Año 5º P anamá, 1º de Noviembre de 1910 N os. 75 y 76.

~ NRevista Quincenal Ilustrada+

Madrugada en el campo.(SONETO ISTMICO)

Para el ilustrado tableño B . Porras

En la vasta llanura, que es serrallo,muje, Sultán con astas, viajo toro;las vacas, odaliscas, le hacen coroy cada buey eunuco es un vasallo.

Relincha en el potrero el Rey caballotal vez celoso de un potranco moro;y alado trovador, de plumas de oro,alegre en el cortijo canta el gallo.

Y en el corral está con la totumasacando á chorros leche que da espuma,la campesina . que una vaca ordeña,

mientras su esposo, rústico montuno,en el bohío espera el desayunopara ir en busca de mazorca y leña.

FEDERICO ESCOBAR.Panamá, 1910 .

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LÍNEAS........................

Carrasquilla Mallarino es un compatriota nuestro que áfuerza de talento y de perseverancia ha sabido conquistar unnombre ,y un puesto en el mundo de las letras . Espíritu sutil,alma llena de ansiedades y sugestiones, tocado del mal de laerraticidad, ha paseado su ingenuo entusiasmo, arrancandosones á su lira, por las viejas ciudades europeas y al pie delos vetustos castillos que se miran impasibles desde hace si-glos en el cristal de los más famosos ríos ; se ha confundido, enla tierra del dólar y de los gordos cebadores, con esa multitudoriginal y avasalladora que ahogándose entre tos límites de lagran República quiere expandirse ,y mira con ojos llenos detierno deseo las feraces llanuras ,y las opulentas montunasde Nicaragua ,y d , Honduras ; ha gozado del dulce reposo quebrinda Costa Rica, en su vida sin emociones fuertes, deslizada entre flores ,y mujeres bellas ; ha contemplado en Mexicoel despertar de los pueblos nuevos, y cansado al fin dever tierras ,y de correr aventuras, ha hecho un alto en Cuba,en donde ha formado un hogar, en donde desempeña con lucimiento una representación consular de nuestra Patria y desdedonde nos envía su primer libro de versos, llamado, con sonorotítulo romántico, "Visiones del Sendero".

Este amigo, este paisano, este compañero de labores.siempre nos ha merecido especial cariño, y, quizás porque su-pimos sus ingenuidades de muchacho soñador ,y porque supi-mos también descubrir su talento, siempre le hemos defendi-do de los ataques de las masas estúpidas ; de esas que destro-zan reputaciones á dentelladas; de esas á que pertenecen losque han paseado primero su presunción por las aulas en quenada aprendieron y luego su fatuidad en los salones en que nosaben brillar; de esas que abortan el plagiario y el rastacuero,el crítico barato y el orador de los días de fiesta, quienestienen su público adecuado que los prefiere y los ensalza yaplaude, porque la tontería humana es infinita como es infinitala audacia de la mediocridad.

Panamá- surge con bríos en el horizonte intelectual, desiete años á esta parte, libre de las pesadas cadenas do laignorancia forjadas antaño para ella en las altiplanicies andi

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nas. Y su voz se eleva fuerte y sonora en la tribuna eruditay en el libro valioso con Ricardo Alfaro ; en los códices de laHistoria Nacional con Juan Bautista Sosa y Enrique Arce,,y con Darío Herrera y Ricardo Miró ,y Guillermo Batalla yAizpuru Aizpuru en la frase rítmica y en el consonante sonoro,y fluido. Estos, y otros muchos, dignos herederos son de losvarones preclaros de ayer : de los Arosemenas y Colunjes, delos Obaldías y Feuillet, de los Porras y Facios, hablistasnotables, oradores elocuentes ,y poetas de divina inspiración.

A esa pléyade pertenece Carrasquilla Mallarino, quiencon éxito realiza labor de poeta ,y labor de exquisito y nerviosocincelador, de lo cual es prueba apreciable su libro de versos,cuya genialidad es de una factura tan distinguida, de una bri-llantez de ingenio ,y de una elevación de pensamientos tales,que sorprenden aún á los que como nosotros lo han seguidopaso á paso en su jornada . Se tiene, pues, el poeta merecidos unafelicitación ,y un aplauso y con gusto le tributamos uno y otrasus antiguos compañeros de labor que hoy hacemos nuestrassus alegrías, como ayer hicimos nuestras sus infinitas amar-guras .

G .

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De "Visiones del sendero "Por Carrasquilla Mallarino.

CUBA

En su forma de cuerno de la abundancia llevaEl símbolo admirable de su fecundidad;Los almíbares corren por su robusta glebaAbonada con bella sangré de Libertad.

Yo la imagino como un manojo de estrellasQue en el Atlante amigo no dejan de brillar . ..Las estrellas son islas y Cuba es una de ellas,Porque el mar es un cielo y el cielo es otro mar.

Y me ufano en su gloria . Aún siento ese cariñoQue su . odisea gigante me inspiró cuando niño,Allá en mis viejos Andes. Y de los que aprendí,

Al escuchar la recia bravura de sus hombres,Vibra en el epinicio de otros sagrados nombresEl hondamente lírico y amable de Martí.

RONDELINO

Bajo el tenue luminar de tus ojos verde-mar,Milagrosa Blanca mía!He soñado una sombría tentación de naufragar . ..Sobre el coralino broche de tu boca clavellinaLa variable golondrina del deseo.Deliró con el derroche de tus mieles,Y en su rítmico aleteo te enseñó la clave finaDe mis frágiles rondeles.

. . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..

Así conté mis amoresA la guitarra morunaLa otra noche, que la lunaMe inspiró con sus fulgores.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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La ventana,Que adornaste con macetas policromas,A la usanza de Sevilla,Donde arrullan tus palomas, como en una seguidilla,Entreabriendo su cristal te brindó paso . ..Y acudiste á mí reclamoComo en una fantasía medioeval.

Y al divino luminar de tus ojos verde-mar,Milagrosa Blanca mía! . ..Tuve un día la sombría tentación de naufragar.

ARIAS MARINAS

Noches de mar, abiertas al ensueño . Enla popaVemos cómo se borran las riberas d' Europa,Tras las opacidades de las vagas neblinas.En el agua parecen juguetear las ondinasQue nos dan sus adioses . Y la luna despeina,Entre la espuma blanca, sus cabellos de reina.

Sobre los horizontes el Oeste s'ensancha,Y los faros eléctricos al salir de La ManchaMuestran á los marinos sus largas proyeccionesQue simulan parábolas de las constelaciones.

Imprime al viejo barco la inquietud de las olasRítmicos balanceos y fáciles cabriolas.

En la estela palpitan cambiantesígnescenciasY el viento es una fuga de amables confidencias.

Dos almas: Un hermano de Wágner y un hermanoDe Musset: Dos espíritus que van por el oceanoHacia playas de América, enfermos de ilusión,Y hallaron esta hora para la comunión.

El violoncello gime y la lira delira;Y en la fuga del viento la inmensidad suspira.

. .(Oh las novias lejanas que os hicieron felices!!Calipso aguarda siempre la llegada de Ulises .)

Fluye un pasaje trémulo de Bach . . . (El violoncelloEs como un aparato para hablar con el cieloDe las cosas del alma) . El músico es todo arcoY diríase q'es suyo el corazón del barco . ..

. . .Deben haberse ido sobre el ala del vientoNuestra melancolía y nuestro pensamiento .

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Ideas para la enseñanzade la Moral Cívica.

FINES DE ESTA ENSEÑANZA

Una asignatura destinada á vigorizar la conciencia moralde los jóvenes; á infundirles el amor á la Patria y á las institucio-nes fundamentales, en que reposa el orden colectivo y en que,puede decirse can verdad, se hallan los principios cardinales dela organización social, del rol y la misión del individuo y de losfines y límites del Estado, una asignatura que debe propender, almismo tiempo, á ilustrarla mente y elevar los corazones ; quedebe hallar los fundamentos racionales en que se apoya, incon-movible, la fé nacional y la fé republicana ; una asignatura cuyocontenido es tan vasto, cuya materia es, por su naturaleza, abs-tracta, contradictoria y con fáciles pendientes hacia los mas peli-grosos errores ; una enseñanza destinada á alentar las virtudes,criticar los vicios; á mostrar, en propia carne, las llagas para quepuedan curarse, y ante todo, á sugerir ideales vigorosos y prácti-cos y crear sentimientos que impulsen á la acción, tiene fines tancomplejos, tan elevados y tan preciosos para los destinos nacio-nales, que es indispensable preocuparse de cómo debe ser ense-ñada; con qué ideas; con qué bases ; con qué propósitos y concuáles orientaciones deben encararla los profesores, para queesta enseñanza, más que útil necesaria, pueda dar los frutos quede ella se esperan, y que deben ser de grandísimo beneficio parael porvenir nacional.

LA EDUCACIÓN MORAL

La educación moral es la más difícil de todas las tareas delmaestro, y acaso la más ingrata porque sus frutos no son vi-sibles .

En la primera enseñanza debe hacerse la educación de lossentimientos: el canto, la música, la gimnasia rítmica y colectiva,la poesía, las ceremonias patrióticas, el culto de la bandera, laslecturas y recitaciones morales, y, presidiendo esta labor, la su-gestión entusiasta del maestro, cuya palabra debe ser viva

expresión de los ideales nacionales.

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Los espíritus infantiles necesitan la representación físicade los conceptos : es necesario, para ellos, corporalizar las gran-des abstracciones : la patria simbolizada por la bandera, los mo-numentos. de sus glorias, las augustas figuras del pasados laNación representada por su escudo y por la efigie de la Repúbli-ca; el pais, con su geografía, sus poblaciones, su riqueza, su por-venir .

La base de toda educación de la sensibilidad es sugeriremociones, para que, volviéndose habituales por la repetición, seconviertan en sentimientos, orgánicamente adquiridos.

