año1° Panamá Enero 15 de 1908 Num.24

NUEVOS RITOS<<Revista Quincenal Ilustrada+

El Cansancio

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Nuevos Rltos. 556

Sherlock Holmes, en el Teatro AntoineLa literatura <policíaca» apasiona desde hace algún tiempo

al gran público . Es una moda lanzada por los, ingleses que ha venidoá substituir los folletinessentimentales y las novelasde pasión.

La moda comenzó con el éxito alcanzado por ConanDoyle en sufeliz creación de Sherlock holmes, policía fantástico é inverosímilConan Doyle tuvo en seguida imitadores, y en Parí aparecieron infi-nidad de libros narrando aventuras policíacas y golpes maestros debandidos que jamás existieron . Entre estas creaciones, la que másse apoxima al tipo soñado por Conan Doyle es la original vida deArsene ler i~z, ladrón y hombre de muntío, que ha hecho en pocotiempola reputatión de un autor, Mauricio Leblanc.

El interés del público se despertó de tal suerte, que ha agota-do mucHos cientos de milesdeejemplares de todos estos libros ; los pe-riódicos substituyeron sus viejos folletines pasionales por obras dis-paratadas relatando aventuras de justicias y ladrones, y el teatroabrió sus puertas al númeroso género personificado en xa/jlres, ese ti-po de ladrón que ha triunfado doscientas noches en el teatro :Rejane.

Pero la obra original, lelt molivole todas estas creaciones,Sher-lo( ./e llohnes, en fin, aún no había alcanzado los honores del proscenioen París. La obra de Conan Doyle fué un éxito ruidoso en Londrescuando se estrenó hace algunos años y aún sigue poniéndose en esce-na y apasionando el público inglés, que ha concluído por creer en laexistencia del policía ideal y se ha familiarizado con él . En París lafigura de Sherlock Holmes no había pisado las tablas hasta ahora,que se nos presentó en el teatro Antoine maravillosamente encarna-da en Grenier . El autor de la trasplantación es Pierre Decourcelle

El matrimonio Orlebar tiene secuestradas á Alice Brent Y á sumadre . Una hermana de Alice, Ya muerta, sostuvo relaciones ínti-

Nuevos Ritos . , 557

mas con un príncipe, y como el príncipe no sahc que su amante mu-rió, continúa escribiéndola cartas comprometedoras . Alice guardatoda esta, correspondencia porque se propone vengar á su hermanadando á 1 L publicidad las cartas escind ti i-sas del príncipe.

Los Orlebar piensan de otro modo . Conocen la existencia delas cartas v comienzan á acariciar el provecto de apoderarse de ellaspara vendérselas al príncipe.

Al fin el príncipe se entera de que su amante ha muerto, quie-re á todo trance rescatar la correspondencia peligrosa v encarga dela difícil ttr, t al Zran policía inglés, á Sherlock Holmes.

Cuando éste se presenta en casa de los Orlebar descubre quelos papeles le han sido robados á Alice y les advierte que en lo suce-sivo él velará por la seguridad de la joven . Al propio tiempo se emtera de que Alice quiere cmnservar las cartas en su poder como armasde defensa, y en vez de arrebatárselas para entregarlas al príncipe,las deja en sus manos.

Los Orlebar, en tanto no se resi ruan y se dirigen á Moriartyel rey, de los bandidos . Este, que es enemigo personal de SherlockHolmes, les promete aniquilarle.

VI duelo comienza entonces entre Sherlock Holmes v Moriar-ty, los cuales, como adversarios leales, celebran una entrevista pre-paratoria á fin de advertirse mutuamente de la ruptura de hostilida-des . Fl bandido aconseja al policía que abandone la lucha contra él,pues el combate es desigual y saldrá vencido y perderá su reputa-ción policíaca . Sherlock Holmes, flemático, se encoge de hombros . ..

La banda que capitanea Moriarty celebra sus reuniones en unobscuro granero . Allí va Sherlock Holmes v allí encuentra áOrlebar que ha logrado falsificar el paquete de cartas y se dispone ahacer entrega de él á Moriarty . Alice, que sabe que Sherlock Hol-mes se ha aventurado excesivamente y teme que le ocurra una des-gracia, se presenta también en la cueva de tos bandidos. Fastos lasorprenden, la atan y la encierran.

¿Por qué va Alice á la guarida de los ladrones? ¡Fas posibleque lo hayáis adivinado . . . .! Escuchad . . . . Alice . . . ---ella no nosha dicho todavía, pero hay que penetrar en los misteriosos designiosde los autores dramáticos,—Alice está loca perdida por Sherlock

Sí señores . . . . Le quiere ; pero no lo saben todavía ni élni ella. Hasta ahora los únicos que conocen este secreto somos elautor, ustedes y yo . . ..

La cuadrilla de Moriarty se apo2lera, como digo, de Alice laata Y la encierra. Llega Sherlock Hobnes y la salva ; pero con tangrave riesgo de su persona, que el policía parece haber caído en latrampa. Los bandidos descubren su presencia, le- rodean y ya cree-mos que Sherlock Holmes va perecer . . ..

1,1 policía, sin embargo, es hombres de recursos . . . . Apagala única lamparilla que hay en el desván donde él estáencerrado,y en-ciende tranquilamcnte un cigarro . La obscuridad va cayendo poco á

Ncc vos Ritos. 558

poco; las s )mbrav lo inv .tdert tgd >, 1 .),; b tndid )s vigilan, pera estántranquilos porque aunque no ven á Sherlock HolmeS, ven, no obstan-te, la lumbre del cigarro brillando siempre allá, en el fondo . . . ¡Oh!Está bien seguro.

