Columbia Abril 2011

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ABRIL 2011 ABRIL 2011 COLUMBIA COLUMBIA CABALLEROS DE COLÓN

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ABRIL 2011ABRIL 2011

COLUMBIACOLUMBIACABALLEROS DE COLÓN

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-CABALLEROS DE COLÓN

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A R T í c u l o S

En sus propias palabrasEn sus numerosos mensajes a los Caballeros, elPapa Juan Pablo II expresaba gratitud, solidari-dad y guía pastoral.POR LA REDACCIÓN DE COLUMBIA

El paso a la santidadLa beatificación de Juan Pablo II es significativapara el mundo, la Iglesia y los Caballeros de Colón.POR EL CARDENAL STANISLAW DZIWISZ

Escuelas de la Nueva EvangelizaciónLas Jornadas Mundiales de la Juventud de-muestran el genio pastoral de Juan Pablo II yla vitalidad de la Iglesia.POR EL PADRE THOMAS ROSICA

Beato Juan Pablo, el EvangelizadorJuan Pablo II dejó un legado diverso y amplio queen el futuro beneficiará a la Iglesia y al mundo.POR GREG BURKE

Viajes al interior de nuestro corazónEn sus visitas a tierras de los Caballeros de Colón,Juan Pablo II tocó vidas e inspiró fe.POR BRIAN CAULFIELD

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D E P A R T A M E N T o S

Construyendo un mundo mejorEl beato Juan Pablo II nos confió la tareade una nueva evangelización.POR CARL A. ANDERSON,CABALLERO SUPREMO

Aprender sobre la fe, Vivir la feEl Papa Juan Pablo II enseño en palabray obra sobre la caridad, la unidad, lafraternidad y el patriotismo.POR EL OBISPO WILLIAM E. LORI,CAPELLÁN SUPREMO

Conversación con ColumbiaEl Pasado Caballero Supremo Vir-gil C. Dechant recuerda sus en-cuentros personales con el PapaJuan Pablo II.

Los Grados del Ideal Colombino

Noticias de los Caballeros de ColónLos capellanes de C de C en suprimera reunión de capellanes de es-tado • El Servicio de InformaciónCatólica ofrece recursos en línea •Inauguración del laboratorio deprótesis en Haití • Dando las graciasal Papa Juan Pablo II • Caballeros deColón rinde honores a Juan Pablo II

Jornada Mundial de la juventud 2011 Los Caballeros y las Hermanas de laVida preparan un sitio para peregri-nos de lengua inglesa en Madrid.

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El Papa Juan Pablo II representado con rayos de la Misericordia Divinaen el fondo. Esta obra, pintada en 2007 por la artista polaca TeresaSliwka-Moskal, está actualmente en exposición en el Museo de Ca-balleros de Colón en New Haven, Conn.

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EDITORIAL

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AUNQUE LAS APORTACIONESteológicas y pastorales de los 26 añosde pontificado del Papa Juan Pablo IIfueron trascendentales y variadas, susenseñanzas y actos se basaban todosen un mismo fundamento: una con-fianza inquebrantable en la DivinaMisericordia y en María, la Madre dela Misericordia.En su segunda encíclica, Dives in

Misericordia (Sobre la MisericordiaDivina), Juan Pablo II reflexionó sobrela importancia de la misericordia, cuyosignificado se encuentra en últimainstancia en Jesucristo. En 1993, elPapa beatificó a Santa FaustinaKowalska (1905-1938), la monja po-laca cuyo mensaje sobre la Misericor-dia Divina él veía como universal yesencial para nuestra época. Siete añosdespués, canonizó a Faustina como laprimera santa del nuevo milenio y de-claró que a partir de ese momento eldomingo después de Pascua sería lla-mado Domingo de la MisericordiaDivina. El mensaje de misericordiafue tan esencial para el pontificado deJuan Pablo II que muchas personashan llegado a conocerlo como el“Papa de la misericordia”.Adoptó la sencilla oración del aban-

dono asociada con la devoción a laMisericordia Divina: “Jezu ufam tobie”(Jesús, confío en ti). Esta oración com-plementaba su lema, inspirado por unaoración mariana de St. Louis de Mont-fort: “Totus tuus” (“totalmente tuyo”).Al igual que su confianza en la Miseri-cordia Divina, la devoción del Papapor María fue evidente desde el prin-cipio. Cuando fue herido en la Plazade San Pedro el 13 de mayo de 1981,en la fiesta de Nuestra Señora de Fá-tima, Juan Pablo II atribuyó su super-vivencia a la intercesión de María,

creyendo que “fue la mano de unamadre la que guió la trayectoria de labala”. Un año después del atentado, seencontraba en Fátima, Portugal, y con-sagró el mundo al InmaculadoCorazón de María. El Papa tambiénescribió con frecuencia sobre el papelinsustituible de Nuestra Señora en laIglesia, como en su encíclica sobreMaría y su carta apostólica sobre elrosario.Cuando Juan Pablo II se acercaba al

final de su vida, sufriendo ante la mi-rada del mundo entero, no cabe dudaque llamó a Jesús y María para encon-trar consuelo. Finalmente exhaló suúltimo suspiro el 2 de abril de 2005.En la providencia de Dios, era la tardedel primer sábado del mes — un díaque se asocia estrechamente con el In-maculado Corazón de María y Nues-tra Señora de Fátima — así como lavíspera del Domingo de la Misericor-dia Divina.Por supuesto que no es casualidad

que el Papa Benedicto XVI vaya acelebrar la beatificación de su prede-cesor este año el Domingo de laMisericordia Divina, el 1 de mayo. Elprimer día de mayo también marca lafiesta de San José Obrero, un día muysignificativo para el Papa polaco, asícomo el inicio del mes de María.Como preparación para la beatifi-cación de Juan Pablo II, reflexionamossobre el significado de las enseñanzasy el testimonio del Papa. De maneraparticular, recordamos su estrecharelación con Caballeros de Colón yencomendamos nuestra Orden a laMisericordia Divina y a las amorosasmanos de Nuestra Señora.♦

ALTON J. PELOWSKISUBDIRECTOR

El Papa de la Misericordia

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PUBLICADORCaballeros de Colón

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FUNCIONARIOS SUPREMOSCABALLERO SUPREMOCarl A. AndersonCAPELLÁN SUPREMO

Mons. William E. Lori, S.T.D.DIPUTADO CABALLERO SUPREMO

Dennis A. SavoieSECRETARIO SUPREMOEmilio B. MoureTESORERO SUPREMO

Charles E. Maurer Jr.ABOGADO SUPREMOJohn A. Marrella________

EDITORIALSUBDIRECTOR

Alton J. [email protected]

DIRECTOR ASOCIADOPatrick Scalisi

[email protected]

ASISTENTE CREATIVO & EDITORIALBrian Dowling

[email protected]

TRADUCTORESCentro Angloamericano de Cuernavaca S.C.

Enid Munõz

DISEÑO

Michelle McCleary

El Padre Michael J. McGivney (1852-90)— Apóstol de los jóvenes, protector de la vidafamiliar cristiana y fundador de los Caballeros

de Colón, intercede por nosotros.________

EN CONTACTO CON NOSOTROSCORREO REGULAR:COLUMBIA

1 Columbus PlazaNew Haven, CT 06510-3326

TELÉFONO:203.752.4398

FAX203.752.4109

[email protected] PÁGINA DE INTERNET:www.kofc.org

DPTO. DE ATENCIÓN AL CLIENTE:1.800.380.9995________

¿SE MUDA?Notifique a su Consejo local. Envíe su nueva dirección a: Caballeros de Colón, Dpto. de Registro de Miembros,

PO Box 1670 New Haven, CT 06507-0901

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Copyright © 2011Todos los derechos reservados.

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EN LA PORTADAEl Papa Juan Pablo II en Francia

en octubre de 1986.

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CONSTRUYENDO UN MUNDO MEJOR

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LA BEATIFICACIÓN del PapaJuan Pablo II será un momento de re-flexión sobre los logros de su ponti-ficado y la santidad de su vida. Peropara los Caballeros de Colón no bas-tará con recordar la historia. Para queconservemos la fe con nuestro granamigo y santo, también debemosmirar hacia el futuro.Al trabajar hacia esa meta, debe-

mos preguntarnos “¿Qué nos querríadecir hoy el beato Juan Pablo II?” Te-nemos la fortuna de poseer miles depáginas de sus escritos queaún nos hablan claramente,y ninguna es más relevantepara la labor de Caballerosde Colón que su exhorta-ción de 1999 Ecclesia inAmerica. Al leer este docu-mento, parece como si JuanPablo II nos hablara directa-mente a nosotros.Él escribió “La renova-

ción de la Iglesia en Amé-rica no será posible sin lapresencia activa de los laicos. Poreso, en gran parte, recae en ellos laresponsabilidad del futuro de laIglesia” (44).Actualmente no hay ninguna orga-

nización laica en los países donde tra-bajamos que sobrepase a Caballerosde Colón en términos de caridad,promoción de las vocaciones y evan-gelización. Así, la magnitud de nues-tra labor en favor de la Iglesia puedemedirse en cierto grado solo por lamagnitud de nuestra responsabilidadcon el futuro de la Iglesia.

Quizás más que en ningún otro do-cumento, fue en Ecclesia in Americadonde Juan Pablo II proclamó la ne-cesidad de una nueva evangelización.Escribió “Como Pastor supremo de laIglesia deseo fervientemente invitar atodos los miembros del pueblo deDios, y particularmente a los queviven en el Continente americano…a asumir este proyecto y a colaboraren él” (66).El Papa comprendía que existe un

fundamento cristiano común de la

nueva civilización que se ha estadoconstruyendo en el Hemisferio Oc-cidental durante los últimos qui-nientos años. Este fundamentocomún promete aun mayor solidari-dad, comunidad y caridad en el fu-turo, pero solo si tomamos ladecisión de trabajar por esta trans-formación.El beato Juan Pablo II sabía que la

tarea que nos espera no es sencilla-mente una “re-evangelización” —una repetición de lo que ya se hahecho antes — sino una evangeliza-

ción nueva “en su ardor, en sus mé-todos, en su expresión” (6).Este carácter nuevo, en gran me-

dida, depende de la creatividad y ladedicación de los fieles laicos queestén dispuestos a comprometer suvida personal, su familia y sus asocia-ciones con el testimonio de la buenanueva del Evangelio.“Al aceptar esta misión, escribió

Juan Pablo II, todos deben recordarque el núcleo vital de lanueva evangelización ha deser el anuncio claro e inequí-voco de la persona de Jesu-cristo” (66).Para los Caballeros de

Colón, la beatificación delPapa Juan Pablo II es unaoportunidad histórica para re-flexionar precisamente sobrelas formas en que nuestra de-dicación a nuestros principiosde caridad, unidad y fraterni-

dad proporciona “el anuncio claro e in-equívoco de la persona de Jesucristo”. Y al tiempo que demos testimonio

con confianza de esta realidad, tantoa nivel personal como por medio dela labor de miles de consejos activos,no solo desempeñaremos un papelmás vigoroso en la nueva evangeliza-ción, sino que también cumpliremosmás plenamente la visión del PadreMichael McGivney de una organiza-ción dinámica totalmente al serviciode la Iglesia.

¡Vivat Jesus!

Aceptamos la misiónEl beato Juan Pablo II nos confió la tarea de una nueva evangelización

por Carl A. Anderson, Caballero Supremo

Este fundamento común prometeaun mayor solidaridad, comunidad

y caridad en el futuro.

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APRENDER SOBRE LA FE, VIVIR LA FE

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EL PAPA JUAN PABLO II expresó amenudo un gran afecto por los Caballerosde Colón. Aún más profundamente, me-diante su ejemplo sacerdotal y sus grandesesfuerzos por enseñar a todas las nacionesacerca de Jesucristo, arrojó mucha luzsobre las virtudes colombinas.

UNIDOS EN LA CARIDADComo muchos otros, tuve el privilegiode participar en Misas celebradas porJuan Pablo II en su capilla privada. Des-pués de su investidura, nosotros,sacerdotes y obispos, ocupábamosen silencio nuestro lugar ahí, sólopara encontrar al Papa ya absortoen la oración. La vida de profundaoración de Juan Pablo II, basada enla Eucaristía y su frecuente recep-ción del sacramento de la peniten-cia, era la fuente de una inmensacaridad pastoral. El Papa amaba asu rebaño en todo el mundo, tantoconsolándonos como enseñándo-nos la verdad sobre Dios y el hom-bre. Amaba a los pobres y a losvulnerables de manera especial, como lovimos en su defensa de los no natos y susintervenciones en nombre de los ancia-nos y los condenados a morir.Para poner en práctica el primer

principio de la Orden, nosotros tam-bién debemos orar diariamente y hacerde la Eucaristía y de todos los sacramen-tos la base de nuestra vida en Cristo. Enotras palabras, antes de mostrar la cari-dad a los demás, debemos acoger la mi-sericordia y el amor de Cristo. Todasnuestras obras de caridad no son sino laevidencia de que este amor está arrai-gado en nuestro corazón.La ardiente vida de oración del Papa

Juan Pablo II fue también la fuente desu intuición y fortaleza mientras se es-forzaba sin descanso “por conservar launidad del Espíritu, mediante el vínculode la paz” (Ef 4:3). Sus homilías, discur-sos y escritos estaban teñidos y moldea-dos por la doctrina de la SantísimaTrinidad, la fuente de la comunión de laIglesia y el fundamento más importantede la familia humana. Juan Pablo II enseñó a obispos y sacer-

dotes que la unidad de la Iglesia estaba en

el corazón de su ministerio. Viajó hastalos confines de la tierra para unificar alpueblo de Dios y trabajó con persistenciapor la unidad cristiana, especialmente conlas diferentes comuniones ortodoxas.También llegó a la comunidad judía y aotros grupos religiosos. La unidad quepromovió no se basaba en el compro-miso, sino en la verdad acerca de Dios yla persona humana, plenamente reveladaen Cristo. Profundo filósofo por derechopropio, Juan Pablo II defendió la capaci-dad de la razón para encontrar la verdad.Fue testigo de la verdad en la que tienensus raíces los derechos y la dignidad de lapersona humana y en base a la que puede

construirse una civilización del amorentre las diversas culturas del mundo. El testimonio del Papa de la unidad

en la verdad debe inspirarnos para orary trabajar por la unidad en nuestraOrden, en la Iglesia y en el mundo.Nuestra unidad no surge sólo de nuestrapropia buena voluntad, sino que tienesus raíces en Dios. Este profundo sen-

tido de unidad debe extendersea todas nuestras relaciones.