En la enseñanza secundaria es preciso agregar á la laborinconsciente de la sensibilidad la clara luz de la razón . Es nece-sario, en ella, tocar otros resortes : la armonía de los conceptos yla belleza de las ideas morales; el dilatado campó que a la imagi-nación ofrece el total de la obra colectiva nacional y humana ; lasvictorias, lentas pero firmes, del hombre sobre la Naturaleza ; elprogreso, en todas sus manifestaciones, abriendo al esfuerzo hu-mano horizontes cada vez, mas vastos ; la ciencia, las artes, lasinstituciones, confundiéndose en el mismo perseverante esfuerzopor mejorar el ambiente de la vida humana, todo 1_J cual es bello,moral y noble . Demostrar, as¡, con amplitud, que todos los bienesde que gozamos son los frutos de las virtudes pretéritas y pre -sentes, que toda conquista es obra de un esfuerzo generoso y fe-cundo; que en los individuos, como en los pueblos, el resorte másfirme de la acción es la ley moral, sin cuyo imperio toda obra esefímera y la misma luz resulta peligrosa . En esta enseñanza elprincipal objetivo es infundir ideales vigorosos ; ideales que seanpropiamente, ideas sentidas, que merezcan toda la aprobación dela razón y despierten los entusiasmos generosos.

Como parte esencial de estas disciplinas, es preciso vigori-zar la conciencia cívica; despertar el amor de la virtud y asociaríntimamente a los ideales de virtud política los del decoro y ladignidad personal, de modo que estos sentimientos formen unsolo cuerpo. El profesor, debe conocer, íntimamente, los funda-mentos filosóficos, morales y prácticos de las grandes ideas al re-dedor de las cuales debe girar su enseñanza : en esta época decriticismo agudo, en que ningún concepto tradicional deja de serviolentamente atacado, el profesor debe exponer conociendo yrefutando los argumentos contrarios que, por timidez, calla elalumno .

LOS CONCEPTOS GENERALES Y BÁSICOS

DE LA MORAL CÍVICA.

No existe autor, como dice Montesquieu (1) que al hablarde derecho político no comience por inquirir el origen de la so-ciedad humana . El ilustre autor de ?El espíritu de las leyes» diceque tal cosa es ridícula: aun hijo nace de sus padres y Heahíla sociedad y el origen de la sociedad!> Efectivamente, ese esel origen, pero es necesario decirlo, explicarlo, y con esto nos pa-rece no se incurrirá en el ridículo notado por el gran maestro.

(1) Lettres Persanes .—XCIV.

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No es hoy posible, fundamentar las nociones cardinales de Esta-do, Patria, Gobierno, etc., sin hablar de cómo se inicia cada unade estas entidades en los primitivos grupos humanos.

Es indispensable que la edad de oro,—que los preconcep-tos añejos colocaban en un remoto pasado,—realice, en nuestroespíritu, un salto prodigioso, y pase, como brillante meteoro, á laespléndida región del porvenir . Quiero decir, que no se debecultivar esa teoría del descenso, de la degeneración de la especiey del hombre, sino, al contrario, se debe ver y estudiar que taldescenso no existe y que la especie y el hombre siguen la enor-me elipsis de la vida ascendente.

iGuay de la moral que no comience por ser optimista! Noconcebimos un maestro de moral pesimista y pensamos que talmaestro sería un veneno para el alma de los jóvenes.

Ni 13 pésimo ni lo óptimo deben colocarse jamás en eltiempo presenta: que le lo pésimo para lo pasado y lo óptimo .para lo porvenir y sepamos hacer notar como vamos andando,cosecha tras cosecha, de lo uno para lo otro . Este deba ser elespíritu normal y justo del profesor de Moral Cívica.

Individuo y colectividad son los polos de todo problemahumano, en lo social y en lo moral por consecuencia . Máxime tra-tándose de Moral Política, no es posible tener carriles en la in-trincada pero hermosa materia, sin comprender, íntimamente, laesfera de, acción individual y sus limitaciones justas por el biencomún. Vale decir, que debemos conocerá fondo las bases denuestra organización social, las que á su vez son fundamentos dela organización política.

El principio individualista, que ocupa lugar tan grande ennuestro régimen social y político, significa: libertad individual,derechos inalienables del individuo, derecho de propiedad, esdecir, autonomía social, económica y política del sujeto hombre.Este individualismo no es exclusivo ni absoluto . Está temperadopor principios solidaristas : por todas las limitaciones impuestasal individuo en bien de la comunidad. Favoreciendo loa princi-pios de la vida solidaria, existen las diversas formas, espontá-neas, de la cooperación social, y su desarrollo es un signo deprogreso.

Todas nuestras instituciones políticas y civiles son una fór-mula de vida humana en que se busca este doble fin armónico : elmás ámplio desarrollo de las potencias individuales y su másfructífera aplicación al bien general.

La Democracia, la República,—las libertades, derechos ygarantías,—no son sino aplicaciones del principio individualista,combinado con el solidarista, al desarrollo de la vida social, Lademocracia igualitaria de Rousseau, la democracia económica delos contemporáneos socialistas, no son sino exageraciones delprincipio de la solidaridad social, con cuyas exageraciones sepuede, fácilmente, llegar á anular el fecundo principio individua-lista y convertir las sociedades humanas en una estúpida colme-na, en que toda la actividad social esté regimentada, corno en otroimperio jesuítico.

Es necesario, pues, enseñar que nuestra Constitución es la

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expresión de un régimen social que sintetiza la más alta fórmulaalcanzada del progreso humano: porque tiende al . mayor desa-rrollo de la fuerza, la energía, la inventiva, el trabajo y la virtudindividuales, con lo cual, necesariamente, la colectividad enterase beneficia y gana en dignidad, decoro, riqueza y progreso.

Los principios morales que sirven de base á nuestra orga-nización social y política, sancionan la autonomía del hombre:dueño de sus actos, de su conciencia, de sus bienes, y, por consi-guiente, constreñido á recoger, irremediablemente, las consecuen-cias buenas 6 malas de su propia conducta . Esta es la base delsentimiento de responsabilidad que anima y vivifica la concien-cia moral del hombre europeo, su veracidad, decoro y energía, yéstas son las cualidades de que carecen los pueblos asiáticos, queviven en cierta especie de comunismo . (1).

Es menester comprender el papel fundamental de la pro-piedad privada, como factor de primera fuerza en la evoluciónmoral de los pueblos europeos, y alcanzar, as¡, á convencerse deque es la propiedad privada la causa originaria de la libertad, yque sin propiedad individual la libertad es una

utopía inconcebible.. La propiedad privada é individual significa: hogar libre,trabajo libre, pensamiento libre y gobierno libre,

LA HISTORIA Y LA SOCIOLOGIA EN LA ENSEÑANZA

DE LA MORAL CIVICA.

La moral cívica debe fundarse en ideas claras, precisasinatacables, sobre lo que es la nación, la patria, el estado, la leyEs imposible explicar tales cosas sin la historia y la sociología.Cada nación, ha dicho un autor eminente, tiene en su propia his-toria el porqué de su existencia y, según Benoist (2), uno de loscaracteres esenciales de las naciones es la de tener una historiaque la ha hecho lo que es. Efectivamente, sin la historia que lasha hecho lo que son, sería difícil explicar en qué principos sepuede fundar la teoría de las nacionalidades . La sociología, ade-más, es la verdadera historia, tal como se desarrolla en los díasque vivimos . Para poder decir que la 'patria es un grupocooperativo hereditario, unido por una costumbre fija (3) se requieresaber lo que es cooperación social y lo que es herencia social, yeso lo enseña la sociología.

La tradición nacional, entendida como simple transmisiónde relatos, parécenos tan poca cosa como los cuentos de viejas,Es necesario que la Sociología nos enseñe á ver en la tradición,no sólo el relato escueto, sino la mentalidad, la sensibilidad y elalma heredadas, no la transmisión de preceptos, sino de un espí-ritu colectivo . Es decir, que no debemos ignorar los principiosde la Sociología, de la Psicología colectiva, sin los cuales la histo-ría sería bien poco útil . El fatigoso proceso de la formación de lanacionalidad, interesa á la ciencia mucho más que la historia na-

(1) G . Le Bon: "Les civilisations de L' Inde".(2) La Polítique.(3) Bagehot : " Lois du devéloppement scientífique des Natíons'" .

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rrativa. La Geografía "es de una influencia visible" en este pro-blema (2) . Es necesario estudiar las causas telúricas, (Reclus),las causas étnicas y las causas morales de la formación de la na-cionalidad y eso no puede hacerse sino conociendo la historia yestudiándola con el auxilio de la Sociología.

DEL VALOR DE LOS PRECEPTOS.

La "letra muerta ' del precepto, como la letra del dogmatiene efímera influencia en la moralidad de los hombres . Senti-mientos é ideales vigorosos son las palancas de los grandes he-chos humanos . Ellos no se adquieren con preceptos, sino conalgo que penetre hasta el fondo del alma para conmoverla y quese imponga á la razón hasta merecer su devoción más absoluta.

Llenar la cabeza,—como se dice con una materialidad muyelocuente,—de reglas y fórmulas, no es enseñar á obrar ni á pen-sar . Tal alumno brillante de Lógica, que se sabe mil silogismosde memoria, es incapaz de colocar en su puesto las premisas yla conclusión si se las presentan desarticuladas . Es que no seaprenden con reglas, sino con gimnasia, los movimientos, as¡sean físicos, intelectuales ó morales. No pretendamos, pues, en-señar moral con preceptos, porque nos exponemos á realizar lahazaña de aquel patán que, habiendo estudiado con suma aten-ción un manual del arte de nadar, arrojóse al agua y se ahogó.Tratemos de dar la sensación de belleza que de sí sugieren lasleyes morales; mostremos las armonías de la vida individual ycolectiva; insistamos en los principios morales, sin los cualesnuestras instituciones son máquinas sin motor ; cantemos á la vic-toria del hombre sobre la materia y sobre sí mismo ; elevemosun culto al esfuerzo de la voluntad soberana y vencedora ; des-pertemos el decoro, el aprecio de sí mismo y el sentimiento de laresponsabilidad, y enseñemos, con perseverancia, esa bella filo-sofía del optimismo, que es compañera inseparable de todo loque flota como ideal, belleza, canto, risa, amor, entusiasmo, espe-ranza y deseo, sobre el estercolero de la vida,—que es abono ex-celente para que sobre él nazcan, colosales y policromas, las llo-res del ensueño!

ERNESTO LEON O'DENA.Buenos Aires.

(1) J . M . Ramos Mejía : "Rozas y su tiempo' .

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La agonía de las

hojas secasEs verano,

y el árbol está escuálido,y el árbol está triste como un fantasma pálido

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..

Las hojas que formarondel bosque la esmeráldica cortina,las hojas que adornaronla verdeante acuarela campesina,del árbol caen yertascomo si fuesen alasde mariposas muertasentre las tristes galas.

Aún viven algunasdel blanquecino tronco prisioneras,y al pasar de las brisas importunaslanzan exhalaciones lastimeras:imitan el sollozo,simulan el suspiroy el murmurar llorosode fuente de zafiro.

