Boletín Salesiano noviembre-diciembre 2014

EditorialP. Pablo abreu, SDb

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B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S n o v i e m B r e - D i c i e m B r e D e 2 0 1 43

El deterioro creciente de la familia natural es uno de los problemas más alarmantes en nuestra sociedad: divorcios, separaciones, conflictos y rupturas familiares, padres ausen-tes, madres solteras, niños y jóvenes abandonados. Se van disolviendo los vínculos fundamentales de la familia, porque al hombre de hoy le cuesta crecer hacia un amor sano, ma-duro y generoso.

La familia es el lugar donde nos formamos, donde apren-demos a amar, a solidarizar, a asumir responsabilidades. En ella aprendemos también a ser padre y madre, hijo y herma-no. Es en ella donde se decide la futura actitud social de un hombre o mujer. Se aprende a tratar a los otros, no como cosas, sino como personas. En la familia se aprende a dar y a recibir amor.

Un niño, al nacer en un hogar, entra naturalmente en ese mundo de vínculos que es su familia: su mamá, su papá, sus hermanos, su hogar. Y en torno a esos vínculos básicos construye su mundo propio. Sin familia no se tiene raíces. Lo que le pasa a un árbol sin raíces, le pasa a aquella persona sin este enraizamiento en su familia.

Ante una familia amenazada estamos invitados a ser pro-fetas de esperanza. Las amenazas son desafíos a los que

hemos de responder en la fe. Frente al mundo sumergido en tinieblas que quiere llevar al mismo ámbito a las familias, la Palabra de Dios se vuelve faro, lucero, horizonte de es-peranza.

El más pequeño gesto de humildad en contribuir a que todos descubramos al Dios creador como Padre de todos, se transforma en la más grande piedra sobre la cual po-dremos construir una humanidad nueva, siendo cada familia una piedra viva en la construcción de la sociedad. El más simple gesto de amor en una familia aporta a construir la civilización del amor.

La familia es un gran desafío evangelizador, porque es fun-damento y signo de la Iglesia. La Iglesia se gesta a partir de cada hogar cristiano, como comunidad y escuela de fe.

El hogar de Jesús, María y José, en Nazaret, representa el modelo de todo hogar cristiano. Allí Jesús era el centro y su presencia llenaba la vida entera de la pequeña familia. Lo divino y lo humano se entrelazaban en una síntesis perfecta. El desafío de los padres y madres hoy consiste en hacer de su hogar un reflejo del hogar de Nazaret, para ejercer una influencia de fe, duradera y profunda, en el corazón de sus hijos.

Familia Rodríguez García

Desafíos de la familia hoyInvitados a ser profetas de esperanza

Familia Liranzo Pérez

Mis queridos amigos y amigas de la Familia Salsiana: el saludo de este mes del boletín salesiano nos encuentra a todos ya bien dentro de este año jubilar, de este año de Gracia que es el Bicentenario del nacimiento de Don Bosco. Y justamente se trata del mes misionero mundial por exelen-cia. Ya lo he podido repetir y compartir varias veces: sería realmente muy hermoso si en este año del Bicentenario de nuestro Amado padre Don Bosco, y en años sucesivos, tu-viéramos el don de contar con una fuerte animación de pas-toral juvenil para toda la Congregación y la Familia Salesiana que se traducirá también en abundantes frutos misioneros, como ‘Missio Ad Gentes’ para toda nuestra Familia apostó-lica. El carácter misionero es muy nuestro muy constitutivo de nuestra propia esencia carismática.

En este momento tengo muy viva en mi memoria y en mi corazón la celebración del envío misionero que tuve la gracia e inmensa dicha de presidir en la Basilica de María Auxiliadora de Valdocco este 28 de septiembre pasado. Se

trató de la 145º expedición misionera. Pensé mucho en aquella primera ex-pedición, presidida por el conmovido y decidido Don Bosco, cuando envió sus primeros hijos para Argentina, capita-neados por Juan Cagliero, en aquel no tan lejano 11 de noviembre de 1875. Las estadísticas nos hablan de cerca 11.000 los Salesianos de Don Bosco y 3.500 Hijas de María Auxiliadora envia-dos desde entonces desde esta mis-ma Basílica.

Puedo contaros, urgando en el baúl de mis vivencias que en mi servicio en la Inspectoría del Sur de Argentina du-rante estos últimos años, en particular

en diálogo con mis hermanos salesianos de la Patagonia, pude adentrarme con mayor atención y admiración, en lo que fueron las heróicas páginas misioneras y los impresio-nantes espacios apostólicos de esos primeros hijos de Don Bosco, así como nuestras hermanas, aquellas jóvenes Hi-jas de María Auxiliadora, en el continente latinoamericano. Y pude apreciar, una vez más, la calidad humana, el arro-jo apostólico, y la santidad de estos primeros misioneros y misioneras. De hecho, Don Raúl Entraigas, en su biografía sobre el Cardenal Cagliero, ya había dicho que parecía que estos hombres habían sabido arrancar del corazón de Don Bosco su secreto de santidad.

Estas semanas atrás, en la celebración en la Basílica, fi-jando mis ojos y mi corazón en cada uno de los Salesia-nos, Hijas de María Auxiliadora y laicos que recibían la cruz y el mandato misionero en Valdocco, pensé rapidamente en cada uno y cada una de los miembros de nuestra fami-lia salesiana en el mundo entero. Este pequeño grupo no

ha querido ser un simple grupo de privilegiados o de elegidos ex-clusivos, sino más bien, un fermento en la masa. Un estímulo para todos, en t o d o el mundo, para que seamos siempre, ahí donde nos encontramos, auténticos evangelizadores y misioneros de los jóvenes. Este, creo yo, es uno de los mejores regalos que podremos hacerle a Don Bosco en este su 200º cumplea-ños: el de una Familia Salesiana más misionera, más apos-tólica, más en salida, como nos recuerda el Papa Francisco.

Por eso invito a que en este mes misionero de nuestro año jubilar, cada grupo de nuestra familia pueda tomarse su tiempo, en los diversos niveles de responsabilidad, para hacer una sincera auto-evaluación misionera que lleve a preguntarse cómo podemos ser más y mejores misioneros, según los aspectos próprios de la identidad carismática de nuestro grupo.

Y al mismo tiempo, esto lo podrá hacer cada amigo y ami-ga de Don Bosco, cada joven que se siente inspirando y amado por el Padre de la Juventud, cada matrimonio y fa-milia que tiene a Don Bosco como protector y como mode-lo. Quiere decir, preguntarse adonde nos invita a llegar Don Bosco, personalmente, como familia o como grupo en este año jubilar misionero. Estoy convencido que si se lo pregun-tamos sinceramente a Don Bosco, sobre todo a través de la oración, un sinnúmero de iniciativas y de nuevos senderos misioneros salesianos se irán abriendo poco a poco, justa-mente allí donde podría parecer que la esperanza se hubie-se quedado muda. Basta pensar en el maravilloso ejemplo de este grupo de jóvenes que en el mes pasado en Sierra Leone, inspirados por Don Bosco y por Domingos Savio, decidieron arremangarse y arriesgar sus propias vidas para salvar las de los sus hermanos y hermanas dramáticamente afectados por el virus africano del ébola.

Y en esto percibimos un elemento esencial de renovación misionera para nuestra Familia Salesiana: saber despertar a nuestros jóvenes a la «fantasía de la caridad», como le gus-taba decir a San Juan Pablo II. Allí donde los adultos que estamos con Don Bosco podemos correr el riesgo de enre-darnos en estructuras complejas y vetustas, que no siempre responden plenamente a las necesidades más urgentes de los más pobres, los excluidos y quienes están en peligro, los jóvenes animados y orientados por la experiencia de los adultos sí podrán, encontrar “nuevos cielos y tierras nue-vas”. No tengamos entonces miedo a darles espacio para que vuelen alto, para que vayan más lejos. Y así, con ellos, toda la Familia Salesiana podrá volar más alto e ir más lejos. Ser más misionera y más apostólica. Así como Don Bosco la pensó, la soñó y la organizó.

Un gran abrazo con todo afecto y pidiéndole a Don Bosco su intercesión y bendición sobre todos.

Rector MayorDon Ángel FernÁnDez artime

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Volar más alto e ir más lejos

Este, creo yo, es uno de los mejores re-

galos que podremos hacerle a Don Bosco

en este su 200º cumpleaños: el de

una Familia Salesia-na más misionera,

más apostólica, más en salida, como nos

recuerda el Papa Francisco.

Entrevista


Estuvo con nosotros del 10 al 18 de septiembre don Timo-thy Ploch, Consejero de la Región interamérica y por lo tanto consejero de nuestra inspectoría.

En esta visita don Timothy Ploch nos concedió un encuen-tro con el Boletín Salesiano y compartió algunas ideas para toda la Familia Salesiana de Las Antillas San Juan Bosco.

En este diálogo quisimos saber cuáles fueron sus senti-mientos al ser elegido como regional para este espacio del mundo y nos cuenta que al principio pues no quería, pero que se dio cuenta que era significativo porque entendía que esta es una región interamericana, como su nombre lo dice, y que no es sólo latina y por lo tanto tiene muchas riquezas en su cultura, en sus idiomas, etc.

Don Timothy Ploch es la primera vez que vista nuestra ins-pectoría en calidad de Regional. Ya lo había hecho otras veces como inspector de la inspectoria de Estados Unidos pero para compartir experiencias de proyectos y también asistir a ordenaciones sacerdotales.

No es una visita oficial ni canónica. Tres son los motivos de esta visita: en primer lugar es conocer la inspectoría y su situación, el segundo motivo es el que los hermanos co-nozcan al regional y el tercer motivo es el de que varias ins-pectorías están en el discernimiento para elegir el próximo inspector y ésta inspectoría está en ese proceso. Aquí el discernimiento se ha realizado en cuatro lugares: en Cuba, Puerto Rico, en la parte norte y en la capital de República Dominicana. El proceso de discer-nimiento sobre el nuevo inspector se realizó en un clima de oración, de escucha de la palabra de Dios, de escucha de las opiniones de los hermanos y sondeos de algunos nombres. Fue una experiencia muy bonita y se nota la responsabilidad de los hermanos y el com-promiso por la inspectoría.

De la inspectoría le impresiona a don Timothy Ploch, la variedad de obras y la diferencia de cultura entre los tres países que la componen. También le impresiona la dedicación de los hermanos de los tres países y de las distintas obras en implementar el ca-risma de Don Bosco.

Por último don Timothy Ploch nos deja el siguiente mensaje para toda la Familia Salesiana de Las Antillas: “Afectuosamente saludo a todos los miembros de la Familia Salesiana de Las Antillas San Juan Bosco. No es un saludo personal, sino que es el saludo del Rector Mayor. Nuestro Saludo, cariño y animación para todos para que sigamos siempre adelante con la misión salesiana en estas tres culturas.

FranciSco alberto Pérez roDríguez

Don Timothy Ploch, SDB Consejero Regional para Interamérica, de visita en nuestra Inspectoría


Hoy, 24 octubre 2014, es-toy celebrando con Ustedes mis 50 años de ordenación sacerdotal. La pregunta que me he hecho, y me hago de nuevo ante todos ustedes, es ésta: ¿cómo surgió esta decisión de ser sacerdote? Ahora sí puedo decir con certeza que desde mi naci-miento en 1933 hasta 1954 nunca pasó por mi mente tal proyecto. Surgió en el año 1954, Año Mariano, cuando yo tenía 21 años.

Más bien que una decisión yo digo que fue una Coope-ración a algo que se me pro-puso. Esta meta sacerdotal nunca había estado en mi mente, nunca me consi-deré apto. Deseaba ser un simple CRISTIANO RELIGIOSO. Aún recuerdo las palabras de los dos Directores: uno

que perteneció al Filosofa-do de Guadalajara (España), y otro que fue del Teologa-do internacional de Bogotá (Colombia), en la década de los años 1954–64. Cuando yo les indiqué que quería ser más bien un sencillo Co-adjutor Salesiano, ellos me respondieron de esta for-ma: “Serrano, desde ahora en adelante no vuelvas a repetir lo que has dicho. Tú serás sa-cerdote y punto final. Obedece. La obediencia se impuso, y no volví a repetir esa idea nunca más. Ese episodio, sin embargo, me obligó a reflexionar sobre ciertos as-pectos de mi vida, los cua-les hoy quiero manifestarles, y que yo no había sabido darles el valor que tuvieron en sí cuando se produjeron. Mis padres, mi hermana,

que fue la primera nacida, y mis tres hermanos varones nunca supieron lo que voy a revelarles. Tampoco lo su-pieron los Rectores Mayores que tuve desde el año 1954, y los diversos Superiores en las diversas categorías, y los muchos Directores; y no digamos la multitud de los compañeros salesianos. La ignorancia por parte de ellos fue total.

Hoy me voy a referir a los episodios que me llevaron después abiertamente al sacerdocio, y que yo ya no podía considerar sin ningún valor, porque intuí que de-trás de esos episodios de mi vida personal había ALGUIEN: es decir, el UNO y TRINO. Esto es lo que voy a manifestar-les.

Empiezo. Cuando en 1998 fui destinado a Roma, para ayudar en la Secretaría Ge-neral, tuve que pasar por Madrid, allí me reuní en el Aeropuerto de Barajas con mi hermano Rafael, su es-posa y sus dos hijos. Des-pués de 48 años, mientras yo esperaba poder tomar avión para llegar a Roma, ellos supieron qué cosa aconteció en la Universidad de Santiago de Composte-la que me llevó a triunfar en el Examen de Estado al final de los Estudios de Secun-daria Español, y que este re-sultado repercutió también en mi entrada a trabajar en el Banco de Bilbao, Espa-ña; y después satisfizo al Salesiano que mis Superio-res de la Casa Inspectorial de Madrid, España, habían

encargado de examinar mis antecedentes personales sobre si podía ser conside-rado un candidato a la vida salesiana. Este salesiano, al principio, no estaba muy de acuerdo en aceptarme, y lo manifestaba externamente. Solamente cuando supo lo que sucedió al finalizar mis estudios de bachillerato, y el modo cómo fui aceptado para entrar a trabajar en el Banco de Bilbao, es cuan-do empezó a tomarme en serio, y desde ese momento apoyó incondicionalmente mi candidatura a la vida sa-lesiana, y por esto hoy estoy entre Ustedes celebrando mis 50 años de Sacerdocio. Vamos ahora a examinar los episodios que precedieron a mi entrada a la Vida Sa-lesiana, porque hay cosas que también pueden darse en muchos de Ustedes. Los episodios claves o funda-mentales fueron propiamen-te tres:• El Rosario, a partir de mis

16 años de edad.• El examen en la Universi-

dad de Santiago de Com-postela en 1950.

• El examen para entrar en el Banco de Bilbao en 1954.

