Boletín Compartiendo Nro. 15-2015

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¡Por una vida productiva, sana y feliz; libre de transgénicos! COMPARTIENDO N° 15 Editor: Fernando Alvarado de la Fuente E-mail: [email protected] Blog: http://fernandoalvaradodelafuente.blogia.com/ FaceBook: Fernando Alvarado BioFerdi WEB: www.ideas.org.pe Facebook: http://www.facebook.com/centroideas.peru lunes, 13 de abril 2015 I N D I C E Perú, alimentación y salud / Alfredo Stecher Transgénicos, glifosato y cáncer Empleado de Monsanto admite que existe un departamento para desacreditar científicos POR LA PROHIBICIÓN INMEDIATA DEL GLIFOSATO EN ARGENTINA Los empleados de Monsanto no comen Transgénicos Los 4 mitos sobre transgénicos sin agroquímicos que Monsanto quiere que creas Relatora de las Naciones Unidas cuestiona los cultivos transgénicos Mundo: 10 razones para decir NO a los transgénicos La frontera agrícola en Bolivia: transgénicos, deforestación y seguridad alimentaria Conoce los 6 principios en los que se basa la economía solidaria Minagri presentó a nivel nacional lineamientos de política agraria Investigadores analizan genes del maíz para mejorar las variedades cultivadas en el sur de EEUU Las dietas ricas en verduras podrían llevar a unos riesgos cardiacos más bajos San Fernando planea exportar abono a EE.UU., México y Colombia

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• Perú, alimentación y salud / Alfredo Stecher • Transgénicos, glifosato y cáncer • Empleado de Monsanto admite que existe un departamento para desacreditar científicos • POR LA PROHIBICIÓN INMEDIATA DEL GLIFOSATO EN ARGENTINA • Los empleados de Monsanto no comen Transgénicos • Los 4 mitos sobre transgénicos sin agroquímicos que Monsanto quiere que creas • Relatora de las Naciones Unidas cuestiona los cultivos transgénicos • Mundo: 10 razones para decir NO a los transgénicos • La frontera agrícola en Bolivia: transgénicos, deforestación y seguridad alimentaria • Conoce los 6 principios en los que se basa la economía solidaria • Minagri presentó a nivel nacional lineamientos de política agraria • Investigadores analizan genes del maíz para mejorar las variedades cultivadas en el sur de EEUU • Las dietas ricas en verduras podrían llevar a unos riesgos cardiacos más bajos • San Fernando planea exportar abono a EE.UU., México y Colombia

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¡Por una vida productiva, sana y feliz; libre de transgénicos!

COMPARTIENDO N° 15

Editor: Fernando Alvarado de la Fuente E-mail: [email protected]

Blog: http://fernandoalvaradodelafuente.blogia.com/ FaceBook: Fernando Alvarado BioFerdi

WEB: www.ideas.org.pe Facebook: http://www.facebook.com/centroideas.peru

lunes, 13 de abril 2015

I N D I C E

Perú, alimentación y salud / Alfredo Stecher

Transgénicos, glifosato y cáncer

Empleado de Monsanto admite que existe un departamento para desacreditar científicos

POR LA PROHIBICIÓN INMEDIATA DEL GLIFOSATO EN ARGENTINA

Los empleados de Monsanto no comen Transgénicos

Los 4 mitos sobre transgénicos sin agroquímicos que Monsanto quiere que creas

Relatora de las Naciones Unidas cuestiona los cultivos transgénicos

Mundo: 10 razones para decir NO a los transgénicos

La frontera agrícola en Bolivia: transgénicos, deforestación y seguridad alimentaria

Conoce los 6 principios en los que se basa la economía solidaria

Minagri presentó a nivel nacional lineamientos de política agraria

Investigadores analizan genes del maíz para mejorar las variedades cultivadas en el sur de EEUU

Las dietas ricas en verduras podrían llevar a unos riesgos cardiacos más bajos

San Fernando planea exportar abono a EE.UU., México y Colombia

PERÚ, ALIMENTACIÓN Y SALUD Alfredo Stecher

I. La variedad de nuestra comida En el Perú tenemos una enorme y muy variada riqueza de productos agropecuarios, tanto autóctonos como adaptados, tanto de zonas tropicales como templadas, e ictiológicos, de uno de los mares más ricos del mundo y de nuestros sistemas fluviales y lacustres, en parte por acuicultura, que facilita una alimentación diversa y equilibrada. También incluye notables nutracéuticos -alimentos, condimentos, hierbas y aditivos naturales- que contribuyen a evitar o contrarrestar enfermedades. Nuestra confrontación con un abanico amplio de sabores desde temprana edad, también de verduras, variedades de papas y muchos otros alimentos, y sabrosas formas de preparación, pero principalmente de frutas, nos hace más abiertos a probar productos previamente no conocidos. Nuestra cocina tradicional expresa la mezcla cultural de varias etnias autóctonas y foráneas, en particular africanas y chinas, además de otros pueblos europeos y americanos, y sus diversas evoluciones regionales y fusiones. Con frecuencia quienes tienen un dominio importante de la cocina tradicional suelen tener también, producto de décadas de relativa escasez por crisis, la disposición y aptitud de adaptarse con inventiva a la ausencia de algún ingrediente. Si bien la comida rápida y la industrial ultra procesada han aumentado bastante su presencia en nuestros hábitos alimenticios, felizmente aún no alcanzan el grado extremo de penetración que han alcanzado en los Estados Unidos. En parte eso lo debemos a la disponibilidad de empleo doméstico relativamente barato para hogares que lo pueden asumir, y a la presencia en muchas familias de personas dispuestas a cocinar por no tener fuentes de ingresos fuera de la casa, o por placer. Y también a que, debido en parte a las crisis económicas tenidas hasta décadas recientes, todavía es elevado el porcentaje de personas capaces de cocinar. Esto se ve favorecido por el precio comparativamente elevado de los productos industriales respecto de los naturales y frescos, excepto en el caso de las bebidas gaseosas y del azúcar, que son la punta de lanza de la alimentación no saludable. También por el menor costo de la mano de obra es relativamente barata la comida en restaurantes populares que abundan donde quiera haya personas que, lejos de sus hogares, tienen un descanso en su jornada laboral, en locales cerrados o en carretillas. Esto, además de preferencia por la comida tradicional, expresa la existencia de un mercado segmentado, en que una población todavía mayoritaria no tiene los ingresos suficientes para vivir de la comida rápida, a diferencia de los Estados Unidos. Como nos muestran las novelas y películas norteamericanas, incluso las personas en extrema pobreza, que viven de subsidios estatales, recurren a la comida rápida, tanto por resultarles relativamente barata como por haber perdido en gran medida las habilidades necesarias para cocinar, además de la dificultad de conseguir los insumos (los supermercados más populares casi no tienen productos no industriales). En nuestro país, en contraste con la monotonía de la comida rápida, la mayoría de hogares tienen incluso en la vida diaria una gran variedad de platos, estofados, secos, guisos, tortillas, causa, ocopa, locro, asados, aguaditos, sudados, sopas, caldos y caldillos, al vapor, purés, pasteles salados, chupes, cazuelas, pucheros,

NOTICIAS Y EVENTOS DE LA SEMANA

picantes, pepián, ají de gallina, enrollados, albóndigas, tamales, humitas saladas, motes, chochoca, cancha (maíz tostado), tacachos (plátano asado), carapulca (de papa deshidratadas, sopas secas, adobos, espesados, inchicapi, frituras (lo menos recomendable), cebiches, tiraditos, escabeches, ajiacos, patarashca, parihuela, chilcano, leche de tigre, etc., arroz chaufa, juanes, arroz verde y otros con base en arroz (lamentablemente casi exclusivamente el pulido). Y, aunque no necesariamente lo más sano, está bien disfrutar de vez en cuando de nuestras maravillas nacionales o regionales, pachamanca, huatia, anticuchos de corazón (y otros), pollo a la brasa, lomo saltado, sangrecita, camote con relleno, caucau, tacutacu, pancita, rachi, mollejitas, chanfainita, patita con maní, mondonguito, papa rellena, choncholí, cecinas, chicharrón de chancho o pescado, jalea, cóctel de camarones, chiringuitos, rocoto relleno, papa a la huancaína, cuy frito o chactado, solteritos, chairo, cauche, pebre, cabrito y pato a la norteña, puka picante, patashca, empanadas, salteñas, caldo de cabeza, shámbar, sopa teóloga. También de picarones, alfajores, leche asada, King Kong, turrón de Doña Pepa, arroz con leche, mazamorra morada, mazamorra de cochino, humitas dulces, cocadas, chapanas, frejol colado, guargüeros, suspiro a la limeña, ranfañote, torta helada, arroz zambito, budines, dulce de camote, champus, machacados, maná, dulce de higos, y toda la variedad de postres de adaptación más reciente, y chicha de jora, de molle, de maní o de cebada, entre otros. Nuestra comida es especialmente positiva por la variedad de papas, camotes, yuca, pallares, frejoles, lentejas, vainitas, arvejas, habas, choclos, otras verduras, más pollo extremadamente barato por la eficiencia de nuestra industria avícola, de pescados, de carnes rojas relativamente baratas y de mariscos. Nos favorece también la costumbre de acompañar muchos platos con gotas de limón y con rodajas de cebolla roja y tomate, además del uso amplio de ajo y de ajíes. Igualmente la preferencia de todavía muchas personas por limonadas, naranjadas, chicha morada natural e infinidad de jugos o zumos de frutas frescos, lamentablemente reemplazados progresivamente por sus versiones industriales o sucedáneos. Además entre nosotros parece que todavía predomina una cultura de compra de insumos más baratos según la estación y circunstancias antes que un cronograma de platos preestablecido rígido. Es de esa realidad que parte, en la que se inserta y a la que refuerza el boom gastronómico, que tiene la virtud de involucrar tanto a capas sociales más pudientes como de menores ingresos, en cuanto a consumo, y de vincularlas con la pequeña producción de todo el país. Se trata de arte y ciencia, de ingeniería doméstica y de restauración, de servicio al cliente/huésped, bienvenido y reconocido, con hospitalidad; con el fortalecimiento de nuestra identidad y de nuestra imagen internacional como subproducto. Estuvo precedido del florecimiento en segmentos reducidos de la cocina novoandina, adaptación de la cocina tradicional andina a gustos más refinados. A esto se agrega la aún reducida, pero creciente disponibilidad de productos orgánicos certificados, principalmente en Lima, pero también ya en varias regiones, a través de bioferias, tiendas orgánicas, secciones orgánicas de supermercados y de una parte de la oferta de mercados saludables y justos. Y en todos los mercados, diversos alimentos no tienen agroquímicos por defecto, por provenir de la agricultura tradicional de recursos limitados. Todo lo expresado anteriormente es un importante plus para nuestra salud, por el amplio abanico de insumos entre los que podemos escoger y la disponibilidad de muchos productos frescos durante buena parte del año, algunos casi sin interrupción, gracias a la diversidad de nuestros ecosistemas y calendarios agrícolas y a lo templado de nuestro clima de Costa como efecto de la Corriente de Humboldt. Tanto la Costa como la Ceja de Selva y Selva y los valles interandinos templados permiten dos campañas al año de muchos productos agrícolas. Y se ha intensificado enormemente la horticultura durante todo el año. La agroexportación de productos no tradicionales floreciente en las últimas décadas ha llevado a que esta supere ampliamente la de productos agrícolas tradicionales y aumente su disponibilidad en el mercado nacional –aunque en algunos casos a precios solo accesibles por las minorías de mayores ingresos, hasta que su producción se generaliza y los precios se nivelan. Hay alimentos más saludables y otros menos, más para unas personas que para otras, pero su diversidad en el tiempo (mejor con menor diversidad de insumos en cada comida) facilita la ingesta de todos los nutrientes que necesitamos. Eso sí, es frecuente la insuficiencia de hierro, además de zinc.

Siempre es preferible un alimento orgánico, garantizado por una certificación, especialmente para bebés y niños. Autorizo su reproducción total o parcial para fines no comerciales, con indicación de fuente.