En las noches calladas del estíoen las noches que sueñan los poetasy en que fingen las gotas de rocío,de una estrella, las lágrimas secretas;libres de los rencoresde las miradas cálidasse calman los dolores,se calman las angustias, de esas enfermas pálidas .

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Y al surgir de su lecho el alba nueva,bajo la azul caricia de los cielos,que nos recuerda el despertar de Evaen su hermosura franca y sin recelos;las hojas que agonizanbajo el ramal helado,las hojas que agonizanparece que han llorado.

Pero al fuego del sol que les devoracon sus labio candente como fragua,el llanto de las . hojas se evaporacomo las gotas cristalinas de agua.

Bajo la ramazón muda y sombríaenferma de la fiebre de verano,con un gesto de trágica agonía,mueren las pobres hojas muy temprano;y en su postrer adios, cuando en el suelose tuercen y se agitancon hondo desconsuelo,.dijérase que imploran, dijérase que gritan.

Del viento, al soplo variolas pálidas, las tristes moribundas,tornaron en osariola pampa de tristezas infecundas.

Y por los huracanes impelidasalgunas vánse lejos . . . . lejos . . . . lejos . . ..tal vez á las cavernas escondidasdonde van á morir cárabos viejos.Y en locas carabanas,las gélidas sabanas,recorren con prestezamintiendo carcajadas en medio á su tristeza.

Las hojas agonizan . . ., agonizan . .,con íntimo dolor, con amargura,y nadie escucha, porque á nadie avisansu gran desolación, su desventura;y mueren solitariasbajo las ramas viejasy lanzan sus plegarias,sus últimas plegarias, con lágrimas y quejas.

AURELIO FALCONI.

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Porcapricho

Nunca Margarita Bremón me había parecido tan en-cantadora como esa última noche del mes de Noviembre,en que la ví, como jugando, destrozar un hermoso clavelde la India mientras que alegremente nos recitaba unode sus pasajes de amor.

Recuerdo que éramos—mujeres y hombres—todosjóvenes . Estábamos en el carnaval de la vida, y ningunode nosotros usaba reloj.

A los viejos tocaba saber si era la una de la tarde ósi era ya la una de la madrugada.

Teníamos buena luz, buen tiempo y unas copas exce-lentes.

Un golpe brusco dado en el mármol de la mesa, inte-rrumpió la churla que teníamos

Y Julián repetía al mozo:

—Para nosotros, cerveza ; para las bellas,guinda!Después . . ; .cada uno brindó por un ausente.

Sí, nosotros bebimos cerveza . Ellas apuraron de unsorbo sus copitas de guinda y enjugáronse con el pañue-lo los labios y los ojos.

Entonces fue cuando Margarita, quizás para darsemás prisa, sacudió como un pájaro alegre su escultóricacabecita de virgen y continuó diciéndonos:

—Pues sí : junto con la última novela de Alfredo, enun periódico de la capital leí los dolorosos detalles de sumuerte . ;Pobre muchacho! Yo no he podido másque amarle con toda esa locura de que es capaz cualquiermujer enamorada .

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Era buen mozo, y, además, de un carácter' como al-míbar . Con todo y su pobreza nunca me pareció un suje-to despreciable . Antes por el contrario : me gustabaverlo triste bajo la deslustración de sus ropas, porque ensu tristeza había siempre yo no sé qué de encantador ymagnífico que me hacía tenerle lástima y concluí por darleun beso.

Pero sucedió que una noche—¡no me quisiera acor-dar!—comentábamos, entre caricias, cuánto hay de tiernoen cada una de las poesías de aquel raro autor de Noctur-no, Vejeces, y otras tantas que no recuerdo ahora.

De pronto yo le interrumpí diciendo, más por el pla-cer de decir algo que por cualquier otra cosa:

—¿Sabes, Alfredo? Mucho me encantan los poetasque se suicidan! Esa excentricidad, ese arrebato supre-mo que el vulgo llama locura, hace que me los representecon alas de angel, lira de oro y tajo un simbólico arco irisá la entrada del sepulcro.

Alfredo se sonrió fríamente y limitóse á contestar:

—¿Sí? Pues eres muy extraña . . . . ¡Yo nunca mesuicidaré!

. . . Y estrujando los periódicos en que habíamosestado leyendo, con un ademán brusco se levantó parairse. Yo quise detenerle para haberle dicho que' con esono había querido recordarle sus juramentos de un día ; yole habría dicho que me perdonara, pero—¡cosas de mujer!— de pronto sentí rabia, vergüenza, orgullo, y al oírlodecirme : "Hasta mañana, Margot!" no pude más que res-ponderle : "Hasta más nunca, traidor! "

Después lloré muchísimo.

Sin embargo, creí que volvería . Lo esperé una, dos,tres semanas . . . .pero ¡nada! Nunca más lo volví á ver.

Al cabo de un mes supe, por unos amigos suyos, quetres días antes se había marchado para Bogotá, con yo nosé qué comisión de su partido.

Desde entonces ya no lo esperé más á la puerta de mialcoba . ¡Solamente mi alma quedóse guardándolo álas puertas de mi corazón.

" Hasta más nunca" , le dije, y la sentencia estácumplida.

¡Dios mío! y hoy los remordimientos me agujerean lossentidos como alfileres malditos.

Oye....¿me puedes oír? . . . . ¡ Cómo no te habrás dereír cuando sepas que he mordido el cañón de unapistolay que me despido de ti. "

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Eso fue lo único que se halló escrito, con tinta roja,sobre su mesita de noche. Después los comentarios, ElHeraldo no decía nada más

De esto han pasado diez años, y todavía me pareceque es ahora cuando por primera vez siento en mi almala frialdad de esas palabras.

¡Pobre Alfredo! Nunca supo perdonarme, y yo vivocon la certidumbre, de que mi recuerdo lo mató!

x .~

hTodos nos quedamos pensativos. Margarita cerró sus

labios con esa amable tranquilidad con que se cierra unlibro que por lo doloroso no deberemos abrir más.

Sobre su traje blanco se advertían como ligerasmanchas de sangre . Pero no, no era sangre, era un clavelque, sin darse cuenta, había destrozado mientras hablabaele Alfredo ; si, aquel hermoso clavel de la India que to-dos, al entrar ella, todos, envidiamos, viéndolo sobreaquel seno . . . .

x ~

Un clavel y un hombre . . .¡qué contraste!...Y sinembargo, á pesar de sus crímenes, Margarita estabaencantadora.

¡Ay! y cuántos otros claveles no habrá destrozadosonriendo, después de aquella noche, ésa que fue la asesi-na de nuestro corazón!

ADOLFOGARCIA.

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A todos.La vida es un gran campo de combate .-

ved al hombre luchar de polo á polo;yo le llamo vencido al que se abateporque se ve sin armas y está solo.

Más nocivos que el buitre carnicero,y que la sierpe que veneno entraña,son el amigo hipócrita y artero,el hijo ingrato y la mujer que engaña.

La verdad es la luz; el hombre vanoque más la oculta, en su maldad se estrella•,que no me extienda su alevosa manoquien no me dé su corazón con ella.

Evitar á otros daños y amargura,ser en sus venas bálsamo y testigo,secar su llanto, darle la venturay servirle sin premio, es ser su amigo.

No confundáis lisonja y alabanza;distintos son el lucro y el cariño;no mueva el interés á la esperanza;amad como la madre ó como el niño.

La experiencia es la hermana de la duda;no es fiero todo aquel que está en campaña,ni amigo todo aquel que nos saluda,ni hermano todo aquel que os acompaña.

Abrid los ojos, pobres caminantes,sed del humano batallar testigos,que cual llegan á odiarse dos amantes,llegan hasta matarse dos amigos.

No contrariéis el propio sentimientoni la noble verdad neguéis por nada,preferid á riquezas y talentofranco carácter y palabra honrada.

JUAN DE DIOS PEZA .

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Nuevos rumbos.

El elemento joven, que constituye la verdadera fuerzaexpansiva de la intelectualidad dominicana, ese luminoso núcleode escritores ,y poetas, en cuyo cerebro vive encumbrado elporvenir intelectual de Quisqueya, ha resuelto unirse en unsolo haz, y al efecto acaba de construír una hermosa asociaciónjuvenil denominada "Los Nuevas", en la. cual tendrán cabidatodos aquellos escritores ó artistas cuyas tendencias estén enperfecta armonía con las finalidades de la nueva agrupación.

Qué propósitos persiguen esos jóvenes intelectuales? Larespuesta es sencilla : Difundir en la República las nuevastendencias literarias, predominantes en casi todos los pueblosde IR América hispana ,y en gran parte de Europa ; hacer preva-lecer los ideales juveniles contra las tendencias retrógradasde algunos elementos que en nuestro país no han hecho en lavida intelectual sino oponer obstáculos al desenvolvimientogradual y luminoso de las inteligencias jóvenes en múltiplesmanifestaciones, porque han visto en cada una de ellas, unfuturo rival qUe habrá de, despojarles de tantos lauros malconquistados en pasados torneos.

Desde hace algún tiempo en la Capital, que es el punto ádonde convergen todas las fuerzas mentales de la República, laprensa periódica se sostiene merced de los jóvenes escritoresque lo ofrecen su colaboración espontánea y valiosa sin exigirni obtener remuneración alguna . Los viejos arqueros recosta-dos sobre sus viejos escudos enmohecidos, se muestran impa-sibles ante el espectáculo circunstante de la hora escogida porlas ideas evolucionistas del siglo para implantar su dominio enel basto campo de la ideología . La prensa nacional—me refieroá la prensa exponente de la cultura artística,—está en manosde los jóvenes jardineros que cultivan las más fragantes rosas,y los más primorosos jazmines en el reverdecido jardín delensueño. Entonces, por que no han de predominar sus ideales,plenos de bella armonía, de sentimientos generosos, en todaslas manifestaciones de nuestra vida intelectiva? Por qué no hade tener preferente puesto en el Ateneo, en las veladas que seorganizan con fines artísticos y en todos aquellos lugares dondelos lirios de Eddión y los claveles admuecidos de Hespendesentreabren sus corolas fantásticas para recibir el beso de lamañana, sensitiva y risueña, que cada artista joven Ileva en sucorazón con una inimitable apoteosis de perfumes?

