Cuentos Con Alma 2 (Nvo)

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    Cuentos con Alma

    Sabidura canina

    Aprende a actuar con sabidura canina. Intntalo, vale la pena:

    1. Nunca dejes pasar la oportunidad de salir a pasear.2. Experimenta la sensacin del aire fresco y del viento en tu cara slo por placer.3. Cuando alguien a quien amas se aproxima, corre para saludarlo (a).

    4. Cuando haga falta, practica la obediencia.5. Deja que los dems conozcan cundo estn invadiendo tu territorio.

    6. Siempre que puedas, chate una siesta y estrate antes de levantarte.7. Corre, salta y juega diariamente.8. S siempre leal.

    9. Come con gusto y con entusiasmo, pero detente cuando ya ests satisfecho.10. Nunca pretendas ser algo que no eres.

    11. Si lo que deseas est enterrado, cava hasta encontrarlo.12. Cuando alguien tenga un mal da, guarda silencio, sintate cerca de l (ella) y trata de agradarlo(a).13. Cuando quieras llamar la atencin, deja que alguien te toque.14. Evita morder por cualquier problema.

    15. En los das clidos, acustate sobre tu espalda en el prado.16. En los das de ms calor, bebe mucha agua y descansa bajo un rbol frondoso o en tu rinconcito

    preferido.

    17. Cuando te sientas feliz, baila y balancea tu cuerpo.

    18. No importa cuntas veces seas censurado, no asumas ningn rencor y no te

    entristezcas... Corre inmediatamente hacia tus amigos.19. Algrate por el simple placer de una caminata.

    20. Mantente siempre alerta pero tranquilo.21. Da cario con alegra y deja que te acaricien.Autor desconocido

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    Quizs slo quera darle nimo

    Dos hombres, ambos gravemente enfermos, ocupaban la misma habitacin de un hospital.A uno de ellos se le permita sentarse en su cama, por una hora y cada tarde, para ayudar a

    drenar los fluidos de sus pulmones.Su cama estaba junto a la nica ventana del cuarto.El otro hombre deba permanecer todo el tiempo en su cama, tendido sobre su espalda.Los hombres conversaban horas y horas. Hablaban acerca de sus esposas y familias, de sus

    hogares, de sus trabajos, de su servicio militar, de cuando estaban de vacaciones, etc.Y cada tarde, en la cama cercana a la ventana, el hombre que poda sentarse se pasaba el

    tiempo describindole a su compaero de cuarto el paisaje que l poda ver desde all.El hombre de la otra cama comenzaba a vivir, en esos pequeos intervalos de una hora, como

    si su mundo se agrandara y reviviera por toda la actividad y el color del mundo exterior.Se divisaba desde la ventana un hermoso lago, cisnes, personas nadando y nios jugando con

    sus pequeos barcos de papel. Jvenes enamorados caminaban abrazados entre flores de todoslos colores del arco iris. Grandes y viejos rboles adornaban el paisaje, y una ligera vista delhorizonte de la ciudad poda divisarse a la distancia.

    Como el hombre de la ventana describa todo esto con exquisitez de detalles, el hombre de la

    otra cama poda cerrar sus ojos e imaginar tan pintorescas escenas.Una clida tarde de verano, el hombre de la ventana le describi un desfile que pasaba por ah.

    A pesar de que el hombre no poda escuchar a la banda, s poda ver todo en su mente, pues elcaballero de la ventana le describa todo con palabras muy descriptivas. Das y semanas pasaron.

    Un da, cuando la enfermera de maana llega a la habitacin llevando agua para el aseo decada uno de ellos, descubre el cuerpo sin vida del hombre de la ventana, el mismo que habamuerto tranquilamente en la noche mientras dorma. Ella se entristeci mucho y llam a losauxiliares del hospital para trasladar el cuerpo.

    Tan pronto como crey conveniente, el otro hombre pregunt si poda ser trasladado cerca de laventana. La enfermera estaba feliz de realizar el cambio; luego de estar segura de que estabaconfortablemente instalado, ella le dej solo.

    Lenta y dolorosamente se incorpor, apoyado en uno de sus codos, para tener su primeravisin del mundo exterior.

    Finalmente, iba a tener la dicha de verlo por s mismo. Se estir para, lentamente, girar sucabeza y mirar por la ventana que estaba junto a la cama. Slo haba un gran muro blanco. Esoera todo.

    El hombre pregunt a la enfermera qu pudo haber obligado a su compaero de cuarto adescribir tantas cosas maravillosas a travs de la ventana. La enfermera le contest que esehombre era ciego y que, por ningn motivo, l poda ver esa pared.

    Ella dijo:Quizs l solamente quera darle nimo.

    AUTOR DESCONOCIDO

    La estrella

    Existan millones de estrellas en el cielo. Estrellas de todos los colores: blancas, plateadas,verdes, doradas, rojas y azules.

    Un da, inquietas, ellas se acercaron a Dios y le dijeron:Seor Dios, nos gustara vivir en la Tierra entre los hombres.As ser hecho respondi el Seor. Las conservar a todas ustedes pequeitas, como

    son vistas, para que puedan bajar a la Tierra.Cuntase que, en aquella noche, hubo una linda lluvia de estrellas.Unas se acurrucaron en las torres de las iglesias; otras fueron a jugar y a correr junto con las

    lucirnagas por los campos, y algunas se mezclaron con los juguetes de los nios... Y la Tierra

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    qued maravillosamente iluminada. Pero con el transcurrir del tiempo, las estrellas decidieronabandonar a los hombres y volver para el cielo, dejando la Tierra oscura y triste.

    Por qu volvieron? pregunt Dios, a medida que ellas iban llegando al cielo.Seor... no nos fue posible permanecer en la Tierra. All existe mucha miseria y violencia,

    mucha maldad, mucha injusticia...Y el Seor les dijo:Claro l El lugar de ustedes est aqu, en el cielo; la Tierra es el lugar de lo transitorio, de

    aquello que pasa, de aquel que cae, de aquel que yerra, de aquel que muere... Nada es perfecto.El cielo es el lugar de la perfeccin, de lo inmutable, de lo eterno; donde nada perece.Despus de llegar todas las estrellas y verificar su nmero,Dios habl de nuevo:Nos est faltando una estrella... Ser que se perdi en el camino?Un ngel, que estaba cerca, replic:Seor, una estrella decidi quedarse entre los hombres; ella descubri que su lugar es

    exactamente donde existe la imperfeccin, donde hay lmites, donde las cosas no van bien, dondehay lucha y dolor.Mas qu estrella es sa? volvi Dios a preguntar.Es la esperanza, Seor; la estrella verde... La nica estrella de ese color.Y cuando miraron hacia la Tierra, la estrella no estaba sola.La Tierra estaba nuevamente iluminada porque haba una estrella verde en el corazn de cada

    persona. Porque el nico sentimiento que el hombre tiene, y Dios no necesita tener, es laesperanza.

    Dios ya conoce el futuro y la esperanza es propia de la persona humana, propia de aquel queyerra, de aquel que no es perfecto, de aquel que no sabe cmo ser el futuro.

    AUTOR DESCONOCIDO

    Recibe en este momento esta estrellita en tu corazn:la Esperanza..., tu estrella verde. No dejes que ella huya

    y no permitas que se apague. Ten certeza que ella iluminartu camino... S siempre positivo y agradece a Dios por

    todo. S siempre feliz y contagia con tu corazn iluminandoa otras personas.

    La silla

    Una joven le pidi al sacerdote que fuera a su casa a hacer una oracin para su padre, queestaba muy enfermo. Cuando el sacerdote lleg a la habitacin del enfermo, encontr a estehombre en su cama con la cabeza alzada por un par de almohadas.

    Haba una silla al lado de su cama, por lo que el sacerdote asumi que el hombre saba quevendra a verlo.

    Supongo que me estaba esperando le dijo.No. Quin es usted? dijo el hombre.Soy el sacerdote que su hija llam para que orase con usted; cuando vi la silla vaca al lado

    de su cama, supuse que usted saba que yo vendra.Oh, s., la silla! dijo el hombre enfermo. Le importara cerrar la puerta?El sacerdote, sorprendido, la cerr.Nunca le he dicho esto a nadie, pero toda mi vida la he pasado sin saber cmo orar. Cuando

    he estado en la iglesia he escuchado siempre, al respecto de la oracin, que se debe orar y losbeneficios que trae, etctera, pero siempre esto de las oraciones me entr por un odo y sali porel otro, pues no tengo ni idea de cmo hacerlo; hace mucho tiempo, desde entonces, abandonpor completo la oracin. Esto ha sido as, en m, hasta hace unos cuatro aos, cuandoconversando con mi mejor amigo me dijo: Jos, esto de la oracin es simplemente tener unaconversacin con Dios. As es como te sugiero que lo hagas: te sientas en una silla y colocas otra

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    silla vaca enfrente tuyo; luego, con fe, miras a Dios sentado delante de ti. No es algo alocado elhacerlo, pues l nos dijo: Yo estar siempre con vosotros.

    Por tanto, le hablas y lo escuchas de la misma manera como lo ests haciendo conmigo ahoramismo. Es as que lo hice una vez y me gust tanto, que lo he seguido haciendo unas dos horasdiarias desde entonces. Siempre tengo mucho cuidado que no me vaya ver a mi hija, pues meinternara de inmediato en la casa de los locos.

    El sacerdote sinti una gran emocin al escuchar esto, y le dijo a Jos que era muy bueno loque haba estado haciendo y que no cesara de hacerlo; luego, hizo una oracin con l, le extendiuna bendicin, los santos leos y se fue a su parroquia.

    Dos das despus, la hija de Jos llam al sacerdote para decirle que su padre haba fallecido.El sacerdote le pregunt:

    Falleci en paz?S. Cuando sal de casa, a eso de las dos de la tarde, me llam y fui a verlo a su cama. Me

    dijo lo mucho que me quera y me dio un beso. Cuando regres de hacer compras una hora mstarde, ya lo encontr muerto. Pero hay algo extrao al respecto de su muerte, pues aparentemente

    justo antes de morir se acerc a la silla que estaba al lado de su cama y recost su cabeza en ella,pues as lo encontr. Qu cree usted que pueda significar esto?

    El sacerdote se sec las lgrimas de emocin, y le respondi:Ojal que todos nos pudisemos ir de esa manera.

    Autor desconocido

    El rbol de los problemas

    El carpintero que haba contratado para que me ayudara a reparar una vieja granja, acababa definalizar un duro primer da de trabajo. Su cortadora elctrica se estrope y le hizo perder una horade trabajo, y ahora su antiguo camin se niega a arrancar.

    Mientras lo llevaba a su casa, se sent en silencio. Una vez que llegamos, me invit a conocer asu familia. Mientras nos dirigamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeo rbol,tocando las puntas de las ramas con ambas manos.

    Cuando se abri la puerta, ocurri una sorprendente transformacin: su bronceada cara estabaplena de sonrisas. Abraz a sus dos pequeos hijos y le dio un beso a su esposa. Posteriormente,me acompa hasta el coche. Cuando pasamos cerca del rbol, sent curiosidad y le preguntacerca de lo que le haba visto hacer un rato antes.

    Oh!, se es mi rbol de problemas contest. S que no puedo evitar tener problemas enel trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni amis hijos. As que, simplemente, los cuelgo en el rbol cada noche cuando llego a casa. Luego, enla maana, los recojo otra vez. Lo divertido es dijo sonriendo que cuando salgo en la maanaa recogerlos, ni remotamente hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior.

