Revista Maquicuna #60

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60 T organización y calidad participación ejiendo el desarrollo con

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Revista Ñuncanchic Maquicuna; Nuestras Manos; Edición 60; Tejiendo el desarrollo con organización, participación y calidad

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Torganización

y calidadparticipación

líneas comerciales

Alimentos AgroindustrialesCacao fino de Aroma

ArtesaníasProductos básicos y campesinos

Av. Rumichaca S26-365 y Moro MoroP.O. Box: 17-190010

Telf: (593) 2670 925 / 26 / [email protected]

ejiendo el desarrollo con

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Contenidos

AgroindustriaEl Arte de transformar con calidad

Presentación

EcoturismoCamino hacia el desarrollo y la conservación ambiental

Cacao ecuatoriano Fino de AromaPara paladares nacionales e internacionales

Comercializadora de productos básicos y campesinos:Producir y consumir lo nuestro

NoticiasÑucanchic Maquicuna

Resultados del Concurso

“Lo que forjo con mi ejemplo”

ArtesaníaEl esplendor en los ojos del espíritu de artesanos y artesanas

Organización, participación y calidadTrabajando unidos por la justicia y la hermandad

Revista Informativa Cuatrimestral de MCCHAgosto de 2007

TITULOTejiendo el Desarrollo con

Organización, Participación y Calidad

FUNDACION MCCHAv. Rumichaca S26-365 y Moro Moro Barrio

TurubambaP.O. Box. 17-190010

Tf. (593-2) 2670925/ 26 /27 Fax. (593-2) 2673366 /2623927email: [email protected]

www.fundmcch.com.ecQuito-Ecuador

CONSEJO EDITORIALMaría Jesús Pérez

Rubén Tapia P. Graziano Masón

REPORTAJE Dayana Litz León Franco

FOTOGRAFÍABanco Imágenes Fundación MCCH

DISEÑO Y DIAGRAMACIONEffecto Estudio CreativoAv. Eloy Alfaro y Pasaje

Guillermo Mensi N52-210 Telf.: 2409 632

Móvil: 099 [email protected]

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Caminar por el lodo en tiempos de invierno, buscarle la esencia del arte a lo que se esconde dentro de cada obra, pensar en las actuales y futuras generaciones, reconocer lo útiles que somos cuando hacemos el bien común, amarnos, defendernos, unirnos… Con este espíritu es que presentamos el número 60 de la Revista Ñucanchic Maquicuna Nuestras Manos, que ofrece a lectores y lectoras una edición donde se sistematizan, buscando siempre la espiritualidad de nuestras vidas, las diferentes líneas de producción y comercialización como agroindustria, cacao, turismo, artesanías, productos básicos y campesinos. Cada una de ellas vistas con el lente del proceso organizativo, participativo y de calidad. Así, existe un trabajo que toma experiencias tanto de las personas, organizaciones, equipos provinciales como de las gerencias de la Fundación MCCH.

El andar por diferentes regiones del país para el desarrollo de la Revista, hizo que compartiera con hombres y mujeres capaces, con dignidad y una amplia satisfacción por organizarse e incidir en el desarrollo de sus comunidades. Entre sus mejores virtudes está el no temerle al cansancio, a los años, a las condiciones medioambientales ni a las limitaciones económicas. Pues detrás de lo que pudieran ser obstáculos, se esconde la esencia verdadera, el ser protagonista de un destino que ve un nuevo horizonte de bondades en la participación y la calidad de los productos que ofrecen.

Este espacio va más allá de decir cuánto se ha logrado pues, en cada una de sus líneas, existe un mensaje de ser mejores cada día y no dejar que los sueños de hoy sean inalcanzables en el mañana. Porque este trabajo con socios y socias no se resume en el nombre de MCCH sino desde las acciones, en cada experiencia de vida, en cada rostro de la comunidad y en cada vida.

Al leerle, podrán encontrar una labor consolidada de más de veinte años donde el tiempo no ha podido apagar la llama de la solidaridad y el comercio justo que primó desde sus primeros días. Luego de un largo período, pendiente de su fortalecimiento y avances, se puede afirmar que las estrategias desde la organización están en función de las necesidades y sueños de los seres humanos. Por lo que organizarse es un credo necesario para el impulso de acciones en común.

Presentación

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Pues, al pensar en estas etapas de la prehistoria, donde el arte y el beneficio emergían de la piedra bruta, hoy el reto de las organizaciones es buscar la calidad de los cultivos provenientes de su medio natural y convertirlos en productos elaborados por una línea agroindustrial que fomente el desarrollo integrar de las localidades y oportunidades de empleo para sus habitantes.

Este legado de tiempos pasados, conlleva a una reflexión desde el proceso organizativo y participativo de las organizaciones, sobre cómo se alcanza la posibilidad de ser más competitivos y productivos frente al mercado, respetando el ambiente y la cultura. De ahí, que ya no se piense de manera individual, sino que se buscan los beneficios que pudiera generarse en la comunidad.

Uno de los trayectos más difíciles, hasta llegar a una zona de trabajo donde la Fundación MCCH asesora la producción con calidad, es Facundo Vela, parroquia de la provincia de Bolívar. Cuyo camino, sin asfalto, asciende a los visitantes, espiralmente por las montañas, a cerca de mil ochocientos metros sobre el nivel del mar.En esta localidad, se encuentra la Asociación de Trabajadores Autónomos “La Dolorosa”, que posee la fábrica de mermeladas “La Carlita”, cuyos productos se procesan con frutas frescas escogidas de excelente calidad. Esta organización, además de la mermelada, tiene otras dos actividades: la panadería y la caja de ahorro comunal. Una de las frutas más auténticas de la zona es el chamburo, del que se elabora una exquisita mermelada. Además obtienen, sobre todo con la mora, un producto de calidad partiendo de un proceso orgánico desde la siembra.

Para Tobías Caiza, uno de los socios, necesitan de mayores capacitaciones sobre todo las que se enfocan al ámbito social y los derechos como trabajadores. Pues, aunque las han recibido, siente que requieren de un fortalecimiento en este sentido. Además, manifestó que siempre mantienen la equidad entre hombres y mujeres en la división del trabajo y los beneficios.Este último criterio, es apoyado por Luzmila Paredes, otra de las socias, quien apuntó hacia lo eficiente de las medidas de higiene que practican y sus deseos de continuar trabajando pues su contribución en la familia es imprescindible. Mientras que Carmen Aucatoma, opinó que cada uno de ellos se da las manos en el trabajo. Es por ello, que cuando tienen pedidos, se mantienen hasta el momento en que las cajas son embarcadas en el transporte y llevadas a su destino final.

Esta Asociación, es una de las organizaciones que, en comparación con las demás, se destaca por su inserción en la línea agroindustrial de MCCH desde hace más de quince años y por el trabajo con pequeños productores y productoras. En la misma línea de producción de mermeladas, se destaca la Asociación Agroartesanal “Nueva Aurora” que entre sus resultados más relevantes está la condecoración al Mérito Productivo que recibieron por la municipalidad de Santo Domingo de Los Colorados. Esto se debe a su desarrollo productivo, de calidad y destacada participación como organización de mujeres en esta localidad.

Caminando con experiencias de trabajo

cobertura AgroindustriaDesde épocas prehistóricas, cuando no se contaba con las destacadas invenciones tecnológicas de hoy para elaborar alimentos, los seres humanos unidos a las comunidades, buscaban constantemente la supervivencia al crear una serie de utensilios. Poseían, además, un gran sentido de lo sagrado de las bondades de los frutos de la naturaleza.

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el arte de transformar con calidadgroindustriaA

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Pues, al pensar en estas etapas de la prehistoria, donde el arte y el beneficio emergían de la piedra bruta, hoy el reto de las organizaciones es buscar la calidad de los cultivos provenientes de su medio natural y convertirlos en productos elaborados por una línea agroindustrial que fomente el desarrollo integrar de las localidades y oportunidades de empleo para sus habitantes.

Este legado de tiempos pasados, conlleva a una reflexión desde el proceso organizativo y participativo de las organizaciones, sobre cómo se alcanza la posibilidad de ser más competitivos y productivos frente al mercado, respetando el ambiente y la cultura. De ahí, que ya no se piense de manera individual, sino que se buscan los beneficios que pudiera generarse en la comunidad.

Uno de los trayectos más difíciles, hasta llegar a una zona de trabajo donde la Fundación MCCH asesora la producción con calidad, es Facundo Vela, parroquia de la provincia de Bolívar. Cuyo camino, sin asfalto, asciende a los visitantes, espiralmente por las montañas, a cerca de mil ochocientos metros sobre el nivel del mar.En esta localidad, se encuentra la Asociación de Trabajadores Autónomos “La Dolorosa”, que posee la fábrica de mermeladas “La Carlita”, cuyos productos se procesan con frutas frescas escogidas de excelente calidad. Esta organización, además de la mermelada, tiene otras dos actividades: la panadería y la caja de ahorro comunal. Una de las frutas más auténticas de la zona es el chamburo, del que se elabora una exquisita mermelada. Además obtienen, sobre todo con la mora, un producto de calidad partiendo de un proceso orgánico desde la siembra.

Para Tobías Caiza, uno de los socios, necesitan de mayores capacitaciones sobre todo las que se enfocan al ámbito social y los derechos como trabajadores. Pues, aunque las han recibido, siente que requieren de un fortalecimiento en este sentido. Además, manifestó que siempre mantienen la equidad entre hombres y mujeres en la división del trabajo y los beneficios.Este último criterio, es apoyado por Luzmila Paredes, otra de las socias, quien apuntó hacia lo eficiente de las medidas de higiene que practican y sus deseos de continuar trabajando pues su contribución en la familia es imprescindible. Mientras que Carmen Aucatoma, opinó que cada uno de ellos se da las manos en el trabajo. Es por ello, que cuando tienen pedidos, se mantienen hasta el momento en que las cajas son embarcadas en el transporte y llevadas a su destino final.

Esta Asociación, es una de las organizaciones que, en comparación con las demás, se destaca por su inserción en la línea agroindustrial de MCCH desde hace más de quince años y por el trabajo con pequeños productores y productoras. En la misma línea de producción de mermeladas, se destaca la Asociación Agroartesanal “Nueva Aurora” que entre sus resultados más relevantes está la condecoración al Mérito Productivo que recibieron por la municipalidad de Santo Domingo de Los Colorados. Esto se debe a su desarrollo productivo, de calidad y destacada participación como organización de mujeres en esta localidad.

Caminando con experiencias de trabajo

cobertura AgroindustriaDesde épocas prehistóricas, cuando no se contaba con las destacadas invenciones tecnológicas de hoy para elaborar alimentos, los seres humanos unidos a las comunidades, buscaban constantemente la supervivencia al crear una serie de utensilios. Poseían, además, un gran sentido de lo sagrado de las bondades de los frutos de la naturaleza.

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el arte de transformar con calidadgroindustriaA

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Se puede señalar que la mermelada, junto a hongos y frutas confitadas, son productos estables para el mercado interno e internacional. Mientras que la panela se le considera como la producción principal y, una de las organizaciones que mantiene un trabajo sostenido, es la Corporación de Producción de Panela “El Paraíso” (COPROPAP).

La perspectiva en el trabajo futuro está enfocada hacia planes de desarrollo en producciones como barras energéticas, conservas y jugos. En el caso de este último, se cuenta actualmente con la planta piloto, donde se desarrollan nuevos productos y se capacitan a socios y socias de las empresas agroindustriales que forman parte de la Red de productos Maquita MCCH. Como testimonio de este trabajo, últimamente se ha capacitado a mujeres de la localidad de Poza Honda. Una de ellas es Elizabeth Cedeño, de la Comunidad Mercedes I; quien comentó que los principales objetivos de su organización, está el de otorgarle el valor agregado a los productos de la zona.

Entre sus anécdotas y experiencias, contaba que antes molían café pero no tenían muchas utilidades y, cuando empezaron a elaborar la sal prieta, las desfavorables condiciones ambientales perjudicaron el cultivo del maní, ingrediente principal. Actualmente se encuentran animadas con un proyecto que consiste en una agroindustria para procesar jugos naturales, primordialmente de cítricos porque es abundante la producción en Poza Honda.

Manifestó que a través del curso de capacitación, conocieron sobre todo el proceso de la fruta las cerca de 20 mujeres involucradas con este proyecto; quienes tuvieron actividades de aprendizaje rotativas, para que todas estuvieran preparadas con el mismo nivel.

El desarrollo de la agroindustria tiene a Italia entre los mercados principales y con una tendencia hacia lo estable, quien absorbe más del setenta porciento de las ventas. Asimismo los productos se destinan hacia España y Alemania, según lo manifestó Christian Mera, Gerente de Mercadeo de la Fundación MCCH. Señaló que en estos últimos dos años se aprecia una propensión a un mercado español en crecimiento.

Hoy día se abren posibilidades hacia otros grupos de trabajo que producen la panela. Mientras que, en el caso de los jugos industriales, existe un equipamiento e infraestructura, donde se está desarrollando los prototipos.

Por su parte, Augusto Estrella, Gerente de Operaciones y Logística en MCCH, señala que, dentro del tema de agroindustria se debe trabajar exigentemente pues se ha pasado a una producción orgánica y de gestión de calidad con certificación ISO 9000 2001. Esta línea de productos, juntas a las demás con las que trabaja MCCH, se basan en el código de ética y principios de comercio justo que la Red Mundial de Comercio Justo (IFAT) impulsa a nivel mundial.

Asimismo se desarrolla un acompañamiento productivo no solo desde la parte técnica-comercial, sino desde otros ejes de trabajo como el de desarrollo personal, principios, espiritualidad y fortalecimiento socio-organizativo.

Entre los retos actuales está el de conservar y fomentar la calidad de los productos basado en una amplia participación, organización y generación de fuentes de empleo para hombres y mujeres. Con lo cual se aspira al crecimiento de las comunidades y a la búsqueda constante del arte de producir a partir de los regalos naturales de los entornos en que se vive. 5

Rumbo al mercado nacional e internacional con calidad

camino hacia el desarrollo y la conservación ambiental coturismoE

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El Principito es uno de los libros que nos hace despertar la inocencia de la niñez y también reflexionar, en la adultez, sobre temas tan importantes como la naturaleza. Su autor, Antoine de Saint-Exupéry, cautiva a quien lee contándole cómo en el planeta donde habitaba el Principito habían semillas buenas y malas; estas últimas daban árboles como los baobabs. Y, como su planeta era tan pequeño, tenía que ocuparse diariamente de arrancarle pues: "Es una cuestión de disciplina (…) Cuando por la mañana uno termina de arreglarse, hay que hacer cuidadosamente la limpieza del planeta”.