Y cuando la luz del día comienza á alumbrar de nuevo v en eldiván la claridad resplandece, vemos que la habitación está vacía, queel pájaro voló otra vez . . . .%, l Úm O?

Sherlock Holmes se ha escapado tranquilamente, dejando en laventana, bien á la viSta, el cigarro encendido . . . . Y el cigarro fnésnsalvaci6n . . . .Mientras, los bandidos vigikíban la ventana, el policía Semarchó con Alice por la puerta.

Igl publico que agradece estos engaños, estalla en aplausos.11,1 nuevo li-ni, originalísimo hace sensación en la sala . . . ¡Oh! ¡tosteefecto del cigarro Ilcvará todo París al teatro Autoine!

El último acto divídese en dos cuadros . hin el primero apare-cen los emisarios del príncipe : el barón de Altenheim y el conde deStahlberg que vienen á recoger los papele_Scompromú tedores . Sher-1ock Holmes tiene en su poder el paquete que los Orlebar vendieroná MoriartV, paquete que el policía cree que es auténtico, 1)1]e5 no seha enterado de la falaiiiicacióu . Los emisai los del prícipe cogen lascartas y miran compasivamente á Sherlocl: HolmeS . ¡Bah! La re-pntae¡ón del andan rhrl~rlir~° se ha hundido . . . .SI] erlock se ha dejado, • n gañar . . . .

Pero [hice lo escucha tollo, su amor se descubre entonces, vromo no quiere que la repMnción de su adorado padezca, se presentaV entrCil¿L las carta verdaderas, renunciando á su venganza . . ..

Sherlock HolmeS y Alice se juran auun eterno.

Sin embargo, el duelo entre la policía v el bandido Moriarty noha concluído aún . Moriarty ha jurado matar á Sherlock Holmes, Ytodo el segundo cuadro está preparado para este final . la capitánde los bandidos, el rey de loS ladrones, alqu¡la fina casa frente porfrente á la que hab¡ta Sherlock Holmes. Y nn día en que el policíareposa tranquilamente sentado en una butaca enfrente del balcón,abierto de par en par, Moriarty deSde ~u casa, se arma de un reyól-ver Y dispara sobre su enemigo . . ..

¿'I`ermirna así la vida de Sherlock Holmes? ¡Oh! ¡No! . . . . ElSherlock Holmes (lue reposaba cn la butaca era un pelele, una con-traNgura de cartón v trapos . . .Sherlock Holmes con sus delrr-lix~rshallábase en aquel momento en la misma casa que ocupaba MoriartY,v cuando éste acaba de realizar su atentado se apoderan de él v que-da definitivamente vencido.

Ha triunfo de SherlockHolmcs eS entoncessiludado con cuatroSalvas ele aplausos .

Nuevos RítOS .- 559

Pierre Decourcelle ha hecho de la obra de Conan Doyle un me-lodrama á la moderna, donde hev mucho de comedia y haSta un pocode vaardrrillc . Los actores del teatro Antoine bordan la obra y la di-rección ha hechado el resto, construyendo un decorado originalísi-mo .

La obra resulta de gran interés, sobre todo para nn público co-mo éste, familiarizado con la figura del policía inglés, Los efectos es-tán excelentemente preparados, v no por conocidos en el libro sor-prenden menos al ser vistos en la escena.

Yero el !ru'sensacional es el del cigarro . . . . Lo repito. To-do Paría desfilará por el teatro Antoine s610 para presenciar la fugade Sherlock Bolines N, Alice, mientras el cigarro del policía luce enla ventana confiando á sus secuestradores . . Este efecto es un afor-tunadísimo acierto teatral, v, como todos los aciertos definitivos, yalo ven ustedes, señores actores . . . .¡sencillísimo!

JoSE; JIJAN CADENAS.

París, diciembre .

Nuevas Rítos. . 560

Idilio de /antañoYo tengo en la memoria unas tardes lejanas,

con luz rosa y, distante repicar de campanas;

una senda orillada por malezas hirsutasy frondajes magnílicos donde cuelgan las frutas,

senda por donde iba conmigo la amorosade cabellera rubia y mejillas de rosa,

incitantes los ojos, ]a sonrisa muy franca,el sombrero florido y la falda muy blanca.

Una vez represábamos al toque. de oracionesluego de haber tenido raras conversaciones.

Incitado por esa soledad del senderofuí á besarla en los labios p ella dijo :--¡No quiero!

1,o deplo o tantísimo

. . . (11,11 las frondas teuíael cantar de los pájaros una cierta ironía . . . .)

A la tarde siguiente me abrazaba. —QUé es eso . . . .7{)ne estoy arrepentida y (¡ merO darte un beso.

¡C ttáutos bübo! ; llespacio Y' sin decirnos unapalabra rc resáhamos al salir ele la luna.

Y los días pasabau, y morían los solesfantaseando con púrpura sus claros arreboles,

sobre nuestro camino caían los reflejos--v cada tardecita nos íbamos más lejos

Occidente perdía colores ; de la lomaverdecida con trébol nos llegaba una aroma . . ..

Ella me sonreía sutil y picaresca,su melena ondeaba sóbre la hierba fresca

y, á la orilla del río, bajo del arbolado,me decía: ¡Querido, eso mí . . . .que es pecado!

Después, todo era triste al morir de la hora;empezaban las ranas su cantata sonora .

Nuevos Rítos . 561

mira . . . .es noche; yo quiero volver á casa presto;no te imaginas cuánto, cuánto me pesa esto . . . . !

nunca volvamos juntos á pasear, Si me quieres;¡qué desgraciadas somos, Dios mio, las mujeres!

Y una tarde pasaba sin vernos, pero al díasil~uiente la adorada esta carta escribía:

—Ay amor! yo de fuerza no puedo hacer alarde;te espero en el camino ; está linda la tarde!

