1. INTRODUCCIÓN -...

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1. INTRODUCCIÓN En el país, la producción de lácteos de origen caprino se ha caracterizado por su desarrollo en condiciones marginales, situación que, entre otras, le ha impedido consolidarse y constituirse en una actividad importante desde el punto de vista productivo. Actualmente en Chile, la existencia caprina alcanza a 727.000 cabezas, aproximadamente, de las cuales un porcentaje significativo se destina a producción de leche, que alcanza un total estimado de 30.000.000 de litros al año (FIA, 2002). Manejando el sistema de producción caprina de forma intensiva, con la tecnología y los conocimientos técnicos adecuados se dejan atrás los problemas de los pequeños agricultores, los cuales cuentan con recurso forrajero escaso, con masa animal criolla y, además, no cuentan con la tecnología necesaria. Esto trae como consecuencia que cerca del 80% de los quesos que se comercializan en el país no cumplan con el Reglamento Sanitario de los Alimentos (FIA, 2000). Existen empresas productoras de diversas variedades de quesos finos que han demostrado que la intensificación en el rubro caprino es factible. Estas empresas venden su producto en los principales supermercados del país y, además, se encuentran autorizadas para la exportación de quesos. Al convertirse en las pioneras en este rubro, diversos son los factores que limitan su desarrollo, como por ejemplo, los relacionados con el ámbito productivo, tecnológico y de mercado; por lo anterior, es de vital importancia plantear estrategias que permitan promover la innovación de estos nuevos rubros. Diversos son los factores que participan y juegan un rol importante en la intensificación de una explotación, es así, como la alimentación puede representar desde el 50% hasta el 75% de los costos de producción (MENESES, GALLEGUILLOS y ALCAINO, 1997; MORAND-FEHR et al., 1982).

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1. INTRODUCCIÓN

En el país, la producción de lácteos de origen caprino se ha caracterizado por su

desarrollo en condiciones marginales, situación que, entre otras, le ha impedido

consolidarse y constituirse en una actividad importante desde el punto de vista

productivo. Actualmente en Chile, la existencia caprina alcanza a 727.000 cabezas,

aproximadamente, de las cuales un porcentaje significativo se destina a producción de

leche, que alcanza un total estimado de 30.000.000 de litros al año (FIA, 2002).

Manejando el sistema de producción caprina de forma intensiva, con la tecnología y

los conocimientos técnicos adecuados se dejan atrás los problemas de los pequeños

agricultores, los cuales cuentan con recurso forrajero escaso, con masa animal criolla

y, además, no cuentan con la tecnología necesaria. Esto trae como consecuencia que

cerca del 80% de los quesos que se comercializan en el país no cumplan con el

Reglamento Sanitario de los Alimentos (FIA, 2000).

Existen empresas productoras de diversas variedades de quesos finos que han

demostrado que la intensificación en el rubro caprino es factible. Estas empresas

venden su producto en los principales supermercados del país y, además, se

encuentran autorizadas para la exportación de quesos. Al convertirse en las pioneras

en este rubro, diversos son los factores que limitan su desarrollo, como por ejemplo,

los relacionados con el ámbito productivo, tecnológico y de mercado; por lo anterior,

es de vital importancia plantear estrategias que permitan promover la innovación de

estos nuevos rubros.

Diversos son los factores que participan y juegan un rol importante en la

intensificación de una explotación, es así, como la alimentación puede representar

desde el 50% hasta el 75% de los costos de producción (MENESES,

GALLEGUILLOS y ALCAINO, 1997; MORAND-FEHR et al., 1982).

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La alimentación láctea durante la crianza de los cabritos de reemplazo, es uno de los

factores importantes a considerar en una explotación caprina vinculada a la

producción de leche, ya que el consumo que éstos hacen del factor de producción,

que es la leche, es de considerable valor económico. Una alternativa viable que se

maneja para solucionar este problema es el uso de sustitutos lácteos, lo cual

económicamente es una buena opción; sin embargo, esta alternativa no es comparable

desde el punto de vista del desarrollo corporal y la tasa de crecimiento del cabrito

criado con la leche materna, debido a que este alimento no logra el nivel de eficiencia

que se puede alcanzar con el uso de leche entera (VICUÑA, 1997).

Por lo anterior, en la crianza de cabritos se debe buscar alternativas de alimentación

que permitan utilizar la menor cantidad de leche posible en esta etapa y así, destinar

la leche ahorrada a la fabricación de quesos y/o otros productos, y por otra parte

permitir un alto desarrollo corporal y tasa de crecimiento de los animales de

reemplazo.

Conjuntamente con la alimentación, las características de las diferentes razas caprinas

productoras de leche y el tipo de parto, son variables que están influyendo

directamente en los objetivos de la etapa quizás más importante del sistema, como lo

es la etapa de crianza.

Al seleccionar animales al momento del nacimiento, se hace de vital importancia

conocer las características anteriormente mencionadas de la cría, y visualizar así, el

valor productivo de ella. Con esto se podrá contar con la masa animal adecuada y,

por lo tanto, cumplir con los objetivos de la explotación.

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Hipótesis

Al utilizar alternativas de alimentación debidamente balanceadas en la etapa de

crianza, se logra satisfacer los requerimientos nutricionales de los cabritos. De esta

forma se logra una mayor ganancia de peso y se obtiene un menor tiempo en alcanzar

la etapa de destete. Considerando lo anterior, además del menor precio de este tipo de

alimentos, se logrará una reducción en los costos alimenticios hasta el momento del

destete, el cual, en este caso se realizará a los 14 kilos.

Conjuntamente con la alimentación, los diferentes cruzamientos (Saanen x Saanen y

Saanen x Saanen/Alpina) y el tipo de parto (cabrito único y mellizo), son factores que

estarán influyendo en el tiempo que demoren en llegar a dicha etapa.

Objetivos

- Evaluar el efecto de dos dietas sobre el tiempo en que demoran los animales en

llegar a 14 kg de peso vivo.

- Evaluar el efecto de dos cruzamientos (Saanen x Saanen y Saanen x Saanen/Alpina)

y del tipo de parto (cabritos únicos y mellizos), sobre el tiempo en que demoran los

cabritos en llegar a 14 kg de peso vivo.

- Determinar la dieta de menor costo desde el momento de la selección hasta el

destete.

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2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

2.1. Sistemas de explotación:

La especie caprina (Capra hircus L.) ha sido uno de los primeros animales

domesticados por el hombre. Su pequeño tamaño, docilidad y capacidad de

adaptación a una gran variedad de situaciones, tanto climáticas como de terreno,

fueron causales para su domesticación. Sin embargo, en nuestro país ha sido

tradicionalmente marginada de los programas de fomento pecuario, así como de las

actividades de investigación y de difusión científica y tecnológica. Sólo en los

últimos diez años se han concentrado esfuerzos para apoyar al pequeño productor

caprino con recursos (PINTO et al., 1992).

El manejo a que son sometidas las cabras es de tipo extensivo y tradicional. Los

animales son de tipo criollo y no hay programas de selección por producción. En los

rebaños se mantiene un alto número de animales de baja productividad como una

reserva para épocas difíciles. El sistema alimenticio se basa exclusivamente en el

libre pastoreo de pradera natural y el ramoneo de algunas especies arbustivas. Los

animales permanecen en corrales colectivos únicamente en la noche. La ordeña,

generalmente, se realiza luego del destete de la cría, lo cual ocurre alrededor de los

dos meses de edad. La ordeña es manual y no se efectúa en todas las hembras

(NÚÑEZ et al.,1986).

Según DEMANET (1985), en la zona mediterránea árida y semiárida de nuestro país,

la utilización de la pradera por especies cosechadoras, principalmente caprinos, ha

sobrepasado el límite de uso máximo óptimo de las especies que componen el

pastizal, induciendo a un bajo crecimiento de las especies climácicas y a un

predominio de especies indicadoras de degradación pratense.

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Este proceso de retrogradación del ecosistema, se debe principalmente a una presión

poblacional en aumento desde principios de siglo, que ha obligado a los comuneros y

pequeños agricultores y/o ganaderos a cosechar en forma indiscriminada los recursos

naturales renovables, que corresponde al estilo de “cosechadores o recolectores”

(SIERRA, 1986).

La carencia de normas de uso y manejo del ganado se ha traducido en un claro

divorcio entre la producción pratense y la producción animal. Lo anterior, ha

provocado una disminución de la productividad del ganado en relación a la

potencialidad de la zona y de los recursos disponibles (DEMANET, 1985). Además,

de un notable retraso en el desarrollo caprino del país, y un desconocimiento general

de la potencialidad de la especie y de la significación que tienen los productos

obtenidos de su explotación (PINTO, VILLENA y JOFRÉ, 1984).

Aspectos relevantes de este especie se relacionan con su alta eficiencia de producción

y rendimiento y en leche (peso corporal / rendimiento láctico), como asimismo su

valor dietético y nutricional en niños y adultos alérgicos a la leche de vaca. Otro

aspecto importante es su rusticidad, capacidad de transformación de los alimentos,

aprovechamiento de pastos de corta talla y facilidad de acceso a terrenos donde no

pueden llegar otros mamíferos (PINTO et al., 1992).

Lo anterior es otra prueba del gran potencial que siempre presentó la especie caprina

y de la necesidad de un sistema más avanzado de explotación (PINTO et al., 1992).

Sin embargo, parece paradójico que en nuestro país una especie con tan

excepcionales cualidades de adaptación a todos los climas o ambientes y tan

adaptable a las pequeñas economías, se encuentre en un estado de abandono tan

notorio, ya que sus producciones lecheras están, en general, muy por debajo de las

potencialidades de la especie; por ello, la mejora de la cabra y su integración a un

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sistema más avanzado de explotación es una tarea que se impone urgentemente. Se

hace necesario, por tanto, el desarrollo de actividades de investigación que permitan

un conocimiento cabal de la cabra lechera y de sus productos derivados con el fin de

proceder a incorporar nuevas tecnologías que permitan un mejoramiento de las

condiciones actuales de las explotaciones caprinas (PINTO, VILLENA y JOFRÉ;

1984).

Para cumplir con los objetivos básicos de la explotación caprina nacional, como son

la producción de leche y carne, es preciso optimizar la eficiencia en las distintas

etapas del proceso productivo (PÉREZ et al., 1993).

2.1.1. Sistema extensivo

La falta de recursos conduce a manejar las cabras bajo sistemas de producción de tipo

extensivo, aunque en estos casos, la productividad generalmente es baja (FAO, 1987).

En este caso, los animales obtienen sus alimentos mediante el pastoreo o ramoneo

recibiendo, en algunas ocasiones, algún suplemento alimenticio (FAO, 1987).

En relación a los rebaños, éstos presentan un inadecuado manejo reproductivo, que se

caracteriza por la presencia de uso de encaste extensivo, bajo porcentaje de machos

reproductores, falta de selección del hato reproductivo y productivo, uso de machos

reproductores extraídos del mismo rebaño, alta concentración de vientres con más de

cuatro partos, falta de repunte de los animales durante el encaste, ocurrencia de las

pariciones atomizada en el tiempo y el espacio, alta tasa de infertilidad, baja tasa

mellicera, alta tasa de mortalidad de cabras y cabritos y baja tasa de reproducción

(CAPRA, 2002; MENESES, 1998; SIERRA, 1986; DEMANET, 1985).