AMOR AL HERMANO, AMOR A LA PATRIALa fraternidad, a la que a me-nudo Juan Pablo II se referíacomo solidaridad, está estrecha-mente vinculada a la unidad. ElPapa entendió que esto signifi-caba mucho más que simple-mente un grupo de personas conintereses comunes. Más bien,con frecuencia enseñó que en el

centro de una fraternidad verdadera-mente universal se encuentra el hecho deque Cristo asumió nuestra humanidad.Al hacerse hombre, en cierto modo Cristose unió a toda persona. El Papa tambiénenseñó que la familia, basada en el amordel esposo y la esposa, es donde seaprende primero la dignidad humana, lasvirtudes y el amor fraternal.A través del bautismo nos convertimos

en hijos adoptivos del Padre, y por lotanto hermanos y hermanas en Jesús.Nuestra hermandad con Cristo es cons-tantemente restablecida y fortalecida cadavez que recibimos su cuerpo en la Euca-ristía. Así, con el Papa Juan Pablo II, po-

El testimonio del Papa de la unidad en la verdad debe inspirarnos para orar y trabajar por la unidad en nuestra Orden, en la Iglesia y en el mundo.

Nuestros Principios en Acción

El Papa Juan Pablo II enseño en palabra y obra sobre la caridad, la unidad, la fraternidad y el patriotismo

por el Obispo William E. Lori, Capellán Supremo

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Ofrecidas en solidaridad con el

Papa Benedicto XVI

APRENDER SOBRE LA FE, VIVIR LA FE

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demos decir que nuestra fe en Cristo es lafuente de nuestra fraternidad. Se expresaen la forma en que nos apoyamos unos aotros profesando y viviendo la fe y encómo nos ayudamos mutuamente enmomentos de necesidad. Nuestra fraternidad incluye a nuestra

familia y todos aquellos que compartennuestra fe católica. También se extiende alas personas que necesitan una manoamiga o que anhelan la plenitud de la ver-dad. Manifestamos nuestra fraternidadcolocándonos nosotros mismos “al servi-cio de uno, al servicio de todos”. Así,cuando nos saludamos unos a otros conel título de “hermano”, recordemos quesomos hermanos en Cristo.

Durante el papado de Juan Pablo II, elmundo fue testigo de la caída del comu-nismo en Europa del Este. Sin embargo,incluso entonces el Papa no descansó. Ensu amor por el mundo, nos enseñó la re-lación entre la verdad y la libertad. El ver-dadero amor al país exige que susciudadanos usen el don divino de la liber-tad para proteger la dignidad humana ygarantizar el bien común.Desde el momento de su fundación,

los miembros de los Caballeros fueronpatriotas, aun cuando sus conciudada-nos no reconocían su amor a la patria.Sin duda, la creación de una cultura querespete la vida y ame la justicia es unatarea muy difícil. Sin embargo, muchos

de nuestros hermanos Caballeros traba-jan incansablemente haciendo precisa-mente eso, algunos de ellos dando supropia vida. Porque queremos lo mejor para nues-

tro país y porque nuestro patriotismotiene sus raíces en la caridad, la unidady la fraternidad, queremos que nuestratierra de origen respete a las otras nacio-nes y que impulse la justicia y la paz enel mundo. Vinculado con este auténticopatriotismo, se encuentra nuestro in-menso deseo de una verdadera patria enel cielo. Que el Beato Papa Juan Pablo IInos siga inspirando a vivir los principiosde nuestra Orden y nos fortalezca consus oraciones.♦

INTENCIONES DEL

SANTO PADREEL HOMBRE CATÓLICO DEL MES

San Alberto Chmielowski(1845-1916)

Día de fiesta: 17 de junio

menzó a mendigar en favor de los po-bres. Luego fundó los Hermanos de laTercera Orden de San Francisco, Siervosde los Pobres – conocidos también comolos Hermanos Grises o Hermanos Alber-tinos – y con ellos había establecido unadecena de hogares al momento de su de-ceso en 1916.El Papa Juan Pablo II celebró la beati-

ficación del Hermano Alberto en 1983,y lo canonizó seis años después. Durantela Misa de canonización, el Papa señalóla forma en que el Hermano Alberto en-contró su vocación por medio de sus an-helos artísticos y su compasión por lospobres, y añadió “En su incansable ser-vicio heroico a los menos privilegiados,finalmente encontró su camino. Encon-tró a Cristo.”♦

GENERAL: Para que por el anun-cio creíble del Evangelio, la Iglesiasepa ofrecer a las nuevas genera-ciones razones siempre nuevas devida y esperanza.

MISIONAL: Para que los mi-sioneros, mediante la proclamacióndel Evangelio y el testimonio devida, sepan llevar a Cristo a los queaún no lo conocen.

A LOS 25 AÑOS, durante su últimoaño en el seminario en Cracovia, Polo-nia, Karol Wojtyla escribió una obra deteatro titulada El Hermano de NuestroDios. La obra trata del Hermano AlbertoChmielowski, artista y religioso queWojtyla reconoció como un modelo ex-traordinario de caridad.El Hermano Alberto fue bautizado

como Adán Hilario Bernardo Chmie-lowski, y creció en el seno de una familiaaristocrática en las afueras de Cracovia.Siendo adolescente, participó en el le-vantamiento de 1863 en contra del Im-perio Ruso. Después de estudiar enVarsovia, Munich y París, se estableciócomo artista en Cracovia. Mientras pin-taba su obra más famosa, un cuadro re-ligioso inacabado llamado “EcceHomo”, Chmielovski ingresó a la ordende los jesuitas en 1880. Dejó el novi-ciado después de un año, y comenzó avivir como misionero franciscano lego.Chmielovski regresó a Cracovia en

1884 y sintió un fuerte llamado de Diospara ayudar a los pobres y desamparados.En 1884, adoptando un hábito de sayaly el nombre de “Hermano Alberto”, co-

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NOTICIAS DE LOS CABALLEROS DE COLÓN

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LOS CABALLEROS DE COLÓN ysus líderes están decididos a que laorden y sus miembros participen en lagran renovación de la iglesia Católica,dijo el Caballero Supremo Carl A. An-derson a los capellanes durante la pri-mera Reunión de Capellanes de Estadoen su historia.Sesenta y seis capellanes de 58 jurisdic-

ciones — incluyendo a cinco obispos deEstados Unidos, Canadá y Puerto Rico— acudieron a New Haven para la reu-nión, que se celebró del 1 al 4 de marzo.“Nosotros (como Caballeros) debe-

mos adoptar la renovación que se llevaa cabo en la Iglesia Católica y extendery promover esta renovación”, dijo el Ca-ballero Supremo. Añadió que Caballe-ros de Colón debe ser más que un

espacio de reunión para los hombres ca-tólicos; debe conllevar una forma devida que forme a sus miembros para quesean mejores católicos.Mantendremos sólida a nuestra Igle-

sia por medio de los consejos basados enlas parroquias”, dijo el Caballero Su-premo. “Estos consejos y sus miembrosmantendrán a las parroquias activas ysaludables, con el laicado unido con lospastores y sacerdotes.”El Capellán Supremo Obispo Wi-

lliam E. Lori de Bridgeport, Conn., re-flexionó sobre un tema similar, diciendo“cuanto mejor vivamos nuestra vida pormedio del sacerdocio, más sólidos seránnuestros miembros y sus familias…Cuanto mejor viva su fe el laicado, mássólido será el clero.”

En la Misa inaugural, el Obispo Loridijo que el fundador de la Orden, elPadre Michael J. McGivney, compren-dió el pasaje del Evangelio en queJesús, de camino a Jerusalén, explica asus discípulos la pasión que le espera,su muerte y resurrección. Les preguntasi están dispuestos a “beber de estacopa” y finalmente les entrega el men-saje de su misión redentora de que “Novino para ser servido, sino para servir”.Esto arroja luz sobre el papel de los ca-pellanes, añadió, en el que prosegui-mos con la palabra y el corazón delPadre McGivney.Como anfitrión de las reuniones es-

taba el Padre John Grace, O.S.A., di-rector de Programas y Desarrollo deCapellanes, quien sabe bien lo útil yfructífera que puede ser una reunióncomo ésta.“Cuando llegué a New Haven hace

casi dos años, pude asistir a la reuniónde orientación para los diputados deestado,” señaló el Padre Grace. “Fuemuy completa y me impresionó. Sinembargo, se me ocurrió una idea: ¿Porqué no hacer algo similar para los ca-pellanes de estado?”Nuestro caballero supremo y nues-

tro capellán supremo ahora han res-pondido a esta pregunta convocandoa la primera reunión de capellanes. Al-gunos de los temas de análisis para lareunión incluirán los cuatro principiosde la Orden, la promoción de la her-mandad y una comprensión intelec-tual de la fe, así como los aspectosclave para tener éxito como capellánde C de C.♦

Los capellanes de C de C en su primera reunión de capellanes de estado

Los capellanes de 58 jurisdicciones, que aparecen aquí en la Misa en la Iglesia St. Mary, reunidosen New Haven, Conn., del 1 al 4 de marzo.

EL SITIO WEB RECIÉN rediseñado del Servicio de In-formación Católica de la Orden, kofc.org/cis, ofrece ahorauna variedad de funciones nuevas y fáciles de usar para laspersonas que desean saber más sobre la fe católica. SICofrece dos cursos en línea basados en sus populares SeriesLuke E. Hart y Veritas.

Los visitantes de ambos sitios pueden tener acceso a las ver-siones en PDF de los folletos de las dos series. También sepueden ordenar ejemplares impresos por una pequeña cuota.Finalmente, el sitio Web SIC ofrece versiones en línea de

artículos devocionales, como la “Guía del Sacramento de laConfesión” y la “Guía para rezar el Rosario”.♦

El Servicio de Información Católica ofrece recursos en línea

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NOTICIAS DE LOS CABALLEROS DE COLÓN

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DURANTE TODA una generación, fue un líder edificante yel único Papa que habían conocido. Ahora Caballeros de Colón,por medio de su sitio de noticias Headline Bistro, da a los miem-bros de la Generación JPII la oportunidad de dar las gracias. Los que quieran participar pueden visitar headlinebistro.com

o kofc.org y usar el enlace para entregar su mensaje de agrade-cimiento al Papa Juan Pablo II y su pontificado (en 500 pala-bras o menos por favor). Todos los mensajes serán impresos yentregados personalmente en la tumba del Papa Juan Pablo IIen Roma durante la semana de su beatificación, que se realizaráen Roma el 1 de mayo.♦

Dando las gracias al Papa Juan Pablo II

EN PREPARACIÓN de la beatificación de este 1 demayo, el Museo de Caballeros de Colón presenta “Beato:Un Tributo a Juan Pablo II”.Para recordar y celebrar la vida y el legado del Papa Juan

Pablo II, la exposición del 2 de abril al 30 de junio pre-sentará algunos objetos personales del pontífice, así comorecuerdos de su viaje al Norte de América.Además, incluirá una selección de cuadros del pintor

italiano Francesco Guadagnuolo (1956 -) que se centranen el testimonio valeroso y fiel de Juan Pablo II duranteel final de su pontificado.♦

Caballeros de Colón rinde honores a Juan Pablo II

MÁS DE UN AÑO después del devastador terremoto deHaití, los niños lesionados por este desastre tienen unanueva esperanza gracias a los esfuerzos conjuntos de Pro-ject Medishare, Caballeros de Colón, Össur y la Funda-ción de Atletas Discapacitados.Por medio del programa “Sanando a los Niños de

Haití”, establecido por Caballeros de Colón y Project Me-dishare el año pasado, todo niño que haya perdido unmiembro en el terremoto es elegible para dos años de pró-tesis y terapia gratuitas.El 5 de marzo en Puerto Príncipe, la organización inau-

guró un laboratorio de prótesis y ortótica durante la cere-monia de corte del listón en el Hospital de ProjectMedishare Bernard Mevs.Este laboratorio fue donado por Össur, una compañía

de tecnología ortopédica, y alberga el equipo adquiridopor medio de los fondos de Caballeros de Colón. La Fun-dación de Atletas Discapacitados también se ha conver-tido en uno de los elementos rehabilitadores delprograma, trabajando con pacientes para que su rehabili-tación les brinde la oportunidad del mayor nivel de des-empeño físico posible. Durante la gran ceremonia de corte del listón, el fun-

dador de Össur, Össur Kristinsson — quien es amputado— entregó más de 600 sistemas modulares de prótesis aProject Medishare.“Proporcionar los miembros, la terapia y el apoyo a

estos niños es realmente un don que les cambiará la vida,y que nos da mucho gusto dar junto con Medishare y conla ayuda de la Fundación de Atletas Discapacitados yÖssur”, dijo el Caballero Supremo Carl A. Anderson.El nuevo laboratorio será el vínculo para la educación y

producción de prótesis y ortótica en Haití. Alberga mate-rial y equipo, y sirve como escuela para capacitar a los hai-tianos que serán contratados como técnicos en prótesis.