Otra vez yo encontraba en el gato senderoá la amada sonriente del florido sombrero;

otra vez la mirada sutil Y picarescav la melena rubia sobre la hierba frasca . ..

otra vez mtiy despaeio P sin decirnos unapalabra regresábamos al salir de la luna.

A;PILOCO .

Al principio de cierta reunión halagadoraesta noche con ella vo me encuentro

Señosa . . ..beso tan nobles manos . . . . ¡Qué fortuna la mía,con usted encontrarme donde menos creía_ . . . !

110la, Señor Poeta! mis felicitacionespor el último artículo, v por esas canciones, . ..

de usted es la culpa si yo soy modernista,si pasarme no puedo sin leer la N~°e x ista.

¡C nánta honra! mil 1-11-acias

Ya se anima la fiesta,unos vsllses ma~•níiicos introduce la orquesta,

Y á favor de la musica y el rumor de. la éüteEMa no puede menos de hablar sinceramente:

¡Bandolero, farsante! Si tina mujer supiera ¡Culpas como la mía las comete cualquiera!

No haber hallado ni tina circunstancia en mi abono,haberme abandonador, ¡nunca te lo perdono!

ALBERTO SANCHEZ.

Bogotá. ---(Colombia)

Nuevos Rítos ., 562

WertherismoCuando ¡)¡di(') al poeta, tan prematuramente

triste, la explicación, la dama, de su precoz congoja,revolvió él las pupilas en un ritmo doliente;dobló la frente mustia, tierna como una hojamarchita, y nada dijo.

La dama en un accesode amor hacia ese triste, hundió su mano liraen el cabello espeso(le ese dulce ejemplar de la raza latina.

Y el poeta pensaba en los días invernalespobres de sol y tristes de nieblas, taciturnoscomo bneves cansados;días casi nocturnos,días como un insomnioconvalesciente de muchos males.

y el poeta pensaba en las salas sombríasque han menester lumbre en esos díasopacos, y pensabaen las sombras precoces, en ]as almas tai - díEls;v en tanto que la dama le acariciabapasó por su alma el vuelode algo consolador qüe no esperaba .

M . A . CARVAJAL.

1905 .

Nuevo., Ritos ., 563

CittipLiro Chouratez~Jos eouaPlaeeauos ea

< .jrreca- ri /es lcelores </e«Sm Z es Hilos» el reha-la de la a~laudidu Pri-uu ]-(i Tia lr, .tila . ; t nr-Po-a Gun-ríh'~, disliaa-gaida (rusIa dr l i ( 'om-~oa)ía dr Zaa _ rrelu 6s-/añe/a de /luir Jili atu'1(asas.

/_<[ sefao) i/a Gnaa_rílr_quicu Aosée anna henuo-

< biex lioabrada cozrluw1u ca es¡(¡ ii el-)-(¡ e (alau n>'rau aíouero dr ral-miradoms, cuaula<islrrclusAol su breeia comporla-mu ulo r Por la er/uea-ci<lal que brilla eu sus/a<'a/laáes arl(a/ieas.

Pécscal<nnos a /a 7ipil , <-a/a/aua uuas/rax jelicilra r-ioues Am- /os lrlau-

lo.t ruuquisladn .. en /a tea1J5urat/a del

~ltdlt Z~1'1t11dÍ

( 'ola /Vilier f<ar/~li<zmurzc /anrbi<'ae el

reo-alo del Tenor de la ComlSañía Lírica

Espiñola que delrila <f los eon<'urreulesa/ _i/elroAoie.

Doa Jnan Pazruaf es aoa leaaor de~n-ror-des %ae u!(ade.v qae h>{<-a-rr a laci <o-sc (le/Isúbliro arram audole el aislaaso ( su ,,-cs-lion<Fadolo halla iaulsoaaerle ua solena:nrr~{, iauirnin, que rouslifm'e en rl F'alru

la ¡/las sa;mui/iernrle bu-ala au,

" lusos fZilos" se roinpb w en desear aI ardor b'rrna<rl uar-

vos irillnTS en el arlo 6 qae es/rí dedicrrdu .

AJuevos Rítos . -564

La conspiración más singularIiI, GIENMNAL QUE CON SOLO UN CABO Y DOCE VRANCOS P :S'1'I1V0 Á PUN-

TO DR DESTRONATt Á NAPOI EON.

h,n la casa de salud del Doctor Dubuisson en París, había re-cluídos en el año 1812, unos cuantos sospechosos, republicanos intra-bablcs, chnancs roan re ibles, realistas convencidos y militares indó-

1es que convenía tf Napoleón tener sujetos y vil ;ilados para que notramasen contra él . NJntre ellos se hallaba el abate Laf011, que añOsa1.r,ív habí;t 'edaCAdo, en nombre del Papa, „Mt bula de excomunióncontra el poderoso F+;mperador, Y cl General 1Vlalet, instihador decontínuos complots contra, t3onapar1e y qnc \,1 en Italia bahía inten-tado secnestl'arle por medio de un audaz ,,-oll>e de mano.

Malet N, Lafon se entendieron, v fruto ele sus conciliábtdos enla casa de salud fue la conspiración m .is extraordinaria que conoce lahistoria .

El, COMPLOT '

lil flan de la conjura consistía en aprovechar los reveses eleNapoleón en Rusia para propalar de repente la noticia de su muerte,apoderarse de lit fuerza militar y de los altos puesto,~ civiles, tornarun ;-obierno provisional compuesto ele republicanos de altura con al-gitnos Monárquicos, rcor arrizar la guardia n .v;,ional, ponicnde S Lafa-vette al frente de ella, ase tirar la tranquilidad ptíblicsty hacer la pazcon liuropa.

