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Viviendo como

Jesús Vivió

por

Zac Poonen

Viviendo comoJesús Vivió

© Zac Poonen, 1977

Rústica ISBN: 9789190565882ePub ISBN: 9789384302344

Kindle ISBN: 9789384302658PDF ISBN: 9789384302962

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Viviendo como Jesús Vivió

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CONTENIDO

1. El Propósito de Dios para el hombre ……………………………………… 4

2. Viviendo en Humildad ………………………………………………………… 8

3. Viviendo en Santidad ……………………………………………………….. 14

4. Viviendo en Amor …………………………………………………………….. 22

5. Viviendo en el Espíritu ……………………………………………………… 29

6. Viviendo en la Voluntad de Dios …………………………………………. 37

7. Viviendo por el Poder de Dios …………………………………………….. 43

8. Viviendo para la Gloria de Dios …………………………………………… 50

9. La Novia de Cristo ……………………………………………………………. 55


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Capítulo 1

El Propósito de Dios para el Hombre

Dios no creó al hombre porque necesitaba un siervo. Él ya tenía millones deángeles para servirle. Él creó al hombre porque quería a alguien quemanifestara su carácter y su naturaleza.

Si olvidamos esta verdad, es fácil desviarse hacia la imaginación deque el servicio a Dios es el principal propósito de nuestra salvación en Cristo.Este es el error que muchos creyentes han cometido.

Cuando Dios estaba por hacer a Adán, sus palabras fueron,

"Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza"(Génesis 1:26).

Cuando Adán pecó, Dios en su presciencia, ya había hecho provisión paralevantar al hombre del pozo del pecado en el cual había caído. Laencarnación de Cristo y su muerte en la cruz estaban en la mente de Dios,antes de que Adán fuera creado.

La intención de Dios en la redención que Él ha provisto para nosotrosen Cristo, es que el hombre pueda regresar al lugar donde pueda cumplirSu propósito original: manifestar Su naturaleza.

Nuestra salvación es a través de la fe en Cristo. Pero la fe puedebasarse solamente en una revelación divina de la Persona de Cristo. Es solouna fe que permitirá que el Espíritu Santo nos transforme en la semejanzade Cristo.

Un conocimiento intelectual o parcial de Cristo, aparte de la revelacióndivina, puede dejarnos tan ciegos como los eruditos bíblicos en los días deJesús. Su comprensión de las Escrituras les llevó a buscar otro Cristo, quetendría características diferentes a las que Jesús de Nazaret tenía.

El Jesús encontrado en las páginas de la Biblia es Uno, quien siendoDios, igual que el Padre, se "vació Él mismo" y se hizo hombre (Filipenses 2:6, 7).

Aquí es donde necesitamos entender la verdad con cuidado. En Supersona, Jesús todavía era Dios cuando vino en nuestra carne, ya que Diosnunca puede dejar de ser Dios. La prueba más clara de la Deidad de Jesúsen los días de Su carne, se ve en el hecho de que Él recibió adoración. Sieteveces en los evangelios se nos dice que aceptó la adoración que los hombresle ofrecieron (Mateo 8: 2; 9:18; 14:33; 15:25; 20:20; Marcos 5: 6; Juan 9:38).


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Los ángeles y los hombres temerosos de Dios no aceptan la adoración(Hechos 10:25, 26, Apocalipsis 22: 8, 9). Pero Jesús sí lo hizo, porque Él erael Hijo de Dios.

Entonces, ¿De qué se vació él mismo? De sus privilegios como Dios.

Considere dos ejemplos. Sabemos que "Dios no puede ser tentado"(Santiago 1:13). Sin embargo, la Escritura declara que Jesús fue tentado(Mateo 4: 1-11).

También sabemos que Dios es omnisciente (que lo sabe todo). Sinembargo, la Escritura dice que Jesús tuvo que acercarse a una higuera unavez, antes de que pudiera descubrir si tenía algún fruto (Marcos 11:13). Unavez Jesús dijo que ni siquiera conocía la fecha de Su propia segunda venidaa la tierra (Marcos 13:32).

Entonces, es completamente claro que Jesús se había vaciado de losprivilegios de la Deidad, cuando caminó en esta tierra en nuestra carne.

"La Palabra era Dios ... y la Palabra se hizo carne" (Juan 1: 1, 14)

Ambas verdades concernientes a la Persona de Cristo - Su Deidad y Suhumanidad - deben ser creídos por igual, si queremos evitar la herejía.

Ninguna verdad en la Escritura puede ser ignorada sin sufrir pérdidaespiritual. Y así, si no se da el mismo énfasis a la Deidad y la humanidad deCristo, en nuestro entendimiento y en nuestro ministerio, terminaremoscreyendo en un Cristo incompleto - "otro Jesús" que el revelado en lasEscrituras. Esto dará como resultado la pérdida correspondiente en nuestravida y ministerio cristiano. Somos llamados no solo para adorar a Cristocomo Dios, sino también para seguirlo como un Hombre.

Jesús no solo nos ha redimido a través de su muerte, sino quetambién nos ha mostrado a través de su vida en la tierra, cómo Dios quisoque el hombre viviera. Él no es solo nuestro Salvador sino también nuestroPrecursor (Hebreos 6:20). Nos ha dado un ejemplo de cómo vivir en todomomento y en todas las situaciones, en perfecta obediencia a Dios.

El perdón de los pecados, la plenitud del Espíritu y todos los mediosde gracia que Dios ha provisto, son todos suministrados por Él paraconducir a una meta final: que podamos ser conformados a la semejanza deSu Hijo. De hecho, cada doctrina en la Palabra de Dios puede entenderse ensu perspectiva adecuada solo si se ve en la luz del propósito eterno de Diospara el hombre – hacerlo como Jesús.

El principal ministerio del Espíritu Santo es doble, y se describe así:


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"Contemplamos como en un espejo la gloria del Señor, y somostransformados en la misma imagen de gloria en gloria, por el Espíritu"

(2 Corintios 3:18)

El Espíritu Santo constantemente busca mostrarnos la gloria del SeñorJesús en las Escrituras (el espejo), y luego busca cambiarnos a esasemejanza.

Dios el Padre en Su soberanía, también ordena todas nuestrascircunstancias a este mismo fin.

"Dios hace que todas las cosas trabajen juntas para bien de los que lo aman... por quienes de antemano conoció, también los predestinó para

conformarse a la imagen de su Hijo" (Romanos 8:28, 29)

Cada evento y circunstancia en nuestra vida es entendido por Dios paramoldearnos y transformarnos un poco más en la imagen de Jesús.

Y así vemos, que nuestro Padre en el cielo y el Espíritu Santo ennuestros corazones están trabajando hacia un objetivo: que podamos llegara ser como Jesús.

Cuanto más participemos de la naturaleza de nuestro Señor, másviviremos en la tierra tal como Él vivió. Esta es la vida llena del Espíritu.

Jesús no vino a la tierra como un ángel, sino como nosotros. La Bibliadice: "Él fue hecho como Sus hermanos en todas las cosas" (Hebreos 2:17)(Sus hermanos son Sus discípulos - Mateo 12:50). Si no hubiera sido hechocomo nosotros (sus hermanos) "en todas las cosas", Él no pudiera haberseconvertido en nuestro Ejemplo. Tampoco nos pudiera haber ordenadodiciendo "Sígueme", porque obviamente no pudiéramos seguir a Uno que notenía nuestras limitaciones, incluso como un ángel no podría enseñarnos anadar, ya que no experimentaría la fuerza descendente de la gravedad comonosotros sí.

Entonces, la exhortación de Pablo en 1 Corintios 11: 1, para seguirlomientras él seguía a Cristo también sería insignificante, ya que Pablo nopodría haber vivido como Jesús vivió. Entonces, la vida de Cristo seconvierte en una vida que solo podemos admirar, pero nunca seguir.

Pero alabado sea Dios que Cristo vino en nuestra carne, y habiendoaceptado las limitaciones de nuestra carne, nos ha dado un ejemplo aseguir.

Ya que fue como un hombre que Jesús vivió una vida santa y pura,ahora no hay razón para que nosotros tampoco podamos "caminar como Élcaminó" (1 Juan 2: 6).


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Debido a que somos débiles como seres humanos, Dios nos ofrece elmismo poder del Espíritu que le fue dado a Jesús cuando vivió en la tierracomo hombre.

Lo que Dios hizo por Jesús, con mucho gusto lo hará por nosotros,porque "nos ama como amó a Jesús" (Juan 17:23). Pero su poder estádisponible solo para "aquellos que creen" (Efesios 1:19). Entonces, debido ala falta de fe en la Palabra de Dios, los creyentes de hoy son impotentes eineficaces contra el pecado y Satanás.

La excusa que el diablo nos haría cuando se nos manda a "seguir Suspasos a quién no cometió pecado" (1 Pedro 2:21, 22), es que siendo humanosno podemos sino pecar de vez en cuando. Pero cuando vemos que Jesúsvino en nuestra carne y no pecó, entonces suceden DOS cosas:

1. Ya no tenemos excusa para pecar.

2. Tenemos fe en que nosotros también podemos vivir en la victoriasobre el pecado como lo hizo Jesús.

Y así la oración de Pablo también es mía, mientras lees las verdadesde las Escrituras en este libro:

"Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé unespíritu de sabiduría y revelación en el pleno conocimiento de Él (Cristo) ... y

... que Él te conceda, de acuerdo con las riquezas de su gloria, para serfortalecidos con poder a través de su Espíritu en el hombre interior"

(Efesios 1:17; 3:16).

Solo mediante el pleno conocimiento de Cristo podemos conocer el poder delEspíritu Santo. Jesús es el ejemplo perfecto del hombre lleno del Espíritu.

Al mirar Su vida y ver cómo vivió en esta tierra, podemos comprenderinequívocamente cuáles son las características de una vida llena delEspíritu.


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Capítulo 2

Viviendo en Humildad

La grandeza de Dios es vista por el mundo en las maravillas de la creación(Salmos 19: 1). El universo es tan vasto que la mente humana no puedecomprenderlo. Galaxias de estrellas se han lanzado en el espacio, a miles demillones de años luz de diferencia. Al mismo tiempo, cada bit de materia eneste universo está formada por átomos, tan pequeños que el ojo humano nopuede verlos, pero que contienen cientos de electrones que giran dentro deellos. ¡Cuán grande es nuestro Dios!

Pero para el discípulo de Jesucristo, la grandeza de Dios es vista, noprincipalmente en estas maravillas del universo, sino más bien en lahumildad que hizo que el Hijo de Dios se despoje así mismo y venga ennuestra carne y se identifique Él mismo con nuestra raza caída.

"El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros y contemplamos sugloria", dijo Juan el apóstol (Juan 1:14). Y podemos agregar - "tal gloria, quesuperó con mucho la gloria vista en la creación".

El gran Rey del Cielo vino y habitó como uno de nosotros en nuestracarne. Y Él vino, no de una manera condescendiente y protegida, sino converdadera humildad, haciéndose Él mismo uno con nosotros en todos lossentidos.

Vemos la Gloria del Señor Jesús en una manera mucho más grandeen Su humildad que en los maravillosos milagros que El hizo.

Es este camino de humildad que el Espíritu Santo desea mostrarnosante todo, para que podamos aprender a caminar en él todos nuestros días.Es aquí donde debemos seguir a Jesús principalmente.

Antes de que Jesús viviera puro y lleno de amor en la tierra, comohombre, Él se humilló a sí mismo. Aquello fue el primer paso. Y es el primerpaso para nosotros también.

Muchos miles de años antes que Jesús viniera a la tierra, Dios creóun ángel llamado Lucifer quien fue perfecto en belleza y sabiduría. Luciferfue encargado por Dios como la cabeza del orden angelical. Pero, allevantarse con orgullo y no contento con su encargo designado, Luciferbuscó irse y exaltarse a sí mismo (Ezequiel 28:11–17; Isaías 14:12–15). Asítrajo el pecado dentro de la creación de Dios. Dios lo arrojó de inmediato yse convirtió en Satanás.


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El orgullo es, por lo tanto, la raíz de todo pecado y maldad en esteuniverso.

Cuando Adam pecó, él también se infectó con este orgullo satánico.Cada hijo de Adam ahora nace con esta infección.Para redimir al hombre de este veneno, Jesús se humilló a Sí mismo.Como el pecado se originó en el orgullo de Lucifer, nuestra redención

se originó en la humildad de Jesús. Tenemos tanto de la mente de Cristocomo la que tenemos de Su humildad. Este es el indicador infalible delcrecimiento espiritual.

La misma venida de Jesús a la tierra desde la gloria del cielo es en símisma una maravillosa demostración de su humildad. Pero se nos diceademás que, incluso "como un hombre se humilló a sí mismo" (Filipenses2: 8). "Hecho como sus hermanos en todos los aspectos" (Hebreos 2:17),tomó su lugar ante Dios como todos los demás hombres. Se convirtió ennada para que Dios sea todo. Esta es la verdadera humildad.

La gloria mundana y la grandeza se miden por la posición de unapersona, la riqueza, los logros, el estado familiar, etc. ¡Pero cuán diferentees la gloria de Dios como se ve en Jesucristo!

Jesús fue la única persona nacida que tuvo la oportunidad de elegirla familia en la que iba a nacer. Ninguno de nosotros tuvo esa opción.

¿Qué familia eligió Jesús? Una familia desconocida de carpintero deun lugar llamado Nazaret, de la cual la gente de la ciudad dijo: "¿Puede saliralgo bueno de allí?" (Juan 1:46). José y María eran tan pobres que nisiquiera podían darse el lujo de ofrecer un cordero como una ofrendaquemada a Dios (cf. Lucas 2:22–24 con Levitico12:8).

Además, Jesús fue la única persona jamás nacida, que pudo elegirexactamente donde nacería. Al tener la oportunidad de determinar el lugarde Su nacimiento, qué lugar Él eligió? Un pesebre en un humilde establo!

Además observe, la línea familiar que Jesús escogió para sí mismo.Cuatro mujeres fueron nombradas en el árbol familiar de Jesús,mencionado en Mateo 1:3–6. La primera, Tamar tuvo un hijo a través deladulterio cometido con su padrastro, Judá. La segunda, Rahab, fue unaprostituta bien conocida en Jericó. La tercera, Rut, fue una descendientede Moab que nació como resultado del adulterio cometido con su propiahija. La cuarta era la esposa de Urías, Betsabé, con quien David cometióadulterio.

¿Por qué Jesús escogió una línea familiar tan vergonzosa? Para quepudiera identificarse totalmente con la raza caída de Adán. Allí vemos suhumildad. Él no desea ningún orgullo de familia o genealogía.


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Jesús se identificó totalmente con el hombre. Creía en la igualdadesencial de todos los seres humanos, independientemente de la raza, lafamilia, la posición en la vida, etc., y se convirtió en uno con los estratossociales más pequeños y más bajos. Él vino debajo de todos, para que Élpudiera ser el servidor de todos. Es solo quien se pone debajo de otros quepuede levantarlos. Y así es como vino Jesús.

El Espíritu Santo nos transforma a través de la renovación de nuestramente (Romanos 12: 2). Es en nuestros pensamientos que la semilla de laverdadera humildad como Cristo es sembrada. No es por nuestras accioneso por nuestro comportamiento ante los demás sino por nuestrospensamientos (cuando estamos por nuestra cuenta) que podemosdeterminar si estamos siendo transformados a la semejanza de Cristo enesta área o no - nuestros pensamientos acerca de nosotros mismos y decómo nos comparamos con otros.

Sólo cuando somos verdaderamente pequeños en nuestros propiospensamientos, podemos genuinamente "considerar a los demás como másimportantes que nosotros" (Filipenses 2: 3), y nos consideramos a nosotrosmismos como "el más pequeño de todos los santos" (Efesios 3: 8).

Jesús siempre se consideró a sí mismo como un hombre para no sernada ante su Padre. Por lo tanto, la gloria del Padre fue manifestada a travésde Él en toda su plenitud.

Debido a que Jesús tomó esta posición de nada ante el Padre, pudosometerse con gozo a todo lo que el Padre ordenó para su vida y obedecertodos los mandamientos del Padre de todo corazón.

"Se humilló a sí mismo al llegar a ser obediente hasta el punto de lamuerte" (Filipenses 2: 8).

La total obediencia a Dios es la marca inconfundible de humildad genuina.No hay una prueba más clara que esta.

Durante treinta años, Jesús se sometió a un padre y madre de crianzaimperfectos - porque esta era la voluntad de su Padre. Él sabía mucho másque José y María; y era sin pecado, a diferencia de ellos. Sin embargo, sesometió a ellos.