Además, el laboratorio será un sistema sustentable, ne-cesario y avanzado para todos los amputados de Haití,cosa que no se había visto hasta ahora.♦

Inauguración del laboratorio de prótesis en Haití

Anaika Pierre, de tres años, camina con dos piernas por primera vezdesde el terremoto de enero de 2010 en Haití, unos momentos despuésde que el protésico Adam Finnieston le hubiera colocado una prótesis depierna financiada por los Caballeros.

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En sus propias

PALABRASEn sus numerosos mensajes a los Caballeros, el Papa Juan Pablo II

expresaba gratitud, solidaridad y guía pastoral

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A partir de su elección en 1978 hasta su decesoen 2005, el Papa Juan Pablo II dirigió más deveinte mensajes a Caballeros de Colón.

Desde sus charlas con la Junta de Directores de C deC hasta las cartas que envió a la Convención Supremaanual, las palabras del Papa se caracterizaban a me-nudo por su agradecimiento y admiración por la laborde la Orden, así como por sus reflexiones acerca desu misión en la Iglesia y el mundo actual.Por la forma en que hablaba de la Orden, era evi-

dente la alta estima de Juan Pablo II por los Caballe-ros, así como el amor de los Caballeros por el Papa,que se manifestó en innumerables manifestaciones deapoyo. Dirigiéndose a la Junta de Directores en sep-tiembre de 1987, bromeó, “Fue una buena idea queColón descubriera América, ya que permitió la fun-dación de Caballeros de Colón”. Incluimos aquí algunos fragmentos representativos

de las palabras que Juan Pablo II dirigió a Caballerosa lo largo de su pontificado. A pesar de que han pa-sado muchos años desde que fueron enviadas, la im-portancia de estas palabras no ha disminuido y hoysiguen motivándonos e inspirándonos.

QUE EL SEÑOR os lo premie, y que, a través de vuestros es-fuerzos, se cosechen abundantes frutos de evangelización en laIglesia. Que, a su vez, vuestra entrega y actividad os ayuden adesarrollar en vosotros esas actividades interiores, de las que nopodemos prescindir en una auténtica evangelización: confianzaen el poder del Espíritu Santo, verdadera santidad de vida, pro-fundo interés por la verdad y un creciente amor hacia todos loshijos de Dios.Que la bendición del Señor sea con vosotros, sobre vuestras

familias y sobre todos los Caballeros de Colón.— Discurso de Juan Pablo II a los Caballeros de Colón,

Washington, D.C., Domingo, 7 de octubre 1979

CADA VEZ QUE PIENSO en los Caballeros de Colón, re-cuerdo con alegría un rico patrimonio de fe, fraternidad y ser-

vicio, así como un brillante ejemplo de laicos católicos que par-ticipan en la misión de la Iglesia. Y por lo tanto,...Os exhorto aseguir las dignas tradiciones que son vuestras, así como dice SanPablo: “haced mayores progresos todavía” (1 Tes 4;1), tratandode estar cada vez más atentos a la palabra de Dios y completa-mente dispuestos a llevar a cabo la voluntad de Dios.

— Mensaje a la 101 Convención Suprema, Columbus, Ohio, 1983

OS EXHORTO A PERSEVERAR realizando buenas obras y apermanecer firmes en la fe católica que os ha sido entregada porla Iglesia. Un pasaje de San Juan expresa bien mis sentimientos:“Os he escrito, no porque vosotros ignoréis la verdad, sino por-que la conocéis”(1 Jn 2:21). Que lo que hay desde el principiopermanezca en vuestros corazones.

— Mensaje a la 103 Convención Suprema, Washington, D.C., 1985

HOY, UNA PREOCUPACIÓN especialmente crítica en la Igle-sia es el bienestar de la familia. Si bien podemos estar segurosde que muchas familias son vitales y fuertes y son los canales degracias y bendiciones, nadie ignora las numerosas amenazas a lavida familiar que surgen en la sociedad contemporánea. Cuandola Iglesia trata de responder a las necesidades de las parejas casa-das y de las familias, depende en gran medida de organizacionescomo los Caballeros de Colón para atender los problemas ur-gentes y las necesidades apremiantes, para proteger y promoverlos valores familiares. Estoy consciente de los muchos programasque ya habéis emprendido en este sentido. ...Os ofrezco mi agra-decido apoyo y os exhorto a no perder nunca el valor. Porque lafamilia es la célula básica de la sociedad humana. De ella de-pende la estabilidad y la salud de nuestras comunidades, e in-cluso el futuro del mundo.

— Mensaje a la 104 Convención Suprema, Chicago, Ill., 1986

DURANTE MÁS DE CIEN AÑOS los Caballeros de Colón sehan distinguido por su amor a Cristo y su lealtad a la Iglesia,por su servicio a los pobres y necesitados, por su defensa de losdiscapacitados y los no natos y por su firme apoyo a la vida fa-miliar. Están en el frente como un brillante ejemplo del papelde los laicos en la vida y la misión de la Iglesia. El financiamientode la reparación y el mantenimiento de la fachada de la Basílicade San Pedro, así como de las colosales estatuas, es un símbolomás del dedicado espíritu de vuestra estimada organización y devuestra devoción y fidelidad al Sucesor de San Pedro.

— Discurso de Juan Pablo II durante la ceremonia con motivo de la conclusión de las obras de restauración de la fachada

de la Basílica de San Pedro, 23 de febrero 1987

En su primer viaje internacional como pontífice, el Papa Juan Pablo II llegaa México para inaugurar la reunión de obispos latinoamericanos en enerode 1979.

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LOS CABALLEROS DE COLÓN son un excelente ejemplo de lacontribución que los laicos pueden hacer trabajando juntos. Laforma en que realizan buenas obras por sí mismos se multiplicaaún más por lo que inspiran a otros. De esta forma sois fieles a unserio mandato... “Así debe brillar ante los ojos de los hombres laluz que hay en vosotros, a fin de que ellos vean sus buenas obras yglorifiquen al Padre que está en el cielo” (Mt 5:16).

— Mensaje a la 105 Convención Suprema, New Orleans, La., 1987

EN RAZÓN DE LA DISTINGUIDA trayectoria de preocupaciónde la Orden por los pobres, los desfavorecidos y los no natos enparticular, confío en que los Caballeros de Colón continuarán alfrente de los esfuerzos de la Iglesia para promover una “cultura dela vida” (cf. Centesimus annus, 39), que respete plenamente la di-mensión espiritual de la existencia humana y la sublime dignidadde toda persona, creada a imagen de Dios y destinada a la vidaeterna en Cristo.

— Mensaje a la 109 Convención Suprema, St. Louis, 1991

DEBIDO A QUE LA IGLESIA reconoce a su Salvador como elSeñor de la historia, desde el principio vio el descubrimiento delNuevo Mundo como una llamada nueva y urgente para llevar acabo la misión que confió a sus Apóstoles: “Id, entonces, y hacedque todos los pueblos sean mis discípulos” (Mt 28,19). ...Hoy, 500 años después del inicio de esa primera evangelización

del Continente Americano, es necesaria una nueva proclamacióndel mensaje salvífico del Evangelio. Sé que los Caballeros de Colónestán muy conscientes de este desafío.

— Mensaje a la 110 Convención Suprema, New York, 1992

Izq.: La silueta del Papa Juan Pablo II contra el fondo soleado en la Plazade San Pedro al llegar a la Misa de su 80º aniversario en 2000.Página de enfrente: El Papa Juan Pablo II besa a un bebé durante una au-diencia de 1986 en Francia.

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A continuación encontrará una se-lección de los momentos históricos dela relación del Papa Juan Pablo IIcon Caballeros de Colón. Apareceun cronograma más completo enkofc.org/jpii.

1978 – La Orden financia los costos delenlace satelital para transmitir laentronización del Papa Juan PabloII en los países de misión y subven-ciona una película sobre el primer

viaje del Papa a México.

1979 – En octubre, la Orden colabora conla Conferencia de Obispos de Es-tados Unidos para proporcionarlos fondos para una película sobretodo el viaje del Papa Juan Pablo IIa Estados Unidos.

1981 – La Orden establece el Fondo Vica-rius Christi de Caballeros deColón con una cantidad de $10

millones de dólares, cuyos benefi-cios se entregarán al Papa a perpe-tuidad con fines caritativos

1983 – La Orden proporciona ayuda eco-nómica al Papa para equilibrar elpresupuesto anual de funciona-miento del Centro Juvenil Interna-cional San Lorenzo en Roma.

1984 – El Consejo Supremo autoriza unaaportación especial de $1 dólar por

CRONOGRAMA ♦ Caballeros de Colón y el Papa Juan Pablo IIS

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parte de cada uno de los miembroscanadienses para ayudar a la Con-ferencia de Obispos Católicos deCanadá a enfrentar los gastos de lavisita de Juan Pablo II.

1985 – La Orden proporciona los fondospara que el Centro Televisivo Vaticano(CTV) adquiera un estudio de pro-ducción móvil, que permite al CTVdocumentar las palabras y actividadesde Juan Pablo II para difundirlos a laprensa mundial, así como producirotros programas sobre los viajes delPapa, sus actividades y discursos.

1985 – A solicitud del Papa, expresada pormedio de Fabrica di San Pietro, laOrden recibe la oportunidad derestaurar toda la fachada de la Ba-sílica de San Pedro, que no habíasido modificada en 350 años.

1986 – El Papa Juan Pablo II obsequia alMuseo de Caballeros de Colón enNew Haven la cruz de cobre que,desde 1614, se encontraba entre losbrazos de la estatua de Cristo en laparte superior de la fachada de SanPedro. Este regalo fue en agradeci-miento por la colaboración de Ca-

balleros de Colón en la restaura-ción de la fachada de San Pedro yotros trabajos relacionados.

1990 – La Orden desarrolla y distribuyeuna guía de estudio de la exhorta-ción apostólica de 1989 Christifi-deles Laici, sobre la vocación y lamisión del laicado.

1995 – El 5 de octubre, el Papa JuanPablo II bendice la nueva sede dela Misión de Observador Perma-nente en la ONU en Nueva York,que fue fundada por la Orden.

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Caballeros y la Diócesis de Bro-oklyn fueron coorganizadores dela Misa del Papa en Aqueduct el 6de octubre.

1996 – La Orden publica una guía de es-tudio para la encíclica de JuanPablo II Evangelium Vitae (ElEvangelio de la Vida).

1997 – El Caballero Supremo Virgil C.Dechant y su esposa representan ala Orden en la Conferencia Inter-nacional sobre la Familia en Rio deJaneiro, a la que asistió el Papa

Juan Pablo II en octubre.

1997 – Juan Pablo II recibe a los Funcio-narios Supremos en audiencia el11 de diciembre. Caballeros le ob-sequió un ramillette espiritual deoraciones para conmemorar su 50ºaniversario como sacerdote.

1998 – La Conferencia de Obispos deCuba recibe en enero un subsidiode la Orden para ayudar con losgastos de la visita de Juan Pablo II.

1998 – El Papa recibe en audiencia a la

Junta de Directores el 15 de octu-bre. Bendice un mosaico de Nues-tra Señora de Guadalupe hecho enlos Estudios de Mosaico del Vati-cano para el Museo de Caballerosde Colón.

1999 – En enero, la Orden anuncia laaportación de un fondo para larestauración del Maderno Atriumdel siglo XVII y la Puerta Santaen la Basílica de San Pedro comoobsequio para el Papa y para laIglesia universal por al Año Jubi-lar 2000.

HOY MÁS QUE NUNCA, cada uno de los miembros de la Igle-sia, y sobre todo las familias mismas, deben apoyar el apostolado alas familias Estoy profundamente agradecido por el excelente apoyoque a lo largo de los años los Caballeros de Colón han dado a lamisión de la Iglesia de promover la vida de la familia católica. Du-rante este Año de la Familia, os exhorto a renovar vuestros esfuerzospara confirmar a las familias cristianas en su testimonio de fe yamor, y permitirles así desempeñar su papel en la construcción deun orden social justo y moral. Os insto a que sigáis dando voz alEvangelio del amor cristiano casado al exigir, “comenzando por lasautoridades públicas, el respeto a los derechos que, salvando la fa-milia, salvan la misma sociedad” (Christifideles laici, 40).

— Mensaje a la 112 Convención Suprema, Pittsburgh, 1994

LA AMPLIA VARIEDAD de buenas obras realizadas por los Ca-balleros de Colón en servicio a Cristo y a su Iglesia demuestra lavitalidad espiritual de la Orden, que se esfuerza por llevar a cabo lavisión de su fundador, el Padre Michael McGivney. Es mi espe-ranza que los Caballeros estén siempre en la línea del frente de losesfuerzos de la Iglesia preparándonos para la llegada del Tercer Mi-lenio Cristiano, llevando la luz de la fe para enfrentar los asuntosurgentes y los problemas sociales de nuestro tiempo.