¿Quién iba á realizar obra tan ma~~'na? Dos presos sin iniluen-cia, sin aMi;,os y sin dinero . el "l^,neral Malet y el abate Lafon . Aco-metieron resueltamenta la eMpre' ;a y estuvieron a punto de tri titilarderribando ellos solos al coloso contra Cl cual no habían prevalecidolas naciones MáS poderosas.

Con ayuda de un estudiante llamado Botiteux, ii quien el día VIIque estalló la conjiu-a invistieron con atribuciones de jale de policía,

Nuevo., Rítos ., 565

v de la mujer de Malet, prepararon todos los documento ; necesarios:proclamas . senatus-consultoen qucdcstituían dcltrono á la familia im-perial, despachos, comnnicacionez:, órdenes, todo ello redactado en debida Torna y provisto de sus membrete ;;, timbres, sellos, lacres v fir-man. Sóhr falta una ocasión favorable, y ésta tic prcsenta cuando in-cendiado Moscou transcurren días sin que se tengan noticias ele Na-poleón _}, la opinión se muestra agitada v Cl gobierno se siente invadi-do por la incertidumbre y la inquietud.

I .A rurA

Aquel es el momento de obrar : los dos conspiradores lo com-prenden, \ en la noche del 22 de octubre, cuando huelo el mundo ducr-ine en la casa de salud v un ;Lgnacero cubre el ruido que pudieran ha-cer y aleja de la calle á los cu r iosos, se escapan por una puertocillaque sólo se utilizaba para dar paso á los cadáveres, y de la que teníandispuesta una llave falsa.

I:n la humilde casa de nn fraile español llamado Caamaño, sereunen con los otros cou jurados, que son el estudiante Y un cabo lla-mado Rateau, ami,,o de Lafon, que vistiendo un uniforuede teniente,ha de hacer el papel de avudante de Malet ; el cabo trae el santo y seña de la guarnición, que por curiosa coincidencia es la palabra «Con-jnra». 1Ma.lel, se pone su uniforme de general, que le ha enviado sumujer, v al echar mano al bolsillo se encuentra con doce francos : esel capital con que va á intentar el derrumbamiento de Napoleón.

MOMENTOS DE ANSIEDAD

1 las tres ele la mañana Malet monta á caballo v en compañíadel estudiante, que se ha puesto un fajín de comisario de policía, vdel cal),), disfrazado de teniente v con cordones ele ayudante ; y segui-do ele lejos por el abate Lafon, se encamina al cuartel de Popin-court .

Si ' da á conocer como ~~'enoral al cabo v al oficial do guardia,baceque despierten al coron e l, al cual anuncia que ha llegado á París lanoticie ele la muerte del Emperador ; que Cl Senado, convocado cn elacto, ha destituido á la dinastía y ha instituído un gt>hierno provisio-nal, el cual le ha nombrado á él, Malet, comandante militar ele París.Y al decir esto entrega al coronel nn gran sobre, sellado con lacren,que contiene, entre otros documentos, la supuesta proclamación delSenado y la copia, sellada y firmada, de su fingido nombramiento.

11,1 falso senattrs-consulto estaba redactada tan admirablemen-te que más adelante el Senado atrnvechh sus principales consideran-dos contra Bonaparte, cuando la Westauración .

-

li.l coronel se queda un momento suspenso : momento que de-bió ser terrible para Malet . Pero se rinde ante la evidencia de losdUCnmentOs que tiene en la mano .

~ .

Nuevas Ritos=- 566

I :L 'rKnTNI~`O

Malet le mana sacar las tropas, á las cuales lee la supuestaproclama del Senado, y con ellas toma el camino de la Cárcel de laFuerza donde espera encontrar auxiliares.

l;n la calle de San Antonio los soldados hacen alto y se alineansólo una compañía avanZa hasta la cárcel.

Malet va á poner en libertad á sus dos antiguos compañeros,los Generales Guidal y Lahorie, presos muchos meses antes p_)rconspirar contra el Emperador.

La operación se lleva á efecto con precisión militar . El alcai-de reclama nm! orden del ministro de policía, pero Malet le replica:

Pagaréis con vuestra cabeza,, envía á un oficial con 1,;hombres para buscar los prisioneros . Viendo que tardan en volver,destaca otros seis soldados al mando de un teniente.

En esto aparece Guidal, que á la vista de los soldados cree quese trata de fusilarle; al saber que está libre, su estupefacción no tie-ne límites . Detrás sale Lahorie : Malet le estrecha entre sus brazos;hace 18 años que no se han visto . Pero la alegría debe ser breve ; hamuerto el Emperador, se ha establecido un nuevo gobierno y es pre-cisoobrar.

Puestos al frente decuatro compañías, v después de recibir lasórdenes falsificadas del Senado, (lue debían ejecutar sindilación, Gui-dal y Lahorie van á ocupar la Prefectura y el Ministerio de Policía.

tiran las 7 cuando Lahorie se presentó en casa del prefecto.lGchan las puertas abajo é invaden las h Lbitaciones ; un pobre asisten-te que salió al encuentro de los invasores quedó medio estrangulado,un ayuda de cámara recibió un bywonetazo, y el prefecto, sorprendi-do en medio de su toilette, fué encerrado provisionalmente en s!! al-coba hasta Cl momento de enviarlo á la cárcel. Una compaiva quedóde guardia en el edifiicio, con orden de no dejar entrar ni salir á na-die. 'Iodo fué cuestión de un cuarto de hora . Los generales reciénlibertados salieron de allí para dirigirse al Ministerio de Policía.

