¡SE CONSCIENTE! (Español)

8/8/2019 SE CONSCIENTE! (Espaol)

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SE CONSCIENTE!

Swami Vijoyananda1

* Captulo do livro Vedanta Practica

Se consciente, querido mo; se consciente, pero no de tus actosnicamente; se consciente de tus pensamientos, de la causa que teimpele a actuar; se consciente de tu voluntad, y si puedes, evitaconscientemente tus ansias de anticipar el resultado, conscientementearroja lejos de ti la idea de disfrutar el resultado de tus actos.

Eres arrastrado por un torbellino de fuerzas que tienen por causa laignorancia primaria; fuerzas movidas por tus mltiples deseos y que no te

dejan tiempo para pensar ni para hacer una pausa. Detente unmomento! Gran error es, querido mo, creer que la vida eterna es eternomovimiento; la palabra "eterna", aunque la utilicemos como adjetivo,posee un significado especial, un encanto particular. Todo cuanto entra encontacto con lo eterno se vuelve permanente; y como slo existe un SerEterno, los objetos, las ideas, los pensamientos, todo cuanto pertenece alplano objetivo, aunque parezca divergente y mltiple, en cuanto entra encontacto con Lo Eterno no slo pierde su forma, su naturaleza interna yexterna, sino que cesa su causa, que siempre es la ignorancia, y seconvierte en el nico, l Eterno. Esta pausa que confundiste con unamanifestacin de la inercia, esta pausa que para tu mente educada a laoccidental parece un letargo, es cosa extraa, por cierto lo quesiempre buscas y ansiosamente deseas. Trabajamos, trabajamos contodos nuestros bros cuando en la mente llevamos la idea de descanso;luchamos porque queremos al ltimo conseguir la paz. Slo que en esaaccin y esa lucha las personas inconscientes se pierden y pierden devista su propsito. Su inconsciencia las convierte en mquinas; y hasta talpunto quedan cegadas que olvidan por completo cual fu la causa de suaccin, y cuando surge ante sus ojos el resultado, su ceguera, su mentede mquina les impide verlo.

El hombre que reflexiona, el hombre cuya vida tiene algnpropsito, el hombre que no copia a los dems, el que quiere disfrutar yaprender, halla que la causa de sus pesares es la prdida del equilibrio.Cuando la enfermedad se apodera de un cuerpo sano altera la circulacinnormal de la sangre y la proporcin natural de los glbulos blancos yrojos; lo cual significa que destruye el equilibrio. Qu hacen entonces losmdicos? A fuerza de indicaciones, cariosos consejos y medicamentostratan de conseguir que el cuerpo fsico recobre su estado de equilibrio.Pero la tarea del mdico se vuelve ardua si el paciente no desea cons-

1 Swami Vijoyananda, un discpulo de Swami Brahmananda, fue el pionero del Vedanta en Sudamrica epresidente del Ramakrishna Ashrama, Buenos Aires, Argentina.

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cientemente ser curado. Otro tanto sucede con los casos deenfermedades mentales; ciertas impresiones, ciertas sugestiones hanalterado la mente normal, y sta necesita otras sugestiones pararecuperar su estado anterior. Pero suponte esto: descubrimos de prontoque nuestra mente, que considerbamos normal, se halla do-minada poruna sugestin (lo que nuestros amigos llamaran un caso de locura); culser nuestro proceder? Naturalmente, acudiremos de inmediato a unmdico, persona que suponemos estar libre de toda sugestin. Pero debe-mos cuidarnos aqu de otra sugestin: la idea de que todo aquello que noes normal es anormal; tambin existen mentes supranormales.

