Trapiche nº 1

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Una vez conocidos los primeros resultados del Referendo Constituyente, los sectores más conservadores del país intentan introducir en la cabeza de todos los bolivianos la idea de que la aprobación de la Nueva Constitución Política del Estado divide a Bolivia. El hecho de que 60 de cada 100 bolivianos apoyaran la Nueva Constitución, en su particular lectura de los resultados, no sólo muestra esa división sino que exige se consensué nuevamente y tome en cuenta la visión de los que se han opuesto; de no hacerlo, indican, las regiones opositoras no aceptaran imposiciones ni las consecuencias derivadas del nuevo texto constitucional. A la vez que utilizan todos los medios posibles para imponer dicha idea, actualmente prefectos opositores, dirigentes cívicos, analistas y políticos opositores llaman a realizar un “pacto que incluya a todos”, piden que se consensúe nuevamente, piden respeto para quienes “piensan diferente” y claman por mantener la unidad de Bolivia. Algo totalmente extraño a la característica línea de confrontación y provocación que vinieron aplicando los últimos tres años. No obstante el doble discurso, su intención es clara, buscan aminorar la contundente victoria del SI, amilanar las intenciones de quienes han promovido y defendido la Nueva Constitución Política del Estado, particularmente de los pueblos indígenas y de las organizaciones sociales; en última instancia buscan retrasar y/o deformar, y de ser posible, impedir la aplicación de la Nueva Constitución. Pág. 4-5 Uno de los flancos que nunca debe descuidar ningún proceso camino a la revolución, es la enfermedad antigua de la corrupción, tan antigua como, el florecimiento del interés privado. La lucha contra este flagelo practicado principalmente en el sistema capitalista, como arma gemela de la explotación, debe ser una tarea indispensable para la salud de todo proceso que se precia de ser popular y revolucionario, pues de no hacerlo así, a la corta o a la larga puede convertirse en el talón de Aquiles, que corroa las bases de un gobierno popular. Pág. 8 El Control y Gestión territorial en las comunidades desde la educación Pág. 8 La crisis financiera marca el fin de un modelo cultural cuya doctrina es el fundamentalismo del libre mercado Pág. 3 Mujeres construyendo una nueva Bolivia para vivir bien Pág. 7 Construyendo el desarrollo de la Autonomía Departamental plural en Cochabamba Pág. 6 ECONOMÍA SOCIEDAD POLÍTICA CULTU POLÍTICA Remedio contra la corrupción: el control popular Trap i che MARZO 2009, Cochabamba - Bolivia Año I Nº 1 8 páginas Ganó el Proceso de cambio: Corresponde trabajar por profundizar las tareas que la Nueva Constitución Política del Estado requiere

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Ganó el proceso del cambio

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Page 1: Trapiche nº 1

Una vez conocidos los primeros resultados del Referendo Constituyente, los sectores más conservadores del país intentan introducir en la cabeza de todos los bolivianos la idea de que la aprobación de la Nueva Constitución Política del Estado divide a Bolivia. El hecho de que 60 de cada 100 bolivianos apoyaran la Nueva Constitución, en su particular lectura de los resultados, no sólo muestra esa división sino que exige se consensué nuevamente y tome en cuenta la visión de los que se han opuesto; de no hacerlo, indican, las regiones opositoras no aceptaran imposiciones ni las consecuencias derivadas del nuevo texto constitucional.

A la vez que utilizan todos los medios posibles para imponer dicha idea, actualmente prefectos opositores, dirigentes cívicos, analistas y políticos opositores llaman a realizar un “pacto que incluya a todos”, piden que se consensúe nuevamente, piden respeto para quienes “piensan diferente” y claman por mantener la unidad de Bolivia. Algo totalmente extraño a la característica línea de confrontación y provocación que vinieron aplicando los últimos tres años.

No obstante el doble discurso, su intención es clara, buscan aminorar la contundente victoria del SI, amilanar las intenciones de quienes han promovido y defendido la Nueva Constitución Política del Estado, particularmente de los pueblos indígenas y de las organizaciones sociales; en última instancia buscan retrasar y/o deformar, y de ser posible, impedir la aplicación de la Nueva Constitución.

Pág. 4-5

Uno de los flancos que nunca debe descuidar ningún proceso camino a la revolución, es la enfermedad antigua de la corrupción, tan antigua como, el florecimiento del interés privado.

La lucha contra este flagelo practicado principalmente en el sistema capitalista, como arma gemela de la explotación, debe ser una tarea indispensable para la salud de todo proceso que se precia de ser popular

y revolucionario, pues de no hacerlo así, a la corta o a la larga puede convertirse en el talón de Aquiles, que corroa las bases de un gobierno popular.

Pág. 8

El Control y Gestión territorial en las comunidades desde la educación

Pág. 8

La crisis financiera marca el fin de un modelo cultural cuya doctrina es el fundamentalismo del libre mercado

Pág. 3

Mujeres construyendouna nueva Bolivia paravivir bien

Pág. 7

Construyendo el desarrollo de la Autonomía Departamental plural en Cochabamba

Pág. 6

ECONOMÍA SOCIEDAD POLÍTICA CULTURA

POLÍ

TIC

A Remedio contra la corrupción: el control popular

TrapicheMARZO 2009, Cochabamba - Bolivia Año I • Nº 1 • 8 páginas

Ganó el Proceso de cambio:

Corresponde trabajar porprofundizar las tareas que la Nueva Constitución Política del Estado requiere

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Trapiche2 Marzo 2009, Cochabamba - BoliviaEDITORIAL

Vivir en sociedad es comunicación permanente entre unos y otros; la comunicación es una necesidad constante ya sea en forma

oral, escrita o audiovisual. Los medios de comunicación masiva, en las últimas décadas, han tenido un desarrollo extraordinario que ha convertido a la prensa, en general, en un instrumento de inmensa influencia, y hasta decisiva, en el comportamiento y en la conducción de colectivos humanos. Por eso, los medios de comunicación tienen que sujetarse a principios morales y éticos que dignifiquen su presencia en medio de la sociedad.

En esta línea nace “Trapiche”, publicación mensual, con el firme propósito de contribuir a fortalecer y responder al derecho de los lectores a ser informados con la verdad para que, sobre información plenamente confiable, no distorsionada ni tergiversada, puedan ellos elaborar su propia opinión sobre una o varias noticias o sobre la realidad que vive el país o el mundo.

Nuestra pretensión no es otra cosa que ser un medio de información, de expresión, de reflexión, orientación y opinión, al servicio de la colectividad, de la patria y de sus más altos ideales y anhelos de convivir en libertad, justicia, solidaridad y democracia; sin privilegiados ni despreciados, sin hambre, sin ignorancia y sí con mucha dignidad y orgullo por lo que somos y por lo que podemos avanzar y aportar al desarrollo acelerado y armónico de los bolivianos citadinos y rurales.

Desde estas páginas, queremos sacarle el jugo (trapiche), si vale el término, a las noticias, a los acontecimientos, a la historia, al diario vivir, sin prejuicios, ni sensacionalismo, sin medias verdades o manipulaciones, sólo respetando y defendiendo el derecho de los lectores a ser informados con la verdad.

