Revista fonduc 30

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Revista editada por personal del Fondo de Profesores de la Universidad del Cauca, en homenaje al Trigésimo Aniversario de la fundación de la entidad.

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ASAMBLEA GENERALJUNTA DIRECTIVA

COMITÉ DE CONTROL SOCIAL

PRINCIPALESGustavo Adolfo Zúñiga

Presidente

René Zúñiga RengifoVicepresidente

María Leticia CastrillónSecretaria

SUPLENTESMaría Isaura Valdivieso

Vocal

Freddy Hernán Pisso Vocal

Luis Alberto HerreraVocal

REVISOR FISCALCarlos Alberto Díaz

GERENTEJuan Felipe Vallejo Matus

TESORERADoris Edilma Agredo

CONTADORAMaría Jacqueline Alarcón Alarcón

SECRETARIAMarta Lucía Astudillo Escobar

COMUNICADORJosé Guillermo Valencia Orozco

PRINCIPALESWayner Rivera Márquez

Presidente

Horacio Casas RengifoVicepresidente

Guillermo Adolfo CuéllarSecretario

Ricardo Muñoz ChávezVocal

Milton Arango QuintanaVocal

SUPLENTESÁlvaro Erazo Latorre

Vocal

Carlos Ignacio MosqueraVocal

María Margoth ArenasVocal

Carlos Julio RestrepoVocal

Olga Lucía CadenaVocal

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UNA APROXIMACIÓN AL SURGIMIENTO DEL FONDO DE PROFESORES DE UNICAUCA

APUESTA HACIA LA PRESTACIÓN DE UN MEJOR SERVICIO A LOS ASOCIADOS DEL FONDUC

LA EDUCACIÓN SOLIDARIA Y SU IMPACTO EN EL DESARROLLO INDIVIDUAL Y SOCIAL

ARTE Y DESPOJO PINACOTECA EFRAÍM MARTÍNEZ

A PROPÓSITO DE UNA FUNCIÓN DE TEATRO Y DEL FOMENTO DE LA CULTURA Y LAS ARTES

EL EPIGRAMA Y LIVIO PAZ NAVIA

CINCUENTENARIO

ANEXOS

FONDUC TREINTA AÑOS: De la Utopía a la Confianza

VISIÓN DE UN SISTEMA DE CONTROL INTERNO GENERAL

DESARROLLO ZOMBIE VS. VIDA COMUNITARIA

¿QUÉ ES LA SOLIDARIDAD?

SOLIDARIDAD E INTEGRACIÓN

LOS VALORES: CULTURA Y SOLIDARIDAD

UNA CRISIS TRANSFORMADA EN OPORTUNIDAD

FONDUC, 30 AÑOS DE SERVICIO

EL AMOR POR LO QUE HACEMOS

ENCUENTROS Y TERAPIAS EN EL RECUERDO

MIS AMIGOS DE LA UNIVERSIDAD DEL CAUCA

LUIS HERNANDO RINCÓN

JUAN F. VALLEJO

ALBERTO SUAREZ

MIGUEL MÉNDEZ

EDUARDO GÓMEZ

GUIDO ENRÍQUEZ

ÁLVARO VILLEGAS ARANGO

WAYNER RIVERA MARQUEZ

CARLOS DÍAZ

MAGNOLIA ARISTIZÁBAL

WILLIAM ABELLA

ANALFE

HORACIO CASAS R.

DANILO REINALDO VIVAS

CÉSAR AUGUSTO OSORIO

JOSÉ VALENCIA

ELIO FABIO GUTIÉRREZ

EDUARDO ROSERO PANTOJA

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A través de la Revista Fonduc 30 años,

el Fondo de Profesores de la Universidad del Cauca

busca dejar plasmados los diversos puntos de vista que sobre la creación y funcionamiento de esta

empresa solidaria, tienen los diversos actores que la componen. Presentamos a nuestros lectores una

recopilación de escritos de autores relacionados de

múltiples formas con nuestra entidad,

y agradecemos a todos ellos su compromiso para

participar en este proyecto editorial.

Las opiniones expresadas en esta publicación solamente compro-meten a sus autores y no al Fondo de Profesores de la Universidad del Cauca.

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Podemos afirmar con seguridad

que el FONDUC es una acción

que inspira confianza como

lo ratifica el transcurrir

de treinta años de existencia.

En los planes entusiastas de la Junta Directiva de ASPU de aque-llos años que precedieron al terrible evento natural de 1983, que partió en dos la historia moderna de la ciudad de Popayán, se habían contempla-do diversas opciones y propuestas que permitieran el compromiso del Gobierno y la Administración de la Universidad del Cauca con progra-mas de bienestar de verdadero y real impacto para los profesores. La carencia de planes de bienestar o el escaso presupuesto que se destina a este rubro en las universidades pú-blicas de nuestro país es una cons-tante histórica y en la Universidad del Cauca la situación no ha sido la más favorable. Conocer que el Fon-do de Bienestar de la Universidad de Antioquia, que había sido creado a finales del año 1973 por el Consejo Superior de esa Universidad como una forma de propender por el desa-rrollo integral de sus miembros, para la plena realización humana de sus integrantes y para fomentar el ahorro y el mejoramiento económico de sus miembros, se convirtió para noso-tros en un paradigma, máxime cuan-do era una entidad que sí se nutría con recursos del presupuesto de la misma universidad. De igual manera tuvimos ocasión de visitar, conocer y en cierta medida envidiar el caso

La asamblea de constitución del Fondo de Profesores y Bienestar pro-fesoral del jueves 28 de Julio de 1983 citada por la junta directiva de ASPU cristalizó una aspiración que nos asis-tía desde años atrás, constituir un fondo de bienestar en la Universidad del Cauca a semejanza del Fondo de Bienestar de la Universidad de Antio-quia o del Fondo de Profesores de la Universidad del Valle. Si bien muchos cronistas universitarios creen con cierta lógica que la fundación del hoy conocido como Fondo de Profesores de la Universidad del Cauca (FON-DUC) se dió como una natural conse-cuencia de las transformaciones que trajo el duro terremoto que padeció la ciudad ese año y en particular por el hecho de que ASPU fue el receptor de buena parte de los aportes y donacio-nes hechas por universitarios de todo el país, por algunos exalumnos de la Universidad del Cauca y otras perso-nas de buena voluntad, que se suma-ron a la causa para auxiliar a los dam-nificados del estremecedor terremoto del 31 de Marzo, la realidad es que la idea de la creación del Fondo de Bien-estar se había concebido de tiempo atrás; el terremoto y sus consecuen-cias sin duda fueron un catalizador de muchas de las transformaciones que se dieron en Popayán y en la Univer-sidad.

FONDUC TREINTA AÑOS:DE lA UTOpíA A lA CONFIANzA

por Wayner Rivera Márquez ([email protected])

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ra a diferencia de los años ochenta el sistema es para la competitividad, los emprendedores, el marketing, la publicidad y la productividad; pero igual me sostengo en los ideales, evocan-do a Daniel Defoe “Todas las cosas buenas de este mundo no son buenas más que por el uso que hacemos de ellas; y que las disfrutamos tanto cuando nos sirven como cuando las jun-tamos para dárselas a otros, pero no más.”

Pasar de los 38000 pesos de capital ini-cial aportado por los 19 socios fundadores a registrar en la actualidad activos por valor de $12.468´000.000, con una cartera de crédito de $11.860´000.000 y 641 afiliados, es señal inequívoca de que se ha trabajado con respon-sabilidad y honradez a lo largo de estos trein-ta años con criterios de servicio, solidaridad y autogestión. Este avance y progreso ha sido la tarea mancomunada de quienes han trabajado en las diferentes juntas directivas y comités que han tenido la responsabilidad de orientar los destinos del FONDUC, es mérito de quienes han prestado sus servicios en calidad de geren-te y es el resultado del aporte de quienes han integrado la planta de personal o de servidores del FONDUC, pero por sobre todo es el fruto de una disposición organizativa donde hemos ac-tuado con sentido de solidaridad y compañeris-mo. Es cierto que hoy sin duda registramos pro-greso y nos satisface ver el camino recorrido y la huella que queda, pero sigo deseando que la Universidad del Cauca aporte más al bienestar de sus profesores; lo sustento con el mismo paradigma que propició la creación de nuestro fondo, el Fondo de Bienestar de la Universidad de Antioquia hoy cuenta con 2657 afiliados que gozan de beneficios de crédito por valor de $71.603.000.000 y además cuentan con el respaldo del Fondo Rotatorio de Vivienda de esa misma universidad.

Hoy con satisfacción y alegría por la ben-dición que nos da la vida podemos reunirnos para recordar lo que han sido estos treinta años de nuestro Fondo de Profesores. Sentimos que “El pasado no muere nunca. Ni siquiera es pa-sado” como dijera William Faulkner, vivimos las consecuencias de nuestros buenos actos y renacemos en la alegría del entusiasmo de aquellos viejos tiempos en que integramos una junta Directiva de ASPU que no dudo en llamar memorable e irrepetible. Tuve el grato honor de presidirla acompañado de Danilo Vivas como Vicepresidente, Ana Lucía Pérez como Secreta-ria, el colega Lucho Rincón como Fiscal y como

cercano de la Universidad del Valle donde los profesores, con el apoyo de la dirección univer-sitaria, habían constituido un Fondo en el cual podían ahorrar con el beneficio de que la univer-sidad les aportaba un peso por cada peso aho-rrado. Con esas ideas en mente se convocó a los profesores en Julio de 1983 para constituir el ente que en consecuencia con los antecedentes conocidos se denominaría originalmente Fondo de Ahorro y Bienestar Profesoral de la Universi-dad del Cauca. Nos asistía la expectativa de lo-grar apoyo de la dirección universitaria tal como acontecía en la Universidad de Antioquia y en la Universidad del Valle.

A la Asamblea de constitución del 28 de Ju-lio de 1983 en la que participamos los 5 integran-tes principales de la Junta Directiva de ASPU con sus respectivos suplentes y unos pocos colegas que atendieron nuestra invitación para configu-rar una asistencia de 19 profesores en calidad de fundadores, le siguió una Asamblea General del recién constituido organismo el día viernes 2 de Diciembre de 1983 donde se configuró la direc-ción de la entidad y se nombró al Ingeniero Luis Alberto González, quien era a la par el tesorero de ASPU, como representante legal y se le au-torizó para tramitar la personería Jurídica y para protocolizar la existencia de nuestro Fondo que adquirió estatus legal en Marzo de 1984.

Largo tiempo ha pasado desde aquellos días en que inició actividades el Fondo de Aho-rro y Bienestar Profesoral con el aporte de 1000 pesos de cada uno de los asociados fundadores y una partida de 19000 pesos de la tesorería de ASPU. Vale la pena dejar en claro que el aporte de ASPU provino del donativo de los colegas de la Universidad de Antioquia que de manera con-certada auspiciaron la creación de un fondo de bienestar similar al que ellos tenían en su uni-versidad. Con el discurrir del tiempo el Fondo de Ahorro y Bienestar Profesoral en la medida que se fue consolidando en sus indicadores econó-micos y financieros empezó a perder la visión de Bienestar para reconfigurarse en su nueva ver-sión como Fondo de Empleados ajustado a la normatividad estipulada por la ley 1391 de 2010; consecuente con esta visión en años recientes por decisión de Junta Directiva aquel Fondo de Ahorro y Bienestar Profesoral fue renombrado como Fondo de Profesores de la Universidad del Cauca, el actual FONDUC; por fortuna no lo de-nominaron Fondo de Profesores Empleados de la Universidad del Cauca. Yo sigo añorando el viejo nombre y la concepción original pero aho-

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Igual aprecio y consideración obliga al digno reconocimiento de sus aportes para la fundación de nuestro Fondo a los colegas, quienes ahora disfrutan del derecho de su pen-sión, Alfredo Ortiz, Marcos Caipe, Edgar Bonilla, Santiago Rivas, Álvaro Correal, Francisco Esco-bar Alvarado, Gloria Inés Fonseca y Emiliano Saavedra.

Sea esta la ocasión especial para brindar por su estabilidad y progreso. Deseo de cora-zón que sus asociados continúen concibiendo al originalmente denominado Fondo de Ahorro y Bienestar Profesoral como un modelo de or-ganización donde primen las ideas de solida-ridad, amistad y calidad humana. Por el bien del Fondo de Profesores y para el beneficio de sus integrantes y las nuevas generaciones de universitarios que por siempre el espíritu de los ideales de solidaridad se imponga sobre el del usurero “Mercader de Venecia”.

WAYNER RIVERA MÁRQUEZPRESIDENTE

JUNTA DIRECTIVA FONDUC

tesorero el maestro inolvidable Luis Alberto Gon-zález, quien además de compañero en el sindi-cato fue guía y consejero lleno de la sabiduría que aportan los años y la serenidad de espíritu. El maestro Luis Alberto viajó primero; tampoco están hoy con nosotros y son merecedores de reconocimiento como fundadores la profesora Fanny Cardona de Aguilar, el profesor Cesitar Rosas y el amigo Oscar Borrero quien falleció recientemente. Con alegría podemos contar aún en el servicio de la docencia universitaria con los colegas Freddy Pisso, compañero de la causa sindical universitaria, lo mismo que Jaime Tobar e Hilldier Zamora, todos ellos en común com-partiendo nuestro quehacer universitario en la Facultad de Ciencias Naturales, Exactas y de la Educación que fue el nombre que tomó en nues-tra universidad nuestro proyecto de la Facultad de Ciencias que tanto procuramos conformar en aquellos buenos tiempos de la década feliz por nuestra juventud, de los años 80, pero tan aza-rosa y convulsionada como ha sido la historia de nuestra patria.

