Areíto sábado 07 de noviembre, 2015

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Areíto Zona de la Cultura y de las ideas www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 7.11.2015 RADHAMÉS GÓMEZ PEPÍN Un retrato en palabras, muy completo, de un vibrante ejercicio periodístico. La causa islámica llevada a la muerte El grupo Estado Islámico es tal vez uno de los acontecimientos políticos más misteriosos y siniestros de los últimos siglos y plantea el enigma de la violencia por la violencia. Pá g i n a 2 José Pelletier evoca grandes maestros Expone en Galería de Artes de Gascue y sus retratos demuestran que maneja la pintura con energía de movimiento y expresividad como lo hicieran antes grandes maestros del pincel. Pá g i n a 3 Ultranacionalismo inspira un estudio Mu-Kien Adriana Sang se sintió motivada por la sentencia para regular la inmigración a profundizar y analizar el concepto de soberanía desde la Antigüedad, pasando por la Edad Media. Pá g i n a 4 ¡José Gausachs: pionero de la modernidad! Exponen sus significativas obras en el Centro Cultural de Indotel Página 8

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A re í t o Zona de laCultura y de

las ideas

w w w. h oy.co m .d oEditor: BavegadoDiseño: Carla GonzálezS Á BA D O 7.11.2 015

RADHAMÉS GÓMEZ PEPÍN

Un retrato en palabras, muy completo,de un vibrante ejercicio periodístico.

La causa islámicallevada a la muerteEl grupo EstadoIslámico es tal vez unode los acontecimientospolíticos másmisteriosos y siniestrosde los últimos siglos yplantea el enigma de laviolencia por lavi o l e n ci a .Pá g i n a 2

José Pelletier evocagrandes maestrosExpone en Galería deArtes de Gascue y susretratos demuestranque maneja la pinturacon energía demovimiento yexpresividad como lohicieran antes grandesmaestros del pincel.Pá g i n a 3

U lt ra n a ci o n a l i s m oinspira un estudioMu-Kien Adriana Sangse sintió motivada porla sentencia pararegular la inmigracióna profundizar yanalizar el concepto desoberanía desde laAntigüedad, pasandopor la Edad Media.Pá g i n a 4

¡José Gausachs:pionero de la modernidad!Exponen sus significativas obras en el Centro Cultural de IndotelPágina 8

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2 Sábado 7 de n o vi e m b rede 2 015H OY A RE Í TO

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Luis Buñuel, director de cine español“La ciencia no me interesa. Ignora el sueño,el azar, la risa, el sentimiento y la contradicción,cosas que me son preciosas”

1907 NACIÓ 1DE

N OV I E M B RE . H o m e roManzi, escritor,periodista, guionista ydirector de cineargentino, autor devarios tangos ymilongas muy famosos,entre ellos “M a l e n a“,

uno de sus tangos más famosos y uno de losmás bellos de todos los tiempos. En él se inspiróAlmudena Grandes para dar título a su novela“Malena es un nombre de tango”.

LA HISTORIA

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1907 MURIÓ 1 DEN OV I E M B RE .

Alfred Jarry, poeta ydramaturgo francés, conocidopor sus hilarantes obras deteatro, como “Ubú rey”considerada precursora del teatro del absurdo._

1886 NACIÓ 1 DE NOVIEMBRE.Hermann Broch, novelista,

ensayista, dramaturgo y filósofo austríaco. Suobra más popular es “Los sonámbulos”._

1938 MURIÓ 1 DE NOVIEMBRE. Fra n ci sJammes, escritor francés candidato

en varias ocasiones a formar parte de laAcademia Francesa, sus poemas tenían un fuertecontenido católico._

1808 NACIÓ 2 DENOVIEMBRE JULES

AMÉDÉE BARBEY D’A U RE V I LLY,novelista y ensayista francés, unode los más importantes de suépoca, con obras fascinantescomo “Las diabólicas“.

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Un enigma humano:la violencia porla violencia delEstado IslámicoLeonardo Boff

E l Estado Islámico de Siria y de Irakes tal vez uno de los acontecimien-tos políticos más misteriosos y si-niestros de los últimos siglos. En la

historia de Brasil, como nos relata el in-vestigador Evaristo E. de Miranda (Quan-do o Amazonas corria para o Pacífico, Vo-zes 2007) hemos tenido genocidios in-nombrables, «tal vez uno de los primeros ymayores genocidios de la historia de laAmazonia y de América del Sur» (p. 53):una tribu antropófaga advenediza devoróa todos los primeros habitantes del litoral,llamados sambaqueiros, que vivían en lacosta atlántica de Brasil. Con el Estado Is-lámico está ocurriendo algo semejante. Esun movimiento fundamentalista, surgidode varias tendencias terroristas.

El 29 de junio de 2014 proclamó un ca-lifato, intentando remontarse a los iniciosde la aparición del islam con Mahoma. ElEstado Islámico reivindica autoridad reli-giosa sobre los musulmanes del mundoentero para así crear un mundo islámicounificado que siga la charia (leyes islámi-cas) al pie de la letra.

No es aquí el lugar para detallar la com-pleja formación del califato; vamos solo arestringirnos a lo que nos deja confusos,perplejos y escandalizados por usar la vio-lencia por la violencia como marca iden-titaria. Entre los muchos estudios sobre es-

te fenómeno cabe destacar el de dos ita-lianos que vivieron de cerca esta violencia:Domenico Quirico (Il grande Califfato2015) y Maurcio Molinari (Il Califfato delterrore, Rizzoli 2015).

Quirico narra que se trata de una or-ganización exclusivamente masculina,compuesta por gente en general entre 15 y30 años. Al adherirse al Califato borran to-do su pasado y asumen una nueva iden-tidad: la de llevar la causa islámica hasta lamuerte, dada o recibida. La vida personal yla de los demás no tienen ningún valor.Trazan una línea rígida entre los puros (sutendencia radical islámica) y los impuros(todos los demás, también de otras reli-giones, como los cristianos, especialmentelos armenios). Torturan, mutilan y matansin ningún escrúpulo. O te conviertes omueres, normalmente degollado. Loscombatientes secuestran y se pasan entresí a mujeres, usadas como esclavas sexua-les. El asesinato es ensalzado como un «unacto dirigido a la purificación del mun-do».

Molinari cuenta que los jóvenes, inicia-dos mediante un video sobre las decapi-taciones, enseguida piden ser decapitado-res. Parte de los jóvenes son reclutados enlas periferias de las ciudades europeas. Nosolo pobres, sino hasta un titulado de Lon-dres con buena situación financiera, yotros del mundo árabe. Parece que la sedde sangre reclama más sangre y la muerte

fría y banal de niños, personas mayores yde todos los que dudan en adherirse al is-l a m i s m o.

Se financian con el secuestro de todoslos bienes de las ciudades conquistadas deSiria y de Iraq, muy especialmente con elpetróleo y el gas de los pozos arrebatados,que les proporciona, según los analistas,una ganancia de casi tres millones de dó-lares al día, al ser vendido generalmente aprecios mucho más bajos en los mercadosde Turquía.

El Estado Islámico rechaza cualquierdiálogo y negociación. El camino solo tie-ne una vía: la violencia de matar o de mo-r ir.

Es un hecho inquietante, pues planteala cuestión de qué es el ser humano y dequé es capaz. Parece que todas nuestrasutopías y sueños de bondad se anulan.Preguntamos en vano a los teóricos de laagresividad humana, como Freud, Lorenz,Girard. Sus explicaciones nos resultan in-s u f i c i e n t e s.

