda; Jaskar dej de existir. Muerto? No. Sencillamente, tal como estn las cosas ahora, no ha existido jams. No entiendo nada declar Pip, confuso. Es bien sencillo explic Bryna. Puede existir un hombre que no ha nacido jams? Pip se pas una mano por la cara. Quiere decir que Jaskar no ha nacido? Y sus padres? Tampoco han existido, seor Gighton. Necesito un trago dijo Pip quejumbrosamente. Llen una copa y bebi la mitad de golpe. Luego volvi los ojos hacia la muchacha. Los padres de Jaskar no han existido repiti. No, ni sus abuelos ni... En tiempos pasados, alguien provoc una perturbacin temporal, un cronoclismo, para entendemos. Por tanto, los antepasados directos de Jaskar no llegaron a nacer. Cmo se provoc ese cronoclismo? pregunt Pip. A mi entender, slo de una manera. Y violenta, adems. Homicidio. S. El homicidio, si es voluntario, se califica de asesinato. Lo s contest Bryna. Entonces, su inters, estriba en...? En encontrar al antepasado de Jaskar que fue asesinado y evitar que se cometa ese asesinato. Pip se pas una mano por la cara. Cmo iban a evitar el asesinato de una persona que ya haba sido asesinada?

* * *

Examin el aparato con gran curiosidad. Haban cenado juntos en casa de Bryna, a quien sus conocimientos cientficos no le impedan ser una excelente cocinera. Luego, tras una corta sobremesa, Bryna sac su detector. Localiza las ondas temporales y permite su determinacin en los dos sentidos, es decir, adelante y atrs. Pasado y futuro dijo Pip. Exactamente. Pero hay algo que falla. Qu es, seorita Goss? Las ondas referentes a Jaskar tienen una definicin muy poco clara. Se difuminan por completo a partir de sus abuelos. Y se pierden. Es la frase correcta. Pip contempl el artefacto desde todos los ngulos. Hgame una demostracin pidi. Con mucho gusto. Bryna manej unas cuantas teclas y botones y luego presion un botn de color mbar. Un punto luminoso, circul lenta y ntidamente, por una pequea pantalla verdosa. Es la lnea temporal de Jaskar. Vea a su derecha el indicador de pocas, en aos. Junto a la pantalla, haba una ranura en la que giraban unas cifras, al comps de los movimientos del punto luminoso. Bryna movi un dial y las seales aumentaron en rapidez. Pip vio que las fechas, expresadas en aos, descendan rpidamente. En pocos minutos pasaron del ao 2190 al 2127. Ya estamos con los abuelos de Jaskar anunci Bryna. Pip fij la vista en la pantalla. El punto luminoso era ahora muy dbil. Al llegar al ao 2105, se desvaneci por completo. No he podido pasar de ah confes la muchacha desalentada. Cree que la culpa estriba solamente en el detector? Bryna call unos instantes. No habr alguna interferencia temporal en el dos mil ciento cinco? sugiri Pip.Podramos averiguarlo dijo ella pensativamente. De qu manera, seorita Goss? Muy sencillo contest la muchacha; trasladndonos a esa poca e investigando directamente sobre el terreno. Pip se estremeci. Viajar en el tiempo exclam. Tiene miedo? pregunt Bryna, sin pizca de irona. Se me ponen los pelos de punta slo de pensarlo respondi Pip con toda franqueza.

* * *

Pero ira, lo decidi aquella misma noche, despus de una dura lucha consigo mismo en la soledad de su dormitorio. Al da siguiente, comunic su decisin a la muchacha. Muy bien dijo Bryna, impasible. Emprenderemos el viaje hoy mismo. Yo me pregunto dnde est el cacharro que nos va a permitir hacer el viajecito manifest Pip. No se preocupe, djelo de mi cuenta. Tardaremos mucho? Quizs hasta la tarde. Bien, en ese caso, saldr. Tengo que hacer algunas cosas. Lo que Pip tena que hacer era bien sencillo. Esper hasta el medioda. Saba que a esa hora, las oficinas de su empresa quedaban desiertas. Todos los empleados, del primero al ltimo, acudan a la cafetera del edificio a tomar el bocadillo de las doce. Dispona de media hora de tiempo y trat de no desaprovecharla. Lo que buscaba no estaba en su despacho. Al cabo de unos segundos, lleg a una conclusin y se dirigi al despacho de Bernton. En un armario encontr la cartera negra del doctor Solqus. La abri. En el interior de la tapa encontr un tarjetero con la direccin del cientfico. Una exclamacin de ira se escap de sus labios. Por qu me ha engaado esa estpida? mascull. Anot la direccin rpidamente y dej la cartera donde la haba encontrado. Los documentos contenidos en su interior ni siquiera haban sido examinados. Una vez hubo terminado, se dispuso a salir. Entre unas cosas y otras, se le haba pasado ya casi todo el tiempo disponible. Dej el despacho y lleg a la secretara. Cuando se dispona a salir, vio que se abra la puerta. Maldiciendo su mala suerte, se lanz detrs de una fila de altos archivadores. La voz de Bernton son en sus odos: Noticias del seor Gighton, Mary? Ninguna, seor. Estar descansando. Buena falta nos hace. S, seor. Pip asom un ojo por la esquina del armario metlico. Bernton y su secretaria estaban abrazados y se besaban furiosamente. Vaya, quin lo dira. El puro, el honesto, el inflexible Bernton... sucumbiendo como cualquier mortal a los encantos de una Circe de pacotilla, coment para s sarcsticamente. Esta noche ir a tu casa prometi Bernton. S, querido. Pero llvame lo que me prometiste. Mary frot significativamente el ndice y el pulgar. De lo contrario, hablar. Qu desinteresada eres dijo Bernton. Mary se ahuec el pelo con coquetera. El sueldo es bueno, pero los trapos cuestan mucho respondi. No ser por el exceso de tela de tu vestido dijo el hombre mordazmente. La ropa de la mujer, cuanto menos tela, ms cara. Me lo llevars? Lo intentar. Hazlo, querido, o hablar a alguien de la direccin falsa que me obligaste a dar, entre otras cosas. Verdad que lo hars? Bernton apret los labios. Tu hermosura corre pareja con tu amoralidad calific. Mary solt una carcajada. Miren quin viene ahora a presumir de honestidad! contest sarcsticamenteT no ests para arrojar la primera piedra, sino para que te arrojen una montaa entera. Basta, Mary, ya est bien. De acuerdo, te llevar lo prometido. Eso est mejor. Ella le gui el ojo. Y no quedars descontento de m. Muy bien, Mary. Y ahora, al trabajo. El tono de Bernton se hizo oficial. Entre en mi despacho; seorita; tengo que dictarle unas cartas. S, seor. Bernton y la secretaria desaparecieron de la vista de Pip, quien se escurri rpidamente hacia la puerta. Estaba indignado. Mary le haba traicionado, pero no por s misma, sino porque Bernton se lo haba ordenado. Sera cosa de investigar los motivos de la conducta de Bernton, se dijo, pero por el momento no poda. Lo hara de vuelta de su viaje a principios del siglo en que se hallaba.