No es fácil para el hombre someterse a aquellos que intelectual oespiritualmente son inferiores a él. Pero la humildad genuina no tieneningún problema aquí - para alguien que verdaderamente se ha visto a símismo como nada a los ojos de Dios, no tiene dificultad para someterse aalguien que Dios nombra sobre él.


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Jesús eligió una profesión muy poco impresionante - la de uncarpintero. Y cuando entró en su ministerio público, no tenía prefijos nisufijos para su nombre. Él no era el "Pastor Jesús". Mucho menos fue «¡ElReverendo Doctor Jesús!» Nunca buscó ni deseaba ninguna posición o títuloterrenal que lo exaltara sobre la gente común a la que había venido a servir.El que tenga oídos para oír, que oiga.

Cuando las multitudes acudieron una vez a Él, queriendo convertirloen su rey, silenciosamente se escabulló de entre ellos (Juan 6:15). Eldeseaba ser conocido solo como "el Hijo del Hombre".

Nunca buscó ni se preocupó por el honor de los hombres. Vivió soloante el rostro de su Padre, y se contentó con pasar toda la vida ignorado ydespreciado por los hombres. Solo la aprobación del Padre le importaba.

Cada vez que Jesús sanaba a alguien o hacía un milagro, estabaansioso de que nadie supiera acerca de la curación, ya que sus milagroseran actos de compasión hechos para individuos necesitados, y no trucosde publicidad. Incluso cuando Él resucitó a la hija de Jairo, dioinstrucciones estrictas para que nadie hablara acerca de ello (Marcos 5:43).Solo después de que Jesús dejó esta tierra, fue hecho público por susapóstoles el registro de su vida.

Cuando tomó un lavatorio con agua y lavó los pies de sus discípulos,la última noche antes de ser crucificado, era típico de lo que había sidoverdad en toda su vida. Había sido un sirviente de todos los hombres. Seapresuró a notar que los pies de los discípulos estaban sucios y eraigualmente rápido para recoger el lavatorio y hacer lo necesario, en lugar deesperar a ver si alguien más lo haría. Esa acción fue un símbolo de una vidade servicio a los demás. Jesús no esperó a que se le pidiera que hiciera algo.Descubrió la necesidad e hizo lo necesario.

Jesús se asoció íntimamente con los estratos más bajos de la sociedady se movió entre ellos como su igual. Y, sin embargo, aunque era perfecto ysin pecado, nunca hizo que los demás se sintieran incómodos debido a susimperfecciones. No tenía ningún aire condescendiente acerca de Él cuandose movía con sus discípulos. De hecho, Él se movió tan libremente con ellospara reprenderlo e incluso darle consejos (Mateo 16:22; Marcos 4:38; 9: 5).

Vemos la humildad de Jesús en su búsqueda por la comunión de susdiscípulos en la oración. En el jardín de Getsemaní, le pidió a Pedro, aSantiago y a Juan que oraran con Él, porque su alma estaba"profundamente afligida hasta el punto de morir" (Mateo 26:38). Jesús eraconsciente de la debilidad total de la carne que había asumido. Esa fue larazón por la cual Él buscó su compañerismo en la oración.


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Es porque no somos lo suficientemente honestos como para reconocernuestra nada, que la manifestación del poder de Dios a través de nosotroses limitada. Jesús nos ha mostrado el camino de la humildad. Es reconocerla debilidad de nuestra carne y nuestra nada como seres humanos.

Debido a que Jesús se humilló a Sí Mismo, por lo tanto, Dios lo exaltóa la posición más alta en el universo (Filipenses 2: 9). Aquellos que van máslejos en el camino de la humildad se sentarán con Jesús en su mano derechae izquierda en la gloria.

Durante toda la vida de Jesús siguió bajando. Bajó del cielo y siguióbajando, bajando, bajando todo el camino hasta la cruz. Nunca una vez Élrevertió esta dirección y trató de subir.

Solo hay dos espíritus que operan en la tierra hoy. Uno, el espíritu deSatanás (Lucifer) instando a las personas a subir, ya sea en el mundo o enla cristiandad. El otro, el Espíritu de Cristo lleva a las personas a bajar comosu Maestro. Como el grano de trigo, Jesús cayó, y todos sus verdaderosdiscípulos pueden ser identificados inequívocamente por esta característica.

La humildad de Jesús se ve con toda su brillantez en su muerte.Nunca hubo un juicio más injusto que el que tuvo Jesús. Sin embargo, sesometió a heridas, insultos, injusticias, humillaciones y burlas, en silencio.Él no profirió maldiciones sobre sus enemigos. Él no amenazó con venganzani pidió ayuda angelical. Él renunció a todos sus derechos como el Hijo deDios.

El "puño cerrado" es un símbolo apropiado de la raza humana, lo quesignifica tanto el deseo de aferrarse a los derechos, poderes y posesiones deuno, como el deseo de luchar cuando se ataca.

Jesús, por otro lado, voluntariamente abrió sus palmas para recibirlos clavos en la cruz. Sus palmas siempre estaban abiertas, dando, dando ydando. Finalmente también renunció a su propia vida. Esta es la verdaderahumildad. Y esto es cierto `hombría 'como Dios quiso que fuera.

El discípulo de Jesús que quiere manifestar la naturaleza divina debeestar dispuesto a sufrir la injusticia sin quejarse.

La Biblia dice:

"Si soportas pacientemente el sufrimiento cuando haces lo correcto y eso noes reconocido, es aceptable y agradable a Dios. Porque incluso a esto fueron

llamados - es inseparable de su vocación. Porque Cristo también sufrió ...dejándote Su ejemplo personal, para que siguieras en Sus pasos ... cuando

fue injuriado e insultado, Él no injurió ni ofreció insulto a cambio; cuando fue


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abusado y sufrió, no hizo amenazas de venganza; pero confió todo y a símismo a Aquel que juzga de manera justa" (1 Pedro 2: 20-23 - AMP)

La humildad de Jesús no le permitió juzgar a nadie. Solo Dios es el juez detodos los hombres; y cualquier hombre que juzgue a otro ocupa así el lugarque solo Dios tiene derecho a ocupar. Como un hombre en la tierra, Jesúsdijo: "No juzgo a nadie" (Juan 8:15). El comprometió todo juicio a Su Padre.Allí también vemos la belleza de su humildad.

Jesús voluntariamente se sometió a la humillante muerte que suPadre planificó para él. Más allá de los instrumentos humanos queplanificaron y ejecutaron Su crucifixión, pudo discernir la mano del Padre yde buena gana bebió la copa que "el Padre dio" (Juan 18:11).

"Él fue obediente hasta la muerte, incluso la muerte de la cruz"(Filipenses 2: 8)

Este es el verdadero Jesús de las Escrituras. A diferencia de los evangelistasmodernos, no fue honrado como una celebridad o una estrella de cine. Porel contrario, fue despreciado y rechazado por los hombres; y el mundo de sutiempo se deshizo de Él al clavarlo en una cruz. El mundo de hoy no esdiferente; y el discípulo no está por encima de su Maestro. Un cristianismoque es popular y que atrae el honor del mundo es una falsificación de laverdadera fe. Toda la vida de Jesús - desde el nacimiento hasta la muerte -demostraba el hecho de que "lo que es muy estimado entre los hombres esdetestable a los ojos de Dios" (Lucas 16:15).

"Aprende de mí", dijo Jesús, "porque soy humilde de corazón"(Mateo 11:29)

La humildad fue lo principal que Jesús pidió a sus discípulos queaprendieran de Él. Y eso es lo que debemos aprender de Él también.


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Capítulo 3

Viviendo en Santidad

Dios es Luz y Amor (1 Juan 1: 5; 4: 8). Él "habita en luz inaccesible" (1Timoteo 6:16). Debido a que Él es santo, Él nos llama también a ser santos.

Pero la santidad, para un ser humano, puede venir solo a través latentación. Adán fue creado inocente, sin siquiera el conocimiento del bien yel mal. Dios quería que fuera santo; y por esto, Dios permitió que loprobaran.

El árbol del conocimiento del bien y del mal había sido creado por Diosmismo y no era malvado en sí mismo. Existió en un mundo en el que Diospronunció las palabras: "bueno en gran manera" (Génesis 1:31). Fue muybueno, porque le dio a Adam la oportunidad de ser santo, al resistir latentación.

La Biblia dice: "Considera tener sumo gozo mucho cuando tengan queenfrentar diversas pruebas/tentaciones" (Santiago 1: 2), porque laspruebas/tentaciones nos dan la oportunidad de participar de la santidad deDios (Hebreos 12:10) y de volvernos "perfectos y completos" (Santiago 1: 4).

Al mirar la santidad de Jesús, no miramos esa santidad inherente quetenía como Dios, ya que eso no sería un ejemplo para nosotros. Lo miramoscomo uno "hecho como sus hermanos en todas las cosas" y "tentado entodos los aspectos como nosotros somos, pero sin pecar" (Hebreos 2:17;4:15).

Jesús es nuestro Precursor (Hebreos 6:20), que corrió la mismacarrera que tenemos que correr, allanando el camino para que nosotros lasigamos. Y entonces Él nos dice: "Sígueme" (Juan 12:26). Y mirando haciaAquel que ha corrido la carrera por delante de nosotros, nosotros tambiénpodemos correr con perseverancia, sin desfallecer o perder el corazón(Hebreos 12: 1-4).

Jesús soportó todas las tentaciones que puedan llegar a cualquierhombre. Fue tentado "en cada punto, tal como nosotros somos". Esto seenseña claramente en Hebreos 4:15. Y este es nuestro aliento. Jesús noejerció ningún poder que hoy no nos es ofrecido por Dios. Conoció y vencióla tentación, como hombre, en la fuerza que le dio Su Padre por medio delEspíritu Santo.

Satanás siempre le dijo al hombre que las leyes de Dios son gravosase imposibles de obedecer. Jesús vino como un hombre y expuso esa mentira


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de Satanás por su vida de perfecta obediencia. Si tuviéramos cualquiertentación para vencer, o cualquier mandamiento de Dios para obedecer, queJesús no enfrentó, entonces en ese punto podríamos tener una excusa parapecar. Y si Jesús hubiera vivido esa vida perfecta, sin la debilidad de nuestracarne o con el poder no disponible para nosotros, entonces su vida no podríaser un ejemplo que podamos seguir, ni podría ser un aliento para nosotrosen los momentos en que somos tentados. Pero Jesús demostró a través deSu vida como un hombre en la tierra, que el poder de Dios esté disponiblepara nosotros y que es suficiente para cumplir con las exigencias de Su leyque vemos en Su Palabra.

"No tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse denuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todas las cosas tal como

nosotros somos" (Hebreos 4:15)

La vida sin pecado de Jesús es la demostración de Dios al mundo que esposible para el hombre a través del poder del Espíritu Santo tener unavictoria completa sobre el pecado y obedecer a Dios con alegría. Sipermanecemos en Él, PODEMOS "andar como Él anduvo" (1 Juan 2: 6).

Jesús enfrentó todas las tentaciones al pecado que enfrentamos todoslos días, y fue tomado por su Padre a través de cada tentación que puedallegar a cualquier hombre. Así, Él fue equipado para ser nuestro Líder ynuestro Sumo Sacerdote (Hebreos 2:10, 17, 18; 5: 7-9). En todas aquellassituaciones, se negó a sí mismo y mortificó los deseos de la carne que lotentó a pecar. Así Él consistentemente "sufrió en la carne".

La Escritura lo señala como nuestro ejemplo:

"Como Cristo ha sufrido en la carne, ármense ustedes mismos también conel mismo propósito, porque el que ha sufrido en la carne ha acabado con el

pecado, para vivir el resto del tiempo en la carne ya no para lasconcupiscencias de los hombres, sino para la voluntad de Dios”

(1 Pedro 4: 1, 2)

Jesús demostró a través de Su vida de "obediencia a la muerte" que estálejos de ser una calamidad mucho menor sufrir cualquier cosa que puedasuceder que desobedecer a Dios en tan siquiera un solo punto.

La esencia de todo pecado se encuentra en hacer la propia voluntad.Y la esencia de la santidad en un ser humano se encuentra en negar lapropia voluntad y en hacer la voluntad de Dios. Así es como vivió Jesús. Éldijo:

"No busco mi propia voluntad, sino la voluntad del que me envió ... Nohe venido para hacer mi propia voluntad, sino la voluntad del que me envió


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... no como yo quiera, sino como Tú quieras"(Juan 5:30; 6:38; Mateo 26:39)

Jesús ofreció su propia voluntad humana como un sacrificio perpetuo a suPadre, incluso cuando significaba un intenso sufrimiento. Se nos ha dichoque

"En los días de su carne, Él ofreció ambas cosas, oraciones y súplicascon fuertes gritos y lágrimas" (Hebreos 5: 7)

Jesús había advertido a sus tres discípulos en el jardín de Getsemaní que,dado que la carne humana era débil, que solo a través de velar y orar (quees a través de la búsqueda de la ayuda de Dios) que la tentación pudo sersuperada (Mateo 26:41). Él mismo oró y solo así venció.

Jesús les dijo a sus discípulos justo antes de ir a Getsemaní quepronto llegaría el día en que ellos también podrían hacer las obras que Élhizo, porque el Padre les daría el Espíritu Santo para ser su "Ayudador"(Juan 14:12, 16). Jesús no vino para hacernos obradores de milagros, sinopara hacernos santos. Sus obras fueron obras de santidad, obras deobediencia al Padre y estas son las obras que Él ha prometido que tambiénpodremos hacer. Él las hizo todas, como un Hombre lleno del Espíritu Santo.

Cuando los discípulos fueron llenos del Espíritu Santo en el día dePentecostés, ellos también recibieron el poder para hacer las obras deobediencia que hizo Jesús. Durante la vida de Jesús en la tierra, elloshabían recibido el poder de sanar a los enfermos, resucitar a los muertos,limpiar a los leprosos y expulsar a los demonios (Mateo 10: 8), pero no elpoder para vencer el pecado. Para eso, tuvieron que esperar hasta serllenados con el Espíritu Santo en el día de Pentecostés.

La plenitud del Espíritu debe permitirnos hacer "las obras que hizoJesús", o en otras palabras, "la voluntad de Dios" (véase Juan 4:34).

Esta es la gloriosa vida que Dios nos ofrece bajo el Nuevo Pacto.

"Lo que la ley no pudo hacer por ser débil ya que lo fue a través de lacarne, Dios lo hizo: enviando a Su propio Hijo en semejanza de carne de

pecado y como una ofrenda por el pecado. Él condenó el pecado en la carne,PARA QUE el requisito de la Ley ('la voluntad de Dios') pueda ser cumplida

en nosotros, que no caminamos (vivimos) según la carne, sino según elEspíritu" (Romanos 8: 3, 4).

El significado para nosotros, de Jesús enfrentando la tentación yvenciéndola, radica en el hecho de que, de ese modo, Él nos ha abierto unCamino en donde podemos seguirlo.


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El Camino que Jesús ha abierto, se llama, "el camino nuevo y vivo" enHebreos 10:19, 20:

"Tenemos confianza para entrar en el Lugar Santísimo por un caminonuevo y vivo que Él inauguró para nosotros a través del velo, que es, Su

carne".

Fue en el Lugar Santísimo del Templo donde moró la gloria de Dios. Este esel lugar en el que Jesús ha abierto el camino para que lo sigamos, para quepodamos participar de Su santidad. Él es el Precursor que ha entrado através del velo de la carne, primero que todos (Hebreos 6:20). Nosotrosestamos corriendo la carrera ahora, mirando Su ejemplo (Hebreos 12: 1, 2).

No tenemos que desgarrar el velo, porque ya ha sido rasgado pornuestro Señor, de una vez por todas. Pero tenemos que seguirlo a Él por esecamino del velo rasgado - el camino de la cruz, el camino de la muerte a lacarne y sus pasiones.

Fue a través de la muerte de la carne que la gloria de la santidad deDios fue vista en la vida de Jesús. Y no hay otra forma para nosotros. Sillevamos este "morir de Jesús" en nuestro cuerpo, entonces y solo entonces,esa "vida de Jesús pura y santa se manifestará en nuestro cuerpo" (2Corintios 4:10).

El Espíritu Santo en nosotros nos guiará, como siempre guió a Jesús,a lo largo del camino de la cruz. Y esta es la forma en que podremosparticipar cada vez más de Su santidad. Fue así con Jesús mismo, y así serápara todos los que sigan el mismo camino.