Hay que ceder el paso, . la juventud, puesto que así loexige el momento circunstante . De lo contrario, ella sabrádemolerlos castillos donde el feudalismo arcaico de los anti-guos prosadores mantiene encerrados su vanidad y su orgulloen esta epoca en que renacen los más bellos ideales amparadospor las leyes evolucionistas del siglo .

ARQUIMEDESCRUZ.

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NUEVOS HITOS 09.^.

DE LA SEÑORITA MARIANA DELGADO

A la Señorita MARIANA DELGADOE. Sus Bella. Mano.

Celda

Hay algo Marla. . en tus bellas pupila.como floración deensueñ os en noches tranquilas,como remembranzas de Ciclo y de Mar.

Es que allí en e. leudes agita la Vida,amo la Princesa del )desque, dormida,

que se, despereza en la hora divina de Amar.

GMO . ANDREVE.Panamá, Junio 16 de 1910 .

Panamá, Junio16de 1910.

Señorita MARIANA DELGADOColón

(A solicitud del buen ami-go Horacio Rangel)

Dulce viña agraciada:Me dicen que hay nos hadade sédeas manos, puras como armiño,y de mirar ardiente como el día-que despierta á su paso tal cariñoque ni la nieve del desdén lo enfría.

Tú á ella superior, gloriosa palmaalcanzaste de triunfo. Haces que el alma

sublimante vuelase alce de lo Ideal 6 las esfera.Y postal yo seria-oh gran anhelo!-pare que me leyeras.

A. ESQUIVEL DE LA GU ARDIA

POSTAL—Para MARIANA DELGADOColón

Dulce Mariana;Regio capullo que en la mañana 'de la exi stencia tus galas rojas

entras .taus :

-El Lado quiera

que eternas luzcan de tu belleza las verdes bolas;que .unes muera

la diosa amable de tu armonía,ni asilo encuentren en el santuario de tu alegríaclave triste de la nostalgia ó el ave negra de las

congojas.)J . Gen. BATALLA.

Panamá, Junio 16 de 1910.

Ha sido genial nota de m ente;impulso noble, el purosentimientode que las Musas cautas, soñadoras,proclamen tu belleza y tu talento.

Y ya que he tenido el alto honorde anudar á ta Indo y ale dichoso,

cumple a mi verso sano y rumuroso,aunque atrevido é indigno. de tu gloriaevocar la hora feliz de tu amorciñendo áurea corona á tu memoria.

Horacio RANGELPanamá,

Homenaje a la Señorita MARIANA DELGADO

Culón

Tu espíritu es como un lagoDe puras, tranquilas, aguas,Por el cual los pensamientosCruzan como niveas garzas,Que se mecen de tu vidaEn la luz de la mañana.

Panamá, 16 de Junio de 1910.

AIZPURU AIZPURU.

A la Señorita MARIANA DELGADOColón

POSTAL

Ya que abismos engironesOstentan tus bellos ojos.Si al verte, el Arte de hinojos,Sufre triste mil sonrojos.

¡Tuyos son los corazones!

JULIO ARJONA Q.Panamá, 16-6-910.

Brindis para MARIANADel alma nacional, mude comercio,

que en ágil verso se agita y estremece,caprichoso brand te ofrezco ufano.Es Esta noble flor que no perece .

NUEVOS RITOS 694

El hombre caído.

—Bautista, ¿qué ocurre de particular? pregunta aldespertar y después de haber llamado por medio de ungolpe de timbre á su ayuda de cámara.

Este, correctamente vestido, á pesar de ser las diezde la mañana, le contesta:

—Veinte bouquets en el salón . Diez y ocho invitacio-nes para comer . Cinco para cacerías . La Condesa haenviado tres veces ya á preguntar por V. E. El Príncipeha venido en persona á dejar sil tarjeta coronada . Handejado los muebles que compró ayer V . E., pero no hanquerido cobrar ni traer la cuenta. Además, aquí tengoquince periódicos llenos de elogios para V. E. El Secre-tario ha marcado con lápiz rojo los párrafos más intere-santes . He irlo á pedir al joyero la cuenta segun V . E.me encargó y me han contestado que ya la enviarán, queno tienen prisa.

—Bien, contestó él, afilándose distraídamente lasguías de su bigote.

—¿Hay alguien esperándome?

—En todas partes, señor. Hay más de veinte perso-nas que han solicitado audiencia y á las que V . E. hadesignado esta hora han llegado con toda exactitud, yme han dicho que no tienen prisa, que esperan todo eltiempo que V. E. quiera.

—Que esperen . Prepárame el baño, y que enganchená la una.

—Recordará V . E. que á las dos le espera la señoraDuquesa; que á las siete está invitado á comer con la Du-quesa, comida preparada únicamente para que asista V .

NUEVOS RITOS 695

E., y que además ha prometido ir á terminar la noche encasa de la Vizcondesa.

—Es verdad . Y que á las cuatro debo asistir á lafirma de un contrato matrimonial.

--Ah! si ; recuerde V. E. que ha prometido ser el pri-mer testigo del matrimonio y que el padre de la novia hadeclarado que el matrimonio no se efectuaría si no figura-ba la firma del señor en el contrato . . . La felicidad deesos novios depende de la presencia de V. E.

—¡Qué de cosas!—exclama él saltando perezosamentede la cama con su larga camisa de seda y encajes . Prepá-rame el baño. Ah! qué agradable es ser tan popular ytan querido.

—Bautista, ¿qué ocurre de particular?—pregunta . aldespertar con las señales evidentes en su rostro de unanoche de insomnios.

—Nada, señor, absolutamente nada . He mandado re-tirar los bouquets porque empezaban á oler mal . Solamen-te que la habitación ha quedado medio vacía, porquenohay otros nuevos que los reemplacen ; habrá que ir á com-prarlos . Aquí está el correo de V. E. No han venido másque dos cartas, que el Secretario ha abierto, según la or-den que tiene de V . E . En la una piden á V . E.

una limosna y la otra es la factura de la cuenta del joyero, en laquedice que hoy mismo pasará á cobrar, pues le urge el dine-ro . Parece que se han dado hoy cita todos los que tienencuentas pendientes, pues todos ellos las han presentado.He tenido que despedir al cocinero porque se ha insolen-tado al darle una orden de V. E. Estos son los periódicosrecibidos, vienen poco interesantes ; no dicen una sola pa-labra ni se ocupan para nada del señor.

—¿Me espera alguien?

—Un joven hay en la antecámara . Desea saber sí V-E . puede darle alguna carta de recomendación para per -sona de influencia que pueda darle un modesto destino.

—Está bien—dijo él lanzándose de un salto fuera dela cama—tráeme toda la ropa que voy á salir inmediata-mente.

—¿Quiere V. E. que diga que busquen un coche delos de puesto inmediato?

—No.

—¿Come V. E. hoy en casa?

—No lo sé, creo que estoy invitado . . . .

NUEVOS RITOS-666

—Lo estaba V . E, en casa de la señora Duquesa.Pero la señora Duquesa ha enviado á decir esta mañanamuy temprano que le excusase V . E., pero que la comidahabía tenido que suspenderse por razones de familia.

—Bueno ; comeré en casa, pero tarde, porque tengoque asistir y firmar como testigo un contrato matrimonial.

—Ah! me olvidaba decir á V. E. Parece ser que á lospadres del novio les ha parecido mal que figurase comoprimer testigo en el contrato una persona extraña á lafamilia ; y el de la novia ruega á V. E. que no se moleste,que ya vendrá él á presentar á V . E. sus excusas.

—Bien, bien, arregla las maletas.

—¿Se marcha el señor?

—Sí; dame papel y aviso para escribir.

—¿Va á despedirse V . E. de sus numerosos amigos?

—Sí. No estaría bien que me marchase sin despedir-me .

(Se dispone á escribir, pero antes de empezar rompe lapluma, y arrugando el papel lo arroja al suelo).

¿Para qué?

¿Qué puede importarles?

LABRUYERE.

NUEVOS RITOS 61,7

Por qué se mató Silva.En lo más abrupto y altode un gran peñon de basaltodetuvo un águila el vuelo:miró hácia arriba, hácia arriba . . ..y, se quedó pensativa,al ver que el azul del cielosiempre alejándosele iba.Escrutó la enorme alturay con inmensa amargurasintió cansancio en las alas(en la glacial lejanía.el sol moría . . . . moríabajo sus sangrientas galasentre las pompas del día).Y del peñón por un tajomiró hácia abajo, hácia abajo . . ..con desconsuelo profundo;el ojo vivo y redondoclavó luego en lo más hondo . . ..y asco sintió por el mundo:

¡vió tanto cieno en el fondo!Si huía el azul del cielo,si hervía el fango en el suelo,¿cómo aplacar su tristeza?Ah . . . . fué tanta su aflicción,que en su desesperaciónse destrozó la cabezacontra el siniestro peñón!

JULIO FLOREZ.

NUEVOSRITOS - 698

Cinta azul

Con campanadas lentas como palabras de profeta an-ciano, en el reloj de la vecina iglesia acababan de sonarlas dos de la madrugada. Antonio, apesar de haberseretirado á su cuarto desde las nueve de la noche, aún nohabía podido dormir y al sonido grave y lento de la cam-pana del templo, se levantó del lecho, llevóse las manosfrías y temblorosas por el insomnio, á la cabeza, y se sen-tó en su antiguo sillón de terciopelo verde.

Entonces dió rienda suelta á los recuerdos que entropel á su cerebro venían en ese instante, y al pensar enque la luz de la próxima aurora lo encontraría ya casado,tembló como un niño enfermo y nervioso á quien se leasusta con gnomos y duendes.

Pronto, muy pronto, á las cuatro, antes de que la po-blación se despertara y los curiosos pudieran asomar porlas ventanas sus cabezas cubiertas aún con el gorro dedormir, la celebración de su matrimonio se iba á realizar;y el recuerdo de esto despertaba en él otro muy amargoy terrible que le alfilereaba el cerebro ; obligábalo á estre-mecerse como neurótico y lo mareaba encendiéndole lasangre. Esa evocación del Pasado, amarga y tenaz, lehabía impedido conciliar durante esa noche—larga comoaquella durante la cual fue concebido Hércules—el sueñoque tánto había él deseado y que aún persistía en alejarsede sus ojos, dejando que el recuerdo negro se agarrara ásu imaginación para obligarlo á pensar en épocas pasadas,llenas de dicha y regocijo, que ya no volverían jamás . . ..

¡Casarse! Si ; lo iba á hacer ; pero ¿por qué?