CAPTULO VI

Est preparado? pregunt Bryna. Desde luego. Bien, entonces, vamos. Salieron de casa. Bryna le haba recomendado que se llevase un par de botas fuertes y un chaquetn. No sabemos el clima que encontraremos en aquella poca haba dicho la joven, equipada de anloga manera. Bryna llevaba en las manos una caja cuadrada, forrada de piel negra. Pip estim conveniente llevar una pistola. No saban los riesgos que podan surgirles en su aventura temporal. Un aerotaxi les llev a una casa situada en las afueras. Pip pag el importe del viaje y luego se apearon los dos. La casa estaba rodeada de un jardn. En la parte posterior, haba un cobertizo. El cronomvil est ah seal Bryna. De dnde lo ha sacado? inquiri l. Bryna hizo un gesto ambiguo. Pip entendi que no quera dar explicaciones. He alquilado la casa especialmente dijo ella. De este modo, consigue discrecin. S. Bryna abri la puerta del cobertizo. Pip vio entonces un extrao artefacto, que pareca una media esfera, transparente, situada sobre una base de forma cilndrica, de unos dos metros de anchura por cuarenta centmetros de grosor. En el interior de la cpula haba dos cmodos sillones. Bryna presion un botn exterior y la mitad de la cpula gir hacia arriba. Entre invit. Bryna ocup el silln de la derecha. Pip se sent a su lado. La cpula se baj. Delante de los dos haba un pupitre de mando, con numerosas esferas, indicadores y teclas de control. Las manos de Bryna se movieron rpida y hbilmente sobre los mandos. Bueno dijo de pronto, a la vez que avanzaba haca delante una pequea palanca, vamos al ao dos mil ciento cinco. Un tenue zumbido se dej or en el acto. Pip observ que todo pareca girar vertiginosamente en torno a ellos. Los objetos perdieron su coloracin y tomaron una gris, en la que no se advertan formas de ninguna clase. Bajo la cpula, sin embargo, todo pareca normal. Durante unos minutos, permanecieron sumidos en aquel gris crepsculo hasta que, de pronto, empezaron a verse las cosas de nuevo. Sbitamente, se hizo la luz. Pip observ con asombro que se encontraban en el centro de un espessimo bosque. Dnde estamos? pregunt. En el ao dos mil ciento cinco respondi Bryna con voz firme. Levant la cpula y salt al suelo. Pip la sigui en el acto. Y la ciudad? pregunt. Dnde est? Bryna se volvi y le mir largamente. Ya no se acuerda de que, a finales del siglo pasado, hubo una guerra total, guerra que recibi el irnico calificativo de Limpia, a pesar de lo cual murieron miles de millones de personas?

* * *

Pip asinti. Si, recordaba aquel conflicto. Lo llamaron la Guerra Limpia, porque las bombas que emplearon no dejaron el menor rastro de radiactividad. Fue una guerra sucia, como todas las guerras. Causaron catstrofes sin cuento y la humanidad retrocedi casi a la prehistoria. Ahora ya no se nota... En nuestra poca, ha pasado un siglo y sobrevivi mucha gente culta. Eso es lo que nos ha salvado dijo Bryna. No lejos de aquel lugar, Pip divis una pared derruida, cubierta de hierbajos. De qu edificio form parte ese muro? dijo a media voz. Eso ya no importa ahora. Vamos, tenemos que encontrar a los abuelos de Jaskar. Vivirn? Eso es lo que me preocupa respondi Bryna. La deteccin de sus ondas temporales se extingue en esta poca y no hallo explicacin alguna para el fenmeno. Echaron a andar. Pip llevaba la mano cerca de la culta de su pistola. Tenga cuidado con lo que hace advirti ella. Un error podra provocar un cronoclismo para el futuro e impedir la reconstruccin. Por supuesto. Avanzaron un millar de pasos. El bosque continuaba desierto. No habr riesgo de que nos perdamos? Llevo un detector que nos permitir regresar sin error al cronomvil. Es una buena idea aprob l. Caminaron medio kilmetro ms. De pronto, oyeron voces a sus espaldas. Mira, Judd grit alguien. Vamos, a ellos voce otro. Pip y Bryna se volvieron alarmados. Tres o cuatro individuos corran hacia ellos con intenciones nada amistosas. El joven se sorprendi del horrible aspecto que presentaban aquellos sujetos. Todos llevaban largas melenas y barbas, y vestan andrajos que apenas merecan la consideracin de ropas. En las manos llevaban unos largos palos, con la punta aguzada, a modo de lanzas. Han retrocedido hasta la Edad de Piedra dijo. Una mujer! grit uno de los atacantes. Pip, haga algo pidi Bryna, muy nerviosa. Puedo disparar el arma? Ella vacil. Al suelo. No mate a nadie; podra provocar un cronoclismo. Los atacantes estaban ya a menos de treinta pasos, Pip apunt delante de ellos y dispar. Un chorro de fuego brot del arma y quem el suelo instantneamente. Sonaron gritos de terror, al ver que algunas hierbas ardan en el acto. Siga orden Bryna. Pip hizo tres o cuatro disparos ms. Los atacantes, aterrados, huyeron lanzando alaridos de pavor. Uf! dijo Pip, cuando el peligro hubo desaparecido. Hubiera jurado que esos tipos tenan hambre y queran saciarla en nosotros. No anda muy descaminado contest ella. Sigamos. Reanudaron la marcha. De pronto, el bosque se acab y salieron a un valle de ameno paisaje, cruzado por un caudaloso ro. Cerca del mismo se vea una casa de campo. Haba zonas labradas. Una columna de humo se elevaba de la casa. Preguntaremos all dijo Bryna. Bajaron por la pendiente de una colina, no demasiado pronunciada. Pip observ el cuidado con que estaban cultivados los campos. Avanzaron cien metros ms. Pip advirti a poco una valla metlica que pareca contornear la propiedad. De pronto, un asustado conejo sali de unas matas cercanas. El conejo corra velozmente. Detrs apareci un zorro, tratando de darle alcance. La lucha por la vida murmur Pip. El conejo, enloquecido por el pavor, dio un salto y choc contra la valla. Inmediatamente, se vio brillar un fuerte chispazo, a la vez que se oa un ruido de inconfundible significado. Cuidado, Bryna! La valla est electrificada. exclam Pip. El conejo yaca en el suelo, convertido en una bola de carbn. El zorro se acerc, lo olisque y luego, dando media vuelta, se alej al trote. Ese conejo nos ha salvado de un disgusto. Bryna asinti. No se me hubiera ocurrido que la valla pudiera estar electrificada dijo. De repente oyeron un disparo. La bala silb amenazadoramente cerca. Qu diablos...? gru Pip. Otra bala se hundi en el suelo, a sus pies. Pip agarr a la muchacha por un brazo y la oblig a tenderse en tierra. Sonaron dos o tres disparos ms. Pip levant la cabeza y vio a un sujeto, armado con un antiguo rifle de plvora, que corra furiosamente hacia ellos. Ese tipo viene dispuesto a llenamos de plomo mascull. Baque un pauelo blanco aconsej Bryna. Buena idea. Pip meti la mano en el bolsillo de su chaquetn, sac un pauelo y lo hizo ondear varias veces sobre su cabeza. El hombre del rifle se detuvo a veinte metros de ellos, a poca distancia de la valla electrificada. Levntese orden. Quiero verles bien. Venimos en son de paz declar Pip, incorporndose con las manos en alto. El sujeto les mir desconfiadamente. Extraado, Pip se pregunt dnde haba visto aquella cara antes. Por qu ha disparada contra nosotros? pregunt Bryna. Hay merodeadores y no dudan en atacar a la gente, asesinndola si es preciso contest el granjero. Yo no estoy dispuesto a correr ningn riesgo. Y por eso ha disparada contra nosotros. Si vienen en son de paz, lo siento. De todas formas, no los quiero en mis tierras. No es usted muy hospitalario que digamos refunfu Pip. Hoy da no se puede ser hospitalario. Corre uno el riesgo de despertar en el otro mundo y yo tengo mujer e hijos. Est bien, ya nos vamos... Pip alarg el cuello y escrut la cara del granjero. A mi me parece que le he visto antes, seor dijo. Lo dudo mucho. Yo no le conozco a usted. Hubo una corta pausa de silencio. De pronto, Pip chasque los dedos. Ya lo tengo exclam. Usted es Jaskar. El granjero resping. Si, admiti, soy Roben Jaskar. Oiga, amigo, quin le ha dicho mi nombre? Pip sonri. Se parece usted mucho a su nieto Ed, seor Jaskar contest. Nieto? barbot el granjero. Pretende burlarse de mi, seor? Mi hijo mayor tiene slo cuatro aos... y dice que me parezco a mi nieto... Vamos, vyanse antes de que empiece a tiros con ustedes. Fuera! Pip agarr a la joven por la mano. Vmonos, Bryna, aqu corren malos vientos dijo.