COORDINADORHelmut Vega

CONSEJO EDITORIAL

Elena ApilanezJosé Luis Saavedra

Grover Vega

INDICEPInstituto de Investigación

Cultural para Educación Popular

Dirección:Calle Maria Luisa Pacheco Nº 359

Cochabamba - Bolivia

Casilla: 463

Telf./Fax: 4301852

Las opiniones expresadas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las opiniones de la Institución.

edito

rial

La memoria mutiladaHasta que los leones tengan sus propios historiadores,

las historias de cacería seguirán glorificando al cazador.(Proverbio africano.)

La memoria del poder no recuerda: bendice. Ella justifica la perpetuación del privilegio por derecho de herencia, otorga impunidad a los crímenes de los que mandan y proporciona coartadas a su discurso, que miente con admirable sinceridad.

La memoria de pocos se impone como memoria de todos. Pero este reflector, que ilumina las cumbres, deja la base en la oscuridad. Los que no son ricos, ni blancos, ni machos, ni militares, rara vez actúan en la historia oficial de América Latina: más bien integran la

escenografía, como los extras de Hollywood. Son los invisibles de siempre, que en vano buscan sus caras en este espejo obligatorio. Ellos no están. La memoria del poder sólo escucha las voces que repiten la aburrida letanía de su propia sacralización. “Los que no tienen voz” son los que más voz tienen, pero llevan siglos obligados al silencio, y a veces da la impresión de que se han acostumbrado. El elitismo, el racismo, el machismo y el militarismo, que nos impiden ser, también nos impiden recordar. Se enaniza la memoria colectiva, mutilada de lo mejor de sí, y se pone al servicio de las ceremonias de autoelogio de los mandones que en el mundo son.

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Trapiche 3Marzo 2009, Cochabamba - Bolivia ECONOMÍA

Trapiche

“Donde la liberación financiera ha tenido lugar, a menudo resulta ser desastrosa, un hecho que debe ser suficientemente familiar en América Latina”, dijo el lingüista y profesor emérito del Instituto Tecnológico de Massachusetts.

“Este modelo intelectual ha sufrido un duro golpe. Ha sido modificado radicalmente por la intervención del Estado, el mismo tipo de intervención que ha sido prohibida para los países pobres. El modelo será objeto de nuevas modificaciones de acuerdo a los intereses de los centros de poder económico que en gran medida controlan la política estatal”.

Estados Unidos (EU) ha destinado 700 mil millones de dólares para salvar a los bancos, el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan dijo que cometió un error al confiar en el libre mercado, el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz comparó la caída del sistema financiero con la caída del Muro de Berlín, a diario pierden las bolsas de valores y se dice que lo peor está por llegar.

-AGENCIA REFORMA (AR)- ¿Cuál es la magnitud de la actual crisis económica?

-NOAM CHOMSKY (NC)- Nadie sabe qué tan grave será. Y no es una sola crisis: hay varias. Una es la crisis financiera que se encuentra en las primeras páginas. Otra es la recesión en la economía real, es decir, la economía productiva. Una tercera, en EU, es la inminente crisis del ineficiente y costoso sistema privado de atención a la salud, que socavará el presupuesto federal a menos que se aborde en serio. Estos interactúan de manera compleja.

No veo ninguna utilidad en compararla con el Muro de Berlín. Ese fue un paso crucial para la caída de la URSS. No hay indicios de que las instituciones del Estado capitalista estén enfrentando un destino similar, excepto sectores como los bancos de inversión y algunas otras en el sector financiero, y por muy diferentes razones, sectores industriales como el automotriz en EU.

-AR-¿Cuáles son las lecciones de esta crisis?-NC-La más inmediata es que el fundamentalismo

de mercado fue un desastre, lo cual no debería sorprender a los latinoamericanos o a otros sometidos a esta disciplina. Más específicamente, la liberalización financiera conduce al desastre. También, que la liberalización es un serio golpe contra la democracia. Otra lección subraya la sensible observación del principal filósofo social estadounidense del siglo 20, John Dewey: la política es “la sombra que las grandes empresas proyectan sobre la sociedad”.

-AR-¿Será el ocaso del poder de los Estados Unidos y el inicio de la hegemonía de China o la India?

-NC-Es muy poco probable, a pesar de que la crisis puede llevar adelante el proceso de diversificación de la economía mundial. Los EU tienen enormes ventajas, aparte de su abrumador poderío militar. Europa tiene una economía de escala comparable, pero es heterogénea, y ha sido renuente a dar un paso adelante en los asuntos mundiales, prefiere permanecer bajo la sombra de EU. China y la India han estado creciendo, al igual que otros países de Asia que desafían la ortodoxia neoliberal, pero tienen enormes problemas internos. Un indicador está dado por el Índice de Desarrollo Humano de la ONU: China ocupa el lugar 81; India, el 128 (apenas por encima de Laos y Camboya). Y eso es sólo la superficie.

-AR- ¿Es la crisis de las finanzas o la crisis de un modelo cultural?

-NC- Es la crisis de un “modelo cultural” si por esto nos referimos a un sistema doctrinal: el fundamentalismo del libre mercado. Pero, a pesar de las pretensiones, esa doctrina nunca fue aceptada por los mismos centros de poder occidentales, pese a que fueron felices en predicarlo a los demás. Esto es un patrón histórico que se remonta por siglos, y es un importante factor en la creación del Tercer Mundo en las regiones colonizadas.

La crisis económica también ha evidenciado el “desmantelamiento” que sufre la democracia a causa del sistema del libre mercado, consideró Chomsky, quien se ubicó en la onceava posición de la lista de junio pasado sobre los intelectuales más influyentes del mundo. En la lista elaborada por Foreign Policy, editada por el Fondo Carnegie para la Paz Internacional, los primeros 10 fueron musulmanes. “En una democracia, las organizaciones populares, sindicatos, partidos políticos y otros, podrían estar formulando soluciones y presionando a los representantes políticos para ponerlas en práctica y no hay ninguna señal de eso”, sostuvo.

Es sorprendente, agregó el icono de la izquierda internacional, que los principales medios de comunicación estadounidenses insistan en invertir recursos públicos para salvar a los bancos, sin ningún tipo de control público, mientras que condenan el rescate de la industria automotriz.

Los empleados de la industria del auto ganan 56 mil 650 dólares al año, casi lo que gana en un día Robert Rubin, actual presidente del Comité Ejecutivo de Citigroup, y uno de los responsables del actual desastre económico, en su calidad de ex Secretario del Tesoro de Bill Clinton, apuntó.

Entrevista a Noam Chomsky

“La crisis financiera marca el fin de un modelo cultural cuya doctrina es el fundamentalismo

del libre mercado”La crisis financiera actual representa también la crisis de un modelo cultural que tiene como principal doctrina al fundamentalismo del libre mercado, aseguró en entrevista Noam Chomsky (Philadelphia, 1928), calificado como el intelectual más influyente del planeta por las revistas Foreign Policy y Prospect Magazine en 2005

www.rebelion.org

Page 4: Trapiche nº 1

Trapiche4 Marzo 2009, Cochabamba - BoliviaPOLÍTICA

Una vez conocidos los primeros resultados del Referendo Constituyente, los sectores más conservadores del país intentan introducir en

la cabeza de todos los bolivianos la idea de que la aprobación de la Nueva Constitución Política del Estado divide a Bolivia. El hecho de que 60 de cada 100 bolivianos apoyaran la Nueva Constitución, en su particular lectura de los resultados, no sólo muestra esa división sino que exige se consensué nuevamente y tome en cuenta la visión de los que se han opuesto; de no hacerlo, indican, las regiones opositoras no aceptaran imposiciones ni las consecuencias derivadas del nuevo texto constitucional.