    Autor desconocido

    Sabidura..., sabidura,

    El crculo del noventa y nueve

    Haba una vez un rey muy triste que tena un sirviente que, como todo sirviente de rey triste, eramuy feliz. Todas las maanas llegaba con el desayuno y despertaba al rey cantando y tarareandoalegres canciones de juglares. Una sonrisa se dibujaba en su distendida cara y su actitud para conla vida era siempre serena y alegre. Un da, el rey lo mand llamar.

    Paje, cul es el secreto de tu alegra? le pregunt.No hay ningn secreto, alteza.No me mientas, paje. He mandado cortar cabezas por ofensas menores que una mentira.No le miento, alteza. No guardo ningn secreto.Por qu ests siempre alegre y feliz? [Eh! Por qu?

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    Majestad, no tengo razones para estar triste. Su alteza me honra permitindome atenderlo.Tengo mi esposa y mis hijos viviendo en la casa que la corte nos ha asignado, somos vestidos yalimentados; adems, su alteza me premia de cuando en cuando con algunas monedas paradarnos algunos gustos, cmo no estar feliz?

    Si no me dices ahora mismo el secreto, te har decapitar dijo el rey. Nadie puede serfeliz por esas razones.

    Pero majestad, no hay secreto. Nada me gustara ms que complacerlo, pero no hay nadaque yo est ocultando...

    Vete. [Vete antes de que llame al verdugo!El sirviente sonri, hizo una reverencia y sali de la habitacin.El rey estaba como loco. No consigui explicarse cmo el paje estaba feliz viviendo de

    prestado, usando ropa usada y alimentndose de las sobras de los cortesanos. Cuando setranquiliz, llam al ms sabio de sus asesores y le cont su conversacin de la maana.

    Por qu l es feliz?Ah, majestad! Lo que sucede es que l est fuera del crculo.Fuera del crculo?As es.Y eso es lo que le hace feliz?No, majestad; eso es lo que no le hace infeliz.A ver si entiendo, estar en el crculo le hace infeliz?

    As es.Y cmo sali?Nunca entr!Qu crculo es se?El crculo del noventa y nueve.Verdaderamente, no entiendo nada.La nica manera para que entendiera sera mostrrselo con los hechos.Cmo?Haciendo entrar a tu paje en el crculo.Eso!!!, obligumosle a entrar.Alteza, nadie puede obligar a nadie a entrar en el crculo.Entonces habr que engaarlo.No hace falta, su majestad. Si le damos la oportunidad, l entrar slito, slito.

    Pero l no se dar cuenta de que eso ser su infelicidad?S, se dar cuenta.Entonces no entrar.No lo podr evitar.Dices que l se dar cuenta de la infelicidad que le causar entrar en ese ridculo crculo y

    de todos modos entrar en l y no podr salir?Tal cual. Majestad, est dispuesto a perder un excelente sirviente para poder entender la

    estructura del crculo?S.Bien; esta noche le pasar a buscar. Debe tener preparada una bolsa de cuero con noventa y

    nueve monedas de oro, ni una ms ni una menos. Noventa y nuevelQu ms? Llevo los guardias, por si acaso.Nada ms que la bolsa de cuero, majestad. Hasta la noche.Hasta la noche, as fue. Esa noche, el sabio pas a buscar al rey. Juntos, se escurrieron hasta

    los patios del palacio y se ocultaron junto a la casa del paje. All esperaron el alba. Cuando dentrode la casa se encendi la primera vela, el hombre sabio agarr la bolsa y le pinch un papel, quedeca:

    Este tesoro es tuyo. Es el premio por ser un buen hombre.Disfrtalo, y no cuentes a nadie cmo lo encontraste.Luego, at la bolsa con el papel en la puerta del sirviente; golpe y volvi a esconderse.Cuando el paje sali, el sabio y el rey espiaban detrs de unas matas lo que suceda. El

    sirviente vio la bolsa, ley el papel, agit la bolsa y, al escuchar el sonido metlico, se estremeci,apret la bolsa contra su pecho, mir hacia todos los lados de la puerta y volvi a entrar.

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    El sabio y el rey se asomaron a la ventana para ver la escena.El sirviente haba tirado todo lo que haba sobre la mesa y dejado slo la vela.Se haba sentado y haba vaciado el contenido de la bolsa en la mesa. Sus ojos no podan creer

    lo que vean. [Era una montaa de monedas de oro!l, que nunca haba tocado una de estas monedas, tena hoy una montaa de ellas. El paje las

    tocaba y amontonaba, las acariciaba y haca brillar la luz de la vela sobre ellas. Las juntaba ydesparramaba, haca pilas de monedas. As, jugando y jugando, empez a hacer pilas de diezmonedas.

    Una pila de diez, dos, tres, cuatro, cinco, seis pilas de diez... Y mientras, sumaba diez, veinte,treinta, cuarenta, cincuenta, sesenta..., hasta que form la ltima pila: [[[noventa y nuevemonedas!!!

    Su mirada recorri la mesa primero, buscando una moneda ms; luego, el piso, y finalmente labolsa.

    No puede ser, pens.Puso la ltima pila al lado de las otras y confirm que era ms baja.-[[Me robaron!! grit. Me robaron, malditos.Una vez ms, rebusc en la mesa, en el piso, en la bolsa, en sus ropas, vaci sus bolsillos y

    corri los muebles, pero no encontr lo que buscaba.Sobre la mesa, como burlndose de l, una montaita resplandeciente le recordaba que haba

    noventa y nueve monedas de oro. Slo noventa y nueve monedas.

    Es mucho dinero, pens.Pero me falta una moneda. Noventa y nueve no es un nmero completo pensaba. Cien es

    un nmero completo, pero noventa y nueve, [[no!!El rey y su asesor miraban por la ventana. La cara del paje ya no era la misma: estaba con el

    ceo fruncido y los rasgos tensos, los ojos se haban vuelto pequeos y arrugados, y la bocamostraba un horrible rictus, por el que asomaban los dientes. El sirviente guard las monedas en labolsa y mirando hacia todos los lados para ver si alguno de la casa lo vea, escondi la bolsa entrela lea. Luego, tom papel y pluma, y se sent a hacer clculos.

    Cunto tiempo tendra que ahorrar el sirviente para comprar su moneda nmero cien?Todo el tiempo hablaba solo, en voz alta. Estaba dispuesto a trabajar duro hasta conseguirla.

    Despus, quizs, no necesitara trabajar ms. Con cien monedas de oro un hombre puede dejar detrabajar. Con cien monedas de oro un hombre es rico. Con cien monedas se puede vivir tranquilo.

    Sac el clculo. Si trabajaba y ahorraba su salario y algn dinero extra que reciba, en once o

    doce aos juntara lo necesario.lDoce aos es mucho tiempo, pens.Quiz pudiera pedirle a su esposa que buscara trabajo en el pueblo por un tiempo. Y l mismo,

    despus de todo, terminaba su tarea en palacio a las cinco de la tarde; podra trabajar hasta lanoche y recibir alguna paga extra por ello.

    Sac las cuentas: sumando su trabajo en el pueblo y el de su esposa, en siete aos reunira eldinero.

    i Era demasiado tiempo! .Quiz pudiera llevar al pueblo las sobras de la comida todas las noches y venderlo por unas

    monedas. De hecho, cuanto menos comieran, ms comida habra para vender... vender... vender...Estaba haciendo calor. Para qu tanta ropa de invierno?Para qu ms de un par de zapatos?Era un sacrificio, pero en cuatro aos de sacrificios llegara a su moneda cien.El rey y el sabio volvieron a palacio.El paje haba entrado en el crculo del noventa y nueve...Durante los siguientes meses, el sirviente sigui sus planes tal como se le ocurrieron aquella

    noche.Una maana, el paje entr a la alcoba real golpeando las puertas, refunfuando de malas

    pulgas.Qu te pasa? pregunt el rey, de buen modo.Nada me pasa; nada me pasa.Antes, no hace mucho, reas y cantabas todo el tiempo.Hago mi trabajo, no? Qu querra su alteza, que fuera su bufn y su juglar tambin?

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    No pas mucho tiempo antes de que el rey despidiera al sirviente.No era agradable tener un paje que estuviera siempre de mal humor.

    Autor desconocido

    Moraleja: T y yo..., y todos nosotros, hemos sido educados en esta estpida ideologa:Siempre nos falta algo para estar completos... siempre hay que estar alcanzando, logrando,completando... y slo as, despus de alcanzar, lograr, completar, es que se puede gozar de lo que

    se tiene. Por tanto, nos ensearon: La felicidad deber esperar a completar lo que falta... Ycomo siempre nos falta algo... (si no lo creemos as nosotros, alguien se encargar de hacrnosloscreer), nunca se puede gozar de la vida.Pero qu pasara si la iluminacin llegara a nuestras vidas? y nos diramos cuenta, as, de golpe,que nuestras noventa y nueve monedas son el tesoro completo, que no nos falta nada, que nadiese qued con lo nuestro, que nada tiene de ms redondo cien que noventa y nueve, que todo esslo una trampa, una zanahoria puesta frente a nosotros para que seamos estpidos, para que

    jalemos del carro, cansados, malhumorados, infelices o resignados.Una trampa para que nunca dejemos de empujar y que todo siga igual... eternamente igual.... cuntas cosas cambiaran si pudiramos disfrutarde nuestros tesoros... l i iTAL COMO ESTN.

    El calentador de asiento

    Un muchacho viva solo con su padre; ambos tenan una relacin extraordinaria y muy especial.El joven perteneca al equipo de ftbol de su colegio, pero normalmente no tena la oportunidad de

    jugar; bueno, casi nunca. Sin embargo, su padre permaneca siempre en las gradas hacindolecompaa.

    El joven era el ms bajo de su clase; cuando comenz secundaria, insisti en participar en elequipo de ftbol del colegio; su padre siempre le daba orientacin y le explicaba claramente quel no tena que jugar ftbol, si no lo deseaba en realidad.

    Pero el joven amaba el ftbol, no faltaba a un entrenamiento ni a un partido, estaba decidido endar lo mejor de s, se senta felizmente comprometido.

    Durante su vida de secundaria, lo recordaron como el calentador de banco debido a quesiempre permaneca sentado.

    Su padre, con su espritu de luchador, siempre estaba en las gradas dndole compaa,palabras de aliento y el mejor apoyo que hijo alguno podra esperar.

    Cuando comenz la universidad, intent entrar al equipo de ftbol; todos estaban seguros queno lo lograra, pero a todos venci y entr en el equipo. El entrenador le dio la noticia, admitiendoque lo haba aceptado por cmo demostraba entregar su corazn y su alma en cada uno de losentrenamientos y, al mismo tiempo, les daba a los dems miembros del equipo el entusiasmoperfecto.

    La noticia llen por completo su corazn; corri al telfono ms cercano y llam a su padre,quien comparti con l la emocin. Le enviaba, todas las temporadas, las entradas para queasistiera a los partidos de la universidad.

    El joven era muy persistente: nunca falt a un entrenamiento ni a un partido durante los cuatroaos de la universidad, y nunca tuvo la oportunidad de participar en algn partido.