* * *

Estaban sentados en el lindero del bosque, contempIando silenciosamente la granja de los Jaskar. Al cabo de un rato, Bryna dijo: El abuelo de nuestro Jaskar vive en esta poca. Por qu el detector no me seal su presencia? Pip call. No saba qu respuesta dar a la muchacha. De pronto, Bryna lanz una exclamacin: Creo que ya he dado con el problema, Pip! De vers?S. Tiene que ser de esta forma y no de ninguna otra. Ya se que es lo que causa la interferencias en las ondas temporales.Bueno, y por qu no lo dice de una vez?Pip, es la valla electrificada.Cmo?Fjese dijo Bryna, muy excitada. Ms o menos, compone un crculo casi perfecto entorno a la granja, vale decir tanto como entorno a los Jaskar. La electricidad que circula por la valla es de alta tensin y las ondas detectoras que emite mi aparato, chocan con esa energa y son absorbidas en su mayor parte. Por tanto, resulta imposible ver qu hay ms all de esta poca.Pip se acarici el labio inferior con gesto pensativo.Y usted opina que haciendo desaparecer ese crculo de energa podra conseguir buenos resultados.Al menos, valdra la pena probar, Pip.El joven volvi a mirar hacia la granja. S murmur reflexivamente, valdra la pena probar. Pero no de da.Por la noche.En efecto.Cmo lo haremos, Pip?Ser preciso desconectar el generador que produce la corriente elctrica.Mejor que desconectar, convendra averiarlo de tal modo que tardase tres o cuatro das en repararlo. De ese modo, tendramos tiempo suficiente para explorar el pasado hasta el hombre del cual desciende Jaskar, y averiguar as las causas del cronoclismo.Muy bien. En ese caso, esperaremos hasta la noche.Cree que lo conseguiremos, Pip?No cabe la menor duda, Bryna, pero hable en singular, por favor. Ir yo solo y usted se quedar aqu aguardndome. El tono de Pip era demasiado tajante. Bryna no os protestar la decisin.

* * *

Sentada en el suelo, con la espalda apoyada en un rbol, Bryna dormitaba, cuando, de pronto, oy una voz que pronunciaba su nombre. Inmediatamente, se despabil. Pip? S. La silueta del joven se hizo visible en la oscuridad. Bryna se puso en pie. Lo ha conseguido? Pip solt una risita. Result fcil dijo. Me alegro. Cuntos das tardarn en repararlo? Tres, cuatro... Habr tiempo de sobra, Bryna. Gracias, Pip. Ella le dirigi una clida sonrisa. Est usted resultando un magnfico ayudante. No olvide que en el fondo de este asunto hay un enigma que tambin a m me interesa aclarar contest l. Inmediatamente emprendieron la marcha. Antes del amanecer, alcanzaron el cronomvil, con el cual regresaron al ao 2190 sin el menor contratiempo.

CAPTULO VII

Una mujer apareci en la puerta tras la llamada de Pip. Era joven, de unos treinta aos, rubia, formas opulentas y expresin un tanto recelosa. Qu desee? pregunt. Me llamo Ferrey Gighton y quiero hablar con el doctor Solqus. Quiere anunciarme, por favor? Ella dud un instante. Luego se ech a un lado. Pase, por favor invit. Pip cruz el umbral. La mujer se alej dejndolo solo en el vestbulo. Volvi al cabo de unos momentos y dijo: Tenga la bondad, seor Gighton. Gracias, seora. No saba que el doctor estuviese casado dijo Pip con una sonrisa. No est casado. Yo soy su ama de llaves declar la mujer. Me llamo Debbie Wenden. Encantado, seorita Wenden. Seora puntualiz ella framente. Pip entr en el cuarto de trabajo del cientfico. Solqus se puso en pie inmediatamente al verlo. Hola, seor Gighton salud amablemente. Sintese, se lo ruego. En qu puedo servirle? Ver, doctor, usted estuvo en mi despacho hace unos das. Ah, s, lo recuerdo dijo Solqus con tono indiferente. Ya s a qu se refiere usted. Precisamente iba a telefonear cancelando el pedido. Ha ocurrido algo de particular, doctor? Solqus hizo un gesto ambiguo. No me interesa ya, eso es todo. Por supuesto, abonar la indemnizacin que corresponda por la cancelacin del encargo dijo. Bueno, eso no es cosa ya de mi incumbencia. El encargo ha pasado a otras manos. Yo vena simplemente a hacerle a usted algunas preguntas sobre su especialidad. De qu se trata, seor Gighton? Doctor, yo querra saber si es posible que un juez, que acta en el ao dos mil doscientos cuarenta y seis puede expedir un mandato de arresto para ser ejecutado cincuenta aos antes, es decir, en esta poca. Tambin me gustara saber si la polica que actuar dentro de ese medio siglo citado, tiene facultades para detener a un ciudadano que no es de su poca. Me ha entendido usted? Solqus asinti. Le he comprendido perfectamente, pero no puedo darle una respuesta concreta, seor Gighton. Por qu, doctor? Solqus vacil. Pip se dio cuenta de que los ojos de Solqus no estaban fijos en l. Bueno, yo no soy abogado... No entiendo de leyes y menos cuando hay asuntos cronolgicos por medio... El tono de Solqus se haba hecho vacilante, irresoluto. De repente, Pip, volvi la cabeza. La puerta estaba entreabierta y se cerr en el acto. Durante aquella fraccin de segundo, sin embargo, Pip tuvo tiempo de ver parte de la cara de la seora Wenden. Inmediatamente adivin lo que suceda. Solqus no era libre de expresarse. Estaba vigilado por su propia ama de llaves. S, claro, doctor dijo en tono amable. Comprendo perfectamente. Lamento haberle molestado. Usted sabr dispensarme, espero. Pip se puso en pie. Adis, doctor. Adis, seor Gighton. Pip abandon la sala. La seora Wenden estaba en el vestbulo, con las manos en el regazo, mirndole fijamente. Por qu han elegido a una mujer tan hermosa para perro guardin del doctor? pregunt. El semblante de Debbie se alter profundamente. Vyase dijo, con voz crispada por la rabia, vyase antes de que sea demasiado tarde. Resultara interesante saber por qu controlan los menores movimientos del doctor. Acaso les desagrada que siga adelante con sus investigaciones cronolgicas? Y antes de que la seora Wenden pudiera contestarle, Pip abandon la casa, sumido en el desconcierto a causa de lo que acababa de averiguar.