Para Freud, la agresividad es expresióndel dramatismo de la vida humana, cuyomotor es la lucha reñida entre el principiode vida (eros) y el principio de muerte (thá-natos). La tensión se descarga con fines deautorrealización o de protección. SegúnFreud, es imposible para los humanoscontrolar totalmente el principio de muer-te. Por eso, siempre habrá violencia en lasociedad. Pero mediante leyes, la educa-ción, la religión y, de manera general, me-diante la cultura, se puede disminuir suvirulencia y controlar sus efectos perver-sos (cf. Para além do princípio do prazer,Obras Completas. Rio de Janeiro: Imago,1976).

Para Konrad Lorenz (1903-1989), laagresividad es un instinto como los demás,destinado a proteger la vida. Pero ha ga-nado autonomía, porque la razón constru-yó el arma mediante la cual la persona ogrupo potencia su fuerza y así puede im-ponerse a los demás. Se ha creado una ló-gica propia de la violencia. La solución esencontrar sustitutivos: volver a la razóndialogante, a los sustitutivos, como el de-porte, la democracia, el autodominio crí-tico del propio entusiasmo que lleva a laceguera y, de ahí, a la eliminación de losotros. Pero tales expedientes no valen paralos miembros del Califato. Sin embargo,Lorenz reconoce que la violencia mortíferasolamente desaparecerá cuando se dé alos seres humanos, por otro camino, lo quetrataban de conseguir mediante la fuerzabruta (cf. Das sogenannte Böse: Zur Na-turgeschichte der Aggression, Viena1964).

René Girard con su “deseo miméticon e g a t i vo”, que lleva a la violencia y a laidentificación permanente de “chivos ex-piator ios”, puede transformarse en “deseomimético positivo” cuando, en vez de en-vidiar y apoderarse del objeto del otro, de-cidimos compartirlo y disfrutarlo juntos.Pero para él la violencia en la historia es tanpredominante que le evoca un misterio in-sondable que no sabe cómo descifrar. Ynosotros tampoco.

En la historia hay tragedias, como bienvieron los griegos en sus teatros. No todoes comprensible mediante la razón. Cuan-do el misterio es demasiado grande, esmejor callar y mirar hacia lo Alto, de dondetal vez nos venga alguna luz.

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A RE Í TO 3Sábado 7 de n o vi e m b rede 2 015 H OY

José Pelletieren retratosManeja la pintura con energía de movimiento yexpresividad en sus obras, figurativas,expresionistas y abstractas

J osé Pelletier, en la exposición de Retratosque presenta en la Galería de Artes enSanto Domingo, en Gazcue, logra unasíntesis visual entre figuración y desfigu-

ración del sujeto en su más preciso sentido,como lo hicieran un siglo anterior los ma-yores maestros de la Transvanguardia comoPicasso, ejemplo fundamental de la figura-ción y de la desfiguración hasta lograr con-vertir sus retratos en auténticos laberintosf a c i a l e s.

Pelletier maneja sus retratos con una granagilidad pictórica, es decir, que no se limita alos límites anatómicos, se expresa con liber-tad en la brocha y en el trazo, con una pul-sión ajena a la figuración pero buscándolamás por el gesto y por el color, en ese sentidohemos encontrado en esta serie un ánimogestual muy fiel al mundo de Francis Baconpor el movimiento y el color, sobre todo ro-sado tan evidente que sentimos en algunosde sus rostros un homenaje visual al maestrobr itánico.

Pelletier es un pintor que maneja la pin-tura con energía de movimiento y expresi-vidad. Sus obras, figurativas, expresionistas oabstractas siempre mantienen una dinámi-ca visual que está por encima de la repre-

sentación, sabe manejar el ánimo del sujeto,la sicología de los personajes. Como ante to-do es un artista de expresión abstracta con-firmada, sabe imponerle a la figuración to-dos los ingredientes de los caracteres y de lasp s i c o l o g í a s.

El maestro Oviedo está en esta galería, vi-sitado por Pelletier que nos brinda la pro-fundidad de la mirada, detrás de los lentes, elmovimiento labial de la simpatía, y la ca-bellera desordenada del hombre libre.

Los retratos de Oviedo resaltan una ex-presión de humor y simpatía que caracte-rizaban al artista. El color de la mancha blan-ca en este caso refleja un señalamiento alsilencio y a la prudencia que enfatizan en laobra la sensibilidad de un artista joven, hacialas enseñanzas del reconocido maestro.

Las dos obras muy dibujadas aplauden elexpresionismo de Oviedo, y Pelletier juegacon su propia factura para fundirla y fusio-narla con los colores y los trazos que el mis-mo Oviedo utilizó en las diferentes etapas desu producción artística.

El juego fusional del color amarillo y ro-sado para Andy Warhol enciende el estallidoy la luz de la corriente Pop Art que Warholdesarrolló en obras emblemáticas como la

figura de Marilyn Monroe y su propio au-torretrato. Es interesante entender que paraJosé Pelletier el retrato no es más que un ejer-cicio y un pretexto plástico donde desarro-llar los paradigmas que marcaron las obrasde pintores de la segunda mitad del Siglo XX,que influenciaron tanto la sociedad como lapostmodernidad plástica y visual.

Cuando aparece Warhol, esto es para Pe-lletier una manera de poner en evidencia eltalento pero también la personalidad de unartista mundano que sacudió los esquemasde la relación con la sociedad de consumo yel poder del dinero, dos elementos funda-mentales en la movilidad del arte como pro-ducto y como objeto especulador.

Las obras referentes a Warhol, de José Pe-lletier apuestan por la función de la imagenen su poder de atracción masiva y publici-taria, de hecho, los dos retratos aparentanmás el resultado de una obra que podría serllevada a la reproducción ilimitada.

Los rasgos, la expresión de la mirada, cap-tan el punto clave que hace de cada obra elreferente expresivo de cada personaje.

Basquiat nos conmueve más que ningu-na, pues Pelletier parte de la figura haitia-no-puertorriqueña-americana del artistapara ejercer en ella una poética visual de lanegritud, donde el entrelazado del pelo ne-gro convive y como parte el color con la pieldel hijo pródigo de la casta neoyorkina de losaños 70, cuando la pintura convergía haciaun espectáculo societal al ritmo de música, yde luces para romper con los esquemas delpuritanismo urbano. Aquí, Basquiat es másque un retrato, revela la sensibilidad de Pe-lletier no darle un tratamiento íntimo y muypersonal al evocar en el rostro la transcendíade la máscara africana y la negritud de lafotografía en blanco y negro de los anunciosn e c ro l ó g i c o s.

Un esbozo ocre o marrón entre tanta os-curidad, calca el sueño y la utopía del genioespontáneo de Jean-Michel Basquiat, acci-dente genial entre el Pop Art y la expresiónespontanea, frescura inesperada entre Kan-dinski y Pollock. En esta obra, se desliza lapintura en un movimiento azul cuya rapidezdel gesto imprime unas gotas salpicadas quecombinan la emoción visual de Pelletier enel recuerdo del Basquiat, pero la manchadeslizada contribuye a resaltar los chorrea-dos sin control que Pelletier descarga en elretrato como un referente al recurso que elmismo Basquiat manejaba en sus pinturas.

José Pelletier intensifica el ojo y la miradacon una fuerza penetrante de vida, como side artista a artista no se pudiera aceptar lamuerte. Este homenaje al Enfant Terrible delas noches errantes y de los cocteles mun-danos de Soho, nos trae la imagen de un ta-lento que expresó su precoz genialidad conuna velocidad cuyo ritmo no pudo aguantarla vida.

Anticipamos que dentro del registro delhomenaje universal a Jean-Michel Basquiat,este retrato de Pelletier contribuye a com-pletar esa imagen con el logro de ese ojo quelo hace presente de manera ceremonial. Lapaleta de Pelletier recurre a los mismos co-lores de los maestros celebrados.

Es difícil aceptar un sin título en uno delos rostros, donde la memoria visual deFrancis Bacon se impone y la figura se vahaciendo con anchas pinceladas o estrechosbrochazos que se diluyen con la ligereza dela acrílica. Es en el movimiento que capta-mos en este rostro supuestamente anónimo,la trascendencia de Francis Bacon.