TRANSGÉNICOS, GLIFOSATO Y CÁNCER Silvia Ribeiro*

La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que el glifosato, el agrotóxico más difundido en el mundo, que se usa con 85 por ciento de los cultivos transgénicos, es causa probable de cáncer. Comunidades y familias afectadas en Argentina, Paraguay y otros países venían denunciando esta relación desde hace años, por sufrirla directamente. Ahora Naciones Unidas la confirmó. Es otro legado tóxico de Monsanto a la humanidad: la empresa desarrolló y patentó este herbicida de amplio espectro en 1974 y aunque su patente expiró en el 2000, sigue siendo un importante rubro de sus ventas y está asociado a la mayoría de sus transgénicos. Por ello, Monsanto presiona ahora para que la OMS cambie este parecer, alegando, como ha hecho por décadas, que el glifosato no causa cáncer. Pero el grupo de expertos de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer de la OMS (IARC por su sigla en inglés), que realizó la evaluación, se mantiene en sus conclusiones, explicando que sus documentos de base son muchos, sólidos y sobre todo independientes, a diferencia de los presentados por la empresa. Un grupo de 17 expertos de 11 países trabajó en la evaluación del potencial carcinogénico de 5 plaguicidas organofosforados: tetraclorvinfos, paratión, malatión, diazinón, y glifosato. El 20 de marzo publicaron los resultados en la revista científica The Lancet. Todos los plaguicidas evaluados mostraron relación con problemas graves a la salud, pero el caso del glifosato desató una alarma global porque es el agrotóxico con mayor volumen de producción y uso en el mundo, y porque instituciones de salud y empresas aseguran que es de baja peligrosidad. En contraste, el grupo de expertos dictaminó que existen "pruebas suficientes de que el glifosato puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin)". Para esto último, se basaron en estudios de exposición a glifosato de agricultores en Estados Unidos, Canadá y Suecia. Si hicieran estos mismos estudios en el Cono Sur de América Latina, en Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay, el área que la transnacional Syngenta llamó cínicamente "la República Unida de la Soya", donde se planta el mayor volumen de soya transgénica resistente a glifosato del planeta, los resultados serían aún más graves, ya que la fumigación aérea y la falta de control está mucho más extendida. El grupo de OMS encontró además "suficientes evidencias de daños al ADN y daños cromosómicos en células humanas in vitro", o sea, en pruebas de laboratorio. Son síntomas relacionados al desarrollo de cáncer. Señalan que el glifosato es usado en agricultura, silvicultura, áreas urbanas y hogares. Agregan que su uso aumentó exponencialmente con la siembra de cultivos modificados genéticamente para ser resistentes a este herbicida y que se han encontrado residuos de glifosato en aire, agua y alimentos. En 2013, un estudio de Amigos de la Tierra encontró residuos de glifosato en la orina del 45 por ciento de los ciudadanos muestreados en 18 ciudades europeas, y otro en Alemania, niveles de 5 a 20 por ciento más altos en orina que los niveles permitidos en agua potable. El movimiento Moms Across America de EU, encontró en 2014 presencia de glifosato en leche materna, en porcentajes hasta mil 600 por ciento superiores a lo permitido por la directiva europea. En Brasil, principal usuario de agrotóxicos del mundo, estudios del investigador Wanderlei Pignati, mostraron desde 2011, grave presencia de glifosato en leche materna en el estado de Mato Grosso, así como altos porcentajes de residuos de glifosato y otros agrotóxicos en el agua que beben en escuelas y en 88 por ciento de las muestras de sangre y orina tomadas a maestros del municipio Lucas de Rio Verde de ese estado. Hay resultados en el mismo sentido en Argentina. Allí, los movimientos de madres y médicos de pueblos fumigados de Córdoba, Santa Fe y otras provincias afectadas por la siembra de transgénicos, denuncian desde hace años lo que consideran un genocidio silencioso. En esos lugares, los casos de cáncer y malformaciones congénitas, superan con mucho la media nacional. En el Chaco, hasta 400 por ciento.

Darío Aranda, periodista argentino que ha documentado estas luchas, nos recordó ahora el trabajo de Andrés Carrasco, que en 2009, siendo jefe del Laboratorio de Embriología Molecular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires e investigador principal del Conicet, demostró con experimentos en anfibios, que el glifosato tiene efectos teratogénicos, es decir, produce malformaciones en fetos y neonatos. Debió por ello enfrentar una dura campaña de desprestigio a manos de los sectores pro-transgénicos oficiales y empresariales. "Los transgénicos y los agrotóxicos en Argentina son un experimento masivo a cielo abierto", solía advertir. Carrasco, fallecido en 2014, afirmaba que la mayor prueba de los efectos de los agrotóxicos no había que buscarlas en los laboratorios, sino ir a las comunidades fumigadas. Qué el había mostrado en laboratorio solamente lo que la gente ya sabía, por la enfermedad y muerte de sus familiares. (D. Aranda, 22/3/15, lavaca.org) Aunque el glifosato existía antes que los transgénicos, éstos aumentaron brutalmente su uso y riesgos. Ahora que causaron decenas de malezas resistentes al glifosato, las transnacionales presionan para liberar transgénicos con tóxicos aún peores. Urge terminar con el mito de la agricultura química, transgénica e industrial: alimentan a una minoría, contaminan todo y a todos, ganan solo un puñado de transnacionales. Es un experimento masivo a nivel global y sus efectos quedan cada vez más expuestos. *Investigadora del Grupo ETC

EMPLEADO DE MONSANTO ADMITE QUE EXISTE UN DEPARTAMENTO PARA DESACREDITAR CIENTÍFICOS

Publicado: 7 abr 2015 Por primera vez un empleado de Monsanto ha reconocido que hay un departamento dentro de la empresa que tiene por misión "desacreditar" a los científicos que se pronuncian en contra de los transgénicos. Un empleado de Monsanto ha admitido públicamente que la empresa de transgénicos cuenta con un departamento encargado de "desacreditar" a los científicos que se oponen a sus productos y advierten sobre los posibles riesgos para la salud que llevan asociados. La revelación pone de manifiesto el peso político y financiero de Monsanto para presionar a los que hablan en su contra, afirma Christina Sarich en Natural Society. En una reciente reunión integrada en su mayoría por estudiantes, uno de ellos preguntó qué hace la empresa para invalidar "la mala ciencia" que molesta a su trabajo. El empleado de Monsanto, William Moar, que da discursos sobre los productos de la empresa, tal vez olvidó en ese momento que el evento fue público, cuando reveló que Monsanto tiene "un departamento entero" que se dedica a "descreditar" la ciencia que no está de acuerdo con la suya", escribe la periodista. Sarich opina que "en una sola frase formulada públicamente Moar ha admitido que la ciencia financiada por Monsanto es pura propaganda". Según la periodista, la compañía va a seguir desacreditando y devaluando las contribuciones de los organismos científicos internacionales de la OMS. En marzo la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) de la OMS anunció que el glifosato, ingrediente activo del herbicida Roundup de Monsanto, se "clasifica como posiblemente carcinógeno para los seres humanos".

POR LA PROHIBICIÓN INMEDIATA DEL GLIFOSATO EN ARGENTINA Y HACIA EL CAMBIO A UN SISTEMA AGROALIMENTARIO AMBIENTALMENTE

SOSTENIBLE, QUE NO ENFERME, NI MATE, DIVERSO Y SOCIALMENTE INCLUSIVO RENACE. RED NACIONAL DE ACCION ECOLOGISTA de la Argentina

31 de marzo 2015 Red Nacional de Acción Ecologista Solicitud a la Sra. Presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner al Sr. Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca Ing. Agr. Carlos Casamiquela al Sr. Ministro de Ciencia y Tecnología Dr. José Lino Barañao La reciente publicación de la OMS del informe sobre el Glifosato que expone que “Hay pruebas convincentes de que el glifosato puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin)” y por otra parte el herbicida “también causó daño del ADN y los cromosomas en las células humanas” viene a confirmar lo que desde hace más de una década vienen denunciando comunidades, organizaciones sociales, médicos e investigadores de todo el país. De esta manera este documento viene a terminar con el cerco de silencio con el que se ha pretendido acallar las voces de las víctimas de un modelo de agricultura criminal que se ha impuesto de manera masiva en la mayor parte de nuestra región agrícola. La respuesta de los investigadores del IARC a los intentos de Monsanto de descalificar sus voces han sido contundentes: “la inclusión del glifosato se ha tomado luego de numerosos estudios y la evidencia apuntaba claramente en ese sentido”. Nos preguntamos '¿hay evidencia de que el glifosato causa cáncer?' y la respuesta es 'probablemente'", explicó el coordinador del grupo de científicos que compiló la lista, Aaron Blair. A diferencia de los argumentos de Monsanto que no son científicos por estar basados en estudios realizados sin independencia de criterio de las mismas empresas y ser confidenciales, el último estudio de la IARC "sólo considera los informes que han sido publicados o aceptados para su publicación en la literatura científica disponible abiertamente", así como "datos de los informes gubernamentales que están a disposición del público". Las investigaciones de Andrés Carrasco dadas a conocer en el año 2009 fueron claras anunciando lo que hoy reconoce el IARC y su compromiso desde ese momento para denunciar al glifosato y al modelo de agronegocio que lo imponen son un ejemplo que hoy debe ser revalorizado a la luz de esta nueva clasificación para el herbicida estrella de Monsanto. Estas investigaciones vinieron a dar luz y voz a las Madres de Ituzaingó y a todos los pueblos fumigados que desde una década atrás vienen denunciando los impactos dramáticos en sus vidas con mapeos, estadísticas populares, casos concretos y una lucha que no cejó a pesar de la sordera intencional de los funcionarios de turno a nivel local, provincial y nacional. El glifosato se comercializa desde hace más de 20 años por la multinacional Monsanto bajo la marca Roundup y su uso se incrementó significativamente a raíz de la imposición de cultivos transgénicos de soja, maíz y algodón, que en nuestro país abarcan más de 24 millones de hectáreas y cuya producción está indisolublemente ligada a su empleo. En el año 2014, según datos de la misma industria, en el territorio argentino se utilizaron más de 200 millones de litros de glifosato lo que ha tenido un impacto masivo sobre millones de personas. Esta misma semana se ha dado a conocer un un estudio epidemiológico realizado por la Universidad de Córdoba en la localidad de Monte Maíz, donde había una alta concentración de acopios de cereales y pesticidas que determinó que la población tenía una incidencia cinco veces mayor de casos de cáncer que el común. Nuestra posición es muy clara: no se trata de sustituir al glifosato por otros herbicidas (como de hecho ya se está planteando hacer Monsanto con los herbicidas dicamba o el 2,4 D). Lo que necesitamos es replantear radicalmente el modelo de agricultura basado en monocultivos, transgénicos y agrotóxicos para iniciar una transición hacia una producción agroecológica basada en las economías locales y orientada hacia la Soberanía Alimentaria de nuestro pueblo.

Por todos esos daños que produce el sistema agroalimentario actual, y todo lo bueno que nos traerá el sistema que proponemos, peticionamos: - La inmediata prohibición del Glifosato para su uso agrícola y urbano en todo el territorio de la República Argentina en aplicación del Principio Precautorio. - La ampliación y consolidación del debate e implementación de la transición hacia otra agricultura sobre la base de la producción agroecológica, la Soberanía Alimentaria y la inclusión social. Esperamos su pronta respuesta y nos ponemos a disposición para aportar toda la bibliografía y registro de casos que sustentan esta solicitud. www.renace.net Si desea adherir, http://accionesbiodiversidad.org/por-la-prohibicion-inmediata-del-glifosato-en-argentina EL CIELO COMO NUNCA LO HAS VISTO Apuesto a que nunca has visto el cielo de esta manera. ¡IMPRESIONANTE! www.DeepSkyColors.com ¿Quieres ver tu publicidad aquí?

LOS EMPLEADOS DE MONSANTO NO COMEN TRANSGÉNICOS El personal de Monsanto no come transgénicos pero el resto de la sociedad está sometida a consumir organismos genéticamente modificados sin consentimiento informado mediante etiquetado, o advertencias sobre las pruebas científicas que que demuestran el peligro de su insuficiencia orgánica y que producen esterilidad y cáncer. Fuente: CBC News. Esta información no es comunicada por los grandes medios cooptados como Clarín o Pagina 12: Monsanto es la corporación más inmoral del planeta. Mientras financia propaganda para exterminar la población de países subdesarrollados, cuyas tierras son ricas en recursos naturales, la corporación genocida de la familia Rothschild prohibió los transgénicos en sus propios comedores corporativos. Esto fue denunciado y se sabe desde 1999. Monsanto proclama en el Tercer Mundo que sus alimentos combatirán el hambre y que son inofensivos, aunque nunca pudo probarse la efectividad alimentaria ni seguridad de los trasngénicos, más bien todo lo contrario. ¿Entonces? ¿Por qué prohíbe su propia comida en las oficinas de la corporación? La provisión externa de Monsanto en Estados Unidos, dirigida por el proveedor Sutcliffe Catering, envió una notificación explicando que "hemos aceptado la decisión de eliminar, en cuanto sea factible, la soja y el maíz transgénicos de todos los productos alimenticios servidos en el comedor de Monsanto", y agrega: "Tomamos los pasos anteriores para asegurarnos que usted, el cliente (Monsanto), puede sentirse confiado con la comida que servimos". Fuente: Independent.co.uk Y al tiempo que Monsanto lucha contra la salud y la libertad invirtiendo millones de dólares en campañas contra el etiquetado de transgénicos para que el público pueda elegir lo que come... [1] [2] [3] [4] "Creemos en la elección", dijo Monsanto, asegurando que la empresa no serviría en sus comedores alimentos transgénicos dando a su personal la oportunidad de "elegir". Una opción que no está disponible para los consumidores del resto del planeta, que son obligados sistemáticamente a comprar basura genéticamente modificada de Monsanto. Y mientras la corporación se adueña del mercado de semillas presionando a los productores agrícolas. Un portavoz de Monsanto admitió la prohibición pero salió enseguida a dar excusas: Tony Coombes dijo que la única razón para suministrar alimentos libres de transgénicos en los comedores y cafeterías internas de Monsanto es porque la empresa "cree en la elección". Coombes dijo que en otros lugares los empleados de

Monsanto están encantados por comer alimentos transgénicos porque son "rociados con menos productos químicos". Diego Ignacio Mur Twitter: @Diegomur BWN Argentina Fuente: http://bwnargentina.blogspot.com.es/2013/11/los-empleados-de-monsanto-no-comen.html - See more at: http://bwnargentina.blogspot.com.es/2013/11/los-empleados-de-monsanto-no-comen.html#sthash.a4Tm7ddD.dpuf

¡LOS 4 MITOS SOBRE TRANSGÉNICOS SIN AGROQUÍMICOS QUE MONSANTO QUIERE QUE CREAS!

