El Teulense, Nueva Epoca, Nº 4, Enero de 2015

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Nueva Época, Año I, N° 4 Enero de 2015 DIRECTORIO Director Fundador: Javier Chávez Rivas Director: Hugo Ávila Gómez Consejo Editorial: Luis Humberto Cortés Rivas y Noé Pinales Pinales Diseño: José Antonio Huerta Gutiérrez Reporteros: Adrián Ibarra González, Édgar Larios Godoy Ilustradoras: Karla Paola Ávila Uribe, Marcela Maldonado Chávez Facebook: facebook/TeulPuebloMagico Correo: comitepueblomagicoteul@ Órgano de Comunicación del Comité Pueblo Mágico Consulta la versión PDF en: issuu.com/elteulense Literatura teulense de este siglo y del otro A Rodolfo Cervantes Rivas e Ignacio Sandoval Cortés ROBERTO IXTLAHUACA LÓPEZ M áximo González Amaya se llamó —o llama— el autor de un relato que apareció en el número 79 (mayo de 1996) de la revista Tierra Adentro —aquella revista del programa de descentralización que instauró el Instituto Nacional de Bellas Artes—; un recuerdo glorioso para Efraín Huerta (buen cocodrilo) y 450 años para la ciudad de Zacatecas. De los escritores antologados en la revista, aparecen por Zacatecas: Cristina Escobedo, Guadalupe Dávalos, Eduardo Campech Miranda, Simitrio Quezada y Máximo González Amaya. Máximo desapareció de la faz de la tierra —espero que no— sin dejar rastro; o tal vez sí, y ello es lo que nos interesa. Nacido en el Téul de González Ortega, en 1963; acudió al taller de crítica y creación literaria de la Universidad Autónoma de Zacatecas que dirigía —y aún dirige— el maestro Juan José Macías. Máximo figuró entonces en aquella lista de creadores zacatecanos aparecidos en Tierra Adentro; pero ¿dónde estás Máximo?, no sé, me respondo tristemente y sólo lo recuerdo —o no— en su relato aparecido en 1996: El Coyote* Cuando estoy triste vengo a la cima de la ladera. Mi madre todo el tiempo cargaba su gallina preferida. Era, dice, para que el animal se comiera la plaga del frijol. El Coyote, que hacía días espiaba a mi madre, la emborrachó junto al arroyo. Al despertar ella vio su vestido blanco. Desgarrado. tocó su alma. Y también. La gallina había desaparecido. Dice mi madre que poco después nací; mi padre al ver mis ojos quedó atarugado. Él desapareció aullando por la loma y jamás volvió. No sé por qué me llaman tanto la atención las gallinas. *Máximo González Amaya, “el coyote”, en Tierra Adentro, nú m. 79, México, mayo de 1996, p. 74.

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En este mes de enero publicamos un cuento de un escritor teulense, Máximo González Amaya, antologado en Revista Tierra Adentro. Viene también el discurso que Lauro G. Caloca, senador teulense, presentó para justificar la reforma a la Ley Agraria de 1915, para impedir que los acaparadores de tierras impidieran la dotación y restitución mediante el juicio de amparo. Si la tierra está en manos de quien la trabajo, la paz del país está asegurada, dijo don Lauro. Sobre este asunto trata el artículo editorial. Presetamos también otro discurso, el don Jesús González Ortega, en las casas municipales, durante la toma de protesta del Ayuntamento de 1853. En la página 8, los estudiantes del taller de Promoción del Patrimonio Cultural elaboran una sopa de letras. El tema son las aves de la región sur de Zacatecas.