Pero, ¿cuántas veces nos ocupamos de conservar limpio a nuestro pequeño planeta, es decir, nuestras comunidades? ¿Pensamos frecuentemente en cómo eliminar simbólicamente a los baobabs que son, en definitiva, aquello que destruye el entorno?

Es por ello que cada día la Fundación MCCH insiste en infundir en los seres humanos ese amor por la naturaleza y desarrolla su trabajo enfocado al turismo, basado en la sostenibilidad ambiental en Ecuador, un destino turístico inigualable; pero con una urgencia de ser preservado. Sus regiones: Sierra, Costa, Amazonía y Galápagos; cada día ofrecen un paisaje espectacular que cautiva al visitante. Dentro de las políticas institucionales de MCCH, una de las líneas de trabajo está sustentada en emprender una relación armoniosa entre los seres humanos, la sociedad y la naturaleza. Por lo que el enfoque ambiental se basa en una estrategia organizativa, metodológica y evaluativa en las zonas donde MCCH labora. Estos son preceptos que rigen el trabajo en la Laguna del Quilotoa, situada en la provincia de Cotopaxi y, en Manabí, en el proyecto de ecoturismo en la comunidad “La Laguna”, Poza Honda.

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Se puede señalar que la mermelada, junto a hongos y frutas confitadas, son productos estables para el mercado interno e internacional. Mientras que la panela se le considera como la producción principal y, una de las organizaciones que mantiene un trabajo sostenido, es la Corporación de Producción de Panela “El Paraíso” (COPROPAP).

La perspectiva en el trabajo futuro está enfocada hacia planes de desarrollo en producciones como barras energéticas, conservas y jugos. En el caso de este último, se cuenta actualmente con la planta piloto, donde se desarrollan nuevos productos y se capacitan a socios y socias de las empresas agroindustriales que forman parte de la Red de productos Maquita MCCH. Como testimonio de este trabajo, últimamente se ha capacitado a mujeres de la localidad de Poza Honda. Una de ellas es Elizabeth Cedeño, de la Comunidad Mercedes I; quien comentó que los principales objetivos de su organización, está el de otorgarle el valor agregado a los productos de la zona.

Entre sus anécdotas y experiencias, contaba que antes molían café pero no tenían muchas utilidades y, cuando empezaron a elaborar la sal prieta, las desfavorables condiciones ambientales perjudicaron el cultivo del maní, ingrediente principal. Actualmente se encuentran animadas con un proyecto que consiste en una agroindustria para procesar jugos naturales, primordialmente de cítricos porque es abundante la producción en Poza Honda.

Manifestó que a través del curso de capacitación, conocieron sobre todo el proceso de la fruta las cerca de 20 mujeres involucradas con este proyecto; quienes tuvieron actividades de aprendizaje rotativas, para que todas estuvieran preparadas con el mismo nivel.

El desarrollo de la agroindustria tiene a Italia entre los mercados principales y con una tendencia hacia lo estable, quien absorbe más del setenta porciento de las ventas. Asimismo los productos se destinan hacia España y Alemania, según lo manifestó Christian Mera, Gerente de Mercadeo de la Fundación MCCH. Señaló que en estos últimos dos años se aprecia una propensión a un mercado español en crecimiento.

Hoy día se abren posibilidades hacia otros grupos de trabajo que producen la panela. Mientras que, en el caso de los jugos industriales, existe un equipamiento e infraestructura, donde se está desarrollando los prototipos.

Por su parte, Augusto Estrella, Gerente de Operaciones y Logística en MCCH, señala que, dentro del tema de agroindustria se debe trabajar exigentemente pues se ha pasado a una producción orgánica y de gestión de calidad con certificación ISO 9000 2001. Esta línea de productos, juntas a las demás con las que trabaja MCCH, se basan en el código de ética y principios de comercio justo que la Red Mundial de Comercio Justo (IFAT) impulsa a nivel mundial.

Asimismo se desarrolla un acompañamiento productivo no solo desde la parte técnica-comercial, sino desde otros ejes de trabajo como el de desarrollo personal, principios, espiritualidad y fortalecimiento socio-organizativo.

Entre los retos actuales está el de conservar y fomentar la calidad de los productos basado en una amplia participación, organización y generación de fuentes de empleo para hombres y mujeres. Con lo cual se aspira al crecimiento de las comunidades y a la búsqueda constante del arte de producir a partir de los regalos naturales de los entornos en que se vive. 5

Rumbo al mercado nacional e internacional con calidad

camino hacia el desarrollo y la conservación ambiental coturismoE

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El Principito es uno de los libros que nos hace despertar la inocencia de la niñez y también reflexionar, en la adultez, sobre temas tan importantes como la naturaleza. Su autor, Antoine de Saint-Exupéry, cautiva a quien lee contándole cómo en el planeta donde habitaba el Principito habían semillas buenas y malas; estas últimas daban árboles como los baobabs. Y, como su planeta era tan pequeño, tenía que ocuparse diariamente de arrancarle pues: "Es una cuestión de disciplina (…) Cuando por la mañana uno termina de arreglarse, hay que hacer cuidadosamente la limpieza del planeta”.

Pero, ¿cuántas veces nos ocupamos de conservar limpio a nuestro pequeño planeta, es decir, nuestras comunidades? ¿Pensamos frecuentemente en cómo eliminar simbólicamente a los baobabs que son, en definitiva, aquello que destruye el entorno?

Es por ello que cada día la Fundación MCCH insiste en infundir en los seres humanos ese amor por la naturaleza y desarrolla su trabajo enfocado al turismo, basado en la sostenibilidad ambiental en Ecuador, un destino turístico inigualable; pero con una urgencia de ser preservado. Sus regiones: Sierra, Costa, Amazonía y Galápagos; cada día ofrecen un paisaje espectacular que cautiva al visitante. Dentro de las políticas institucionales de MCCH, una de las líneas de trabajo está sustentada en emprender una relación armoniosa entre los seres humanos, la sociedad y la naturaleza. Por lo que el enfoque ambiental se basa en una estrategia organizativa, metodológica y evaluativa en las zonas donde MCCH labora. Estos son preceptos que rigen el trabajo en la Laguna del Quilotoa, situada en la provincia de Cotopaxi y, en Manabí, en el proyecto de ecoturismo en la comunidad “La Laguna”, Poza Honda.

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Cuenta la leyenda popular que, en la superficie de la laguna habitaba un Dios violento, enérgico y temerario nombrado Quilotoa. Se le consideraba como el rey de los volcanes. Varias veces se enfrentaba con el Dios Toachi, quien residía bajo el área de la laguna y le molestaba porque irradiaba el cielo en el estanque. Mientras tanto, las creencias populares se manifestaron ante destructivas erupciones y aún, con el paso de los años, el cielo se refleja en sus aguas cristalinas.

Como parte de la Reserva Ecológica Los Ilinizas, el volcán Quilotoa ofrece, además de interesantes leyendas, una espectacular vista a quienes le visitan. Su cráter es una laguna y se encuentra situado al noroeste de Latacunga, capital provincial de Cotopaxi.

En este sitio se trabaja con la comunidad “Lago verde de Quilotoa” y se está edificando una empresa turística rural con la creación de un restaurante y un centro de alojamiento. Para Christian Mera, Gerente de la Operadora de Turismo MAQUITA, la idea es que también se ofrezcan servicios turísticos partiendo de las tradiciones de los pueblos originarios y que se desarrollen deportes extremos. Mediante este proyecto, con los habitantes de la zona, se pretende desarrollar el turismo responsable trabajando en torno a la producción de las culturas, generación de beneficios económicos para las comunidades y en la conservación ambiental de la reserva.

Una experiencia de trabajo junto al secreto del Quilotoa

“La Laguna” y su patrimonio Un compromiso con la naturalezaCarmen Loor y José Sánchez, entre otros, también participaron de las capacitaciones. Nos mostraron con gran alegría y agradecimiento por qué en su comunidad, que se encuentra en una zona lejana a carreteras principales, existe un proyecto que genere fuentes de ingreso a las familias, sobre todo a personas de diferentes generaciones.

Pertenecen al Comité de Desarrollo Comunitario “La Laguna” y, a través de los ingresos, quisieran cumplir poco a poco los sueños de ayudar en la educación, la salud y en oportunidades de empleo, sobre todo a las mujeres. Asimismo, aspiran en el futuro a ampliar el número de cabañas, hacer una piscina y un parque recreativo.

Luego, Abilio Rezabala contaba que, durante su aprendizaje como guía de camino, exploró las zonas donde se encuentran los senderos –algunos hasta de seis horas- que serán muy atractivos para el turismo que arribe a la comunidad. Manifestó que uno de los sitios es conocido como las Siete Iglesias y, en él, la vegetación natural se acompaña con la presencia de animales propios del hábitat como el tigrillo, los monos, el mico, perdiz, entre otros.

Con sus experiencias y el reto de mantener esta nueva oportunidad para el desarrollo de “La Laguna”, cada uno de ellos se hizo eco del compromiso de la comunidad para preservar esta instalación. Con lo cual, se fortalece su autonomía mediante el establecimiento de mecanismos como el manejo de conservación de la naturaleza que les rodea desde la actividad turística.

Situada en la zona de Poza Honda, la comunidad “La Laguna” tiene nuevas formas de apreciar su entorno. Sus tierras, además de proveerles de alimentos, ofrecen unos extensos senderos que ahora son fuentes de riqueza en el desarrollo de un proyecto basado en el mantenimiento del ecosistema y en la generación de fuentes de ingreso mediante la actividad ecoturística.

Al llegar, nos encontramos con habitantes de la zona que se habían capacitado para llevar a cabo el desarrollo de la instalación, donde muchas de las actividades se efectuaron mediante mingas comunitarias y se evidenció la participación simultánea de hombres y mujeres de la localidad.

Una de las socias activas en este proceso es Carmen Rezabala, quien labora en el área de cocina. Mientras conversábamos con ella, nos detallaba los conocimientos en torno a las medidas de higiene, aseo y limpieza en cocción y presentación de los alimentos.

En cada una de las dos organizaciones, el trabajo de la Fundación MCCH está dotado de un marco legal enfocado al desarrollo sostenible y con el apoyo de un amplio proceso organizativo destinado a mostrar la calidad de los servicios ecoturísticos.

Por lo que debemos dejar crecer internamente a ese Principito que todas las mañanas se levanta a arrancar las malas hierbas de su pequeño planeta. Es por ello, que una de las reflexiones más interesantes en este libro, nos invita a mostrar lo que tenemos, a cuidarle y también a pensar que un día, cuando estén futuras generaciones, la acumulación de malas prácticas podrá generar peligrosas consecuencias. Y así, pienso en el pequeño príncipe y sus legados: “Si un baobab no se arranca a tiempo, no hay manera de desembarazarse de él más tarde; cubre todo el planeta y lo perfora con sus raíces. Y si el planeta es demasiado pequeño y los baobabs son numerosos, lo hacen estallar”. Y este es el compromiso y el ánimo que muestran socios y socias de las organizaciones del Quilotoa y “La Laguna” de Poza Honda como herederos de estos patrimonios naturales ecuatorianos que necesitan ser preservados para sus futuras generaciones.

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Con el acompañamiento de la Fundación MCCH, hombres y mujeres de la región, se han capacitado en las recientes instalaciones turísticas que cuenta con cabañas totalmente amobladas y confortables, donde se puede disfrutar del paisaje natural del entorno de “La Laguna”. Su arquitectura requirió de una cuidadosa planificación, de la consideración de los impactos del turismo y una localización adecuada que no afectara al ambiente.

Al encontrarse en un área natural, no solo reconoce los valores de las culturas indígenas y étnicas; sino que fomenta un modelo participativo y de liderazgo al interior de las comunidades a través de las capacitaciones, en torno a la operatividad, el manejo y desempeño de actividades ecoturísticas. Con ello, se eleva también el nivel de compromiso de sus habitantes con el ambiente.

cobertura Ecoturismo

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Cuenta la leyenda popular que, en la superficie de la laguna habitaba un Dios violento, enérgico y temerario nombrado Quilotoa. Se le consideraba como el rey de los volcanes. Varias veces se enfrentaba con el Dios Toachi, quien residía bajo el área de la laguna y le molestaba porque irradiaba el cielo en el estanque. Mientras tanto, las creencias populares se manifestaron ante destructivas erupciones y aún, con el paso de los años, el cielo se refleja en sus aguas cristalinas.

Como parte de la Reserva Ecológica Los Ilinizas, el volcán Quilotoa ofrece, además de interesantes leyendas, una espectacular vista a quienes le visitan. Su cráter es una laguna y se encuentra situado al noroeste de Latacunga, capital provincial de Cotopaxi.

En este sitio se trabaja con la comunidad “Lago verde de Quilotoa” y se está edificando una empresa turística rural con la creación de un restaurante y un centro de alojamiento. Para Christian Mera, Gerente de la Operadora de Turismo MAQUITA, la idea es que también se ofrezcan servicios turísticos partiendo de las tradiciones de los pueblos originarios y que se desarrollen deportes extremos. Mediante este proyecto, con los habitantes de la zona, se pretende desarrollar el turismo responsable trabajando en torno a la producción de las culturas, generación de beneficios económicos para las comunidades y en la conservación ambiental de la reserva.

Una experiencia de trabajo junto al secreto del Quilotoa

“La Laguna” y su patrimonio Un compromiso con la naturalezaCarmen Loor y José Sánchez, entre otros, también participaron de las capacitaciones. Nos mostraron con gran alegría y agradecimiento por qué en su comunidad, que se encuentra en una zona lejana a carreteras principales, existe un proyecto que genere fuentes de ingreso a las familias, sobre todo a personas de diferentes generaciones.

Pertenecen al Comité de Desarrollo Comunitario “La Laguna” y, a través de los ingresos, quisieran cumplir poco a poco los sueños de ayudar en la educación, la salud y en oportunidades de empleo, sobre todo a las mujeres. Asimismo, aspiran en el futuro a ampliar el número de cabañas, hacer una piscina y un parque recreativo.

Luego, Abilio Rezabala contaba que, durante su aprendizaje como guía de camino, exploró las zonas donde se encuentran los senderos –algunos hasta de seis horas- que serán muy atractivos para el turismo que arribe a la comunidad. Manifestó que uno de los sitios es conocido como las Siete Iglesias y, en él, la vegetación natural se acompaña con la presencia de animales propios del hábitat como el tigrillo, los monos, el mico, perdiz, entre otros.