Jesús vino a hacernos partícipes de la naturaleza divina, para que lamisma vida que estaba en él también pudiera estar en nosotros.

"Su poder divino nos ha sido otorgado para todo lo relacionado con la vida yla piedad ... Él nos ha concedido Sus magníficas y preciosas promesas para

que a través de ellas podamos llegar a ser participantes de la naturalezadivina" (2 Pedro 1: 3, 4)

Dios no nos ha prometido hacernos perfectos sin pecado en esta tierra.Debemos continuar a la perfección. Pero podemos vivir en victoria sobre elpecado consciente.

Hemos visto que Jesús fue tentado en todos los puntos tal comonosotros somos. Algunas de nuestras tentaciones más fuertes son las quevienen a atacar nuestra vida de pensamiento. Así también debe haber sidocon Jesús. Sin embargo, nunca pecó. También podemos vencer en nuestravida de pensamiento.


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El discurso de Jesús fue puro. Ninguna palabra inmunda se escapóde sus labios, y ninguna palabra ociosa tampoco. Siempre habló la verdad.No hubo engaño en su boca. Nadie podría involucrar a Jesús en unaconversación sobre cómo hacer más y más dinero (más allá de lasnecesidades de uno). Simplemente no estaba interesado en tales asuntos.Su mente estaba puesta en las cosas de arriba y no en las cosas de la tierra.Sin duda, Él usó las cosas materiales, pero Él no las amó, ni se unió aninguna de ellas.

La santidad de Jesús era interior. No fue una piedad externamanifestada en la comida, el vestido o la asociación. No era asceta niermitaño. Él vivió en medio del mundo del trabajo diario, vistiendo la ropaque otros de Su nivel social llevaban, comiendo y bebiendo normalmente(Lucas 7:34), disfrutando de las cosas buenas que Dios le ha dado al hombrepara disfrutar en este mundo (1 Timoteo 6:17). Sin embargo, nunca fue autoindulgente con respecto a la comida, porque Él se disciplinaba a sí mismopara no usar Sus poderes milagrosos para convertir las piedras en pan,incluso después de cuarenta días de ayuno. Él se asoció no solo conpersonas religiosas, sino también con los peores tipos de pecadores, ypermaneció inmaculado. Su santidad era esencialmente interior.

No fue solo el pecado que Jesús evitó. También, él renunció a muchosplaceres legítimos que no eran rentables, o que no podían permitirse sinsacrificar alguna parte del negocio del Padre que Él había venido acompletar. (1 Corintios 6:12).

La santidad de Jesús surgió de una vida de meditación en la Palabrade Dios. Él conocía la Palabra completamente a los 12 años, debido altrabajo mental laborioso al meditar en las Escrituras, buscando la luz delEspíritu en la Palabra. Él sabía más que lo aprendido por los doctores deteología, porque buscaba la revelación del Espíritu. Jesús no fue a unaEscuela Bíblica. Aprendió bajo la dirección de su Padre, como lo hicieron losverdaderos profetas en los tiempos del Antiguo Testamento - Moisés, Elías,Eliseo, Jeremías, Juan el Bautista, etc. Ningún verdadero profeta en laBiblia alguna vez salió de una Escuela Bíblica. ¡Recordemos eso!

Jesús estudió la Palabra y luego la obedeció. Así, la Palabra seconvirtió en un arma poderosa en Su mano, no solo en Su batalla contraSatanás (Mateo 4: 1-11), sino también en Su ministerio de predicación.Habló con autoridad, y su predicación contradecía las tradiciones popularesde su tiempo proclamadas por los eruditos y doctores de la ley.

Expuso la hipocresía y la mundanalidad de los fariseos, y les dijo queestaban atados al infierno, a pesar de su fundamentalismo doctrinal (Mateo23:33). Al mismo tiempo Él expuso los errores doctrinales y las


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interpretaciones equivocadas (de la Escritura) que sostuvieron los saduceos(Mateo 22: 23-33).

Jesús nunca buscó popularidad en su predicación. El aceptaríagustosamente la tortura y la agonía en lugar de ceder un ápice a la verdad.Él no creía en "la paz y la unidad a toda costa". Incluso Sus enemigosreconocieron: "Sabemos que eres muy honesto y enseñas la verdad, sinimportar las consecuencias, sin temor ni favor" (Mateo 22:16 - TLB)

La santidad de Jesús también se vio en su celo por la pureza de lacasa de Dios (Juan 2:14 - ss.) Cuando entró al templo y vio a los hombresganar dinero en el nombre de la religión, el enojo justo ardió en Él y losexpulsó con un látigo.

La Biblia nos ordena enojarnos pero sin pecar (Efesios 4:26). Cuandolos soldados romanos golpearon a Jesús y lo azotaron en la sala de Pilato,lo soportó pacientemente. Él nunca estuvo enojado ni una vez en lo referentea su propia persona. Tal ira le hubiera sido pecado. Pero en lo que conciernea la pureza de la casa de Dios, era diferente. Ahí, abstenerse de la ira lehubiera sido pecado.

Usó el látigo ese día, sin preocuparse por si las personas lomalinterpretarían y pensarían que había perdido el control de Sí mismo yque se hubiera entregado a la carne. Él no vivió del que dirán de los hombresen cualquier caso. Él había venido a traer una espada (Mateo 10:34); y lousó sin descanso. Cortó, hirió y dolió. Y así la gloria del Padre fuemanifestada.

La vida de Jesús fue la más bella, la más ordenada, la más pacífica yla más feliz que este mundo haya visto. Esto fue debido a su total obedienciaa la Palabra de Dios.

Considera el orden que hay en el universo físico. Las estrellas y losplanetas se mueven en los cielos en un orden tan perfecto, que podemosestablecer nuestro propio tiempo exactamente a la millonésima de segundo,por ellos. Tal es su confiabilidad que los astrónomos pueden calcular laposición de cualquier estrella o planeta para cualquier fecha en el futuro.¿Cuál es el secreto de un orden tan perfecto? Solo una cosa: Obedecenexactamente la voluntad de Dios, girando en las órbitas preparadas paraellos y al ritmo establecido por su Creador.

Dondequiera que haya obediencia a Dios, hay perfección y belleza. Ydondequiera que haya desobediencia a Dios, hay caos y fealdad.


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Incluso las estrellas son un testimonio mudo al hecho de que losmandamientos de Dios son lo mejor para nosotros, y que Sus mandamientosno son gravosos.

La vida de Jesús dio testimonio del hecho de que la piedad sobretodas las cosas es provechosa tanto en esta vida como en la próxima (1Timoteo 4: 8). Ningún hombre puede ser más feliz, más pacífico o mássatisfecho que un hombre piadoso.

"El temor del Señor es fuente de vida" (Proverbios 14:27); y Jesúsobedeció la orden de "vivir en el temor del Señor durante todo el día"(Proverbios 23:17). Dios escuchó sus oraciones, debido a su temorreverente (Hebreos 5: 7). El cielo siempre estuvo abierto sobre Jesús,porque, Él vivió en el temor de Dios." Yo reverencio a mi Padre" (Juan8:49 - AMP), dijo una vez. Y Él demostró por Su vida la verdad de laPalabra que dice: "El temor del Señor es el comienzo de la sabiduría"(Proverbios 9:10).

Las oraciones de Jesús se escucharon, no de manera automática porque Élera el Hijo de Dios, sino por su temor reverente (Hebreos 5: 7). Fue ungidocon el gozo y la autoridad del Espíritu Santo - "el aceite de la alegría" - noautomáticamente debido a que Él era el Hijo de Dios, sino porque amaba lajusticia y odiaba el pecado (Hebreos 1: 9). Dios puede comprometerse solocon un hombre que es moralmente puro. Este es el secreto de la autoridadespiritual.

El mundo religioso de los días de Jesús, sin embargo, no compartía lavisión de Dios sobre la santidad de Jesús. La santidad de Jesús provocó suodio, porque Él señaló su pecado sin miedo (Juan 7: 7). Y así Jesús sufrióla hostilidad, el rechazo, el odio, la crítica, la excomunión de los líderesreligiosos judíos y finalmente la muerte misma, todo porque predicó lasantidad. No lo habrían crucificado si simplemente hubiera vivido una vidasanta, pero Él denunció su hipocresía y expuso su pecado a través de supredicación. Por lo tanto, estaban decididos a silenciarlo.

Jesús dijo,

"Su sentencia se basa en este hecho: que la Luz del cielo vino almundo, pero amaron más a la oscuridad que a la Luz, porque sus obras

eran malas. Odiaban la Luz celestial porque querían pecar en la oscuridad.Se mantuvieron alejados de esa Luz por temor a que sus pecados quedaran

expuestos "(Juan 3:19, 20 - TLB)

El mundo religioso "cristiano" de hoy es igual; y el discípulo no está porencima de su Maestro. Caminar en santidad no nos traerá la aclamación delos tibios de la Cristiandad. "Todos los que deseen vivir piadosamente en


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Cristo Jesús serán perseguidos" - en cualquier país y en cualquier época (2Timoteo 3:12); y esa persecución vendrá principalmente del mundo religioso,como en el caso de Jesús mismo.

Si alguno va a seguir al Señor, que se siente primero y calcule el costo,y luego déjenlo "ir hacia Él, fuera del campamento, llevando su deshonra"(Hebreos 13:13).


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Capítulo 4

Viviendo en Amor

Hemos visto que Dios es ambos Luz y Amor. La gloria de Dios fue vista enel Señor Jesús, lleno de Luz y también como lleno de Amor. Luz y Amor soninseparables. La verdadera santidad está llena de amor y el verdadero amores perfectamente puro. Se distinguen aquí solo para propósitos de nuestrapropia comprensión.

Si uno afirma tener santidad pero no manifiesta el amor divino,entonces lo que tiene no es una santidad genuina, sino la "justicia" farisaica.Aquellos, por otra parte, que afirman tener un gran amor por todos, peroque no viven en pureza y en rectitud, también son engañados porqueconfunden su deseo sentimental por el amor divino.

Los fariseos tenían una "justicia" que era almidonada y seca. Erancomo esqueletos huesudos, duros y repulsivos. Tenían algo de verdad, perodeformados y desproporcionados.

Jesús tenía toda la verdad. Él representaba cada jota y tilde de la leyde Dios más que los fariseos. Pero no era solo huesos. Los huesos estabancubiertos de carne, como Dios quería que fueran los seres humanos - la Luzestaba envuelta por el Amor. Él habló la verdad, pero Él la habló en amor(Efesios 4:15).

Sus palabras tenían autoridad, pero también fueron con gracia (Lucas4:22, 36).

Esta es la naturaleza que el Espíritu Santo desea comunicarnos ymanifestar a través de nosotros.

Dios ES amor. No es que Él solo actúa amorosamente. Él ES en sumisma esencia AMOR. La gloria de Dios como fue vista en Jesús, lomanifiesta claramente. Jesús no solo realizó actos de amor. Él vino para"hacer el bien" (Hechos 10:38). Pero eso fue porque el amor de Dios inundótodo su ser.

El amor tiene su origen, como la santidad y la humildad, en nuestrohombre interior. Es desde el ser más íntimo del hombre lleno del Espírituque los ríos de vida fluyen (Juan 7:38, 39). Nuestros pensamientos yactitudes (incluso si nunca se expresan) dan un olor a nuestras palabras yacciones y a nuestra personalidad. Y otros pueden detectar fácilmente esteolor. Las palabras y los actos de amor no cuentan para nada, si nuestros


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pensamientos y actitudes hacia los demás siguen siendo egoístas y críticos.Dios desea "la verdad en el ser más interno" (Salmos 51: 6).

Jesús colocó un alto valor en todos los seres humanos y, por lo tanto,respetó a todos los hombres. Es fácil respetar al piadoso al culto y alinteligente. Incluso podemos pensar que hemos alcanzado grandes alturascuando amamos a todos nuestros compañeros creyentes en Cristo. Pero lagloria de Dios se vio en el amor de Jesús por todos los hombres. Jesús nuncamenospreció a nadie por su pobreza, ignorancia, fealdad o falta de cultura.Él específicamente declaró que todo el mundo y todo lo que contenía no eratan valioso como un alma humana (Marcos 8:36). Así fue como Él valoró alos hombres. Y así se deleitó en todos los hombres. Él vio a hombresengañados y atados por Satanás; y anheló liberarlos.

Tan grande era este anhelo nacido del amor, que estaba dispuesto apagar el precio final para liberar a los hombres del dominio del pecado sobresus vidas. Y debido a que estaba dispuesto a morir por los hombres parasalvarlos de sus pecados, se ganó el derecho de predicar contra el pecadocon fuerza. Nosotros no tenemos derecho a predicar contra el pecado, si nohemos juzgado ese pecado en nuestra propia carne y vencido, o si noestamos dispuestos a morir (si es necesario) para salvar a otros del pecadocontra el cual predicamos. Esto es lo que significa "hablar la verdad en amor"(Efesios 4:15).

Es el calor del amor en las palabras que hablamos que produce frutopara la gloria de Dios en los demás. Aunque hay mucha luz en los polosnorte y sur, nada crece allí, debido a la falta de calor.

Jesús vio claramente el valor relativo de las personas y las cosasmateriales. Él sabía que la gente había sido hecha para ser amada, y cosaspara ser usadas. Debido a la influencia pervertida del pecado, ese orden seha revertido en el mundo, y las cosas son amadas y las personas se utilizan(para los fines propios).

Jesús vio que las personas eran mucho más importantes que lascosas. Amaba tanto a los seres humanos que se identificó completamentecon ellos, y los hizo sentir queridos. Él compartió sus cargas y tuvo palabrasde amabilidad para los oprimidos, y palabras de aliento para los vencidosen las batallas de la vida. Nunca consideraría a ningún ser humano sinvalor. Pueden ser crudos o groseros, pero todavía eran personas quenecesitaban ser redimidas.

Las cosas, por otro lado, no le importaban en absoluto a Él. Las cosasmateriales no tienen ningún valor a menos que se utilicen para el beneficiode los demás. Uno puede imaginar que si el hijo de un vecino entraba en la


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carpintería de Jesús y rompía algo caro, no habría perturbado a Jesús deninguna manera, porque el niño era mucho más valioso e importante que lacosa rota. Amaba a la gente, no a las cosas. Las cosas estaban para serusadas para ayudar a las personas.

El Espíritu Santo renueva nuestra mente para que podamos "ver lascosas como si fueran desde el punto de vista de Dios" (Colosenses 1: 9 -Phillips). Amar a una persona es verlo como Dios lo ve, con compasión.

Dios se regocija por su pueblo con cánticos (Sofonías 3:17). Y comoJesús estaba lleno del Espíritu de Dios, compartió la alegría de Su Padresobre Sus hijos. También lo será con todas las mentes renovadas para mirara las personas desde el punto de vista de Dios. Los pensamientos que Jesúspensó de las otras personas fueron siempre y consistentementepensamientos de amor, nunca pensamientos de crítica por su torpeza o sucrudeza. Por lo tanto, las personas pudieron detectar la dulce fragancia desu espíritu, "y la gente común lo escuchó con alegría" (Marcos 12:37 - RV).Este es el amor con el que Dios inunda nuestro corazón cuando estamosllenos del Espíritu Santo (Romanos 5: 5).

Jesús se conmovió constantemente con compasión hacia losenfermos, los necesitados, los hambrientos y los que no tienen pastor. Hizosu miseria Suya, y así pudo consolarlos. Podemos consolar la miseria de losdemás solo en la medida en que nos hemos identificado con ella. Jesús erasensible a las necesidades tácitas de los demás, porque usó Su imaginaciónpara colocarse en sus situaciones y así pudo entender sus problemas. Sesintió muy entristecido una vez, cuando vio a hombres tan endurecidos ensus corazones de no tener compasión por la necesidad de un hombre(Marcos 3: 5).

En sus relaciones con los seres humanos, Jesús murióconstantemente para sí mismo. Él nunca se ofendió por nada que alguien lehaya dicho o hecho. Tampoco se sintió ofendido por el hecho de que otrosno hicieran algo por Él, porque Él nunca esperaba nada de los demás. Él novino para ser servido, sino para servir.

Debido a que Él llevaba la cruz todos los días, Jesús nunca estuvoirritado con nadie, por grosero o estúpido que fuera. La lentitud de los demásnunca le molestó, ni el descuido, el desorden y el no ser cuidadosos en otros,alguna vez lo hicieron impaciente. El hombre perfecto puede soportarfácilmente a las personas imperfectas. ¡Sólo las personas imperfectasencuentran que la imperfección de los demás es intolerable! La paciencia esuna de las mejores manifestaciones de nuestro amor por los demás.

