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Índice

GRUPO EDITOR

PresidenteMons. Diego Monroy Ponce

DirectorLic. Arturo Rocha Cortés

EditorialLic. Ángel Roa Hernández

Jefe de FormaciónRicardo Galindo Melchor

ColaboradoresP. Juan Ortiz Magos - P. Gabriel Rodríguez Martín del Campo - Diácono Mario Bustamante Rubio - Iván Martínez Huerta - Arturo Pardo Ayala - Ricardo Galindo Melchor - Lidia Binzhá Guerrero - Lic. María de la Concepción M.C. de Jiménez - Lic. Marcela Vallecillo Gómez - Lic. Samuel Jiménez Hernández - María Guadalupe Bustamante Rosas.

Boletín Guadalupano es una publicación mensual y gratuita de la Basílica de Guadalupe A.R. La distribución es realizada por la propia Basílica, con domicilio en Plaza de las Américas núm. 1, Col. Villa de Guadalupe, Deleg. Gustavo A. Madero, C.P. 07050, México, D.F. Tel.: 5577-6022 exts. 201 Redacción y 161; fax 5577-5038. Correo electrónico: boletinguadalupano@basilicadeguadalupe.org.mx. web: www.virgendeguadalupe.org.mx.

Registro de SEPOMEX (en trámite). Certificado de Licitud de Contenido núm. 10545, expedido por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la SEGOB, el 26 de noviembre de 2004. Certificado de Licitud de Título núm. 12972, expedido por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de SEGOB, expedido el 26 de noviembre de 2004. Certificado de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo núm. 04-2004-102812475400-106, expedido por la Dirección de Reservas de Derechos del Instituto Nacional del Derecho de Autor, el 28 de octubre de 2004.

DiseñoArturo Pardo, Arturo Rocha

Formación Editorial Arturo Rocha y Ricardo Galindo

ImpresiónFormas Continuas Administrativas, S.A. de C.V.

Acalotenco 74, Col. Santo Tomás, C.P. 02040, Deleg. Azcapotzalco, México D.F., con un tiraje de 10,000

ejemplares.

PUBLICACIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA

Los artículos y demás contribuciones publicadas en el Boletín Guadalupano no reflejan necesariamente el

sentir de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe. Y son responsabilidad exclusiva de sus autores.

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Mons. Salvador Diez de Sollano y Ortega

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5 Editorial

Lic. Marcela Vallecillo Gómez

Iván Martinez Huerta

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En Portada

Pbro. Juan Ortiz Magos

Visita nuestro sitio en internet:www.virgendeguadalupe.org.mx

Mons. Jorge Palencia Ramírez de Arellano

Pastoral

35 Peregrinaciones de marzo 2010

Lic. María de la Concepción M.C. de Jiménez

17 Año Sacerdotal

VI Asamblea Nacionalde Pastoral Indígena

Misiones

La Virgen María,discípula del Señor

La imagen de Santa María de Guadalupe para invidentes

Santa María de Guadalupe, estrella de laEvangelización y de laEsperanza

Mons. Jesús Guízar Villanueva

Inmemoriam

23 Normas para el ayuno

Una gran señal apareció en el cielo

Culturay Arte

Mons. Diego Monroy Ponce saluda a todos los peregrinos y lectores

Mensaje delRector

33 Efemérides de febrero

ANÓNIMO NOVOHISPANO

La Virgen de Guadalupe con los arcángeles Miguel y Gabriel, escenas de las cuatro apariciones y visión apocalíptico-guadalupana de san Juan evangelista (detalle)Siglo XVIIÓleo sobre telaCol. Museo de la Basílica de Guadalupe

Diseño de Portada:Arturo Pardo AyalaDiseño de interiores:Arturo Rocha, Ricardo Galindo, Lidia Binzhá.

EspiritualidadGuadalupana

La espiritualidad de Nuestra Señora de Guadalupe, alma y corazón de la vida y pastoral guadalupanas

CrónicaGuadalupana

Peregrinaciones

Ma. Guadalupe Bustamante Rosas

Diócesis de TeotihuacanArquidiócesis de Tlalnepantla

Tonantzin Guadalupe y los indígenas

MENSAJE DEL RECTOR

3Peregrinaciones de marzo 2010

Hermanos y hermana: alabemos, bendigamos y glorifiquemos a Jesucristo, el autor de nuestra salvación, quien a través de su pasión, muerte y resurrección, nos ha reconciliado con el Padre. A Él, todo el honor, el poder y

la gloria por los siglos de los siglos. Hermanos y hermanas: ¡con cuánta rapidez transcurre nuestro tiempo! Hace algunos días celebrábamos la Navidad; dentro de pocos, comenzaremos el tiempo de la Cuaresma. El Miércoles de Ceniza marcará el inicio de este nuevo tiempo de gracia con el cual nos prepararemos para la Pascua. La Cuaresma aparece en la liturgia como el tiempo propicio para convertirnos al Señor. Durante sus cuarenta días escucharemos la continúa exhortación de la Iglesia de volvernos a Dios de todo corazón.

Este insistente llamado comienza con el signo de la ceniza, expresión de nuestra fragilidad, arrepentimiento y principio visible de conversión. La misma naturaleza de este signo expresa la humildad y la sencillez con que debemos acercarnos a recibirlo, teniendo cuidado de no quedar delante de los demás como los fariseos de la antigua Ley, la discreción del signo de la ceniza mucho tiene que ver con la enseñanza evangélica que nos recuerda su auténtico espíritu: cuando ayudes no lo anuncies al son de las trompetas, cuando ayudes a un necesitado que tu mano izquierda no sepa lo que da la derecha, no reces para que los demás te vean y cuando ayunes no pongas cara triste, sino por el contrario, lávate la cara y perfúmate el cabello, porque tu Padre que ve lo secreto te lo premiará. De modo que no es necesario maquillarnos con la ceniza, ni querer hacernos simétricas crucecitas con ella para que todos nos vean, llevemos discretamente, hermanos y hermanas, el elocuente signo de la ceniza con nuestros ojos puestos en la esperanza pascual.

De ella dice san León Magno: son los días que preceden inmediatamente a la fiesta de la Pascua, a la cual debemos prepararnos de manera activa y con una purificación religiosa, haciendo en este tiempo de manera más fuerte y generosa nuestra relación con Dios.

Los grandes temas de la cuaresma, amados hermanos y hermanas, son el ayuno, la oración y limosna, convirtiéndose estas prácticas en el camino penitencial de estos cuarenta días. La penitencia no es otra cosa que una invitación a ser nosotros mismos, a dejar de lado tantas cosas que no son esenciales. Penitencia nos suena a dureza o a dolor, porque nos hemos habituado a cosas superficiales, pasajeras, que nos cuesta dejarl de lado y desprendernos de ellas. Es tan poco lo que sabemos de sacrificio, mortificación y renuncia que la Cuaresma nos viene bien para cultivarnos en ello y rectificar en nuestro caminar, dejando el mundo de apariencias en el que vivimos y comenzar a vivir con lo más elemental. La conversión que exige la Cuaresma, el cambio de mentalidad, no es un empeño meramente personal; es fundamentalmente un don de Dios, una palabra del Espíritu pronunciada en nuestro corazón. Hay maneras de hacer penitencia que son obra de nuestras manos, pero no camino que proceda de Dios. Todo lo que hagamos bueno en esta Cuaresma no debe ser meramente filantropía, sino búsqueda y cumplimiento de la voluntad divina, como la que Jesús buscó y cumplió hasta abrazar la cruz.

Efemérides de febrero

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Mensaje del Rector

Es desprendimiento, no para atesorar, sino para compartir, es separación del bullicio exterior; no para actividades personales, sino para la meditación y escucha de la Palabra divina; es abstinencia pero no sólo de la carne, sino de todo lo que huele a pecado.

Mis amados hermanos y hermanas: ojalá que en esta Cuaresma, el ayuno, la mortificación, la penitencia, la solidaridad, el compartir y el sacrificio así como el resto de las demás prácticas cuaresmales, tomen un verdadero sentido en nuestras vidas y dejen de ser meramente palabras desgastadas, anticuadas, devaluadas del vocabulario cristiano. Que cada una de ellas expresen su riqueza espiritual.

Que dejen de ser, lo que a muchos les parecen, prácticas medievales. Hoy por hoy, se hace urgente educar a nuestros jóvenes en estos valores morales, pues seguir soslayándolos, sólo nos traerá una sociedad cada vez más hostil, violenta e inhumana. Así pues, atendiendo la gramática del Evangelio, estas palabras conservan intacta su validez para la construcción de un lenguaje y de una vida cristiana.

La misma liturgia, mis queridos hermanos y hermanas, nos irá introduciendo en la particular espiritualidad de este tiempo, la supresión de los cantos del gloria y del aleluya, la sobriedad de los adornos, la proclamación breve del símbolo de nuestra fe, es decir, el Credo; así como el uso de otros elementos que enriquecen cotidianamente nuestras celebraciones. Prescindiremos de ellos por un tiempo para volverlos a retomar festivamente la noche pascual.

No olviden, hermanos y hermanas, las normas prescritas para este tiempo sobre el ayuno y la abstinencia. Acerquémonos al sacramento de la reconciliación, sumemos a nuestra vida buenas obras, compartamos y seamos solidarios con los que menos tienen. Que esta sea nuestra ofrenda al Señor en este tiempo de Cuaresma.

Dispongámonos, llevados por el Espíritu, como Jesús al desierto, a vivir este tiempo de gracia, en el que –estoy seguro– habrá de acompañarnos el aliento de la preciosa y celestial Señora, nuestra Muchachita santa María de Guadalupe. Que Ella nos ayude a morir con Cristo para resucitar con Él.

No olvidemos agradecer a nuestro Padre Dios, el día 12 como cada mes, el gran regalo que nos ha hecho de la Madre de su Hijo y Madre nuestra. Honrémosla y con Ella, sigamos construyendo un México más acorde con el corazón de Dios.

Que este año en el que celebramos el bicentenario de nuestra Independencia y el centenario de la Revolución nos comprometamos cada vez más a ser mejores cristianos y ciudadanos. Dios les bendiga.

Su hermano y servidor.

Mons. Diego Monroy PonceVicario General y Episcopal de Guadalupe

Rector del Santuario.

La conmemoración del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución mexicana serán temas de

reflexión en nuestro Boletín Guadalupano a lo largo de todo este año. Cada uno de estos eventos, episodios de nuestra historia nacional, nos ayudará a comprender el decisivo papel que jugó el Acontecimiento Guadalupano en la conformación de nuestra identidad nacional.

En los artículos que nos presentarán los investigadores del Museo de la Basílica de Guadalupe, descubriremos la incidencia social que rápidamente alcanzó el culto guadalupano en la sociedad novohispana, hasta convertirse en uno de los primeros símbolos del nacionalismo mexicano. Tal fue su fuerza, que don Ignacio Manuel Altamirano se refiere a Ella de la siguiente manera: es tan nacional, que todas las diferencias que hay entre los mexicanos se apagan y lo único en que están todos de acuerdo es que en los casos desesperados, el culto a la Virgen mexicana, es el único vínculo que los une. Toda división desaparece, ante los altares de la Virgen. México está indisolublemente unido a Guadalupe. Es además, su más noble acontecimiento. Así, queridos lectores, disfrutemos de estos temas patrios; enriquezcamos nuestra cultura nacional, nuestro amor por México y generemos una mejor conciencia ciudadana.