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Hoy, al conmemorar 30 años de existencia del Fondo de Profesores de la Universidad del Cauca, es incontro-vertible el invaluable aporte al bienestar y el mejoramiento de la calidad de vida de sus asociados y beneficiarios, cualidad que lo ha llevado a posicionarse como una de las instituciones de economía solidaria más pujantes del Departamento del Cauca.

A lo largo de la historia de la humanidad, las grandes realizaciones, empresas, instituciones y organizaciones han estado ligadas a fenóme-nos o circunstancias que han marcado trascendentalmente la vida coti-diana de las comunidades y las personas.

El origen del FONDO DE PROFESORES de la Universidad del Cau-ca, no es ajeno a esta constante histórica puesto que su conformación estuvo vinculada al terremoto que sufrió la ciudad de Popayán el día 31 de Marzo de 1983, fenómeno que afectó de manera significativa la vida laboral y personal de docentes y empleados de la institución.

Ante la magnitud de la tragedia se despertó en el país un ferviente sentimiento de solidaridad con el Alma Mater caucana. Sin embargo, las ayudas se concentraron especialmente en el auspicio de la reconstruc-ción de la planta física de la institución, sin prestar la suficiente atención a las necesidades que se derivaron de la catástrofe en la vida de los funcionarios, quienes, en ese momento no contaban con una organi-zación solidaria que liderara y gestionara soluciones pertinentes a la problemática.

Para ese entonces habían transcurrido algunos años tras la diso-lución de la Cooperativa de Profesores y Empleados de la Universidad del Cauca, institución que había surgido en el año de 1975 gracias a la iniciativa de un grupo de docentes miembros de la Asociación de Pro-fesores y que luego integró a demás trabajadores. En un comienzo, la Cooperativa de Profesores y Empleados llegó a constituirse en la en-tidad de economía solidaria de mayor desarrollo en el Departamento del Cauca. Pero hubo un momento en que, por circunstancias distintas, atravesó por una aguda crisis financiera que desencadenó su cancela-ción y generó, además, temor y desconfianza hacia las organizaciones de economía solidaria de la comunidad universitaria.

UNA ApROXIMACIÓN Al SURGIMIENTO DEl

FONDO DE pROFESORES DE lA UNIVERSIDAD DEl CAUCApor luis Hernando Rincón Bonilla ([email protected])

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A partir de ese momento se inició el proceso de recopilación de documentación y requisitos establecidos por el estado Colom-biano para la constitución de las entidades de economía solidaria. Y el 5 de marzo de 1964, el Fondo de Profesores de la Universidad del Cauca obtuvo el reconocimiento jurídico por parte del ente oficial correspondiente.

Durante los primeros años de vida jurí-dica, el Fondo tuvo que enfrentar la descon-fianza que había causado la Cooperativa de la Universidad del Cauca en la mayoría del personal docente. Se puede afirmar, sin lu-gar a dudas, que el espíritu solidario de los socios fundadores impidió que la empresa sucumbiera. Sólo a partir de la década de los años 90`s el Fondo comienza a tener el creci-miento y el desarrollo sostenidos que actual-mente vivimos.

Finalmente, es menester exaltar la de-dicación, la honestidad y la pulcritud de las personas que tuvieron a su cargo, desde sus inicios, el manejo de los destinos de nuestra empresa. Así como también, elogiar el tesón y el espíritu visionario de sus directivos quie-nes, a lo largo de las décadas, nos han per-mitido a sus asociados tener la satisfacción de conformar una de las organizaciones más sobresalientes y reconocidas del profesora-do universitario colombiano.

Es en este contexto que en el mes de mar-zo de 1983, ocurrió el terremoto. En los meses posteriores a ésto, la Asociación Sindical de Profesores Universitarios (ASPU) promovió a nivel nacional una serie de reuniones con el propósito de incentivar el apoyo de los docen-tes universitarios del país para los colegas de la Universidad del Cauca. En estas actividades se destacó la participación del representante de los profesores ante el Consejo Superior de la Universidad del Cauca Wayner Rive-ra Márquez, quien a su vez, estaba desempe-ñándose como presidente de ASPU seccional Cauca. La agremiación profesoral direccionó el manejo de los recursos económicos aporta-dos por los afiliados a las demás seccionales.

Es importante resaltar el decidido apo-yo del Fondo de Profesores de la Universidad del Valle, que contaba entre sus afiliados con varios docentes que se habían desempeñado como profesores de la Universidad del Cauca. Dicho Fondo, además de aportar apoyo eco-nómico, sugirió la creación de un ente similar al suyo en nuestra universidad. Fue así que, fundamentada la idea, se efectuó una reu-nión el 28 de julio de 1983 y se firmó el acta de constitución del Fondo de Profesores de la Universidad del Cauca, con 19 asociados vin-culados a las diferentes unidades académicas de la institución, algunos de ellos, ya falleci-dos, cuya participación y dedicación fueron determinantes para la consolidación del Fon-do.

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A pesar de estas circunstanciasadversas, pero animados desde la filosofía cooperativista, fielmente encarnada por nuestro primer Re-presentante Legal, el Ingeniero Luis Alberto González Vidal, se logró avanzar pausada pero firmemente en los procesos de fortalecimiento y consolidación del Fondo hasta llegar al día de hoy.

y espirituales de la ciudad y de su gente. Se puede decir que a partir de ese instante, Popayán cambió, y se transformó en un lugar de nue-vos retos y expectativas de desa-rrollo.

El conjunto habitacional Blo-ques Pubenza, aledaño al entonces Instituto de Crédito Territorial, ubi-cado en el barrio Modelo, desapa-reció dejando desolación y muerte; el histórico barrio La Pamba y otros sectores residenciales de la ciudad vieron impávidos cómo se fueron desplomando apartamentos y ca-sas donde vivía un gran número de profesores de la Universidad del Cauca que lo perdieron todo. Las ayudas individuales, familiares y gubernamentales que les llegaron, todas cargadas de afecto y buena voluntad, poco podían hacer para mitigar tan significativas pérdidas materiales y humanas.

La Asociación Sindical de Pro-fesores ASPU –Cauca-, se dirigió a todas sus sedes regionales en las diferentes universidades pú-blicas del país para solicitar ayuda en favor de un importante número de docentes damnificados. Enar-

Popayán, ciudad de profundas raíces coloniales, construida bajo los más ortodoxos estilos arquitectóni-cos españoles, cuna de importantes gestas independentistas y madre de una pléyade de hombres y muje-res que ofrendaron sus vidas por el sueño de construir, en el siglo XIX, un Estado soberano, autónomo e in-dependiente: La República. Capital del Departamento del Cauca, región multiétnica y pluricultural, de gentes sanas, trabajadoras y cultoras del arte, la literatura, la filosofía, la polí-tica y las ciencias; conocida como la “Ciudad Blanca” y universitaria gra-cias a la labor casi bicentenaria del Alma Mater caucana donde, desde hace tres décadas, adelanta su labor el Fondo de Profesores de la Univer-sidad del Cauca –FONDUC-.

En sus cuatro siglos y medio de historia, Popayán ha tenido un im-portante número de sismos y terre-motos por la composición geológica del terreno en que está construida. Uno de ellos, sucedido el 31 de mar-zo de 1983, fue un terremoto que en 18 segundos dejó una huella indele-ble en lo más profundo de nuestro ser individual y colectivo, resintien-do las estructuras físicas, mentales

UNA CRISIS TRANSFORMADA EN OpORTUNIDADpor Danilo Reinaldo Vivas ([email protected])

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te aquella ubicada en el Centro Histórico que engalanaba la ciudad, y la Facultad de Inge-niería del sector de Tulcán, que perdió todo el primer piso. Fue gracias a los desarrollos ingenieriles que se pudo conservar los pisos restantes que hoy conocemos.

Desde hace más de 30 años de existen-cia, el Fondo de Profesores de la Universidad del Cauca le ha permitido a ASPU -Cauca- abordar políticas de bienestar profesoral. Ya que, hasta antes de su creación, la Universi-dad sólo se había concentrado en el tema de la salud, mediante la Caja de Previsión Social, hoy denominada “Unidad de Salud”, dejando de lado otros asuntos inherentes al bienes-tar institucional. Esto último de creciente im-portancia en el quehacer del FONDUC, por lo cual desde los inicios del Fondo, se ponderó como palabra clave bienestar.

Al principio, la tarea no fue fácil. Pues no se contaba con los recursos suficientes para iniciar formalmente operaciones de crédito, que era el servicio que más demandaban los asociados. Por esta razón, durante los prime-ros meses se concedió mucho más énfasis a la ampliación de la base social del Fondo y al ahorro, por medio de los aportes mensua-les que cada asociado debería hacer, a fin de capitalizarlo y disponer luego de ese capital para el cumplimiento de sus objetivos. Otro hecho de difícil superación para el arranque del Fondo lo constituyó, sin lugar a dudas, el fantasma de la crisis y liquidación de la Cooperativa de la Universidad del Cauca, la cual llegó a ser, en el suroccidente colom-biano, una de las expresiones más sólidas de Economía Solidaria. Acompañada ideo-lógica y filosóficamente por el Instituto de Estudios Cooperativos, adscrito a la Facultad de Ciencias Contables Económicas y Admi-nistrativas, único en su género con relación a las universidades de esta región del país, dicha cooperativa se embarcó en un plan de vivienda que dio origen a la Urbanización La Aldea, situada en el norte de la ciudad, que permitió a un número significativo de docen-tes y administrativos asociados, contar con casa propia. No obstante, debido a una sobre estimación de sus posibilidades financieras, la cooperativa entró en situación de insol-

bolando el principio de la solidaridad, como reza en los estatutos de esta organización gremial, esta ayuda no se hizo esperar, ya que la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia, y un grupo de Exalumnos de la Universidad del Cauca, radicados en Maniza-les, donaron importantes recursos económi-cos para apoyar a los profesores afectados y a sus familias, sugiriendo, a su vez, que di-chos recursos sirvieran como capital semilla para crear una entidad de tipo asociativo, bien Cooperativa o Fondo de Ahorro y Crédito. Su-gerencia que tenía como propósito la conso-lidación de una estructura que permitiera, en el presente y en el futuro, enfrentar de mejor manera situaciones como las que entonces estábamos viviendo y para las que no estába-mos preparados.

En consecuencia, la Junta Directiva de ASPU Cauca acordó destinar una parte de di-chos recursos a la ayuda de los docentes más afectados y la otra, a la constitución del Fondo de Ahorro y Bienestar Profesoral. A través de la Asamblea de Constitución, este hecho se materializó el 28 de julio de 1983 en el Audi-torio de la Facultad de Ingenierías “Francisco Lemos Arboleda”, uno de los pocos espacios de la Universidad del Cauca que no había sido afectado por el terremoto.

El Fondo de Profesores de la Universidad del Cauca, creado como una entidad autóno-ma e independiente de la institución, nace for-malmente el 5 de marzo de 1984, con 19 aso-ciados hábiles, suscriptores de la respectiva Acta, cuyos aportes sumaron $38.000 mil pe-sos. Luis Alberto González, Fanny C. de Agui-lar, Marco A. Caipe, Alfredo Ortiz Landázury, Ana Lucía Pérez de Salinas, Edgar A. Bonilla, Santiago Rivas, Wayner Rivera Márquez, Cé-sar Rosas, Oscar Borrero, Álvaro Correal, Fran-cisco Escobar, Gloria Fonseca, Freddy Hernán Pisso, Luis Hernando Rincón, Emiliano Saave-dra, Jaime Tobar, Hilldier Zamora y Danilo Rei-naldo Vivas, fueron universitarios que com-prendieron el poder de la asociatividad para enfrentar los nuevos retos que implicaba la ciudad y el Alma Mater Caucana frente al nue-vo panorama. Pues, los daños causados por el terremoto afectaron gravemente la infraes-tructura física de la Universidad, especialmen-

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los más profundos sentimientos de gratitud y afecto, a quienes, por su trabajo basado en los principios de solidaridad, honestidad y confianza, y su continua preocupación por agenciar el mejoramiento del bienestar y la calidad de vida de los asociados, lograron consolidar al Fondo como una empresa de economía social, eficiente y comprometida con el Acuerdo Cooperativo. Gracias a Luis Alberto González, Álvaro Erazo Latorre, Luis Eduardo Montoya, Álvaro Correal Delgado, Mery López Zúñiga, Enrique Valencia Fajuri, Sigifredo Turga, María Helena Castro, Yolan-da Dorado, Jorge Enrique Barrera, Jacqueline Alarcón y actualmente Juan Felipe Vallejo.

Con el propósito de ofrecer un portafo-lio de servicios cada vez más amplio, el FON-DUC ha trabajado desde su creación en pro-cura del progreso económico, social, cultural, recreativo, educativo y de seguridad social de todos los asociados y sus familias, mediante la aplicación de los principios de: solidaridad, cooperación, equidad y democracia, esta últi-ma expresada en prácticas de Buen Gobier-no Corporativo. Valores que se han venido afianzando a través de la implementación de programas destinados a la educación y la ca-pacitación de los asociados en torno a temas relativos a la Economía solidaria. Esto con el objetivo de afianzar en cada uno de ellos, el significado del modelo solidario, así como también, de impulsar actividades de gestión, promoción y desarrollo de proyectos produc-tivos que le permitan a los asociados y sus familias mejorar sus condiciones de vida.