    Era el final de la temporada, y justo unos minutos antes de que comenzara el partido recibi un

    telegrama. El joven lo tom y luego de leerlo, lo guard en silencio; temblando, le dijo alentrenador:Mi padre muri esta maana! No hay problema de que falte al partido hoy?El entrenador le abraz, y le dijo:Toma el resto de la semana libre, hijo! Y no se te ocurra venir el sbado.Lleg el sbado y el partido no estaba muy bien; en el tercer cuarto, cuando el equipo tena diez

    puntos de desventaja, el joven entr al vestuario y, calladamente, se coloc el uniforme y corrihacia donde estaba el entrenador y su equipo, quienes estaban impresionados de ver a suluchador compaero de regreso.

    Entrenador, por favor, permtame jugar... [Yo tengo que jugar hoy! implor el joven.

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    El entrenador pretenda no escucharle; de ninguna manera l poda permitir que su peorjugador entrara en el cierre de las eliminatorias. Pero el joven insisti tanto, que finalmente elentrenador, sintiendo lstima, lo acept:

    O.K., hijo, puedes entrar! El campo es todo tuyo.Minutos despus, el entrenador, el equipo y el pblico no podan creer lo que estaban viendo. El

    pequeo desconocido, que nunca haba participado en un partido, estaba haciendo todoperfectamente brillante; nadie poda detenerlo en el campo, corra fcilmente como toda unaestrella.

    Su equipo comenz a ganar puntos, hasta que empataron el partido. En los ltimos segundosde cierre, el muchacho intercept un pase y corri todo el campo hasta ganar con un touchdown.

    La gente que estaba en las gradas gritaba emocionada, y su equipo lo llevaba a hombros portodo el campo. Finalmente, cuando todo termin, el entrenador observ que el joven estabasentado calladamente y solo en una esquina, se acerc y le dijo:

    [Muchacho, no puedo creerlo; estuviste fantstico! Dime, cmo lo lograste?El joven mir al entrenador, y le dijo:Usted sabe que mi padre muri... Pero saba que mi padre era ciego? el joven hizo una

    pausa y trat de sonrer.Mi padre asista a todos mis partidos, pero hoy era la primera vez que l podra verme jugar... [y

    yo quise mostrarle que s poda hacerlo!AUTOR DESCONOCIDO

    Libro: El peso de una oracin

    Louise Redden, una mujer pobremente vestida y con una expresin de derrota en el rostro,entr en una tienda de abarrotes.

    Se acerc al dueo de la tienda y, de una forma muy humilde, le pregunt si poda fiarlealgunas cosas.

    Hablando suavemente, explic que su marido estaba muy enfermo y no poda trabajar, quetenan siete hijos y que necesitaban comida.

    John Longhouse, el abarrotero, se mof de ella y le pidi que saliera de la tienda.Visualizando las necesidades de su familia, la mujer le dijo:

    Por favor, seor, le traer el dinero tan pronto como pueda.John le dijo:No puedo darle crdito porque usted no tiene cuenta con la tienda.Junto al mostrador haba un cliente que escuch la conversacin.El cliente se acerc al mostrador y le dijo al abarrotero que l respondera por lo que necesitara

    la mujer para su familia.El abarrotero, no muy contento con lo que pasaba, le pregunt de mala gana a la seora si

    tena una lista.Louise respondi:S, seor!Est bien le dijo el tendero. Ponga su lista en la balanza, y lo que pese la lista eso le dar

    en mercanca.Louise pens un momento, con la cabeza baja, y despus sac una hoja de papel de su bolso y

    escribi algo en ella. A continuacin, puso la hoja de papel cuidadosamente sobre la balanza, todoesto con la cabeza baja.

    Los ojos del tendero se abrieron en asombro, al igual que los del cliente, cuando el plato de labalanza baj hasta el mostrador y se mantuvo abajo.

    El tendero, mirando fijamente la balanza, se volvi hacia el cliente, y le dijo:No puedo creerlo!El cliente sonri, mientras el abarrotero empez a poner la mercanca en el otro plato de la

    balanza.La balanza no se mova, as que sigui llenando el plato hasta que ya no tena ms espacio.El tendero vio lo que haba puesto, completamente disgustado.

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    Finalmente, quit la lista del plato y la ley con mayor asombro.No era una lista de mercancas. Era una oracin, que deca:Seor mo, t sabes mis necesidades, y las pongo en tus manos.El tendero le dio las cosas que se haban juntado y se qued de pie, frente a la balanza, atnito

    y en silencio.Louise le dio las gracias y sali de la tienda.El cliente le dio a John un billete de cincuenta dlares, y le dijo:Realmente vali cada centavo!Fue un tiempo despus que John Longhouse descubri que la balanza estaba rota.Autor desconocido

    Moraleja: En resumen, slo Dios sabe cunto pesa una oracin.

    Sonre

    Soy madre de tres hijos de catorce, doce y tres aos, respectivamente, y recientemente terminmi carrera universitaria. La ltima clase que tom fue sociologa. La profesora estaba muyinspirada con las cualidades que yo deseaba ver, con las cuales cada ser humano haba sidoagraciado.

    Su ltimo proyecto fue titulado SONRE. Pidi a la clase que saliera, le sonriera a trespersonas y documentaran sus reacciones.

    Yo soy una persona muy sociable y siempre sonro a todos y digo hola, as es que pens queesto sera pan comido.

    Tan pronto nos fue asignado el proyecto, mi esposo, mi hijo pequeo y yo fuimos a McDonald'suna fra maana de marzo; era la manera de compartir un tiempo de juego con nuestro hijo.

    Estbamos esperando ser atendidos cuando, de repente, todos se echaron hacia atrs, inclusomi esposo. Yo no me mov ni un centmetro, y un abrumador sentimiento de pnico me envolvicuando me di la vuelta para ver qu pasaba.

    Cuando me gir, percib un horrible olor a cuerpo sucio y, junto a m, estaban parados doshombres pobres. Cuando mir al pequeo hombre que estaba cerca de m, l sonrea, y sushermosos ojos azul cielo estaban llenos de la luz de Dios, buscando aceptacin.

    l dijo: Buen da mientras contaba las pocas monedas que traa.El segundo hombre manoteaba junto a su amigo; creo que era deficiente mental, y el hombre de

    ojos azules era su salvacin.Contuve las lgrimas. La joven dependienta le pregunt qu quera?.l dijo: Caf; es todo, seorita.Porque era para lo nico que tenan, ya que si queran sentarse en el restaurante para

    calentarse un poco tenan que consumir algo ms.Entonces realmente lo sent; el impulso fue tan grande, que casi alcanzo al pequeo hombre

    para abrazarlo. Fue entonces que sent todas las miradas en m, juzgando mi accin.Yo sonre, y le ped a la joven dependienta que me diera dos desayunos ms en una bandeja;

    camin hacia la mesa donde estaban los dos hombres sentados, puse la bandeja en su mesa y mimano sobre la mano fra del pequeo hombre; l me mir con lgrimas en los ojos, y dijo:

    Gracias.

    Yo me inclin dando palmaditas en su mano, y le dije:No lo hice por ustedes, Dios est aqu actuando a travs de m para darles esperanza.Comenc a llorar mientras caminaba para reunirme con mi esposo e hijo.Cuando me sent, mi marido sonro y dijo:Es por eso que Dios te dio para m, cario, para darme esperanza.Nos tomamos de las manos por un momento y, en ese instante, supimos la gracia con la que

    fuimos bendecidos para ser capaces de dar.No pertenecemos a ninguna religin, pero creemos en un Dios universal.Ese da me fue mostrada la luz dulce y amorosa de Dios. Yo regres a la universidad, mi ltima

    clase nocturna, con esta historia en mano.

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    Entregu mi proyecto y la instructora lo ley; entonces me mir, y pregunt:Puedo compartir esto?Yo asent lentamente, mientras ella peda la atencin de la clase. Comenz a leer y me di

    cuenta que nosotros, como seres humanos y siendo parte de Dios, compartimos esta necesidadpara sanar a la gente y ser sanados.

    A mi manera, se lo hice sentir a la gente en McDonald's, a mi esposo, hijo, a la maestra y acada alma en el saln de clases esa ltima noche como estudiante.

    Me gradu con una de las lecciones ms grandes que jams hubiera aprendido:ACEPTACIN INCONDIC IONA L

    El amor verdadero

    Un famoso maestro se encontr frente a un grupo de jvenes universitarios que estaban encontra del matrimonio.

    Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de lasparejas y que es preferible acabar con la relacin cuando sta se apaga en lugar de entrar a lahueca monotona del matrimonio.

    El maestro les dijo que respetaba su opinin, pero les relat lo siguiente:

    Mis padres vivieron cincuenta y cinco aos casados. Una maana, mi mam bajaba lasescaleras para prepararle a pap el desayuno y sufri un infarto. Mi padre la alcanz, la levantcomo pudo y, casi a rastras, la subi a la camioneta. A toda velocidad, saltndose sin respetar lossemforos, condujo hasta el hospital. Cuando lleg, por desgracia, ya haba fallecido.

    Durante el funeral, mi padre no habl, su mirada estaba perdida y casi no llor. Esa noche, sushijos nos reunimos con l.

    En un ambiente de dolor y de nostalgia recordamos hermosas ancdotas. l pidi a mihermano, telogo, que le dijera dnde estara mam en ese momento; mi hermano comenz ahablar de la vida despus de la muerte, conjetur cmo y dnde estara ella.

    Mi padre escuchaba con gran atencin. De pronto, pidi:^Llvenme al cementerio! Pap respondimos, ^son las once de la noche! No podemos

    ir al cementerio ahora.Alz la voz y, con una mirada vidriosa, dijo: No discutan conmigo, por favor; no discutan con el

    hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por cincuenta y cinco aos.Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos ms. Fuimos al cementerio,

    pedimos permiso al velador y con una linterna llegamos a la lpida. Mi padre la acarici, rez y nosdijo a sus hijos, que veamos la escena conmovidos:

    Fueron cincuenta y cinco buenos aos... Saben?, nadie puede hablar del amor verdadero sino tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer as hizo una pausa y se limpi lacara. Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis, en mi cambio de empleo continu. Hicimosla mudanza cuando vendimos la casa y nos trasladamos de ciudad. Compartimos la alegra de vera nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de nuestros seresqueridos, rezamos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor,nos abrazamos en cada Navidad y perdonamos nuestros errores... Hijos, ahora se ha ido y estoycontento, saben por qu? Porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agona y el dolor deenterrarme, de quedarse sola despus de mi partida. Ser yo quien pase por eso, y le doy graciasa Dios.

    La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera...Cuando mi padre termin de hablar, mis hermanos y yo tenamos el rostro empapado de

    lgrimas. Lo abrazamos y l nos consol: Todo est bien, hijos; podemos irnos a casa; ha sido unbuen da.

    Esa noche entend lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo; no tiene que verdemasiado con el erotismo, ms bien se vincula al trabajo y al cuidado que se profesan dospersonas realmente comprometidas. Cuando el maestro termin de hablar, los jvenesuniversitarios no pudieron debatirle. Ese tipo de amor era algo que no conocan.

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    Riqueza

    Una vez, un padre de una familia acaudalada llev a su hijo a un viaje por el campo con el firmepropsito de que su hijo viera cuan pobres eran las gentes del campo.

    Estuvieron por espacio de un da y una noche completos en una granja de una familia

    campesina muy humilde.Al concluir el viaje, y de regreso a casa, el padre le preguntaa su hijo:Qu te pareci el viaje?Muy bonito, papalViste lo pobre que puede ser la gente?- [ S !Y qu aprendiste?Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos una piscina

    que llega de largo a la mitad del jardn, ellos tienen un arroyo que no tiene fin. Nosotros tenemosunas lmparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. Nuestro patio llega hasta la murallade la casa, el de ellos tiene todo un horizonte. Ellos tienen tiempo para platicar y convivir en familia,t y mi mam tienen que trabajar todo el tiempo y casi nunca los veo.