Monsanto y demás corporaciones de biotecnología pertenecientes a la familia Rothschild quieren hacerte creer que son súper héroes, y que luchan por salvar a los niños hambrientos con una mascara falsa de color verde deslumbrante. De hecho, en un reciente ataque contra ciudadanos informados y defensores de la vida, el CEO de Monsanto, Hugh Grant dijo que los críticos "pueden permitirse" alimentos orgánicos, y que "no nos preocupa la situación de aquellos que no puedan permitírselo". Certificando que Monsanto permite o no, manipulando a los gobiernos. Además, el CEO de Monsanto acusó a los científicos, médicos y consumidores responsables de "elitismo", añadiendo que "hay espacio en el estante del supermercado para todos nosotros", mientras Monsanto soborna funcionarios en todo el planeta para evitar el etiquetado de transgénicos e impulsa leyes para ilegalizar las semillas orgánicas. Mito #1: Dice Monsanto que "nunca nadie demostró que los transgénicos son perjudiciales para la gente". Portavoces de Monsanto repiten la misma falacia constantemente proclamando que los organismos genéticamente modificados no dañan a los seres humanos. Siguiendo estrictamente las enseñanzas del rey de la Propaganda, Joseph Goebbels, repiten y repiten hasta el cansancio, sabiendo que una mentira lo suficientemente repetida desde los medios masivos termina aceptándose como verdad. La realidad: Nunca se probó que los transgénicos no son dañinos para la gente, pero sí todo lo contrario. Una dieta transgénica, incluso sin agrotóxicos, produce tumores, muerte prematura, insuficiencia orgánica, lesiones gástricas, daño hepático, daño renal, reacciones alérgicas severas, contaminación con un gen viral que altera funciones humanas... Etc. En BWN Argentina publicamos infinidad de estudios científicos certificados, pero podés leer más aquí (inglés). Mito #2: Las semillas y plantas transgénicas tienen los mismos o más nutrientes que las semillas orgánicas. FALSO. La mayoría de las personas nota la diferencia de sabor entre una manzana orgánica y una manzana transgénica. La manzana transgénica carece de vitaminas, nutrientes, minerales y otros elementos que facilitan la digestión y la absorción natural de los nutrientes. Muchos de estos ingredientes faltantes en una manzana transgénica hacen el sabor. Incluso las ardillas notan la diferencia entre frutas orgánicas y alimentos no orgánicos. Cualquier guía de montaña te dirá que sólo consumas frutos de una planta si ves que algunos fueron "picoteados" por aves, porque eso significa que no son venenosos. Ahora, mirá la foto de una prueba hecha con ardillas entre maíz orgánico y maíz transgénico: Y en el vídeo, mirá como la ardilla "Little Murray" rechaza asustada el maíz transgénico de la derecha y come el maíz orgánico de la izquierda. Además mirá este gráfico mostrando las diferencias estructurales entre un transgénico y un orgánico, tené en cuenta que el balance natural, original, afecta a otras especies y el medioambiente, y por supuesto modifica la forma en que animales e insectos incorporan nutrientes y energía. Y estos son problemas de salud derivados del consumo de uno u otro. Para empezar, al carecer de la configuración original y tener menos nutrientes, los transgénicos consumidos de por vida deprimen el sistema inmunológico provocando cualquier tipo de enfermedad. El maíz transgénico posee 14 ppm de calcio y maíz orgánico 6130 ppm. 437 veces más.

El maíz transgénico posee 2 ppm de magnesio y maíz orgánico 113 ppm. 56 veces más. El Maíz transgénico posee 2 ppm de manganeso y maíz orgánico 14 ppm. 7 veces más. Por citar otros estudios: Un estudio alemán publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry encontró que las manzanas orgánicas tienen una capacidad antioxidante un 15 por ciento mayor que sus contrapartes transgénicas. (fuente) Una revisión de la AFSSA (versión francesa de la FDA) concluyó que "los productos orgánicos vegetales contienen más nutrientes y minerales, tales como hierro y magnesio — y más polifenoles antioxidantes como fenoles y ácido salicílico que los productos transgénicos". (fuente) Mito #3: La tecnología de transgénicos es equivalente al cruzamiento que hicieron nuestros antepasados para crear versiones más resistentes de los cultivos. Fuente: Monsanto. Y sigue mintiendo de esta manera: "¿Quieres oír algo extraordinario? Hay muchas posibilidades de que casi todo lo que comiste en toda tu fue modificado genéticamente. Lo mismo pasó con tus padres y abuelos", "Durante más de 10.000 años la humanidad ha criado selectivamente las plantas y los animales. Las vacas que ves en campos de agricultores se parecen poco a las Uros antiguas de las cuales descienden. Y el maíz es una versión domesticada de la hierba silvestre teosinte". FALSO. Lo que hicieron nuestros antepasados y los agricultores modernos responsables, es polinización cruzada entre distintas variedades de la misma planta. Es un método que no requiere manipulación genética y ocurre naturalmente en los bosques y prados. Esta técnica fue utilizada para obtener características más deseadas sin desequilibrar la Naturaleza. Además se utiliza la crianza selectiva, que también ocurre naturalmente (supervivencia del más apto). A diferencia de las semillas híbridas, los transgénicos son creados con métodos anti-naturales en un laboratorio con técnicas sofisticadas y alta tecnología como manipulación genética. Además, las semillas transgénicas son mezclas genes de insectos, animales y virus con plantas que van mucho más allá de los límites de la naturaleza. Por ejemplo, Monsanto mezcló el material genético de una bacteria conocida como Bt (Bacillus thuringiensis) con el maíz, el algodón y la soja. Como resultado creó una planta que mata insectos produciendo sus propios pesticidas. Estos insectos son alimento de animales que a su vez interactuan y nutren la biodiversidad, por lo tanto Monsanto destruye no sólo insectos sino la propia Madre Naturaleza que hizo posible nuestra existencia. Cualquier "plaga" que intente comer una planta Bt morirá, ya que el pesticida es parte de cada célula de la planta (sin necesidad de Glifosato). En vista de las circunstancias los seres humanos también somos una plaga para Monsanto, sobre todo los que habitamos países tercermundistas ricos en recursos naturales ambicionados por la familia Rothschild, que quiere saquearlos sin resistencia. De hecho, las semillas Bt fueron registradas como pesticidas en la EPA, junto a otros cultivos transgénicos. Si alimentás con estos productos a tu ganado, tus pollos o los ingerís vos, estás consumiendo pesticidas, y no sólo residuos de plaguicidas. ¿Se entiende por qué BWN Argentina repudia las declaraciones de Soledad Barruti (Libro "Mal Comidos") cuando dice por televisión que le da igual si las semillas son transgénicas o no, y que ella no promueve la agricultura orgánica sino la agro-ecológica que no excluye a las semillas transgénicas? Recordá que Monsanto quiere patentar las semillas en Argentina ilegalizando las semillas orgánicas, para lo cual impulsa una Ley que abarca todas las semillas, no sólo los cultivos alimentarios. Mito #4: Si la FDA y el USDA de Estados Unidos permiten transgénicos, deben ser seguros para consumir. FALSO: Organizaciones como la FDA, la EPA y el USDA son prácticamente brazos de Monsanto, una corporación que mantiene lazos incestuosos con el Gobierno de Estados Unidos, y por lo cual siempre tuvo tanto éxito en los tribunales. Los ejecutivos de Monsanto manipulan el gabinete de ministros, el poder judicial y posiciones políticas estratégicas en la administración. Pasó con Bush, Clinton y ahora Obama. Los dueños de Monsanto también son propietarios de la entidad que imprime y gestiona la moneda en Estados Unidos, y por lo tanto de la institución que otorga créditos al gobierno: La Reserva Federal. Lease: Familia Rothschild. Pero es más obvio de lo que parece. He aquí una lista de funcionarios y "Puertas Giratorias" entre los mencionados organismos estatales y Monsanto: * Michael Taylor: Vice Presidente de Monsanto, luego, Comisionado Adjunto de la FDA * Roger Beachy: Director de la planta Danforth Science Center (de Monsanto), luego, director del Instituto Nacional de Alimentos y Agricultura (USDA) * Elena Kagan: Procuradora General de Obama, tomó parte por Monsanto contra los agricultores orgánicos en el caso de Alfalfa Roundup Ready, luego, Juez del Tribunal Supremo. * Clarence Thomas: General Counsel para Monsanto, luego, juez del Tribunal Supremo. * Margaret Miller: Supervisora de Monsanto, luego, Directora Adjunta de Seguridad Alimentaria Humana.

* Donald Rumsfield: Junta Directiva de Monsanto (Searle Pharmaceuticals), luego, Secretario de Defensa estadounidense. * Ann Veneman: Junta Directiva de Monsanto, luego, Secretaria de Agricultura de Estados Unidos. * Linda Fisher: Administradora Adjunta de la EPA, luego, Vicepresidencia de Monsanto, luego Administradora Adjunta de la EPA. * El Dr. Michael A.Friedman: Comisionado de la FDA, luego Vicepresidente de Monsanto. Si la FDA, USDA o la EPA aprueban algo, tal vez te convenga verlo con más recelo. Esta gente te dice que la radiación y los pesticidas son aceptables en la comida, pero que la leche cruda, natural, orgánica, no es saludable (en comparación). Muchos de estos funcionarios también giran entre el Estado y los laboratorios farmacéuticos aprobando vacunas para los niños. Por ejemplo Donald Rumsfield, saltó desde Gilead al gobierno y una vez en el gobierno alertó a todo el mundo sobre la "pandemía de gripe porcina", laboratorios Gilead hizo una fortuna destruyendo vidas de personas inocentes. Diego Ignacio Mur Twitter: @DiegoMur BWN Argentina - See more at: http://bwnargentina.blogspot.com.es/2013/11/los-4-mitos-sobre-transgenicos-sin.html#sthash.3zRoK64q.dpuf

RELATORA DE LAS NACIONES UNIDAS CUESTIONA LOS CULTIVOS TRANSGÉNICOS

La relatora especial de las naciones unidas al derecho a la alimentación, Hilal Elver cuestionó a los transgénicos en su misión oficial a las filipinas En su visita de visita de una semana a las Filipinas, donde la relatora evaluó los problemas de la alimentación que enfrenta ese país, expresó su oposición al uso de Organismos Genéticamente Modificados (OGM). En una rueda de prensa Hilal Elver dijo que hay una serie de preguntas que siguen sin respuesta sobre el enfoque de OMG, incluidos los efectos en la salud a largo plazo y los modelos de negocio practicados por las empresas multinacionales de semillas . "Los OGM son una cosa enorme y hay una gran discusión sobre el tema. Estoy en contra de los transgénicos por varias razones ... No sabemos los efectos en la salud de los OMG en el largo plazo ", dijo la Sra. Elver a los periodistas. Añadió que la defensa agresiva a las patentes de semillas por parte de las empresas multinacionales, ha hecho que los pequeños agricultores sean acusados de violar sus derechos de propiedad intelectual. Ella añadió que las empresas "Se llevan las semillas de los agricultores , y las empresas hacen un negocio de ellas". Por estas razones, "el uso de los OGM debe ser estudiado cuidadosamente, y, no estoy segura de si se deben aceptar", dijo. La reportera especial, que es parte del mayor órgano de expertos independientes en el sistema de Derechos Humanos de la ONU, lanzó el informe final con sus conclusiones de la misión a Filipinas, el 20 de febrero. La Sra Elver informó que este informe se enviará al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en marzo del 2016. Las declaraciones de la representante de la ONU son hechas cuando en las Filipinas hay una lucha para lograr la autosuficiencia en arroz, y desencadenan una respuesta de las partes interesadas que defienden los métodos de modificación genética (es decir, los cultivos transgénicos). Entre estos actores se encuentra el Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI), con sede en Los Baños – Filipinas (que pertenece al sistema CGIAR). En un comunicado enviado por correo electrónico a Business World por su Jefe de Comunicación, Antonio G. Lambino II, se dice que algunos cultivos - sobre todo de arroz - no tienen suficiente valor nutricional en su forma original, por lo que es necesario fortalecer estos alimentos básicos (con modificación genética). El comunicado añade que "La única ventaja de la modificación genética reside en su capacidad de incorporar nuevos genes