Frida Kahlo invade el rosado en la com-posición, como también Sean Lennon, condetalles líricos que aluden a las flores de Fri-da y a los lentes de John. En el conjunto, elartista mantiene la tensión permanente conla abstracción, y aquí la desempeña en estacolectiva con una libertad de trazos y man-chas que armonizan la figuración con unanota abstracta que podría ejercer una notamusical y rítmica para romper el inmovilis-mo del retrato clásico y formal.

Nosotros entendemos el talento de JoséPelletier en el marco del expresionismo abs-tracto, con una maestría y un dominio de lafiguración que le permite jugar con las obrasy los estilos. En el conjunto de esta exhibi-ción, el retrato es un pretexto donde Pelletierejerce su talento por la composición nítida yeficiente, y la exaltación del color compa-tible con el movimiento del sujeto y la luz.

Este artista confirma que la maestría aca-démica y la interpretación del modelo conresponsabilidad intelectual y reflexiva per-miten manifestar el duende artístico, lo queva más allá que una corriente y una escuela.Pelletier confirma también que tanto la pin-tura como el dibujo son armas visuales to-davía muy cargadas de futuro.

Delia Blanco. Crítica de Arte, Miembro delAICA Internacional.

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4 Sábado 7 de n o vi e m b rede 2 015H OY A RE Í TO

Ya no recuerdo qué es lo que yo había dichocuando de pronto NikosPoulantzas, a quienme acababan de presentar, teniendo hacia míun índice acusador, me interpeló con voz tro-nante: ¡Pero cae usted en el historicismo!

¿Qué caigo en el historicismo? exclamé unpoco humorísticamente. ¿Cómo podría “c a e r”en él? Yo nado en él, respiro en él,. ¡Pensar almargen de la historia me resultaría tan im-posible como a un pez vivir fuera del agua!Comprendo que un filósofo… mire el mundo“Su s p e c i e a e t a m i t a t i s”, y que un agente de cam-bio viva bajo el signo del corto plazo. Pero que-rer pensar la sociedad, e incluso la naturaleza,y pretender disertar sobre ellas, exige una re-ferencia continua a las dimensiones tempo-rales. Tiempo de las galaxias y tiempo de lasglaciaciones, tiempo de los mundos humanoscerrados y tiempo de la relaciones generaliza-das, tiempo del arado y tiempo del tractor,tiempo de la diligencia y tiempo del supersó-nico, tiempo de la esclavitud y tiempo del sa-lario asalariado, tiempo de los clanes y tiempode los imperios, tiempos de la punta de lanza ytiempo del submarino atómico: todo análisisque se encierre en la lógica de uno de estostiempos o que les suponga una lógica comúncorre un gran riesgo de confundirse y de con-fundirnos… Pensar históricamente …. signi-fica situar, medir y datar continuamente…Pierre Vilar, Pensar Históricamente (1)

A raíz de la promulgación de la po-lémica sentencia del TribunalConstitucional que buscaba "regu-lar" la migración. Esta sentencia,

como se sabe, ha generado polémicas de to-da índole. Este documento del alto tribunalha permitido que el ultranacionalismo apro-vechara la oportunidad para fortalecer suposición. Uno de sus argumentos para ha-blar en contra de todos aquellos que tienenideas contrarias o han osadocriticar la sentencia, han si-do juzgados y condenadospor este grupúsculo, todo endefensa de “la soberanía na-c i o n a l”.

Desde entonces me que-dé pensando y me pregunté:¿Es el concepto el que generatantas pasiones, o es unasimple excusa para orques-tar un proyecto político ul-traconservador? ¿Qué signi-fica el concepto? ¿Cuándonace? ¿Ha tenido el mismosignificado a través de la his-toria? Decidí investigar sobre el tema a fin deresponderme esas y otras preguntas.

Con este artículo inicio una nueva serieque tiene como propósito pensar histórica-mente, parafraseando la famosa conferenciadel gran historiador Pierre Vilar, el conceptode Soberanía. Saber cuándo y en qué cir-cunstancias nació en la Europa central y có-mo se expandió hasta el resto del mundo,especialmente esta América Latina amada ygolpeada desde siempre. Como dice el frag-mento que encabeza este encuentro, es ne-cesario situar correctamente los conceptos ylos sucesos. Pero como dice el gran histo-riador, muchos, con toda la intención delmundo, “lo olvidan con frecuencia saberesorgullosos de situarse fuera de la historia…Así pues se plantea un problema entre, de unlado, “la historia”, o si se quiere el pensamien-to histórico… y de otro, las “ciencias huma-n a s”… (2)

Señala Vilar, y yo estoy convencida de eso,que el historiador tiene el deber de observara través del tiempo y del espacio; así, el mo-vimiento de la historia se produce a través dela coexistencia de los dos campos, pero tam-bién de la interacción de otros factores, enun continuo movimiento de relaciones tan-to cuantitativas como cualitativas. Planteatambién el escritor, que los historiadores de-ben aprender a descubrir y fechar cualquierpensamiento teórico, de esta manera, sigueseñalando, se puede entender la evolucióndel concepto y de las cosas.

A través de estas entregas, que se inicianhoy, y que no sabemos cuándo terminará,pues trataremos de profundizar y analizar laevolución del concepto soberanía desde laAntigüedad, pasando por la Edad Media, pa-ra luego adentrarnos en el análisis del con-cepto desde la perspectiva de la revolucióndel pensamiento en los siglos XVIII y XIX,para finalizar con el concepto en el mundo

del siglo XXI.Lo primero que debemos preguntarnos

es: ¿Qué es soberanía? ¿A qué se refiere esteconcepto que ha generado tanta polémica ypasión? Etimológicamente el término sobe-ranía proviene del latín. Está formado portres partes. El primero es “s o b e r” que sig-nifica encima o arriba. El sufijo “a n u s”, que setraduce como procedencia. Finalmente seencuentra el sufijo “i a”. Partiendo de ese aná-lisis etimológico, podemos decir que la pa-labra soberanía se refiere a la calidad del so-berano. Indica quién o quiénes tienen el de-recho, mejor dicho el poder.

En el Diccionario de la Real Academia Es-pañola aparece la siguiente definición: “desoberano, calidad soberano, autoridad su-prema del poder público, alteza o excelenciano superada en cualquier orden inmaterial,que reside en el pueblo y se ejerce por mediode sus órganos constitucionales representa-tivos. (3)

Así pues, la soberanía es la autoridad máselevada donde reside el poder político. Es elpoder más alto dentro del Estado. En algu-nos países, la soberanía reside en el pueblo,del que emanan todos los poderes del Es-tado, a través de representantes elegidos porvotación. Esta soberanía es la denominadasoberanía nacional. Por esta razón, la sobe-ranía implica el dominio o el gobierno queun pueblo o una nación ejerce sobre sí mis-mo, significando que nadie, absolutamentenadie puede imponerse.

Recurriremos a una definición que nosofrece el catedrático de la Universidad deBonn, Alemania, el profesor Christian Hill-gruber,(4) quien afirma que debería revisar-se la concepción tradicional del concepto, eindica que hoy, en pleno siglo XXI existe con-fusión. En sus palabras:

“Antes que nada se plantea la cuestión decómo entender el concepto de soberanía.

¿Qué características, intrín-secas al poder político, nom-bra dicho concepto? El hechode que reine tanta confusiónrespecto del contenido y sen-tido de la soberanía radicano solo en la naturaleza in-definida de dicho concepto,en su “siniestra ambigüe-d a d”, sino también en que laconcepción en que se este sebasa no sale a la luz.