* * *

El doctor Solqus est vigilado. S? Bryna acept aquellas palabras con cierta indiferencia, atenta por completo al manejo de su aparato. S, pero ignoro por qu motivos. Quin lo vigila? Su ama de llaves. Debbie Wenden. No la conozco. Yo tampoco la conoca hasta ahora, pero me gustara saber la verdad de este endiablado asunto. Bryna alz la cabeza y le mir. El futuro de la Humanidad est ntimamente relacionado con la existencia de Ed Jaskar afirm. Pip emiti una sonrisa desdeosa. Oiga, si Jaskar fuese el ltimo varn sobre la tierra, podra creerme una cosa semejante respondi. Pero hay ms hombres y ms mujeres. Por fortuna agreg, mirndola de arriba a abajo. Usted no comprende bien lo que sucede declar Bryna. Yo slo s que alguien trata de manipular con las ondas temporales dijo Pip. Y eso es algo que no me gusta. No se debe manipular con las vidas ajenas. Cuando el futuro de la Humanidad... No insista cort l, secamente. El futuro de la Humanidad depende de nosotros mismos, de cada ser humano, varn o hembra; pero no de lo que pueda hacer uno solo aisladamente. Einstein descubri la teora de la relatividad y de ah vino la bomba atmica y todo los dems. Y antes que l, Pitgoras haba formulado unas cuantas leyes matemticas; y antes que Pitgoras, un hombre de las cavernas descubri que dos corderos, unidos a otros dos, sumaban cuatro corderos. El suyo no es un argumento irrefutable; si Pitgoras no hubiera existido, otro, tarde o temprano, habra formulado su famoso teorema; y a la larga, hubiera surgido un Einstein, como habra pasado con Newton y su ley de la gravedad, y Edison y su bombilla elctrica... Oh, Bryna, lo que no hace un hombre, tarde o temprano, otro acaba por hacerlo. Esa s que es una ley inmutable. Bryna se qued sumamente pensativa. No haba considerado la cuestin bajo ese aspecto dijo. Todo problema tiene ms de una perspectiva contest l sentenciosamente. Pero Jaskar ha existido. Y alguien lo ha suprimido porque crey que no era conveniente para la Humanidad. Quin es se que cree tiene el derecho de representar a todos los seres humanos? Qu ley le ha otorgado semejantes prerrogativas? Entonces, opina que debo cesar en mis trabajos? Lo que opine yo, poco vale, porque, de todas formas, seguir adelante. Pip sonri. Y yo ser tan tonto que continuar ayudndola termin.

* * *

Estaban en la casa que Bryna haba alquilado en las afueras. Despus de cenar, ella se enfrasc de nuevo en sus trabajos. Pip sali a dar un paseo por el jardn. De pronto, se fij en el cobertizo. All estaba el cronomvil. Una idea empez a bullir en su mente. Primero fue una ocurrencia confusa. Poco a poco, se fue definiendo hasta adquirir la forma de una decisin concreta. S, por qu no intentarlo? murmur. Se acerc al cobertizo y abri la puerta. All estaba el cronomvil reluciente, temible en la silenciosa potencia de su motor que le permita viajar a travs de las pocas. Pas la mano por la pulida superficie de la cpula. De dnde haba sacado Bryna aquel artefacto? Vacil unos momentos. De pronto, resuelto ya definitivamente, abri la cpula y se sent en uno de los sillones. Inspir con fuerza. Qu encontrara en el futuro que distaba de l medio siglo?

* * *

Los ropajes de Pip no llamaban excesivamente la atencin. En el ao 2246 la gente vesta con moderacin, ropas holgadas y cmodas, con escasas estridencias ornamentales. La ciudad era grande y muy limpia. No se vean apenas vehculos; las aceras deslizantes y los tneles con carreteras mviles haban resuelto el problema de las comunicaciones y los transportes. Algunos edificios resultaban conocidos para Pip; haban resistido inclumes el paso de aquel medio siglo. La mayora de las casas, sin embargo, eran de nueva construccin. Pero el trazado de las calles y avenidas era, en general, el mismo. Pip calcul que donde haba estado la Jefatura de Polica cincuenta aos antes seguira habiendo policas. Una hora despus de su llegada al ao 2246, encontr la Jefatura de Polica. Haba un guardia uniformado en la puerta. Pip hall que el uniforme era el mismo que el usado por los dos hombres que haban tratado de arrestar a Bryna. La Divisin de Cronopolica, por favor? pregunt con voz natural. Aguard la respuesta durante un segundo, lleno de ansiedad. El guardia se llev la mano al casco y sonri: Novena planta, seor. Muy amable, guardia. Pip entr en el edificio, lleno de gente que iba y venia. El ascensor le llev al noveno piso, en unin de otras personas. Sali al pasillo. Delante de l, vio una placa:

DIVISIN DE CRONOPOLICA. R. HOLMES, COMISARIO JEFE.

Se acerc a la puerta. En aquel instante, se abri otra no lejana y oy una voz: S, seor, como Su Seora ordene. Pip volvi la cabeza. Un hombre sala por aquella puerta, con unos papeles en la mano. El hombre no le prest la menor atencin. Pip se acerc a la otra puerta y ley:

JUEZ H. Z. CROOKES. CRONOLOGA.Pip recordaba el nombre perfectamente. Era el que haba firmado el mandamiento de arresto contra Bryna. Ya no lo dud ms. Se acerc a la puerta y llam con los nudillos. Adelante! son una voz al otro lado. Pip abri la puerta, cruz el umbral y se encontr frente al hombre que tena autoridad para mandar arrestar a una persona que viva cincuenta aos antes.