Llega a nosotros, en la voz de nuestro presidente editorial, Mons. Diego Monroy Ponce, una elocuente catequesis sobre la espiritualidad de la Cuaresma. Con el lenguaje sencillo y accesible que lo caracteriza nos introduce en el genuino sentido de este particular tiempo de gracia.

El acontecimiento central de la vida cristiana, dice, es la Pascua. Se anticipa a ella la Cuaresma, como tiempo de preparación al misterio pascual de Jesucristo, es decir, su pasión, muerte y resurrección. El origen de la Cuaresma encuentra sus raíces en la tradición bíblica de la Antigua Alianza y, por su puesto, en el Nuevo Testamento. Acogida en la liturgia de la Iglesia, la Cuaresma, se nos ofrece como tiempo propicio para volvernos

a Dios de todo corazón, como nos lo indica en su mensaje Monseñor Monroy, quien insiste en este tiempo como en la oportunidad que tenemos los cristianos para renovarnos en el gran amor de Dios, expresado en la donación de su amado Hijo, quien muerto y resucitado ha dado vida al mundo. Acompañan a este tiempo diversas prácticas penitenciales, las cuales no tienen sentido en sí mismas, si no se orientan a la Pascua. No puede haber un hombre de Jueves ni de Viernes Santo, si no hay hombres de Resurrección. No podemos ni debemos quedarnos meramente en la observancia de estas valiosísimas prácticas basados únicamente en el legalismo o fariseísmo religioso, pues la ley por la ley mata, pero la ley unida al espíritu libera. Así pues, hagamos de esta oportunidad el tiempo propicio de nuestra salvación.

Encontrarán también al interior de nuestra publicación las normas que la Iglesia nos pide observemos durante nuestra preparación pre-pascual, para no olvidar los días de ayuno y abstinencia y a quiénes obliga esta ley.

Acontecimiento Guadalupano cede su espacio para un In memoriam dedicado al M. I. Sr. Cango. Jesús Guízar Villanueva. Nos descubrirá algunos rasgos de su fecundo ministerio sacerdotal. El P. Jesús Guízar Villanueva, conocido también como el “poeta de la Virgen”, murió la mañana del sábado 23 de enero en un hospital de la ciudad de México. El señor Guízar Villanueva era miembro del Venerable Cabildo de Guadalupe y responsable de la pastoral profética de este Santuario. Le pedimos al Dueño de la vida, conceda el premio de la eterna bienaventuranza a este siervo suyo. Que contemple el rostro de Dios y vea su gloria. Que descanse en paz.

Sumamos a nuestra publicación las acostumbradas secciones de peregrinaciones, efemérides, vida pastoral, familia guadalupana y la agenda misionera del rector de Guadalupe. Sea este esfuerzo editorial de sumo provecho para cada uno de ustedes.

EDITORIAL

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IN MEMORIAM

Nació en Cotija de la Paz, Michoacán, el 8 de enero de 1947. Desde muy pequeño aprendió de sus padres que Dios formaba parte de su

familia. Las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús, de la santísima Virgen de Guadalupe y del obispo Rafael Guízar y Valencia atestiguaron la devoción de la familia Guízar Villanueva, quien todas las tardes se reunía de rodillas frente a ellas para rezar el Santo Rosario y fortalecer la fe que recibieron de los abuelos. Desde pequeño manifestó su deseo de ser sacerdote –cuenta él mismo- le inspiró y alentó para ello el ejemplo de su párroco don Antonio Águila García. Ingresó en el Seminario Conciliar de México en el año de 1958, a los 11 años de edad. De los ciento nueve alumnos que con él entraron al seminario sólo se ordenaron dos.

Las burlas de sus compañeros, debido a un accidente que lo dejó tartamudo por muchos años, lo llevaron a dedicarse de lleno al estudio, especialmente del latín, del griego y del español. Esto le ganó el respeto de muchos, quienes poco a poco lo fueron respetando. Desde entonces comenzó a declamar y a escribir. Maestro de inspiración fue el entonces padre Gustavo Couttelenc, quien lo educó en el arte de escribir. Así, desde los quince años se dedicó a versificar. A los 17 años comenzó la filosofía y recién cumplidos los 20 enviado a Roma junto con otros jóvenes, para fundar el Pontificio Colegio Mexicano. Obtuvo el título de Licenciado en Teología por la Universidad Gregoriana

y el doctorado en la misma disciplina teológica. Reconoce el P. Guízar que la vida en la universidad lo hizo recorrer horizontes culturales llenos de dignidad por los valores de compañeros y maestros de otras nacionalidades. Roma le llenó el alma de luminosidad por la fe de los primeros cristianos y la gloria de los grandes genios del Humanismo.Fue ordenado sacerdote en México por el Cardenal Miguel Darío Miranda, el 6 de noviembre de 1971. Fue director espiritual y vicerrector del Seminario Menor, prefecto de filósofos y secretario general del Seminario. Asimismo se desempeñó como capellán de las madres Capuchinas Sacramentarias de Tlalpan. Sirvió por un tiempo como segundo sacristán de la Basílica. Fue también párroco, responsable de la formación de los diáconos permanentes, coordinador del área de teología dogmática de la Universidad Pontificia así como conferencista y expositor de la misma casa de estudios. Miembro del Venerable Cabildo de Guadalupe, desde el 30 de octubre de 1996, secretario del mismo por un tiempo y responsable de la pastoral profética del santuario hasta el día de su muerte.

El ministerio sacerdotal del P. Jesús Guízar Villanueva, siempre se acompañó no sólo de su celo pastoral, sino también de su capacidad intelectual y por supuesto de su mística poesía. Se durmió en el sueño eterno de la paz, el sábado 23 de enero de 2010.

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M. I. Sr. Cango. Jesús Guízar Villanueva (1947-2010) ¡Ha muerto el canónigo poeta!

Ilusiones blancas en mis pensamientos, porque tu alma es blanca y blancos tus besos. Al morir quisiera que con uno de ellos mi alma despidieras para entrar al cielo. Jesús Guízar VillanueVa

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CULTURA Y ARTE

En el lento y complicado proceso para construir una conciencia nacional mexicana, la imagen de la Virgen de Guadalupe jugó un

papel por demás sobresaliente. La presente obra es de gran importancia dentro de la iconografía guadalupana. Este lienzo ilustra la más importante de las interpretaciones teológicas que los criollos novohispanos elaboraron en el proceso de búsqueda de su identidad. El cuadro pertenece a la colección del Museo de la Basílica de Guadalupe, no se tienen noticias precisas del origen de la obra, pero por las dimensiones y tema podemos suponer que siempre ha pertenecido a la institución guadalupana. La efigie de la Virgen de Guadalupe colocada al centro

de la composición, está flanqueada por las figuras de los arcángeles Gabriel y Miguel, identificados porque uno lleva la vara de tres azucenas blancas y el otro va ataviado como príncipe de las milicias celestiales. Las cuatro escenas colocadas en las esquinas condensan el relato de las apariciones de la Madre de Dios en el Tepeyac. El detalle más importante de la obra es el recuadro que, bajo los pies de Guadalupe, retrata a Juan el evangelista al momento de escribir el libro de las Revelaciones o Apocalipsis. San Juan reposa sobre una roca, sostiene la pluma con la mano derecha y en la mano izquierda el libro donde escribe la relación del evento que se desarrolla ante su mirada.

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Iván Martínez HuertaInvestigador del Museo de la Basílica de Guadalupe

Una gran señal apareció en el cieloLa Piedra Angular del Guadalupanismo Mexicano

Anónimo novohispAnoLa Virgen de Guadalupe con los arcángeles Miguel y Gabriel, escenas de las cuatro apariciones y visión apocalíptico-guadalupana de san Juan evangelistasiglo Xviióleo sobre telaCol. museo de la Basílica de Guadalupe

Cultura y Arte

“Una gran señal apareció en el cielo” la Virgen de Guadalupe sobre un espejo de agua, en donde sólo se aprecia un águila posada sobre el nopal extendiendo las alas.

Esta escena establece que el acontecimiento narrado en el capítulo 12 del Apocalipsis es el evento que explica las mariofanías del Tepeyac ¿Qué significado tiene esta relación? ¿Por qué es tan importante esta construcción visual para la historia de México?

Los teólogos novohispanos hicieron uso de diferentes escuelas y corrientes de análisis de los textos sagrados (la Patrística, la Escolástica y la utilización de concordancias bíblicas pueden aducirse como ejemplo) Con estas herramientas elaboraron discursos que explicaban su realidad. Interpretaron muchos asuntos, entre ellos, algunos que los llevaron a reconocerse a sí mismos como distintos de los españoles peninsulares. Discursos que hoy día se antojan claramente “protonacionalistas” o como bien matiza Octavio Paz son el reconocimiento de la singularidad criolla novohispana.

Miguel Sánchez (1594-1674) sobresale de entre todos estos teólogos criollos del siglo XVII. Probablemente su ciudad de origen fue Puebla de los Ángeles, realizó estudios en la Real Universidad obteniendo el título de bachiller.1 Su obra publicada en el año de 1648 y titulada Imagen de la Virgen María, Madre de Dios de Guadalupe, es la primera obra impresa que abordó el Acontecimiento Guadalupano. Para estos años (mediado del siglo XVII) la tradición oral era la única fuente de la que abrevaba el guadalupanismo, apenas unos cuanto eruditos tenían conocimiento de documentos escritos en náhuatl.

La narración de Sánchez redactada en estilo barroco y aderezada con múltiples digresiones teológicas y metáforas, constituye la “piedra angular” de toda la historiografía mexicanista. Muchos autores reconocen la importancia de este personaje, Francisco de la Maza y Jaime Cuadriello son, sin duda, quienes han propuesto y demostrado el porqué este texto debe ser calificado con este apelativo.2 Sánchez hace uso de todos los

recursos retóricos a su alcance, para construir una defensa y exaltación de su nación. Para Sánchez nación significa ciudad de México. En primer lugar pueden identificarse las comparaciones de espacios geográficos, por ejemplo: El mar Egeo es comparado con el Lago de Texcoco, el monte Horeb es ahora el cerro del Tepeyac y la Isla de Patmos transmuta en la Gran Tenochtitlán. Así con unos cuantos trazos compara el suelo mexicano con los lugares sagrados y lo eleva a la misma estatura de “Tierra prometida”.

Además Sánchez de una forma aguda y sugerente relaciona a los personajes históricos. En su narración Juan el evangelista, vidente de la revelación divina se convierte en Juan Diego testigo de la mariofanía. Juan Damasceno, padre de la iglesia griega y defensor del uso de las imágenes encuentra su nueva personificación en Juan de Zumárraga, obispo mexicano que acepta el milagro por la imagen impresa que queda cómo testimonio material.

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Anónimo novohispAnoVisión de san Juan en Patmos Tenochtitlansiglo Xviiióleo sobre telaTemplo de Coixtlahuaca, oaxaca

Cultura y Arte

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Juan el Bautista, profeta del señor, ahora se transforma en Juan Bernardino, quién recibió directamente la sanación y anuncia públicamente la verdad de la aparición guadalupana.El mismo ejercicio de comparación hace con Miguel, nombre suyo y del arcángel defensor de la segunda Eva, por lo cual se reconoce a sí mismo como un nuevo protector armado de pluma, tinta y conceptos.

Demuestra que la aparición guadalupana es la misma visión de la mujer del Apocalipsis, explica detalle a detalle la imagen de la doncella plasmada en la tilma juandiegina, coronada de estrellas, vestida de sol y posada sobre una luna. Es esta la primera descripción formal publicada.