Considera la gloria del amor de Jesús, en su discurso.


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Jesús nunca menospreció a los demás o hizo comentarios o bromassobre ellos que los lastimaran. Él nunca hizo declaraciones sutiles quehirieran. Él nunca discutió las deficiencias de sus discípulos a sus espaldas.Es realmente asombroso que en tres años, Él nunca expuso a Judas antelos otros once discípulos - porque incluso en la última cena, los once nopodían adivinar quién iba a traicionar a su Maestro.

Jesús usó su lengua para animar y amonestar a los demás, haciendode su lengua un instrumento de vida en la mano de Dios. Él usó su lenguapara hablar palabras tranquilizadoras para los cansados (Isaías 50: 4), ytambién como una espada para cortar a los soberbios y altivos (Isaías 49:2).

Cuán grandemente alentó el centurión romano y a la mujer sirofeniciaque debieron haber sentido cuando escucharon que Jesús los elogiabapúblicamente por su fe (Mateo 8:10; 15:28). La mujer pecadora que fuealabada por su amor (Lucas 7:47) y María de Betania, alabada por suofrenda de sacrificio (Marcos 14: 6) nunca hubiera olvidado las palabras deJesús.

Qué tan fuerte debe haber sido para Pedro la seguridad de Jesús deque Él oraría por él (Lucas 22:32). Solo unas pocas palabras, pero qué fuerzay aliento transmitieron.

Muchos otros deben haber escuchado las palabras de los labios deJesús que levantaron sus espíritus cansados, porque dice en Isaías 50: 4que Jesús escuchaba diariamente la voz de Su Padre para que tuviera unapalabra adecuada para las almas cansadas que se cruzaban en su caminocada día.

La justicia de Jesús no fue una que le diera una apariencia sombría.No. Él fue ungido con el aceite de la alegría (Hebreos 1: 9). Él tuvo ese gozodesbordante en la víspera de Su crucifixión, para poder decir a Susapóstoles: "... que mi gozo pueda estar en ustedes" (Juan 15:11). Fue a todaspartes esparciendo ese gozo a las almas apocadas y tristes.

Él era gentil con todos los hombres, nunca rompía una cañamaltratada ni apagaba una mecha que ardía débilmente (Mateo 12:20). Violos puntos buenos en personas débiles y pecadoras y esperaba lo mejor entodos. Era el tipo de persona con la que uno deseaba estar, porque eracomprensivo, amable y gentil. Solo los orgullosos y aquellos con pecadosecreto lo evitaban.

El amor de Jesús no fue sentimental. Buscó el bien más elevado delos demás. Y entonces Él no vaciló en dar una palabra de amonestacióndonde vio que había necesidad de tal palabra. Él reprendió a Pedro por tratar


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de apartarlo de la cruz - y también con palabras tan fuertes como "Vete demí, Satanás" (Mateo 16:23).

Él reprendió a Santiago y Juan por buscar lugares de honor y porquerer vengarse de los samaritanos (Mateo 20:22, 23, Lucas 9:55). Yreprendió a Sus discípulos siete veces por su incredulidad.

Jesús nunca tuvo miedo de decir la verdad, aunque lastimara a otros,porque su corazón estaba lleno de amor por ellos. No le preocupaba si sureputación de bondad se perdería al hablar palabras fuertes. Amaba a losdemás más que a Él mismo, por lo que estaba dispuesto a sacrificar sureputación para ayudarlos. Por lo tanto, Él habló la verdad con firmeza, paraque los hombres no sean arruinados eternamente. El bienestar eterno de loshombres le importó mucho más que sus opiniones de él.

Pedro describió el ministerio de Jesús como "haciendo bienes" (Hechos10:38). Verdaderamente, esto resumió su vida. Él no era solo un buenpredicador, ni estaba solo interesado en ganar almas. Amaba al hombre ensu totalidad, y hacía el bien dondequiera que fuera, tanto a los cuerpos comoa las almas de los hombres.

Sus enemigos, burlándose de Él, lo llamaron "un amigo derecaudadores de impuestos y pecadores" (Lucas 7:34), y eso eraexactamente lo que era, un amigo de las personas más despreciadas de lasociedad.

No es natural para el hombre que ande haciendo el bien y haciendoamistad con los marginados de la sociedad. Incluso cuando esto se hace, amenudo se hace con motivos egocéntricos. Pero el amor de Jesús por losmarginados y los sin amigos fue desinteresado y puro.

No podemos manifestar la naturaleza de Cristo por el refinamientocultural, sino solo por morir a lo que es natural y recibir lo divino delEspíritu Santo.

El amor de Jesús le permitió servir a Sus discípulos con gozo yhacerles los trabajos sucios, como lavarles los pies. Esto no se hizo paraimpresionarlos con su humildad, sino que fue el flujo natural de su amorpor ellos.

La bondad humana y el amor invariablemente tienen algún motivosecundario, como la búsqueda de honor u otra razón egoísta. Es corruptoen su origen. Solo el amor divino es incorruptible. Jesús no hizo el bien conninguna idea de ganancia personal. Su bondad fue una manifestación de lanaturaleza de Su Padre que "da Su luz del Sol tanto al malo como al buenoy envía lluvia sobre los justos e injustos también" (Mateo 5:45 - TLB).


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La naturaleza de Dios es hacer el bien y dar, dar y dar. Eso es tannatural para Él como el sol que brille. Esta fue la gloria manifestada en lavida de Jesús. Constantemente hizo el bien, sirvió a otros, ayudó a otros ydio lo que pudo a los demás.

Las palabras en Juan 13:29 indican lo que los discípulos habían vistodel uso del dinero de Jesús en todo Su ministerio público. Habían visto queJesús usaba el dinero solo para dos propósitos: comprar lo que senecesitaba Y dar a los pobres.

Jesús les había enseñado a sus discípulos que "es más bendecido darque recibir" (Hechos 20:35), y demostró por Su vida que la vida más feliz ybendecida que un hombre puede vivir en esta tierra es una vivió totalmentepara Dios y para los demás, donde él se entrega a sí mismo y sus posesionespara bendecir a los demás.

Jesús lloró y oró por aquellos a quienes predicó. Él lloró sobreJerusalén, cuando ellos no recibirían la Palabra de Dios. Él había lloradopor los hipócritas en el templo, antes de entrar y utilizar el látigo paraexpulsarlos (Lucas 19:41, 45). Solo el que llora está calificado para usar ellátigo.

Ningún hombre en la tierra tuvo un trabajo más importante quecumplir que Jesús. Ningún hombre nunca empleó mano de obra más útilen 3 años de ministerio público. En verdad, Él debió haber estado ocupadodía y noche. Sin embargo, maravilla de las maravillas, nunca nombró unsecretario para regular el acceso de las personas a Él! Cuando sus discípulosintentaron actuar como secretarios para él, los reprendió (Marcos 10: 13-15).

Él se hizo libremente accesible a todas las personas en todo momento,a pesar de que tuvo un ministerio de milagros muy superior al de cualquierhombre (ese hecho por sí solo habría hecho que muchas personas hicierandemandas en Su tiempo).

Sus parientes pensaron que estaba fuera de sí por permitir unasituación en la que incluso ignoraría la comida, para tener tiempo deministrar a las personas necesitadas (Marcos 3:20, 21).

La gente sabía que Jesús era accesible. Por eso, Nicodemo se sintiólibre de visitar a Jesús tarde en la noche, después de que Jesús habíaterminado un día ajetreado de predicación. Nicodemo sabía muy bien quesería muy bienvenido. Jesús dio esa impresión a la gente, que ellos podíanvenir a Él en busca de ayuda, de día o de noche.


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Los enfermos fueron traídos a Él un día después del atardecer - Ungran número de ellos - y Jesús puso sus manos en cada uno de ellos (Lucas4:40). Eso debió llevarlo muchas horas. Pero no trató de acortar el procesoal hacer una oración en masa por ellos. Estaba interesado en cada uno deellos y quería prestarles atención individual. El hecho de que iba a perdersu cena y muchas horas de Su sueño no le importaban.

Jesús no consideró su tiempo como propio. Se entregó a la gente porcompleto. Las personas necesitadas podrían alimentarse de Él, de sutiempo, de sus posesiones, de todo (Isaías 58:10). Él estaba dispuesto a sermolestado, y nunca se molestó cuando sufrió inconvenientes, o cuando laspersonas se introdujeron en Su privacidad.

Los poderosos dones sobrenaturales del Espíritu que se manifestarona través de Él bendijeron a la gente, porque el poder de Dios en Él estabaaislado con el amor y la compasión de Dios. Los milagros sin amor ycompasión pueden traer la muerte espiritual, como un alambre eléctrico noaislado.

El amor y la preocupación de Jesús también se extendieron a Susparientes según la carne. No tenía esa idea retorcida de "la obra del Señor"que tenían los fariseos, que alentaba a las personas que habían entrado enel "ministerio de tiempo completo" a hacer caso omiso de sus padresnecesitados, porque tenían que "amar a Dios más que a sus padres" (Marcos7: 10-13). En la cruz, cuando Jesús estaba muriendo, fue lo suficientementeatento como para tomar medidas para el futuro de su madre (Juan 19: 25-27).

Jesús vivió tan completamente para Dios y para otros que, incluso almorir, encontró tiempo para guiar a un ladrón a la salvación. Colgado allíen la cruz, no se dio cuenta de sus propios sufrimientos y de la burla y elodio de los demás, y estuvo más preocupado de que los pecados les fueranperdonados que de aquellos que lo crucificaron (Lucas 23:34).

Jesús siempre venció el mal con el bien. Las inundaciones del odio delos otros no pudieron apagar el fuego ardiente de su amor (Cantares 8: 7).Este es el amor que nos da por medio de su Espíritu, por el cual podemosamarnos los unos a los otros aun como Él nos amó (Juan 13:34, 35;Romanos 5: 5). Así nosotros también manifestaremos la naturaleza divina.


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Capítulo 5

Viviendo en el Espíritu

En los últimos tres capítulos, hemos visto el camino que Jesús vivió en latierra - en humildad, santidad y amor.

El peligro ahora es pensar que podemos imitar a Jesús en estas áreasy así ser como él. La gloria de Dios debe manifestarse a través de nosotros,no a través de una imitación de Jesús, sino a través de nuestra participaciónen la naturaleza divina.

Muchos no cristianos en la historia del mundo, que han admirado aJesús, han tratado de imitar su humildad, pureza y amor, y lo han hechobastante bien. Pero es como el fuego pintado, que no da calor.

Los diamantes de imitación pueden parecerse mucho a las gemasreales, pero solo un experto puede detectar la diferencia. Pero ellos son solopiezas de vidrio, sin valor en comparación. Y el hombre es un experto enimitación - incluso en el ámbito de imitar a Jesús.

¿Cómo podemos escapar del engaño, entonces? ¿Cómo podemossaber si estamos simplemente imitando a Jesús o participandorealmente de la naturaleza divina?

Solo hay una forma, y es permitiendo al Espíritu Santo usar la Palabra paraexponer y separar lo anímico de lo espiritual en nuestras vidas (Hebreos4:17). Si no distinguimos entre lo anímico y lo espiritual, podemos sercompletamente engañados y ni siquiera saber que estamos engañados.

Lo que los creyentes necesitan entender sobre todo en nuestros días,es cómo el poder de su mente, emociones y voluntad pueden obstaculizar eltrabajo del Espíritu Santo. Cuando no distinguimos entre la actividadanímica y espiritual, no solo existe la posibilidad de ser engañados pornuestros propios corazones, sino también por los espíritus malignos, quefalsifican la obra de Dios.

La mayoría de los creyentes son totalmente ignorantes acerca de ladiferencia entre la actividad anímica y espiritual, porque no se handesarrollado en su vida espiritual hasta el punto donde el progreso adicionaldepende de la diferenciación entre lo anímico y lo espiritual.

Un estudiante noveno no puede saber la diferencia entre el cálculodiferencial y el cálculo integral (y probablemente considera que ambos soniguales), porque no ha avanzado lo suficiente en su estudio de matemáticas,


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hasta el punto en que el progreso adicional depende de distinguir entre estasdos formas de cálculo.

Si usted está contento con ser considerado justo y amable, gentil ycompasivo por el hombre, entonces no irá más allá de ser un cristiano'anímico', y más allá de una mera imitación de Jesús.

Pablo divide a los cristianos en tres categorías:

i. el hombre espiritual (1 Corintios 3: 1);ii. el hombre anímico (1 Corintios 2:14 - YLT); yiii. el hombre carnal (1 Corintios 3: 1).

Esto corresponde a la triple división del ser humano, mencionada en 1Tesalonicenses 5:23 - espíritu, alma y cuerpo.

Cuando somos gobernados por los deseos del cuerpo, somos carnales.Pero podemos vencer esos deseos y ser, sin embargo, solo anímicos, regidospor los deseos de la mente y las emociones. El hombre espiritual es el queestá gobernado por el Espíritu Santo y cuya alma y cuerpo están bajo elcontrol del Espíritu.

Aunque el hombre anímico no necesariamente sea "hostil hacia Dios"como lo es el hombre carnal (Romanos 8: 7), todavía no puede recibir nicomprender las cosas espirituales (1 Corintios 2:14), porque son una locurapara él. Incluso la distinción entre alma y espíritu cuando se le presentaaparecerá como una tontería y una división innecesaria, porque es anímicoy se contenta con ser anímico, porque tiene un buen testimonio ante loshombres. El que busca el honor de los hombres nunca puede avanzar másallá de ser anímico.

En estos días de engaño a gran escala en la iglesia cristiana, conmultitudes de voces y manifestaciones, todas afirman ser de Dios, esesencial, como nunca antes, que distingamos entre la actividad anímica yespiritual, si queremos guardarnos de las tretas del maligno.

"El primer hombre Adam, se convirtió en un alma viviente. El último Adánse convirtió en un espíritu vivificado"(1 Corintios 15:45).

Nosotros, que hemos sido liberados de la jefatura del primer Adán ytransferido a la jefatura de Cristo (el último Adán), necesitan comprender loque significa dejar de vivir del alma y vivir en el Espíritu.

No es suficiente con que el elemento carnal de nuestra carne se vuelvainactivo. El elemento anímico, aunque menos feo, es tan peligroso para elcrecimiento espiritual, y debe ser tratado también. Nosotros debemos


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buscar ser salvados cada día más, no solo del poder del pecado sino tambiénde la actividad inquieta de nuestras almas.

Las personas anímicas nunca podrán entender por qué Jesús hablócomo lo hizo en ciertas ocasiones. Una vez, cuando Él estaba en medio deuna multitud le dijeron que sus parientes deseaban encontrarse con él,Jesús señaló a sus discípulos y les dijo quiénes eran sus parientes máscercanos (Mateo 12:49, 50).

Sus familiares y los otros deben haber considerado que es unadeclaración dura y desconsiderada. Pero Jesús no deseaba ningún apegodel alma a Sus parientes.

Sus discípulos tampoco podrían haber entendido por qué Jesús tuvo queser tan duro en su reprensión de Pedro, cuando le dijo: "Aléjate de mí,Satanás".

Las personas anímicas nunca pueden hacer tales declaraciones, porquesiempre se preguntan qué piensan los demás de ellas.

Podemos haber vencido los pecados de la carne. Pero la pregunta que nosllega ahora es si vamos a estar viviendo con los recursos de nuestra muyhumana vida anímica, en la búsqueda de ser como Jesús o por el poder dela vida divina.

¿Seremos perfeccionados por nuestras propias habilidades o por elEspíritu Santo (Gálatas 3: 3)?

La condición anímica es un obstáculo para el crecimiento espiritual. CuandoPedro trató de alejar a Jesús de la cruz, él lo hacía con un intenso amorhumano por Cristo. Pero Jesús lo identificó con la voz del diablo. Le dijo aPedro: "Tú estás poniendo la mente en lo que no participa de la naturalezade Dios (espiritual) sino en la de los hombres (anímica)" (Mateo 16:23 - AMP).El cristiano anímico es aquel cuya forma de pensar todavía se rige por la"vida de Adán". Puede haber un intenso amor humano e incluso un deseode rectitud, pero no es divino.

Cuando Dios hizo al hombre, le hizo espíritu, alma y cuerpo (1Tesalonicenses 5:23). El hombre fue hecho para ser el templo de Dios. Ycuando Dios le dio a Moisés el modelo del tabernáculo, se vio la mismadivisión triple, ya que simbolizaba al hombre como la morada de Dios.