Aquellos que consideranque la soberanía es un dogmaanticuado, suelen apelar a lafalta de autonomía del Estado

moderno, que le obliga a cooperar institucio-nalmente tanto con socios no estatales, en elinterior, como en sus relaciones internaciona-les con otros Estados. Parece que el Estado, porhallarse tan limitado en la toma de decisionesy en su capacidad de regulación, por sus di-ficultades para imponer sus intereses, ya nopueda ser considerado soberano…” (5)

Puede verse el concepto de soberanía tie-ne hoy múltiples interpretaciones. ¿Cómoentender la soberanía en un mundo globa-lizado caracterizado por la transnacionali-zación del capital? ¿Cómo entender la so-beranía en un momento en que se están ha-ciendo esfuerzos entre las naciones de uni-dad, como ha sido el caso de la Unión Eu-ropea, solo para citar un caso? A través deestos artículos intentaremos, haciendo pri-mero un balance histórico del concepto, res-ponder a tan importantes preguntas en unmundo tan cambiante como es este siglo XXIque apenas vive su segunda década. Nos ve-mos en la próxima.

Sobre el conceptode soberanía. (1)

‘‘ Trataremos deprofundizar y

analizar la evolución delconcepto soberaníadesde la Antigüedad,pasando por la EdadMedia y la revolucióndel pensamiento en lossiglos XVIII y XIX”.

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Ap e l l i do sfranceses en lacomarca deSan CristóbalPor Leonardo Díaz JáquezLos acontecimientos que terminaron conla independencia de Haití incidieron en elPartido de los Ingenios de Nigua. El29-6-1804 fue el bautizo de Pedro hijo na-tural de María Yerniá, natural del Don-don. Es interesante ver cómo algunas per-sonas vinieron con sus esclavos como lodemuestra el bautizo de Hilario, el6-1-1805, hijo de Leonor, esclava de PierreLibran, francés, quien fue el padrino.

El primero de los apellidos emblemá-ticos de San Cristóbal de origen francésque recibió las aguas bautismales en di-cho Partido y en la capilla del ingenio de laestancia de Camba fue Juan Francisco, el26-9-1805, hijo de María Lachapelle, paraseguirle Joaquina el 12-1-1807 en la ca-pilla de Camba Abajo, hija de Valentín Ar-nes y María Altagracia de Adames y en laermita de San Cristóbal, el 20-6-1813,Juan Bautista, hijo de Luisa Nival, esclavade Juan Nival, de nacionalidad francesa.Hubo una mayoría naturales de Mirabe-lais, entre los que se encuentran Antonio,bautizado el 1-8-1814, hijo de Josefa Es-pinosa, natural de la antigua colonia fran-cesa. El 28-10-1816 Teresa, hija de Pru-dencio Carela y Dominga Bensáns. El4-1-1817 se bautizó a Luisa, hija de LuisaLarancuent. El 22-10-1817 fue el bautizode María de la Rosa hija de Pedro LuisMaztiz y María Luisa Montás, siendo suspadrinos Claudio Montás y María TeresaBuret. El 10-8-1818 Gerónimo hijo deFrancisco Divisót y Juana Margarita Ga-lánt, los padrinos Gerónimo Barón y Ma-ría Clara Galánt. El 28-11-1819 fue bau-tizado Isidro hijo de Juan Duversé y JuanaMargarita Revél, sus padrinos Isidro Mon-tás y María Francisca Buri.

En cuanto a los matrimonios, el16-2-1814 Juan Francisco Nival casó conMarta Larcehit, naturales de la nación fran-cesa, cuyos testigos fueron Pablo de León yMaría de Vera. El 24-4-1820 GerónimoMontás hijo de María Teresa Buré, casó conVictoria hija de Bartolomé Langumar yMaría Luisa Faisé, padrinos Juan Pedro La-sapena y doña María Josefa Brito. En la igle-sia de San Cristóbal, el 16-9-1825 contra-jeron nupcias Julián Pereyra, hijo legítimode Toribio y María Juana, naturales de Mi-rabelais, y Apolonia, hija legítima de Lo-renzo Polanco y Tomasa de Aquino, veci-nos de Los Alcarrizos, siendo testigos JuanMagdaleno de los Santos y Dionicia Suero.

En la ermita de San Cristóbal, el23-2-1815 recibió sepultura Juan GabrielFlorentino, francés de Jatibonico de la co-lonia. El 13-5-1816 fue sepultado Geró-nimo, hijo de Gerónimo Nival y María delas Nieves, naturales de Mirabelais. El15-3-1818, Claudio, de 50 años de edad,hijo de Esteban Montás y Catalina Ron-dón, naturales de Artibonito. El 3-2-1819Fernando, de 8 años de edad, hijo de Mi-guel Corporant y María Simona, natura-les de Mirabelais.

Al consolidarse la ocupación haitianaaumentó el número de apellidos de origenfrancés. De mayo de 1805 a octubre de 1852se realizaron 11,137 bautizos, de los cuales1,235 (11%) corresponden a niños con ape-llidos de origen francés, de los cuales en182 casos ambos padres eran de origenfrancés, 659 era de madres solteras y 394eran de apellidos mixtos, franceses y es-pañoles. Hay que tener en cuenta que porla españolización que hacían los sacerdo-tes de nombres y apellidos, una cantidadindeterminada debió perderse. Algunos deesos apellidos son: Adames, Beltré, Benoit,Bensáns, Bernal, Burét, Cadet, Chantínt,Chevalier, Coën, Coiscoud, Corporán,Cruz, Cuascû, Diprét, Doñe, Duversié, Du-val, Duvergé, Fevrier, Florentino, Galán, La-balé, Lachapelle, Lafortún, Langomuá, La-rancuent, Laraperát, Montás, Mosét, Nivál,Obét, Pacheco, Pepén, Pereyra, Renville,Sanó, Tamarés, Tolentino, Yuber y Yosónt.

Instituto Dominicano de Genealogía

No ta s :

1. Pierre Vilar, Pensar Históricamente, conferencia declausura de los cursos de verano de la FundaciónSánchez Albornoz, 30 de julio de 1987. Publicadodespués en el libro "Memoria, historia ehistoriadores", Ganada/Valencia, EditorialUniversidad de Granada-PubicacionsUniversitat deValencia, 2004.2. Ibídem.3. Real Academia Española, Diccionario de laLengua Española, vigésima edición. EditorialEspasa-Calpe, 1954, Madrid Tomo II, página 1251.4. Christian Hillgruber, Soberanía la defensa de unconcepto jurídico, en InDret. Revista para el Análisisdel Derecho, www.INDRET.com, Febrero de 2009.5. Ibídem

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A RE Í TO 5Sábado 7 de n o vi e m b rede 2 015 H OY

La subversión erógenade Alexis Gómez RosaEl conjunto de su obra es un torrente de imaginación vital que manifiestalos leitmotiv que dan sentido y unidad a su producción, en especial a esteirreverente libro: “Adagio cornuto”

C on una trayectoria que abarca yamás de cuarenta años, Alexis GómezRosa es, si no el más, sí uno de losreferentes más nítidos e importantes

de la poesía contemporánea dominicana delos últimos años. Nacido en Santo Domingoen 1950, se formó en su país y en el extran-jero, hasta que en los años finales de la dé-cada de los sesenta, comenzó a escribir unosprimeros trabajos que hablaban de un in-terés por el espacio cotidiano, por la con-vergencia en él de presencias y sombras, porlo que en sus rincones se ocultaba. De ahí enadelante, ya en los setenta (después de laguerra de abril del 1965), arranca una su-cesión de trabajos que se manifiestan en va-riados registros y tonos, con el rumor delconceptual fondo pero siempre atentos alvalor de la experiencia, de lo vivido. Y es quela experiencia vital es la fuerza que recorretoda la obra de Alexis Gómez Rosa. El con-junto de su obra se entiende como un to-rrente de imaginación vital. De igual mane-ra, se manifiestan varios leitmotiv que dansentido y unidad a toda su obra, en especial aeste irreverente libro, titulado, aviesamente,“Adagio cornuto”. Entre ellos, la certeza delamor y su exaltación mediante el erotismo,que transfigura y enaltece al ser amado: per-verso polimorfo. ¿Hombre o mujer? Andró-gino puro, de exuberante imaginación y de-s e o.