Esta imagen es la más sugerente de todas las construcciones visuales elaboradas alrededor del milagro de las rosas. En esta obra se enaltece la tierra mexicana y al mismo tiempo se sitúa dentro de la tradición occidental. No es extraño que los elementos que hoy conforman el escudo mexicano: el águila posada sobre un nopal, sean colocados en esta pintura. Este elemento no sólo nos sirve para identificar el lugar donde se está llevando acabo la visión, sino también para demostrar que desde siempre la Virgen ha sido un símbolo de identidad mexicano. Aquí, escudo nacional y Virgen, se muestran cómo los elementos que despiertan en los pobladores un sentimiento de pertenencia.

La obra fue realizada, con toda seguridad, en la segunda mitad del siglo XVII. Es de gran fuerza expresiva y posee un contenido simbólico de suma trascendencia en la historia de nuestra nación. Existen pocos ejemplos en la pintura virreinal que ejemplifiquen este tópico. Hasta el momento solo conocemos un lienzo en el Templo de Coixtlahuaca, Oaxaca y uno más en la colección del Museo Soumaya. El lienzo del Museo de la Basílica de Guadalupe que hoy presentamos al parecer es el más antiguo. Recientemente en el Museo Arocena de la ciudad de Torreón fue exhibido uno lienzo con rasgos formales análogos; la cara de la Virgen, la solución de las manos y el angelillo a los pies de María, fueron trazados con bastante similitud. También las cuatro

escenas narrativas se encuentran enmarcadas en estos cartuchos ochavados. Y sobre todo la decoración periférica de guías florales y la forma de representar a Juan Diego llamaron nuestra atención. Aunque el lienzo exhibido en Torreón contaba con una vista del santuario en el recuadro inferior. Esta imagen se revela única en el proceso de construcción de identidad novohispana. La Virgen de Guadalupe es reconocida cómo el verdadero símbolo de unión en una sociedad tan distinta y contrastante.

miguel sánchez, Imagen de la Virgen María, Madre de Dios de Guadalupe..., méxico, 1648, imprenta de la viuda de Bernardo Calderón. (portada)

nOTAS

1 Ernesto de la Torre VillAr y Ramiro NAVArrO de ANdA, Testimonios históricos guadalupanos. Compilación, prólogo, notas bibliográficas e índices de... méxico: fce, 1982. pp. 1522 Vid. Francisco de la MAzA. El Guadalupanismo mexicano. méxico: fce, 1981. (Lecturas mexicanas, 37). Jaime cuAdriellO. “visiones en patmos Tenochtitlan. La mujer águila” Artes de México. núm. 29. marzo-abril 1995.

PASTORAL

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Toda reflexión teológica sobre la Virgen María, en la actualidad, siguiendo las orientaciones metodológicas marcadas por el Concilio

Vaticano II, debe apoyarse en el texto bíblico con la firme convicción de poder obtener de esta fuente, la primitiva experiencia cristiana en justa perspectiva para una presentación adecuada de la figura de la Virgen María. La conexión con el texto bíblico, lleva además a destacar la condición humana real de María mediante una referencia esencial a su Hijo divino. Por eso hoy se deben revalorizan los evangelios tradicionales de la infancia según San Mateo y San Lucas. Los datos que nos presenta la Sagrada Escritura representan piezas de un mosaico que la conciencia de fe de la Iglesia ha profundizado, coordinado y releído a lo largo de dos milenios en un cuadro global de referencia esencial de María

a Cristo, que se pueden recoger en torno a tres afirmaciones generales: María, madre del Salvador, discípula del Señor, cooperadora del Redentor.

El benignísimo y sapientísimo Dios, al querer llevar a término la redención del mundo, “cuando llegó la plenitud del tiempo, envió a su Hijo nacido de una mujer, nacido bajo la ley ... para que recibiésemos la adopción de hijos” (Gal 4,4-5). “El cual por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, descendió de los cielos, y se encarnó por obra del Espíritu Santo de María Virgen”. Este misterio divino de salvación se nos revela y continúa en la Iglesia, a la que el Señor constituyó como su Cuerpo, y en ella los fieles, unidos a Cristo, su Cabeza, en comunión con todos sus Santos, deben también venerar la memoria, “en primer lugar, de la gloriosa siempre Virgen María, Madre de nuestro Dios y Señor Jesucristo”. ( Lumen Gentium No. 52)

AnónimoLa Virgen de Guadalupe intercede por la salvación de un alma. siglo Xviióleo sobre telamuseo de la Basílica de Guadalupe

Mons. Jorge Palencia Ramírez de ArellanoVicerrector y Coordinador General de la Pastoral del Santuario

La Virgen María, discípula del Señor

Pastoral

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La primera afirmación, la encontramos en el testimonio más antiguo de la tradición neotestamentaria sobre Cristo en relación con María, su madre, en la Carta de San Pablo a los Gálatas ( 4,4): “Cuando vino la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley”.

En este texto, la realidad de la Encarnación del Hijo de Dios es subrayada por su nacimiento de una mujer. El fondo de este pasaje lo constituye el recuerdo (mujer) del personaje Eva, madre del género humano, y el de la Madre del Mesías, evocado por Miqueas (5,2) e Isaías (7,14). Pablo relaciona así con la historia del mundo y con la historia de la salvación al Hijo de Dios preexistente y a su madre. Además, el Apóstol pone aquí las dos premisas esenciales: preexistencia y divinidad de Cristo, de las cuales se deriva el dogma central de la mariología: la maternidad divina de esta mujer. Por eso el texto paulino es considerado por alguno como el texto significativo del NT.

El Evangelio según San Juan es también el evangelio de la madre de Jesús. Este título de madre se repite varias veces en las escenas cristológico-mariológicas más destacadas referidas por el Evangelista San Juan: en las bodas de Caná encontramos dos veces “madre de Jesús” y una vez “la madre” (2,5), en la escena del Calvario, en tres versículos, el evangelista llama a María hasta cinco veces “madre” (19,25-27). En ambas escenas, el titulo de madre está relacionado con el de mujer, indicando que con la madre de Jesús nueva Eva, da comienzo una nueva estirpe. A los pies de Jesús, lo mismo que en las bodas de Caná, la maternidad corporal de María respecto al hijo de Dios se amplía hasta una maternidad espiritual, que se convierte en su consumación. Con ese simbolismo, además, el misterio de María es relacionado indisolublemente con el de la Iglesia.

El titulo bíblico de madre del Señor Jesucristo le valió a María su inserción en el símbolo niceno-constantinopolitano de la iglesia universal: “Encarnado por el Espíritu Santo de María Virgen” (DS 150). El término griego Theotókos fue consagrado solemnemente en el Concilio de

Éfeso en 431 e introducido en la fórmula de fe del Concilio de Calcedonia en 451. En esta definición, después de haber hablado de la generación eterna del Hijo por el Padre, se afirma también su nacimiento terreno “de María virgen y madre de Dios” (Cfr. DS 301).

El término Theotókos, con sus correspondientes latinos Deipara, Dei Genetrix, contiene una verdad que sólo es concebible en la fe, a saber: la divinidad del que ha nacido de ese modo, y un hecho histórico, o sea, su encarnación en el seno de una mujer. Con ello se llegó a formular felizmente a Jesucristo como núcleo del misterio mariano para los siglos sucesivos, hasta nuestros días como lo a afirmado el Concilio Vaticano II en 1963:

En efecto, la Virgen María, que según el anuncio del ángel recibió al Verbo de Dios en su corazón y en su cuerpo y entregó la vida al mundo, es conocida y honrada como verdadera Madre de Dios Redentor. Redimida de un modo eminente, en atención a los futuros méritos de su Hijo y a El unida con estrecho e indisoluble vínculo, está enriquecida con esta suma prerrogativa y dignidad: ser la Madre de Dios Hijo y, por tanto, la hija predilecta del Padre y el sagrario del Espíritu santo; con un don de gracia tan eximia, antecede con mucho a todas las criaturas celestiales y terrenas.

Al mismo tiempo ella está unida en la estirpe de Adán con todos los hombres que han de ser salvados; más aún, es verdaderamente madre de los miembros de Cristo por haber cooperado con su amor a que naciesen en la Iglesia los fieles, que son miembros de aquella cabeza, por lo que también es saludada como miembro sobre eminente y del todo singular de la Iglesia, su prototipo y modelo destacadísimo en la fe y caridad y a quien la Iglesia católica, enseñada por el Espíritu Santo, honra con filial afecto de piedad como a Madre amantísima. ( Lumen Gentium 53)

El segundo titulo de la Virgen María, como discípula de Señor es también de suma importancia, y tiene su fundamento bíblico.

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En el Evangelio según San Mateo (12, 46-50 y su paralelo en el Evangelio según San Marcos 3,31-35asi como también en el Evangelio según San Lucas 8,19-21) se presenta a Jesús, el cual, mientras enseña, es visitado por su madre y por sus parientes. Jesús precisa entonces: “¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? Luego, extendiendo la mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”Para Jesús, la relación de discipulado está más cercana a su corazón que los mismos lazos familiares. Esa relación tiene su origen en “hacer la voluntad del Padre”; de donde se sigue que hacer la voluntad de Dios es más grande que ser madre de Jesús.

El evangelista San Lucas es sobre todo el que traza la figura de María como discípula, después de haberla retratado felizmente como madre del Hijo de Dios encarnado. En efecto, el episodio que acabamos de mencionar viene inmediatamente después de la parábola del sembrador y de la semilla que cae en diferentes tipos de terreno (cf Lc 8,4-15). La redacción del Evangelio según San Lucas intenta hacer comprender que el episodio debe estar iluminado por la parábola que le precede. La conclusión es la afirmación de Jesús: “Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en, práctica” (Lc 8,21). Todo esto se adapta perfectamente también a la Virgen María, la cual escuchó la palabra de Dios siendo la primera creyente de la Iglesia. San Lucas, el texto del libro de los Hechos de los Apóstoles ( 1,14), cuenta a María entre los miembros de la primera comunidad de los creyentes después de la resurrección de Jesús. También el relato de la infancia presenta a María como la creyente: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra” (Lc 1,38); es decir, María encarna en primera persona la definición del discípulo del Señor. También en el episodio de la visitación asocia San Lucas a María Virgen la idea del seguimiento y del discipulado. En efecto, el motivo del saludo de Isabel: “bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre” (Lc 1,42) se da en la exclamación: “Dichosa la que ha creído que se cumplirán las cosas que se le han dicho de parte

del Señor” (Lc 1,45). También en San Lucas 11,27s se subraya el hecho de que ser discípulo constituye para Jesús una relación más alta que los vínculos familiares: “Dichosos más bien los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen” (Lc 11,28). En estas dos últimas citas, tanto Isabel como la mujer de la turba alaban la maternidad física de María. A esto se añade una nueva perspectiva. Tanto en la alabanza de Isabel como en la de Jesús se subraya también la perseverancia en la escucha y en la práctica de la palabra de Dios. En el texto de San Lucas 11,28 tiene paralelismos marianos en Lc 2,19: “María, por su parte, guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”, y en Lc 2,51: “Su madre guardaba todas estas cosas en su corazón”.