El tabernáculo tenía tres partes. Una parte estaba abierta - el patioexterior - y esto correspondía al cuerpo del hombre, que se puede ver. Lasotras dos partes, el Lugar Santo y el Lugar Santísimo, estaban cubiertas; yestos correspondían a la parte invisible del hombre - alma y espíriturespectivamente.


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La presencia de Dios estaba en el Lugar Santísimo. Desde allí Él hablócon el hombre. En la regeneración, es nuestro espíritu que el Espíritu Santoda vida, convirtiéndonos en un solo espíritu con el Señor (1 Corintios 6:17),incluso cuando un esposo y una esposa se convierten en una sola carne. Laintención de Dios en esto es que a través de Su Espíritu Santo Él puedaahora gobernar sobre nuestra alma y cuerpo redimidos. Si vemos esto y nossometemos a Dios en este Su propósito para nosotros, podemos convertirnosen hombres espirituales.

El alma del hombre consiste en su mente (facultad de pensar), susemociones (facultad de sentir) y su voluntad (facultad de decidir). Él nopuede contactar a Dios con ninguno de estos, así como no puede tocar aDios con su cuerpo, porque Dios es Espíritu (Juan 4:24).

Como el mundo material solo puede tocarse con el cuerpo, también elmundo espiritual puede contactarse solo a través del espíritu. Si nodistinguimos entre alma y espíritu, podemos ser engañados por lasfalsificaciones de Satanás en el reino del alma que se disfraza como la obradel Espíritu Santo.

Con nuestra alma por sí misma, no podemos conocer a Dios. Una menteinteligente no tiene ventaja sobre una mente embotada cuando se trata deconocer a Dios, ya que la capacidad del alma de un hombre no le da ningunaventaja cuando se trata de lo que debe recibirse en su espíritu. El espíritu yel alma son totalmente diferentes. Por lo tanto, tratar de conocer a Dios através del alma es tan tonto como tratar de ver a través de la oreja.

Considera cómo estudiamos las Escrituras. Usamos nuestro cuerpo(ojos) y nuestra alma (mente) cuando leemos la Palabra de Dios. Peronuestro espíritu aún puede estar oscuro como medianoche, si el EspírituSanto no otorga revelación sobre el significado de la Palabra. Elconocimiento de la Biblia solo demuestra que tienes una buena mente, unalma poderosa. Tu espíritu aún puede ser ciego. Dios oculta su verdad delos brillantes e inteligentes, y los revela a los humildes (Mateo 11:25). Laceguera de los teólogos del día de Jesús es la prueba más clara de esto (1Corintios 2: 7, 8).

Nuestras emociones también son parte del alma. Dios no puede sersentido por las emociones. La exuberancia emocional no es espiritualidad,sino meramente la excitación del alma. Puede existir lado a lado con elpecado más profundo en un individuo, incluso cuando la agudezaintelectual puede coexistir con el pecado.

Los profetas de Baal en el Monte Carmelo eran muy emotivos, gritaban,deliraban y bailaban (1 Reyes 18: 26-29), pero no fueron espirituales. Tales


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expresiones pueden encontrarse también en reuniones cristianas altamenteemotivas, pero no tienen nada que ver con la verdadera espiritualidad.

Judas Iscariote fue probablemente el más inteligente de los discípulos,pero sus poderes del alma no lo ayudaron a conocer la verdad de Dios. Loseruditos en Jerusalén tampoco pudieron entender lo que Simón Pedro, consu falta de educación, entendió por la revelación Divina (Mateo 16:17).

No podemos conocer a Dios por el poder del alma. El cristiano anímicoes quien intenta hacerlo.

El cristiano anímico puede parecer humilde, pero siempre es conscientede su humildad. La verdadera humildad es inconsciente de sí misma. Elcristiano anímico tiene que esforzarse por parecer humilde, mientras que laverdadera humildad siempre es espontánea y sin esfuerzo, ya que fluyedesde dentro.

El cristiano anímico también puede parecer que tiene un celo por lajusticia. Él puede tomar el látigo y expulsar a la gente de la iglesia, e inclusotronar contra el pecado, imaginándose a sí mismo como un profeta. Perobusca el honor de los hombres por sus acciones. Él siempre tiene el ojo enlas opiniones de los hombres. También puede haber una variedad más sutilde lo anímico, donde un hombre puede decir: "No me importa lo que alguienpiense de mí". Pero el hecho de que él quiere que otros sepan que él no sepreocupa por sus opiniones revela lo anímico que es.

El cristiano anímico puede parecer tener una gran compasión también.Pero siempre será humano e imprudente. Por ejemplo, un cristiano anímicopuede, al buscar ser amoroso, enviar regularmente ayuda material a unhombre necesitado, que en realidad puede ser un hijo pródigo, que estásiendo disciplinado por Dios. Tal ayuda realmente será un obstáculo paraque el hombre se vuelva hacia Dios. Sin embargo, el cristiano anímicoobtendrá una satisfacción, imaginando que está sirviendo a Dios, sin darsecuenta de que está realmente cumpliendo los propósitos del Diablo por sus"actos de amor".

Lo anterior son solo algunos ejemplos entre muchas posibilidades. Perodebería ser suficiente para mostrarnos la necesidad desesperada dedistinguir entre la actividad anímica y espiritual. El fruto de lo anímicopuede verse como el fruto del Espíritu, y muchos han sido engañados.Podemos ser engañados por nosotros mismos.

Las naranjas y plátanos plásticos han engañado a muchas personassentadas en una mesa de comedor. Pero solo son decorativos y no tienenvalor nutritivo. Así también con la imitación del alma de las virtudes deCristo.


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Todo lo que se ha dicho hasta ahora no significa que nuestra alma nosirve. Dios mismo creó el alma del hombre, y él ha designado una funciónpara ella. Necesitamos usar nuestra mente y nuestras emociones, pero laverdadera espiritualidad comienza con nuestra humildad bajo la poderosamano de Dios, y cediendo nuestra voluntad (que es la puerta de nuestroespíritu) a Dios por completo. Está afuera de esta puerta de nuestravoluntad, que Jesús se para y toca para entrar (Apocalipsis 3:20).

Cuando estamos dispuestos a decir como lo hizo Jesús en los días desu carne: "No se haga mi voluntad, sino que se haga la tuya", solo entoncespodemos vivir como Jesús vivió. Entonces Dios puede gobernar nuestroespíritu. Y nuestra alma se convertirá en sierva del Espíritu de Dios. Y luegonuestro cuerpo también será traído bajo el control del Espíritu Santo. Soloun hombre así puede ser llamado "un hombre espiritual" o "un hombre llenodel Espíritu".

La conversión, ser bautizados en el Espíritu y el ejercicio de los donesespirituales, no hacen a un hombre espiritual, como lo demuestraampliamente el ejemplo de los cristianos de Corinto. Ello ejercieron todoslos dones del Espíritu, pero todavía estaban esclavizados a los pecados dela carne, y se gloriaron en su conocimiento intelectual y sus éxtasisemocionales. Ellos no fueron espirituales.

Hemos visto que en el tabernáculo, la presencia de Dios estaba en elLugar Santísimo. Entre el Lugar Santísimo y el Lugar Santo colgaba unagruesa cortina (velo). Fue esto lo que impidió que la gloria de Dios brillaraen el Lugar Santo. Este velo simbolizó la carne (Hebreos 10:20). Cuando lacarne es crucificada (el velo rasgado) es cuando la gloria de Dios brilla entoda nuestra personalidad (nuestra alma).

Si caminamos fielmente por el camino nuevo y vivo a través de la carneque Jesús inauguró para nosotros, entonces la vida de Dios brillará a travésde nuestra personalidad y se manifestará a través de nosotros cada vez más.

Entonces la Escritura se cumplirá en nosotros, la cual dice,

"El camino de los íntegramente justos es como la luz del alba quebrilla cada vez más - más brillante y más claro - hasta que llegue a su plena

fuerza y gloria en el día perfecto (cuando Cristo regrese)"(Proverbios 4:18 - AMP).

Es así que el Espíritu Santo nos transforma de un grado de gloria a otro (2Corintios 3:18) hasta que seamos plenamente como Jesús el día que regrese(1 Juan 3: 2).


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Hemos visto que Jesús nunca hizo su propia voluntad. En otraspalabras, nunca vivió por la guía de su mente o sus emociones. Él vivió enel Espíritu, y Su alma humana estuvo subordinada al Espíritu Santo. Jesúsusó su mente y sus emociones extensamente, pero siempre como siervos delEspíritu Santo, quien era el Señor en su vida. Así, la gloria de Dios brilló através de Él, sin obstáculos en toda su plenitud.

La Biblia enseña que toda nuestra vida y nuestro trabajo seránprobados por el fuego, el día en que Jesús regrese a la tierra (1 Corintios 3:10-14). La prueba de fuego determinará si nuestro trabajo fue anímico oespiritual. Se nos exhorta a construir con oro, plata y joyas que puedansobrevivir al fuego, y no con madera, heno y paja que se reducirá a cenizas.

¿Qué significa construir con oro, plata y joyas?

Romanos 11:36 nos da la respuesta. Allí nos dicen que todas las cosasson "de Dios, por Él y para Él".

Toda creación originada en Dios, es sostenida por su poder y estádestinada a glorificarlo. Pero Satanás y el hombre han violado esta ley.

Sin embargo, solo lo que se origina en Dios, y se hace en el poder deDios, para la gloria de Dios, es eterno. Todo lo demás perecerá, reduciéndosea cenizas al fuego del tribunal de Cristo.

Entonces, aquello que se origina en el alma del hombre (desde elhombre) y se hace a través del poder humano, para el honor del hombre, esmadera, heno y paja, incluso si es llamado Trabajo Cristiano !!!

Por otro lado, lo que se origina desde Dios, y es hecho a través de Supoder, para Su gloria, se encontrará que es oro, plata y joyas en el día deljuicio.

El último día de prueba no va a probar la cantidad de nuestro trabajosino la calidad. El material que hemos utilizado tendrá más importancia queel tamaño de nuestra estructura. El origen, el poder y el motivo de nuestrostrabajos serán de lejos mucho más importantes en ese día que la cantidadque hicimos o sacrificamos.

Jesús es nuestro Ejemplo en este asunto de no vivir por el alma, sinovivir en el Espíritu. Nunca actuó por iniciativa propia, ni por Sus propiascapacidades humanas ni para Su propia gloria. Él hizo solo lo que fueoriginado en Dios, y lo hizo en el poder de Dios y para la gloria de Dios.

Él repetidamente habló a sus discípulos:

"Quien quiera salvar su vida del alma la perderá; pero quien pierda suvida del alma, por Mí causa la hallará".


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Estas palabras de Jesús concernientes al odio (o a la pérdida) de la vida delalma se repiten siete veces en los cuatro evangelios (Mateo 10:39; 16:25;Marcos 8:35; Lucas 9:24; 14:26; 17:33; Juan 12:25).

Seguramente esta debe ser una de las cosas más importantes queJesús enseñó si el Espíritu Santo ha visto conveniente repetirlo siete vecesen los cuatro evangelios. Sin embargo, muy pocos creyentes han entendidolo que Jesús quiso decir.

¿Cómo podemos distinguir entre lo anímico y lo espiritual en nuestrasvidas?

La respuesta es: mirando a Jesús, la Palabra Viviente, tal como se noses revelado por Espíritu Santo a través de las Escrituras, la Palabra Escrita.

Debemos juzgarnos a nosotros mismos, no por la luz de nuestrapropia alma, sino por la luz de Dios (Salmos 36: 9). Y esa luz se encuentraen Jesús (Juan 8:12) y en la Palabra de Dios (Salmos 119: 105).

Jesús, el Verbo hecho carne, dice:

"Aprende de mi ejemplo ... y encontrarás descanso de tu actividadanímica "(Mateo 11:29 - Paráfrasis).

También leemos esto

"La Palabra de Dios se divide y nos muestra lo que es anímico y lo quees espiritual" (Hebreos 4:12 - Paráfrasis).

Y si así es a Jesús, nuestro Ejemplo (Precursor) y a la Palabra de Dios comonuestra Guía, que nosotros debemos buscar luz en esta área. La Perfecciónes encontrada en la vida terrenal de Jesús y en la Palabra de Dios. Entonces,veamos esto con cuidado.


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Capítulo 6

Vivir en la Voluntad de Dios

"De Él son todas las cosas" (Romanos 11:36).

Jesús dijo que el reino de los cielos pertenecía a los pobres en espíritu (Mateo5: 3). También dijo que solo aquellos que hacen la voluntad del Padreentrarían en ese reino (Mateo 7:21). El reino de los cielos es eterno, y soloeso que ha sido hecho en la voluntad de Dios será encontrado allí. Lospobres en espíritu son aquellos que son conscientes de su insuficienciahumana y que, por lo tanto, se someten a la voluntad de Dios por completo.

En este sentido, Jesús era perpetuamente pobre en espíritu. Él viviócomo Dios quería que el hombre viviera, en una dependencia perpetua deDios, negándose a ejercer los poderes de Su mente aparte de Dios. Considerasus palabras:

"El Hijo no puede hacer nada (salir desde) de Sí mismo ... Yo no hagonada por Mi propia iniciativa, pero hablo como el Padre Me enseñó ... No hevenido por Mi propia iniciativa, pero Él Me envió ... No hablé por Mi propia

iniciativa, sino que el mismo Padre que me envió Me ha dado elmandamiento, de qué decir y qué hablar ... Las palabras que te digo yo tedigo a ti no las hablo por Mi propia iniciativa, pero el Padre que permanece

en Mí hace Su obra"(Juan 5:19, 30; 8:28, 42; 12:49; 14:10).

Jesús nunca actuó simplemente porque vio una necesidad. Vio la necesidad,estaba preocupado por eso, pero actuó solo cuando Su Padre le dijo que lohiciera.

Esperó al menos cuatro mil años en el Cielo, mientras el mundonecesitaba desesperadamente un Salvador, y luego vino a la tierra cuandoSu Padre lo envió (Juan 8:42). "Cuando llegó el momento oportuno, el tiempoen que Dios decidió, envió a su Hijo" (Gálatas 4: 4 - TLB). Dios ha designadoun momento adecuado para todo (Eclesiastés 3: 1). Solo Dios sabe esetiempo, y así nosotros nos iremos mal si buscamos la voluntad del Padre entodo, como lo hizo Jesús.

Y cuando Jesús vino a la tierra, Él no sólo anduvo haciendo lo quesentía que era bueno. A pesar de que su mente era perfectamente pura, sinembargo, nunca actuó con ninguna idea brillante que le viniera a la mente.No. Él hizo de su mente un siervo del Espíritu Santo.


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Aunque conocía las Escrituras a fondo a la edad de doce años, sinembargo, pasó los siguientes dieciocho años como carpintero, quedándosecon su madre, haciendo mesas y sillas, etc. Él tenía el mensaje de que loshombres moribundos a su alrededor necesitaban, y sin embargo, Él no salióal ministerio de predicación. ¿Por qué? Porque el tiempo del Padre aún nohabía llegado.

Jesús no tuvo miedo de esperar.

"El que cree no tendrá prisa" (Isaías 28:16).

Y cuando llegó el tiempo de Su Padre, salió de su carpintería y comenzó apredicar. Con frecuencia a partir de entonces, Él diría acerca de algún cursode acción, "Mi hora aún no ha llegado" (Juan 2: 4; 7: 6). Todo en la vida deJesús estaba regulado por el tiempo y la voluntad del Padre.

La necesidad de los hombres, por sí misma, nunca constituyó elllamado a la acción de Jesús, porque si no habría estado actuando fuera deÉl mismo, fuera de Su alma. Se debía tener en cuenta la necesidad de loshombres, pero era la voluntad de Dios lo que debía hacerse. Jesús lo dejómuy claro en Juan 4:34, 35.

La necesidad (versículo 35):

"¡Mira a tu alrededor! Campos extensos de almas humanas estánmadurando a nuestro alrededor, y ahora están listos para cosechar ...".

El principio de acción (versículo 34):

"Mi alimento viene de hacer la voluntad de Dios Quien me envió, y determinar Su obra. "(TLB)

Jesús no hizo las muchas cosas buenas que Sus amigos sugirieron, porqueÉl sabía que si escuchaba a los hombres y hacía lo aparentemente bueno,Él perdería lo mejor que su Padre tenía para él.