A la vez que utilizan todos los medios posibles para imponer dicha idea, actualmente prefectos opositores, dirigentes cívicos, analistas y políticos opositores llaman a realizar un “pacto que incluya a todos”, piden que se consensúe nuevamente, piden respeto para quienes “piensan diferente” y claman por mantener la unidad de Bolivia. Algo totalmente extraño a la característica línea de confrontación y provocación que vinieron aplicando los últimos tres años.

No obstante el doble discurso, su intención es clara, buscan aminorar la contundente victoria del SI, amilanar las intenciones de quienes han promovido y defendido la Nueva Constitución Política del Estado, particularmente de los pueblos indígenas y de las organizaciones sociales; en última instancia buscan retrasar y/o deformar, y de ser posible, impedir la aplicación de la Nueva Constitución.

El asidero para esta febril campaña post referendo está dado por una lectura interesada y falaz de los resultados del mismo, no otra cosa significa intentar desconocer el 61,43% a favor del SÍ en el ámbito nacional y apoyarse en la lectura regional de los resultados1, para sostener que en cuatro departamentos (medio país en su lectura) la Nueva Constitución fue rechazada.

Ya sabemos que los análisis estadísticos de la derecha y las instituciones a su servicio suelen “torturar” a los números para hacerles decir lo que mejor convenga a sus intereses, por ese motivo será prudente realizar una revisión de los datos por municipio, máxime si lo que se quiere es contar con una visión regional de los resultados.

Con ese fin en adelante presentamos un conciso análisis de los resultados del Referendo Constituyente georeferenciados por municipio.

Veamos el mapa Número Nº 1 señala claramente que el apoyo a la nueva constitución abarcar más del 77% de los municipios existentes en el país, es más, puede verse claramente

que en las “regiones opositoras” existen municipios donde ganó el SI. Por ejemplo, en Santa Cruz existen 17 de 56 municipios que apoyan la nueva constitución, en Tarija son 5 de 11 municipios, en Beni 4 de 17 y Pando 3 de 15. En ese sentido, mal puede hablarse de un país dividido.

Un análisis por el rango de votos que apoyan la opción por SI y la opción por el NO en cada municipio, es más aleccionadora. El mapa Nº 2 señala que en 216 municipios, evidentemente todos ubicados en la región occidental del país el SI obtiene más de dos tercios de votos, por el contrario, sólo en 38 municipios, todos ubicados en el extremo oriente del país, el NO obtiene más de dos tercios. Aquí la cuestión no está en que hay dos regiones (occidente y oriente) enfrentadas, sino en que hay una apabulladora mayoría del país que apoya el proceso de cambio.

El mismo mapa nos muestra que existen 37 municipios donde el Si gano, pero no llegó a los dos tercios de votos, sin embargo nótese que todos esos municipios están ubicados en lo que se ha venido a denominar “regiones opositoras”. Desde la perspectiva contraria, podemos ver que existen 38 municipios dónde el NO obtiene más del 50% de los votos, pero no llega a los dos tercios, además todos estos municipios también se encuentran en los departamentos supuestamente opositores. Utilizando la lógica pedestre de la derecha en Bolivia, podríamos decir que allá donde la votación no supera los dos tercios existen dos visiones, riesgo de ruptura de la unidad, etc.

Sin embargo, si esos resultados muestran alguna división, no es la división del país, sino la del oriente del país. Y más que una división, un enfrentamiento entre los sectores empobrecidos y las elites de las mal llamadas regiones opositores. Elites que a pesar de la manipulación de la prensa, el uso del miedo y la violencia física de carácter fascista no ha logrado reducir ni amainar la resistencia de los pobres de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. En efecto, es justamente en los municipios de la región oriental, en aquellos departamentos donde se “encuentra lo más desarrollado del país”, “la columna vertebral de la economía de Bolivia”, “la Bolivia productiva” donde el rechazo a la nueva constitución no es contundente.

Desde nuestro punto de vista, una lectura sopesada y cautelosa de los resultados exige que el Proceso de Cambio iniciado en octubre de 2003 continúe. Ello implica no sólo efectivizar la Constitución aprobada recientemente, sino también profundizar algunos de sus aspectos que quedaron débilmente estipulados. Por ejemplo, en el tema tierra, más aún ahora que sabemos que en todo el país, ganó abrumadoramente la opción por las cinco mil hectáreas de límite a la propiedad agraria. También habrá que profundizarla en lo que hace la lucha contra la corrupción, por ejemplo eliminando el secreto bancario, máxime si ahora que toca plasmar la Constitución no podemos permitir la irrupción de este mal que puede truncar el proceso de cambio.

(1) Recordemos que el domingo 25 a las 18:00 horas, la mayoría de los

medios de comunicación, analistas y presentadores, bajo influencia directa de

los sectores conservadores anunciaban que el nuevo texto constitucional había

sido rechazado en cinco departamentos

Ganó el Proceso de cambio:

Corresponde trabajar por profundizar las tareas que la nueva constitución política del estado requiere

El color verde señala aquellos lugares donde el SI obtuvo más del 50% de los votos. En el mapa 253 de los 327 municipios existentes en el país están marcados con este color, lo que es equivalente al 77,37% de los municipios del país. El color amarillo muestra a aquellos lugares donde el NO obtuvo más del 50% de los votos. En el mapa 74 municipios, equivalentes al 22,63% de los existentes en el país, están señalados con dicho color.

El color verde oscuro señala los municipios donde el SI obtuvo más de dos tercios de los votos (66%). El mapa 216 municipios, equivalentes al 66,06% de los existentes en el país. El color verde claro muestra los municipios dónde ganó SI con una votación entre el 50% más uno y el 66%. De acuerdo con el mapa 37 municipios, equivalentes al 11,31% del total de municipios del país. El color Naranja señala los municipios donde el NO obtuvo entre el 50% más uno y el 66% de votos. Según el mapa 38 municipios, equivalentes al 11,62% de los municipios del país. El color rojo oscuro señala aquellos municipios donde el NO obtuvo más de dos tercios de apoyo (66%) de los votos. En el mapa 36 municipios, equivalentes al 11,01% de los municipios del país.

Una de las principales banderas del Movimiento al Socialismo, liderado por el actual Presidente indígena Evo Morales Ayma, que le permitió ganar las elecciones presidenciales del 2005 y colocarlo el 2006 en el gobierno de Bolivia con un sorprendente 54 por ciento de los votos del electorado nacional, fue la consigna del “Cambio”. Como una de las expresiones externas, inmediatas y más importantes de ese cambio, se manejó el tema de la nacionalización de los hidrocarburos. Ya desde el gobierno, los hidrocarburos fueron nacionalizados y, sin duda, este hecho se tradujo en una recuperación, para el pueblo boliviano, de centenares de millones de dólares que, bajo la administración de las empresas transnacionales que se convirtieron en propietarias absolutas de esos recursos bajo el gonismo, eran exportadas para engordar la economía de otras naciones o, simplemente, para aumentar el poder económico y, por cierto, político de esas empresas.