    Al terminar el relato, el padre se qued mudo..., y su hijo agreg:Gracias, pap, por ensearme lo ricos que podemos llegar a ser!Autor desconocido

    La caja llena de besos

    Hace ya un tiempo, un hombre castig a su pequea nia, de tres aos, por desperdiciar unrollo de papel de envoltura dorada.

    El dinero era escaso en esos das, por lo que explot en furia cuando vio a la nia tratando deenvolver una caja para ponerla debajo de un rbol de Navidad. Sin embargo, la nia le llev elregalo a su padre la siguiente maana, y dijo:

    Esto es para ti, papito.

    El se sinti avergonzado de su reaccin de furia, pero ste volvi a explotar cuando vio que lacaja estaba vaca. Le volvi a gritar, diciendo:

    No sabes que cuando das un regalo a alguien se supone que debe haber algo dentro?!!La pequeita mir hacia arriba, con lgrimas en los ojos, y dijo:Oh, papito! No est vaca; yo sopl besos dentro de la caja; todos para ti, pap.El padre se sinti morir; puso sus brazos alrededor de su nia y le suplic que lo perdonara.Se ha dicho que el hombre guard esa caja dorada cerca de su cama por aos y siempre que

    se senta derrumbado, tomaba de la caja un beso imaginario y recordaba el amor que su niahaba puesto ah.

    Autor desconocido

    En una forma muy sensible, cada uno de nosotros, los humanos, hemos recibido un recipientedorado, lleno de amor incondicional y besos de nuestros hijos, padres, amigos, familia o de Dios.

    Nadie podra tener una propiedad o posesin ms hermosa que sta. Valoremos el tesoro quetenemos...

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    Maana puede ser muy tarde

    Haba una vez... un chico que naci con cncer. Un cncer que no tena cura.Con diecisiete aos, podra morir en cualquier momento.Siempre vivi en su casa, bajo el cuidado de su madre. Ya estaba harto y decidi salir solo por

    una vez. Le pidi permiso a su madre, y ella acept.Caminando por su calle, vio muchos comercios. Al pasar por una tienda de msica, y al mirar

    hacia el mostrador, observ la presencia de una nia muy tierna de su misma edad.Fue amor a primera vista.

    Abri la puerta y entr, sin mirar nada que no fuera ella.Acercndose poco a poco, lleg al mostrador donde ella se encontraba.Lo mir, y le dijo sonriente: Te puedo ayudar en algo?Mientras, l pensaba que era la sonrisa ms hermosa que haba visto en toda su vida. Sinti el

    deseo de besarla en ese mismo instante.Tartamudeando, le dijo:S. iEhl [Hmmml... Me gustara comprar un CD sin pensar, tom el primero que vio y le dio

    el dinero.

    Quieres que te lo envuelva? pregunt la nia, sonriendo de nuevo.l respondi que s, moviendo la cabeza; y ella fue a la trastienda para volver con el paqueteenvuelto y entregrselo. l lo tom y sali de la tienda. Se fue a su casa, y desde ese da enadelante visit la tienda todos los das para comprar un CD.

    Siempre se los envolva la nia para luego llevrselos a su casa y colocarlos en su closet. l eramuy tmido para invitarla a salir y, aunque lo intentaba, no poda.

    Su mam se enter de esto e intento animarle a que se atreviera; as que, al siguiente da, searm de coraje y se dirigi a la tienda. Como todos los das, compr un CD; y como siempre, ellase fue a la trastienda para envolverlo. l tom el CD y, mientras ella no estaba mirando,rpidamente dej su telfono en el mostrador y sali corriendo de la tienda.

    -Rinnng!! Su mam contest.Bueno. Era la nia!Pregunt por su hijo y la madre, desconsolada, comenz a llorar, mientras deca:

    Qu? No sabes? Muri ayer.Hubo un silencio prolongado, excepto los lamentos de su madre. Ms tarde, la mam entr enel cuarto de su hijo para recordarlo. Ella decidi empezar por ver su ropa, as que abri su closet.Para su sorpresa, se top con montones de CD envueltos.

    Ni uno estaba abierto.Le caus curiosidad ver tantos y no se resisti; tom uno y se sent sobre la cama para verlo; al

    hacer esto, un pequeo pedazo de papel sali de la cajita plstica. La mam lo recogi para leerlo,y deca:

    Hola! Ests superguapo, quieres salir conmigo?TQM (Te Quiero Mucho), Sofa.De tanta emocin, la madre abri otro y otro pedazo de papel en varios CD, y todos decan lo

    mismo.Autor desconocido

    Moraleja: As es la vida; no esperes demasiado para decirle a ese alguien especial lo que sientes.Dselo hoy. Maana puede ser muy tarde.

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    El hijo

    Un hombre rico, y su hijo, tenan gran pasin por el arte. Tenan de todo en su coleccin: desdePicasso hasta Rafael.

    Muy a menudo, se sentaban juntos a admirar las grandes obras de arte.

    Desgraciadamente, el hijo fue a la guerra. Fue muy valiente y muri en la batalla mientrasrescataba a otro soldado. El padre recibi la noticia y sufri profundamente la muerte de su nicohijo.

    Un mes ms tarde, justo antes de la Navidad, alguien llam a la puerta.Un joven con un gran paquete en sus manos, dijo al padre:Seor, usted no me conoce, pero yo soy el soldado por quien su hijo dio la vida. l salv

    muchas vidas ese da, y me estaba llevando a un lugar seguro cuando una bala le atraves elpecho, muriendo as instantneamente. l hablaba muy a menudo de usted y de su amor por elarte.

    El muchacho extendi los brazos para entregar el paquete:Yo s que esto no es mucho. Yo no soy un gran artista, pero creo que a su hijo le hubiera

    gustado que usted recibiera esto.El padre abri el paquete.

    Era un retrato de su hijo, pintado por el joven soldado. l contempl con profunda admiracin lamanera en que el soldado haba plasmado la personalidad de su hijo en la pintura.El padre estaba tan atrado por la expresin de los ojos de su hijo, que los suyos propios se

    llenaron de lgrimas.Le agradeci al joven soldado el detalle y ofreci pagarle por el cuadro.Oh no, seor! Yo nunca podra pagarle lo que su hijo hizo por m. Es un regalo.El padre colg el retrato arriba de la repisa de su chimenea.Cada vez que los visitantes e invitados llegaban a su casa, les mostraba el retrato de su hijo

    antes de mostrar su famosa galera.El hombre muri unos meses ms tarde y se anunci una subasta con todas las pinturas que

    posea.Mucha gente importante e influyente acudi, con grandes expectativas, de hacerse con un

    famoso cuadro de la coleccin.Sobre la plataforma estaba el retrato del hijo.El subastador golpe su mazo para dar inicio a la subasta.Empezaremos el remate con este retrato del hijo. Quin ofrece por este retrato?Hubo un gran silencio.Entonces, una voz del fondo de la habitacin grit:Queremos v e r las pinturas famosas! Olvdese de sa!Sin embargo, el subastador persisti:Alguien ofrece algo por esta pintura? Cien dlares?Doscientos dlares?Otra voz grit, con enojo:No venimos por esa pintura! Venimos por los Van Gogh, los Rembrandts. Vamos a las

    ofertas de verdad!Pero, aun as, el subastador continuaba su labor:El hijo1. El hijo1. Quin se lleva El hijo?

    Finalmente, una voz se oy desde muy atrs de la habitacin:Yo doy diez dlares por la pintura.Era el viejo jardinero del padre y del hijo. Siendo un hombre muy pobre, era lo nico que poda

    ofrecer.Tenemos diez dlares! Quin da veinte dlares? grit el subastador.La multitud se estaba enojando mucho.No queran la pintura de El hijo. Queran las que representaban una valiosa inversin para sus

    propias colecciones. El subastador golpe, por fin, el mazo:Va una, van dos, VENDIDA por diez dlares!

  • 7/28/2019 Cuentos Con Alma 2 (Nvo)

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    Empecemos con la coleccin! grit uno.El subastador solt su mazo y dijo:Lo siento mucho, damas y caballeros, pero la subasta lleg a su final.Pero qu hay de las pinturas? dijeron los interesados.Lo siento contest el subastador. Cuando me llamaron para conducir esta subasta, me

    comunicaron de un secreto estipulado en el testamento del dueo. Yo no tena permitido revelaresta estipulacin hasta este preciso momento. Solamente la pintura de El hijo sera subastada.

    Aquel que la comprara heredara absolutamente todas las posesiones de este hombre, incluyendolas famosas pinturas. El hombre que compr El hijo se queda con todo!

    El valor de lo simple. .. de lo amoroso. l no poda ofrecer ms que diez dlares, pero por sucorazn, por tener la sensibilidad de ver el valor que tena ese retrato del hijo... se lo llev todo...

    El valor de los amigos

    Un da, cuando ingres en preparatoria, vi a un chico de mi clase caminando hacia su casadesde la escuela; su nombre era Kyle y estaba cargando con todos sus libros.

    Por qu alguien trae todos sus libros a casa en viernes?

    Debe ser un pernol, pens.Tena planeado un gran fin de semana (fiestas y un partido de ftbol el sbado por la tarde), asque slo me encog de hombros y segu mi camino. Mientras caminaba, vi a un grupo de chicoscorriendo hacia Kyle. Le tiraron los libros que traa cargando y lo empujaron para que cayera alsuelo. Sus anteojos salieron volando y vi cmo cayeron en el csped, a unos tres metros de l.Mir hacia arriba y observ una terrible tristeza en sus ojos. Mi corazn se volc hacia l. Corrhacia l y mientras se arrastraba hacia sus anteojos, vi lgrimas en sus ojos.

    Mientras le entregaba sus anteojos, le dije:Esos tipos son unos idiotas. Deberan entretenerse de otra forma.Me mir, y dijo:Oye, [graciaslHaba una enorme sonrisa en su cara. Era una de esas sonrisas que mostraba autntica

    gratitud. Le ayud a recoger sus libros y le pregunt dnde viva.Result que viva cerca de mi casa, as que le pregunt por qu nunca lo haba visto en el

    vecindario.Dijo que haba ido a una escuela privada anteriormente (yo nunca me haba juntado con un

    chico de una escuela privada).Hablamos en el camino a casa. Result ser un chico muy agradable. Lo invit a jugar al ftbol

    conmigo y con mis amigos el sbado en la maana, y acept.Pasamos juntos el fin de semana y mientras ms lo conoca, ms me agradaba. Mis amigos

    pensaban lo mismo. Lleg la maana del lunes y all estaba Kyle de nuevo, con su enorme montnde libros. Lo detuve y le dije que si continuaba as, iba a conseguir muy buenos msculos. l,simplemente, se ri y me pas la mitad de los libros.

    Durante los siguientes cuatro aos, Kyle y yo nos convertimos en los mejores amigos.Cuando estbamos en el ltimo curso de secundaria, empezamos a pensar en la universidad.Kyle eligi Georgetown, mientras que yo escog Duke. Yo saba que siempre seramos amigos y

    que la distancia nunca sera un problema.

    l decidi convertirse en doctor, mientras que yo consegu una beca para estudiar en la escuelade negocios. Le molestaba todo el tiempo de que era un matado. Incluso fue de los primerosseleccionados por las universidades y se estaba preparando para el discurso del da degraduacin.