En esta dialéctica puede reconocerse eltema esencial de este libro, y en general laparadoja expresada por las imágenes ambi-guas que lo caracterizan.

Para Alexis Gómez Rosa, el deseo pasa porla mirada del otro, por la imaginación y eldeseo del otro. Estos poemas no son una fi-losofía del amor: son un testimonio, la formaen que ha cristalizado este extraño magne-tismo. Subrayo: el sentimiento, no la idea.Amor en estado puro, goloso y brutal. Mis-teriosa inclinación pasional hacia el deseodel otro.

Ya no la “magia negra” de la prohibición,de la alienación y de la transgresión, sino la“magia blanca” del éxtasis, de la fascinacióny la transparencia. Hermosura y violencia deeste desafío, contra la mediocridad del se-ductor. Pero también diabolismo de estamujer que se venga de la veleidad de ser se-ducida: “trampa por trampa, ojo por ojo”, co-mo ha dicho Baudrillard. Esta es la parte deprovocación fatal que hay en estos versos,pletóricos de ambigüedades y deseos. Estaprovocación, esta precipitación del signo, esdecir, del cuerpo transfigurado de la mujerdeseada, en material bruto, insensato, am-biguo, es de una eficacia homicida, en todoel trayecto de posesión del otro y/o la otra. Esdel mismo tipo que el acontecimiento in-sensato, la catástrofe, que también es unarespuesta ciega, sin metáfora, del mun-do-objeto al hombre su-jeto. Oigamos lo que diceel poeta:

“Bailamos haciendocoincidir los accidentesdel cuerpo, enlazados en elvórtice de un furor prime-rizo. Su lengua descendíadel lóbulo de la oreja alcuello, fiebroso y perver-so…Bailamos la noche ysu carnaval de hora y me-dia, para finalizar embe-biéndome el sudor de su franela, la sangre,que amortaja en T- shirt esas cosas del alma”.

La estrategia del objeto, como aquí la de lamujer, reside en confundirse con la cosa de-seada. El límite de lo sexual se difumina en ella,y se troca metáfora del deseo, en el acto mismode sentirse desnudo frente al otro, como objetosublimado, de un amor o destino fatal.

“—Tu cuerpo--, exorna la entrega de tuiluminación mejor. Suelta la lengua y pan-tera en el altar de los sacrificios… ”.

A diferencia de la forma apacible de lacorporeidad griega apolínea (no dionisíaca)aquí la carne significa de dos modos: por unlado, próxima a la carne (basar) hebraica, in-dica un “c u e r p o” pulsión, ávida, confrontada

a la severidad de la ley; y por el otro lado, un“c u e r p o” liviano, cuerpo neumático ya queespiritual, completamente en la palabra (di-vina) para transformarse, a través de estosversos, en belleza y amor.

Estos dos “c u e r p o s”, según Julia Kristeva,evidentemente son indisociables; el segundo(“s u b l i m a d o”) no existe sin el primero (per-verso), en virtud de la ley. Una de las genia-lidades de este libro, y no precisamente de lasmenores, es haber recogido en un único gestola perversión y la belleza como anverso y re-verso de un solo cuerpo: ¿de una mujer o deun hombre? La androginea de otro ser en mo-vimiento, o el cuerpo total sin miembros.

Estas diversas designa-ciones del amor, en Gó-mez Rosa, convergen enla “car ne” o más bien enaquello que anticipada-mente podría llamarseuna pulsionalidad des-bordante, no frenada porlo simbólico.

“El amor nos reunióen muchedumbre bus-cando eternidad. Bus-cando el amor, la eterni-

dad la conocimos en el sagrario del cuerpoapetecido: el origen celeste, la palabra,guarda una propensión lúdica que hace lá-pida en los labios sin artificios”.

La articulación mito/rito, en “Adagio cor-n u t o”, induce a pensar que los rituales deltravestismo reiteran a su manera exigenciasfijadas por el discurso mítico. Ahora bien, laexploración de este demuestra que las di-vinidades—especialmente en el panteónhelénico—son fácilmente proteiformes, yque esta tendencia se manifiesta especial-mente en el sentido de un cambio aparentede sexo o, al menos de una ambigüedad se-xual; a veces, el dios, o el héroe, según MirceaEliade, utiliza claramente un travestismo de

indumentaria: es el caso de Dionisio o deHeracles. “Es por lo tanto plausible suponerque a través de los ritos de travestismo elhombre se esfuerza por acceder, al menosdurante el tiempo de la fiesta, a ciertas pre-rrogativas divinas, ¡y sobre todo a la bise-xualidad!”, ha dicho Eliade.

La poesía de Gómez Rosa es la de la po-tencia apetitiva, la de fruición beatifica, la dela jubilación concupiscible, porque en ella laimaginación establece el acuerdo armónicoentre el sujeto y mundo, entre el deseo y loobjetual, entre las pulsiones y el entorno ma-terial y social. Merced a esta intermediarairrestrictiva, la representación del objetoapetecido se libidiniza, se deja asimilar ymodular por los imperativos pulsionales delpoeta. Así, Gómez Rosa concierta, en unaconstelada convergencia homológica, elplácido flujo de su “sobrenatural sobreabun-d a n c i a”, así concilia lo diferente, lo divergen-te, proyectándolo al edénico dominio diur-no de la equivalencia funcional y morfoló-gica, del verso a través del erotismo.

“Adagio cornuto” es un libro empedernida-mente hedónico y festivo. De inmediato sepropone como objeto estético, halagador, sen-sual, suntuario. Deleite ocioso, desinteresadogozo, arrobo beatífico, saca a quien se entregaal “mentido robador” por completo de todomenester, de toda vicisitud mundanal.

Sin duda, la asunción del travestismo es-critural, en este libro, llevaría a conclusionesmás diversificadas y amplias. El travestismo,en Gómez Rosa, no podría estar, en efecto,limitado a una mímica de transexualidad.Por lo tanto, en este ardiente “Ad a g i o … ”,marca el paso de lo profano a lo sagrado yvuelve así la espalda a la función social “la -bor iosa”. Más profundamente, podría con-sistir en una especie de disolución simbólicadel principio de individualización o rituali-zación erógena de la escritura.PL

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Portada del libro “Adagio cornuto” de Alexis Gómez Rosa.

‘‘ Una de lasgenialidades de este

libro, y no de las menores,es haber recogido en unúnico gesto la perversión yla belleza como anverso yreverso de un solo cuerpo.¿Mujer u hombre?

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6 Sábado 7 de n o vi e m b rede 2 015H OY A RE Í TO

§-24. Dumas analizará los mitos principalesdel Viejo Testamento y comienza apoyán-dose en quien fuera su maestro en SantaAna: «…por ejemplo, la concepción de losdos primeros hijos de Adán y Eva es una ilus-tración de lo que Jacques Lacan llama la for-clusión del Nombre-del-padre, [o sea, que]la condena de Caín [es] una teoría del fan-tasma idéntica a la de Nicolás Abraham, y lahistoria de Noé y sus hijos una teoría trans-generacional de la constitución de las clasessociales, para la que no tengo ningún autor aquien referirme.» (Pp. 9-10).