Es decir, Lucas considera a la madre del Señor como la verdadera discípula, ya que ha realizado las dos condiciones de ser discípulo: la escucha de la palabra y su realización práctica en la vida. También en las escenas de Caná y del Calvario, descritas por Juan, María trasciende con el nombre de mujer su función de madre, asumiendo la de discípula. En el Calvario, p. ej., se convierte en la madre del discípulo ideal, presentándose al mismo tiempo como el modelo de la madre y del discípulo.Nos podemos preguntar: ¿ Cómo es posible armonizar la conclusión de que María parece tener mayor valor como discípula que como madre, con el hecho indiscutible de que la mariología tiene su soporte y su base en la maternidad divina?

La armonía entre ambas, madre y discípula puede realizarse en el ámbito de una cierta pedagogía de María como discípula y como madre. Además de en la Escritura, en la tradición de la literatura patrística, de los primeros siglos de la Iglesia, María es descrita frecuentemente como la verdadera creyente, se subraya constantemente en muchos textos de los Santos Padres, que fue justamente por la fe como María concibió a Cristo en su seno. María concibió impulsada por un acto de fe amorosa en Dios, y no por un acto de unión amorosa con un hombre. María concibió impulsada por la ferviente caridad de la fe. En la concepción de Jesús fue decisivo el acto de fe de la virgen. Por eso en el orden temporal la fe de María precedió a su maternidad.

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En cambio, en el orden del plan divino de la salvación, la predestinación de María a ser madre del Hijo de Dios tiene la precedencia, ya que tal predestinación tuvo influjo causal en todo lo que acaeció en María, y por tanto también en su fe, que precedió a su divina maternidad.

El Padre de las Misericordias quiso que precediera a la Encarnación la aceptación de parte de la Madre predestinada, para que así como la mujer contribuyó a la muerte, así también contribuirá a la vida. Lo cual vale en forma eminente de la Madre de Jesús, que dio al mundo la vida misma que renueva todas las cosas y que fue adornada por Dios con dones dignos de tan gran oficio.

Por eso, no es extraño que entre los Santos Padres fuera común llamar a la Madre de Dios toda santa e inmune de toda mancha de pecado y como plasmada por el Espíritu Santo y hecha una nueva criatura. Enriquecida desde el primer instante de su concepción con esplendores de santidad del todo singular, la Virgen Nazarena es saludada por el ángel por mandato de Dios como “llena de gracia” (cf. Lc 1,28), y ella responde al enviado celestial: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38).

Así María, hija de Adán, aceptando la palabra divina, fue hecha Madre de Jesús, y abrazando la voluntad salvífica de Dios con generoso corazón y sin impedimento de pecado alguno, se consagró totalmente a sí misma, cual, esclava del Señor, a la Persona y a la obra de su Hijo, sirviendo al misterio de la Redención con El y bajo El, por la gracia de Dios omnipotente.

Con razón, pues, los Santos Padres estima a María, no como un mero instrumento pasivo, sino como una cooperadora a la salvación humana por la libre fe y obediencia. Porque ella, como dice San Ireneo, “obedeciendo fue causa de la salvación propia y de la del género humano entero”.

Por eso, no pocos padres antiguos en su predicación, gustosamente afirman: “El nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María; lo que ató la virgen Eva por la incredulidad, la Virgen María lo desató por la fe”

; y comparándola con Eva, llaman a María Madre de los vivientes, y afirman con mayor frecuencia: “La muerte vino por Eva; por María, la vida”. ( Lumen Gentium No. 56) Concluimos esta reflexión recordando la profunda enseñanza que nos dejó, Su Santidad Juan Pablo II:

“En este tiempo de espera hasta el retorno en gloria y Majestad de su Hijo Jesucristo, la Virgen María, por medio de la misma fe que la hizo bienaventurada especialmente desde el momento de la anunciación, está presente en la misión y en la obra de la Iglesia que introduce en el mundo el Reino de su Hijo.

Esta presencia de María encuentra múltiples medios de expresión en nuestros días al igual que a lo largo de la historia de la Iglesia. Posee también un amplio radio de acción; por medio de la fe y la piedad de los fieles, por medio de las tradiciones de las familias cristianas, de las comunidades parroquiales y misioneras, de los institutos religiosos, de las diócesis, por medio de la fuerza atractiva e irradiadora de los grandes santuarios, en los que no sólo los individuos o grupos locales, sino a veces naciones enteras y continentes, buscan el encuentro con la Madre del Señor, con la que es bienaventurada porque ha creído; es la primera entre los creyentes y por esto se ha convertido en Madre del Emmanuel.

Este es el mensaje de los centros como Guadalupe, Lourdes, Fátima y de los otros diseminados en las distintas naciones, donde la fe y de la piedad mariana de los cristianos buscan el encuentro con la Madre de Dios para hallar, en el ámbito de la materna presencia de la que ha creído, la consolidación de la propia fe.

En efecto, en la fe de María, ya en la anunciación y definitivamente junto a la Cruz, se ha vuelto a abrir por parte del hombre aquel espacio interior en el cual el eterno Padre puede colmarnos con toda clase de bendiciones espirituales: el espacio de la nueva y eterna Alianza Este espacio subsiste en la Iglesia, que es en Cristo como un sacramento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano.” (Redemptoris mater No. 28)

ESPIRITUALIDAD GUADALUPANA

Una espiritualidad específicamente guadalupana debe impregnar necesariamente todas las áreas de la vida

y pastoral que realiza la Basílica; ser el alma y corazón de todo su ser y su quehacer, que se proyecte a la vida de nuestros Pueblos.

El Acontecimiento Guadalupano presenta incomparablemente una gran originalidad paradigmática inculturada, con riqueza religiosa y social única en la historia de las apariciones marianas en el mundo; no sólo en la transmisión del mensaje evangelizador de Cristo, sino que al mismo tiempo aporta una exquisita riqueza de espiritualidad llamada a vivificar todas las dimensiones cristianas en el continente americano.

Conviene precisar lo que se entiende aquí por “espiritualidad” a diferencia de “devoción”. La tarea de promover la devoción guadalupana

siempre y de manera intensa, la ha realizado indudablemente la Basílica de Guadalupe, de muchas y variadas formas y medios. La “devoción guadalupana”, entendida dentro de la devoción mariana, de acuerdo con el magisterio de la Iglesia en la Exhortación Apostólica “Marialis Cultus” de Paulo VI”, es la “piedad cristiana” expresada en actos de culto religioso de amor y veneración a la Madre de Dios, en la liturgia y fuera de ella, en la religiosidad popular, y por medio de Ella a Dios mismo, bajo la advocación de nuestra Señora Santa María de Guadalupe, con toda la riqueza de afecto y sentimientos que despierta en nosotros el Acontecimiento del Tepeyac, por el cual Dios ha manifestado su piedad divina para con nosotros, su pueblo, y anima nuestra respuesta a esa bondad y misericordia divinas por medio de la Virgen María de Guadalupe, Madre del Verdaderísimo Dios por Quien se vive y Madre nuestra.

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La Espiritualidad de Nuestra Señora de Guadalupe alma y corazón de la vida y la Pastoral Guadalupanas

Mons. Salvador Diez de Sollano y Ortega

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Espiritualidad Guadalupana

Es verdad que si esa devoción piadosa es auténticamente cristiana, necesitará siempre expresarse también en actitudes y no quedarse en puros sentimientos, en compromiso y no sólo en actos de culto.

La promoción de la devoción mariana guadalupana en 478 años ha sido rica en oraciones, en religiosidad popular y en expresiones artísticas. De ninguna manera se trata de negar que haya habido una espiritualidad guadalupana subyacente o cultivada en mayor o menor grado, sobre todo por algunas congregaciones religiosas con carisma guadalupano.

El hecho es que no se ha sistematizado teológica ni pastoralmente, no se ha elaborado un “corpus de espiritualidad guadalupana”, ni promovido una formación espiritual específica que lleve a una experiencia interior integral de presencia-comunión inefable con Dios por medio de la contemplación de María de Guadalupe, a una Mística auténtica que informe fuertemente desde la interioridad toda la vida cristiana personal y comunitaria en todas sus dimensiones.

Quizás pueda deberse a veces al quedarse en la práctica devocional, de no pasar a la imitación, al compromiso, a la transformación social, para vivir en la vida la propia santidad de María al modo guadalupano. Y otras veces a la marcada separación que ha existido entre la Mariología y la Cristología, lo mismo en relación a las demás ciencias teológicas, en fuertes sectores de teólogos y pastoralistas.

También con frecuencia, en algunos sectores de la Iglesia, se ha colocado a María lejos de nuestra realidad humana, haciendo de ella una criatura casi ultraterrena, inalcanzable, inimitable. Y si algo tiene de bellísimo el Acontecimiento Guadalupano es que presenta a la Virgen María en una muy delicada y preciosa realidad evangélica de sencilla humanidad femenina, en la que brilla al mismo tiempo toda la sublimidad del Misterio del Espíritu Divino. Mujer que está al lado de cada ser humano, protagonizado por Juan Dieguito, humanizada como él, con su hablar y modos, con su sentir e interactuar, para hacerse camino a Jesús y a los demás, para despertar en todos el

místico encuentro con Dios, la atractiva vocación personal y comunitaria a la santidad. También mucha imaginería de María ha sido elaborada en el mundo a partir de superestructuras culturales que la presentan desfigurada, sentimental, con poses rebuscadas, con un halo o expresión de espiritualismo “misticoide”, teológicamente abstracta, fuera de la cultura humana real. En cambio, la Virgen María, la del ayate guadalupano, es sencillamente humana-espiritual, con fascinante expresión serena de ternura y frescura vital para quien se abre a empatizar igual que Ella.

En el Credo de la Iglesia, María no es un apéndice, sino una mediación indispensable y central en el Misterio de la salvación. El Concilio Vaticano II discutió fuertemente dónde colocar el sitio auténtico de la Mariología en el conjunto de la Teología, y hoy día continúa la problemática.

En el Concilio Vaticano II quedó dentro de la Eclesiología por solamente unas decenas de votos de mayoría en la votación de los padres conciliares. Teólogos como Joseph Ratzinger, Hans Urs von Balthasar y otros han lanzado reflexiones para superarla y reubicar la Mariología (p.ej. María, Iglesia naciente, ed. Encuentro).

Si la Mariología tiene su fundamentación y proyección en la Cristología, en el Tratado de la Trinidad y en la Pneumatogía, no sólo en la Eclesiología como parte de Ella, ayudaría también a una mejor comprensión esencial de la Mujer y Madre Iglesia.

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Espiritualidad Guadalupana

La Espiritualidad Mariana y Guadalupana auténtica no puede ser tampoco una ciencia y una praxis aparte de toda la pastoral y la vida del cristiano y de la iglesia en América. Más bien tiene que ser propuesta como alma que lo informa, lo conforma y transforma todo y, así entendida, está llamada a convertirse consecuentemente en Mística y Mistagogía de todas las dimensiones del vivir cristiano de la persona y del pueblo de Dios. Es una Espiritualidad que, como veremos progresivamente en las muchas meditaciones, responde a las aspiraciones generalizadas del mundo de hoy.

En esta sociedad postmoderna donde la modernidad racionalista e ideológica, donde lo cientista y mecanicista, donde el materialismo, el tecnicismo y el consumismo, han fallado totalmente y mentido como promesas proféticas de felicidad y han traicionado las aspiraciones de verdadera realización del ser humano haciéndole perder el sentido de la vida, creando tantas formas terribles de deshumanización, de las peores guerras y desigualdades injustas de la historia; donde muchas veces las doctrinas religiosas, convertidas en fundamentalismos, o ancladas en pasados ya intrascendentes, no cambian ya nada, se vuelven puramente doctrinas estériles y enajenantes, se despierta en el corazón de muchos un hambre y una sed de Dios que sólo una verdadera Espiritualidad puede saciar;“una difusa exigencia de espiritualidad”, que es “un signo de los tiempos” (Cfr. Juan Pablo II: Carta Apostólica “Nuevo Milenio Ineunte” n. 33): “Nos has creado, Señor, para Ti y nuestra alma no se puede saciar hasta encontrarte a Ti” (San Agustín).