Con sus experiencias y el reto de mantener esta nueva oportunidad para el desarrollo de “La Laguna”, cada uno de ellos se hizo eco del compromiso de la comunidad para preservar esta instalación. Con lo cual, se fortalece su autonomía mediante el establecimiento de mecanismos como el manejo de conservación de la naturaleza que les rodea desde la actividad turística.

Situada en la zona de Poza Honda, la comunidad “La Laguna” tiene nuevas formas de apreciar su entorno. Sus tierras, además de proveerles de alimentos, ofrecen unos extensos senderos que ahora son fuentes de riqueza en el desarrollo de un proyecto basado en el mantenimiento del ecosistema y en la generación de fuentes de ingreso mediante la actividad ecoturística.

Al llegar, nos encontramos con habitantes de la zona que se habían capacitado para llevar a cabo el desarrollo de la instalación, donde muchas de las actividades se efectuaron mediante mingas comunitarias y se evidenció la participación simultánea de hombres y mujeres de la localidad.

Una de las socias activas en este proceso es Carmen Rezabala, quien labora en el área de cocina. Mientras conversábamos con ella, nos detallaba los conocimientos en torno a las medidas de higiene, aseo y limpieza en cocción y presentación de los alimentos.

En cada una de las dos organizaciones, el trabajo de la Fundación MCCH está dotado de un marco legal enfocado al desarrollo sostenible y con el apoyo de un amplio proceso organizativo destinado a mostrar la calidad de los servicios ecoturísticos.

Por lo que debemos dejar crecer internamente a ese Principito que todas las mañanas se levanta a arrancar las malas hierbas de su pequeño planeta. Es por ello, que una de las reflexiones más interesantes en este libro, nos invita a mostrar lo que tenemos, a cuidarle y también a pensar que un día, cuando estén futuras generaciones, la acumulación de malas prácticas podrá generar peligrosas consecuencias. Y así, pienso en el pequeño príncipe y sus legados: “Si un baobab no se arranca a tiempo, no hay manera de desembarazarse de él más tarde; cubre todo el planeta y lo perfora con sus raíces. Y si el planeta es demasiado pequeño y los baobabs son numerosos, lo hacen estallar”. Y este es el compromiso y el ánimo que muestran socios y socias de las organizaciones del Quilotoa y “La Laguna” de Poza Honda como herederos de estos patrimonios naturales ecuatorianos que necesitan ser preservados para sus futuras generaciones.

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Con el acompañamiento de la Fundación MCCH, hombres y mujeres de la región, se han capacitado en las recientes instalaciones turísticas que cuenta con cabañas totalmente amobladas y confortables, donde se puede disfrutar del paisaje natural del entorno de “La Laguna”. Su arquitectura requirió de una cuidadosa planificación, de la consideración de los impactos del turismo y una localización adecuada que no afectara al ambiente.

Al encontrarse en un área natural, no solo reconoce los valores de las culturas indígenas y étnicas; sino que fomenta un modelo participativo y de liderazgo al interior de las comunidades a través de las capacitaciones, en torno a la operatividad, el manejo y desempeño de actividades ecoturísticas. Con ello, se eleva también el nivel de compromiso de sus habitantes con el ambiente.

cobertura Ecoturismo

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cobertura Artesanías

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Mostrando la diversidadA nivel nacional, existen diferentes organizaciones que mantienen relaciones comerciales con MCCH; asimismo se desarrollan en ellas los demás ejes de trabajo mediante el acompañamiento productivo-comercial. Por ejemplo, la organización agroartesanal “Despertar Amazónico”, en la comunidad de San Jorge en la provincia de Pastaza, consolida el trabajo al realizar representaciones tanto de la fauna como de la flora de su bello entorno natural. Además continúa el trabajo de la asociación artesanal Sacha Huarmi en cerámica y balsa, propios de su cultura. Y, en la provincia de Manabí, la Asociación de Artesanos “La Pila” desarrolla también los diseños precolombinos, otorgándoles una función utilitaria.

En la relación comercial con Masapán Calderón en Pichincha, para Diego Solís, Coordinador Provincial, se fomentan actividades en temas de contabilidad, basadas en la legalidad financiera del Ecuador y así se elaboran en conjunto los planes de negocio para

La labor de las asociaciones artesanales y talleres familiares que la Fundación MCCH promueve, es un ejemplo de arte verdadero y no solo son parte de la constancia de las labores ancestrales - donde tanto lo estético como la utilidad son relevantes -, sino también de un proceso renovado donde hombres y mujeres que realizan esta labor, están abiertos a reformas y asesoramientos para mejorar la calidad de su producto.

Actualmente, existen muchas variedades de productos y el impacto que tiene en el mercado, sobre todo el internacional, es muy relevante. Según Christian Mera,Gerente de Mercadeo, las ventas están más dirigidas hacia accesorios personales hechos con tagua; el trabajo en cerámica se enfoca hacia el utilitarismo; mientras que en la categoría de semillas o fibras naturales es para la comercialización de productos elaborados, principalmente, con lufa.

Este último producto es típico de la selva amazónica y, entre sus propiedades, están las medicinales que ayudan a mantener sanamente a la piel y mejorar la circulación sanguínea.

Esculpir, tallar, pintar… son actividades que perduran en el tiempo. Además de poseer una calidad impresionante, son valoradas por el trabajo manual donde cada obra se diferencia de la otra y se está muy lejos de ofrecer un producto final similar a los que se realizan en serie o en industrias.

“Todos los artistas tienen en común la experiencia de la distancia insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea, y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del momento creativo: lo que logran expresar en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu”.

Para potenciar la calidad

Al igual que en las demás líneas de producción, para Augusto Estrella, Gerente de Operaciones y Logística, los pedidos nacen bajo los requerimientos del cliente y se da seguimiento durante la producción para garantizar que cumplan los estándares de calidad.

También existe un servicio posventa donde se mide la satisfacción del consumidor; al mismo tiempo en que se trabaja bajo los principios de comercio justo, transparencia y responsabilidad. Esta línea desarrolla la creatividad y las capacidades de las personas, contribuyendo a la reafirmación de la cultura y autoestima de artesanos y artesanas.

En estos momentos se requiere potenciar las organizaciones que trabajan con madera, así como la confección de nuevos patrones en textiles. Continuando el desarrollo de un trabajo con el requerimiento de una asistencia técnica relevante que se conecta con una excelente calidad.

Así, se sigue trabajando con artesanos y artesanas, para que cada día valoren más ese ímpetu de hacer arte con sus manos, que viene de la savia de sus tradiciones y costumbres. Pues, como dijera el Papa Juan Pablo II en 1999:

proyectar una producción-comercial cada vez más exitosa. Mientras tanto, en Tungurahua, la Asociación de Interprofesionales Artesanos Indígenas Salasacas (AINAIS) al retomar las relaciones comerciales con la Fundación, elaboran textiles con signos propios de sus culturas de épocas pasadas, como indica su socia Francisca Masaquiza.

La labor de estas agrupaciones también se enfoca hacia una nueva corriente en el ámbito de la artesanía, tal y como lo afirma la diseñadora Ruth Bolaños. Para ella es importante el desarrollo de talleres como los que emplean un método llamado el motivo gestor, que forma parte de una investigación de mercado; para prepararles y ofrecer un producto apto con calidad para ser tomado en cuenta por diversos clientes. Así se brindan con un estilo contemporáneo, dándole además una función y gráfica propia de su cultura.

el esplendor en los ojos del espíritu de artesanos y artesanas

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cobertura Artesanías

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rtesaníaA

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Mostrando la diversidadA nivel nacional, existen diferentes organizaciones que mantienen relaciones comerciales con MCCH; asimismo se desarrollan en ellas los demás ejes de trabajo mediante el acompañamiento productivo-comercial. Por ejemplo, la organización agroartesanal “Despertar Amazónico”, en la comunidad de San Jorge en la provincia de Pastaza, consolida el trabajo al realizar representaciones tanto de la fauna como de la flora de su bello entorno natural. Además continúa el trabajo de la asociación artesanal Sacha Huarmi en cerámica y balsa, propios de su cultura. Y, en la provincia de Manabí, la Asociación de Artesanos “La Pila” desarrolla también los diseños precolombinos, otorgándoles una función utilitaria.

En la relación comercial con Masapán Calderón en Pichincha, para Diego Solís, Coordinador Provincial, se fomentan actividades en temas de contabilidad, basadas en la legalidad financiera del Ecuador y así se elaboran en conjunto los planes de negocio para

La labor de las asociaciones artesanales y talleres familiares que la Fundación MCCH promueve, es un ejemplo de arte verdadero y no solo son parte de la constancia de las labores ancestrales - donde tanto lo estético como la utilidad son relevantes -, sino también de un proceso renovado donde hombres y mujeres que realizan esta labor, están abiertos a reformas y asesoramientos para mejorar la calidad de su producto.

Actualmente, existen muchas variedades de productos y el impacto que tiene en el mercado, sobre todo el internacional, es muy relevante. Según Christian Mera,Gerente de Mercadeo, las ventas están más dirigidas hacia accesorios personales hechos con tagua; el trabajo en cerámica se enfoca hacia el utilitarismo; mientras que en la categoría de semillas o fibras naturales es para la comercialización de productos elaborados, principalmente, con lufa.

Este último producto es típico de la selva amazónica y, entre sus propiedades, están las medicinales que ayudan a mantener sanamente a la piel y mejorar la circulación sanguínea.

Esculpir, tallar, pintar… son actividades que perduran en el tiempo. Además de poseer una calidad impresionante, son valoradas por el trabajo manual donde cada obra se diferencia de la otra y se está muy lejos de ofrecer un producto final similar a los que se realizan en serie o en industrias.

“Todos los artistas tienen en común la experiencia de la distancia insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea, y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del momento creativo: lo que logran expresar en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu”.

Para potenciar la calidad

Al igual que en las demás líneas de producción, para Augusto Estrella, Gerente de Operaciones y Logística, los pedidos nacen bajo los requerimientos del cliente y se da seguimiento durante la producción para garantizar que cumplan los estándares de calidad.

También existe un servicio posventa donde se mide la satisfacción del consumidor; al mismo tiempo en que se trabaja bajo los principios de comercio justo, transparencia y responsabilidad. Esta línea desarrolla la creatividad y las capacidades de las personas, contribuyendo a la reafirmación de la cultura y autoestima de artesanos y artesanas.

En estos momentos se requiere potenciar las organizaciones que trabajan con madera, así como la confección de nuevos patrones en textiles. Continuando el desarrollo de un trabajo con el requerimiento de una asistencia técnica relevante que se conecta con una excelente calidad.

Así, se sigue trabajando con artesanos y artesanas, para que cada día valoren más ese ímpetu de hacer arte con sus manos, que viene de la savia de sus tradiciones y costumbres. Pues, como dijera el Papa Juan Pablo II en 1999:

proyectar una producción-comercial cada vez más exitosa. Mientras tanto, en Tungurahua, la Asociación de Interprofesionales Artesanos Indígenas Salasacas (AINAIS) al retomar las relaciones comerciales con la Fundación, elaboran textiles con signos propios de sus culturas de épocas pasadas, como indica su socia Francisca Masaquiza.

La labor de estas agrupaciones también se enfoca hacia una nueva corriente en el ámbito de la artesanía, tal y como lo afirma la diseñadora Ruth Bolaños. Para ella es importante el desarrollo de talleres como los que emplean un método llamado el motivo gestor, que forma parte de una investigación de mercado; para prepararles y ofrecer un producto apto con calidad para ser tomado en cuenta por diversos clientes. Así se brindan con un estilo contemporáneo, dándole además una función y gráfica propia de su cultura.

el esplendor en los ojos del espíritu de artesanos y artesanas

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cobertura MCCH

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rganización, participación y calidad

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trabajando unidos por la justicia y la hermandad

Hoy nos preguntamos: ¿una nueva humanidad es posible? Sí y debemos responder con decisión. Es lo que queremos asumir con responsabilidad y como un gran desafío al que nos invita Cristo Jesús, el buen samaritano. Con Él, liderando la humanidad, estamos fortaleciendo la organización, la participación y la calidad en todo. Es la exaltante manera de vivir y trabajar en unidad, en justicia y en hermandad.

O

Recuerdan la parábola del buen samaritano, compañeros y compañeras? Estoy seguro que sí, que en alguna Iglesia o en la comunidad algún animador o animadora se la contó. Nos habla de Jesús que pasaba por allá estropeado y sangrando en el hermano excluido y explotado, sin que nadie le hiciera caso. ¿Y no eras tú, o acaso no era yo también aquel indiferente, soberbio, creído y muy ocupado? Pero hubo alguien que decidió tener compasión. Un buen samaritano, con corazón abierto, que lo subió en su cabalgadura, que no le interesó si tenía que perder de su tiempo y de su plata. Así empezó la solidaridad, se hizo presente y actuante en la fraternidad y el cariño.

Organizados y organizadas, se fortalece nuestra participación. No, no queremos que cada uno piense y actúe para sí mismo, no es justo, no es humano y mucho menos cristiano. Necesitamos pensar juntos, organizarnos más y más con alta calidad y cálidas relaciones. Debemos seguir diciendo con firmeza NO al neoliberalismo que más y más quiere invadir y penetrar nuestras vidas, nuestros corazones, nuestra manera de pensar y de actuar.

Son 23 años que trabajamos en MCCH del darnos las manos unitaria y fraternalmente, para producir como hermanos y hermanas, para capacitarnos en la Escuela de Socioeconomía Solidaria, para comercializar como hermanos, para hacer vivencial y profunda nuestra espiritualidad de hermanas y hermanos. Son estos los pilares que hacen nueva, alegre y solidaria nuestra vida.

Estamos conscientes que no es fácil. El entorno es cada vez más hostil, pero nuestra convicción y Jesús, hermano y compañero de nuestro andar de cada día, nos impulsará, para hacer más posibles y reales nuestros anhelos de organización, de participación y de calidad, acompañada siempre por una gran calidez.

Buen trabajo, compañeros y compañeras.Con el cariño de siempre.

Hay un viejo refrán, muy capitalista, que suena así: quien piensa para sí, piensa para tres. Este refrán se ha transformado en dura y salvaje realidad para muchos países del occidente, de Norteamérica de manera especial, pero también se está haciendo realidad en el sistema neoliberal de pensar y de actuar, mío personal, tuyo y nuestro también. Fijémonos en los nuevos megacentros comerciales, ubicados en nuestras propias ciudades, con la finalidad de incrementar el gran consumismo fríamente programado, para sus voraces intereses acumuladores.