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Nueva Época, Año I, N° 4 Enero de 2015

DIRECTORIO

Director Fundador: Javier

Chávez Rivas

Director: Hugo Ávila Gómez

Consejo Editorial: Luis

Humberto Cortés Rivas y Noé

Pinales Pinales

Diseño: José Antonio Huerta

Gutiérrez

Reporteros: Adrián Ibarra

González, Édgar Larios

Godoy

Ilustradoras: Karla Paola

Ávila Uribe, Marcela

Maldonado Chávez

Facebook:facebook/TeulPuebloMagico

Correo:comitepueblomagicoteul@

Órgano de Comunicación del Comité Pueblo Mágico

Consulta la versión PDF en:issuu.com/elteulense

Literatura teulense de este siglo y del otro

ARodolfoCervantesRivaseIgnacioSandovalCortes

ROBERTO IXTLAHUACA LÓPEZ

Máximo González Amaya se

llamó —o llama— el autor de

un relato que apareció en el

número 79 (mayo de 1996) de la revista

Tierra Adentro —aquella revista del

programa de descentralización que

instauró el Instituto Nacional de Bellas

Artes—; un recuerdo glorioso para

E f r a í n H u e r t a ( b u e n

cocodrilo) y 450 años para

la ciudad de Zacatecas.

De los escritores

antologados en la revista,

aparecen por Zacatecas:

C r i s t i n a E s c o b e d o ,

G u a d a l u p e D á v a l o s , E d u a r d o

Campech Miranda, Simitrio Quezada y

Máximo González Amaya. Máximo

desapareció de la faz de la tierra

—espero que no— sin dejar rastro; o tal

vez sí, y ello es lo que nos interesa.

Nacido en el Téul de González Ortega,

en 1963; acudió al taller de crítica y

creación literaria de la Universidad

Autónoma de Zacatecas que dirigía —y

aún dirige— el maestro Juan José

Macías.

Máximo figuró entonces en

aquella lista de creadores zacatecanos

aparecidos en Tierra Adentro; pero

¿dónde estás Máximo?, no sé, me

respondo tristemente y sólo lo recuerdo

—o no— en su relato aparecido en

1996:

El Coyote*

C u a n d o

estoy triste vengo a la

cima de la ladera. Mi

m a d r e t o d o e l

tiempo cargaba

s u g a l l i n a

preferida. Era,

dice, para que el animal se

comiera la plaga del frijol. El

Coyote, que hacía días espiaba

a mi madre, la emborrachó

junto al arroyo. Al despertar ella

v i o s u v e s t i d o b l a n c o .

Desgarrado. tocó su alma. Y

también. La gallina había

desaparecido. Dice mi madre

que poco después nací; mi

padre al ver mis ojos quedó

atarugado. Él desapareció

aullando por la loma y jamás

volvió. No sé por qué me llaman

tanto la atención las gallinas.

*MaximoGonzalezAmaya,“elcoyote”,enTierraAdentro,num.79,Mexico,mayode1996,p.74.

ENERO DE 20152EDITORIAL

l 2 de diciembre de 1931, don

ELauro G. Caloca, senador de

la República presentó en la

Cámara de Diputados la reforma a la

Ley Agraria de 1915. Él mismo

redactó la iniciativa. Se trataba de

impedir que los acaparadores de

tierras presentaran amparos contra

las resoluciones presidenciales que

dotaban o restituían tierras a los

campesinos de México. Al día

siguiente, la Cámara de Diputados

aprobó la iniciativa de don Lauro y del

Senado. Y el presidente de la

República la publicó. Se hizo ley la

protección a los hombres del campo.

Con ello, “no es restitución de tierras

lo que les vamos a dar: es restitución

d e e s p e r a n z a s , d e p a z , d e

tranquilidad, de confianza”. Don

Lauro creía que la protección de las

tierras y las verdaderas políticas

públicas de apoyo al campo aseguran

el buen vivir de los campesinos.

En 1931, con el liderazgo del

teu lense Lauro G. Caloca se

perfeccionó lo mandado por el

artículo 27 de Constitución, que

ordenaba dar la tierra a quien la

trabaja. Lázaro Cárdenas fue el

presidente que mejor hizo vida esta

idea de la Revolución Mexicana. Los

demás gobernan tes , só lo se

dedicaron a simular. No hubo

esfuerzos sinceros de dar vida al

campo.

En 1992 Carlos Salinas de

Gortari modificó la Constitución. El

ejido quedó sin amparo. Las tierras

ejidales y comunales entran al libre

comercio. Ahora se pueden vender,

rentar, hipotecar, embargar. Y la

gente empezó a desprenderse de sus

tierras. A quedarse sin nada, como

endenantes.