— Discurso de Juan Pablo II a la Junta de Directores, 6 de noviembre de 1995

INSPIRADOS POR SU FE CATÓLICA, los Caballeros de Colónhan estado al frente del movimiento para afirmar la santidad detoda vida humana y para llamar la atención sobre la urgente nece-sidad de debate público responsable sobre importantes cuestioneséticas que afectan directamente al futuro de la sociedad. A medidaque la realidad de las amenazas contra la vida humana, especial-mente la vida del no nato, se vuelve cada vez más evidente, os ex-horto a continuar vuestros esfuerzos para trabajar por un despertargeneral de las conciencias en todos los niveles de la sociedad. Estosesfuerzos, especialmente cuando se combinan con iniciativas decaridad en nombre de las mujeres y los niños necesitados, repre-

sentan una afirmación singular del “Evangelio de la Vida”, que todala Iglesia está llamada a proclamar y celebrar. ...Como iglesia doméstica, donde Dios está presente en el amor

para sus hijos, la familia cristiana enseña a sus miembros a ver, ala luz de la fe, el verdadero significado de nuestra vocación hu-mana, los requisitos de un firme y permanente orden social y lanecesidad de colaboración generosa al servicio de la verdad y laconstrucción de una sociedad verdaderamente digna del hombre.Aclamo vuestros esfuerzos para ayudar a las familias a comprendersu papel decisivo en la vida de la sociedad y el crecimiento de lacivilización del amor.

— Mensaje a la 114 Convención Suprema, Boston, 1996

EN UNA SOCIEDAD que se caracteriza por la difusión de men-sajes opuestos a la revelación en Cristo del amor redentor del Padre,el espíritu de su Orden os llama a ser testigos claros y activos en lavictoria final del reino de Dios sobre el poder del pecado y lamuerte. Vuestra vida se llenará con la certeza de la esperanza anun-ciada por el Evangelio de Jesucristo (cf Rom 5,5). Es evidente que si la Iglesia ha de lograr con éxito la renovación

prevista por el Concilio Vaticano II, sus miembros tienen nece-sidad de catequesis más intensa y de formación en los fundamen-tos de la fe. Deben estar cada vez más conscientes de su dignidadbautismal, más asiduos en la oración y en la búsqueda de la san-tidad, y más valientes en la defensa de la verdad moral. Por estemotivo, exhorto a los Caballeros a proporcionar por igual a losmiembros antiguos y nuevos una adecuada formación catequéticadestinada a profundizar su conocimiento de la fe y su compro-miso con la vida y la misión de la Iglesia. El uso del Catecismo dela Iglesia Católica debe ser central en este esfuerzo. Solo sobre labase de una comprensión clara y firme de la Doctrina Cristianaserán capaces de cumplir con los retos morales y espirituales denuestra época. Estoy seguro de que los Caballeros encontraránformas prácticas de hacer que el Catecismo sea conocido y utili-zado de manera más amplia.

— Mensaje a la 115 Convención Suprema, Montreal, 1997

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2000 – El 21 de mayo, el Papa Juan PabloII canoniza a 25 mártires mexica-nos, víctimas de la persecución re-ligiosa de la década de 1920. Seisde los sacerdotes canonizados eranmiembros de Caballeros de Colón.Fueron beatificados el 22 de no-viembre de 1992.

2000 – La Orden financia la transmisiónde la visita del Papa a Tierra Santaen marzo.

2000 – La Orden invierte $400,000 dóla-res para apoyar un documental ba-

sado en “Testimonio de Espe-ranza”, una biografía del Papa JuanPablo II por George Weigel, quefue muy alabada.

2001 – El 29 de abril, Juan Pablo II beati-fica a Carlos Manuel Rodríguez,un miembro de Caballeros deColón en Puerto Rico.

2002 – Para marcar su solidaridad con elPapa, en marzo la Orden estableceel Fondo Pacem in Terris con $2millones de dólares, cuyas ganan-cias se usan para promover las ini-

ciativas de paz en Tierra Santa ypara apoyar al patriarcado latinoen su ayuda a la comunidad cris-tiana de esa región.

2002 – El 26 de abril, el Papa Juan PabloII otorga una audiencia privada alCaballero Supremo, durante lacual analizaron la causa para la ca-nonización del Padre Michael J.McGivney.

2002 – Para Navidad, la Orden colaboracon el Consejo Pontificio para lasComunicaciones Sociales en la pro-

JUBILOSA ESPERANZA, arraigada en la vida nueva derramadaen nuestro corazón por el Espíritu Santo (cf. Rom 5,5), es la marcadistintiva de aquellos que creen en Cristo. Irradiar esta esperanzaes, sin duda, uno de los medios más eficaces con los que los Caba-lleros pueden contribuir activamente a la nueva evangelización. Eltestimonio de la esperanza es, de hecho, una de las señales más po-derosas y atractivas de la salvación que el Evangelio ofrece a los hom-bres y mujeres de nuestro tiempo, con tanta frecuencia tentados porel desaliento y desesperación. Animo a todos los Caballeros, sobretodo a los jóvenes y a aquellos que tienen familias jóvenes, a esfor-zarse para convertirse en faros cada vez más eficaces de la alegríacristiana y la esperanza en las circunstancias de su vida cotidiana:en casa, en el lugar de trabajo y en la sociedad en su conjunto.

Durante generaciones los Caballeros de Colón han contribuidoa difundir el mensaje del Evangelio, mostrando solidaridad con losnecesitados. De esta manera, su Orden ha contribuido a la excelente“historia de la caridad” (cf. Evangelium vitae, 87) por la cual los se-guidores de Cristo en todas las épocas han tratado de servirle en elmás pequeño de sus hermanos y hermanas.

— Mensaje a la 116 Convención Suprema, Cincinnati, 1998

El Papa Juan Pablo II bendice una imagen de la Misericordia Divina alreunirse con el Caballero Supremo Carl Anderson y su esposa, así como conel Dr. Stanisław Grygiel. La imagen se usó en un programa de oración de unaño de C de C que inició en octubre de 2003. Aparece también (izq.) el queera entonces Obispo Stanislaw Dziwisz, secretario del Papa.

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ducción en video de un programade televisión de 24 horas continuaspara celebrar la 25ª Navidad delpontificado de Juan Pablo II.

2003 – En respuesta al llamado del Papapor el apoyo a las vocaciones, laOrden emprende un programacentrado en la 40a Jornada Mun-dial de Oración por las Vocacio-nes, que se celebra cada año el 11de mayo.

2003 – El 11 de mayo, el Museo de Caba-

lleros de Colón inaugura una ex-posición llamada “Juan Pablo II –Una Pasión por la Paz”. Muchos delos artículos exhibidos fueron pres-tados por el Vaticano.

2003 – En octubre, la Orden comienza sucelebración del 25º aniversario delpontificado de Juan Pablo II conun número especial de Columbia.

2003 – En relación con la inauguracióndel año académico de 2003, elConsejo Supremo obsequia a unos

4,000 seminaristas copias de unaedición especial del libro de JuanPablo II Don y Misterio. Este libroconmemora el 50º aniversario delsacerdocio del Santo Padre, cele-brado en 1996.

2005 – El Caballero Supremo Anderson,el pasado Caballero Supremo De-chant, sus esposas y el Conde En-rico Demajo (director de la oficinaen Roma de la Orden) representana Caballeros de Colón en el funeralde Juan Pablo II el 8 de abril.♦

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CADA UNO DE VOSOTROS, en vuestras familias, en el lugarde trabajo, y en la amplia variedad de entornos sociales en losque interactuáis con otros, tenéis una excelente oportunidad paraatraer a otros a una experiencia del amor sólido y fiel de nuestroPadre celestial. En una sociedad que necesita urgentemente re-descubrir el verdadero rostro de la humanidad, el ejemplo de latranquilidad de los hombres cuyas vidas son moldeadas por lasvirtudes de la fe, la integridad, la fidelidad, el trabajo duro y elgeneroso servicio a los demás, puede ser un testimonio suma-mente eficaz para el Evangelio. Os animo a reflexionar seriamentesobre la importancia de esta particular forma de testimonio cris-tiano, especialmente a los jóvenes que están estableciendo suforma de vida….La historia de los Caballeros de Colón muestra cómo un pe-

queño grupo de hombres inspirados por la fe cristiana y la preo-cupación por la caridad fueron capaces de inspirar unmovimiento inmensamente fructífero para el acenso del reino deDios en la tierra.

— Mensaje a la 117 Convención Suprema, St. Paul-Minneapolis, 1999

LOS DESAFÍOS ACTUALES y los vastos horizontes abiertos porel nuevo milenio invitan ahora a los Caballeros como individuosy como organismo a reflexionar sobre nuevas formas de dar testi-monio del Evangelio y a resistir a la “cultura de la muerte”, queamenaza la vida de nuestros hermanos y hermanas más indefensos,incluso mientras niega las verdades más fundamentales sobre ladignidad humana: la verdad de que todo hombre y mujer fuecreado a imagen y semejanza de Dios y está llamado a un destinotrascendente en Cristo.

— Mensaje a la 118 Convención Suprema, Boston, 2000

A FINALES DEL SIGLO XIX, el Padre McGivney vislumbró laimportancia de un laicado unido e informado para el progreso delEvangelio en el nuevo mundo. Casi un siglo antes del ConcilioVaticano Segundo, deseó facilitar que los laicos católicos vivieransu vocación bautismal “para obtener el Reino de Dios gestionandolos asuntos temporales y ordenándolos según Dios”. (Lumen gen-tium, 31). En la cultura cada vez más secularizada de hoy, que aveces rechaza e incluso intenta ridiculizar la creencia religiosa y lasnormas fundamentales de la ley moral, los Caballeros de Colónpueden desempeñar un papel significativo enseñando e incorpo-rando los ideales religiosos y cívicos capaces de dar forma a un fu-turo de esperanza y prometedor para las generaciones venideras.

— Mensaje a la 119 Convención Suprema, Toronto, 2001

QUE UNA PROFUNDA y permanente devoción a Jesucristo,presente en el Santísimo Sacramento del Altar, marque la vida es-piritual de cada consejo, inspire un apostolado de servicio cadavez más vigoroso a la Iglesia y la comunidad, y traiga consigo la

transformación de la sociedad de acuerdo con la voluntad de Diosque es la esencia de la vocación laica. ...Ahora que la Iglesia en Norteamérica busca seguir adelante con

fe sincera y confianza en la gracia sustentadora del Señor, insto atodos los Caballeros y a sus familias a intensificar sus oracionespor la auténtica renovación de la vida eclesiástica y la preservaciónde “la unidad que tiene el Espíritu como su origen y la paz comosu fuerza vinculante” (Efesios 4;3). En este contexto, deseo expre-sar una vez más mi gratitud por el compromiso infalible de losCaballeros con la promoción de las vocaciones al sacerdocio y a lavida religiosa. La experiencia ha demostrado que cuanto más sedesarrolla el apostolado de los laicos, más fuerte se siente la nece-sidad de sacerdotes, y cuanto más se profundiza el propio sentidode vocación de los laicos, más profundamente se aprecia el papelúnico de los sacerdotes. En este espíritu oro para que los Caballeros de Colón, en plena

fidelidad con la visión del Padre Michael McGivney, hagan todoslos esfuerzos posibles para atraer a los jóvenes a Jesucristo y ayu-darlos a comprender que el verdadero significado y valor de la vidase encuentran en la generosa entrega a Dios y a los demás. De estemodo, una nueva generación descubrirá en el corazón de la Iglesialos recursos espirituales necesarios para la construcción de una so-ciedad que se caracterice por la auténtica libertad, el respeto delas exigencias de la verdad y la preocupación desinteresada por elbien de todos, especialmente de los pobres y los desfavorecidos.

— Mensaje a la 120 Convención Suprema, Anaheim, Calif., 2002

EL COMPROMISO PARA LA CONSTRUCCIÓN de unmundo caracterizado por la justicia y la misericordia, la libertad yla paz, ha sido el sello de Caballeros de Colón desde su fundación.El legado espiritual de vuestro fundador, el Padre Michael McGiv-ney, ha dado abundantes frutos en una impresionante red de ser-vicios sociales, formas de asistencia caritativa, programaseducativos y de formación religiosa, así como generosas contribu-ciones a la obra apostólica de la Iglesia, tanto a nivel local comouniversal. La visión del Padre McGivney sigue siendo tan impor-tante como siempre en las nuevas circunstancias de la Iglesia y lasociedad de hoy. En un momento en que muchas personas entodo el mundo experimentan incertidumbre y temor por el fu-turo, y se considera cada vez más que la fe cristiana pertenecenúnicamente a la esfera de la creencia privada y la vida personal,los Caballeros de Colón se enfrentan al reto de reafirmar su con-fianza en el poder de la palabra de Dios para iluminar y ofrecersoluciones a los graves problemas que afectan a los individuos y lasociedad. ...Con su ejemplo de hombres católicos, esposos y padres, su tes-

timonio de amor por la Iglesia y su fidelidad a su enseñanza, losCaballeros han contribuido de manera significativa a la renovacióninterior de la Iglesia y a su misión evangelizadora. Estoy especial-mente agradecido por el apoyo que los Caballeros han otorgadoen el foro público sobre la libertad de la educación, la verdadacerca del matrimonio y la vida familiar, así como la necesidad derespetar la dignidad y los derechos de toda persona humana, desdela concepción hasta la muerte natural.♦

— Mensaje a la 121 Convención Suprema, Washington, D.C., 2003

El Papa Juan Pablo II camina y reza el Rosario durante su visita de 1984a Canadá.

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El paso

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La beatificación de Juan Pablo II es significativa para el mundo, la Iglesia y los Caballeros de Colón

por el Cardenal Stanisław Dziwisz

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NOTA DEL EDITOR: La siguiente carta a los Caballeros de Colón, es-crita originalmente en polaco, fue enviada por Su Eminencia el CardenalDziwisz, el 21 de febrero de 2011.