Luego de rechazar los textos deudores delcristianismo o las traducciones francesas de laTora o la que comenta Rachi, al igual que lasdel Rabinado francés, el autor dice que no sedistinguen en nada de los del cristianismo yque como las traducciones que “intentan res-tituir el sentido original del texto hebreo sonraras, él prefirió las traducciones de Fabred’Olivet, André Chouraqui y Paul Northomb.Para Dumas, que proviene del ateísmo, «lamitología de los descendientes de Adán y Noépresenta las diferentes modalidades a través

de las que el espíritu y la palabra que Dios legóa Adán se transmiten a través de la sucesiónde generaciones.» (P. 17).

§-25. Para Dumas lo importante del libro Gé-nesis es “la filiación divina del hombre”, porlo que esta se interesa en primer lugar en “laconstrucción mental del individuo al tratarbajo el ángulo de la relación con el padre, sino es que en este caso Dios es el padre mis-m o” (p. 21).

El cuidado que hay que pres-tarle a la formación mental delniño es cosa sabida desde hacemilenios, pero que la cienciaoccidental lo olvidó en el cami-no y Dumas viene a recuperar-la, según la línea de Dolto: «Re-ferida a la creación de Adán yEva, esta imagen ilustra, enefecto, con algunos milenios deavance, lo que sabemos hoygracias a la haptonomía: que elfeto reconoce los soplos de supadre, su voz, sus manos y susexo.» (Ibíd.). Y sueña lo que lamadre sueña.

§-25. Nuestro autor resalta en laversión Ecuménica del Génesis(I, 27) cuando Dios creó al hom-bre y la mujer, «él se expresa sú-bitamente en la primera perso-na del plural mientras que entodo el resto del texto, emplea elpronombre yo», lo que a su jui-cio deja sobrentendido que“Dios es en sí mismo varón yh e m b ra”, o sea, un andrógino.Dumas avanza su tesis: «¿Estosignifica que su primera apela-ción, Elohîm, significa que él esal mismo tiempo el padre y la

madre de Adán y Eva? Sí y no. El dios bíblicoes antes que nada el espíritu y la palabra quetransmitió al hombre. Elohîm simbolizapues a mi juicio que él es, en su cabeza y su‘c o l e t o’, todos los dioses. Es en este sentidoque él es a la vez varón y hembra, como en-contramos este aserto más en la historia deAdán y Eva, donde ya no se llama sino IHVHo Yahvé.» (P. 22).

§-26. Para Dumas, este segundo nombre deDios, IHVH, ha sido inadecuadamente tradu-cido por Yahvé, porque este no es un nombre,sino un tetragrama. En la religión judía se de-nomina tetragrama «a lo que está prohibidopronunciar puesto que representa lo que na-die puede percibir de Dios.» (P. 28).

En cuanto a la construcción mental delniño, «IHVH evoca lo que el pequeñín nopuede percibir de su padre, una vez nacido,es decir, cómo ese papá le ha concebido. Élsimboliza pues el misterio de los testículos,lo irrepresentable del padre.» (Ibíd).

Pero he aquí un “i r re p re s e n t a b l e” que letoca a alguien enseñarle al niño cuando al-canza la edad donde es necesario hacerlo,porque de lo contrario pueden entrar en fun-cionamiento los fantasmas teorizados por Ni-colás Abraham y que Dumas retoma en estaobra: «IHVH es el Sin Nombre y Sin Rostro.Pero es ante todo, el padre de Adán, puestoque es bajo este nombre que Dios le da cuer-po. Ahora bien, desde el punto de vista delniño, si se presenta una época donde el padreno puede tener ni nombre ni rostro, es cuan-do le concibió. El niño no puede entender elpapel que este ha jugado en su concepción sisu madre no se lo explica. Representarse susexualidad implica poder entender lo que nose puede ver. He ahí, a mi juicio, lo que sim-boliza IHVH. Él representa una dimensión delpadre ante el cual la apertura de los ojos delniño no sirve de nada.» (P.28-29).

Veremos, pues, por qué le corresponde alpadre realizar con el niño esa metáfora sim-bólica que El Génesis llama “separar el cor-dero del rebaño”.

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Portada de “La Bible et ses fantômes”, 2001.

HA NACIDO UNA NUEVA DISCIPLINA:

La sicogenealogíaExiste la premisa de que determinadoscomportamientos inconscientes se transmiten degeneración en generación y para tomarconsciencia es necesario estudiar el árbolgenealógico del individuo.

§ -2 1 . Es muy probable que Didier Du-mas y Henri Meschonnic no se cono-cieran ni se leyeran mutuamente, yaque en su opera prima La Bible et ses

fantômes (París: Desclée de Brouwer, 2001)no aparece ni una sola mención a los trabajosde traducción del fundador de la poética.

Al contrario, sí aparece la mención de dostraducciones bíblicas en las que descansa,como piedra angular, el trabajo de Dumas,es decir, la Traducción Ecuménica de la Bi-blia (TEB) y la de André Chouraqui.

§-22. Sin embargo, Meschonnic califica demalas traducciones las obras en que se fun-damenta Dumas, sobre todo la de Choura-qui, que calca en 1974 las dos traduccionesde Edmond Fleg de 1959 y 1963 «y cuyo éxitose funda en ese malentendido de querer daral original el entendimiento, mientras su tra-ducción, mala entendedora, multiplica lasincoherencias y las faltas groseras al idiomaen razón de que él no posee el sentido deconjunto que es el ritmo.» (Poétique du tra-duire. Lagrasse: Verdier,1999, p. 52).

Aunque Meschonnic remata a Choura-qui, antes le ha pasado el escalpelo a lo quellama traducción-tradición, o sea, todos loslibros traducidos que mantienen su apego alpartido del signo, separador del significantey el significado, del cuerpo y el alma, de laforma y el contenido: «Áquila permanececomo el patrón de ese literalismo judío, elque se encuentra en las traducciones-calcosde Edmond Fleg y André Chouraqui. La eru-dición historicista sostiene el otro polo, dellado de la ciencia cristiana que es la filologíaanti-masorética y la retórica del paralelis-mo.» (Op. cit., 441).

§-23. No parece que esta lectura, en caso deque Dumas la haya realizado, haya pertur-bado su estrategia del autor. En efecto, Dumaspartirá de la hipótesis central que se despren-de del libro de Françoise Dolto y Gérard Sé-vérin, Les Évangiles et la foi au risque de lapschanalyse ou la Vie du désir (París: Galli-mard, 1996)? Los Evangelios y la fe a riesgo delsicoanálisis o la vida del deseo, donde diceque la obra «revela una dimensión de la cons-trucción mental precoz que los terapeutas deniños habían obviado hasta ahora: el lugarque ocupa la mitología religiosa de la culturade los padres.» (Dumas, p. 7). Y agrega queesta es muy importante porque «le ofrece alniño respuestas a las preguntas que él se plan-tea acerca de la muerte y el más allá.» (p. 8).

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A RE Í TO 7Sábado 7 de n o vi e m b rede 2 015 H OY

Radhamés Gómez Pepín,clásico del periodismo dominicano (1)

Durante 62 años libró contiendas infatigables por la libertad y la equidad ypor su apostolado de pluma vibrante se corona como un ícono y un clásicodel periodismo dominicano.

R eportero, ejecutivo y maes-tro. El periodismo ha sidola única profesión, la mú-sica y la barca más apasio-

nada de Radhamés Virgilio GómezPepín. Su apostolado. Con su plu-ma vibrante y estilo inconfundible,erguido ante su maquinilla y luegoen su computadora, durante 62años libró contiendas infatigablespor la libertad y la equidad, que locoronan como un ícono y un clá-sico del periodismo dominicano.

Abrió los ojos por primera vezel 14 de diciembre de 192 7 , en San-tiago. Hijo del periodista RamónGómez y la profesora Ana Pepínde Gómez, y nieto de la profesoray directora de escuela Dolores Bal-cácer (doña Lalá), efectuó los es-tudios básicos en la AcademiaSantiago. Luego estudió con losjesuitas en el Seminario MenorPadre Fantino, del Santo Cerro, enLa Vega (194 2-194 3 ), y en el LiceoUlises Francisco Espaillat.