La consigna del Cambio, en realidad, viene de años atrás cuando los indígenas del oriente y del occidente del país, a través de vigorosas y esforzadas movilizaciones hicieron entender que las condiciones inhumanas y excluyentes en que vivían ellos, no podían prolongarse indefinidamente y que había que tomar nuevos rumbos para construir mejores condiciones que lleven a la sociedad boliviana a cambiar y dignificar su existencia. Era necesario cambiar las reglas del pacto social vigente y adoptar uno nuevo que deje atrás, para siempre, la sofocante exclusión en que se mantenía, sobre todo, al sector indígena originario desde más de medio milenio. Se planteó la Asamblea Constituyente para que elabore el instrumento del cambio estructural que necesitaba el país.

A mediados de la década del 90, del siglo pasado, el gobierno neoliberal de turno, presionado por la creciente demanda popular, promulga la Ley de Participación Popular que facilita el ascenso de indígenas a funciones municipales en centenares de Municipios rurales. Luego, el advenimiento del Movimiento al Socialismo, conformado sobre la base del sector cocalero y el resentimiento del sector obrero y de la clase media por la “capitalización” de los recursos naturales estratégicos que empobrece más aún a la población boliviana, en las elecciones presidenciales del 2005, para asombro de muchos, instala en la Presidencia del país a un indígena y en los curules del Poder Legislativo a parlamentarios que lucen Ch’ulus y ajsus indígenas, sombreros y polleras de cholas, en cantidades que no tienen antecedentes en la historia patria; en el Poder Ejecutivo también aparecieron muchos funcionarios con procedencia y apellidos indígenas. Quienes exigían el cambio llegaron al poder. La Asamblea Constituyente, a pesar de la oposición de minoritarios sectores, fue convocada e instituida. Gran cantidad de “constituyentes” fueron hombres y mujeres indígenas que accedieron, por voto directo y universal, a tan elevada función pública. Es más, una chola campesina fue elegida para ejercer la Presidencia de la Asamblea Constituyente. El proceso de cambio se fue consolidando y se hacía incontenible; la participación y empoderamiento de los antes excluidos se manifiesta de manera incontenible. El 25 de enero 2009 más del 61 por ciento de los bolivianos, mediante un referéndum, aprueban la nueva Constitución Política del Estado elaborada por los constituyentes y el 7 de febrero, el presidente Evo Morales promulga la nueva Carta Magna que ahora se encuentra en plena vigencia.

La tenaz oposición de los pocos privilegiados de siempre, que no vacilaron en poner al país al borde de la división violenta, no ha terminado. Los cambios políticos, sociales, culturales y económicos que se irán produciendo bajo la nueva Constitución Política del Estado, la consolidación de los movimientos sociales, constituidos mayoritariamente por indígenas campesinos seguirá siendo resistida pero, la corriente del cambio es inobjetable y se hace irreversible. Bolivia tiene que cambiar y cambiar para bien. Sergio Almaraz sostenía: “El porvenir boliviano en el sentido de la realización exclusiva y auténtica, está subordinado al redescubrimiento del ser nacional”. Ya no pueden ni deben haber más excluidos, despreciados, humillados. Todos los bolivianos, mayorías y minorías, indígenas y no indígenas de todos los rincones de nuestra geografía debemos participar activamente en la configuración del nuevo rostro de la patria libre, justa y solidaria.

Bolivia cambiaGrover Vega

Una lectura sopesada y cautelosa de los resultados exige que el Proceso de Cambio iniciado en octubre de 2003 continúe. Ello implica no sólo efectivizar la Constitución aprobada recientemente, sino también profundizar algunos de sus aspectos que quedaron débilmente estipulados.

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Trapiche 5Marzo 2009, Cochabamba - Bolivia POLÍTICA

Una vez conocidos los primeros resultados del Referendo Constituyente, los sectores más conservadores del país intentan introducir en

la cabeza de todos los bolivianos la idea de que la aprobación de la Nueva Constitución Política del Estado divide a Bolivia. El hecho de que 60 de cada 100 bolivianos apoyaran la Nueva Constitución, en su particular lectura de los resultados, no sólo muestra esa división sino que exige se consensué nuevamente y tome en cuenta la visión de los que se han opuesto; de no hacerlo, indican, las regiones opositoras no aceptaran imposiciones ni las consecuencias derivadas del nuevo texto constitucional.

A la vez que utilizan todos los medios posibles para imponer dicha idea, actualmente prefectos opositores, dirigentes cívicos, analistas y políticos opositores llaman a realizar un “pacto que incluya a todos”, piden que se consensúe nuevamente, piden respeto para quienes “piensan diferente” y claman por mantener la unidad de Bolivia. Algo totalmente extraño a la característica línea de confrontación y provocación que vinieron aplicando los últimos tres años.

No obstante el doble discurso, su intención es clara, buscan aminorar la contundente victoria del SI, amilanar las intenciones de quienes han promovido y defendido la Nueva Constitución Política del Estado, particularmente de los pueblos indígenas y de las organizaciones sociales; en última instancia buscan retrasar y/o deformar, y de ser posible, impedir la aplicación de la Nueva Constitución.

El asidero para esta febril campaña post referendo está dado por una lectura interesada y falaz de los resultados del mismo, no otra cosa significa intentar desconocer el 61,43% a favor del SÍ en el ámbito nacional y apoyarse en la lectura regional de los resultados1, para sostener que en cuatro departamentos (medio país en su lectura) la Nueva Constitución fue rechazada.

Ya sabemos que los análisis estadísticos de la derecha y las instituciones a su servicio suelen “torturar” a los números para hacerles decir lo que mejor convenga a sus intereses, por ese motivo será prudente realizar una revisión de los datos por municipio, máxime si lo que se quiere es contar con una visión regional de los resultados.

Con ese fin en adelante presentamos un conciso análisis de los resultados del Referendo Constituyente georeferenciados por municipio.

Veamos el mapa Número Nº 1 señala claramente que el apoyo a la nueva constitución abarcar más del 77% de los municipios existentes en el país, es más, puede verse claramente

que en las “regiones opositoras” existen municipios donde ganó el SI. Por ejemplo, en Santa Cruz existen 17 de 56 municipios que apoyan la nueva constitución, en Tarija son 5 de 11 municipios, en Beni 4 de 17 y Pando 3 de 15. En ese sentido, mal puede hablarse de un país dividido.

Un análisis por el rango de votos que apoyan la opción por SI y la opción por el NO en cada municipio, es más aleccionadora. El mapa Nº 2 señala que en 216 municipios, evidentemente todos ubicados en la región occidental del país el SI obtiene más de dos tercios de votos, por el contrario, sólo en 38 municipios, todos ubicados en el extremo oriente del país, el NO obtiene más de dos tercios. Aquí la cuestión no está en que hay dos regiones (occidente y oriente) enfrentadas, sino en que hay una apabulladora mayoría del país que apoya el proceso de cambio.

El mismo mapa nos muestra que existen 37 municipios donde el Si gano, pero no llegó a los dos tercios de votos, sin embargo nótese que todos esos municipios están ubicados en lo que se ha venido a denominar “regiones opositoras”. Desde la perspectiva contraria, podemos ver que existen 38 municipios dónde el NO obtiene más del 50% de los votos, pero no llega a los dos tercios, además todos estos municipios también se encuentran en los departamentos supuestamente opositores. Utilizando la lógica pedestre de la derecha en Bolivia, podríamos decir que allá donde la votación no supera los dos tercios existen dos visiones, riesgo de ruptura de la unidad, etc.