La beatificación del Papa Juan Pablo II será un evento muyimportante para la Iglesia y el mundo, porque recuerda

el carácter y las actividades apostólicas del Papa “de un país lejano”,que osadamente predicó a Cristo hasta los confines del mundo. Élnos recuerda que Jesús es el Redentor de la humanidad y la espe-ranza para todos los pueblos de buena voluntad, y despertó ennuestro corazón el deseo apostólico de llevar el Evangelio — laBuena Nueva — a las personas de diferentes razas y culturas.Normalmente, el proceso de beatificación puede comenzar cinco

años después de la muerte de un candidato. Por decisión del SantoPadre, Benedicto XVI, el proceso de beatificación de Juan Pablo IIcomenzó un mes después de su muerte. El Papa Benedicto XVItomó esta decisión después de presenciar los acontecimientos quetuvieron lugar durante el funeral de Juan Pablo II, donde los par-ticipantes exclamaron espontáneamente: “¡Santo Subito!” (“¡Santoya!”). La gran multitud que velaba sobre la tumba del Santo Padreen la Basílica de San Pedro fue una gran expresión de respeto y re-verencia por Juan Pablo II y la creencia en su santidad. Esta reverencia por Juan Pablo II ha sido expresada por los

Caballeros de Colón, que apoyaron desde el principio su minis-terio apostólico.

LA BEATIFICACIÓNLa beatificación es un acto de derecho y liturgia a través del cual laIglesia reconoce que un candidato a la santidad goza de la gloriadel cielo. Durante los primeros siglos del Cristianismo y hasta laEdad Media, la beatificación era realizada de forma espontánea porel obispo de un lugar determinado, donde el pueblo de Dios ve-neraba a un candidato a la santidad. Más adelante en la historiadel Cristianismo, era necesario el consentimiento de un sínodo delos obispos y de la Santa Sede. Desde 1634, la beatificación y lacanonización han sido aprobadas por el Papa. El proceso de beatificación de Juan Pablo II se inició en la Basí-

lica de San Juan de Letrán y estuvo a cargo de la Diócesis de Roma.Parte del proceso también tuvo lugar en Cracovia, donde el Car-denal Karol Wojtyla sirvió como arzobispo antes de convertirse enPapa. Durante la investigación, fueron entrevistados más de un mi-llar de testigos y los documentos fueron enviados a la Congregaciónpara las Causas de los Santos, donde se redactó una positio, un do-

cumento de varios miles de páginas evaluando la vida de Juan PabloII a la luz de las virtudes teologales (fe, esperanza, amor) y las vir-tudes cardinales (prudencia, justicia, fortaleza, templanza). Al finaldel proceso, en diciembre de 2009, el Papa Benedicto XVI firmóun decreto sobre las virtudes heroicas del Papa Juan Pablo II.La siguiente etapa del proceso fue el reconocimiento de un mi-

lagro por la intercesión de Juan Pablo II. Entre las muchas graciasextraordinarias, la Congregación optó por la curación de la enfer-medad de Parkinson de la hermana Marie Simon-Pierre. Despuésde concluir el procedimiento sobre un milagro, el Papa BenedictoXVI fijó la fecha para la beatificación para el 1º de mayo, el Do-mingo de la Divina Misericordia. Esta es una fecha significativa yaque durante toda su vida Juan Pablo II fue un Apóstol de la DivinaMisericordia.El proceso de beatificación de Juan Pablo II duró casi seis años.

Es necesario examinar cuidadosamente su rica vida, su infancia yjuventud, sus estudios de teología durante la Segunda GuerraMundial, su trabajo como joven sacerdote y profesor, así como sutiempo como arzobispo de Cracovia y Papa. A pesar de que desdeel principio prevaleció la creencia en la santidad de Juan Pablo II,la Congregación para las Causas de los Santos mantuvo todos losprocedimientos con el fin de evitar cualquier sospecha de que elproceso se hubiera acelerado o se realizara superficialmente.La beatificación del Papa Juan Pablo II será celebrada por el Papa

Benedicto XVI, que por lo general sólo celebra la canonización delos candidatos a la santidad. De esta manera, el Papa desea expresarsu gran respeto por su predecesor, por quien está presente la devo-ción en toda la Iglesia Católica.

EL TESTIMONIO DE FE DE LOS CABALLEROSLos Caballeros de Colón, fieles a Cristo y a la Iglesia, y deacuerdo con la voluntad de su fundador, el Siervo de Dios PadreMichael McGivney, se unen a la renovación del mundo a travésde su amoroso servicio a las personas afectadas por la enfermedady la desgracia.En sus discursos, Juan Pablo II destacó en repetidas ocasiones

que los Caballeros de Colón ofrecen un maravilloso ejemplo acercade la participación de los laicos en la misión evangelizadora de laIglesia. Conocidos por su firme postura en defensa de la fe católicay su compromiso con la caridad, los Caballeros dan testimonio pú-blico de fe, contribuyendo así a la transformación de nuestra so-ciedad en una sola familia de Dios. En su actividad apostólica, sonfieles al espíritu del amor cristiano y a las enseñanzas de la IglesiaCatólica. Al agradecer a los Caballeros de Colón su participación en los

asuntos de la Iglesia y el mundo, Juan Pablo II dijo en 1988: “Lamayor alegría y consuelo que traen al corazón del Papa es el frutode su acción en defensa de la familia cristiana y el derecho a la vidadesde el momento de la concepción hasta la muerte natural, de la

El Papa Juan Pablo II cierra la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro el 6de enero de 2001. El Papa clausuró el Año Jubilar cerrando el portal y cele-brando una Misa para más de 100,000 personas en la Plaza de San Pedro.

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promoción de la evangelización, la educación católica, el desarrollode la vida parroquial y la promoción de las vocaciones al sacerdocioy a la vida religiosa”. La relación de Caballeros con Juan Pablo II se manifestó en

numerosas iniciativas para la Iglesia. La Orden apoyó al Papa enlas grandes obras del apostolado, como los viajes pastorales o laayuda a las personas afectadas por desastres. También ayudó enel desarrollo de la televisión del Vaticano, permitiéndole trans-mitir a todo el mundo los grandes acontecimientos de la Iglesia,tales como las Jornadas Mundiales de la Juventud, aniversarios yla reunión de oración mundial en Asís.Durante el Pontificado de Juan Pablo II, Caballeros de Colón

fue uno de los principales patrocinadores de los proyectos de re-novación y construcción realizados en la Basílica de San Pedro.Entre otras cosas, Caballeros participó en la renovación de las gru-tas del Vaticano y la ampliación de la Capilla de Nuestra Señorade Czestochowa. La Orden también financió la renovación de lafachada de la Basílica de San Pedro y la Puerta Santa antes delGran Jubileo del Año 2000. Por último, es importante mencionarla creación del Fondo Vicarius Christi en 1981, que en parte haapoyado a la Iglesia católica en Europa del Este.Además del apoyo financiero, los Caballeros respondieron al lla-

mado del Santo Padre para la participación activa de los laicos en

la nueva evangelización. Los Caballeros participan en la obra deevangelización, de acuerdo a su estatus y ocupación, impregnandosu trabajo con la ética católica y la enseñanza social católica.La multiplicidad y diversidad de las obras llevadas a cabo por

Caballeros de Colón al servicio de Cristo y su Iglesia son el frutode una vitalidad y espiritualidad inspiradas por su fundador, elPadre Michael McGivney. Durante su encuentro con el CaballeroSupremo Virgil Dechant y la Junta de Directores de Caballeros deColón en el Vaticano el 6 de noviembre de 1995, el Papa JuanPablo II dijo: “Es mi esperanza que los Caballeros siempre estén alfrente de la Iglesia ... llevando la luz de la fe para enfrentar los ur-gentes temas sociales y los problemas de nuestro tiempo.”Actualmente, los Caballeros de Colón cumplen realmente con

esta tarea construyendo en ciudades y aldeas “la cultura de la vida”en la que, como hijos de Dios, cada uno de nosotros debe partici-par. Hoy, me gustaría agradecerles cordialmente su firme posturapor la defensa de la vida desde el momento de la concepción hastala muerte natural. Estoy convencido de que la Orden en Poloniadesarrollará y continuará la labor iniciada durante el pontificadode Juan Pablo II, dando a la Iglesia en nuestro país un punto deapoyo en los laicos, dedicados por entero a servir a Dios y a la Igle-sia. Ruego para que la alegría y la paz de Cristo llenen el corazónde los Caballeros de Colón en el servicio a la Iglesia y la humani-dad. ¡Que Dios los bendiga!♦

EL CARDENAL STANISŁAW DZIWISZ, es Arzobispo de Cracoviadesde 2005, sirvió como secretario personal de Juan Pablo II durantecasi 40 años.

El Caballero Supremo Carl A. Anderson, que aparece aquí hablando en unaMisa durante el Sínodo de Obispos de 2001, participó como auditor en lareunión de un mes, puesto al que fue nombrado por el Papa Juan Pablo II.

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Las Jornadas Mundiales de la Juventud demuestran el genio pastoral de Juan Pablo II y la vitalidad de la Iglesia

por el Padre Thomas Rosica

A lo largo de su pontificado, el Papa Juan Pablo II gozó de unaincreíble popularidad entre los jóvenes católicos. Una de las

grandes razones fue el énfasis que puso en las Jornadas Mundialesde la Juventud, una iniciativa que comenzó en 1985. A través deestos encuentros nacionales e internacionales, Juan Pablo II lo dejómuy claro: Los jóvenes no sólo son el futuro de la Iglesia, sino tam-bién su presente.Ante el cinismo, la desesperación y la falta de sentido que preva-

lecen en el mundo de hoy, la base dela nueva evangelización en el corazónde la enseñanza de Juan Pablo II esinspirar esperanza y vitalidad en laIglesia. El Papa sabía muy bien que elmundo a menudo se caracteriza porla separación, la fragmentación y lasoledad. A través del don de las Jorna-das Mundiales de la Juventud, ofreciógrandes oportunidades para conver-tirse en portadores de esperanza, agen-tes de la comunidad e instrumentosde una globalización moral.La beatificación del Papa Juan

Pablo II nos invita a hacer un balancede los dones que hemos recibido deél y a examinar la forma en que su vi-sión y esperanza han afectado nues-tros propios esfuerzos en el ministerio pastoral con adultos jóvenes.

LA FORMACIÓN DE UNA GENERACIÓNEntre los elementos centrales de las Jornadas Mundiales de la Ju-ventud se encuentran el culto, la Sagrada Escritura, la catequesis,los sacramentos, la cruz, los santos, la peregrinación, el servicio ylas vocaciones. Cada uno de estos componentes contribuye en granmedida a un ministerio pastoral eficaz con los jóvenes, y debe en-contrar su lugar en ese ministerio.La preparación para las Jornadas Mundiales de la Juventud ofrece

a la Iglesia grandes momentos para profundizar en la piedad cris-tiana y la devoción. En todo Canadá, es poco probable que se ol-viden las poderosas imágenes de la Cruz de la Jornada Mundial dela Juventud durante su histórico peregrinaje en 2002. Con la ayuda

de los Caballeros de Colón, la cruz viajó a través de más de 350ciudades, pueblos y aldeas de costa a costa. Finalmente, durante elDía Mundial de la Juventud en Toronto, la magnífica presentaciónde las Estaciones de la Cruz fue un profundo testimonio de la his-toria cristiana en el corazón de una ciudad moderna.Los jóvenes adultos necesitan héroes y heroínas de hoy, y el Papa

Juan Pablo II nos ha dejado excepcionales modelos de santidad yhumanidad. Durante su pontificado canonizó a 482 santos y pro-

clamó a otros 1,338 beatos. Quéapropiado que uno de los principalespatrones del Día Mundial de la Ju-ventud en Madrid en agosto de 2011sea el beato Juan Pablo II.Muchos sacerdotes y religiosas jó-

venes han dicho “sí” a su vocacióngracias al testimonio personal de JuanPablo II, quien les dijo, “¡No tengáismiedo!”. Muchos hombres y mujeresjóvenes han descubierto el sentido desu teología del cuerpo y han llegadoal matrimonio con profunda fe yconvicción. Y mucha gente comúnha hecho cosas extraordinarias graciasa su influencia, su enseñanza y hastasus gestos.El extraordinario impacto que

Juan Pablo II tuvo en las generaciones más jóvenes felizmente con-tinuó con su sucesor. Durante la Misa de clausura de la JornadaMundial de la Juventud en 2008, el Cardenal George Pell deSydney, agradeció al Papa Benedicto XVI con estas palabras: “SuSantidad, las Jornadas Mundiales de la Juventud fueron el inventodel Papa Juan Pablo el Grande. La Jornada Mundial de la Juven-tud en Colonia ya se había anunciado antes de su elección. Deci-dió seguir con las Jornadas Mundiales de la Juventud y celebrarésta en Sydney. Estamos profundamente agradecidos por esta de-cisión, lo que indica que las Jornadas Mundiales de la Juventudno pertenecen a un Papa, o incluso a una generación, sino queahora forman parte normal de la vida de la Iglesia. La generaciónde Juan Pablo II — jóvenes y viejos por igual — se enorgullecede ser hijos e hijas fieles del Papa Benedicto XVI”.

Una cosa está clara: Nadie podría retirarse

de Toronto, Colonia o Sydneypensando que es posible dividir su fe en secciones

o reducirla a unas pocas reglas y celebraciones del domingo.