Siendo clérigo de la ParroquiaSan José, ingresó al SeminarioMenor Padre Fantino Falco, delSanto Cerro, dirigido por sacer-dotes jesuitas. La inmersión decasi dos años de puro estudio lepermitieron aprender el latín yentrar en contacto con la culturaclásica. Fue condiscípulo de losobispos Juan Antonio Flores y Roque Ada-mes, quienes fueron obispos de las dióce-sis de La Vega y de Santiago.

Como el sacerdocio no era su vocación,retornó a los estudios en la Academia deSantiago. Sin concluir el cuarto de bachille-rato, en 1945 ingresó a la Escuela de AviaciónMilitar, y entre 1946 y 1947 voló solo avionesdel tipo Voltee y Stearman, pero solicitó labaja por diferencias con un superior. La re-cibió a pocos días de graduarse.

La experiencia en el cuartel le haría unhombre metódico, disciplinado y madruga-dor, parte de una promoción de aviadoresdominicanos como Juan de Dios Ventura Si-mó, mártir de la tiranía de Trujillo, y otrostantos muertos a destiempo en diferentesaccidentes aéreos. En eso se casó con la bellasantiaguera Vilma Sánchez, con quien en19 5 1 procreó a su primogénito: RadhamésGómez Sánchez (Chiqui).

El nacimiento del primer vástago deto-naría su enganche al periodismo, el día queel padre le increpó que no trabajaba, y vivíadel cuento en la casa de Güela, con su esposay un bebé. En un lance a ciegas, Gómez Pe-pín le pidió que hablara en La Informaciónpara trabajar como reportero.

Dicho y hecho. Comenzó su trayectoriapromisoria, en un oficio que tan solo habíapracticado con unos reportajes escritos co-mo tarea en la Academia Santiago, y del queharía su particular sacerdocio, al grado deque su nombre evoca a la tinta, el papel pe-riódico y los titulares llamativos.

- 1952: Redactor de la revista El Rotario Do-minicano, en Santiago.

- 1952: Redactor del diario La Información,de Santiago, hasta 1956.

Como aprendiz de periodista, el pagoera de cinco centavos la pulgada por tra-bajo publicado, excluyendo el titular. Nopodía excederse de los cinco pesos a la se-mana. A su padre Don Ramón le encar-garon evitar que sus textos excedieran lasuma estipulada. Cubría deportes y socia-les. Al año lo fijaron con siete pesos se-manales y un horario de ocho horas dia-rias, a partir de las siete de la mañana.

- 1953: Corresponsal de El Caribe en San-t i a g o.

En 19 55 pidió un aumento de sueldo aldirector y dueño de La Información, donLuis A. Franco, quien argumentó no podercomplacerlo. Había anticipado la respuesta,y en conversación previa con don Rafael He-

rrera, jefe de Redacción de El Caribe, habíaconvenido trasladarse a la Capital para tra-bajar en ese periódico.

- 1956: Redactor de El Caribe, en la capital.A unos meses de inaugurada la Feria de

la Paz y la Confraternidad del Mundo Li-bre, auspiciada por Rafael Leónidas Tru-jillo Molina, empezó a buscar noticias enlas oficinas públicas y en las calles. La co-bertura interina de unas vacaciones delperiodista encargado de la fuente del Pa-lacio Nacional, Manuel de Jesús Javier Gar-cía, le pondría en la mira de Trujillo.

Dos meses después de que Javier Garcíaregresara a su trabajo, el jefe de Redacción deEl Caribe, Pablo Rosa (Rafael Herrera habíapasado a director), le participó que del Pa-lacio pidieron que asignaran a Gómez Pepína esa fuente. El primer día le advirtieron quese le llamaría cuando El Jefe quisiera haceralgún anuncio o declaración, y que no podíahacer ningún tipo de pregunta.

Desde entonces compartió labores conJavier García y durante cinco años fue unacompañante infaltable en los viajes sema-nales de Trujillo a pueblos del interior, es-cenarios de desfiles militares y mítines dereafirmación trujillista, hasta el final del ré-gimen. Recuerda que había que conducirsecon cuidado y escribir con precisión, porqueun error costaba caro. La autocensura era leycomún en el diarismo dominicano, y con eltiempo se tornó más estricta, por lo que Gó-mez Pepín no pudo escribir nada relevantecon Trujillo vivo.

Cubrió la boda de Angelita Trujillo con elcoronel Luis José León Estévez, las visitas depersonalidades internacionales y entrevistóa los cubanos Delio Gómez Ochoa y PablitoMirabal, sobrevivientes de las expedicionesdel 14 de junio de 1959, que resultaron entrabajos insulsos, además de que les supri-mieron detalles.

-1957: Colaborador del periódico El Bazar, deSa n t i a g o.

- 1961: Redactor de El Caribe, en la capital.Con la presencia obligada en los actos pú-

blicos encabezados por Trujillo, fue testigode primer orden de la decadencia del ré-gimen. Con el ajusticiamiento del tirano, el30 de mayo de 1961, la nación fue presa dela incredulidad y el miedo generalizados.El país era una caldera explosiva, y a plenaluz del día se perpetraban asesinatos, te-rroríficas persecuciones, apresamientos ysaqueos contra sospechosos de participar

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en el ajusticiamiento, sus fami-liares y allegados.

En ese vendaval, El Caribe leasignó acudir al hospital Marión aentrevistar a Zacarías de la Cruz,sobreviviente chofer de Trujillo.También entrevistó al complota-do Pedro Livio Cedeño, internadoen el hospital de la base aérea deSan Isidro.

La crueldad y megalomanía delrégimen de 31 años había escan-dalizado al mundo entero, y en loscoletazos finales Gómez Pepíncompartió, codo a codo, con do-cenas de periodistas extranjerosque vinieron a reportar los hechosen la Capital y las provincias. Co-menzaron las ruedas de prensaque las autoridades se veían for-zadas a ofrecer, y en las cuales losde fuera hacían preguntas sin cor-tapisas ni miramientos, pero Gó-mez Pepín admitió que en él lacultura de la autocensura durópor más tiempo.

Presenció los cadáveres de An-tonio de la Maza, Juan Tomás Díazy el teniente Amado García Gue-rrero, participantes en la conjura.También participó en una ruedade prensa celebrada en la base aé-rea de San Isidro, en la cual fuepresentado Manuel Tejada Flo-rentino, asesinado posteriormen-

te; la partida de los hermanos Héctor B. Tru-jillo y José Arismendy Trujillo, el derribo debustos y tarjas conmemorativos del régimentrujillista, huelgas y saqueos, y la presenciade una misión de la Organización de EstadosAmericanos (OEA).

-1961: Jefe de Redacción del semanario LaVerdad, en Santiago, órgano de agrupaciónpatriótica Unión Cívica Nacional (UCN).

- 1961: Fundador y director del semanariohumorístico Lea, en Santiago.

- 1962: Redactor de El Caribe, en la Capital.A finales del 1962, retornó a El Caribe en

Santo Domingo, y sus trabajos periodísticospor lo general eran desplegados en la pri-mera plana, y harían historia los reportajessobre el movimiento religioso que en el pa-raje Palma Sola, en San Juan de la Maguana,encabezaron los mellizos Plinio y León Ro-milio Ventura Rodríguez.