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También, en este sistema no se ajusta la cantidad de animales a la disponibilidad de

forraje, lo que provoca sobrepastoreo y disminución del potencial productivo. Como

consecuencia, disminuye la productividad, la cual generalmente se trata de compensar

con un mayor número de animales, lo que a su vez intensifica la degradación del

ecosistema (MENESES, 1998).

El sistema extensivo es muy dependiente de las condiciones ambientales. Durante el

período de sequía el nivel de producción es escaso o nulo, debido a que no se dispone

de recurso forrajero y tampoco se considera la producción de forraje para

conservarlos y ocuparlos en períodos de mayor requerimiento nutritivo y en períodos

de sequías (MENESES, 1998).

La mayoría de los productores realiza la ordeña sobre un piso sucio, con orina y

material fecal, donde el viento arrastra material contaminado hacia el tarro de leche.

El material fecal contiene microorganismos que afectan la maduración de los quesos,

confiriéndole olores y sabores atípicos, además de producir problemas de salud a los

consumidores (MENESES, 1998).

La producción de leche es baja, pudiendo ser atribuida a deficiencias en el manejo

nutricional, reproductivo, genético y/o sanitario, que estaría limitando la expresión

genética de los caracteres reproductivos (SIERRA, 1986).

La mayoría de los agricultores no realiza selección de los animales de acuerdo a su

nivel de producción como la fertilidad, el rendimiento lácteo o porcentaje de grasa y

proteína de la leche, como sería lo ideal (MENESES, 1998; SIERRA, 1986).

Todos los animales que no presentan problemas de hermafroditismo o alguna

anomalía fácil de detectar por el cabrero, tienen igual posibilidad de pasar a formar

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parte del rebaño, provocando una alta heterogeneidad de las características

fenotípicas y productivas (DEMANET, 1985).

Es muy común encontrar una mala estructura del rebaño, es decir, que esté formado

por animales muy viejos, donde muchos de ellos ya han terminado su vida

productiva, por lo que no existe un reemplazo de las hembras adultas que llevan más

de cuatro partos, como se debiera hacer, sino más bien, sólo se pretende incrementar

el número del rebaño (SIERRA, 1986; MENESES, 1998).

La estructura ganadera está dada por la presencia de rebaños independientes de

manejo autónomo y privatizado, que utilizan terrenos de pastoreo comunitario en

forma libre, sin vigilancia y dirección de un pastor, limitando el movimiento del

ganado solamente a las condiciones fisiográficas del terreno (DEMANET, 1985).

La falta de una organización centralizada en los predios caprinos, no permite que se

generen estructuras que sean capaces de capturar, asimilar y manejar la información

endógena y exógena, que posibilite la ejecución de un plan de desarrollo y

funcionamiento futuro del predio y cada rubro en particular, basado en antecedentes

reales y no en sentimentalismos antrópicos o estados de ánimo temporales

(DEMANET, 1985).

Por todo lo anterior, el sistema propuesto debe considerar las condiciones generales

del país, con el objetivo de recomendar un nivel tecnológico compatible con la

máxima productividad agropecuaria (SIERRA, 1986).

2.1.2. Sistema semi-intensivo

Este sistema se puede caracterizar por la aplicación de nuevas tecnologías (ordeña

mecánica e inseminación artificial), la utilización de medios de producción

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tecnológicamente avanzados (tanque frigorífico, alojamiento adecuado, instalaciones

funcionales), concentrar las cubriciones en primavera y tener como objetivo 1

parto/reproductora/año, formar parte de una Asociación para la mejora genética y

aplicar programas de control y mejora sanitaria (CAPRA, 2002; MENESES, 1998).

En el sistema mejorado se busca hacer coincidir la máxima productividad de forraje

con el período de máximos requerimientos nutritivos de la cabra, lo que se produce

un mes después de la parición, cuando la curva de lactancia alcanza su máxima

expresión. El encaste se realiza más temprano que en el sistema tradicional, o sea

entre diciembre y enero, para tener las pariciones entre junio y julio. Si este sistema

se intensifica, el encaste se puede realizar en noviembre y las pariciones serán en

abril– mayo, meses en que los precios de la leche y de los quesos es mejor. Adelantar

el encaste, implica contar con un recurso forrajero escaso adicional en el último tercio

de preñez (2 meses), e inicio de la lactancia, períodos que estarán desfasados

(MENESES, 1998).

Otra característica del sistema mejorado, es que disminuye la presión sobre el medio,

pues la pradera se maneja con una menor carga animal y bajo los principios de

capacidad sustentadora, con el fin de incrementar la disponibilidad de forraje y

mejorar la productividad individual. Al disponer de más forraje se tiene la opción de

conservarlo para el período seco del año o los recurrentes de sequías (MENESES,

1998).

En condiciones de sequía es necesario disponer de una mayor cantidad y calidad de

forraje que, además de cubrir los requerimientos de producción de leche, cubra los

requerimientos de mantención, al menos en alguna proporción. Como recursos de

forraje suplementarios, además de la pradera natural, se puede utilizar Medicago

sativa, Trifolium alejandrinum bajo condiciones de riego, residuos de cultivos

agrícolas (Pisum sativum, Vicia faba, Phaseolus vulgaris, Solanum tuberosum, paja

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de cereales), algas marinas y residuos industriales (orujo de uva, residuo de panadería

y pastelería, afrechillo, harinilla de Triticum aestivum) (MENESES, 1998).

Como es lógico, en función del grado de tecnificación que cada explotación asuma,

ésta se encontrará más cerca del sistema extensivo o más cerca de un modelo

intensivo (CAPRA, 2002).

2.1.3. Sistema intensivo

En el caso de utilizar un sistema intensivo de producción, los animales son sometidos

a un confinamiento relativo, proporcionándoseles de preferencia, alimentos y forrajes

procesados; lo anterior, asociado a un adecuado manejo y control veterinario (FAO,

1987).

Basado en que la demanda actual de mercado es abastecida durante todo el año por

diversos productos lácteos, este sistema se orienta a mantener una oferta permanente

ampliando el período de encaste. Como los caprinos y ovinos pueden ser encastados

sólo durante el período del año de días cortos, se encasta un grupo de animales

temprano en la estación de cubrimiento (diciembre, enero) y otro grupo, tarde en la

estación (junio, julio). Aquellos animales encastados temprano en la temporada,

inician su lactancia a fines de mayo, prolongándose hasta marzo o abril. Aquellos

encastados tarde en la temporada, inician su lactancia en noviembre, y permanece

hasta el invierno. Para tener éxito en este sistema y obtener leche todo el año es

necesario, también, tener recursos forrajeros durante todo el período (MENESES,

1998).

Según MENESES (1998), los requerimientos nutricionales de los animales están

asociados a su estado fisiológico, por lo que es necesario disponer de forraje,

especialmente, para el último tercio de preñez (octubre) y lactancia (meses de verano)

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de los animales encastados en junio-julio, período en que no existe pradera herbácea

natural. Para cubrir las demandas nutricionales, de mantención y producción, en los

diferentes períodos, se debe disponer de recursos suplementarios producidos en

pasturas bajo riego. Por otra parte, es probable que en el inicio de la estación de días

cortos (21 de diciembre), el sistema hormonal deprima la curva de lactancia, lo que

implica una disminución del potencial lácteo, especialmente cuando los animales no

están acostumbrados a este sistema de manejo.

Sin embargo, el desarrollo de sistemas más intensivos de producción requiere para su

sostenimiento técnico-económico de la correcta determinación de los factores que lo

limitan, entendiéndose como factor limitante toda manifestación ambiental que

restrinja la actividad de los individuos hasta un mínimo (ODUM, 1986).

2.2. Razas caprinas lecheras:

Las diferentes razas de cabras, se encuentran distribuidas por el mundo, excepto en

las regiones árticas. Estas razas, están distribuidas en países de clima templados,

secos, subtropicales y tropicales. Se ubican en sitios a nivel del mar y en zonas altas

de 6.000 m sobre el nivel del mar (HERNÁNDEZ, 1982).

En los últimos años se han introducido razas lecheras con el fin de practicar cruzas y

lograr aumentos del rendimiento lechero, del tamaño corporal, del tamaño de la

camada y para mejorar la sobrevivencia (FAO, 1987).

En Chile, un 80% de los caprinos corresponde a animales tipo criollos, cruzamientos

de razas españolas, además de las razas Angora y Anglo Nubian (INSTITUTO DE

EDUCACIÓN RURAL, 1988).

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El animal utilizado comúnmente en nuestro país corresponde a un animal de regular

tamaño con baja producción, mixta, que provee carne y leche y con problemas en

cuanto a sanidad por desconocimiento del manejo por parte de los cabreros

(INSTITUTO DE EDUCACIÓN RURAL, 1988).

La cabra criolla puede dar entre 80 y 100 l de leche al año con un período de lactancia

de 150 días y un promedio de 0,50 l con una ordeña al día, en tanto que las razas

especializadas, criadas en sistemas intensivos, pueden alcanzar 800 l de leche al año y

300 días de lactancia y una ordeña diaria promedio de 2,66 l (INSTITUTO DE

EDUCACIÓN RURAL, 1988).

2.2.1. Saanen

Es originaria de Suiza. Es una cabra de gran tamaño y huesos fuertes, profunda,

pesada, con un buen esqueleto. Piel de color blanco o blanco cremoso, con orejas

cortas y erguidas, con manchas negras sobre la nariz, las orejas y la ubre. Los

machos tienen cornamenta y cuando no tienen cuernos son a menudo estériles. La

espalda es ancha; la línea del dorso, horizontal. El pecho profundo, amplio y largo; el

costado, muy marcado, característico de un animal con gran capacidad toráxica. La

ubre es globosa, muy amplia en su parte superior, lo que da un desarrollo mayor en

altura que en profundidad (CAPRA, 2002; CONTRERAS, MENESES y ROJAS,

2001; FAO, 1987; QUITTET, 1986) (Anexo 1).

La Saanen tiene muy buena aceptación entre los productores por su gran capacidad

para producir leche. El promedio de la lactación en zonas templadas, con buen

manejo, es de 880 a 900 kg, en períodos de lactancia de 275 a 300 días. Debido a su

tamaño, ésta es a menudo considerada como un animal de doble propósito, tan

eficiente en producción de leche como de carne (FAO, 1987).

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2.2.2. Alpina Francesa

Raza originaria de los Alpes de Francia, escasa en Chile. Los animales son delicados,

pero buenos productores de leche: produce 800 a 900 litros por año con 3,2 a 3,6 %

de grasa. Se trata de animales grandes y pesados, de 80 – 90 kg los machos y 65 – 80

kg las hembras. El pelaje es de distintos colores. Las manchas blancas están

distribuidas en el cuello y miembros anteriores con pelaje negro y marrón. En

muchos casos los miembros anteriores son blancos y los posteriores negros

(INSTITUTO DE EDUCACIÓN RURAL, 1988).

La cabra Alpina es una gran productora de leche, de tamaño medio. Es rústica, se

adapta perfectamente tanto en estabulación como en pastoreo o a la vida en montaña,

además de adaptarse muy bien a climas fríos y calurosos (CAPRA, 2002;

INSTITUTO DE EDUCACIÓN RURAL, 1988).