Cuando no se presenta a la persona humana y a la sociedad la opción de una verdadera y fascinante Espiritualidad “fiel a los signos de los tiempos” se le deja a merced de mundos de ilusión mágica, de esoterismo, de tantas propuestas de pseudoespiritualidades, del supermercado de “espiritualidades” a la manera de la “New Age”, de emociones manipuladoras o simplemente de propuestas de otras creencias o religiones. La auténtica Espiritualidad que transmite Nuestra Señora de Guadalupe lleva a vivir de manera evangélica original el misterio de comunión que

tiene su fuente en dios que es amor, trinidad, que crea al ser humano como imagen suya y lo llama a realizar esa semejanza en el vivir en comunión-encuentro con Él y con los demás, comunión-comunidad que se realiza en Cristo, por Él y con Él, que es indispensablemente Eucarística. Es la Espiritualidad evangélica de la unión y comunión en la permanencia en Jesús (Jn 15,1-12); es la vocación a ser uno en Cristo y el Padre por el Espíritu (Jn 17, 21-26). La Espiritualidad guadalupana es vocación a la Santidad, vocación que es con-vocación, misionera, eclesial y ecuménica (Cfr. LG 2-5; DV 2-5; AG 2-5; UR 2). Toda la Espiritualidad cristiana, en su rica diversidad de “espiritualidades” o, mejor dicho, carismas de Espiritualidad en la Iglesia, refleja la pura y única Luz del Espíritu Santo (Cfr. CC n. 2684). Santa María de Guadalupe es “un maravilloso diamante de mil destellos” de la luz del espíritu de dios.

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AÑO SACERDOTAL

“IN PERSONA CHRISTI”: LA EUCARISTÍA

Hoy día, en el mundo que nos toca vivir, se ha perdido mucho el sentido de lo sagrado. Entramos a un templo y nos cuesta mucho leer los signos religiosos en los que nos quiere envolver un templo. Vemos una imagen o un cuadro y nos interesa más su antigüedad o quién lo pintó. Y, sobretodo, si es valiosa económicamente. Más que descubrir en la obra, el mensaje de fe de quien la hizo.El incienso, las velas encendidas, el ornamento de los que celebran, poco nos dicen. Todo ello es muestra de que hemos perdido mucho el sentido de lo sagrado. Antes se le besaba la mano al sacerdote, porque eran manos consagradas, hoy ese signo no se entiende.

En este contexto nos cuesta mucho entender, la expresión de que el sacerdote actúa In Persona Christi significa actúa como Cristo mismo, nuestro Señor y Sumo Sacerdote ante Dios Padre. Muchos sinónimos se usan para expresar esta realidad que configura al sacerdote, por el carácter recibido en la ordenación, así: vicem Dei, vicem Christi, in persona Dei, gerit personam Christi, in nomini Christi, representando a Cristo, personificando a Cristo, representación sacramental de Cristo Cabeza, etc.

La actuación del sacerdote in persona Christi es muy singular. Específicamente la podemos ver en la consagración de la Misa. Como las formas de los sacramentos deben ajustarse a la realidad, la forma de la Eucaristía difiere de los demás sacramentos en dos cosas:

1° Porque las formas de los demás sacramentos significan el uso de la materia, como en el bautismo, la confirmación, etc.; por el contrario, la forma de la Eucaristía significa la consagración de la materia que consiste en la transubstanciación, por eso se dice: “Esto es mi cuerpo” — “Este es el cáliz de mi sangre”.

2° Las formas de los otros sacramentos se dicen en la persona del ministro (“ex persona ministri”), como quien realiza una acción: “Yo te bautizo…” — “Yo te absuelvo…”; o, en la Confirmación y en la Unción de los enfermos, en forma deprecativa: “N.N., recibe por esta señal el don del Espíritu Santo” — “Por esta Santa Unción y por su bondadosa misericordia…”, etc. Por el contrario, la forma del sacramento de la Eucaristía se profiere en la persona de Cristo que habla, in persona Christi loquendi, dando a entender que el sacerdote ministerial no hace otra cosa más que decir las palabras de Cristo en la confección de la Eucaristía (Cf. S. Th., III, 78, 1.).

CARTA DE mons. CARLos BRisEño ARCh Con moTivo DEL Año sACERDoTAL

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Año Sacerdotal

Por eso decía el gran San Ambrosio: “La consagración se hace con palabras y frases del Señor Jesús. Las restantes palabras que se profieren alaban a Dios, ruegan por el pueblo, por los reyes, por todos. Cuando el sacerdote se pone a consagrar el venerable sacramento, ya no usa sus palabras, sino las de Cristo. La palabra de Cristo, en consecuencia hace el sacramento” ( De Sacramentis, L.4, c.4.).

Hay que aclarar que como todos los sacramentos son acciones de Cristo, algunos dicen, que el sacerdote en todos ellos obra in persona Christi, pero, eso sólo se puede decir en sentido amplio. De hecho, el ministro del bautismo válido y lícito, puede ser un laico, una mujer, un no bautizado; y los ministros del sacramento del matrimonio, válido y lícito, son los mismos cónyuges; y ninguno de los ministros mencionados de estos sacramentos tiene el carácter que les da el poder de obrar in persona Christi.

Por otra parte, la concelebración eucarística se justifica desde el actuar de los concelebrantes in persona Christi, dice al respecto Santo Tomás, respondiendo a la objeción de que sería superfluo que lo que puede hacer uno lo hicieran muchos: “Si cada sacerdote actuara con virtud propia, sobrarían los demás celebrantes; cada uno tendría virtud suficiente. Pero, como el sacerdote consagra en persona de Cristo y muchos son ‘uno en Cristo’ (Gal 3, 28), de ahí que no importe si el sacramento es consagrado por uno o por muchos…” (S. Th., III, 82, 2, ad 2) Y no hay, propiamente, concelebración en los otros sacramentos. Es de hacer notar que en la concelebración “se manifiesta apropiadamente la unidad del sacerdocio” (Concilio Vaticano II, Sacrosanctum Concilium, n. 57) y, en otro documento se enseña: “se expresa adecuadamente la unidad del sacerdocio y del sacrificio, como también la de todo el pueblo de Dios” (Normas generales del Misal Romano, n. 153), por razón de que los sacerdotes, debido al carácter sacerdotal, obran in persona Christi.

Además, más adelante, agrega Santo Tomás refiriéndose al sacramento-sacrificio: “ …éste sacramento es de tanta dignidad, que se hace en la persona de Cristo. Todo el que obra en persona de otro debe hacerlo por la potestad que le han conferido… Cristo, cuando se ordena al sacerdote, le da poder para consagrar este sacramento en persona de Cristo. Así pone a éste sacerdote en el grado de aquellos a quienes dijo: ‘Haced esto en conmemoración mía’”. (En III, 82, 2 agrega: “El sacerdote entra a formar parte del grupo de aquellos que en la Cena recibieron del Señor el poder de consagrar”).

“Es propio del sacerdote confeccionar este sacramento” (Cf. S. Th., III, 82, 1). Y obrar en persona de Cristo es absolutamente necesario para que el sacrificio de la Misa sea el mismo sacrificio de la cruz: no sólo es necesaria la misma Víctima, también es necesario el mismo Acto interior oblativo y el mismo Sacerdote.

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Año Sacerdotal

Sólo así se tiene, sustancialmente, el mismo y único sacrificio, sólo accidentalmente distinto. El no valorar correctamente la realidad del carácter sacerdotal que habilita para actuar in persona Christi debilita el sentido de identidad sacerdotal, ni se ve cómo los ordenados que se vuelven herejes, cismáticos o excomulgados consagran válidamente —aunque ilícitamente— (Cf. I Concilio de Nicea, Dz. 55; San Atanasio II, Dz. 169; San Gregorio Magno, Dz. 249; ver Dz. 358. 1087), al igual que el porqué el sacerdote pecador consagra válidamente. El debilitar la importancia del obrar in persona Christi.

Todos los cristianos, los bautizados en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, debemos ser otro Cristo, vivir y actuar como Cristo, pero el sacerdote actúa de manera especialísima In Persona Christi, Cristo mismo, cuando preside la Liturgia de la Sagrada Eucaristía. Esto tiene una consecuencia en nuestra relación con la Eucaristía y el sacerdote que la celebra. Vamos a la Eucaristía a encontrarnos con Cristo en la persona del sacerdote. Por lo tanto, Cristo debe ser el motivo principal.

Cuando perdemos este aspecto, centramos la Eucaristía en la persona del sacerdote, desvinculándola de su carácter mistérico. Centrándonos en las cualidades físicas, de dicción o de elocuencia del que preside. De ahí la importancia de recobrar y ayudar a los fieles a recobrar esa visión sobrenatural de la Eucaristía. Es importante hacer un esfuerzo por descubrir, en el sacerdote anciano, enfermo, con limitaciones de todo tipo, a Cristo que se hace frecuente en él. Así como Cristo en el Evangelio nos invita a descubrirlo en el que tiene hambre, sed, está desnudo , enfermo o en la cárcel…

Es cierto que es necesario que el sacerdote al actuar In Persona Christi haga un esfuerzo en su vida personal para ser un instrumento y mediación de amor y misericordia, convirtiéndose en misericordia y amor con su conducta, como dijo san Agustín de Hipona.

Por ello, en este año sacerdotal, les invito a que oremos para que todo sacerdote vaya adelantando y perfeccionando su ser y, transparente a Cristo en su vida.

Mons. Carlos Briseño ArchObispo Auxiliar de México

CRÓNICA GUADALUPANA

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Lic. Marcela Vallecillo GómezComunicación Social de la INBG

La Imagen de Santa María de Guadalupe para Invidentes

Una imagen en relieve, de Nuestra Señora Santa María de Guadalupe, dedicada en especial a los invidentes para que puedan verla con sus manos y sentirse mirados por ella, se expone en la Basílica actual desde el pasado 09 de diciembre.

Esta imagen en relieve, fue propuesta por el Presidente de Contacto Braille, Jorge Pulido, y elaborada por el artista Franco Faranda, patrocinada por la empresa Protesa, e impulsada por el Ministerio de Bienes y Actividades Culturales de Italia, el Instituto Italiano de Cultura y la embajada de ese país en México.

Fue bendecida por el Papa Juan Pablo II el 11 de noviembre del año pasado y donada a la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe el nueve de diciembre de 2009. Desde ahora, dijo el Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera --en la ceremonia de recepción de la extraordinaria imagen-, los invidentes podrán no sólo ser contemplados por Ella, sino que también podrán verla.

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Crónica Guadalupana

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En el pasado mes de enero en la Basílica de Guadalupe, continuamos con las celebraciones de Día de Reyes, la apertura de las peregrinaciones diocesanas con la Arquidiócesis de México, y la celebración de la Semana de Unidad de los Cristianos

El día seis de enero, el Juguetón de Tv Azteca llegó a la Basílica de Guadalupe, entregando juguetes a niños de todas las edades. Desde las cuatro de la tarde, se observaron las filas de los pequeños acompañados de sus papás, quienes también disfrutaron del show de los payasitos.