No podemos cerrar los ojos frente a la gran avalancha del individualismo a nivel planetario que se nos quiere muy fácil y sutilmente imponer. ¡Qué les importa a ellos del pobre caído, golpeado a la orilla del camino! Que se la arregle, cosa suya, y si se muere, ni me importa, ni me interesa. Quien piensa para sí mismo, piensa para tres… No te preocupes, no te preocupes, camina, vive tu vida, allá el prójimo, allá lo comunitario. ¿No es cierto?

Padre Graziano MasónPresidente de MCCH

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rganización, participación y calidad

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trabajando unidos por la justicia y la hermandad

Hoy nos preguntamos: ¿una nueva humanidad es posible? Sí y debemos responder con decisión. Es lo que queremos asumir con responsabilidad y como un gran desafío al que nos invita Cristo Jesús, el buen samaritano. Con Él, liderando la humanidad, estamos fortaleciendo la organización, la participación y la calidad en todo. Es la exaltante manera de vivir y trabajar en unidad, en justicia y en hermandad.

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Recuerdan la parábola del buen samaritano, compañeros y compañeras? Estoy seguro que sí, que en alguna Iglesia o en la comunidad algún animador o animadora se la contó. Nos habla de Jesús que pasaba por allá estropeado y sangrando en el hermano excluido y explotado, sin que nadie le hiciera caso. ¿Y no eras tú, o acaso no era yo también aquel indiferente, soberbio, creído y muy ocupado? Pero hubo alguien que decidió tener compasión. Un buen samaritano, con corazón abierto, que lo subió en su cabalgadura, que no le interesó si tenía que perder de su tiempo y de su plata. Así empezó la solidaridad, se hizo presente y actuante en la fraternidad y el cariño.

Organizados y organizadas, se fortalece nuestra participación. No, no queremos que cada uno piense y actúe para sí mismo, no es justo, no es humano y mucho menos cristiano. Necesitamos pensar juntos, organizarnos más y más con alta calidad y cálidas relaciones. Debemos seguir diciendo con firmeza NO al neoliberalismo que más y más quiere invadir y penetrar nuestras vidas, nuestros corazones, nuestra manera de pensar y de actuar.

Son 23 años que trabajamos en MCCH del darnos las manos unitaria y fraternalmente, para producir como hermanos y hermanas, para capacitarnos en la Escuela de Socioeconomía Solidaria, para comercializar como hermanos, para hacer vivencial y profunda nuestra espiritualidad de hermanas y hermanos. Son estos los pilares que hacen nueva, alegre y solidaria nuestra vida.

Estamos conscientes que no es fácil. El entorno es cada vez más hostil, pero nuestra convicción y Jesús, hermano y compañero de nuestro andar de cada día, nos impulsará, para hacer más posibles y reales nuestros anhelos de organización, de participación y de calidad, acompañada siempre por una gran calidez.

Buen trabajo, compañeros y compañeras.Con el cariño de siempre.

Hay un viejo refrán, muy capitalista, que suena así: quien piensa para sí, piensa para tres. Este refrán se ha transformado en dura y salvaje realidad para muchos países del occidente, de Norteamérica de manera especial, pero también se está haciendo realidad en el sistema neoliberal de pensar y de actuar, mío personal, tuyo y nuestro también. Fijémonos en los nuevos megacentros comerciales, ubicados en nuestras propias ciudades, con la finalidad de incrementar el gran consumismo fríamente programado, para sus voraces intereses acumuladores.

No podemos cerrar los ojos frente a la gran avalancha del individualismo a nivel planetario que se nos quiere muy fácil y sutilmente imponer. ¡Qué les importa a ellos del pobre caído, golpeado a la orilla del camino! Que se la arregle, cosa suya, y si se muere, ni me importa, ni me interesa. Quien piensa para sí mismo, piensa para tres… No te preocupes, no te preocupes, camina, vive tu vida, allá el prójimo, allá lo comunitario. ¿No es cierto?

Padre Graziano MasónPresidente de MCCH

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En la década de los ochenta, en un discurso ante la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), el Papa Juan Pablo II expresó: "La economía de la solidaridad es la gran esperanza para América Latina". Este es uno de los legados por el que se ha regido el trabajo de la Fundación MCCH. Temas como el comercio solidario en las comunidades ecuatorianas, ha estado vigente en el accionar del cultivo y comercialización del cacao. Sobre todo en un contexto donde el capitalismo parece haberse establecido como el modo eficaz único de formación económica, a pesar de los altos precios tanto sociales como ambientales que las comunidades deben pagar.

Tomás Augusto Basurto es uno de los estudiantes de la Escuela MCCH de Socioeconomía Solidaria en Manabí. Fue una agradable sorpresa visitar su finca y apreciar cómo las enseñanzas de capacitación no se han quedado en los cuadernos de estudio. Uno de los lugares más relevantes es su “planta reliquia de cacao”, como manifestó mientras nos enseñaba la vitalidad de este cultivo; pues en ella se resumen sus trabajos prácticos de la Escuela, así como en la presencia de barreras vivas, las cuales poseen ventajas como impedir el paso de elementos inorgánicos, la mejora de la infiltración de agua en el terreno y la constitución de una fuente alternativa de protección. Su finca posee la certificación orgánica y produce cacao nacional, que es alternado también con cultivos asociados como la naranja, árboles maderables y plátano. Las hojas de esta última plantación mencionada, cubren el suelo. Esto ayuda, según comentó Nelly Velásquez, una de las lideresas formadas en la Escuela, a protegerle de los rayos solares y a mantenerle con una buena humedad. En este sentido, Elio Cantos, como técnico local agrícola, alude que el trabajo en las fincas en Calceta, donde él se desempeña, es sistemático y se les asesora a socios y socias en el mantenimiento de sus cultivos; especialmente en el desarrollo de actividades en torno a la presencia de semilleros, el proceso de injerto e impulso para la rehabilitación de las plantaciones cacaoteras.

Desde la calidad de los cultivos

acao ecuatorianofino de aroma,

para paladares nacionales e internacionalesC

En el caso general de Manabí, William Chilán, Coordinador del eje productivo, señala que se trabaja actualmente en cuatro zonas: Calceta, Junín, Santa Ana y San Plácido. Esta última todavía tiene como desafío que sus productores y productoras se consoliden en la aplicación de técnicas agrícolas. Y, en cuanto al proceso en las fincas, se está sistematizando la metodología de transferencia de campesino a campesino; en este sentido cada promotor y promotora trabaja con los socios y socias de su organización. Esta experiencia de la familia agrícola de Tomás está irradiada por los resultados de la integralidad de la finca experimental “Buena Fe”, situada en la provincia de Los Ríos: centro de capacitación teórica-práctica donde promotores y promotoras agrícolas se reúnen periódicamente con los ingenieros para desarrollar experimentos que mejoren la capacidad productiva. En la finca de Buena Fe se realiza la experimentación orgánica, de validación y adaptación de tecnología, se fomentan nuevas variedades traídas de las mejores plantaciones de las diferentes provincias. Es un centro donde se desarrolla un proceso de investigación científica y en estos momentos se está probando en campo, varios policlones de ascendencia nacional para luego transferir a las fincas de las organizaciones.

Se pretende, también, validar tecnología en el uso de cultivos asociados, como los hortícolas, libres de químicos y con prácticas sencillas de producción; desarrollar fertilizantes orgánicos y, en una segunda fase, fomentar la línea pecuaria, donde se articule de forma armónica la generación de recursos y productos para que sirva de ejemplo de réplica a las fincas de socias y socios, de manera que pueden alcanzar seguridad y soberanía alimentaria de las familias. Este trabajo se centra además a nivel regional en la Costa, en las provincias de Esmeraldas, El Oro, Guayas y Los Ríos, donde existe un proceso de control de calidad de participación organizativa muy relevante; el cual está mirando, según manifiesta Alfredo Villavicencio, Coordinador agrícola de la región Costa, que las familias agricultoras sigan los pasos de cosechar el cacao cuando esté perfectamente maduro, no pintón, ni sobre fermentado. Por lo que se desarrolla al máximo la calidad que tiene el cacao durante la etapa de poscosecha, cuidando que no se lastime al árbol para que este pueda seguir productivo durante muchos años. Luego, en el proceso de fermentación se indica la forma y el método más adecuado para poder lograr un buen sabor y la calidad del cacao.

Ante esta difícil realidad, MCCH ha propuesto por más de veinte años una forma alternativa de economía apoyada en la participación, organización y calidad; así como con una emprendedora reactivación de procesos solidarios y de cooperación que han generado grandes resultados en la vida de hombres y mujeres.

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En la década de los ochenta, en un discurso ante la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), el Papa Juan Pablo II expresó: "La economía de la solidaridad es la gran esperanza para América Latina". Este es uno de los legados por el que se ha regido el trabajo de la Fundación MCCH. Temas como el comercio solidario en las comunidades ecuatorianas, ha estado vigente en el accionar del cultivo y comercialización del cacao. Sobre todo en un contexto donde el capitalismo parece haberse establecido como el modo eficaz único de formación económica, a pesar de los altos precios tanto sociales como ambientales que las comunidades deben pagar.

Tomás Augusto Basurto es uno de los estudiantes de la Escuela MCCH de Socioeconomía Solidaria en Manabí. Fue una agradable sorpresa visitar su finca y apreciar cómo las enseñanzas de capacitación no se han quedado en los cuadernos de estudio. Uno de los lugares más relevantes es su “planta reliquia de cacao”, como manifestó mientras nos enseñaba la vitalidad de este cultivo; pues en ella se resumen sus trabajos prácticos de la Escuela, así como en la presencia de barreras vivas, las cuales poseen ventajas como impedir el paso de elementos inorgánicos, la mejora de la infiltración de agua en el terreno y la constitución de una fuente alternativa de protección. Su finca posee la certificación orgánica y produce cacao nacional, que es alternado también con cultivos asociados como la naranja, árboles maderables y plátano. Las hojas de esta última plantación mencionada, cubren el suelo. Esto ayuda, según comentó Nelly Velásquez, una de las lideresas formadas en la Escuela, a protegerle de los rayos solares y a mantenerle con una buena humedad. En este sentido, Elio Cantos, como técnico local agrícola, alude que el trabajo en las fincas en Calceta, donde él se desempeña, es sistemático y se les asesora a socios y socias en el mantenimiento de sus cultivos; especialmente en el desarrollo de actividades en torno a la presencia de semilleros, el proceso de injerto e impulso para la rehabilitación de las plantaciones cacaoteras.

Desde la calidad de los cultivos

acao ecuatorianofino de aroma,

para paladares nacionales e internacionalesC

En el caso general de Manabí, William Chilán, Coordinador del eje productivo, señala que se trabaja actualmente en cuatro zonas: Calceta, Junín, Santa Ana y San Plácido. Esta última todavía tiene como desafío que sus productores y productoras se consoliden en la aplicación de técnicas agrícolas. Y, en cuanto al proceso en las fincas, se está sistematizando la metodología de transferencia de campesino a campesino; en este sentido cada promotor y promotora trabaja con los socios y socias de su organización. Esta experiencia de la familia agrícola de Tomás está irradiada por los resultados de la integralidad de la finca experimental “Buena Fe”, situada en la provincia de Los Ríos: centro de capacitación teórica-práctica donde promotores y promotoras agrícolas se reúnen periódicamente con los ingenieros para desarrollar experimentos que mejoren la capacidad productiva. En la finca de Buena Fe se realiza la experimentación orgánica, de validación y adaptación de tecnología, se fomentan nuevas variedades traídas de las mejores plantaciones de las diferentes provincias. Es un centro donde se desarrolla un proceso de investigación científica y en estos momentos se está probando en campo, varios policlones de ascendencia nacional para luego transferir a las fincas de las organizaciones.

Se pretende, también, validar tecnología en el uso de cultivos asociados, como los hortícolas, libres de químicos y con prácticas sencillas de producción; desarrollar fertilizantes orgánicos y, en una segunda fase, fomentar la línea pecuaria, donde se articule de forma armónica la generación de recursos y productos para que sirva de ejemplo de réplica a las fincas de socias y socios, de manera que pueden alcanzar seguridad y soberanía alimentaria de las familias. Este trabajo se centra además a nivel regional en la Costa, en las provincias de Esmeraldas, El Oro, Guayas y Los Ríos, donde existe un proceso de control de calidad de participación organizativa muy relevante; el cual está mirando, según manifiesta Alfredo Villavicencio, Coordinador agrícola de la región Costa, que las familias agricultoras sigan los pasos de cosechar el cacao cuando esté perfectamente maduro, no pintón, ni sobre fermentado. Por lo que se desarrolla al máximo la calidad que tiene el cacao durante la etapa de poscosecha, cuidando que no se lastime al árbol para que este pueda seguir productivo durante muchos años. Luego, en el proceso de fermentación se indica la forma y el método más adecuado para poder lograr un buen sabor y la calidad del cacao.

Ante esta difícil realidad, MCCH ha propuesto por más de veinte años una forma alternativa de economía apoyada en la participación, organización y calidad; así como con una emprendedora reactivación de procesos solidarios y de cooperación que han generado grandes resultados en la vida de hombres y mujeres.

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cobertura Agroexportadora

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En cada una de las organizaciones se desarrolla un proceso amplio socio-organizativo tanto en nuevas zonas como en las que ya poseen un trabajo más avanzado. Actualmente, en la provincia de Bolívar, se labora en la fase inicial en zonas como Echeandía y Las Naves, en esta última se encuentra la Asociación “Trinidad Bonilla”. Su Presidente, Francisco Castro, resaltó los deseos de socios y socias de integrarse a la red. Dentro de sus cultivos, el principal es el cacao, aunque poseen plantaciones de maracuyá, naranja, plátano, café, soya, arroz, yuca, entre otros. En el caso de El Oro, Celso Averos, como Coordinador productivo, estima que los nuevos cultivos llegarán a niveles de producción muy altos y, en el caso de las plantaciones que poseían las fincas, se impulsa un proceso de producción limpio con un gran acercamiento al proceso orgánico. Por lo que se están validando algunas tecnologías según la realidad local.

El poder de la participación y la organización

Mirarse internamente...

En Los Ríos también existe un trabajo avanzado en el ingreso de nuevas zonas, sobre todo en Valencia. También se consolida la labor en Mata de Cacao, Vinces, Ventanas y Quinsaloma como lo comentaron Fátima Cruz y Edgar Guerrero del equipo provincial. Mientras que en la provincia de Esmeraldas, además de la consolidación en zonas de trabajo como Quinindé y Viche, se desarrolla un proceso de participación y organización muy amplio en la comunidad de Cube, situada entre dos ríos: uno de su mismo nombre y el otro Viche. En esta localidad existe un grupo significativo de productoras y productores en la fase inicial donde se puede apreciar el gran entusiasmo de manera general de hombres y mujeres. Esto lo constata cada uno de los criterios manifestados durante una reunión en la localidad.