Ah! Este era el recuerdo que lo martirizaba, obli-gándolo á desear hasta no haber existido y aunque la re-

NUEVOS RITOS - 699

flexión hacíale comprender que él solo, por propia volun-tad, se había comprometido como hombre de honor y ca-ballero, á hacer de Luisa—la rubia encantadora de ojosazules como el cielo—su esposa, él persistía en el afán deencontrar una excusa satisfactoria para disculparse á símismo.

Cómo y en qué lugar había Antonio conocido á Mar-got?

El no lo recordaba ; pero la amó con pasión loca ydesesperante y ella correspondió á ése amor . Ambos jó-venes, con el alma repleta de ilusiones, de ansias justas yadorables, propensos al Amor, se abandonaron—sin estu-diarse mutuamente sus propios caracteres—á fomentar ydejar crecer una pasión ardiente y poderosa.

Margot era muy bella : tenía el cabello largo y casta-ño, y su tersa frente, bien formada, surcada á trechospor pequeñas venas violáceas, merecía ser acariciada porDioses ; los ojos pardos y expresivos, las mejillas rosadasé incitantes, los labios gruesos, repletos de sangre ardien-te, convidaban al Beso ; su cuerpo todo bien modelado,pero sobre ese conjunto admirable resaltaba una cosa queposeía Margot, un algo extraño que extasiaba por comple-to á Antonio y que sobre él ejercía tina sugestión podero-sa y un imperio absoluto : la voz.

La voz de Margot era la más sugestiva y más dulce-mente halagadora que se puede escuchar ; era dulce yharmoniosa como el trino de los bajoneros cuando, llenosde regocijo y esponjando sus sedosos plumajes, cantanen las montañas despidiendo al Sol que hunde su frentede oro tras la lejana sierra azul, velada apenas por lasbrumas cenicientas de la tarde.

Escuchando esa voz, Antonio se quedaba extasiado;su acento lo adormecía, lo obligaba á delirar, y muchasveces, ebrio de admiración y de cariño, llegó á desespe-rarse al pensar que no podría nunca poseer el tesoro ina-preciable que encerraba esa voz divina y arrulladora quetanto él adoraba.

Una noche paseaba Antonio con Margot por el jardín.Iban cogidos del brazo y ella se complacía en admirar elcielo, tachonado de estrellas que parecían lirios de oro, yla luna pálida, que con sus rayos de plata acariciábaleamorosa y castamente su frente angelical . El se entrete-nía en contemplar á Margot vestida con unabata desurahblanco que dejaba adivinar las redondeces y curvas de sucuerpo aspasiano ; en el pecho lucía ella un lazo de cintaazul .

NUEVOS RITOS 700

En él Antonio fijó amorosamente sus ojos y ella alnotar que lo miraba, le dijo:

— Te gusta mi lazo azul?—Sí, respondióle ;—¿no es verdad que me lo darás

como un recuerdo grato de esta noche feliz?—He prometido que guardaré esta cinta y no te la

daré jamás.—¿Lo has prometido? ¡Ti!? A quién"?

—A una amiga ; admirando ella su color azul supusoque tú la desearías y así me lo dijo ; yo entonces, por unvano capricho mujeril, le prometí negártela y estoy dis-puesta á cumplir mi palabra.

Antonio suplicó repetidas veces á Margot con insis-tencia, que le cediese el lazo, pero ella persistió en suempeño de no complacerlo, y entonces él, herido en suamor propio por tan tenaz é infundada negativa, se pro-metió firmemente que, para infundirle celos y hacerlasufrir, haríale creer á ella y á la sociedad que estaba, ena-morado de Luisa.

Hízolo así y sin saber cómo se encontró preso moral-mente por la que había escogido como instrumento de suvenganza y adorando á Margot con toda su alma, por nohumillarse ante ella, apesar de lo mucho que la amaba,celebró compromiso de esponsales con la otra.

Y la hora en que debía cumplir Antonio su palabrase acercaba ; en el sofá, allí junto al lugar en que él sufríaun remordimiento amargo y cruel, estaban su casaca y suclac, ya dispuestos para la ceremonia.

Se levantó para ponérselos y cuando hubo terminadoexclamó:

—Hoy hace un año que Margot no quiso darme sucinta azul . . ¡Qué horrible coincidencia! . . ..

La iglesia no estaba del todo iluminada . Sólo las lu-ces del altar en que se celebró el casamiento, rompíandébilmente la oscuridad del, templo.

Antonio supo dominar la emoción que lo embargabay, sin temblar, con paso firme, después de terminada laceremonia, le dió el brazo á Luisa que era ya su esposa yse encaminó hacia la puerta por donde pocos momentosantes había entrado en compañía de los invitados.

Al salir, recostada contra uno de los pilares de laiglesia, una mujer pálida, con los ojos brillantes, todavestida de negro, cubierta con una manta oscura, le metióentre la mano á Antonio, sin que nadie lo advirtiera, unacinta azul

Era Margot . . . .

ALEJANDRO DUTARY .

NUEVOS RITOS-701

La Conciencia

¡LA CONCIENCIA! ¡oh, la conciencia! Está uno en sucuarto, encerrado á solas, haciendo solitarios, y como estos nole salen se le ocurre hacer una trampa, sacar aquel siete de es-padas y colocarlo sobre la sota de oro, que así se arregla todo;pero antes de cometer la trampa mira á los lados ,y atrás porsi le ve alguien . Es la conciencia, es la. conciencia con suterrible torcedor . ¿No recordáis aquellas profundas y trascen-dentales meditaciones sobre la naturaleza del pecado de los úl-timos capítulos del libro II de las Confesiones de San Agustín, a

quellas reflexiones que le sugirió el hecho horrendo de haberrobado, teniendo diez ,y seis años, en compañía de unos amigos,las peras de una huerta vecina y haber luego echádoselas á,los puercos?. ¡Que trascendentales consideraciones se le ocu-rrieron al gran africano á cuenta de aquel robo, y cómo lo llevóá cabo, más que por amor á las peras por amor al robo mismo!Cometió el jóven Aurelio Agustín el robo por imitar, en ciertomodo, aunque viciosa y perversamente, á Dios . Así nos lo di-ce él mismo. Agradóle hacerlo contra la ley, por astucia, yaque no pudo por la fuerza--saltem fallatia, quia potestatu non po-teram para imitar, así la libertad siendo esclavo, haciendo lo ilí-cito impunemente "en tenebrosa semejanza de omnipotencia"—tenebrosa omnipotencia similitudine .- Ved qué profunda doctri-na del pecado surgió del rabo de unas peras que un mozalbetellevó á termino á los diez ,y seis años de edad. Cierto que esemozalbete era San Agustín, el gran africano . Y los santoscuando roban –antes de ser santos, por supuesto—lo hacenpo r amor á la libertad ,y por imitará la divina omnipotencia.

MIGUEL DE UNAMUNO.

NUEVOS RITOS 109

De cómo me vendieron en Newark

Muy pocas veces resulta agradable hablar de sí mismo, peroveces nos sirve de alivio una confesión . Deseo descargar mimente ahora, y sin embargo me asalta la idea de que lo hagomás por atraer censura sobre otro hombre, que por mi deseode derramar un bálsamo sobre mi herido corazón . (Yo no sélo que es bálsamo, no lo he visto nunca, pero creo que esa es laexpresión apropiada para el caso éste)

Ustedes recordarán que hace poco di una conferencia enNewark, para los jovenes de la Sociedad Pues, si, se-ñores, así fue. Aquella misma tarde, pocas horas anuos delacto, habló conmigo uno de los jóvenes de la Sociedad, ,y me di .jo que tenía un tío que por una y otra causa parecía insensible,alelado, completamente incapaz de experimentar ninguna emo-ción . Y con lágrimas en los ojos exclamaba dicho joven : " ¡Oh,si fuera posible hacerlo reír una vez! ¡Oh, si lograra siquierahacerlo llorar! Yo estaba conmovido . La desgraciaajena me afecta profundamente.

Y le dije : "Tráigalo esta noche á la conferencia . Yo trataré de conseguir en su obsequio lo que Ud . desea"

—¡Oh, si ello fuera posible, si Ud . llegara á conmoverle, to-da mi familia le bendiciría por siempre, porque él es tan que-rido por todos nosotros! ¡Oh benefactor mío! ¿Podrá Ud.hacerlo reír? ¿Podrá hacer brotar lágrimas consoladoras deaquellos ojos inmóviles?

—Hijo mío, -le dije lleno de emoción- tráigame al viejo.Tengo sembradas mis conferencias de anécdotas tan chistosasque tendrá que reirse, si es capaz de ello ; si esos chistes nodieran en el blanco, tengo otros que darán infaliblcmente : loharán reír, ó lo matarán, una cosa ú otra.

Entonces el joven me bendijo y me abrazó llorando y fuéá buscar á su tío . Lo colocó en sitio visible en la segundafila de espectadores, y comencé mi conferencia dirigiéndome áél. Ensayé primeramente bromas ligeras, después algunas

NUEVOS RITOS 703

más fuertes ; le eché una dosis de malos chistes ,y otra de bue-nos. Le disparé chanzas ya antiguas y le dediqué algunas calientes ; tomé mi obra con calor y le di asaltos por la derecha,por la izquierda, por delante y por detrás : apreté, sudé, cargué,grité hasta que me sentí ronco ,y enfermo, desesperado y furioso;pero no conseguí conmoverlo, no pude obtener ni una sonrisasuya ni una lágrima . ¡Ni la sombra de una sonrisa ni la menorsospecha de humedad! Yo estaba asombrado . Al fin termi-né crin un grito –con una' salvaje . explosión de buen humor, ,y

Iancé una broma de sobrenatural atrocidad dedicada á él . . ..

Después me sentó estupefacto, jadeante y agotado.

El Presidente de la Sociedad se me acercó y batió mifrente con agua fría, diciendo :--"¿Qué le pasó á Ud ., que ter-minó de esa manera?"

Le contesté : "Es que trataba de hacer reir á aquel vie-jo endemoniado y estúpido de la segunda fila"

Y el Pres idente me dijo : "Estaba Ud. perdiendolastimosamente su tiempo, porque ese señor es sordomudo, y másciego que un topo " .

--i Buen modo de portarse el sobrino de, ese tío con estepobre forastero huerfano! Pero dígame, hablando acácomo dos buenos hermanos – cree Ud, que él me haya hechoeso así, de mala intención?

MARKTWAIN.