Antes de comenzar el reparto de juguetes Mons. Diego Monroy Ponce, Vicario general y Episcopal de Guadalupe y Rector del Santuario, agradeció la generosidad de Jorge Garralda y la empresa que lo respalda, por la labor que desempeña de recolectar juguetes en toda la República, que sean distribuidos a los niños el día de Reyes.

DíA DE REyES En LA BASíLICA

El Arzobispo de la Arquidiócesis de México, agradeció a todos los que quisieron ser un medio, así como lo hizo San Juan Diego, “para que nuestros hermanos invidentes puedan ver con sus manos, puedan acariciar la imagen, el rostro hermosísimo de Nuestra Señora Santa María de Guadalupe”.

El Rector de la Basílica, Mons. Diego Monroy Ponce, extendió el agradecimiento al embajador de Italia, Roberto Spinelli, al artista Franco Faranda; al presidente de Contacto Braille, Jorge Pulido. Señaló que la imagen fue colocada para que miles de los invidentes en México --un millón 800 mil --, puedan contemplar con sus manos la bellísima obra de Dios mismo que nos ha regalado para este Continente y que queremos compartir en su mensaje de comunión, al mundo entero.

La imagen táctil es de 1.20 x .75 metros; fue elaborada con avanzada tecnología y resistentes materiales para una duración de 50 años. Está ubicada en la Basílica actual, entrando por la puerta dos del templo.

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Crónica Guadalupana

Más adelante, el día 09 de enero, se abrió el ciclo de peregrinaciones diocesanas con la de la Arquidiócesis de México que aún a pesar del clima gélido y lluvioso del día, reunió a cientos de peregrinos de las diversas vicarías que gozosos recibieron el mensaje del Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera, quien definió las líneas de trabajo pastoral para este año, con base en el II Sínodo Arquidicesano. “Los invito a poner nuestra mayor entrega en avanzar en las tres vertientes principales del programa sinodal, que hemos ido desarrollando poco a poco durante los 16 años que le han seguido: la renovación pastoral para convertirnos en una Iglesia misionera; el empeño especial en las prioridades pastorales: la familia, los jóvenes, los alejados y los más pobres; y, la estrategia principal, la formación de cada vez más discípulos misioneros”.

Asimismo señaló que este año que se cumplen 200 años de la Independencia de México y 100 de la Revolución Mediana - acontecimientos que han marcado el inicio de la construcción de México como nación y como estado democrático capaz de forjar su identidad y destino-, es un año significativo para nuestra Patria y pide a los mexicanos “retomar la herencia preciosa de su historia y responsabilizarse del México de hoy y del futuro”. Llamó a realizar este empeño con espíritu de gran esperanza y gratuidad porque los retos son grandes y debemos ser capaces de “aportar actitudes de servicio generoso

que busquen contagiar la conciencia social de corresponsabilidad por el bien común”.

“Que todos sean uno… para que el mundo crea” (Jn17, 21).

En la búsqueda de la solidaridad y la unidad de todos los cristianos, aquí en la Basílica de Guadalupe se celebró --así como en la Iglesia Universal--, la semana por la unidad de los cristianos, del día 18 al 22 de enero. En cada celebración Eucarística se elevaron peticiones por esta intención a fin de llevar el mensaje de Cristo en un clima de solidaridad con las iglesias cristianas. Esta celebración nació desde el siglo pasado, y la reconciliación de los cristianos ha ido tomando formas muy diversas. Históricamente, la cuestión de la unidad de los cristianos se planteó a los misioneros por razones prácticas, como evitar una competencia inútil, favorecer obras comunes, o combinar sus esfuerzos para realizar nuevas traducciones de la Biblia. Los misioneros fueron quizá los primeros en tomar conciencia de la tragedia que representaba la división de los cristianos. Si en Europa eran habituales las separaciones eclesiales, pero el escándalo de la desunión aparecía de manera obvia a los misioneros que anunciaban el evangelio en poblaciones que no conocían a Cristo.

Estas cuestiones ecuménicas se plasmaron en la Conferencia misionera de Edimburgo en 1910 la cual se considera que señala los principios del movimiento ecuménico moderno. Ahí se reunieron los cristianos con el objetivo de ayudar a los misioneros a forjarse en un espíritu común y a coordinar sus actividades. Cabe señalar que este año los promotores de la Semana por la Unidad de los Cristianos -la Comisión Fe y Constitución del Consejo Ecuménico de las Iglesias y el Consejo Pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos- harán memoria de la Conferencia de Edimburgo, importante paso en la historia del movimiento ecuménico, el próximo mes de junio en la misma ciudad. (www.edinburgh2010.org) . (Con información de www.vatican.va)

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APERtuRA DEL CICLO DE PEREGRInACIOnES. REnOVACIón PAStORAL PARA COnVERtIRnOS En unA IGLESIA

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El ayuno es más que dejar de comer carne los viernes. Aprende más del verdadero significado de este sacrificio

Originalmente, ayunar se refiere a no comer alimentos sólidos. Ordinariamente se prescribe el ayuno para un día completo y la abstinencia se refiere a dejar de comer cualquier tipo de carnes.1. El Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo son días de ayuno y abstinencia.2. Todos los viernes de Cuaresma son días de abstinencia de carne. Pero el Episcopado Mexicano ha dispuesto que: “se puede suplir la abstinencia de carne, excepto la del Miércoles de Ceniza y Viernes Santo, por:

a) la abstinencia de aquellos alimentos que para cada uno significa especial agrado, sea por la materia o por el modo de preparación;b) o por una especial obra de caridad;c) o por una especial obra de piedad;d) o por otro significativo sacrificio voluntario

3. Sujeto de la ley del ayuno y la abstinencia:- Abstinencia de carne: todos los que han cumplido 14 años. La ancianidad, por sí sola, no exime de esta ley de abstinencia.- Ayuno: todos los que han cumplido 18 años, hasta el comienzo de los sesenta.

Lo más importante al hacer este tipo de prácticas es darle su sentido verdadero: por una parte someter la voluntad para fortalecerla con virtudes como la templanza, la sobriedad y la humildad y

por otra, favorecer el ejercicio de la caridad, pues todos los sacrificios que se hacen deben apuntar a hacer un bien o un servicio al prójimo y a toda la Iglesia. Hacer sacrificios y penitencia por costumbre o porque todos lo hacen, no tiene sentido y no favorecen el crecimiento del hombre, que en conclusión es lo que se pretende. Misericordia quiero y no sacrificios…

NORMAS PARA EL AYUNO

Normas sobre el ayuno y la abstinencia recomendadas por la Conferencia del Episcopado Mexicano

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El próximo 24 de febrero al las diez de la mañana se llevará a cabo la Celebración Eucarística de la Diócesis de Teotihuacan, con

motivo de su primera peregrinación a la casita de la morenita del Tepeyac, Santa María de Guadalupe, será presidida el primero Obispo pastor, Monseñor Guillermo Francisco Escobar Galicia.

En esta ocasión tan especial quieren darle gracias al Padre del Cielo por la vida diocesana, porque en cada uno de los sacerdotes que conforman esta comunidad los fortalezca en la fe y sean portadores de la Buena Nueva. También quieren encomendarle a la Virgen de Guadalupe, esta nueva sede eclesial para que con su Santísimo Manto los proteja y haga de este pueblo un semillero de vocaciones, así mismo, confiarle en sus Manos amorosas cada uno de sus trabajos pastorales, proyectos diocesanos y sus habitantes.

Sacerdotes, seminaristas, religiosos, religiosas y pueblo de Dios –todos vestidos de color blanco- se congregarán en la ex glorieta de peralvillo a las ocho de la mañana. Caminaran junto con su obispo por el corredor del peregrino hasta llegar a la Basílica de Guadalupe, una banda de música amenizará la caminata con música y cantos de alabanza.

La sede catedralicia de la nueva Diócesis es la Iglesia de San Juan Bautista, conocida también como la Catedral de Teotihuacan. El obispo de la Diócesis en 2009, decidió cambiar el nombre a Santa Iglesia Catedral del Divino Redentor, así como también nombrar al templo secundario de la “purificación” como Sede Parroquial de San Juan Bautista.

La nueva sede eclesiástica la integran 33 parroquias, 53 sacerdotes diocesanos, 16 seminaristas y 72 religiosas. La iglesia catedral es la hasta ahora parroquia de San Juan Bautista, en la ciudad de San Juan de Teotihuacan. El papa Benedicto XVI creó la circunscripción de Teotihuacan, en el estado de México, con territorio desmembrado de la diócesis de Texcoco, y nombró al sacerdote Guillermo Francisco Escobar Galicia, de 53 años, su primer obispo.

La Diócesis de Teotihuacan se ubicada al noreste del Estado de México, su territorio lo conforman ocho municipios de la entidad mexiquense, Tecámac, Acolman, Teotihuacan, Axapusco, Nopaltepec, Otumba, San Martín de las Pirámides y Temascalapa, tiene una superficie de mil 062 kilómetros cuadrados, para una población de 866 mil 282 habitantes, de los que 779 mil son católicos, según datos del Vaticano.

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PEREGRINACIONES

Primera Peregrinación de la Diócesis de Teotihuacan, Estado de México

María Guadalupe Bustamante RosasComunicación Social de la INBG

El próximo seis de febrero, 5 mil fieles –aproximadamente– de la comunidad arquidiocesana de Tlalnepantla se postrarán

a los Pies de Santa María de Guadalupe para agradecerle un año más de vida y bendiciones.

Por tal motivo y con ocasión tan especial, a las diez de la mañana, en el Altar Mayor de la Basílica de Santa María de Guadalupe, el tercer Arzobispo de esta jurisdicción, Mons. Carlos Aguiar Retes, presidirá la celebración eucarística, en la que concelebrarán Mons. Francisco Navarro, Obispo Auxiliar y sacerdotes de la Arquidiócesis de Tlalnepantla.

Esta romería se efectúa el primer sábado de febrero de cada año, con la asistencia de alrededor de 5 mil a 10 mil creyentes, pertenecientes a las 7 zonas episcopales. Un representante de cada una de ellas está a cargo de una actividad determinada durante el trayecto, como portar los banderines, las ofrendas, animar la peregrinación por medio de cantos y danzas, etc.

La Arquidiócesis cuenta con siete municipios territoriales y siete zonas pastorales

Municipios territoriales: - Tlalnepantla de Baz - Atizapan de Zaragoza - Naucalpan de Juárez - Huixquilucan - Isidro Fabela - Jilotzingo - Tlazala

Zonas pastorales: La arquidiócesis se organiza en siete zonas pastorales: - Zona pastoral 1 de Corpus Christi

- Zona pastoral 2 de San Bartolomé Apóstol - Zona pastoral 3 de San Felipe de Jesús - Zona pastoral 4 de San Francisco de Asís - Zona pastoral 5 de San Andrés Apóstol - Zona pastoral 6 de San Antonio de Padua - Zona pastoral 7 de Nuestra Señora de los Remedios.