Sin embargo, si esos resultados muestran alguna división, no es la división del país, sino la del oriente del país. Y más que una división, un enfrentamiento entre los sectores empobrecidos y las elites de las mal llamadas regiones opositores. Elites que a pesar de la manipulación de la prensa, el uso del miedo y la violencia física de carácter fascista no ha logrado reducir ni amainar la resistencia de los pobres de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. En efecto, es justamente en los municipios de la región oriental, en aquellos departamentos donde se “encuentra lo más desarrollado del país”, “la columna vertebral de la economía de Bolivia”, “la Bolivia productiva” donde el rechazo a la nueva constitución no es contundente.

Desde nuestro punto de vista, una lectura sopesada y cautelosa de los resultados exige que el Proceso de Cambio iniciado en octubre de 2003 continúe. Ello implica no sólo efectivizar la Constitución aprobada recientemente, sino también profundizar algunos de sus aspectos que quedaron débilmente estipulados. Por ejemplo, en el tema tierra, más aún ahora que sabemos que en todo el país, ganó abrumadoramente la opción por las cinco mil hectáreas de límite a la propiedad agraria. También habrá que profundizarla en lo que hace la lucha contra la corrupción, por ejemplo eliminando el secreto bancario, máxime si ahora que toca plasmar la Constitución no podemos permitir la irrupción de este mal que puede truncar el proceso de cambio.

(1) Recordemos que el domingo 25 a las 18:00 horas, la mayoría de los

medios de comunicación, analistas y presentadores, bajo influencia directa de

los sectores conservadores anunciaban que el nuevo texto constitucional había

sido rechazado en cinco departamentos

Ganó el Proceso de cambio:

Corresponde trabajar por profundizar las tareas que la nueva constitución política del estado requiere

El color verde señala aquellos lugares donde el SI obtuvo más del 50% de los votos. En el mapa 253 de los 327 municipios existentes en el país están marcados con este color, lo que es equivalente al 77,37% de los municipios del país. El color amarillo muestra a aquellos lugares donde el NO obtuvo más del 50% de los votos. En el mapa 74 municipios, equivalentes al 22,63% de los existentes en el país, están señalados con dicho color.

El color verde oscuro señala los municipios donde el SI obtuvo más de dos tercios de los votos (66%). El mapa 216 municipios, equivalentes al 66,06% de los existentes en el país. El color verde claro muestra los municipios dónde ganó SI con una votación entre el 50% más uno y el 66%. De acuerdo con el mapa 37 municipios, equivalentes al 11,31% del total de municipios del país. El color Naranja señala los municipios donde el NO obtuvo entre el 50% más uno y el 66% de votos. Según el mapa 38 municipios, equivalentes al 11,62% de los municipios del país. El color rojo oscuro señala aquellos municipios donde el NO obtuvo más de dos tercios de apoyo (66%) de los votos. En el mapa 36 municipios, equivalentes al 11,01% de los municipios del país.

Cuando Evo Morales resultó elegido Presidente de la República, mediante voto popular, se abría un histórico proceso de cambio en Bolivia. Era de suponer que esa corriente transformadora encontraría resistencia de aquellos sectores políticos tradicionales y grupos económicos que se beneficiaron de políticas neoliberales de gobiernos anteriores.

Los procesos de cambio respaldados por el voto popular enfrentan el boicot de quienes buscarán por todos los medios el mantener sus privilegios y no dudarán en utilizar cualquier medio para evitar que esos cambios se consoliden; aspecto altamente peligroso, si se toma en cuenta que a raíz de privilegios poseen una serie de recursos que les permiten entre otros elementos, la generación de opinión pública de grupos que son de fácil manipulación y; generan corrientes de oposición al cambio, basadas en falacias.

Hasta cierto grado la naturaleza de las sociedades tiende a resistirse al cambio, las organizaciones crearán fuertes defensas contra el mismo, que por lo general, se opone a intereses ya creados y daña ciertos derechos territoriales o relaciones de poder, que definieron la toma de decisiones aceptadas a lo largo del tiempo.

Obviamente la incertidumbre no se produce tan sólo por el cambio en si mismo, sino también por las posibles consecuencias de éste; por tanto se produce una resistencia individual organizacional a este.

Para comprender y encarar de mejor manera este fenómeno de la psicología social, Elizabeth Kübler Ross plantea un modelo, aplicado a las etapas de duelo en pacientes terminales, en este caso al ámbito personal y organizacional, aunque sin perder de vista que en los procesos reales, ambos planos se encuentran íntimamente ligados entre si:

1. La Negación: Asumimos que no es cierto que las cosas hayan cambiado o que vayan a cambiar. Negamos que “la ola de cambio” está ocurriendo o que va a ocurrir.

En las organizaciones, es frecuente que algunos grupos tiendan a quedarse estancados por un tiempo en esta etapa.

2. La cólera: Nos enojamos como una manera de lidiar con la realidad, en el momento en que ésta ya no puede seguir siendo negada. Culpamos a otros de lo que está ocurriendo y sentimos que hay cierta injusticia.

En esta etapa cobra muchísima relevancia todo lo que tiene que ver con proveer información abundante, frecuente y consistente.

Si esto no se hace, la cólera conduce a la invención de historias terribles y empeora las cosas. La idea que se vende en esta etapa es la de la “relativa serenidad del cambio”, y no la de la “seguridad garantizada”. Es más realista y conveniente aclarar que “lo grave, realmente, sería no cambiar”.

3. La Negociación: Esta es la etapa de regateo en la cual, para poder asimilar la nueva situación, nos quejamos sobre “si por lo menos” la nueva situación se hubiera dado de tal o cual manera”

Cuando esta etapa se da, generalmente, las personas han empezado a asimilar el cambio e inician algunos intentos de adaptación. Este es un período de transición en el cual el cambio ha ganado parcialmente algunos adeptos aunque, por supuesto, algunos otros aún estarán en la etapa de negación y otros en la etapa de cólera.

4. El Valle de la Desesperanza Transitoria (VDT) (La Depresión Transitoria): Acá la realidad se ha vuelto innegable y se entiende que el antiguo modelo ya no regresará jamás. Ya no estamos enojados, hemos dejado de regatear y se da el fenómeno de que transitoriamente nos sentimos vacíos, sin energía ni entusiasmo; desalentados.

En el contexto organizacional esta es la etapa más difícil. Las personas están claras de que el nuevo sistema ha llegado para quedarse pero aún no lo manejan del todo, y tienen que lidiar con esta frustración.

5. La aceptación y el crecimiento: Finalmente, una vez que salimos de la depresión transitoria, llegamos a aceptar el cambio, empezamos a probar fuerzas de nuevo, descubrimos que hemos alcanzado un nuevo estado de cierta tranquilidad y conciliación auténtica con nosotros mismos, que en el proceso hemos madurado y crecido, ya sea personal u organizacionalmente.