Sin el apoyo real que don

L a u r o p e d í a p a r a e l e j i d o ,

abandonados a su suerte, sin

políticas del gobierno que realmente

promovieran la producción, la

organización, la comercialización, la

educación de los campesinos; sin

esfuerzos reales para cuidar tierras,

aguas y bosques, el campo empezó a

cambiar de dueños. Los campesinos

dejan su terruño, para convertirse en

muertos vivientes, personas con el

corazón sin arraigo en la vida,

marginados y pobres en distintos

centros urbanos.

Hace años que la Revolución

Mexicana de 1910 dejó de ser

realidad para los hombres del campo.

E l e j i do só lo f ue t e r reno de

experimentación de demagogia y

políticas falsas de promoción de los

campesinos. El ejido sufrió la suerte

de l campo y de l campes ino :

abandono.

Hacemos memoria de don

Lauro G. Caloca porque lastima en el

alma el maltrato que sufre el campo.

Duele y es indignante el desprecio por

los campesinos. Sólo se les ofrece

láminas, despensas y una televisión.

Ante la injusticia que viven, el

gobierno responde con limosna;

migajas que sólo buscan votos.

¿Dónde se cuida a la tierra de la

erosión, de la contaminación de su

suelo, de sus aguas? ¿Dónde se

promueve la resurrección del campo?

El Papa Francisco dijo el día

de hoy (31 de enero) que el desafío

que tenemos es cultivar la tierra, pero

al mismo tiempo custodiarla. El

desafío es remediar el hambre y la

m ise r ia en que v i ven vas tas

p o r c i o n e s d e l a h u m a n i d a d

campesina.

¿Cómo devolverle a la tierra

su dignidad? ¿Cómo hacer justicia a

la gente del campo? ¿Cómo producir

alimentos sanos surgidos del campo

y, al mismo tiempo, cuidar el impacto

ambiental?

U r g e n i n i c i a t i v a s .

Necesitamos personas, gobernantes,

movimientos sociales y políticas

públicas que quieran seguir las

huellas y las palabras de Gandhi,

Emiliano Zapata, Lázaro Cárdenas,

Lauro G. Caloca y el Papa Francisco.

¡Qué enanos se ven nuestros

políticos frente a estos gigantes!

¿Qué es necesario hacer

para atender la inv i tac ión de

reencontrar el amor por la tierra,

como madre, de manera que

hagamos una alianza con ella,

custodiándola, para que siga siendo

fuente de vida para toda la familia

humana? Esa es la propuesta del

Papa Francisco. Eso quería don

Lauro también. Ojalá que la llama del

Espíritu toque el corazón y la

conciencia de muchos de nosotros.

Cuidar la tierra, reencontrar el amor por ella para que siga siendo fuente de vida

3ENERO DE 2015

MICROHISTORIALa tierra en manos de los campesinos es el

afianzamiento de la paz orgánica de los campos: Lauro G. Caloca

(Segunda de dos partes)

Discurso de Lauro G. Caloca, Senador de la República, en la

Cámara de Diputados, al presentar la iniciativa de ley que

prohíbe a los terratenientes el amparo en materia de dotación

¿E n q u é c o n d i c i o n e s

quedaba el Ejecut ivo

dando tierras, si en la

Suprema Corte de

Just ic ia se las

estaban quitando

a l o s

c a m p e s i n o s ?

Total, por un lado

el Ejecutivo daba

la tierra, y por otro

no se podía, con

la circunstancia

e s p e c i a l q u e

ustedes conocen,

de la que somos

testigos. y voy a

poner un ejemplo

que es reciente: El

Presidente de la Repúbl ica

resuelve en definitiva la dotación

d e u n p u e b l o . E l p u e b l o ,

entusiasmado por la gracia que le

concede e l E jecut ivo de la

República, prepara un banquete

humilde al Presidente de la

República, al Ministro, a los

miembros de la Comisión Nacional

Agraria, a ciertos amigos, a

po l í t i cos , a senadores y a

d i p u t a d o s , y a l l á v a m o s

encantados de la vida a darle la

t ier ra a l

p u e b l o .

Muy bien,

e l l o s

hicieron un gran sacrificio: hubo su

barbacoa, su mole, su pulque

curado y hasta su cerveza ...