    Me alegr de no tener que ser yo el que tuviera que pasar al frente y hablar.El da de la graduacin, Kyle luca fantstico. Se adaptaba e incluso se vea bien con anteojos.

    Tena ms citas que yo y todas las chicas lo amaban. Bueno, algunas veces estaba realmenteceloso de l.

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    Hoy era uno de esos das en que l estaba nervioso. As que le di una palmadita en la espalda,y le dije:

    Oye, amigo, estars genial.Me mir con una de esas miradas (de agradecimiento), sonriy dijo:Gracias!Mientras empezaba su discurso, aclar su garganta, y empez...El perodo de graduacin es el de agradecer a aquellos que nos ayudaron a lograrlo a travs

    de esos aos difciles; nuestros padres, nuestros maestros, nuestros hermanos, tal vez unentrenador... Pero ms que nada, a los amigos. Estoy aqu para decirles que ser un amigo es elmejor regalo que le puedes dar a una persona. Les voy a contar una historia prosigui.

    (Yo miraba incrdulamente a mi amigo mientras contaba la historia del primer da en que nosconocimos.)

    Haba planeado suicidarme ese fin de semana dijo.Nos cont acerca de cmo haba vaciado su taquilla para que su mam no tuviera que hacerlo

    despus, y estaba llevando sus cosas a casa.Me mir profundamente y me regal una sonrisa.Gracias a Dios, fui salvado! Mi amigo me salv de hacer lo indecible.O una exclamacin de la multitud, mientras este guapo y popular muchacho nos coment

    acerca de su momento de debilidad.

    Yo vi a sus padres mirndome y sonriendo agradecidamente.Hasta ese momento no me haba dado cuenta de la profundidad de esto.

    Autor desconocido

    Moraleja: Nunca subestimes el poder de tus acciones.Con un pequeo gesto puedes cambiar la vida de una persona.Para bien o para mal, Dios nos puso a cada uno en la vida para afectar a otros de alguna manera.Busca a Dios en los dems. Y recuerda:Los amigos son ngeles que nos ponen en pie cuando nuestras alas tienen problemas derecordar cmo volar.

    La actitud lo es todo

    Samuel era el tipo de persona que te encantara odiar. Siempre estaba de buen humor ysiempre tena algo positivo que decir.

    Cuando alguien le preguntaba cmo le iba, l responda:Para poder estar mejor tendra que ser mi gemelo.Era un gerente de restaurante nico, porque tena varias meseras que lo haban seguido de

    restaurante en restaurante. La razn por la que las meseras seguan a Samuel era por su actitudinterior. l era un motivador natural.

    Si un empleado tena un mal da Samuel estaba all para decirle cmo ver el lado positivo de lasituacin.

    Ver este estilo de persona realmente me caus curiosidad, as que un da fui a buscar aSamuel, y le pregunt:

    No lo entiendo... No es posible ser una persona tan positiva todo el tiempo... Cmo lo

    haces?Samuel respondi:Cada maana me despierto y me digo a m mismo: [Samuel, tienes dos opciones hoy!

    Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor. Elijo estar de buenhumor. Cada vez que sucede algo malo puedes escoger entre ser una vctima o aprender de ello.Cada vez que alguien viene a m para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo sealarle el ladopositivo de la vida. Elijo el lado positivo de la vida.

    S, claro. Pero no es tan fcil protest.

  • 7/28/2019 Cuentos Con Alma 2 (Nvo)

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    S, lo es! dijo Samuel. Cuando quitas todo lo dems, todo en la vida es asunto de elegir.Cada situacin es una eleccin.

    T eliges cmo reaccionar en cada situacin. T eliges cmo la gente afectar tu estado denimo. T eliges estar de buen humor o de mal humor. En resumen: T ELIGES CMO VIVIR

    LA VIDA.Reflexion en lo que Samuel me dijo. Poco tiempo despus, dej el rubro de los restaurantes

    para iniciar mi propio negocio.Perdimos el contacto, pero cuando tena que hacer una eleccin en la vida, con frecuencia

    segua el ejemplo de Samuel en vez de reaccionar contra ella.Varios aos ms tarde me enter que Samuel hizo algo que nunca debe hacerse en un

    restaurante. Dej la puerta trasera abierta una maana y fue asaltado por tres ladrones armados.Mientras era forzado a abrir la caja fuerte sus dedos, temblando por el nerviosismo, resbalaban

    en las combinaciones. Los asaltantes sintieron pnico y le dispararon.Con mucha suerte, Samuel fue encontrado relativamente pronto y llevado a urgencias a un

    hospital. Despus de dieciocho horas de ciruga y semanas de terapia intensiva, Samuel fue dadode alta, an con fragmentos de bala en el cuerpo.

    Me encontr con Samuel seis meses despus del accidente.Cuando le pregunt cmo estaba, me respondi:Para poder estar mejor tendra que ser mi gemelo.Le pregunt qu pas por su mente en el momento del asalto.

    Contest:Lo primero que vino a mi mente fue que deb haber cerrado la puerta con llave. Cuando

    estaba tirado en el piso, record que tena dos opciones: poda elegir vivir o poda elegir morir.Eleg vivir.No sentiste miedo? le pregunt.Samuel continu:Los mdicos fueron geniales. No dejaban de decirme que todo iba a salir bien. Pero cuando

    me llevaron al quirfano y vi las expresiones en las caras de mdicos y enfermeras, realmente measust. Poda leer en sus ojos: Es hombre mueeeerto...

    Supe entonces que deba tomar una decisin.Qu hiciste? pregunt.Bueno, uno de los mdicos me pregunt si era alrgico a algo, y respirando profundamente

    grit:

    S, a las balas.Mientras rean, les dije:[Muchachos, estoy escogiendo vivir! Oprenme como si estuviera vivo, no muerto.Autor desconocido

    Samuel vivi por la pericia de los mdicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud interior.Aprend que cada da tenemos plenamente la eleccin de vivir. La actitud interior, finalmente, lo estodo.

    Una linda historia de amor

    Las rosas rojas eran sus favoritas. Su nombre tambin era Rosa.

    Cada ao, su esposo se las mandaba atadas con un bonito lazo.El ao que l muri, le entregaron las rosas a su puerta, con una tarjeta que deca: S muy

    valiente, igual que los aos anteriores.Cada ao le enviaba rosas y la tarjetita siempre deca: Te amo ms este ao que el ao

    pasado, en este da. Mi amor crece con cada ao que transcurre.Ella saba que sta sera la ltima vez que recibira rosas.Pero pens que, tal vez, las haba encargado antes de morir, puesto que no saba lo que iba a

    suceder. A l siempre le gustaba adelantarse, haciendo todo por si acaso estuviera muy ocupadopara hacerlas en la fecha indicada.

  • 7/28/2019 Cuentos Con Alma 2 (Nvo)

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    Por eso ella cortaba los tallos y las colocaba en un florero muy especial, que pona a un lado desu retrato. Despus, se sentaba horas enteras viendo el retrato y las flores. Pas un ao y era muydifcil vivir sin su pareja.

    La soledad la haba invadido y pareca su destino. Pero entonces, igual que en otros das deSan Valentn, llamaron a la puerta y encontr las rosas. Entr con ellas en las manos y, con granasombro, tom el telfono y llam al florista.

    Le contest el dueo, y ella le pidi que le explicara...Quin quera causarle tanto dao?La respuesta fue:S que su esposo muri hace ms de un ao y saba que usted me llamara. Las flores que

    usted acaba de recibir fueron previamente pagadas. Su esposo siempre adelantaba las cosas sindejar nada al devenir. Hay un pedido en su expediente, pagado por adelantado, para que recibaestas flores cada ao.

    Tambin debe saber otra cosa: hay una notita especial escrita en una tarjeta. Esto lo hizo hacemuchos aos. sta dice que si yo me enterase que l ya no est, esta tarjeta se la debo enviar austed al ao siguiente.

    Rosa se mostr agradecida y colg, hecha un mar de lgrimas; con las manos temblorosas, ylentamente, tom la tarjeta con la nota. Se qued observando la tarjeta en un silencio total.

    Ley lo siguiente:Hola, mi amor; s que hace ms de un ao que me fui.

    Espero no haya sido muy penoso recuperarte; s lo slita que debes de estar, y s que el dolores verdadero, pues si fuera diferente s cmo yo me sentira. El amor que compartimos hizo quetodo en la vida se viera hermoso. Te quise ms de lo que cualquier palabra puede expresar.

    T fuiste la esposa perfecta; fuiste mi amiga y amante, llenaste todo lo que anhelaba. S queslo ha pasado un ao, pero te pido que, por favor, no sufras ms. Quiero que seas feliz, aunquederrames lgrimas. Por eso las rosas te llegarn todos los aos. Cuando las recibas, piensa en lafelicidad que tuvimos juntos y cmo fuimos bendecidos.

    Siempre te am y te seguir amando, pero t tienes que seguir viviendo.Por favor, trata de encontrar felicidad mientras vivas. S que no ser fcil, pero tambin s que

    encontrars la forma.Las rosas te seguirn llegando cada ao, hasta el da en que no haya quin abra la puerta.El florista ha recibido instrucciones de llamar a tu puerta cinco veces el mismo da, por si saliste.El da que ya nadie la abra, sabr adonde llevar las flores... En donde estemos reunidos...

    Autor desconocido

    En la vida hay veces que encontramos seres especiales, alguien que cambia nuestra vida con sloser parte de ella.

    Alguien que nos hace creer que hay algo muy bonito y muy bueno en el mundo.Alguien que nos convence que hay una puerta cerrada que se abre con la eterna amistad.

    El puente

    No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivan en granjas adyacentes cayeron en unconflicto. ste fue el primer conflicto serio que tenan en cuarenta aos de cultivar juntos, hombro ahombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua.

    Esta larga y beneficiosa colaboracin termin repentinamente.Comenz con un pequeo malentendido y fue creciendo hasta llegar a ser una diferencia mayor

    entre ellos, hasta que explosion en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas desilencio.

    Una maana, alguien llam a la puerta de Luis. Al abrir la puerta, encontr a un hombre conherramientas de carpintero.

    Estoy buscando trabajo por unos das dijo el extrao.Quizs usted requiera algunas pequeas reparaciones aqu, en su granja, y yo pueda ser de

    ayuda en eso.

  • 7/28/2019 Cuentos Con Alma 2 (Nvo)

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    S dijo el mayor de los hermanos, tengo un trabajo para usted. Mire al otro lado delarroyo, hacia aquella granja: ah vive mi vecino; bueno, de hecho, es mi hermano menor. Lasemana pasada haba una hermosa pradera entre nosotros y l tom su bulldozer y desvi elcauce del arroyo para separar las fincas. Bueno, l pudo haber hecho esto para enfurecerme, perole voy a hacer una mejor. Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quieroque construya una cerca; una cerca de dos metros de alta, ^no quiero verlo nunca ms.

    El carpintero le dijo:Creo que comprendo la situacin. Mustreme dnde estan los clavos y la pala para hacer los

    hoyos de los postes, y le entregar un trabajo que lo dejar satisfecho.El hermano mayor le ayud al carpintero a reunir todos los materiales y dej la granja por el

    resto del da para ir por provisiones al pueblo.El carpintero trabaj duro todo el da midiendo, cortando, clavando...Cerca del ocaso, cuando el granjero regres, el carpintero justo haba terminado su trabajo. El

    granjero qued con los ojos completamente abiertos; su mandbula cay. No haba ninguna cercade dos metros.