En suma, si bien es inevitable que exista resistencia al cambio, la gran cantidad de formas que adopta está latente en la población. La resistencia abierta se manifiesta en huelgas, marchas de protesta, tergiversación de la información a través de los medios de comunicación, incluso los graffiti; sin embargo, una de las formas más dañinas de resistencia es el ausentismo, la falta de participación y de compromiso con los cambios propuestos, habiendo oportunidades de participar; pues debemos entender que si no somos parte de la solución, entonces somos parte del problema.

¿Preparadas/os para el cambio?Melvy Pardo D.

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Trapiche6 Marzo 2009, Cochabamba - BoliviaPOLÍTICA

Uno de los flancos que nunca debe descuidar ningún proceso camino a la revolución, es la enfermedad antigua de la corrupción,

tan antigua como, el florecimiento del interés privado. La lucha contra este flagelo practicado principalmente en el sistema capitalista, como arma gemela de la explotación, debe ser una tarea indispensable para la salud de todo proceso que se precia de ser popular y revolucionario, pues de no hacerlo así, a la corta o a la larga puede convertirse en el talón de Aquiles, que corroa las bases de un gobierno popular.

No es indispensable que un país este viviendo alguna bonanza económica, la experiencia lo demuestra que este fenómeno capitalista se presenta en cualquier tipo de economías, por mas escuálidas que sean, el empresario privado siempre esta a la caza de corromper a alguien, no solo por su razón de existir, como empresa, sino, fundamentalmente para que el sistema permanezca y se siga reproduciendo.

Todo este modus operandi del capitalismo no es de ayer, hoy hemos visto un monumental acto de corrupción en la meca del capitalismo, los EE.UU., con lo que los expertos o comedidos le vienen a llamar “crisis”, no fue otra cosa que un acto de corrupción, no solo de individuos, además esta comprometido el sistema, pues es algo inherente a él para reproducirse en desmedro de los mas débiles.

Es evidente que los gobiernos, tienen mecanismos estatales para monitorear cualquier acto que se presente en las diferentes instancias del Estado que junto a las declaraciones del mas alto nivel de luchar denodadamente contra semejante delito y la amenaza cierta de que “se investigue, caiga quien caiga”, si bien aminoran estos actos delictivos, no son la solución, en el caso concreto boliviano, tenemos que reconocer en honor a la verdad, que de algunos hechos aislados que se han presentado en estos tres años, inmediatamente se ha suspendido al funcionario supuestamente culpable y pasado a la justicia ordinaria, para su procesamiento. Otros procesos duermen el sueño eterno, eso es por causa de la irresponsabilidad de un Poder Judicial de una larga vida de corruptela, reconocida por el pueblo boliviano y que ya tendrá que cambiar, con la nueva Constitución Política, recientemente aprobada.

Un remedio eficaz contra la corrupción sin duda alguna es un riguroso control, no solo por parte de los mecanismos del estado, sino principalmente del pueblo, quien se da cuenta inmediatamente y sabe donde se esta presentando alguna irregularidad, porque esta pendiente, no solo de la alta política, sino la cotidianidad que se presenta en su comunidad, empresa, municipioo departamento. En este sentido, lo que falla en el control natural de las bases, es el mecanismo para que cualquier tipo de denuncia, pueda llegar directamente al alto

gobierno y no solo para denunciar actos de corrupción, sino también que tenga que ver con las direcciones y rumbos que tome el gobierno, pues ellos son los principales interesados, y no solo se lo debe pedir que vote y nada mas.

Y la falla de esa mala comunicación entre gobierno y bases, tiene unos posibles responsables, las argollas o roscas que se van anquilosando en torno al Presidente, hasta ir convirtiéndose en imprescindibles, pues saben tanto que funcionan como comodín, sirven para cualquier ministerio o pega en el alto gobierno, y lo mas grave es que le digan a los Presidentes lo que estos quieren escuchar, haciéndole un irreparable daño a cualquier proceso de liberación Nacional. Por eso, no es bueno dejar al gato que cuide la carne. Un buen remedio contra la corrupción, es la transparencia y un imprescindible control popular. Evo hace muchos esfuerzos al respecto. El caso de la empresa petrolera estatal, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), donde un alto funcionario y amigo intimo del presidente, es suspendido del cargo hasta que se aclare la denuncia, es otra buena prueba de la voluntad política del Presidente de luchar contra esta lacra, que junto a una burocracia que se va hacia la derecha, por falta de control popular, es capaz de contaminar y desviar procesos revolucionarios. Así lo afirma la historia.

*Ex Dirigente de la COB.

La “Casa Campestre”, fue el escenario del Se-minario Taller denominado “El Desarrollo de La Autonomía Departamental Plural En

Cochabamba”, desarrollado el día martes 3 de marzo, or-ganizado por la Prefectura del Departamento, con el fin de abrir un espacio de análisis y deliberación, con las or-ganizaciones sociales de Cochabamba, para diseñar una estrategia de construcción colectiva e incluyente, de la Autonomía Departamental Plural en Cochabamba.

En el evento, los participantes escucharon la exposición del Dr. Carlos Romero Ministro de Autonomía y de la Viceministra de Coordinación

Gubernamental Rebeca Delgado, sobre los mecanismo de desarrollo del proceso autonómico en Cochabamba, en función a la nueva Constitución Política del Estado. Todos los expositores coincidieron en que el proceso del diseño de autonomía departamental, deberá ser el resultado de un esfuerzo colectivo de todos los actores sociales; y por tanto, señalaron que el Seminario Taller se constituiría en el evento de arranque de este proceso.

A decir de miembros de la Prefectura, el evento tuvo un carácter preparatorio, para a que en el mismo se pueda definir una convocatoria a una Gran Asamblea Departamental, en la que estaría presente la “sociedad civil organizada”, para que en un esfuerzo común, se pueda diseñar el modelo de autonomía que se quiere para Cochabamba.

Los aproximadamente 200 participantes del evento concluyeron en la necesidad de convocar a una Gran Asamblea departamental, como un espacio de diálogo y decisión, en el que todos los actores sociales del Departamento de Cochabamba, establezcan los mejores mecanismos para desarrollar de manera participativa, la construcción colectiva de la Autonomía Departamental Plural.

En esta Asamblea departamental, prevista para el 24 de marzo, se debería definir una metodología de trabajo, en la que los diferentes sectores de la “sociedad

civil organizada, participen y planteen sus propuestas sobre el proyecto autonómico, en coherencia al nuevo texto constitucional que establece que en el diseño las políticas de Estado y la construcción de normativas, debe haber una participación efectiva y directa del soberano”, señaló el Delegado Prefectural de Autonomías, Gonzalo Vargas.