con características útiles en nuevas variedades de arroz. Estos incluyen genes de plantas y organismos no relacionados con el arroz que no podía ser transferida mediante otros métodos de mejoramiento”. Esta afirmación es extraña pues el arroz ha sustentado la alimentación de millones de personas en los últimos milenios. Con una alimentación balanceada que incorpore los micronutrientes que posiblemente le falten al arroz, y que la gente los ha venido consumiendo en sus dietas tradicionales, puede superarse una posible falta de nutrientes. Por otro lado, en septiembre del 2014, la Red por una América Latina Libre de Transgénicos, junto con la Red del Tercer Mundo y el Centro Africano por la Bioseguridad envío a la Relatora Hilal Elver un comunicado expresando su preocupación por los impactos que los cultivos transgénicos están produciendo en el derecho a la alimentación. Entre los aspectos señalados en el comunicado se destacan los siguientes: Existe el mito de que los transgénicos son necesarios para alimentar a la creciente población mundial: los cultivos transgénicos (en especial el maíz y la soja) se utilizan fundamentalmente en alimentación animal. A nivel global, la producción de maíz y soja transgénicos destinados a alimentación animal ha sido cada vez mayor. En Argentina, la producción de ganado vacuno ha disminuido para producir soja transgénica que se exporta a Europa y China como forraje. Globalmente, el 40% de la producción de soja y cereales está destinada a la producción de forraje, cuando con esa cantidad se podría alimentar a 3.500 millones de personas. Es más, un porcentaje cada vez mayor de la producción transgénica se dedica a la obtención de biocombustibles. Según la ISAAA, el 30% del maíz transgénico cultivado en Estados Unidos se destina a la producción de etanol. En Argentina y Brasil también está aumentando el volumen de soja que se dedica a la producción de biodiesel. Le recordamos a la relatora que su antecesor, Oliver de Shutter, afirmó en su informe final que: "Los sistemas alimentarios globales, conformados con el objetivo de maximizar la eficiencia y producir en grandes cantidades, no han conseguido tener en cuenta los aspectos relativos a la distribución. Los incrementos en la producción superaron con creces el crecimiento poblacional en el período de 1969 a 2000. Pero estos aumentos trajeron consigo la especialización de cada región en un rango relativamente estrecho de productos, un proceso alentado por el crecimiento del comercio internacional de productos agrícolas. Las elecciones en cuanto a tecnología y legislación asociadas a este proceso tuvieron como consecuencia la concentración de los beneficios en manos de grandes terratenientes y unidades de producción, a costa de los pequeños productores y los trabajadores sin tierra. Esto tuvo como resultado el crecimiento de las desigualdades en áreas rurales y la falta de atención hacia las verdaderas causas fundamentales de la pobreza”. Creemos que los cultivos transgénicos, enmarcados en este tipo de sistemas de alimentación globales, en los que son empleados como pienso o biocombustibles, han contribuido escasamente a alimentar a los más hambrientos. Los cultivos transgénicos con resistencia a herbicidas desplazan a otros cultivos no transgénicos: el modelo promovido por el uso de semilla transgénica está encaminado al monocultivo. El uso intensivo de herbicidas en las variedades resistentes a éste hace imposible el intercalar cultivos. En Argentina, se observó en 1995 que mientras que el área cultivada con soja transgénica había crecido un 175%, la superficie dedicada a otros cultivos, de los que depende la seguridad alimentaria del país, como las alubias, disminuyó un 52%. En Paraguay, la mandioca y la alubia, dos elementos muy importantes en la dieta de la población, han sufrido una drástica disminución en el área cultivada debido a la expansión de la soja transgénica. El uso excesivo de herbicidas tiene como consecuencia serios impactos en los agroecosistemas que rodean a los cultivos, y existen numerosos casos de sistemas agrícolas no transgénicos que se están viendo desplazados por los cultivos genéticamente modificados. Esto se debe, en parte, a la consolidación de las explotaciones más grandes, ansiosas por aprovecharse del boom de la soja y pasarse a cultivar soja transgénica, a costa de las explotaciones familiares. Dado que los cultivos transgénicos se tratan con pulverizaciones aéreas, otros cultivos no transgénicos también desaparecen al no poder soportar las aplicaciones de herbicida. Las semillas transgénicas no están diseñadas para apoyar la agricultura campesina o ecológica, sino para hacer la agricultura industrializada más eficiente. Por otra parte, las semillas tradicionales pueden ser contaminadas con los transgenes procedentes de los OGMs. En Brasil, los productores de semilla del Movimiento de Pequeños Agricultores han encontrado problemas para vender su semilla en el Programa Estatal de Abastecimiento debido a la contaminación genética.

Los cultivos transgénicos acaparan la tierra: En países en los que se han adoptado los cultivos transgénicos a gran escala, en especial los que contienen rasgos de resistencia a herbicidas, el modelo implementado consiste en lo siguiente: semilla transgénica resistente a herbicidas12, pulverización aérea con glifosato u otros herbicidas, siembra directa y agricultura de precisión. Dada la gran inversión necesaria para poner en marcha este modelo, sólo puede ser rentable si se lleva a cabo a gran escala. Como consecuencia, en 2013 las plantaciones con semilla transgénica alcanzaron los 175,3 millones de hectáreas a nivel mundial, bajo un modelo de producción basado en el latifundio, que ha producido una gran concentración de la tierra y ha terminado por desplazar a los pequeños propietarios. En Paraguay, el 75% de la soja transgénica es producida en parcelas de más de 100 hectáreas, pertenecientes a grandes terratenientes. Por otra parte, 1.500.000 de los habitantes del país poseen solamente el 6% de su territorio. Los cultivos transgénicos aumentan el uso de pesticidas: la aplicación de glifosato y otros herbicidas ha aumentado drásticamente en EEUU, Brasil, Argentina, Paraguay y otros países en los que se han cultivado semillas transgénicas resistentes a ellos. Debido al uso excesivo de un sólo tipo de herbicidas, existen ahora millones de hectáreas de cultivo transgénico infestadas con "super-malezas" tolerantes al glifosato. Como respuesta a esta epidemia de supermalezas, hay toda una nueva generación de cultivos transgénicos tolerantes a herbicidas aún más tóxicos (como el dicamba, 2,4-D, isoxaflutol, imidazolinona o inhibidores de ALS) esperando a ser aprobados. De hecho, 14 de los 20 cultivos transgénicos pendientes de aprobación en EEUU en este momento son resistentes a herbicidas, algunos de ellos a tres herbicidas: 2,4-D, glifosato y glufosinato. El impacto sobre la población que vive en la zona de influencia de las aplicaciones es también devastadora, y a menudo fatal. Solamente en Argentina, los 12 millones de personas que viven en áreas de influencia de cultivos transgénicos se ven expuestos a millones de litros de glifosato al año. Estos efectos están ampliamente estudiados: por ejemplo, en el caso del Barrio Ituzaingó en la provincia de Córdoba - Argentina, un estudio llevado a cabo en 2001 encontró 169 casos de cáncer y 30 muertes, así como una alta incidencia de otras enfermedades relacionadas con la contaminación como el lupus, problemas de tiroides y linfoma no Hodgkin, entre otros. En otro estudio llevado a cabo en 2011, se encontró que el 33% de la población moría debido a tumores, en una población de sólo 5.000 personas. Toda esta problemática crecerá con la introducción de nuevos cultivos transgénicos resistentes a herbicidas más peligrosos. No hay ninguna tecnología que tenga un mayor impacto tanto en el medio ambiente como en el derecho a la alimentación como la que está basada en semillas genéticamente modificadas, especialmente semilla transgénica resistente a herbicidas. Control de la semilla.- Se han planteado algunas preocupaciones graves sobre la posibilidad de que el monopolio de las semillas a través de los derechos de propiedad intelectual, como es el caso de las semillas transgénicas, pudiera poner en peligro los sistemas locales de semillas. De hecho, estos sistemas tradicionales podrían beneficiarse del uso integrado de los nuevos avances en el área de la mejora vegetal, o por otra serie de nuevas técnicas de comunicación y distribución. Pero se ha observado que estos sistemas, y las semillas en cuestión, están mejor adaptados a las circunstancias de cada zona. La particularidad de las semillas transgénicas radica en que podría amenazar la disponibilidad local y la propia existencia de las semillas tradicionales. El flujo de transgenes podría poner en peligro la diversidad de cultivos locales y hay pruebas documentadas de flujos de transgenes que ya han tenido lugar, por ejemplo el caso del maíz mexicano37, lo cual tiene implicaciones muy serias, en especial para los centros de origen y diversidad genética. Es más, el aumento de la resistencia de las malezas que ha tenido lugar de forma paralela al uso de cultivos transgénicos resistentes a herbicidas podría tener también efectos negativos sobre la resiliencia de las variedades vegetales locales, lo cual podría poner aún más en peligro el ecosistema. Le recordamos que el Relator de Shutter en un informe que presentado ante la Asamblea General de la ONU sobre la "Regulación sobre Semillas y el Derecho a la Alimentación" advirtió de que las grandes empresas biotecnológicas no sólo están privando a los agricultores pobres de los insumos necesarios para su subsistencia, sino que también están empujando al alza los precios de los alimentos. Usted añadió: "Una protección excesiva de los derechos de propiedad intelectual en la agricultura es un obstáculo para la innovación, más que un incentivo". La gran mayoría de patentes de semillas pertenecen a empresas con sede en los países del norte, como Monsanto. El aumento de la dependencia de variedades comerciales de semilla, monopolizadas por unas pocas empresas multinacionales, podría perjudicar muy severamente a los pequeños productores de países en desarrollo. Esto ha llevado a una situación en la que "se da demasiada importancia al desarrollo de nuevas plantas, genes y semillas, y demasiado poca a las tecnologías de recolección, de irrigación, y a los sistemas agroforestales o agroecológicos que pueden aumentar la producción sin recurrir al uso de alta tecnología”.

A la luz de lo anteriormente descrito, las organizaciones solicitamos a la Relatora que se lleven a cabo las siguientes acciones: 1) Tener presente este comunicado e incluir esta cuestión en sus futuros informes. 2) Hacer llegar este comunicado al Relator Especial sobre el derecho a los alimentos y fomentar la inclusión de esta cuestión en futuros informes del Relator Especial. 3) Como consecuencia de lo anterior, entablar contacto con aquellos Estados en los que se cultivan o comercializan cultivos transgénicos resistentes a herbicidas, o donde estos cultivos se encuentren en proceso de aprobación, y solicitar que lleven a cabo las siguientes recomendaciones: a) Solicitar que los gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay, Sudáfrica y Estados Unidos, así como cualquier otro gobierno relevante, pongan en marcha un estudio exhaustivo, independiente y transparente sobre el impacto medioambiental, socioeconómico y sobre la seguridad de los cultivos genéticamente modificados diseñados para ser resistentes al herbicida 2,4-D de Dow Chemicals, así como a otros pesticidas, antes de otorgar ninguna nuevo permiso para el cultivo comercial, la importación o exportación de estos cultivos y sus productos; b) Recomendar que este estudio sea llevado a cabo por un equipo multidisciplinar de expertos, elegidos por estos gobiernos tras haberlo consultado con la población de sus respectivos países de una forma abierta y transparente; c) Recomendar a los gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay, Sudáfrica y Estados Unidos, así como a otros gobiernos relevantes, que no otorguen ningún nuevo permiso relacionado con dichos cultivos transgénicos, hasta que el estudio mencionado anteriormente en el párrafo 3(a) se haya completado de forma satisfactoria y se hayan hecho públicos los resultados que muestren que no existe ningún efecto negativo sobre el derecho a la alimentación. d) Solicitar al gobierno de Sudáfrica que se retracte de su decisión de otorgar permisos para la importación de la variedad DAS-40278-9 de maíz transgénico de Dow Chemical (también conocida como maíz 2,4-D) para alimentación humana, animal y productos procesados e) Recomendar a los gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay, Sudáfrica y los EEUU que pongan en marcha procesos de compensación para todos los que ya han visto alterados su salud y bienestar como consecuencia de la exposición a los cultivos transgénicos resistentes a glifosato que se cultivan en la actualidad en estos países; y f) Recomendar a los gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay, Sudáfrica y los EEUU que tomen de inmediato medidas apropiadas para la restauración de los ecosistemas que ya han sido dañados por el uso de glifosato en combinación con cultivos transgénicos tolerantes a herbicidas. Es hora de retomar estos pedidos. Elizabeth bravo Fuentes: Alden M. Monzon.UN official says questions remain on GMO health impact, business practices, Reporter. 27 de febrero 2015 Comunicado dirigido a la Relatora Especial al Derecho a la Alimentación, dirigido por la Red del Tercer Mundo, el Africa Centre for Biosafety y el Third World Network. Septiembre 2014. Link: http://www.rapaluruguay.org/transgenicos/Prensa/Relatora_de_las_naciones_unidas_cuestiona_los_cultivos_transgenicos.htm Saludos Rodrigo Lampasona