ESCUELAS de la NUEVAEVANGELIZACIÓN

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UNA IGLESIA JOVENUna persona puede optar por hablar acerca de su experiencia en laJornada Mundial de la Juventud como algo del pasado que iluminólas sombras y la monotonía de la vida en un brillante momento enla historia. Hay, sin embargo, otra perspectiva. La historia del Evan-gelio no trata de momentos de “Camelot”, sino de momentos“Magnificat”, invitando constantemente a los cristianos a aceptarel himno de María de alabanza y acción de gracias por las formasen que Dios Todopoderoso transita por la historia humana, aquí yahora. En otras palabras, la vida cristiana no se nutre sólo de re-cuerdos por muy buenos y hermosos que sean. La resurrección deJesús no es el recuerdo de un acontecimiento lejano, sino que es laBuena Nueva que se sigue cumpliendo.Debemos ser honestos y admitir que las Jornadas Mundiales de

la Juventud no ofrecen una panacea o una solución rápida a losproblemas de nuestro tiempo, tampoco a los desafíos que enfrentala Iglesia de hoy cuando nos acercamos a las generaciones más jó-venes. En cambio, estos eventos ofrecen un nuevo cristal a travésdel cual miramos a la Iglesia y al mundo y construimos nuestro fu-turo común. Una cosa está clara: Nadie podría retirarse de Toronto,Colonia o Sydney pensando que es posible dividir su fe en seccio-nes o reducirla a unas pocas reglas y celebraciones del domingo.No puedo dejar de recordar las palabras conmovedoras del Car-

denal James Francis Stafford al dirigirse a la multitud de jóvenesreunidos en los alrededores de la Plaza de San Pedro en la ceremo-nia de inauguración de la Jornada Mundial de la Juventud del Ju-

bileo el 15 de agosto de 2000. Dirigiéndose al Papa Juan Pablo II,visiblemente emocionado y envejecido, el Cardenal Stafford dijo:“Santo Padre, a medida que transitaba por la década de los años1960 a las sesiones del Concilio [Vaticano II] para expresar unavez más el misterio de la siempre joven Iglesia, experimentó muchasveces el abrazo de estas grandiosas columnatas. Hoy todos oramospara que su felicidad pueda ser completa. Porque estas multitudesjuveniles, ahora también rodeadas por los brazos de San Pedro, sontestigos vivos de la esperanza del Concilio y de la suya”.Así, el Cardenal expresó de la forma más bella la misión y el pro-

pósito de las Jornadas Mundiales de la Juventud, que son una fotoinstantánea de la alegría, la esperanza y la unidad a la que está lla-mada la Iglesia. Como dijo el Papa Benedicto XVI en su homilíainaugural en 2005, “[L]a Iglesia está viva y es joven; lleva en símisma el futuro del mundo y, por tanto, indica también a cadauno de nosotros la vía hacia el futuro”. Las Jornadas Mundiales dela Juventud son un recordatorio de esta verdad.♦

EL PADRE BASILIANO THOMAS ROSICA, miembro del ConsejoToronto 1388, fue el Director Nacional y Director Ejecutivo de la JornadaMundial de la Juventud 2002 en Toronto. Ha sido Director Ejecutivo deSalt and Light Catholic Media Foundation de Canadá desde 2003.

Miles de jóvenes aclaman al Papa Juan Pablo II durante la Jornada Mundialde la Juventud de 1991 en Czestochowa, Polonia.

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JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD 2011 ♦ Los Caballeros y las Hermanas de la Vida preparan un sitio para peregrinos de lengua inglesa en Madrid.

CIENTOS DE MILES de peregrinos enrepresentación de países de todo el mundose han registrado para la 26ª Jornada Mun-dial de la Juventud en Madrid, España.Del 16 al 21 de agosto, Caballeros deColón será parte importante de la emociónde este evento como uno de los anfitrionesdel sitio de lengua inglesa en el Palacio deDeportes, un estadio de 15,000 asientos enMadrid.Varias organizaciones participarán como

anfitrionas, incluyendo Holy Cross FamilyMinistries, the Apostleship of Prayer, el Ins-tituto Pontificio Juan Pablo II para Estudiossobre el Matrimonio y la Familia y Salt +Light Television.“Nos sentimos honrados de participar en

la creación de un hogar para los peregrinosde habla inglesa en la Jornada Mundial dela Juventud junto con los demás anfitrionesy nuestros copatrocinadores”, dijo el Caba-llero Supremo Carl A. Anderson. “Éste seráun evento lleno de gracia para muchas per-sonas, y esperamos con entusiasmo una se-mana inolvidable y una efusión de feespectacular.”Esta sede será el hogar de los oradores ca-

tólicos, los programas catequéticos, las repre-sentaciones musicales, las mesas de discusióny otras actividades durante la semana. “Las diversas charlas, exposiciones y con-

ciertos se centrarán en cuestiones del cora-zón humano: el anhelo de libertad, amistad,amor, sanación y una verdadera comunióncon Dios”, dijo la Madre Agnes Mary Do-novan de las Hermanas de la Vida. “Tam-bién habrá muchas oportunidades de orarpara que los peregrinos se acerquen perso-nalmente al Señor.”El tema oficial de la 26a Jornada Mundial

de la Juventud es “arraigados y edificados enCristo, firmes en la fe” (cf. Col. 2,7). En sumensaje para el evento, el Papa BenedictoXVI reflexionó sobre la necesidad de queEuropa vuelva a descubrir sus raíces cristia-nas, y añadió “quisiera que todos los jóve-nes… puedan vivir esta experiencia, quepuede ser decisiva para la vida: la experienciadel Señor Jesús resucitado y vivo, y de suamor por cada uno de nosotros.”Incluso los católicos menos jóvenes y las

personas que no pueden asistir al evento en

Madrid pueden participar. Se alienta a losCaballeros a que patrocinen a sus hijos ynietos o a los jóvenes de la comunidad comoperegrinos, y a rezar con los peregrinos y losorganizadores y por ellos mientras se prepa-ran para el evento. Para ello, Holy Cross Fa-mily Ministries organiza una campaña delrosario para la Jornada Mundial de la Juven-tud llamada “Firmes en la fe con María”,cuyo inicio está planeado para el 1 de mayo.La Jornada Mundial de la Juventud fue

instituida por primera vez por el Papa JuanPablo II tras el éxito de las reuniones inter-nacionales de jóvenes en Roma en 1984 y1985. Aunque se celebra a nivel diocesanocada año en el Domingo de Ramos, ha in-cluido celebraciones internacionales impor-tantes cada dos o tres años, empezando conBuenos Aires, Argentina, en 1987. Caballeros de Colón ha estado presente

en cada una de las celebraciones de la Jor-nada Mundial de la Juventud desde queJuan Pablo II vino a Denver en 1993. Enesa época, Caballeros dio su apoyo de variasformas, con voluntarios y distribución demiles de rosarios, botellas de agua y folletoscon recursos católicos para los peregrinos.En Toronto en 2002, la Orden estuvo re-presentada por una delegación de Caballe-ros universitarios — al igual que en París y

en Roma — y fundó el pabellón de las vo-caciones y el parque Duc in Altum, dondemiles de peregrinos recibieron el sacramentode la reconciliación.Cuando se celebró la última Jornada

Mundial de la Juventud en Sydney, Austra-lia en 2008, los Caballeros colaboraron conlas Hermanas de la Vida y el Instituto Pon-tificio Juan Pablo II para Estudios sobre elMatrimonio y la Familia para atender elsitio de Amor y Vida en el campus de unauniversidad local. Junto con las Hermanasde la Vida, más de 30 Caballeros universi-tarios acogieron a unos 12,000 peregrinosal sitio de catequesis, que presentó charlas yrepresentaciones que celebraban las ense-ñanzas de la Iglesia sobre la vida y el amor.El éxito de esta colaboración nos estimuló ahacer planes para organizar el primer sitiode lengua inglesa para la Jornada Mundialde la Juventud 2011 en Madrid.“Nuestro deseo es crear un ambiente di-

námico en el cual los jóvenes peregrinospuedan penetrar y experimentar la espe-ranza y la alegría que vienen de conocer aCristo y pertenecer a la familia de Dios, laIglesia,” dijo la Madre Agnes. “Oramos paraque esta iniciativa ayude a promover unaverdadera civilización de la vida y el amoren todo el mundo.”♦

Al final de la Misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud 2008 en Sydney, Australia,los peregrinos españoles celebran el anuncio del Papa Benedicto XVI de que Madrid será la sede elsiguiente evento de la Jornada Mundial de la Juventud.

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El Pasado Caballero Supremo Virgil C.Dechant recuerda sus encuentros personales con el Papa Juan Pablo II

El periodo más largo que haya cumplido un caballero su-premo (1977-2000) correspondió más o menos al se-

gundo papado más largo de la historia (1978-2005). Duranteesos años, el Pasado Caballero Supremo Virgil C. Dechant sereunió con el Papa Juan Pablo II en numerosas ocasiones, locual desarrolló un entendimiento mutuo y fortaleció los lazosde la Orden con la Santa Sede.“En el desempeño de sus tareas, al Sr. Dechant nunca le ha

faltado la lealtad nacida del amor”, dijo Juan Pablo II en sumensaje a la 118ª Convención Suprema en 2000, “y ha puestosus capacidades y experiencia al servicio tanto de Caballerosde Colón como de la Iglesia en general.”Hace poco, Columbia se sentó a charlar con el Pasado Ca-

ballero Supremo, quien compartió con nosotros algunos delos momentos culminantes de su larga relación.

“ESTÁBAMOS EN UNA REUNIÓN de consejo en Ca-nadá cuando nos enteramos de que había sido elegido Papa.La junta votó en favor de ir, y tuvimos que salir en ese mismomomento para llegar a Roma a tiempo. Uno de nuestrosmiembros tenía una esposa polaca, y ella me dijo que debíasaludar al Papa en polaco con la frase ‘¡Alabado sea Jesucristo!’Como soy de familia alemana, estoy acostumbrado a saludara los sacerdotes de esa forma. Aunque yo no sabía hablar po-laco, me estuvo entrenando. Así, cuando llegamos a encon-trarnos con el Papa tres días después de su entronización, ledije ‘¡Niech będzie pochwalony Jezus Chrystus!’ Y él dijo ‘En-tonces eres polaco’ Yo le dije, ‘No, Santo Padre, soy alemán’.“El Obispo que siempre acompañaba al Papa y estaba a

cargo de sus asuntos domésticos era francés. Siempre era muyamable conmigo, y pensaba que yo era francés. Cuando le dijeque era alemán, se quedó con la boca abierta. Así fue comocomenzamos nuestra relación con Juan Pablo II. Fue al pocotiempo de que comenzó a viajar, y la primera visita que realizófue a Santo Domingo en República Dominicana. El cardenalde Santo Domingo nos invitó a estar presentes, y yo me fuiallá con el capellán supremo y el tesorero supremo. Estábamospresentes para la gran presentación del Santo Padre al mundofuera de Roma.”

“LUEGO FUE A MÉXICO [en 1979], y seguimos la visitadesde [New Haven]. Claro que fue un éxito increíble. Acudieronmultitudes. El mundo quedó impresionado.Luego se nos acercaron para preguntar si pagaríamos la traduc-

ción de la película de la visita de Juan Pablo II a México al polaco.Accedimos y los videos se doblaron al polaco para introducirlosde contrabando a Polonia. En esa época, la Cortina de Acero es-taba muy presente. Los videos se mostraron clandestinamente envarias parroquias de Polonia para dar más valor a la gente cuandoapareciera el Papa. Y funcionó. En cierta forma, ayudamos a quela visita del Papa a Polonia, unos cuantos meses después, tuvieramás éxito.”

“EN ESA ÉPOCA EL PADRE JOHN MCGUIRE dirigía elServicio de Información Católica y nuestro programa de voca-ciones. Él y yo habíamos sido invitados al Congreso Mundialsobre Vocaciones en Roma. Fue un miércoles, y fuimos a la au-diencia Papal con el Conde Enrico Galeazzi [el representante dela Orden en Roma] y con el Arzobispo Lino Zanini. Teníamosasientos en primera fila, y esperamos al Papa. Cuando salió parareunirse con la multitud, oímos los tiros. Las palomas volaronpor todas partes, y supimos que el Papa había sido herido. Lo re-cuerdo muy bien. Sacaron al Papa en un jeep detrás de las rejas laterales mientras

estábamos allí sentados. El Arzobispo Zanini dijo entonces ‘Vá-monos. Vamos a entrar a ver al Arzobispo Deskur.’ El Cardenal[Andrej Maria] Deskur era el amigo del Papa, y precedió al Car-denal [John Patrick] Foley como presidente el Consejo Pontificiopara las Comunicaciones Sociales. Fuimos a verlo, y allí estabantodas las monjas polacas de la casa del Papa. Aproximadamenteuna hora nos quedamos con ellos escuchando un pequeño radio,y rezamos. Finalmente, el cardenal miró la imagen de NuestraSeñora de Czestochowa y dijo ‘Ya saben, hoy es la fiesta de Fá-tima. Ella lo salvará.’ Así mismo lo dijo, y las hermanas y todossonreímos. Fue toda una experiencia.”

“DURANTE MÁS DE 50 AÑOS, Caballeros de Colón tuvoun vínculo con el Vaticano por nuestros campos de esparcimiento.También en esa época, la Iglesia tenía un tremendo problema pre-

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supuestario, y yo pensé que debíamos organizar algo que vincularaa perpetuidad Caballeros de Colón con la Santa Sede. En la Con-vención Suprema de Louisville [Ky.] en 1981, tomamos la resolu-ción de establecernos como meta recaudar dinero para las obrasde caridad del mundo entero, y nadie conoce las necesidades delmundo mejor que el Papa. Caballeros alcanzaría un doblepropósito al establecer el Fondo Vicarius Christi: proporcionarfondos al Santo Padre para que pudiera cubrir las necesidades sinexplicaciones, y mantener el vínculo entre la Orden y el Papa,porque cada año llevaríamos las ganancias del fondo a Roma.”