(Risas.) Y después de eso muchos

discursos, y encantados de la vida.

Terminaba la fiesta; ellos se

quedaban con su tierra, y nosotros

regresábamos encantados de la

vida. Pero a los ocho días llegaban

las fuerzas federales a quitarles el

ejido. Y entonces se preguntaban:

¿Cómo nos quitan las tierras si ya

nos las dio el Presidente de la

R e p ú b l i c a ? P o r q u e e n l a

conciencia de ellos el ciudadano

Presidente de la República es

todo ; e l l os no conc iben la

intervención de la Suprema Corte.

¿Cómo es posible que la Suprema

Corte esté arr iba del señor

Presidente? Ellos desconocen los

trámites. De manera que estas

cosas estaban creando una

dificultad al Ejecutivo, porque

para el mismo Presidente de la

República era ridículo que

acabando de dotar de tierras a

un pueblo, la Suprema Corte le

pidiera fuerzas federales para ir

a quitar a ese pueblo las tierras.

De aquí que yo me imagino que

e s t o s c a s o s q u e e s t á n

pendientes, fue precisamente

porque los presidentes no

hacían mucho caso de la

Suprema Corte de Justicia y se

hacían "sonsos" , aquí entre

nosotros (Risas).

Se había negado, como

digo, en cien o doscientos casos el

amparo de la Justicia de la Unión, y

en los demás casos se habían

concedido los amparos. De estos

amparos concedidos, que pueden

estimarse en números redondos

en mil ochocientos, se habrán

ejecutado aproximadamente

cuatrocientos.

Continúa Pág. 4

MICROHISTORIA. ENERO DE 20154

De manera que quedan mil

cuatrocientos sin ejecutarse, que

precisamente de acuerdo con esta

Ley vamos nosotros a salvar. Así

es que ya comprenderán ustedes -

hace ocho a diez días iniciamos

esta reforma - cómo estarán los

campesinos: llenos de inquietud y

de esperanza. Cuando mañana

sepan por la prensa que las

Cámaras de la República han

reformado el artículo 10, bueno, no

es restitución de tierras lo que les

vemos a dar: es restitución de

e s p e r a n z a s , d e p a z , d e

t ranqu i l i dad , de confianza .

Entonces ya s in gr i tos, s in

populacherías, sin nada en su

conciencia, dirán: La Revolución

ha sido realidad para los hombres

del campo. ¡Por eso es tan

importante esta reforma! Para mí,

yo creo que es más efectiva que

cinco años de revolución y que

quince años de mal aplicar la Ley

Agraria. Con esto afirmamos

defini t ivamente e l problema

agrario.

Respect

o de esos mil

q u i n i e n t o s

a m p a r o s

a g r a r i o s

sobreseídos, los

interesados en

uso del derecho

que les confiere

el artículo 10 de

la Ley de 6 de

enero de 1915,

que ahora se

re fo rma, han

promovido los

ju ic ios a que

dicho artículo se

contrae. La mayor parte de esos

juicios están actualmente en

tramitación; otros han sido ya

fallados y contra los ya fallados hay

amparos promovidos, pendientes

de resolución definitiva ante la

Suprema Corte.

E l e j i d o , c o m o e s

inembargable e intransferible, será

la patria nuestra constantemente.

Por otra parte, el ejido tiene esta

v i r t u d : e s e l c a m p o d e

experimentación que tiene el

Gobierno de la República. Allí es

donde debemos nosotros los

revolucionarios predicar esta

política, la política agraria, la

política hidráulica, la política

agrícola y la política educacional

rural. ¿En dónde podría, por

e jemplo, e l Gobierno hacer

campos de experimentación,

campos de demostración? ¿En la

pequeña propiedad? No sería

posible. ¿En los latifundios?

Menos, porque son enemigos del

Gobierno. Luego, no pueden

hacerse más que en el propio ejido.

¿A dónde podremos darle un

impulso a la Escuela Rural?

Indudablemente que en el ejido.