Tras una odisea a caballo, escoltado por eldoctor José Rodríguez Soldevilla, quien pres-taba servicio en San Juan, narró en variasentregas el fenómeno que desbordaba a lasautoridades, porque supuestamente losagricultores descuidaban sus predios paraparticipar en los cultos de los mellizos. En sucolumna, Gómez Pepín expresaba que por laexacerbación comprobada entre los campe-sinos, recomendaba a las autoridades actuarcon prudencia y comedimiento y, tal comolo pronosticara, el envío de la fuerza públicaal sitio desencadenó, el 28 de diciembre de1962, la matanza que le arrancó la vida algeneral Miguel Rodríguez Reyes, al mellizoPlinio; a docenas de campesinos y otros tan-tos heridos, entre ellos el coronel FranciscoAlberto Caamaño Deñó.

Luego del golpe de Estado contra el pre-sidente Juan Bosch, el 25 de septiembre de1963, Gómez Pepín recuerda con conster-nación que como reportero de El Caribeno pudo llegar a tiempo para cubrir el de-senlace en el frente guerrillero encabeza-do por el líder del Movimiento Revolucio-nario 14 de Junio, Manuel Aurelio TavárezJusto (Manolo). Durante un viaje infruc-tuoso a Santiago y San José de las Matas noalcanzó a ver el lugar de enterramiento delos cuerpos de los abatidos.

Radhames Gómez Pepín

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8 Sábado 7 de n o vi e m b rede 2 015H OY A RE Í TO

En el Centro Cultural de las Telecomunicaciones

¡José Gausachs: pionerode la modernidad!A lo largo de los casi 20 años que vivió en Santo Domingo se convirtió enel gran maestro del arte dominicano.

L a búsqueda de las raíces de la moder-nidad artística en la República Domi-nicana implicaría retomar una aven-tura ineludible hacia los inicios de la

cuarta década del siglo XX. Entre los mesesde noviembre de 1939 y junio de 1940, nues-tro país, entonces bajo la sanguinaria dic-tadura de Rafael Leónidas Trujillo, recibiríamás de 3,500 refugiados europeos, princi-palmente hebreos, alemanes, españoles,húngaros y austríacos, sobrevivientes de lostrágicos avatares de la Segunda Guerra Mun-dial y la Guerra Civil Española (1936-1945).

Entre estos refugiados se encontrabaneducadores, periodistas, músicos, escritores,artesanos, teatristas y algunos artistas plás-ticos importantes como George Hausdorf(1894-1959), Manolo Pascual (1902-1983),Josep Gausachs i Armengol (1891-1959), Jo-seph Fulop, José Vela Zanetti (1913-1997),Ángel Botello Barros (1913-1986), José AllosaVillagrasa, Alfonso Vila-Shum-(1897-1967),Carlos Solaeche, Francisco Gausachs Aisa,Rivero Gil, Francisco Vázquez Díaz-Com-postela-, Ernesto Lothar (n.1906), Mounia L.André (n.1911), Joan Junyer (1904-1994), Eu-genio Fernández Granell (1912-2001) y An-tonio Prats Ventós (1925-1999).

Desde su llegada a nuestro país, JosepGausachs, “a p l a t a n a n d o” incluso su nombrecomo José Gausachs, se dedicará comple-tamente a la docencia y a la creación. En1946, es designado subdirector de la EscuelaNacional de Bellas Artes. Su sólida forma-ción, su audacia creativa, su extraordinarialibertad en el dominio de la forma y el color,además del gran magnetismo de su perso-nalidad artística, le convertirán en el maes-tro más admirado e influyente de la Acade-mia dominicana durante las dos décadas si-g u i e n t e s.

José Gausachs trajo consigo una dicciónplástica esencialmente postimpresionista yneoexpresionista caracterizada por su bri-llante asimilación de los postulados de lasprimeras vanguardias europeas. Sin embar-go, en breve tiempo, la luz, la magia de lanaturaleza y el “aire cristalino” de las islas; las“sonor idades” culturales, el ritmo y la mismacadencia energética de la mujer afrocaribe-ña, así como los enigmáticos y maravillososdestellos del trópico antillano, afloraron enun repertorio de imágenes signadas por suespléndida síntesis expresiva y su gracia es-tética inevitable.

Las exposiciones se constituyen en el me-jor medio para que los estudiosos, especia-listas y coleccionistas, puedan seguir encon-trando y proponiendo nuevas lecturas o ma-neras de mirar las creaciones de los artistas,además de su contribución efectiva al pro-ceso de sensibilización de los espectadoresfrente a las distintas experiencias creativas ya la misma historia del arte en tanto que nospermiten la apreciación directa de las obrasre a l e s.

Esto se comprueba con facilidad al con-frontar la importante exposición titulada“José Gausachs. El Caballero de Montpar-nasse. Origen de la Pintura DominicanaCo n t e m p o r á n e a”, abierta desde la noche delmiércoles 14 de octubre en la Sala de Ex-posiciones del Centro Cultural de las Tele-comunicaciones del Indotel, localizado en lacalle Isabel la Católica esquina Emiliano Te-jera de la Ciudad Colonial.

Dicha muestra, curada con rigor y ópti-mos resultados por el reconocido galeristaJuan José Mesa, fundador y director del Cen-tro de Estudios del Arte Caribeño-CEAC-, es-tá compuesta por un significativo conjuntode obras y documentos que, en su mayoría,se exhiben por primera vez en Santo Domin-go y las cuales han sido conservadas con es-mero durante varias décadas por los fami-liares y herederos de José Gausachs, espe-cialmente por su hijo Jorge y su nieto Fran-c i s c o.

En este sentido, Juan José Mesa sostieneque uno de los principales objetivos de estaexposición es conmemorar los 75 años de la

llegada del emblemático artista catalán a laRepública Dominicana, al mismo tiempoque busca resaltar los aportes trascenden-tales de José Gausachs a la educación artís-tica, a la creatividad y al proceso originariodel arte dominicano contemporáneo.

"Gausachs posee un gran atractivo y surecuerdo plasmado en excelentes obras per-dura en nosotros. A lo largo de los casi 20años que vivió en Santo Domingo se con-virtió en el gran maestro del arte domini-cano. Su integración se llevó a cabo a travésde la absorción de los elementos étnicos,geográficos y culturales que definen nuestrai d e n t i d a d”…

Y agrega Juan José Mesa que “la negritud,como factor del arte moderno de principios

de siglo XX, fue una condición que Gausachstrabajó en sus pinturas y dibujos. Igualmen-te, la luz tropical que excedía la mera cap-tación de la realidad y se convertía en sím-bolo, iluminando sus paisajes donde la na-turaleza casi selvática y el mar omnipresen-te, juegan un papel determinante...Nuncajamás regresó a su tierra y al igual que Do-ménikos Theotokópoulos (El Greco/el pin-tor de Dios) que siendo griego dio su arte aEspaña, José Gausachs dio su arte a la Re-pública Dominicana”…

La polaridad entre figura y “escr itura”, me-jor todavía que entre “f i g u ra” y expresión,opera como una dialéctica espléndidamen-te metafórica entre cultura clásica y culturapopular identitaria en la obra vanguardista,estilísticamente ecléctica y profundamenteexistencial de Gausachs, artista genial en cu-ya obra global se efectúa de manera única ypreciosa el proceso de transformación de lafigura y la imagen en “escr itura”...

Así, esta exposición conmemorativa del75 aniversario de la llegada del célebre “Ca -ballero de Montparnasse” se constituye enun homenaje necesario que no es solamenteuna nueva ocasión para el disfrute de su obrapictórica y dibujística, sino también para“c a l i b ra r” algunos pormenores de su intensaexperiencia antillana, además de apreciarlos aportes concretos de José Gausachs a ladialéctica evolutiva de la modernidad artís-tica dominicana. De igual manera, los artis-tas de las nuevas generaciones no deberíandejar de estudiar la obra formidable de estegran maestro catalán del arte dominicano yu n i ve r s a l .

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Jose Gausachs. St. Mixta sobre papel.

José Gausach. Gouache sobre papel. José Gausachs en su estudio.

José Gausachs. Dibujo sobre papel.