NUEVOSRITOS 704

El señor Nichtverstehen

Con rico cargamento do vinos generosos, higos, pasas, almentiras ,y limones, en la estación de la vendeja llegó á Ham-burgo, procedente de Málaga, una goleta mercante española.El patrón, el piloto y el contramaestre sabían muy bien suoficio ó dígase el arte de navegar, pero de todas las demás cosas,menester es confesarlo, sabían poco ó nada : tenían muy gordala letra como vulgarmente suele decirse . Por dicha, remediabaeste mal y aun le trocaba en bien un malagueño muy listo queiba á bordo como secretario del patrón, y que. apenas habíaciencia ni arte que no supiese 6 en la que no entendiese, escri-biese y hablase con corrección ,y soltura.

Había en el puerto gran multitud de buques de toda clasesy tamaños, resplandeciendo entre ellos, llamando la atención ,yhasta excitando la admiración y la envidia de los españoles, unenorme y hermosísimo navío, construido con tal perfección,lujo ,y elegancia que era una maravilla.

Los españoles naturalmente tuvieron la curiosidad de saberquién era el dueño del navío, ,y encargaron al secretario que,sirviendo de intérprete, se lo preguntase á algunos alemanesque habían venido á bordo.

Lo preguntó el secretario, y dijo luego á sus paisanos ,ycamaradas:

— El buque es propiedad de un poderoso comérciente ,ynaviero de esta ciudad en que estamos, el cual se llama "el se-ñor Nichtverstehen"

—iCuán feliz y cuán acaudalado ha de ser esecaballero!-dijo el patrón envidiándole. Saltaron luego á tierra y se dieroná pasear por las calles, contemplando y celebrado la grandeza yel esplendor de los edificios.

A través de una reja preciosa de bronce dorado y es el centro de un parque heno de corpulentos y fr ondosos arboles ycubierto el suelo de verde césped y de lindas flores, vieron unode los más suntuosos palacios que habían visto en su vida .

NUEVOS RITOS-705

Encomendaron al secretario que preguntase quién era elamo del palacio que en él vivía.

El secretario se dirigió á un transeunte, le preguntó ,yy volvió á sus amigos diciéndoles:

-Quien habita en ese palacio y lo posee es el mismo comer-ciante y naviero, dueño del buque : el señor Nichtverstehen.

Siguieron recorriendo las calles, muy distraídos en verpasar muchedumbre de pueblo, gran número de gente bienvestida, á pie, á caballo y en coche, y no pocas gallardas muje-res, que les cautivaban la atención ,y aun los corazones . Una,sobre todo, los dejó embelesados, porque era un prodigio dehermosura, joven ,y rubia, tan y majestuosa como una empera-triz. Iba sentada en reluciente landó abierto, del cual tirabandos briosos caballos de la más pura sangre inglesa.

Deslumbrados ante la pomposa aparición de aquella mujer;que les pareció más divina que humana, ansiaron saber quiénera. Fue el secretario á preguntarle y volvió diciendo:

-Es la mujer del comerciante ,y naviero, dueño del buquey del palacio: es la señora de Nichtverstehen.

Aunque los españoles somos por lo común poco envidiososy hasta magnánimos, no se, hit de negar que, en esta ocasión yharto fundado motivo había. para ello, el piloto y los demás dela goleta se morían de envidia.

A fin de consolarse de no ser tan venturosos como el señorNichtverstehen, tomaron dos cochecitos de punto y se fueroná pasear por los floridos alrededores de Hamburgo.

Durante esto paseo en coche, crecieron la admiración y laenvidia de todos . Y la cosa no era para menos- Vieron unamagnífica fábrica de tejidos . Preguntaron quién era el fabri-cante capitalista, y supieron por el mismo conducto y medioque era el señor Nichtverstehen . Admiraron después unasuntuosa quinta circundada de bosques y jardines, con colosa-les invernáculos, donde habla palmas gigantescas, helechos ar-borescentes, naranjos, limoneros, higueras de la India, orquí-deas y mil otras plantas de los climas cálidos, y donde brama-ban, gruñían y cantaban, en grandes jaulas, multitud de fierasy de aves . Con asombro su pieron que aquel regio y campestreretiro era también propiedad del señor Nichtverstehen.

-Debe ser un potentado- exclamaba el piloto.

-Lo que posee valdrá muchos millones de florines- añadíael patrón.

-¡Quién fuera como el señor Nichtverstehen!- decían losdemás, en coro.

Haciendo estas exclamaciones volvieron á entrar en la ciu-dad, se apearon ,y prosiguieron a pie su paseo formando gru-pos .

De pronto se llenó la calle de gente.

-Qué será- decían .

NUEVOS RITOS 706

Era un entierro de mucho lujo.

El secretario según tenía ya de costumbre, se dirigió áUna persona de las que vió más cerca para enterarse y sabor áquien llevaban á enterrar.

Luego que se enteró, el secretario volvió á sus compañe-ros, y como era docto ,y sentencioso y no sólo sabía alemán sino también latín, les dijo con mucha gravedad.

—,Sic, transit gloria mundi— . No hay que envidiar laopulencia, los deleites yel regalo. De nada le han. valido todos susmillones al señor Nichtverstehen . Era tan mortal como el másmiserable pordiosero . Ahí lo tenéis encerrado en ese féretro ,ydentro de poco estará en el sepulcro y será pasto de gusanos.

Luego se enteraron con sorpresa de que la palabra que elsecretario tomaba por nombre propio, quería decir que " no leentendían"

JUAN VALERA.

NUEVOS RITOS 707

Samuel DíazSicut umbra velut navis ut flos.

Sobre el hogar de la honorable y distinguida fami-lia Díaz, la muerte como viento impetuoso ha arrasado enflor risueñas esperanzas . Samuel, joven correcto y afa-ble, para quien todos guardaban una sonrisa de simpa-tía, el hijo dilecto que representaba todo un caudal de e-nergías agotadas por su solícito padre para hacerlo bue-no, para hacerlo útil á su Patria y á la sociedad, cayó deimproviso, lejos de -los suyos, en brazos de amigos quecoi-no heraldos del dolor, tuvieron la pena honda, indes-criptible, de devolver al hogar al amigo de la tourné, cu-ya vida, que se escapaba en acelerada fuga, sólo pudie-ron contener breves horas los cuidados médicos y lafuerza invisible del amor de sus padres y hermanos,

Pocas veces se ha visto en esta ciudad una mani-festación de duelo más general y espontánea. Los ami-gos todos se disputaban el privilegio de llevar enhombros la caja mortuoria y las numerosas coronas, hermososímbolo del recuerdo, atestiguaban cuánta era la simpa-tía de que gozaba en esta sociedad el noble y buen amigo.

La dirección de "Nuevos Ritos " se asocia al duelode la familia Díaz.

Descanse en paz .

NUEVOS RITOS -708

GIL F. SANCHEZ. Cónsul General de Panamá en Guayaquil (Ecuador)

NUEVOS RITOS 709

Gil F. SánchezEntre los jóvenes panameños que en la época actual

ocupan puesto distinguido en las lides del trabajo y delpensamiento, Gil F . Sánchez, es, sin duda uno de los másmeritorios.

Y no es nuestra aserción hija de un concepto erróneoó de una parcialidad inconducente de que estamos muydistantes . Enemigos como somos del tributo de alaban-zas inmerecidas que sólo sirven para desvirtuar los he-chos y los hombres, hemos gustado siempre de darle ácada uno lo que justamente le corresponde y de reconocerel verdadero mérito dondequiera que se encuentre.

Haber nacido sin bienes ele fortuna y en la lucha porla vida vencer con la tenacidad de la constancia y con lavirtud del, deber todos los obstáculos que dificultan elpaso hacia adelante; llegar por la consagración al estudioy por la laboriosidad en el trabajo hasta una altura pro-minente en nuestra vida, republicana (1) son cualidadesque elevan al hombre por encima del nivel común y lo ha-cen un ser útil á la sociedad . Estas grandes cualidades,secundadas por la energía de la voluntad y por la altezade miras, han sido las fuerzas propulsoras del carácterde Sánchez, cuya vida activa, de limpios antecedentes, haostentado siempre por divisa este lema dignificados : elpropio esfuerzo.

Tal es, á grades rasgos, la personalidad de nuestroCónsul General en Guayaquil (Ecuador).

(1) Fue Diputado por la Provincia de Panamá á la Convención Nacio-nal Constituyente, en 1904.

NUEVOS RITOS-710

En el Misterio - - -Cuando el tren se desprende, y poco á poco

va desatando su brutal carrera;y casas, luces, árboles, pradera,se ven pagar vertiginosamentecual si el paisaje se volviese loco;cuando vemos en torno gente hurañacon ojos que nos ven casi hostilmentey labios que hablan Una lengua extraña;cuando al ver adelante sólo hallamosel horizonte negro é inquietante,y tememos seguir hacia adelanteporque nada nos llama á donde vamos,y ni una voz amable nos consuela,y ni una mano estrecha nuestra mano,el espíritu, entonces, se rebelaá seguir por ignotos derroteros,,v entreabriendo sus blandas alas, vuelaá revivir sus horas de fortuna,á soñar por los plácidos senderosen donde amó, arrullado por la Lunaó á la trémula luz de los luceros

Llegué cansado, me tendí en el lechoy me puse á soñar . . ; .Me parecíatener ya tanto llanto dentro el pechoque en llanto se iba á ahogar el alma mía.

Lo que soñé despierto no se atreveá medirlo con tiempo el pensamiento:mi alma iría diez vidas tras la levepluma de una ilusión que lleva el viento.

Sentí frío en el cuerpo ; una fragancia:llenó el ambiente y un rumor de plumas,y vi á mi alma en medio de la estanciabajo sus alas hechas con espumas .

NUEVOS RITOS 711

Vino andando hacia mí tan quedamenteque volar en los aires parecía,y me miró, y creyendo que dormíadiscretamente me besó en la frente.

Luego en su andar, que parecía un vuelo,se deslizó, y en la penumbra incierta,por la ventana, al infinito abierta,salió mi alma y se perdió en el cielo.

Qué infinito dolor! Ninguno existe

tan hondo como aquél Y yo creíaune ni¡ pobre alma ya no volveríanunca á soñar bajo mi carne triste.

La pena de mis carnes afligidasno podría medirse ni contarse:puede vivir mi carne hasta diez vidasbajo un mismo dolor sin inmutarse.

Blanca de dicha, oliendo á Primaverami alma entró con otra . . . .En su hermosuramostraba tan idéntica blancuraque una reflejo de otra se dijera.