La cara es recta o ligeramente hundida, el pecho es profundo, la grupa es ancha y

poco inclinada. Las extremidades sólidas y las articulaciones no muy manifiestas dan

unos aplomos correctos. Las ubres son ampulosas, con amplia base de inserción tanto

anterior como posterior, muy retráctiles después del ordeño. Los pezones,

diferenciados de las ubres, están dirigidos hacia delante y son paralelos (CAPRA,

2002; INSTITUTO DE EDUCACIÓN RURAL, 1988; QUITTET, 1986) (Anexo 2).

2.2.3. Cruzamiento de razas

El cruzamiento de razas es el apareamiento de animales que pertenecen a razas

establecidas diferentes. El término se aplica, desde el punto de vista técnico, sólo a

los primeros cruzamientos entre razas puras, pero en general, se aplica también a los

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sistemas más difundidos, que incluyen el cruzamiento alterno de dos razas o la cruza

rotacional de tres o más razas, y el cruzamiento entre machos pura sangre, de una

raza, con hembras de alto grado de otra (WARWICK y LEGATES, 1980).

Los resultados de los estudios sobre el cruzamiento de razas están de acuerdo, en

general, con las esperanzas teóricas; los cruzamientos entre razas han excedido en

general los niveles promedio de las características de las razas puras progenitoras, por

márgenes que son bastante pequeños en base porcentual, para un carácter cualquiera.

Con frecuencia, con una base acumulativa, son lo suficientemente grandes para tener

importancia económica en términos de la eficiencia de producción total, por lo

anterior, las ventajas que surgen del cruzamiento de razas, son lo suficientemente

importantes como para que los productores comerciales lo consideren (WARWICK y

LEGATES, 1980).

2.3. Sistemas de crianza:

El éxito alcanzado por numerosos criadores de cabras, sean éstas, para leche o para

carne, ha resultado ser dependiente, tanto del tamaño como de la extensión de sus

operaciones. En forma adicional, se ha podido observar considerable variación en la

magnitud de los recursos físicos y financieros utilizados, así como el volumen de

conocimientos técnicos o experiencias que aquellos tengan en asuntos ganaderos.

Desde luego que los productores que han logrado los mejores resultados, son los que

poseen el más amplio conocimiento acerca de los aspectos referidos a la crianza de

caprinos (FAO, 1993).

En un sistema de producción animal, la reproducción es un factor fundamental para

obtener crías que reemplazarán a los animales que, por edad, baja productividad o

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problemas sanitarios, deben ser eliminados del plantel (MENESES,

GALLEGUILLOS y ALCAÍNO, 1997).

2.3.1. Tipos de lactancia

Los procedimientos de alimentación del cabrito en su período lactante están

condicionados, fundamentalmente, por el sistema de explotación del rebaño, y éste a

su vez, por el medio ecológico y la raza (MORENO, 1989 y 1986).

En general, se pueden dividir los sistemas de crianza en dos grandes grupos: 1)

Crianza natural, que puede ser de tipo: a) Extensivo, donde las crías se amamantan

de la leche de sus madres, consumen los alimentos sólidos que les proporciona la

pradera natural y se destetan espontáneamente cuando su tracto digestivo evoluciona

a la condición de rumiante o cuando las madres los rechazan, b) Semi extensivo, en el

que las crías, si bien se amamantan de sus madres parte del día, también reciben

desde temprana edad alimentos concentrados y heno, como suplemento a la pradera,

y generalmente, se les desteta cuando alcanzan cierta edad o peso vivo, y 2) Crianza

artificial, donde las crías son separadas lo antes posible de sus madres, procurando

incluso, que reciban el calostro sin mamar. En la mayoría de estos sistemas se

reemplaza la leche materna por alimentos líquidos formulados especialmente y se les

proporciona, además, alimentos sólidos desde muy temprana edad, utilizando

construcciones especialmente habilitadas para estos efectos, que no son compartidas

por animales adultos (MIRA, 1995).

Los cabritos para reemplazo lechero pueden ser sometidas a diferentes sistemas de

manejo durante el período que va desde el nacimiento hasta el destete. Las

principales normas que se deberán tomar son las siguientes:

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a) Permitir que las crías se alimenten directamente de sus madres, una a dos

veces por día, utilizando el remanente de leche para otros fines.

b) Emplear hembras seleccionadas exclusivamente para amamantar de cuatro a

seis crías a la vez.

c) Retirar los recién nacidos de sus madres luego de la ingestión del calostro para

enseguida alimentarlos con leche en biberón o empleando otros sistemas

artificiales .

d) Utilizar sustitutos de leche durante el período postcalostro (FAO, 1987).

2.4. Crianza de caprinos en sistemas intensivos:

En la crianza de cabritos en sistemas intensivos, se utiliza la lactancia artificial, la

cual, según SALVADOR (1981) y MORENO (1986), consiste en la suspensión del

amamantamiento natural del cabrito y su sustitución por un sistema de

amamantamiento artificial en que el lacto reemplazante tenga unas características

similares, en cuanto a valor nutritivo se refiere, a la leche natural.

La lactancia artificial se encuentra escasamente desarrollada, practicándose sólo

aisladamente en algunas explotaciones intensivas de cabras de leche. Generalmente,

el ganadero conoce poco las bases técnicas de la lactancia artificial de la cabra, lo que

hace que los resultados obtenidos, cuando se practica, no sean siempre satisfactorios

(CAPRA, 2002).

De acuerdo a LU y POTCHOIBA (1988), uno de los aspectos a considerar es el

hecho que el futuro del negocio depende de un programa exitoso de crianza para

reemplazar a los individuos que salen del sistema. Este programa, si es correctamente

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diseñado, permite maximizar la cantidad de leche comercializable mediante una

reducción de la cantidad suministrada a las crías, al ofrecer algún sustituto adecuado.

En este contexto, existen antecedentes suficientes que muestran que una reducción de

la cantidad de leche ofrecida a las crías en la etapa de crianza no produce un efecto

detrimental en su desarrollo, debido a que se sustituye la leche por un mayor consumo

de alimento sólido de menor valor económico (YAN et al., 1993; LU y

POTCHOIBA, 1988).

En general, se puede sostener que, desde el punto de vista de las crías, el propósito de

la crianza artificial sería lograr los mismos resultados de una crianza natural, en los

mismos plazos. Pero se acepta algún grado de retraso, entendiéndolo como el precio

a pagar por el logro de las metas de bajar los costos de la crianza y aumentar la

disponibilidad de leche (sólo la leche que se reemplaza, puede valer más que la cría

que se alimentaría con ella, en un sistema natural) (MIRA, J. 1995).

La alimentación a base de leche natural o con reemplazantes de la leche siempre es

mucho más cara que la alimentación después del destete a base de alimentos sólidos,

siendo, por tanto, preferible destetar los cabritos lo más precozmente posible

(CAPRA, 2002).

Objetivos indirectos del sistema son: la obtención de animales más homogéneos, al

tiempo que es presumible una mejor garantía sanitaria y una menor mortalidad,

además, la separación de la cría de la madre simplifica el manejo del rebaño

(CALCEDO, 1980).

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2.4.1. Manejos de la lactancia artificial

2.4.1.1. Calostro

Las crías, al nacer, obligadamente deben consumir calostro para sobrevivir y, luego,

leche para desarrollarse. El calostro es rico en inmunoglobulinas y lípidos. Las

primeras son las proteínas que participan en el sistema inmunológico en las primeras

horas de vida. Los lípidos del calostro ayudan al sistema de regulación de la

temperatura durante esos primeros momentos (MENESES, GALLEGUILLOS y

ALCAÍNO, 1997; QUITTET, 1986).

El calostro es producido por la hembra hasta el tercer día de lactancia, aunque la

leche de la cabra sufre variaciones desde el primer día, hasta el tercer día, en el que la

leche ya comienza a ser normal (MENESES, GALLEGUILLOS y ALCAÍNO, 1997;

QUITTET, 1986).

La absorción de los anticuerpos por el intestino del cabrito disminuye más

rápidamente todavía, y cesa hacia las cuarenta y ocho horas después del nacimiento

(QUITTET, 1986).

Por lo tanto, el calostro debe ser absorbido lo más rápidamente posible después del

nacimiento y debe ser fresco, por lo cual, si el cabrito no mama, es necesario evitar el

recalentamiento que altera los componentes útiles (QUITTET, 1986).

El consumo de calostro debe ser de 100g/ kg de peso vivo. Si la cantidad consumida

no es la óptima, hay un riesgo de mortalidad entre el tercer y octavo día (PÔLE D’

EXPERIMENTATION ET DE PROGRÊS CAPRIN, 1997).

19

2.4.1.2. Separación de los cabritos de su madre

Los cabritos deben separarse de sus madres en las tres primeras horas de su vida para

evitar que tomen querencia, rechacen la lactancia artificial y se provoque una

alteración emocional a las madres, pues está comprobado que los cabritos que han

mamado de sus madres por espacio de varios días, luego es muy difícil enseñarles a

beber en cubo o con biberón (CAPRA, 2002).

Al nacimiento de las crías existen dos alternativas: dejar a la cría con su madre para

que reciba el calostro en forma directa o, inmediatamente nacida, sapararla y

entregarle el calostro con biberón (MENESES, GALLEGUILLOS y ALCAÍNO,

1997).

Dejar a la cría con su madre tiene como ventaja el bajo costo, ya que no es necesario

preocuparse de la alimentación. No obstante, este manejo dificulta su aprendizaje

cuando se le comienza a dar el sustituto lácteo suministrado con chupetes. Las crías

aprenden más rápido mientras más pronto se separa de la madre (MENESES,

GALLEGUILLOS y ALCAÍNO, 1997; MORENO, 1989).

Al separar la cría recién nacida, se reduce la dificultad del aprendizaje del consumo

de leche con chupete, porque el animal conoce solamente el chupete para alimentarse

y nunca el pezón (este sistema también se conoce como “bar lácteo”). La desventaja

radica en la mano de obra que se necesita para manejarla durante los primeros días,

además, de riesgos sanitarios. Asimismo, en ese período, las crías deben ser

mantenidas en corrales con calefacción (MENESES, GALLEGUILLOS y

ALCAÍNO, 1997).

En general, con “bar lácteo” y otro sistema similar, las crías aprenden rápidamente a

tomar leche con chupete, lo que se facilita debido al aprendizaje social cuando un

20

grupo grande de crías está bajo el mismo sistema (MENESES, GALLEGUILLOS y

ALCAÍNO, 1997).