Quiere llevarse la escuela a todas

partes, pero allí debe llevársele por

muchas razones. ¿Dónde podría,

por ejemplo, el Gobierno de la

República hacer sus prácticas de

cooperativas y todo lo que se

requiere para crearle un sentido

e c o n ó m i c o a l p u e b l o ?

Indudablemente que en el ejido.

Total: el ejido es el mejor campo de

experimentación que tiene el

Gobierno para desarrollar sus

cuatro políticas: la política agraria,

la política sindical, la política

agrícola y la de educación rural. Tanto que, a propósito, para

redondear el problema agrario, es

necesario crear el Departamento

de Aprovechamiento de Ejidos,

porque sin este Departamento los

ejidatarios estarán volando, y les

voy a decir por qué. Fíjense

u s t e d e s : p o r e j e m p l o , l o s

bolcheviques tienen un plan, los

fascistas tienen un plan, los

laboristas ingleses tienen un plan,

los del mundo imperialista tienen

un plan, y un plan enormemente

empotrado en la alta técnica.

¿Nosotros tenemos un plan?

Ninguno. Se nos ocurre hacer

presas, las hacemos; se nos ocurre

hacer caminos, los hacemos;

hacemos todo lo que se nos ocurre,

pero sin tener un plan determinado,

y, en el fondo, lo que estamos

haciendo es gastar energías

generosas que, bien encauzadas,

podrían dar grandes resultados

Viene de Página 4

Continúa Pág. 5

35ENERO DE 2015

Ahora yo digo: cada rato

dice la Reacción que el ejido es un

fracaso. Y nosotros tenemos la

obligación de demostrarle que no

es un fracaso. ¿Cómo? Creando

un Departamento que vigile, que

cuide con cariño, con entusiasmo,

al campesino, porque no hay que

olvidar que el campesino es un

niño grande que no sabe nada, y

es claro; acaba de salir de la

hacienda, acaba de salir de las

manos del capataz. ¿Qué puede

saber? Nada. Necesita, desde

luego, un Departamento que lo

dirija, que lo instruya, que lo salve.

Tanto que en estos momentos el

problema es muy serio para el

ejido, porque los bancos están en

una par te , la D i recc ión de

Aprovechamiento de Ejidos en

otra, las Cooperativas en otra, el

Patrimonio de Familia en otra.... y

v e n u s t e d e s q u e l l e g a e l

campesino a la Capital de la

República y anda solito, sin saber

quién tiene qué resolver sus

problemas. Luego necesitamos

buscar un solo cuerpo que se

encargue de eso. Y tanto lo

necesitamos, que yo tengo un plan

del cual se van a asustar ustedes...

bueno, ustedes no, porque son

h o m b r e s , p o r q u e s o n

revo luc ionar ios ; pero o t ros

individuos sí van a asustarse

(Risas.) Mi plan es el siguiente:

s u p r i m i r l a S e c r e t a r í a d e

Educación Pública para crear el

D e p a r t a m e n t o d e

Aprovechamiento de Ejidos.

Para terminar, voy a decir

a ustedes: hace quince días u

ocho, que están los campesinos

esperando este proyecto de ley.

Mañana, cuando sepan

por la prensa que las Cámaras de

la Unión han resuel to este

problema, tengo la seguridad de

que habremos sembrado, es decir,

habremos confirmado la paz

orgánica de la República.

De ustedes depende en

estos momentos que más de cinco

mil casos de dotación y restitución

sean mañana una gloria, una

alegría en los campos, en las

casas de los humildes.

De manera que yo les pido

a ustedes atentamente, en nombre

d e l o s

campesinos y

c o m o s u

representante

e n e s t o s

momentos en el

Senado de la

República, que

declaren este

asunto de obvia

y u r g e n t e

resolución, por

d o s c o s a s :

primero, porque

n e c e s i t a m o s

s o l i c i t a r e l

consentimiento

d e l a s

l e g i s l a t u r a s

l o c a l e s ; y

segundo, para

q u e e l

Presidente de la

R e p ú b l i c a

m a n d e

promulgar esta reforma antes de

que termine el año, porque si lo

dejamos para el que entra, serían

ocho meses de angustias, ocho

meses de juicios, de idas y venidas

y, sobre todo, de que cayeran en

garras de los abogados del país a

quienes, como ustedes ven, les

hemos matado con esto todo el

fi l ón de l ampa ro . Ape lo a l

revolucionarismo de la Cámara de

Diputados para que vibre con

nosotros y que su grito sea un

mensaje de cariño para todos los

campesinos de la República.

