Unificación de los curatos de Chito y Zumba

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1 EXPEDIENTE, EN EL QUE EL DR. DN. MARIANO DE LA RABA, PRETENDIÓ QUE SU CURATO DE CHITO SE AGREGUE AL DE SUMBA. En un expediente del año 1801, en el que el Cura de Chito Dr. Mariano de la Raba, solicita al obispo de Cuenca, que se una su curato de Chito al de Sumba. Esta solicitud es negada por el promotor fiscal, lo cual determina que el citado cura renuncie a su curato. Veamos pues que es lo que el solicita y que es lo que determina el obispo, en donde observaremos datos históricos muy importantes. a) Petición del cura de Chito para la unión de su curato al de Zumba. “Señor Gobernador Eclesiástico El Dr. Dn. Mariano de la Rava, cura por S.M. del pueblo de San Antonio de Chito en montañas, más hacen doce años que he servido el referido curato con el estipendio suspenso los primeros años. En todo este tiempo que refiero, he gastado de mí propio peculio, y de intereses ajenos insolutos aun, más de seis mil pesos, en sola residencia, y el reparo de mi salud muchas veces quebrantada, por el mal temperamento de esas montañas. Hoy que he quedado resentido mis huesos con tan larga cadena, destruidos mis haberes, y sin canonjía suficiente; me es forzoso representar a vuestra señoría, cuan imposible es volver a residir en un pueblo que no sufraga la manutención a su Párroco. Por lo que pongo en la consideración de V.S. lo importante que es la unión de esta doctrina Chitense, con el beneficio inmediato de Sumba alias Valladolid para que ejercite el pastoral Ministerio, con mejor utilidad de los fieles. De la jurisdicciones de Loxa y Piura distantes ocho jornadas (ocho días), me proveo de los bastimentos, que son estos lugares nada cómodos, ni abundantes de ellos, pero no hay otro recurso. La provisión se ha de hacer forzosamente cada mes, por lo que el poco dinero, y un temperamento cálido y húmedo qual es aquel, la multitud de insectos que produce este terreno que a toda munición acomete a los enfermos, y pobres que no tienen otro recurso que el del párroco, y los inevitables rovillos caseros que no permiten mas donaciones.

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Expediente en que le cura de Chito Dr. Mariano de la raba, pretendió en 1779, que su curato se una al de Zumba

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EXPEDIENTE, EN EL QUE EL DR. DN. MARIANO DE LA RABA, PRETENDIÓ QUE SU CURATO DE CHITO SE AGREGUE AL DE SUMBA.

En un expediente del año 1801, en el que el Cura de Chito Dr. Mariano de la Raba, solicita al obispo de Cuenca, que se una su curato de Chito al de Sumba. Esta solicitud es negada por el promotor fiscal, lo cual determina que el citado cura renuncie a su curato. Veamos pues que es lo que el solicita y que es lo que determina el obispo, en donde observaremos datos históricos muy importantes.

a) Petición del cura de Chito para la unión de su curato al de Zumba.

“Señor Gobernador Eclesiástico

El Dr. Dn. Mariano de la Rava, cura por S.M. del pueblo de San Antonio de Chito en montañas, más hacen doce años que he servido el referido curato con el estipendio suspenso los primeros años. En todo este tiempo que refiero, he gastado de mí propio peculio, y de intereses ajenos insolutos aun, más de seis mil pesos, en sola residencia, y el reparo de mi salud muchas veces quebrantada, por el mal temperamento de esas montañas.

Hoy que he quedado resentido mis huesos con tan larga cadena, destruidos mis haberes, y sin canonjía suficiente; me es forzoso representar a vuestra señoría, cuan imposible es volver a residir en un pueblo que no sufraga la manutención a su Párroco. Por lo que pongo en la consideración de V.S. lo importante que es la unión de esta doctrina Chitense, con el beneficio inmediato de Sumba alias Valladolid para que ejercite el pastoral Ministerio, con mejor utilidad de los fieles.

De la jurisdicciones de Loxa y Piura distantes ocho jornadas (ocho días), me proveo de los bastimentos, que son estos lugares nada cómodos, ni abundantes de ellos, pero no hay otro recurso. La provisión se ha de hacer forzosamente cada mes, por lo que el poco dinero, y un temperamento cálido y húmedo qual es aquel, la multitud de insectos que produce este terreno que a toda munición acomete a los enfermos, y pobres que no tienen otro recurso que el del párroco, y los inevitables rovillos caseros que no permiten mas donaciones.

Cuando los víveres se compran en estas Boticas, y en ocasión que abunda y a precios favorables cuesta al mes veinte pesos, pero quando varia el tiempo apenas son suficientes treinta , y al fin del año sin disputa ni rebaja se han gastado trescientos pesos.