2.4.1.3. Métodos de distribución de la leche artificial

Tres son los tipos de dispositivos que se pueden emplear:

a) Recipientes de fabricación casera. Están constituidos por cubos u otros recipientes,

generalmente de materia plástica, provistos de tetinas. También pueden ser utilizados

recipientes individuales de poco fondo desprovistos de tetinas; en este caso, es

necesario un aprendizaje para enseñar al cabrito a beber; para simplificar el trabajo

hay ganaderos que sustituyen los recipientes individuales por una canaleta corrida

donde se distribuye la leche. Estos distribuidores son muy económicos de coste, pero

tienen el inconveniente de que necesitan bastante mano de obra y, además, existe

bastante riesgo de contaminación de la leche.

b) Máquinas semiautomáticas. Son recipientes provistos de un termostato y un

agitador para mantener constantes la temperatura y homogeneidad de la leche. Las

tetinas suelen ir colocadas en la parte baja del recipiente y pueden llevar válvulas que

impidan la salida de leche cuando el cabrito deja de chupar. No obstante, aunque con

este tipo de máquina la leche se conserva en mejor estado sanitario, la mano de obra

necesaria sigue siendo importante, pues debido a la capacidad limitada del recipiente

hay que llenarlo con frecuencia.

c) Máquinas automáticas Se puede decir que son verdaderas nodrizas automáticas,

que preparan la leche a medida que la van consumiendo los animales, a la

concentración y temperatura prefijada a voluntad, según las necesidades. Estas

máquinas van conectadas directamente a la red de agua y disponen de una tolva para

la leche en polvo, un vaso mezclador, agitadores, resistencia eléctrica y depósito de

agua. Completan la máquina los órganos de control y regulación automática, por lo

que la mano de obra queda reducida al mínimo (CAPRA, 2002)

21

ETCHEGARAY (1994) señala que son frecuentes las hinchazones del abomaso

cuando el alimento es entregado a través de cubetas o baldes individuales,

probablemente por una mayor tasa de consumo que si se utiliza mamadera.

2.4.1.4. Características del sustituto lácteo

Es fundamental contar con un sustituto lácteo que posea, tanto características

nutricionales como físicas óptimas para su mejor aprovechamiento y, de esta manera,

se evitan al máximo las pérdidas de éste (VICUÑA, 1997).

Al seleccionar un sustituto lácteo para cabritos se debe tratar de evitar aquellos que

contengan elevadas cantidades de suero en polvo o ingredientes no lácteos (FAO,

1987).

Frente al uso de sustituto lácteo es más conveniente utilizar aquellos formulados

especialmente para cabritos. Sin embargo, el empleo de sustitutos lácteos elaborados

especialmente para corderos y para terneros da excelentes resultados para cabritos.

Ello es atribuible a la capacidad de adaptación a alimentos de distinta composición

que tienen los animales jóvenes (FAO, 1987; MORAND FEHR et al., 1982).

Es muy utilizado a causa de su bajo precio y de su composición constante y bien

estudiada por especialistas. Sin embargo, necesita ciertos cuidados en su preparación,

a fin de obtener un alimento bien dosificado y una buena dilución sin grumos

(QUITTET, 1986).

La concentración óptima de concentrado es de 170 g/l, a una temperatura de 36-37°C

en el momento de la distribución (PÔLE D’ EXPERIMENTATION ET DE

PROGRÊS CAPRIN, 1997; QUITTET, 1986).

22

La proporción relativa de los distintos componentes del sustituto lácteo tienen

repercusiones en el crecimiento de los cabritos y, por otro lado, éstos son capaces de

adaptarse a la composición del sustituto (MORAND-FEHR et al., 1982).

2.4.1.5. Manejos sanitarios

Los niveles potenciales de producción son logrados en animales que no presentan

enfermedades. Por este motivo es que las acciones que se lleven a cabo con los

animales deben ser principalmente de orden preventivo y estar basadas en un

programa sanitario preestablecido (MENESES, 1998; PÔLE D’

EXPERIMENTATION ET DE PROGRÊS CAPRIN, 1997).

Las medidas generales a considerar en un programa sanitario son:

a) Evitar exponer los animales a organismos o situaciones que pueden inducir a

enfermedades: mantener una buena higiene, aislamiento o cuarentena de animales

nuevos, erradicación de enfermedades.

b) Mantención de alto nivel de resistencia a enfermedades: condición nutricional,

utilización de un plan de vacunación, selección de animales sanos y resistentes a

enfermedades.

c) Prevención de la propagación de enfermedades: aislación de animales enfermos,

diagnóstico temprano y acertado y aplicación efectiva de tratamiento a los animales

enfermos (MENESES, 1998).

Pocas inversiones pueden llegar a ser más rentables que la que se haga en un buen

manejo sanitario de las crías recién nacidas. En general se deberá tomar las

precauciones necesarias para evitar la presentación de problemas de enfermedades

que tienden a presentarse al mantener confinadas grandes cantidades de animales,

23

donde resulta bastante fácil el contagio de patógenos y el traspaso de parásitos

externos e internos (MIRA, 1995).

2.4.1.6. Manejos ambientales

Cuando se sigue este método es necesario disponer para los cabritos de un local bien

acondicionado, libre de corrientes de aire, con una capacidad adecuada al número de

cabritos y provisto de buena cama (SALVADOR, 1981).

Los cabritos, ya sean destinados a la cría o a matadero, deberán disponer de un local

sano, suficientemente iluminado, aireado y al abrigo de las corrientes de aire. La

temperatura no debe ser demasiado baja (menor de 12° - 18° C para los más jóvenes),

ni demasiada alta en verano, ya que el calor y la humedad favorecen el desarrollo de

los parásitos (QUITTET, 1986).

La plaza o espacio para cada animal será suficientemente provisto de una buena

cama, que se renovará frecuentemente para mantenerla limpia (QUITTET, 1986).

Cuando queda libre el local cada año, se limpiará minuciosamente y se desinfectará, a

fin de comenzar la nueva campaña con el mínimo riesgo (QUITTET, 1986).

2.4.2. Criterios de destete

Dado que el destete representa una fase crítica del manejo, su impacto debe ser

minimizado durante la transición de alimentación líquida a sólida. La edad del

animal, su peso y la cantidad de alimento seco consumido constituyen criterios a

considerar para proceder al destete (FAO, 1987).

24

De acuerdo a MORAND-FEHR et al. (1982) la duración de la lactancia puede ir de

tres semanas a seis o siete meses de edad.

Según PÔLE D’ EXPERIMENTATION ET DE PROGRÊS CAPRIN (1997)

la duración de la lactancia en un sistema intensivo está relacionada con el peso del

animal y con el consumo de concentrado. El animal debe estar consumiendo 150 -

200 g de concentrado al día y con un peso mínimo de 12 kg, esto dentro del tiempo

de ocho semanas. Estos objetivos se cumplen con condiciones de crías adaptadas al

sistema, óptima alimentación, sanidad y condiciones de alojamiento.

Los destetes con pesos inferiores a éstos, motivan un claro retraso en el crecimiento

del animal del que no se suele recobrar, lo cual limita la práctica del destete muy

precoz. Este sistema de manejo no es aconsejable para los cabritos destinados a carne

y que se sacrifiquen con pesos vivos superiores, ya que proporciona una tipología

poco musculosa y, por lo tanto, de bajo rendimiento en carne (CAPRA, 2002).

El criterio de peso vivo de los cabritos presenta menos riesgos que el criterio de la

edad porque previene el destetar animales enfermos o mal alimentados. Los cabritos

pueden ser destetados cuando pesan 2,5 veces su peso de nacimiento

(ETCHEGARAY, 1994).

La ganancia de peso en cabritos de la raza Anglo Nubian y Alpina, fue mayor cuando

éstos eran destetados con mayor peso, permitiendo disminuir el estrés posterior al

destete y de esta forma lograr un aumento en la tasa de crecimiento ( TEH et al.,

1984).

25

2.4.3. Comportamiento alimenticio

El comportamiento alimentario de los cabritos durante el período previo al destete

será determinado, de modo importante, por el sistema de alimentación empleado y

por las características del alimento utilizado (MORAND-FEHR et al., 1981, citado

por MORAND-FEHR et al., 1982).

CONTADOR (1985) señala que no se producen diferencias en ganancias de peso al

emplear leche de cabra o sustituto lácteo. De existir diferencias, éstas tienen relación

con la cantidad de concentrado a la cual tienen acceso los animales.

El consumo está relacionado con el peso vivo de los animales y es altamente

dependiente del estado, tasa de crecimiento y naturaleza del alimento ofrecido,

particularmente de su contenido energético (MORAND-FEHR et al., 1982).

Ya en las primeras semanas, las crías comienzan a consumir forraje pastoreando en

pequeña cantidad. Esta actividad va en constante aumento hasta que su único

alimento es forraje o concentrado (MENESES, GALLEGUILLOS y ALCAÍNO,

1997).

Animales mantenidos con forraje desde las primeras semanas de vida presentan

mayor desarrollo del rúmen que los que no tienen acceso a dieta sólida. Lo anterior,

debido a que el desarrollo de las papilas ruminales se estimulan aparentemente por la

acción de los ácidos grasos volátiles generados en la fermentación de sólidos

(MENESES, GALLEGUILLOS y ALCAÍNO, 1997).

26

2.5. Alternativas de alimentación:

2.5.1. Pelón de almendra

La búsqueda de nuevas fuentes alternativas de alimentación, de bajo costo y alta

disponibilidad, constituye una actividad que debe ser permanente, a fin de disminuir

los costos de producción, aprovechar al máximo la potencialidad del rumiante y

utilizar la celulosa y el nitrógeno no proteico para los diferentes procesos productivos

(PORTE et al., 1991).

En los países europeos, especialmente en España, donde hay grandes superficies de

este frutal y en EE.UU., este residuo se utiliza en raciones de rumiantes,

especialmente ovinos y caprinos, aunque se han realizado experimentos también en

bovinos (AGUILAR, SMITH y BALDWIN, 1984).

En Chile, la superficie de huertos de almendros alcanza a 4.722 ha (ODEPA, 1997),

las que se concentran entre las regiones V, VI y Metropolitana, ubicándose en esta

última el 50% del total. Como producto de la obtención de la semilla, queda un

residuo conocido como pelón de almendra o cáscara de almendra, que está

constituido por el exocarpio o piel y el mesocarpio o zona carnosa. En algunos casos

la envoltura de la semilla o endocarpio puede formar parte del residuo, pero

generalmente se separa durante el proceso de extracción (MANTEROLA, CERDA y

MIRA, 1999).

En el pelón de almendra, la proporción entre el residuo y la semilla es de 1,7:1,0

(PORTE et al., 1991).

La producción estimada de residuos/ha/año es de 6 ton, por lo que considerando la

superficie de huertos existiría una disponibilidad de 28.300 ton/año, producción que

es estacional, generándose entre enero y marzo. Sin embargo, como el residuo es

27

seco no existen problemas de almacenamiento. En la actualidad, la mayor parte de

este residuo se elimina o bien se usa como combustible casero pero en otros países se

utiliza ampliamente en la alimentación de rumiantes, constituyéndose en una fuente

energética importante. Su consistencia es dura, por lo cual al incluirse en dietas para

terneros o para ovinos y caprinos debe someterse a un proceso de trozado o molienda,

que facilita el consumo y aumenta la utilización por el animal. Si el residuo incluye

el endocarpio, el proceso de molienda cobra aún más importancia ya que la cáscara de

la semilla es dura y en algunas especies de almendros, presenta cantos aguzados que

provocan lesiones en los animales (MANTEROLA, CERDA y MIRA; 1999).

Los niveles máximos de inclusión que cita la literatura fluctúan entre 25-30%, debido

principalmente a la presencia de las cáscaras del carozo, que limita la capacidad de

ingestión (PORTE et al., 1991).

2.5.1.1. Composición química y valor nutritivo

La composición química, así como el valor nutritivo, son dependientes del proceso de

extracción a que es sometido el fruto para obtener la semilla. Si este proceso separa

el exocarpio y mesocarpio del endocarpio, el residuo presenta menos fibra y es más

digestible, ya que ambas estructuras constituyen la parte carnosa del fruto. Este

residuo se caracteriza por presentar un alto contenido de materia seca, bajo contenido

de proteína y bajo contenido de fibra cuando no incluye el endocarpio (ALIBES et

al., 1983) (Cuadro 1).