“EN LA 100A CONVENCIÓN SUPREMA [en Hartford,Conn., en 1982], pude organizar un almuerzo privado entre elPresidente Reagan, el Secretario de Estado del Vaticano Cardenal[Agostino] Casaroli, el Cardenal Pio Laghi, el delegado apostólicoante Estados Unidos, el Sr. William Wilson, quien era el represen-tante del presidente en el Vaticano y uno o dos más. Se reunieronen mi suite, pero no estuve presente durante el almuerzo. En esareunión, analizaron la futura relación diplomática entre EstadosUnidos y el Vaticano. En el transcurso del año siguiente, ambospaíses se aceptaron mutuamente, el Cardenal Laghi se convirtió enel nuncio y el Sr. Wilson fue el primer embajador de EstadosUnidos ante la Santa Sede.”

“UNO DE LOS MOMENTOS culminantes fue cuando nospidieron que fuéramos coorganizadores de la misa en Brooklynen 1995. Ninguna organización laica lo había hecho. Nos llególa noticia de que el Santo Padre quería que fuéramos coorgani-zadores. Quería que fuera una organización familiar católica, yfuimos elegidos.”

“LA ÚLTIMA VEZ QUE vi al Santo Padre fue durante una au-diencia después de un concierto. Me vio en la fila y me sonrió.El Obispo, ahora Cardenal Donald Wuerl, bromeó ‘Después deusted, olvidó a todos los demás.’Teníamos una buena relación, una buena comunicación. Lo

importante es que alcanzó el nivel de la confianza. El Santo Padrenos tenía confianza. Le reconfortaba saber que no le saldríamoscon ninguna sorpresa. Se remonta a nuestra presencia en Romay nuestro modus operandi: Simplemente les dijimos que estába-mos allí para servir, y cuando nos necesitaran, sabían dónde en-contrarnos.”

“EL FUNERAL DE 2005 fue una de las pocas veces en queserví como Caballero de Su Santidad. Decidí unirme al personaldel Vaticano y ayudar a acompañar a los dignatarios visitantesy así mostrar mis respetos. Casi todos los jefes de estado delmundo se encontraban allí. Habremos sido unos 20 escoltán-dolos a sus asientos. Tuve el privilegio de acompañar al [Presi-dente George W. Bush] y a la primera dama, seguidos por elPresidente George Herbert Bush y el Presidente Clinton,quienes también formaban parte del séquito. Fue toda una ex-periencia: ver la Misa, ver como el viento hacía revolotear lashojas del libro depositado encima del hermoso féretro de pino,como si mostraran el paso del tiempo de vida, ver personas du-rante millas. Él conquistó al mundo.”♦

El Pasado Caballero Supremo Virgil Dechant, junto con la Junta de direc-tores, se reúne con Juan Pablo II en la Embajada de la Nunciatura Apostólicade la Santa Sede en 1979.

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Juan Pablo II dejó un legado diverso y amplio que en el futuro beneficiará

a la Iglesia y al mundo

por Greg Burke

Cuando el Papa Juan Pablo II fue herido de bala el 13 de mayode 1981, estuvo cerca de morir desangrado en su camino al

hospital. A su juicio, su supervivencia fue un milagro. ¿Y si las balasque hirieron al Papa lo hubieran matado? Ciertamente, la historia habría sido un poco diferente si Juan

Pablo II hubiera muerto como mártir. El Muro de Berlín habríacaído y el comunismo se habría derrumbado, incluso si hubiera to-mado mucho más tiempo. Digo esto no para disminuir el papel delPapa en la caída de la Unión Soviética, sino simplemente para des-tacar que esto probablemente no es su mayor logro. Una evaluación integral acerca del impacto de Juan Pablo II en

la Iglesia y el mundo llenaría volúmenes. Sin embargo, podemosobservar una serie de temas recurrentes de la extraordinaria vida deJuan Pablo II y la enseñanza que hoy aún se siente.

UNA NUEVA EVANGELIZACIÓNPor encima de todo, el Papa Juan Pablo II fue un enérgico e in-cansable evangelizador. Esto quedó claro con algunas de las pri-meras palabras del exarzobispo de Cracovia después de ser electoPapa en 1978.“¡Hermanos y hermanas! ¡No tengáis miedo de recibir a Cristo y

de aceptar su potestad!”, dijo Juan Pablo II durante la homilía en el

el EVANGELIZADOR

juan pablo Beato

El Papa Juan Pablo II saluda a las multitudes de camino a la catedral deOaxaca, México, el 31 de enero de 1979.

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comienzo de su pontificado. “¡No tengáis miedo! ¡Abrid, abrid depar en par las puertas a Cristo! ¡A su salvadora potestad abrid losconfines de los Estados, los sistemas económicos al igual que los po-líticos, los amplios campos de cultura, de civilización, de desarrollo!¡No tengáis miedo!” Estas palabras establecieron el tono de Juan Pablo II durante todo

el pontificado. “Permitid que Cristo hable al hombre”, imploró elPapa. “¡Solo Él tiene palabras de vida, sí, de vida eterna!” Este men-saje daría cuerpo de una manera más intelectual a su primera encí-clica, Redemptor Hominis (El Redentor del Hombre), pero en sushomilías era relativamente simple.Hace poco cené con un grupo de amigos, de alrededor de los 30

años, que se describen como parte de la “Generación Juan PabloII”. Son inteligentes, personas sofisticadas a quienes el difunto Papales cambió la vida. Si bien esto se debe principalmente a una largatradición de las Jornadas Mundiales de la Juventud — una iniciativade Juan Pablo II — el Pontífice tenía la habilidad de atraer y desafiara los jóvenes desde el inicio mismo de su pontificado.

Cuando Juan Pablo II celebró la Santa Misa en el Boston Com-mon el 1º de octubre de 1979, hizo un llamado especial a los jóvenesestadounidenses: “Por esto os digo a cada uno de vosotros: escuchadla llamada de Cristo, cuando sentís que os dice: “¡Sígueme! ¡Caminasobre mis pasos! ¡Ven a mi lado! ¡Permanece en mi amor!, a cadauno de vosotros os digo: prestad atención al llamado de Cristo alescucharlo deciros: “¡Sígueme! ¡Camina en mi camino! ¡A mi lado!¡Permaneced en mi amor! Es una opción que se hace: ¡la opción porCristo y por su modelo de vida, por su mandamiento de amor!”.El Papa agregó que a pesar de las conquistas de la ciencia y la tec-

nología, a pesar de los apetecidos y abundantes bienes materialesque ofrece, la gente está ávida de “más verdad, de más amor, de másalegría. Y todo esto se encuentra en Cristo y en su modelo de vida”.

UN MENSAJE CLAROSi bien muchas de las encíclicas del Papa Juan Pablo II eran teoló-gicamente complicadas, en general su mensaje era sencillo, claro yexigente, que es probablemente la razón por la que atrajo tanto a lagente joven.A fin de cuentas, la base de la Iglesia Católica es seguir a Cristo,

lo que significa tener lealtad a su Iglesia y saber lo que la Iglesia en-seña. Suena sencillo, pero Juan Pablo II vio una inmensa ignoranciaen el mundo, incluso en lo que respecta a los principios cristianosmás básicos e hizo todo lo posible para combatirla.El Papa no eludió las duras enseñanzas católicas sobre la morali-

dad sexual, el matrimonio o la santidad de la vida. Por el contrario,hizo todo lo posible para que estas enseñanzas fueran accesibles ylas presentó de manera atractiva. Fue parte del secreto de Juan PabloII: La gente podía sentir su autenticidad. Vieron a alguien que podíaexigir a los demás porque se lo exigía a sí mismo. También vieron laalegría de quien ha dejado todo para seguir al Señor.Uno de los constantes mensajes del Papa era el respeto por la vida

humana. Esto se volvió cada vez más importante en un mundo enel que se generalizó el aborto, el desarrollo científico permitió la ma-nipulación de la vida en sus primeras etapas y se extendía un movi-miento para promover la eutanasia. En muchos aspectos, el Papa Juan Pablo II lideró la batalla en de-

fensa de la vida frente a un creciente número de amenazas en sucontra. Su encíclica Evangelium Vitae (El Evangelio de la Vida) ayudóa fomentar una cultura de respeto a toda vida humana desde la con-cepción hasta la muerte natural. Al respecto, en su exhortación apos-tólica Familiaris Consortio, el Papa articula el papel central de lafamilia como escuela de vida y amor. Del mismo modo, al desarro-llar una “teología del cuerpo”, explicó cómo nuestra creación comohombre y mujer se refiere a este llamado para construir una culturade la vida.Sin duda, un sello del papado de Juan Pablo II fue el Catecismo

de la Iglesia Católica, publicado por primera vez en 1992. En esencia,el Catecismo es un resumen de las enseñanzas de la Iglesia (el títulopodría haber sido: “Esto es lo que somos, esto es lo que creemos”).Si bien se trata de un voluminoso libro integral, el Catecismo tam-bién es accesible y promete ser un importante punto de referenciapara las futuras generaciones de católicos. Si alguien se acerca porprimera vez a la fe, si regresa después de años de distanciamiento otrata simplemente de recordar una doctrina o enseñanza particular,lo que debe buscar es el Catecismo.

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UN PAPA SORPRENDENTEDurante su largo pontificado el Juan Pablo II sorprendió a muchagente, incluyendo a muchos de los prelados que trabajaban estre-chamente con él. Estas sorpresas eran a menudo cosas pequeñas,como caminar por la parte trasera de su avión durante sus viajespara contestar preguntas de cada periodista o escabullirse del Va-ticano para un día de esquí.Pero a veces las sorpresas eran más grandes, y sin duda una que

sorprendió a mucha gente fue su mea culpa, durante el Jubileo delAño 2000, para todas las situaciones en las que la Iglesia Católicano fue fiel en su misión a Cristo durante siglos. Mientras que estopuede haber sorprendido a algunas personas, para Juan Pablo pa-recía muy lógico. Somos una Iglesia de seres humanos pecadores.Reconocemos nuestras faltas de manera individual cada vez quenos confesamos y debemos reconocerlas como comunidad.Al tiempo que no quita nada de todas las glorias de la Iglesia

Católica durante siglos — entre ellas ejemplos sobresalientes dela caridad cristiana heroísmo y la santidad — la oración pública

del Papa para el perdón era una especie de purificación. Pudohaber sido providencial, también, ya que ayudó a allanar el caminopara una purificación más profunda a raíz de escándalos de abusosexual dentro de la Iglesia.Era difícil ver el deterioro de la salud de Juan Pablo II, especial-

mente para quien lo recordaba como un atleta robusto. Sin em-bargo, es también un notable ejemplo de una persona que se ponepor entero en manos de Dios. Nos recordó que, en definitiva, notenemos el control, ni siquiera el Papa.El Papa Juan Pablo II creía en la providencia divina y se enco-

mendó a las amorosas manos de la Virgen, que estaba allí paraprotegerlo, no sólo cuando casi fue asesinado en 1981, sino todoslos días de su vida. Su lema — “Totus Tuus” (Todo Tuyo) — serefería a la profunda devoción casi infantil que tenía por María.Se podía ver esta devoción en la forma en que rezaba el rosario yen la constante solicitud de ayuda de Nuestra Señora.Una vez un amigo me dijo que en 500 años, la gente no hablaría

de Juan Pablo II y la caída del comunismo. Por el contrario, argu-mentó, Juan Pablo II será mejor recordado por haber instituidolos cinco nuevos misterios del rosario, los Misterios Luminosos.En todo caso, una cosa es segura: durante su papado de casi 27años, Juan Pablo II contribuyó mucho con la Iglesia y con elmundo y será bien recordado por muchas generaciones futuras.♦

GREG BURKE es corresponsal de Fox News en Roma.

La gente podía sentir su autenticidad.Vieron a alguien que podía exigir a los demás porque se lo exigía a sí mismo. También vieron la alegría de quien ha dejado todo para seguir al Señor.

Página de enfrente: El Papa Juan Pablo II visita a Mehmet Ali Agca enuna prisión de Roma el 27 de diciembre de 1983. Esta reunión tuvo lugardos años después de que Agca fuera arrestado por dispararle al pontífice enla Plaza de San Pedro.Sup.: Juan Pablo II durante su visita a Polonia en 1983.