Mirar hoy, treinta años después, hecho realidad lo que inició como una utopía, re-conforta el espíritu, reafirma la validez de los principios y los valores de la asociatividad, la cooperación y la solidaridad, y ratifica la cer-teza del proverbio chino que afirma: Toda cri-sis es posible transformarla en oportunidad. Felicitaciones a toda la familia FONDUC en sus tres décadas de prolífera existencia.

vencia y liquidación. El impacto financiero de la imprevisión produjo, además de la pérdida de los aportes y ahorros de los asociados en atención a su condición de deudores solida-rios, la total desconfianza por parte de la co-munidad universitaria local sobre este tipo de empresas de economía social.

Actualmente, el Fondo cuenta con 641 asociados entre docentes, administrativos y pensionados, con un capital social cercano a los $ 6.130.858.000 de pesos, unos activos de $ 12.674.735.000 y un patrimonio aproximado de $ 7.069.587.000, cifras que demuestran su solidez financiera; su relevancia en la vida ins-titucional; la confianza que merece entre sus socios y la comunidad universitaria en gene-ral, y el dinamismo de la economía solidaria a nivel local y regional.

Paralelo al ofrecimiento de los servicios básicos, para el FONDUC es imperativo el bienestar, a través de programas concebidos como Espacios Lúdicos y Sociales de encuen-tro entre los asociados para fortalecer los lazos de amistad y compañerismo; el de Ca-pacitación, a fin de lograr entre los asociados mayores niveles de apropiación de los princi-pios y valores de las Empresas de Economía Solidaria y del emprendimiento que le permita al asociado la generación de empresa, y el de Recreación y Deporte para brindar a los aso-ciados y sus familias momentos de sano es-parcimiento y diversión.

Todo lo que hemos logrado hasta aho-ra es consecuencia del trabajo responsable y del profundo compromiso asumido por los socios que han hecho parte de la Junta Di-rectiva y de los Comités de Apoyo, en las di-ferentes etapas de su desarrollo, así como de la gestión responsable y transparente de los gerentes que han estado al frente de las actividades administrativas y de gestión del Fondo. Valga esta oportunidad para expresar

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“MIL Y MILY MIL

GRACIAS A TODOS”.

Iniciamos el recorrido

hacia la cuarta

década de existencia.

- Responsabilidad- Solidaridad- Humildad- Honestidad

Segunda reflexión: recorde-mos algo de historia. En 1844, hace 169 años los pioneros de Rochda-le (Inglaterra), fueron 28 tejedores que dieron origen al sistema coo-perativo, sector al cual pertenece nuestro fondo creado en 1.983.

En 1995, el Congreso de la ACI, realizado en Manchester (Inglate-rra), aprobó 7 nuevos principios del Cooperativismo Internacional que son:

- Adhesión voluntaria y abierta

- Gestión democrática por parte de los asociados

- Participación económica de los asociados

- Autonomía e Independencia

- Educación, formación e información

He tenido la oportunidad de pertenecer al FONDUC, como aso-ciado y como directivo, experiencia que ha enriquecido mi vida y su aspecto solidario. Por ello quisiera conmemorar estas tres décadas del FONDUC, con algunas reflexiones que nos arraiguen el sentido de per-tenencia hacia él.

Primera reflexión: es necesario pensar en el “espíritu cooperativo” y ésto nos conduce a la práctica y al reconocimiento de los valores, tomando conciencia de que cada asociado y directivo sirva a la socie-dad con desprendimiento, eficiencia y sin intereses personales de lucro, entregando nuestra inteligencia, sa-ber y accionar para establecer con-diciones mínimas de justicia social y bienestar para todos.

Estos valores que deben estar presentes en todo nuestro quehacer son:

- Excelencia- Autonomía- Compromiso- Eficiencia- Confidencialidad- Transparencia

FONDUC…30 AÑOS DE SERVICIO

por César Augusto Osorio Vera ([email protected])

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2. ¿Está el FONDUC en capacidad de convertirse en un fondo con múltiples ser-vicios (como vivienda, salud, educación, re-creación…etc.), o debe seguir sólo con su lí-nea de ahorro y crédito?

3. ¿Es conveniente para el FONDUC ad-quirir o tener su sede propia?

4. ¿Es para usted el FONDUC “sólo un banco más” que le presta y le auxilia en sus dificultades económicas, o representa algo más en su vida?

5. ¿Ha pensado en ser directivo del FONDUC con el fin de ejercer gestión demo-crática? Usted puede serlo, anímese.

Por último, centrándome en la efeméri-de que nos convoca, sólo quiero agradecer a todos los asociados por creer en el FONDUC; a sus directivos que han mantenido el Fondo con gran solvencia y capacidad de servicio; a la Universidad del Cauca por ser nuestro vínculo común; a sus fundadores, quienes, como los pioneros de Rochdale, iniciaron este sendero que hoy recorremos y que nos permite gritar con orgullo a cada uno de sus asociados su pertenencia al FONDUC.

- Cooperación entre cooperativas

- Interés por la comunidad

Si asociamos los valores arriba mencio-nados con estos principios, hablamos de una sociedad cuasi-perfecta, donde el bien común está por encima del individual, la democracia sobre la tiranía, la educación sobre la ignoran-cia, la solidaridad sobre el egoísmo. Si nuestro Fondo marcha sobre esos rieles (principios y valores) de seguro llegaremos a buen puerto y nuestro viaje como asociados será feliz, agra-dable, compartido y solidario, ayudándonos a lograr nuestras metas y objetivos.

Tercera reflexión. Quiero Invitar a todos los asociados a sentirse dueños del FONDUC; a disfrutar de todos sus beneficios y a pensar solidariamente, no sólo en qué me benefi-cio del FONDUC, sino en qué puedo aportar al FONDUC, tanto en el ámbito económico como en todos los campos relacionados con el bienestar común. Invito a tomar decisiones que guíen al FONDUC hacia el camino correc-to.

Pretendo dejar planteados algunos inte-rrogantes en esta tercera reflexión:

1. ¿Deberá el FONDUC, crecer en forma ilimitada, es decir cuantitativamente (número de asociados) o deberá llegar hasta alcanzar cierto tope? “Lo pequeño es hermoso” (“Small is beautiful”) afirmaba Schumacher.

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gogía de la Universidad del Cauca, con una práctica que incluía el recurso del circuito cerrado de televi-sión, donde se podían grabar segmentos de clases magistrales que después se analizaban a la luz de principios didácticos modernos.

Fue grande la amistad que hicimos los do-centes de la Facultad de Educación donde los pro-fesionales de las matemáticas, la física, la química, la biología, la filología, la lingüística, la filosofía, la psicología y de lenguas modernas, convivíamos amigablemente, intercambiábamos conocimientos y algunas veces, departíamos en veladas culturales. Una gran familia académica que se fraccionó en el momento en que la Universidad reorganizó la Facul-tad de Humanidades, adonde fuimos a dar los hu-manistas que trabajábamos en la antigua Facultad de Educación.

En nuestro Departamento de Lenguas Mo-dernas -de esta última facultad- tuvimos la suerte de tener colegas de las calidades humanas e inte-lectuales de Jaime Bernal León Gómez (actual Se-cretario de la Academia Colombiana de la Lengua), quien se dio a la tarea generosa de enseñarnos, a los colegas -durante un semestre- los más recien-tes conocimientos que obtuvo en su maestría en lingüística en los Estados Unidos, principiando por la gramática generativa-transformacional de Noam Chomsky, el científico social más importante de esa nación. Gestos como éste jamás se olvidan y, desa-fortunadamente, no se fomentan estas prácticas en las universidades.

La interlocución permanente con tantos profe-sionales de la Universidad nos volvió sabios porque aprendimos a escuchar con respeto los plantea-mientos de los demás, basados en concepciones científicas y a entender, que sólo la comunicación permanente -interacción de doble vía- nos permite

Tuve amigos en los tres estamentos: profe-sores, estudiantes y empleados, porque la interac-ción fue con todos, seres humanos corrientes, con sus virtudes y defectos. Los colegas, originarios de diferentes lugares del país, algunos europeos y muy pocas veces latinoamericanos. Los estudian-tes caucanos y de otros departamentos; los em-pleados, casi siempre lugareños. Desde el día en que llegué a Popayán, en el lejano marzo de 1975, me encontré con un viejo amigo, el santandereano José Rozo Gauta, quien me dio su mano tendida y unos sabios consejos para trabajar con verdadero profesionalismo. Esto es, dedicándose al mismo tiempo, a la enseñanza y la investigación. De ver-dad que los cumplí a cabalidad, pese a que nunca pertenecí a un grupo oficial de investigación, don-de siempre estuvimos vetados los docentes que nunca tuvimos ni la menor idea de la intriga buro-crática. Me dediqué por mi cuenta a estudiar las va-riantes dialectales de Popayán y del Departamento del Cauca, producto de lo cual fueron varios atlas lingüísticos y un volumen que da cuenta del estado actual (1992) de esos fenómenos del habla.

Mi jefe inmediato de entonces, el lingüis-ta paraguayo Roberto Romero Arenas, se dio a la tarea de ayudarme a preparar las primeras clases de semántica e historia lingüística del español, tra-tando de hacerlo a la manera de otro especialista paraguayo que acababa de irse para Venezuela. No es fácil arrancar con la docencia cuando se ha tenido una formación totalmente teórica, volcada a la investigación. Por fortuna, la Facultad de Edu-cación tuvo el acierto de propiciarnos, en los pri-meros años, un cursillo de pedagogía dictado por profesionales de la Universidad Javeriana, quienes nos dieron los elementos didácticos que necesi-tábamos todos los profesores de dicha facultad. Igualmente nos ayudó el Departamento de Peda-

MIS AMIGOSDE lA UNIVERSIDAD DEl CAUCA

por Eduardo Rosero pantoja ([email protected])

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llo (pintor), José Tomás Illera (músico y abogado), Dmitri Petukhov (músico), Verónica Sharif (músi-ca), Luis Barreto (músico), Elisa Pedroso (música), Elio Fabio Gutiérrez (pedagogo y músico) y Hora-cio Casas Rengifo (músico y compositor). Me van a perdonar aquellos colegas que por desmemoria no incluí, pero que, sin duda, aportaron a mi for-mación intelectual, estética y cívica.

Cómo no agradecerles a aquellos colegas, que primero fueron mis estudiantes y luego co-legas en el Alma Máter como son los lingüistas Jorge Orozco, Nubia Bravo, Olmedo Ortega, Lilia Triviño, Lucy Perafán y Luis Arleyo Cerón; los lite-ratos Felipe García, Francisco Gómez, César Sam-boní; los profesores de inglés, Oscar Muñoz y Cristina Garrido. No me puedo olvidar de los cen-tenares de alumnos a quienes enseñé y varios de los cuales me dejaron sabias enseñanzas en el intercambio diario.

Entre dichos alumnos tuve extranjeros quie-nes también hicieron su aporte a mi enriqueci-miento cultural. Entre otros: una china, un ruso, un español, un inglés y una ucraniana, cuyos nombres omito por el reducido espacio. Siempre lamenté que la gran comunidad latinoamericana no estuviera presente en nuestros claustros don-de, se puede y se debe, fomentar siempre la amis-tad solidaria que tanto necesitamos los hermanos de lengua común y similar origen, y que estamos en mora de unirnos para buscar soluciones eco-nómicas, políticas y tecnológicas que nos saquen del atraso en que nos encontramos por culpa de nuestros zafios gobernantes quienes permitieron y permiten que nos dominen el colonialismo eu-ropeo y el neocolonialismo estadounidense.

Los empleados de la Universidad, en sus di-versos rangos, nos dieron lecciones de dedicación y de decencia, desde el más humilde portero has-ta el más encumbrado funcionario. Aprendimos que había que saludar a la entrada del estableci-miento y guardar la compostura de profesores -y también la apariencia- de uno de los estableci-mientos de enseñanza superior más prestigiosos de Colombia, donde siempre nos sentimos orgu-llosos de poder dedicar nuestros saberes a una nación que tanto necesita, no sólo de erudición y conocimientos teóricos, sino aprender diariamen-te a cuestionarse la realidad social para poder encontrar las reales causas del conflicto secular y las posibles soluciones que lleven al progreso con equidad, que es la premisa de la armonía en que deben vivir los ciudadanos del mundo actual y del futuro. Y ese llamado a la equidad a manera de mandato, más que de deseo, está en los versos del Himno a la Universidad del Cauca, escritos por el inmoral poeta payanés Guillermo Valencia: “Dadnos ya la vivífica norma/que redima el huma-no dolor/ y congregue en la mesa del mundo/ al esclavo de ayer y al señor/”.

hacer los ajustes necesarios a nuestros pensa-mientos para poder expresarlos con carácter aser-tivo. En todos los casos nunca se nos podía olvidar que la Universidad del Cauca ha sido un foro de libre expresión de las ideas lo que ha permitido construir permanentemente la democracia, sin li-neamientos obsoletos.

Desafortunadamente la dispersión geográ-fica de nuestras facultades no permite mayor co-municación de los diferentes profesionales de la Universidad, aunque no faltan lugares comunes de encuentro, como son las bibliotecas, las cafeterías, el Paraninfo, la Unidad de Salud, el Polideportivo y, por supuesto, el Fondo de Profesores de la Univer-sidad del Cauca, nuestro querido y nunca bien ala-bado Fonduc. Ni qué decir tiene que la Universidad no dispone de una sede social dedicada al bien-estar, el recreo y la comunicación de los docentes, dando por sentado que esos son privilegios inve-terados de los empleados de otros ministerios que se llevan la mayor parte del presupuesto nacional en actividades indecentes como la guerra.