Se ocupan normalmente dos bestias cada una gana de flete seis pesos, el arriero y un compañero que se le da, tiran tres pesos: Y en una suma se han desfalcado en este renglón infructuoso ciento ochenta pesos.

Conocen quanto hera preciso que el párroco proveyera su rancho anualmente; pero no es así, respecto a que en algunos tiempos corren borrasca los viajantes; ya viendo que una mula se despeña en su escabroso camino; ya por que les arrebata uno de los muchos ríos que se pasan, o ya por qué un riguroso invierno los detuvo en el camino con cuya demora la harina, azúcar, cecina se pierde con la humedad y también entre estas mansiones los conductores echan mano de lo que necesitan para su sustento.

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En este caso aun sin haber lucrado cosa alguna es inevitable hacer el viaje con prontitud, estas contingencias y suplementos al cabo de un año me han costado más de cincuenta pesos.

Las enfermedades que son frecuentes, replican de gastos en expreso y droga medicinales; y que es forzoso buscarlas en distancias de sesenta y setenta leguas. Los feligreses mismos sienten también estos afanes; porque los indios tributarios y aptos para estos servicios apenas llegan al número de treinta y cuatro: dos o quatro de ellos se hallan ocupados, en el arreo, o de propios, y según el tiempo que les toca servir pierden la oportunidad de plantar o cultivar o cosechar, a causa de que no alcanzan a cultivar o cosechar a causa de que no alcanzan ni pueden concluir su viaje, ni en un mes, y con solo el sueldo que acostumbran ganar, no recompensan sus pérdidas.

El vestuario usándolo con moderación no rebaja de cien pesos. Los salarios de un criado de razón (Joven) y que se sujeta a vivir en aquellos desiertos no es menos que de cincuenta pesos.

El Ramo (el sueldo) del sacerdote que entra en estas montañas, a sustituir la persona del Párroco impedido, no tiene punto fijo. Como que socorren a un pueblecito de ciento cuarenta y cinco almas de todas las edades, vienen a quedar incómodos dos sacerdotes, sería que se divida el estipendio entre ellos, o sea que se adjudique el total al que está en actual ejercicio.

Por mayor he hecho saber a V.S. que no bastan mil pesos de renta para sustituir en una servidumbre dura, y que las ventajas que se siguen de la unión de estos beneficios son tan claras como útiles a las dos majestades reales y V.S.

El estipendio por las órdenes de los excelentísimos S.S. Virreyes no se satisface en todo lo que es debido. Pero aun cuando se constituyen en testimonio oportuno y de tercio en tercio por el cobrador de tributos, como antes fue costumbre, no alcanzan al sacerdote a mantenerse con esta corta renta. En este apuro es indispensable el comercio y la dureza de corazón para con el prójimo.

Todos los desordenes forzosos quedan cumplidamente reparados con la unión del cura de Valladolid o Zumba con esta agregación lo pasaría con alguna regularidad y tendría un compañero eclesiástico de firme, con él, que podría velar continuamente en una grey cuyo número apenas pasaría de quinientas almas con la aplicación propuestas.

El pueblo de Sumba tiene dos anejos, el uno es Valladolid, ciudad que en otro tiempo, y hoy

reducida a una Aldea apenas de diez almas, y se permite la habitación de ellas a dos jornadas y media (dos días y medio de Zumba), de la residencia del Párroco por el auxilio que prestan a los cargueros de tabacos de S.M. y a los sacerdotes que entran a estas montañas. Por igual razón se mantienen la otra ayuda de parroquias en el sitio de Palanda, con veinte y cinco o treinta almas que le pueblan no obstante de estar a dos jornadas (dos días de Zumba) de su Iglesia Matriz.

En esta atención no es mayor el peso que se le impone al párroco de Sumba con la agregación de Chito en calidad de anejo, cuanto no dista más de cinco leguas, y que por costumbre muy antigua, el un párroco suplía las ausencias del otro, cuando no se hallaba sacerdote compañero, y se ha autorizado este uso con la práctica de los mismos prelados que ponían por excusador al un párroco , cuando el otro por ausencias legitimas salía el compañero a la

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capital de Quito: Como consta en las partidas de los libros parroquiales sentadas por el Dr. Díaz cura de Sumba, durante el emplazamiento y ausencia del Dr. Espinoza cura que fue de Chito, en el año de cuarenta (1740), testimonio más rico que el presente.

Mariano de la Raba.

b) Petición inicial de una certificación al Corregidor de Loja.

El cura de Chito solicito una certificación al Corregidor de Loja, para corroborar lo que antes él había escrito al obispo de Cuenca.

Loxa, 6 de Julio de 1799

Señor Oydor Corregidor y Justicia Mayor.