El trabajo se realiza en Cube hace más de un año, según lo expuso José Carranza, responsable del eje productivo de la provincia, existiendo avances en talleres teóricos y prácticos enfocados hacia la producción de viveros, injertos y abonos

orgánicos. Para Raúl Cando, uno de los socios, están dispuestos cada día a potenciar su aprendizaje sobre la producción de cacao. Mientras que Narcisa Cuenca Lima, secretaria de la asociación, comentó que uno de los trabajos más importantes para unir a la comunidad han sido las mingas y el desarrollo del cajón de lombricultura. Próximamente trabajarán en conjunto para lograr legalizar sus tierras.

Actualmente se desarrolla una ardua labor en los centros de acopio para elevar la calidad de los servicios, pues es cierto que ningún proceso productivo puede ser eficiente, sino se observa y evalúa internamente tanto los errores como los avances. También se consideran aspectos de conservación ambiental en cada una de las zonas y las repercusiones en la producción de las fincas.

Según Xavier Dueñas, Coordinador comercial de la provincia manabita, se estima que al finalizar el año los volúmenes de cacao sean mayores de los años anteriores, aunque también dependerán de las condiciones climáticas. No obstante, a nivel de base, se está desarrollando un proceso muy consistente donde productores y productoras laboran arduamente en la calidad del cacao, junto a promotores y promotoras comerciales, quienes se van empoderando en la gestión de los centros de acopio en los aspectos de calificación, contable y administrativo. En Calceta, las condiciones climáticas y la poca viabilidad de los caminos hacen que los productores tengan dificultades para el traslado del cacao hasta el centro de acopio. Por lo que sería de mucha utilidad, aunque sea anhelante la perspectiva, que cada finca cuente con sus propios tendales y cajones de fermentación que les posibilite el proceso de

“se nos permite decir que la actividad cacaotera de mejora productiva y de calidad se encuentra por un buen camino”.

Villavicencio, desde su experiencia de trabajo, desataca el proceso de certificación orgánica y de desarrollo de las fincas integrales, pues ha acompañado, evaluado y sistematizado el desempeño de los cultivos a través de diferentes capacitaciones técnicas. Para él, el proceso ha venido dándose de una manera constante donde se tiene una línea de base: se diagnostica las particularidades, el rendimiento, la forma de cultivo, la tradicionalidad del manejo de las labores técnicas y luego se hacen las propuestas de aplicación de las principales labores de cultivos.

Considera que a ese nivel se ha llegado a tener la profesionalización de promotores y promotoras comunitarias en las habilidades técnicas de cultivo. Por lo que se ha alcanzado un crecimiento y desenvolvimiento muy satisfactorio:

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En cada una de las organizaciones se desarrolla un proceso amplio socio-organizativo tanto en nuevas zonas como en las que ya poseen un trabajo más avanzado. Actualmente, en la provincia de Bolívar, se labora en la fase inicial en zonas como Echeandía y Las Naves, en esta última se encuentra la Asociación “Trinidad Bonilla”. Su Presidente, Francisco Castro, resaltó los deseos de socios y socias de integrarse a la red. Dentro de sus cultivos, el principal es el cacao, aunque poseen plantaciones de maracuyá, naranja, plátano, café, soya, arroz, yuca, entre otros. En el caso de El Oro, Celso Averos, como Coordinador productivo, estima que los nuevos cultivos llegarán a niveles de producción muy altos y, en el caso de las plantaciones que poseían las fincas, se impulsa un proceso de producción limpio con un gran acercamiento al proceso orgánico. Por lo que se están validando algunas tecnologías según la realidad local.

El poder de la participación y la organización

Mirarse internamente...

En Los Ríos también existe un trabajo avanzado en el ingreso de nuevas zonas, sobre todo en Valencia. También se consolida la labor en Mata de Cacao, Vinces, Ventanas y Quinsaloma como lo comentaron Fátima Cruz y Edgar Guerrero del equipo provincial. Mientras que en la provincia de Esmeraldas, además de la consolidación en zonas de trabajo como Quinindé y Viche, se desarrolla un proceso de participación y organización muy amplio en la comunidad de Cube, situada entre dos ríos: uno de su mismo nombre y el otro Viche. En esta localidad existe un grupo significativo de productoras y productores en la fase inicial donde se puede apreciar el gran entusiasmo de manera general de hombres y mujeres. Esto lo constata cada uno de los criterios manifestados durante una reunión en la localidad.

El trabajo se realiza en Cube hace más de un año, según lo expuso José Carranza, responsable del eje productivo de la provincia, existiendo avances en talleres teóricos y prácticos enfocados hacia la producción de viveros, injertos y abonos

orgánicos. Para Raúl Cando, uno de los socios, están dispuestos cada día a potenciar su aprendizaje sobre la producción de cacao. Mientras que Narcisa Cuenca Lima, secretaria de la asociación, comentó que uno de los trabajos más importantes para unir a la comunidad han sido las mingas y el desarrollo del cajón de lombricultura. Próximamente trabajarán en conjunto para lograr legalizar sus tierras.

Actualmente se desarrolla una ardua labor en los centros de acopio para elevar la calidad de los servicios, pues es cierto que ningún proceso productivo puede ser eficiente, sino se observa y evalúa internamente tanto los errores como los avances. También se consideran aspectos de conservación ambiental en cada una de las zonas y las repercusiones en la producción de las fincas.

Según Xavier Dueñas, Coordinador comercial de la provincia manabita, se estima que al finalizar el año los volúmenes de cacao sean mayores de los años anteriores, aunque también dependerán de las condiciones climáticas. No obstante, a nivel de base, se está desarrollando un proceso muy consistente donde productores y productoras laboran arduamente en la calidad del cacao, junto a promotores y promotoras comerciales, quienes se van empoderando en la gestión de los centros de acopio en los aspectos de calificación, contable y administrativo. En Calceta, las condiciones climáticas y la poca viabilidad de los caminos hacen que los productores tengan dificultades para el traslado del cacao hasta el centro de acopio. Por lo que sería de mucha utilidad, aunque sea anhelante la perspectiva, que cada finca cuente con sus propios tendales y cajones de fermentación que les posibilite el proceso de

“se nos permite decir que la actividad cacaotera de mejora productiva y de calidad se encuentra por un buen camino”.

Villavicencio, desde su experiencia de trabajo, desataca el proceso de certificación orgánica y de desarrollo de las fincas integrales, pues ha acompañado, evaluado y sistematizado el desempeño de los cultivos a través de diferentes capacitaciones técnicas. Para él, el proceso ha venido dándose de una manera constante donde se tiene una línea de base: se diagnostica las particularidades, el rendimiento, la forma de cultivo, la tradicionalidad del manejo de las labores técnicas y luego se hacen las propuestas de aplicación de las principales labores de cultivos.

Considera que a ese nivel se ha llegado a tener la profesionalización de promotores y promotoras comunitarias en las habilidades técnicas de cultivo. Por lo que se ha alcanzado un crecimiento y desenvolvimiento muy satisfactorio:

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Con la panorámica del mercado internacional

La experiencia con vista al futuro

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Luego de almacenarse el cacao en los centros de acopio comunitarios, estos son trasladados hacia la Agroexportadora Maquita de MCCH, quien lleva cerca de quince años de labor en Guayaquil y cuyo trabajo se focaliza en lograr un comercio justo basado en la economía solidaria y en generar oportunidades de empleo. Una de las características más relevantes que realza la labor del equipo de coordinadores comerciales, señalada por César Marcos, Gerente de Exportación, es trabajar con la red de los centros de acopio de las organizaciones para obtener los mejores precios del mercado para beneficio de las familias campesinas.

La Agroexportadora Maquita tiene un posicionamiento a partir de un importante itinerario en el mercado internacional sobre todo en Europa y Estados Unidos por la calidad del producto, los volúmenes exportados y la relación directa con las organizaciones productoras.

Este centro de exportación posee un proceso muy estricto de calidad que inicia desde el mismo instante en que el producto es traído de los centros de acopio. Inicialmente lo pesan, luego le determinan el porcentaje de humedad a partir de normas internacionales. Destacando que cada uno de los instrumentos de medición está certificado por el Instituto Ecuatoriano de Normalización (INEN).

El proceso siguiente es el secado, en el caso de los volúmenes que así lo requieran, de ahí pasan a las máquinas clasificadoras y de eliminación de impurezas. Posteriormente

El cacao, como producto país, tiene gran valor e importancia en la economía familiar de pequeños productores y productoras, de los que proviene el gran porcentaje anual de la cosecha. Por esto MCCH trabaja para desarrollar en cada organización, un acompañamiento centrado en cuatro ejes de trabajo: desarrollo personal, socio-organizativo, productivo y comercial; para de esta forma, tener líderes/lideresas, organizaciones consolidadas y obtener en todas las fases de ciclo productivo-comercial un cacao de alta calidad con gran capacidad para el mercado local e internacional.

Al inicio MCCH solo se trabajaba con organizaciones cacaoteras de Esmeraldas y, posteriormente, se fue incrementando a otras provincias como es el caso de Manabí, Los Ríos, El Oro, Guayas y, recientemente, en la zona tropical de Bolívar. Esto significa que el trabajo se va ampliando más. Lo que se debe no solo a un posicionamiento en términos de calidad, sino también a un acompañamiento productivo eficiente en términos de participación y organización.

Alfredo Villavicencio destaca que las comunidades están concienciadas en torno al cultivo y la producción del cacao

nacional como la coyuntura única que podría darle una mejor ubicación en el mercado internacional; puesto que la calidad del cacao ecuatoriano se le conoce por el tipo de ascendencia nacional y no por el de otras variedades. Al considerar cada uno de los procesos mencionados anteriormente, hoy día se avanza más en lograr que la comercialización del cacao cosechado en fincas de productores y productoras se comercialice directamente y disminuya la cadena de intermediación; así el producto que sale de la Agroexportadora Maquita no solo lleva el espíritu de organización y participación activa en todos los eslabones de la cadena productiva-comercial, sino también la fragancia de las tierras desde donde emerge con trabajo digno, amor a la tierra y equidad solidaria de las familias campesinas, el aroma de cacao que esparce al mundo el olor natural del ambiente ecuatoriano.

fermentación y secado. Para que llegue a los centros de acopio un producto de mayor calidad y con una excelente aroma.

En el caso de Esmeraldas, Elías Salazar, Coordinador Provincial, resalta que de manera general, se tuvo en el primer trimestre del año una buena cosecha de cacao, que se vio reflejada en el incremento de quintales captados por los centros de acopio en comparación con el 2006. Asimismo, junto con la cosecha, señaló que el precio del cacao en el primer trimestre del año fue alto. Lo que ocasionaba que la mayoría de los productores y productoras le proporcionaran un mejor tratamiento a sus plantaciones y al producto en el instante de venderlo. Luego, en el segundo trimestre, las condiciones climáticas no fueron las más favorables. Aún así los centros de acopio comunitario no pararon de comprar cacao y pagaban dos puntos por encima del mercado donde ellos se desarrollan.

En esta misma dinámica, también se encuentran los dieciocho centros de acopio comunitarios que trabajan con MCCH. Desde el punto de vista del control interno, para César Averos, responsable de la certificación orgánica, considera que se debe mejorar el sistema de estandarización e implementar el registro en todos los ámbitos en los tendales, marquesinas y bodegas de cacao orgánico.

Existen otros registros de control como la descripción de varias etapas que atraviesa la finca durante el cultivo de cacao. Por ejemplo, la descripción de los tratamientos de cosecha y poscosecha en cuanto a la separación del cacao en orgánico y convencional; así como las labores que realizan: si poseen barreras vivas, huertos familiares, fertilización, control de plagas, de erosión y tratamiento de cultivos de ciclos cortos.

se almacenan en la bodega en sacos listo hasta su salida al puerto rumbo a los mercados internacionales. Una de las expectativas actuales de la Agroexportadora es la puesta en marcha de un laboratorio que realice pruebas como la catación del cacao para garantizar mejor la calidad del producto fino de aroma sin mezclas y otro enfoque es la orientación hacia la transformación de productos acabados.

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cobertura Agroexportadora

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Con la panorámica del mercado internacional

La experiencia con vista al futuro

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Luego de almacenarse el cacao en los centros de acopio comunitarios, estos son trasladados hacia la Agroexportadora Maquita de MCCH, quien lleva cerca de quince años de labor en Guayaquil y cuyo trabajo se focaliza en lograr un comercio justo basado en la economía solidaria y en generar oportunidades de empleo. Una de las características más relevantes que realza la labor del equipo de coordinadores comerciales, señalada por César Marcos, Gerente de Exportación, es trabajar con la red de los centros de acopio de las organizaciones para obtener los mejores precios del mercado para beneficio de las familias campesinas.

La Agroexportadora Maquita tiene un posicionamiento a partir de un importante itinerario en el mercado internacional sobre todo en Europa y Estados Unidos por la calidad del producto, los volúmenes exportados y la relación directa con las organizaciones productoras.

Este centro de exportación posee un proceso muy estricto de calidad que inicia desde el mismo instante en que el producto es traído de los centros de acopio. Inicialmente lo pesan, luego le determinan el porcentaje de humedad a partir de normas internacionales. Destacando que cada uno de los instrumentos de medición está certificado por el Instituto Ecuatoriano de Normalización (INEN).

El proceso siguiente es el secado, en el caso de los volúmenes que así lo requieran, de ahí pasan a las máquinas clasificadoras y de eliminación de impurezas. Posteriormente

El cacao, como producto país, tiene gran valor e importancia en la economía familiar de pequeños productores y productoras, de los que proviene el gran porcentaje anual de la cosecha. Por esto MCCH trabaja para desarrollar en cada organización, un acompañamiento centrado en cuatro ejes de trabajo: desarrollo personal, socio-organizativo, productivo y comercial; para de esta forma, tener líderes/lideresas, organizaciones consolidadas y obtener en todas las fases de ciclo productivo-comercial un cacao de alta calidad con gran capacidad para el mercado local e internacional.

Al inicio MCCH solo se trabajaba con organizaciones cacaoteras de Esmeraldas y, posteriormente, se fue incrementando a otras provincias como es el caso de Manabí, Los Ríos, El Oro, Guayas y, recientemente, en la zona tropical de Bolívar. Esto significa que el trabajo se va ampliando más. Lo que se debe no solo a un posicionamiento en términos de calidad, sino también a un acompañamiento productivo eficiente en términos de participación y organización.