28

CUADRO 1. Composición química pelón de almendra

Componente Cantidad Materia Seca, % 91.0 Proteína Bruta, % 4.5 Fibra Bruta, % - Fibra Detergente Neutro, % 30.0 Fibra Detergente Ácido, % 28.5 Extracto Etéreo, % - Energía Metabolizable (Mcal/kg) 2.36 Cenizas, % 8.0 Manterola et al., 1999

2.5.1.2. Recomendaciones generales para su uso

El pelón de almendra es poco aceptado por la mayoría de los rumiantes, exceptuando

los caprinos. El acostumbramiento a este producto demora alrededor de 15 días y de

todas formas el animal tiende a realizar una selección negativa, dejando una cantidad

importante de rechazo en el comedero. Este comportamiento se acentúa cuando el

residuo contiene el endocarpio. Para evitar esta selección, el pelón de almendra se

debe someter a molienda gruesa, lo que permitirá una mezcla homogénea con el resto

de los ingredientes. La conservación de este residuo no presenta problemas y puede

almacenarse a granel, ya sea bajo techo o en silo zanja, el cual debe ser cubierto con

plástico. También es posible mezclarlo en forma alternada con ensilaje de Medicago

sativa o de Vicia sativa-Avena sativa, lo cual tiene la ventaja de disminuir la humedad

del forraje y además aportar carbohidratos solubles para el proceso fermentativo

(MANTEROLA, CERDA y MIRA, 1999).

2.5.1.3. Uso en otras especies animales

Tanto los ovinos como los caprinos consumen este residuo sin problemas, existiendo

siempre la dificultad del acostumbramiento a un alimento desconocido. En ovinos,

29

puede constituir parte importante de la suplementación durante el último tercio de

gestación, en que las ovejas demandan gran cantidad de energía en su dieta. No es

conveniente darla a corderos recién destetados, ya que por el alto contenido de

carbohidratos solubles, puede ocasionar diarreas. En caprinos, se puede utilizar

durante el período de ordeña, en combinación con heno de leguminosas o algún grano

(MANTEROLA, CERDA y MIRA, 1999).

2.6. Efecto del tipo de parto:

En relación al número de crías, los resultados más recientes indican una relación

positiva entre el tamaño de la camada y el posterior rendimiento lechero de la

hembra. Las diferencias que se han comprobado están en el orden de un 5% más de

leche en el caso de las hembras que paren trillizos, en comparación con aquellas que

sólo producen crías únicas (VALDIVIA, 1991).

El número de crías es muy variable, influyendo en ello la raza, la variación

individual, la estación del año, peso de la madre y el número ordinal del parto

(MIÑO, 1990).

En un estudio de los sistemas de producción caprina para zonas áridas y semiáridas

de Chile, COSIO (1991) señaló que la tasa mellicera del rebaño es de 6%, donde las

cabras son las que presentan la totalidad de partos dobles.

Por otra parte, al utilizar cabras criollas mejoradas se determinó 43,2% de partos

dobles, con un peso de vientre al parto de 39,3 kg, siendo mayor este porcentaje a

medida que aumenta la edad de la hembra. Sin embrago, al utilizar cruzas de ½

criollo x ½ Toggenburg; ½ criollo x ½ Anglo Nubian y ½ criollo x ½ Alpina se

obtuvo un aumento de la tasa mellicera, respecto de la cabra criolla (COSIO, 1991).

30

Según MEJORAMIENTO GENÉTICO CAPRINO (2002), DAS (1993) y

MARTÍNEZ (1990), existen claras diferencias en cabritos provenientes de partos

simples y partos dobles, en el peso al nacimiento y al momento del destete.

Por lo anterior, el cabrero debería decidir, considerando la capacidad sustentadora de

la pradera y el objetivo de la producción (carne, leche o doble propósito), si

selecciona sus animales basado en partos múltiples (COSIO, 1991).

31

3. MATERIALES Y MÉTODOS

3.1. Ubicación:

La actividad se desarrolló en Chevrita, empresa perteneciente a una sociedad con

capitales mixtos entre Fundación Chile y la empresa Francesa de reconocida marca a

nivel mundial Lescure Bougon.

3.1.1. Ubicación administrativa

El plantel se encuentra ubicado en la localidad de Quilapilún s/n, Comuna de Colina,

Provincia de Chacabuco, Región Metropolitana.

3.1.2. Ubicación ecológica

Su clasificación ecológica corresponde al Reino Templado, Dominio Secoestival,

Provincia Secoestival Prolongada o Mapocho.

3.1.3. Ubicación geográfica

El plantel se encuentra ubicado en las coordenadas 33° 12’ Latitud Sur y a 70° 43’

Longitud Oeste, a una altitud de 550 m.s.n.m.

3.2. Período de evaluación:

El Taller comenzó la parte experimental con la selección de los cabritos, el día 12 de

abril del 2002. El destete se realizó a los 14 kg, es por esto, que el período de

evaluación dependió de la ganancia de peso de los cabritos hasta alcanzar el peso

indicado. El registro del último animal destetado, se realizó el 21 de Junio del 2002.

32

3.3. Materiales:

3.3.1. Instalaciones

Se utilizó el galpón de crianza del plantel, estructura techada de madera cuya

superficie es de 490 m2. Este galpón contó con doce corrales de 17 m2, que contaban

con bebederos de 50 cm x 20 cm, comederos para forraje de 120 cm x 30 cm y

comederos utilizados para concentrado y pelón de almendra, cuyas medidas eran 20

cm x 300 cm.

Uno de estos corrales se utilizó en el ensayo. Se dividió para tener a los cabritos

separados por tratamientos. Cada división contó con un chupete que otorgó el

sustituto lácteo de manera Ad libitum por medio de la máquina automática a los

cuatro cabritos de cada tratamiento. Los tratamientos fueron ubicados al azar en cada

división.

La máquina alimentadora utilizada para el ensayo fue adquirida a la empresa Alfa

Laval Agri. Esta máquina otorga el alimento de manera controlada, a una correcta

temperatura, lo cual permite una alimentación más saludable para los pequeños

animales. Además, permite un mejor manejo por parte del personal, ahorrando mano

de obra (ALFA LAVAL AGRI, s.f.) (Anexos 3 y 4).

Para los controles de peso se utilizó la pesa marca Maquilandia, que permite pesar

hasta 20 kg con una precisión de 100 gramos (Anexo 5).

Los utensilios y medicamentos utilizados para los manejos sanitarios fueron

almacenados en un estante de madera, cuyas medidas son 80 cm x 45 cm x 75 cm.

Igualmente, todas las herramientas y materiales utilizados en los diferentes manejos

33

que se realizaron desde el nacimiento hasta el destete, fueron almacenados en un

estante de madera con las siguientes medidas, 200 cm x 160 cm x 50 centímetros.

3.3.2. Animales

En el ensayo se utilizaron 32 cabritos hembras, 16 provenientes del cruzamiento

Saanen x Saanen y 16 del cruce Saanen (madre)x Saanen/Alpino (padre).

De los 16 cabritos de cada cruzamiento, el 50% correspondió a crías provenientes de

parto simple y las restantes a melliceras.

Para seleccionar a los cabritos se consideraron los siguientes factores: edad de la

madre, ya que ésta influye en el peso al nacimiento; peso de nacimiento de los

cabritos; peso al momento de la selección y edad de la cría, la cual fue de 15 días,

aproximadamente, con el objeto de obtener una muestra más representativa. En los

Cuadros 2, 3, 4 y 5 se presenta la caracterización de los cabritos seleccionados.

CUADRO 2. Caracterización de los cabritos Saanen x Saanen provenientes de parto simple, seleccionados para el ensayo. Colina, 2002.

Raza madre Raza padre Fecha Nacimiento

Cabrito (N°)

Peso Nacimiento

(kg)

Peso selección

(kg) Saanen Saanen 21/03/02 2001 3.0 5.2 Saanen Saanen 27/03/02 2072 3.0 5.8 Saanen Saanen 27/03/02 2047 3.4 5.5 Saanen Saanen 28/03/02 2081 3.1 5.7 Saanen Saanen 29/03/02 2110 3.2 5.8 Saanen Saanen 31/03/02 2168 3.0 5.1 Saanen Saanen 2/04/02 2203 3.0 5.4 Saanen Saanen 5/04/02 2279 3.4 5.0

34

CUADRO 3. Caracterización de los cabritos Saanen x Saanen provenientes de parto doble, seleccionados para el ensayo. Colina, 2002.

Raza madre Raza padre Fecha Nacimiento

Cabrito (N°)

Peso Nacimiento

(kg)

Peso selección

(kg) Saanen Saanen 24/03/02 2006 3.0 4.8 Saanen Saanen 25/03/02 2022 3.0 5.3 Saanen Saanen 27/03/02 2049 2.8 5.0 Saanen Saanen 27/03/02 2066 3.0 5.6 Saanen Saanen 29/03/02 2122 3.1 5.5 Saanen Saanen 30/03/02 2135 3.0 5.0 Saanen Saanen 3/04/02 2222 3.1 5.0 Saanen Saanen 4/04/02 2254 3.0 4.7

CUADRO 4. Caracterización de los cabritos Saanen x Saanen/Alpina provenientes de parto simple, seleccionados para el ensayo. Colina, 2002.

Raza madre

Raza padre Fecha Nacimiento

Cabrito (N°)

Peso Nacimiento

(kg)

Peso selección

(kg) Saanen Saanen/Alpina 28/03/02 2080 4.0 5.8 Saanen Saanen/Alpina 1/04/02 2197 4.3 6.6 Saanen Saanen/Alpina 3/04/02 2217 3.0 4.6 Saanen Saanen/Alpina 3/04/02 2227 3.1 5.0 Saanen Saanen/Alpina 4/04/02 2252 2.9 4.5 Saanen Saanen/Alpina 4/04/02 2263 3.8 6.5 Saanen Saanen/Alpina 5/04/02 2283 3.0 4.4 Saanen Saanen/Alpina 5/04/02 2296 4.5 5.4

35

CUADRO 5. Caracterización de los cabritos Saanen x Saanen/Alpina provenientes de parto doble, seleccionados para el ensayo. Colina, 2002.

Raza madre

Raza padre Fecha Nacimento

Cabrito (N°)

Peso Nacimiento

(kg)

Peso selección

(kg) Saanen Saanen/Alpina 27/03/02 2053 2.8 5.4 Saanen Saanen/Alpina 1/04/02 2180 3.2 5.0 Saanen Saanen/Alpina 2/04/02 2209 3.0 5.0 Saanen Saanen/Alpina 3/04/02 2239 3.2 5.0 Saanen Saanen/Alpina 3/04/02 2244 3.1 4.7 Saanen Saanen/Alpina 3/04/02 2221 3.2 5.0 Saanen Saanen/Alpina 5/04/02 2274 3.3 4.7 Saanen Saanen/Alpina 5/04/02 2304 3.1 4.5

3.3.3. Alimento

El sustituto lácteo para la crianza de los cabritos, fue elaborado por la empresa “NB”

(Nutrición Balanceada). Los ingredientes que lo componían fueron proteína láctea,

grasa láctea en polvo y suero dulce. La composición del sustituto lácteo se presenta

en el Cuadro 6.