( A p l a u s o s n u t r i d o s y

prolongados).

Viene de Página 4

MICROHISTORIA.ENERO DE 20156

Los grupos que originaron la División del Centro(Tres de cuatro partes)

JUAN CRUZ II

Al poco tiempo, llegan de la

ciudad de México dos

jóvenes teulenses, ambos

militares, para integrarse a las

fuerzas de Pedro Caloca Larios. Se

trataba de sus hermanos Ignacio,

de 20 años y José Manuel, con

apenas 15 años. Ambos habían

desertado del ejército federal para

unirse en Zacatecas a la rebelión

antihuertista.

También se agregan al

grupo armado que dirigía Pedro

Caloca otros jóvenes y personas

m á s g r a n d e s q u e h a b í a n

participado en el movimiento

antirreeleccionista en la ciudad de

Zacatecas. Entre ellos estaban

Lauro G. Caloca y Luis J. Zalce.

El 10 de abril, los rurales

de la Villa de Nieves se sublevan

contra Victoriano Huerta. El

t e n i e n t e P á n fi l o N a t e r a

comandaba el 26º Cuerpo de

Rurales, el mismo que fue dirigido

en 1911 por Manuel Caloca

Castañeda. Santos Bañuelos y

Trinidad Cervantes fueron el

principal apoyo del levantamiento

lidereado por Pánfilo

Natera. Su fuerza

a s c e n d í a a 6 0

h o m b r e s .

Cont ingente que

aumentó cuando, en

cosa de días, un

rebelde orozquista,

Juan Ferniza y los

s o l d a d o s q u e

m a n d a b a , s e

unieron a la fuerza

de Pánfilo Natera.

El 14 de abril, un grupo de

trabajadores jaliscienses de la

Compañ ía M ine ra Ampa ro ,

dir igidos por Jul ián Medina,

ocupan por la fuerza la población

de Valparaíso.

El reguero de pólvora llegó

también al Cañón de Juchipila. El

15 de abril, un participante en el

movimiento antirreeleccionista,

Crispín Robles Villegas, quien

acababa de renunciar a su trabajo

de cadenero en la Penitenciaría del

Estado, toma las armas para dirigir

el movimiento revolucionario en su

pueblo natal, Juchipila.

Mientras, las fuerzas de

Pánfilo Natera, Santos Bañuelos y

J. Trinidad Cervantes, inician un

recorrido que siguió las huellas de

aquella gira emprendida dos años

antes por Luis Moya. El 11 de abril

toman Saín Alto. El 14 entran a

Valparaíso. El 20 de abril someten

a los defensores de Jerez, en un

reñido combate. El 1º de mayo

ocupan la población de San Miguel

del Mezquital (hoy Miguel Auza),

donde se apropian de armas y

municiones.

Pánfilo Natera pudo ganar

la batalla de Jerez ayudado por los

contingentes revolucionarios que

vinieron en su auxilio. Quizás en la

toma de Jerez, ocurrida en los días

viernes 18, sábado 19 y domingo

20 de abril, se congregaron en este

punto de la geografía estatal los

grupos guerrilleros de Crispín

Villegas, Pánfilo Natera, Santos

Bañueños y Pedro Caloca. En

Jerez quemaron el edificio de la

jefatura política, liberaron a los

presos y obtuvieron un préstamo

d e p a r t e d e l a s p e r s o n a s

pudientes.

El jueves 8 de mayo, el

gobernador Rafael Ceniceros

V i l l a r r e a l t o m a d e c i s i o n e s

relacionadas con las normales del

Estado. A las once de la mañana

nombra directora de la Escuela

Normal de Mujeres a la profesora

Beatriz González Ortega Ferniza.