SOBRE EL ROSARIO. Cier-tamente el poseer un rosa-rio surgió en mí durante los estudios del Bachillerato en Orense, Galicia, España. Me parece que con motivo de un cumpleaños yo recibí dinero por parte de mis pa-dres. Debió de ser en 1949. El resultado fue que yo esta-ba pasando por un período

Homilía de los 50 años de Ordenación Sacerdotal

P. José María Serrano Cos-Gayón, sdb

Salesiano

El Coadjutor Alberto Rodríguez le entrega la bendición de Papa Francisco al P. Serrano

Salesiano


de mi adolescencia muy difícil. Un día no sé el porqué, ahora no recuerdo, pasé por una iglesia que estaba celebrando un acontecimiento parroquial y se vendían muchos rosarios. Compré uno, y por sugerencia del confesor empecé a rezar-lo por mi cuenta todos los días. En mi casa nadie sabía que yo rezaba el rosario. Puedo decir que fue un arma secreta, la cual me hizo resultar victorioso en los problemas de tipo moral que tuve que afrontar personalmente en ese período. El Rosario me llevó después a la Comunión sacramental casi diariamente. También surgió el problema de los estudios. En matemáticas yo era sinceramente un cero a la izquierda y otro cero a la derecha; pero en la ciudad de Orense había una hermosa biblioteca pública. Allí una de las encargadas del uso de los libros, me facilitó, por iniciativa propia de ella, un libro donde estaban resueltos un montón de problemas de álgebra y de trigonometría principalmente. En una pala-bra me “actualicé. Desde entonces la Aritmética y el Algebra llegaron a ser unas buenas compañeras, (y también debo de-cirles que esas dos materias son armas formidables para salir victorioso en los combates espirituales, que se deben afrontar con el correr de los años, aún en la misma ancianidad, tanto por parte de los hombres como de las mujeres). Prosiguiendo, fal-taba muy poco para la terminación del año escolar. Cuando me presenté en la Universidad de Santiago de Compostela yo aún no estaba preparado; fui, por tanto, suspenso en el mes de junio. Tenía una alternativa en los meses de sep-tiembre–octubre de ese mismo año 1950. Fue un período intenso de preparación en la Biblioteca Pública de Orense.

Este último período fue decisivo. Ustedes recordarán que en 1950 comenzó la guerra de Corea, un problema mundial. El ambiente internacional era muy tenso. Ser suspendido en el período septiembre-octubre hubiera sido terrible para mí, y al mismo tiempo un gran problema para mi familia.

Llegó el momento de presentarme de nuevo en la Uni-versidad de Santiago de Compostela. Lo primero que hice cuando llegué a Santiago de Compostela fue ir directo a la Basílica, donde se conserva los restos del cuerpo del Após-tol Santiago el Mayor. Me parece que ese año 1950 era un AÑO JACOBEO. España estaba inundada de peregrinos de todo el mundo, los cuales iban buscando beneficios de todo

orden, material y espiritual, en la Basílica de Santiago. Yo me encomendé con toda mi alma al Apóstol Santiago. Re-cuerdo que cuando dejé la Basílica encontré a un señor muy elegante, con apariencia de profesor, que caminaba hacia la Basílica, me pareció que era miembro del “Opus Dei”. El caso es que este encuentro fue providencial por lo que diré más adelante. Yo lo considero así ahora, no en aquel tiem-po. La interpretación de este hecho, por parte mía, fue que el Apóstol, por orden del GRAN JEFE (JESÚS), empezaba a trabajar a favor mío.

Al día siguiente, el 5 octubre 1950, llegó el momento de la verdad. Solamente recuerdo tres episodios: el examen oral, el examen escrito de matemáticas, y la comunicación del resultado final por parte de la Universidad. Veamos las co-sas una por una. El resultado fue decisivo para mi condición actual de sacerdote salesiano.

PARTE PRIMERA: EXAMEN ORAL.El aula estaba totalmente llena de jóvenes de ambos

sexos. El examen debió ser sobre las dos y media de la tarde, es decir, después de la comida. En la mesa presiden-cial estaban tres catedráticos. Todos ellos doctores. Cada uno examinaba a un estudiante. A mí me correspondió ir a sentarme a la derecha de la mesa presidencial. Una vez sentado, el profesor me dijo: -Usted, ¿se llama José María Serrano?. Le respondí: Sí. Entonces, hábleme de los crustá-ceos en general; y después, en particular, de los cangrejos y de las gambas. (Fue un momento de terrible angustia, que debió durar algunos segundos. Ciertamente en los siete años de estudios del bachillerato no se había tratado ese sector de las ciencias naturales).

Estoy convencido que el Apóstol Santiago, a quien me ha-bía encomendado, empezó a trabajar; otra explicación no encuentro; porque, en ese entonces, yo, con una tranqui-lidad no propia de mi ser, percibo que el profesor exami-nador estaba afrontando una grandísima somnolencia, se ve que había comido abundantemente, y que se esforzaba por controlarla, pero que no podía; él miraba mis labios de vez en cuando, porque yo no dejaba de hablar; eso sí yo actuaba con solemnidad y tranquilidad; pero ¿qué cosas yo

P. Jose María Serrano, Sra Josefina Casales Estevez y P. Manuel Bello P. Serrano P. José González del Pino (inspector) junto a sus compañeros de vida salesiana.

estaba diciendo al catedráti-co, y debo confesar que yo actuaba sin ninguna malicia, y de forma completamente normal.

Recuerdo que, más o menos, yo empecé a de-cir automáticamente, pero con firmeza y serenidad las siguientes palabras: “Mi ma-dre siempre ha sido una buena cocinera. En mi familia, tanto mi padre como mi hermana y mis tres hermanos nos lamía-mos los dedos cuando mi ma-dre nos ponía sobre la mesa del refectorio los cangrejos, camarones, crustáceos, etc…

Mientras yo hablaba el catedrático me miraba, se veía claramente que lucha-ba contra la modorra, pro-ducida casi seguramente por el almuerzo que había hecho. Yo sin ninguna ma-licia, y como el que es diri-gido por Alguien, yo conti-nué diciendo: Y debo decir que en las aguas marinas que rodean Galicia abundan los crustáceos; y también en Ca-

lahorra, ciudad de la Rioja, donde he habitado por muchos años, y allí los crustáceos en muchas ocasiones llegaban vivos, porque el servicio de transporte desde Galicia y de las costas cantábricas a la Rioja es buenísimo y rapidísi-mo.

Y de este modo dije otras cosas; después hice silen-cio, y entonces el profesor, después de haber hecho un gran esfuerzo por no dejarse dominar por el sueño, recu-peró el dominio de sí, y me dijo: Muy bien, José María Se-rrano, puede irse tranquilo.

PARTE SEGUNDA: EXAMEN DE MATEMÁTICAS.

Pasado un tiempo, que no puedo precisar, a través de un altavoz oí mi nombre y la orden de ir cuanto antes a una determinada aula de la Universidad. Entré, y me llevo una sorpresa: el exami-nador era la misma persona que yo había encontrado por la mañana al salir de la Basílica. Percibí que el pro-fesor con los gestos de su

cara indicaba que me había visto en algún lugar ese mismo día. Una vez sentado jun-tamente con otros cuatro estudiantes, recibo del profesor una hoja con tres ejercicios de trigono-

metría, sobre los cuales yo sí esta-ba bien prepara-do, gracias a la Bi-

blioteca Municipal de Orense. En pocos

minutos termino y en-trego la hoja después de

haber puesto la fecha, mi nombre y apellidos.

PARTE TERCERA: RESUL-TADO DEL EXAMEN.

Después de tres horas más o menos, un empleado de la Universidad expuso en el tablón de anuncios la lista de los aprobados y suspen-didos. Junto a mi nombre y apellidos apareció la nota: notable.

En mi familia nadie es-peraba tal resultado, ni yo tampoco. Yo Lo atribuyo al Apóstol Santiago.

Este resultado influyó gran-demente para que yo fuera aceptado en la Sociedad Salesiana. En primer lugar, porque tuvo consecuencias buenísimas sobre mi entra-da a trabajar en el BANCO DE BILBAO, España, y de allí en la SOCIEDAD SALE-SIANA, porque el Salesiano que tenía que decidir se pre-sentó un día en el Banco y pidió informes sobre mí, y quedó impresionado pro-funda y gratamente por los hechos que sucedieron en mi aceptación a trabajar en ese Banco, y que a él debie-ron comunicarle. Solamente hoy les puedo decir que el Subdirector del Banco me dijo: “Serrano, si los Salesia-nos no te quieren, vente con nosotros”.

Hoy solemnemente pue-do afirmar que el Banco cumplió, porque el 16 de agosto 1956 profesé como Salesiano. Yo había dejado el Banco dos años antes, el 20 septiembre 1954, y entonces quise saber si el Banco había cumplido. Es-cribí al Director del Personal del Banco pidiendo la fecha exacta de mi cese como empleado. La respuesta fue: “Usted cesó el 28 septiembre 1956”; es decir, dos años después de dejar el Banco, a fin de entrar como aspiran-te en el Colegio Salesiano de

Atocha, Madrid. Y además esa fecha era posterior a mi petición de saber la fecha oficial de haber sido dado de baja.

En cuanto a mis padres, debo expresar mi alegría.

Ninguno de mis hermanos pudo recompensar a mis padres lo que mis progeni-tores recibieron por causa de mi sacerdocio, así yo creo. Esto se experimentó sensiblemente en el funeral tanto de mi madre (muerta en enero 1976) y de mi pa-dre (muerto en abril 1991); es decir, 15 años después. En esas dos ocasiones los salesianos sacerdotes espa-ñoles concelebrantes fueron al menos 25 sacerdotes. La única explicación de esta presencia sacerdotal tan nu-merosa la considero que fue un don especialísimo de JE-SUS, el GRAN JEFE, porque yo, desde el 21 agosto 1958, he estado enteramente ausen-te de la España salesiana, y además yo no había solicita-do esa participación sacer-dotal. Yo solamente había pedido celebrar yo sólo la Misa a favor primero de mi Madre, y quince años des-pués por mi padre.

Bueno, ahora sí puedo de-cir a Ustedes que quedan in-vitados a recibir más detalles sobre mi período bancario, del cual no he hablado gran cosa. Lo haré cuando cum-pla los 60 años de sacer-docio, porque algo sucedió que yo pienso que es digno de que sea conocido, a be-neficio de Ustedes mismos.

A JESÚS el SEÑOR y a su SANTÍSIMA MADRE MARÍA, y a SAN JOSÉ su padre nutri-cio, mi profundo agradeci-miento; y también a todos USTEDES por la paciencia y benevolencia que han tenido conmigo. AMÉN.


Salesiano

P. Jose María Serrano, SDB

Educación


Sor elizabeth corSino, [email protected]

Queridos amigos y amigas del Boletín Salesiano, de nuevo estoy por aquí para compartir con todos ustedes la belleza de haber sido llamada por Dios a pertene-cer a la gran Familia de nuestro Padre Don Bosco cuyo bicentenario de su nacimiento estamos celebrando todo este año. En esta ocasión será la Alegría de Educar la que nos ocupará en esta breve entrega. Leí en es-tos días un escrito del Arzobispo de Ovie-do, Mons. Jesús Sans Montes, donde dice: tantas veces nos preguntamos si es posible la alegría en nuestro mundo, si realmente se puede festejar algo cuando nos asomamos a diario a tantas situaciones próximas o le-janas que nos arrebatan las razones para la alegría. Pero hay gente que tiene una mirada distinta ante la realidad. Y así, mientras otros se espantan, se indignan, se deprimen, se revuelven, ellos son capaces de regalar una sonrisa. No es la propia del ingenuo o cegato que no se en-tera, sino la que pertenece a quien descubre en cada cosa dónde está su verdad y dónde su mentira. El poeta Luis Ro-sales dice a este propósito: «es cierto que te puedes perder en alguna sonrisa como dentro de un bosque y es cierto que, tal vez, puedas vivir años y años sin regresar de una sonrisa».

Sin duda que Don Bosco está muy de acuerdo con estas palabras, pues él estuvo tan convencido de la necesidad de la alegría para educar que nos la dejó como una de las

características que nos distinguen como educadores sa-lesianos, como medio, estilo, estrategia para encaminar a

los jóvenes por el camino del bien. Y esto porque, según afirma también Mons. Sans, quienes siguen al Señor a través de los di-versos carismas y estilos de vida a los que han sido llamados, están invitados a testi-moniar con la sonrisa de sus vidas la alegría que les llena el alma. A Martín Descalzo le gustaba decir que la sonrisa es como un sacramento de la alegría: «la gente que ama mucho sonríe fácilmente. Porque la sonrisa es, ante todo, una gran fidelidad interior a sí mismos. Un amargado jamás sabrá sonreír. Debemos estar sumamente agradecidos de Dios porque en Don Bosco nos regaló Su propia sonrisa, una sonrisa que supo luchar para provocar miles de sonrisas a su alrededor y que hoy continúa

haciendo sonreír a muchos niños, adolescentes y jóvenes en el mundo entero. El momento actual nos plantea el desafío de continuar educando a los jóvenes por medio del mara-villoso y eficaz recurso de la alegría que brota, como decía nuestra Santa Madre Mazzarello, únicamente de un cora-zón que Ama, pero que ama mucho al Señor. Celebremos el Bicentenario del nacimiento de nuestro amado Padre, son-riendo y haciendo surgir sonrisas en tantos rostros, y con la ayuda del Señor seguir realizando el milagro de la felicidad en nuestro corazón y en nuestro entorno existencial.

El momento actual nos plantea el desafío de continuar educan-do a los jóvenes por medio del maravillo-so y eficaz recurso de la alegría que brota, como decía nuestra Santa Madre Mazza-rello, únicamente de un corazón que Ama, pero que ama mucho al Señor.


Vida Juvenil

Todo inicia con la ignorancia de un camino más y se va convirtiendo etapa por etapa en la vida misma.

Mi vida egocéntrica ha madurado. Ya no veo a Dios como lo veía antes, donde solo buscaba la satisfacción espiritual propia. Jesús puso sus metas en mi vida.

Tomar decisiones cuesta mucho y más si son cristianas. El camino que nos brinda Cristo da miedo porque se ne-cesita nuestro sacrificio. Esa era mi mentalidad antes de PROFAJ, la puerta ancha es mejor. Hoy día es diferente, ya puedo decir: soy tu siervo Señor, aquí estoy para lo que quieras usarme.

«La esperanza fortalece mi espíritu luchado».

Almicar José López de la CruzHogar Escuela Santo Domingo Savio

Mi experiencia en este programa de formación de ani-madores juveniles fue muy buena porque me ayudó en mi vida espiritual, personal y social.

Profaj me ayudó a fortalecer mi forma de orar, tomar buenas decisiones , trabajar en equipo, el manejo más profundo de la biblia, preparación y elaboración de lectio divina, mas comunicación con mi padre Dios y su hijo Je-sús, analizar y profundizar mi rol como animador, persona-lizar mi compromiso con Jesús y a conocer más sobre la historia de salvación en la biblia. Y sobre todo a preparar mi proyecto de vida y ser servidora de Cristo en mi co-munidad. Me ayudó a descubrirme como animadora y a desarrollarme más como maestra.

Juliedith Oviedo Polanco

Mi experiencia Profaj

Profaj ha sido el portal a una nueva vida de encuentro con Jesús, don-de no nos muestra la vida desde un punto, si no de varios.