Debemos estar conscientes de que nuestra mente actual, la quellamamos normal, no est libre de sugestiones; se halla ya bajo el hechizohipntico de los distintos grados de debilidad. Has observado, queridomo, que los locos siempre creen ser los ms cuerdos? Por eso necesitanuna ayuda exterior, un agente externo, un mdico, que les muestre suerror y los convenza de que han perdido su equilibrio mental. Cuando elpaciente es conducido al sanatorio se le administran remedios, se le dansugestiones y se le presentan personas cuerdas para que pueda notar ladiferencia. Segn mi opinin, si un buen doctor desea curar radicalmentea un invlido mental debe cuidar muy especialmente de curar al pacientepor el propio esfuerzo de ste; lo cual significa que debe llevar al enfermoa descubrir por s mismo la causa de su mal, sea por medio desugestiones o con solcitas atenciones, y debe despertar en l el deseo decurarse. De lo contrario, si el paciente pierde todo dominio de s y llega a

un estado tal de locura que hasta el ltimo vestigio de cordura se esfuma,no hay mdico que pueda curarlo.Lo que por desgracia observamos (y resulta muy triste esta

experiencia para los aspirantes de la verdad) es que faltan personas demente sana que sirvan de ejemplo. Los remedios abundan, y lassugestiones son tantas que forman como un bosque en el cual es muyfcil extraviarse. Pero no ves que tantsimos libros y tal cantidad deprofesores, muchos de los cuales slo son libros parlantes, de muy pocaayuda son para los estudiantes? Como es lgico y natural, los estudiantesaprenden ms con los ejemplos que con los preceptos; y por eso cuando

a su vez alcanzan cierta ilustracin, cuando creen haber aprendidomucho, se convierten en libros parlantes o dictfonos ambulantes. Acuantas reuniones sociales o de estudiantes he asistido y cun pocospensadores originales he encontrado! Lo que se oye en esas reuniones esdiscutir o criticar las ideas de personas que no estn presentes en esemomento.

Es ya en m como una segunda naturaleza el estarte suplicandorepetidamente que pienses por ti mismo y en tu propio YO. Comprendoperfectamente que se recurra a un gua, comprendo a fondo el significadode una ayuda; pero lo que no comprendo y lo que causa mi sufrimiento es

esto: cmo un hombre puede permitir, puede tolerar que lo conviertan enuna mquina que slo funciona con ideas ajenas. Aun espero que esos

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humanos semiconscientes, esos hombres-mquinas, despertarn algnda de su letargo y destrozarn su existencia de mquinas, y sentirn quetienen algo personal en qu pensar; ellos son quienes tendrn quedisponer de su vida, ellos quienes habrn de disfrutar. Y espero con msansiedad aun el da glorioso en que casi todos tus amigos tengan la msnoble de las ideas: la idea de que, ante todo y por encima de todo, son elAlma.

El deseo de libertad, el anhelo de paz, slo son deseos y anhelos, ypor consiguiente pueden ser despertados. En mis experimentos con lavida he descubierto que nicamente cuando me siento vibrarespiritualmente puedo hacer surgir en los dems unas vibracionessimilares. Cuando mis necesidades son materiales, mis prdicasespirituales resultan un fracaso. Slo los grandes seres que escalaron lasms altas cumbres de la espiritualidad pudieron en el pasado ayudar asus semejantes, y slo quienes se les parecen pueden lograr otro tantohoy. Debemos despertarnos; debemos elevarnos y establecer-nos en elplano espiritual antes de que se nos ocurra la menor idea de ayudar aotros en ese plano. Y para llegar a eso, t y yo debemos ser conscientes.La conciencia, la conciencia cabal y completa, la conciencia de que somosseres, es la ms imperiosa necesidad de nuestra vida.

Por lo comn, la conciencia presenta en el ser humano tresmanifestaciones: instinto, experiencia e intuicin. El primero es tamsico,la segunda es rajasica y la tercera sattwica. El instinto es un estado en elcual la facultad de razonamiento ha dejado de funcionar; es un conjunto

de impulsos. Las experiencias ordinarias no son sino reacciones de lasimpresiones causadas sobre la mente. Y la intuicin es no sloconocimiento puro, sino el reflejo ms ntido de la verdadera sabidura,del Ser. Cuando el llamado subconsciente, cuando el depsito del Chitta,es explorado; cuando todo pensamiento es sentido y comprendido antesde que se traduzca en accin; cuando la mente est casi equilibrada y loque verdaderamente nos gua es su aspecto ms puro, el intelecto; en-tonces nos volvemos intuitivos.