CAPTULO VIII

El juez Crookes mir fijamente al recin llegado. Era un hombre alto, seco, de cara avinagrada y ojos chispeantes. Quin es usted? pregunt en tono seco. Seora, permtame que me presente. Mi nombre es Farrey Gighton y deseo conversar unos momentos con Su Seora, si sus ocupaciones se lo permiten. Gighton repiti Crookes. Ese nombre me suena. Es posible admiti el joven sonriendo. Crookes seal una silla con la mano. Sintese. S, Seora. Bien, hable, de qu se trata, seor Gighton? De cierto mandamiento de arresto extendido por Su Seora contra una tal Bryna Goss. Los ojos de Crookes despidieron un relmpago de furia mal contenida. Quin le ha hablado a usted de ese mandamiento? pregunt. Tuve el honor de ayudar a la seorta Goss a rechazar su cumplimiento contest Pip sonriendo. Ah, dijo el juez, de modo que usted es el hombre que vapule a mis enviados. Debo aadir que con gran placer, Seora manifest el joven sin inmutarse. Ha cometido usted un grave delito. Puede costarle caro. Seora, puede un juez que vive en el ao dos mil doscientos cuarenta y seis ordenar la detencin de una persona que vive cincuenta aos antes? Segn la ley actual, s. Qu objeto tiene esa ley? Protegemos contra las alteraciones cronolgicas. Evitar los cronoclismos, de cualquier clase que sean. Est seguro de que la seorita Goss provocar un cronoclismo? Absolutamente respondi Crookes con gran nfasis. Cmo lo ha averiguado Su Seora? Crookes sonri desdeosamente. Tenemos un aparato que permite explorar el pasado respondi. Su nombre es cronoscopio. Lgico sonri Pip. Y merced al cronoscopio pueden saber lo que hicieron las personas en otros tiempos. S. Y si no les conviene sus acciones, ustedes las interfieren. As es. Quin dict la ley cronoscpica, seor juez? El Parlamento. Por... unanimidad? Crookes vacil. La verdad es que hubo una fuerte oposicin admiti. Lo que significa que muchos estn en contra de esa ley. Pero se ha promulgado y la obligacin de todo ciudadano es acatarla. S, Seora, de todo ciudadano que viva en esta poca; pero no de quienes vivimos cincuenta aos antes, todava en el siglo pasado. Toda ley puede obligar desde que se promulga, pero no con efectos retroactivos. Es la esencia misma del Derecho, Seora. Crookes enrojeci vivamente. Se ha trasladado desde el pasado solamente para darme lecciones de Derecho? gru. Por lo que estoy viendo, s. Tan grave es el cronoclismo que va a provocar la seorita Goss, que quieren impedirlo? Si no fuera as, no habra dado la orden de detencin. Pip emiti una sonrisa irnica. Entonces, por qu Su Seora no emite otro mandato prohibiendo que Adn y Eva coman el fruto prohibido? Nos habramos librado de todos los problemas que vinieron despus, como consecuencia de una simple manzana, verdad? Crookes enrojeci de clera. Es usted un insolente! Le digo la verdad, as que no tiene derecho a ofenderse. Y, como ciudadano del siglo XXII, niego autoridad alguna a esa ley y a quienes la quieren hacer cumplir. Las leyes de hoy no pueden obligar a los ciudadanos del pasado. Voy a hacer que le detengan... Pip se puso en pie. Seora, cada persona debe cargar con las consecuencias de su pasado y enfrentar el futuro de acuerdo con sus acciones, no forzando a los dems a hacer algo que no les conviene o no les interesa. Usted puede modificar su propio futuro con las acciones que ejecute en este presente; pero no puede hacerla alterando lo que sucedi en el pasado. Los tiempos son distintos farfull Crookes. Pero el ser humano es el mismo, ahora, antes y maana contest Pip tajantemente. Todo lo ms que pueden hacer es prevenir el futuro conociendo lo que ocurri en el pasado, pero no alterarlo y arreglarlo a su gusto, alterando y arreglando las ondas temporales del pasado. Muchos errores se han corregido en todas las pocas, aprovechando las enseanzas de la historia; y eso es lo que deben hacer ustedes, en lugar de conformar la historia a sus conveniencias personales. Crookes no contest. Miraba a su visitante con hipntica fijeza, en medio de un silencio glacial. La puerta se abri de pronto. Alguien se asom y pregunt: Llamaba Su Seora? S, capitn contest Crookes. Detenga a ese hombre inmediatamente.

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Pip pase la vista por la habitacin en que se hallaba. Era de vastas dimensiones y haba numerosos aparatos, la mayora de gran tamao. El se hallaba sentado en un silln de diseo singular, situado sobre un estrado de medio metro de altura. Detrs de l haba un gran armario, lleno de aparatos de control y de medida. Frente al asiento, en el otro extremo de la pared, Pip divis una gran pantalla de forma rectangular con los vrtices redondeados. Era el cronoscopio, el aparato con el cual se poda explorar el pasado, sin necesidad de moverse de la poca en que se viva. El juez Crookes estaba frente a l, envuelto en una imponente tnica de color gris acero. Dos guardias flanqueaban a Pip. El capitn que le haba arrestado permaneca junto al juez. Capitn, lea la sentencia orden Crookes framente. S, Seora. El oficial desdobl un documento y recit: En el da de hoy, veintids de mayo de dos mil doscientos cuarenta y seis, y por el juez de Asuntos Cronolgicos, Honorable Horacio Z. Crookes, se ha dictado sentencia contra el ciudadano del ao dos mil ciento noventa y seis, llamado Farrey Gighton, convicto de intentar alteraciones cronossmicas. En consecuencia, el aludido Farrey Gighton es condenado a la pena de traslado al siglo XXX, donde ser abandonado a su suerte en lugar deshabitado. Procedan al cumplimiento de la sentencia orden Crookes framente. Pip mir al juez. Seora, puedo hacerle una pregunta? La ltima accedi Crookes secamente. Puesto que hay aqu un cronoscopio, puede su Seora decirme en qu consiste el cronoclismo que, segn usted, voy a provocar? Crookes se acerc al detenido y se inclin para hablarle al odo: Se lo dir murmur en voz baja. Si no le envo al siglo XXX, usted seguir con sus acciones y la ley de Asuntos Cronolgicos no llegar a votarse. Y, en consecuencia, usted no conseguir este apetitoso cargo. S admiti Crookes cnicamente, y se retir. Vamos, procedan dijo con voz tonante. Los dos guardias agarraron una cpula situada a un lado y se dispusieron a colocarla sobre el estrado. Pip levant las dos manos repentinamente, cuando ya la cpula estaba sobre su cabeza. Seor juez. Diga contest Crookes, impaciente. Su Seora dispone de un cronoscopio. Se le ha ocurrido examinar el futuro inmediato? Cmo dice? pregunt el juez, desconcertado. S, lo que va a ocurrir dentro de unos segundos. Oh, eso ya lo s. Lo vamos a enviar al siglo XXX. Su Seora se equivoca rotundamente. Lo que va a ocurrir dentro de unos segundos es... Pip se puso en pie de un salto, agarr la cpula con ambas manos y, sorprendiendo a los guardias, se la arrebat y la lanz hacia adelante con todas sus fuerzas. La cpula alcanz a Crookes en el pecho y lo derrib de espaldas. Al mismo tiempo, como estaba unida al generador por unos cables, el tirn los arranc en parte y empezaron a saltar chispas por todas partes. Los guardias escaparon, asustados. Crookes ruga y maldeca, tratando de ponerse en pie. El oficial quiso sacar su pistola. Pip carg con la cabeza gacha y le golpe en el estmago, despidindolo a varios metros de distancia. Crookes se levant. Pip le golpe en la mandbula, dejndolo inconsciente en el acto. Los ojos de Pip se fijaron en la gran pantalla del cronoscopio. Detrs de l, salan chispas y chorros de humo del generador. Sin pensrselo dos veces, agarr la cpula de nuevo y la levant sobre su cabeza. Era un objeto relativamente liviano, debido al vitroplastic de que estaba construido, pero, aun as, pesaba sus buenos treinta kilos. La cpula sali despedida con terrible violencia y choc contra la pantalla. Hubo un tremendo estampido. Algo se incendi en el interior del cronoscopio y empezaron a salir llamas por todas partes. El humo se espesaba cada vez ms. Pip pens en la conveniencia de emprender una retirada estratgica. El oficial continuaba inconsciente. Pip lo arrastr hasta una habitacin contigua, mientras arriba sonaban los timbres de alarma. El cambio de ropajes dur un par de minutos escasamente. Pip busc la escalera y corri hacia arriba, cruzndose con algunos guardias que descendan en sentido contrario. Abajo! Fuego, fuego! grit. Los guardias aceleraron el paso. Algunos de ellos llevaban extintores. La confusin. era enorme. Ello favoreci no poco la retirada de Pip quien, sin mayores inconvenientes, logr al fin abandonar el edificio de la polica.