Es un programa que nos ayuda a profundizar y descubrir esa voz que está dentro de nosotros. La misma voz que nos está cuidando y dándo-nos amor a pesar de le podamos dar

la espalda en ciertas circuns-tancias de la vida. Profaj sim-plemente es un atajo que nos regala Dios a cada una de sus ovejas para que descubran el don que el mismo le regala.

Jéssica Royer Ortiz


Iglesia

(ANS – Ciudad del Vaticano) Los Hijos espirituales de Don Bosco que participan en el Sínodo son:

El Cardenal Ricardo Ezzati Andrello, arzobispo de Santia-go de Chile; el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradia-ga, arzobispo de Tegucigalpa; monseñor. Zef Gashi, arzo-bispo de Bar, Serbia; y el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

Los cuatro forman parte del grupo más numeroso de los participantes en el Sínodo, el de los Padres Sinodales; los tres primeros, por ser Presidentes de sus respectivas Con-ferencias Episcopales (respectivamente, de Chile, de Hon-duras y de la Conferencia Internacional de los Santos Cirilo y Metodio); el último, en calidad de Jefe de Dicasterio de la Curia Romana (como Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos).

Para ellos también, como para todos los participantes, son válidas las tres actitudes aconsejadas por el Papa, con ocasión de la Vigilia de oración en la Plaza de San Pedro del 4 de octubre: pedir el don de la escucha de Dios, hasta llegar a sentir con Él el grito del pueblo; escucha del pueblo, hasta llegar a respirar la voluntad a la que Dios nos llama; estar disponibles a una confrontación sincera, abierta y fra-terna, que nos lleve a hacernos cargo con responsabilidad pastoral de los interrogantes que este cambio de época lle-va consigo y tener la mirada puesta en Jesucristo porque si asumimos su visión, ha dicho el Pontífice, no nos cansare-mos de traducir el trabajo sinodal con indicaciones e itinera-rios para la pastoral de la persona y de la familia.

Hijos de Don Bosco en el Sínodo de la Familia

Cardenal Angelo Amato, SDB

Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, SDB

Cardenal Ricardo Ezzati, SDB

Monseñor Zef Gashi, SDB

B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S 12 n o v i e m B r e - D i c i e m B r e D e 2 0 1 4

IglesiaFranciSco alberto Pérez roDríguez

“La palabra Sínodo viene del griego y significa “caminar juntos”. El sínodo de los obispos es una asamblea de todos los obispos del mundo que se reúnen en torno al obispo de roma en un espíritu de colegialidad para reflexionar juntos sobre temas de importancia para toda la iglesia”.

Existen dos tipos de sínodos, uno ordinario que se celebra en intervalos fijos como es el caso del que se ha celebrado en roma del 5 al 19 de octubre y otro extraordinario que se celebra para tratar algún asunto urgente.

El sínodo de octubre 2014 fue convocado por el Papa Francisco y ha tenido como tema “Los retos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”.

Una representación de los obispos de todo el mundo se reunieron en roma para compartir sus experiencias de sus pueblos y dar a conocer sus propuestas junto al obispo de roma.

Además de los obispos participan también en el sínodo familias casadas, expertos, auditores y delegados.

El proceso sinodal no trata de llegar a un consenso políti-co. Su objetivo es escuchar a todos, compartir información, consejos y perspectivas. Durante ese proceso el Papa junto con los obispos proporciona una orientación que responde

a las realidades de la iglesia universal. Al concluir este sínodo los obispos reflexionan sobre el mismo en sus comunidades y volverán a reunirse en el sínodo del 2015 y después de éste sínodo los obispos presentaran al Papa sus recomen-daciones. El Santo Padre evalúa estas recomendaciones y provee unas orientaciones a la iglesia universal.

El rol de la familia, célula de la sociedad, el lugar donde se aprende a vivir con diferencia y a pertenecer uno a otro, es un espacio privilegiado de valores como la hermandad, el amor y el respeto y la solidaridad entre las generaciones, donde se promueve la dignidad de las personas superando el individualismo y contribuyendo al bien común de la so-ciedad.

La forma de vivir en comunidad, en familia es un don, una belleza que se edifica sobre las diferencias y la reciprocidad de la relación de pareja y de la relación con los hijos. Es por esto que se ve urgente el acompañamiento al nuevo deseo de familia que se enciende en las jóvenes generaciones. Por esto este sínodo quiere responder a las necesidades y ur-gencias pastorales que tiene que ver con la familia que es esencial para toda la sociedad y la iglesia.

“Los retos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”

SÍNODO DE LA FAMILIA 2014

Presentación del “Istrumentum laboris” para el Sínodo sobre la Familia.Foto: Daniel Ibañez (ACI Prensa)

Misa de Inauguración del Sínodo de la Familia. Foto: Lauren Cater (ACI Prensa)


Nos llegan los ‘’bre’’ pensando en los colores de la deco-ración de este año, los precios tan altos de las extensiones, guirnaldas y las bolas; cavilando entre el espacio que hay que hacerle en la sala al arbolito y el día para ponerlo; ana-lizando en la inversión que se hará con el doble, que ni ha llegado y ya hay una lista de los dolores de cabeza a saldar con él. Se nos va el año entre San Valentín, Semana Santa, Corpus Cristi, Tu Cumpleaños, el mío y ‘’titua’’, llega el día de la Constitución, un feriado que cuando toca, nos avisa que pronto nos estará convocando un puerco en pulla y un pastel en hoja en diagonal, lo que quiere decir que se acabó el año.

Si bien cada año trae consigo sus propias experiencias, sus lágrimas, sus pérdidas de seres queridos, ausencias de grandes amores, uno que otro mal rato, imprevistos de salud, proyectos nuevos, expansión intelectual, la llegada de nuevos miembros a la familia y demás enseres, también cada 365 días se convierten en chances para darle gracias a Dios por lo que nos regaló y nos quitó, ocasiones para op-tar por sumar en vez de perder, oportunidades para en vez de lamentar, aprender, en vez de caer, levantarse y siempre aplaudir en vez de cuadrarse para pelear.

Siendo cristianos, pesimismo no fue invitado a casa, por lo que pensar en negativo hay que dejárselo a los contables o los que con números se la pasan bregando. ¿Cuál es la necesidad de taladrarnos el alma pensando en lo que NO obtuvimos o eso que no se nos dio y tanto anhelábamos? La vida está cada vez más cara y ante esto, se hace nece-sario ponderar lo más económico en todos los aspectos. Sale más barato pensar en positivo, listar todas esas co-

sas que papa Dios nos regaló sin merecerlo ni esperarlo, las infinitas veces que la Virgen nos libró del mal dentro y fuera de la casa, las ocasiones en que salimos de casa sin encomendarnos a ellos y ellos aun así con su vara y callado nos defendieron. Inmediatamente nos dejemos de preocu-par por la dicha del ajeno o las cosas que a fulanito papa Dios sí le concedió en este año y a mí no, comenzaremos a sacarle provecho a cada día con sus correctivos (no penas) y alegrías.

Date la oportunidad de comenzar el año con una nueva postura ante la vida, una frente erguida, espalda estilizada, actitud renovada y un pesebre con sábanas nuevas, lim-pias, suaves, a la medida de un Rey que desea morar en ti por años sin término. Cómprate tu escoba 2015 –‘’escobita nueva barre bien- y date el lujo de barrer con gusto, comen-zar con el pie correcto, renovar tu fe y reiterarte tantas veces sean necesarias que este es Tú año, el que esperabas!!!, pues, lo que bien inicia, bien acaba.

Eso sí, procura concederme el honor de seguirte siendo fiel en cada uno de nuestros encuentros. Si pensaste que el 2015 te libraría de mis boches cariñosos, siéntate con una tacita de jengibre, cuenta hasta 10, ármate de paciencia y concédeme un año más, luego hablamos. No sin antes de-jarte mis reyes adelantados, mis 5 máximas de batalla 2015:

‘’Todo obra para bien’’/ ‘’Deja que Dios sea Dios’’/ ‘’Todo lo puedo en Cristo que me fortalece’’/ ‘’Papa Dios siempre tiene la última palabra’’/ ‘’Para Dios nada hay Imposible’’

Renovemos el contrato de este idilio que nos une y del que no me quiero despegar por el momento. Feliz, reflexiva y auténtica Navidad!!!

En la Miralic. aimée roSa | ma Dir. com

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Cambié y Cambió el Mundo

Distinguidos lectores del Boletín Salesiano:“Enamorados del amor” es el segun-

do de la serie de artículos “dependencia emocional” que hemos iniciado. Para describir este tipo de trastorno, con-viene identificar primero el perfil de un dependiente emocional. Pero también, los perfiles de personas que generan tal atracción en los dependientes, que lla-maremos “perfil de atracción, salvador no sano o rescatador”. El trastorno afec-ta tanto a hombres como a mujeres”.

El comportamiento del dependien-te emocional podría parecer algo in-sólito. Se siente atraído por personas engreídas, narcisistas y presuntuosas, conflictivas, centradas en sí mismas a las que pueden idealizar. Pero también de personas con liderazgo y reconoci-miento social.

El dependiente emocional idealiza estas personas y al mismo tiempo las “salva” de sus calamidades, sin darse cuenta de que son fuertemente atraí-das por ese perfil no sano.

Cuando un sacerdote o un religioso cumple con el perfil de la persona idea-

lizada, si no se conduce siguiendo los parámetros del equilibrio, de la sensa-tez, de la prudencia y de la madurez, por lo general, se verá involucrado en graves dificultades. Ha de ser cons-ciente que atrae personas dependien-tes porque las necesita para convertir-se en su “salvador”. Ambos perfiles se atraen y se necesitan mutuamente.

El “rescatador o salvador sano” cuando concluye un acto de solida-ridad, continúa con su vida ordinaria, cumpliendo con sus responsabilidades e interactuando con todas las perso-nas con normalidad. Por lo general, estas personas en la infancia han sido favorecidas con un estilo de apego se-guro. Por el contrario, el “rescatador o el salvador no sano”, llámese sacer-dotes, religiosos, padres de familia o profesionales en general, que asumen tal rol en las relaciones de ayuda o afectivas, pueden llegar incluso a com-prometer su propia vida emocional. Asumir las responsabilidades de los demás como suyas para “salvarlas” es un comportamiento inmaduro. El pro-blema radica en que el “rescatador no

sano” no reconoce límites, sobre todo, no comprende que una eventualidad, dificultad o peligro se genera en un momento determinado y debe concluir. Si esto no se cumple, el “rescatador o salvador no sano” se deja envolver por la persona que ha padecido la contin-gencia. Lo que empeora la situación del “dependiente emocional” y del mismo “salvador”. ¡Es magnífico amar, ayudar y entregarse por los demás!, pero conviene hacerlo siempre con sa-biduría y prudencia.

La ayuda pastoral, la relación de ayuda, el acompañamiento espiritual o profesional no pueden, de ningún modo, atentar contra la salud y estabi-lidad emocional, ni mucho menos con-tra la opción fundamental de quien ha sido llamado por vocación a un servicio específico en la Iglesia o en la sociedad. Cada uno ha de administrar responsa-blemente la propia vida, para asegurar la calidad, la sanidad y la rectitud de sus acciones. Estas son convicciones que no las poseen ni los “rescatadores o salvadores” y mucho menos los “de-pendientes emocionales”.

P. JoSé PaStor ramírez, [email protected]


El dependien-te emocional presenta una frustración o una insatisfac-ción en su área afectiva que pretende com-pensar centrán-dose preferen-temente en sus relaciones de pareja. El mun-do del amor se convierte en lo más relevante

para él o ella. Vive sus relaciones con intensidad extrema. Siente que lo único que realmente importa es el otro. No concibe su existencia sin alguien a su lado. Es decir, tiene relaciones de pare-ja desequilibradas o asimétricas en las que siempre aporta mucho más que el otro; por lo tanto, vive en la eterna falta de correspondencia. Prioriza tanto su relación amorosa que compromete las demás dimensiones de su persona.

Su estado de ánimo está en función de la relación. Sus pensamientos se mueven en torno a la aceptación o al temido rechazo del otro. Mientras la relación vaya ligeramente “bien”, la persona podrá cumplir con sus tareas habituales, de otra manera el mundo se le viene abajo.

Cuando la relación se rompe, se desencadenan los síntomas de orden mentales: la persona se muestra an-gustiada, rostro desencajado, llorando continuamente, pensando incluso en morirse, ansiedad crónica, solo está concentrada en el “mono tema” de la pérdida de la relación. Lo que vive el dependiente es igual a lo que expe-rimenta cualquier persona después de una ruptura, pero multiplicado por diez. La ruptura les supone un autén-tico trauma.

Dos posibilidades alivian el calva-rio del dependiente en estas circuns-tancias: que la pareja lo contacte y le proponga una cita o le hable de una hipotética reconciliación. Y en segun-do lugar, que aparezca otra perso-na en su vida. Es el clásico “un clavo saca a otro clavo”, o, mejor dicho: “a rey muerto, rey puesto”. Se unen a otra pareja para evitar “el período de absti-nencia”. Necesitan desesperadamente

de una pareja-verdugo. Es decir, la de-pendencia emocional es una especie de adicción al amor. Es una “adicción sin substancia” tan antigua como el hombre mismo. Estos comportamien-tos responden al apego ansioso del que ya se habló en el primer artículo.

Los dependientes emocionales se enamoran obsesivamente de la rela-ción, pero no de la persona. Es decir, viven “enamorados del amor”. Les da igual quien esté a su lado. El amor sano “personaliza” mientras que el insano, no. Cualquiera no vale para estar con un dependiente.

El “amor no sano” del dependiente se fundamenta en la sumisión, la idealiza-ción y el terror al rechazo, al abandono. Buscando que esto último no se mate-rialice, el dependiente es capaz de so-portar malos tratos, desinterés por la relación y humillaciones. La dependen-cia emocional convierte el amor en un verdadero suplicio. Los dependientes emocionales entienden el amor como sumisión y admiración hacia la persona idealizada, y no como un intercambio recíproco y simétrico de afecto.

Las principales características del de-pendiente emocional son entre otras: Prioridad de la pareja sobre cualquier otra cosa; voracidad afectiva: deseo de afecto constante; tendencia a la exclusividad en las relaciones; ideali-zación del compañero; sumisión hacia la pareja; pánico ante el abandono o el rechazo de la pareja; trastornos men-tales tras la ruptura: el “síndrome de abstinencia”; búsqueda de parejas con un perfil determinado; amplio historial de relaciones de pareja, normalmente ininterrumpidas; baja autoestima; mie-do a la soledad; necesidad de agradar: búsqueda de la validación externa.

Presento brevemente cuatro de estas características.

El dependiente exagera la prioridad de la relación de pareja sobre cualquier otra realidad, incluyéndose a sí misma, a su trabajo o a sus hijos. Nada debe interponerse. Por esta razón abandona todo para convertirse en la sombra de su pareja. Los dependientes emocio-nales consideran que su vida sólo ad-quiere sentido dentro de una relación de pareja.

Voracidad afectiva. El dependien-te satisface esta voracidad afectiva a través del teléfono móvil y todos los recursos que les brinda Internet. Des-afortunadamente lo único que obtienen de su pareja es indiferencia y negati-vas que le aterrorizan: “no me llames tanto”, “necesito mi espacio”, “no me agobies”, “no creo que me dé tiempo a verte en toda la semana”, “quiero hacer esto solo”.