    En su lugar, haba un puente que una las dos granjas a travs del arroyo.Era una fina pieza de arte, con pasamanos y todo.En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su

    hermano, le dijo:Eres un gran tipo! Mira que construir este hermoso puente despus de lo que he hecho y

    dicho.Estaban en su reconciliacin los dos hermanos cuando vieron que el carpintero tomaba sus

    herramientas.No, espera. Qudate unos cuantos das!, tengo muchos proyectos para ti le dijo el

    hermano mayor al carpintero.Me gustara quedarme dijo el carpintero, pero... tengo muchos puentes por construir.Autor desconocido

    Valorar

    Dos amigas se encontraban tomando un caf, y una le comenta en tono de queja a la otra:Mi mam me llama mucho por telfono para pedirme que vaya a conversar con ella. Yo voy

    poco y, en ocasiones, siento que me molesta su forma de ser. Ya sabes cmo son los viejos.Cuentan las mismas cosas una y otra vez. Adems, nunca me faltan compromisos; que el trabajo,que mi novio, que los amigos...

    Yo, en cambio le dijo su compaera, hablo mucho con mi mam. Cada vez que estoytriste, voy con ella; cuando me siento sola, cuando tengo un problema y necesito fortaleza, acudo aella y me siento mejor.

    Caramba se apen la otra. Eres mejor que yo.No lo creas, soy igual que t respondi la amiga, con tristeza. Visito a mi mam en el

    cementerio. Muri hace tiempo, pero mientras estuvo conmigo tampoco yo iba a charlar con ella ypensaba lo mismo que t.

    No sabes cunta falta me hace su presencia, cunto la echo de menos y cunto la buscoahora que ha partido.

    Si de algo te sirve mi experiencia, conversa con tu mam hoy, que todava la tienes; valora su

    presencia resaltando sus virtudes, que seguro las tiene, y trata de hacer a un lado sus errores, quede una forma u otra ya forman parte de su ser. No esperes a que est en un panten, porque ah lareflexin duele hasta el fondo del alma, porque entiendes que ya nunca podrs hacer lo quedejaste pendiente; ser un hueco que nunca podrs llenar; no permitas que te pase lo que meocurri a m.

    En el automvil, iba pensando la muchacha en las palabras de su amiga.Cuando lleg a la oficina, dijo a su secretaria:Comunqueme, por favor, con mi mam. No me pase ms llamadas y tambin modifique mi

    agenda, porque es muy probable que este da se lo dedique a ella

  • 7/28/2019 Cuentos Con Alma 2 (Nvo)

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    Esto no slo se refiere a los padres(Un m ensaje muy esp ecial )

    Ruth fue a su buzn de correo y slo haba una carta. Ella la tom y la mir antes de abrirla, yobserv que tena su nombre y direccin.

    Ella ley:Querida Ruth: Voy a estar en tu barrio el sbado en la tarde y quisiera verte. Te quiere

    siempre, Dios.Sus manos temblaban mientras colocaba la carta en la mesa.Por qu Dios querr visitarme si no soy nadie especial?Tambin se dio cuenta que no tena nada que ofrecerle; pensando en eso, ella record su

    alacena vaca.[Oh, no tengo nada que ofrecerle! Tengo que ir al supermercado y comprar algo para la cena

    tom su cartera, que contena cinco dlares. Bueno, puedo comprar pan y embutidos, por lomenos.

    Se puso el abrigo y corri a la puerta. Compr un molde de pan francs, medio kilo de jamn depavo y una caja de leche, lo que le dej con tan slo doce centavos hasta el lunes.

    Se senta bien a medida que se acercaba a su casa con su humilde compra bajo el brazo.

    Seorita, por favor, puede ayudarnos?Ruth haba estado tan sumergida en sus planes para la cena que no haba observado dosfiguras acurrucadas en la acera.

    Un hombre y una mujer, ambos vestidos de andrajos.Mire, seorita, no tengo trabajo y mi esposa y yo hemos estado viviendo en las calles, nos

    estamos congelando y tenemos mucha hambre; si usted nos pudiera ayudar se lo agradeceramosmucho.

    Ruth los mir. Ellos estaban sucios, malolientes, y pens que si ellos en verdad quisierantrabajar ya habran conseguido algo.

    Seor, me gustara ayudarles, pero soy pobre tambin. Todo lo que tengo es un poco de pany jamn, y tendr un invitado especial a cenar esta noche y pensaba darle esto de comer.

    Est bien, comprendo. Gracias de todas maneras.El hombre puso su brazo sobre los hombros de la mujer y se fueron rumbo al callejn. Ella los

    miraba alejarse y sinti mucho dolor en su corazn.Seor, espere la pareja se detuvo, mientras ella corra hacia ellos. Por qu no toman estacomida; puedo servirle otra cosa a mi invitado dijo ella, mientras le entregaba la bolsa delsupermercado.

    [[Gracias, muchas gracias seorita!!S, gracias le dijo la mujer, y Ruth pudo ver que estaba temblando de fro.Sabe, tengo otro abrigo en casa; tome ste mientras hablaba, se lo iba poniendo sobre los

    hombros.Ella regres a casa sonriendo y sin su abrigo ni comida que ofrecer a su invitado.Se estaba desanimando a medida que se acercaba a la puerta de su casa, pensando que no

    tena nada que ofrecer al Seor.Cuando meti la llave en la cerradura, observ otro sobre en su buzn.[Qu raro! Normalmente, el cartero no viene dos veces el mismo da.Ella tom el sobre y lo abri:Querida Ruth: Fue muy agradable verte de nuevo. Gracias por la comida y gracias tambin por

    el hermoso abrigo.Te quiere siempre,Tu padre, Dios.

    A veces, es difcil encontrar a Dios en las pequeas cosas que nos rodean, y ms en las personasque a veces nos son desagradables; pero es precisamente ALL donde l quiere que leencontremos: en cada pequea y hermosa cosa que est hecha para nosotros.

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    Media frazada

    Don Roque era ya un anciano cuando muri su esposa.Durante largos aos haba trabajado con ahnco para sacar adelante a su familia.Su mayor deseo era ver a su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los dems, ya

    que para lograrlo dedic su vida y su escasa fortuna.A los setenta aos, don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo y lleno de

    recuerdos.Esperaba que su hijo, ahora brillante profesional, le ofreciera su apoyo y comprensin, pero

    vea pasar los das sin que ste apareciera y decidi, por primera vez en su vida, pedirle un favor.Don Roque llam a la puerta de la casa donde viva el hijo con su familia.[Hola, papal Qu milagro que vienes por aqu...Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo; adems, estoy cansado y

    viejo.Pues a nosotros nos da mucho gusto que vengas a visitarnos, ya sabes que sta es tu casa.Gracias, hijo. Saba que poda contar contigo, pero tema ser un estorbo. Entonces, no te

    molestara que me quedara a vivir con vosotros? [Me siento tan solo!Quedarte a vivir aqu? S... claro... Pero no s si estaras a gusto. T sabes, la casa es

    chica... mi esposa es muy especial... y luego los nios...Mira, hijo, si te causo muchas molestias, olvdalo. No te preocupes por m, alguien metender la mano.

    No, padre, no es eso. Slo que... no se me ocurre dnde podras dormir. No puedo sacar anadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonaran... O slo que no te moleste...

    Qu hijo?Dormir en el patio...Dormir en el patio, est bien.El hijo de don Roque llam a su hijo de doce aos.Dime, pap.Mira, hijo, tu abuelo se quedar a vivir con nosotros. Trele una frazada para que se tape en

    la noche.S, con gusto... Y dnde va dormir?

    En el patio; no quiere que nos incomodemos por su culpa.Luis subi por la frazada, tom unas tijeras y la cort en dos.En ese momento lleg su padre.Qu haces, Luis? Por qu cortas la frazada de tu abuelo?Sabes, pap, estaba pensando...Pensando en qu?En guardar la mitad de la frazada para cuando t seas ya viejo y vayas a vivir a mi casa.Autor desconocido

    El beber y conducir no se deben mezclar

    Fui a la fiesta, mam. Record lo que me dijiste. Me dijiste que no bebiera; as que, en cambio,

    beb refresco. Realmente me senta orgullosa por dentro, de la manera que dijiste que sucedera.S que hice lo correcto, mam; yo s que siempre tienes razn.Ahora, la fiesta est acabando finalmente, mientras todos se alejan conduciendo.Cuando entr en mi automvil, yo supuse que llegara a casa ilesa. Debido a la manera que me

    educaste, tan responsable y dulcemente.Empec a alejarme en mi coche, mam; pero cuando llegu al camino, otro automvil no me vio

    y me peg como una carga.Cuando estaba all, en el pavimento, mam, oa al polica decir que el otro tipo est ebrio, y

    ahora yo soy quien pagar.Estoy recostada aqu, muriendo, mam... -

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    Deseo que llegues pronto.!!Cmo poda pasarme esto a m? Mi vida acaba de estallar como un globo. Oigo que el mdico

    dice que me morir en poco tiempo; slo quera decirte, mam, te juro que no beb. Eran los otros.Los otros no pensaron. l, probablemente, estara en la misma fiesta que yo; la nica diferencia

    es que l bebi y yo... me ir de este mundo.Por qu beben las personas? Pueden destrozar su vida entera.Estoy sintiendo dolores punzantes ahora. Dolores igual que un cuchillo.El tipo que colision conmigo est caminando, mam, y yo pienso que eso no es justo. Estoy

    aqu muriendo, y todo y lo nico que l puede hacer es mirar.Dile a mi hermano que no llore. Dile a pap que sea valiente.Mam, quiero que pongan La nia de pap en mi tumba.

    Alguien le debera haber dicho que no bebiera y condujera al mismo tiempo. Si se lo hubierandicho, yo todava estara aqu.

    Mi respiracin est recortndose, me estoy asustando mucho.Por favor, no lloren por m, mam. Cuando yo te necesit, siempre estabas all. Tengo una

    ltima pregunta antes de decir adis.No beb y conduje, as que... por qu soy yo la que muere?

    A la memoria de mi hermana Carlita.(15/04/1981 -10/01/2000).

    Autor desconocido

    El carpintero

    Un carpintero, ya entrado en aos, estaba listo para jubilarse.Le dijo a su jefe de sus planes de dejar el negocio de la construccin para llevar una vida ms

    placentera con su esposa y disfrutar de su familia.l iba a extraar su cheque mensual, pero necesitaba retirarse.Ellos superaran esta etapa de alguna manera.El jefe senta que su buen empleado dejara la compaa y le pidi que si podra construir una

    sola casa ms, como un favor personal.El carpintero accedi, pero se vea fcilmente que no estaba poniendo el corazn en su trabajo.Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente.Era una desafortunada manera de terminar su carrera.Cuando el carpintero termin su trabajo y su jefe fue a inspeccionar la casa, ste le extendi al

    carpintero las llaves de la puerta principal.sta es tu casa dijo. Es mi regalo para ti.

    Autor desconocido

    Qu tragedia!. Qu pena!. Si solamente el carpintero hubiera sabido que estaba construyendosu propia casa, la hubiera hecho de manera totalmente diferente.