MUNDO: 10 RAZONES PARA DECIR NO A LOS TRANSGÉNICOS Por Silvia Ribeiro*

Los promotores de los transgénicos (organismos genéticamente transformados = OGT), prometen que éstos serán más nutritivos, aumentarán las cosechas y disminuirán el uso de químicos, y por ello, son la solución para el hambre en el mundo. Deberíamos, nos dicen, aceptar los riesgos que conllevan, ya que todas las tecnologías tienen riesgos y siempre hay quienes no comprenden la ciencia y se resisten a los cambios. La realidad de los transgénicos nos muestra que no cumplen con ninguna de estas promesas. Por el contrario, producen menos, usan más químicos, generan nuevos problemas ambientales y de salud, crean más desempleo y marginación, concentran la propiedad de la tierra, contaminan cultivos esenciales de las economías y las culturas, como el maíz, aumentan la dependencia económica y son un atentado a la soberanía. 1. La ingeniería genética se basa en más incertidumbres que conocimientos Los transgénicos son organismos a los que se les ha insertado material genético, generalmente de otras especies, por métodos que jamás podrían ocurrir en la naturaleza. Estudios recientes, aparecidos en publicaciones científicas (1) postulan que los dogmas centrales de la genética desde la década de 1950, podrían estar fundamentalmente equivocados. Lo grave es que sobre este dogma central ¿equivocado? se están produciendo a gran escala organismos transgénicos que van a parar a nuestros alimentos, medicinas y a la biodiversidad circundante. La tecnología de la ingeniería genética tiene tantas incertidumbres y efectos colaterales impredecibles, que no podría llamarse ingeniería ni tecnología. Es como construir un puente tirando bloques de una orilla a la otra, esperando que caigan en el lugar correcto. Durante el proceso aparecen todo tipo de efectos inesperados y los dueños de esta obra, aseguran que no hay evidencias de que tengan impactos negativos sobre la salud o el medio ambiente, y que los que los cuestionan no son científicos. La realidad es peor, porque los transgénicos no son inertes, sino organismos vivos que se reproducen en el ambiente, fuera de control de los que los han creado. 2. Conllevan riesgos para la salud Si usted fuera a una tienda y viera un anuncio de galletas que dice “no hay pruebas de que sean malas para la salud”, ¿las compraría? Yo no. Y creo que nadie más. Por supuesto, la industria biotecnológica no está buscando estas pruebas. Científicos independientes, como el Dr. Terje Traavik de Noruega, han encontrado en 2004 resultados alarmantes: alergias en campesinos debido a que inhalaron polen de maíz transgénico (2). Pero la verdadera Caja de Pandora, son los efectos impredecibles: ni los que construyen transgénicos saben qué efectos pueden tener en la salud humana y animal, al recombinarse, por ejemplo, con nuestras propias bacterias o ante la posibilidad de que nuestros órganos incorporen parte de estos transgénicos, como ya ha sucedido en pulmones, hígado y riñones de ratas y conejos. (3) 3. Tienen impactos sobre el medioambiente y los cultivos No hay casi estudios sobre los impactos en los cultivos y en el medioambiente. Sin embargo, es claro y tristemente demostrado con la contaminación transgénica del maíz en México, que una vez que los transgénicos sean liberados, contaminarán los demás cultivos, por polen, viento e insectos. Los cultivos insecticidas pueden afectar a otras especies que no son plaga de los cultivos,tal como se comprobó que el polen de maíz Bt afecta a las mariposas Monarca— y en países de gran biodiversidad, los riesgos se multiplican. En varias de las plantas de maíz contaminadas que se han descubierto en México, se notaron deformaciones. 4. No solucionan el hambre en el mundo: la aumentan Según los promotores de los transgénicos, deberíamos aceptar todos estos riesgos, porque necesitamos más alimentos para la creciente población mundial. Pero la producción de alimentos no es la causa del hambre en el mundo. Actualmente se producen el equivalente a 3,500 calorías diarias por habitante del planeta: cerca de 2 kilos diarios de alimentos por persona, lo suficiente para hacernos a todos obesos. (4) El hambre en el mundo no es un problema tecnológico. Es un problema de injusticia social y desequilibrio en la distribución de los alimentos y la tierra para sembrarlos. Los transgénicos aumentan estos problemas. 5. Cuestan más, rinden menos, usan más químicos Desde que Estados Unidos comenzó con los transgénicos en 1996, el uso de agroquímicos aumentó en 23 millones de kilos.

Los cultivos transgénicos también producen menos. El cultivo más extendido, que es la soya tolerante a herbicidas (61% del volumen de transgénicos en el mundo) produce entre de 5 a 10% menos que la soya no transgénica. (5) Las semillas transgénicas son más caras que las convencionales. Esto hace que en algunos casos, aún cuando provisoriamente haya un pequeño aumento de producción, éste no compensa el gasto extra en semilla. La industria biotecnológica arguye que esto no puede ser verdad (¡aunque lo sea!), porque entonces los agricultores estadunidenses no usarían estas semillas. Lo cierto es que la mayoría no pueden elegir, ya no tienen sus propias semillas, hay falta de opciones en el mercado y tienen fuertes ataduras con las multinacionales semilleras. 6. Son un ataque a la soberanía Prácticamente todos los cultivos transgénicos en el mundo están en manos de cinco empresas transnacionales. Son Monsanto, Syngenta (Novartis + AstraZeneca), Dupont, Bayer (Aventis) y Dow. Monsanto sola controla más de 90% de las ventas de agrotransgénicos. Las mismas empresas controlan la venta de semillas y son las mayores productoras de agrotóxicos. (6) Lo cual explica porqué más de las tres cuartas partes de los transgénicos que se producen en realidad —no en la propaganda— son tolerantes a herbicidas y aumentan el uso neto de agrotóxicos. Aceptar la producción de transgénicos significa entregar a los agricultores, de manos atadas, a las pocas transnacionales que dominan el negocio y enajenar la soberanía alimentaria de los países. 7. Privatizan la vida Todos los transgénicos están patentados, la mayoría en manos de las mismas empresas que los producen. Esto significa un atentado ético, en tanto son patentes sobre seres vivos, y además son una violación flagrante a los llamados “Derechos de los Agricultores” reconocidos en Naciones Unidas como el derecho de todos los agricultores a guardar su semilla para la próxima cosecha. Las patenten impiden esto y obligan a los agricultores a comprar semillas nuevas cada año. Si no lo hacen, se convierten en delicuentes. Las empresas multinacionales de transgénicos tienen iniciados cientos de juicios a campesinos de Norteamérica, por “uso indebido de patente”. 8. Lo que viene: semillas suicidas y cultivos tóxicos La próxima generación de transgénicos incluye cultivos manipulados para producir sustancias no comestibles como plásticos, espermicidas, abortivos, vacunas. En Estados Unidos hay más de 300 experimentos secretos (pero legales) de producción transgénica de sustancias no comestibles en cultivos: fundamentalmente en maíz. Se nombra la producción de vacunas en plantas como si esto fuera algo positivo: ¿pero qué sucedería con estos farmacultivos si se colaran inadvertidamente en la cadena alimentaria? La mayoría de nosotros ha sido vacunado contra algunas enfermedades -¿pero se vacunaría usted todos los días? ¿qué efectos tendría esto?. Ya se han producido escapes accidentales de estos cultivos. En México, la siembra de maíz transgénico está prohibida y sin embargo desde el 2001 se ha encontrado contaminación del maíz campesino en varios estados de la república, al Norte, Centro y Sur del país (7). ¿Cómo sabremos que no sucederá con estos maíces? ¿Quién lo va a controlar, si las propias autoridades de la Secretaría de Agricultura firmaron en noviembre del 2003 un acuerdo con Estados Unidos y Canadá que les autoriza hasta un cinco por ciento de contaminación transgénica en cada cargamento de maíz importado que entra a México? Las empresas que producen transgénicos están desarrollando diversos tipos de la tecnología “Terminator”, para hacer semillas “suicidas” y obligar a comprarlas para cada siembra. 9. La coexistencia no es posible ni el control tampoco Tarde o temprano, los cultivos transgénicos contaminarán todos los demás y llegarán al consumo, sea en los campos o en el proceso post-cosecha. Según un informe de febrero 2004 de la Unión de Científicos Preocupados de Estados Unidos, un mínimo de 50 por ciento de las semillas de maíz y soya, de ese país que no eran transgénicas, están contaminadas. El New York Times (1-3-04) comentó sobre esto “Contaminar las variedades de cultivos tradicionales es contaminar el reservorio genético de las plantas de las que ha dependido la humanidad en gran parte de su historia. (…) El ejemplo más grave es la contaminación del maíz en México. La escala del experimento en el que se ha embarcado a este país —y los efectos potenciales sobre el medio ambiente, la cadena alimentaria y la pureza de las semillas tradicionales— demanda vigilancia en la misma escala”. Para detectar si hay transgénicos, dependemos de que la propia empresa que los produce nos entregue la información, cosa que son renuentes a hacer, y por la que ponen altos costos que cargan a las víctimas de la contaminación. “Casualmente”, luego de que se han sucedido los escándalos de contaminación, se ha hecho cada vez más difícil detectarlos.8

10. Ataque al corazón de las culturas La contaminación del maíz en México, su centro de origen, concentra todos los problemas que describimos hasta aquí, pero además es un ataque violento al corazón mismo de las culturas mexicanas: a su vasta cultura culinaria y los mil usos que se le dan al maíz, a sus economías campesinas, a las bases de la autonomía indígena. Con esta guerra biológica al maíz tradicional, las transnacionales podrían apropiarse y privatizar este tesoro milenario y colectivo de los mesoamericanos, obligando a los creadores del maíz a pagar para seguir usándolo en el futuro. Las empresas multinacionales productoras y distribuidoras de transgénicos, así como los que favorecen las importaciones de maíz OGT, los que quieren levantar la moratoria que impide sembrar maíz OGT, o aprobar una ley de bioseguridad para legalizarlos, asumen una inmensa deuda histórica que los pueblos de México no van a permitir ni olvidar. Aldo González zapoteco de Oaxaca, resume: “…somos herederos de una gran riqueza que no se mide en dinero y de la que hoy quieren despojarnos: no es tiempo de pedir limosnas al agresor. Cada uno de los indígenas y campesinos sabemos de la contaminación por transgénicos de nuestros maíces y decimos con orgullo: siembro y sembraré las semillas que nuestros abuelos nos heredaron y cuidaré que mis hijos, sus hijos y los hijos de sus hijos las sigan cultivando. (…) No permitiré que maten el maíz, nuestro maíz morirá el día en que muera el sol”. Notas: (1) Wayt Gibbs,W, “The Unseen Genome” en Scientific American, noviembre 2003. Ver también grain, “Blinded by the Gene”, en Seedling, Setiembre 2003, www.grain.org (2) Ribeiro, Silvia, “Transgénicos, salud y contaminación” en La Jornada, México, 20-03-2004 (3) New Health Dangers of Genetically Modified Food Discovered, Boletín de prensa del Institute for Responsible Technology, citando los estudios de Terje Traavik, del Norwegian Institute for Gene Ecology, Malasia, 24-02-2004 (4) Moore Lappé. F, Collins J y Rosset Peter, World Hunger: 12 Myths, Food First Books, Estados Unidos, Oct. 1998. (5) Benbrook, Charles, Tiempos problemáticos en medio del éxito comercial de la soja Roundup Ready, Northwest Science and Environmental Policy Center, AgBioTech InfoNet, Technical Paper # 4, Estados Unidos, 2001. http://www.biodiversidadla.org/arti (6) Grupo etc, etc Communiqué # 82: Oligopolio sa, Nov/Dic 2003, http://www.etcgroup.org/article.asp … (7) Contaminación del maíz en México: mucho más grave. Boletín de prensa colectivo de comunidades indígenas y campesinas de Oaxaca, Puebla, Chihuahua, Veracruz, ceccam, cenami, Grupo etc, casifop, unosjo, ajagi, Oct 2003 (8) Heinemann, Jack A. gm Corn in New Zealand: a case study in detecting purposeful and accidental contamination of food. Ponencia en el seminario científico para delegados al Protocolo Internacional de Cratagena sobre Bioseguridad de la Red del Tercer Mundo y el Institute de Gene Ecology, Malasia, 22-02-2004. *Silvia Ribeiro es investigadora del Grupo etc, http://www.etcgroup.org

LA FRONTERA AGRÍCOLA EN BOLIVIA: TRANSGÉNICOS, DEFORESTACIÓN Y SEGURIDAD ALIMENTARIA !