Tendencia a la exclusividad en las re-laciones. El dependiente quiere literal-mente a su pareja para él solo: todo lo demás estorba. Por tal motivo, el dete-rioro social, familiar, laboral y personal del dependiente es exorbitante. El de-pendiente pretende privar también a la pareja de todo contacto con el mundo exterior. Es una relación “parasitaria” con un patrón crónico de demandas afectivas frustradas.

Sumisión hacia la pareja. Es la conse-cuencia lógica de la voracidad. Se asu-me el rol de subordinación llegando a ser capaces de permitir infidelidades y de pasar de “esposa” a amante. Nunca llenan su vacío emocional, simplemen-te lo atenúan. La sumisión ciega gene-ra maltrato.

San Pablo, en la carta a los Corintios, describe perfectamente en qué con-siste el amor sano, sabio, respetuoso y maduro al que nos referimos: “es pa-ciente, es servicial; el amor no es envi-dioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad”. El Apóstol de los gentiles pre-senta criterios indiscutibles que han de mover al “rescatador o salvador sano y al no sano” y al dependiente emocional a buscar ayuda. En posteriores artícu-los ofreceremos pautas, pero no son suficientes. Conviene estar claros en que toda acción solidaria ha de estar movida por la caridad. “Toda persona es individual, por tanto, es importante desarrollar la autonomía emocional y afectiva”. Nunca se ha de desaparecer en la personalidad de otro, sea hombre o mujer. Por otra parte, ningún proble-ma puede ser resuelto en el mismo es-tado de conciencia en el que se creó. ¡Busca ayuda!

Cambié y Cambió el MundoP. JoSé PaStor ramírez, SDb

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San Pablo, en la carta a los Corintios, describe perfectamente en qué consiste el amor sano,

sabio, respetuoso y ma-duro al que nos referimos: “es paciente, es servicial;

el amor no es envidioso, no hace alarde, no se

envanece, no procede con bajeza, no busca su pro-

pio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad”.

Exalumnos


Andrés Navarro, exalumno de Don Bosco, ha sido nom-brado, el pasado 15 de Septiembre de 2014, Ministro de Relaciones Exteriores de la República Dominicana; él siem-pre se ha mostrado muy agradecido por la educación sale-siana recibida.

En 1977 la familia Navarro emigró desde Bonao a la Capi-tal del País, Santo Domingo, en busca de nuevos horizontes y oportunidades. Inocencio y Fefita Navarro, tenían cla-ras tres prioridades para sus hijos: alimentación, salud y educación.

La familia Navarro no dudó en elegir la educación sa-lesiana para sus hijos. El Colegio Don Bosco se con-virtió para Andrés y para su hermano José (Sacerdo-te Jesuita) en su segundo hogar. Afirma el Arquitecto: “Nuestro ingreso al Colegio Don Bosco marcó la dirección de nuestras vidas, no solo por la sólida educación recibida, sino, y fundamentalmente, por los valores humanos y cris-tianos que se nos ofrecieron y que pudimos asimilar en un ambiente de familiaridad, cercanía y confianza con los sale-sianos y profesores”.

Continúa afirmando el Arq. Navarro: “El Colegio Don Bosco marcó mi vida. Cuando cursaba la educación primaria, luego de las clases matutinas, regresaba al Colegio en las tardes a participar de las actividades del Oratorio. Posteriormente me integré a las propuestas del Oratorio, especialmente al Grupo de Boy Scouts. La multiplicidad de actividades for-mativas fueron poco a poco forjando mi carácter y el sentido de autonomía. Ulteriormente me integré a las actividades del Centro juvenil, lo que fortaleció mi fe cristiana durante la adolescencia y la primera juventud. Sin dudas, mis padres acertaron al elegir a los Salesianos como acompañantes en la formación de sus hijos”.

La “Educación recibida” y los valores vividos han sido un soporte de primer orden en su experiencia universitaria y en sus estudios de arquitectura en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (1982-1990). Como universitario formó parte de agrupaciones estudiantiles fundamentadas en valo-res cristianos que le permitieron comprometerse progresiva-mente en las causas sociales del país, inspirado en la Doc-trina social de la Iglesia y en la no violencia activa. “Llegué a desarrollar con mis compañeros importantes experiencias con comunidades rurales y urbanas en labores sociales y pastorales. Por esa razón, los primeros diez años de mi vida profesional los dediqué al desarrollo urbano de barrios mar-ginados en Santo Domingo”, afirmó.

En el año 1991 contrajo matrimonio canónico con la Arq. María Luisa Ramírez, con quien procreó dos hijos, Andrés y Amelia.

Sos-tiene el Arq. Nava-rro que: “por el compromiso cristiano y social en el que fui formado decidí en 1997 incursionar en la política, ingresan-do al Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Consciente de que la política era un quehacer despresti-giado, por la corrupción y las prácticas despóticas, decidí dar el paso y arriesgarme, apostando en que los criterios y valores de la “Educación recibida” y de la Doctrina social de la Iglesia constituirían una base sólida para implementar nue-vas formas de hacer política. Movido por tales convicciones he incursionado en el Servicio Público. Desde el 1998 formé parte del Consejo Nacional de Asuntos Urbanos, en el 2002 pasé a ser el Director de Planeamiento Urbano de Santo Do-mingo, en el 2005 asumí la dirección adjunta del Programa de Reforma del Estado, en el 2008 fui nombrado Secretario Técnico de la Ciudad de Santo Domingo, luego en el 2012 fui designado Secretario General del Distrito Nacional, y en el 2014 pasé a ser Jefe de Gabinete del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones. En todo este proceso tanto los valores forjados en el seno de mi familia como bajo la tutela de los Salesianos, guiaron mi andar”.

Refiere el Arq. que “el pasado 15 de Septiembre de 2014, el Presidente de la República Dominicana, Lic. Danilo Me-dina, me designo como Ministro de Relaciones Exteriores del País, en un período en el cual dicha institución pasa por difíciles momentos de debilidad y de imagen. Todas las ex-pectativas se han centrado en que podré impulsar un pro-ceso de reforma y modernización de la entidad responsable de la política exterior de la República Dominicana. Tengo la convicción de que la formación que recibí desde niño y la educación en valores, me sostendrán para cumplir el rol que Dios ha permitido que asuma en esta etapa de mi vida”.

P. JoSé PaStor ramírez, SDbDelegaDo munDial De lS exalumnoS De Don [email protected]

Un Exalumno según el querer de Don Bosco

Artículo CentralP. humberto bravo PerDomo, SDb

Doctor en PSicología clí[email protected]


Mons. Ricardo Ezzati vino a la Univer-sidad Pontificia Salesiana para hablar-nos de las reflexiones del Sínodo de la familia donde participa como presi-dente de la conferencia episcopal chi-lena. Él como pastor de la Iglesia que peregrina en Chile ha tenido dos inter-venciones en el Sínodo que denotan su identidad como salesiano y su pre-ocupación por los niños, adolescentes y jóvenes. En su primera intervención manifestó la preocupación por el índi-ce extremadamente alto de niños que hoy viven en matrimonios heridos por la división, muchos de ellos viven en fami-lias monoparentales. Para él, la acción de la Iglesia debe ser similar al cuidado atento de una madre que acoge, que trata con misericordia a cada uno de sus hijos. La principal misión hoy para la Iglesia debe ser acompañar a cada una de las familia y a cada uno de sus hijos ofreciéndoles opciones pastorales concretas.

La segunda intervención de nues-

tro cardenal salesiano versó sobre un aspecto educativo propio de nuestro carisma, o sea, la pedagogía de los pa-dres hacia los hijos. Él afirma que en el Sínodo se había hablado mucho de las parejas y poco de los niños, sin em-bargo, es necesario insistir en la labor educativa que los padres deben ejercer sobre sus hijos. Los padres tienen el deber y el derecho de fortalecer esta relación educativa y las instituciones intermedias, Iglesia y Estado, están lla-mados a apoyar esta acción.

Luego de hablar de sus intervencio-nes en el Sínodo le hemos hecho al-gunas preguntas que él respondió con mucho gusto.

Don Albino Ronco (profesor emérito de psicología): Muchas veces la vo-luntad matrimonial no es auténtica por muchísimas razones. Existen posibili-dades reales en las cuales los esposos son incapaces desde el punto de vis-ta psicológico de asumir una respon-sabiliadad duradera de donación y de

amor, además de otras cosas. Por lo tanto en la evaluación de la validez del matrimonio ¿cree que este punto sea importante?

Mons. Ezzati: Una de las investigacio-nes que se han realizado en la diócesis de Santiago de Chile tenía como objeti-vo precisamente esto. Y tuve la oportu-nidad de conocer en una parroquia del centro de Santiago a un abogado que había preparado por 40 años a muchos jóvenes para el matrimonio eclesiástico. Él había conservado todo un esquema de trabajo hecho a través de estos 40 años y nos lo había entregado a no-sotros como síntesis para presentarlo como documento anexo al sínodo. Él procedía de la siguiente manera. Cuan-do llegaban las parejas para prepararse al matrimonio les aplicaba un cuestio-nario a cada uno de ellos. Después de 40 años analizó las repuestas que da-ban los novios antes de llegar al matri-monio. Llegó a la conclusión que más del cuarenta por ciento de las parejas

LA FAMILIA EN EL CORAZÓN DE LA IGLESIAReflexiones de un salesiano que participa en el Sínodo de la familia:

Card. Ricardo Ezzati S.D.B. Arzobispo de Santiago de Chile.

Continúa en la Página 18...

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HistoriaP. JoSé luiS gómez, SDb

Del conocimiento nace el amor a lo “SALESIANO”.

Familia de Don Bosco. Juan Melchor Bosco Occhiena, mejor conocido como

“Don Bosco”, nació el 16 de agosto de 1815 en el caser-ío “I Becchi”, perteneciente a Morialdo,y que a su vez era una aldea de Castelnuovo d’Asti (desde 1930 Castelnuovo Don Bosco), provincia de Asti y perteneciente al Piamontre, norteña región italiana. I Becchi se encuentra a 1.5 km de Morialdo y a 4.5 de Castelnuovo. Turín está algo más lejos a 27 km. Allí creció, junto a su madre “mamá Margarita” (1788-1849), nacida en el vecino pueblecito de Capriglio, distante sólo 2 km de I Becchi. La familia la completaba la septua-genaria abuela Margarita Zucca (1752-1826), madre de su difunto marido y que se encontraba enferma y los hijos: An-tonio (1808-1849), medio hermano de Juanito y José (1813-1862). Su padre Francisco Luis Bosco (1752-1817) era un pequeño agricultor, que poseía unos pequeños terrenos y algunos animales en el establo. Falleció cuando Juanito era todavía muy niño (contaba solo dos años de edad). Ese fue también el lugar donde tuvo el conocido “sueño de los nueve años” que lo dejó marcado para el resto de su vida …”No con golpes, sino con amor!”.

Don Bosco falleció el 31 de enero de 1888, con 72 años cumplidos.

Dios encamina sus pasos. Desde su temprana edad y sus años como estudiante en

Chieri (cercana cabeza de distrito de Castellnuovo), se sintió llamado por Dios a brindar su entusiasmo y energía juvenil en

favor de sus coetáneos. Dotado de un fuerte magnetismo espiritual inspirado por Dios, y orientado por su Director Es-piritual, D. José Cafasso (elevado a los honones de la santi-dad por el Papa Pío XII en 1947) se entregó por entero a una directa acción pastoral en beneficio de los niños y jóvenes marginados en los suburbios de Turín, la capital piamontesa.

Según estadísticas de la época, cuando Don Bosco llegó a Turín en 1841 había más de 7,000 niños menores de 10 años, empleados en la construcción, sastrería, carpintería, pintura de brocha gorda, limpieza de chimeneas…Eran los primeros años de la revolución industrial, donde los obreros tenían que trabajar 14 horas para recibir un el pobre sala-rio. Por otra parte las cárceles turinesas estaban atestadas de muchachos, tan jóvenes como 12 años, en lamantables condiciones de hacinamiento. Recordando su triste y pau-perada niñez, este joven sacerdote, de origen campesino se dejó pronto impresionar por esta dramática realidad y recha-zando varias ofertas, que le hubieran podido garantizar una vida de bienestar, se dió a la noble y evangélica tarea de dedicar toda su vida y empeño a los niños y jóvenes, olvida-dos de la sociedad.

Humilde semilla, fruto enorme La obra juvenil de Don Bosco tuvo un inicio sencillo. Todo

se comenzó el 8 de diciembre de 1841, con ocasión de un encontronazo entre el sacristán de la iglesia de San Francis-co de Asís de Turín y un adolescente de nombre Bartolomé Garelli, que rondaba por la sacristía y de la que trató de sa-carlo, con no muy buenos modales el sacristán. La oportuna

HACIA EL BICENTENARIO DE DON BOSCO

(Parte I)

Cuéntame cómo pasó !

Casa de Mamá Margarita.


HistoriaP. JoSé luiS gómez, SDb

intervención de Don Bosco, joven sacerdote de apenas seis meses, (ordenado sacerdote a los 26 años en Turín el 5 de junio de 1841) hizo nacer una providencial amistad con este jovencito, que, agradecido, presentó el domingo siguiente a su “amigo” Don Bosco a un primer grupo de compañeros, Y así, como la pequeña semilla sembrada del Evangelio, se fue consolidando la incipiente obra pastoral, en favor de los jóvenes menos favorecidos, conocida posteriormente como el ORATORIO DE DON BOSCO, que pasó a ser prototivo y modelo de los millares de Oratorios y Centros Juveniles a lo largo y ancho del mundo entero.

Después de una larga odisea en búsqueda de un lugar, más apropiado para poder atender mínimamente a la mu-chachada, que se reunía los domingos y fiestas y a la que arrastraba de un lugar a otro por diversos emplazamientos en la barriada cercana al río Dora, Dios le hizo llegar una inesperada propuesta para comprar un pequeño cobertizo, denominado “Tettoia Pinardi” (Techumbre Pinardi), en el sec-tor de Valdocco y de donde saldría la posterior gran obra salesiana. El lugar resultó estratégico por estar cercano a la populosa Porta Palazzo (popular mercado central de la ciu-dad).

¿Cómo y de dónde logró Don Bosco reunir las liras para pagar la nueva sede del “Oratorio” (el dueño de la pequeña propiedad había malentendido “Laboratorio”).

El “misterioso Personaje y la majestuosa Señora de Sueño de los “nueve años”, se encargarían en el futuro de los asun-tos económicos de la Obra de Don Bosco!.

Sin duda Don Bosco conocía de “buena tinta” la realidad de los “Oratorios Lombardos”, (1750-1850) crecidos a la sombra de las pastoral juvenil iniciada siglos antes por San Felipe Neri (1564) y su obra de los Oratorios. El mis-mo Don Bosco viajó a Milán con ocasion de l Jubileo Mundial (1850) donde pudo co- no-cer recoger abundante información para su pionera obra en favor de los jóvenes. Pero, como afirmaba Don Ceria, conoci-do historiador de Don Bosco:” Así como algunos nacen para poetas o para viajar, Don Bosco nació para ser sacerdote y educador”.¿ Qué se hacía en el Oratorio de Don Bosco ?