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Bryna estaba furiosa. Se fue sin avisarme siquiera dijo, mirndole con expresin irritada. Me habra dejado partir si le hubiese pedido permiso? pregunt Pip. Usted no conoca el manejo del cronomvil. No ha resultado difcil sonri l. Bryna suspir. Tendr que dejarle por imposible murmur con acento resignado. Claro, no me va a dar una zurra como si fuese un chiquillo. No es muy diferente de un cro de pocos aos. Lo que ha hecho es insensato. Pero ha resultado til. Qu es lo que ha conseguido? pregunt Bryna. Entre otras cosas, pegarle un buen mamporro al juez Crookes. Bryna parpade, asombrada. Ha estado con el juez? Naturalmente. A qu se cree, si no, que me desplac al futuro? Qu le dijo el juez? Est convencido de que usted va a provocar un cronoclismo. Por eso quera arrestarla. No s qu clase de cronoclismo pueda provocar yo, cuando lo que trato es de evitarlo dijo Bryna pensativamente. Ustedes tienen todos una cosa en comn, nada halagea por cierto dijo Pip: y es que cada uno se cree el salvador de la Humanidad, y como obra de acuerdo con sus creencias y sintiendo, adems, el orgullo de ser el personaje ms importante de la tierra, lo que hacen, en realidad es estropearlo todo. Bryna le mir, plida de furor. Una opinin que me favorece muy poco dijo. Lo siento, pero pienso que es as contest el joven, sin inmutarse. Si dejasen que los acontecimientos siguiesen su curso normal, los cronoclismos no se produciran. Lo que tiene que ser, ser. Eso es la doctrina del fatalismo. Pip se encogi de hombros. Llmelo como quiera respondi. Y, a propsito, marcha bien su aparatito? S, hasta cierto punto. Qu es lo que quiere decir? He llegado en mi exploracin cronoscopica hasta el momento de la muerte del antepasado de Jaskar, pero no se me ocurre qu hacer para evitarIa.

CAPTULO IX

Contemplaban desde lejos la casa del doctor Solqus. Bryna se senta irresoluta. Dice que est vigilado por el ama de llaves? murmur. As es contest Pip. Si pudiramos burlar esa vigilancia... Piense en algo, usted es hombre dijo Bryna mordazmente. Yo soy hombre repiti l y con acento pensativo. Se atrevera a hablar usted sola con el profesor? Qu hara usted mientras tanto? Pip sonri. Lo que suele hacer un hombre en determinadas circunstancias respondi. podr aguardar un par de horas? Aqu? Si no hay otro remedio... Oh, podemos volver a casa. Tengo que cambiar mi cara; la seora Wenden me reconocera en el acto. Muy bien, volvamos a casa. En el camino, Pip compr algunos adminculos, merced a los cuales se dio a la cara un tono ms tostado. Le creci un ligero bigote y sus pupilas cambiaron de color. Bryna le contempl con admiracin. No parece el mismo dijo, cuando Pip hubo terminado de transformarse. Ahora me llamar Mike Goldini dijo. Y qu har para que Debbie deje de vigilar al doctor? Por favor, no haga preguntas indiscretas; podra ponerme colorado contest Pip maliciosamente. Bryna enrojeci. Es guapa? Ps, puede pasar! Cmo va a entrar en la casa? Djelo de mi cuenta. Ya tiene usted su receptor de radio. Cuando yo le haga una seal, usted da la vuelta y entra por la parte posterior, entendido? De acuerdo.

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Debbie Wenden contempl con fra mirada al hombre que tena ante s, en cuyos labios apareca una brilIante sonrisa. Debbie, supongo dijo Pip. S. Quin es usted? pregunt ella secamente. Un colaborador suyo, Mike Goldoni. El doctor tiene que estar ms vigilado. A quin se le ha ocurrido semejante insensatez? Es que no confan en m lo suficiente? Pip se encogi de hombros. Yo slo cumplo rdenes respondi. Si quieres, me marcho. Debbie vacil. Est bien, pasa accedi finalmente. Pip entr en la casa. Dnde est l? pregunt. En su despacho. Tiene telfono? S, pero he hecho una derivacin para escuchar cada vez que hace una llamada. Qu sucedera si intentase escapar? Hay alarmas en todas las puertas y ventanas de la casa contest Debbie. Pp procur ocultar su sorpresa. Aquello era algo con lo que no haba contado. Es una buena idea dijo. Pero habrs desconectado la alarma de la puerta principal para abrir. Claro. Oye, no tienes por ah una copa? Si no te emborrachas... Slo un traguito dijo Pip riendo. Demasiado s cul es mi obligacin. Est bien, entra en aquella sala. Gracias, hermosa. Debbie haba dado ya un par de pasos y se detuvo al or el piropo. Mir a Pip por encima del hombro y sonri ligeramente. Pip entr en la sala y se sent en una butaca. Ahora tena que averiguar dnde estaba la alarma para desconectarla y permitir que Bryna entrase en el edificio sin ser advertida. Debbie vino a poco con una bandeja. Llen dos copas y se sent frente a Pip. Salud dijo el joven, levantando su copa. Debbie, si quieres que te diga la verdad, esta es la misin que ms me agrada de cuantas me han encomendado. Por qu dices eso, Mike? Bueno, no siempre se tiene la suerte de actuar junto a una mujer hermosa. Debbie entorn los ojos. De veras me encuentras guapa? pregunt. Pip dej la copa a un lado, se puso en pie y avanz hacia Debbie. Agarr una de sus manos y tir de ella, hacindola incorporarse. Luego rode su cintura con los brazos. Voy a demostrrtelo murmur con acento de pasin. La resistencia fue nula y la fortaleza se rindi a las primeras de cambio.