El hombre instintivo es slo un semianimal, cuyos impulsos dirigensu vida; hace ciertas cosas porque los dems las hacen; desea hacer

grandes cosas, no porque sienta la necesidad, sino porque otros las hanhecho. Se contenta con copiar. Mientras el hombre instintivo permaneceen esa primera etapa de su evolucin, observamos que sufre siempre del"complejo de inferioridad". Poca diferencia existe entre este tipo dehombre y un animal inferior; ambos comen, beben, duermen, procrean ysienten miedo. El miedo es el ms importante de los factores que dirigensu vida. Dominado por el miedo, el animal busca proteccin, y as mismodesarrolla toda clase de rganos defensivos; el hombre, que posee el msdelicado de todos los organismos, cuando tiene por nico gua el instinto,en vez de desarrollar rganos defensivos fabrica innumerables variedades

de armas destructivas y pasa la mayor parte de su vida buscandoprotectores.

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No has visto alguna vez hombres que se parecen a los chivos,monos y otros animales? Estudiaste su vida? De haberlo hecho, de haberobservado no slo su fisonoma sino sus expresiones peculiares, hubierasdescubierto que la apariencia exterior, salvo ciertas excepciones, tienemucha relacin con la naturaleza interna del hombre. Un ser humano queconstantemente piensa en los goces animales y la vida animal, adquierelas manifestaciones animales. Cuando este mismo hombre creceespiritualmente y alcanza el segundo plano, el plano de la conciencia, loprimero que cambia en l es la expresin de sus ojos; se convierte en unser que razona, y sus ojos lo evidencian; ya no es ms un sub-humano,un animal con cuerpo de hombre que slo sabe atacar o buscarproteccin; ya no es un tigre voraz, un lobo artero o un cordero sumiso;su evolucin mental le ayuda a interpretar sus impulsos; despierta, yprocura resolver por s solo sus propios problemas.

Por supuesto, en un principio, cuando su conciencia empiece recina funcionar, le resultar casi imposible detener la avalancha de pensa-mientos que en su mayora asumirn el aspecto de problemas. La vida deun aspirante de la verdad, la vida de un ser humano que quiere serconsciente, presenta en su primera etapa un aspecto desconsolador; estllena de padecimientos y pesares; y el aspirante ve desaparecer, orechaza voluntariamente, la existencia que llevaba de ocio, comodidadesy seguridad; empuja a un lado a todos sus protectores y se ve precisadoa pensar por s mismo; el pasado, aunque ignorante, aun lo tienta, aun loseduce, y a pesar de que slo era letargo se disfraza de paz para

arrastrarlo hacia atrs. Este aspiran-te que despierta al plano de laconciencia halla muchos enemigos y pocos amigos. Todo cuanto estabaestablecido (establecido, se entiende, en el plano material), todo cuantoestaba estanca-do pero con apariencias de firmeza, de una firmezaindestructible e inquebrantable, de nuevo lo reclama, lo llama, trata desubyugarlo con sus letrgicos argumentos y de demostrarle que siemprefu la paz, que siempre fu la dicha. Pero el aspirante, que a estas horases ya un hombre completamente despierto, dice a sus antiguos amigos:"De hoy en adelante no voy a creeros ms; quiero experimentar; quierodescubrir si realmente disfrut o no de mi estado anterior, de mi pasado;

quiero saber si el comer, beber y dems constituyen la suprema y nicafinalidad de mi vida. Quiero averiguar por m mismo si existe un ms all;si la vida prosigue despus de la muerte; y ms que todo quiero saber simi futuro, permanente o transitorio, alegre o triste, celestial o infernal,depende de otros o de m slo.

Debo indagar si mi existencia es la de un instrumento en manos dela sociedad, o si soy un individuo como los dems; si tengo voz en elasunto de guiar a la sociedad, o si siempre ha de ser la sociedad, eseconglomerado de elementos heterogneos, quien haya de guiarme y di-rigirme durante mi vida entera".