Desde el principio Don Bosco (1841) puso como centro de su Obra la figura de San Francisco de Sales, reconocido santo obispo de Ginebra (1567-1622). Lo tomó como modelo de amabilidad, dulzura y espiritualidad religiosa. De él asumiría el nombre para su futura obra religiosa: “Sa-lesianos”. Careciendo de planta física don-de acoger a sus “aprendices” (1841-1847), Don Bosco visitaba las fábricas y talleres en donde ellos trabajaban y lo hacía para que sus “muchachos” no fueran víctimas de explotación. Con estas visitas aprove-chaba, también la occasion, para buscar trabajos dignos a muchos de ellos, para lo cual hacía que los empleadores firma-ran con él un convenio que garantizara los derechos de los jóvenes aprendices, anti-

cipándose, de esa forma, por muchos decenios a la legisla-ción laboral juvenil internacional.

En mayo de 1847 comienza una nueva dimensión en el Oratorio de Don Bosco. Hasta ese momento, los mucha-chos tenían que buscarse por cuenta propia el alimento y dormitorio, aunque muchos de ellos hacían su vida en las calles turinesas, bastante de ellas porticadas. Un muchacho pobre y huérfano (de nombre Alejandro Percamona) pidió posada a Don Bosco y con la ayuda de mamá Margarita, iniciaron el proyecto de internado en Valdocco. Era un tímido comienzo dadas las carencias y la notoria falta de espacio donde acomodar a los jóvenes que irán llegando, beneficián-dose de la hospitalidad de Don Bosco y su mamá, que con su pequeño huerto de hortalizas hacía milagros en la cocina.

La primera experiencia de extensión de su apostolado ju-venil se vivió en la misma ciudad de Turín, cuando en ese mismo año de 1847 se abren los Oratorios de San Luis, en Porta Nova y el del Angel Guardián en Vanchiglia, dos años más tarde.

Con la ayuda de sus bienhechores Don Bosco se decide a reemplazar la primitiva capilla Pinardi, por otra más espacio-sa, donde reunir a los oratorianos par a las prácticas religio-sas. La Idea de crear los talleres dentro del Oratorio nació de la necesidad de sacar a los aprendices de los duros trabajos en talleres y fábricas. A partir de 1853 se preparan los talle-resde calzado, sastrería, carpintería, imprenta y metalistería. No fue tarea fácil ir acomodando estancias para los diferen-tes talleres en el reducido espacio del Oratorio… y lo más di-fícil era conseguir maestros para los talleres… el mismo Don Bosco, recordando sus diversas experiencias de trabajos juveniles en Chieri, fue el 1er maestro de zapatería, mientras que mamá Margarita atendía las artes de sastrería. Con la ayuda de Francesia, un seminarista se comienza, también, a dar clases dentro del Oratorio y para 1860 tiene completada la educación media, insistiendo en la calidad de la enseñan-za impartida. Una evaluacián externa – de un profesor de la Universidad de Turín- decía:” En el lugar de Don Bosco us-

ted tiene que estudiar, realmente estudiar”. Gracias a estas innovaciones, poco a poco, con pocos medios y mucho entusiasmo se logra que 300 muchachos dejen de tra-

bajar en las fábricas y para 1869 haya 375 internos. Para ese tiempo eran más de 800

los muchachos que habían pasado por el in-ternado y aprendido un oficio.

El Oratorio de Don Bosco se desarrollaba como un espacio en donde los muchachos podían aprender un oficio, participar en los sacramentos y disponer de un patio donde jugar sanamente con los amigos. Con el pasar del tiempo, al diversificarse las tareas salesianas y en el contínuo reflexionar se concluye que el ORATORIO es una Familia en la que se crece como persona, una Igle-sia donde aprender a amar a Dios, una Es-piritulalidad en qué inspirar la vida cristiana, una Escuela donde prepararse para la vida y un Patio donde poder jugar y compartir, con alegría y amigablemente con sus coetáneos.

Confesionario de Don Cafasso.


P. enrique caStillo, SDb

Artículo CentralP. humberto bravo PerDomo, SDb Doctor en PSicología clí[email protected]

que se habían casado por la Iglesia no cumplían con los requisitos fundamentales para celebrar válidamente un matrimonio. Ésta es una reali-dad parcial, pero que creo puede ser una rea-lidad bastante difundida. Es por esto que los procesos matrimoniales deben ser desarrolla-dos con mayor inteligencia, con más capaci-dad de servicio, porque los hermanos y herma-nas que viven esta experiencia tienen derecho de ser escuchados y recibir la justicia de parte de la Iglesia. Lo que usted dice me parece que es una verdad sobre la cual no solo debemos reflexionar, sino que también debemos tener en cuenta en el acompañamiento de las parejas jóvenes que se preparan al matrimonio.

Don Mario Llanos (profesor de pedagogía vocacional): Eminencia yo creo que el problema educativo que usted ha mencionado sea verdaderamente crucial. Lo que escucha-mos que viene de los medios de comunicación social es que tal vez no ha sido un tema muy tratado al interno del Sínodo. Creo que la labor educativa de la Iglesia sea la de crear una cultura de familia. ¿Cuáles podrían ser los temas centrales sobre los cuales podamos trabajar para crear esta cultura de familia?

Mons. Ezzati: Creo que sea útil saber que esta fase del sínodo ha dado menos importancia a este tema porque la segunda parte del sínodo (en el 2015) tiene como título pre-cisamente la vocación de la familia y creo que allí el tema de la educación en la familia puede entrar y yo espero que nuestra Universidad Salesiana pueda ofrecer algo en este campo. Desde mi expericencia en América Latina sé que en estos 20 años se ha llevado a cabo unas estrategias edu-cativas promovidas sobretodo por el Banco Mundial y otras entidades donde el aspecto educativo no está prácticamen-te presente. Lo que se hace es hablar a los jóvenes sobre economía, desarrollo industrial, etc... pero lo que significa la persona humana está ausente. Digamos que la percep-ción ha entrado también en los padres de familia, porque la propaganda en muy fuerte, es que el futuro del hijo es que tenga una función importante en el ámbito del trabajo, de la economía de la competencia porque esto lo hará feliz. Nosotros advertimos constantemente que no es así. Por lo tanto yo pienso que poder reflexionar sobre una antropolo-gía pedagógica subraye el significado de la vida más que la funcionalidad de los aspectos que se aprenden. Esto pue-de ser un aporte muy significativo para la Iglesia de nuestro tiempo. También porque no son muchos los obispos que han tenido la oportunidad de estar presente en el campo de la educación. Por lo tanto este clima no es percibido y yo creo que sea un clima de fundamental importancia para el futuro porque, de lo contrario, las familias que forman a es-tos jóvenes buscarán sólo lo inmediato y nada más y puede ser el fracaso para todos. Es importante que se dé un aporte significativo a la preparación al matrimonio. Yo lo he dicho varias veces que en mi diócesi la vocación que está más en crisis no es la vocación religiosa o sacerdotal, sino la voca-ción al matrimonio. Son cada vez más, sea en índice como

en porcentual los matrimonios que fracasan, no llevan adelante la vocación que han elegido. Por lo tanto hay todo un problema del acom-pañamiento de los jóvenes desde el punto de vista pedagógico y catequético. Yo creo que sería importante que se ofreciera este aporte a la próxima sección del sínodo en

el 2015.Don Manlio Sodi (profesor emérito de teolo-

gía): Eminencia, gracias por sus palabras. Yo me ubico entre lo educativo y lo teológico. En el pasado

he tratado el tema de divorcios y nuevas nupcias. Muchos de ellos dicen: no puedo tomar la comunión. En un con-texto particular debo decir que la comunión sacramental se da también en la liturgia de la Palabra. Les animamos: ven-gan a la misa aunque no puedan tomar la comunión. Pero, ¿Cómo podemos realizar este encuentro con Cristo del cual ellos tienen tanta necesidad? Ésto será un desafío que cier-tamente deberá ser afrontado entre liturgistas, catequistas y formadores. ¿Cómo hacer presente que Cristo está presente cuando viene anunciada su Palabra? Si Cristo está presente, el Espíritu Santo actúa. Claro, es una comunión muy particular, no es la eplíclesis de la consagración, pero hay una eplíclesis sobre los que se encuentran presente. Una trayectoria como ésta podrá ser colocada en el trabajo pastoral. No será un sustituto de la comunión sacramental pero dará una espiri-tualidad con la finalidad de una comunión particular.

Mons. Ezzati: En el sínodo a un cierto momento se tocó el tema de la comunión espiritual. Pero, en mi opinión con muchos problemas ¿que es la comunión espiritual? ¿qué entendemos por comunión espiritual? ¿Existe una comunión sacramental con el cuerpo y la sangre de Cristo que no sea al mismo tiempo espiritual? No lo sé. O ¿qué sentido tiene la comunión con el cuerpo y la sangre de Cristo si no tiene una dimensión espiritual en las personas que lo reciben. Se convierte en un hecho simplemente material. Pero, yo creo que este tema se deba profundizar aún más. Yo creo que esta primera sección del sínodo quería subrayar los desa-fíos fundamentales, pero desde el punto de vista teológico y litúrgico-pastoral es importante ofrecer elementos importan-tes que puedan ofrecerse en la segunda etapa (en el 2015).

Gracias a Mons. Ezzati, salesiano que nos ha ofrecido un cuadro general de lo que se ha vivido en el sínodo con una claridad excelente.

La familia, como afirma el sínodo, es una realidad decisiva y preciosa, lugar de alegrías y de pruebas, de afectos pro-fundos y de relaciones a veces heridas, escuela de humani-dad que hay que escuchar en su complejidad. El individualis-mo exasperado, la gran prueba de la soledad, la afectividad narcisística vinculada a la fragilidad de los sentimientos, la pesadilla de la precariedad laboral junto a la guerra, el terro-rismo, la migración, deterioran aún más las situaciones fami-liares. La Iglesia debe dar esperanza y sentido a la vida del hombre contemporáneo haciéndole conocer más la doctrina proponiendo la vía de la misericordia.

Viene de la Página 15...

Card. Ricardo Ezzati, SDB


EducaciónlicDa. Juana Díaz macíaS

Esta es una época en que la tecnología de la información y comunicación ocupa un lugar primordial en la labor diaria de los colaboradores en las instituciones y empresas. Pero, a pesar de los adelantos tecnológicos, el mejoramiento de la calidad de vida, el progreso material, el crecimiento personal y la satisfacción del trabajo significativo, se producen, con frecuencia, conflictos entre compañeros de trabajo, entre supervisores y empleados y hasta entre el propio grupo ge-rencial de las empresas. Existe una mayor preocupación por conservar, a toda costa, la posición en el trabajo, e incluso ascender, aunque sea con perjuicio de otro empleado, que lograr una capacitación que se corresponda con los objeti-vos de la institución.

Las empresas le dan mucha importancia actualmente al trabajo en equipo y a que sus empleados estén más invo-lucrados con los objetivos de la empresa en la cual desem-peñan su trabajo. También, las empresas asignan recursos y utilizan herramientas mercadológicas para contribuir a cau-sas sociales, lo que se ha dado en llamar la responsabilidad social corporativa.

Pero, evidentemente, esto no es suficiente. Los problemas cotidianos y rutinarios, los intereses personales y materiales, provocan preocupación, conflictos, angustia entre las per-sonas, ya sean gerentes o colabo-r a - dores.

David Fischman dice: Si las per-sonas estu-

vieran más c e r c a

de una dimensión espiritual, habría menos conflictos inter-personales. Las personas se preocuparían más por servir y contribuir, que por acumular y buscar intereses egoístas. Sin pretender llevar a los extremos la inclinación por lo espiritual, se pone de manifiesto que en el mundo de hoy, el vertigino-so crecimiento de las empresas comerciales y de servicios, la globalización de los procesos, los vínculos culturales a través del turismo y de las transnacionales, han generado situaciones complejas en las relaciones interpersonales de los colaboradores de las diferentes empresas y han traído al centro del análisis problemas de clima laboral.

Se ha hecho palpable que para los empleados la actividad laboral que realizan no contribuye a hacer más humana y feliz su vida. La satisfacción de necesidades materiales ha relegado a un segundo o tercer plano las relaciones sociales y la vinculación con sectores más amplios para participar en causas sociales o de interés público.

Aparece, entonces, el interés por lo espiritual en el lugar de trabajo, que al decir del catedrático de Economía espa-ñol Antonio Argandoña no es un fenómeno autónomo, sino que forma parte de algo mucho más amplio (…) una visión completa de la persona, que tenga en cuenta todas sus di-mensiones y necesidades, su historia. La espiritualidad en las instituciones debe reconocer en las personas su mente y espíritu, ayudarlos a valorar el significado de su trabajo y la necesidad de relacionarse con otras personas para sentirse verdaderamente humanos.

Esto conduce a ver la espiritualidad también en el contex-to de los centros educativos. Los educadores y otros inte-grantes de la comunidad educativa de las diferentes institu-ciones, tienen una vida interior que nutre y es nutrida por un trabajo significativo: la formación de los estudiantes. Por ello deben percibir esta actividad laboral como una oportunidad para crecer en lo personal y contribuir con la sociedad de la que forman parte. El sentido de comunidad es el primer paso, así como el deseo de integrar los valores de la vida privada con los de la vida profesional.

Una institución educativa espiritual tiene un fuerte sentido de propósito, confianza, franqueza y tolerancia; un enfoque en el desarrollo individual y colectivo. Todo esto, sin dudas, tiene un efecto positivo en el clima laboral.

Esta espiritualidad se trasmite a los estudiantes desde el mismo instante en que la comunidad educativa, en su totali-dad, siente la confianza y la solidaridad entre todos; cuando hace suyo el sentido de pertenencia y se pone al servicio de la sociedad. Cuando puede ver en cada alumno a un ser humano, con espíritu y valores que cultivar; cuando puede enseñar a perdonar y aprender de los errores, y hacer más feliz el tiempo escolar.

La inteligencia espiritual un nuevo paradigma en las instituciones

SalesianoeDelmiro nÁPoleS creSPo


A Camagüey, la legendaria ciudad de las iglesias y a los salesianos en particular, les ha tocado la dicha de celebrar, de festejar, los 25 años de ordenación sacerdotal del padre Peter Ivan (Ivanchich, así me dijo que era la pronunciación de su apellido). Pero, ¿quién es el padre Peter? Pues, un esloveno, que nació el 29 de marzo de 1962. Hijo de Franc y de Ana, con nueve hermanos, una de ellos Marieta, de nombre religioso sor Marta y Janko, Salesiano de Don Bosco que junto a él fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1989. Cuba Salesiana ofrece esta semblanza de su propia voz.

Padre, las preguntas y las respues-tas, son una especie de atadura comu-nicativa. Prefiero, y creo que todos lo vamos a agradecer, que nos hable de usted.