En los últimos años el vicepresidente García Linera y otros voceros del gobierno nacional en diversas ocasiones han anunciado planes de ampliar la frontera agrícola. Con la Agenda Patriótica 2025 y su sucesiva elevación al rango de ley, se ha consolidado esta propuesta para el desarrollo de Bolivia, ya que la misma plantea alcanzar los 13 millones de hectáreas cultivables hasta 2025 y ampliar la producción agrícola a 45 millones de Tn. Tanto en la Agenda Patriótica como los discursos se argumenta que con esta ampliación se busca garantizar la seguridad alimentaria de la población boliviana (Gutiérrez 2014). No obstante, esta propuesta ha sido criticada ampliamente desde organizaciones sociales y movimientos ambientalistas. Para aportar al debate actual al respecto, en el presente documento resumo algunas de las principales críticas. El destino de las tierras desmontadas Para comprender los alcances de la ampliación de la frontera agrícola primeramente es necesario evaluar el destino de las tierras desmontadas. En Bolivia actualmente se pierda aproximadamente 200.000 hectáreas de

bosque por año, mayormente en las tierras bajas (Müller et al 2014). Las tres principales causas de la deforestación son la ganadería (aprox. 50% de la superficie deforestada), la agricultura mecanizada (30%) y la agricultura a pequeña escala (20%). En cuanto a las superficies de producción agrícola la Fundación Milenio indica que entre 2006 y 2014 esta superficie agrícola aumentó de 2.8 millones de hectáreas a 3.3 millones, permitiendo un correspondiente incremento en los volúmenes producidos de 12,2 a 15,7 millones de toneladas (Fundación Milenio 2015). Mientras que en el occidente del país se ha visto un impresionante incremento de la producción de quinua, los incrementos de superficies agrícolas y sobre todo la deforestación están más relacionados a la producción de soya en las tierras bajas del oriente boliviano, en especial en un área conocida como “zona de expansión” en el norte del departamento de Santa Cruz (Müller et al 2014). Esta situación además se ve favorecida por la promulgación de la Ley 337 de Apoyo a la Producción de Alimentos y Restitución de Bosques que establece un régimen excepcional para los desmontes (FAN 2014). Considerando estos datos y las tendencias productivas en el país, se espera que una ampliación de la frontera agrícola favorezca principalmente la producción de oleaginosas (Gutiérrez 2014). En la última década la soya se ha convertido en el producto agrícola más importante del país, y en el año 2013 las exportaciones de soya sumaron a más de $US 1.109 millones (IBCE 2015). Este incremento no solamente ha permitido fortalecer la economía cruceña, las divisas generadas también son muy valoradas por el gobierno boliviano en su búsqueda de diversificar la economía nacional y reducir la dependencia de los hidrocarburos y minería. En este sentido los datos respaldan el supuesto que la ampliación de la frontera agrícola podría permitir un aumento de la producción agrícola y fortalecer la economía nacional. No obstante, se ha cuestionado el potencial de los planes en cuanto a su contribución a la seguridad alimentaria bajo el argumento que la mayor parte de las áreas convertidas para la producción agrícola serán destinadas a productos para la exportación y por ende no contribuirán al consumo de alimentos en Bolivia. Cabe mencionar que durante 185 años de vida república la población de Bolivia se alimentó con aproximadamente medio millón de hectáreas destinadas a la producción agrícola (Suárez Añez 2011). Según la FAO la agricultura familiar en Bolivia actualmente aporta en un 70% de arroz, 45% de hortalizas, 70% de maíz, 40% de leche, y casi un 100% de papa y yuca (FAO 2014, citado en Alarcón & Camacho 2014). Aunque tanto el crecimiento poblacional de Bolivia como los cambios en los patrones de consumo podrían justificar cierto aumento de las superficies necesarias para la producción agrícola, es obvio que gran parte de los 20 millones de hectáreas planteadas será destinado a atender demandas externas. En especial la producción de soya busca satisfacer la insaciable demanda internacional de alimentos balanceados y biocombustibles, sin aportes significativos a la seguridad alimentaria nacional. En este sentido incluso es probable que el crecimiento de la producción mecanizada de monocultivos tenga un efecto negativo sobre la seguridad alimentaria, ya que la demanda de tierra para la producción de agro-combustibles está provocando una competencia por tierra con los cultivos alimentarios (Suárez Añez 2011). Transgénicos en Bolivia En especial este último año el cultivo de soya ha provocado debate adicional acerca de los transgénicos en el territorio boliviano. El sector soyero ha solicitado una mayor apertura para la producción de cultivos genéticamente manipulados, provocando fuertes críticas de ambientalistas y organizaciones sociales en contra de los transgénicos. Estas organizaciones por lo general no solamente expresan preocupación por los transgénicos en sí, pero también de los impactos ambientales y sociales indirectos de la producción de estos cultivos (ej. Greenpeace 2006, Zegada 2015, ver también los siguientes párrafos). Parte del debate centra en la situación legal para los productos genéticamente manipulados en Bolivia. La actual constitución política del Estado tiene una definición ambigua al respecto: en artículo 409 indica que “La producción, importación y comercialización de transgénicos será regulada por Ley.” En realidad, este texto fue modificado a última instancia ya que el texto originalmente planteado por diversas organizaciones sociales, yaprobado por la Asamblea Constituyente propuso que “Se prohíbe la producción, importación y comercialización de transgénicos”. Aunque por la presión de algunos grupos de poder económico el gobierno entonces anuló la prohibición de transgénicos originalmente planteado, en 2010 se logró definir con mayor detalle la situación legal de los transgénicos con la aprobación de la Ley Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien (N° 300). Entre los múltiples objetivos, bases y orientaciones de la ley también incluye un posicionamiento fuerte en cuanto a los transgénicos:se establece el desarrollo de acciones de protección del patrimonio genético de la agrobiodiversidad “…prohibiendo la introducción, producción, uso, liberación al medio y comercialización de semillas genéticamente modificadas en el territorio de Estado Plurinacional de Bolivia, de las que Bolivia es

centro de origen o diversidad y de aquellas que atenten contra el patrimonio genético, la biodiversidad, los sistemas de vida y la salud humana.” (Art. 24 numeral 7). Asimismo, se establece que se deben desarrollar acciones “…que promuevan la eliminación gradual de cultivos de organismos genéticamente modificados autorizados en el país…”. (Art 24 numeral 8). (Orellana & Pacheco 2013). Por su parte la Ley de la Revolución Productiva Comunitaria Agropecuaria (N° 144, aprobada en 2011) establece que “No se introducirán en el país paquetes tecnológicos agrícolas que involucren semillas genéticamentemodificadas de especies de las que Bolivia es centro de origen o diversidad, ni aquellos que atentencontra el patrimonio genético, la biodiversidad, la salud de los sistemas de vida y la salud humana.” (Art. 15 numeral 2). Además “Todo producto destinado al consumo humano de manera directa o indirecta, que sea, contenga o derivede organismos genéticamente modificados, obligatoriamente deberá estar debidamente identificado eindicar esta condición.” (Art. 15 numeral 3). Ambas leyes hacen referencia a las especies cuya origen genética está en Bolivia, en reconocimiento que Bolivia alberga una enorme variedad y parientes silvestres de cultivos que originalmente fueron domesticados en los Andes y Amazonía boliviana (ej. Clement 1989). Mientras que ambas leyes establecen importantes restricciones para proteger esta valiosa agrobiodiversidad, las mismas no aplican necesariamente para cultivos cuyo centro de origen se encuentra en otra parte del mundo. Considerando que la soya no es originaria de Bolivia, las restricciones no aplican a este cultivo, y actualmente cuenta con autorización legal para su producción transgénica. De hecho, en 2012 la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO) reportó que el cien por ciento de la producción de soya en el país es transgénica (La Razón 2015). Aunque la soya es el único producto con autorización legal, existen pruebas de la diseminación de otros cultivos transgénicos dentro del territorio boliviano. Según datos de la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas, el 100 por ciento de las muestras de algodón seleccionadas en el Municipio Pailón, en Santa Cruz, para pruebas de detección de organismos genéticamente modificados era producción transgénica.Asimismo, ensayos realizados el 2010 en la región del Chaco –Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija– evidenciaron que cuatro de 187 muestras de maíz eran transgénicas (La Razón 2015). En todos estos casos no solamente es preocupante constatar que la producción de transgénicos está mucho más avanzada de lo que generalmente se asuma, pero que no se aplica la legislación nacional y, por tanto, no se protege la diversidad genética del país, principal fuente de soberanía alimentaria y base elemental para enfrentar cualquier adversidad generada por el cambio climático. En el caso de soya es por demás evidente que se incumple el decreto de autorización de la soya transgénica (DS 28255) en el que se establecen mecanismos para el control de la segregación, seguimiento ambiental, y destino, incluyendo la determinación que la soya transgénica producida en Bolivia es exclusivamente para la exportación.Además, en desconsideración de los riesgos para la salud humana, y estas restricciones legales, la soya boliviana es utilizada ampliamente en la producción de aceite de cocina, bebidas y otros productos alimenticios y estamos importando muchos otros productos con soya transgénica. En consecuencia los consumidores estamos consumiendo múltiples productos transgénicos sin contar con información sobre su procedencia y posibles riesgos de salud. El Gobierno incluso ha incluido soya en el paquete alimentario del subsidio prenatal y de lactancia. Este tipo de atropellos a la legislación vigente no son una excepción. En países vecinos como Brasil, Argentina y Paraguay existen múltiples denuncias relacionadas al avance del sector soyero, desde la producción ilegal de cultivos transgénicos y la invasión de tierras indígenas y áreas protegidas, hasta casos de esclavización de trabajadores y violencia con complicidad de empresas soyeras (ej. Greenpeace 2006, Lapegna 2014). La amenaza química Otra preocupación en cuanto a la ampliación de la frontera agrícola a favor de monocultivos destinados a la exportación está relacionada al amplio uso de agrotóxicos dentro de la agricultura mecanizada. En especial para el cultivo de soya transgénica se aplica grandes cantidades de herbicidas. En efecto la soya transgénica ha sido alterada para que tenga resistencia a la herbicida glifosato, facilitando el control de las “malas hierbas” con la aplicación de altos dosis de este agroquímico. Para el cultivo de soya, anualmente se utiliza unos 4.2 millones de litros de glifosato, y hay adicionales cantidades utilizadas para el cultivo de girasol, chía, sésamo y otros (IARC-OMS, citado en Zegada 2015). Anteriormente se ha demostrado que estos agroquímicos tienen un impacto irreversible sobre los ecosistemas naturales y la biodiversidad local. Además la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC-OMS) recientemente incorporó el glifosato en la lista de substancias “probablemente carcinógenas para humanos”.Aparte del glifosato los productores de soya en Bolivia además utilizan Paraquat y 2-4-D productos químicos que han sido prohibidos en grandes partes del mundo por sus riesgos para la salud de los usuarios, los consumidores y el medio ambiente, pero que siguen siendo utilizados en Bolivia por falta de una reglamentación clara y un debido control (Zegada 2015).

Impactos de la deforestación Cabe mencionar que existe una preocupación generalizada de los impactos ambientales del avance de la frontera agrícola en sí. La conversión de un bosque en un pastizal o un monocultivo implica la pérdida instantánea de virtualmente toda la biodiversidad del área intervenida, un efecto especialmente preocupante si consideramos que la mayor parte de la deforestación está siendo realizado dentro de la cuenca amazónica, uno de las regiones más biodiversos del mundo. La pérdida de biodiversidad provocada por la deforestación tiene implicancias enormes para las poblaciones locales y el país entero por los beneficios económicos, ambientales y sociales proveídos por los bosques: para muchas poblaciones rurales los bosques constituyen un medio de vida importantísima que en muchos casos contribuye en hasta más de 50% a la economía familiar y regional (ej. Vos et al 2010, Pokorny et al 2010). Además los bosques proveen múltiples servicios ambientales desde el control del microclima local hasta la mitigación del cambio climático (gracias a la captura de dióxido de carbono) (Ej. Andersen 2009). En los últimos años se ha revelado la enorme importancia de la bosques amazónicos en cuanto a los ciclos de agua a nivel continental y diversos estudios han demostrado que tanto las inundaciones como las grandes sequías sufridas en lugares aparentemente distantes como el Altiplano, el Chaco e incluso el sur de Brasil están íntimamente relacionados a la disminución de la evapotranspiración desde la Amazonía debido a la deforestación (Vos 2015). En especial estos efectos climáticos tienen enormes impactos económicos y sociales, por lo cual se ha argumentado que el estado de los ecosistemas y de sus servicios redunda en la calidad de las condiciones de salud, de integridad física, de seguridad alimentaria y de otros aspectos básicos para la seguridad y el bienestar humano (PNUD 2011). Los pobres que viven en zonas rurales son particularmente vulnerables a la pérdida de los servicios ambientales como el acceso a tierras aptas para la agricultura, el suministro de agua dulce y la disponibilidad de plantas medicinales tendrán un impacto devastador para los pobres que carecen de otras opciones a su disposición (CDB 2007). Existen múltiples ejemplos donde la pérdida de estos servicios y de los medios de vida basados en los ecosistemas naturales relacionados a la ampliación de la frontera agrícola ha provocado altos niveles de migración hacia los centros urbanos. Estos procesos de desplazamiento no solamente tienen grandes implicaciones sociales, pero también afectan negativamente a la seguridad alimentaria, ya que se reduce la mano de obra productiva en el área rural a tiempo de aumentar las demandas en las ciudades (Pokorny et al. 2010). Estos procesos son especialmente importante en el caso de la deforestación a favor de la producción agroindustrial, ya que cultivos como la soya implican una degradación rápida de los suelos que ya viene fomentando procesos de desertificación en aproximadamente 500.000 hectáreas. En muchos casos la habilitación de nuevas áreas para la producción de soya entonces solo busca reemplazar los suelos degradados, por lo cual la ampliación de la frontera agrícola frecuentemente no incrementa la capacidad productiva, mucho menos la seguridad alimentaria. Quienes se beneficiarán Con tantos efectos negativos de la producción agrícola mecanizada, no nos debe sorprender que muchas organizaciones sociales han cuestionada este tipo de producción. De hecho existe una larga historia de lucha social a favor de formas más tradicionales y sostenibles de producción (Zegada 2015). A pesar de esta lucha, cada vez parece existir mayor espacio para la producción mecanizada, los agrotóxicos y los transgénicos. Estas tendencias revelan la existencia de un grupo de alto poder económico y político que continuamente realiza esfuerzos a favor de este tipo de producción agrícola. Un estudio de la Fundación Tierra demostró que los principales beneficiarios de la ampliación de la frontera agrícola en Bolivia son los miembros de cinco grandes empresas que se dedican al negocio soyero. Aunque este grupo oligopólico también incluye dos empresas bolivianas, el negocio principalmente favorece las transnacionales que ponen el capital y controlan el 90% del acopio y la exportación del grano de soya (Gutiérrez 2014). Los extranjeros no solo dominan el negocio de la soya. También los procesos de deforestación están directamente vinculados a actores extranjeros y gran parte de la tierra deforestada está en manos de menonitas, brasileros y otros extranjeros (Martínez 2010). En este sentido la apertura de la frontera agrícola en Bolivia viene favoreciendo una extranjerización y especulación de tierras que sigue patrones internacionales ampliamente descritos en la literatura y ampliamente criticados por los efectos negativos ambientales y sociales que implican (ej. Pokorny et al 2010). Conclusiones Lo anteriormente mencionado revela que la ampliación de la frontera agrícola favorecería principalmente la producción agrícola mecanizada de oleaginosas. Es probable que un aumento de esta producción agrícola efectivamente genere beneficios económicos para el país, en especial en términos de devisas generadas por las