    Ahora tendra que vivir en la casa que construy no muy bien, que digamos.As pasa con nosotros. Construimos nuestras vidas de manera distrada, reaccionando cuando

    deberamos actuar, dispuestos a poner en ello menos que lo mejor.En puntos importantes, no ponemos lo mejor de nosotros en nuestro trabajo.Entonces, con pena, vemos la situacin que hemos creado y encontramos que estamos

    viviendo en la casa que hemos construido.Si lo hubiramos sabido antes, la habramos hecho diferente.Piensen como si fueran el carpintero. Piensen en su casa. Cada da clavamos un clavo,

    levantamos una pared o edificamos un techo.Construyan con sabidura. Quin podra decirlo ms claramente? Su vida, ahora, es el resultado de sus actitudes y

    elecciones del pasado.Su vida, maana, ser el resultado de sus actitudes y elecciones hechas HOY.

  • 7/28/2019 Cuentos Con Alma 2 (Nvo)

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    Mam

    Cuenta la leyenda que un angelito que estaba en el cielo le toc el tumo de nacer como nio,as que decidi hablar con Dios.

    ngel: Me dicen que me vas a enviar maana a la Tierra.

    Pero cmo vivir tan pequeo e indefenso como soy?Dios: Entre muchos ngeles escog uno para ti, que te est esperando y te cuidar.

    ngel: Pero dime; aqu, en el cielo, no hago ms que cantar y sonrer, eso basta para ser feliz.Dios: Tu ngel te cantar, te sonreir todos los das y t sentirs su amor y sers feliz.

    ngel: Y cmo entender lo que la gente habla? Si no conozco el extrao idioma que hablan loshombres.

    Dios: Tu ngel te dir las palabras ms dulces y ms tiernas que puedas escuchar, y conmucha paciencia y con cario te ensear a hablar.

    ngel: Y qu har cuando quiera hablar contigo?Dios: Tu ngel juntar tus manitas y te ensear a orar, y podrs hablarme.

    ngel: He odo que en la Tierra hay hombres malos, quin me defender?Dios: Tu ngel te defender a costa de su propia vida.

    ngel: Pero estar triste porque no te ver ms.

    Dios: Tu ngel te hablar siempre de m y te ensear el camino para que regreses a mipresencia, aunque yo siempre estar a tu lado en cada instante.... una gran paz reinaba en el cielo, pero ya se oan voces terrestresy el nio, presuroso, repeta con lgrimas en los ojitos, sollozando...

    ngel: [Dios mo! Si ya me voy, dime su nombre... Cmo se llama mi ngel?Dios: Su nombre no importa, tu le dirs... MAM.Autor desconocido

    Reportaje a Dios

    Con mi ttulo de periodista recin obtenido, decid realizar una gran nota...Pasa me dijo Dios. As que quieres entrevistarme?

    Bueno le contest, si tienes tiempo...Se sonre por entre la barba, y dice:Mi tiempo se llama eternidad y alcanza para todo. Qu preguntas quieres hacerme?Ninguna nueva ni difcil para ti... Qu es lo que ms te sorprende de los hombres?Y dijo:Que se aburren de ser nios, apurados por crecer, y luego suspiran por regresar a ser nios.Que primero pierden la salud para tener dinero y enseguida pierden el dinero para recuperar lasalud.Que por pensar ansiosamente en el futuro, descuidan su hora actual, con que ni viven elpresente ni el futuro.Que viven como si no fueran a morirse, y se mueren como si no hubieran vivido (y pensar queyo...).Con los ojos llenos de lgrimas y la voz entrecortada, deja de hablar. Sus manos toman

    fuertemente las mas y seguimos en silencio.Despus de un largo tiempo y para cortar la tensin del momento, le dije:Me dejas hacerte otra pregunta? no me respondi con palabras, sino slo con su tiernamirada. Como padre, qu es lo que le pediras a tus hijos para este momento?Que aprendan que no pueden hacer que alguien los ame.Lo que s pueden es dejarse amar.Que aprendan que toma aos construir la confianza, y slo segundos para destruirla.Que aprendan que lo ms valioso no es lo que tienen en sus vidas, sino a quin tienen en susvidas.

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    Que aprendan que no es bueno compararse con los dems, pues siempre habr alguien mejor opeor que ellos.Que aprendan que rico no es el que ms tiene, sino el que menos necesita.Que aprendan que deben controlar sus actitudes, o sus actitudes los controlarn.Que aprendan que bastan unos cuantos segundos para producir heridas profundas en laspersonas que amamos, y que pueden tardar muchos aos en ser sanadas.Que aprendan que a perdonar solamente se aprende practicando.Que aprendan que hay gente que los quiere mucho, pero que simplemente no saben cmodemostrarlo.Que aprendan que el dinero lo compra todo menos la felicidad.Que aprendan que, a veces, cuando estn molestos tienen derecho a estarlo, pero eso no les daderecho a molestar a los que les rodean.Que aprendan que los grandes sueos no requieren de grandes alas, sino de un tren deaterrizaje para lograrlos.Que aprendan que amigos de verdad son escasos; quien ha encontrado uno, ha encontrado unverdadero tesoro.Que aprendan que no siempre es suficiente ser perdonado por otros, algunas veces debenperdonarse a s mismos.Que aprendan que son dueos de lo que callan y esclavos de lo que dicen.Que aprendan que la verdadera felicidad no es lograr sus metas, sino aprender a ser felices con

    lo que tienen.Que aprendan que la felicidad no es cuestin de suerte, sino producto de sus decisiones. Ellosdeciden ser felices con lo que son y tienen, o morir de envidia y celos por lo que les falta y carecen.Que aprendan que dos personas pueden mirar una misma cosa y ver algo totalmente diferente.Que aprendan que sin importar las consecuencias, aquellos que son honestos consigo mismosllegan lejos en la vida.Que aprendan que, a pesar de que piensen que no tienen nada ms que dar, cuando un amigollora con ellos encuentran la fortaleza para vencer sus dolores.Que aprendan que retener a la fuerza a las personas que aman, las aleja ms rpidamente deellos y el dejarlas ir las deja para siempre al lado de ellos.Que aprendan que a pesar de que la palabra amor pueda tener muchos significados distintos,pierde valor cuando es usada en exceso.Que aprendan que amar y querer no son sinnimos, sino antnimos; el querer lo exige todo, el

    amar lo entrega todo.Que aprendan que nunca harn nada tan grande para queDios los ame ms, ni nada tan malo para que los ame menos.Simplemente los amo, a pesar de sus conductas.Que aprendan que la distancia ms lejos que pueden estar de M es la distancia de una simpleoracin.Y as, en un encuentro profundo, tomados de las manos, continuamos en silencio.Autor desconocido

    El gusanito

    Un pequeo gusanito caminaba un da en direccin al sol.

    Muy cerca del camino se encontraba un chapuln.Hacia dnde te diriges? le pregunt.Sin dejar de caminar, la oruga contest:Tuve un sueo anoche; so que desde la punta de la gran montaa yo miraba todo el valle.

    Me gust lo que vi en mi sueo y he decidido realizarlo.Sorprendido, el chapuln dijo mientras su amigo se alejaba:[Debes estar loco! Cmo podrs llegar hasta aquel lugar?T, una simple oruga! Una piedra ser una montaa, un pequeo charco un mar y cualquier

    tronco una barrera infranqueable.

  • 7/28/2019 Cuentos Con Alma 2 (Nvo)

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    Pero el gusanito ya estaba lejos y no lo escuch.Sus diminutos pies no dejaron de moverse. De pronto, se oy la voz de un escarabajo:Hacia dnde te diriges con tanto empeo?Sudando ya, el gusanito le dijo, jadeante:Tuve un sueo y deseo realizarlo. Subir a esa montaa y desde ah contemplar todo

    nuestro mundo.El escarabajo no pudo contenerse y, soltando la carcajada, le dijo:Ni yo, con patas tan grandes, intentara una empresa tan ambiciosa.l se qued en el suelo, tumbado de la risa, mientras la oruga continu su camino, habiendo

    avanzado ya unos cuantos centmetros.Del mismo modo, la araa, el topo, la rana y la flor aconsejaron a nuestro amigo a desistir.No lo logrars jams! le dijeron.Pero en su interior haba un impulso que lo obligaba a seguir.Ya agotado, sin fuerzas y a punto de morir, decidi parar a descansar y construir, con su ltimo

    esfuerzo, un lugar donde pernoctar.Estar mejorfue lo ltimo que dijo, y muri.Todos los animales del valle, por das, fueron a observar sus restos. Ah estaba el animal ms

    loco del pueblo. Haba construido como tumba un monumento a la insensatez. Ah estaba un durorefugio, digno de uno que muri por querer realizar un sueo irrealizable.

    Una maana en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los animales se

    congregaron en torno a aquello que se haba convertido en una advertencia para los atrevidos. Depronto, quedaron atnitos. Aquella concha dura comenz a quebrarse y, con asombro, vieron unosojos y una antena que no poda ser la de la oruga que crean muerta.

    Poco a poco, como para darles tiempo de reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosasalas arco iris de aquel impresionante ser que tenan frente a ellos: UNA HERMOSA MARIPOSA.

    No hubo nada que decir, todos saban lo que hara: se ira volando hasta la gran montaa yrealizara un sueo; el sueo por el que haba vivido, por el que haba muerto y por el que habavuelto a vivir.

    Todos se haban equivocado.Autor desconocido

    Hemos nacido para realizar un sueo:Vivamos por l, intentemos alcanzarlo, pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no

    podemos, quiz necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical ennuestras vidas, y entonces, con otro aspecto, con otras posibilidades y con el poder que la vida nosda, lo lograremos.

    EL XITO EN LA VIDA NO SE MIDE POR LO QUE HAS LOGRADO,SINO POR LOS OBSTCULOS QUE HAS TENIDO QUEENFRENTARTE EN EL CAMINO...

    Las tres bardas

    Un discpulo lleg muy agitado a la casa de Scrates y empez a hablar de esta manera:Maestro, quiero contarte cmo un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia...Scrates lo interrumpi, diciendo:

    Espera! Ya hiciste pasar a travs de las tres bardas lo que me vas a decir?Las tres bardas?[Sil replic Scrates. La primera es la VERDAD... Ya examinaste cuidadosamente si lo

    que me quieres decir es verdadero en todos sus puntos?No... Lo escuch comentar a unos vecinos...Pero al menos, lo habrs hecho pasar por la segunda barda, que es la BONDAD. Lo que me

    quieres decir es por lo menos bueno?No, en realidad no; al contrario...

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    [Ah] interrumpi Scrates. Entonces vamos a la ltima barda, la NECESIDAD. Esnecesario que me cuentes eso?

    Para ser sincero, no; necesario no es.Entonces sonri el sabio, si no es verdadero, ni bueno, ni necesario... sepultmoslo en el

    olvido...Autor desconocido

    A veces nuestra lengua es muy rpida. Recapacitemos antes de hablar. Qu diferente sera sitodos hiciramos pasar por las tres bardas lo que decimos, quiz diramos un tercio de lo quedecimos...

    Las cosas no son siempre lo que parecen

    Dos ngeles que viajaban pararon a pasar la noche en el hogar de una familia rica. La familiaera grosera y rechaz la estancia de los ngeles en el cuarto de huspedes de la mansin.

    En su lugar, los ngeles fueron hospedados en un espacio fro del stano.Hicieron su cama en el duro suelo; entonces, el ngel ms viejo vio un agujero en la pared y lo

    repar.