El Dr. Dn. Mariano de la Raba, cura por S.M. del pueblo de San Antonio de Chito en Montañas, ante V.S. conforme a derecho digo: Que la rectitud de V.M. se ha de servir darme por certificado como testigo ocular de la distancia, y fragosidades de caminos, y líos que hay desde esta ciudad hasta el pueblo de Chito o Cumbinamá, Doctrina a mi cargo: lo costoso de los mantenimientos de bestias; la necesidad de ocurrir por víveres , y bastimentos a esta ciudad (Loja) y a la jurisdicción de Piura, el corto numero de feligresía, y la excepción que esta tiene de pagar los diezmos parroquiales por el privilegio de llactayos, y también, que por ciencia , ó noticias sabe a cerca de las obvenciones , y provechos de mi pueblo.

Señor pido y suplico se sirva proveer y mandar como llevo expresado.

At.

Dr. Mariano de la Raba.

c) Certificación del Corregidor y Justicia Mayor de Loxa.

Dn. Tomás Ruíz Gómez de Quevedo del Concejo de S. M. su Oydor onorario de la Real Audiencia de Santa Fee, Especial Comisionado a las cascarillas de los tres departamentos de Loja, Cuenca y Jaén con Real despacho, Gobernador de Yaguarzongo, Visitador del real mineral de Zaruma, Juez conservador de: Administrador del Ramo de tributos por S.M. Corregidor y Justicia mayor de la ciudad de Loxa, villa de Zaruma y sus provincias, por el REY Nuestro Señor.

Consecuente a lo prevenido en la providencia que antecede certifico en quanto puedo, debo y haya lugar en derecho a los señores y más personas que a la presente vieren. De cómo habiendo pasado a orden superior a la Gobernación de Jaén de Bracamoros inmediata a las Montañas de Chito de esta jurisdicción, a ventilar varias causas contra el Caballero Gobernador Dn. Diego José Ortiz Cortes, transite los convecinos caminos hay montañas en que está situado el dicho pueblo de San Antonio de Chito y por la residencia que a más de cinco meses hice en aquella comarca quede informado de las duras condiciones que sufren los traficantes y pobladores de aquel terreno: tanto que no distante más de ocho jornadas de aquel pueblo á esta Ciudad (Loja) ninguno puede afirmar el tiempo de su regreso, ni de su llegada, a causa de que los caminos se cortan con los continuos derrumbes, y los varios ríos que hacen las

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continuas lluvias en aquellas montañas, que no se permiten transito y no dan vado por muchos días; a los que se agregan los gravosos fletamentos, no solo experimentados por mí, sino también por el Arancel de este gobierno en el que se ordena que las cargas de tabaco se transporten con el que de cinco por cada bestia y por seis pesos por la carga de petacas, Baúles para inspeccionadas por otra parte las producciones de aquellas montañas, es notoria la precisión inevitable de ocurrir por los principales víveres para la subsistencia, a esta ciudad , o la jurisdicción de Piura, siendo iguales los embarazos y gravámenes por un camino que por otro: no pudiendo por esas razones sostener los pocos feligreses de aquel pueblo de Chito, la continuada provisión de bastimentos (suministros) tan forzoso, y necesario para el párroco, porque siendo los parroquianos indios todos no satisfacen oros de entierros y casamientos, ni tampoco salarios, por la pobreza de que son poseídos, y comercio ninguno, cuya miseria a obligado al párroco representante a suplir por ellos el real tributo que no alcanzaron a pagar. Siendo el ingreso de que subsiste nuestro párroco el del estipendio que percibe en Reales Caxas, y en cuatro que celebran en todo el año con quatro y medio por cada una. Y apara que conste lo firmo.

Loja a seis de julio de mil setecientos noventa y nueve años, de que doy fe. Ante mí

José mariano de Arauz

Escribano Público

Tomas Gómez Quevedo

d) Cuentas del curato de Chito de 1796.

Como documento de prueba el cura de Chito, agrega el siguiente informe de cuentas de su curato, que empieza así.

Pueblo de Chito Partido de la Vicaria de Loja

Producto y gastos del año de noventa y cinco desde 1ro de enero hasta 31 de diciembre

Casamientos…………………………………. …vale 8 pesos

Entierros……………………………………………vale 10p.

Fiesta ordinaria………………………………….vale 18 p.

Fiesta extraordinaria

Onras ordinarias

Onras extraordinarias

Vísperas

Sermones

Vigilia

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Novenarios

Primicia…………………………………………….…vale 6 pesos

Salarios

Estipendio……………………………. 108 p.

Cofradía

Capellanías

SUMAN CUENTAS 110

Líquido importe de este año 486 pesos

Según parece de la cuenta resultan 486 p. como lo comprueban los libros parroquiales

D. Mariano de la Raba.

e) Parecer del fiscal.

Dice que no es dable la unión de los dos curatos, con lo que ese entabla un largo proceso que termina a los dos años, con la renuncia del cura de Chito. Le sustituye el Fray Ignacio Paredes, porque el Dr. Mariano de la Raba alega estar muy enfermo y consumida su salud.