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Pip se tante los bolsillos y lanz una maldicin a media voz. Qu te pasa? pregunt Debbie. No tengo tabaco gru el joven. Voy a tener que salir. Yo tengo aqu... El tuyo es muy flojo. A m me gusta ms fuerte. No te preocupes; volver en seguida. De acuerdo. No tardes, Mike. Debbie le acompa hasta la puerta, tras haber desconectado la alarma. Mir a Pip con expresin soadora y dijo: Tenas razn; la misin resulta mucho ms agradable cuando se tiene una buena compaa. Pip le acarici una mejilla. Volver en seguida para continuar hacindote compaa, preciosa asegur. Naturalmente, Pip no pensaba volver por all ms, bajo el aspecto de Mike Goldini. Apenas sali de la casa y hubo doblado la esquina, emprendi la ruta que haba de llevarle a reunirse de nuevo con Bryna. La muchacha le acogi con signos de marcada hostilidad. Ha tardado mucho acudi. Usted es de las que se creen que las cosas se pueden hacer instantneamente, con slo chasquear los dedos contest l. Tuve que embaucar al ama de llaves y me cost bastante averiguar dnde estaba la conexin de los sistemas de alarma. Lo que sucede es que estaba divirtindose con ella y se olvid de m. Pip apret los labios. Oiga, si cree que voy a soportar sus impertinencias, se equivoca. Los cronoclismos y sus autores me importan un rbano, est claro? No tanto, porque podra desaparecer si no se evitase ese cronoclismo exclam Bryna. Eso son figuraciones suyas. Yo estoy aqu. Soy de carne y hueso... Y Jaskar? No era tambin de carne y hueso? Pip se qued parado. Es un caso diferente. Yo no desciendo de un antepasado que muri asesinado. Qu sabe usted? contest Bryna. Pip, tenemos que evitar ese asesinato. Lo conseguiremos? Con un poco de suerte, creo que s. Qu le ha dicho el doctor? Una cosa muy interesante. Dick Smith fue asesinado con un fusil cronoscpico. Los ojos de Pip se dilataron por el asombro. Qu clase de artefacto es se? pregunt. Un arma que dispara a travs del tiempo. Lo que sucede es que el doctor no sabe en qu poca puede encontrarse ese fusil. Tiene que ser una poca futura. Un arma de esa clase indica una tecnologa avanzadsima, que no creo que se haya alcanzado en nuestros das. Bryna se mordi los labios. Dentro de cincuenta aos? sugiri. Es probable. Ella le dirigi una penetrante mirada. Se atrevera a viajar de nuevo al futuro? consult. Y nos haramos pasar por ciudadanos de aquella poca? Por supuesto. Est bien. Me parece que no me encuentro bien de la cabeza. Se siente enfermo? No, si lo digo por las cosas que estoy haciendo. Mi conducta es propia de un tipo chiflado. Oh! Bryna se indign. Cuando quiere, es usted repugnante. La verdad nunca agrada contest l sentenciosamente. Pero hoy no puedo hacer ese viaje. Por qu? Tengo que hacer una visita. Vaya comprobar el poder del dinero en una conciencia elstica. Y antes de que Bryna, sorprendida, pudiera preguntarle cules eran sus intenciones, Pip dio media vuelta y sali de la casa.

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Mary abri mucho los ojos al ver en la puerta a un visitante inesperado. Seor Gighton! exclam, pasmada. Pero, cmo...? Pip sonri. Puedo pasar, Mary? Oh, s, claro, por supuesto. Tengo la casa un poco revuelta. Eso no importa sonri l. Mucho trabajo por la oficina? Lo corriente respondi Mary. Quiere una copa? Con mucho gusto. Mary se volvi hacia el aparador. Al girarse de nuevo hacia su visitante, vio que Pip tena en la mano un fajo de billetes. Qu es eso, seor Gighton? pregunt. Slo quiero comprobar una cosa, Mary: la elasticidad de su conciencia. Hubo un momento de silencio. Luego, Mary, sonriendo insinuantemente, avanz hacia l, tom el dinero y lo guard en su escote. Es muy elstica, s admiti. Qu es lo que quiere saber usted, seor Gighton?

CAPTULO X

El seor Bernton era un hombre de mucho dinero. Pip lo saba de sobras. El seor Bernton era tan rico, que incluso tena un robot como mayordomo. Anncieme al seor dijo, cuando el robot acudi a su llamada. Soy Gighton. S, seor Gighton contest el sirviente mecnico con la impasibilidad propia de los de su especie. Tenga la bondad de aguardar unos momentos, seor. Gracias. El robot se alej. Pip mene la cabeza. Cualquiera dira que no es una mquina murmur. Pasaron algunos minutos. Una puerta se entreabri, pero no lleg a abrirse del todo. Eres una estpida. Yo no envi a nadie a ayudarte a vigilar al doctor. Ese Mike Goldoni es una invencin tuya. No digas tonteras contest Debbie. Estuvo todo el da en la casa... Yo te haba pedido ayuda ms de una vez. Cmo iba a recelar de l? Pudiste haberlo comprobado por telfono, no? Estabas en la oficina. No te gusta que te llamen all si no es algo urgente. Tienes respuesta para todo refunfu Bernton. Est bien, aguarda un momento; voy a ver si despacho a ese inoportuno. Bernton termin de abrir la puerta y, con la sonrisa en los labios, se dirigi hacia Pip. Mi querido amigo dijo con su mejor expresin. A qu debo el placer de su visita? Ver, seor Bernton respondi el joven. Hoy he hecho una comprobacin personal. Acerca de su estado mental? No. He comprobado que es usted un tacao. Bernton resping. No le entiendo dijo. Pip sonri. No le pag a Mary excesivamente. Verdad? Le he dado una modesta cantidad de dinero y me lo ha contado. La cara de Bernton se puso del color de la langosta cogida. Traidora farfull. Qu esperaba usted? dijo Pip. El dinero no es siempre origen de lealtad. Las personas como Mary dejan de ser leales en cuanto se les paga ms. Y le ha dicho todo. Todo lo que sabe ella. Algunas cosas, naturalmente, las ignora. Por ejemplo, estoy seguro de que se quedara asombradsima si supiese que usted es un hombre que ha venido del futuro a esta poca. Ahora Bernton se puso lvido. Hubo un momento de silencio. Luego, lentamente, Bernton dijo: Lo lamento mucho, pero me veo obligado a suprimirle, Pip. Es una decisin necesaria aadi Debbie. Pip volvi los ojos. Debbie estaba en la puerta de la otra estancia, apoyada en la jamba con los brazos cruzados bajo el opulento seno. Qu relacin tiene con usted, Bernton? pregunt Pip. Mi esposa. Aqu se haca pasar por soltero. Nos convena. Pip sonri. Debbie, tiene confianza en su esposo? Por qu lo pregunta? quiso saber ella. Bueno, a Mary no la convenci slo con dinero. Debbie se irgui vivamente. Qu ha dicho? Y a ella Pip se dirigi a Bernton, el tal Mike Goldoni le result muy atractivo. Puedo asegurar que su comportamiento con Goldoni result altamente efusivo. De modo que me has engaadodijo Bernton, hirviendo de clera. T lo hiciste antes contest ella con voz estridente. Pip emprendi una prudente retirada. La discusin entre la pareja alcanzaba lmites sonoros verdaderamente escandalosos. De pronto, cuando ya abra la puerta, ella grit: Se escapa! Bernton olvid la discusin y corri hacia la salida. Pip cruz el umbral y cerr, echndose a un lado de la puerta. Lanzando una maldicin, Bernton abri y salt hacia adelante. Al hacerlo, tropez con la pierna extendida de Pip y dio una tremenda voltereta en el aire. Debbie apareci con una pistola en la mano. Pip le asest un seco golpe en la mueca y el arma vol por los aires. Ella lanz un grito de furor. Pip recogi el arma, mientras Bernton, aturdido, haca esfuerzos por incorporarse. Vulvanse a su poca! dijo con voz metlica. Dejen que vivamos tranquilos y no traten de modificar el curso de los acontecimientos. Esta poca es nuestra y ustedes no tienen derecho a alterarla. Bernton y su mujer le miraron con expresin impotente. Volveremos a vernos amenaz l. Si lo intenta, lo enterrarn en esta poca contest Pip en tono no menos amenazador.