Alfredo Villavicencio destaca que las comunidades están concienciadas en torno al cultivo y la producción del cacao

nacional como la coyuntura única que podría darle una mejor ubicación en el mercado internacional; puesto que la calidad del cacao ecuatoriano se le conoce por el tipo de ascendencia nacional y no por el de otras variedades. Al considerar cada uno de los procesos mencionados anteriormente, hoy día se avanza más en lograr que la comercialización del cacao cosechado en fincas de productores y productoras se comercialice directamente y disminuya la cadena de intermediación; así el producto que sale de la Agroexportadora Maquita no solo lleva el espíritu de organización y participación activa en todos los eslabones de la cadena productiva-comercial, sino también la fragancia de las tierras desde donde emerge con trabajo digno, amor a la tierra y equidad solidaria de las familias campesinas, el aroma de cacao que esparce al mundo el olor natural del ambiente ecuatoriano.

fermentación y secado. Para que llegue a los centros de acopio un producto de mayor calidad y con una excelente aroma.

En el caso de Esmeraldas, Elías Salazar, Coordinador Provincial, resalta que de manera general, se tuvo en el primer trimestre del año una buena cosecha de cacao, que se vio reflejada en el incremento de quintales captados por los centros de acopio en comparación con el 2006. Asimismo, junto con la cosecha, señaló que el precio del cacao en el primer trimestre del año fue alto. Lo que ocasionaba que la mayoría de los productores y productoras le proporcionaran un mejor tratamiento a sus plantaciones y al producto en el instante de venderlo. Luego, en el segundo trimestre, las condiciones climáticas no fueron las más favorables. Aún así los centros de acopio comunitario no pararon de comprar cacao y pagaban dos puntos por encima del mercado donde ellos se desarrollan.

En esta misma dinámica, también se encuentran los dieciocho centros de acopio comunitarios que trabajan con MCCH. Desde el punto de vista del control interno, para César Averos, responsable de la certificación orgánica, considera que se debe mejorar el sistema de estandarización e implementar el registro en todos los ámbitos en los tendales, marquesinas y bodegas de cacao orgánico.

Existen otros registros de control como la descripción de varias etapas que atraviesa la finca durante el cultivo de cacao. Por ejemplo, la descripción de los tratamientos de cosecha y poscosecha en cuanto a la separación del cacao en orgánico y convencional; así como las labores que realizan: si poseen barreras vivas, huertos familiares, fertilización, control de plagas, de erosión y tratamiento de cultivos de ciclos cortos.

se almacenan en la bodega en sacos listo hasta su salida al puerto rumbo a los mercados internacionales. Una de las expectativas actuales de la Agroexportadora es la puesta en marcha de un laboratorio que realice pruebas como la catación del cacao para garantizar mejor la calidad del producto fino de aroma sin mezclas y otro enfoque es la orientación hacia la transformación de productos acabados.

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cobertura Comercializadora

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omercializadora

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de productos básicos y campesinos: producir y consumir lo nuestroCChimborazo y Cotopaxi son dos provincias donde la calidad y abundante cosecha se matiza con un amplio proceso organizativo y de participación.

Pues se cultivan los productos tradicionales como la quinua, el mote, el maíz, la papa, el choclo y el arroz de cebada, destinándose a la soberanía alimentaria y al mercado local.

Y también estas organizaciones incorporan productos nuevos como el choclito y la alcachofa. La labor consolidada en estas provincias aporta, además, al abastecimiento de las tiendas comunitarias en Guayas. Mientras tanto en Pichincha, en los barrios rurales de Catzuquí de Velasco, Uyachul Alto y Uyachul Bajo, se está implementando un sistema de riego para que los pobladores se beneficien con el acceso al agua y puedan tener cosechas enfocadas no solo a sus dietas alimenticias, sino también al mercado interno local.

Chimborazo y Cotopaxi: donde la Pacha Mama es reina

El proceso participativo y organizativo en las provincias de la Sierra-Centro ecuatoriana, hace que exista una labor consolidada en el trabajo con productos tradicionales.

En la provincia de Cotopaxi, con un direccionamiento a preservar la ecología, sectores como Mulaló y Mulalillo aplican los principios de desarrollo, diseño y gestión de sistemas agrícolas que sean sostenibles. Para lo cual, los lotes de tierra se preparan orgánicamente y con un crecimiento altamente progresivo de productividad, lo que implica prácticas agrícolas basadas en un direccionamiento técnico y metodológico considerando el entorno en el cual se encuentra y con un enfoque social; para, de esta forma, alcanzar una mayor calidad de los productos. Con estos mismos resultados, se encuentran en Chimborazo dos zonas de trabajo: Gatazo y Tiocajas. En la primera, se incluye a Centro Hospital y a San Sebastián.

Entre las iniciativas de la comunidad Centro Hospital Gatazo, está la Caja de Mujeres. Su función es la de préstamos para que las socias inviertan en la agricultura, basado en bajos intereses y en facilidades para el pago. En esta zona, sus habitantes también se benefician con el invernadero hidropónico. Para Rosa María Cacuango,

tesorera, sus utilidades se reinvierten en labores sociales como el apoyo a centros infantiles situados dentro del cantón Colta. Mientras tanto, en la comunidad San Sebastián, Francisco Morocho manifestaba que se sentía honrado por la presencia de la Fundación MCCH en su zona pues, mediante el trabajo en conjunto, su comunidad cada día avanza más. Para él, a través de los beneficios que se generan, “no se busca el lucro personal, sino la educación y la salud de nuestros hijos”.

Sus plantaciones son principalmente de maíz y generan productos de estación como el maíz negro, a través del cual se obtiene la harina y la colada morada. También poseen criaderos de cuy que beneficia aproximadamente a las familias. Carmen Morocho, habitante de este lugar, mostró su afán por servir a la comunidad donde vive y que su sueño radica en la producción del pan de quinua; para elevar el valor nutricional y poder venderlo; para así generar utilidades e invertir en el desarrollo de las familias.En San Sebastián, parte de las utilidades que se generan de la venta de productos son consignadas al Centro de Educación, apoyadas en un criterio nutricional que ayuda al crecimiento y a la salud de niños y niñas. Este es uno de los sitios más

interesantes de la comunidad porque también se desarrollan procesos de alfabetización para adultos. Una de las fortalezas de la organización es que está generando otros proyectos que le permitan servir a lo interno y, posteriormente, al mercado local y exterior.

Los avances de organización y participación se muestran mediante mingas comunitarias en Centro Hospital Gatazo, donde mujeres y hombres, laboran en la construcción del Centro de Acopio. Otra de las comunidades visitadas está situada en la zona de Tiocajas. Allí, la Asociación Santa Cornelia Chipo Sacahuán, beneficia a cerca de cuarenta familias mediante el acompañamiento productivo, comercial, socio-organizativo y de desarrollo personal. Según Ana María Chimbo, promotora agrícola, “para nosotros no ha sido en vano las capacitaciones… gracias a la Fundación MCCH tenemos para vender”. Su criterio es compartido con los demás habitantes pues además de vender maíz, quinua, mote pelado y tostado, poseen criaderos de cuyes, entre otras experiencias productivas.

En las zonas de trabajo en la Sierra-Centro, existe también la inclusión de nuevos productos como la alcachofa y el choclito.

Durante los tiempos de cosecha, se visitó Centro Hospital Gatazo. Durante este encuentro, Rosa María Ñamo y Manuel Pilco, manifestaron que por lo novedoso que era el cultivo del choclito y la alcachofa, existieron resistencias de ciertos socios y socias. Luego, al ver los resultados y el trabajo con la Fundación MCCH –que no se limita solo a la comercialización del producto sino que les acompaña en el proceso productivo y les capacita-, muchos de las familias productoras que inicialmente no se involucraron, hoy día se encuentran motivados para integrarse más. En la comunidad Centro Hospital Gatazo era admirable como apreciaban el traslado de sus productos a un mercado seguro y sustentado en un comercio justo, pues va directo a las fábricas de conserva. No obstante, socios y socias conservan el deseo de llegar a procesar sus propios productos en las localidades.

La labor que lleva adelante Enrique Medina, Coordinador junto a su equipo de trabajo, se basa en la agroecología y en una organización coherente donde pequeños productores y productoras logran vender a un mejor precio evitando la cadena de intermediarios.

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cobertura Comercializadora

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de productos básicos y campesinos: producir y consumir lo nuestroCChimborazo y Cotopaxi son dos provincias donde la calidad y abundante cosecha se matiza con un amplio proceso organizativo y de participación.

Pues se cultivan los productos tradicionales como la quinua, el mote, el maíz, la papa, el choclo y el arroz de cebada, destinándose a la soberanía alimentaria y al mercado local.

Y también estas organizaciones incorporan productos nuevos como el choclito y la alcachofa. La labor consolidada en estas provincias aporta, además, al abastecimiento de las tiendas comunitarias en Guayas. Mientras tanto en Pichincha, en los barrios rurales de Catzuquí de Velasco, Uyachul Alto y Uyachul Bajo, se está implementando un sistema de riego para que los pobladores se beneficien con el acceso al agua y puedan tener cosechas enfocadas no solo a sus dietas alimenticias, sino también al mercado interno local.

Chimborazo y Cotopaxi: donde la Pacha Mama es reina

El proceso participativo y organizativo en las provincias de la Sierra-Centro ecuatoriana, hace que exista una labor consolidada en el trabajo con productos tradicionales.

En la provincia de Cotopaxi, con un direccionamiento a preservar la ecología, sectores como Mulaló y Mulalillo aplican los principios de desarrollo, diseño y gestión de sistemas agrícolas que sean sostenibles. Para lo cual, los lotes de tierra se preparan orgánicamente y con un crecimiento altamente progresivo de productividad, lo que implica prácticas agrícolas basadas en un direccionamiento técnico y metodológico considerando el entorno en el cual se encuentra y con un enfoque social; para, de esta forma, alcanzar una mayor calidad de los productos. Con estos mismos resultados, se encuentran en Chimborazo dos zonas de trabajo: Gatazo y Tiocajas. En la primera, se incluye a Centro Hospital y a San Sebastián.

Entre las iniciativas de la comunidad Centro Hospital Gatazo, está la Caja de Mujeres. Su función es la de préstamos para que las socias inviertan en la agricultura, basado en bajos intereses y en facilidades para el pago. En esta zona, sus habitantes también se benefician con el invernadero hidropónico. Para Rosa María Cacuango,

tesorera, sus utilidades se reinvierten en labores sociales como el apoyo a centros infantiles situados dentro del cantón Colta. Mientras tanto, en la comunidad San Sebastián, Francisco Morocho manifestaba que se sentía honrado por la presencia de la Fundación MCCH en su zona pues, mediante el trabajo en conjunto, su comunidad cada día avanza más. Para él, a través de los beneficios que se generan, “no se busca el lucro personal, sino la educación y la salud de nuestros hijos”.

Sus plantaciones son principalmente de maíz y generan productos de estación como el maíz negro, a través del cual se obtiene la harina y la colada morada. También poseen criaderos de cuy que beneficia aproximadamente a las familias. Carmen Morocho, habitante de este lugar, mostró su afán por servir a la comunidad donde vive y que su sueño radica en la producción del pan de quinua; para elevar el valor nutricional y poder venderlo; para así generar utilidades e invertir en el desarrollo de las familias.En San Sebastián, parte de las utilidades que se generan de la venta de productos son consignadas al Centro de Educación, apoyadas en un criterio nutricional que ayuda al crecimiento y a la salud de niños y niñas. Este es uno de los sitios más

interesantes de la comunidad porque también se desarrollan procesos de alfabetización para adultos. Una de las fortalezas de la organización es que está generando otros proyectos que le permitan servir a lo interno y, posteriormente, al mercado local y exterior.

Los avances de organización y participación se muestran mediante mingas comunitarias en Centro Hospital Gatazo, donde mujeres y hombres, laboran en la construcción del Centro de Acopio. Otra de las comunidades visitadas está situada en la zona de Tiocajas. Allí, la Asociación Santa Cornelia Chipo Sacahuán, beneficia a cerca de cuarenta familias mediante el acompañamiento productivo, comercial, socio-organizativo y de desarrollo personal. Según Ana María Chimbo, promotora agrícola, “para nosotros no ha sido en vano las capacitaciones… gracias a la Fundación MCCH tenemos para vender”. Su criterio es compartido con los demás habitantes pues además de vender maíz, quinua, mote pelado y tostado, poseen criaderos de cuyes, entre otras experiencias productivas.

En las zonas de trabajo en la Sierra-Centro, existe también la inclusión de nuevos productos como la alcachofa y el choclito.

Durante los tiempos de cosecha, se visitó Centro Hospital Gatazo. Durante este encuentro, Rosa María Ñamo y Manuel Pilco, manifestaron que por lo novedoso que era el cultivo del choclito y la alcachofa, existieron resistencias de ciertos socios y socias. Luego, al ver los resultados y el trabajo con la Fundación MCCH –que no se limita solo a la comercialización del producto sino que les acompaña en el proceso productivo y les capacita-, muchos de las familias productoras que inicialmente no se involucraron, hoy día se encuentran motivados para integrarse más. En la comunidad Centro Hospital Gatazo era admirable como apreciaban el traslado de sus productos a un mercado seguro y sustentado en un comercio justo, pues va directo a las fábricas de conserva. No obstante, socios y socias conservan el deseo de llegar a procesar sus propios productos en las localidades.

La labor que lleva adelante Enrique Medina, Coordinador junto a su equipo de trabajo, se basa en la agroecología y en una organización coherente donde pequeños productores y productoras logran vender a un mejor precio evitando la cadena de intermediarios.

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En Pichincha: un proceso participativo y organizativo que germina

Con la esencia de las bondades de la tierra

Hasta hace poco tiempo atrás, pobladores de las zonas rurales de Catzuquí de Velasco, Uyachul Alto y Uyachul Bajo tenían muy pocas esperanzas de cambiar su sistema de acceso al agua, subiendo baldes desde las vertientes. Fue entonces que, la Fundación MCCH inició su trabajo como ejecutora luego de que la Fundación ADSIS iniciara un proyecto desafiante, donde pobladores de estas tres comunidades se favorecerán con la culminación de un sistema de riego y de agua domiciliaria. Este empeño, que para algunos pudiera parecer ambicioso, ya tiene sus primeros frutos. Actualmente cuentan con tres reservorios, que han sido construidos mediante mingas comunitarias, han cavado cerca de treinta kilómetros de agua entubada, destacando lo relevante del aporte local y participación de sus moradores.Este trabajo admirable muestra los deseos de hombres y mujeres de contar con un sistema de riego que le otorgue avances en términos agrícolas y de calidad de vida en sus hogares.