Datos estadísticos: - Población 3,980,000 habitantes - Católicos: 1,738,308 - Parroquias: 200 - Sacerdotes Diocesanos: 400 - Sacerdotes Religiosos: 81 - Sacerdotes ordenados al año: 8 - Religiosos Profesos: 26 - Religiosas Profesas: 279 - Bautizos al año: 29,517 - Matrimonios al año : 4,409

Los antecedentes de este caminar se remontan al año de 1964, cuando los comerciantes del mercado de Tlalnepantla y sus familiares iniciaron con la tradición de marchar a la Basílica de Guadalupe por los bienes recibidos cada año. Al tomar posesión, el 13 de enero de aquel año, Mons. Felipe de Jesús Cueto González, primer Obispo –teniendo como sede la Catedral de Tlalnepantla– los organizadores de la peregrinación le hacen la cordial invitación de que los acompañe en peregrinación a visitar a la Virgen de Guadalupe. Monseñor Cueto acepta con gusto, convoca a toda la feligresía y es así como dan inicio a las peregrinaciones del pueblo de Tlalnepantla.

La erección como Diócesis de esta sede eclesial tuvo verificativo el 13 de enero de 1965. El 17 de junio de 1989 fue elevada a Arquidiócesis de Tlalnepantla.

Peregrinaciones

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Pastoral de la comunicación Arquidiócesis de TlalnepantlaMaría Guadalupe Bustamante RosasComunicación Social de la INBG

XXI Peregrinación de la Arquidiócesis de Tlalnepantla, Estado de México

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TONANTZIN GUADALUPE

Desde hace seis años, el Excelentísimo Señor Felipe Arizmendi Esquivel convoca a los Sacerdotes, Diáconos, Religiosas y Laicos

Indígenas para reflexionar sobre diversos temas de interés para los pueblos indígenas. Concluido su periodo de seis años al frente de esta Comisión, este año fuimos convocados por el Excelentísimo Señor Guillermo Francisco Escobar Galicia, Obispo de la reciente Diócesis de Teotihuacan, y actual responsable de esta Dimensión de Pastoral.

Deseamos compartir con ustedes parte de la realidad de nuestros pueblos indígenas, que reflexionamos a la luz de las celebraciones del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución. Concluimos con el siguiente documento elaborado por el equipo redactor de la Asamblea Nacional de Pastoral Indígena:

PROnunCIAMIEntO DE LA VI ASAMBLEA nACIOnAL DE PAStORAL InDíGEnA. Convocados por la Dimensión de Pastoral Indígena de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social de la Conferencia del Episcopado Mexicano, realizamos la VI Asamblea Nacional de Pastoral Indígena. Nos reunimos en México Tenochtitlán, en el Centro Indígena de la Santa Cruz, del 11 al 14 de enero del 2010, las delegaciones de los pueblos Tsotsil, Maya, Náhuatl, Otomí, Tzeltal, Zoque y Purépecha. Compartimos nuestro aliento y nuestra palabra en el contexto celebrativo del Bicentenario de la Independencia y el primer Centenario de la Revolución, viendo y analizando las flores que han beneficiado y las espinas que han afectado a nuestro mundo indígena.

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VI Asamblea Nacional de Pastoral Indígena

Documento elaborado por el equipo redactor de la Asamblea nacional de Pastoral Indígena

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Tonantzin Guadalupe

En el desarrollo de la asamblea iluminamos nuestro quehacer con la espiritualidad de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, patrono de la pastoral indígena, y, desde lo más profundo de nuestro corazón, al final de nuestra reunión exclamamos: “Virgen de Guadalupe, Madre del Verdadero Dios por quien se vive, Tú que estuviste en la Independencia y en la Revolución acompañando las luchas de los pueblos indígenas, sigue con nosotros, como lo hiciste con San Juan Diego a quien le diste la gran prueba de tu amor que benefició a todo el mundo, y le prometiste dar a todas las naciones de estas tierras todo tu amor, compasión, ayuda y defensa”.

Madre Defensora de los pueblos indígenas: ayúdanos a que se retomen las motivaciones que gestaron la Independencia y la Revolución, para que se acabe la dependencia esclavizante neoliberal en la que aún estamos sumidos los indígenas, donde nuestra forma de vivir y de entender el mundo no tienen cabida, donde nos imponen políticas, asesores y equipos norteamericanos; las espinas que nos provocan los diputados haciendo leyes que respaldan los despojos de nuestros recursos naturales. Las tierras mexicanas se están quedando en manos de empresas trasnacionales, porque nuestros recursos son codiciados por los poderosos. Y ante esta realidad se ha acallado la voz profética de la Iglesia. Madre de Guadalupe, Tonantzin: tú que nos tienes junto a tu corazón, en el hueco de tu manto, en el lugar donde cruzas tus brazos, cura las heridas, penas, dolores y miserias, que nos causan las espinas. Por ser indígenas somos humillados, rechazados, marginados, oprimidos, despojados, discriminados… etc.

Madre del Corazón del cielo y de la tierra: anima y fortalece nuestros corazones para que alcancemos el respeto de nuestros territorios, la valoración de nuestros ritos, mitos y lenguas, la recuperación de nuestra medicina tradicional, el aprecio de nuestra vestimenta que contiene nuestra historia y expresa nuestra identidad, el rescate de la dignidad por ser los dueños originarios de estas tierras, la defensa de nuestra soberanía sustentada en el maíz, porque somos hijas e hijos del maíz. Madre del Tepeyac: Tú que eres modelo de la evangelización

perfectamente inculturada, te rogamos nos acompañes en el proceso de la conformación de las Iglesias autóctonas, en las que logremos pasar realmente de una pastoral indigenista a una pastoral indígena; donde los pueblos originarios seamos sujetos de nuestra historia, protagonistas de la evangelización inculturada, a fin de que la Iglesia, que es también nuestra madre, adquiera la catolicidad que le aportan los pueblos indígenas. Madre forjadora de nuestra patria: inspira y acompaña nuestros procesos que nos lleven a constituir un país pluriétnico y multicultural, para que ya no nos sigan usando como carne de cañón ni como objeto de folclor, porque los pueblos indígenas somos sujetos de derecho y somos raíces que dan rostro y corazón a México. Señora y Lábaro de la Independencia y la Revolución: que nuestros pueblos indígenas sigan siendo portadores de las flores y de los cantos que nos liberan, del mismo modo que fueron liberados de la esclavitud de Egipto tus hijas y tus hijos del pueblo escogido.

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Madre del Sol que nace de lo alto: ilumina con tu luz a nuestros profetas; que las organizaciones indígenas mantengan el espíritu de las bienaventuranzas; que nuestro líderes, nuestros principales, quienes sostienen los bastones de mando en nuestras comunidades, conserven sus corazones ungidos por el Santo Espíritu, que inspiró la misión de Jesús, para “llevar buenas noticias a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos y a los ciegos que pronto van a ver, para poner en libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor” (Lc 4, 18-19).

Tú que inspiraste a los obispos reunidos junto a tu santuario de Aparecida: recuérdales a nuestros pastores que “la Iglesia no puede ni debe quedarse al margen de la lucha por la justicia”(DA 385); que “la Iglesia acompaña a los indígenas y afroamericanos en las luchas por sus legítimos derechos”(DA 89); y que “la iglesia está convocada a ser abogada de la justicia y defensora de los pobres ante intolerables desigualdades económicas que claman al cielo”(DA 395), situación en la que se encuentran los pueblos originarios, que también son porción del pueblo de Dios que lucha y busca su liberación.

Madre del Corazón de la tierra: a pesar de las luchas por la Independencia y las luchas revolucionarias, nuestros territorios se están quedando en manos de gente extraña, nos siguen despojando de nuestros recursos naturales, se ha desaparecido selectivamente a los luchadores sociales, se han criminalizado las manifestaciones sociales, provocando la desmovilización y dividido a nuestros pueblos.

Madre que dijiste a Juan Diego: “¿Acaso aquí no soy yo tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra y mi resguardo? ¿Acaso no soy yo tu fuente de vida? ¿Quién más te hace falta? Que ya nada te apene ni te dé amarguras” (Nican Mopohua), en esta conmemoración del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, como discípulos y misioneros de Jesucristo, te pedimos que hagas nuestros corazones tiernos para el anuncio de tu amor y que fortalezcas nuestras voces de profetas para la denuncia.

Tonantzin Guadalupe

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MISIONES

El deber urgente de anunciar al arraigadísimo Dios por quien se vive y su mensaje salvífico a través del Acontecimiento Guadalupano,

modelo de evangelización perfectamente inculturada, como lo expresará Juan Pablo II, ha apremiado al Rector del santuario en comunión con su equipo misionero a llevar el aliento maternal de la Dulce Señora de Cielo a diversas diócesis y comunidades parroquiales de nuestra República Mexicana y más allá de nuestras fronteras.

A continuación narramos la memoria breve de las misiones guadalupanas verificadas en los meses de diciembre 2009 y enero 2010, como testimonio misionero evangelizador de amor, vida y esperanza, guiados siempre por la Niña y Muchachita del Tepeyac, Estrella de la Primera y Nueva evangelización.

Santa María de Guadalupe, Estrella de la Evangelización y de la Esperanza

Lic. María de la Concepción M.C. de Jiménez

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Evento misionero evangelizador que se realizó el 29 de noviembre de 2009, en la Parroquia de nuestra Señora de Fátima en la ciudad de Modesto, California. El Vicario Episcopal de Guadalupe fue recibido con cariño y gratitud fraterna por el Señor Obispo de la Diócesis de Stockton, el Excmo. Rev. Stephen Blair, por el Párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima Rev. Fr. Khoi Pham, por el Sacerdote Auxiliar Mons. Rev. Fr. Bonifacio Maldonado, por el Pbro. José Reyes, párroco de San Judas y por el Pbro. Jorge Román del Real, Sacerdote Auxiliar de la Parroquia de San Bernardo. Cada uno de ellos compartió la alegría y la emoción de sus fieles al recibir la imagen de la siempre Virgen Santa María de Guadalupe.

Entronización de la imagen de la Virgen de Guadalupe en la parroquia de nuestra Señora de Fátima en Modesto, California

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Misiones

Es oportuno destacar el tiempo y dedicación que la comunidad ofrendó en los preparativos para recibir la imagen de la Virgen de Guadalupe, así como la numerosa asistencia de hermanos y hermanas que rebasó toda expectativa. El ambiente festivo se manifestó en danzas, música, coros, flores y por supuesto el folclórico mariachi. El domingo 6 de diciembre de 2009, se realizó la peregrinación guadalupana diocesana en Stockton, en la que cada parroquia desfiló con un carro alegórico que competía en ingenio y belleza con los demás. La procesión la encabezó la parroquia de Fátima, que llevaba en la plataforma de un enorme trailer la imagen de la Virgen de Guadalupe, recién entronizada.

En su homilía, Mons. Monroy destacó que María de Guadalupe es símbolo de esperanza para todos aquellos que se encuentran lejos de sus tierras y de sus familias. Y al no poder visitarla en su Casita del Tepeyac, la Reina del Cielo ha venido para estar cerquita de ellos que tanto la necesitan: los pobres, los enfermos y los indocumentados de este lado de la frontera. Ella, como Madre compasiva, escuchará su llanto, penas y dolores. Al final de la misa, los participantes se acercaron a la imagen para contemplarla y orar ante ella.

El Pbro. Lic. José de Jesús Gutiérrez, Rector de la Catedral de Tehunatepec y Administrador Parroquial del Sagrario invitó al prelado de Guadalupe a presidir la dedicación de la Capilla en honor de san Juan Diego Cuauhtlatoatzin del 10 al 12 de enero 2009. La cita fue en la cima del cerro padre Cruz López entre Guichivere y Laborio de la Diócesis de Tehuantepec, capital espiritual del Istmo.

