15/09/01 LA MOTILLA – AZNALCAZAR

Habíamos quedado citados en La Motilla, a las ocho de la mañana, casi

puntual apareció Antonio estuvimos un rato y viendo que no venia Paco nos acercamos a su casa, cada uno por un sitio y nos encontramos a Antonio Ortega y Paco los dos en la puerta, nos explicaron que Paco al sacar la bici, vio que la cadena se le había hecho un nudo y se le rompió, entonces tuvo que coger la de la hija, limpiarla un poco e inflarla, de ahí el retraso.

Hacía una temperatura muy buena y rodamos por la carretera de la

isla hacia Coria para coger la barcaza y atravesar el río, tuvimos que esperar un poco pues estaba en el otro lado lo que nos dio la oportunidad de echar por tierra la gestión de los Concejales de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento por el deplorable estado en que se encuentra el embarcadero, de auténtico asco.

Atravesamos el río, Coria estaba de feria por lo que todo aquello

estaba muy limpito y arregladito, seguimos para Puebla y después para la Venta del Cruce, donde nos tomamos las tostadas riquísimas que allí ponen, sentados en la terraza.

Tiramos por la carretera a la derecha y después otra vez a la derecha

pero tuvimos que dar la vuelta pues iba hasta una ermita y no tenia salida, volvimos y seguimos por la carretera de siempre pero por el asfalto es una carretera bonita entre pinares y llegamos a la casa forestal donde parte el camino que va al Vado del Quema, nosotros seguimos por la carretera y salimos a la carretera general en Analizara.

Podíamos seguir la carretera e ir a Bormujos, pero esta carretera

tiene mucho tráfico y no nos gustó la idea, intentamos buscar un camino que saliese para la derecha, pero como no estabamos nada seguros preguntamos en un taller de neumáticos que había en el cruce, una señora nos dijo que uno de los caminos, el primero que habíamos pasado después de por donde salimos, llevaba a los pinares, volvimos y tiramos por el hasta que llegamos a una bifurcación con un gran pino, cuya sombra aprovechamos para comernos unas manzanas y frutos secos, paso un coche y el conductor nos dijo que el camino de la izquierda llevaba a los pinos, por el seguimos, pero los pinos no llegaron y si llegamos a la Ermita de Cuatro Vita, con una torre replica de la giralda muy bonita.

A la salida, por otro camino, de la ermita cogimos un camino bueno que

tiraba a la derecha por el seguimos, paramos un coche pero el conductor era un emigrante sudamericano y no sabia nada, preguntamos a unos recolectores de aceitunas y eran de la Europa oriental, así que seguimos por el camino y nos encontramos con el carril verde de Triana a Almensilla, lo cruzamos porque en el mapa que había indicaba un camino hacia a Venta del Cruce mas o menos, llegamos a un gran cortijo y tiramos a la izquierda siguiendo el camino, pero al kilómetro aproximadamente se perdía, lo intentamos de nuevo por otro que parecía en mejor estado pero tambien se perdía al llegar a una zona de cardos, tuvimos que dar la vuelta y volver a pasar por el cortijo hasta el carril verde.

Al poco de circular por el carril encontramos el caserío de la finca La

Juliana, paramos a esperar a Paco que se había quedado rezagado y pedimos agua a un muchacho que estaba descargando aceitunas, nos dijo que el agua no era potable pero que ellos la bebían y no les pasaba nada, enchufó el motor del pozo y salió un chorro de agua que era una alegría y como estabamos secos no desaprovechamos la oportunidad, bebimos, nos refrescamos y llenamos los botes, nos indicó por donde teníamos que tirar para salir a Puebla del Río, muy agradecidos nos despedimos y con ciertas dudas, pues de vez en cuando, casi, desaparecía el camino, intentamos seguir las instrucciones que nos habían dado. El camino discurría primero entre olivos, después pinos donde pasamos por la ermita de San y luego por una zona de matorral y montebajo y en esta zona vimos atravesando el camino las huellas de varias culebras, alguna de un tamaño regular.

Salimos a la parte de atrás de Puebla del Río, tuvimos que subir por

una calle en cuesta y después bajar a la carretera general y girar a la izquierda para llegar de nuevo a Coria.

Cuando llegamos la barcaza estaba en el otro lado por lo que nos dio

tiempo a tomarnos una cerveza rapidíta en un bar en plena feria, no había ninguna animación por lo que acabamos rápidamente, fuimos al embarcadero, llegó el barco y cruzamos al otro lado, hacía bastante calor y en esta zona apretaba pero corría de vez en cuando una brisita que aliviaba un poco, llegamos a una Venta un poco antes del cruce del Polígono Industrial y paramos. Nos tomamos unas cervezas, una ración de boquerones y otra de carne con tomate, sentados en la terraza aunque hacía calor no se estaba mal.

Seguimos con un poco de pereza, pues nos habíamos enfriado y además estábamos cansado, llevábamos ochenta y tantos kilómetros, saliendo a la carretera del polígono industrial y girando a la derecha para La Motilla a donde llegamos sobre las tres.

Paco, un poco destrozado, pretendió no acompañarme al coche y coger

directamente para su casa, pero cuando llegó se dio cuenta que no tenía las llaves, por lo que tuvo que venir a buscarlas, ya que yo tenía su anorak en mi bolsa y además algunas fotos que le había sacado Antonio por la impresora, cogió el anorak con las llaves, pero las fotos le dijo a Antonio Chiclamina que se las llevara porque el no podía.

Así nos despedimos hasta el próximo sábado.