Debo dar crédito a los amigos de la Universi-dad del Cauca que me han dado lecciones de vida e interesantes conocimientos con sus conferen-cias, libros, exposiciones y conciertos: José Rozo Gauta (historiador), Germán Oramas (ingeniero hidráulico), César Ponce (biólogo), Carlos Basti-das (abogado y literato), Carlos Melo (químico), Carlos Puerto (profesor de inglés), Caroline Wen-holtz (socióloga), Álvaro Riascos (lingüista), Jaime Bernal (lingüista), Miguel Bernal (filólogo fallecido), Gonzalo Buenahora (historiador), José Joaquín Dul-cey (neurocirujano y psiquiatra), Gerardo Andrade (filósofo e historiador), Roberto Romero (lingüis-ta), Eduardo Gómez Cerón (abogado y periodista), Armando Rodríguez (sociólogo), Víctor Manuel Sarmiento (filólogo), Tomás Castro (matemático), Gonzalo Calderón (filósofo), Usuardo Ramírez (geógrafo), Guido Enríquez (literato), Diego Cas-trillón Orrego (antropólogo y abogado), Edgar de Jesús Velásquez (historiador), Francisco Escobar Delgado (matemático), Luz Stella Hoyos (bióloga), Jorge Coral (músico), Alejandro Hernández (filóso-fo), Francisco Flechas (lingüista fallecido), Viviane Gorgues (profesora de francés), Reinaldo Gutiérrez (pedagogo), Aidée Vera (geógrafa), Teresa Ramírez (pedagoga), Miguel Méndez (antropólogo), Lucelly Salazar (pedagoga), Rodrigo Lemos (ingeniero ci-vil), Justo Evelio Sandoval (pedagogo y abogado), Armando Fériz (profesor de inglés), Matilde Eljach (socióloga y poetisa), Francisco Enríquez (matemá-tico), Sigifredo Turga (matemático), Alfonso Cas-tillo (músico fallecido), Hernán Torres (abogado y antropólogo), Antonio Valencia Fajuri (abogado), Floridis Medina (química), Stella Cepeda (médi-ca), Luciano Rivera (literato), Fernando Echeverry (físico), Aldemar Holguín (ingeniero electrónico), Danilo Vivas (matemático), Richard Schumacker (médico), Gustavo Hernández (pintor), Ever Astudi-

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Con la expectativa

de que estos primeros

30 años de funcionamiento

sean el comienzo de muchos más, convirtiéndonos

en la mejor alternativa de bien-estar para la comu-nidad universitaria

en general.

desarrollo de constantes ejercicios de planeación estratégica, enfoca-dos en lo social y lo empresarial, es decir, en los servicios, en la respon-sabilidad social empresarial, y en la actividad financiera y administrativa. Esto con el fin de que la labor direc-tiva y administrativa posea objetivos claros que garanticen el desarrollo y progreso del FONDUC, y que arroje como resultado el desarrollo del Plan Educativo Social y Empresarial “PES-EM Fonduc 2015 – 2017”. Este plan tiene como objetivo principal la ali-neación del “Plan de Desarrollo del Fondo de Profesores de la Universi-dad del Cauca” con el “Plan de Vida” de los asociados, motivando a los mismos a adquirir mayores niveles de empoderamiento que les permita a través de su participación activa en la gestión, proyectar su entidad soli-daria de manera exitosa en medio de un entorno permanentemente cam-biante.

En respuesta a las expectati-vas de los asociados recopiladas en un estudio de caracterización de la base social del FONDUC que se proyectará para mediados del 2014, y de acuerdo con las características socio económicas de los asociados en torno a necesidades, preferen-cias de servicios de ahorro, crédito y

El Fondo de Profesores de la Uni-versidad del Cauca ha trabajado en los últimos años en el desarrollo de diferentes alternativas de bienestar, enmarcadas en el cumplimiento de su misión y visión, dando respuesta a las cambiantes necesidades de su base social a través del desarrollo de jornadas de capacitación y formación en temas afines a la Economía So-lidaria y Buen Gobierno, así como a través de actividades de esparcimien-to y bienestar para las familias de los asociados. Todo ésto enmarcado en los principios del cooperativismo y la optimización del servicio de crédito en el interior de la entidad.

Los umbrales de indicadores propuestos por la Superintendencia de Economía Solidaria en compara-ción con los sólidos estados financie-ros del Fonduc, confirman la tenden-cia al crecimiento y fortalecimiento en la consolidación de la base social y el aumento de las operaciones de crédito en reciprocidad al ahorro de los asociados del Fonduc, superando incluso los indicadores propuestos en el Plan Estratégico de los últimos 4 años.

En el 2014, la Administración del Fonduc en cabeza de la Junta Di-rectiva, centrará sus esfuerzos en el

ApUESTA HACIA lA pRESTACIONDE UN MEJOR SERVICIO A lOS ASOCIADOS

DEl FONDO DE pROFESORESpor Juan Felipe Vallejo Matus ([email protected])

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bienestar social, el planteamiento de objetivos claros en el corto plazo permitirá a la organiza-ción el planteamiento de estrategias de acción en el ámbito financiero, de servicios, procesos y social. Es a través de esta última, considerada como la más importante, que se plantearán ma-yores objetivos con indicadores de cumplimien-to, tomando como base las características pro-pias de entidades de Economía Solidaria como la nuestra.

Desde el ámbito legal se nos plantean nue-vos retos, razón por la cual venimos realizando el alistamiento necesario para responder a la nor-matividad referente a: operaciones de libranzas en el marco de la ley 1527 del 27 de abril de 2012, Sistema de Administración de Riesgo de Crédito “SARC” y Normas Internacionales de Contabili-dad, la cual sitúa al Fondo de profesores dentro del grupo II, NIIF para PYMES de adopción com-pleta para el 01 de enero del año 2015.

En el tema de servicios planeamos ser realmente ambiciosos, ya que dentro del de-sarrollo de la visión del FONDUC pretendemos consolidarnos en la mejor alternativa de aho-rro y crédito de nuestros asociados. Por ello, no es suficiente centrar esfuerzos únicamente en mantener tasas de interés y plazos adecuados dentro del portafolio de servicios de crédito. Sino también, estar atentos al tendiente cre-cimiento del comercio electrónico, por lo cual se evaluarán de nuevo propuestas proclives a entregar a los asociados medios electrónicos de pago.

Continuaremos trabajando mancomuna-damente con directivos, comités de apoyo y empleados del FONDUC, con el fin de lograr objetividad en la toma de decisiones en bene-ficio de la fiel base social del Fondo de profe-sores.

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Esa es la gran estrategia que

ha hecho del Fonduc lo que

es hoy, es la única que permanece

invariable e irremovible del Plan de Acciónde la empresa.

El AMOR POR LO QUE HACEMOS

seguirá siendo nuestra principal consigna por los

próximos 30 años.

En el Fondo de Profesores de la Universidad del Cauca, FONDUC, una de las entidades de la Economía Solidaria más importantes del Depar-tamento del Cauca, se viene constru-yendo desde hace 5 años una gran estrategia pensada para soportar las fuerzas externas político-legales, económicas, socio-culturales y tec-nológicas que pudieran tener influen-cia sobre la organización en los años venideros.

Como primera medida se di-señó el Proyecto Educativo, Social y Empresarial (PESEM), documento diagnóstico que tuvo en cuenta las características socioeconómicas de los asociados y sus preferencias y necesidades en servicios de ahorro, crédito y bienestar social.

Como segunda medida se ela-boró un detallado Plan Estratégico en el cual se formularon los objetivos específicos con sus respectivos indi-cadores de gestión y acciones tácti-cas que impulsarían al Fonduc en los años siguientes.

Como tercera medida se re-dactó un Manual de Procesos que permitiera establecer las tareas de cada uno de los empleados, sus respectivos flujos de información y la estandarización de los procedi-mientos más recurrentes como las solicitudes de préstamos, pago de aportes, y radicación de documen-tos, lo cual trajo como consecuencia el incremento en la productividad y eficiencia laboral, que a su vez, ge-neraron un aumento en solicitudes de servicios de ahorro y crédito.

Como cuarta medida se formu-ló y llevó a cabo la restructuración organizacional que haría posible la creación de un nuevo cargo laboral que, soportado en la implementa-ción de nuevas tecnologías de in-formación, dirigiría los asuntos de mercadeo y comunicaciones con el objetivo de potencializar las relacio-nes entre Asociados y Empresa.

Cada una de estas medidas aportaron al fortalecimiento y mo-dernización de lo que es hoy el Fon-do de Profesores de la Universidad del Cauca, una empresa solidaria

El AMOR pOR lO QUE HACEMOS; NUESTRA MÁS IMpORTANTE

ESTRATEGIA RElACIONAl por José Valencia ([email protected])

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El amor como filosofía de una entidad creada para ayudar y asistir a quien lo nece-sita; el amor como reflejo de una condición de servicio; el amor que sienten los asocia-dos cuando entran a nuestras oficinas y se dirigen indistintamente a Doris, a Marta, a Jacqueline, a Carlos, o a Juan Felipe, porque saben que en el Fonduc se encontrarán con gente amiga que sin importar cuál sea la in-quietud, siempre estarán dispuestos a tratar-los como se lo merecen.

que busca generar bienestar y el mejora-miento del desempeño personal, profesional, laboral, económico y social de los asociados a través de programas de crédito, ahorro, y actividades sociales que promueven el sano esparcimiento, la integración familiar, y la di-fusión del mensaje cooperativista a toda la comunidad universitaria. Pero, más allá de ésto, existe un elemento diferenciador que nunca ha sido mencionado y que hace que los servicios del Fonduc sean preferidos por los asociados: ES EL AMOR POR LO QUE HA-CEMOS…

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ción que conmueve las mejores y más profun-das fibras de mi alma cada vez que la interpre-to, mucho más si lo hacemos en el dúo que nos hermanó para siempre.

- Vení te presento a alguien muy espe-cial, me dijo Horacio: ahí lo tenés, es Silvio Fer-nández Valencia.

- ¡Maestro, qué gusto!- El gusto es mío, pero por favor no me

llame Maestro. Silvio, simplemente; llámeme Silvio. – Y a su calidez agregó una espontá-nea sonrisa que me animó a entrar en materia como si nos tratáramos de largo tiempo atrás. Fui entonando, entonces, su bambuco y me detuve en la palabra renuevos. Se sintió com-placido que resaltara el vocablo.

- Dígame usted a qué me refiero? - fue su espaldarazo.

- Maestro: en la agricultura, el término alude a los retoños, a las nuevas plantas en emergencia a partir de un tronco viejo. -Res-pondí.

- Como no. Eso significa en rigor, pero en la canción no uso el vocablo metafóricamente. Nombro directamente a los chicos que vienen siguiendo nuestros pasos. Fíjese que precisa-mente ellos traen tarros, cuerdas y varas…

Aquella vez la conversación no duró más de cinco minutos, pero fue un tiempo suficien-te para expresarle al Maestro mi admiración y complacencia por haber podido cumplir mi de-

Su palabra es ágil y cargada de un pican-te y delicioso humor, no hay el más leve asomo de bellaquería en sus punzantes gracejos, por el contrario, abunda la finura; él no tiene afán de que lo reconozcan como auténtico patojo raizal, y tampoco espera que le celebren sus oportunos apuntes. Él sigue de largo la conver-sación, y se esmera por igual en la escucha y en la exposición de ideas y sensibilidades; en nuestra naciente amistad hemos logrado fluir espontáneamente y por esa razón me insiste con real pudor en que no lo llame Maestro. No obstante, por admiración y criterios de crianza no me siento capaz de llamarlo de otra manera. Le argumento que así como los méritos no se imploran, tampoco a ellos se renuncia. Sin em-bargo, su pudor permanece incólume.

Yo sabía que estaba de regreso a su amada Popayán después de largas décadas en la capi-tal de la república. Deseaba conocerlo, y abri-gaba la esperanza de conversar con él aunque fuera por unos instantes con el fin de confesarle mi admiración por la sensibilidad y autenticidad de su hermoso bambuco “Recuerdos”. No co-nocía ninguna otra de sus obras, aunque intuía que fueran muchas e igualmente buenas, como efectivamente lo ha reconocido la más rigurosa de las críticas. Pues bien, la hora de conocerlo llegó en el mejor momento, en el lugar más ade-cuado y por la mediación un entrañable amigo común. Nadie mejor para hacerlo que Horacio Casas Rengifo, porque precisamente, fue éste quien casi treinta años atrás me reveló esa can-

ENCUENTROS Y TERAPIAS EN EL

”RECUERDO” por Elio Fabio Gutiérrez

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que con motivo de los 180 años de fundación de la Universidad del Cauca hacía un mereci-do reconocimiento a su producción musical, en parte compartida con su célebre coterrá-neo Fernando Prado Bravo.

Apenas dos días después, fiel a su pro-mesa, el Maestro Fernández nos hizo entrega de dos excelentes producciones de su obra musical grabadas por reconocidos artistas payaneses bajo su esmerada supervisión. Además, nos compartió los originales de ex-quisitos dibujos naturalistas publicados en obras nacionales y del exterior, que confirma-ron la feliz coincidencia de una fina sensibili-dad muy bien expresada en la música y en el dibujo; caso muy poco común.

Me he deleitado como ninguno escu-chando una y otra vez sus bien logradas com-posiciones, comprobando la versatilidad de su ingenio, la filigrana de su poesía y la deli-cadeza de su propia interpretación; con gran orgullo he compartido semejante regalo con amigos y músicos del Viejo Caldas.