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Bryna oy el timbre de llamada y lanz un suspiro de alivio. Menos mal dijo, ya est ah. Dej el trabajo, cruz la estancia y abri. Hola dijo Alfie Broth. Qu tal, preciosa? sonri Sam Lwow. Amedrentada Bryna retrocedi un paso. Los dos pistoleros entraron, Lwow cerr, dio dos vueltas a la llave, la sac y se la ech al bolsillo ostentosamente. Y ahora dijo, vamos a hablar con toda tranquilidad. No creo que ustedes y yo tengamos nada de qu hablar contest ella. S insisti Broth. Vamos a conversar acerca del seor Jaskar. Jaskar? repiti Bryna. No ha nacido. Lwow solt una tremenda risotada. Oyes, Alfie? Dice que no ha nacido. S, y nosotros somos dos gorrioncillos rezong el otro de mal talante. Vamos, dganos de una vez dnde tienen al jefe. Bryna reflexion unos momentos. Trabajan ustedes para l? Somos sus hombres de confianza. Lo que significa guardaespaldas o algo por el estilo. Acert dijo Lwow. No veo que guardasen nada. Jaskar se les escap. Broth apret los labios. Cumplamos sus rdenes. El fue a hacer una visita y dijo que le aguardsemos a la salida. No sali ms. Tengo yo la culpa? protest Bryna. Al menos, es amiga del que tiene la culpa. Un argumento poco consistente dijo ella. Broth sonri. Ya veremos si es consistente o no, cuando l venga a buscarla respondi. Bryna empez a sentirse alarmada. Qu es lo que quieren decir? pregunt. Lwow sac del bolsillo un papel y lo dej sobre una mesa. No se preocupe, hermosa contest. Vamos, camine. Tengo que ir con ustedes? Broth alarg la mano hacia la muchacha. Ella dio un salto hacia atrs. No dijo, no ir. Sonriendo, Broth avanz hacia la joven. Bryna quiso resistirse, pero el individuo consigui ponerla la mano en el brazo. Bryna sinti un vivo pinchazo. Qu ha hecho conmigo? grit. Lwow sonrea torvamente. Alfie le ha inyectado un narctico explic. Bryna lanz un gemido. De pronto, sinti que todo daba vueltas a su alrededor. Las rodillas se le doblaron, pero no cay tan rpidamente que Broth no pudiera recogerla en brazos antes de tocar el suelo. Lista sonri. Abre, Sam. Momentos despus, la casa quedaba vaca.

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El coche se detuvo ante la casa y tres hombres se apearon en el acto. Aqu es dijo el capitn Karnass. Uno de los guardias que le acompaaba se sinti de pronto irresoluto. Capitn... Qu hay, Morney? pregunt Karnass por encima del hombro. Me pregunto si... esto es correcto... Usted oy en persona al juez Crookes, verdad? S admiti Morney, pero... bueno, hemos venido al pasado y... Deb haberle hecho una prueba cronopsicolgica antes de emprender la misin gru Kamass de mal talante. En cuanto regresemos, estudiar la decisin que he de tomar con usted. Mientras tanto, cumpla con su deber. S, seor contest Morney rgidamente. Karnass avanz hacia la casa. Lleg ante la puerta y llam. Poco despus, se convenca de que no haba nadie. Habrn salido dijo. Y aadi: Es lo mismo; aguardaremos a que vuelvan. Llev la mano a su cinturn y extrajo un tubo semejante a un lpiz, cuya punta aplic a la cerradura. Lo movi unas cuantas veces en crculo y, a los pocos momentos, la cerradura desapareci, convertida en vapor. Karnass empuj la puerta. Morney y el otro guardia le siguieron en el acto. Revisen la casa orden Karnass. Sus dos ayudantes se dirigieron a las habitaciones interiores. Karnass contemplaba el ambiente con una sonrisa de desprecio. Parece mentira murmur. Slo cincuenta aos nos separan de ellos y hay que ver el mal gusto que tenan en la decoracin. De pronto, repar en un papel que haba sobre la mesa. Se acerc y vio unas lneas escritas. Picado en su curiosidad, lo cogi para leerlo. Cinco segundos ms tarde, lanzaba un bramido: Morney, Ulhson! Los dos guardias acudieron a la carrera. Capitn? Nos vamos decret Karnass. Aqu estamos perdiendo el tiempo. Morney y Ulhson cambiaron una mirada. El primero se encogi de hombros. S, como usted ordene, capitn. Karnass dej el papel sobre la mesa. Conviene que lo lea cuando venga murmur sonriendo.

CAPTULO XI

Alfie Broth llen una copa y se la entreg a la muchacha. Vamos, anmese dijo con acento amistoso. De verdad, no pretendemos hacerle dao. Slo queremos que nos diga dnde est el jefe. Bryna mir a Lwow, que era quien haba hablado en segundo lugar. Segn mis informes, Jaskar tiene ambiciones pre sidenciales dijo. No es un secreto contest Broth. Pero para llegar a presidente se requiere, sobre todo, una cualidad fundamental. Cul, por favor? pregunt Lwow. Honradez. Los dos sujetos se miraron recprocamente. Broth solt una carcajada. El jefe es honradsimo contest. Tan honrado como un caimn hambriento calific Bryna mordazmente. Bueno, son cosas de la poltica. Usted sabe, est mezclada ntimamente con la economa dijo Lwow con sarcstico acento. Es decir, que Jaskar aspira a ser presidente para entrar a saco en la tesorera. Pero si l no tendr que hacer nada. El dinero afluir a sus bolsillos con toda naturalidad, como si fuese agua... Me dan asco dijo Bryna. Broth se encogi de hombros. Es nuestro oficio contest. Con razn se deca que si Jaskar llegase a presidente ocurrira una catstrofe. Bueno, bueno dijo Lwow, que empezaba ya a cansarse, mejor ser que dejemos este tema. A ver si viene pronto su amigo y nos dice dnde est el seor Jaskar. Pero ya se lo he dicho! Jaskar no ha nacido! exclam Bryna. Est loca? gru Lwow. Llevamos trabajando aos enteros con l. Su antepasado fue muerto hace doscientos aos, pero claro, eso es algo que ustedes no comprenden. Broth y Lwow cambiaron una mirada. Esta pobre chica anda mal de la cabeza dijo el primero. Ser mejor que le des otra copa sugiri Lwow. No quiero beber! Lo que quiero es que me suelten! grit la muchacha. En cuanto a eso, preciosa, es algo en lo que no se puede soar siquiera contest Broth framente.

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Karnass y sus acompaantes estaban apostados en la oscuridad. De pronto, Karnass mir su reloj de pulsera y solt una maldicin. Sucede algo, capitn? pregunt Mamey. Tarda demasiado gru Karnass. Morney suspir. En buen lo nos ha metido ese bribn de Crookes pens. No se atrevi a comentarlo en voz alta. Tema la clera del capitn Karnass, pero en aquel momento maldeca la hora en que se le ocurri pasar a la Cronopolica. Con lo bien que estara yo dirigiendo el trnsito en algn cruce, se lament. De pronto, vieron que se detena un coche frente a la casa. Ese es dijo Karnass. Pip se ape del vehculo. Sac la nota supuestamente dejada por