Dice el aspirante, en su rebelda: "Tal vez sea yo material, como medecs, pero quiero medir la profundidad de mi estado material. Exijo todos

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los derechos de guiarme a m mismo, sea material o mentalmente. Ir asentar-me a la mesa del comedor cuando sienta hambre, en vez depensar que debo ir porque ya es la hora. Y cuando surja el problema delalma, ser siempre yo quien lo resuelva. Si me siento ligado, pondr todomi empeo y mi fuerza en liberarme. Elegir mis propios amigos, guas ylibros, y los usar slo como ayudas".

El tercer estado, el estado de intuicin, es aquel en el. cual losimpulsos son debidamente interpretados y adems sus causas conocidas.El aspirante, el rebelde, el aparentemente cnico y agnstico, el hombreque trabaja con toda su alma y utiliza toda su energa, halla en su interiorel verdadero significado de la pausa. Comprende que la enemistad eradebilidad; cada uno de sus antiguos enemigos era su amigo, pero lamanifestacin de la amistad estaba obscurecida. Este hombre de intuicintiene menos necesidades, y por consiguiente menos enemigos; encuentraamigos en todas partes; ya no es un cnico ni un agnstico; en ciertosmomentos es devoto, en otros yogi; a ratos es jnani y a ratoskarmayogin, trabajador inegosta que slo acta para bien de lahumanidad. Como devoto se convierte de nuevo en un instrumento enmanos del Seor; de nuevo y voluntariamente toma esa actitud demquina que aborreca al despertarse, que lo estaba casi matando du-rante su primera etapa de humana evolucin, y se esfuerza por ser elms eficiente de los instrumentos en manos de Dios, su Bien-Amado.Todo devoto es un jugador y ama el juego; una de las modalidades deeste juego consiste en ofrecerse completa y totalmente en manos de

Dios. Tan real es para l la presencia de su Amado, la siente tanprofundamente y tan constante es su comunin, que sabe que Dios lodirige en cada uno de sus movimientos.

En su actitud de jnani, este mismo hombre sabe que slo existe unarealidad y todo lo dems es apariencia. Esta apariencia perdura mientrasexisten los deseos, y los deseos no son otra cosa sino indicios infalibles deignorancia, del error de ver al Uno como mltiple. Cuando toma la actitudde yogi, sabe que el Purusha, el ser individual, es eternamente libre, yque la naturaleza no es nada ms que ignorancia. A medida que se afirmaen este conocimiento, va comprendiendo como yogi que el aspecto

individual del Ser no es sino un juego de la naturaleza, de la ignorancia.Su realizacin llegar a su apogeo cuando cese toda idea de separacincausada por el tiempo y el espacio; cuando desaparezcan para l todaslas diferencias, los muchos se desvanecern y slo existir el Uno.

Y como karmayogin, este hombre para quien el trabajo es un juegoy no una carga ni un deber obligatorio; este hombre cuya vida resulta unabendicin para el mundo, este hombre que se ha convertido en una frescay fragante flor cuyo aroma es sabidura y dicha; este amante de lahumanidad, este amante de la paz, este amigo de todos los seres; esteser que ha recorrido la vida del instinto, las experiencias, la intuicin o el

conocimiento, lleva consigo su perfume donde quiera vaya.Para alcanzar este estado final del conocimiento necesitamos ser

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conscientes. El tiempo huye con aterradora velocidad; su otro nombre esmuerte. Detenlo! Cuando seas capaz de detener conscientemente elmovimiento de tu mente, no slo empezars a gozar, sino que con-quistando el tiempo y venciendo a la muerte te convertirs en la Dichamisma. Hijo de la luz, no quedes por ms tiempo en la oscuridad! Eres elconocimiento: concete a ti mismo! La dicha no es una cualidad, ni es unobjeto o un estado que puedas adquirir; t eres la dicha! S conscientede ello.

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