Los transcuntes empezaban á darse cuenta de aquel inusitadoalarde de fuerzas ; las gentes formaba ;;rulos, más bien curiosüs queintranquilas ; desde el Palacio de Justicia hasta el Ayuntamiento, lascalles estaban llenas de trolas.

Malot, !nien.tr<ts tanto, entraba en casa del comandante de laplaza, el general .IuHn decididi á arrestarle, v en vista de que senegaba á entregarse le destrozó la mandíbula de nn pistoletaZO.

LA ` .''AÍDA

Después, dirigió :;e á las oliciir .s del Estado Mavor, en cava es-caleras encontró al avudante de plaza, La1) urde, con quien tenía anti-"Ws resentimiento .; .

Nuevos Rítos .= .567

¡Qué haréis a(lní?— le pregunta .--He dado orden de que esOs, arrestase.

-Yo noadmito órdenes más que de mis superiores,—respondeel a.yndante de plaza.

llevadme al coronel Doucet.

aquel momento el coronel aparece en el descansillo de laescalera-

Malet le interpela diciéndole:

Os he dado orden de arrestar á Laborde . ¿Por qué no lo ha-béis hecho?

-No ov conozco v me parecéis sospechoso -contesta el coro-nel .

-¡Quedáis arrestado! -I ita colérico Malet, v sacando la pis-tola quiere hacer con Doucet lo mismo que hizo con el general Hulin.Pero el coronel se arroja sobre él, gritando:

«iA leas armaS!»

Los dragones de guardia acuden con un inspector de policíaque ha entrado al oir el alboroto v, que reconoce il Malet como sos-pechoso . baste pltimo lucha como un desesperado, repitiendo:

¡Os costará caro si os atrevéis á detenerme! Pero no le hacen caso y acaban por dominarle ; fue desarmado, hecho b cual, leatan, le encierran q le incomunican, mientras el inspector corre á darcuenta al gobierno¡ cle la conjura (lue acaba de estallar v que se creeformidable,

Y entonces París, el París gubernamental, quedó sobrecogidopor un terror tragicómico . 1td cancillerC;ambacéres casi lloraba cre-y elido próxima su muerte ; el general director de l,t Escuela Militarquiso hacer encarcelar como mistifieador á un consejero de Estadoque le dió las primeras noticias de la intentona . Los coroneles que,siguiendo las órdenes de Malet, habían movilizado sus regimientos,se, resistían á volver á los cuarteles . El Ministro de Policía encon-kró la entrada de su casa obstruída por las bayonetas, v el prefectohubo de.refugiarse en ama botica . Sólo la emperatriz, en medio dela con,'usión general, supo conservarse serena.

«¡No se atreverán á hacer nada á una hija del Emperador de¿Austria5 -replicaba á los que le hablaban de conspiracifin . No seacordaba de su próxima parienta María Antonieta'

Ln ~~sx<Jyz ..ív

t1 las tres de la tarde se había restablecido el orden en París,l todo pudo considerarse terminando pur la noche, cuando el generalGuidal, detenido en casa de un amigo, que le hizo traición, fué á reu-nirse con Malet v Lahorie en la cárcel .

Nucvos Rítos . . 568

Al día siguiente, los jefes v oficiales ene habían obedecido áMalet fueron arrestados, y cinco días después, el consejo dc, trnerracondenaba á muerte á catorce de los veintiocho detenidos.

Malet reclamó para sí toda la responsabilidad de la conspira-ción, afirmando que los demás le habían obedecido de buena té . Co-mo los jueces insistiesen para que revelase quiénes eran sus cómpli-ces, respondió:

«Franc¡á entera, y vosotros mismos si el éxito me hubiese.favorecido.

Unas horas más tarde, seis coches de alquiler condujeron álos condenados ala llanura de G renelle, destinada comonmente á lasejecuciones militares.

Malet murió como un héroe ; había gnedado el último, de piés,entre los cuerpos de sus compañeros derribados por las balas de laprimera descarga, y como oyese irritar á alguien :- «¡Viva el Enipera-dor!»,— contestó:

-«Tu Emperador este herido di muerte, como Yo .»

Y cavó á la seg huida ilcsctr a .

Nuevos Rítos. 569

2n la penumbra

Tú lo mataste, tú, y estás tranquilal . . ..

Cuando lo viste con pupila airada,sintió, con la ñnura de una espada,resbalarle hasta el alma tu pupila.Melo dijo con voz entrecortada,con voz húmeda en llanto, que vacila . . . .y en su acento había algo de la esquilaque da la Queda :

"Ella era la soñada

En las noches sin luz de ni¡ destino,sus ojos alumbraban mi caminocon un fulgor de indefinible calma;cuando á lo lejos escuché sus pasos,abrí en la noche mis cansados brazos,y ella me hirió con su desprecio el alma

Y en el silencio de la estancia oscuravibró su acento, trémulo, inseguro,como en un templo desolado, obscuro,vibra una nota trémula, insegura.Como á una mariposa, contra él murome clavó su profunda desventura . . ..Cuando quise buscarlo, en la negrurase borró, como á impulsos de un conjuro.

Tú lo mataste, tú, y estás tranquilal . . ..

Pidió un rayo de luz á tu pupilapara alumbrar las sombras de su exidio;tú, como eras dichosa, no 10 oíste,y él, que andaba entre sombras, solo y triste,r .)d6 por los .tbismos del suicidio _

RicARDo MIRO .