Una vez, cuando los hombres le suplicaron que permaneciera en unlugar particular, dijo que no podía, porque había escuchado la voz de suPadre que lo llamaba para ir a otro lado. Hablando humanamente habíamuy buenas razones para quedarse donde estaba, debido a la inusualrespuesta de las personas a su mensaje. Pero los pensamientos de Dios noson como los pensamientos del hombre y los caminos de Dios no son comolos caminos del hombre (Isaías 55: 8). Temprano esa mañana, Jesús habíasalido solo y orado, y había escuchado la voz de su Padre (Marcos 1: 35-39),antes de escuchar a Pedro y los demás con sus sugerencias. Jesús noconfiaba en el razonamiento humano. Él obedeció la Palabra que decía:


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"No te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócelo en todos tuscaminos y él guiará tus caminos "(Proverbios 3: 5, 6).

Se inclinó sobre su Padre para que le guiara en todos los asuntos.

En una referencia profética sobre el Señor Jesús en Isaías 50: 4,leemos: "Mañana tras mañana, Él (el Padre) me despierta y abre mientendimiento a su voluntad". Ese era el hábito de Jesús. Escuchó la voz deSu Padre desde temprano en la mañana y durante todo el día, e hizoexactamente lo que Su Padre le dijo que hiciera. No tuvo conversaciones conhombres, para decidir qué hacer, sino que tuvo reuniones de oración conSu Padre. Los cristianos anímicos planean a través de conversaciones conhombres. Los cristianos espirituales esperan escuchar a Dios.

Jesús vivió por su Padre (Juan 6:57). Para Jesús, la Palabra de Diosera más importante que la comida (Mateo 4: 4). Tenía que recibirlo muchasveces al día, directamente del Padre. Habiéndolo recibido, Él lo obedeció. LaObediencia también era más importante que su comida diaria (Juan 4:34).Jesús, vivió en dependencia del Padre. Su actitud durante todo el día fue:"Habla, Padre, estoy escuchando".

Considera que persiguió a los cambistas fuera del templo. Hubomuchas ocasiones en que Jesús estaba en el templo con los cambistas allí,cuando Él no los perseguía. Lo hizo, solo cuando fue guiado a hacerlo porSu Padre. El cristiano anímico preferiría perseguir a los cambistasperpetuamente o nunca. El que es guiado por Dios, sin embargo, sabecuándo, dónde y cómo actuar.

Hubo muchas cosas buenas que Jesús pudo haber hecho, que Élnunca hizo, porque estaban fuera del alcance de la voluntad de Su Padrepara Él. Siempre estuvo ocupado haciendo las mejores cosas. Y eso fuesuficiente. No había venido a la tierra para hacer cosas buenas, sino parahacer la voluntad de su Padre.

"¿No sabías que tenía que estar en las cosas de Mi Padre?", le preguntóa José y María, a la edad de doce años (Lucas 2:49 - YLT). Esas eran lasúnicas cosas que le interesaban lograr. Cuando llegó al final de 33 años ymedio en la tierra, pudo decir con verdadera satisfacción: "Padre, he hechotodo lo que me ordenaste que hiciera" (Juan 17: 4).

No había viajado alrededor del mundo, no había escrito ningún libro,sus seguidores eran pocos, todavía había muchas necesidades insatisfechasen muchas partes del mundo, etc., etc. Pero él había terminado el trabajoque el Padre había designado para Él. Eso, y solo eso, importa en últimainstancia.


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Jesús fue un siervo del Señor Jehová. Y "lo más importante de unsirviente es que hace exactamente lo que su amo le dice" (1 Corintios 4: 2 -TLB). Pasó Su vida escuchando a Su Padre, y así cumplió con la voluntadde Su Padre, sin agotamiento ni un frustrado 'ocuparse'. Él puso Suspropios intereses humanos hasta la muerte. No era anímico. Él eraespiritual.

Jesús dio alta prioridad a la oración en Su vida. A menudo seescapaba al desierto y oraba (Lucas 5:16). Una vez pasó toda una noche enoración para conocer la voluntad del Padre concerniente a la elección de losdoce discípulos (Lucas 6:12, 13). El cristiano anímico considera el tiempodedicado a esperar en Dios, como un tiempo perdido, y ora solo para aliviarsu conciencia. La oración no es una necesidad desesperada en su vida,porque confía en sí mismo. Sin embargo, el hombre espiritual depende deDios perpetuamente para todo y, por pura necesidad, es impulsado a laoración.

Jesús dijo que lo único necesario era escuchar Su Palabra (Lucas10:42). María de Betania fue un ejemplo de esto. Martha, por otro lado,aunque ocupada en un servicio desinteresado, estaba inquieta y criticaba aMaría. En aquellas dos hermanas, vemos el contraste entre la actividadespiritual y la actividad anímica. Marta no estaba cometiendo ningúnpecado sirviendo al Señor y sus discípulos. Sin embargo, estaba inquieta ycrítica con María. Esta es una imagen clara del servicio anímico. El cristianoanímico está inquieto e irritable. No ha cesado de sus "propias obras" y noha entrado en el descanso de Dios (Hebreos 4:10). Sus intenciones sonbuenas, pero no se ha dado cuenta de que sus propias obras por buenasque sean, siguen siendo "trapos sucios" a los ojos de Dios, incluso despuésde la conversión (Isaías 64: 6).

Las buenas ovejas de Amalec (la carne) son tan inaceptables para Dioscomo las malas (1 Samuel 15: 3, 9-19). Pero el razonamiento humano nopuede entender esto. Parece una tontería deshacerse de la oveja buena,cuando se las puede dar a Dios. Pero Dios requiere obediencia, NO sacrificio"Obedecer es mejor que sacrificio" (1 Samuel 15:22). Pero, ¿cómo podemosobedecer si no escuchamos lo que Dios tiene que decir? Escuchar tiene quepreceder a la obediencia. Por lo tanto, Jesús dijo que lo único necesario eraescuchar su voz. Todo lo demás dependía de eso.

Aquellos que "sirven" como Marta, por sinceros que sean, solo se estánsirviendo a sí mismos. No pueden ser llamados siervos del Señor, ya que unservidor espera escuchar lo que su maestro le dice que haga, antes de servir.

Si estamos vacíos de autosuficiencia, oraremos como lo hizo Salomón:"Oh, Señor, Dios mío, dale a tu siervo corazón atento para discernir entre el


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bien y el mal" (1 Reyes 3: 7, 9 - margen). Jesús sabía que tenía que escuchara su Padre, si quería discernir entre lo que era bueno (en su sentido máselevado) y lo que no era bueno, entre lo que era la voluntad de su Padre y loque no era.

Afuera de la hermosa puerta del templo en Jerusalén, Jesús a menudoveía a un hombre cojo pidiendo limosna. Pero Él no lo sanó, porque Él notuvo ninguna guía de Su Padre para hacerlo. Más tarde, después de haberascendido al Cielo, Pedro y Juan le dieron sanidad a ese hombre, en eltiempo perfecto del Padre, y eso resultó en que muchas personas sevolvieran hacia el Señor (Hechos 3: 1-4: 4). Ese fue el tiempo del Padre parasanar a ese hombre, no antes. Jesús habría obstaculizado la voluntad delPadre si hubiera sanado a ese hombre antes. Él sabía que el tiempo delPadre era perfecto, y por eso nunca estuvo impaciente por hacer nada.

La vida de Jesús fue una vida de descanso perfecto. Él tenía suficientetiempo las 24 horas todos los días para hacer toda la voluntad de su Padre.Pero si hubiera decidido hacer lo que parecía bueno para Él, entonces las24 horas del día no hubieran sido suficientes y él habría terminado encansancio la mayoría de los días. Jesús podía alegrarse en cada interrupciónque le llegaba, porque aceptaba el hecho de que un Padre soberano en elcielo estaba planeando su agenda diaria. Y por eso nunca estuvo molestocon las interrupciones. La vida de Jesús también llevará a nuestro serinterior a un descanso perfecto. Esto no significa que no haremos nada, sinoque haremos solo lo que está en el plan del Padre para nuestras vidas.Entonces estaremos más ansiosos por terminar la voluntad del Padre quenuestro propio programa predeterminado.

Los cristianos anímicos están tan interesados en hacer "lo suyo" quea menudo son irritables e inquietos. Algunos de ellos finalmente tienen unataque nervioso o físico.

Era imposible que Jesús tuviera una crisis nerviosa, porque estaba enun reposo perfecto en Su hombre interior. Él nos dice:

"Toma Mi yugo sobre ti y aprende de Mi ejemplo, y tú tambiénencontrarás descanso en vuestras almas" (Mateo 11:29).

Esta es la gloria de Jesús que el Espíritu de Dios nos muestre en la Palabralo que Él desea impartirnos y manifestar a través de nosotros.

El Señor es nuestro Pastor y Él lleva a Sus ovejas a pasturas dedescanso. Las ovejas no planifican su propio programa ni deciden a quépasto ir para luego ir al siguiente. Simplemente siguen a su pastor. Pero unodebe vaciarse de su confianza en sí mismo y autosuficiencia para seguir alPastor de esa manera. Jesús mansamente siguió a Su padre. Pero los


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cristianos anímicos no quieren ser ovejas y, por lo tanto, son arrastradospor sus intelectos. Nuestro intelecto es un regalo maravilloso y útil de Dios,pero puede convertirse en el más peligroso de todos los dones si es exaltadoal lugar de señorío en nuestra vida.

El Señor enseñó a sus discípulos a orar, "Padre, hágase tu voluntaden la tierra como se hace en el cielo". ¿Cómo se hace la voluntad de Dios enel cielo? Los ángeles no corren tratando de hacer "algo por Dios". Habríaconfusión en el Cielo si lo hicieran. ¿Qué hacen? Esperan en la presencia deDios para escuchar lo que Él manda, y luego hacen exactamente lo que seles ordena individualmente. Escuche las palabras del ángel Gabriel aZacarías: "Soy Gabriel quien está en la presencia de Dios; y he sido enviadopara hablarte ... "(Lucas 1:19). Esta es la posición que también tomó el SeñorJesús: esperar en la presencia de Su Padre, escuchar su voz y hacer Suvoluntad.

Los cristianos anímicos pueden trabajar duro y sacrificar mucho, perola luz más clara de la eternidad revelará que "trabajaron toda la noche y noatraparon nada". Pero aquellos que tomaron su cruz diariamente (negaronsu vida del alma y la pusieron a morir) y obedecieron al Señor, tendrán redesllenas de peces en ese día (Juan 21: 1-6).

"Cualquiera que se deja distraer a si mismo de la obra que yo planeépara Él", dijo Jesús, "no es apto para el reino de Dios" (Lucas 9:62 -TLB). "Guarda atención al ministerio que has recibido en el Señor,para que lo cumplas" (Colosenses 4:17).

"Toda planta que nuestro Padre Celestial no plantó será arraigada"(Mateo 15:13).

La pregunta no es si la planta es buena, sino quién la plantó. Dios es elúnico originador legítimo de cualquier cosa. La Biblia comienza con laspalabras: "En el principio, Dios". Así debe ser con todas nuestras acciones:deben haberse originado en Dios, y no en nuestras mentes, si han de durarpara siempre.

"El que hace la voluntad de Dios permanecerá para siempre"(1 Juan 2:17).

Todo el resto perecerá.

Entonces, hagámonos esta pregunta:

¿Estoy viviendo y trabajando en la voluntad de Dios?


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Capítulo 7

Vivir por el Poder de Dios

"Por él son todas las cosas" (Romanos 11:36)

Adán fue creado por Dios con poderes fantásticos en su alma. Él podría darun nombre a cada animal y ave que Dios había creado (Génesis 2:19). Nosresulta difícil recordar incluso algunos de esos miles de nombres. Adánpodría darles un nombre diferente a cada uno. Eso es solo una indicacióndel poder del alma de Adán. Estos poderes que Dios le había dado estabandestinados a ser usados en dependencia en Dios. Pero Adán decidiódesarrollarlos aparte de Dios, y después de esa elección fatal en el Edén,comenzó a vivir por su alma.

Debemos saber algo acerca de la diferencia entre el poder del EspírituSanto y el poder del alma, si distinguimos entre la actividad espiritual y delalma, evitaremos ser engañados por las falsificaciones de Satanás.

Considere un área, donde el poder del alma humana se está usandoampliamente en la Cristiandad de hoy - el área de la sanidad.

Desde el siglo XIX, la ciencia ha comenzado a descubrir algo de lostremendos poderes de la mente humana. La ciencia del hipnotismo ha hechograndes avances, y es sorprendente ver qué es posible a través de lospoderes mentales. Los principios del hipnotismo ahora se están importandoal cristianismo bajo la etiqueta de "los dones del Espíritu Santo".

Esto no es para despreciar los dones genuinos del Espíritu, quesiempre conducirán a la construcción de la iglesia y la gloria de Dios; sinomás bien las falsificaciones, que se parecen tanto a lo genuino, pero queconducen a la exaltación de las personalidades humanas y a la construcciónde sus propios reinos y sus imperios financieros.

Gran parte de lo que pasa en la sanidad divina en estos días a manosde "sanadores de fe" (cristianos y no cristianos), es simplemente el uso deestos poderes de la mente humana, convencerse uno mismo que uno essanado, incluso cuando los síntomas están aún allí. Dado que un porcentajemuy alto de enfermedades hoy en día son psicosomáticas (es decir,enfermedades físicas que tienen un origen mental o emocional), es ciertoque el "pensamiento positivo" y un cambio de actitud a la enfermedad en símisma a menudo producen sanidad en el cuerpo. Pero esto es solo el


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resultado del funcionamiento de las leyes naturales del cuerpo y de lamente. No es curación sobrenatural en absoluto.

Jesús todavía sana a la gente hoy milagrosamente, pero no por talestrucos psicológicos. Dondequiera que se manifieste el don genuino desanidad, no habrá lucha mental para creer - porque la fe es el don de Diosy se basa en las promesas de Su Palabra, y no es el producto del"pensamiento positivo".

Al practicar los principios del hipnotismo (incluso involuntariamente),los hombres pueden tener poder sobre los demás de una manera que Diosnunca quiso que tuvieran. Esto también puede confundirse a menudo enlos círculos cristianos, por la autoridad del Espíritu Santo, en un individuo.

Hay graves peligros en el desarrollo de los poderes del alma, aparte deDios. Dios nos dio esos poderes para ser rendidos a Él para Su uso.

Así es como Jesús vivió. Puso a muerte su vida del alma y se negó avivir por los poderes de Su alma humana. En cambio, Él vivió en enteradependencia de Su Padre y buscó constantemente el poder del EspírituSanto tanto para Su vida como para Su ministerio.

Ya hemos visto que con frecuencia se retiró al desierto para orar(Lucas 5:16). Durante sus últimos días, antes de la crucifixión, Él enseñabaen el templo durante el día y se retiraba al Monte de los Olivos durante lanoche, sin duda para tener largos períodos de oración sin distracciones(Lucas 21:37, 38).

Vivir por fe es vivir en tal dependencia perpetua en el Padre.

Solo lo que se hace mediante el poder de Dios es eterno. Todo lo demásperecerá. La Biblia compara al hombre que vive en dependencia de Dios conun árbol que se sustenta de un río subterráneo (Jeremías 17: 5-8). Así vivióJesús, perpetuamente sacando sus recursos espirituales, como hombre, delEspíritu Santo (el río de Dios).

La victoria de Jesús sobre la tentación, no fue a través de ladeterminación humana, sino porque sacó fuerza del Padre, momento amomento. El camino de abnegación, tal como lo ejemplifica y enseña Jesús,no es uno donde el alma intente dominarse a sí misma. No. Eso es Budismoy yoga, y es tan diferente de la enseñanza de la Escritura como la tierra esdel cielo.

Jesús enseñó que, como seres humanos, no tenemos el poder de viviry servir a Dios como deberíamos. Dijo que éramos como ramas indefensaspor completo que dependen de la savia suministrada por el árbol para lafructificación. "Aparte de mí", dijo, "no puedes hacer nada" (Juan 15: 5). Y


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así, lo que logramos hacer, sin la ayuda del Espíritu Santo, puedeconsiderarse NADA.

Aquí radica la necesidad vital de "llenarse con el Espíritucontinuamente "(Efesios 5:18).

Jesús mismo fue llenado y ungido con el Espíritu Santo (Lucas 4: 1,18), y Él vivió y trabajó para Su Padre en el poder del Espíritu. Pero esto fueposible, solo porque como hombre, era pobre en espíritu.