exportaciones. No obstante, gran parte de estos beneficios son capitalizados por pequeños grupos de la agroindustria vinculados a capitales extranjeros, con limitados beneficios económicos concretos para la población boliviana. Además esta producción en gran medida es destinada para la exportación, por lo cual el aporte a la seguridad es casi nulo. Es más, la demanda, la degradación y la especulación de tierras al largo plazo más bien implican una reducción de tierras disponibles para los cultivos para el consumo en el mercado nacional con un resultado final negativo para la seguridad alimentaria. Adicionalmente, la producción agroindustrial genera enormes impactos ambientales por el uso desmedida y descontrolado de transgénicos y agrotóxicos, y la pérdida de servicios ambientales relacionada a la mayor deforestación. Es especialmente preocupante el caso de los transgénicos que vienen invadiendo la producción agrícola nacional, en desconsideración de sus efectos ambientales y sociales negativos, y los potenciales riesgos para la salud, y con claro atropello de la legislación vigente. Estas tendencias muestran una agenda escondida atrás de los planes de ampliación de la frontera agrícola, que en vez de fortalecer el sector agrícola de Bolivia a favor de la seguridad alimentaria nacional, tendrá impactos negativos, no solo para la seguridad alimentaria, pero también para el bienestar de la población en general. El sector campesino e indígena es especialmente vulnerable a estos impactos sociales, y peor aún existen múltiples ejemplos a nivel internacional de serios atropellos a sus derechos con complicidad de las grandes empresas transnacionales que dominan el sector soyero.Finalmente debemos preguntarnos si el sector empresarial realmente tiene la posibilidad de ampliar las superficies agrícolas en la escala propuesta. Y dónde se encontrarían estas tierras. En resumen, no solamente es muy improbable que la propuesta de ampliación de la frontera agrícola efectivamente pueda garantizar la seguridad alimentaria de la población boliviana, pero además las tendencias actuales de incremento de la producción agroindustrial implican grandes riesgos sociales y ambientales que más bien ponen en riesgo esta misma seguridad alimentaria. En otras palabras, es necesario y urgente que se revise los planes de ampliación de la frontera agrícola y que se evalúa críticamente las restricciones y mecanismos de control en cuanto al uso de transgénicos y agrotóxicos en Bolivia si realmente se quiere alcanzar los objetivos planteados en la Agenda Patriotica. De hecho la ampliación de frontera agrícola podría tener efectos contraproducentes a varios de los pilares de esta agenda: no sólo la soberanía alimentaria a través del vivir bien (pilar 8), pero también la soberanía científica y tecnológica (pilar 4), la soberanía productiva con diversificación y desarrollo integral lejos de la dictadura del mercado capitalista (pilar6) y la soberanía ambiental con desarrollo integral respetando los derechos de la madre Tierra (pilar 9). Para poder asegurar estas metas para el desarrollo del país será necesario revalorar las diversas propuestas productivas con una visión integral, que aparte de considerar los potenciales productivos y económicos, toma en cuenta los impactos ambientales y sociales de los diversos sistemas productivos. La Ley de la Revolución Productiva Comunitaria Agropecuaria (Ley 144) y la Ley Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien (N° 300) establecen algunos mecanismos al respecto, pero lastimosamente su implementación hasta la fecha ha sido dificultosa y lenta. Link: http://cipca.org.bo/index.php?option=com_content&view=article&id=3390 (*) Vincent Vos es técnico investigador de CIPCA Norte Amazónico.

CONOCE LOS 6 PRINCIPIOS EN LOS QUE SE BASA LA ECONOMÍA SOLIDARIA Les sonará a “música para los oídos”, como se suele decir, pero es que así debe ser y ya ha empezado a moverse esta tendencia que nunca debió dejar de ser la realidad humana. La economía solidaria, es un enfoque de la actividad económica que tiene en cuenta a las personas, el medio ambiente y el desarrollo sostenible y sustentable, como referencia prioritaria, por encima de otros intereses. Se han resumido en 6 puntos sus Principios. Es una manera de vivir que abarca la integralidad de las personas y designa la subordinación de la economía a su verdadera finalidad: proveer de manera sostenible las bases materiales para el desarrollo personal, social y ambiental del ser humano. La referencia de la economía solidaria es cada sujeto y las comunidades creadas desde las iniciativas sociales, por lo que no se la identifica según los beneficios materiales de una iniciativa, sino que se define en función de la calidad de vida y el bienestar de sus miembros y de toda la sociedad como sistema global.

En el marco de la tradición de la economía social, pretende incorporar a la gestión de la actividad económica, los valores universales que deben regir la sociedad y las relaciones entre toda la ciudadanía: equidad, justicia, fraternidad económica, solidaridad social y democracia directa. Y en tanto que una nueva forma de producir, de consumir y de distribuir, se propone como una alternativa viable y sostenible para la satisfacción de las necesidades individuales y globales y aspira a consolidarse como un instrumento de transformación social. Los 6 principios de la Carta de Principios de la economía solidaria 1. Principio de equidad Considera que la equidad introduce un principio ético o de justicia en la igualdad. Es un valor que reconoce a todas las personas como sujetos de igualdignidad, y protege su derecho a no estar sometidas a relaciones basadas en la dominación sea cual sea su condición social, género, edad, etnia, origen, capacidad, etc. Una sociedad más justa es aquella en la que todas las personas se reconocen mutuamente como iguales en derechos y posibilidades, y tiene en cuenta las diferencias existentes entre las personas y los grupos. Por ello debe satisfacer de manera equitativa los intereses respectivos de todas las personas. La igualdad es un objetivo social esencial allí donde su ausencia trae consigo un déficit de dignidad. Cuando se vincula con el reconocimiento y respeto a la diferencia, lo denominamos “equidad” 2. Principio de trabajo: Considera queel trabajo es un elemento clave en la calidad de vida de las personas, de la comunidad y de las relaciones económicas entre la ciudadanía, los pueblos y los Estados. Por ello se sitúa la concepción del trabajo en un contexto social e institucional amplio de participación en la economía y en la comunidad. Se afirma la importancia de recuperar la dimensión humana, social, política, económica y cultural del trabajo que permita el desarrollo de las capacidades de las personas, produciendo bienes y servicios, para satisfacer las verdaderas necesidades de la población (nuestras, de nuestro entorno inmediato y de la comunidad en general). Por eso el trabajo es mucho más que un empleo o una ocupación. Constatar que estas actividades las podemos ejercitar individual o colectivamente, y pueden ser remuneradas o no (trabajo voluntario) y la persona trabajadora pueda estar contratada o asumir la responsabilidad última de la producción de bienes o servicios (autoempleo). Dentro de esta dimensión social hay que destacar que sin la aportación del trabajo llevado a cabo en el ámbito del cuidado a las personas, fundamentalmente realizado por las mujeres, nuestra sociedad no podría sostenerse. Trabajo que aún no está suficientemente reconocido por la sociedad ni repartido equitativamente. 3. Principio de sostenibilidad ambiental: Toda nuestra actividad productiva y económica está relacionada con la naturaleza, por ello nuestra alianza con ella y el reconocimiento de sus derechos es nuestro punto de partida. Nuestra buena relación con la Naturaleza es una fuente de riqueza económica, y de buena salud para todos. De ahí la necesidad fundamental de integrar la sostenibilidad ambiental en todas nuestras acciones, evaluando nuestro impacto ambiental (huella ecológica) de manera permanente. Hay que reducir significativamente la huella ecológica humanaen todas nuestras actividades, avanzando hacia formas sostenibles y equitativas de producción y consumo, y promoviendo una ética de la suficiencia y de la austeridad. 4. Principio de cooperación: Favorecer la cooperación en lugar de la competencia , dentro y fuera de nuestras organizaciones vinculadas a la Red, buscando la colaboración con otras entidades y organismos públicos y privados… Pretende construir colectivamente un modelo de sociedad basándonos en el desarrollo local armónico, las relaciones comerciales justas, la igualdad, la confianza, la corresponsabilidad, la transparencia, el respeto… Partimos de que la Economía Solidaria está basada en una ética participativa y democrática, que quierefomentar el aprendizaje y el trabajo cooperativo entre personas y organizaciones, mediante procesos de colaboración, de toma de decisiones conjuntas, de asunción compartida de responsabilidades y deberes, que garanticen la máxima horizontalidad posible a la vez que respeten la autonomía de cada una, sin generar dependencias.

Estos procesos de cooperación deben extenderse a todos los ámbitos: local, regional o autonómico, estatal e internacional y deben normalmente articularse en Redes donde se vivan y se fomente esosvalores … 5. Principio “sin fines lucrativos”: El modelo económico que se practica y se persigue tiene como finalidad el desarrollo integral, colectivo e individual de las personas, y como medio, la gestión eficiente de proyectos económicamente viables, sostenibles e integralmente rentables, cuyos beneficios se reinvierten y redistribuyen. Esta “no – lucratividad”, está íntimamente unida a nuestra forma de medir los balances de resultados, que tienen en cuenta no solo los aspectos económicos, sino también los humanos, sociales, medioambientales, culturales y participativos y el resultado final es el beneficio integral. Se entiende por ello que las actividades destinan los posibles beneficios a la mejora o ampliación del objeto social de los proyectos así como al apoyo de otras iniciativas solidarias de interés general, participando de esta manera en la construcción de un modelo social más humano, solidario y equitativo. 6.- Principio de compromiso con el entorno: El compromiso con el entorno se concreta en la participación en el desarrollo local sostenible y comunitario del territorio. Las organizaciones están plenamente integradas en el territorio y entorno social en el que desarrollan sus actividades, lo que exige la implicación en redes y la cooperación con otras organizaciones del tejido social y económico cercano, dentro del mismo ámbito geográfico. Se entiende esta colaboración como un camino, para que experiencias positivas y solidarias concretas puedan generar procesos de transformación de las estructuras generadoras de desigualdad, dominación y exclusión. El compromiso en el ámbito local nos aboca a articularnos en dimensiones más amplias para buscar soluciones más globales, interpretando la necesidad de transitar continuamente entre lo micro y lo macro, lo local y lo global. Fuente: Reas Red de Redes- Economía Solidaria http://www.economiasolidaria.org/ visto en TuNuevaInformacion Fuente: http://www.elciudadano.cl/2015/04/07/156889/conoce-los-6-principios-en-los-que-se-basa-la-economia-solidaria/

MINAGRI PRESENTÓ A NIVEL NACIONAL LINEAMIENTOS DE POLÍTICA AGRARIA Escrito por Redacción Correo: [email protected]

Viernes, 10 Abril 2015 (Agronegocios.pe) El Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) iniciará, a partir de este mes y a nivel nacional, la presentación de los Lineamientos de la Política Agraria (LPA), a fin de difundir y articular la política agraria y de riego entre el Estado y los gobiernos regionales, anunció hoy el ministro del sector, Juan Manuel Benites. Los LPA, que fueron oficializados mediante Resolución Ministerial 0709-2014-Minagri, serán la base para construir un sector competitivo, integrado y sostenible, priorizando al pequeño y mediano productor agrario y a las comunidades campesinas y nativas. Son diez los Lineamientos de Política Agraria (http://www.minagri.gob.pe/portal/inicio-pagraria) , los cuales consideran: manejo sostenible de agua y suelos, desarrollo forestal, seguridad jurídica sobre la tierra, infraestructura y tecnificación del riego, financiamiento y seguro agrario, innovación y tecnificación agraria, prevención y atención de riesgos, desarrollo de capacidades, reconversión productiva, acceso a mercados y cadenas productivas. En ese sentido, Minagri realizará seis talleres macroregionales para presentar los diez Lineamientos de Políticas Agrarias.

Estos se desarrollarán en Ica, Cusco, San Martín, Arequipa, Junín y Lambayeque, y en los cuales participarán representantes de los distintos gobiernos regionales. La meta es realizar la difusión a todos los gobiernos regionales del país. Así, el primero de ellos se realizará en Ica el jueves 9 y viernes 10 de abril, y al que también asistirán representantes de los gobiernos regionales de Lima provincia, Ayacucho, Huancavelica y Ancash.