Nuevos Ritos 570

Jacinto BenaventeAsí sumo en poesía las vetustas y consagradas formas fueron

transformándose y desapareciendo, quedando unica y exclusivamentelos poetas de espíritu- -Rubén Darío, Francisco Villaespesa, Juan Ra-mon Jiménez, Antonio Machado y algunos más —y se hundieron enuna vorágine sin fondo los grandes rimadores, los rimadores rotun-dos, huecos, metafóricos, ampulosos, que invertían, para que adqui-riesen la debida sonoridad sus producciones, todo el aparato estérilde la retórica y toda la innecesaria cargazón de manoseada orfebre-ría, rozando las sílabas y amartillando la rima para conseguir una ca-dencia falsa y pomposa ; la prosa en totalidad v la literatura dramáti-ca en particular, también sufrieron Una evolución, aunque más lenta,no por eso menos radical.

Ensamblado al movimiento literario, que hizo entrar á ésta enuna nueva vida, en una moderna senda luminosa v radiante, debe irunido el nombre del ;tutor insigne de El dragón de fuego.

Su talento claro, vibrante, su estilo fácil, elevado, lleno de filo-sóficos pensamientos ; su prosa grata, amplia, libre y armoniosa, tieneuna bella mueca de dolor, y de tristeza irónica . Ha querido penetraren el alma de los demás Y hundirse después en la vasta alma univer-sal, analizándola y auscultándola despaciosamente, como pudiera ha-berlo hecho el disector más complejo, expresando lo expresable delespectáculo multiforme de los seres y su inmenso misterio.

En algunas de sus obras--- Sacrificios, por ejemplo- en un fon-do de amargura y tristeza, ligeramente bosquejado, se entrevé unapasión tierna y delicada, períodos amorosos que se deslizan entre be-lleza tan admirablemente unidas, tan armónicamente enlazadas queNotan al unísono en una amalgama rutilante y sonora.

El nido ajeno y Gente Conocida, susprimeras obras teatrales,causaron nn gran revuelo en el inundo de las letras v, sobre todo, enla literatura escénica ; aquí, donde la estética dramática estabaaniquilada ; aquí, donde el enflaquecido de los medios, de los procedi-

Nuevo., Rítos, . 571

mientos y aun de la técnica había llegado á ser artículo de fe entrelos mediocres intelectuales de aquella época . Dramatizar es vivir dosveces la vida ; la propiay una más allá---concebida por la razón y con-cretada por la fantasía al mismo tiempo que la de, sus, personajes.

La dramaturgia de la generación pasada tenía nn valor efectis-ta de éxito seguro sobre la impresionabilidad del público ; la aplica-ción es clara y terminante ; aquéllos creaban para analizar, y éstosanalizan para después crear ; todo lo ficticio desaparece, quedando lasideas, é las idcJS sublimadas en símbolos.

Cuanto mss notorias son ladecadencia y la ramplonería del tea-tro sintético, más se anhelaba un teatro analítico que fuese como unlaboratorio escénico, donde pudiera hacerse la disección histológicaque r2valase li estro tuya y funcionamiento de cada célula cerebral vde cada cerebro, induciendo conclusiones clínicas para reproducirexperimentalmc uto su fisiología ; claro está que después de este aná-lisis material --llamémosle así, con posterioridod, tenía que venir elanálisis moral, el complejo estudio de la mecánica de las almas, al po-nerse en relación unas con otras, construyendo por separado, disgre-gándolos del todo, preteusos nerviosos, deliquios sublimes, esclero-sis intensas en la existencia de lo creado, que fuesen como hábiles yseparados alambres con que luego se pudiera tejer la urdimbre deuna gran obra.

Todo este crimulo de impresiones traídas por ese camino deverdad, llegaron como un soplo grandioso, como la emanación de unesfuerzo potente, como una huella ful—tirante que se impone confuerte é irresistible orgullo . Definitivamente, el teatro á lo Scribe, álo Dumas, á lo ¿por qué no decirlo? Echegaray, moría velozmente.La vida evoluciona, v I,1- literatura dramática, siendo como es, el re-flejo de la vida, evoluciona con ella ; todo lo que se, queda se petrifica;no podemos ni debemos consentir atavismos injustificados.

El nuevo teatro nacía unido á los nombres de Ibsen, Hauss-man, Bjonson, Mirbean, 1 ,,nrico Butti, Tolstoi, Mauricio Donay, Ro-berto Bracco, Sudermann, Max-Haldre, Francisco de Curel, Brienxy algnmrs otros en el extranjero, Jacinto 1enave11te v Galdós en Fs-pan'a .

Con una individualidad claramente definida v con nn estilopropio, individnalid~td y estilo que en el transcurso ele los años fuédesenvolviéndose y marcándose_ más intensamente, surgió JacintoBenavente.

La ciencia ele experiencia y de observacitín v nnaironía amargay dolorosa, son las características principales del autor de La nochedelslrGadn ; todas sus producciones sellallan impregnadas de lahondamelancolía del supremo saber del vivirla tristeza de las almas erran-

Nue vos R¡f" . -' 72

es y soñadoras floUt como un nimbo de luz en derredor de todas susobras ; conoce con perfección extraña los fenómenos morales que hie-ren los sentidos, el conjunto de seres que alcanzan á percibir sn vis-ta v su oído, coordinándolo todo metódicamente en su cerebro, y se-parando lo esencial v lo snstanci ;sl en la densa é impenetrable obscu-ridad del ser que baña la ciencia de la enorme suma (1C coses qne co-

nOCe.

),Su prosa . . . . :'

SU prosa es como nn conjunto de mekídicos cantares ; escultu-ras de soberbiaslíneas y perfecta construcción ; pinturade diferentesConalidades y vibrantes notas y, por encima de todo esto, el arte ex-quisito de la palabra del armónico y helio bien decir.