Como si ya hubiera comprobado irrefu-tablemente el poder sanativo del arte, el día de nuestro primer encuentro con el Maestro Fernández en la Unidad de Salud de la Univer-sidad del Cauca, abandoné el lugar sin haber recordado que mi viaje de urgencia a la Ciu-dad Blanca estaba motivado por una dolencia que no me daba tregua. Mi esposa, que tanto conoce y prevé mis afortunadas intuiciones y despistes no dudó de mi relato cuando le conté que conmovido por el deleite de aquel encuentro se me había olvidado pedir la cita médica.

Años atrás yo había visto una película en la que un anciano emérito se quejaba porque en vez de seguir recibiendo el cheque men-sual de su pensión después de una larga cola, ahora se la consignaban por transferencia electrónica. Más rápido sin duda, pero la fila, aunque larga y tediosa, le permitía saludar a muchos de sus amigos, coquetearle a algu-na damita, así fuera por presumir galanteos imposibles de finiquitar; la fila devolvía una y otra vez la película existencial en escenas recreadas por el corazón, capaces de fungir como eficaces analgésicos y antisépticos. Agradezco, pues, que aún la tecnología no nos haya virtualizado como pacientes.

seo de tratarlo directamente. Ese día cada uno siguió su propio rumbo.

Dos meses después volví a Popayán. Lo encontré cuando tomaba su tinto del medio día mientras resolvía un crucigrama. Me acerqué, y al saludarlo le recordé que nos había presenta-do hacía poco Horacio Casas en la Unidad de Salud de la Universidad del Cauca. Me dispo-nía a retirarme a mi mesa cercana cuando llegó mi esposa, y no resistí la tentación de hacerla tan fácilmente feliz:

- Monita, el Maestro Silvio Fernández, autor del bambuco “Recuerdos”.

- Ah, uno de los que más te gusta cantar, verdad? ¡Qué buen encuentro!– Anotó Clara Inés.

- Sí. Eso mismo le comenté al Maestro el día que lo conocí. –Puntualicé.

Mi esposa y yo, por elemental discreción, después del saludo nos retiramos a una banca lateral del bello edificio que ocupa la Cámara de Comercio para continuar ultimando detalles de las diligencias por realizar esa tarde. Quiso la suerte que al instante se desgajara un dilu-vio que parecía no tener fin. Ante esas circuns-tancias invitamos al Maestro Fernández a que conversáramos un poco mientras escampaba. Muy cordial aceptó la invitación, y por casi dos horas realizamos la tertulia más amena y es-pontánea que todos desearían. Descubrimos a un joven de ochenta años, vivificado por el elixir del arte y el buen humor.

Nos declamó sus más recientes crea-ciones. Intercambiamos criterios acerca de la composición y la interpretación musical, de la identidad que en cada ritmo debemos respetar por más osadía y creatividad que intentemos desplegar. Puso un especial énfasis en la in-tención poética, algo tan distinto a los sonso-netes copleros, en la sencillez, la vocalización y acentuación correcta de las palabras. Nos ilus-tró varios de sus disgustos por la falta de rigor y de curiosidad de algunos intérpretes, que al modificar palabras claves alteraban gravemen-te el sentido y la intención de una obra. Cuan-do nos contó de su trabajo como dibujante naturalista, comprendimos mejor por qué sus obras en el fondo son delicadas e ingeniosas descripciones tanto de la naturaleza como de los comportamientos y las sensibilidades de la gente. Nos prometió conseguirnos el disco

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Qué dicen, queridos Maestros, Horacio y Silvio? ¿Se le medirían a la prevención y a la terapia desde sus preciadas especialidades? Con particular complacencia he constatado que por su cuenta, ya Carlos Melo lo viene ha-ciendo en varios y atentos escenarios de la ciudad. Por su parte, el Fondo de Profesores de la Universidad del Cauca, fiel a su filosofía, ha decidido invertir en actividades culturales por considerarlas de gran importancia para sus asociados. Sé de muy buenas fuentes que para estos mismos fines hasta conside-raría alianzas estratégicas con otras institu-ciones, pues al fin y al cabo los beneficiarios vendrían siendo los mismos, la comunidad universitaria y sus ramificaciones en la ciudad y la región.

¿Qué dicen directivos y gestores de sa-lud de nuestra apreciada Unidad? ¿No los tienta un poco la provocación? Ojalá que sí y que sea pronto. No lo duden, pues al fin y al cabo, se trata de una salida económica, viable y eficaz para una buena salud.

Por el feliz encuentro aludido, ahora en-tiendo mejor que no es por gadejo que se me olvide precisarles a los médicos aquellas rebel-des dolencias que tan recientemente me han fastidiado por noches enteras. Claro, cómo voy a poder recordarlas si minutos antes, en las cercanías de nuestra apreciada Unidad de Sa-lud o en sus pasillos, he cantado con Eduardo Rosero, con Carlos Melo u Horacio Casas, aun-que sea una corta estrofa de canciones honda-mente ancladas en el alma; en otras ocasio-nes, Giovanni Quessep o Guido Enríquez me recuerdan que la poesía es una auténtica tabla de salvación en cualquier conato de naufragio. Y así, ¿quién podría ser un buen interlocutor de los médicos convencionales?

En la crisis económica y financiera que hoy aqueja a las unidades de salud debido a la cicatería de las políticas estatales, quizás una buena alternativa para contrarrestar los altos costos de la atención médica y la voracidad de la industria farmacéutica, que intimida con la posibilidad de ruinas letales, podría estar en ponerle un especial cuidado a los deleites del espíritu basándose en la potencia preventiva y restaurativa del arte. Se trataría de algo ra-dicalmente distinto a la medicación de las so-matizaciones. ¡Cosas que se nos ocurren a los legos!

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“En África existe el concepto conocido como UBUNTU, que encierra el pro-fundo sentido de que so-mos humanos sólo a través de la humanidad de otros; de que siconseguimos cualquier cosa en este mundo, se deberá en igual medida al trabajoy a los logros de otros”

Nelson Mandela, 2008

“Nadie se nos monta encimasi no doblamos la espalda”

Martin luther King

usted es el artífice de su propio éxi-to”, “no olvide que la eficacia y la eficiencia son los elementos funda-mentales de sus actividades”.

Una manera de enfrentar la vida económica que, como bien la califica E. Gudynas, nos “está comiendo el cerebro” a la manera de la “cultura zombie”, los muertos vivos que se mueven por nuestro entorno de múl-tiples formas: fantasías del mercado, ilusiones de las marcas más que de la utilidad de los bienes, ponerse al día obligatoriamente con los últimos adelantos de la tecnología, etc., etc., etc… El autor usa esta metáfora para mostrar cómo, a pesar de los inten-tos de transformación del concep-to de desarrollo como crecimiento económico, aún hoy en el siglo XXI seguimos prisioneros de esta idea, y por tanto se refiere a cómo el de-sarrollo zombie “parece muerto pero siempre revive”.

Lo zombie nos come el cerebro, se alimenta de él, y por tanto, me-diante la maximización del consumo, la ausencia de moral, la falta de res-ponsabilidad, la presencia arraigada de la injusticia, la despolitización lograda por los medios masivos de comunicación, nos convierte en au-tómatas (Aristizábal, 2013).

¡Cuánto nos cuesta hoy, en la ve-locidad de la vida contemporánea y en la fugacidad de las relaciones inter-personales, comprender la dimensión del valor de la solidaridad expresado en la búsqueda de procesos de co-munidad en los cuales encontremos la fuerza colectiva del tiempo y las acciones compartidas para enfrentar la adversidad del individualismo y su consecuencia inmediata, el egoísmo. Es este el sentido que le encuentro a la existencia de un Fondo de Profeso-res, el cual arriba a los treinta años de existencia.

Enfrentar el desarrollo zombieHace poco estuvo en esta ciudad,

invitado por la Universidad del Cauca, el profesor uruguayo Eduardo Gudy-nas (2013). Asistí a una de sus confe-rencias, en la cual presentó de forma reveladora, el drama de las economías latinoamericanas que siguen apega-das a la fórmula de los años sesenta del siglo XX, ésto es, del desarrollo entendido exclusivamente como cre-cimiento económico. El análisis hecho por el profesor Gudynas relaciona con claridad los elementos agravantes de este fenómeno, entre ellos, el inusita-do individualismo de una economía de mercado que agita todos los días, por los medios de comunicación, el “sálvese como pueda”, “recuerde que

DESARROllO zOMBIE VS.

VIDA COMUNITARIA por Magnolia Aristizábal ([email protected])

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da por los llamados mercados volátiles que ocasionan angustia por lo incierto de las con-diciones de vida que podríamos afrontar en el inmediato futuro, el Fondo de Profesores se ha convertido y es en la práctica, un modelo de re-sistencia a los embates del llamado “capitalis-mo salvaje”. Por ello, necesitamos asumir una actitud de protección de este patrimonio, que hace 30 años unos visionarios, unos pione-ros, tuvieron la capacidad de vislumbrar como posible, trabajaron sembrando la semilla de la esperanza y hoy se constituye en un frondoso árbol que cobija con su sombra a sus afiliados.

Enfrentar las adversidades en soledad es una cosa bien distinta a enfrentarlas arropados por el sentimiento colectivo que sabe que la frase “la unión hace la fuerza”, no es ninguna frase de cajón. Por el contrario, esta frase guar-da en su alma el valor de lo comunitario como principio y fundamento de vida. Y enhorabuena para quienes han sabido mantener en alto la misión y la visión de esta iniciativa avivada por el fuego de las acciones creativas que vayan en consonancia con los ideales más altruistas de la ayuda mutua. De ahí, la necesidad de poten-ciar en el día a día el principio UBUNTU promo-vido por el sabio Nelson Mandela.

la alternativa: acciones comunitarias, vida comunitaria

Frente a esa avalancha ilusoria que nos ofrece la lógica del mercado, necesitamos to-mar conciencia de la tragedia del individua-lismo para encontrar y sostener prácticas y acciones cotidianas que nos protejan de esta nefasta enfermedad del siglo XXI y nos ayu-den a resistir a la voracidad del capitalismo.

En tal sentido, cobra vigencia la misión y propósito de un Fondo Común, como el de profesores, que persigue atender las necesi-dades de sus afiliados de forma creativa, pro-tegiendo lo que aún nos queda de comunidad: una común unidad para fortalecer los valores de la solidaridad, la cooperación, la minga en su acepción más ancestral, el poder de la ayu-da mutua, el sentido de la integración, en otras palabras, la fuerza de una economía solidaria de verdad. Solidaria con sus propios afiliados en procura de enfrentar igualmente las exclu-siones, las jerarquías y las hegemonías de gru-pos de interés que buscan sólo el lucro.

Frente a las incertidumbres del mundo contemporáneo, generadas en mayor medi-

Bibliografía

- Aristizábal, M. (2013). Internacionalización del currículo. El caso de América Latina. Ponen-cia presentada en Ouro Preto, Brasil en el SIMPOED, Mayo de 2013.

- Gudynas, E. (2012). “El desarrollo actual es un Zombi”, En: Com-Ambiental. Periodismo sus-tentable+Observatorio de Medios. Buenos Aires. Octubre 10 de 2012 http://www.comambiental.com.ar/2012/10/gudynas-el-desarrollo-contemporaneo-es.html.

- Stengel, R. (2010), El legado de Mandela. 15 enseñanzas sobre la vida, el amor y el valor, Pla-neta, Bogotá.

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cía Pimentel. Él escribe: “La falta de solidaridad se revierte en contra nuestra, y nos afecta tan directamente como a los más necesitados. Ser solidarios con los demás, es ser solidarios con nosotros mismos de una manera genuina y legí-tima. Preocuparnos por nosotros y por los nues-tros es lícito, pero no a costa de los demás, sino de la mano de los demás, colaborando con el de-sarrollo de todos”.

Coinciden Cadena Durán y García Pimentel en afirmar que la solidaridad busca el desarrollo colectivo; es comprender que “el desarrollo de todos es también mi desarrollo; el bien de todos es también el mío.” En ese sentido implica, en quienes son solidarios, la responsabilidad de no abusar de ella, porque este comportamiento pro-viene del egoísmo. Las consecuencias entonces son el subdesarrollo y la dependencia; razones radicalmente opuestas al valor de la solidaridad.

La disposición permanente de colaborar con el bien común nos humaniza, nos engrande-ce, favorece el desarrollo. El egoísmo en cambio, produce pobreza material y espiritual. Finalice-mos con un proverbio bíblico que nos permita re-flexionar sobre cómo el ejercicio noble y respon-sable de la solidaridad nos bendice a todos: “Hay quienes reparten, y les es añadido más; hay quie-nes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. El alma generosa será prosperada; el que saciare, él también será saciado1”.

1. Proverbios 11.24-25

Solidaridad es un concepto que no debe con-fundirse con la mera acción bienhechora de dar. La raíz de esta palabra implica la unión inseparable de quien es solidario con quien recibe dicha solidari-dad. El estudioso español Julio de la Vega señala: “ser o hacerse solidario con alguien o con alguna causa, no significa dar una ayuda sino comprome-terse y compartir la suerte de aquel con quien me hago solidario.” Es evidente que solidaridad, no es sinónimo de caridad.

La economista Olga Cadena Durán, Magíster en Desarrollo Rural y docente de la Universidad del Cauca, señala que la solidaridad: “es la capacidad que tienen las personas para consolidarse como colectivo en el tiempo y proyectarse de manera continuada, con base en la identidad, la pertenen-cia a un mismo tejido social, compartiendo senti-dos, dentro de una mirada de cooperación”.