Tal placidez en el mirar tenía,se cobijaba en tan cristiana calma,que esa alma tan, idéntica á la míano pudo ser otra alma que tu alma.

Y vinieron á mí sobre la alfombrajuntas, tan juntas cual si fueran una,y las dos parecían en la sombrados lirios plateados por la Luna.

Y ya no pudo más, y de repenteabrí los ojos, y á la luz inciertavi á tu alma huír por la ventana abiertay mi alma vino y se posó en mi frente.

RICARDO MIRÓ.

Marsella (Francia)

NUEVOS RITOS - 712

Leyendo á F. García CalderónEn la Sociedad de Geografía de Río de Janeirodijo—hace

poco—un distinguido diplomático, que en la ignorancia recípro-ca que tenemos los pueblos latino—americanos sobre la tradi-ción, civilización actual, educación, instituciones sociales .y económicas, manifestaciones de arte, costumbres y hasta depreocupaciones nacionales, nos parecíamos mucho á aquellaspersonas que en los boardings de los Estados Unidos suelenvivir arios lado á lado sin llegar siquiera á saludarse ni á saber

de los nombres.

Es de lamentar que tales palabras sean la expresión fielde la realidad . Vivimos sin conocernos ni tratarnos ,y cuandomás escuchamos de las naciones vecinas y hermanas sonlas voces apasionadas de sus periódicos de combate, en vez delos libros y revistas que anuncien y propaguen el ímpetu mental de cada pueblo, en sus variadas direcciones, sean artísticas.científicas ó sociales . Constantemente se viene repitiendo lanecesidad del acercamiento intelectual . Los hombres pensa-dores de las diversas naciones de América piden el contacto deideas, la comunidad de afecciones. Y sin embargo, acotamosel mal sin procurar el antídoto, proclamamos la teoría sin

acudir con rapidez á los hechos' Por fin el IV Congreso Científico Panamericano reunido en Santiago de Chile en 1908, hapropuesto ya que los Gobiernos de América fomenten la publi-cación de bibliotecas económicas de autores nacionales paraestimular así el intercambio de ideas entre los dive r sos paisesdel Continente americano. Y ese desconocimiento mutuo queocurre en, el orden de las ideas se presenta también respectodel progreso material y de los recursos financier os de cadapueblo. Así lp ha escrito últimamente una brillante y cultapluma—John Barret—desde la elevada tribuna de laOficinaInternacional de las Repúblicas Americanas.

De ahí que toda antología ó siquiera todo juicio que sedesee formar sobre ciertas individualidades jóvenes de

América, sea deficiente, superficial, incompleto. Nadie entrenoso-tros ha leído—por ejemplo—una obra del brasilero Taunay, ápesar de ser un escritor, según es fama, fluido, sentimental,de esquisita cultura artística, juzgado por algunos á la alturade Isaacs . De Elysio de Carvalho conocemos su estudio

crítico sobre la labor literaria de Rubén Darío, y de la vigorosajuventud del territorio indo-lusitano, apenas tenemos las noti-

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cias que en rápidas revistas dió á NUEVOS RITOS el doctorBelisario Porras.

Quizá sería mucho, decir lo mismo de los paísesindo-españoles . Pero es lo cierto que en todos ellos hay una ;juventudde fuerte actividad mental, compleja en sus aspiraciones ,y tendencias . Novelas imaginativas, estudios filológicos ó jurídicos,novelas de análisis, crítica artística ,y social, viajes, esbozos dehistoria, poesía sentimental ,y excelsa, todo se escribe hoy dePatagonia á Texas con empuje investigador é inquieto.

De ello sirve de ejemplo la generación última del Perú,posterior á Clemente Palma, Chocano y los hermanos Barre-tos, á la cual pertenecen Luis Fernán Cisneros, Raimundo Mmrales de la Torre, José Gálvez, Riva Agüero, Manuel Beingolea,y los hermanos Ventura y Francisco García Calderón, escritorios brillantísimos que se han impuesto á la consideración dela América pensadora, unos desde su primera aparición yotros con la, revista ó con el libro, con savia nueva, opuestosrumbos y nuevo sentir de la vida.

Y como la lectura del reciente libro de uno de esos jóve -nes—Francisco García Calderón.—nos ha sugerido este artícu-lo, es justo ya que á 61 nos refiramos.

En Profesores de Idealismo se ha propuesto García Calde-rón darnos cuenta del movimiento sociológico actual y de lastendencias filosóficas de la Europa contemporánea . Criterioilustrado, poder imaginativo, dicción concisa, exquisitas facul-tades perceptivas, predominan en lo que llamaríamos—si fue-re permitido—siluetas espirituales de los grandes pensadoresmodernos que García nos describe.

En todo el libro se siente la atracción avasalladora de lamoderna filosofía francesa y cierta supremacía ó—diremosmejor—devoción beatífica hacia la filosofía de la contingenciaproclamada por Boutroux . Resultado de una ordenada y se-ria educación intelectiva es la vasta cultura del autor de Profe-sores de Idealismo. Materias tan opuestas y diversas son trata-das con la misma gallardía, la misma severidad autoritaria, lamisma precisión de lenguaje, bien se trate de Antonio Fogazza-ro, el católico senador italiano que en Il Santo pide—á pesardel Indice—que el catolicismo evolucione hacia nuevas orienta-ciones; ya de Berthelot, que en su vida de ciencia demostró , lainfluencia que desempeña el ázoe en la fisiología vegetal y ana-lizó la acción del radium sobre las piedras preciosas ; ora de lamelancólica misantropía del filólogo Cuervo y su vida abruma-dora y asfixiante entre la vejez de los papeles y el insensibleroer de las polillas ; ó ya con espíritu analítico y soberbio

rela-te el ideal psíquico de Bergson.

Porque García Calderón en sus viajes por Europa seaparta de la descripción rutinaria ,y se abstiene de hablarnos delos atavíos del arte jónico, ó de la suntuosa estación de Orleans,

ó del Puente de las Artes, 6 de las aspas escuetas del históri-co molino de Mantmartre. Sus viajes son de estudio psicoló-gico, de observación idealista, de filosófico recogimiento . Me-dita en la vuelta al catolicismo de Verlaine, en los momentáneosextravíos de Brunetiérre y de Huysmans, y analiza—á la

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vez—la influencia que ejercen los dramas pasionales ,y tendenciosos de Bernstein en la alta burguesía francesa.

Labor semejante hizo Rubén Darlo en Los Raros Peroel autor de Peregrinaciones y Tierras solares trilló distinto rum-bo y su empeño se limitó á dar á conocer en América el movi-miento que en Francia llevaba el simbolismo . Darío buscó labelleza ideal, el sueño emotivo, "amor de todas las cosas,atracción, beso, imán, simpatía, rima, ritmo," como dice él mis-mo hablando de Richepin . Darío sintió honda melancolía.

ante los inhumanos sufrimientos.y la tristeza angustiosa del su-blime cliente del hospital de Broussais y su espíritu palpitabacon las nerviosas y odoríferas estrofas de Jean Moreas.

Perseguía la divulgación en Hispano-América de unaescuela literaria que reaccionaba contra el naturalismo y elparnacianismo ,y no se detuvo á dar una ojeada á los grandesproblemas sociales que agitaban el mundo.

García Calderón es un espíritu preparado para los di-versos estudios sociales, Múltiple, . complejo, enInglaterrahabría combatido á Mr. Balfour ,y á Mr. Lansdowne, defen-diendo con Mr. Lloyd-George el indisciplinado proyecto denacionalización de la tierra.

Y un joven que posee tales cualidades apenas si su nombre es conocido de tres ó cuatro en este país. Inútil seríabuscar en nuestras librerías algunas de sus obras . Y ego queDe, Litteris fue presentado al público cuando pasó por el crisolcrítico de Rodó y que El Perú contemporáneo-escrito en fran-cés—fue premiado por la Academia Francesa . A Lescourantsphilosophiques dans l' Amerique Latine ,y á Menéndez Pidal y lacultura española, desconocemos también.

Exótico tenía que ser Hombres é ideas de nuestro tiempo,que encontramos —hace un año —en la casa de Benedetti Hermanos. Y hoy, para proporcionarnos a Profesores de, Idealis-mo, nos ha servido la generosidad del autor para con NUEVOSRITOS y la gentil galantería de la dirección de esta revista.

Réstanos, para concluír, decir que García Calderón es-cribe sin adornos, sin pompas retóricas, sin flonflones litera-rios. En su estilo se notan muchas ideas de cepa francesa,pero su lenguaje es de puro sabor castellano, atractivo,

límpido, conciso, como el de aquel hidalgo de la Torre de Provedañode que nos habla Pereda.

Y si—como dice todo el mundo—la civilización de unpueblo se aprecia por la calidad y cantidad de sus fuerzas intelectuales, el Perú, que cuenta hoy con un núcleo de hombresnuevos de la talla de Francisco García Calderón, nos prepara—sin duda — grandes sorpresas en lo económico, en lo político ,y en lo social .

HÉCTOR CONTÉ B.1910

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ClavelesBuscando la prueba fiel

de su estirpe esclarecida,y á su escudo otro cuartel,yo he encontrado la partidade bautismo del clavel.

Y sé, pues tuve en mi manotestimonio que no yerray que descubre el arcano,que el clavel nació en mi tierra,que el clavel es sevillano.

No me causó maravilla,pues aun de cosas mejoresse encuentra allí la semilla.Para abolengo de floresno hay pueblo como Sevilla.

Allí nacieron al par,con naranjos por doseles,nardo, rosa, lirio, azahar,y allí tienen su solarlos opulentos claveles.

¿Cual es su genealogía?No hay otra más breve y llana.Prendóse el astro del díade esa tierra soberanaque se llama Andalucía;

de Sevilla en el vergelperdieron los dosel seso,y ella frágil, galán él,dió el Sol á la Tierra un beso . . ..y á poco nació el clavel,

Y ya nació dando guerravistoso, alegre, español,diciendo el fuego que encierraque fué su padre aquel Soly su madre aquella Tierra.

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De Sevilla la sultanason, pues, los claveles bellos;por eso la sevillanano puede vivir sin ellos . . ..¡Les tiene afecto de hermana!

Sin que ellos la barandillacubran con rojos caireles,¿quién vió balcón en Sevilla?¿Se conciben sin claveleslas. blondas de la mantilla?

¿Qué sedosa cabellerase ve que los escatime,ni qué garganta hechicera,cuando se alza y se deprime,no mueve un clavel siquiera?