Al leer sus producciones he sentido á modode torrente,expan -sión é intensidad en los efectos del ánimo, la efusión ele emocionesacrisoladas por nn fuego interior, elevando el espíritu á las regionesde 10 ideal y lo sobrehumano . Algunas veces se desliza en ellemrnajedel símbolo, expresando efectos no humanos, deliquios más intensos,no tratando nunca de convencer ni de imponerse con alardes retóri-cos . IIa sabido analizar el candor del niño, la ardentía del joven, lamadurez del viejo . Llenadel todo la misión del artista. Idena(le] to-do la misión del artista, porque la misión del artista es encarnar lavida de una generación, y jacinto Benavente encarna la de la suya,añadiendo á la, esencia de todos, nmi emanación de su propia esencia.de su propia vida .

1„-CIAnO TnxuvERA .

Nucvor Riro :. 573

RO-NI LA

Para Nilevos Ritos -

Kstá de fiesta Rom k . Plebeyos y patriciosconfúndanse v profanan del patrio amor la idea;

en las soberbias cúpulas de blancos ediliciosel cesareano lábaro al aire libre ondea.

IJasta el lictor más grave que vieron los comicioscon el vulgar é indigno 1¡bertu so codal,y marchan en consorcio aun la Virtud los vicios:allí las nobles damas alternan con Popea.

A todos los excesos se entregan los romanosen esas bacanales de tiempos neronianusen las que el mismo Crimen celebra jubileo.

Y mientras en las plazas el Pueblo se divierte,va a presenciar, impávido, de un gladiador la muerteNeron bajo la púrpura que cubre el Coliseo.

11

Se encuentran en el Circo dos ínclitos rivales,insignes 1;1adiadores gigantes y nervudos . . ..La luz solar se quiebra hiriendo un par de escudosque son espejos aureos de aquellos dos puñales.

En el espacio vibran sonido musicalesY los Atletas trágicos, que están casí desnudos,blandiendo sus puñales se cambian go1¡ws rudoscon ímpetus feroces . . . . ¡Oh tiempos i imt)rtales!

Nuevos Rítos .= 574

Teñido está con sangre el amplio pavimentodel Circo y aquel drama el auditorio admiray al vencedor aplaude con loco aturdimiento;

entonces el vencido la vista en torno giray al vil Nerón que ocupa el imperial asientosaluda así : "/Az,e Cesar! " y convulsivo espira . . ..

III

. . . Como recuerdo dejas, Imperio soberano,grandiosos monumentos : tu Coliseo en ruinas,tus siete magestuosas y espléndidas colinastus viejas catacumbas y el Arco de Trajano.

Pasó, con los Augustos, el orador romanoque apostrofG con verbo fogoso á Catilinas.Pasaron tus verdugos y solamente inclinasla sién ante cl Monarca, Señor del Vaticano!

Cayeron las deidades qno alzó el Politeísmoy 1'i<a»eo fue. la piedra que halló el Catolicismopara fundar la Iglesia del I)ogma v del Misterio

Tus Clandios y Calígulas son manchas de la Historia;pero hoy los hijos tuyos invocan, como gloria,tu nombre, I OMI A, el nombre del más gallardo Imperio!

P`~~a~Latco Escua~i.

1908

Nuevos RItos . 575

Cuentos tristes¿por que me pide~ versos? Hace ya tiempo que ni¡ pobre ima-

ginación, como una flor cortada demaSiado temprano, quedó en los ri-zos negros de una espesa cabellera, tan tenebrsa como la noche ycomo mi alma.

¿Por qué me pides versos? Tú sabes bien que de latid sincuerdas no brotan gorjeos . Vino el invierno v desnudó los árboles;se helaron las aguas del río donde bañabas tu pié breva o aquella ca-sa oculta entre los fresnos ha oído frases de amor que no pronuncia-ron nuestros labios, y roas que no alegraban nuestras almas . Pare-ce que un amor inmenso nos separa.

Yo he corrido tras el amor y tras la gloria, como van los niñostras la coqueta mariposa que se burla de su persecución y de susgritos .

Todas las rosas que encontré tenían espinas, y todos los cora-zones olvido.

El libro de ni¡ vida tiene una sola página de felicidad y esa esla tu va.

No me pidas versos. Mi alma es como esos pájaros viejosque no s :ubep cantar v pierden sur plumas una á una cuando sopla elcierzo (le diciembre,

Ilubo un momento en que creí que el amor era absoluto y uini-co. No hay más que an amOr en mi alma, como no hay más que unsol en el ciclo, decía entonces . llespués supe, estudiando la astrono-mía, que los soles son muchos.

Toqué á la puerta de muchos corazones v no me abrie1,01 poj -que dentro no había nadie.

Yo vuelvo ya de todos los países azudes en que florecen las na-ranjas color de oro . Estoy enfermo y triste, No creo más que enDios, en mis padres y en tí . ido me pidas versos .

Nuevos INtos .i 576

Preciso es, sin embargo . que te hable y te cuente una por unamis tristezas . Por eso voy á escribirte, para que leas mis pobrescurtas junto á la ventana y pienses en la ausente que jamás ha de vol-ver. Las golondrimtis vuelven después de larga ausencia, y se refu-gian en las ramas del pino. La brújula señala siempre al norte . Micorazón te busca á tí.

¿1.)e qué quieres que te hable"? 1)eja afuera la oscuridad y hazque iluminen su alma las claridades del amor . Somos dos islas se-paradas por el mar : pero los vientos llevan á tí mis palabras v vo adi-vino las tuyas,

Cuando la tarde caiga y las estrellas comiencen á brillar en elespacio, abre tú los pliegos cerrados que te envío, v escucha las ar-dientes frases de pasión que lleva el aire á tus oídos . Pigúrate queestamos solos en el bosque, que olvidé todo el daño que me has hechoy que en el fondo del conpé acojinado te hablo de ni¡,,, ambiciones yde mis ensueños . Oyéme como escncbas el canto de las aves, el ru-mor de las aguas, el susurro de la brisa . Hablemos ambos de las co-sas frívolas, esto es, de las cosas serias . ¡La tarde va á morir ; elviento mueve apenas sus alas como un pájaro cansado ; loscaballos que tiran del carruaje corren hacia la casa en busca de des-canso; la sombra va cayendo lentanrente . . . .aproveclienlos los instan-tes!