36

CUADRO 6. Composición del sustituto lácteo para la crianza de cabritos utilizado en en el ensayo. Colina, 2002.

Componente Cantidad (BMS) Proteína, % 23 Energía metabolizable, kcal/kg 4500 Fibra cruda, % 0.15 Calcio, % 0.80 Fósforo total, % 0.75 Fósforo disponible, % 0.45 Metionina + Cisteína, % 0.90 Lisina total, % 2 Lisina disponible, % 1.80 Triptofano, % 0.35 Extracto etéreo, % 24 Lactosa, % 38 Fuente: “NB”, Nutrición Balanceada, Ficha técnica

BMS: 100% en base seca

El sustituto poseía el antibiótico Flavomycin, además de aditivos como vitaminas,

minerales, antibióticos, antiaglomerante, saborizante y preservante.

En los Cuadros 7 y 8 se presentan las cantidades de las diferentes vitaminas y

minerales por kilogramo de producto.

37

CUADRO 7. Vitaminas por kilogramo de sustituto lácteo utilizado en el ensayo. Colina, 2002.

Vitamina Cantidad (BMS) A, UI 25.000 D, UI 2.500 E, UI 75 K, UI 6 Riboflavina, mgr 7 Niacina, mgr 50 Pantotenato de Calcio, mgr 25 B12, microgr 20 C, mgr 150 Cloruro de Colina, mgr 500 Fuente: “NB”, Nutrición Balanceada, Ficha técnica

UI: Unidad internacional

BMS: 100% en base seca

CUADRO 8. Minerales por kilogramo de sustituto lácteo utilizado en el ensayo. Colina, 2002.

Minerales, mgr Cantidad (BMS) Fierro 79 Cobre 10 Manganeso 10 Zinc 50 Yodo 0.4 Selenio 0.4 Fuente: “NB”, Nutrición Balanceada, Ficha técnica

BMS: 100% en base seca

Como alimento base en la dieta de los cabritos, se utilizó heno de alfalfa (Medicago

sativa) de primer corte, cuyo análisis de composición química se presenta en el

Cuadro 9.

38

CUADRO 9. Composición química del heno de alfalfa (Medicago sativa) utilizado en el ensayo. Colina, 2002.

Componente Cantidad (TCO) Materia Seca, % 88.5 Proteína, % 14.78 Energía metabolizable, Mcal/kg 2.15 Fibra cruda, % 26.2 Calcio, % 1.3 Fósforo total, % 0.18 TCO: Tal como ofrecido

Para una de las dietas se utilizó el pelón de almendra que proviene del proceso de

extracción a que es sometido el fruto para obtener la semilla. El análisis de

composición química de este alimento se presenta en el Cuadro 10.

CUADRO 10. Composición química del pelón de almendra utilizado en el ensayo. Colina, 2002. Componente Cantidad (TCO) Materia seca % 90.0 Proteína Bruta % 5.5 Fibra Bruta % 14.5 Fibra Detergente Neutra % 30.0 Fibra Detergente Ácida % 27.0 Extracto Etéreo % 2.9 Energía Metabolizable (Mcal/kg) 2.7 Cenizas % 8.5 TCO: Tal como ofrecido

Para la otra dieta se utilizó concentrado energético, elaborado por Champion S.A. Los

ingredientes utilizados normalmente para la elaboración del concentrado son:

harinilla de trigo, maíz, avena, cebada, trigo, afrecho de maravilla, harina de pescado,

afrecho de soya, melaza, ácido graso, carbonato de calcio, fosfatos y sal. No contiene

39

urea ni ninguna otra fuente de nitrógeno no proteico. No contiene aceite de pescado

ni coseta de remolacha. El análisis garantizado se presenta en el Cuadro 11.

CUADRO 11. Composición química del concentrado energético utilizado en el ensayo. Colina, 2002.

Componente Cantidad (TCO) Humedad, % Max 12 Proteína cruda, % Min 17 Fibra, % Max 10 Extracto etéreo, % Min 3.0 Energía Metabolizable (Mcal/kg) 2.5 Fuente: “Champion” Nutrición Animal, Ficha técnica

TCO: Tal como ofrecido

3.4. Manejo alimenticio:

Se suministró, el heno de alfalfa, el concentrado y el pelón de almendra, según fuese

el tratamiento, dos veces al día. De este modo, se permitió el consumo Ad libitum

por parte de todos los cabritos utilizados en el ensayo, además, los comederos y

bebederos fueron limpiados el momento de otorgar el alimento, con el fin de permitir

un consumo de la ración otorgada.

La máquina de sustituto lácteo otorgó el alimento desde las siete de la mañana hasta

las diez de la noche, a una concentración de 170 gr/litro.

3.5. Manejo sanitario:

A los cabritos se les suministró vitamina a las dos semanas de edad, 1cc/cría del

producto Crecevit D –P, cuya composición se presenta en el Cuadro 12.

40

CUADRO 12. Composición química Vitamina Crecevit D-P utilizada en el ensayo. Colina, 2002.

Componente Cantidad Fórmula 5,8 gr Vitamina A Palmitato (equivalente a 10 millones de UI) 0,05 gr Vitamina D3 (equivalente a 2 millones de UI) 2 gr Vitamina E Acetato 100 ml

Aproximadamente, a las tres semanas de vida, a los cabritos se les realizó el descorne

por el método de cauterización. En la misma fecha se vacunó a los cabritos contra

enterotoxemia, con una dosis de 3 cc/cría del producto; ésta fue aplicada vía

subcutánea a la paleta. El mismo procedimiento se realizó un mes después.

Los cabritos que presentaron diarrea, se les suspendió la dieta láctea y fueron

vacunados, vía intramuscular, con dosis de 0,3 cc/cría del producto Nuflor, cuyo

ingrediente activo corresponde a norfloxacina . Además, se les suministró oralmente

el producto Procura, preparando 110 mg/l agua, con el propósito de evitar la

deshidratación del animal. Los ingredientes de este producto son: Sodio, potasio,

cloro, cobalto, yodo, Vitamina A2, bicarbonato, entre otros.

3.6. Manejos ambientales:

Los manejos a que fueron sometidos los cabritos en el galpón de crianza, se

efectuaron bajo extremadas medidas ambientales. Durante la noche, se cerró las

cortinas del galpón de crianza con la finalidad de impedir las bajas temperaturas, los

corrales eran cubiertos y se les dispuso de una fuente de calor que permitió mantener

una temperatura superior a los 12° C.

Durante el día, las cortinas del galpón eran levantadas, para así, permitir una

ventilación del aire, sin llegar a provocarse corrientes de aire.

41

La cama de paja, fue reemplazada cada tres días con la propósito de evitar la

humedad de los corrales.

3.7. Tratamientos:

Considerando el tipo de cruzamientos utilizados en el ensayo, el tipo de parto y las

diferentes dietas, los tratamientos fueron los siguientes:

Trat1: Saanen x Saanen – único – Dieta 1

Trat2: Saanen x Saanen – único – Dieta 2

Trat3: Saanen x Saanen – mellicero – Dieta 1

Trat4: Saanen x Saanen – mellicero – Dieta 2

Trat5: Saanen x Saanen/ Alpina – único – Dieta 1

Trat6: Saanen x Saanen/Alpina – único – Dieta 2

Trat7: Saanen x Saanen/Alpina – mellicero – Dieta 1

Trat8: Saanen x Saanen/Alpina – mellicero – Dieta 2

Donde:

Dieta 1 = Sustituto lácteo + Heno de alfalfa de primer corte + Concentrado

Dieta 2 = Sustituto lácteo + Heno de alfalfa de primer corte + Pelón de almendra

En la Figura 1, se presenta un esquema de los tratamientos.

42

C1 C2

T1 T2 T1 T2

D1 C1 T1 D1 C1 T2 D1 C2 T1 D1 C2 T2 D1

D2 C1 T1D2 C1T2 D2 C2 T1 D2 C2 T2 D2

FIGURA 1: Esquema de los tratamientos utilizados en el ensayo.

Donde: C1 = Cruzamiento Saanen x Saanen C2 = Cruzamiento Saanen x Saanen / Alpina T1 = Cabrito único T2 = Cabrito mellizo D1 = Sustituto lácteo + Heno de alfalfa de primer corte + Concentrado D2 = Sustituto lácteo + Heno de alfalfa de primer corte + Pelón de almendra

43

3.8. Diseño y análisis estadístico:

El diseño experimental utilizado corresponde a un diseño completamente al azar con

arreglo factorial, compuesto por ocho tratamientos. Cada tratamiento estuvo

constituido por cuatro repeticiones. La unidad experimental corresponde a cada

animal.

El análisis estadístico desarrollado permite analizar si el tiempo al destete está

influenciado por el tipo de dieta, por el tipo de cruzamiento o por el tipo de parto y

sus correspondientes interacciones. Se destetó a los cabritos cuando éstos pesaron 14

kilos.

El modelo matemático utilizado es el siguiente:

γijkl = µ .. + Di + Cj + Tk + (Di * Cj )+ (Di * Tk )+( Di * Cj * Tk )+ εijk

Donde: γijkl = Tiempo al destete

µ = media poblacional

Di = Efecto de la i – ésima dieta

Cj = Efecto del j – ésimo tipo de cruzamiento

Tk = Efecto del k – ésimo tipo de parto

ε = Efecto del error aleatorio.

DI * Cj= Efecto de la interacción de la i – ésima dieta por el j – ésimo tipo de

cruzamiento.

Di * Tk = Efecto de la interacción de la i – ésima dieta por el k – ésimo tipo

de parto

Di * Cj * Tk = Efecto de la interacción de la i – ésima dieta por el j – ésimo

tipo de cruzamiento por el k – ésimo tipo de parto

44

3.8.1. Análisis de la información:

Para los análisis de los datos obtenidos, se realizó un análisis de varianza

(ANDEVA), y comparación de medias de las variables en estudio de cada tratamiento

según Duncan, considerando un nivel de significancia de 5%. El análisis de los datos

se efectuó con el paquete computacional Statistics (SAS, 1998).

Mediante el análisis estadístico, se determinó, si hubo diferencia significativa en el

tiempo que los cabritos demoraron en alcanzar los 14 kg según el tratamientos, y

además, si existió diferencia significativa entre las variables de cada factor a evaluar.

3.9. Controles de las variables a evaluar:

Al momento de la selección, los cabritos fueron agrupados e identificados con

collares según al tratamiento correspondiente (Anexo 6).

Una vez seleccionados los cabritos se les pesó, registrando el peso vivo. Este

procedimiento se realizó semanalmente. Una vez que los cabritos alcanzaron los

trece kilos, el pesaje se realizó cada dos días, con la finalidad que no sobrepasaran los

catorce kilos.

Con el fin de determinar el costo de las dos dietas utilizadas, se midió el consumo de

alimento total, desde la selección de los cabritos hasta el momento que los cabritos

alcanzaron los catorce kilos.

El consumo de sustituto lácteo se midió de la siguiente manera: se eligió dos cabritos

al azar de cada tratamiento y se le otorgó el alimento en mamaderas dos veces al día,

midiendo, de esta forma, el consumo individual diario de sustituto lácteo.