    Cuando el ngel ms joven le pregunt por qu lo hizo, el ngel viejo le contest que las cosasno son siempre lo que parecen .La noche siguiente, los ngeles se hospedaron en un hogar muy pobre, pero el granjero y su

    esposa eran muy hospitalarios.Despus de compartir el poco alimento que tenan, los esposos dejaron dormir a los ngeles en

    la cama de ellos para que estuvieran cmodos el resto de la noche.Cuando el sol sali a la maana siguiente, los ngeles encontraron al granjero y a su esposa

    desconsolados.Su nica vaca, de la cual obtenan dinero por su leche, yaca muerta en el campo.El ngel joven se enoj y le pregunt al ngel viejo por qu permiti que esto sucediera:El primer hombre tena todo y le ayudaste; la segunda familia tena muy poco y estaban

    dispuestos a compartir todo, y dejaste morir a su nica vaca.Las cosas no siempre son lo que parecen le contest el viejo ngel. Cuando

    permanecamos en el stano de la mansin, observ que haba oro en ese agujero de la pared.Puesto que el propietario era tan obsesionado, avaro y poco dispuesto a compartir su buenafortuna, sell la pared para que l jams lo encuentre. Entonces, ayer en la noche, cuando nosdormimos en la cama de los granjeros, el ngel de la muerte vino por su esposa. Le di la vaca enlugar de ella.

    Autor desconocido

    Moraleja: Las cosas no son siempre lo que parecen.

    Milagros del cielo

    Un alma recin llegada al cielo se encontr con San Pedro.

    El santo la llev a dar un recorrido por el cielo.Ambos caminaron, paso a paso, por unos grandes talleres llenos con ngeles.San Pedro se detuvo frente a la primera seccin, y dijo:sta es la seccin de recibo! Aqu, todas las peticiones hechas a Dios mediante la oracin

    son recibidas.El alma observ la seccin, y estaba terriblemente ocupada con muchos ngeles clasificando

    peticiones escritas en voluminosas hojas de papel de personas de todo el mundo.Ellos siguieron caminando hasta que llegaron a la siguiente seccin, y San Pedro le dijo:

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    Esta es la seccin de empaque y entrega! Aqu, las gracias y bendiciones que la gente pideson empacadas y enviadas a las personas que las solicitaron.

    El alma vio cuan ocupada estaba. Haba tantos ngeles trabajando en ella como tantasbendiciones estaban siendo empacadas y enviadas a la Tierra.

    Finalmente, en la esquina ms lejana de los talleres, el alma se detuvo en la ltima seccin.Para su sorpresa, slo un ngel permaneca en ella, ocioso, haciendo muy poca cosa.sta es la seccin del agradecimiento! dijo San Pedro al alma.Cmo es que hay tan poco trabajo aqu? pregunt el alma.Esto es lo peor! contest San Pedro. Despus que las personas reciben las bendiciones

    que pidieron, muy pocas envan su agradecimiento.Cmo uno agradece a las bendiciones de Dios?Simple contest San Pedro, slo tienes que decir:GRACIAS SEOR...Autor desconocido

    Perlas genuinas

    Jenny era una linda nia, de cinco aos, de ojos relucientes.

    Un da, mientras ella con su mam visitaban una tienda, Jenny vio un collar de perlas deplstico que costaba dos dlares y medio.Cunto deseaba poseerlo!!Pregunt a su mam si se lo comprara; su mam le dijo:Hagamos un trato: yo te comprar el collar y cuando lleguemos a casa haremos una lista de

    tareas que podrs realizar para pagar el collar. Y no te olvides que para tu cumpleaos es muyposible que tu abuelita te regale un billete de un dlar enterito

    Est bien?Jenny estuvo de acuerdo, y su mam le compr el collar de perlas. Jenny trabajaba con tesn

    todos los das para cumplir con sus tareas y, tal como su mam le mencionara, su abuelita leregal un billete de un dlar para su cumpleaos.

    En poco tiempo, Jenny cancel su deuda.Jenny amaba sus perlas!! Ella las llevaba puestas a todas partes: al kinder, a la cama y cuando

    sala con su mam a hacer los mandados.El nico momento que no se las pona era cuando se baaba.Su mam le haba dicho que las perlas, con el agua, le pintaran el cuello de verde!Jenny tena un padre que la quera muchsimo.Cuando Jenny iba a su cama, l se levantaba de su silln favorito para leerle su cuento

    preferido.Una noche, cuando termin el cuento, le dijo:Jenny, t me quieres?Oh s, pap! T sabes que te quiero.Entonces, reglame tus perlas.Oh, pap! No, mis perlas no dijo Jenny. Pero te doy a Rosita, mi mueca favorita. La

    recuerdas? T me la regalaste el ao pasado para mi cumpleaos. Y te doy su ajuar tambin,est bien, pap?

    Oh no, hijita! Est bien, no importa dndole un beso en la mejilla. Buenas noches,

    pequea.Una semana despus, nuevamente su pap le pregunt al terminar de leerle el cuento:Jenny, t me quieres? Oh s, pap! T sabes que te quiero.Entonces, reglame tus perlas.Oh, pap! No, mis perlas no. Pero te doy a Lazos, mi caballo de juguete, lo recuerdas? Es

    mi favorito; su pelo es tan suave que t puedes jugar con l y hacerle trencitas. T puedes tenerlosi quieres, pap.

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    iOh no, hijita! Est bien, no importa le dijo su pap, dndole nuevamente un beso en lamejilla. Dios te bendiga; felices sueos.

    Algunos das despus, cuando el pap de Jenny entr a su dormitorio para leerle un cuento,Jenny estaba sentada en su cama y le temblaban los labios.

    Toma pap dijo, y estir su mano. La abri, y en su interior estaba su tan querido collar, elcual entreg a su padre.

    Con una mano l tom las perlas de plstico y con la otra extrajo de su bolsillo una cajita deterciopelo azul. Dentro de la cajita haba unas hermosas perlas genuinas. l las haba tenido todoeste tiempo, esperando que Jenny renunciara a la baratija para poder darle la pieza de valor.

    Autor desconocido

    Nuestra boca tiene el poder

    Un grupo de ranas iba atravesando un bosque y dos de ellas cayeron en un hoyo muy profundo.El resto de las ranas se reunieron alrededor del hoyo.

    Cuando vieron que ste era muy profundo, les dijeron a las dos ranas que se dieran pormuertas. Las dos ranas ignoraron los comentarios y trataron de saltar con todas sus fuerzas parasalir del hoyo. Las dems ranas siguieron dicindoles que se detuvieran, que se dieran por

    muertas. Finalmente, una de las ranas hizo caso a lo que las otras ranas estaban diciendo y se diopor vencida. Se dej caer al suelo y muri. La otra rana continu saltando tan fuerte como pudo.Nuevamente el grupo de ranas le gritaron que ya no sufriera intentando salir y lo mejor era que

    se dejara morir. La rana saltaba ms y ms fuerte y, finalmente, logr salir. Esta rana era sorda yno le era posible escuchar la splica de las dems.

    Ella pens que sus compaeras estaban animndola todo el tiempo.Autor desconocido

    Moraleja: Nuestro lenguaje tiene el poder de la inda y de la muerte. Una palabra de aliento aalguien que est pasando por un mal momento puede reanimarlo y ayudarlo a salir adelante. Unapalabra destructiva a alguien que est pasando por un mal momento puede ser lo nico que senecesite para matarlo. Debemos ser cuidadosos con lo que decimos. Que tu vocabulario siempretenga una palabra de aliento para todos aquellos que cruzan tu camino.

    El poder de las palabras... A veces es difcil entender que una palabra de aliento pueda hacertanto por alguien. As que, de hoy en adelante, pensemos lo que vamos a decir.

    La mam

    No paraba de llover. El cielo amenazante se ergua sobre la tarde enfurecida y tristemente gris.La gente corra de un lado para otro gritando desesperada, tratando de salvar televisores,ordenadores, zapatos...

    Era la tormenta ms terrible del milenio. No haba parado de llover en quince das. Las calles,atestadas de basura flotante, dejaban ver un triste espectculo... Todo estaba inundado.

    Las cloacas despedan olores nauseabundos; de ellas brotaban a borbotones un aguaamarranada. Algo raro estaba pasando: la desesperacin creca da a da, la gente no

    comprenda, el servicio meteorolgico no daba respuestas satisfactorias y los medios decomunicacin, como ya sabemos, entre la gente, con las cmaras mojadas hasta el ltimo tornillo,tratando de tener la primicia del primer ahogado.

    Los truenos no cesaban y el agua era implacable, imparable.Desesperacin, gritos, pnico. La ciudad sumida en una pesadilla horrenda. Mi ciudad de todos

    los das, las calles por las cuales camin tantas maanas hacia el trabajo.Repentinamente, seguida de un poderoso y blanquecino rayo, una especie de plataforma color

    plata, brillante como un espejo, descendi de las nubes.De entre la neblina, como una princesa, apareci una joven extremadamente alta, esbelta y

    hermosa.

  • 7/28/2019 Cuentos Con Alma 2 (Nvo)

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    Su piel, azulina. Sus ojos color violceo, enormes y transparentes, transmitan paz y unatranquilidad que ya no se recordaba.

    Simplemente, sonri.Inmediatamente, la gente comenz a postrarse ante ella, llorando y pidiendo clemencia.

    Algunos intentaban trepar al plateado artefacto y otros trataban de besar los pies de aquel ser, aquien comenz a desdibujrsele la sonrisa para transformarse en una mueca de tristeza ydisgusto. Penetr en la nave; la gente qued en silencio. Un silencio mudo y desolador. Slo elpersistente sonido de las gotas que no dejaban de derramarse sobre nuestras cabezas. En unossegundos, el ser volvi a salir.

    Comenz a hablar en un idioma desconocido, pero los sonidos de esas palabras se traducancomo ideas en nuestra mente: las catstrofes ms grandes por las que haba pasado la Tierra;seres de todas las razas intentando sobrevivir al fuego, al agua; la naturaleza rebelndose contrala injusticia del hombre; el sol calcinante y la tierra sin proteccin, todo su escudo destruido; losrboles ardiendo y selvas enteras devastadas, los recursos ms importantes en cuanto a saludexterminados; los pjaros huyendo a quin sabe dnde; los ros, ya sin cauce, contaminados por elodio y la indiferencia; mares embravecidos derrotando a las playas, ganndoles espacio, cada vezms espacio..., y la Tierra, como un ser viviente, palpitante, llorando su tristeza.

    La falta de amor... La imagen de un nio. Un nio llorando solo. Unos brazos que se le acercanpara acunarlo. Una imagen del amor, algo que quiz podramos comprender. As, la Tierra noshaba cobijado durante milenios; todos los colores imaginados estaban ah, todas las formas, todos

    los olores que el aire se encargaba de transportar de aqu hacia all y los seres en armonaconviviendo en paz. Atardeceres dorados que seguan a noches perfumadas de azahar.

    Amaneceres rosados coloreados de melodas de ensueo, interpretadas por los prncipes del aire.Los frutos, rebosantes de color, brotando de la tierra en una secuencia rigurosa. La perfecta

    matemtica de Dios, a la vista en la perfeccin de cada ser viviente. Y los nios. La blancasabidura, conservada en un pequeo y simptico envase de piel suave y ojos de sonrisa. Lasfuturas semillas de la nueva humanidad, la esperanza condensada en esas almas sedientas deconducirnos de vuelta a la inocencia original. La imaginacin al servicio del corazn, soando conun maana mejor...

    Creo que pasaron horas; la lluvia se haba transformado en una persistente gara que helabalos huesos. El ser junt las manos en el centro de su pecho y con una mirada que lo dijo todo,simplemente desapareci justo un segundo antes de que... un trueno ensordec