La sostenibilidad es un tema vigente en este proceso pues entre los retos más importantes está el trabajo organizativo y la unificación de la participación en las tres comunidades. De esta forma, se fortalece la labor de los líderes y lideresas de la zona, así como de la directiva de las organizaciones. Para lograrlo, Orquídea Chicaiza, del equipo provincial, desarrolla un proceso socio-organizativo y de desarrollo personal muy importante en esta zona. Durante uno de los talleres que ella imparte, se podía apreciar, desde varias técnicas participativas, la integración de hombres y mujeres; así como las reflexiones de mantenerse unidos para salir hacia delante.

Se espera que, a través de la conformación de la Junta de Riego, las familias se beneficien con agua domiciliaria y desarrollarán huertos familiares mediante asesoría agrícola orgánica y la cría de animales nativos. También, se prevé implementar un sistema de riego por goteo a cada planta y significará una mayor racionalización de este recurso natural. En la zona ya se ven germinar las primeras plantas de lechuga, cebollas y remolacha, entre otros productos. Lo cual, representa motivo de orgullo para Merchora Heredia, una de las productoras. Ella, durante la visita, miraba con orgullo en su semillero cómo iban creciendo las hortalizas y manifestaba

Como Rosa María Ñamo Morocho, en la provincia de Chimborazo, hombres y mujeres en todo el país se levantan muy temprano en la mañana con una nueva esperanza en los beneficios que le da la tierra: una gran fuente de riqueza para los seres humanos. Por lo que cada día se enfatiza en el alcance de sistemas agrícolas sostenibles, para garantizar productos básicos de calidad que lleguen de allí, a las tiendas comunitarias situadas en Guayas y directamente a las familias.

A través de los métodos de cultivo que se experimentan en las provincias de la Sierra ecuatoriana, sustentados en los principios de participación, organización y producción sostenible, pensando en las generaciones actuales y venideras, hoy día existen cambios positivos en sus terrenos donde la tierra es y será siempre un principio de vida.

El valor de los productos campesinos en la Costa ecuatoriana

alimenticios de primera necesidad que sean naturales y sanos. Otra de las ventajas es el asesoramiento contable. Para Jimmy Mesías, contador del equipo Guayas, fue una experiencia única poder trabajar en talleres sobre estos temas; pues los y las asistentes mostraron un gran interés y capacidad para el desarrollo de sus propios balances y la determinación con precisión de sus utilidades. Y, hasta el momento, se aprecia un buen manejo de los registros contables. Considera que la presencia de las tiendas comunitarias y de las capacitaciones, ha generado bastante iniciativa y ha elevado el nivel de autoestima de hombres y mujeres. Este mismo criterio es fundamentado por María Esther Lemus, del equipo provincial de Guayas, quien resalta los avances en el trabajo basado en una gerencia comunitaria eficiente donde MCCH asesora en los diferentes ejes de trabajo.

La cosecha en la Sierra-Centro, que se destina a la exportación y a la dieta alimenticia, también tiene un importante mercado interno. Sobre todo en la red de tiendas comunitarias y fundaciones de servicios sociales, específicamente en la Península de Santa Elena y Guayaquil. Las que se abastecen, a través de los principios de comercio justo de la Comercializadora MCCH en Guayas, de productos agrícolas como la papa, el choclo, granos, entre otros. Aunque también son beneficiadas con el suministro de arroz que proviene de la piladora perteneciente a la Organización “La Pepa de Oro” en la provincia de Los Ríos.

Para Youssef Zouein, Coordinador de Comercialización en Guayas, las tiendas comunitarias poseen grandes beneficios mediante MCCH, por las facilidades de pago, un mejor precio y, sobre todo, por los talleres de capacitación en los que se refuerzan las propiedades de los productos y se les orienta en torno a una nutrición adecuada, dándole fuerza a productos

que ya estaban casi listas para la etapa de transplante. Los desafíos en áreas de desarrollo productivo es que, mediante el sistema de riego, hombres y mujeres de las comunidades, desarrollen cultivos alternativos tanto para su dieta alimentaria como para la comercialización. Diego Solís, Coordinador Provincial en Pichincha, valora la gran capacidad de la zona de cultivar verduras y hortalizas; así como el potencial en chochos y cebolla. Uno de los aspectos relevantes en estas localidades es el trabajo de las mujeres. Para el equipo provincial de MCCH, estos barrios se caracterizan porque los hombres durante el día se trasladan hacia Quito y trabajan como obreros; por lo que regresan de noche y, durante el día, el trabajo comunitario recae principalmente en ellas. Al ver todo el camino recorrido a favor del desarrollo de sus pobladores, todavía queda mucho por hacer. Pero existe un aliento favorable y una disposición permanente para dialogar con organismos locales, para así conseguir otros recursos como el sistema eléctrico, entre otros, que viabilicen el cumplimiento de los retos propuestos.

Con esta dinámica de trabajo de cadena productiva y comercial donde se dan la mano productor y consumidor, MCCH sigue fiel a su “amor primero”, como manifiesta el Padre Graziano Masón, pues se nació pensando en la seguridad y soberanía alimentaria de las familias de escasos recursos del campo y la ciudad.

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En Pichincha: un proceso participativo y organizativo que germina

Con la esencia de las bondades de la tierra

Hasta hace poco tiempo atrás, pobladores de las zonas rurales de Catzuquí de Velasco, Uyachul Alto y Uyachul Bajo tenían muy pocas esperanzas de cambiar su sistema de acceso al agua, subiendo baldes desde las vertientes. Fue entonces que, la Fundación MCCH inició su trabajo como ejecutora luego de que la Fundación ADSIS iniciara un proyecto desafiante, donde pobladores de estas tres comunidades se favorecerán con la culminación de un sistema de riego y de agua domiciliaria. Este empeño, que para algunos pudiera parecer ambicioso, ya tiene sus primeros frutos. Actualmente cuentan con tres reservorios, que han sido construidos mediante mingas comunitarias, han cavado cerca de treinta kilómetros de agua entubada, destacando lo relevante del aporte local y participación de sus moradores.Este trabajo admirable muestra los deseos de hombres y mujeres de contar con un sistema de riego que le otorgue avances en términos agrícolas y de calidad de vida en sus hogares.

La sostenibilidad es un tema vigente en este proceso pues entre los retos más importantes está el trabajo organizativo y la unificación de la participación en las tres comunidades. De esta forma, se fortalece la labor de los líderes y lideresas de la zona, así como de la directiva de las organizaciones. Para lograrlo, Orquídea Chicaiza, del equipo provincial, desarrolla un proceso socio-organizativo y de desarrollo personal muy importante en esta zona. Durante uno de los talleres que ella imparte, se podía apreciar, desde varias técnicas participativas, la integración de hombres y mujeres; así como las reflexiones de mantenerse unidos para salir hacia delante.

Se espera que, a través de la conformación de la Junta de Riego, las familias se beneficien con agua domiciliaria y desarrollarán huertos familiares mediante asesoría agrícola orgánica y la cría de animales nativos. También, se prevé implementar un sistema de riego por goteo a cada planta y significará una mayor racionalización de este recurso natural. En la zona ya se ven germinar las primeras plantas de lechuga, cebollas y remolacha, entre otros productos. Lo cual, representa motivo de orgullo para Merchora Heredia, una de las productoras. Ella, durante la visita, miraba con orgullo en su semillero cómo iban creciendo las hortalizas y manifestaba

Como Rosa María Ñamo Morocho, en la provincia de Chimborazo, hombres y mujeres en todo el país se levantan muy temprano en la mañana con una nueva esperanza en los beneficios que le da la tierra: una gran fuente de riqueza para los seres humanos. Por lo que cada día se enfatiza en el alcance de sistemas agrícolas sostenibles, para garantizar productos básicos de calidad que lleguen de allí, a las tiendas comunitarias situadas en Guayas y directamente a las familias.

A través de los métodos de cultivo que se experimentan en las provincias de la Sierra ecuatoriana, sustentados en los principios de participación, organización y producción sostenible, pensando en las generaciones actuales y venideras, hoy día existen cambios positivos en sus terrenos donde la tierra es y será siempre un principio de vida.

El valor de los productos campesinos en la Costa ecuatoriana

alimenticios de primera necesidad que sean naturales y sanos. Otra de las ventajas es el asesoramiento contable. Para Jimmy Mesías, contador del equipo Guayas, fue una experiencia única poder trabajar en talleres sobre estos temas; pues los y las asistentes mostraron un gran interés y capacidad para el desarrollo de sus propios balances y la determinación con precisión de sus utilidades. Y, hasta el momento, se aprecia un buen manejo de los registros contables. Considera que la presencia de las tiendas comunitarias y de las capacitaciones, ha generado bastante iniciativa y ha elevado el nivel de autoestima de hombres y mujeres. Este mismo criterio es fundamentado por María Esther Lemus, del equipo provincial de Guayas, quien resalta los avances en el trabajo basado en una gerencia comunitaria eficiente donde MCCH asesora en los diferentes ejes de trabajo.

La cosecha en la Sierra-Centro, que se destina a la exportación y a la dieta alimenticia, también tiene un importante mercado interno. Sobre todo en la red de tiendas comunitarias y fundaciones de servicios sociales, específicamente en la Península de Santa Elena y Guayaquil. Las que se abastecen, a través de los principios de comercio justo de la Comercializadora MCCH en Guayas, de productos agrícolas como la papa, el choclo, granos, entre otros. Aunque también son beneficiadas con el suministro de arroz que proviene de la piladora perteneciente a la Organización “La Pepa de Oro” en la provincia de Los Ríos.

Para Youssef Zouein, Coordinador de Comercialización en Guayas, las tiendas comunitarias poseen grandes beneficios mediante MCCH, por las facilidades de pago, un mejor precio y, sobre todo, por los talleres de capacitación en los que se refuerzan las propiedades de los productos y se les orienta en torno a una nutrición adecuada, dándole fuerza a productos

que ya estaban casi listas para la etapa de transplante. Los desafíos en áreas de desarrollo productivo es que, mediante el sistema de riego, hombres y mujeres de las comunidades, desarrollen cultivos alternativos tanto para su dieta alimentaria como para la comercialización. Diego Solís, Coordinador Provincial en Pichincha, valora la gran capacidad de la zona de cultivar verduras y hortalizas; así como el potencial en chochos y cebolla. Uno de los aspectos relevantes en estas localidades es el trabajo de las mujeres. Para el equipo provincial de MCCH, estos barrios se caracterizan porque los hombres durante el día se trasladan hacia Quito y trabajan como obreros; por lo que regresan de noche y, durante el día, el trabajo comunitario recae principalmente en ellas. Al ver todo el camino recorrido a favor del desarrollo de sus pobladores, todavía queda mucho por hacer. Pero existe un aliento favorable y una disposición permanente para dialogar con organismos locales, para así conseguir otros recursos como el sistema eléctrico, entre otros, que viabilicen el cumplimiento de los retos propuestos.

Con esta dinámica de trabajo de cadena productiva y comercial donde se dan la mano productor y consumidor, MCCH sigue fiel a su “amor primero”, como manifiesta el Padre Graziano Masón, pues se nació pensando en la seguridad y soberanía alimentaria de las familias de escasos recursos del campo y la ciudad.

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En la provincia de Los Ríos se ha avanzado en la entrega de títulos de propiedad de las tierras a 106 casos con un total de 235,35 hectáreas y 106 familias beneficiarias. Con esto se cumple uno de los principios humanos como es el del derecho a la tierra, pues se han beneficiado socios y socias en la zona de Vinces, Baba, Ventanas y Mata de Cacao. Por su parte, en Manabí se entregaron 193 títulos de propiedad con un total de 496,33 hectáreas a socios y socias de organizaciones de base de Poza Honda, Junín, San Plácido y Calceta. En ambas provincias se encuentra garantizada la pertenencia y también fortalecidas sus raíces e identidad con la tierra.

Avances en la legalización de tierras a socios y socias

A finales de marzo, se inauguró la finca experimental de Buena Fe. Durante estos meses ha tenido una participación muy activa de los promotores y promotoras comunitarias junto a los técnicos locales y coordinadores provinciales agrícolas de Esmeraldas, El Oro, Manabí y Los Ríos; de este último territorio, al ser de los más cercanos, han asumido un liderazgo destacado.

Se augura que esta finca llegue a ser, cada día más, un centro de capacitación agrícola y transferencia de nuevas técnicas que puedan ser replicadas en las fincas cacaoteras de los socios y socias de las organizaciones de las diferentes provincias.

Inauguración de la finca experimental Buena Fe

Congreso de Cacao CORPROC - MCCH

Nos preparamos durante estos meses para ponerle mucho ánimo y ganas de participar en el Congreso de Cacao de la CORPROC – MCCH y a la Asamblea de evaluación y planificación 2008 en el mes de noviembre.

A los estudiantes de la Escuela de Socioeconomía Solidaria, en el último semestre de los tres años de participación, les deseamos que sigan con el mismo compromiso y un buen trabajo de investigación para que la monografía sea un trabajo que beneficie a sus comunidades.

irando hacia adelante...

La Fundación MCCH está coordinando junto con CESA, ERPE, FEPP, CORSCOOP, Camari y otras organizaciones, la elaboración de una propuesta que realce y apoye el desarrollo de las prácticas de economía y comercio solidario. De igual manera, esta siendo parte de lo que a futuro será el Consejo Consultivo de Apoyo de la Subsecretaría de Economía Social y Solidaria. Estas acciones son afines con los principios de su trabajo de conexión y coordinación con otras organizaciones del Ecuador para establecer acciones de incidencia que ayuden a incorporar acciones y políticas favorables para los sectores con los cuales labora.

Continúan las alianzas con organizaciones solidarias

La Fundación MCCH, junto con la Subsecretaría de Economía Social y Solidaria y varias Instituciones que trabajan en la línea de la organización, producción y comercialización del cacao fino de aroma. Por lo que han unido esfuerzos para desarrollar un Encuentro Nacional de Productores y Productoras de Cacao, con la finalidad de analizar la situación del cacao ecuatoriano y establecer propuestas de cara a la obtención del certificado de origen del cacao.