Bien, Edelmiro, ya te dije algunos da-tos geográficos y familiares. Provengo de una familia religiosa. En mi casa se reza mucho. Recuerdo que cuando había una dificultad, mamá se ponía a rezar el rosario. Todas las preocupacio-nes las ponía en las manos de María, como intercesora ante Jesús. La ora-ción del rosario en familia tenía una gran fuerza. En mi familia había una

gran relación con los salesianos que venían a la parroquia a visitarla. Eran muy simpáticos, alegres. Esos hechos, que yo llamo exteriores, más los inte-riores, como la vida de fe en la familia, la oración; mira, te cuento, mamá re-zaba por las vocaciones sacerdotales y religiosas; creo que eso me marcó para desde joven, sentir el llamado del Señor.

Luego del fallecimiento de mamá, en el 2012, di mi disposición para cumplir misión donde mis superiores lo creye-ran pertinente. Me propusieron Cuba. Pensé, ¿cómo serán esas tierras y las personas de esa otra parte del mun-do? Mas aquí estoy. Al principio sí me hirieron un poco el clima y el idioma, figúrate. Ya estoy “aplatanao”, como dicen ustedes. -Tuve la oportunidad de hablar con usted a los pocos días de su llegada a Camagüey, en casa de Xiomara Justo, HME, y me sorpren-dió lo bien que ya hablaba el español, y cuando le pregunté dónde lo había aprendido me respondió: aquí. Mi sor-presa fue mayor entonces.Y ahora lo habla con bastante corrección- Sí, me he adaptado bastante bien. Me pasó como a Abraham. Venir a un lugar des-conocido, extraño, pero luego te atrae

y te ofrece una novedad en la vida, una renovación, es una forma, pienso así ahora, como dice el papa Francisco, en una Iglesia abierta al mundo.

Vine directo a Camagüey. Aquí me llamó mucho la atención la obra sale-siana heredada en esta ciudad. El pa-dre Miguel Ángel Fernández me llevó a conocer el colegio salesiano de Artes y Oficios para varones. Vine con la dis-posición de hacer lo que se me enco-mendara. Así fue, me destinaron a las comunidades del campo sin templo. Me gusta mucho esta labor, porque se debe construir mucho en todos los sentidos, en lo material y en lo espiri-tual. Hay mucha necesidad de Dios. En esos lugares influyen mucho otras religiones, no tenemos templo, no hay una comunidad determinada, pero sí es necesario tener proyectado lo que se quiere en cada lugar y no perder la visión de parroquia.

He aprendido la importancia del ecu-menismo, de relacionarme con otras personas de distintas opciones de fe y a respetarlas, muy importante. Apren-do a tener una relación especial con los sacramentos, en especial con la Euca-ristía, al presentarla en una comunidad con mucho relativismo religioso. Bus-

Padre Peter Ivan, SDB Un sacerdote de plata

Salesiano

can más el efecto religioso mágico en lo material que en lo espiritual. Es un trabajo en el que tienes que invertir mucha energía, pero que te la da también. Ese encuentro con las personas me llena de entusiasmo.

Padre, por mi labor en la Parroquia Santuario de Nuestra Señora de la Caridad, aquí en Camagüey, he participado en las peregrinaciones que usted organiza periódicamente con esas comunidades sin templo. ¿Qué experiencia ha obte-nido?

Edelmiro, las personas tienen mucha creencia oculta y una devoción muy fuerte a la Virgen de la Caridad. Con la pe-regrinación al Santuario aprovecho para que canalicen esa devoción ante la imagen de la Madre, para que tengan más concepto de comunidad parroquial y también, por qué no, así también visitan la ciudad. Mi concepto es que María abre el Camino: a Jesús por María.

Muy halagador en estos poblados es el trabajo con los niños. Es algo especial, ellos también nos abren el camino hacia los padres. Es muy importante iniciarlos en la fe, en la oración. Algunos por muchas causas, entre ellas el estudio, se alejan o no vuelven, pero la semilla está sembrada en la Roca, que es Jesús. Salesianamente hablando, también se practica deportes, se juega, se comparte, y hay momentos de recreación. Es llevarles alegría y sentido de fiesta.

¿María y Don Bosco? Para mí María significa mucho. Ce-lebro sus fiestas, descubrir su presencia en la Iglesia es im-portante. Tengo el recuerdo de mamá, de papá también, pero la imagen de la ternura de mamá es muy grande. Para mí María es un camino también en el que cada día voy en-contrando cosas nuevas. Y Don Bosco, pues él siempre ha estado conmigo en los momentos especiales, en todos los trabajos que yo hacía y hago. Su vida, su apostolado. El rostro de Don Bosco para mí significa mucho. Todo su tra-bajo con los jóvenes más necesitados, aunque esto no es lo único, porque tampoco podemos perder la dimensión de parroquia. Su rostro me entusiasma, pues denota equilibrio, santidad, humanidad.

Me pides un mensaje para los jóvenes. Pues les digo: jóve-nes, como expresó san Juan Pablo II, no tengan miedo de-lante del mundo, de la Iglesia, no tengan miedo de Dios, no tengan miedo de sí mismos. ¿Por qué? Porque por la expe-riencia de la vida, personal o comunitaria, uno puede tener la sensación de que no vale la pena y aquí entra a desempe-ñar su papel Jesús, verdadero Dios y verdadero Hombre.Y también el demonio, no lo duden. Jesús nos enseña que no obstante lo que nos ocurra en la vida pecadora: No tengan miedo. Él está junto a ustedes. Por eso vale la pena. Tengan siempre clara la meta y a pesar de los cansancios, cuando estemos agobiados, ahí está Jesús.

¿Para mis hermanos sacerdotes? Por mi experiencia sa-cerdotal en estos 25 años y basándome en mi lema sacer-dotal “Alegre siempre en el Señor”, quiero decirme a mí mis-

mo y a mis hermanos sacerdotes, que es una vocación muy bella ser ministro de Dios. Es un camino muy rico en sorpre-sas, en experiencias, pero gratificante. En primer lugar para nosotros, porque somos sacerdotes para los demás. Esto da mucho, sobre todo para mí, celebrar los sacramentos es un privilegio que no se puede comparar con nada. La gente busca a Dios, los sacramentos, por medio del sacerdote. Este es un mundo que parece ateo, pero tiene hambre de Dios y sed de lo espiritual. No obstante, a pesar de la peque-ñez y de la debilidad humana que tenemos ante cada uno de estos grandes misterios que compartimos y que Dios da al mundo, debemos sentir alegría, entusiasmo por este ca-mino del sacerdocio. Es importante la oración, la vida sacra-mental, personal, poder caminar cada día detrás del Señor, con alegría. ¡Qué más!

Padre Peter, el mensaje suyo, para nosotros los laicos, lo tenemos cada día con su ejemplo de oración, de entrega, de sencillez, de sacerdote misionero fiel, de espiritualidad y alegrías salesianas. Le damos gracias a Dios por habernos regalado su presencia en Camagüey y a Ana y a Franc. Para que lo sepa, ya usted tomó agua de tinajón y cuando se vaya, sepa por tradición camagüeyana, que volverá. No es fácil zafarse del Camagüey. Dios lo bendiga.


l. JoSé luiS orozco, SDb


ReflexiónP. luiS roSario, SDb [email protected]: @luemropeTwitter: @luemropeLinkedin: @luemrope

Erase una vez un ratoncito travieso. Acostumbraba jugar junto a los rieles del metro de Santo Domingo, que pasaba cerca de donde vivía. Algunas veces se atrevía incluso a acostarse, de-safiante, sobre los rieles. Pero, cuando veía venir el tren, rápidamente se apartaba casi en forma burlona y lo veía pasar.

Pero un día se recostó y lamentablemente se quedó dormido, sin darse cuenta de que su rabito se había quedado encima de los rieles. De repente pasó un tren a toda marcha y se lo cortó.

El ratoncito, adolorido, se acercó donde había quedado su rabito. Lo miraba, lo contemplaba con pesar agachando su cabeza hacia la partecita de su cuerpo que había quedado tirada sobre el riel y, pobre de él, otro tren que se acercaba le llevó la cabeza. Aquí termina la historia.

MORALEJA: Hay que tener sumo cuidado de no perder la cabeza por un rabito, por las tonterías y superfi-

cialidades que atraen y distraen a la gente.

POR UN RABITO


ReflexiónP. luiS roSario, SDb

Es fácil perder la cabeza por cualquier rabito. Pero si nos descuidamos, nos llevan el pescuezo.

Hay personas que pierden la cabeza por las drogas; en vez de levantar su corazón hacia Dios, se dan un “viaje” que las privan de su capacidad de pensar, pisoteando así su dignidad, arrastrándose por el suelo sin control de sus emo-ciones.

A otras el alcohol los vuelve locos, realizando un camino sin sentido todo el año. Hacen de la bebida excesiva y la borrachera la razón de ser de sus vidas.

Hay personas que pierden la cabeza alimentando a quie-nes, sin ningún tipo de escrúpulos, negocian con el sexo desordenado. En lugar de ir donde pueden encontrar el amor verdadero, visitan los santuarios de la prostitución o del amor fácil, o se asfixian sin control de cualquier hombre o mujer que encuentran casualmente en el camino. Pode-mos añadir a ésto el agravante de la homosexualidad y el lesbianismo.

Mucha gente pierde la cabeza hasta en los días santos de Navidad y Semana Mayor y los ven como sinónimo de viajes para “gozar”, rui-do a todo meter, bebedera descontrolada, can en las playas, ostentación de armas de fuego, distribución de preservativos y tantas otras ex-presiones del descontrol humano.

Pero no todo es negativo. Hay personas que pierden la cabeza por cosas más significativas y positivas. Y hay quienes, ojalá seamos todos (as), pierden la cabeza después de encontrar a Dios en su vida. Se atreven a dar la vida por las cosas de Dios.

Cada día nos ofrece, en bandeja de plata, la oportunidad de encontrar a Dios, a través del misterio de amor de Jesús hacia la humanidad. El murió y resucitó para darnos vida en abun-dancia.

Muchos quieren vivir al margen de la fe en Dios y, en forma más atrevida, hay quienes, en un esfuerzo inútil, se envalentonan enfrentándose a Él con la intención de destruirlo. Con orgullo y creyéndose super-hombres y supermujeres se burlan incluso de quienes abren en su vida La Puerta de la Fe.

Fue lo que sucedió poco después de la revolución france-sa, cuando Reveillère Lépaux, uno de los jefes de la repúbli-ca, que había asistido al saqueo de iglesias y a la matanza de sacerdotes, se dijo a sí mismo: “Ha llegado la hora de reemplazar a Cristo. Voy a fundar una religión enteramente nueva y de acuerdo con el progreso”.

Pero su proyecto de fundar una religión laica, sin Dios, no funcionó. Al cabo de un tiempo, el «inven-tor» acudió desconsolado a Napoleón Bonapar-

te, ya primer cónsul, y le dijo: –“¿Lo creerá, señor? Mi religión es preciosa, pero no arraiga en el pueblo.” Respondió Bonaparte: – “Ciudadano colega, ¿tienes seria-mente la intención de hacer la competencia a Jesucristo? No hay más que un medio; haz lo que Él hizo: hazte cruci-ficar un viernes, y trata de resucitar el domingo.” Esa es la clave.

Hasta perder la cabeza

El encuentro con Jesús es un gran desafío. El está a la puerta de cada persona esperando que le abra. El encuen-tro con Él compromete hasta perder la cabeza.

El encuentro con Cristo le da sentido a la vida. Esa misma vida, que en ocasiones pensamos que no vale mucho y en la que fácilmente perdemos la cabeza con tonterías que nos distraen, es la misma por la que Jesús se entregó en la cruz.

El encuentro con Jesús Resucitado, transfor-ma nuestras vidas y nos hace felices, compro-metiéndonos a revolucionar este mundo con la fuerza del amor que El nos dejó como la pro-puesta más hermosa.

Toda persona que se encuentra con Jesús, cambia radicalmente su vida. Pedro era un humilde pescador y terminó siendo la piedra sobre la que el Señor edificó su Iglesia; Ma-ría Magdalena, de mujer adúltera, se convirtió en una santa; Zaqueo, la Samaritana, Mateo, Agustín, Francisco de Asís y millones y mi-llones más que a través de la historia se cru-zaron en el camino con Jesús Resucitado, y se quedaron con Él, nunca volvieron a ser los mismos.

La Puerta de la Fe se ha abierto en nuestras vidas y, con la gracia de Dios, nada ni nadie la podrá cerrar.

Cuando se entra por la Puerta de la Fe y se encuentra a Jesús Resucitado, somos capa-

ces de perder la cabeza por El. Pero esa Puerta de la Fe tiene un candado que sólo se abre con la llave del amor.

El encuentro con Cristo le da sen-tido a la vida. Esa misma vida, que en ocasiones pensa-mos que no vale mucho y en la que fácilmente per-demos la cabeza con tonterías que nos distraen, es la misma por la que Jesús se entregó en la cruz.

En Familia


Sor mercy guzmÁn bencoSme, FmacoorDinaDora De comunicación Social antillaS-Fma

El acontecimiento del Capítulo General es indud-ablemente una oportunidad y una experiencia de reflex-ión e invocación al Espíritu para lanzar nuestro Instituto hacia los próximos años.

Una manera de contar el Capítulo puede ser descri-birlo con números.

El que se celebra este año es el 23° Capítulo General en la historia del Instituto. Las participantes son 194. Entre ellas hay 16 hermanas del Consejo General, 77 In-spectoras, 5 Superioras de Visitaduría, 92 delegadas y 4 invitadas.

Son 113 las Capitulares que participan por primera vez en el Capítulo, 41 por la segunda, 20 por la tercera, 12 por la cuarta, 6 por la quinta, una por la sexta y una - sor Aurelia Rossi - por séptima vez. Sorprendente!

La media de años de profesión, que va desde los 6 años a más allá de los 50, es de 32,88. 12 de las participantes son de origen africano, aunque las que viven actualmente en África son 18. Hay 33 participantes de origen asiático, aunque las que actualmente viven en Asia son 35. Las par-ticipantes de origen europeo son 76, aunque son 74 las que actualmente viven en Europa. Las participantes de origen

americano son 73, aunque son 65 las que actualmente viven en América. 2 de las participantes viven actual-mente en Oceanía. Quien participa en el Capítulo se hace portavoz del camino carismático de las 12.959 FMA que trabajan en todo el mundo.

Actualmente las FMA esta-mos presentes en 94 países distribuidas en los continen-tes: en 24 países de África-Madagascar hay 516, en 23

países de América hay 4.031, en 21 países de Asia hay

2.473, en los 22 países de Europa hay 5.890, en 4 países de Oceanía hay 49. Números que permiten constatar la vi-talidad y la expansión del Instituto dando respuestas hoy a las necesidades de las jóvenes.

La apertura oficial del Capítulo se celebró el 22 de sep-tiembre de 2014, en el aula magna de la Casa Generali-cia, Roma, Italia. La jornada comenzó con la Eucarística, presidida por el Rector Mayor de los Salesianos Don Ángel Fernández Artime concelebrada por don Francesco Cereda, Vicario.

La centralidad de la escucha de la Palabra ha simbolizado la acogida y la invocación de luz y discernimiento del sueño

La Madre General Yvonne Reungoat dando la bienvenida a todos los presentes.

de Dios para el Instituto. Todo el Instituto está pre-sente en el signo de la entrega y del ofreci-miento, con la riqueza de la diversidad y de la universalidad.