¿Qué femenil hermosuraque jura amor á un doncelclaveles no se procura,si hasta el labio que amor juraparece en ella clavel?

Claveles y sevillanasjuntan siempre sus hechizos;llévanlos mozas y ancianas;lo mismo prenden en rizosque se ocultan entre canas;

son corona en la cabeza,sobre el busto tentadorllama que á encenderse empieza,y en todas partes belleza,gracia, fuego, vida . . . . ¡amor!

Podrá no' haber oropelesni acaso pan que comer,pero, como amigos fieles,donde viva una mujerhabrá tiestos con claveles.

Ella los riega y los críapensando que sus cabellosadornarán algún día,y no hay casa en que estén ellossin un rayo de alegría.

J. A. CAVESTEANY

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PáginasDel libro autógrafo de doña Mercedes

Recuero de Lasso de la Vega.

De las tres etapas evolutivas de la mujer, la de madre es,sin duda, excelsa, porque ella encierra el cúmulo de los afec-tos ciertos, indisolubles y eternos . Ensueños de juventud. ,ycuidados de compañera, todo se eclipsa ante la ternura mater-nal . Y es natural que así suceda ; para ser madre ha sidopreciso recorrer gran parte del camino de la vida, perseguirquimeras, desbrozar zarzales, sufrir con resignación ,y sinprotesta ,y saborear sin reproche la onda amarga y cruel de las

tempestades del corazón . De ahí que las madres deseen esté-rilmente para sus hijos lo que en nuestras fantasías de siem-pre llamamos felicidad ,y que en afecto puro sea la recompensaque les den "por haberlos traído al mundo" .

HÉCTOR CONTEB.

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Gil Ponce J.

El día 30 de Octubre último falleció en esta ciudad, á laedad de 60 años, el señor doctor Gil Ponce J.

'La muerte de este distinguido ciudadano deja una pro-funda huella de dolor en la sociedad panameña y le causa á laRepública una pérdida irreparable.

El doctor Ponce ocupó puesto prominente en nuestraslides políticas, en las cuales se mezcló no por conveniencia ni porinterés personal, sino impulsado por el deseo de servirle á supartido y de ver realizadas sus aspiraciones.

En esta capital, que fué por espacio de muchos años el lu-gar de su residencia, se recordará siempre el mérito de su laboren el Foro, ya como juez, ya como abogado.

Fué tarde, si se quiere, cuando nosotros lo conocimos, pe-ro no por esto dejamos de apreciar en todo su valor las cualida-des sobresalientes que lo distinguían como administrador dejusticia . Mucha competencia, absoluta probidad, criterio recto,ánimo sereno,–libre de prejuicios y extraño á toda clase de in-fluencias,–he ahí el conjunto hermoso y envidiable que constituíala personalidad del doctor Ponce en su condición de Magistrado.

Y cuanto se diga de él en este carácter puede afirmarsetambién con respecto a las demás fases de su vida, así privadacomo pública, pues el doctor Ponce era de esos hombres rarosque se forman un solo concepto del bien, de la justicia y de lamoral .

Por eso lo vimos marchar siempre en línea recta, caminodel ideal acariciado, que era el cumplimiento de sus deberes y eltriunfo de la verdad.

El doctor Ponce fué para con su familia un padre solícitolleno de ternura y de cariño.

Con sus amigos fué sincero, leal y bondadoso.

Al deplorar su muerte, ofrecemos á su memoria este pe-queño homenaje de respeto y les presentamos á sus deudos laexpresión de nuestra más viva condolencia.

Panamá, Noviembre de 1910 .

EDUARDO CHIARI

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¿Colón, judío español?La Historia, que aún hay quienes consideran como inmu -

table y casi infalible en sus hechos y juicios, prueba á cada pa-so que ella, como cuanto del hombre procede ó á él hacerelación, está en perpetuo proceso de mudanza y cambio. La crítica,y la investigación modernas van destruyendo mitos—como elde Homero, sin contar los otros—poniendo en claro exagera-ciones—como, en época más reciente, la de la crueldad de donPedro de . Castilla, por ejemplo—rectificando errores de tiem-po ,y espacio, que quizás á su vez podrán ser rectificados ma-ñana. Una de estas rectificaciones, ,y no de las menos curio-sas é imprevistas ha sido hecha recientemente, á propósitodel origen y lugar de nacimiento de Cristóbal Colón, personajeespecialmente interesante para nosotros, pues si su hazañaportentosa tan enorme trascendencia había de tener paralos dos mundos, la tuvo de un modo señalado para el nues-tro .

Era cosa admitida y creída generalmente,—hasta estosúltimos tiempos, que el descubridor de nuestra América eragenovés El mismo, en vida, se dió por tal, y parecía no ha-ber motivo para dudar de la certidumbre de aquella afirmación,—por más que su propio hijo Fernando, que fué también,como es sabido, su primer biógrafo, confiesa que la verdaderapatria de su padre es un punto oscuro.

El Sr. Riamundo Perrud había observado, posteriormente,—observación que es, en efecto, digna de provocarcomentarios ,y propia para engendrar dudas—que ni un solo do-cumento escrito por Colón, fué escrito en italiano, y que "notan sólo sus obras, sino sus papeles íntimos, sus notas mar-ginales y hasta su carta á la República de Génova ,y su correspondencia con el Embajador genovés, su amigo, están redac-tados sin excepción en español ó en latín ."

Tales dudas había creado este hecho, que algunos his-toriadores ,y eruditos, de veinte años acá, venían ya negandoal gran descubridor la cualidad de genovés. Según ellos, si

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Colón se había atribuído aquella nacionalidad, fué para bene-ficiarse, al comienzo de su carrera, del prestigio, que en aque-lla época iba anejo al rolo título de ciudadano de una ciudadfamosa tal como Génova, donde precisamente vivían por entonces, según parece, dos marinos que habían dado lustre alnombre de Colombo.

Pero ¿no tendrían en realidad, Colón y su hermano Bar-tolomé, razones más imperiosas para ocultar, hasta á sushijos mismos, su verdadero origen?

Y he aquí que un erudito español, el Sr . Celse Garcíade la Riega, parece haber encontrado esas razones . Segúnél, Cristóbal Colón (no Christoforo Colombo) no era en modo al-guno genovés, sino español, natural de la región gallega y deorigen judío, por lo menos del lado materno . Y en aquellostiempos, en pleno siglo XV, tiempos de catolicismo fanático, enque la raza judía estaba expuesta de continuo á toda suerte deatropellos é injusticias, se comprende que tuviese el grandeAlmirante interés en ocultar aquel origen.

En la revista fa España Moderna el Sr . Fernando de An-tón acaba do exponer la interesante cuestión y presenta laspruebas aportadas por el Sr . García de la Riega. En primerlugar, la verdadera ortografía del apellido, del descubridor eraColón (española), y no Colombo (italiana). Por otra parte, elsegundo apellido del Almirante era Fonterosa . Y el señor Gar-cía de la Riega ha encontrado, en Pontevedra, toda una seriede actas notariales, piezas de proceso y otros documentos ofi-ciales, qua datan de 1,428 á 1528, y donde intervienen Cristó-bal Colón, Domingo Colón, Bartolomé, Juan y Blanca: Colón, es de-cir, personas que llevaban, no sólo el apellido, si no tambiénlos nombres propios del navegante y de sus más próximosparientes. Y en esos mismos documentos, figuran tambiénotros individuos de apellido Fonterosa, Tales Fonterosas,según parece, eran judíos, ó, por lo menos, descendientes de

judíos,—chuestas, como se dice en las Baleares,-según lo in-dican todos los nombres propios de aquellos: Jacobo, Benja-mín, Susana Y, otro hecho digno de nota : la madre mis-ma de Cristóbal Colón se llamaba Susana Fonterosa.

Por otra parte, en 1489, en unos grandes autos defecelebrados en Tarragona, figuran entre los condenados unAndrés Colón, su mujer y su suegra, como convictos del cri-men de haber observado los ritos, ceremonias y fiestas de losjudíos. Y surge la duda de si, también del lado paterno, comoel materno, Colón procedía de una familia hebrea.

Los señores García de la Riega y Antón ; refuerzan sustesis con consideraciones interesantes : según ellos, el estilode Colón era un modelo acabado del estilo de la literatura hebraica. Además, él mismo escribió un, libro que tituló " Ellibro de las profecías . " Y los más antiguos retratos del grandescubridor, así como las descripciones que quedan, hechaspor contemporáneos de aquél, acusan claramente un tipo se.mítico .

Me he limitado á recoger y reproducir los argumentosaducidos en peo de la tesis de la procedencia española ,y he—

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brea de Colón. Los argumentos parecen poderosos. Y siColón era hebro de origen, qué extraño y profundo significado,en efecto, qué sangrienta ironía acaso, tomarían las primeraslíneas de su diario de á bordo, donde dirigiéndose á los Reyes Ca

tólicos, hace constar que, en aquel mismo mes de Enero, en queSus Majestades acababan de expulsar á todos los judíos desu Reino ,y territorio, le daban á él, Colón, la misión de era-prender " una expedición á las Indias . . . ."

LUIS RODRIGUEZ-EMBIL.

Amberes, 1910 .

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NOTAS

Ha sido operado felizmente en el Hospital del Cerro nues-tro buen amigo Dn. Juan J . Amado.

Hacemos votos por su restablecimiento.

Enviamos nuestra sincera expresión de condolencia á DonErnesto Fábrega por la muerte de su señora esposa Doña LauraL. de Fábrega.

El Dr. Belisario Porras nos ha prometido formalmenteenviarnos próximamente algunos . capítulos de un libro que tieneen preparación sobre asuntos argentinos.

De plácemes deben estar nuestros lectores pues sin dudaalguna serán muy interesantes.

Para el próximo número tenemos en cartera un buen ar-tículo de nuestro distinguido colaborador Don Juan A. Henrí-quez. Versa sobre los trabajos del Canal Interoceánico é irá a-compañado de varias vistas de ese colosal trabajo.

Nuestro compatriota el doctor José de la Cruz Herrera es-tá al llegar á esta capital procedente de Londres.

Le deseamos todo género. de felicidades en los patrios la-res .

Don Próspero Calderón, el conocido Director de PáginasIlustradas ha instalado en esta ciudad un magnífico taller de f oto-grabado donde ejerce con perfección todos los trabajos que sele confíen en este ramo.

Esperamos que el amigo Calderón tenga prosperidad ensu empresa ya que entre nosotros comienza á despertarse cier-to interés por este arte .