En el evento, se pudo también, escuchar propuestas de modelo autonómico que algunas organizaciones del área urbana, como rural: entre los que estaban: el Pueblo Quechua de Raqaypampa, el Foro cultural, la Coordinadora Urbana para la Asamblea Constituyente

Remedio contra la corrupción: Control popular

Seminario Taller:Construyendo el desarrollo de la Autonomía

Departamental plural en Cochabamba

*José Justiniano Lijerón / Rebelión

Un remedio eficaz contra la corrupción sin duda alguna es un riguroso control, no solo por parte de los mecanismos del Estado, sino principalmente del pueblo

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Trapiche 7Marzo 2009, Cochabamba - Bolivia SOCIEDAD

“Otro mundo no será posible sin una concepción diferente de la democracia. Y otra democracia es posible solo a

través de un proceso de revoluciones personales y subjetivas de hombres y mujeres, con un reconocimiento activo

de la diversidad, asumiendo las interseccionalidades de las luchas como un reto colectivo”

Coincidiendo con la finalización de la vigencia del Plan Nacional de Políticas Públicas para el Ejercicio Pleno de los

Derechos de las Mujeres (2004-2007), el Viceministerio de Género y Asuntos Generacionales inicia en 2007 la formulación del actual Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades (en adelante “PNIO”) invitando, para ello, a un amplio abanico de organizaciones de mujeres quienes definen, en primer término, el Marco Conceptual del documento: en éste se recoge la necesidad de modificar el discurso entorno al concepto de género y, al mismo tiempo, se reivindica la necesidad de alejarse de la concepción patriarcal estatal mediante la cual las mujeres son relegadas a “espacios secundarios” y agregadas a “grupos vulnerables”, convirtiéndolas en víctimas y reduciéndolas a beneficiarias de políticas públicas compensatorias –como ya había sucedido en los períodos anteriores- que en nada modifican ni transforman las estructuras de dominación existentes entre hombres y mujeres en el país. En este sentido, el Marco Conceptual del PNIO reafirma el hecho de que las mujeres bolivianas ni son víctimas ni son meras beneficiarias de, sino sujetos con identidades individuales e identificaciones comunitarias que “son parte de los movimientos y organizaciones sociales, que son ellas quienes desde siempre, con sus cuerpos de mujeres, han hecho y construido la historia”.

El Marco Conceptual del PNIO está desarrollado a través de tres ítems que comienzan realizando un “Análisis crítico evaluativo del marco conceptual precedente” (se refiere al de los planes anteriores), para continuar con una propuesta de “Ideas-fuerza del marco conceptual” y finalizar exponiendo “Los campos de acción” a través de los cuales habrá de transcurrir su ejecución.

El Marco Conceptual, por lo tanto, define y da forma a la visión política de la cual emanarán el resto de las propuestas contenidas en el documento; es el punto de partida y, al mismo tiempo, el núcleo duro alrededor del cual se podrá ir construyendo el camino político que el Estado Boliviano, a través de su Viceministerio de Género y Asuntos Generacionales, deberá de transcurrir en los próximos cinco años para coadyuvar a la superación de las múltiples discriminaciones y opresiones que sobre las mujeres aún existen actualmente en el país.

Además, el Marco Conceptual manifiesta la intención del actual Gobierno por emprender un

proceso de des-colonización de la visión que de las mujeres se ha tenido por décadas (¿quizás también de des-patriarcalización?) y hace pública la razón de ser de una propuesta de igualdad de oportunidades impulsada desde el Estado, si bien con la participación y –suponemos- la anuencia de un amplísimo abanico de posiciones feministas y del movimiento social de mujeres.

Entre las ideas-fuerza del Marco Conceptual se destaca, en primer término, la reivindicación de la recuperación de una radical conceptualización política del concepto de género vinculándolo no solamente a la mera descripción de roles socialmente construidos para hombres y mujeres sino y, principalmente, a las formas y características que subyacen y estructuran la construcción de las relaciones de poder entre hombres y mujeres. De igual forma, el documento solicita con urgencia la restitución del sentido original del concepto y propone descolonizarlo para “aplicarlo como categoría de análisis de las relaciones que se dan aquí y ahora entre mujeres y hombres” y, al mismo tiempo “recuperar la memoria larga de las luchas de las mujeres contra un patriarcado que se instauró aún antes de la invasión colonial”; esta última propuesta reconoce la necesidad de superar la –seguramente- errónea concepción de bondad de las culturas americanas antes de la invasión española y “denunciar la existencia de un patriarcado y un machismo boliviano, indígena y popular, con rasgos propios y particulares”.

En este sentido se plantea la segunda idea-fuerza que refiere a la necesidad de revisitar el concepto de par complementario propio de la cosmovisión indo-americana; este concepto se inserta en la idea de las personas formando parte integrante e indisoluble de un espacio comunitario donde se desenvuelve una “relación de complementariedad y reciprocidad entre lo masculino y lo femenino” donde no se visualice una posición jerárquica de poder sino que se reafirme la noción de “complementariedad horizontal hombre-mujer” denunciando la actual sobre-valorización de los roles masculinos respecto de los femeninos. Para ello, el documento propone la subversión del orden por el cual se nombra al par complementario, transformando el chacha-warmi en el “warmi-chacha” y ubicando a la parte femenina del par en una posición de horizontalidad respecto a la parte masculina: “implica una recuperación del par complementario a partir de las mujeres, desde su posición actual, para reconstruir el equilibrio y la armonía en la comunidad y en la sociedad”.

La comunidad es la tercera idea-fuerza: el concepto de comunidad asumido va más allá de una mera referencia espacio-territorial (aunque también existan comunidades territoriales) para constituirse en una categoría identitaria y colectiva propia de los pueblos originarios –y, por supuesto, de los múltiples grupos humanos que constituyen la diversidad nacional boliviana- que incluye la vida misma, su devenir y sus relaciones: por ello es susceptible de transformación; es decir, la comunidad adquiere un sentido histórico y, por lo tanto, las relaciones sociales que se construyen en este espacio entre hombres y mujeres son, igualmente, variables y móviles: “consecuentemente, es ahí donde se necesita trabajar para cuestionar, develar y modificar las relaciones de género”. La concepción de comunidad implica el hecho de que hombres y mujeres forman parte indisoluble de un espacio común que, a su vez, es constituido por éstos y éstas de tal forma que, si una de las partes cercena o somete a la otra (en este caso, la parte masculina sobre la femenina), esa parte estará impactando en el conjunto de la comunidad: “al someter a las mujeres –que son la mitad de la comunidad- están sometiendo a la comunidad y, al someter a la comunidad, se están sometiendo a sí mismos”.

Las identidades individuales –masculinas y femeninas- son únicas e irrepetibles, conforman la comunidad y se auto-instituyen y reconocen como pares diversos (no idénticos) a partir del principio de alteridad, la cuarta y última de las ideas-fuerza. En este caso, el principal reconocimiento que subyace a la demanda del principio de igualdad es el del reconocimiento de la otra –mejor digamos, de las otras- es decir, de las mujeres como sí mismas individuales y, al mismo tiempo, diversas, “y no como una ficción de alteridad, es decir, como proyección del “sí mismo” (el hombre)”.

8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer:Mujeres construyendo una nueva Bolivia

para vivir bien(Primera Parte)

El pasado 10 de Diciembre de 2008, mediante Decreto Supremo Nº 29.850, el Plan Nacional para la Igualdad de Oportunidades ”Mujeres construyendo la Nueva Bolivia para Vivir Bien” entró en vigencia tras un largo proceso de diálogo, consulta y concertación entre el Viceministerio de Género y Asuntos Generacionales y muy diversas organizaciones sociales de mujeres del país.

Elena Apilánez Piniella

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Trapiche8 Marzo 2009, Cochabamba - BoliviaCULTURA

El proceso histórico de sometimiento de los pueblos indígena originario campesinos en nuestro país, tiene sus antecedentes desde

la época de la conquista de los españoles, pasando por la colonia, hasta nuestros días. Diversos los métodos y estrategias que fueron y siguen siendo utilizados para someter a los pueblos indígenas originarios hasta la actualidad en nuestro territorio.