El momento oficial de la inaugu-ración se inicia con el desfile de las banderas, todo el mundo de las FMA es interpelado a vivir el acontecimiento capitular como un momento importante en el camino del Instituto. Por ello se canta con sentimiento y participa-ción la invocación en el Espíritu San-to.

La Madre Yvonne Reungoat da la bienveni-da a todos los presentes y reafirma:

”El tema del Capítulo - Ser Hoy Con Los Jóvenes Casa Que Evangeliza responde al núcleo más profundo de nues-tra identidad carismática y está en sintonía con el camino de la Iglesia relanzado por el Sínodo de los Obispos sobre la Nueva evangelización y por las exhortaciones del Papa Francisco, que invita a los jóvenes a ser protagonistas de su vida, artífices del presente y del futuro de la Iglesia y de la sociedad. El encuentro con los jóvenes se transforma para nosotros en el lugar apostólico del encuentro con Jesús.” Concluye implorando la bendición de Dios. El Señor os ben-diga. Mi deseo es que podáis ser realmente hoy con los jóvenes casa que evangeliza».

Son muchos los representantes de grupos de la Familia Salesiana presentes que en sus

saludos han manifestado su cercanía al Instituto, subrayando la importancia

del tema elegido.“Nuestra casa es una con-

strucción abierta, en la que el Espíritu Santo nos prepara para una profunda formación espiri-tual, intelectual, comunitaria y

apostólica.” En estos días, dedicados a los

trabajos de profundización del tema capitular, la fuerza del Espíritu nos une

al centro del Instituto y nuestros corazones están unidos.

Aunque nos separe el mar inmenso nos encontramos to-das en el divino corazón de Jesús, renovando el compro-miso de caminar hacia la santidad, Siendo Hoy Con Los Jóvenes Casa Que Evangeliza.

En Familia


Sor mercy guzmÁn bencoSme, Fma

Extraído de la página del Institutohttp://www.cgfmanet.org/capgen/default.asp

Madre General Yvonne Reungoat, a la derecha Sor Carmen Figueroa, Inspectora Antillas y a la Izquierda Sor Basilia Ramírez, delegada de la Inspectoría Antillana

Comisión de trabajo en pleno ejercicio de profundización.

n o v i e m B r e - D i c i e m B r e D e 2 0 1 428B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S

En FamiliaSor yoliSa roSario, Fma

Bajo un hermoso cielo soleado, más de 180 participantes se dieron cita el sábado, 18 de octubre, en el Centro Alespi de Orocovis para ser parte del lanzamiento nacional del Mo-vimiento Siempre Alegres, nueva propuesta de asociacionis-mo de las Hijas de María Auxiliadora en Puerto Rico.

Tras el recibimiento inicial, los niños, adolescentes y sus animadores, disfrutaron de dinámicas de animación dirigi-das por sor Magda Marrero, encargada nacional de pastoral juvenil, y varios animadores de la parroquia San Juan Bau-tista de Orocovis. Juntos entonaron el slogan de la pastoral juvenil salesiana: ¡Siempre alegres con Cristo en la Iglesia para el mundo como María!.

Como buenos hijos e hijas de don Bosco y madre Mazza-rello, tuvo el lugar privilegiado la celebración de la eucaristía, presidida por el P. Carlos Cabán, SDB, quien explicó de una manera amena a los niños los núcleos de la espiritualidad salesiana que inspiran el Movimiento.

La fiesta continuó con el almuerzo compartido entre todos en espíritu de familia, antes de pasar al momento de juegos. Los participantes rotaron por varias estaciones que incluye-ron carreras de obstáculos, carreras con sacos, juego de la esponja, relevo circular. Algunos de los más grandes pudie-ron jugar con bolas de baloncesto y volibol.

Al final, se reunieron todos para escuchar el mensaje de sor Araceli Reyes, directora de la comunidad anfitriona, quien les explicó brevemente el proceso de creación de la propuesta y el momento histórico que estaban v i v i endo . Tras la despedi- d a todos regresa-ron contentos a sus respecti-vas comuni-

dades y hogares, deseando volver a encontrarse.El Movimiento Siempre Alegres surge de la inquietud de

actualizar las propuestas pastorales de las Hijas de María Auxiliadora para responder mejor a la realidad cambiante del Puerto Rico de hoy, suscitada en las Jornadas formativas de 2011 con la iluminación de Nelson Santos, sociólogo y líder comunitario, y el P. Hiram Santiago, delegado de pastoral juvenil. A partir de entonces se designó una comisión com-puesta por las coordinadoras de pastoral de cada casa para ejecutar la tarea.

Se realizó un análisis de las líneas orientadoras para la mi-sión educativa de las Hijas de María Auxiliadora, propues-tas por el Instituto en el documento Para que tengan vida y vida en abundancia. Se tomaron como base uniéndolas a lo ya compartido sobre la realidad juvenil puertorriqueña actual para determinar las dimensiones de los contenidos: cultural, evangelizadora, social, comunicativa, vocacional y Jesús modelo de persona; y las estrategias: experiencia, pensamiento crítico, pedagogía del ambiente, diálogo con la familia.

Con este marco teórico, se procedió a diseñar la estructu-ra, que quedó organizada en tres etapas infantil, adolescen-te, juvenil compuestas de varios ciclos bienales, cubriendo las edades de 5 a 21 años.

Después de un tiempo de arduo trabajo pudo dar inicio formal la etapa elemental, que tiene como nombre Little Je-sús y agrupa a los niños de kínder a quinto grado. Se ha co-menzado a trabajar con el primer ciclo de la segunda etapa, llamada Jesús Way, dirigida a los adolescentes.

La labor no ha terminado, continúa gestándose el camino por recorrer, pero se siente la alegría de ver lo primeros fru-tos en bien de los niños, adolescentes y jóvenes puertorri-queños del siglo XXI.

Lanzamiento Nacional Movimiento Siempre Alegres

Iglesia

A continuación parte de la homilía pronunciada por el Santo Padre en la beatificación de Pablo VI y clausura del Sino de la Familia el 19 de octubre de 2014:

Acabamos de escuchar una de las frases más famosas de todo el Evan-gelio: «Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios».

Jesús responde con esta frase iró-nica y genial a la provocación de los fariseos que, por decirlo de alguna manera, querían hacerle el examen de religión y ponerlo a prueba. Es una res-puesta inmediata que el Señor da a to-dos aquellos que tienen problemas de conciencia, sobre todo cuando están en juego su conveniencia, sus riquezas, su prestigio, su poder y su fama. Y esto ha su-cedido siempre.

Evidentemente, Jesús pone el acento en la segunda parte de la frase: «Y [dar] a Dios lo que es de Dios». Lo cual quiere decir reconocer y creer firmemente frente a cualquier tipo de poder que sólo Dios es el Señor del hombre, y no hay ningún otro.

Ésta es la novedad perenne que he-mos de redescubrir cada día, superan-do el temor que a menudo nos atenaza ante las sorpresas de Dios.

En eso reside nuestra verdadera fuer-za, la levadura que fermenta y la sal que da sabor a todo esfuerzo humano contra el pesimismo generalizado que nos ofrece el mundo. En eso reside nuestra esperanza, porque la esperan-za en Dios no es una huida de la rea-lidad, no es una coartada: es ponerse manos a la obra para devolver a Dios

lo que le pertenece. Por eso, el cristiano mira

a la realidad futu-ra, a la realidad de Dios, para vivir plena-mente la vida con los pies bien puestos en la tierra y

responder, con valentía, a los

incesantes retos nuevos.

En este día de la beatificación del Papa Pa-

blo VI, me vienen

a la

mente las palabras con que instituyó el Sínodo de los Obispos: «Después de haber observado atentamente los signos de los tiempos, nos esforzamos por adaptar los métodos de aposto-lado a las múltiples necesidades de nuestro tiempo y a las nuevas condi-ciones de la sociedad» (Carta ap. Motu proprio Apostolica sollicitudo).

Contemplando a este gran Papa, a este cristiano comprometido, a este apóstol incansable, ante Dios hoy no podemos más que decir una palabra tan sencilla como sincera e importan-te: Gracias. Gracias a nuestro querido y amado Papa Pablo VI. Gracias por tu humilde y profético testimonio de amor a Cristo y a su Iglesia.

El que fuera gran timonel del Concilio, al día siguiente de su clausura, anotaba en su diario personal: «Quizás el Señor me ha llamado y me ha puesto en este servicio no tanto porque yo tenga al-gunas aptitudes, o para que gobierne y salve la Iglesia de sus dificultades actuales, sino para que sufra algo por la Iglesia, y quede claro que Él, y no otros, es quien la guía y la salva». En esta humildad resplandece la grandeza del Beato Pablo VI que, en el momento en que estaba surgiendo una sociedad secularizada y hostil, supo conducir con sabiduría y con visión de futuro y quizás en solitario el timón de la barca de Pedro sin perder nunca la alegría y la fe en el Señor.

Pablo VI supo de verdad dar a Dios lo que es de Dios dedicando toda su

vida a la «sagrada, solemne y grave tarea de continuar en el tiempo y

extender en la tierra la misión de Cristo», amando a la Iglesia y

guiando a la Iglesia para que sea «al mismo tiempo ma-

dre amorosa de todos los hombres y dispensado-

ra de salvación».

Beatificación Papa Pablo VI


FranciSco alberto Pérez roDríguez


Estas breves notas intentan hacer un viaje por la historia de la salesianidad en Moca. Y, al mismo tiempo, han de ser un recorrido por la nos-talgia de años que sembra-ron una semilla de ideales y esperanzas en todos los que fuimos tocados, desde pe-queños, por el carisma de los hijos de Don Bosco.

Aquel tiempo memorable marcó las historias persona-les de muchos jóvenes, en-tre los que se encontraba el suscrito, pero se trata de una historia de muchos detalles por lo que he de circunscri-birme a los más resaltantes.

Los salesianos llegaron a Moca en febrero de 1945, de modo que el año próxi-

mo se cumplirán setenta años del establecimiento de la primera comunidad de hijos de Don Bosco en la referida comunidad. A Santo Domingo llegaron en 1934 (poco se ha dicho tal vez que en este 2014 se han cumplido ya ochenta años de que los integran-tes de la orden fundada por Juan Bosco se instalaran en la República Dominica-na). Son ambas pues, dos efemérides trascendentes desde el punto de vista no solo religioso, sino educati-vo, social y cultural, por toda la gran obra desarrollada por los salesianos durante estos ocho decenios a nivel nacio-nal, y durante siete décadas en la ciudad mocana, donde arriba el padre Antonio Flores acompañado del padre José Aguilar cuando habían trans-currido once años de que la Orden se radicara en Santo Domingo.

Ya la parroquia del Sagra-do Corazón de Jesús existía cuando llegaron los salesia-nos a Moca. Había sido crea-da en 1888 y es monseñor Ricardo Pittini, designado Arzobispo de Santo Domin-go en 1935, a quien corres-ponde, diez años más tarde, enviar el primer salesiano a encargarse de la dirección parroquial en calidad de vi-cario ecónomo –que tal fue el nombramiento oficial- hasta que, a partir de 1946, la San-ta Sede entrega por decreto a perpetuidad la parroquia del Sagrado Corazón de Je-sús a la congregación sale-siana.

Ese mismo año de 1946 lle-

gan a Moca las Hijas de María Auxiliadora con las hermanas Sor Adelayda Ballardo y Sor Esther Fuentes. Esta última falleció en mayo de este año sin que los mocanos recor-daran a esa monja ejemplar que fue fundadora de la obra de las hermanas salesianas en la ciudad del Viaducto. La recordamos aún, una mujer de rasgos hermosos, activa, jovial, que prefirió entregar su juventud y su vida a la causa trascendente del Señor.

Cuando el mexicano An-tonio Flores llegó a Moca, lo que existía era una vieja iglesia de madera, levantada en 1907, y allí comenzó este venerado sacerdote su gran obra, “subido en una ban-queta para facilitar la visión y la audición”, durante la ce-lebración de la misa, según recuerda el doctor Artagnan Pérez Méndez en su libro so-bre el Santuario Nacional del Sagrado Corazón de Jesús. Tres acciones me urge des-tacar, porque constituyeron eslabones claves en el desa-rrollo de Moca, no solo espiri-tualmente, sino en el aspecto educativo, social y cultural: la inmediata apertura de un centro escolar de parte de las hermanas salesianas, el colegio María Auxiliadora; el establecimiento del Oratorio Festivo, que congregaba a ni-ños y jóvenes por primera vez en la catequesis y en la prác-tica deportiva y artística; y el levantamiento del Teatro Don Bosco, que Flores construyó con la madera de la vieja igle-sia que decidió reconstruir. En ese teatro “se realizaron

d u -rante décadas proyecciones cinematográficas para los ni-ños del Oratorio Festivo, así como veladas, representa-ciones teatrales y concursos musicales”, como igualmen-te recuerda el doctor Pérez Méndez. Al mismo tiempo, se funda la Escuela Agrícola Salesiana, que los mocanos denominaban La Granja, la-bor en la que estuvo un rol clave el padre Sixto Pagani y que ha recordado en un Bo-letín Salesiano reciente el in-olvidable padre Luis Dalbón, todavía activo.

Es importante apuntar algo que pocas veces se dice. A partir de 1945, Moca pasó a ser el centro, el nervio vital de la salesianidad en República Dominicana. Desde su arri-bo, el padre Flores comienza los planes para erigir un gran templo que sustituyese al vie-jo caserón de madera donde se inició su labor apostólica. Aquí es bueno consignar que con el padre Flores se esta-blece también el hermano coadjutor Luis Breda, que era un maestro construc-tor, quien sería pieza funda-mental en el levantamiento del Santuario y de las otras obras mencionadas, y junto a éstas de la primera capilla consagrada a María Auxilia-dora, en la comunidad de La Isleta. Diez años después de iniciarse su construcción, la iglesia del Sagrado Cora-zón de Jesús fue inaugurada en 1956. Levantada con las contribuciones de todos los mocanos (el gobierno de Tru-jillo no tuvo nada que ver con

HistoriaJoSé raFael lantiguaminiStro De cultura De 2004 al 2012

Portada del libro “El padre Vicente que conocimos” de la autoría de Luis Manuel Brito

Ureña, puesto a circular en Moca con motivo de las celebraciones del 40o aniversario de la partida al Padre del sacerdote salesiano,

oriundo de Salamanca, y cuyos restos se encuentran en el cementerio municipal de

esa ciudad. En la obra se recogen testimonios de los jóvenes que, entre los años sesenta y

setenta, laboraron junto al padre Juan Miguel Vicente Martín en la constitución y desarrollo

del Centro Juvenil Don Bosco. Vicente ha sido considerado “apóstol de la juventud

mocana”.