Más tarde, designa al profesor

Francisco L. Castorena Acosta,

director de la Escuela Normal de

Hombres. Ambos profesores

t e n í a n e n c o m ú n s e r

descendientes de familias liberales

del s ig lo X I X y profesaban

públicamente su fe católica. Signos

del perfil de catolicismo social que

pretendía imprimir a su gobierno

Rafael Ceniceros, primer y único

gobernante que dio el Partido

Católico a Zacatecas.

Foto: Casa de la familia Arellano Haro

El poniente está oscuro, pero el oriente ya empieza a blanquear: Jesús González Ortega

El 1º de enero de 1853, con

31 años de edad, Jesús

González Ortega, ratón

de biblioteca y apasionado por la

República, en quien veía un árbol a

cuya sombra se cuidaría el bien del

pueblo, pronunció estas palabras

e n e l s a l ó n d e l a s c a s a s

municipales de la Villa de San

Juan Bautista del Teul, al presentar

su juramento los miembros del

ayuntamiento:

“Jóvenes, que acabáis de

entrar en la escena política de los

pueblos anahuacenses, sabed:

que una grave responsabilidad

pesa sobre vosotros, que los

destinos de un pueblo están

puestos en vuestras manos, y, por

último, que un día tenéis que dar

cuenta de vuestros actos a un juez

inexorable y supremo.

S e d d i g n o s d e l a

confianza que depositaron en

vosotros quince mil habitantes,

sed émulos de grandiosas y

cívicas virtudes; que enerve

vuestro amor a la municipalidad

con el peso de los negocios, ni se

extinga la sagrada llama del

patriotismo con

las dificultades

y desazones

con que habéis

d e l u c h a r ;

sacrificándolo

todo cuando así

lo exija el bien

de la patria.

Ayudad

a los supremos

p o d e r e s d e l

estado en e l

difícil puesto en

que los colocó

el mérito y la

voluntad de los

p u e b l o s ;

defended a todo

t r a n c e l a s

ins t i tuc iones

democráticas a cuya sombra,

tarde o temprano, debe ser

nuestra patria, grande, opulenta y

feliz; proteged la institución

primaria como que de ella pende la

s u e r t e d e l a s f u t u r a s

generaciones; destruid el ocio

causa de tantos males; fomentad

la industria agrícola a cuya vista

huye la miseria como el capuz de

la noche a los primeros lampos de

la luz de la mañana, y podremos

decir con La Mennais: hijos de la

noche, el poniente está oscuro,

pero el Oriente ya comienza a

blanquear. He dicho”.

Estas ideas movieron a

Jesús González Ortega. El

demócrata, el tinterillo de la

Reforma, el general republicano,

el creador de leyes para la paz de

México y para el triunfo de los

derechos del pueblo, se nutrió del

ideario de la República y de los

derechos del c iudadano. El

camino de Jesús González Ortega

e s t u v o i l u m i n a d o p o r s u s

convicciones de amor a la patria,

amor a la humanidad y amor a

Dios.

Este discurso quizás

podría ser leído cada tres años,

c u a n d o t o m a p r o t e s t a e l

Ayuntamiento en turno. Leer estas

palabras al inicio de cada gestión

municipal, no como ritual de

protocolo, sino como memoria del

héroe teulense y como signo de

que sus ideas siguen vivas,

c o m p r o m e t i é n d o n o s a l o s

teulenses con el bien de nuestro

pueblo y con lo que significan

palabras como libertad, justicia,

república y patria.

7MICROHISTORIA.ENERO DE 2015

ENTRETENIMIENTO.ENERO DE 20158

Sopa de letras de aves de la región

Autores: Alan Fabián Valdez Quintero, José Alberto Carlos Maldonado, Adrián Ibarra GonzálezEstudiantes de Primer Semestre. Preparatoria “González Ortega”. Taller de Promoción del Patrimonio Cultural

Palabras

1. Aura2. Canario3. Chuparrosa4. Cuervo5. Garza6. Golondrina7. Lechuza8. Paloma9. Picogordo10. Zanate11. Buho12. Cardenal13. Conche14. Faisán15. Gavilán16. Gorrión17. Mirlo18. Pato19. Tecolote20. Zopilote21. Gaviota22. Buitre23. Águila24. Carpintero25. Correcaminos26. Ganso27. Jilguero28. Murciélago29. Pichón30. Tordo