“La solidaridad se basa en la lógica colectiva de “todos ganamos o todos perdemos”, contrario al de competencia que, dentro de la óptica tradicio-nal, promulga el “yo gano si usted pierde”. En este sentido, la solidaridad constituye un elemento bá-sico del desarrollo integral pues garantiza, a través de diversas dinámicas culturales, la cooperación, la articulación, la complementación y el trabajo con-junto entre los diferentes actores, en una apuesta común por el bien colectivo y la construcción de lo público” afirma la magíster Cadena Durán.

En la búsqueda de entender cómo se ha cons-truido el concepto de solidaridad en el mundo, me encontré con un texto del profesor Francisco Gar-

¿QUÉ ES lA SOlIDARIDAD?por William Abella Herrera ([email protected])

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Las organizaciones sociales son aquellas empresas que siendo de iniciativa privada, desa-rrollan fines de beneficio colectivo o social y no tiene como fundamento el enriquecimiento o la posesión y crecimiento del capital económico.

En Colombia existe la integración mediante organizaciones solidarias de desarrollo y las orga-nizaciones de economía solidaria, esta última un sistema socioeconómico, cultural y ambiental con-formado por un conjunto de fuerzas sociales or-ganizadas en formas asociativas, identificadas por prácticas autogestionarias solidarias, democrá-ticas y humanistas, SIN ÁNIMO DE LUCRO para el desarrollo integral del ser humano como sujeto, actor y fin de la economía.

En este sentido, el estado garantiza el libre desarrollo de las entidades de ECONOMIA SOLI-DARIA, mediante el estímulo, promoción, protec-ción y vigilancia, sin perjuicio de su natural auto-nomía.

En el desarrollo de su gestión, las entidades solidarias se han apropiado de funciones públicas demostrando eficiencia y menor uso de los recur-sos públicos. Es por ésto que la Economía Solida-ria está llamada a romper la desigualdad social, crear puestos de trabajo, actuar en el campo de la producción, distribución de bienes y servicios y ser un instrumento de desarrollo social, sin perder de vista la propiedad colectiva que es característi-ca de estas organizaciones.

.

Según el vocabulaire philosophique de LALANDE, la INTEGRACION es “el estableci-miento de una interdependencia más estre-cha entre las partes de un ser vivo o entre los miembros de una sociedad”, la integración es un proceso de unificación de una sociedad, pero unificar una sociedad es suprimir ante todo los antagonismos que la dividen, y aun así una sociedad sin conflictos no llega a es-tar realmente integrada si los individuos que la componen no tienen entre ellos un vínculo verdadero.

En virtud de lo anterior, la integración en-tonces, supone no solamente la supresión de los conflictos sino también el desarrollo de la SOLIDARIDAD. En la práctica, estos dos as-pectos se encuentran a veces confundidos.

Se puede decir que la solidaridad es el re-sultado de la convergencia de varios factores: en primer lugar de la propia estructura de la vida comunitaria en la que cada individuo tie-ne necesidad de los otros, de acuerdo con un tejido de cambios mutuos.

El segundo factor de la solidaridad es la similitud; según DURKHEINM, toda sociedad descansa fundamentalmente en la semejan-za. Por último, el desarrollo de las solidarida-des se basa probablemente en un instinto pro-fundo del hombre.

El deseo de una comunión dentro de un grupo, constituye un impulso esencial de la vida colectiva.

SOlIDARIDADE INTEGRACIÓN

Asociación Nacional de Fondos de Empleados, ANAlFE

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Ojalá la totalidad de los compañeros asociados adopten como compromiso de vida el apoyo incondicional a su Fondo pues del éxito de éste dependen el bienestar propio y el de su núcleo familiar.

Es un esfuerzo de todosy para todos.

artístico. Cada generación de seres humanos ha dejado a la posteridad las muestras de su arte en todos los géneros y, aunque algunas no sean aceptadas por la sociedad de la que hacen parte, constituyen el reflejo de una parte de la Cultura.

Una de las expresiones artísti-cas más profundas del ser humano es precisamente la MÚSICA. Ésta, al igual que la Literatura y a diferencia de las Plásticas, necesita de una for-ma de registrar o escribir para que perdure en el tiempo y que las gene-raciones descendientes la conozca. No es posible ignorar los legados tanto en lo universal como en lo re-gional de aquellas melodías y can-ciones compuestas por los distintos artistas, algunos con formación y estudios y otros, solamente con su talento natural.

Sin embargo, las nuevas gene-raciones no conocen los legados de la tradición que representan el pen-samiento de nuestros antecesores. Vale aseverar que el conocimiento del pasado genera ideas para el de-sarrollo futuro. Algunas organiza-ciones, entidades, gobiernos, etc., preocupados por la carencia de co-nocimiento alrededor del pasado, han comenzado a generar acciones

Es indudable que a través de los tiempos el ser humano ha realizado innumerable cantidad de acciones en beneficio del mejoramiento de su diario bienestar. Siendo la cultura el concepto que engloba todo lo espiri-tual, lo mental, la esencia del ser, etc., y la civilización, aquello que abarca las realizaciones y los avances tecno-lógicos, me atrevo a deducir que de-finitivamente lo más importante para el hombre es su quehacer cultural. Ya que éste lo impulsa a pensar y esta-blecer conceptos y teorías que lo lle-van a realizar desarrollos de carácter tecnológico para ganarle la batalla a las fuerzas de la naturaleza, o a des-cubrir formas e inventar instrumentos que le contribuyen a tener una vida más placentera, lo cual se traduce en su bienestar y el de sus congéneres.

Pero la mente y la capacidad de pensamiento son tan grandes que diariamente y con el correr del tiempo nos sorprendemos con los desarrollos que en otros aspectos se van alcan-zando, como aquellos en que intervie-nen en las creencias, las tradiciones, y sobre todo en lo que se conocemos como ARTE.

La expresión más profunda de la esencia humana se expresa median-te las manifestaciones de carácter

lOS VAlORES:

CUlTURA Y SOlIDARIDAD por Horacio Casas R. ([email protected])

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las Asociaciones, los Medios, etc., proyectando planes de desarrollo que pongan en marcha el rescate de las distintas expresiones culturales que constituyen nuestra cultura, hoy casi desa-parecidas y cambiadas por extrañas formas de expresión que no representan ni lo tradicional ni lo auténtico.

El Fondo de Profesores de la Universidad del Cauca “FONDUC” en las últimas adminis-traciones ha entendido estas premisas, y por eso, en los últimos años ha ponderado el valor de la enseñanza artística por medio de progra-mas de capacitación que favorecen a los aso-ciados y sus familiares. Ejemplo de ello es la AGRUPACION VOCAL FONDUC, colectivo al cual tengo la fortuna y el honor de dirigir desde su fundación y al que pertenecen asociados comprometidos con el canto y con un objetivo fundamental: el rescate en sus interpretacio-nes de la música tradicional Colombiana y en especial de la música Caucana. Este comienzo constituye una oportunidad para que la Cultura como valor de la Solidaridad, se convierta en una de las prioridades de los planes del FON-DO DE PROFESORES DE LA UNIVERSIDAD DEL CAUCA “FONDUC”.

Felicitaciones al FONDUC por sus 30 años de labores. Reconocimiento al importante desarrollo alcanzado por las últimas adminis-traciones gerenciadas por el Economista Juan Felipe Vallejo Matus y los presidentes de la Junta Directiva: Abogado Carlos Ignacio Mos-quera, Administrador César Augusto Osorio y Físico Wayner Rivera Márquez, y el magnífico equipo humano: Contadora Jacqueline Alarcón, Secretaria Martha Lucía Astudillo, Comunica-dor José Valencia Orozco, Tesorera Doris Agre-do y Contador Carlos Alberto Díaz.

De la misma manera en que hemos visto desarrollarse el aspecto financiero del FON-DUC, esperamos ver el crecimiento del ámbito de la cultura, impulsado por directivos abiertos al cambio y responsables en el cumplimiento honesto y eficiente de sus funciones. Hacemos caso omiso a quienes añoran el poder y preten-den con ello, desconocer la verdad. Como dice la canción: “no se puede tapar con un dedo la luz inmensa del sol”.

Larga vida al FONDO DE PROFESORES DE LA UNIVERSIDAD DEL CAUCA “FONDUC”.

que den vía a la recuperación del VALOR de lo Cultural.

Al mencionar la palabra Valor, hago refe-rencia a una cualidad que se apoya en la reali-dad del ser y del diario vivir. En esencia, es un principio fundamental del comportamiento hu-mano.

El hombre necesita de los valores para su relación con sus semejantes y con la madre na-turaleza. Según los entendidos en el tema los valores vitales, sociales, éticos, lógicos, esté-ticos, económicos y religiosos, están entre los más importantes.

Con esta aclaración, retomo la idea de la ex-presión cultural como el medio de identidad de cada ser humano. Para que dichas expresiones se rescaten del olvido y se proyecten hacia el futuro se deben realizar importantes compromi-sos que parten de la Educación como el medio por el cual los líderes de hoy y del futuro, reco-nozcan la importancia de poseer conocimientos alrededor de las expresiones culturales. Quien tenga el poder de planear, decidir y ejecutar las funciones administrativas, debe priorizar la valo-ración de las expresiones culturales para que la sociedad las disfrute, las enseñe, las practique y las proyecte a las nuevas generaciones.

En nuestro país se ha venido hablando en los últimos tiempos del sentido de la SOLIDARI-DAD, con una significación errada y acomodada según los intereses de los grupos económicos y de los gobiernos de turno, quienes se inventaron el término de Economía Solidaria para disfrazar actividades que están en contravía con el verda-dero sentido de la SOLIDARIDAD. Este valor no significa dar limosna ni caridad, sino que repre-senta identidad y convivencia permanente con el semejante en procura de esa esencia espiri-tual de lo humano. Por consiguiente, la SOLIDA-RIDAD es un valor fundamental y necesario en la vida actual.

Una de las mejores maneras de poner en práctica el valor de la Solidaridad es favorecer el impulso de iniciativas que pongan de rele-vancia nuestra cultura. Este debe ser el objeti-vo de todos los grupos humanos comenzando por el Estado, las Organizaciones, los Gremios,

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Con la educación se confirma la sentencia acuñada en su momento, referente a que es me-jor enseñarle a pescar al hombre que entregarle la pesca. Esto explica que cada vez sean más los esfuerzos de las familias para que sus hijos estu-dien en los mejores colegios y universidades, en tanto que no basta concluir los ciclos académi-cos preestablecidos, sino que son de igual impor-tancia los procesos de relaciones sociales que tienen ocurrencia en los ambientes escolares.

Precisamente, la prioridad que muchos Go-biernos conceden a las políticas públicas en ma-teria educativa está fundada en el evidente im-pacto de la educación en materia de equidad y de desarrollo social. Un reciente estudio de Andrés Oppenheinmer, “¡Basta de Historias!, La obsesión latinoamericana con el pasado y las 12 claves del futuro”, nos muestra cómo, gracias al compromi-so de muchos Gobiernos con la educación, algu-nos países ocupan lugares privilegiados por la al-tísima calidad de vida de sus habitantes, porque debido a la importancia dada a la educación, se han ubicado en primeros lugares en el ranking de la competitividad internacional. El caso de Finlan-dia es de suma importancia.

Nadie discute la importancia de la educación en la formación de la personalidad de cada indi-viduo y, mucho menos, su impacto en los logros alcanzados; tampoco, su utilidad en el ascenso en la estratificación social. Por ello la educación es considerada como factor de movilidad social aun-que no por ello es el único.

La importancia indiscutible de la educación es más explícita cuando ésta se asocia con los procesos de selección de personal para ocupar posiciones de responsabilidad en una determina-da estructura administrativa. Pero más diciente es la validez de su impacto, tratándose de concursos para cargos de carrera en el sector social. Entre más estudios universitarios se haya acumulado, mayores son las ventajas para acceder a sitios privilegiados en el escalafón laboral, sin descar-tar, claro está, los apalancamientos de diferente orden que concurren en las decisiones laborales de lo público, de lo que no está excento el sector privado.

Es tan incontrastable e indiscutible la gran importancia de la educación como factor condi-cionante del éxito y como determinante de estatus social, que constituye un acontecimiento genera-dor de muchos recursos financieros en las Univer-sidades colombianas, por la demanda de cupos de los profesionales universitarios, que han entendi-do lo insuficiente que es la formación académica, si se carece de estudios de posgrado. Y cuanto mayor son éstos, similares son las oportunidades laborales.

lA EDUCACIÓN SOlIDARIA

Y SU IMpACTO EN El DESARROllO INDIVIDUAl Y SOCIAl por Alberto Camilo Suárez de la Cruz – Sociólogo

publicado en Revista Organizaciones Solidarias, edición 5, año 2013. ISSN 2256-4616.

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Es importante establecer

con claridad los nombramientos de

la organización, sus jerarquías

y la delegación de autoridad

congruente con las responsabili-

dades asignadas.

- Competencia profesional: El nivel de competencia debe refle-jar el conocimiento y las habilida-des necesarias para llevar a cabo las tareas de cada funcionario en su puesto de trabajo. Es la función de la dirección la que le otorga vida a los planes y los objetivos de la or-ganización.

- Estructura organizacional: Estructura flexible que facilita la toma de decisiones y la comunica-ción entre las áreas de la organiza-ción y los usuarios de la misma, así como también, posibilita la adapta-ción a los cambios internos y exter-nos.

- Asignación de autoridad y responsabilidad: Es importante establecer con claridad los nom-bramientos de la organización, sus jerarquías y la delegación de auto-ridad congruente con las responsa-bilidades asignadas. Esto debe ser así para todas las actividades que se realicen, y explicarse e ilustrarse a través de los manuales y las grá-ficas de la organización.