Por la dignidad de productores y productoras de cacao fino de aroma

En el mes de abril de este año abrió sus puertas el centro de acopio de Mata de Cacao, al que se les desea muchos éxitos y participación en el servicio de comercialización a las familias campesinas de la zona. Asimismo, en Manabí, se inauguró en Calceta el de la Unión de Organizaciones Campesinas del Cantón Bolívar. También abrió sus puertas, en la sierra ecuatoriana, el de la Asociación de Productores Nueva Esperanza de Mulalillo en el cantón Salcedo de la provincia de Cotopaxi donde se sigue incentivando el cultivo de productos básicos y campesinos, tanto para la soberanía alimentaria como para el mercado local e interno.

Aperturas de centros de acopio

El 23 y 24 de marzo de este año, más de 120 representantes de las organizaciones con las que trabaja el MCCH, se dieron cita en el centro de formación de Quito como participantes del Movimiento de Socioeconomía Solidaria.

En este encuentro se analizaron temas como la coyuntura política y la participación en la fase de preparación a la Asamblea Constituyente. También se reafirmó una postura atenta y activa durante la elaboración de la misma como actores políticos que buscan un país más equitativo para todos en el marco de una constituyente incluyente y justa.

Movimiento de Socioeconomía Solidaria: hacia un porvenir con justicia e incluyente

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En la provincia de Los Ríos se ha avanzado en la entrega de títulos de propiedad de las tierras a 106 casos con un total de 235,35 hectáreas y 106 familias beneficiarias. Con esto se cumple uno de los principios humanos como es el del derecho a la tierra, pues se han beneficiado socios y socias en la zona de Vinces, Baba, Ventanas y Mata de Cacao. Por su parte, en Manabí se entregaron 193 títulos de propiedad con un total de 496,33 hectáreas a socios y socias de organizaciones de base de Poza Honda, Junín, San Plácido y Calceta. En ambas provincias se encuentra garantizada la pertenencia y también fortalecidas sus raíces e identidad con la tierra.

Avances en la legalización de tierras a socios y socias

A finales de marzo, se inauguró la finca experimental de Buena Fe. Durante estos meses ha tenido una participación muy activa de los promotores y promotoras comunitarias junto a los técnicos locales y coordinadores provinciales agrícolas de Esmeraldas, El Oro, Manabí y Los Ríos; de este último territorio, al ser de los más cercanos, han asumido un liderazgo destacado.

Se augura que esta finca llegue a ser, cada día más, un centro de capacitación agrícola y transferencia de nuevas técnicas que puedan ser replicadas en las fincas cacaoteras de los socios y socias de las organizaciones de las diferentes provincias.

Inauguración de la finca experimental Buena Fe

Congreso de Cacao CORPROC - MCCH

Nos preparamos durante estos meses para ponerle mucho ánimo y ganas de participar en el Congreso de Cacao de la CORPROC – MCCH y a la Asamblea de evaluación y planificación 2008 en el mes de noviembre.

A los estudiantes de la Escuela de Socioeconomía Solidaria, en el último semestre de los tres años de participación, les deseamos que sigan con el mismo compromiso y un buen trabajo de investigación para que la monografía sea un trabajo que beneficie a sus comunidades.

irando hacia adelante...

La Fundación MCCH está coordinando junto con CESA, ERPE, FEPP, CORSCOOP, Camari y otras organizaciones, la elaboración de una propuesta que realce y apoye el desarrollo de las prácticas de economía y comercio solidario. De igual manera, esta siendo parte de lo que a futuro será el Consejo Consultivo de Apoyo de la Subsecretaría de Economía Social y Solidaria. Estas acciones son afines con los principios de su trabajo de conexión y coordinación con otras organizaciones del Ecuador para establecer acciones de incidencia que ayuden a incorporar acciones y políticas favorables para los sectores con los cuales labora.

Continúan las alianzas con organizaciones solidarias

La Fundación MCCH, junto con la Subsecretaría de Economía Social y Solidaria y varias Instituciones que trabajan en la línea de la organización, producción y comercialización del cacao fino de aroma. Por lo que han unido esfuerzos para desarrollar un Encuentro Nacional de Productores y Productoras de Cacao, con la finalidad de analizar la situación del cacao ecuatoriano y establecer propuestas de cara a la obtención del certificado de origen del cacao.

Por la dignidad de productores y productoras de cacao fino de aroma

En el mes de abril de este año abrió sus puertas el centro de acopio de Mata de Cacao, al que se les desea muchos éxitos y participación en el servicio de comercialización a las familias campesinas de la zona. Asimismo, en Manabí, se inauguró en Calceta el de la Unión de Organizaciones Campesinas del Cantón Bolívar. También abrió sus puertas, en la sierra ecuatoriana, el de la Asociación de Productores Nueva Esperanza de Mulalillo en el cantón Salcedo de la provincia de Cotopaxi donde se sigue incentivando el cultivo de productos básicos y campesinos, tanto para la soberanía alimentaria como para el mercado local e interno.

Aperturas de centros de acopio

El 23 y 24 de marzo de este año, más de 120 representantes de las organizaciones con las que trabaja el MCCH, se dieron cita en el centro de formación de Quito como participantes del Movimiento de Socioeconomía Solidaria.

En este encuentro se analizaron temas como la coyuntura política y la participación en la fase de preparación a la Asamblea Constituyente. También se reafirmó una postura atenta y activa durante la elaboración de la misma como actores políticos que buscan un país más equitativo para todos en el marco de una constituyente incluyente y justa.

Movimiento de Socioeconomía Solidaria: hacia un porvenir con justicia e incluyente

oticiasÑUCANCHIC MAQUICUNAN

M

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Page 26: Revista Maquicuna #60

Por hablar con el corazón, la calidad de su obra, el buen manejo del lenguaje, la sencillez y la satisfacción por ver la madurez en sus palabras, el Consejo Editorial y Jurado del concurso de testimonios “Lo que forjo con mi ejemplo”, le

otorgó el Gran Premio a

Compartir, hablar, colaborar, valorar lo nuestro, dirigirme ante las personas, ser un verdadero líder y aprender haciendo para enseñar con el ejemplo… eran unos de mis sueños, hasta que entonces comencé a buscar un lugar y me preguntaba: ¿estará en la cima de esas montañas verdes que se elevan en el horizonte?; ¿estará en el fondo de aquellos riachuelos profundos y misteriosos que se tienden a lo largo de esta tierra fértil?; o, ¿estará en la ciudad o en el campo? Yo buscaba y buscaba ese lugar para hacer realidad mi sueño y practicarlo hasta que lo encontré: ¡Oh, estaba en esta tierra maravillosa y bendita por Dios: mi linda comunidad de Piedra de Plata! Allí la encontré junto con otros luchadores del desarrollo colectivo y entonces nació en la organización unas de las principales fuerzas de la Economía Solidaria. Mi corazón latía como a mil por minuto, entonces la luz de mi interior me condujo hacia aquella masa humana y allí es de donde empieza mi recorrido por el maravilloso sendero del saber para servir.

La organización me dio la oportunidad de ingresar a ese gran tesoro llamado Escuela de Socioeconomía Solidaria, que surge de la iniciativa de la Fundación MCCH para formar líderes y lideresas nacidos desde la misma realidad campesina y que hoy somos el futuro del desarrollo de nuestras organizaciones y, por qué no de nuestro querido ECUADOR.

Han pasado ya casi tres años y me han nutrido aquellos conocimientos, cristalinos como las aguas del río, como la paz infinita que tiene la brisa que cae en las montañas, como el

Soy Elio Galileo Cantos Zambrano, tengo treinta años de edad. Estoy casado y somos felices con mi niña de un año. Me desempeño como técnico local y estudiante de la Escuela de Socioeconomía Solidaria en Manabí. Me considero como un guerrero ecologista amante del turismo ecológico responsable, soy solidario y vivo en Piedra de Plata: una comunidad rural del cantón Bolívar.

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oncursoC“Lo que forjo con mi ejemplo”

Aprender haciendo construyo comunidades solidarias, alegres, afectuosas, honestas y comprometidas

Elio Galileo Cantos Zambrano

Jurado del Concurso“Lo que forjo con mi ejemplo”

de la provincia de ManabíLa convocatoria fue por parte de la revista de la Fundación MCCH, Ñucanchic Maquicuna - Nuestras Manos, que hizo un llamado a los y las estudiantes de la Escuela de Socioeconomía Solidaria para presentar trabajos con el tema: Las organizaciones de base: participación y calidad.

Uno de los valores que posee el escrito del estudiante ganador, presentados en esta edición, es cómo su experiencia de líder en el trabajo organizativo, participativo y de calidad en la organización de base a la cual pertenece esta llena amor por la tierra que cuida y cultiva a diario.

sudor del trabajo que rueda por la frente del montubio y como el amanecer esplendoroso de nuestro hermano sol que acaricia con sus rayos nuestras fincas cacaoteras. Así han penetrado en lo más profundo de mi ser aquellas metodologías y capacitaciones que nos han regalado los guerreros de la luz: ¡estoy hablando de facilitadores y facilitadoras! Para hacer de mí una persona con valor, para no tener miedo de hablar ante el público, para crear un ambiente dinámico cuando realizamos reuniones y talleres y no hacerlas aburridas, para quererme y amarme yo mismo y después amar a los demás, aprender que el género somos todos hombres y mujeres, conocer que la Espiritualidad somos todas las criaturas que conformamos el universo y es estar en armonía con todo lo creado por Dios, hacerme un ecologista más de este mundo para respetar cuidar enseñar y valorar el medio ambiente con todo lo aprendido sobre agricultura orgánica, para ser más afectivo con mi familia y con las organizaciones y descubrir que la Escuela es una cuna llena de afecto, amor y ternura .

Hoy me he ganado la confianza en mi organización y todas las organizaciones que forman parte de la zona de Calceta, porque todo lo aprendido lo estoy dando con humildad amor y ternura.

Gracias Escuelita por hacerme una persona para servir a los demás y enseñar con el ejemplo:

PORQUE EL QUE MÁS SABE ES EL QUE MÁS SIRVE.

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Por hablar con el corazón, la calidad de su obra, el buen manejo del lenguaje, la sencillez y la satisfacción por ver la madurez en sus palabras, el Consejo Editorial y Jurado del concurso de testimonios “Lo que forjo con mi ejemplo”, le

otorgó el Gran Premio a

Compartir, hablar, colaborar, valorar lo nuestro, dirigirme ante las personas, ser un verdadero líder y aprender haciendo para enseñar con el ejemplo… eran unos de mis sueños, hasta que entonces comencé a buscar un lugar y me preguntaba: ¿estará en la cima de esas montañas verdes que se elevan en el horizonte?; ¿estará en el fondo de aquellos riachuelos profundos y misteriosos que se tienden a lo largo de esta tierra fértil?; o, ¿estará en la ciudad o en el campo? Yo buscaba y buscaba ese lugar para hacer realidad mi sueño y practicarlo hasta que lo encontré: ¡Oh, estaba en esta tierra maravillosa y bendita por Dios: mi linda comunidad de Piedra de Plata! Allí la encontré junto con otros luchadores del desarrollo colectivo y entonces nació en la organización unas de las principales fuerzas de la Economía Solidaria. Mi corazón latía como a mil por minuto, entonces la luz de mi interior me condujo hacia aquella masa humana y allí es de donde empieza mi recorrido por el maravilloso sendero del saber para servir.

La organización me dio la oportunidad de ingresar a ese gran tesoro llamado Escuela de Socioeconomía Solidaria, que surge de la iniciativa de la Fundación MCCH para formar líderes y lideresas nacidos desde la misma realidad campesina y que hoy somos el futuro del desarrollo de nuestras organizaciones y, por qué no de nuestro querido ECUADOR.

Han pasado ya casi tres años y me han nutrido aquellos conocimientos, cristalinos como las aguas del río, como la paz infinita que tiene la brisa que cae en las montañas, como el

Soy Elio Galileo Cantos Zambrano, tengo treinta años de edad. Estoy casado y somos felices con mi niña de un año. Me desempeño como técnico local y estudiante de la Escuela de Socioeconomía Solidaria en Manabí. Me considero como un guerrero ecologista amante del turismo ecológico responsable, soy solidario y vivo en Piedra de Plata: una comunidad rural del cantón Bolívar.

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oncursoC“Lo que forjo con mi ejemplo”

Aprender haciendo construyo comunidades solidarias, alegres, afectuosas, honestas y comprometidas

Elio Galileo Cantos Zambrano

Jurado del Concurso“Lo que forjo con mi ejemplo”

de la provincia de ManabíLa convocatoria fue por parte de la revista de la Fundación MCCH, Ñucanchic Maquicuna - Nuestras Manos, que hizo un llamado a los y las estudiantes de la Escuela de Socioeconomía Solidaria para presentar trabajos con el tema: Las organizaciones de base: participación y calidad.

Uno de los valores que posee el escrito del estudiante ganador, presentados en esta edición, es cómo su experiencia de líder en el trabajo organizativo, participativo y de calidad en la organización de base a la cual pertenece esta llena amor por la tierra que cuida y cultiva a diario.

sudor del trabajo que rueda por la frente del montubio y como el amanecer esplendoroso de nuestro hermano sol que acaricia con sus rayos nuestras fincas cacaoteras. Así han penetrado en lo más profundo de mi ser aquellas metodologías y capacitaciones que nos han regalado los guerreros de la luz: ¡estoy hablando de facilitadores y facilitadoras! Para hacer de mí una persona con valor, para no tener miedo de hablar ante el público, para crear un ambiente dinámico cuando realizamos reuniones y talleres y no hacerlas aburridas, para quererme y amarme yo mismo y después amar a los demás, aprender que el género somos todos hombres y mujeres, conocer que la Espiritualidad somos todas las criaturas que conformamos el universo y es estar en armonía con todo lo creado por Dios, hacerme un ecologista más de este mundo para respetar cuidar enseñar y valorar el medio ambiente con todo lo aprendido sobre agricultura orgánica, para ser más afectivo con mi familia y con las organizaciones y descubrir que la Escuela es una cuna llena de afecto, amor y ternura .

Hoy me he ganado la confianza en mi organización y todas las organizaciones que forman parte de la zona de Calceta, porque todo lo aprendido lo estoy dando con humildad amor y ternura.

Gracias Escuelita por hacerme una persona para servir a los demás y enseñar con el ejemplo:

PORQUE EL QUE MÁS SABE ES EL QUE MÁS SIRVE.

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Torganización

y calidadparticipación

líneas comerciales

Alimentos AgroindustrialesCacao fino de Aroma

ArtesaníasProductos básicos y campesinos

Av. Rumichaca S26-365 y Moro MoroP.O. Box: 17-190010

Telf: (593) 2670 925 / 26 / [email protected]

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