Semanalmente se repitió el procedimiento.

45

De igual forma se midió el consumo de heno de alfalfa, concentrado y pelón de

almendra, según fuese el tratamiento. Se ofreció una cantidad conocida, al siguiente

día, a la misma hora, se pesó el residuo. Lo ofertado menos el residuo corresponde al

consumo individual diario.

3.10. Costos de las dietas a utilizar en el ensayo:

Para realizar los costos de alimentación, se consideró el consumo total de alimento

por animal, obteniéndolo del promedio de los tratamientos, y diferenciando la dieta

que contenía concentrado energético y pelón de almendra.

Además, del consumo total de alimento, se consideró el precio por kilogramo de

alimento. Con lo anterior, se determinó el costo de las dos dietas utilizadas durante el

ensayo, desde el momento que se inició el ensayo hasta el destete.

46

4. PRESENTACIÓN Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS

4.1. Peso al nacimiento y peso al inicio del ensayo:

Al trabajar con animales, existe una variación individual del peso al nacimiento con

respecto al peso de inicio del ensayo. Por lo anterior, se realizó el análisis de

correlación entre peso de nacimiento y peso al momento de la selección de todos los

cabritos, independiente del tratamiento, con el objeto de conocer el grado de

dependencia entre ambos pesos. Este análisis arrojó que existe una correlación de

54,4 % entre peso al nacimiento y peso al momento de la selección, con una

probabilidad de 0,01; es decir, que existe una baja probabilidad de que animales con

peso bajo al nacimiento lleguen al inicio del ensayo con pesos altos.

4.2. Tiempo de destete según tratamiento:

En el Cuadro 14, se muestra que no hubo diferencias (p≥0.05) en el número de días

promedio que demoran los cabritos en alcanzar el peso de destete, que corresponde a

los 14 kilos. Lo anterior, puede atribuirse a una variabilidad dentro de cada

tratamiento que está dado por características intrínsecas del animal.

47

CUADRO 14. Días promedio, que demoran los cabritos, provenientes de dos cruzamientos, distinto tipo de parto y sometidos a diferentes dietas, en alcanzar los 14 kg de peso vivo.

Tratamientos Tiempo promedio (Días) Saanen x Saanen – único – Dieta 1 75 a Saanen x Saanen – único – Dieta 2 66 a Saanen x Saanen – mellicero – Dieta 1 71 a Saanen x Saanen – mellicero – Dieta 2 66 a Saanen x Saanen/ Alpina – único – Dieta 1 62 a Saanen x Saanen/Alpina – único – Dieta 2 58 a Saanen x Saanen/Alpina – mellicero – Dieta 1 67 a Saanen x Saanen/Alpina – mellicero – Dieta 2 61 a Valores con iguales letras son estadísticamente iguales (p≥0.05)

Al respecto, SOTO (1996) y MIRA et al., (1996) determinaron pesos de 10 kg a los

84 días de edad y de 12 kg a los 91 días de edad, respectivamente; el mayor tiempo

requerido por los autores para alcanzar el peso de destete, se debe a que fueron

utilizados cabritos criollos.

Además, VICUÑA (1997) registró pesos promedios aproximados de 10 kg a los 80

días de edad, con sustituto lácteo a una concentración de 120 g/l y utilizando animales

de las cruzas criollo x Saanen. El mayor tiempo registrado en el ensayo del autor

anteriormente citado, es causa de la menor concentración de sustituto lácteo

empleado y a la cruza utilizada. En este ensayo, la concentración de sustituto fue de

170 g/l y con razas especializadas en producción de leche.

Con respecto a la utilización de cruzamientos con razas especializadas en producción

de leche, CONTADOR (1985), al estudiar la evolución del peso vivo de los cabritos,

registró 3.18 kg al nacimiento y 15 kg a los 91 días de edad, en animales mestizos

Saanen. Según el autor, la diferencia en el tiempo requerido para alcanzar el destete

48

estaría dada por el nivel de mestizaje, lo que determinaría un menor potencial de

crecimiento.

CORCY (1993) señala que con un buen plan de alimentación de los cabritos, éstos

debiesen lograr pesos de 11.5 y 13 kg a los 48 y 56 días de edad, respectivamente,

con un plan de consumo de sustituto Ad libitum y niveles de concentrado entre 400 a

500 g/an/día. Los valores descritos, son levemente superiores a los registrados en

este trabajo, la diferencia radica, en el bajo consumo de concentrado por parte de los

animales en el presente trabajo, el cual no superó los 250 g/an/día.

En la Figura 2 se presentan las curvas de crecimiento promedio a través del período

de registro según tratamiento asignado hasta el momento del destete (14 kg). Se

puede apreciar que las curvas de crecimiento de los ocho tratamientos, presentan un

comportamiento similar a lo señalado por MORAND-FEHR y DUBORGEL (1976),

citado por MORAND-FEHR (1981), que indican que el peso vivo de los cabritos

asciende desde valores próximos a los 3 kg al nacimiento hasta los 19,5 kg a los 120

días de edad.

49

0.0

2.0

4.0

6.0

8.0

10.0

12.0

14.0

16.0

1 25 40 53 60 71 78 84 92

Días

Peso

(kg)

Trat 1Trat 2Trat 3Trat 4Trat 5Trat 6Trat 7Trat 8

FIGURA 2: Fluctuación del peso vivo de cabritos, provenientes de dos cruzamientos,

de diferente tipo de parto y sometidos a diferentes dieta, desde el

nacimiento hasta el destete (14 kg). Colina, 2002.

Donde: Trat1: Saanen x Saanen – único – Dieta 1

Trat2: Saanen x Saanen – único – Dieta 2

Trat3: Saanen x Saanen – mellicero – Dieta 1

Trat4: Saanen x Saanen – mellicero – Dieta 2

Trat5: Saanen x Saanen/ Alpina – único – Dieta 1

Trat6: Saanen x Saanen/Alpina – único – Dieta 2

Trat7: Saanen x Saanen/Alpina – mellicero – Dieta 1

Trat8: Saanen x Saanen/Alpina – mellicero – Dieta 2

50

4.3. Tiempo de destete según tipo de dieta:

Del análisis se desprende que no hay diferencia significativa (p ≥0.05), en el tiempo

que los animales demoran en alcanzar el destete según el tipo de dieta.

CUADRO 15. Número de días promedio que demoran los cabritos en alcanzar los 14 kg, según el tipo de dieta. Colina, 2002.

Tipo de dieta Promedio días de destete

Sustituto lácteo + Heno de alfalfa de primer corte + Concentrado

69 a

Sustituto lácteo + Heno de alfalfa de primer corte + Pelón de almendra

63 a

Valores con letras iguales son estadísticamente iguales (p≥0.05)

No existe diferencia estadística en el consumo de materia seca total en ambas dietas.

Los consumos promedios fueron de 40,9 kg para la dieta que incluía concentrado

energético y 42,8 kg para la dieta que contenía pelón de almendra.

El aporte de energía del concentrado y del pelón de almendra es de 2,5 Mcal/kg y de

2,7 Mcal/kg, respectivamente. Tomando en cuenta lo anterior, se puede atribuir el

resultado a que ambos alimentos, presentan similar aporte de energía.

PORTE et al (1991) concluyeron que el pelón de almendra no produce efectos

negativos en los parámetros productivos, tales como crecimiento, eficiencia de

conversión o características de la canal en rumiantes; pero al aumentar el nivel de

inclusión en la dieta estos parámetros se perturban significativamente, en especial el

consumo.

Si bien, los cabritos hasta aproximadamente los dos meses de vida, se comportan

como animales monogástricos, donde el rumen aún no se encuentra en funcionalidad,

51

es importante evaluar el comportamiento productivo de cabritos alimentados con

diferentes niveles de inclusión de pelón de almendra en la dieta, permitiendo de esta

forma, no afectar los parámetros productivos y además, lograr la funcionalidad del

rumen en el menor tiempo posible.

Al buscar alimentos alternativos en la alimentación animal, lo más importante es el

costo del alimento, por esto, el pelón de almendra se presenta como una buena

alternativa, ya que al ser un desecho de un sistema de productivo, este presenta bajos

costos.

Algo de vital importancia es considerar que el valor nutritivo del pelón depende si el

residuo incluye o no el carozo, ya que esto disminuye sus características nutritivas.

El pelón de almendra se presenta como una alternativa para alimentación animal. Su

valor nutritivo es mediano, con marcadas deficiencias de proteína, por lo que podría

considerarse como un recurso más bien de tipo energético (PORTE et al, 1991)

4.4. Tiempo de destete según cruzamiento:

Existe diferencia estadísticamente significativa, según el tipo de cruzamiento, sobre el

tiempo en que los animales demoran en llegar a los 14 kg, momento en que se realizó

el destete.

CUADRO 16. Número de días promedio que demoran los cabritos en alcanzar los 14 kilos, según el tipo de cruzamiento.

Tipo de cruzamiento Promedio días de destete Saanen * Saanen 69 a

Saanen * Saanen / Alpina 61 b Valores con letras diferentes son estadísticamente diferentes (p≤0.05)

52

El efecto del tipo de cruzamiento refleja diferencias genéticas que pueden existir

entre ellos. La tendencia fue que las crías de cruzamientos Saanen * Saanen /Alpina

demoraron menos tiempo en alcanzar los 14 kg, que las provenientes de cruzamientos

Saanen * Saanen.

El resultado obtenido concuerda con MEJORAMIENTO GENETICO CAPRINO

(2002), quien determinó que grupos con predominancia genética de la raza Alpina,

resultan ser superiores que ejemplares puros, en todas las variables productivas y

reproductivas estudiadas.

Lo anterior puede ser causa de la heterosis que se aplica, a cualquier sistema de cría

en el cual se aparean animales con menor grado de parentesco que el promedio de la

población de la que provienen (WARWICK y LEGATES, 1980)

4.5. Tiempo de destete según tipo de parto:

Los animales provenientes de parto simple y parto doble no tuvieron una diferencia

estadística significativa, en el tiempo en que alcanzaron los catorce kilos.

CUADRO 17. Número de días promedio que demoran los cabritos en alcanzar los 14 kilos, según el tipo de parto.

Tipo de parto Promedio días de destete

Cabrito único 65 a

Cabrito mellizo 66 a

Valores con iguales letras son estadísticamente iguales (p≥0.05)

53

Sin embargo, DAS (1993) concluyó que el tipo de nacimiento influenció en el peso

vivo significativamente, desde el nacimiento hasta los 504 días de edad, por lo que

los cabritos nacidos de parto simple, fueran más pesados en todas las edades.

Además, LÓPEZ et al., (1992) y GONZÁLEZ et al., (1992) registraron diferencias

significativas en el peso vivo, al nacimiento y al momento del destete, dependiendo si

eran crías únicas o mellizas.

Según MEJORAMIENTO GENÉTICO CAPRINO (2002), las crías provenientes de

partos dobles poseen menores pesos al nacimiento y al destete, debido a que sufren

una competencia de nutrientes en el seno materno y a las condiciones

morfofisiológicas de las madres.

Los resultados obtenidos en el presente trabajo, se deben a diferencias estadísticas en

el consumo de alimento. Los cabritos provenientes de parto doble, tuvieron un mayor

consumo de materia seca total, el cual tuvo un promedio de 47 kg y el consumo de

materia seca total promedio de alimento de los cabritos provenientes de parto simple

fue de 38,6 kg. Los cabritos mellizos, lograron pesos similares a los cabritos únicos,

logrando así, obtener similar tiempo en alcanzar los 14 kg.