Jesús era consciente de la debilidad del marco humano que habíaasumido. Por lo tanto, Él buscaba constantemente oportunidades para estarsolo y orar. Alguien ha dicho que, mientras los turistas buscan buenoshoteles y letreros que hacen que se vean como lugares importantes, cuandoentran a una ciudad, Jesús buscó lugares solitarios donde Él podía orar.

Él buscó poder para vencer la tentación y poner Su poder del almahasta la muerte. Ningún hombre fue tan consciente como Jesús, de ladebilidad absoluta de la carne, y por eso buscó el rostro del Padre en oraciónpor ayuda, como nunca lo hizo ningún hombre. Él oró con "fuertes gritos ylágrimas" en los días de su carne. El resultado fue que el Padre lo fortaleciópoderosamente, mucho más que cualquier otro hombre. Por lo tanto, Jesúsnunca pecó y nunca vivió desde Su alma (Hebreos 4:15; 5: 7-9).

¿No es significativo que 25 veces en los evangelios, las palabras "orar"y "oración" se usen en conexión con Jesús?

Allí yacía el secreto de su vida y sus labores.

Jesús no solo oró antes de los grandes acontecimientos de su vida,sino también después de algunos de sus grandes logros. Después dealimentar milagrosamente a los cinco mil, se retiró a las montañas paraorar. Esto fue, sin duda, para protegerse de las tentaciones de orgullo ocomplacencia por el trabajo realizado, y para renovar Su fortaleza al esperaren Su Padre (Isaías 40:31). Por lo general, oramos solo antes de quetengamos alguna tarea importante que hacer para el Señor. Pero sidesarrollamos el hábito que Jesús tenía, de esperar delante del Padredespués de que hayamos terminado nuestra tarea, nos preservaremos delorgullo y estaremos equipados para hacer mayores cosas para el Señor.

Mientras más ocupada se volvía la vida de Jesús, más oraba. Hubomomentos en que Él no tuvo tiempo de comer ni siquiera de descansar(Marcos 3:20; 6:31, 33, 46), pero Él siempre se tomó el tiempo para orar. Élsabía cuándo dormir y cuándo orar, porque Él obedeció las indicaciones delEspíritu.


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La pobreza del espíritu es un requisito previo para la oración eficaz.La oración es la expresión de la impotencia humana, y si se quiere sersignificativo no era un mero ritual, debe haber un reconocimiento constantede la insuficiencia de los recursos humanos, ya sea para vivir la vidacristiana o para servir a Dios.

Jesús buscó continuamente el poder de Dios en la oración, y nuncafue decepcionado. Así Él logró cosas a través de la oración, que incluso Élno pudo haber logrado de ninguna otra manera.

El que es fuerte en la confianza en sí mismo seguirá dependiendo del"brazo de carne" para la victoria sobre el pecado. Tal persona tiene que serquebrantada, antes de que pueda conocer el poder de Dios para la victoria.Y así Dios le permite ser repetidamente derrotado, mes tras mes, hasta quellegue a un "punto cero" y reconozca su impotencia. Entonces Dios lederrama el Espíritu de gracia y lo lleva a una vida de victoria, y la gloria deDios comienza a manifestarse a través de su vida.

Es cuando nosotros nos debilitamos que somos verdaderamentefuertes (2 Corintios 12:10).

Abraham produjo a Ismael en el poder de su fuerza natural, pero Diosno aceptó a Ismael y le pidió a Abraham que lo enviase afuera (Génesis 17:18-21; 21: 10-14). En el tribunal de Cristo, cuando presentamos nuestrosesfuerzos bien intencionados, producidos a través de nuestras capacidadeshumanas sin dependencia de Dios, Él también nos dirá que soninaceptables. Toda esa madera, heno y paja se reducirá a cenizas.

Solo quedará lo que fue hecho "a través de Dios".

Cuando Abraham llegó al lugar de la impotencia, cuando su habilidadnatural para producir hijos había cesado, entonces Isaac nació, a través delpoder divino, y este hijo fue aceptable para Dios.

Un Isaac vale más que mil Ismael, en lo que se refiere a Dios. Ungramo de oro vale más que un kilogramo de madera - luego de que el fuegolos haya probado a ambos. Un poco hecho en el poder del Espíritu Santovale mucho más que mucho hecho en nuestra propia fuerza.

Nuestras buenas obras y nuestros propios esfuerzos por servir alSeñor siempre serán trapos sucios antes y después de la conversión. Peroesa justicia que es producida por la fe, y ese servicio que se ha hecho endependencia del Espíritu Santo – formará nuestra prenda de boda en el díadel matrimonio del Cordero (Apocalipsis 19: 8). ¡Qué diferencia, ya seatrapos sucios o un hermoso vestido de novia! Todo depende de si nuestravida se vive en nuestra propia fuerza del alma o el poder de Dios.


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Jesús también dependía del poder del Espíritu para su ministerio. Élno se atrevió a entrar al ministerio de predicación sin primero ser ungidopor el Espíritu Santo. Durante treinta años ya había vivido en perfectasantidad por el poder del Espíritu, para que el Padre pudiera testificar: "Estees mi Hijo amado en quien estoy complacido" (Mateo 3:17). Sin embargo,necesitaba ser ungido por el Espíritu para el servicio. Y así Él oró para serungido, y Él lo fue (Lucas 3:21). Y debido a que amaba la justicia y odiabael pecado más que cualquier hombre que haya vivido, fue ungido másabundantemente que cualquier otro hombre (Hebreos 1: 9). Como resultado,las personas fueron liberadas de la cautividad de Satanás, a través de Suministerio. Este fue el propósito principal y la manifestación primaria de launción (ver Lucas 4:18 y Hechos 10:38).

El trabajo de Dios no se realiza a través de los talentos y habilidadeshumanas. Los hombres altamente dotados naturalmente, cuando seconvierten, a menudo piensan que ahora pueden usar sus poderesintelectuales y emocionales para influir en otros para Dios.

Muchos cristianos incluso confunden su elocuencia, lógica y claridadde expresión por el poder del Espíritu Santo. Pero estos son solo los poderesdel alma, y serán un obstáculo en el servicio a Dios, si cualquierdependencia fuera colocada en ellos. El trabajo realizado a través del poderdel alma humana nunca puede ser eterno.

Perecerá, si no en el tiempo, en el tribunal de Cristo.

Jesús no dependió del poder de la elocuencia o de la emoción paramover a las personas hacia Dios. Él sabía que cualquier trabajo realizado através de tal poder del alma solo alcanzaría las almas de Su audiencia, ynunca los ayudaría espiritualmente. No utilizó, por la misma razón,entretenimiento musical de ningún tipo para atraer a las personas haciaDios.

Él no jugó con los sentimientos de su público ni los preparó paralevantarse en fervorosa emoción para lograr que se rindieran a Dios. Dehecho, Él no usó ninguno de estos y otros métodos anímicos que son tancomunes con evangelistas y predicadores hoy en día. No utilizó la pasiónemocional y el fervor anímico para influir en las personas. Estos son losmétodos del político y el vendedor, y Él no fue ninguno de los dos.

Como siervo de Jehová, Jesús dependió completamente del EspírituSanto en todos sus trabajos. El resultado fue que aquellos que lo siguieronentraron en una profunda vida en Dios.

Jesús no usó el poder del alma para manipular a otros a su manerade pensar. Él nunca se impuso a los demás. Él siempre les dio a los demás


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la libertad de rechazarlo, si así lo desean. Los líderes cristianos anónimosdominan a su rebaño y sus compañeros de trabajo por su fuertepersonalidad. La gente se siente sumida en la sujeción a tales líderes y losadora y obedece cada palabra.

Las multitudes pueden revolotear alrededor de tal líder, e inclusotodos pueden estar unidos, pero es solo una unidad de devoción al líder.Tales líderes pueden incluso engañarse a sí mismos al pensar que lo quetienen es el poder del Espíritu Santo, porque no pueden distinguir entrealma y espíritu. Sus seguidores también están igualmente engañados. Perola luz clara del asiento del juicio revelará que fue todo el poder del almahumana y que obstaculizó la obra de Dios.

También hay líderes políticos y no cristianos que tienen tal carismahumano sobre ellos, que son capaces de atraer a grandes multitudes por elpoder de su personalidad y oratoria, etc.

Jesús no era tal líder. Tampoco debería serlo un cristiano. Deberíamostemer usar nuestro poder del alma, ya que es una violación de las leyes deDios para el hombre, y no puede sino ser un estorbo en su servicio.

El poder del alma puede ser capaz de producir cambios superficialesen otros y producir una forma de divinidad en ellos, pero no habrá unadevoción profunda hacia Dios ni una victoria sobre el pecado en sus vidasprivadas.

Una obra verdaderamente espiritual nunca puede ser realizada por elpoder del alma humana, sino solo por el poder del Espíritu Santo. Jesús losabía; y por eso constantemente puso su poder del alma hacia la muerte.Por lo tanto, Él pudo hacer un trabajo profundo y permanente en aquellosque lo siguieron en muy poco tiempo.

Nunca impuso su personalidad a los demás, nunca dominó a nadie ynunca sorprendió a las personas con su lenguaje o sus poderesintelectuales. No buscó impresionar a los hombres, sino ayudarlos.

Los cristianos anímicos están más interesados en impresionar a otrosque en ayudarlos. Los líderes cristianos anímicos no pueden construir laverdadera iglesia, porque unen a las personas consigo mismas y no a Cristoque es la Cabeza.

Los que tienen un fuerte poder del alma tienen que ministrar laPalabra con temor y temblor (como lo hizo Pablo - 1 Corintios 2: 1-5), no seaque la fe de sus oyentes descanse en la sabiduría humana del hablante másque en el poder de Dios.


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Jesús permaneció en todo momento consciente de su debilidadhumana. Él dijo: "El Hijo no puede hacer nada por sí mismo ..." (Juan 5:19).De ahí su intensa vida de oración. Por lo tanto, el Padre pudo hacer todasSus obras en Jesús (Juan 14:10).

Es una actitud de dependencia de Dios que nos impedirá usar aquelloque Dios nos ha prohibido y que Jesús nos dijo que odiáramos - nuestravida del alma y sus poderes. Entonces, el Espíritu Santo podrá manifestarla gloria del Señor a través de nosotros.

Si vivimos por fe (en dependencia del Señor) y nuestra obra es unaobra de fe, entonces construiremos con oro, plata y joyas.

Y así, hagámonos esta segunda pregunta:

¿ESTOY VIVIENDO Y TRABAJANDO POR EL PODER DE DIOS?


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Capítulo 8

Viviendo para la Gloria de Dios

"Para él son todas las cosas" (Romanos 11:36)

Dios es el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin, el Primero y el Último. Y así,como todas las cosas de una naturaleza eterna se originan en Él, tambiénencuentran su consumación en Él.

Todas las cosas fueron creadas por Dios para darle gloria. Esto no esporque Dios desee egoístamente nuestra gloria. Él es completamenteautosuficiente en Sí mismo, y no hay nada que le podemos ofrecer que puedaagregar a Su suficiencia. Cuando nos llama a buscar su gloria, es porqueese es el camino para nuestro bien supremo. De otro modo, seríamosegocéntricos y miserables.

Estar centrado en Él es una ley que Dios ha creado en la creación.Esa ley solo puede ser violada por criaturas morales con un libre albedrío.La creación inanimada obedece con gozo a su Creador y lo glorifica. PeroAdán desobedeció esa ley, y vemos las consecuencias en la miseria de lahumanidad.

En la oración que el Señor les enseñó a sus discípulos a orar, laprimera petición es: "Santificado sea Tu Nombre". Este fue el anheloprincipal en el corazón del Señor Jesús. Él oró "Padre, glorifica Tu Nombre"y eligió el camino de la Cruz ya que eso fue para la gloria del Padre (Juan12:27, 28). Una pasión suprema gobernó la vida del Señor Jesús - La Gloriadel Padre.

Todo lo que Él hizo fue para la gloria del Padre. No habíacompartimientos sagrados y seculares por separado en su vida. Todo erasagrado. Él hizo taburetes y bancos para la gloria de Dios tanto comocuando predicó y sanó a los enfermos para la gloria de Dios. Todos los díaseran igualmente sagrados para él; y el dinero gastado en las necesidades dela vida diaria era tan sagrado como el dinero dado a la obra de Dios o a lospobres.

Jesús vivió en perfecto reposo de corazón en todo momento, porquebuscó solamente la gloria del Padre y solo se preocupó por la aprobación deSu Padre. Vivió delante del rostro de Su Padre y no se preocupó por el honoro la alabanza de los hombres.


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"El que habla de sí mismo busca su propia gloria", dijo Jesús(Juan 7:18).

El cristiano anímico, por mucho que parezca o pretenda buscar la gloria deDios, está realmente, en el fondo, interesado en su propio honor. Jesús, porotro lado, nunca buscó ningún honor para sí mismo.

Lo que se origina en la astucia del hombre y lo que se lleva a cabo através del ingenio humano y los talentos, siempre terminará en glorificar alhombre. Lo que comienza en el alma solo glorificará a la criatura.

Pero no habrá nada en el cielo ni en la tierra en los siglos de laeternidad que le dé honor o gloria a ningún hombre.

Todo lo que sobrevive al tiempo y entre a los portales de la eternidadserá lo que fue desde Dios, a través de Dios y a Dios.

Es el motivo detrás de una acción que le da valor y mérito a esa acción,en lo que respecta a Dios.

Lo que hacemos es importante, pero por qué lo hacemos es muchomás importante.

Hemos visto que Jesús esperó a su Padre para recibir su plan, ytambién esperó al Padre para poder para llevar a cabo ese plan, de modoque hizo toda la voluntad de su Padre en el poder de Dios. Pero eso no fuetodo. Como vimos en el último capítulo, Jesús fue a la oración después dealgunos de Sus mayores logros – para dar la gloria a Su Padre. Él ofreció elfruto de Sus labores como una ofrenda de sacrificio a Su Padre. Él no buscóel honor para sí mismo, ni lo recibió cuando le fue dado (Juan 5:41; 8:50).Cuando su fama se extendió por todas partes, se retiró a las montañas paraglorificar a su Padre (Lucas 5:15, 16). Estaba decidido a nunca tocar esagloria.

El resultado de tal actitud consistentemente sostenida, fue que al finalde la vida de Jesús en la tierra, Él podía decir honestamente,

"Padre, te he glorificado en la tierra" (Juan 17: 4).

Había venido a la tierra para glorificar al Padre como hombre.

Él vivió cada día con eso como su objetivo. El oró sinceramente que elPadre solo sería glorificado, cualquiera que sea el costo para él. Y finalmentemurió para que el Padre fuera honrado y exaltado y glorificado en la tierracomo lo estaba en el cielo.


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Pablo dice que en el día de la prueba por el fuego (1 Corintios 3:13)todos conocerán "POR QUÉ hemos estado haciendo la obra del Señor" (1Corintios 4: 5 - TLB).

Los motivos serán expuestos y examinados por el Señor en ese día.

El servicio anímico se exalta a sí mismo y atrae a la gente a nosotrosmismos en lugar de a Dios. Las multitudes vienen a escucharnos y estánimpresionados y vuelven a escucharnos nuevamente y nos honran y hablanbien de nosotros. Cuando dejamos el lugar, regresan a su estado espiritualanterior, ni mejoran a pesar de toda la predicación que escucharon. Laverdadera prueba del trabajo de un hombre es la condición de las personasa quienes ministró, después de que él mismo haya muerto y se haya ido.Entonces se hará evidente si su servicio fue anímico o espiritual.

Todo trabajo que atrae a otros a nosotros mismos será probado comomadera, heno y paja en el último día, ya que solo glorificaba al hombre.

El ministerio de Jesús fue espiritual. La prueba de eso se ve en elhecho de que dejó atrás un número (aunque pequeño) que también se volvióespiritual, y no anímico. Para manifestar su gloria, debemos seguir suspasos aquí.

El servicio y la vida anímicos están allanando el camino para la llegaday la aceptación mundial del anticristo - el hombre totalmente anímico. Él seexaltará a sí mismo por encima de los demás y atraerá multitudes a símismo, incluso usando poderes milagrosos para hacerlo (2 Tesalonicenses2: 3-10).

Llamar la atención de las personas a nosotros mismos y a nuestrotrabajo es por lo tanto la esencia del espíritu del anticristo. Tener podersobre las conciencias de los hombres, para que les digamos qué hacer yadónde ir, es anímico. Dar consejos a los demás es algo espiritual parahacer, pero ejercitar el control sobre ellos es anímico.