Muchos de estos procesos sistemáticos fueron aplicados para someter al individuo a través de procesos civilizatorios emprendidos por los misioneros y otros que llegaban a nuestro Territorio.

Durante la época colonial se establecieron como objetivo civilizar al indio, al salvaje y dotarle de conocimientos para ser parte de la sociedad, es de ahí que después de varias protestas y presiones de la sociedad sometida, exigieron la incorporación al sistema educativo. Sin embargo el sistema educativo o la educación escolar en el territorio Indígena originario campesino una institución estatal, de la cultura occidental, que se instala en el territorio de la comunidad y bajo el control de los representantes del Estado (maestros, directores y otros administrativos), sean del nivel nacional, departamental o municipal. El mayor encargo de la escuela en los territorios indígenas es “civilizar” a sus habitantes;situación que no ha cambiado mucho con los avances que puede reconocerse a la implementación de la Educación Intercultural Bilingüe (EIB) y la definición de la interculturalidad y la participación social como los dos ejes fundamentales de la Reforma Educativa de 1994.

Este encargo civilizador de la escuela está ligado, en última instancia, a que ella juega un papel en el debilitamiento o desestructuración del sistema de control y gestión territorial de los pueblos indígenas, de manera directa o indirecta, explícita o implícitamente; por ejemplo, desvalorizando el saber indígena, cuestionando la autoridad de la comunidad, imponiendo normas ajenas de relacionamiento con la escuela, quitando el tiempo de socialización comunitaria a los niños (con un calendario escolar autoritario), etc.

Pero aunque la escuela sea una institución ajena a los pueblos indígenas, controlada por agentes externos, la comunidad la quiere y considera que la necesita para aprender algo; aprender a manejar herramientas (por

lo menos básicas) de la sociedad citadina o cultura oficial (por ejemplo: hablar, leer y escribir castellano), es necesario para interactuar con esta misma sociedad nacional y para desplazarse en el territorio mayor (la región, el departamento, el país) del cual los indígenas también son y se sienten parte.

Por eso la comunidad o los pueblos indígenas demanda escuelas en sus territorios, aun conociendo de las imposiciones del sistema Educativo, es así que ceden voluntariamente un terreno para ella, construyen colectivamente frecuentemente con sus propios recursos la infraestructura; posteriormente, asumen un sistema de apoyo tanto económico como con productos de las zonas para los maestros (que normalmente viene de afuera), se responsabiliza del mantenimiento de esa infraestructura, incluso de pagar al maestros hasta que el Estado les dote ítems, la escuela es vista como un recurso más en el pueblo indígena, una puerta o camino para transitar a través de ella, entre el adentro y el afuera; para establecer interaccióncon el otro y/o la “sociedad citadina”, defenderse de esta con sus mismas armas (y ahora quizá paralograr una convivencia intercultural).

Empero, para hacer que la escuela no maltrate la autoestima del pueblo indígena, no desvalorice su cul-tura, ni atente contra sus estrategias de vida, ni desauto-rice sus sistemas normativos y la autoridad comunitaria, aparece la demanda de una educación adecuada para los pueblos indígenas, la cual permita participación y con-trol social en la definición de esa educación.

Puede decirse que la demanda de una educación desde su realidad, tal como fue pensada inicialmente por los pueblos y organizaciones indígenas, se constituye en una forma de que la comunidad indígena intente apropiarse de la escuela (en lo posible) o ponerle trancas a su cara negativa (por lo menos). Todo esto, buscando que le sirva a los indígenas originarios campesinos y no a la sociedad dominante; para que la escuela se organice en base a las necesidades y la lógica del pueblo indígena (y esta lógica no supone necesariamente la exclusión del mundo de afuera).

Entonces es muy importante la búsqueda de una educación acorde a su realidad y el refuerzo de las estrategias territoriales indígenas. En primer plano, es importante recordar que existe una relación fundamental entre el territorio y la educación comunal,

en la medida en que al interior de un pueblo indígena las estrategias territoriales propias (de manejo, uso, apropiación, desplazamiento, simbolización o control) se transmiten, producen y reproducen mediante los mecanismos de socialización que les caracterizan.

Cada uno de los miembros de un pueblo indígena originario desarrolla su infancia y adolescencia inmersa en esos mecanismos de socialización, donde aprende las estrategias territoriales de su pueblo, en la práctica diaria y de la mano de la familia en primera instancia.(De aquí emerge la importancia de los calendarios escolares de acuerdo a los calendarios productivos de los pueblos indígenas, pues de esta manera se evita que la escuela expropie los espacios-tiempos de esta socialización comunitaria de los niños).

En cuanto a la escuela, cuando ésta es instalada en los territorios indígenas tiene que responder y fortalecer a su población, en sus propias estrategias culturales, productivas, organizativas y de relacionamiento con la sociedad nacional, y desde ese fortalecimiento esta población pueda desarrollar el control y gestión de su territorio y al mismo tiempo pueda vincularse con el mundo externo en condición de igualdad.

Es importante aclarar, que cualquier nivel, ámbito y modalidad del sistema educativo “oficial” tiene su potencialidad para aportar en las estrategias comunales. Experiencias en la educación alternativa han dado muestras de ello, tanto en tierras bajas como en tierras altas. Así se encuentra experiencias en la formación de maestros indígenas, desde la visión política y cultural de sus pueblos, para el fortalecimiento de los mismos. También hallamos aquellas experiencias que apuntan a la formación de técnicos indígenas para la gestión territorial, controladas por las organizaciones indígenas, respaldadas con los consejos educativos de los pueblos originarios (específicamente el CENAQ) y ligados a los procesos de tramitación de TCOs y construcción de planes de gestión territorial.

Así, la relación de la escuela con el fortalecimiento de las estrategias de control y gestión del territorio no tiene que ver simplemente con el ámbito curricular o pedagógico, sino con el diseño del mismo sistema educativo, sobre todo si tomamos en cuenta la perspectiva de la interculturalidad y la descolonización.

La editorial Prometeo en coedición con Clacso acaba de publicar “La potencia plebeya”, nuevo libro del Vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera. La publi-cación está integrada por artículos en los que García Linera desarrolla en diferentes contextos a los movimientos sociales de su país. En este sentido, aborda los ciclos histó-

ricos de la formación de la condición obrera minera en Bolivia, el movimiento indígena, las estructuras de la organización social y las formas de autonomía política, la crisis del Estado y las sublevaciones indígenas y plebeyas, la lucha por el poder, y la relación entre indianismo y marxismo, entre otras importantes cuestiones.

De esta manera, La potencia plebe-ya, además de estar escrito por uno de los intelectuales más destacados de Bolivia, es un texto fundamental para comprender la realidad del país y el proceso político inicia-do con la llegada al poder de Evo Morales en enero de 2006, gobierno ratificado por la mayoría del pueblo boliviano hace poco.

El Control y Gestión territorial en las Comunidades desde la Educación

“La potencia plebeya”Nuevo libro del Vicepresidente de Bolivia

“Acción colectiva e identidades indígenas, obreras y populares en Bolivia”

El mayor encargo de la escuela en los territorios indígenas es “civilizar” a sus habitantes; situación que no ha cambiado mucho con los avances que puede reconocerse a la implementación de la Educación

Intercultural Bilingüe (EIB)

Damián Espinoza Orellana