4.6. Costos de las dietas utilizadas en el ensayo:

Para establecer los costos de las dietas utilizadas, es necesario determinar el consumo

total de los alimentos utilizados (Anexos 7, 8, 9, 10 y 11)

Para realizar los costos de alimentación desde el inicio del ensayo hasta el momento

del destete, se consideró el consumo total de alimento por animal, obteniéndolo del

promedio los tratamientos.

54

En los Cuadros 18 y 19, se señalan los costos de las diferentes dietas utilizadas hasta

el momento del destete, donde se desprende que la dieta que utiliza el pelón de

almendra tiene un costo total de $22.536 por cabrito hasta el momento del destete

(puesto en el comedero), siendo más económico que la dieta que incluye concentrado,

con un costo total de $22.930 (puesto en el comedero), lo que da una diferencia de

$394 por animal hasta el momento del destete. Lo anterior es significativamente

importante, si se considera que en la etapa de crianza en sistemas intensivos, el

número de animales que la componen es elevado.

CUADRO 18. Costos de la dieta que incluía sustituto lácteo, heno de alfalfa y concentrado. Colina, 2002.

CUADRO 19: Costos de la dieta que incluía sustituto lácteo, heno de alfalfa y pelón de almendra. Colina, 2002.

ALIMENTO Valor kg Cantidad Costo ($) (kg) ($)

Sustituto lácteo Heno alfalfa Concentrado

836 26,2

21.903

40 8,5 340 100 6,7 670

TOTAL 53,1 22.930

ALIMENTO Valor kg Cantidad Costo ($) (kg) ($)

Sustituto lácteo Heno alfalfa

Pelón de almendra

836 26,2 21.903 40 8,5 340 25 11,7 293

TOTAL 53,1 22.536

55

5. CONCLUSIONES

Los resultados obtenidos en el presente ensayo permite concluir que:

1.- El alimento alternativo utilizado en el ensayo, que corresponde al pelón de

almendra, no presentó una diferencia estadísticamente significativa con el alimento

utilizado comúnmente en la crianza en sistemas intensivos lecheros caprinos, el cual

corresponde al concentrado. Los animales alimentados con pelón de almendra

alcanzaron los 14 kg (destete), al mismo tiempo que los animales que consumieron

concentrado.

2.- Existe diferencia significativa entre animales provenientes de las cruzas Saanen x

Saanen y Saanen x Saanen/Alpina, siendo estos últimos los que menos tiempo

demoraron en alcanzar el peso de destete.

3.- No existe diferencia estadísticamente significativa entre animales provenientes de

parto simple y animales provenientes de parto doble, en el tiempo que demoran en

alcanzar los catorce kilos, momento en que se realizó el destete.

4.- El costo de la dieta que incluía pelón de almendra resultó más económico que el

que contenía concentrado. Por lo anterior, este alimento alternativo, se recomienda

como un alimento para utilizar en la crianza de cabritos.

56

6. RESUMEN Con el objetivo de determinar el efecto del cruzamientos (Saanen x Saanen y Saanen x Saanen/Alpina), la dieta (concentrado energético y pelón de almendra) y el tipo de parto (cabrito único y mellizo), sobre el tiempo que tardan los animales en llegar a los 14 kg, momento que se realizó el destete, se realizó un ensayo, en Chevrita, ubicado en la localidad de Quilapilún s/n, Comuna de Colina, Provincia de Chacabuco, Región Metropolitana, donde se utilizaron 32 cabritos (hembras) de reemplazo del plantel lechero, las cuales fueron sometidas a ocho tratamientos, bajo un diseño completamente al azar con arreglo factorial. Se pudo determinar que no existen diferencias significativas en el tipo de dieta utilizada y el tipo de cruzamiento de donde provienen los cabritos sobre el tiempo que los animales demoran alcanzar los 14 kg de peso vivo. No se detectó efecto en el tipo de parto, es decir, no influye en el tiempo que los animales demoran en alcanzar 14 kg, la utilización de crías provenientes de parto simple o de parto doble. Por último, el pelón de almendra, se presenta económicamente ventajosa en la alimentación animal, pudiendo considerarse una alternativa en la alimentación de cabritos.

57

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ANEXO 1: Hembra reproductora de la Raza Saanen

FUENTE: CAPRA, 2002

63

ANEXO 2: Hembra reproductora de la Raza Alpina Francesa

FUENTE: CAPRA, 2002

64

ANEXO 3: Máquina automática para proporcionar sustituto lácteo

FUENTE: Alfa Laval Agri

65

ANEXO 4: Alimentación de los cabritos por medio de la máquina automática de

sustituto lácteo. Colina, 2002

66

ANEXO 5: Pesaje de cabritos mediante balanza manual. Colina, 2002

67

ANEXO 6: Crías identificadas por medio de autoctotales. Colina, 2002

68

ANEXO 7: Consumo total de alimento acumulado, desde el momento de la selección hasta el destete (kg ms/animal/día). Colina, 2002

Días Trat 1 Trat 2 Trat 3 Trat 4 Trat 5 Trat 6 Trat 7 Trat 8 22 0,216 0,135 0,081 0,122 0,162 0,108 0,122 0,162 25 0,657 0,594 0,551 0,657 0,634 0,540 0,585 0,513 32 0,603 0,580 0,648 0,684 0,704 0,724 0,621 0,704 40 0,615 0,665 0,742 0,780 0,775 0,704 0,831 0,641 46 0,700 0,895 0,876 0,807 0,814 0,881 0,800 0,809 53 0,496 0,917 0,519 0,787 0,649 0,735 0,658 0,942 58 0,357 0,490 0,415 0,508 0,592 0,774 0,605 0,868 60 0,374 0,430 0,399 0,497 0,519 0,827 0,617 0,818 67 0,519 0,418 0,334 0,580 0,578 0,875 0,617 0,837 71 0,578 0,625 0,497 0,553 0,663 0,836 0,605 0,749 74 0,607 0,693 0,536 0,713 0,621 0,668 0,719 0,670 78 0,523 0,659 0,469 0,666 0,619 0,724 0,704 0,695 81 0,582 0,467 0,839 0,719 0,850 0,609 0,695 84 0,594 0,538 0,751 0,751 0,717 89 0,648 0,665 0,870 0,607 92 0,566 0,725 0,704

Total 39,15 37,15 37,2 47,0 47,0 43,6 40,55 43,25

69

ANEXO 8: Consumo sustituto lácteo desde el momento de la selección hasta el

destete (kg ms/animal/día). Colina, 2002

Días Trat 1 Trat 2 Trat 3 Trat 4 Trat 5 Trat 6 Trat 7 Trat 8 22 0,216 0,135 0,081 0,122 0,162 0,108 0,122 0,162 25 0,527 0,419 0,378 0,392 0,419 0,365 0,324 0,338 32 0,473 0,270 0,432 0,419 0,446 0,459 0,405 0,351 40 0,486 0,405 0,527 0,473 0,473 0,486 0,486 0,378 46 0,527 0,500 0,486 0,500 0513 0,486 0,500 0,459 53 0,324 0,297 0,432 0,527 0,432 0,338 0,486 0,635 58 0,270 0,270 0,243 0,378 0,419 0,419 0,432 0,473 60 0,243 0,297 0,270 0,324 0,432 0,432 0,486 0,378 67 0,432 0,243 0,162 0,405 0,405 0,432 0,446 0,527 71 0,405 0,405 0,324 0,378 0,446 0,486 0,432 0,486 74 0,392 0,338 0,405 0,405 0,405 0,405 0,459 0,405 78 0,351 0,392 0,297 0,446 0,446 0,459 0,446 0,297 81 0,365 0,338 0,486 0,459 0,500 0,392 0,432 84 0,378 0,365 0,446 0,405 0,459 89 0,432 0,405 0,473 0,392 92 0,392 0,378 0,446

Total 28,6 19,1 24,7 29,9 30,3 25,2 27,1 25,1

70

ANEXO 9: Consumo heno de alfalfa (Medicago sativa) desde el momento de la

selección hasta el destete (kg ms/animal/día). Colina, 2002

Días T1 T2 T3 T4 T5 T6 T7 T8 22 0 0 0 0 0 0 0 0 25 0,050 0,100 0,100 0,100 0,150 0,100 0,100 0,100 32 0,050 0,100 0,150 0,100 0,200 0,100 0,150 0,150 40 0,100 0,200 0,150 0,150 0,200 0,150 0,250 0,150 46 0,100 0,200 0,200 0,150 0,250 0,200 0,250 0,200 53 0,150 0,200 0,050 0,200 0,100 0,150 0,150 0,150 58 0,050 0,100 0,150 0,100 0,100 0,100 0,100 0,200 60 0,050 0,050 0,100 0,150 0,050 0,200 0,050 0,200 67 0,050 0,100 0,150 0,100 0,100 0,150 0,150 0,100 71 0,100 0,100 0,100 0,100 0,100 0,200 0,100 0,150 74 0,150 0,100 0,050 0,150 0,150 0,150 0,150 0,100 78 0,150 0,050 0,150 0,100 0,100 0,100 0,200 0,150 81 0,100 0,100 0,150 0,150 0,200 0,100 0,150 84 0,150 0,100 0,200 0,200 0,200 89 0,150 0,150 0,150 0,150 92 0,050 0,200 0,200

Total 6,5 7,0 8,2 9,4 10,3 8,4 9,4 8,6

71

ANEXO 10: Consumo de concentrado desde el momento de la selección hasta el

destete (kg ms/animal/día). Colina, 2002

Días Trat 1 Trat 3 Trat 5 Trat 7 22 0 0 0 0 25 0,100 0,100 0,150 0,200 32 0,100 0,100 0,200 0,100 40 0,050 0,100 0,200 0,150 46 0,100 0,250 0,250 0,100 53 0,050 0,050 0,100 0,050 58 0,050 0,050 0,100 0,100 60 0,100 0,050 0,050 0,100 67 0,050 0,050 0,100 0,050 71 0,100 0,100 0,100 0,100 74 0,100 0,100 0,150 0,150 78 0,050 0,050 0,100 0,100 81 0,150 0,050 0,150 0,150 84 0,100 0,100 0,200 0,100 89 0,100 0,150 0,150 92 0,150 0,200

Total 5,8 6,3 8,0 6,6

72

ANEXO 11: Consumo de pelón de almendra desde el momento de la selección

hasta el destete (kg ms/animal/día). Colina, 2002

Días Trat 2 Trat 4 Trat 6 Trat 8 22 0 0 0 0 25 0,100 0,200 0,100 0,100 32 0,250 0,200 0,200 0,250 40 0,100 0,200 0,100 0,150 46 0,250 0,200 0,250 0,200 53 0,500 0,100 0,300 0,200 58 0,150 0,050 0,300 0,250 60 0,100 0,050 0,250 0,300 67 0,100 0,100 0,350 0,250 71 0,150 0,100 0,200 0,150 74 0,300 0,200 0,150 0,200 78 0,250 0,150 0,200 0,300 81 0,250 0,200 0,150 84 0,150 89 0,300 92 0,200

Total 11,3 11,2 12,4 12,0

73

74