HistoriaJoSé raFael lantigua

esta construcción), el dictador no pudo asistir a su inaugura-ción al descubrirse un complot en su contra que encabezaban miembros de las familias Cabrera y Balcácer. Trujillo visita el templo por primera vez en 1957. Ya quien escribe había ingre-sado ese año como monaguillo, con apenas 8 años de edad, y recuerdo el momento de la visita del férreo gobernante. Para entonces, yo era el monaguillo más pequeño y Bruno Rosario Candelier, hoy presidente de la Academia Dominicana de la Lengua y prominente intelectual, el monaguillo de mayor edad. Moca se convirtió durante varios años en un centro de peregri-nación nacional. Era habitual ver los fines de semana decenas de autobuses que llegaban de distintas partes del país para conocer el impresionante santuario que, como he señalado en varias ocasiones, es la iglesia más hermosa y arquitectóni-camente con diseño más paradigmático que existe en el país, incluso por encima de la Basílica de Higuey.

Desde el punto de vista de la juventud, la obra salesiana fue puntal para el crecimiento espiritual y cultural de los jóvenes de Moca durante las siete décadas que han de conmemorar-se en el 2015. El oratorio; el teatro Don Bosco (donde muchos de mi generación y de generaciones anteriores a la nuestra conocimos el cine por primera vez); la escuela agrícola que poseía un teatro de madera donde se realizaban continuas re-presentaciones teatrales con los propios alumnos de ese cen-tro educativo, aprovechando la colección de obras de teatro llamada Galería Teatral Salesiana, hoy prácticamente olvida-da e inencontrable tal vez ejemplares de la misma; el colegio María Auxiliadora, donde se formaron varias generaciones de muchachas mocanas; el Salesianum, lugar de retiro y cursillos de vida para jóvenes de distintos puntos del país, diseñado y construido por el padre Ramón Alonso, y en cuya dirección participamos junto además con el entonces padre Fabio Ma-merto Rivas, con quien laboramos en el reclutamiento de jó-venes de todo el Cibao para que participaran en estos retiros de tres días de duración, semana tras semana, en la casa de Pinar Quemado de Jarabacoa. Esos “cursillos de vida” fueron

la réplica salesiana de los retiros para jóvenes que realizaban con igual nombre en esa misma época los Hermanos de la Salle, con el fin de crear un espacio de formación espiritual para los jóvenes frente al auge de los Cursillos de Cristiandad, que eran para adultos. Hoy el antiguo Salesianum sirve de Albergue Educativo Infantil.

El padre Alonso había planificado formar un centro juvenil. Los cursillos que organizábamos tenían el propósito de ir for-mando a los dirigentes de ese centro juvenil. Alonso nos envía junto a José Carrasco y el hoy prominente abogado Tomás Daniel Cueto, a participar en el cursillo de vida de los Herma-nos de la Salle en Pinar Dorado donde esa congregación tenía una casa con esos fines. Yo tenía entonces 16 años de edad. También nos envió el mismo año al curso de sociología que dictaban durante nueve días los jesuitas con los padres Fran-cisco Guzmán, Gregorio Lanz y Jorge Munguía a la cabeza, donde se hacían ejercicios de pobreza y de conocimiento de la ideología marxista y de la doctrina social de la Iglesia. Esos cursos se hacían en Villa González en una casa fundada por el entonces padre Francisco J. Arnaiz, luego obispo, fallecido a inicios de este mismo año y con quien sostendría por décadas hasta la hora de su muerte una gran amistad.

Este es el antecedente más próximo a la fundación del Cen-tro Juvenil Don Bosco, como el Oratorio Festivo, dirigido por el padre Fuentes, fue su antecedente más lejano. Al padre Alonso le interesaba trabajar con jóvenes, no con niños, y por eso desaparece el Oratorio. Pero, al ser trasladado a Santo Domingo la labor recae en manos del joven sacerdote Juan Miguel Vicente Martín, quien fundaría la entidad el 31 de ene-ro de 1969, día de don Bosco, teniendo como fundadores y miembros de su primera directiva a: José Rafael Lantigua (fui el primer secretario general y autor de sus estatutos), Gabriel Guzmán Marcelino (hoy presidente del Plan Estratégico de la Provincia Espaillat), Víctor Marino Lulo, que dirigía la sección cultural; Reynaldo Morel y Ramón Rafael Ureña, la sección de-portiva; Frank Rosario (que luego sería sacerdote carmelita, hoy retirado ya en Bruselas, Bélgica) y José Octavio Olivo, en la acción social.

Así nació la obra del padre Vicente en Moca, que aún per-manece cuarenta y cinco años después. El sacerdote de Sa-lamanca falleció en un accidente en agosto de 1974, cinco años después de haber desarrollado una extraordinaria labor en el encauzamiento de las aspiraciones de la juventud de mi pueblo, por lo que es llamado Apóstol de la Juventud Moca-na. Sus restos reposan en el cementerio municipal de Moca, y con motivo del cuarenta aniversario de su muerte se desarrolló allí un activo programa conmemorativo que nos llevó de nuevo a casa a muchos de los que laboramos junto a Vicente en esta labor ejemplar que revolucionó la vida de los jóvenes de mi pueblo durante los años setenta, dejando una estela de bien y de provecho en aquella comunidad de nuestros amores. En una de las actividades celebradas, uno de los dirigentes fun-dadores del Centro Juvenil Don Bosco señaló algo que hoy podemos confirmar: ninguno de los que laboramos con Vicen-te en el CJDB nos convertimos en delincuentes o antisociales, todos hemos tenido un compromiso con nuestra sociedad y muchos han alcanzado niveles de respeto y de posiciona-miento social en la vida dominicana como banqueros, educa-dores, ministros, juristas, industriales, comerciantes, artistas, publicistas, dirigentes de entidades diversas, siempre honran-do las enseñanzas del padre Vicente y el carisma salesiano, para gloria de Dios.

Imagen de uno de los espectáculos teatrales realizados a inicios de los setenta en el Teatro Don Bosco, de Moca, para animar a los jóvenes de esa comunidad a participar de las actividades del centro juvenil fundado por el padre Vicente. Figuran, entre otros, de izquierda a derecha: Gabriel Guzmán Marcelino (sería por muchos años vicepresidente del Banco Popular y actualmente preside el Plan Es-tratégico de la Provincia Espaillat); Ramón Rafael Ureña (fue auditor del Banco de Reservas y actualmente es asesor de esa entidad bancaria en el ramo); Fey Martí-nez (reside desde hace dos décadas en Montreal); José Rafael Lantigua (escritor, columnista, laboró en altas posiciones en diversas empresas privadas y fue Minis-tro de Cultura del 2004 al 2012); Alberto López (es un reconocido asesor financiero e inmobiliario en Santo Domingo); Frank Rosario (poeta y educador, se hizo sacer-dote carmelita y actualmente reside en Bruselas, Bélgica). Estos entonces jóvenes veinteañeros fueron parte fundamental con quienes el padre Vicente inició su obra misionera a favor de la juventud en Moca.

En el año 2013, los Gases de Efec-to Invernadero (GEI) presentes en la atmósfera subieron a un nivel sin pre-cedentes, sobre todo el dióxido de carbono (CO2), según mediciones de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) publicadas en su Boletín anual el pasado 9 de septiembre del presente año. La red de Vigilancia de la Atmós-fera Global de la OMM encontró que para el año 2013 la concentración de CO2 en la atmósfera alcanzó el 142% del nivel de la era preindustrial (o sea, antes de 1750). Mientras que, la con-centración de Metano era de 253% y la de Oxido Nitroso de 121%, respec-tivamente.

Según datos preliminares, el aumen-to súbito de CO2 podría obedecer a una disminuida capacidad de la Biós-fera de la Tierra de absorber el Gas de Efecto Invernadero (GEI), sumado al in-cremento constante de las emisiones. Normalmente, una cuarta parte de las emisiones de CO2 es absorbida por los océanos, lo que provoca graves consecuencias por la acidificación del agua de mar, fenómeno que está suce-diendo a un ritmo mayor de lo ocurrido en los últimos 300 años.

Las informaciones anteriores fueron ratificadas por el Informe emitido por el Grupo Intergubernamental del mes de Julio del 2014 sobre el Cambio Climáti-co (IPCC), el cual confirma que el des-hielo continuo de los polos y glaciares provocará la subida del nivel del mar y, esto a su vez, traerá graves conse-cuencias para las zonas costeras bajas de los países insulares. El referido infor-me estima que el riesgo se incremen-tará desproporcionadamente cuando el Calentamiento Global supere 2ºC y pronostica impactos negativos en la seguridad alimentaria y los sistemas de

producción de alimentos a nivel mun-dial.

Los datos arriba indicados confirman que, sin acciones contundentes y ur-gentes, en las próximas décadas, el Calentamiento Global superará los 2 grados centígrados (2ºC) por encima de la temperatura mundial promedio de la época preindustrial, considerado como el límite para evitar una catás-trofe planetaria. No obstante, las ne-gociaciones sobre el Cambio Climáti-co avanzan con mucha lentitud y con poca voluntad política por parte de los países desarrollados y en vías de de-sarrollo.

En la recién pasada Cumbre del Cli-ma celebrada el pasado 23 de Sep-tiembre, en Nueva York y organizada por las Naciones Unidas, se discutieron sin grandes compromisos, los temas que históricamente han provocados y siguen provocando el Calentamiento Global. El domingo 21 de septiembre, antes de celebrarse la Cumbre del Cli-ma, personas de 166 países se mo-vilizaron exigiendo “detener la Fiebre del Planeta”, incluyendo una marcha masiva por las calles de Manhattan en protesta por la lentitud con que marcha el proceso oficial de negociaciones que busca reducir las emisiones que conta-minan el Planeta.

Del 1 al 12 de diciembre del 2014 se celebrará en Lima, Perú, la vigési-ma edición anual de la Conferencia de las Partes (COP20) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Asi-mismo, del 9 al 12 de diciembre del presente año se celebrará en esta mis-ma ciudad, la Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático. En Lima se prevé avanzar en la elaboración del borrador del Nuevo Acuerdo Global so-

bre Cambio Climático, el cual deberá entrar en vigencia a partir de 2020. El acuerdo de referencia deberá conocer-se, discutirse y aprobarse en la COP21 que tendrá efecto en París en el año 2015.

Por su parte, los grupos sociales y ambientalistas movilizados a nivel mundial proponen acelerar la transi-ción de la matriz eléctrica tradicional por energías renovables en 100%; promover la producción y consumo locales de bienes durables; estimular la transición a la producción agrícola basada en la comunidad para satisfa-cer las necesidades alimentarias loca-les; eficientizar el transporte público; crear empleos climáticos para reducir las emisiones y restaurar la naturaleza; invertir estratégicamente en comunida-des vulnerables; educar para la adap-tación al cambio climático; mejorar las condiciones de vida de los casi seis mil millones de pobres y excluidos que pa-san hambre y miseria a nivel planetario y, al mismo tiempo, reubicar a las fa-milias que residen en zonas altamente vulnerables.

Como se puede apreciar, las grandes luchas sociales y ambientales a nivel mundial están exigiendo que los go-bernantes de los países desarrollados y en vías de desarrollo asuman un com-promiso serio con el medio ambiente y especialicen y destinen los recursos económicos necesarios para enfrentar los problemas sociales, económicos y ambientales asociados con el Cambio Climático, el uso insostenible de los recursos naturales y la contaminación de las aguas, los suelos y el aire. Todo parece que, sin importar nuestra con-dición social, credo religioso y simpatía política, todos los seres humanos de-bemos movilizarnos para defender el Planeta.


Realidad SocialteleSForo gonzÁlez mercaDo, PhD.PSicólogo [email protected]

(ANS – Roma) – El 25 octubre han finalizado los dos Seminarios de estudio sobre el Cuadro de Re-ferencia de la pastoral juvenil sale-siana, destinado a los delegados inspectoriales de pastoral y sus equipos de América Latina y el Ca-ribe. Estos dos han sido desarrolla-dos en Haití y en Brasilia.

A lo largo del mes de octubre, han asistido alrededor de 50 personas, salesianos y laicos. El Seminario es una propuesta formativa pensada para profundizar en la Pastoral Juvenil Sa-lesiana a la luz de la última edición del texto. La Pastoral Juvenil Salesiana. Cuadro de Referencia, tercera edición (año 2014). Tal iniciativa, conducida y gestionada por el Dicasterio para la Pastoral Juvenil, ha sido un espacio de reflexión, de dialogo y de crecimien-to en la misión salesiana y un recurso para la formación, que valorice la reali-

dad de cada inspectoría y región.Las jornadas han sido estructuradas

con metodologías diferentes. El P. Fa-bio Attard y el P. Miguel Angel García han animado las jornadas dando espa-cio a:la presentación del texto del Cua-dro de Referencia, el estudio y profun-dización del mismo con el propósito de evidenciar algunas prioridades o emer-gencias; los momentos de oración, re-flexión, diálogo e intercambio.

(ANS – Roma) En este día, viernes 24 de octubre, las Capitulares han confirmado como Madre General a Sor Yvonne Reungoat la 9ª sucesora de Madre María Domenica Mazza-rello. Los primeros en felicitarla, con las Capitulares, fue el Rector Mayor, Don Ángel Fernández Artime. Un largo y calido aplauso ha acogido la proclamación oficial.

Por: Yuliana Denis

(Santa Clara, Cuba.).- Con una Eucaristía celebrada en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Santa Clara, presidida por Mons. Arturo Gon-zález, se conmemoró el 35 aniversario de la muerte del Siervo de Dios P. José Vandor, SDB.

En la celebración se encontraban presentes el Excmo. Sr. András Drexler, Embajador de la República de Hungría en Cuba y el Sr Zsolt Király encargado de Negocios, como representantes de la tierra natal del P. Vandor. Además sa-cerdotes salesianos, de la ciudad y de la diócesis, quienes acompañaron al

obispo en el momento de la bendición de un busto erigido en conmemoración del P. Vandor.

El busto realizado con polvo de már-mol y de piedra, ha sido obra de los artistas Antonio Gómez y Delvis San-tos, fue bendecido y colocado cerca del sagrario del templo, uno de los lu-gares más asistidos por el recordado P. Vandor.

Al finalizar, bajo la dirección de la maestra y directora Irina Toledo fue ofrecido un concierto a cargo de la Sinfónica Provincial de Santa Clara con un repertorio de seis temas, de varios autores, y que fueron interpretados de manera impecable.


Bendicen busto del P. Vandor, SDB en Santa Clara

El Cuadro de Referencia para la Pastoral Juvenil: América y el Caribe

Busto erigido en conmemoración del P. Vandor.

Elección de la Madre General de las Hijas de

María Auxiliadora

Dale, Señor, el descanso eternoy brille para ellos la luz que no tiene fin.

+ Sor Lina Pegoraro, FMaFallecida el 31 de octubre de 2014

+ Señor FranciSco guzMánHermano del P. Johnny, Sor Indiana, Sor

Ana Cecilia y el Sr. Tobías.Fallecido el 3 de septiembre de 2014

+ MonS. Juan antonio FLoreS Santana

Arzobispo Emérito de la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros

Fallecido el 9 de noviembre de 2014

+ nancy Pérez SánchezSobrina del P. Ángel Sánchez, SDBFallecida el 13 de noviembre de 2014

+ Jorge LuiS MartínSobrino del P. William José Rosario, SDB

Fallecido el 7 de noviembre de 2014

Boletín Salesiano noviembre-diciembre 2014

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