Hace muy pocos días que pasaba yo por el parque, pensandoen tí. La tarde estalla nublada v ni¡ corazón triste.

¡Cómo han cambiado las cosas! Los carruajes que van hoy alpaseo son los miSmos y que tú y yO veíamos . Veo raraS nuevas trasde los cristales y no erncúentro las que antes distinguía . ¿Te acuer-das de aquélla que encontrábamos siempre en Lrois giwri, á la entra-da del paseo? Unes voy á referirte su novela . Amaba mucho ; lasilusiones cantaban en su alma como una parvada de ruiseñores, se ca-so v la engañaron . Todavía recuerda la impaciencia. con que contabalos días que le faltaban para su matrimonio La noche que recibíael traje de novia creyó volverse loca de contento. Yo la miréen la iglesia al día siguiente, coronada de blancos azahares, tré-mula de emoción, y con los ojos henchidos de lá{,'rimas . ¿Quién noshubiera dicho que aquel matrimonio era un entierro? Se amabanmucho los dos, ó por lo menos lo decían así. Iban á realizar sus ¡ u-sioneS ; la riqueza Ies preparó un palacio espléndido, v los que de piéen la playa la mirábamos partir en barca de oro, dijimos : Dios la lle-ve con felicidad.

Un mes después encontré á su marido en un café,

¿Y Blanca?¡hstá ;Llgo m;Qa!

Era verdad : Jllanca estaba mala ; 1 111Hnca Se moría . Enriquela dejaba por ir en pos de los placeres fáciles, v Blanca, sola, en supequeña alcoba, pasaba laS noches sin dormir, mirando cómo se per-siguen y se juntan Las a g ujas en cl frontis del reloj . Enrique no volVió . Al día .;iguiente, llanca eStaba más pálida : parecía de cera .

Nuevos Rítos . X577

Hubiéramos creído que la luz del alba que Blanca vió aparece'muchas veces desde su balcón, le había teñido el rostro con sus colo-res de azucena.

—¿Por qué no viene? Preguntaba sondeando con los ojos laobscuridad profunda de la calle.

Y graznaban las lechuzas ; y el :tire frío ele la madrugada le he-ría el rostro y Enrique no volvía . De repente suenan pasos en lasbaldosas ; Blanca se inclina sobre el barandal para ver si venía . ES-peranza frustada. Era un borracho que regresaba á su casa trope-zando con los faroles y las puertas.

Así pasaron los días, semanas, meses ; Blanca cada día estabapeor. Los médicos no ntinab<m la cura de su enfermedad . ¿Acasohay médicos de afinas?

Una noche Blanca dijo á 19nrique:

<No te vayas . Creo que voy á morirme . No me dejes.

Enrique se rió de sus temores y faté al círculo donde le, espera-han sus amigos.

Quién se muere á los veinte años?Blanca le vió partir con tristeza . Se puso después frente á nn

espejo, alisó sus cabellos y comenzó á prender entre sus rizos, dimi-nutos botones de azahar.

Dos grandes círculos morados rodeaban sois ojos . Llamó enseguida á su camarera, se puso el traje blanco que le había servidopara el día del matrimonio y se acostó.

Al amanecer, cuando f+~nrique volvió á su casa, viG abiertos losbalcones de su acoba; cnatrocirios ardían eutorno de la cama. Man-ca estaba muerta.

¿Ya lo ves? La vida mundana, tan brillante por fuerza, escomo los sepulcros blanqueados de que nos habla el Evangelio. Lariqueza oculta con su manto de arlequín machas miserias . . ..

Cierra tus oídos á las palabra.~ del eterno tentador . Vo am-biciones el oro que es tan frío como el corazón de cola coqueta . Sébuena, reza mucho y ama poco,

MANUUII, GUTIÉRREZ NÁ :111aeA,

Nuevos Rítos, , 578

I I LT~I(>

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Para JosA 1111 Alfaro ("uuper

yo sé de cien climas distilitos . Mis plantas111 polvo trajeron del Norte v del ;sur.Besé dulces ojos, gentiles gstrgantas,H:n tierras de bruma~ v en tierras de luz.

El sacro perfume mi mano conse-~aDe mano más blanca que lirio de abril,Y lruardo en mi boca, cual opio que ene r va,11,1 beso primero de boca gentil.

De virgen difunta que amó versos bellosMe queda entre hojas de acanto un clavelY atados á cinta de azur sus cabellos,Y frases borrosas en viejo papel.

Un blanco pañnelo de fina batistaCon letras bordadas, emblema de amor.El velo descorre de ayer á mi vista,A romas me trae de un bien que pasó.

Las páginas Lcnlo dd el vai :e caucano,Cual cisne que muere lloró su pesar:Allí rosas blancas dejó casLa mano,Cual mirra Y esencias al pie ele un altar.

Oh sacros recuerdos de tiempos felices!Oh sacros recuerdos, tened compasión! Ttí, enfermo incurable, tus penas me dicesEu cada latido que das, coraZón!

¿Qué ]]oras? Tu gloria por siempre perdidaTus dáces quimeras, tus sueños de luz.Que todo es ceniza P es humo en la vida!Que sólo miserias cobija el azul!

DAVll) M . CHUMACLIRO .