CONTROL INTERNO: Es el conjunto de normas, técnicas y pro-cedimientos a través de los cuales se mide el desempeño de la entidad y de los actos de los administrado-res, para garantizar la legalidad y la regularidad, y asegurar la consecu-ción de los objetivos y metas de la organización.

Es un proceso liderado por la alta dirección de la empresa, dise-ñado para proporcionar seguridad razonable en la efectividad y eficien-cia de las operaciones, confiabilidad de la información y el cumplimiento de normas legales.

COMPONENTES DEL SISTE-MA DE CONTROL INTERNO DE LAS ORGANIZACIONES

I- AMBIENTE DE CONTROl

- Cultura y valores éticos: Es la base de todo el sistema de control interno que determina las pautas de comportamiento en una organiza-ción e influye en el nivel de concien-tización del personal respecto del control.

VISION DE UN SISTEMA DE CONTROl INTERNO GENERAl

por Carlos Alberto Díaz ([email protected])

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orientar sus acciones en consonancia con los demás hacia el constante logro de sus objetivos.

Además de una buena comunicación interna, es importante una eficaz comunica-ción externa que favorezca el flujo de toda información necesaria. En ambos casos es fundamental contar con medios eficaces como la difusión institucional y los canales formales e informales, que garanticen la di-vulgación y la circulación amplia y focalizada de la información hacia los diferentes grupos de interés.

V- SUpERVISION Y SEGUIMIENTO

- Evaluación independiente- Monitoreo en el curso normal de las operaciones- Autoevaluación de la gestión

Corresponde a la dirección la existencia de un control interno adecuado y eficiente que se encargue de la revisión y la actuali-zación periódica y que garantice óptimas condiciones de sus operaciones. Así como también, es prioritaria la evaluación de las actividades de control de los sistemas de manera continua, pues toda la organización tiene áreas donde sus sistemas están en desarrollo y necesitan ser reforzados o rem-plazados debido a la pérdida de su eficacia o bien, a su definitiva inaplicabilidad.

- Políticas y prácticas sobre talento hu-mano: Es indispensable que el personal esté preparado para hacer frente a nuevos retos a medida que las empresas se enfrentan a cam-bios y se hacen más complejas, debido a los rápidos cambios que se están produciendo en el mundo de la tecnología y al aumento conti-nuo de la competencia.

II- EVAlUACION DE RIESGOS.

- Identificación de riesgos- Análisis de riesgos- Valoración de riesgos- Políticas de administración de riesgos

La identificación, el análisis y la valora-ción de los riesgos es un proceso interacti-vo y continúo, y constituye un componente fundamental de un sistema de control interno eficaz. La dirección debe examinar detallada-mente los riesgos existentes en todos los ni-veles de la empresa y tomar las medidas opor-tunas para su gestión.

III- ACTIVIDADES DE CONTROl

- Procedimientos- Controles- Indicadores

Las actividades de control tienen distin-tas características, pueden ser efectuadas manual o digitalmente, son de tipo gerencial u operacional, preventivo o correctivo. Sin em-bargo, lo transcendente es que sin importar su categoría o tipo, todos apunten a mitigar los riesgos, en beneficio de la misión y los objeti-vos de la organización, así como de la protec-ción de los recursos.

IV- INFORMACION Y COMUNICACIÓN

- Sistemas de información- Calidad de la información- Oportuna, apropiada, precisa, accesible- Medios de comunicación

Es imprescindible que en el interior de la organización se cuente con la información periódica y pertinente para que ésta pueda

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y Talía, musa de la comedia, a la que se la representaba llevando en sus manos una máscara cómica.

Desde luego, un recinto como el “Guillermo Va-lencia” debería tener una tarifa subvencionada para espectáculos verdaderamente artísticos como el de la Universidad del Valle, que no se montan con ánimo lu-crativo sino formativo y lejos están de poder abonar lo que les cobran por concepto de arrendamientos. Pero a éstos sí que están en condiciones de asumirlos –y más que fuera-, los empresarios del show de los ne-gocios porque cobran, en su turno, alto las boletas, las que son rapiñadas en las taquillas por personas con tan pobre versación y lamentable gusto, como quiera que son adictos a unos medios de comunicación con-vencionales que los acostumbraron, los tienen con-vencidos de que la ramplonería es lo único a lo que pueden aspirar, que la barrabasada vale la pena…

Todo lo dicho para, por contraste, felicitar al Fon-do de profesores de la Universidad del Cauca por las iniciativas que ha tomado y que sobre todo las que en un futuro puede tomar para programar y multiplicar todo lo relacionado con el fomento de la cultura y las artes.

Los ámbitos universitarios suelen reunir a per-sonas muy interesantes y polifacéticas que, más allá de los asuntos de su especialidad y de las aulas, cul-tivan alguna expresión artística o cultural, a veces, incluso, como autores e intérpretes: es cuestión de dar con ellos y convencerlos de que muestren su arte o su afición al mismo, en beneficios de todos, sobre todo de los menores de las familias de los afiliados, que están en formación y en la edad de la constitu-ción del gusto: al que lo llevaron a conciertos cuando niño, ya no abandonarán esa buena costumbre con-sistente en buscarlos y llevar a sus familias, por el resto de la vida…

Las expresiones artísticas y culturales de los integrantes de las comunidades universita-rias, mostradas institucional y extra-institucio-nalmente, son amplias y calificadas: no podía esperarse otra cosa; como dijera el gran maestro Pedro Henríquez Ureña –dominicano-, las Uni-versidades están destinadas a cumplir fines de alta cultura y de cultura técnica.

Hace unos meses, el grupo institucional de teatro de la Escuela de Artes escénicas de la Fa-cultad de Artes integradas de la Universidad del Valle, de Cali, presentó en Popayán, en una casa del centro de la ciudad -acondicionada, en la me-dida de lo posible, de los recursos escasos, como sala de teatro-, presentó “El coloquio de los pe-rros”, de Cervantes, “novela y coloquio que pasó entre Cipión y Berganza, perros del hospital de La Resurrección, que está en la ciudad de Valladolid, fuera de la puerta del campo, a los que común-mente llaman “Los perros de Mahudes…””.

La calidad de la función en medio de la aus-teridad del recinto contrastaba con el hecho de que frecuentemente se presentan en el teatro oficial “Guillermo Valencia”, espectáculos que no son dignos de llamarse de teatro ni nada que val-ga la pena: sartas de ordinarieces que hacen reír hasta el paroxismo, o perogrulladas que pasan por límpidos axiomas o graves aseveraciones fi-losóficas…

Estas cosas han de enfurecer hasta la in-dignación y han de provocarles ganas de bajarse de lo alto del teatro, a las estatuas de las musas de las artes que están allí, entre ellas las dos del teatro: Melpómene, musa de la tragedia, que ge-neralmente lleva en la mano una máscara trágica,

A pROpÓSITO DE UNA FUNCIÓN DE TEATRO

Y DEl FOMENTO DElA CUlTURA Y lAS ARTES

por Eduardo Gómez Cerón ([email protected])

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Con la expectativa de que estos primeros 30 años de funcionamientosean el comienzo de muchos más, convirtiéndonosen la mejor alternativa de bienestar para la comunidad universitaria en general.

Los Tejares constituye un patri-monio artístico que debe ser consi-derado como tal por la autoridades nacionales para que los habitantes de Popayán y de otras regiones del país conozcan la obra de este impor-tante pintor y se enorgullezcan aún más de su historia artística.

Un breve recuento sobre la his-toria que encierra la estancia de Los Tejares indica que formó parte de una antigua Encomienda que invo-lucraba otros terrenos vecinos como Calicanto y el área de galpones, cu-yas arcillas han contribuido a la fa-bricación centenaria de tejas, ladri-llos, adobes, etc.

Al parecer, la actual casa de El Refugio, sede de la depredada pi-nacoteca del maestro Martínez, fue construida cuando la institución de la Encomienda estaba desapare-ciendo a finales del siglo XVII y las tierras realengas encomendadas podían convertirse en propiedad privada mediante ciertas gestiones administrativas. De esos cambios tenenciales derivó el patrimonio de Mariana Arboleda y posteriormente el de su yerno, el Alférez Real don José de Caldas, padre del “Sabio Cal-das”. Con el tiempo, esas heredades se fueron fraccionando, rentándose y vendiéndose, hasta que, a comien-

Todas las expresiones artísticas así como toda obra humana realizada para algún fin, sea de supervivencia, de placer o de búsqueda de trascen-dencia, debe inducir al respeto, a la ad-miración, al orgullo y a la pertenencia de las gentes de todos los lugares del mundo, y por ende, a mantener vivo en la memoria el recuerdo de quienes idean y producen las obras en todo tiempo y lugar.

Algunas de las anteriores re-flexiones traen a colación los hechos ocurridos el pasado 16 de octubre, cuando de manera insólita fue asal-tada y despojada violentamente de su patrimonio artístico la casona de Los Tejares (El Refugio), y puesta en peli-gro la vida de Pilar Martínez Sarria, de su madre y de su hermana.

¿Y cuál ha sido el propósito de tal despojo? Múltiples conjeturas son posibles.

¿Y por qué pudo darse esa trage-dia cultural? Según hemos sabido, el lugar del museo-pinacoteca no tiene un sistema moderno de seguridad, no le asisten los recursos necesarios de conservación, inventariado y cata-logación técnica y tampoco, el soste-nimiento económico de quienes en forma heroica lo han mantenido en funcionamiento.

ARTE Y DESpOJO: pINACOTECA EFRAíM MARTíNEz por Miguel Méndez ([email protected])

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dación de Cali; la de Honor del IV Centenario de la Fundación de Popayán; la Cruz de Boyacá en el grado de Caballero, y el título de Maestro Honoris Causa otorgado por la Universidad del Cauca.

Entre sus numerosas y variadas obras pic-tóricas destacamos en esta corta información: “La Apoteosis Histórica de Popayán” que en-galana y asombra la atención de la gente que asiste al Paraninfo de la Universidad del Cauca, y el tríptico sitio en el Teatro Municipal de Cali, que escenifica algunos pasajes de la novela “María” del novelista, poeta y ensayista Jorge Isaacs.

Por todo lo anterior, reiteramos la impor-tancia histórica del sitio, la trascendencia del Maestro Efraím Martínez, y la gran ofensa cau-sada a la cultura payanesa y colombiana por la ocurrencia de hechos como el que hemos co-nocido.

zos del siglo XX, El Refugio es adquirido por Ángel Custodio Martínez, hijo del sargento mayor Pedro Pascasio Martínez, héroe de la Batalla de Boyacá.

Efraím Martínez Zambrano, hijo de Án-gel Custodio y nieto de Pedro Pascasio, nació y murió en la ciudad de Popayán entre 1898 y 1956, lugar donde realizó la mayor parte de su obra artística: retratos de rectores de la Univer-sidad del Cauca -alegorías- paisajes, mitolo-gías locales, tradiciones comarcanas y retratos de personajes con sus características psicoló-gicas. Pintor por excelencia del ser humano, Efraím Martínez fue proclive a las tendencias clásicas, impresionistas y del luminismo, con una posible influencia en algunas de sus eta-pas de Joaquín Sorolla, el renombrado pintor valenciano.

Mereció numerosos galardones, entre otros, la medalla Cuarto Centenario de la Fun-

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SLos Epigramas

son figuras fónicas

que desde

los viejos griegos

hasta los

contemporáneos

se han usado

y se usan.

que el también español To-más de Iriarte (1750-1791) tradujera:

“A la abeja semejante,para que cause placer,el epigrama ha de serpequeño, dulce, picante.

Las literaturas europeas me-diterráneas son ricas en epigramas y en la española el Siglo de Oro nos ofrece algunos tan acabados y satíricos como el famoso de Don Francisco de Quevedo y Villegas:

“En los tiempos de bárbaras nacionescolgaban de las cruces los ladrones;pero en tiempos modernos, de las luces, de los ladrones cuélganse las cruces”.

Colombia tuvo una época, los últimos años del siglo XIX y prime-ros del XX, en que floreció el epi-grama de manera especial. De la tertulia literaria que se llamó la Gru-ta Simbólica salieron simpáticas composiciones como una que dice:

El término epigrama lo encon-tramos desde hace mucho tiempo en la lengua griega para significar una inscripción, generalmente so-bre una piedra, destinada a señalar un camino, un acontecimiento o una medida, o también un registro con-tra un adversario en demanda de da-ños y perjuicios. En Roma, hacia los comienzos del siglo I antes de Cris-to, Marco Terencio Varrón con su libro “Imagines” inicia una tradición literaria que aún perdura y convier-te el epigrama en una composición satírica. Más adelante Marco Valerio Marcial, español nacido en Bílbilis, en región que en su época, siglo I después de Cristo, había sido ya to-talmente romanizada.

Establecido en Roma escribió De spectaculis (Los espectáculos), Xenia (regalos de atención) y Apo-foreta (regalos llevados por los invi-tados) en los que encontramos co-lecciones de dísticos (composición de dos versos) y otras formas de es-trofas satíricas que el propio Marcial marcara diciendo:

“Omne epigrama sit instar apis:sit aculeus illi, sint sua mella,sit et corporis exigui.

El EpIGRAMA Y lIVIO pAz NAVIA por Guido E. Enríquez Ruiz

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se ha prendado Armando Villay hoy pienso aquí en mi buardillaque acaso armando esa uniónresulte una Mara Villa”.