Jesús nunca obligó a ninguno de sus seguidores a hacer nada.Respetaba la libertad de elección con la que Dios había investido al hombre.

Y así Él fue el siervo de todos los hombres, y les ministró en lugar deordenarles.

Es muy fácil predicar con el espíritu de un gobernante y un señor yno con el espíritu de un sirviente (2 Corintios 4: 5). Podemos usar nuestrafuerza del alma para imponer nuestros puntos de vista a los demás. Esto dacomo resultado que las personas sean atadas a nosotros.


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Una persona que es celosa y que desconoce su propio poder de almafuerte ni siquiera se dará cuenta de que está ganando personas para símismo y no para Cristo. La obra de Dios no es hecha por el poder humanoo a la fuerza sino por el Espíritu Santo. Y una marca de la obra del Espíritues la libertad (2 Corintios 3:17) - perfecta libertad dada a cada individuo.

Considere cómo un sirviente se conduce en un hogar. Sirve en silencioy, habiendo hecho lo que hay que hacer, se retira a la cocina. Él no entracon pompa y espectáculo, tampoco les dice a los que están en la mesa loque deben hacer. ¿Cuántos están dispuestos a servir al Señor de estamanera?

Como alguien ha dicho,

"Solo hay una cosa que un servidor tiene el derecho de dominar, y esoes sobre su propia carne. En la medida en que él gobierna sobre supropia carne, Él puede guiar a otros hacia la vida espiritual.

Un servidor espiritual solo sirve por el poder que Dios le da, y estepoder se le da a él solo para ministrar a las necesidades de los demás.Sin embargo, si usamos ese poder para dominar a una persona yforzarle de cualquier manera, él puede desanimarse y finalmenteseguir su propio camino. La tarea de un sirviente es trabajar de talmanera que las almas entren en una conexión viva con Dios que lohace todo - y no en una conexión con él mismo (1 Corintios 12: 6)".

Jesús buscó tanto la gloria de Dios para que Él mismo estuviera preparadopara pavimentar y preparar el camino para que sus apóstoles hicieran algomás grande que lo que Él hizo, después de Él (Juan 14:12). Este mayortrabajo fue, sin duda, la construcción de la iglesia, con los miembros en ellaconvirtiéndose en uno como el Padre y el Hijo son uno (Juan 17: 21-23).Durante la vida de Jesús en la tierra, ni siquiera dos de sus discípulos sehabían convertido en uno como el Padre y el Hijo son uno. Todos buscaronlo suyo propio. Pero después del día de Pentecostés, muchos de Susdiscípulos se convirtieron en uno como Él deseaba. Este fue el mayortrabajo.

Jesús allanó el camino para que otros hagan un trabajo mayor. Élmurió y puso el cimiento y sus discípulos construyeron en eso.

No hubo interés propio en Jesús. A él no le importaba que alguienmás obtuviera el mérito de lo que hizo, siempre que el Padre fueraglorificado.


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Es este espíritu el que nos debe animar, si vamos a ministrar la vidaa la iglesia, al Cuerpo de Cristo, hoy, y si queremos edificarlo, a la plenitudde la estatura de Cristo.

Jesús vivió tan completa y totalmente delante del rostro del Padresolamente, que no le importaba ser vindicado ante aquellos que locrucificaron, después de resucitar de entre los muertos.

A los ojos del mundo y de los líderes judíos, el ministerio de Jesús fueun fracaso total. Si Jesús hubiese sido anímico, habría anhelado regresar ypresentarse ante esos líderes después de su resurrección para confundirlospara vindicarse a Sí mismo. Pero él no hizo eso. Se presentó después de laresurrección, solo a los que creyeron en Él.

El tiempo del Padre para la vindicación de Jesús aún no ha venidotodavía - y Jesús estaba preparado para esperar. Ese tiempo aún no hallegado.

Jesús todavía es incomprendido en el mundo, y la mayoría de la genteconsidera que su vida fue un fracaso. Comenzó la vida (como hombre), en laignominia de un pesebre (una caja de comida para el ganado) y terminó Suvida en la tierra en la humillante muerte de la cruz, con dos criminales delpeor orden. Y ese fue lo último que este mundo vio de él.

Jesús estaba bastante preparado para parecer un fracaso ante loshombres, siempre que el Padre fuera glorificado. Él no vivió ni sirvió, paraser admirado por los hombres, y por lo tanto, un día el Padre lo vindicaríapúblicamente con gran gloria y honor; y en ese día todas las rodillas sedoblarán y cada lengua confesará que Jesucristo es el Señor, pero inclusoeso será para la gloria de Dios el Padre (Filipenses 2:11).

Y así la tercera pregunta que debemos hacernos es:

¿ESTOY VIVIENDO Y TRABAJANDO POR LA GLORIA DE DIOSSOLAMENTE?


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Capítulo 9

La Novia de Cristo

En las páginas finales de las Escrituras, encontramos el resultado de la obradel Espíritu Santo: la Novia de Cristo. También vemos allí el resultado de lafalsificación del trabajo de Satanás - La Iglesia Ramera.

Juan dice:

"Vi la CIUDAD SANTA, LA NUEVA JERUSALÉN, hermosa como unaNOVIA, descendiendo de Dios. SE LLENÓ CON LA GLORIA DE DIOS y brilló

como una joya preciosa, cristalina como el jaspe"(Apocalipsis 21: 2, 10, 11 - TLB).

Antes de ver esta visión de la Novia de Cristo, a Juan se le dio una visión dela Ramera, la adúltera espiritual, que decía amar a Dios, pero en realidadamaba este mundo (Santiago 4: 4). Es un cristianismo falso, que tiene unaforma de piedad (exactitud en la doctrina), pero no tiene poder (no hay vidadivina) (2 Timoteo 3: 5).

Juan dice: "Vi a una mujer, BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DELAS RAMERAS, y una voz que decía: "Babilonia la grande ha caído".Vean EL HUMO DE SU INCENDIO. Su humo se levantó para siempre"(Apocalipsis 17: 3, 5; 18: 2, 9; 19: 3).

El contraste es sorprendente. Mientras que la Novia viene a través del fuegodel juicio, "brillando como una joya preciosa", la Ramera se reduce a cenizaspor completo, su humo asciende a los cielos, porque estaba hecha de cosasperecederas.

Jerusalén la Novia y Babilonia la Ramera son dos sistemas: uno deDios y el otro "terrenal, anímico y demoníaco" (Santiago 3:15 - margen).

Echemos un vistazo a Babilonia primero.

Babilonia se originó con la torre de Babel, que fue construida segúnel plan del hombre, en la fuerza del hombre y para la gloria del hombre.

"Se dijeron unos a otros (DEL HOMBRE): 'Construyamos paranosotros una ciudad (A TRAVÉS DEL HOMBRE) y hagamos unnombre (PARA EL HOMBRE)' (Génesis 11: 3, 4).

Años más tarde, el rey Nabucodonosor, al haber construido la gran ciudadde Babilonia, capital de su gran imperio mundial, miró un día la ciudad yhabló en la misma línea:


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"¿No es ésta Babilonia la grande, que yo mismo he construido (DESDEEL HOMBRE) ... por la fuerza de mi poder (A TRAVÉS DEL HOMBRE)... para la gloria de mi majestad (PARA EL HOMBRE)" (Daniel 4:30).

La torre de Babel terminó en juicio. El alarde de Nabucodonosor también letrajo el juicio inmediato de Dios (Daniel 4: 31-33). El final de todo lo que hasido producido por la sabiduría humana y el poder humano para la gloriadel hombre también será juzgado por Dios. Lo que se hace a través del poderdel alma humana perecerá, incluso si se llama 'Trabajo Cristiano'

"Las grandes murallas de Babilonia serán arrasadas hasta el suelo ysus puertas altas serán quemadas; ¿LOS CONSTRUCTORES(trabajadores 'cristianos'?) DE MUCHAS TIERRAS HAN TRABAJADOEN VANO - SU TRABAJO SERÁ DESTRUIDO POR EL FUEGO"(Jeremías 51:58 - TLB).

Jerusalén, por otro lado, es la Ciudad de Dios (Hebreos 12:22). En el AntiguoTestamento, aquí estaba el templo de Dios. Jerusalén, la morada de Dios,tuvo su origen en el Tabernáculo, construido por Moisés (Éxodo 25: 8).

El Tabernáculo fue construido exactamente de acuerdo con el Plan deDios:

"... de acuerdo con todo lo que el Señor ordenó" (Éxodo 40:16) (DEDIOS).

Fue construido por hombres dotados con el poder de Dios:

"Bezalel ... lo he llenado del Espíritu de Dios ... "(Éxodo 31: 1-5) (ATRAVÉS DE DIOS).

Fue construido para la gloria de Dios:

"La gloria del Señor llenó el tabernáculo" (Éxodo 40:34) (PARA DIOS).

Aquello que se origina en Dios y se hace sólo a través del poder Divino parala gloria de Dios permanecerá para siempre. Pasará a través del fuego,brillando como una gema, porque está construido de oro, plata y joyas.

Al comparar las páginas iniciales de las Escrituras con sus páginasfinales, encontramos que los dos árboles (el árbol de la vida y el árbol delconocimiento del bien y el mal) han producido dos sistemas, al final deltiempo - Jerusalén y Babilonia.

Lo que verdaderamente nació del Espíritu - desde Dios, a través deDios y para Dios, permanece para siempre; mientras que lo que nació de lacarne – desde el hombre, a través del hombre y para el hombre, perece.


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Hoy, estamos viviendo entre las páginas de Génesis y Apocalipsis. Ysea que nos demos cuenta o no, estamos atrapados en uno de estos dossistemas - uno determinado a exaltar y glorificar a Dios, y el otro a glorificary exaltar al hombre; uno siguiendo a Cristo y el otro siguiendo a Adán; unoque vive en el Espíritu y el otro que vive en la carne y el alma.

Tanto Jesús como Adán escucharon la voz de Dios - la diferenciaestaba en el hecho de que uno obedecía y el otro desobedecía. Así también,dijo Jesús, sería con aquellos que escuchan Su voz: unos obedecerían yconstruirían sobre la roca, inconmovible para la eternidad, mientras que losotros escucharían pero no obedecerían y así construyeron sobre la arena,para finalmente perecer (Mateo 7: 24-27).

Estas dos casas de las que Jesús habló son Jerusalén y Babilonia.

Hay quienes hoy están verdaderamente justificados por la fe y entranen el nuevo pacto, sellados por la sangre de Jesús, y siguen a Jesús en unavida de obediencia a la voluntad de Dios (particularmente como se describeen Mateo 5 al 7), quienes edifican en la roca y tienen una parte en Jerusalén.Uno solo tiene que leer Mateo 5 al 7 para descubrir si pertenece a estacompañía o no.

Igualmente hay otros (y esto es, por mucho, la mayoría), que escuchanlas palabras de Jesús en Mateo 5 al 7, pero que tienen una falsacomprensión de la justificación, la fe y la gracia, viven en una falsaseguridad, sin importarle obedecer las palabras de Jesús y, por lo tanto,construyeron sobre la arena – Babilonia - que finalmente perece porsiempre.

Estos son "cristianos" a sus propios ojos, porque Jesús dijo que elhombre que edificó sobre la arena fue alguien que escuchó su voz y, por lotanto, obviamente, no un pagano, sino que leyó la Biblia y fue a la 'Iglesia'.Su único problema era que no obedecía y por lo tanto no podía participar dela salvación eterna prometida a todos los que obedecen a Jesús (Hebreos 5:9). Su fe no era genuina, porque no tenía obras de obediencia paraperfeccionarla (Santiago 2:22, 26).

Los que están bajo la dirección de Adán siguen su cabeza endesobediencia a la voluntad revelada de Dios, pero Satanás los persuade deque ellos "no morirán" (Génesis 3: 4), porque afirman haber "aceptado aCristo". Por lo tanto, viven en una falsa seguridad en Babilonia.

Igualmente, aquellos bajo la dirección de Cristo son identificados porel hecho de que "caminan como Jesús caminó" (1 Juan 2: 6) en obedienciaa la voluntad de Dios. Estos son los hermanos y hermanas de Cristo (Mateo12:50), y son parte de Jerusalén.


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Lo interesante de la parábola que Jesús habló al final de Mateo 5 al7, es que tanto la casa del sabio como la casa del necio se mantuvierondurante algún tiempo, ya que tanto Babilonia como Jerusalén están paradoshoy, hasta que llegaron las lluvias y el diluvio. Mientras que el hombre neciosolo estaba preocupado por la apariencia externa de la casa (el testimonioante los hombres), el hombre sabio estaba más preocupado por el cimiento(la vida oculta en el corazón, delante del rostro de Dios) principalmente.

Pero cuando llegaron las inundaciones y las lluvias (el juicio de Dios),fue el cimiento lo que primero se probó.

"Por el momento ha llegado de que el juicio comience con la casa deDios; y si comienza con nosotros, ¿cuál será el destino de aquellos quedesobedecen las buenas nuevas de parte de Dios? Y si el justo se salvacon dificultad, ¿qué posibilidad tienen los impíos y pecadores?"(1 Pedro 4:17, 18 - Berkeley).

"No todos los que me dicen: 'Señor, Señor' entrarán en el reino de loscielos; sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en el cielo. Muchosme dirán en ese día, 'Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu Nombre y en TuNombre realizamos muchos milagros?' Y entonces les declararé: 'Nunca te

conocí (porque "ninguno" que peca lo conoce" - 1 Juan 3: 6).

“Apártate de mí, tú que practicas la ilegalidad (desobedecer a Dios)”(Mateo 7: 21-23).

Observe aquí que habrá muchos Cristianos en sus mentes (llamando aJesús "Señor") y en sus emociones (llamando a Jesús "¡Señor, Señor!"),Quienes aún no ceden su voluntad para hacer la voluntad de Dios en susvidas. El Señor los rechaza como algo desconocido para él.

La característica distintiva de Jerusalén es la santidad. Se llama "laciudad santa" (Apocalipsis 21: 2). Sin embargo, Babilonia se destaca por sugrandeza. Se llama "la GRAN ciudad" (Apocalipsis 18:10). Se llama "grande",once veces en Apocalipsis.

Aquellos que viven en verdadera santidad, en obediencia a Dios y hanparticipado de la naturaleza de Cristo por gracia mediante la fe, estánedificados juntamente en Jerusalén; mientras que aquellos que buscan lagrandeza aquí en la tierra (el testimonio y el honor de los hombres) estánedificados en Babilonia.

Durante mil novecientos años, el llamado ha venido al pueblo de Dios,

"Sal de ella (Babilonia) MI PUEBLO; no tomes parte en sus pecados, oserás castigado con ella" (Apocalipsis 18: 4 - TLB).


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La llamada es aún más urgente hoy, cuando nos acercamos al fin de la era.Es verdaderamente lamentable que hasta el pueblo de Dios pueda mezclarsecon Babilonia y así compartir su castigo, si no tienen en cuenta este llamadode Dios que es tan claro. Haber mantenido una doctrina evangélica o habertomado una 'decisión para Cristo' no ayudará a nadie en ese día, si no hanvivido una vida que corresponde a la verdadera doctrina, o llevar obras deobediencia que son las marcas que identifican una fe genuina.

Cuán intenso era el deseo de Dios cuando hizo al hombre a su propiaimagen para que el hombre participe de la naturaleza divina y manifieste Sugloria.

Y cuando cayó el hombre, cuán grande era el precio que Dios estabadispuesto a pagar, "enviando a Su propio Hijo en la semejanza de carnepecaminosa y como una ofrenda por el pecado, condenando el pecado en lacarne "(Romanos 8: 3), para que se pueda hacer un Camino por el cual elhombre pueda ser restaurado y llevado nuevamente al lugar donde podríavolver a cumplir el propósito divino.

El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo están todos involucrados en estetrabajo de redimir al hombre y transformarlo. Y aunque muchos hombres ymujeres en su necedad no responderán a Dios, aunque el propósito divinose cumplirá en un remanente (los pocos que encuentran el camino angostode la vida), que se somete a Dios, como lo hizo Jesús y por medio de quienla gloria de Dios se manifestará, no solo aquí en el tiempo, sino también enlos siglos por la eternidad, cuando Dios mostrará a través de ellos, lasincomparables riquezas de Su gracia, para los que fueron hechos partícipespor medio de Cristo Jesús.

A Él sea toda la gloria, ahora y para siempre.

El que tiene oídos para oír, que oiga.

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