El equipo misionero del santuario fue recibido por el comité de bienvenida encabezado por la reina de la Sandunga 2009, Mairé del Rosario Escobar, y su sequito integrado por: Elsa Donají Orozco, Ana Lisset Olvera y Elsa Velázquez, cada una de ellas ataviadas hermosamente con trajes de gala típicos de Tehuantepec, asistiendo también el Sr. Francisco Sánchez, miembro del equipo coordinador de los festejos.

A su llegada a la catedral, el Pbro. Lic. José de Jesús Gutiérrez expresó su alegría por la presencia de Mons. Monroy y le compartió el gozo de ver culminada la construcción de la capilla que inició el año 2002, teniendo como antecedente que en la peregrinación de la diócesis de ese mismo año, el Rector de la Basílica le entregó la imagen copia fiel del sagrado original de la Virgen de Guadalupe y

de san Juan Diego, a lo que siguió el compromiso de edificar una capilla, con el apoyo y participación del comité parroquial, de la asociación católica alemana “Adveniat” y de los migrantes radicados en la unión americana.

Misión guadalupana en la diócesis de tehuantepec, Oaxaca

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Los días 10 y 11 de enero se realizaron procesiones previas al festejo principal, como fue la de “La Candela” y el “Convite de Flores”, partiendo de la Catedral a la Capilla de san Juan Diego. Importante fue el encuentro de Mons. Monroy con los medios de comunicación, entre ellos: Enfoque Diario, El Sol del Istmo, El Sur, El Despertar de Oaxaca y Boletín Informativo de Catedral (prensa escrita), así como las radiodifusoras: “Radio Tehuanita”, “Radio Binnigulaga” y con los reporteros de la próxima “Radio Mariana”. La cita periodística se convirtió en una verdadera catequesis evangelizadora para los representantes de los medios de comunicación, quienes escucharon con atención el anuncio de la Buena Noticia contenida en el Acontecimiento Guadalupano cuyo centro es Jesucristo, el arraigadísimo Dios por quien se vive.

Se efectuó una visita al Seminario de Tehuantepec cuyo rector, el Pbro. Victorino López, junto con los padres formadores y los seminaristas, expresaron su gratitud al Vicario Episcopal de Guadalupe quien les proclamó el mensaje guadalupano y los animó a continuar su formación bajo el amparo de la Virgen de Guadalupe.

Inconmensurable fue el ambiente festivo previo a la celebración Eucarística, debido al caudal cultural de la región tehuana y a su fe enraizada en la memoria histórica de un pueblo colmado de múltiples tradiciones. Prueba de ello fue el concierto ofrecido por los niños marimbistas de talla internacional, grupo denominado “El Rincón de la Marimba, Maderas del Istmo” bajo la dirección de Francisco Meccot y el maestro Sotero Ruiz. Interpretaron Popurri Mexicano, La Sandunga, la Oda clásica de Moncayo, entre otras.

Al término del concierto Mons. Monroy presidió el “Paseo del Estandarte”, acompañado del Pbro. José Gutiérrez, de sacerdotes, seminaristas, de la reina de la sandunga, así como de bellas tehuanas que lucían sus hermosos y coloridos trajes regionales; de shuanas y shelashunas (hombres y mujeres representantes de los diferentes barrios), de la banda de música, así como de carros alegóricos a la Virgen de Guadalupe y a san Juan Diego, de los fieles de todas las parroquias de la localidad, niños, jóvenes y autoridades

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civiles. Todos lanzaban con júbilo, llenos de fe y esperanza, vítores a la Virgen de Guadalupe, a san Juan Diego, a los sacerdotes y a los diversos barrios.

Al llegar a la capilla, se agradeció al arraigadísimo Dios por todos los que hicieron posible su construcción y dedicación. Durante su homilía, Mons. Monroy exhortó a la asamblea a tener presente los cuatro viajes de la divina misericordia, a saber:

1) El misterio de la Encarnación;

2) La Visitación de la Virgen María a su prima santa Isabel:

3) Su llegada al Tepeyac, el mes de diciembre de 1531, a través de la Virgen de Guadalupe, iniciando el Pentecostés de América con una nueva vida, amor, unidad, solidaridad evangélica, reconciliación y justicia, y

4) la Misión de llevar la Buena Nueva a los más necesitados del Evangelio, compromiso evangelizador y misión primordial de la Iglesia.

Con su presencia y mensaje alentó y animó la tarea pastoral diocesana de Tehuantepec teniendo como inspiración el modelo evangelizador y catequizador de la siempre Virgen Santa María de Guadalupe.

Finalmente con flores, cantos y danzas al son de la marimba, se realizó una romería comunitaria, coronada de alegría y esperanza.

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EFEMÉRIDES

Mercedes Aguilar LaraArchivo Histórico de la INBG

Efemérides de febrero

Las principales noticias que tenemos de lo sucedido en la Basílica, conocida antes como Colegiata, se encuentran en las Actas de Cabildo. En estos documentos se plasmaba lo más importante de las reuniones en que el Abad y los canónigos trataban los temas que tenían que ver con el gobierno administrativo y económico de la Colegiata. Con base en las actas de Cabildo haremos un seguimiento de los acontecimientos que vinculan a esta institución con los temas de la Independencia y la Revolución Mexicana, según existan, por mes, los años 1810 y 1910.

Febrero de 1810, En LA COLEGIAtA DE GuADALuPE

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9 de febrero de 1904, HACE 106 AÑOS

A petición del Ilustrísimo señor doctor Próspero María Alarcón, arzobispo de México, por Breve de esta fecha se digna Pío X elevar la Iglesia Colegiata de Santa María de Guadalupe al rango de Basílica menor.3

El 12 de febrero de 1810 se da posesión de una prebenda vacante en la Colegiata de Guadalupe al sacerdote Francisco Lorenzo Velasco de la Vara, tenía el grado de doctor lo que abonó para que en julio de 1811 se le nombrara canónigo. No duraría mucho con tal título porque decidió formar parte de los que lucharon por la independencia de México.1

El historiador Jesús García Gutiérrez señala el día 28 de febrero de 1812 como el día en que el Padre Velasco se va con los insurgentes, llevándose de la Colecturía alguna cantidad en medallas.

El Padre Velasco se unió a las tropas de Morelos. Éste le confirió el grado de mariscal de campo y lo nombró vicario castrense de su ejército. Ante la aprehensión de Morelos sirvió con Manuel Mier y Terán. Al parecer murió ahogado cuando en 1816, en la expedición a Coatzacoalcos, desapareció al pasar por un río.2

10 de febrero de 1748, HACE 262 AÑOS

Por Real Cédula es nombrado primer Abad de la Colegiata el Presbítero Doctor don Juan Antonio de Alarcón y Ocaña.4

nOTAS1 vicente de P. ANdrAde, Tabla cronológica de los Capitulares de la Insigne Colegiata Parroquial de Santa María de Guadalupe. méxico: Ed. Tipografía y Litografía “La Europea”, 1897. 2 Diccionario Porrúa, Historia, Biografía y Geografía de México, méxico: Editorial porrúa, 61995, p. 3694.3 JeSúS GArcíA GuTiérrez, Efemérides Guadalupanas, méxico: Ed. Antigua imprenta de murguía, 1931, p. 30.4 Ibid., p.315 AhbG, caja 310, lib. 3, ff. 25-26.6 AhbG, caja 455, exp. 317 AhbG, secretaría Capitular/Actas de Cabildo, caja 319, libro 3, f. 15 secretaría Capitular/Actas de Cabildo.

Efemérides

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12 de febrero de 1828, HACE 182 AÑOS

Se declara por decreto ciudad a la Villa de Guadalupe, con el título de “Guadalupe Hidalgo”. En honor del cura Miguel Hidalgo y Costilla, héroe de la Independencia. El Ayuntamiento de la Villa pidió al Abad y Cabildo realizaran por tal motivo la fiesta de la Iglesia a lo que se accedió después de varias suplicas del Ayuntamiento, debido a estar suspensas las rentas de la Iglesia. 7

7 de febrero de 1829, HACE 181 AÑOS

Se realizó una fiesta –función- a Nuestra Señora de Guadalupe a petición de la División del Sur por el nombramiento hecho a Vicente Guerrero, héroe de la Independencia, como Presidente de la República. El Cabildo de Guadalupe determinó se hiciera un almuerzo en la Sala Capitular para el señor Guerrero y su oficialidad, y, a petición de éste, se autorizó se abriera la Vidriera de la Santísima Imagen para que pasaran a besarla los miembros de la División del Sur.5

Ya antes el General Vicente Guerrero había demostrado su gran devoción a la Virgen pues siendo Comandante General del Sur, en octubre de 1821, después de que fue uno de los protagonistas de la consumación de la Independencia de México, se ofreció a hacer una colecta a favor del Santuario de Guadalupe, fungiendo como su síndico procurador en dicha zona. Se aceptó su propuesta, se le encargó que realizara un altar a la Virgen y se le envió una medalla como muestra de gratitud.6

ACTIVIDADES PASTORALES

Oración Matutina de Laudes. Todos los días a las 8:30 hrs.Misa Solemne Capitular. Todos los días a las 9:00 hrs.Misa para “Etnias”. Todos los domingos a las 16:00 hrs. Misa Vocacional. Todos los domingos a las 15:00 hrs. Rito Penitencial Comunitario Todos los viernes de 11:00 -13:00 hrs, Exposición del Santísimo Jueves 10:00 -17:00, en su capilla:Santo Rosario: Lunes a jueves en el Altar Mayor 17:00 hrs. Viernes, sábado y domingo, 17:30 hrs., Antigua Basílica. taller de Pastoral Indígena Sábados de 10:00 a 14:00 hrs.

04 13:00 Familia de Jaripeo 05 18:00 Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias07 09:00 Federación Mexicana de Charrería 10:00 Guardia de Honor de Nuestra Sra. de la Espectación de Zapopan.12 10:00 Trabajadores de la unidad de Aguas y Saneamiento Del. Cuauhtémoc13 10:00 Colegio Anglo Español 14 07:00 Parroquia del Divino Salvador, Cuatlancingo Estado de México 16 10:00 Diócesis de tlapa19 16:00 Congregación Camelitas Misioneras de Santa Teresita20 11:00 Trabajadores de la Cooperativa La Cruz Azul, S.C.L. 12:00 Misioneras de la Santísima Virgen de los Dolores, Reparadoras

21 06:00 Nocturna de San Francisco de Asís Calixtlahuaca, Estado de México 07:00 Parroquia de San Martín Obispo23 12:00 Congregación Religiosa Misionera del Sagrado Corazón y Santa María de Guadalupe 25 18:00 Grupo Radio Centro 26 10:00 Unión de Mercados y Comerciantes Establecidos de Chimalhuacan 27 09:00 Misioneras Eucarísticas de Jesús Infante y Nuestra Señora de Fátima28 12:00 Santa María Tultepec, Estado de México 13:00 Unión Nacional de Aves Canoras y de Ornato 17:00 Grupo de Oración del Señor de la Divina Misericordia del Bordo de Xochiaca

MISAS Y PEREGRINACIONES DE MARZO 2010

MISA POR RADIO, TELEVISIÓN E INTERNET

Cadena RASA, 620 AMTodos los Domingos, 9:00 hrs.

XHtV, Canal 4 tV 21 de febrero 2010

a las 9:00 hrs.

www.virgendeguadalupe.org.mxTodos los Domingos, 9:00 hrs.

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Día Hora Peregrinación Día Hora Peregrinación