Pensando que el partido liberal podría estar en decadencia, cuando Víctor Mosque-ra Chaux era su jefe en el Cauca, dijo Livio:

“El gran partido de Herrera,de Obando y de Uribe Uribe,que ayer tan glorioso fuera,dejó de ser lo que era;dejó de ser, inclusive,lo que antes creía Mos-que-era”.

Salieron de pesca Livio, un amigo y dos bonitas muchachas, una delgada y gordita la otra. Livio comentó así una situación que se presentó:

“Allí donde el río se angostay el paisaje más se ensancha,mientras tú coges langostayo me iré montando en lancha”.

El escritor humorista Juan José Saave-dra tenía en un diario su columna “Abraca-dabra” desde hacía varios años. Un día Livio pensó que había decaído un poco y dijo:

“Siendo, como son, amenostus escritos, Juan José,he estado notando queahora están viniendo a menos”.

El epigrama, aunque no exclusivamente, suele emplear para su composición juegos entre significantes parecidos y significados distintos, como la atanaclasis o repetición de una palabra con dos sentidos diferentes; el calambur, en que las sílabas de dos o más palabras, agrupadas de otro modo, producen un sentido distinto; y el retruécano en el cual se reordenan de modo diferente los elemen-tos de una frase, con cambio de sentido, tal como lo podemos ver en los citados epigra-mas.

Livio Paz Navia, junto con Daniel Gil Le-mus Bonilla y Vicente Paredes Pardo, forman el trío de los principales epigramistas de Po-payán.

“Con la jetona Sofíase casó Blas Urdaneta;él trabaja todo el día y por la noche ve-geta”.

Por los tiempos de la bogotana Gruta Simbólica vivía en Popayán Daniel Gil Le-mos Bonilla, abogado, periodista y escritor de quien es el siguiente epigrama referente a Antonio Ozaeta, rico y tacaño terratenien-te, quien falleció en La Mesa de Juan Díaz, en Cundinamarca, cuando hacía un viaje de negocios:

“De Antonio reza la fama,que la verdad siempre reza,que por no gastar su camase fue a morir a la mesa, y que, en punto a economías,las gastó todas como esa:no fue ni en su propia mesa,fue en la Mesa de Juan Díaz”.

Notable epigramista, como también pintor y poeta, fue Livio Armando Paz Navia, nacido en Popayán en 1922 y fallecido en Cali en 2002. En la Tertulia Payanesa le es-cuchábamos sus poemas y sus epigramas de los que de un libro publicado en 1986 y que se llama “De Belén al Cacho” escogi-mos, ahora, algunos:

“Don Fernando Hurtado, el ricoy acaudalado marqués,tuvo un hijo en doña Inésde Fuente, que bautizadofue Juan de La Fuente y Ricomarqués también que a su vezfue rico y acaudalado.Y bien sabía doña Inésque por fuente… del pecadoRico sería aquel marqués,pues al nacer… por lo rico…Rico sería… por lo hurtado…”.

“Suerte negra es tener suegray más si la suegra es negra.Que ayer, no más, ¿quién creyera?mató a la nuera la suegra;y eso que la nuera no eranuera… ni la negra suegra”.

“De Mara, chica sencillaque vive en el callejón

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SParadójicamente, en la medida en que aumenta la edad, se empieza a sentir el sufrimiento de haber sobrepasado los 50 años.

por este síntoma se parece a aque-llos camiones viejos que han deja-do encendido su motor, es el mo-mento en que el organismo deja de crecer, sus huesos empiezan a sentir cansancio del peso que han soportado por cerca de 50 años y como un acto de rechazo a su es-fuerzo, los huesos se vuelven débi-les y ya no son capaces de soportar pesos excesivos, es el momento en que enfermedades como: la artritis, artrosis y la osteoporosis, empie-zan a menoscabar el sistema es-tructural corpóreo.

Pero mientras que algunas partes del cuerpo crecen excesiva-mente como: los pelos de la nariz, las orejas y las pestañas formando una especie de brocha, similar al mostacho bigote de Horacio Ser-pa, paralelo a ésto existen partes del cuerpo que se rebelan en su crecimiento interno y hacen que se comporten como apéndices muer-tos, es el triste momento en que el “poder sexual” mengua ostensible-mente y se convierte en un esfuer-zo mayor que es el “poder orinar”, que casi siempre viene acompa-ñado de los síntomas de proble-mas de la próstata y que se mani-fiesta, inicialmente, en la potencia

Tal vez la medida más utilizada para medir el tiempo es el siglo, los pueblos de reconocida longevidad histórica, - como son los orientales,- lo utilizaron y utilizan profusamen-te. Para evaluaciones de la edad de la tierra, el siglo, 100 años, parece ser un año corriente, pero para la medi-ción de la edad para las personas esta medida causa pavor. Es dife-rente, o por lo menos, causa menos pánico confesar 50 años de vida a declarar que su edad es de medio si-glo. Aunque lo único que importa en la edad no es su declaración, sino la forma en que se siente la persona.

Es común que al llegar al cin-cuentenario, las personas, cualquie-ra que sea su género, pasen por ciertas etapas propias de la edad, se le acentúen ciertas características; lo primero que va a notar es la ava-lancha de síntomas fisiológicos que empiezan a aparecer tales como la pérdida de memoria, los dolores en todas sus coyunturas, empieza una calvicie incipiente que va en aumen-to y se percibe cada vez que hace uso del cepillo o la peineta para arre-glar su cabello, los músculos empie-zan a perder elasticidad, el mal de Parkinson comienza su etapa evo-lutiva y el individuo que es atacado

CINCUENTENARIO por Álvaro Villegas Arango ([email protected])

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XXI y adalid de la revolución anti imperialista del mundo latino.

Los hombres, menos pretensiosos en su alopecia, terminan utilizando una cachucha de visera pequeña que le da un aire de de-tectivesco al estilo de Sherlock Holmes, al-gunos, para reafirmar este espectro, cuelgan de su boca una pipa que exhala aromáticos olores. Con el onomástico del cincuentenario se dio el adiós a las minifaldas, a los pantalo-nes descaderados, a las blusas abiertas, a las ombligueras, los tops se quedaron sin clien-tes mayores de 50 años, al igual que aque-llos descotes en la espalda, que dejaban ver la punta de la nalga, o los que mostraban un ombligo regordete, mal formado y peor colo-cado que más se parecía a una ciruela pasa a punto de caerse de su lugar; la consabida mano de pinturas llamativas pasaron a ocu-par un segundo plano. Toda esa vestimenta vino a hacer reemplazada por las faldas lar-gas o a lo sumo tres cuartos, los jean casi que fueron abolidos, las blusas pasaron a hacer blusones que alcanzan a tapar hasta el principio de las piernas.

Esta pavorosa edad también se mani-fiesta por su saludable alimentación, lo úni-co que se puede comer son todos aquellos productos con la contramarca LIGTH, afor-tunadamente cualquier producto comestible trae estampada la etiqueta light, que signi-fica libre de contaminantes y baja en grasa y azúcar; es común encontrar en cualquier supermercado mayonesa casera light, le-che condensada o azucarada light, salsa de tomate y demás frutas todas ellas light, cu-yos precios son el doble de aquellos que no llevan esta marquilla, pero son iguales en contenidos. Lo más novedoso que encontré recientemente fue un panal de huevos con la etiqueta light, todavía estoy pensando el proceso productivo seguido para obtener tan fabuloso producto.

En cuanto a la vestimenta de los hom-bres también tuvo cambio, es frecuente ver un venerable cincuentón utilizando bermu-das largas, medias altas, tenis blancos y de marca, camiseta deportiva metida dentro de las bermudas, su tradicional cachucha y en su mano derecha empuña fuertemente un

del chorro al orinar; si usted amable lector escasamente su chorro de orines alcanza a medio mojar sus zapatos, es bueno que se vaya alistando a los exámenes inter anales que prontamente tendrá que utilizar. Y qué decirse del abultamiento del abdomen, es el momento en que la persona le rinde más caminar, haciendo ejercicios acrobáticos como cualquier saltimbanqui que andar como cualquier Homo Sapiens.

La vestimenta también sufre transfor-maciones especiales, en unos por su abul-tamiento abdominal, su estómago conocido como “estómago de camionero” termina casi a la altura del pecho, sus pantalones se sujetan con una correa, por lo general ancha, y con una hebilla grande abrochada a esca-sos centímetros de su órgano viril, encima de ella se riega su desparramado estómago que se sacude acompasadamente cada vez que se da un paso; esto trae como conse-cuencia el cambio de vestimentas, para los hombres los nuevos calzoncillos, bóxer, casi siempre de talla large 3X quedan exclusiva-mente para su uso; para las mujeres el cam-bio es más brusco, después de utilizar “hilos dentales”, pasan a usar “los cacheteros” para terminar cubriendo, no sólo sus partes genitales, sino todo su abdomen con los ya famosos “mata pasiones” de uso obligatorio después del medio siglo de edad. Lo que se puso de moda para ambos géneros fueron los “pañales tena” de uso obligatorio para acostarse y uso restringido para salir a pa-sear o sacar a la mascota que ahora es un perro liliputiense, cuando en los años mozos paseaban a un fiero mastín, o fila brasileño con su bozal amarrado a una cadena de hie-rro. La razón de ponerle estos arreos al pe-rro eran precisos porque no fueron pocas las veces en que el perro arrastraba a su amo y éste se aferraba fuertemente a la cadena.

La cabeza es importante por la falta de cabello en ella, las mujeres tapan su calvicie con modas como la pañoleta, o en su defec-to el sombrero, o el turbante, moda impuesta por la senadora Piedad Córdoba en su conti-nuo flirtear con nuestro amado comandante de la República Bolivariana de Venezuela, máximo conductor del socialismo del siglo

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Transmilenio, y éste se halla atiborrado de pasajeros, ya que el tradicional frote de cier-tas partes del cuerpo de los pasajeros con su decaído derrier no vuelve a ocurrir.

Una característica de este período de edad es la dificultad de poder hablar de se-guido, y el de cambiarle los nombres a las personas; cuando usted para llamar a Pedro, empieza por nombrar a Juan, continua con José, llama a Jacinto y termina por identificar a Pedro por “este niño”, la situación requiere ya de un centro de rehabilitación, pero para tranquilidad de todos, solamente se ha vivido un 70% de la vida útil, ya que la esperanza de vida al nacer alcanza los 72 años. Si usted amable lector ya cumplió los setenta años, empiece a prepararse a entregar su cuerpo a una de las instituciones cuya labor es el sal-var vidas con donantes de órganos, -aunque lo más seguro es que son pocas las alterna-tivas de un uso apropiado para un donante-.

bastón que le sirve para nivelar su cuerpo y de vez en cuando, levantarle las faldas a las quinceañeras.

Los aditamentos en otrora utilizados por las mujeres como lo eran los zarcillos en las orejas, los brazaletes en la muñeca, los colla-res estrafalarios, las gafas deportivas de to-dos los tamaños desaparecieron por encanto, en su lugar, los mayores de esta odiosa edad empezaron por usar en sus orejas unos dimi-nutos audífonos que le permiten escuchar y entender las conversaciones de los demás miembros de la familia o de amigos, para po-der detectar con su vista lo que hay que ver se utiliza ahora lentes, por lo general grandes y bifocales, que al mirarlos a la cara se ven sus pupilas dilatadas y sus ojos grandes y salto-nes.

Cuando más se dan cuenta de su edad las mujeres, es cuando tienen que utilizar el

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ANEXOS

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Edgar Armando Bonilla Flórez

Marco Antonio Caipe Romero

Álvaro Correal Delgado

Francisco Antonio Escobar Alvarado

Gloria Inés Fonseca

Alfredo Ortiz Landázuri

Ana Lucía Pérez de Salinas

Freddy Hernán Pisso Rengifo

Luis Hernando Rincón Bonilla

Santiago Rivas

Wayner Rivera Márquez

Emiliano Enrique Saavedra Carrasquilla

Jaime Tobar Muñoz

Danilo Reinaldo Vivas Ramos

Hilldier Zamora González

Oscar Borrero Guevara (QEPD)

Fanny Cardona de Aguilar (QEPD)

Luis Alberto González Vidal (QEPD)

César Rosas Londoño (QEPD)

Luis Alberto González

Álvaro Erazo Latorre

Luis Eduardo Montoya

Álvaro Correal Delgado

Mery López Zúñiga

Enrique Valencia Fajuri

Sigifredo Turga

María Helena Castro

Yolanda Dorado

Jorge Enrique Barrera

Jacqueline Alarcón

Juan Felipe Vallejo

SOCIOS FUNDADORES GERENTES

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L y M: Horacio Casas R.

CORO

UNA SOLA BANDERA NOS UNE

ES LA BÚSQUEDA DEL BIENESTAR

SOMOS FONDO QUE LUCHA Y QUE ASUME

SU MISIÓN CON TOTAL CLARIDAD

SOMOS FONDO QUE LUCHA Y QUE ASUME

SU MISIÓN CON TOTAL CLARIDAD

VERSO I

VIGILANTES SIEMPRE ESTAMOS DE LOS BIENES

QUE TENEMOS PARA HACERLOS PROSPERAR

SON PRODUCTO DEL ESFUERZO DE LAS GENTES

QUE CONFORMAN NUESTRO FONDUC EJEMPLAR

VERSO II

EL FUTURO PARA NUESTROS ASOCIADOS

ES LA ÚNICA Y MÁS GRANDE PRIORIDAD

Y DEBEMOS SOLO ESTAR COMPROMETIDOS

CON LA IDEA DE LA SOLIDARIDAD

HIMNO FONDUC

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