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Viajes al interior denuestro corazón

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En sus visitas a tierras de los Caballeros de Colón,Juan Pablo II tocó vidas e inspiró fepor Brian Caulfield

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Durante su largo pontificado, el Papa Juan Pablo II visitó129 países y se dirigió a cientos de millones de personas a

lo largo de casi 27 años; una corta caminata que realizó en NuevaYork puede servir como símbolo del espíritu y propósito de susviajes. En 1995, después de concluir un servicio de oración ysalir de la Catedral de San Patricio para saludar a la multitud enla Quinta Avenida, Juan Pablo II pasó por delante del Papamóvilque lo esperaba y siguió hasta llegar a la multitud que se encon-traba detrás de las barricadas de la policía. Con el Cardenal JohnO’Connor de Nueva York a su lado, el Papa avanzó con dificul-tad entre la multitud, saludando y bendiciendo a la gente hastallegar a la residencia del Cardenal. Ese paseo por la calle robó los titulares y los cortes de televi-

sión de ese día de octubre e hizo saber a los medios de comuni-cación de Nueva York que el Papa no era un hombre de edadsin contacto con Estados Unidos, sino un maestro de la escenay de su propio mensaje. El suceso improvisado también puso demanifiesto la misión de Juan PabloII en sus viajes: estar con la gente,tocarla, bendecirla y mirarla profun-damente a los ojos con una inque-brantable fe en Cristo. Se estimaque lo vio en persona más gente quea cualquier otro personaje de la his-toria, pero para aquellos que tuvie-ron la fortuna de estar cerca de éldurante sus apariciones públicas,parecía que solo estaba presentepara ellos.“Encontrarme con él cara a cara

y poder darle la mano y besarle elanillo, fue la experiencia de mivida”, recuerda James A. Foy, Pa-sado Diputado de Estado deNueva York (1995-97). El día anterior al servicio de oración de 1995 en la Catedral de

San Patricio, Foy y Dorothy, su esposa, habían sido portadores delas ofrendas durante la Misa celebrada por Juan Pablo II en Aque-duct Racetrack y patrocinada por C de C. El Obispo Thomas V.Daily, de Brooklyn, quien era Capellán Supremo, acompañó alPapa en el altar. Mientras tanto, un cortejo de Caballeros delCuarto Grado de Nueva York montaba una guardia de honor parael evento, y el Papa saludó y agradeció a la Orden por su nombre.“De rodillas ante él, nos sentíamos intimidados, hasta que nos

preguntó de dónde éramos y desplegó su gran habilidad parahacernos sentir cómodos en su presencia”, agregó Foy. “Ahí es-taba el sucesor de Pedro, y hablaba con nosotros como amigos”.

EL ‘EJÉRCITO’ DEL PAPAEn sus viajes, Juan Pablo II fue recibido en numerosas ocasionespor miembros de Caballeros de Colón. Durante sus visitas a Es-tados Unidos, Canadá, México, Puerto Rico, Filipinas, Guam,el Caribe e incluso Cuba - todas las tierras donde C de C estánpresentes - los Caballeros estaban entre los millones que acudíana su encuentro, uniéndose a los guardias del Cuarto Grado paraformar un pacífico ‘ejército’ de fe.

Felipe G. Solís, Pasado Diputado de Estado de México (1983-1985), recordó la visita de Juan Pablo II a Yucatán en 1993.Solís, quien ayudara a organizar la estancia y el programa delPapa, dijo, “fui honrado con una bendición. Me habló directa-mente, mirándome a los ojos, un santo como él. Nunca olvidarésus ojos, su voz, cómo me señalaba con el dedo mientras decía,“Te bendigo”. ... Lloré en silencio y me sentí amado por unsanto. Nunca lo olvidaré”.En 1979, Juan Pablo II realizó el primero de sus cinco viajes

a Estados Unidos, produciendo una explosión de energía en laIglesia, especialmente entre los jóvenes. En una reunión de jó-venes en el Madison Square Garden, sede de eventos deportivos

y conciertos de rock, en respuesta ala euforia de la multitud, el Papaocupó el centro del escenario conun alegre “Woo, woo, woo ...” quecapturó el corazón de la juventud.Ese año, llevó ese entusiasmo a susotros destinos en EE.UU., inclu-yendo Boston, Philadelphia, Chi-cago, Washington, D.C. y DesMoines, Iowa.Una visita de Juan Pablo II no era

sólo un acontecimiento religioso yespiritual, a veces, influyó en elcurso de la historia de una nación.En enero de 1981, cuando aterrizóen Filipinas, el país estaba bajo la leymarcial declarada por el presidenteFerdinand Marcos. Cinco años más

tarde, la rebelión pacífica People Power (el poder del pueblo),guiada por líderes de la Iglesia y la mayoría de la población cató-lica del país, derrocó a Marcos. Quizás no hubo una relación di-recta entre los dos sucesos, dijo Monseñor Pedro Quitorio, quienera un diácono recién ordenado cuando el Papa fue por primeravez a su país, pero recuerda haber escuchado que el presidenteMarcos suspendió la ley marcial durante la visita del Papa.“La gente estaba tan cansada y oprimida bajo la ley marcial,

que cuando supo que Marcos la suspendería - en el papel, aun-que no de hecho - se produjo un increíble espíritu de esperanzadentro de la Iglesia y del país”, dijo Monseñor Quitorio, quienahora sirve como director de comunicaciones de la Conferenciade Obispos Católicos de Filipinas y como Capellán de Estadode C de C en la jurisdicción de Luzón. “En Filipinas hemos vistoel poder de la fe y un nuevo espíritu”.El Papa aterrizó en la ciudad de Cebú, en la región central del

país, Visayas, por donde en el Siglo XVI el explorador Fernandode Magallanes introdujo el Cristianismo en Asia.“Después de la Misa se dirigió a la residencia del Arzobispo

para tomar un descanso, pero miles de personas permanecieronen la plaza frente a la residencia esperando a que el Papa los sa-

Página ant.: Llueve confeti sobre el Papa Juan Pablo II durante el desfile ensu honor por Broadway en Lower Manhattan, en 1979.Página de enfrente: Juan Pablo II sale de la Catedral de San Patricio durantesu primera visita a Estados Unidos en 1979.

Se estima que lo vio en persona más gente que a cualquier otro personaje de la historia, pero para aquellos que tuvieron la fortuna de estar cerca de él durante sus apariciones públicas, parecía que solo estaba presente para ellos.

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ludara desde la ventana”, recordó Eduardo G. Laczi, Pasado Di-putado de Estado de Visayas (2003-2007), quien dirigía la co-bertura de los medios de comunicación del evento para unacadena de televisión regional. “A las 4 de la mañana del día si-guiente, la gente ya estaba otra vez en la calle formando fila. Parael pueblo de Iloilo y las provincias vecinas, fue una experienciaúnica en la vida”.Juan Pablo II visitó otra vez Filipinas en enero de 1995 con

motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, que reunió a unos5 millones de personas en el espacioso Luneta Park a lo largo dela bahía de Manila. Esa vez, se reportó la mayor concentraciónde gente nunca antes registrada.

ENCUENTRO DE LAS VOCACIONESA donde fuera, el Santo Padre dejaba una impresión permanenteen la Orden de los Caballeros y en algunos casos cambió vidasy e inspiró las vocaciones.Durante la Jornada Mundial de la Juventud 2002 en Toronto,

muchos jóvenes se sintieron inspirados para buscar una vocaciónreligiosa, incluyendo al Hermano Daniel Tourigny de la Socie-dad de María, quien es miembro de Consejo Plessisville (Que-bec) 2527. El Hermano Tourigny describió el suceso de Torontocomo “un momento decisivo” que lo llevó a considerar la posi-bilidad de consagrarse a la vida religiosa. Agregó: “Con la Jor-nada Mundial de la Juventud comenzó mi admiración por JuanPablo II, y aquí estoy hoy”.En el mismo acto, Justin Deges encontró una vocación dife-

rente: el matrimonio. Recordó: “Vi a mi futura esposa de pie

allí, sola, en el frío, así que puse mis brazos alrededor de ella y laprotegí del frío y la lluvia durante la Misa. Fue un momentomuy emotivo entre nosotros, como si Dios lo hubiera planeadode esa forma”. Contrajeron matrimonio en 2006 y actualmenteviven en Kansas, donde Deges es agente de seguros de C de C. Por supuesto, el país en el que las visitas del Papa tuvieron el

mayor impacto en términos históricos fue en su natal Polonia,donde realizó ocho visitas pastorales durante su papado. A la pri-mera visita en 1979 se le atribuye el debilitamiento del régimencomunista y la inspiración del movimiento Solidaridad queayudó a derrocar a la Unión Soviética. “A través de sus visitas, fuimos capaces de descubrir quiénes

éramos como pueblo, como nación, como católicos”, dijo elPadre Witold Kania, quien sirve como Capellán del ConsejoMatki Boskiej Piekarskiej 14983 en Tychy, Polonia. “Recuerdosu segunda visita en 1993. Era un adolescente en la reunión dejóvenes en Jasna Gora. Éramos tantos y estábamos tan apretadosque era imposible caerse”. Ordenado en 1992, el Padre Kania dijo que ahora es capaz de

transmitir ese espíritu de solidaridad a sus hermanos Caballeros.“En Polonia, si entras a una casa, siempre hay un retrato de

Juan Pablo II”, explicó. “Para nosotros se ha convertido en nues-tro hermano, nuestro huésped, en un miembro de nuestra fa-milia. También es la forma en que lo vemos los Caballeros”. ♦

BRIAN CAULFIELD es especialista en comunicaciones de Ca-balleros de Colón y editor del sitio web de Padres para Siempre(padresparasiempre.org).

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LOS GRADOS DEL IDEAL COLOMBINO

MIEMBROS DEL Consejo HolyCross 4104 de Laguna, Luzón, sirvensopa a los niños necesitados durante unevento de alimentación patrocinadopor el consejo. Los Caballeros, enunión con Laguna State PolytechnicUniversity, distribuyeron alimentos,artículos de higiene personal y materialde lectura durante el evento.

Caridad

Unidad

ERIK VAZQUEZ RODRIGUEZ(izq.) del Consejo Juan Pablo II14104 de la Ciudad de México da co-mida de bebé a un paciente en el hos-pital de Tepexpan. Los Caballerosrecaudaron alimentos y ofrecieron unataquiza en el hospital para los resi-dentes y el personal. Los miembrosdel consejo también llevaron comidade bebé para los pacientes que ya nopueden comer alimentos sólidos antesde acompañarlos a dar un paseo porlos jardines del hospital. El consejo14104 es un consejo universitario quereúne estudiantes de diversas univer-sidades de la zona.

Patriotismo

EL CAPITÁNMarlon Gomez del Lo-gistics Civil Augmentation Program(LOGCAP) en Kandahar, Afganistán,muestra algunas de las golosinas querecibió en un paquete de regalo en-viado por el Consejo St. Mark 12553en Denton, Texas. Los Caballeros deTexas reunieron paquetes de regaloque fueron enviados a la Mesa Re-donda St. Michael the Archangel en laBase de la Fuerza Aérea Bagram enParvan, Afganistán, patrocinada por elConsejo Msgr. Robert D. Goodill andSt. Luke 11229 en Erie, Pa. Luego lospaquetes fueron distribuidos a los sol-dados de toda la región.

Fraternidad

LARRY CANNON (centro) de laAsamblea Bishop Joseph Durick deAdamsville, Ala., mira a Patty Wehbyy Douglas Blancahrd que enciendenuna vela conmemorativa en una Misaespecial auspiciada por el Consejo St.Patrick 10567. Los Caballeros y susesposas se reunieron para celebrar lasvidas de 27 miembros difuntos delconsejo y el grupo de damas. Todoslos viudos y los miembros de la familiade los difuntos fueron invitados alevento.

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CABALLEROS DE COLÓN

ENVÍA LAS FOTOS DE TU CONSEJO PARA USARLAS EN LA SECCIÓN CABALLEROS DE COLÓN EN ACCIÓN. PUEDES ENVIAR LAS FOTOS VIA

E-MAIL A [email protected], O POR CORREO A 1 COLUMBUS PLAZA, NEW HAVEN, CT 06510-3326.

Aaron y Alex McKenney del Consejo TheFour Chaplains 10652 en Joint Base Lewis-McChord en Washington despliegan lasbanderas de EE.UU., C de C y el Vaticanoque llevaron a la cima de Mount Rainier.Estos gemelos eran Caballeros universitariosy ahora sirven en el ejército norteamericano.Aaron regresó hace poco tras pasar un añoen Irak, mientras que Alex sirvió un año enAfganistán. Cuando los hermanos volvierona casa al terminar su tiempo de servicio enel exterior, treparon el Mount Rainier jun-tos y llevaron con ellos las tres banderas a lacima de 14,411 pies.

Construyendo un mundo mejor

un consejo a la vez.

Cada día en el mundo entero, se les da a losCaballeros oportunidades para que ellos haganla diferencia. Sea a través de servicios comuni-tarios, recaudando dinero para sus parroquiasu oración. Elogiamos a todos y cada uno de losCaballeros por su fuerza, su compasión y sudedicación para construir un mundo mejor.

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POR FAVOR, HAGA TODO LO POSIBLE PARA ALENTAR LAS VOCACIONES SACERDOTALES Y RELIGIOSAS. SUS ORACIONES Y SU APOYO SON MUY IMPORTANTES.

MANTENGA VIVA LA FE

‘CRISTO ME ESTABALLAMANDO PARAQUE LO SIRVIERA

COMO SACERDOTE’A menudo me preguntan, sobre todo los jó-

venes, por qué me hice sacerdote. Quizá algu-nos de ustedes quisieran hacerme la mismapregunta. Trataré de responder brevemente.

Debo empezar por decir que es imposible ex-plicarlo por completo, puesto que sigue siendoun misterio, incluso para mí. ¿Cómo explicauno los caminos de Dios? Sin embargo, sé queen un momento de mi vida me convencí de queCristo me decía lo que había dicho a cientos depersonas antes de mí: “Ven y sígueme”. Era muyclaro que lo que yo oía en mi corazón no erauna voz humana, ni una idea mía. Cristo mellamaba para que lo sirviera como sacerdote.

Y como probablemente se pueden darcuenta, estoy profundamente agradecido a Diospor mi vocación al sacerdocio. Nada es más sig-nificativo para mí ni me proporciona tanta ale-gría como celebrar Misa todos los días y serviral pueblo de Dios en la Iglesia. Esto ha sido asídesde el día en que fui ordenado como sacer-dote. Nada lo ha cambiado nunca, ni siquierael convertirme en papa.

PAPA JUAN PABLO II Los Ángeles, 15 de septiembre de 1987