INVESTIGADORES ANALIZAN GENES DEL MAÍZ PARA MEJORAR LAS VARIEDADES CULTIVADAS EN EL SUR DE EEUU

Escrito por Redacción Correo: [email protected] Miércoles, 08 Abril 2015 23:16

Investigadores analizan genes del maíz para mejorar las variedades cultivadas en el sur de EEUU (Agronegocios.pe) Un grupo de investigadores del Texas A&M AgriLife Research (Estados Unidos) han identificado los genes del maíz implicados en el crecimiento y el rendimiento. Los expertos usaron técnicas de mapeo para identificar las regiones genómicas implicadas en la mejora de rasgos deseables tales como el aumento del rendimiento, la resistencia a la aflatoxina o la tolerancia a la sequía. Estos descubrimientos son clave para la mejora genética del maíz, para poder crear nuevas variedades que se adapten a las condiciones climatológicas extremas de determinadas regiones del mundo y para hacer frente también a los retos agrarios derivados del cambio climático. El estudio titulado ‘Genome Wide Association Study for Drought, Aflatoxin Resistance, and Important Agronomic Traits of Maize Hybrids in the Sub-Tropics’ ha sido publicado en la publicación internacional digital PLOS ONE. El punto de partida del análisis fue el dato de que en los últimos años el cultivo del maíz en Texas no había registrado incremento significativo de producción. Conscientes de las duras condiciones climatológicas del sur de Estados Unidos, los investigadores se embarcaron en este estudio para ver si existe una razón genética que estuviera limitando sus rendimientos. Uno de los líderes de la investigación, Seth Murray, reconoce la importancia de la mejora genética en las variedades nativas de las zonas más áridas de Estados Unidos. Explica que actualmente en Texas cultivan variedades de la zona norte del país pero que no se adaptan como deberían a las áridas condiciones del sur. En su búsqueda de genes que mejoraran la productividad en Texas encontraron rasgos aplicables de las variedades cultivadas en México o América del Sur pero no de las variedades cultivadas en la zona norte de Estados Unidos. Los investigadores han identificado tres genes que ayudan a mejorar el rendimiento del maíz en 381 kg por hectárea tanto en riego como en secano. Murray reconoció el valor del material genético tropical para mejorar las variedades que se cultivan actualmente en las zonas más áridas de los Estados Unidos. Los investigadores siguen realizando más estudios para identificar genes de valor agrario para las zonas demandadas.

LAS DIETAS RICAS EN VERDURAS PODRÍAN LLEVAR A UNOS RIESGOS CARDIACOS MÁS BAJOS

Un estudio encontró que las personas que comían más alimentos vegetales que productos animales eran menos propensas a morir de una enfermedad cardiaca Traducido del inglés: viernes, 6 de marzo, 2015 Imagen de noticias HealthDay

JUEVES, 5 de marzo de 2015 (HealthDay News) -- Las personas que comen más alimentos vegetales que productos animales podrían reducir su riesgo de morir de una enfermedad cardiaca o de un accidente cerebrovascular (ACV), sugiere un nuevo estudio de gran tamaño. Los investigadores hallaron que entre más de 450,000 adultos europeos, los que tenían unas dietas que estaban basadas en plantas (granos integrales, habichuelas, verduras, frutas y frutos secos) en alrededor de un 70 por ciento tenían un riesgo de morir de enfermedad cardiaca relativamente más bajo. Sus probabilidades eran un 20 por ciento más bajas, frente a las personas cuyas dietas contenían más de un 50 por ciento de carne, lácteos, huevos y pescado. Los hallazgos no prueban que los alimentos vegetales merezcan el crédito, apuntó la investigadora líder, Camille Lassale, epidemióloga del Colegio Imperial de Londres, en Inglaterra. Dijo que su equipo tomó en cuenta algunas explicaciones posibles, como el peso, los hábitos de ejercicio y los niveles de educación de las personas. Pero sigue siendo difícil precisar esas dietas "semi vegetarianas" como el motivo de las tasas más bajas de muertes por enfermedad cardiaca y ACV. Pero dicho esto, los hallazgos concuerdan con una gran cantidad de investigaciones, dijo Lassale, que presentó sus hallazgos el jueves en una reunión de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA), en Baltimore. Las investigaciones presentadas en reuniones médicas se deben considerar como preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales. La AHA recomienda que las personas deben comer bastantes alimentos vegetales, y limitar la carne roja y la grasa saturada, que se encuentra sobre todo en los productos animales. Además, dijo Lassale, los beneficios cardiacos de la llamada dieta mediterránea están bien establecidos. Esa dieta incluye bastante alimentos vegetales, y poca carne o lácteos. "No es algo revolucionario", dijo Lassale sobre los hallazgos. "El mensaje es sencillo: reemplace parte de la carne, los huevos y la leche con habichuelas, frutos secos, [granos] y verduras". Pero el pescado, esencial en la dieta mediterránea, es otro tema, según Lassale. Anotó que las variedades grasas de pescado contienen grasas omega 3 saludables para el corazón, y también son un buen sustituto para la carne roja. Los hallazgos se basan en más de 450,000 adultos entre los 35 y los 70 años que participaron en un estudio europeo sobre la nutrición y el riesgo de cáncer. Al inicio, ofrecieron información detallada sobre la dieta y el estilo de vida. Durante los próximos 13 años, poco más de 5,000 murieron de enfermedad cardiaca o ACV. El equipo de Lassale observó la información sobre las dietas de los participantes del estudio, y asignó a cada persona una puntuación basada en qué tan "pro vegetariano" era su patrón alimenticio. Encontraron que las personas con una puntuación "alta" tenían un 20 por ciento menos de probabilidades de morir de causas relacionadas con el corazón que las que tenían las puntuaciones más bajas. Según Lassale, la buena noticia es que las personas que no están interesadas en hacerse vegetarianas pueden de cualquier forma lograr un estilo de alimentación más pro vegetariano. Simplemente observar el plato de comida y asegurar que tenga más alimentos vegetales que carne y lácteos es un paso importante, enfatizó. Rachel Johnson, profesora de nutrición y medicina de la Universidad de Vermont, se mostró de acuerdo. "Los resultados son importantes porque demuestran que las personas no tienen que seguir una dieta totalmente vegetariana para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular", comentó. "Cambiar a una dieta más basada en plantas parece ser beneficioso sin convertirse completamente en vegetariano". Johnson, que también es ex presidenta del comité de nutrición de la AHA, enfatizó que el pescado cabe en ese panorama. "La AHA recomienda comer pescado al menos dos veces por semana, sobre todo pescado que contenga ácidos grasos omega 3", señaló. Entre las fuentes buenas se hallan el salmón, la trucha y el arenque, dijo Johnson. Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

FUENTES: Camille Lassale, Ph.D., epidemiologist, Imperial College London, School of Public Health, U.K.; Rachel Johnson, Ph.D., M.P.H., professor, nutrition and medicine, University of Vermont, Burlington, Vt.; March 5, 2015, presentation, American Heart Association meeting, Baltimore, Md. HealthDay

SAN FERNANDO PLANEA EXPORTAR ABONO A EE.UU., MÉXICO Y COLOMBIA Viernes, 27 de marzo del 2015

EMPRESAS07:54 Su ingreso a EE.UU. se daría a través de un partner local y apuntan a cadenas de mejoramiento del hogar. En tres años esperan que mercado exterior sea 40% de ventas de Mallki . Mirtha Trigoso López [email protected] A más de un año de haber incursionado en el mercado agrícola del país con su marca de abono orgánico Mallki, San Fernando se alista a traspasar las fronteras con este producto. Así, el gerente de Investigación y Desarrollo de Nuevos Negocios de la empresa, Christian Villavicencio, señaló que planean llegar entre el 2015 y 2016 a los mercados de Ecuador, México, Estados Unidos y Colombia. “Se ve el potencial de venta de Mallki en el mercado internacional teniendo en cuenta que en el país ya es adquirido por empresas transnacionales”, dijo. Refirió que en el caso de Ecuador comenzarán a exportar este año y ya están en conversaciones para los envíos. Asimismo, a México -donde hay necesidad de abonos orgánicos por su gran producción de productos de agroexportación, 10 veces más que Perú- llegarían también este año. Sobre su ingreso a Estados Unidos, que se estima se dará en el 2016, informó que ya vienen trabajando en ello, con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que les ha permitido que las principales aceleradoras de negocios de este país les ayuden en su proceso de internacionalización. “La idea es entrar con un partner local. Queremos entrar a las principales cadenas de mejoramiento del hogar, ya que la jardinería está muy desarrollada en este país”, anotó. Destacó que tienen altas expectativas en el mercado de EE.UU., ya que por un saco de abono de 25 kilos en Perú se paga US$ 2; en cambio allá vale US$ 13. Y solo en los estados de Texas y Luisiana el mercado de abonos orgánicos mueve alrededor de US$ 2,500 millones. Además apuntan al mercado colombiano, por lo que vienen sosteniendo conversaciones con grandes distribuidores. “En los próximos tres años se buscará que el mercado de exportación represente el 40% de la facturación de Mallki”, resaltó. Su plan de internacionalización no demandaría nueva inversión en su planta de abonos localizada en Huacho, ya que esta tiene capacidad para poder atender el mercado de exportación. Mercado Con respecto al mercado de abonos orgánicos en el país, indicó que es un mercado con gran potencial, ya que viene creciendo entre 3% a 5% al año Adelantó que este año lanzarán al mercado dos nuevos variedades de Mallki, abono peletizado (nutrientes adicionales), y el líquido. Asimismo en el 2016 entrarán a comercializar la marca en cadenas de supermercados del país con una determinada gama. Las claves Ventas. Se espera que en el segundo trimestre del año versus el primero, las ventas de Mallki en el país crezcan en 35%.

Planta. Más de US$ 1. 5 millones se invirtió en la planta de abonos de Huacho, la cual tiene capacidad de producir 100 mil toneladas al año. Mercado. Se estima que este año el mercado de abono orgánico llegará a mover US$ 220 millones. Fuente: http://gestion.pe/empresas/san-fernando-planea-exportar-abono-eeuu-mexico-y-colombia-2127424

ABRIL * 1 abril, Día Mundial de la Educación * 7 abril, Día Mundial de la Salud * 11 abril, Día del Niño * 22 abril, Día Mundial de la Tierra

MAYO * 10 mayo, Día de la Madre * 22 mayo, Día Mundial de la Diversidad Biológica * 27 mayo, Día del Idioma Nativo, el Quechua * 30 mayo, Día Nacional de la Papa * 31 mayo, Día del NO Fumador; Reflexión sobre los desastres naturales

JUNIO * 5 junio, Día Mundial del Medio Ambiente * 16 junio, Día del Padre * 21 junio, Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía * 24 junio, Día del Campesino

JULIO * 6 julio, Día del Maestro * 11 julio, Día Mundial de la Población * Martes 28 y miércoles 29 de julio, feriado por fiestas patrias

AGOSTO * 9 agosto, Dia Internacional de las Poblaciones Indígenas. * 12 agosto, Día Internacional de la Juventud * 19 de agosto (1989-2015) vigésimo sexto (26) aniversario RAE Perú * 22 agosto, Día Mundial del Folklore * 27 de agosto (2011-2015) Cuarto Aniversario del Mercado Saludable de La Molina * Domingo 30 agosto, Santa Rosa de Lima

SETIEMBRE * 1 setiembre, Día del Árbol * setiembre, Mistura 2015 (2008-2015) VIII Feria Gastronómica Internacional de Lima. * 12 setiembre, primer aniversario Red FyME * 16 setiembre, Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono * 21 setiembre, Día Internacional de la Paz. * 23 setiembre, Día de la Juventud y la Primavera.

OCTUBRE * Jueves 8 octubre, feriado, Combate de Angamos * 15 octubre, Día Mundial de la Mujer Rural * 16 octubre, Día Mundial de la Alimentación * 19 octubre, (2007-2015) octavo aniversario de la Plataforma PERÚ PAíS LIBRE DE TRANSGÉNICOS * 29 octubre, (2004-2015) décimo primer aniversario de la Red Peruana de Comercio Justo y Consumo Ético

CALENDARIO AGROECOLÓGICO

NOVIEMBRE * viernes 7 noviembre, (2002-2015) décimo tercer aniversario del Comité de Consumidores Ecológicos * 10 noviembre, Día del Libro * 17 noviembre, (1998–2015) Aniversario 17 del Grupo EcoLógica Perú * 20 noviembre, Día Universal de los Derechos del Niño * 25 noviembre, Día Internacional de la NO Violencia contra la Mujer * sábado 29 noviembre, (1978-2015) el Centro IDEAS celebra su 37 aniversario

DICIEMBRE * 1 diciembre, Día de la Prevención del SIDA * 3 diciembre, Día Internacional del No Uso de Agroquímicos. * 3 diciembre, Día nacional de la promoción de la Agricultura Ecológica. * Martes 8 de diciembre, feriado religioso * 10 diciembre, Día de la Declaración de los Derechos Humanos * sábado 12 diciembre, (1999-2015) Décimo sexto Aniversario de la BioFeria de Miraflores. * 14 diciembre, día del Cooperativismo Peruano * Viernes 25 diciembre, feriado por Navidad * Viernes 1 de enero 2015, feriado COMPARTIENDO #15- 2015 ¡ Por una vida productiva, sana y feliz, libre de transgénicos ! Miembro de Centro IDEAS: Innovando procesos de calidad de vida RAE Perú (Red de Agricultura Ecológica del Perú) Promoviendo sociedades con cultura agroecológica CCE (Comité de Consumidores Ecológicos): Por una vida productiva, sana y feliz; libre de transgénicos

SEPIA (Seminario Permanente de Investigación Agraria) Perú: el problema agrario en debate